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Éxodo

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Para otros usos de este término, véase Éxodo (desambiguación).

Éxodo

de Moisés

Los israelitas yéndose de Egipto, óleo de David Roberts, 1828. Museo de


Arte, Birmingham.1

Género Libro sagrado

Ambientada en Antiguo Egipto, mar de juncos, Refidim,


Elim, desierto de Sin y monte Sinaí

Idioma Hebreo

Título original ‫( ׁשמות‬en hebreo)


Sh'mot (“Nombres”)

Texto en español Éxodo en Wikisource

Contenido

 Éxodo 10

 Éxodo 13

 Éxodo 14
 Éxodo 11

 Éxodo 12

 Éxodo 20

 Éxodo 2

 Éxodo 17

 Éxodo 19

 Éxodo 23

 Éxodo 24

 Éxodo 21

 Éxodo 22

 Éxodo 28

 Éxodo 31

 Éxodo 26

 Éxodo 27

 Éxodo 34

 Éxodo 35

 Éxodo 33

 Éxodo 32
 Éxodo 4

 Éxodo 40

 Éxodo 38

 Éxodo 39

 Éxodo 5

 Éxodo 8

 Exodus 1

 Éxodo 16

 Éxodo 18

 Éxodo 25

 Éxodo 29

 Éxodo 30

 Éxodo 36

 Éxodo 37

 Éxodo 7

 Éxodo 9

 Éxodo 6

 Éxodo 15
 Éxodo 3

Torá

Génesis Éxodo Levítico

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El Éxodo es el segundo libro de la Biblia. Se trata de un texto tradicional que narra


la esclavitud de los hebreos en el antiguo Egipto y su liberación a través de Moisés, quien
los condujo hacia la Tierra prometida.
En el judaísmo, el libro del Éxodo forma parte del canon, encontrándose contenido en
la Torá y formando uno de los cinco libros del Pentateuco, que forman la primera parte de
la Biblia hebrea.2 En el cristianismo, el libro del Éxodo también forma parte del canon y se
encuentra en el Antiguo Testamento.

Índice

 1Origen y empleo del término “Éxodo”


 2Naturaleza y propósito del libro
 3Contenidos del relato tradicional
 4Temática
 5Simbología
 6Autoría
 7Leyenda e historicidad
o 7.1Éxodo entendido como leyenda literaria
o 7.2Éxodo como hecho histórico
 8Datación y cronología
o 8.1Datos aportados por el relato bíblico
o 8.2Hipótesis basadas en la historia egipcia
o 8.3Cálculo de la fecha del comienzo del Éxodo
 9Ruta emprendida, según el relato bíblico
 10Sentido religioso
o 10.1Judaísmo
o 10.2Cristianismo
 11El libro del Éxodo en el imaginario colectivo
 12Véase también
 13Notas
 14Bibliografía
 15Enlaces externos
o 15.1Traducciones judías del Éxodo
o 15.2Traducciones cristianas del Éxodo

Origen y empleo del término “Éxodo”[editar]


Éxodo proviene del latín exŏdus, y éste del griego ἔξοδος, éxodos, que significa ‘salida’.3
En el judaísmo, el texto tradicional es conocido en hebreo como Shemot (‫)ׁשמות‬, término
cuyo significado literal es ‘nombres’.4
Es en la Septuaginta donde se lo titula Éxodos. Al realizarse la traducción al latín, se
adoptó dicho nombre, que fue entonces expresado como exŏdus.5 Las diferentes
transformaciones en la grafía, necesarias según cada idioma, dieron lugar al término
“Éxodo”.

Naturaleza y propósito del libro[editar]


El principal propósito del Éxodo es mantener vivo en la memoria del pueblo hebreo el
relato fundacional de dicho grupo como nación, a partir de la salida de Egipto, una vez libre
y dirigiéndose hacia la Tierra Prometida, el pueblo israelita adquirió por primera vez
conciencia de su unidad étnica, filosófica, religiosa y nacional, dado que el Libro del Éxodo
se refiere a la esclavitud de los hebreos en Egipto y la epopeya que condujo a liberarlos de
tal condición, haciendo de ellos un grupo libre, con identidad nacional propia y a su vez
provisto de Ley.6 Significativas, en este contexto fue aquello que Moisés dijo al pueblo
israelita:
« Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, pues
Yahvé os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado. Vosotros salís hoy en
el mes de Abib.7 [...] Harás esta celebración en este mes. Siete días comerás pan sin leudar, y el
séptimo día será fiesta para Yahvé. Por los siete días se comerán los panes sin levadura, y no se
verá contigo nada leudado, ni levadura [...]. Y lo contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace
esto con motivo de lo que Yahvé hizo conmigo cuando me sacó de Egipto. Y te será como una señal
sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos, para que la ley de Yahvé esté en tu boca;
por cuanto con mano fuerte te sacó Yahvé de Egipto. Por tanto, tú guardarás este rito en su tiempo
de año en año ». Éxodo 13:3-10.8

A partir del citado pasaje bíblico que el pueblo de Israel ha considerado —y aún
considera— su obligación el narrar el relato del Éxodo a lo largo de cada celebración
pascual.9 Ello tiene lugar cada Séder de Pésaj, cuando el pueblo de Israel lee y rememora
los contenidos que se encuentran expresados en la Hagadá pascual.
El Libro del Éxodo establece también las bases de la liturgia y del culto del pueblo Israel; el
libro en cuestión está a su vez dominado en toda su extensión por la figura del
patriarca Moisés, quien se desempeñó como líder, conductor y legislador del pueblo de
Israel.
El Libro del Éxodo no es exclusivamente narrativo, sino que contiene
también leyes, himnos y oraciones.10

Contenidos del relato tradicional[editar]


"La historia comienza con un pueblo esclavizado en medio de la idolatría egipcia y termina
con un pueblo redimido morando en la presencia de Dios".11
1. Opresión en Egipto 1,1-11,10

 Esclavitud en Egipto 1,1-22


 Preparación del Libertador 2,1-4,31
 Lucha contra el opresor 5,1-11,10
2. Liberador de Egipto 12,1-14,31

 Redención por sangre 12,1-51


 Institución de la pascua 12,1-28
 La décima plaga, muerte de los primogénitos 12,29-51
 Redención mediante la poderosa ayuda divina 13,1-14,31
 Consagración de los primogénitos 13,1-16
 Cruce del mar Rojo 13,17- 14,31
3. Educación de los redimidos en el desierto 15,1-18,27

 Canto triunfal de los redimidos 15,1-21


 Los redimidos puestos a prueba 15,22-17,16
 Prueba amarga 15,22-27
 Hambre 16,1-36
 Sed 17,1-7
 El conflicto 17,8-16
 Gobierno de los redimidos 18,1-27
4. “Consagración de Los Redimidos en el Sinaí” 19,1-34-35

 Aceptación de la Ley 19,1-31,18


 Directivas dadas a Moisés 19,1-25
 Los mandamientos de carácter moral 20,1-26
 Las ordenadas de carácter social 21,1-24,11
 Reglamentos de carácter religioso 24,12-31-18
 Infracción de la Ley 32,1-14
 El becerro de oro 32,1-14
 Rompimiento de las tablas 32,15-35
 Restauración de la Ley 33,1-34,35
 Visión renovada 33,1-34,35
 Las segundas tablas 34,1-35
5. La adoración de los redimidos en el tabernáculo, sacerdocio y ritual 38,1-40,38

 Ofrendas y obreros para el tabernáculo 35,1-40,38


 Construcción del tabernáculo y nombramiento de quienes participaron 36,1-39,43
 Se erige el tabernáculo y desciende la gloria divina 40,1-38

Temática[editar]
Capítulo Temas
1-2 Esclavitud

14 Persecución

8-9-10-11 “Los juicios de Dios”

4- Fe

6-16-17-23(v20)-33-34 “Promesas de Dios”

12-20 a 25-35 “Mandatos de Dios”

34(v27). “Comunión con Dios”

3(v5) y 36(v8) Lugar Santo

Simbología[editar]
Capítulo Símbolo
1(v14). Barro

14 Azul
9(v32). Trigo

30(v17)- Bronce

12(v7). Sangre

16(v13). Maná

34(v27). Oro

25(v10). Arca

26(v32). Madera de Acacia

36(v8). Tabernáculo

34(v1). Tablas de Piedra

Autoría[editar]

Moisés con las Tablas de la Ley, óleo barroco de José de Ribera, 1638. Museo Nazionale di San
Martino, Nápoles.
Arte asquenazí. Hagadá de los Pajaritos, Dayenú, manuscrito hebreo miniado, 1300.12 Museo de
Israel, Jerusalén.

Arte sefardí. Hagadá Rylands, Dayenú, manuscrito hebreo miniado, Cataluña o Valencia, 1350.13
Versificación, "Ilu... ve lo... dayenú". Canción pascual que podría traducirse como "Si [tal cosa
hubiese ocurrido] pero no [hubiera ocurrido tal otra], [aun así eso] nos habría bastado [para
continuar creyendo siempre en Dios] (Manchester, Biblioteca de la Universidad John Rylands, Ms.
Hebreo 6, fol. 29v).

Tradicionalmente, tanto judíos como cristianos atribuyen el libro del Éxodo, así como
también todos los demás libros del Pentateuco, a Moisés.14
Hipótesis documentaria. Según la así denominada hipótesis documentaria, los
principales autores de este trabajo habrían sido los grupos de la tradición
yavista, elohísta, sacerdotal y deuteronomista. La hipótesis documentaria estima que la
poética Canción del mar y el Código del pacto (escrito en prosa) son trabajos originalmente
independientes de autores pero de algún modo asociados a los grupos ya indicados. En
esta hipótesis, los elohístas son identificados como únicos responsables del episodio
del becerro de oro, y la tradición sacerdotal es autora de las instrucciones para crear
el tabernáculo, las vestimentas y objetos rituales, así como de la descripción de la creación
de los mismos. Tres autores o equipos de escritores tradicionales son a su vez también
autores de cada una de las partes del código de la ley, la tradición elohísta, del Pacto; la
sacerdotal, del decálogo ético; y la yavista, del decálogo de rituales. La hipótesis
documentaria sostiene que las demás partes del libro del Éxodo emergieron a partir de
versiones entremezcladas de la tradición yavista, elohísta y sacerdotal. La reconstrucción
de las historias en esas fuentes, aplicando esta hipótesis, tiende a identificar diferencias y
variaciones entre segmentos narrativos diversos.15
Leyenda e historicidad[editar]
El tradicional relato que presenta el libro del Éxodo es conocido por los judíos hasta hoy en
términos de leyenda pascual, durante la celebración de la pascua judía se lee
la Hagadá (‫" הגדה‬relato") de Pésaj. Para muchos es un hecho histórico que conmemoran.
Los investigadores y científicos prácticamente no disponen de evidencia para corroborar o
sustentar lo narrado, por eso, desde un punto de vista historiográfico crítico, el libro del
Éxodo constituye antes que nada una narración de carácter religioso y cultural, un
legendario mito fundacional, en el que los eventos relatados no deben ser interpretados
como hechos reales, sino como una semblanza poética y una epopeya nacional identitaria
de considerable valor simbólico.
Aun así, la posible historicidad del evento ha dado lugar a diferentes teorías especulativas.
Una de ellas, por ejemplo, sostiene que los hebreos no habrían sido dejados en libertad
sino que habrían sido expulsados de Egipto. Según esta teoría, el tema en cuestión se
encontraría ligado a la expulsión de los hicsos, evento descrito en la literatura egipcia.16
La situación se complica además debido a que la tradición hebrea ha sido inicialmente y
durante varios siglos una tradición de corte oral, de la que por el momento sólo se conocen
documentos escritos que datan del siglo VIII a. C.
Existe también la así denominada “hipótesis de los dos éxodos”. Ante la ausencia de
pruebas arqueológicas sobre el éxodo de los israelitas, algunos investigadores suponen
que la tradición hebrea podría estar basada en fragmentos o restos de hechos reales y
plantean la posibilidad de que haya ocurrido más de una salida de grupos semíticos desde
Egipto en dirección a Canaán.17
Hay quienes a su vez suponen que el éxodo pudo haber tenido lugar en tiempos
de Amenhotep IV, a quien se conoce también como “Akenatón”. Entre ellos se
destaca Sigmund Freud, quien expresa tal convicción en su obra Moisés y el
monoteísmo (1934-1939).18 Freud sostiene que la conexión monoteísta
entre Akenatón y Moisés es sugerente y bien podría constituir una solución para el enigma
que emana del libro del Éxodo.
Existen por otra parte otras tantas hipótesis acerca del tema, algunas contemplan olas
migratorias que pudieron haber dado lugar no solo a uno sino a varios éxodos. Sea como
fuere, la “hipótesis de los dos éxodos” acaso responda mejor que otras a lo ocurrido en
términos históricos al sugerir diferentes restos recogidos por la tradición oral hebrea que,
con el paso del tiempo, fueron entremezclándose y por último se fusionaron, dando lugar a
la narración del libro del Éxodo.
Éxodo entendido como leyenda literaria[editar]
En La Biblia desenterrada, Israel Finkelstein y Neil Asher Silberman plantean la
inexistencia del éxodo hebreo.19En 2006, Finkelstein afirmó, «El éxodo no existió»,
sosteniendo que bajo la lupa de las indagaciones arqueológicas no hay prueba ninguna del
éxodo; que décadas de búsquedas en Kadesh (Barnea) no arrojaron ningún resultado
absoluto, a lo que se suma la completa inexistencia de evidencias egipcias —quienes,
según él, eran fabricadas por “excelentes cronistas”—, y sobre todo —sostiene
Finkelstein— porque la arqueología contradice sistemáticamente a la Biblia en este tema,
hay evidencias de que en Canaán, (la Tierra Prometida), existían ya asentamientos
protoisraelíes desde mucho antes que las posible fechas del Éxodo desde Egipto. En otras
palabras, Finkelstein propone que no existió ninguna conquista comandada por el guerrero
israelita Josué, sino que Canaán fue invadido pacíficamente varios siglos antes de Josué
por parte de nómadas extranjeros protohebreos cuando el declive de las ciudades-
estado cananeas.19
Éxodo como hecho histórico[editar]
Se han planteado diferentes puntos de vista respecto a la historicidad del Éxodo
considerándose la falta de registros, evidencia arqueológica y otros tantos factores. Se
originaron también distintas críticas y teorías especulativas que difieren del relato bíblico
original. Una de las teorías que se plantearon tenía que ver con la tremenda presencia
militar egipcia que seguía la ruta costera del Mediterráneo hasta Canaán.20 Esta teoría
quedó descartada debido a que no guardaba concordancia a lo relatado en la Biblia, ya
que en el texto se indica que los hebreos no siguieron la ruta del Mediterráneo, no fuera
que se echaran atrás cuando vieran el ejército (Éxodo 13,17-18).
Otra crítica que se suele hacer es la falta de registros egipcios sobre el hecho, aunque es
posible que los egipcios hayan tenido un documento escrito sobre ello, el egiptólogo
británico Kenneth Kitchen manifestó ante este hecho que los enormes archivos de papiro
que estuvieron almacenados en el antiguo Egipto se encuentran desaparecidos:
"En el fango del delta del Nilo, embebido de agua, no hay papiro que sobreviva (mencione o no a los
hebreos fugitivos)... En otras palabras, dado que los archivos oficiales del s. XIII a.C. procedentes de
ciudades situadas en la parte este del delta del Nilo se han perdido al cien por ciento, no podemos
esperar que contengan menciones de los hebreos o de cualquier otro pueblo".
Kenneth Kitchen, On the Reliability of the Old Testament

Datación y cronología[editar]
Datos aportados por el relato bíblico[editar]
Según el libro bíblico del Génesis la familia del patriarca Jacob salió desde el valle
de Beerseba en Canaán (Gen 46,5) y bajo el amparo de José, hijo del patriarca hebreo
Jacob y primer ministro en Egipto,21 los hebreos se establecieron en el valle de Gosén, en
la región llamada Ramesés (Gen 47,6), y allí se multiplicaron.22 José murió a la edad de
ciento diez años (Gén,50,26), la esclavitud de los hebreos en el Antiguo Egipto comenzó
tiempo después, más en un período aún indeterminado.
La ciudad egipcia de la cual salen los israelitas en el Éxodo también es llamada Ramesés,
y según la tradición bíblica, se trató de unos 600.000 varones (sin contar a las mujeres,
niños y ancianos, ni tampoco a las personas no hebreas que los acompañaron). Ramesés
podría ser la actual Qantir en el Bajo Egipto, en la tierra de Gosén, donde vino a morar la
familia de Jacob bajo el amparo de José y donde se multiplicaron los hebreos en aquellos
tiempos (Gén, 47,1). Desde Sucot, los hebreos y quienes les acompañaban salieron a
Etam, a la entrada del desierto (Éxodo, 13,20) y fueron a acampar a Pi-hahirot, "entre
Migdol y el Mar de cañas (Yam Zuf, Mar Rojo) hacía Baal-Zefón".
En Génesis 15,13 aparece un relato en el que Dios le indica a Abraham que su
descendencia morará en tierra ajena, y que una nación extranjera les afligiría, esto por un
período de 400 años. Según la redacción de este pasaje tales 400 años pueden referirse
tanto a la experiencia de ser forasteros como al período de esclavitud que empezó mucho
después de la muerte de José en Egipto. En Éxodo 12,40 se indica que se cumplieron
430 años exactos de la "morada de los hijos de Israel en Egipto" el mismo día en que se
liberó al pueblo hebreo mediante Moisés.
En Gálatas 3,17 el autor de la epístola señala que la Ley llegó a existir 430 años después
de que Dios hiciera un pacto con Abraham y su descendencia, lo que parece dar a
entender un punto de vista en que los 430 años incluyen la morada de Abraham en Canan.
Esta opinión existía en el siglo I d.C, la Septuaginta tradujo este pasaje, “Pero la morada
de los hijos de Israel que ellos (el códice Alejandrino, s. V d.C, añade "y sus padres
moraron") en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán fue de cuatrocientos treinta años
de duración”. El pentateuco samaritano también dice, “en la tierra de Canaán y en la tierra
de Egipto”. De igual manera, Josefo escribió en Antigüedades judías, Libro II, capítulo 15,
párr. 2, “Salieron de Egipto en el mes de xánticus (el mes macedonio que Josefo equiparó
al mes de Nisán),... cuatrocientos treinta años después de la llegada de nuestro
antepasado Abram a Canaán”. (Obras completas de Flavio Josefo, por L. Farré, 1961,
tomo 1, p. 168.) Así, según esta opinión presente en el siglo I los 430 años se cuentan
desde el tiempo en que Abrahán cruzó el Éufrates camino de Canaán hasta el tiempo en
que los israelitas salieron de Egipto.
Posteriormente en la Biblia se explica que el Templo de Salomón se construyó alrededor
de 480 años después de la salida de Egipto (1Reyes 6:1).
Hipótesis basadas en la historia egipcia[editar]
La datación de la composición cronológica del libro del Éxodo es dificultosa y, para
alcanzar una certeza razonable, es necesario relacionar los eventos en él narrados con la
historia del Antiguo Egipto.
Ha habido muchos intentos por ajustar las fechas de los eventos acontecidos en este libro
para precisarlos de acuerdo al calendario gregoriano. Estas tentativas raramente toman en
cuenta las siguientes consideraciones,

 la intrincadas relaciones cronológicas correspondientes para con el calendario hebreo,


que es luni-solar y posee sus propios criterios, que de hecho no son ni necesariamente
coincidentes ni fácilmente adaptables a aquellos solares que rigen tanto
al egipcio como al gregoriano;
 el nombre o identidad del faraón de esa época, dado que en el Libro del Éxodo se lo
denomina meramente "faraón";
 las fechas de descripciones no bíblicas de los diferentes pueblos semitas que pudieron
haber abandonado Egipto;
 o la fecha que los arqueólogos e historiadores establecen para la destrucción
de Jericó.
Pero, en general, se tiende a suponer que una correcta identificación del Faraón
mencionado en el Éxodo sería la clave para establecer la cronología apropiada para el
Éxodo. Algunos, sin embargo, cuestionan las evidencias arqueológicas que sostienen la
fecha del Éxodo y la fecha de la conquista de Canaán, pero los asentamientos conocidos
más antiguos de israelitas no aparecen hasta el 1230 a. C., mucho después que los muros
de Jericó fueran destruidos, además de la falta de evidencia de un Éxodo de tamaña
magnitud, y la ausencia de evidencia de un asentamiento en el desierto del Sinaí o Arabia.
Tampoco hay evidencia de la conquista militar de Canaán.
Aun así han sido propuestos varios faraones y dinastías para el Éxodo, cubriendo tales
posibilidades hasta dos siglos de diferencia,

 Amosis I (1550-1525 a.C.), que cae en el siglo XVI a. C. y tiene el soporte de los
semíticos en tiempos de los hicsos coincidiendo con el período de la expulsión de los
Hicsos, aunque esto contradice algunos aspectos clave narrados en la Biblia. Este
vínculo entre los israelitas y los Hicsos ya fue propuesto por Flavio Josefo en el siglo I
d.C.
 Tutmosis I (muerto sin descendencia masculina el año 1492 a. C.), Tutmosis
III o Amenhotep II de la Dinastía XVIII ―siglo XV a. C.. También se ha considerado
ese siglo por parte de autores como Hans Goedicke, egiptólogo de la Universidad
Johns Hopkins, que cree que las plagas de Egipto pudieron haber coincidido con la
erupción de la isla de Tera (Santorini) en 1477 a.C.
 Ramsés II o Merenptah de la Dinastía XIX ―1279-1213 a.C.―. Hay quienes creen
que esta hipótesis concuerda con los recientes descubrimientos arqueológicos en Tell
el-Daba y Jericó. Esta hipótesis se sustenta principalmente en el nombre de la ciudad
de almacenamiento que los israelitas fueron obligados a construir, una de las cuales
se denominó Ramsés, y junto a Pitom son ubicables en los tiempos de Ramsés II. La
ciudad o localidad en que vivían los israelitas en el delta del Nilo es llamada
también Ramesés, (Éxodo 12,37, “Partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot,
como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños...” Números 33,3, “De
Ramesés salieron en el mes primero, a los 15 días del mes primero...” Números 33,5,
“Salieron pues, los hijos de Israel de Ramesés y acamparon en Sucot”.
Si se acepta esta última hipótesis, el faraón opresor inicial habría sido Seti I, cuyo gobierno
tuvo lugar entre 1294 y 1279 a.C., y el Éxodo se habría desarrollado durante el reinado
de Ramsés II (quien gobernó Egipto entre 1279 y 1213 a.C), considerándose en términos
de investigación el año 1250 a.C.23
Cálculo de la fecha del comienzo del Éxodo[editar]
La Biblia no menciona por su nombre al faraón del Éxodo, ni da fecha exacta al Éxodo.
En 1Reyes 6:1 se lee que el rey Salomón comenzó a construir el templo de Jerusalén en el
cuarto año de su reinado, «480 años después que los hijos de Israel salieron de Egipto».
La caída de Jerusalén ante el rey babilonio Nabucodonosor II sucedió aproximadamente
en el año 586 a. C. El período de los reyes de Israel y Judá es difícil de determinar, pero a
partir del relato paralelo del Primero y el Segundo libro de los reyes transcurren
aparentemente 390 años hasta la muerte del rey Salomón; y otros 37 años adicionales
abarcados por el gobierno de Salomón (incluyendo el cuarto año de su gobierno), daría la
fecha de 1013 a. C. para la edificación del primer Templo de Jerusalén, de lo que puede
deducirse que 480 años antes implicaría que la fecha del Éxodo habría sido en año
1493 a. C. (o 1513 a. C., si se data la caída de Jerusalén en el año 607 a.C., tomando al
pie de la letra la duración de 70 años del exilio en Babilonia y la desolación del país
mencionados en 2 Crónicas 36,21; Jeremías 25,11; 29,10; Zacarías 7,5 y Daniel 9,2).
Sin embargo, considerando la complicada cronología de los reyes de Judá e
Israel, Enciclopedia judaica castellana expresa que,
Para la fijación absoluta de las fechas se dispone del eclipse solar del epónimo Isid-Seti-Igbi,
ocurrido el 13 de junio del 809 a.C., o sea 91 años después de la batalla de Cancor, en vida de Ajab,
y 78 años después del envío, por Yehu, de tributos a Salmanasar III de Nínive. Las tablillas
epónimas y la crónica babilonia sitúan la caída de Samaria en enero del 721 a.C. Los dos eclipses
del año 7 de Cambises (523-522 a.C.) establecen la fecha del advenimiento de Nabucodonosor en
mayo o junio del 605 a.C., y la de la liberación de Joaquín por Evilmerodac, hijo de aquel, en el 25 o
27 de adar, o sea el domingo 29 de febrero o el martes 2 de marzo del 561 a.C..24

De ello resulta que el cuarto año del reinado de Salomón debería haber sido el año
967 a. C. Por lo tanto, la fecha de Éxodo fue el 1447 a. C. (967 + 480), cuando
gobernaba Tutmosis III o Amenofis II, si bien por el momento se desconoce cualquier tipo
de documento o resto arqueológico que confirme tal acontecimiento.25
Desde el plano de la creencia, el judaísmo ortodoxo, por su parte, ubica el inicio del Éxodo
del pueblo de Israel el 15 de Nisán de 2448, fecha que se corresponde en el calendario
gregoriano con el año 1313 a.C.26
Dado que la Biblia indica que los hebreos partieron de la ciudad llamada Ramesés y a
hacia Sucot,27 ciudades que son datadas en el siglo XIII a.C., durante el período en
que Ramsés II gobernaba Egipto, en el campo de la investigación se considera el
año 1250 a.C.28 H.W.F. Saggs observa en sus escritos académicos que,
La mención de la ciudad de Ramesés en Éxodo 1:11 en tanto que localidad de almacenaje,
construida en parte por los esclavos israelitas, ofrece de hecho un indicio cronológico, dado que
[hoy] es sabido que Ramsés II construyó una ciudad, Per-Ramsés [i.e., Pi-Ramsés], la cual se
corresponde con el nombre proporcionado por la Biblia. Ello tiende a posicionar la esclavitud [de los
hebreos] en Egipto y su salida de ese país en el siglo XIII a.C.29

Ruta emprendida, según el relato bíblico[editar]


En el relato bíblico se expone que, después de atravesar el Mar Rojo, los hebreos se
adentraron en el desierto de Shur o Etam, y tres días después llegaron a Mara. En este
lugar, la unidad del pueblo hebreo empezó a resentirse y hubo quienes murmuraron y, a
pesar de los hechos que habían visto de Dios, se opusieron a Moisés (Éxodo, 15,24).
Desde Mara se trasladaron a Elim, un oasis de doce fuentes de agua, desde este lugar se
adentraron el desierto de Sin en dirección al monte Sinaí orillando el mar Rojo; ya habían
transcurrido dos meses desde la partida de Egipto. Aquí se verifica el evento
del maná proporcionado por Dios.
Ya en el desierto de Sin, la congregación se trasladó desde locaciones como Dofca y Alús.
En Refidim ―cerca del monte Horeb, en el desierto de Parán, un lugar sin agua―
combatieron por primera vez como pueblo contra los amalequitas, venciéndoles (Éxodo,
17,13). En este lugar, Moisés golpeó una roca con su vara e hizo brotar agua potable.
Desde Refidim, el pueblo hebreo entró al desierto del Sinaí y acamparon en las
postrimerías del monte Sinaí o del monte Horeb a los 90 días de haber salido de Egipto.
En este lugar, Moisés pudo ver a Yahvé, quien le entregó los Diez Mandamientos. Además
constituyó el sacerdocio de Aarón (o sacerdocio levítico), las primeras leyes civiles y
religiosas en el pueblo judío, adicionalmente se construyó el primer Tabernáculo, el Arca
de la Alianza. (Éxodo, 25,10). En este lugar permanecieron dos años y dos meses. Al salir
del Sinaí, el pueblo de Israel estaba regido en todo aspecto legal, civil, moral y religioso
(Éxodo, 10,11).
Desde el Sinaí partieron al desierto de Parán y habitaron en Kibrot-hataava (Éxodo, 11,35)
para trasladarse a Hazerot, en pleno desierto. Desde este lugar, Moisés asignó a doce
espías para que reconocieran la tierra de Canaán (Éxodo, 13) desde el monte Neguev (en
el desierto del mismo nombre). Mientras tanto, la congregación avanzó a Ritma y de allí a
Rimón-Peres.
La tierra de Canaán reconocida estaba habitada por jebuseos,
anacitas, amalequitas, amorreos y cananeos.
La información conseguida en cuarenta días, fue mal recibida por la congregación, dado
que diez de los doce espías incitaron a murmuraciones en contra de sus líderes, lo que
provocó una funesta rebelión en el pueblo en contra de Yahvé debido a que pensaban que
Dios los estaba llevando a la muerte ante gente aparentemente más poderosa que los
mismos israelitas (Números 14) y muchos pugnaron por volver a Egipto.
Yahvé maldijo a los diez espías, quienes fallecieron de plaga (Números, 14,36) y además
condenó al pueblo de Israel a perderse durante cuarenta años en el desierto del Neguev.
Solo Caleb y Josué fueron autorizados a salir del desierto y adentrarse en Canaán
(Números 14,30). Israel intenta rebelarse ante la condena en el desierto pero son
derrotados por los amorreos liderados por el rey de Edom y los obligan a permanecer
entre Cades, el desierto de Moab y el Neguev y allí permanecen casi 40 años. Aarón
fallece en el monte Hor (Números, 20,22-29).
Cuando se cumplieron los 40 años, y hubo fallecido toda la generación adulta, la
generación precedente pudo por fin entrar a Canaán teniendo como líder
a Josué (Deuteronomio, 2,14 -24). Yahvé no autorizó a Moisés a entrar a Canaán y solo le
permitió observar la tierra de la herencia desde el monte Pisga o Nebo (Deuteronomio,
3,27 y Deuteronomio, 32, 48-52) para fallecer en este mismo lugar y ser enterrado en
Moab.

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