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IGLESIA EVANGÉLICA BAUTISTA BARRIO DEL PILAR

DE MADRID
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IEBBP 29 DE JULIO, 2018

Anhelando una Vida Mejor


Gracias a Dios por habernos dado al mejor compañero, el Espíritu
Santo, quien nos orienta y dirige en cada paso que damos; Él es
nuestro soporte que nos fortalece y anima hasta que lleguemos a
nuestra casa celestial.

Texto Biblico: 2 Corintios 5:1


“Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo,
se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de
manos, eterna, en los cielos”.
Pablo se refiere al cuerpo humano como la morada terrestre, corre
el velo y revela que para aquellos que hemos creído en el Señor, la
muerte física no es el fin de la vida, sino simplemente un cambio de
morada.
Enseña que esta morada será muy superior a nuestro cuerpo físico,
y lo representa como un edificio, una casa, totalmente edificada por
el mismo Dios y que ya no será pasajera, sino que será eterna y
estará en los cielos.
“Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella
nuestra habitación celestial” (v.2). Pablo, cuando recibió esta
revelación, vio y entendió la gran diferencia entre lo terrenal y lo
celestial. Esto lo llevó a anhelar con todas sus fuerzas el tomar
posesión de su morada celestial. Pues así seremos hallados
vestidos, y no desnudos.
El apóstol se refiere al cuerpo como una morada donde las
personas gimen de angustia, pero al abandonar el cuerpo, lo mortal
es absorbido por la vida (v.3-4). Luego, Pablo compartió acerca del
propósito de Dios para con nosotros diciendo: “Mas el que nos
hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del
Espíritu” (v.5).
Después de que Jesús resucitó de entre los muertos, se reunió con
Sus apóstoles y les dijo: “Paz a vosotros. Como me envió el Padre,
así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo:
Recibid el Espíritu Santo” (Juan 20:21-22).
Gracias a Dios por habernos dado al mejor compañero, el
Espíritu Santo, quien nos orienta y dirige en cada paso que
damos; Él es nuestro soporte que nos fortalece y anima hasta
que lleguemos a nuestra casa celestial. “Así que vivimos
confiados siempre” (v.6a).
En qué puede confiar el cristiano sino en las promesas que Dios nos
ha dado en Su Palabra y es lo que Pablo añade: “…Porque por fe
andamos, no por vista” (v.7) entendiendo que la vida de fe, es algo
que sólo la conocen los que han nacido de nuevo.
En su carta a los Efesios el apóstol logra sentar un precedente: “Si
en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme
a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de
vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los
deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y
vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y
santidad de la verdad” (Efesios 4:21-24).

ALGO EN QUÉ PENSAR


Un obrero de la General Motors había tratado de cortar cierto nuevo
metal muy duro. Después de repetidos esfuerzos inútiles llevó el
metal al administrador general de la corporación, quien era un
reconocido ingeniero de automóviles e inventor, y le dijo que no
podía cortarlo.
Él le preguntó: “¿Ha usado el diamante para cortar metales?”. El
trabajador dijo que no; luego, fue a tratar de hacerlo y pudo cortarlo
con el diamante. Entonces, el administrador le dijo: “El metal no es
demasiado duro, sino que nuestras herramientas no son
suficientemente fuertes”.
Cristo sabía que las herramientas de los primeros discípulos no
eran lo resistentes como para hacer el trabajo difícil, por eso insistió
en que Sus discípulos esperasen hasta que viniera el Espíritu Santo
en el día de Pentecostés, antes de dedicarse a la tarea de obedecer
la gran comisión.
Fueron preparados para su inmensa tarea por el poder del Espíritu
Santo que vino a morar en sus vidas aquel día. En semejante forma
nuestras herramientas humanas son débiles para llevar a cabo el
trabajo de Cristo y el de vivir como Él. Cada uno de nosotros debe
tener su propio Pentecostés, y eso ocurrirá cuando dejemos que el
Espíritu Santo nos llene, lo cual puede hacerse ahora mismo.

AUTOR: CESAR CASTELLANOS

Devocional para la semana


30 de Julio - Superar desafíos
Leer: Nehemías 6:1-9, 15
Fue terminado, pues, el muro, el veinticinco del mes de Elul, en
cincuenta y dos días (v. 15).
Mi amiga María quería volver a tapizar las sillas de su comedor
antes de fin de año. Cuando nos reunimos, me contó sobre su
progreso: «Me llevó diez meses y dos horas recuperar mis sillas».
Tras varios meses sin poder conseguir los materiales necesarios o
encontrar un rato de quietud entre su trabajo demandante y las
necesidades de sus hijos pequeños, la tarea le llevó solo dos horas
de dedicación intensa para terminarla.
El Señor llamó a Nehemías a un proyecto mucho mayor: restaurar
los muros de Jerusalén después de haber estado en ruinas durante
150 años (Nehemías 2:3-5, 12). Mientras lideraba a sus hombres en
la tarea, enfrentó burlas, ataques, distracciones y tentaciones a
pecar (4:3, 8; 6:10-12). Sin embargo, Dios lo equipó para
mantenerse firme; decidido en sus esfuerzos por completar la
abrumadora tarea en solo 52 días. Superar tales desafíos requiere
mucho más que un deseo personal. A Nehemías lo motivaba la
certeza de que Dios le había asignado esa tarea. A pesar de la
oposición, su actitud vigorizaba a aquellos que lo seguían.
Cuando Dios nos encarga una tarea, también nos da las
capacidades y las fuerzas necesarias para seguir esforzándonos,
independientemente de los desafíos que enfrentemos.
Señor, fortaléceme para perseverar y terminar la tarea que me has
encomendado; y que sea para tu gloria.
Dios nos equipa para vencer los obstáculos y completar las
tareas que nos da.
Por Kirsten Holmberg

31 de Julio - Pecadores como nosotros


Leer: Lucas 15:1-7
… Este a los pecadores recibe, y con ellos come (v. 2).
Tengo una amiga, Edith, que me contó sobre el día que decidió
seguir a Jesús.
La religión no le interesaba, pero, un domingo por la mañana, entró
en una iglesia para buscar algo que saciara su alma insatisfecha.
Ese día, el texto era Lucas 15:1-2: «Se acercaban a Jesús todos los
publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas
murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos
come».
Eso era lo que decía, pero esto fue lo que ella oyó: «Este a los
pecadores recibe, y con Edith come». ¡Se quedó clavada en el
banco! Luego, se dio cuenta de su error, pero la idea de que Jesús
recibe a los pecadores —incluida Edith— le quedó en la mente. Esa
tarde, decidió acercarse a Jesús y escucharlo. Empezó a leer los
Evangelios, y poco después, aceptó a Cristo como su Salvador.
Los religiosos de la época de Jesús se escandalizaban de que
comiera o bebiera con personas pecadoras y horribles. Sus reglas
les prohibían juntarse con esas personas. Pero Jesús no prestó
atención a esas reglas superficiales, y recibió a los
despreciables y marginados, y se reunió con ellos; sin importar lo
alejados que estuvieran.
¿Sabes? Aún sigue siendo así: Jesús recibe a los pecadores y a
(pon aquí tu nombre).
Padre, gracias por el amor de tu Hijo, que nos recibe a todos,
cualquiera que sea nuestra condición.
«Dios nos busca en nuestro extravío; nos recibe en nuestra
pecaminosidad; nos sostiene en nuestro quebrantamiento».
Scotty Smith
Por David H. Roper

1 de Agosto - Amor sin límites


Leer: Salmo 145:8-21
Bueno es el Señor para con todos, y sus misericordias sobre todas
sus obras (v. 9).
Un sabio amigo me aconsejó que evitara las palabras «tú siempre»
o «tú nunca» al argumentar sobre algo; en especial, con mi familia.
¡Qué fácil es criticar a quienes nos rodean y sentir rechazo hacia los
que amamos! Pero, cuando se trata del amor constante de Dios por
todos nosotros, este jamás cambia.
El Salmo 145 está inundado de las palabras todas y todos: «Bueno
es el Señor para con todos, y sus misericordias sobre todas sus
obras» (v. 9). «Sostiene el Señor a todos los que caen, y levanta a
todos los oprimidos» (v. 14). «El Señor guarda a todos los que le
aman» (v. 20).
Este salmo nos recuerda varias veces que el amor de Dios no tiene
límites ni favoritismos. Además, el Nuevo Testamento revela que la
máxima expresión de este amor se ve en Jesucristo: «Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna»
(Juan 3:16).
La conclusión del Salmo 145 declara: «Cercano está el Señor a
todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras.
Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de
ellos, y los salvará» (vv. 18-19).
¡El amor de Dios por nosotros siempre permanece; no falla nunca!
Padre celestial, te alabamos por mostrar tu amor ilimitado a través
de Jesucristo.
El amor permanente de Dios para con nosotros nunca cambia.
Por David C. McCasland

2 de Agosto - Fuente de sanidad


Leer: Salmo 107:1-16, 35-36
Vuelve el desierto en estanques de aguas, y la tierra seca en
manantiales (v. 35).

Siempre me han gustado las tormentas fuertes. De niños, cada vez


que había un temporal increíble —con truenos y lluvia a raudales—,
mis hermanos y yo como locos alrededor de casa, deslizándonos y
resbalando por todos lados. Cuando llegaba la hora de entrar,
estábamos hechos una sopa. Era una experiencia maravillosa; una
mezcla de diversión y miedo.
Estas imágenes me vienen a la mente cuando, en el Salmo 107, la
Escritura compara la restauración hecha por Dios al transformar un
desierto en «estanques de agua» (v. 35). La clase de tormenta que
convierte un desierto en un oasis no es una llovizna suave, sino un
aguacero, una inundación que pone vida en cada grieta reseca.
¿No es esta la clase de restauración que anhelamos? Cuando
nuestras experiencias en la vida nos hacen sentir «hambrientos y
sedientos» —famélicos— de sanidad (vv. 4-5), necesitamos mucha
esperanza. Cuando ciertos pecados arraigados nos aprisionan «en
tinieblas» (vv. 10-11), precisamos más que un pequeño cambio.
Esta es la clase de transformación que puede producir nuestro Dios
(v. 20). Nunca es tarde para presentar nuestros miedos y nuestras
culpas a Aquel que puede romper cadenas e inundar nuestra
oscuridad con su luz (vv. 13-14).
Señor, ayúdame a no seguir preso de mi pecado y mi
desesperación.
El poder de Dios transforma.
Por mrb

3 de Agosto - A mi amigo querido


Leer: 3 Juan
El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad (v. 1).
Lo que el apóstol Juan hizo por su amigo Gayo en el primer siglo es
un arte en vías de extinción en el siglo xxi: le escribió una carta.
Una columnista del New York Times, Catherine Field, dijo: «Escribir
cartas es una de las artes más antiguas. Piensa en cartas, y te
vendrá a la mente Pablo de Tarso». Y nosotros podríamos agregar
al apóstol Juan.
En su carta a Gayo, Juan incluye deseos de buena salud para el
cuerpo y el alma, una frase alentadora sobre la fidelidad de su
amigo y una nota sobre su amor a la iglesia. También habla de un
problema en la iglesia, del cual prometió ocuparse más tarde.
Además, escribió sobre el valor de hacer las cosas bien para la
gloria de Dios. En resumen, fue una carta alentadora y desafiante a
un amigo.
Aunque la comunicación digital signifique que las cartas en papel
vayan desapareciendo, esto no debe impedir que alentemos a los
demás. Pablo escribió cartas de ánimo en papiros; nosotros
podemos alentar a otros de diferentes maneras. La clave no es la
forma de hacerlo, sino ¡dedicar un momento para demostrarles a los
demás que nos interesan! ¡En el nombre de Jesús!
Piensa en el ánimo que habrá sentido Gayo al abrir la carta de
Juan. ¿Podremos asimismo reflejar el amor de Dios hacia nuestros
amigos con una nota o llamado alentadores?
Señor, ¿cómo puedo animar a alguien hoy?
Las palabras de ánimo traen esperanza al espíritu humano.
Por Dave Branon

4 de Agosto - Amor radical


Leer: Lucas 14:7-14
Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los
cojos y los ciegos (v. 13).
Una semana antes de su boda, el compromiso de Sara se rompió. A
pesar de su tristeza y desilusión, decidió no desperdiciar la comida
que había comprado para la fiesta, y cambió de planes: quitó la
mesa de regalos y modificó la lista de invitados, convocando a la
celebración a residentes de refugios locales para personas sin
hogar.
Jesús defendió esta clase de bondad que no discrimina, cuando les
habló a los fariseos: «Mas cuando hagas banquete, llama a los
pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás
bienaventurado» (Lucas 14:13-14). Señaló que Dios los bendeciría
porque tales invitados no podrían retribuir al anfitrión. Así aprobó el
brindar ayuda a personas imposibilitadas de ofrecer donaciones de
caridad, palabras ostentosas o conexiones sociales.
Que Jesús haya dicho estas cosas en una comida ofrecida por un
fariseo podría parecer provocativo y radical. Pero así es el amor
verdadero: dar algo para suplir las necesidades de otros, sin
esperar nada a cambio. Jesucristo nos ha amado de esta manera.
Vio nuestra pobreza interior y dio su vida por nosotros.
Conocer personalmente a Cristo es introducirnos en su amor
infinito. Se nos invita a explorar «la anchura, la longitud, la
profundidad y la altura [del] amor de Cristo» (Efesios 3:18-19).
Señor, ayúdame a explorar las profundidades de tu amor.
¡Qué amor tan profundo el del Padre hacia nosotros!
Por Jennifer Benson Schuldt
MOTIVOS DE ORACIÓN
…por los hermanos, familiares y amigos que están enfermos o
convalecientes.
…por nuestra iglesia, para que el Señor siga dirigiéndonos.
…por los hermanos que se encuentran fuera de España y sus
familias.
…por nuestros familiares y amigos cercanos, para que vengan a
conocer y aceptar a Jesús Cristo como su salvador y redentor.
…por los hermanos desempleados.
…por la búsqueda del nuevo pastor para nuestra iglesia

CUMPLEAÑOS AGOSTO / 2018


08/08 - Miércoles Eddy Magali Gomes
11/08 - Sábado Keren Elizabeth Rivera

CALENDARIO DE LA PRÓXIMA SEMANA

JUEVES 19:30 REUNIÓN DE ORACIÓN


Y MEDITACIÓN BÍBLICA

9:45 BUENAS NOTICIAS TV (TV2)

DOMINGO 10:30 CÉLULA DE ORACIÓN

11:00 ESCUELA BIBLICA

12:05 CULTO DE ADORACIÓN

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