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INDA ABERASTURY
"'I)U r, y finalmente presenta. en la primera 1111' I 1, 1"
1('()(l11 llsJs de niños en la Argentina,
eIln la autora- tuvo sus rafces en la creadc I I • "
RIA y TECNICA
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L PSICOANALISIS
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NIÑOS
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1 1 " " 1do , Todos estos temas están expU¡¡ h l~I' " 1, l'
"' " In Los capítulos siguientes pres n Ic ll 1 111 ¡. '11 1
1111' 11 Y diagnóstico de las neurosis infcm lll, ", V
, I Illc'o la técnica terapéuti=,

TEORIA y TECNICA DEL PSICOANALISIS


-
DE l'HNOS


Arminda Aberastury

TE ORlA y TECNlCA DEL


-
PSlCOANALISIS DE NINOS
Con la colaboración de
Susana L. de Ferrer
Elizabeth G. de Garrna
• •
Pola 1. de Tomas

y el matenal clínico de
Lidia S. de Forti Manuel Kizzer
Héctor Garbarino Gela H. de Rosenthal
Mertedes F. de Garbarino Jorge T. Rovatti
Sara H. de Jarast Eduardo Salas

~~
PAIDÓS
Buenos Aires·· Barcelona - México
Cubierta de Gustavo Macri

150.195 Aberastury, Arminda


COD Teoña y técnica del psicoaná li sis de nmos.-
1 8 ed. 13' reimp.- Buenos Aires : Paid6s, 2006.
320 p. ; 22x16 cm.- (Psicología, ps iquiatría,
psicoterapia)
A Angel Garma
ISBN 950·12·302H

1. Psicoanálisis l. Tít ulo

1" edici6n. 1962


13" reimpresión. 2006

R~seryados todos los derecho!!. Quedan rigurosamente prohibida , sin la autorización Ilscrita de los
tilulllres del cupyright, bajo las sallcionas establecidas en las leye~, la reproduc ción parcial o total de
C~ LII obm po r cualquier medio o procedimiento, incluidos In re)ll"OlOrofla y el trat.amiento iuformlitico.

@ 1962 de todas l as ediciqpes •


Ediciones Paidós Ibérica SA
Maria no Cubí 92, Ba rcelona
<O de esta edición para Argentina y Uruguay
Editorial Paidós SAICF
Defensa 599, Buenos Aires
e-mail: literaria@editonalpaidos.com.ar
www.paidosargentina.com.ar

Queda hl.."Cho el depósito que prev iene la Ley 11.723


Impreso en la Argentina · Printed in Argentina

Impreso en Gráfica MPS,


Santiago del E stero 338, Lanús, en mayo de 2006
Tirada: '750 ejemplares

ISBN 950·12-3021·X

Edición para comercializar exclusivame nte en


Argentina y Uruguay
INDICE

NOTA PREUM INAR ... .•• • •••••••• ••••••• •••••• •.•• ••..• ~ . • • • • 11
PRÓLOGO •••• .•• • ..• •... . . ...•.•.•.• • •... .•• •• •.••• .••• •• . •• 13

Historia de la Técnica
1. Análisis de In fobia de un niñ{) de 5 años • • • • • • • • • • • • • • • • 19
. . t o de una t"eClllca ..................•.•..•.•...
- 11. NaClmlen 34
ur. Dos corrientes en psicoanálisis de niños ...... . ... . .•..... 51
IV. El psicoanálisis de niños en la Argentina ............... . 62

Técnica Actual
T en trevlsta
.-- V. ._~a "1 con Ios pa d res ............ '......... ,
. ,InICIa 75
... VI. .il consultorio, el material de juego, el cajón individual; pro-
blemas técnicos que surgen de su manej o diario ......... . 92
". VII. La primera hora de juego, su significado ........... , ... . 108
VIII. Entrevistas posteriores con los padres ..............•.... 131

Historiales Clínicos
IX. H¡·stor¡· .les cl¡'n¡'cos • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 147
X. Conflictos en la elaboración del duelo ....... ~ .......•... . 180
Primera Parte, por Pola l. de Tomás ... ',' ........•.... 180
Segunda Parte, por Susana L. de Ferrer ........... .... . . 190
XI. Fragmentos ,de historiales ..... . ........................ . 199
XII. Surgimiento de ansiedades ana lsadomásoquísticas enquistadas,
por fracasos en la latencia, por Elizabeth G. de Garma . .... . 209

Profilaxis de la neurosis infantil


XIII. Grupos de orientación de madr es ........................ 231
XIV. Nuevas perspectivas en la terapia .........•......•.• ,... . 249
INDICE ANAriTlCO • . . . • • . . . . . . . . . . . . . . . . . • • . • • . • • . . • . . • • • . . . . • 269
INDlCE ALFABÉTICO DE CASOS ....• • •.. • . .• •• ....•.•• ••...• . . . . . 275

nTnUOGRAFíA ···,········,········,·························t 276


"Homme nul n'a sondé le fond de tes abímes."

Les Fleurs du Mal


CHARLES BAUDELAIRE

"Sabemos, sÍ, que hay luz. Está aguardando


'''detrás de esa ventana
" con sus trágicas garras diamantinas,
" ansiosa
"de clavarnos: de hundirnos, evidencias
"en la carne, en los ojos, más allá."

Razón de Amor
PEDRO SALINAS
Nota preliminar

Este libro, que se inicia con el Pldmer intento de Freud de curar la neu-
rosis de un niño apli'cando la técnica psicoanalítica y concluye hrindando
nuevas perspectivas , para la terapia, reúne mi experiencia y la de muchos
analistas que trabajaron conmigo.
Es el testimonio de mi .agradecimiento a Freud, que dio los funda-
mentos teóricos de la· técnica; a Melanie Klein, cuyas ideas Iueron mi
directiva más valiosa; a todos los que contribuyeron con su esfuerzo al
progreso del psicoanálisis de niños y a los que colaboraron en este libro '
ofreciéndome generosamente su material clínico.
La Asociación Psicoanalítica Argentina fue reconocida en 1944 por
la Psychoanalytic International Association l fruto del trabajo infatigable
que en favor de la difusión del método psicoanalítico había realizado
Angel Garma -eon el grupo que inicialmente le acompañó- desde 1939.
Fueron su interés por el análisis de nmos y el apoyo incondicional que
recibí tanto de él como de Enrique Pichon Riviere -con quien trabajaba
desde 1938 en el Hospicio de las Mercedes- los que me permitieron
emprender la ardua tarea de dar los pasos iniciales y crear los cimientos
de lo que hoy podemos llamar nuestra técnica de psicoanálisis de niños.
Eil este mismo sentido quiero recordar aquí con profunda gratitud 10 que
pura mí significó en aquellos añ os la frecuente correspondencia con Me-
lanje Klein, d e la~ qu e recibí valiosas indicaciones técnicas.
Si bien Flora ScolnÍ inició también en esa época su labor corno psico~
IlOalisla de niños, yo trabajé sola al principio. Mi primera colaboradora
lue Elizabeth G. de Garma, quien con gran dedicación y genuino talento para
d análisis de niños participó desde, 1947 en las tareas de formación, que
ya entonces eran intensas.
Rápidamente el interés por el psicoanálisis de niños fue credendo
y este hecho ' hizo posible y necesario dictar seminarios técnicos y teóricos
en la Asociación Psicoanalítica ' Argentina desde 1948. Este progresivo
.lesarrollo culminó con la realización del Primer Symposium de Psico-
unálisis de Niños, en 1957.
Desde 105 comienzos fue form¡lndose a mi alrededor un grupo espe-
dalmente interesado en estos problemas. Con el paso de los años algunos ,
IIbandonaron la especialidad, en tanto que otros, una vez formados, con-
linuaron sus actividades independientemente y crearon a su vez nuevos
grupos.
12 ARMINDA ABERASTtJRY

Escribir este libro, en el que pretendo transmitir mi experiencia y Prólogo


la de mis colahoradores, fue una tarea nada fácil que seguramente hubiera
abahdonado sin la ayuda incondicional que me prestaron Lidia }'orti y
Susana 1. de Ferrer.
Luciana B. de Matte, Julio Aray y Juan F. Rodríguez {ut'rc,n vaJiosos
colaboradores y su cuidadosa e inteligente revisión del texto aportó inne-
gables mejoras. José Alonso no se limitó a copjar los originales s ino que
a veces los interpretó sugiriendo sutiles modificaciones.
Los trabajos originarios de F reud surgieron del aná1isis de adultos,
Agradezco finalmente a Decio de Souza su dedicación al dh~cutir
pero la naturaleza de su hallazgo lo condujo a investigar los años de la
conmigo algunos aspcr;tos de este libro. lo que significó para mí un gran
jnfancia, pues descubrió- que las primeras causas de trastorno mental
estímulo.
tenían su fuente en factores que actuaron durante las primeras fases del
desarrollo.
Sus conclusiones sobre la sexualidad infantil se confirmaron la pri·
mera vez que se aplicó el psicoanálisis al tratamiento de un niño neurótico 1.
Sus ideas sobre este desarrollo 3e enriquecieron con los hallazgos ulterio-
res en el tratamiento de adultos neuróticos, con la observación directa de
niñ'Os y con los datos que le com.unicaban los psicoanalistas que se dedi-
carOn a niños. Fue fundamental la investigación de los mecanismos que
impulean al niño a jugal.
El juego había sido estudiado por psicólogos, filósofos y pedagogos,
muchos de cuyos hallazgos mantienen hoy su validez, pero señalaban aspec-
to"s parciales del problema o describían el fenómeno sin entrar a consíde ..
rar su significado inconsciente.
En la 1eoría traumática del juego Freud no excluye 1'0 que en parte
se había descripto, pero explica el fenómeno en su totalidad y en su
esencia 2 • Ya en el historial de Juanito había interpretado juegos, sueños
y fantasías, pero fu~ al observar y analizar el juego de un niño de 18
meses cuand-o descubrió los mecanismos psicológicos de la actividad
lúdica.
Comprendió que el niño no j ugaha solamente a 10 que le era pla-
centero sino que también repetía al jugar situaciones dolorosas, elaborando
así lo que habla sido excesivo para su yo.
La teoría traumática del jUt;~go desar:<:oUlida por Freu J no ha sido
modificada en sus bases, y sí utilizada para la creación de nuevas técni·
cas de acercamiento .al inconsciente del niño en el1ratamiento y diagnóstico
de Jas neurosis infantiles, de las que nos ocuparemos a lo largo de este libro.

1 FnEUD, SIGMtTND: "Análisi" de la fobia de un niño de cinco años" , Obras Como


pletas. Editorial Americana, Buenos Aires, 1943, tom o XV, Historiales clínicas.
2 fru:un, SICMOND: "Análisis de la fobia de un niño de cinco años", tomo XV,
Historiales clínicos. 40Mb allá del prineipio del placer", tomo lI, Una teona sexual y
otros ensayos, pág. 285. Tótem r tabú, tcmo VnI, pág. 116. Obras Completas. Ed. Ame-
ricana, Buenos Aires, 1943.
13
14 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIl~OS 15
_ En muchas de las ohras de Freud he encontrado apWltes que fueron y de 1... primeras etapas del desarrollo. Todos ellos, al desarrollar las
fundamentales para la creación de la técnica de psicoanálisis de niños. ideas originarias de Freud, contribuyeron a la comprensión de la mente
En "Actos sintomáticos y casuales" 3 relata un acto sintomático en del lactante, de ndo las h3ses de una posible profilaxis de las neur osis
un niño de 13 -a,ñas, cuya interpretación podría ser hoy un ejemplo de infantiles.
la forma en que puede analizarse un niño, y en un pequeño artículo Todos estos hallazgos provocaron rechazo y despertaron resistencias,
';'Asociación de ideas en una niña de cuatro añ'üs" " señala la posibilidad pero en especial el de la sexualidad infantil y el del complej o de Edipo. El
de utilizar la expresión verbal temprana para la interpretación. repudio del adu!to a la sexualidad del niño se expresó en su necesidad de
En "Psicología del colegial" 6 esl1ldia las reacciones frente a los maes. iguararla, en el afán por prohibir sus manifestaciones inventando leyendas
tras, como repetición de las relaciones con sus padres, ideas que más tarde se que sustituyesen la verdad, y negarle todn esclarecimiento. Freud mostró
desarrollaron, permitiendo comprender el porqué de las dificultades de ya en el historial de J aanito que cuando el adulto responde con mentiras
aprendizaje, de la desadaptación escolar y de la avidez o rechazo frente al a las preguntas que el niño hace, 1'0 impulsa a mentir y le crea serios
conocimiento. conflictos.
En HLos s ueños infantiles" i) analiza s ueños de niños, destacando Cuando en 1900 descL hrió la importanda de la relación temprana
que -como en los del adulto- debemos considerar un contenido mani- con los padres para el desti 10 de las futuras relaciones de objeto, dio los
fiesto y uno latente, al que se llega por la interpretación. fWldamentos para un nuev) descubrimiento técnico -decisivo para la
Partiendo de estos hallazgos, Hug Hellmuth, Anna Freud, Sophie eficacia de su método- cú, no he la utilización de la transferencia en
Morgenstern y Melanie Klein buscaron la forma de aplicar el psicoanálisis la cura analítica.
al tratamiento de niñ os. Aunque todos contribuyeron a mi técnica at:':tual, En "El delirio y los sueños en la Gradiva" 1) describe con especial clari-
fue el pensamiento de Melanie Klein el que marcó Una directiva funda- dad este hallazgo: "Fl proceso de curación se completa por un re~ urgimiento
mental en mi trabajo. del amor, .si es que f - Jemos dar es te nombre a ]a reunión de todos 1(>:i
Los descubrimientos de Freud sobre la dinámica del inconsciente, la heterogéneos componente!; del instinto sexual, y esta recaída amOr0tia es
sex~alidad infanti~ y 1,. configuración ! destino del complej o de Edipo, indi~pensable, pues los s ~ntomas a e,ausa de los cuales se sometió la en-
obhgaron a reconsIderar lo que se supoma era un niño. ferma al tratamiento no son sino res iduos de anteriores luchas, de repre-
Al señalar Frend que el instinto de muerte actúa junto al instinto sión o de retorno a la conciencia, y sólo por una nueva crecida rlp. !..d
de vida desde el primer momento, que las tendencias destructivas existen mismas pasiones que h.,:m proyocado el cl)mbate pueden ·tales re~tos ser
junto a su capacidad de amor, que necesita destruir y que esta necesidad ahogados y removidos. Todo tratamiento .pskoanalitico - ·p or lo tanto--
dehe ser r espetada - dentro de ciertos límites- y más importante aún, es una tentativa de liberar aIllor reprimido, que había hallado en un
que .los conflictos originados por estas tendencias en pugna son fuente síntoma un insuficiente exut'Orio transaccional."
contmua de dolor, nos hemos visto obligados a modificar nuestra creencia Freud llegó al descubrimiento del complej o de Edipo a través de su
en la felicidad de la infancia. autoanálisís y luego a través de la transferencia. Dice en su estudio auto-
Cual~do describió la angustia de nacimiento como el arquetipo de las biográfico: '1-{abía tropezado~ en efeclQ, por primera vez, con el complejo
futuras sItuaciones de ansiedad -idea que más tarde Rank desarrollará de Edipo." 10 Señaló luego que éstr.: fue el asunto central de su· auto-
con genialidad- abrió el camino a todos aquellos psicoanalistas que se análisis: "También comprobé en mí -dice- el amor por la madre y los
ocuparon en especial de la vida intrauterina 7, del trauma del nacimiento 8 celos cOntra el padre, al punto que los considero un fenómeno general de
la temprana infancia".ll
:1 FREVD, SICMUND: "Actos sintomáticos y casua1es"~ ~omo 1 Psicopatologia ele
la vida cotidiana, pág. 244. ~
" FREUD, SICMUND: "AsociaCión de ideas en una niña de cuatro años", tomo XIII
Psicología de la vida erótica, pág. 135. ' (1:Jo edición, Viena, 1924). [Traducci6n castellana: Ellrauma del nacimiento, Ed. Paidós,
5 FREUD, SIGMUND: ~'Psjcología del colegial". tomo XIX, El malestar en. la culo Buenos Aires, 1961.] ...
tura, pág. 283. 1) FREUD. SIGMUl"I3 :" El delirio y los sueños en la Gradiva de W. Jensen'\ 'tomo nr,
6 F'REUD, SIGbfUND: "Los sueños infantiles", tomo IV, Introducción. al psicoaná. El chiste y su relación · COn lo inconsciente, pág. 275.
lisis, pág. 153. 10 FREUD, SIGMv:·m: "Estudio preliminar". tomo xxn, Los orígenes
del psicoaná-
7 En la Argentina, Arua1do Rascovsky y los integrantes del grnpo de estudios lisis., pág. 53. Obras Ccmpletas. Ed. Santiago Rueda, Buenos Aires, 1956. .
psicoanalíticos sobre la organizaci6n fetal, constitUldo en el año 1954. 11 FREUD, SIGMUND: "Cartas, manuscritos, notas", tomo XXII, L os orígenes del
s. RANK, QTTO: The trauma o} birth. Ed. Robert Brunner, Nueva York, 1952. psicoanálisis, pág. 261. Ohras Completas, Ed. Santiago Rueda, Buenrs Aires, 1956 .


16 ARMINDA ·ABERASTURY

Valorar la importancia fundamental de sus hallazgos para la creación


del psicoanálisis de niños fue lo que me impulsó a iniciar este libro
con el relato del primer historial de un niño neurótico tratado por Frend,
para luego exponer las técnicas que de él nacieron y su evolución, hasta
llegar a mi técnica actual. He tratado -no sin dificultad- de que fuese
siempre el material clínico el que condujese a la teoría y de transmitir
mi convjcción sobre la importancia del psicoanálisis de niños para la
investigación y metodología psicoanaliticas.
Historia de la técnica

Partiendo de Zas haUazgos de Freud y en especeaZ del primer cOSo de


una neurosis infantil curada por él, se muestra cómo Sophie Morgenstern,
Állna Freud y Melanie Klein buscaron la forma de aplicar el psicoanálisis
al tratamiento de niños . Se sefuilan las diferencias técnicas que desde sus
"omienzos r hasta la actualidad mantienen las escuelas creadas por Anna
Fr.url y MeÚlnie Klein y la influencia que tuvieron en el desarroUo del
Pllcoanálisis de niMS en la Argentina.


l. Análisis de la fobia de un niño de 5 años 1

Con la publicación de este historial, Freud fijó las bases para la


comprensión del lenguaj e preverbal y la utilización de la interpretación
en el análisis de niños, pero no para el manejo de la transferencia como
instrumento técnico. Esto se debió, en parte a la rorma en que se realizó
el tratamiento, y en parte a que tampoco en el tratamiento de adultos
había valorado todavía la importancia técnica del vínculo con el terapeuta.
Para comprender cómo nació el psicoanálisis de ninos, quisiera que
nos remontásemos a los primeras descubrimientos de Frend sobre la cura·
ción de la neurosis del adulto. La primera vez que habló de psicoanálisis
como de un método terapéutico propio fue en 1896 cuando, al descubrir
el valor de la asociación libre, pudo independizarse de la hipnosis y de
la sugestión, técnicas que había usado hasta entonces para la exploración y
curación de la histeria 2,
El hecho de que muchos de sus pacientes continuasen hablando lí·
Lremente sin hipnosis ni sugestión, y purlieran por cadenas asociativas
llegar al recuerdo de traumas infantiles, le mostró la importancia de la
asociación libre que luego utilizó metódicamente en la exploración y
curación de sus pacientes.
Nada más ilustrativo para comprender esta evolución de la técnica
de Freud que la lectura de sus primeros historiales 3, Su nuevo y gran
descubrimiento fue comprender y valorar como instrumento técnico el
vinculo que se creaba entre el paciente y el terapeuta, al que denominó
transferencia. Descubrió que ésta tenía sus raíces en la más temprana
infancia y que lo que el paciente revivía Con el terapeuta eran sus pri-
meras relaciones de objeto, siendo imprescindible interpretar las reaccio-
nes transferenciales positivas y negativas como repetición de aquellas
lituaciones pretéritas 4.

1 FREUD, SIGMUNO: "Análisis de la fobia de un niño de cinco años", tomo XV,


lIl.ttoriale$ clínicos. Obras Completas, Ed. Americana, Buen()s Aires, 1943.
2 JONES, ERNEST: Vida y obra de Sigmund Freud, tomo 1, pág. 296. Editorial
Nova, Buenos Aires. 1959.
8 FREUD. SICMUND: Hist oriales clínicos, tomo X, uLa histeria", pág. 27 .
• FREUD, SICMUND: Más allá del principio del placer, tomo n, "Una teoría sexual
'1 otros ensayos", pág. 275.

19
20 ARMINDA ABERASTURY
TEOltÍA y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NINOS - 21
El valor terapéutico de la interpretación fue comprendido por Freud
desde el primer momento, cuando comprobó que al comunicar en el mo- expres~r aquí mi. 8~adecimiento por haber puesto a mi disposición sus
mento oportuno al paciente sus descubrimientos, conseguía que éste hiciera anotaclOnes, autonzandome a publicarlas."
consciente lo que hasta ese momento estaba reprimido. Asociación libre, "Unicamente ]a unió:;} de la autoridad paterna y la autoridad médica
transferencia e interpretación fueron los tres pilares de la técnica de Freud e~ u~~ soI~ persona y la coincidencia del interés familiar con el interés
para hacer consciente el inconsciente. cIcn.tdic'O .hlcl~ron posible dar al método analítico' un empleo para el cual
La teoría traumática de las neurosis había llevado a Frend a la con- hublera SIdo madecuado en otras condiciones." 6
vicción de la importancia de la sexualidad infantil y a formular un en- Frend intuy~ dos cosas:, ,1) que lo que hace eficaz la interpretación
sayo sobre su desarrollo G, pero faltaba la experiencia de la observación de. I~ tI.ansferencla es la umo.n de la figura del terapeuta con el objeto
directa de un niño, que permitiese confirmar sus descubrimientos sobre or~gIna~I~,. y 2) que la terapIa y la investigación son inseparables en el
pSlcoanahsls.
la evolur:ión sexual. El tratamiento de una histeria infantil permitiría am-
pliamente esta corroboración. Freud había postulado la existencia del com- . Expone e1 historial en tres partes: en la primera, relata las observa-
plejo de &lipo y la (,!:>~el"Vación de un niño neurótico confinnaría tam- CIOnes q~e realizó el padre buscando corroborar en la observación directa
bién la importancia de éste en la eclosión de la neurosis, mientras estaba de un runo lo que Freud habia expuesto acerca de la sexualidad infantil'
aconteciendo. en la segunda ~xpone la evolución de la enfermedad y del tratamient~
En 1905 intentó por primera vez aplicar este método a la curación y en ]a ,parte fmal, que él.titula "Epicrisis", se propone·: 1) comprobar
de una "'.eurosis infantil ; se trataba de una zo'Ofobia en un niño de cinco ?asta .donde este c~so confIrma sus puntos de vista sobre la sexualidad '
años. :El ,h istorial de· este niño - J uaníto- corroboró en efecto lo que mfantil ; 2) determID~r ~ué aporta a la comprensión de las fobias, y 3)
hahia afirmado hasta entonces sobre la sexua1idad infantil y sobre la im- extraer. de esta expenenc13 aclaraci()oes sobre la vida anímica del niño y
portancia del complejo de Edipo; abrió, además, el camino para la in- conclUSIones para la adecuada orientación de éste.

terpretación del lenguaj e preverbal y significó un aporte fundamental para Juanito~ hasta la aparición de la fobia, parece haber sido un niño 'que
la comprensión de las o!obias. Desde este punto de vista, ni Freud ni sus se desarrollo nor~almente. Sus pad.res lo describen como un 'niño alegre,
sucesores inmediatos pudieron prever los alcances de su descubrimiento. con huenas relaCl?neS con su m~dio, que juega bien y goza jugándo.
Ha sido necesario para valorarlo su confrontación diaria con . las expe- No hacen referenCJa a enfermedades ni dificultades durante su desarrollo
riencias de los psicoanalistas de niñ os. Uno de los múltiples valores de que hiciesen suponer algún conflicto no :;~esuelto 7.
este 'historial fue mostrar la repercusi ón que tuvier on las situacion~s trau- Los datos que nos da Fre tld s.obre el paciente nos resultan hoy in-
máticas en el desarrollo del niño, cómo se expresaron durante el trata- co~pletos: nada sabemos .sobre el embarazo, el parto, la lactancia y sus
miento y cómo evolucionaron hasta llegar a la curación. pn.meros logros de lenguaje y marcha. Podemos deducir de la actitud ul-
El pad.r e de J uanito 'h abía transmitido a Freud sus observaciones tenor de la madre -a la luz de n uestros conocimientos actuales- que
sobre todas las manifestaciones de curiosidad y actividade-s sexuales de el c~~tT?1 de esfínteres debió ser severo, porque el niño padecía de un
su hijo que pudieran confirmar sus descubrimientos sobre la sexualidad (,gtreJ~lmlento tenaz que fue tratado con enemas y laxantes. Nos da en
infantil. En esta correspondencia - que Fr~ud transcribe en la primpT J. cambIO un detall~do cuadro de sus traumas genitales, que explicaremos
parte del historial- están consignados los más importantes datos que y evaluaremos mas ad elante.
permitirán comprender la eclosión de la fobia y la elección oel animal oh- "L~s prime:as o~servaciones s,?hre J uanito datan de la época en qué
jeto de su miedo. no habla cump~do aUn los tres anos. Manifestaba por entonces, con di-
"El presente historial clínico de un paciente infantil --dice Freud- versas ocurrencIas y preguntas, vivo interés por una cierta parte de su
no constitu ye en rigor una observación directa mía. Dirigí, desde luc:go, cuerpo, <1 la que llamaba 'la cosita de hacer pipí'." 8

en conj unto el plan del tratamiento, e incluso intervine una vez en él per- La curiosidad por los genitales .'Se satisface también en su 'observación
sonalmente, manteniendo una conversación con el infantil sujeto. Pero
quien llevó adeÍante el tratamiento fue el padre del enfermo, al que debo o FREUD, SIGM UND : "Análisis de la fobia de un niño de cinco años" tomo XV
{/illoriaLes clínicos, pág. 145. . "
1 Salvo el estreñimiento y la amigdalectomía, que no fueron valorados por Freud
(; FREUO, SICMUND : "Una teoría sexual", tomo n, Una teoría sexual y otros eT¡sa- ni por }os padres.
roS', pág. 7. 8 FREUD, SIGMUND: "Análisis de la fobia de un niño de cinco años" tomo XV
/ll,torial~s clínicos. pág. 146. ' I
22 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 23

de animales: "Aproximadamente en la misma época (a los tres anos y - se ven perturbadas por la mentira de su madre, que le ha afirmado que
ella también tiene un genital masculino. Es por eso que .1 uanito, aunque
medio), llevado un día ante la jaula de los leones en Schenbrunn, Juanito
exclama alborozado: 'Les he visto la cosita a los leones'." 9 observa que su hermana es diferente de él, se empeña en negarlo y dice:
Freud agrega: "Los animales deben gran parte de la significación que "Tiene una cosita muy chiquituca."
han alcanzado ·in fáhulas y mitos a la naturalidad con la' que muestran Fueron también importantes los traumas sufridos en su propio cuer-
a las criaturas humanas, penetradas de ávida curiosidad, sus órganos ge- po, enemas y laxantes que vivió como vaciamiento violento, reforzando el
nitales y funciones sexuales." 10 temor a que también pudiera cumplirse la amenaza de castración. "Se
Pero su gran curiosidad hace de Juanita un investigador también de
ha hecho observar que el niño de pecho tenía que sentir ya el acto de
lo inanimado: "Un día, a los tres años y nueve meses, ve desaguar ]a serle retirado el seno materno al terminar cada una de sus mamadas, como
caldera de una locomotora y dice: 'Mira, la locomotora está haciendo una castración, esto es, como la pérdida de una parte importante de su
pipí. ¿Dónde tiene la cosita?'" 11 propio cuerpo. Igual sensación despertaría en él el acto regular de la
defecación." 13
Su interés no es exclusivamente teórico y le incita también a toca-
El historial señala abundantes traumas genitales: 1) la madre le prohi.
mientos y actividades masturbatorias que angustian a su madre, quien le
bió la masturbación, y como esta prohibición fue inútil, ]0 amenazó con
amenaza con que el médico le cortará los genitales si sigue tocándolos.
llevarlo a un médico que le cortase los genitales; 2) le hizo una descrip-
Esta amenaza será uno de los traumas desencadenantes de la enfermedad,
ción inexacta de la diferencia de sexos, asegurándole que los genitales
tal como se verá a través del historial.
femeninos· eran como los del varón; 3) cuando se embarazó y tuvo una
Freud considera que el nacimiento de la hermana fue también trau- hija, dieron a Juanito la conocida versión de la cigüeña, pero al mismo
mático para Juanito, pero releyendo el historial y estudiándolo a la luz tiempo lo llevaron al cuarto de su madre, en el que vio el maletín del
de los conocimientos actua: as comprendemos que no fue el hecho en si médico y una palangana con sangre, que él vinculó con el parto, y 4)
lo que perturbó a Juanito, sino los engaños y falseamientos de la verdad durmió con sus padres hasta el momento de nacer su hermana.
,que rodearon este acont:~miento y todo ,lo que se refería ~ la vida sex~~l~ C·onociendo la forma en que e:x:presó Juanito su curiosidad sexual,
mentiras que contradeclan todo cuanto el observaba. Le dIeron la VerSlOTI las características de su masturbación y las reacciones de los padres, va-
de ]a cigüeña pero también le nevaron al cuarto de su madrt', en el que loramos más fácilmente todos los acontecimientos relacionados con el na-
vio rastros de sangre y de la actividad del médico, hechos que razonable· cimiento de su hermana y el porqué de su fuerza traumática.
mente ligó con el parto, creándose en él una gran confusión. Freud, en la primera parte del historial, relata también los inte'.ltos
Su capacidad de observ'ación y 511 preocupación por unir lo que ob· de Juanito de orientar hacia otros 'objetos los afectos hasta entonces cen-
servaba con las versiones que sus padres le daban sobre los mismos he- trados en sus padres y hermana, y analiza el significado de los llJegos
chos, así como la confusión que esto le creó, son muy evidentes en el exhibicionistas con, sus amigos y los sueños en los que elabora 1::..d excita-
relato que hace J uanito del día del nacimiento de la hermana. Cuando cione.sdel día.
ve el maletín del médico dice: "Hoy viene la cigüeña". Después del parto~ Al estudiar la evolución del síntoma, señala insistentemente y:ue :tntes
Juanito oye que IR partera pide una taza de té y dice: "Mamá tose y por de la aparición de la fobia Juan"ito tuvo crisis de ansiedad y que a los
eso le dan té", y al entrar en el cuarto de su madre, en vez de mirarla cuatro años y ocho meses tuvo un sueño de angustia, en el que expresaba
contempla una palangana mediú llena aún de agua sanguinolenta y die/'! el miedo de ser abandonado por la madre.
extrañado: "Yo no echo sangre pOI la cosita." Los primeros síntomas de la fobia -que iba a condenar a J uanito . a
"Todas sus palahras demuestran -dice Freud- que relaciona con no poder salir de su casa, por temor a encontrar un caballo- surgieron
la cigüeña esa situación inhabitual. Lo observa todo con aire desconfiado. poco después.
Indudablemente se ha afirmado en él la primera desconfianza contra la Dos acontecimientos aparecen desde el principio conectados con la
historia de la cigüeña." 12" Cuando nace su hermana sus observaciones fobia: 1) el miedo que sintió cuando vio caer a un caballo, jadear y
patalear, y 2) temor a que el caballo lo mordiese. Cuando el padre le
9 FREUD, SIGMUND: "Análisis de la fobia de un niño- de cinco años", t.omo XV, interpreta 'que existe una relación entre ese miedo y su curiosidad sexual
Historiales clínicos, pág. 148.
10 FREUD, SIGMUNO: ldem, pág. 148.
11 ~··;uo, SIGMllNO: Idem. pág. 148. 1,3 FREUD. SIGMUND: "Análisis de la fobia de un niño de cinco años", tomo XV,
12 r ..EllO, SIGMUND: ldem, pág. 150. Historiales clínicos, pág. 14,3.
24 ARMINDA ABERASTURY TEoRÍA y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 25
se produce una intensificación de la an gustia, y dice: "No tengo más re· La característica del caballo temido era el ser blanco y pienso que
medio que· mirar a, los caballos y luego me da miedo." 14 este detalle pudo originarse en el color hlanco del delantol del médico
En esta época Juanita se enferma y debe permanecer en cama quince durante la operación. El significado traumático de la amigdalectomía es-
días por una fuerte gripe. Pienso que esa enfermedad fue consecuencia capó a la comprensión de Freud y "quizá por eso no consiguió explicarse
de las angustias antes mencionadas. A la gripe sigue una amigdalectomía algunos de los detalles de la fohia: el color hlanco del cahallo, el signifi-
luego de la cual la fobia se intensifica notablemente. Aunque Freud no cado de la hoca y del hozaL _
valoró la amlgdalectomia como uno de los factores desencadenan tes de Me veré ahora forzada a repetir fragmentos del historia:l porque quiero
la enfermedad, hoy no podemos sino darle ese valor sobre todo si peno poner el acento en los hallazgos técnicos que me parecen fundamentales.
samas que la boca desempeñó un papel importante en esta fobia y que Tempranamente, desde los tres años, manifestó gran curiosidad por
Juanito señala con frecuencia que los caballos blancos muerden: "Cuando los propios genitales y por los de las otras personas, así como por los de
se les pasan por delante los dedos, muerden." los animales. Esta curiosidad se acompañó de una frecuente masturba·
Vamos a tratar de analizar cada uno de los detalles de su miedo
ción que la madre trató de im?Cdir amenazándolo COn llevarlo al médico
- el pataleo, el ser mordido, la caída y las características del caballo te- para que le c.ortase "la cosita", y en otra oportunidad ofreciéndole dormir
mido- y de exponer no sólo las motivaciones que Freud señala, sino tam- con una especie de camisón cuyas mangas, al estar atadas, le impidiesen
hién las que hoy valoraríamos. el libre uso de las manos.
J uanito solía ver a su madre cuando defecaba, y este hecho -según
Freud- contribt.:·: ,", a que equiparase con tanta insistencia el proceso del Esta amenaza de castración y la represión de ]a masturbación se pro-
parto con la evacuación y se representara éste como la caída de la materia dujeron cuando Juanito tenía tres años y medio, antes de la aparición de
fecal en el orinal. El pataleo que temió tanto de los caballos era similar la f-obia y coincidiendo con el embarazo de la madre.
al que, según sus padres, realizaba Juanito cuando le imponían el control En el verano anterior a la eclosión de la fobia -período en el que
de esfínteres. la madre estaba embarazada- aparecen los primeros índices de ansiedad:
El caballo tuvo ~oles importantes en juegas previos al síntoma, en sufre depresionesl tiene crisis de angustia en las que expresa miedo de
los que él jugaba con los otros niños a ser el caballo, y también en juegos perder a la madre, y cuando va de paseo con su niñera, pide volver a la
con su padre. El juego de los caballos jugado con otros niños fue con- casa por temor a no encontrar a su madre.
temporáneo al de 'Orinar exhibiéndose, realizado con los mismos niños. En Este síntoma se hace más oscuro a los padres cuando, no obstante
esa época el embarazo de su madre incrementó su curiosidad por todo ser la madre quien lo acompaña en sus paseos, los interrumpe también
lo sexual y su masturbación, y la ~adre no sólo lo amenazó con cortarle por crisis de angustia y deseos de volver a casa. A los cuatro años tiene
los genitales, sino que más tarde le propuso acostarlo con las ma~'Os atadas, un sueño de angustia que anuncia ]a aparición de la enfermedad y en el
para que no se masturbase_ ' " ' que expresa su miedo de que la madre lo abandone.
Con todos estos antecedentes, comprendemos que la' amigdalectomía A los pocos meses de este sueño aparece el temor de que le muerda
debió ser vivida por él como el cumplimiento de la amenaza materna, in- un caballo, temor cuyas características se van definiendo en sucesivos des-
tensificándose la angustia de castración por desplazamiento de lo genital plazamientos a detalles y que en su última forma consiste DO sólo en temor
a lo oral. Si de su garganta podía amputarse una parte, era factible que a los caballos fuera de casa, sino también dentro de ella, pues tiene ]a
esto aconteciese también con los genitales. No debemos olvidar que la idea de que también puede entrar un caballo en su cuarto.
madre atribuyó al médico el poder para cumplir la amenaza de castración
Cuando aparece en J uanito el temor a que le muerda un caballo, el
y que la operación fue realizada e~tonces por el posible ejt:cutor de esa padre, orientado por Freud, interviene como terapeuta y le interpreta que
amenaza. la angustia y el miedo que siente son una consecuencia de la masturba-
La equiparación consecuente de la boca con la vagina, de acuerdo con ción, impulsándolo, además, a abandonarla. La amenaza de castración se
lo anterior, hizo que el temor al caballo se centrase en que éste podía ve así reforzada y determina nuevos aspectos de la neurosis de 1uanito.
morder Y' en especial en los dedos, porque la masturbación podía impedír-
sele también quitándole el instrumento con que ]a efectuaba, las manos, Una pequeña mejoría obtenida con esta interpretación desaparece
ya que también lo amenazaron con atárselas. pronto, manifestándose en cambio una fuerte gripe, luego de ]a cual es
f\Ometido a una amigdalectomía.
u FREUD, SICMUND: ,cAnálisis de la fobia de un niño de cinco años", tomo XV,
Hf.ltorialcs cUnicos, pág. 168. Tl1anito conversa con su padre sobre las características del miedo sa·
ARMINDA ABERA5TURY
TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 27
26
tuvo un papel importantísimo; 2) el recuerdo de un incidente en el que
hiendo que sus relatos serán transmitidos a Freud, así como las ocurren-
IU amigo Federico -algo mayor que él y fuertemente identificado con su
cias que surgen espontáneamente sobre cada itetalle de sus juegos) fantasías
pudre- cayó al suelo y se hirió jugando a los caballos; 3) las prohibi.
y sueños y que la finalidad de esta correspondencia es curarlo de sus
oiones que en los mismos términos le hicieron sus padres referentes a la
miedos. El padre a veces interpretaba este material -basándose en lo que
conocía de psicoanálisis y sobre la vida de Juanito--- siendo las inter. mn.sturbación, y los padres de una amiga, r~ferentes a los peligros de la boca
pretaciones aprobadas, ampliadas o modificadas por Freuci. En muchos de un caballo, y 4) su unión temporal C"Qn todo 10 relacionado con el em-
otros casos -se le escapaba el significado latente de este material y Freud barazo y parto de la madre, porque a los tres añus y medio recibe la
lo orientaba sobre la línea interpretativa a seguir. Resulta bastante ex- amenaza de la madre y &e produce el nacimiento de la hermana.
traño que si en este primer análisis fue tan evidente que el niño sufría "El material patógeno quedaba transferido al complejo del caballo y
por el síntoma y colaboraba en el tratamiento, se sostuviera después -y transformados uniformemente en angustia todos los afectoli5 concomitan-
durante tantos años- que el niño, a diferencia del adulto. no sabe que tes." 16 Este proces'o tuvo aún que someterse a una nueva deformación y
está enfermo ni desea curarse 15. lustitución antes de que la conciencia tomara conocimiento de él. El pri-
En la medida en que, por efecto de las interpretaciones, Juanito mer miedo de J uanita de que lo mordiera un caballo procedía de otra
hacía conscientes los motivos del miedo, surgían recuerdos que estaban elSCena, en que la madre le había amenazado con cortarle los genitales si
reprimidos y esto hizo posible reconstruir el camino desde la crisis de leguía con sus hábitos onanistas. El estado patológico permanece ligado
angustia hasta la aparición de la fobia. Muchos de 105 recuerdos de a los componentes instintivos sexuales rechazados. "Trátase, pues, de una
Juanito son ratificados por los padres ; otros, no; algunos son recuerdos poderosa re~cción contra los osearas impulsos del movimiento que ,intentan
encubridores cuyo análisis enriquece la reconstrucción del pasado, pero en dirigirse' especialmente hacia la madre. El caballo había sido siempre para
su mayor par1:e sus relatos son :fantasías preconscientes o mentiras que Juanito un ejemplo del placer del movimiento, pero como este placer in-
conscientement.e formula como si fueran acontecimientos de los que fue tegra el impulso al coito, queda restringido por la neurosis, que erige
testigo. Es este último el más valioso material para comprender los acon- tamb~én al caballo en la imagen misma del m~edo." 17
tecimientos que desenc!"adenaron la enfermedad y Freud en gran parte lo La fobia al cahallo impide a J u.nito salir de la casa y facilita su
utiliza. permanencia al lado de la madre, satisfaciendo así sus deseos posesivos
Trataremos de exponer el contenido de las sesiones, lJO de acuerdo pero a costa de una intensa represión de sus deseos genitales.
con el orden en que aparecen en el historial -=-para evitar repeticiones que
A estos conflictos se unió el recuerdo de ansiedades relacionadas con
oscurecen el desarrollo del caso-, .sino consignando el gradual esclareci·
la iniciación del control de esfínteres. Juanito vinculó el pataleo del ca-
miento y transcribiendo los textos de Freud.
ballo con sus propios pataleos cuando lo obligaban a dej ar de jugar para
Tempranamente descubre Juanito que su miedo a que lo muerda un ponerlo a defecar. , También fue evidente que identificaba el parto con la
caballo se relaciona con una impresión recibida en Grunden. Escucha en
evacuación, explicándose -por esta identificación- el miedo al pataleo
una ocasión que el padre de una de sus amigas -Lizzi- )(" advierte del
del caballo·, En el miedo a ser mordido por el caballo se habían ligado
peligro de acercar la mano a la boca del caballo, diciéndole: "No le acero
ques los dedos al caballo,· porque te morderá." Cuando relata este recuerdo
el miedo a los genitales de la madre, el recuerdo de la amenaza de caso
de Juanito, Freud señala que la formulación verbal que pone Juanito en tración que ésta Je hizo y la advertencia que el padre de Lizzi -la amiga
boca de] padre de su amiga es la misma que utilizaban sus padres cuando de J uanito que mp.ncionamos antes-- le formuló sobre los peligros que
1'0 amenazaron por masturbarse. existían en la Doca de un caballo.
La neurosis aparece enlazada a este suceso accidental y conservó su Sabemos que en la fobía los desplazamientos son múltiples; en Jua.
huella en la elección del caballo corno obj eto de angustia. Aunque esta nito el miedo a ser mordido pronto se desplazó al temor dE" que entrase
impresión carecía en sí de "energía traumática", la adquirió por diversos en su habitación un caballo, desplazamiento que se explica puesto que era
factores que detalla Freud: 1) la anterior significación del caballo como su cuarto el escenaJio de la masturbación y de las prohibiciones.
objeto de preferencia e interés, como se deduce de los primeros relatos
sobre juegos realizados con amigos y con su padre, en los que el cabaUc 16 F'REUD, SlCMUND: "Análisis de la fobia de un niño de cinco años", tomo XV,
Historiales clínicos, pág. 27,4.
17 FREuv. SU;MtmD: ldem, pág. 277.
lIS Cf. capítulo V.
28 ARMJNDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 29

Cuando Freud señala que todo este con~ct? ,es u~a. consec~encia de , la mano _e ra también una referencia a ]a- mani-obra operatoria y al instru-
las amenazas de castración de la madre, la Justdlca d!CleDd?: Pero de- mento de la masturbación. Además, otra de las características del animal
hemos tener en cuenta que en todo esto la madre no hac~ SlnO desempe· temido era la "cosa negra que llevaba en la boca" y que resultó ser un
ñu un papel marcado por el de3tino y extremadamente. espmoso Y compr?, bozal de cuero. Pienso que este rasgo _también encubría un elemento del
metido" 18, con lo que apoya su idea de la universahdad ~e la angusha trauma operatorio. Es como si Juanito pensara; "De haber tenido un bozal
de castración e intenta defender la figura de la madre, actItud muy fre- -la boca cerrada- no me operan", y _al mismo tiempo ume- sentía amor-
cuente en Freud. Hoy no podemos sino considerar que. las amenazas de dazado como con u~ hozai, cuando me operaron". Por eso teme que lo
la madre incrementaron esta angustia en grado extremo y que estas ame· muerdan los caballos biancos, o los que ,tienen bozal, o que le saquen
nazas aumentaron su curiosidad por ver los genitales y lo nevaron a u~a l08 dedos. .
masturbación compulsiva, pata ratificar que la amenaza no se habla Las fantasías de Juanito que cllIentan sus padres en esa época son
la de la jirafa 20 y la de realizar actos prohibidos que merecen castigo 21.
cumplido. . Todo hace pensar que 'Vivió ]a operación como el castigo por la mastor..
Con un criterio que la, experiencia en niños ha corroborado amp.ba. bación realizada con las fantasías edípicas subyacentes. Cuando J uanito se
mente, Freud piensa que un esclarecimiento sexual adecuado le ?ub~ese rosiste a ir al consultorio de Fretld los padres le mienten, prometiéndole
ayudado a vencer ]a c'ompulsión a ver los genitales de la madre y aSI evItar que si acepta verá a una -niña muy linda en casa del profesor, actitud que
la intensificación de la ansiedad. La mentira inicial de la madre sobre la nos permite deducir que también a la operación ]0 llevaron engañado 22'.
diferencia de sexos, agregada a la amenaza de castración, reforzó la .com- En esta primera y única consulta Freud comprende que dos detalles del
pulsión a ver y to car los genitales, siendo este i~cremento de la ansIedad animal temido ,están en telación con los bigotes y anteojos del padre, e
coadyuvante de la somatización que durante dlaS lo mantuvo en cam~ Ipterpreta que. el miedo de J uanito al caballo surge de s u intensa agresión
. rl' pe Es de suponer que el estar en cama y la fiebre aumentaron su ,1 padre y del temor a que éste s'e vengue, y que estos sentimientos son
con g . hih'd .
compulsión a masturbarse, actividad que no sólo era pro 1 a, sm~ que 1. consecuencia de sus deseos amorosos hacia la madre. Luego de esta
se le señaló como motivtP de su enfermedad, reforzando su angustia de "J.ita 'comienzan his mejorías importan tes, pero Juanito insiste -con muy
castración; la amigdalectomía actuó como factor de~~ncadenante. Freud buen sentido- en que s u amor y su miedo al padre SO!! coexistentes, verdad
no valoró el significado de la operación como castraClon, p~ro hoy, 8 tra- ~U" Freud descubrirá más tarde en Inhibición, síntoma y angustia. 23
vés de múltiples experiencias similares, nos resulta, muy eVlden.te: En este HAtlta ese _momento se limita a decir: "Sabemos que esta parte del miedo
como en muchos otros casos, la operación de amlgdala.s es VIVld~, como d. Juanito tiene dos aspectos: miedo del padre y miedo por el padre.
advertencia de, que también puede cUR1plirse la tan temIda c~straclOn. ~s El primero proviene de la hostilidad y el segundo del conflicto de su
importante señalar que es en este momento cuan(~o Freud ~enal,a por p.n- CI.riño hacia él" 24, señalando así las ansiedades paranoides y ' depresivas
mera vez que los caballos temidos eran hlancos: Cuando su pa4r e ]e dlC~ , IU origen. ,
que los cabal1'Os no muerden, él respo nde: 'Pero los caballos blancos 81 En esta parte del historial Freud interpreta Wl proyecto de juego de
muerden. En Grunden hay un caballo. blanco que muerde. Cuando se le J uanito que consiste en cargar y descargar y descubre que por una relación
ponen delante los dedos, muerde"; y anota también' q?-e .al. pad~~ le ex- IJmbólica sustitutiva es posible 'que un mi'smo juego represente el proceso
traña que diga los dedos en lugar de la manO. J uamlo dIce: Cuando del parto y el de la defecación, interpretación que se confirma luego cuando
Lizzi se marchó, había en la puerta de su casa W1 coche con un caballo ..n flua juegos con una muñeca utiliza también los mismos símbolos para
blanco para llevar el equipaje a la estación; Su padre ~~Iaba ~er~a ,del ,.prr~sentar lo que significaron para él el parto y la evacuación.
caballo y el caballo volvió la cabeza. Entonces el padre dIJO a L!ZZI:. No no," de sus recuerdos; 1) el del pataleo como protesta cuando le que-
toques con los dedos .al cabalol blanca, te mor dera.
""19
rtan :\Jrzar a defecar, y 2) el de haber visto a su 'madre cuando evacuaba,
Creo que está justificada nuestra sJlPosición de q.ue este caballo bla~co
representa al cirujano con el delantal blanco reahzando la tan tenuda :lO FREUD, SICMUND: "Análisis de la ío:bia de un niño -de cinco años", tomo XV,
castración desplazada a la garganta y que el hablar de los dedos y no de Nlltnrlales clínicos, pág. 176.
lH FREUO, SICMU:ND: ldem, pág. ISO.
SlV FREOD, S ICMUJ'W: ld~m. pág. 172.
18 FREUD, SICMUND: "Análisis de la fobia de un niño de cinco años", tomo XV~ va FRE VD, S ICMUNO : l nhibi 'ión, síntoma y angustia, tomo XI, pág. 24.
Historiales clínicos, pág. 167. SI"'- FREVD, SIGMUND: "Anáj $is de la fobia de un niño de cinco años", tomo XV,
19 FREUD,_ Sn;,r.WND: Idem, 'Prig. 169. NI.torlales clínicos, pág. 184.
30 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA ·DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 31
se condensan y desplazan a la figura del caballo, haciendo específicas las Analizando juegos, fantasías y sueños, F;eud estudió las distintas foro
situaciones de mayor temor. Jtla8 simbólicas con las que un niño represeptó el cuerpo dp la madre y
"Juanito ha padecido desde siempre de un estreñimiento pertinaz .118 contenidos: una bañera, un ómnibus, un carro de mudanzas, en 105_ que
que nos ha obligado a emplear laxantes e irrigaciones." 26 Se agr~ga a el denominador Común era el ser continentes llenos de contenido, o algo
esto el hecho de que haya observado "a su madre en el momento de la oapaz de tener dentro cosas más chicas y pesadas, como un vientre que
aefecación",26 a.loja a un niño que luego crece y pesa. Luego extendió este significado
Esto favoreció el que equiparase el parto de la madre con el pataleo .1 proceso de evacuación. Uno de los argumentos más apasionantes del
durante la defecación, con todas sus molestias: "Siguiendo la,> indicaciones historial es la interpretación que hace de la descripción deta,l1ada que Jua~
que sus sensaciones le proporcionaban, concluyó que debía de tratarse de nito nos .ofrece sobre la vida de su hermana en el vientre de la madre
una violencia de que se hacía objeto a su .madre, de un desgarramiento, y el señalamiento de Freud, sobre la' evidencia de este conocimiento en
de una penetración en un espacio cerrado, actos a cuya ejecución sentía el niño. J uanito dice: "Se pasó todo el tiempo comiendo y sin moverse
en sí el impulso." 27 una sola vez. Se bebió dos jarras grandes de caIé. Por lJl. mañana no que~,
Freud piensa qúe partiendo de sus sensaciones genitales, J uanito hu~ daba ya nada. Dejó toda la basura en el cajón. Las hojas de los rábanos
biese llegado a ' descubrir la vagina 28, pero no le fue posible por la con~ y el cuchillo para cortarlos. Luego 10 limpió · todo muy de pnsa. En un
fusión que le creó la madre al afirmarle que no existía diferencia de sexos, minuto. A toda prisa." 31
lo que se 'Oponía a todo lo que sentía en su cuerpo y descubría en sus Freud descubrió que un niño de tTea .,años percibía el embarazo y-
continuas observaciones. El _recuerdo de su madre exhibiéndose mientras tenía, además, su propia concepción de . cómo se desarrolla un hiio en la
defecaba se ligó en Juanito al recuerdo de juegos exhibicionistas con sus madre: "Y ahora nos procura Juanito una sorpresa, para la que ciertamente
amigrul. Jnanita contó que las niñas querían verlo cuando él hacía pipí y no estarnQS preparados. Teniendo tres años y medio observó el embarazo
que también él las miraba a eUas.29 Estos recuerd'Os estaban unidos a las de la madre,. que táminó en el nacimiento de la pequeña, y de~Fués del
prohibiciones que los acompañaron en ambas oportunidades. parlo, si no antes, _reconstruyó_ todo el proceso aunque sin exteriorizarlo

Frend señala que a esta altura del tratamiento Juanito se apodera y quizá sin poderlo exteriorizar." e2
osadamente de la dirección . del análisis, y ya que sus padres retrasan las El proceso de carga y descarga con el que simboliza el parto aparece
-explicaciones que hubieran debido darle hace tiempo les comunica me~ equiparad.o al de la evacuación · intestinal. El comienzo de la fobia, que
diante sus juegos con una muñeca cómo se representa un nacimiento. Con fue el miedo a que un caballo patalease y se cayese, estaba vinculado a
este mismo juego elabora el proceso.de la evacuación y pérdida de una 8US pataleos infantiles cuando lo fon;aban a defecar y al desplazamiento
parte de sí mismo 30, cumplimiento de la tan temida amenaza de perder de ese miedo al proceso del parto. Es evidente que el niño tenía un co~
el genital. La operación -prueba de realidad de que le quitan parte de nacimiento de lo que era la vida intrauterina cuando' describe que su
su cuerpo- transformó un temor sólo fantaseado en uno real y le hizo hermana viajaba en una caja cerrada en la que comía y hacía E,US nece~
asociar la pérdida de la materia fecal con la pérdida del pene, ligándolo sidades y de la 'que no podía Balir, · ,localizando este vüi}e ·en un veraneo
con el nacimiento cerno producto de la unión genital. en ~l cual su madre estaba embarazada de seis meses. Hoy sabemos por
El mayor interés del hist.orial, si lo consideramos como punto de par~ la experiencia de numerosos análisis de niños· que el embarazo d~ la ma~
tida de la técnica de psicoanálisis de niños, es el señalar la eficiencia de dre es percibido d~sde . el primer momento y ]0 e:x;pr~n en sus juegos,
las interpretaciones y sus consecuencias. confirmándose así lo que Freud observó. Cuando Juariito intentó elaborar
Hoy, aplicando ]a técnica de juego, vemos que el niño expresa con el problema de la diferencia de sexos, de la diferencia entre adultos y
juguetes los mismos conflictos y los interpretamos del mismo mod'O. niños y el temor a su padre como rival en el amor de la madre, Jo ex.
presv en una fantasía en la que una j írafa grande y una ({hica simboli7.a~

25 FREUD, SICMUND:Historiales clínicos, pág. 195. han la diferencia de sexos. El se personificaba en el que tomaba posesión
26 F'REUD, SIGMUND: Idem, pág. 197. de la chica -la madre-- sentándose sobre ella y despertando el enoj o de
27 FREUD. SICMUND: ldem, pág. 272. .
28 Lo que está totalmente de acuerdo con mi idea de la fase genital previa y su
significado. Cí. cap. IV. S1 FREUD, SICMUND: "Análisis de la foh ia de un niño de cinco años", t0I)10 XV,
29 FREUD, SlCMUND: ob. cit., pág. 201. Historia(es clínicos, pág. 217.
30 F'REUD. SICMUND: Idem, pág. 224. 82 FREUD, SIGMUND: Idem, pág. 267.
32 ARMINDA. ABERÁSTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 33

la jirafa grande -el padre- , interpretando Freud que la diferencia de tao Los continuos .p rogresos de esta técnica cuyo nacimiento expondremos .
maño de las dos jirafas simbolizaba la diferen cia de sexos. También en en el próximo capítulo permitieron; 1) ' el · análisis de niños muy pequeños,
esto la experiencia posterior en el análisis de niños confirmó esa ínter· desde quince meses' en adelante; 2) la' ampliación cada vez m ayor de los
pretación de Freud. En una serie de fantasías en las que Juanita describe casos que se trataban con éxito, entre ellos afeCciones psicosomáticas, como
cosas prohibidas y castigadas, como saltar cercos o romper vidrios, Freud úlcera, colitis ulcer~sa, asma, eczema y acetonemia, . y 3) la profiJaxis de
interpreta el deseo incestuoso y el castigo por él. enfermedades futuras, mediante la _ ()rie~tación psicoanalítica del lactante,
En otra de sus fantasías un plomero con un destornillador le saca como consecuencia ,del progreso en el conocimiento del desarrollo.
"]a cosíta~' y le da una grande 33. En la primera parte de esta fantasía
repite casi sin deformación la 3ituación traumática de la atnenaza de cas-
tración hech::t ror la m adre y en la ~egunda la ,modificación lograd f1 pOI'
el tratamiento. en la que recibe del padre la potencia. Según Freud esta
-feliz e!nDolac,ión de! co mplej o de Edipo fue posible por las interpretaciones
antedares y explicó la desaparición de 1a fobia.
Si hoy escribiésemos la historia de Juanito, nos preoc uparía conocer
muclJ05 d::::111es de su historia que hicieran comprensible su c,,"'o lución;
pero como Fr:"~ud estaba especial;nentc interesado en estudiar la influencia
de los traumas sex uales en la etiología de las neurosis y en una fobia
daba especial importancia a los traumas de la fase fálica, se comprende
que la mayor parte de los datos que nos aporta se refieren a esa época
de su vida.
El tratamiento n0,le llevó a cab o en la fOl·ma habitual en psjcoani.
lisis. Freud vio f>úlamente una vez al pequeño paciente y el tratamiento
- si bien baj o su supervisión- estuvo a cargo del padre del niño, que
estaba muy compen etrado COn los descubrimientos de Freud ; por eso no
pudo servir como enseñanza téc nica en lo que se refiere a la interpreta~
ción o al maneJo de la transferenc4t. Muchos de sus hallazgos -algunoS
apen as esbozados- abrier,on el. camino para buscar una técnica que per~
mi!"iese entender el lenguaje preverbal e interpretarlo. La experiencia mos~
traba que el niño, aunque n o se podía expresar totalmente con palabras,
era sí capaz de entender lo que el adulto le decía, de m odo que compren~
diendo d significado latente de sus juegos, dibujos, sueñ'of>: ensueños y
3!:!ociaciones, 1a interpretación sería tan e.ficaz como ID era en el tratannento
de adultos. Faltaba comprobar si el niño era capaz de establecer con su
terapeuta un vínculo transferencial, t al como el adulto, y ese aporte fue
dado por los psicoanalistas de niños.
Reemplazada la a,ocioción libre por el lenguaje preverbal, probada
la capacidad de] niño para comprender la interpretación y establecer una
transferencia con el terapeuta; estab an cumplidas l~s premiEas necesarias
para hablar de una técnica de psicoanálisis de niños similar a la del psico~
análisis de adultos.

83 FREUD. ";IGM.UND: "Análisis de la fobia de un niño de cinco años". tomo XV,


Hístofiá1es clíni.cos, pág. 238.
.
TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANALISIS DE NINOS
- 35
ll. Nacimiento de una técnica .normes~ dirigidos siempre hacia él como para atacarlo. Los temas 815 r~­
petian de modo obsesivo, especialmente ' el de un hombre loho, el de aru-
males con la lengua afuera, el de una lengua con candado, etc. El loho
.Imbolizaba al padre y su angustia frente a él. Por un desplazamiento de
abajo arriba sus genitales estaban representados por la lengua y la lengua
con candado'. Su angustia de castración se había intensificado por situa-
ciones muy traumáticas y el síntoma que era la expresión de esta angustia
,
deaapareció al ser interpretado (figu<a 1).
El éxito terapéutico' obtenido por Freud al analizar a W1 niño de 5 años El éxito obtenido, ya que el paciente recobró la palabra, alentó a Mor-
. permitió alentar la esperanza de aplicar el mérodo an~ítico a los trastor· genstern a aplicar su método a todos los niños, reemplazando los dibujos
nos y enfermedades de niños de corta edad. . n las asociaciones libres dadas por los adultos. Su método fue un aporte
- Pero el ,h istorial 1 no podría se;rvir· de norma 'técnica ya que el análi~is valioso en el campo del análisis infantil y el material de dibuj os es todavía
se realizó en las circunstancias especiales que 'he deScripto. Cuando otros hoy uno de los más importantes.
analista~ intentaron aplicar a pacientes , de corta edad el método creado El estudio del dibujo como medio de expresión en el niñ<> ha sido un
por' Freud p'ara el tratamiento ,d e adultos se vieron frente a dlficultade~ tema ampliamente' desarrollado por la psicología no analítica, pero recibió
casi insalvables, siendo la más importaT\te la imposibilidad de lograr ~l , un aporte definitivo y fundamental cuando se estudió su siguificado desde
-:nIfio-' ·8.soCiac1oDe~L:Yúbales. Faltaba así el instrumento fundamental del aná.. - el punto de vista psicoanalítico.
lisis d~- ad~Ít~-; , y los diferentes modos de adaptar el método analítico a la La interpretación de dibuj os durante el tratamiento analítico de ni·
mente infantil dieron origen a las técnicas en psicoanálisis de niños. ~' ños, su significado inconsciente y los símbolos empleados en dibujos, tal
Uno de los primeros intentos fue el de Hug-Hellmuth, qu,ien busco como fue señalado por Sophie Mo,rgenstern, fue utilizado luego por todos
5up-er-ar~'las diIíctiltades mencionadas observando' el juego de su~ pacientes Jos que se dedicaron a este campo de la investigación analítica, confirmando
y jugando con ellos .dentr-o de su propio ambiente. Desgraciadamente, no "
y ,ampliando sus concepciones . .l'n5~qª_ ~mo."el <¡ll~ el!a an~!!.z_ó ....~ en
dejó' una verdadera sistematización de su método 2.-
otros en que_.~~J!na ~n!t~.PE_~P...~~)~~:~? , muy lnte~,sa"...1os ~li~J.os pu~<J~n,
~ophie Morgenstern en Francia, Anna Freud y Melanie K]ein en Viena
.er<le-~u~.utilidad _'!!!:'Lgr!m~.!' d:llrante , el trataIDlento. ol':s . frecuente,slD
publicaron los primeros libros ~obTe -'psicoanálisis de niños. . ' -'e';:mo.rgo, que empleando la técnic;> de, juego, ,el niño dIbuJe poco, s~lvo
. Sophic M:orgenstern trabajaba en la clínica de Heuyer y su libro .3 es durante elpeHódo comprenaldo entre los 6 y 12 años. Pienso que esto
el resultado de. su experiencia. Est!ldia los cuentos, sueños, ensueños, juegos -s~~aeb~· -a~qué -"aplí¿;añ·({o· la ' t"éc.nidl-de· juego 10.5 _niños ~xpresan sus con~
y dibujos infantiles, hu;"'and~ -':'l~ontenido latenie oculto hllj'óel Cijnte· l1íctos--coñ- - la·-a:cti~tdad-·- lúdica, y s·alvo' en ·casos especiales, no necesitan
nido manifiesto, El valor de la ohra' estásohre tod" en la exposicióll_ de -otro -mediO:' de ' expresión.
su método de análisis i.nfantil mediante dibujos, ' método . _[i!~~:~~9.~~,~ _.4u~' Cui'-;;í1~, ,!i:it 'niño dibuja d~ranle llna"s,esión es, preferible qu~ , lo haga
rante el tratamiento de un caso. . libremente; suele"ag¡,eg~ªi·" 'i)éilabr~s. o. realizar gestos que tien~n el yal?~
'. - ·"'·· -: .Se . pr~se_~t.ó en la clín!ca' un niño de ~.9, __ ~~~~_.,.~~_ . s.~ría, d~e · ha.~~a -ae- asó'Cíacrones: En algu-nos casos si no se comprende lo que está expre-
. do~ d~ , un muhsm<? total, ·3m que el examen chmeo JustIflcase el trastorno. 'sando se'lópuede interrogar sohre algunos detalles del dibuj o o sobre lo
El , -qnic'O matedal interpretable · eran los dibujos que el niño realizaba a que éste representa. Pero no debe ubusarse de este recurso; si observamos
pedido de la psicoanalista, , hien ]a situación total podemos comprender su dibuj o sin interrogado.
Al comenzar el análisis sufría de una ·~nsiedad aguda que se expresó Analicé a un niño de 9 años, asmático, que sufría de una marcada
clarame~t~ en los dibujos, que representa~an ob~etos" , animales y personas inhibición de juego, casi no hablaba y sólo dibujaba. Luis inventaba o co-
piaba per.sonajes .a los que hacía intervenir en historietas, a través de las
. l. muo; SJCMtilm~ "Análisis de lá fobia de Wt niño ge cin~ años", tomo XV, cuales relataba sus conflictos. Cuando inició su análisis estaba sometid'O a
. Historiales clínicos: Obras Completas, Ed. Americana,' Buenps Ai~es, 1943.
-2 ' HUC.HELLMUTH, H.: "ZUl' _Technik der Kinder-Analysen • Irit. · Zeit. tür Psrcho. un régimen de comidas muy severo~ porque ciertos alimento3 desencadena-
"IIn4lrse, ed. VII, 1921. . . , ' ban en él fuertes crisis de asma seguidas de acetonemia. Sus limitaciones
8 MOll.GENSTER.N, SOPRIE! Psychanalyse in/anule, París, 1937. ,"EI simbolismo y el y sus ahogos los expresó dihujando un náufrago en una pequeña isla (fi·
valor psicoanalítico de los· dibujos infantiles". Re'V. de Psicoanálisis, tom!) V, NI1 3. gura 2). El personaje se veía obligado a no salir de esa isla tan pequeña
Traducción de Alicia Vaudelin. que le exigía estar encogido y sin moverse. Su único alimento era el pes-
34
36 ARl\IINDA ABERASTURY
" .
TEORfA y TECNICA DEL PSICQANAUSIS DE NIÑOS 37

cado, del que ya estaba harto. Es interesante señalar que uno de los más .G~"L'lu,es~ .T:ll5tu'.J;>aba y que J'~~ía.(luedar tl~~n~forma!lQ elL\!!l. mp.nslruo
graves errores en la educación de este niño era el mantenerlo en un régimen SI " "~ontmuaD..!Jiac.!~IJ&lo¡'~.~ La luz tenía también el significado de pedir
de quietud completamente co ntrario a las exigencias normales de su edad esclarecimiento.
y que su habitación era tan pequeña que apenas podía moverse en eHa. Estela, de 10 años, expresó su sentimiento de culpa por la muerte
En el dibujo condensó todas estas ~ituaciones: la restricción, el ahogo, su de un hermanito algo menor que ella. dibujando una casa y al lado de
habitación pequeña y la limitación rlimentaria. ésta una cuerda con ropa de varón lavada y tendida. A través de su aná . .
Amand;, de 10 .ños, nos rela-.ó sus juegos sexuales ,con el 1J(~rmano lisis se hizo claro que por circunstancias especiales se creyó culpable de
a través de un dib"J l/). Dijo: HVe{ a pintar una habitación", pero sólo la muerte del hermano. A raíz de esta muerte enfermó y los padres la
dibujó la C~ na. Cw ¡;do 1a termiJ.ó y quiso pintar la colcha comenzó <l mandaron a Un lugar de montaña, separándola de ellos durante dos años.
embarullar (,!olores y la colcha cTlció en tal forma que superponiendo un La casa que dibujó era la de ese lugar de montaña y pudo verse que
color sobre el otro LI': UpÓ y tapó la cama. El contenido simbólico del em· pensó que sus padres la habían echado de la casa en castigo por la muerte
barullar, mezclar y algo que CHee has ta desbordar, es bien claro. del hermano.
María, de 10 años, expresj la misma situación con otro simbo!ismo • En Suiza, Ylle. Rambert,.'¡."p~~li_c<?_!l~. )rabajo en el que expone una
cuando dibujó una casa y un árbol que se entrelazaban (fjgura 3) y dijo: tecnica nUE;:vB:. P!lra . el .. análisis...de .. p.iños• .,Se·,trata-de-·-un-·fuego- con titere&
"Son P!l.p á y mamá." Lu~go dibujó otra casa y otro árbol más pequeños .~c:.~l'! pe,r~.<?!1.~j"e~...t~~~?~: :.".la~ !ll.ad!..e~. tía, .i.n~tit~!~~~, :n~est~~, .? ombres que re--'-
(figura 4fy dijo: "So)' yo y mi hermano." Es decir, que ella y el her· presema~ ~l ~.edI:o, " ab~_g_a~.?! .sp':~e.~~g~t-l2ªdre, . .GQn. .yaf.~~~~?~?e tr~}~-··
malla hacían los mismos juegos sexuales que su padre y madre. _) repJe§~!lI~:.A_Re}l¡¡a~e,. ~¡htblo, - a~--muexle:...et9,. Segun ella: .esfOne:
Enrique, de 7 años, que padecía de criptorqll~ªia, dibujaba perso na· I todo permIte qu~ el mno eVIdenCIe con:fhctos y SItuaCIOnes que dIflCilmente
jes con dos características muy marcadas: tenían uniformes y siempre sus expr~saría hablando y: además, permite satisfacer fantasías sádicas y ma~
piernas eran desparejas, unn más corta o más flaca que la 'Otra. ~l si~ífi­ lOqUlstas que no podna liberar en la vida diaria.
º_ªdo "del qni.I.o.~.me era t!JOparejarse, uniformarse con los demás · y -wtificar Este método, aunque atrayente, sólo puede ser un modo de enfocar
. su cuerpo, negando su <fefecto y tapándolo, pero su intento fracasaba: "y en el problema, ya que hay' canlidad de niños cuyas inhibiciones impedirían
laliiétna acortada o más .flaca mostraba la anormalidad de sus teslÍc.ulos. su .~tiH.za~~.ón: Ta~p~!;"~.-""~~ji~.·"p~:~~~gª.]jle~'~·Qn·. :·nlnQs:·..ñiüy.·. P..~~,~~~ .. y, ." por .
Pau]a, niña asmática, de 10 años, representaba el ahogo dibujando otra parte, 13 exp:..~!~~_~~~.~~_~~ pe!.~g.ºªl~.tan claJ:amente..s1Istjh)tos de.._
niños sin cuelloyco'ñ" los brazos an:ancando de la garganta (figura 5). ~_o.s ru~~d~~ ".!~a~~~..l~?f!~~ , ~!.. ~~~? ~ ~I!.. .sit.1!.ación. "<!jjlgLl'!!~ expresar sus
La dificultad respiratoria" la expresabJl también dibuj ando casas con ven~ co n ctos. """-"- • ~

tanas muy pequeñas y colocadas muy alto, tocando el techo (figurit·6r y " ., ·Después de estos ensayos aparecieron dos libros técnicos que "~!an
cuando desapareci eron sus crisis de asma dibuj ó niños con cuello y con realmente intentos de sistematizar un método de análisis de niños : los de
los brazos saliendo normalmente de ]05 hombros y las casas con las ven~ Anna Freud y Mel~nie Klein.
tanas ubicadas correctamente (figura 7). En su 'Obra ,~nnlJ." F.reud 5 relata 10 casos de niños entre 6 y 12 años, "
Emilia, de 10 años, representó lo que para ella eran las sesiones de todos con neurosis graves, y a través de ellos estudia los alcances y
análisis dibujando un barquito en el que iban dos pescadores pescando. límites del análisis y sus dificultades.=. ..Sostiene que la .situªóó.Il 9.~L Diño
Dijo que los pescadores eran ella y yo, sacando todas sus "macanas". Di- (rel!t~_al tr,,!!.ª-miento. _ alJ~.U!ico es difcrtmte "'de la del adulto: no tw
bujó entonces s us "macanas" y todas eran símbolos del genital mascu· • r:oncie"nci de enfermedad ni -(f~eos de cürarse ya que, por lo gelleral,
lino. En ese momento de su análisis el primer plano estaba 'Ocupado por no padece las consecuenC18S e sus trastornos; no viene al análisis por
su preocupación por la diferencia de sexos y sus celos y envidia al her· Jilir.e ..decisi ón v .E~r último, y más importante, no~da· "a"strciactrrnes-Véflia:lt.e"s,: ---
mano, que ella imaginaba como el preferido de la madre. (!litando así el instru mento fundam ental del '"anatísis de adultos. Todos'
Teodoro, de 8 años, expresó en un dibujo (figura 8) su angustia por n!l.tos planteamientos la llevaron a buscar un método que permitiese adaptar
la masturbación. La mano acusadora señalaba una cómoda que según In técnica creada por Freud para el tratamiento de pacientes adultos a
dilo era -una "cómoda de secretos"; la flecha que conduce la mano parte pncientes de poca edad. .
de ]a región de los genitales. La otra mano acusadora iba hacia ]a cama
y sobre ésta había una araña encendida, con lo que intentaba decirnos
4- "Une nou\"eHe technique en psychana1yse infantile. Le
RAMBERT, M .-\DELAlNE:
que se masturbaba en la cama y de noche . .~__.~_~~a del personaje es j1l11 des guignole". Revue Franr;aise ée Psychanalyse. \'ol. X, pág. 50, 1938.
ld de un monstruo, . "
expresando así sus temores de que. ·"se.le:. .....viera
....
·'en "la
,.~ . .. "
5 FREUD, ANNA: Psicoanálisis del niño íJ927). Ed. Imán, Buenos Aires, 1951.
38 ARMINDA ABERASTORY

~J~fU'J\ Annª_ Frend parte de las dificultad~~_ ...s.~"salv:art _realizando una


_l!l~qx~previa que ponga al niño en sitmiC1óri- de afrontar el análisi~. Es
un método similar al aplicado más tardé en el tratamiento analítico de
psicóticos en el cual esta labor previa, no analítica, los pone en con di·
ciones de ser analizados. Esta fase previa tiende a llevar al niño a
comprender el esfuerzo analítico y la Íinalidad terapéutica dándole con-
ciencia de enfermedad y deseos de modificar su estado. ~_ .-,, - , --------
-, Llegado-el tratam'ierit6-'"a-"esi'e-"-punt-ó-'' y "debiendo iniciarse la labor
analítica, se plantea el problema de saber cuáles son los medios de que
se dispone para analizar al niño. Anna Fréud utiliza la interpretaci§n de
,-.lº§~ueños;>'~sueñQ:Lcliurnos y dibu)üs;"nacÍendo restticcitmes a' la uÜHdaa-
del juego como elemento para el :uiálisis.
Piensa que el niño sueña y relata sus sueños fácilmente; la claridaa
o incomprensibilidad de éstos depende de la intensidad de la resistencia.
Los ,~~e!!?s ,infantiles son, por lo general, de interpretación más fácil
que"los sueños de los adultos y expresan de un modo directo la reali:zac:ión
_de edeseos. El contenido latentey-"mariifiésto son casi idénticos, la ela-
boración onírica se limita a que aparezcan los deseos como satisfechos.
_J:;iertas si~.u<l:(;iones :placenteras o dolorosas "Plleden~eL_~mJ~.9F~das como
5uei{os- 't:lUn en' --niñ'os" --ae-'-,fuuy poCá',- edad~ Milton Ericson 6 estudIa. -un-
,,/ .
sueño en un niño de 8 meses. El pequeño acostumbraba jugar con su
padre un juego qu: le era muy placentero; el padre debió ausentarse
y el niño en la segunda noche después de la separación repitió dormido
todos los movimientos del juego, rió a carcajadas como cuando lo reali~
zahan, siguiendo a éstas una relajación general y luego un sueño tranquilo.
En niños algo may0l'~_:':; tam.bién J()§i ~ueños pueden ser interpretados
sin asoCiacióúes, -'porque generalmente el niño' súefu,repitleñdo""un aconte-
éi:ini"enf1:l'"aer:a:íil---aIiferii'jf:'---ltelata
- _.... _. -'-'._-.- - Milton" 'Ericson en la obra citad~--~I
caso de un niño de 23 meses que se despertó gritando con angustia y
expresó en su lenguaje, aún rudimentario, que !Su hermana se había
caído -y lastimado. Este sueño era la repetición de una situación real
acaecida pocos días antes. Efectivamente, su hermana se había caído y
lastimado tal como él lo so.ñó, repitiendo en el sueño la situación traumá~ J
tiea 7 sufrida anteriormente. Cuando Frend se refiere a los sueñ'Ús ¡nfan-
tilee¡ 8 cita muchos de ellos en los que se evidencia sin disfraz la realización
de deseos. Pero en niños algo más grandes con un yo y superyó más
estructurados, los sueños ya están deformados por la elaboración onírica.
Un niño de 10 años, en una época de su análisis en la que el tema
I
6 EruCSON, MILTON: "On the possihle occurrence oí a dream in an eight month·old
infant", vol. X, NQ 3, pág. 382, The Psychoanalytic Quarterly, 1941.
'T GARMA, ANGEl.¡: Psicoanálisis de los sueños. Ed. Nova, Buenos Aires, 1948. Dibujo
(1'I~.ró-.
del '21 de.0,i"III"'"
~coanQ.tíHco de oeq_
d.. I'1ZG. 5. c"'p'ard. ,,1 enorm"
diPujo, en et Cfoe 'Sccnriclgo nos
8 FREUD, SIGMUND: "Los sueños infantiles", tomo IV, Introducción al psicoaná-
lisis, pág. 153. r.¡r-ro ... e"~Q,. ea fOfma euiderrhe. \c::t~ .d.i .. ~intc:t" fa..es de: un::¡ ec-
G'.aa d.oe. oa, .. h·et.c:ión. .

FIGURA 1 A

tlibuio d.1 17 de d¡ciemb-- d.e '~'2:IO . Urtd iq{c.~iQ.. y ~.r~rg,


"o d_ .. lb per una CQ<$Q C:;Sf'Clnde .. e.1 hOmbre da lo( '!i:a,..-
bcl'- \"''Y'''' • que hesce. Qq,ut' ~u F'rim .,Q, Q,.po.ri c.ic:5n .

rc::u·~ jnf'~rlo, d~ le.. tiquro.. del 17 de die, .mbfe. Se W'IS .;aqU (


u _ _ c:.cU'o.. d. c.Qshación ; -.I?a..l0 de ~{a , .;¡ G4:1l'Ifi ..qo,
a.tltq¡;do por -s~Clr c-ro..ro..c\od~ 1_ no.d:re .

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tlib~Jo d.1 Z.f d~ d;e;'.trtbro - d. CI 1.,.Q~. &.1 tfocnbre
rr,6. CCT+a. lo.. 1en~o<L o. ~Q.n¡';CL<:So.

FICURA 1 B
••
o

FIGURA 5

F IGUItA 3

FICUR A' 6
FleURA 4

/'

F 1C URA 7

o
TEORfA y TÉCNICA DEL PSICOANÁUSIS DE NIÑOS 39

central era la masturbación y sus consecuencias, tuvo el siguiente sueño:


"Las sirvientas queman fósforos sobre la mesa, se quema el mantel y
no la frazada' que está debajo. Me parece extrañü que mamá haya rucho
que puede quemarse el colchón," El contenido latente del sueño es un
intento de tranquilizarse contra los peligros de la masturbación .
.Anna Fr~u4. enseña cómo realizar la interpretación de sueños durant_~
o

el tratamiento psicoiúmítíco ne"lfió.; °Dusc"rtM °ra colaboracióri"del pe·


'queño paCiente; 's. "c{üiiúl sugiere que-"el suefto -liD - surge de la nada .Y- ,que--:
. debe ayudarla " para.-"'poder- e-ncontra:r'" pOT 'qué ha soñad"o. "El ~Íliño habi-
tualmente"relata los acoIiteciniiento'~i " que han-- stirgido'" en ese día o los
anteriores, dando a veces un cierto tipo de asociación que puede utilizarse
como la asociación libre del adnlro. El niño acepta con placer la inler·
pretación de sus sueños y presta ayuda para la búsqueda de los elementos
latentes con el mismo interés con que buscaría completar un rompecabezas.
Citaré uno de los casos relatados por ella: se trataba de una niña
de 9 años que recién al quinto mes de análisis comenzó a referirse a la
masturbación. La sensación de ca]or que sentía en los genitales era
tan intensa que , no toleraba la ropa abrigada, comenzaba a evidenciar
miedo al fuego y no podía soportar una eslufita de gas situada cerca
de su habitación, cuando estaba encendida. En el día anterior al sueño
la niñera había pedido ayuda para: encender la estufita, sin lograr ha·
cerIo, habiendo pensado la niña que ella la hubiera encendido fácilmen·
te. El sueño es el siguiente: "Le ayuda aunque no lo hace hien y
la estufita eslal1a. Como castigo la niñera la mete en el fuego, para que
se queme 9." El manipuleo de la estufa significaba el mar.ipuleo de sus
genitales; el equivocarse que aparece en el contenido manifiesto es la
expresión de su crítica por la masturbación, siendo la explosión su tipo
de orgasmo.
Dos meses d.espués relata otro sueño que permite completar la inter.
pretación. "Sobre el radiador de la, calefacción central hay dos ladrillos
de distintos o·colores""Si; que -!a casa oestá "3: pmrt<rde iiiooiliñiffie yTengo-
miedo~ Eritonces viene algúien y se lleva 'los laruiIlos." La niií a ~telata~ qüe
al despertar tenía su mano-"sobre los órganos ' gé"rlitales l dan:dcr-üná ' aSOcIá: ~
cióri a la .parle del sueño que se referÍa"'a ''los ladrillo,s : 5e ·, I~ ' Jí.a'bía"."as~~_. "
gurado que si' uno ' se poneladrillo~1 sobre la cabeza deja', de' crecer. Con
esta asociación ]a iiiterpretación era sencma~El hecho '"de "no crecer" era
uno de los . castigos por el ona~stnP. El significado del fuegó, en -- es'te .
sueño como en el anterior, era 'la excitaCión sex'lfflh- M4ea:ti'fts-eIla se mas~
turba recuerda la prohibicióñ- -áe~'mastiírbarse ·-y-·tiene miedo. El descono-
~
cido que retira los ladrillos es posiblemente el analista con sus afirma·
. ciOne5-ttafrq1iÍlizadoras~'- --." . . ,'.<-.'" ,,"." , • • ." . --

. ])urariteel..traráriliento de una nUia de doce años que sufría de C9·

9 FREUD, ANNA: Pjicoanálisis del nilio, pág. 42.


40 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 41

litis ·'t!]cerosa, me señaló la terapeuta 10 que el análisis se desarrolló sobre .minar, p:""C ]05 tacos son de cartón y me caigo." María era la madre que
todn a través de la interpretación de sueños. Este incremento de la actividad no la ' apoyáDa -eri- s'u-- ériCliñici:ltó "y--éniaWanslerencia e;a:TliA
'terapeut-a.--
onírica se debió, según ella, a la edad y características de la paciente. El . _.. 'Eñ' 'o'tra:-uc-asión---suéÍÍa- lo- §igurenté':" "Voy al ' J'árdírf" Z-oológic'o; -hay
conflicto entre destruir y ser destruida era permanente en esta niña. Du· muchas jaulas y los animales son todos buenos, pero súbitamente se
rante su análisis, que duró 18 meses a 5 y 6 sesiones semanales, traía dos transforman todos en fieras." Los animales enjaulados representaban sus
o más sueños a cada sesión~ y su esfuerzo por comprenderlos y la colabo- conflictos internalizados en el intestino, que la carcomían y que no podía
ración que prestaba a la terapeuta hicieron que muchos de ellos resultasen sacar de la jaula. Estaba en ese momento con d.iarrea y ella vivía lo sú-
excepcionalmente claros. bito de la materia fecal como los animales salvajes que de golpe irrum-
Por ejemplo, en un momento decisivo de su análisis, en 'el que es- pen ferozmente.
taba muy preocupada por el resultado de su tratamiento, tuvo el siguiente J unto a la interpretación de los sueños, tiene un papel importante
sueño: "Iba en una canoa con otros chicos por un río, que terminaba en la interpretación 'de los sueños diurnos, considerando Anna Freud que el
un riacho con barro; bajaba y caminaba por allí. En ambos lados había relato de estas 'fimtasías--es muy útil en el análisis de niños y que su si-
rígidas monjas que me miraban. Continuaba a pie y encontraba unos bi- - tuación psíquica hace que las relaten con más facilidad que el adulto.
chos con caras de Bambis, pero eran perros feroces que sonreían mostrán~ Otro medio técnico empleado por ella, es la interpretación de los dibujos,
dome los dientes." 'señalándo que eri generarlos dibujos repiten o completan el material de
... El río que se convierte en riacho y luego en barro sirn,holiza . P8!a_eH,! los sueños y sueños diurnos; cita, por ejemplo, el caso de una niña con
las. transformaciones de su materia feCal. -Asoció a Bambi con el personaje neurosis obsesiva que acompañaba a veces con dibuj os el relato de sus
, de . una historieta donde la madre muere dejando abandor.ado y " desarri- -~ fantasías anales.
parado a Bambi en medio de _una_ tormenta en el bosque. Fjnalmente- es-el Piensa que los niños mant~nidos en una situación de transferencia
padre quien lo salva y Bambi necesita apoyarse en él para poder crece~. p~sitiva SOi1--caplfces-dé-' iJar," "fiar- amor al analista --.;.c1aro 'que por' poco
Sintió una intensa culpa frente a la fantasía de muerte de ]a madre y tiempo- ,un cierto tipo de asociaciones que, aunque aisladas, son una
temió que su odio pudiese ..matarla. .0 •• • 0 ' • • •...
ayuda en la labor analítica. Cita el caso de una niña que cuando se
. La~... mo~t~~~Tn¿~_~ pa~~~__de su s~peryó, _r,~,gido e inex,~~~bl_~3. si~~ encontraba - durante el análisis- en una situación difícil, cerraba los
hohzaoan l~ pxo.l!llj!,9.º~ ~. Ji~c~rs~"""]nu¡er;..oe ' crecer, y la .exlgenCla (fe oj os y, adoptando una extraña posición en cuclil~as, seguía con gran
"una renuncia instjll~iva. Los Bamhis con bocas de perros feroces repre- atención todo lo que ocurría dentro de sí misma, denominando a esto
sentahan las úlceras que'
-elfei- vlvIa---como~provoc(idas por la ~iª-r.~. m._º!_di~_Il­ "ver cuadros".
dala, así com'Q sus insatisfechos deseos de morder. Relata Anna Freud: "De tal modo, una vez pude resolver una pro-
Sus dificultades'~' err ' el cr~·~~rtJ.ierito;-o el mi~do de hacerse mujer, se longada situación de resistencia. Nuestro tema era a la sazón su lucha
vieron clarament'e ·en' ·otro·-·sueño, que elaboró cuando tuvo que ingresar contra la masturbl!ción y el desapego de la niñera, en la que se había
e_~.)~ , escucla secundaria, hecho que para su inconsciente sig'n lficaba' pa- - refugiado con un cariño intensificado para protegerse contra mis intentos
sar de niña a adoleScente. -.... - . ----- -'.__.- de liberarla. Le pedí que viese imágenes, y la primera que surgió nos
-' El su'eñe. erael siguiente: "Estaba en una estación de subte, donde trajo la respuesta: 'La niñera se va volando por sobre el mar.' Comple-
un tren se iba marchando despaCto-,-ya- corrfa - y me estiraba íñáS .."y -más tada con la fantasía de verme rodeada de demonios danzarines, significaba
para poder alcanzarlo, porque en él ihan mis compañeras de_escuela." que yo conseguiría alejar a la niñera; pero al irse ésta, la niña ya no
Alcanzar el tren signifiCaDa para ella el ritmo de crecimiento de sus tendría protección alguna contra su tentación de masturbarse y quedaría
~ermanas, que se habían desarrollado bien en la .r~ªlj.daº... SeiIií~-' que se expuesta a que yo la hiciese mala." 1.1
había quedado en una etapa de su desarrollo -la oral digestiva- y que En cuanto al análisis de la actividad lúdica, Anna Frend no da al
por no poder estirarse lo suficiente sus compañeras seguían adelante y . ,i.ue&<L-ºe . .!!Píos ~l.__mi~mD_ ya~~r q~e a las asociacion~-;~¡"bliIesY -eñ~el -
ella quedaba chica. En realidad en ese momento representaba menos edad trata:r:n.i en.to . ~.m~~ítico de ad-ultos,
auxiliar. '
y sostiene ,~ Ciu·é'~~es
,,"-,'- .. .,---,,,- -.-,. . -. .., --,. , . ~-
-sólo ---uña- Téénica- -
... ,.' ..... _,. , ._' .. --- -- '"-- - - - --
de la que tenía por ser muy menuda y delgada.
Estas dificultades se vieron corroboradas en 'Otro sueño: '~~arÍa, que Sin ' embargo, cuando Frend analizó el mecanismo psicológico del
_
_._~~_~~_, ~,~~~a~~, ~ " ~~ ~o.mprª , :"~~ .. Pª_~ de zapatos con tacos altos para ca:' juego, interpretando la acción lúdica de un niño de menos de 2 años,

10 SARA G. DE !ARAST. II FREUD, ANNA: Psicoanálisis del niño', pág. 52.


TEORÍA 'Y TÉCNICA DEL PSICOANÁUSlS DE NIÑOS
42 ARMINDA ABERASTURY
que i uega reprime menos que el que tiene dificultades en la simbolización
puso las bases de la técnica de juego. El pequeño hacía ~narecer Y des· ~ y aramatizaci6ii-ae- sus" confl1ctos medíanteesta: _~c~jª-ªg:,,_~~
aparecer un carretel, tratando así de dominar sus, angusl: LS frente, a la --Vinm--lflI'e--cúllild6 -"l--niñó --""túd"di; por Freud jugaba con su ca,
aparición y desaparición de su madre 12. M'Ostró como al J 19ar pod18 se· rretel haciéndolo aparecer y desaparecer, intentaba vencer la angustia que
pararse de ella sin peligro de perderla, puesto que el carrete~ volv18 c~ando le causaba el abandono de la madre, Otro niño, Joaquín, de menos de dos
él lo deseaba. Este juego le permitía a~i de~cargar fantas18; agresIvas _y añ'Os, al que le había nacido Un hermanito, en los días previos a Navidad
de amor frente a su madre sin ningun nesgo, ya que el era dueno jugó durante horas a un juego en I~l que ahogaba, destruía, aniquilaba al
absoluto de la situación,' permitiéndole esta actividad. elaborar SU~ an· niño Jesús, para luego salvarlo y restaurarlo, descargando así sus afectos
gustias ante las separaciones que le imponía la reahdad y que el no contradictorios e intentando adaptarse a la situación.
podía evitar. I 'li " d I Es frecuente -que el niño que -h a sufrido la experiencia penosa de una
_..La._té.c..mca . .J::reada por Melanie Kle~?~~.. ~e basa en a u~:}?~~.q ? _" .. e operación la elabore en un juego, en el que otro 'O un muñeco la padecen,
juegQ _y_conünúa las· in'v~stígacioQe§;_-ª~__ ~~e~?. ,. Pi~ns~ que el Dln? _a~ Jug~r _...... mientras él toma el rol de cirujano.
vence realidades dolorosas y dom~na mleaos mstmhV?s..-"proyectand ~_los al Los niños que sufren de dificultades en el colegio suelen jugar a la
exteriQ( . .en ,los juguetes, mecanismo ·-("fue--es ' pó-sib1e ~ porque muy ~.~~P..~~~ . escuela tomando el papel de maestros severos que castigan y reprenden
narosnte.-tie.ne la capacidad de simb~lizar. a niños que siempre se equivocan o que no aprenden.
Este desplazamiento de las situaciones internas hacia el mu~d? ~xterno ,El jugar a las escon<!idas, ,llar ejemplo,_~,u,l,.signi~_<lo_Ae..!Ia!l'
awp.e.J-1ta la importancia de los_obj-etos reales que~ si .en ~n pnnmplO el~an
una fuente de odio porque los cargó con sus propIOS Impulsos d~struc~ el pnmer J ue90 que observamos en el bebe. Durante el tratamiento 3.oa.
r.
.q~.~l~~~.~_e..". l?,~!.!.~ J~?s, ible d,?s~rtlc~c~§n o .desa.p~rici?~_. ~e 1':5 .q~~ ~~. ~~~I?: . ~
tores, se hacen durante y mediante el juego un refugio contra la anSIedad, ..
~~!~ó ~~---n~~.~~_·.~,,,cas! la ··.r~gl.a .qitc; _eJl ..~i~i1i-·.Ja~~· de _.· -él:· "'cu~_º,~~- -,:i,:e_n .
sUfo-ida de ese mismo odio. en la sItuaCión transferencial el miedo a la pérdida, la elaboren Jug/!,:J]ªp .,.
-- o El juguete permite 'ñr niñ-o vencer el miedo ~ los objetos, así como a ese juego" con el teralJeuta, por ejemplo,_cuando se les anuncia el fin
Vencer el miedo a peligros internos, le hace pOSIble una prueba por ' la del\iaiamiento 14, L. "bservación de lactantes ha mostrado que es una de '
' ~ealiaad; siendo por es"uii-"pueóte-entre fantas,ia y r,eaIMad": _._ , , --'. las tormás en "las que el hebe elabora la posición depresiva 1 5.
Lo .que he observaoo. ..en-- -niños me permIte aflnn~r que SI Juegan Julia, de 6 a·ños, violada por un adulto, jugaba constantemente. a po.
suf~cientemente y a su debido tiempo se adaptan progr.e51Vamente a la rea· ner en agujeros pequeños cosas más grandes, repitiendo de un modo mo-
lidad, Cada etapa del desarrollo exige determinados Juegos que bay que nótono mientras jugaba: "Es difícil meter algo grande en algo chico." A
comprender y facilitar para no trabar su evolu.ción normal., ~. continuación dibujó una nena .:!ll cuya falda puso como adorno' un derno·
La técnica de juego aplicada tantt al tratamIento..como. al dJagnos~lCo. no nio, diciendo al terminar: "Lo tiene adentro."
excluye el emp1eo e interpretación de su~~os, suen~. ~lurnos y dibUJOS, Pedro, de 10 años, que se anali.zaba por presentar múltiples sin tomas
pero he observado que si se ofr~ce al mno la poslbIhdad _de expresarse neuróticos, entre 'ellos dificultades de aprendizaje y de conexión con el
jugando y se interpretan convementemente sus Juegos, suena }>'Oco .0 ?O mundo exterior, temores de envenenamiento y de agresión homosexllal 16,
sueña y lo mismo afirmaría en menor grado con respecto al di,huJ o. durante muchas -sesiones de análisis quemaba algodón. Comprendía que
Claro que en casos especiales -como algunos a los ~ue me he re~endo­ eso le "-recordaba algo y que ese algo despertaba en él una gran ansiedad
las inhibiciones para jugar determinan que se expresen especl~lmente
mediante sueños y dibujos. El juego, como los suenas, son fUnCIOnes. y 14 Cuando la terapeuta -Lidia S. de Forti- comunicó a su paciente - una niña
de 6 años- que al finalizar el mes se daría por terminado el tratamiento, ésta inme·
actividades llenas de sentido, La f~n.ci§,,- ._get.}ueg!L!lS, la . de elabo~~r las diatamente empezó un nuevo juego: escondía un boleto de tranvía pidiéndole a su
situaciones excesivas para el ió~~traumáticas--; cumple una funClo~ ~a­ terapeuta que 10 buscara. Durante varias sesiones siguió el juego, invirtiéndose a veces
tárlica y"-de ~8imílacioIi 'lenta· -mediante la repetici?n de los hechos d1ar.lOs los papeles. Se le. interpretó su angustia frente a la terminación del tratamiento y su
y los cambios de roles, por ejemplo, haciendo activo lo que se ha sufndo miedo a no poder encontrar a la terapeuta en caso de necesitarla. Además, si se perdía
el boleto de tranvía se cortaría el medio d'e comunicación.
pasivamente. . 15 KLEIN. MELANIE: "On observing the behaviour of young infants", Developments
~ El. iU,ego no suprime, sín'O que can~~ _ ~~p.~~ncias, por ~8q~~~L.!l~o in Psycho·Analysis, The Hogarth Press, Londres. 1952.
16 PICHON RIVIru, AflMINDA ABERASTURY DE: "Indicaciones para el tratamiento
'l2 FR&UD. SIG"tU~D: "Más lollá del principio del placer", tomo 11, Una teona 3exual analítico deo niños - un caso práctico". Conferencia pronunciada en la Sociedad de
y Qtros en3u:yOS, pág. 275. . . P , áJi ' P siquiatría de Montevideo~ octubre de 1946. Revista de Psicoanálisis, tomo IV, NO 3,
13 Ku:1N. MEI.-\~JE: El psicoanálisis de niños (1932). Bibhoteca de Slcoan SIS, pág. 467.
1948,
44 ' ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNIC.;.. DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS

e irritación sintiéndose impotente para recordarlo. Durante una de las se- los peligros - los c4...~l)nes qae simbolizcban para él los penes de[ truco
siones, en la que jugaba monótonamente a quemar algodón, me relató que tares.
"'su madre hahía sido injusta con él ese día y lo había castigado severa- José, de 8 años, jugó dl~rante varias sesiones con figuritas, y y( , de-
mente sin que lo mereciese. Tuvo a continuación una crisis de ansiedad bía jugar con él según sus reglas, pero como cada vez inventaba una m eva,
intensa y recordó Un incidente sufrido cuando tenía 5 años: estaba in- yo no podía ganar nunca. Si intentaba rebela.rOle contra esas modi¡ica-
terno en un colegio en el que sufrió castigos severos e injust.os por parte ciones, me gritaba: "¡Desconsiderada! jDesagradecida!" y muchos c tl'OS
de una de las maestras y siempre escondió, por temor, sus deseos de reproches.
venganza contra ella, esperando el día 1Q de agosto, fiesta nacional suiza, En este juego elaboraba sus conflictos con la madre, a la que yeÍa
en la que según él "todo era permitido".17 Ese día intentó quemarle la como una mujer muy irritable cuyo mayor error con él eran los caml,ios
blusa, que era de algodón; no pudo hacerlo y guardó una amarga sen- en sus normas educacionales de acuerdo con su humor. Si estaba feliz lo
sación de impotencia frente a ella y a sus maestras y a toda injusticia. permitía todo, pero esto podía cambiarse en un segundo . en una prohibi-
lVÍielltras recordaba éste y otros episodios penosos con maestras, dijo: "Esa ción. Cuando el niño protestaba a raíz de esos cambios, ella le reprochaba
es la que yo quería quemar cuando quemaba el algodón." 18 recordándole qué tierna había ::iido con él momentos antes.
Estas primeras vivencias traumáticas en la relacióTl con las maestras Las experiencias orales son expresadas mucheo.s veces por _los _niños
que repetí an abrumad'Jras fr1).straciones sufridas en l os primeros dos años utilizando conléilid'Os y continentes. Hay niños que sólo juegan a Ii~~~, ~~'
de su vida determinaron en él una enorme dificultad en el contacto con peró no llUéden decidirse a sacar nada del continente. Son }~~ño~t!~_~n
el mundo exterior y en el aprendizaje. vjvid~ _~.~_cr!~c!~_~__~~.Y. _~~~s~ ,~p" f.ru~!r,~ción ,o,ral, q'ile sul~_~r~~ __ ~e
Carlos, un niño enurético, que ,h abía sufrido una agresión homosexual fuerte envidia y temor al ahand,~no y su juego es un inte~!o de I.D3.!Itenu
teniendo 4 años, elahoró esta situación y su temQr a estar dañado y a que '-¡iilacla-- ¡¿im~n,~~': a~ gratificaciones que es la madre "{ 1;0_e~tt!r_ ~~pii~~l~.~ .
su pene no pudiese nU,nca más funcionar con un control normal, fabricando , -a,- ftifliiaf.-p'iiv~cio:nes. _ Es también una defensa contra nn ,intenso deseQ u·~
peces (símbolos de su pene) con la cola r ota (la agresión homosexual). destruirlo tt~~o, provoiado - por Ti env'i dia y ta_fi~stiaCion . .. , -.- -.- - --,-
Este mismo niño tenio. fuertes sentimientos de culpa frente a 'Su hermana . :Qtios ~~iñQüacan algÚn alimento, lo venden o lojan a las .muñeca',
menor que también era enurética. Pensaba que los juegos sexuales que o al analista, pero exigen su res~itu4?ió~ inmediata. Las experiencias efe -
re:J.lizaba con eUa y que consistían especialmente en fellacios a los que él estos '~iñ~"~ ':"~~~ii. <si~ilares . a las de los primeros.
la forzaba cran la causa de su trastorno. Otros juegan a comprar cosas, pero con la caracte-!'Ística de que les
Lo simholizó durante el tratamiento en un juego en que él preparaba \' cnaéñ--"sienipre' alimentos podridos' Q envenenados; , estos son niños con
budines para la hermana, ésta los comía y se enfermaba. Otras formas ' ·'~t4§t.Q' rpós:,.enJa_,a.limml,tación, por, lo , g~n,e,91.,t?~Jr~"l}.. ,~~ anore:x;ia y la raz911
de sus juegos sexuales se expresaban en juegos en los que él cambiaba de sus temores "de _emenenamiento se ,o rigina ~A .. los primeros. mes~s 4,6
cosas con la hermana, le daba símbolos fálicos -palos, lápices, revólve~ vida. Un niñ.o que mama de un seno vacío o con poca l~he" J~ JI.tI:ib1.!ye
1'(';3- 'Y exigía de ella que le diese pequeños bolsos, monederos, cajitas, - , -el
'S'ú'S""'d"olo-ies'-(fe -niunlúe"y ,s'~ m3J.esta~, ' 'vÍendo pech'ü éornc, algo qqe e~~.
que simbolizaban el genital femenino. En este juego, que se repetía con- ven,~n.ª~L_ae.siiqiJi;~.y-' __iodo.-aU:Qle:Il,to mantitwe este .,significado,
mi go durante el tratamiento, temía siempre perjudicarnos y llevarse lo Otros, al jugar, piensan qu~ los engañan en el peso y que cuando
más valioso, sufriendo dudas obsesivas antes de decidir cada canje 19. compran les 'd an menos de lo qut. ellos pagan, siendo la interpretación de
Juan, de 10 años, cuando estaba elaborando su concepción de que la esta situación muy evidente.
madre tenía en el interior los penes peligrosos que había rohad'O al padre, Las experiencias en el aprendizaje de limpieza también las repiten
jugó a que un barco de guerra podía perder todos sus cañones y quedar en juegos en que con angustia y temiendo ensuciar p!lsall contenidos de
transformado en un portaaviones, donde se pudiese aterrizar sin peligros. una vasija a otra: los detalles del juego son reveladores de cada expe-
Intentaba así elaborar su miedo al genital femenino, al que quitaba todos riencia individual.
Una niña cuyo aprendizaje de limpieza fue temprano y severo, cuand'O
17 En ese día en Suiza se acostumbraba hacer fogatas. revivió en el análisis estas expe:riencias, solía embadurnar con pintura sus
18 Como en su recuerdo la blusa era de algod6n. Pedro quemaba solamente esto manos y brazos y luego me ped:ía que yo le desprendiese los calzones y la
matedal en el consultori'O, llevase al baño. Cuando le estaba desprendiendo o en el camino al cuarto
19 PICHON RlvrERE, ARMINDA ABERASTt'RY DE: "Al ~l! n v.: meCAni smos de b cnu-
de baño, me pedía algo de comer. Me ponía así a prueba de si era capaz
resis", Revista de Psicoanálisis. tomo VIII, N" 2, pág. 211.
de gratificarla aunque se ensuciase.
ARMINDA ABERASTtJRY

Todos estos. ejemplos muestran cómo "el niño expresa sus fantasías;
deseos y experiencias de un modo simbólico por medio de juguetes y jue,-
gos. Al hacerlo, utiliza los mismos medios de expresión arcaico-filogené-
ticas, el mismo lenguaje que nos es familiar en los sueños, y sólo ~ com·
prenderemos totalmente este lenguaje si nos acercamos a él, como Freud ......
~
nos ha enseñado a acercarnos al lenguaje de los sueños. El simbolismo
es sólo una parte de dicho lenguaje. ~Si deseamm~~ comprender- córre?~a.
tuBnte étTifego deT 'niño en relación con su conducta total -aÜiante -la hora
r ct"mr4t¡-¡;is~ deb-emos-' no sólo desentraflar el significado de cada sÍmEoró'

.~~paradamente, ,por 'clarQS que ,;1105 sean, sino tener en cuenta los · m~.~~·~.
.. ,) ,.. Ji
nismas y formas ,g.~ !'.'~p:r§s~n~a.c;~ón usados en el trabajo onírico, sin perder / '1
de vi!?ta Jam.ás_Jé\. .r~l~i.ón de ca"Ja factor con la situación total" ;20 ..... _ ---
Durante el análisis de .riiñ·os ·sé' vc ·confinuamente que un mismo · juguete
o un juego adquieren diferentes significados de acuerdo con la situación I~
total y por eso sólo se comprende "Y se interpreta un juego cuando
se tiene en cuenta la situación analítica global en que se ha producido. Una
m"uñeca, por ejemplo, representará a veces un pene, a veces un niño, a ve-
ces el niño mismo. "El contenido de sus juegos, el m odo como j uega, los
medios que utiliza y los motivos que se ocultan tras un cambio de juego v
-por qué no jugará más con agua y cortará papel 'O djbujará-, todos
estos hechos siguen un método cuyo significado captaremos si los inter-
pretamos como se interpretan los sueños." 21
El juego se desarrolla -en el consultorio dentro de límites determina-
dos de espacio y tiempo. Las distancias y proporciones con respecto a sí
mismc y al terapeuta, su movilidad o inmovilidad en el cúnsultorio nos
enseñan mucho sobre cuál es su relación con el espacio y su esquema coro
poral. Cuando el niño juega busca representat; algo, podríamos decir que
lucha por algo" · y todos estos significados debe~ · s~I'· interpretado~ ,·,"p.a:x:~··
llegar a tener acceso a los más profundos estratos de-s·ú- iñente.
Al interpretar un juego debeinos ·consiaeritr; "f}--sü-representación . V
\1
t
en · el · espacio; 2) lá situación traumática que involuCfa7 3)·-·~6F.- ·· qne· _·-
.A.p.arece-·aqúí; a·t rora y nctm·migo; 4) qué funCión cumple"·· é1 · ·"disIraz, la
gra;~i,<l,,__ef humor o el malhumor del juego. Este, cOJIÍo erslieño~ ·-es·-üna
V 1,J ¿
actividad llena de sentido y está en la base de todo aprendizaje o subli·
mación posterior 22. - 1/ -- ·x
,~ .......
La comprens.ión e interpretación de las expresiones preverbales en el
niño nos han conducido a la creación de métodos diagnósticos basados en
~~/
. . ..
-
el juego y en el dibujo. r' V
20 KLElN. MELANn:: El psicoanálisis de niños (1932). Biblioteca de PsicoaDálisiSy
1948. pág. 27.
~l KI..m:N, MELANIE; ldem, pág. 28.
22 Huizinga considera que el juego está en el origen de la cultura., es previo I
.1 ella, la a{:ompaña y la influye desde sus comienz:os. H omo ludens. Editorial Emecé.
Buenos Aires, 1959. I

FICU.RA 10
TEOlÚA y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 47
La observación de la primera. hora de juego, tal como veremos en el
capítulo VII, nos permite conocer la fantasía inconsciente de enfermedad
y la de curación, pudiendo evaluar de acuerdo al nivel de juego la gravedad
de la neurosis. Esta observación s e ha transformado en un método diag-
nóstico de ]as neurosis infantiles, al qu e agregamos, en niños de más de
5 años, la interpretación y valorümción del "Juego de construir ca~~s" 28
y del dibujo de la figura humana." En este jueg<;; 'reauiaao ' con un ma-
- teriaI especiaigm; pel'Iñite i~!;i~tiéi:(to~~~ J~~~~'p~~~~.}~é_,jm.~_. ~_~~...~e~l>
.". ~,
el niño expresa muchos, de sus"coDllictos fund~Il1entales y puede Qbser~~~~
r \1--
,
-"demás" sI' su:¡;séj~~.: "délc~~i¡;Q 'esiámodifícádo y en qué fór¡na,J~i.ño •
,, neiii6fícó's graves ' o psicóticos no construyen casas de acue:rdo a un cri-
J Terio de reaHiliia-'propo-rCfóñar-i-sU:-eoaa-cronoTógica; -un niño de 8 años,
"por ejemplo-,' aun"q ué -coñscientemente MEe "tiue' una' casa tienf' piso, techo,
paredes, puertas, ventanas, olvida algunos de estos elementos o los utiliza
equivocadamente. Cuando faltan elementos o se emplean de modo in-
adecuado, se difiCült~ <>, JJ~g!l::-a:::ha¡;ét~¡;- 'imposible la ' <;ons!ruccióo, pero '
-~~m-q~_~" P.t?ji:~Fñteménte los niños ~o_ comprenden, se si~nten incapaces de
encontrar ]a soh.icÍón'~ Todas estas defo"rmaciones obedecen a conflictos in ~
'tf'rños,"'tienen iúí"'se'i:1Üdo y pueden ser interpretadas, y nos l"evelan cuál es
el esquema corporal de quien construye.
~~"~!. y~ ~~.e~al, esqu~a. . . tlt:;_l c~.~~po .0 ~~~gell; del cuerpo" -según
Schilder:2l1":"":'" "es una ' úeacÍón, una construcción, no una dádiva. No se
tr~tª-_ ,"de unaflguia~ en el sentido -de Wertheimer"' y ' Kühler, sino de ]a
. P'Í~,<!.~~.~i?"~ de __ .~~a figura." :-~~_<:l?~~ ___?el _._ s~«;!.E.?- !!.<? ._..~~ .•un "_ f:~ó~~no
estatico,. ~u:tO_ que ..se a_dq~ere, ~_enge, se logra en un continuo conta,ctQ _,
con el mundo; como no es una estructura, sino una estructuración, sufre
,..~~~ios continuos ~~ reIació'il con. hechos exterp.os e internosZ-fá .im'~g"e~
corporal es mutable, puede retraerse, dilatarse, introducir parte del mundo
'e.xterior--dentIo de sÍ, se erige, se reedifica' cada ve~:~ tas"- iñ1(Ue~~mo­
_ ci.o~alés ' cainbi':nel valor. ¡el..tiyó y, la "clai-idád "de 'Ias'¡i!~,~nte" ,pa¡:te~ .
del ,cuerpo de acuerdo con ]as tendencias Iibidi~ales, y este cambio, , q~e '"
puede ...I~ctar la, superficie corporal total o puede cambiar qeteq!tiI)ad,~
par~ del cu~rpo, se expresa ~n 135 deformaciones" de -la construcción.
Debido ar contenido simbólico de la ca"", toda.. estas 'oefehilaclone,C q,
camhi.os det - esquema del cuerpo -( leterminan qué partes de ]a casa cons-

23 PICHON RrvlERE, ARMINDA AIIERASTURY DE: "El juego de construir casas - Su


interpretación y valor diagnóstico". Biblioteca de Psicoanálisis. P edición. Buenos Aires,
.Nova, 1958.
ABERASTURY, ARMINDA: "El juego d e construir casas - Su interpretación y valor
diagnóstico". 2? edición, Ed. Paidó~ Buenos Aires, 1961.
~'* F. Goodenough ha utilizado también el dibujo del cuerpo humano para un
test de inteligencia. Tesl de inteligencia infantil por medio del dibujo de la figura
humana, Ed. Paidós-, Buenos Aires, 1951.
25 SCHILDER, PAUL: Imagen 'Y apariencia del cuerpo humano. Ed. Paidós, Buenos
Aires, 1958.

FIG URA 11
48 ARMINDA ABERASTURY
,, TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 49
.J!..yjpa.. e.xpr!,?san las modificaciones sufridas por el sujeto que construye. Cuando nos c<lusultarou teuía 11 años y cursaba 59 grado. El padre
Cada niño valoriza una pai(e-~Oe]a casa que-construre,--poñe- erFrtlasis creía que los síntomas se relacionaban con los traumas señalados y e~taba
en algo que otro anulará, agrega algo que no existe o elimioa part€'~ iun- dispuesto a esclarecer la situación. La madre, en cambio, se oponía tenaz-
damentales en la construcción de una casa. El lenguaj.E}_5IUe_l:!~iliza _~n ~ ~!5te4 __ mente a todo esclarecimiento, y sostenía que la niña DO entendía ni re·
juego es un lenguaje esp.aciªLeR_et .q~e__~~p:rg§!l _.S.!L~!'P"~~~~I}.~i~... ~~ .~L~ cordaba nada de toda esa historia. Incluso consideraba contraproducente
:p.;:tcio y su situación ae.tuaI ~:ente -al espaGi.o._Y. ~..!u ..pr~p~~~ .. ?u~rp?: decir la verdad.
Relataremos a contmuaClOr:, tlD cas'O 26 en J ~u8] el enfasl! fue puesto El relato de los primeros año" de vida lo hizo el padre, Maribel no
en la construcción del techo, que simbólicamente representa la mente. El fue deseada, la madre le dio el pecho hasta Jos cinco meses y tenía una
techo (figUla 9) tenía las siguientes características: era doble '(A - A') Y buena relación con la niña. Maribel reaccionó al destete con trastornos
el vacio entre los dos techos estaba aprisionado mediante re,ias cerradas intestinales y tuvo siempre un sueñ'o intranquilo. Nó recuerdan ningún
de modo q Uf:: ~ 'nadie pudiera escapar". detalle de la iniciacJ (¡n y proceso de la marcha, lenguaje y control de
La situación traumática que originó la enfermedad de Maribel giraba esfínteres. Su rendimItnto escolar es bueno. Mientras concluye la casa
é. 'rededor de "secretos" y "mentiras" repetidas, que su medio le imponía
(figura 9) Maribel dice: "Será aburrida," Pone UD techo A y alarga,l~e~o
e -m o "verdades" y le exigía compartir. los palos agregando palos pequeños, a los que coloca en un equlhbno
Maribel no fue deseada y "us padres se casaron siete meses después inestable y que 5e .apoyan en un punto solamente. Entre los palos que
de su nacimiento, anotándola, en I!se momento, como recién nacida. La agrega coloca rejas "cerradas", y ~ncima de ellas ubica .otro tech~. Cr~o
madre, cuyo primer matrimonio fue desgraciado, se embarazó de ella difícil expresar mejor lo insostenible que era para MalIbel la eXIgencia
cuando el divorcio estaba tramitándose, lo que hizo imposible legalizar la de guardar encerrado el secreto. El cerco que rodea la constru.ccióD
situación en ese momento. Sus padres vivieron con ella en una relativa pone en evidencia su desconfianza frente al mundo e~terno ~or ll?cre-
. ,
extranjero y se caso can otra mUJer.
. .
armonía hasta que llegó a los 2 años; por entonces el padre se fue ·al mento de la ansiedad paranoide. Deseo destacar en especlal el slrnhQliemo
del doble t~hQ...c(}m",expresiól\., ª~_)a doble ve~~iQn _de ,J!!'krn.idad ¡¡.ma.
Al saber que l. madr", de la niña vivía con un hombre del que había -~niª~~ª::J~_~!O ,cou la exigencia de séCii;í~~ ~!ji~ic.i~!t~,mi!!. ,\Il! teuihle ,t.;-"
tenido otra hija, decidió que Maribel debía vivir con él. Como no pudo fuerzo para .qu.<! DO ,escape nada' de la" v~é!~,cuando se le pregunta qUIen
lograrlo amistosamente recurrió al rapto. Mientras vivió con su madre, vive en ·su casa co'mete un lapsrls" y dice: "PaJ?J~2 _mamá, mB;má s _··los
ésta aseguró a Maribel que su padre verdadero no era el qUE." había vivido chicos:·ün-a "'chIq~itá'Y ·'una grande''\ 'lapsus ·con "'él que revela ya el cono-
con ellas y al que veía perÍódicamente, sino que era este otro que en ese "-aiñiento de la verdad. " , . , '..
momento vivía allí. A su vez, el padre, cuando la raptó y la llevó a vivir ·~'-"-Además";'··las ·sei's habitaciones que construye las designa como come-
consigo, le dijo que la verdadera madre no era la que había vivido con dor, dos dormitorios, cocina y un cuarto para que jueguen los niños. Ol-
ella hasta entonces, sino esa señora que estaba allí con ellos, y le exigió vida así el desti.no de uno de los Guartos porque reprime la existencia del
que la llamase mamá. baño, símbolo de lo sexual y lo sucio. En este olvido expresa. la represión
Como la niña se acordaba de su madre y preguntaba por ella, pensa- impuesta al conocimiento de su verdadero origen.
rOn que la olvidaría completamente si le decian que sólo era una amiga También el dibujo de la figura humana, con sus vestimentas y sin
que la cuidó en Ulla época en que su mamá verdadera estuvo enferma. ellas, resultó ser un material valioso para conocer el esquema del cuerpo
La niña continuó interrogando durante un tiempo y negándose a decir del niño. Encontramos ca EQ!.ique Pichan Rivi.!!.e_=_JlI,l~~___ .~.º!L _.ni..fiq
mamá a la mad.rastra. Luego del nacimiento de una hermana la niña dejó desdf~ los anos en adelante es capazae reproducir . correcta.me}~!e )a
de preguntar y se sometió a lo q'ae se le exigía. Entonces se despertó en figuJ-a h-;;nañay- que ras defoJiliaCloñiS'"eñ ··ra ~·iépreseniacrÓñ~'C'ó~~'p_,?n;.
eUa una verdadera obsesión por saber todos los detalles referentes a la aeü-='cornó' -en · las··consrtucciones--·de -casa~ a conflictoá-TííféinoS;·· tieJlen
vida sexual. Esta curiosidad, y el háhito de hablar en el colegio de cosas _. señti5l""{-y ·púeaél1 ' interpretarse.· Niños· con 8.!?ma 6 con ' sedas' ·diiiéu1tades
sucias de un modo grosero, hicieron temer a sus padres que las familias para respiüií·~-·· cuan·do ' dihiijan el cuerpo humano suprimen el cuello o
. de sus amigas y compañeras la rechazaran. Este fue uno de los motivos de representan el ahogo dibujando los brazos en la región del cuello, simbo-
la consulta. Además, sufría de terrihles pesadillas, de las que se despertaba
con necesidad de orinar y no recordando nada de lo soñado.
21 cr. "El dibujo de la fi gura humana como test de persona-
JAIME BERNSTEIN:
lidad normal y anormal", en F. Goodenough, Test de inteliger:cia infantil por medio
26 Observado por Lidia Fort.i. del dibujo de la ligura humana, Ed. Paidós, Buenos Aires, l\l edición, 1951, pág. 237.
50 ARMINDA ABERASTURY

lizando el ahogo y el gesto que suele acompañar a la dificultad para m. Dos corrientes en psicoanálisis de niños
respirar.
Los niños epilépticos dibujan lentamente, apoyando el lápiz con tal
fuerza que pueden llegar a perforar el papel; tienen tendencia a perse-
verar en un mismo trazo o en un cortorno ya dibujado.
Los brazos suelen mostrar una marcada desigualdad, tanto en el lar~o
como en el grosor, sirnbolLzando así lo que en la construcción se expresa
con desniveles en los palos.
En la hipocondría están marcados los espacios intercostales, y en los Como hemos señalado, el "Historial de Juanito" 1 fue el punto de
casos extremos, el aparato gastrointestinal. partida de una nueva rama del psieoanálisis y de una nueva psicología
RodoIfo, de 5 años, sufría de asma, anginas a repetición, sinusWs, del niño; fue, además, muy estimulante, no sólo por lo que afirmaba, sino
parasitosis intestinal, era zurdo y deseaba convertirse en mujer. Había su- porque muchos de sus hallazgos -apenas esbozados- abrieron el camino
frido repeLidas agresiones homosexuales por parte de su hermano mayor para huscar una técnica que hiciese posible aplicar a niños el método te~
y sus padres no parecían haberlo ,apoyado eficazmente para salir de esta rapéutic'o creado para el tratamiento de adultos.
situación,,:En su primera sesión de análisis mostró a través del dibujo BUS Cuando los primeros analistas de niños se encontraron en el consul~
dificultades respiratorias, su sensación de derrumbe y sus fantasías de fe- torio con la experiencia de que un paeiente de cuatro o cinco años era inca~
minización. Expresó la fantasía inconsciente de 10 que eran sus síntomas paz de asociar libremente como lo hace el adulto, se sintieron descoraZ'Ona~
al dibujar una casa con una única ventana casi pegada al techo; la imper- dos, sobre todo si comparaban sus resultados con los obtenidos por Freud
fección y destrozo de su cumpo lo simbolizó en los rasgos cortados de las en el "Historial de Juanito". La dificultad con la que se encontraron no se
paredes y en la base; sus dificultades de concentració~ confirmadas luego había presentado en ese caso, porque el niño hablaba con el padre en su
por la madre, se expresaron en el ,hueco del techo (figura 10). Sus ideas casa .. Tal vez por este hecho los primeros analistas pensaron que la
sohre la diferencia de los sexos eran muy confusas, y sohre todo la función solución a los problemas que se presentaban en el consultorio sería ana~
que cada uno de los sexos tiene en la procreación. Esto lo mostró en la lizar a los niños en sus casas. Pronto vieron que si esta situación era en
figura 11. En efecto, si trazamos una línea media divisoria y obs~~-yªmos. apariencia sencilla, complicaba innecesariamente la relación con el paciente
comparativamente el erario'
··'aeT'I'felo, 'el·,·distinto grosor de los 'brazos, la y con la familia. Además, una terapia debía efectuarse en el marco ade~
forma de las manos y especialmente la parte izquierda, doade colocó el cuado y era necesario encontrar una técnica que lo hiciera posible.
pene invaginado con tlefl, puntos, que asoció con las tres semillas que fe-
Fue recién con las obras de Au:na Freud y de M.elanie Klein que se
cundaron a la madre -era el menor de tres hermanos-, vemos que están
pudo hablar de una técnica de análisis de niños. Desde el primer mo ..
representados los dos elementos: lo femenino y lo masculino, elementos
mento se plantearon diferencias fundamentales entre las dos direcciones,
básicos de su conflicto. .
centradas sobre todo en el enfoque de la transferencia, diferencias que
Resumiendo: la hora de juego, la construcción de casas y la repre- implicaban divergencias teóricas sobre conceptos como el de la formación
sentación del cuerpo son métodos de observación que utiliz'1mos en el del yo y del superyó, el complejo de Edipo y la relación de objeto. Sur.
diagnóstico de las neurosis infantiles en niños de más de 5 años; en niños
gieron así dos escuelas en psicoanálisis de niños.
por debajo de esta edad recurrimos sólo a la observación del juego. Una
vez valorada adecuadamente la neurosis se orienta el caso y se indica el Anna Freud 2 considera que los niños no tienen capacidad de trans-
tratamiento, según lo señalaremos en el capítulo VIII. ferencia y, .p'Or lo tanto, es necesaria una labor previa no analítica cuya
finalidad es prepararlos para el trabaj o analítico, dándoles conciencia de
enfermedad, infundiéndoles confianza en el análisis y en el analista y
creando una transferencia positiva que haga interior la decisión exterior
de analizarse. Relata cuál es su método en diferentes casos: en algunos

1 FREUO, SIGMUNO: "Análisis de la fobia de un niño de cinco años", tomo XV,


Historiales clínicos.
2 F'REUD, ANNA: El psicoanálisis del niño, Ed. Imán, Buenos- Aires, 1951.
SI
TEORÍA Y TÉCNICA DET4 PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 53
52 ARMINDA ABERASTURY
neurosis de transferencia, y despliega de nuevo todas sus reacciones anor-
se adapta a todos los caprichos del niño; en otros sigue los vaivenes de males en la relación con el nuevo personaje transferencial, es decir, con
su humor; en otros, le demuestra su superioridad o habilidad, tr?r:sfor~ el analista.
mándose en una persona interesante, útil y poderosa, de cuyo auxIllo ya Para Anna Freud nada de esto acontece en el análisis de niños y trata
no pueden prescindir. Su única preocupación en cada caso es crea~ un de explicar esta imposihilidad en parte por la estructura del niño y en
vínculo suficientemente fuerte y positivo como para asegurar la contmua~ parte por el análisis mismo. Considcoo que el análisis de niñ os no es muy
ción del tratamiento. Partiendo de la base de que el niño no tiene con· apropiado para una transferencia fácilmente interpretable porque'- a dife-
ciencia de enfermedad, no titubeaba - por ej emplo-- en despertar esa rencia de lo que acontece en el an álisis de adultos: "El analiste: de niños
conciencia comparando su síntoma con los actos de un enfermo mental puede serlo todo, menos una sombra. Ya sabemos que es para el niño
y señalándoselo de esta manera: "Lo invité a describirme sus arrebatos una persona interesante, dolada de todas las cualidades imponentes y
cada vez que se producían, fingiéndome preocupada y apesadumbrada; le atractivas. Las finalidades pedagógicas que, como veremos, se combinan
pregunté hasta qué punto era dueño y señor de sus actos en tales est~~~s, Con las analíticas, hacen que el niñ o sepa muy bien qué considera con-
y comparaba sus arranques con los de un enfermo mental, al, ,que ,dl.flCll~ veniente o inconveniente el analista, qué aprueba o reprueba." ¡s HEs como
mente podría prestársele ya socorro algu_no. Todo esto lo deJO atondo e ei encontrásemos pintado un cuadro en la pantalla sobre la cual se ha
intimidado, pues, naturalmente, ser tenido por loco ya pasaba de lo que de proyectar la imagen. Cuanto más frondoso y colorido sea aquél, tanto
perseguía su ambición. Entonces trató de dominar por sí mismo ~us arre· más contribuirá a borrar los contorllOS de la imagen proyectada. Por tales
batos; comenzó a oponérseles en lugar de provocarlos, como habla ·hecho motivos, pues, el niño no desarrolla una neurosis de transferencia. A pesar
antes advirtiendo así su verdadera impotencia y creciendo con ello sus de todos sus impulsos cariñosos y hostiles contra el analista, sigue des-
sens;oiones de sufrimiento y displacer. Después de algunos intentos in~ plegando sus reacciones anormales donde ya lo ha venido haciendo: en el
fructuosos el síntoma se convirtió por fin, de acuerdo con mis propósitos, umbiente familiar." 6
de un hie~ apreciado en un molesto cuerpo extraño, para cuya supresión Se comprende que al no anali:zar las fantasías destructivas del niño
el niño recurrió de muy buen grado a mi auxilio." 3 en el análisis disolviendo la transferencia negativa por medios no analí-
Para Anna Freud, -en el niño no puede hablarse de una neurosis de ticos y fonándoJo a vivir un idilio transferencial, sus pequeños pacientes
transferencia, aunque se establece entre él y su analista una [.elación en Luviesen que actuar fuera del análisis todas las fantasías destructivas que
la cual expresa muchas de las situaciones vividas con sus proplOS padres. iban surgiendo, pues no les eran interpretadas en la situación transferenciaI
Considera que "el pequeño paciente no está dispuesto, como 10 está el y en su relación con los obj etos originarios.
adulto, a reeditar sus vinculaciones amorOsas porque, por así decirlo, aún Hanna Sega1 7 , en un artículo sobre "Algunos aspectos del análisis
no ha agotado la vieja edición. Sus primitivos objetos amorosos, los pa· de un esquizofrénic"O", describe para el análisis de psicóticos lo que he
dres, todavía existen en la realidad y no sólo en la fantasía, .como en el visto como un peligro en el análisis de niños. Dice que cuando se emplean
neurótico adulto; el niño mantiene con ellos todas las relaCIOnes de la técnicas de tranqailización y el mantenimiento de la transferencia positiva,
vida cotidiana y experimenta todas las vivencias reales de la satisfacción y tal como postulan Anna Freud y su escuela, dando simpatía al paciente y
el desengaño. El analista representa un nuevo personaje en esta situación tranquilizándolo, el analista se convierte por el momento en el objeto bue~
y Can toda probabilidad compartirá con los padres el amor o el odio del nu, pero sólo a costa de una futura disociación entre los objetos malos y
niño. Pero éste no se siente compelido a col'Ocarlo inmediatamente en lugar los buenos y con el refuerzo de las d efensas patológicas del enfermo.
~e los padres, pues en comparación con estos obj etos primitivos no le Así se manifiestan luego repentinas conversiones de dioses en demo·
ofrece todas aquellas ventajas que encuentra el adulto cuando puede trocar níos y la transferencia negativa se hace difícil de manejar. Aun cuando
sus objetos fantásticos por una persona real".4 esa fase "buena" condujera al progreso del análisis, se ve interferida por
En el curso del tratamiento analítico el neurótico adulto transforma la represión de las fantasías sobre el analista "malo". Además~ cuando
paulatinamente los síntomas que lo llevaron al análisis, abandona los viej os ~l analista es mantenido artificialmente "huenu", el paciente elige a otra
objetos a los cuales se aferraron hasta entonces sus fantasías y concentra persona como perseguidor; será generalmente un miembro de su familia
su neurosis en la persona del analista. Sustituye sus síntomas antiguos
por sín tomas transferenciales que convierten su antigua neurosis en una 5 FREUD. ANtiA: El psicoanálisis del niñe o Ed. IrnálJ , Buenos Aires, 1951, pág. 71.
G FREUD, ANNA: Mem, pág. 72.
1 SEGAL, HANNA : "Sorne aspects of Ihe analysis of a schizophrenie". International
a FREUD, ANNA: El psicoanálisis del niño. Ed. Imán, Buenos Aires, 1951, pág. 27. Journal of Psycho>-Analysis, tomo 31, 1950, págs. 268 a 278.
4 FREUD, ANNA: [den!., pág. 69.
54 ARMINDA ABERASTURY
TEORÍA Y TÉCNICA DEI. PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 55
que está mucho menos preparado que el analista pa:a hacer frente a la difíciles y en realidad diametrolblCnte -opuestas : la de analizar y educar a
hostilidad del paciente. la vez, permitir y prohibir al mismo tiempo, librar y volver a coartar
Anua Freud l!ega a la conc.1usión de que. sólo aislando al . n~ '~e su simultáneamente .. . " " .. . pero si puede lograrlo, corrige con ello toda
medio familiar podría conseguirse esa neurOSIS d.~ transferencia mdlspe~. U"la fase de educación equivo(,:lda y desarrollo anormal, ofreciéndole al
sable para la repetición de los síntomas y su cur aClOD, pero que esto traena niño, o a quient:~ deben decidir su dl'!stin o, una n ueva QPortunidad para
el riesgo de que el niño luego no pudiese adaptarse a su hogar, o que enruendar sus errl·res".13 Continúa : "Si en estas condiciones completamos
volviendo a él se repitiesen los síntomas. la labor interna con una acción exte:rior, tratando no sólo de modificar po:r
La necesidad de conferir un rol educativo al psicoanalista y su con- influencia analítica las identificaciones ya establecidas, sino también por re..
cepción sobre la transferencia que hemos exp uest~ .s~ fund~ _en lo que lación o influencia humana, los obj efos reales que rodean al paciente, en-
ella considera la diferencia fundamental entre el a n a]¡SIS de TImos y el de tonces el esfuerzo 'será rotundo y sorprendente." 14
adultos, y que surge de la inmadurez del superyó infantil: "En el a~ulto Aunque piensa que la neurosil5 del niño, como la del adulto, es el
el superyó ha alcanzado ya su independe~~ia y no es ~cces~ble a los mflu- resultado de un conflicto interno entr e la vida instintiva, el yo y el superyó,
jos del mundo exterior. .. " " ... En el nmo, en cambIO, aun se. enc~entra en el niño la influencia del mundo exterior sobre su neurosis es diferente
al servicio de sus inspiradores -los padres y educadol'es- aJ ustandose porque: "Está muy lejos del desprendimiento de los primeros objetos ama-
a sus exigencias y siguiendo todas las fluctuaciones de la relación con la dos y subsistiendo el amor objetal, las identificaciones sólo se establecen
persona amada y todos los camb.ios de sus propias opi.n~o.nes." 8 lenta y parcialmente." 15
Dice: " También aquí trabajamos como en el analisls de adultos, en Aunque acepta el fu ncionamiento de un superyó infantil y que las re·
forma puramente analítica, mientras se trate de liberar de lo inconsci~nte laciones entre el yo y el superyó son en muchos aspectos análogas a las
los sectoTes ya reprimidos del dIo y el yo. En cambi~, la lab?,r a ~ea:l~ar del adulto ya desde etapas muy tempranas, dice que es evidente también
en el superyó infantil es doble: analítica, en la deslDt:graclOn ·h istenea la relación entre este superyó y los objetos a 109 cuales debe su estableci-
llevada desde el interior, en la medida en que el superyo ya ha alcanz~do miento, comparándola con la que se establece entre dos vacos comunicantes.
su independencia; pero,..tarnbién pedagógica, influyedndo desde .el ext~nor. Señala la influencia del superyó en la evolución de la exigencia de la limo
modificando la relación co n los educadores, crean o nuevas lmpreSlOnes pieza en los primeros años. "Esta rige en efecto, pero sólo mientras en
y revisando las exigencias que el mundo exterior ~mpon.e al ,~i~o." 9 el mundo exterior subsista, en calidad de objeto, la persona responsable
Para justificar la misión educadora del analIsta dlCe: SI rec.o~noce­ de un establecimiento. En cuanto el niño pierde esta relación objetal, des~
mos que las potencias contra l;s. cuales d~bem~s luch~r en la .~uraclOn de aparece también todo el placer que le procura el cumplimiento de la
las neurosis infantiles no son umcamente mten ores, smo tambIen en parte exigencia."16
exteriores tenemos derecho a exigir que el analista de niños sepa valorar Esta situación del superyó de dependencia de los objetos originarios
con j uste~a la situación exterior en la que el niño se encuentra, tal como se mantiene segú!! ella durante el período de latencia y prepubertad. La
le exigimos que sepa captar también la sit~ac~ón interior.': l~ debilidad del yo y su dependencia de la, exigencias impuestas por el ideal
El analista debe entonces tener conOCImIentos pedagogIcos teóricos del yo explican para ella la doble moral del niño cuando actúa en el
y prácticos y "si las circunstancias lo hiciesen necesario asumir las fun· mundo de los adultos o en el de los niños de su edad; por eso ciertas
ciones de educador durante tod-o el curso del análisis".l1 El analista debe cosas les causan repugnancia estando con adultos y no cuando están con
asumir la dirección del niño para asegurar la conclusión feliz de ese análi- otros niños. Estas características de dependencia del superyó infantil y de
sis debe enseñarle a dominar su vida instintiva y la opinión del analista doble moral la conducen a pensar que el análisis del niño no es como
de~idirá qué parte de los impulsos infantiles ha de s~r suprimida ? co~?e. el del adulto. "Aquél ha dejado de ser un asunto personal que se lleva
nada, qué parte puede satisfacerse, cuál debe conducnse a. ~a. sublimaclOD. o cabo entre dos personas exclusivamente : el analista y su paciente. En
"Es preciso que el analista logre ocupar dur,ante todo el anahsls el lu~a.r del efecto, los objetos del mundo exterior seguirán desempeñando importante
ideal del yo infantil."12 "Así el analista reune en su persona dos mlSiOneS papel en el análisis y particularmente en su última fase, o sea en el apro~
vechamioentl) d~ los impulsos instintivos liberados de la represión, mientras
,8 FREUD, ANNA: El psicoanálisis del niño, pág. 120.
9 FREUD, ANNA ldem. pág. 120. 13 FREUD, ANNA El psicaafwíüsis del niño, pág. 99.
10 FREVD, ANNA Idem. pág. 125. 111 FREUO. ANNA Idem, pág. 102.
11 F'REUD. ANNA ldem, pág. 126. le: FREUD, ANNA ldem, pág. 83.
12 FREUD, ANNA Idem. pág. 91. J6 FREUD, ANN A J dem, pág. 85.
56 ARMINnA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 57

el superyó infantil aún no se haya convertido en el representante imper~ resulta sumamente escaso. No está de acueldo con la técnica de juego
sonal de las exigencias a,~imiladas <le1 mundo exterior y mientras perma- de Melanie Klein, en la cual se equipara la actividad lúdica infantil
nezca orgánicamente vincHiado a éste." 17 Cf1n la asociación libre del adulto, ni con la interpretación que hace
Anna Freud, una ~'ez lograda la transferencia positiva por la labor de dicha actividad. Para esta lescuela dice: "El libre curso asociativo
previg nr¡ analítica a la que ;105 hemos referido, evita cuidadosamente la corresponde al desarrollo tranquilo del juego; las interrupciones e inhibi·
.'lparicion de la transferencia negativa, y cuando no lo consigue la disuelve c.Íones en su transcurso equivalen a los trastornos de la asociación libre .
por medios no analíticos similares a los que ha utili;.;ado durante la labor Por consiguiente, el análisis de las perturbaciones del juego las descubre
urevla. Sostiene que las tendencias 'Jgresivas que el niño manifiesta con- como una medida defensiva del yo, comparable a la resistencia en la aso-
tra el a~1alista no son índices de transferencia negativa y que~ por el ciación libre." 22
cuntrario: "Cuanto más cariñosamente esté vinc1llado el niño pequeño con Para Anna Freud el juego --como una técnica complementaria- es.
5'U madre! menos impulsos amisto 'Sos tenJrá pa!.8 las personas extrañas." 18 clarece los impulsos del ello pero no nos permite ver cómo funciona el
'"En cuanto a sus expresiones negativas, las llegamos a sentir cada vez que ~-o. Propone recurrir a métodos sustitutivos capaces de informarnos sobre
!ratamos de liberar del inconsciente una parte del material reprimido) des· el funcionamiento del yo, y cree que esto se logra con el examen de las
pertando así la resistencia del yo. En tales momentos el niño nos con· transformaciones de los afectos. "'El análisis y la conducción a la c'Oncien-
"idera como un seductor peligroso y terrible, dedicándonos por eso todas cia de los diversos modos de estas defensas contra los afectos -trátese de
~UR expresiones de odio y rechazo, que en general dirige hacia, sus propios conversión en lo contrario, de desplazamiento o de completa represión-
impulsos instintivos condenados." 19 nos informa sobre las técnicas singulans de este yo infantil, asi como el
El Hnálisis de niños exige, según ella, una vincqlación positiva muchí· análisis de las resistencias nos permite inferir acerca de su comporta.
~imo más intensa que la del adulto, porque además de la finalidad analítica miento respecto del instinto y de la naturaleza de la formación de sÍnto·
se persigue un objetivo pedagógico y el éxito pedagógico siempre depen. mas. Es por supuesto de suma importancia que en la observación de los
derá de la vinculación afectiva del educando con el educador. Por lo tan· procesos afectivos en el análisis infantil no dependamos de la voluntaria
lo, la transferencia n~ativa, cuando aparece, aunque es útil para conocer cooperación del niño ni de la sinceridad o falsedad de sus comunicaciones.
los conflictos del niño, debe disolverse inmediatamente -aunque no sea por Sus afectos se traicionan a sí mismos contra su propósito." 2'3
medios analíticos--, debe reconquistarse al niño. Anna Freud y su escuela consideran que aunque en análisis de niños
En cuanto a la posibilidad de acceso al inconsciente sostiene que no se transfieren síntomas y defensa, la neurosis permanece centrada en los
es posible sobrepasar la barrera que impone el dominio imperfecto del objetos originarios y sólo se extiende al análisis con un propósito defen-
l"!nguaje y no cree que el juego pueda ser un instrumento técnico para Eivo -cuando el niño percibe el peligro en la labor terapéutica, que para
el análisis del niño comparable con las asociaciones libres del adulto. él es un peligro real- y no necesita transferir al analista sus afectos
En trabaj os posteriores 2{l modifica en parte la técnica de una fase porque los objetos originarios existen todavía. Considera que el acting out
previa para introdueir directamente al niño en la situación analítica, abre· es muy frecuente y peligroso en el análisis de niños, tomando la caracte-
vianda o eliminando esa fase. El estudio de los mecanismos de defensa rística de volver a vivir la neurosis en el medio familiar. Marianne Kris 24
marca la segunda época de la obra de Anna Freud, y la considero un presentó un caso de un niño de 4 años en el que describe el desarrollo
valioso aporte. La mayor dificultad en el análisis de niñDs sigue siendo de una neurosis de transferencia similar a la del adulto, pero la opinión
para ella el hecho de que no pueden asociar libremente; dice que si bien general era que el niño, aunque da signos evidentes de transferencia, no
el niño no es capaz de dar asociaeÍones libres, " ... los sueños y Jos ensue· hace una neurosis de transferencia y también ella sigue sosteniendo, en
ños de los niños, la fantasía manifestada en el juego, dibujos, etc., revelan consecuencia, la necesidad de un papel educativo del analista y la colabo-
los impulsos del ello sin disfraces y de un modo más accesible que en los ración de los padres para la curación del niño.
adultos ... " 21. Acepta, sin embargo, que el conocimiento del yo infantil Resumiendo, para Anna Freud: 1) la capacidad de hacer transferen-
17 FREUD, ANNA: El psicoanálisis del niño, pág. 88.
18 FREUD, ANNA: Idem, pág. 70. 22 FREUD, ANNA; El yo ')" los mecanismos de defensa. Ed. Paidós. Buenos Aires,
19 FREUD, ANNA: Idem, pág. 65. 1949, pág. 57.
20 FREVD, ANNA: El yo y los mecanismos de defensa. Ed. Paidós, Buenos Airefl, 23 FREUD, ANNA: ldem, pág. 53.

1949. 24 En la discusión sobre prohlemas de lleul'O&is infantiles: "The p ..ychoanalytic


21 FREUD, ANN A: 1¿em, pág. 56. ;·tudy of the child", tomo XIV, Imagt! Pulili~hing Co. Ltd" Londres, 1959.
58 ARM1NOA ABERASTURY TEORÍA Y 'l'ÉCNICA DEL PSICOANÁLlSIS DE NIÑOS 59

cia no es espontánea en el niño; 2 ) aunque evidencia reacciones transfe- que estos objetos exciten o alivien su ansiedad, y este mC(;anismo está en
renciales positi vas y negativas, no hace una verdadera neurosis de trans~ la base de la situación tralJsferencial~ en que se repite la relación con los
f-erencia, en parte por las condiciones inherentes al niño y en parte porque objetos originarios.
estas condiciones obligan al analista a realizar !l1l3 labor ~ducativa; 3) el Las primeras defensas en la relación del niño con los objetos surgen
nino no puede hacer una segu nda edición antes de haber agotado la pri- de sus tendencias agresivas y 50n la proyección en cuanto al sujeto y la
mera y el ana lista debe ser educador porque el superyó del niño todavía destr ucción en lo que se refiere al objeto. Desde el primer momento pro·
depende de los objetos exteriores que l o originaron y no está aún maduro; yecta en el analista y en los juguetes sus tendencias destructivas, así como
4) la transferencia :negativa no debe ser interpretada sino disuelta por las de amor, con una intensidad que variará de acuerdo con el grado de
medios no analíticos, y S) sólo con transferencia positiva puede realizarse fusión que hayan logrado los instintos de vida y muerte.
una labor útil con el niño. El .niño cuando juega asigna al analista los más variados papeles,
Pa.ra Melanie Klein, en canibio, la capacidad de transferencia es es- puede personificar su ello y en esta proyección dar escape a sus fantasías
pontánea en el niño; debe interpretarse la transferencia positiva y la sin despertar demasiada ansiedad; cuando ésta ha disminuido será capaz
negativa desd e el primer m omento y el analista no debe tomar el papel de personificarse él mismo en ese pa:peI.
de educadúr. En las personificaciones en el j uego se observa que muy rápidamente
Pir.nsa qu e la ansiedad del niño es muy intensa y que es la presión puede cambiar el objeto de bueno en malo, de aliado en enemigo y como
de estas ansiedades tempranas lo que pone en movimiento la compulsión de el analista asume e interpreta los papeles hostiles requeridos por el juego,
repetición, mecanismo estudiado por Freud en el dinamismo de la trans- así como 105 positivos, hay un constante progreso hacia identificaciones
ferencia y en el jmpulso H jugar 25. Esto lo conduce a simboli zaciones y más bondadosas y uoa mayor aproximación a la realidad. Úna de las fi-
personificaciones en las que reedi ta s us primeras relaciones de objeto, for- nalidades de] análisis es la gradual modificación de la excesiva severidad
mación deJ superyó y adaptación a la realidad, que se expresan en sus del super yó y se logra en parte por la interpretación del juego de roles.
juegos y pueden ser interpretados 20. "Pe~ no siempre ]a tarea del analista es tan simple, ni siempre el niño
En sus primeros trabej'os:27 sostenía Melanie Klein que, mediante el se asIgna papeles que pueden interpretarse fácilmente. El analista que de·
proceso de simbolización, el niño conseguía distribuir el amor en nuevos s~e ~enetrar en las raíces de las severidades del superyó no debe preferfr
objetos y nuevas fuen tes de gratificación. Más tarde afirmó 2S que tamo mngun papel, debe aceptar lo que la situación analítica le ofrece." 29
bién distribuye sus angustias y que por el mecanismo de repartición y . Refiriéndose a la necesidad de interpretar la transferencia negativa,
repetición las disminuye y las domina, alejándose de sus objet'Os origina· dlCe en uno de sus últimos trabajos 30: "Durante el an'álisis, el analista
rios peligrosos. aparece como figura idealizada, pero esta idealización es usada como de.
La sustitución del objeto originario, cuya pérdida es temida y la- fensa contra las ansiedades persecutorias y su corolario." El analista debe
mentada, por otros más numerosos y reemplazables; la distribución de t!:atar que esta excesiva idealización n o persista, y mediante el análisis de
sentimiento~ en múltiples objetos y la elaboración de sentimientos de pér- la. tr~nsferenc~a po~itiva. y .~egativa l a ansiedad persecutoria se reduce y
dida a través de la experiencia de pérdida y recuperación - -tal como lo dIsmmuye aSl la IdeahzaclOn. En el curso del tratamiento el analista
vio Freud cuando analizó el juego del carretel- son la base de l a activi- representará en la situación de transferencia una variedad de figuras que
dad lúdica y de la capacidad de transferencia. ~orresponden a las que el niño i ntroyectó en el desarrollo temprano, será
Frente a los objetos - por el mecanismo de identificación proyec- mtroyectado como perseguidor y como figura idealizada con múltiples gra-
tiva- los niños hacen transferencias positivas o negativas, de acuerdo con dos y .matices. El niño pequeño ha dejado atrás una gIao parte de Sil
co~pIej'o de Edipo y por la represión y el sentin:tiem.: o'! culpa está muy
alejado de los objetos que deseó originariamente; .sus relaciones con ellos
2~ FREuo, SIGMUND: "Más allá del principio del placer", tomo n, Una teona han sufrido distorsiones y transformaciones de modo que los objetos de
.,e:cual y otros eruayos. amor presentes so n imagos -de los originarios. De ahí que pueda muy bien
26 KLEIN, MELANIE: "Personification in the play oí children". ¡nt. Journal 01
Psychoanalysis, vol. X, 1929. p,roducir una '.'nu~va edició~" de los objetos que deseó al principio. Sus
~1 KLEIN, MELANIE: "The importance of symbol-foTnlation in the development of 81Dtomns cambIaran, acentuandúse v disminuyendo de acuerdo con la si.
the CiO" (1930) . En Contributions ta Psycho-Analysis, The H ogarth Press Ltd., Londres,
1948. Traducido en la Revista Uruguaya de Psicoanálisis, tomo 1, NQ1, 1956.
:118 KLEIN, MELAl'lIE: "Les origines du transfert"_ Revu,e Franr;aise de Psychoanalyse, 29 KLEt!i, MELA!i IE: "Personification in the play of 'cbildren" ob. cit.
tomo XVI, N°" 1 Y 2, pág. 178. 'S o KLEIN, MELANIE: "Les origines du transfert", ob. cit. '
60 ARMINDA ABERASTURY
TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS
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tuación transferencial; puede suceder que en la casa recaiga en hábitos,
síntomas, pautas de conducta que habían desaparecido .. 3) El progreso en la capacidad de sintetizar prueba que el proceso
La relación conscientewinconsciente en el niño es dIferente que en el de diso:::iación originado en la temprana infancia ha-disminuido.
adulto' el iueonsciente está en un contacto más estrecho y más permeable 4) La actuación de las ímagos con características fantásticamente hue.
con el' consciente de lo que acontece en el adulto. Los niños están más nas o malas que predominan en ]a vida mental es Lm mecanismo
profundamente dominados por el inconsciente y por eso prevalece en ellos general en niños y adultos. Sus variaciones son sólo de grado, fre-
la representación simbólica. . . cuencia o intensidad.
En el análisis de niños nos encontramos con resIstenCIas tan marcadas 5) Estas imagos corresponden a estados intermedios entre el superyó
como en el análisis de adultos; se manifiestan como crisis de angustia, terrorífico totalmente alej ado de la realidad e identificaciones
con interrupción o cambios de j llegos, aburrimiento, desconfianza l según que se acercan más al la realidad.
]05 casos y las edades, siendo las crisis de ansiedad y miedc más frecuen- 6) En la medida en que estas figuras intermedias aparecen en el
tes en los niños pequeños. " juego del niño por el mecanismo de la simbolización y personifi-
Al estudiar la angustia en relación con el matenal ofrecIdo tropeza- cación podemos llegar a comprender la formación de su superyó
mos siempre con el sentimiento de culpa, e int~rpretándolo. en su rel~ción y amortiguar su severidad.
con las fantasías oriO"inarias y las transferenclales es posIble reducn la 7) La transferencia es el jnstrumento principal para conocer lo que
transferencia neO"ativ: en favor de la positiva. La ansiedad transferencial sucede en la mente del niño y también para descubrir y recons-
más intensa es I~ de reviviscencia de las primeras relaciones de objeto con truir su historia temp.rana.
el predominio de las ansiedades paranoides y depr~ivas. . 8) El descubrimiento de la fantasía de transferencia v el estableci-
Así como en los niños pequeños la transferencIa negatIva se expresa miento de su relación con las primeras experienci~s y las situa~
a menudo corno miedo, en los más grandes -especialmente en la laten- ciones actuales constituyen el medio principal de curación.
cia- toma la forma de desconfianza, reserva o simple disgusto. Cuando 9) La repetición de las situaciones tempranas en la transferencia. nos
el niño manifiesta tiIl¡idez, desconfianza, aburrimiento, ansiedad -signos remonta a situaciones de los primeros meses de vida.
de transferencia negativa- la interpretación la reduce haciendo retroceder 10) En sus fantasías con el analista el niño .retrocede a sus primeros
los afectos negativos hacia los objetos o situaciones originarias. días y al estudiar estas fantasías en su contexto y comprenderlas
En su lucha contra el miedo a los obj etos más cercanos, el mno en d~talle, se obtendrá un conocimiento sólido de 10 que sucedió en
tiende a referir este temor a obj etos más distantes -ya que el desplaza- realidad en su mente en los estadios tempranos. En la termina~
miento es uno de sus modos de enfrentar la ansiedad- y a ver así en ción del análisis, el paciente revive emociones de su época del
eIlosa su madre y padre malos. El niño en el cual predomina el senti- destete y la elaboración del duelo transferencial se logra a través
miento de estar baj'O una constante amenaza de peligro espera siempre del análisis de las situaciones paranoides y depresivas.
encontrarse con el padre o madre "malos" y reaccionará con ansiedad ante
todos los extraños; en la relación con el terapeuta lo sobresaliente será
la transferencia negativa, manteniendo mediante este mecanismo una buena
imago de sus padres reales.
Resumiendo los puntos de vista técnicos expuestos diremos que para
Melanie Klein y su escuela:
1) La misma ansiedad que lleva a la división de imagos, buena y
mala, en la temprana infancia :se revive en el análisis; las ansie-
dades depresivas y paranoides son experimentadas en el análisis,
expresadas en el juego y reducidas por la interpretación.
2) Cuando en el desarrollo normal se disminuye la división entre
ohj etos persecutorios e idealizados, y el odio es mitigado por el
amor, pueden establecerse objetos buenos en el mundo interno, y
mejoran las relaciones con el mundo exterior. En el tratamiento
este logro conduce a la curación.
TEORÍA Y TÉCNICA DEL. PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 63

IV. El psicoanálisis de niños en la Argentina Veía Sólo niños mayores de 6 añ'Os y trataba que me contasen sus
conflictos y me relatasen sus sueños y ensueños. Ponía también a su dis ..
pOSlClOll pequeños juguetes, lápices y papel. Había leído en esa época un
pequeño libro técnico 4 en el que se describía un mutismo psicógeno en
un niño de 8 años y me había asombrado el mundo que surgía de la
interpretación de los dibujos, única forma de com:.1llicaciÓn que tenía este
niño con su terapeuta. En ese mismo año se creó en la Facultad de Filo--
sofía y Letras la carrera de Ciendas de la Educación, en la cual ingresé.
Un temprano interés por la vida mental del mno me llevó hace mu- El año 1942 fue decisivo para. mi carrera como psicoanalista. En abril
chos años a trabajar en salas de lactantes, pero fue en 1937 cuando por inicié el análisis didáctico 5 con Angel Garma y también ese añ·o me puse
primera vez tomé contacto con una niña de 8 años. La veía diariamente en contacto con la técnica de juego que creó Melanie Klein 6, apoyán ..
en la sala de espera cuando acompañaba a su madre a un tratamiento dose en los descubrimientos que había hecho Freud sobre el significado
psiquiátrico 1 y su expresión inteligente y angustiada me hahía hecho de la actividad lúdica 1.
dudar del diagnóstico que pesaba sobre ella. Supe que no había podido Como no había entre nosotroiS nadie que pudiese asesorarme sobre la
aprender a leer ni escribir no obstante los renovados intentos que se hi- aplicación de una técnica que había estudiado en tratados, los resultados
cieron para interesarla en el conocimiento, y que los profesionales a los que iba vislumbrando podía confrontarlos solamente con los descubrimien..
que su padre consultó dijeron que se trataba de una oligofrénica. Mí pri- tos que hacía en mi propio análisis, can lo que había observado en años
mer acercamiento a su mente fue pedagógico, quería ... saber si esa niña anteriores y con lo que había visto y veía en la observación y tratamiento
podía o no aprender. de psicóticos con Enrique Pichon Riviere 8.
En las largas entrevistas que tuve con ella, en horas en que su madre
estaba en tratamiento, me contaba fragmentos de su vida mientras yo le 4 MORGENSTERN. SoPHIE: "Psychalllalyse infantile" (París, 1937). Esta obra fue
iba enseñando las letru9' y los números. Llegué a la conclusión de que si en parta publicada en la R{!Vista de Psicoanálisis, tom'O V NQ 3 trad. por Alicia
Vaudelin, pág. 762. "El simbolismo y el valor psicoanalítico de los dibujos infantiles"
no aprendía era porque le resultaba muy penoso conocer la enfermedad pág. 771, "Un caso de mutismo psicógelno". I
de su madre y recordar todo lo que había sufrido durante los episodios 5 Me parece necesario señalar a qué llamamos análisis didáctico y. cuál es su
psicóticos de los fIue fue testigo. Su mente se había paralizado por este funci?n .~n la furm~ció.n de un psicoan~'llista. Si ll? fuera así, podría pensarse -que la
conflicto, y se 10 fui. cf)munieando. Comprendí también que las mentiras descnpclOn de la teCDlca que expondre en este lIbro y las soluciones que propongo
-que son el fruto de años de trabajo con niños y de lo que aprendí controlando y
que para consolarla o tranquilizarla le (leeían los adultos que la rodeaban comentando casos. con colegas- serían una base suficiente para tratar psicoanalíti.
habían creado en ella una gran confusión y le hahían hecho perder fe c.amente a un niño. Quiero aclarar que conocer la técnica no capacit3. para psicoana·
en que pudiese llegar a conocer la verdad. Fue despu{~s de este esc'lare· lIzar. La formación de un analista exige ante todo que se someta a un análisis perso-
cimiento cuando pudo comenzar a aprender 2. Como los resultados de nal -llamado analisis didáctico- cuya duración mínima es actualmente de cinco
años, a 4 ó 5 ·sesiones semanales. Tien.e la obligación de asistir a cursos teóricos y
estas entrevistas fueron tan asombrosos y la nma aprendía nuevas cosas p~ácticos dictados en ~l Institut'O de Psicoanálisis, concurrir además a grupos de estu-
de día en día, leí un tratado de psicoanálisis de niños:¡ huscando una dIO y controles colectlvos, para familiar izarse con la técnica de juego. Debe realizar
forma de ayudarla mejor. En esa misma época, alentada por los resultados. e~ tratamiento. psi~oanalítico de dos niÍÍos como mínimo, bajo el control de un ana·
que obtenís., me ocupé de un niño de 11 años también con dif-icult,des lIsta de expenenCla. Cuando éste juzgue que su conocimiento de la técnica es sufi.
ciente, cuando haya aprobado los cursos y seminarios y su analista didáctico considere
de aprendizaje. Est;¡ba sometido a intensos castigos corporales y pudimos que su análisis ha sido exitoso, adquiere finalmente el derecho de presentar ante
ver cómo éstos hab:ian desempeñado un papel importantísimo en su ere.. los miembros del Instituto de Psicoaná.tisis un caso en el que exponga su forma de
ciente inhibición intelectual. trabajo. Recién después de la aprobación de éste puede llamarse miembro de la AS'O.
En el consultorio de la Liga de Higiene Mental, que funcionaba en el ciación Psicoanalítica Argentina y estar en condiciones de asumir la responsabilidad
de analizar.
Hospicio de las Mercedes, hice los primeros tratamientos psicoanalítieos de G KLEIN, MELANIE: El psícoanálisi;s 'de niños (1932). Ed. Biblioteca de Psico.
niños, siguiendo la técnica que Anna Freud describe en su libro. análisis, Buenos Aires, 1948.
'l FREuD, SIGMUND: "Análisis de la fobia de un niño de cinco años" tomo XV
1 Enrique Pichoh Riviere era el terapeuta. Historiales clínicos. "Más allá del principio del placer", pág. 285, tomo n,' Una teorí;
2 Este fue el punto de partida de mis investigaciones sohre las dificultades de sexual y otros ,ensayos. Tótem y tabú, tomo VIII, pág. 116.
aprendizaje y su relación con el engaño o el ocultamiento de la verdad. 8 Jefe interino del servicio de admisión en el Hospicio de las Mercedes desde
.a FREUO, ANNA: Psicoanálisis del niño. 1938 hasta 1947. Jefe de servicio de psiquiatría de la edad juvenil en el Hospicio de
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64 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 65

F ue en esa época que una frecuente correspondencia con Melanic grupos de estudios y cursos de técnica para intensificar la enseñanza de los
Klein me permitió, gracias a sus generosas indicaciones, solucionar m·l ' ~ que querían especializarse en psicoanálisis de niños. En nuestra Asociación
chas de las dificultades técnicas que se me presentaban diariamente. - como en todos los grupos analíticos- son pocos los que se dedican a esta
El primer historial que publiqué!) corresp'onde a esa época de mi tra- especialidad, pero cuando en 1951 me nombraron relatora en París 15 sobre
bajo y fue durante ese tratamiento cuando comprendí por primera vez el el tema "La transferencia en el análisis de niños", pude referirme ya a un
significado simbólico de las deformaciones con las que un niño construye grupo de psicoanalistas de niños que tl"Rbajaba en la Argentina y que no
una casa. Había incluido entre sus juguetes el "J uego d~ construir casas" era más reducido que en 'Otros países.
y en las que construyó me fue mostrando las di ficultades respiratorias, La formación que recibían en el Instituto y se completaba con los
las dificultades de conexión y trastornos en la sublimación 10. La confron- grupos de estudio, se amplió desd e 1948 hasta 1954 con las actividades
tación de es le caS'Q con muchos otros y la elaboración de 10 que iba des- de.! Instituto Pichon Riviere 16; lodo el que se interesaba en el análisis de
cubriendo constituyó mi primer aporte original al psicoanálisis de niños. niños podía realizar en este Instituto bajo mi supervisión la observación
Para la elaboración de ese libro me fue muy útil la lectura de los trabajos de horas de juego antes de iniciarse como terapeuta de niños; se les ense·
de Homburger 11 y Schilder 12. ñaba, además, la técnica de entrevista con los padres y semanalmente se
Ya en esos años algunas personas que seguían su formación en el exponían y discutían casos.
Instituto de Psicoanálisis se interesaron por el trabajo con niños. He ha- Muchos de los que se formaron en esta primera época publicaron tra·
blado en la nota preliminar de la importancia que tuvo para el desenvol- bajos 17, y participaron en grupos de estudio y seminarios. Posteriormente
vimiento del psicoanálisis de niños en la Argentina el trabaje de Elizabeth
G. de Garma en esos años, en los que fue una colabo»adora excepcional. otro está a cargo de Diego García Reinoso, con Alberto Campos, Elena Evelson y
Maria Esther Morera como colaboradores.
Compartí con ella tareas de formación, pero fundamentalmente el inter- 15 Congreso Annal de P sicoanalistas de Lengua Francesa, noviembre de 1951.
cambio de ideas y ]a discusión de casos constituyeron una fuentu de en- París. "Quelques considerations sur le transfert et le contretransfert dans )a psychanalysé
riquecimiento mutuo. En 1948 presentó ante Melanie Klein y un grupo de j'enfants". Revue Fran~aise de Psychanalyu, tomo XVI, NQ 1·2, 1952. "La transferencia
psicoanalistas de niños en Inglaterra fragmentos del análisis de un niño en el análisis de niños, en especial en los análisis tempranos". Revüta de Psicoanálisis,
tomo IX, N' 3. 1952.
de 21 meses, del que expongo la primera hora de juego la. También dis- 16 Instituto de Medicina Psicoanalítica, creado en ese año por Enrique Pichon
cutió con ellos problemas técnicos enriqueciendo nuestro conocimiento del Riviere. , Colabonban conmigo en la parte de niños: Diego GarcÍa Reinoso, Teresa N.
psicoanálisis de niñ os. En ese año de 1948 se dictó en la Asociación Psico- de Mom, María Esther Morera, S. Resnik, Marcela Spira y Pala 1. de Tomás. Actual·
analítica Argentina el primer curso de psicoanálisis de niños, que desde mente M. Spira está en Suiza y cumplfl funcione s didácticas en análisis de adultos~
mientras S. Resnik sigue su formación analítica en Londres. Posterionnente se incorpo-
entonces forma parte de' la enseñanza obligatoria para todo el que sigue raron a las actividades en niños Elizabeth T. de Bianchedi, Elena Evelson. Gilberte
la carrera 14. Paralelamente a la enseñanza en el Instituto seguí dictando T. de CarcÍa Reinoso, Raquel Hofman, I sabel L. de Lamana y Janine Puget.
17 En Is Revista de Psicoanálisis:
Scolnj, Flora: '''Psicoanálisis de un niño de 12 años", tomo IV, NQ 4, pág. 664.
las Mercedes desde 1947 hasta 1952. (El Hospicio de las Mercedes ~e Barna actual- Goode, Elizabeth: "Aspectos de la interpretación en el psicoanálisis de niños",
mente Hospital Nacional Neuropsiquiátrico.) tomo VU, NQ 2, pág. 221. Pichon Riv,iere, Arminda Aberastury de: "El juego de
v PICHON RtVIERE, ARMINDA. ABERASTURY DE: "rndicaciones para el lratsmiento construir casas - Su interpretación y su valor dIagnóstjco", tomo VII, NQ 3, pág. 347.
anaJítico de niños - un casI:" práctico". Revista de Psicoanálisis, tomo IV, NQ 3, 1947. Goode. Elizabeth: "Un cuent(} en el análisis de un niño", tomo VII, NQ 3, pág. 402.
lO ABERASTVRY, ARMn:oA: El juego de construir casas. Ed. Paidós. Buenos P erestrello, Marialzira: "Consideraciones sobre un caso de esquizofrenia infan til",
Aires, 1%1. En la actualidad :;6 utili?'.a como test no sólo en la Argentina. habiendo tomo vrr, NQ 4, pago 487. Pichon Ri vier~ Anninda Aberastury de: "Fobia a los
sido publicado por el Inlernational JournaI of P sychoallalysis y por el Psychoanalitic globos en una niña de once me;¡cs", tomo VII, NQ 4, pág. 541. Pichon Riviere, Armin·
Survey. da Aberastury de: "Algu nos mecanismos de la enuresis", tomo VllI, NQ 2, pág. 211.
11 HOMBURCElI, ERIK: "Co nfiguraciones en el juego". Revista de Psicoanálisis, Pichon Ri viere, Ar minda Aberastury de: "Cómo repercute en los niños la conducta
tomo VI, Buenos Aires., 1948. de los padres con sus animales preferidos", tomo vnr, N9 3. Pichon ruviere, Anninda
12 SCHILOER, PAVL: Imagen- y apariencia del cuerpo humano. Paidós, Buenos Aires Aherastury de: "La transferencia en el análisis de niños- en especial en los aná·
1958. lisis tempranos", tomo IX, N9 3, pág. 265. Garma, Eliubeth: "La masturbación
13 Cí. capItulo VII, caso 3. prohibida y el desarrollo psicológico", tomo X, NI? 2. pág. 149. Ga rda Reinoso, Diego:
14. Del:!d:! 1948 hasta 1952 estos cursO!'! estuvieron a mi cargo; a partir de esta "Reacción de una interpretación incompleta en el análisis de un niñ'Ü psicótico",
fecha se incorporó a estas tareas didácticas E. G. de Garma y posteriormente Diego tomo X, NQ 4, pág. 433. Pichon Riviere. Arrnincla Aberastury de: "Una nueva psico·
Garcia Reinoso, Emilio Rodrigué, Elena EvelS'On y María Esther Morera. En este logía del niño a la luz de los descubrimientos de Freud", tomo XIII, NQ 4, pág. 220.
último año funcionan dos cursos: uno de ellos es dictado por mí con la colaboración Campo, Alberto J.: "La interpretación y la acción en el análisis de los niños", tomn
de Susana L. de Ferrer, Rebeca Grinberg, Isabel L. de Lamana y Pala l. de Tomás; XIV, NQ 1·2, pág. 121. Campo, Vera: "La interpretación. de la entrevista con los
66 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 67

algunos de ellos no siguieron mi evolución técnica o continuaron sus activi- comprenslOn del primer año de vida. Al señalar la existencia de una fase
dades independientemente, mientras nuevas personas vinieron a colaborar genital previa a la fase anal, y que era un intento de elaborar la pérdida
conmigo. del vínculo oral al que debe renunciarse luego de la dentición~ modificaba
El Simposio de Psicoanálisis de Niños realizado en la Asociación el esquema del desarrollo de la libido, facilitando la comprensión de algu~
Psicoanalítica Argentina en 1957 fue exponente de lo mucho que se había nos tempranos trastornos infantiles que acompañan este proceso, y que se
trabajado en esos años 13 y marcó el final de una etapa del psicoanálisis presentan en la segunda mitad del primer año.
de niñ-os en la Argentim1. Este periodo de la vida del niño se caracteriza por un aprendizaje
En 1957 leí en el Congreso de París 19 un trabajo subre la dentición, múltiple y convergente con la adquisición de logros que lo llevan a un
la marcha y el lenguaje :!,\ que úgnificaba un aporte Íundamental para la cambio fundamental frente al mundo externo, cambio tan significativo como
el de nacer; el niño se pone de pie, camina, habla y se produce el ,?-~stete.
Cuando un niño nace se estructura la fase oral de succión, que es impres-
l}adrc', en el análi-fl':" dé. los niñüs", tomo XIV, N''; 1-2, pág. 129. Pkho-:l Riviere. cindible para la supervivencia del ser humano, no sólo por el suministro
.\:nnil.1da Abe,at:iit1ry de: "La inclusión de los padres en el cuadro de la situación de alimento, sino también porque le permite rehacer un vínculo con la madre
analítiea y el manejo ae ~;"tfl situaci,'¡o a través de la interpretación", tomo XIV, NQ 1-2, mediante el cual supera el trauma del nacimiento.
pág. 137, Por motivos de discrec~ón profesional lío se publicat'Ol1 dWi valiosos trabajos La aparición de los dientes en la fase oral sádica, inBtrUl:nepto que
.vrt:sF,lltado,,, en la Asociaeión Psicoan3.1hiea Argentina: Spira, Marl~cla: "Análisis de
un niiw epiléptico de .5 años". Evelson, Elena: "Perturbación de la capacidad repa- hace posible el cumplimiento de las fantasías de destrucción que dominan
ratoria en ulla niña psicótica". en esta fase, determina el abandono del vínculo oral y la necesidad de
18 Durante este Simposio presentaron trabajos sobre Psicoanálisis de niños: rehacerlo a través de otra zona del cuerpo. En este período de la vida
Campo, Vera: "La introducción del elemento traumático", el descubrimiento de la vagina en la niña y la necesidad de penetración
Chaio, José: "Algunos aspectos de la actuación de las jntt~rpretaciones en el
desarrollo del i1t,~ighc y en la reestructuración mental del niño". en el varón inician la etapa genital que señalamos, en la cual la unión
o EveIson, Elena: "Una experiencia psicoanalítica: análisis simultáneo de herma- pene-vagina reemplazaría a la de la boca con el pecho. Esta etapa puede
nos mellizos"_ satisfacerse solamente con fantasías y actos masturbatorios, entre los cua-
Garbarino, Héctor: "~volución de una fobia a los rengas". les incluimos toda la actividad de juego del lactante. La imposibilidad del
4" Carbarino, Mercedes Freyre: "Dramatización de un ataque epiléptico",
Grinberg, Rebeca: "Evolución de la fantasía de enfermedad, a través de la cumplimiento total de esta unión, fuerza a una regresión al momento
construcción de casas". del nacimiento en que se disponía de tendencias orales, anale,s y genitales,
* Lamana, Isabel L. de: "La asunción del rol sexual de una melliza univitelina". para unirse con la madre. De allí continúa la evolución p~icosexual del
* Jarast, Sara G. de: "El duelo en relación c{)n el aprendizaje". niño con la estructuración sucesiva de las dos fases, anales y de la genital.
* Mom, María Teresa N, de: "Algunos aspectos del análisis de un niñ,ú con una
dermopatía"_ El fracaso repetido del intento de mantener la unión únic~ con la madre
Morera, María Esther: "Fantasías heterosexualeSi subyacentes a una histeria de lo impulsa a la elaboración de esta pérdida y a la búsqueda del padre y
conversión"_ de nuevos objetos en el mundo externo.
Pichon Riviere, Arminda Aberastury de: "La dentición, la marcha iY el lenguaje En ese sentido la bipedestacilÓn y la marcha surgen como una nece-
en relación con la posición depresiva":
* Racker, Genevieve T. de: "El cajón de juguete del niño y d 'cajón' de sidad imperiosa del niño de sepBLrarse de la madre para no destruirla;
fantasía del adulto (medios de actuación- juego frente a la realidad angus- luego estos mismos logros sirven a su necesidad de recuperarla" Lo mismo
tiosa interna - transferencial) ". acontece con el lenguaje 21, que permite la reconstrucción mágica de los
Rodrigué, Emilio: "Análisis contemporáneo de un padre y un hijo". objetos y sirve para elaborar la~ ansiedad depresiva incremt:;ntada por
Saz, Carmen: "Comunicación y destrucción".
Souza, Decia de: "Analise de urna crian9a esquizofrenica de dois anos e dcz la dentición. El pronunciar la primera palabra significa para el niño la
meses". reparación del objeto ,amado y odiado, que reconstruye dentro y lanza
'" Zmud, Frida: "Observaciones de un análisis corto en una niña de veintidós al mundo exterior. Secundariamente experimenta que la palabra lo pone
meses". en contacto con el mundo y que es un medio de comunicación. De esta
.;. Trabajos publicados en la Revista de Psicoanálisis, tomo XV, N9 1-2, 1958.
19 XX Congreso de la International Psycho-Analytical Association, París, julio-
agosto, 1957.
20 PICHON RIVIERE, ARMINDA ABl::RASTURY DE: "La dentición, la marcha y el len- .,. 21 Estas conclusiones, a las que llegué durante el tratamiento psicoanalítico de
guaje en relación con la posición depresiva". Revista de Psicoanálisis, tomo XV, NQ 1, mnos con trastornos del lenguaje, hast.a el grado de mutismo, coinciden totalmente
1958. Publicado también por el lnternational Joumal 01 Psycho-Analysis, vol. XXXIX, con las apreciaciones de Merleau-Ponty sobre este punto. (Cf. Fenomenología de la
partes n-IV, Londres, 1958. percepción.)
68 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NI ÑOS 69.

m~nera 1" marcha y el lenguaje tienen el mismo significado que el naci~ Los analistas y candidatos :in tegrantes de esa mesa redonda formaron
mIento: Sf;i>alarse para recuperar en otra forma el contacto con el objeto rwnmigo .desde mayo de 1960 un grupo de estudios que durante todo el
perdido. uño se dedicó- a discutir casos, pl anteando los problemas técnicos que nos
Considero este enfoque imprescindjble para comprender muchos de han permitido unificar un criterio y diferenciar así nuestra técnica de toda
los síntomas frecuentes en el lactante en la segunda mit:td del primer Ilquella que, originada en las mismas fuentes, no cumple nuestras actuales
año, que se conocieron durante años con el rótulo de " tra stornos la oe exigencias.
dentición" 22. También las zoofobias tan frecuentes en ese período del La tarea del grupo fue y es la exposición y discusión de casos, selec~
des8;IoUO encuentran su explicación en la existencia de la fase genital donando aquellos más indicados 11ara comprender la aparición y dinámica
jJrena. Hace algunos años publiqué un caso en el cual estudiaba una de la fase genital previa, hasta disponer de un material cHnico que juzgue-
fobia en una niña de 11 meses 2:':. Los mecanismos de defensa que deter- mos suficiente para su publicación.
minaron este síntoma no difier~n de los de Ulla fobia como la de J uanita, La técnica con la que trabaj a este grupo es la que describimos en
que Freud describió corno correspondiente a la etapa fálica 2;1. Admitien~ este libro. En el curso del mismo se expondrán fragmentos del trabaj-o de
do la exist~nc.i~ de la fase geni~al previa, comprendemos que es sólo aparente cada uno de mis colaboradores.
la contradlCclOn con lo descnpto por Freud: la fase fálica que él señaló No puedo terminar este capítulo sin mencionar la influencia .q ue tuvo
corresp-onde al fin del complejo de Edipo y ]a que nosotros estudiamos el psicoanálisis y luego el psicoanálisis de niños sobre algunos. ~Ped.iatras
e:' la que marca su iniciación. El punto de fijación para la fobia sigue y od'ontólogos que se dedican a niños. .:.:'
SIendo para nosotros la fase genital, pero una fase que es previa a la Arnaldo Ra!Jcovsky se dedicó a la pediatría hasta 1939, y los últimos
organización anal. Si, además, pensamos que en el desarrc1Uo los síntomas años de su trabajo se vieron ya de:finitivamente influidos por el psicoanálisis_
obsesivos aparecen en el niño después de los fóbicos y son su intento de Habiendo iniciado su formación como psicoanalista - también con Angel
elaboración. 25, se compren de que la fase anal se estructure después de la Garma- organizó un servicio en el que se enfocaban psicoa;nalíticamente los
oral y gemtal a consecuencia y como soluci ón de los conflicJos creados tratamientos, aunque no se trataba n los niños con psicoanálisis. Fruto de
dur~nte esta fase. Aunque he discutido y expues10 este concepro en semi- esos años de traba; o fueron sus artículos sobre epilepsia infantil y obe-
nanos y grupos de estu8ios, fue Jorge Rovatti el primero que expuso un ~idad 28. Actualmente se dedica a estudiar intensamente el psiquismo feta1 29 .
caso en el que ilustraba mis ideas 20. Con un a trayectoria distinta, Julio Tahier está conectádo con el psico-
Esta p~hlicación marcó el comienzQ de lo que considero la secrunda análisis de niños. Le interesaron mis -hallazgos sobre el insomnio del lac-
etapa en la historia del !,sicoanálisis clp. niños en la Argentina. I:l tante, los trastornos que acompa.ñan la dentición y los episodios febriles.
E~ ~~viernbr.: de ~95? .S~sana L. ~e Ferrer, que en esta segunda etapa
del anaJ¡slS de nmos slgmfIco para ml lo que Elizabeth G. de Gnrma en bronquial en el niño", Susana L. de :Fcrrer; "Por qué el pediatra solicita la colabo-
la primera, organizó durante el Congreso de Pediatría en Mar del Plata una ración del psicoanalista", Julio Tahier. El coordinador de la mesa redonda fue Angel
mes~ redonda. sobre psicoanálisis de. niños 27, en la que colaboraron psico- Garma. ,
28 El doctor Arnaldo Rascovsky trabajó en el Hospital de Niños desde 1926 hasta
analistas, pediatras y un odontopedlatra.
1939. En el año 1932 en el Servicio de Neurología. Psiq.uiatría y Endocrinología del
doctor A. Gareiso organizó la asistencia psicoterapéutica infantil y ensayó trabajos
• 2:¿ PICHON RlVÜ:RE, AnMINDA ABERASTURY DE: "Trastornos emoclonales en el niño de investi gación sobre epilepsia, obesidad infantil, hipertiroidismo, macrogen.itosomía,
,'mc~lados oon la de~tición". Revista ·de Odontología, vol. 39, N? 8, 1951. gigantismo y diversos cuadros endocrinológicos infantiles.
~3 PICHON RIV~ERE, ARMINDA ABEliASTURY DE: "Fobia a los globos en una niña RASCOVSKY, ARNALUO: "Consideraciones psicosomáticas sobre la evolución sexual
de o.nce meses". R emsta de Psicoanálisis, tomo VII, NQ 4, 1950. del niño". Revista de Psicoanálisis. tomo l, NQ 2, pág. 182.
. .l4.. FREU~ •. SIGMUND: "Análisis de la fobia de un niño de cinco años", tomo XV RASCOVSKY, ARNALDO y RASCOVSKY, LUIS: "Consideraciones psicoanalíticas sobre
Htl>tonales chmcos. ' la situación actual estimulante en 116 casos de epilepsia infantil". R;evista de Psico-
2:5 KLE[N, MELANIE: El psicoanálisis de nirios. análisis, t-omo n, NI? 4, pág. 626.
2G. ~\ (lV.ATTI, JO~CE: "La fase genital p~evia - Un llUevo enloque sobre la evolución RASCOVSKY, AnNALDo; PICHON RIVIERE, ENRIQUE y SAUMA N, J.: "Elementos oons-
de la hbl do" . TrabajO leído en la Asociación Médica en 1960 titutivos del síndrome adiposo gen ital prepuberal en el varón". Archivo Argentino de
2 i". L~~ tr8h~jos leídos fueron los sigu ientes : "El psi~análisis d el niño en ]a Pediatria, octubre de 1940_
a?lua}l~a~ > ~rmlD~a ~beraslur~. y. Jorge .Rovatti; "El psicoanáJisis en odontope. R ASCOVSKY, ARl'IALOO y SALZMAN, J.: "Estudio de los factores ambientales en el
dlal.na , .~{ana. ln~s . •Egfl2CUe ; , PSICo!erapla de grupo en niños", Eduardo Salas síndrome adiposo genital en el varón" _ Archivo Argentino de Pediatría, año XI, NQ 6,
Sublrat: PredlSll"OSlC10n 8. ]a ulcera gastruduodenal en el niño", Elizabeth G. de tomo XIV.
Garma y. Ang~l Carma¡ ·'El valor dt~ Jos sueños en el tratamiento de la colitis ::la RASCOVSKY, ARNALDO: "El" 'Jlsiqui smo fetal" . . Ed. Paidós, Buenos Aires,
ulcerosa lllfantIl", Sara G. de Jarast y Elías Jarast; "Pslcodinamismos. del asma 1960.

I
L
70 ARMINDA AB ERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 71
en mnos de más edad. Movido por estos intereses y habiendo él mismo u? artículo ~-obre el significado de la dentición 34, que escribI a pedido
iniciado su análisis, no abandonó su carrera como pediatra, sino que la de Jase Porte:-, ~1~O que un grupo de odontólogos de niños, comprendiendo
orientó h~cia un enfoque psicosomático de la enfermedad. Organizó en el el ~rofundo slgmfICado de la boca desde su nacimiento y de las piezas den-
Hospital Británico, a pedido del doctor BIner, un servicio para el psico- t~n~s desde el momento de su aparición, se analizaran, y organizaran y
diagnóstico y la orientación psicoanalítica de los casos, agregándose ulterior- slgUlera,n curs~s de psicoanálisis. de niños, en los cuales colaboré desde 1955
mente tratamientos an~líticos en grupo para niños y madres 30, con Jubo Tahler y Angel Garma.
En el JIospital de Niños también se trabaja con orientación analítica Cuando e~t;zvo entre nosotros Gerald Pearson 35, encontró muy notable
en la Sala XVII, Departamento de Psiquiatría y Psicología de la cátedra de esta colaboracI~n entr~ odontólogos, pediatras y psicoanalistas de niños,
Clínica Pediátrica y ppericultura ~profesor F. Escardó 31_; en el Grupo ya que todo pSICoanabsta conoee la importancia decisiva de la zona oral
de Psiquiatría de la Infancia, dependiendo de la Sala XVIII del profesor en el de;a~rollo del individuo y las angustias que despierta todo tratamiento
Carrea 32, y en la Sala 1 de Clínlca Pediátrica 33. o~o~tologlco. Cabe a .J~osé Porter, María Inés Egozcue y Samuel Leyt el
Próximamente se llevarán a cabo diagnósticos y tratamientos para niños mento de esta revoluclOn en odontología.
en la Clínica Psicoanalítica doctor Enrique Racker, dependiente de la Asocia- , ~usana Lustig de Ferrer inició las actividades de las jornadas odon-
ción Psicoanalítica Argentin 1. t~logICas de 19?O con ~n !elato sobre el significado de la boca y los
dIentes en la VIda ultenor del ser humano 36, siendo esto un índice del
grado en el que el psicoanálisis de niños ha influido en esta rama de la
30 Este Servido de Psicodiagnóstico adjunto al de Pediatría ha iniciado sus acti- odontología 37.
vidades en 1952. T'odos los que trabajan en él tienen formación ~alítica. Hasta la
fecha se han efectuado más de 1.200 diagnósticos de niños: se otorga gran importancia El enfoque de este capítulo obedece a la decisión de señalar los orí-
al estudio de la primera hora de juego, al juego de construir casas y a la interpre- genes del psicoanálisis de niños en la Argentina y su desenvolviniiento hasta
tación de dibujos, además de utilizarse varios tests, como el de Machover, el Despert, ll~gar a ~~poner mi técnica actual, que es la meta fundamental del libro.
el Raven y, en ciertos casos, el Rorschach o el Psicofonético de Marcele Chiaraviglio. SI he. omItldo la labor de alguien sólo debe interpretarse como una conse~
A esta tarea diagnóstica y de orientación se ha agregado desde 1958 la terapéutica:
en efecto, luncionan en la !'t:tualidad varios grupos terapéuticos de niños de dütintas cuenCIa de este ~nf~que, ~ni?o :posible en este caso en el que el origen y
edades y grupos de orientación para madres, Se espera en un próximo futuro aumentar desarrollo de la teCllIca estan mdefectiblemente ligados a mis primeros pasos
las actividades de este Servicio, ya que el Hospital Británico, recon'Üciendo su impor- y desarrollo ulterior.
tancia, pondrá a su disposición locales más amplios y adecuados.
31 En 1957 fue creado este departamento con la participación de los doctores
Alberto Campo, Diego García Reinoso y Jorge Mom como jefes_ Colaboran médicos y
psicólogos clínicos. Sus tareas comprenden:
-Diagnóstico y tratamiento en psiquiatría de niños.
~Investigación en psiquiatría y psicología del niño.
-Enseñanza de la psiquiatría y psicología del niño.
~Controles de terapia individual y de grupo.
~Investigación sobre grupos de diagnóstico en niños y sus madres.
32 El Grupo de Psiquiatría de la Infancia inició sus actividades a mediados
del año 1959 en el Instituto de Neurosis, bajo la dirección del doctor Manasé Euredjian.
pasando en 1959 al Hospital de Niñ'Os. Después de la muerte del doctor Euredjian. se
hizo cargo del grupo el doctor Rojas Bermúdez, Además de tratamientos de carácter
experimental y que no interesan para la finalidad de esta nota, se realiza en este
Servicio una intensa labor terapéutica, individual y de grupo, con orientación analítica_
• 34 PICHON RIVIERE, ARMINDA ABERASTURY DE: "Trastornos emocionales en el niño
Interesa señalar que, a s'Olicitud de la Asociación de Psicología y Psicoterapia de
Grupo, desde el año pasado se está trabajando en grupos de embarazadas que, en .la vmc~~ados con la dentición". Revist.a de Odc::tología, vol. 39, N9 8, agost'D de 1951.
Maternidad Sardá, siguen la preparación del parto psicoprofiláctico a cargo del doctor , PEARSON. GERALD H. J: I?lIe~tor del Instituto Psicoanalítico de Filadelfia.
ex Je.fe. del Departa~ento de PSlqUlatna Infantil de la Temple University School of
Koremblit. A las madres que allí ,se asisten se les ofrece la posibilidad de seguir siendo
MedICme and Hos~ltal. Trastornos e,TnoGÍonales de los niños. Ed. Beta, Buenos Aires
(JIÍentadas en la crianza del hijo. 1953. Psychoanalys~s and the eaucatwn 01 the child. Ed. W. Morton and e l '
3S En 1957 Susana Lustig de Ferrer empezó a trabajar en esta sala con finalidad N ueva York, 1954. omp. nc"
diagn6stica y de orientación; tuvo a su cargo, además, grupos de madres, La sustituyó 36 FERRER, SUSANA L. DE: "El niño: su enfoque integral".
luego Elizabeth Tabak de Bianchedi, quien amplió las actividades organizando grupos
37 ~~ERAST~~Y, A~MI~D;\: "La dentición, su significado y sus consecuencias en el
de enseñanza de psicología para pediatras residentes e iniciando una tarea terapéutica
deHarro~~o ; SecclOn PSlcologlca del Boletin de la Asociación Argentina de Odontol '
individual y de grupo con la colaboración de médioos y psicólogos. para Nmos, vol. 3, N9 4, 1961, og~a
Técnica actual

Mi tér:nica tuvo sus raíces en la creada por Melanie Klein para el análisis
de niños. Se n.u,trió de ella durante muchos años, pero mi propia experiencia
me ha permüido hacer una serie de modificaciones, que considero trascen-
dentales y que expondré a lo largo de estos capítulos. Se basa:n en una
forma especial de conducir y lLtilizar las entrevistas con los padres. que
hace posible reducir el psicoanálisis de niños a una relación bipersonal
como con Zas adultos. Destaco, además, la gran importancia de la primera
hora de juego 'Y un hecho qu.e considero decisivo: que todo niño, aun el
muy pequeño, muestra desde la primera sesión la comprensión de su enfer~
medad y el deseo de curarse. .

V. Lacntrevista inicial con los padres

Cuando los padres deciden consultarnos sobre ' el problema o enfer-


medad de un -hij o les Pldc;·'una" eñirevIsta;
aavirneriaoles"que el' hijo no
- debe estar p reserite;-peri:f sí informado de--Ia"'consnlta.
~ lUiñquesú~gerlmo-s Ía conveniencia"de' verlos a ambos, lo frecuente es
qu'e acuda la madre, excepcionalmente el padre y muy p~s veces los dos.
En algun os casos muy especiales un familiar, amigo o institutriz han venido
en representación de los padres. Cualquiera de estas posibles situaciones
• es, en sí misma, reveladora del funcionamiento del grupo familiar en la
relación con el hijo.
Gu~Q!l.I)_ , 1~__~rureyiatL.es.,_CoJL.J1_mp~Rª!!f.~~.L,cy'i.4_a","~U1JJ.s ,,~e no m ostrar
.. prefurencias, aunque inevitablemente se producir~., ~ mayor entendirn¡ep-~o
COnUDO de dIos. Ese elltendimie:nto debe servir para la mejor comprensión
• del problema y no para crear un ·nuevo conflicto.
, Para forma rnos un j uido aproximado sobre las relaciones del grupo
familiar y en especial de la pareja, nos apoyaremo~ en la impresión que
tengamos al reconsiderar todos l os datos consignados en I~ entrevista. Esta
no debe parecerse a un interrogatorio, en el cual se sientan enjuiciados.
P or el co ntrario , hay que tender a aliviarles la angustia y la culpa que la
enfermedad o conflicto de un hi jo despiertan y para eso debemos asumir
des de el primer momento el papel de terapeutas del hijo y hacernos cargo
del problema o del síntoma.
Los datos que nos dan los padres suelen ser inexactos, deformadus
o muy s uperficiales, pues no suelen tener un conocimiento cabal de la situa-
ción y durante la entrevista olvidan parte de lo que s8".bían debido a la
angustia que ·és ta les provoca. Suelen vivirla com o un enjuiciamiento.
Además, no pueden, en un tiempo tan limitado , establecer una relación tal
con el terapeuta -hasta entonces persona desconocida- , que les permita
profundizar en sus problemas.
~~~; ~íii~;,~c~o~n~~v~eniente finalizar la entrevista sin haber I~Kr.a~_C?.
los ill .~ . . conocer 811les-ae-veral niño:
.JI. }.-iriQiiY~?e -"li -c·óns.l!!!ii. . .pilsto!ia d.t!J...niÍÍo~ . c) cómo se ~es_arr_oUa... un ,
día de .....ij...vlda .di.riJ!, un domingo o feri!,,~o.. y .eLdía.desu .c lI!D\!.ka¡¡o~, y
d) cómo , es .1a, _rela~ión :,de i~;·· P~4~!!~L -~_nJtt ,~!J~~L ~I}_ ~J!~-, h.üº~._.L._~'?..?._ el" ·
medio familiar inmediato. ..- -.
75

••
76 ARMINDA ABERASTURY
TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE l':iNOS 7
Es necesario que esta entrevista sea dirigida y limitada de acuerdo abierto con deseo de abortar e intentos realizados, 'O si lo aceptaron COl
con un !lIan previo, porque ~~ no ser así los padres, aunque consciente- alegría.
men~e VIenen .a ha.blar del Ihl) 0, tienen la tendencl.a a escapar del tema
~s pregunto luego eÓill9 ~vQlw;~i()J}ª!"9r.Losll~senti:mi.eIl~os, si lo ace¡::
medIante confIdencIas sobre ellos mismos. La entrevista que hemos acor- taron', se sintieron felices 'O se ilusionaron, porqüe-~aesde que un niño e
dado es para que ~·os ?ablen del hijo y de su relación con él y no debernos concebido todo lo que acontece es importante en su evolución posteri'OI
abandon~r este cn:eno durante todo el curso del tratamiento. Como ya Todos los estudios actuales ponen su énfasis en la relación de la madr
hemos dIcho, necesItamos obtener los datos de mayor interés en un tiempo con el hijo y es un hecho comprobado que el rechazo emocional de };
limitado, que fluctúa entre una y tres horas. madre, Sea al sexo de su hijo como a la idea de tenerlo deja huella
La ordenación anteriormente referida fue elegida por mí después de profundas en el psiquismo de éste. Por ejemplo, el niño que na.ce con t
probar muchas otras y trataré de fundamentarla.
misión de ~n~.~.~J.?.!1: _ J?<:t~ejaeII trance . ,desepa:rarse, lleva el sello de.est,
-yst~.erz?~. Er Tracaso determinará en él una gran desconfianza en si. misrol
a} M Olivo de la consulta
i~~ii~s~eapacidad para realizarse en la vida 1.
Si he resuelto interrogar primero sobre el motivo de la consulta es - La respuesta que brinda la madre a cómo sobrellevó su embarazo no
por~~esGult~ ..~~iar~aS·difícil·patiilos·· padres es. h~!~r'de--1o-qu.e-~~ indica cuál fue la iniciación de la vida del hijo. No esperG que la res
anda bIen ,en )' .eoIl el hlJ'o. La resisteaeia-a ha:cer-1o"nÓ es consciente; -ésta puesta sea un fiel reflej o de la verdad, pero, en cambio, lo que lo
ya la han v~nci.do .cuando decidieron consultarnos. Para ayudarlos, padres nos dicen confrontado ~on el material 'Ofrecido por el niño, ser!
_.!!-atar__ ~e .-º.~§Q1~.rnur . _etmº~~.~_~~ angustia iniciaJ..yes IC4qlJe se . 1io·'g:{r···-a'· ",-•.• de gran utilidad en la investigación 2. En algun'Os casos hubo al principi4
hace~no~.carg,o.de lél enfermeda¡f _ ~:S.QllfIic~a' y'ál enfrentarnos con éste desde una ocultación consciente de hechos importantes; sin embarg'O, la mayorí¡
el pnmer m.oIn~p!o, _ :~it~á~donos como analís,l~' (d~l. hijo. de las veces se trata de olvidos, omisiones 'O def'Ormaciones de ' recuerdo
Deben sentIr que todo lo que recuerden sobre el motivo de la consulta por conflictos inconscientes. A veces este olvido fue tan llamativo e incom
'es importante para nosotros, y en 10 posible registraremos minuciosamente prensible que sólo la frecuencia de hechos similares -en mi experienci¡
las fechas de iniciacién, desarrollo, agravación o mej oría del síntoma y en la de otros analistas--, me permitió aceptar que no se trataba de U1
para l.uego confrontarlas con las que consignemos en el transcurso de la engaño consciente ni de una ocultación voluntaria' ~me refiero a casos el
entrevIsta. los cuales hubo abortos no mencionados, antes y después del nacimient4
Al sentirse aliviados recuerdan más correctamente los acontecimien. del paciente 3 _ o circunstancias de la vida familiar durante el embaraz,4
tos sobre los cuales los interrogaremos en la segunda parte. Sin embargo, completamente olvidadas 4.
debemos a~eptar que con frecuencia ocurren olvidos totales o parciales Aunque en realidad muchos niños no son deseados por sus padre
de hechos Importantes, que meses después nos comunica el niño estando -por lo menos en el momento de la concepción-, la respuesta que obte
en trat~mi.ent? Tam.b~én )~~~~__ -=~.~~mpre que P~:.;J~~~i!?!,~,!__ .~~I . ,hij9 nemos en l?- mavoría de los casos es que fueron deseados, y si aceptan e
haya dIsm.lDlU?() sufICIentemente la angustia qlle .:r:t10tivó el olvido,___ .podrán rechazo 1'0 atribuy~il al otro cónyuge. Similares dificultades se presenta1
.:e~~r,dar loas circunstancias desencadenan tes reprIm:íOas~ -eYf'la- entrevista cuando interrogamos sobre el embarazo y parto. Es casi la norma que el
I l l l C 1 3 I . · " ·-- --- --- --_._~ -- les antpcedentes consignados en Ja primera entrevista leamos: "Hijo desea
No obstante esta inevitable limitación los datos obtenidos son valiosos do, embarazo y partos normales", y es en cambio muy poco frecuente qw
no sólo para el estudio del caso, sino ta~bién porque pueden ayudarnos estos dat-os se man~~ngan en l a historia reconstruida.
a comprender la etiología de las neurosis infantiles, capacitándonos así para Por ejemplo, nos consultaron por una niña de dos años y medio ;
una tarea de profilaxis. quien se le había diagnosticado una epilepsia primero y luego una aligo
La c'Omparación de l'Os datos obtenidos durante el análisis del niño frenia. En los antecedentes aparecía como hija deseada de un matrimoni4
Can los suministrados por los padres en la entrevista inicial es de suma bien avenido; tenía una hermana de tres meses y la madre no record4
imp'Ortancia para valorar en profundidad las relaciones con el ' hij o. dificultades ni antes ni durante el embarazo.

b) Historia del niño 1 Esto se comprobó en todos los casos en que se analizaron niños nacidos par.
~umplir tal misión.
M_~_~~~resa_ sa~e~_l~" ~e~~.~esta emocio~a! .. ___en especial de la madre- 2 ef. capítulo XIII.
8 Cf. capítulo XIV.
ante el anunclO-de"I- erh5-arazo, si, fue'd-eseado ó accidental, si hubo rechazo
4 Cf. capítulo XIH.
78 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 79
Al parecer, la mna nació ue un parto normal y tuvo un desarrollo inconsciente . todo _~§tá .. grabado~ ·· No debemos, pues, desconcertarnos si al
sin trastornos hasta los 9 meses, edad en que sufrió un desmayo mientras lóterrogatoilo··sobre el parto suelen respondernos solamente si fue largo o
la madre la bañaba. Recordó ésta que quiso reclinar hacia atrás la cabe- corto. CQnyj~~_p!.e.z!!!!.t.!l.!'.. si f~.e a término, inducido, si se ~io anestesia,
cita para lavársela y en ese momento la niña perdió el conocimiento. A los __ ~u.~ _~~.~t?ión . tenía. la .madre con la °
·pariera parl~ro, . si en el momento
13 meses se presentó la primera convulsión. Relató la madre que en aquella ~el parto conoelan bien el proceso, si estaban dormidas o despiertas, acom·
oportunidad llevaba en brazos a su hija y también cargaba con varios pañada~ ó solas. Estas~ preguntas abren a· v.eces nuevos .c aminos al recuerdo
paquetes. Al caerse uno de ellos, dej ó a la niña en el suelo: ésta súbita- siemp·r~ que el terapeuta mantenga durante la entrevista el espíritu que
mente cayó y perdió el conocimiento, siendo luego internada. _.hemos señalado y ayude sobre todo a valorar la importancia de la relación·
Veamos ahora las condiciones reales en las que fue concebida y las con el hijo.
del embarazo y parto, así como el camino por el cual llegamos a estos Cuando obtuvimos" suficiente ..i~form ación .. s~bl'e ...e~ part? preguntamos
aatos. Por indicación de la analista' consultada inicialmente 5 la madre si JaJacfancTaTueiilli'terÍÜi.-·Ué < ser Ii"SÍ nos interesar"; s·á ber sí el bebe tenía
entró en un grupo de orientación del cual yo era la terapeuta y la hija -----reflej-o-·u:e ··Stt~ctón;-s1-se-pTendió bien al pecho y a cuántas horas después
comenzó un análisis individual 6. del nacimiento, así com"O las condiciones del pezón. Luego interrogaremos
Llegamos poco a poco a un sorprendente fluir de l'ecuerdos que sobre -el ritmo de alimentación, no sólo la cantidad de horas que dejaban
modificaron los datos iniciales. En efecto, recordó a la madre que con libres entre mamada y mamada sino también cuánto tiempo succionaba
anterioridad había tenido un aborto de 3 meses y que durante el embarazo de cada pecho. No es frecuente la alirneIltación a horario y a un ritmo
de la pacienle, al cumplirse el tercer mes, se hablan producido· pérdidas determinado por la madre. Lo más común es que no limiten el tiempo
como en el primer embarazo. El médico aconsejó un raspad'o señalándolf> de succión, no respeten Jos mtervalos euiié las comtda~~-t8Rgan- ..,QBa
que aun cuando el embarazo negase a término, se correría el peligro de hora fija ..e..ara l~llClat la alífuefitaclOD. ---.. ~ . ~ . ~_ .
.,I ... • . . . . _'.. • ... .- ..

dar a lu;¿ un bija enfermo. No obstante esta indicación médica, la madre ...- Est.o l1ace g~ l~·.madre s~ ~ienta abrumada J:l0r la obligación . de aH·
se empeñó en continuar el embarazo y guardó cama hasta el momento !".!!!J.!lL. ~=-~1ilillo: sr no tiene una hora determinada para empezar ni 'un
del parto. • r.pso regular entre las comida., toda su propia vida se ve limitada y
Durante la sesión de grupo en la que recordó esta circunstancia, relató no sabrá nunca cuándo podrá disponer de tiempo para ella. Por eso la
muy conmovida y asombrada que siend" niña jugaba a que sus muñecas forma en que se establece la relación con el hijo nos proporciona un dato
eran · " taradas" y ella las curaba. Cuando el médico le advirtió la posi. importante no sólo de la historia del paciente sino de la madre y de su
bilidad de tener un hijo enfermo recordó esa vieja fantasía infantil de concepto de la maternidad. Es de suma imporl:ancia en el desarrollo pos-
maternidad y resolvió cuidarse para tenerlo sano, lo que le dio fuerzas terior del niño la forma en que se establece la primera relación pOSData!.
para seguir adelante e inmovilizarse en cama. Conocemos bastante la trascendencia del trauma del nacimiento durante
En el momento del parto ¡:e presentó una comp~icación 7 y cuando toda la vida del sujeto: la observación de lactan tes y el análisis de niños
ya iban a aplicar el fórceps la madre hizo "un esfuerzo supremo" para pequeños nos han enseñado much o sobre la forma de ayudarles a elaborar
evitarlo y, en efecto, no fue necesario recurrir a él. La niña nació con ese trauma. !-!-12.~ de los elr.rnentos primordiales_.~ . !R.l , fin es facilitarle.. ,al
una luxación congénita de cadera y al tercer mes -el mismo en el que bebe un sufiCJr,ll t~ contacto físico con e.u m adrp. lue ~!O de nacer.
aparecieron las pérdidas y se inició la inmovilización- la madre decidió -··~té·colúa·éto -debei;·a-apl~o:xrm-:-1r~e-10· -rnás ·V·osible á la situación intra·
cOllsuhar por la luxación. Inmovilizaron a la niña hasta los C) meses, coin· uterina y establecerse cu:mto antes, pu~s así será de mutua ayuda. Para el
cidiendo esta fecha con la del parto e inmovilización de la madre. Este niño porque empieza a recupcra:r en parte lo q ue ha perdido y sin una
esclarecimiento fue el resultado de las interpretaciones que se le hacían . qtr~;~ ~ ·Utlfiíeñ·Eai"sll- fitislración .y desárripar ó, incrementa
.;;¿cesTvi ··(tetilUl. á·-
en el grupo y de la mejoría de la hija en tratamiento que~ aliviando su su·; · tendené~a~ ~'i:resfrudivás dificllltándole su relación con la madre. bra
angustia y culpa, le pennitió recordar más fácilmente los acontecimientos ~~.. Ínad;e~ p~rque el nacirnient~ del hijo es UlI desprendimiento que fe
que iniciaron la grave enfermedad de la niña. repite~ Süprotiia·ljerrudi·· ñé la -madre. Dar es para ella una renovación
Difícilmente las madres recuerdan y valoran conscientemente 1a impor. ~~I~~te~ ~t::)ó · queella misma recibió cuando hij~; por esto cuanto ~ás
tancia de los hechos relacionados con el embarazo y" parto, pero en su da y en mej ores condiciones, más se enriquece su. vmcnlo con la madre m-
terlla. La Índicación tan frecuente de llevar al bebe lejos de la madre
SUSANA 1. DE FERRER.
i)
Con CELA H. DE ROSENTHAL. pan;· que ésta descanse es totalmente errónea porque ni uno ni otro des-
Una mala rotación de cabeza. cansan bien .al estar frustrados en esa necesidad. tan intensa. Otra finalidad
80 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSI COANÁLISIS DE NIÑOS 81

~ de establecer una lactancia a ritmo regular y DO l.i1?rada~ a}a necesidad E~o~'!!ks. gdª_ J:~acióu.cQ,Q. ,~!)¡jj ~. _q\l~ a mel\udo Do;consegui.
;n"...
.~. o.xp¡;e;;¡¡:¡fó ··p or el niño' es la' ayllda que le ofrecemos asÍ.al1)e.r;~ .!!.ar~ mos3e ia madre, van surgIendo poco a poco del material. deLmno ._cuando
minar la ansiedad -una de las más arduas tareas a las que esta some- ~ seanálizá:-No 'todo l'.':iJll.~§UslÍ¡¡¡:.¡,;:a"etmund;'es alimentoy .tampoco
tidu el yo después del nacimiento-o En efecto, con la alimentación a es todo )0 qü~_ una~-·iñ~e p~ede_ d.arle. Hoy sabemos que madres que no
horario se le ofrece estabilidad en el suministro, estabilidad que surge hañ ·dad·o ' ~pecho ti süs hijos; peró~ que tuvieron muy buen contacto con él,
del hecho de que el objeto sea el mismo, en condiciones semejantes, si dete.~minaron una mejor imago materna que en el caso inverso, en e~ que
es posible siempre en el mismo cuarto, en la misma silla y postura y hflblendole dado el pecho no tuv ~ron contacto afectivo y no le ofrecIeron
con iguales intervalos. Todos sabemos lo fácil que es para el niño adoptar gratificaciones surgidas de una Lilena c·onexión. Por todos estos rnvtivos
un ritmo cuando hemos encontrado el que le conviene. Por eso después lo que sabemos de la lactancia de un niño luego de esa primera entrevista,
de los primeros tanteos en los que se fluctúa entre intervalos de dos horas e." sólo un comienzo de lo que sabremos a través del análisis del niño
y media a tres y media, se elige el ritmo más adecuado y se respeta. El y de nuevas entrevistas con los padres que son útiles, especialmente para
conocer las horas libres del día es útil no sólo para la madre que nece- la confirmación e investigación de nuevos datos.
sita trabajar, sino para aquella cuya única exigencia -aparte del bebe- Cuando preguntamos a las madres cuántas horas después del parto
sea cuidar de sí misma. Cuando una madre nos refiere las características vieron a su hijo y lo pusieron al pecho, suelen asombrarse y no recor-
de la lactancia debemos insistir en saber lo más posible sobre cómo se darlo. Emociones tan intensas por 10 general está n totalmente reprimidas
han cumplido estas exigencias básicas para ambos. Una madre sana no por conflictos. La experiencia m uestra qUe cuanto mejor ha sido esa pri-
necesita consejos para criar a su hijo_ y la comprensión de sus necesida- mera relación más fácil y detalladamente la recuerdan.
des la lleva instintivamente a darle contacto, cariño y alimento. Sólo por Si la madre no ha podido alimentar a su hijo o 10 ha hecho muy
inhibiciones o deformaciones del ser humano eS(,)$ hechos básicos deben poco tiempo, conviene preguntar en detalle la forma en que le dio la
ser enseñados, o más bien diría, reenseñados. Nada de 10 que acontece mamadera: si 10 sostenía en íntimo cantncto con su cuerpo o si se la daba
en el bebe -hambre, frío, sed , necesidad de contuclo, ropa adecuada- acostado en su cuna, si el aguj ero de la tetina era pequeño o grande y
escapa a la comprensión.. de una madre que . iente que está ligada a su cuánto tardaba el bebe en alimentarse.
hijo por algo tan sutil y firme como lo fue el cordón umbilical en la El niño al revivir su lacta:ncia durante el tratamiento nos muestra
vida intrauterina. Sin embargo, frecuentemente, cuando el niño llora se en su juego detalles significativos. Un paciente de 2 añ·os se preocupaba
alarma y su primera reacción es darle alimento; suele desesperarse si casi exclusivamente de pesar la comida en una balancita, y trataba de que
no lo acepla; pero es común que un bebe llore porque está reviviendo los dos platillos estuviesen a la misma altura. Cuando la terapeuta 8 pre-
una mala experiencia que le produce una alucinación y que baste la voz guntó a la madre -que era muy obsesiva- las características de la lactan-
afectuosa de la madre, una mirada sonriente, el contacto físico con ella, cia, ésta relató que pesaba al niño después de cada mamada y que lo tenía
que lo meza o le cante, para contrarrestar con una experiencia actual exactamente e~ mismo tiempo en cada pecho.
placentera 1a mala imago interna que produjo la alucinación. Es en cambio Siguiendo con la historia preguntaremos cómo aceptó el bebe el cam-
probable que un niño que está reviviendo una mala experiencia con el bio de alimentos del pecho a la 'm amadera, de la leche a otros aHmentos
pecho, quizá porque en ese momento tiene dolores o un cólico, sienta de líquidos a sólidos como papillas o carne, que le exige masticación.
como un peligro esta nueva oferta de alimento, 10 rechace o lo lome con Sabremos así mucho sobre el nmo, la madre y las posibilidades de ambos
temor. para desprenderse de los viejos objetos. El pasaje del pecho a otra fuente
Si se le obliga y él no puede defenderse, lo ingiere, reforzando así de gratificación 'Oral exige un trabaj o de elaboración psicológica, que Me-
la imago terrorífica. Por eso es de gran utilidad para comprender la rela- lanje Klein descubrió similar al esfuerzo al cual se ve sometido el adulto
ción madre-hijo interrogarla sobre la forma en que solía calmarlo cuando cuando elabora el duelo de un r:cr amado. La forma en que el niño acepta
lloraba y cómo reaccionaba cuando pretendía alimenta.rlo y él rechazaba esta pérdida será la pauta de conducta de cómo en su vida posterior se
el alimento; esto también puede enseñarnos mucho sobre las primeras expe· enfrentará con las pérdidas "Sucesivas que le exigirán la adaptación a la
riencias del niú"o. realidad 9.
En cambio, no nos dice nada la respuesta global que se consigna Una madre que ha solucionado bien este problema en sU propia in-
habitualmente en los an tecedentes: "Lactancia materna hasta los 5, 3 ó 9
s ELIZABETH G. DE GARMA.
mese,· ". De esta manera no se log:ra sino una fórmula hajo la cual hay 1) KLEIN, MELANIE: El psicoanálisis de niños. Capítulo VI "Neurosis en los niños",
much que investigar. pág. 111. '
82 ARMINDA ABERÁSTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 83
fancia o lo ha elaborado a través de un tratamiento psicoanalítico,solu- los mantienen en un régimen de vida "que corresponde a los 3. Por eso
cionará estas primeras dificultades del niño empezando lentamente, insis- cuando preguntamos a la I11adr~"aq~~~dCld~,_~amin~"_su hijo est~~s pre.
tiendo o dejando temporariamente el intento. Si nos informa que frente güIltandó si ~"uand?er-quíso' cfllllrnar ella se lo permitió de buena. gana~
al cambio de alimentos el bebe reaccionó con rechazo, preguntaremos los :5"1 lo favorécló; 10 trabó, 10 apuró o se limitó a observarlo y responder
detalles de cómase hizo, si fue pacientemente o con irritación, pudiendo a 10 que él pedía. Pocas son las veces en que este desarrollo ocurre nor.
así ir reconstruyendo el cuadro. malmente. El andador es, por ejemplo, un sustituto de la madre que es
Es importante investigar la fecha del destete y sus condicion.es. A ve- mej or que la inmovilidad, pero no reemplazará nunca los buenos brazos
ces descubrimos que el chupete o la mamadera se han mantemdo hasta de la madre que lo ayudan a caminar y se le ofrecen como una continua~
los 5 Ó 6 años, aunque hayan dicho al principio que el destete ocurrió ción de sí mi&IDo para iniciar experiencias en el mundo, llevándolo a él
a los 9 meses. placenteramente y sin apuros. El niño que puede así ideritificarse con la
Las reIacic nes de dependencia e independencia entre madre e hij o marcha de la madre incorpora en su yo la habilidad para caminar. Su
se reilej an también en el interj uego que se inicia cuando un bebe co- desarrollo se har,; por un crecimiento gradual de posibilidades por medio
mienza a sentir necesidad de moverse por sí mismo y la expresa. La de las que busque comer, dormir, hablar y caminar como sus padres.Jl..fl.
madre puede ver o no esta necesidad y frustrarla o satisfacerla. Entre el acuerdo con lo que el niño en su fantasía inconsciente está recibiendo de
tercer y cuarto mes de vida el niño entra en un período en el que su el1os, "la enseñanzif"se'itícorporará como logro del yo o entraráa-f()iiri~!
psiquísmo es sometido a exigencias nuevas y definitivas, que se concretan p~te ~e_ ~n :!3U~yó",'con~urador que lo trabará" o 10 hará caerse y l;s~
en la segunda mitad del primer año de vida con la iniciació~ de la marcha tím:ars~ e~ariilo- ,qü1era ·-~áñíinar y no se sienta permitido ampliamente
y el lenguaje l0. • • desde dentro:. "
Cuando el niño pronuncia la primera palabra tiene la ~xpenencIa de Cli-ando" interrogamos sobre este punto las respuestas de la madre es·
que' ésta lo conecta con el mU'!1do, Y es un modo de haceri~_,_¡:;Q.:rnprt:;pder. clarecen mucho sobre su capacidad de desprenderse bien del hijo. Pue·
---L1CapáriCión derúbjeto que nombra, así como la reacció~,e_~o(ji~Ilal ante den decirnos, por ejemplo, que siguen teniendo nostalgia de cuando era
su logro, justifica;n sus .creencias en la capacidad mágic{l_". 4~, J(l palabra. un bebe tan rico y tan limpito, o comentar que si bien les dio mucho
Inici,~hnen~_e é._~ta,~s_ ll_~~ __r.e~aci.ó~_ , c()n" ()kjetos , internos,~co.m.Q-ftf)Jesfue.--&-. trabajo en ese momento, daba gusto verlo hacer un progreso cada día.
l~f;:; fí-y-por el aprendizaje gradual y las pruebas de reali?~~t etJ~nguai~ Para el niño la marcha tiene el significado -entre muchos otros-
se 'transforma en un sistema, ,de.. _comunicaciqn. Estas conclusiones que son .-.Q.e fa separación TeTá--ñiaare~;niciacl"a-'-ya'con -eI-"nacimiento:"·Pbr 16' tanto':
el resultado de observaciones de lactantes y de tratamientos analíticos de _,l; "~a_~~e c'ompre¡iSiv~Caela"cmrrir~' a--sn"iiíño" '~~ñ, " ápit~a~ló 'n~ trabarlo de
niños que sufrían trastornos de la palabra hacen que el interrogatorio sobre modo '"qiiéer-aespreñd'iñiiento sea apacible y gozoso, ofreciéndole así una
iniciación y desarrollo del lenguaje sea de suma importancia para valorar paühi"aé-¿ondücf¡¡O qtié'''tbgUÍaráen sus pasos en el mundo.
el grado de adaptación del niño a la: realidad y el vínculo que se ha esta· -, --"--Pregtmr:.ü'i.fog'Sí-er-lJ"ébereñi'á["téndéíiciaacaerse al comenzar a cami·
blecido entre él y sus padres. nar y si posteriormente solía golpearse, porque las respuestas nos aclaran
El retraso en el lenguaje o inhibición en su desarrollo son índices de sobre el sentimiento de culpa y sobre la forma de elaboración del c'Om·
una seria dificultad en la adaptación al mundo. pIejo de Edipo. La tendencia a golpearse o a los accidentes es índice de
Es frecuente que los padres no recuerden la edad en que el niño pro- una mala relación con los padres y equivale a suicidios parciales por una
nunció la primera palabra o el momento en que se presentaron los tras· mala canalización de los impulsos destructivos.
tornos. En este período de la vida la figura del padre cobra una gran En la segunda mitad del primer año se intensifican en el niño ten·
importancia y su ausencia real o psicológica puede .trabar grav:mente el dencias expulsivas que se manifiestan en su cuerpo y en su mente. La
desarrollo del niño aunque la madre 10 comprenda bIen y lo satIsfaga. proyección y la expulsión son la forma de aliviar las tensiones y si estos
Nos encontramos a veces con niños de 10 y 11 meses cuyas madrL,~ mecanismos se traban, las cargas emocionales se acumulan produciendo
JIIÍntomas.
10 PICHON Rlv_dmE, ARMINDA ABEllASTURY DE: "La dentición, la marcha y el len. Uno de los más frecuentes en ese período de la vida es el insomnio;
guaje en relación con la posición depresiva". Revista de Psicoanálisis, tomo XV, enerQ· este y muchos otros se incluyen 'en los cuadros patológicos habituales del
junio de 1958.
11 ALVAREZ DE TOLEDO LUISA G. DE Y PICHON RIVrE:RE, ARMINDA ABERASTURY DE:
niño durante el período de la dentición 12, que por lo tanto merece nuestra
"La música y los instrument(ls musieales". Revista de Psicoanálisis, tomo 1, págs. 185· 12 PIeRON RIVIE:RE, ARMINDA ABEHASTURY DE: "Trastornos emocionales en el niño
200. vInculados con la dentición". Revista de Odontologia, vol. 39, NQ 9, agosto de 1951.
84 ARMINDA ABERASTURY TE ORíA y TÉCNICA DE L PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 85
especial atención. Nos interesará saber si la aparición de las :--iezas den-
tarias se acompañó de trastornos o si se produjo normahnente y en el
-I. cumple;:2~J~c~~ó~ ~~.~r~x:~~~~i.~.~.~ I.?" ",",~,: ..sus angusti~ de vac~aInie~to_~
"p,?,rmales a, eS,a eaaa. "Pisauo el prImer ano, pO,r, el l?r.~9.~~9 ,. q,~ ., ~g9ººh~a-
moment'Q adecuado. Interrogamos luego sobre el dormir y ~us caracterís-
ticas porque están muy relacionados. En cª,~9_.. de.. . ..hfl:b~E. , trastornos de
. .-2i§!Li~"por "la' activIJaClderuego-qüeyllés~capiz - ~e reali za~, _ l~s -cargas
positivas -y-"ñegafiVff~..ptrestas-en--esarsustarrcias "se han desplazado '_ 8 objetos
sueño preguntamos cuál es la condQcta toneL.niño y cuáles. . so~'·}os~séÍl . y"'peYSOiía"'S 'der'mundü--' exterior:-'"jiti<Jiendo así desprenderse de ellas sin
-iiinieñlo's"'q"ué' despíerla en los padres el s,íntoma, Es importante ra-aes. -excesT¡a··añgustia . . ,
crfpdóíf del-'cuarto donde duer-me el bebe, sí está solo o si necesita la Ervaprenruzaje temprano le impone ese desprendimiento an tes de que
presencia de alguien O alguna e-andición especial ' para conciliar el sueño. .disponga de los sustitutos que va. adquiriendo por una creciente elabo-
Durante la dentición pueden aparecer trastorn os transitorios de sueño, que ración y por la adquisición de logros vinculados con la marcha y el
se agravan o desaparecen de acuerdo a cómo el medio manej e la situación, lenguaje.
Este problema es uno de los más perturbadores en la vida emocional Si el aprendizaje, además de ser precoz es severo, es vivido como
de la madre y pone a prueba su maternidad 13. un ataque de la madre a su interior, como retaliación a sus fantasías que
El uso del chupete como 11ábito destinado a conciliar el sueño es en ese período están centradas en la parej a parental en coito y traerá
uno de los factores que favorece n el insomnio. Los padres sueler. decir como consecuencia una inhibición de eslas fantasías con trastornos en el
que el bebe no duerme si se ]0 quitan. En nuestra experiencia con grupos desarrollo de las funciones del vo 15,
de orientación de madres analizamos sus reacciones frente a este proble· Las respuestas que Ja madre nos dé sobre este punto no sólo nos
ma, encontrando que la dificultad no era del bebe, sino .de los padres, orientarán para evaluar la neurosis del niño, sino para comprender el vínculo
que postergan la decisión o crean situaciones que dificultan solucionar que tiene con el hij o.
el problema. Son pocas las madres que recuerden con exactitud estos datos. Feliz-
El destete que habitualmente ocurre al final del primer año de vida mente el material del análisis de niños y en especial el de niñ'os pequeños
significa mucho más que dar al niño un nuevo alimento. Es la elabora- nos h a permitido reconstruir posteriormente estas experiencias y las he·
ción de IDla pérdida definitiva y depende de los padres el que se realice mos podido comparar ulteriormente con lo que los padres recordaron más
con meno!? dolor; pero esto sólo pueden hacerlo si ellos mismos lo han tarde 16.
elaborado bien. Uno de los primeros casos que me orientó en esta investigación fue
el de una niña en urética, La m.adre habia relatado en la entrevista inicial
~9ando sab~mos a qué edad"y en qué for ma se realizó el co~tr<?l de
que el control de esHnteres se había iniciado con mucha paciencia y
esfínteres, se amplía nuestro conocimiento sobre la madre, Hemos encon-
cuando la niña tenía más de un a:ño. Sabíamos teóricamente que un niño
trado que si el aprendizaje del control de esfínteres es~,~Y temp~ano~ con ese tr astorno siempre había sido sometido a un aprendizaje precoz y
muy severo, o está ligado a otros acontecimientos traumáticas, conduce,
severo. Descubrimos luego a través del material de esa niña que en su
s graves trastorn os, en especial a la enuresís. Por eso el terapeuta debe
caso también h~bía sido asÍ. En una entrevista ulterior, Juego de meses
preguntar la edad en que se empezó el aprendizaje, la forma en que se
de tratamiento gracias al cual mej oró notablemente el síntoma, la madre
realizó y la actitud de la madre frente a la limpieza y suciedad 14.
recordó con asombro que la hija había recibido un aprendizaje en dos
Un bebe de pocos meses no tiene un desarrollo motor que le permita tiempos y que ella en la entrevisl:a inicial había recordado solamente el
permanecer sentado en el orinal o levantarse a voluntad; éste es uno de los segundo, Había olvidado en cambi.o que cuando su hija tenía 15 días~ la
motivos por el cual se aconseja iniciar el aprendizaje cuando el niño dispone suegra, que vivía con ellos, insisti6 en iniciar el control de esfinteres con-
de la marcha. Desde otr o punto de vista, no es conyeniente un control , ;er~­ tra su voluntad y con el consentimiento del marido. Esta situación fue una
maturo si se considera que la _ mater~a Te;;f-y-'-~rimi son ,sustancia"s' ·.que~ de las tantas en que se expresó el conflicto entre la pareja. Las circuns-
tienen para el inconsciente el significado de productos que salen del cuerpo-~ tancias en que se inició este primer control y el conflicto matrimonial
subyacente explican el 'Olvido de la madre.
13 Es conocido que uno de los métodos de tortura más eficaces para lograr una Cuando interr:6\§amos..--Aoh.t:_~.. ~l"!f!t,.v.U~~~d~,,-. _OP~!~~!.!>,n~ o . D:,:!umas.
confesión es el de desper tar al interrogado apenas se ha dormido ; Juego se Je permite
.dormir clTa vez para despertarlo en cuanto concilia el sueño. La repetición continuada consignamos e_~~~.i~_~?!.!~L~)O., sólQ. Ja, .gravedad, sino también la reaccíón
de este método debilita el yo a tal punto que ya no puede defender su convicción
~onscien te de permanecer callado. 15 Cf, capítulo IX, caso Patricia.
14 Cf. capítulo XIII. 16 Cf. capitulo XIII.

l
86 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 87

emocional de los padres. Es frecuente el olvido de las fechas y de las que el mno tendrá de sus necesidades instintiva"'. Lo que hoy conocemos
' Circúnstancias'de-la'-vida familiar que acompañaron estos acontecimientos. sobre la vida instintiva del niñc> y 30bre sus manifestacÍor,es tempranas
Quiero aquí señalar un caso muy llamativo de olvido donde puede causa asombro a los adultos. Frend también cau,;ó asombro y rechazo cuando
verse muy bien cómo la intensidad de éste se debe a la gravedad del descubri~ que el niño al mamar no sólo se alimenta, sino que también
conflicto. goza. AfIrmar hoy que un niñe de un año Sf'o masturba o tiene erecciones
Me consultaron por un niño muy tímido de 7 años, que tenía inhi- y la njñ~ conoce su vagina y 'lue ambos sienten deseos de unión genital
biciones de aprendizaje. En los antecedentes no figuraba nada que justi- se opone . a todo lo que hasta hoy se aceptaba sobre la vida de un bebe
ficase la gravedad del síntoma. Cuando interrogué a la madre de Raúl y tambiéri despierta rechazo.
sobre situaciones traumáticas en los primeros años de vida, la madre res- Cuando preguntamos si el niño realiza sus actividades sexuales aHer-
pondió que no recordaba ninguna. Durante el análisis del niño apareció tamente y cuáles son, suelen responder que "descubrieron" o que "los eso.
un sueño cuyas características y repetición hacían pensar en la existencia piaron"; menos frecuentemente las relatarán como hechos normales de la
dé una situación traumática: "se veía en la cama rodeado de perros que vida de un niño.
a veces eran amenazantes perros lobos". Hay padres que por un mal conocimiento de lo que significa la liber.
Meses después de la primera entrevista, y luego de una marcada me- tad sexual f~vorecen o impulsan a sus hijos a dichas actividades, o las
joría del niño en su rendimiento escolar, me llamó la madre para CUIDU- comentan abIertamente como gracias o pruebas de precocidad.
nicarme que había recordado 'lIgo importante, algo que no comprendía Hay otros que creen que exhibirse desnudos o favorecer actividades
cómo podría haber olvidado en la primera entrevista. • eomo el lJaño junto can ellos o C'on hermanos es favorable para el des-
Cuando su hijo tenía 2 años fue destrozado por un perro que por arrollo. Este tipo de padres suele anticiparse al esclarecimiento sexual y
su ferocidad estaba siempre atado pero que ese día se había soltado .. El no esperar el momento en que el niño lo requiera.
niño debió ser internado y ella puso como condición que se expulsase al El anhelo de unión genital del bebe -al satie-~acerse sólo en forma
perro antes de volver a la casa, pero como su marido estaba muy enca- prec~rí.a a través ~e. la mast~rbación-- es el motor <:lue impulsa y pone en
riñado con el animal -y le aseguró que nunca más volvería a desatarlo, movumento la actIVIdad de Juego., M. Klein pudo descubrir que detrás de
aceptó retornar a la casa aunque no se cumpliese su exigencia. Dos años loda actividad lúdica hay fantasías de masturbación 17.
después, atraída por los gritos de su hijo viéndolo nuevamente atacado En cuanto a esta actividad los padres se sorpr,mden y generalmente
por el perro, quiso defenderlo sufriendo ella misma graves mordeduras no e.ncuentran r~spuesta a nuestra pregunta sobre cuáles son los juegos
en el pecho y cuello. p~'edIle~tos del h~Jo. No sabemos si les asombra más que demos importan-
En situaciones menos extremas, pero traumáticas~ como enfermedades, mn al Juego o SI es que toman conciencia de lo pocn que "ven" al hijo
operaciones, caídas, se producen olvidos similares; por esta razón es fre- Ilunque estén todo el día con él. La descripción detallada de las activi-
cuente que los datos que obtengamos en esta parte del interrogatorio dndes que realiza el niño nos sirve para tener una visión de su neurosis
sean pobres. () de su normalidad. Frend descubrió ql~e el juego es la repetición de si.
Las complicaciones que se presentan en las enfermedade!' comunes de tunciones traumáticas con el fin ·de elaborarlas 18 y que al hacer activa-
la infancia son de por sí un Índice de neurosis y es importante registrar- ml:'ntc lo que ha sufrido pasivamente el nbio consigue adaptarse a la rea-
las en la historia. lidad; por I:'SO valoramoseol11o índ.ieegrave de neurosis la inhibición para
Cuando preguntamos a los padres sobre la sexualidad del hijo suelen JIlg-ar. Un niño que no Jueg:1 )'lO elaborasitllaciones dlHciles de .la vida
asombrarse por la pregunta, pero generalmente nos informan con facilidad dinria y las canaliza patoló¡üeamr,;nte en síntomas o inhibicionei'l.
sobre este punto, salvo cuando niegan cualquier actividad sexual del hijo. Las condiciones a('Ju~les df' vida favorecen la moda de qne los niños
Trataremos aquí de averiguar lo que han observado al respecto. Y es este d~l!Ide pequeños sean enviados al jardín de infantes. En muchos casos cuando
momento del interrogatorio el que nos depara las mayores sorpresas, no In vhienda :5
extremadamente pequeña o la madre trabaja: ésta puede
sólo sobre los conceptos del adulto con respecto a la sexualidad del niño, .~J' una medIda favorabk -;" ,ra el desarrollo del niño~ pero no cuando pu-
sino sobre la forma de responder a sus preguntas. En los grupos de orien- dWlldo y deseando pernLHJ(~I\~r t'n su casa siente que lo envÍan al jardín
tación tenemos muchos ej emp]os de las graves dificultades que encuentran do infantes para desentenderse de él.
los padres para contestar la verdad. 17 KLEIN, MELANIE~ El psicoanálisis d.e niños.
La actitud consciente e inconsciente de los padres frente a ]a vida 1M FREUO, SIGMUND: "Más allá del principio dd pldcer", tomo Ir, "Una teoría
sexual de sus hij.os tiene una influencia decisiva en la aceptación o rechazo 1I,."Wtl y otros ensayos", pág. 285.
88 ARMINDA AIlER.\STtJRY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NI ÑOS 89
Cuando pregu ntamos a madres a qué edau los han enviado y cuáles l}ilidad de las nonnas educativas, del dar y rec.ibir. Sabremos así si las
fueron los mo tivos que las decidieron a hac€'Tlc,~ vemos que en la mayor exi<Yencias son adecuadas o no a la edad, si hay precocidad o retraso en
parle de les casos no se debió a una necesidad o deseo del niño, sino a el desarrollo, las formas de castigo y premio, cuáles son su capacidad y
dificultades de la madre. fuentes de goce, y sus reacciones frente a prohibiciones.
Es frecuente que la entrada en el jardín de infantes coincida con el Esto nos permitirá una visión inesperadamen te completa de la vida
nacimiento de un hermano, y en ese caso, lejos de favorecer In elaboración familiar y lo que registremos será una valiosa ayuda al ser comparado
de este acontecimiento, constituye un nuev o elemento de perturbación; en con la historia del niño. Despistaremos inexactitudes, omisiones, y su cau-
efecto el niño en estas circunstancias vive más penosamente el hecho de sa. Es frecuente que en la historia no n os hayan dicho, por ejemplo, que
que 1¿ han quitado el lugar que habitualmen te ocupaba en !a casa: , existía un trastorno de sueñ,o y en cambio en el relato del día de vida se
He observado que los niños que van desde muy pequenos al Jnrdm hace evidente la descripción de un complicado ceremonial nocturno que
de infantes inician la escolaridad en peores condiciones que los que van ,los padres no han valorado como tal.
a los 4, Ó 5 añ0s. La descripción de 105 domingos, días de fiesta y aniversarios nos
La permanencia en el hogar, la patlicipación en la actividad diari~" ilustra sobre el tipo y grado de la neurosis familiar, lo que nos permite
el di5JHmer de un espacio adecuado para jugar libreme,nte s~n las cnnd~" es timar mej or la del niño y orientarnos en el diagnóstico y pronóstico
ciones que favorecen el desarrollo del niño hasta los 4 0.5 anos. L~s. actl' del caso.
"idades en las p I 37.aS, en su easa, en la de amigos, satJsfacen sufICiente· Cuando interrogamos sobre el día de vida, debenlos preguntar qUIen
mente In necesidad de co ntado con olros niños ]!J. tú despierta y a qué hora. Tratándose de niños mayores de 5 años, es
El ingre!o;o en la escuela significa para él no sólo desf>renderse de la importante saber si se visten solos y desde cuándo ; o bien quién los viste
madre, .si no afrontar el aprendizaje que en sus comienzos le despierta ano y por qué. Es útil conocer este primer momento del día para valorar la de-
siedades similares a las que se observan en adultos con angustia de exz.men. pendencia () independencia adquirida de acuerdo con su edad cronológica,
Duranl.c el <l ll álisis de niiíos se ha comprobado que las inhibiciones " la actitud de los padres frente a la precocidad o retraso en su aprendizaje.
de aprcflfliz<'lje escolar y dificultades para h' a la escuela tiene.ll sus raices Todo 'esto es de un valor innegable porque nos da una visión certera de
en los prjrn ero~ años ; que un niño que no ha jugado bien tampoco la vida del niño. Pueden creer que su hij o es independiente porque man-
aprende bien. La gravedad de las dificultades de aprendizaje , no podemos tiene una cierta rebeldía y nos encontramos que paralelamente a esto les
"alorarIas n través de lo que los padres nos relatan. Es "frecuente que un dan de comer en la boca, los visten o los bañan teniendo 7 u 8 años. Es
niño en apariencia muy buen escoJar sea un niño muy neurótico con inhi- mayor el conflicto cuando en oposición a esta dependencia patológica lo
biciones parcinles que ni siquiera son percibidas por 10s padres.' nejan salir solo 'Ü 10 impulsan a acti,,:ldades por encima de su edad.
En 'otros casos los padres pintan un cuadro en apariencia llllly grave
y se trata sólo de dificultades momentáneas o condicionadas por ellos mis· d,'1 Relaciones familiares
mo.s, como por ejemplo el haberlo enviado al primer grado a los 5 años. Cuando llegam~s al punto final de la entrevista suelen sentirse ya poco
Por eso es importante interrogar siempre sobre la edad en que un mno dispuestos a hacer confidencias 'Sobre sí mismos - como al principio-- y
ingresó en la escuela y la facilidad o dificultad en el aprendiz.aje de lec· en cambio inclinados a darnos una idea de su relación afectiva con el niLo
tura y escritura, así como si le causaba placer 1 rechazo o. SI mostraba )' de lo que éste significa para ellos.
ansiedad o preocupación exa;!erada para cumplir con su!' deberes. Se comprende que muy poco podremos saber sober las verdadera5
relaciones entre ellos y nos limitaremos por eso a consignar la edad, la
.c) El día de vida
l1bicación dentro de la constelación familiar, a saber si los padres viven
La reconstrucción de un día de vida del JUn o d ebe hacerse lnediante o no, profesión 'O trabajo que realizan, horas que están fuera de la casa,
preguntas concretas que nos orienten sobre experiencias básicas de depen- condiciones generales de vida, sociabiltdad de ellos y de sus hijos.
pencia e independencia, libertad o coacción e:x1ernas, inestabilidad o esta- Es posible que sea necesario disponer de más de una hora para como
'pletar la historia, sobre todo para los principíantes, y conviene dedicár-
]tI Además, salvo raras excepciones, el jardín de infantes e!l un lugar .donde se sela, pues lo fundamental es que hayam'Os consignado todos los datos que'
juntan varios niños de disüntas edades para. que "molesten" lo meno,s pOSIble; por podamos obtener de los padres :mtes de iniciar nuestra labor COn el niño:
lo tanto, se los, tiene continuamente ocupados en actividades que no SIempre son las Sea ésta de diagnóstico o de tratamiento.
que más necesitan en ese momento.
He Mña1ado que debemos Gsforzarnos 'por conocer el máximo de de.

L
90 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA HEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 91

talles sobre el síntoma: iniciación, desarrollo, rnej oria y agravación. M()~· taron que quizá pero que no podían asegurarlo. No recordaron tampoco
traré a través de un caso la forma en que dirijo generalmenle el ¡'l'!f'. la fecha de aparición ,(lel primer diente. Pregunté hasta cuándo siguieron
rrogatorio. con el Epamín y si la convulsión se había repetido, y de esta pregur.ta
Me consultaron por una niña de 2 años y medio, Elena. El lUotl\'i) el"; obtuvimos un dato interesante.
la consulta era la evidencia de un marcado retraso en la marcha v e1 .bn- La segunda convulsión se presentó a los 18 meses y se acompañó de
guaje y su aspecto poco despierto, perturbaeÍón que se acentuó (;n, el úl· la indicación del médico de aumentar la dosis de Epamin. Observó la
timo año. Había tenido una convulsión a los 11 meses y otra a IOR 13. madre que luego de esta convulsión la niña solía estar distraída y apática
Aunque a la entrevista asistieron ambos padres, habló sobre todo la durante el día. También recordó que sufrió de trastornos inV·,J-jnales y
madre, y el padre intervino::1olamentc si la madre o yo le pedíamo1' ¡llguna que el apetito disminuyó. Con todos estos elementos podríamos rCC'Dn~­
aclaración. Como la madre tenía tendencia a la vaguedad, cmmdo insistí truir en parte el cuadro de lo que habla sido la vida de la niña hastr.
en que se explicara la naturaleza del retraso, le pregunté cómo caminaba entonces.
la niña en la actualidad. Me n~spondió que no le gustaba nada caminar ,- En la segunda mitad del primer año no fueron satisfechas sus necp,·
que si la llevaba a pasear terminaba tomándola en brazos porque, se can· sidades básicas de movimiento y descarga, a lo que se sumó el bloqueo
saba. Recordó entonces que dio los primeros pasos ,alrededor del año, peyn provocado por el aumento de la dosis de Epamín cuando tuvo la segunda
como no fue nunca muy activa, no manifestó placer en caminar y solía ~"olwulsión, frenando esto más aún su desarrollo.
tenerla en brazo!:>, aun cuando ya podía caminar. Tenía, además, tendencip. El bloqueo interno y externo parecía haber sido el motivo de h~ di-
a golpearse contra los objetos que encontraba en el camiu2 y a tropezar) ficultades de lenguaje y marcha, así como de los trastornos del St"¡:'I.
caerse. Cuando pregunté si había gateado me contestaron que no, en parte Necesitábamos ahora buscar si huho algo en especial que exp1icaR(~ "Ir~
porque no manifestaba deseo y en parte porque a la madre no le gusta~[l convulsión de los 18 meses.
que se ensuciase. Seguí el mismo criterio para interrogar sobre el lenguaje Nos habían dicho los padres que la segunda hija tenía ahora tl'ef:
y le pregunté cómo hablaba en la actualidad. Señalaron que el trast?~n.o meses; por lo tanto, confrontand.o los datos comprendimos que la convul·
era sobre todo en la arlilÍculación de las palabras, por lo tanto era dlÍlCü sión coincidió con el embaraz'O de la madre. Preguntamos la edad en que
comprenderla aunque conocía el nombre de todos los familiares y de los se inició el trastorno de sueño -ya que había aparecido antes de la con·
objetos que la rodeaban y también nombraba adecuadamente muchas ac- vulsión- y nos dijeron que el primer pavor surgió cuando tenía 7 u 8
ciones. Cuando pregunté a qué edad había dicho la primera palabra la meses. Preguntamos si en esa época dormía sola y contestaron que Cf)m~
madre dudó, interrogó al padre y Jiseutieron sobre el punto, l~ que ~e partió el dormitorio Gon ellos hasta el nacimiento de la segunda hija.
hizo pensar que en ese momento del desarrollo hubo otros conflIctos mas Teníamos ya un panorama que nos confirmaba lo que solemos ver
importantes que el lenguaje mismo. en los trastornos de sueño de eSl3. edad: estimulación inadecuada, falta
Les hice algunas preguntas con la intención de ayudarlos a orientarse de movimiento. sobreestimulación por dormir en el cuarto de los _padres.
en el tiempo y en el crecimiento de la niña, como: "¿ Era verano, era invier- Quiero señalar aquí una vez más que aun cuando comprobemos orienta-
no, ya caminaba?" Las respuestas confrontadas con la fecha de nacimiento ciones tan equivocadas como la que relato, nuestra actitud no debe ser
me hubieran orientado bien, pero en este caso no fueron aclaratorias; re- nunca de censura y conviene siempre recordar que la finalidad de esta
pitieron que fue una niña lenta y :"lE'mpre dema~iado tranquila, que no entrevista es lograr alivio de las tensiones de los padres y que somos desde
dah,l llingún ~1·ahajo, y cU::1l1do hehe "'era como nu tener niños" según el primer momento los terapeutas del niño y no los censores de los pa-
manifestnf'i6n de! parll"e. Con t"'C;;,il:3 dato::>, ~i bien no sabíamos cuándo ha- ¿res. Estamos allí para comprender y mejorar la situación, no para r.en~
hía pronunciado su primera palahra y cuál había sido, sabíamos algo más surarla y agravarla aumentando la culpabilidad.
sobre sus reacciones emoc.ionales. Como en la histoda estaba consignada Una vez terminada esta entrevista, si los padres han decidido hacer
la' primera convulsión a los 11 mese:3 ,-:-durante un episodio febril- orienté solamente un diagnóstico, se les comunicará el día y la hora de la >'1>
el interrogatorio hacia ese síntoma. E~ r.nédico que c-onsultaron no le dio irevista con el niño, así como su duración. Si en cambio aceptan un tr:o-;r.
mucha importancia y como le comunicaron que también sufría de pavores miento se les darán las indicaciones genera1es en las que éste se llevar:.~ ,",
nocturnos recetó dos Epamines dÜlrÍos. Recordaron también que en ese cabo, condiciones que detallaremos más adelante.
período solía tener frecuentes :·mginas y que fue durante una de ellas
que Se manifestó la convulsión. Prep;;unté si ese periodo de pavores noc-
turnos y epi"!odios fehriles no hu'l;ia coincidido con la dentición y cantes·
TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSI COANÁLISIS DE NIÑOS 93

hasta 4,-5 años y con pocas modificaciones sirve también para niños de
VI. El consultorio el material de juego, el cajón iodividual; problemas más edad; cubos, plastilina, lápiz, papel, lápices de color, goma, goma
técnicos que ~urgen de su manejo diario. " de pegar, algunos muñecos pequeños, trapitos, piolín, autos, tacitas, pla ..
titos, cuhiertos, cortaplumas y tij eras.
A.demás, du~~nte la primera ent;fevista pregunto a los padres con qué
suele Jugar el TIlDO en su casa, y SIempre que sea posible lo incIu yo en
el material de su cajón individual o en el cajón para diagnóstico.
Cuando observamos un niño para diagnóstico le ofrecemos un mate-
.rial de juego que guardamos en. un c,a jón destinado a este fin. Forma
parte del consultorio, pero debe quedar con llave en toda hora que no se
use para ese fin. Lo abrimos sólo cuando recibimos a un niño que viene para
una hora de observación. Si ya se ha decidido su tratamiento, habremos
La habitación donde se psicoanaljza a un niño no precisa ser grande
preparado el material de juego y su caj ón individual, al que sólo él y el
l;',lrque la técnica de juego no exige :nucho .espacio . . ~a,s paredes .deber~
terapeuta tendrán acceso, tal como lo hemos descripto.
ser lavables y conviene que el piso este recubIerto de hnoleo o HeXlplast,-
debe di!".p onerse de un a plancha de amianto que se adapte a la mes,a ~ al Puede suceder que un niño venga para una hora de observación y
/lIgo más tarde decidamos analiza rlo; en ese caso solemos incluir en su
piso, ya que puede ser n ecesa rio .,9.ue el ni~o juegue con fuego. ~s ~phmo
si se dispone de un cuarto de hano comuOlcado con el de traha}~, de uso I:njón individual el material que utilizó en la primera hora, completándolo
exclusivo del paciente, en el que haya un lavatorio C0n a.gua co;nente l ~n luego con lo que pensemos sea más adecuado para su edad.
inodoro, toalla, p apel higiénico, un vaso y una 'Ü dos 51 Has .. SI ,ese h~n o La primera acción que realiza el niño ' y el tiempo que l'ranscurre
se usa fuera de las h oras de trabujo ha y que p'ftlcurar que mn gun objeto hAsta que la inicia nos enseñan muchísimo sobre su actitud frente al mun-
o cosmético quede a la vista o sea susceptible de ser e1.1Contrado por e~ d~; Y el grado de inhibición de j llego que manifieste es un índice de 1a
niño. La puerta que cdtnunica ~l baño con el I')j)n sulton~ no se cerl'ara ,u:rnredad de su neurosis. Veremos luego que la primera sesión es de una
desde el baño, para evitar cualquier dificultad innecesana. Las puertas trnscendencia muy especial, porque en ella el niño muestra cuál es su fan~
del consultorio que den al exterior se cerrarán de~d e dentro, deb~n sr.r ln~ía inconsciente de enfermedad y de curación y cómu acepta o rechaza
d ollles o de un material que impida que lleguen rU,lclos <.1 c.on~ersaclon:l$: nuestro papel de terapeutas. Al despedirse se le recurdará el día y la hora
,I~ la siguiente sesión.
hay que man tener en ]0 po~ible un c~m.'.l de apa~lblc alslaI?~ento y ~ol~
p or un m otiv o muy excepCIonal podra ln~errumpm;e l:l seslOn o p el~m­ Desde este momen to el terapeuta y su habitación se ofrecen receptiva·
tirse que alTa persona entre en el con sultor~o ; es con" el~lente ten er un tun- mf!nte al niñ o y el cajón ya preparado es un símbolo de esta situación,
bre de modo que pueda desde dentro pciluse lo que mespfrada mente se '¡Uf! deberá mantenerse siempre.
necesite. El caj ón individual cobra progresivamente enorme importancia, aun~
La mesa y las sillas serán cómodas y !-1imples, !in ri ei~nlcmente fuertes IJlJfJ no siempre esto se exprese abiertamente. Hay niños que durante meses
para resistir el desgaste. Es necesario un mueble ~~(lB cajones en lo!:: que 'UI tocan un juguete 1, otros se empeñan en dej ar todo afuera como si no
se guarde el material que dedicam os a cada paCIente. Carla cajón debe ""' importara tener o no tener algo para sí. '
quedar cenado con su llave al final de la "Sesi ón. para ser abierto al co· Acontece con frecuencia que un niño quiere llevar a su casa algo del
mienzo de la :3esión siguiente. mulatial del cajón j esto debe ser evitado con la interpretación adecuada.
Será útil un pequeño y cómodo divá.n en el que el niño ~ueda recos- MI no lo logramos, tratamos de hacérselo dejar sin violencia 'O p odemos
tarse y hablar, porque aun l os muy pequeños lle?an a necesItarlo y con nD~urnos a su pedido, señalando que todo eso es materÍal para el trata-
mucha frec ueneia lo p.iden aquellos que van acercandose a la pubertad. tnltmto, y conviene dejarlo en el consultorio. Si de acuerdo al curso del
El aspecto del consultorio debe ser Fa! sí mismo la rp.gb funda m~ental) nndUlds se considera muy útil, puede permitirsele -como excepción y no
sin que se explique al niño 10 flue debe hacer: p.or 10 cual eTI la ,pnrner.a nnmo norma- y señalándole por qué lo permitimos. A veces puede robarlo
:"esión los jugue tes y obj etos que le hemos destmado se colocaran s.o~:c y Nito será motivo de interpretación en la sesión siguiente.
una mesa, preferentemente baja, de m odo qu~ al entrar ten ga una VlSlOll •
':.('mpleta de 10 que le ofrecem os para c?munIcarse con. noSo!ros. ._ I ef. clIpÍfnIo IX, callo Vl'lrlínira.
Existe U11 1TIRterial es tándar qu e satIsface las nec~::llda(lc~ de un mno
92

,
94 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁUSIS DE NIÑOS 95

También es frecuente que el niño traiga algún juguete u ohj eto de su Jelar una cara que él juzgó que le habia salido mal, el tirar y pisotear
casa, con lo que suele querer mostrar nos algo de la vida familiar de ese la plastilina ser á una forma de mostrarnos su impotencia O desconsuelo
momento 2. En ese caso se le dará libertad de dejarlo en el caj ón, siem- por sentirse incapaz de crear a.
pre que sea posible, o llevarlo nuevam ente, interpretando el significado de Puede suceder que luego de interpretárselo cambie la acción; si, por
una TI otra decisión. Suelen dejarlo durante un tiempo y a veces defini- el contrario, ella continúa, dej arlo sin poner limites a su destructividad
tivamente, incorporándolo al material que le hemos ofrecido inicialmente, aumentaria su angustia y c111pabilidad. Seria, además, un error interpre-
]0 que es por sí mismo muy revelador. Los niñ'Os que reaccionan a~i suelen tar esta conducta como agresiva, pues la aparente actitud sádica encubre
vivir en un gran desamparo y ~atisfacen de ese modo su anhelo de trans- aquí un profund'o masQquismo y culpabilidad que lo impulsan a quedar
formar el consultorio en su hogar_ despojado y destruido, siendo éste el punto de urgencia. Del mismo modo
Otro problema práctico que indefectiblemente se planteará es el de si que si un niño pretende mOriT.3e, quemarse, arrojarse por una ventana,
debemos o no reponer el material que incluimos inicialmente en el caj ón actitudes bastante frecuentes durante el curso del tratamiento de niños
del niño. Papeles, goma de pegar y plastilina son, j unto con el agua, ele· neuróticos o psicóticos, tomamos las medidas de precaución eficaces para
mentos que dehen estar siempre a disposición del niño. evitarlo, sin dejar por eso de interpretar el acto que hemos frenado : igual
A.sÍ como nuestra permisividad para que juegue con agua no debe debemos hacerlo con sus posesiones y con el vínculo que existe el. ,t. él Y
llegar a que le dejemos inundar el consultorio, sino que regulamos el su· nosotros, a través de ellas.
ministro de ésta -además de interpretar los motivos que lo impulsan a Una niña de 6 años usó la goma de pegar para untar las paredes 4:
inundar- del mismo modo administraremos los otros materiales. Creo que el material que siguió a la interpretación m ostró que para ella vaciar el
en esto debemos diferenciar los juguetes de los materiales que, como el frasco de goma r:o era en ese momento un acto masoquista, sino que es-
agua, deben estar siempre a su disposición. Su uso debe ser controlado por taba ensayando las posibilidades de que "algo" sirviera para unir )0 que
el analista y en líneas generales diría qu e si se utilizan adecuadamente de· estaba destrozand o. Este acto significaba su ensayo de cómo podría arre·
ben estar siempre a su alcance, pero no si el niño los usa para una destruc- glar dentro de ella las palabras ro tas y la goma era una sustancia valiosa
ción incontrolable. Por ~j emplo, si un niño usa el block de papel para de' la que debía disponer incondicionalmente ; lo indicado entonces era
quemar, luego de observar suficientemente las características del juego, se llenar su frasco cada vez que estuviese agotado. Si en cambio sólo 10 hu-
le impedirá y se le interpretará el significado de usar algo expresivo y hiera usado para untar, untarme o untarse en una forma masoquista, n{J
constructivo para hacer de ello materia inútil y destruida. Los niños sin se lo hubiera renovado.
grandes conflictos en el apr endizaje pedirán hojas de diario 'O inservibles En resumen, determinados elementos que se ofrecen al niño para fa·
si necesitan quemar papel. El uso inadecuado de ese material tiene el sig· cilitar la comunicación preverbal son básicos y deben ser reno vados siem-
nificado del maltrato a partes de sí mismo, del terapeuta y de :su vínculo pre que sean úti1es para expresar algo. Evitamos la aniquilación de esas
con él. Un niño podrá intentar tirar hojas de su block al inodoro, em· sustancias que simbolizan contenidos del paciente o del terapeuta, así como
paparlas y luego destrozarlas, apretujándolas para tirarlas luego dentro de. el vínculo entre' ambos, del mismo modo que 10 presel'Vamos a él. La re·
su cajón o al suelo. Todas estas conductas deben limitarse oportunamente posición de otros materiales: autos, aviones, platos, etc., se hará siempre
y ser interpretadas como pequeños suicidios. que el niño ]0 pida y que las circu:nstancias lo aconsejen. Desde ya es im-
Papel, lápices de colores y lápices son los materiales con 108 que pre- portante que el material que le ofrecemos sea simple y de buena calidad
ferentemente se comunica un niño entre 6 y 12 añ'Os y deben, por 10 tan· y en lo posible no frágil.
to, estar siempre a su disposición con tal fin; lo mismo acontece con la Supongamos que Un niño 3rganiza carreras de autos en las que fom-
plastilina. Pero si un niño pretende usarla sólo para tirarla al suelo y pi· pite con hermanos y destroza durante el juego uno de ellos; si pide qu e
sotearla, lo observaremos hasta comprender su acción en relación con el se lo repongamos es evidente f{Ue, además de interpretar, debemos acce-
o los juegos anteriores - a veces con lo que aconteció' al iniciarse la se- der; oe lo contrario puede sentir que consideramos irreparable la destruc-
sión- y 10 interpretaremos. Sise repite la misma actividad compulsiva- ción realizada.
mente con el evidente intento de quedarse sin nada, lo frenaremos, además Aconsejo en ese caso no sacar el auto r oto aunque el niño pida que
de interpretar. Supongamos que el juego previo a la destrucción fue mo·
3 Es un mecanismo señalado por Melanie Klein como típico de los niño3- pe-
queños ; el ob jet() dañado que no se puede reparar se transforma en perseguidor y
2 Un paciente de Elizabeth Garma trajo una vez una cotorro., con 10 cual inll"oclu jo ee necesario destruirlo.
el problema de que su madre hablaba demasiado. .! eí. capítulo IX, caso Verónica.
96 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 97

tu hagamos. Además d.e interpretar por qué no soporta la VlSlOn de ese dice de mayor adaptación a la realidad y de capacidad de goce en la
auto destrozado, que suele transformarse en acusador o perseguidor, le vida.
seiialo la conveniencia de guardarlo. A pesar de todo el niño no acepta Al finalizar la hora guardamos los juguetes en su cajón -con su
a veces esta medida por trillor a la contaminación; en este caso separo el ayuda o sin ella- y le señalaremos:
juguete del resto 'O lo ?:u'J.rdo aparte, haciéndome cargo de ese conflicto 1) ese material le pertenece;
riel niño. 2) el cajón quedará cerrado con llave;
Invariablemente sucede que tiempo después 10 reclama con la finali- 3) nadie tendrá acceso a él en su au"',encia y el terapeuta lo abrirá
dad de arreglarlo él mismo o con mi ayuda. Si este mismo niño rompe antes de iniciar la sesión siguient\';
un auto en cada sesión de su tratamiento es evidente que 110 se lo seguiré 4) todo lo acontecido durante la sesión será mantenido en una reserva
repohiendo y nos dedicaremos a i.Iüerpretar sus reacciones frente a esta absoluta por nuestra parte;
frustración y los motivos que lo Uevaron a la destrucción. 5) el horario semanal convenido; y
Durante el análisis de Esteban, de 8 años, se me planteó este problema 6) que todo cambio o entrevista con familiares se discutirá con él y
en forma tan aguda que aprendí mucho sobre el manejo de esta situación. luego se comunicará a los padres.
Todo cuanto ponía en el cajón era destrozado inmediatamente al primer
intento de usarlo para un juego. Durante semanas le repuse el mateáal de ~a"~mos un ejemplo de esto, resumiendo la primera hora de una niña
nr-:uerdo con su pedido, hasta que comprendí que era una conducta equi- d; 16 meses q?e ~abía sufrido una convulsión. Como los padres me habían
vO(jada y que debía ponerlo frente a las consecuencias de su destructiv:idad diCho que suba Jugar durante horas con libritos de fi(ruras inclu¡' unos
y ver qué hacía de sí mismo y de RU relación conmigo. CUGutos ell ~u cajón. En este y en 'Otros easos me ha n:mad~ la atención
Ese cajón con restos de jU,,"!uetes, en desorden, sin nada qUt conser- la capad~ad de la niña para encontrar rápidamente los objetos con los
vara su apariencia atractiva o qae le impulsara a jugar era el cuad-:-o de que POdl'R expresarse mej <ir. '
cómo se sentía a sí mismo. Aceptar su cajón en esas condiciones sigr:.i. Susal1~ ent:ró, en el. c~nsultorio ~on Sl~ I~adl'e, miró los juguetes p~ro
ficó para él que lo acepl~ra tal cual era, sin exigirle el esfuerzo de mos- no los toco, hOjeo los hbntos en actItud :mndar a la de un adulto consul.
trarse bien y sano. Agregarle cosas atractivas había significado para él tand? ~n diccionario, y cuando encontró lo que buscaba me 10 mostró.
que le exigía mostrarse como cUas, sjn comprender que no podía hacerlo La lamma representaba a una niña algo mayor que ella con una manzana
estando tan enfermo. en la mano. Al mismo tiempo pronunció el nombre de una de sus herma-
En este caso pude analizar en detalle el significado de conservar, nas, también algo ~ayor. Me mostró luego otra niña con un glob,o en la
romper, reponer, conservar lo roto, y uniendo esa experiencia a la de mano X todas las fIg~ras que seleccionó tenían en común representar a
casos similares llegué a la conclusión de que técn icamente no es conve- una nma o a una mUjer que poseía algo; a todas les daba el nombre de
niente reponer lo roto sino en la medida en que se muestra útil para la su her.man.a. L~ego volvió a mostrarme la primera lámina. Colocó su
comprensión y expresión de un juego y que debe de todos modos' manteo ~ano IZ~Ulerda ahuecada como pidiendo algo y con la derecha tomó el
nerse lo roto aunque el niño pretenda no verlo en el cajón . Este 'rechazo lIbro abIerto en. la ~rimera imagen y lo sacudió dando pequeño¿ golpes
obedece a una necesidad similar ::l la del adulto que recurre a la negación sobre su mano IzqUIerda, como tratando de que los objetos cayeran en
de sus tendencias destructivas ocle sus síntomas. Alejar del cajón lo des- e~la. Lueg? de repetir esto varias veces, me mostró su mano izquierda va.
truido significa alejar de su mente el conocimiento de que hay algo CI~ ! la fIgura que representaba a su rival con la manzana en la mano
destruido y enfermo en sí mismo, porque no se siente capaz de arreg!arlo. ~I~~mdome. de un modo interrogativo como pidiéndome una solución. Re~
La presencia del objeto destruido es de suma utilidad técnica, ya que p.Iho lo m.Ismo .COll. todas las imágenes que me había mostrado, dando
cuando surgen las genuinas tendenci<J.s de reparación, lo bl1sca y se inge. SI~?S de ImpacI~ncIa ~rec~ente después de cada fracaso. En esta primera
nia para arreglarlo. Es muy interesant<:: observar en e~,te sentido cómo el aCClOn ~e mos.tro su nvahdad con la hermana, a la que veía poseyendo
niño utiliza sustancias cada vez más acecuadas a sus tendencias repara. algo ;alioso mIentras ella se -sentía con Ia~ manos vacías. Su fantasía in-
doras, desde la plastilina; que une débilrn<::nte, hasta la cola y el cemento) conSCIente de. enfermedad era que a consecuencia de tanta frustración acu-
que unen definitivamenie. n:;tulada ~ec~sItó de l.a C'onvulsión para descargar la rabia. Es posible que
Las tendencias a reparar implican las subyacentes tendencias des- SID l?s lIbrItos ~e fIguras hubiera encontrado otra forma de expresarse
tructivas hacia el exterior o hacia sí mismo. La disminución del sadismo lo mIsmo, pero mdudablemente su presencia facilitó la comunicación. La
para conservar el objeto -amado o necesitado- es ]0 que nos da el Ín- r.útahle capacidad del niño para expresar sus conflictos en un lenguaje
98 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCl\'lCA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 99

preverbal nos ha llevado a la convicción de que no existe diferencia entre los miembros de su familia como si hiciese el balance de lo que posee en
el análisis de niños y el de adultos. ]a realidad externa e interna para soportar esa dolorosa sepal'ación.
Nos propusimos verbalizar horas de juego en las que el niño expre- Esta niña tuv o un precocísimo desarrollo genital, por eso sus fantasías
saba un determinado conflicto e inversamente ,expresar en lenguaje pre- de seducción tomaron tan abierto cariz de unión genital. E] t:xito del análi-
verbal lo' que un adulto verbaliza en una sesión de análisis. La experienr;ia sis 7, que la llevó a la curación del síntoma ,-bronquitis asmática- se debió
resultó sorprendente porque fuimos adquiriendo la convicción de la iden- a que en la relación transferencial pudo elaborar la pérdida de sus obj etos
tidad ei1tre el análisis de adultos y el de niños y la semejanza de ]05 originarios y surgieron las deIensas contra ]a depresión; disminuyendo el
conflictos hásicos. Resultó muy ilustrativa la sesión de Alba, de dos años, sadismo se incrementó su capacjdad de repal·ar.
cuyo confliptu central en ese momento era el temor de separarse de su ,Era fre,cuente en esa época .:¡ue la niña llegase a la sesión masticando
analista porque éste se iba de viaje. Reaccionó oon juegos en los que caramelos o cotniendo helados y ofreci.ese a su analista compartir estos
decidía seguirlo y viajar con él, o iba a 'impedirle el viaje reteniéndolo alimentos. Técnicamente está indicado interpretar y no participar, porque
con seducciones o amenazas. En uno de esos juegos hace Uboletos de viaje" estas "cosas de niños" tienen su equivalente en actitudes de adultos con
COn pedacitos de papel y se los pone al terapeuta en el bolsillo del saco. la misma ; significación . Si el analista es afectuosamente comprensivo de
Este le interpreta que ante la necesidad de aceptar , la partida se reasegura lo que significa para el niño esa frustración y la interpreta, éste la da-
de que él tendrá boleto para volver. La ang ustia de perderlo y su rechazo bora, la aCf~nta y se siente comprendido. Una vez más tendremos que acepo
a separarse de él los expresa en un juego en el que¡ toda el1a es un avión: tar que la adaptación a la realidad es más temprana y firme en el niño
con ]05 brnzos representa las alas y hace como si volase, lo que en el de lo que habíamos supuesto.
lenguaje de un adulto sería: "yo me voy contigo". Además, desde muy pequeño tiene una . suficiente comprensión de las
Este juego expresa un intento de negación Ir).aníaca de la separaclOfl cxigencias de la realidad; por 10 tanto, si el analista es consecuente en sus
y cuando fracas':' este mecanismo se sirvió de otro en el que expresó su actitudes drarlas y cu mple bien su papel de terapeuta, él se adaptará a la
angustia de ser pequeña, no poder seguirlo o no poder alcanzarlo. Jugó situación analítica y a sus frustraci ones.
entonces a que el terap""la se iba en avión y .ella era una lancha. La, Muchas conductas como la relacionad-) con la comida durante la se-
distintas velocidades de estos medios de transporte hacían imposible el en- sión y otras en las que el niño busca el contacto fisico con el terapeuta
cuentro. Se le interpreta la rabia, celos e impotencia que provoca en ella suelen tener el sig nificado de destruir el tratamiento, de transformar el
el viaje del terapeuta y el no poder irse con él. Reacciona a la interpre. análisis en una situación familiar o social, con ]0 que atacan el vÍncuJo con
tación con una serie de juegos de seducción, c0-9 los que pretende rete- el terapeuta y niegan el estar enfermos.
nerlo; baila, canta, se saca la bombacha, orina y defeca.. Es frecuente también que en algún momento del amí.lisis el niño
Cuando a través de las interpretadones disminuyen los mecanismos busque un intimo contacto con el t~~rapeuta y sea conveniente actuar del
maníacos y puede sentir pena y dolor por la separación, juega a subirse ~jsmo modo que cuando nos agrede, interpretando su conducta, po·
a un mueble y desde allí tirarse para que el terapeuta la reciba en sus niendo límites, derivando la acción a algo que nos ]Oepresenle. En algunas
brazos. Elabora así la partida y ]a esperanza de la vuelta; ella es el tera- situaciones muy excepcionales he encontrado .útil satisfacer algo más
peuta que la 'o~ecibe con los brazos abiertos. Tirarse del mueble simboliza estas necesidades. No es raro que un niño intente atacarnos con las
el aterriz,aj e 'del avión y la llegada, el r etorno y Ía reconciliación. man.os, los pies, con materia fecal y es de suma utilidad que sepamos
Confirmarido esta interpretación, el juego que sigue al anterior es el deri var con la interpretación o con la acción un acto que si lo cumple
de esconderse y que el terapeuta la busque, o a la inversa rs. Toda ausencia puede determinar en él y en nosotros una situación demasiado incómoda
se sigue de un encuentro y elabora así su angustia de perderlo y su ansia y que si es permitida va a repetiJ'Sc por culpa y odio. En el caso de un
de Iecu perarlo G. niño de 3 años, que atacó físicamente y con violencia a su analista, ésta 3
En los momentos en los que reaparecen los intentos maníacos de neo le retuvo los braz'os can fuerza actuando como un chaleco y se lo iTI-
gar la realidad dolorosa, inicia nuevos juegos de seducción o de seguirlo terpretó.
pero esta vez se continúan con juegos depresivos de separación. Final- Durante el análisis de un niño de 2 años y medio debí recurrir a la
mente realiza un juego en que revi sa su cajón, enumera sus juguetes y fuerza física para detener10 en un brote agudo de ansiedad en el que
quiso maltratarse y finalmente 1irarse por la ventana.
li cr. capítulo n, nota 14. Realizado con Moisés Tractemberg.
6 F'REUD, SIGMUND, Más allá del principio del placer, pág. 285. Elizabeth G. de Ganna. .
100 ARMlNDA ABERASTURY
TEORíA Y TÉCNICA DEL PSI COANÁLISIS DE NIÑOS 101
Hay ,muchas otras situaciones en las que un analista de niños se pre-
g unta que debe hacer cuando su instrumento de trabajo, la interpretnclOIl. que es frecuente que un hombre no sep2 hacer, ni una cosa ni la otra. En
se muestra insuficiente. un plano más profundo sabeIpos que no es que no lo sepa hacer, sino que
Creo que nuestra intervención limitadora está indicada siempre que lo siente prohihido. '
veamos en peligro la integridad física del niño, de nosotros o del con- Para anali zar a un niño \~n analista debe tener una serie de cono~
sultorio. Es frecuente que niños entre 6 y 11 8.1105 Y en especial los que cimientos "que do le exige el anal~zar adultos, y entre ellos el saber aW1~
sufren de ~uresis necesiten ,0 les sea imprescindible jugar con fuego. "'que sólo sea iudimentariamente c'Onfec(~i'Onar ropa de muñecos 'O cual·
Debemos satIsfacer esa necesIdad pero poniendo nosotros las condicio- q uier envoltura que reemplace a un vestid'O 11. Si consigue elaborar su
nes er; las cuales lo hará y que signifiquen desde ya una total garantía a1H!;Ustia de castración y admite sus ap.helos femeninos de tener un hijo,
para el, para el terapeuta y p.ara no estropear innecesariamente el CUBrto la habilidad para hacer lo que el paciente le pide surgirá espontá-
de trabajo. neamente.
Puede ser necesario incluir fósforos, un calentador 'O algo infla. Puede, además, adquirir un a cÍerta habilidad manual aun cuando la
n;ahle durante el análisi~ de un mn o. Si éste es pequeño l elegiremos angustia de desempeñar un papel tan evidentemente femeni no sea todavía
fosfo ros de mader~ que el podrá manipular sin peligro j si ya es ma yOl' intensa. Puede no vencer nunca esa angustia y sentirse incapaz de enhe.
puede usar las ce nUas comunes. Si le ponemos en 5 U cajón un calentador brar una aguj a 'O de- P'Oner un pa ñal a un muñeco. En este último Caso
o. ull,a lam!>arita de alcohol debemos elegir un modelo que funcione sin n'O parecerá indicado que siga ?iendo analista de n iños, no tanto porque
mngun pelIgro de explosión. El alc ohol de quemar debe estar desde ya sea tan impor tante hacer un vestido para que el análisis -se desarrolle
bajo nuestra vigilancia y custodia, y alejado del luuar donde el niño satisfactoriamente, sino por lo que significa esa limitación como conflicto
está j~gando. Todo juego con fuego debe realizarse ~obre una plancha no resuelto.
de amwuto, que cubra sea. el piso o la mesa _de trabaj o, para evitar Para ser analista de niños es necesario conocer y jugar suficiente·
que se produzcan des tr ozos lIreparables. A veces el niño quema papeles mente bien un númer o amplio de juegos: ajedrez, damas, canasta, ta~te·ti,
algodón, plastilina y otras incluso azufre (1; debe entonces tenerse la ven~ etc.; dt::ben conocerse los personajes y las historietas más leídas por los
tana abierta para que ifi él ni el ierapeuta Jleguen a un a situación de niños, lo ' .que imp]jca d conocimiento y el manejo de las revistas infan·
tal desagrado que no se pueda continuar ]a sesión. No se debe 1Iet'J'ar a tiles ,más conocidas, recordar con detalles los cuentos infantiles ya clásicos
ese ext~e~o y en 10 posible hay que tratar de prever antes que llegar y haher reflexionado sohre su significado. Conservar, además, un sufí·
a prohIbIr. Supongamos que un niño de 5 años ha traído de su casa c~ente placer por el juego y tener aún una agilidad que le permita afropt{lr
pom.os de pintura y, además de pintar en sus hojas, quiere pintarnos el sm demasiado esfuerzo el ejercicio que exige muchas veces la hora de un
vesbdo, la cara o las manos. De ningún modo debe esto permitirse niño en an álisis. Esto no quiere decir que si un día está cansado 'O sim-
porqu~ es des~3rad~ble e innecesario. Como norma no inclu yo en el plemente no se siente con ganas d~ moverse sea inevitable hacerlo, pero
IDa.tenal ~el. mn o nI acuarelas ni tém peras, ni óleo; le ofrezco lingers. 10 que no se puede admitir como norma en un analista de niños es " que
pamls o lapICes acuarelas, que cumplen la misma función de la acuarela piense qu e puede anali zar a un niñ"o sentado en una silla como en el ,caso
s!n las dif;cultades sec undarias que ésta trae. Es conveniente que el ana. del adulto . .El interés por ]a investigación, sobre todo durante el an~lisis
ltsta ~lse rop~ que n o. lo 1imit~ en su actuadón, por ejemplo, no vestir r opas de niños muy pequeñ'Os, me ha heche..,SQbrellevar más de una vez ]a fatiga
que e~ val.once, alhajas u objetos que puedan dañarse. En cuanto al niño, o la molesti a de un juego. P or ejemplo, en el caso de un niño de 18
se deja lIbrado al criterio de la madre la ropa con que lo traiga a meses que no caminaba y al que debía analizar sentada en el sU€jlo, y
las -sesiones 10. siguiéndolo en sus afanes de movi:miento. Pero no siempre acontec~ a!,Í;
Al~unos nn.alis tas h omb;-es que tratan niños se plantearon qu é debían a veces puede parecer tedioso jugar durante sesiones a hacer comiditas y
h ac.er SI un paCIente les pedla que cosieran o tejieran algo. En éste, como distribuirlas entre 105 muñecos, pero en la medida en que pr'Ogre~amos'
en tod?~ los problemas planteados, se puede considerar la parte formal en la comprensión del 1enguaje preverbal y traducimos las accion'es de
y mamflesta y la laten te esco ndida tras eUa. En el primer plano diremos juego en sus más pequeños detalles, y ]as comprendemos, resulta tan ap~.
sionante o más que escuchar el relat'O de un adulto. Muchas veces)a ano
,~, cr.
PICHON ,RIVIE,R ~" ARMINI>A ABERA STURY DE: "Algunos mecanismos de la enu.
gustia ante la n o comprensión de la actividad lúdica hace que el analista
10 R ev.
reSlS de PSlcoanátws, tomo VIII, N9 2, pág. 211 .
.En el caso de Verónica (capítulo IX) la madre le ponía. un delantal de goma
cuando Jugaba con agua. 11 Cf, estudios de Angel Carma sobre la.s vestimentas y las membranas fetales,
"El origen de los vestidos". Rev. de Psicoanálisis, tomo VII, NO2, 1949.
102 ARMINDA ABERASTVRY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 103
se limite a jugar yeso es sólo entrar en el juego pero no e~ asumir el cidos así no tendría sentido que ofrecié~mos al niño un cajón individual
papel de terapeul<t. y ]e asegurásemos la completa reserva ce sus contenidos y tampoco ten·
Con frecuencia un niñ o pide que el material con el que ha jugado crÍamos por qué cumplir estrictamen te la consigna de que el acceso al
quede fuera del cajón sin que nadie lo toque hasta la sesión siguiente. cajón es sólo permitido al niño y a su terapeuta. Si se considera técni·
En cada caso, este pedido tendrá un significado diferente que debe ser camente necesario ofrecer a cada niño un cajón que sea sólo de él, es
intervretado, pero, además, no podemos acceder él su pedido porque si porque necesita para curarse la total posesión, sin interferencias, de algo
bien la angustia subyacente sude ser el mi edo a i..' n cambio, no puede que para él llegará a significar 10 que fue su primitiva relación con la
imponerse a ofros niños ]a visión de ese material, que despertará su cu- madre. Tampoco debe disponerse del rnatedal del niño para ningún otro,
riosidad, quizá celo~ o rabia, complicando innecesariamente su vínculo pues a veces un pedacito de trapo, un pequeño objeto, una maderita, tienen
con el tera peuta. Tampoco por él mismo podeU!,os exponer sus posesiones para él un valor afectivo enorme y se siente terriblemente despoj ado y
que estarían en peligro porque no podríamos prohibir las reacciones que engañado si se lo tocan o no se lo guardano
suscitarían. Interpretamos su necesidad de ponernos a prueba, de saber A veces un niño no quiere irse una vez terminada la .sesión; conviene
si 11) defenderemos de su ~ompulsión a ser despojado, atacado, o de su entonces cerrar el en j óil individual, despedirse de él y pedir a la persona
necesidad de exhibirse y despertar en los otros celos o envidia por sus que lo acompañó qu!:! entre a buscarlo. En el caso de niños mayores es
posesiones. A veces este pedido oculta el deseo de que otros hagan lo bastante con cerrar el cajón. Este no debe quedar abierto en ningún caso.
mismo y ver así 10 que tienen; en ese caso, cuando nos negamos, suelen Si el niño escapa del cuarto sin cerrarlo es función del terapeuta hacerlo
insistir en que les abramos t:l cajón de otro niño para ver 10 que tiene antes de la entrada de otro niño.
adentro. Tampoco podemos acceder a este pedido, que traería una caden~ Cuando vamos a interrumpir el análisis por vacaciones o por cual~
de complicaciones, de difícil manejo técnico y fundamentalmente le qui- quier motivo es conveniente recordarlo al niño con bastantr anticipación
taTÍa seguridad de que mantendremos su propio cajón en absoluta reser· y estar atentos a las reacciones que aparecen frente a la inminencia de
va. Sería similar a responder al pedido de un adulto que noS preguntase la separación. Sabremos así muchos detalles sobre su forma de despren.
cuáles son los padecimit¡ltos de otro paciente que vio al salir o al entrar derse de los objetos. Cuand·o un niño termina el análisis también conviene
en el consultorio. recordarle con anticipación la fecha acordada para la última sesión. No
Conviene estar siempre a lento a los detalles que pueden haber moti· hay que suponer que lo sabe o que se lo dijeron los padres. Debemos tra~
yado este pedido en niños que hasta entonces se manejaron bien con su tarlo con él, y su decisión dehe ser luego comunicada y consultada con
cajón individual Puede haber sucedido que ese mic:;w', día vieron a otro los padres. Las cláusulas del tratamiento en su parte formal externa las
paciente o percibieron un detalle nuevo en el cOlr3iiltorio o en el analista hemos concertado con ellos, pero en lo profundo es con el paciente miFlmo
mismo y esto los j,nquietó porque no comprendieron su significado. A ve· que hemos aceptado el pacto 3naIítico. Para decidir el final de un aná~
ces una mancha o raspón que estaba hace mucho tiempo lo descubren ese 1isis tenemos que valorar el grado en que éste es un éxito. Podem'Os con-
día, y quieren investigar quién fue el que nos dañó o maltrató. En cual· siderarlo terminado si han desaparecido los síntomas, si se han ampliado
quier caso lo importante es encontrar en el niño mismo y no en lo exteru'O sus intereses, si tiene mayor capacidad de goce duradero y si ha equili·
]0 que determinó el pedido. brado la dependencia e independencia con su medio. De todos modos su·
Mucllas veces un niño que ha dibujado durante muchas sesione5 pide poner que un análisis es un seguro de salud mental y física para toda la
que pongamosl sus cuadros en las paredes como en una exposición. Ima· vida es una utopía o un engaño. Las tensiones y maltratos que llegan a
ginemos por un momento lo que podría pasar si accediéramos a este pe· un niño desde el mundo exterior pueden superar lo que su yo es capaz
dido. Alguien querría destruir todos los dibujos, enojad-o y celoso de que le de elaborar sin enfermar y eso puede suceder aunque el análisis baya
hayan ocupado un lugar que en ese momento debía ser sólo para él, puede sido un éxito. Es exacto en camhio que un análisis en la infancia 10 ca·
querer despegarlos y llevarlos a su casa, puede dibujar otros y querer pacitará para desarrollarse mejor y uno de los grandes beneficios que
ponerlos encima de los anteriores para taparlos. Desde ya que cualquiera experirnentmoá será el incremento de su capacidad de juego y de apren-
de estos pedidos puede ser interpretado y prohibido o permitido, sin que der con goce y fácilmente, así como enfrentar los problemas con mayor
esto sea un obstáculo fundamental para que se prosiga el tratamiento, iJero eficacia.
traería siempre como consecuencia la tendencia a repetir 8ituaciones si· Val'ias indicaciones técnicas se hacen necesarias para aclarar lo que
milares complicando e interfiriendo innecesariamente su propio tratamientn significa el lugar del analista, la forma y el momento en que debe hacerlo .
.Y e,1 de los otros. Si se considerase técnicamente necesario acceder a pe· Cuando un niño nos pide que juguemos, el analista antes de realizar la
TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 105
104 ARMINDA ABERASTURY

que lleva a.ñ03 analizando adultos y comienza a tratar niños siente que
aCClOll debe saber el papel que le toca jug~r. Si está jugando a p~eparar
le es más fácil después de esta experiencia formular interpretaciones y
comidas y el niño quiere que participemos, debemos preguntar~e como es
creo que esto se debe al esfuerzo que exige adaptar el pensamiento, que
la comida. que debemos preparar, cómo la uebemos dar y cuando. Aun-
hasta hace poco considerábamos privativo del adulto, al lenguaje de un
que el niño ,TIO hahle comprendu muy bien lo que le decimos,! se ha~e niño pequeño.
Gomprender en su lenguaje preverbal.. Cuando s,e trata de ~n mno de .mas
Es frecuente que al comenzar el trabajo con niños se experimenten
edad, puede ex'plicarnos cada detalle del ,papel qllf' "";:'5, aSlgn.a. Por eJem-
sentimientos de molestia y pesadumbre cuando hay que aceptar que el niño
plo, si juega al colegio y nos toea ser ¡:l!1llB110S, ademas de l~terpretar e~
percibe, comprende, expresa y juzga en un nivel tan cercano al nuestro.
cambio de papeles de adulto a niño, le ~ediremof que ;105 mdIque _(~Ut'
Una de las rniís fuertes frustraciones que hemos sufrido de- pequeños es
clase de alumnos 'somos, qué hacemos, que queremos de el co.mo p~ofc._or
el no encontrar respuesta a nuest ra curiosidad y más aún el no ser com-
y qué quiere él como profe~or de nosotros :omo alu:rr:~os, SI se n~ega o
prendidos cuando nuestra comunicación era preverbal o sólo rudimenta.
resiste a hacerlo es necesano formular la mterpretacIOn que le de nue-
riamente verbal.
vamente C'onciencia de enfermedad, de que somos sus terapeutas y no es-
Al interpretar a un niño de 16-18 meses y comprobar la facilidad
tamos jugando con él,sino psicoanaliz,ándolo. Sólo, ~sí podrem?~ com-
con la que comprende nuestras palabras y el alivio que experimenta se
prenderlo y ayudarlo. Se alivia cuando pon"emos ese hmIte y le ratIfICamos
hace evidente el error del adulto que no sólo habla cualquier cosa delante
nuestro papel de terapeutas cada vez que el, lo elude.
oe él -porque piensa que no entiende todavía-, sino que si el niño
Es iildudable que para analizar aun niño no hasta un frío conoci- da signos de haber comprendido lo hace callar irritado o lo considera
miento de la técnica y de la teoría. Es necesa~io ten~r algo del placer que un niño excepcional. He analizado niños desde 14 meses y pienso que
siente el niño al jugar, ma~tener algo de l~ ll1ge~Uldad, fantasIa y capa- el perfeccionamiento de la técnica llevará a poder hacerlo con niños más
cidad de asombro que son mherentes a ]a mfancIa. pequeños.
Así como un escritor tiene condiciones innatas pero, además, aprende En los tratados de técnica hasta hoy publicados no se menciona el
HU Qficio, un analista no ...ólo debe conocer teoría y técnic~ .del 'psicoa~á­ problema de los honorarios en el análisis de niños 12.
lisis '. sino tener ese don que considero no se puede transmItIr nI ~nsenaJ' En estos problemas como en los hasta aquí planteados todo condujo a
per~ sí desarrollarse notablemente con el análisis indiv~dual. del pSI?Oana- suponer que no existen diferencias entre el análisis de niños y el de adul-
lista. Esto S~ comprende si reflexionamos que su trabajo eXlge de el Ulla tos. Es obvio que el niño no puede afl'ontar el pago de su tratamiento, pero
gran capacidad de conexión y de expresión,' y ambas se desarrollan con esto no difiere de lo que acontece en toda su vida diaria y él tiene clara
nn buen análisis. conciencia de la situación. Ningún niño, aunque sea muy pequeño, piensa
En otro plano del aprendizaje podemos ganar mucha capacidad P?ra ° espera que le regalen algo en un negocio, sino que pide a sus padres
aprender a formular la interpretación. ·Aconsejo a todos. los. ~ue trabaJ~n que se' lo compren. En este, como en todos los aspectos de su vida, sabe
en análisis, y en especial de niños, hacer 'verd~deros eJerCICIOS de est~lo que los padres' o sustitutos pagan sus cosas y el tratamiento está incluido
que consisten en revisar una y otra vez el-matenal y formular. por escnto en este concepto de su vida. Para él, como para un adulto, puede llegar
la interpretación y reformularla tantas veces corno sea n,ecesano has:a en· a ser Un problema que las sesiones sean pagas, pero no es debido a su
contrar h que consideren ajustada. No quiere esto decn que estudI~mos edad que el pago en sí es un problema. Es conveniente que el niño sepa
las interpretaciones para darlas, sino que debemos encontrar el metodo que las sesiones se abonan en los primeros días del mes. Es mej or que,
para lograr sin esfuerzo expresar lo que compren~emos y formularlo con si sus conocimientos se lo permiten, haga él mismo el cálculo de las ha.
un lenO"uaje adecuado al caso y a la edad del pacIente. . ras. En lo posible debe ser él quien entregue el dinero al terapeuta. Se
P~demos comparar este aprendizaje con el que reali~a el estudi.ante. de comprende que 51 se trata de niños muy pequeños o muy enfermos dehen
música cuando tiene que aprender a transportar una mIsma frase mUSIcal 12 En una carta que Melanie Klein me envió c'on fecha 27 de abril de 1945,
a disti~tos tonos mayores y menores o a los ejercicios, de: compos~clOn se expresa así: "En relación con su primera pregunta -con respecto a· su trabajo-
que, si bien no lo transformarán en u.n c~ea~~r, le daran en cambIO la yo le diría que de ningún modo se discutan los honorarios con el niño-, pero está
sobreentendido que al analista se le pagan honorarios. Es preferible que el niño no
posibilidad de dar huena forma ~, su Ins~uaclOn. , . . conozca el monto de los honorarios porque seguramente le parecerán exorbitantes.
Este estudio de la formulaclOn no tIene que ser solo escnto, SIllO tos padres deben decirle al niño que es como pagar la escuela o alguna cosa asÍ. De
también oral, porque un analista debe acostumbrarse a oír sus inter~re­ ninguna manera pienso- que hay que hacerle creer al niño que al analista no se le
p1l.ga."
taciones y a tener capacidad de criticarse. Es frecuente que el analIsta
106 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y. TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 107

tomarse las precauciones necesarias para que lo hagan sin riesgo de per- de su impotencirl; 4) la inseguridad y el enoj 9 que le causaba la dismi-
derlo. Es notable cómo niños aún muy pequeños recuerdan a sus padres nución de las horas de tratamiento.
el pago de las sesiones o llegan diciendo que han reclamado el dinero 'Ü El niño que sabe lo que cuesta una seSlon trata de no faltar, reclama
que ya lo pidieron. En su juego expresan sus fantasías inco?sciente~ con minutos si le han faltado en su hora y se las ingenia para que no lo
respecto al pago, del mismo modo que un adulto lo verbahza en la se- traigan COn retraso a las sesiones. En esta como" en toda situación donde
sión en forma direcLa o enmascarada. Suele ser práctico sugerir a la no se plantean claramente los problemas existe un engaño que es desfa~
madre, en la entrevista inicial, que entregue el dinero al niño en· el mo- vorable para el afianzamiento de la :relación transferencial y la continuidad
mento de entrar en el consultorio. Se observa que en la medida en que se del análisis.
hace responsable en otros p~anos, reclama aquí también el derecho a una
mayor independencia.
El caso que expondré muestra cómo el niño conoce la relación que
existe entre el número de sesiones y el monto de los honorariús y la difi-
cultad o facilidad con la que sus padres afrontan ese gasto:
Mario sufre de fobias múltiples, de pavores nocturnos y de agresividad
incontrolable que le dificulta su contacto con el medio. Tenia -7 años -y
I medio cllando inició su' tratamiento psicoanalítico.!'! La sesión que rela-
taremos corresponde a 1,1'. vuelta de las vacaciones luego de un año de tra-
tamiento de 4, sesiones semanales.
Tomó plastilina y dijo que iba a hacer una bola con muchos pies
para rrue no se cayera. Luego de reflexionar dijo que era muy difícil panel'
tantos pies y que en cambio haría un cañón para dispara.r. Como ese día
-al entrar en la sesión........ los padres comentaron que habían resuelto dis·
minuir una sesión porqiie Mario estaba mejor y ellos tenían dificultades
económicas, el terapeuta intrepretó las patas múltiples . c0!ll0 su necesidad
de asegurarse de que no rodaría por la inseguridad que le causaba dismi-
nuir las sesiones y que esto, además, lo había enojado mucho -el cañón-o
Dijo que haría una bola con espinas por todos lados para que no la
tacara y a continuación dijo: H¿Sabés cuánto es un cuarto?" Se le inter·
pretó que preguntaba cómo le iría con un cuarto menos de sus sesiones
y si esto no lo haría recaer en su síntoma más temido, la agresión in-
controlable -la bola con espinas-o
Sacó dinero del holsillo }e dijo: "Es bastante, ¿no? En mi casa voy
a hacer lo siguiente: voy a amarrar un piolín al techo y. voy a subir . y
subir. Pero, ¿no le parece que va a ser difícil?" Es evidente que ante 1.a
dificultad económica surgió un intento maníaco de negar su :impotencia
y ofrecer su dinero, pero el juicio de realidad lo llevó a expresar que
necesitaba crecer de golpe para afrontar el pago, pero que esto era tan
imposible cnmo treparse al techo con un piolín que no lo sostiene.
Me parece muy interesante este material donde se expresa: 1) el te-
mor a recaer en el síntoma que más lo hizo sufrir; 2) la percepción de
la necesidad del dinero para solucionar el problema; 3) la aceptación

13 Con Manuel Kizzer.


TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 109
VII. La primera hora de juego, su significado
for él c?rno Un nuevo nacimiento; la separación inicial de los padres y
a ~ntrad~ en el consultorio suel.en acompañarse de las ansiedades que ex-
penmento al nacer.
'etEI:e:nor . a la repetición de las experiencias con el objeto o los ob-
J os ongmanos. obedece tanto a lo que aconteció con los padres reales
como ,a su propIa compulsión a repetir situaciones que lo dañan 5 En su
f antasla d ., .
d e curaClOn expresa el anhelo de cambio del mundo exterior real
Cuando Frend analizó a un TImo de 5 años 1 -y describió BU activi· y su l¡' eseo de curar su compulsión a repetir dichas experiencias.
dad de juego, sus dibujos, sueños y ensueños, dejó los cimientos para la .•_...1 ter or de repetir su relación con el objeto originario es lo que
técnica del pl ic'oanálisis de niños. Más tarde 2 descubrió que si un niño no.s . tra~s arma en alguien a ~luien y de quien se desC'onfía. El objeto
juega es porque necesita elaborar situaciones traumáticas. El análisis de ongmfano car?ado de frustración ~r miedo proyectado en el terapeuta
niños confirmó estas conclusiones, pero aunque er'l evidente que los transt
ado arma ·a este en al" gmen tenu"do por el' " mno- y d e qll1cn
" espera que
problemas fundamentales de un niño se expresan en este lenguaje pre- . ~ e l~ mIsma conducta ncgaUva de sus padres y lo ataque. Este objeto
verbal, los tratados sobre el tema 3 seguían afirmando que éste - a di- ongl~dando en sus aspectos amados -en cuanto lo ha satisfecho en sus
ferencia del adulto- no tenía conciencia de enfermedad ni voluntad de neceSId ab es- confiere a ] t erapeuta 1os atll""h utos necesanos
E " para curarlo.
curación. sta ~ le fuente de la transferencia debe ser interpretada desde el primer
momento . 13' poro'-'. com o ]os d os aspectos estan
' SIempre
" presentes durante el
Mis conclusiones fueron diferentes, aplicando la técnica de juego. En-
contré que ya durante la primera sesión -fuese ésta la iniciación de un ¡tratamIe~to la ]~terpretación de su significado debe hacerse también en
as SuceSIvas seSIOnes.
análisis o simplemente de observación diagnóstica- aparecía la fantasía
inconsciente de enfermedad o de curación. Es fu,ndamental que desde el primer momento asumamos el papel de
Me propuse entonce~ investigar si el material del niño durante el tra- t~ré1~eutas p~rque esto ayuda al niño a ubicarse como paciente y a ir ha-
tamiento confirmaba 1'0 que había mostrado en esa primera hora y llegué cIe~ ~'bonscIe~te lo que ha mostrado como fantasía inconsciente, para lo
a la conclusión de que así era en todos los casos, c'Orrohorando la idea ~ua e emos mterpretar la doble imagen y sus significados. Ya frente a
inicial de que el niño sabe que está enfermo y comprende y acepta el dOS )~dres habrem.os aclarado nuestro papel de terapeutas del hijo y no
tratamiento. Con la técnica del juego 4, hechas las modificaciones seña- e .e. os, que confurnamos al no ]Jedirles cambios en su vida fami]" .
antIcIparl l ' lar )
ladas, comprobé que el niño nos comunica desde la primera hora cuál E es a r~se~~a que mantendremos con las sesiones del hijo.
es su fantasía inconsciente sobre la enfermedad 'O conflicto por el cual es " n¡ la .descnpclOD del consultorio hice referencia al si O'nificado que
tIene e e J' . d"d ]
los rob a on l~n ~VI ua, describí el material que 'Ofrecemos al niño y
t
traído al tratamiento y en la mayor parte de los casos su fantasía incons-
ciente de curación.
Pienso que si surgen tan inmediatamente es debido a la : :--.. .esión del
temor a que repitamos la conducta negativa de los 'Ohjetos originarios
!::n 1b
)
ento
lemas tecllICOS que surgen. de su manejo. Este1:ajón individual
e ofrecemos~ al inic.iar el tratamiento se constituye desde el primel'
en el slmbol o del secreto profesional, del mismo modo que la
que le provocaron la enfermedad 'O el conflicto. Junto a ese temor, evi- pa ~ ra que. damo~ al adulto -en la que confia- cuando inicia un tra.
dencia el deseo de que no seamos como- ellos y asumamos un nuevo papel tamIento, pSlCoanahtico.
en el que le demos lo que necesita para su mejoría. Este proceso es vivido Ldo.s casos que paso a narrar se refieren a primeras horas de .; llego
para lagnóstico . h . . J.
edades E y pnm~ras oras de 1ratamIento, en niños de distíntas
FRlWD, SIGMUND,: "Análisis de la fobia de un niñ'Ú de cinco años", tomo XV, '1 n. ellos destacare en fOrmi:l especial aquellos aspectos que confi.
Historiales clínicos. Huran las !ugadas de apertura l cuya importancia se hace evidente en el
2 FREUD, SIGMUND: "Más allá del principio del placer", pág. 285, tomo n, Una curso u tenor del tratamiento.
teoría sexual r otros ensayos.
3 FREL'D, ANNA: Psicoanálisis del niño. Ed. Imán, Bueno& Aire3, 1951.
KLEIN, MELANIE: Psicoanálisis de niños. Biblioteca de Psicoanálisis, Buenos
Aires, 1943.
4 La observación y utilización sistemática de la hora de juego para diagnóstico
~ ~ realizó p-or primera vez en la Argentina. FREUD, SIGMUNO: Más allá del principio del p!orer.
KLSIN, MELANIE: P~icoanállsis de niños.
108
uo ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TECNICA DEL PSICOA~ÁLISIS DE :-\JÑOS In
Caso 1 seguidor 9. Sigamos ahora con su juego y veamos cómo expresó nueva-
Roberto es un nmo de 2 años, que padece desde los 18 meses de pa M
mente que este acto de chupar y morder se dirigía finalmente a su madre
vares nocturnos y tendencia al insomnio. Su desarro1lo parece haber sido real tanto como a su madre interna simbolizada por el platito.
normal hasta ese momento: Luego de la primera entrevista con la madre, Llenó el lavatorio de aguR' hasta que ésta rebasó y cayó al suelo,
resolvimos que lo observaría durante una hora de juego, antes de decidir con las manitas empujó hacia la madre el agua que había eaído, la
su tratamiento. pisó hasta empapar las suelas de BUS zapatos, y caminó entonces sobre
Se le informó que vendría a verme, que no era una visita pediátrica, la parte seca del linóleo, dej ando de este modo las huellas de sus
que no lo revisaría ni le daría medicamentos, sino que estaría una hora pisadas que también se dirigieron hacia su madre. Cuando se agotó el
con él y le daría cosas para jugar, hablaríamos y trataría así de com- agua en el suelo y en sus zapatos, y observó que ya no dej aban huellas al
prender el motivo de sus dificultades para dormir y el modo de aliviarlo. caminar, volcó más agua repitiendo la actividad descripta, hasta conseguir
Entró en el cuarto de juego con su madre, que se sentó mientras el que la última huella llegase hasta su madre_ Subió entonces sobre ella
niño se acercaba a los juguetes que estaban sobre una mesa baja, y co- y la abrazó con un gesto envolvente, como si quisiera llevársela en los
menzó a jugar inmediatamente 7. Utilizó platitos, tazas y cubiertos, iniciando brazos. Al empezar el juego con agua y mientras llenaba el lavatorio y
un juego que duró alrededor de diez minutos y en el que representaba producia inundaciones exigió que lo tuviese de la mano, quedando excluida
una alimentación placentera, sin apuros, adecuada, con cariño y estabili- de esta acción su madre, que continuabn sentada en el cuarto de juego
dad, según se iba deduciendo de los detalles del C'omer. contiguo al baño.
La interrumpió para pedirme que encendiera la luz. Tomó luego un Sabíamos ya que en la noche, solo ú con la niñcr~, sentía ansiedad:
platito, lo chupó y mordió con desesperación, dando índices de ansiedad su madre no estaba con él y necesit aba c.onocer el camino que lo llevase
creciente. N os detendremos para analizar su conducta hasta ese momento. a ella. lo Estas huellas eran el símbolo de las huellas mnémicas de la buena
El encender la luz y luego morder y chupar desesperadamente, después imagen de la madre, que se borraban cuando el terror por la mala imagen
de un juego de alimentación y satisfacción adecuadas, permitió ubicar en la lo inundaba_ Nos había comunicado el motivo del pavor y ahora expresó
noche la hora de su sínto~a, y nos dio una pista para investigar el motivo que' necesitaba de mi ayuda para enc ontrar el ca.mino que lo llevara hasta
de su trastorno de sueño. Morder y chupar el platito con desesperación su madre cuando estaba aterrado en la noche. u Me señalaba: además, la
y la crisis de ansiedad inmediata a esta acción mostraban cuáles podrían necesidad de un suministro incondicional, al exigir de mí que no dej ase
ser sus sentimientos en la noche, si le surgían tales deseos. ni un minuto su mano, mientras manipulaba el agua que le permitiría lle-
Sabemos que el platito chupado y mordido existe como objeto real gar hasta su madre.
en el mundo exterior, pero representa también un objeto interno, símbolo Analicemos aun más esta segund.a parte de su juego. Al rebasar el
del pecho introyectado que alguna vez fue externo. En ese momento, al agua en el lavatorio, nos comunieaba también que se orinaba en la
jugar, no sólo muerde y chupa el platito, sino también el 'Objeto interno noche cuando tenía ansiedad. Estando su madre ausente acontecía en
que lo ataca, su madre prohibidora. En la sesión, yo, como terapeuta, re- la noche que tenía ansiedad: se orinaba y necesitaba encontrarla. L~
petía la prohibición interna, por e,so abandonó el juego y tuvo ansiedad. forma envolvente del abrazo y su gesto de acurrucarse j unto a ella repro-
Ya sabíamos algo de lo que en la noche provocaba el pavor nocturno c..lurífln la forma inicial de contacto corporal con la madre después del
y el insomnio, las dos formas de trastorno del sueño por las cuales nos nacimiento, mostrando con ello que necesitaba volver al suministro incon-
consultaron. La imagen de algo que muerde y chupa, proyectada, simho- dicional -esta vez de su terapeuta~- para curarse. En este como en otros
lizada y personificada por el platito, trajo como consecuencia la crisis de casos, traspasar el límite entre el baño y el cuarto de juego simboliza
ansiedad. Veíamos así cómo actuaban en él las defensas frente a las ten- el nacimiento y la forma en la que el niño lo traspasa no~ enseña mu-
dencias destructivas. El primer mecanismo de defensa frente a ellas fue cho sobre las características del part o y de sus primeros contactos con el
la expulsión, proyección · y simbolización g. y luego vino la destrucción vio- mundo exterior .12
lenta del objeto cargado de destructividad, al que se teme como a un per-
9 La universalidad de las figuras, del hada y la bruja o del bueno y el malo en
7 La inhibición para jugar es un índice de neurosis grave y se tiene muy ~n los cuentos infantiles se explica por este doble aspecto del objeto originario.
curmta para el diagnóstico y pronóstico de una neurosis. Este niño evidenció una' lla- 10 Las huellas perdidas y el dejar huellas duraderas para reencontrar el hogar
m,üiva c:~l'fldda,d .para expresar y elaborar en juegos sus conflictos, lo qli.e fue de abandonado o perdido es tema de muchos cuentos infantiles.
muy !)ut'" :'ronostlco. 11 La madre que se borraba cuando el terror por la mala imago 10 inundaba.
S Fn;;:"LD, SIGMUND: Más allá del principio del placer. 12 Cf. capítulo XI.
ARMJ.NDA ABERASTURY TEonLo\. y TÉCNICA DEI. PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 113
112
La pr~sencia de la madre en el consultorio facilitó la dramati.zacióll un grupo quedaba formado me decía "duermen". Puso gallinas con ga·
de la división entre buena y mala m;;¡dre externa e interna, ~ero sm ella llinas, cubos con cubos, pelotas con pelotas, plastiHna con plastilina. El
lo hubiera expresado utilizand o al analista, un juguete, un objeto, O cual· ú.ltimo grupo que formó fue de perritos: separó el más chiquito. lo puso
(~ 'I mi mano y me la Cf!cró dejando dentro el perrito. Observó minnciosa·
-quier detalle del cuarto de análisis.
mente y con desconfianza mi mano, cerrándola cada vez más fuerte como
Caso 2 si temiese que yo la abriera. Luego dijo: "Hacelo dOTmir vos."
Relataré ahora la primera hora de juego de un Dlno también de 2 ¿Qué expresó con este juegJ ! Cada gruIJo era una familia en la que
añ os, que padecía de insomnio y T~cking. E~te. último síntoma .er~ tan tod os dormían: pero en ulla de ellas -la propia- el más chiquito no
agudo que por la intensidad: violencia y continuidad de los T?ovlmlento~ dormía -su síntoma- y me encargaba a mí -[a terapeuta- que le en-
fue necesario tapizar con .almohadones la cuna del niño, am ortIguando aSI señara a dormir guardándolo dentro de mí. Ponerse en mis manos para
los efedos de los golpes que se daba en la cabeza al golpea rla co~tr~ los que lo hiciese dormir era ac-epta r la ayuda terapéutica, mostrar que la
barrotes, y tapizar con alfombras el cuar,lo, de modo que el m?Vl m1ento necesitaba. La forma en que pmio el perrito en mis manos y las cerró
de la cuna se fre nase alO'"o sin lo cual m los padres, que dormlan en el herméticamente mostraba su fant n::¡Ía inconsciente del porqué del síntoma
cuarto contiguo, ni la nifie;a, que d ormía co n él, ¡radian conciliar el sueño y de la forma en la que podría curarse. Necesitaba volver al vientre de
por el ruido que producía la cuna al desp.lazarse y ~h~ca: co~tra la: p~­ la madre, y que yo no repitiese lo que ella hizo, lo guardase seguro en
rede~ o puedas del dormitorio. El i.nsoIDmo era caSI ruano, siendo meil- mi mano, y en un nuevo nacimiento - luego de haber recibido de mí lo
cacce; los sedantes con los que trata.ron de evitarlo. , . . . necesario- podría dormir.
Hernán era el menor de cualro hermanos, y el umco con tra~.tornos, La desconfianza y el miedo de que yo repitiese la conducta de la
los padres parecían profundamente unid.os entre ~í y c?n sus lUJOS. En madre y lo dejase salir de mi ma.no se expresó en esa observación minu·
el edificio en qu e vivían tenían su departame~to tI~s y t~as, a su vez con ciosa y desconfiada con la que espiaba si mí mano guardaba el perrito
hijos, habiéndose constituido una gran comunidad mIantil en la que Her- que él me confió. Vemos que para el primer niño la vida estaba dividida
nán era "el enfermo". • , . en dos partes - antes y después del trastorno- y su vida diaria actual
De la entrevista inicial con los padres l·esaltaba ~n dato, el .~llICO también lo estaba en antes y después de la noche. Por eso dividió la sesión
que nI parecer podría haber sido significativo en el smt~ma . Na.~lO 20 en una parte de juego tranquilo y otra en la que todo fue invadido por
días antes de la fecha calculada, porque se indujo el parto adecuandolo la ansiedad. Encender la luz fue el límite de su vida placentera y lue!!'O
a un día que resultase cómodo a la comunidad familiar. La ma?re se re· de eso aconteció la irrupción del chupar y el morder~ la angustia, el o~i­
sistió al principio cuando el médico se lo sugirió, pero l~ presIOll de su narSe y la soledad por no conocer el camino de retorno al objeto. Este
medio y la confianza que le inspiraba. su médi~o favorec,er~n el G.~<e s~ desconocimiento era la consecuencia de no haber elaborado la ansiedad
hubiese sometido. En un interroga tono postenor comprendImos que .SI depresiva, lo que fue impedido por el monto excesivo de tendencias des·
no pudo defender más a su hijo 'fue porque ese enlbarazo se prodUjO tructivas, no canalizadas normalmente. El primero mostró que el miedo a
en un momento difícil y la co mplicó más que el de los otros hIJOS. n
el desarrollo ulterior del niño no hubo al parecer otros trastornos .Y tenIa
r: perder a la madre provocaba el pavor nocturno, y el insomnio era una
defensa frente al pavor. El segundo niño expresó en cambio su singular
un aspecto tan sano y agradable que era dificil imaginarlo con sllltomas situación de ser diferente de todos los que lo rodeaban por no poder dor~
mir, y se puso "en mis manos para aprenderlo".
tan penosos. d b
Hernán entró con su madre y comenzó a jugar mientras. ésta que a a En los .~os casas que he :-elatado la hora fue de diagnóstico, deri-
sentada cerca de éP3 Su juego 14 consistió en distribuir los} uguetes sobre vando los mn os luego a otra terapeuta.
la mesa, formando grupos de todo 10 que le parecía semejante. Cuando Caso 3
Estudia.remos la hora de juego de un mno algo menor, Adolfo -·tam-
13 Como en el primer caso, se le había explicado ~dónde .iría y para , qué ..
14 Llamará la atención que en este caso el material de Juego ,es. mas v~rlado bién con trastornos de sueño-, cuya observación fue seO"uida de trata·
y significativo que en otrOS. Corresponde a la pr~era époc~ de la tecn~ca de J~ ego. miento con la misma terapeuta, lo que nos permitió r:onfir;ar la exactitud
Años más tarde comprendimos que no era necesana tal variedad y era. mCQnvem~nte de las primeras con~lusiones. Se 'trataba de un niño de 21 meses, que
utilizar juguetes muy similares a los objetos rcale:,; porque, por ese ~IS~~ p~recldo, se despertaba angustIado en la !loehe y se pasaba a la cama de a1 guien,
inhibían parte de las fanl aslas. En cambi-o, los más sencillos y poco slgmfica tlvos fa-
cilitan la proyección de las fant asíafl más reprimirlas.
preferentemente a la de la madre. Sufría también de un chupeteo compul·
114 ARM INDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSI COANÁ U SI ~ DE NIÑOS 115

sivo del pulgar y no había acep tado aún el orinal. El control de esfínteres indice de que recurría con intensidad poco frecuente a la negación de la
se inició a los cinco meses. En ese primer intento, que coincidió COn la realidad como defensa ante una crecien te angustia. Fue así como Adolfo negó
iniciación del destete, se lo mantenía dos o más horas en el orinal. ClJando al principio la realidad de que ésa era una situación llu eVa y por tanto
el aprendizaje fraca só lo abandonaron temporariamente, para rein iciarlo temida. así como el sufrimiento que le imponía separarse de su madre. El
a los 11 meses, coincidiendo esta vez con la pérdida definitiva del p~ho. corralito con el que jugó inicialmente y del que sacó a"' bebr simbolizab<l
Ya que en ese entonces se movía mueho y podia escaparse del orinal, 10 la prisión, el cerco: la limitación que sentía en su desarrollo - por las
mantenían atado, a veces más de dos horas. molestias que luego nos mostraría- y también la necesidad de salir de
La primera sesión que relatarem os fue de observación, porque la ese encierro. Por e!:o en el juego que sig uió detal1ó sus dificultades de
madre buscaba que se la orientase en la educación de su hij o. El alivio acuerdo con su ur gencia.
que evidenció resolvió a la madre y a la terapeuta 15 a iniciar un análi· Si esta sesión hubiera sido verha\izada por un adultu n os hubiera
sis, no obstante no existir t:n aquel momento experiencia sobre el efecto dicho: "Tengo sín tomas molestos que me coartan y dificultan en la vida
de este tratamiento en un niño menor d e dos años. Daremo::; primero la y vengo a que ·usted me libre de ellus." Luego de p-sP- planteamiento inicial
descripción de la hora tal como se desarro Uó y luego analizaremos su enumeraría sus molestias, espontá neamente o porque se lo pediríamos, y es
significado. esto lo que hace Adolfo con !$U S juegos. Cuando volvió al consultorio
A pesar de su corta edad no manifestó dific ultad en separarse de la se rodeó de la c una con el behe - su trastorn o de sueño-, el baño - su
madre 111, entró con la terapeuta y la madre quedó en la antesala. Lo pri- conflicto con el control de esfínteres- y el aparador con la vajilla -sus
mero que lomó fue un corraBto y una cunita co n UD bebe dentro. F ue conflictos orales que lo llevaron al c hupeteo del pdgar- . Manifestó ale-
luego a la antesala a buscar a la madre y la trajo al consultorio. Se sentó gría cuando vio un bebe en el inodoro y jugó a levantarlo y sentarlo en
en el suelo y se rodeó de la cuna con el bebe, dd baño y de un aparador él, repetición que mostraba los sucesivos intentos que realizaron para que
con vaji1la, sentándose la terapeuta junto a él. adquiriera el control, así como su necesidad de h acer activamente lo
Indicó con alegría que un bebe estaba sentadu en el inodoro , ]0 que había padecido. P or eso se mues tra tan feliz cuando vence el temor
sacó y lo sentó repetidas ' eces. Luego irt~entó desvestir un mu ñequito coro r el 'bebe acepta el orinaL
tanda una cinta que te alaba la ropa ) alud iendo posiblemente al haber En el juego parecía que de todos sus síntomas el más dominable
sido atado al orinal c uando pequeñ'o, y .)} co nseguirlo suspiró con alivio era el del control, ya que pudo manejar 501_0 esa actividad 18, pero no
y alegría. Para }mcerlo pidió ayuJa a ]a ler:lpeuta, y también pam quitar así con el desvestir y el sacar el mosquitero, actÍvidades para las que pidió
el mosquitero de la cuna. Le dio de comer 31 muñequito, lo tapó y luego ayuda al terapeu ta. Pedirla tenía el significado de que se le ayudase a
le pegó una paliza. Desn udó otro bebe y lo puso junto al primero, di~ liberarse de algo que él solo no podia, quitarse la madre de su interior,
ciendo que eran él y la nena. Prestó atenci9n al agua que goteaba del que lo molesta y coarta.19 El mosquitero era el símbolo de las angustias que
.lavatorio y dij o "agua", luego de J.o cual la terapeuta abrió más la ca- lo envolvian en la: noche. Otro facto r que se nos muestra relacionado con
nilla y él lavó todo lo que tenía alrededor y secó luego con un trapo. la angustia en la Hoche era el temor a la gran paliza, que él da al muñe·
Bañó un bebe, lo envo lvió, lo meció j unto a s u pecho, lo acostó y tapó. quito una vez acostado.
Derramó el agua, se afligió y secó enseguida con el trapo. Obser vó la El r esto del juego se reHere al con trol de esfínteres, el gotear como
p lastilina y tomó luego lápiz y papel tratando de dibujar. Se levantó y pérdida de la orina y el limpiar como adquisición del control. En el mi!'imo
llevó la silla y la mesa al centro de la h abitación 17 y se sentó, pidiendo sentido podemos interpretar lo que su analista ·señaló y era la preocupa-
a la terapeuta que se sentase en la otra silla. Volvió a lavar y luego fue ción no frecuente a su edad, de poner en su lugar cada objeto luego de
al diván en el que había juguetes y tomó una nena sentada en un pupi tre haberlo usado 20.
y la bañó. Como era ]a hora y le señalaron que debía irse, se liró al En cuanto a la inclusión de la n iña y el pupitre en el fin de la hora
suelo negándose a hacerlo, aceptando irse cuando se le indicó que volvería 1 8 E s interesante señalar que luego de esta hora aún sin inter pretaciones el
al día siguiente. nmo aceptó se nt a[~e en e l inodoro y continuó aceptándolo. Fue esta reacción la que
El que ha ya entrado sin su madre n o obstante ser tan pequeño era alentó a la madre ¡.\ara iniciar el tratamiento.
19 GARMA. ANCEL: " El origen de los ves tidos". Rev. de Psicoanálisis, tomo VlI,
15 EJizabeth G. de Garma. ~v 2. 1949.
16 Esta reacción, frecuente en niños autistas, es índice de serios trustorno3 '20 La aparición tempra na de mecanismos obsesivos es Índice de empobrecimiento
afectivos. del yo y se muestra. Irecuentemente en casos en los que el control de esfínteres fue
17 E ran muebles pequeños y livianos. temprano. Cí. Neurosis obsesivas.
TEORÍA Y TÉCNICA DEI. PSI COANÁLISIS DE NIÑOS 117
116 :\RMINDA AB ER;\.ST ljRY

de cubos, pelotas, aros, platitos, tazas, un peque~o muñeco . .~l juego .de la
lIlUstraha su afán de ser mayor -la hermana ten ía 6 aii~s- y ad~uíl'jr niña consistió en arrojar fuera lodos los contemdos del caJon , retemendo
conocimiento, lo que se cúmpr<'!nde mej ür r.onociendo las cn c unstanclas de
tan sólo al pequeño muñeco, al que trataba de colocar en la palma de la
.~U "ida en las que los adultos que ] 0 rodeaban no 1e explicaban las cosas
mano de la terapeuta repetidas veces, abriendo y cerrando Ja man o para
daramen te por t.!vnsiderarlo mu y pequeño . . .colocarlo y luego para retirarlo. En determinado momento) dejó caer el
Ser tratad u con cariño, alimentado y así crecer y con ocer bIen .l~s
muñeco, lueero de lo cual eyidenc:ió un gran pánico, se orinó en el consul·
I ' ~)s.a~ parecla ~er r;u fantasla de curación. Cuan~o llegó el, fin de la ses~~n torio y espa~tada por lo acontecido prorrumpió en intenso llanto. En ese
:-u anhelo de qu ~darse (;00 la terapeuta nos mostro hasta que punto este ~1ll0 eslado salló corriendo del consultorio en busca de su madre, que la aguar-
necesitaba el t ratamiento y habia sentido alivio al expresar sus conflIctos
daba en la sala de espera.
I.'on ese lenguaje preverLal. La niña repetía en esta hora de juego la situación traumática por
CajO $ ·t J 5 la que habían pasado sus hermanos,. con quienes se identificaba y el sín·
' toma era la consecuencia de esta iden tific ación ; tenía miedo de que en
Expol\dn'lllt.... do:; I~aso s que juzgo d e espec~al interés por tratars.e de
sueños le pasase lo mismo que a ellos. Pedía que la terapeuta guardara
niñas de casi b mi.:-ma edad -alrededor de 2 anos- que estaban baJO la el m uñeco en la mano, así como hubiese querid.o que fuesen alojados sus
¡,resión de una labo r de duelo reciente. La primera había perdido a su
hermanos por más tiempo en el vientre de su madre, y protegidos ambos
ilcnna no V Jo. otra a su madre. L as dos sesiones fueron realizadas a distín~
de la muer te. La caída del muñeco y en general el dej ar caer como no
las horas" en el ::lismo consultorio, con la misma terapeu ta:!l y disponiendo
pr oteger, expresaba la pérdida tal como había s~do el. parto . J:lff~ma.tur.o
del misro'o material de juego, que cada un a de ellas usó de un m'odo dife- de )a madre. El hecho de oriliarse en el consultono tema el mJSnlO Slgru-
i t~ll l c para expJt~sa r su cúnflicto básico. .. , . ficado y seg ún pudimos comprender más tarde, traducía también ]a ·ansie-
A.na fue traída a la cow:mlta por pn:sentar mSOIIlmo desde haCIa vanas
dad que en ella había despertado el ver a su hermano reiteradamente sobre
"eHlanas ; la !:; iluación desencadenunte de este sÚltoma fue la muerte de
el catre o la mesa, cuando le cambiaban los pañate~, en situación de peli-
IIfj _ henna llito de tn:s meses, acaecida en la noche. La madre había dado gro porque al estar solo podía haberse caído. Además el padre verb.lízó
a IUI' hacia 3 HI~S~S y m~diú a düs mellizos prematuros, ambos varones, más de una vez delante de ella el miedo de que e!'to aconteciese y la nece-
q Ul' naci eron ames del séptimo mes de embarazo. Uno de ellos falleció al
!5idad de tomar precauciones. La níña temí a que los mismos peligros por
na cer. en tanl o que el segundo sobrevivió a costa de grandes esfuerzos
los que pasaron sus hermanos se ·repitiesen con ella, con iguales conse-
ha,~la 'el 'i:ercer mes. A esta edad ya compartía la habita~i ón con Ana y la niña cuencias definitivas. Al no dormir vigilaba y controlaba los peligros de los
hahj·a ~ido testigo del momento en que el padre al entrar en ~ el eu.arto
que se sentía rodeada, y que habían provocado el pavor.
de:-.cubrjó que I:IU hijo estaba muerto ;~n la cuna, en la que lo hablan deJ~do Su fantasía de c.uración era sentirse suficientemente protegida como
e/m vida poc.;<.1S horas antes. Después de ese episodio sumamente dramátIco
para ahuyentar el peligro, por eso hacía que la terapeuta protegiese al
(·(lnlUl1ZÓ el s.intorna que motivaba la consulta, el insomnio, q ue fue prece-
muñeco guardandolo en la mano -cerrada. Esta niña con ocía la verdad con
did() por un episodio de pavor nocturno 22. _
respecto al destino de sus dos herman os! pero a ún no había hecho cons-
Anles de l parto la madre había tenido que hacerse cargo del c UIdado
ciente la relación del síntoma con su temor a seguir el destino de ellos.
J~ SU:,; sobri nos y del suegro, además de atender a su hijita y ocuparse de
Su tratamiento psicoanalítico deb:ía mostr arle la realidad de la muerte de
su embarazo. l~s la circunsta ncia provocó en Ana un sentimiento d e desam-
éstos y llevarla a elaborarla, así como a aliviar las ansiedades subyacentes
paro y aba ndono, reforzado luego por las circunstancias del pa~r lo, y l.as que la hicieron reaccionar con el insomnio. Este síntoma se explicaba -por
características de los meses que siguieron, en los cua1es los pn'.lfEs tuvIe- 18 necesidad de mantenerse alerta eOIl el fin de que no le .ocurriese lo que a
ron tanta preo(;upación co n el -, liño prematuro y debieron ocupan e ¡n ten- sus hermanos.
samt:nte de é1. La otra niña cuya ·h ora de juego describiremos a continuación y a
La hora que relataré fue observada pocos masdespués de la muerte
la que daremos el nombre de Lu isa, contaha también dos años. Para su
del niño y la terapeut~, fue la misma que Humaron en consulta cuando primera hora de juego, a la que fue citada el mismo día que Ana, se le
nacieron los prematuros. . , , ofreció el mismo cajón de juguetes, COn los mismos contenidos, pero su
El cajón de juguetes preparado r ..-tra la hora de Juego contenla ademas juego fue absolutamente diferente. Vació el cajón sin interesarse para
nada en los juguetes y su esfuerzo se orientó en todo momento a poder
21 Susana 1.. de Ferrer.
22 Cf. cap ítulo XIII. penetrar dentro de él, lográndolo al fin. Una vez acomodada pidió que
118 ARMINDA ABERASTURY TEORÜ. y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 119
se le pusiese la tapa. Permaneció as~ durant~ , un largo rato y en ~ile~; el mis~o proceso casi sin intervalos de hiene.star. Se le hicieron siempre
cia 23, pidiendo luego ayuda para sah r del caJon. En cuan~o lo conslguw tratamIentos con antibióticos y sintomáticos, sin conseguir mej orarla. El
salió corriendo del consultorio en busca del padre, 10 trajo de la mano cuadro se presentó por primera vez cuando tenía tres meses, coincidiendo
desde la sala de espera .y se paró con él delante de la puerta. Allí per- con el dE"-stete y con un desastre económico de los padre3 V amenaza de
cibió un arcón de madera oscura, muy tallado, cuya tap a pidió que levan- separac,ión. Cuando éstos c?nsultaron al terapeuta 24 éste le; advirtió que
tasen a fin de poder explorar su contenido, mientras preguntaba qué había n.o podla ~omarla en tratamlento, pero que la vería para hacer un dia gnós.
dentro. tICO y denvarla a otro. 25 Por lo t anto, no interpretó.
Conociendo la historia de la niña comprendem os el significado de ~uso a su disposición los juguetes que correspondían a su edad y
este juego. Su madre habia fallecido hacía un año, luego de seis meses ~g.r~go algunCl!'). otros que le pa.recieron útiles despué~ de la entrevista
de grave enfermedad, a raíz de lo cual Luisa fue trasladad a a casa de mlclaI, con l~s padres :2~. Virginia llegó acompañada por la madre, quien
la ahuela, donde pasó los últimos meses de enfermedad de la madre. No le habla eX'p~cado preVIamente el. motivo de la consulta. Era pequeña para
se le habló de todo esto por considerársela demasiado pequeña para su edad, pahda y delgada, sus OJ os grandes e inexpresivos recordaban el
comprender la muerte y sus problemas, y tampoco .se le dij o la ver~!d rostro de una mllÍleca. Reclamó Jos chiches de los que le habia hablado
en los días en que su madre estuvo tan grave. El padre de la mna, su madre y.;e separó de ella para entrar en el consultorio sin expresar nin.
cuando falleció la esposa, fue a vivir también en la casa donde estaba guna emOClOn, conducta que en una niña tan pequeña indicaba .un serio
su hija y tanto él como la abuela guardaron silencio sobre todo lo trastorno en los afect~~. Necesita.ba negar las ansiedades depresivas que
acontecido. Al año del fallecimiento de la esposa, el padre vislumbró le provocaba la. separaclOn ?e
su madre y las ansiedades paranoides que nor-
la posibilidad de volver a casarse y esta decisión incrementó en la niña malmente despIerta tod~ sduación nueva; la debilidad de su yo hizo que
dificultades que ya existían : inhibición de juego, comp1icaciones en para enfr~ntarlas recurnese a una intensa negación.
la rutina diaria y con el medio, siendo éstos los motivos de la consulta. Tomo . un ~?nedor, un p.utito y un avión, balbuceó algo y tomando
Las características de su juego mostraban que el interés más vivo de un~ cuch.<lnta diJO: "Cucharita"; luego tornó un cuchillo y susurró: "Cuchí.
la criatura era que se.le dijese la verdad, con respecto a algo que ya 110 , pomendo d~spués todos los cubiertos cerca de ella. Tomó un avioncito
conocía en el fondo y que era la muerte de su madre. Sus esfuerzos y dijo: ".~i mamá viene.a ,buscarme", y al terminar esta frase se apoderó
por develar este misterio se expresaron en el juego de meterse en el de un aVlOn rosado, le mIrO las ruedas, se las mostró al terapeuta las hizo
caj ón, donde a través de la identificación con la madre -colocarse en ~irar y 10 movió hacia atrás sin soltarlo de su mano. '
el cajón y pedir que se le pusif',se la tapa- trataba de experimentar lo que Nos detendremos en este momento de la sesión para an alizarla en
se sentia dentro. También el hecho de pedir que se levantara la tapa detalle. El balbucear algo incomp rensible luego pronunciar claramente
del cajón y que se le ayudase a salir de él era su forma de expresar " elleharIla.
. " y de un modo m~nos claro "cuchiUo",
' fue su fonna de expresar
el deseo de salir de ese conflicto, 10 que no podía hacer sola. Sus difi- ~Iue hay co.sas que conoce bien, otras no muy bien y que algunas le son
cultades estaban íntimamente ligadas con esa verdad que le fue prohibido lI~comprenslbles. Siendo la situación terapéutica desconocida para ella, pare-
conocer, aunque sí padeció 1as consecuencias, ya que no volvió a ver ela que lo que no entendía era lo que pasaba allí entre epa y el terapeuta
a su madre. Para curarse necesitaba estar esclarecida sobre el destino y al ac~uar de ese m~do trataba de 'hacerle comprender cómo se sentía
de ésta -conocer el contenido del arcón-o Era lo que esperaba del (!onfun~lda. La ~ngusha frente a esta situación nueva la lleva a probar
tratamiento, el conocimiento de la verdad para ella y para su padre, al lu :eahdad de SI puede disponer de todo lo que hay; por eso toma los
que hizo volver al consultorio y delante del cual interrogó sobre el I :ubl~roos y los pone ce.rca. de. ella. Asegurada de que puede disponer de
arcón-cajón. lo~ . Juguetes, toma. ~n aVlOncIto q:ue por la aS'oc¡ación verbal siguiente
u.hhza para persomflcar a su mad:re. La primera asociación: "Mi mamá
Caso 6
Yl~ne a busc.arme", es, expres~ón también del temor de que no acontezca
Virginia es una nma de dos años y medio, que presentó desde los lU!J, reapareCIendo. aquI la ansledad que negó al separarse de ella sin afec-
tres o cuatro meses hronquitis espasmódicas febriles, cuadro que se repi- tu,,_ Esto se confirma cuando muestra el medio que tiene el avión para
tió con mucha frecuencia acompañado de anorexia, pérdida de peso, mar- 24 Jorge Rovatti.
cado decaimiento general e intensa palidez. Apenas repuesta volvía a repetir ~: Moisés .Tra~temberg. .
. Dos a~lOncl.t!,8, dos autllos, dos tazas, un espejito, dos juegos de cubiertos.
28 La ieJentificación con el objeto perdido es una forma de elaborar ]a pérdida. IIn uvIllo de hIlo, tljeraS, tres barras de plastilina.
120 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 121
desplazarse: las ruedas. Se siente abandonada por su madre y teme que Continuaremos ahora el relato de la sesión: toma una taza, un
no la venga a huscar:27. La intensidad dI) la angustia negada al comienzo plato, coloca la taza boca abaj o y luego modifica la posición. colocándola
vuelve a expresarse en el juego siguiente, donde intenta mágicamente negar hoca arriba. Con un cuchillo y un tenedor hace como si comiera, toma
el haberse separado al hacer volver el avioncito hacia atrás, desandando dos cuchillos y los afila uno contra otro, luego toma el tenedor, deja
lo andado. la cuchara y teniendo en una mano el autito rosa, lo mueve rítmicamente
Sigamos ahora analizando su juego : Aparca dos avioncitos, uno de adelante hacia atrás, repetidas veces. dejando al autito blanco detrás
rosado y otro celeste, y frente a ellos pone un aulo blanco. La elección de ella. Levanta el avioncito celeste y dice: "Aquí está." Toma la taza y
del color, la forma en que los coloca y las relaciones espaciales entre el plato, bosteza, y los coloca al lado de los cubiertos. Pone el avión
ellos permiten ~t1poner que el blanco la personifica a ella simbolizando celeste entre las piernas y lo hace subir por los muslos hacia los genitales;
uno de sus síntomas -la palidez- y los otros dos a sus padres. En su coloca el celeste en Un muslo y el rosa en otro. Luego coloca el celeste
juego el auto blanco está enfrentado con la pareja de sus padres unidos. del lado de los cubiertos y el rosa del lado del auto rosa. Estudiaremos
Sabemos que la situación traumática más intensa en el conflicto edípico este fragmento de sesión en detalle. Poner la taza hoca abajo sobre el
es la de ser el tercero excluido. Si pensamos que los aviones representaron plato y modificar eso poniéndola boca arriba, es un gesto que corriente-
a los padres unidos no es sólo porque los ubicó en pareja. sin.o po~que mente puede expresar que está vacía. Colocarla luego en una posición
elicrió uno rosa )' uno celeste, colores que en nuestro medIO smwohzan receptiva, en la que se le puede volver a poner algo, es un modo de
co~únmente lo femenino y lo mascuHno. Si aceptamos que el juego tiene decirnos que está dispuesta a que se la llenen otra vez, siendo su asociación
el valor de una asociación verbal, podemos decir que Virginia asoció el siguiente tomar un cuchillo y un tenedor y ¡hacer como si comiera. La
abandono que experimenta cuando su madre se · va al que siente cuando sus taza es el símbolo del pecho que quedó vacío y pide al terapeuta que
padres están juntos. se lo llene de nuevo, por eso .i unta los cubiertos y finge comer. Repite
Luego toma p,l sutito blanco, 10 acerca a otro, toma los dos y los así en este fragmento su pedido de que el terapeuta la acompañe y la
hace rodar junto~ mientras dice: "Los autos." Los levanta~ los enfrenta, alimente y la llene en sus genitales 29, modificando la imagen de vaciedad
los superpone y lolO separa, para tomar luego el blanco manteniéndolo que parece ligada a sus objetos originarios. Los cuchillos que se afilan
en la mano y haciéndolo ir ,hacia adelante y atrás sucesiva y rítmicament~. haciéndose cortantes simbolizan los dientes a los que parece atribuir la
Los hace rodar a 1-os dos j untos, de tal modo que el blanco queda mas pérdida del pecho. Además del jncremento de la agresión oral provocada
l:'- delante, los apal~a nuevamente, los toma juntos, pronuncia palabras que por la pérdida del pecho, sus deseos de morder hacen pensar que la apa-
no se comprenden mientras pone en contacto las ruedas de uno con las rición de los dientes estuvo muy !:igada con el destete, aunque la madre no
del otro. Dice: "Los aviones", los junta y los une a los dos autos. Durante dio datos al respecto.
este juego el terapeuta ha permanecido sentado en el suelo contra la Si consideramos 10 que es el desarrollo de un niñ o, podemos deducir
pared y Virginia delante de él. Nuevamente las configuraciones espaciales que la pérdida. precoz del pecho condujo a Virginia a un temprano interés
y el hecho de que el autito hlanco la personificó previamente a ella, ~acen por los genitales, lo que en el material se representa por el auto rosa que
pensar que estos 8utitos eran en ese momento ella y el teT~p~uta temendo se mueve rítmica mente, se acerca al avioncito celeste -que representa al
una relación que no acaba de comprender, cuya caracterlshca es la de padre- y lo lleva a sus genitales. La taza y el plato que deja del lado
moverse rítmicamente, con intervención de las ruedas como símbolo de de los cubiertos significa que en su inconsciente liga el pecho con los ali-
las partes bajas del cuerpo -los genitales-. La última parte de este juego, mentos y los dientes. La búsqueda de unión genital para reemplazar la
cuando forma las dos parej as, es la síntesis de la misma situación, en pérdida de la relación oral se expresa cuando pone el avioncito entre
la que insiste en parte por falta de interpretación y en parte porque es las piernas y tal como acontece de~de el momento de la aparición del padre
una de las características del juego: repetir los puntos de urgencia. Nos en el complej o de Edipo, muest:ra la fluctuación entre padre y madre,
ha comunicado q ue para compensar el abandono realiza con el terapeuta colocando el avioncito que simboliza a la madre en un muslo y el que
_ y antes con su hermana- lo que los padres hacen cuando están juntos simboliza al padre en otro, hasta acercarlo a los genitales. Por contacto
y ella está sola 28. :;e identifica con la madre y necesita al padre como objeto de gratificación,
27 Cí. caso 3 de este capítulo. buscando incorporarlo por la vagina. Este intento fracasa porque dicha
28 Esta ni6a sigue su tratamiento y en el material actual apaTece con claridad
que una de las soluciones a la envidia edípica fue e.l acoplarse a su hermana. con
la qUe realizaba juegos sexuales de carácter compulSIVO. 29 Cf. el concepto de fase genital previa en el capítulo IV.
TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 123
ARMINDA ABERASTlJ:RY
122
ansiedad. Comunica lo que ella siente cuando se masturba fantaseando
untO n está cargada de la peligrosidad que acompañó la ruptura abrupta con el coito de sus padres, inundada por una excitación que la asusta y
de la relación boca· pecho. . h bId la enloquece. Podemos .suponer que la respiración r uidosa reproduce el
El material que sucede al anterior consiste en pIlle ar am os ~ os jadeo de los padres en coito y s us sen~aciones al masturbarse, así como
de su cuerpo con un tenedor y cuchillo y :~sparse la ,cabeza con e~:e, la actuación de estas irnagos en la bronquitis espasmódica. Llegamos a
· · d "tac tac"· golpearse el 'Oído amphandonos aSl la comprenslO n comprender que para Virginia la bronquitis, la pérdida de peso y la ano-
d lClen o: " ' h V' .,
de su fantasía inconsciente de enfermedad. Sabemos a ora que l~gmIa rexia se producen por la actuación de fantasías inconscientes de un coito
siente dentro de la cabeza todo este conflicto: un pecho agotado, dlen,~s peligroso de los padres, coito que es continuo y que ella no puede controlar
que muerden, un pene duro y cortant~ que golpea. El, golpearse el 01 o ní con la masturbación n i con el juego, e intenta como último recurso
es también una referencia a lo que Ola durante el co~to de s~s padres, controlarlo dentro de su cuerpo. En estos procesos bronquiales la fiebre
experiencias reales que entrelazándose con sus f~ntaslas conflgura~ ~n -calentura- desempeñaba un rol fundamental, que se comprendió a la
mundo interno que, como vemos en esta hora a,e Juego, .le hace sentu a luz de estas fantasías inconscientes que hemos detallado.
unión genital tan peligrosa como d.ientes que tnt~ran ~hmentos. Dijimos que la taza representaba el pecho cuya pérdida no habí.a
Durante la fase genital pre\'ia, la escena esta ~,ommada por la; fan- podido elaborar y que expresó al raspar el piso con la taza dada vuelta
tasías de coito continuo de los padres. La fr ustraclOn ~ ]a que esta des- -otro de sus sÍntomas- "algo que raspa" como el catarro bronquial.
tinada esta fase refuerza la concepción sádica del COl.tO. Su forma de Sus padres unidos tal cumo le acontecía durante la crisis, los siente en su
descarga, la masturbación y los juegos sexual~s, .'s~ reahz~n er:tonces c. .on cuerpo jadeando, raspándola y no dej ándola come·r _ De un modo dra~
dichas fantasías y la culpa consecuente. En V lfgwla .las sItuacIO~es sena- mático .simboliza luego el fracaso en la elaboración de la pérdida del
1 das impidi.eron la elaboración normal de estas ansJe~ades, llevandola a
1: negación de la realidad y a la somatización del confhcto, como veremos
pecho a través de la masturbación: toma en una mano una taza y un plato
y con la otra intenta parar el espejo, pero lo aprieta de tal manera que
en el material siguiente. .. d 1 ¡- rompe el soporte de éste. Toca entonces la parte rota del soporte y mira
Antes de continuar, quiero señalar otra caractens.t~ca e as c?n 19 U- con desazón. Pone una taza entre las piernas, toma el espejo y trata
raciones espaciales en ~us juegos. Virginia permaneclO ~entada) sm mo- de pegar el soporte que h abía roto, mostrando nuevamente su fantasía de
verse sin investigar nada de la habitación ni hacer mnguna pregunta. curación.
Esto' evidenciaha los trastornos en las funciones de su yo, el grad,o de El fracaso de la incorporación por la intensificación de la angustia
inhibición de su instinto epistemofílico, el incremento de ~a ans1edad depresiva lo expresa a través de la simbolización de la boca con dientes
paranoide, su miedo del mundo externo negado en el COmIenz.o de la y la vagina dentada, colocando un tenedor dentro de la taza y suj etán-
sesión. dolo en el horde, metiendo el mango de otro que hace entrar y salir
Continuaremos ahora con el r elato de su juego: luego de golpearse rítmicamente, reproduciendo el movimiento de la masticación y del coito.
la cabeza y el oído con la cuchara, puso UD tenedor, dent ro de la t,aza, La ansiedad y' desesperació n· por sentirse incapaz de solucionar sus eon~
revolvió y golpeó haciendo "chic chic". Los dos aViones los .coloco al flietos sola - el terapeuta era un observador- lo expresó quedándose está-
lado del coche rosa, los empujó, los tomó y los puso e~~re s~~ ple:~as. Se tica, parpadeando, cerrando los 'Ojos, oscilando, frotándoselos, rascándose
levantó la pollera y se bajó la bombacha ~xc1~~ando i~h., IDuandose la nuca y luego los genitales, gimiendo, metiendo su mano dentro de la
al espejo. Durante estas acciones su ~~spHnclO~ ,fue rUIdosa, dando se· bombacha, quedándose adormecida. Se tambaleó hasta casi caerse, se dio
ñales de intensa ansiedad y desesperaclOn. Le tIro al terapeuta el coc~e­ vuelta y dio la espalda al terapeuta y se sostuvo la cabeza con las manos,
cito rosa ~ luego lo puso entre las piernas. ! volvió a ~irarse en el espeJo; emitiendo gemidos. Suspiró luego, respiró fuerte, se frotó vivamente los
Paró el espej o en el piso con la luna onentad~ haCia el zap~to y rasco ojos, los genitales, la cara y la boca, realizando esfuerzos respiratoiíos. Su
1 piso con el espejo mientras hacía andar el autito entre las plernas. Bos· cabello había caído sobre la cara y los ojos estaban enrojecidos y húmedos
~ezó, se miró dos veces al espejo, vocalizó al go como "chst chs.t ssh", tom~ y continuaba frotándose el ojo derecho. Por un momento pareció que iba
la taza, bostezó nuevamente, golpeó sus genitales con el espeJo, lo ~poyo a llorar. Al finalizar la hora se orinó.
luego sobre ellos como si tratara de metérselo dentro y luego raspo con Dio la espalda al terapeuta como también daba la espalda a la vida
una taz.a el piso. , con su enfermedad, que la obligaba a permanecer en cama, sin contac~
Ya no le sirve el autito para personificarla masturbandose frente a tos con el mundo, rechazando 1a comida y todo lo que fuese goce. El diag-
los padres en coito y recurre al espej o y a sus genitales, porque en este nóstico~ sin embargo, no fue sombrío porque demostró -sobre todo en
momento su yo ha perdido la función simbólica por el aument('l ,.1

l
124 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 125
la primera parte de la sesión- una suficiente capacidad ~e juego .y de El padre se hallaba de viaje cuando Ema nació, dejó pasar un tiempo
conexión que hacían esperar un éxito terapéutico. Ademas la ansIedad prolongado antes de conocerla y nunca se hizo verdaderamente cargo de
tan negada al principio de la sesión fue manifest,án.dose hasta Il~Sar a ella. Desde que el padre se relacionó con la hija, se planteó una situación
una crisis de angustia, que es de muy buen pronostIco en una mna de de pugna continua entre la madre adoptiva y los abuelos paternos, luchando
esa edad. b. d d I t solapadamente por la tenencia de la criatura. Esta situación se vio agra-
Lo casos hasta ahora mencionados podrían u lcaIse es e e pun o vada por la diferencia de recursos económicos que Ema observaba entre
de vistas técnico en lo que MeIanie KI. em II ama "an~Tl~lS.
' tempranos" 30 • las dos familias -su madre adoptiva era pobre y los abuelos muy ricos-
La técnica que expongo en estas páginas borra esos hmIt~s, aSl ~omo l~s y también por la forma en que se la trataba, con muchas atenciones para
que separan el análisis de niñ'Os del de adultos y es ~phcabI? sm modI- seducirla, pero can poco afecto real. La niña percibía esto y también la
ficación a todas las edades. Trataré de mo.strar que solo varIa la forma indecisión del padre, que fluctuaba entre los dos ambientes_
en la que el niño se comunica con el terapeuta, y en parte la ~orma .en
Ema expresó el conflicto que esta situación le creaba cuando sacó
que se verbaliza la interpretación; y digo en parte porque las dIferenCIas
del caj ón un trompo que hizo girar, y cuyo movimiento de balanceo acom-
son mínimas. d .... d 5 ... pañó con movimientos de su propio cuerpo; cuando el trompo estaba por
Relataré, para ilustrar esto, las primeras hor~s e una _mna e ~nos
parar y se tambaleaba antes de caer, dijü: "¿Para qué lado caerá?", y
Y medio que sufría de constipación, la de u~ ...varon de 8 anos cuyos smto- antes de que cayese lo levantó dej ándolo suspendido en el aire. Simbo-
mas eran encopresis y enureSlS,. I a d e una... nma de 6 años con fobia a los
rengas y la de un varón epiléptico de 8 anos. lizaba así la falta de seguridad y estabilidad que ella sentía incrementada
por el manejo de que era objeto en el ambiente familiar. En ciertas oca-
Caso 7 siones se le decía que seguiría viviendo COn la madre adoptiva, y en otras
con sus abuelos, quedando siempre "en el aire".
Ema es Ulla niña de 5 años y medio~ que trajeron al análisis 31. por~?e
desde hacÍa seis meses padecía una constipación c:ónica. Su slÍuaClOn El síntoma por el cual la traj eran al análisis era una cunstipación
ambiental era muy partfcular; fue llevada al tratam~ento por la perso~a tan. intensa, que pasaba 5 Ó 6 días sin evacuar su intestino, a pesar de
que la cuidaba, a quien ella creía su madre. En re~lidad, la rua.dre habI~ haber sido sometida a toda clase de regímenes alimentarios y tratamientos
fallecido durante el parto en un ataque de eclampSIa, ~ue causo su naCI- medicamentosos. Relataremos cómo expresó su síntoma y el conocimiento
miento prematuro, por cesárea. Al nacer pesaba 1,300 kIlogramos y perm~­ de que era por eso que iba de su casa a la del terapeuta. Tomó una hoja
neció en incubadora durante un mes, atendida. por personal. d~l establecI- de papel en la que fue trazando el recorrido del troley (fig. 2). Dijo:
miento (fig. 1). La particular condición traumátIca de su naCImIento, suma- "Es el troley que va de tu casa a la mia" y marcó las paradas con gruesos
da a la frustración oral por falta de pecho materno, reempla.z;do p.or una nudos. Mientras dibujaba dijo: "El troley se desconcentra en la plaza
pobre atención hospitalaria -durante el mes. que permane?lO en Incuba- San Martín, que. es donde yo vivo, pero no sé por qué hacen bajar un
dora- incrementaron sus ansiedades paranoIdes ~ depresIv~s: Relatare- poco antes a la gente ... se empujan para salir todos a la vez ... y después
mos su primera hora de tratamiento, en la que estas se hICIeron muy el troley queda completamente vacío ... "
evidentes. , El recorrido del troley con los gruesos nudos -las paradas~ repre.
De los juguetes que la terapeuta le había preparado. . . tomo una ~me­ sentaba para Ema el recorrido de la material fecal a través del intestino,
tralla dora, la hizo sonar y revisó minucios~~ente ~l c~n?, la . c~loc? en mostrando luego en el curso del tratamiento, lo que era su fantasía incons-
una balsa, junto a dos indios unidos y los de)? hundn, ~l~~endo. PelIgr~, dente del acto de defecar y de la materia fecal. Para Ema la materia
se ahogan los dos." Simbólicamente expreso la repe~lClOn de .su naCI- fecal representaba el feto dentro del vientre de la madre y particularmente
miento, que por las características señaladas estaba SIempre umdo a ~a ~lIa, como hija mala, es decir, como materia fecal destructiva. Al decir,
fantasía de que para nacer hay que luchar contra la muerte y sufnr mientras dibujaba, que la gente se baja un poco antes de la parada final
abandono. . del troley mostraba su conocimiento de la forma en que había nacido,
Su madre antes de morir, confió el cuidado de Ema a una amIga, abandonado el cuerpo de su madre en forma abrupta, antes de que ésta
que al iniciar;e el tratamiento era para la paciente su verdadera madre. muriera -se parara-o Al final, el troley quedaba completamente vacío,
del mismo modo que su madre quedó muerta. Quedarse hasta el final
.80 KLEIN, MELANIE: El psicoanálisis de niños, capítulo n. hubiera significado morir con ella, pero el haberla abandonado antes y
81 Su terapeuta fue Sara G. de Jarast. vivir, la dejó cargada de IIna intens,a culpa, que pagaba en parte con su
126 ARl\HNDA ABERASTURY •

síntoma. Esto se completó aun más c uando terminó su dibujo agregándole


a la parada final en la plaza San Martín una calavera -la muerte-,
Esta culpa inconsciente es la que expresaba en su cuerpo a través
de la constipación. Con este síntoma Ema se identificaba con la madre y
reteniendo la materia fecal -símbolo del feto, ella misma- no abando-
naba ni mataba a su madre. No dejar salir la materia fecal era para ella
perpetuar la fantasía de tener un feto vivo dentro de una madre viva.
Durante su pl'imera hora de juego, luego de expresar estos conflictos,
la ansiedad se intensificó y después de dibujar la calavera, rasgó el papel
en dos y lo arrugó. El papel sucio y roto en dos -como papel higiénico
usad o- personificaba su propio yo sucio por culpa y ma1tratado por la
división qp.e creaban en eBa sus conflictos internos y agravaban los adultos
con su actitud de disputársela, haciéndola sentirse dividida. Se sentía en
este momento objeto de dos núcle os familiares que la seducían y se la
disputaban, pero ningun o de los cuales lograba constituir un único objeto
bueno -objeto bueno total- lo que la hacía refugiarse en un objeto idea-
lizado -su madre- 32. Expresó en esa primera hora su fantasía incons-
ciente de enfermedad y su necesidad de desembarazarse de ella - romper
el papel en el que la había represen tado, hacerlo un ho!lo y tirarlo en el
consultorio-o Ponía así su enfermedad en manos de la terapeuta.
Durante muchas sesiones hizo a ésta continuos reproches, era evidente
que sentia que cada eS€Iarecimient,O de la verdad con respecto a su madre,
su padre, su madre adoptiva, los abuelos, etc., la despedazaba, haciéndola -1)
I • e~,
renacer con tanto sufrimiento como el que experimentó en la realidad.
Sus reproches no eran más que un continuo pedido de amor, exigía con
justicia que la terapeuta le diese todo el amor que la madre no pudo
,.. t
;

brindarle. Esta hora nos hace muy evidente que, no obstante el esfuerzo
de los adultos que la rodeaban por ocultarle la verdad, ella sabía cuál
había sido el destino de su madre. En la figura 1 mostró cómo representó
su período en la incubadora, mientras los otros bebes estaban en la
nursery y como su madre estuvo sola con el médico en el momento del
parto.

Caso 8
En el caso anterior vimos cómo una niña de 5 años, que sufría de un
pertinaz estreñimiento, simbolizó las dificultades para evacuar el intestino.
Mostraremos ahora cómo Fernando, de 8 años, representó el síntoma con-
trarjo: la falta de control minaría y fecal. La primera hora de juego fue FIGURA 1

diagnóstica, n o habiéndose, por lo tanto, interpretado el material. El

32 Idealización que es un C'OToJario de la persecución.


el. KUIN. MELANIE: "Some tbeore tical concJusions Tegarding the c:t'()tional
life oí the infant". Capítulo VI, Df?Velopments in PsrcÁo·Analysis, 'fhe Hogar!h Press
Ltd., 1952. Traducido en la R eVista Uruguaya de Psicoanálisis, tomo n, pág. 3, 1958.


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Tf,:ORÍA y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 127
terapeuta 33 había dispuesto, para él, cubos, lápices de color, tijeras, plasti-
lina, sacapuntas, bolitas, goma de pegar y cinta adhesiva.
Fernando tomó los cubos y con ellos construyó un barco (fig. 3 )
diciendo que luego haría el muelle. Cuando lo construyó hizo un tanque
grande con una salida de agua (A) y dijú que en esta salida se producía
un "escape" y que encima había un basurero (B). Señaló que allí se
acumulaba todo y había que soluciona r esto con una válvula. Volvió a
decir que en A había un prob~ema y que era necesario reforzar algo,
porque se acumulaba mucho y podía salirse todo el liquido. Si considera-
mos el tanque con s'u salida de agua (A ) y el basurero (B) como la sim-
bolizadón proyectiva del vientre y de SUs contenidos, y el apoyo (C) que
parece dar tan poco sostén al tanque, por ser tanto más pequeño, que lo
que debe sostener, podríamos interpretar el total como una símbolización
de su esquema c'o rporal y la inseguridaq que le pr oducía su síntoma tan
molesto. El barco que viene al muelle lo representaba a él viniendo al trata-
miento para que. le arreglasen tanto la enuresis como la encopresis.
Caso 9
Beatriz, niña de 6 años, fue analizada en dos oportunidades: cuando
tenía 4 por padecer de una fobia a los rengos, y a los 6 púr una fobia a ]a
escuela.· Relataremos la primera hora de su análisis 34 cuando tenía 4 años.
Beatriz tení a 2 años cuando un día, sentada con su madre 'en la
puerta de su casa, al ver pasar a un hombre rengo se puso a llorar ate·
rrorizada y quis o entrar. Desde entonces no pudo salir a la calle sino
con la co ndición de que le asegurasen que no vería ni estaría en contacto con
ningún rengo. La fobia se fue desplazando a situaciones que en algo se
relacionaban con la originaria; por ejemplo, no podía ver niños con una
pierna vendada, ni a nadiet que tuvi ese dificultades en la marcha. El
terapeuta supo, por la madre, que Beatriz nació luego de un parto pro·
longado, sufrió de asfixia, no respiró enseguida y la mantuvíeron veinte
días en la incubadora, ayudándola con oxígeno para respirar. Cuando la
madre la puso al pecho tuvo dificultades para prenderse, lloraba y no
podía succionar. En estas circunstancias una enfermera del sanatorio
ayudó mucho a la madre. Esta dice que sin ese apoyo inteligente e incon-
dici onal, no hubiera podido amamantarla. La lactancia, que se inició COn
las dificultades mencionadas, continuó luego hasta l'Os nueve meses, y al
parecer sin trastornos, pero Beatriz fue siempre un bebe inquieto y llo-
rón. Cuando tenía un año y medio nació una hermana, es decir, "que el
embarazo se inició cuando la paciente tenía llueve meses, período que en
todo desarrollo es de especial complej ¡dad y mucho más en este caso, porque
coincidió con el destete y sobre la base de una mala iniciación de la rela- .
ción con la madre.
33 Manuel Kizzer.
34 Con Hécror Ga:rbarino.
128 ARM INDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DE L PSI COANÁLI SIS DE NIÑOfi 129
Cuando ésta volvió a la casa con el nuevo bebe, Beatriz lloró durante - producto del coito de los padres- a la figura de los rengos, éstos
horas, agarrándose de un modo dramático a los barrotes de la cuna de su se transforman en objetos perseg uidos que debe evitar, y poniendo en
hermanita. ellos el 'Odio y el miedo puede seguir viviendo en paz con su hermana.
Poco antes de la iniciación del síntoma murió la abuela materna en La madre dice que Beatriz adora a su hermana y en cierto sentido tiene
circunstancias particularmente traumáticas para Beatriz, pues dormía en razón.
la misma cama que su abuela. El fallecimi ent o aconteció durante la noche De lo hasta ahora expuesto podemos inferir por qué Beatriz eligió
y súbitamente, pero según la madre la niña permaneció dormida y no a los renrros como objeto de su fo bia. Esta c,oincidió con el aprendizaje
se enteró de lo ocurrido. Cuando un tiempo después le explicaron que su de la rnar~ha de su hermana, que al caminar i ncrementó sus celos, envidia
abuelita se había ido al cielo, Beatriz pidió morir para ir a jugar con y rivalidad así como se transformó en alguien más temido porque podia
ella. La fobia a los rengos coincidió con el aprendizaje de la marcha de desplazarse libremente y desplazarla a ella. La muerte de la abuela,
su hermana y se hizo realmente evidente el día que ésta dio los primeros acontecida en esos días, significó para Beatriz el juicio de realidad de
pasos sola. De todos los datos que suministró la madre me parece impor- que la muerte existe, incrementando el miedo a que sus fantasías des-
tante señalar que una hermana de la abuela muerta es renga y que tructivas pudieran cumplirse. La renguera y la muerte se transformaron
Beatriz no la veia con frec uencia, ni antes ni después de la muerte de en dos hechos reales, y en el m omento en que vio un rengo la renguera
la abuela. de la hermana de su abuela y la muerte de éS,ta fueron el nexo que hizo
Beatriz. era una niña bonita, de mirada expresiva y simpática. En posible la unión en su inconsciente de renguera y muerte. De algún modo
su primera hora de juego, una vez dentro del consultorio, miró asustada el relato de los padres de su Uanto incesante, agarrándose a los barrotes
todo 10 que )a rodeaba. Luego de algunos momentos de vacilación tomó de la cun a el día en que su hennana llegó a la casa, nos evoca la
un muñequit-o, luego otro y los miró alternativamente como comparándolos. imagen oe alguien que se agarra de algo para no caer. Todos estos COD-
Los dejó, t omó un teléfono y lo acercó a s u cuerpo, tratando enseguida tenidos se fueron esclareciendo en el curso del tratamiento. La interpre-
de parar un a muñeca. tación sistemática del material, fo rmulada en el plano transferencial y
Analicemos este fragmento: en la inspección ansiosa que hizo de la en su relación con los objetos originarios - padres, hermana, abuela-
habitación mos tró .su de~onfianza frente al analista y el temor de que determinó una mej'Oría considerable de su fobia; esto indujo a la madre
fuese como los padres. El afán de comunicarse intensamente con él a interrumpir el análisis dos meses después de iniciado.
lo expresó en la observación alternada de los muñecos, seguida de la La fobia a la escuela, que apareció a los dos años de este tratamiento,
aproximación del teléfono a su cuerpo. Cuando paró la muñeca evidenció también estaba en intima relación can su herm ana, de la que :se había
su preocupación por la bipedestación y_ anunció que su síntoma se rela- vuelto inseparable, permaneciendo siempre a su lado e impidiéndole toda
cionaba de algún modo con el ponerse de pie. Recordemos que la apari- acción, es decir, paralizándola.
ción del síntoma coincidió con los primeros pasos de su hermana, y el
embarazo de la ' madre, con los primeros pasos de Beatriz. Caso 10
Continuó el juego tratando de introducir esa misma muñeca en una Gerardo, de 8 años, sufría de epilepsia, con frecuentes convulsiones, cua-
bañera, sin poder conseguirlo ; paró unos muñecos, tomó luego una barra tro o cinco diarias, y su aprendizaj e "estaba perturbado por continuas ausen·
de plastilina, la partió por el medio y preguntó: "¿ Qué voy a hacer cias. Entró solo en el consultorio y pareció no interesarse por los juguetes.
con este partido?" En este nuevo fragmento de su juego estamos más Comenzó a dihujar una casa, esmerándose en hacer bien todos los detalles
cerca de comprender el significado de su fohia. Expresó el deseo de y lográndolo de un modo que podría valorarse COlDO adecuado a su
que ]a hermana no hubiera nacido -la muñeca que trala de introducir edad. La pintó cuidadosamente y cuand o la terminó dibujó sobre ella
en la bañera, símbolo del vientre materno-- y esto lo hace inmediatamente múltiples nuhes grandes y oscuras. Las primeras estaban muy cerca del
después de haberla parado. P ero la hermana existe y se para -1'Os mu- borde superior de la hoja, y las que les siguieron se fueron acercando
ñocos que se ponen de pie---- y entonces surgen sus impulsos destructivos cada vez más al techo de la casa. Cuando pintó la última se hahia perdido
y parte en dos la barra de plastilina, con el significado de romperle las el límite entre ese cielo cargado d.e n ubes y el techo de la casa. Entonces
piernas. Su problema es ahora cómo arregla r lo que ha destruido; por dijo: "Llegó la tormenta, el techo se derrumba." La sucesión de nubes
eso le pide al terapeuta que le enseñe a reparar las piernas de los rengas, cada vez más cerca de la casa hasta derrumbarla simbolizaba y drama-
que son un desplazamiento y condensación del daño a la hermana y a la tizaba el "aura" y la tormenta que derrumba la casa, la convulsión y la
abuela. Mediante este desplazamiento de los conflictos con su hermana caída como consecuencia de ella.
130 ARMINDA ABERASTURY

Luego de decirme "llegó ]a tormenta", " la casa se derrumba", me VIII. Entrevistas posteriores eon los padres
pidió que le enseñara a hacer una casa "que no se derrumbe", La fantasía
inconsciente de su enfermedad era que una fuerza ajena a él, incontrola~
ble -la tormenta~ de la qu e sentía el anu ncio -::-8ura- pero contra la
cual no podía luchar, lo \~olteaba y le producía la convulsión. Su fantasía
de curación consistía en que le epseñara iJ controlar esa fuerza y a poder
así evitar la convulsión y el derrumbe.

Una vez que poseemos los elementos que consideramos útiles y sobre
ellos hemos elaborado nuestro diagnóstico del caso, concertamos una
nueva entrevista con Jos padres.
Es previo a la orientación o tratamiento la investigación cuidad'Osa
de sus posibilidades reales para cumplirlo, pues no conviene crearles
una nueva ansiedad al ofrecerles una solución que sea inaccesible para
ellos. Debemos partir de la base de que un padre comúnmente no sabe lo
que es un tratamiento psicoanalítico y por 10 tanto puede pensar que con
pocas horas 'O en pocas semanas todo estará solucion ado. Generalmente
no conoce el costo de un a sesión analítica y puede hacer sus cálculos
comparándolos con lo que le costaría una profesora o un tratamiento médico
corriente. Sabemos por experiencia que la carestía del tratamiento psico-
analítico es · el argumento más .eDeillo que utiliza todo padre para resis-
tirse a poner a su hijo en análisis, pero hay padres que realmente no 10
pueden afrontar. Familias que tienen muchas obligaciones y muy pocas
entradas t.endrán que hacer un verdadero sacrificio para pagar un trata-
miento largo y costoso; por eso en tales casos indico el tratamiento psico-
analítico sólo si lo considero indispensable para el niño. Quiero dejar bien
aclarado que en todo caso el tratam iento psicoanalítico es el más eficaz
siempre y cuando el esfuerzo que se exige de los padres no exceda de lo
que humanamente puede pedírsele!~ por W1 hijo_
Supongamos que nos consultan por un trastorno del sueño, leve y
pasajero. Si se cuenta con un ambiente familiar adecu ado y las condicio.
nes económicas son suficientemente amplias, puede y debe indicarse un
tratamiento para resolver los puntos de fijación que en el futuro pudrían
desencadenar una neurosis más seria, sobre todo si las circunstancias
exteriores se vuelven adversas. Pero si la dificultad económica es real, vi-
gilando el crecimiento del niño co n entrevistas frecuentes o en un grupo
de orientación de la madre, puede COI. templarse la p'osibilidad de no tra-
tarlo sin grandes riesgos futuros.
Muchas veces el síntoma de un niño está fabricado por la madre o,
por lo menos, mantenido o agravado por ella. En un a oportunidad me
consultaron por un niño de 3 años y medio, Miguel, que orinaba la cama
por la noche. Todo cuanto supe de su vida hasta entonces y de su vida
familiar actual era muy alentador, pero la madre había padecido una
131
132 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 133
enuresis yeso me orientó a averiguar cómo era l~ conduct~ de ella C'on tras más temprano resuelva sus problemas o se informe sobre las con.
el síntoma del hijo. Supe así que lo acostaba todaVla C'OD panales, aunque diciones adecuadas para el buen desarrollo del niño, mayores son las
el hij o desde hacía bastante tiempo le pedía .que ~~ los ~acara. C~da posibilidades de una mejor relación con su hijo desde los primeros
mañana -se despertaba con la obsesión de saber SI el mno habla am~necldo estadios.
seco o mojado y lo comprobaba inmediatamente. Sup~se ~ue la aCht?d de . La clave del desarroUo posterior del niño yace en el primer año de
la madre y su ansiedad por el recuerdo de su propIO smtoma tema un VIda. Cuando Freud descubrió la importancia de los traumas infantiles
papel fundamental en el mantenimiento del de su hijo. Como se tra~a.ba en el. desarrollo posterior, se refirió en especial a los cinco primeros años
de una persona bastante informada en estos temas, y el cuadro famlhar de VIda. Dentro de este concepto estaba implicada la creencia de que el
parecía sin excesivas complicaciones, le propuse _como en~a~~, antes de compleJo de Edip~ afloraba alrededor de los 3 ó 4 años y que el superyó
afTontar un tratamiento, que le quitara los panales advlfhendoselo al se formaba postenormente como heredero del complejo de Edipo.
niño y que todas las noches lo despertara a la misma hora y lo nevara ~o que.. hoy s~bemos sobre el desarroUo nos hace suponer que en
caminando hasta el baño para orinar; no más de una vez por noche. Le el ~Ilmer ano de VIda se cumple ya la relación del niño con ambos pro-
aclaré también que en la evaluació~ actual de l~s ne.urosis, l~, enures~ no gemtor~s. En ~a segunda mitad del primer añ'O, con el florecimiento de
se considera un síntoma sino despues de los 4 anos, mformt'l.:~:¡on destmada tend~nclas gemtales y el establecimiento de la situación edipica, se cierra
a aliviar su ansiedad. un clrcul~ en el que las rela.ciones objetales inician el triángulo edípico:
El niño reaccionó con alivio y satisfacción, aceptando las eondiciones es el comIenzo de ~as tendenCIas heterosexuales en las niñas y de las homo-
y a los pocos días de iniciada esta rutina dejÓ de orinarse. Podríamos sexuales en el varan, cuando pasan ambos a relacionarse con el pene del
preguntarnos por qué un sintoma que con frecuenci~ :s rebelde, se solu- padre, abandonado en parte el pecho de la madre.
cionó tan fácilmente en este caso. Creo que el ahvlO de la madre al .En nuestra experie?cia las dificultades que surgen en el primer año
saber que no era tan grave eOIDO eUa pensaba, favor~ció la mej?rí~ y de vld.a son las que reVIsten una mayor gravedad para el futuro. Un niño
por tener una buena relación con el hijo pudo cumphr con las mdlca- que pIerde a su padre antes del primer año está tanto más condenado
ciones. Además se trataN de un niño con un desarrollo normal cuyo a ,desarrollar ~o~flictos psicológicos que si tuviera siete i¡lños, por ejemplo 2.
síntoma había sido favorecido por la ansiedad de la madre, y que disponía El con~clmIento del desarrollo de las primeras etapas nos permite
de un padre y una madre unidos y con huena relaci?n c'On él. . v~l?rar lo normal o patológico de un logro, de una conducta o de una
Muchas veces hemos señalado que en todo sllltoma debemos conSI- dIfICultad. Nos permite adecuar la exigencia de adaptación y los estímt1los
derar series complementarias entre factores internos y externos. Con un al momento del desarrollo en que puede rendir el máximo y sin trastor w

conflicto interno -que en el caso de este niño era el temor a crecer 1 _ nos. Al ,d~rnos un marco en el cual podemos incluir el desarrollo normal
si los factores ambientales son buenos, podemos luchar contra el síntoma. o patologl?~ en la relación de obj eto, podemos valorar la normalidad
Si a este mismo conflicto interno se hubiesen sumado situaciones externas de la relac~o? del niño con sus obj etos de acuerdo c'On su nivel. Los últimos
negativas, por ejemplo, 'falta de contacto con la madre, ausencia del aportes tea neos sobre la relación del niño con la madre, la inclusión
padre, cas~igos, exigencias equivocadas, el síntoma habría estado ya tan ~el padre y. h~~m~~os en la vi~a emocional del niño, el despertar de
estructurado. que no hubiéramos podido solucionarlo en esta forma_ De l~:ereses, la llllClaClOll del proceso de simbolización, permiten la 'Orienta w

todos modos la indicación hecha a los padres y aceptada por ellos fue
la de seguir de cerca la evolución del niño y si apareciera otro síntoma
o recayera en el mismo, iniciar el tratamiento psicoanalítico.
te
ClOn del lactante, orientación que indudablemente será la mejor profilaxis
futuros trastorn.os. ASÍ,.' hemos visto que la orientación temprana de
da ~;~re es el me] or anhdoto pa.ra la formación de síntomas derivados
No siempre la madre puede reaccionar así porque general~ente ~~s e ,1 ,lcult~des no. tan graves. Por ejemplo, madres cuyos hijos mayores
conflictos se lo impiden; recurriremos entonces al grupo de onentaclOn h~blan temdo vanadas alteraciones del sueño y de la alimentación pu-
de madres donde se interpretan y resuelven los conflictos, además de dIeron c?~probar que después de su asistencia a un grupo de madres,
esclarecer lo que es la vida de un bebe. . . . .. en sus hlJ os me?ores no se pr~sen taron estas alteraciones; .y aun cuadros
Los grupos de 'Orientación de madres ofrecen optlmlstas poslbl!ldades de caracteres .r::as graves tambIén tuvieron una frecuencia menor s.
para la profilaxis de las neurosis infantiles, sobre todo si ..la madre lll~esa En los mnos de 1 a 5 años las modificaciones en la actitud de ]a
en ellos cuando está encinta o cuando el bebe es pequeno, porque mlen-
1 Un día observando un perrito de tres meses junto a su madre, dijo! "Qué
2 Cí. capítulo X, parte 1.
8 Cl. capítulo XIII.
lástima, está grande y no ]0 va a querer más."
134 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 135
madre, si bien no tan efectivas en todos los casos, siguen. siendo muy hay siempre referencias a las dificultades que agregan los padres a la ya
importantes: si el niño está en tratamiento lo fav~re~en y SI no ~o .esta, complicada tarea de analizar a un niño, En efecto, debemos contar con
el grupo lo ayuda a mej orar su conducta cuan~o (hsrnmu!: el sentImIento la participación de ellos desde la :iniciación del tratamiento purque un niño
de culpa, que es el punto de urgencia de la luterpretaclOll. en ~l grupo. no es un ser independiente social ni emocionalmente.
Esta culpa surge invariablemente con mayor ? menor llltensldad, de Durante muchos años se sostuvo que a diferencia del adulto faltaba
acuerdo con la gravedad de la enfermedad del hlJo. en el niño la conciencia de enfermedad y del padecimiento neurótico que
También recomendamos el ingreso de la madre en un grupo de lo impulsara a un tratamiento. Cuan~o comprendí que un niño sabía que es-
orientación, en los casos de niños mayores de 5 año~, por~u€' el indudable taba enfermo y desde la primera hora mostraba su fantasía inconsciente
alivio de la culpa que experimenta favorece una mejor actItud frente ~ su de enfer,medad y curación, y aceptaba al terapeuta por su propia decisión,
hijo, especialmente en los preadolescentes, para compren~e~ sus confhctos se me hIZO claro el papel que desempeñaban los padres que no se decidían
y nuevas necesidades instintivas y poder acept.ar su crec~mIento. al tratamiento o lo interrumpían G pretextando que el niño no quería ve-
Cuando el niño padece de asma, acetonemla, tendencla 9, caerse y gol. nir. Hasta ese momento siempré tenía la duda de si los padres lo man-
pearse, anginas de repelición, inhibiciones o trastornos en el de~an:o~l~ por tendrían en a:t¡lálisis el tiempo necesario o -como era la experiencia de
detención de funciones básicas como la marcha o la palab,ra e. mhIbl~Iones todos los analistas de niños- aprovecharían las vacaciones o un viaje o
en el aprendizaje escolar, la solución está en buscar las ralc.es mcons.clentes la desaparici~n de los síntomas para decidir la interrupción tempora~ia
que han determinado estos cuadros. Y p~ra hacer C'onSCIente el .mc~ns. y a veces en un momento muy poco indicado 7.
ciente sólo disponemos hasta hoy de un meto do verdaderament~ efIcaz. ~l En la primera ~poca de mi trabajo recibía a los padres con bastante
psicoanálisis. En estos casos, por lo tanto, no ba~tan los ?amblOS de .actI. frecuencia; si me pedían consej Ó, se lo daba e influía sobre ellos en favor
tud externa e interna de la madre por lo que sera necesano el tratamIento de las necesidades urgentes del riiño. Si bien muchas veces daba un buen
psicoanalítico del niño. Esta medida es a, la, vez tera,~éutica y profiláctica, resultado en el momento, me trala lilego dificultades y una invariable ac-
pues la experiencia muestra que la me) OrIa del nmo trae ,como conse- titud hostil y persecutoria aun en los casos en que el análisis objetiva-
cuencia una disminución.de la tensión familiar, que de por ~1 es una pro- mente había sido un éxito. LB:. reflexión sobre el significado latente de las
Jilaxis de nuevos trastornos, entrevistas me fue llevando poco a poco a la técnica que expondré en
En los casos que la indicación de psicoanálisis del uií)o sea perentoria estas páginas,
pero por dificultad económica real de los padres no. pued~~ hacerlo-, y en Fue durante el análisis de"un niño de 4 años que había matado a
cambio la madre puede ingresar en un grupo de onentaclOn, aclararemo,s u~ primo de pocos meses 8 cuandci comprendí mejor el papel que debía
que esta solución es parcial y transitoria ~asta .qu~ ~e pongan en c0ndI~ aSIgnar a los padres para vencer las dificultades que he señalado, Según
ciones de afrontar más adelante un tratamiento mdlvIdual. Pue~e pare~eI pude ver éstas surgían de una confusión de su papel con el del terapeuta
cruel decir esta verdad, pero postergar el cono~imiento no es ~1~0 p~r!u­ creada en la técnica anterior, en la que debían colaborar cambiando situa-
dicar al hij o y a los padres, Si 'se trata, por eJ emp!o, de u,n mno, ~pIlep­ ciones o actitudes.
tico y tenemos la convicción de que ~ólo un tratamIento pSlCoanahtlC'O va Llegué a la convicción de que no conviene dar consej os a los padres
a llevar al niño a liberarlo de sus smtomas, debemos defender esta con- -siempre que el niño esté en análisis- aun cuando se trate de situaciones
vicción aunque en un primer momento no sea fácil. En el caso de N?ra 4 sumamente equivqcadas, como eolecho, castigos corporales, seducción, etc,
los padres debieron hacer grandeS sacrificio,s para afrontar el tratamIento Sostengo que es sólo la meJoría: del niño la que condiciona Un real cam-
individual de la niña y el de grupo de orientación de la madre, pero de bio en el medio familiar y,' por lo tanto, trabajo con él en una relación
no haberlos hecho la enfermedad de la niña habría llegado a un grado hipersonal como en el anális'is de adultos.
tal que cualquier tipo de terapia hubiera fra~.asado. No sólo e:o, sino .que El psicoanalista de niños se enfrenta cnn el doble problema de la trans-
de acuerdo con lo que vimos la segunda hIJa a los pocos anos hubIera
lleO'ado a estar tan enferma como su hermana. 6 PICHON .RIVI~~E, AR~r.NDA ABEHASTURY DE: "La inclusión de los padres en el
b En los libros de técnica de análisis de nipas hasta hoy publicados G cuadro de la sltuaclon anahtIca y el manejo de esta situación a través de la inter.
pretación," Rev. de Psicoanálisis, tomo XIV, NI? 1-2, pág. 137.
4 Cf. capítulo XN, pág. 262_ 7 Cf. capítulo VII, caso Beatriz.
.5 KLEIN, MELANIE: El psicoanálisis ~ niños. Biblioteca de Psicoanálisis, Buenos 8 PICHON, RIVI~,RE, AR~~NDA ABERASTURY DE: "La inclusión de los padres en el
Aires, 1948. cuadr~ ,de la sltuaclOn anabtH;a y el manejo de esta situación a través de la inter-
FREUD, ANNA: Psicoan/ilisis del niño. Ed. Imán, Buenos Aires, 1951. pretaclOn."
136 ARMINDA ABERASTTJRY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 137

ferencia del paciente y de los padres. Entramos con este tema en un punto prohibición viciando desde el comienzo la situación transferenciaI. Esto
fundamental en técnica de niños: el manejo de los padres y su inclusión permitía, además, a los padres adaptarse a la nueva relación con el hijo.
dentro del tratamiento del niño. Si la interpretación es el instrumento básico del tratamiento psico~
Con el descubrimiento de la técnica de juego se hizo posible como analítico y en especial la interpretación de la transferencia, era evidente
prender cómo funcionaba la mente del niño peq~~ñ:o, interpretar .s us con· que la relación con 1'05 padres sin la interpretación los dejaba librados a
Hietos y solucionarlos, pero frecuentemente el exIto de la terapia no se cualquier tipo de elaboración.
veía acompañado de un aumento de la. ~o?fi~nza .?e los pad:es. P?r. el Por otra parte, la evolución del psicoanálisis nos nevó cada vez más
contrario, a menudo interrumpían el analuns del hIJO por motIvos rutIles a no . valorizar en exceso los datos que los padres podían aportarnos sobre
y súbitamen te sin dejarnos el tiempo s uficiente para hacer elaborar al pa- la vida diaria del niño 9.
ciente la separación. _. . , La práctica me fue enseñando que el consejo actuaba por la presencia
Aun cuando los analistas de niñ os hayan senalado esa difIcultad tec- del terapeuta y que, separados de éste, el padre o la madre seguían ac~
nica repetidas veces, no hay trabajos que traten de comp.re-n ~erla o solu- ruando con el hijo de acuerdo eon sus conflictos, pero con el agravante de
cionarla. Se han limitado a estudiarl a como un esc'Ollo mevItable, soste- que si actuaban como antes sabían que esto estaba mal y que era causa
niendo que el niño no va al tratamiento por. su volun;a.d. ni de~~de de de enfermedad para su hijo. El terapeuta se trans formaba así en un su-
él la continuidad de éste. Años de experIenCIa en anahsls de mnos me peryó y la culpa se convertía generalmente en agresión.
llevaron a la confirmación de este hecho, pero me resistí a considerarlo Cuando pretendía modificar las .situaciones exteriores mi enor era
como no solucionable. Pensé siempre que la dificultad debía surgir de una actuar c'Om'O si los padres no tuviesen conflictos y apoyanne en la transo
deficiencia de ]a técnica que, nacida de la técnica de adultos, no nos había ferencia positiva que establecían conmigo. Pero no tenía en cuenta un fac-
dado la clave para resolver este problema., . . tor inconsciente fundamental: la creciente rivalidad en la que entraban con
Un'O de los obstáculos fundamentales consistla en la neceSIdad de ma· el niño. Dejaban de ser padres para transformarse en hijos rivales en
nejar una transferencia doble y a veces triple. Como ya he señalado, du- busca de ayuda, siendo uno el privilegiado, el que estaba en tratamiento,
rante muchos años segui lP norma clásica de tene: entrevistas c'On 1'Os. pa- contra otro perjudicado, que no sólo no tenía tratamiento, 8ino que debía
dres y en cierta medida estas entrevistas me serVlan para tener una Idea pagar por el otro.
de la evolución del tratamiento, y para aconsej ar a éstos. La experiencja A esta rivalidad se sumaba la que sentían c''Onmigo como madre que
me fue haciendo ver que ésta no era una buena solución a la neurosis roba el afecto del hij o y enmienda lo que ellos habrían hecho mal. Todos
familiar, ya que los motiv'Os de la conducta equivocada eran inconscientes estos sentimientos contradictorios los inducían a obrar de un modo com-
y no podían modificarse por normas conscientes. . ., pulsivo y muchas veces, aunque conscientemente huhieran qu'erido seguir
Comprendí, por ejemplo, que cuando el padre o la madre remc~dlan mis consejos, no podían hacerlo si interferían demasiado con sus propios
en el c'Olecho 'O en el castigo corporal, yo me transformaba en una fIgura conflictos o si ~u .situación afectiva conmigo estaba contaminada por los
muy perseguidora y la culpa que sentían la canalizaban en agresión:, dí~i­ sentimientos contradictorios que he señalado. Goma todo este juego de
eultando así el tratamiento. Además, el aumento de la culpa los conducla transferencias no podía ser interpretado7 no era elaborado por ellos, se
a actuar peor con el hijo, buscando mi casti go o mi censura. El con~licto mantenía reprimido y los llevaba ;l fluctuar entre una obediencia absoluta
se agravaba al no ser interpretable, ya que ellos no estaban en tratamIento y una rebelión sistemática.
y los llevaba a la interrupción del análisis. Esta complicada y sutil red hacía cada vez más difícil el manejo de
Comencé poc'O a poc'O a distanciar las entrev~sta: con los, padres ! a las entrevistas en las que se manifestaba generalmente la fachada de idea-
abandonar los consej'Os. Al c'Omienzo de mi trabaJ'O SI me pedIan anahzar lización o de amor, y no el resenti.miento y la frustración, lo que los con-
un niño que dormía con los padres aconsejaba darle una habitación se- ducía con frecuencia a destruir el tratamiento del -h ijo que otra parte de
parada. Esto r esultó ser un error, porque interfería abrupta~ente. ,en ~a su personalidad defendía y sostenía. Otro hecho importante era que si el
vida familiar y rompía artificialmente - desde a,fuera- una ~I:uaC~?n SIn terapeuta del hijo les pedía cambios para ayudar o apurar la mejoría,
saber cómo se había llegado a ella, sin saber cual era la particlpaclOll del se sentían fracasados si no podían cumplirlos.
niño y en qué medida le era imprescindible en función de su neurosis. La comprensión de estos problemas y el deseo de aliviarlos o solu-
La experiencia me enseñó que cuando el niño, aun en e] caso de ser muy cionarlos me llevó a cambiar la técnica, pues entendía: 1) que no era
pequeño, elaboraba el conflict'O, e~igía por sÍ, mism'O ~l caml.>io, con la
ventaja de haberlo an alizado prevIamente. ASl yo no mterfena con una 9 Cf. capítulo V.


138 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 139
útil para el mno mi actuación anterior; 2) perturbaba la vida familiar, y se hace intoJerable, llegando a veces a interrumpir el tratamiento. Cuando
3) terminaba por dañar el tratamiento. Decidí dejar a los padres que la ~uración del niño depende tan to de la actuación del terapeuta como de la
¡;iguieran su conducta habitual, no tratar de influirlos, no señalarles los aCh~~d de los padres y de las modificaciones que éstos hagan de la vida
defectos o errores en su educación, siempre que pusieran al hijo en tra- famlhc.r~ .se crean conflictos. Pueden sentirse incapaces de seguir las normas
tamiento. - por -sus propios conflictos- y tenderán a pensar que el tratamiento
Un padre que necesita pegar a su hijo dejará de hacerlo transitoria- a;n~a mal; l~ culpa ~ hará inso.stenihle y recurrirán al mecanismo psico.
mente por nuestro consejo, pero en cualquier momento repetirá la anterior IOglCO tan bien descnpto por M. Klein que si algo no puedr ser reparado
conducta o alguna similar si su cambio no obedece a la comprensión de debe se~ destrui~o u. A este mecanismo se deben en gran parte las fre.
los motivos que lo llevaban a actuar así. cuentes mterrupclOnes del análisis de niños, Con la técnica actual en cam.
Si una madre tiende a meter a su híj o en la cama matrimonial, nues- ~io. el terap~uta as~~e ínteg~:n:.lente su papel; la función del padre se
tro c'Onsej o de no hacerlo se verá limitado por la ansiedad conflictual que ]lmIta a enVIar al hIJO al anahsls y _pagar el tratamiento 12.
la lleva a ello. Pero si se cambia la pareja madre.hijo por la modificación I:a, experie.ncja me mostró que aun niñ'os muy pequeños eran capaces
de una de las partes, el niño, aun el más pequeño, rechazará el colecho y de eXigir dor~r solos, evitar situaciones en las que serían castigados, des.
buscará otra forma de contacto con la madre. Un tratamiento psicoana. plazar su necesIdad de afec~~ a figuras más indicadas si las de sus padres
lítico capacita a un niño, aun muy pequeño, para modificar su ambiente. no lo eran. Recuer~o un nmo de 18 meses que se analizó por trastornos
Aunque a veces el niño no sabe expresarse con palabras o hacerse com- en la march~ .y lenbtud ,en todo su desarrollo, que cuando mej oró impuso
prender en sus anhelos, los cambios en su conducta suelen ser una adver- nuevas c'OndIcIOnes .~e VIda, com.o dormir solo y estar más tiempo con la
tencia que termina por ser comprendida. madr~ que con la mnera. Es .decIr, que al romper el vínculo neurótico por
Esta me impulsó a suprimir casi totalmente las entrevistas con los I~ me~?na de uno de sus mIemhr os, el otro podrá cambiar y elaborar ]a
padres, excepto cuando manifiestan tal necesidad de la entrevista que el sl.t,uacJO!! ~~ separación. Además, es frecuente que frente a 10fl cambios del
negarla llegaría a ser preturbador. En estos casos la realizo en condiciones hlJ o tambIen los padres busquen ayuda terapéutica.
establecidas de antemano :-el niño, por pequeño que sea, dehe estar infor- Muchas son las modificaciones que ha sufrido el tratamiento psico.
mado del día y hora en que veremos a sus padres, y debe saber que todo analíti~o de niños. Ellas se deben al hecho de que analizamos niños cada
]0 que se hable le será comunicado. Se ]e informa también que el contenido vez. mas pequ~ño~ o aun sin rudimentos de lenguaje, por ]0 que fue nece.
de sus sesiones no será revelado, tal como convinimos con él al iniciar sano busca~ teclllcas ~ada vez más adaptadas a la expresión preverbal.
el tratamiento. . La a?sl~dad ~amfestada por el niño al iniciar el tratamiento -vi-
Los padres a su vez deben saber las condiciones de este convenio, es VIdo por el lllc'OnSCIentemente como una nueva ruptura de la relación con
decir, que todo lo que ellos hablen será transmitido al niño, y que en la madre- es la repeti?ión de la .angustia provocada por el nacimiento.
cambio no podremos informarlos del contenido de las sesiones 10. ~I co~pren?e.rLo,. resolVi que era lmportante reproducir en ]0 posible la
El adoptar esta conducta lleva a un real afianzamiento del vínculo con 51tu~clOn ollgmarIa. Aclaro por eso a los padres y al niño que es con.
el niño y a una mej or relación con los padres. Estos se siente aliviados vemente que entre solo y s~ ~en la primera sesión no lo logro, interpreto
al depositar loda la enfermedad en manos del analista con la consecuente en tod?5 los detalles ~u reaCClOn frente a mí y le anuncio que en la próxima
disminución de culpa al ser compartida. entrara so~~. Aconsejo a ]a madre que si no se siente capaz de soportar
Ademá.s, si los padres quedan fuera de acción terapéutica -fuera del la :eparaclOn ,haga acompaña~ .al. n~~o por otra persona, pues su propia
consultorio-- su vínculo transferencial con el analista se hace más maneja. ansIeda,! podna perturbar l~ IfilCI8ClOn del tratamiento. Le señalo que yo
hle al estar menos expuesto a las frustraciones inherentes a un contacto me hare cargo de las reacciones del niño y esta aclaración es necesaria
que, siendo en apariencia profundo, resulta sólo superficial y de apoyo por· porque puede ser que llore, se desespere patalee y grite 13. La duración
que la transferencia no es interpretada. de l~ reacción, la intensidad, el que sea' o no accesible de modificación
Si el analista asume la total responsabilidad terapéutica, además de medIante la interpretación, nos ens,eña mucho sobre la historia del niño y
aliviarlos adopta una actitud más real y adecuada. Por el contrario, si les su forma de actuar en el mundo.
aconsejamos cambios para ayudar en ]a mejoría del ,h ijo y no pueden Después de esta primera y abrupta separación, es casi la norma que el
cumplirlos, se sienten responsables de cualquier retroceso y su ansiedad
II KU:IN. MELANlE: El psicoanálisis de niños,
12 Cf. capítulo V.
10 Cf. capítulo IX. 18 Cf. capítulo XI.
140 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 141
niño entre en el consultorio espontáneamente y permanezca en é1. Más tarde mandan a sus hijos a colegios religiosos o les hacen cumplir con determi~
puede presentar nuevas crisis, pero cada vez más fugaces y dominahles. das exigencias -generalmente las mismas que sus propios padres les im ~
Los padres deberán traer al niño cuatro o cinco veces por semana, pusieron cuando niños-o Nada ee ganaría con explicarles la confusión que
preferentemente cinco, en días y ,h oras elegidos de antemano, y éste per- se crea en la mente del hijo confrontando su ateÍSmo y la religiosidad
manece con el terapeuta duranle cincuenta minutos, igual que un adulto que le imponen; esta contradicción deberá solucjonarla el propio paciente.
en tratamiento psicoanalítico. En caso de suspenderse las sesiones por difi- La iniciación del tratamiento debe hacerse estableciendo previamente
cultades del analista, se reemplazarán siempre que sea posible y lo mismo las condiciones básicas, de modo tal que el terapeuta pueda actuar con el
si las dificultades provienen de los padres, porque es muy importante la niño con la misma libertad que si se tratara oe un adulto, sin necesitar
continuidad en la8 sesiones. nuevas entrevistas con los padres.
Se estipularán de ante~ano los honorarios y fecha de vacaciones del El tercer tema que es necesario aclarar con los padres es la posición
analista. Esto permite a los padres organizar la vida familiar conociendo del terapeuta frente a la procede:ncia del niño; adopción, ilegitimidad, etc.
previamente las condiciones y buscando adaptarse a ellas. El co~trato ana~ Es experiencia de los analistas que cuando ]os niños son adoptados saben
lítico establece que las sesiones suspendidas por dificultades del paciente inconscientemente la verdad de su condición aun en aquellos cas'os en los
sean generalmente abonadas, sean por enfermedad, vacaciones o cualquier cuales se les ha ocultado celosamente y el análisis los lleva a hacer cons-
otra causa. ciente esa situación. Al plantear el problema a sus padres, éstos más de
La continuidad del tratamiento debe preservarse dentro de lo posible, una vez se negaron a decirle la. verdad o interrumpieron bruscamente el
pues a veces ]a angustia despertada por el análisis de un hijo lleva a tratamiento. Actualmente se informa de todo esto a los padres y se ini-
inesperad'Os proyectos de viaje o cambios o prolongación innecesaria de ciará el tratamiento COn la condición de que estén dispuestos a aclararle
enfermedades. su origen cuando él se lo pregunte. Si no aceptan esa condición, bajo nin~
Señalados ya los límiles de nuestro papel, y asegurada la tolal reserva gún concepto puede llevarse con éxito el tratamiento. Cuando se va acer~
del material que el niño nos confía, debemos aún aclarar otros puntos. cando ese enfrentamiento del hijo con sus padres adoptivos) éstos suelen
Es necesario que los pad.Jes sepan que en algún momento del tratamiento ,p edir una entrevista.
surgirá ]a necesidad de un esclarecimiento sexual; por ]0 tanto, debemos Al iniciar la sesión siguiente le comunicamos al paciente el contenido
asegurarnos de que ellos acepten esa condición y sus consecuencias. N o se de aquélla, lo que facilitará el esclarecimiento, aliviando, además, la an~
les aconseja seguir una conducta determinada si los hijos los interrogan, siedad de los padres que así se sienten ayudados.
pero se les advierte que puede acontecer y deben estar preparados. En muchas otras situaciones, donoe un sector importante de la verdad
Es necesario aclarar también la posición del terapeuta ante el pro~ ha sido eludido, esta técnica de entrevistas facilita el esclarecimiento en
blema religioso. Es frecuente que padres no practicantes, pero en cierta el momento en que el niño está reahnente preparado para enfrentar y
medida creyentes, eduquen a sus hij os en colegios religiosos 'O les den una elaborar la verdad. No solamente el paciente, sino también los padres, ne~
educación religiosa. Esto confunde al niño que se siente en conflicto entre cesitan tiempo' para aclarar algo que debió ser muy penoso para permanecer
dos tendencias y se responsabiliza del destino final de sus padres. Por secreto tanto tiempo.
ejemplo, pU43de preocuparse y pensar que los padres irán al infierno si Trajeron en consulta a una niña adoptada que sufría de- graves tras-
no cumplen con las exigencias que sus maestros espirituales les señalaron tornos de aprendizaje, uno de los síntomas frecuentes del niño adoptad'O.
como imprescindibles. Gloria, de 9 años, solía expresar sus problemas dibujando casas de depar-
En nuestra experiencia esto trae graves consecuencias al niño. Hay tamentos. Estas casas tenían 9 pisos -sus años- y el problema que plan-
padres muy religiosos que educan a sus hijos de acuerdo con sus creencias, teaba en el dihujo era el· de las puertas cerradas de la planta baja -su
y que llegan a preferir que éstos sigan enfermos antes de arriesgar la pér~ primer año de vida-o En los pisos siguientes las ventanas también estaban
dida de la fe, en cuyo caso -se evita la confusión, pero no los conflictos. cerradas. En sus asociacrünes era evidente la preocupación de saber por
En todos los casos es imprescindible aclarar a los padres que la pérdida dónde se entraba en la ca.sa. El significado latente de esta pregunta era
de la fe es posible oentro del tratamiento, pero que esto no significa que el el averiguar si había entrado por los genitales de su madre -la puerta
terapeuta adopte una actitud activa en este punto. Lo esclarecerá a medida de entrada- o por la puerta de entrada de ]a casa en que habitaba.
que aparezca el tema analizando los conflictos que en el niño han surgido Si la puerta permanecía cerrada era porque le habían negado ese es~
por aquél. Hay que señalar también que no es previsible ni el momento clarecimiento. Cuando el analista comenzó a interpretar este material habló
ni la forma en que se plantee el problema. En otros casos, padres ateos con los padres para que confirmasen a la niña la verdad, pero no habían
142 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 143
sido advertidos y se opusieron terminantemente. Esto motivó la interrupción además, que su conducta había sido un intento de hacer suspender el tra-
brusca del tratamiento. tamiento porque no pudiendo dominar lo que estaba pasando en su cuerpo
En el caso de Pedrito u, cuando el tema del análisis era la diferencia -el crecimiento de sus pech-os y las redondeces que la iban haciendo
de sexos y sus fantasías de vaginización , tuve un llamado telefónico de la mujer y las sensaciones nUf"vas que la invadían- quería detener los ca,
madre para comunicarme que tenía conciencia de haber obrado mal pero nocimientos en su mente como un intento de detenerlos en su cuerpo. Me
que había actuado impulsada por algo más fuerte que su voluntad. Al había enviado a la madre para que yo arreglase ese lío y ponía, además,
volver de una sesión el hijo le preguntó si ella tenía pene y le contestó ;J. prueba si su conduela me habia asustado, y si yo, como ~us padres, no
"por supuesto que sí". El poder incluir en la sesión siguiente esta conver· respondía más a sus necesidades de esclarecimiento. Continué diciéndole
sación con su madre no sólo permitió aclarar el conocimiento erróneo que que la desaparición de sus síntomas más molestos habia modificado la re-
le hubiese dej ado una confusión aun mayor sobre la diferencia de sexos, lación con sus padres y que en cierto sentido buscaba volver al pasado
sino que hizo posible la rectificación de la madre sin demasiada angustia. ocupándolos con nuevos problemas. El resultado de esta interpretación
Durante el análisis de Fanny, una niña de 10 años, cuyos padres y -que fue elaborando poco a poco y yo repetía fragmentariamente cadB.
medio familiar más inmediato t:ran muy católicos y estaban, por lo tanto l vez que lo creía útil- fue la modificación de su conducta, El esclareci-
sometidos a represiones y prejuicios muy intensos, se me planteó un pro- miento de las causas más pr.o fundas que la habían motivado reveló en la
blema similar que pude solucionar manejan~o la entrevista con los padres transferencia, como repetición de las situaciones originarias, un material
tal como he señalado. El padre era médico y conocía algo de psicoanálisis; ·nuevo. De pequeña había anhelado la posesión de un pene y los cambios
la madre, que también era profesional, tenía un conocimiento teórico de actuales en su cuerpo reactivaron esas tempranas fantasías, y lo más temido
]0 que podía ser el tratamiento de su hija y leyó mucho sobre este tema en su relación conmigo era que yo diese cumplimiento a ese viejo deseo.
antes de decidirlo. Estos conocimientos los habían familiarizado con la idea Hemos dicho que en la entrevista inicial se han asumido claramente los
de que el esclarecimien to de todo lo concerniente a la sexualidad era fun- papeles: existe un terapeuta ·para un niño que necesita tratamiento y exlsten
damental, pero siendo ellos mismos muy inhibidos no se habían animado los padres de ese niño y su ambiente que habrán de recibir los beneficios,
a dal' a Su hija ninguna r#spuesta a las insistentes preguntas que les hiciera pero también los impaetos de un tratamient'O psieoanalítico. Deben saber,
desde pequeña. Pocos meses después de iniciado el tratamiento se incremen- por ejemplo, que las dificultadeB pueden incrementarse en un momento
taron las angustias genitales de mi paciente, ante los primeros índices de dado, y una rápida mej oría puede ser seguida de una recaída; que al
crecimiento puberal. Por otra parte, los síntomas más molestos habían des~ analizar a un niño se pone en j uego todo un pasado y es posible que se
aparecido, motivo por el cual los padres estaban aliviados y se lo ex- les presenten momento.s difíciles Itanto a ellos como al hij o.
presaban. Un día pidieron una entrevista que les concedí previa consulta No es necesario ni adecuado anticipar los resultados del tratamiento
con mi paciente; la madre estaba muy angustiada y con temores bastante ya que sólo durante éste podremos valorar realmente la gravedad del
justificados de que su hija les creara y se crease serias dificultades en el trastorno. Es tá.cito que si el terapeuta se hace cargo del análisis es porque
colegio porque hablaba continuamente de sexo en términos muy vulgares y tiene fe en el método. Generalmente los padres piden que se les indique la
los perseguía con sus conocimientos. Concedí la entrevista, pero haciéndoles forma de ayudar a la mej oría del niño, y entonces conviene valorizarles el
previamen~e las advertencias señaladas. En la sesión siguiente, mientras esfuerzo que harán trayendo a su hijo cuatro o cinco veces por semana,
Fanny abría" el cajón y se disponía a continuar un dibujo en el que tra- puntualmente y durante un año como mínimo. Debe señalárseles que cum-
bajaba desde hacía varias sesiones, le relaté íntegra la entrevista y le in- pliendo con esto ayudan del mejor modo al terapeuta.
terpreté su conducta: asustar a sus padres y a sus compañeras y JograrIo Se valoriza el esfuerzo que realizan los padres al efectuar un trata-
era mostrarme hasta dónde estaba ella asustada por las nuevas -sensaciones miento tan largo y costoso·, en el que la puntualidad es tan importante y
que sentía en su cuerpo y por lo que iba conociendo de él. Me apoyé que muchas veces limita la movilidad de toda la familia, vacaciones, via·
para esta interpretación en los minuciosos detalles del dibuj o. Estaba asus- jes, paseos, etc. Esa posición se adapta más a la realidad, es más eficaz y
tada por los conocimientos que iba adquiriendo y que todavja consideraba favorece el éxito del tratamiento.
malos y prohibidos aunque hacía alarde de ell'Os. Por eso los formulaba En cierto sentido este cambio técnico siguió el mismo viraje que ha-
en una forma vulgar y chocante, para ser reprendída o censurada. Dije, bia sufrido el psicoanálisis mismo, preocupado al principio por los hechos
14 PICHON RIVd:RE, ARMINDA ABERASTURY DE: "La transferencia en el análisis
externos, por los traumas reales, enfocando luego su interés hacia lo in~
de niños, en especial en los análisis tempranos", Rev. de Psicoanálisis, tomo IX. NQ 3, terno, casi desvalorizando lo externo y llegando finalmente al interjuego
pág. 265. entre la realidad interna y externa. Ah'Ora, sin desconsiderar lo exterior
144 ARMINDA ABERASTURY

real, se trabaja con lo interno -la versión que de la realidad da el niña-


y los datos de la vida diaria que nos dan los padres los incluimos en el Historiales dÍnicos
análisis. De la misma manera procedemos con adultos cuando D(:S relatan
algo, del señor X, y lo referimos a su relación con nosotros. Tampoco en el
análisis de adultos tratamos de cambiar los objetos que r odean a nuestro
paciente, ni nos 'entrevistamos con sus familiares, ni los aconsejamos, aun-
que muchas veces viva n con ellos relaciones de dependencia tan extrema
como la de un niño con sus padres. Los llevaremos a la independencia
internamente y, si esto se logra, podrán recién llegar a desprenderse del
objeto externo real, en la medida en que sea necesario.
Nuestros hallazgos nos llevan también a la conclusión de que la vali-
dez de los datos suministrados por los padres es muy relativa y podremos
saber más a través del niño mismo. Un niño, por pequeño que sea, nos
informa por sí 3010 de la evolución sufrida a través del tratamiento y
cuando es necesario provoca consciente o inconscientemente una entre-
vista con los padres, quienes nos completan el cuadro del grupo familiar;
por lo tanto, tampoco se justifican entrevistas para conocer los efectos
del tratamiento.
Esta nueva técnica tiene la ventaja de que mantenemos nuestro papel
de terapeutas, lo asumimos de un modo total al no confiar sino en nuestro
trabajo con el niño para solucionar sus problemas o síntomas y dejamos En el capitulo IX mostraré cómo .se desarrolló el análisis de dos niñas de
a los padres en su papel cj¡, padres, sin perturbar la estructura familiar con 6 y 4 años, con trastornos simüares, y cómo fueron utüizados en. la inter-
nuestros consejos : . pretación. los datos que TUJS dieron los padres_
Recapitulando: únicamente ~oncedo una entrevista a los padres durante En el capítulo X, Pala l. de TomM expone primero fragmentos del anii-
el tratamiento cuando el paciente está de acuerno. Lo hablado se relata en lisis de un niíio de 3 años, señalando cómo elaboró la muerte del padre.
todos los detalles al niño al comienzo de ]a sesión siguiente. Le habíamos Susana de Ferrer describe a continuación algunas sesiones' del segundo
dado la certeza de que lo ocurrido en el consultorio quedaría tan hermé~ análisis del mismo paciente, cuando ya contaba 10 años; a raiz del casa-
ticamente en secreto como el contenido de su cajón individuaL miento 'Y de un nuevo embarazo de la madre se reactivaron en él las mis-
A veces parecen no comprender 10 que les decimos o no interesarse mas ansiedades que acompañaron a la desaparición del padre, y en. este
en absoluto, pero pronto vemos que cada uno de los detanes ha penetrado nuevo tratamienia pudo reelaboraT' el duelo.
en su mente y es elaborado a veces durante semanas '() meses, Aunque con- En el capítulo XI se exponen sesiones de tres niños, tratados por Mercedes
sideramos ]a unidad hijo-padres, la interpretación debe dirigirse exclusiva- de Garbarinb, Jorge Rovatti y Eduardo Salas. Los tres pacientes tienen
mente al paciente.16 distintas edades y síntomas diferentes, pero todos ellos reviven una misma
.~ ituación,. -el trauma ae nacimiento-_
En el capítulo XII, Elizabeth G. d" Ganna muestra en tres niños en el pe-
ríodo de latencia un mecanismo si.müar, el de reprimir y aislar un núcleo
de su instinl.ividad percibido como- destroc!Ívo y peligrosc>, con lo que ad-
quirían una apariencia de normalidad.

15 et. capitüló V.
" .•. le mot, loin d'etre le simple signe des objets et des significations, IX. Historiales clínicos
"habite les choses el véhicule les significations."

Phénoménologie de la perceplion
M. MERLEAU·PONTY

Ilustraré con fragmentos del historial de dos nmas con trastornos si·
milares algunas de las afirmaciones técnicas que expresé en los capítulos
VI y VII:
UNuestro primer hallazgo es el nacer.
1) En la entrevista inicial los padres suelen olvidar -por angustia-
"Si se nace detalles fundamentales de la vida del hij'O, que estuvieron íntima·
"con los ojos cerrados, y los puños mente relacionados con la aparición de la neurosis.
"rabiosamente voluntarios, es 2) Durante el análisis del niño van surgiendo las sítuaciones traumá~
"p'a rque siempre se nace de quererlo." ticas y si la ansiedad y culpa de los padres han sido disminuidas
al mejorar el hijo, ellos suelen confirmarnos estos hechos y a veces
"Mundo de lo prometido, ampliarlos con nuevos datos, que nos permiten reconstruir las cir-
"agua. cunstancias en las que se inició el síntoma o problema.
"Todo es posible en el 8lPla." 3) Si durante el tratamiento tenía entrevistas con los padre:!, prevenía
al niño antes de conced-arlas y estipulaba con él y los padres las
condiciones en que se desarrollarían: a) no informaremos a los
padres de nada de lo que acontece durante las sesiones; h) todo
cuanto hablemos con éstos ser á transmitido al niño en la siguiente
Razón de amor sesión, y utilizado para la interpretación.
PEDRO SALINAS
En los dos casos que relataré las niñas sufrían de un marcado retra.so
en el lenguaje, sÍn·torna que era una consecuencia de sus profundas difi~
cultades de conexión con el mundo exterior. En el primero se trataba de
una niña de 6 años, Patricia, hermana mayor, a quien seguían una de 4
y otra de 2 años. En el segundo, Verónica, era la menor de 4 herma-
nos, y tenía 4 años y 8 meses cuando inició el tratamiento. En ambos
casos los hermanos eran sanos y no habían presentado trastornos durante
el desarrollo.
Patricia
A la entrevista inicial vino la madre sola. El padre, que era un hom-
bre de negocios, se ocupaba poco de sus hij as, aunque trataba de que tu~
viesen todo ]0 necesario y eTa generoso para ofrecerles cuanto deseaban
o necesitaban. Con el tratamiento act uó en ]a misma forma; facilitó todo
lo relativo a pago de honorarios y asistencia regular a las, .sesiones, pero
no acompañó nunca a Patricia, ni mostró interés por sus progresos.
147

d
148 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE l'aÑos 149 .

Vivía con ellos la abuela materna, mujer de edad y con un débil des· De su historial me referiré en especial a la manera como expresó su
arrollo mental, figura muy negativa para el desarrollo emocional de ~a. fantasía inconsciente de enfermedad y curación, y a 1a forma en que me
tricia. El motivo de la consulta era lID marcado retraso en el lenguaje. comunicó sus sufrimientos durante el control de esfínteles y las circun8~
Tenía 6 años y sólo decía "mamá", "papá" y "atá", contracción de "aquí" tancias en las que éste-se realizó.
y "está", que utilizaba para expresar la aparición y reaparición de objetos Después de la entrevista inicial con la madre, se decidió el tratamiento
o personas. Usaba las tres palabras adecuadamente y disp'onía, además, de de Patricia a cuatro sesiones semanales. Sobre una me,S8. baja había co-
una serie de sonidos inarticulados, con los que parecía querer mencionar locado alltos~ algunos con cuerda y otros sin ella; un peqU(~ño garaje, una
objetos O situaciones, pero que resultaban completamente incomprensibles, mesita, cubos, lápices, papel, lápices de colores, goma, 'tij eras, goma de
incluso para su medio. Padecía también de una anorexia seria y su nivel pegar, piolín, muñecos, platos, tazas y cubiertos. Sobre la mesa había
de juego estaba muy por debajo de su edad. Según su madre, P.atricia una máquina para sacar punta a los lápices, cuyo depósito era trans-
sufría por no poder expresarse y la notaba celosa de sus hermanas, que parente.
hablaban y jugaban normalmente. Patricia era una niña- delgada, evidentemente inhibida y con expresión
Desde que Patricia tenía 3 años consultaron p'or este síntoma, pero el muy triste. Cuando entró en el consultorio mostró una gran desconfianza,
pediatra que la atendía no había dado importancia al trastorno, esperando pero aceptó separarse de su madre con la condición de que dejáramos la
siempre que se solucionara espontáneamente con la edad. Fue la inminen- puerta abierta para poder verla. Después de algunos minutos en los que
cia de la entrada en un colegio ]0 que determinó al pediatra a recurrir a observó todo cuanto la rodeaba, tomó autos, algunos con cuerda y otros
un tratamiento psicoanalítico. sin ella, los alineó uno detrás oe otro y los hizo entrar y salir de un
Patricia fue una hija deseada y el embarazo y el parto parecían haber pequeño garaje repetidas veces. Tomó luego un lápiz y comenzó a sacarle
sido normales. Su madre no recordaba cuántas horas después de nacer la punta con la máquina; miraba con suma atención el agujero en el que
pusieron al pecho por primera vez, ni el ritmo con que la alimentó, pero entraba éste cada vez que le iba a sacar punta. Después de haber hecho
señaló que se prendió bien al pecho desde el primer momento. La lactan- las experiencias de introducir el lápiz, dar vuelta la manija, ver caer la
cia se d""arrolló sin tralltornos hasta los 7 meses, época en que la destetó mina y el aserrín en el depósito transparente de la máquina que se lle·
bruscamente por haber quedado nuevamente embarazada. En apariencia naba, tomó un pedazo de plastilina y tap ó el aguj ero. Trató entonces de
Patricia no reaccionó inicialmente mal a esta pérdida brusca; aceptó la ma- meter los lápices en el agujero tapado con plastilina y me señaló con
madera, pero comenzaron a presentarse dificultades con las comidas, que gestos que ya no podían entrar. Repitió el juego varias veces.! En ese
fueron aumentando hasta desarrollarse una anorexia seria. momento hice la primera interpretación: "Cierras el agujero de mamá
La fecha en que se detuvo el desarrollo del lenguaje y el momento para impedir que las cosas entren y salgan de ella, y por eso también
en que comenzó el aprendizaje para el control de esfínteres tampoco necesitas vigilarla." Negó con la cabeza, pero mientras negaba vació el
fueron recordados por la madre. Tenía la impresión de que no fue contenido del d~pósito, que era aserrín y mina pulverizada, puso todo en
temprano y agregó que ella no había sido especialmente exigente con la un pequeño papel, hizo un paquete bien apretado y luego de reforzarlo
limpieza. Todos los datos que más adelante dan' mos sobre el momento con varios papeles lo guardó en su cajón individual, que cerró con llave.
en que se inició el control, las características que tuvo y cómo fue vivido Después comenzó a examinar la habitación y a tomar juguetes. Pri~
por Patricia, surgieron del análisis de la niña y fueron luego confirma- mero los miraba atentamente, Juego me los mostraba y por medio de
dos por la madre, que agregó entonces datos importantes recordados en signos y sonidos inarticulados o de alguna de sus tres palabras me pre-
ese momento. guntaba el nombre de cada uno de ellos. Observé que elegía objetos muy
Patricia caminó alrededor del año y también en esa época dij o las conocidos, por ejemplo, una cama, una s illa, etc., y también los autos
primeras palabras. Cuando nació su hermana tenía 17 meses y estaba en que había utilizado en el comienzo d~ la sesión. El gesto interrogativo
pleno desarrollo del lenguaje. La madre no recordaba que hubíese demos· tenía el carácter de las preguntas que hacen los niños "por que si" sobre
trado curiosidad durante los embarazos y partos, como tampoco haberla cosas que ya conocen, pero que esconden el deseo de saber algo que les
visto masturbarse. El nível de juego estaba por debajo de su edad, y la parece censurado o que les angustia. Interpreté que quería saber por qué
relación con sus hermanas y con otros niños se vio seriamente dificul~
tada por esto y por sus dificultades de lenguaje. Su sufrimiento, celos y 1 Esta repetición fue denominada por Melanie Klein "punto de urgencia".
envidia eran muy evidentes, así como la diferencia entre ella y sus her~ eL KLEIN, MELANIE: El psicoanálisis de niños. Dibl. de Psicoanálisis. Buenos
manas, n o sólo mejor dotadas, sino también mucho más bonitas. Aires, 1948.

L
ARMINDA ABERASTURY
TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 15
150
lo limpio de su mano y besar el diván. Tal como en la primera relaciól
no podía hablar y 105 otros niños sí, del. mismo m,odo qu~ me mostr:,
autos con cuerda y otros sin ella, y por que su mama la hab:a hech~ aS1. de objeto, el niño proyecta en la madre amor y odio, y recibe de ella sa
Sin responder a mi interpretación pidió ir al cuarto ,de bano, hac~~ndo tisfacciones y frustraciones; en ~u relación conmigo se hicieron evidente
signos de que quería orinar. La madre al verla sahr la acampano, y la desconfianza y la fe en que pudiera ayudarla, así como su aceptacióJ
pude oír cómo la retaba porque ha~ía. ensuciado sus manos con los y rechazo de mí.
lápices y con la pIastilina conque habla Jugado" Cua,ndo nuevamente e~. En sesiones posteriores metió dentro de paquetes herméticamente ce
lró eu la habitación estaba muy ansiosa y me hlZO slgnos de qu~ quena reados las sustancias con las que inicialmente simbolizó el interior de
irse inmediatamente. Interpreté: "Quieres irte porque tienes mIedo de cuerpo y sus contenidos. Las encerraba con llave en su cajón individua
que yo me tran sforme en una persona mala que ponga denlro de..ti y en cada sesión realizaba. inspecciones sobre el contenido de esos paque
cosas malas -la suciedad en las manos- y que puede hacerte dano tes, manifestando la 4nsiedad paranoide de que podían habérselos des
-el reto de la madre- del mismo modo que imaginas que son esas truido, robado o dañado durante su ausenci u. 10 que fue in terpretado cadl
cosas malas que tu madre ha puesto en ti, las que te han hecho no vez que aparecía. Representaban para ella el producto de las relacione:
poder hablar." 2 sexuales de los padre~; lo que la madre tenía dentro, penes y sustanch
Mientras le hablaba, puso la parte sucia de sus ;nanos en l~ b~ca y para hacer niños; lo que había puesto en ella y en sus hermanas. Sirvie
]a chupó mirándome interrogativamente. Luego C~lUPO la p~~tel:,mpla, d~ ron para que simboüzuI·a ·su concepción de por qué ella era incompleta {
sus manos, sonriendo pero con expresión angustiada. Le dlJe: ..AqUl ,tu insuficiente y sus celos con la.s hermanas, más favorecidas por la madre
y yo vamos a ver poco a poco por qué no pue,de~ hablar: por que :'Onnes En la transferencia al encerra:r esos contenidos en paquetitos e inspeccio·
aun cuando estás triste y asustada, y por que henes mIedo de mI y ,de narlos cada vez; para ver si se los habían estropeado o robado en partE.
tu madre." Era el término de la hora y antes de irse corrió hacia el dlvan, expresaba los celos de lós otrQS pacientes y el temor a que yo no la de·
10 besó y salió rápidamente sin mirarme. fendiese de los ataques y robos que podían hacerle. Cuando a1go se es-
Expresó en eoia primera hora sus sufrimientos y sus síntomas a tra~és capaba de los paquetes y perdía el control omnipotente -logrado con el
del depósito que sirqpohzaba el cuerpo de la madre X el suyo proplO. cierre hermético de las más pequeñas partículas- las sentía como perseo
Cerrar el agujero significaba, además de la interpretaclOo ?a~a, que ella guidoras. Se las quitaha de encima o me pedía que se las quitara. Re~
había cerrado su agujero -la boca- ~ causa de los su{nmIentos expe- pre8entó con estas sustancias su fantasía de su mundo interior: a) cómo
rimentados por el embarazo de su madre, así como debió cerrar su, agu- fue hecha; b) su imperfección, y c) cómo quería volver a nacer integrada
jero --el ano- sometiéndose al control. En segundo. lugar, mos~ro que y completa -con cuerda-o
sus dificultades para la contención urinaria estaban hgadas a la Idea de En la medida en que su análisis progresó, esas sustancias se enrique-
que ella se sentía destruida o incompleta -fue a orinar después de mi cieron, porque agregó otras que consideraba positivas: leche, café. Con
interpretación sobre los autos con cuerda o sin ella- o En tercer lugar, ex- ellas 1.:epresentó la fantasía de volver a nacer en otras condiciones jugando
presó su creencia de que esas dificultades se debían a que su madre había con una gran "olla de puchero", en la que metía todas las sustancias de
puesto en ella cosas malas --el producto del ?oito, mina .y aserrÍn- o que que disponía en su cajón individual. Colaba estos contenidos y lo que
se habian hecho malas a causa de sus fantaslas destructIvas .....---cuan.do ella consideraba malo lo dejaba afuera, y a las sustancias que quedaban les
chupó la parte sucia de las manos con mina de lápiz-o Des~ués. me mos- agregaba cada vez más cantida.d de lo que ella c'Onsideraba "bueno", por
tró que necesitaba poner cosas buenas en ella -la parte hmpIa de sus ejemplo, azúcar, que significaba para ella cariño y belleza, o café, qu~ sig-
manos- para curar sus dificultades. Finalmente expresó su capacidad, de nificaba ser grande, etcétera.
amar y su deseo de incorporar algo del terapeuta-madre, cuando beso el Cuando en el transcurso de muchas sesiones esos contenidos llegaron
diván llevándose algo de mí 3, lo que podemos comprender si recordamos a un " punto" de bondad que ella considero suficiente, 108 volcó en su
que su lactancía fue inicialmente buena. Esto era posible por la proyec· cajón individual, simbolizando que ya era el momento de nacer . Este juego
ción de su amor en mí, que en parte sentía que podía ayudarla, chupar de la olla se amplió luego con uno en que llenaba tres ollas iguales y
fluctuaba sobre lo que correspondía a cada una de ellas. De este modo
2 Expresó así su fantasEa inconsciente de enfermedad. que se confirmó en el
simholi.!aba 10s tres embarazos de la madre y su deseo de que las tres
desarrollo del tratamiento.
ti Muestra que desde la primera sesión se proyecta tanto lo bueno como lo malo. naciesen iguales.
Cf. Iú.EIN. MELANIE: "The origins 'Of transference". Int. Journal 01 Psycho~ En una fase posterior del análisis abandonó el juego con ~ustancias
Analysis. vol. 33. 1952.

7
152 ARMINDA ABERAS'TURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS

y simbolizó las mismas situaciones con ,juguetes que representaban con- 'fa, fluctuando continuamente entre la maldad que padeció y la que hacía
tinentes en vez de contenidos, 'por ejemplo, colecciones de tacitas, jarras, padecer. En este período mostraba curiosidad y celos por 108 otros niños
ollas, etc., seleccionándolos con el criterio de si eran ~ompibles o irrom- que yo atendía y quería forzar los cajones para ver lo que contenían.
pibles y si podían ser arreglados. Manifestó a través de estos juegos sus Corno Patricia expresó su soledad, el ser maltratada, en ser-sucia y en la
.fantasías de reparación y su capacidad de hacerlo. transferencia en curiosidad y celos por los otros cajones -sus hermanas-
En una última fase utilizó continentes con contenidos, por ejemplo, pensé que el control de esfínteres debió ser severo e iniciarse cuando nació
arandes bolsas llenas de juguetes, que variaban según sus fantasías aetuan- su hermana. En consecuencia, pedí una entrevista a la madre y le pregunté
" en ese momento, y cuyo tema centralera
tes Id e " " tener un
e neceSIto si el control de esfínteres pudo haber coincidido con el nacimiento de
pene dentro de mí para poder hablar"; "no sé si a una mujer le corres- la hermana. Recordó entonces que cuando ella se fue al sanatorio para
ponde un Rene"; "quiero que tú me des un pene que arreglt> mi interior tener la segunda hija, la niñera forzó a Patricia a un control muy severo.
y me cure. Cuando la madre regresó del sanatorio a los ocho días, Patricia controlaba
Estos contenidos tenían una evidente t.::araclerÍstica de secreto, si- orina y materias fecales.
milar a la de .los }Jayudcs herméticamente cerrados del comienzo y la En esta misma entrevista. recordó con tristeza un episodio que ella
importancia del clima de secreto se hizo tan dominante que nos llevó a misma conectó con la detención del desarrollo del lenguaje. En los días
situaciones extremas. Por ejemplo, en este período de su análisis, cuando siguientes de su regreso del sanatorio, Patricia hacía grandes esfuerzos
manipulaba y jugaba con juguetes y sustancias, pretendía obligarme a por pron,unciar el nombre de su hermana. Un día en que ésta dormía en
permanecer en el cuarto de al lado y que no mirase su juego. El aisla- la cuna después de haber mamado, Patricia, aferrada a las faldas de su
miento al que me condenó durante esa :~'p()ca del análisis resultó ser la madre, pronunció por primera vez, con voz muy estridente y quitando la
repetición en la transferencia de lo que había sentido con su madre cuando M inicial, el nombre de su hermana. Gritó "Onica" en vez 'de "Mónica".
los acontecimientos exteriores incrementaron sus angustias y sus tenden- La madre lloró al recordar que su reacción fue pegarle en las manos, di~
cias destructivas, período en el que su madre se fue al sanatorio a tener ciéndole que podía despertar a su hermana, en vez de valorizar el logro
la segunda hermana. - tan trabajosamente conseguido por Patricia. También recordó que como el
El jue<To que realizaba me hizo comprender que el control de esfín- parto fue por la noche, Patricia no supo de su partida y al despertar no
teres se inkió en ausencia de la madre. Cuando lo revivió conmigo, ex- la encontró ni nadie le explicó nada.
presó toda la angustia que experimentó durante su iniciación en un juego Esta entrevista con su madre fue transmitida a Patricia en la sesión
con una muñeca a la que alimentó y cuidó. Eligió para este .luego un bebe siguiente y en la interpretación de los juegos ya mencionados se agrega-
que además de tener la boca abierta, tenía otro orificio por el que orinaba, ron los acontecimient'os traumátieos recordados por la madre. Una vez más
Su actitud de cariño y cuidado cambió bruscamente luego de algunas se- pudimos ver la interacción entre realidad externa -malos tratos de la
siones. Al pri"'dpio lo vestía y alimentaba con cariño y antes de irse se niñera y de la madre- e interna, la desvalorización que Patricia mostró
preocupaba de que quedase en su cuna y bien abrigado. Comenzó de de sus contenidos.
pronto a ensuciarlo, a cubrirlo de pintura, lo desnudó, lo sometió a pasar Vimos desde la primera seSlOn que Patricia pensaba que era dife-
hambre y frío, lo convirtió en un muñeco sucio, desnudo y maltratado, al ren!e de sus hermanas, que había nacido incompleta, idea que simbolizó
que abandonó en el piso de baldosas de~ cuarto de baño. Yo nada debía en Juegos en los que aparecía representada por un auto sin cuerda teniendo
hacer para preservarlo de todos estos malos tratos. Mientras realizaba que competir C"0n autos con cuerda -sus hermanas, que hablaban bien-.
todos estos actos tan crueles con el bebe, yo debía permanecer en la ha- Pensaba que su madre había puesto en ella cosas malas e insuficientes,
bitación contigua, no ver nada ni intervenir. Me hacía desempeñar el papel expresándolo en otros dos tipos de juego. En uno llenaba tres cacerolitas
de la madre ausente que no acudió en su ayuda cuando fue maltratada por -ella y sus hermanas- pero mientras que en su cacerola las cosas eran
ser una niña sucia. Este aislamiento al que me condenaba y el no querer malas y debían tirarse, se descomponían, etc., en las otras dos las comidas
verme respondía también a la necesidad de no ver el hecho traumático resultaban excelentes. Este juego se ac'Ompañaba de crisis de ansiedad, y
y el enojo con la madre que la había abandonado. En este juego la mu- en él fluctuaba entre fantasías de robar los contenidos de las otras cace.
ñeca era ella, mala, sucia y abandonada, llena de porquería -como se rolas e ideas paranoides de haber sido robada en los días en que no venía
sintió al iniciar su análisis cuando fue al baño a orinar y chupó la parte a las sesiones.
::' . k ' ,) de sus m:-:1Os-. Al mismo tiempo desempeñaba el papel de la niñe-
En el otro juego, en una enorme cacerola iba poniendo el cC'1tenido

l
154 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA D:E;L PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 155 .
de todas las ollas, y ese contenido era cuidadosamente, colad~, se~arando establecimiento de una relación con la realidad, ha sido impedida o fre~
las cosas que ella consideraba dañinas, h~st.a consegulr u~ 1,ntenor p~r­ nada dehido a la angustia." 4,
fecta, y recién entonces jugaba a un renaCImIen to, que conslstIa en vaClar Patricia se 'SometÍó y dio sus materias fecales, pero guardó para ella
su cajón y poner dentro el contenido de la olla. las palabras, que tenían el mismo significado mágico de destruir y restau.
Otra de sus fantasías era la de vaciar a la madre, llenarse de sus rar, eran heces, orina y niños. Al mismo tiempo . castigaba a su madre y
contenidos - la bolsa con aviones y 3Ut08- de las cosas que el padre le expresab;¡ la agresión contra su medio con un síntoma que los angus-
daba, pero aparecía entonces la .ansiedad d e mezclar 1? bueno con lo malo tiaba y preocupaba. Los progresos en el desarrollo del lenguaje se eviden-
y también el temor de tomar algo de su.. madre, .destruula y no poder repa- ciaban al principio sólo durante las sesiones ; en la casa mantenía su inco-
rarla. Desde el momento en que empezo a surgIr en eU~ la fe en su capa- municación verbal. Escondía las palabras porque quería esconder todos los
cidad de restaurar los juegos con continentes, irrompIbles o arreg]able~, malos pensamientos y agresiones que en fantasía había deseado hacer a su
las b~lsas llenas de 'objetos, comenzó a hablar. Si podía restau~ar, podla madre y hermanas. Con las palabras guardaba sus secretos, los paquetítos
hacer cosas y llenarse y podía permitirse ser agresiva, ya que podIa rehacer cerrados herméticamente, por eso le ~ra más fácil -h ablar conmigo que en
lo que destruía. su casa, donde continuaban las situaciones reales de ansiedad provocadas
por la envidia y celos.
Si se llenaba de los contenidos de su padre, pensaba que podía hablar
y ser inteligente; estas fantasías las expresó al principio en sus j ~egos Su primer juego, en el que tapó el agujero de la máquina de sacar
can sustancias y luego fabricando bolsas que llenaba de autos y aVIOnes punta, simbolizaba también cerrar la boca~ cerrar su ano, tanto COmo ~errar
y guardaba herméticamente cerradas en su cajón. Representaban, para' ella a ]a madre, y pude comprender más tarde que era también cerrar sus pro-
el genital femenino, pero lleno de penes. E!la y su madre estanan llenas pios genitales, para que no entrase el pene del padre.
de los penes del padre, pero la bolsa debía estar herméticamente cerrada, No hablaba porque si 10 hacia podría conocerse su interior, por eso
porque si no alguien podría robarlos. también cuando comenzó a hablar pronunciaba oscuramente. las palabras.
Hablar era revelar no sólo lo malo sino también sus fantasías de incorpo.
Recapitularé ahora ców.o vivió ella las sucesivas frustraciones que si·
ración del padre como objeto de amor. Solía pronunciar las palabras al
guieron al embarazo de la madre y al d~stete brusco: 1) ?a~a eJla la revés, siendo éste un modo de enmascarar su pensamiento tanto como de
madre la privó del seno para con eso fabnc~r su segund~ hIJa, 2) para representar la introyección de la palabra que luego proyectaba en el mundo
que naciese la segunda hija la abandonó para ~r al sanatono; 3) en ~usen­ exterior.
cia de su madre se le ob1iO'ó a dar sus matenas fecales y se la trato COIl
La prohibición de hablar significó para ella la prohibición de expulsar
dureza; 4) cuando la mad~e volvió del sanatorio ella it.ltentó superar sus
.a su hermana, pero también esconder que ]a tenía dentro. Cuando dijo
tendencias destructivas y recrear a su hermana pronunC1ando su nombre.;
"Onica" quitando la "m" de "mamá", estaba negando que era el producto
la madre le pegó y le impidió hablar. Este hecho significó para ella la ratl' de la unión con su madre. EIla debía guardar en su cuerpo las palabras
ficaeión de que su madre se había transformado en mala ~or toda~ sus que para su inconsciente estaban equiparadas al defecar, orinar y parir
fantasías agresivas, y 5) si ella no podía restaurar, no podía d~rull,. 10 hijos. La equiparación de las sus'tancias corporales, que ha sido tantas
que la forzó a una defensa excesiva y prematura contra el sadIsmo 1m· veces señaladas por Melanie Klein, fue'mu y evidente durall~e el análisis
pidiendo el establecimiento del contacto COn la realidad e inhibiendo el de esta niña. Las sustancias que m.anipulaba representaban tanto materias
desarrollo de la vida de fantasía. fecales como orina, sangre menstrual, leche de la madre o leche del
"No existiendo una posesión y explotación sadística del cue~po ma- padre. Pertenecían tanto a la madre como a ella misma y en sus juegos
terno y del mundo exterior - el cuerpo d~ la mad.r,e e~ su _~entido más el intercambio de sustancias de un paquete a otro, de una cacerola a la
amplio---, cesa en forma casi total cualqUIer re1acIOn slmbohca. co~ las otra, significaba mezclar .su interior con el de la madre, o comer los
cosas y objetos que representan el cuerpo de la mad~~ y, por conSIgUIente, productos de la madre, productos de los adultos para identificarse con
el contacto del sujeto con su ambiente y con la realIdad en gener~l. Este éstos ; por eso agregaba sustancias como el café, que le era prohibido en
alejamiento forma la base de la carencia de afect~s y de angustIa, que su casa.
es uno de los síntomas característicos de la demenCia precoz. En esta en-
fennedad se trataría, pues, de una regresión directa h~~ia aq~el"a {ase
4 KuIN, MELANIE: ''The importance of symhol·!onnation in the developrnent of
primitiva del desarrollo en que la posesión. y destrucclOll sa~ISÍlca del the ego" (1930). Contributions to Psycho.Analysis, The Hogarth Presa Ltd., Londres,
cuerpo matern'O - tal como lo concibe el sUjeto en sus fantasIas- y el 1948. Tl"aducid~ en la Revista Uruguaya ele Psicoaruílisis, tomQ l, NO 1, 1956.
156 ARM1NDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 157 '

Estos j llegos muchas veces se veían interrumpidos c U!lodo se incre- el aprendizaje de limpieza, que a l coincidir con el parto de la madre, y
mentaba la ansiedad por el temor a destruir los alimentos y no poder por la forma en que fue realizado, le hizo sentir que le impedían una
repararlos o a que se los quitasen retaliativamente. Quie~... señalar que si identificación femenina al privarla de sus propios hijos, heces y orina.
he puesto el énfasis en la conducta de la madre y la mnera durante el El embarazo de la madre había incrementado en Patricia -todas las fanta-
aprendizaje de limpieza y _en los días previos y posteriOlí"S al parto de slas de asalto, vaciamiento y destrucción de sus contenidos e hicieron surgir
la madre, no es porque considere que esa conducta por ~í sola fu~se el temor a la venganza del objeto atacado de este modo.
capaz de producir la detención del lenguaje y los otros ~llltomas, smo La exigencia de limpieza -en ese momento en que actuaban estas
porque en el curso de la relación transferencial evidenciaron su impor- fantasias- fue vivida como una ratificación por la realidad de que era
tancia. Creo que la situación interna de Patricia en ese momento del posible el cumplimiento de sus temores y reforzó su necesidad de ence-
desarrollo bizo que esos acontecimientos se hiciesen suficientemente trau- rrar y guardar dentro de sí algo propio - las palabras- tal como se
máticos como para provocar síntomas tan serios. Patricia tenía siete m~­ evidenció en su primera sesión de análisis y en el curso posterior cuando
ses cuando la madre la destetó bruscamente y ese destete fue consecuenCIa encerraba los contenidos en paquetes herméticos, o tapaba d agujero con
de un nuevo embarazo de ésta. Lo que sabemos hoy sobre el desarrollo pl.,tilína.
del niño -que la experiencia clínica confirma diariamente- noS per- En cuanto a la actitud de la madre cuando ella quiso pronunciar
mite comprender que el sadismo oral y uretral que reina en ese mo- el n ombre de la hermana, no hubiese sido de por sí tan traumática si no
mento se vieron incrementados por el destete brusco y el embarazo de la se hubiese acumulado esta experiencia a las anteriores e-o n el significado
madre. de otro cumplimiento por la reaUdad de fantasías inconscientes muy te-
Cuando un niño nace se estructura la fase oral que es imprescindible midas. El incremento de la ansiedad depresiva por el reforzamiento de sus
para la supervivencia del ser humano, no sólo por el suministro de alimento, fantasías de ataque -la dentición- más la prueba por la realidad de la
sino también de 105 estím ulos que le permitirán rehacer un vínculo con la lemida desaparición de la madre -ansiedad depresiva- y el temido vacia-
madre mediante el cual supere el trauma de nacimiento. miento de su cuerpo ratificado por el conlrol brusco y severo -ansiedad
La aparición de los.dientes en la fase oral sádica, instrumentos que p.ranoide---- se hicieron intolerable, para su yo. Los hechos exteriores a
hacen posible el cumplimiento de las fantasías de destrucción que domi- su vez se hicieron más traumáticos porque se sumaron acumulándose y,
nan en esta fase oral canibalística, determinan el abandono del vínculo además, porque resultaban la confirmación de los temores más actuantes
oral y la necesidad de rehacerlo a través de otra zona del cuerpo. En en ese momento de su desarrollo.
este período de la vida el descubrimiento de la , 'agina en la nena, de En el caso de Patricia la brusquedad y el en trecruzamiento parecen
la necesidad de penetración en el varón, inician la etapa geni tal en la que ser las características de los traumas fundamentales. El destete se realizó
la unión pene-vagina reemplazaría la de la boca COn el pecho . Esta etapa bruscamente y como consecuencia de un nuevo embarazo de la madre; el
puede satisfacerse sclamente con fantasí~s y actos masturbatori?s, e~tr.e aprendizaje en el control de esfínteres lo realizó la niñera bruscamente
los que incluimos toda la actividad de Juego del lactant~. La lmpos?bl- y coincidiendo con la ausencia de la madre y como consecuencia del naci-
lidad del cumplimiento total de las necesidades en esle penodo de la vlda t miento de la hermana. La ausencia del padre dificultó aun más la elabo-
fuerzan a una regresión al mom~nto del nacimienro, en el que se dispo- ración normal de la pérdida del pecho, sustituyéndolo por el pene. Dos
nía de t endertcias orales, anales y genitales, para unirse con la madre. experiencias de pérdida, el seno y el interior de su cuerpo, están unidas
Desde allí se estructura una nueva fase, la anal primaria de expulsión, en su mente al nacimiento de la hermana, más intensamente que 10 que
coincidente generalmente con la bipedestación y con el interés por la mate- normalmente acontece en esta situación.
ria fecal. Los dos síntomas, anorexia e inllibición en el desarrollo del lenguaje,
En el caso de Patricia la mala relación con el pecho se desplazó al eran la expresión de sus dificultades COIl el mundo exterior, su rechazo
pene y a la fjgura total de la madre, como poseedora de los penes del y su temor a la conexión, más pr ofundamente a la conexión genital que
padre, e hizo que ésta fuese más temida y odiada. En un desarrollo nor- le hubiera permitido superar la pérdida del vínculo oral. Cuando nace
mal el desplazamiento de la boca a la vagina hace que ésta se cargue de la hermana pierde a la madre. La niñera le quita violentamente los pro-
las angustias ligadas al vínculo con el pecho. El hecho de que S11 padre ductos del interior de su cuerpo y cuando intenta reparar a su hermana,
estuviese psicológicamente ausente aumentó las dificultades e inhibiciones rehaciéndola con la palabra, su madre la castiga y le prohibt" hablar. En
de Patricia para recibir del pene lo que había perdido del pecho. Esta su mundo de fantasía la madre le estaba prohibiendo la reparación de
interacción de factores internos y externos se hizo también evidente en la hermana - más profundamente, hacer ella mismo un niño- conde~

L
158 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁUSrS DE NIÑOS 159
nándola a vivir en un mundo destruido y a guardar las palabras en su a ~Í,. de entregar y recibir, sufrió retrocesos y, progresos durante el
interior. anahsIs y muchas veces regresó a su actitud de aislamiento y encierro
La anorexia que padecía se explica por el incremento de ansiedades ~otales, para s~li.r de ellos con nuevos logros. El refugio en su mundo
paranoides, pero también por el temor de ineorporar cosas buenas y trans- ~nterno y sus dIfICultades en la formación de símbolos, se evidenciaron en
formarlas en malas y destructivas -fecales y orina- por un desplaza- Juegos con sustancias que no ::::orrespondían a su edad. Todo el mundo
miento de la vagina a la boca. En esta situación de angustia y decepción exterll'~ era para e~la imagen y semejanza de su mundo interno, constituido
frente a la madre, la figura del padre podría haberla ayudado a vencer por arma y matenas fecales.
la depresión, pero en este caso se trató de un padre psicológicamente . y ~ hemos dicho que pensaba que era diferente e incompleta y que
ausente, que no la ayudó a elaborar la pérdida de la madre. Además, en SImbolIzaba esto en diversos juegos, imaginaba que su imperfección y
el ambiente no existía otra figura masculina que lo reemplazase y Patricia vaciamiento se debían a las malas cosas que su madre puso en ella, así
se identificó con la persona más ligada a su madre -su abuela- refor- como a la falta de incorporación del pene del padre. Come fantasía de
zando con esta identificación sus limitaciones intelectuales y su sentimiento curación aparecía su deseo de llenarse con las sustancias de su madre
de invalidez. n:
y ías , pero sólo la disminución de la ansiedad y la culpa y la fusión de
La inhibición en el desarrollo del lenguaje se hizo por un desplaza- las .I~agos extremada~nente buenas y perseguidoras, le permitieron la reali.
miento de lo corporal a lo mental. Conservar los contenidos mentales era zaClOll de esta fantasla a través del vínculo transferencial y de una mejor
su forma de compensar el haberse visto forzada a dar los contenidos mate- relación con el mundo.
riales -materias fecales, orina e hij os-o Durante sus sesiones analíticas rara vez jugaba con juguetes. Pre-
Cuando a través de la situación transferencial pudo incorporar algo ferentemente ma.nipul~b~ sustancias, minas de lápiz, aserrín, harina, agua,
positivo, mi pecho, y como consecuencia de eso el pene, pudo pronunciar etc.; con ello SImbolIzo los contenidos de su madre, de ella misma_ la
palabras y continuar el desarrollo del lenguaje. mezcla de su interior con el de su madre, su avidez por el interio; de
Confirmando esto, diremos que las primeras palabras que agregó a ésta y su identificación con ella. En otro juego diferenció las sustancias
su vocabulario durante -el tratamiento, fueron "no'~ y "sí" y surgieron que fantaseó que tenían los adult:0s y las que atribuía a los niños. Expresó
de la interpretación de su vínculo transferencial. El "no" significaba un su culpa cuando robó y estropeó a los adultos, así como 10.'3 temores de
rechazo a las palabras que salían de mí, así como un rechazo a los cante· per:ecución. En una segunda fase de su análisis jugó con mi cartera, apo.
nidos de la madre, repitiendo la situación originaria. Expresaba su situación d.erandose .de todos sus c_o~1tenidos, a veces vendiéndomelos después a pre-
de rechazo general frente al mundo, su sometimiento a las situaciones trau· CIOS exorb~tantes y en~anandome luego, porque después de haber pagado
máticas mencionadas. Decir "sí" significó cambiar su posición frente al me .los qUl:aba. Despues de estos juegos solía tener crisis de ansiedad y
mundo externo, era recibir mis palabras, incorporar mi pecho y mi pene rabIa o saha escapando del cuarto de análisis como si me tellÚese. Fabricó
-escena primaria- lo que le permitió la. estructuración de un mundo luego bolsas que llenó de autos. y aviones, las mantuvo herméticamente
interno nuevo. Podría decir que esta incorporación que se expresó en el cerradas y en reserva, amontQnadas dentro de su cajón expresando siempre
"sí" verbalizado, anunció el proceso de curación. temores de que alguien las robase o estropease.
Freud en su artículo sobre la negación.5 interpreta el sí como acep- El progreso en la simbolización aumentó su posibilidad de conec-
tar, tragar, asimilar, incorporar; y el no como el escupir, como el rechazo tarse COn el mundo exterior, que cambió para ella al analizarse y modifi-
de la vida, expresando los instintos de vida y de muerte. Cuando Patricia carse su mundo interno; pudo relacionarse mejor con sus hermanas y con
pronunció su primer sÍ, decidió vivir en el mundo. algunas amigas.
Me parece importante destacar -como ej emplo de lo que significaba Debo señalar que en este caso las circunstancias en la vida familiar
el cajón individual para el niño- que antes de pronunciar las primeras se hicieron muy difíciles por situaciones exteriores reales y no se aconsej ó
palabras lo anunció, dejando abierto su cajón individual y abriendo los ningún cambio para mejorarlas. El progreso de su adaptaci.ón a la reali-
pequeños paquetitos que había '~errado herméticamente durante la primera dad fue el resultado del análisis .de su mundo interno y aprendió a mane-
hora. Representaba tanto la boca que habla como la vagina que recibe jarse mejor dentro de la vida familiar; y de un modo progresivamente
el pene, y la madre que concibe un niño. Claro que esa actitud de abrirse mejor en su medio escolar, aunque no podía considerársela todavía como
una niña totalmente normal .
.5 FREUO, SIGMUND: "La negación", vol. II, pág. 1042, Obras Completas, Ed. Bi~
blioteca Nueva, Madrid, 1948.

s
160 ARMINDA ABERAS'llJRY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 161

Verónica Verónica fue una niña deseada y el embarazo se desarrolló sin tras·
torn os. El parto fue breve -una hom- y según la madre totalmente
Verónica era la hija meDor de padres aparentemente sanos y bien normal. A las tres ·h oras la prendieron al pecho y succionó muy bien.
avenidos; los hi jos parecían ser normales. El haber encontrad~ semejan- La lactancia materna duró tres meses y luego empezaron con )a alimen-
zas entre el caso de Verónica y el anteriormente expuesto hIZo pensar tación mixta, siendo el destete gradual. No recordaron cuándo habia dejado
nI pediatra que la envió 6 que an tratamiento psicoanalítico pod:a ayu- de mamar o succionar. Comía bien aunque no recordaban detalles ni de
darla. horarios ni de ritmos de comida. Siempre fue poco activa y de escasa
A la entrevista inicial vinieron el padre y la madre pareciendo ambos habilidad motriz, la recordaban como a un bebe tranquilo que nunca
muy preocupados por los trastornos de la hij a. Respondia~ con facilidad prote'staba ni pedía nada. Tuvo trastornos durante el aprendizaje de la
a mis preguntas y me informaron en detalle sobre el mohvo de la con- marcha y tenía miedo a caerse. Sus primeros pasos fueron tambaI.eantes,
sulta. Recordaron muy poco de la historia de la niña. El relato de su no recordaban cuándo los dio, pero pensaban que sería al finalizar el
vida diaria, de cómo pasaba 103 sábados y domingos y ,cómo se feste- primer año, y como el aprendizaje fue muy lento, caminó recién a los dos
jaban sus aniversarios fue muy somero. Por momentos pareelan comprender años. No tenía tendencia desde entonces a caerse ni lastimarse.
la gravedad del trastorno de la hija, en especial algunos de sus smtomas Las primeras palabras las dij o a lo!; dos años - según el informe de
que los llevaba a sobreprotegerla y tratarla como a un bebe. Por momentos los padres- y a los tres años -según el informe del pediatra-- y las
negaban su gravedad y se referían a ellos como si fuesen trastorn os de perdió progresivamente. Recordaba fragmentos de canciones en francés, que
conducta O caprichos. . no articulaba bien sino que más bien tarareaba, teniendo una notable jus·
Cuando me consultaron por Verónica los hermanos varones teman teza y afinación para hacerlo.
13 y 12 años y la hermana 10, siendo los tres aparentemente sanos y, Desde esa época solían en.contrarla ensimismada, hablándose a sí mis·
según los padres, no habían presentado ningún trastorno en ,el. desarrollo ma, y fue entonces cuando comenzó en los atardeceres a quedar como exta-
y su escolaridad era nonnaL Querían. que analizara .a Veromca porque siada esperando la llegada de la luna. Las pocas palabras que pronunciaba
les resultaba ineducable. Cuando explicaron los motivos por los cuales en ,esos momentos no tenían relación ni con su actitud ni con lo que pare·
la traían al tratamiento, ¿!'jeron que tenía un retraso de lenguaje, que cía estar esperando_
las palabras que había adquirido a los 2 años las había perdido poco Los padres ]a comparaban a un ~'doble" copiando o imitando a las
a poco. Ellos la comprendían, pero nadie del ambiente podia ~econocer personas sin ser nunca ella misma. Nunca había pronunciado una frase o
como palabras los sonidos que emitía. Además, aun cuando crelan com- palabra adecuada. Sus padres y hermanos hablaban francés y castellano; el
prenderla, se daban cuenta ,de que no co~ncidían c~~ los objetos o si- personal de servicio y algunos amigos hablaban solamente castellano. No
tuaciones con los que debenan estar relaCIonados. DIj eron que era muy recovdaban nada sobre la dentición, pero pensaban que se había desarro-
nerviosa, que sufría de crisis de rabia y llanto, en especial cuando nO,1a llado sin trastornos. En cuanto al control de esfínteres, dijeron que se
~omprendían, lo que acontecía con mucha frecuencia. C~ando arareclan logró fácilmente y sin castigos corporales ; pE".nsaban que fue especialmente
extraños toda es ta síntomatología se agravaba y se poma espeCIalmente temprano, aunque no recordaban la fecha exacta en que hzhían inici.ado
molesta y descontrolada. Destacaron que las fobias más intensas eran a la enseñanza. En el infonne del pediatra me señalaron algunas pérdldaR
las flores y a los perros, lo que hacía imposible su adaptació~, 8.1 medi.o aisladas del control urinario. El sueño se vio perturbado en una época
en que vivía Verónica, ya que estando en el campo era mu'y d~flCll eludn que tampoco recordaban. y dijeron que actualmente dormía bien~ aunque
tanto a las flores como a los perros. Agregaron que parccla SIempre ate- no más de cinco o seis horas.
morizada, que no miraba nunca de frente y solía clavar los ojos en las No había manifestado nunca ningún tipo de curiosidad sexual, no la
manos de las personas_o Que al atardecer quedaba ensimismada esperando habían visto masturbarse ni tener juego alguno de esta Índole con los
la lIe u ada de la luna la oscuridad la aterraba y cuando se acercaba la hermanos.
nocheo tenía verdader~s crisis de terror, no obstante lo cual iba dócil· En esta segunda parte de la entrevista conocimos mucho más del
mente a la cama y sin reclamar que se la acompañase. Ten ían por mOA trastorno de Verónica r muchos de los detalles agregados fueron de sumo
mentas la impresión de que no los reconocía ni los diferenciaba de los interés para nosotros. En cuanto al día de vida, fue relatado de un modo
extraños. muy somero. Se despertaba tempra:tlo, desayunaba sola, tomaba desde pe.
queña el desayuno en taza y sin volcarlo. Tampoc'O en esta rarte de la
6 Profesor F. Bamatter, de la Clínica Universitaria de Pediatría de Ginebra. entrevista pudieron recordar cuándo había abandonado la mamadera y
162 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSI COANÁLISIS DE NI~05

el chupete. Luego del desayuno jugaba sola, no pudiendo salir del jardín estudiaban internos en escuelas, dejando libres de tratamiento los meses
por las fobias que hemos m.encionado. de vacaciones. Todo esto fue resuelto con ellos, antes de iniciar el trata·
Cuando les pregunté a qué jugaba Verónica, me relataron los dos jue- :miento. No se modificó en nada. la rutina diaria. Propuse sesiones seis
gos siguientes: uno consistia en tomar en brazos una muñeca y dejarla veces por semana, anticipé que el tratamiento d uraría años y que los resul·
para retomarla nuevamente;. el otro , en llevarse repetidamente un objeto tados no eran previsibles 7.
a ' la boca, especialmente si era de metal. Como vemos, los dos j uegus tienen Les advertí que durante el tratamiento se sentirían más de una vez
la misma característica y podrían ser los de un bebe al finalizar el prime. desesperanzados o con dudas y que ni aun entonces les pudría dar infor-
añ'o. A veces intentaba jugar con cubos: pero se impacientaba y abando"- maciones sobre el curso del tratamiento, ni aconsejarles, aunque fuesen
naba el juego fácilmente, destru yendo lo poco que había 1lecho. Rechazaba momentos difíciles. Que siguiesen con su modalidad educativa como hasta
en general los juguetes y los rompía o los ignoraba. ah ora y que ellos mismos adecuarían su conducta a los cambios de Veró-
Pasada la mañan a, almorzaba a las 12 con toda la familia y parecía nica en la medida en que lo creyeran necesario 8. Todo el primer período
adaptarse al ritmo familiar. Rara vez dorm ía siesta, tomaba el té con los de análisis transcurrió sin que t uviésemos ninguna entrevista, salvo el
hermanos y estaba lueg'O con ellos, pero realmente ni jugaba ni convivía día de la despedida, en la que la madre me habló de algunos cambios
con nadie. Al llegar la noche, aunque la oscuridad le producía terror. iha que .había notado en su hija y en la que combinamos la fecha en que
sola a la cama dócilmente, sin protestar, y tam poco a la mañana pedía reiniciaría el tratami ento. Poco después recibí una larga carta del padre,
que la levantasen, aunque se despertase mu y tempr ano. Esperaba paciente· que transcribiré más adelante, cuando comente cómo utilicé ·estas infor-
mente la llegada de alguien que la vistiese y levantase. maciones.
En un momen to de su desarrollo -que no recordaron con exactitud- El primer período dc an álisis duró 4 meses y se cumplieron siempre
!;olía despertarse en la noche a terrada, pero esto no pasaba últimamente. las seis sesiones semanales. Se interrwnpieron durante un mes para reini-
La vida, los sábados y domingos, cambiaba muy poco : ihan a casa ciarlo luego con el mismo número de sesiones, durante 5 meses. Se inle-
de amigos o recibían en' la de ellos, per o como esto trastornaba tanto a numpió luego por las vacaciones de verano, retomándolo durante todo el
Verónica, lo evitaban cada vez más. Los días de cumpleanos no eran espe· año siguiente, esta vez sin interrumpirlo hasta noviembre, en el que dimos
cialmente festejados, ya q tt'e nú mani fes taba interés en nada, y nada podía por terminada la primera época del tratamiento.
llegar a entusiasmarla, sirio que, por el co ntrario, los estímulos nuevos Resolvimos que quedara sin a nálisis por un tiempo - y com"Q prue,
la excitaban. No tenía respuesta afectiva positiva a ningún estímulo y pO I' ba-; lo decidimos por considera:r una vez más el sacrificio que signifi.
momentos la madre tenía la impresión de que no la reco nocía como tal. caba para los padl'es el tralamien to, y como se habían logrado mej orías
Tenía inesperadas crisis de rabia y gritaba sin que nadie en su medio más rápidam ente de lo esperado resolvimos que si tuviesen .alguna difi-
pudiera comprenderla ni calmarla. cultad especial "(l notasen algún retroceso serio lo retomaríamos.
Como n o tenía habilidad motriz la madre la vestía y desvestía, tam o Como la madre ten ía dificultades externas e internas para dedicar
bién la lavaba y bañaba como si fuese un bebe, sin que hubiese intentado a su hij a todo el tiempo y el contacto que le eran imprescindibles, fue a
que lo hiciese sola, por considerarla incapaz de lograrlo. No r ecordaban que ·vivir con ellos una j oven institutriz que se ocuparía solamente de Veró'
hubiese padecido ning un a enfermedad ni sufrido traumatismo alguno. nica !). Resul tó ser una persona bien dotada, que comprendió que deb ía
Al fi nali zar la primera entrevista con los padres se decidió el trata- apoyarla en sus logros, si n forzarl a. Las actividades que realizó Verónica
miento. Como no vivían en Buenos Aires era necesario buscar una solución incl uían ejercicios y juegos en los que se favorecía su desarrollo motor:
adecua da en la que pudiese r ealizarse sin perturbar demasiado la orga· un mínimo de apren dizaje escola.l', que consistía en la enseñanza de l ~tra s
nización familiar. Dada la gravedad del caso y el tipo de trastorno, estaba v números, alternado con dibujos libres 10, y la enseñanza de pequ eñas
completamente contraindicado separarla de la familia, y por otro lado
también la gravedad del caso exigía un tratamiento de muchos años. Si l~_ 7 No obstante la mej'Oría de la niña, cua ndo meses despuh IO!:l volví a inlerro.
gar, no agregaron nada a lo y8 expuesto.
madre Se quedaba en Buenos Aires para acompañarla, se la separaba de 2 Cf. capítulo VIII.
los otros hijos y de su marido, desmembrando así la familia, lo que tam- 9 Aunque Verónica hahía mejorado, estaba aún muy por debajo de su edad y
poco era posible. Propuse que hiciésemos períodos de tratamiento eügiendo c'omo $ U madre no se sentía en condiciones de prestarle la atención nece~ariu. se
los meses en los que considerasen ambos que se perjudicaría menos la recurrió a e~te medio.
10 Con las letras tUYO las mismas dificultades que con las palabl"Bs; podín r e·
relación familiar . producirlas, pero no comprendía su significado. En sus dibujos repetía siemprt' 111 1
Eligieron para el tratamiento los períodos en que los -h ijos mayor e~:. tema: un bebe acostado en su c una.

s
164. ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁUSIS DE NIÑOS 165
mnnualidades v labores doméslicas como tender la mesa, hacer alguno.8 manifestar angustia y como si ignorase la separación de su madre, que
postres, coser y
bordar. Las más placenteras para V~rónica y en las qu~ (lU,-~dó en la sala de espera 12.
mostraba gran habilidad eran esas actividades fememnas en las que llego En una mesa baja había c olocado tazas, platos, cubiertos, cubos,
a un nivel adecuado a su edad. Como resultado de este período, pudo in- varios muñequltos, algunos pedazos de género, piolín, lana de tejer y
gresar en UDa pequeña escuela de campaña, como oyente, en primero inf~. goma de pegar. No sé si podré reproducir la monotonía y la dificultad
rior observándose cierta mejoría en su contacto afectivo con otros nI- en las que tra Dscurrieron 105 primeros meses del tratamiento, pero lo
ños,' realizando con ellos algunos j llegas. Con sus hermanos la relación intentaré.
era excelente. En la primera sesión, sin mirar nada de lo que la rodeaba, se dirigió
Durante ese período la vi en dos oportunidades y tuve noticias de a la canilla, dej ó correr el agua la y puso sus manos en. contacto con eUa.
ella por sus padres. Las mejorías se mantienen y diría que 'sigue progre- Parecía alucinada y reía o gritab a aterrada cuando tocaba el agua; los
sando. Siento no poder ofrecer una serie de fotografías que me regaló su cambios de expresión eran veloces e imprevistos. Musita ba algo dirigién.
padre, donde se ve la progresiva mej Dría de su expresión, desde la cara dose al agua conlO si fuese un personaje invisible y riéndose o gritando.
inexpresiva, dramática, del día en que la con ocí, hasta el de una niña También aqui los cambios eran súbitos y extremos. Cuando parecía más
alegre> casi normal. asustada tiraba agua fuera del lavatorio y quedaba paralizada sobre todo
Su tratamiento continuarii durante muchos años y quizás a través de si ésta tocaba sus pies o piernas.
él podremos esclarecer el origen de su síntoma y posiblemente lIeva.r!a Interpreté esos cambios en sus reacciones cuando estaba en contacto
a una mejoría de sus relaciones con el mundo. Por ahora es una nma con el agua como aspectos extremadamente buenos o malos de su cOn-
que si bien habla correctamente francés y castellano y se adapta a las tacto conmigo, como repetición de lo que sentía con su madre; que me ha-
exigencias del ambiente, juega poco y su aprendizaje escolar es muy . pre- blaba para hacerme buena o mala a .voluntad, y cuando no se cumplían sus
cario. La misma dificultad que mostró para el uso de las palabras se mandatos O no se sentía comp:rendida arrojaba el agua afuera y se
prer,enta ahora en el manej o de los números y letras. Es capaz de repetirlof; ater.raba, quedándose paralizada. Pareció no entender mi "interpretación,
y copiarlos, pero sin comp¡cnder su .significado. Pasaré a relatar el primer pero abrió la puerta y miró a su madre. Lejos de ella, dejándola sola,
per"Íodo de su tratamiento. la sentía mala y la asustaba y yQ, allí con ella -tratando de entenderla
Aunque me la habían descripto como una niña muy extraña, y habia y acompañándola-~ era como el agua a la que sonreía. Interpreté que
leído el infoTme del pediatra 11 su aspecto me impresionó, así como sm~ e.sas órdenes que daba al agua se dirigían también a su madre y a mí,
a·laridos de rabia y miedo. Verónica tenía 4 años y 8 meses. Era delgada. intentando disponer a voluntad de nosotras, separándonos o alejándonos
.jita para f;U edad, su mirada era inexpresiva. En su rostro ha.bía algo 12 Reacción típica en los niños autistas.
rlralllático y hosco, un extraño contraste entre la mirada inexpresiva y un 13 El agua es uno de Jos elementos más utilizad'Os por los niños durante sus
ridus que imprimía a su boca algo que podía parecer una sonrisa. Sm. sesiones, especialmente al principio del. tratamiento psicoanalítico_
manos de dedos afilados estaban siempre frias. Además del significado simbóli co que adquiere según la siluad ón global, es in-
teresante señalar que 1a idea del agua como principio Ilrimúrdi al deriva de las más
Cuando su madre me la presentó, me dio la mano e hizo una pequeña antiguas teogonías y cosmogonías de Or iente. E,. frecuent e eocont·ra r (;.n ellas el mito
reverencia de un modo automático, y entró en el cuarto de juego sin de un caos acuoso primordial, del que se habría engeudrado el cosmos y la vida. Trans-
cribimos a continu ación un fragm ento df'J anti guos papiros ef!;ipcios, fragmento que
figura en la Histoir~ Ancienne áes Peu ples de rOrient de Maspero y que cita R.
11 Transcribimos un fragmento del informe del pediatra: "No .;: e ha n ell l ·,)n· Mondolfo en El p ~ n $amiento antiguo, tomo J, pág. Ir1., Losada, 1952.
I.rado en la niña índices de una afección de tipo encefalopático congénil a debid a a "Al prillcÍpio era Nun, masa Iíl'}uirJa pr imordial, en cuyas infinitas profundidades
traumatismo,> obstét.ricos, o a lesiones manifiestas en su infancia. Tampoco t e nemo~ flotaban confusos l'O s gérmenes de todas las cosas_ Cuando comenzó a brillar el sol,
m'Otivos para afirmar una enfr.w nedad heredo-degenerativa, afectando especialment e el la Tierra fue allanada y las aguas sepa.radas en dos ma~as diferentes: una engendró
cerebro. En cuanto a ]a hipótesis de una embriopatía nos faltan elemento:;" en .la I;mam· los ríos y el Océano; la otra, sU8pendida en el aire, formó la bóveda del cid o, las
nesis para sostenerla; por otro lado las manifestaciones que presenta la niña Iltl ~ U ll aguas de lo alto, en la.<; cuaJes astros y di oses, transportados por una corriente eterna,
de tipo embriopático. se pusieron a navegar."
Los trastornos que sufr e son esencialmente de naturaleza psíquica y se advierlel! Estos mitos se transmilen a Grecia y la investi"ación científica y mosólica so
fallas en el sistema de asociación. Proponemos basar las futura s medjdas Jlsic:oJlt!d,,- inicia en Jonia con Tajes de Milelo, que afirma qu; el agua es el principio de los
....ógicas sobre el terreno afort unadamente no desprovisto de posibilidades y de O fr~' · t" I. :>cres_ Seg ún la explicación dada por Aristóteles -Metafísica 1 3- derivaría esta
~ la niña la ocasión de progresar en sus cooocimientos, sea en el domin io de "'; ('üncepción de observar que lo húmedo I~S la nutrición de t oda; 1~~ cosas y que hasta.
"VOcabulario como en el de actividades manuales y sociales, rodeándola de per::01IH· el calor se engendra en el agua y vive. Concluye señalando que esto, de lo cual se
-experimentadas en materia de pediatría mentaL" ~ngendran todas las cosas, es precisamente el principio de todas ellas.
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de ella. Si no respondíamos a sus deseos o n o la entendíamos se enoj aba vez le ca usase ansiedad. Interpreté ]a necesidad que sentía de disponer
y nos arroj aba afuera, pero una vez afucra tenía miedo de que la de un modo incondicional de mi pecho y mi leche para curarse, que esa
persiguiéramos y le hiciésemos daño, por eso quedaba paralizada, parali. agua que fluía continuamente eran mis palabras que quería que no se
znndonos dentro d e ella. interrumpiesen nunca, como el ~ordoncito que la unió a su madre cuando
Su limitada relación con el mundo se expresaba en el consultorio estuvo en su vientre. Ella ahora podía modificar lo que pasó allí dentro,
en su relación ún ica con el agua . El descon ocimiento y rechazo de todo rehacerlo conmigo y protestaba si se cortaba el flujo de mis palabras
cuanto lo rodeaba y de los contenidos JeÍ cajón -al que miraba--- nos -lechc- que ihan entrando en su mente alimentándola.
mostraba cuál era su posición frente al mundo exterior. Durante la sesión siguiente comió basuras del suelo y chupó agua
Le interprl~té el agua como aspectos de la madre y míos, que ella que se volcaba del lavatorio_ Interpreté que es tar en ese cuarto era como
hncía buenos o malos hablándoles y que si no respondían a su mandato estar en la barriga de mamá, y comía de mí para alimentarse, pero se
lu aterraban y los echaba afuera. Pero desde afuera la asustaban aun más, veía forzada a tomar basuras yagua mala ,- la que ella expulsaha- corno
¡)(lnsaba que podían hacerle mucho daño y se paralizaba, paralizándolos pensaba que debió hacerlo dentro de su mE\.dre.
1\ ellos. Que sent.ia que no podía desembarazarse de ellos ni dentro ni
Des pués de comer las basuras y beber el agua del suelo tuvo crisi!'i
MHcándolos afuera. de deses peración y miedo. Le interpreté que sentía que yo -eomo su
Aunqu e aparentemente no me escuchaba, la mirada de lerror con madre- la atacaba adentro con el agua sucia y las hasuras~ obligándola
la que abrió ent onces la puerta y espió a su madre, mientras a mí me a tenerlas dentro e impidiendo que se curara. También le .i nterpreté que
~onreía, me hizo comp,render que en ese momento el miedo se refería a ella no hablaba porque saldrían de su boca basuras yagua sucia, quc tam-
eUa. Completé la interpretación diciéndole que la madre, lej'Os de ella y poco hablaba porque necesitaba g uardaT tod o dentro, que, aunque malo,
dejándola sola, era como el agua que asus la, y yo, acompañándola y tra- era mej or que eslal' vacía. Cuando quería sacarse t.odo eso y no podía~
tando de entender 10 que sentía, era el agua buena, a la que sonreía. Este paleaba y gritaba, como también pateaba y gritaba cuando quería hahlar
juego - con muy ligeros cambios- se repitió durante varias sesi'Ones, :ll para hacerse comprender y no ]0 conseg uía. Utilicé aquí. el dato que
las que volví a formular lai interpretaciones de .acuerdo con las expresl.o- me habían dado sus padres al decirme que su respuesta era patear y gritar
Jles de su cara, cuando sus manos tocahan el agua o ésta se derramaba. cuando no se podía hacer comprender. Interpreté también que poniéndose
Era muy Jlamativo el aumento del miedo y de la tensión muscular cuando dentro esos pedazos de basura me mostraba que se sentía con pedacitos
el arrua quedaba fuera del lavatorio. Interpreté esta acción como un intento de palabras que sacaba -como gritos- pero que no alcanzaban para
de s~car de dentro de ella, de su madre y de mí todo eso qu e la aterraba, juntarlos c'omo palabras.
y que luego la paralizaba. Que éstas eran las cosas de las que no podía Después de las interpretaciones solía darme la espalda, lo que inter-
hablar. También interpreté que cuando musitaba sonidos, hablaba del preté como su esfuerzo por no ver lo que le mostraba, porque le era
agua-madre-yo para hacernos amigas 0, enemigas a volunt.ad , sacándonos muy penoso. Recordando que uno de sus síntomas era no 'm irar de
o poniéndonos dentro de ella, pero que si no respondíamos a sus deseos fren te y fijar la mirada en las manos de las personas, interpreté la parte
se desesperaba. positiva de ese darme la espalda; le dije que no mirarme de frente signi-
Me impresionó much'O una reacción que tuvo durante una de esas ficaba también que tenía menos miedo a que yo la atacase y no necesitaba
~esiones. Me había quedado abstraída, sin interpretar durante unos mi- obser var mis manos para prevenir lo que yo podría hacer con ellas.
nutos. Me sacó de mi ensimismamiento un chorro de agua que dirigió Otras veces no reaccionaba así sino escapándose del cuarto, inter-
u mis oj os. Inlerprf':té que necesitaba que yo observara y entendiera pretándole que lo hacía porque me temla y además porque temía hacerme
siempre lo que pasaba en su mente. Que el despertarnle de ese modo era dañ'o , y escapando huía del insight que significaba quedarse conmigo y ver
pP.dirme que e'5tuvjese siempre alerta para entenderla y curarla. Comprendí lo que había dentro de eUa y de mí. H
que el vínculo que hahía establecido conmigo estaba suficientemente afian· Interpreté también la huida CQm :::. un a forma de preservarme; desapa-
zado como para que pudiese agredirme con el agua, despertarme y d~s. recía para no atacarme porque esas huidas se acompañaban luego de
poner de mi a voluntad. Esta modificación en la relación transferenCIa! una incorporación desesperada de agua de la canilla, que interpreté como
era de !Iouma importancia, ya que su madre la había descripto como un un reencontrame.
bebe tranquilo qu e nunca pedía nada. Estas reacciones me hicieron pensar que el retraso de la marcha
El agua qut: luego de arrojar a mis ojos dejó corriendo dentro del
14 KLEIN, MELANIE: "The importa:nce of symb(ll·format ion in the development of
[avatori rJ, durante toda la hora, desbordó y cayó al suelo sin que esta lhe ego", ob_ cit.
168 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 169
.y el lenguaje estaban ligados a la dentición. Hechos posteriores me la madre y yo, e introduje la disociación entre la madre-pecho y la madre-
llevaron también a encontrar un vínculo entre la dentición V la marcha 15 genital. Agregué que todo esto lo estaba sintiendo conmiO"o -madre v
pero no obtuve nuevos datos de los padres que confhlúaran e~ta hipótesis w. padres unidos, la mujer con pene-, que la asustaba que t~do eso pasas~
Solía ir al baño a orinar y defecar, dejando la puerta abierta y dentro de ella y también fuera.
yo debía quedar mirándola mientras ella evacuaba, deseando hacerme com- Volcó agua del lavatorio, se orinó y quiso irse fuera del cuarto. Le
prender lo que sentía cuandc' salia el pis y la materia fecal. Que yo era dije que yo estaba ahí como una persona, además de estar en su mente
,ella debiendo observar lo que hacían sus padres. Este era su modo así como el agua estaba afuera y en su mente al mismo tiempo. MirÓ
de recordar y expresar sus angustias frente a la escena primaria y a ento~lces el cajón de sus juguetes, que nunca había tocado. Interpreté
su sentimiento de soledad. Interpreté también que temía quedar vaciada que el contenido de ese cajón que no tocaba y que ahora me señalaba
y que mi presencia la tranquilizaba de que tendría de dónde sacar sus- con sus ojos, era como todo el mundo que ella ignoraba. Dejand'o todo
tancias, si las de ella se acababan. En estos momentos yo voJvÍa a ser la dentro de su mente no veía los juguetes en el cajón -no ponía las
terapeuta y ella la niña abandonada. cosas afuera-o Podía hacerlo con el agua, que era como el pecho y la
La separación del padre impuesta por mí para curarla, parece haber leche que ella conocía y podía sacar y poner dentro o fuera de ella a
sido repetición de la prohibición que sintió de su madre interna para voluntad. Temía que todas esas cosas saliesen de su mente, estuvieran
acercarse a él. Esto reforzó su vínculo con la madre-pecho negando los fllfta y ella no fuese capaz d e transformarlas a voluntad, como hacía:
aspectos genitales de su madre. Pensaba también que debería de existir eon el agua, escap;~udo a su dominio. Que esas cosas me representaban
una relación entre lo que sus padres señalaron sobre la facilidad con también a mí y todo lo que de mi ignoraba y no se animaba a explorar
que se consiguió el control precozmente y el hecho de que ella guardase -la madre genital- y a aceptar que existían fuera de su mente y de
las palabras, que habían tomado el significado de las sustancias de las su voluntad. Que ella en el cualrto era ella dentro del vientre de la madre,
que se desprendió por sometimiento y miedo. Sobre todo si el aprendizaje curiosa pero ~on miedo de ver otra cosa que el pecho con leche -agua
se inició eH la segunda mitad del primer año, las palabras tendrían el que ya con OCla- ; no ver las ot ras cosas que había en su madre y en mi
significado de los pro duetos de la unión genital, y estarían en estrecha -el pito del padre, caca, niños- era como no ver los contenidos del
relación con la escena primaria. cajón.
Una regresión que sufrió en el tercer período de análisis en la que El agua que aparece y desaparece de acuerdo con su voluntad ,17 era
perdió durante las sesiones la marcha y el lenguaje adquirido en el trata· el pecho con el que jugaba a tenerlo fuera y dentro de acuerdo con su
miento me confirmó en mi hipótesis. Durante esa regresión apareció un necesidad -introyección, proyección-o Las cosas que no exploraba eran
síntoma que los padres dijeron era la repetición de uno que padeció peligrosas, no las conocia, las temía porque no las sabía manejar -por
a los 9 meses, una especie de ruido con la garganta acompañado de un eso recurría a la negación-; mataba las percepciones.
espasmo, algo así como un espasmo de sollozo. La denti.ción~ la marcha y
El juego con el disco
un sonido inarticulado, aparecían allí íntimamente ligados. DUTant(~ el
primer período -luego de las sesiones en que iba al baño a orinar y A la sesión siguienle me traju un disco, parecía muy excitada y la madre
defecar, y de las interpretaciones señaladas- solía reaccionar prolongando me dijo que fue imposiLle quitárselo". Cuando entró puso un lápiz en el
mucho el acto, y sonreía a veces con una expresión de triunfo que le orificio central del disco y lo .hizo girar en movimientos rápidos y ner-
interpreté como negación maníaca de omnipotencia para luchar contra viosos. Puso la uña del dedo índice sobre la parte . del disco con surcos
el temor a estar vacía y sola, mientras los padres copulaban. y acercando su oído hizo como si escuchase. A continuaeión tomó mi
Volvió a jugar con el lavatorio, repitiendo los primeros juegos. Pare- mano, y con mi dedo índice repitió sobre el disco el raspado que ella
cía tan alucinada como al principio. Interpreté esta vez: sobre todo los misma había acabado de hacer, obteniendo de esta manera el sonido que
aspectos disociados de su relación conmigo, sin señalar la división entre había Ínútilmente producido y escuchado. Me lo hizo escuchar, lo escuchó
ella y luego hizo un movjrnientosimilar con mi uña sobre la parte lisa del
lri PICHON RIVIERE, ARMINDA ABERASTURY DE: "La dentición, la marcha y el disco, que al no tener surcos quedó muda. Interpreté que me mostraba
lenguaje en relación con la posición depresiva". Rev. de Psicoanálisis, tomo XV, que en su cuerpo había sonidos, palabras que 'yo debía arrancar~ buscar,
NO 1, 1958, zonas que hablaban y que yo debía encontrar y hacerlas hablar como ella
16 Durante el tratamiento 10 único que pude averiguar fue que a los 9 rne3BS
se presentaron múltiples síntomas. Entre ellos el pavor nocturno. Pero no rliel''On nin· 17 FREDO. SIGMUND: "Más allá del principio del placer", tomo II. Una teoría
gún dato sobre ,la dentición. sexu'al r otros ensayos, pág. 285.

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170 ARMINDA. ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 171
me había mostrado con el disco. Interpreté que, como ese disco, ella tenIa en ella. Interpreté que observaba si con el agua, la goma y su contacto
dentro sonidos encerrados y quería que yo buscase el modo de sacarlos con mi cuerpo se habían pegado los pedazos y que si así fuese estaría
afuera. segura de que las palabras se habían pegado dentro de ella y podría
Hizo (Tira r con fu erza el disco, que cayó al suelo y se hi.zo pedazos. hablar. También interpreté que esos pedazos rot os dentro del cajón eran
Los recogi6 y me mos tró muy ansiosa las partes cortantes, los filos o pin- también ella rota en pedazos dentro de la mamá antes de nacer, y que
chos que puso contra mi mano haciéndome sentir cbmo dúU an. Interpr c'té buscaba la forma de pegar y arreglar la barriga de mamá con los pedazos
que esos pedazos rotos eran dentro de ella las pala?ras que la pinch~ban , que la hicieron, para salir sana otra vez. Tomó el fr asco dp. goma de pegar
la hacían sufrir y no podía sacar afuera. Esas partlculas eran CO~~ Ideas y pasó pasta en las manos, en los pedazos del disco roto y en las paredes.
qu e no podían convertirse en palabras, con todo el dolor que esa dIfIcultad Interpreté que ahora todo el cuarto r;ra mi barriga c'On ella dentro y
de expresión significaba. Me mostró cómo sentía que sus ?al~bras eran que trataba de arreglarme a mí y a ella como a la barriga d~ mamá con
pedazos r otos que pinchan o hieren y que ella sola no padla Juntar. Re. ella dentro.
presentaban también los dientes cortantes que parten las palab~as y que A la sesión siguiente entró dic.iéndome con voz clara y acento inte-
cuando (fritaba tiraba afuera esos pedazos rotos y su dolor. ASl como el rrogativo: "¿Señora?" Interpreté que se preguntaba cómo había qUf'd3d o
disco ro~o ya no hace música, ella no hacía palabras porque también .es- yo en el consultorio mientras no estuvo conmigo - la madre externa-
taba hecha pedaz.os. Sentía que todo estaba irreparablemente destrUIdo y que me mostraba cómo dentro de ella - la madre i nter:¡]~- me habLa
dentro, la cortaba y la pinchaba, y fuera también todo estaba en pedaz os, pegado y estaba completa, puesto que decía "señora". Que en su soledad
como el disco. Como respuesta a mi interpretación se me acercó y me tom ó había co nseguido rehacerme dent ro de ella y me ]0 mostraba y que su
el seno con una expresión muy ansiosa. Interpreté q ue temía que mi pe· "oz in terrogativ3 era preguntarse y preguntarme si esa palabra pegada
cho también estuviese roto y no pudiera curarlo y hacerlo hablar. Buscó dentro de ella si ~ificaba también quP. oeJll rQ estaba pegada y arreglada
en su cajón un tarro de goma y me lo dio junto con los pedazos del disco. toda eHa. Buscó los pedazos del disco dentro del cajón y traLó de hacer
Interpreté que algo de confianza había r ecuperado al sentir que ~i seno sonar cada pedazo y luego los pegó un o junto al otro, sin poder unirlos.
estaba allí, no había des '\Parecido, y que podría entonces con mI leche Interpreté que temía que algo sig uiese roto dentro de ella y de mí, como
pegar los pedazos de palabras y hacerlas sonar. , , el disco, que sólo yo dentro de ella - la palabra señ'o ra-- estaba arreglada
Se pegó a mí apoyando todo su cuerpo contra el mIO. Interp rete que pero qu e aún habí a muchos pedazos rotos, papá y mamá juntos.
quería entrar lo da ella dentro de mí y no sólo sus palabras, estar dentro Hice esa interpretación tratando de incluir la parej a en el momento
de mí c'o n las palabras enteras que yo pronunciaba. Agregué que ahora se de su concepción, pero su falta de respuesta me mostró que en su mente
animaba a mirar dentro y a meterse dentro de mí porque había recobrado no es taba la pareja de padres, sino ella y su madre, o yo y ella, en ese
fe en esa leche sana vinculándola al agua con la que jugó en las primeras instante. Realicé Ja interpretación porque pensé que la idea de ver al pa·
sesiones y con mi s'eno. También interpreté que confundirse conmigo era dre y madre unidos en la casa al volver - era la penúltima sesión- debía
tener mi seno y mi leche, tener mis palabras, y no sufrir los celos y la significar algo especial para ella, puesto que los había. separado para venir
rabia que sentía frente a mí y a todos l os que hablan. a Buenos Aires y seguir su tratamiento. Más tarde comprendí que en ella
Volvió al juego con agua, parecía alucinada e interpreté q ue ahora es taban confundidos tiempo y espaci o, y que para ella la idea del viaje y
toda yo era como el agua: si la entiendo y la quiero, me siente bie~ aden· la unión de sus padres no tenía sentido como algo ligado entre sí, como
tro y fuera de ella; si no la comprendo y no le doy lo que necesIta, soy tampoco el pasad·o con el presente y el futuro.
mala y terrible, soy yo quien le quita las palabras. .• E l día de la última sesión me traj o un ram.,) de flore!:' y me dij o :
Jugó con el ag ua llenando con ella sus manos y muandolas con una HC'est pour vous, madame." Parecía muy emocionada, pero hahló clara-
«,xpresión arrobada. Interpreté que metía dentro de ella el agua, la leche, men te y me llamó la atención que se leyera tilnto afecto en su mirada, al
pnlllhras, se bañaba con ellas y las poseía. comienzo tan inexpresiva. Interpreté entonces que antes de irse me m 05-
Me parece importante señalar que el disco en pedazos fue guardado traba que yo estaba dentro de ella, que podía sacarme y ponerme dentro
Jlor ella dentro del cajón y representó algo· similar a lo qu e para Patricia como esas palabras que sacaba de adentro y salían de su b oca. Que lle-
fue In mina y aserrín pulverizados y en paquetes. varme dentro le habia permitido vencer el miedo 11 las flores y que me
En muchos momentos interrumpía su juego con agua 'O de acerca- las traía para que yo comprendíe,se también que necesita ba llevarme ella
mien to o huida de mi cuerpo para inspeccionarlos atentamen te como si con flores dentro, para enfrentar "la campagne" llena de las flores que
fl~perase que algo en ellos cambiara, de acuerdo con 10 que estaba pasando tanto temía antes. Esas flores - que habían sido 'obj eto de su fobia- sim·
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bolizaban el campo de los padres, donde se vería otfa vez con ellos, con Sigue durmiendo poco y no parece necesitar más.
sus hermanos, con todos sus problemas y lejos de mi. Durante esta sesión Si analizamos estos cambios que el padre nos .señala~_ el más impor-
repitió varias veces el darme las flores, juego en el que interpreté que tante es el que se refiere a su actitud con la madre y el trato que da a
repetía para vencer poco a poco los miedos a acercarse y alejarse de éstas, Jos objetos. Recordemos que en la primera hora del tratamiento se separó
llevándome dentro con las palabras. Antes de irse me pidió llevar un frasco de la madre sin manifestar nin gún afecto, y que los padres. decían que
de material plástico -irrompibk y de cierre hermético- con el que ha· no parecía interesarse por nada. En sus juegos expresó el motivo de esta
bía jugado mncho en las últin::n.¡; sesiones. Tenía el significado de rease· anestesia afectiva, que surgía de esas imagos internas aterradoras, que ella
gUIarse de que no se rompiera nuestro vínculo: tendría un objeto real era incapaz de confrontar con la rea lidad, para lo cual la negaba. La
que me personificaba y la ayudaría a enfrentar sus dificultades cuand'O me imagen disociada de la madre era consecuencia de la falta de fusión de
necesitara. Era la expresión de que necesitaba llevarme dentro y fuera. los instintos de vida y muerte que la llevaban a posiciones extremas y
Cuando me despedía de ella y de la madre, ésta me dijo que era im~ alej adas de la realidad no viéndola ni reconociéndola. En esta forma de
presionan te In voluntad con la que ensayó toda la mañana esa pequeña conexión de objeto la paralización, la expulsión violenta, la negación, la
frase y el gesto de tornar las flores y dármelas. idealización y la omnipotencia, mecanismos de defensa a los que el yo
Lo que llevamo.s expuesto del historial de Verónica nos da una idea recurre, hacen que del obj eto real nada puedan ver porqur. está negado
de cómo iba evolucionando su mundo interno; ahora veremos en qué en base al temor a que reprodilzca las características del obj eto interno.
forma estos cambios se reflejaron en el mundo externo, para lo cual nada Provocan una verdadera ruptura de la percepción.
mejor que transcribir fragmentos de la carta que me escribió el padre al El cuidado por el objeto que nos señala el padre indicaba un gran
mes de negar Verónica al campo. progreso en la relación con el mundo y un primer paso en la elaboración
de la fase depresiva, la disminución del sadismo para presel"Var el objeto.
Fragmentos de la carla de! padre Las tendencias de reparación que se observaban en sus logros de hi~
1) Maneja las cosas con cuidado y habilidad, el reloj de pulsera, el
gi~ne y en su afán en reparar las cosas también significaban un progreso
encendedor, vaS'os, tizas, etc. Busca desarmar su cajita de música con
en la elaboración de la depresión. La caja de música que desarmaba era
el objeto de conocer lo cfLe contiene y enseguida la trae para que se ]a
la, representación de eUa misma. El padre tomaba aHí el rol de terapeuta,
arregle.
as! como a su vuelta yo debí tomar el rol del padre y jugar con la caja
2) Habla mucho y capta casi todo; a veces dice palabras que nos
de música tal como lo había hecho él.
sorprenden. Sabe lo que quiere y se las arregla para conseguirlo j hace
Su curiosidad por el interior de los objetos -cuerpo de la madre~
pequeños mandados, como levantar cosas del suelo y coloca rlas en su lu·
antes tan reprimido, y que ahora expresaba libremente con la caja de mú-
gar, llevar a la canasta los papeles que se le dan, buscar el trapo de piso
sica, era prueba del alivio de las tendencias destructivas corroborando así
y secar si desparrama agua, busca un juguete definido, su caja, su muñeca,
el primer logro señalado.
su cajita de música, un libro.
No existiendo una posesión y exploración sádica del cuerpo de la ma-
3) Se vjste y desviste sola, y se mete sola en la cama cuando está
dre y del mundo exterior, cesa en forma casi total cualquier relación .sim-
cansada. Si se le prepara el baño, se desviste sola y se baña. No le gusta
bólica con las cosas y objetos que representan el cuerpo de la madre y, por
tener los zapatos desabrochados e insiste en que se los aten.
consiguiente, el contacto con el m undo exterior.
4) Se entretiene dibujando, recortando . En el momento en que le es·
Como Patricia, Verónica se sometió, dio sus materias fecales y orina
criho le oigo decir: "00 va manger", y efectivamente es la hora. Reconoce
-:-recordar el aprendizaje precoz y fácil- , pel'O guardó las palabras, que
a las personas, aunque haga mucho tiempo que no las ha visto. Si está en~
tIenen el mismo valor mágico. También el progreso en su lenguaje hacía
tretenida, por ejemplo, co n mi encendedor o mi reloj, se 10· pido y me
pensar que en parte la depresión había sjdo elaborada, mej orando su co·
lo da fácilmente. Le gustan ciertas comidas, y si las sabe nombrar, en-
municación con el mundo: "sabe lo que quiere y se las arregla para CD!!~
tra en la cocina y las pide. Sintoniza la radio en los programas que más
seguirlo". Este período del análisis había durado 4 meses a 6 sesiones
le gustan, pero tiene poca paciencia y constancia para escuchar, o para
semanales.
vencer cualquier dificultad, se desanima fácilmente. Cuando recién llegó,
después del tratamiento, no se apreciaban estos adelantos, pero pocos días En la segunda fase del análisis jugó durante muchas sesiones a mane-
después comenzaron a verse los cambios. j ar el ascensor. 18 Interpreté este juego como un intento de elaborar las
Así como antes parecia ignorar a su madre, ahora es muy cariñosa 18 Este ascensor estaba muy cerea del consultorio donde se realizaban las se-
siones, en mi casa.
,con ella y exige verla.

l
174 ARMI NDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNI CA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 175
8eparaciones que le imponía el ¡-ratamiento. Trataba de elaborar mediante mÍ. Que parecía haber sufrido !'Duvho de no t.enerme con eUa en casa de
la relación en tre un piso y otro la relación entre espacio tiempo y el pase los padres. lO Que ahora conmigo a l hacer música era como si el padre,
de planta baja al primer piso representaba para su inconsciente el viaje ella y yo es tuviésemos uni dos para no sentir la peno. de haber tenido que
desde el camp o hasta Buenos Aires para encontrarme: y la inversa, desde separarse de él, para no aceptar que su padre estaba lej 0"\, y que para
Buenos- Aires y el tra tamiento, hasta el campo donde encontraría a sus verme y cura rse tenía que separa rse de él.
padres y hermanos. Este juego luv o múltiples variantes. . Con la música nos j un taba dentro de ella, porque vernos separa dos
A veces pretendía meterme a mí dentro permaneciendo .ella sola del afuera la apenaba y asustada y conseguía así ten ernos dentro. Interpreté
otra lado de la reja, y otras veces era ella la que quería hacerlo. Tal como esto también en relación con su padre y madre, a ] 05 que también separaba
he señalado. además de interpretar el significado de abandono de quedarse cuando venía a tratarse. La música en este momento del análisis repre-
sola en., el ascensor y el encierro com'Q expresión de sus difi cultades de sentó lo que en el primer periodo la goma de pegar, con la que simbólica-
conexión, le impedí activamente quedarse sola dentro con las rejas del as· mente había juntado dentro de sí los fragm entos de palabras. Salia tomar
censor cerradas, porque ésta podr.ía haber sido una situación de peligro. los pedazos del disco y c uando la uña pasab a por los surcos fin gía escuchar
Tampoco aceptaba meterme yo en el aseensQr . . una música y decía " la bOlte a musique". Si recapitulamos sobre las sus-
En este juego el segund o piso r epresentaba también el segu ndo perfodo tancias que usó para la simboli:?:ación, direm os que el agua fue reempla.
<le su análisis, el progreso realizado, y simbolizaba los retrocesos descen- zada por el disco, la goma de pegar, po r el contacto de su cuerpo unién-
diendo a planta baja, acercá ndose a la puerla dé salida con el significado dose al mío y ]a música reem plazó a la goma que liga y junta, haciendo
de las interrupciones y el retr cceso de su tratamiento. Expresaba en la unión así la sintesis del contacto físico y el pegar con el contacto psíquico) la
tiempo-espacio la de los períodos del tratamiento, y el espacio recorrido música, pensamiento. Le hice una larga reseña de estos significados, cuand o
para reencontrarme o reencontrar al padre. me trajo unas Lij eras para reco rtar y agregué que ahora podía recortar
Interpreté que ella quería hacerme desaparecer y apa recer , a voluntad; y separar los pedazos porq ue "en tía que también era capaz de pegarlos.
además, en lugar de colocarme yo, ponía cualq uier obj eto que me rep~esen· Con el mi~mo significado, mientras daha cuerda a una caja de música que
tase. En es te segundo peJÍodo elab oró pr,?gresiva~ente la disti~ción entre traj o de su casa: y ésta sonaba, mordía desesperadamente cualquier objeto.
mundo externo e interno, tan to en lo que se reitere a los obj etos como Si ]a música se detenía, dejaba de morder. Interpreté que ahora podía
a sí misma y manifestó esfuerzos por. establecer una relaci ón entre el desgarrar co n los dientes mientra s tenía la segurid ad. de que contaba con
tiempo y el espacio mostrá ndome có mo conf undía el ho y con el ayer a lgo que incondicionalmente simholizase unión -la música- o
c uando se equivocaba, y, para h al piso alto, tocaba el bolón que la lle- Al terminar ese período, que duró cinco meses, haciendo seis sesiones
vaba hacia abaJo. En el plan o del lenguaje habia progresado adquiriendo semanales, la mad re me dijo que había notado que Verónica era capaz
nu evas palabras y las utilizaba correctame~te, nombrándolas curmdo corres- de prever las conse<:ueneias de sus actos. Como ejemplo de esto me señal ó
pondía. Decía, por ejemplo: " Señora" y me tomaba de la mano para bus- que al principio del t raLamiento cuando tenían q ue hacer cola para e:;perar
ca r a la ma dre, a la que deóa "mamá", y no como en la primera etapa un vehículo era impo sible hacérselo comprender y mantenerla tranquila,
de su tratamiento, en la que nos confundíé. Ahora aceptaba la existen- y que actualmente sin excitarse y sin que se lo insinuasen era capaz de
cia de una madre real y de una terapeuta que era para ella como una integrar una co1a sin mostrar impaciencia. Me señaló también que cada vez
madre. En una de las sesiones dentro del consultorio fin gió que esc uchaba hablaba más y adecuadamente, q ue reconocía formas y seguía los con ·
al go que por el ritmo que imponía a su cuerpo parecía música, pero este torno s con los dedos, hecho que interpreté como un importante paso
modo de fin gir era muy distinto del primer período de las alucinaci ones. hacia la abstracción. Me dijo también que comenzaba a reconocer los
La diferencia estaba en que ahura ella 'era capaz de evocar una imagen co1ores y que esto había sido después del reconocimiento de las formas
interna y a voluntad hacerla aparecer o desaparecer ¡ en cambi o en el P0' que hemos mencionado. Que, como si jugase, insistía en den ominar obj etos
mer período estaba totalmente a merced de las alucinaciones. Esto signi- y colores y siempre lo hacía en fo rma adecuada. Me señaló asimismo que
ficaba que comenzaba a man ejar sus objetos internos de un modo m ás conocía a todas las personas de su ambiente y les daba sus nombres.
adecuado a la realidad. En cuanto al sueño, me dij o que: au nque algo más que antes, no dormía
Como la madre y el padre me habían dicho qu e cuando escuchaba tantas horas como sus hermanos, las rabietas eran menos fr ec uentes, en
la caja de música con el padre solía decir "Señora", interpreté que escu·
19 Al fi nalizar el primer período de tratamiento pid ió ]levarse uoa botella de
char música y acercarse a mí para que escuchase era como cuando estaba material plástico con cierre hermético, que había usado mucho durante las seeíones.
con su padre y escuchaba con él la "boite a musique" y se acor daba de La madre me refirió que no se separa.ba de ella.

c1
176 ARMINDA AEERASTURY TEORÍA Y TÉCN1CA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 177
general Se adaptaba fácilmente a las exigenciRs diarias de la realidad. Buenos Aires. Su expresión er a de gran sufrimiento y accedió con un
Que se la veia afectuosa, coherente en sus reaCCIOnes, capaz de obedecer: gesto de agradecimiento.
pero que su nivel de juego seguía siendo muy bajo y sufría frecuentes El examen médico realizado confirmó nuevamente una total norma·
depresiones. lidad desde el punto de vista orgánico. Paralelamente a esa marcha tamo
Verónica inició su tercer período de anfilisis luego de una interrup- baleante, Verónica había comenzado a hacer un extraño ruido con la gar·
ción de 6 meses. El intervalo se babía prolongado más de lo previsto -los ~anta, algo que parecía a veces un ahogo y a veces un tic. Me señaló la
cuatro meses de vacaciones--- por dificultades de ellos y mías. madre que esa dificultad en la marcha aparecía solamente conmigo, que
En su primera sesión luego de esta interrupción le reIr té lo que los afuera corría y jugaba como siempre, y que en cuanto al lenguaje era
padres me h abían contado. En contraste con todo 10 señalad,;, me encono como si fuesen dos niñas diferentes, que afuera hablaba en francés y es·
tré con una niña casi muda, que me miraba como si yo fuese una extraña. pañol, adquiriendo palabras de día en día.
Su aspecto físico era excelente, había crecido mucho, tenía un aire salu· Transmití esto a Verónica y le interpreté que estaba tratando de mos-
dable y no quedaban rastros de la niña inexpresiva que había empezado tra rme algo que le pasó cuando era pequeña y apenas caminaba, que no podia
el tratamiento. Su mirada actual era de enojo y resentimiento. hablar y sufría mucho. En las sesiones solía tener crisis de llanto. Trataba
Dudó antes de entrar en el C"onsultorio, observo todo con gran des- de mantenerla en el consultorio y desde ya había arreglado con su madre
confianza y realizó una cuidadosa inspección de su cajón individual, que y con ella para que no la esperase, sino que la viniese a buscar a su hora.
interpreté como la desconfianza y el miedo de que en todo ese tiempo Después de ese período y de la interpretación continuada de sus si·
las cosas hubi eran cambiado en mí, en ella y en la relación entre noso tras. lua.ciones de ansiedad comenzó a pararse y a experimentar caminar. Las
Pienso que este retroceso en su relación conmigo fue consecuencia de la palabras que decía eran papá y a mí me decia mamá.
larga separació n, tanto como del enojo que le causaba que la hubiese sepa· En una de esas sesiones entró con su marcha tambaleante, se tiró
rada una vez más de su padre. Y que negaba mi existencia al entrar en al suelo y quedó inmóvil, mirando el techo, con los brazos apoyados al
el consultorio, para no ver su enfermedad, que la obligaba a separarse de cuerpo y emitió --a intervalos - un pequeño ronquido con algo de sollozo,
él. Al salir del consultl/,rio quedaba como extrañada y dud.b. de volver acompañado de espasmos respiratorios. Yo estaba sentada junto a Veró·
a entrar en mi cuarto. ObSl~rvé que tenía la misma expresión cuando sao nica y al tenderme ella los brazos, la recibí en los míos. Sentí necesario
liendo de mi cuarto iba a uno contigu·o que ella designaba como el de :=:eguir la experiencia.20 Interpreté que se sentía como un behe en hrazos
su padre. En este período su marcha se había hecho tamhaleante, y las .1e ~u madre, que recordaba lo que había pasado en esos momentos de su
crisis de ansiedad eran tan agudas que debíamos a veces interrumpir las vida en que un espasmo así le quitaba la respiración, no podía hablar
sesiones antes de terminados los cincuenta minutos. ni moverse, y se sentía desesperada. Su actitud en mis brazos era la de
La madre parecía muy angustiada y me llamó para decirme que no un l)ebe de no más de 3 meses.
entendía 10 que pasaba con su hija, que durante todo el dia esperaba la Traj e al consultorio un siIlón hamaca y la tomé en mis brazos res·
hora de venir a sesión y cuando llegaba a mi casa parecía aterrada. Dijo pondiendo a la forma en que eUa se comportaba entre ellos. Lloró y se
también que hablaba mucho del padre y quería volver al campo. desesperó, parecía alucinada y luchando contra múltiples agresores. Su
Transmití a Verónica estas palabras de la madre y agregué a mi in· cuerpo era a veces tan tenso que llegaba a la rigidez y pasaba d(: ésta a
terpretación que estaba en parte enojada conmigo porque para tratarse neo uni:l total blandura que me hacía pensar que si en ese momento la hubiese
cesitaba separarse del madre como de pequeña pensó que su madre no la puesto de pie en el suelo se hubiera desplomado o no hahría podido Dlan~
dejaba acercarse a él. Que yo y las cosas rotas del consultorio -el disco ten erse sin mi apoyo. Interpreté otra vez que se sen tía como cuando bebe
en pedazos- ]a obligaban a pensar en t odo lo que todavía no estaba arre- en hra zos de su madre, pero ahora mostraba cuanto miedo tenía: como su-
glado -en dientes que cortan- y que pensaba que por eso se la castiga- fría por no poder mantenerse en píe, ni caminar, ni hablar y como sentía
ba. Que quería huir de mí y de lo que conmigo veía, como cuando inició jn ~atisfech8s sus necesidades, porque no porua hacerse comprender ni va·
su tratamiento. lerse por sí misma. Estas interpretaciones fueron dadas repetidas veces y
Prácticamente no me hablaba y noté en ella una tal dificultad para t~n detalle, correspondiendo a su:; nditudes y a su postura en mis brazos:
caminar que por momentos pensé si no habría algún trastorno neurológico relacionándolas con su vínculo ~~on la madre en el pasado. Le señalé que
que hubiera escapado a las investigaciones previas. )a no se .m ostraba como entonces, un bebe tranquilo --como la madre me
Le señalé su marcha tambaleante y le dije que hablaría con su madre
para que ]a examinase el doctor, que la había visto desde que estaba en :!V N o aconsejo a principia':1teiS seguir esta conducta.
178 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DE L PSICOANl LISIS DE NIÑOS 179
lo describió-, sino que expresaba toda su hostilidad y el miedo a que la !irse expresar en la transferencia n.8cesidades Olébs y de contacto. Com.
atacaran. Ahora podía pedir ayuda porque en parte confiaba en mí y me prendí también que en su mente el tiempo y el espacio estaban confundi-
sentía dentro de ella protegiéndola. dos, la distancia real que la separaba de su padre cuando venía a íyatarse
Salió del consultorio y fue {tI cuarto contiguo y dijo papá. Interpreté se había transformado en una distancia entre los momentos pasado!" y pre-
que estábamos con el padre en "la campagne" y en ese momento yo era sentes y no podía j untar los recuerdos. Esta interpretación la impr.!sionó
para ella la madre que le permitía estar con el padre, y en cambio cuando profundamente y con una cara abstraída y mirando al vacío dijo: "Ima.
la retenía en el consultorio era la doctora que la separaba del padre. Los ge"; interpreté que me decía que ahora podía en una imagen recorr1.ar
conflictos que le creaban los viajes para venir al tratamiento y que ela- momentos de unión con el padre y la madre, el padre y yo: ella y )'0, Y
boró con el material del ascensor se renovaron ahora en un nuevo as- mantenernos juntos en S11 cabeza y su corazón como recuerdr)s.
pecto, que era el de mi maldad al separarla de su padre y más profunda- Que ahora sentía que una mi~ma Verónica quería y recordaba al pa-
mente su propia maldad, separando a los padres. Luego de interpretárselo dre y a mi: a la madre y al padre, al campo y a la ciudad, que era la
volvió al consultorio, separó el disco roto, y quiso salir nuevamente. In, misma la que vivía con sus padres y la que se trataba conmigo en este
terpreté que en esos meses lej os de mí yo había sido la (loctora buena consultorio. Ef'a posibilidad de recuperar en imágenes momentos perdidos
-la botella de plástico irrompible que se llevó con ella-, y ahora al ve- y en el recuerdo significó un enorme progreso en su vida mental.
nir otra vez al consultorio era la doctora mala, que la obligaba a estar En el caso de Patricia vimos cómo a lo largo del tratamiento fueron
junto a discos rotos~ y éstos le daban miedo como dientes que rompen y surgiendo recuerdos de situaciones traumáticas ocurridas en la vida real
pinchan. Esta situación se mantuvo durante muchas sesiones en las que y rat~ficadhS por la madre, que nos permitieron comprender el origen de
viajaba de un cuarto al otro, y sólo excepcionalmente conseguí mantenerla sus smtomas.
en el consultorio los 50 minul'os de sesión. Interpreté que en mi consuIto- En el caso de Verónic:l: si bien no apm'ecieron recuerdos, a través de
rio escapaba a los peligros de los dientes que rompen y destrozan y en el la intensa regresión tJan~ferencial con repeL;dón de síntomas -que los
otro cuarto al peligro de recibir dentro de ella a su padre. A medida que padres situaron en un período de s u desarrolIo- podemos suponer que su
se interpretaba este mat61ial se hizo más claro cómo el consultorio y la neurosis hizo eclosión a los nueve meses con la aparición de los dientes,
habitación contigua representaban el primero su relación con el pecho des- el comienzo de la marcha, de foMG.6 múltiples y el extraño ronquido con
trozado de su madre -los discos rotos-, yo en la transferencia; la se- dificultad para rel'pirar. Es posible que un análisis futuro pueda aportar.
gunda, la relación con el padre -pene,vagina-. La modificación de la nos, como en el caso de Patricia~ el conocimiento de hechos exteriores
situación originaria -la madre prohibiéndole acercarse al padre- a tra~ reales de ese período de su vida vinculados a estos síntomas.
vés de la transferencia se hizo evidente en su creciente confianza al entrar
conmigo y evocar el recuerdo del padre. Al entrar y' salir de cada uno
de esos dos cuartos quedaba abstraída y como si no reconociese el lugar.
Comprendí que no podía unir el recuerdo de los acontecimientos o mo-
mentos en que habia estado con el padre, con los recuerdos de los momen~
tos que hahía pasado conmigo. Es como si fuesen dos Verónicas que ella
no podía juntar, la que estuv'o en el campo con el padre y la que ahora
estaba conmi (TO para continuar su tratamiento -la madre que la separaba
del padre---. Interpreté este juego como un intento de elaborar la distancia
que creaba entre el padre y ella) como consecuencia del tratamiento, separa-
ción que era vivida por ella como repetición de la impuesta por la imagen
interna de la madre, cuando Verónica pretendió sustituirla y lo sintió
prohibido: esta an~ustia la desplazó a las flores y a los perros. 21
La búsqueda del padre que se permitía en el tratamiento representaba
la modificación de aquella situación originaria. Ahora podía pedir a su
padre el pene reparador como en el período de la regresión pudo permi,

:n Expref>aha así dos a~pectos, positivo y negativo. de su genital femenino.

7
X. Conflicto; en la elaboración del duelo TEORÍA Y TÉCNICA DlEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 181
lIes en el cielo, yo no puedo ver a mi papá?" - "¿ Cuándo va a volver
?apá?"
Finalmente, la madre pensó conveniente decirle que su padre hahia
Primera parte *
muerto, pronunciando por primera vez esa palabra. -"¿Qué es morir-
Por POLA I. DE TOMAS se?"-, preguntó Jorge. -"Morirse es como dormirse, pero sin desper-
tarse más"-, le contestó su madre. A partir de ese momento tuvo difi-
cultad en conciliar el sueño y paulatinamente sus trastornos en el dormir
La muerte del padre provoca en el mno conflictos intensos en los aumentaron y se complicaron. Aparecieron pavores nocturnos y a menudo
que se mezclan sentimientos de culpa, temor, dolor y nostalgia, y el aná· se despertaba llorando. Un día preguntó si "la carne era de un animal
lisis nos ha demostrado que cuanto menor es el niño más grave y de ma- muerto", y a partir de ese momento se negó a comerla. Poco a poco esta
yores consecuencias resulta la pérdida. El equilibrio mental previo del niño, actitud de rechazo se fue despla2:ando sobre otros alimentos, llegando a
las circunstancias en que acontece la muerte del padre, la actitud que los sufrir una grave anorexia.
familiares adoptan frente a este hecho y la forma en que es comunicado Entre los datos suministrados por la madre es conveniente señalar
son factores 'iue entorpecerán o facilitarán la elaboración del duelo, proceso que Jorge nunca demostró celos por su único hermano, Carlos, nacido dos
de por sí difícil y penoso de realizar. meses después de l~ muerte de -su padre. Además, en los últimos tiempos,
Jorge fue traído por la madre a consulta seis meses después de mo- había perdido todo el interés por sus juegos.
rir su padre, a causa de una serie de síntomas que había desarrollado La relación con su madre también sufdó un cambio a raíz de la muerte
a raíz del fallecimiento y que fueron en aumento a medida que transcurría del padre. Al principio asumió una actitud 'un tanto fría) para pasar luego
el tiempo. a. "pegarse a sus polleras", según las propias palabras de la madre y a
Cuando Jorge tenía tres años y tres meses el padre murió a causa de un ejercer un constante control sobre todos los actos de ésta.
ataque cardíaco. Aquella mañana, como lo hacía habitualmente al salir Jorge fue un niñ'o aparentemente deseado por ambos progenitores,
para su trabajo, se despidió del hijo con un beso, y éste fue el último que parecían haber tenido una vida matrimonial feliz. Según la madre,
contacto que el niño tuvo con su padre. Horas más tarde, cuando llamaron el embarazo transcurrió sin trastor nos ye' parto se realizó con anestesia.
para dar la noticia de la muerte, Jorge se encontraba en casa, pero la ma- Fue criado por su madre hasta d mes. Desde un comienzo tuvo dificultad
dre pensó que no se habia enterado de nada. Inmediatamente, y sin darle para prenderse al pecho. Tenía tendencia a quedarse dormido al mamar,
explicación alguna, fue llevado a casa de unos tíos, donde permaneció hasta hecho que l.a JUadre atribuía al cansando que le producía succionar y sa-
que terminó el entierro. Cuando volvió, encontró a su madre de luto, llo- car poca leche. Aceptó bien la alimentación mixta y el destete, realizado
rando y sin atreverse a decir al niño que el padre habia muerto. Intentó a los tres meses, pero el hecho de que a partir del año fuese alérgico a
justificar su ausencia, contándole que se había ido de viaje por mucho todos los productos lácteos mostró que' habia elaborado tan sólo en apa-
tiempo. A medida que transcurrían los días, Jorge, demostrando no ha· riencia la pérdida del pecho.
berse conformado con la explicadón dada, comenzó a acosar a su madre A los quince días fue circuncidado. Señaló la madre que aunque co~
con preguntas, que recibieron toda clase de respuestas, menos la verdade- nacía niños sin circuncidar, nunca hizo preguntas sobre la diferencia de
ra. La situación llegó a hacerse insostenible y entonces la madre, aunque su pene con el de ellos, pero cuando 'su hermano fue a su vez círcundi-
no era religiosa, decidió decirle que -"su papá se había ido al cielo y dado preguntó "por qué tenía el pito tan rojo". La madre le respondió
que ya no regresaría más"-. Jorge, lejos de tranquilizarse, dio muestras que se debía a que Carlos se hací a pis yeso le producía irritación. Con
de una angustia y confusión crecientes, que se manifestaron en una serie de respecto al origen de los niños, en cambio, la madre dijo que se le ex~
preguntas hechas en forma incesante y acosadora, no sólo a la madre, sino plicó la verdad. Las relaciones del niño con sus padres parecían haber
a todos sus familiares. -"¿Qué es el cielo?" - "¿Dónde queda el cie~ sido buenas y a partir del embarazo de su madre se había acercado mucho
lo?" - "¿Qué hace papá en el cielo?" - "¿En el cielo hacen pis y más al padre.
caca?" - "¿Comen" "¿Si uno va en avión, puede llegar al cielo?" - Desde el comienzo de la entrevista con la madre se hizo evidente la
"¿Está papá siempre en el cielo?"-"¿Por qué si pueden ver los avio- gray,edad de los conflictos del niño y el fracaso en la elaboración normal
del duelo, por lo cual se le aconsej ó que lo sometiera sin pérdida de tiempo
* Fragmento del trabajo que, bajo el mismo título, fue leído en la Asociación a u~ tratamiento psicoanalítico. Jorge ,se analizó durante un año y medio, a
Psicoanalítica Argentina el 14 de abril de 1956. lazon de cuatro sesiones semanales. Al término de este período su traía.
180
182 ARMINDA AEERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLlSIS DE NIÑOS 18.3

miento fue interrumpido, alegánd'ose motivos económicos. En dicha opor- Esta interpretación actuó disminuyendo en parte sus temores, como se
tunidad se dejó bien aclarado con la madre que, no obstante haber des- (;omprobó cuando Jorgt; después de un rato, permitió espontáneamente
aparecido la ma yo r parte de los síntomas, aún no se podía considerar que su madre abandonase el conslIltorio. No obstante, la necesidad de re~
terminado el análisis. asegurarse sobre su destinu y sobre su retorno se manifestó en una serie
P ara entonces Jorge había ',meIto a ser un niño alegre, interesado ~n de preguntas que le formuló - " ¿ dónde 10 esperaría?", "¿ qué haria mien-
sus juegos y había logrado sustituir la figura del padre por la' de un tlO tras tanto?", "¿cuánto tiempo pennanccerÍa en la sala de espera?", "¿re-
político sumamente cariñoso y en quien podía apoyarse. gresaría cuando él la llamara?"
En' este fran-menlo de su ~lÍstorial expondré y analizaré solamente Evidentemente el abandono ~mprevisto y la inseguridad sobre lo que
parte del materi~l relacionado con, ~a muerte del padre:, señalando los pudiese ocurrirle a su madre no estando él presente lo angustiaban, te-
factores internos y externos que dIfICultaron la elaboraclOn normal del miendo la repetición de la situación originaria. 4 Jorge continuó su juego y
duelo. me contó que en su casa no tenía barcos, pero sí dos cisnes de material
En la primera hOTa de juego que relataré - la pri mera de su tratamien- :plástico que también flotaban en el agua. Los barcos y los cisnes tenían
to- el niño simbolizó a través del juego su conflicto frente a la muerte como elemento común el flotar -salir a flote-, que era lo que Jorge es-
del padre.1 Como es habitual en estos casos, J~rge ho)abía sido jnforma~o d~l peraba de su análisis.
motivo por el cual se lo sometía a un tratamlento.- ~u madre le habl~ ~~. Me dijo: "Al cisne más grande se le rompió la cabeza, pero yo no
cho que yo "era una chica mu y huena que lo ayudana a resolver sus Hos . te ngo la culpa; la culpa la tiene Osear. No, tampoco ; la culpa la tienen
Llegó acompañado por su madre e insistió en entrar con ésta en el con· las paredes." Interpreté considerando éste como el momento de máxima
sultorio. Una vez dentro, la madre se ubicó en un rincón dedicándose a urgencia dentro de la sesión: _ ':'A veces qui.siste romper la cabeza-pito dd
leer y el niño pareció desentenderse de eUa. Observó atenta~ente la habita: cisne.papá y ahora que tu papá ha muerto te sientes muy malo, piensas
ción y los juO'uetes, dando la impresión de una gran desconfianza. Se sento que t u rabia 10 mató y tienes miedo de que tu mamá y yo nos enojemos
junto a los j~O'uetes, pero sin tocarlos, y permaneció en silencio un largo contigo y no te queramos más."
rato mirándo~e siempre... Entonces le interpreté : -"Quieres conocer los En esta interpretación le señalé tanto el temor de perder el cariño
chic~s que yo te doy, para saber si son buenos o malos, ~i . soy ~uena de su madre como el mío, pues J-orge, al hablar de los dos cisnes y de
o mala. Tienes miedo de que seamos malos, por eso no te ammas a Jugar los dos barcos -la casa y el consultorio, la. madre y el analista-, me
conmigo." . indujo a hacerlo. La culpa expresada en este juego despertó en el niño
A esta altura de la sesión era imposible aún saber las causas mter- fuertes ansiedades paranoides, que lo impulsaron a proyectarla sobre Os-
nas que determinaban la actitud desconfiada de Jorge, pero en cambio ea r y las paredes, y a negarla frente a mí demostrando que me temía,
resultaba lógico suponer que podía poner en duda mi "bondad", puesto .habiendo proyectado sobre mí cié·tos aspectos de su superyó. Ante todo
que así había sido calific~da por. su madre, quien, corno ~a vimos . ~n yo representaba a su padre destruido -cisne con la cabeza rota- con·
'Otras oportunidades, le habla mentido. Por otra parte, su achtud tamblen ver tid o en la actual situación en su principal perseguidor por haber sido
estaba determin ada por el temor de que yo repiti ese las malas conductas afec tado directamente por la agresión del niño. Pero también representaba
de sus padres. s a su "madre enojada" por la pérdida del padre, y en parte vivió el in-
Después de mi interpretación se animó a revisar los juguetes, y esco- tento de ésta de abandonar el consultorio - abandonarlo a él- como su
gió un avión, al que dejó de lado, para tomar dos barquitos de distinto venganza. En última instancia, 10 q ue intentó proyectar sobre Osear y las
tamaño, uno much o más pequeño que el otro. Los puso a flotar en el agua paredes fueron sus impulsos destructivos dirigidos hacia el padre --cisne
y jugó en silencio haciéndolos navegar. La madre, al verlo entretenido, le con la cabeza rota- en un intenlo más de negar la muerte de éste y la
dijo que saldría a esperarlo afuera, 10 que despertó en Jorge una gran cu.lpa que es te hecho le producía en cuanto sentía que él lo había deter·
an gustia. Rompió a norar y le pidió que no se fuera. Sólo cuando se ase· minado. Con el transcurso del análisis pude llegar a comprender totalmente
guró de que n'o lo haría volvió a jugar tranquilo. ]a fantasía de los cisnes, cuando llegué a establecer la identidad de Oscar~
"Tienes miedo -le dije- que tu mamá te deje solo, que se vaya y quíen r esultó ser un primo de J orge sumamente peleador y agresivo, al
no vuelva más, como pasó con tu papá; por eso te asustas tanto y lloras. Ir que imitaba. Estas características hicieron de Osear el sujeto ideal para
proyectar sobre él los impulsos destructivos. Pero en la medida en que
1 Cf. capítulo VII.
'2 Cf. capítulo V.
3 el. capitulo VII. 4 Cf. C.:lpítulo VII.

b
184 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 185
Jorge también se identificaba introyectivamente e'on él, la defensa fraca· Hablaba frecuentemente de .s,er (¡grande y fuerte" -el padre-, a la
saba y hacía necesario buscar un gegundo elemento para proyectar, mucho vez que me trataba como si yo :fu'ese Hchiquita" -él mismo o el hermano
más alejado de sí mismo: las paredes. s.egún las circunstancias y el rol que me adjudicaba-~ asumiendo una ac:
La interpretación en la que le señalé sus deseos de muerle hacia e~ tItud verdaderamente paternal frente a mí. Coincidía esta conducta MOS-
padre y la culpa conset. ~·"'!nte determinó un cambio de juego, Jorge tomó trada en análisis con una de la casa, d'onde su juego preferido era pone;'se
un trozo de plastilina y trató de ablandarlo, soJicitando mi ayuda. Traha~ los zapatos del padre, diciendo l{ue él era el padre.
j aba callado y amasando el material torpemente. Con gnm dific uILad hizo Otras veces no se limitaba a realizar las pruebas descriptas sino que
tres "vihoritas" de distinto tamaño que colocó 80bfe la meS3 1 una al lado trepaha hasta lo más alto de los muebles tratando de lleO'ar ~ tocar el
de otra y en el siguiente orden: la vibori~.a más pequeña en un extremo, la c!elorraso con la mano -alcanzar al padre en el cielo-. El
padre había
mediana en el otro y en el medio la mayor. Finalmente estiró la más pe- SIdo un hombre fuerte y amante de 105 deportes. Los domiulZos solía con-
queña hasta convertirla en la más larga. currir con Jorge a un club donde practicaba una serie de deportes -prue.
'¡Sentías -le interpreté- que la viborita-l~apá te separaba de la bas-- que despertaban la admiración del niño. A través de estos juegos
viboríta-mamá, y por eso a veces deseaste ~uc tu papá muriera. Querías Jorge expresaba su necesidad de- identificarse introyectivamente con su
ser como tu papá y tener un pito aun más grande que el suyo -viborita p~dre depor~ista, sinónimo de padre vivo y fuerte, para negar tanto la pér-
c hica que pasa a ser la más grande-, pero'.como eso no ocurría te eno· dida del ob~eto amado como su propio temor a la muerte, a la vez que
jaste mucho y quisiste que el pito de tu papá se rompiera - cisne con la su culpa lo nnpulsaha a seguir el destino del padre, exponiéndose él mismo
cabeza rota." a la muerte mediante las caídas -pequeños suicidios-.6
A través de este juego, Jorge expresó la situación triangu1ar y el con· Contenía el llanto para poder ser como el padre - los hombres no
flicto edípic'O que intentó solucionar deseando la muerte del padre, fan· lloran- y también porque HorarIo suponía aceptar la muerte de éste.
tasia que en este caso coincidió con la [ralidnd. Simbolizó, además, la Cuando al hacer las pruebas tenía que recurrir a mí para que lo ayudase
erección de su pene frente a la escena primaria -viborita que se alarga- a levantar o arrastrar algún mueble demasiado pesado se ponía furioso.
y los deseos de volver a .,)ar vida a su padre destruido, motivo por el cual El fracaso de la defensa maníaca impuesto por el juicio de realidad -no
eligió un juego en el que dehía construir -hacer viboritas- como antí· tenía fuerza como el pa~ire-- 10 enfrentaba una vez más con su culpa, de
tesis del destruir. Pero la torpeza y dificultad con que trabaj aba pusieron la que ahora se defendla transformándola en agresión - furia-.
de manifiesto el intenso conflicto entre su amor y su odio. ,El tener que 'Ocupar el lugar del padre, que aparentemente lo com-
El mencionar abiertamente en mis interpretaciones la muerte del pa· placla por suponer la satisfacción de sus deseos edípicos, le producía en
dre, no repitiendo la actitud de la madre ni de sus familiares, permitió el fondo una gran angustia en cuanto era una imposición de su superyó,
tener a Jorge la primera vivencia de rectificación de la situación, interna que, dada su edad y su situación real, no se encontraba en condiciones de
y externa, a través del análisis. Cuando le anuncié el fin de esta hora cu~plir.7 Es~e, juego, según el Gontexto general de la sesión en que apa-
manifestó deseos de volver nuevamente. recIa, fue ubhzado por Jorge para simbolizar, además de los aspectos in-
A esta primera sesión siguió un período en el que Jorge realizó, terpretados, su deseo de conquistarme a través del éxito de sus pruebas
salvo pequeñas variantes, un mismo juego que él llamó "hacer pruebas
U •• :.La tendencia en l?s niños a quejarse y el hábito de caerse, gQlpearse y
difíciles". Colocaba los muebles de la habitación uno encima del otro)
trepando por ellos y haciendo desde arriba toda clase de piruetas, expo- h~cerse dano deben ser, :O,nsldera?~os como expresiones de diversos miedo!' y sentí-
lmentos de culpa, El anahsls de mnos nos ha convencid() de que tales repetidos aeci.
niéndose continuamente a una eaída. Yo debía contemplarlo entusiasmada de~tes -y algunas veces otros más serios- son sustituciones de autodestrucciones
y romper en aplausos cada vez que concluía una prueba con éxito. mas grayes y pued.cn simbolizar intentos. de suicidio con medios insuficientes. En muo
Además de interpretar la conducta 'masoquística de Jorge, tomé siem- ~hos ChICOS, especialmente varones, una, extremada sensibilidad al dolor es reempla-
zada tempranamente pOr una exagerada indiferencia que, he visto, no es más que una
pre las medidas necesarias para evitar que se golpease seriamente 5, pero Jefensa elaborada contra la ansiedad y una modificación de la misma,"
era tan arriesgado que a veces, a pesar de mis intervenciones, llegaba a ._ ~!ELA,NIE K-LEIN: El psicoanálisis de niños, parte J, cap: VL "Neurosis en los.
caerse, Me decía enton~es, conteniendo las lágrimas: - "No me duele mnos ~ pago 114. ~d, por la Asociación P sicoanalítica Argentina, Buenos Aires, 1948,
nada"- o - "no me duele porque soy t811 fuerle"- Q -"los hombres tradUCido por Arrnmda Aherastury de Pichon Riviere.
'l, Cuando murió s~ marido, la madre llevó a Jorge, que hasta entonces hahía
no lloran." dOl;lll® ~olo, l!'_ compartI:l: con ell~ la C~lma matrimonial. Este hecho, aparte de .sobre.
15 eL capítulo V, estImular al nIno, reforzo aun mas su mandato impuesto por el superyó: ocupar el
lugar del padre.
186 ARMINDA ABERASTURY
TEoRÍA y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS l!i7
difíciles -potencia-o Empleaba este mismo juego tanto· I?a~a ~xpresar fa.n o

tasias edípicas como para mostrar su necesidad masoqu~shca de destruIr- entonces "El autito amarillo" --Jorge- quería ganar al autito plateado
se, y no era extraño que así ocurriese, como se .demostro en el transcurso -analista-papá- y, como no pudo, quiso que el autito-papá tuviese un
ulterior de su análisis, pues para Jorgc las r elaCIOnes sexuales estaban fre- "desastre". "Cuando tu papá murió de verdad, te asustaste mucho del de-
cuentemente ligadas con la muerte del ho~bre. . S!lstre. No te gustaría que eso volviera a ocurrir conmigo, por esu quieres
que nuestros autitos empaten, Ilsí no pasa nada."
Lo traumático que fue para Jorge el cará~ter r~pentlOo de , la muerte
d.e su padre, además del hecho en si, fue slmbolizado ~or el durante A veces, cuando no conseguía hacer empatar a los coches, me obli.
varias sesiones a través de un juego realizado con la perSlana de la ha- gaba a mí a determinar cuál había sido el ganador. De este modo, a] no
bitación. Consistía en irla bajando lentamente mientras me decía : "Te veo nombrar Jorge al triunfador, evitaba mágicamente el desastre -muerte del
poco ahora te veo menos, ahora ya no te veo" y - 3 veces añadía- : padre, rival- , a la vez que descargaba la responsabilidad de sus actos
en mI.
"¿DÓnde estás?", y después de haber llegado a una completa oscuridad la
volvía a subir. Este historial será seguido por e] del segundo análisis de Jorge, que
El núcleo central de este juego, que demostró ser análogo al del c8:re- fue determinado por los siguientes motivos. Con el tiempo la madre, que se
tel descripto por Freud 8, era d hacer desap8rec~~ y reaparece~ actIva- había vuelto a casar, se embarazó por tercera vez. Cuando en esta opor-
mente el objeto, lo que para el inconsciente del moo corre: pondm a pe~­ tunidad llegó a fines de) sexto mes, época de su embarazo anterior que
dedo y recuperarlo. P ero en este juego, al lado de la nec.esld.ad de se~Ulr había coincidido con ]a muerte de su primer marido, Jorge presentó nue-
ne O'ando ]a muerte a través del sentir en sí mismo la capaCIdad de resucitar vamente una serie de sjntomas que hicieron necesario e] tratamiento. 9 En
al ~bjeto -hacer la luz-, aparecía el primer indicio ~e aceptación de la el material que sigue veremos cómo el niño, durante su primer análisis,
muerte -oscuridad- o J oro-e empezaba a elaborar mas normalmente el asocÍaba la muerte de su padre a la escena primaria y a sus consecuen-
cias~ el embarazo.
duelo al aceptar, valiéndose de la situación transferencial, la pérdida -ana-
lista-padre que desaparecía con la oscuridad- pero poco a poco y no de Toda la primera época del análisis de Jorge se caracterizó por la
O'o)pe como había ocu¡rido en la realidad. . . aparición, a través de distintos juegos, de su sentimiento de culpa por
.o Frecuentemente aparecía en el material dado por Jorge la VIvenCla la muerte de su padre. l.a jnteJ'pretación reiterada de aquélla trajo, ade-
de que sus impulsos destructivos, nací?o~ de la 8it~ación edípic~, .habían más de su disminución y alivio, la aparición de una fantasía sumamente
destruido a su padre, 10 que determmo l~. ~ecesldad~ de reprlII~.lflo~, y angustian te para el niño y lar go 'iempo reprimida, su madre hah.ía matado
ésta pudo ser interpretada cuando la reV1VlO a traves de la sltuaclOll a] padre. M05traré a continuac ión cómo un error mío, el no interpretar a
transferencia!. . tiempo este problema con la madre, llevó a Jorge a faltar a cinco sesio-
A menudo solíamos jugar a las carreras de autitas o de a~IOnes. nes consecutivas.
Entre sus juguetes tenía un autito amarillo, que lo representaba a el y al Dentro del consultorio habia un cajón con juguetes distinto de los
que siempre le adjudicaba la carrera;·. aunque llegase segundo, y otro pla. demás. Refiriéndose a éste, J orge me dijo un día: -"Yo sé que a ese
teado que me representaba a mí. En nuestro juego empleábamos. co~o nene le elegiste tú el cajón." Basándome en material anterior, que per-
pista el diván, relacionado con la cama de sus padres y ]a escena , pnmana. mitía suponerlo, y como se habia quejado, además, de que yo no le como
Jorge se colocaba en la cabecera - -·punto de largada-. y yo debla :sperar praba tizas, r elacionó las dos situaciones e interpreté : "Conmigo te pasa
la llegada de los autitos a los pie: -met~ ~inal--, ~vltando que estos a] como en tu casa. Temes que yo dé más a otros niños que a ti, como antes
correr se salieran del diván. Deblamas lImltar la pIsta y los coches en temías que tu mamá diese más 11 tu papá y ahora a tu hermano ... " Me
la misma forma en que él intentaba limitar ciertos impulsos suyos por interrumpió diciéndome: "Yo no pienso en nenes, pienso en mi papá que
temor a su desenfreno. está muerto." A través de su contestación me mostró su necesidad de ne-
Durante una de las carreras empujó COn gran violencia mi autito~ gar el embarazo de la madre -yo, no pienso en nenes-, pues temía que
que O'eneralmente resultaba aanador, desviándolo de su ruta y cayendo al
suelo.o "Qué desastre", exclamó,
o
y a partir de ese momento tan so' [ o de.- 9 En esta circunstancia tan traumática, la madre recurrió a Arminda Aherastury,
mostró entusiasmo cuando su coche y el mío llegaban a empatar. Interprete ]a misma analista que orientó el tratamiento de SI1 hijo la prime ra vez. Esta le se-
ñaló que, al estar en el mhmo lDes de embarazo en que se encontraba cuando murió
' su primer m arido, temía que al segundo pudiera ocnrrirJe 10 mismo y que ese mismo
8 FREUO. SIGMUNO: allá del principio del placer", tomo 11, Una teoriu
~ 'Más miedo era el que en el niño provocaba la aparición de nuev'Os síntomas. Esto la de-
sexual y otros en.sayos, pág. 285. cidió a hacer analizar nuevamente a su hijo, al mismo tiem po que ella entraba en
un grupo de orientación de madres.
188 ARMIND.-\. ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS lff9

éste hubiese causaao la muerte del padre. Dentro de esta seSlOn el punto hacer niños con ella. Esto denotaba que Jorge había podido rectificar su
de máxima urgencia a interpretar hubiese sido el temor de que la tera, concepción ?e que el coito, y sobre todo aquel que engendraba hijos, era
peuta-madre elegiría el cajón -ataúd- , es decir, que mataba. Es evidente mortal, pudlendo entonces aceptar su propia potencia y deseo de conver.
que no haberle señalado oportunamente la proyección en la analista de la tirse en hombre.
figura de la madre que mata~ llevó a Jorge a defenderse mediante la di· El hecho de que el análisis fuese interrumpido cuando se había ela.
sociación de la imago materna, poniendo en s u madre real todo 10 bueno horado la muerte del padre, pero no totalmente sus conflictos en- relación
y en mí todo 10 malo y peligroso. Seguramente una interpretación de estas con la madre, explica que al presentarse una situación similar a la trau-
fantasías y temores hecha a tiempo hubiese evitado que faltara a su tra- mática origin~ria desarrollase Jorge nuevos síntomas. Corroborand'O esto,
tamiento durante cinco sesiones consecutivas. 10 uno de los smtomas que no desapareció con su primer análisis fue su
Pasados esos días, Jorge regresó a su análisis y de entrada me (~xplicó alergia a los alimentos lácteos, relacionada con sus problemas frente al
que había dejado de venir porque, segúu él, yo siempre le decía que "las pecho. ~ .mala elaboración del l.Jrimitiv'O duelo por el pecho sentó la hase
mujeres tienen pito". Manifestó lue en esta ocasión había decidiuo vulver de su~ difIcultades p~ra e1abor."r l. pérdida ulterior del padre ", • la que
porque su madre le había "prometido que yo no le diría más eSt!s porque- se UnIerOn Olertas ClIcunstanC13S externas, sobre todo las mentiras de In
rías". Resultó claro que para ~:)Qder enfrenlarse con la madre peligrosa, madre, que le hicieron perder su fe en ella en un momento en que hubiese
proyectada en mí en ese momento, se vio obJigado a hUEcar el ap....yo necesitado su máximo apoyo. .
- promesa- de la madre buena, represe nl ada en este caso por la madre
real. Mostró luego gran preocupación en ave riguar si su llave estaría aún
dentro del candado que cerraba su cajón de juguetes. Trataba de saber
qué había hecho yo-madre, con su pene-Have que él había puesto en mi
vagina-candado y el temor de no enconlrarla estaba Íntimamente relacio-
nado con la fantasí a de la madre fálica_ "Las mujeres con pito" represen-
taban a la analista.ma<lre que se lo había quitado al padre durante el
<coito, y en parte también a él, a través de la circuncisión.
Evidentemente en J orge, como en todo niño, ]a peligrosidad de las
relaciones sexuales y del embarazo estaba en parte dada por la proyección
d e sentimientos de rabia y envidia, nacidos frente a la eseena primaria,
pero el hecho de que su madre estuviese embarazada al morir su padre
10 llevó a reforzar su vieja imago de la madre mala que destruye y que
en la realidad correspondía con la madre que lo amamantó deficientemen-
te. Como agravante de la situación recordemos que su circu ncisión coin-
cidió con la época en que el niño recibió poca leche.
Cuando a través de las interpretaciones formuladas en los términos
señalados, las relaciones sexuales y el embarazo como causa de muerte
del varón perdieron su peligrosidad, surgió simbolizada a través de diver-
sos juegos la fantasía edípica de hacer niños conmigo. Jugábamos a hacer
juntos moldecitos de arena -niñ'Os~ o a mezclar con témpera dos colores
primarios para obtener Un lluevo color -hijo-o Ya anteriormente en las
sesiones había aparecido mucho material del contenido edípico, pero recién
en esa época, y a través de 105 ejemplos mencionados, dem ostró no sólo
sus fantasías sexuales hacia la ..lJ)ali~ta-madre, sino también SlIS deseos de
10 Cuando un niño se resiste a venir a ¡al:! se$iolle:; puede y deoe ))eJirse la
ayuda de los padres para traerlo, pero no se puede CXJ ntar ineondkiollll lmente con
esa ayuda. Es necesario que la interpretación resuelva la resistencia. eL El psico. 11 KLEIK, MELANIE: "El duelo y !u rclación con los estados maniaco-depresivos"
análisis de niños de Melanie Klein. Rev. de P3icoaTkÍli3is, tomo VII, NQ 3, pág. 415. •
Segunda parte *

Por SUSANA L. DE FERRER

. ~I

Jorge retornó su a nálisis cinco a ños después de haber in terrumpido su


primer tratamien to. Su anterior analista se había ausentado del pals, ra·
zón por la cual yo me hi ce ca rgo de su atenci ón. En el tiempo que distaba
entre l a te rminación del p rimer tratami ento y la iniciación del segundo
habían acontecido hcchos muy importa ntes en la vida del niño. Al haber
podido elaborat· el du elo por la muerte de s u padre en la forma señalada
por ::;u ante ri or a nali sta , J orge retomó su actividad lúdica, volvió a co n·
cur nr a s u colegio y mos tró una acti tud mu ch o más desenvuelta en la
vida. •
A los C I IlCO años J orge co menzó a pa decer, sin emba rgo, de un a
leve asma bronquial y se ace ntuó s u a le rgia, ya manifiesta después de1
primer ~lñ o de edad, relacionad a esenc ial mente co n la in gestión de produc-
tos lácteos. De eslo ya se habl ó en cl primcr hi sl'o rial , a través del cual
,
podemos com prende r qu e, por la inten'upc,ión prematura del aná li sis, n o
se llega ron a r eso lver es tos lrastor nos. Conco milantemen te, se insinuó la
existencia de parúsil os intestinales, qu e traia n se rias m oles ti as al niño.
La madre n o pensó qu e esta sintomatología so nultica pudiera es ta r rela·
c ion"da COn los conflictos emocional es de s u hijo, por lo cual acudió a
un ped iatra, quien co mbatía periódi camente co n medicamentos las somati·
zac iones de Jorge. Es de inte rés seÍlala r qu e el padre había sido una per-
sa ll a alérgica, que presentaba r eiteradamen le accesos asmáticos y que la
idenlificació n con el objeto p erdid o le llacía presen tar estos sínt omas. T e·
niendo J orge 9 aÍlo s, la ma d re volvió a casa rse. Esto permiti ó a nu estro
paciente sustituir ]a [¡ g ura de un tío , quien se ocupó mucho de él después
de la muerte del padre, y del •.'ual se habl a en el primer hi storial , por
la de un padre qu e podía hacerse cargo cn fo rm a completa de él, siend o
además de padre, co mpa ñero de la madre y pe rmitiendo así a J orge re-
nunciar a la ex igencia super yo ica que sentía en cumplir este papel para
el c ual, po r s upuesto, no estaba en co ndicio nes.
Es tando la madre en el sexto mes de s u tercer embarazo, fruto de
s us seg undas nupcias, hizo eclosión en el niñ o una crisis de mal asmático
imposible de ser yugul ada. Después del fracaso de la medicación, reitera·
damente ensayada, y después de haberse hecho uso de hor monas en dosis
excesivas, Jorge fu e remitido a mí, su segunda analista. Quiero destacar
a quí ]a diferen cia que existe entre el asma bronquial y el mal asmático,
siendo q ue el segundo es refiere a accesos bruscos y muy intensivos de
disnea, que po nen en peligro la vida del paciente. A través de éstos,

• Fragmen to del trabaj o leído en la Sociedad de Psicología Médica, P sico·


anál isis y Medicina Psicosomática, en el año 1958, baj o el título "Reelaboraci6n del
duelo en un niñ'Ü de 10 años",

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TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSI COANÁLISIS DE NIÑOS J91

J orge expresaba la exigencia que inconscientemente sentía de tener que


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seguir el destino del padre muerto.

• • Ya en la primera entrevista con la madl'c pudimos darnos cuenta de que
t \ la iniciación del mal eslado de Jorge coincidía con la épuca en la CE 'tI
en el embarazo anterior (seis meses) había fallecido bl'uscmn ente el pa·
• dre. Comprendimos que era la Rnsiedad frente a la revivi~cencia de la tan
traumática situación, como también el temor de que esto volviera a ocurrir
• ahora, lo que llevó al niñ o a la presentaci6n de la crisis. Resolvimos una
rápida e intensiva rcinici3ción rle su tratamjento ps¡coanalít~co , con cuat ro

sesiones semanales .
Jorge t en ía 10 años y c ursaba el c uarto gr ado en el colegio primario.
I
• 1• "
,
'Era un niño de talla m ediana , con un a expresión un tanlo trislc, per o
despierto y de agradable presencia. A1 entrevistarse por primera vez con·
"

migo cono?ía la fina"lidad de maestro encuentro. Gr ande fue su asombro,


• , si n embargo, y a pesa r d e haber sido p revenido, cuando se encontró con-
migo y no con su an terior un.l!ista, de la misma manera en que se en·
con traba ac lu a lmcnte can un p adre que no era el mismo q ue aquel qu e
vivía durante la primera parte del segund o emb araz o de la madre. Com-

prendim os más tarde, a través del malerial del niño, que esta si tuación le
hacía inferir dos hechos conlradictorios al mismo tiempo. Por una pal"te.
com o en este nu evo embarazo y parlo de la madre, todo sería dis tinto
de lo que fu e en la anterior opo rtunid ad, o sea que ni el padre ni él
debían volver a m orirse. Al mismo tiem po, la evidencia de la ausencia , de
su primer analista le hacia idenli Dcar su destino con el del padre muert(l ~
lo cual re avivaba su dolor.
Su primera hora de juego, qLte f ue al mi smo tiempo su pr imera sesión
de aná lisis, se desarrolló en un f':olemne silencio que hablaba del contenid'O
., I latente de aquélIa. Tomó posesión del cajón de juguetes. que le fue ad-
judicado, según la técnica habit ,l al de juegos. Este con teníf'. los jugueles
que se acosLumbra incluir para un niño de diez años, habiéndose
incluido, además, una pistola, ",1I1 a escopeta, abundantes lápices, témperas
y plasLilina, por distinguir la madre estos elementos entrp- s us juguetes
preferidos. F rente al cajón abierto por mí delante de él, Jorge m ostró u na
gran desconfianza. Quiero aclarar, a pesar de transcurrido s cinco años
,
desde el primer tratami ento, que procedí a abrir el cajón y no a acomodar
los juguetes sobre la mesa del consultorio, co mo lo haría habitualmente en
"
una primera sesión de un niño s in experiencia psicoanalítica. I ncon scien-
temente debe haber actuado en mí, al conocer la histo ria de Jor ge, la con-
vicción de la importancia de esta actitud.
, Jo rge permaneció sentado en una sma con los codos apoyados en la
1 mesa y me miraba. Al cabo de cierto tiempo le interpreté que los con-
- .• tenidos del cajón ~ al representar sus p r opios contenidos internos, pensa-
mientos, fantasías y sen timientos, despertaban en él mucho temor por la

.-
192 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS

posibilidad de reencontrar recuerdos muy tristes y dolorosos. Sin con ces- primera se~ión de su primer análisis había simbolizado la muerte del pa.
tarme, se levantó y dirigiéndose al cajón de los juguetes, tomó posesión dre y el cumulo de afectos que esto había despertado en él a través de
de la caj a de plastilina, sin tomar en cuenta los demás elementos en él un cis?e. con la cabeza rota. Aquí conmi go había usado una expresión
contenidos; reclinó la tapa del cajón como quien no quiere saber nada muy slmllar para traducirme igual situación y los efectos concomitantes.
del resto y comenzó a trabajar con agilidad y decisión ; hizo la cara de Dejó desarmado el muñeco y ~acó papel~ láp iz y témpera, y empezó a di.
un hombre al que agregó U Da barba. Paulatinamente fue agregándole un bujar (figura 1).
torso, brazos y piernas, configurando el cuerpo oe modo muy rígido al En esta lámina me mostraba en la parte izquierda tres huertas cerra.
utilizar los ya preformados bastones de plastilina, tales como se presenta- das (A, B, Y ,e ) en paulatino aumento. En la parte derecha aparecen tres
ban en la caja original. árboles (D, E Y F) que se suceden en tam!l ñ'o decreciente. En el fondo
Fue intensísimo el impacto contratransferencial que esta actividad Iú- de ]a lámina aparece una casa frente a la cual se encuentran dos molinos
cica tuvo sobre mí, al observar la creación de una 'figura que sin duda d~ ag ua, uno. totalmente ubicado en la tierra y el otro mitad en tierra y
representaba al anterior viejo padre -la barba- para referirse no a su mlt.ad en el CIelo; al lado de es~a casa vemos otra más pequeña, a la cual
padre Hctual y vivo, sino a aquel ya muerto, que r evivía dentro de él en esta atado un perro que da la espalda a la huerta. El cielo es una estrecha
estas circunstancias tan especiales de su vida. Me abstuve de la interpre- franja celeste que se distin gue (~n el horizonte.
tación por sentir que aún no era el momento útil para -formularla. Apro· Las huertas cerradas de creciente tamaño representan los tres ernha.
ximándose la hora en que dehía terminar la sesión, le señalé que ésta razos de ]a madre y también el actual embarazo, ya que Jorge podía ob .
estaba finalizando. Jorge tuvo entonces el impulso de guardar los restos servar muy bien el paulatino crecimiento del vientre de la madre durante
de plastilina dentro del cajón. cosa que efectivamente r ealizó. Vaciló. sin éste. Se reavivaba en él la ansiedad del embarazo a nterior, lo que se ma .
embargo, frente 11 la figura de plastilina con un a expresión dramática }' ni/estaba a tra vés del cielo tan eslrecho que hablaba de su dificultad res-
conmovedora en la cara, como si me preguntara tácítam~nte: si tendría que piratoria. El estaha representado por el perrito que daba la espalda a la
volver o no al cajón del cual él lo había sacado simbólicamente; terminó hu~rta A (el embarazo más chico o actual de la madre) pero no podía
por envolverlo en un pa).d que sacó del caj ón de juguetes -mortaja- y deJ ar de ver los tres árboles sin hojas D, E Y F, que representaban a
colocó el muñeco así envuelto en éste. Al querer cerrarlo con llave, como su madre, a él y a su hermano, así como habían quedado después de la
es habi tual, fu e presa, sin embargo, de una gran crisis de pánico. me miró muerte del padre. En el fo ndo, ]a casa con los dos molinos de agua re.
con temor)' sus ojos se llenaron de lágrimas. Me dijo: "Me lo llevo." presentaba a la madre con sus d os esposos en tan to que él, excluido, y
Antes de que yo pudiera formularle la interpretación correspondiente, sa· represe~tándose como un perrito, se veía atado a una cucha muy chiquita,
lió corriendo del consultorio hacia la sala de espera, donde la madre lo C?t~o aIslado de los demás. Obsérvese que los dos molinos de agua se
aguardaba. Le sacó compulsivamente la cartera, la abrió y colocó dentro sltuan el uno con su rueda propia, ocupando totalmente el fondo verde
el muñeq uito de plastilina, diciéndole: "Guárdarnelo" y "vamos". símbolo de vida, en tanto que el otro carece de rueda -otra vez la de:
Creo que es importante señalar la forma en la cual el niiío expresó capitación evidenciada a través de la cabeza rota del cisne y del muñeco
s u latente dolor durante esta primera sesión, que cobró una tan llamativa roto de plastilina- y está situado mitad en tierra y mitad en el cielo,
dramaticidad. Creo q ue podría haberse interpretado ya en este momento donde primitivamente se le hizo creer "a J orge que se encontraba su pa-
¿el análisis la necesidad del niñ n de volver a dar vida a su padre muerto dre muerto.
y de negarse a alojarlo en UJ I frío cajón de madera, donde en realidad La insistencia de Jorge en localiza r el trauma en la cabeza nos llevó
sahía que ya estaba alojado, )' no poder dejarlo solo y tender más bien a a revisar los datos anamnésicos obtenidos, antes de iniciar el ~rimer tra-
encomendar su cuidado a la madre, quien dehía alojarlo en la cartera, así tamiento como también antes de iniciar el segundo. La. madre habia
como había alojado a sus niños en su vientre, preservándolos de aconte· señalado en ambas oportunidades qUI! el padre hahía fal1ecido brus-
ceres dramáticos y dolorosos. camente de un síncope cardíaco. Pudimos comprobar que esto constituía
En la próxima sesión, a la que concurrió con toda puntualidad, traj'O un modo de expresión para traducir un a muerte brusca, en tanto que
el muñeco, siempre envuelto en papel, pero al sacarlo del bolsillo se le en la realidad se había producido UD ictus con una hemorragia cerebral
desprendió la cabeza. Me miró muy asustado. Le dij e entonces que me fulmi nante 12. "
parecía que él había resuelto ver conmigo lo que ps!'sbtr con su padre ,1 2 Es una confirmación más de que los niños perciben todo cuanto pasa a su
muerto, ahora, cuando las circunstancias se asemej aban tanto a la opor- a1rededor. La madre había hablado de un ataque cardíaco. peTO en el material del
tunidad en que había acontecido la desgracia. Recuérdese que en la niño la lesión mortal era en la cab t~za , 10 que fue luego confirmado por el médico,

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194 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOAN.~LISIS DE NI ÑOS 195
La contestación a las interpretaciones formuladas durante esta seSlOll peluquer~ O la peluquera, simbolizan en sueños y juegos al psicoanalista,
fue el dibujo realizado en la segunda '· (figura 2). En esta lám.na se ya que estos también se ocupan de la cabeza. Las vidrieras, así como
representa un campo. En el centro una figura masculina, que representa los montículos de paja de la figura 2, representaban sus dos tratamientos
un segador con una hoz en su mano derecha. A la derecha del mismo una psicoanalíticos, el de la derecha cortado, el de la izquierda pegado a su
parte de un montículo de paja (A) atado y co rtado. A su izquierda un actual situación, la inminencia del parto. Ambos realizados por analistas
montículo de paja aparentemente no concluido y sin atar. El cielo es mujeres, como lo pone de manifiesto la figura femenina del centro~ mirando
mucho más amplio que en la l:imina anterior. al pasado - su anterior tratamiento-. El cielo en esta parte del dibuj o,
Pudimos 'i nterpretar en esta lámi na la figura del padre .dividida aunque sombrío, lleva un gran sol que representaría el calor transferen-
;en dos partes. ILa derecha con la hoz - guadaña- simbolizando la cial que en estos moment'os siente en relación conmigo, pues al analizar sus
muerte - padre muerto- y la izquierda, mucho más débil y finita que ansiedades de muerte lo estoy ayudando a obtener un espacio de aire más
la primera, representando a su padre actuf.I.l. Ambas figuras habian re~ amplio o sea una mayor capacidad respiratoria, así como ocurrió en su
tomado vigor en él y podía ocuparse de eUas, ubicado come estaba entre tratamiento anterior.
s us dos análisis, representados por los dos montículos de paja, el A, Un día después de la realización de este dibuj o la madre dio a luz.
interrumpido pero concluido y atado. El B, :recién iniciado. >E l cielo se Nació una niña que fue bien a.cogida por Jorge, quien no respondió con
mostraba ya mucho más amplio que en la primera lámina;. hecho que síntoma orgánico alguno al trascendental acontecimiento. Tal como se seña-
coincidía con la realidad de la disminución de sus accesos asmáticos - se ló en el an terior historial, Jorge seguia, si n embargo, susceptible a la leche,
había suspendido toda medicación-o frente a la cual reaccionaba con alergia y cuya ingestión le era totalmen-
Su análisis prosiguió con la elaboración del duelo de su padre real te prohibida. Reforzada por la lactancia de la hermana, esta situación empezó
muerto, y en la medida en que hacía consciente la ansiedad que en él a movilizarse cuando muy poco tiempo después del nacimiento de ésta
despertaba el embarazo de la madre y la revivencia de la situación trau~ hizo el siguiente dibujo (figura 4).
mática, la sintomat'Ologia asmática desapareció totalmente. Diez dlas antes En esta lámina vernos una sucesión de montañas, verdes en sus valles
de la fecha anunciada para el parto de l. madre, o sea casi tres meses y áridas y desnudas en sus picos. El cielu sombrío y nuevamente bastante
después de iniciado el tratamiento conmigo, J orge hizo el siguiente di~ estrecho alberga un sol triste y apagado. A través de las asociaciones que
bujo (figura 3). En él vemos un edificio de seis pisos que está en llamas Jorge daba al dibujar esta lámina, contándome las horas en que lloraba
(A), al lado otro edificio de seis pisos apenas insinuado·-(B) y del otro y mamaba su hennana, de la forma en que lo hacía, del modo en que la
lado de A, un negocio, sombrerería, que contiene dos -vidrieras y una madre la tenía, y de las suposiciones que él hacía en relación con su propia
imagen femenina en el centro (C). Un 501 bastante radiante ilumina esta lactancia en que, según él, no habria habido succión de un pecho sino
parte del dibujo. La calle (D) se ve transitada por una ambulancia (El que más bien habría tomado directamente con la cuchara y la taza, pude
y un camión de bomberos (F), que acuden ambos hacia el edificio en comprender que las montañas representaban los pechos de la madre, los
llamas. que se brindaban actualmente a su -hermana. El revivía sin embargo su
A través de esta lámina se puede comprender que el edificio de seis propia lactancia como una vivencia muy frustrante, expresada a través de
pisos representa los seis meses de] embarazo de la :madre!- momento en las cimas árjdas -Jorge había mamado solamente tres meses, y lo hahía
el que se produjo la fijación a la situación traumática, la muerte del hecho mal, ya que no podía satisfacer su hambre por tener la madre muy
padre. El edificio eslaba en llamas hablándorros de la inminencia del poca leche-o Además el color de esas cimas demostraba que su fantasía
próximo parto, que en efecto aconteció al día siguiente, diez días antes inconsciente era que esos pechos estaban llenos de caCa y por ello eran
de lo esperado. Frente a la alarmante circunstancia, J orge _hacía ·acudir la tan tóxicos para él. Esto explicaba su persistente alergia a la leche. El
ambulancia de la cruz roj a y el camión de bomberos. La escala de éstos sol, aunque pálido y sombrío, demostraba la esperanza de que el análisis
coincidía también con la escalera que Jorge trataba de obtener en su modificara esta vivencia Íntima.
anterior tratamiento cuando colocando sillas sobre la - mesa·· trataba de Interpretada la situación en los términos más arriba mencionados,
tomar el cielorraso, expresando su deseo de llegar hasta · eL cielo, donde modificó la actividad lúdica y el dibujo fue reemplazado por juegos con
creía que se alojaba su padre. En la parte del dihujo en la . que arde el agua, engrudo y otros elementos líquidos y pegajosos.
edificio, el cielo es nuevamente estrecho, manifestando su ansiedad res- El análisis de Jorge continuó en forma muy satisfactoria, y se vio
piratoria. No así en la mitad 'Jcupada por la s·ombrerería - tratamiento que lentamente el significado de los juegos que tendían a representar la
psicoanalítico-o Muy a menudo el sombrerero o' la sombrerera, como el leche materna expresaban también la ansiedad frente a sus propios cambios

b
196 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 197
corporales, a su masturbación, a su pene y a sus fantasías genitales. La parte, la parte izquierda, con tan manifiesto contenido fálico -sable, pis.
fantasía de que pronto podría fluir leche de su propio cuerpo, de su pene, tola, flecha-o
y que de esa manera reemplazaría la vivencia frustrante de su más temprana En el dorso de esta lámina (figura 10) dibujó caras sin barba (A)
infancia en relación con la lactancia, parecía tranquilizarlo. Al año de iniciado y con barba (B), lo mismo que golondrinas grandes (e) y golondrinas
su tratamiento, libre de asma y alergia, habiendo aumentado más de seis chicas (D), dibujos que hablan de sus ansiedades frente a las fantasías
kilogramos de peso, y suministrándosele una dieta sin restricción, Jorge de cambios en el esquema corporal.
empezó a dibujar del modo que ilustran las figuras 5, 6, 7 Y 8. Este material fue explícitamente interpretado, y una lámina resultante
En ellas aparecían claramente elementos que representaban los carac- ael efecto de las interpretaciones y su concomitante elaboración de los
teres genitales. En la figura 5, los palos (A), el pescado (B) -típico conflictos es la figura 11. En ella vemos una casa (A) muy diferenle a
símbolo fálico- cruzado de rayas, que igualmente aparecen en el círculo la cucha del perro de la figura 1 que alli lo representaba. TTn cielo amplio,
(e) y el dibujo (D) de esta misma lámina. signo de libertad respiratoria, ventanas transparentes aunque cerradas y
En la figura 6, las serpientes (A y B) símbolos del pene con su lengua bien ubicadas, y lo más significativo, una chimenea que despedía humo, de-
-sacada o sea con el glande descubierto, como también el caracol. (C) con mostraban su mayor equilibrio y capacidad de comunicación con el mundo
sus dos casillas simbolizando los dos testículos y el cuerpo emergido como el exterior, tanto a través de la comunicación verbal como respiratoria. Nue-
pene capaz de cambiar de tamaño, y la golondrina (D), tienen idéntico vamente el sol representaba su situación transferencial conmigo. Los dos
significado. También aparecen :rayas entrecruzadas en diferentes partes del árboles (B y C) representaban al padre muerto (el árbol B) cuya figura
dibujo, representando la fantasía de ]05 incipientes pelos que constituían su solamente se dibuja en el cielo, y su padre actual (el árbol C). También
harba y su vello pubiano. los dos árboles representaban los dos tratamientos psicoanalíticos: el pri.
En estas figuras se aprecia claramente la preocupación de Jorge por mero (B) ya pasado, y el segundo (e) actual.
la aparición de sus caracteres sexuales sec undarios: cambio de voz, cre- Siguieron sesiones que ponían de manifiesto el alivio de las ansieda-
cimiento del pene, aparición de esperma, de la barba, del vello axilar y des de Jorge. Así lo muestra la figura 12. El cielo amplio, un sol luminoso,
pubiano. J orge tenía 1). años. ubicado entre dos nubes blancas, con paisaje de montañas yagua en el
En la fi gura 7 se repiten en los sectores A y B los puntos y las rayas, que cada elemento ocupaba el lugar que le correspondía, así lo demostraban.
con igual simbolismo que en las figuras anteriores, pero se agrega el Acallada la sintomatología orgánica y encaminado el niño hacia una
uso de las acuarelas, elemento líquido que representa su anhelada y al escolaridad satisfactoria, buen contacto con los amigos, etc., la madre
mismo ti emp'O temida leche. En el sector e de la lámina expresa la am- creyó nuevamente conveniente la interrupción del tratamiento después de
bivalenci a frente a la permisividad de estos cambios, a través de la~ un año y medio de análisis, así corno habia ocurrido también prematura.
palabras "MALBlENMABIEN", expresando la duda de que si estaba mal mente en el tratamiento anterior. Al enterarse Jorge de esta decisión, fue
ú bien que él tuviese estos cambios, y al mismo tiempo preguntándonos si presa de una gran ansiedad. En una ilustración expresó su C"Onflicto y la
le era permitido elaborar su dolor de no haber recibido · bastante leche, a forma en que pensaba solucionarlo, al hallarse incapaz de cambiar el
través de tenerla ahora en su propio organismo. rumbo de la decisión implacable de la madre (figura 13).
La figura 8 muestra, como las anteriores, elementos que podrían °
El velero lo representa con ",us velas, sea sus dos tratamientos psico-
muy bien representar una simbiosis de los pechos de la madre (A y B) con analíticos. El mástil es su pene erguido, signo de su potencia y equilibrio, el
]a imagen de su propio pene emergiendo del vello pubiano (C). Una mag- ancla demuestra, sin embargo, que la brusquedad de ]a interrupción lo llevó
nífica ilustración de los vestigios de ]a fase genital previa. a quedar amarrado a mí, porq"Ue su vínculo transferencial no ha sido
Las dudas con respecto a la permisividad de seI hombre c~1mina. suficientemente resuelto como para penn.i tir un huen desprendimiento.
ron su expresión gráfica en la figura 9. En ésta representa a un soldado Jorge enfrentó a la madre, la cual repetía en la interrupción de ambos
(A) con su uniforme y "adornos" (B) provisLo de un sable (e) que le tratamientos la brusquedad con que había acontecido la muerte del padre,
pende de la cintura. Esta figura está cruzada en la parte inferior del cuerpo pero al no poder obtener la prosecución de sus sesiones él mismo convino
por el calco de una pistola (D) cuya punta no llegó a entrar en el marco del en mantenerse en contacto periódico conmigo, y me exigió que mantuviese su
papel - pene circunciso-o El niño designó al personaje dibujado, verbal- cajón de juego en igual estado en que él lo dejaba al separarse de mí.
mente, con el nombre de Napoleón Bonaparte, a pesar de 10 cual indicó Un año después de interrumpido el tratamiento y sin que volviesen a
con un a larga flecha (E) el nombre de "Napoleón Malapa.rte", mostrando aparecer los síntomas que motivaron su iniciación, Jorge me llamó por
a través de este acto faUido que censuraba esta parte del dibujo, la mala teléfono, pidiendo una entrevista. En su transcurso dihuj ó y coloreó ]a
198 ARMINDA ABERASTURY
XI. Fragmentos de bistoriales
ll!!Ura 14. Estaba frente a la duda con respecto al colegio en el que debía
re~dir su eXll.men de ingreso para enrrar en el ciclo secundario. En el fondo
del dibujo, como tantas veces, sus dos tratamientos psicoanalíticos; entr~
ambos, un sol apagado por la prohibición de continuar en sus relaciones
conmigo. El, representado por la figura humana del dibuj o con un aspecto
muy afeminado y dos grandes manos, una de las cuales, ap~rentemente
amarrada y en actitud de detener, se hallaba frente a un agua mfranquea.
ble cOn un aspecto de gran desesperanza. Según pudimos comprender a Marta
través de la,) aS'ociac iones, expresaba la molestia por la interrupción de su
análisis y el dolor qQ.e le provocaba sentir que de alguna manera al acero Los padres de Marta, de 4 añ'Os, consultaron a una analista 1 a causa
carse a la enseñanza secundaria dej aba de ser un uiño y debía aceptar de la enuresis y de los trastornos del carácter que presentaba su hija. Se-
su mayor separación de la madre, para poder hacerse cargo de los atri- nalaron que era muy desobediente, que no toleraba frustraciones y no podía
butos masculillos propios de la adolescencia. En las asociaciones que daba soportar a las personas dc~conocidas, escondiéndose de ellas o manifestán-
en la medida que fue dibujando, al hablarme de sus estudios, del cambio doles su agresión. Tenía tendencia a comportarse como un bebe exigiendo
de colegio, de ~u análisis conmigo, al que consideraba verde todavía, como que su madre la trasladara en brazos de \m lugar a otro. Tenía además
lo indica el montículo (A) con el árbol (B) apenas insinuado en su excesivo pudor en mostrar sus pies y sus genítalr.~. Por todos estos motivos
raíz, pudimos comprender que él como yo considerábamos el tratam iento se decidió someterla a un tratamiento.
prematuramente interrumpido, seguramente pOI situaciones inconscientes de Durante los primeros meses no quiso separarse de su madre y se
la madre, que no pudimos llegar a comprender; es llamativo que en ambos tuvo que interpretar mientras la niña permanecía sentada en la falda de
tratamientos el niño fue retirado al año y medio de haberse iniciado ést'Os. ésta, dándole la espalda al terapeuta. Como no hablaba ni jugaba las in-
De todos modos, pienso que Jor ge ha conseguido a través de su terpretaciones se basaron solamente en los movimientos y cambios de posi.
segundo tratamiento p:¡jcoanalítico un pasaje a. una eta.~a m~cho más ción, y Marta reaccionaba enroscándose e inmovilizándose progresivamente
madura de evolución y qu e en el momento de su mterrupClon pnvaron las hasta terminar en una actitud fetal. El síntoma principal -su rechazo
ansiedades depresivas sobre las ansiedades paranoides, como lo podemos del mundo- se hizo evidente en su rechazo del terapeuta y a sus interpre.
ver en el último dibujo (figura 14). taciones y se defendía frente a éstas acurrucándose en el regazo de su
Quisimos hacer lo más gráfica posible la exposición de este caso madre, adoptando la posición de feto.
clínico, en el ,que pasamos de la reelahoración del duelo a la resolución de Al mes de tratamiento cuand.o ésta entró en el consultorio anunció a la
su sintomatología orgánica tan angustiosa - alergia y asma- y a una terapeuta que había hecho un pacto can su hija y que la niña había pr('.
aceptación de la pubertad y por consiguiente a una relación mucho más metido entrar sola en las próximas sesiones. Inmediatamente después de este
integrada con el mundo exterior e interior. Los éxitos escolares se mantu· comentario de la madre, Marta se acercó a ella, apoyándose en sus hrazos,
vieron estables)' las crisis asmáticas no se repitieron. Esto fue comproba- con la cabeza y oscilando hacia abaj o como si fuera a dar con ella -contra
do por el material suministrado por ]a madre en. un "grupo .~e ori~nta.c~ó~l el suelo. Se le interpretó este movimiento como una fantasía de naci-
de madres" en el que se encontraba. Se hizo eVIdente tamblen que dlflcll miento, de desprendimiento, de separación de la maclre.
le resultaba aceptar las roejorÍas del hijo. Era frecuente -por ejemplo-- Entrar sola en el consultorio equivalía a perderla como al nacer. Mien·
que iniciase las sesiones señalando que su hijo estaba igual, y si las otras tras escuchaba la voz de la terapeuta se acurrucó nuevamente en ]a madre.
integrantes del gr upo o la terapeuta la intenogaban so bre los síntomas: Se le interpretó entonces que la voz era algo del mundo e::d('dor que la
solía contestar: "Bueno, igual no, pero ayer estornudó". Si la presionaban ponía en la realidad que ella tanto temía. No podía soportar separaffp.
para que explicase por qué negaba la mejQrÍa, repetía a veces: "Asma de la madre y volvía por eso a introducirse en ella; aceptar la voz humana
no ha vuelto a tener, y está mejor, pero en cuanto tose una vez me parece hubiera sido aceptar la existencia de un mundo exterior.
que le vuelven los síntomas". Esta misma situación se repitió con algunas variantes. Por ejemplo:
Uno de los conflictos que planteó fue .su dificultad en aceptar la dio algunos pasos por el consultorio buscando tocar las cosas con los pies,
virilidad y el crecimiento de su hijo, y pienso que no pudo ser casual e intentando por momentos un contacto con la terapeuta dirigiéndolos
que interrumpiera el tratamiento alegando dificultades ec'onómicas, en mo-
mentos en que las tendencias genitales de su hijo se afianzaban. 1 Mercedes G. de Garbarino.
199

L
200 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 201
hacia ella. Cuando le interpretó su deseo de conectarse, volvió a subirse zonas. En el momento en que terminó la interpretación y la voz del tera~
a la falda de su madre y se acurrucó como al principio. penta desapareció, Marta se incorporó y se ubicó otra vez en la falda
Durante un mes más, no obstante las interpretaciones señaladas y el de su madre. Al interpretar nuevamente, reapareciendo así la voz, la pa-
propósito consciente de entrar sin su madre en el consultorio, Marta no pudo ciente reinició el movimiento descripto. Se le interpretó que estimulada
hacerlo. Frente a este hecho la terapeuta decidió adoptar la técnica de así por el anuncio de la separación mostraba a la terapeuta que necesitaba
forzarla a entrar 801a en el consultorio sabiendo que provocaría un monto una ayuda más directa para lograrla, y que la voz debía realizar el trabajo
de ansiedad equivalente al del nacimiento, cortando de este modo el coro de un partero y también asegurarle el alimento incondicional -voz
dón que la unía a la madre i2. Esta .J.Uedida, tal como lo hemos señalado, leche-- que necesitaba recibir para desprenderse de la madre. El perma-
fue anunciada a la madre y a la hija, advirtiéndoles que se cumpliría necer colgada de ésta por la cabeza, posición que se volvió a dar con más
en la próxima sesión, claridad en sesiones posteriores, le fue interpretado en dos sentidos: que-
Describiremos ahora la reacción de Marta frente al anuncio de la dar unida a ella y repetir lo que sintió cuando, a pesar de empujar, no
separación y luego como actuó frente a la separación misma. pudo salir del vientre, sintiéndose de ese modo retenida por el cordón.
Cuando la terapeuta le señaló que en la próxima sesión debía entrar En la sesión siguiente, ya separada de la madre, Marta se colgó del res-
sola en el COll5UltOriO, la niña reaccionó- con gran angustia. Repitió entonces paldo de un sillón, sosteniéndm,e ..con sus brazos y balanceándose sin llegar
los movimientos realizados cuando la madre comunic6 que Marta había a desprenderse, simbolizando otra vez lo que vivió cuando el eordón la opri-
aceptado entrar sin ella. mía, impidiéndole separarse de la madre·sillón.
La analista comprendió que durante esos dos meses previos ella, la En la segunda sesión y dlespués del corte simbólico, permaneció pe-
paciente y la madre habían eludido afrontar la angustia del nacimiento. gada a la puerta mientras grita.ba, lloraba, se chupaba y mordía los dedos,
Actuando en cambio activamente, separando a Marta de la madre y lle- babeándose como un bebe. La mucosidad que le salía de la nariz y que
vándola sola al consultorio -mundo- cortaba bruscamente el cordón dejaba caer hasta su ropa y dedos, sin intentar desprenderse de ella, hizo
repitiendo la m,'lnÍ'obra del partero, que había actuado así cuando hizo que terminase la sesión envuelta en una mezcla de saliva, mocos y lágri-
nacer a Marta. Esta hallla nacido con una doble circular de cordón alrede· mas que cubrían sus vestidos, man'Os y cara. Parecía querer así recuperar to-
dar del cuello y por debajo de los brazos, por lo cual debió cortarse el das las sustancias que la habían envuelto dentro de la madre.
cordón antes de salir la niña totalmente al exterior. Este corte, al imponer- Se interpretó que la terapeuta cortando el cordón la había sacado
le el mundo antes de estar biológicamente preparada para ello, contribuyó del vientre de la madre, como cuando estaba dentro de ella, y que en
a su:: dificultades en la adaptación a la vida postnatal. un desesperado intento de negar esa separación se aferraba a la puerta
Relataremos ahora cómo dramatizó su nacimiento al anunciar el tera- del consultorio como si ésta fuese su madre.
peuta la medida técnica señalada. Desde la posición ya descripta, hecha En la sesión siguiente, habiendo ya disminuido la ansiedad, Marta
un ovillo en la falda de la madre, sacó lentamente un pie y extendiendo la intentó darse vuelta y mirar a la terapeuta. No pudo hacedo. La miró
pierna lo llevó hasta el suelo, y luego hizo lo mismo con la otra. Dej ó sólo de reoj o, volviéndose hacia la puerta y tratando de abrirla. Se le
caer lentamente su cuerpo quedando sólo su cabeza sostenida entre las señaló su diJicultad de mirar a la terapeuta y a todo lo que la rodeaba,
piernas de la madre, succionando y chupándose sus ropas. Mientras Marta porque se sentía como una recién nacida que teme lo desconocido.
realizaba con mucha lentitud este movimiento la terapeuta interpretó paso En el consultorio hay un pequeño umbral de mármol junto a la puer-
a paso su nuevo nacimiento y que ahora su primer contacto lo efectuaba ta, siendo el resto del piso de madera. Marta colocó un pie sobre el
con los pies, buscando con ellos acercarse a la terapeuta, y que esta forma pequeño mármol, lo tuvo allí un largo rato y luego puso el otro, alter-
de vinculación por los pies y no por la boca le permitía seguir unida a nando el contacto de cada uno de ellos con el mármol hasta llegar a colocar
la madre. Basó esta interpretación en la actitud que Marta había tenido uno delante del otro, única forma en que los dos podían pisarlo al mismo
con su madre durante todo ese primer período en el cual mientras perma- tiempo. Haciendo estos movimientos, aunque seguía pegada a la puerta
necía sentada y acurrucada en su falda, se chupaba 'O mordía los dedos, o -madre-, se enfrentaba con el consultorio -mundo exterior-o Sacó
dos prendas de su madre: un balón -el ombligo- o el extremo del luego uno de sus pies y rozó mpenas el piso de madera, volviendo a colo-
cinturón -el cordón umbilical-o Manteniéndose por la boca el vínculo carlo sobre el mármol y después de varios intentos, apoyó totalmente el
con la madre podía buscar y explorar el mundo exterior a través de otras pie en la madera. Se le interpretó que estaba tanteando al mundo exterior
y a su terapeuta y que necesitaba hacerlo de a poco porque tenía mucho
2 ef. capítulo VIJI. miedo. El frío del mundo exterior estaba simbolizado por la frialdad del
202 ARMINDA ABER.<\ST URY TEORÍA Y T ÉCXICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 2C
mármol. En la realidad es te mundo exterior fue poco acogedor con ñalaron que el niño estaba ávido de mamar, pero como la madre tenía mu
Marta por ~as características del parto que hemos señalado y porque los poca leche le tuvii~ron que completar la alimentación con mamadera.
primeros contactos con su madre fueron malos. Después de interpretár- La dentición fue a los 7 meses y medio. n los 11 comenzó a camim
selo se puso de pie, apoyó contra- la puerta 1a cabeza y miró hacia el mostrando en un principio tendencia a caerse.
techo, recorriendo lentamente con la vista la parte alta de las paredes Al año y 8 meses había logrado el conl-rol de orina y materia fec:
y el cielorraso. pro o recién a los 2 años y 5 meses consiguió el nocturno de materj
Trataremos de expresar 10 que era para Marta la fantasía incons- fecal.
ciente de enfermed~d y cómo había condicionado su síntoma: el retrai- Cuando tenía un año los padres hicieron un Vla)e de un mes ¡
miento del mundo. A causa del trauma de nacimiento y de sus primeras extranj ero no comunicándoselo a Daniel por considerarlo demasiado p.
experiencias negativas con el mundo, todo cuanto significase nacimiento queño. 1::1.: c~ a época articuló su primera palabra, que fue su propi
provocaba en ella miedo al rechazo y a lo desconocido. nombre.
La madre recordó en esa época que nunca había tomado a Marta Al añ c- y medio lo anot:uon en un jardín de infantes, pero no pud
entre sus brazos. Salia deja rla llorar y en una oportunidad, cuando tenia concurrir porque se enfermó. Cuando tenía tres años sufrió una caíd
ocho días, permitió que su hij a JIorara toda Ulla noche sin ac udir a cal~ que le prod uj o la rolura de dos dientes y esto coincidió con un nuev
maria. Recordó también que la Jactancia se prolongó hasta los 18 meses cmbar[lro de la madre, surgi endo en esa época dos episodios de sanan
y que al nace r su hermano, Marta fue destetada y sacada del dormitorio hulimw que se sumaron a sus pavores nocturnos.
de sus padres. En ese período empezó a caminar y tenía tendencia a caerse. Después de la primera entrevista con los padres se decidió el tn
Sufría además de perdidas del conocimiento a las que nunca se encontró tamiento psicoanalítico a razón de cuatro sesiones semanales.
un a causa orgánica. En este caso· también nos limitaremos a exponer parte del materj¡
Durante el tratamiento repitió con la terapeuta todas estas dificul~ de una sesión en el que apareció co mo tema central el trauma de nac
tades, pero corno al exponer este material me in teresaba mostrar en especial miento.
la forma en que Marta Simbolizó el trauma de su nacimiento¡ me he lirni~ Previamente sus juegos se habían centrado alrededor de sus fantasí,
(aclo a relatar los fragmentos de sesiones en los que éste se hizo más frente a ]a escena primaria y al embarazo. Después de ]a in1erpretació
evidente. Quiero, sin embargo, destacar que en el material posterior se de toda esta situación, Daniel se dirigió hacia un placard del consultori
vio que la situación inicial de chupar el botón - ombligo- y el cinturón que hahitualmente se mantiene cerrado, y expresó sus deseos de abrirh
-cordón- de su madre, era mantener con ella un vínculo oral y con la El terapeuta, comprendiendo la necesidad del niño de incluirlo en s
terapeuta uno genital, disociando la imagen de la madre en una madre .iuego como elemento de simbolización, aceptó abrirlo. Entonces Danif
-pecho- la madre real y una madre genital - la terapeuta-o El pie sjm~ entró en el placard y le pidió primero que cerrase la puerta de éste y lueg
balizaba el genital masculino fantaseado mediante el cual buscaba unirse la abriese.
a la madre genital - terapeuta-o Al hacerlo lo encontró sentado, con los ojos cerrados, en cuclillas
Esto nos permitió comprender uno de los síntomas señalados por los con los brazos cruzados sobre el pecho, en posición fetal. Le interpret
padres, el excesivo pudor frente a sus genitales y sus pies. entonces, basándose en material anterior que no transcribimos por la
razones ya exp uestas, que frente a todos los peligros y miedos que sentí1
Daniel necesitaba volver al interior del terapeuta-madre·placard como cuando hé
Daniel, de cuatro años y diez meses, fue traído al tratamiento!l por bía estado dentro de mamá antes de nacer, pero pudiendo ahora ordena
sus trastornos de conducta y pavores nocturn os. Tenía tendencia a SOn que la puerta se abriese y cerrase de acuerdo con S1I $ deseos. Inten··ab
matizar y al año y medio, durante un episodio febril, tuvo convulsiones así elaborar la situación traumática circular de cordón y fórceps.
acompañadas de ausencias. A la entrevista inicial vinieron ambos padres; A continuación Daniel tomó un ovillo de hilo que había dentro d(
dijeron que fue un hijo deseado pero que )a madre estuvo muy ansiosa placard y preguntó si podía usarlo. Se le in terpretó que necesitaba volver
duran te los nueve meses y temió no poder engendrar un hijo sano. Nació establecer con el terapeuta el vínculo que lo había unido a su madre mE
con fórceps después de Un parto con anestesia prolongada y complicado diante el cordón umbilical· ovillo de hilo. Pidió en ton ces que el analist
can una circular de cordón. Lo pusieron al pecho a las 48 horas. Se~ cerrase n uevamente la puerta del placard, pero cuando éste empezó a hacel
lo, Daniel tuvo una crisis de ansiedad y dijo: "A ver si después no podé
;J Con Jorge Rovatti. abrir" - <'.gregando- "cuando es la hora, ¿puedo saHr?"
204 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 20
Tomó luego una sartencita de lata -placenta- y retorció el mango transcribiremos corresponden a las dos primeras sesiones del cuarto
-cordón- de tal modo, que le dio el aspecto que toma el cordón umhili~ tratamiento, que se inició inmediatamente después de la entrevista que tt
cal después del nacimiento. vieron co~migo, en la que comprendieron que Diego había ligado el .viaj
Siguió retorciendo el mango y dijo: "cuando todo esté retorcido de su. pnmer te~apeuta --que fue un abandono definitivo- con el qu
es la hora y que no se vea nada de luz". Se le interpretó que en el momento ellos Iban a realIzar en ese momento. Les recordé también que c uando s
en que estaba por salir de la barriga de su madre el cordón se retorció interrumpió el primer análisis ~e dijo al niño que el terapeuta volverió
- circular de cordón- y no lo dej ó n acer -no ver la luz-. Después de aceptando los tratamientos que le siguieron en forma transitoria, y qu
señalado esto Daniel tomó el ovillo de hilo y dijo: "Este era, ¿me atás?''', cuando la ausencia fue definitiva nadie se la esclareció. Esto explicaba SI
y el terapeuta interpretó que necesitaba ah ora recuperar ese cordoncito, temor actual a que el lapso de dos meses anunciado se transformase tam
pero sin repetir la situación traumática originaria -circular de cordón- bién en una ausencia definitiva.
y la retención consecuente, rectificándola así a través de su análisis. Me señaló el terapeuta () 'lue en la primera sesión Diego evidenci,
En la próxima sesión Daniel volvió a simbolizar el cordón umbilical un gran rechazo a establecer una nueva relación transferenciaI' la deseon
pero a través de un nuevo elemento. Utilizó un chicle que estiró y retorció fianza habitual al comienzo de cualquier tratamiento se vio r~forzada el
de un modo similar al mango de la sartén, después de lo cual se lo él por las sucesivas pérdidas y fracasos. Habiéndole señalado tuda estt
comió. Por medio de este acto expresó su necesidad de separarse de la con el máximo detalle, así como su angustia ante el próximo viaje de 10
madre cortando el cordón con los dientes -comerlo- y a la vez mostró padres, en la segunda sesión Diego expresó que aceptaba separarse di
su necesidad de introyectarla para poder separarse de ella en la realidad. sus padres y reprodujo el trauma de nacimiento. Dijo que en una playa
de la que ya había hablado al comienzo de la sesión, iba bajando en bici
Diego cleta y el vehículo comenzó a descender vertiginosamente no pudiendo fre
Diego es un niño de 9 años y aspecto agradable; hijo del medio de un nad,o; las ruedas. giraban muy ligero y tuvo que esquivar unas plantas qUI
matrimonio j oven, aparentemente bien avenido, nació en el octavo mes de habla en el cammo, dando algunas vueltas, para finalmente caerse sobrl
embarazo, y el parto fut rápido. Los padres no recordaban cuánto tiempo el pavimento. Mientras relataba esto último movió primero su cabeza ,
después se prendió al pecho y dijeron que la lactancia materna duró hasta luego el cuerpo, haciéndolo girar con movimientos rotatorios sobre sí mi~
los ~siete meses, con la ayuda de una mamadera. Al principio se resistió a mo. ~ecordemos que Dieg? ~ació en el octavo mes del emharazo, que e
la alimentación sólida, aceptándola luego sin mayores problemas. traba] o de parto fue muy rapIdo; el partero -según versión de la madre-
Comenzó a caminar a los 17 meses, mostrando dificultades en la coor· le dij o que: "Casi el chico se l e cae al suel'O." El material asociativo de lE
dinación de los movimientos y recién a los tres años su marcha fue nor- sesión y la acotación histórica justificaron ampliamen te la interpretaciór
mal. También habló muy tarde, pronunciando las primeras palabras a los del ter~peuta : Diego expresaba su nacimiento vertiginoso que vivió com(
cuatro años. Cuando tenia 6, siendo su rendimiento intelectual muy bajo, una calda desenfrenada y terminó en un golpe. La rotación dentro del ca
me consultaron para ver si confirmaba el diagnóstico de oligofrenia que nal .d~l parto .la simboliz~ .en la descripción de las vueltas que daba cor
se le había hecho. Luego de una prolija exploración del niño, lo descarté y la bICicleta, mientras la difIcultad para pasar entre las plantas simboliza bE
aconsejé un tratamiento psicoanalítico que se inició inmediatamente. Duró el pase entre el vello pubiano materno. El vértigo prod ucido en el feto a:
un año y medio, a cinco !;esiones semanales, viéndose forzado a una in~ rotar dentro d~l. canal del parto' lo expresó cuando dijo cómo giraban laE
terrupción porque el terapeuta se ausentó a otro país.4 Los ' progresos en ruedas de la bICICleta. Se le interpretó también de acuerdo con el materia'
este primer análisis fueron muy notables, no así en los dos siguientes, inic~al, q~e él atribuía en parte su debilidad' mental a la forma -e-u qu~
que se interrumpieron por distintos motivos y durante los cuales se man- h~bla nacld~ .. ~l terapeuta ?onop.letó esta interpretación diciéndole que te,
tuvieron, sin embargo, los logros del primer tratamiento. Poco antes de mla .~a repetIclon de est~~ SI~uIlCl.ones en su. ~ueva experiencia analítica, y
iniciarse este último análisis, del que expondré algunos fragmentos donde el mno, ~on una expres~on m teh gente y ~~lvlad a; respondió que sÍ.
se simbolizaba el trauma de nadmiento, los padres me consultaron nue· • T'O~o Juego un aubt? cuya marca diJO desconocer, comentó que no
vamente. Hahían anunciado a Diego que se irían al extranjero pur dos habla aSJe~lOs pero .que, sm embargo, debería tenerlos y que, por 10 tanto,
meses y desde este momento comenzó a retroceder tanto en su aprendi- no lo hablan termmado de hacer. Simbolizó así su vivencia de que le
zaje escolar como en la adaptación al medio. Los fragment'Os que faltaban cosas, que no estaba terminado, pues den tro del vientre de la ma.

4 Emilio Rodrigué. ¡¡; Eduardo SaJas.


206 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 207

dre algo habia quedado sin hacer. El terapeuta interpretó esto agregando como el gran esfuerzo que hizo para criarlas, adaptarse a la situación de
que necesitaba rehacer esa experiencia con él para completarse, comple- tener dos hijas, satisfacerlas por igual, darles el pecho hasta los nueve
tando también los tratamientos que habían quedado truncos, así como meses y realizar al mismo tiempo todo el trabajo de la casa. Recordó
también su embarazo que no habia negado a término. Esto lo simbolizó luego que en el cuarto mes de su embarazo el médico le había pregun~
en sesiones posterIores en forma más evidente, sentándose ('.n el regazo o lado si en su familia se habían dado casos de mellizos. Aunque ella res~
pegando cabezazos al vientre del teraputa. poudió afirmativamente, el partero no le señaló ni siquiera la posibilidad
Como respuesta a esta interpretación, toma con su mano derecha un de tenerlos.
sacapuntas y en la izquierda un lápiz con la punta rota. N o obstante te- Se le interpretó que ella aquí ya había negado el conocimiento de lo
ner en su mano el sacapuntas le pide uno al terapeuta, lo que éste inter- que tenía en su vientre, -pues la pregunta del médico era en sí un alerta
preta comunicándole que percibe que están en sus manos las posibilidades ,;;?hre esa posibilidad. Rechazó la interpretació n contestando que, cuando
de curarse - el sacapuntas-, pero que solo no puede hacerlo y pide í1 1 lites !->iguiente preguntó a su médico si podrían ser ,mellizos y éste le
ayuda. Diego utiliza el sacapuntas con tan poca habilidad que no con~ díjo que no, se sintió muy desilusionada. Todavía dos días antes del parto
sigue realizar la acción que se propone, y el terapeu ta le señala entonces le habían anunciado que tendría un hijo varón y muy grande; nacieron
que se siente frenado para uti1izar sus capacidades. En estr-: momento un en cambio dos niñas, primero Silvia y diez minutos más tarde Gr'aciela.
imperceptible movimiento del brazo del analista hace que Diego se aparte Permanecieron en incubadora cinco días! mientras la madree estuvo \ en el
muy atemorizado y Con cara de sufrimiento diga: "Me corté el dedo" , ~ilnatori f' ) y desde entonces las crió dándoles el pecho hasta que al iniciarse
fantasía que no Se justificaba de ninguna manera en ese momento de el sexto Jnt:s se ayudó con una mamadera; el destete se efectuó a los
la sesión . Este niño fue circwICidado al decimoquinto día de su naci~ nueve meses. No les dio chupete y comenzaron ambas el hábito de chu~
miento y ~j terapeuta interpretó que también pensaba qu~ este t ..auma parse el pulgar desde el primer mes de vida.
había influjdo en su padecimiento -le faltaba algo en el pito~lápiz-. Pudo verse en el grupo su decepción por no ,h aber tenido un varón,
En sesiones posteriores, en que repitió la acción mencionada COn el saca- y el rechazo inicial a sus bij as que había reprimido completamente. El
puntas, le interpretó la nocesidad de rehacer con él la situación originaria tema con el que más trahaj~ en las interpretaciones fue la prohibición que
para recuperar el prepucio perdido, y que la reacción de temor que mos- sentía en aceptar que había si.do una buena madre; tenía una tendepcia
tró al terapeuta se debía al temor a que éste repitiese todos los acon- a, desvalorizar todo cuanto hacía, considerándose siempre culpable del re-
tecimientos dolorosos que habían 'ocasionado su enfermedad. Asoció el des- chazo inicial, de los c~nco primeros días de falta de contacto y de la res-
prendimiento del prepucio con el desprendimiento de su primer analista y Iricdón en la succión. '~o podía reconocer su bondad y cariño, negando
con el temor a que se repitiesen en ese nuevo tratamiento todas las pér- todo lo que les daba a sus hij a.s. Por todo cuanto contaba de ellas se veía
didas mencionadas. que Silvia era emprendedora, mandona, y en cambio Graciela, q~e nació
segunda, era apocada y tendí-a a desvalorizarse. Pudimos comprepder que
Silvia r Craciela la madre apoyaba los rasgos de carácter de Silvia, repitiendo la diferencia
La madre de mellizas de 5 años, Silvia y Graciela, entró en un grupo inicial de privilegio creada el día del nacimiento. Cuando se modificó su
de orientación 6 porque sus hijas todavía se chupaban el pulgar. Quería condu,cta empezaron a apreciarse notables cambios, pues los papeles antes
Ü) !l mUdamente marcados se iban intercambiando. Mejoró también él há-
que se le aconsejara el modo de corregir este hábito, único síntoma de
las niñas que l. preocupaba. Se le explicó que en el grupo no se daban bito del chupeteo del pulgar, 1irnitándose al momento de dormir.
consejos, sino que se trataba de comprender el por qué de 105 trastornos. En una sesión, después de esta mejoría, relató la madre que 'había
Si ella nos hablaba de los síntomas, veríamos paulatinamente cómo se acontecido algo raro en el jardín de infantes, algo que ella relacionaba
habían originado y cómo evolucionarían en ]a medida en que los com~ lJon la forma en que naciel'on sus hijas. Durante la fiesta de fin de año
prendiésemos: :-fiesta de nacimient'O- fueron elegidas para representar el papel de mu-
Pronto se aclaró, sin embargo, que el verdadero motivo de su entrada necas, para lo cual fueron vestidas como tales y puestas dentro de una
en el grupo era la necesidad de elaborar el "terrible impacto" que significó caja. En un momento dado de la repre~entación, Pinocho les daba cuerda
para ella haber tenido mellizas sin haber sido previamente advertida por a ambas y enseguida un hada, al son de una música, les tocaba la cabeza
C011 su varita para que ellas salieran caminando j es decir, las hacía nacer.
el partero. Al princ.ipio negaba loda la angustia que esto le provocó, así
Mient.ras .Pinocho l~s daba cuerda, Silvia esperaba pacientemente quietita
:J evo ArmiuJd. ALt:rtt~(ury l:Oill,oJ terapeuta.
en su caja y GraClela se asomaba continuamente para ver "qué pasaba
208 ARMl 1'\DA ABERASTURY XII. Surgimiento de ansiedades anals.dom.soquísticas enquistad.s, por
fracasos en la latencia *.
afuera". Cuando el hada las tocó con su varita, Silvia salió inmediata·
mente de su caja, pero Graciela permaneció indecisa y no se animó a
salir sino después de algunos instantes. Con esta actu.ación repitieron la
forma en que ocurrió su nacimiento.
Estos hechos resultaron má~ notables cuando a la semana siguiente Por EUZABETH G. DR GARMA
la madre relató que después de b representación las mellizas habían ama-
necido con fiebre y un sarpullido que fue intenso en Graciela, la nacida
en segundo lugar, y muy leve en Silvia. Este síntoma era ::imilar al que Con cierta frecuencia, nIDOS que han llegado a presentar un cuadro
habían sufrido cuando al finalizar el quinto mes se inició el destete y re- psíquico aparente de no rmalidad o relativa normalidad, C011 buenas reali~
cibieron la primera reamad era ; también en ese momento había sido más znciones, fracasan rotundamente en un momento dado frente a una exigen~
intenso en Graciela que en Silvia. cia de la vida un poco mayor de lo común, por ej emplo, la iniciación de
Lo que estaba reprimido en la madre, y que provocaba una culpa tan asistencia al colegio o al enfrentarse con un ambiente lluevo. En estos mo~
intensa, fue su -r echazo inicial, motivado sobre todo por la decepción al mentos de fracaso parece derrumbarse completamente parte de la perso~
no nacer un varón. Este conflicto la hizo favorecer en Silvia los rasgos nalidad de estos niños y la buena adaptación psíquica que aparentemente
que ella consideraba masculinos y, además de apoyarla, preferirla. Al habían logrado se viene abajo.
hacer consciente su culpabilidad, !:u conducta se hizo más libre y permitió Llamamos una buena adaptación psíquica el haber superado los esta·
a sus hijas que se independizasen de ~lla, Dotándose, además de este cam- dios pregenitales sin restos neuróticos y el haber vivido y elaborado una
bio, la desaparición del hábito de chuparse el pulgar durante el día, recu· posición edípica positiva. Otors niños llegan a hacer una adaptación par~
rriendo a él sólo a veces antes de dormir. cial a la realidad, que les permite desarrollarse relativamente bien, aunque
Los papeles que fueron tan rígidos entre ellas se hicieron más permea- tengan algunos rasgos neuróticos fuertes. Cuando llega el .momento de fra~
bles y dejaron de ser dos niñas que formaban una sola para ser cada caso pierden toda posibilidad de seguir en la relativa adaptación que ha~
una de ellas una niña que también tenía rasgos de la otra. Fue en esa bian logrado.
época de su evolución, lutgo de un año de tratamiento de la madre, cuando En el análisis de estos niños descubrimos que la estruC'.t ura psíquica
se produjo el hecho que hemos relatado, durante la representación en el no es sólida, como parecía ser po r su actuación anterior, sino que existían
jardín de infantes. serias ansiedades prégenitales enucleadas, de las que habían buscado es~
Co~ él las niñas reprodujeron las dos separaciones de la madre: el capar por medio de una progresión a la genitalidad. Dicho núcleo repri~
nacimiento y el comienzo del destete. Gracias a las modificaciones ocu~ mido de ansiedades analsadomaS'oquÍsticas es percibido. por el niño como
rridas en la madre pudieron repetir las experiencias de nacimiento y de un centro de destructividad, sumamente potente, que debe ser aislado y
destete, porque las condiciones más favorables para seguir progresando en reprimido a toda costa, ya que de otro modo lo destruiría a él y a sus ob:
el proceso de indepl!ndización eran volver a nacer y volver a comenzar el jetos. Más inconscientemente el niño fantasea que contiene en su interior
destete. Necesitaban revivir estas situaciones traumáticas para m'odificarlas un núcleo de excrementos sucios y explosivos.
y conseguir así establecer una nueva relación con su madre. Generalmente la huida a ¡a genitalidad está favorecida por el
ambiente propicio, que aplaude al varoncito tan varonil o a la mujercita
tan femenina, con manifestaciones edipicas claras. Pero si ocurren repre~
siones o trastornos en las primeras manifestaciones de las tendencias edí~
picas se reactiva o condiciona une fijación mucho mayor en las fantasías
y ansiedades analsadomasoquísticas previas, dificultando un establecimiento
adecuado posterior de la organización genital.
Expondré material de dos casos, en los cuales el análisis de )as an-
siedades pregenitales, sobre todo anales, permitió el desarrollo de la orga~
nizacÍón genital sana. Brevemente también expondré el caso de 'Otro niño,

• Este trabajo fue presentado en la Asociación P sicoanalítica Argentina el día


29 de abril de 1958.
209
210 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 211
cuyo ambiente no permitió siquiera la huida progresiva a la genitalidad y anal a la organizaclOn genital, pero esta vez sobre bases más firmes. Al
que permaneció fijado en las etapas anteriores. entrar en la organización genital los niños buscaron aclaraciones sexuales
El curso del análisis de estos tres casos fue idéntico en cuanto a la acercándose a sus padres para ello. En ningún caso hice aclaraciones se-
técnica y a su respuesta a dicha técnica, por estar los tres niños en el xuales en el análisis, ya que considero esto contraindicado~ sino que me
período de latencia y por haber hecho los tres el mismo mecanismo de limité a analizar los comentarios acerca de asuntos sexuales que los niños
aislar y reprimir un núcleo de ~u instintividad percibido como destructivo me presentaban.
y peligroso. Sin embargo, el tercer caso no pudo hacer la huida progresiva Es interesante notar que, aunque l'Os padres de estos niños les ha-
a la genitalidad y lograr una posición genital ficticia, como lo hicieron bían dado explicaciones sexuales mucho antes del análisis, solamente al
los dos primeros. llegar a esta altura de su análisis .se permitieron interesarse por estos
Son casos en los que hubo un enquistamiento de un complejo prege- conocimientos y aceptarlos sin deformaciones analsadomasoquísticas.
nital dentro de la analidad. Su contenido era fantaseado inconscientemente
Huelga señalar la enorme importancia de interpretar siempre en re~
como una masa destruciiva y sucia en el interior del cuerpo. En estos ca·
lación con la transferencia, ya que fracasaría el análisis si material tan
sos dicho enquistamiento pasa inadvertido hasta que llega una situación
angustioso se escapara prematuramente de la transferencia a los objetos
en la vida que trae consigo un fracaso en la posición genital ficticia y, Teales.
por lo tanto, obliga .a la regresión.
Como durante el análisis se hacen conscientes estos contenidos se pro- Caso 1
duce una sensación análoga a cuando se abre un absceso purulento, cuya
eliminación angustia en un primer momento, pero que alivia rápidamente Ernesto, de 9 años, era un mno que habia llegado a hacer una adap-
al individuo. tación bastante buena a la realidad. Su escolaridad fue satisfactoria y
Estos casos son muy demostrativos de lo que desc~ibe M. Klein acerca era brillante en sus estudios musicales. Fue cuando tuvo que esforzarse
del cambio brusco de juego como consecuencia de la interpretación acer- para un curso especial que fracasó su adaptación y presentó el siguiente
tada, justamente por el surgimiento brusco de los contenidos terroríficos cuadro neurótico.
enquistados que obligó·a los niños a buscar una nueva actividad para Tuvo fuertes rasgos paranoides. La madre decía de él que estaba
expresarse. También al quedar ilnalizados estos contenidos en cada caso Hsiempre en la luna". Tenía una conducta desatinada en el colegio con
hubo un nuevo cambio brusco fle juego, no regresivo como cuando sur- sus compañeros, lo que provocaba las risas y burlas constantes de ellos.
gieron los contenidos terrorífico~. sino en un nivel libidinal progresivo Esto lo amargaba y lo hacía sufrir intensamente, llevándolo a huir de la
genital, ya sobre una base sólida y sa.na. realidad y encerrarse dentro de su mundo interior. Con frecuencia se lo
Expresado esquemáticamente, el transcurso del análisis de estos casos veía ensimismado, haciendo algún pequeño movimiento o caminando de
consistió primeramente en destapar el complej-o anal, mediante interpreta- un lado a otro compulsivamente y hablando en voz alta, pero de un modo
ciones dirígidas contra los contenü.los y las defensas que habían llevado incomprensible, a sí mismo. Debido a estos trastornos su rendimiento in~
al aislamiento y enquistamiento de dicho complejo. En segundo lugar, 8a~ telectual se volvió sumamente :irregular.
tisfacer en cierto grado y parcialmente las fantasías que surgen de este Logró reprimir sus angustias y encubrirlas con conductas sea de
complejo mediaIlÍ"t: la expresión progresiva de ellos en juegos, dibuj-os o pelearse con sus compañeros o de hacer bromas, pero al comenzar el aná-
expresiones verLa les paralelamente al análisis sistemático y completo de lisis surgieron de nuevo sus ansiedades con claridad.
ellas en la l .. ',1 nsferencia. Su posición edípica, según su madre, se manifestó antes en forma
Para esta ;,atlsfacción e.s necesario que la anali.sta haga sentir al normal y clara. Aun al comen.zar el análisis provocaba al padre constan-
mno (fue no Solo tolera l sino que participa y está identificada con él en temente fre.nte a la madre, consiguiendo que ésta lo apoyara y causando
la expresión de sus fantasías. Tuve a veces que suspender la interpreta- así discusiones constantes entre padre y madre. También rivalizaba con su
ción CURl'ldo el niño, por su ansiedad y sentimiento de culpa, las sintió, hermano por conseguir la atención de ]a madre.
por más cuidadosamente que se formularon, como una prohibición o un De niño había sufrido una leve criptorquidia, que desapareció egpon~
rechazo de su necesidad de ensuciar, produdr malos olores, hacer ex- táneamente a los 8 años y tuvo mucha importancia en su ansiedad de
plosiones, etc. Esto es algo que en un momento dado 'Ocurrió en estos castración y en su represión genital encubier~a .
Concluidas estas dos etapas se operó el progreso de la organización También sufría ataques periódicos de aEma y, además, era sumamente
difícil para los alimentos, manifestando desco~~fianza extrema frente a ca-
212 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 215
midas nuevas. Comía verduras, jlastas, arroz y dulces: rechazando con asco o borronear, junto con su ansiedad al ver que había ensuciado, eran in·
el queso, manteca, leche y carne. dicios claros de una neurosis obsesiva incipiente que constituía una de-
Cuando tuvo dos añ os, es decir, en plena fase anal, le nació un her- fensa contra sus enQrrues ansiedades depresivas y sobre todo paranoid~
manito, que resultó ser sumamente delicado, requiriendo desde un prin- tempranas.
cipio la atención y cuidado constantes de los padres. Fue el factor desen- La interpretación de las ansiedades que le producían sus preocupa-
cadenante de la neurosis de Ernesto. Además de sentir entonces la pérdida ciones por el interior de su cuerpo, de cómo funcionaba y cómo eran la~
no sólo de la madre, sino también del padre, entraron en juego fuertes cosas que entraban y salían de él, de si eran huenas o peligrosas, de la
sentimientos de culpa por sus fantasías sadicoanales, provenientes de sus supuesta criminalidad de su interior, dio lugar a que se volcara de llene
celos por el embarazo de la madre y por el nacimiento del hermanito. Si- en el juego. Dijo que un amigo tenía un equipo de química y que con
guiendo los pensamientos de la doctora Arminda Aberastury de Pichon Rí- eso se podían hacer experimentos interesantes y preguntó si él podría
viere, el segundo embarazo de la madre ocurrió en la época más angustiosa hacer experimentos químicos en sus sesiones.
para Ernesto, ya que correspondería a su primera estructuración genital. Al ver el equipo de química que le proporcioné, separó enseguida
El estado de1icado del hermano menor confirmaba a Ernesto la efec- dos elementos - cloruro de potasio y sulfato de potasio- y me los en-
tividad de sus impulsos y fantasías sádicoanales y el alcance de su capa- tregó para que los guardara en un lugar muy seguro, ya que según él
cidad de destrucción interior. Ello intervenía en el origen de su terror a eran explosivos muy peligrosos, es decir, la parte criminal incontrola"
lo que él imaginaba los contenidos de su cuerpo y, por proyección, los ble suya.
de la madre. Fue el motivo principal de su actitud paranoide frente a la Empezó luego a hacer sus experimentos de mezclar sin discrimina-
comida y el centro de fautasías que lo dominahan cada vez más, que ción distintas sustancias químicas, algunas veces hirviendo la mezcla, y
lo aislaban del mundo y que lo (;onvertían en objeto de burla de sus com- que siempre resultaba en 10 mismo: un líquido negro que, según él~
pañeros. También intervenía en la génesis de su asma, de la que no me ocu- era un gran invento suyo, un explosivo potentísimo, mucho más potente
paré en este trabaj o. que la bomba atómica o de hidrógeno o que cualquier otro explosivo
Todos estos aspectos de su personalidad pudieron analizarse a través actual.
de juegos con un equipo --de química, lo que le ocupó unas 30 sesiones y Saltaba de alegría cuando consideraba logrado su experimento y al
que veremos con detalle. finalizar la sesión debíamos guardar el tubo de ensayo con mucho cui-
En las primeras dos o tres sesiones de análisis Ernesto me explicó dado, para que no explotara en su ausencia. Lo primero que ·h acía al
sus conflictos en el colegio, quejándose amargamente de la injusticia que volver a su próxima sesión era buscar su explosivo, para ver sí estaba
sentía le hacían los demás y pidiendo mi ayuda para modificarlo. "A los igual. Le surgía ansiedad si durante su ausencia se había evaporado algo
chicos les parece gracioso lo que digo y hago y se ríen -decía- , pero del líquido.
siempre soy yo el que paga el pato. Siempre me ponen en penitencia Se pudo ver cómo a través de esta serie de experimentos buscaba
a mL" transferencialmente asegurarse de que podía dominar su destructividad
Esta actitud paranoide se repitió en la construcción de una casa 1 interior y que él no era culpable de haber destruido el interior de su roa.
que, debido a sus dudas y cambi'Os de parecer constantes, tardó dos se- dre. ni a su hermanito tan delicado.
siones en completar. La casa era de una planta, con mucha división in· En esa época yo representaba su madre y su hermanito y, además,
terior. Su mayor preocupación estaba centrada en las puertas de entrada un superyó capaz y protector, del cual se valía para ir fortaleciendo su
y atrás. Se preocupó también y tuvo muchas dudas acerca de si debería yo en el manejo de su agresividad. Es decir, yo debía guardar los explo-
mantener el frente simétrico o incluir un vestíbulo falso, que haría de" sivos muy peligrosos, sostener e! tubo de ensayo sobre la llama, encender
trampa para ladrones. Finalmente decidió quedarse con lo último, agre- los fósforos, etc., lo que le aL. rraba. Pero poco a poco, a medida que
gando otros detalles de seguridad, como la construcción de una terraza disminuían sus ansiedades que surgían de sus fantasías sadicoanales de
balcón, encima de la puerta de atrás, "para poder vigilar quién salía"_ destrucción con explosivos, pudo llegar a hacerlo él solo con toda tran-
Sus dudas intensas, que lo inhibían en el pro~eguimiento de la cons· quilidad.
lrucción, su compul5ión a la simetria, sus tendencias a derramar, ensuciar El alivio y la alegría que sentía al fantasear que el explosivo, que
inventó, era muy superior a cualquier otro, representa el alivio que sig-
1 AlI~RASTUnY, AIlMINDA: El ju.ego de construir casas. Su interpretación r valor
nificaba el fantasear que él podía dominar con sus fuerzas superiores la
diagnóstico_ Ed. Paidós, Buenos Aires, 1961. ansiedad que le producía su concepto del coito entre los padres. Estaba
214 ARMINDA ABERASTURY

completamente reprimido en la época del juego, pero inconscientemente


percibía el coito como ataques, '-'xplosión y destrucción mutua entre ellos.
Los padres eran simbolizados no solamente por la bomba atómica o de
hidrógeno, sino también por la fusión de los dos elementos químicos, se-
gún él tan peligrosos, que me ::liD a guardar. Es decir, el coito de los pa-
dres estaba simbolizado de una forma totalmente anal.
Siguíó con el juego de q uímica, pero ahora 10 que más le interesaba
era inventar líquidos que echaran gases. Mezclaba elementos co n un
poco de agua en un tub o de ensayo, lo agitaba y escuchaba el rujdo de
la efervescencia co n mezcla de angustia e inmenso placer. Yo también •

debía escuchar y confirmar que en realidad había fabricado un H gas po-


tente", como decía él. Era su arma, con el significado de su pene en re-
' ../ r w

gresión anal.
-
Este aspecto de su juego de experimentos químicos representaba, por
un lado, la l'epeti ción de su vivencia auditiva temprana del coito de los - ......

padres y de sus fantasias edípicas reprimidas. También representaba sus


propios gases intestinales. Cuando él los podía controlar S~ sentLa omni-
potente y cuando, al contrario, no lo podía, sentía que lo dominaban.
--- ,•
Surg ía entonces en él un terror a los contenidos del interior de su cuerpo.
El ruido de los "gases" eran los ruidos que provenían de la habitación
de los padres y que él escuchab a an gustiado. (Fue alrededor de sus dos
años cuand o según su rna~re dormía mal y cuando empezaron a manifes-
tarse sus síntomas.)
El "gas potente", que le daba tanto placer, era su fan l'Rsia omn ipo- I
tente de vencer al padre y oc upar su lugar fren te a la mad re. Es decir, ,... J • • ' - ' - -....- ...._ -

que de la posición de franco terror, fren te a las fanta sías de explosión y


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destrucción mutua en el coito, había pasado a la fantasía omnipotente de " ,

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superar su angustia, teniendo él más potencia y éxito que el padre, pri.
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mero con el explosivo superior y luego con el gas tan potente. , '" . '

Su concepto sádico de la genitalidad, cargado de cualidades de es- ' ''Í


tados anteri ores, más la criptorquidia que sufrió hasta los 8 anos, re- ""
forzada por la impaciencia e irritabilidad de su padre en la realidad

(era ulceroso), intensificaron el complej o de castración del niño y lo lle- •

varon a buscar una identificación con la madre. Por ejemplo, incons-


cientemente imitaba sus gestos, fantaseaba con seguir la misma profesión - ~ . .-
de ella y su conducta con su padre era la de provocarla masoquística-
mente para conseguir la atención constante de él, aunque en forma de ,
I
gritos y retos.
Pero su identificación femenina le aumentó su ansiedad de castración,
causando la regresión al nivel analsádico, donde ya estaba fuertemente
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fijado. Además, por su situación de fracaso, la imposibilidad , debido a
sus enormes ansiedades, de aceptar sus tendencias genitales y sus fanta4
sÍas edipicas, tanto negativas como positivas, lo llevaban a un retraimiento
llarcisístico, que originó su actitud de rechazo a sus compañeros y su ten.
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TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NINOS 2 15

dencia a aislarse y encerrarse en sí mismo. Eran ten dencias qu e se habían


ma nifestado ya antes de los 3 años, cuando asistió al jardín de infantes,
donde se negaba a j un tarse co n los otros niñ·os y se pasaba el día arrin-
co nado, solo y dibujando.
• También se evidenció desde muy temprano en E rnesto una intensa
movilidad difusa, que Melanie Klein 2 considera precursora o sustitutiva
del tic, en el que intervienen también concepciones regresivas analsádicas
del coito. Por ejemplo, si tenía que esperar unos minutos para su sesió n,
camin aba de un lado a otro , daba saltiL os, tiraba su go rra al aire y en sus
sesiones constantemente se movía, se golpeaba el pie, la mano, etc. E ll o
• disminu yó durante el análisis del juego de química .
A medida que anali zamo:, sus fantasías relacionadas co n la escena
pl·¡rnaria se hi zo meno r tambié n su an gustia del pene terrorrífico y des-
tnlCtor del padre, pudiendo id entificarse ya cOn él. Se le disminuyó así
su angusti a de castración y se permitió un a fantasía ulterior con los ex-
• perimentos q uímicos que cOllsislÍa en el invento de "una goma de pegar
fan tástica", o sea de coito, que insisti ó en llevar a su casa para ponerla
a prueba. Fue una tentativa mágica (omnipotente constructora) de Te-
pa rar o co nstruir, basada en aceptar la idea de la unión genital de los
padres.
La goma de pegar fantá stica unía a los padres. El niño comenzaba
a salir sa namente de su fi jación anal. Siguiendo sus fantasías eil este
nivel, me pidió el cloruro de potasio y el sulfato de potasio que en un
pri mer momento debí guard ar tan cuidadosamente, y con ellos fabricó "pe-
tard os". Co n mucho placer los hizo explotar y luego declaró que " hacían
rui do, pero que en realidad no eran peligrosos". Expresaba así que el coito
no era tan peli groso como creyó antes, ni tampoco lo era el hermanito,
que fu e el producto d e ello.
Lo qu e IJermitió surgir la.s fa ntasías edípicas de Ernesto fue la inter-
pretación sistemática de las f~,ntasías anales, sádicas y masoquísticas de los
terrores paranoides correspondientes. El análisis de todas estas fantasías
constituyó el punto celltral de las interpretaciones y efectuó la liberación
tIe los síntomas moleslos del niñ o. Le desaparecieron los conflictos en el
colegio, mejo rar on sus relaciones en el hogar, como también el asma y
acep té comidas nuevas.
El que las fantasías dramatizadas en el juego de química eran pre-
dominalltt:'mente anales o analdigestiv~s y que intervenían mucho menos
las oraldigestivas se confirmaba no sólo por el hecho de que siempre re-
.51: ltaba negro el líquido inventado y era importante el olor que podía t e-
• ner, si no que ]0 derramaba en su juego ensuciando la mesa, el piso, las
paredes y sus ma nos, piernas y a veces sus ropas. Esto último lo angus-
. h J

:.: " A contribution to the psychogenesis of ties" (925). Con.


KU: I N, !I{¡':LA N II:::
tributians ta psycha ·anal)'sis, pág. 134, The Hogarth Press. Lon dres, 1951.

••
216 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁ.LISIS DE NIÑOS 217
tiaba y debía lavarse prolijamente antes de irse a casa. Además: siempre- tando las fortifi caciones de defensa y constru yéndolas que no le quedaba
dur~nte las sesiones de este juego pedía ir al baño a defecar. tiempo para la batalla en sÍ. O t ea que la intensidad (!t., sus angustias de
Ernesto vertía un poco de agua en un tubo de ensayo y agregaba castración le hacían titubear y aumentar 'S us defensa,;, antes de arries-
con gran expectativa una sustancia química tras otra. "Cuidado -me garse en la lucha edipica (:ontra el padre. Fantaseaba con tener defensas
advertía-, cuando le echo esto, quién sabe lo que va a pasar." Seguia tan fuerte!; que no perdería un solo soldado.
agregando con cierta ansiedad y luego lo agitaba y escuchaba "el gas". Esta defensa excesiva ocultaba su sen timiento de culpa y temor al
El tubo de ensayo era él mismo que se sentía lleno de suciedad, explosivos castigo del padre y el hermano, por desear tener a la madre exclusiva-
y gases y ]a expectativa ansiosa era la que 10 dominaba constantemente mente para él, sin compartirla con otro. En esta época del análisis se
al ingerir alimentos y al defecar, como también al introyectar y proyectar volvió muy celoso conmigo, en:fureciéndosc si veía entrar o salir de mi
psíquicamente objetos, palabras, pensamientos, etc. Como señala Melanie casa otro niiío o retando al. chofer, si ]0 traía unos minutos tarde a la
Klein, "la ansiedad paranoide, de que los objetos destruidos sádicamente sesión.
sean en sí una fuente de veneno y peligro dentro del cuerpo del sujeto, En el juego de batanas pude ver muy pronto que mis terrenos repre-
hace que desconfie profundamente de los objetos, a pesar de seguir in- sentaban a la madre y los tres fuertes que yo debía construir; uno grande
corporándolos".3 central y dos pequeños laterales simbolizaban a su padre, su herman'O y
Al agregar nuevos elementos químicos a su mezcla en el tubo de en- él mismo compartiendo a la madre, o sea el terreno. La interpretación de
sayo y al, escuchar "el ruido del gas" fantaseaba Can la trayectoria que su conflicto genital frente a su padre, con sus temores de destruir y ser
los alimentos o aire ingeridos hacían por sus tubos digestivo y respira- destruido genitalmente disminuyó su ansiedad, de modo que. en su juego
torio. Se preguntaba dónde se colocarían y harían dentro de él, creyendo y fantasía, pudo ya emprender la lucha contra su padre y su hermano por
que los ruidos se debían a las luchas y destrucción dentro de él. la posesión de su madre.
Su desconfianza y su terror de lo que ocurría en su interior eran Se volvió entonces más agresivo en sus bombardeos y más audaz en
temores por la seguridad de su yo, el que peligraba cada vez que intTo- liUS avances dentro de mi terreno y, aunque al comienzo le angustiaha el
yectaba objetos sospecho,",s para él y temía su incapacidad de albergar bombardeo enemigo, pronto empezó a atacar mis fuertes con más eficacia
objetos íntegros y buenos. Al proseguir su juego de química, junto con la y más puntería. Luego pudo hace r conquistas totales, sin que esto le pro-
interpretación de e3tas ansiedades paranoides, pudo abandonar sus fan- vocara ansiedad, ni buscar simbólicamente la represión de deseos genita-
tasías terroríficas y surgió una curiosidad por los contenidos reales del les. Al conquistar todos mis terrenos, satisfacía sus fantasías de c·onser-
cuerpo, asesorándose acerca de las funciones de todos los órganos. vación de la madre, ya que pasaban a ser "protp.ctorados" suyos. En esta
Es decir, su cuerpo ya no contenía una serie de objetos desconoci- forma cumplía sus fantasías de sustituir a su padre "frente a ]a madre con
dos y peligrosos, sino que contenía órganos buen'Os, que lo hacían funcio- un mínimo de culpabilidad, pues él había vencido heroicamenie, defen-
nar bien. Fue al finalizar esta parte de su análisis que Ernesto concluyó diéndome con valentía de los ataques del padre dentro del terreno materno
su juego con el equipo de química con el invento de la "goma de pegar y esperaba como recompensa que sus nuevos protectorados, 'O sea la
fantástica" y la fabricación y explosión placentera de los petardos. madre, se convertirían en aliados y, a su ve.::, 10 protegerían a él de sus
El análisis siguÍó can un juego de batallas, lo que significaba ya rivales. También al conquistar todos los terrenos finalmente integraba a
un progreso claro a la posición genital. Ernesto repartía en partes iguales la madre, que ya no debía compartir con el padre y el hermano (lus tres
entre él y yo soldaditos, armamentos y cuhitos para construir las de. fuer tes con batallones que yo debía erigir como defensas), sino que que-
fensas, que debíamos colocar a ]0 largo de las fronteras que nos corres-- daba enteramen te para él.
pondían. Luego debíamos bombardearlos e ir conquistando terreno. Fue Estas fantasías de reparación e integración hicieron que tolerase más
un juego mediante el cual pud'O elaborar sus tendencias y deseos edípicos s us fantasías genitales y que surgiese claramente a su conciencia su cu~
positivos y su ansiedad de castración. Esto último surgió con claridad riúsioad genital reprimida hasta entonces.
porque ya había superado parcialmente su represión de la genitalidad, Así, en los días subsiguientes a este juego fue exigiendo a sus pa-
consecutiva a su fracaso. dres una aclaración sexual completa, te'ma que jamás había tocado antes,
En las primeras sesi'Ones de este juego Ernesto tardaba tanto proyec- c'Omentándome en las sesiones los resultados de sus conversaciones con
ellos.
3 KLEIN, MELANlE! "Psychoanalysis of maniac depressive states". Contributions
to psycho.analysis, pág. 284, The Hogarth Press, Londres, 1951.

L
21& ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA [)EL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 219'

1('sca, con una boca severa y llena de dientes. Aunqu~ no ha tenido motivo
Caso 2 n·al para ello, Mónica percibe al colegio y a la mai'..stra (la cara) como
El mismo proceso de regreslOll a una fijación aualsadcunasoq"u ística algo hostil hacia ella, frente a los cuales debe ddenderse y no manifestar
enquistada, por abandono de una posición genital como consecuencia de nada que le puedall criticar (1 de lo cual podrían culparla.
un fracas o, dio lugar al Elntoma de no hablar en el cnl~gio, de un a niña En la sesión .siguiente repite el mismo tema del primer dibujo~ pero
de 6 años. Era una niña qu~ se permitía expresiones de gcnitalidad m()dificado (Fig. 2). El colegio ya no es una cara hostil, aunque todavÍ¿¡
edípica positiva, sintiendo que MIS padres veían esto con simpatía. Pero es considera. lo peligroso y agresivo, ya ql~e está pintado con trazos iuertes
lenía una fijación reprimid a a aspectos pregenitales de la sexualidad. Sus rojos. Pero ha perdido su hostilidad, porque la nena, Mónica, ha encono
fantasías inconscientes eran con excrementos y, sustituti . . amen te, con "ma_ trado la solución de su conflirt'J : si "no tiene boca" nada sucio o feo
las" palabras, y otras fálicas de una gran envidia del pene, Todas ellas podrá escapar de su interior y la seguirán viendo graciosa y bonita como
la llenaban de un gran sentimiento de culpa, por sentirlos muy sucios y siempre. La {alta de manos en esta versión n o!; indica, por su simbolismo
prohibidos por sus padres. Como el anterior, también en este caso se lo- corriente en dibuj 05 de niñ os, CIne uno de sus comportamient.os que con-
gró la normalidad con la asistencia en las interpretaciones de los conflictos sidera feos en ella es la maslurbación y, por supuesto, las fantasías rela·
analsadomasoquísticos. cionadas con ella.
Mónica fue traída al análisis porque desde quP. había ingresado en Como respue~ta a las interpretaciones de estos dos dibujos prime·
el colegio, unos 5 meses antes, se había negado a hablar aHí. No tenía ru~, hace un tercero que nos señala cuál es la representación genital que
ninguna difi cultad de aprendizaje, pero su inhibición la llevaba a un fra- :inI1u) o en la regresión a las fan t asías y tendencias analsadomasoquístic<, .~,
caso escolar seguro, ya que ni abría la boca para saludar a su maestra y y que ollas factores intervmieron en la regresión y en la manifestaciol1
a sus compañeras y mucho menos para leer o contestar preguDtas. dd mutismo oral al comenzar su asistencia al colegio.
Fuera del colegio, aparentemente seguia en el nivel genital Era u na
niña de conducta normal, inteligente y muy conversadora. En todas par- En el dibuj o "ma~á, Mónica y papá" las figuras femeninas están re·
tes, incluso en el mismo. colegio, la querían y la mimaban, llamándola presentadas por un círculo (la cabeza) y una línea vertical que lo sos-
"princesita" por su gracia y belleza. Pero al transcurrir el año escolar la tieuG (el cuerpo), mientras que el padre ~stá bastante completo, vestido y
niña se angustiaba cada vez más a causa de su inhibición, que no pudo provisto de un gra n pene. Evidentemente opera en ella una gra n envidia
superar a pesar de la preocupación cariñosa y la comprensión de sus pa- del pelle y vive (,~on mucha culpa su deseo de poseer uno como el de su
dres y maestras. primo, con el cual ha tenido juegos sexuales. Siente que las mujeres de
Casi la totalidad de su corto análisis (duró un as 30 sesiones) fue la. casa, ella y su madre, son pobres e incompletas comparadas con papá
J. }Jesar de toda la admiración que le tienen sus padres, y los demás, por
empleado en dibujar y pintar. He seleccionado material gráfico que nos
permite ver cuáles eran las ansiedades que la llevaron al síntoma escolar. sus encantQS femeninos.
En la primera sesión está algo cohibida, pero dibuja "una nena que Posiblemente el acenl'o que pusieron los padres sobre la femineidad
va al colegio" (fig. 1) . Es su problema actuai; evidentemente el ir al ·le Mónica, el placer que experimentaban al verla tan mujercita, inhibió
colegio fue el factor desencadenante de su neurosis, n o s'o]amente porque ,3 manifestaci ón norma\ en la época adecuada de sus tendencias viriles.
era la primera actividad seria y de respo nsabilidad de su vida, donde Entonces reprimió estos deseos y tendencias, considerándolos malos y feos
debía hacerse valer por sus propios méritos, sino porque el colegio y y el conflicto siguiente siguió ope:rando en su inconsciente.
las maestras eran ohjetos propicios para proyectar sus ohjet"os tcrrorí4 Además, en la época anterior al comienzo de las clases, la niña es·
ficos y perseguidores reprimidos hasta entonces. El comienzc de su vida taba luchando por superar el complejo de Edipo. Tamb.i.én reprimía sus
escolar le significó un esfuerzo que debilitó momentáneamente su yo, deseos edipicos positivos de tener el pene bueno de su padre dentro de
haciendo fracasar la represión e irrumpiendo así las ansiedades repri 4
ella. Todo l'sto favoreció una regresión libidinosa y la llevó a una
midas. acentuación de la omnipotencia de sus excrementos, lo que está Íntima-
La nena en el dibuj o está bastante completa, con cierta insistencia mente ligado a mecanismos paranoides. Dice Melanie Klein: 4 "Hasta
en el vestido, detalle que surgirá más adelante, y al c ual daba mucha donde he podido ver, la vida sexual de la niña y ' u yo son influidos
importancia. Ella era muy bonita y coqueta y la admiración que así pro· más fuerte y permanentemente en su desarrollo que la del varón por
vocaba le servía para contrarrestar el terror que tenía de ser sucia y
fea por dentro. El colegio en el dibuj o parece más bien una cara gro- KLEIN, MELANIE: El psicoanálisis de ninos, pág. 217.
220 ARMINDA ABERASTURY
TEORÍA Y TÉC NICA DEL P SICOANÁLISIS DE NIÑOS 221
este sentimiento de omnipotenda de las funciones de los intestinos y
miembros adquiera el significado de coito. G La contribución que haet
vej iga."
el componente femenino a la sublimaci ón probablemente siempre será ]a
Ademá~, en el desencadenamiento de su mutismo tuvo importancia un
de la recepti vidad y de compren3ión que es una parte importante de toda
juego sexual llamado " Juanita -::agada", que consistía en meterse en cama
actividad. Sin embargo, la par te ejecutiva, que es la que constituye real-
debajo de ld~ cobijas con su primo y gritar HJuanita cagada", lo cual les
mente toda actividad, encuentra :m origen en la sublimación de ]a potencia
daba e,Dorme placer. Este juego fue iniciado pocos meses antes del CO~
masculina. 6 Para Mónica, su lengua le simbolizaba su pene, cuya actividad
mienzo del año escolar, y me enteré de él por el primo que se analizaba
ella consideraba prohibida y sucia. Lo que se intensificó más aún por e]
co.nmigo ent'o nces. Incrementó la envidia de pene de Mónica e intensificó
rechazo que ella suponía de pa rte de s us padres de su deseo de tener un
H(S sentimientos de culpa. Esto, más el carácter mismo del juego, donde el
pene como el primo.
primo tenía el pene que envidiaba ella y ella era la ¡(cagada", la llevÓ
a reprimir aun más sus impulsos fálicos, facilitn;ndo ]a regresión e inten~ El conflicto actual de Mónica con el componente masculino de su ge·
F;ificando la fijación anal, con rodas las fantasías sadomasoquísticas y los nitalidad repercutió regresivamente en lo que era una forma temprana de
mecanismos paranoides de este nivel del desat:'f011o libídinal. subJimación, la palabra, y le i nhibió parcialmente la parte activa, es de·
Estas fantasías y terrores consiguientes empezaron a manifestarse en cir, el hablar en 1a situación an3ustiosa que para ella representaba la neo
las figuras 3 y 4, "Mi cuarto" y " Lluvia sob re la tierra". En la primera cesidad de expresar su pensamiento a la maestra, imago materna mala y
perseguidora.
pintó una silla, luego la radio y luego la cama que borró (tapó) porque
le "salió un a porqut.ría", "era todo una porquería". O sea que ella sentía Los dibujos siguientes constituyeron una serie hecha sobre papel ne-
que todo su interior e ra una purquería debido a su intensa culpa por gro. El primero representa sus fantasías de los padres en coito y su
los juegos sexuales anales con el primo, su compulsión a tratar de espiar excitación y masturbación con g-ra n sentimiento de culpa, considerándolos
la vida íntima de los padres, su masturbación con fantasías sadicoanales sumamente sucios y que debe ocultar, tapar. Con esta pintura Mónica
y uretrales relacionadas con el coito de los padres y su curiosidad sexual. asocia: "es un circo· 110 un c uadro. Tiene que estar todo tapado. Fui a]
Todo esto encontró e~resión en sus cuadros que iremos viendo sucesi~ circo de noche". Es de noche (papel negro) cuando surgen con más
vamente. Si bien Mónica había llegado a una posición genital, ésta era intensidad sus impulsos y fantasías genitales que considera porquerías.
en realidad ficticia, aunque ]e daba apariencia de normalidad. Todo lo También es de noche cuando supone que los padres hacen las mismas
genital lo sentía en términos fálicos y anales que le creaban mucha culpa. "porquerías".
Por ej emplo, del análisis de la figura 4, "Lluvia sobre la tierra", resultó Seguidamente y también en papel negro pintó unos .palotes, los bo~
que representaha a ella en una identificación masculina fálica frente a rroneó y dijo: "Son árboles caÍdosj un agente los tiró." En estas fanta ..
su mad~ e, pt:ro viviendo el coito COID'O un ataque con chorros de orina sÍas hace una identificación masculina y se siente castrada por falta de
y excremento. pene (los árboles tirados). El agente simboliza a sus padres y sustitutos,
Se vio en el análisis que su terror de los contenidos malos de su pro- como a la niñera y a mí misma, que ella supone que le prohíben su fantasía
pio cuerpo era lo que más intervenía en el fracaso parcial de una de las de tener pene.
sublimaciones más tempranas, el hablar. Otros factores eran el desplaza~ La .interpretación de sus impulsos masculinos, que regresivamente ~ran
mieh[O a la mabstra de la imagen materna mala, más terrorífica debi.d o a porquenas tan grandes, dio lu gar a que hiciese una serie de cuadros que
su regresión y el que Mónica sintiera tan malos y prohibidos su envidia representaban lugares y situaciones reales, que para ella eran fuentes de
y deseo de tener un pene. También su ida al colegio, que era un ambiente curiosidad y excitación sexual. Así un H perro mamarracho" aludiendo a
femenino puramente, la separaba de su primo, con quien satisfacía su en- las prácticas excrementicias y genitales de los perros en la calle; "La pla-
vidia de pene a través de juegos sexuales con él, fantaseandu que ella za"; " El cine"; "El zoológico".
poseía el pene de su primo. Ir al colegio significaba su separación del pene Seguidamente pinta un "Elefante". Asocia riendo: "Tiene la trompa
que fantaseaba como suyo y en el cual se apoyaba y, por lo tanto, el fra- en la cola". Aquí ya vemos su curiosidad y fantasía con respecto al pene
caso ue su fantasía f¿Hea satisfactoria. grande del padre, ya desde su posición femenina frente a él, que también
Según M. Klein, el hablar y el placer en el movimiento siempre ti•.
:pen cargas libidinales de natUlaleza genital simbólica. Se lleva a cabo por G K.LEIN, MELANIE: "In::ant analysis". Coneributions to psycho-analysis, pág. 114•
..nedio de la identificación temprana del pene o vagina con el pie, la • 6 . KLEIN, MELANIE: "The role of the school in thc libidinal devdopment", Con.-
mano, la lengua, la cabeza y el cuerpo. De ahí que la actividad de estos. mb~tz.ons . to psyr.ho-anaiysis, pág. 8.3. The Ho¡zarth Press. LondreEi. Traducido en la
Revuta de · Psicoanálisis, vol. V, N'=' 2, pág. 480.
222 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 223

debe reprimir en el colegio. Pero enseguida borra el elefante y dice: "Hay cl piano), aunque todavía se considera sucia por ello. Continúa diciéndo-
que tapar para que quede lindo". me: "Ahora te pinto una cigüeña ... no! ... un perro ... no ... ", titubea
Otro factor importante de su conducta anterior era que en la escuela y se ruboriza. Después de la irrupción de la analidad pueden surgir, y
debía tapar sus hermosos vestidos con el delantal blanc'O, lo que para· ella me los confía ahora, sus conocimientos y fantasías genitales~ Este animal
significaba reprimir aun más su instintividad. Sus ve~tidos bonitos repre~ también tiene hoca, es decir, ella también se permite expresar ahora su
sentaban una manHestación de su posición edípica femenina, que ella curiosidad acerca del origen d.e !os niños, aunque le da vergüenza. Se ru-
sentía que le permitían eD su casa, pero que debía reprimir en el colegió:. horiza, tamhién, porque aunque ella t"$tá perfectamente enterada del ori-
Es decir, ella c.ebe !apar y borrar toda su excitación y sus fantasías se. gen real de los niños y la intimidad genital, simbolizada por "perro", a
xuales, sr¡llre todo en el culegio, para quedar limpia y bonita como su má;~' veces duda de si no le convendría aceptar la mentira de la cigüeña y negar
má, aunque ésta también hace sus porquerías con la "trompa de elefante así la genitalidad, que le ha cRU3ado conflictos. Debemos recurdar también
df': papá". que la niña ya había entrado t'Il el período de latencia y la idea de la
Al intell1Tetarle todo este material, cambia bruscamente de actividad, dgüeña es más aceptable en esa etapa.
dej ando la pintura y buocando plastilina, lo que es una conducta típica en Luego, en la :figura 6, pinta "Una nena", pero dice que le salió mal;
los niños, cuando la interpretación es certera. es una cara COn un chorro sucio saliendo de la parte inferior o la boca.
El juego COL plafililina le ~Jcupa unas 10 sesiones. Dice que hará la Me está confirmando que éste era el terror que no le permitía hablar, se
comida. Hace largos rollos y los corta en pedacitos que, según ella, pare- decir, el terror de que al abrir la boca le saliese un chorro de porquería.
cen "caquitas", lo que le da sumo placer. Luego le da nombres a las "ca- Esto nos :recuerda el cuento de Grimm de las dos hermanas, la "buena" y
quitas": Machina y Matada. Repite estos nombres con mucha insistencia, l~ "mala". ,La huella S0 encuentra con una anciana pobre y la trata muy
riéndose y (':xigiendo que yo también los repita. La elección de estos dos Inen, ayudandola con :paciencia y hablándole cariñosamente. La anciana
nombres Be dehe a que ,~Qndensan una serie de pensamientos prohibidos resulta ser un hada disfrazada, que compensa a la niña buena, haciendo
para ella. pero qUe ahora ya puede expresar. Ella se ha sentido ".cochina" que cada vez que hable caigan perlas y joyas de su boca. Al contrario, la
por sus juegos e iml'nls~ sexuales y tamhién era ella la "Juanita cagada", hennan2 mala trata mal a la anciana y como castigo el hada la condena
que jugaba en una cama. con su primo "bien tapada". Yo le había aceptado a que cuando hable caigan de su boca sapos, víhoras y porquerías.
sus fantasías acerca de la v ida intima de su mamá; la mamá se metía en , A su última pintura la titula "Cascuela". Resume: "En la escuela pen-
la cama con el papá y jugaba con el pene de él. Entonces mamá tambíén 8anan qUe soy una caca." Era. .su terror a lo que pensasen y dijesen de
era "cochina y cagada", y d poder expresar este pensamiento, tan terrihle ella, su terror a ser vista como una caca (su interior) y no como una
para ella, le dio el H Hvio que manifestó en la alegría y la risa al repetir princesita (su aspecto exterior genital ficticio), lo que la llevó a elegir el
estas palabras. síntoma de no abrir la boca en el colegio.
Satisfechas y analizadas estas fantasía:=;, en las sesiones siguientes
junta los pedacitoR de plastiliYla y los cOJi.,.,:.tp-rte en una regadera, que llena
Caso 3
de agua y pasa hrgos ratos regando el cuarto de juegos, para "limpiar
y hacer crecer las plantas~'. Debemos guardar cuidadosamente la regadera Jaime fue criado casi exclusivamente por su abuela materna, ya que
de una sesión a o':ra. Es un juego en el que Ratisface fantasías fálicas ure- su madre trabajaba fuera de casa y su padre viajaba continuamente y, ade-
trales en forma püsitiva; ya ::10 son chorros de orina destructivos como los más, tenía poco contacto personal con el niño. La abuela fue severa con
chorros de la lámina de la lluvia en la tierra, sino que son consecuencia él respe~to del control de esfínteres y del aseo personal y no fomentaba el
de una genitalidad sublimada. contacto con otros niños. Como, por otro lado, su lactancia había sido
Vuelve a la pintura, nuevamellte en papel blanco. Pinta a "su primo" bastante buena, a los 5 años presentaba el cuadro de un niño sumiso,
en forma de perro, con algo así como un falo que le sale por entre las solitario, con trastornos intestinales y con el ideal de una madre que lo
patas delanteras; su cara ya tiene boca. Es decir, tolera ya la sexualidad amamantase.
libre en el primo, como la de los perros en la calle y su sublimación en En esa época de los 5 años, su padre sufrió una lesión en el ano y
el hablar. la madre le hacía las curaciones. Jaime proyectó su propia situación in-
Luego dos pinturas seguidas: "Un piano~', que hace como si lo tocara, terior en el padre, convencido de que eran las materias fecales al salir lar.
y "Matada" (figura 5), que la representa a ella y que también tiene boca. que habían lesionado a su padre. Hizo entonces un dibujo de una gran
Es decir, que ahora no teme confiarme sus impulsos de masturbación (tocar explosión causando víctimas y mucha sangre y un auto de bomberos que
224 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 225

acudía para apagar el incendio. Estas fantasías persistían muy incremen~ seguido por su superyó (la policía), y era evidente la depresión libidinal
tadas cuando comenzó su análisis a los 10 años. y fuerte (figs. 9 y 10) justamenlte por estar destruido interiormente.
También a los 5 años de Jaime se embarazó su madre por segund::\ La figura 8 representa una bomba atómica explotando en medio de
vez. Durante el embarazo falleció la abuela materna y, poco despu~s de una ciudad. Para su inconsciente son los traumatismos recibidos del exte-
dar a luz, la madre desarrolló una psicosis, debiendo ser internada. rior que, juntamente con sus ansiedades relacionadas con su fijación anal-
Con estas situaciones, tan traumáticas, las débiles fantasías edípicas, sadomasoquística, tienen la capacidad de destruir y disgregarlo interior-
que pudo haber tenido Jaime, fueron abandonadas por ser demasiado pe- mente (los edificios que se destruyen en el centro de la ciudad). Es para
ligrosas. El niño optó por reÍugiarse, no en la gCllitalidad. como en los evitar esta explosión que Jaime recurrió a la solución de enquistar y repri~
casos anteriures, sino en fantasías de omnipotencia anaIsadomasoquísticas mir este complej o de ansiedades.
y consolarse Gon dulces y comidas fáciles de digerir, como el puré de papa, Recordemos también la fantasía que había hecho ya a los 5 años,
que representaban a su madre ideal nutritiva. Pero como, para el niño, cuando supuso que el excremento había lesionado el ano de su padre y
era también una madre muy mala, debido a sus ausencias dE" casa por su que expresó en su dibuj o de explosión e incendio, con el contenido latente
trabajo, luego por las repetidas internaciones y, además, por el ambiente del pasaje por el ano de la matl~ria fecal. Esta angustia, que se hizo cons~
terrible que creaba en la casa con su psicosis, el conflicto de Jaime con ciente durante el análisis, tenía mucha importancia en su estreñimiento.
su madre se manifestó en su obesidad y estreñimiento pertinaz. A pesar .Llegó a darse cuenta de que tenía terror a que, si permitía pasar su
de estos síntomas psicosomáticos el niño pudo mantenerse bien conectado materia fecal, estallaría en su ano y se lo destruiría, causando también
con sus compañeros y con una escolaridad también muy buena hasta los la destrucción de sus objetos y ambiente. Retener sus excrementos era la
10 .años. Se acercaba a la pubertad y sus compañeros hablaban de temas traducción 'Orgánica de su necesidad psíquica de enquistar sus ansiedades
sexuales, que J Rime buscaba reprimir totalmente. Se sentía, ade:nás, dis- sadomasoquísticas para evitar el aniquilamiento propio y dpl mundo que
minuido frente a ellos, por no poder competir en atletismo debido a su le rodeaba.
obesidad. Por lo tanto, se separó de sus compañeros y se volvió solitario Pinta a un hombre a quien le han clavado un puñal y que sangra
nuevamente. Al mismo trempo su madre sufría un nuevo acceso psicótico, no sólo de la herida en el pecho, sino de todos los orificios de la cara.
que la llevó a una nueva internación y el niño presenció· escenas muy Además de otros contenidos que: no analizo aquÍ, se ve también la angus~
violentas y penosas entre los padres. Todo esto contribuyó a que tuviese tia de Jaime de estar todo destruido en su interior, ya que no solamente
un derrumbe psíquico, llegando a presentar un cuadro autístico. Cayó en sangra de la herida del puñal, sino que también del oj o, la nariz y la
una depresión grave y perdió todo su interés por el colegio. Se pasaba los boca. Ocurre algo así en él como con la bomba atómica de la figura ante~
días durmiendo o tirado en la cama y fantaseando con aventuras de super- rior, que si estalla lo hace en todas direcciones y lugares.
hombres en el espacio. La figura 9 muestra un asaltante que lleva su nombre, Jaime (él
Comenzó su análisis expresando estas fantasías por medio de dibujos, con su avidez que satisface oralmente y que le crea culpabilidad) per~
por ejemplo, de conquistas de nuevos planetas por hombres del espacio seguido por la policía (su supe,ryó). Expresa, como cicatrices en la cara
(Fig. 7). Sus ideas fantásticas le fueron interpretadas como una tentativa del asaltante, la destructividad y la destrucción que él supone en su inte-
mágica y 'Omnipotente de lograr un progreso libidinal hacia las conquistas rior. El ácido que hiere representa su jugo gástrico que lo hiere y corroe
edipicas para huir del complej o regresivo terrorífico dentro de él. En su por dentro, pero que considera que también puede herir su mundo exte~
fantasía hacía 10 que no pudo hacer en la realidad, ya que en ningún mo- nor (representado por el rostro del asaltante). Llama la atención el lapsus
mento había podido manifestar (endencias edípicas positivas ni negativas,. que cornete al escribir "chillo" en lugar de "cuchillo". Se debe a su fan~
debido a que su genitalidad no solamente estaba muy débilmente desarro· tasÍa de sentir el cilindro de materia fecal, endurecido debido al estreñi-
llada, sino también reprimida. miento, como un falo agresivo y cortante, simbolizado por un cuchillo en
Al interpretarle sus fantasías omnipotentes como defensas contra sus su "culo'~. Omite el ':cu" para reprimir la fantasía "chillo por el cuchillo
angustias conscientes y sus angustias más terroríficas inconscientes, en sus de mi culo". Esta fantasía está :'!.un más reprimida debido al temor ante su
dibuj os y pinturas surgieron contenidos completamente distintos, que re- placer masoquÍstico femenino que obtenía de su síntoma de estreñimiento.
sultaron sc::r expresiones gráficas de ]0 que él suponía contener y de lo Cada vez que perdía a su madre, y transferencialmente, a mí, hacía su
que 'Ocurría en su interior. No solamente sentía que había destrucción en identificación masoquística con e1 objeto perdido y se intensificaba su estre-
su interior, debido a ataques exteriores (Fig. 8), sino que se sentía per- i1imiento, pasando hasta 10 días sin mover el intestino. Los colores que
226 ARMINDA ABERASTURt
TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁUSIS DE NIÑOS 227
eligió para su pintura indican una vez más su fijación anal) ya que son entonces su adaptación ambiental como consecuencia de una intensi!1cación
los colores de excrementos. regresiva de sus ansiedades enquistadas.
En el análisis se atrevió a liberar estos contenidos terroríficos que Son casos distintos de las neurosis corrientes que se van desarrollando
antes sentía que podía dominar mejor enquistándolos y reprimiéndolos. gradualmente. La técnica de su ~ratamiento es la interpretación sistemática
La figura 10 representa un muchacho arrollado por una avalancha de y activa, dirigida contra el enquistamiento de sus ansiedades sadicoanales.
rocas y piedras' y ]a muerle que !le le ':iene encima. Es él destruid o por su Con ello los niños, después de elaborar psicoanalíticamente y además de
materia fecal retenida, que representa sus ansiedades terroríficas prege- satisface¡" parcialmente estas tendencias, lo que en el análisis de adultos
nitales enquistadas y reprimidas, que ya no puede dominar, que se desen- constiturÍa una especie de acting out dentro de las sesiones analíticas,
cadena como una avalancha dentro de él y por lo cual 10 persigue la se liberan de sus ansiedades y progresan sanamente a su organización
muerte. En el dibujo se ven claramente las masas de los excrementos aplas- genital.
tándolo y haciéndolo sangrar.
Cuando ya hahía hecho coo5cientes estas fantasías, mediante un aná·
Jisis sistemático de todos los contenidos pregenitales sadomasoquÍsticos en·
quistados y cuando estuvo plenamente seguro de que al h3cer consciente
y permitir la salida de los contenidos que lo aterraban , no se destruía, ni
me destruía 8 mí, como representante transferencial de su mundo y sus
objetos eXLerno"l, entonces cambió bruscamente de actitud y de juego. Su
conducta de niño cansado y pasivo se transformó en más activa y, como
Ernesto, el niño del primer caso, me pidió un equipo de química .
.En línea:; generales el nnáli"lis de J ni me siguió entonces más o menos
el mismo curso que el de Ernesto. Su preocupación mayor era la de hacer
me2clas para producir "~ases potentes" y luego escuchaba lo~ ruiditos que
producían al escapar de los tubitos de ensayo. Luego se ocupó de aclarar
cómo funcionaba el cuerpo y cuáles eran s us contenidos interiores realeE.
Paralelamente pudo empezar a analizar sus relaciones con sus obj et05
exteriores, sobre todo con su madre, a través del análisis transferencial
de su relación conmigo. Después empezaron a surgir curiosidades y temas
genitales que jamás había abordado antes, aunque su padre había qu erido
hacerle aclaraciones en varias 'Oportunidades muy anteriores.
Posteriormente, frente a una situación angustiosa, relacionada con la
posible: salida de la madre del sanatorio, reaccionó illteresándose y apren·
diendo juegos de magía y prestidigitación, lo que era un intento omni·
potente de manejar y dominar sus ansiedades, pero en forma mucho más
sublimada. Vemos en ello, que surge nu evamente su componente femenino,
s iguiendo su ruecanismu de identificación con la madre frente a un con·
flieto con dla, ya que se ocupa maternalmente de su hermano y de los
niños del barrio, haciendo sesion'.!s de magia para entretenerlos.
Muchos niños aparentemente normales o con una adaptación ~tlnb~t'n·
tal bastante buena, consiguen solamente una posición genital ficticia dp,hido
a ansiedades analsadomasoqulsticas contra las cuales .se han defendido
mediante su enquistamiento. Este complejo enquistado pasa inadvertido ·has~
ta que situaciones exteriores que exigen a dichos niños un esfuerzo mayor,
les provocan el fracaso de su organización genital ficticia . Se les derrumba

..
Profilaxis de la neurosis infantil

Mi idea de realizar grupos de orientación de madres surgió de la convic


ción de que únicamente podría mejorarse su. vínculo con el hijo hacién
doles comprender, mediante la. interpretación, cuáles eran los conflicto.
que dificultaban esa relación. La comprer.sión y satisfacción de las nece
sidades del bebe en su; primer año de vida es la mejor profilaxis de ú
enfermedad mental.
XIII. Grupos de orientaci6n de madres

Desde que inicié mi trabajo con niños me preocupó- la búsqueda de un


método que fuese eficaz para ]a orientación psicoanalítica del lactante,
Me consultaron madres cuyo de5eo consciente era seguir mis indicaciones
y realizaban esfuerzos para hacerlo, pero sus conflictos o limitaciones
afectivas no les permitían dar a sus hijos todo el cariñ-o que genuinamente
sentían.
Mis primeros intentos de ayudarlas orientando la ed ucación del niño
con consejos fracasaron relativamente ; mientras duraba mi influencia so-
bre ellas y si me veían con frec uencia, modificaban su conducta, pero
nada de lo que aceptaban sólo en un plano C'onsciente llegaba a ser, genuino
en ellas. Comprendí que si su situación interna frente a la maternidad
no se modificaba previamente por la comprensión o interpretación del con~
Hicto, todo consejo era eficaz transitoriamente.
• Dos hechos me parecieron evidentes: necesitaban verme con frecuencia
y no era el consejo lo que las hacía mejores madres, sino el apoyo que
de mí recibían; pero descubrí el peligro de esta relación cuando compro-
bé que me idealizaban y vivían en una extrema dependencia de mí, sopor-
taban mal las frustraciones y surgían así inesperados resentimientos y la
tendencia ~ sentirse perseguidas por la terapeuta.
Era n ecesario elaborar una, técnica en la que pudiesen consultar regu-
larmente y con frecuencia, en ]a que fuese posible interpretar y usar la
transferencia tanto positiva como negativa, y analizar los conflictos con
los hijos en vez de dar con.sejos, sugiriendo sólo excepcionalmente alguna
ind"¡cación para la vida diaria. La terapia de grupo me ofreció las condi·
ci (mes ideales para elaborarlas.
Comencé con el primer grup o de madres en 1958, grupo que con
algunos cambios sigue funcionando hasta hoy; el segundo en 1959 y el
tercero en 1960. El material que expondré se referirá a los tres grupos.
Con el primero comprendí sobr e todo que era necesario trabajar sistemá.·
ticamente con la interpretación del sentimiento de culpa, sí quería liberar
el amor reprimido de una madre por su hijo. El hec.ho de que una de
las integrantes del grupo se viera forzada a hacer Un aborto, cuando
recién se iniciaba el grupo, las enfrentó súbitamente con el conflicto entre
el amor y el odio, dar vida y quitarla, que en ese caso era manifiesto,
pero fue apareciendo en el contenido latente de muchos de los conflictos
231

b
232 ARM INDA ABBRASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 23:

diarios. Los otros grupos me fueron H1á~ útile.s para pel'fet.:eionar la téc- por su respuesta hasta qué punto se sen ti a rechazada por el grupo y po
nica y manejar las situaciones práctica s o rientánddus d t morto ele evitar mí, a · quien veía fría y dislante. Dij"O que. e~ grupo. estaba ya formad,
en lo posible el ~onsejo ; y si lo daba se seguia de una ,Ihsdvación deta- y ella sería una extraña. Interpreté que reVlVIa connugo y con el gru p;
llada de las reacciones de la madre y el hijo durante (-'1 "intervalo en tre situaciones en las que: debió sentirse muy recha~ada por. sus padres. y faIn:o
una sesión y otra, para interpre!'ársdas in1r.lcdiatamE'llte. Comprendí que algu- liares. Negó enérgicamente haber tenido ningun confhcto en su mfanCl
nas normas básicas, manej a:das por las i n Lt:t;:nmtes del grupo. iban haciendo y pareció muy disgustada. . _. ' .
cada vez ro éls innece:;;ario mi con"sej o: Sus relatos a veces dramáticos y a veces slmpahcamente humorlsticc
En la primera sesión doy 10 que considero la regla fundamental ; les sobre sí misma', tenian siempre una tón ica impersonal y casi dirÍ~ qu
digo que es un grupo d:iri~i do, que nos ocuparemos de la relación de cuando hablaba de sí misma parecía hacerlo de un tercero. Relato qu
cada una de dlas con sus hj jo ~ y que traten de pla.nl ~nr los problemas o no tenía sirvienta en ese mo:mento y que además de su hija ~a debí
conflictos con ~J máximo de detal;es, y yo orientaré y enca uzaré al grupo cuidar de cuatro sobrinos, cuyos padres estaban en el. extranjero; qu
mediante la interpretac.ión ·0 la i:r.dicación que juzgue necesarias. Hemos hacía todo en la casa atendía, al marido, a su profeSión, pero que ]
dicho que el consej Q de los liadres tiene un límite, que es su pl·opia neu- hacía con gusto y sin' gran esfuerzo. Muchas veces me impresionó un
rosis. Un consejo p'Jdria .:;er efectivo si el padre () la madre estuviCl:iCII marcada desproporción entre la expresión triste y... fatigada de su rost~
en condiciones internas de aceptarlo y cumplirlo, pero no acontece asÍ. y el tono jocoso o·· la sonrisa c"On la que acomp~naba el relato. Paree)
Por ejempJo, si un padre necesita castigar a su hijo y deja de hacerlo llevarse muy bien con el marido, habían hecho Junt?s. la ca~rera y fu,
por consej o del terapeuta, si no ha solucionado o comprendido los móviles ron -siempre muy compañeros. Agregó que en los ultimas ttem~os, pe
de su conducta, volverá a hacerlo en cualquier momento, alImen tando su cariño a su marido cuidaba del suegro, bombre de edad y achacoBo, al ql:
culpa no sólo frenle al hij o sino también frente al terapeuta. Este senti~ había que prodigar una especial atención. Al cabo de ~nas cuantas ~'
miento de culpa lo impulsará a su vez a actuar peor, buscando más castigo. siones, anunció al entrar que le habían diagnosticado m,e!hzos. A las oh],
Comprobé que si la mlldre cumplía umi indicación, pero sus actos no con- ciones y lamentos de sus com:pañeras de gr~po, respondlO q~~ ella se art
cordaban con ~us afectos, el niño percibía lo inauténtico de su actitud. {"fIaba muy bien siempre y que no tendna problemas. DI] o luego ql
Aunque sus afectos estén !nmascarados por una conducta o una vel·baHza- ~uería consultarme por su hija Ana, que la preocupaba porque se roan
ción que expresa lo opuesto, ellos captan el auténtico estado subyacente y festaba celosa de todos. Pensaba que la forma en que ella cuidaba a 14
según mi ex.periencia esto es así tanto para el odio como para el am or. sobrinos, esforzándose para que no se notasen diferencias. ~i entre el~(
Corroboré, además, que perciben todas las situaciones que los adultos cons- ni con su hija, era penosa para Ana; .p ero que no se decldIa.a cambl'
ciente o inconscientemente tratan de ocultarles. A través del análisis de porque era necesario "ser justa y buena con los que est~ban Slll madre
niños lo había comprobado en muchos casos, pero la experiencia con los Interpreté que Ana era ella misma,. apenada y quejumbrosa por r
grupos de madres me llevó más allá de mis primeras condusiones. recibir la atención especial que tanto necesitaba en ese momento. Quer
Relataré como Ana 1 , niña de 18 meses, percibió una situación que que se la cuidase muy especialmente y no como a una integrante .d
sus padres pensabao f)c ultarle. Como no hablaba todavía, la expresó grupo, de un modo irnrersonal. 9.ue n~ sentía ~onfianz~ en que pudle:
con gestos y ayudándose con un cuadro que representaba su conflicto. quererla y cuidarla, como no deblO sentase que~l.da y CUIdada p~r la ~
Su madre integraba el tercer., de lo!'; grupos ya mencionados, y habia dre. Agregué que temía que el grupo no permItIera que yo hIcIese . dlf
ingresado en él cuando estaba ya formado. Era una j-ovell profesional, rencias con ella, o exigiera que fuese justa y buena con todas por 19~é:
atrayente aUl~quc muy descuidada en s.u aspecto. Dijo que ::;u prime.ra Una de las integrantes dijo que se la debía cuidar de un modo especu
hija, Ana, se había desarrollado bien y no solia darle lIir.gún trabajo, y que se lo merc:cía; interpreté que ella asumía la voz del gr~po y. ql
y que esperaba que tampoco se lo daría el segundo hijo, que iba a nacer éste permitía que yo "4iciese diferencias porque "era nece5~no y JUS
pocos meses después. Comentó que venía al grupo sólo para ver cómo hacerlo con los que estaban sin madre", repitiendo a~ í sus prop18~ palabra
era, porque le habían hablado mucho de 10 que allí se hacía, pero no LueO"o de esta sesión que he relatad o, su mando me llamo por tel
porque tuviese ningún problema. fono, informándome que se había adelantado ~l parto faltando días .~a:
Le interpreté su reacción inicial · de desconfianza y temor. Se vio entrar en el séptimo ~es, y habían nacido melhzos. l!no de ellos m~r.lo
. nacer y el otro sobrevivia penosamente. Me informo de lo que hlclen
1 Se trata de la misma niña e:rya primera hora de juego está relatada en el los médicos del sanatorio: lo pusieron en una incubadora y ordenan
capítulo VIL todo lo ·necesario para que :pudiese sobrevivir. Me hablaba porque nec
234 ARMJNDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 23

sitaba que le aconsejase si de·bía o no ocultar los hechos a su hija Ana. que no la preocupaba, tenía una hija que habíá criado sin dificultades,
Ya habían pasado 24 horas del parto, Ana había quedado en la casa con una la entrada en el grupo se hahía acompañado· de una serie de calamidadf
niñera y con el padre, que estuvo con ella por la no che y varias horas y yo había provocado todos esos desastres o por lo menos había sido inel
en el día, Le pregunté si no había observado algo distinto en la niña , si paz de remediarlos.
sus j uegos habían cambiado: si había algún jndicio de que sufría el Relató entonces que las enfermeras no le permitían acercarse al hij(
impacto de esta situación tan dram ática. Dijo que no hab ía observado porque podía infectarlo, a lo cual otra conlpañera le preguntó cómo entor
nada, que se había seguido la rutina diaria y que él y la niñera se habían ces se acercaban las nurses. Dij o que ellas tenían equipos especiales d
asepsia, para no dañar al niño. Le señalé que ella, como profesional, tan:
esforzado por mostrarse especialmente al egres y animados. le pedí que
hién podia haberlo pedido, y no lo hizo porque se sentía sin derecho
me describiera los juegos que había observado en esos días, y recordó
acercarse a su hijo. Interpret{: esta actitud como un deseo de preservar f,
en ton ces algo nuevo en la conducta de su hija.
hijo y no como rechazo. Agregué que el haber preferido sacarse la lech
Relató que en la casa hay un cuadro que r,e presenla a la Virgen con y que la nurse se la diera significaba que quería darle lo mej al de en
el niño en brazos -al que hasta entonces Ana no había prestado ated- misma sin peHgro de contaminarlo y qu e también quería irse del grupl
ción- y que desde h acía dos día s, en cuanto lo veía, lo llevaba de la para no contaminarnos con su pena.
msno hasta el cuadro y se lo señalaba con la manita al mismo tiempo que No se animaba a expresar hasta qué punto temía que fuera su vientr.
con expresión interrogativa le decía "mamá". El padre comprendió mien· el que había matado al primer niño y enfermado al segundo, pero que 1.
tres relataba esto que su hija lo estaba interroga ndo so bre el destino de sentía, ya que ni con un equipo especial de asepsia se atrevía a tocarlo
la madre y el niño. Dijo no compren der por qué no valorizó antes esta Esta interpretación la impresionó profundamente, se le escaparon alguna:
se.titud de la niña, que era tan llamativa en esos días y que ahora interpre- lágrimas, que se secó con fastidio. Su gran ansiedad y la falta de con
taba. A raíz de esto decidió llevarla al sanatorio y tratar de explicarle fianza que me inspiraron las normas que, según me dijo, regían en e
la verdad. Cuando me pidió consejo ~obre cómo hac(' clo, le dije que se sanatorio, y quizá mi deseo de ayudarla más, me hicieron indicarle um
dejase llevar por lo que sintió al comprender el juego de Ana, y que ac- consulta con una pediatra que habia trabajado en Suiza en una sala dI
tuase por sí mismo. • niños prematuros 2. Sahia por mi experiencia con lactantes que el contacte
Llamé por teléfono a la madre de Ana y me pidió que fuese a verla. con el cuerpo de la madre es fundamental para el desarrollo del reciér
La encontré tranquila, comiendo, y me habló de lo bueno que era su esposo. nacido, y que en el caso del niño prematuro esta necesidad debía cum·
La sola referencia que hizo a 10 acontecido fue decirme que no podía llorar plirse aun más estriclamente. También sabía que Marcos recibía grande~
y que ignoraba la causa. dosis de medicamentos y la leche de su madre a los horarios indicados.
Pocos días después volvió al grupo. Relató que ya estaba en la casa pero carecía tot.almente de un a decu ado cuidado maternal o el de una nurs~
y que el bebé había quedado en la incubadora al cuidado del personal que lo reemplazase.
del sanatorio, que ella no lo veía, pero en cambio se sacaba la leche cada La madre de Marcos siguió mis indicaciones y ese mismo día pidió la
día y la mandaba a la clínica para que lo alimentasen las enfermeT'8s. consulta, pero UDa vez más tuve que aceptar que si los conflictos no estaban
Parecia tranql\ila, su expresión seguía siendo alegreml:?nte resignada y elaborados, el consej o o la intervención desde afuera eran inoperantes.
habló de su bebé como si nada hubiese aco ntecido con el que falleció y Esta madre conscien1emente quería cuidar a su hijo y por eso hizo la
como si el sobreviviente fuesr. un niño nacido a término y normal. Le consulta, pero fue totalmente incapaz de cumplir las indicaciones que se le
Ínterpreté que seguía negando las dificultades y peligros que la rodeaban, dieron. La única ventaja para ella fue que al comprobar que no podía
que hablaba de su hijo como si se tratara de un bebé nacido normalmente hac~ lo qu~ co?scientemente deseaba, se hizo cargo del conflicto que
hab1a en su mtenor entre el amor y el odio a su hijo, entre el deseo cons-
y que era su forma de no enfrentar la realidad para eludir el sufrimiento.
cjl'!:ílte de darle vida y el inconsciente de negársela. Fue este conflicto el
Esta interpretación le despertó mucha angustia y una gran hostilidad hacia
determinante del parto prematuro, de la muerte de uno de los mellizos y del
mí~ y dijo que no tenía sentido s.eguir en el grupo. Interpreté que se
destino ulterior del sobreviviente.
sentía triste por la pérdida y por el estado actual del otro hijo, que al
Después de relatar la consulta y la lucha de sentimientos que hemos
sp.ñalarle yo esa realidad penosa se halda sentido acusada por mí y quería señalado, dijo que era muy penoso ver "ese bracito tan flaco que ni parecía
abandonar el grupo. Pensaba que yo, como su madre, la censuraría, pero
que esta idea encubría la censura que ella me hacía a mí -la madre-- y 2 Susana L. de Ferrer.
al grupo, por haberle hecho p~rder a su hijo y tener este otro en condi·
ciones t'8.n difíciles. Que ella había llegado al grupo con un buen embarazo
236 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 23.

de un niño" y esta vez los afectos que se traducían en su voz y su rostro herma?o, y que ese terror a la muerte de la cucaracha era el desplazamiento
correspondían a lo que relataba. Describió a su hijo con tantos detalles del mIedo a la muerte del hermano, pensando que él podía haber muerte
y tan angustiantes que las otras componentes del grupo no pudieron re- como una cucaracha. Aunque no incluí en la interpretación el temor a 18
primir un cierto horror ante las imágenes que les presentaba. Al sentir muerte de Marcos, sentí que eJ3te temor debía estar incluido en la fantasí8
el rechazo del grupo por su hijo ~que se hizo cargo así de este senti~ de la niña y que seguramente temía que no sobreviviese.
miento suyo- surgió en ella el genuino amor que estaba escondido y por Esa noche Marcos murió ahogado. Esta vez fue la madre la que le.
primera vez, dijo: "pero tiene una linda carita", lefon~ó y me dijo que esa noche, al retirarse la nurse, el bebe quedó
De sesión en sesión podía observarse un lento progreso en su contacto dor.mldo luego de tomar la mamadera. Se despertó minutos después y pa.
con el hij o, y no obstante las recaídas en conduclas de desafecto o rechazo, rec.ló estar molesto. Ella se siltltió muy cansada y recordó que le habían
privaban siempre pequeñas conquistas en su cariño hacia él. Se fue ani- dicho que poniendo los bebes haca abajo solían aliviarse y lo acostó así
mando, por ejemplo, a tenerlo en sus brazos, a pelear con las enfermeras en su cuna. Posiblemente una acomodación inadecuada, a la que se sumó
para que se lo dej asen largo tiempo, aunque todavía no se sentía capaz la poca vitalidad del bebe para defenderse de ella, hicieron que muriera
de darle el pecho -no obstante tener mucha leche- y seguía enviándola asfixiado.
cada mañana para que se la diesen las nurses. Cuando tuve telefónicamente el relato de este hecho, recordé inme-
Animada por mis interpretaciones y por la intervención de las inte~ diatamente el alarido de Ana cuando vio la cucaracha aplastada por la madre
grantes del grupo se propuso darle el pecho y también en ese nuevo y el pavor en la noche. Se me hizo evidente que el trastorno de sueño
contacto con el hijo fueron observables los mismos altibajos de permisi- estaba motivado por el miedo a la muerte de Marcos, a la de su otl'0
vidad y prohibición. Por ejemplo, si en una sesión decía que debía reco- hermano y a la de sí misma.
nocer que teníamos razón y el bebe gozaba del contacto con el seno, se Esta niña percibía bien que, no obstante los esfuerzos de su madre
ponía sonrosado y más bonito, en la siguiente sesión decía que era tan por comportarse afectuosamente con el hij o, algo ~que .sentía como una
aburrido y esclavizante tener que darle tantas horas el pecho, o decidía fu.erza aj ena a ella y que la 8lsustaha-- se lo impedía, y temía sufrir el
de golpe que no le daría.sino mamadera. mIsmo destino de sus hermanos_
El conflicto se agravó cuando la autorizaron a llevarlo a su casa.
Hemos hecho referencia al material inicial de un grupo, en el que
Entonces, aunque conscientemente parecía contenta, y preparó un cuarto
una madre se planteó la angustia por desear al hijo, haberlo concebido
especial, aislado y confortable, en el que pudiese estar j unto con él, su
y tener que abortarlo. En un plano más enmascarado pero no menos dra*
conducta fue de gran rechazo y desapego. Se la veía descontenta, rehuía
mático, este episodio mostró ser el resultado de un problema similar. Mu-
el contacto con el niño y seguía negando todo el esfuerzo y la pena que
chas 8'on las conclusiones que pueden surgir de tal episodio, pero habla-
sentía. Su. rechazo se incrementó cuando habiendo despedido a la nurse
remos primero de la niña y de cómo repercutió en ella.
que la acompañó durante los primeros días, debió hacerse cargo totalmente
del hiJo, y también de Ana. Dijo que la niña estaba insoportable y no Relaté cómo en su forma de comunicación preverbal encontró el
sabía qué hacer. Supe luego que en la última sesión del grupo combinó con modo de preguntar a su padre qué pasaba con la mamá y el bebe, mien-
las otras madres -de modo que yo no la oyera-, que tomaría una nurse tras los adultos pensaban que Ana ignoraba que su madre estaba en el
a la noche, para poner tener un poco de libertad y salir. Eran sus propios sanatorio, y más aún, que se :planteaba el interrogante de cómo estaba.n
conflictos los que la hacían vivirme como alguien que la acusaba de no ambos, madre e hijo. Su conducta mostró sin embargo que entendía
ocuparse bien de su hij o. muy bien por qué la madre no estaba en la casa, y que estaba preocupada.
En esa ocasión había dicho que su hija mayor tuvo miedo en la noche También. f~e evidente que percibió que el acto de su madre ~aparente­
y que durmió muy mal. Siguiendo la técnica habitual en esos casos, le mente tnvIaI- de matar una cucaracha, encerraba una violencia y una
pedí que me relatase cómo había sido el pavor nocturno y pregunté si capacidad de matar que vinculó con la muerte de sus hermanos y con la
durante el día pasó algo que pudo haberla asustado; esta pregunta me suya propia. Cuando la madre me relató el episodio, hizo mucho énfasis
permitiría valorar la gravedad del síntoma. Recordó con extrañeza que en ,la expresión de miedo de Ana al mirar el líquido blanco y lechoso que
durante el día Ana se asustó mucho cuando vio que ella aplastó con el salla de la cucaracha aplastada, detalle que seguramente no fue ajeno a
pie una cucaracha y se quedó aterrada mirando "e~"a co~a blanca que lO' su pavor ~el pecho de la madre aplastado y muerto, atacándola y matán.
salía de adentro" y que en la noche, durante el pavor, su cara expresaba dola-. Hubo muchos elementos que hacen suponer que Ana temió por
el mismo miedo. Interpreté que Ana estaba asustada por la muerte del su hermano y que pensó que moriría aplastado. Además, en otras ocasiones
238 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNI CA DEL P SICOA.NÁLISIS DE NIÑOS

el niiío fue puesto en esa posición y como dormían en 1~. mism~ habita· sola algo tan doloroso y le resultaba imposible esperar los ocho días ql
ción debió verlo haciendo esfuerzos por no ahogarse y temlO' por el. separaban las sesiones. Por primera vez cO!'t,J que era hija única, que !
'El padre sufría de asma, y más de una vez; fue !~stigo de sus cri,sl,s, madre era una mujer muy fría, que nUllca la apoyó. Le, había conta(
en las que - como he visto en muchos casos- ternlO Ana que monr~a que después de su nacimiento quedó embarazada y aborto porque com
ahogado. Supe también que el padre discutió con su esposa ~n presencIa deraba que con ella tenía bastante. Este había sido otro de los motivl
de la niña cuando la madre dej aba al bebe en situaciones pehgrosas, por del fracaso de su segundo embarazo j le era muy difícil superar a
ejemplo, en el borde del catrecita o de una mesa, mientras iba a pr.e~arar madre. En todo este episodio había realmente una madre cruel, que dent:
la mamadera. Además de ser testigo de esas discusiones, Ana percib18 la de ella le destrozaba un hijo, tal como Ana percibía que podía acontecer
situación de peligro en los sentimientos de su madre hacia los hijos. a ella misma.
Después de la muerte del hermano, sus padres pidiero~ q,ue se l~ Podemos enriquecer aun más la compresión del caso conociendo
hiciese una hora de juego, para ver cómo elaboraba la perdIda y 81 situación familiar del padre. Era uno de los tres sobrevivientes de di,
su angustia justificaba hacerla analizar. Esta hora de j ueg~ reveló que hermanos, y en su inconsciente la imago de la madre era la de una as
la mayor preocupación en ella era preserv.ar a un bebe pomendolo en la silla -los hermanos muert05-- o de alguien que apla.st~ y a~oga ~el. asn
malla de la terapeuta, simbolizando así su fantasía de que un bebe se bronquial-o La muerte de su hijo ahogado le reactIVO la sItuaclOn mfa
salvaría si se lo pusiera Qtra vez en el vientre de la madre, en el.que se supo~ til en la que vio morir a sus hermanos y el temor a seguir el destino (
ne una ausencia de peligro. Luego mostró. que si se le de] a caer -el ellos, como consecuencia de 105 ahogos, y desplazó esta situación a su espos
parto prematuro- hay un grave peligro, y participación activa del que acusándola de haber dado muerte a sus hijos.
deja caer. Durante esa primera -bora la temática fue salvar a un hebe~ El análisis de todo este episodio dio a esta mujer un an:ia. de viv
para 10 cual habia que devolverlo a la madre. Representó el parto pre- que no r ecordaba haber sentido nunca. Fluyeron de ella sentunlentos (
maturo con el dejar caer, y el aborto con el orinar. En toda la sesión el amor hacia la hija y de felicidad por tenerla consigo. El darle inmediat
tema fue el miedo a la muerte. mente un tratamiento, así como planear el mejor modo de compensarla (
Pasaremos ahora a analizar qué pasó en la parej a y en el grupo des~ la pérdida de los hermanos fue el primer resultado de este sentimien
pués de ]a muerte de ~rcos. Hasta ese momento, la mad.re solía d~cir en liberado. Ella y el marido iníciaron un análisis individual porque compre"
las sesiones del grupo que iba a abandonar el tratamIento, y SIempre dieron que estaban ahogados por sus conflictos, a pesar de lo cual sigu"
surgía como motivo fundamental el hecho de sentirse incómoda conmigo,. viniendo al grupo.
por mi frialdad y falta de afecto, pero no así con sus compañeras de grupo, Veremos ahora cómo evolucionó éste, luego del episodio que acabam _
que para su inconsciente eran las hermanas que no tuvo y a las que de reJatar. Partiremos de la situación inicial, el parto prematuro y
daba vida. muerte de uno de los mellÍ2;os, la negación del dolor por la muerte d
El grupo estaba constituido por una mujer divorciada, vuelta a casar, hij o y de los peligros de muerte o enfermedad de un bebe prematuro, ql
cuyo marido tenía conflictos con los hijos de su primer matrimonio; una se le señalaron. En este mismo grupo estaba la madre de una niña epiléptic
mujer con una hija de 8 meses, nacida de un matrimonio feliz y ansiosa a la que nos hemos referido muchas veces. Esta mujer entró en el grupo lueé
de hacer todo bien con la criatura ~propósito que lograba- ; la madre de de poner en tratamiento individua l a su hija y conociendo la gravedé
un bebe recién nacido y con dificultades de contacto con el hijo, por lo de la enfermedad que ésta padecía; sin embargo, solía plantear con:
que se identificaba con nuestra paciente ; una mujer con dos hijas, una dificultades habituales en un niño lo que en realidad eran síntomas grave
de 4 años y otra de 11 meses, a la que no se animaba a sacarle el chupete; Le interpreté muchas veces que sabía que eran síntomas, pero que
y una mujer joven con una hija epiléptica y un hebe ae
3 meses. costaba aceptar hasta qué punto estaba enferma su hija, y por e:
Mi paciente sentía que yo la rechazaba y que además estaba siempre relataba síntomas como si fuesen caprichos pasajeros Y reaccionaba corr:
distante con todas; cada vez que en la interpretación incluía sus pro- si su hija fuese una niña malcriada pero nO enferma. Rechazaba de plan
blemas con la madre, se molestaba mucho y rechazaba mis palabras. En- esta interpretación y solía pregunt1ar con una expresión muy infantil
frentada con la muerte de sus hijos y can la acusación del marido por "realmente era muy enferma su hija".
'l8berlOS puesto en situaciones de peligro, lloró por primera vez y tuvo Cuando la madre de Ana habló de su bebe -sietemesino y en incub;
un genuino sentimiento de desamparo frente a su madre real. Me pidió dora, como de un niño nacíd"O en término, fuerte, sano y sin peligros, fr
amparo a mí y al grupo, y relató la pobreza afectiva en la que transcurrió ella la que interpretó que ahora comprend.ía lo que le pasaba con su hij,
su infancia. Pidió un terapeuta para ella, porque temía no poder elaborar En otra persona podía ver claro que se trataba de un niñ"O en peligro
240 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS

la madre lo describía como un bebe normal, y con su hija en cambio le saber si era estreñida o no, porque había dicho que cada mañan a le po
había costado mucho aceptarlo. En esa misma sesión, en la que el tema un supositorio antes desaher si movería o no el vientre. Tuvimos a
del hijo " tarado" o que puede "tararse" fue el centro de la ansiedad re- una evidencia más de cómQ puede fabricarse el síntoma de un niño.
cordó muy asombrada las características del primer embarazo seguido de conflicto infantil, tan ajeno a su conciencia, la obHgaba a' repetir la mi!:
aborto , que se relatará más adelante. ., sitnación y fue necesario que hiciese conscientes sus deseos para po
Recordó también que en el tercer mes del embarazo - del que DacIO modificar su co ndu cta. Comprendió que sus hij as eran para ella las 1
su hija- tuvo pérdidas. El médico aconsej ó interrumpirl o, porque si lle- ñecas de la infancia, que debía curar y que en cambio su función
gaba a término hahía el peligro de que naciese un hij o " tarado". Siendo preservarlas y que no llegasen a "tararse".
pequeña juga.b a a las muñecas y su juego predilecto era tener hij as Otra de las ventajas del grupo es el hecho de que muchas de
Htaradas", que ella cuidaba y curaba. Al pronosticarle el médico el posible integrantes colaboran en la funci ón terapéutica, por ejemplo, la que
destin o de su hija, recordó la situación infan til y .se prometió que no sería preguntó por qué no le quitó el palo ayudó a que elaborase la interF
como en su infancia, y que s u hij a sería sana. Veremos cómo someticd. lación que en un primer momento había rechazado. Otra integrante
a sus fan tasías infantiles contribuyó inconscientemente a enfer mada y grupo, representante de una buena relació n con el hij'o, también favore
cómo empezaba a repetir la misma conducta con su segunda hija, que el anhelo de alcanzarla y mej orar su maternidad identificándose con e
tenía 3 meses. Lo que ella sintió consigo misma y con la madre de Ana le permitió ae
Sus asociaciones la llevaro n inesperadamente al relato de las molestias rar el mecanismo por el cual hasta ahora no había aceptado la gravec
que sufría la seg und a hij a. Resultó que uno de los problemas que quería de la enfennedad de su hij a, sin lo cual no podía resultar operante
traer al grupo era el de no saber defender a la más chiquita de las agre- grupo para ella, del mismo modo que en un análisis individual, hasta (
siones de la mayor. Es tas agresi ones incontroladas en las que jugaba no se acepta la enfermedad, no se busca la curación. Lo que ella no po
con un palo o con lo que tenía en la mano y pegaba eran uno de los ver en sí misma le resultó evidente en s u compañera de grupo; en cam
llamados "caprichos" a los que la madre se refería. Tal como es la regla ésta tardó muchos meses ~n tomar conciencia de su situación.
en el grupo, le pedí qv.e relatara una situación concreta, si era posible En este mismo grupo había una mujer con un bebe recién uaei
reciente, así veíamos cómo actuaban ella y sus hijas. Dijo que la mayor Como estaba rodeada de personas en análisis y ella misma se analiza
jugaba con un palo y se acercaba a la cuna del bebe ameriazándolo con conocía en líneas generales cuál era la conducta adecuada en ' la relac:
matarl o) y que ella le dijo muchas veces q ue no le pegase, pero siguió con el hijo, y pudimos ver que tamhién en ese caso el conocimiento eo
igual. Lo que más la asustaba era que la mayor podía hacer mal a la pe~ ciente no la ayu daba nada, s ino que, por el contrario, se transformaba
queña en la cabeza y enfermarla. un superyó acusador que b, compulsaba a actuar cada vez peor con
Interpreté que su angustia eran ta n grande porque sentía que si bien hijo. P or ejemplo, le daba de mamar mirando televisión, sin ningún c-
la nena ejecutaba el golpe, era ella quien lo daba a ]a hija; por eso no tacto afectivo con él. El bebe lloraba continuamente y manifestaba r
frenaba la acción. Reaccionó con mucho rechazo. Alguien del grup o le gran inquietud, no obstante tener la madre mucha leche y darle el pec
dijo: "¿Y si no es así, por qué no le sacaste el palo?" Insistí en mi in~ a intervalos regulares. Relató que le resultaba muy pesado darle el
terpretación y agregué que estaba actuand o como cuando era chiq uita, te~ cho cada tres horas, pero como sabía que er,a bueno para su hijo y a t:
niendo muñecas "taradas" a las que luego devolvía la salud. Su dificultad le aburría dárselo, había encontrado una buena transacción y mienl:
en controlar la agresión de la hija mayor era s u propia dificultad de el bebe mamaba veía televisión. Por su falta de contacto no comprenl
aceptar que esa agresión inco ntrolada era parte de la enfermedad de la que, además de estar psicológicamente ausente, los ruidos generalme:
hija y no Un capricho, y en segundo lugar que no preservaba a la más estridentes y la música de las audiciones que veía eran estímulos tan m
chica para padecer ot ra vez el mismo destino de su infancia - la muñeca sanos q ne contaminaban y estro peaban lo hueno que le daba con la
" tarada" que curaba-o Relacioné su actitud con la que tuvo en otra oca~ che. El grup o identificó este :rechazo con el de la madre de Marcos. A tra'
sión con la más chica. Había planteado en el grupo que ésta tenía mu~ de ella y de la madre de Ana pudo aceptar las interpretaciones y ha.
chas dificultades intestinales y que era terriblemente estreñida, y si no consciente el rechazo afectivo hacia su hij a, comprender la cuntinua nej
le daba laxantes o supositorios no movía el vientre. Como éste había sido ción a la que recurría para no aceptar la enfermedad. Aceptarla sign:
uno de los síntomas de la mayor cuando consultó por primera vez, temió caba también conocer y aceptar su participación, así como la madre
que la más pequeña se enfermase de la misma forma. Cuando describió Ana se s intió ca usante de la muerte de sus hij os.
el trastorno intestinal de su hija le señalaron en el grupo que no podía Otro grupo se vio oblig:ado a elaborar desde el comienzo el conflh
242 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS

entre dar vida y quitarla, a través del aborto de una de las integrantes. mente los conflictos básicos que surgen en la mujer cuando hace conscier:
Fue el que se integró más rápidamente como grupo y se pudo valorar su posibilidad de dar vida o de quitarla, teniendo que defenderse
su progreso cuando un año después elaboró otra situación similar. En la la tendencia que la arrastra a dar muerte a su hij o para no perder a
primera ocasión proyectaron masivamente la culpa en mí y me acusaron madre. Estos problemas pueden presentarse abiertamente, como en
de haber matado o dejado matar al niño, cuando la finalidad por ]a que caso del aborto o de los sietemesinos que murieron, pero con frecuene
ingresaron en el grupo era precisamente la de recibir mi ayuda para preservar aparecen enmascarados bajo la forma de un pequeño trastorno pasaje
los hijos. En la segunda, cuando se repitió la misma situación de aborto. o de una dificultad sin importancia en el manej o del niño. Diría que es
en 'Otra de las integrantes, se vieron los intentos del grupo para evitarlo. es especialmente evidente en los conflictos que le trae a la madre afro
Cuando comprendieron que era inevitable, compartieron la culpa entre to~ tar el destete o la pérdida definitiva del chupete, los trastornos de sueño
das, incluyéndome y haciéndome participar del dolor y la pena que esto el aprendizaje del control de esfínteres. La primera y la última son exp
les causaba. riencias de desprendimiento, y el sueño una situación que suele equip
En este grupo la elaboración del aborto llevó a que otra de las in- rarse a la muerte. Daré un ejemplo de .alguna de estas situaciones, pa:
tegrantes hablara de ver por qué después del parto hay una depresión tan luego referirme a la posición de la madre frente a la sexualidad del niñ
intensa, y se refirió al nacimi.ento de un hij o como a un desprendimiento a las dificultades que tiene para aceptar esa expresión de vida, dificulÍ<
y pérdida que siempre resulta penoso. Interpreté que ella señalaba el pen- que es consecuencia de las limitaciones que ellas mismas se imponen en i
samiento del grupo: "Ser madre significa perder la situación de amparo y amor (1' hijo.
el papel de hija", y aquí conmigo sentían ese mismo temor a la pérdida. Me he referido ya a una de las integrantes del grupo que tenía UI
Al ser madres se sentirían separadas de mÍ. La misma mujer que había bija de pocos meses y cuya maternidad era satisfactoria y alegre. Cuam
dicho por qué había tanta depresión cuando nacía un bebe comentó que [a hija tuvo 15 meses, planteó en el grupo su dificultad para sacarle
su madre le recriminaba todo tipo de actividad que no fuese cuidar del chupete, dijo que conscientemente comprendía que hacía rato que deber
hijo y de su casa, reapareciendo la imagen de una madre tradicionalmente haberlo hecho, que su hija casi no lo pedia y que incluso la sentía di
burguesa, que enmasca:r;rba la imagen de la madre-pecho, lo opuesto puesta a abandonarlo, pero que ella, la madre, se encontraba sorprendi(
de .la madre asesina -madre genital-, que apoyó las relaciones ilegales de al comprobar que le costaba tanto hacerlo que ni siquiera lo había pla
la mtegrante del grupo y la pérdida del hijo en la primera ocasión. Una leado en el grupo. El grupo respondió acosándola y exigiéndole que cur
de las integrantes que llegó al grupo embarazada y que había tenido mu- pliese lo que considerase necesario, ya que ella era la que manejaba bif
chas dificultadl'''i para elaborar la relación con su madre dijo que había a su hijo y no le permitirían que se equivocase -idealización que enc
querido acercarse a mí en una conferencia, pero que había tanta gente a bría la persecución- y le aconsej aron, reeordando otros casos, la fonr
mi alrededor que temió no poder llegar; sin embargo, se impuso un es- en la cual debía actuar. Cuando llegó a la sesión siguiente dijo que f
fuerzo para hacerlo, pero tuvo miedo de rodar por las escaleras si se hija había estado toda la semana sufriendo una diarrea gomosa y que 14
apuraba y abortar ella también. Mostraba así su conflicto conmigo, sentía medicamentos que le dio el pediatra -porque no se atrevió a namarme~
que yo no le permitía ser madre y pensaba que era incompatible ser hija habían sido totalmente ineficaces_ Para relatar el episodio usaré las palabri
y nega~ a ser madre, o ser querida por la madre_ El grupo llegó a la de la madre, transcribiendo una carta que me dejó cuando pudo sducion<
conclUSIón de que el mayor problema era el de la pérdida y 10 que más el problema, y luego haré los comentarios. por el contenido de la carta
costaba ac~ptar era que un hijo se desprendía de la madre, que no era por su actitud al traérmela se hizo evidente que no sólo era un regalo, con
tanto el aborto lo que las asustaba, sino que eran mujeres grandes que ella me dij o, sino el chupete mismo que dej aba en mis manos.
se sentían desamparadas como niños sin madre. Otra integrante del grupo "Cuando decidí quitarle el chupete a Lncy tenía ya quince meses
comenzó a hablar de un modo muy frívolo del tema de las sirvientas, de se lo daba solamente para d ormir. Le dije que había dejado de ser t
que era terriblemente 1ifícil conseguirlas, y pedía y daba direcciones bebe, que tendría que acostumbrarse a dormir sin él, que yo la ayudar
de agencias. Interpreté que había desplazado el temor a la pérdida de la mucho, puesto que comprendía que le iba a ser penoso y que estaba segm
terapeuta-madre a la situación de las sirvientas, por ser éstas tan fácil- de poder ayudarla. Desde esa noche, aunque seguía succionando el chl
mente reemplazableb. Se sentían esclavizadas y atadas a mí para cuidar de pete, empezó a tratarlo en forma agresiva, y durante los días que siguiere
sus hij os, como se sentían esclavizadas y atadas a la madre, sometimiento' rompió tres chupetes, tironeándolos y mordiéndolos. Al día siguiente no
que les traía dificultades en la relación con sus hijos. que estaba con colitis, lo que trajo una serie de C'omplicaciones porqt
Considero que en el grupo de madres es necesario enfocar inmediata- se paspó la cola, estuvo de mal humor y yo no sabía cómo enfrentar
244 ARMINDA ABERASTURY
TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁUSIS DE NIÑOS

nueva situación. Conscientemente me había propuesto quitarle el chupete:


mup.rt'e de ella misma como hija. Ella estaba exagerad amente fijada a
le an uncié que Jo haría, pero no lo cumplí. Pasé una semana sin mejorar
madre y era ella la que ludavia no se sentia en -condiCiones de dejar
a pesar de los medicamentos e indicaciones del médi co. Fue entonces
chupe te. Esta madre, que en general había tenido un a excelente relaci.
cuando me interpretaron que la diarrea gomosa ex presaba la necesidad ;-
con Ja hija, qu~, la .observaba y dirigía con inteligencia y afecto, me a
l,uc y de eliminar el chupete, y decidí enfrentar el problema. Le recordé
un a. corrobo.raclon Importante de mi afirmación de que existe una fa
todo lo que h abia hablado la semana anterior, se lo repetí cün detalles
gemtal preVIa a la organización anal. Observó que Lucy entre los oeI
y como parecía entenderme, cuando la llevé a su dormitorio y la acosté
y diez meses se entretenía en introducir los dedos en ios orificios de
en la c una, apagué la luz exactamente corno todas las noches, con la
cara del que tuviera cerca, que si jugaba con algún sonajero, o con
¿Herencia de que no le ent regué el chupete, que ella no me pidió, lo que
chupete, lo llevaba de la boca a los genitales y de allí nuevamente a la boc
me extrañó bastante. Se acurrucó para dormir y comenzó a gemir como
Cuando terminaba de comer se podía encontrar en sus bombachitas rest
nun ca la había escuchado: era un lamento como el que sen tia en l os vela-
de todos los alimentos que había ingerido y que también había intenta(
torios, suave y cadencioso, pero desgarrador. Me acerqué a ella y mient ras
darle a su vagina. Cuando la bañaba, ponía ·agua en la boca, se la sacal
le acariciaba la cabeza le hablaba suavemente diciéndole que comprendía
de eI!a y se I~ pasaba l"Or los genitales, y durante mucho tiempo pa:
]0 que sufría, pero que ya se acostumbraría. Cuando lloró más fuerte la
dormu en e,sa epoca h aC ia lo mismo con el chupete, se lo sacaba de la bOl
levanté, la tuve en mis brazos, encendí la luz, la saqué de la habi tación y se lo poma en los genitales.
y la llevé al living, donde ay udada por mi esposo hicim os lodo lo posible
por distraerla, pero cuando el sueño la vencía se ponía a llora r nuevamente Relata.ré otras experiencias en las que es muy evidente la comprensi<
sin consuelo, y terminó durmiéndose en mis brazos; esa noche se despertó y la capaCidad de expresión en niños muy pequeños y cómo puede ruad
varias veces. Al día siguiente la diarrea había desaparecido. Siguió duro fiearse la actitud interna de la madre cuando lo comprende.
miéndose en mis brazos durante varias noches, pero cada vez estaba meÍ'or ... Cuando Dorita tenía 8 meses, su madre, en general paciente y cal
de dí a, y de n oche dormía. El único inconveniente que tuvo fue un resfrío. u"Osa, comenzó a dem ost.rar incapacidad para comprenderla y la retal
Cuando llevé este pro blelOla al grupo me interpretaron que lloraba por la con frecuencia. Señaló al mismo tiempo que era n otable cómo se moví
nariz. Varias veces en el día durante la primera semana de duelo acunaba gateaba y trep aba por todas partes. Se le interpretó su dific ultad en ace~
su muñeca entre los brazos y lloriqueaba, pero poco a poco dejó de hacerlo. tar el crecimiento de la hija que, a] moverse· por sus propios medios, ;
Justamente en la misma fecha en que habíamos eliminado el chupete se 5epa.ra~a de ella. En esa misma época también se mostraba impaciente ce
rompió su cochecito de paseo y estu vo varios d ías en arreglo, cuando ]0 la SIrVlenta, . y terminó despidiéndola, aunque razonablemente comprend:
trajer on la vi exageradamente entusiasmada y desde ese oía está conti· qu~ la neceSItaba much o y qu e Dorita sufriría por esa pérdida. Cuando r .
nuamente al lado de él, permanece sentada en él durante hor as y lo mues· lato esto en e1 grupo se le pidió que detallase la actitud y las circuns"tanci.
tra a todas las perso nas que encuentra. La terapeuta me interpretó que que habían provocado el despido y la respuesta afectiva de Dorita. COl
Lucy había temido que le pasase lo mismo que con su chupete, que desapa- testó q.ue .la njñ~ ~, man~festó muy en.o jada; ella había hahlado muy m;
reciese para no volver," de la sUvlenta, ~mhendos~ muy moles ta al comprohar que su hija la quer i
Terminaba la carta 3 diciéndome que le parecía imposible lo que sen· tanto ~ l~ extranaba. ~e mterpretamos la relación entre su impaciencia p(
tía, q ue le parecí. que Lucy había dejado de golpe de ser un b ebe y el CreClII;lento de Danta y el haber despedido a la sirvienta, comprendiend
que ella estaba como entristecida. Fue evidente que la diarrea gomosa era q.ue .~ahIa } esplazado .a la. sirvienta ,sus deseos de "echar a la hija", com
la forma en que Lucy m os tró a su madre que su organismo estaba prepa- 51 diJ ese: Ya que qUIere Irse de nu, que se vaya."
rado para el desprendimiento y que necesitaba eliminarlo para dej ar de Relató en la siguiente sesión que habí"a quedado impresionada al con
ser un bebe~ como antes desgarró con sus dientes y destrozó los chupetes. probar cómo Ulla niña de 8 meses comprende todo cuanto se le dice; ;
E1Ia, en cambio, au nque se propuso hacerlo, habl ó con su hija y la sentía volver a casa después de la sesión anterior, habló con Dorita como si fue~
preparada para el desprendimiento e incluso lo veía necesario, no pudo una persona ma yor. Le dijo q ue comprendía que había actuado mal echand
quitarle el chupete. Le interpretamos que lo que ella llamaba " la mu erte a Josefa, que ésta no era mala, como había estado diciéndole todos ese
del chupete", encubría la mUerte de su hija como desplazamiento de la días y que iba a llamarla pa.ra qu e volviese. D-orita, luego de escucharJ
atentamente, le dio un beso y se quedó dormida en sus brazos.
3 Esta carta, que la madre denominó "un regalo". significaba realmente el chu· Una vez ~ ás com~robamos lo e~icaz que r es ulta la labor en el grupo
pete del cual ella se desprendía por mí. esta madre hIZ O conSCIentes los motivos de su rechazo a la hija y de. s
246 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOAl'l"ÁLISIS DE NIÑOS 247
actuación compulsiva al desped.ir a la sirvienta; lo que le permitió modio este niño, cuyo nivel mental era muy bueno, había fracasado siempre en
ficar su actitud. Además, permitió corroborar una vez más cómo un bebe la vida por conflic.tos neuróticos graves y una patológica dependencia de su
de 8 meses comprende el lenguaje de los adultos. madre, con la cual vivían. En la sesión anterior, María contó que su marido
La misma niña, al tener 15 meses, amaneció una mañana con un fuer- había emprendido un nuevo t rabajo, hacía corretaje de libros, para lo
te dolor en el cuello y, un pnco torcida hncia el lado izquierdo. Cuando cual debía caminar mucho y llegaba de noc. he . extenuado, diciendo que
la madre relató esto en el grupo, le pregunté si por la disposición de las le parecía tener las piernas ro tas de tanto trabajar. A través de este caso
habitaciones era posible que la cabecita de Dora se torciese orientándose vemos que este niño de 15 meses comprendía todo lo que pasaba en su
hacia la habitación de los padres. La madre dudó y comprobó asombrada ambiente. Se angustiaba al sentir las quejas del padre, comprendiendo
que así era y agregó: '.'Parecía como si hubiese girado el cuello para llegar que se veía 'obligado a hacer un trabajo que lo extenuaba, y que era
a nuestro cuarto." Dijo. luego que ella y su marido se despertaron muy una consecuencia de la operación de cabeza. Eso hacía con sus muñecos.
apenados porque en la n~che no habían oído el despertador que siempre les operaba la cabeza y luego les amputaba las piernas. También en est~
sonaba a las 2 de la mañana. Como el grupo no comprendía el motivo época relató la madre que tenía. tendencia a realizar juegos arriesgados,
de su conducta, le preguntaron por qué ponía el despertador, y ella señaló en los que terminaba lastimándose la cabeza, viéndose así como su iden-
que como Dorita dormía muy desabrigada se enfriaba, y ellos cada noche tificación con el padre lo compulsaba a imponerse la misma mutilación
se levantaban a taparla. Comprendió pronto que aunque intentaba dar que éste padeció.
motivos racionales que la justificasen por no ponerle ropa abrigada, las En el capítulo IX relatamos el caso de Verónica, niña de 6 años que
otras integrantes del grupo le rebatían cada argumento, hasta que se vio no hablaba. Pudimos ver que en el origen de su enfermedad estaba una
f~rzada a pensar por qué la hacía dormir con un camisón escotado, para prohibición muy temprana para ' acercarse a su padre. Dijimos entonces
luégo levantarse y abrigarla. Interpreté que en esta, como en otras ocasio· que hasta el momento del tratamiento que relatamos no pudimos descu-
nes, se expresaba· su pena de ver crecer a Dorita e independizarse, que brir traumas reales que explicasen este conflicto, pero éste existía y era
también tuvo confl~ctos con la hija cuando ésta empezó a caminar y a muy intenso. Relataremos ahora cómo una madre se sintió compulsada
dar signos de indepeude!kia. Le señalé que con su conducta, en la noche a separar a su hija de 9 mese~ de su padre y cómo al hacer consciente esta
buscaba mantenerla ligada a ella, como cuando era un bebe, y se levantaba conductayl'O que significab,a, pudo modificarla. Teresa entró en el grupo con
de noche para alimentarla. Interpreté el dolor de Dorita y el que hu· un em~arazo de 8 meses; y dijo buscar ayuda porque había perdido el
biera amanecido can el cuello torcido como vinculado al movimiento que primer hij o y tenía mucho miedo de perder el segundo. Relató las dramá·
clebía hacer cuando dormía y esperaba que sus padres llegaran. Como no ticas circunstancias que Ivde<iron su parto y la muerte del hij o. En
aparecieron, se movió en dirección a ellos y quedó esperándolos. Luego de todo su material asociativo se vio una fuerte prohibición de la madre para
esta interpretación, dij o que ahora comprendía algo muy raro que había que ella misma llegase a serlo y cómo buscaba en mí a una terapeuta que
sentido esa semana. Veía jugar a Dorita tan feliz e indepeNdiente lejo.s se dedicaba a las madres, que contrarrestase esa imago interna que le
de ella y le dio tanta pena que sacó un chupete que tenía guardado desde prohibía la maternidad.
la época en que ésta era bebita y se lo puso en la badi, quedando embele· Al mes y medio nació una hija, a la que crió muy bien, dedicándole
sada al verla tan J)onita con su camisón y el chupete, como cuando era la mayor parte de su vida en un cuidado eficaz e inteligente. Inés tenía
pequeñita. Este recuerdo, asociado a mi interpretación, jusGficaba plena- 9 meses cuando su madre d.ijo por primera vez que la veía muy difícil de
mente el sentido que yo había dado al dolor de Dorita. manejar, que dormía mal y había perdido su huena relación con ella. Se
preguntaba adónde se hHhía :ido su pacienCIa y la angustia que le ~mlsaba
María, madre de un niño de la misma edad, relató entonces el extraño el sentir que internamente rechazaba a su hija, aunque en apariencia nada
juego que hacía su hijo con las muñecas. Perforándoles ]a zona izquierda de su conducta hahía cambiado. Relató luego que por motivos ep.pedales
.de la cabeza la escarbaba, pero esto lo hacía solamente con los muñecos vivía c(m f':lla la suegra" a la que había cedido su dormitorio matrimonial
vestidos de varón. Como el padre había sido operado en esa misma ZOTla para que esl:uviese miis cómoda.. Dijo que ahora ésta era buena y cariñosa
.de la cabeza antes de nacer el niño, le interpreté que éste le mostraba con ella, pero que 31 principio se habia opuesto mucho al casamiento y
que conocía la operación de su padre y jugando elaboraba la angUf.;tia que más de una ""e,z habia dicho que no descansaría hasta 'Separarlos. Le
que ésta le causaba. Maria quedó COID'O aterrada, y dij o que tambté-n su interpreté que ya no veía en ella a Inés sino a su suegra, separándola del
hijo hacía últimamente otro juego con los muñecos, que consistía en arran- marido, se sometía a ella dejándole la cama matrimonial, pero luego sentía
.:arIes las piernas, también solamente a los..vestidos de varón. El padre de rabia y rechazo por haberse sometido. Dijo luego que el padre, frente al
248 ARMINDA ABERASTURY

XIV. Nuevas perspectivas en la terapia.


conflido que se había creado casi no aparecía en la casa, y que pensaba
que el malestar de Inesita era en parte debido a que había perdido a su
padre. Esta niña estaba en pleno desarrollo de la fase genital previa y
evidenciaba el cariño a su padre viéndose de golpe separada de él y recha-
zaila por su madre. De no haberse modificado la conducta de esta últ ima,
de haberse continuado esta situación durante mucho tiempo, el desarrollo de Orientación psicoanalítica del lactante
Inés se hubiera visto seriamente perturbado.
Daremos ahora algunas de las normas técnicas que usamos en las
distintas sil uacio nes. Hemos señalado ya el uso de la interpretación. Las La espera de un hijo reactiva en la mujer las ansiedades que sintió desde
madres plantean en el grupo lo que llamaríamos situaciones básicas frente peq ueña en relación con el interior de su cuerpo l. El hijo será la prueh~
al hijo y éstas se interpretan; también consultan sobre prol?lemas diarios. de realidad que la certifique de su integridad y plenitud, si nace sano. LOf
Si piden consej o frente a un problema real, se les pide que lo relaten con temores, frecuentes en las embarazadas, de tener un hijo defectuoso "O dt
el máximo de detalles y se interpreta BU conducta. Generalmente las partí- no llevar a huen término el em"barazo, son una consecuencia de estas angus.
d pantes del gr upo también hacen observaciones, lo que permite . - sin dar tias. Por eso también el hij o toma las características de ese desconocídc
directamen te un co nsej o- proponer la observación de los cambios que se interior tan temido y actúa con él dando pruebas de una ignorancia qu«:
producen en la semana, entre una sesión y otra, si eUa cambia de con· va mucho más allá de lo que conscientemente llamaríamos falta de expe.
ducta. P.or ~jemplo, si la madre, aunque comprenda conscientemente el riencia. Los animales saben cómo alimentar y criar a sus hij os, y consi·
si~ificado negativo de su conduela, como poner al niño en su cama, relaía deramos una deformación de ]a naturaleza a los que matan, abandonan
q:e ·ha reincidido en hacerlo, además de interpretársele se le indica la o no saben tratar a su cría. La madre !;ana debería también saber por sí
necesidad de sacarl o de su cama y que analice luego lo que experimenta sola cómo cuidar y atender a su hijo, perf) las deformaciones que pade-
cuando se ve sometida a esa privación, siguiéndose la observación todo el cemos los humanos hacen que eso tan genuino deba ser enseñado. El camino
tiempo que sp.a necesariot No enjuiciando nUD ca la conducta, pero sí inter- por el que hemús llegado a este conocimien to es ~j.milar al que nos permi-
pretando la agresión subyacente a una actitud qu e es aparentemente de tirá t rans.mitirlo~ y va de lo patológico a lo n"Ormal. Durante el análisis
gran cariño, como en el caso del chupete. de neurólj(~os y jJ!'lcóticos fuimos estudiando los factores patógenos; su
A veces una madre pide orientación sobre el material de juego o comprensión j unto a la investigación del desarrollo primitivo nos han lle-
.actividades que convienen a su hijo, de acuerdo con las etapas del desarro- vado a saber lo que e!' un bebe, cuáles son sus necesidades y en qué forma
llo. Con frecuencia ella y el grupo van diciendo normas o sugiriendo acti- deben sñ ti~facerse para que pueda evolucionar normalmente. Si bien esto
vidades, per o en el caso de no conseguirlo, yo como terapeuta,. además de fue un gran progre~o para la profilaxis de la neurosis infanlil, faltaba
interpretar, indico alguna actividad cuyo resultado debe ser observado encontrar una form<l de harer negar este conocimiento a las madres, forma
durante la semana. Con una técnica similar se procede cuando preguntan que se alcanzó co n 10 :' gru pu:-; de orientación. En ellos vimos que el senti-
cómo explicar temas vinculados con lo sexual. Se trata de que todos inter- miento de extrañeza anlt: el hijo se manifies ta en cada madre en una o varias
vengan y formulen la explicación que darían a su hij o. Esta fue una de incompetencias para cum plir la Tutina que exige la crianza de un bebe.
las grandes enseñanzas que obtuve de los grup os de madres, porque a unque Esas incompetencias al Ber analbmdas en los grupos de orientación mos-
sabía que· los padres tienen dificultades para responder a estas preg untas, tratan tener profundas ra ices en situaciones infantiles o en la relación
pues no aceptan la sexualidad del hijo, no pensé nunca que éstas fueran con sus propias madres. Era común a todas la lucha estéril por rescatar
tan intensas como pude observar. Por ejemplo, cuan do diez mujeres -entre un genuin o amor por el hijo: que estaba impedido por fuerzas incontrolables
25 y 40 años- se avergonzaban "() se angustiaban como un niño frente y también el sufrimiento en que las swnía est.a lucha.
a su madre cuando les pedía que hablaran libremente sobre cómo explicarían El éxito terapéutico en los grupos no consiste en que la madre co-
esto a sus hij os; en estos grupos ninguna de las diez respuestas dada por nozca al niñ-o y logre aplicar ese conocimiento al hij o, sino en devolverle
estos aduhos correspondía a la .:.-ealidad.
Mi idea de realizar grupos de orientación de madres surgió de la con- Melanie Klein señaló que el complejo de castración feme nino es diferente del
vicción de que únicamente podría mej (lrarse su vi nculo con el hij o hacién- del varón: consiste sobre todo en el temor de lu nena a que la madre haya destruido
doles consciente, mediante la interpretación, cu áles eran l os conflictos que su intedor y robado sus C'Ontenidos. ef. MELANIE KLEIN: "El p5Ícoanálisis de niños",
dificultaban esa r elación.
en especial pág. 40 Y pág. 101.

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250 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 251
una maternidad feliz, fu~nte de goce para el hijo y para ella, en la que :ser alimentado. 3 Lo ayudamos a vencer su angustia de separación SI m·
el amor fluya con la misma libertad que la leche del seno que amamanta mediatamente después de nace:r lo ponemos en contacto con la madre y
bien, y en la que la gratificación pueda ser regulada y no obedezca a im- favorecemos la iniciación de la succión. En la medida en que el pecho que
pulsos o exigencias momentáneas. se ofrece al niño satisface sus necesidades y alivia sus tensiones, el mundo
Siendo fundamental la forma en rtue se establece la relación madre- exterior irá significando algo placentero hacia el cual se dirigen SUB inte-
hijo inmediatamente después .del nacimiento, es más indicado que una ma- reses. También necesita el calor de su madre, su voz, su compaií.ía, su
dre entre en el grupo cuando está embarazada. En él conocerá a través de manipuleo, su contacto y el de ropas adecuadas 4; éstas deben ser cuidado-
sus compañeras del grupo muchos de los problemas que se le presentarán samente estudiadas para que no tenga ni demasiado calor ni demasiado frío
más tarde, y lo que es más importante aún, habrá aprendido a ser tole- y sea .asÍ ayudado en su tarea de termorregulación. Durante muchos 'lños
rante con sus errores, a conocer la vida de un bebe y a compartir muchos :se pensó que el niño no alimentado por la madre tendría graves trastornos
de sus sentimientos. Al nacer su hijo podrá analizar en el grupo sus temores en su desarrollo ulterior. Actualmente sabemos. que la alimentación arti-
y angustias frente a él y será más eficaz para enfrentar cualquier dificultad ficial, dada con un buen contacto afectivo y en condiciones físiea~ que se
que pudiera presentarse. acerquen lo más posible a las d el amamantamiento -aguj ero de la tetina
adecuado, tenerlo en brazos y bien sostenido, que su alimentación dure
El parto sin dolor ha liberado a la mujer de gran parte de sus sufri·
cada vez el mismo tiempo que si hubiera mamado-, el niño se desarrolla
mientas y la ha acercado a vivirlo de un modo natural, y los grupos de
normalmente. También sabemos que un seno con suficiente leche puede ser
orientación de madres, al prepararla para la relación con el hij o me·
introyectado por el niño como un pecho no tan bueno~ si no se acompaña
diante el análisis de sus dificultades y el conocimiento de la realidad,
de un contacto emocional suficiente y de un manipuleo suave.
(~lImplen una función similar. Le permiten luchar eficazmente contra há·
El primer caso del que saqué gran ense:Íianza fue el de una niña cuya
hilo::; o creencias muy arraigados y que contrarían las necesidades básicas
madre la había alir'1entado hasta los 9 meses y que presentaba, sin em-
de <llllbos.
bargo, conflictos mu.v serios vínculados con la alimentación y en BU re-
Las mismas limitaciones que tiene la madre para entender lo gil.' lación global con la madre. Teóricamente, la lactancia fue perfecta, pero
su hijo necesita las tien~n con frecuencia los adultos que se dedican a n;· supe luego que esta madre - q ue sufría de un asma muy intensa- ali-
ños. Por ejemplo, los que inmediatamente después del parto separan a la mentó a su hija en un período en el cual los ;\ccesos eran casi diarios.
madre de su bebe, mandándolo a una nursery o buscando alejarlo de cual- Comprendí luego que el pecho q ue esta niña había introyectado estaba caro
quier modo de ella. Obedecen así a la idea consciente de que es necesario gado del terror que le inspiró esta madre siempre enferma, ahogada, a la
que ella descanse y han olvidado en cambio lo que para el bebe y la madre que recordaba en peligro de muerte.
significa la ruptura brusca de una íntima relación que ha durado 9 meses Dij irnos antes que no todo es la boca y la gratificación oral en el
y cuyas características no se volverán a repetir en la vida del sujeto )" primer contacto de un niño con su madre, y se verá ahora que no todo es
serán, sin embargo, permanentemente añoradas.
Cuando un bebe nace su yo está empeñado en la complicadísima tarea 3 Las experiencias con lactantes, en especial las realizadas en 19(4 por M.
dp, elaborar el trauma del nacimiento, y son muchos los autores que han RIBBLE, según relata en "Infantile experience in relation to personality development"
estudiado la trascendencia de la vida intrauterina y del trauma del naci- ("Personality and the behavior dis,orders", vol. n, capítulo 20, RonaId Press Co,),
miento. Entre nosotros Arnaldo Rascovsky 2 y su grupo han estudiado el muestran la imp'0rtancia del contact o afectivo y corporal con la madre o madre sus·
tituta. Demostró que una lactancia artificial realizada con un buen contacto con la
psiquismo fetal. Todo este conocimiento nos lleva a pen.sar que el Íeto, madre o madre sustituta era tan buena como la lactancia materna .
.al ser separado de la madre, necesita restablecer cuanto antes un intenso En mis experiencias con lactantes pude comprobar lo exacto de sus observaciones
vínculo con ella y recuperar -aunque sea parcialmente- el contacto con y la importancia que tiene la voz de la madre, su estabilidad, su contacto afectivo,
:su cuerpo, para lo cual debe permanecer muchas horas j unto a ella en el manipuleo, y la comprensión de las necesidades del bebé. Todo esto junto a la
sati.~facción oral condicionará una buena imago materna, pero la satisfacción oral,
los primeros días y adecuarse paulatinamente a la separación. aunque huena, no es suficiente para ello. Una reciente experiencia con monos recién
Las experiencias con lactantes muestran que si bien la boca es la nacidos, efectuada por HARR.Y F. HARLOW y un grupo de investigadores en el labora·
zona más adecuada para que establezca su primer contacto con el mundo torio Primates de la Universidad de Wisconsin (Scientific America.n, junio 1959, vol.
200, NQ 6), demostró la importancia fundamental del contact"Ü corporal con la madre
-ya que necesita alimentarse para sobrevivir-, no basta la boca, ni el para el buen desarrollo y contacto con el mundo.
4 GARMA, ANGEL: "El origen de }Ofl vestidos", Rev_ de Psicoanálisis, t.omo VII,
2 RASCOVSKY, ARNALDO: El psiquismo fetal. Ed. Paidós, Buenos Aires, 1960. N' 2, 1949,
252 ARM[NDA A~ERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 253

la leche para que un seno sea introyectado como una buena imago por serIe útil esa succión suplemen taria, no para reemplazar la otra, sino para
el bebe. Me consultaron por un niño que lloraba continuamente y mani· satisfacer el remanente de ansiedad que parece haber quedad"O. Pero no
festaba una gran inquietud, no obstante tener la madre mucha leche y siempre es por hambre o falta de succión que llora un bebe. Hemos se-
darle el pecho a intervalos regulares. Cuando hablé con ella me relaló que ñalado que necesita alimentarse para sobrevivir y que la boca cobra una
le resultaba mu y pesado darle el pecho cada tres horas, pero como sabía importancia fundamental. en ese período; pero no hay que pensar que
que era hueno para su hijo y h ella le aburría dárselo, había encontrado es lo único importante. Muchas veces está llorando y desconten~o y es
una buena transacción, y mientras el 'bebe mamaba veía televisión. Este suficiente hablarle suavemente o levantarlo unos minutos o cambIarlo de
caso nos ilustra para comprender lo que significa la falta de contacto y posición para que se restablezca su bienestar. Sólo cuando hemos agotado
las consecuencias que esto acarrea. Este bebe recibía leche de una madre los recursos debe darse el chupete, o cuando por circunstancias de la or-
ausente,_ que le dejaba el seno y psicológicamente se iba. Además, esta ganización familiar no se dispone realmente del tiempo necesario para es-
falta de contacto le impp.día comprender que los ruidos generalmente des- tudiar sus necesidades.
agradables y la música, a veces estridente, de las audiciones que veía, eran El psicoanálisis nos ha familiarizado con el significado de las difi-
estímulos tan malsanos que contaminaban y estropeaban lo bueno que le cultades de aprendizaje y de las inhibiciones en general. En los gru~Jos
daba con su leche. vimos que cuando UD bebe llora y la madre no comprende 10 qu~ neceSIta,
Todo lo referente a. la primera relación con el hijo es fundamental y más aún, se siente incapaz de raZOnar sobre lo que puede neceSItar -tan
para su desarrollo ulterior, y volviendo ahora a la situación inicial dire- paralizada está por la angustia·-, podemos hablar de la jnhibición ¿e una
mos que cuando separan a una madre de su hijo después del parto algo función. EsLa. inhibición puede alcanzar grados extremos e ser solo pa-
se pierde definitivamente en el contacto con él. Cuando a J a~ 24 horas sajera. Es frecuente, por ejemplo, que cuando un bebe llora la ~adre
le traen el bebe, algo del calor que la unía a él en su vientre ya se ha piense siempre que lo hace por hambre; cuandó se le ofrece comIda y
enfriado. Si, por el contrario, se lo dan enseguida, podrán ambos re- ésta no lo calma actúa como si su hijo fuese sólo una boca que come
encontrar algo de la íntima unión que tenían a través del cordón um' y no sabe ofrece~le otra cosa. Es frecuente que un bebe que ~stá pláci·
bilical. d.mente instalado succionando el pecho deje bruscamente el pe.on y llore
Una vez restablecido'"el contacto cOn la madre, éste debe repetirse a desconsoladamente, ante 10 cual la madre suele sentirse tan aterrada como
intervalos regulares. La primera semana debe ser de cuidadosa observa· el bebe. Si tiene un hu~m contacto con su hijo, lo deja rá llorar un rato, lo
dón para establecer cuál es el intervalo que cada bebe sopnrta sin comel' tendrá contra sí, no lo forzará a comer, y esperará a que se calme para
y que fluctúa entre dos horas y media y tres horas y media. Luego de la ofrecerle otra vez el seno. Si pertenece, en cambio, al otro tipo de madre,
semana ya sabremos c·uál es el ritmo que más conviene a sus necesidades; o no ha comprendido este conflicto, se empeñará eQ.. ponerle nuevamente
cp.da bebe, de acuerdo con las condiciones en las que ha nacido, sopor ta el ] I(>zón en la boca, sin pensar que en ese momento éste puede significar
mejur o peor la frustración, y esto debe estudiarse cuidadosamente porque para el niño algo que lo ahoga, 'O tragar algo aterrador: Con est~, actitud
una de las primeras y mús difíciles tareas que realiza el yo es enfrentarse puede la madre crear un nuevo problema en el hijo, pues hahIendosele
con la ansiedad. Si }c¡s circun~tancias exteriores son buenas, se irá forta- forzado a comer en estas circunstancias, vomitará lo que le han dado.
leciendo gradualmente, pero si se incrementa su ansiedad con frust raciones Todo cuanto se haga acertadamente con un bebe en su primer año de
continuas, la lucha del yo se hace más difícil j por eso es tan necesa ri o vida es la mejor garantía para su futu.r a independencia y pa.ra. ~a de sus
conocer cuáles son las necesidades del niño en el momento de nacer y padres, pero son variables las necesidades del bebe y las pOSIbIlIdades de
cuáles paulatinameute dejarán de ser imperiosas para dar lugar a nuevas los padres para satisfacerlas.
necesidades y nuevos estímulos. Vimos que el vínculo estrecho que une al niño con su madre en la
Cuando se ha establecido el ritmo de alimentación diurna - en el que vida intrauterina y la satisfacción incond¡'cional de .sus necesidades hace
ha y que considerar, además, de 15 a 20 minuto~ de succión en cada mamada necesario que el desprendimiento de es ta situación de excepción sea gradual
o rnamadera- ya podremos saber si el bebe ne(:esita o no el chupete. Desde y durante este desprendimiento se le debe ayudar a recibir lo que neceo
ya que no debemos adelantarnos a dárselo antes de saber si es necesario. sita y aún no sabe conseguir por sí solo. Este cuidado debe sjempre ade·
Si con un intervalo de alimentación de tres horas y media, y disponiendo cuarse a lo que cada madre puede hacer; una norma de conducta q~e
cada vez del tiempo indicado de succión, manifiesta entre horas ansiedad. se desentendiese de las exigencias reales de la vida de los padres estalla
malestar o llanto continuado, puede pensarse en la necesidad de dárselo. siempre destinada al fracaso . La vida de un hij·o no puede anular la de
Cada niño nace con una determinada situación de necesidad, y puede los padres y tan peligroso como el abandono es someter la vida entera a
254 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉ CNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 255

un cuidado obsesivo y ansi oso del bebe. Sólo resentimiento puede resultar El pecho es sentido por el recién nacido como fuente de alimento y
de este tipo de relación. Las normas del bebe no deben invadir la vida de Yida~ y el haber formado la unidad prenatal con la madre crea en él el
los padres sino en una medida razonable y necesaria. sentimiento innato de que existe un objeto que le dará todo cuanto nece-
La necesidad de contacto con la madre se irá haciendo paulatina. sita y desea. De!;pués del trauma del nacimiento todos los esfuerzos y lo·
mente menor en la medida en que el desarrollo gradual de las funciones gros del recién nacido serán intentos de rehacer esa unida.d prenatal, sin
del yo le de nuevas fuentes de goce en su relación con el mundo. Esto conseguirla. Siente la necesidad de un pecho siempre presente que lo libre
coincidirá con el creciente bienestar de la madre y su reconexión gradual de la ansjeda.d persecutoria, pero éste tampoco existe, y la realidad necesa·
con los intereses que perdió durante estos últimos tiempos. Principabnente; riamente lo frustra; pero puede ayudarlo la imagen de un pecho real que
la unión con su pareja y a través de ella con todo el mundo del adu lto. lo satisface a intervalos regulares, aunque desaparezca por algunas horas.
En la medida en que ambos, madre e hijo, se permiten más contacto inicial Si se actúa así, elabora la pérdida y puede esperar.
y más profundo, más fácilmente se irán separando. Los horadi)~ de sueño también deben ser muy respetados; el bebe está
La primera semana en la clínica o el hospita1 debe ser ampliamente en condiciones de dormir en el cuarto contiguo si ya ha gozado del
aprovechada para ese intimo contacto con· el hijo y por eso la nursery contacto suficiente eOn la madre en la clínica y si se ha ido separando
es tan contraindicada. Un bebe de quince días puede quedar soJa algunas gradualmente de ella. Esta necesita dormir, y saber cuántas y cuáles son
horas en el día, pero no puede, sin riesgo de empobrecimiento, quedar sus horas de sueño; no sólo es bueno para ella, sino para el bienestar de
solo en un a nursery al nacer, ni a las 24 ni a las 48 horas después del la pareja.
nacimiento. Un niño bien atendido· durante el día puede dormir seis o siete horas
Cuando Un niño nace, él y la madre necesitan intimidad, protección sin alimentarse después de la segunda semana. p·oco a poco ese interva lo
y cuidado. Es el peor momento para que una madre se esfuerce en esta· puede llegar a ser de oc!.to ho:ras -un bebe de un mes puede dorm irlas
blecer contactos con muchas personas. Si lo hace, gran parte de Ja carga y dejar dormir a sus padres-o En la medida en que se respeta el sueño
afectiva que su hijo necesita irá perdiéndose, y cuando se lo traigan el de la noche, más horas estará despierto durante el día y los estímulos e
contacto de algún modo estará ya perturbado; más aún si se empeña en intereses del mundo le irán facilitando el desprendimiento del vinculo único
darle el pecho o la mrimadera rodeada de estímulos que los alej an a con la madre.
ambos. El cuarto del hebe dehe, en lo posible, estar contiguo al de la madre
Un momento difícil para la mad re es la llegada a su casa, después de y prefeJ:entemente debe dormir solo. Madres muy ansiosas o con grandes
la semana en la clínica. Aunque conscientemente ansía hacerlo, la realidad exigencias de salidas noctu rnas suelen necesi tar que una niñera esté con
que encuentra suele desilusionarla. La clínica -sobre todo si se acepta el bebe. La angustia o necesidad de evasión de la madre que delega sus
el régimen de visitas de familiares y amigos- se transforma en un luga r funciones en la niñera no es modificable con consej os.
ideal, en el que otros se ocupan del bebe, no famili arizándose ella con Muchas madres se preguntan qué hacer con el bebe que llora por la
su cuidado diario y las visitas íavorecen un clima maníaco de evasión. La noche. La única posibilidad es atenderl"O, pero ]a forma en que se ]e
oCasa )a enfrenta COn la total responsabilidad del cu idado del hij o, sin atiende es decisiva para )a evolución de esta dificultad . Tenernos ya ex-
las frecuentes oportunidades de huirle; es común que la madre, sobre todo periencia suficiente a través del material en los grupos, para afirmar que
la que no dispone de la .ayuda de una nurse, se sienta al principio muy si la madre o el padre acuden al llamado dispuestos a comprender lo que
perdida. Si en cambio ha tenido en la clínica un íntimo contacto con su ha pasado, es posible que el Ilm1to cese y no vuelva a despertarse en toda
hijo, ha ido poco a poco familiarizándose con él y la llegada a la casa, la noche. Cuando se ha decidido atender a un niño que se despierta en la
aunque .siempre es difíciJ, lo es en mucho menor grado. noche, hay que tomar el tiempo necesari o; si se pretende solucionar rá·
Es entonces muy importante que tenga en cuenta la hora inicial y el pidamente el con flicto sólo se conseguirá incrementarlo, provocándole ma·
horario del día y de la noche en las comidas y rutina general de la crianza, yor angustia.
no sólo porque la ansiedad del bebe se va dominando si se establece la Un niño pequeño puede soñar con algo que lo asusta, puede haberse
periodicidad, sino porque ella sabe de antemano cuáles serán sus horas despertado sobresaltado como consecuencia de algo que aconteció en el día,
libres y también se sentirá más capaz de elaborar el peso de la: matero puede sentUse solo y temer estar abandonado. La sola aparición de la
nidad. En la medida en que se permite el goce en esa relación, la impre· madre, sonriéndole o simplemente tranquila, le permite dormirse inmedia-
sión de esclavitud desaparece. aunque sea muy consciente de la responsa· tamente. Si los llamados prosiguen, no obstante esta actitud tranquila de
bilidad y entrega que le exige. los padres, hay que pensar que se trata de un síntoma y debe consultarse
256 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOAiJÁLISIS DE NIÑOS 257
para saber cuál es el conflicto que ha producido el trastorno, y solucionarlo. mecanismos psicológicos que rigen la aparición de estos juegos son los
En los bebes cualquier tipo de medicamento para dormir no sólo está mismos que hemos señalado en la actividad lúdica de los niños mayores.
contraindicado, sino que es completamente ineficaz. Si un niño no duerme El primer juego que realiza un niño es el de las escondidas o el laleo, y
bien hay algo en su manejo que está equivocado y hay que buscarlo. en ellos se ve claramente la elaboración del perder y el reencontrar. La
Puede suceder que la alimentación empiece a ser insuficiente y el niño actividad del juego .se hace posñble por un proceso mental que acontece
tenga hambre o que su ritmo de vida no sea el adecuado a su desarrollo. en el niño a mediados del tercer mes y es una de las consecuencias de la
Sólo una paciente observación puede llevarnos a encontrar la causa que elaboración de su fase depresiva -la función simbólica-o Si el bebe no
es a veces insospechada para la madre. Cuando ésta va al grupo y se le tuviese capacidad de simbolizar no podría proyectar en los objetos los
pide el detalle de la vida diaria de su hijo y la descripción de su actitud símbolos y la actividad de juego no tendría sentido. Es muy llamativo
con él, solemos encontrar el motivo del trastorno de sueño, y su cambio que el primer juguete es en casi todas las civilizaciones el sonajero 5 que
,de conducta lo soluciona. al ser movido produce sonidos que. desaparecen para reaparecer. Melanie
Si el motivo es la alimentación insuficiente, la madre consultará al Klein descubrió fantasías de masturbación subyacente a la actividad
pediatra, quien le indicará cómo adecuar la alimentación. Es frecuente lúdica. Pude observar que por debajo de la ansiedad que pone en acti·
que el niño que ha mamado rechace las primeras mamaderas porque el vidad la capacidad de jugar eshin las necesidades genitales insatisfechas,
olor del seno de la madre le hace menos apetecible el nuevo alimento. que surgen de la fase genital previa, cuando al tener el primer diente
Hay madres que pretenden solucionar esto delegando en una niñera su el njño debe abandonar su vínculo oral con la madre y busca uno genital.
función de alimentar al hijo. Sólo la insistencia paciente de la madre hará El bebe desea morder antes de que aparezcan las piezas dentarias y su
que triunfe el deseo de comer y se unan en su mente la representación aparición marca una etapa fundamental en el desarrollo; lo que hasta
de la mamadera que le alivia el hambre con los buenos recuerdos que ese momento pudo ser una fantasía de morder y desgarrar, se hace una
tiene del seno. El niño configura así la imagen del pecho en relación con sus realidad. La alimentación con sólidos es por eso imprescindible en ese
fantasías inconscientes. Estas son anteriores a la realidad, pero posterior· momento, no sólo como alimento, sino para satisfacer su necesidad de
mente esta realidad las :n¡odifica, existiendo siempre una interacción entre morder y canalizarla normalmente. También el movimiento es una neceo
la realidad interna y externa. Es necesario permitirle experiencias totales; sidad corporal y psicológica que en ese momento le sirve para la explo-
si se le interrumpe no puede empezar y terminar la experiencia de acuerdo ración y conocimiento del mundo exterior, aliviando de este modo la
con sus necesidades. En este como en todos los casos, forzarlo a aceptar ansiedad. Cuando el bebe muestra necesidad de movimiento, hace fuerza
algo es contraproducente, y es en cambio la actitud paciente y comprensiva por incorporarse, intenta tomar los objetos cercanos a él, es necesario
oe la madre la única que permite vencer cualquiera de los obstáculos. El satisfacerle esas necesidades. Estas pueden presentarse en un niño antes
paso a la alimentación más sólida o la inclusión de carne en las comidas que en otro, y es la 'observación afectuosa de sus reacciones la que nos
puede ser difícil al principio, y el rechazo a masticar y tragar -frecuente dará la pauta del estímulo que necesita. Ya en la .segunda mitad del
en los bebes- es índice de un inadecuado manej o de la agresión. primer año el niño necesita explorar el mundo y, además, alejarse de la
En la relación con el alimento puede suceder que el niño tenga una madre, para preservarla de sus impulsos a destruirla con los dientes,
buena relación con la comida y una mala relación con la madre, o a la uñas y todos los medios que SOltl inherentes a su desarrollo corporal y
inversa. Si la relación con la madre y la comida es buena, hablamos de normales a esa edad. Distribuyendo su agresión, culpa y ansia de repa-
una buena alimentación. Si es mala la relacii>ll con la madre y la comida, ración en otros objetos, puede guardar su buena relación con la madre.
hablamos de una mala relación que conduce a la anorexia e inclusive a Si no se cumplen estas necesidades, surgen trastornos y el más frecuente
la anorexia mental. En el rechazo de la comida o en la falta de goce al es el insomnio.
comer pueden actuar; 1) el miedo a ser envenenado; 2) el rechazo del Otra conquista que le ayuda, aliviando su ansiedad, es la adquisición
mundo exterior -negativismo-; 3) la inhibición del sadismo, que lo lleva del lenguaje. También en el final del primer año el bebe adquiere la ca-
a no comer para preservar el pecho; lo que explica que un mismo pro· pacidad de pronunciar las primeras palabras. El laleo significó un juego
blema -el comer- tenga significados muy distintos y también diferentes COn sonidos, que le permitió elaborar situaciones de pérdida, y la palabra,
soluciones, tal como lo vemos a diario en los grupos.
El movimiento y el juego son necesidades tan básicas como las del
5 ALVAREZ DE TOLEDO, LUISA G. DE, Y PICHON RlvdmE, ARMINDA ABER."STURY
alimento. Alrededor de los tres o cuatro meses un bebe juega con sonidos DE: "La música y los instrument'Üs mu sicales". Rev. de Psicoanálisis, tomo J, págs.
-lalea- y también lo hace con sus sabanitas o con sus manos. Los 185-200.

l
258 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 259

que es al princIpIO la reconstrucción del objeto en su mente, le facilita de sus padres de una destructividad especial, y ésa es una de las razo-
la elaboración de sucesivas pérdidas. nes de la peligrosidad con que el uiño vive la escena primaria de ese
Cuando el niño camina, se mueve libremente y dice ya algunas pala- período de su vÍua.
bras está en condiciones de elaborar el aprendizaje del control de esfín- El incremento de las nece5idades orales y genitales por el proceso
teres. N o es sólo porque este desarrollo 10 facilita, sino porque cambia descripto precipitan la necesidad ue una organización para expulsar. Ter-
el significado que para él tienen la orina y materias fecales. Hasta ese mina por estruclurarse la primera fase anal que sirve para la conservación
momento la necesidad de ensuciarse se satisface con las materias fecales del vínculo por un mecanismo similar al que, en la primera relación con
y orina, que son para su inconsciente, además, los instrumentos de su la maure, cumple la proyección al actuar j unto con la introyección.
omnipotencia sádica destructiva. Otros objetos y actividades irán reempla- Aunque las tendencias orales, anales y genitales actúan ya desde el
zándolos lentamente. momento de nacer, se organiza y estructura la fase oral porque es la que
En la experiencia de psiquiatras y psicoanalistas de niños, lodo Diño permile al niíío SUp0ral' el trauma del nacimiento y así sobrevivir. Pienso
con enuresis ha tenido un control de esfínteres temprano que: 1) lo que cuando los dientes hacen su aparición y el vínculo oral con el objeto
priva de una necesidad instintiva; 2) incrementa su noción de maldad debe ser abandonado, se intenta una recuperación del vínculo con el ob·
interior, y 3) lo angustia por la inseguridad que la postura y el aprendi. jeto a través de los órganos genitales.
zaje en el orinal exigen de él cuando todavía no tiene un cünlrol muscular
El lenguaje, al permitir la reconstrucción mágica de los objetos, le
suficiente. sirve para elaborar la ansiedad depresiva intensificada por la dentición.
En líneas generales podemos decir que cuando una madre educa a
El pronunciar la pdmera pfllabra significa para el niño lá. reparación del
su hijo lrata de desarrollar en él una serie de actos que van en contra
objeto amado y odiado, que recon struye dentro y lanza al mundo exterior.
de sus necesidades; muchas de estas exigencias son imprescindibles para
Secundariamente experimenta que la palabra lo pene en contacto con el
la adaptación del niño a la realidad, y si se exigen en su momento y se le
mundo y que es un medio de comunicación.
da tiempo necesario para lograrlas no se producirán trastornos.
Cuando nace el diente el niiio experimenla que algo duro y cortante
Si el aprendizaje del control de esfínteres coincide con la exigencia
penetra en algo más blando, lo tritura y desgarra (pecho-alimento sólido).
interna de limpieza -que sólo es posible cuando se instalan las defensas
Esla experiencia está en el núcleo de su ansiedad cuando comienza a ca·
obsesivas- se hará fácilmente, y se elaborará sin dolor.
El primer año de vida, y en especial el período que comprende la mer sólidos y en especial !a carne.
segunda mitad de éste y los comienzos del segundo año, se caracteriza El niño puede verificar en la realidad su capacidad de destruir con
por un aprendizaje múltiple y convergente con la adquisición de logros los dienles. El sonajero mordido, la hoja Ut.. ll<lpel destrozada, In comida
que conducen a un cambio fundamental frente al mundo externo, cambio sólida que desgarra, simbolizan parte8 de él mismo y de la madre. C')n·
tan significativo como el de nacer; el niño se pone de pie, camina, habla fronta así los efectos reales de su destructividad y según el grado de esta
y se produce el destete. se incrementan tanto las 'dn:'~vJadcs depresivas como las paranoides.
El destete es la consecuencia de todo un proceso de desprendimiento El desarrollo de la locomoción y el aument,] de la capacidad de ma-
-cuyo motor esencial y último es la intensificación de la ansiedad depresi. nipuleo y prensión de los objetos r~fuerzan, por un lado, sus 3li.siedades
va, intensificación producida por la aparición de los dientes, instrumentos depresivas, pero al mismo tiempo sirven para elaborarle.s, y son emplea·
que hacen posible la realización concreta de las fantasías destructivas. d'os como la marcha y el lenguaje con el m:~smo siplÍÍÍcado y fines.
El destete determina en el niño: 1) la necesidad de separarse de La bipedestación y la marcha surgen de una necesidad imperiosa del
la madre para preservarla, perdiendo en parte la comunicación lograda; niño de separarse de la madre p ara no destruirla y estos mismos logros
2) la necesidad de buscar nuevas formas de conexión con ella, y 3) promue- sirven luego a su necesidad de recuperarla.
ve la estructuración de una fase genital previa a la anal y a la polimorfa. Resumiendo: la organización genital, al fracasar en su función de
Las fantasías de un vínculo genital COn el objeto, expresadas como reconexión con el objeto, pone en actividad por regresión, como sucedió
penetrar y ser penetrado, se apoyan en las experiencias orales que le sirven en la ruptura provocada por el nacimiento~ sistemas de -comunicación para
de moldes: surge la fantasía de algo que se introduce y nutre y la de una reestructurar el vínculo con los diferentes objetos parcia1es, orales, anales
cavidad que puede recibir ese algo, creándose la equivalencia entre pecho· y genitales -fase poJiforma-. Para poder conservar el vínculo con un
boca y pene·vagina. ohj eto bueno se estructura la fase anal primaria de expulsión, mantenién-
Sus fantasías de unión genital peligrosa con un objeto cargan la imago dose los rasgos 'Orales y genitales en actividad.
260 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS

Estos puntos de vista apoyan los hallazgos de MeJanie K1ein sobre los estas necesidades del hij o y los obligaban a un régimen de inmovili,
estadios tempranos del complejo de Edipos con ]a aparición de las ten- y falta de estímulos muestra que invariablemente tenían trastornos r
dencias genitales en la segunda mitad del primer año. Yo intento explicar róticos.
por qu é surge la fase genital y el porqué de su fracaso como organización. He estudiade en especial uno de ellos: el insomnio. Un régimen
El mecanismo de expulsión al servicio de la conservación del objeto vida caracterizado por la inmovilidad y falta de estimulas es lo que
es el que sostengo que actúa en el impulso a moverse y caminar. El niño contramos en todos los casos. Esto condenaba al niño a matar sus
que camina conserva a la madre, alej ándose para preservarla y acercándose jetos originarios en fantasía, sin haber podido dividir ni repetir las
a ella cuando la necesita. periencias, y a temer. en consecuencia, la repetición del ataque contra
En estrecha relación con la fase anal, quiero describir una experiencia inmóvil e indefenso.
que aparece en el niño cuando se pone de pie. Mientras está acostado y El caminar no sólo le sirve para s uperar la posición depresiva, per
envuelto en pañales, la materia fecal y la orina forman un todo conjunto tiéndole recuperar o encontrar nuevos objetos) sino que es la realizac
con los pañales, constituyendo así una verdadera envoltura. Cuando se motriz de UDa de las técnicas de defensa más características de esta ff
pone de pie siente que la materia fecal y la orina se desprenden de s u alejarse del objeto de amor. En el desarrollo normal esto es seguido J
cuerpo, y In experiencia de desprendimiento, de pérdida, vivida en estas cir· ]a restitución de los objetos mediante las palabras, utilizando el mecanis
cunstancias, contribuye n aumentar la ansiedad de separación - ansiedad
de reparación para superar la ansiedad.
depresiva- en que se repite una situación ya vivida por él cuando se des-
prenden las membranas fetales. Pienso que cuando el bebe entra en la fase depresi.va lalea como t
La locomoción y la adquisición de nuevas simbo lizaciones~ al permitir de los primeros intentos de vencer la situación depresiva, creando rui.
repartir, desplazar y elaborar estas .ansiedades, facilitan las buenas rela- que simbolizan algo que sale de su cuerpo, suena afuera y tras de ]0 e
dones can la madre. se ocultan fantasías y r ecuer dos, como más tarde acontece con la palal
En este periodo del desarrollo podría decirse que él mismo se pro· en un sentido cada vez más explicito.
yecta en el mundo ex~erno, destruyendo la parte mala de sí mismo y de La continuidad genética y la identidad originaria entre los s·onido~
la madre para salvar a la madre y a sí mismo. Cuanto más conciencia las palabras parece cada vez más evidente.
adquiere de la capacidad de sus armas destructivas, dientes, músculos, La palabra es para el niño la recreación de objetos en su mun
ha1)ilidad creciente de los movimientos, más miedo tiene de destruir a interno, puede guardarlos o lanzarlos al mundo exterior para el estal
la madre como objeto total, y más necesidad de dividir y de· descargar cimiento de un vÍnculo que comenzó siendo interno y 1ermina por
sus fantasías sobre objetos del mundo exterior, que representan, por externo.
identificación proyectiva, los fragmentos malos de sus objetos (padre y La ansiedad que surge en el niño cuando comienza a hablar es en
madre). me, y se debe a que su mundo se ha enriquecido de un modo desprop
Los movimientos y los juegos con juguetes utilizados en el aprendi- cionado a su capacidad de expresión verbal. No está seguro de la efica.
zaje de ]0 realidad y de las funciones corporal es se hacen indispensables de su nu evo instrumento de reparación .
para impedir la acumulación de fantasías destru ctivas, que podrían diri- El pronunciar la primera palabra significa para el niño: 1) la re]
girse sobre la figura de la madre si el niño está inmóvil. ración mágica del objeto amado, y 2) experimenta que la palabra lo po
Además, las ansi edades paranoides lo llevan a realizar una exploración en contacto con el mundo y que es un medio de comunicación. En reE
del mundo exterior a fin de comprobar la realidad de los peligros de que dad, es la recreación de un vínculo con el objeto interno que externali
se siente rodeado. y reinternaliza durante sus juegos verbales. Ese lenguaje egocéntrico
Cuando sus necesidades de movimiento, exploración y juegos no en- transforma en un contacto con el mundo exterior y, por el aprendizaje,
cuentran satisfacción el niño siente aumentar sus impulsos agresivos y esto un lenguaje social, sirviendo poco a poc·o al niño para la construcción
determina el aumento de las necesidades depresivas y paranoides .. En el sus sistemas de comunicaci.Ó:n.
desarrollo normal el niño siente la ansiedad de desplazar estos efectos y La aparición del objeto nombrado cuando él lo llama, la experienc
ansiedades sobre objetos cada vez más alejados de sí mismo, y creo que de que ]a palabra lo vincu1a con el obj eto, así como la reacción emocioJ
]a necesidad de separarse de la madre para no destruirla es lo que lo im· del ambiente an te sus logros de lenguaje, fortifican y ratifican su ereene
pulsa a gatear, a trepar, a caminar y a jugar. en la capacidad mágica de la palabra.
La observación clínica de lactEmtes cuyas madres no comprendían Estas conclusiones teóricas son el resultado de las observaciones rea
262 ARMINDA AB ERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA DEL PS ICOANÁUSIS DE NIÑOS

zadas durante el tratamient o a nalítico de niños y durante los grupos de siendo el embaraz o, parto y lactanci a norm ales. Como se verá en el tra
orientación de madres. curso del caso, estos datos eran sólo parcialmente exactos. Según la r
En la medid a en que la madre conoce las necesidades de su hij o y dre, la niña se desarroll ó normalmente hasta l os tres meses, en que
las satisface, éste .se desarroHará normalmente. La importancia del primel' hizo evidente una luxación congénita bilateral de cadera. El médico ind
año de vida ha mostradu ser trascendental ; sus prim eros pasos serán la la inmovilización de la parte inferior del cuerpo -pelvis y píerna-
pauta de sus primeros pasos en el m undo y todas sus pri meras experiencias una fé rula ad hoc, que si bien era removible debía ser mantenida fija
mamar án su desarrollo ulterior. mayor tl empo posible. Esta ind icaci ón se mantuvo hasta los nueve mes
'pf!r o la mCidre no pudo -por su angustia-- aprovechar la libertad que
acordó el médico y la férula no fue removida en todo ese tiempo . .
Un lluevo enfoque de la te mpia y de la profilaxis de las neurosis infan~ c<:n ~jloca, debido a la crisis de ansiedad de Nora, se la sedaba con
tiJes : los grupos de orientación de madres r
el psicoa.nálisis de niños; su mimdetas, dándule dos y tres por día, lo cual disminuyó manifiestamer
interrelación sus reacciones vitales sin modificar su angustia ni el trastorno de sue:
que se presentó luego. Cuanclo tenía un año, según informe de la Illdd
He señal ado muchas veces que el análisis de niños, corno el de adultos, en la primera en trevista, y a los 9 meses, según el informe posteri<
debe ser un a relación bjpersonal y que en la técnica que expongo D o) se mientrcls la bañaba y le lavaba la cabeza Nora perdió el conocimien
acuerdan entrevisLas a los padres sino en circullslancias especiales y es· durante dos o tres minutos, no empalideció, siguió respirando en fon:
tipuland o previamente las condiciones. Señ al~ también que nj~os ~ejl~e~o.s n ormal y se observó una ligera desviación. de los ojos, recuperándose CI
son capaces de ad ap tarse al ambiente o cambIarlo, y que conslder~Da mut.tl una simp!" fricción de alcoho1. Valoramos como importante un antec
toda técnica que incluyese consej os 'O camb ios ambientales. dente dauo por la madre ; la niña tuvo siempre una ansiedad exagera(
Mostraremos a trav és de un ca~o cómo el grupo de madres, al permi tir, cuan do le r:~ehaba hacia atrá s la cabeza para lavársela, y pudimos lue~
sin interferencia, la acción conjunta sobre el niño y sob re la madre, hcilitó relacionar e.sta situación con las circunstancias difíciles de su parto.6 T
el tratamiento y sirvió tte profilaxis para el segundo hij o. La madre ':mfrÍ:t niendo un año y dos meses repitió el episodio, pero esta vez con may'
d e una compulsión a des truir para luego rep arar: y repetia con su hija me· gravedad , ya que la péroida del conocimiento fue más prolongada y
nor conductas destructivas qu e contribuyeron a la enfermedad de la mayor. acom pañó de una convulsión hemilateral. Este episodio fue relatado pi
Expond remos fragTIlent o!:i del análisis ele una niña de tres años _ ·la la madre, diciemlo que mientras la nevaba alzada se le cayó un paque
hija mayor- y de las sesi ones de grupo de su madre, en las que se ve y para recogerlo haj ó bruscamente a la niña. Fue en ese momento cuane
esta interacción y la acción profil áclica del grup o. Nora perdió el conncimiento. La llevaron a un sanatorio, donde se r eali:;
Nora llegó a la consulta con diagnóstico de epilepsia en un a ni!la una serie de exámenes, entre eHos una punción lumbar, una ventriculo
oligo Irénica. La terapeuta qu e la estudi ó, Susana L. de Ferrer, con las t'ec· grafía, un electroenc efalograma y un estudi'O de fondo de ojo. L'Os resu
nicas de la en trevista inicial y observación de horas de juego -f]ue sena- tados fueron negativos y se descartó l a sospecha de gran mal, ll'Q reveláJ
lan los capit ulos V y V]J- lIegó a la co nclusión de qu e el diagnóslico Jl.U dose hematoma ni lesión traumática alguna, y se le aco nsejó repetir !
era correcto y orientÓ el tratamiento de acuerdo co n su enfoque : aconsejó electroencefalograma al año siguiente. Como tratamient'O se indicó E pamí
psicoanalizar a la Liña y envió a la madre a un grupo de orientaci ón, y luminaletas diarias en ~randes dosis. Al dí a siguiente de este episodi
suprimiendo radicalmente toda medicación. Las tres terapeutas, la que hi zo comen7.Ó una coqueluche que duró mucho m ás tiempo que lo habitual.
el diagn ós tico, la que trataba individu almente a la niña y yo, que trataba Al añ o y ocho meses, estando la madre embarazada y habiéndose acer
a la madre en grupo, formábamos parte de un grupo de estudio donde tuado en la niña sus sínt'Omas de irrHabilidad, anorexia y constipación, 1
comentábamos la evolución, y pudimos confron tar paso a paso el material llevaron a un hospital, donde después de una serie de tests se informó
'Ofrecido por ambas~ madre e hij a, y con las primeras observacio nes re:lli- la madre que Nora revelaba un 60 % del nivel mental correspondiente a s
zadas durante el diagnóstico. Pudimos ver que en este caso · se cumplia lo edad cronológica y que por Su epilepsia sería necesario duplicar las d'Osi
que hemos expuesto sobre la revisión de los datos dados por los padres de sedantes y Epamín. También aquí le aconsejaron volver al año y rt
en la primera entrevista y su confrontación co n los que surgen cuando el petir los exámenes.
hij o mej ora y la culpa se alivia. A Í'os 2 añ os y 2 meses, al nacer su hermana, el retraso aíectivo
Nora era la hija mayor de un matrim onio j'Oven y, según los datos
<Iados por la madre en la primera entrevista, fue .deseada por ambos, 6 Mala rotación de cabeza.
264 ARMINDA ABERASTURY TEORÍA Y TÉCNICA D:EL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS 2(

intelectual de Nora era evidente: casi no hablaba, babeaba continuamente) por los antecedentes. Pienso que su aparente gravedad se debió al hecl
rechazaba los alimentos sólidos y sufría de una constipación pertinaz, que de haber coartado su motihdad en la segunda mitad del primer año (
se alternaba con enormes deposiciones. Fue evidente, por lo que la ma· vida, lo que agregado a las fuertes dosis de sedantes provocó un bJ,
dre relató, que Nora reaccionó al nacimiento de su hermana con un queo de la agresión, resultando consecuentemente no sólo los sÍntom,
incremento de la agresión que fue fuertemente reprimido por su medio. orgánicos, sino también una inhibición en la sublimación. En este corr
Dijo, por ejemplo, que el día que llegaron al sanatorio con la herma· en otros casos, el fracaso en la simbolización da síntomas que puedE
nita pegó a una de sus primas, lo que motivó que la encerraran en un confundirse fácilmente con un retardo mental. Se indicó la suspensión (
cuarto a oscuras; a la madrugada siguiente, y luego de un llanto pro. drogas, y se inició enseguida el tratamiento psicoanalítico de la niña,
longado, tiritó, profirió gritos estridentes, quedó luego inmóvil y en las cuatro horas semanales. La madre ingresó ese mismo día en un grupo e
primeras horas de la tarde comenzó ,a subirle la fiebre, alcanzando a 40°. orientación. Los datos sobre el embarazo, parto e inmovilización fuero
Durante esta crisis volvía los oj os hacia arriba y se ca~a hacia atrás recordados por ella en una de las sesiones del grupo que he comentad
gritando: "¡Me caigo!" Pocas horas después presentó un cuadro de rigidez en el capítulo anterior. Veremos luego cómo la confrontación de los de
y vómitos. Al despertar a la mañana siguiente intentó varias veces bajar
tratamientos permitió el esclarecimiento del caso y su recuperación rel.
de la cama, cayéndose cada vez. Se inició una etapa de- postración somno·
tivamente rápida. Lo que conocemos sobre la evolución de un niño De
lienta, acompañada de vómitos de sangre coagulada y de -una grave des-
permitió comprender que si esta inmovilización resultó tan traumática fu
hidratación, síntomas que motivaron su internación en -un servicio hospi-
porque aconteció entre el terc:er y cuarto mes, momento del desarrollo e
talario. Se diagnosticó encefalitis, se hizo una punción lumbar y se comenzó
que el niño pasa de la posición esquizo~paranoide a la etapa depresivé
la administración de sueros y medicación especifica. Estuvo internada cuatro
y que es crucial en su desar:rollo. En ese momento se inicia también s
días y el diagnóstico y tratamiento fue el de encdalitis. La madre observaba
que desde hacia tiempo los sedantes, y en especial el Epamín, que le necesidad de movimientos libres, que le van a permitir cuando ya camim
daban a Nora le hacían mucho dañ'o. Insistió en la necesidad de que separarse de la madre. 9 La inmovilización, que duró hasta los nueve mE
se hiciese un análisis dj orina, que reveló una intoxicación por drogas. 7 ses, hizo que la fase genital previa se iniciase en estas condiciones, el
Se suspendieron el Epamín y luminal, observándose una evidente mejoría. las que la masturbación no sólo se vio cortada, sino que fue vivida com.
Dos meses despué,s- de este cuadro, un médico del hospital 8, a pedido de prohibida. La madre comprendió el porqué de su conducta, por ejemplc
la madre, la orientó hacia la analista que hemos mencionado. Cuando de inmovilizarla a esa edad y no antes o después; significaba repetir 1
llegó a la consulta el diagnóstic'O era: "Epilepsia en una niña oligofrénica'\ inmovilización que ella se impuso entre los tres y nueve meses del emba
y el tratamiento que se le hacía era el siguiente: raza, cuando le dijeron que por las pérdidas que había sufrido corría e
riesgo de abortar.
"Rp Luminaletas 2 con el desayuno Nora empezó su tratamiento cuando tenía 28 meses; era una niñ,
2 con la cena físicamente atractiva, con aspecto agradable, una mirada inquieta e inves
Epamín 0,03 con el desayuno." tigadora, en contraste COn la parte inferior de su rostro, donde la bab,
salía continuamente de su boca y le corría hasta la ropa sin que reaccio
Fue la inquietud de la madre sobre el estado de su hija lo que la
llevó a consultar con un familiar y exigir el análisis de la niña. Quiero
!) Cuando leí mi trabajo sobre la dentición, marcha y lenguaje en la Asociacióz
aquí recordarles que cuando esta madre era una niña y jugaba a las mu- Psicoanalítica Argentina en 1957, mI hablar del significadD de la marcha sostuve qU!
ñecas, éstas eran siempre hij os tarados que ella salvaba a último mo- la posición depresiva ~eñalada por Melanie Klein debe ser la repetición de una si
mento. Con Nora repitió siempre la misma situación; cuando todo parecía tuación similar vivida en la vida intrauterina, y que ambas se siguen de la iniciaciór
perdido, su amor por ella le daba la solución para salvarla. de la motilidad. Las afirmaciones de GESELL en su libro Embriología de la conducta
Ed. Paidós, 1946, revelan la importancia de ese factor en tal período; dice Gesel
La entrevista con la madre y la observación de una hora de juego en la pág. 104:
diagnóstica revelaron un cuadro más optimista que el que se podía suponer "Este mes -el cuarto- result a ser, en muchos aspectos, el más notable de lE
embriología de la conducta, pues el feto exhibe (aun cuando todavía no domina)
un repertorio extremadamente variado de modos quinéticús elementales ... " " ... Bra
7 Una vez más, cuando todo estaba perdido, surgió en la madre la capacidad zos y piernas exhiben mayor movilidad a nivel de todas sus articulaciones y efectúan
para salvar a su hija, orientando a los médicos. incursiones hacia nueV03 sectores del espacio."
8 Eduardo Kalina. Confrontar también páginas 65. 66, 101, 105 Y 106 de la úbra citada.
266 ARMINDA ABERASTURY
TEORÍA Y TÉCNlCA DEL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS

nase ni tratase de Hmpiarse. El que lo hiciese fue uno de los primeros mido en la situación transferencial como repetición de la situación or
indicios de su mejoría. naria, 'se hizo evidente cuando al entrar en las sesiones se sacaba
Entró con la madre y observó todo dentro del cuarto, sin manifeslar zapatos y se bajaba la bombacha.
angustia cuando la madre se fue a la sala de espera. Una vez sola con la En este .tiempo que lleva de tratamiento ha progresado nolableme
terapeuta se acercó a la mesa, en la que estaban los juguetes que c'Ontendría en su lenguaje; n'O sólo pron uncia más claramente, sino que fo rmula b
su cajón individual. Eran muñequitas, animales, tazas, platos, c ubi ertos, la~ (rases; casi DO habea y cuando ]0 hace trata de controlarlo aspirm
una pelota, algunos autos, aviones, papel, hilo, tijeras, lápices de colores: y tragando la saliva D secándose la harbi11a cuando se la moj a. Su ca
plastilina y cubos. tipación ha desaparecido y su alimentación y sueñ o son llürmales. La mal
T omó la plastili na y se la dio a la terapeuta diciendo 'lti na". Es in" señala que actualmente cuan do la ve jugar con otros chicos se asom)
teresante señalar en rel ación con su inhibición en la simbolización que su cada vez de ver su aspecto de normalidad. u
j uego en el primer período se realizó sólo con sustancias, plastilina,lO sin ~ensamos q~e si se ha c~.nseg uido una mej üría tan rápida es por~
utilizar juguetes como 10 hubiera hecho un nmo de su edad con un des- a la mterpretaClon y resoluclOn de los cünflictos durante el tratamiel
arrollo normal del yo. En esta primera hora mostró su fantasía incons- de la niiín se sumaron los c.1l,mbios de conducta de la madre cuando co
ciente de enfermedad cuando se señaló una pequeña mancha en el antebrazo pl:e~dió en qu~ ~edida man tenía ia enfermedad de la hija. La mejoría,
a la que l1amó " nana", para después golpearse con ese mismo brazo bajo alIVIar el sentImIento de cul pa de la madre, le ha permitido hacer ca;
la cabeza. Mostró así que su enfermedad -nana- estaDa en la cabeza. ciente la gravedad del cuadro anterior , y recordar fraementos de la h
Agregó luego una serie de ruidos a Jos que Hamó "radio", con 10 que toria de su hija que estaba n totalmente reprimidos en 1; primera entrev
describió lo que sent.ía dentro de su cabeza. Vinculó su nana con su ca- ta, tal como la hemos relatado, y qu e eran fu ndamen tales para comprena
beza y los ruidos dentro de eUa. Inició un juego en el que comparaba la génesis de la enfermedadw
] 05 do.s brazos de la terapeuta; en uno tenía un reloj y en otro una pul. ~ntes del embarazo de Nora, que fue consignado por la madre con
sera, siendo los dos objetos muy parecidos y realizados con el mismo ma- el prImero, tuvo otro en que abortó espontáneamente al tercer mes. L
terial. Nora señalaba así una diferencia entre la terapeuta y la madre. caracte~í~t~cas de est~ aborto hiciel·on que el médico le señalase que ser
La igualdad y diferencia de los dos objetos qu e despertaban su ansiedad muy difICil que pudiera conservaI un hijo. Cuando estaba en el teTc
simbolizaban lo nuevo de la relación terapéutica, así como su desconfianza mes del segundo embarazo tuvo fuertes pérdidas, ac onsejando el médit
latente de que la analista repitiese la conducta de su madre. Durante el su inter~up~ión pOTque no consideraba que huh;er.q garan tías de que 11
resto de la hora le pidió que le hiciera una serie de " tetitas" -pelotitas gase a termmo o que, en el caso de que Uegara, naciese un hijo sano. Es
de plastilina- que luego convirtió en un a serie de "patitos". Al último amenaza de un posible hij'Q enfermo la angustió más profundamen te porql
de ellos le hizo con un lápiz un agujero debajo de la cola llenándolo de era el cumplimiento de un a an tigua fantasía que ella hace remontar
nuevas pelotitas que llamó "eaquitas". Querernos recordar que a Nora se su infancia, cuando j ugaba a las muñecas, en la que estaba condena e
le había hecho una punción lumbar después de la convulsión y evacuaba a t~n.er hijos "tarados". Quizá por esto, a pesar de que el índice de pr.
el in testino con el uso diario de supositorios. En el juego expresó esa bab.,lidades que le dio el médico fue de uno entre cien de que su h ij
situaci ón, cómo se sintió agredida y llena de caca hasta enferma rse. En naCIera sana, decidió conservar el embarazo, guardando estricto rep Oé
sesiones posteriores dramatizó más claramente la punción lumbar, pidiendo del tercero al nOVen o mes, tul como en la vida posnatal se inmovilizó
que se le hicieran inyecciones en l a columna, después de un juego en que Nora para curarla de una tara congénita.
se golpeaba la cabeza y se caía, repitiendo la situaci ón origJnaria que En las primeras sesiones , aunque conscientemen te hacía el relatú d
determinó la internación y que en la transferencia significaba el temor ? la en~erme~ad de la hija, los ac tos que ésta realizaba, en los que se poní
q ue también aquí se la tratase como entonces. La hipermotilidad que evi- en. eVldenCla su enfermedad, eran juzgados por ella como ma1dades o c~
denciaba en las sesiones fue interpretada como movimiento perpetuo para P~l~hos. U~o de .105 problemas que trajo al grupo fue el de su imposi
negar, por medio de éste, la paralización, y como defensa ante el temor hlhdad de lmpedu que Nora pegase a su hermanita, que en ese moment.
de que la terapeuta también la imnovilizarn. Un índice de la an gustia de contaba tres m~ses. Los golpes eran preferentemente en la cabeza, y cad,
Nora al recordar el aprisionamiento del tracto inferior de su cuerpo~ te- v~~ que ¡;e real;,zaban le despertaban el temor de que también la segundo
hIJa se tarara. Hizo consciente que no sólo no sabía detener ]a agre
10 Cf. los dos casos del c~pitulo IX.
n La mejoría de la niña se expresaba en el plano psíquico y somático.
268 ARMINDA ABERASTURY

[IIiÓII do Nora, sino que en cierto sentido la utilizaba como instrumento


de su propia agresión, del mismo modo que había utilizado a los médicos
y sus indicaciones para agredir a N ora, compulsada por su antigua nece-
sidad y temor de que sus hijos primero se "tararan", para luego ella cu-
rarlos. La compulsión a transformar la segunda hija también en una en-
ferma se puso de manifiesto cuando no sabía detener los golpes que Nora INDlCE ANALITICO
le daba en la cabeza, y la curaba de un estreñimiento fantaseado ponién-
dole todas las mañanas supositorios. Hasta que no comprendió el conflicto Aherastury, Anninda (ver también: Pi. 195, 200, 203, 206, 210, 264.
entre el amor y el odio que la impulsaba a destruir para luego reparar chon Riviere, Arminda A. de), 47, 64, de niños, 53, 101, 136, 14l.
no desapareció el problema de los golpes, y gracias a su evolución su se~ 68, 71, 100, 185, 187, 206, 212, Formación del, 63.
gunda hija se vio libre de supositorios y medicamentos. Eü una oportu- Adolfo, 113, 115, 118, Papel educativo del, 57.
nidad en la que volvió a repetir un ataque contra ella, inmovilizándola Adulto (s), 15, 26, 31, 32, 34, 35, 37, 38, y misión educadora, 54.
52 a 57, 60 a 63, 73, 87, 88, 96 a 98, y rol educativo, 54.
con un cinturón, éste duró sólo un dia porque al comprenderlo reemplazó 101, 102, 104 a 109, 115, 116, 124, 126, Angustia, 24 a 28, 35, 36, 38, 42, 4
el cinturón por hs brazos para enseñar a caminar a su hija. De no haber 135, 140, 144, 155, 159, 227, 232, 246, 45, 58, 60, 71, 78, 85, 101, 115, 11
comprendido sus conflictos no hubiera comprendido y modificado su con- 262.
120, 123, 139, 140, 142, 149, 152, 15
dueLa tan rápidamente. Este caso nos ilustra sobre las perspectivas que Análisis de (ver: Análisis), 32, 34, 37, 156, 158, 165, 168, 185, 200, 206, 21
56, 60, 73, 98, 215, 225, 234, 237, 249, 251, 253, 25
los grupos de madres abren a la terapia de las neurosis infantiles y a la Awciación del, 39. 258, 263, 266.
profilaxis de futuros trastornos. Diferencia con niños, 3l. Crisis de, 25, 26, 60.
Neurosis de, 19. de castración, 24, 28, 35, 101, 217.
neurótico, 52. de nacimiento, 14.
Técnica de, 136. de separación, 25l.
Tratamiento de, 19, 32, 4l.
.. Alba, 98, 99.
Alvarez. de Toledo, Luisa G. de, 8.2, 257 .
de vaciamiento, 85.
Intensificación de la, 24.
Objeto de, 26.
Amanda, 36. Sueño de, 23, 25.
Ana, 116, 117. 232, 233, 234, 236 a 239, Ansiedad, 25, 27 a 29, 34, 42 a 4~
241. 58 a 60, 99, 108, 109, 111, lié
Análisis, 125, 129, 135, 151, 159, 163; 122, 123, 126, 132, 138, 139, 147, ISJ
173, 183, 187, 188, 189, 191 • 195, 156, 157, 167, 177, 193, 195, 197, 19¡
197, 198, 204, 209 a 212, 215 a 217, 200, 201, 203, 209, 213, 216, 217, 2U
220, 224 a 226, 232, 239, 241, 249, 262, 225, 226, 227, 252, 253, 254, 261. 26~
264. 266.
Alcances y límites, 37. Crisis de, 23, 44, 60.
Consultorio para, 92. de castración, 214, 216.
de adultos, 13, 32, 41, 54 a 56, 60, depresiva, 29, 60, 67, 213, 259, 260.
73,98. Intensificación de la, 28.
de la fobia de un niño de 5 años, 19, !Jaranoide, 29. 49, 59, 60, 216, 255, 260
21 a 24, 27 a 32, 34. Situaciones de, 14.
de niños, n, 19, 31 a 33, 37, 4;1, 46, temprana, 58.
53, 54, 56, 57, 60, 61, 62, 64, 68, transferencial, 60.
79, 85, 88, 96, 98, 99, 100, 104" 124, Argentina,
134 a 136, 139, 142, 147, 149, 185, Asociación de Odontúlogía para Niños
186, 262. 71.
de psicóticos, 53. Asociación Psicoanalítica, 63, 64, 66, 70.
didáctico, 63. 180, 265.
Técnica del (ver: Técnica), eo. Pijcoanálisis de niños en la, 17, 46, 62,
tempranos, 124. 64, 65, 68, 108.
Terminación del, 61, 103. Psicoanalistas de niños en la, 65.
Analista (5), 39, 41, 45, 51 a 54, 61, 63,
69. 77, 99, 100, 101, 103, 104, 115, 128, Bamatter, F., 160.
138, 140, 141, 159, 186, 187, 190, 191, Beatriz, 127, 128, 129, 135.
269
270 ÍNDICE ANALÍTICO ÍNDICE ANALÍTICO

.Bianchedi, Elizabeth T. de, 65, 70. genital previa, 30, 67 a 69, 121, 122, Vinculo, 258.
86, 106, 110, 112, 143, 147, 149, 160.
Eruer, José, 70. 265. GeranIo, 129.
162, 203, 262. <Oral, 156.
posterior, 131. Gloria, 1.41.
oral de succión, 67, 68. Goode, Elizabeth {ver: Garma, Eliza
Cajón individual, 66, 92 a 94, 96, 97, Ericson, Milton. 38.
oral sádica (canibalística), 67. G. r:e) , 65.
98, 100, 102, 103, 109, 116, 117, 149, Ernesto, 211, 212, 215, 226.
polimorfa, 259. Goo(lenough, Florence, 47, 49, 70.
151, 153, 158, 170, 171, 187, 191, 192 E~cal'dó, Florencio, 70.
Federico, 27. Ge~ell. Amaldo, 265.
266. ' Esquema cor raral, 46 a 49, 197.
Fernando, 126, 127. C ra('iela, 206 a 208.
Y secreto profesional, 109. Espacio, 46, 48, 174.
Fener, Susana L. de, 64, 68, 70, 71, 78, Gradiva, La, 15.
Campo, Alberto, 65, 70. Esteban, 96.
116, 190, 235, 262, Crinberg, Rebeca C. de, 64, 66.
Campo, Vera S. de, 65, 66. Estela, 37.
Forti, Lidia S. de, 43, 4·8. Grupos de orientación, 235.
Carlos 44 Euredjian, M., 70.
Freud, Anna, 14, 17, 24, 34, 37 a 39, 41, de embarazadas, 70.
Cas!.ra~ión·, amenaza de, 23 a 28, 32. Evels'On, Elena, 64 a 66.
51 a 57, 62, 108, 134. de madreo' , 70, 78, 84, 86, 132, 134,
Chai-o, José, 66. Freud, Sigmund, 11, 13, 15 a 17, 19 a 26, 206, 207, 229, 230, 232, 242, 248,
Complejo de Edipo, 14, 15, 20, 32, 51, Fanny, 142.
Fantasías, 13, 26, 29, 31, 32, 4.1, 4,2, 46, 28 a 32, 34, 37, 38, 41, 42, 4.6, 51, 58, 262, 268.
59, 68, 83, 121, 133, 219, 260. 63, 68, 87, 98, 108 a 110, 115, 133, 158, de niños, 70.
Control de esfínteres, 21, 24., 27, 45, 4.9, 52, 60, 61, 67, 78, 85, 106, 112, 117,
122, 123, 126, 130, 151, 153, 154, 156, 169, 185.
84, 85, 114, 115, 148, 153, 157, 203, Hadow, Hany F., 2S ....
258. 157, 159, 183, 184, 188, 191, 196, 197,
203, 206, 209, 210, 212, 215, 217, 219, Carharino, Héctor, 66, 127. Hermano, a (s:., ¿,2, 23, 31, 36 a 38,
Consultorio para análisis de niños, 92, Carbarino, Mercedes F. de, 66, 199. 50. 66, 88, 97, 112, 116, 128, 129,
100, 110, 177, 178, 187, 199, 200, 201, 221, 222, 224, 225, 226, 237, 258, 261,
267. GarcÍa Reinoso, Diego, 64, 65, 70. 134, 147, 148, 151, 153, 155, 157,
203. Carda Reinoso, Gilberte T. de, 65. 161, 164, 174, 175, 193, 195, 202,
Correa, J., 70. agresivas, 42.
anales, 4l. Gareioo, A., 69. 213, 217, 223, 226, 236 a 239, 263,
Culpa, sentimiento de, 37, 40, 44, 59, 60, Garma, Angel, n, 38, 63, 64, 68, 71, 101, envidia al, 36.
78, 83, 122, 125, 126, 134, 136, 137, 147, de amor, 4,2.
de embarazo, 148. 115, 251. mellizo". 66.
180, 183, 187, 210, 217, 218, 220, 230, Garma, Elizabeth G. de (ver: Goode, EH- :Muerte de, 47.
257, 267. de feminización, 50.

Daniel, 202, 203.


.. de Juanito, 26, 29, 31, 32 .
de juego, 56.
zabeth), 11, 64, 65, 68, 81, 93, 99, 114,
209.
Genital (es), 25, 28, 35, 39, 67, 121, 122,
Nacimiento de, 43, 48, 88.
Nacimiento de la hermana de Iua]
22, 23, 27.
de masturbación, 257.
Dentición, 66, 67, 68, 69, 71, 82 a 84., 91, de muerte, 40. 124, 198, 202, 209, 210, 211, 214, 216, Hernán, 112.
]57, 168, 203, 259, 265. de nacimiento, 199. 223, 224, 226, 227, 245, 257, 259. Heuyer, 34.
e insomnio, 69. destructivas, 53, 260. Calor en los, 39. Hoffman, Raquel, 65.
Trastorno~ de la, 68. Conflictos, 217. Homburger, Erik, 64.
de transferencia, 61.
y ansiedad depresiva, 67. de vaginización, 14,2. Curiosidad por los, 25 a 27. Honorarios
Despert, L., 70. edípicas, 29, 186, 214. de la madre, 169, 202, 242. durante el análisis de niños, 139.
Destete, 49, 61, 82, 84., 114, 156, 207, 208. expresión de, 46. Desarrollo. 99. pago de, 105, 140, 147.
y terminación' del análisis, 61. Deseo~, 27. significado de los, 106.
genitales, 196.
Dibujo (s), 32, 34 a 36, 38, 41, 42, 46, 49, inconscientes, 195. Desplazamiento a lo oral, 24. y fecha de vacaci'Ü nes del analista,
50, 56, 63, 70, 102, 108, 163, 194 a 198, incomcientes de enfermedad, 202, 266. Etapa, 67. Hospicio de las Mercedes, n.
218, 219, 221, 224. a 226. inconscientes de enfermedad y curación, Fase (ver: Fase genital), 67, 265. Hug-Hellmuth, H., 14, 34.
de la figura humana, 46, 4,7, 4,9. 47, 50, 93, 108, 109, 113, 126, 149, Fantasías (ver: Fantasías genitales). Huizinga, 46.
Interpretación de, 41, 4,2, 50. 150. Femenin'Ü, 44, 154.
Interrogar sobre, 35. infantiles, 78, 240. Masculino, 23, 36, 202. Imago. 59, 61, 80, 111, 123, 251, 252.
Diego, 204 a 206. masoquistas, 37. Nivel, 218. Inés, 247, 248.
Dientes, 67, 122, 156, 175, 176, 178, 179. originarias, 60. Organización, 209. Ill.'itituto de Psicoanálisis, 63, 64.
Dorita, 245, 246. preconscientes, 26. Organos, 22, 23, 34, 259. Interpretación (es), 14, 19 a 21, 26,
sádicas, 37. Perder el, 30. a 32, 35, 38, 39, 40 a 42, 46, 57, 59,
Egozcue, María Inés, 68, 71. sadicoanales, 41. Poski/m. 210, 216, 217. 70, 78, 94 a 96, 98, 99, 100, 104,
Elena, 90. sobre el analista malo, 56. previa. Etapa, 67 a 69, 121, 122, 157, 109, 115, 129, 137, 142, 144, 149,
Ema, 124 a 126. tl'ansferenciales, 60. 258, 265. 165, 166, 170, 171, 183, 184, 187,
Emilia, 36. Fase (s) Región de 105, 36. 192, 194, 199, 200, 203, 205, 206,
Enrique, 36. anal, 67, 68, 212, 259, 260. Represión, 211. 210, 213, 216, 219, 221, 234, 235,
Emmeños, 32, 56, 63, 108. anal primaria de expulsión, 156, 259. Sensaciones, 30. 237, 239, 248.
Entrevista, 75, 76, 79, 81, 91, 93, 97, 112, depresiva, 173, 261. Tendencia, 198, 260. Capacidad de, 164.
147. fálica, 32, 68. Trauma, 21, 196. Consecuencias de la, 30.
inicial coli los padres, 65, 73. 75, 85, genital, 68, 260, 265. Unión, 121, 215, 258. de dibujos (ver: Dibujos), 41, 42,
272 ÍNDICE ANALÍTICO ÍNDIC E ANALÍTICO 2'

de sueños (ver: Sueños), 40, 42. y juguetes, 30. Masturbación, 23 a 29, 39, 87, 95, 123, 148, Desadaptación a los, 42.
e n d análisis de niños, 19. y neu rosís, 46. 196, 219, 222. Prueba por ]05, 42.
Form llJadón de la, 104, 105. Julia, 43. represión de la, 25. Vida sex ual de los, 48.
lntraul erina, vida, 14, 31, 253, 265. ]ucha con la, 41. Patricia, 85, 147 a 149, 153, 155 a 1
Kalina, Et.:aardo, 264. y consecuencias, 39. 170, 179,
Jaim e, 223 a 226. Kizzer, Ma nuel, 106, 127. Angustia por la, 36. Paul a, 36.
Jarast, Elías, 68. KJein , MeJanie, 11, 14, 17, 34, 37, 42, Merleau Ponty, M., 67. Pearson, Gerald, 71.
J arast, Sara G. de, 40, 66, 68, 124. 45, 46, 51, 57 a 60, 63, 64, 68, 73, Método, 34, 35, 37, 38, 46, 47, 50, 51, Pedro, 43, 44, 142.
Joaquín, 43. 81, 87. 95, 105, 108, 109,124, 126, 57, 84, Pe restreIlo, Marialzira, 65.
.Iones, Ernest, ]9. 134, 139, 149, 150, 155, 167, 185, 183, Miguel, 131. Pichon Riviere, Arminda A. de (v
Jorge, 180 ti 1!Jl, 193, 195 1\ 198. 210, 215, 21 6, 219, 220, 221, 249, 257, Mom, Jorge, 70. Aberastury, Arminda), 43, 44, 47,
José, 1,5. 260, 265, l\lom, Teresa N. de, 65, 66. a 66, 68, 71, 82, 83, lOO, 135, 142, I
.f·oseIa, 245. Kühler, 47 • Mondolfo, R(ldolfo, 165. 185, 212, 257,
Juan, 44. Koremblit, J.; 70. Mónica, 218 a 221. Pichon Rivicr e, Enrique, 11, 49, 63,
J uanito, 13, 15, 16, 19 a 27, 30 ~ 32, 34, Kris, Marianne, 57. 1'lorera, María Esther, 64 a 66. 69.
51,68. Morgenstern, Sophie, 14, 17, 34, 3S, 63. Pinocho, 207.
Juego (5), 13, 24, 26, 30, 3,1, 37, 38, 11 Lamana, Isabel L. dd, 64. 66. Porter, José. 71.
a 46, 50, 56, 57, 59 a 61, 6;, 81, 87, Lenguaje. 66, 67, 68, 81, 82, 90, 101, Nacimiento, 22, 27, 30, 31, 71, 79, 80, 156, Psicoanálisis, 13, 14, 19, 21, 26, 51,
92, 96, 98, 100, 101, 102, 103, 106, 108, 104, 108, 116, 139, 147, 148, 153, 155, 157, 200, 208, 239, 254. 264, 64, 108, 149, 221, 253.
109, 111 a 113, 115 a 118, 120, 122, 156, 158. 168, 174, 257, 259, 261, 265, de la hetmana, 22, 27, 48. de adultos, 29, 32.
124, 126, 128, 137, 142, 143, 148, 149, 267. de la técnica, 34. de ni ños. n , 14, 16, 17, 19, 30,
151, 153, 156, 159, 16¡¡, 169, 170, 173, de Jos sueños, 46. Trauma del (ver : Traama ). 79-. 34, 43, 46, 51, 54, 60, 62, 64 a
174, 176, 182 a 187, 191, 192, 195, 197, espacial. 48. Neurosis, 20, 26, 30, 70, 90, 147, 21 3, 71, 73, 31, 37, 108, 109, 134, 185,2
203, 210. 212, 214, 215, 216, 217, 220, Inhibición del, 82, 85, 90. 227, Symposium sobre psicoanálisis de niii
222, 226, 232, 234, 240, 216 a 248, 256, p<ev",bal, 19, 20, 32, 98, 101, 1M, 105, de adultos, SS. 11, 66.
257, 264, 266, 108, 116, de J uanito, 25. y labor previa, 38, 52, 56.
a comprar, 45. rud imenta rio, 38. de transferencia, 52, 53, 57. y odontopediatría , 68, 69.
a las escon didas, 43. Trastornos del, 67, 68. Y pediatría, 68.
actividad de, 67, 87. • verbal, 48.
Etiología de las, 32 .
famili ar, 136. Puget, J anine, 65.
con Iu ego, 92, Q4, 96, 98. Leyt, Samuel, 71. Gravedad de la, 47.
con muñ ecu ;, 29. 30. Lucy, 244, 245. graves, 37. Racker, Enrique, 70.
con títere.!!. 37, 45, 4ñ. Luis, 35. infantil, 11, 13, 15, 17, 20, 27. 47, 50, Racker, Genevieve T. de, 66.
d e constru . . r el' ',r;ts, 47, 70. Luisa. 117. 54, 55, 57, 76, 110, 132, 229, ~249, 262, Rnmbert, Madeleine, 37.
del analista, 1u:.., 104. 268, Rank, Otto, 14.
de restaurar. 43. Madre (5), 15, 23 a 32, 37, 40 a 42, T eoría traumática de las, 20. Ra scovsky, Arnaldo, 14, 69, 250.
de restitución, 45. 44, 48 a 50, 60, 62, 67, 70, 77 a 85, Nora, 134, 262 a 268. Ra ~ covsky, Luis, 69.
exhibicionista , 23, 30. 38, 94, 100, 106, 111 a 116, 118 a 120, Raúl,86.
Función del. 42. 124 a 126, 128, 131, 132, 134, 136, 183, Padre, 26, 27, 29, 31, 35, 38, 48, 49, Raven, J. C., 70.
Hora (5) de, 47, 50, 64, 65, 73, 98, 110, 139, 142, 143, 147 a 160, 163 a 166, 51, . 60, 66, 67, 117, 118, 121, 124, Recuerdos encubridores, 26.
Il3 a 117, 126, 233, 264, 169, 172 a 178, 180 a 183, 185, 187, 131, 133, 136, 138, 142, 154, 156, 157, Resnik, Salomón, 65.
Inhibición de. 35, 118. 188, 190, 192, 194, 196 a 208, 211 • 158, 160, 168, 172, 174, 176, 178, 180, Hibble, Margaret A ., 251.
Material de, 92. 213, 217, 223 a 225, 230, 232, 234 a 237, 181, 183, 184, 185. 136, 187, 138, 139, Roberto, 110,
Mecanismo psicológico del, 41. 239 a 252. 254 a 256, 258 a 260, 262 a 190 a 194, 197, 214, 215, 217, 213, Rodolfo, SO.
Nivel d~ 148. 267. 223, 232, 234, 233, 239, 246, 247, 255, Rodrigué, Emilio, 64. 66, 204.
Personificaciones en el, 58, 59, 61. abandono de la, 43. 260. Rojas Bermúdez, Jaime, 70.
previos al s íntoma, 24. grupos de oríentaci6n de (ver: grupos), de J uaniro, 20, 21, 25, 26. 29, 31. Rolla, Edga rdo H .. 66.
l,Jrimera hora de, 70, 109 a 111. 70, 78, 132, 134, Observaciones del, 21. Rorschach, H., 70.
Proyecto de. 29. Marcha. G6 a 68, 82 Il 85, 90, 128, 134, Padres, 14, 15, 23, 25, 26 9. 29, 37, 48, Rosell thal ~ Gela H. de, 78.
sexuales, 36, 44. 139, 160, 167, 168, 176, 177, 179, 259, 54, 65, 66, 75, 77, 82, 84, 36, 38, 91, Rovatti , J or ge T., 68, H9, 202.
Significado latente d el, 22. 265. 103, 105, 106, 109, 112, 116, 120, 123,
T écnica de (ver: Técnica), 30, 42, 63, inhibición de la, 21. 126. 128, 129, 131, 132, 135, 136, 137, Salas, Eduardo, 68, 205.
92, 108, 136. Marcos, 235, 237, 238. 241. 138, 140, 141, 143, 144, 147, 160, 161, Salzman, J., 69.
Teoría traumática del, 13. María, 36, 246. 162, 163, 164, 167, 168, 172, 174, 178, Saz, Carmen, 66.
y análisis de niños, 34, 38, 44. Maribel, 48, 49. 181, 186, 188, 199, 202, 203, 204, 211 Schiaravigliú, Marcene, 70.
y experiencias orales, 45. Mario, 106. a 215. 218 a 221, 232, 238, :l46, 251, Schilder. Paul, 47. 64.
y Juanito, 26, 29, 31. M.,ta, 173, 199, 200 a 202, Scolni , Flora , 11, 65.
255, 259,
274 ÍNDICE ANALÍTICO

,3egal, Hanna, 53. Horario8, 105 a 107, 147.


Sexual (es), 248. Nacimiento de la, 34.
Aclaración, 211, 217. Tratados de, 105.
Actividades, 20, 87. y teoría, 104.
Caracteres, 196. de entrevista con los padres (ver: entre·
CG!!1ponentes, 27. vista), 65.
Curiosidad, 21, 23, 221. de juego, 30, 35, 42, 57, lOa, 136, 19l.
Esclarecimjento, 28, 87, 140. de Freud, 35, 42, 63, 108, ll2~
Evolución, 69. Evolución de la, 16.
Excitaciún, 22l. y diagnóstico, 108.
Instinto, 15.
Fantasías, 188. Teodoro, 36
Funciones, 22. Test:
Juegos, 36, 120, 220. Despert, 70.
Libertad, 87. Goodenough, 70.
Naturaleza, 220. psicofonético de M. Schiaraviglio, 70. INDICE ALFABETICO DE CASOS
Organo~, 30, 67, 87, 103, 140. Raven) 70.
Helaciones, 186, ::'88. Tomá', Pola I. de, 64, 65, 180.
Rol, 66. Tractemberg, Moisés, 99, ll9. Adolfo, 113, 115, 118. Juan, 44.
Símbolo de lo, 49. Transferencia, 15, 19 a 21, 32, 41, 51 a 54, Alb" 98, 99. J uanito, 13, 15, 16, 19 a 27, 30 a 32, E
Una teoría, 20. 56 a 59, 61, 65, 109, 136, 143, 151, 152, Am<.lnda, 36. 51, 68.
Vida, 22, 42, 48, 219. 178, 179, 210, 211. Anl1, 116, 117, 232 a 234, 236 a 239, 241. Julia, 43.
Sexualidad, 222, 24.3. doble, 136, 137.
consciente, 86. interpretación de la, 58 a 61. Ika~dz, 127 128, 129, 135. Lucy, 244, 245.
inconsciente, 86. Trauma, 23, 44, 49, 143, 206. Luis, 35.
infantiL 13 a 15, 20, 21, 86. de la fase fálica, 32. Carl'Js, 44. Luisa, 117.
Silvia, 206 a 208. del nacimiento, 14, 15, 67, 68, 79, 202 a
Souza Decio de, 66.
j • 205, 249, 255, 259. Daniel, 202, 203. Marcos, 235, 237, 238, 24l.
Spira, Marcelle, 65, 66. desencadenante, 22. Diego, 204 a 206. María, 36, 246.
Sueño (s), 26, 31, 38 a 40, 42, 46, 56, genital, 21, 23, 49. Dorita, 245, 246. Maribel, 48, 49.
63, 108, 175, 195, 256, 263, 267. infantil 19. Mario, 106.
de adultos, 14, 38. operatorio, 29. Elena, 90. Marta, 173, 199, 200 a 202.
de angustia, 23, 25. sexual, 32. Ema, 124 a 126. Miguel, 131.
de .Iuanito, 23, 25, 31, 32. Tiempo (ver: Espacio), 79. Emilia, 36. Mónica, 218 a 221.
de niños, 13, 14, 34, 38, 39, 46, 56, 63, Traumático (s), 13, 42, 153, 180, 182, 193, Enrique, 36.
86, 108. 203, 263. Ernesto, 211, 212, 215, 226. Nora, 134, 262 a 268.
diurnos, 38, 41, 42. elemento, 66. Esteban, 96.
El delirio y los sueños, 15. energía, 26. Estcla, 37. Patricia, 85, 147 a 149, 153, 155 a 15
Interpretación de los, 40, 41. Fuerza, 23, 48. liO, 179.
Lenguaje de los, 46. Significado, 25. Fanny, 142. Paula, 36.
y fantasías, 13 a 15. SÜ<1ació" , 20, 32, 38, 42, 46, 48, 86, 87, F ernand'Ü, 126, 127. Pedro, 43, 44, 142.
Susana, 97. 1 ,7, '~"7, 179, 204, 208, 224.
Symposium sobre psicoanálisis de nioos, Vivencias, 44. Gerardo, 129.
11, 66. Raúl, 86.
Gloria, 141. Roberto, llO.
V'¡:~f1('irlIk:'., =')3, 140. Graciela, 206 a 208.
Tahier, Julio, 69, 71. Vaudelin, Alicia, 34,. RodoHo, 50.
TécJJica, 34, 37, 42, 51, 63, 92, 104, 105, Verónica, 93, 95, 100, 147, 160 a 163, 172, Eernán, 112.
124, 144, 191, 200, 210, 230. 173, 176 a 179, 24·i. Silvia, 206 a 208.
de aJJálisis de niños, ll, 14, 32, 33, 51, Virginia, ll8 a 123. Inés, 247, 248. Susana, 97.
63, 69, 71, 105, 108, 134, 139.
aCLual, 14, 16, 30, 32, 71, 73, 139; Wertheimer, Max, 47. Jaime, 223 a 226. Teodoro, 36.
anterior, 71, 73, 139. Joaquín, 43.
Historia de la. 17. Zmud, Frida, 66. Jorge, 180 a 191, 193, 195 a 198. Verónica, 93, 95, 100, 147, 160 a 163, 17
Jos';, 45. 173, 175 " 179, 247,
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arcaica y desarrollo: ensayo ganizados por traumas
psicoanalítico 199. R. D'alvia (comp.) - El dolor

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200. G. Rinaldi -Prevencwn psicoso- cognitiva con niños y ado-


mática del paciente quirúr- lescentes
gico 217. I. Caro -Psiroteropias cognitiuas
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narrativa para nitios Alvarez (comps. ) -Ludopatía
202 . H. G. Practer (comp.) - Es- y relaciones familiares
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203. H. G. Practer (comp.) - Escri- 220. H. Fernández Alvarez y R.
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dinámica de psicoterapia de la relación
208. M. Payne - Terapia narrativa padres e hijos
209. B. Touzet - Tartamudez 226. J. -A. García Madruga y otros
210. E. Joselevich (comp.) - AD / - Comprensión lectora y me-
HD: Qué es, qué hacer moria operativa
211. C. Botella (comp.) Fobia 227. C. F. Newman y otros - Tras-
social torno bipolar
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abuso en el ámbito doméstico grativa multidirnensional
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cot idiana, violencia de gé- cognitiva
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tratamiento de los trastornos tornos de la personalidad
de personalidad límite 232. K. J. Gergen - Construir la
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terapia con casos Ilimposibles" 233. B. Bertolino - Terapia orien-
216. R. D. Friedberg y M. McLure tada al cambio con adoles-
- Práctica clínica de terapia centes

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