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Los medios académicos tienen motivos para la función de la filosofía en nuestro tiem-
celebrar los doscientos años de la publica- po: Vo l ver a plantear las eternas y siempre
ción de La Fenomenología del espíritu del nuevas preguntas del saber. Su libro La Fe -
filósofo Jorge Guillermo Federico Hegel. nomenología...,cuyos doscientos años de su
Un aniversario semejante será visto con in- publicación celebra el mundo académico,
terés sumo por los especialistas, políticos, es un tratado de los temas existenciales, pro-
estudiantes y quizá con escepticismo por los funda y laboriosamente abordados, del
llamados “hombres prácticos” pero lo cier- h o m b rede la modernidad, enfrentado con
to es que dicha obra filosófica cambió mu- definir sus parámetros y su ser esencial.
chas formas del pensamiento social otor- Por su pertenencia al Racionalismo
gándonos una nueva imagen del hombre y Hegel está inscrito en las corrientes moder-
su mundo. Hegel ve al hombre haciéndo- nas de la ideología, es precursor de bande-
se a sí mismo mediante el trabajo, lo obser- ras utópicas y finalmente el último baluar-
va actuar y constata que su mundo no es te de esa ratio que entra en crisis en el siglo
caótico sino que está sujeto a constantes, XX con los sabios Freud, Nietzsche y Marx,
que su conocimiento le pueden otorgar la que sopesan los tradicionales conceptos del
G.W.F. Hegel
Libertad. h o m b re en el mundo.
Así observaba el mundo este sabio ale- El mundo moderno es hegeliano por-
mán. Su filosofía está expresada en el os- que entiende las luchas de los hombres su-
curo lenguaje de La Fenomenología..., sin El filósofo vibraba al abordar estos te- jetos a constantes, a razones y sinrazo n e s
embargo al explorar una nueva imagen del mas del hombre y su sitio en el mundo, políticas que los filósofos comprenden en
hombre y una filosofía de nuevo tipo, el ante Dios, frente a sus propias creaciones textos clásicos, críticos por excelencia, como
filósofo se topa con los procesos derivados humanas como el arte, la religión y la filo- el mencionado de La Fenomenología del es -
del mundo moderno: “trabajo”, “esclavi- sofía. Entendía que la cultura tenía un sen- p í r i t u. Hegel como pensador de la era me-
t u d”, lucha de los hombres por el re c o n o- tido inmanente: Hacer al hombre cons- dia de la modernidad —precursora de las
cimiento y por tener un lugar en el mundo. ciente de su Libertad, de su ser existente y ideologías— nos interesa como testigo de
Fue uno de los pensadores más adelanta- pensante. La filosofía entraba así en la com- su tiempo. Es decir, el productor de conoci-
dos de la modernidad, al tocar esos asun- prensión del hombre como ente expuesto miento bajo especie abstracta, oscuramente
tos, como la dominación social, y otro s en el mundo otorgándole armas para en- codificado. Tiene en este sentido un interés
donde se fraguan las lides políticas de la tender su trascendencia, su “ser de límites” no sólo para especialistas sino para el hom-
Nu e va Er a . y poniendo la Razón a su servicio en el bre atento a desmitificar la historia de la
La Fenomenología..., es y seguirá siendo eterno preguntar por su idiosincrasia. cultura, vale decir, los mitos y los enigmas
uno de los libros claves de la filosofía por su Leído por los especialistas, recordado del conocimiento filosófico.
amplitud de miras: Fundar un método de por las academias, presente en el debate de La extensión de su mirada —tan amplia
conocimiento y alzar la vista a la escruta- las ideas, Hegel es todavía un índice de la como la cultura entera de su tiempo— sigue
ción del hombre viéndolo como fruto de su labor más racional del hombre: la filoso- admirándonos. Como teórico del Estado y
hacer en un mundo ordenado, que no fía y su manera de enfocar lo existente, el de la sociedad nos presenta su teoría de los
podía serle ajeno a la luz del saber. Esta mundo, la vida, el destino humano-social círculos, a saber: en medio está el ser indivi-
obra filosófica leída en clave antropológica del hombre. Pues este sabio que acostum- dual, luego la familia, la sociedad y el Esta-
nos da amplias esperanzas y expectativas braba decir: “No necesito a nadie y puedo do, y debe aquel someterse a la hegemonía
para poner en el hombre de la Edad Mo- vivir en todas part e s” que pertenece a la eta- de éste. Por eso Hegel y sus posturas políti-
derna... Pero. . . pa de los filósofos especulativos, refrenda cas son ambivalentes: oscila entre la defensa