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ÁNGELES Y DEMONIOS

DAN BROWN
Ángeles y demonios sigue al
simbologista de Harvard, Robert
Langdon, mientras trata de impedir que
la legendaria sociedad secreta de
los Illuminati destruya la Ciudad del
Vaticano gracias al recientemente
descubierto poder de la antimateria. El
director del CERN Maximilian Kohler
descubre en una de las instalaciones
del edificio el cadáver de uno de sus
físicos más respetados, Leonardo Vetra,
asesinado en su propia oficina. En el
pecho marcado a fuego con un hierro
al rojo grabaron la palabra Illuminati.
En lugar de llamar a la policía, Kohler
busca la palabra en Internet y
finalmente contacta con el profesor
Robert Langdon, experto en los
Illuminati. Kohler le pide ayuda para
descubrir al asesino.
Lo que Langdon descubre en la escena
del crimen lo aterra; el símbolo es auténtico y la supuesta sociedad desaparecida
parece resurgir. Kohler llama a la hija adoptiva de Vetra, Vittoria.
Una vez allí se dan cuenta de que la sociedad ha robado el contenedor con un cuarto
de gramo de antimateria. Mientras el contenedor permaneciera conectado en el
CERN, la antimateria permanecería flotando en un vacío total creado por arcos
magnéticos, aportando seguridad. Pero cuando se le desconecta del abastecimiento
eléctrico, el contenedor activa su batería de emergencia que sólo dura 24 horas. La
verdad es que los Illuminati ocultaron el contenedor en algún lugar de la Ciudad del
Vaticano, con una cámara de seguridad inalámbrica robada, enfocándolo mientras
su reloj sigue un conteo regresivo hacia el momento de la explosión. Esa noche se
lleva a cabo el cónclave para la elección de un nuevo papa, haciendo de éste un
momento perfecto para que los Illuminati oculten la antimateria en el Vaticano y
destruyan a las personas más importantes de la Iglesia católica.
El cardenal Mortati (quien preside la elección), descubre que los cuatro cardenales
favoritos, han desaparecido. En realidad han sido secuestrados por un Hassassin
contratado por los Iluminati, quien también mató a Leonardo Vetra. Mientras
Langdon y Vittoria se dirigen al Vaticano esperando encontrar al asesino y recuperar
la antimateria, Kohler no puede ir con ellos porque sufre una crisis respiratoria
causada por no recibir su inyección diaria. Al llegar, a la búsqueda se suma
el camarlengo Carlo Ventresca y la Guardia Suiza que incluye al comandante Olivetti,
el capitán Rocher y el teniente Chartrand. Las pistas que Langdon y Vittoria hallan en
los Archivos Vaticanos los llevan a inspeccionar los llamados Altares de la Ciencia.
Cada altar se refiere a los clásicos elementos (Agua, Tierra, Fuegoy Aire) que
antiguamente se consideraban las partes constituyentes de toda la materia.
En cada altar, uno de los cardenales atrapados por el Hassassin es asesinado por un
método relativo al elemento al que se refiere el altar - el cardenal Ebner, de Fráncfort,
Alemania, muere cuando llenan su garganta con tierra mientras estaba sepultado
hasta la cintura en un cripta subterránea (Tierra); el cardenal Lamasse, de París,
Francia, muere apuñalado en los pulmones y es abandonado en la Plaza de San
Pedro (Aire); el cardenal Guidera, de Barcelona (España), es colgado sobre una
hoguera y muere incinerado (Fuego); y al cardenal Baggia, de Milán (Italia) muere
ahogado en una fuente (Agua). Todos ellos marcados a fuego con el nombre del
elemento en forma de ambigrama. Los medios de comunicación son alertados de
los homicidios y luego revelan que el papa fallecido murió debido a una sobredosis
de heparina. Esto hace que Vittoria revise el cuerpo del papa, descubriendo la lengua
del cuerpo negra, clara señal de envenenamiento con heparina (podría decirse que
ella al revisar la boca del fallecido papa haya practicado la primera autopsia a un
Sumo Pontífice).
Durante estos hechos, el Hassassin mata a Olivetti y secuestra a Vittoria, pero
Langdon acude a rescatarla. Durante la lucha con el Hassassin, Langdon descubre
que Jano, el líder de la sociedad, se disfrazará y marcará al camarlengo con una
quinta marca. Cuando Langdon está a punto de ser derrotado, Vittoria logra liberarse
y ataca al Hassassin. Con la ayuda de Langdon lo arrojan desde el balcón del Castillo
de Sant'Angelo, matándolo.
Castillo de Sant'Angelo visto desde el puente homónimo.

Al descubrir que Maximilian Kohler es el samaritano de la hora undécima, Langdon


entonces supone que Kohler es Jano, embarcado en una misión suicida para matar
al camarlengo.
Langdon y Vittoria llegan a tiempo para salvar al camarlengo, que ya ha sido
marcado con el Diamante de los Illuminati, un ambigrama que muestra los nombres
de los cuatro elementos escritos juntos. Cuando la puerta es forzada durante la cita,
ven que Kohler apunta con una pistola al camarlengo y que el Diamante está cerca
de sus pies. Los guardias suizos abren fuego contra Kohler y el teniente Chartrand
mata de varios disparos al capitán Rocher después que el camarlengo grita que el
capitán es un Illuminatus. Kohler le da a Langdon una videocámara y le dice que la
entregue a los medios de comunicación. Langdon la guarda en uno de sus bolsillos
pero no tiene la intención de entregarla a los medios ya que supone que se trata de
un mensaje de Kohler acerca de las bondades de la ciencia y las maldades de
la religión.
Mientras el camarlengo es sacado de allí para llevarlo en helicóptero a un hospital,
repentinamente éste parece recibir un mensaje de Dios, revelándole donde esta la
antimateria. Vuelve corriendo a la basílica seguido por Langdon, Vittoria, los guardias
suizos y dos periodistas de la BBC. Ellos consideran que el sacerdote ha enloquecido
a causa del shock emocional. Lo siguen hasta la tumba de san Pedro, lugar donde
hallan el contenedor con la antimateria. El camarlengo sale de la cripta con el
contenedor y se dirige a la plaza, con la intención de subir al helicóptero y lo hace
luego de pedirle al piloto que se baje.
Una vez al mando del helicóptero, descubre que Langdon también ha abordado,
diciéndole que lo ayudará a arrojar la antimateria una vez que estén lo
suficientemente alto para no dañar a nadie. Urgido por Langdon, puesto que al
contenedor le quedan solamente algunos minutos antes de agotar su batería, el
camarlengo no insiste en que Langdon se baje (aunque ya se lo había pedido) y eleva
el vehículo. Una vez a gran altura, el camarlengo le dice a Langdon que lamenta que
haya subido al helicóptero, ya que no puede arrojar la antimateria hacia tierra.
Entonces Langdon se da cuenta que se trataba de una misión sin retorno. El
camarlengo se coloca el único paracaídas y salta. Segundos después el tiempo se
agota y la antimateria se libera provocando una enorme explosión.
Pocos instantes después el camarlengo aparece sobre la basílica y la gente cree que
se ha producido un “milagro”. Esto hace que todos los presentes, incluyendo los
cardenales restantes, griten el nombre del camarlengo.
Mientras tanto, Robert Langdon también se ha salvado de la explosión, al usar la
cubierta de vinilo del parabrisas del helicóptero como paracaídas rudimentario. Cae
duramente en el río Tíber cerca de la isla Tiberina la cual se dice que posee poderes
curativos milagrosos. Despierta pocos minutos después en el hospital, allí una
enfermera le dice que algunos de sus efectos personales se han salvado incluso la
videocámara de Kohler, que repetía su grabación una y otra vez. Langdon la oye
(pues el visor está roto) y se da cuenta que no es un sermón sobre ciencia y religión.
Langdon, encolerizado logra que lo lleven en un helicóptero-ambulancia hasta
el Vaticano . Una vez allí le muestra la grabación a los cardenales en un televisor.
Entonces es finalmente revelado que el camarlengo es Jano y que engañó al
Hassassin haciéndole creer que los Illuminati seguían activos y las marcas habían
sido confiscadas y ocultadas en el Vaticanosiglos atrás.
Kohler había hablado con Rocher y él había revelado la verdad sobre el camarlengo.
Rocher había permitido que Kohler entrase a hablar a solas con el camarlengo
llevando una pistola oculta en la silla de ruedas. Kohler también había leído el diario
de Leonardo Vetra donde decía que se había entrevistado con el Papa, la única
persona que sabía del descubrimiento de Vetra antes de ser asesinado. Usando
la psicología, Kohler logra que Ventresca admita que contrató al Hassassin para
matar a Leonardo. Kohler le dice al camarlengo que ya no tiene escapatoria, ahora
que ha confesado su pecado, pero Ventresca le dice que “confesar los pecados es el
escape”. Entonces se marca el pecho con el diamante de los Illuminati. Al gritar alerta
a los guardias, que matan a Kohler. Después de mostrar esto, todos en la Capilla
Sixtina se quedan asombrados y el cardenal Mortati se da cuenta que esto significa
que el camarlengo mató al Papa.
El camarlengo le responde que el Papa era un “vil mentiroso” y le dice a todos que
el Papa tenía un hijo, y que por lo tanto había quebrantado su voto de castidad.
Mortati le contesta que aunque el Papa se había enamorado de una mujer, no
quebrantó ningún voto ya que el niño nació gracias a la inseminación artificial.
Entonces Mortati le revela que el hijo del Papa no es otro que el camarlengo Carlo
Ventresca. Impactado por las terribles implicaciones de esto, el camarlengo escapa
y luego se incinera en el balcón principal. Luego sus cenizas son juntadas por Mortati
y colocadas junto al sarcófago del Papa.
El cardenal Mortati es considerado elegible y es votado Papa. Asombrosamente los
reporteros británicos revelan que esa noche se han elegido dos Papas; de acuerdo a
las antiguas leyes si los cardenales y otros sirvientes de la Iglesia gritaban el nombre
de la persona a la vez y en forma espontánea, esta es proclamada Papa al darse una
investidura por aclamación.1 Cuando los cardenales gritaron el nombre del
camarlengo, involuntariamente lo estaban eligiendo como Sumo Pontífice (se
debate sobre si el final de la historia es ético o no, ya que el camarlengo consiguió
lo que quería).
Langdon y Vittoria se hospedan en el Hotel Bernini. El teniente Chartrand entrega a
Langdon una carta y un paquete del nuevo Papa. El paquete es la marca del
Diamante de los Illuminati el cual es cedido a Langdon en préstamo indefinido. El
libro culmina en una velada romántica entre Langdon y Vittoria.

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