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TRATAMIENTO JURIDICO DE UN DERECHO FUNDAMENTAL

Ámbito General

Características

 A fin de comprender mejor este derecho en toda su extensión, habría que


empezar por definir lo que constitucionalmente se entiende por domicilio, así
para el Derecho Constitucional domicilio es la morada destinada a la habitación
y al desenvolvimiento de la libertad personal en lo concerniente a la vida privada,
ya sea cerrada o abierta parcialmente, móvil o inmóvil, de uso permanente o
transitorio. En este sentido, el doctor Carlos Mesía ha señalado que son tres los
elementos que configuran el domicilio constitucional:
a) El elemento físico o material, es decir, el espacio en el que la persona
vive y en la que puede permitirse comportamientos que los usos sociales
no siempre admiten.
b) El elemento psicológico, esto es, la intención de habitar el lugar como
morada, aun cuando no reúna las condiciones normales para ello. La
habitación no exige que sea continua. Cualquier recinto sirve de morada
en tanto los individuos que la ocupan lo hacen con dicho ánimo.
c) El elemento autoprotector, la exclusión de los terceros de la propia
morada.

El concepto de “domicilio” no se restringe a aquel espacio físico donde una


persona fija su residencia habitual, tal cual lo prevé el artículo 33° del Código
Civil, sino, debe extenderse a todo lugar o espacio en el que la persona pueda
desarrollar su vida privada, excluyendo cualquier libre acceso de terceros.
Siendo esto así, domicilio puede constituirlo un auto, una caverna, y cualquier
otro espacio a la cual se le agregue el elemento de la intención de morada y
exclusión de terceros. Es así que, bajo estos presupuestos, surge el derecho a
la inviolabilidad del domicilio, como un derecho del titular para repeler
intervenciones no consentidas sobre el espacio físico donde se desarrolla la vida
privada y familiar. Sin embargo, este derecho, como cualquier otro derecho
fundamental no es absoluto. Así, la excepción al derecho materia de comentario,
expresamente previsto en la Constitución, es, la autorización de quien lo habita,
mandato judicial, flagrante delito o muy grave peligro de su perpetración y motivo
de sanidad o de grave riesgo. La garantía de la inviolabilidad no se limita al
ingreso físico y directo al domicilio, sino también comprende aquellas violaciones
mediante el empleo de aparatos mecánicos, electrónicos u otros análogos, como
lo podría ser cualquier tipo de vigilancia electrónica sin la autorización respectiva,
y esto se entiende así, pues el derecho a la inviolabilidad de domicilio es un
derecho de naturaleza instrumental, porque coadyuva a la protección de otros
derechos fundamentales, como el derecho de propiedad y, principalmente, el
derecho a la intimidad. La vida íntima, que emana de la persona y que
corresponde a su esfera privada, libre de parámetros sociales, desarrollada en
el espacio físico que comprende el domicilio, es materia de protección del
derecho a la inviolabilidad del domicilio. Es esta característica del derecho a la
inviolabilidad del domicilio, vinculada con el derecho a la libertad personal entre
otros derechos fundamentales, que motivó su incorporación en el Código
Procesal Constitucional como uno de los derechos materia de protección
mediante el Habeas Corpus (Artículo 25º, último párrafo, del indicado Código).
Derecho reconocido en nuestra Constitución Política en su numeral 9 del artículo
2º, donde se establece que “toda persona tiene derecho: … a la inviolabilidad del
domicilio, Nadie puede ingresar en él ni efectuar investigaciones o registros sin
autorización de la persona que lo habita o sin mandato judicial, salvo flagrante
delito o muy grave peligro de su perpetración. Las excepciones por motivo de
sanidad o grave riesgo son reguladas por ley.”
Su reconocimiento en los tratados internacionales se verifica así: Artículo 11º de
la Declaración Universal de Derechos Humanos: "Nadie será objeto de
injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su
correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene
derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques". Artículo 11.2
de la Convención Americana de Derechos Humanos: “Nadie puede ser objeto de
injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su
domicilio o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o
reputación“. Y Artículo 17.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos: "(...) Nadie será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida
privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a
su honra y reputación".
En las Constituciones Políticas de los países de nuestra región encontramos este
derecho con nominaciones algo variadas pero con un mismo contenido, así, la
anterior constitución boliviana, compara la “casa” con un asilo inviolable,
precisando expresamente sus excepciones; en la constitución chilena se aborda
el tema como inviolabilidad del hogar, remitiendo su excepción a las normas
legales. Las constituciones colombiana y ecuatoriana sí abordan el tema como
protección del domicilio y su inviolabilidad. La Constitución de Venezuela es
quizá la más precisa en lo que a la protección de este derecho implica, así en su
Artículo 47º precisa “El hogar doméstico, el domicilio, y todo recinto privado de
persona son inviolables. No podrán ser allanados, sino mediante orden judicial,
para impedir la perpetración de un delito o para cumplir de acuerdo con la ley las
decisiones que dicten los tribunales, respetando siempre la dignidad del ser
humano”.
La inviolabilidad del domicilio (llámese hogar, casa) es un derecho constitucional
que encuentra su fundamento en la vida privada de las personas, lo que no se
limita solo a la protección de la propiedad, sino, y por sobre todo, a la necesidad
de proteger la vida privada e íntima de quienes habitan en dicho domicilio. Y se
protege no solo contra violaciones físicas sino también, y en esta su precisión,
contra cualquier tipo de injerencia sobre la esfera de la vida privada desarrollada
en el espacio físico que comprende el domicilio.

 Constitución, artículo 2, inciso 9 el cual consiste en a la inviolabilidad del


domicilio.
 Existen excepciones, los cuales son por motivos de salud y/o de grave riesgo.
En este caso están reguladas por la ley.
 Esta ley encarna el espacio físico y limitado que la propia persona elige para
vivir, quedando facultado para poder excluir a otros de este espacio, prohibiendo
la entrada a este.
 Esta ley garantiza a la persona no ser objeto de intervenciones, ilegales y
arbitrarias, por parte de particulares o por el Estado.
 La inviolabilidad de domicilio encuentra su asentamiento preferente, no
exclusivo, en la vida de las personas, no se refiere pues, a la protección de la
propiedad, posesión u otros derechos reales, sino a la necesidad de preservar
el carácter privado e íntimo.

Aspectos de Vulneración o Afección

 Este derecho es vulnerado cuando un individuo diferente al dueño del domicilio


entra sin su autorización y/o consentimiento.
 Allanamiento del domicilio sin ninguna orden de Cateo por parte de algún Juez
o fiscal del estado.

Casos de aplicación

 Se aplica

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