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Diego Alejandro Jiménez (1745510)

Fenómeno: Imán deslizándose en un


plano inclinado de aluminio.

Como lo dice el título, el fenómeno


consiste en un imán que se desliza muy
lentamente sobre un plano inclinado
metálico en comparación a otros objetos,
en este caso, el plano es de aluminio, el cual es un material paramagnético, que
en términos sencillos es un material que en principio siempre se vería atraído
hacia las zonas en que un campo magnético es más intenso, al igual que un
material ferromagnético. Sin embargo, es posible apreciar que la interacción
entre el aluminio y el imán es “nula”, y es debido a varias propiedades del material
y ciertos principios físicos. Una de las propiedades de los materiales es la
permeabilidad relativa; es posible decir que la inmensa mayoría, sino todos los
materiales poseen un efecto diamagnético, lo cual significa que tiene una especie
de pequeño campo magnético, que solo está presente si otro campo magnético
es inducido en el material, y sirve para oponer el campo inducido; los materiales
que actúan sólo bajo este efecto poseen una permeabilidad relativa un poco más
por debajo de la permeabilidad relativa del espacio libre que es 1. Así, hay
también materiales que poseen una permeabilidad relativa un poco más por
encima de la del espacio libre, y son llamados paramagnéticos, ya que “poseen”
o generan un pequeño campo magnético, que solo está presente si se induce
otro campo magnético en el material, y sirve para fortalecer el campo inducido.
No obstante, su permeabilidad relativa es muy parecida a la de los materiales
diamagnéticos, y por ello su efecto de imanación es casi nulo si no hay una
interacción sustancial entre sus campos. Estos materiales básicamente anulan
fácilmente el campo magnético externo si éste no es muy fuerte, y puede ser un
ejemplo de la ley de Lenz, donde se produce un campo en sentido contrario al
campo inducido, tratando de anular el efecto del imán.

Según esto, entonces el imán debería caer por lo menos a una velocidad similar
que el resto del objetos sin tener un efecto de frene, pero en el roce y la
interacción constante durante la caída se induce un campo magnético variable
que atraviesa el conductor y este a su vez responde con unas corrientes en
remolino que producen un campo magnético en sentido contrario al inducido.
Estas corrientes son conocidas como corrientes parásitas o corrientes de
Foucault (Puede apreciar el efecto en la imagen del principio) y están
fundamentadas en las Leyes de Faraday y Ampere. Estas corrientes dependen
de varios parámetros como el campo magnético inducido y su variación, la
conductividad del material, y el espesor del mismo. Así, un campo magnético
que varía más rápido, generará unas corrientes de Foucault mayores, al igual
que un imán muy potente, o si también si el campo es generado sobre un buen
conductor como el caso del aluminio, en todos estos casos, el campo de
oposición será mayor. Las corrientes disipan la energía en forma de calor, y es
por esa pérdida de energía que se produce una fuerza de oposición o de frenado
sobre el imán que está cayendo sobre el plano inclinado. Además, también es
posible ver que el movimiento sobre ciertos imanes no es del todo uniforme y se
mueven según las corrientes inducidas sobre el conductor.

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