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Materiales Magnéticos

Introducción:
Se ha demostrado que todos los materiales en el mundo (aunque unos más que otros) responden ante la
acción de un campo magnético.
No existe ningún material no magnético (Solo el vacío). Al todo estar formado por átomos, estos a su vez
formados por electrones que giran alrededor de su núcleo, a lo que se le podría hacer una analogía con una
espira portadora de corriente que genera un campo magnético. Entonces, la escala de la reacción de estos
electrones y átomos de un material determina si este es magnético o poco magnético. Por lo que se usan
diversos tipos de materiales magnéticos para diversas aplicaciones como para los motores eléctricos,
transformadores, discos duros, entre otros.
En este trabajo explicaremos cada uno de estos materiales magnéticos, como también una aplicación de uno
de estos.

Glosario:

Imanes permanentes o materiales magnéticos duros: Estos materiales se caracterizan por retener su
magnetización y por no perder fácilmente su comportamiento magnético [1].
Magnetización: Es la suma de los momentos dipolares magnéticos en un volumen determinado [1].
Susceptibilidad magnética: Es la razón entre la magnetización y el campo aplicado [2].

Tipos de materiales magnéticos:

Esta tipología hace referencia a como responden distintos materiales a los campos magnéticos, en las cuales
se destacan los materiales diamagnéticos, paramagnéticos, ferromagnéticos, antiferromagnéticos,
ferrimagnéticos y superparamagnéticos.

[1]
Materiales diamagnéticos:

Los diamagnétos al igual que los paramagnétos no presentan magnetización media a campo externo nulo.
Una particularidad de los materiales diamagnéticos no consta de dipolos magnéticos permanentes
microscópicos como si lo presentan los paramagnétos y ferromagnétos. Estos en cambio, muestran su
comportamiento magnético en respuesta a campos externos. Este comportamiento se observa en materiales
con moléculas sin momento dipolar magnético [1].
Un campo magnético que actúa sobre cualquier átomo, induce un dipolo magnético para todo el átomo, al
influir en el campo magnético causado por los electrones de sus orbitas. A estos dipolos oponerse al campo
magnético, hacen que su magnetización sea menor a cero. Este comportamiento es llamado diamagnetismo.
Cabe resaltar que todos los materiales presentan diamagnetismo, sin embargo, este efecto sólo es visible
cuando los materiales cuando los materiales no presentan paramagnetismo. Los materiales diamagnéticos
puros son aquellos que presentan una susceptibilidad magnética muy pequeña y negativa. Algunos de los
materiales que son diamagnéticos a temperatura ambiente son el cobre, el oro, el silicio, la plata y el
aluminio. También, los superconductores son diamagnéticos, pero a diferencia de los otros, estos son
diamagnéticos perfectos. En los materiales diamagnéticos, la dirección de la magnetización es opuesta a la
del campo aplicado [2].

Materiales paramagnéticos:

El paramagnetismo se da cuando los materiales tienen electrones impares, a cada átomo se le asocia un
momento magnético neto debido al giro de estos electrones. Al aplicarse un campo magnético, los dipolos
quedan alineados con el campo, causando una magnetización positiva. Este efecto se encuentra en materiales
como el aluminio, el titanio y las aleaciones de cobre [1].
La susceptibilidad magnética de estos materiales es pequeña y positiva al contrario de los diamagnéticos la
cual es negativa. Además, este comportamiento también se presenta en temperaturas especificas en los
materiales ferromagnéticos y ferromagnéticos. El reducido valor de la susceptibilidad magnética en estos
materiales es consecuencia de una interacción casi nula entre los dipolos magnéticos permanentes del
material [2].

Materiales ferromagnéticos:

El comportamiento ferromagnético es causado por los niveles de energía no totalmente ocupados, como en
el caso del hierro, el níquel y el cobalto. En estos materiales, los dipolos impares permanentes quedan
alineados con facilidad con el campo magnético impuesto debido a la interacción de intercambio, o refuerzo
mutuo de los dipolos. La susceptibilidad de los materiales ferromagnéticos depende de la intensidad del
campo magnético aplicado. Además, se obtienen grandes magnetizaciones incluso para campos magnéticos
pequeños, dando grandes susceptibilidades. Entonces, estos materiales tienen valores positivos y muy
grandes de susceptibilidad magnética y ésta depende fuertemente del campo aplicado [1].
A pesar de su complejidad respecto a los materiales anteriores, el ferromagnetismo se puede entender
cualitativamente considerando que parte del campo magnético que crea la magnetización proviene de la
propia magnetización [2].

Materiales antiferromagnéticos:

Estos materiales tienen la característica esencial de que los dipolos magnéticos interactúan de forma que
tienden a alinearse antiparalelamente, haciéndolo debajo de su temperatura critica. Algunos de estos
materiales son el manganeso, el cromo, entre otros [1]. Los momentos magnéticos producidos en dipolos
cercanos quedan alineados en oposición a algún otro en el campo magnético. Estos materiales tienen
magnetización igual a cero. Su susceptibilidad magnética es positiva y pequeña [2].

Materiales ferrimagnéticos:

Se presenta en materiales cerámicos, cuyos iones tienen distintos momentos magnéticos. En un campo
magnético, unos de estos dipolos pueden alinearse en la dirección del campo, en tanto los otros se oponen a
este. Sin embargo, debido a que la intensidad o el número de dipolos no son iguales, resulta una
magnetización neta. Estos materiales muestran una susceptibilidad magnética, dependiendo del campo
magnético que es similar a los materiales ferromagnéticos [1]. La mayoría de estos materiales son cerámicos
y buenos aislantes de electricidad. Estos también son multicomponentes de tipo antiferromagnético, pero
con dipolos magnéticos de distinta magnitud en un sentido y en el otro dando como se había mencionado,
una magnetización neta [2].

[1]

Materiales superparamagnéticos:

Cuando el tamaño del grano de los materiales ferromagnéticos y de los ferrimagnéticos disminuye por
debajo de cierto tamaño crítico, estos materiales se comportan como si fueran paramagnéticos. La energía
del dipolo magnético de cada partícula se vuelve comparable a la energía térmica. Este pequeño momento
magnético cambia su dirección de manera aleatoria (como resultado de esta energía térmica). Es por eso que
el material se comporta como si no tuviera un momento magnético neto. Esto se conoce como
superparamagnetismo. Entonces, si se producen partículas de óxido de hierro de un tamaño de 3 a 5 nm, se
comportan como materiales superparamagnéticos. Estos tienen diversas aplicaciones como lo es su uso para
formar "imanes líquidos" o ferrofluidos. Se utilizan en los sellos de las unidades de disco duro de las
computadoras [1].

Bibliografía:
[1]. D. Askeland, P. Fulay, W. Wright and J. Hernández Lanto, Ciencia e ingeniería de los materiales, 6th ed.
México, D.F.: Cengage Learning, 2011, pp. 767-773.
[2]. W. González-Viñas and H. Mancini Maza, Ciencia de los materiales. Barcelona: Editorial Ariel, 2003,
pp. 85-95.

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