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No deje para mañana lo que debe decir hoy

¿SOBRE QUE SE HABLA EN MI EMPRESA?

El día a día de la gestión empresarial transcurre en un inagotable repertorio


de conversaciones, la mayoría asociadas con la gestión de cada área pero
influidas por el endo y exoentorno y sin fundamentarse en un discurso
organizacional alineado, congruente y conducente que asegure el logro de
objetivos, el mantenimiento de las operaciones ni los resultados financieros
del negocio.

Muchas veces me consultan sobre cómo mejorar la comunicación en las


empresas, como si se tratara de un asunto que se resolviera con sacar un
conejo del sombrero. Los vicios de la comunicación se enquistan en las
pesonas y por ende en las organizaciones, tienen además la característica de
“contagiarse” haciendo que los grupos que conviven en un mismo espacio
adquieran el mismo patrón de lenguaje.

Para la mayoría de las organizaciones, la atención a la palabra termina con la


definición de los lineamientos fundacionales como la visión, misión y valores;
luego algunas le prestan algo de atención a llenar los requisitos de contenido
para el desarrollo de las páginas web y es en ese momentos cuando algún
designado para la tarea, redacta una aproximación a la historia, responde el
quiénes somos y hasta la descripción de productos y servicios.

Aún cuando este proceso es necesario, es indispensable que el desarrollo sea


asesorado por un experto en comunicación corporativa, pero más importante
es que se defina con nivel más alto de la organización, los lineamientos
comunicacionales que definan, alineen y transmitan lo que es significativo para
la empresa y que ayude a influir en las audiencias para nuclearlas alrededor de
un mismo propósito.

En estos momentos es cuando más importante mantener un canal de


comunicación que sincere el mensaje de la empresa hacia sus colaboradores
para “blindar” a la organización con su gente.
Definir un discurso organizacional que sea compartido por quienes integran la
organización asegura que en la empresa todos hablen el mismo idioma,
mejoren sus conversaciones para hacerlas efectivas y se agilicen procesos que
por fallas en la comunicación ocasionen retrabajo, errores, merma, retrasos y
en general pérdida para la organización.

La productividad, las operaciones y la comercialización dependen en gran


medida de cómo se comunica nuestra gente, de la claridad de sus mensajes,
de lo concreto de sus planteamientos y de la precisión de sus contenidos.
Gestionar la comunicación a partir de una auditoría seria, realizada por
expertos en comunicación corporativa, favorecerá que las palabras mejor
usada no sea únicamente para redactar los comerciales sino para facilitar
diariamente las gestiones, asegurando que todos apalanquemos el mismo
propósito superior y blindemos a la empresa con el poder de la información.

En la actualidad la narrativa de las organizaciones se mueve en torno a la crisis,


al impacto de la hiperinflación en cada uno de nuestros colaboradores, en
compartir el pesimismo, la angustia y las ideas de partir hacia la diáspora… sin
embargo es mucho lo que la comunicación puede hacer en estos casos para
influir positivamente en nuestros públicos, hablando de lo importante y
enfocando que la meta hoy es el mantenimiento de las operaciones, los
resultados del negocio y el contacto que debemos tener con la situación país
para trabajar juntos en la permanencia, en la reducción de la incertidumbre y
minimizar la diáspora.

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