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común en el mundo de la contabilidad y del análisis de estados financieros hacer la distinción entre
estados financieros (bajo IFRS) y tributarios (contabilidad tributaria), pero ¿cuáles son las diferencias entre
ambos?, ¿por qué no usar solo una convención?
La mayoría de los eventos registrados en los estados financieros determinarán el reconocimiento, según
corresponda, del ingreso o gasto tributario por impuesto a la renta del período y el correspondiente activo
o pasivo a pagar en abril del año siguiente. Estos eventos no generan diferencias entre el cálculo de
utilidades en base financiera y en base tributaria.
Lo anterior se conoce como diferencias temporarias, dado que determinarán un menor pago de impuesto
en un período, pero un mayor pago de dicho impuesto en períodos futuros o viceversa.
Un ejemplo de diferencia temporaria es el uso de depreciación acelerada para el cálculo del impuesto a la
renta y de depreciación sobre vida útil normal para efectos financieros.
Los primeros años se generará un pasivo por impuesto a la renta diferido (para reconocer el menor pago de
impuestos), el que se irá extinguiendo hasta la vida útil normal del activo depreciado, a medida que se
paguen los impuestos ahorrados en los años anteriores.
Sin embargo, en términos de gestión, el desgaste del activo se produce año a año, a medida que se utiliza
dicho activo.
Ingresos no facturados
Otro ejemplo son ingresos por servicios o ventas ya realizados que aún no han sido facturados. Estos no
representarán ingresos para efectos tributarios sino hasta que se emita la factura, o gastos reconocidos en
un período que no constituyen gastos aceptables para efectos tributarios, por ejemplo, provisiones por
garantías de productos vendidos, por vacaciones del personal o por estimación de incobrables.
Por otro lado, existen hechos registrados en los estados financieros que nunca afectarán el cálculo de
impuesto a la renta, y por lo tanto no generarán activos ni pasivos por impuestos diferidos (diferencias
permanentes), por ejemplo, gastos no aceptados tributariamente como el pago de sanciones penales y
administrativas.