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Facultad de Teología

de las Asambleas de Dios


Materia: Hist y Literatura A.T. Profesor: Rafael Mendoza V.
Alumnas: Maria E. Chirinos y Fecha: 23-08-19
Mariánt Paula Chirinos

LA ALTA CRÍTICA

(Ensayo)

A lo largo de las últimas décadas, han sido muchos los teólogos liberales que han

desarrollado teorías o hipótesis que proponen eliminar o suprimir el componente sobrenatural de la

palabra de Dios, atacando desde sus fechas de composición, paternidad literaria y otros elementos

que afectan directamente a los libros inspirados. De igual manera son múltiples lo teólogos

conservadores, que se preparan y desarrollan argumentos para combatir tales críticas que solo

pretenden desprestigiar la palabra de Dios, uno de los libros más leído, más vendido y más

perseguido.

De hecho, a lo largo de la historia, las Escrituras siempre han sido objeto de ataques y

persecuciones. Uno de los primeros, fue el rey de Judá, Joacim, quien destruyó un escrito de

Jeremías; pero este volvió a escribirlo. Posteriormente, Antíoco Epìfanes y Diocleciano, fueron

considerados los mayores destructores de la Palabra de Dios. Pero con todo eso, se levantó

Constantino quien la reivindicó, en el siglo III, mandando a elaborar 50copias de las Escrituras.

En esas mismas décadas, por mano de la inquisición en el imperio romano, muchos

pergaminos y rollos fueron quemados y sus defensores pasados por la hoguera. Así han pasado

muchos años y aun en la época actual, la Biblia es un libro prohibido en muchos países del mundo.

No obstante, la biblia como Palabra de Dios, ha resistido todo ese conglomerado de ataques de

diferentes formas y hasta los momentos, ha salido airosa de ellos. Pero, en vista de esos resultados,

los enemigos de las Escrituras, ya no pretenden destruirla como tal (porque no han podido; Dios no
lo ha permitido), sino que se pretenden invalidar su contenido, inerrancia e infalibilidad como tal, y

surge de esa manera, la crítica bíblica, específicamente la alta crítica.

Durante miles de años, nadie había puesto en duda la inerrancia, inspiración e infalibilidad

de las Escrituras, hasta los siglos XVIII y XIX, cuando se levantó un grupo de científicos y teólogos

que se dispuso a profundizar en la paternidad literaria de los libros de la Biblia, su autoridad y

fecha, denominados Alta Crítica. En ese contexto, al grupo de estudiosos críticos de la biblia, que

se ha dedicado a estudiar el origen literario y el valor histórico de las escrituras, se les denomina

Alta crítica.

Este grupo de críticos, comenzaron a divulgar que las escrituras eran un libro común, que

no tenía nada de sobrenatural y dieron inicio a someter a severas pruebas las posturas

tradicionalmente aceptadas y tradicionales sobre la autoría humana, el tiempo y manera de la

composición de los libros sagrados, haciendo distinciones sobre su valor histórico. A grandes

rasgos, ellos parten del hecho de negar la inspiración de las sagradas escrituras y al evaluar su

historicidad, lo hacen tal cual evaluarían a cualquier literatura secular. Consideran que la Biblia está

plagada de errores, contradicciones y narraciones mitológicas. Es decir, lo sobrenatural para ellos,

no tiene cabida en sus pensamientos racionalistas.

Por ejemplo, según sus promotores, lo que la Biblia dice con respecto a la creación, la caída

del hombre, el diluvio, los patriarcas y la historia antigua de Israel, no es más que una colección de

leyendas desprovistas de valor histórico. En vez de sufrir una caída, el hombre evolucionó

lentamente de la barbarie a la civilización y del politeísmo al monoteísmo. Igualmente, consideran

una buena leyenda, el nacimiento virginal, las curaciones y milagros hechos por Jesucristo durante

su ministerio, los milagros narrados en el libro de los hechos, por mencionar algunos aspectos.

Evidentemente, tampoco aceptan la paternidad literaria del pentateuco por Moisés;

sostienen y defienden, al igual que Wellhausen, su teoría documentaria. El supuesto propósito de la


alta crítica, era salvar y rescatar al libro sagrado, del descrédito donde había caído, en una época

caracterizada por el evolucionismo, el racionalismo y hasta el gnosticismo. Sin embargo, con el

transcurrir del tiempo, la paleografía y la arqueología, han suministrado las evidencias científicas

que corroboran muchos de los hechos sobrenaturales y textos escriturales con copias de vieja data,

como por ejemplo los descubrimientos de las cuevas del Qumran.

Hoy, la Biblia sigue existiendo y su mensaje cambia las vidas, transforma sociedades y el

mundo entero; su mensaje es vivo y eficaz y más penetrante que espada de dos filos; y más aún, si

parafraseo (por mi cuenta) las expresiones de Gamaliel en Hechos 5: 34-35 bien pudiera señalarle a

los teólogos y filósofos de la alta crítica: “Si lo que están haciendo los evangélicos con la

predicación de la biblia, lo planearon ellos mismos, eso no durará mucho. Pero si es un plan de

Dios, y la Biblia vino de Dios, nada ni nadie podrá detenerlos, ni lograrán desaparecer la Biblia, y

ustedes se encontrarán luchando contra Dios.”

De hecho, cuentan que Voltaire, físico, filósofo y satírico en relación con la creencia en

Dios, acotaba en su época que no pasarían 100 años antes que el cristianismo se extinguiera y

desapareciera de la tierra y que si quedaba alguna Biblia, sería como reliquia o pieza de museo. La

realidad demuestra su equivocación, ya que (reitero lo señalado en el marco precedente), la Biblia

hoy por hoy, es el libro más leído, más vendido y aunque siga siendo el más perseguido y atacado,

es la Palabra de Dios para transformar al ser humano y cambiar su vida.

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