The First Lie: A Lying Game Novella - Sara Shepard

Traducido y Revisado: @divaleria4ever
: The First Lie :
1. Hackear facebook es tan de segundo año

2. Arriba un desafío, abajo de la escritura
3. Juego limpio
4. Las pulgas y ¿gracias?
5. No hay tiempo como el presente
6. Zen y ahora
7. No hay lugar como el hogar
8. Siesta de bellaza esta subestimada
9. Una pérdida total de una pedicura
10. Media vuelta es un juego limpio
11. Puedes bailar si quieres
12. Sorpresa, sorpresa
13. Sólo excusas
14. Sólo entre nosotros
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: Hackear facebook es tan de segundo año :
Es un típico sábado por la tarde, y mis mejores amigas Charlotte

Chamberlain y Madeline Vega y yo estamos sentadas fuera de La Pa-
loma Country Club en Tucson, Arizona, en donde todos vivimos. Son
las últimas semanas de verano antes de empezar nuestro año junior
y no estamos perdiendo ni un segundo de tiempo de bronceado. To-
das estamos usando nuestros bikinis Missoni flamantes que son una
especie de matchy-matchy pero no del todo, el aire huele a protec-
tor solar Banana Boat y a limas recién cortadas en cócteles de las
madres vecinas, y los altos chillidos agudos de la piscina para niños
fuera al arrastre izquierda a través de los patios de piedra cuidado-
samente ajardinados. Como bebemos Perrier a través de pajitas rojas
delgadas— Este lugar es súper estrictos con los bebedores menores
de edad— Char respira. “Entonces tengo una idea para la próxima
travesura para el Juego de la Mentira, Sutton”, dice ella, volviéndose
hacia mí. “Vamos a Facebook, y—”
“No, no, no”, la interrumpí, bajando la copia de Us Weekly a mi pe-

cho. “Hemos hecho la cosa de Facebook a muerte, Char. Es demasia-
do fácil. el Juego de la Mentira es original, ¿recuerdas? “
Charlotte se ruboriza, hace que sus pecas se destacan más. “Fue

una variación sobre un tema, obviamente.” Ella empuja sus aviadores
Chloe a la parte superior de la cabeza y ofrece un muy bien - se en-
coge de hombros despreocupada practicado que casi me ha con-
vencido de que ella no se preocupa por mi opinión. La cosa es, sin
embargo, que ella lo hace. Ella y Madeline tanto ... así como todos
los demás en Hollier. No es que yo estoy tratando de presumir ni nada.
Eso es justo la manera que es.
“Variación sobre un tema ... ¿cómo?”
“Como por ejemplo ... el cambio de imagen en el perfil de Nisha
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Banerjee a la última ficha policial de Lindsay Lohan?” Char sugiere,

riéndose.
Desde mi izquierda, Madeline, cuyo cabello oscuro se recoge en un

moño desordenado, ajusta los lazos en la tapa del halter de su bikini
de ganchillo. “Sería una mejora en ese equipo de tenis de foto de gru-
po que ella tiene ahora. Ella se ve totalmente desquiciada en ella “.
Cruza y descruza las piernas largas, que son más musculosas que las
de bailarina ágil de Mads. “Ella no puede evitarlo. Nisha está trastor-
nado. “Nisha Banerjee es una chica firmemente herida casi popular,
que también es mi mayor rival de tenis. Me siento. “Es demasiado poco
tiempo, sin embargo. La primera travesura del Juego de la Mentira del
año tiene que ser grande. Sin excepciones”.
Mis mejores amigos reflexionan sobre esto por un momento, sabiendo

que tengo razón. Mads, Char, y yo comenzamos el Juego de la Mentira
de nuevo en sexto grado durante una fiesta de pijamas, con ganas de
bromear a todos los chicos lindos en nuestra clase. Éramos las chicas
más populares de la escuela y que se podía hacer algo así, sabiendo
que acababan de caer sobre nosotras aún más. Después de esa pri-
mera travesura— Un globo de agua desde el techo de la escuela —
nos detuvimos otras travesuras de poca monta, como pegar taquilla
cerrada de Lori Sanchez o deslizamiento de una carta de amor de Da-
rien Holbrook, el mayor ídolo de aquel año, en el mostrador de Miranda
Foos, un idiota sin esperanza. Las bromas se han incrementado desde
entonces, algunas de ellas francamente aterrador e ilegal. Aún así, nos
alejamos con la mayor parte. Y todo el mundo en la escuela espera
que nosotros empujamos los límites. Lo que significa que no podemos
hacer algo deplorable como cambiar una foto de perfil de Facebook.
“Eso me recuerda,” Charlotte dice, cambiando de tema. “Las Ge-

melas Twitter quieren saber si vamos a la fiesta de Regreso-a-Clases
de Nisha el jueves”.
Pongo los ojos. “No, si que son.” Gabriella y Lilianna Fiorello y su adic-
ción constante a sus teléfonos y todas las formas de las redes sociales,
son molestia personificada. Su desesperación por entrar en el Juego
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de la Mentira huele peor que la última Viktor y Rolf Flowerbomb perfu-

me, que, justamente, es la firma de su aroma de este verano.
No es que las culpe por haber intentado tan duro para entrar, por
supuesto. Todo el mundo quiere estar en nuestro círculo. Pero les dije
a las Gemelas Twitter lo mismo les digo a todos: La membresía está
limitada estrictamente a tres, Madeline, Charlotte y yo. Sin excepcio-
nes para nadie.
Ahora Charlotte se sienta frente a Madeline y a mí, ajustando la co-

rrea del traje de baño de un solo hombro. Yo no he dicho nada to-
davía, pero desde comenzó a salir Char con Garrett Austin, ella ha
puesto un par de kilos felices alrededor de la cintura, con seguridad
de todas las salidas de helado y fechas de la cena de lujo que han
ido. Char come cuando está enamorada; lo sé a ciencia cierta.
“Como que tenemos que ir con Nisha” Char insiste, masticando pen-
sativamente el labio inferior. “Ella invitó a todo el equipo de tenis, in-
cluyendo los de tercer año. Ya sabes cómo el equipo que toma esas
cosas. Si quieres su capitán, al menos debes hacer acto de presencia“.
Olfateo. “Yo no tengo que hacer nada.” Pero luego me encojo de

hombros. “Oh, lo que sea. Me iré. Ella definitivamente sabe la mejor
manera de desviar si la gente sabe que vamos, y Laurel ha estado
quejándose conmigo sobre querer allí “.
En ese momento, miro hacia el bar. Laurel, mi hermana adoptiva, se

está inclinando contra la ventana, repitiendo el orden que le dimos,
el ceño fruncido por la concentración. Nosotros le habíamos dado un
montón de cosas para que recorda— el pan tenía que ser la variedad
sin gluten del club y la ensalada de frutas que podrían contener so-
lamente las uvas, piña y la fruta estrella— no de melón o fresas. Estoy
segura de que ella lo ve como una prueba, pero yo sólo quería unos
minutos adicionales de privacidad para que pudiéramos hablar de
travesuras del Juego de la Mentira. Laurel prácticamente inventó la
palabra parásito. Estaba tan emocionada que me hizo a regañadien-
tes invitarla con nosotras para ir la piscina hoy que ella inmediatamen-
te lo envió como su estado en Facebook. Supongo que un montón de
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chicas estarían encantadas de que sus hermanitas que las admiraban

mucho, para mí, es un poco sofocante.
La alegre voz de Madeline interrumpe mis pensamientos. “Entonces

está decidido. Vamos a ir. Nisha aburre, pero vamos a hacer que sea
divertido“.
“Bien, genial.” Agito mi mano delante de mi cara. “Iremos con Ni-

sha. Será como servicio a la comunidad. Pero mucho más importante
que eso es la broma inaugural del Juego de la Mentira. “Yo teclean
las uñas en la punta de mi sandía contra el brazo de hierro de mi silla.
“¿Quién debe ser el objetivo?” Sonrío maliciosamente en dirección a
Charlotte. “¿Garrett?”
Charlotte pone su boca en una línea, con las mejillas volviéndose

tan rojo como su pelo. “No te atrevas, Sutton.”
“Bien, bien”, le digo, la decisión de ir fácil en ella. Garrett es, después

de todo, el primer Gran Novio de Char.
“¿Qué pasa con los chicos de la variedad no-novio?” Madeline su-

giere. “Los chicos de la variedad sucia, señor-feo-escoria-idiota?“
Levanto la ceja. “¿Estamos hablando de una cierta salvavidas, Mads?”

Miro hacia Finn Hadley, el bronceado y musculoso, rubio mucha-
cho-del-sol que se sienta encima del soporte del salvavidas cerca del
buceo también. Finn estaba destinado aventura de verano de Mads, y
él parecía estar dentro de ella, también, enviar mensajes de texto a su
regularidad, poniendo su brazo alrededor de ella cada vez que la veía,
incluso llevando sus delicias en el snack bar. Pero entonces lo atrapa-
mos en un ... lección con una au pair fuera de servicio en las pistas de
tenis después de horas de hace una semana. Dicho lo suficiente.
“Eso no es mala idea”, le digo, entrecerrando los ojos en Finn. No

puedo dejar que los chicos van por ahí pensando que pueden joder
a mis amigos. Especialmente no para niñeras cuya idea del estilo per-
sonal es falsoinconfor-mista Keds.
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“Pero yo todavía no creo que sea un objetivo lo suficientemente gran-

de”, le digo después de un momento. Me acaricio la pierna de Mads.
“¿Qué tal esto-le informe a la gestión de fumar hierba de servicio?”
Mads ladea la cabeza. “Un conjunto en su casillero?”
“Eso es lo que estaba pensando”, le digo, dándole un máximo de

cinco.
Char hace una mueca. “Pero los chicos, eso es una repetición. Lo
hicimos a Dave Jaffrey la primavera pasada. “
“Sí, pero ...” detengo mi rastreo, mi mirada en alguien al otro lado de

la piscina. Es alto, con el pelo oscuro, los hombros Beckham, y algo
melancólico Ian Somerhalder pasando. Su torso delgado se curte y
ondulaba con los músculos, y su fácil lope es completamente no-igno-
rable —cada chica que pasa le da una mirada apreciativa, y se toma
el tiempo para saludar a un buen número de ellos. Mi vena competi-
tiva despierta dentro de mí. Este hombre podría ser un contendiente
para una aventura de verano mía, a pesar de que el verano casi ha
terminado —he estado sopesando mis opciones por tiempo ahora.
Hubo un medio segundo la semana pasada cuando Aidan Grove,
un jugador de lacrosse que ha estado dentro de mí desde el séptimo
grado, se parecía a una posición de avanzada ya que soy un fanático
de los músculos de la pantorrilla. Pero ahora, no estoy tan seguro. Sr.
Diario de los Vampiros podría simplemente tomado la delantera.
Yo golpeo lento, cola de caballo y brillante sobre un hombro con tan-

ta naturalidad como puedo y empujo mis gafas de sol en la nariz para
el factor máximo intimidación. Para mi deleite, él está caminando de
nuevo. Inclino mi cuerpo y no meto mi mano en una cadera desnuda
bronceada. Él viene derecho hacia mí. Y ahora está paradp. ¿Quién
sabría que esto podría ser tan fácil?
“Hey, Sutton. ¿Cómo va todo? “Dice el niño, ofreciendo una sonrisa

fácil. Luego se mira a la izquierda. “Hey, Char. Hey, Mads “, dice, casi
como una ocurrencia tardía.
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“Hey”, dice Char, sonando aburrida. Pero estoy confundido. ¿Cómo

este chico sabe mi nombre, todos nuestros nombres? Y luego, mien-
tras lo miro, algo hace clic. Mi mandíbula casi cae. Pero ... espera. No
hay forma. Esto no puede ser—.
“Hey, Thayer,” Mads dice, como si respondiera a mis pensamientos.
Es el hermano menor de Madeline.
Yo juego con mis gafas de sol para disimular mi estupefacción. Me

había olvidado del hermano menor de Mads, quien nunca había
dado a la hora del día antes, había regresado del campo de fútbol
de anoche. ¿Qué demonios estaban alimentando allí? ¿Es esto en se-
rio el mismo niño flaco que nunca hablaba?
Thayer todavía me está mirando. “Encontraste a un montón de cosas

buenas sobre Will y Kate, Sutton?”
Por un momento, mi mente está en blanco —No tengo ni idea de lo

que está hablando. Entonces miro a la revista Us Weekly todavía vol-
cado en mi regazo. En la portada es la pareja real en un baile. “Oh-
oh”, le digo con voz entrecortada, como nunca he hablado con un
chico en mi vida. Puedo sentir el rubor subiendo a mis mejillas. “Um ...”
Thayer sonríe, tal vez sabiendo que él me traba la lengua está hecha.
Antes de campamento de fútbol, él nunca haría algo como esto. Pero,
de nuevo, eso fue cuando él tenía hombros regulares, estudiante de
primer año de tamaño, los ojos nunca me molesté en mirar realmente
en, y, bueno, no tiene voz. Ni siquiera puedo recordar nuestra última
conversación. Probablemente fue cuando él había ido a ver a Laurel,
quien ha sido su mejor amiga durante años. Cada vez que me abrió
la puerta en lugar de ella, su rostro se convertiría violeta, y él tropiece
con sus palabras como lo que estoy haciendo ahora.
Conseguir juntos, Sutton, me digo a mí misma, y me enderezara. Ni-

ños caen sobre mí, no al revés.
Estoy pelando la revista de mi estómago y ofrezco a Thayer. “¿Lo
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quieres? Me acuerdo de lo loco que solía ser para los viejos problemas
de las Mads de Personas “.
Thayer se sonroja. “Fue eso acerca de los nadadores olímpicos.”
Yo reír y meter la pantorrilla, lo cual, por cierto, es aún más sexy que
Aidan. “Sólo admítelo. Amas totalmente los chismes de celebridades“.
Thayer sonríe y me empuja hacia atrás. “No.”
“Hago también!” Digo, empujándolo con el pie. Piernas de Thayer

son duro como una piedra. Esto está empezando a ser divertido.
“Ustedes”, dice una voz desde unos pocos metros de distancia. Cuan-
do miro hacia arriba, Laurel se encuentra allí con una caja de cartón
en el bar en sus manos. Está lleno de sólo refrescos, sin embargo, nin-
guno de los elementos extraños que solicitó. “Ellos no tienen pan sin
gluten. Nunca han tenido el pan sin gluten“.
“¿En serio?” parpadeo inocentemente. “Juro que tenía un poco de

la última vez que estuve aquí.”
“Sí,” Char se une. “Fue totalmente delicioso.”
“Y la fruta de estrella?” Laurel sobresale el labio en una mueca. “Ellos

simplemente se rieron de mí cuando le pregunté por ello. ¡Ellos ni si-
quiera sabían lo que estaba hablando! “
No puedo dejar de estallar en carcajadas. Char sigue el juego, y

luego Mads, y los tres de nosotros somos de repente un lío risitas. Laurel
está por encima de nosotros que parece desesperado. Se vuelve ha-
cia Thayer con esa expresión de ojos saltones que siempre tiene para
él. Laurel ha tenido un flechazo con Thayer siempre. “Me engañaron”,
se queja ella.
Thayer juguetón, expresión coqueta cambia a uno de molestia. Niega

con la cabeza. “Ustedes son horribles. ¿Cuándo van a crecer? “
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Lo dice en voz alta, para que toda la piscina pueda oír. Un jadeo
no se levanta entre la multitud, pero no puede ser que también sean
uno. Todo el mundo se da vuelta y mira. Mads parpadea como si él
la hubiera abofeteado. Charlotte levanta las cejas. Intento con todas
mis fuerzas para no alterar mi expresión, pero es casi imposible. Antes
de que cualquiera de nosotros puede decir nada, Thayer ondea su
mano con desdén, vínculos con el brazo a través de Laurel, y acecha
al en dirección al trampolín.
Después de un momento, todo el mundo en la piscina se remonta a

lo que estaban haciendo. Pero ni yo ni mis amigas podemos hablar. Es
una cosa para mí poner los otros dos hacia abajo, y de vez en cuan-
do, cuando se siente luchadora, Char siquiera ha conseguido algunos
buenos golpes en mí que yo he dejado de diapositivas. Pero el herma-
no menor de alguien nos insultando? No es bueno.
Finalmente, Charlotte pone su vaso. “¿Qué le pasa a tu hermano,

Mads?”
Madeline niega con la cabeza. “Fue elegido MVP en el campo de

fútbol. Supongo que él cree que es algo ahora. “Ella hace una mue-
ca.
“Es otra cosa, está bien,” murmuro. Trato de sonar, que molesta es-
toy, por supuesto. Pero me siento algunas otras cosas también. Cosas
que no quieren admitir a mí mismo. Es probablemente el sol. Tal vez
alguien clavó mi bebida. Pero a medida que veo Thayer paseando
con Laurel, sonriendo perezosamente a todas las chicas de su camino,
siento los distintos rumores de una emoción que no me ha afectado
en mucho, mucho tiempo.
Los celos.
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2
: Arriba un desafío, abajo de la escritura :
Aquí está la cosa acerca de mí y de los partidos: Incluso los que no

quieren ir a tengo que mirar el ahumado en caliente para. Al igual
que en, la chica más sexy que hay — así es como me mantengo mi
estado, después de todo. Pero el domingo, como Mads y yo buscar
en los bastidores a Jolie, nuestra boutique favorita, las ganancias son
tan escasas que estoy considerando robar una bufanda Missoni o dos
en señal de protesta.
The place is packed, too, so maybe that has something to do with it. All
three of us are frustrated — Madeline está en segundo recorrido por el
suelo, y Charlotte de pegado en la lucha libre vestuario con las mangas
de hendidura en un minivestido de seda amarilla Elizabeth y James.
Me ojo una fila de color caramelo mantequilla botellas de esmalte

de uñas sobre la mesa de cristal superior de la pantalla. El color tur-
quesa tiene posibilidades. Una morena desgarbada en una camiseta
verde lima y sandalias de gladiador parece que está considerando
acercarse a la pantalla, pero una mirada de mí la envía de vuelta a
la pared de los cinturones en su lugar.
Yo hábilmente barro el esmalte de color turquesa de la mesa en mi

mochila gris Miu Miu. Hecho y hecho. Nadie siquiera me miró.
“Ugh,” Madeline gime detrás de mí.
Me vuelvo hacia ella como si nada anda mal. “¿Qué es?” Le pre-
gunto, la exploración de la tienda para algo que iría muy bien con
mi nueva adquisición. Filas de copas pastel mecen sobre bastidores
como merengue portátil colgando.
“Thayer,” dice Madeline.
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Me pongo rígida ligeramente. “¿Qué hará el hermanito ahora?“ le

pregunto, tamizado de brazos cruzados por un montón de brazaletes.
“Él sólo envió un mensaje para preguntar si iba a la fiesta de Nisha”,

dice Madeline, con voz horrorizada que sugiere que acababa envió un
mensaje para preguntarle si ella tenía la intención de afeitarse la cabe-
za. “¿Puedes creerlo?”
Char, que acaba de salir de los vestuarios con el vestido amarillo que
colgaba de su brazo, abre la boca a nosotros. “¡Pero él es sólo un estu-
diante de segundo año!”
“En serio.” Madeline niega con la cabeza a su teléfono como si Thayer

puede verla. “Espera, ¿te preguntó si se va como si ya no hubiera sido
invitado?” Yo farfullo.
Madeline asiente. “Como si él es el popular, no yo.” Luego se señala

una pulsera que he recogido de la mesa. “Me encanta.” “Es tuyo.” Le
guiño a ella, y que ensanche los ojos hacia atrás, sonriendo, sabiendo
lo que voy a hacer. Pero mi mente no está realmente en el descuento
de cinco dedos. Está en Thayer 2.0. ¿Quién es este tipo? Inesperada-
mente, la imagen de su abdomen cincelado y pantorrillas definidas
flota en mi mente. Me obligo a alejarlo.
“Él definitivamente piensa que él es el hombre desde que regresó del

campamento de fútbol, ¿eh?”, Le digo. “Al igual que él es el único hom-
bre que alguna vez jugó un deporte antes.”
Madeline rueda los ojos. “Thayer tenía algún tipo de transformación

loca mientras él estaba ausente. De pronto se cree que es un dios del
sexo o algo así. Al parecer, él tenía una novia seria, mientras que él es-
taba allí. Ella era muy dentro de él, y ahora no dejará de llamar. Afirma
que lo está acechando “.
“Por favor,” Charlotte dice mientras sashays hacia la caja registradora.

“Estoy seguro de que no le importa ser acechada.”
Sonrío, pero no estoy segura de eso yo misma. Thayer solía ser tranqui-
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lo, al menos, eso es lo que pensaba de él. Pero está empezando a pa-
recer como si tuviera una idea equivocada de Thayer todo el tiempo.
Como los vientos Charlotte alrededor de los bastidores, ella se arma

de un La Perla sujetador-y-bragas fijados y la añade a su montón.
“La Perla?” Las comisuras de la boca de contracción. “Planificación

de una noche caliente con Garrett?”
Las mejillas de Charlotte llamarada de un rosa brillante, pero ella

no lo niega. Como el vendedor llama por teléfono a la compra, me
deslizo el brazalete en la manga, tan fácil como eso. Entonces miro a
Madeline. “Así que no es Thayer en Acosador Girl, entonces?” Trato de
sonar indiferente, como si no me importa.
Madeline se apoya contra el mostrador. “No sé cuál es su trato era

este verano, pero definitivamente no creo que esté en ella nunca
más”, dice ella, mirándome. “¿La verdad? Creo que podría estar ena-
morada de ti, Sutton“.
Siento un poco de chispa inesperada en mi estómago. Entonces me

congelo, tratando de reprimir mi reacción. “Oh, qué lindo”, le digo en
broma. “Pero Sutton Mercer no hace chicos más jóvenes. Thayer debe
saber eso“. Thayer podría estar caliente ahora, pero ... él es todavía
Thayer. El hermano menor de Madeline. El mejor amigo de Laurel. Tran-
quila. Sensible. Lo opuesto a mí. Thayer es el tipo que ha pasado horas
en nuestra casa los fines de semana, jugando a las cartas —¡cartas!—
Laurel con la mediocre, el tipo que se cuela a través de las últimas no-
ches para pasar el rato en nuestro patio trasero cobertizo que había
tomado encima en un cuasi-club. Es un chico. No en mi liga.
Aún así, un vago recuerdo revolotea en mi mente: el verano pasa-

do, Thayer y Laurel pasaron por la cocina mientras me sentaba en la
mesa redonda de roble, hojeando mi iPad. Yo apenas la vista hacia
ellos como Laurel abrió la nevera y sacó una jarra de vidrio alto de té
helado. Pero eso no le impidió acercarse a mí brillantes. Su cola de
caballo mueve como el péndulo de un reloj.
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“¿Quieres un poco?” Ofreció ella, esperanzada y alegre. Yo apenas

balbuceaba un reconocimiento, ignorando su expresión herida. Sentí
Thayer observándome, pero simplemente me molestó en aquel en-
tonces. Cuando levanté la vista, sus ojos color avellana se capaci-
taron en mí, como si pudiera ver lo que estaba pensando y quedé
decepcionado.
“¿Qué?” Le espeté.
Sus labios temblaron, y se alejaron en silencio. Me miré mientras él y

Laurel salió hacia la casa club, preguntándose qué esa mirada hubiera
sido por. ¿Pensaba que tenía que ser mejor o algo? ¿Quién era él para
decirme qué debo hacer? ¿Y por qué, sobre todo, qué me importaba
lo que pensaba de mí? Pero la mirada se me quedó durante días. Qui-
zás Thayer había sido un desafío a mi autoridad por un tiempo ahora.
El sonido de la apertura de registro me hace volver a Jolie. Me encojo

de hombros, rozando el momento fuera de mí como una toalla usada.
El vendedor entrega Charlotte la bolsa de la compra, fresco y fuerte-
mente filo. Charlotte sonríe y nos dirigimos hacia la salida. De repente,
se detiene en sus pistas, una lenta sonrisa se extendía
por su cara.
“Chicos, tengo la mejor idea”, ella dice.
Madeline y yo nos miramos, y ella se inclina en complicidad.
“¿Qué pasaría si bromeamos a Thayer?” Sus ojos brillan. “Por el Jue-

go de la Mentira.”
La boca de Madeline se convierte en imagen en las esquinas, di-

vertido. “¿Cómo?” Pregunta ella, agitando la mano en un gesto que
estoy escuchando.
Charlotte pasa la mano libre con sus olas castaño. “Así que, Sutton
nunca iría por Thayer en un millón de años, ¿no?”
“Correcto,” digo rápidamente. Tal vez demasiado rápido.
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“Bueno, ¿qué tal si hacemos que parezca que a ella le gusta? Sut-
ton finge que está totalmente en él, y luego, cuando cae de rodillas
profesan amor eterno —preferiblemente en un lugar muy público—
todos hacen estallar hacia fuera y la sorpresa de él, diciéndole que
era una enorme broma! “Ella prácticamente rebota sobre los talones
de la emoción.
Madeline se muerde los labios, contemplando. “Definitivamente lo

llevaría abajo de algunas clavijas,” ella está de acuerdo. “Lo que se
merece, sobre todo después de que nos llama de esa manera en la
piscina.” Sus ojos se iluminan cuando se calienta con el plan. “Me gus-
ta. Pero, ¿qué hay de ti, Sutton? ¿Quieres hacerlo? ¿Crees que podrías
recitar Thayer en? “
Arqueo una ceja. “¿Quién te crees que estás hablando?” Es una pre-
gunta tonta. Tambaleándose chicos inocentes en juego 101 está min-
tiendo. Y yo soy el mejor en ello. “Pero, quiero decir, es tu hermano,”
Sigo considerando. “¿Estás seguro de que deseas aplastarlo tan mal?”
Madeline pone las manos en sus caderas estrechas. “Mira, no es ne-

cesario demoler doscientos por ciento o algo así, pero ... sí. Ha mereci-
do. Ya has visto lo guapo él ha conseguido últimamente. Y no sólo me
molesta —está volviendo loco a mi padre, también. “
Sus ojos se oscurecen, y ella se aparta. Char y yo intercambiamos

una mirada. Todos sabemos sobre el temperamento del señor Vega,
que parece brotar por las razones más estúpidas. No me gustaría con-
seguir en el lado malo de ese hombre.
Damos un paso a través de la salida de la tienda en el calor abrasa-

dor de agosto en Tucson. Levanto mi brazo y ofrezco la dependienta
de una ola, brazalete de caer en la manga y el baile en mi muñeca.
Ella le devuelve la sonrisa, preocupado, con el pelo rubio oscuro que
cae en una cortina brillante sobre sus hombros.
Sentirse triunfante, me dirijo a las chicas. “Estoy en el” yo decido.

“Siempre estoy abajo para un desafío.”
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3
: Juego limpio :
Esa noche, mis dos amigos y yo a pie el recinto de la Feria de Verano

del Condado de Pima anual en el lado oeste de la ciudad. Los mos-
quitos, abundantes debido a la temporada de los monzones parti-
cularmente húmedo de este verano, revolotean a nuestro alrededor,
y luciérnagas parpadeo. El olor grasiento de pastel de embudo se
aferra a la ropa y nos hace agua la boca, a pesar de que no nos atre-
veríamos orden uno. A medida que el viaje en barco pirata a nuestra
izquierda se pone en marcha, los pasajeros comienzan a gritar con
entusiasmo. Nunca me atraparían en esa cosa. Mi mamá siempre
dice condado juegos mecánicos de ferias se mantienen unidos por la
goma de mascar y cinta adhesiva y poco más.
Charlotte camina penosamente detrás de la cabina de algodón de

azúcar, un árbol Truffula algodón de azúcar rosa en la mano. “Oh,
Dios mío, ¿has visto el tipo corriendo destacan el algodón de azúcar?
Creo que tenía como tres dientes. “
Doy el chico-escuálido mirando un guiño, y Charlotte prácticamente

chorros de algodón de azúcar por la nariz.
“Gross”, dice Madeline, más que en Char algodón de azúcar indivi-

duo. Se ríe y da Charlotte una servilleta. Pero de su barbilla todas las
manchas pegajosas y pequeños de papel se pegan allí, dándole un
aspecto aún más ridículo. Nos derrumbamos a reír, a reír con tanta
fuerza que tenemos que aferrarse el uno al otro para mantenerse en
pie. La multitud arroyos que nos rodean, que nos da miradas extrañas,
pero no nos importa.
“¿Qué sigue en nuestra agenda?” Le pido, por fin se enderezó y tiran-

do del dobladillo de mi camiseta de tejido Ella Moss.
Mads mira a su alrededor. “Gabby y Lili quieren que nos encontra-
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mos con ellos por Skee-Ball. Aparentemente Gabby de fumarlo. “
Ella sostiene a su pantalla de iPhone hasta mi cara para que pueda

ver su último Twitpic.
“Eso podría ser una imagen de cualquier cosa”, me burlo. “Necesito

una confirmación visual.”
“Entonces vamos a ir.” Enlaces Mads brazos con cada uno de noso-
tros, radiante de alegría, y nos dirigimos de nuevo a la palestra.
La feria es un hervidero de gente. Sólo hemos recorrido aproximada-

mente tres pies, de vuelta al camino desigual y polvoriento entre las
cabinas, cuando nos topamos directamente en Laurel.
“¡Hey!” Laurel dice con entusiasmo. Sus pie aterriza de lleno en mis fla-
mantes Vince Camuto bailarinas casquillo-dedo del pie, y yo mirarla.
“Pensé que te habíamos perdido de nuevo por la entrada principal,”

que cierre. Yo no podía salir de la conducción Laurel aquí, pero Mads,
Charlotte, y se deslizó lejos de ella la segunda se distrajo por alguien
de su clase.
Una expresión de dolor revolotea a través de su cara, y me evita. A

veces me pregunto si estoy demasiado refiero a Laurel. En realidad nos
solíamos ser amigos, pero entonces sólo ... distanciamos. Sucede. Ade-
más, creo que en el fondo, estoy un poco enfadado con ella. Laurel
es hija biológica de mis padres, la niña que nunca pensó que podrían
tener. Siempre hay un miedo dentro de mí que la aman un poco más.
Laurel sweeps her hair back off of her shoulder. “I just saw Aidan Gro-
ve by the Skee-Ball. He asked if you were here tonight,” she reports,
looking proud of herself. “I told him you were.” She reminds me of a
puppy who wants a treat for a well executed sit or roll over.
“Él está tan herido,” Charlotte está de acuerdo. Ella no se molestó

en levantar la vista de su teléfono, los mensajes de texto furiosamente
mientras que apenas maniobra del mar de cuerpos que fluyen por
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delante de nosotros en todos los lados. Su mano se empujaban y ella

chilla una protesta. “Autocorrector estúpido!” Ella suspira de nuevo,
pero sus ojos brillan con entusiasmo. “Garrett acaba de llegar. Oh!
¡Ahí está! “
Ella espía a una figura caminando entre la multitud y comienza a

agitar. Todos grúa nuestros cuellos para ver Garrett que venía hacia
nosotros. Tiene el pelo muy corto, pómulos altos y ojos pequeños e in-
tensos que parecen que siempre están entrecerrando los ojos —pero
de una manera linda.
Madeline da un codazo a Charlotte, cuyas mejillas son de color rosa

con la felicidad. “Supongo que Garrett estaba bien contigo a venir
con nosotras a la feria en vez de ir con él?” ella pregunta.
Charlotte asintió, mirando tímida. “Si.”
“¿Por qué no has venido con él?” Laurel pregunta.
“Sutton me dijo que cuando se trata de chicos, tienes que tener la

sartén por el mango en todo momento. Lo que significa que lo que les
deja con ganas de más “.
“Y ...?”, Le toreo.
“Y tenías razón,” Charlotte admite.
“Exacto”, le digo. “Yo siempre tengo razón en ese tipo de cosas.”
“Hey,” Garrett dice mientras se une a nosotros. Él deja caer su brazo

alrededor de los hombros de Charlotte y le da un beso en la mejilla.
Charlotte se ve como si estuviera a punto de desmayarse. Entonces
Garrett asiente en el resto de nosotros. “Adónde se dirigen ustedes?”
“Skee-Ball,” anuncio.
Garrett tuerce la boca. “¿Qué dice Sutton, va, ¿eh?”
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“Eso es por lo general la forma en que trabaja,” responde Madeline,

encogiéndose de hombros.
Nos dirigimos a Skee-Ball, donde la gente es más gruesa que nun-

ca. Con el ruido de las bolas de madera de rebote a través de objeti-
vos, nos da la bienvenida con un rugido de ulular, silbidos y aplausos
entusiastas. Mads y yo intercambiamos una mirada. Alguien estaba
claramente en una buena racha. ¿Podría ser esta gente todo por
Gabby?
Pero entonces, una nube de Wintermint Trident me rodea, y oigo la

voz chillona de Gabby en mi oído. “¡Oh, Dios mío, Sutton!” Ella me
aprieta en un abrazo empalagosa. “¡Se han perdido totalmente mi
momento de triunfo!”
Me relajo mis brazos de su torso, tirando Mads ojos en blanco. “Pare-

ce que estamos aquí justo a tiempo para un poco de emoción real,
sin embargo.”
“Es Thayer,” chillidos Laurel, se examina el panorama y sonriendo. Ella

se levanta de puntillas para ver mejor. “¡Él está dando una paliza!”
Frunzo el ceño. Tiene que ser otra persona. El año pasado, Laurel
utiliza para quejarse siempre de cómo ella y Thayer nunca fue a nin-
gún buenos conciertos porque no podía hacer frente a las multitudes.
Y olvidarse de cosas como concursos de talentos y la batalla de las
bandas, aunque a veces oíamos Thayer rockeando con su guitarra a
través de las paredes en la casa de Mads, tendría que nunca, nunca
había ido al escenario y se realizó delante de toda esa gente. Made-
line solía decir que en lugar de tener el trastorno de déficit de aten-
ción, que tenía trastorno de atención con terror.
Me empujan a un lado y Laurel aumento, reducción a cero en la má-

quina Skee-Ball igual que una pelota desaparece de lleno por el agu-
jero más alta puntuación. Un marcador se enciende y los aplausos del
público. Sigo la trayectoria de la pelota hacia atrás y hacia arriba con
un brazo excepcionalmente elegante y musculoso revestido en una
camiseta-gris jaspeado ... una camiseta en la que cubre el torso cin-
19
celado del candidato menos probable para el estado de la roca-dios

Hollier High tiene alguna vez has conocido...
Guau.
Thayer graciosamente recoge otra bola de plata y lanza hacia el agu-

jero. Bing Bing Bing, otro alto puntaje. Se vuelve hacia la multitud y arcos.
Alguien sin duda ha superado su timidez.
Char me da un codazo. “Echa un vistazo a su número uno groupie”.
Ella apunta a Nisha Banerjee, mi rival de tenis, que está pegada al

lado de Thayer. Ella mordisquea un cono de nieve del arco iris que
está manchado sus labios un color morado oscuro. Ella me llama la
atención a través de la multitud y frunce el ceño, pero evitar mi mira-
da con frialdad. Debido a perma-petulante expresión de Nisha, por
supuesto. Y como ella no se inclinan a mí como debería. Y debido a
que ella es una ridículamente buen jugador de tenis, y me gusta tener
competencia. No porque ella está de pie junto a Thayer. Yo no me
preocupo por eso.
Thayer se hunde otra bola por la rampa de 50 puntos, y la multitud

ruge de nuevo. Lili me me da un codazo. “El rumor es que él está tra-
tando de ganar uno de esos enormes juguetes para alguien.” Señala
los muñecos de peluche descomunales cierne sobre un estante ates-
tado premio desvencijada en la parte trasera de la cabina. Hay un
Scooby-Doo, Flounder de La Sirenita, Snoopy, y que bebe de fútbol
encabezados, Stewie, de Family Guy. “Tienes que conseguir un millar
de puntos de ganar uno, sin embargo.”
“¿Por Nisha?” Dice Laurel, sonando el corazón roto.
“Tal vez,” Gabby trinos.
“¿En serio?” Las quemaduras de pensamiento como la bilis en la par-

te posterior de mi garganta. No hay manera de que le gusta. ¿Cierto?
20
Laurel me mira, luego mira a Scooby. “Oh, Dios mío, ¿recuerdas, Su-
tton? ¡Scooby-Dooby-Doo! “Ella dice que en la voz de Goofy Scooby,
moviendo la cabeza de lado a lado. “¿Un par de años atrás? ¡Ha in-
tentado ganarle, también! “
Me vuelvo bruscamente lejos de ella. “No, no lo hice.” ¿Tenía que

decirlo en voz tan alta? Odio cuando mi hermana pequeña trae co-
sas tonto de mi pasado. Bien, bien, sí, yo usaba realmente, realmente
como Scooby-Doo. Cuando Laurel y yo éramos más jóvenes —cuan-
do éramos realmente amigas— una vez jugué Skee-Ball igual Thayer
está haciendo ahora, decidido a conseguir Scooby para mí. No tuve
remotamente cerca, sin embargo.
Tomo un gran paso de Laurel, indicando que quiero que caiga, aho-
ra. Madeline está sacudiendo su cabeza en forma de bombas Thayer
su puño en un gesto de victoria dorky. “Mi hermano seriamente nece-
sita para superar a sí mismo,” ella asiente.
De repente, Thayer me mira. Mis ojos se estrechan en rendijas, pero él

no parece darse cuenta. Las comisuras de sus labios se extienden en
un enorme, magnífico sonrisa. Y luego se hace un guiño.
Una oleada de algo va a través de mí, pero me alejo, fingiendo hu-

mos. “Sí”, le digo a Madeline. “Él definitivamente lo hace.”
21
4
: Las pulgas y ¿gracias? :
Una hora más tarde, Madeline, Charlotte, Garrett y yo nos sentamos en

una mesa de picnic fuera del soporte suave pretzel, donde estamos
devorando pretzels calientes espolvoreados en la canela, el azúcar y la
mantequilla. Hay cosas que son totalmente la pena las calorías. La es-
piga de humo de la barbacoa llena el aire, y los grillos chirrido un ritmo
tranquilo. Un niño se tambalea pasado nos agarra un globo de Mylar.
Justo cuando me pregunto a quién pertenece, una mujer de aspecto
cansado, con una sonrisa cansada trota vigorosamente después de él,
una lona mullido golpeando contra su cadera mientras ella pasa. El aire
es fresco y seco contra mi piel, ya pesar de que las multitudes que nos
rodean Thrum con energía, me siento relajado y feliz. Me muerdo con
avidez en mi pretzel, lavarlo abajo con una tarta, limonada helada.
Char presiona su lado a Garrett y deja escapar un suspiro de felici-

dad. Están compartiendo un helado del helado cargado con cho-
colate caliente y crema batida. Char no necesita las calorías y ella lo
sabe, pero como he dicho —ella come cuando está feliz. Considero
que señalarlo, pero luego doy cuenta de que sería demasiado cruel
para hacerlo delante de su novio, incluso para mí.
Garrett se inclina de pronto sobre la mesa, mirando a mi pretzel.

“¿Puedo tener un poco?”
Asiento con la cabeza, tomando otro sorbo de limonada. “Adelante.”
Él llega a la pretzel. Mientras lo hace, su mano roza la mía.
Me ponía rígido ligeramente. ¿Eso fue ... intencional? Algo en con-

tacto fugaz de Garrett se sintió un poco ... coqueto.
Una sensación Mama Oso bengalas dentro de mí ... junto a una pe-
queña llama, ufana de satisfacción. No estoy orgulloso de ello, pero
22
está ahí. Tal vez tiene que ver con ser dado en adopción cuando era
pequeña, pero es bonito ser querido.
El sentimiento de protección triunfa, y echo un vistazo en Charlot-

te, pero está enfrascado en una anécdota de Madeline trata de en-
contrar a una chica de su clase de ballet vomitando detrás de un
port-a-bacinica antes. En cuanto a Garrett, que está lamiendo sus
dedos y mirando a algo en su teléfono.
Me dirijo a Madeline, que está terminando su historia. “Supongo

que eso es lo que pasa cuando lo único que ha ‘comido’ todo el día
es una Coca-Cola Light extra grande, claveteado” que cacarea, el
moño de sube y baja en la parte superior de la cabeza mientras se ríe.
“Esa perra tiene el battement desorganizado en el estudio.” Ella sorbe
ruidosamente en su propia limonada para la buena medida.
Me inclino hacia delante para meter su cuchara cuando, desde el

otro lado de la mesa, los ojos de Charlotte se ensanchan algo sobre
mi hombro. “Um, hola, Scooby-Doo!” Su voz está teñida de sorpresa.
Muerdo una sonrisa. Hay algo absurdo de ver fuerte, construido Tha-
yer lidiando con un perro de peluche de dibujos animados que es
prácticamente tan grande como él. Y estoy totalmente celosa Thayer
le ganó. Ese perro tenía que ser mío.
“Supongo que no estabas bromeando sobre el deseo de ganar esa

cosa”, dice Madeline, jugueteando con su paja.
“Bueno, puedo ser bastante decidida cuando quiero algo”, dice, en-
cogiéndose de hombros.
Debajo de la mesa, Mads me empuja. Obtener una carga de él.
Los tres de ellos — Thayer, Laurel, y Scooby— desplomarse al final de

la mesa. “Nisha fastidió mucho que no te das la Scooby a ella, ya sa-
bes,” Laurel dice Thayer, sacudiendo la cabeza. “Ella estaba encima
de ti todo el tiempo que estaba jugando.”
23
Fracturas faciales de Thayer se abren en una forma fácil, sonrisa arro-

gante. “Sí, bueno. Puedes culparla? “
Pongo los ojos en blanco ante Madeline.
“Entonces, ¿quién se va a dar a, amigo?” Garrett pide.
Hay una larga pausa. Thayer ata las manos encima de la cabeza
grande de Scooby. “Supongo que tengo suerte de mi elección, ¿eh?”
Garrett carcajadas en voz alta. Madeline se vuelve púrpura. Char-

lotte me asoma esta vez, y me pellizque su espalda. La broma está
encendido. Así sucesivamente.
Me giro en el banco de picnic, doblando una rodilla en el pecho e

inclinando la cabeza a Thayer. “¿Qué le dices a una apuesta amisto-
sa?” Le pregunto, mirándole directamente a los ojos.
Thayer arquea una ceja burlona. “Qué quieres decir?”
“Te estoy desafiando a otro juego de Skee-Ball —el ganador se lle-

va Scooby y otro animal de peluche. I se puede determinar cuando
quiero algo, también. Yo tapo de mi voz con el significado.
Thayer se encoge de hombros. “Bueno, Laurel y yo íbamos a golpear

los autos de choque siguiente, en realidad. Lo dejamos? “
Abro la boca, pero vuelvo a cerrarla. Eso no debería haber pasado.

Conociendo a mis amigos están viendo, me decido a fingir que no
quise decir nada con mi desafío. Estoy, arrugando mi plato servilleta
y papel utilizado y el acecho hacia el bote de basura. “Lo que sea.”
Entonces, de repente, Thayer está tomando mi mano. Su agarre es

sorprendentemente cálida y firme. Todos a la vez, soy inestable sobre
mis pies. “Sutton”, dice, mirando furtivamente hacia los otros en el ban-
quillo. Empuja a Scooby a mí. “Prométeme que le das un buen hogar.”
Me quedo mirando el animal de peluche ahora en mis brazos. Una
24
parte de mí está muy emocionada. Thayer jugó durante horas para

ganarse Scooby. Pero entonces me siento molesta. ¿Sólo me da a
Scooby por lástima, porque él no quería que lanzarme en mi apuesta?
“Recuerde que, un año trató de ganarlo”, se dice en voz baja.
Parpadeo hacia él. Por supuesto. Thayer había estado en la feria con
Laurel y yo también —él sólo había estado tan tranquilo que apenas
lo había notado. ¿Trató de ganar Scooby específicamente para mí?
Mi corazón comienza a latir un poco más rápido. No puedo creer que
incluso se acordaban me gustó Scooby, después de todos estos años.
Pero entonces me siento ridícula. “No sé lo que estás hablando”, le digo.
“Sí, lo haces.” Mirada de Thayer no se ha roto. “Sé que usted recuer-

da, Sutton. No eres más que fingir que eres demasiado cool “.
¡Increíble! La necesidad de tener Scooby vuelta en Thayer se levanta

dentro de mí, pero de reojo veo a Mads mostrandome una sutil pulgar
hacia arriba de la mesa de picnic. Que Thayer me diera Scooby es bue-
na señal. Es el primer paso en nuestra broma del Juego de la Mentira.
Veo Scooby sospechosamente. “Está probablemente lleno de pulgas.”
“Estoy seguro de que está bien”, dice Thayer, extendiendo la mano y

acariciando Scooby en la cabeza cariñosamente. “Así que, ¿te gusta?”
Como alcanzo salir y con cautela manoseo la pata de Scooby, ro-

dando los mechones de su piel entre el pulgar y el índice, me percato
que mis dedos están temblando. Entonces cuadro mis hombros. “Es-
tás lleno de mierda, ya sabes. Sólo estás dándome Scooby porque
no quieres aceptar mi desafío. Porque sabes que se han perdido. “Le
empujo juguetonamente.
Thayer se ríe y responde a mi mirada. “Tal vez”, responde. “O tal vez

no.” Y antes de lo que puedo decir otra palabra, se hace un guiño, y
luego desaparece entre la multitud con Laurel.
25
5
: No hay tiempo como el presente :
El lunes por la tarde, el Juego de la Mentira tiene un chat de mensaje-

ría instantánea oficial para comprobar en casi todas las obras actua-
les en curso. Nos tomamos muy en serio nuestra travesuras. Me recues-
to contra la cabecera trineo adornado de mi cama, la cálida portátil
contra mis piernas.
Charlotte, cuya IM es SexxyRed, tipos, ¿Estamos seguros de una broma

a Thayer es suficiente para nuestra travesura anual patada de salida?
SwanLakeMafia, alias Mads, responde: Yo estaba pensando lo mismo.
Pero ahora que he comenzado este coqueteo con Thayer, no sé si

quiero parar. Tenemos que hacerlo, yo, SuttoninAZ, respuesta. Pero
sólo como un favor a la mejor amiga de siempre. Puedo decir fastidiar
a Thayer por ti, Mads. Vamos a pensar en otra cosa para el gran bro-
ma regreso-a-escuela.
SwanLakeMafia: Gracias, Sutton. Tienes razón. ¡Y buen trabajo en la

puntuación con Scooby anoche!
Mira y aprende, señoras, digo con indiferencia. Pero me alegro de

que mi webcam ya no está en este momento, porque me estoy sonro-
jando-y se acurrucó junto a Scooby. No me gustaría que mis amigos lo
vieran allí y conseguir alguna idea que me gusta mucho Thayer o algo
así. Es que él es tan acogedor para dormir. Y casi no huele a pastel de
embudo y el perro de maíz en absoluto.
Aún tenemos que llegar a nuestra travesura real, entonces, escribo, los
dedos cuidados volando a través del teclado. ¡Pensando en las tapas!
Después de un momento, una imagen se carga en la pantalla del chat:

Charlotte, guiñando un ojo, una Eugenia Kim fedora paja encaramados
26
en un ángulo sobre la frente. Lindo. Es su opinión sobre un casquillo de

pensamiento. Se ve un poco como Britney Spears pre-Breakdown #1.
Adorbs, hago tapping. Pero hay que tener las ideas que viene. Tene-
mos una reputación que mantener.
Off para ballet, perras. Declaro esta reunión del Juego de la Mentira
despedido oficialmente, Mads tipos antes de firmar.
Más tarde, Char, me escriba, acomodando mi cierre portátil y deslice

fuera de mi cama. Incluso con las ventanas cerradas y el chorro de aire
acondicionado central, todavía puedo oír el enojado acelerador, insis-
tente de un zumbido soplador de hojas como una motosierra afuera.
Apretando los dientes, deambulo hacia la ventana y empujó a un lado

las cortinas. Efectivamente, al otro lado de la calle, un jardinero diligente
en una gorra de béisbol azul recorre el perímetro del jardín del frente los
Donovan ‘en círculos cada vez más amplios. Su jardín no es tan grande,
pero él no parece remotamente cerca de ser hecho. Yo suspiro de frus-
tración, considerando una larga ducha, caliente con mi matorrales de
lavanda fresca, cuando diviso socio paisajismo de la hoja del ventilador.
Reconocería esa maraña de pelo oscuro brillante en cualquier lugar.
Thayer.
Está en el borde de la acera, prolijamente recorte los setos de boj

que bordean el camino de losas de la calzada a la entrada de la
casa de los Donovan. Él no está usando una camisa, y los fuertes, bra-
zos definidos que debutó en el club de campo, el otro día se muestran
por todo. Desde mi punto de vista, parece que van a obtener un buen
entrenamiento, también.
Por un lado, el matorral de baño fresco de delicioso olor. Por otro

lado, no es como si yo voy a ser capaz de relajarme de verdad, siem-
pre y cuando el soplador de hojas esté haciendo ese ruido exterior.
En la tercera mano— y mientras Thayer tiene su camisa, decido darme

tantas manos para este argumento, que necesito— Thayer sale de allí.
27
Sólo ruego a caer la cabeza sobre los talones para mí. Es como si el des-
tino me entregara un regalo de Navidad, envuelto en un arco brillante.
Partida en.
Sólo me toma un minuto para esponjar el pelo en el espejo y deslizar

en algunos de mi brillo de labios favorito NARS en un tono melocotón.
Algo me dice Thayer es el tipo de apreciar el diseño natural de una niña.
Sonrío a mi reflejo y disparar una rápida mirada a Scooby en la cama.
La visión de él no me da un brillo cálido— y un doble disparo de con-
fianza. “Scooby-Dooby-Doo!” Susurro, y luego sonreír para mis adentros.
Al entrar en el calor de Tucson es como meterse en un horno, pero

mantener la concentración mientras me acerco a Thayer. Él está en
cuclillas en el suelo, ahora, tirando una mala hierba muy resistente.
“Oh, Dios mío”, le digo, sorpresa zumbido en mi voz. “Qué estás ha-
ciendo aquí? ¿Trabajas para los Donovan?“ Como si yo no hubiera
estado espiando por la ventana.
Thayer se vuelve, pone sus tijeras de abajo, y me valora fríamente. So-

bre la base de su expresión, le puedo decir que comparte mi opinión
de que mis puntos de corte muestran la cantidad justa de tiempo, la
pierna bronceada. Pero incluso eso no parece perturbarlo mucho.
“No”, responde, sonriendo con facilidad. “Trabajo para los jardineros.

Ellos trabajan para los Donovan. “Sus ojos están encendidos de malicia.
Inclino mi cabeza hacia abajo, ofreciendo mi sonrisa más coqueta.

“Supongo que había que encontrar alguna manera de mantenerse
fuera de problemas, ya que el campo de fútbol ha terminado.” Mi
tono sugiere que el mantenimiento en problemas es mucho más di-
vertido que la alternativa, por supuesto.
“Si. Y supongo que tengo una gran cantidad de exceso de energía

para quemar, ahora que no estoy corriendo ejercicios todas las ma-
ñanas a las cinco AM“.
28
“Eso suena horrible,” digo, haciendo una mueca cuando me envuel-

vo mi cabello en un moño flojo ocasional en la nuca de mi cuello. Leí en
alguna parte que los chicos les encanta cuando las chicas juegan con
su pelo. “En el campo de tenis que nos dejaron dormir hasta las seis.”
“Estropeado”, bromea.
“Yo por lo general consigo lo que quiero”, le digo.
Thayer bloquea ojos conmigo y una pequeña carga pasa a través

de mí. “Eso me han dicho,” él dice. “¿Cómo está Scooby, por cierto?”
“Cubierto de pulgas”, le respondo rápidamente, sólo un pequeño

problema en mi voz.
“Es una lástima”, Thayer responde con fingida tristeza. Nos miramos
el uno al otro por un momento, cada uno atreverse el otro para dar el
siguiente paso.
Una podadora se queja del patio trasero los Donovan ‘, nos romperse
fuera del concurso mirando. Thayer se aclara la garganta. “De todos
modos, no es un mal trabajo, de verdad”, dice, señalando a la amplia
extensión verde de césped exuberante los Donovan. “Me gusta estar
al aire libre. Pero echo de menos California. Tenemos que manejar al-
gunos de la costa del Pacífico para llegar al campamento. “
“Hicimos eso, también, hace un millón de años, en un viaje a Dis-

neylandia para el sexto cumpleaños de Laurel:” Yo ofrezco. Inespe-
radamente, la memoria se precipita de nuevo a mí: yo, el pelo en
coletas gemelas, balanceando las piernas cortas contra el cuero fres-
co del asiento trasero de nuestro viejo sedán Audi, la nariz de Laurel
presionada contra la ventana en busca de una r para el juego de las
matrículas. A pesar de que vi una r, yo fingía no hacerlo. Estaba dejan-
do su victoria. Eso fue cuando nos gustábamos.
Miro a Thayer. “Mi padre nos hizo parar en Gilroy, el —”
“—Ajo Capital del Mundo!” Thayer interviene, riendo. Se pasa la
29
mano por el cabello, cepillado de la frente al sudor de cuentas. “Nos

detuvimos allí, también. Merece la pena la demora“.
Lo miro fijamente, preguntándome si él es realmente grave. “Estába-

mos dispuestos a matar a mi padre”, le digo. “Laurel y yo estábamos
tan promocionado para ver la Princesa Jasmine en la carne, y quiere
parar para un poco de ajo apestoso?” Hago una mueca. “Ugh, y tra-
taste el helado de ajo?”
“Obviamente”, dice, encogiéndose de hombros como si yo fuera un

extraño en esta conversación. “¿Cómo que no puedes?”
“Fácil”, le digo, “muy, muy fácilmente”, y nos reímos.
Thayer cruza los brazos sobre el pecho. “Tu sabes, Sutton, apuesto
que no eres la mitad de alto mantenimiento como pretende ser.”
Frunce el ceño, como si teniendo en cuenta, a continuación, asiente
con la cabeza. “Apuesto a que, en las circunstancias adecuadas,
eres el tipo de chica aventurera que piensa helado de ajo es para
los débiles.”
Yo sé que él significa como un cumplido, pero me estremezco. La

cosa es que, desde que yo era pequeña, he tenido un miedo secre-
to, profundo hacia abajo que están adoptando los medios que soy
el segundo mejor, ya veces yo sólo pido cosas para ver hasta dónde
puedo empujar a la gente a ver la cantidad de que realmente se
preocupan por mí. Es raro que Thayer parece apenas conseguir que,
intrínsecamente. Nunca nadie ha adivinado en él.
“Puedo ser muy aventurera”, lo admito. “Pero tal vez no el helado de

ajo-aventurero. Todo el mundo tiene sus límites “.
“Bien, ¿qué tipo de helado te comerías?” Thayer dice. “Ají picante?”
“¿Por qué no?” Me encojo de hombros. “Me gusta algo de picante.”
“¿Qué hay de miso?”
30
“Totalmente, me encanta el sushi.” Apunto a él. “¿Qué pasa con jamón?”
“Al igual que en el jamón?” Él hace una mueca. “No estoy seguro
acerca de eso.”
Finjo shock. “¿Asco la imperturbable Thayer Vega?”
“Tal vez”, dice Thayer, y ambos riendo. De repente, algo me llama la

atención: los que están aquí, salir de paseo frente los Donovan‘, ha-
blando con Thayer como si fuera ... un hombre se siente tan normal y
natural. Más que eso, es divertido, y me llena de una sensación brillan-
te que no puedo ignorar.
Pero entonces una voz dentro de mí habla muy, muy alto: Esto es sólo
una broma. Nada más.
Me enderezo, subo mis pantalones cortos de nuevo arriba de mi cade-

ra, y claro mi garganta, de pronto almejas arriba. “Bueno, debo irme.”
“No querría mantener tu espera del público te adora,” Thayer, bromea.
Muerdo mi labio. “No, en definitivo no.” Mis ojos se mueven a través de

su ágil cuerpo de nuevo, sólo por si acaso. “No trabaje demasiado duro.”
“No lo haré”, me asegura. “De todos modos, te veré más tarde.”
Levanto mis cejas, sintiendo un salto en mi pecho. “¿Irás?”
Él asiente con la cabeza. “Estoy saliendo con Laurel.”
Por supuesto. “Cool”, le digo. Estoy a punto de cumplir y regresar a

casa cuando Thayer llega adelante, colocando una mano en mi an-
tebrazo. El contacto envía una emoción directamente a mi base. “Ten
cuidado”, dice, señalando a la comisión que estaba a punto de pisar.
“Correcto”, le digo, recuperando el equilibrio. Pero me siento como

que quería decir mirar hacia fuera de otra manera, también. Cuida-
do, Sutton. Te estás volviendo adentro sobre su cabeza.
31
6
: Zen y ahora :
“Y ... respirar ...”
Es martes por la noche, y Alexis, mi instructor favorito en Prana Yoga,

serpentea su camino a través del estudio, con los pies limpiamente
pedicura casi silencioso contra el, suelo de bambú rubio elegante. El
anillo de dedo de plata situado en torno a su tercer dedo del pie iz-
quierdo hace un pequeño chasquido con cada paso, pero es apenas
audible sobre la respiración trabajosa de Charlotte. No es muy yógui-
ca, y tengo que contenerme de pellizcarla para que se calme.
Om, me recuerdo a mí mismo. Respira. Me concentro en los clics del

anillo del dedo del pie de Alexis tecleando un código Morse rítmico
constante y extraigo mi concentración hacia el interior. Si puedo po-
ner mi mente en blanco, tal vez voy a dejar de pensar en la sonrisa
perezosa de Thayer. O la forma en que me tocó el brazo antes de que
saliera el patio los Donovan ayer. O cómo dijo ten cuidado como si
significara algo. O el hecho de que dormí con mi brazo alrededor es-
condido Scooby anoche. Y cuando me desperté a las 02 a.m. y no lo
pudo encontrar, como que me asusté un poco. Él sólo había estado
en el suelo, pero en realidad— ¿qué edad tenía yo? ¿No dejé de dor-
mir con juguetes cuando tenía tres años?
Doblo la pierna derecha hasta que el muslo está casi paralelo al

suelo, hundiéndose en la liberación del músculo como Alexis empuja
suavemente mi brazo delantero extendido en la alineación apropia-
da. “Una línea de tiempo”, me recuerda, asintiendo con la cabeza
mientras hago el ajuste. Sus tirabuzones arena bob mientras examina
la postura de Madeline, que es, por supuesto, la bailarina perfecta.
“Chaturanga a encima de perro,” Alexis entona con voz baja e hip-

nótica, como los neumáticos de coche crujiendo sobre la grava. Ma-
deline cae con gracia en un firme, fuerte en mi tablón, mientras la
32
izquierda, por la derecha, gruñidos Charlotte como ella baja en la

pose. Todos nosotros invertimos de nuevo en perro abajo, luego de
pie, sacuda por un momento, y arrastrar las esteras pegajosas a la pa-
red para pararse de cabeza.
“Recuerde que pararse de cabeza, al igual que todas las inversiones,

están a punto de claridad. Perspectiva “, dice Alexis. Ella se arrodilla
en el frente del estudio y enciende un grupo de velas de eucalipto,
luego sube y se atenúa las luces del techo. La sala está bañado en un
resplandor suave, las velas desprendiendo un aroma limpio y fresco.
Claridad. Perspectiva. Es una buena cosa que estamos aquí, creo.

Me vendría bien un poco de ambas cosas.
Thayer nunca llegó a ver a Laurel ayer. Y lo que es peor es que me di

cuenta. Y cuidado.
¿Qué hay de malo en mí?
Quiero decir, no puedo gustaría realmente Thayer, ¿puedo? Y yo de-

finitivamente no puedo ser visto saliendo con él ni nada de eso. Tengo
mi reputación de pensar. Sin embargo, aunque— pensando en ayer,
con la piel en la mía, las bromas de ida y vuelta, el camino más fácil
que sentí alrededor de él, siento los pelos en la parte de atrás de mi
cuello cosquilleo.
Esto es así no totalmente bien. Sólo hay una cosa por hacer.
Tengo que llamar a la broma fuera, empujar mis sentimientos hacia

abajo en una especie de caja de bloqueo emocional antes de que
se conviertan en algo más, y pretender que nada de esta locura me
ha pasado en el primer lugar.
Aprieto los puños firmemente en el suelo y enviaré toda mi energía

a mis piernas, imaginando que disparar hacia arriba en el cielo. Pero
entonces el rostro de Thayer se materializa en mi mente otra vez. Me
estremezco, y mis piernas tambaleo.
33
Hay un ruido sordo a mi lado mientras Charlotte permite que sus pier-
nas se caen sobre su cabeza en el arado pose. Como si ella puede
leer mi mente, me susurra: “¿Cómo te va con Thayer, Sutton?”
Aquí va, creo. No hay tiempo como el presente.
“No sé, chicas”, le digo, dando aburrimiento en mi tono como puedo.

Estoy agradecida que Charlotte y Madeline se torcieron tanto arriba
como pretzels humanos y no pueden ver mi cara cuando respondo. “He
estado pensando, y travesura a Thayer parece un poco... flojo. Creo que
puede estar por debajo de los estándares del Juego de la Mentira”.
Están en silencio a mi lado. Tal vez van a estar bien con eso. “Ade-
más”, continúo, “¿qué pasa si la gente realmente cree que me gusta?
Tengo mi reputación que pensar. Sin ánimo de ofender, Madeline”,
agrego el último momento.
Madeline no se ve ofendido en forma remota hecho, su rostro es una

máscara de tranquilidad, sus delicados rasgos sereno y abierto, pero
Charlotte se ve justificado.
“¡Lo sabía!” Ella cante, su voz alegre.
“¿Sabía qué?” Le pido con voz temblorosa, volviendo la cara. Mi co-

razón de repente ruidos sordos. Es obvio lo que estoy empezando a
sentir? ¿Lo sabe Mads, también?
“No creo que se pueda conseguir Thayer caer enamorado de ti,

¿verdad?” Char pregunta triunfalmente.
¿Qué? Rompo fuera de la pose y la miro. No esperaba que dijera

eso. “No, yo—”
Madeline me interrumpe. “Oh, por favor”, dice ella, la expresión bea-

tífica en su rostro nunca vacilante. “Él ya está medio enamorado de
Sutton. Tiene una foto tuya en su habitación “, dice a mí, inclinando
la barbilla hacia mí ligeramente mientras mantiene sus ojos cerrados.
34
Por mucho que me gustaría que no lo haría, mi pulso se acelera ante

la idea. “¿En serio?”
“Sí, lo ha tenido desde el año pasado por lo menos”, dice Madeline.

“Lo encontré debajo de uno de sus libros de matemáticas. No me pre-
gunten de dónde lo sacó de o lo que él hace con ella“— se estreme-
ce, causándole marco esbelta vacilar brevemente— “pero esto debe
ser una broma para ti dame”.
Entonces ella se ríe. “No puedo esperar a ver la expresión de su cara

cuando él se da cuenta de que todo es una broma. Quiero decir, va-
mos. ¿Mi hermano pequeño con una chica caliente mayor? Nunca.
Pasará. “De boca abajo, su sonrisa se ve realmente como un ceño
fruncido, llenándome de un presentimiento mareado.
“¡Él merece ser bromeado sólo por pensar que podía!” Charlotte
campanadas arriba “Va a ser tan bueno, ¿no te parece, Sutton?”
“Uh-huh”, le digo con voz temblorosa. Pero como Alexis nos introduce
en shavasana, la relajación final, la última cosa que yo siento es calma.
La líder de el Juego de la Mentira no puede ser visto mendigar fuera
de una broma. No puedo verme como un fracaso frente a mis amigas.
Voy a tener que seguir adelante con esto. Es la única opción.
Pero creo que lo que acaba de decir Mads. No puedo esperar a ver
la expresión de su cara cuando él se de cuenta de que todo es una
broma. He dicho que en un montón de bromas lo hemos conseguido:
me voy a morir de risa cuando se de cuenta que lo engañé; su expre-
sión va a ser invaluable; apuesto a que van a gritar. Nunca antes, sin
embargo, he pensado acerca de cómo las personas realmente sen-
tían. Y la mayoría de la gente que bromeé lo merecían, por una razón
u otra. Pero lo hizo Thayer, ¿en serio? Así que volvió de campamento
de fútbol que actúa como si fuera el hombre. Pero entonces pienso
en la sonrisa de burla Thayer cuando me dio el Scooby, el camino le
parecía ver a través de mí en el patio de los Donovan ayer.
35
Me estremezco. La temperatura de la habitación se ha reducido, y

el tejido que absorbe la humedad de mi tanque se siente repentina-
mente débil y delgado.
Un ligero ronquido desde Charlotte me sacude. Le doy un codazo

a su menos suavemente como películas de Alexis de nuevo las luces.
Las tres de nosotras de pie, enderezar nuestras tapas, y enrollar nues-
tras esteras pegajosas, listas para salir.
“Entonces, ¿cuál es el trato, Sutton?” Charlotte le pregunta, que ajus-

ta su terry blanco diadema y una sonrisa nacarada en la dirección de
Alexis. Alexis sumerge la barbilla en un gesto rápido de respuesta. “Es
la operación Loverboy un ir, o no?”
Aprieto los dientes. Esto es todo, me digo. Claramente.
“Sólo si me prometes no volver a llamar así de nuevo”, que cierre,

entrecerrando los ojos. Yo pesco mi iPhone del bolsillo de mi bolsa de
deporte de nylon de plata. “Él va a estar el mío al final del fin de se-
mana.”
Y entonces furiosamente Toque en un texto a Thayer. Te extrañé ayer.

Será mejor que me veas hoy o de lo contrario es helado de jamón
para ti. Es más agresivo de lo que yo normalmente soy— de lo que
me normalmente necesito ser— pero que bien podría mirar este plan
como arrancando una curita. Es mejor obtener la parte dolorosa de
nuevo con la mayor rapidez posible.
36
7
: No hay lugar como el hogar :
“¡Sutton!” mi mamá grita desde abajo. “¡El desayuno está listo!”
“¿Una chica no puede dormir por una vez? ¡Es verano!” Le grito de
vuelta, pero en realidad, he estado durante horas. Estoy sentado en
mi escritorio, el desplazamiento de brazos cruzados a través de Face-
book y mirando con enojo a mi teléfono. Thayer todavía no ha dado
respuesta al texto que le envié anoche. Ni siquiera con un emoticón.
No puedo creerlo.
No importa, yo trato de decirme a mí mismo. Lo vas a ganar otra vez.

Por otra parte, si Thayer le gusto al final, el resultado final es el mismo: to-
dos nosotros riéndose en su cara. Tal vez sea mejor si no se cae para mí.
Pero eso no me cayó bien a mí, tampoco.
Me deslizo el teléfono en el bolsillo de mi bata y la almohadilla de la

planta baja. Justo cuando estoy cruzando el vestíbulo, suena el tim-
bre. Mi corazón remontes— es Thayer? Me sale aún más emocionado
cuando veo una, amplia forma de altura a través del cristal empa-
ñado de la puerta. Pero cuando abro la puerta, es Garrett pie en el
porche. Frunzo el ceño.
“En realidad, vine a ver si esto es tuyo.” Él tiene un teléfono celular

con una caja de cristal Swarovski-deslumbrado. “Lo encontré en el
club ayer. La pila está agotada, por lo que no podía estar seguro,
pero creo que me di cuenta de ello. “
Me quedo mirando el teléfono sin tocarlo. Él pensó que esta bedazzled,

monstruosidad brillante era mi teléfono? Eww. Todas las chicas del Juego
de la Mentira tienen protectores Tory Burch— clásico y chic. “No es mío”,
le digo. “Deberías devolverlo al club en objetos perdidos y encontrados.”
37
“Oh, está bien, lo siento”. Garrett me da otra sonrisa temblorosa mien-

tras se desliza el teléfono en el bolsillo de sus pantalones cortos. “Así
que ... ¿qué pasa?”
Miro hacia abajo a mi bata y zapatillas, luego a él. “Uh, me acabo

de despertar. Me veo como la muerte “.
Los ojos de Garrett se ensanchan. “No, no lo haces. Te ves linda “.
¿Hablas en serio? “Garrett, estoy medio dormida”, le digo. “¿Pode-

mos hablar más tarde?” ¿O nada en absoluto? Yo creo.
“Por supuesto.” Garrett parece avergonzado. “Voy a dejar que tomes

el desayuno o lo que sea.” Da un paso al lado del porche, haciendo
demasiados movimientos nerviosos. “Nos vemos, Sutton.”
“Sí, nos vemos después.” Cerré la puerta rápidamente, mirándolo co-

rreteando a su coche, que está estacionado junto a la acera. Extraño.
Tal vez sólo quiere ser amigable con todos BFFs de Char como una
manera de conseguir en nuestra aprobación. De alguna manera, sin
embargo, lo dudo.
Se encoge la situación fuera lo mejor que pueda, me zancadas en

la cocina de terracota de azulejos. En el interior, Laurel está en sus ma-
nos y rodillas para fregar en nuestro suelo con un trapo empapado. Un
charco de color naranja a su alrededor como un foso. Mi madre se in-
clina sobre la mesa de la cocina con un rollo de toallas de papel y una
botella de spray de limpiador, y mi padre tiene una bolsa de plástico
para la recogida de zumo de naranja empapada toallas empapadas.
Me paso al lado ellos y me dirijo a la cafetera. “¿Cuántas Mercers se

necesitan para limpiar un derrame de jugo de naranja?” Digo sarcás-
ticamente.
Mi mamá me mira. La luz de la mañana ilumina las líneas finas en las

esquinas de sus ojos, haciéndola parecer más cansados, más vulnera-
ble de lo habitual. “¿Quién estaba en la puerta?”
38
“Nadie,” digo rápidamente, tomando una taza humeante de café

que ya se ha derramado y sentandome en la mesa.
Mi mamá lo mira. “Podrías ayudar, ya sabes, Sutton.”
Me enfado. No fue mi desorden. “Parece que Laurel lo tiene bajo

control”, le digo, encogiéndome de hombros.
Laurel se para y las cortinas de paño húmedo sobre la cuenca del

acero inoxidable del fregadero. “Lo siento de nuevo, mamá. Todo el
zumo recién exprimido por el desagüe “.
Nuestra madre toca el hombro de Laurel suavemente. “No te preo-

cupes por eso, cariño. Los accidentes ocurren “.
Yo miro a ellas detrás de mi café. Si yo fuera la de extinguir la habita-

ción en el jugo de naranja recién exprimido, mamá me estaría dando
su mirada decepcionada, la que dice que tomo cada sola cosa que
conseguir por sentado y siempre tienen. Y papá estaría recorriendo su
mano por el cabello en las sienes, de repente estresado porque mamá
se está estresado. Es como una reacción en cadena con ellos cuando
se trata de mí. Pero desde Laurel jodido, todo está Oh-bien. Mamá se
pone una jarra de Tropicana fuera de la nevera. Papá corbatas fuera
de la bolsa de basura negro pesado y atraviesa el suelo para descansar
en la puerta que conduce al cuartito de la entrada, y luego hace una
pausa para acariciar a Drake, el gran danés de la familia, en la cabeza.
Tomo un sorbo de café y casi escupirla. Es negro— ¿quién bebe de

esa manera? Abro un paquete de Splenda y vierto un poco dentro.
Detrás de mí, Laurel suspira ruidosamente.
“Serví eso para mí, Sutton.” Ella está mirandome. “Lo necesitaba.”
Es curioso, cuando Laurel es de alrededor de nuestra familia en lugar

de mis amigos, que asume el papel de la hermana menor quejoso,
molesto, de justicia propia, victimizados. “¿Por qué lo necesitas tan-
to?” Pregunto. “Aún es verano. Sólo tienes que ir de nuevo a la cama.“
39
“Voy a salir con Thayer todo el día, y estamos pensando en ver una llu-
via de meteoros esta noche,” Laurel se ajusta. “Voy a necesitar energía.”
Thayer. Me freno a disco en el interior de la mejilla. ¿Por eso no le re-

gresó el texto— porque estaba enviando mensajes de texto a Laurel?
“¿Dónde estás viendo esta lluvia de meteoros?”
Las cejas de Laurel se disparan, y de repente me preguntan si he pa-

recía demasiado ansioso y curioso. “¿Por qué te importa?” Ella pide.
“Yo no,” digo rápidamente.
Laurel malhumorado ella misma fija más café. Nuestros padres re-
volotean por ahí tratando de prepararse para el trabajo, mi padre es
médico, mi mamá una abogada. Compruebo mi teléfono debajo de
la mesa, mirando a ella sin realmente esperaba mucho, pero me es-
toy recompensado con una nueva burbuja de discurso brillante que
indica un nuevo mensaje. Un poco de zumbido dispara por mi espina
dorsal. En silencio desplazo el pulgar sobre la pantalla.
Es Thayer.
¿Qué opinas sobre sorbetes salados?
Sonrío. Bueno, eso fue un lindo mensaje. Tal vez, sólo tal vez, era aún
la pena la espera. ¿Es una invitación de algún tipo? Le dije que quería
verlo— es lo que quiere salir a sorbete?
Reprimo una sonrisa, deslizando el teléfono en el bolsillo. Me siento

aliviado, tal vez demasiado aliviado, que me escribió. Pero estoy en
ninguna prisa para responder.
Ahora se puede esperar.
Mamá se sienta a la mesa con un tazón de granola y leche de soya.

“Así que, Laurel, ¿es bueno tener a Thayer de vuelta desde el campa-
mento de fútbol?”
40
Thayer. Él está en todas partes. Ese sentimiento oscilante regresa.
“Uh-huh”, balbucea Laurel. Sus ojos se mueven hacia atrás y adelan-

te con nerviosismo y sus movimientos son espasmódicos de repente,
como una marioneta.
“Él creció unos centímetros, ¿no es así?” Mamá pregunta entre bo-
cado y bocado.
“No me he dado cuenta,” dice Laurel, pero una escalera de color de

rosa se arrastra
hasta su cuello y de la transpiración de los granos de
su labio superior. Ella juega con su pulsera del abrigo del cuero tacho-
nado Tory Burch, serpenteando hacia adelante y hacia atrás a través
de la muñeca.
Trago saliva, la sensación de revoloteo en mi interior girando ligera-

mente ácido. He sabido siempre que Laurel le gusta Thayer, pero me
pregunto si sus sentimientos se han intensificado con la actualización
de verano. El pensamiento me llena de celos—y conducir. Robar un
enamoramiento de mi hermana es una noticia vieja, otro truco que
es serio por debajo de mí. Pero tal vez, sólo tal vez, esta es otra ventaja
para conseguir Thayer me gustaría. Será bueno recordar a Laurel que
no importa cómo son las cosas con mamá y papá en casa, ella no es
la superestrella ardiente dondequiera que va.
41
8
: Siesta de bellaza esta subestimada :
Abro los ojos y miro alrededor. La habitación está fundido en una ne-
blina azul-negro, las imágenes y los sonidos sin forma amortiguada,
como si toda la escena se desarrolla bajo el agua. Donde quiera que
esté, es de noche, y no estoy solo.
En la penumbra, hago fuera de las cuatro paredes de una habitación

pequeña y casi desnuda, una ventana sin cortina con vistas a un apar-
camiento. El aire huele a sala de aerosol con aroma a pino y humo de
cigarro. Oigo un estruendo, luego murmullos de conversación proce-
dente de algún lugar cercano, en algún lugar fuera de esta sala.
No estoy seguro de dónde estoy. No estoy seguro de cuántos años

tengo, tampoco. No diecisiete años, sin duda— más como cuatro,
cinco. Miro hacia abajo y veo un camisón de flores gastadas que
apenas roza mis rodillas en mi cuerpo. Los puños elásticos de las
mangas cortadas en la carne de mis brazos, y una rígida, chillona
manta motel de poliéster se tira hasta la barbilla. Cuando miro, veo
una figura oscura sentada en una mesa pequeña de metal junto a
la ventana, tamborileando con los dedos sobre la superficie, con la
mirada perdida.
“¿Mamá?” Llamo a cabo.
La cifra se vuelve, pero no puedo ver su rostro. Intento con todas mis
fuerzas— Quiero sólo un recuerdo de mi madre de verdad, algo que
pueda agarrar. Sólo, esto no tiene sentido: me adoptaron cuando te-
nía sólo unas pocas semanas de edad, no cuatro. No tengo ningún
recuerdo de mi madre. No tengo idea de quién es ni qué aspecto
tiene. Aún así, me cuesta ver. Entonces, una mano que es la forma y el
tamaño exactos como las mías me toca el hombro. Me dirijo de nue-
vo y miro a otro rostro. Un espejo.
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“¿Hola?” Lo que pido. Mi imagen en el espejo no habla.
Empiezo despierto con un pequeño grito. Esta vez, estoy en mi habi-

tación regular. Mis suaves sábanas de algodón egipcio color mante-
quilla se enredaron en una pelota sudoroso en mis tobillos.
Mis piernas desnudas son frescas y pegajoso de la ráfaga del aire acon-
dicionado. Miro el reloj— ni siquiera es medianoche. Me dormí tempra-
no esta noche, exhausto después de varias horas de jugar al tenis con
Charlotte en la corte por la calle; No quiero dar a Nisha la satisfacción
de ser oxidado cuando la temporada comienza la semana que viene.
Me estiro y suspiro. No hay manera de que pueda volver a dormir aho-

ra. Me deslizo rápidamente en una sudadera con capucha waffle tejer
y hacer mi camino abajo, pisando suavemente a medida que avanzo.
Debo llenar un vaso de agua en el fregadero. De repente, algo de-

trás de mí me llama la atención. En el otro extremo de nuestro patio
trasero inmaculadamente ajardinada, una suave luz amarilla se ilumi-
na desde dentro del entramado de ramas entrecruzadas.
La casa club. Laurel y Thayer están ahí fuera, mirando a las estrellas.
Me imagino a sus siluetas de perfil. Están inclinados uno hacia el otro,
susurrando en el espacio oscuro. ¿Sobre qué, me pregunto. ¿Cómo
sería estar para ser el que se acurrucó allí, con Thayer todo para mí?
“¿Te hemos despertado?”
Salto a la figura en la puerta, dejando caer mi vaso de agua en el

proceso. Golpea la encimera de granito y se rompe.
Cuando saco mi mano, veo sangre.
“¡Ay!” El corte es poco, pero hay una gran cantidad de sangre. Me

apoyo en la encimera, de repente mareada.
Thayer da zancadas hacia mí. “Dios mío. Estás bien?”
43
“Bien,” se ganan. “¿Pero tal vez podrías conseguirme una curita?”
Thayer parece que no quiere salir de mi lado. “¿Dónde están?
“En el baño de la sala, en el armario de las medicinas.” Señalo con

mi mano no lesionada.
Thayer se aleja rápido, y yo tomo tiempo para recuperar el aliento.

¿Qué está mal conmigo? No voy por ahí dejando caer las gafas, inclu-
so en medio de la noche. ¿Sabe que estoy siendo extraordinariamente
torpe por su culpa? ¿Puede decir cómo me estoy empezando a sentir?
¿Cómo lo estoy empezando a sentir? Todavía no he contestado a su

texto sobre sorbete. Me digo que es porque quiero mantenerlo en los
dedos del pie, pero en realidad, no he decidido cómo responder. Me
estoy dando cuenta de que las reglas habituales de coqueteo no se
aplican necesariamente a Thayer.
Un momento después, Thayer reaparece con un botiquín de prime-

ros auxilios en la mano. Él saca un grueso cuadrado de gasa y la
sostiene firmemente contra mi palma, que me lleva suavemente a la
mesa de la cocina para sentarse. “Mantén la presión sobre mientras
limpio arriba,” él dice.
“Gracias,” murmuro.
“No hay problema”, dice Thayer encima del hombro mientras se lim-
pia fuera de la encimera, recogiendo los fragmentos más grandes de
vidrio y tirarlos en una bolsa de basura. “No debería haber asustado
te gusta eso. ¿Qué estás haciendo? “
“Un sueño me despertó, me imagino”, le digo.
“¿Acerca de?”
Aparto la mirada, tímida. No suelo hablar de mi madre biológica

con los chicos. O con cualquier persona, para el caso.
44
Thayer ata fuera de la bolsa de plástico y lazos alrededor del pomo

de la puerta que daba al cuartito de la entrada. Luego coge el boti-
quín de primeros auxilios y se sienta a mi lado en la mesa, deslizando
mi silla y la inclinación de manera que estamos frente a frente. Aspiro,
sintiendo el aire cargado y vivo entre nosotros, y él se inclina hacia mí.
Suavemente, toma mi mano lesionada y se extiende hacia fuera, reti-
rando la gasa y la coloca a un lado, sobre la mesa.
“Esto va a picar”, advierte, sus ojos nunca dejaron los míos.
Arranca abierta toallita antiséptica y lo ejecuta a través de mi corte.

Me estremezco de la rápida, quemadura agudo. Luego se levanta la
palma a la cara y sopla suavemente. Me estremezco de nuevo. Esta
vez, creo que tiene más que ver con Thayer de la corte.
“¿Seguro que estás bien?” Thayer pregunta en voz baja.
“Estoy bien”, le digo, haciendo una mueca.
“No quiero decir del corte”, dice. “Me refiero a ... su sueño. Hagas lo
que despertó. Pareces ...“ Él no se apaga, tal vez capaz de encontrar
las palabras.
“Estaba soñando con mi madre,” se me escapa de repente. “Mi ver-

dadera madre, quiero decir. Ya sabes que soy adoptada, ¿verdad? “
“Sí.” Si Thayer puede decir que estoy nerviosa, no reacciona. Él sólo

despega el respaldo de una gran tirita, fijándolo firmemente sobre mi
corte. Luego dobla mi mano en un puño, ventosas en su propia, ejer-
ciendo presión sobre la herida para detener la hemorragia. Su fuerte
agarre me consuela, y sigo.
“Lo hago, a veces— soñar con ella. Me despierta cada vez. Excep-
to, que no es realmente ella, incluso— no es que yo sé realmente. No
tengo recuerdos de ella. Y fue una adopción cerrada, así que mis pa-
dres— Los Mercer, quiero decir— no verán hablar de ello“.
Por un momento, la cocina sigue siendo, el zumbido del aire acon-
45
dicionado, el único sonido que no sea mi respiración y la de Thayer.

Cuando unos cuantos segundos pasan y Thayer no dice nada, em-
piezo a sentir pánico. Tal vez compartí demasiado. Tal vez él no quiere
oír mis sueños cojos o angustia acerca de mis padres biológicos. No
es algo que me gusta pensar en mí mismo. Ni siquiera escribo los sen-
timientos en mi diario.
Pero entonces Thayer aprieta la mano con más fuerza. “Eso debe ser
duro”, dice con sencillez.
Una oleada de emoción lava sobre mí. Es lo mejor, lo único que, de

verdad, que decir.
“¿Espera a conocerla algún día?” Thayer pide.
Considero que este. Sorprendentemente, es una pregunta que nadie

me ha pedido. “Creo que sí”, le digo. “Quiero decir, hay una parte de
mí que realmente enfadado con ella, por supuesto— todos los niños
adoptados se siente de esa manera, probablemente. Quiero saber
por qué me dio por vencido, ¿por qué ella no me podía mantener“.
“Tal vez ella tenía una buena razón.”
“Quizás.” Asiento con la cabeza. “Pero más que eso, sólo me gustaría
verla. Habla con ella. Averiguar si incluso tenemos nada en común.
“De repente, siento las lágrimas que parpadean en las esquinas de
los ojos. Trago saliva, horriblemente avergonzada. Yo no voy a llorar
alrededor de Thayer.
Le doy un gesto exagerado. “De todos modos, lo que sea. Tu pregun-

taste lo que estaba soñando, así que ahí lo tienen. “
“Gracias por decírmelo”, dice Thayer. Luego se toma un respiro. “No

soy una gran dormilón, tampoco.”
“¿Por qué no?”
“El insomnio, sobre todo. Pero yo solía caminar dormido “, confiesa,
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mirando tímida. “Lo que solía asustar a mis padres tan mal.”
“¿Qué hiciste?”
Él se ríe. “Bueno, una vez que bajaron las escaleras para encontrar-
me sentado en el sofá de la sala, el control remoto en la mano, con un
estruendo infomercial”.
“¿Y no te acuerdas de él?”
Niega con la cabeza. “Nope. Yo estaba profundamente dormido“.
Le brazalete en el brazo. “No son más que suerte que usted no pidió
nada. Podrían haber quedado atascado con un montón de Snuggies“.
“O las alarmas de Vida” Thayer bromea.
“¿O esas linternas infrarrojas que muestran dónde están sus gatos y
perros orinan en la alfombra,” agrego.
Ambos reimos, y estoy agradecido a Thayer para girar la conversa-

ción lejos de mi madre y de aligeramiento de humor. Cuando él saca
su mano de la mía, me doy cuenta de que echo de menos su calor.
Entonces me pregunto: “¿Dónde está el lugar más extraño que has

despertado?”
“En la bañera, con el agua corriendo”, responde sin dudarlo. “Yo te-
nía doce años, y mis padres perdí, pensando que podría ahogar a un
día. Mi padre amenazó con llevarme a uno de esos especialistas del
sueño y ejecutar pruebas. Ya sabes, con los electrodos y el monitoreo,
como si fueras una especie de rata de laboratorio. Yo no estaba en
ella. “Sus ojos se oscurecen. “El estaba muy, muy enojado.”
“Estaba preocupado,” digo diplomáticamente.
Thayer huele. “No lo creo.”
47
No digo nada más, pero creo que sé lo que Thayer se llegar. Esta vez,
el Sr. Vega enloqueció a Madeline porque ella estaba caminando
por el barrio descalzo. No porque le preocupaba que ella había pisar
algo afilado, pero debido a lo que los vecinos pensarían. No estoy
diciendo que no estaba preocupado por Thayer ahogarse en la ba-
ñera, por supuesto, pero me pregunto si algunos de su enojo se debía
a que todo el asunto era una complicación añadida, una molestia,
una rareza, para él.
“Los padres son extraños, ¿no es así?” Les pido en voz baja.
Thayer asiente. “Tú lo has dicho.”
Nos mirábamos como si tuviéramos un tipo especial de comprensión.

Quiero llegar, para rozar un mano a través de los ángulos agudos de
sus pómulos, para inclinar la mirada hacia mí. O, al menos, tomar su
mano y apretar con fuerza. Pero me doy cuenta de que tengo miedo.
¿Y si él se retira? ¿Y si él se ríe?
“Entonces, ¿todavía sonámbula?” Lo que pido.
“Nah.” Thayer niega con la cabeza. “Yo crecí fuera de él, supongo.
Pero todavía tengo ansiedad sueña todo el tiempo. Mi grande está
mostrando a hasta la escuela y darse cuenta de que estoy en mi ropa
interior “.
“Ese es un clásico.”
“¿Sueñas con eso también?”, Se pregunta.
Niego con la cabeza. “No, no tengo otros sueños recurrentes.”
“¿Acerca de ...?”
Tu, casi me dices, y luego se detiene a mí mismo.
Pero Thayer me mira como si estuviera leyendo mi mente. De repen-

te, él guitas sus pies alrededor de las patas de la silla y me desplaza
48
hacia él. No puedo dejar de jadear, pero yo no decir nada, y yo cier-

tamente no alejarse. Estamos tan cerca ahora que estoy envuelto en
su aroma limpio y cubierto de hierba. Lo miro, y él le devuelve la mira-
da. Hay un sonido corriendo en mis oídos, tal vez el ruido del bombeo
de la sangre de forma rápida a través de mis venas.
Me esfuerzo para no enloquecer por completo. “Así que, ¿vas a la

fiesta de Nisha mañana por la noche?” Le pregunto a la ligera.
Thayer se ve sorprendida por un momento, como si él no esperaba

la pregunta. “No lo sé. Probablemente. ¿Por qué— qué quieres que
me vaya?“
Abro la boca, pero volvió a cerrarla. Por supuesto que sí. Pero la idea
de decir que me llena de nerviosismo. Me hace sentir necesitado, fue-
ra de moda, camino del centro. “Bueno, no me importa de cualquier
manera”, le digo a la ligera, aunque mis voz se quiebra al final. “Pero,
um, creo que mi hermana lo hace. Creo que ella podría estar ena-
morada de ti. “Arqueo una ceja, esperando su reacción, nada que
sugiera que podría volver sus sentimientos.
Thayer no se inmuta. Una lenta sonrisa estalla en toda su hermosa

cara. Inclina la cabeza muy cerca del mío que estamos prácticamen-
te respirar el mismo aire. “¿De verdad quieres hablar de Laurel en este
momento?” Susurra.
Mi boca se abre en estado de shock. “Um”, le digo, pero luego mi

mente se pone en blanco. ¿Va a darme un beso? Su confianza es in-
toxicante. Aparto la mirada, mi corazón latía como un martillo contra
mis costillas.
Thayer llega y arrasa el pelo hacia atrás fuera de mis hombros. “Um”,
bromea, inclinando mi rostro hacia el suyo.
Por lo que va a suceder. Bajo los ojos y en pulgadas hacia él. Mano
áspera de Thayer roza mi frente a la ligera. Aguanto la respiración, emo-
cionada y expectante, como nuestras caras se mueven más cerca, y...
49
“¿Thayer?”
Por segunda vez desde el despertar, yo salto. Thayer dispara lejos de

mí y se pone de pie. Laurel se cierne en la puerta, con los brazos cru-
zados sobre el pecho. Hay una expresión inescrutable en el rostro, y
me pregunto cuánto tiempo ha estado allí de pie.
“Me preguntaba qué estaba tomando tanto tiempo,” Laurel dice

después de un momento.
Mejillas enrojecen de Thayer. Se engancha a los vaqueros y los pun-

tos para el botiquín de primeros auxilios en la mesa. “Sutton rompió un
vidrio. Estaba ayudando a limpiar“.
Su mirada es sólo en Laurel, no yo. Yo cambio de distancia, mirando

mi mano vendada. De repente, la perspectiva de los besos Thayer pa-
rece impensable, imposible. Tal vez nunca se había destinado a ha-
cerlo en absoluto, tal vez sólo estaba jodiendo conmigo. Y él se apar-
tó de mí, como una honda, como si él se horrorizó ante la idea de que
Laurel nos atraparía juntos. ¿Me encuentran inbesable? Lo que sea,
me parece. Me levanto de mi silla y arrebatar el botiquín de primeros
auxilios de la mesa. “Gracias por tu ayuda, Thayer,” me dicen fríamen-
te. Entonces me dirijo a Laurel. “Diviértete en tu pequeña casa club,”
Yo complemento.
Me volante más allá de ellos y al final del pasillo, con los hombros
hacia atrás. Quiero dar la vuelta y ver si Thayer está mirando, pero no
me atrevo. En mi camino por las escaleras, me digo con severidad:
No fue nada.
No tienes sentimientos por Thayer. No tienes sentimientos por Thayer.
Pero no importa cuántas veces lo repito, que se siente, por primera

vez, me estoy mintiendo a mí misma.
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9
: Una pérdida total de una pedicura :
El jueves por la noche, ya que la oscuridad asentarse pinta el cielo

una acuarela brillante, rayado de color rosa, naranja y amarillo, Char-
lotte, Madeline, y se atascan en mi época Volvo, Floyd, y la cabeza a
la fiesta de Nisha. Me agarre el volante con fuerza y acelerar en las
curvas. El aire huele a hierba cortada y las parrillas de carbón, y Sa-
bino Canyon y las montañas de Catalina suba grande y hermosa en
frente de mí. Por último, me dirijo hacia la calle de Nisha, el viento cos-
quillas en la mejilla casi juguetonamente. Sonrío y subir el volumen de
la radio como un remix de Jay-Z se enciende. Madeline deja escapar
un grito. Charlotte asoma la cabeza por la ventana como un perro, y
luego la toma de nuevo en cuando se da cuenta que está arruinando
su cabello.
“Esta noche va a ser clave para la Operación Chico amante— Yo

sólo puedo sentirlo! “Charlotte chilla a mi lado, rompiendo en una pe-
queña vibración excesiva improvisada en su asiento. Sus pendientes
colgantes turquesa se balancean adelante y atrás, y su embriagador
y empalagoso perfume de Prada caramelo que ella se ha empapa-
do en wafts mi camino.
“¿Operación qué?” Le pregunto, lanzándole una mirada severa.
“Operación Chico amante”, repite Charlotte. “Ya sabes. ¿Tú y Thayer,

sentados en un árbol? “
Tiramos a lo largo de la acera de unas pocas casas abajo de Nisha

de baja, rancho de estilo español— siendo elegantemente tarde sig-
nifica perder en las mejores plazas de aparcamiento, por desgracia.
Como yo mato el encendido, yo disparo dagas Char. “Pensé que te
dije que no lo llamaría así.”
“Lo que sea.” Charlotte agita una mano hacia mí con desdén. “No
51
me importa cómo lo llamemos. Sólo quiero hacerlo. Esta noche es la

noche, de Sutton. Te ves muy caliente“.
Trago saliva. Mi estómago está saltando, pero tal vez es porque ape-
nas he comido en todo el día. Puedo revisar mi reflejo en el espejo
retrovisor, y tengo que decir, Char es correcto. Mis cascadas pelo suel-
to mis hombros en suaves ondas. El impreso camiseta sin mangas de
seda roja y blanca saca lo rosiness en mi piel y las manchas verdes en
los ojos. Y mi sonrisa es más grande y wobblier de lo habitual porque,
bueno, estoy emocionado. Listo para la posibilidad de ... posibilidad.
No puedo recordar la última vez que fui a este problema mucho para
un chico, cuidado mucho, se desvivieron tan mal sobre todos y cada
uno de pestañas Diorshow recubiertos y hasta el último mechón de
pelo. Pero después de la noche que no puedo ignorar estos senti-
mientos. Están frente y al centro. Grandes letras en una marquesina. El
primer pensamiento que tengo cuando me voy a dormir y despertar.
No puedo creerlo, pero, sí: estoy

en él. De verdad. Y ahora lo que
necesito saber, de una vez por todas, si está dentro de mí.
Lo que esto significa para mis amigos, los otros niños en la escuela ...
Laurel, no tengo ni idea. Pero yo no puedo preocuparme por eso to-
davía— tengo que averiguarlo con Thayer primero.
Salimos del coche. Al otro lado de la calle, dos niñas vestidas exac-
tamente iguales se alza sobre las bicicletas a juego, pedaleando alre-
dedor de su camino de entrada. Las cintas del grosgrain en sus coletas
están perfectamente adaptados a la tubería en sus cestas de bicicle-
ta, y sus sandalias son el mismo tono exacto de rosa chicle. Laurel y
yo solíamos vestir así, cuando éramos amigos y tenía menos control
sobre nuestro fondo de armario. Una ola de culpa lava sobre mí, ya
que considero lo lejos que hemos crecido, y lo que puedo hacer esta
noche. Robar Thayer de ella. Si puedo.
Pero tengo que mantener la parte delantera un poco más de tiem-

po, ya que si Thayer no me quiere ... Me detengo un estremecimiento.
“Ustedes, deberías haber estado allí la noche anterior, en la cocina”,
52
le digo a mis amigos mientras nos dirigimos por la acera. “Te lo estoy di-
ciendo, Thayer, al igual que, enamorado de mí, a lo grande. Voy a pe-
dirle a un picnic de mañana por la noche. Voy a sellar el acuerdo allí“.
“Dulce”, Charlotte emite un sonido.
“Se lo merece”, Mads añade.
Echo hacia atrás los hombros con confianza a medida que avan-
zamos por la calzada de Nisha. Bass libras desde el patio trasero. Los
niños de pie en el jardín del frente, también, y, como era de esperar,
todos los niños que pasan nos mira fijamente. Como me doy la vuelta
para bloquear Floyd, incluso me veo un aleteo cortina al lado. Si no
me equivoco, es la casa de Ethan Landry. ¿Por qué no acaba de ve-
nir esta noche? No es como si tuviera mal aspecto— que totalmente
podría pasar el rato en una fiesta si actuaba normal.
De repente, me bombardean por voces: “¡Sutton! ¡Te ves in-creíble! “

”¿Es eso parte superior Thakoon? “Entonces oigo el distintivo, haga clic
en electrónica de una cámara iPhone y mirar hacia arriba. Gabby y
Lili haz en mí, los teléfonos en la mano.
Extiendo mi mano. “Chicas, no hay fotos mías en Twitterlandia sin mi

permiso.”
Gabby se asoma a la pantalla, a continuación, se presenta la foto

a mí para su aprobación. Que tomo en la imagen de mí mismo en la
acera. Mi sonrisa es amplia y sorprendido. Pero miro un poco nervioso,
también. Un poco, me atrevo a decir, en el amor.
Lili ya está golpeando furiosamente. “Gracias a Dios que ustedes es-

tán aquí. Hacer una gran entrada, como de costumbre. “Entonces
ella mira a Charlotte. “Oh. Garrett estaba buscandote.“
Charlotte sonríe fríamente. “Como sea. Nunca está de más llevar un

tipo de espera. “Pero incluso mientras lo dice, está poniéndose de
puntillas para buscarlo fuera de la multitud. Quiero a burlarse de ella,
pero entonces recuerdo Garrett apareciendo en mi porche, el otro
53
día con esa extraña historia sobre el teléfono. Me había olvidado de

mencionar a ella— o tal vez yo no quería. Sólo espero que Garrett no
dice nada, tampoco. Carácter podría pensar que estaba delibera-
damente escondido o algo.
Entramos en el salón, que es amplio y está decorado con elegantes

neutrales. Un grupo de pequeñas velas de té twinkle desde una con-
sola de mármol, y el olor a gardenia mezclado con cerveza me en-
vuelve. Casi todos mis compañeros de clase están aquí, por lo menos,
los que deberían estar aquí, charlando con entusiasmo y disfrutando
el último suspiro del verano. Starling Russe, que está en el equipo de
tenis, yo y olas ve ampliamente, blandiendo una taza roja de plástico
gigante. El tono florido de la nariz impertinente me dice que todo lo
que está bebiendo, no es el primero. No se descartan vasos de plás-
tico de color rojo en el suelo, un montón de fichas derramó sobre la
mesa, y un poco de algo sospechoso en una de las paredes. La músi-
ca es tan fuerte que está haciendo todo lo que vibra.
“¿Nos hemos perdido algo bueno?” Madeline pide Gabby en voz

alta, estirando el cuello para disfrutar de todo a la vez.
Gabby pone los ojos. “En realidad no. Nisha loca, sin embargo. Supongo
que ella supone que íbamos a mantener este lugar impecable o algo.“
Resoplo. “Ella está herida tan fuerte.”
Entonces me veo Nisha al pie de la escalera, la celebración de la cor-

te entre un grupo de otras chicas del equipo. Pero ella no se ve destacó
para mí. Ella está gesticulando profusamente y sacudiendo su brillante
cola de caballo negra sobre un hombro. Varias de las chicas de tenis
vistazo a mi manera y ola, pero Nisha sólo me da una ceja arqueada
snottily. Lo que sea. Mi presencia aquí hace que la fiesta, y ella lo sabe.
Sigo examinando la habitación. Hay Jeff Katz del equipo de fútbol,

y Greg Richter, el presidente de la clase realmente cool. Un par de
chicas de alto nivel vestidos con vestidos BCBG pie, impasible por las
puertas corredizas de vidrio, mirando a sus teléfonos. Mi mirada se
desplaza a lo largo de las caras una y otra vez, pero luego me doy
54
cuenta: Thayer no es cualquier lugar. ¿Es posible que no vino?
Me inclino a Madeline. “Hace mucho calor aquí. Voy a tomar una

copa y la cabeza hacia el patio trasero “.
Ella asiente con la cabeza. “Buena suerte en encontrar a mi hermano.”
Me congelo, preguntándome si de alguna manera yo he regalado.

¿Sabe lo que pienso? ¿Se da cuenta de que para mí, no es una bro-
ma más? Pero Madeline está sonriendo a mí con entusiasmo y sin una
pizca de malicia en su expresión. Exhalo, sensación de embriaguez,
aunque no he tenido un sorbo de nada. De repente, yo realmente
necesito salir a la calle para refrescarse.
Empujo a través de los bolsillos de la gente, haciendo mi camino a

través de la casa. La cocina es el lugar donde la gente es más gruesa,
niños pululando un barril desbordante, cubierto a través de la mesa
de la cocina de pinchado de colores, y se sentó, con las piernas osci-
lante, en la encimera de piedra caliza. Garrett funciona la bomba por
una multitud de deportistas musculosos, aunque no se sostiene una
taza de cerveza sí mismo. Me debato conseguir su atención para ha-
cerle saber que Charlotte llegaron, pero decido rápidamente contra
ella. Se podría pensar que deliberadamente lo busqué.
Luego de una ola de Polo colonia casi me golpea en el trasero. “Hey,

Sutton, te ves bien”, dice una voz, y una cara pecosa, de ojos verdes
aparece en mi campo de visión. Es Aidan Grove, mi hijo de cinco se-
gundos crush verano. Ahora él me mira con impaciencia, como esta
noche podría ser la noche para nosotros. Pero no es que yo estoy aquí.
“Hey, Aidan,” digo distraídamente, mirando por encima del hom-

bro hacia el patio trasero. ¿Dónde está ese cabello oscuro desor-
denado, los centelleantes ojos color avellana? ¿Qué pasa si Thayer
decide no venir? Creo que de la conversación que tuvimos en el
medio de la noche. ¿Vas a Nisha? Probablemente. ¿Por qué, qué
quieres que me vaya?
“Entonces, ¿cómo ha sido tu verano?” Aidan pide. “Tengo ganas de
55
volver a Hollier?”
“Sí, claro”, le digo, mis ojos todavía en la multitud. Entonces tengo

una epifanía: Tal vez Thayer se retrasa, más tarde que yo. Lo cual es in-
dignante, porque yo conté nuestra llegada para el máximo impacto,
pero tal vez Thayer sabe cómo me pegaba en mi propio juego.
Meto la mano en mi bolso y saco mi celular. Tal vez él envió un men-

saje. Pero puedo ver de inmediato que mi fondo de pantalla pantalla
de inicio es completamente tranquilo. Una instantánea reciente de
Charlotte, Madeline, y yo me saluda alegremente, que no este atado
por una burbuja de texto o notificación de llamada perdida.
“¿Cómo está tu juego de tenis este año?” Aidan pide.
Miro hacia arriba, él está asombrado que estaba en medio. “Ya sabes.”
“¿Quieres una cerveza?”
Apenas murmuro una respuesta. Mis entrañas se sienten como si estuvie-

ran en el fuego. Nunca he estado tan completamente confundido por
un miembro del sexo opuesto. Nunca no he sido el que la última palabra.
Lo que está pasando con Thayer, es totalmente desconocido y nuevo.
¿ Y honestamente? Es un poco emocionante.
Mi emoción debe demostrar en mi cara, porque la boca de Aidan

se convierte en imagen en las esquinas. “¡Te daré una cerveza, enton-
ces!”, Dice enfáticamente. “¡Vamos a la fiesta!”
Coloco una mano en su hombro, interrumpiéndolo. “Uh, pensándolo

bien, estoy bien. Creo que veo Madeline fuera “, le digo, asintiendo con
la cabeza hacia la puerta trasera. “Tengo que preguntarle sobre algo.”
Frunce el ceño. “¿No está Madeline ahí?”
Señala detrás de mí, y lo y he aquí, es Madeline hablando con Finn

Hadley, el muy idiota que ella abandonó la au pair a principios de
56
este verano. Si no estuviera tan preocupado, me marcho de allí y le

doy una charla-a popa.
Me vuelvo hacia Aidan. “Um, sólo necesito ...” Yo le ofrezco una son-
risa de disculpa y empujar más allá de él hacia la puerta. ¿A quién le
importa si no tengo una buena excusa? Aidan es historia.
Hay menos niños afuera, y el sonido de los grillos y el sordo rumor de

las conversaciones se funden en un murmullo agradable. El aire de
la noche es fresca y la humedad, la hierba húmeda de rocío le hace
cosquillas en los dedos del pie a través de mis sandalias de tiras de
la cuña. Aspiro el aroma de la cálida noche de verano, aromatizado
por el olor a humo de leña unas pocas casas.
Y luego, desde el otro lado del césped, veo un susurro de los arbustos
como la puerta de los cambios de unidades frontales abiertas. Un mu-
chacho de los pasos a través de y hacia el patio trasero. Mi respiración
se atrapa en la garganta. Thayer.
Mi corazón martillea mientras pasea por la puerta, su espeso cabello

todavía húmedo de una ducha. Un rizo cae desordenadamente por
la frente. Lleva un abotonada de manga corta que cuelga perfecta-
mente en su marco sólido y los pantalones vaqueros que perfilan sus
musculosas piernas.
“Thayer,” clamo, levantando una mano para saludar. Pero entonces,

cuando mi mirada se bloquea en la figura detrás de él, yo bajo mi
mano de inmediato. La chica cierra el pestillo de la puerta de made-
ra y trota hacia adelante para tomar la mano de Thayer. Su alcance
es posesivo y vistosa. Es mío, dice. Todo lo mío.
Me tomo un gran paso hacia atrás, esperando, rezando, que no ha

escuchado me llamo su nombre. Y como los dos de ellos paso a la luz,
me sale un buen vistazo a esa rubia cola de caballo, que compacta,
corte-de-tenis marco, y la pareja de James Jeans ella sólo compró
porque yo los tenía. Y mi estómago se hunde a mis pies.
La niña se aferra a Thayer para salvar su vida es mi hermana. Laurel.
57
10
: Media vuelta es un juego limpio :
“Thayer! Hey, hombre! “
Estoy, clavado en el borde del patio trasero de Nisha, viendo como

compañeros de fútbol de Thayer se agrupan en torno a él saludándo-
lo con impaciencia. Es un montón de chico ish palmadas en la espal-
da y discreto cabeza asintiendo. Laurel se mantiene al lado de Thayer
a través de cada segundo, con los ojos clavados en su rostro. Cuando
se ve obligada a dejar ir de su mano mientras él dice hola al equipo,
que se ve casi como un barco que se alejó de su deslizamiento. Ella
mantiene una cierne pálida mano cerca de la parte baja de la espal-
da y mira hacia él con adoración, posesivamente.
Lo que no puedo decir, aunque— y lo que me está matando en

serio en este momento— es si Thayer siente lo mismo por ella. Pienso
en el idiota, yo-no-quiero-a-revelar-my-sentimientos-así-que-lo-ha-
ré-piensar-que-no-me-importa lo que dije anoche: Creo Laurel quie-
re que vayas. Ella está enamorada de ti. ¿Qué pasa si Thayer tomó
a pecho? ¿Qué pasa si se fueron de vuelta a la casa club anoche
y Thayer le enfrentaron al respecto? Quizás Laurel era como, Sí, me
gustas mucho. ¿Le agrado? Y Thayer, pensando que nunca le gus-
taría, tal vez se encogió de hombros y dijo: Totalmente. Vamos a ser
una pareja.
En realidad nunca negó que tienen sentimientos por ella, después

de todo. Y fueron tomados de la mano. Mi cabeza comienza a girar.
No puedo creer que estoy celosa de Laurel— debido a Thayer. Todo
en esta noche es totalmente al revés, y sólo acaba de llegar.
“¡Sutton! ¡Aquí está la cerveza! “
Me torbellino alrededor. Aidan está viniendo hacia mí, con una bo-
tella en la mano. Hay una expresión de esperanza en su rostro, lo que
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significa que se perdió por completo mis señales dentro.
Pero tal vez este es el momento perfecto.
Miro hacia atrás en Thayer, quien todavía no ha reconocido mi pre-

sencia. Dos pueden jugar este juego, creo. Hay una manera de des-
cubrir exactamente lo que Thayer piensa de mí: a fingir interés en otra
persona. Por lo general es en el fondo de mi bolsa de trucos, pero
estoy seriamente quedando sin opciones.
Me dirijo a Aidan. “Muuuchas gracias”, le canturreo, teniendo la cerveza

que em ofrecio y haciendo tintinear mi botella contra el suyo. “Cheers”.
Mientras tomo un trago profundo, casi puedo sentir el momento

cuando Thayer da la vuelta y cierra los ojos en mí. Me asomo por enci-
ma, y sí, él está mirando. Bueno. Pero luego me pilla mirando y arquea
una ceja cuestionamiento en mi dirección. Ni una ceja celoso. No es
una envidia, el amor golpeó expresión. Es casi como que me está de-
safiando: Vamos, Sutton. Sé que estás haciendo esto sólo para darme
celos. Eres una chica tan tonta.
Me dirijo con rigidez de nuevo a Aidan y metí la cerveza en él. “¿Pue-

des sostener esto por un segundo? Necesito ajustar mi top “.
“Claro”, dice Aidan, y me mira como llego hasta el cuello, desatar las
correas finas de la soga, y deje que la tela a la piscina muy ligeramen-
te de manera que sólo un poco más de mi clavícula está expuesto.
“¿Puedes hacer que mi cabello?” Murmuro a Aidan.
“Uh ...” Aidan tientas por un momento, luego coloca las dos botellas
con torpeza en una mesa del patio del hierro. Da un paso hacia de-
lante y levanta el pelo para que pueda reajustarse mi top. Sus manos
tiemblan levemente. Espero que estoy teniendo el mismo efecto en
Thayer, pero yo no voy a darle la satisfacción de mirar por encima de
él para comprobar que funciona.
“¿Asi está bien?” Aidan pregunta.
59
“Eso es perfecto,” Yo ronroneo, volviéndose hacia Aidan y pasando un

dedo por mis rizos sueltos. Aidan se ríe. Él toma su cerveza y toma otro
sorbo. Tomo un sorbo de la mía, también. Por último, no puedo soportar-
lo más. Me doy vuelta y miro a Thayer. Él está de pie en el mismo lugar
con los chicos de fútbol, pero su mirada todavía está en mí. Cuando
me ve mirando su camino, él levanta una mano en una onda informal.
Yo látigo de mi cabeza hacia atrás a Aidan. Thayer se va a tener que

trabajar mucho, mucho más difícil que eso.
“Entonces”, le digo a Aidan, deslizándose más cerca de él. “¿Alguien

te ha dicho que tienes músculos de la pantorrilla increíbles?”
Aidan se sonroja. “Oh, bueno, se corre mucho en la práctica, creo.”
Después de confianza magnético de Thayer, el nerviosismo de Aidan

se siente como una decepción. Me pregunto lo que he visto en él.
Pero yo sonrío y ronroneo, “Oh, que puedo decir.”
Animado por mi respuesta, Aidan se lanza a una conferencia sobre

los distintos ejercicios de peso que hace para mejorar sus pantorri-
llas. Me escapo otra mirada a Thayer, y mi corazón se acelera. Él está
abriéndose paso entre la multitud, dirigiéndose directamente a mí.
Laurel se ha quedado atrás en la cerca, y ella se ve despojada y un
poco perdido. Siento una ligera punzada de pesar— a pesar de que
Laurel me vuelve loca, ella sigue siendo mi hermana. Pero lo que sien-
to por Thayer es totalmente diferente a lo que he sentido por nadie
más. Todo vale en el amor y la guerra, ¿no?
Me acero un paso a Aidan, tocando su antebrazo. “¿Quieres bailar?”
Él sonríe ampliamente. “Por supuesto.” Toma mi mano y me lleva de

vuelta a la casa. Da un paso a través del umbral hacia el aire húmedo,
lleno de gente de la cocina, y me doy la vuelta, ofreciendo una última
mirada por encima del hombro a Thayer. Su boca se encuentra en
una línea delgada, firme, y su frente se arrugó en señal de frustración.
Así es como yo sé que mi plan está funcionando.
60
11
: Puedes bailar si quieres :
La sala de grabación a nivel del sótano de la casa Banerjee se ha

transformado en una pista de baile improvisada. El espacio es enor-
me y acabado en liso, estuco color crema y adobe suelo de baldo-
sas, con mal humor, golpeando desierto-scape fotografía que ador-
nan las paredes. Los sofás seccionales de peluche se han hecho a un
lado para dejar espacio a la aglomeración de cuerpos. Té luces par-
padean hasta aquí, también, echando sombras vacilantes a lo largo
de las paredes.
Alguien ha puesto en cola una danza de reproducción de los ochen-

ta, y la habitación es frenética, con olor a una mezcla de sudor vera-
niego, perfumes florales. En realidad es un poco sofocante, y yo pre-
feriría estar fuera de nuevo en el aire fresco de la noche fresca, pero
bailando con Aidan es la mejor forma en que mi plan para la vía
rápida. Echo un vistazo a mi alrededor mientras me dirijo a Aidan a la
pista de baile. Thayer no ha llegado dentro. Una vez más, estoy tensa.
¿Decidió que no soy digna de él?
Aidan y yo se mecen a algunos clásicos de Madonna— Aidan hacer

más de una rodilla por inmersión dorky/cabeza-bob cosa— y trato de
perderme en la música, cerrar los ojos y sentir el ritmo. Pero mi mente
se dispersa en un millón de direcciones diferentes. ¿Qué está hacien-
do Thayer en este momento? ¿Se ha vuelto de nuevo a Laurel? Me
acerco a Aidan, apoyando una mano en la cadera con coquetería
y dibujar su cara en la mía hacia. Aidan sonríe y envuelve sus brazos
alrededor de mis hombros como respuesta, descansando sus manos
entrelazadas ligeramente en la parte de atrás de mi cuello. Nos gira-
mos y giro, la navegación por el suelo lleno de gente ya que la gente
en realidad un paso al costado por nosotros. Hasta que haya un golpe
en el hombro de Aidan y hacemos una pausa, a medio paso.
Miro hacia arriba, y mi corazón se eleva. Dos ardientes hermosos ojos
61
color avellana a mi de búsqueda.
“¿Puedo interrumpir?” Thayer le pregunta, su mirada lo que implica

que no, no es una opción. La pregunta es para mí, no para Aidan, y
no puedo llevar yo mismo a declinar. Aidan infla su pecho como un
pájaro macho durante la temporada de apareamiento. Pero algo en
el rostro de Thayer le hace retroceder. “Está bien”, dice a regañadien-
tes. Me mira. “¿Otra cerveza?”
“Gracias, Aidan.” Le ofrezco una dulce sonrisa para suavizar el mo-

mento otra vez.
Thayer se mueve hacia mí, y cuando me toca la cadera, la antici-

pación ondulación por mi espina dorsal. La música pasa de optimista
a una balada lánguida lento. Intercambiamos una mirada, apenas
vacilar antes de fundirse entre sí.
De repente, todo se siente completamente bien. Él lo hace como yo.

Puedo sentirlo en su pulso acelerado, su respiración poco profunda, su
suspiro. Aspiro profundamente, teniendo en aroma limpio de Thayer.
Coloca una mano en la parte baja de mi espalda, y mi piel se estre-
mece. Yo descanso mis dedos sobre sus hombros, trazando patrones
en contra de los fuertes músculos firmes de la espalda. Nos detene-
mos por un momento y miramos el uno al otro, ambos con pequeñas
sonrisas en nuestras caras. No hablamos. No hay necesidad de hablar.
Thayer se inclina para susurrar en mi oído. “Vamos a salir de aquí”,

dice en voz baja. Sus labios contra mi mejilla me hacen temblar.
Asiento con la cabeza lentamente. “Bueno.”
Toma mi mano y me serpentea a través de la aglomeración de gen-

te otra vez, arriba y fuera de la puerta principal.
No hay nadie en el patio delantero, y crujir a través de la grava hasta

que estemos fuera de las luces de los porches. Una ligera brisa sopla
las ramas espinosas de un árbol de mezquite, y las estrellas brillan un
modelo psicodélico contra un telón de fondo de obsidiana. A medio
62
camino a través del patio, Thayer se vuelve hacia mí y pone sus ma-
nos sobre mis hombros. Hay una desgarradoramente bella sonrisa en
su rostro, y de repente, me siento tonto para los juegos que he jugado.
“Thayer, lo siento”, me pongo.
“Shh”, dice. Él pone su dedo en los labios, luego se mueve hacia

delante para besarme. Con suavidad, al principio, y luego con más
urgencia. Doblo hacia él, envolviendo mis manos alrededor de su cin-
tura y tirando de él hacia mí con fuerza. Sus manos se deslizan por mi
espalda como rastrillo mis dedos a través de sus ondas desordenadas.
Sus labios se trazan lóbulo de mi oreja, mi mandíbula, el cuello. Voy

a quejarme, arqueando la espalda y apretando lo más ajustado. He
besado a otros chicos antes, pero nada se compara con esto.
No hablamos, sólo besamos y tocar y respirar entre sí dentro Estamos

completamente entrelazados, como si fuéramos las únicas dos per-
sonas que existen en el universo. De hecho, es casi como si fuéramos
una sola persona, estamos tan completa y totalmente en sintonía con
los demás. No quiero volver a separarse.
Hasta que escuche un crujido de los setos. Y luego una carcajada

malvada. Disparo de distancia. Esa es la risa de Madeline.
Pero antes de que pueda decir nada, antes de que pueda detener-
los, Charlotte y Madeline son el saltar de los arbustos, los teléfonos con
cámara en las manos, miradas triunfantes en sus rostros. “¡Te tengo,
Thayer!” Gritan como los flashes se apagan.
63
12
: Sorpresa, sorpresa :
Thayer y parpadean en los destellos de luz. “¡Te tengo!” Char cante

de nuevo.
“¡Eres es así de reventado, Thayer!” Chillidos Madeline.
Thayer hace una cara enojada. “¿Qué diablos, chicas?”
“¡Diga el queso!” Trinos Madeline, de tomar otra. Luego se vuelve ha-

cia Charlotte y abofetea a su máximo en cinco. “¡Otro éxito del Juego
de la Mentira!”
Thayer mira de reojo. “¿Juego de la Mentira?” Él dice que como él

nunca ha oído hablar de él antes. Pero yo sé que él tiene. Estoy seguro
de Laurel le ha dicho al respecto, si él no supiera ya desde la escuela.
Me siento paralizado. Quiero poner de alguna manera en los frenos,
hago esto todo se detiene, pero las palabras no salen de mi boca.
Todo está ocurriendo demasiado rápido.
Madeline se endereza y gira hacia mí, sus ojos azules brillando como
gemas. “Lo lamentamos, interrumpido antes de tener la oportunidad
para invitarlo a la comida campestre, Sutton,” dice ella. “Pero cuando
los vi bailando, sabíamos que iba a cerrar el trato esta noche. Pero no
pudimos contener“.
Thayer me mira. “¿Sello de la oferta? ¿Qué están hablando? “
Madeline le pone la mano en la cadera. “¿Qué crees que estamos

hablando, Thayer?”
Carcajadas de Charlotte. “¿No crees que Sutton en realidad va por

ti, ¿verdad?”
64
Realización oscuro amanece en rasgos cincelados de Thayer. Me

mira fijamente, con los ojos muy abiertos. “Sutton”, se pregunta. “¿Qué
diablos está pasando?”
“Yo ...” se trata de mí como un eructo. Sólo decir que, me digo. Sim-
plemente dile a tus amigos que de verdad quería besarlo. Pero mi
boca no puede formar las palabras. El momento lo digo, mis amigos,
la perderá todo el respeto para mí. ¿Qué estaba pensando, bailando
con Thayer de verdad, para siempre, delante de todos? ¿Cómo pude
haber pensado que acababan de aceptar esto? Y todo es culpa mía.
Si hubiera luchado más para detener la broma, esto no habría sucedi-
do. Incluso si hubiera tenido que retirarse de Thayer, fingir que no me
gustaba, por lo menos, sería mejor que esto.
Jadeos Charlotte. “Dios mío. ¡Él realmente se enamoró de ella! ¡En

realidad pensaba que a ella le gustaba! “
“Esto es mejor de lo que imaginábamos”, dice Madeline. “¿De ver-

dad pensabas que eras tan caliente que la chica más popular de la
escuela querría salir contigo?”
Thayer da un paso atrás, como si le hemos perforado. “Sutton, ¿es

esto cierto?”
Una oleada de náuseas ondas a través de mí. No, lo que quiero de-
cir. Por supuesto que no. Pero entonces se tambalea mi estómago. Yo
sé lo que tengo que hacer. No tengo otra opción.
Metí mis manos en los bolsillos y el trabajo para mantener la voz firme.
“Fue una broma, Thayer,” siseo, reuniendo a todos los bits de despre-
cio me sea posible. “Tenías que ser derribado un par de clavijas. Nos
podrás agradecer más adelante “.
Las cejas de Thayer entrelazados. Él bolas sus puños. “Tienes que es-
tar bromeando?”
“¡No!” Charlotte cante alegremente.
65
Se tambalea hacia atrás, casi disparaba en un cactus. “¿Así que,

todo lo que hablamos? ¿Ese momento que tuvimos en su casa? ¿Esos
textos? ¿Nada de eso era cierto? “
Ni siquiera puedo mirarlo. “No.”
Thayer niega con la cabeza lentamente. “Dios, Sutton. Eres una perra
incluso más grande de lo que todos dicen“.
Me siento mareado, el aire corriendo de mis pulmones. Yo sé lo que

la gente dice de mí, por supuesto. Yo sé lo que piensan. Es sólo que no
me importa acerca de sus opiniones.
Sólo de Thayer.
“Está bien, hermanito,” Madeline canta una cancion. “¿Podemos en-

contrar a alguien más veloz. ¿Tal vez un estudiante de secundaria?“
Pero Thayer apenas le oye. Sigue mirándome. “Eso sería mejor que
involucrarse contigo”, dice Thayer, su voz llena de repugnancia. “¿Al-
guna vez has sido sincera un día en tu vida?”
En el interior, Me tambaleo, pero mi expresión está totalmente con-

trolada. “Con los chicos que me gusta, Thayer. No contigo.“
El rostro de Thayer se contorsiona en una horrible mueca, y él se vol-

tea, patadas nubes de polvo a partir de la grava de la tracción delan-
tera Banerjee mientras corre en el medio de la calle.
Se forma un nudo en el pecho. Quiero que lo siguiera. Quiero arreglar

esto. Pero con mis amigos que están aquí, me miraba, yo no puedo.
Charlotte cacarea, doblándose. “Oh, Dios mío, Mads, creo que en

realidad está llorando.”
Todavía riendo, Madeline endereza y me da una palmada en el

hombro. “Eso. Fue. Increíble. Buen trabajo, Sutton. “
66
“Uh-huh”, le digo inexpresivamente.
“No puedo esperar para enviar esa imagen alrededor,” Charlotte

exclama.
“Sabíamos que podía bolsa de él”, dice Madeline.
Y entonces mis mejores amigos unen sus brazos conmigo, uno a cada
lado, y me llevan de nuevo a la fiesta. No es que esté de humor para
más. En este momento, sólo hay un pensamiento pasaba por mi mente:
¿Qué acabo de hacer?
67
13
: Sólo excusas :
“Sutton, ¿puedes por favor dejar bogarting la Twizzlers?”
“¿Qué? Ah, claro. Lo siento. “Yo ociosamente pasar la bolsa gigante

de regaliz de fresa en el sofá a Charlotte. Es más tarde esa misma no-
che, y estamos de vuelta en la habitación de la familia de Madeline.
Nos alojamos en el partido por un tiempo después de la “broma” fue
expuesta, y me fui a través de los movimientos de la mejor manera que
pude, pero no puedo conseguir Thayer— y que devastó expresión de
su cara— fuera de mi mente. No lo volví a ver en la fiesta, no es que
yo lo habría sabido qué hacer ni qué decir a él si tuviera. Hay una par-
te de mí que no quiere estar aquí en absoluto. Prefiero estar en casa,
acurrucado con Scooby-Doo, pensando en cómo se sentía al besar
Thayer— y cómo podría arreglar todo lo que ha pasado esta noche.
Thayer debe de haber llegado a casa antes que nosotras, y no he-

mos escuchado un sonido de su habitación desde que llegamos aquí.
Sin embargo, los rastros de lo impregnan el Vegas ‘sala de prensa: una
copia maltratadas de centrifugado que se sienta en la mesa de café
elegante y moderno de mediados de siglo, una hilera de trofeos de
fútbol ligeramente empañado encerrados en un gabinete de cristal
de altura, un llavero tiró en una decorativa bol con el Alto logo Hollier.
Thayer es todo lo que me rodea.
Lástima que no quiere tener nada que ver conmigo ahora.
Entonces Madeline se dispara. “Charlotte, ten cuidado con la Co-

ca-Cola Light! Si derrama en el sofá de cuero, mi papá me va a matar.
“Algo en su tono sugiere que no es una exageración.
“Dios, lo siento.” Charlotte pone su vaso en una montaña en la mesa

de café. “No deberíamos beber soda, de todos modos, debemos te-
ner el champán para celebrar el éxito rotundo de la primera broma
68
del Juego de la Mentira de la temporada!”
“Hecho y hecho,” dice Madeline. “Y tal vez nos dará un poco de ins-
piración para la broma de regreso a la escuela. Mientras que estamos
en una buena racha “. Luego se levanta y almohadillas para la co-
nejera Mad Men-estilo que se encuentra junto al televisor de pantalla
plana de gran tamaño en el lado opuesto de la habitación. Ella des-
liza las puertas del armario abierto y comienza a hurgar en su interior,
su moño de sube y baja ligeramente mientras ella busca.
Después de un momento, ella emerge triunfante blandiendo una bo-

tella de Absolut medio llena. “¿Lo haré vodka?”
“Absolut-mente,” Charlotte trinos, pero yo ni siquiera puede reunir la

energía para poner los ojos en su nerdiness.
Madeline se sumerge en la cocina y volvió con tres vasos limpios api-

lados en el hueco de su brazo y un cartón de jugo de naranja escon-
dido debajo de la barbilla, de alguna manera la gestión para hacer
el acto de malabarismo torpe vea elegante.
“Vamos a guardar la champaña para después de la travesura de

regreso a la escuela. Al igual que una gran final. Esto es sólo un ca-
lentamiento“. Ella guiña, espesas pestañas revoloteando contra su
mejilla alabastro.
Vierte tres cócteles generosos, vodka chapoteando sobre los lados

de las gafas, que se apresuró a toallitas con el dobladillo de su gris Cal-
vin Klein jarras. Pasa dos de las bebidas a Charlotte y a mi. Cada una
de nosotros tomamos una y elevamos nuestros brazos, chocan gafas.
Voy a las esquinas de la boca en la sonrisa más convincente que

puedo manejar. Mi cara se siente rígida, como una máscara de car-
naval. “Cheers”, murmuro.
“¡Por el Juego de la Mentira!” Brindis Madeline, rebosantes de entu-

siasmo. Ella fija sus ojos azules chispeantes en mí. “En serio, Sutton, su
trabajo fue inspirador. Muchas gracias por poner Thayer en su lugar
69
para mí. “Ella suena intensamente sincero. Casi tan alarmante.
“No hay de qué”, le digo, agitando una mano hacia ella con desdén.
Mi estómago se voltea sólo de pensar en la expresión del rostro de

Thayer antes de que él salió corriendo.
“Honestamente, eres la maestra. La reina del Juego de la Mentira“, elo-

gia Charlotte. Ella suena más que un poco asombrada, y que a tanto
alzado se eleva en la parte posterior de mi garganta. Me ahogo por un
trago de mi bebida, el sabor ácido de la quema de vodka en el fondo.
“La adulación le conseguirá en todas partes, señoras,” digo, como

alegremente como pueda. “Pero, por favor— la reina está cansada
de una noche de trabajo duro. ¿Podemos ver la película y no hablar?“
“¡Sí! Por supuesto, “Madeline está de acuerdo. Ella se apresura para

el Blu-ray Titanic sacó de su plataforma multimedia abarrotados y se
desliza en el reproductor de DVD. Los parpadeos de la máquina y
zumba como lo enciende y clics en el engranaje.
“Al igual que siempre y cuando no esperas que te alimentamos las

uvas y el fan que,” Charlotte se queja, sonriendo afablemente. Ella
toma otro trago de su bebida sana, suspirando con satisfacción.
“Sabes que lo haría si te pidiera que:” Yo chiste.
Estoy actuando como mi antiguo yo, pero mi corazón no está en él.

De hecho, creo que lo dejé en algún lugar en el jardín delantero de
Nisha, o enterrado profundamente en los riscos de Sabino Canyon. A
pesar de que la película cues y cara de niño de Leo llena el enorme
pantalla, no puedo dejar de pensar en Thayer. La mirada en sus ojos
mientras su expresión se desmoronó. El disgusto en su rostro cuando se
dio cuenta que había sido un blanco del Juego de la Mentira.
Y ... ese beso. Más que nada, ese beso.
Era increíble; rizar los pies, estremecedor, monumental. Era como nin-
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gún otro beso que había experimentado en mi vida. Y yo no soy preci-

samente un novato cuando se trata de besar a los chicos. ¿Por qué no
voy a salir con un chico más joven? Lo que sería realmente tan malo?
Yo peso la idea en mi mente, teniendo en cuenta todos los ángulos.
Muy bien, así que quizás mis amigos se burlaban de mí. Tal vez, sin duda,
bien. Pero probablemente no por mucho tiempo, ¿verdad? Me habían
burlan en un principio, por supuesto, pero una vez que se acostumbra-
ron a la idea, tal vez incluso pensarían que era genial. Quién sabe, tal
vez me gustaría empezar una tendencia de alguna manera, lo que des-
encadenó una ola de pumas al acecho en los pasillos de Hollier.
La cosa es, estar con Thayer podría hacerme realmente ... feliz. Y creo
que podría merecer eso. Creo que mis amigas estarían de acuerdo.
Y después del beso, no importa que piensen. Tal vez sólo quiero Thayer.
La apertura de créditos de película y las imponentes olas de sonido de

orquesta, llenan la habitación. De repente no puedo permanecer senta-
do durante un segundo más. Es como si las hormigas se arrastran sobre
cada superficie expuesta de la piel. Me salto del sofá, haciendo caso
omiso al sorprendido mira Charlotte y Madeline disparan a mi manera.
“Yo, uh, necesito ir al baño”, murmuro, deambulando por el pasillo.
“¿Quieres que la detengamos?” Madeline llama después de mí, so-

nando confundido.
“No, está bien”, le llamaré. “Yo sé todo de memoria.”
Me acerco de puntas más allá del baño y hacer mi camino sigilosamen-

te por el pasillo. No estoy seguro exactamente de lo que estoy haciendo,
pero casi inconscientemente, me encuentro en la puerta del dormitorio
de Thayer. Una luz brilla desde debajo de ella, y mi corazón salta. No ten-
go ni idea de lo que le voy a decir... pero tengo que decir algo.
Llamo a la ligera, cambiando mi peso nerviosamente de un pie al otro.

Pero no hay respuesta. Llamo de nuevo, rápidamente, y cuando toda-
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vía está en silencio dentro de mí, con cautela empujo la puerta abierta.
Me saluda con una ráfaga de aire fresco de la ventana abierta, pero no

Thayer. Una desgastado sudadera con capucha azul marino se encuen-
tra arrugada sobre su cama sin hacer, y estoy tentado a correr hacia él y
lo frota entre los dedos, respirar adentro y deslizarlo sobre encima de mi
camiseta. Sería casi como tener sus brazos alrededor de mí otra vez.
Inspección de la habitación, me doy cuenta de que la computadora

de Thayer sigue en pie, que emitan un resplandor misterioso sobre su
escritorio. Una ventana de IM abierta parpadea señas en la pantalla.
Dirigiéndose, dice.
El mensaje es para mi hermana.
Mi sangre corre fría. Se ha ido a ver a Laurel? Él va a decirle lo que

pasó esta noche, y ella va a consolarlo ... ¿y luego qué? Es obvio que
ella está totalmente enamorada de él. Y están tan cerca. El hecho de
que no han sido romántico y no quiere decir que nunca lo hará.
Yo de nuevo fuera de su habitación y vuelvo sobre mis pasos hacia la

cocina, cuidando de no hacer ruido. Olvídese de la fiesta de pijamas.
Olvídese de mis amigas. Tengo que encontrar a Thayer. Tengo que ha-
blar con él, para disculparme, para explicar, para hacerle comprender...
Tan silenciosamente como puedo manejar, puedo desbloquear el

pestillo de la puerta de atrás y deslizo hacia la noche. El canto de los
grillos y la prisa del viento en las hojas me impulsan adelante. Antes
de que pueda dar un paso más, escucho una voz.
“Sutton”.
Mi nombre suena baja y ronca, ligeramente ahogada. Y yo reconoz-

co la voz con los ojos vendados. No podía olvidar que si yo quería.
He estado pensando en ello toda la noche.
Es Thayer.
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: Sólo entre nosotros :
A la vista de Thayer de pie allí, bañado en luz de la luna, mis piernas

van débil y tambaleante. El aire es fragante y grueso con el aroma de
las flores de acacia, y una ligera brisa susurra el aire fresco de la no-
che. A lo lejos, un perro aúlla lúgubremente.
“¡Thayer!” Lloro. Antes de que pueda detenerme, me lanzo hacia él

con los brazos extendidos para un abrazo. Pero cuando llego a por él,
se da un paso atrás, sus ojos fríos y planos. Su cara está desprovista de
emoción, que es casi peor que si él me miró con odio o disgusto.
“Lo siento”, insisto. “La broma no fue mi idea. Y no es lo que piensas.

“Hace frío aquí afuera en el viento, y la piel de gallina romper a través
de mis brazos desnudos. Me froto las manos sobre los antebrazos, tra-
tando de calentarme. Pero no puedo llegar a ese pozo frío en la base
de mi estómago. Parpadeo, sintiendo los ojos bien con la emoción.
Los ojos de Thayer parpadean a través de mi cuerpo, haciéndome

temblar aún más difícil. Su mandíbula se fija y su postura es rígida. “Yo
no debería sorprenderme, supongo”, que encaje, alzando la cabeza
y mirando por encima del hombro en la distancia. “Ustedes son el Jue-
go de la Mentira. Yo era el idiota que se comportó como un imbécil.
“Él se ríe una vez, un corto, sonrisa amarga. “No puedo creer lo inge-
nuo que era.”
“Thayer, no,” me declaro. “Tú no entiendes. Yo no quería a la broma,

te lo juro. Me estaba mintiendo a mis amigos “, lo admito, enrollando
un mechón de pelo alrededor de mi dedo índice. “Ese beso ... que
era real para mí. Honesto“.
“Y se supone que debo creerte ahora?”
Me muerdo el labio. “Yo no te culpo si no lo hace. Pero ... escúchame,
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¿de acuerdo? Soy la chica más popular en Hollier. Tengo los mejores ami-
gos que piensan que soy impresionante. Y en comparación con la forma
en que me tratan como en casa, es un poco de una sensación increíble“.
Él olfatea. “¿Cómo te tratan en casa?”
“Una especie de ... el segundo mejor, supongo. Al igual que yo no

pertenezco allí “.
Thayer baja su barbilla. “Nunca he visto ninguna evidencia de ello.”
“Bueno, real o no, es lo que siento”, le digo. “Tal vez es sólo mi para-
noia acerca de su adopción conseguir lo mejor de mí. Pero Thayer, es
por qué tengo tanto miedo de perder a mis amigos. Eso es lo único
que me preocupaba, por eso no me detuve la broma y por qué no le
dije la verdad cuando nos atraparon. Yo no quiero que se reía de mí.
Pero luego me di cuenta de lo estúpido que era. Al igual que, increí-
blemente estúpido. Debería llegar a decidir quien me gusta. “Trago
saliva, y luego levantar los ojos hacia él. “Y me gustas.”
Ya está. Lo he dicho. No hay vuelta atrás ahora. Pero todavía estoy

demasiado asustada para mirar realmente a Thayer. “Entiendo que no
me perdones de nuevo. Entiendo que si quieres a alguien que siempre
ha sido bueno para ti, como Laurel. Pero pensé en hacerle saber cómo
me sentía. Me preguntaste si alguna vez he sido honesto al día en mi
vida, y contigo, me siento honrado. Y yo te digo algo honesto ahora.“
Entonces me doy la vuelta, avergonzado por mi pequeño discurso.

Lo he hecho casi todo el camino alrededor antes de que yo siento la
mano de Thayer en mi hombro. Él me hace girar de nuevo hacia él.
Hay una mirada seria en su rostro, y por un momento, no puedo decir
si está enojado o no. Toma mis manos y las aprieta con fuerza.
“Me gustas, también, Sutton,” él dice.
Mi corazón da un vuelco feliz, pero rápidamente se tambalea hasta

detenerse cuando veo su expresión de dolor. Algo anda mal, muy mal.
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Se desenreda los dedos de las mías. “No estoy seguro de que es una
buena idea para datar públicamente.”
“¿Por qué no?” Dejo escapar.
Thayer suspira, pasando los dedos por el cabello de manera que se

pone de pie como un signo de exclamación en la parte superior de
la cabeza. “Es complicado”, dice finalmente.
Siento que me acaban de deslicé algún tipo de drogas que alte-

ran la mente. “Bueno, por supuesto esto es complicado”, le digo. “Es
complicado para mí, también. Pero ¿por qué para ti, exactamente?
¿Porque tú eres el hermano de Mads? ¿Por Laurel? “
Thayer cumple con mis ojos, sin parpadear. “Eso es parte de ella,
supongo. Hay un montón de factores que intervienen “. Él mira hacia
otro lado. “Nunca he conocido a nadie como tú, de Sutton. Pero tam-
bién como que me asusta“.
“¿Qué quieres decir?” Mi voz tiembla.
Hace una pausa para pensar. “Es como si fueras dos Suttons diferen-
tes”, dice, su voz lenta y deliberada. A lo lejos, una alarma de coche
chilla. “La Sutton vi la otra noche, en la cocina, fue increíble:. Divertido
y cálido, y honesto” Enfatiza la palabra, haciéndome temblar. “Me
siento como que Sutton sólo... me molesta. Lo creas o no, yo no voy
por ahí diciendo a la gente acerca de mi sonambulismo“.
“No he dicho a nadie acerca de mis sueños”, le respondo, mi voz

suave.
“Correcto”, está de acuerdo. “Esa Sutton y yo tenemos una cone-

xión. Y es increíble “.
Dirijo la mirada hacia abajo, pasando por las piedras irregulares que
bordean el patio Vegas‘. “Pero ...”
“Pero la otra Sutton, que el público— ella no es tan agradable. Y no
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estoy seguro de que quiero ser parte de ese mundo “.
Lo miro. “Pero te gusta toda la atención que está recibiendo ahora.

¡Lo sé!“
Él me deja con una palma levantada. “Me gusta tener amigos, se-
guro. Pero yo no quiero ser parte de la puñalada por la espalda, en
rápido movimiento, multitud juego-juego de los suyos. No es mi estilo“.
Él me deja con una palma levantada. “Me gusta tener amigos, se-
guro. Pero yo no quiero ser parte de la puñalada por la espalda, en
rápido movimiento, multitud juego-juego de los suyos. No es mi estilo “.
Trago saliva. “Siento lo de la broma se detuviera en ti. Pero yo puedo

ser más agradable— voy a ser más agradable. Incluso puedo termi-
nar el Juego de la Mentira, si quieres. Las cosas pueden cambiar“.
Él coloca una palma firme en cada uno de mis hombros, inclinándo-

se tan cerca de mí que sus pestañas casi rozan la frente. “Acabas de
decirme lo mucho que necesita su mundo. Yo no voy a pedirle que
cambie eso. “Él se acerca y me roza la mejilla suavemente. “Quiero
estar contigo, también. Pero yo prefiero mantener especie de silencio
por el momento. “Él me mira suplicante. “¿Puedes hacer eso?”
Parpadeo, totalmente tirado. Nunca ha alguien me dijo que ellos no

quieren estar conmigo, porque de lo que soy— por lo general eso es
lo que tira de un chico hacia mí. Pero Thayer también tiene un punto.
En el fondo, que conozco desde hace mucho tiempo que lo que el
juego de la mentira no es exactamente agradable. Hemos quedado
atrapado en ella, sin embargo, impulsado por él, y sería difícil de pa-
rar. Me imagino tratando de decirle a Madeline y de Char que el club
está por terminar. ¿Habrá suficiente para mantenernos juntos? ¿Van a
pasar a alguien más y me dejes esperando? ¿Qué pasa si le echan la
culpa de este cambio en Thayer; lo que si provoca una ruptura entre
él y Madeline?
¿Debería importarle que él quiere que esto sea un secreto? ¿O debo

lanzar la precaución al viento? ¿Qué pasa si no encuentro algo como
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esto otra vez?
Inclino mi cabeza hacia arriba, enrollando mis manos alrededor de

su espalda baja y tirando de él hacia mí. “Vamos a intentarlo”, le su-
surro, sonriendo. Porque lo que está sucediendo entre nosotros, sea lo
que sea, quiero más de él. Mucho más.
Una sonrisa cautelosa propaga a través de la cara de Thayer, y sus

labios se encuentra la mía. Me besa suavemente, luego se inclina por
lo que sus labios contra mi oído. “Bueno.”
Él pasa sus dedos por mi espalda y me derrito, besándolo de nuevo con

más urgencia, más emoción. No hay nada más de que hablar ahora.
Tener un novio secreto en realidad podría ser un poco caliente. Por

supuesto, va a ser sólo otro de los secretos para mantener, otra mentira
que contar.
Tengo la sensación de que será el primero de muchos. Pero si eso

significa estar con Thayer, todos ellos valdrá la pena.
77
: Agradecimientos :
¡Gracias, lectores, para hacer una novela divertida posible! Tuve un

gran tiempo escribiendo sobre el comienzo de Sutton y la relación de
Thayer, y espero que haya disfrutado de su lectura, también. Muchí-
simas gracias a Micol Ostow ya Lanie Davis, Sara Shandler, Josh Bank,
Les Morgenstein, Kristin Marang, Katie McGee, y el resto del equipo
fantástico de la aleación. Una gran yay a Kari Sutherland y Farrin Jac-
obs también. Y he aquí un abrazo a Volvo, mi fiel perro que pasó cada
minuto que trabajé en este libro en la cama junto a mí. Un hueso extra
para ti, muchachote.
78
: Autora :
Cuando Sara Shepard era joven, las cosas que quería

hacer cuando creciera eran: Estrella de telenovelas,
diseñadora de LEGO, directora de cine, artista de
plastilina, genetista, editora de revistas de moda y,
más que nada, escritora.
Su primera historia, la cual ella escribió e ilustró,

era de amigables criaturas amarillas que vivián
en el jardín del patio trasero de una niña. Su se
gunda seguia a un grupo de animales, incluyendo a un camello de
cinco piernas llamado Lloyd, que iba en una expredición a través
del sistema circulatorio humano.
Sara y su hermana Alison quien no se parece en nada a la Alison de

Pretty Little Liars, han estado creando un conjunto artístico y escrito
proyectos desde que eran niñas pequeñas, excepto que ellas están
bastante seguras que son las únicas que las encuentran graciosas.
Sara recientemente se mudó al Main Line de Filadelfia en Arizona,

donde su nueva serie de libros The Lying Game, está lista. Es una serie
de seis libros y dos novelas sobre unas gemelas separadas al nacer.
1.- The Lying Game (07 de diciembre de 2010)

2.- Never Have I Ever (02 de agosto de 2011)
3.- Two Truths and A Lie (07 de febrero de 2012)
4.- Hide and Seek (31 de julio de 2012)
*.- The First Lie: A Lying Game novella (18 de diciembre de 2012)
5.- Cross My Heart, Hope To Die (05 de febrero de 2013)
*.- True Lies: A Lying Game Novella (04 de junio de 2013)
6.- Seven Minutes in Heaven (30 de julio de 2013)
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The First Lie: A Lying Game Novella - Sara Shepard

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The First Lie: A Lying Game Novella - Sara Shepard

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Traducido y Revisado: @divaleria4ever

Traducido y Revisado: @divaleria4ever

: The First Lie :

1. Hackear facebook es tan de segundo año

Es un típico sábado por la tarde, y mis mejores amigas Charlotte

“No, no, no”, la interrumpí, bajando la copia de Us Weekly a mi pe-

Charlotte se ruboriza, hace que sus pecas se destacan más. “Fue

“Variación sobre un tema ... ¿cómo?”

“Como por ejemplo ... el cambio de imagen en el perfil de Nisha

Banerjee a la última ficha policial de Lindsay Lohan?” Char sugiere,

Desde mi izquierda, Madeline, cuyo cabello oscuro se recoge en un

Mis mejores amigos reflexionan sobre esto por un momento, sabiendo

“Eso me recuerda,” Charlotte dice, cambiando de tema. “Las Ge-

de la Mentira huele peor que la última Viktor y Rolf Flowerbomb perfu-

Ahora Charlotte se sienta frente a Madeline y a mí, ajustando la co-

Olfateo. “Yo no tengo que hacer nada.” Pero luego me encojo de

En ese momento, miro hacia el bar. Laurel, mi hermana adoptiva, se

chicas estarían encantadas de que sus hermanitas que las admiraban

La alegre voz de Madeline interrumpe mis pensamientos. “Entonces

“Bien, genial.” Agito mi mano delante de mi cara. “Iremos con Ni-

Charlotte pone su boca en una línea, con las mejillas volviéndose

“Bien, bien”, le digo, la decisión de ir fácil en ella. Garrett es, después

“¿Qué pasa con los chicos de la variedad no-novio?” Madeline su-

Levanto la ceja. “¿Estamos hablando de una cierta salvavidas, Mads?”

“Eso no es mala idea”, le digo, entrecerrando los ojos en Finn. No

“Pero yo todavía no creo que sea un objetivo lo suficientemente gran-

Mads ladea la cabeza. “Un conjunto en su casillero?”

“Eso es lo que estaba pensando”, le digo, dándole un máximo de

“Sí, pero ...” detengo mi rastreo, mi mirada en alguien al otro lado de

Yo golpeo lento, cola de caballo y brillante sobre un hombro con tan-

“Hey, Sutton. ¿Cómo va todo? “Dice el niño, ofreciendo una sonrisa

“Hey”, dice Char, sonando aburrida. Pero estoy confundido. ¿Cómo

“Hey, Thayer,” Mads dice, como si respondiera a mis pensamientos.

Es el hermano menor de Madeline.

Yo juego con mis gafas de sol para disimular mi estupefacción. Me

Thayer todavía me está mirando. “Encontraste a un montón de cosas

Por un momento, mi mente está en blanco —No tengo ni idea de lo

Conseguir juntos, Sutton, me digo a mí misma, y me enderezara. Ni-

Estoy pelando la revista de mi estómago y ofrezco a Thayer. “¿Lo

Thayer se sonroja. “Fue eso acerca de los nadadores olímpicos.”

Thayer sonríe y me empuja hacia atrás. “No.”

“Hago también!” Digo, empujándolo con el pie. Piernas de Thayer

“¿En serio?” parpadeo inocentemente. “Juro que tenía un poco de

“Sí,” Char se une. “Fue totalmente delicioso.”

“Y la fruta de estrella?” Laurel sobresale el labio en una mueca. “Ellos

No puedo dejar de estallar en carcajadas. Char sigue el juego, y

Thayer juguetón, expresión coqueta cambia a uno de molestia. Niega

Después de un momento, todo el mundo en la piscina se remonta a

Finalmente, Charlotte pone su vaso. “¿Qué le pasa a tu hermano,

Madeline niega con la cabeza. “Fue elegido MVP en el campo de

Aquí está la cosa acerca de mí y de los partidos: Incluso los que no

Me ojo una fila de color caramelo mantequilla botellas de esmalte

Yo hábilmente barro el esmalte de color turquesa de la mesa en mi

“Ugh,” Madeline gime detrás de mí.

“Thayer,” dice Madeline.

Me pongo rígida ligeramente. “¿Qué hará el hermanito ahora?“ le

“Él sólo envió un mensaje para preguntar si iba a la fiesta de Nisha”,

“En serio.” Madeline niega con la cabeza a su teléfono como si Thayer

Madeline asiente. “Como si él es el popular, no yo.” Luego se señala

“Él definitivamente piensa que él es el hombre desde que regresó del

Madeline rueda los ojos. “Thayer tenía algún tipo de transformación

“Por favor,” Charlotte dice mientras sashays hacia la caja registradora.

Como los vientos Charlotte alrededor de los bastidores, ella se arma