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Cambio Climatico
Cambio Climatico
Iruiz4@us.es
1. INTRODUCCIÓN
2. EL ORIGEN DE LA POLÍTICA ENERGÉTICA EUROPEA
3. LA NORMATIVA EUROPEA EN ENERGÍAS RENOVABLES
3.1 El interés político del Consejo
3.2 Diseño estratégico y propuestas programáticas de la Comisión
3.3. La regulación de mecanismos de promoción de la Electricidad
verde
3.4. El planteamiento de una nueva Política Energética para Europa
3.5. El nuevo marco jurídico de fomento de las energías renovables
4. PROBLEMAS QUE PLANTEA EL FOMENTO DE LAS ENERGÍAS
RENOVABLES EN ESPAÑA
4.1.El modelo retributivo diseñado para la tecnología fotovoltaica
4.2 Los recursos planteados ante el Tribunal Supremo y el Tribunal
constitucional
5. CONCLUSIONES
6. BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
Como puede verse, el fomento de las energías renovables, que tanto interés y
polémica a suscitado en nuestro país, responde a las directrices comunitarias de la
política energética europea diseñada.
Se trata sin duda de verdaderos retos energéticos, en los que la Unión Europea
adquiere un alto compromiso para dar respuesta al análisis estratégico de la situación
energética europea. Para la consecución de los objetivos políticos que se establecen,
se sirve de diferentes instrumentos: basados en el mercado (esencialmente tasas,
subvenciones y régimen de intercambio de derechos de emisiones de CO2), el
desarrollo de las tecnologías energéticas (en particular las tecnologías dedicadas a la
eficiencia energética y a las energías renovables, o las tecnologías con bajas
emisiones de carbono) e instrumentos financieros comunitarios.
La política energética de la Unión Europea es muy amplia, por lo que en esta lección
nos centraremos en estudiar las principales directrices comunitarias en el derecho
originario, para después analizar lo que ha sido el desarrollo de la normativa de las
energía renovables a nivel comunitario y a nivel nacional, planteando el caso
específico de la electricidad fotovoltaica, por ser uno de los que más controversia ha
suscitado en nuestro país. Para el estudio de la política europea de energías
renovables, hemos hecho una sistematización de la regulación existente tomando
como referencia los antecedentes que se contienen en los Libros Verdes y Libros
Blancos, así como en los Planes de acción y las Recomendaciones de la Comisión
para finalizar con las Directivas de 2001 y 2009 relativas al fomento de las energías
renovables, las cuales son el resultado de todos los análisis y estrategias llevadas a
cabo por los textos anteriormente citados.
Junto con la lectura de este artículo, se recomienda la lectura de los dos artículos
doctrinales que se adjuntan, los cuales permitirán al alumno ampliar sus
conocimientos en la materia.
del carbón y del acero. Por su parte, el Tratado EURATOM, se centró en promover la
investigación y el desarrollo industrial de la energía nuclear.
En 1968 tiene lugar la aprobación por parte del Consejo de la primera Directiva relativa
a la energía1, con el objetivo de incrementar la seguridad del suministro del petróleo.
Tras la aprobación de este texto normativo, como consecuencia de este temprano
interés se produce una batería de textos comunitarios referentes a la energía2. Si bien
en el momento de la aprobación de este texto, la situación del petróleo no era
preocupante, como señala DOMINGO LÓPEZ, esta crisis energética no tardó más de
cinco años en producirse y, como consecuencia de ella, en 1974 se estableció por
primera vez una estrategia comunitaria en materia de política energética a través de la
aprobación de la Resolución del Consejo de 17 de septiembre de 1974, relativa a la
nueva estrategia de política energética para la Comunidad, cuyo objetivo primordial
fue el abastecimiento energético seguro y duradero en condiciones económicas
satisfactorias, todo ello a través de reducciones en el consumo de energía,
desarrollando la energía nuclear o a través del cumplimiento de directrices en torno a
la protección del medio ambiente. De ello deriva una clara intencionalidad en
establecer unos objetivos comunes útiles a la hora de guiar tanto a los Estados, como
a los profesionales. En esta etapa el interés de las instituciones se centra obviamente
en la energía petrolífera y de hecho las manifestaciones normativas inciden
exclusivamente en esta materia, si bien determinadas normas ya señalan la
1
Directiva 68/414/CEE, del Consejo, de 20 de diciembre de 1968, por la que se obliga a los
Estados Miembros de la CEE a mantener un nivel mínimo de reservas de petróleo crudo y/o
productos petrolíferos (DOCE L 308 de 23 de diciembre de 1968), pág. 14, modificada por la
Directiva 72/425/CEE del Consejo, de 19 de diciembre, (DOCE L 291 de 28 de diciembre).
2
Un ejemplo de ello es la Comunicación de la Comisión de 1972 titulada “progresos necesarios
de la política energética comunitaria”.
En 1986, el Acta Única Europea siguió la misma tónica, pues tampoco incluyó
referencias expresas al sector de la energía. No obstante, como señala CASTAÑON
DEL VALLE4, los artículos 8A5 y 18 que modificaban el Tratado de Roma, han sido
útiles para las instituciones comunitarias, en la medida en que les han orientado a la
hora de dictar normas relativas al sector energético; de hecho esta articulación servirá
para que la Comunidad adopte medidas para establecer un mercado interior de la
electricidad.
No será hasta la adopción del Tratado de Maastricht en 1992, cuando se insta a los
Estados a adoptar medidas relativas a la energía entre otras materias, pues el art. 3.t)
del mismo determinaba que la acción de la Unión implicaría “medidas en el ámbito de
la energía, de la protección civil y del turismo”. Lo que no entraña realmente que se
instaurara ya una verdadera política energética común, dada que lo que la adopción
de este Tratado implica es un reconocimiento expreso a la independencia de los
Estados miembros a la hora de dictar normas relativas a sus propias políticas
energéticas, dejándoles libertad para que elijan sus propias fuentes de abastecimiento
energético (art. 130)6.
De nuevo es preciso citar dos documentos que sin ser parte de los Tratados,
orientaron las posteriores reformas de los mismos. Se trata del Libro Verde de la
Energía -Por una Política Energética de la Unión Europea y Libro Blanco – Una
Política energética para la Unión Europea8, los cuales abogan por la necesidad de
centrar los esfuerzos de la Comunidad en instaurar una verdadera política energética
comunitaria a la luz de las experiencias anteriores, que no supusieron la creación de
un verdadero marco comunitario en materia energética.
Por otra parte como señala DELGADO PIQUERAS, “al no alcanzar el rango de política
común -de la exclusiva competencia de la Comunidad Europea- la intervención de la
Unión hubo de someterse al principio de subsidiariedad (art. 5º TUE). Esta falta de
capacidad conlleva que en este momento (propuesta de aprobación de una
7
Decisión 98/181/CE, CECA y EURATOM del Consejo y de la Comisión, de 23 de septiembre
de 1997, relativa a la conclusión, por parte de las Comunidades Europeas, del Tratado sobre la
Carta de la Energía y el Protocolo de la Carta de la Energía sobre la eficacia energética y los
aspectos medioambientales relacionados.
8
Respectivamente COM (94) 659 final y COM (95) 682 final.
Constitución europea), la regulación siga siendo parcial, hasta la firma del Tratado de
Lisboa en 2007”9.
El papel que juega la normativa europea referente a las energías renovables, está
enfocado en tres direcciones: asegurar el abastecimiento, mejorar la competitividad y
lograr una mayor sostenibilidad ambiental13.
14
Libro Verde: “Energía para el futuro: Fuentes de energía renovables.
la UE como seguidor de los precios de los combustibles fósiles y pueden ofrecer una
mayor ventaja competitiva a la industria de la tecnología energética de la UE,
ayudando a reducir la contaminación atmosférica y la emisiones de gases efecto
invernadero”.
Teniendo en cuenta estos tres objetivos, la producción normativa en este sentido por
parte de la Unión ha sido bastante amplia18.
18
Respecto de la eficiencia energética, la producción normativa ha sido bastante abundante
prueba de ello son: Libro Verde de la Comisión, de 22 de junio de 2005, «Sobre la eficiencia
energética; cómo hacer más con menos» COM (2005) 265; Directiva 2006/32/CE del
Parlamento Europeo y del Consejo de 5 de abril de 2006 sobre la eficiencia del uso final de la
energía y los servicios energéticos y por la que se deroga la Directiva 93/76/CEE del Consejo
Diario Oficial L 114 de 27.4.2006; Comunicación de la Comisión de 19 de octubre de 2006
titulada: “Plan de acción para la eficiencia energética: realizar el potencial” COM (2006)
545;Comunicación de la Comisión, de 23 de enero de 2008, relativa a la primera evaluación de
los planes nacionales de acción para la eficiencia energética exigidos por la Directiva
2006/32/CE sobre la eficiencia del uso final de la energía y los servicios energéticos - Avanzar
juntos en pro de la eficiencia energética COM(2008) 11 Comunicación de la Comisión al
Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las
Regiones, de 13 de mayo de 2008 – “Abordar el reto de la eficiencia energética mediante las
tecnologías de la información y la comunicación” COM(2008) 241; Directiva del Parlamento
Europeo y del Consejo relativa a la eficiencia energética y por la que se derogan las Directivas
2004/8/CE y 2006/32/CE Bruselas, del 22 de junio de 2011, COM(2011) 370.
19
Esta Resolución fue el resultado de la declaración del Consejo de las Comunidades
Europeas y de los representantes de los gobiernos de los Estados miembros reunidos en el
seno del Consejo , de 22 de noviembre de 1973 , relativa a un programa de acción de las
Comunidades Europeas en materia de medio ambiente y a la Comunicación titulada “Informe
preliminar sobre los problemas en materia de contaminación y perturbaciones relativos a la
producción de energía” que la Comisión presentó , el 3 de abril de 1974. DOCE 168/C, de 25
.07.75.
energética en la que se hiciese “una utilización más eficaz de los recursos energéticos
no perjudiciales para el medio ambiente”.
20
DO C 241 de 25.9.1986.
21
DOCE 160/L, de 28.6.1988.
En 1993, el Consejo adoptó por primera vez un instrumento financiero específico para
el fomento de las fuentes de energía renovables, fue el programa ALTENER22. Su
objetivo es fomentar las energías renovables, mediante programas plurianuales en
22
Decisión del Consejo, de 13 de septiembre de 1993, relativa al fomento de las energías
renovables en la Comunidad, DO L 235 de 18.09.1993.
10
aras del cumplimiento de los objetivos establecidos por las políticas ambiental y
energética. Su último impulso fue aprobado por la decisión nº 646/200/CE, del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 28 de febrero de 2000, relativo al Programa
Altener II (1998-1999). El objetivo concreto de estos programas era fomentar las
inversiones públicas y privadas en la generación y el uso de las energías renovables y
apoyar la creación de las condiciones jurídico-administrativas y socioeconómicas23.
Otro obstáculo al que se aludía tenía reflejo en la falta de confianza generalizada que
existe en torno a las inversiones realizas en este tipo de tecnologías, que sin duda
cada vez están siendo objetivo de un desarrollo mayor. Se añadía además, que como
consecuencia de estos obstáculos, las fuentes de energía renovables están siendo
objeto de una explotación irregular e insuficiente, a pesar de que la convicción de que
como consecuencia de las disparidades existentes entre los diferentes Estados tales
23
DELGADO PIQUERAS, F., “La Política europea de fomento de las energías renovables
frente al cambio climático”, Derecho y cambio climático, Universidad Extremado de Colombia,
2010, pág. 286.
24
COM 97/576.
11
25
COM(97) 599 final.
12
Además, la Comisión consciente del papel que juegan los distintos sujetos implicados,
propuso como objetivos que se llevase a cabo una mayor coordinación entre los
Estados miembros por un lado, y los agentes nacionales por otro, en el sentido de
aumentar la información respecto a estas fuentes limpias, todo ello con el inequívoco
apoyo de los programas y de los presupuestos comunitarios destinados a tal fin.
Concretamente, respecto de la energía fotovoltaica se señala la importancia que la
misma puede llegar a tener en aquellas zonas poco desarrolladas que no cuentan con
instalaciones eléctricas, lo cual afecta a unos 2000 millones de personas. Este tipo de
energía es altamente eficaz a la hora de proporcionar electricidad mediante
aplicaciones eléctricas autónomas. Añadidamente, como acción clave en el campo de
las fotovoltaicas se instaura una campaña de fomento centrada en al instalación de
“500.000 sistemas fotovoltaicos en techos y fachadas dentro de la UE, así como la
explotación de 500.000 sistemas fotovoltaicos rurales”, si bien es cierto que con esta
iniciativa únicamente se verían afectados el 2% de los 30 millones de viviendas y
edificios no residenciales que previsiblemente se construirían en la próxima década.
También se pretendía que este plan de fomento sirviese asimismo para que los
sistemas fotovoltaicos fueran implantados de forma progresiva en centros destinados
a la enseñanza, edificios públicos e infraestructuras turísticas. Otra de las
pretensiones perseguida con esta campaña era “constituir una base de mercado
suficientemente amplia para que los precios se reduzcan de forma sustancial”,
concienciando a todos los consumidores de electricidad de esta opción tan beneficiosa
para todos.
13
27
DO L 283 de 27.10.2001
28
Tal y como señala el art. 2 de la Directiva 2001/77/CE, debe entenderse por electricidad
generada a partir de fuentes de energía renovables “la electricidad generada por centrales que
utilicen exclusivamente fuentes de energía renovables, así como la parte de la electricidad
generada a partir de dichas fuentes en centrales híbridas que también utilicen fuentes de
energía convencionales, con inclusión de la electricidad renovable utilizada para llenar los
sistemas de almacenamiento y con exclusión de la electricidad generada como resultado de
dichos sistemas”
29
Tras la publicación de la Directiva 2001/77/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 27
29
de septiembre de 2001 , relativa a la promoción de la electricidad generada a partir de fuentes
de energía renovables en el mercado interior de la electricidad, como resultado de los debates
suscitados en el Libro Verde y en el Libro Blanco, en 2003 se aprobó la Directiva relativa al
fomento del uso de biocarburantes u otros combustibles renovables en el transporte, cuyo
objetivo principal tal y como se desprende de su artículo 1 era “objeto fomentar la utilización de
biocarburantes u otros combustibles renovables como sustitutivos del gasóleo o la gasolina a
efectos de transporte en los Estados miembros, con el fin de contribuir a objetivos como el
cumplimiento de los compromisos asumidos en materia de cambio climático, la seguridad de
abastecimiento en condiciones ecológicamente racionales y la promoción de las fuentes de
energía renovables”.
14
de este tipo de electricidad se refiere, pues de esta forma se pretende que este tipo de
electricidad forme parte ineludible del mercado interior de la electricidad30.
Adicionalmente con esta Directiva se instó a los Estados miembros a que publicasen
informes plurianuales en los que se describiese el nivel de cumplimiento de los
objetivos nacionales, pese a que realmente se trataba de un objetivo bastante
ambicioso que difícilmente se podía alcanzar.
30
Considerando núm.5, Directiva 2001/77/CE.
31
JONES CHRISTOPHER, op.cit, pág. 393.
15
Las tres Comunicaciones posteriores serian una plasmación de estos objetivos con
medidas concretas, las cuales llevaron los siguientes títulos “Limitar el calentamiento
mundial a 2Cº, medidas necesarias hasta 2020 y después”34. Tercera Comunicación,
“Producción sostenible de electricidad a partir de combustibles fósiles: conseguir
32
ZAPATER DUQUE, “¿Una nueva política energética común para la Unión Europea? Entre el
compromiso y la controversia”, El cambio climático en el derecho internacional y comunitario,
Fundación BBVA, 2009, pág. 205.
33
Respectivamente COM (2007) 1 final; COM (2006) 843 final;COM (2006) 847 final;
COM(2006) 848.
16
Se destaca también lo difícil que iba a ser que en el 2010 se lograse el objetivo del
12% para las energías renovables, pues los indicios en 2007 eran que teniendo en
cuenta las aportaciones de los diferentes Estados miembros la aportación de las FER
para 2010 apenas iba a superar el 10%. Una de las razones descritas era que la
situación de desarrollo de mercado de la energía que se percibía entonces (y se sigue
percibiendo en la actualidad), no solía ser la opción de menor coste a largo plazo, y
ello porque no se incluyen sistemáticamente los costes externos en los precios de
mercado de los combustibles fósiles a diferencia de lo que ocurre con la energía
renovable.
Las otras barreras existentes que obstaculizaban el logro de los objetivos, eran las
relativas a las trabas administrativas que giraban en torno a los procedimientos de
autorización de la planificación, construcción y funcionamiento de los sistemas de
FER, que en opinión de la Comisión contribuían a desincentivar a los interesados.
Ejemplos de ello son las medidas discriminatorias de acceso a la red o la falta de
información.
Tal y como dispone la propia Directiva de 2001 estos obstáculos fueron tenidos en
cuenta para su aprobación conteniendo disposiciones que tratan de erradicar todos
estos obstáculos. Sin embargo seis años después de su aprobación y entrada en
vigor, los problemas que desincentivaban el auge de las fuentes de energía
renovables seguían existiendo. En este sentido la Comisión achacó la falta de
progreso al hecho de que las medidas nacionales no habían sido las adecuadas, si
bien es cierto que como se señala si ha habido algunos Estados comprometidos que
verdaderamente se habían comprometido, como podía ser el caso de Alemania.
17
38
COM(2006) 848, pág. 7.
39
COM(2006) 848, pág. 10.
18
Hasta aquí hemos hecho un breve repaso sobre la legislación más destacable y
específica relativa a las energías renovables a nivel comunitario, si bien es cierto que
existe mucha más normativa en forma de Decisiones, Informes o Recomendaciones,
cuyo estudio más detallado supera el objetivo de esta asignatura.
40
El principio de subsidiaridad implica “que las decisiones de la UE deben tomarse lo más
cerca posible del ciudadano. Es decir, la Unión no adopta medidas (excepto en asuntos para
los cuales es la única responsable) a menos que ello resulte más eficaz que la adopción de
medidas a nivel nacional, regional o local”, http://europa.eu/abc/eurojargon/index_es.htm.
41
COM(2014) 15 final.
19
nacional, como sobre el inversor extranjero. En los últimos cuatro años, el régimen
retributivo de esta tecnología se ha visto gravemente reducido hasta prácticamente
desaparecer.
Hasta 2008, España se posicionó como uno de los países pioneros en el mercado
mundial de renovables junto con Alemania, gracias a un marco jurídico que fomentó
una penetrante actividad y desarrollo de esta tecnología. Prueba de ello es que a
través de los distintos Planes de Energías Renovables, nuestro país fue diseñando
una importante estrategia de fomento, que sin duda nos ayudaría a reducir la
dependencia exterior, asegurar el suministro de electricidad y cumplir con el Protocolo
de Kioto reduciendo las emisiones de CO2. Consecuentemente, la inversión en
energías renovables se presentó por los sucesivos Gobiernos como una cuestión
prioritaria, con el fin de fomentar el abastecimiento energético verde frente a otros
sectores energéticos tradicionales y poco diversificados, sobre los que se ciernen
serias sospechas de abuso de posición prácticamente monopolística.
20
42
Tabla 3 del artículo 36 del RD 661/2007, de 25 de mayo, p. 22862.
43
Respecto a la potencia instalada, en el Plan de Energías Renovables (PER) 2005-2010, se
establecía un objetivo para la energía solar fotovoltaica instalada en 2010 de 400 MW, en
septiembre de 2007 se alcanzó el 85% del objetivo, siendo superado dos años antes de lo
previsto, en 2008. Sin embargo desgraciadamente este éxito le ha servido como excusa al
Gobierno para herirla de muerte.
21
22
El contenido de este RDL pasa a ser consolidado por la nueva Ley del sector Eléctrico
(24/2013 de 26 de diciembre) y su reglamento de desarrollo, plasmado en el Real
Decreto 413/2014, de 6 de junio, por el que se regula la actividad de producción de
energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables, cogeneración y residuos y
en la Orden IET/1045/2014, de 16 de junio.
Con este instrumento se instaura con carácter retroactivo una nueva “rentabilidad
razonable”. Adicionalmente a la retribución por la venta de la energía generada
valorada al precio del mercado, las instalaciones podrán percibir una retribución
específica. El cálculo de esta retribución específica tendrá en cuenta para una
"instalación tipo", a lo largo de su vida útil regulatoria y en referencia a la actividad
realizada por una empresa eficiente y bien gestionada: los ingresos estándar por la
venta de la energía generada valorada al precio del mercado de producción; los costes
estándar de explotación y el valor estándar de la inversión inicial.
Esta rentabilidad razonable no tiene en cuenta el precio real de las instalaciones para
los productores, puesto que en la mayoría de los casos estas instalaciones fueron
adquiridas por precios superiores a los promotores de las instalaciones; por lo que la
rentabilidad reflejará en todo caso el precio para los primeros, pero no para los
segundos. Además, los recortes introducidos en esta Ley para el sector de las
renovables son inasumibles por los productores, dado que la mayoría de las
instalaciones han sido financiadas en un 85% sobre la garantía hipotecaria y prendaria
de la instalación.
23
régimen económico para toda la vida útil de la instalaciones, implicando que se vean
frustradas las previsiones de recuperación de los inversores.
En la mayoría de los casos, los productores han ido recurriendo los preceptos que a
través de distintas normas han ido modificando el régimen retributivo previsto en el RD
661/2007, de 26 de mayo y en el RD 1578/2008, por considerarlos contrarios a
Derecho, así como determinados preceptos contenidos en Real Decreto 413/2014, de
6 de junio (que contiene el nuevo modelo retributivo), mediante la interposición de los
46
correspondientes recursos ante el TS . Además, determinadas Comunidades
Autónomas también han recurrido las modificaciones contenidas en normas con rango
de ley ante el TC47. Sin embargo, todos los recursos han sido desestimados en su
totalidad.
47
Concretamente, las Comunidades Autónomas de Murcia, Extremadura y Valencia han
interpuesto recursos de inconstitucionalidad frente al RD-Ley 14/2010. La sentencia 96/2014,
de 12 de junio resuelve el recurso planteado por Murcia, el recurso de Valencia ha sido
desestimado en la sentencia 109/2014, de 26 de junio, y el Auto 200/2014, de 22 de julio de
2014 declara el recurso planteado por Extremadura extinguido. Por otro lado, deben
destacarse las sentencias del Tribunal Constitucional 270/2015, 19/2016, 29/2016, 30/2016 y
61/2016, las cuales resuelven los recursos planteados contra el Real Decreto Ley 9/2013.
24
En este punto debe recordase que la Unión Europea aboga por el mantenimiento de
sistemas estables de apoyo a las energías renovables hasta que se hayan reducido
más sus costes, se hayan corregido las deficiencias del mercado y las energías
renovables estén en condiciones de operar en un mercado competitivo. Ello sin duda
48
RUIZ OLMO, I., “El recorte a las energías renovables en la sentencia del Tribunal Constitucional
96/2014, de 12 de junio: la aparente incompatibilidad del interés general con el de los productores”,
Revista de Derecho Ambiental, Aranzadi, núm. 30 (2015), pág. 35.
25
5. CONCLUSIONES
A nivel europeo, la Comunidad sigue manifestando un claro interés por continuar con
la estrategia diseñada y seguir con los avances que se esperan para 2020 y en la
senda hacia 2050. Sin embargo, una de las consecuencias de la inestabilidad
regulatoria y empeoramiento que sufre el régimen retributivo de la tecnología
fotovoltaica es el retroceso, y el fracaso de las políticas llevadas a cabo en materia de
energía renovables a nivel nacional y comunitario.
En el caso de España, parece que nos hemos encontrado con un modelo de fomento
insostenible a largo plazo. La nueva normativa lo atribuye al aumento incontrolado de
potencia instalada que se ha llevado a cabo, y de la que, se aduce, no sería
responsable la propia Administración, a pesar de que los poderes públicos han
fomentado la inversión en esta tecnología por parte de privados bajo un estricto
49
Un ejemplo de la estabilidad de los mecanismos de apoyo por que apuesta la Comisión lo
encontramos en la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo
“Energías renovables: En marcha hacia el objetivo de 2020”, de 31 de enero de 2011, en la que
la Comisión ante las alteraciones que se están llevando a cabo en los sistemas de apoyo a las
renovables afirma: “sea cual sea el instrumento, lo importante es que permita adaptar de
manera predecible y transparente los niveles de apoyo para evitar vaivenes bruscos en la
financiación («stop and go») o exigencias políticas de modificar con carácter retroactivo las
condiciones del apoyo como ha ocurrido recientemente en algunos mercados de energía solar
fotovoltaica”. [COM (2011) 31 final], pág.10.
26
Mucho nos tememos que, en la medida en la que el Tribunal Supremo ha admitido las
modificaciones retroactivas, el regulador pueda creer que tiene carta blanca para
desmontar el sector tal como, han reclamado algunas compañías eléctricas del país.
Es admisible que se lleven a cabo medidas puntuales y de duración temporal limitada,
que en todo caso deben ser ponderadas y razonables para no ocasionar la quiebra de
los inversores y para no promover que la inversión en activos regulados quede
reservado a especuladores.
Por último, debemos señalar que con aprobación del Acuerdo de París sobre cambio
climático, adoptado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático, queda patente la necesaria apuesta que en materia de energías renovables
se debe hacer. Estas tecnologías juegan un papel clave en la reducción de los gases
50
DELGADO PIQUERAS, F., “La Política europea de fomento…”. Op.cit.,pág. 456.
27
6. BIBLIOGRAFÍA
ALENZA GARCÍA, J.F., “El cambio climático y las energías renovables. La nueva
Directiva europea de energías renovables” Energía eólica: cuestiones jurídicas,
económicas y ambientales, Thomson, Navarra, 2010.
ALENZA GARCÍA, J.F., ¿Hacia un marco jurídico común de las energías renovables y
cambio climático?, Comunicación presentada en el XI Coloquio Hispano-Portugués de
Derecho Administrativo, celebrado en la Facultad de Derecho de Salamanca los días 7
y 8 de Noviembre de 2014.
28
GALAN VIOQUE, R., “El ocaso de las energías renovables en España”, Comunicación
presentada al XX Congreso Italo-Español de profesores de Derecho Administrativo,
celebrado en Roma los días 27, 28 y 29 de Febrero de 2014.
RUIZ OLMO, I., “Las renovables ante los recientes cambios normativos: el episodio
jurisprudencial del RD 1565/2010, que modifica la tarifa retributiva de la energía
fotovoltaica”, Revista Actualidad Jurídica Ambiental, núm.3 (2013).
RUIZ OLMO, I., “El recorte a las energías renovables en la sentencia del Tribunal
Constitucional 96/2014, de 12 de junio: la aparente incompatibilidad del interés general
con el de los productores”, Revista de Derecho Ambiental, Aranzadi, núm. 30 (2015).
ZAPATER DUQUE, “¿Una nueva política energética común para la Unión Europea?
Entre el compromiso y la controversia”, El cambio climático en el derecho
internacional y comunitario, Fundación BBVA, 2009.
29