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CAPÍTULO III: LOS INCIDENTES.

I. GENERALIDADES.

1. Concepto:

Durante la tramitación del juicio surgen, o pueden surgir, cuestiones accesorias relacionadas con la materia
principal, que requieren de un pronunciamiento especial del Tribunal, y que se conocen con el nombre de
“cuestiones incidentales”, “incidentes” o “artículos”.
De esta forma, incidente es “toda cuestión accesoria del juicio y que requiere de un pronunciamiento especial
del Tribunal”.
La resolución del Tribunal recaída sobre un incidente, deberá ser una sentencia interlocutoria o un auto, pero
jamás podrá ser una sentencia definitiva, puesto que ésta es la que pone término a la instancia, resolviendo la
cuestión que ha sido objeto de el juicio.
Esto no debe confundirse con aquellos casos en que la resolución del incidente se deja para definitiva, ya que
esto no significa que deba fallarse en una sentencia definitiva, sino que la sentencia definitiva que resuelva la
cuestión principal deberá contener a su vez la resolución de la cuestión incidental, pero en esta parte la
sentencia tendrá el carácter de interlocutoria o de auto.
Finalmente, respecto de la competencia para resolver de los incidentes, el Artículo 111 del Código Orgánico
de Tribunales consagra la “Regla de la Extensión”, en virtud de la cual el Tribunal que es competente para
conocer de un asunto, lo es igualmente para conocer de todas las incidencias que en él se promuevan.

2. Clasificación:

a. Según la oportunidad en que se deducen:


i) Incidentes anteriores al juicio: son aquellos que se promueven con anterioridad al asunto principal. Ej.:
Las medidas prejudiciales.
ii) Incidentes simultáneos: son aquellos que se deducen durante el curso del asunto principal. Ej. Las
excepciones dilatorias.
iii) Incidentes posteriores: son aquellos que se deducen con posterioridad al pronunciamiento del asunto
principal. Ej. La tasación de las costas.

b. Según su procedimiento:
i) Incidentes ordinarios: son aquellos sometidos al procedimiento común y general aplicable a los incidentes,
establecido en el Título IX del Libro I del Código de Procedimiento Civil (Arts. 82 a 91).

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ii) Incidentes especiales: son aquellos sometidos a reglas particulares de procedimiento establecidas por la
ley, aplicando en forma supletoria la reglas de los incidentes ordinarios. Ej. Acumulación de autos,
cuestiones de competencia, implicancias y recusaciones, costas, abandono del procedimiento, desistimiento de
la demanda, etc.

c. Según si paralizan o no el curso del juicio:


i) Incidentes de previo y especial pronunciamiento: son aquellos que se tramitan en el cuaderno principal y sin
cuya previa resolución no se puede seguir substanciando la causa, suspendiendo el curso de ésta. Ej.
Incidentes de incompetencia (Art. 87 CPC).
ii) Incidentes que no son de previo y especial pronunciamiento: son aquellos que no suspenden el curso de la
causa principal substanciándose en cuaderno separado (Art. 87 inc. final CPC).

d. Según el cuaderno en que se tramitan:


i) Incidentes que se tramitan en cuaderno separado: son aquellos que no suspenden el curso del juicio y, por
lo tanto, no son de previo y especial pronunciamiento. Ej. Las medidas precautorias.
ii) Incidentes que se tramitan en el cuaderno principal: son aquellos que suspenden el curso del juicio porque
son de previo y especial pronunciamiento.

e. Según su carácter:
i) Incidentes dilatorios: son aquellos que tienen por objeto corregir vicios de forma en el procedimiento y su
efecto es dilatar la decisión de fondo del asunto. No debe confundirse con el incidente dilatorio a que hace
referencia el Artículo 88 del Código de Procedimiento Civil, que sanciona a aquellos incidentes que son
interpuestos de mala fe con el sólo objeto de dilatar el juicio.
ii) Incidentes no dilatorios: son aquellos que no tiene por objeto corregir vicios de procedimiento.

f. Según su relación o conexión con el asunto principal:


i) Incidentes pertinentes: son aquellos que se relacionan de alguna manera con el asunto que es materia del
juicio.
ii) Incidentes no pertinentes: son aquellos que no tienen conexión alguna con el asunto que es materia del
juicio. Tienen la particularidad de que pueden ser rechazados de plano por el Tribunal (Art. 84 inc. 1º CPC).

g. Según cómo se resuelven:


i) Incidentes que se resuelven de plano: son aquellos que se fallan o dictan sin previa audiencia de las partes,
debido a que las peticiones formuladas se pueden resolver fundando el fallo sobre hechos que constan en el
proceso o que sean de pública notoriedad (Art. 89 CPC).
ii) Incidentes que se resuelven previa tramitación: son aquellos en que debe ser oída la otra parte, por ello se
resuelven “previa audiencia de la partes”. Constituyen la regla general, en virtud del principio formativo del
procedimiento de la “bilateralidad de la audiencia”.

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h. Incidentes que deben rechazarse de plano incidentes que deben tramitarse:
i) Incidentes que deben rechazarse de plano: son aquellos que no tiene conexión alguna con el asunto que es
materia del juicio (Art. 84 primera parte CPC).
ii) Incidentes que deben tramitarse: son aquellos que tiene alguna relación con el asunto que es materia del
juicio.

II. INCIDENTES ORDINARIOS.

Como se señaló anteriormente, los incidentes ordinarios son aquellos sometidos al procedimiento común y
general regulado en el Titulo IX del Libro I del Código de Procedimiento Civil (Arts. 82 a 91).

1. Oportunidad para plantearlos:

Respecto de la oportunidad para plantear los incidentes ordinarios, es necesario distinguir una serie de
situaciones:
a) Si el incidente nace o se origina en un hecho anterior al juicio, o bien, coexiste con su principio,
como defecto legal en el modo de plantear la demanda, el incidente deberá promoverse antes de realizar
cualquier gestión principal en el pleito.
Para estos efectos, se entiende por gestión principal la presentación al Tribunal de cualquier escrito
fundamental (contestación, réplica, dúplica, etc.)
Si el incidente se promueve en una oportunidad distinta a la señalada, es decir, después de una gestión que no
sea precisamente promover el incidente; éste será rechazado de oficio por el Tribunal, salvo que: i) se trate de
un vicio anule el proceso, en cuyo caso el Tribunal declarará la nulidad; ii) o se trate de una circunstancia
esencial para la ritualidad o marcha del juicio, evento en el cual el tribunal ordenará que se practiquen las
diligencias necesarias para que el proceso siga su curso legal (Art. 84 CPC inc. 2º y 3º).

b) Si el incidente nace o se origina en un hecho que acontece durante la tramitación del juicio, deberá
promoverse tan pronto como el hecho que origina el incidente llegue a conocimiento de la parte respectiva.
Si el incidente se promueve después, es decir, si en el proceso consta que el hecho ha llegado al conocimiento
de la parte, y ésta ha practicado una gestión posterior a dicho conocimiento, el incidente promovido
extemporáneamente será rechazado de plano, salvo que: i) se trate de un vicio anule el proceso, en cuyo caso
el Tribunal declarará la nulidad; ii) o se trate de una circunstancia esencial para la ritualidad o marcha del
juicio, evento en el cual el tribunal ordenará que se practiquen las diligencias necesarias para que el proceso
siga su curso legal (Art. 85 CPC).

c) Todos los incidentes cuyas causas existan simultáneamente, deberán promoverse a la vez.

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En caso contrario, es decir si se promueven después, serán rechazados de oficio por el Tribunal, salvo que: i)
se trate de un vicio anule el proceso, en cuyo caso el Tribunal declarará la nulidad; ii) o se trate de una
circunstancia esencial para la ritualidad o marcha del juicio, evento en el cual el tribunal ordenará que se
practiquen las diligencias necesarias para que el proceso siga su curso legal (Art. 86 CPC).

El inciso final del Artículo 84 del Código de Procedimiento Civil, establece una facultad especial al juez de
poder corregir vicios de procedimiento, al indicar que el juez podrá: i) corregir de oficio los errores que
observe en la tramitación del proceso; y ii) tomar medidas que tiendan a evitar la nulidad de los actos de
procedimiento. Sin embargo, el juez no podrá subsanar las actuaciones viciadas en razón de haberse realizado
éstas fuera del plazo fatal indicado por al ley.

2. Tramitación (Artículos 89, 90 y 91 CPC):

Si se promueve un incidente a través de una demanda incidental, lo que en definitiva se está solicitando es un
pronunciamiento del Tribunal, sobre lo pedido dentro de un juicio ya iniciado o inminente (como las medidas
prejudiciales).
Una vez promovido el incidente, el Tribunal deberá resolver. Para estos efectos deben distinguirse dos
situaciones:
i) si el incidente no es pertinente, es decir, si no tiene conexión alguna con el asunto que es materia del juicio
(Artículo 84 inc.1º CPC), o bien es extemporáneo (no se presenta en la oportunidad correspondiente), el
Tribunal lo rechazará de plano;
ii) si el incidente es pertinente y oportuno, el Tribunal tendrá dos alternativas:
a) puede resolver de plano aquellas peticiones cuyo fallo se pueda fundar en hechos que consten en el proceso
o sean de pública notoriedad, lo que el Tribunal consignará en su resolución;
b) puede darle curso a la demanda incidental, en este caso, el Tribunal le dará traslado a la otra parte por un
plazo de 3 días, vencido el plazo, haya o no contestado la otra parte, el tribunal tendrá nuevamente dos
alternativas:
1) Resolver el incidente, si a su juicio no hay necesidad de prueba, es decir, si no hay hechos sustanciales,
pertinentes y controvertidos;
2) Si el Tribunal estima que hay necesidad de prueba, se recibirá el incidente a prueba por un término de 8
días, debiendo determinarse los puntos sobre los cuales deberá recaer.
Al efecto, el Artículo 323 del Código de Procedimiento Civil dispone que cuando haya que rendirse prueba en
un incidente, la resolución que lo ordene determinará los puntos sobre los cuales deberá recaer, y la recepción
se la prueba se hará conforme a las reglas establecidas para la prueba principal, es decir, las mismas reglas de
la prueba en juicio ordinario, salvo lo que expresamente se modifique en las reglas de los incidente. La
resolución que recibe el incidente a prueba deberá notificarse por el estado diario.
El término probatorio (ordinario), como se señaló, es por un término de 8 días, para que dentro de ellos se
rindan y se justifiquen también las tacha a los testigos si hay lugar a ellas. Dentro de los 2 primeros días del

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probatorio, cada parte deberá acompañar la nómina de testigos de que piensa valerse, con expresión del
nombre y apellido, domicilio y profesión u oficio. Lo anterior reviste relevancia porque sólo serán
examinados los testigos que figuren en dicha nómina.
Cuando hayan de practicarse diligencias probatorias fuera del lugar en el que se sigue el juicio, el Tribunal
podrá por motivos fundados ampliar por una sola vez el término probatorio, por el número de días que estime
necesario, los cuales en ningún caso podrán exceder del plazo total de 30 días contados desde que se recibió el
incidente a prueba. Esto constituye un término probatorio extraordinario.
Una vez vencido el término probatorio, haya o no sido rendida la prueba por las partes, y aún cuando éstas no
lo pidan, el Tribunal fallará inmediatamente o, a más tardar, dentro de tercero día, la cuestión que haya dado
origen al incidente.
Los gastos originados en el juicio, es decir, las costas procesales y personales, deberán ser pagadas por la
parte totalmente vencida, salvo en dos casos excepcionales: i) cuando el Tribunal declare expresamente que la
parte vencida tuvo motivos plausibles para litigar; ii) o cuando en un Tribunal colegiado se hayan emitido uno
o más votos favorables a la parte que pierde la cuestión resuelta.
La resolución que falla un incidente podrá ser un auto o una sentencia interlocutoria, y en este último caso,
podrá ser interlocutoria que ponga término al juicio o haga imposible su continuación, o no. La naturaleza de
esta resolución será de suma importancia para efecto de los recursos.

3. Recursos:
Si la resolución que falla el incidente es un auto, sólo será procedente el recurso de reposición.
Si la resolución que falla el incidente es una sentencia interlocutoria, será susceptible de apelación; y si
además es de aquella interlocutorias que ponen término al juicio o que hacen imposible su continuación,
será susceptible de casación. Ej. la declaración de nulidad o el abandono del procedimiento establecen
derechos permanentes a favor de las partes y ponen término al juicio.
Los incidentes que se susciten en el curso de una apelación, se fallan de plano por el Tribunal, o bien se
tramitan como incidentes. En este último caso, el Tribunal puede fallarlos en cuenta o bien ordenar que se
traigan en relación los autos para resolver (Art. 220 CPC).
Las resoluciones que recaigan en los incidentes que se promuevan en segunda instancia, se dictarán sólo por
el Tribunal de alzada y serán inapelables (Art. 210 CPC).

4. Incidentes Dilatorios deducidos de mala fe (Artículo 88 CPC):


El Artículo 88 del Código de Procedimiento Civil regula este tipo de incidentes con el objeto de evitar sus
efectos perniciosos, a los llamados incidente dilatorios, entendiendo por ellos a aquellos incidentes que son
interpuestos de mala fe y con el sólo objeto de dilatar o retardar el juicio.
De esta forma, cuando una parte haya promovido y perdido dos o más incidentes en un mismo juicio, no
podrá promover ningún otro sin que previamente deposite en la cuenta corriente del Tribunal la cantidad que
éste determine.

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En la resolución que deseche el segundo incidente, y de oficio, el Tribunal determinará el monto del depósito.
En todo caso, este depósito deberá fluctuar entre 1 y 10 UTM y se aplicará como multa a beneficio fiscal en
caso de que sea rechazado el respectivo incidente.
En la determinación del monto del depósito, el Tribunal deberá considerar la actuación procesal de la parte y
si observa mala fe en ésta en la interposición de los incidentes, pudiendo en este caso aumentar el depósito
hasta el doble.
Si alguna de las partes goza de privilegio de pobreza, no estará obligada a efectuar depósito previo. Sin
embargo, si ésta interpone nuevos incidentes y éstos son rechazados, el juez en la misma resolución que
rechaza el nuevo incidente, podrá imponer personalmente al abogado o al mandatario judicial que lo hubiere
promovido, como pena, una multa a beneficio fiscal de 1 a 10 UTM, si considera el Tribunal que en su
interposición ha existido mala fe o el claro propósito de dilatar el proceso.
Si se formula incidente sin antes haber realizado el respectivo depósito que se le haya fijado, se tendrá éste
por no interpuesto y se extinguirá su derecho a promoverlo nuevamente.
Todo incidente que requiere de depósito previo deberá tramitarse en cuaderno separado, sin afectar el curso de
la cuestión principal ni de ninguna otra, sin perjuicio de lo que se pueda resolver en el fallo del respectivo
incidente.
Por último, cabe señalar que las resoluciones que se dicten en cuanto al monto del depósito y las multas son
inapelables.

III. INCIDENTES ESPECIALES.

A.- ACUMULACIÓN DE AUTOS.

1) Concepto.

Existe un interés evidente por disminuir el número de procesos que se siguen ante los Tribunales, toda vez
que ello se traduce en una economía para los litigantes, en un ahorro de tiempo y de trabajo, en una garantía
de igualdad ante la ley, certeza jurídica, confianza y respeto hacia la institucionalizad judicial. Todo ello se ve
perjudicado si se pronuncian resoluciones contradictorias en casos similares, por lo cual el derecho ha creado
instituciones que evitan que ello ocurra1.
Si se reúnen en un solo proceso los diversos juicios que por tener un íntimo grado de relación, se puede
suponer que lo fallado en uno va a ser perfectamente aplicable o de gran influencia en otro, las prevenciones
señaladas en el párrafo anterior se pueden abordar.
De esta forma, podemos definir a la acumulación de autos como la reunión de dos o más procesos que se
tramitan separadamente, con el objeto de que constituyan un solo juicio y terminen por una sola sentencia,
para mantener la continencia, o unidad de la causa (Art. 92 inc. 1º CPC).

1
Otras instituciones que cumplen con el mismo objeto son, por ejemplo, la Cosa Juzgada y la Litispendencia.

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2) Requisitos de Procedencia.

Del artículo 92 como del artículo 95 del Código de Procedimiento Civil se desprenden cuáles son los
requisitos que deben concurrir para decretarse la acumulación e autos:
a) Existencia de causa legal, es decir, sólo procede en los casos señalados en la ley (Arts. 92 y 93 CPC),
esto es:
i) Cuando la acción o acciones entabladas en un juicio sean iguales a las que se hayan deducido en
otro, o cuando unas y otras emanen directa e inmediatamente de unos mismos hechos.
ii) Cuando las personas y el objeto o materia de los juicios sean idénticos, aunque las acciones sean
distintas.
iii) En general, siempre que la sentencia que haya de pronunciarse en un juicio deba producir la
excepción de cosa juzgada en otro.
iv) Habrá también lugar a la acumulación de autos en los casos de quiebras. Sin embargo, esta
acumulación es diferente por varias razones (principalmente porque cada juicio sigue su tramitación por
separado, y su unidad tiene más que ver por la identidad del patrimonio donde todos desean ejecutar sus
créditos). Esta “acumulación” se trata en la Ley de Quiebras.
b) Que los juicios se encuentren sometidos a una misma clase de procedimiento (Art. 95 CPC).
c) Analogía de instancias, es decir, que la substanciación de todos los juicios se encuentren la misma
instancia.

3) Casos en que procede.

El artículo 92 del Código de Procedimiento Civil expresa la “continencia o unidad de la causa”, sin definirlo.
Por ello, corresponde a la doctrina y a la jurisprudencia dar sentido a esa disposición. Si bien el mismo
artículo 92 da una lista -meramente ejemplar y ya vista- corresponderá al buen criterio determinar cuándo
deben ser acumulados dos o más causas que tengan entre sí una íntima relación.

4) Tramitación.

a.- Clases: Lo primero que hay que señalar es que la acumulación de autos podrá ser decretada:
i) de oficio, cuando los juicios se encuentren radicados en un mismo Tribunal; o
ii) a petición de parte, cuando los procesos se están tramitando en distintos Tribunales.
Sólo en este último caso nos encontramos frente al incidente especial en cuestión (Art. 94 inc. 1° CPC).

b.- Sujeto Activo: Respecto de quien es el sujeto activo en términos de poder pedir la acumulación de autos, el
Artículo 94 del Código de Procedimiento Civil en su inciso segundo señala que la parte legítima para

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solicitarla: será todo el que haya sido admitido como parte litigante en cualquier de los juicios cuya
acumulación se pretende2.

c.- Oportunidad: En cuanto a la oportunidad para pedirla, debe distinguirse:


i) la regla general es que se puede pedir en cualquier estado del juicio, pero antes de la sentencia de término3;
ii) en el caso de los juicios ejecutivos, se podrá pedir hasta antes del pago de la obligación.

d.- Tribunal Competente: La acumulación de autos deberá ser solicitada ante el Tribunal que corresponda
continuar conociendo del asunto una vez acumulados los procesos (Art. 98 parte final CPC). Para determinar
lo anterior debe distinguirse:
I. Si los juicios se encuentran pendientes ante Tribunales de la misma jerarquía, el más moderno se
acumulará al más antiguo;
II. Si los juicios se encuentran pendientes ante Tribunales de distinta jerarquía, la acumulación se hará
sobre aquél juicio que esté sometido al Tribunal superior (Art. 96 CPC).

e.- Procedimiento: Presentada la solicitud de la acumulación de autos ante el Tribunal que corresponda, se
concederá un plazo de 3 días a la otra parte para que exponga lo conveniente sobre ella.
Vencido este término, haya o no respuesta de la otra parte, el Tribunal previamente a resolver y con el objeto
de determinar la concurrencia del requisito de la existencia de causa legal, deberá:
1) si todos los procedimientos cuya acumulación se solicita se encuentran pendientes ante él, los hará traer a
la vista;
2) en caso contrario, podrá pedir que se le remitan los que se sigan ante otros Tribunales (Art. 99 CPC).
Recibidos los procesos, el Tribunal resolverá negando la acumulación, o dando lugar a ella. La resolución del
Tribunal sólo será apelable en el efecto devolutivo (Art. 100 CPC).
Siempre que tenga lugar la acumulación, el curso de los juicios que se encuentren más avanzados se
suspenderá hasta que todos lleguen a un mismo estado (Art. 97 CPC).
Luego se tramitan y fallan conjuntamente (un solo juicio, una sola sentencia). Lo anterior constituye una
excepción al principio de radicación o fijeza.

5) Diferencias entre la Acumulación de Autos y los incidentes ordinarios.

Acumulación de Autos Incidentes Ordinarios


No Hay Término Probatorio, se reemplaza por la vista Si existen hechos sustanciales pertinentes y
de los procesos cuya acumulación se pide. controvertidos, se abre un término probatorio.
Puede solicitar durante toda la tramitación del juicio Hay reglas distintas respecto de la oportunidad para

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Con muchos argumentos, se discute a quien se debe considerar parte litigante.
3
La sentencia de término es aquella que pone fin a la última instancia o que falla el último recurso.

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hasta antes de la sentencia de término. plantearlos.
Su fin es obtener la acumulación de autos. Tiene por finalidad el pronunciamiento de cuestiones
que son accesorias al juicio.

B.- CUESTIONES DE COMPETENCIA.

1) Concepto.

Las cuestiones de competencia son problemas de competencia que han sido promovidos por las partes.
Por el contrario, si el problema se suscita entre dos o más Tribunales, sin injerencia de las partes, se trata de
una contienda de competencia.
Los problemas de competencia, se pueden suscitar cuando: i) dos o más tribunales se creen igualmente
competentes para conocer de un mismo asunto; ii) o cuando ningún Tribunal se cree competente para conocer
un determinado asunto.
Las contiendas de competencia son resueltas por los Tribunales conforme a lo dispuesto en los Artículo 190,
191 y 192 del COT. Por el contrario, las cuestiones de competencia se rigen por las reglas señaladas en el
Código de Procedimiento Civil.
De esta manera, las cuestiones de competencia, se definen como aquellos incidentes que formulan las partes
litigantes ante los Tribunales, en la que hacer saber a éstos si tienen o no la facultad para conocer de un
determinado negocio judicial.

2) Formas de alegar la cuestiones de competencia.

Las cuestiones de competencia se pueden reclamar de dos maneras:


i) a través de la inhibitoria;
ii) o por la declinatoria.

La Inhibitoria es aquella que se intenta ante el Tribunal que se cree que es el competente, pidiéndole que se
dirija al que esté conociendo del negocio para que se inhiba y le remita los autos (Art. 102 inc. 1º CPC).

La Declinatoria es aquella que se propone ante el Tribunal a quien se cree incompetente para conocer de un
negocio que le esté sometido, indicándole cuál es el que se estima competente y pidiéndole que se abstenga de
dicho conocimiento (Art. 111 CPC).

Por lo tanto, la inhibitoria se entabla ante un Tribunal cuya competencia se afirma; mientras que la
declinatoria se entabla ante un Tribunal cuya competencia se niega.

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Una y otra son incompatibles. Una vez que se haya optado por uno de estos medios, no podrá ser éste
abandonado para recurrirse al otro. Tampoco podrán emplearse en forma simultánea ni sucesiva ambos
medios en virtud del principio formativo del procedimiento de la “Preclusión” (Artículo 101 inc. 2 CPC).

3) Oportunidad para promoverlas.

El Código de Procedimiento Civil nada dice al respecto, por lo que deberán ser aplicados los principios
generales del Derecho Procesal. De esta forma, y considerando que las normas sobre competencia se
presumen conocidas de todos, la regla general será que la cuestión de competencia deberá ser planteada antes
de cualquier gestión en el juicio. Por excepción, la incompetencia absoluta se puede solicitar en cualquier
estado del juicio (antes de la sentencia de término en el juicio ordinario y antes del pago en el procedimiento
ejecutivo). En cambio, si no ha sido la primera gestión del juicio, la incompetencia relativa será rechazada de
plano por el tribunal (habrá operado la prórroga de competencia).

4) Tramitación de la Inhibitoria.

Lo primero que debe tenerse presente es que en su tramitación van a intervenir dos Tribunales:
i) el Tribunal requirente, que es aquel ante el cual se plantea la cuestión de competencia y cuya competencia
se afirma;
ii) el Tribunal requerido, es aquel que se encuentra conociendo del negocio cuya competencia de desconoce.
La solicitud de inhibitoria se presentará ante el Tribunal cuya competencia se afirma, es decir, ante el Tribunal
requirente. El contenido de la solicitud será pedirle al Tribunal requirente que se dirija al Tribunal requerido
para que éste se inhiba y le remita los autos.
Si el recurrente pretende acreditar con documentos su derecho, deberán ser éstos acompañados junto a la
solicitud e inhibitoria, o pedir en ella los testimonios correspondientes (Art. 102 inc. 2º CPC).
Presentada la solicitud, con el sólo mérito de lo que exponga la parte y de los documentos que presente o que
el Tribunal de oficio mande agregar, si lo juzga necesario, se accederá a la solicitud, o se negará lugar a ella
(Art. 103 CPC). La resolución que rechaza la solicitud de inhibitoria es apelable (Art. 107 1ª parte CPC).
Si el Tribunal Requirente accede, dirigirá al que esté conociendo del negocio la correspondiente
comunicación (Tribunal requerido). Dicha comunicación deberá insertar la solicitud de la parte y los demás
documentos que el Tribunal requirente estime necesarios para fundar su competencia (Art. 104 CPC).
Recibida la comunicación, el Tribunal requerido oirá a la parte que ante él litigue (para esto no hay un plazo
legal, por lo que por costumbre éste es de 3 días), y con lo que ella exponga y con el mérito que arrojen los
documentos que presente o que el Tribunal mande agregar de oficio, accederá a la inhibición o negará lugar a
ella.
Si el Tribunal requerido accede a la inhibición, una vez ejecutoriada la sentencia remitirá los autos al Tribunal
requirente (Art. 106 inc. 1º CPC). Esta resolución es apelable (Art. 107 2° parte CPC).

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Si el Tribunal requerido deniega la inhibición, se pondrá en conocimiento de lo resuelto al Tribunal
requirente, y cada uno (tanto Tribunal requirente como requerido), con citación de la parte que gestione ante
él, remitirá los autos al Tribunal a quien corresponda resolver la contienda (Art. 106 inc. 2º CPC). Es decir,
se formará una contienda de competencia y se resolverá conforme a las reglas de éstas establecidas en el
Código Orgánico de Tribunales.
La resolución que dicta el Tribunal superior resolviendo la contienda de competencia, es pronunciada en
única instancia (Art. 192 COT). Una vez expedida, el mismo Tribunal que la dicta remitirá los autos que ante
él obran al Tribunal que ha sido declarado como competente, para que éste comience o bien siga conociendo
el negocio, y comunicará lo resuelto al otro Tribunal.
Las apelaciones, ya sea de la resolución que deniega la solicitud de inhibición, como la que pronuncia el
Tribunal requerido accediendo a la inhibición (Art. 107 CPC), deberán ser llevadas ante el Tribunal a quien
correspondería conocer de la contienda de competencia. Si los tribunales depende de distintos superiores,
pero son iguales en jerarquía, la apelación deberá ser conocida por el superior del Tribunal que haya dictado
la sentencia apelada (Art. 108 CPC).
El Tribunal superior que resuelva la contienda de competencia declarará cuál de los Tribunales es competente
o que ninguno de ellos lo es. Para poder pronunciar esta resolución, citará a uno y otro litigante, pudiendo
pedir los informes que estime necesarios, y aun recibir a prueba el incidente. Si los tribunales de cuya
competencia se trata ejercen jurisdicción de diferente clase (debe entenderse competencia de distinta clase en
razón de la materia), se oirá también al fiscal judicial (Art. 109 CPC).
Por último, respecto de cuáles son los efectos de la inhibitoria frente a la causa principal, el Artículo 112
incisos primero y tercero del Código de Procedimiento Civil establecen que mientras se encuentre pendiente
el incidente de competencia, se suspenderá el curso de la causa principal; pero el Tribunal que esté
conociendo de ella podrá librar aquellas providencias que tengan el carácter de urgentes. La tramitación de la
causa continuará después de notificada la resolución denegatoria del Tribunal requerido, sin perjuicio de que
esas gestiones queden sin valor si el Tribunal correspondiente declara que el que está conociendo del juicio es
incompetente para ello.

5) Tramitación de la Declinatoria.

Como señalamos anteriormente, la declinatoria se propone ante el Tribunal que se cree incompetente para
conocer de un negocio que le esté sometido, indicándole cuál es el que se estima competente y pidiéndole que
se abstenga de dicho conocimiento.
La tramitación de la declinatoria se sujeta a las reglas establecidas para los incidentes ordinarios, pues se
tramita ante el mismo tribunal y en el mismo expediente (Art. 111 CPC). Es de aquellas que por su naturaleza,
requiere de un “previo y especial pronunciamiento”.
Si se presenta como cuestión previa a la contestación de la demanda, revestirá el carácter de una excepción
dilatoria (Art. 303 N° 1 CPC); en cambio, si se presenta durante el curso del juicio, tendrá el carácter de un

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incidente de nulidad de todo lo obrado, pero sólo en el caso de la incompetencia absoluta, puesto que si se
tratara de la incompetencia relativa habría operado la prórroga de la competencia (Art. 187 Nº 2 COT).
Respecto de cuáles son los efectos que se producen en a causa principal, el Artículo 112 inciso primero del
Código de Procedimiento Civil establece que mientras se encuentre pendiente la declinatoria, se suspenderá el
curso de la causa principal; sin embargo, el Tribunal que conozca de ella podrá librar aquellas providencias
que tengan el carácter de urgentes4.
La resolución que acoja la declinatoria será apelable en ambos efectos (Art. 194 Nº 2 CPC). La apelación de
la resolución que rechaza la declinatoria se concederá igualmente en el sólo efecto devolutivo (Art. 112 inc.
2º y Art. 307 inc. 2º).

C.- IMPLICANCIAS Y RECUSACIONES.

1) Concepto.

Las implicancias y recusaciones son causas legales que, una vez constatadas y declaradas, hacen que un juez
con competencia suficiente para conocer de un determinado negocio judicial deje de tenerla, en razón de
carecer de la imparcialidad necesaria para intervenir en él. También reciben el nombre de “causas legales de
inhabilidad de los jueces”5.
Las implicancias son verdaderas prohibiciones que le impone el legislador al juez para intervenir en un
determinado negocio judicial. Se encuentran establecidas en el Artículo 195 del Código Orgánico de
Tribunales.
Las recusaciones se encuentran establecidas en beneficio de determinada parte litigante, la cual es la única
llamada a hacerlas valer y se encuentran señaladas en el Artículo 196 del Código Orgánico de Tribunales.
Los jueces que se encuentren comprendidos en alguna de las causales legales de implicancia o recusación,
deberán tan pronto como tengan noticia de ello, hacerlo constar en el proceso, declarándose inhabilitados para
continuar funcionando, o bien pidiendo que se haga esta declaración por parte del Tribunal del que forme
parte, si se trata de un Tribunal Colegiado (Art. 199 inc. 1º COT). Sin embargo, los Ministros de Corte de
Apelaciones y Corte Suprema, no están obligados a dejar constancia de las causales de recusación6. Si la parte
en cuyo favor se ha establecido la causal no reclama la recusación dentro de 5 días desde notificada la
resolución respectiva, se considera renunciada. (Las causales de implicancia, son irrenunciables)

4
Existe abundante Jurisprudencia que señala que constituye una falta grave, susceptible de queja incluso para
árbitros arbitradores, seguir conociendo de la causa estando pendiente una reclamación por incompetencia.
5
No obstante las definiciones tradicionales, también afectan a los auxiliares de la administración de justicia,
funcionarios de tribunal, abogados integrantes, peritos y jueces árbitro.
6
También hay una excepción para los Jueces, en relación a la tenencia de acciones de una S.A.

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El artículo 200 del Código Orgánico de Tribunales señala que si bien la implicancia puede y debe ser
declarada de oficio o a petición de parte, la recusación sólo puede ser solicitada, por quién, según la
presunción, puede perjudicar7.

2) Tramitación.

a.- Oportunidad:
Deben distinguirse las siguientes situaciones:
i) Si la declaración de implicancia o recusación se debe fundar en causa legal, hay que nuevamente
distinguir:
A.- Si la causa legal alegada existe y es conocida de la parte, debe solicitarse antes de toda gestión que ataña
al fondo del negocio; o antes de que comience a actuar la persona contra quien se dirige.
B.- Si la causa es posterior, o bien no ha llegado a conocimiento de la parte, ésta deberá proponerla tan pronto
como tenga noticia de ella. Tratándose de recusaciones, si no se justifica está última circunstancia, es decir,
que la causa es posterior o que no se conocía, el tribunal desechará la solicitud. En cambio, por su gravedad,
una implicancia puede ser alegada en cualquier estado del juicio, incluso después de haber tenido noticia de
ella. En este caso, el Tribunal podrá imponer a la parte que maliciosamente haya retardado el reclamo de la
implicancia una multa que no exceda de un sueldo vital (Art. 114 CPC).
ii) Si la declaración de implicancia o recusación no necesita fundarse en causa legal: en este caso se hará
valer en el momento que se estime conveniente8.

b.- Tribunal Competente:


Para determinar al tribunal que es competente para conocer de las implicancias y recusaciones, deben
realizarse una serie de distinciones:
i.- Si se trata de implicar a un juez que se desempeña en un Tribunal unipersonal, se hará valer ésta ante él
mismo (Art. 115 CPC y 202 COT).
ii.- Si se trata de implicar a miembros de un Tribunal colegiado, se harán valer igualmente ante el Tribunal
que según la ley, deba conocer de dichos incidentes (Art. 116 CPC). De esta manera, de la implicancia de
jueces que sirven en Tribunales colegiados conocerá el mismo Tribunal, pero con exclusión del miembro o
miembros cuya implicancia se trata (Art. 203 COT);
iii.- Si se trata de recusar a un juez que se desempeña en un Tribunal unipersonal, se hará ante el Tribunal
que, según la ley, deba conocer de estos incidentes (Art. 116 CPC). De esta manera, el artículo 204 inciso

7
Es frecuente que se den situaciones contra intuitivas. Ejemplo: El vínculo de parentesco debiera generar
preferencias, pero por un problema personal existente, puede generar una disposición contraria.
8
Procede sólo para recusaciones, y para inhabilitar a receptores y abogados integrantes. En le caso de
receptores, se presenta un escrito y se realiza la consignación correspondiente. En el caso de los abogados
integrantes, se le comunica verbalmente o por escrito al relator antes de la vista de la causa, y se paga un
impuesto de timbres y estampillas. Sólo se puede hacer una vez por parte, y si son varias partes, máximo 2 en
total. El Presidente debe proceder inmediatamente a formar sala, salvo que ello no sea posible.

13
primero y cuarto del Código Orgánico de Tribunales señala que de la recusación de un juez de letras
conocerá la Corte de Apelaciones9.
iv.- Si se trata de recusar a un juez que se desempeña en un Tribunal Colegiado, se debe distinguir:
A.- Si se trata de la recusación de uno o más miembros de una Corte de Apelaciones, la conocerá la Corte
Suprema (Art. 204 inc. 2º COT);
B.- Si se trata de la recusación de uno o más miembros de la Corte Suprema conocerá la Corte de Apelaciones
de Santiago (Art. 204 inc. 3º COT).
v.- De la implicancia o recusación de los funcionarios subalternaos, se reclamarán ante el Tribunal que
conozca del negocio en que aquéllos deban intervenir, y se admitirán sin más trámite cuando no necesiten
fundarse en causa legal (Art. 117 CPC).

c.- Procedimiento:
Si la solicitud de implicancia o recusación debe fundarse en causa legal deberá expresar lo siguiente: a) el
nombre del funcionario que se trata de inhabilitar; b) la causa legal en que se apoya; c) los hechos en que se
funda; d) acompañar u ofrecer acompañar específicamente las pruebas necesarias para probar lo señalado; y
e) pedirle al juez que se inhiba del conocimiento del negocio (Art. 115 CPC).
Además, cuando deba expresarse causa, no se dará curso a al solicitud, a menos que el ocurrente (solicitante)
sea declarado pobre, si no se acompaña testimonio (boleta de consignación) de haber efectuado un depósito en
la cuenta corriente el Tribunal que deba conocer de la implicancia o recusación, cuando ésta recaiga en los
siguientes funcionarios y por los siguientes montos:
i) Presidente, Ministro o Fiscal de La Corte Suprema por 1 UTM;
ii) Presidente, Ministros o Fiscales de una Corte de Apelaciones 0.5 UTM; y
iii) Juez letrado o de un subrogante legal, juez árbitro, defensor público, relator, perito, secretario o receptor,
0.25 UTM. Esta consignación se elevará al doble cuando se trate de la segunda solicitud de inhabilitación
deducida por la misma parte, al triple en la tercera y así sucesivamente (Art. 118 CPC).
El objeto de esta consignación es que si la implicancia o recusación es rechazada, se condenará en costas a
quien la haya promovido y se le impondrá una multa que no bajará de la mitad ni superará el doble de la
consignación realizada con motivo de la solicitud10.
Recibida la solicitud por el Tribunal, éste puede adoptar 3 actitudes:
1) Estimar que la causa a alegada no es legal, o bien no la constituyen los hechos en que se funda, o que los
hechos no aparecen debidamente especificados, el Tribunal desechará de plano la solicitud (Art. 119 inc. 1º
CPC).
2) Si el Tribunal estima que la causa alegada es legal, que la constituyen los hechos en que se funda, y que los
hechos han sido debidamente especificados; el tribunal declarará bastante la causal (esto lo que se denomina

9
La recusación de un juez árbitro conocerá el juez ordinario del lugar donde se sigue el juicio.
10
Para imponer esta multa, que no puede bajo ninguna circunstancia superar las 2 UTM, se considerará la
categoría de la persona que se quiso inhabilitar, la importancia del juicio, la fortuna del litigante y el hecho de
que se haya o no procedido con malicia.

14
el bastanteo); y si los hechos en que se fundan constan al Tribunal o resultan de los antecedentes
acompañados o que el mismo Tribunal de oficio mande agregar, se declarará sin más trámite la implicancia o
recusación (Art. 119 inc.2 CPC).
3) Si el Tribunal estima que la causa alegada es legal, que la constituyen los hechos en que se funda, y que los
hechos han sido debidamente especificados; sin embargo no conste al Tribunal o no aparezca de manifiesto la
causa alegada, se procederá en conformidad a las reglas generales, de los incidentes, formándose pieza
separada11 (Art. 119 inc. 3º CPC).
Una vez aceptada como bastante la causal de inhabilitación o cuando el Tribunal declare sin más trámite la
implicancia o recusación, se pondrá dicha declaración en conocimiento del funcionario cuya implicancia o
recusación se haya pedido, para que se abstenga de intervenir en el asunto de que se trata mientras no se
resuelva el incidente (Art. 120 CPC).

d.- Recurso de Apelación12:


Las sentencias que se dicten en los incidentes sobre implicancia o recusación serán inapelables, salvo:
i) la sentencia que pronuncie el juez de Tribunal unipersonal desechando la implicancia deducida ante él;
ii) la sentencia que acepta la recusación amistosa o que se declara de oficio inhabilitado por alguna causal de
recusación (Art. 126 inc. 1° CPC).
Toda sentencia sobre implicancia o recusación será transcrita de oficio al juez o Tribunal a quien afecte (Art.
126 inc. 2º CPC).

e.- Efecto de las sentencias sobre implicancias y recusaciones:


Sobre el particular se debe distinguir:
i) Si la sentencia rechaza la implicancia o recusación se condenará en costas al que la haya reclamado, y se
impondrá una multa que no baje de la mitad ni exceda del doble de la suma consignada junto a la solicitud.
Esta multa se elevará al doble cuando se trate de la segunda solicitud, al triple en la tercera y así
sucesivamente (Art. 122 CPC). El Tribunal fijará la multa considerando: a) la categoría del funcionario contra
quien se ha reclamado; b) la importancia del juicio; c) la fortuna del litigante; d) la circunstancia de haberse
procedido o no con malicia. Cuando la inhabilidad se ha referido a un funcionario por cuyas actuaciones
devenga derechos, la parte que haya pedido la solicitud de inhabilitación deberá pagar los correspondientes
derechos al funcionario subrogante y al subrogado, que ha debido ser reemplazado mientras pendía el
incidente.

11
La resolución dirá “Se declara bastante la causal. Traslado y autos. Fórmese cuaderno separado”.
12
Conocerá de las apelaciones el Tribunal a quien corresponde o correspondería la segunda instancia del
negocio en que la implicancia o recusación inciden. En el caso de un juez árbitro de única o segunda
instancia se entiende, para tal efecto, como Tribunal de alzada a la Corte de Apelaciones respectiva (Art. 205
COT).

15
ii) Podrá el tribunal, luego de que se hayan rechazado 2 o más incidentes de implicancia o recusación,
señalarle a la parte un plazo fatal para interponer todos los incidentes que conozca, bajo el apercibimiento de
no ser oídas aquellas alegaciones que tengan su origen en fecha previa al decreto.
iii) Si el Tribunal declara bastante la causal de inhabilitación, o bien si declara sin más trámite la
implicancia o recusación, se pondrá dicha declaración en conocimiento del funcionario cuya implicancia o
recusación se haya pedido, para que se abstenga de intervenir en el asunto de que se trata mientras no se
resuelva el incidente (Art. 120 CPC). Mientras penda la tramitación del incidente, y si la inhabilitación se
refiere a un juez de un Tribunal unipersonal, deberá actuar su subrogante legal, quien continuará conociendo
de la causa principal en todos los trámites anteriores a la citación para oír sentencia, y en este estado de la
causa se suspenderá el juicio hasta que se declare si ha o no lugar a la inhabilitación (Art.121 inc. 1º CPC). Si
la inhabilitación se pide respecto de un Tribunal colegiado, continuará funcionando el mismo Tribunal,
constituido legalmente, con exclusión de él o los miembros que se intentan inhabilitar, y se suspenderá el
curso del juicio en el mismo caso anterior, es decir, antes de la citación para oír sentencia (Art. 121 inc. 2
CPC). Tratándose de otros funcionarios, éstos serán reemplazados, mientras se tramite el incidente, por los
respectivos subrogantes legales (Art.121 inc. 3º CPC).
iv) Si la sentencia acoge en definitiva la implicancia o recusación, el juez o funcionario de que se trate
quedará inhabilitado para conocer del asunto y actuará su subrogante legal, con todas las atribuciones y
facultades del subrogado (Art. 214 COT).

f.- Abandono del incidente:


El objetivo del legislador es que estos incidentes sean tramitados en forma rápida, para que la imparcialidad
de los jueces no esté en duda por mucho tiempo.
Por este motivo, si se paraliza el incidente de implicancia o recusación por más de 10 días, sin que la parte
que lo haya promovido haga gestiones conducentes para ponerlo en estado de que sea resuelto, el Tribunal lo
declarará de oficio abandonado, con citación del solicitante (Art. 123 CPC).

g.- Recusación Amistosa:


La recusación amistosa puede definirse como aquella que se hace valer contra un juez sin las solemnidades
establecidas por el Código de Procedimiento Civil para el incidente.
La recusación amistosa (Art. 124 CPC) debe ser solicitada antes de iniciar la vía incidental, y ante el mismo
recusado, si funciona solo, o al Tribunal de que forma parte, exponiéndole la causa en la que la recusación se
funda y pidiéndole que la declare sin más trámite.
Si esta solicitud es rechazada, se podrá deducir la recusación ante el Tribunal que corresponda.

h.- Renuncia de la Recusación:


El Artículo 199 del Código Orgánico de Tribunales consagra la llamada “manifestación espontánea de las
causa de inhabilidad”, que consiste en que los jueces que se consideren comprendidos en algunas de as
causales legales de implicancia o recusación, deberán tan pronto como tengan noticia de ello, hacerlo constar

16
en el proceso, declarándose inhabilitados para continuar funcionando, o pidiendo que se haga esta declaración
por el Tribunal del que forman parte si éste es colegiado.
La parte a quien, según la ley, pueda perjudicar la falta de imparcialidad que se supone en un juez a quien
afecta alguna de las causales de recusación en el caso del Artículo 199 del Código Orgánico de Tribunales
(manifestación espontánea), deberá alegar la inhabilitación dentro de un plazo de 5 días desde que se le
notifique esta declaración espontánea, si así no lo hiciere se considerará renunciada la respectiva causal.
Durante este plazo de 5 días el juez se considerará inhabilitado y lo subrogará quien corresponda (Art. 125
CPC).

i.- Reglas Especiales:


En el Código de Procedimiento Civil se consagran ciertas reglas especiales respecto a la pluralidad de juicio y
de partes en los incidentes de implicancia o recusaciones.
Primero, respecto de aquellos casos en que existan pluralidad de juicios entre las mismas partes; la
implicancia y recusación que deban surtir efecto en diversos juicios podrán hacerse valer en una sola gestión13
(Art. 127 CPC). Esto está establecido en virtud del principio formativo del procedimiento de la “economía
procesal”.
Segundo, en aquellos casos en que sean varios los demandantes o demandados (pluralidad de partes), la
implicancia o recusación deducida por alguno de ellos, no podrá renovarse por los otros, a menos que se
funde en alguna causa personal del recusante (Art. 128 CPC).

D.- DESISTIMIENTO DE LA DEMANDA.

1) Concepto14.

El desistimiento de la demanda es una acto procesal en virtud del cual el demandante manifiesta su propósito
de no continuar ejercitando la acción en contra del demandado una vez que aquélla le fuere notificada. Es un
sustituto jurisdiccional por lo que produce Cosa Juzgada.

2) Oportunidad.

Antes de notificada la demanda, el actor puede retirarla sin más trámite y se considerará como si no hubiese
sido presentada (Art. 148 CPC). Esto se denomina el retiro de la demanda.

13
Una suerte de acumulación de incidentes.
14
No confundir ni con la renuncia a las acciones (vinculada al artículo 12 del Código Civil) ni con el
desistimiento de recursos legales (para lo cual el mandatario requiere poder especial en primera instancia y se
entienden tácitamente otorgados en 2ª Instancia).

17
Una vez notificada la demanda, el actor podrá en cualquier estado del juicio desistirse de ella (desistimiento
propiamente tal).

3) Tramitación.

Para estos efectos el Tribunal competente será aquél que conoce el asunto principal.
La petición se someterá a los trámites establecidos para los incidentes (Art. 148 CPC). Es decir, una vez
presentada la solicitud, se le dará traslado al demandado y si éste se opone al desistimiento o si sólo lo acepta
parcial o condicionalmente, el Tribunal deberá resolver si continúa o no el juicio, o la forma en que deberá
tenerse por desistido al actor (Art. 149 CPC). La resolución que resuelve el desistimiento es una sentencia
interlocutoria del primer tipo (importante para determinar qué recursos procesales caben sobre ella).

4) Efectos.

La sentencia que acepta el desistimiento, haya o no habido oposición, extinguirá las acciones a que él se
refiera, con relación a: i) las partes litigantes; ii) y a todas las personas a quienes habría afectado la sentencia
del juicio a que se pone fin (Art. 150 CPC). Es decir, produce Cosa Juzgada, alcanzando a todos aquellos a
quienes hubiese alcanzado la sentencia.

5) Reglas especiales respecto de la reconvención.

El desistimiento de las peticiones que se formulen por vía de reconvención se entenderá aceptado, sin
declaración expresa, por el sólo hecho de proponerse. Sin perjuicio de lo anterior hay un caso de excepción, es
decir, no se entenderá aceptado por el sólo hecho de su proposición, cuando la parte contraria deduzca
oposición dentro de tercero día después de notificada. En este caso, la oposición se tramitará como incidente
y podrá su resolución reservarse para la sentencia definitiva.

E.- ABANDONO DEL PROCEDIMIENTO15 16.

1) Concepto.

El abandono del procedimiento es una sanción procesal en contra del demandante y que tiene lugar por la
inactividad de las partes en un juicio, durante un período determinado.

15
No confundir con Prescripción de la Apelación.
16
Antiguamente llamada “Abandono de la Instancia”.

18
Así, el Artículo 152 del Código de Procedimiento Civil dispone que el procedimiento se entiende abandonado
cuando todas las partes que figuran en el juicio han cesado en su prosecución durante 6 meses o más,
contados desde la fecha de la última resolución recaída en alguna gestión útil para darle curso progresivo a los
autos17.
El efecto principal del abandono del procedimiento es que se pierde el derecho a continuar el procedimiento
abandonado y hacerlo valer en un nuevo juicio.

2) Requisitos.

Los requisitos del abandono del procedimiento son las siguientes:


a) Inactividad total de las partes18, y no sólo del demandante.
b) Que hayan transcurrido seis meses o más contados desde la última resolución, y no desde la última
notificación, lo cual es una excepción al principio de que las resoluciones judiciales producen efectos desde su
notificación.
El abandono del procedimiento NO puede alegarse en los siguientes juicios: i) de quiebra; ii) de división o
liquidación de herencias; iii) división o liquidación de sociedades; iv) ni en los de división o liquidación de
comunidades (Art.157 CPC)19.

3) Tramitación.

a) Respecto de la oportunidad para hacer valer el abandono del procedimiento, este podrá alegarse en
cualquier estado del juicio y hasta antes de que se dicte la sentencia ejecutoriada en la causa (Art. 153 inc. 1º
CPC).
b) En cuanto a quien es el titular o sujeto activo, sólo podrá hacer valer el abandono del procedimiento por
parte del demandado (Art. 153 inc. 1º CPC), pudiendo alegarlo por vía de acción o de excepción. En ambos
casos, se tramitará como incidente (Art. 154 CPC).
c) Situación especial de los procedimientos ejecutivos: En estos procedimientos el ejecutado podrá, además,
solicitar el abandono del procedimiento, después de ejecutoriada la sentencia definitiva o vencido el plazo
para oponer excepciones20.
En estos casos, en que ya hay sentencia condenatoria y, por tanto, existen derechos adquiridos, el plazo para
poder declarar el abandono del procedimiento será de 3 años contados desde la fecha de la última gestión útil,

17
Hay diferencias en la doctrina y en la jurisprudencia respecto a los actos de prosecución para el cómputo de
los 6 meses. Ejemplo: señalar domicilio, , designar abogado patrocinante, conferir y revocar poder, señalar
nuevo domicilio, solicitar desarchivo, etc.
18
También existen diferencias entre los autores para determinar quienes son las partes (incluir a terceros
coadyudantes, etc.).
19
Todas ellas son situaciones irregulares y esencialmente transitorias, en las cuales la sociedad tiene un
procedimiento especial en que se resuelvan a la brevedad (pagar acreedores, permitir la libre circulación de
los bienes, fortalecer el derecho de propiedad, etc.).
20
Desde la ley 18.705.

19
hecha en el procedimiento de apremio, destinado a obtener el cumplimiento forzado de la obligación (recordar
que la sentencia definitiva ya está ejecutoriada, y vencido el plazo para oponer excepciones). En este caso, si
se declara el abandono del procedimiento sin que haya opuesto oposición el ejecutante, éste no será
condenado en costas (Art. 153 inc. 2º CPC).
Por lo tanto, en el juicio ejecutivo pueden operar dos abandonos:
i) el abandono común cuyo plazo es de 6 meses en el cuaderno ejecutivo;
ii) el abandono excepcional cuyo plazo es de 3 años respecto del cuaderno de apremio.
d) Renuncia del derecho a pedir abandono: Si, renovado el procedimiento, hace el demandado cualquiera
gestión que no tenga por objeto alegar su abandono, se considerará renunciado este derecho (Art. 155 CPC).
Por lo tanto, la renuncia del abandono del procedimiento puede ser de dos maneras: i) expresa, cuando el
demandado renuncia en términos explícitos y a través de un escrito al su derecho de poder pedir que se
declare abandonado el procedimiento; ii) tácita, cuando si renovado el procedimiento, el demandado hace
cualquier gestión que no sea alegar el abandono.

4) Efectos.

i) No se entenderán extinguidas por el abandono las acciones o excepciones de las partes; pero éstas perderán
el derecho de continuar el procedimiento abandonado y de hacerlo valer en un nuevo juicio (Art. 156 inc. 1º
CPC). OJO: Se pierde todo, no sólo la instancia en que se encuentre.
ii) Subsistirán con todo su valor los actos y los contratos de que resulten derechos definitivamente
constituidos (Art. 156 inc. 2º CPC). Estos son los llamados “negocios procesales”. Ej. La transacción parcial,
el avenimiento parcial, la conciliación parcial y la condena en costas.
La sentencia que declara abandonado el procedimiento es una sentencia interlocutoria de primer tipo,
impugnable por los recursos pertinentes.

F.- LAS COSTAS.

1) Concepto.

Toda gestión judicial, durante su tramitación, origina a las partes un conjunto de gastos que se traducen en el
pago de derechos como lo son los receptores y honorarios como los son los de los abogados, etc.
Estos gastos reciben el nombre de “Costas”, y se definen como aquellos gastos inmediatos y directos que
origina un procedimiento judicial y que deben ser soportados por las partes en conformidad a la ley.

2) Clasificación.

Según lo dispone el artículo 139 del Código de Procedimiento Civil, las costas se dividen o clasifican en:

20
a) Procesales: Son aquellas causadas en la formación del proceso y que corresponden a servicios estimados
en los aranceles judiciales.
Los aranceles judiciales son los derechos o sumas de dinero que se fijan por decreto, para el pago de los
honorarios de los funcionarios judiciales, especialmente de los auxiliares de la administración de justicia (los
jueces y los funcionarios del tribunal no cobran por su trabajo).

b) Personales: Son aquellas provenientes de los honorarios de los abogados y demás personas que han
intervenido en el negocio, y de los defensores públicos cuando éstos puedan representar conforme a lo
dispuesto en el Artículo 367 del Código Orgánico de Tribunales.
Los honorarios de los abogados, para efectos de costas, es la estimación que hace el juez (no se puede
delegar) del trabajo de los abogados. Se regulan (no se tasan) de acuerdo al arancel fijado por el respectivo
colegio de abogados y a falta de éste, por el del Consejo General del Colegio de Abogados. Esto se encuentra
tácitamente derogado debido a que hoy la afiliación al Colegio de Abogados no es obligatoria.
Las costas personales corresponderán siempre a la parte en cuyo favor se decretó la condenación en costas;
pero si el abogado lo percibe por cualquier motivo, se imputará a la suma acordada entre éste y la parte
(Art.139 inc. 5º CPC).

3) Incidentes de Tasación de costas procesales y regulación de costas personales.

Cuando una de las partes sea condenada a pagar las costas de la causa, o de algún incidente o gestión
particular, se procederá a tasarlas en conformidad a las siguientes reglas (Art. 138 CPC).
Debe tenerse presente que sólo se tasarán las costas procesales útiles, eliminándose:
a) las que correspondan a la diligencias o actuaciones innecesarias o no autorizadas por la ley; y,
b) las de actuaciones o incidentes en que haya sido condenada la otra parte (Art. 140 inc. 1º CPC).
El Tribunal de la causa, en cada instancia, regulará el valor de las costas personales; y avaluará también las
procesales con arreglo a la los aranceles judiciales. Esta función podrá delegarla en uno de sus miembros si es
un Tribunal colegiado, o en su secretario respecto de las costas procesales (Art. 140 inc. 2 CPC). Las
personales debe resolverlas el tribunal.
Hecha la tasación de las costas, está deberá ser puesta en conocimiento de las partes, pudiendo objetarlas
dentro del plazo de 3 días. Si no se formulan objeciones la tasación se tendrá por aprobada (Art. 141 CPC).
Por el contrario, si alguna de las partes formula objeciones, el Tribunal podrá:
A.- Resolver de plano (apelable);
B.- Darles la tramitación de un incidente.
La tasación de las costas se entenderá sin perjuicio del derecho de las personas cuyos honorarios se hayan
tasado, para exigir de quien corresponda el pago de sus servicios (Art. 143 CPC).

4) Quien debe pagar las costas.

21
La parte que sea totalmente vencida en un juicio o en un incidente, será la condenada al pago de las costas.
Que la parte sea totalmente vencida significa que se hayan rechazado todas las peticiones de la demanda, o
bien todas las excepciones o defensas del demandado según corresponda (Art. 144 inc. 1º primera parte CPC).
A pesar de que la regla general es la señalada anteriormente, existen ciertas excepciones:
a) Cuando aparezca que ha tenido motivos plausibles para litigar. Esto debe constar en una declaración
expresa en la resolución (Art. 144 inc. 1º segunda parte CPC).
b) Sólo en segunda instancia, el Tribunal podrá eximir de las costas causadas en ellas a la parte contra quien
se dicte la sentencia, sea que se mantenga o no las que en primera instancia se hayan impuesto, expresándose
los motivos especiales que autoricen la exención (Art. 145 CPC).
c) Cuando se hayan emitido, por los jueces que concurren a un fallo de un Tribunal colegiado, uno o más
votos favorables a la parte que pierde la cuestión resuelta (Art. 146 CPC).
Si el fallo no condena en costas a ninguna de las partes, cada parte deberá asumir el pago de ellas.
Sin perjuicio de las reglas anteriores, existen contraexcepciones, es decir, excepciones a que cuando hayan
motivos plausibles para litigar no se condenará en costas (Art. 144 inc. 2 CPC):
A.- Si la implicancia o recusación es desechada, se condenará en costas al que la haya reclamado (Art. 122
CPC).
B.- En el juicio ejecutivo, aunque pague el deudor antes del requerimiento, serán de su cargo las costas
causadas en el juicio (Art. 446 CPC).
C.- También en el juicio ejecutivo, si en la sentencia definitiva se manda seguir adelante en la ejecución, se
impondrán las costas al ejecutado. Por el contrario, si se absuelve al ejecutado, se condenará en costas al
ejecutante21.
D.- En el caso de los interdictos o juicios posesorios sumarios, si se da lugar a la querella se condenará en
costas al demandado. En caso contrario, al actor o demandante (Art. 562 CPC).
E.- Cuando el recurso de revisión se declare improcedente, se condenará en las costas del juicio al que lo haya
promovido (Art. 816 CPC).
F.- Cuando la parte que promueve un incidente dilatorio no obtenga resolución favorable, será condenada en
las costas (Art. 147 CPC).
G.- Si el recurso de revisión es declarado improcedente, se condena en costas al que lo haya promovido.

G.- INCIDENTE DE NULIDAD.

1) Concepto.

21
Si se admiten sólo en parte una o más excepciones, se distribuirán las costas proporcionalmente; pero
podrán imponerse todas ellas al ejecutado cuando en concepto del Tribunal haya motivo fundado (Art. 471
CPC).

22
La nulidad procesal consiste en la sanción de ineficacia que la ley establece para las actuaciones judiciales
que se realizan sin cumplir con las formalidades que exige la ley.
A la nulidad procesal se le aplican reglas diferentes que a la nulidad de los actos y contratos estudiada en
Derecho Civil. Mientras la nulidad civil se alega dentro de un juicio la procesal se alega dentro del mismo
juicio y antes de que quede ejecutoriada la sentencia, ya que después se purgan todos los vicios que
autorizarían la nulidad procesal.
Nuestro Código de Procedimiento Civil no reglamenta la nulidad procesal en un título especial sino que en
una serie de artículos dispersos. Así, el artículo 55 se refiere a la nulidad de la notificación, el artículo 305
alude a las excepciones dilatorias que se oponen como alegaciones o defensas, el artículo 80 al caso en que el
litigante rebelde no ha sido debidamente emplazado, etc.
Los artículos 83, 84 y 85 del Código de Procedimiento Civil son los fundamentales en esta materia.

2) Características.

a) Solo puede intentarse durante el procedimiento (“in limine litis”)


b) Lo anterior importa que los vicios NORMALMENTE se sanean una vez fenecido éste.
c) Puede ser declarada de oficio o a petición de parte. Sin embargo, el artículo 83 del Código de
Procedimiento Civil contiene una limitación similar al 1683 del Código Civil, esto es, que la parte que ha
originado el vicio o concurrido a su materialización o que ha convalidado tácita o expresamente el acto nulo,
no podrá demandar la nulidad.
d) Los medios que la ley señala para alegarla no pueden ser objeto de renuncia anticipada. La ineficacia
de un acto es irrenunciable antes que se produzcan los vicios que la origina.
e) Puede solicitarse la declaración de nulidad de un acto viciado, haya éste o no producido los efectos
que está llamado a tener.
f) Los efectos de la declaración no necesariamente alcanza a todos los actos posteriores (Art. 83 inc. 3º
CPC).
g) La nulidad procesal está sistematizada básicamente en el artículo 83 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil.
h) Para que sea declarada la nulidad procesal debe necesariamente producir un perjuicio reparable solo
con la declaración de nulidad.
i) La nulidad no opera de pleno derecho, sino que es necesaria la resolución judicial que la declare.

3) Medios para reclamarla.

Los medios para reclamar la nulidad procesal son:

23
A.- MEDIOS DIRECTOS.
i.- La nulidad de oficio.
ii.-El incidente de nulidad. Dentro de este se distingue:
a) Incidente ordinario de nulidad (Art. 83 y 84 CPC).
b) Incidentes especiales de nulidad (Art. 79 y 80 CPC).
iii.- El Recurso de Casación.

B.- MEDIOS INDIRECTOS.


i.- El Recurso de Reposición.
ii.- El Recurso de Apelación.
iii.- El Recurso de Queja.

4) Casos en que procede la nulidad procesal.

El artículo 83 del Código de Procedimiento Civil dispone que la nulidad procesal puede ser declarada, ya sea
de oficio o a petición de parte:
a) en los casos en que la ley expresamente lo disponga, y,
b) en todos aquellos casos en que exista un vicio que irrogue a alguna de las partes un perjuicio reparable sólo
con la declaración de nulidad.

5) El incidente ordinario de nulidad procesal (Art. 83 y 84 CPC).

a) Concepto:
Es aquella cuestión accesoria de un proceso que requiere de un pronunciamiento especial del tribunal, la que
versa sobre la nulidad de la relación procesal misma o de uno o más actos de procedimiento.

b) Clasificación:
Atendiendo a la extensión de la nulidad solicitada, este incidente se clasifica en:
i) Aquél que tiene por objeto la nulidad de la relación procesal misma. Ej. el incidente de nulidad de lo obrado
por falta de emplazamiento, fundado en que no se haya notificado legalmente la demanda: si éste es acogido,
todo el proceso será nulo.
ii) Aquellos que persiguen la ineficacia de actos procesales determinados. Ejemplo de éste podemos señalar
aquél incidente por el cual se solicita la nulidad de actuaciones probatorias fundado en que no se notificó
legalmente la recepción de la causa a prueba.

c) Plazo para plantear el incidente de nulidad:


El incidente de nulidad sólo puede deducirse dentro de cinco días contados desde que aparezca o se acredite
que quien debe reclamar la nulidad tuvo conocimiento del vicio, salvo que se trate de la incompetencia

24
absoluta del tribunal, en que la incidencia puede plantearse en cualquier momento, sin perjuicio de que el juez
deba declararla de oficio (Arts. 83 y 84 CPC).
Lo anterior, a menos que el vicio se refiera a alguna circunstancia anterior a la contestación de la demanda,
toda vez que en ese caso lo que corresponde es deducir la excepción dilatoria pertinente en el plazo legal,
antes de contestar la demanda. De esta forma, si la nulidad se funda en que la demanda no ha sido notificada
legalmente, podrá oponerse la dilatoria genérica contemplada en el artículo 303 Nº 6 del Código de
Procedimiento Civil, por cuanto se refiere a la corrección del procedimiento.

d) Persona que no puede solicitar la nulidad:


El artículo 83 del Código de Procedimiento Civil señala expresamente que la nulidad no podrá ser solicitada
por la parte que:
i) ha originado el vicio; o,
ii) concurrido a su materialización; o,
iii) que ha convalidado tácita o expresamente el acto nulo. Habrá convalidación tácita -por ejemplo- si
contesta la demanda sin reclamar de la nulidad de la notificación.

e) Vicios que dan origen a la nulidad:


La nulidad existirá en todos aquellos casos para los cuales la ley establezca expresamente esa sanción y
además, en todos los eventos en que exista algún vicio que irrogue a alguna de las partes un perjuicio sólo
reparable con la declaración de nulidad. Por tanto, si existe alguno de estos vicios, pero él no causa perjuicio
reparable sólo con la nulidad, no se dará lugar a ella; por ejemplo si se solicita la nulidad del probatorio por
no haberse notificado legalmente la recepción de la causa a prueba, pero se encuentra acreditado que no
obstante ello la parte tomó debido conocimiento de esa resolución y presento lista de testigos dentro de plazo.
Es decir, no debe existir nulidad por ese sólo hecho, sino que la nulidad debe necesariamente producir un
perjuicio.

f) La extensión de la nulidad procesal:


Como lo dispone en artículo 83 del Código de Procedimiento Civil en su inciso final, la declaración de
nulidad de un acto no importa (necesariamente) la nulidad de todo lo obrado con posterioridad, toda vez que
el juez deberá señalar en forma precisa cuáles son los actos nulos en razón de su conexión con el acto
anulado. Esto, sin perjuicio de que pueda invalidarse todo el proceso, cuando el vicio afecta a la relación
procesal misma, como por ejemplo, si el demandado no ha sido emplazado.

6) Los incidentes especiales de nulidad procesal.

a) Incidente especial de nulidad procesal establecido en el artículo 79 del Código de Procedimiento Civil:
Un litigante podrá solicitar la nulidad de lo obrado en rebeldía suya, ofreciendo probar que ha estado
impedido de actuar por un impedimento de fuerza mayor. Este derecho sólo podrá impetrarse dentro de tres

25
días contados desde aquél en que cesó el impedimento y pudo hacerse valer ante el tribunal que conoce del
negocio.
En este caso existe una aplicación del aforismo jurídico “al impedido no le corre plazo”. El caso más claro
que podemos señalar como ejemplo es aquél en que se notifica una demanda a una persona gravemente
enferma que por ese motivo no podrá contestarla dentro de plazo legal.

b) Incidente especial de nulidad procesal establecido en el artículo 80 del Código de Procedimiento Civil:
Si al litigante rebelde no se le han hecho saber en persona ninguna de las resoluciones dictadas en el proceso,
éste podrá pedir la nulidad de lo obrado, ofreciendo acreditar que, por un hecho que no le es imputable han
dejado de llegar a sus manos las copias a que se refieren los artículos 40 y 44 CPC, o que ellas no son exactas
en su parte sustancial.
Este derecho no podrá solicitarse sino dentro de los cinco días siguientes que aparezca o se acredite que el
litigante tuvo conocimiento del juicio.
Este incidente tiene la especial particularidad que puede intentarse no obstante que se haya dictado sentencia
definitiva firme o ejecutoriada, toda vez que esa ejecutoriedad será sólo aparente en atención a no haber
existido una relación procesal válida. Esto último, se desprende de los artículos 182 inciso segundo y 234
inciso final del Código de Procedimiento Civil. Del primero porque esta disposición señala expresamente que
la norma que prescribe que no podrá modificarse una sentencia definitiva o interlocutoria por el mismo
tribunal que la dictó, no rige en el caso del artículo 80 del Código de Procedimiento Civil. El segundo caso,
artículo 234 del Código de Procedimiento Civil; se refiere a las excepciones que puede oponer el demandado
cuando se está ante la ejecución de la sentencia definitiva, el que en su inciso final señala que ello es sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 80 del Código de Procedimiento Civil.

Estos de incidentes especiales de nulidad procesal deberán sustanciarse por cuerda separada, lo que significa
que no se paraliza la causa principal (Art. 81 CPC).

c) Incidente de nulidad de la notificación:


Si el incidente se funda en la nulidad de alguna notificación y él es acogido, la notificación declarada nula se
entenderá practicada desde el momento en que se notifique a la parte esa resolución que la declara nula. Si la
nulidad ha sido dispuesta por un tribunal superior, la notificación de la demanda se entenderá practicada
cuando el tribunal de primera instancia notifique por el estado diario la resolución que ordena cumplir lo
resuelto por ese tribunal superior, es decir el “cúmplase” (Art. 55 inc. 2º CPC).

26
CAPÍTULO IV: POTESTAD CAUTELAR.

A.- MEDIDAS PREJUDICIALES.

1) Concepto:
La Medidas Prejudiciales (“MPJ”) se definen como “Incidentes anteriores al juicio que tiene como finalidad:
i) preparar la entrada en juicio, ii) conservar las prueba que puedan desaparecer, o bien iii) asegurar el
resultado de la acción que se va a intentar”.
De esta forma, el Artículo 273 del Código de Procedimiento Civil dispone en su inciso primero, que el juicio
ordinario podrá prepararse, exigiendo el que pretende demandar de aquel con contra quien se propone dirigir
la demanda alguna de las actuaciones que allí se señalan.
No deben confundirse las medidas prejudiciales con la medidas precautorias, puesto que se diferencian en
varios aspectos, a saber en cuanto a su titular, su finalidad y su oportunidad:

Medidas Prejudiciales (MPJ) Medidas Precautorias (MP)


• Pueden ser solicitadas tanto por el • Sólo las puede solicitar el demandante.
demandante como por el demandado.
• Tiene por objeto preparar la entrada en • Tiene por objeto asegurar el resultado de
juicio, conservar la prueba y/o asegurar el resultado la acción deducida.
de la acción.
• Deben ser solicitadas antes de la iniciación • Se solicitan en cualquier estado del juicio,
del juicio. incluso antes.

2) Clasificación:
Según la naturaleza jurídica o finalidad de la MP, éstas pueden clasificar en:
a) MPJ propiamente tales: son aquellos incidentes anteriores al juicio que tiene por finalidad preparar
la entrada en juicio.
b) MPJ para prueba: son aquellos incidentes anteriores al juicio que tienen por finalidad conservar la
prueba que eventualmente puede desaparecer o dejar prueba rendida cuando se tema que no se contará con
ella en el futuro.
c) MPJ precautorias: tiene como finalidad asegurar el resultado de la acción que se va a intentar.

3) Requisitos para decretar las MPJ:


Hay dos tipos de requisitos, generales y específicos. Los requisitos generales son aplicables a todas las
Medidas Prejudiciales, mientras que los requisitos específicos sólo se aplican a alguna de ellas y serán
expuestos al momento de analizar cada medida en particular.

27
Los requisitos generales son: i) quien la solicite deberá expresar la acción que pretende deducir, y
someramente sus fundamentos (Art. 287 CPC); y ii) que se decreten sin audiencia de la persona con contra de
la cual se solicitan, salvo los casos en que expresamente se exige su intervención (Art. 289 CPC).

4) Medidas Prejudiciales Propiamente Tales:

a) Declaración Jurada (Artículo 273 Nº 1 CPC):


Sólo puede ser exigida por el futuro demandante al futuro demandado, y sólo puede ser respecto a un hecho
relativo a: i) su capacidad para comparecer en juicio; ii) su personería; o iii) el nombre y domicilio de sus
representantes.
Esta MPJ se decretará solamente cuando a juicio del Tribunal, sea necesaria para que el demandante pueda
entrar en el juicio (Art. 273 inc. final). En consecuencia, la procedencia de esta medida queda entregada al
criterio del Tribunal.
El objetivo de esta medida es evitar los vicios del procedimiento que podrían hacerse valer en un juicio a
través de la interposición de las excepciones dilatorias.
Si se decreta la procedencia de esta MPJ, deberá fijarse una audiencia para que concurra a ella el futuro
demandado a prestar la declaración jurada, notificándosele al efecto.
Si el futuro demandado no concurre, rehúsa a prestar la declaración, o ésta no es categórica, podrán imponerse
los siguientes apremios22:
i) multas, que no excedan de 2 sueldos vitales; o,
ii) arrestos hasta de dos meses, determinados prudencialmente por el Tribunal; sin perjuicio de poder repetir la
orden y el apercibimiento (Art. 274 CPC).

b) Exhibición de la cosa que haya de ser objeto de la acción que se trata de entablar (Artículo 274 Nº 2
CPC):
Sólo puede ser exigida esta MPJ por el futuro demandante en contra del futuro demandado.
Igualmente, sólo podrá ser decretada cuando a juicio del Tribunal, sea necesaria para que el demandante
pueda entrar en el juicio.
De esta forma, la acción que pretende ejercer el futuro demandante deberá tener por objeto una cosa, la cual
desea examinar previamente, para mejor éxito de la futura acción.
Decretada ésta MPJ, deberá exhibirse la cosa. La forma de realizar esta exhibición variará según donde ésta
se encuentre. De esta forma:
i) si la cosa se encuentra en poder del futuro demandado, la exhibición se realizará mostrando la cosa o bien
autorizando al futuro demandante para que la reconozca y dándole facilidades para ello;

22
Nunca deben confundirse los conceptos de “apremio” y “apercibimiento”. Apremio, es el castigo o la
consecuencia de la infracción de una norma determinada; mientras que el Apercibimiento, es la advertencia
de aplicar una medida d apremio que se le hace a una persona apara el caso de no cumplir con una norma
determinada (amenaza).

28
ii) si se encuentra en poder de terceros, deberá cumplir la persona a quien se le ordene la exhibición
expresando el nombre y residencia de dichos terceros, o el lugar donde el objeto se encuentre (Art. 275 CPC).
Siempre el solicitante de la MPJ tendrá derecho a que se deje en el proceso una razón de la clase y estado
actual de los objetos exhibidos (Art. 283 CPC).
Si el futuro demandado se niega a efectuar la exhibición ordenada, podrá ser apremiado con: i) multas que no
excedan de 2 sueldos vitales; o ii) arrestos hasta de dos meses, determinados prudencialmente por el
Tribunal; sin perjuicio de repetir la orden y el apercibimiento; e incluso iii) decretarse el allanamiento del
local donde se halle el objeto cuya exhibición se ordena. Estos mismos apremios podrán decretarse en contra
de los terceros que, siendo meros tenedores de la cosa cuya exhibición de ordena, se nieguen a exhibirla (Art.
276 CPC).

c) Exhibición de instrumentos (Artículo 274 Nº 3 CPC):


Esta MPJ se trata de la exhibición de sentencias, testamentos, inventarios, tasaciones, títulos de propiedad u
otros instrumentos públicos o privados que por su naturaleza puedan interesar a distintas personas. Esto
último es una cuestión de hecho que deberá ser determinada caso a caso por el Tribunal.
Sólo puede ser exigida esta MPJ por el futuro demandante en contra del futuro demandado.
Igualmente, sólo podrá ser decretada cuando a juicio del Tribunal, sea necesaria para que el demandante
pueda entrar en el juicio.
Siempre que el futuro demandante lo exija, se dejará en el proceso copia de la piezas que se presenten o de su
parte conducente (Art. 283 CPC).
Si los documentos cuya exhibición se ha ordenado, se encuentran en poder de terceras personas, NO podrá
llevarse a efecto la medida, debiendo ser solicitada su exhibición durante el curso del juicio conforme al
Artículo 349 del CPC23.
Por el contrario, si se encuentran en poder del futuro demandado, y éste desobedece la medida ordenada,
podrá ser apremiado con: i) multas que no excedan de 2 sueldos vitales; o ii) arrestos hasta de dos meses,
determinados prudencialmente por el Tribunal; sin perjuicio de repetir la orden y el apercibimiento. iii)
decretarse el allanamiento del local donde se halle el documento cuya exhibición se ordena. iv) Además,
como sanción, perderá el derecho de poder hacer valer después en el juicio los instrumentos cuya exhibición
se le ordenó, salvo que: a) el demandante los haga valer también en apoyo de su defensa; b) que se justifique

23
Este articulado dispone que podrá decretarse, a solicitud de parte, la exhibición de instrumentos que se
encuentren en poder de terceras personas, cuando dichos instrumentos tengan una relación directa con la
cuestión debatida y que no revistan en carácter de ser secretos o confidenciales.
El tercero podrá exigir que en su propia casa u oficina se saque testimonio de los instrumentos por un
ministro de fe.
Si se rehúsa a hacer la exhibición sin justa causa, podrá apremiarse al desobediente con i) multa que
no excedan de los dos sueldos vitales; o ii) arrestos hasta por dos meses; determinados prudencialmente por el
Tribunal, sin perjuicio de poder repetirse tanto la orden como el apercibimiento.
Los gastos de la exhibición será de cargo de quien la solicite, sin perjuicio de lo que se determine
respecto a las costas.

29
o aparezca de manifiesto que no pudo exhibirlos antes; o c) se refieran a hechos distintos de aquellos que
motivaron la solicitud de exhibición (Art. 277 CPC).

d) Exhibición de libros de contabilidad (Artículo 274 Nº 4 CPC):


Sólo puede ser exigida esta MPJ por el futuro demandante en contra del futuro demandado.
La exhibición debe tratarse de libros de contabilidad relativos a negocios en que tenga parte el solicitante.
Esta MPJ es sin perjuicio de lo que disponen los Artículos 42 y 43 del Código de Comercio, es decir, si lo
que se pretende es la exhibición de los libros de contabilidad de un comerciante, la práctica de esta MPJ
deberá ceñirse a las siguientes limitaciones: i) la regla general es que no cabe decretar la manifestación y
reconocimiento general de estos libros de contabilidad, salvo las excepciones legales; ii) la exhibición de los
libros de contabilidad deberá practicarse en el lugar donde se encuentran los libros y en presencia del dueño o
de la persona que él comisione; iii) la diligencia debe llevarse a cabo en forma estricta, es decir, sólo deberán
examinarse aquellos asientos que tengan una relación necesaria con la cuestión que se pretende indagar, y la
precisión dice relación con determinar si los libros han sido llevados con la regularidad requerida.
La exhibición de los libros de contabilidad deberá ser decretada por el Tribunal sólo, cuando a su juicio, sea
necesaria para que el demandante pueda entrar en juicio; y siempre que el solicitante lo exija, se dejará en el
proceso copia de las piezas que se presenten, o de su parte conducente (Art. 283 CPC).
Si la persona a quien se le ordena la exhibición no la cumple, incurrirá en una doble sanción: i) perderá el
derecho a hacerlos valer, salvo en los casos contemplados en el Artículo 277 del Código de Procedimiento
Civil, esto es: a) el demandante los haga valer también en apoyo de su defensa; b) que se justifique o aparezca
de manifiesto que no pudo exhibirlos antes; o c) se refieran a hechos distintos de aquellos que motivaron la
solicitud de exhibición; ii) multa hasta por dos sueldos vitales o arrestos no superiores a dos meses, y aún
decretar el allanamiento de local donde se encuentran los libros (Art. 277 CPC).
Aún más, si los libros cuya exhibición se ordena pertenecen a un comerciante, puede además se las sanciones
anteriores, aplicarse las del párrafo 2º del Título II del Libro I del Código de Comercio, que en síntesis
consisten en ser juzgado por los asientos de los libros de su colitigante que estuvieren arreglados (bien
llevados) sin admitirse prueba en contrario.

e) Reconocimiento jurado de firma puesta en un instrumento privado (Artículo 274 Nº 5 CPC):


Esta medida también sólo puede ser solicitada por el futuro demandante en contra del futuro demandado, pero
a diferencia de las medidas anteriores, ésta deberá ser decretada en todo caso, es decir, siempre que se pida.
Sin embargo, en virtud de lo dispuesto en el Artículo 288 del Código de Procedimiento Civil, toda persona
que fundadamente tema ser demandada podrá solicitar esta MPJ.
Para estos efectos, el Tribunal deberá fijar una audiencia, señalando para ello día y hora. Si el citado no
comparece o bien si se rehúsa al reconocimiento, se procederá conforme a las reglas establecidas para el
reconocimiento judicial de documentos del juicio ejecutivo. Por lo tanto, si no comparece, se rehúsa al
reconocimiento, o da respuestas evasivas se tendrá por reconocida la firma (Arts. 278 y 435 CPC).

30
f) Arraigo jurídico o constitución de apoderado judicial:
Esta MPJ puede ser solicitada exclusivamente por el futuro demandante en contra del futuro demandado.
Siempre que existan motivos fundados para temer que una persona se ausente en breve tiempo del país, tendrá
lugar esta medida (Art. 284 inc. 1º CPC).
La medida consiste en que, la persona cuya ausencia se teme deberá de dejar en el lugar donde va a entablarse
el juicio apoderado que le represente y que responda por las costas y multas en que sea condenado (Art. 285
CPC).
Si la persona en contra de la cual se ha dictado esta MPJ se rehúsa a cumplirla, será apercibido con
nombrársele un curador de bienes.

g) Declaración jurada o exhibición de título por parte del simple tenedor de la cosa de que procede la
acción o que es objeto de ella:
Esta MPJ se encuentra contemplada en el Artículo 282 del Código de Procedimiento Civil, pudiendo ser
solicitada únicamente por el futuro demandante.
Para estos efectos, es conveniente tener presente que el Código Civil en su Artículo 896 establece que el mero
tenedor de la cosa que se reivindica es obligado a declarar el nombre y residencia de la persona a cuyo
nombre la tiene.
De esta forma el CPC establece que aquel a quien se intenta demandar expone ser el simple tenedor de la cosa
de que procede la acción o que es objeto de ella, podrá también ser obligado a: i) declarar bajo juramento el
nombre y residencia de la persona en cuyo nombre la tiene; ii) a exhibir el título de su tenencia, y si expresa
no tener el título escrito, a declarar bajo juramento que carece de él.
De esta forma, la petición principal de esta MPJ consistirá en que quien tenga la cosa de que procede la acción
o que es objeto de ella, exponga si es poseedor o mero tenedero de la misma; para el caso de que exponga que
es mero tenedor, subsidiariamente se solicitará que preste juramento sobre el nombre y residencia de la
persona en cuyo nombre la tiene y exhibir el título de su tenencia y en caso de no contar éste por escrito
declarar bajo juramento esto.
En caso de negativa para practicar cualquiera de éstas diligencias, podrá ser apremiado con multa hasta por
dos sueldo vitales y arrestos hasta por dos meses, sin perjuicio de poder repetir el tribunal la orden y el
apercibimiento (Art. 274 CPC).
La exhibición del título de mera tenencia dará derecho al futuro actos si él lo exige, a dejar en el proceso
copia de todo documento o de su parte pertinente (Art. 283 1ª parte CPC).

5) Medidas Prejudiciales de Prueba:

a) Inspección personal del Tribunal, Informe de Peritos nombrados por el Tribunal, y Certificado del
ministro de fe:
El Artículo 281 del Código de Procedimiento Civil establece que puede pedirse perjudicialmente la
inspección personal del Tribunal, informe de peritos nombrados por el mismo Tribunal, o certificado del

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ministro de fe, sólo cuando tengan lugar alguna de las siguientes circunstancias: i) que exista peligro
inminente de un daño o perjuicio; ii) o se trate de hechos que puedan fácilmente desaparecer.
Esta MPJ puede ser solicitada tanto por el futuro demandante, como por el futuro demandado. Este último, y
conforme al Artículo 288 del Código de Procedimiento Civil, sólo podrá hacerlo cuando fundadamente tema
ser demandado con el objeto de preparar su defensa.
Como se recordará, la inspección personal del Tribunal es un medio probatorio destinado a acreditar hechos o
circunstancias materiales en el juicio mediante la observación y constatación de ellas efectuadas por el
Tribunal.
De la misma manera, el informe pericial es otro medio de prueba, que consiste en la presentación de un
dictamen de personas que tienen conocimiento de una materia, ciencia o arte; respecto de hechos que han sido
controvertidos en el juicio. En el caso de la MPJ deberán ser nombrados por el propio Tribunal, según lo
establece el propio Artículo 281 del Código de Procedimiento Civil, sin intervención alguna de las partes.
Por último, el certificado del ministro de fe, constituye un instrumento público.
Para la ejecución de estas medidas se deberá dar previamente conocimiento al futuro demandado, si éste se
encuentra en el lugar del asiento del Tribunal que la decreta, o donde deban ejecutarse. En los demás casos se
procederá con intervención del defensor de ausentes (Art. 281 inc.2º CPC).

b) Confesión judicial o absolución de posiciones:


El Artículo 284 del Código de Procedimiento Civil, dispone que en caso de que haya motivo fundado para
temer que una persona se ausente en breve tiempo del país, se le podrá exigir como MPJ que absuelva
posiciones (o confesión judicial) sobre hechos que deberán ser previamente calificados como conducentes por
el Tribunal, el cual, sin ulterior recurso, señalará el día y la hora para la práctica de ésta diligencia.
Al igual que la MPJ anterior, ésta medida puede ser solicitada tanto por el futuro demandante como por el
futuro demandado. Este último, y conforme al Artículo 288 del Código de Procedimiento Civil, sólo podrá
hacerlo cuando fundadamente tema ser demandado con el objeto de preparar su defensa.
La persona cuya confesión se exige puede adoptar tres actitudes: i) que preste la confesión solicitada, en cuyo
caso termina la gestión de la MPJ pudiendo hacerse valer esa confesión en el juicio posterior; ii) si se ausenta
dentro de los 30 días de la notificación sin absolver posiciones pero dejando un apoderado con autorización e
instrucciones bastantes, la confesión deberá ser prestada por éste último en representación de su mandante en
el juicio posterior; iii) por último, si se ausenta dentro de los 30 días subsiguientes al de la notificación sin
absolver posiciones, se le dará por confeso, pero en el curso del juicio (Art. 284 inc. 2º CPC). Para estos
efectos, deberá previamente analizar el pliego de posiciones con el objeto de determinar si las preguntas están
o no categóricamente afirmadas puesto que solamente la primeras son las que se darán por confesadas (Art.
394 CPC). Sin embargo, hay una excepción, puesto que no se le dará por confeso en el juicio posterior
cuando aparezca suficiente justificada la ausencia.

c) Examen de Testigos:

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Se podrá, asimismo, solicitar antes de la presentación de la demanda el examen de aquellos testigos cuyas
declaraciones, por razón de impedimentos graves, haya fundado temor de que no puedan recibirse
oportunamente (Art. 286 CPC).
Esta medida puede ser solicitada tanto por el futuro demandante como por el futuro demandado. Este último,
y conforme al Artículo 288 del Código de Procedimiento Civil, sólo podrá hacerlo cuando fundadamente
tema ser demandado con el objeto de preparar su defensa.
Las declaraciones deberán versar sobre los puntos que indique el solicitante, los cuales deberán ser calificados
previamente como conducentes por el Tribunal.
Para practicar esta diligencia, deberá darse previamente conocimiento a la otra parte (persona a quien se trata
de demandar, o de quien se trata de defender), sólo cuando se halle en el lugar donde se expidió la orden o
donde deba tomarse la declaración; en los demás casos se procederá con la intervención del defensor de
ausentes.

6) Medidas Prejudiciales Precautorias:

También puede solicitarse como MPJ, las precautorias establecidas en el Título V del Libro II.
Los requisitos que deben cumplirse para que puedan ser decretadas son los siguientes: i) deben existir motivos
graves y calificados; ii) que se determine el monto de los bienes sobre que deben recaer las medidas
precautorias; y iii) que se rinda fianza u otra garantía suficiente, a juicio del Tribunal, para responder por los
perjuicios que se originen y multas que se impongan (Art. 279 CPC).
En particular, estas medidas tiene por objeto asegurar el resultado de la acción y son las siguientes: i) el
secuestro de la cosa que es objeto de la demanda; ii) el nombramiento de uno o más interventores; iii) la
retención de bienes determinados; y iv) la prohibición de celebrar actos o contratos sobre bienes
determinados.
Aceptada la solicitud, el solicitante deberá presentar su demandad dentro del plazo de 10 días (es uno de los
casos de ejercicio forzado de la acción), y deberá pedir que se mantengan las medidas decretadas. Este plazo
podrá ser ampliado hasta por 30 días por motivos fundados.
Si no se deduce la demanda oportunamente, o bien si no se pide en ella que continúen en vigor las medidas
precautorias decretadas, o bien si al resolver sobre ellas el Tribunal decide no mantener dichas medidas, por
este solo hecho quedará responsable quien las haya solicitado de los perjuicios que se hubieren causado,
considerándose doloso su procedimiento (Art. 280 CPC).

B.- MEDIDAS PRECAUTORIAS (MP).

1) Generalidades.

a) Concepto:

33
Las Medidas Precautorias son aquellos incidentes especiales que se toman a solicitud de parte y por decreto
judicial para: i) asegurar la efectividad de un derecho; ii) el cumplimiento de una obligación; y/o iii) el
mantenimiento de un estado de cosas existentes mientras pende la tramitación de un juicio y hasta que éste
quede definitivamente concluido.
Del concepto entregado pueden vislumbrarse ciertas características de las Medidas Precautorias, como son: i)
no operan de oficio, sino que a petición de parte (demandante); ii) siempre por decreto judicial; iii) la
finalidad de la medida depende de la naturaleza del juicio; y, iv) son inminentemente transitorias.
Calamandrei las define como “la anticipación provisoria de ciertos efectos de la providencia (sentencia)
definitiva, encaminada a prevenir el daño que podría derivarse del retardo de la misma”.
Estas medidas también reciben el nombre de medidas cautelares, de seguridad, conservativas, asegurativas, de
garantía o acciones cautelares.

b) Naturaleza jurídica de las medidas:


Para algunos, como Chiovenda, se trataría de una acción cautelar que se origina en el derecho del actor a se
protegido.
Otros como Carnelutti, sostienen que es un proceso cautelar y su naturaleza consiste en un sistema protectivo.
Finalmente, Calamandrei dice que es una providencia cautelar o resolución cautelar. Nuestro sistema se
adscribe a este último concepto.

c) Procedimiento en que tienen lugar:


En los juicios ordinarios no cabe discusión respecto de su procedencia sobre todo por su ubicación en el
Código de Procedimiento Civil.
Respecto de los procedimientos especiales, la jurisprudencia ha interpretado que sí proceden, por dos
motivos: i) No está prohibido; ii) El juicio ordinario es supletorio de los demás.

d) Clasificación:
i) Según la oportunidad en que se presentan: A) Medidas precautorias propiamente tales: son aquellas que se
solicitan y decretan durante el juicio; B) Medidas precautorias prejudiciales: son aquellas que se solicitan y
decretan antes del inicio del juicio.

ii) Según si requieren de caución24 o no: A) Sin caución: es la regla general de las Medidas Precautorias
nominadas; B) Con caución facultativa: es la regla general de las Medidas Precautorias innominadas (Art.
298 CPC); C) Con caución obligatoria: Medidas Precautorias otorgadas en casos graves y urgentes (Art. 299
CPC).

24
Caución, es una suma de dinero necesaria para que sea admisible la MP.

34
iii) Según si se encuentran expresamente señaladas en el Código de Procedimiento Civil: A) Nominadas:
aquellas establecidas en forma expresa en el Código de Procedimiento Civil; B) Innominadas, aquellas
establecidas en otras leyes o las demás que adopten los Tribunales.

e) Presupuestos para que procedan las Medidas Precautorias y sean decretadas:


Estos presupuestos se deducen del Artículo 298 del Código de Procedimiento Civil, y son dos: i) la existencia
real o posible de un derecho material y su justificación; ii) temor de daño jurídico a ese derecho real o posible.
El sujeto activo o quien puede solicitar que se decreten estas medidas es sólo el demandante, tanto el original
como el reconvencional.

f) Características de las Medidas Precautorias:

i. Son esencialmente provisorias o provisionales, en consecuencia, deberán cesar siempre que: a)


desaparezca el peligro que se procuraba evitar o; b) se otorguen las cauciones suficientes (Art. 301 CPC).
ii. Son acumulables, estas medidas no excluyen la demás que autorizan la leyes (Art. 300 CPC).
iii. Son sustituibles, la persona en contra de quien rigen las Medidas Precautorias puede ofrecer otras
garantías al efecto (Art. 301 CPC).
iv. Se limitan a los bienes necesarios para responder a los resultados del juicio (Art. 298 1ª parte CPC).
v. Pueden deducirse en cualquier estado del juicio, y aún antes de su iniciación (Art. 290 CPC en
relación con el 279 CPC).
vi. Debe acompañarse comprobante que constituya al menos presunción grave del derecho que se
reclama, salvo las excepciones legales (Art. 298 CPC).
vii. Corresponde sólo al que ejercita la acción, esto es, sólo al demandante (Art. 290 CPC).
viii. No son taxativas.
ix. Cada medida precautoria tiene sus exigencias propias.
x. Son accesorias o instrumentales a la cuestión principal, por lo que su existencia depende de ella.

g) Requisitos:

ii. Sólo pueden otorgarse a petición de parte (Art. 290 CPC).


iii. Existencia de una demanda actual (Art. 290 CPC), o futura (Art. 279 CPC).
iv. El demandante deberá acompañar comprobantes que constituyan a lo menos presunción grave del
derecho que se reclama (Art. 298 CPC).
v. Que las facultades económicas del demandado son insuficientes para responder del resultado del juicio
(Art. 295 y 296 CPC).

h) Tramitación:

35
El incidente a que da lugar la solicitud de una Medida Precautoria, se tramita conforme a las reglas generales
de los incidentes y en cuaderno separado (Art. 302 inc. 1 CPC).
Al respecto existen dos posturas:
i) la mayoritaria, que plantea que la solicitud constituye una demanda incidental, y por tanto, de ésta deberá
darse traslado a la otra parte continuando conforme a las reglas generales;
ii) la minoritaria, que señala que la solicitud debe decretarse con citación de la contraparte y si hay oposición
del demandado recién se formaría el incidente, constituyendo por tanto la oposición la demanda incidental.

i) Casos especiales:

1) El primer caso especial, es el del Artículo 299 del Código de Procedimiento Civil, que dispone que en
casos graves y urgentes podrán los Tribunales decretar las Medidas Precautorias aún cuando falten los
comprobantes requeridos en el Artículo 298 del Código de Procedimiento Civil.
En este caso la MP será decretada por un término que no exceda de 10 días mientras se presentan dichos
comprobantes, exigiendo caución para responder de los perjuicios que resulten (caución obligatoria).
La Medida Precautoria quedará sin efecto si no se solicita su renovación conforme al Artículo 280 del Código
de Procedimiento Civil, esto es, que decretada la Medida precautoria, el demandante deberá pedir que se
mantengan la medidas decretadas transcurridos los 10 días. Si esto no se pide, quedará responsable el
demandante de los perjuicios causados.

2) El segundo caso especial se encuentra en el Artículo 302 inciso segundo del Código de Procedimiento Civil
y se trata de Medidas Precautorias decretadas desde luego, esto es que podrán llevarse a efecto aún antes de
notificar al demandado, siempre que: 1) existan razones graves para ello y 2) el Tribunal así lo ordene.
Sin embargo, la notificación deberá practicarse dentro de un plazo de 5 días, puesto que transcurrido este
plazo sin que la notificación se haya efectuado, se dejarán sin efecto las medidas que se hayan practicado. El
Tribunal puede ampliar este plazo por motivos fundados.
La referida notificación podrá ser realizada por cédula, si el Tribunal así lo ordena (Art. 302 inc.3º CPC).

2) Las Medidas Precautorias nominadas en particular.

a) El Secuestro (Artículo 290 Nº 1 CPC):


El secuestro se encuentra definido en el Artículo 2.249 del Código Civil como el depósito de una cosa que se
disputan dos o más individuos en manos de otro que debe restituirla al que obtenga una decisión a su favor.
El depositario recibe el nombre de “secuestre”.
Según el Artículo 2.252 del Código Civil, el secuestro se puede clasificar en convencional o judicial. El
secuestro es convencional cuando se constituye por el solo consentimiento de las personas que se disputan el
objeto litigioso. Es judicial, cuando se constituye por decreto de juez, y no ha menester otra prueba.

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Por lo tanto y conforme a lo dispuesto en el Artículo 291 del Código de Procedimiento Civil, el secuestro
judicial tiene lugar en dos casos: i) en el caso del Artículo 901 del Código Civil, es decir, cuando
reivindicándose un cosa corporal mueble, hubiere motivo de temer que se pierda o se deteriore en manos de
poseedor; y ii) cuando se entablen otras acciones en relación a una cosa mueble determinada y haya motivo de
temer que se pierda o deteriore en manos de la persona que, sin ser poseedora de dicha cosa, la tenga en su
poder.
En ambos casos, es común como fundamento determinante de la Medida Precautoria que se trate de una cosa
mueble corporal y determinada que es objeto de la demanda, cuya pérdida o deterioro se tema mientras penda
el juicio.
Por último, cabe indicar que al secuestre le son aplicables las disposiciones establecidas para el depositario en
el juicio ejecutivo (párrafo 2º del Título I del Libro III) en cuanto a su constitución, designación, aceptación y
responsabilidad (Art. 292 CPC).

b) Nombramiento de Interventores (Artículo 290 Nº 2 CPC):


El interventor judicial es un observador de la marcha de un negocio, colocado por el Tribunal para que le
comunique a éste o al demandante de las irregularidades que ocurran.
Conforme al Artículo 293 del Código de Procedimiento Civil el nombramiento de uno o más interventores
tiene lugar en los siguientes casos:
i) en el caso del inciso segundo del Artículo 902 del Código Civil, es decir, si se demanda el dominio o
cualquier otro derecho real constituido sobre un inmueble, y hubiere justo motivo de temer que la cosa y los
muebles y semovientes anexos a ella se deterioren en manos del poseedor demandado, o las facultades
pecuniarias de éste último no ofrecieran suficiente garantía;
ii) si se reclama una herencia ocupada por otro y hay justo motivo de temor antes indicado;
iii) el comunero o socio que demanda la cosa común, o que pide cuentas al comunero o socio que administra;
iv) siempre que haya justo motivo de temer que se destruya o deteriore la cosa sobre que versa el juicio, o que
los derechos del demandante puedan quedar burlados;
v) y en los demás casos expresamente señalados en las leyes.
Respecto de las facultades del interventor, el Artículo 294 del Código de Procedimiento Civil señala que éstas
se limitarán a llevar la cuenta de las entradas y gatos de los bienes sujetos a intervención, pudiendo para el
desempeño de este cargo imponerse de los libros, papeles y operaciones del demandado.
Además, el interventor está obligado a comunicar al interesado o al Tribunal, noticia de toda malversación o
abuso que note en la administración de dichos bienes; y podrá en este caso decretarse el depósito y retención
de los productos líquidos en un establecimiento de crédito o en poder de la persona que el Tribunal designe,
sin perjuicio de la otras medidas más rigurosas que el Tribunal estime necesario adoptar.

c) Retención de bienes determinados (Artículo 290 Nº 3 CPC):


No debe confundirse con el derecho legal de retención, ya que este último es un derecho que se ejerce sobre la
cosa que se está teniendo y que habilita al tenedor para quedarse con ella si la contraparte no cumple con sus

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prestaciones. Ej. En un contrato de arriendo si al término del contrato al arrendatario no se le devuelve la
garantía, éste puede retener el inmueble hasta que se haga entrega de ella por el solo ministerio de la ley. De
esta forma, el derecho legal de retención existe y el Tribunal sólo se limita a declararlo.
En cambio, en la retención de bienes como Medida Precautoria, el juez lo decreta y sólo después de hacerlo se
podrán retener los bienes que se señalen.
Respecto de cuáles son los bienes sobre los cuales puede recaer la retención, el artículo 295 del Código de
Procedimiento Civil establece que puede recaer sobre: i) dineros o cosas muebles que son material del juicio;
ii) y otros bienes determinados del demandado.
Para que se de lugar a la medida, deben darse alguna de las siguientes situaciones: i) cuando las facultades del
demandado no ofrezcan suficiente garantía; ii) cuando haya motivo racional para creer que procurará ocultar
sus bienes; y iii) en los demás casos determinados por la ley.
Finalmente, la retención de dinero o de cosas muebles podrá hacerse en manos del mismo demandante, del
demandado o de un tercero. Ahora, tratándose de la retención de valores, el Tribunal podrá ordenar que éstos
sean trasladados a un establecimiento de crédito o de la persona que el Tribunal designe cuando estime
conveniente para la seguridad de dichos valores.

d) Prohibición de celebrar actos o contratos respecto de determinados bienes (Artículo 290 Nº 4 CPC):
Conforme al Artículo 296 del Código de Procedimiento Civil esta prohibición de celebrar actos o contratos
podrá decretarse con relación a los siguientes bienes: i) los bienes que son materia del juicio; ii) y también
respecto de otros bienes determinados del demandado, cuando sus facultades no ofrezcan suficiente garantía
para asegurar el resultado del juicio.
Por su parte, respecto de las Medidas Precautorias conviene tener presente el Artículo 1464 del Código Civil,
el que establece que adolecerá de objeto ilícito la enajenación:
i) de las cosas que no están en el comercio;
ii) de los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra persona;
iii) de la cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice o el acreedor consienta en
ello;
iv) y de la especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce del litigio.
Para que haya objeto ilícito en la enajenación de los bienes respecto de los cuales se han decretado medidas
precautorias, y por ende se consideran incluidos en el Nº 4 del Artículo 1464 del Código Civil, será necesario
distinguir:
1) Respecto de las partes: Es necesario que el Tribunal decrete la prohibición respecto de ellos (Art. 296 inc.
2º).
2) Respecto de Terceros: Es necesario nuevamente distinguir:
a) Cuando la prohibición recaiga sobre bienes raíces se inscribirá en el registro del Conservador respectivo, y
sin este requisito no producirá efecto respecto de terceros (Art. 297 inc. 1 CPC).

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b) Por el contrario, cuando la prohibición versa sobre cosas muebles, sólo producirá efecto respecto de los
terceros que tengan conocimiento de ella (de la MP) al tiempo del contrato; pero el demandado será en todo
caso responsable de fraude, si procedió a sabiendas.

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