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DNI: 39652514
MU: 9970
2018
Presentación:
Los que nos dedicamos al estudio y análisis de los medios masivos de comunicación
sabemos que la estructura sociopolítica del sistema-mundo actual ha encontrado en los
medios de comunicación la forma más eficiente para transmitir y fijar formas simbólicas en
la sociedad. Es a partir de la puesta en circulación de discursos que los medios de
comunicación legitiman relaciones organizadas de dominación, poder y control. Esto hace
que el discurso se convierta en un dispositivo efectivo de socialización que se puede usar
para reproducir y avalar ideologías. En ese sentido, resulta interesante reconocer el papel
fundamental que cumplen la radio, la televisión, los periódicos y los nuevos medios
digitales en los procesos de construcción de imágenes de la realidad social y de
consolidación de hegemonías.
El día 30 de agosto del corriente año, se produjo en la Provincia de San Juan un
conflicto entre dos grupos en la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes. En dicho
contexto, se generó una controversia en torno a una imagen religiosa que se encontraba en
mencionado establecimiento educativo. La disputa se ocasionó, por un lado, entre quienes
consideraban que no era adecuado que el símbolo se encontrara en la Facultad y, por lo
tanto, solicitaban que lo retiraran, y por otro lado, quienes sostenían que la imagen debía
quedarse.
En consonancia con lo anteriormente expuesto, el presente trabajo pondrá su atención en
la reconstrucción del hecho realizada por distintos medios digitales de la Provincia de San
Juan. Se hará especial énfasis en determinadas formas lingüísticas utilizadas para referirse
al grupo que solicitaba el retiro de la imagen religiosa. En ese sentido, se intentará develar
las formas en las que se representa a ese grupo.
El marco teórico que se utilizará se circunscribe fundamentalmente en conceptos
provenientes del Análisis Crítico del Discurso (ACD). A su vez, se hará uso de las teorías
de los Estudios Culturales.
Las categorías lingüísticas que se analizarán son:
● Verbos
● Adjetivos
● Nominaciones
Desde que se produjo el hecho, este tema fue agenda de los medios por varios días. No
obstante, solo se tendrán en cuenta artículos publicados el mismo día de la disputa. El
corpus de textos seleccionado se inscribe dentro del género periodístico informativo y es el
siguiente:
Objetivo general:
● Develar cómo distintos medios digitales de San Juan, a través del discurso,
consolidan representaciones sociales en función de hegemonías dominantes.
Objetivo específico:
● Analizar los recursos lingüísticos y las estrategias discursivas que los medios
digitales de San Juan utilizan para referirse a un determinado grupo.
● Desentrañar las valoraciones que hacen distintos medios digitales de San Juan
acerca de un grupo determinado.
Marco teórico:
El presente trabajo se circunscribe en la teoría del Análisis Crítico del Discurso (ACD).
En primer lugar, el ACD es una disciplina que tiene como objetivo analizar “las relaciones
de dominación, discriminación, poder y control, tal como se manifiestan a través del
lenguaje. En otras palabras, el ACD se propone investigar de forma crítica la desigualdad
social tal como viene expresada, señalada, constituida, legitimada, etc. en los discursos”
(Wodak, 2003, p. 19). Adoptar una perspectiva crítica, en este caso, implica tomar distancia
de nuestro fenómeno en cuestión, enmarcarlo en lo social y adoptar una postura política
(Wodak, 2003, p. 29), para desentrañar las relaciones de poder-dominación que predominan
en una situación.
En relación con lo anterior, se puede decir que el discurso es poder. Para Foucault
(1979), "poder y saber se articulan en el discurso” (p. 11). De acuerdo con eso, las prácticas
discursivas pueden tener efectos ideológicos de peso, es decir, pueden ayudar a producir y
reproducir relaciones de poder desiguales entre distintos grupos sociales, por medio de la
manera como representan objetos y sitúan a las personas. Es así como el discurso puede ser,
por ejemplo, racista, sexista, homofóbico, etc. y constituir un intento de hacer pasar ciertos
aspectos de la vida social como meras cuestiones “normales” (Fairclought y Wodak, 1997,
p.368).
Son los grupos poseedores del poder que, a través de los medios de comunicación,
tienen la capacidad de influir a partir del discurso. En otras palabras, los medios masivos de
comunicación ponen en circulación una serie de discursos que, justamente, sirven para
legitimar sentidos y atribuir significaciones en función de determinados intereses
ideológicos. Siguiendo a Martín-Barbero, “el discurso mediático se concibe así como un
fenómeno socio-comunicativo que proyecta su actuar en una compleja trama de
interacciones y mediaciones socioculturales, en las cuales se produce la construcción de
imaginarios colectivos y la producción discursiva que se sedimenta como sentido común de
la vida cotidiana” (citado en Toro Castillo, 2011, p. 110). En tal sentido, es menester
desmitificar la idea de que los medios son meros instrumentos técnicos que transmiten
información de un individuo a otro sin alterar su relación.
Los medios, por lo tanto, son los encargados de crear representaciones sociales.
Representación, desde esta perspectiva, hace referencia a la imagen mental que un
individuo cualquiera construye acerca de una cosa, evento, acción, etc. en relación a los
estímulos propuestos por los medios de difusión (Raiter, 2002, p.13). Esas representaciones
sociales quedan <particularizadas>, sostiene Van Dijk (2003, en Wodak y Meyer, p. 168),
en modelos mentales que se instalan en el imaginario colectivo de la sociedad.
Metodología:
Para la interpretación de los datos, se hizo hincapié en los títulos, las bajadas y los
cuerpos textuales de todas las noticias. Los datos obtenidos son los siguientes:
Vía San Juan - Los que abogaban que - Quienes estaban en contra
- Un grupo de católicos
se retirara la figura
- Un grupo de
manifestantes
- Los militantes a favor
de la laicidad
En primer lugar, resulta pertinente para el presente trabajo comenzar analizando las
distintas maneras en las que los medios nombran a los dos grupos en cuestión. En
relación con eso, es interesante analizar la construcción que realizan los medios
ubicando a los dos grupos en polos discursivamente opuestos, teniendo en cuenta la
religión como parámetro de legitimidad social. Se ha identificado que la mayoría de los
medios ha utilizado la palabra católicos para referirse al grupo que pedía que el objeto
religioso permaneciera en el establecimiento, mientras que algunos medios llaman “los
no religiosos” o “sectores en contra de la iglesia” al otro grupo. En este caso, como se
dijo anteriormente, la religión funciona como parámetro de legitimidad y también de
distinción. El uso de la negación y la frase prepositiva en contra de tienen especial
significado, ya que trabajaban como un mecanismo para salvaguardar la imagen propia,
disminuyendo el peso de la acción del segundo grupo al ponerlos contrapuestos al
primero. En ese sentido, estar en contra de algo y no ser algo implica luchar pero solo
para corromper los intereses del otro, no por los intereses intrínsecos que pueda tener el
segundo grupo. De esta manera, se desacredita al grupo que pedía que se retirara el
objeto religioso, en desmedro del grupo católico. No obstante, por otro lado, otros
medios utilizaron las siguientes formas: “El grupo que aboga por la educación laica”,
“Quienes propician una universidad laica”, “Los militantes a favor de la laicidad”. En
estos ejemplos, por el contrario, el foco está puesto en el verdadero reclamo del segundo
grupo: la laicidad.
Se ha observado también que para hacer referencia al grupo que pedía que el objeto
religioso se retirara, se utilizan de manera recurrente los términos alumnos y
manifestantes. El Diario La Provincia, por ejemplo, utiliza ambos términos
homologándolos: “Empujones, gritos, insultos y descontrol. El ingreso a la Facultad de
Filosofía, Humanidades y Artes de la UNSJ fue un caos cuando alumnos y
manifestantes exigieron quitar la imagen de la Virgen María entronizada allí”. En
relación a eso, el término manifestantes ya trae consigo una carga peyorativa, ya que de
por sí quien se manifiesta rompe con el orden y el statu quo y eso, de alguna manera,
molesta y hace ruido. Además, el diario le asigna a mencionado grupo un lugar negativo
relacionado con la violencia, al atribuirles los “empujones, gritos, insultos, descontrol y
caos”
También, es interés de este trabajo hacer referencia a la representación que crean los
medios acerca del movimiento feminista y de los grupos a favor de la despenalización
del aborto. Se ha podido observar que todos los medios, en general, incitan a la
construcción de una imagen negativa de dicho movimiento. Tiempo de San Juan, por
ejemplo, utilizó la siguiente forma: “Un grupo de alumnos, con pañuelos verdes y
encapuchados”. En este caso, el adjetivo encapuchados directamente posiciona a esas
personas en una situación de clandestinidad y, de cierta manera, se las estigmatiza.
Diario de Cuyo, por el contrario, no utiliza ningún adjetivo peyorativo, pero de igual
manera contribuye a deslegitimar directamente a las feministas: “un grupo de mujeres
identificadas con pañuelos verdes ingresaron a la sede de Avenida Ignacio de la Roza y
"adornaron" con pañuelos la imagen de una Virgen”.
Por otro lado, es menester hacer una reflexión sobre las acciones, es decir los verbos,
que cada uno de los diarios les ha asignado a cada grupo. Tiempo de San Juan y el
Diario La Provincia, por ejemplo, utilizan el verbo exigir, mientras que Diario de Cuyo
usa pedir:
“Un grupo de alumnos, con pañuelos verdes y encapuchados, llegó hasta el lugar
exigiendo que quitaran la estatua de la santa” (Tiempo de San Juan)
Conclusiones
Referencias bibliográficas:
de Buenos Aires.
Marín Rojo, Pardo y Whittaker, (1993), El análisis crítico del discurso: una mirada
indisciplinada. Universidad Autónoma de Madrid.