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Beneficios de los antioxidantes en la salud

Daniela del Rocío Aguilar Castro

1. Resumen
El objetivo de este artículo es recalcar el beneficio y relación del consumo de los
antioxidantes con respecto a la salud del consumidor, el cual, al revisar varias bibliografías
muestran el impacto que producen la oxidación celular y la creación de radicales que, a largo
plazo producen enfermedades degenerativas. Por ende, al cambiar el estilo de vida y
consumir principalmente frutas y vegetales, estamos aportando a nuestros organismos altos
niveles de antioxidantes vitaminas, carotenos y polifenoles capaces de inhibir o erradicar los
radicales libres.
Palabras calves: antioxidantes, radicales libres, oxidación, polifenoles, salud humana.
2. Introducción
El objetivo de este trabajo es hacer hincapié de las diferentes bibliografías actuales acerca de
los beneficios que tiene la ingesta de antioxidantes en la dieta para la prevención de varias
enfermedades, principalmente en alimentos con alto contenido de polifenoles, ya que ellos en
la actualidad, están siendo estudiados para la generación de alimentos funcionales. Los
antioxidantes son compuestos que forman parte de los alimentos, los cuales, ayudan a
eliminar o inhibir la oxidación celular. Ésta oxidación provoca a largo plazo enfermedades
degenerativas, por la producción de radicales libres, por lo tanto, es necesario el consumo
diario de alimentos que contengan antioxidantes, en donde estos tienen una amplia difusión
actual.

3. Desarrollo

3.1. Definición de antioxidantes


Los antioxidantes son sustancias que forman parte de los alimentos de consumo cotidiano y
que puede prevenir los efectos adversos de especies reactivas sobre las funciones fisiológicas
normales de los humanos. Las propiedades antioxidantes no sólo deben estudiarse por sus
interacciones químico-biológicos, sino por su función en el deterioro oxidativo (oxidación)
que afecta a los alimentos (Patthamakanokporn, et. Al., 2008).
3.2. Definición de la reacción oxidativa
Es pertinente aclarar que a veces el término oxidación sólo se remite a ciertas sustancias
aisladas (oxidación de grasa), pero no hay una comprensión específica de que esta
denominación (oxidación) se refiere a procesos celulares, internos que conllevan la aparición
de enfermedades como la aterosclerosis, cardiomiopatías, enfermedades neurológicas y
cáncer. Así, no sólo hay que valorar los mecanismos de defensa del organismo, sino también
las especies involucradas, tales como los radicales libres (Coronado, et. Al., 2015).
3.3. Definición de radicales libres, producción y acción
Los radicales libres son átomos o grupos de átomos que tienen un electrón desapareado o
libre por lo que son muy reactivos ya que tienden a captar un electrón de moléculas estables
con el fin de alcanzar su estabilidad electroquímica. Una vez que el radical libre ha
conseguido sustraer el electrón que necesita, la molécula estable que se lo cede se convierte a
su vez en un radical libre por quedar con un electrón desapareado, iniciándose así una
verdadera reacción en cadena que destruye nuestras células. Los radicales libres se liberan
durante el metabolismo humano, y también se producen por contaminantes ambientales,
(atmosféricos, acuáticos, de suelos), radiaciones (ultravioleta, gamma, hertziana), entre otros.
Se pueden relacionar con el consumo o uso de tóxicos como el alcohol, tabaco y drogas o
debido a una alimentación no adecuada (Avello, 2006).
3.4. Papel de los alimentos y suplementos en la defensa antioxidante
“En la actualidad existe en la Comunidad Europea el proyecto: "Investigación Europea sobre
los efectos funcionales de los antioxidantes de la dieta" (European research on the functional
effects of dietary antioxidants) EUROFEDA, en el cual se han llevado a termino o/y
recopilado muchos estudios epidemiológicos sobre los antioxidantes naturales, concretamente
sobre vitaminas antioxidantes como la vitamina E, C y beta-caroteno. En donde, algunos de
estos estudios tienen efectos beneficiosos respecto a la salud concretamente en el área del
cáncer y enfermedades cardiovasculares, en cambio otros estudios no tienen ningún
efecto sobre dichas patologías” (Belle, V. et. Al., 2003).
Por ejemplo, de acuerdo con Núñez (2011) se han estudiado alrededor de 100 enfermedades
y su relación con el desbalance del sistema oxidativo, entre otras: cardiovasculares, cáncer,
gástricas, respiratorias, neurológicas y del sistema endocrino. Entre éstas las de tipo
cardiovascular tienen amplia evidencia. La oxidación de las LDL (lipoproteínas de baja
densidad) colesterol parece representar la “llave maestra” en el desarrollo del ateroesclerosis,
en tanto pueden ser citotóxicas de las células endoteliales y bajar la motilidad del tejido
macrofágico. Se plantea que la vitamina E que es transportada por las LDL colesterol puede
reducir los procesos de oxidación.

3.5. Defensa del organismo


Por lo tanto, la defensa del organismo frente los radicales libres se hace a través de sistemas
antioxidantes de protección enzimática y sistemas de protección no enzimática. La defensa
antioxidante se basa en: a) producción propia de antioxidantes por parte del organismo y b)
antioxidantes de la dienta. Entre los antioxidantes más importante en los alimentos cabe
destacar: vitamina C (acelgas, tomates (licopeno), todos los cítricos (limón, naranja,
mandarina), además kiwi, fresa, guayaba), carotenoides, vitamina E (aguacate, aceite de
oliva, arroz integral, frutas secas), β-caroteno: zanahoria, espinacas, mango, melón y en la
actualidad los flavonoides: té verde, vino, manzana, o peras (Sánchez, 2013) (Muñoz, et. Al.,
2007).
Además, hay antioxidantes en el ajo, cebolla, ginseng, ginko, avena, sauco (gripa),
hierbabuena, menta, albaca, jamaica, chaya (Yucatán), calabacita, betabel y verdolagas. El
tomate de árbol tiene una cantidad moderada de antioxidantes y el noni una cantidad elevada
(Muñoz, et. Al., 2007).
3.6. Polifenoles, función y beneficio en la salud
Éste último son ampliamente estudiados, capaces de neutralizar radicales libres, previniendo
daños celulares. Sin embargo, este mecanismo antioxidante no está limitado a la
neutralización de especies reactivas de oxígeno (ROS) e incluye la regulación por incremento
de las enzimas antioxidantes y la modulación de la señalización celular y la expresión génica.
Por ende, el consumo de ellos, juega un papel importante en la salud pública, ya que las
deficiencias nutricionales de estos compuestos están vinculadas al desarrollo de diversas
enfermedades crónico degenerativas. Debido a que los polifenoles son los antioxidantes más
abundantes en una dieta balanceada (incluyendo: frutas, vegetales y cereales), el consumo de
alimentos y bebidas que contienen polifenoles puede tener un impacto benéfico en los niveles
de antioxidantes en el plasma sanguíneo previniendo la oxidación, teniendo importantes
implicaciones para la salud del consumidor (Scalbert, et. Al., 2007).
Las dosis normales de ingesta de polifenoles pueden ser de 20-26 mg/día contenidos en frutas
y verduras (manzanas, naranjas, guayabas, uvas). Sin embargo, hay que alertar sobre el
consumo excesivo que pueden representar fórmulas comerciales de antioxidantes y mezclas
herbales que se producen en gramos y no miligramos (como lo recomendado) y conducirían a
problemas de toxicidad (Escamilla, 2009).

4. Conclusión:
La bibliografía citada sugiere la necesidad de profundizar los estudios para caracterizar de
mejor manera, no sólo en la oxidación celular o en el alimento, sino la relación de este
fenómeno con la salud humana. De igual forma se requiere identificar más y mejores
marcadores, incluso genéticos con los que se puedan estudiar diversos grupos poblacionales
que permitan no sólo recomendar terapias antioxidantes, para el tratamiento, sino en primera
instancia, para prevenir riesgos de padecimientos asociados con los radicales libres. La
investigación científica aporta datos sobre el beneficio del consumo cotidiano de alimentos
con antioxidantes, sobre todo de frutas y verduras y la protección que pueden proporcionar
para prevenir las enfermedades degenerativas, aunque se reitera que se requieren más
estudios. Por otra parte, al ampliarse la oferta de comunicación (internet, televisión, radio
periódico, revistas) la difusión masiva de información en torno a la alimentación, ha
permitido que la población aumente la tendencia de consumo de los alimentos con
antioxidantes, como también el cambio de su estilo de vida, ya que además de consumir
alimentos altos en nutrientes, es bueno añadir ejercicio físico.

5. Bibliografía:
Avello, M. y Suwalsky, M. (2006). Radicales libres, antioxidantes naturales y mecanismos de
protección. Atenea (Concepción), (494), 161-172.
Coronado, M., Vega y León, S., Gutiérrez, R., Vázquez, M., & Radilla, C. (2015).
Antioxidantes: perspectiva actual para la salud humana. Revista chilena de nutrición, 42(2),
206-212.
Escamilla, Ch., Cuevas, E., Guevara, J. Flavonoides y sus acciones antioxidantes. Rev Fac
Med. UNAM. 2009; 52 (2): 73-5.
Muñoz, A., Ramos, D., Alvarado, C., Castañeda, B. Evaluación de la capacidad antioxidante
y contenido de compuestos fenólicos en recursos vegetales promisorios. Rev Soc Quím Perú.
2007; 73 (3):142- 9.
Núñez, A. Terapia antioxidante, estrés oxidatívo y productos antioxidantes: retos y
oportunidades. Rev Cubana Salud Pública. 2011; 37 (suppl.): 644-60
Patthamakanokporn, O., Puwastien, P., Nitithamyong, A., Sirichakwal. P. Changes of
antioxidant activity and total phenolic compounds during storage of selected fruits. Food
Composition Analysis. 2008; 21, 241-8.
Sanchez, M. (2013). Antioxidantes: Consumo de antioxidantes naturales en adultso mayores
de entre 65 y 75 años con Dislipidemia. Universidad Abierta Interamericana. Buenos Aires.
Scalbert A, Manach C, Morand C, Remesy C. Dietary polyphenols and the prevention of
diseases. Crit Rev Food Sci Nutr 2005; 45(4): 287-306.
Valls, V. (2003). El papel antioxidante de los alimentos de origen vegetal: Vitaminas y
polifenoles. Universidad de Valencia. Facultad de Medicina.

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