La persuasión es la capacidad para convencer a una persona sobre algo, modificar
su forma de pensar y su comportamiento a través de mensajes sustentados en argumentos sólidos.
El filósofo Aristóteles definió tres elementos del discurso persuasivo que son:
ETHOS: Este componente del discurso se refiere a la credibilidad que proyecta la
persona, en este caso, quien intenta vender algo. Por ejemplo, la reputación que usted ha construido a través de su preparación académica, reconocimientos, sus valores.
PATHOS: Es la capacidad para generar emociones en el interlocutor, que en este
caso es su cliente. Este es uno de los recursos más poderosos y sus formas de lograrlo son múltiples.
Una manera de generar emociones es a través de las historias. La técnica del
storytellig es un recurso de gran valía cuando se trata de provocar emociones en su interlocutor.
LOGOS: Este elemento hace referencia a la lógica, al razonamiento. Se vale de
estadísticas, gráficos, investigaciones, demostraciones, etc. Es el elemento va a darle el fundamento científico a lo que se intenta comunicar.
En resumen, para elaborar un discurso persuasivo, vuélvase un experto en el
producto o servicio que intenta vender, sea coherente en cuanto a lo que dice y practica. Apele a las emociones de su cliente y respalde su discurso con un buen argumento.