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Tras el operativo de la División de Investigación Criminal (DIVINCRI) realizado el

pasado 30 de agosto del 2018, se logra la captura de Edgar M.R (20) y Brayan T.N (26),
por el presunto delito contra la libertad de la persona en la modalidad de trata de personas
y explotación laboral. Este hecho y similares delitos vienen afectando los componentes
psicológicos, sociales y políticos de la sociedad general y civil de Ayacucho. Esta
situación es ajena a diversas instituciones, autoridades regionales y locales, pues recae en
todos ellos combatir las consecuencias y proponer soluciones de esta problemática en
Ayacucho.
En esta investigación se resaltan dos casos relevantes (nacional y regional), además se
plasma las opiniones de los decisores y especialistas que conviven con este problema.
Los componentes psicológicos, sociales y políticos serán contrastados con en el Plan
Nacional Contra la Trata de Personas con el fin de explicar a los padres y madres de
familia, sociedad civil y sociedad en general, las causas y consecuencias sobre la
captación de menores de edad por la modalidad de trata de personas; asimismo, explicar
las propuestas de resolución para revertir este problema.
TRATA DE PERSONAS
Por “trata de personas” según el Protocolo de Palermo establecido en las Organización de
las Naciones Unidas, “se entiende que es la captación, el transporte, el traslado, la acogida
o la recepción de personas recurriendo a la amenaza o uso de la fuerza u otras formas de
coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de
vulnerabilidad (…)”. Es decir, que la trata de personas es la acción de retener a una
persona contra su voluntad con fines lucrativos.
En el Perú, la Ley N° 30251 define en el artículo 153 en relación a los niños, niñas y
adolescentes: “La captación, transporte, traslado y acogida, recepción o retención de niño,
niña o adolescente con fines de explotación se considera trata de personas incluso cuando
no se recurra a ninguno de los medios previstos. En el ámbito nacional la ley establece a
la trata de personas como un proceso, mientras que el Protocolo de Palermo lo interpreta
como un hecho u acción.
Contrastando ambas definiciones, la trata de personas se basa en un grave delito donde se
violan los derechos fundamentales de la persona, ya que es captada para diversas formas
de explotación a través de actividades ilícitas por bandas de crimen organizado dañando
la integridad física y psicológica de las víctimas.
Este problema social afecta a mujeres, niñas, niños, adolescentes, adultos mayores. En
este caso, las mujeres son las principales víctimas de trata, con fines de explotación
sexual. En el plan nacional contra la trata de personas 2017-2021, se registra cerca de 100
mil mujeres provenientes de América Latina y el Caribe, son llevadas con engaños y
falsas promesas de empleo a diferentes naciones del mundo.
POSIBLES VICTIMAS: MENORES DE EDAD
Entre las posibles víctimas de la trata de personas están los menores de edad (niños, niñas
y adolescentes) se estima que 4000 niños y niñas son captadas en América Latina. Los
menores de edad que son víctimas de la trata de personas, tienden a tener un seno familiar
violento y falta de atención en sus vidas, se encuentran en una situación de vulnerabilidad
ante la trata de personas.
Entre las principales causas y consecuencias se encuentra la pobreza como un factor
fundamental ya que es el motivo de que las personas busquen un empleo y una buena
calidad de vida y por ello los tratantes persuaden a las víctimas con falsas promesas. Esto
tiene como consecuencia un alto riesgo de re victimización, pues esas víctimas por
necesidad económica acuden voluntariamente a sus tratantes.
Otra causa de la trata de personas es la violencia familiar en la que los menores están
expuestos, siendo vulnerables a sus derechos y por lo que buscan escapar del hogar y
teniendo como consecuencia la deserción escolar, en este proceso pueden ser víctimas de
la red de trata de personas. En este caso, dejan de lado el ámbito escolar por la necesidad
de trabajo y sustento económico.
Existen organizaciones criminales que captan menores de edad para venderlos o
someterlos a los diversos tipos de explotación. Y llevando a ello como consecuencia a la
mendicidad, explotación sexual y laboral, y adopción ilegal de menores de edad que
pueden ser utilizados con otros fines (pornografía infantil, la prostitución, venta
clandestina de órganos, etc). Esto se debe a que los menores edad no reciben la atención
necesaria de los padres de familia y lo que conlleva a que estén descuidados.
Según el Protocolo de la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas
(CDN) en su artículo segundo, apartado c) ha desarrollado el concepto de “utilización de
niños en la pornografía” a partir de “toda representación, por cualquier medio, de un niño
dedicado a actividades sexuales explícitas, reales o simuladas, o toda representación de
las partes genitales de un niño con fines primordialmente sexuales”.
Es decir, el acto de exponer a los menores de edad a este tipo de explotación sexual con
fines lucrativos, constituye una violación a sus derechos fundamentales; por lo que este
acto ilícito debe ser sancionado ya que constituye un riesgo y amenaza psicológica y física
a las victimas menores de edad.

MODALIDAD DE CAPTACION DE MENORES DE EDAD


Según Novak y Namihas (2009: 45), la captación se hace en su mayoría a través de ofertas
de empleo. Este es por ejemplo el caso de Madre de Dios donde las falsas ofertas laborales
se colocan como avisos de empleo en lugares de concurrencia masiva (mercados, tiendas,
paraderos de buses interprovinciales, barrios periféricos). Asimismo, estos se difunden a
través de radioemisoras y repartición de volantes por personajes conocidos como
“enganchadores”.

En el Perú, se puede apreciar diversas ofertas laborales mayormente mediante volantes


donde se necesitan señoritas de buena presencia para trabajos bien remunerados, también
a través de supuestas agencias de modelaje, actuación o anfitrionaje; donde los tratantes
le dan un monto inicial de dinero por lo que esto se convierte en una deuda para la víctima
y una oportunidad para el tratante porque con este motivo le priva de su libertad.
Según la entrevista realizada al Jefe de la Comisión Multisectorial Contra la Trata de
personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes el Sr. Gotardo Miranda Gutiérrez, “Una de las
prácticas más comunes para la captación de las menores de edad es el engaño de parte del
“tratante”, ofreciéndoles zapatillas, celulares o dinero, según el seguimiento previo que
le hizo el tratante al menor de edad”.
Según el entrevistado la práctica más vista es el engaño para la captación de menores de
edad, en nuestra región señaló que esta modalidad se da en los lugares de Huanta y San
Miguel. Siendo el 70% de niñas y adolescentes para la explotación sexual, debido a que
es un negocio rentable para los “tratantes”.
Otra de las tantas formas de captación se manifiesta en la sierra central del Perú,
específicamente en la región Ayacucho donde está presente el “padrinazgo”, donde los
padres o madres de familia son convencidos de mandar a sus hijos a la ciudad en busca
de empleo o educación, bajo la supuesta tutela de un familiar, pero los supuestos
“tutelares” los llevan a otras ciudades con engaños a ser víctimas de diversos tipos de
explotación.
Siendo otra de las modalidades, está la tipificación que se basa en el modus operandi de
entablar una conversación y engatusar a las potenciales víctimas. El tratante merodea
tanto en zonas urbanas como rurales, en terminales terrestres, plazas, iglesias,
alojamientos, centros diurnos de recreación, etc., en la cual usa formulas verbales de
aproximación con sus víctimas.
Uno de los testimonios recabados a nivel local, es de la estudiante Liliana, 17 (seudónimo
para la protección de su identidad) de la Universidad Nacional San Cristóbal de
Huamanga (UNSCH) quien fue víctima de este modus operandi en las inmediaciones de
la residencia universitaria, ubicado en la intersección del Jirón Quinua y Jirón Asamblea,
afirma que: “Un hombre de casi 38 años estaba observándome desde el otro lado de la
calle mientras esperaba mi movilidad, estaba distraída en mi celular y no me percaté de
que aquel hombre se me acercaba poco a poco y de un momento a otro ya estaba a mi
lado, y me dijo que vino de Lima con mercadería y me preguntó si quería trabajar
vendiendo ropa, a lo cual le responde seriamente y le dije que no. Él se puso nervioso y
disimuladamente tomo una moto taxi y se fue.”
Según datos ofrecidos por el entrevistado Gotardo Miranda, otra de las modalidades más
comunes en la región es la oportunidad laboral y supuestos, esto se ofrece a adolescentes
de bajos recursos económicos y ello origina que gran porcentaje de los adolescentes
captados sean llevados a otros países como Bolivia, Colombia, Ecuador, Brasil y
Argentina para trabajos afines a la textilería siendo explotados laboralmente; con bajos
salarios, maltrato físico y psicológico, lo que les limita acceder a una buena calidad de
vida.

FORMAS DE RETENCIÓN
Los menores son captados y custodiados por sus tratantes privándoles de su libertad bajo
distintas modalidades, según el Manual sobre la investigación del delito de trata de
personas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC,
2011), una de las formas de retención es el engaño, ya que “se refiere a la etapa de
reclutamiento donde el tratante establece un mecanismo de acercamiento directo o
indirecto con la víctima para lograr el “enganche” o aceptación de la propuesta.
Esencialmente se traduce en ofertas de trabajo, noviazgo, matrimonio y en general una
mejor condición de vida”. Esta forma de retención es utilizada para mantener el control
total de la víctima por parte del tratante, vulnerando su integridad física y psicológica.

En el ámbito regional, el Sr. Gotardo Miranda Gutiérrez menciona que las formas más
comunes de retención de menores de edad respecto al tema son: Deuda, engaño,
enganche, amenazas, adopción forzosa, matrimonio forzoso o servil, y fuerza. Estas
formas de retención son las prácticas más comunes por los tratantes ya que se basan en
nuestra sociedad ayacuchana.

También se considera como forma de retención de la víctima el matrimonio forzado o


servil, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC,
2011) establece que a las mujeres se les da en matrimonio como forma de pago de una
deuda y son vendidas por un precio establecido por lo cual se convierte en sierva de su
supuesto esposo. Este es uno de los fines de la trata de personas que aún se practica en
diversas partes del mundo, y en el Perú esto se observa en las comunidades de la sierra y
selva.

TIPOS DE EXPLOTACIÓN
Según el reporte del Consejo Nacional de Política Criminal del Perú, durante los años
2009 al 2014 se registra un total de 3129 víctimas de las cuales el 79,6% son mujeres,
frente a un 16,1% de casos de varones; estas víctimas están sometidas a la explotación
laboral específicamente a la sexual. El 41,6% de las presuntas víctimas fue objeto de
explotación sexual, lo cual incluyó brindar servicios sexuales en prostíbulos, servir de
damas de compañía en night clubs.
Los datos del Ministerio Público entre los años 2011 y 2012 registran que, en los casos
que no se encuentran en investigación, la explotación producto de la trata de personas se
da principalmente en el tipo sexual. Le sigue en importancia la explotación laboral y en
tercer lugar la explotación para el trabajo doméstico.
A nivel regional, en el periodo 2009 al 2014 solo se han denunciado 25 casos de trata de
personas, esto se debe a que muchas de las víctimas se niegan a denunciar por temor o
represalias del tratante, también por el deficiente sistema de justicia que existe; pues la
edad de las víctimas tiende a concentrarse mayormente en el rango de 13 a 17 años (50,1%
de las denuncias recabas).
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2011) menciona
que, incluso muchas víctimas mujeres, luego de haber pasado por un periodo de
explotación, se incorporan al grupo de agresores al actuar como captadoras de nuevas
víctimas o incluso regentar negocios vinculados a la explotación sexual y laboral, esto se
refleja en los distritos de Huanta, San Miguel, y en el sur de la región.
ESCASA SENSIBILIZACION DEL PROBLEMA
A nivel nacional, el desconocimiento de los derechos humanos y la poca cultura de
denuncia a generado la persistencia y el desconocimiento de los riesgos de la trata de
personas. Según estadísticas de la Policía Nacional de Perú, las denuncias por trata de
personas son pocas y que detrás de una persona que denuncia existen otras 20 que por
temor, represalias, vergüenza y amenazas no denuncian. Además, una de las razones por
la que no se denuncia es la desconfianza del sistema judicial, pues el proceso en lugar de
dar protección a la víctima favorece al tratante.

Esto podría demostrar la falta de conocimiento de los elementos del tipo penal por parte
de los operadores jurisdiccionales, que conllevaría a tipificaciones erróneas de hechos
vinculados a la trata de personas donde se ha consumado la explotación sexual; así como
las dificultades que representa para estos operadores el desarrollo de la investigación con
el objetivo de recabar los medios probatorios necesarios y suficientes que respalden una
condena por el delito de trata de personas. Todo ello por la falta de capacitaciones
adecuadas que orienten a una investigación y sanción eficiente según los estándares y
recomendaciones internacionales.

DISCRIMINACION SOCIAL, UN LIMITE PARA NO DENUNCIAR


Los cuatro niveles del modelo sistémico (Individual, familiar, comunitario y social)
representan factores que coadyuvan a la prevalencia de la trata de personas, pues hacen
persistir estereotipos, normas y patrones socioculturales negativos arraigados, lo cual
conlleva a situaciones de discriminación y desigualdad, pues este problema de trata de
personas no podrá ser enfrentado adecuadamente mientras persista la insuficiencia de
diversos enfoques (derechos humanos, género, interculturalidad y niñez).

Según Gotardo Miranda, no se hacen las denuncias por temor a ser discriminados, en la
región de Ayacucho se ha registrado 48 a 50 casos de denuncias eso principalmente en
las provincias de Huamanga, San Miguel y Huanta, además, de la zona sur de Ayacucho.
Estas cifras no son certeras toda vez que muchos padres no denuncian por el temor de
atentados o conozcan a las víctimas y estas sean objeto de burla en la sociedad.

DEBIL INVOLUCRAMIENTO DE LOS TRES NIVELES DE GOBIERNO


A nivel nacional, según el entrevistado el señor Gotardo Miranda, existe presupuesto y
ello va destinado al apoyo de afichería, materiales, capacitaciones a policías, funcionarios
y estudiantes. En ese tema el Ministerio del Interior si apoya y ahora en Ayacucho dicho
ministerio ha dispuesto que se habilite una oficina descentralizada para la Comisión
Multisectorial Contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes, para que las
24 horas atienda casos de esta magnitud y se pueda recibir las denuncias y dar protección
a las víctimas.

Existe poco involucramiento y debilidad de la actuación de los gobiernos locales y


regionales para enfrentar la inseguridad ciudadana y la trata de personas. Todo esto
contribuye a la existencia de un ambiente poco favorable para combatir este problema.
En el plan nacional contra la trata de personas 2017 – 2021, indica: “La insuficiencia de
estrategias integrales y articuladas, así como la debilidad en el funcionamiento del aparato
estatal manifestada en su inadecuada organización y gestión para enfrentar el problema
de trata de personas en sus tres niveles de gobierno, se evidencia en el insuficiente
establecimiento e implementación de políticas públicas adecuadas para garantizar la
fiscalización, persecución, sanción, así como la protección, reparación y reintegración de
las víctimas de trata de personas”.

Es necesario que las instituciones y autoridades del estado organicen, ejecuten y


supervisen los planes, proyectos y reglamentos que están establecidos contra la trata de
personas, para la erradicación de este problema en nuestra región, ya que existe cierta
debilidad en la aplicación de estas, siendo perjudicada la sociedad en general y para
garantizar un entorno seguro a las posibles víctimas en situación de trata de personas y
con respeto a su dignidad humana y restitución de sus derechos.

Un estudio realizado por el Instituto Estatal de la Mujer, señala: “Garantizar el respeto a


los derechos humanos de toda víctima de trata de personas es fundamental, en ello se
tiene que centrar la atención jurídica que se brinde a la víctima, al mismo tiempo
realizando la investigación, detención y enjuiciamiento de los probables responsables.”

CONCLUSIONES
En un estudio realizado por el Instituto Estatal de la Mujer, indica que: “El conocimiento
del impacto psicológico de la trata de personas tiene como objetivo identificar la
sintomatología que presenta una víctima de trata y las circunstancias anímicas más
comunes de las mujeres, niñas y niños en situación de violencia, para una intervención
acorde, sensible y con una perspectiva de género que permita comprender y atender a la
víctima de manera integral”.

Cuando eres una víctima de trata de personas es necesario acudir a un especialista porque
los daños psicológicos pueden traer repercusiones en un futuro y puede volver vulnerable
a la víctima. Por ende, las instituciones responsables deben brindar un apoyo psicológico
y emocional para la reinserción efectiva de las víctimas a la sociedad.

En la entrevista a la psicóloga Sara Robinet Huamán, afirma que las víctimas: “Reciben
un tratamiento adecuado, en el tiempo oportuno, porque si no le va a generar ciertos
problemas, por ejemplo, si no recibe un buen tratamiento, al escuchar una noticia
relacionada a lo que le paso, va reaccionar de manera defensiva y le va a afectar. Por ello,
si o si tiene que recibir terapia”.

Por ello, como equipo de investigación tomando en cuenta las causas y consecuencias del
problema, la información recabada del Plan Nacional Contra la Trata de Personas 2017 –
2021, como las entrevistas que se exponen en el desarrollo del artículo y las múltiples
bibliografías utilizadas, concluimos en la siguiente propuesta para revertir y combatir este
problema latente.
a) Tomando en cuenta lo señalado por la Comisión Multisectorial, ellos tienen un
plan de acciones que desean instalar bajo 4 parámetros (Prevención, Persecución,
protección a la víctima y la gobernabilidad).
- Prevención: acciones para evitar que el delito ocurra. Se debe trabajar en la
reducción de los factores de riesgo a nivel nacional, regional y local.
- Persecución y sanción: acciones emprendidas por la Policía Nacional del Perú,
el Ministerio Público y el Poder Judicial dirigidas a brindar las garantías
necesarias a las víctimas desde la denuncia del delito hasta el final del proceso
judicial.
- Protección y asistencia: Proceso realizado por instituciones competentes y
especializadas a fin de garantizar el bienestar físico y psicológico de la víctima.
- Gobernabilidad: Se basa en el trabajo en conjunto con las diversas instituciones
que apoyen a la organización para la elaboración de informes de cuantos casos se
realizaron y con el apoyo de que instituciones.

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