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J (Pihjp (Ki
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PRACTICA 5
PREPARACIÓN Y EVALUACIÓN DE EMULSIONES
AREQUIPA- PERÚ
2018
PRACTICA 5
PREPARACIÓN Y EVALUACIÓN DE EMULSIONES
I. OBJETIVOS
Preparación de diferentes emulsiones alimentarias.
Evaluar el efecto de un agente emulsificante y de la homogenización.
II. FUNDAMENTO TEÓRICO
La emulsión se puede definir como una operación en la que se mezclan íntimamente dos
líquidos normalmente inmiscibles; uno de ellos (la fase discontinua, dispersa o interna)
se dispersa, en forma de pequeñas gotas o glóbulos, en el otro (fase continua, dispersa o
externa).
En la mayoría de las emulsiones, los dos sólidos implicados son agua y aceite, aunque
rara vez sean agua pura y aceite puro. La fase acuosa puede consistir en una disolución
de sales, azúcar u otros productos orgánicos coloidales (materiales hidrófilos). Para
poder preparar una emulsión estable, es preciso añadir un tercer tipo de sustancias,
denominada emulgentes.
La homogenización consiste en la reducción de tamaño (de 0,5 a 3 mm) y el incremento
del número de partículas sólidas o líquidas en la fase dispersa, por aplicación de grandes
fuerzas de cizalla, con objeto de lograr contacto íntimo entre los componentes y la
estabilidad de ambas sustancias.
La homogenización, por tanto, es una operación más drástica que una emulsificación.
Ambas operaciones se emplean para cambiar las propiedades funcionales o la
comestibilidad de los alimentos y no afectan, o muy poco, a su valor nutritivo o vida
útil.
El ultrasonido es una tecnología emergente que, recientemente, ha sido estudiada para
propósitos de inactivación microbiana y enzimática, pero que durante años ha sido
objeto de investigación en la industria de alimentos, especialmente, en el tema de
control de calidad. Se ha demostrado que puede ser utilizado para la evaluación de
textura, composición y viscosidad de alimentos, para el desarrollo de técnicas de
análisis no invasivas y para determinar el nivel de homogenización de glóbulos de grasa
en leche, entre otras aplicaciones. Adicionalmente, el ultrasonido, por su capacidad para
destruir paredes y membranas biológicas, se considera una tecnología promisoria tanto
para la destrucción de microorganismos a temperaturas de procesamiento inferiores a
las utilizadas durante la esterilización, como para acompañar otras tecnologías de
proceso como lo son la extracción, las altas presiones, la pasteurización, entre otras.
III. MATERIALES
3.1. EQUIPOS E INSTRUMENTAL. –
Homogenizador
Ultrasonido
Licuadora
04 vasos de precipitados de 250 mL
04 vasos de precipitados de 100 mL
Baguetas
Termómetros
Cronómetro
Balanza
3.2. MATERIALES, INSUMOS Y REACTIVOS. –
Lecitina de soya u otro emulsionante
Huevos 4 unidades
Aceite 500 mL
Sal 10 g
Mostaza 10 g
Pimienta 10 g
IV. MÉTODOS
4.1. Estabilidad de la emulsión en función de la intensidad y tiempo de agitación
- En 4 viales de 50 mL de capacidad adicione 15 mL de aceite, luego 35 mL de
agua.
- En 2 viales adicione 0.5 gr de lecitina. Agite vigorosamente por 2 y 3 minutos.
- Observar y comparar los 4 resultados.
4.2. Estabilidad de la emulsión al aplicar el ultrasonido por 2 y 3 minutos
- En 4 vasos de precipitados de 100 mL de capacidad adicione 15 mL de aceite,
luego 35 mL de agua.
- En 2 viales adicione 0.5 gr de lecitina. Aplicar el ultrasonido por 2 y 3 minutos.
- Observar y comparar los resultados.
4.3. Elaboración de emulsión 2
Fórmula básica:
o 1 yema y clara de huevo Ácido cítrico 0.5g.
o NaCI 1g.
o Mostaza 1,6 g.
o Aceite 18 mL
- Pesar los ingredientes según la formulación.
- Para el tercer tratamiento utilizar una licuadora y el equipo de ultrasonido según
las indicaciones.
- Observar y comparar los resultados.
V. RESULTADOS Y DISCUSIONES
Figura 1: Elaboración de emulsiones
A
B
VI. CONCLUSIONES
En conclusión, al método utilizado para identificar emulsiones podemos decir que la
mayonesa es una emulsión aceite en agua (O/W).
Una emulsión es una dispersión de un líquido en otro inmiscible con él, existen varios
métodos para la preparación de emulsiones, el que se utilizó en la práctica fue por
agitación continua. La s emulsiones no suelen ser estables como se vio en la vista por
el microscopio, es por esto que se añaden pequeñas cantidades de emulsificantes que
estabilizaron la emulsión.
El problema de las emulsiones es lograr obtener las propiedades deseables mediante
el ajuste o la manipulación de las variables disponibles, como la formulación, la
composición, así como aquellas variables que permitan describir las condiciones del
proceso de agitación o mezclado generalmente requerido para producir una
dispersión.
La solubilidad de una emulsión es determinada por la fase continua o externa; ya que,
si la fase continua es hidrosoluble, la emulsión puede ser diluida en agua, pero si la
fase es oleo soluble, la sustancia es capaz de disolverse en aceite.
VII. RECOMENDACIONES
Para obtener una buena emulsión se debe de controlar las cantidades de aceite para
su preparación como la fuerza de agitación constante.
Se debe se seguir la metodología propuesta para obtener resultados concretos y
veraces.
En el momento de utilizar el Ultrasonido se debe de trabajar con cuidado y
responsabilidad para evitar accidentes como evitar malograr el ultrasonido.
VIII. CUESTIONARIO
- ¿En qué consiste la cavitación? Luego presente una figura
Las emulsiones son dispersiones de dos o más líquidos inmiscibles. Los ultrasonidos de
alta intensidad proporcionan la potencia necesaria para dispersar una fase líquida (fase
dispersa) en forma de pequeñas gotas en el seno de una segunda fase (fase continua). En
la zona de dispersión, las burbujas de cavitación implosionan, provocando intensas ondas
de choque en el líquido circundante, lo que da lugar a la formación de chorros de líquido
con altas velocidades.
La cavitación o aspiraciones en vacío es un efecto hidrodinámico que se produce cuando
se crean cavidades de vapor dentro del agua o cualquier otro fluido en estado líquido en
el que actúan fuerzas que responden a diferencias de presión, como puede suceder cuando
el fluido pasa a gran velocidad por una arista afilada, produciendo una descompresión del
fluido debido a la conservación de la constante de Bernoulli.
Puede ocurrir que se alcance la presión de vapor del líquido de tal forma que
las moléculas que lo componen cambian inmediatamente a estado de vapor, formándose
burbujas o, más correctamente, cavidades. Las burbujas formadas viajan a zonas de
mayor presión e implosionan (el vapor regresa al estado líquido de manera súbita,
«aplastándose» bruscamente las burbujas) produciendo una estela de gas de gran energía
sobre una superficie sólida que puede resquebrajar en el choque.
- Mencione algunos emulgentes naturales y sintéticos
Estas substancias se utilizan como emulsionantes, y del 432 al 436 se conocen más con
el nombre de Twens, una marca registrada de Rohn & Haas. Se utilizan también como
detergentes en distintas aplicaciones. En España está autorizado el uso de los Twens
solamente en confitería, repostería y elaboración de galletas En determinadas condiciones
experimentales estos emulsionantes son capaces de inducir alteraciones en el estómago
de ratas con deficiencias nutricionales previas. La autorización de su uso como aditivo
alimentario está en reconsideración por parte de la UE.
Las sales sódicas de los ácidos grasos son el componente fundamental de los jabones
clásicos. Las sales potásicas son también solubles en agua. Se utilizan para obtener
emulsiones de grasas en agua, preferiblemente las mezclas de sales de varios ácidos
grasos diferentes. Las sales cálcicas son insolubles en agua y se utilizan sobre todo como
agentes antiapelmazantes
El primero de todos estos factores es la actividad del agua. Todos los seres vivos
necesitan un medio acuoso para sobrevivir. Los alimentos poseen, por ello, cantidades
muy distintas de agua que son más abundantes en los productos frescos. El agua puede
encontrarse libre o ligada al resto de constituyentes del alimento, lo que tendrá una
importancia crucial sobre la disponibilidad de medio acuoso para la proliferación de
microorganismos. El parámetro de actividad del agua (Aw) se ideó precisamente para
determinar este grado de libertad. A más actividad de agua, más posibilidad de
crecimiento de bacterias. La mayoría de alimentos frescos tienen un Aw superior a 0,97
(el valor máximo es 1).
El segundo de los factores es la acidez y el pH. Apenas existen alimentos naturales
alcalinos y pocos son neutros, a excepción de la clara de huevo que tiene un pH superior
a 9. La mayoría de bacterias de los alimentos prefieren el pH neutro (es decir, 7) como
óptimo para su crecimiento, pero también pueden crecer en valores de pH de 4,5 y 9.
Algunas bacterias lácticas y acéticas soportan incluso valores de pH inferiores a 3,5. La
acidez del alimento es, por tanto, una barrera para las especies no ácido-tolerantes. Por
ejemplo, el Clostridium botulinum no germina, ni produce toxinas a pH inferiores a 4,5.
Es por esto que la adición de vinagre o acidulantes en encurtidos o escabechados permite
la conservación de los alimentos en buen estado durante mucho tiempo.
El tercer factor es la presión osmótica. Volvemos al agua que tienen los alimentos en su
interior, ya que esta posee solutos (sales inorgánicas, péptidos, carbohidratos…) que le
confieren una presión osmótica. SI el medio acuoso exterior no es isotónico, es decir, no
posee solutos que le proporcionen una presión parecida, se produce el paso de agua a
través de la membrana semipermeable hacia el interior o el exterior. Son fenómenos de
la célula llamados de turgencia (hinchamiento) o de plasmólisis (contracción), que pueden
tener como resultado la parada de la actividad metabólica o incluso la muerte. Podemos
variar la presión osmótica del alimento añadiendo sal o azúcar, lo que supondrá una criba
de especies no tolerantes. Se suele distinguir entre especies halófilas o halotolerantes,
osmófilas u osmotolerantes y xerófilas o xerotolerantes, según tengan la capacidad de
vivir en altas concentraciones de sal, de compuestos no iónicos como el azúcar o en
medios con baja actividad de agua. Esto es muy importane especialmente en la
elaboración de crudos, que no han sufrido tratamiento térmico o en mermeladas, jarabes,
leche condensada, fruta confitada o pastelería, donde la adición de sal o azúcar,
respectivamente, resulta crucial para garantizar una estabilidad y seguridad enormes.