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Definición metamorfosis:

Cambio de las rocas por la acción de temperatura y/o presión. (véase: temperatura /
presión)

En el momento rocas sedimentarias, ígneas o metamórficas sufren temperaturas mayores de


200°C y/o presiones altas se transforman a rocas metamórficas:

● Cambio de la textura (véase: textura de rocas metamórficas).


● Recristalización -crecimiento de los cristales.
● Eliminación de la porosidad.
● Cambio del contenido mineral. (Ojo es isoquímico, sistema cerrado)

Protolito (Educto) - metamorfosis - roca metamórfica

1. Introducción

Rocas metamórficas son productos del metamorfismo o es decir de la transformación de


una roca por recristalización y por cristalización de nuevos minerales estables bajo las
condiciones metamórficas manteniendo el estado sólido. La transformación es causada por
un aumento de la temperatura y/o por deformación (deformación puede producir calor de
fricción).
Meteorización y diagénesis o es decir la solidificación de una roca sedimentaria no
pertenece al metamorfismo.
Generalmente los procesos metamórficos actúan en profundidades relativamente altas con
respecto a la superficie.
Casos especiales del metamorfismo con respecto a su posición son el metamorfismo por
ondas de choque (cataclasis) causadas por el choque de grandes meteoritos con la superficie
terrestre y el efecto calorífico de un corriente de lava a la roca encajante.
Grado metamórfico, zonas metamórficas y facies metamórficas son los conceptos básicos y
comunes para describir y clasificar los procesos metamórficos.
El grado metamórfico se refiere a la intensidad del metamorfismo, que ha influido en una
roca. Generalmente el grado metamórfico nombra la temperatura o la presión máxima del
metamorfismo.
Las zonas metamórficas se distinguen en base de un mineral determinado o de un grupo de
minerales. Por ejemplo, la zona de granate se caracteriza por la apariencia de granate y la
zona de sillimanita se caracteriza por la apariencia de sillimanita.
Las facies metamórficas se distinguen a través de grupos de minerales, que se observan en
rocas de composición basáltica.
Las zonas y facies metamórficas se determinan a través de la identificación de los grupos
de minerales formados simultáneamente. La composición de algunos minerales
metamórficos, que se puede analizar por una microsonda, y la textura pueden indicar las
condiciones de temperatura y presión características para el grado metamórfico.

El grado metamórfico (por ejemplo los grados metamórficos según WINKLER) nombra las
condiciones de temperatura y presión máximas, que han influidas en la roca. Pero
metamorfismo no es estático, más bien es caracterizado por condiciones de temperatura,
presión y estrés (esfuerzo elástico) cambiándose. La historia de las condiciones de
temperatura y presión, que han actuado en la roca durante un evento metamórfico, se llama
en inglés "metamorphic p-T-path". Este puede indicar varios parámetros como las fuentes
de calor, que causan las variaciones de temperatura, la posición estructural local de la roca
y el gradiente del transporte tectónico.

1.1 Los factores, que contribuyen al metamorfismo

Los factores principales son las variaciones en la temperatura y en la presión, el esfuerzo


elástico (de compresión, ‘deviatoric stress’) y la migración de los fluidos. Estos factores
son factores externos y pueden efectuar cambios en la mineralogía, en el quimismo de los
minerales y en el quimismo total de la roca. Un otro factor importante es el quimismo total
de la roca. Puesto que la misma combinación de factores externos causará distintos cambios
en rocas de diferente composición química.

La temperatura es el factor más importante en procesos metamórficos, puesto que la


mayoría de las reacciones metamórficas se debe a variaciones de la temperatura. Las
variaciones de temperatura hacen necesario un aporte calorífero a la roca. La fuente
calorífera puede ser un cuerpo intrusivo cercano, un arco magmático relacionado con una
zona de subducción o una fuente calorífera regional profunda como el calor derivado del
manto, por ejemplo. Además la descomposición radioactiva de elementos influye la
estructura térmica de la Tierra.
La presión de carga es el segundo factor importante, es causado por la masa de las rocas
sobreyacentes y depende de la profundidad y de la densidad de las rocas sobreyacentes.

Por ejemplo una pila rocosa de 1km de potencia de


- granito ejerce una presión de carga de 264bar,
- basalto ejerce una presión de carga de 294bar,
- peridotita (ultramáfica, de olivino, típica para el manto superior) ejerce una presión de
carga de 323bar,
- agua ejerce una presión de carga de 98bar.

El desarrollo de la temperatura y presión (factores p-t)

Metamorfismo progrado
Si una roca de partida es llevada desde condiciones inferiores de ºT y p típicas para su
formación a condiciones elevadas de ºT y p típicas para el metamorfismo, se habla de un
metamorfismo progrado. El metamorfismo progrado está acompañado por la liberación de
los constituyentes volátiles de la roca como de H2O, CO2, O2 y S expresándose en
reacciones de deshidratación y descarbonatización. Por ejemplo el metamorfismo de un
basalto formado en la superficie terrestre, que mediante de la formación de la cordillera
haya sido transportado a grandes profundidades terrestres. A partir de 12km de profundidad
y a T = 300°C se transforma en una pizarra verde y con un descenso mayor hasta más de
35km de profundidad se convierte en una eclogita, que se compone principalmente de
omfacita (piroxeno mixto de jadeíta y augita) y granate.

Metamorfismo retrogrado
Si una roca de partida es llevada desde condiciones superiores de T y p típicas para su
formación a condiciones metamórficas inferiores de T y p, se habla de un metamorfismo
retrogrado. Por ejemplo la transformación de una peridotita de olivino y piroxeno formada
en el manto superior bajo condiciones de formación elevadas en una serpentinita
principalmente de diferentes minerales del grupo de la serpentina como el crisolito y la
antigorita, cuya temperatura de formación es limitada a T = 500 a 600°C por la
descomposición térmica de la serpentina.

Metamorphic p-T-path
El grado metamórfico (por ej. los grados metamórficos según WINKLER) nombra las
condiciones de temperatura y presión máximas, que han influidas en la roca. Pero
metamorfismo no es estático, más bien es caracterizado por condiciones de temperatura,
presión y estrés (esfuerzo elástico) cambiándose. La historia de las condiciones de
temperatura y presión, que han actuado en la roca durante un evento metamórfico, se llama
en inglés ‘metamorphic p-T-path’. Este puede indicar varios parámetros como las fuentes
de calor, que causan las variaciones de temperatura, la posición estructural local de la roca
y el gradiente del transporte tectónico.

La fuerza elástica (esfuerzo elástico o ‘deviatoric stress’) se refiere al componente de


presión dirigido, que no es del mismo valor en todas las direcciones. Normalmente el
esfuerzo elástico tiene valores pequeños de 5-10bar hasta 100bar. El esfuerzo elástico
puede deformar la roca, en que actúa: puede alinear los minerales, formar la foliación o la
esquistosidad de la roca metamórfica o causar rotaciones de minerales. Por consiguiente, el
esfuerzo elástico produce las texturas dirigidas (‘fabric’) de una roca metamórfica como de
un esquisto, de un gneis o de una milonita.
Además, los fluidos, que pasan por la roca, la presión, que ejercen estos fluidos y la
interacción de los fluidos con los minerales o con la roca son factores importantes.

El quimismo total o la composición química de la roca expresado por los contenidos en


óxidos de elementos también es de importancia. Puesto que en rocas de diferente
composición química cristalizarán distintos minerales metamórficos bajo las mismas
condiciones de temperatura y presión.
Por ejemplo, con una temperatura T = 550°C y una presión p = 5 kbar (+/- 15km de
profundidad) una roca arcillosa se convertirá en un esquisto micaceo, mientras que una
caliza se convertirá en un mármol.
La cuarcita compuesta de SiO2 puro puede derivarse de una arenisca de puro cuarzo, como
puede encontrárselo en la playa o puede derivársela de un silex, lo que es una roca
sedimentaria de precipitación de sílice.
Los esquistos de cuarzo y feldespato o el gneis se componen principalmente de SiO2 -
Al2O3 - CaO - K2O - Na2O - H2O. La roca de partida puede ser una arenisca con feldespato,
una arcosa, una grauvaca o una roca magmática ácida, es decir de composición granítica o
granodiorítica.
Las pelitas son de composición SiO2 - Al2O3 - FeO - MgO - K2O - Na2O - H2O. A grado
metamórfico medio se convierten en esquistos micáceos, a grado metamórfico alto se
convierten en gneises.
En pelitas calcáreas y en margas cristalizan minerales metamórficos ricos en calcio como
coisita, lawsonita y margarita.

1.2 Límites del metamorfismo

El límite inferior del metamorfismo o es decir el límite entre diagénesis y el metamorfismo


(de soterramiento) se pone a T = 200°C. Los cambios mineralógicos y de textura en una
roca, que ocurren a T<200°C se incorporan a la diagénesis.
Según una otra definición del límite inferior se consideran la reacción ‘caolinita + cuarzo --
> pirofilita’ como significativa para distinguir entre diagénesis y metamorfismo. Tampoco
para el limite superior existe una sola definición. En este caso se consideran la temperatura,
que corresponde al inicio de la fundición de una roca como determinante para el límite
superior del metamorfismo. La temperatura de fundición de una roca depende entre otros
factores de su composición. Un granito empieza a fundirse a T = 625-650°C, mientras que
un basalto se funde inicialmente a T = 850-900°C con p = 2-3kbar. Como límite superior se
podría elegir la temperatura máxima de T = 900-1000°C.
Petrología: Rocas metamórficas

En esta parte se describen la naturaleza y las características más relevantes de las rocas
metamórficas comunes.

Procesos metamórficos y clasificación de las rocas metamórficas

Variabilidad de las condiciones metamórficas

Origen de la variabilidad de las condiciones metamórficas: Tectónica de Placas y


distorsión de la geoterma terrestre estable

Subducción oceánica

Subducción y colisión continental

Evolución P-T y contexto geodinámico

Clasificación de las rocas metamórficas

Tipos de Metamorfismo

Texturas

Estructuras, microestructuras, y fábrica

Rocas metamórficas comunes

Recursos en la red

Procesos metamórficos y clasificación de las rocas metamórficas

Debido a la actividad tectónica de la litosfera terrestre, las rocas ígneas y sedimentarias


formadas en ambientes determinados y bajo condiciones ambientales precisas, pueden ser
sometidas a nuevas condiciones (esencialmente de presión y temperatura). Bajo las nuevas
condiciones, y frecuentemente bajo la acción de esfuerzos tectónicos (ligados, por ejemplo,
a la formación de cadenas montañosas), las rocas preexistentes se transforman textural,
estructural y mineralógicamente en estado sólido, dando lugar a las rocas metamórficas.
Su característica fundamental es el presentar textura blástica (i.e., recristalización en estado
sólido), y en los casos de haber sufrido deformación, fábricas anisótropas.
Las características petrográficas de estas rocas son especialmente complicadas, dados los
procesos de transformación en estado sólido que han sufrido, generalmente acompañados
de intensa deformación. Debido al carácter gradual de las transformaciones metamórficas
(y deformacionales), las características de este tipo de rocas también gradan desde ígneas o
sedimentarias a puramente metamórficas.

Variabilidad de las condiciones metamórficas

Las condiciones metamórficas de presión y temperatura pueden ser más o menos altas, por
lo rocas de la misma composición presentan minerales y texturas distintas en función de la
intensidad de las condiciones metamórficas o grado metamórfico. Se diferencian así
rocas de grado muy bajo (entre 100 y 200-250 C), bajo (entre 200-250 y 400-450 C),
medio (entre 400-450 y 600-650 C) y alto (más de 600-650 C).
La intensidad de las condiciones metamórficas también se describe mediante el concepto
de facies metamórfica, que alude al conjunto de rocas formadas en unos rangos de
condiciones P-T dados bajo los que las rocas de composición basáltica (se toman de patrón)
desarrollan unas asociaciones minerales diagnóstico de esas condiciones P-T.
Origen de la variabilidad de las condiciones metamórficas: Tectónica de
Placas y distorsión de la geoterma terrestre estable
Subducción oceánica
Subducción y colisión continental
Evolución P-T y contexto geodinámico
Clasificación de las rocas metamórficas

Las clasificaciones de este tipo de rocas se basan en:

 la composición química y mineralógica de la misma,


 el origen de la roca original o protolito (ígneo o sedimentario),
 sus características texturales, estructurales y de fábrica

En cuanto al criterio composicional, se pueden diferenciar grandes grupos tales como rocas
de composición máfica y ultramáfica (procedentes de rocas ígneas máficas como grabros y
ultramáficas como peridotitas), pelítica (rocas sedimentarias detríticas arcillosas) y gneísica
(rocas ígneas ácidas como granitos y riolitas, y sedimentarias de tipo areniscas arcósicas),
carbonáticas (calizas y dolomías) y calcosilicatadas (carbonatadas impuras con cierta
proporción de componente arcilloso y margas).

En cuanto al origen de la roca original, se subdividen en rocas ortoderivadas, esto es,


originalmente ígneas, y paraderivadas, esto es, originalmente sedimentarias.

Tipos de Metamorfismo

Los tipos de metamorfismo más importante son metamorfismo regional y de


metamorfismo de contacto. Las rocas del primer tipo de metamorfismo se forman en áreas
orogénicas amplias, a lo largo de cientos de km, soliendo presentar foliaciones e
importantes deformaciones. Las del segundo tipo se forman en torno a los contactos entre
cuerpos magmáticos intrusivos y las rocas encajantes, en respuesta al incremento de
temperatura que sufren las rocas adyacentes al ponerse een contacto con los cuerpos ígneos.
Este tipo de rocas no sufre esfuerzos dirigidos especialmente intensos durante la blastesis
mineral, por lo que suelen ser rocas no foliadas (exclusivamente blásticas). Existen, no
obstante, otros tipos de metamorfismo.

Texturas

Las texturas principales que pueden encontrarse en las rocas metamórficas son cuatro, que
se describen a continuación.

 Textura granoblástica. Los cristales forman un mosaico de granos más o


menos equidimensionales. Los contactos entre granos tienden a formar 120º
en puntos donde se juntan tres de ellos (denominados puntos triples). Esto
se debe a que esta disposición morfológica en más estable, ya que se
minimiza la superficie total de contactos entre granos y por ende la energía
de superficie, por comparación con otras disposiciones que implican
contactos al azar. Esta textura es común en rocas monominerálicas como
cuarcitas y mármoles, así como en rocas de grado metamórfico muy alto
como granulitas.
 Textura lepidoblástica. Está definida por minerales tabulares (en general
filosilicatos, normalmente micas y cloritas) orientados paralelamente según
su hábito planar. El hecho de que esta textura presente orientación preferente
de sus componentes minerales supone que las rocas con esta textura
presentan fábrica planar (o plano-lineal), lo que confiere a la roca una
anisotropía estructural (foliación) según la cual tiende a exfoliarse. Estas
rocas presentan, por tanto, comportamientos mecánicos contrastados según
las direcciones perpendicular y paralela a la superficie de foliación. Esta
textura es la típica de metapelitas (pizarras, micacitas, esquistos y gneises
pelíticos).
 Textura nematoblástica. Está definida por minerales prismáticos o
aciculares (e.g., inosilicatos, normalmente anfíboles) orientados
paralelamente según su hábito elongado en una dirección. Las rocas con esta
textura presentarán fábrica lineal (o plano-lineal), lo que igualmente les
confiere una anisotropía estructural (lineación) según la cual las rocas
tienden a escindirse. Esta textura es típica de anfibolitas y algunos gneises y
mármoles anfibólicos.
 Textura porfidoblástica. Está definida por la presencia de blastos de tamaño
de grano mayor (i.e., porfidoblastos) que el resto de los minerales que
forman la matriz en la que se engloban. La matriz por su parte puede tener
cualquiera de las texturas anteriores (grano-, lepido- o nematoblástica), o
una combinación de ellas. Cualquier tipo de roca metamórfica puede tener
textura porfidoblástica, y los porfidoblastos pueden ser de cualquier mineral
que la forme.
Texturas blásticas en rocas metamórficas. A) Granoblástica. B) Lepidoblástica. C)
Nematoblástica. D) Porfidoblástica.

Estas cuatro texturas pueden aparecer en las rocas metamórficas de manera exclusiva. Sin
embargo, lo normal es que las rocas metamórficas presenten una combinación de dos o más
de ellas. La textura global se describe primero con el de la textura individual más
dominante, y a continuación el resto (e.g., porfido-grano-lepidoblástica).
Combinaciones de texturas en rocas metamórficas. a) Granolepidoblástica. b)
Granonematoblástica. c) Granoporfidoblástica.

A parte de estas texturas, existen texturas particulares que suelen proporcionar información
sobre los procesos reaccionales que han sufrido estas rocas. No entraremos en ellas ya que
tienen un interés genético más que descriptivo. Si acaso, nombrar la textura
poiquiloblástica, definida, al igual que en rocas ígneas, por cristales porfidoblásticos que
incluyen a otros minerales más pequeños.

Estructuras, microestructuras, y fábrica

Las estructuras encontradas en las rocas metamórficas dependen de si ésta ha sufrido o no


deformación, y del tipo de estructuras de las rocas originales, ígneas o sedimentarias.

En el caso de no haber sufrido deformación (como sería el caso típico de las rocas de
metamorfismo de contacto), no suele existir orientación preferencial de los blastos
minerales. La fábica sería por lo tanto generalmente isótropa. En estos casos, se encuentran
estructuras bandeadas, que pueden ser relictas de estructuras sedimentarias antiguas (como
superficies de estratificación), o desarrolladas durante el propio proceso metamórfico (e.g.
diferenciados metamórficos, migmatitas estromáticas), estructuras masivas (e.g. granulitas
y mármoles corneánicos, algunas serpentinitas) y estructuras nodulosas (e.g. corneanas
nodulosas o moteadas).

En el caso de que las rocas hayan sufrido deformación contemporánea con el


metamorfismo (rocas de metamorfismo regional), todos o parte de los blastos minerales
presentan orientaciones morfológicas (fábrica) y/o cristalográficas (fábrica cristalográfica)
preferentes. Las estructuras y las fábricas encontradas son en parte equivalentes. La
estructura más común es la bandeada que, además, presentará orientación preferente de los
minerales paralelamente al bandeado.

Tanto en las rocas no deformadas como en las deformadas (aunque especialmente en estas
últimas) se pueden encontrar características estructurales penetrativas en grandes
volúmenes de rocas, independientemente de su estructura básica. Se dice que una
característica es penetrativa cuando se encuentra homogéneamente distribuida por toda la
roca a una escala determinada, lo cual supone que se repite en el espacio de manera
constante. Normalmente, la escala es pequeña, esto es microscópica o de muestra de mano.
En las rocas metamórficas las estructuras penetrativas son la foliación y la lineación,
caracterizadas por la existencia de cualquier superficie o línea, respectivamente, presente en
la roca de forma penetrativa. Estas estructuras imprimen la facilidad de rotura a favor de las
mismas. En las rocas metamórficas deformadas, tanto las foliaciones como las lineaciones
son el resultado de la deformación sufrida ante la acción de esfuerzos dirigidos (i.e.,
esfuerzos no hidroestáticos).

Además de las estructruras anteriores, existen muchos tipos de microestructuras


particulares sobre las que no entraremos dada su complejidad. Si acaso, sólo mencionar las
sombras de presión, que, como su nombre indica, suponen la presencia de zonas donde los
esfuerzos deformacionales han sido menores debido a la acción "protectora" de
porfidoblastos. Estas zonas se identifican fácilmente al microscopio ya que no están tan
deformadas como el resto de la roca y suelen presentar texturas granoblásticas.
Esquema que representa distintos tipos de foliación.
Esquema que representa distintos tipos de foliación.

Rocas metamórficas comunes

A partir de los criterios de tipo y grado de metamorfismo, texturas, estructuras y fábricas, y


composición de la roca original, se pueden clasificar las rocas metamórficas. Las más
comunes son las que siguen.

Pizarra y filita. Rocas pelíticas de grano muy fino a fino. Está compuestas esencialmente
de filosilicatos (micas blancas, clorita,...) y cuarzo (si es muy abundante puede denominarse
entonces cuarzofilita); los feldespatos (albita y feldespato potásico) también suelen estar
presentes. Este tipo de roca presentan foliación por orientación preferente de los minerales
planares (filosilicatos), y son fácilmente fisibles.

Esquisto. Roca pelítica de grano medio a grueso y con foliación marcada (en este caso de
denomina esquistosidad). Los granos minerales pueden distinguirse a simple vista (en
contra de las filitas y pizarras). Los componentes más abundantes son moscovita, biotita,
plagioclasas sódicas, clorita, granates, polimorfos del silicato de aluminio (andalucita,
silimanita, distena), etc. A veces pueden tener altas concentraciones de grafito, por lo que
toman un color oscuro (al igual que las pizarras y filitas).

Gneiss. Rocas cuarzofeldespática de grano grueso a medio, con foliación menos marcada
que en los esquistos debido a la menor proporción de filosilicatos (esencialmente moscovita
y/o biotita). Para definir una roca como gneiss debe contener más de un 20 % de
feldespatos. Su origen es diverso, pudiendo derivar tanto de rocas ígneas (ortogneisses)
como sedimentarias (paragneisses); algunos gneisses se producen en condiciones de alto
grado por fusión parcial de esquistos u otros gneises, denominándose gneises migmatíticos.

Anfibolita. Roca compuestas esencialmente por anfíboles (en general hornblenda) y


plagioclasa de composición variable. La esquistosidad no suele estar muy desarrollada,
aunque los prismas de anfíbol suelen estar orientados linealmente (lo cual genera
lineación). Proceden en su mayoría de rocas ígneas básicas (ortoanfibolitas) y margas
(paraanfibolita).

Mármol. Roca de grano fino a grueso compuesta esencialmente por carbonatos (calcita y/o
dolomita) metamórficos. Normalmente, los mármoles no presentan foliación, debido a la
ausencia o escasez de minerales planares. Su estructura es variada, aunque abundan la
masiva y bandeada, y su textura es típicamente granoblástica. Su color es muy variado,
desde blanco, gris, rosa a verde. Resultan de la recristalización de rocas calizas de cualquier
tipo, por lo que no pueden observarse los componentes originales como bioclastos, oolitos,
etc. Los mármoles no deben confundirse con calizas esparíticas sedimentarias, que sí
presentan los componentes originales, aunque más o menos modificados por los procesos
diagenéticos. De hecho, gran parte de las rocas que comercialmente se conocen con el
nombre de mármol, son rocas carbonatadas sedimentarias.

Cuarcita. Roca de grano medio a fino, constituida esencialmente por cuarzo (más del 80
%) y algo de micas y/o feldespatos. Las cuarcitas derivan de rocas sedimentarias detríticas
ricas en cuarzo (areniscas cuarcíticas) con las que no deben confundirse. Son rocas masivas
o bandeadas, sin foliación marcada y textura granoblástica deformada o no.

Corneana. Roca no esquistosa desarrollada por metamorfismo de contacto sobre rocas


originariamente pelíticas. La composición mineral es muy similar a la de los esquistos,
aunque presentan algunas diferencias mineralógicas, como cordierita y andalucita. La
textura es granoblástica, la estructura generalmente masiva masiva y la fábrica no
orientada. Cuando una roca metamórfica es de contacto suele ser adjetivada con el término
“corneánico/a”, independientemente que su composición sea o no pelítica (e.g., mármoles
corneánicos).

Serpentinita. Roca compuesta esencialmente por minerales del grupo de la serpentina


(antigorita, crisoltilo, lizardita...), con proporciones variadas de clorita, talco, y carbonatos
(calcita, magnesita). Son rocas generalmente masivas, aunque pueden presentar cierto
bandeado composicional. Proceden de rocas ultrabásicas, constituidas esencialmente por
olivino y piroxenos, hidratadas durante el proceso metamórfico. Estas rocas son conocidas
comercialmente como mármoles verdes, aunque en sentido estricto no son mármoles.

Estos tipos descritos pueden proceder una misma roca, difiriendo en cuanto al grado
metamórfico sufrido. Así por ejemplo, una pelita (o metapelita) de grado muy bajo se
denomina en general filita o pizarra, en grado bajo sería una micacita o un esquisto, en
grado medio un esquisto y en grado alto un esquisto o un gneis pelítico; una roca máfica
sería un esquisto verde en grado bajo (esquisto con abundante clorita y albita) o una
anfibolita en grado medio.
Las rocas metamórficas foliadas (e.g., esquistos, gneises) no han sido especialmente
utilizadas como material de construcción debido a la fuerte anisotropía que presentan en
cuanto a sus características mecánicas, que suponen una fácil exfoliación y rotura
paralelamente a la superficie de foliación y/o lineación.

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