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La economía de la zona euro registró entre abril y junio un crecimiento del 0,2%, la mitad que
el 0,4% observado en el primer trimestre de 2019, según la segunda estimación preliminar del
dato publicada por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat.
En comparación con el segundo trimestre de 2019, el PIB de la zona euro creció un 1,1%, una
décima menos que en el primer trimestre y su menor ritmo de expansión interanual desde el
cuarto trimestre de 2013.
De este modo, la economía española, cuyo PIB creció un 0,5% en el segundo trimestre,
mantiene un crecimiento sensiblemente superior a la media de la eurozona, a pesar de
moderar su ritmo de expansión dos décimas respecto del 0,7% registrado en los tres primeros
meses de 2019.
Entre el resto de las grandes economías del euro, Alemania se queda al borde la recesión tras
registrar una contracción del 0,1% del PIB en el segundo trimestre, frente al crecimiento del
0,4% de los tres primeros meses de 2019.
Por su parte, Francia, el segundo principal actor económico de la zona euro, vio frenada su
expansión en el segundo trimestre al 0,2%, una décima menos que en los primeros tres meses
de 2019, como consecuencia de la moderación del consumo de los hogares, mientras que el
PIB de Italia, la tercera mayor economía del euro, se estancó entre los meses de abril y junio,
tras crecer apenas un 0,1% en el primer trimestre.
En comparación, entre los meses de abril y junio, el crecimiento del PIB de EEUU se moderó al
0,5% desde el 0,8% de los tres primeros meses de 2019, mientras que en comparación con el
mismo periodo del año pasado el crecimiento fue del 2,3%.
El pasado mes de julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que el conjunto de la
zona euro crecerá un 1,3% en 2019 y un 1,6% en 2020.
La cuarta economía más grande del mundo, y la más grande de Europa, se ha visto afectada
por lo que los analistas han descrito como una “tormenta perfecta” de factores negativos.
Alemania depende en gran medida de los exportadores que venden una gran cantidad de
productos a China y Estados Unidos, los cuales están enfrascados en una amarga disputa
comercial. Las débiles ventas mundiales de automóviles también han afectado a las
automotrices del país, y los temores de un brexit desordenado siguen siendo un lastre.
Pero la producción industrial de junio cayó más del 5% en comparación con la del año anterior.
Y el indicador ZEW de confianza económica de agosto cayó bruscamente, alcanzando su nivel
más bajo desde diciembre de 2011.
ECONOMÍA RUSA:
El Banco Central de Rusia (BCR) ha revisado en dos décimas a la baja sus previsiones de
crecimiento de la economía rusa para 2019 tras un primer trimestre desfavorable, al calcular
que el PIB del país avanzará entre el 1% y el 1,5%.
La entidad emisora de Rusia redujo en cinco décimas sus previsiones de la tasa de inflación
anual para 2019, al situarla en una horquilla del 4,2% al 4,7% frente al 4,7% y 5,2% previo.
De acuerdo con el Banco Central, la tasa interanual se situará cerca del 4%.
Rusia acabó el mes de mayo con una tasa de inflación del 5,1% y alcanzó a fecha de 10 de junio
el 5%, según la institución.
La institución admite que el crecimiento económico de Rusia en el primer semestre está siendo
inferior a lo previsto por el banco.
Teniendo en cuenta estos factores y el hecho de que la economía rusa creció enero y marzo
solo un 0,5% en términos interanuales, el Banco Central rebajó sus perspectivas de
crecimiento para este año a entre el 1% y el 1,5% frente al 1,2% y 1,7% anterior.
La economía del Reino Unido se contrajo en el segundo trimestre por primera vez desde 2012,
un 0,2%, entre temores a las consecuencias de la salida sin acuerdo de la Unión Europea (UE)
que parece determinado a ejecutar el próximo 31 de octubre el primer ministro británico,
Boris Johnson. El dato está ampliamente por debajo de las previsiones de los analistas, y ha
provocado una nueva caída de la libra.
El sector manufacturero fue el más castigado, con una caída del 2,3%, su peor dato desde abril
de 2009, en medio de la crisis económica, y tan solo los servicios contribuyeron de forma
positiva a la economía, con un crecimiento del 0,1%.
La actividad industrial se vio particularmente perjudicada por los planes de las empresas ante
la anterior fecha del Brexit, el 29 de marzo. El sector hizo acopio de existencias durante los
meses anteriores, además de en algunos casos adelantar el cierre de líneas de producción.
El Reino Unido entraría técnicamente en recesión si el PIB del tercer trimestre vuelve a ser
negativo, un dato que se conocerá el 11 de noviembre. El Banco de Inglaterra calcula que
existe un 33 % de riesgo de una recesión a principios de 2020 incluso con una retirada
negociada del bloque comunitario y ha advertido de que las consecuencias de un “brexit”
abrupto serían aún más duras.
OBJETIVOS:
Educación: Porcentaje de abandono escolar inferior al 10% y mínimo del 40% de las
personas entre 30 y 34 años con estudios superiores finalizados.
Los objetivos ofrecen un panorama global de lo que deben ser los parámetros
fundamentales de la Unión Europea en 2020.
Se concretan en objetivos nacionales para que cada país de la UE pueda por sí mismo
evaluar su avance hacia cada meta.
La Estrategia Europa 2020 sirve de marco de referencia para las actividades en los ámbitos de
la UE, nacionales y regionales.
Los gobiernos de los países miembros han establecido objetivos nacionales que contribuyan a
lograr los objetivos generales de la UE e informan al respecto dentro de sus Programas
Nacionales de Reformas anuales.
Las perspectivas son un poco más moderadas con respecto al ejercicio anterior, donde estos
países lograron un crecimiento del 6,3 por ciento, debido al retroceso global y la gradual
desaceleración de China.
Según el BM, los países en desarrollo de Asia Oriental superaron relativamente bien el periodo
de volatilidad de los mercados financieros de 2018, por sus políticas efectivas, economías
diversificadas y tipos de cambio flexibles, entre otros factores.
El crecimiento en las economías más pequeñas tiene prospecciones favorables, señala el ente
que cita como ejemplos a Laos y Mongolia, a raíz de sus inversiones en proyectos de
infraestructura; y Birmania, por sus reformas estructurales y política fiscal expansionista.
El crecimiento constante de la región debería reducir aún más la pobreza, que ya se encuentra
en mínimos históricos. Y para 2021 se espera que la extrema pobreza quede por debajo del 3
por ciento (de la población) según señala el BM para la región de Asia Oriental.
La variación interanual del PIB ha sido del 1,1%, 1 décima mayor que la del primer trimestre de
2019, que fue del 1%.
La cifra del PIB en el primer trimestre de 2019 fue de 1.107.971 millones de euros, con lo que
Japón se situaba como la 2ª economía en el ranking de PIB trimestral de los 50 países que
publicamos.
Japón tiene un PIB Per cápita trimestral de 8.757€ euros, 630 euros mayor que el del mismo
trimestre del año anterior, que fue de 8.127 euros.
CHINA: El producto interno bruto (PIB) de la principal potencia económica asiática aumentó un
6,2 por ciento en el segundo trimestre de 2019, en línea con lo que auguraban los analistas. En
el primer trimestre, la economía china había crecido un 6,4 por ciento.
Las condiciones económicas siguen siendo difíciles, tanto en China como en el extranjero. El
crecimiento mundial se desacelera y las inestabilidades e incertidumbres externas aumentan.
Los niveles de crecimiento económico se enmarcan, en todo caso, dentro de los objetivos de
Pekín, que estableció una horquilla de crecimiento entre el 6 y el 6,5 por ciento.
La ONE dio a conocer otras estadísticas. Por ejemplo, las ventas minoristas aumentaron un 8,4
por ciento, mientras que la producción industrial se incrementó un 6 por ciento. En tanto, la
inversión en activos fijos creció un 5,8 por ciento, y la inversión inmobiliaria subió un 10,9 por
ciento interanual. EE.UU. y China mantienen una guerra comercial que se ha traducido en
aranceles mutuos por más de 360.000 millones de dólares.
Se proyecta que la economía de Japón crecerá a un ritmo de 0,9% en 2019 (0,1 puntos
porcentuales menos de lo previsto en el informe WEO de abril). El fuerte crecimiento del PIB
registrado en el primer trimestre refleja la acumulación de existencias y una importante
contribución de las exportaciones netas debido a la fuerte caída de las importaciones, lo que
oculta un moderado ímpetu subyacente. Se proyecta que el crecimiento se reducirá a 0,4% en
2020, y se prevé que las medidas fiscales mitiguen en algo la volatilidad del crecimiento
derivada del aumento de la tasa del impuesto sobre el consumo previsto para octubre de
2019.
REGIÓN DE ORIENTE MEDIO, NORTE DE ÁFRICA, AFGANISTÁN Y PAKISTÁN: Se prevé que el
crecimiento sea de 1,0% en 2019, y que repunte a alrededor de 3,0% en 2020. El pronóstico
para 2019 es 0,5 puntos porcentuales, en gran parte debido a la revisión a la baja del
pronóstico para Irán (como consecuencia del agobiante efecto de las sanciones más
restrictivas impuestas por Estados Unidos). Los conflictos civiles en otras economías, como
Siria y Yemen, se suman a las difíciles perspectivas para la región. Compensan parcialmente
estos resultados las mejores perspectivas para la economía de Arabia Saudita, donde se prevé
que el sector no petrolero se afiance en 2019 con un mayor gasto público y una recuperación
de la confianza, y en 2020 con un aumento del crecimiento del sector petrolero.