Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
tacto humano
El sentido del tacto es aquel que permite a los organismos percibir cualidades de
los objetos y medios como la presión, temperatura, áspero o suavidad, dureza. En
la piel se encuentran diferentes clases de receptores nerviosos que se encargan
de transformar los diferentes tipos de estímulos del exterior
en información susceptible para ser interpretada por el cerebro. La piel se divide
en tres capas: epidermis, que es la capa superficial, la dermis y la hipodermis que
es la capa más profunda. La epidermis está constituida por tejido epitelial y en su
estrato basal o germinativo encontramos la denominada melanina, que es el
pigmento que da color a la piel, y la dermis por tejido conjuntivo. En esta capa
encontramos los anejos cutáneos que son las glándulas sebáceas, las glándulas
sudoríparas, el pelo y las uñas y la hipodermis formada por tejido conjuntivo
adiposo. Debemos tener en cuenta que aunque principalmente el sentido del tacto
se encuentra en la piel, también lo encontramos en las terminaciones nerviosas
internas del organismo, pudiendo percibir los altos cambios de temperatura o el
dolor. Por lo que es el más importante de los cinco sentidos permitiéndonos
percibir los riesgos para nuestra salud tanto internos como externos. La parte que
gobierna el tacto en el cerebro es el lóbulo parietal.
Sentido de la vistaeditar
El sentido de la vista o visión es posible gracias a un órgano receptor, el ojo,
que reciben las impresiones luminosas y las transforma en señales
eléctricas que transmite al cerebro por las vías ópticas. El ojo es un órgano
par situado en la cavidad orbitaria. Está protegido por los párpados y por la
secreción de la glándula lagrimal, tiene capacidad para moverse en todas
direcciones gracias a los músculos extrínsecos del globo ocular. La
propiedad esencial que hace posible la visión es la fotosensibilidad, esta
tiene lugar en células receptoras especializada que contienen sustancias
químicas que son capaces de absorber la luz para producir un cambio
fotoquímico.
Cuando la luz penetra en el ojo, pasa a través de la córnea, la pupila y
el cristalino, para llegar a la retina, donde la energía electromagnética de la
luz se convierte en impulsos nerviosos que a través del nervio óptico son
enviados hacia el cerebro para su procesamiento por la corteza visual. En el
cerebro tiene lugar el complicado proceso de la percepción visual gracias al
cual somos capaces de percibir la forma de los objetos, identificar
distancias, detectar los colores y el movimiento. La retina es una de las
regiones más importantes del ojo y contiene unas células especializadas
llamadas conos y bastones que son sensibles a la luz.1
La lesión de cualquiera de las estructuras del sistema visual puede
causar ceguera aunque el resto no presente ninguna alteración. En
la ceguera cortical, por ejemplo, ocasionada por una lesión en la región
occipital del cerebro, se produce pérdida completa de visión aunque el ojo y
el nervio óptico no presentan ninguna anomalía.
Oído
El oído es un órgano del cuerpo humano muy sensible y avanzado. La
función del oído es transmitir los sonidos al cerebro a través de sus distintas
partes: el oído externo, el oído medio y el oído interno. Su tarea principal es,
por tanto, detectar, transmitir y convertir los sonidos en impulsos eléctricos.
olfato
es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Se ha definido el olfato
como un sentido químico en el que actúan como estimulante las partículas
aromáticas u odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles, que a través del
aire inspirado entran en contacto con el epitelio olfatorio situado en la nariz. El
olfato tiene importantes funciones en los seres vivos, entre ellas evaluar el estado,
tipo y calidad nutritiva de los alimentos, detectar peligros medioambientales como
el humo o el nivel de humedad, reconocer un territorio demarcado odoríficamente
y relacionar el olor con el recuerdo de lo que representa. Se ha calculado que un
humano puede detectar más de 10 000 olores diferentes, aunque esta cifra está
sujeta a discusión y para algunos científicos el valor real sería muy superior