Porque el merecimiento que nos arropa No es el que sintió cuando fue creada.
La esperanza de su libertad y del Orden
Ya no es el Escudo que la protege con justicia Y el oro a su haber de pocos es.
Obnubilados quizá, lo que más creo
En espera de la paz y del sosiego; Que del sentir, generaciones por venir.
No hay eco en su amarillo brillante
Como imagen de luz y de amor, El esplendoroso azul de sus mares, Están turbios en poesía de su pueblo Solo el rojo inspira con pasión negativa Impidiendo abrevar de la consciencia, abrazos del amor altruista.
El Cóndor en su alentar sufre con nostalgia
Por inciertos tiempos que al llegar De su himno canto, en la brisa de su vuelo Sordo está. ASALLAS