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Mindfulness

El best seller que pondrá a


meditar a intelectuales y
políticos
“Es tiempo de meditar, como lo hago yo, hace más de 20 años”,
afirma en su última obra el influyente Yuval Noah Harari,
fuente de inspiración desde Barack Obama hasta Facundo
Manes.
La trilogía del autor describe la historia de la humanidad Yuval Harari. / Archivo
editorial
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25/04/2019 - 12:47
 Clarín.com
 Buena Vida

 Terapia Y Meditación
No ha de pasar mucho tiempo para que todos los intelectuales se
saquen los zapatos, escojan un lugar en la sala de meditación, se
sienten en el zafu (o quizás en algún banquito) y se dispongan a
meditar. Además, falta muy poco para que todos los
intelectuales extiendan esa práctica a sus hogares, a sus
oficinas, laboratorios y demás espacios laborales. Inclusive, es
probable que veas en la naturaleza un nerd de anteojitos apoyando
trabajosamente su espalda en un árbol y moviendo alegremente
los dedos de los pies mientras toma contacto con el pasto.

Esto ocurrirá por varias cosas, pero una de ellas, y muy


importante, tiene que ver con la recomendación de un súper
influyente escritor/historiador, best seller indiscutido, en su
último libro. Allí, su última lección, la que cierra su bellísima obra,
es clara: señores, es tiempo de meditar, como lo hago yo,
hace más de 20 años.
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La lección 21: sólo observa


Yuval Noah Harari es el hombre en cuestión, el Golden boy
(muchacho de oro). Su trilogía que describe la historia de la
humanidad (“De animales a dioses”, “Homo deus” y “21 lecciones
para el siglo 21”) es un exitazo impresionante, número uno en todo
el mundo y es fuente de inspiración de intelectuales y de
políticos (no todos son intelectuales), desde Barack Obama en
Estados Unidos a Facundo Manes en Argentina. ¿Cuál es su gran
virtud? Explicar con claridad meridiana y profunda lógica
cartesiana cómo fue ocurriendo el devenir de Homo Sapiens desde
nuestros inicios hace 70 mil años e ir conectando cada
acontecimiento histórico con la actualidad y aún más: con lo que
nos espera en nuestro futuro (la revolución biotecnológica y la de
la Inteligencia Artificial).

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ansiedad

Y en su más reciente obra reflexiona críticamente alrededor de 21


temas cruciales de la humanidad en la actualidad: trabajo,
libertad, igualdad, comunidad, civilización, religión, nacionalismo,
terrorismo y mucho más. El último es meditación.

“Claridad es poder”, dice Noah (como le gusta ser llamado), y


menciona que a sus jóvenes 20 años no podía entender por qué
había tanto sufrimiento a su alrededor y en su propia vida. “Todo
lo que recibía de las personas alrededor mío y de los libros que leía
era ficción, ficción elaborada sobre mitos religiosos, dioses y
paraísos, mitos nacionalistas sobre la patria y su misión histórica,
mitos sobre el romance, el amor y la aventura, o los mitos
capitalistas sobre economía, crecimiento y cómo comprar y
consumir me harían felices”.

El autor considera que toda nuestra vida transcurre entre historia,


ficciones, construcciones simbólicas trasmitidas familiarmente,
socialmente, visiones de cómo es el mundo y cómo mirarlo, pero
que no nos damos tiempo a detenernos y verlo realmente.

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Así, y luego de mucha insistencia de un amigo, comenzó a meditar.


Lo ha hecho desde entonces en retiros de todo un mes cada año
(desde hace 20) y diariamente dedica una hora a la mañana y otra
a la tarde para meditar. “Aprendí a conocer mi mente-sostiene- en
general las personas no tienen el menor conocimiento de
sus mentes y por lo tanto, tampoco control sobre ellas”.
Atención intelectuales, atención políticos.

Una política conciente


Imaginá que un político x comenzó su día inaugurando una obra
en la plaza de su ciudad, luego de allí fue a visitar un comedor
escolar, luego pasó por la legislatura para responder a las
preguntas de los concejales y ahora se encuentra en su oficina,
cerrando su jornada. Tiene que tomar algunas decisiones, ya son
las 6 de la tarde y sus pequeños en la casa (y su esposa
seguramente) lo reclaman. ¿Cómo se encuentra la mente de este
funcionario público? Seguramente salpicada de emociones, de
pensamientos, probablemente de preocupaciones y
cuestionamientos varios que no le facilitan decidir lo que tiene en
su despacho. Oleadas emocionales de fastidio, tedio,
esperanza, incertidumbre, castigan su mente y su
cuerpo como las olas golpean contra los peñascos en la orilla del
mar. Vamos más allá: ¿cómo se encuentra la mente de un juez
para decidir la suerte de un malhechor que agredió mientras
robaba a un ciudadano, siendo que tiene un pariente muy querido
que corrió suerte similar y quedó con problemas físicos
permanentes luego de la agresión? ¿qué entrenamiento hacen los
jueces para encontrar equilibrio y decidir con ecuanimidad? ¿son
concientes de las corrientes emocionales que impactan en su
cuerpo y su mente?

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Las personas son tan poco concientes de que las tomas de


decisiones son principalmente emocionales, que lo que
sentimos determina en gran medida lo que hacemos…si pudieran
sopesar el impacto de tal fuente energética, seguramente
meditarían.

Un mundo más justo y compasivo


Si los políticos meditaran y pudieran ser concientes de las
corrientes emocionales que guían sus decisiones. Si al notarlo,
pudieran observar con conciencia plena que responden
mayormente a aspectos egoístas que abogan por el desarrollo del
éxito y el reconocimiento social. Si, comprendiendo la raíz de este
mandato por el egoísmo pudieran comenzar a cultivar una actitud
más ecuánime, más sabia y compasiva. Si de esta forma pudieran
conectar más amorosamente con todos quienes toman
contacto. Todo funcionaría mejor.

Sentar el culo en el almohadón por unos minutos, respirar


algunas veces y encontrar la intención más bondadosa y
el corazón más compasivo para su pueblo ya es un gran paso.
Seguramente, eso también lo conducirá a escuchar con menos
condicionamientos, a construir vínculos colaborativos (incluso con
la oposición) y a, por fin y de una vez por todas, privilegiar el bien
común.

Ya falta poco tiempo para que esta revolución ocurra.

*Martín Reynoso es psicólogo, coordinador de Mindfulness en


INECO y autor de Mindfulness, la meditación científica.

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