2006

LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

A TRAVÉS DE LA PRENSA

ASOCIACION DE MUJERES POR LA DIGINIDAD Y LA VIDA

Octubre, 2007
Índice
Introducción 3

I. Tipos de violencia que más enfrentan las mujeres

según los medios de comunicación 6

II. Características de los agresores 10

III. Características de las víctimas 18

IV. El sistema de justicia: sigue la impunidad 20

V. El tratamiento informativo los feminicidios 22

VI. Conclusiones y recomendaciones 35

Asociación de Mujeres por la Dignidad y la Vida,
Las Dignas
Av. Bernal, Colonia Satélite, No. 16-S, San Salvador,
El Salvador, C.A., Tel. : 2284-9550 y Fax: 2284-9551

Elaboración:
Odaly Rivas
Ruth Polanco
Doris Vázquez
Dinora Aguiñada Deras

Asesoria:
OS

Sanne te Pas

Monitoreo de prensa:
IT

Unidad de comunicaciones
ÉD

Fotografía Portada:
Lavinia Artiga
CR

Página web:
www.lasdignas.org

Diseño e impresión
CICOP/ cicop@navegante.com.sv

Primera Edición consta de 1,OOO ejemplares.

San Salvador, El Salvador, C.A.
Noviembre de 2007.
Introducción
Luchar y abonar en el análisis por el derecho
de las mujeres a vivir libres de violencia en
todos los ámbitos de la sociedad, es una
de las líneas prioritarias de trabajo para
nosotras Las Dignas, por considerar a la
violencia dirigida específicamente contra
las mujeres como la más determinante de
la opresión y subordinación de las mujeres
en el mundo, sobre todo por la cantidad
de casos que quedan en la impunidad.
En nuestro país, El Salvador, son múltiples
las formas de violencia a las que se ven
enfrentadas día a día las mujeres, indepen-
dientemente de su edad, nivel académico
y/o profesional, estado civil, familiar, situación
socioeconómica, constitución física o belleza.
Los ámbitos en que se ejerce la violencia
van desde lo imaginable hasta lo escabroso,
así como la diversidad tipológica de los
sujetos que las agraden.
Tomando en cuenta la gran cantidad de
casos que siguen en la impunidad y que
son escasas las instancias que retoman esta
problemática, Las Dignas hemos tomado
como primera acción, continuar el moni-
toreo de los hechos de violencia a través
de las publicaciones de la prensa escrita
nacional, acción que desarrollamos desde
hace cuatro años, para contabilizar los casos
de violencia contra mujeres y llenar el vacío
en que las instituciones responsables del
3
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
respeto a los derechos humanos de mujeres,
niñas y jóvenes, presentan en la actualidad.
Nos interesa sistematizar dicha información,
para analizar las variables que se producen
tanto numérica como cualitativamente, y
que estos nos ayuden a identificar hacia
qué grupos de mujeres, niñas y adoles-
centes se dirigen principalmente las diversas
formas de violencia, así como si se producen
transformaciones categóricas desde el
Estado, en políticas de atención, sanción o
prevención de la violencia contra las
mujeres.
Como organización, estamos convencidas
que es necesario conocer en detalle esta
realidad social, para orientar y focalizar
nuestra atención a dicha problemática que
como lo demuestran las tasas altas de casos
sin resolver, es ignorada, invisibilizada y
muchas veces menospreciada y ridiculizada
por tratarse de “un asunto de mujeres”, por
las diferentes instancias tanto policiales,
judiciales, fiscales del país que intervienen
en la persecución del delito. La violencia
contra las mujeres, niñas y adolescentes es
un problema social en escalada, y cada día
que pasa se hace más necesario que la
sociedad civil exija al Estado que utilice
todas sus competencias y estado de derecho
para salvaguardar sus vidas e integridad
moral, social y económica.
Otro de los puntos que nos interesa
escudriñar de estos casos de violencia
reportados por la prensa local, es evidenciar
la manera en que las visiones y argumentos
sexistas coadyuvan a la violencia física y
criminal contra las mujeres. No es casualidad
que las violaciones y femicidios vayan en
aumento, si la sociedad permite y reproduce
el pensamiento machista en todos los
medios y formas de comunicación posible,
incluso en la manera en que se reportan
los casos de violencia contra las mujeres,
niñas y adolescentes. Es importante que la
prensa tome conciencia de su papel edu-
cativo y formador de opinión pública, por
lo que nos interesa premiar o descalificar
las actitudes de los medios de comunicación
de los hechos de violencia contra mujeres,
niñas y adolescentes, publicados en los tres
principales periódicos de cobertura nacional:
La prensa Gráfica, El Diario de Hoy y Diario
Colatino. La selección de estos periódicos
está basada en criterios de circulación y
horario de emisión.
La información ha sido recogida con la
plantilla utilizada en los años anteriores y
que contiene los siguientes campos:
Nº
Nombre

al informar sobre estos casos y la prepon-

derancia y niveles de investigación que
Tipo de delito
proporcionan al tema de la violencia contra
las mujeres, niñas y adolescentes.
Edad/Profesión
Víctima
Nuestra demanda y campaña de comu-
nicación social: Ni una muerta más, debe
Relación/Víctima
acompañarse de datos que muestren la Agresor
grave realidad en que viven y conviven las
mujeres, niñas y adolescentes salvadoreñas. Sexo, edad,
Es necesario que como organización de profesión del
agresor
mujeres dejemos claras nuestras denuncias
y opiniones sobre este asunto y el diseño
Denuncia
de políticas públicas y ciudadanas para la
erradicación de la violencia contra las
Situación
mujeres. proceso

En este informe, de igual manera que los Otros

años anteriores, se recoge la información

4
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
Y la información está contenida en dos
partes. La primera en donde se presenta la
información relacionada con los tipos de
violencia que más sufren las mujeres, niñas
y adolescentes; así como las características
de agresores y víctimas. Por otra parte,
encontramos los procesos judiciales
relacionados con esta problemática y su
seguimiento, conclusión o no, por parte de
los medios de comunicación. Es importante
aclarar que esta información es sólo una
muestra y no refleja la dimensión total de
la problemática, porque existirán muchos
casos que no llegan a los tabloides ni
titulares, sin embargo nos muestra la
tendencia numérica y cualitativa del fenó-
meno, así como el comportamiento de los
medios e instancias judiciales hacia el
mismo, medido por la notoriedad o
importancia que den al hecho, así como el
trato periodístico que den a la noticia.
conductas violentas contra las mujeres,
niñas y adolescentes. De esta manera, se
finaliza el informe con una serie de reco-
mendaciones que permitan a los y las
comunicadores sociales y los propietarios
de los medios de comunicación, continuar
las prácticas positivas que se han encon-
trado en el manejo de esta información y
sobre todo, que los ayude a elevar su
interés en el tema y que sea la prensa un
ente fundamental para la penalización de
estas conductas y un freno para dicha
violencia.

La segunda parte recoge un estudio sobre

esto último precisamente: el tratamiento
informativo de los feminicidios. Y es
precisamente por los casos de feminicidios,
debido a la creciente cuenta de mujeres
muertas, en virtud de su género; es decir,
son muertes que no hubieran ocurrido o
violencias que no hubieran sido aplicadas,
si el género de las víctimas hubiese sido
masculino. Asimismo, porque llama la
atención la brutalidad con que son
N
Nuestra demanda y campaña de
comunicación social: NI UNA MUERTA
MÁS, debe acompañarse de datos
cometidos y nos interesa llamar a la re-
que muestren la grave realidad
flexión a la comunidad en general, pero en en que viven y conviven las
especial al gremio periodístico, para que mujeres, niñas y adolescentes
con su trabajo contribuya al rechazo de salvadoreñas.

5
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
I
Los tipos de violencia que más
enfrentan las mujeres según los
medios de comunicación

El balance noticioso del año 2006, de los tres periódicos antes

mencionados, señala un total de 725 actos de agresión contra
mujeres. Esto puede significar dos cosas o ambas a la vez: hay
un 56.9% más de noticias relacionadas a este aspecto que en el
año 2005. Lo que nos indica dos cosas: un aumento significativo
en los casos de violencia contra mujeres, niñas y adolescentes
y/o una conciencia mayor por parte de los medios de
comunicación y las autoridades, sobre estos hechos. Este dato
nos señala además, que la tendencia de los últimos cuatro años,
en relación a los delitos cometidos contra mujeres, se mantiene;
y más aún, dentro esta tendencia, siguen prevaleciendo los
delitos de homicidio y violación, que para el presente año
alcanzan un 65.8 % del total de casos, (Tabla No. 1).

6
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
Es preciso aclarar que el total de las 725
agresiones se encontraron en 673 notas de
prensa, lo cual significa que en el 7.73% de
los casos hubo más de una agresión
tipificada. Por cuestiones de análisis, estos
casos se repartirán dentro de la tipificación
para el análisis de las 673 notas de prensa,
que en los cuadros aparecerán como
No. de Casos.
43.59%, seguidos de las violaciones sexuales
con un 22% y lesiones con un 12%.
Los homicidios se convierten en la violencia
más extrema y sistemática a la que se
enfrentan las mujeres, niñas y jóvenes;
independientemente de su edad, ámbito
donde se comete el delito y el vínculo con
su agresor, éste delito a su vez duplica al

Tabla Nº 1 resto de las agresiones reportadas. Cabe

señalar que en relación a los datos apare-
Tipos de violencia cidos en la prensa escrita el año 2006, se
Formas de violencia Nº de casos % ha dado un incremento del 66.31% de
Homicidio 316 43.59 mujeres asesinadas, que se traducen en
Violación 161 22.20 126 muertas más que en 2005.
Agresión Sexual* 55 7.59
Pornografía/ 39 5.38
Según datos registrados por Medicina
Prostitución
Legal, en el 2006 se reportan 437 asesi-
Lesiones 88 12.14
natos 1 de mujeres; los que se denominan
Privación de Libertad 35 4.83
como feminicidio 2 que se convierte en una
Otros** 31 4.27
práctica preocupante en el país. El informe
Total **725 100
de Medicina Legal sostiene que muchas de
estas muertes pudieron evitarse, prote-
*Agresión sexual: Estupro, acoso sexual, agresiones,
giendo a estas mujeres de manera judicial,
inducción a actos sexuales.
** Otros: mal procedimiento judicial, robo, amenazas cumpliendo los compromisos nacionales y
de muerte, mala praxis médica, abandono, extorsión. convenciones internacionales, que prote-
El total se incrementa porque existen casos en los que
gen los derechos de las mujeres, niñas y
hay dos o más delitos. Ejemplo: Privación de libertad y
adolescentes, a través de la práctica de
violación sexual reflejada en una nota de prensa.
políticas dirigidas a que en la sociedad no
Los delitos con mayor índice de mujeres se tolere, promueva o naturalice la violencia
victimas fueron los homicidios en un contra ellas. Es importante destacar que si

1 Ponencia: Limitaciones y Retos de la Medicina Forense, Dr. Ernesto Méndez, director de Medicina legal La Libertad.

2 Concepto de violencia feminicida: crimen de odio contra las mujeres, como el conjunto de formas de violencia
que en ocasiones, concluyen en asesinatos e incluso en suicidios de mujeres. Fuente: Diana Rusell y Hill Radford:
Feminicido: una perspectiva global.

7
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
relacionamos el número de homicidios que
han sido noticia y las ocurridas según el
Instituto de Medicina Legal podemos afirmar
que el 72.3% de los homicidios contra mujeres
se han convertido en noticia periodística.
Esto refleja que las tendencias encontradas
en las fuentes periodísticas confirman los
datos ofrecidos por las instituciones
públicas, en este caso Medicina Legal,
ubicando las muertes de las mujeres como
el principal tipo de violencia contra ellas y
uno de los más graves problemas en el
país, sobre todo porque no se cuenta con
investigaciones exhaustivas de estos
hechos, ni mucho menos castigo a los
responsables de tales actos.
L La mujer preguntaba entre
sollozos porque su hija fué
asesinada, si entre los muchos
años que tienen de vivir en
el barrio Las Cruces de
Suchitoto, en Cuscatlán,
nunca había tenido problemas
con nadie.
8
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
Por otra parte, los delitos contra la libertad
sexual, más específicamente las viola-
ciones, agresiones sexuales y estupro, son
los que más se destacaron en los titulares
de prensa que dieron cobertura a la
problemática de violencia contra las
mujeres. Este hecho es preocupante,
porque lejos de hacer hincapié sobre la
sinrazón de la violencia contra las mujeres,
permite que este tema se contamine con
los objetivos sensacionalistas, propios de
los intereses económicos de los medios
de comunicación y lejos de la reflexión
seria de las causas y repercusiones de este
tipo de hechos, sobre la vida y autoestima
de las mujeres que la sufren en carne
propia y aquellas que se crean una imagen
de sí mismas, por su condición de género,
en una sociedad como la nuestra.
Esto es muy grave, pues lejos de ahondar
en la condena de tales hechos y su
erradicación como mal social, las notas de
prensa sólo logran dañar la dignidad de las
mujeres que han sido víctimas, y las de sus
familias, acrecentando los efectos de la
violencia social y moral, como el rechazo,
la incredulidad o la burla, para el resto de
sus vidas.
Además, de una manera indirecta, los
medios promueven el poder y control
masculino sobre las mujeres, al exponer a
las mujeres que han sufrido este tipo de
violencia, al escarnio social; logrando con
ello el efecto contrario a lo que se debe
lograr con una nota periodística de este
tipo: la tolerancia social hacia estos
hechos, ya que miran estas noticias como
aditivos amarillistas dentro del menú
diario o semanal de notas, sin que se
llegue nunca por parte de las autoridades
judiciales a la comprobación del delito y
mucho menos al otorgamiento de castigo
a los culpables.
En el Centro de Atención de Las Dignas
durante este mismo año 2006, 40 mujeres
buscaron atención por violación y acoso
sexual. Algunas de estas agresiones fueron
denunciadas en las instancias judiciales
correspondientes, sin que tengamos a la
fecha conocimiento o respuesta de tales
denuncias. Por lo que 100% de los casos se
encentran en la impunidad; en el sentido
L E N CIA
A V I O
N O A L
I G A MOS
D
9
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
de que ninguno de los agresores fue llevado
ante un juez para su juzgamiento.
En los casos de las mujeres que mayorita-
riamente buscaron atención, fue motivada
por violencia de parte de su pareja de vida,
más específicamente por violencia patri-
monial. Nuestra experiencia nos indica, que
estos casos, lejos de resolverse con la decisión
de las mujeres de denunciar, acrecientan y
profundizan el ciclo de violencia, y de esta
manera lo único que se termina cumpliendo
es el castigo anunciado por el hombre:
negar su responsabilidad económica para
con los hijos/as, dejándolas solas con esta
responsabilidad y todas las demás que
implica la construcción y mantenimiento
de una familia.
II Características de los
agresores

Tabla Nº 2

El sexo de los agresores Esto significa que el 80% de las notas

%
mencionan el sexo de los agresores,
Sexo Nº de casos
haciendo un total de 849 datos para nuestro
Hombre 805 94.18
análisis, entre los cuales cabe señalar que
Mujer 44 5.18
algunos delitos fueron cometidos por más
Total 849 100
de un agresor. Por ejemplo la nota aparecida
De un total de 673 casos de violencia, en los tres medios escritos, durante el mes
señalados por la prensa escrita en 2006, de mayo, donde se reporta delito de
136 noticias no mencionan el sexo del/los violación agravada, robo y privación de
agresores, lo cual equivale al 20% de la libertad en el que están implicados 5
información no puntualizada. hombres.

10
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
Por otra parte, el 94% de los agresores son siempre en cuenta que en algunos casos
del sexo masculino. Hecho que una vez ha sido más de uno el agresor. De ese 46%,
más deja en evidencia como la violencia el 58% son conocidos de la víctima y un
contra las mujeres es ejercida funda- 42% son desconocidos, según las mismas
mentalmente por hombres. Estos hombres fuentes periodísticas y/o policiales y/o
no son pacientes con deficiencias mentales judiciales.
en algún reclusorio psiquiátrico, sino
Tabla Nº 4
hombres comunes y corrientes, con los que
cualquier mujer podría toparse un día; lo Vínculo agresor y víctima
cual nos hace concluir una vez más, que el Víctima/Agresor Nº de casos %

feminicidio es una forma de violencia y Padre/Padrastro 33 10

control social de los hombres contra las Pareja/Ex-pareja 37 11.2
mujeres, con el fin de mantener sus privi- Otros familiares 34 10.3
legios y su supuesta superioridad a nivel Persona cercana 88 26.7
privado y social. Desconocidos 138 41.8
Total 330 100
Tabla Nº 3

Relación de los agresores En relación al vinculo del agresor/es con

con las víctimas su victima, si sumamos los datos de los
Entorno Nº de casos % agresores con vínculos familiares y los
Desconocidos 138 41.82 conocidos, tenemos que el 58.2% de los
Conocidos 192 58.18 agresores conocen a las víctimas, lo que
Total 330 100 confirma que en este tipo de hechos son
planificados y que utilizan la relación de
De un total de 673 notas periodísticas, 363 confianza, cariño y/o poder que existe con
no contienen información a cerca del vínculo la víctima, para ejercer la violencia. En este
del agresor con su víctima, lo cual equivale orden, es importantísimo analizar el impacto
a un 54% de información no detallada y un que genera en las mujeres, niñas y adoles-
46% que si lo informa. Esto podría explicarse centes ser objetos de agresión por parte
por la falta de investigación exhaustiva de hombres con quienes se tienen vínculos
alrededor de estos hechos, pero también afectivos y en el 31.55% de estos casos,
como una práctica encubridora, que vulnera vínculos de consaguinidad o parentesco
más a las mujeres. político.

Por lo tanto contamos con información Debemos suponer primeramente, que este
sobre el vínculo de la víctima con el agresor tipo de abusos tiene un desarrollo largo y
de un 46% del total de las notas, tomando sistémico en la complejidad de las relaciones

11
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
familiares, lo cual supone que la mujer ha con sus agresores. Lo ratifica la tendencia
pasado por preámbulos de violencias que muestran los medios de comunicación
menores o que por lo menos no han saltado escrita.
a la luz con anterioridad.

Para estas mujeres, niñas y jóvenes, no es

fácil escapar de su situación familiar, ni del
abuso que en ella sufren, debido al poder
que otorgan y le ejercen estos familiares
en virtud de sentimientos y lazos afectivos,
y además por una materialidad de vida, que
se concreta en formas de subsistencia o
existencia, así como la construcción social
de su personalidad y entorno particular. No
es fácil admitir frente a sí misma y mucho
menos frente a otros, que se corre un riesgo
mortal en su propia casa o círculo familiar.

Resulta atemorizante y perverso constatar

que la mayoría de los casos de agresión
sexual, provienen de familiares de las
víctimas reportadas en 2006 por la prensa
escrita. Estos familiares son hombres, cuyo
parentesco o relación familiar con la víctima,
incluyen: padres, padrastros, tíos, cuñados,
yernos, hermanos, abuelos, primos, entre
los más cercanos. Además, este perfil de
victimario conocido incluye: jefes o patro-
nos, amigos, vecinos, docentes, con los
cuales las víctimas tienen algún vínculo
cercano por razones laborales, de formación
o sociales.

Según datos del Centro de Atención de Las

Dignas, de las 612 mujeres que se aten-
A A su víctima también le dijo
que no lo denunciara, porque
de lo contrario ella y sus
dieron en el 2006, 467 mujeres, que hijos iban a sufrir las
equivale a un 76%, tienen un vínculo cercano consecuencias.

12
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
 Tabla Nº 5

Ocupación/profesión de los agresores

Ocupación del agresor Nº de casos %
Pandillero 116 54.20
Delincuente 18 4.21
Empleado 24 11.22
Líder religioso (Pastor y sacerdote) 4 1.87
Director de Centros Penales 1 0.47
Juez 7 3.27
Policía 10 4.67
Docentes 13 6.07
Motorista 4 1.87
Empresario 6 2.81
Vigilante 3 1.40
Comerciante 3 1.40
Alcalde 3 1.40
Trabajos agrícolas 4 1.87
Obreros (Albañil y soldador) 3 1.40
Profesionales (Psicólogo- Médico y ejecutivo bancario) 3 1.40
Traficante de personas 1 0.47
Total 223 100

De las 673 notas, sólo 218 que equivalen
al 32%, brindan información sobre la
ocupación de los agresores. Sin embargo
en el cuadro, tenemos 223 agresores cuya
ocupación fue identificada, esta diferencia
se debe siempre, a que en algunas notas
aparece más de un agresor vinculado al
mismo hecho.
Por otra parte, 455 notas de prensa que
equivales al 68% de los casos totales, no
brindan información sobre la ocupación de
los agresores. Suponemos que esto sucede
por la misma falta de precisión de las
pesquisas realizadas por las instituciones
correspondientes, así como de la falta de
testigos que aporten luz a estos procesos.
Según las notas de prensa, el porcentaje
más significativo en la ocupación o profesión
de los agresores es la de pandillero, con
un 54.2 %. Seguido de esta cifra, podemos
agrupar atodos los agresores cuyas ocupa-
ciones profesionales no los colocan como
delincuentes o pandillero, y el número
queresulta es interesante, un 41.59% de los
agresores son hombres que en su mayoría
cuentan con un trabajo fijo asalariado, con
cierto nivel de educación formal y algunos
con poder de decisión y liderazgo.
Esto confirma la tesis que apoya que la violencia
contra las mujeres, niñas y adolescentes, no
está exclusivamente ligada a aspectos
socioeconómicos y culturales o patrones de

13
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
pobreza, sino que es un fenómeno que De los 223 agresores, 34 son funcionarios
atraviesa transversalmente todas las clases públicos.Entre estos funcionarios encon-
sociales. tramos a Jueces, Policías, Docentes, Alcaldes
y un Director de Centros Penales.
Estos datos permiten afirmar que el apren-
A partir de estos datos podemos inferir el
dizaje que los hombres han recibido de
riesgo que también corren las mujeres en la
manera tradicional, por las diferentes
vida pública, frente a funcionarios que trabajan
instituciones formales y no formales de la
en instituciones que dicen velar por el respeto
sociedad, han permitido que éstos piensen
de la ciudadanía. A todos estos funcionarios
que abusar de una mujer es fácil y una
les corresponde desarrollar acciones de
práctica común. No existen mayores
protección dentro y fuera de sus instituciones,
diferencias entre hombres pobres, sin
lo que les implica ser respetuosos de las leyes
educación, con aquellos que tienen
nacionales e internacionales, incluyendo en
educación y recursos económicos, cuando
estas las que defienden los derechos de
de realizar actos de violencia en contra de
mujeres, niñas y jóvenes. Por lo tanto, las
mujeres se trata. La educación generalizada
implicaciones que provoca la trasgresión de
que reciben los hombres en nuestra
esta normativa es impresionante pues no
sociedad, incentiva, tolera y permite el uso
sólo estimula mayores niveles de impunidad,
de la violencia para someter a las mujeres,
sino que involucra al Estado en el infligimiento
hasta llegar a situaciones extremas como
de dolor y muerte a las mujeres.
el asesinato o feminicidio.

Cuando estos funcionarios incumplen su

Tabla Nº 6
rol se convierten en agresores misóginos3
Funcionarios agresores quienes abusan de su jerarquía o investidura
Agresor Nº de casos % para agredir. Muchos de estos funcionarios
Policías 10 29.41 continúan en los mismos cargos por largos
Director de Centros periodos, después de haber cometido el
Penales 1 2.94
crimen y abuso; y otros sólo son removidos
Jueces 7 20.59
de lugar y adonde van vuelven a cometer
Alcaldes 3 8.82
el mismo delito, como una flagrante prueba
Docentes 13 38.24 de la impunidad social que impera, en las
Total 34 100 grandes esferas del poder.

3 Según Mujeres en Red, Victoria A. Ferrer Pérez y Esperanza Bosch Fiol Misoginia: odio, rechazo, aversión y
desprecio de los hombres hacia las mujeres, y en general hacia todo lo relacionado con lo femenino.

14
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
El daño que genera la conducta de estos
agresores que se aprovechan de su cargo
público al delinquir contra las mujeres, es
grande; debido a la importancia de su cargo
y la magnitud de la impunidad que los
ampara, sirven de ejemplo para que otros
funcionarios y no funcionarios imiten su
conducta sin esperar castigo alguno. Las
Dignas creemos firmemente que éste es
uno de los principales puntos de reivin-
dicación feminista en el país: promover que
los funcionarios públicos sean removidos
inmediatamente de sus cargos, al conocerse
de cualquier hecho de agresión contra
mujeres, que esté denunciado y siendo
investigado por las autoridades corres-
pondientes. Es necesario promover la figura
del finiquito moral, para sancionar y
rechazar toda conducta violenta y abusiva
hacia las mujeres, proveniente de funcio-
narios públicos, especialmente del ramo de
la educación pública.

Tabla Nº 7

Lugares en donde se realizan

agresiones a las víctimas
Ámbito Nº de casos %
U Un oficial de la PNC, mani-
festó que no se podía
confirmar o descartar si los
Casa 222 40.81
restos encontrados eran de
Calle 237 43.57 la misma víctima.
Trabajo 54 9.93

Centro de estudio 16 2.94

Otros (La iglesia, centro
hospitalario, juzgado,
delegación de Policía)
Total
En 129 notas, que equivalen al 19% del
total, no aparece información sobre el lugar
15 2.75
donde se cometieron las agresiones. 544
notas sí informan del lugar donde fue
544 100
realizado el crimen o abuso.

15
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
Ámbitos donde se cometieron mortal, hacia estas figuras, haciéndose
los delitos imposible el cuestionamiento tanto privado
como público de sus acciones. A la niña se
El espacio público es donde se cometieron
le recuerda constantemente de su falta de
según la prensa local en 2006, la mayoría
valor en la sociedad, así como del asegu-
de los actos de violencia contra las mujeres;
ramiento de su futuro al repetir conductas
señalado así en un 59.19% de las notas de
sumisas, pro-misóginas y débiles, frente a
prensa, significa que en la calle, trabajo,
los hombres de su misma casa y de su
iglesia, instituciones de estudio y otras de
círculo social.
carácter privado o público, es donde se
realizan la mayor parte de actos violentos
Es un reto para Las Dignas y las otras
en contra de mujeres, niñas y adolescentes.
organizaciones feministas y no feministas,
Sin embargo, es en la casa, el lugar de
que velan por los derechos humanos y el
convivencia y residencia más íntimo de un
estado de derecho en El Salvador, garantizar
ser humano, donde en 2006 se cometieron
el castigo para los agresores de mujeres,
el 40.81% de agresiones en contra de las
niñas y adolescentes, dado las delicadas
mujeres en El Salvador.
circunstancias que rodean al fenómeno,
tanto dentro del ámbito privado como
La casa, el espacio privado, es donde
público y donde las mismas mujeres temen
también las mujeres son agredidas y
denunciar estos hechos y violar con ello las
conviven fraternal o amorosamente con
leyes con que fueron criadas. Educación,
sus agresores; en este lugar las relaciones
investigación, promoción y mucha creatividad
de poder son más fuertes y son aceptadas
son elementos que nos deben ayudar en la
por la víctima. Nótese la perversión de
erradicación del flagelo y de la formación
esta figura malentendida de familia y respeto,
familiar y social que lo alimenta y silencia.
que legitima el autoritarismo patriarcal y el
abuso, o que en su defecto, lo deslegitima y
acelera la violencia de género.

En El Salvador, un país que aún conserva

esquemas recalcitrantes y machistas en su
educación, se socializa a las niñas a
reconocer la autoridad del hombre, a través
de la figura del padre, el tío, el hermano,
el cura o pastor, el maestro o director y
hasta los mismos próceres y presidentes,
que representan la sociedad del poder hasta
ahora casi exclusivo de los hombres. Con
ello, se inculca un miedo y obediencia, casi

16
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
III Características de las
víctimas

Tabla Nº 8
de edad, rango donde aparece el mayor
Edad de las víctimas número de agredidas, seguidamente por
Edad víctimas Nº de casos % las mujeres adultas de más de 26 años.
Niñas
(0-17 años) 253 48
Si sumamos los datos de los dos primeros
Mujeres jóvenes
(18-25 años) 106 20.23 grupos, tenemos que son las menores de
Mujeres Adultas edad y las jóvenes las más vulnerables; ésta
165 31.49
(a partir de 26 años)
relación edad y abuso, es reforzada por la
Total 524 100
realidad que nos indica que este grupo es
el de mujeres con menos poder económico
En 673 notas periodísticas se registran y social, que necesitan de la protección de
hechos de violencia contra niñas, mujeres otros, tanto personas naturales, tales como
jóvenes y mujeres adultas. En 524 notas su padres y familiares, así como de institu-
de prensa, que equivalen al 78% de la ciones como la escuela, la iglesia y las
muestra total, se registra la edad de las autoridades públicas. Y como hemos
victimas; mientras que en 149 notas que apuntado anteriormente, esto no sucede
equivalen al 22% de la muestra, no aparece así en cientos de casos, pues son estas
información sobre su edad. De este 78%, mismas instituciones y personas, las más
las mujeres entre 0 y 17 años son menores propensas a abusar de ellas.

18
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
La Corte Suprema de Justicia de nuestro país,
identifica que las mujeres entre las edades
de 10 a 19 años son asesinadas igualmente
por desconocidos y conocidos; tal parece que
ser menor de edad o de 20 años, expone en
mayor medida a las mujeres a una vida
truncada por la violencia.
Según el registro del Centro de Atención de
Las Dignas: las edades de las mujeres que
interponen más demandas, se ubican en el
rango de 21 a 40 años. Usualmente son
El total de los delitos que aparecen (288),
no se corresponde con el total de agresiones
(253), porque en algunas de estas victimas
se cometió más de un delito.
La violación sexual constituye el delito más
frecuente contra niñas de 0 a 17 años, con
un total de 41.32 % de reportes de prensa
en 2006. Seguido de la prostitución y porno-
grafía, con el 17.36%, como una práctica que
se promueve en niñas y jóvenes. Finalmente,

mujeres con relaciones de pareja, con hijos/as,
que enfrentan diferentes formas de violencia.
Muchas de ellas buscan apoyo ante la
negatividad y resistencia de su compañero
de vida o progenitor de sus hijos, para asumir
la responsabilidad que implica la paternidad:
brindar alimentos, educación, vestido, vivienda
y la nutrición afectiva. Para las instituciones
públicas, ésta situación de abandono econó-
mico y moral, es una de las problemáticas
pendientes de resolver y que violenta diaria-
mente la vida de mujeres menores y mayores
de edad, así como de niños menores que crecen
viendo ese ejemplo de sus mismos padres.
los asesinatos en niñas y adolescentes
constituyen un 15 %.
El análisis de la tabla anterior, confirma que las
niñas y jóvenes se encuentran en condiciones
de mayor vulnerabilidad y que contra ellas los
agresores arremeten de manera despiadada e
impune, pues en los casos de menores de 2
años, son criaturas que no pueden defenderse
ni física ni verbalmente; por lo que es alarmante
que éstos delitos sigan quedando sin castigo,
que frene a los abusadores y criminales, en su
búsqueda de víctimas.

Tabla Nº 9 Por otro lado, los daños físicos y emocionales

Violencia contra niñas que estas heridas puedan causar a sus sobre-
(de 0 a 17 años)
vivientes, son por lo general imborrables en
Tipo delito Nº de casos %
su vida, y causantes de patrones depresivos
Violación 119 41.32
y de abuso posterior con sus parejas de vida
Homicidios 43 14.93
y amistades. La baja autoestima y el miedo
Prostitución/pornografía 50 17.36
con que viven estas niñas y adolescentes
Agresión Sexual 38 13.20
agredidas, les impide por años denunciar a
Lesiones 24 8.33
sus agresores y cuando se atreven a hacerlo,
Privación de libertad 11 3.82
se enfrentan a una muralla de prejuicios
Otros 3 1.04
sociales y requerimientos legales que les
Total 288 100
impiden demostrar su caso.

19
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
IV El sistema de justicia:
sigue la impunidad

Tabla Nº 10 30.17% de los hechos que aparecen en la

La denuncia prensa fueron llevados a instancias
judiciales, por la Fiscalía General de la
Denuncia Nº de casos %
República. Del 41.75% se desconoce si
Sí 203 30.17
realizaron la denuncia y el 28.08% no
No4 189 28.08
requiere de denuncia porque son
No se informa 281 41.75
asesinatos.
Total 673 100

El nivel de denuncias registradas por los La cantidad de denuncias en relación con

tres periódicos en 2006, refleja que sólo el la cantidad de hechos de violencia y delitos

4 Los asesinatos no requieren denuncia porque se sigue de oficio.

20
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
que ocurren contra las mujeres, es baja, lo
cual agrava mucho más esta problemática,
pues es un indicador de cuánto se invisi-
biliza la violencia dirigida hacia las mujeres,
empezando por las mujeres mismas que
no denuncian a sus agresores, ya sea por
sentimientos confusos, miedo, negligencia,
falta de recursos o ignorancia de dicho
procedimiento.
condenas, lo cual puede ser un argumento
vinculante que explique el por qué muchas
mujeres agredidas no denuncian. A esto
hay que sumar un 2.8% de casos de
absolución, por falta de pruebas o testigos
del hecho, aunque en el periódico no se
especifican las causas.

Tabla Nº 11

Aplicación de la justicia
Situación del caso Nº de casos %

Proceso sin resolver 6 0.88

Condenas 50 7.36
Absolución 19 2.80
No se informa 604 88.96
Total 679 100

De los 679 casos que registran los medios

impresos, sólo el 7.36% fueron causa de

F
condena para el/los agresores, tomando
en cuenta que cuando se identifica más de Fue dejado en libertad
un agresor, las condenas son indivi- provisional, acusado de vio-
lar a una niña con retraso
dualizadas. Ejemplo: En una nota de La
mental, la menor de doce
Prensa Gráfica del mes de octubre, por años identificó por su nombre
delito de violación sexual y asesinato, al imputado ella lo conocía
participaron cuatro hombres y cada uno porque su padre era policía.
obtuvo según la participación en el hecho,
una condena diferente: 35 años, 36 años,
21 años y 15 años.

Asociado al bajo porcentaje de denuncias,

encontramos un porcentaje bajo de

21
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
V El tratamiento informativo
de los feminicidios
El importante papel de los
medios en la erradicación
de los feminicidios
Los asesinatos de mujeres se han
incrementado en los últimos años. Según
los datos del Instituto de Medicina Legal,
se registraron para el 2001 un total de 221
homicidios de mujeres, en el año 2002 la
cifra aumentó a 227, en el 2003 el número
se incrementó a 232 y para el año 2004,
22
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
las estadísticas revelaron un total de 260
de estos casos; para el 2005 la cifra
creció considerablemente, reportándose
390 homicidios de mujeres y en el 2006
subió a 437 homicidios. Los casos que
contamos en la prensa reflejan este
aumento alarmante, de 77 mujeres
asesinadas en 2003 a 437 mujeres
asesinadas en el 2006, equivalente a un
incremento del 82.34 % en tan sólo 3
años.
“Violencia feminicida” es un concepto
acuñado por Marcela Lagarde. Ella define
violencia feminicida como “la forma extrema
de violencia de género contra las mujeres,
producto de la violación de sus derechos
humanos en el ámbito público y privado,
está conformada por el conjunto de con-
ductas misóginas –maltrato y violencia física,
psicológica, sexual, educativa, laboral,
económica, patrimonial, familiar, comu-
nitaria, institucional– que conllevan impu-
nidad social y del Estado y al colocar a las
mujeres en riesgo e indefensión, pueden
culminar en el homicidio o su tentativa, y
en otras formas de muerte violenta de las
niñas y las mujeres: accidentales, suicidios
y muertes evitables derivadas de la inse-
guridad, la desatención y la exclusión de
desarrollo y la democracia”.
Cuatro aspectos más destacan en esta
definición de feminicidio: la forma extrema
de la violencia que culmina en la muerte
(muchas veces incluyendo violación sexual,
mutilación del cuerpo etc.), conductas
misóginas (o sea, de odio a las mujeres),
la impunidad social (o sea, la pasividad y
falta de sanciones desde la sociedad) y la
impunidad estatal (la falta de sanciones de
los delitos por parte del Estado).
Por lo general la violencia de género llega a
ser “noticia” en los periódicos cuando se trata
de las formas de violencia más extremas y
que incentivan el morbo del público, por lo
que la mayoría de los artículos tratan de
violencia feminicida. La focalización y trata-
miento inadecuado por parte de la prensa
hacia estos casos, podría incluso alentar las
intenciones de otros feminicidas, lejos de
alejarlas, debido al grado de impunidad en
que quedan estos casos y la excesiva publi-
cidad que reciben a cambio.
Para iniciar la reflexión del tratamiento
periodístico de los feminicidios en dos
periódicos nacionales (La Prensa Gráfica y
El Diario de Hoy 6) partiremos diciendo que
los medios de comunicación tienen un papel
clave e irrenunciable en la erradicación de
la violencia contra las mujeres y de los
feminicidios. Del tratamiento que las y los
periodistas hacen de estos hechos depende
en gran parte el grado de tolerancia o no
de la sociedad hacia este tipo de violencia,
ya que ellos son los formadores de la opinión
pública, de sus gustos y preferencias.
En ese sentido, Las Dignas reconocemos
los esfuerzos de los periódicos mencionados
para dar a conocer esta problemática, sin

5 Marcela Lagarde y de los Ríos, marzo de 2007, “El Derecho de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia”,
ponencia dada en el primer seminario Regional sobre Feminicidio, San Salvador, El Salvador.

6 El Diario CoLatino reporta mucho menos casos. En el periodo que analizamos (de mitad de octubre hasta diciembre
2006) casi no encontramos artículos sobre asesinatos de mujeres en este periódico, por lo que decidimos no
incluir al CoLatino en este análisis. Cabe destacar que el no cubrir el tema
de feminicidio aporta a su invisibilización.

23
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
embargo esto no es suficiente. Tanto los
argumentos informativos que explican estas
situaciones, son inválidos o inexistentes,
como el análisis crítico y sensible del fenó-
meno, dejan todavía mucho que desear por
parte de los periodistas y la línea editorial
más bien sensacionalista con que se
abordan estos temas.
Las presiones por el tiempo y
por la atracción de público, que
enfrentan los medios de comu-
nicación y sus periodistas
Reconocemos que el periodismo es una
profesión dinámica y llena de presiones
constantes en cuanto a los tiempos
limitados para informar. En este sentido
comprendemos la urgencia de la y el
periodista en recabar de manera rápida y
poca profunda los datos que nutren la
noticia. Asimismo la movilidad laboral
dentro de los medios de comunicación es
frecuente, y es bien probable que el equipo
de periodistas que iniciaron el año
atendiendo este tipo de casos, no sea el
mismo que continúe durante el mismo.
24
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
Estas situaciones aunadas, provocan la falta
de reflexión alrededor de este tema, así
como la poca o nula sistematización y
seguimiento de los casos, lo cual nos deja
una serie de notas sueltas, poco profundas
y un aprendizaje mínimo por parte de los
nuevos periodistas que se encargarán de
cubrir los casos.
Por otra parte, los medios esperan que sus
periodistas sean capaces de atraer más y
nuevos públicos, por lo que el o la periodista
se encuentran en constante balanceo entre
dos opciones: la necesidad de informar
sobre la violencia contra las mujeres con
rigor y seriedad, y por el otro, la necesidad
de atraer mayor número de lectores con
matices y detalles sensacionalistas, que
distraen al público de la noticia misma y la
convierten en morbo. El amarillismo
periodístico, tiene una característica letal
para la sociedad que lo consume y el o la
periodista que lo practica, y es que una vez
montado el show donde la verdad no es un
adorno apetecible, son los detalles
morbosos y la exaltación de la violencia y
brutalidad misma, la sensación que lectores
y periodistas buscan por encima de su
necesidad de informarse. Esto deja a las
víctimas de la violencia como un conejo de
indias donde se experimentará una
redacción extravagante y llena de detalles
que en nada abonarán a la compresión del
problema y el delito. Lejos de ello, las y los
lectores tomarán partido no por la realidad
y verdad, si no por el más atractivo de los
protagonistas, y más allá de esto, esperaran
gustosos más casos como éste, para
satisfacer su necesidad de temas del día
que puedan ser vulgarizados y hasta
jocosos.
Es por ello que no se puede subestimar la
importancia de los mensajes que los medios
de comunicación transmiten a los y las
salvadoreños que diariamente se alimentan
con las ideas promovidas por ellos. Es de
suma importancia que se exija a los medios
de comunicación, hagan periodismo desde
un sentido de responsabilidad y dedicación
a aportar en la erradicación de los problemas
como la violencia contra las mujeres. Este
informe y análisis de Las Dignas, pretende
contribuir precisamente a ello, visibilizando
la terrible realidad e muerte y acoso que
sufren las mujeres en su ambiente social,
familiar y laboral.
En el informe 2005, realizamos un análisis
sobre el tratamiento periodístico de la
problemática de la violencia contra las mujeres
en general. En el presente informe el análisis
se enfoca en los feminicidios. Para ello se
analizaron los últimos 100 artículos aparecidos
en el 2006 en La Prensa Gráfica y El Diario de
Hoy sobre asesinatos de mujeres. Encontramos
las siguientes limitantes:
1 Se invisibiliza el feminicidio
como problema social.
25
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
2 Se reproducen mitos sobre
violencia feminicida, culpa-
bilizando a las mujeres de
su propia muerte.
3 Falta un abordaje crítico que
señale y condene los vacíos
en la actuación de las institu-
ciones del Estado.
Invisibilización del
1
feminicidio como
problema social
Un primer problema que se observa en la
forma en que se escribe sobre el tema de
los feminicidios es la invisibilización de
estos. Dicha invisibilización tiene tres
dimensiones: (1) la falta de contextua-
lización, partiendo de la falta de tipificación
del hecho como feminicidio y el recono-
cimiento de sus causas, cimentadas en la
falta de equidad de géneros (2) los espacios
extremadamente pequeños y marginales
que se le asignan a la mayor parte de las
noticias relacionadas con el tema, y (3) la
forma amarillista en que se aborda.
Con la primera dimensión, falta de
contextualización, nos referimos al abordaje
de los asesinatos contra las mujeres como
“sucesos particulares”, sin que se haga un
análisis más profundo que conecte todos
estos asesinatos y su comportamiento en el
tiempo, que contribuyan a esclarecer las
causas de su incremento acelerado en los
últimos 3 años. La falta de visión de conjunto
como una problemática social y la negligencia
en la búsqueda de todos los detalles
importantes del crimen, imposibilitan la
comprensión y atención del problema por
parte de la ciudadanía e incluso la favorecen
la pésima actuación de las instancias
encargadas de resolver estos casos.
Un ejemplo de esta falta de contextua-
lización que hace que la interpretación de
los hechos se dificulte, es una noticia que
se describe el día 6 de noviembre de 2006
en los periódicos: El Diario de Hoy (“Asesinan
a una mujer embarazada junto con su hija”)
y en La Prensa Gráfica (“Asesinan a mujer
y a su hija de seis años”). Se trata del
asesinato de una mujer embarazada y su
hija de 6 años, donde ambos periódicos no
documentan ni presentan la noticia de
manera clara. Las noticias no especifican
si existen indicios que den con el paradero
de el o los asesinos, si no más bien uno de
los periódicos presume que es un acto de
26
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
pandilleros. El otro periódico aclara que
“familiares de la víctima dijeron que pudo
tratarse de un robo, aunque no descartaron
que haya otras motivaciones”, pero no se
mencionan cuáles, ni si existen testigos
oculares o las circunstancias en que murie-
ron las víctimas. Asimismo, la noticia
inconclusa no vuelve a ser mencionada ni
investigada posteriormente por ninguno de
los periódicos. Este tipo de notas y la
contradicción que hay entre ellas, muestran
que el tema de los feminicidios no se aborda
con rigor periodístico ni se contextualiza
en un fenómeno de violencia contra las
mujeres, sino más bien se sitúa como efecto
del flagelo de las pandillas.
La segunda dimensión, es la invisibilización
del problema, dado los espacios extrema-
damente pequeños y marginales en la
edición general, que muchas veces se le
asignan al tema. Esto refleja la poca
importancia que las políticas editoriales
confiere a este tema y por ende, la forma
tan escueta de informar acerca de los casos
de feminicidio.
Por ejemplo, el caso de asesinato aparecido
muy brevemente en ambos periódicos el
día 24 de Noviembre de 2006; En El Diario
de Hoy, la nota se titula “Hallan cuerpo
desmembrado de una mujer”, en La Prensa
Gráfica, “Asesinan a una adolescente”. El
caso relata sobre una mujer encontrada
muerta, dentro de una bolsa de plástico en
San Salvador. Ambos artículos dedican sólo
unas líneas a la información sobre este
crimen tan horroroso. El hecho es que se
considera que la violencia feminicida no
merece ser analizada a gran profundidad,
por las causas que sean: falta de información
o comprensión del fenómeno; y esto nos
indica que el medio de comunicación y su
grupo de periodistas observan estos casos
como cualquier otro hecho de violencia. La
noticia es colocada de tal forma, que es
una noticia “normal” que no requiere mayor
atención.
Además de esta indiferencia, hay otro
problema que se suma a la invisibilización
y que observamos claramente en la nota
de El Diario de Hoy, donde se mezcla la
noticia del asesinato con otro hecho que
no tiene nada que ver con el mismo. Esto
pasa muy frecuentemente con las noticias
sobre feminicidios, y es que se presentan
dentro de otras noticias en las que se
destaca la violencia de pandillas o delin-
cuencia común, y además se les asigna
mayor número de líneas a estas otras.
También encontramos que la forma en que
se redactan los titulares no contribuye a la
27
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
sanción de dichos actos, sino más bien
oscilan entre el sensacionalismo extremo
o la parquedad total, que coloca al hecho
como un gancho de propaganda o una nota
marginal más, pero nunca como un
problema serio y de dimensiones profundas
y vitales para la vida nacional.
La tercera dimensión de la invisibilización
de los feminicidios, es la forma amarillista
de abordarlos. Da pena pensar que este
tipo de casos, sirven en determinado
momento para incrementar la venta de
rotativos, a costa del dolor y las vidas de
estas mujeres, niñas y adolescentes que
claman por justicia, más que fama de tipo
negativo. Los y las periodistas por lo general
seleccionan detalles de forma inadecuada,
priorizando aquellos que producen sensa-
cionalismo y no un contexto de análisis.
Una vez más, se le resta importancia al
hecho y se desvía la atención en declara-
ciones, rumores y suposiciones que en nada
contribuyen al conocimiento del hecho, sino
más bien lo envuelven en una nube de
ficciones que lo que logra es invisibilizar
el problema de los feminicidios como un
problema social que requiere de la pronta
intervención de las autoridades e insti-
tuciones correspondientes.
Muchas veces la descripción de cómo se
cometió el hecho, se hace de una manera
exagerada y con lujo de barbarie. Por
ejemplo, en el caso aparecido en El Diario
de Hoy el día 4 de diciembre de 2006,
titulado “Hallan cadáver de mujer”; se dice
que según médicos forenses “el cuerpo
tenía alrededor de seis días de haber
perecido ya que el estado de putrefacción
era avanzado” y presentan detalles sobre
aves de rapiña que “ya habían desmembrado
ciertas partes, por lo que fue imposible
identificarla y determinar la causa de muerte
y la edad”. Aunque en el artículo sí se
menciona que la mujer fue asesinada, los
detalles alrededor de cómo se descubre el
cuerpo sin vida y la falta de mayores datos
sobre los móviles del crimen, hacen que la
noticia quede sin efecto y lo que queda en
la mente del lector, muy probablemente,
es el hecho de que a una mujer muerta la
desmembraron las aves de rapiña en un
determinado lugar del país.
Además del titular y contenido sensa-
cionalista, los rotativos tienen en común
agregar fotografías bastante crudas y
fuertes donde se muestra el cadáver en
la escena del crimen o lugar donde ha
aparecido, como si se tratara de un
espectáculo más, donde el morbo no deja
espacio ni a la imaginación y mucho
menos a la lectura del texto. Bien es
sabido que los periódicos nacionales
enfrentan el problema, que la población
tiene muy bajos niveles de lectura y no
acepta ni textos largos y mucho menos
complicados para la comprensión.
Pareciera que los medios han cedido a
esta desventaja, lejos de preocuparse
por cultivar en las nuevas generaciones
el hábito de la buena lectura.
28
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
En tal sentido, el texto de estas notas nos
invita a mirar lo “interesante” que ha
sucedido en ese lugar, lejos de condenar
el hecho mismo o hacer hincapié a las
autoridades de que algo grave está pasando.
Este enfoque periodístico sobre el
feminicidio, muestra no sólo una ignorancia
voluntaria o casual sobre el tema, sino una
falta de respeto a la dignidad de las víctimas
y sus familiares.
Estas notas no están exentas del objetivo
general de la publicidad y los medios de
comunicación, en presentar a la mujer como
un objeto. Se habla de las víctimas como
“un cuerpo desmembrado encontrado en
una bolsa” o un cadáver en una carretera, y
no como personas con un vida singular, por
más común y corriente que esta sea o haya
sido. Para Las Dignas es importante lograr,
con esta serie de informes, que el o la periodista
sienta la responsabilidad de tratar a las víctimas
con dignidad, en sus notas de prensa. Un
ejercicio que pensamos ayudaría mucho a la
reflexión de este punto, es que estos profe-
sionales escribiesen, una nota de feminicidio
pensando que la víctima fuese una familiar o
conocida suya. Creemos que dicha experiencia
sería de gran ayuda para la sensibilización de
los mismos, pero no lo suficiente para que los
propietarios de los medios de comunicación
entiendan que no se puede vender sensa-
cionalismo a costa de la vida de estos cientos
de mujeres, niñas y adolescentes, que año
con año aumentan en número y en significación
de violencia.

Para frenar esta “venta de violencia” es
necesario que las mismas instituciones
involucradas en la investigación del delito
y las organizaciones civiles, exijamos y
promovamos el respeto a los casos de
violencia feminicida por parte de los grandes
medios de comunicación social, para
garantizar la condena y no la promoción
de los mismos. Al no rechazar esta violencia
tan extrema, los periódicos se vuelven
responsables de promover la normalización
de la violencia contra las mujeres. Es
importante que el o la periodista haga un
esfuerzo de investigar los casos con
seriedad para dar detalles relevantes y no
amarillistas, pero también que los jefes
editores y los dueños de los medios de
comunicación, les presten herramientas
para ello y den un espacio relevante para
estas investigaciones, como cuando de
asuntos políticos o económicos se trata.
La forma en que se explica
2 de redactar el hecho se reproducen mitos,
el feminicidio: la repro-
ducción de mitos sobre
violencia extrema contra
las mujeres
Si algo llama la atención en cuanto a las
notas que hacen referencia al feminicidio,
es la forma en que se relata la historia y se
explica el asesinato. Hay una fuerte tenden-
29
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
cia, consciente o no, de buscar datos o
argumentos que justifiquen el asesinato
con detalles que insinúan que la vida o
conducta particular de la mujer es la causa
de su propia muerte. En estas notas se
omite la responsabilidad directa del asesino.
Un ejemplo claro es el articulo publicado
en La Prensa Gráfica el día 27 de diciembre
sobre “una pareja de jóvenes” asesinados.
En dicha nota se relata que el padre del
joven asesinado identifica a la joven
asesinada como su empleada doméstica.
El padre aclara que su hijo andaba tras de
ella por cuestiones de amoríos. Posterior-
mente el periodista menciona “Sin embargo,
la joven se acompañó con otro adolescente,
que se supone que es amigo de Riquelme
(el joven asesinado)” y sigue, expresando
que ahora el padre piensa que ese adoles-
cente puede haber asesinado a los dos
jóvenes “por móviles pasionales”. Por la
forma de relatar la historia, se culpabiliza
indirectamente a la joven no sólo por su
propia muerte, sino también por la del joven
Riquelme, ya que existe un juicio velado,
donde se le responsabiliza por haberse relacio-
nado con los dos jóvenes, aunque nada
esté comprobado. Por consiguiente, a la hora
en este caso el de la mujer infiel, que culpa-
bilizan indirectamente a la víctima. El lector
fácilmente concluirá “se lo merecía” y ese
juicio no viene sino a justificar una vez más,
la violencia en contra de las mujeres.
Otro ejemplo, es el artículo aparecido en
la Prensa Gráfica el día 23 de diciembre de
2006, titulado “Tres detenidos por crimen
de mujer” en el que se lee: “Según la PNC,
la víctima tenía amistad con dos pandilleros,
que no toleraron que tuviera otro amigo”.
De este ejemplo se deduce que también las
instituciones del Estado, en este caso la
policía, explican fácilmente los hechos de
violencia contra las mujeres y culpabilizan
de forma velada a la mujer, por relacionarse
afectivamente con varios hombres a la vez.
Este tipo de declaraciones parecen
inocentes, incluso útiles para explicar los
móviles del crimen, pero no es así, son
declaraciones simplistas de las causas por
las que estos hombres comenten homicidio
en contra de las mujeres: la intolerancia a
la libertad sexual y/o afectiva de las víctimas,
la consideración absurda de que estas
mujeres son de su exclusiva pertenencia.
Esto es lo que no se dicen en las notas y
es precisamente por ello que se esconde
una realidad social.
En otro artículo publicado en La Prensa
Gráfica el día 6 de octubre de 2006 se
contextualiza el problema de los
feminicidios de la siguiente forma “el 10%
del total de las víctimas de los homicidios
que ocurren en el país son mujeres. La
mayoría de ellas se relacionan con
pandillas”. Sin embargo, por lo general no
se investiga quiénes son los asesinos por
lo que no se sabe con certeza que la mayoría
de las mujeres asesinadas sean pandilleras
o tengan alguna relación con ellos, aunque
en esta nota pareciera que sí, que es un
hecho comprobado e irrefutable.
30
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
Muchas notas, parecen “justificar” la violen-
cia o atenuar su trascendencia como
feminicidios porque esta violencia ha sido
ejercida supuestamente, ya no que no hay
investigación que lo confirme, por grupos
antisociales como son las maras o pandillas.
Esto “normaliza” el acto de violencia, lo da
como un acto lógico y esperado, lo cual
invisibiliza nuevamente, la problemática de
violencia dirigida específicamente hacia las
mujeres, niñas y jóvenes.
El destacar noticias donde son supuestos
grupos antisociales, los que cometen actos
de violencia hacia las mujeres, también
refuerza el mito de que hombres “normales”
y honorables no son los que comenten estos
delitos. Los datos totales de las notas prensa
en 2006, comprueban lo contrario. Las
mujeres mayormente son agredidas por
familiares y conocidos (58% según el informe);
este hecho echa abajo el mito que parece
resaltar en algunas noticias que tienen mejor
cobertura. También en 2005 el informe arroja
datos del 65% de casos donde el agresor era
un familiar y/o conocido.
En ocasiones los mitos aparecen de forma
implícita, connotando que el estilo de vida
“anormal”, que pueda llevar una mujer es el
principal causante de la violencia que sufre.
Por ejemplo, el caso aparecido en La Prensa
Gráfica el día 8 de Noviembre de 2006 relata
que una mujer es asesinada por pandilleros
al cuidar a los niños de su hermana. La madre
de los niños aparentemente no dejaba dinero
para la comida de sus hijos y la hermana
pedía dinero con los vecinos amenazándoles
con “echarles a los pandilleros”. El artículo
menciona que los vecinos “Dijeron desconocer
el tipo de trabajo de la madre de los niños,
pero que se ausentaba por las noches y
llegaba al amanecer”, insinuando que se gana
la vida como trabajadora del sexo. Además
la nota continúa relatando que al parecer la
madre de los niños fue testigo de otro
homicidio por una pandilla, y posteriormente
se insinúa que la víctima talvez formaba parte
de una pandilla, aunque no se especifica si
es la misma que se menciona al principio.
Como se puede observar, la información es
confusa y la combinación de mensajes que
se transmiten, sólo abonan a la conclusión
anticipada, de que es el estilo de vida
“anormal” de las mujeres implicadas en la
historia, la que lleva a la conclusión fatal de
la vida de una de ellas.
Esto es delicado, porque si se quiere ser
exhaustivo en la investigación, análisis y
presentación de una noticia tan importante
como le es un asesinato, habría que tomar
en cuenta todas las variables necesarias. En
otras palabras, se hace importante conocer
por qué la madre trabajaba de noche y no
dejaba o no tenía dinero para dejar de comer
a sus hijos y hermana. Además, resolver el
misterio de por qué ambas mujeres, de ser
cierto, se encontraban involucradas con los
grupos de maras o pandilleros. Las noticias
son entonces tendenciosas, porque no
explican las causas totales del contexto donde
se desarrolla un crimen, y la información que
presenta sólo estigmatiza más a las mujeres
31
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
que sufren violencia criminal, sin conocer las
causas o situaciones que produce la violencia
económica, familiar y social, por la que
probablemente pasaron antes de su muerte.
También El Diario de Hoy menciona el caso
y destaca otros detalles, pero que al igual
que los que menciona La Prensa Gráfica,
sólo promueven el mito que considera
justificable el asesinato de una mujer en
virtud de su estilo de vida.
Otro ejemplo parecido se encontró en la
nota de La Prensa Grafica publicada el 1 de
diciembre de 2006, bajo el título
“Adolescente de 14 años ultimada en
Zacatecoluca”. La nota dice textualmente
“El cadáver fue trasladado a la morgue
judicial en San Vicente en calidad de
desconocida, ya que quienes vieron el
cadáver dijeron que se dedicaba a la prosti-
tución, pero que desconocían su identidad.
Hasta el momento las autoridades policiales
dijeron que desconocen los móviles del
crimen, aunque no descartaron que haya
sido asesinada por pandilleros, que proba-
blemente la encontraron deambulando en
horas de la noche”. En primer lugar, la
acotación de que los vecinos la desconocen
aunque sepan que ejercer la prostitución,
parece estar demás. Sin embargo, lo peor
es la conclusión de que son los pandilleros
los que asesinan por “naturaleza social” a
las trabajadoras del sexo. Este tipo de
declaraciones no sirven de nada a la
comprensión del problema y mucho menos
a una investigación exhaustiva del hecho.
El periodista no comenta absolutamente
nada sobre las declaraciones brindadas, no
existe por parte de él ningún análisis crítico
sobre la información que recibe, eso
también es grave. No pasa así cuando las
noticias de crímenes son sobre políticos o
funcionarios y/o ex funcionarios públicos
prominentes.
Otro mito referente al estilo de vida que se
presenta en varias notas, es aquel que
admite que una mujer que sale de noche
debe ser “castigada” o violentada, por su
conducta imprudente. Un ejemplo de este
tipo de argumentos subliminales, lo
observamos en la nota sobre el asesinato
de una joven de 16 años (La Prensa Gráfica,
12 de octubre 2006, “Joven de 16 años fue
calcinada”), donde se menciona en detalle
que ella era muy guapa, incluso candidata
para ser reina de las fiestas patronales de
un pueblo, y que se presume que estas
características asociadas con su impru-
dencia, podrían haber ocasionado un acto
de tal violencia como el que vivió. La nota
cuenta además, que ella salió sola de la
casa a las 6 de la tarde (o sea, en una
próxima a la oscuridad nocturna, como en
el cuento de Caperucita Roja), sin informar
a nadie sobre a dónde iba; luego fue
encontrada muerta sin explicación alguna.
Implícitamente la nota transmite la idea de
que fue su propia imprudencia al haber
salido en horas tan avanzadas y sin avisar
adonde se dirigía sola, la que la hizo posible
su muerte. Además, la foto que acompaña
32
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
la nota también hace pensar que por la
forma en que iba vestida –una blusa
escotada– ella misma fue quien se “buscó”
tal desenlace. En ningún momento de la
nota, el periodista hace una reflexión sobre
lo injusto que resulta para una mujer de su
edad no poder salir sola de noche sin que
algo así le suceda y mucho menos comenta,
sobre que no es posible que ésta sea la
causa última de su muerte, porque esa
misma noche como todas las noches, de
todos los días, de todos los años, las
mujeres salen solas por diferentes razones
y no siempre acaban muertas. En conclusión,
las notas sobre feminicidios parecen buscar
paradójicamente, las causas de las muertes
en las víctimas y no en el estilo de vida o
motivaciones de sus agresores.
Consideramos que las notas sobre
feminicidios deben contribuir a la erra-
dicación de los mitos que prevalecen en la
sociedad para justificar tales hechos y que
no deben seguir tolerándose porque
sugieren que es “normal” matar a una mujer
por ciertas razones morales o de conducta.
Las Dignas somos de la opinión que
ninguna mujer busca ser asesinada y que
ninguna mujer debe ser asesinada en virtud
de su condición social, económica, política
y moral. Esto parecería utópico, pero si no
hacemos conciencia de éste enunciado
muchas muertes seguirán dándose, en
virtud de la invisibilización de un problema
que vulnera a las mujeres y que mantiene
impunes a quienes las violentan.
 3 ¿Dónde está el abordaje
crítico? En los medios no
se critica la falta de justicia
El papel de los medios en la problemática
del feminicidio ha sido relativamente pasivo,
pero sobre todo poco crítico frente a las
instancias responsables de atender estos
casos. Gran parte de las notas documen-
tadas dejan mucho que desear en cuanto
a un análisis riguroso acerca del proceso o
de los hechos y la creciente impunidad en
los mismos. Los medios tienden a plasmar
solo lo que se oyó decir a testigos, funcio-
nario y agentes policiales, sin cuestionar la
validez o no de sus opiniones. Asimismo,
no se emite juicio sobre la buena o mala
actuación de las instituciones estatales
involucradas en la aplicación de justicia
para estos actos.
Al contrario, se percibe que en muchas
notas se parece exagerar el papel activo
que están jugando las distintas instituciones
como la PNC, la Fiscalía, jueces, y demás
autoridades competentes en los casos de
feminicidios, sin demostrar que esto sea
cierto y a la larga, efectivo. Un ejemplo de
cómo esta realidad se enmascara, se puede
observar claramente en los titulares de
algunas noticias: “Seis homicidios son
investigados”, “Investigan muerte de
fémina”, “Autoridades investigan la muerte
de una joven”. Pero nadie se pregunta:
¿Cómo investigan?, ¿Cuántos casos en el
año han sido resueltos?, ¿Qué nueva
información arrojan las pesquisas?, ¿Los
rumores eran ciertos?, ¿Por qué se ha
33
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
incrementado el feminicidio en El Salvador?
Asimismo, un ejemplo de la falta de
abordaje crítico es la nota de prensa (Diario
de Hoy, 23 de diciembre 2006) con el titular
mencionado anteriormente: “Autoridades
investigan la muerte de una joven”. En el
mensaje de este titular se realzan las
actuaciones hechas por las autoridades, sin
embargo esto contrasta con lo que luego
se comenta en el contenido de la nota: “los
parientes de Romero pidieron a las
autoridades que se le practicara una
autopsia”. El o la periodista podría haber
explicitado que la autopsia no debería una
solicitud especial por parte de la familia de
la asesinada, sino un proceso normal para
el esclarecimiento de una muerte que se
presume misteriosa o de la cual no se tiene
más evidencia que el cadáver mismo. En
esta nota, claramente vemos que lo
realmente sucedido es que el sistema
judicial omitió una etapa importante de la
recolección de pruebas en la investigación
forense, por lo que si la nota hubiera
contenido un abordaje crítico, el o la
periodista hubiese colocado un titular muy
distinto, por ejemplo: “¿Por qué no se ha
hecho todavía una autopsia?”; y segura-
mente la colocación de la nota dentro del
rotativo, hubiese sido distinta.
En nuestro país se tiene la percepción de
que señalar los vacíos de las instancias
públicas es negativo, porque ocasiona
debilitamiento en las instancias públicas y
eso debilita a su vez la incipiente democracia
en la que el país y sus gobernantes dicen
estar. No se tiene cultura de la contraloría
social y la denuncia sobre las instituciones
públicas, ni por parte de los ciudadanos ni
de la prensa local. Son casos excepcionales
los que se observan y casi siempre terminan
en la disolución del problema con otras
notas más sensacionalistas. Nunca se llega
al meollo del asunto ni a colocar tras rejas
a los funcionarios transgresores a obligar
a una institución a cambiar o mejorar el
servicio para el cual han sido creadas.
Las Dignas estamos convencidas que es
posible cambiar la realidad actual de las
mujeres, pero para ello se requieren de
acciones que permitan transformar
percepciones y actitudes. Bien harían los
periódicos en señalar a las instancias
públicas sus vacíos para que cumplan con
los mandatos de la ley, y para ello las
instituciones feministas debemos exigirlo.
No es posible que los medios de comuni-
cación sean cómplices indirectos de la
negligencia institucional y más allá de ello,
de quienes cometen los asesinatos y quedan
impunes. Este poder y control patriarcal es
tan fuerte y tan inconsciente, que ya no se
percibe y los mismos lectores reciben
pasivamente la información. El odio contra
las mujeres se promueve de manera
inconsciente y quizás, en algunos casos,
hasta conscientemente.
Pero antes de cerrar este apartado, debemos
anotar también que a través de las
fotografías publicadas en los periódicos
sobre estas notas, en donde se muestra a
la policía en la escena del crimen y sujetos
capturados por sospechosos en una zona
34
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
acordonada o patrullas policiales, junto a
médicos de Medicina Legal; se transmite
un mensaje equívoco de un sistema policial
y judicial eficiente. Esto contrasta con la
realidad, en donde sabemos por un reciente
informe sobre aplicación de justicia en el
país, desarrollado por el Programa de
Naciones Unidas (PNUD) en 2007, que el
96.2% de los asesinatos cometidos en El
Salvador no llegan a sentencia, muchos de
ellos por fallas graves en la investigación.
Es importante que los y las periodistas
conozcan sobre el proceso judicial para
poder hacer preguntas críticas e informar
sobre qué es lo que se está haciendo a
favor de resolver estos casos. Si conocen
sobre estos procesos, podremos comenzar
a leer noticias donde sabremos si la
investigación ha seguido un curso normal
o si el proceso judicial se ha llevado a cabo
con todas las etapas debidas, empezando
con la protección de la escena del crimen,
la autopsia, análisis de sangre y otras. Esto
no sólo garantizaría que la información
tenga un grado de credibilidad y sea
completa, sino que las autoridades corres-
pondientes se verán en la obligación
de dar respuesta con su trabajo y no con
suposiciones y mitos. La calidad de
información que recibiremos será para
aclarar todas nuestras dudas sobre
móviles del hecho o irregularidades en
el proceso y no un festín sensacionalistas,
donde autoridades, testigos y delin-
cuentes posen para hacernos un retrato
amarillista con el dolor de una mujer y
su familia.
VI Conclusiones y
recomendaciones
Considerando las responsabilidades del
Estado en la atención de la violencia
contra las mujeres, es importante:
Reconocer el alarmante incremento de la
violencia contra las mujeres y por tanto
de los homicidios y la violencia sexual.
Siguen siendo las niñas y las jóvenes la
población femenina más vulnerable para
los feminicidas.
Uno de los espacios donde más se realizan
los actos de violencia sigue siendo la casa
y seguido de ella, todos los espacios
sociales y públicos en donde las mujeres
desarrollan diferentes actividades nece-
sarias para su vida: educativas, laborales,
religiosas y de salud.
Son los familiares y conocidos quienes
ejercen más violencia contra las mujeres.
35
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
La vigencia de las recomendaciones
anteriores se ratifica o confirma, en virtud
de los datos de violencia contra las mujeres,
niñas y adolescentes, encontra-dos en
tres periódicos locales durante 2006; los
cuales reflejan que dicha situación se agrava
mucho más año con año.
Los mitos sobre la violencia contra las
mujeres que presentan las notas
periodísticas en dos medios princi-
palmente, El Diario de Hoy y La Prensa
Gráfica, no son diferentes a los que poseen
y asumen otros profesionales que se
encuentran en instituciones encargadas
de implementar la normativa jurídica
nacional e internacional y de velar por los
derechos de las mujeres, esto se puede
deducir leyendo sus declaraciones en las
mismas notas de prensa.
Los medios de comunicación juegan un
papel fundamental en la formación y
moldeo de la conciencia pública, por ello
es importante que sus opiniones y criterios
de juicio, no estén viciados por el sistema
de pensamiento patriarcal y/o feminicida.
Es evidente, por los datos propor-
cionados en las notas de prensa en
2006, que los funcionarios públicos
continúan siendo señalados por delitos
de violencia contra las mujeres, sin que
por ese sólo hecho se les remueva de
sus cargos y/o funciones.
Recomendaciones
El Estado debe dar mayor importancia a
la prevención, atención y sanción de la
violencia contra las mujeres, ya que por
su sistematicidad e impunidad se cons-
tituye en una violación sistemática de
derechos humanos.
Es importante que la prensa al igual que
informa sobre los hechos violentos en
contra de las mujeres, de seguimiento a
la investigación policial y fiscal del delito,
para apoyar el esfuerzo por la eficiencia
en la investigación y así superar la
impunidad.
Es importante que la prensa audite, las
situaciones y cantidad de mujeres que son
protegidas en resguardos, y bajo el
programa de protección de víctimas y
testigos.
Es importante que la prensa resalte
antecedentes de las mujeres victimas de
homicidios, sobre todo relativos a denuncias
en materia de violencia intrafamiliar.
36
La violencia contra las mujeres a través de la prensa
Según los datos de la prensa existe un
alto porcentaje de feminicidio en el país,
que no está siendo investigado ni como
tal ni como crímenes comunes, con todo
el rigor de la justicia. Esto no se refleja
en el porcentaje de procesos legales ni
de investigación o condena que refleja
el cuadro 11 que hace referencia a la
aplicación de la justicia; lo cual nos
indica que existe un divorcio entre el
discurso y la realidad, en la búsqueda
de justicia para estos casos que van en
aumento.
Es valioso que los medios contribuyan a
deslegitimar políticamente cualquier tipo
de violencia en contra de las mujeres.
Es necesaria y prioritaria la formación y
sensibilización de las y los funcionarios
encargados/as de la aplicación de la
normativa legal nacional e internacional,
especialmente la fiscalia y policía.
Asimismo es importante la capacitación
sobre estos temas y el proceso judicial
en los diferentes casos de violación de
derechos humanos a las mujeres, para
los y las periodistas y sus jefes de
edición.
En el caso de funcionarios públicos invo-
lucrados en actos de violencia contra las
mujeres, es necesario tomar medidas
provisionales mientras dure la inves-
tigación y el proceso judicial, ya que
cambiarlos de lugar o posición de trabajo,
no resuelve la situación sino por el
contrario, pone en riesgo a más niñas,
adolescentes o mujeres.