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INSTITUTO AFIP
PRESIDENTE
› Ricardo Echegaray
DIRECTOR EJECUTIVO
› Mario J. Bibiloni
CONSEJO EDITORIAL
› Roberto Sericano
› Alejandro M. Estévez
› Alejandro Otero
› Susana C. Esper
ISSN:1851–0302. Hipólito Yrigoyen 370, (CP1086), Capital Federal, República Argentina. // Publicación
trimestral de la AFIP, confeccionada por el Instituto AFIP. // Corresponde exclusivamente a los autores la
responsabilidad por los conceptos expuestos en los artículos firmados, de lo cual debe inferirse que la
AFIP puede compartir las opiniones vertidas o no. // Se autoriza la reproducción de los textos incluidos
en la revista, con la necesaria mención de la fuente. Impreso por Sacerdoti SA. Mario Bravo 933. Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Diseño base: Diálogo SA. Armado y rediseño: ICONICA.NET.
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Índice
06 Editorial
// Jurisprudencia ////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
En la teoría de las organizaciones, se registra una tensión entre dos formas del cono-
cimiento humano. Por un lado, se posiciona el conocimiento que tiene como objetivo
la técnica; es decir, aquel que busca conocer las relaciones que se establecen entre una
causa y sus efectos, con el objetivo de explicar las razones del fenómeno. Generalmen-
te, este tipo de conocimiento procede a aislar el fenómeno a estudiar, porque busca
«simplificar» el objeto y determinar qué tipo de variables operan sobre él, a los efectos
de conocer sus interacciones.
Por otro lado, está el conocimiento que tiene una visión más amplia de las cosas,
que cree que la realidad es mucho más compleja que aquello que llegan a percibir
nuestros sentidos. Por ello, aquí se busca conocer un fenómeno de una forma compre-
hensiva. O, lo que es lo mismo, comprender la situación del objeto en su entorno y con
las múltiples interrelaciones que alrededor de él se entretejen.
Difícilmente podamos encontrar sintonía entre ambos tipos de conocimiento si,
por un lado, el primero busca aislar y establecer causas, mientras que el segundo se
orienta a recrear una visión global de los sucesos. Si el primer tipo de conocimiento
es asimilable a una construcción técnica, el segundo, podría ser representado con la
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para de esta forma, encarar reformas más sustentables y balanceadas. La técnica sola,
ya ha demostrado que no es sostenible por completo y la mirada contextual no tiene la
profundidad requerida para ciertos casos. Es la interacción, la que permite encontrar
una resultante virtuosa a ambas corrientes. En otros términos, esto equivale a decir
que, si bien la técnica no debería mandar sobre la realidad a cualquier costo, de ningu-
na manera sería razonable evitarla caprichosamente, ya que es fruto de un aprendizaje
humano de larga data.
El Editor
Temas institucionales
Matías Amendolara
Abogado (Universidad Católica de La Plata). Mas-
ter en Derecho Tributario Internacional (Instituto
de Economía Pública, Cooperativa y Derecho
Financiero–Instituto de Fiscalidad Internacional de
la Universidad de Barcelona–Instituto de Estudios
de las Finanzas Públicas Argentinas). Docente
universitario y autor de artículos especializados.
Actualmente, se desempeña en la División Adua-
na de La Plata (AFIP).
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jo se abordará la temática de las zonas y de dinero fueron dinamizando el tráfi-
francas en el marco de los procesos de co comercial. Como ejemplos podemos
integración implementados tanto en la citar las ferias de Champagne, Ginebra,
Unión Europea como en el MERCOSUR, Lyon y Plaisance.
y su compatibilidad con dichos procesos. En el siglo XVII comienzan a organi-
En miras a lograr dicho objetivo, se ana- zarse las plazas permanentes de comercio
lizará el origen y la evolución histórica y dinero, como Amberes o Amsterdam.
a nivel mundial del instituto de la zona Reafirma Jorge Wehbe (1986) la fuerte
franca, en particular, viendo el desarrollo influencia localista en la obtención de
de este régimen en España y la Argentina, estas franquicias, ya que la ciudad o zona
haciendo mención de casos y ejemplos de predominaba sobre el interés nacional, lo
zonas francas en el mundo. Por último, que correspondía con la realidad política
se desarrollan las conclusiones respecto a de aquellas épocas. Hoy no podríamos
las temáticas abordadas, a la luz de las concebir un régimen aduanero diferen-
normativas analizadas y las experiencias cial sino en función de un interés nacio-
recogidas desde la puesta en marcha de la nal, ya fuere que se manifieste en el fo-
primera zona franca de la Argentina. mento de un área fija o como objetivo de
política internacional, pero difícilmente
Análisis histórico y evolutivo de con un sentido puramente localista.
las zonas francas // Origen y Como sostienen Navarro y De Celada
evolución de las zonas francas. (cit. por Vives, 2000) desde siempre para
Las zonas francas aparecen en la histo- que los establecimientos de franquicia te-
ria como instrumentos para fomentar el rritorial cumplan a satisfacción su come-
comercio y la navegación. Ya en época de tido, es preciso que su emplazamiento se
los antiguos fenicios se establecieron fac- radique en lugares por sí mismos impor-
torías para depósito de mercancías, que tantes, situados sobre vías comerciales de
funcionaban como enclaves que gozaban intenso tráfico, con fáciles y abundantes
de beneficios para el pasaje de buques y medios de comunicación que los enlacen
mercaderías, fomentando el comercio. con el interior del territorio y próximos a
Durante el Imperio Romano, se crea- numerosos países extranjeros que puedan
ron territorios francos con el objeto de encontrar ventajoso proveerse en estos
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1957) cuyo artículo 27 establecía una re- donde se ubicaban. Estas disposiciones
comendación para los Estados miembros constituyen instrumentos esenciales de
de «armonizar sus disposiciones legales, la política comercial comunitaria, para
reglamentarias y administrativas en ma- cuya aplicación uniforme se convino
teria aduanera». Así se dictó la Directiva adoptar un acto directamente aplicable
del Consejo 69/75/CEE, referente a la ar- (Reglamento) en los Estados miembros,
monización de las disposiciones legales, ofreciendo mayor seguridad jurídica a
reglamentarias y administrativas relati- los particulares. Dicho preámbulo preci-
vas al régimen de zonas francas, comple- sa que no convenía conceder a las zonas
mentada por las Directivas 71/235/CEE y francas ventajas de competencia en lo re-
76/234/CEE, cuyo título refiere al «régi- ferente a la aplicación de los derechos de
men de zonas francas», pero las regulaba importación, pero que procedía, sin em-
como un «destino aduanero», dejando su bargo, prever para estas zonas formalida-
desarrollo normativo a las autoridades de des aduaneras reducidas en comparación
cada país. Dichas zonas francas fueron con las aplicables en las demás partes del
concebidas como enclaves situados en territorio aduanero comunitario. Este
determinadas partes del territorio adua- reglamento fijó las características de di-
nero comunitario, donde las mercaderías chas áreas, los efectos de la introducción
que se introducían eran consideradas en de mercaderías, las condiciones para su
virtud de una ficción jurídica como si es- concesión y trámites exigibles, pero no
tuvieran fuera del mismo. reguló detalles de funcionamiento. El
Las zonas francas comunitarias co- Reglamento CEE 2562/90 desarrolló las
existían con los depósitos aduaneros, que normas básicas sobre zonas y depósitos
podían ser abiertos o cerrados. francos.
El 1 de Enero de 1992 comenzó la apli- En cuanto a las medidas de control de
cación de los Reglamentos CEE 2504/88 las mercancías, se estableció el someti-
y 2562/90. El primero de ellos fijó las miento de los límites y puntos de acceso
normas aplicables a las zonas francas y y salida a la vigilancia de los servicios de
a los depósitos francos comunitarios. aduanas, control aduanero de personas,
En su preámbulo se explica que la jus- prohibición de acceso a personas que no
tificación para regular estas figuras se ofrezcan garantías necesarias, y posibili-
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los depósitos generales de Cádiz, Coruña y Mahón, y los Puertos
Francos de Canarias, Ceuta y Melilla. En el Congreso Social y
Económico Ibero–Americano, celebrado en Madrid en Octubre de
1900, se presentó una propuesta que determinaba que España
sería el principal depósito de las naciones latinoamericanas en su
comercio con Europa, aconsejando ubicar «Zonas Neutrales» en
los puertos de Vigo y Barcelona.
El Real Decreto Ley de Bases de 11 eran similares a los mecanismos comuni-
de Junio de 1929 determinó la creación tarios, pero a diferencia de lo que ocurría
de las primeras zonas francas en Cádiz en el resto de Europa, si bien las zonas
y Barcelona, y facultó al Gobierno a y depósitos francos estaban localizados
crear una tercera al Norte de España, en territorio nacional español, no for-
que fuera emplazada en 1947 en Vigo. Su maban parte del área aduanera. Por ello,
funcionamiento comenzó años mas tar- los bienes que se ingresaran a una zona
de, cuando se aprobaron sus respectivos franca destinados a un establecimiento
estatutos. Dicha Ley de Bases fue desa- industrial no estaban sujetos a derechos
rrollada por el Reglamento de Puertos, arancelarios, y las mercaderías nacionales
Zonas y Depósitos Francos, aprobado que se introducían se desnacionalizaban.
por Real Decreto de 22 de Julio de 1930, Asimismo, el Decreto de 10 de Agosto de
luego incorporado casi literalmente a las 1955 y la Orden de 11 de Noviembre de
Ordenanzas de la Renta de Aduanas. 1955 regulaban el establecimiento de in-
Las zonas francas fueron concebidas dustrias en zonas francas, y las Ordenan-
como una institución aduanera con la zas Generales de la Renta de Aduanas
finalidad de propiciar el establecimiento de 1947 contemplaban estas figuras, las
industrial, principalmente de carácter operaciones permitidas con las mercade-
exportador. Sin perjuicio de ello se en- rías que se introdujeren y las medidas de
contraban permitidas otras actividades, control. Específicamente se establecían
como almacenamiento o manipulacio- las medidas que las autoridades aduane-
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nes para redistribución. Por su parte, ras debían adoptar para conseguir una
los depósitos francos estaban dedicados fiscalización necesaria y suficiente de las
exclusivamente al almacenaje. No existía operaciones comerciales o industriales
en España otro mecanismo de almacena- que se realizaren en las zonas francas.
je como son los «depósitos aduaneros», Una de ellas era la exigencia de anotar
incorporados recién por Real Decreto inmediatamente las mercaderías a la en-
2094/1986. trada en los libros de cuentas corrientes
Sin embargo, los efectos de las figuras que debían llevarse. Así ocurre hasta la
existentes hasta ese momento en España incorporación de España a la Comuni-
En Latinoamérica los orígenes de las zonas francas se
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das de política comercial. pensamientos de Simón Bolívar y José
de San Martín. Desde entonces, siempre
Las zonas francas del MERCO hubo manifestaciones de la existencia de
SUR // En Latinoamérica los orígenes una visión de integración regional como
de las zonas francas se remontan a princi- sentimiento de comunidad. Sin embar-
pios del siglo XX, dado que aparecen, con go, recién en los años 60 es cuando em-
diferentes modalidades y objetivos, puer- pieza a vislumbrarse el aparente éxito de
tos francos, depósitos francos y zonas la integración en Europa, que se toma
francas, con la finalidad de amortiguar como modelo, y los países latinoameri-
barreras proteccionistas o bien promover canos comienzan a apoyar firmemente la
la industrialización en áreas deprimidas. idea de una integración institucionaliza-
La década de 1970 corresponde prin- da (Popik y Raimundi, 2002).
cipalmente a la creación de zonas francas Las primeras manifestaciones con-
comerciales o mixtas, mientras que en cretas sobre el proceso de integración en
la década de 1980 se crean zonas fran- esta región de Sudamérica tienen lugar
cas industriales, de procesamiento de en 1960, con la firma del Tratado de
exportaciones. A partir de esta década Montevideo para la creación de la Aso-
comienzan a instrumentarse viejas leyes ciación Latinoamericana de Libre Co-
sancionadas en las primeras décadas del mercio (ALALC). Esta organización tuvo
siglo pasado. como objetivo crear un área de libre co-
Analizaremos en este Subcapítulo en mercio compuesta por la mayoría de los
primer lugar el proceso de integración países de la región y produjo algunos lo-
de la unión aduanera MERCOSUR; se- gros en cuanto al incremento del comer-
guidamente abordaremos el Tratado de cio interregional entre 1960 y 1980, pero
Asunción y sus consecuencias, y luego tuvo dificultades para su profundización
las disposiciones del Proyecto de Código a través de instrumentos netamente mul-
Aduanero de MERCOSUR que se encuen- tilaterales. Por ello se buscaron instru-
tra en etapa de elaboración. mentos más flexibles y funcionales a las
A continuación de ello, estudiaremos dificultades que evidenciaba el comercio
sucintamente la situación interna en cada intrarregional.
país miembro del MERCOSUR y los esta- A partir de 1980 se produce la crea-
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parte de la ALADI. De esta forma, se evi- expansión del comercio, asuntos finan-
taron largos procesos negociadores en los cieros, fondos de inversión y biotecnolo-
que compatibilizar la postura de todos era gía, entre otros.
muy difícil. Dentro de este marco legal, En noviembre de 1988, Argentina y
se insertan las primeras iniciativas inte- Brasil firman el Tratado de Cooperación,
gracionistas de los países del Cono Sur de Integración y Desarrollo, con el compro-
América Latina en el decenio de 1980...» miso de construir un espacio económico
común en diez años. Si bien el acuerdo
inicial fue entre Brasil y Argentina, el es-
quema desarrollado permitió la progre- El capítulo 1º establece como objetivo
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siva incorporación de los nuevos miem- la creación de un mercado común, que
bros, primero Uruguay, y más adelante implica:
Paraguay, con su incorporación como
miembros fundadores del MERCOSUR. 1. La libre circulación de bienes, servi-
El 6 de julio de 1990, se suscribe el cios y factores productivos entre los
«Acta de Buenos Aires», definiendo el países, a través entre otros de la eli-
objetivo de establecer un Mercado Co- minación de los derechos aduaneros
mún entre la República Argentina y la y restricciones no arancelarias a la
República Federativa de Brasil, «…que circulación de mercaderías y de cual-
deberá encontrarse definitivamente con- quier medida equivalente.
formado el 31 de diciembre de 1994.» El 2. El establecimiento de un arancel ex-
anexo del «Acta de Buenos Aires», plan- terno común y la adopción de una po-
teaba un cambio de metodología de inte- lítica comercial común en relación a
gración, no ya en base a la existencia de terceros Estados y la coordinación de
Protocolos, sino a partir de su principal posiciones en foros económico–co-
instrumento: el «Programa de Liberación merciales regionales internacionales.
Comercial»; con la efectivización de re- 3. La coordinación de políticas ma-
bajas arancelarias graduales, lineales y croeconómicas y sectoriales entre los
automáticas, junto a la eliminación de estados partes de comercio exterior,
las restricciones no arancelarias o medi- agrícola, industrial, fiscal, monetaria,
das de efectos equivalentes. cambiaría y de capitales, de servicios,
Por su parte, el Tratado de Asunción aduanera, de transportes y comunica-
fue suscripto el 26 de marzo de 1991, en- ciones y otras que se acuerden, a fin de
tre la República Argentina, la República asegurar las condiciones adecuadas de
Federativa del Brasil, la República del competencia entre los estados partes.
Paraguay y la República Oriental del 4. El compromiso de los estados partes
Uruguay. En octubre de 1996 entra en de armonizar sus legislaciones en las
vigor el Acuerdo de libre Comercio con áreas pertinentes, para lograr el for-
Chile, y en marzo de 1997 con Bolivia, talecimiento del proceso de integra-
incorporándose en calidad de «Estados ción.
Asociados».
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parcialmente cumplidos. Un mercado común supone la existencia
de una zona en la que las mercaderías, factores económicos y
personas pueden circular libremente, en la que existe un arancel
externo común, una política comercial común y coordinación de
políticas macroeconómicas y sectoriales.
Grupo Mercado Común. Estos subgru- sejo Mercado Común aprobó un arancel
pos de trabajo constituyeron los ámbitos externo común (A.E.C.) significando un
donde se discutieron importantes temas avance de singular importancia en el
referentes al avance del proceso de inte- proceso integracionista.
gración. De lo dicho se arriba al 31/12/94 a una
La actual estructura institucional «unión aduanera imperfecta» que per-
creada a partir del protocolo aludido pre- mite el libre acceso de casi la totalidad
cedentemente, cuenta con los siguientes de los productos, con un arancel externo
órganos: «El Consejo del Mercado Co- común, subsistiendo como asignaturas
mún» (CMC); el «Grupo Mercado Co- pendientes una adecuada coordinación
mún» (GMC); la «Comisión de Comercio de políticas macroeconómicas y la efec-
del MERCOSUR» (CCM). Estos tres órganos tivización de la libertad de circulación de
tienen capacidad decisoria de naturaleza factores productivos y personas. Al res-
intergubernamental (art. 2º del Protoco- pecto, opinan Popik y Raimundi (2002)
lo); la Comisión parlamentaria Conjunta que:
(CPC); el «Foro Consultivo Económico
Social» (FCES); la «Secretaria Adminis- «… más allá de los avances del Pro-
trativa del MERCOSUR» (SAM). grama de liberación Comercial y el esta-
Los propósitos perseguidos por el tra- blecimiento del Arancel Externo común
tado de Asunción resultaron parcialmen- el resto de los instrumentos previstos por
te cumplidos. Un mercado común supo- el Tratado de Asunción han tenido esca-
ne la existencia de una zona en la que las sos avances; y que las crisis por las que
mercaderías, factores económicos y per- ha atravesado el proceso de integración
sonas pueden circular libremente, en la obedecen principalmente a la falta de po-
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que existe un arancel externo común, una líticas sectoriales, el bajo número de ex-
política comercial común y coordinación cepciones, el corto plazo de la transición,
de políticas macroeconómicas y sectoria- la ausencia de ayuda a los sectores afecta-
les. No obstante, se han logrado progre- dos por el proceso de ajuste y la falta de
sos importantes debido al adecuado fun- consenso en las medidas de regulación de
cionamiento del «programa de liberación practicas desleales de comercio».
comercial», arribándose al 31/12/94 a un
arancel 0 para un universo del 85% de los López Villafañe y Di Masi (2002),
productos de la región. Además el Con- concluyen que:
na mayor coordinación de políticas ma-
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cesación de pagos de la deuda externa francas como la parte delimitada del te-
y pesificación de la economía en el año rritorio de los Estados Partes en la cual la
2001. En este sentido, sostuvo Felipe de entrada y salida de la mercancía no están
la Balze (2000), en su trabajo «El Destino sujetas al pago de tributos, salvo las tasas
del MERCOSUR, entre la Unión Aduanera retributivas de servicios, ni a la aplicación
y la Integración Imperfecta» que : de restricciones de carácter económico,
ni al control habitual del servicio adua-
«… el MERCOSUR entró en una grave nero. Determina que en la zona franca
y compleja crisis. Durante el resto de 1999 serán de aplicación las prohibiciones de
y los primeros meses del 2000 los flujos carácter no económico, salvo disposición
de comercio intrarregional se redujeron en contrario de los Estados Partes. Las
significativamente… un sentimiento de zonas francas deberán ser habilitadas por
estancamiento y parálisis caracteriza la los Estados Partes en cuya jurisdicción se
actual situación regional». hallaren, y estar delimitadas y cercadas
perimetralmente de modo de garantizar
su aislamiento del territorio aduanero.
El proyecto de código aduanero La entrada y salida de mercadería de la
del MERCOSUR // En este marco, se zona franca se regirá por las normas que
ha desarrollado el proyecto del Código regulan la importación o la exportación,
Aduanero del MERCOSUR, que aún se en- respectivamente.
cuentra en etapa de elaboración y análi- El proyecto no establece plazos máxi-
sis, y sobre el cual existe amplio acuerdo mos de permanencia de las mercaderías
de los Estados Miembros para una pron- en la zona franca. A su vez, autoriza las
ta aprobación y sanción. En su art. 2º ap. actividades de almacenamiento, comer-
2 se establece que las zonas francas y sus ciales, industriales o de prestación de ser-
espacios aéreos no forman parte del te- vicios de conformidad con lo que cada
rritorio aduanero del MERCOSUR, punto Estado Parte determine.
en controversia con el Convenio Inter- Se establece que la administración
nacional para la Simplificación y Armo- aduanera podrá efectuar controles se-
nización de los Regímenes Aduaneros, lectivos sobre la entrada, permanencia y
celebrado en Kyoto 1974, revisado bajo salida de mercancías y personas, contan-
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el auspicio del Consejo de Cooperación do para ello con instalaciones dentro del
Aduanera (Organización Mundial de predio franco. La zona exterior contigua
Aduanas) en 1999. al perímetro de la zona franca hasta una
El proyecto contiene un Título relati- extensión que establezca la reglamenta-
vo a las áreas con tratamientos aduaneros ción, se constituye en zona de vigilancia
especiales, subdividido en un capítulo especial.
correspondiente a zonas francas y otro La salida de mercadería del territorio
para tiendas libres. aduanero con destino a zona franca es-
tará sujeta a todas las normas correspon-
dientes al régimen de exportación solici- rece de libre circulación en el territorio
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centro industrial, comercial y agro- guay y la Argentina, reviste el carácter
pecuario dotado de condiciones eco- de puerto libre. Por otra parte, cuenta
nómicas que permitan su desarrollo. con tres enclaves, denominados zonas
Asimismo, el decreto ley 2452/1958 francas, en el Puerto de Rosario (Ar-
autoriza al Poder Ejecutivo a crear, en gentina), Nueva Palmira (Uruguay) y
las zonas menos desarrolladas, Zonas en Antofagasta (Chile).
de Procesamiento de Exportaciones
con la finalidad de reducir desequili- »» Uruguay
brios regionales, fortalecer la balanza En Uruguay, el establecimiento de
de pagos o promover la difusión tec- zona franca se autoriza por ley en 1923
nológica y desarrollo económico y so- en Colonia y Nueva Palmira, y Mon-
cial. Estas zonas de procesamiento de tevideo recién en 1991, con carácter in-
exportaciones se definen como áreas dustrial, comercial y de servicios. Las
de libre comercio con el exterior, des- siguen Colonia Suiza, Florida y San
tinadas a la instalación de empresas José. Por ley 14.498/1976 se promueve
productoras de bienes con el objeto de el desarrollo de zonas francas en luga-
ser comercializados en el extranjero, res adyacentes a puertos y aeropuer-
siendo consideradas zonas primarias a tos, buscando impulsar el comercio
efectos del control aduanero, existien- internacional y la creación de nuevos
do 18 autorizaciones acordadas en dis- polos de desarrollo industrial que no
tintos estados del país, con distintos compitan con las industrias estable-
grados de avance. cidas en el territorio nacional. Por su
parte, en Diciembre de 1987 se sancio-
»» Paraguay na la ley 15921, de Zonas Francas del
La República del Paraguay, si bien Uruguay, reglamentada por decreto
cuenta con leyes de creación y regu- 454/1988, que define a las zonas fran-
lación, aún no ha establecido nin- cas como áreas del territorio nacional
guna zona franca. En 1995 se dicta de propiedad pública o privada, cer-
la ley 523, reglamentada por decreto cadas y aisladas eficientemente, deter-
15554/96, que autoriza y establece el minadas por el Poder Ejecutivo con el
régimen de zonas francas, como espa- fin de que se desarrollen en ellas acti-
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en una zona sometida a un régimen dencia era hacia la zona franca comercial
especial territorial de carácter fiscal, y no industrial. Sin embargo ello no fue
para el fomento de la prestación de óbice para que el miembro informan-
servicios en la actividad turística y co- te de la Comisión de Hacienda funda-
mercial conexa al turismo. mentara la posición del poder ejecutivo
con respecto a la necesidad de instalar
Las zonas francas en Argentina una zona franca industrial y comercial,
// La primera experiencia legislativa en basándose en la experiencia europea. Se
cuanto a la creación de una zona franca trata en realidad de un instrumento para
en el país data de 9 de Octubre 1907, con incrementar las exportaciones, y no un
la sanción de la ley 5.142 por la que se au- instrumento de desarrollo regional.
toriza al Poder Ejecutivo para admitir en La discusión parlamentaria se dio
el Puerto de La Plata, Provincia de Bue- entonces entre los legisladores represen-
nos Aires, o en una porción determinada tantes de los grupos dominantes que
de él y de los terrenos adyacentes, libres requerían de un instrumento eficaz para
de derechos y de cualesquiera impuestos fomentar sus exportaciones, y los repre-
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manera similar a como lo hace una zona franca en la Argentina,
su naturaleza dista bastante de esta otra institución. En primer
lugar porque los depósitos fiscales cubren necesidades diferentes
y responden a distintas circunstancias. Su uso es una etapa
casi ineludible en la operatoria del comercio exterior. Desde su
concepción como una extensión territorial de la zona portuaria, el
depósito fiscal es el destino casi obligatorio de la mercancía a ser
importada. Por el contrario el uso de una zona franca obedece a
una decisión estratégica puesto que permite mayores tiempos de
almacenaje, fraccionamiento de los retiros a plaza, el desarrollo de
actividades comerciales, de servicios e industriales, sin pago de
derechos aduaneros.
2. Tinogasta, Pcia. de Catamarca. Por otra parte, la República Argenti-
na cuenta con más de ciento setenta de-
En proceso de elaboración de pliegos: pósitos fiscales habilitados por el servicio
1. Perico, La Puna, Pcia. de Jujuy. aduanero, a lo largo y a lo ancho de todo
2. Chamical, Villa Unión, Pcia. de La el país, encontrándose aproximadamente
Rioja. la mitad de ellos en el área metropolitana
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Adjudicadas: Campana y La Plata. Si bien la figura del
1. San Fernando, Pcia. del Chaco. depósito fiscal funciona en la práctica de
2. Zapala, Pcia. de Neuquén. una manera similar a como lo hace una
3. Villa Constitución, Pcia. de Santa Fe. zona franca en la Argentina, su naturale-
4. Frías, Pcia. de Santiago del Estero. za dista bastante de esta otra institución.
5. Paso de Los Libres, Pcia. de Corrien- En primer lugar porque los depósitos
tes. fiscales cubren necesidades diferentes
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profundización del proceso de integración, menor es la posibilidad
de coexistencia con zonas francas. Este criterio es coincidente
con la evolución legislativa que ha tenido este instituto en el
Código Aduanero Modernizado de la Comunidad Europea, toda
vez que en la nueva legislación, próxima a entrar en vigencia, se
ha equiparado el tratamiento que reciben las mercancías en el
predio franco con el que eventualmente pueden recibir en los
demás regímenes que se encuentran incluidos en el capítulo
de los depósitos, en cuanto a la falta de limitación al período de
inclusión de mercancías en estos regímenes, las formalidades que
deben cumplirse, los controles a los que se encuentran sometidas
las mercaderías, y los requisitos impuestos a los operadores
y titulares del régimen. Es decir que las zonas francas han ido
perdiendo competitividad por la equiparación de beneficios,
incentivos o facilidades, en comparación con los restantes
regímenes.
un elemento contrario al establecimiento sión de mercancías en estos regímenes,
del mercado común. las formalidades que deben cumplirse,
De acuerdo a Noemí Mellado (1998), los controles a los que se encuentran so-
cuanto mayor es el grado de profundiza- metidas las mercaderías, y los requisitos
ción del proceso de integración, menor es impuestos a los operadores y titulares del
la posibilidad de coexistencia con zonas régimen. Es decir que las zonas francas
francas. Este criterio es coincidente con han ido perdiendo competitividad por la
la evolución legislativa que ha tenido este equiparación de beneficios, incentivos o
instituto en el Código Aduanero Moder- facilidades, en comparación con los res-
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llo industrial. En el caso sudamericano, rio, en general se tratan sólo de áreas de
los instrumentos creados a partir del Tra- comercialización, de servicios logísticos,
tado de Asunción, pese al objetivo final de almacenaje y de distribución princi-
de conformar un grado más completo de palmente de mercancías de extrazona, es
integración, fueron de naturaleza princi- decir, originarias de Estados no miem-
palmente comercialista. En este contex- bros del MERCOSUR y que tienen como
to, es acertada la opinión de Stella Ma- destino final la importación definitiva
ris Mac Donell (cit. por Mellado, 1998) para consumo.
para quien el empleo de las zonas francas Otra opinión concordante concluye
debería ser restringido y utilizarse en la que:
medida que permita el crecimiento, la
diversificación de la producción, como «A medida que decrece el grado de per-
así también el comercio intrazona y con feccionamiento jurídico de la integración,
terceros países, ya que: es que la zona franca va tomando vigor
como instrumento apto para propender al
«… estos instrumentos resultarán des- desarrollo económico y social de una re-
aconsejables y contrarios a los intereses gión dada. Las zonas francas no cumpli-
comunitarios, cuando provoquen la sus- rían con una finalidad integracionista, en
titución de la producción o el comercio tanto la integración existe independien-
regionales, cuando desplacen o desvíen temente de ellas, sino con una finalidad
corrientes comerciales intrazonales hacia comercialista para el aprovechamiento
otros países, con el consiguiente perjuicio de su situación geográfica en beneficio de
para la producción, el desarrollo y el co- la comunidad.» (Actas de la IX Jornadas
mercio comunitarios». Latinoamericanas de Derecho Tributario,
cit. por Mellado, 1998).
El avance del proceso integracionista
implicará probablemente la supresión to- Este planteo supone la subordinación
tal de todo tipo de subsidio a las exporta- de los regímenes de las zonas francas a
ciones o régimen de excepción. los objetivos y propósitos del proceso de
No es menos cierto que en el mar- integración.
co del MERCOSUR, con excepción de las Por otra parte, como ocurre en el caso
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33
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Derecho a la privacidad
en el derecho de Canadá
y de Estados Unidos*
34
Karim Benyekhlef
Profesor de Derecho Público en la Facultad de
Derecho de la Universidad de Montreal, Mon-
treal, Canadá. Especialista en tecnología de la
información y Derecho Constitucional. Autor de
numerosos artículos sobre la materia y consultor
internacional.
35
la última década, el derecho a la priva- raleza constitucional. Al respecto, obser-
cidad ha cobrado gran importancia en el varemos que los tribunales canadienses
ámbito jurídico, sin lugar a dudas, fruto se encuentran mucho más lejos que sus
de las innovaciones tecnológicas que re- homólogos estadounidenses en cuanto al
volucionaron ciertos paradigmas jurídi- reconocimiento constitucional del dere-
cos como, por ejemplo, el paradigma de cho a la privacidad.
la territorialidad de la ley. Esta creciente Abordaremos la protección constitu-
importancia del derecho a la privacidad cional del derecho a la privacidad ana-
también se encuentra, sin dudas, vin- lizando tres esferas de reivindicación
culada con las intervenciones más pro- identificadas por la Corte Suprema de
nunciadas del Estado en las actividades Canadá: la esfera territorial o espacial,
están tan preocupados por esta cuestión rarán brevemente los límites del derecho
como por el desempleo o la protección de la privacidad derivados del consenti-
del medio ambiente. miento.
El derecho a la privacidad no es objeto
de una enunciación explícita en la Carta Definiciones de derecho a la pri
Canadiense de los Derechos y Libertades de vacidad // La doctrina rebosa de tenta-
Canadá o en la Declaración de Derechos tivas de definición del derecho a la priva-
de Estados Unidos. Sin embargo, la juris- cidad. A veces, se intenta articular una
prudencia de estos dos países estimó que definición en torno al cuerpo humano,
otras alrededor de la información que elegir. Ahora bien, a pesar de que pueda
36
cada uno de nosotros genera de una ma- existir un consenso sobre ciertos elemen-
nera u otra. Otros, incluso, creen poder tos mínimos relativos a la vida privada,
definir esta noción oponiendo simple- éste pronto se encuentra perjudicado por
mente la vida privada a la vida pública una variedad casi infinita de componen-
como si de esta oposición –después de tes periféricos. Dichos componentes son
todo, simplista–, pudiera nacer una clara el resultado, por supuesto, de elecciones
tipología de situaciones para regir. Aho- y concepciones personales que se cuidan
ra bien, la vida privada representa «una de proponer una definición. Estos pro-
constelación de valores concordantes y fundos desacuerdos en cuanto al sentido
opuestos de derechos solidarios y antago- para asignar al derecho a la privacidad,
nistas, de intereses comunes y contrarios» convencen al intérprete sobre las caren-
que evolucionan con el tiempo y según el cias de este tipo de ejercicio.
medio cultural donde está inserta. Además, definir es, también, inevi-
Entonces, parece difícil o incluso im- tablemente restringir. Ahora bien, las li-
posible, llegar a una definición consen- bertades públicas, entre las cuales puede
sual del derecho a la vida privada. Dicha reclamarse el derecho a la privacidad, no
imposibilidad es el fruto de divergentes podrían –al punto de convertirse en un
concepciones filosóficas, sociales y cultu- instrumento viejo desprovisto de toda
rales. Estas idiosincrasias neutralizaron eficiencia–, ser el objeto de un ejercicio
pronto toda veleidad de definición de la de definición que restringiera el alcan-
noción de vida privada. ¿Hay que que- ce en el futuro. Las preocupaciones que
jarse al respecto? ¿Se tiene que llegar sin mantienen los comentaristas al momen-
falta a una definición clara del derecho to de la propuesta de una definición no
de la vida privada para sublimarlo y para pueden dar cuenta de las evoluciones téc-
garantizar el carácter funcional? nicas y sociales que imprime a la socie-
Creemos que la exaltación de los va- dad el paso del tiempo. Cuanto mucho,
lores fundamentales no pasa necesaria- las garantías constitucionales son, como
mente por la atribución de un sentido lo veremos, refractarias a toda cortapisas
preciso, incluso definitivo, de los mis- de definición.
mos. Es cierto que, para el intérprete, es En palabras del profesor Freund
tranquilizador analizar los problemas co- (1971), la privacidad debe ser aprehendi-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
37
tico asimilativo, la conmoción del reco-
nocimiento que esto produce cuando se adaptar el texto constitucional al paso
encuentran fenómenos nuevos o cuestio- del tiempo:
nables. El principio es el lenguaje natural
de los teóricos del derecho, los juristas, «La interpretación de una constitución
mientras que la norma es preeminen- es completamente diferente de la interpre-
temente el lenguaje de los legisladores y tación de una ley. Una ley define derechos
asesores legales. Una norma es la particu- y obligaciones actuales. Puede ser fácil-
larización que describe el estado del de- mente adoptada como así también aboli-
recho dentro de un contexto específico, y da. Por el contrario, una constitución se
prescribe con un nivel relativamente alto redacta previendo el futuro. Apunta a
de inmediatez y precisión. Un principio es proveer un marco permanente al ejercicio
una formulación más maleable, útil para legítimo de la autoridad gubernamental y,
predecir y dar forma al curso del desarro- cuando se incluye una Declaración o una
llo legal. Es en este último contexto don- Carta de los derechos, a la protección
de el derecho a la privacidad cobra vital constante de los derechos y libertades in-
importancia». (Freund, 1971) dividuales. Una vez que han sido adopta-
das, sus disposiciones no pueden ser fácil-
El principio responde así a la formu- mente abrogadas o modificadas. En
lación de un enunciado genérico suscep- consecuencia, la ley debe ser susceptible
tible de influir, modelar, hacer evolucio- de evolucionar con el tiempo de manera
nar. En síntesis, impregnar el derecho. El tal que pueda dar respuesta a las nuevas
principio no se corresponde con ciertos realidades sociales, políticas e históricas
cánones de concisión. Por el contrario, su que con frecuencia no son contempladas
valor intrínsecamente jurídico contiene por los autores. Los tribunales son los
la flexibilidad de su enunciado, la fluidez guardianes de la constitución y deben te-
de su contenido. De esta manera, el prin- ner en cuenta estos factores cuando inter-
cipio, liberado de toda sujeción sémica, pretan las disposiciones».2
se modula con las transformaciones so-
ciales con el fin de garantizar una justa A pesar de que es necesario evitar asig-
aprensión jurídica de la realidad am- nar al derecho a la privacidad un sentido
biente. La adecuación entre el concepto demasiado preciso y, en consecuencia, re-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
jurídico y las situaciones para regir se ductor, esto no significa que el intérprete
encuentra fácilmente establecida. Ahora esté impedido de describir la esencia de
bien, ¿no es ésta la característica esencial la garantía. Empleando los términos del
de los derechos fundamentales? juez Dickson, con el fin de aprehender la
El juez Dickson subraya, en Hunter, esencia de la garantía constitucional, se
la necesidad de adaptar la interpretación trata de analizar su objeto.
constitucional respecto a las evoluciones
tección constitucional del derecho pri- así, tomar partido, dado que definir con-
vado. Se podrá observar que el enfoque siste, con frecuencia, de tomar partido.
de la Corte Suprema de Canadá que, sin El juez La Forest descompuso brevemen-
definir el derecho a la privacidad, erige te el derecho a la privacidad, evitando
los contornos de manera tal de guiar al atribuirle un sentido demasiado defini-
intérprete y a los tribunales inferiores. do. Esta concepción de categoría corres-
ponde, después de todo, a las diversas
La protección del derecho cons expectativas que puede cultivar un in-
titucional a la privacidad // El juez dividuo en materia de vida privada. Hay
La Forest, en el caso Dyment, no definió que comprender que esta categorización
el derecho a la privacidad propiamente no muestra un ejercicio de definición. En
dicho. Dibujó los contornos, las grandes efecto, el juez La Forest se contentó con
líneas, los trazos sobresalientes. Para que identificar los componentes funcionales
el intérprete pudiera comprender mejor o conceptuales del derecho a la privaci-
la esencia de esta noción fundamental, dad cuidándose bien de asignarle a cada
descompone este derecho en tres esferas uno una acepción definida.
de reivindicaciones: (1) las que compren- El juez La Forest se dedicó simple-
den aspectos territoriales o espaciales; (2) mente a demostrar que el artículo 8° de
las relacionadas con la persona; (3) las la Carta Canadiense protege todos los
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
39
se hallen a salvo de pesquisas y aprehen-
autonomía moral y física, la libertad, la siones arbitrarias, será inviolable, y no se
democracia. La Corte Suprema invita al expedirán al efecto mandamientos que
intérprete a aprehender la vida privada a no se apoyen en un motivo verosímil, que
partir de estas nociones primordiales. Es estén corroborados mediante juramento o
a partir de esas últimas, que se debe forjar afirmación y describan con particularidad
un corpus de reglas susceptibles de adap- el lugar que deba ser registrado y las per-
tarse al paso del tiempo y de garantizar la sonas o cosas que han de ser detenidas o
efectividad de este derecho constitucio- embargadas». (Cuarta Enmienda)
nal. El derecho a la privacidad resulta en-
tonces un vector flexible y adaptable a la Evidentemente, esta orden sólo puede
evolución tanto tecnológica como social. ser emitida por un juez. En cuanto al ni-
Es necesario proceder a un equilibrio vel/grado factual permitiendo autorizar
de intereses en presencia. Una expectati- una pesquisa, varía en Estados Unidos
va razonable en materia de vida privada mientras que en Canadá la exigencia de
apela, sin lugar a dudas, a un criterio ob- motivos razonables y probables de creer
jetivo: se protege la expectativa razona- que se cometió una infracción y que los
blemente mantenida por la mayoría de elementos de prueba están disponibles es
los individuos –el canadiense medio–. más bien general y sólo son objeto de po-
Finalmente, precisemos que el artícu- cas excepciones. Así, en Estados Unidos,
lo 8° de la Carta Canadiense no se aplica «probable cause» de la Enmienda 4° es ob-
simplemente en materia penal o crimi- jeto de una gran cantidad de excepciones
nal. Allí, hay un campo de predilección (sistema educativo: special needs, fronte-
por esta disposición pero no es el único ras: clear indication, vehículo: reasonable
campo que puede ocupar el artículo 8°. suspicion –duda razonable, etc.).
Nada en la redacción de este artículo Es necesario señalar una diferencia.
viene a restringirlo en materia penal y En Canadá, sabemos que únicamente las
criminal. La misma observación puede expectativas razonables de vida privada
formularse en cuanto a la Enmienda 4° son objeto de una protección constitucio-
en la Constitución de Estados Unidos. nal. Dicho de otra manera, el intérprete
En Estados Unidos, el modo de fun- debe librarse a una apreciación objetiva
cionamiento de la Enmienda 4° es, en de los hechos de la especie y preguntar-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
3. El artículo 46 de la Carta de los derechos y libertades de los habitantes de Quebec dice : “Toda persona que tra-
baja tiene derecho, conforme a la ley, a condiciones de trabajo justas y razonables que respeten su salud, seguridad
e integridad física”.
siglas en inglés) en la línea telefónica de
41
en una instancia considerada en el párrafo
la residencia del sospechoso, registrándo- 1°, el tribunal concluye que los elementos
se los números telefónicos discados desde de prueba se obtuvieron en condiciones
dicho teléfono; para estos casos la Corte que alcanzan a los derechos y a las liber-
Suprema sostiene que no hubo expectati- tades garantizados por la presente carta,
va de privacidad objetivamente razonable estos elementos de prueba son separados
en los números discados en un teléfono. si así estuviera establecido, debido a las
La crítica respecto a la determinación de circunstancias, que su uso es susceptible
la Corte Suprema fue que la persona que de desacreditar la administración de la
llama voluntariamente transfiere los nú- justicia». (Artículo 24° de la Carta Cana-
meros al teléfono de la compañía como diense)
paso necesario para utilizar el servicio de
telefonía. El hecho de que las compañías En Estados Unidos, el Bill of Rights
telefónicas generalmente no registren no contiene una disposición análoga. La
los números marcados por sus clientes jurisprudencia desarrolló reglas que la
no tiene efecto alguno. Debido a que la proveen. El principio relativo a la exclu-
compañía telefónica puede registrar los sión de las pruebas obtenidas ilegalmente
números discados y a que el sospechoso fue enunciado por la Corte Suprema de
en forma voluntaria utiliza la compañía Estados Unidos en 1961 en Mapp c. Ohio,
telefónica para realizar una llamada, el 367 US 643 (1961).
Tribunal presume que la sociedad no su- Habiendo expuesto brevemente el
pone que los números discados son pri- modo operatorio del artículo 8° de la
vados (Jones, 1997:923 y ss.). Carta Canadiense y de la 4° Enmienda
¿Qué sucede cuando un registro, una de la Constitución de Estados Unidos, es
pesquisa o un embargo ha sido juzgado conveniente examinar rápidamente los
contrario al artículo 8° de la Carta Cana- campos donde se muestran estas disposi-
diense o de la 4° Enmienda de la Consti- ciones. Basándome en la clasificación del
tución de Estados Unidos? En virtud de juez La Forest, se identifican tres campos
la jurisprudencia y del artículo 24° de la de reivindicaciones: del orden territorial
Carta Canadiense, el juez del pleito pue- o espacial, del orden personal y del orden
de decidir excluir la prueba así obtenida de la información.
si su admisión y uso producen descrédito
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
43
gular de la ley– de la Enmienda 14°, en nos a la autonomía personal. Decía:
Canadá, por el artículo 7° de la Carta
Canadiense. «La noción de dignidad humana en-
cuentra su expresión en casi todos los de-
«Todas las personas nacidas o natura- rechos y libertades garantizados por la
lizadas en los Estados Unidos y sometidas Carta. Los individuos tienen el derecho
a su jurisdicción son ciudadanos de los de elegir su propia religión y su propia fi-
Estados Unidos y de los Estados en que losofía de vida; pueden elegir a quienes
residen. Ningún Estado podrá dictar ni frecuentarán y cómo se expresarán; dónde
dar efecto a cualquier ley que limite los vivirán y a qué actividades se dedicarán.
privilegios o inmunidades de los ciudada- Éstos son ejemplos de la teoría fundamen-
nos de los Estados Unidos; tampoco podrá tal que apoya la Carta saber: que el Estado
Estado alguno privar a cualquier persona respetará las elecciones de cada uno y, en
de la vida, la libertad o la propiedad sin el la medida de lo posible, evitará subordi-
debido proceso legal; ni negar a cualquier nar estas elecciones a toda concepción
persona que se encuentre dentro de sus li- particular de una vida de bien. Así, un as-
mites jurisdiccionales la protección de las pecto del respeto y de la dignidad huma-
leyes, igual para todos […] El Congreso na sobre el cual se basa la Carta es el dere-
tendrá facultades para hacer cumplir las cho a tomar decisiones personales
disposiciones de este artículo por medio fundamentales sin la intervención del Es-
de leyes apropiadas». (Enmienda 14°: Sec- tado. Este derecho constituye un compo-
ción 1 y 5) nente crucial del derecho a la libertad. La
libertad, como lo hemos dicho en el fallo
El artículo 7° de la Carta Canadiense Singh, es un término susceptible de tener
dice que: «Cada uno tiene derecho a la una acepción demasiado amplia. En mi
vida, a la libertad y a la seguridad de su opinión, este derecho bien interpretado
persona; sólo se puede desaforar ese dere- confiere al individuo un margen de auto-
cho conforme a los principios de justicia nomía en la toma de decisiones de impor-
fundamental». tancia fundamental para su persona».12
En Canadá, los fallos Jones9, Morgen-
taler10 y Beare11, fueron los primeros en En el fallo Rodriguez c. Colombie-Bri-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
menos la ausencia de prohibiciones pena- dos Unidos también consagró una zona
les que presenten obstáculos».14 de autonomía personal inscribiéndose en
el contexto familiar. Asimismo, fundán-
Para determinar si el ataque de un dose en la libertad de expresión y de re-
derecho garantizado por el artículo 7° es ligión, la jurisprudencia americana desa-
45
intersecta el derecho a la vida privada. humillación moral de la mayoría.
Tratemos de distinguir el ejercicio El profesor Schoeman, citando los
del derecho a la libertad del derecho al trabajos del profesor Gavison, escribe:
respeto por la vida privada. Sabemos que
la vida privada permite al individuo rea- «Al debatir los ideales de la sociedad
lizarse a través de la afirmación de sus libre, Gavison observó que aún en una
singularidades, adquirir un sentido de sí sociedad que se enorgullece de ser abier-
al abrigo de la indiscreción o del juicio ta, siempre existe el riesgo de que el com-
de otro. No se debe comprender la pri- portamiento que se desvía de la norma se
vacidad como una simple excusa que la traducirá en respuestas hostiles. Dicha
mirada de otro no pueda transgredir. perspectiva tendrá un efecto inhibidor en
Esta es una acepción pasiva de la no- el comportamiento que, en sentido estric-
ción. De ahí se desprende también una to, el individuo debería haberse sentido
acepción activa, mediante la cual la vida libre de realizar. Esto se aplica principal-
privada protege las acciones primeras que mente a las áreas en donde los individuos
participan en el desarrollo de la persona- sostienen que no deberían existir normas
lidad porque muestran intrínsecamente o debería haber pocas normas que rijan el
una elección que sólo puede ser personal comportamiento. La privacidad establece
–por ejemplo: aborto, homosexualidad–. un contexto en el cual dicho comporta-
El derecho a la libertad protege com- miento es incuestionable». (Schoeman,
portamientos o acciones que sobrepasan 1984:26)
el marco estricto de la vida privada. ¿Esto
quita su utilidad a la acepción activa del La acción que concierne el derecho
derecho a la privacidad? Lo dudo. En a la libertad, puede suscitar también la
efecto, las acciones que conciernen el reprobación y la condena –ropa excén-
derecho a la privacidad se distinguen de trica, prédica de una religión–. Pero esta
las que participan en la libertad cuando acción sólo es posible, en principio, si se
el ejercicio no es de la misma naturale- realiza a plena luz. Esta acción sólo se
za. Una acción que atañe la vida privada, vuelve significativa para su autor cuando
porque justamente concierne la privaci- es perceptible a los ojos de los otros. Su
dad, provoca con frecuencia una reacción valor se encuentra vinculado a su publi-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
hostil cuando se ejecuta a plena luz, sin el cidad. Evidentemente, es posible que un
beneficio de la discreción. En consecuen- individuo quiera actuar en plena luz a
cia, es más que probable que el indivi- pesar de que su acción concierne la vida
duo se abstenga de actuar, así como en el privada –por ejemplo, la decisión de un
fondo él lo entiende, cuando sabe que su hombre casado de vivir con su amante–,
comportamiento suscitará una reproba- con el fin de expresar claramente una
ción moral general. Dicho de otra mane- reivindicación. Se trata de una elección
ra, la vida privada le aporta en este caso personal. Su acción ya no está protegida
una discreción que le permite afirmar sus por el derecho a la privacidad, dado que
decidió realizarla a la vista y sabiendas de El derecho de una mujer de decidir
46
algo es el derecho del individuo, casado tía de privacidad personal sólo aquellos
o soltero, a ser libre de la intrusión injus- derechos personales que puedan ser consi-
tificada del gobierno en asuntos que tan derados ‹fundamentales› o ‹implícitos› en
esencialmente afectan a una persona, el concepto de libertad ordenada».15
como lo es la decisión de engendrar o dar
al luz a un niño». (Eisenstadt c. Baird, 405 Esta decisión suscitará una gran con-
US 438, p. 453 (1972) troversia, en particular en lo que respecta
47
les de controlar la constitucionalidad de foque que distingue tres trimestres en el
las leyes16. En los años siguientes, la Cor- embarazo y reconoce al Estado un inte-
te Suprema de Estados Unidos tuvo que rés por reglamentar el embarazo desde la
pronunciarse sobre varias reivindicacio- procreación. Luego, consagra el criterio
nes constitucionales referidas a cuestio- del undue burden –carga excesiva– ya
nes accesorias al aborto, siendo el punto propuesto por la jueza O´Connor en We-
en cuestión, el de saber si un Estado po- bster: sería inconstitucional una ley que
día adoptar disposiciones legislativas que colocara una carga excesiva sobre los in-
restringían la obtención de aborto a me- dividuos deseosos de abortar y cuyo ob-
nores, o los subordinaba a la obtención jeto fuera hacer imposible dicho aborto.
de un consentimiento previo. A partir de En Canadá, en el fallo Morgentaler,
1983, a pesar de haber reafirmado el fallo la Corte Suprema de Canadá examinó
Roe, la Corte Suprema comenzó a relati- la constitucionalidad de las disposiciones
vizar el principio judicial que pretendía del Código criminal canadiense relativas
que los abortos fuesen obtenidos libre- al aborto. La Corte concluyó que el régi-
mente (Turkington y Allen, 2002: 774 y men legislativo establecido en el Código
ss.). Asimismo, algunos Estados intenta- Criminal violaba el derecho a la seguri-
ron desalentar el recurso al aborto impo- dad de la persona protegida por el artí-
niendo ciertas condiciones. culo 7° de la Carta Canadiense. En mi
A fines de la década del 80, la mayoría opinión, en Estados Unidos, la zona de
de la Corte Suprema está compuesta de autonomía personal ofrecida por el dere-
jueces que favorecen la doctrina de la re- cho a la privacidad se limita a los casos
tención judicial –interpretación «origi- familiares.
nalista»–. En este contexto, se pronuncia En efecto, en el fallo Bowers c. Hard-
el fallo Webster17, que constituye la pri- wick, 478 US 186 (1986), una mayoría de
mera verdadera prueba del principio es- cinco jueces contra cuatro mantiene la
tablecido en Roe c. Wade. Este caso fue constitucionalidad de una ley de Geor-
de gran interés, porque se presentaron gia, que prohibía la sodomía. La mayoría
setenta y ocho memorias de amicus rechaza la propuesta que pretendía que el
curiae; lo que constituía un record abso- derecho al respeto de la vida privada pu-
luto. La Corte, dividida, reafirma el diese proteger las relaciones sexuales que
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
16. Sobre este tema, leer en particular Karim Benyekhlef, «Démocratie et libertés: quelques propos sur le contrôle de
constitutionnalité et l’hétéronomie du droit», [1993] 38 McGill L.J. 91.
17. Webster c. Reproductive Health Services, 492 US 490 (1989).
embargo, la opinión de la mayoría no in-
48
49
cepción, las relaciones familiares, la crian-
za y la educación [...] Para explicar el res- interrupción de los tratamientos médicos
peto que la Constitución demanda por la porque el Estado tiene interés en preser-
autonomía de las personas para realizar var la vida de los individuos. La Corte
estas elecciones, consideramos lo siguien- afirma también que la prohibición legis-
te: ‹Estos asuntos que comprenden las lativa de ayudar a un individuo a precipi-
elecciones más íntimas y personales que tarse a su muerte es conforme a la En-
una persona pueda realizar durante toda mienda 14°. 22
su vida, elecciones centrales para la digni-
dad y autonomía de una persona, son fun- Reivindicaciones del orden de la
damentales para la libertad protegida en información // Las reivindicaciones
la Cuarta Enmienda. En el seno de la li- del orden de la información podrían cla-
bertad se encuentra el derecho a definir sificarse en dos categorías: la primera se-
nuestro propio concepto de existencia, el ñalando lo que se ha convenido ahora en
significado del universo y del misterio de llamar la protección de los datos perso-
la vida humana. Las creencias que existen nales –nominativo– y la segunda la pro-
respecto a estos asuntos no podrían defi- tección contra la vigilancia –vigilancia
nir los atributos de la personalidad si éstos policial, intercepción de corresponden-
estuvieran formados bajo coacción del Es- cia y correo electrónico–. Rápidamente,
tado›. Las personas involucradas en una trataré la primera categoría: los datos de
relación homosexual podrían perseguir la carácter personal.
autonomía para dichos fines, tal como lo Hemos visto que la jurisprudencia de
hacen las personas heterosexuales. El fallo la Corte Suprema es indicativa de su vo-
en el caso Bowers les denegaría este dere- luntad de hacer del artículo 8° un instru-
cho».21 mento de protección de la privacidad. Sin
embargo, ¿el único dispositivo del artí-
En lo que se refiere a la delicada cues- culo 8° cubre todos los aspectos de la pri-
tión de la eutanasia, en Estados Unidos, vacidad, incluso aquéllos que resultan de
el intérprete puede volverse hacia el fallo la información? Una respuesta afirmativa
Cruzan c. Director, Missouri Department se impone si se lo remite a la categoriza-
of Health, 497 US 261 (1990), en el cual se ción antepuesta por el juez La Forest en
pregunta si un Estado puede restringir el el caso Dyment. Éste último, detalla bien
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c. Roe, 429 US 589 (1977), la Corte Supre- ción de la información, el uso de datos,
ma de Estados Unidos se pronunció so- las modificaciones de las finalidades por
bre la constitucionalidad de una ley del las cuales esos datos fueron recogidos, la
Estado de Nueva York, permitiendo a las cuestión del acoplamiento, la calidad de
autoridades públicas recoger y almace- los datos, etc, no son objeto de ningún
nar, a través de la informática, nombres comentario particular en Whalen. Sólo el
y direcciones de todas las personas que juez Brennan va más allá de la cuestión
con una orden compraban drogas legales de la seguridad y la confiabilidad de la
e ilegales. Las parejas pretendían que este información almacenada, al declarar que
procedimiento tenía por efecto disuadir la tecnología no que debe ser considerada
a los pacientes de proporcionarse medi- inconstitucional porque hace más fácil y
camentos necesarios para su tratamiento efectiva la gestión de la información.
en razón del temor que el mal uso de los Sin embargo, el poder judicial no
datos recabados los hiciera pasar por dro- debe dudar en modificar la evolución
gadictos. tecnológica si ésta amenaza seriamente el
La Corte Suprema de Estados Unidos derecho a la vida privada:
reconoció las potenciales amenazas que
pesan sobre la vida privada por la acu- «Evidentemente, y tal como el Estado
mulación de información personal en los lo considera, la recopilación y almacena-
bancos de datos gubernamentales. Sin miento de información por parte del Es-
embargo, el objetivo perseguido por esta tado, que es en sí legítima, no resultan
legislación, garantizar un control más inconstitucionales debido a que, simple-
estricto del comercio de medicamentos mente, la nueva tecnología hace que las
y drogas, y las medidas de seguridad operaciones del Estado sean más eficien-
previstas de manera estatuaria para evi- tes. Sin embargo, tal como lo demuestra
tar la difusión accidental o ilícita de la el ejemplo de la Cuarta Enmienda, la
información contenida en el sistema, Constitución pone límites no sólo en el
hacen constitucional esta ley. El aná- tipo de información que el Estado podría
lisis de la Corte Suprema tiene que ver recopilar, sino también en los medios que
con el objeto de la ley y sobre los medios utiliza para recopilarla. El principal alma-
enunciados en ésta para garantizar la cenamiento y la fácil accesibilidad de la
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
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como la demostración de autoridad de una disposición legislativa no equívo-
–pretender tener una orden de pesqui- ca autorizando al Estado a inmiscuirse
sa válida–, el ejercicio de una coacción en la vida privada de los individuos, la
psicológica y las representaciones ilegales legalidad del registro o de la pesquisa de-
–intromisión seguida de una detención penden del consentimiento del acusado.
ilegal tendiente a reforzar el consenti- Entonces, es decir que ante la falta de
miento– favorecerán la conclusión que consentimiento, la intromisión estatal en
el consentimiento no ha sido otorgado la vida privada de los individuos es in-
libremente. Mientras que otros hechos, constitucional.
como una confesión libre y voluntaria, En el mismo fallo Borden, la Corte
una advertencia inducirán una conclu- indica que, además del carácter volunta-
sión contraria. rio, el ministerio público debe demostrar
En Canadá, la Corte Suprema tam- que la persona que renuncia a un derecho
bién estableció en el fallo Dedman c. R., constitucional se encuentra en la medida
[1985] 2 R.C.S. 2, que la obediencia a de apreciar las consecuencias de su con-
una orden dada por un policía no pue- sentimiento. Finalmente, se puede con-
de asimilarse a un consentimiento. En el cluir que, tanto en Estados Unidos como
fallo R. c. Mellethin, [1992] 3 R.C.S. 615, en Canadá, el consentimiento debe ser
la Corte estableció que para el consenti- libre y voluntario para tener validez en el
miento sea válido, el individuo que lo da plano constitucional.
debe encontrarse en la medida de impe-
dir la intromisión negándose a darlo. A Conclusión // Esta revisión del dere-
semejanza de la norma aplicada cuando cho canadiense y americano, nos permite
se trata de la admisibilidad de una confe- hacer algunas observaciones a modo de
sión, el criterio apropiado para determi- conclusión.
nar si un individuo consintió en que el En primer lugar, en materia criminal
Estado tome algo de su pertenencia, es el y penal, los modos operatorios del análi-
del carácter voluntario. sis constitucional son similares. Esto no
En los fallos Borden y Colarusso, la podría sorprendernos, dado que la pro-
Corte Suprema precisa que la constitu- tección de registros, embargos y pesqui-
cionalidad del consentimiento está li- sas constituye históricamente un dere-
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mitada a su objeto. (R. c. Borden, [1994] cho del common law. Es verdad que en la
3 R.C.S. 145; R. c. Colarusso, [1994] 1 apreciación de estos modos operatorios,
R.C.S. 20). En Colarusso, la Corte de- la Corte Suprema canadiense aparece
cide que un individuo puede consentir ligeramente más liberal que la Corte Su-
a una deducción de sustancias materia- prema americana. El conservadurismo de
les a sólo ciertos fines puntuales, y que la Corte Rehnquist de los últimos 15 años
el uso de esta prueba con otros fines se explica, sin duda, esta ventaja liberal en
vuelve inconstitucional. En el fallo Bor- la corte canadiense. En la jurisprudencia,
den, la Corte afirma, siguiendo en esto se constatan en materia constitucional
grandes declaraciones con frecuencia en- Estado. Si se agrega a esta tendencia ya
54
Referencias
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IR05 // Revista del Instituto // AFIP
Temas Institucionales
Responsabilidad pública
y equidad social*
55
Susan Rose–Ackerman
Susan Rose–Ackerman es profesora de derecho y
ciencia política en la Universidad de Yale y autora
de prestigiosos trabajos en la materia.
57
funcionario público para obtener un be- de casos de todo el mundo indica que
neficio, o bien recurre a influencias fami- los pagos ilegales pueden desincentivar
liares o personales para obtener una ven- la inversión privada, así como elevar sig-
taja injusta. El poder discrecional de los nificativamente los costos y reducir la ca-
funcionarios para distribuir los beneficios lidad de los proyectos de obras públicas.
o costos públicos incentiva la corrupción Por lo tanto, necesitamos entender cómo
y las operaciones con información privi- surgen los incentivos a la corrupción e
legiada. Esos beneficios y costos pueden identificar las políticas que permitan re-
proporcionar beneficios directos a los ho- ducir sus costos, en particular para los
gares o imponerles costos, o bien pueden pobres.
implicar decisiones de alto nivel sobre la América Latina no constituye un caso
asignación de recursos presupuestarios especial; los incentivos a la corrupción
o sobre la distribución de los beneficios son aquí similares a los que existen en
derivados de privatizaciones, concesiones otros lugares. Aunque los reformadores
y contratos. tienen que adaptarse a la realidad lati-
La corrupción generalizada retarda noamericana, muchas de las políticas a
el crecimiento económico y supone un las que me referiré son semejantes a las
reparto desigual de los beneficios del que recomendaría en otros contextos.
desarrollo. Cuando los países en que Lo primero que hay que admitir es
existe corrupción experimentan un cre- que la lucha contra la corrupción es sólo
cimiento económico, esto significa que la una parte de un problema más amplio
corrupción aún no ha llegado a socavar de interacción entre la riqueza privada
los cimientos económicos. El crecimien- y el poder público. La concentración de
to genera beneficios para repartir. Los la riqueza privada, que influye sobre de-
países muy pobres pueden no tener de- cisiones políticas tales como las privati-
masiada corrupción por el simple hecho zaciones, los contratos y las concesiones,
de que no hay nada demasiado valioso puede no implicar pagos ilegales, pero
que poder comprar. Las cuestiones em- sí suponer una distorsión de los ideales
píricas relevantes son la incidencia de la democráticos. En ciertos países latinoa-
corrupción y sus efectos sobre la asigna- mericanos, los efectos del tráfico de dro-
ción de recursos económicos y el poder gas van más allá de los sobornos pagados
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
fuera del gobierno. En esta exposición, beralización del mercado. Los países de-
me interesa mirar hacia adelante, aunque mocráticos de América Latina y de Euro-
a veces esto sólo puede lograrse procesan- pa Central guardan grandes semejanzas
do a los anteriores malhechores. Es nece- entre sí. Se trata de países de ingresos
sario recurrir a juicios y a comisiones de medios cuyo nivel relativo de corrupción
amnistía/verdad, no como una forma de sugiere la presencia de un grave problema
revancha, sino con el fin de comprender de integridad estatal, si bien no tan grave
los sistemas y mecanismos de corrupción como para imposibilitar el desarrollo o
y poder reformarlos. La primera parte de convertir sus democracias en una farsa.
Todos los países centroeuropeos han ex- los más igualitarios. En términos gene-
59
perimentado un importante giro hacia rales, el índice de alfabetismo es mucho
la democracia y el mercado, incluida la mayor en Europa Central que en la ma-
privatización de buena parte de sus sec- yoría de los países latinoamericanos. Las
tores públicos. En América Latina, aun- poblaciones centroeuropeas son bastante
que todos los países disfrutan desde hace homogéneas, siendo la minoría romaní
tiempo de un activo sector privado, se –los gitanos– la única significativamen-
ha producido un proceso generalizado te desfavorecida. En América Latina hay
de privatización de industrias que antes grandes diferencias en el porcentaje que
eran de propiedad estatal, y muchos paí- representan las poblaciones indígena y
ses se han vuelto más democráticos y han rural, y estos grupos se encuentran en
limitado el papel del Estado. el tramo inferior de la distribución de
Las diferencias, no obstante, son lla- los ingresos. Aunque la proporción de
mativas. En ambas regiones, la desigual- empresas públicas en el conjunto de la
dad en la distribución de los ingresos ha economía ha descendido en los últimos
crecido en muchos países durante el de- decenios, en algunos países siguen exis-
cenio pasado. Pero sus respectivos puntos tiendo empresas estatales que generan
de partida diferían notablemente, ya que una parte sustancial del presupuesto pú-
en América Latina se hallaban los países blico, principalmente a través de la ex-
más desiguales del mundo en los años plotación de recursos naturales como el
noventa, y en Europa Central algunos de petróleo y minerales duros. En Europa
6
INDICE DE TI DE 2001
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IR05 // Revista del Instituto // AFIP
0
0 2000 4000 6000 8000 10000 12000 14000 16000
PIB pc 1998
tularidad pública, pero no suelen repor- reputación de nación con un alto grado
tar ingresos. Por lo general, los gobiernos de integridad, algo que tal vez se deba al
latinoamericanos son sistemas presiden- hecho de que la mejora del nivel de inte-
cialistas en los que el jefe del ejecutivo es gridad es reciente. Como podemos ob-
elegido por separado y goza de amplios servar en el gráfico 2, la situación cambia
poderes. Europa Central ha seguido la si tenemos en cuenta las tasas de creci-
pauta de Europa del Este en el estableci- miento a lo largo del decenio de los no-
miento de sistemas parlamentarios cuyos venta. La diferencia entre las dos regiones
presidentes poseen escasos poderes inde- explica por qué no existe un equivalente
pendientes. latinoamericano de los rigurosos ajustes
El gráfico 1 muestra la relación po- que se produjeron en Europa Central y
sitiva existente en ambas regiones entre del Este (ece). En términos generales, los
niveles altos de integridad y niveles altos altos niveles de corrupción parecen haber
de pib. La integridad se mide por el Ín- tenido una mayor incidencia sobre el cre-
dice Internacional de Transparencia, que cimiento en ece que en América Latina,
clasifica a los países en una escala de 0 donde su incidencia parece ser escasa.
a 10, siendo este último el grado de me- Aquí Chile destaca, con una elevada tasa
nor corrupción. Chile presenta un valor de crecimiento económico asociada a su
atípico, con un nivel de integridad de bajo nivel de corrupción. Desde luego, la
7,5 pero un nivel de ingresos que no se correlación no significa causalidad, pero
corresponde. Este país no parece estar merece la pena señalar esta asociación.
Gráfico 2. Relación entre la tasa de crecimiento per cápita del PIB de
1990–98 y el grado de transparencia pública
INDICE DE TI DE 2001
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
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recordar que los países latinoamericanos aun cuando su nivel de bienestar aumen-
y de ece ocupan una posición interme- te en términos absolutos. Esta hipótesis
dia entre los países del mundo, tanto en sugiere que los reformadores latinoame-
términos de corrupción como de resulta- ricanos tienen que integrar a los pobres
dos económicos. A estos países les queda en los procesos de toma de decisiones pú-
mucho trabajo por hacer, pero no per- blicas y que las políticas anticorrupción
tenecen a ese segmento inferior en que deberían centrarse en aquellas medidas
la corrupción está extendida hasta tal que reporten beneficios concretos a los
punto que ni la democracia ni el creci- pobres tanto en las ciudades como en las
miento son posibles. En ambas regiones, zonas rurales. Es verdad que en los paí-
los reformadores pueden pasar del simple ses de Europa Central y del Este existen
compromiso con la democracia y el mer- minorías desfavorecidas que sufren las
cado al análisis detallado de propuestas consecuencias de funcionarios soborna-
para mejorar el funcionamiento de am- bles y que poseen escasos recursos para
bas instituciones. recabar la ayuda estatal. Sin embargo,
Desde el punto de vista de la equidad este problema es más acusado en Amé-
social, la principal diferencia interregio- rica Latina, al menos en algunos países.
nal radica en la distribución de la renta. Las estrategias contra la corrupción que
El coeficiente de Gini para la muestra aspiran a mejorar la transparencia pú-
de países incluidos en los gráficos 1 y 2 blica han de tener en cuenta las grandes
no ofrece prácticamente ninguna super- diferencias que existen en cada país en lo
posición entre las regiones. En Améri- que se refiere al nivel de ingresos, educa-
ca Latina oscila entre 42 (Bolivia) y 60 ción y sofisticación política.
(Brasil), y en Europa Central y del Este,
si se excluye Rusia, de 20 (Eslovaquia) La mejora de la transparencia y
a 33 (Polonia). El coeficiente de Gini en la responsabilidad pública // La
Rusia es de 49, por encima de los 24 de corrupción de los funcionarios públicos
1988. La desigualdad ha aumentado en no es una mera cuestión moral que pue-
todos los países de ece tras la caída de da resolverse modificando las actitudes
los regímenes socialistas pero, salvo en y los valores personales. Desde la pers-
Rusia, el nivel es bajo según los están- pectiva política, los esfuerzos orientados
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
del pago de sobornos tienen pocos in- al nivel inferior de prestación de servicios
centivos para sacar a la luz la transacción como a la responsabilidad en la elabora-
corrupta. Los perjudicados por este tipo ción de políticas de alto nivel. Los me-
de pagos puede que ni siquiera sepan de dios de comunicación pueden contribuir
1. Para una discusión más exhaustiva de las reformas basadas en la reformulación de los programas públicos, véase
Rose–Ackerman 1999:39–88.
ción en aquellos países latinoamericanos nes, pero es exactamente lo que cabe es-
63
donde se está implantando una vida po- perar si hay algunos funcionarios
lítica competitiva. corruptos, incompetentes o que no cum-
plen las normas. Por ejemplo, el editor de
La información sobre las activi un periódico mexicano informó de que se
dades del gobierno // En muchos estaban talando árboles en un terreno pú-
países latinoamericanos, el gobierno de- blico. Intentó descubrir en el ámbito local
bería tanto ampliar la información que quién tenía derecho a hacerlo y le dijeron
hace pública como apoyar la aprobación que se trataba de información reservada.
de una Ley de Libertad de Información Su periódico también puso de manifiesto
que permita un mejor acceso de los ciuda- que algunas preguntas sencillas sobre el
danos y de la prensa a los documentos (no presupuesto resultaban difíciles de res-
sólo en el ámbito federal, sino también en ponder, aun cuando el presupuesto estu-
el estatal y el local). Debería establecerse viera disponible en Internet2. Su primer
una presunción de publicidad en lugar de ejemplo es un caso evidente en el que la
una presunción de secreto. En algunos presunción debería decantarse en favor
países, como Perú y México, estas re- de la publicidad para permitir tanto la
formas podrían adoptar como punto de supervisión ciudadana como la de los
partida el establecido por las anteriores medios de comunicación. El segundo
administraciones al hacer pública la do- ejemplo era algo malicioso, pero podría
cumentación presupuestaria y usar Inter- estar poniendo de manifiesto problemas
net para cierto tipo de compras públicas, más profundos de transparencia presu-
pero aún queda mucho por hacer, en par- puestaria a pesar de las recientes mejoras.
ticular en el ámbito de la administración La nueva administración mexicana
pública de los programas de gasto y de la ha propuesto una ley de libre acceso cuya
normativa sobre individuos y empresas. aprobación se espera a finales de este año.
El problema de la responsabilidad por Parece un avance, pero habrá de acompa-
errores pasados, en particular por la viola- ñarse de una reconsideración del tipo de
ción de derechos humanos, se ha confun- información que se recaba y de las prácti-
dido en el debate popular con el de la cas de publicación del gobierno. Incluso
responsabilidad y la transparencia actua- prescindiendo de un cambio formal de la
les. Creo que lo mejor es separar ambas legislación, los gobiernos pueden organi-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
cuestiones: sea cual sea la postura de las zar sus archivos y poner más información
nuevas administraciones con respecto a en la red en un esfuerzo por mejorar la
los delitos pasados, este asunto no debería transparencia.
interferir con su aproximación hacia una
mayor apertura en el momento presente. La participación pública // Más allá
Ciertamente esto puede resultar «incó- de la mera disponibilidad de la informa-
modo» para las actuales administracio-
2. «In Mexico, Publisher Finds New Players But Old Secrecy», New York Times, 11 de junio de 2001.
ción, se plantea el problema de si alguien una política de expedientes públicos más
64
hará uso de ella. El Estado debería com- abierta, debe recibir una atención priori-
plementar esta provisión de informa- taria. Hace poco, por ejemplo, se planteó
ción garantizando la libertad de prensa en México un caso que afectaba a agri-
y facilitando la organización y el finan- cultores de Guerrero, que protestaban
ciamiento privado de grupos sin fines por la tala ilegal de árboles tras la que,
de lucro. Algunos grupos de vigilancia, según ellos, había pactos corruptos entre
como Transparencia Internacional, están los jefes políticos locales y el ejército3. El
empezando a desempeñar esta función consiguiente conflicto, que condujo a la
de supervisión en ciertos países latinoa- detención de varios agricultores, desen-
mericanos. Estos grupos deberían recibir cadenó acusaciones al ejército y los polí-
respaldo, sin que ello signifique socavar ticos locales de estar actuando al margen
su independencia. de la ley. Desgraciadamente, muchas de
Sin embargo, el acceso a la informa- esas acusaciones serán difíciles de probar.
ción pública de los grupos organizados y En el futuro, las operaciones del gobier-
de los medios de comunicación es sólo no deberán organizarse de manera que la
parte de la solución al problema. En los participación pública se produzca antes
países que cuentan con una población de que se adjudiquen contratos y conce-
numerosa, dispersa y de bajos ingresos, siones, y no después. Sin embargo, para
es necesario algo más que un sistema que esta medida sea eficaz, los niveles su-
que facilite el acceso y el seguimiento periores de gobierno deben impedir que
por parte de las elites. Los estados deben los funcionarios lo cales actúen con im-
plantearse políticas que incentiven la ac- punidad, para que la gente no se sienta
tividad organizativa en el ámbito local intimidada y tenga miedo. Todas las de-
y que pongan a disposición de la gente mocracias latinoamericanas deben tener
información y protección que les permita la seguridad de que los canales de partici-
participar de una forma significativa. En pación están abiertos a los individuos
otras palabras, la solución no consiste en que pertenecen a las capas inferiores de
que el Estado renuncie a sus responsabi- ingresos y de que el miedo a la intimida-
lidades, sino, por el contrario, en encon- ción se está combatiendo de una forma
trar el modo de emplear su competencia abierta y directa. Las tradicionales rela-
burocrática y ejecutiva para complemen- ciones de interés entre políticos y elites
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
tar la capacitación política del pueblo. locales por un lado, y entre políticos y
En ocasiones, el problema de la parti- ciudadanos por otro, operan en algunos
cipación pública se halla profundamente ámbitos dificultando la participación in-
arraigado, y la eficacia de dicha partici- dependiente.
pación está limitada por el temor a la in- Algunos ejemplos fuera de la región
timidación. Este problema, aunque sea sugieren cómo deberían diseñarse es-
obviamente más difícil de resolver que tas políticas, aunque también ponen de
3. «A Farmer Learns About Mexico’s Lack of the Rule of Law», New York Times, 27 de octubre de 2000.
manifiesto las dificultades que enfrentan lucrar a la población rural en el diseño y
65
las reformas que desafían intereses arrai- seguimiento de programas de desarrollo
gados. En Nepal, un experimento en el agrícola como de elevar la participación
ámbito de la prestación local de servicios de los habitantes de las ciudades en la
involucró a la gente de la localidad me- toma de decisiones pública. Los progra-
diante la difusión de información y una mas de desarrollo rural se diseñaron para
estructura de seguimiento viable. El re- mejorar la adecuación de los programas a
sultado fue un radical incremento de la las necesidades de los agricultores y para
eficacia en función de los costos de los incrementar la asunción de responsabili-
programas de ayuda y un notable au- dad por parte de sus beneficiarios (Das
mento de la satisfacción de los clientes. Gupta, Grandvoinnet, Romani, 2000;
Por desgracia, el intento por extender este Parker, 1995). En los proyectos urbanos,
programa a buena parte del país se frus- de los que el más famoso es el de Por-
tró como consecuencia de que los benefi- to Alegre, en Brasil, el objetivo político
ciados por el status quo hicieron valer su explícito era incrementar la participación
poder y viciaron las reformas (Meagher, democrática frente a las estructuras clien-
Upadhyaya y Wilkinson, 2000). Otro es- telares existentes (Abers, 1998; de Sousa
tudio sobre Indonesia documenta cómo Santos, 1998). En uno y otro contexto, los
la corrupción y las prácticas deshonestas proyectos que tuvieron éxito proporcio-
despilfarran los recursos de los proyectos naron a los ciudadanos una mejor infor-
locales de ayuda, y sugiere distintos me- mación acerca de lo que podía esperarse
canismos para implicar a los beneficiarios del gobierno y desarrollaron la capacidad
en el seguimiento de los programas recu- de mantener bajo control a los funciona-
rriendo a las instituciones locales existen- rios públicos. La corrupción y las prácti-
tes, como los grupos musulmanes de ora- cas deshonestas disminuyeron.
ción de la localidad (Woodhouse, 2001). Las investigaciones que han analiza-
En Uganda, buena parte de la ayuda del do los resultados de los programas par-
gobierno central a las escuelas locales fue ticipativos sugieren que éstos exigen un
desviada por funcionarios de nivel me- prolongado compromiso de los gobier-
dio. La solución consistió en informar a nos establecidos, además de ayuda técni-
las asociaciones locales de padres y pro- ca y organizativa. La gente que no está
fesores de lo que cabía esperar, de modo acostumbrada a ostentar poder político
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
que pudieran desempeñar una función necesita tiempo para aprender a ejercerlo
de seguimiento (Reinikka y Svensson, de forma responsable. Los estudios sobre
2001). Esto fue posible porque la heren- la experiencia de Porto Alegre realizados
cia legada por unos gobiernos ugandeses por observadores favorables ponen de
muy débiles y sobornables había genera- manifiesto los altibajos de un programa
do un modelo de autoayuda parental al que otorgó a las zonas rurales considera-
que se pudo recurrir en este contexto. bles facultades para establecer priorida-
En América Latina se han llevado a des de gasto en el marco del conjunto de
cabo numerosos intentos tanto de invo- un presupuesto municipal. El programa
es obra del ejecutivo municipal, que to- les han fracasado. Tal y como concluyen
66
davía debe seguir trabajando con el con- los estudios de carácter más general sobre
sejo ciudadano legalmente constituido devolución, un mayor control local no se
(Camera dos Vereadores) para lograr la traduce necesariamente en un aumento
aprobación del presupuesto. Así pues, el de la transparencia y la responsabilidad
caso de Porto Alegre plantea complejas (Das Gupta, Grandvoinnet y Romani,
cuestiones acerca del papel de los órga- 2000). En el escenario más pesimista,
nos parlamentarios formalmente elegidos este tipo de políticas contribuyen única-
frente a las iniciativas democráticas, de mente a reforzar el poder de los patronos
naturaleza informal, respaldadas por el locales y de los intereses ya consolidados.
poder ejecutivo. La controversia es con- El interés de los casos que hemos desta-
sustancial a los procesos de participación cado más arriba estriba en que fueron
ciudadana, en especial cuando pasan de explícitamente diseñados para resolver
la construcción de carreteras y alcanta- este problema y que, en ocasiones, han
rillas a servicios más intangibles, como cosechado un éxito considerable.
la cultura y los proyectos que afectan al
conjunto de la ciudad. Contratos, concesiones y privati
No obstante, la rica gama de expe- zaciones // En los últimos años, han
riencias de ámbito tanto rural como ur- salido a la luz en América Latina ciertos
bano llama a la vez a la esperanza y a la escándalos y prácticas dudosas relaciona-
modestia. Sugiere los factores que hay dos con las privatizaciones, la contrata-
que tener en cuenta, pero difícilmente ción estatal, las concesiones públicas y
puede producir los «planes de actuación» el reflotamiento de empresas en quiebra,
o «mejores prácticas» preferidos por las como los bancos. Deberíamos analizar
organizaciones internacionales de cré- por separado si hubo o no corrupción y si
dito. Estos ejemplos sugieren que para el actual régimen tiene o no la obligación
que una asociación productiva entre los de pagar por los errores cometidos por
responsables de una reforma pública los gobiernos que le precedieron. Esta úl-
y las personas de bajos ingresos tenga tima cuestión ocupa en México un lugar
éxito deben concurrir ciertos factores. central en el debate parlamentario sobre
Aunque las experiencias exitosas se han el reflotamiento de los bancos. Aunque
revelado difícilmente trasladables a otros simpatizo con la exigencia de que las
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
lugares, sí pueden enseñarnos algo sobre pérdidas de los bancos no deberían tras-
cómo facilitar la participación ciuda- ladarse a los contribuyentes ordinarios,
dana. Un estudio de 1998 da cuenta de quiero dejar de lado esta cuestión y cen-
que más de ochenta ciudades brasileñas trarme en la de si la sociedad y el Estado
han comenzado a adoptar alguna for- pueden aprender de los errores pasados
ma de presupuestación participativa (de con vistas a diseñar las privatizaciones y
Sousa Santos, 1998), lo que sugiere que asignar contratos y concesiones.
podríamos analizar estos esfuerzos para La ausencia de procesos y criterios de
saber cuáles han funcionado bien y cuá- decisión transparentes puede abrir la
puerta tanto al favoritismo como a la co- ría en rescate de los perdedores, con in-
67
rrupción abierta y, en ocasiones, a am- dependencia de que fueran o no corrup-
bos. Algunos de los procesos de privati- tos. En la medida en que los contratistas
zación pasados llevados a cabo en que pujaron en los acuerdos originales
América Latina recayeron sobre personas previeron que contarían con dicho apo-
y familias bien relacionadas. A veces el yo, no sólo no resultaron ser estúpidos,
gobierno cerraba el acuerdo de un modo sino listos.
que resultaba muy favorable para el in- La utilización del Estado como ga-
versionista privado y costoso para la so- rante de acuerdos corruptos o desacerta-
ciedad (Manzetti, 1999). Aunque es posi- dos deja sin fundamento los argumentos
ble que la peor parte de estos abusos sea que defienden la prioridad de interven-
materia pasada, la historia reciente sugie- ción del sector privado. Una alternativa
re la necesidad de formular políticas esta- es que los estados faculten a las personas
tales claras contra este tipo de acuerdos o grupos que resulten perjudicados por
«privilegiados» y de que los medios de operaciones con información privilegia-
comunicación estén atentos para sacarlos da no transparentes para que puedan tra-
a la luz. También pueden adjudicarse tar de obtener una compensación, como
contratos a gran escala a personas influ- ocurrió, por ejemplo, en el caso de una
yentes. Por mencionar un solo ejemplo, mina, fundición y refinería de cobre en el
entre 1987 y 1994 se construyeron en norte de México. En 1974, el gobierno
México 43 autopistas privadas y 9 puen- expropió la tierra de un ejido para un
tes de peaje con un costo de $12.000 mi- proyecto coparticipado por los sectores
llones. En agosto de 1997, el gobierno público y privado. El proyecto fracasó en
concedió fondos de rescate por valor de el decenio de los ochenta y se privatizó en
$7.500 millones (5 de ellos a bancos ma- 1988 en favor del inversionista privado,
yoritariamente mexicanos y 2,5 al Esta- quien adquirió también en 1990 otra
do) y renacionalizó 23 autopistas y 2 mina de propiedad pública. En una ini-
puentes. Los comentaristas del momento ciativa poco frecuente, el ejido empren-
sostuvieron que en algunos casos las cri- dió en 1991, guiado por un hacendado,
sis financieras se debían a estupidez (las una batalla legal por daños y perjuicios.
carreteras eran demasiado extensas y los La ley exige, al parecer, el pago de unos
peajes demasiado altos) y en otros a co- cánones a los afectados por una expro-
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4. «Mexico’s Privately Run Highways Prove a Costly Failure», New York Times, 23 de agosto de 1997.
no. Sobre la base de esta decisión, el ejido en muchos otros casos, aunque una parte
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conductos alternativos para canalizar las también lo tenga. En países con escasa
quejas públicas. tradición de órganos reguladores inde-
El objetivo no consiste sólo en otorgar pendientes y apolíticos, la experiencia de
poderes a los pobres y los desfavorecidos. las comisiones electorales puede servir de
En ocasiones, la gente común puede so- modelo.
portar costos evidentes, como en el men- Evitar el fraude el día de las elecciones
cionado ejemplo del ejido. Sin embargo, es sólo parte de la tarea de las comisiones
5. «Dispossesed Farmers Take Shine off Mexican Copper Recovery», Financial Times, 23 de abril de 1998.
6. Véase, por ejemplo, «A Revolution in Copper Recovery», Mining Magazine, mayo de 2000.
electorales que, además de supervisar la legislación de los Estados Unidos no es
69
celebración de las elecciones, juegan tam- un modelo recomendable ni en lo que
bién un papel decisivo para garantizar la se refiere a la supervisión electoral ni en
integridad del sistema de financiamiento lo que respecta a la restricción del papel
de la campaña y controlar los conflictos del dinero en la política. Ciertamente,
de intereses. La búsqueda legítima de tanto en los Estados Unidos como, pro-
fondos y votos puede traspasar fácilmen- bablemente, en buena parte de América
te la línea y devenir corrupta si proliferan Latina, es necesario clarificar las normas
acuerdos de contrapartida. Por lo tanto, tanto para hacer posible la obtención le-
las comisiones electorales nacionales de- gal de fondos como para evitar que los
ben tener como mínimo capacidad para políticos sean demasiado dependientes
recabar información sobre las fuentes de de partidarios adinerados. Una norma-
financiamiento de los candidatos. No tiva demasiado restrictiva no hará sino
obstante, en ausencia de normas claras fomentar las donaciones ilícitas por par
para resolver los conflictos de intereses, te de los financiadores. Una solución es
los políticos pueden repartir los benefi- aumentar el financiamiento público y li-
cios de las leyes que ellos mismos aprue- mitar a la vez las contribuciones privadas.
ban sin ni siquiera violar las normas. De En los Estados Unidos, el financiamien-
ahí que no baste con la mera creación de to público es muy escaso, y en los países
una comisión. Muchos países latinoa- latinoamericanos, que poseen una menor
mericanos tienen que reconsiderar las capacidad fiscal, no es fácil incrementar
débiles restricciones a los conflictos de el actual nivel de ayudas. En América
intereses que se aplican a políticos y al- Latina, sin embargo, el número cada
tos cargos. Además, estos países deberían vez mayor de campañas electorales que
revisar sus sistemas de financiamiento entran en la era moderna de los medios
de las campañas, incluida la normati- electrónicos y una elevada participación
va sobre revelación de las fuentes de fi- forzarán a los gobiernos a enfrentar di-
nanciamiento. Tanto los titulares de los rectamente este problema. Será necesario
gobiernos como sus opositores políticos considerar la aprobación de normas más
tienen que estar dispuestos a cooperar en rigurosas sobre los conflictos de intereses
las tareas de recopilación de información y el financiamiento público de las cam-
vinculadas a conflictos de intereses y al pañas electorales.
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gar a un gobierno rígido y poco sensible. gobierno, haciendo que éste sea más vul-
De ahí que el objetivo no sea tanto lograr nerable al descontento popular. Por esta
una rectitud total como mejorar sustan- razón, muchos regímenes, incluso aque-
cialmente la honestidad y, por lo tanto, la llos nominalmente democráticos, pueden
eficiencia, justicia y legitimidad política contemplar con recelo estas políticas.
de los gobiernos. Éstas son, sin embargo, un freno crucial
Por lo general, la corrupción está aso- para la corrupción y para otras formas de
ciada a funcionarios públicos indignos prácticas deshonestas que pueden surgir
de confianza y deshonestos. Su causa cuando los funcionarios están al margen
subyacente es la búsqueda por ambas de la supervisión popular. Una vía para
partes de la transacción de un beneficio lograr un Estado más fiable consiste en
económico privado. Supone traicionar la crear instituciones cuyos funcionarios
confianza pública. La corrupción puede puedan ser objeto de investigaciones cri-
controlarse reduciendo los beneficios y minales por prevaricación. Las exigencias
elevando los costos de transacciones co- organizadas de responsabilidad por par-
rruptas concretas. También puede con- te de ciudadanos escépticos a la vez que
trolarse indirectamente imponiendo lí- bien informados alentarán la fiabilidad
mites al poder político y modificando las de dicho Estado. Con independencia de
actitudes públicas respecto al ejercicio de que se apliquen otras políticas, sostengo
ese poder. Estas notas se han centrado en que las democracias latinoamericanas
estas estrategias, que implican dar a las pueden avanzar en su lucha contra la
personas y los grupos una vía para cana- corrupción y las prácticas deshonestas
lizar sus quejas sobre la mala prestación concentrando sus esfuerzos en el desa-
de servicios públicos y ser compensados rrollo de vías mejores y más efectivas de
por la misma. Y lo que es más importan- participación y responsabilidad públicas.
te, persiguen involucrar directamente a Esto no sólo significa un mejor acceso
los ciudadanos en la toma de decisiones para las elites, sino más concretamente,
sobre qué debería hacer el gobierno. Para medidas más eficaces para que todos los
cooperar con dichas actuaciones, el go- ciudadanos tengan voz y para controlar
bierno suministra información y ayuda el comportamiento de los funcionarios
técnica, los medios de comunicación y públicos sin miedo a las represalias. El
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
el público expresan las quejas, y las or- objetivo no es sólo lograr un gobierno
ganizaciones privadas y los individuos más honesto, sino además un gobierno
presionan en favor de la responsabilidad cuyas políticas sean más sensibles a las
pública. demandas públicas. //
Referencias
71
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IR05 // Revista del Instituto // AFIP
Temas institucionales
Revisitando el modelo secuencial
de políticas públicas
Sus etapas
72
Alejandro M. Estévez1
y Susana C. Esper2
1. Investigador Jefe, Instituto AFIP
2. Investigadora, Instituto AFIP
73
constituyen un campo de estudio cuya (Nakamura, 1987).
complejidad aumenta día a día, por lo Otros autores, coincidieron en que
que es cada vez más difícil prescindir de parecería que en base a críticas no del
grillas de análisis adecuadas a su estudio. todo justificadas, el modelo ha sido pre-
En ello se fundamentaron Paul Sabatier maturamente abandonado (Robert Eger
y Hank Jenkins–Smith (1999 y 1993), & Justin Marlowe, 2006; Saetren, 2005).
cuando afirmaron la importancia de A razón de ello, el presente artículo se
buscar mejores teorías para hacer frente orienta a analizar el grado de validez ac-
a este desafío. Claramente, esa urgen- tual del modelo, como así también las
cia viene motivada por otros alicientes. ventajas que el esquema puede ofrecer al
Cómo bien explica Thomas Dye (1976), momento de acercarse al estudio de una
política pública es todo aquello que el go- política pública y, consecuentemente,
bierno decide hacer o no hacer. En la me- para conocer en mayor profundidad la
dida que cada política estatal constituye relación Estado–sociedad. Si bien bue-
una toma de posición por parte del Esta- na parte de las críticas son aceptables,
do frente a una demanda problematizada también es cierto que el MS constituye
por la sociedad, lograr una comprensión un esquema analítico que presenta varias
integral de las políticas públicas permite, ventajas cuando la intención es realizar
en realidad, conocer más profundamente estudios de caso de carácter exploratorio.
la relación entre la sociedad y el Estado En ese sentido, su principal aporte es po-
mismo (Oszlak & O’Donell, 1982). der reducir complejos escenarios en don-
En el campo de las «ciencias de las de se desarrollan las políticas públicas,
políticas» (policy sciencies), el modelo se- en una estructura relativamente simple
cuencial de políticas públicas (MS), pro- (Sabatier & Jenkins–Smith, 1999; Guy
ponía dividir el proceso de la política pú- Peters, 1992).
blica en una serie de etapas, discutiendo El artículo se estructura de la siguien-
los diversos factores que afectaban a cada te manera. En un primer momento, se
una de ellas (Sabatier & Jenkins–Smith, presentarán los antecedentes más rele-
1999 y 1993). Su impacto no fue menor, vantes del MS, para luego avanzar sobre
ya que desempeñó un lugar estelar, espe- las diferentes versiones propuestas del
cialmente durante las décadas del 60 y mismo. Luego, se revisarán los princi-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
70. Asimismo, estimuló buena parte de pales ejes de debate en torno al modelo,
la investigación centrada en cada una sus especialmente las ya mencionadas críti-
etapas, específicamente, la de la fijación cas realizadas por Sabatier, Nakamura y
de agenda (como los trabajos de John John. En último lugar, se esbozarán una
Kingdon, 1984). No obstante, analistas serie de conclusiones orientadas a resca-
de políticas públicas del tamaño de Paul tar y proponer el modelo como una he-
Sabatier, Peter John y Robert Nakamura, rramienta válida aún hoy.
lo criticaron duramente y hasta se refi-
Las fuentes // A continuación, se
74
75
premisas (Forester, 1984): con el racionalismo que reinaba en ese
momento en las disciplinas vinculadas
»» El problema está bien definido; a la investigación en políticas públicas
»» existe una selección integral de las al- (Nakamura, 1987).
ternativas a considerar; Uno de los grandes críticos de la teo-
»» existe información plena; ría de la elección racional, ha sido Char-
»» existe información plena sobre todas les Lindblom (1963), quien aportó una
las consecuencias de cada alternativa visión muy detallada sobre la forma en
de política pública; que, según él, se toman las decisiones
»» existe información plena de los valo- en el sector público. La descripción del
res y preferencias de los ciudadanos; autor se centra en la idea de que los poli-
»» se cuentan con tiempos, capacidades cy–makers (los hacedores de políticas pú-
y recursos adecuados. blicas) están más cerca de «ingeniárselas
para hacer algo» (they muddle through),
nativas posibles clasificadas en un orden los años 50, la teoría de los grupos gozó
de importancia decreciente; más bien, la de amplia aceptación por la ciencia polí-
decisión se toma en un contexto en el que tica. La misma promovía la idea de que el
intervienen múltiples actores y presiones, sistema político no sólo estaba compues-
tiempo escaso e información incompleta. to por individuos, sino por grupos. Al-
En ese sentido, se trata de decisiones de gunos de estos grupos están politizados
racionalidad limitada (bounded rational- y ejercen un poder sobre sus miembros y
ity), donde se supone que la capacidad sobre el gobierno o los partidos políticos.
cognitiva de los individuos es restringi- Incluso entre sí, por lo que hay compe-
da, por oposición a la racionalidad per- tencia entre ellos. La decisión pública,
fecta que promovía el rational choice que, por ende, es resultante de las interaccio-
en definitiva, ha fallado en construir un nes entre éstos, mientras que los intereses
modelo explicativo del comportamiento no organizados (opinión pública) consti-
humano (March, 1978; Jones, 1999). La tuyen el «molde democrático» que pone
racionalidad de la Administración, con- límites (políticos, éticos o económicos) al
secuentemente, dependería del contexto accionar de los grupos organizados.
en el cual se trabaja; en política pública, Esta escuela teórica tuvo como pro-
entonces, «se hace lo que se puede» (Fo- ducto dos líneas de pensamiento que han
rester, 1984). sido protagonistas de grandes debates
Recapitulando, Lindblom (1963) expli- durante los años 60, siendo el objeto de
citó dos tipos de decisión sobre políticas la discusión el grado de apertura del sis-
públicas, que se presentan en la Tabla 1. tema democrático y el nivel de influen-
Tabla 1
Método de las comparaciones
Método racional–global
limitadas y sucesivas
La clarificación de los objetivos es previa al análisis de La selección de los objetivos y de los medios empíricos
políticas alternativas. para alcanzarlos no son procesos escindidos. Objetivos y
medios están estrechamente entrelazados.
La formulación de las políticas es hecha de acuerdo a la En virtud de que no existe una separación entre los
relación entre los medios y los fines. Los fines son detalla- objetivos y los medios, el análisis de tipo medios/fines
dos y luego se buscan los medios para obtenerlos. resulta inapropiado.
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
Una política pública será buena si demuestra que posee Una política pública será buena cuando múltiples analistas
los medios más apropiados para obtener el fin buscado. le brinden un consenso afirmativo, aún cuando no estén
de acuerdo sobre los medios necesarios.
El análisis es global. Todos los aspectos pertinentes son El análisis es muy limitado: 1) las consecuencias impor-
tenidos en cuenta tantes y posibles, generalmente, no son consideradas, 2)
las alternativas políticas potenciales e importantes no son
consideradas, y 3) los valores más importantes afectados
por la política no son considerados.
La teoría es muy importante y está siempre presente. Las sucesivas comparaciones reducen la confianza en la
teoría limitada.
Fuente: Lindblom (1963)
77
El MS es un modelo genérico para la comprensión de políticas
públicas, cuyo eje central es la idea de que la hechura de las
políticas públicas (policy–making) se inicia con una fase de
identificación del problema y, luego, atraviesa una serie de etapas
que se espera concluyan en una evaluación, a partir de la cual
podría tener lugar una reformulación y reinicio de la misma (Guy
Peters, 1992).
cia que los ciudadanos individualmente sistema utilizada en las ciencias biológi-
considerados pueden ejercer sobre las cas (la metáfora de la célula). Dentro de
políticas públicas. la ciencia política, el autor más influyente
La primera postura, el pluralismo, sos- de esta escuela probablemente sea David
tenía que si bien los grupos organizados Easton (1965), quien homologó al sistema
eran una realidad innegable de sistema político a una caja negra (black box), que
político, el poder estaba descentralizado recibe insumos o demandas (inputs) y los
porque éstos últimos están en competen- transforma en productos –leyes, decisio-
cia entre sí para influir sobre las políticas nes, o políticas públicas– (outputs). Tales
públicas. Son justamente ellos quienes productos impactan sobre el medioam-
desarrollan el concepto de «poliarquía», biente político (la opinión pública, la
tan utilizado en la ciencia política. El au- realidad, etc.), generando nuevamente
tor pluralista más reconocido es Robert demandas que dan lugar a una retroali-
Dahl (1967), autor de la obra Pluralist mentación (feedback), por lo que el ciclo
Democracy in the United States. Opuesta- se reinicia continuamente.
mente, los elitistas, adherían a la idea de En forma simultánea al momento de
que el poder está centralizado y, por tan- desarrollo y auge del MS, tenían lugar los
to, los grupos representativos de intereses estudios behavioristas de Herbert Simon,
establecidos permiten a la opinión públi- el pensamiento sobre políticas públicas
ca influenciar la política en el caso de que y las etapas de Harold Lasswell (1953).
esa decisión sea favorable a sus intereses. También ocupaban un lugar relevante
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
social y económico (como así también sarrollo del MS hayan sido Charles O. Jo-
la creencia en un futuro mejor) también nes, James E. Anderson y Nelson Polsby.
influyeron la producción teórica de éste Charles Jones, tomó las etapas descritas
período. por Lasswell, y les otorgó una impronta,
al definirlas en términos de subsistemas
El modelo secuencial para el que conforman un proceso más amplio.
análisis de políticas públicas // Anderson, por su parte, fue quien enfa-
Antecedentes, fundamentos y tizó la dinámica secuencial del modelo.
evolución del modelo. El MS es un Y, por último, Nelson Polsby aportó una
modelo genérico para la comprensión de visión enfocada desde la perspectiva de la
políticas públicas, cuyo eje central es la tarea legislativa, a pesar de que su aporte
idea de que la hechura de las políticas no logró la centralidad de los anteriores.
públicas (policy–making) se inicia con De esta manera, surgiría lo que él llamó
una fase de identificación del problema la «más influyente de las concepciones
y, luego, atraviesa una serie de etapas que sobre el proceso de las políticas» (Naka-
se espera concluyan en una evaluación, a mura, 1987).
partir de la cual podría tener lugar una Retomando lo expuesto, probable-
reformulación y reinicio de la misma mente, una de las fuentes centrales para
(Guy Peters, 1992). el MS sea el trabajo de Charles Jones,
Como se mencionó, la primera ver- quien explicaba:
sión del modelo etápico, ha sido pro-
puesta por Harold Lasswell (1953), quién «Si bien yo tengo algunas preferencias
esbozó el siguiente orden: sobre como la política [policy] debe ser
hecha, mi propósito inmediato es proveer
»» Inteligencia: información, predicción, un marco teórico o encuadre [framework]
planificación. dentro del cual usted pueda analizar cómo
»» Recomendación: promoción de las al- la política es hecha. Luego de haber hecho
ternativas políticas. esto, usted estará en una mejor posición
»» Prescripción: promulgación de reglas de determinar cómo las cosas deben fun-
generales. cionar». (Jones,1970:9)
»» Invocación: caracterización provisio-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
nal de conductas de acuerdo con pres- En sintonía con ello, Jones (1970:9)
cripciones y demandas de aplicación. establece una serie de supuestos donde se
»» Terminación: una vez finalizada la asientan los fundamentos del modelo:
política en cuestión, se formulan pres-
cripciones o medidas a ser tenidas en 1. Los hechos en una sociedad son in-
cuenta en futuros marcos teóricos. terpretados en forma variada por las
diferentes personas y en múltiples
Además de Harold Lasswell, para Ro- momentos.
bert Nakamura (1987), probablemente,
2. Muchos ‹problemas› pueden resultar 13. No existe un ‹sistema político ideal›
79
a partir de un mismo hecho. independiente de las preferencias del
3. La gente goza de diferentes grados de arquitecto de dicho sistema.
acceso al proceso de las políticas en el
gobierno. Consecuentemente, Jones atribuye un
4. No todos los problemas públicos son papel determinante a la opinión pública,
tenidos en cuenta por el gobierno. especialmente, cuando enfatiza que los
5. Muchos problemas privados sí son te- problemas públicos de una sociedad son
nidos en cuenta por el gobierno. el resultado de aquello que la misma per-
6. No todos los problemas son resueltos cibe como necesario. Las demandas son
por el gobierno si bien muchos son te- acercadas a quienes poseen la potestad de
nidos en cuenta. tomar decisiones. Éstas son llevadas a la
7. Los ‹hacedores de políticas› no nece- práctica con la idea de afectar los proble-
sariamente se enfrentan con un pro- mas públicos y que, consecuentemente,
blema determinado. afectarán nuevamente a la opinión públi-
8. Buena parte de la decisión está basada ca, que reaccionará y las demandas emer-
pequeñas transformaciones y en co- gerán nuevamente, reactivando y reali-
municaciones pobres. mentando el ciclo (Jones, 1970). De esa
Gráfico 1.
APLICACIÓN O
PERCEPCIÓN DEFINICIÓN ORGANIZACIÓN REPRESENTACIÓN FORMULACIÓN LEGITIMACIÓN REACCIÓN EVALUACIÓN
ADMINISTRACIÓN
Tabla 3.
Actividades Categorización para Categorización para Productos
Funcionales el Gobierno el sistema
Percepción, definición, El problema para el Gobierno Identificación del problema Demandas
agregación, organización,
El accionar dentro del Formulación Encadenamiento de
representación Formulación
Gobierno acciones
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
2. La palabra proceso, de acuerdo a su origen latino, significa a) encadenamiento ordenado de hechos o fenómenos;
o b) forma de hacer una cosa determinada.
las políticas públicas. Jones ha hecho un
81
nes› (issues) de las políticas públicas. La
análisis estático (las actividades funcio- ‹creación› de políticas publicas (policy–
nales, el sistema) y, al mismo tiempo, making) es política e involucra a la políti-
dinámico (el proceso de las políticas pú- ca. Sus características incluyen el conflic-
blicas). Para terminar, la dinámica mis- to, la negociación, el ejercicio del poder,
ma del MS la que pone el acento sobre el compromiso; y a veces las nefastas
los comportamientos, las funciones y los prácticas de la decepción y el soborno
procesos. […] o es nada, sino ‹política›». (Anderson,
El otro autor que ha popularizado el 1975:38)3
MS es James Anderson (1975), quien ha
adoptado una visión más sencilla que la Anderson (1975) reconoce que hará
de Jones. En relación a los supuestos de un análisis de tipo positivo del proceso
su esquema, se expone la siguiente posi- de las políticas públicas y, con ello, da lu-
ción: gar al modelo que actualmente se conoce
como el MS (ver Tabla 4).
«Dentro de este enfoque o encuadre,
la formación e implementación de políti- Anderson, en respuesta a una de las
cas públicas son vistas como políticas en críticas más populares, reconoce que las
tanto implican conflicto y lucha entre los etapas del MS son construcciones teóricas
individuos y grupos, funcionarios y agen- y que, en la realidad, es posible topar-
cias, con ideas contrapuestas, intereses, se con superposiciones entre éstas. Por
valores e información sobre las ‹cuestio- ejemplo, podría registrarse una superpo-
Tabla 4.
Etapas
Actividades
Funcionales
Agenda Formulación Adopción Implementación Evaluación
Gráfico 2.
Tabla 5.
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
Sistema Producto
Agenda La demanda de la sociedad que pide por la solución de su problema.
Formulación El curso de acción para resolver dicho problema
Legitimación La política pública (curso de acción gubernamental ya legitimado)
Aplicación Implementación, o puesta en obra de la política pública.
Evaluación Recomendaciones o juicios sobre el valor de la política pública.
Por lo cual, si bien no puede ignorarse que es posible hallar
83
superposiciones o encabalgamientos (incluso retrocesos) entre
las etapas, las políticas públicas que efectivamente finalizan su
ciclo, sí atraviesan un camino relativamente similar al prescripto
por el MS. Entonces, podría tomarse el modelo como un principio
orientador de la sucesión entre las secuencias, ya que la mayor
parte de los casos sigue el esquema del MS, pero siempre con el
resguardo de mantenerse flexible a los distintos casos de estudio.
cos teóricos con mayor capacidad expli- 1. Los encuadres o frameworks están li-
cativa. gados a los paradigmas. Pueden tam-
bién generar algunas hipótesis.
El debate en torno al modelo se 2. Las teorías brindan conjuntos de re-
cuencial // El MS ha sido blanco de laciones coherentes. Ellas aplican
mucha producción teórica y, por ende, los valores sobre algunas variables y
múltiples son los aspectos que han sido especifican –usualmente– como las
debatidos y hasta cuestionados. A con- relaciones entre las variables pueden
tinuación, se expondrán los principales variar según los valores atribuidos a
puntos en torno a los cuales ha girado el las variables críticas.
debate académico. 3. Los modelos son una representación
Especialmente, se atribuirá un lugar de una situación específica y son más
central a las críticas que reconocidos estrechos en cuanto a su alcance y a
autores como Paul Sabatier, Peter John, sus suposiciones.
Peter De León y Robert Nakamura, han
formulado, siendo éste último quién le Robert Nakamura (1987), uno de los
otorgó el famoso mote de «modelo de grandes críticos del MS, establece su posi-
manual» (textbook approach). En ese sen- ción de la siguiente manera:
tido, se intentará clarificar las dificultades
y problemas atribuidos al modelo, con la «El ‹enfoque del libro de texto› [MS] no
intención de superar dichos escollos. es un paradigma […] nos da una impre-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
otro de los grandes teóricos del MS, con- tica utilizada para categorizar eventos
sidera que no se trata de una teoría en si que ocurren durante el desarrollo de las
misma, sino de un modelo: políticas públicas, de manera de hacer
más comprensible un proceso que de por
«Dadas la complejidad y la diversidad sí, es altamente complejo.
del proceso de ‹fabricación› de las políticas De lo expuesto, se desprende que
públicas, el desarrollo de alguna clase de aquello a lo que Charles Jones (1975) se
teoría general dotada de un amplio poder refiere como marco teórico o encuadre
explicativo, es una aspiración irreal. Pero (framework), coincide con la definición
podemos alcanzar algún punto de partida de Elinor Ostrom (1999) de un modelo.
útil en aquello que los cientistas políticos Retomando las ideas de Robert Naka-
llaman ‹construcción de teorías› (theory mura (1987), para quien el MS no es un
building) si luchamos por desarrollar paradigma, y a la luz de las aclaraciones
grandes generalizaciones sobre tópicos de Anderson (para quien el MS no es una
como quién está involucrado en la forma- teoría), puede concluirse que la esencia
ción de las políticas públicas, o sobre qué del MS debe ser tratada desde su particu-
clases de cuestiones, o bajo que condicio- laridad. Consecuentemente, el MS podría
nes, o bajo qué formas se producen de- abordarse como un modelo, en la medi-
terminados hechos y con cuáles efectos». da que se trata de una representación de
(Anderson, 1975:36) una situación específica (el proceso de las
políticas públicas), pero es más estrecho
En otro orden de cosas, Charles Jones en relación a su alcance que una teoría.
(1975), se refiere al MS como un marco De todas maneras, si se toma el MS de
teórico: Jones (1970), se lo notará más preciso en
sus supuestos y en su propio funciona-
«Este libro completo es un marco teó- miento.
rico o encuadre [framework] para el análi-
sis, ofreciendo una base para una razona- La propuesta de linealidad y se
ble examen sistemático de la ‹fabricación› cuencialidad del MS // En esta sec-
de políticas públicas y la administración ción, se revisarán las críticas vinculadas
de políticas en un gran número de áreas a los aspectos de linealidad y secuencia-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
85
destacado que muchas políticas públicas mantenerse flexible a los distintos casos
no comienzan por la agenda, no conclu- de estudio.
yen en la evaluación, ni siguen un orden Una segunda crítica esbozada en este
preestablecido (John, 1998; Guy Peters, aspecto, es que el MS describe etapas que
1992). Sin embargo, era justamente la vo- confunden más de lo que esclarecen,
luntad de Jones (1970), la de simplificar porque la división entre éstas no alcanza
la realidad de las políticas públicas, de tanta claridad en la realidad de las polí-
manera de poder procesar los eventos y ticas públicas, sino que las divisiones son
encontrar patrones recurrentes. Por otra borrosas y confusas (Guy Peters, 1992). El
sistemas complejos que representan las vez una función diferente y, por lo tanto,
etapas del análisis. no sería problemático que cada función
Una tercera crítica vinculada a esta se resuelva de una forma distinta a la an-
situación, es la idea de que no es posi- terior.
ble identificar relaciones claras entre las En otro orden de cosas, Paul Sabatier
pretensiones de una política y los impac- y Hank Jenkins–Smith (1999) y Peter De
tos obtenidos (John, 1998). Sin embargo, Leon (1999), criticaron al MS en la medi-
esta crítica podría extrapolarse a la vida da que no permite el ensayo empírico de
humana en general; el abismo que existe hipótesis. Sin embargo, habría que tomar
entre las intenciones y los resultados no en cuenta que se trata de un modelo y no
es un común denominador del MS, sino una teoría. De todas maneras, es posible
de las decisiones de los individuos. que esa crítica sea parcialmente válida,
En cuarto lugar, el modelo ha sido ya que si bien el MS es efectivo en pro-
criticado porque no explica relaciones veer de medios para investigar las dife-
causales, como así tampoco permite nin- rentes etapas de cada política pública, no
gún tipo de predicción ni tampoco expli- prevé categorías analíticas precisas para
ca cómo ocurre el pase de una etapa a la estudiar sobre el comportamiento de los
otra (Sabatier & Jenkins–Smith, 1999 y grupos políticos. Entonces, el MS es un
1993). Pero, en efecto, el modelo no bus- buen modelo heurístico para describir
caba relaciones de tipo causa–efecto, sino el proceso de políticas pero limitado en
describir la realidad del proceso de polí- explicar cómo funcionan las coaliciones
ticas públicas. Ello explica, consecuen- y los intereses organizados. No obstante,
temente, la escasa utilidad del modelo se ha visto ya que, por su lógica modular
para predecir. Asimismo, el MS permite puede refinarse cada etapa con la intro-
explicar el fracaso de una política dentro ducción de nuevos modelos teóricos, lo
de una etapa determinada. cual permitiría un mayor nivel de pro-
fundización.
La racionalidad en el modelo //
Otra serie de críticas se dirigió a los pos- La evaluación en el MS // Por otra
tulados sobre la racionalidad que propo- parte, Robert Nakamura (1987) ha cues-
ne el MS. Peter John (1998) explica que la tionado el MS por escindir la etapa de la
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
87
etapas intermedias de una política. Por Estado (federal, provincial, municipal),
otra parte, es un sinsentido pensar en la observando como evolucionan en cada
evaluación durante el momento de la for- nivel. Consecuentemente, sería factible
mación de agenda, por ejemplo, ya que estudiar los sistemas de relaciones inter-
la aquella debería comenzar una vez que gubernamentales utilizando el MS.
haya algún producto para evaluar.
El lugar del conocimiento en el
La visión del MS sobre el Estado MS // Ciertos enfoques de políticas
// Paul Sabatier y Hank Jenkins–Smith públicas han destacado el papel que
(1999) también criticaron al MS por su desempeña el conocimiento en las polí-
visión excesivamente legalista, sesgada ticas públicas (Estévez & Esper, 2008a
por el foco «de arriba hacia abajo» (top– y 2008b). En parte, ello llevó a Paul Sa-
down approach) con el que explica las batier y Hank Jenkins–Smith (1999 y
políticas públicas. Sin embargo, es un 1993) a criticar el MS por no proveer de
dato de la realidad que hay decisiones un vehículo para integrar los roles del
públicas que son tomadas por iniciati- análisis y el aprendizaje de políticas pú-
va y consenso entre los grandes grupos blicas (enfoque cognitivo) a través del
de interés (stakeholders) o por demanda proceso de políticas públicas. También,
de la sociedad. Ello podría dar la pau- debido a su naturaleza no recursiva,
ta de que no necesariamente promueve no permite identificar cómo lo policy–
un enfoque top–down, ya que también makers pueden aprender de experiencias
permitiría procesar una política pública pasadas (Eger & Marlowe, 2006; Heclo
de tipo consensuada o decisionista. Por & Wildawsky, 1974; Heclo, 1978). En
otra parte, con respecto al sesgo legalista, parte, podría atribuirse esta deficiencia a
no debe olvidarse la idea de que política un sesgo «generacional»: el MS se origina
pública es todo lo que el Estado decide en los finales de la década del 60 y las
hacer o no hacer. Por lo cual, existen po- ideas sobre los aprendizajes colectivos (el
líticas públicas por omisión que, si bien enfoque cognitivo de las políticas públi-
podrían llegar a seguir un curso similar cas), no surgen sino hasta mediados de
al prescripto por el MS (agenda, formula- los 70, con la innovadora teoría crítica de
ción, decisión, implementación y evalua- Jürgen Habermas. También los estudios
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
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IR05 // Revista del Instituto // AFIP
91
Lucas García Aráoz
Abogado (UBA). Mediador. Docente universitario y
autor de artículos en la materia. Investigador,
Instituto AFIP
señalado. Para ello, utilizamos el método zan las respuestas brindadas por nuestros
de entrevistas sobre la base de un cuestio- informantes siguiendo el orden temático
nario elaborado en torno a cuatro pilares, señalado en el párrafo anterior. A conti-
1. Por operadores clave entendemos a aquellos actores o «referentes» cuya información nos permitirá comprender
en profundidad el funcionamiento real del sistema tributario, más allá de los aspectos meramente formales de éste.
Recurrimos a especialistas en materia Constitucional Tributaria, operadores del sistema judicial: magistrados de los
fueros Contencioso Administrativo Federal y Penal Tributario y Vocales del Tribunal Fiscal de la Nación; profesionales,
consultores y asesores privados, especialistas en materia contencioso tributaria, referentes del Consejo de Ciencias
Económicas de la Capital Federal y del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, Funcionarios de AFIP, de
la Escuela de Mediación del Ministerio de Justicia, entre otros.
nuación, se formulan conclusiones tra- margen de apreciación, teñido a veces por
93
tando de reflejar las ideas comunes que se criterios de oportunidad (García Novoa,
identifican con más fuerza, ponderando 2002).
las opiniones según criterios cualitativos. El margen de incertidumbre que ge-
Por último, se vuelcan algunas conside- nera el proceso aplicativo de la norma
raciones a modo de síntesis y se proponen tributaria, es campo fértil para la gene-
los temas que aparecen como objeto de ración de conflictos. Además, la relación
estudio de ulteriores investigaciones. fisco–contribuyente está signada por una
Como adelanto, puede afirmarse que permanente tensión configurada por la
la discrecionalidad administrativa apare- función eminentemente recaudadora del
ce nítidamente como eje de las cuestiones Fisco y por el natural interés del contri-
analizadas. En tal sentido, la actuación buyente por escapar del tributo. En este
discrecional se vincula fuertemente con contexto, el límite que separa lo discre-
el origen de los conflictos que podrían cional de lo arbitrario, muchas veces es
abordarse a través de métodos alternati- percibido de manera opuesta por las par-
vos. Por otra parte, las facultades discre- tes involucradas. Esta disímil percepción
cionales son un requisito necesario para establece las posiciones sobre las que se
posibilitar la implementación de acuer- plantea la situación de conflicto.
dos entre la Administración y los parti- La resolución de los conflictos es una
culares. A la vez, los límites a la actua- de las exigencias del orden jurídico ob-
ción discrecional aparecen señalando el jetivo y una de las justificaciones del Es-
alcance de los métodos transaccionales, tado moderno. La existencia del Estado
es decir, hasta dónde se puede habilitar la expresa la seguridad de una autoridad
negociación en materia fiscal; por último, capaz de componer eventuales conflictos,
la discrecionalidad ligada a transacción a través de un sistema sancionador y de
se vincula, en la opinión de nuestros en- imponer heterónomamente, por medio
trevistados, con el peligro de corrupción, de una instancia supraindividual, de-
destacándose la necesidad de implemen- terminadas formas de comportamiento
tar recaudos y controles que aseguren que (Casás, 2003).
los eventuales acuerdos respeten los lími- Como explica García Novoa (2002),
tes fijados por la ley. los métodos transaccionales o convencio-
nales se presentan como una alternativa a
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
95
cunstancias relevantes, sino trabajar con
arquetipos respecto a los cuales la inde- «Calificaría la actuación de la Admi-
terminación es todavía mucho mayor. nistración Tributaria con seis puntos. La
Por su parte, los hechos tipificados ampliación exorbitante de la discrecio-
por las leyes fiscales, que son relativa- nalidad afecta la seguridad jurídica. Por
mente ignorados por la administración ejemplo, en el artículo 7° del Decreto
antes de comenzar su proceso aplicativo, 618/97 en el inciso 11 se incluye la posi-
dan lugar a interpretaciones divergentes bilidad de la AFIP de dictar resoluciones
de las normas en que tales hechos pueden en materia de fiscalización cuando en
ser subsumidos. realidad esa es una materia muy delicada
Frente a estas potenciales situaciones [véase art. 35° de la ley 11.683] donde rige
de incertidumbre se pueden admitir, la reserva de ley. En sus orígenes este ar-
precisamente en aras de la seguridad tículo hacía referencia a toda otra medida
jurídica, las soluciones convencionales a para facilitar la recaudación pero alguno
través de acuerdos de la Administración que no entendía nada se le ocurrió poner
con los afectados por las obligaciones que fiscalización».
las normas tributarias imponen (García
Novoa, 2002). Encuestado 2:
de inseguridad:
«En los actos de alcance individual, las
interpretaciones están siempre signadas «… proliferación y complejidad de
por el criterio pro fisco[…] El objeto es trámites, y la disparidad de criterios den-
que se cumpla la ley y no que se recaude tro del propio Organismo».
más. Las interpretaciones puramente fis-
calistas en el fondo lo que consiguen es Encuestado 7:
que se recaude menos. La mirada corta
termina teniendo un costo estratégico «… yo creo que la seguridad jurídica
grande para el fisco y además contribuye a requiere que las cargas sean previsibles.
la percepción de inseguridad» Que sean previsibles significa que no re-
sulten de la discrecionalidad determina-
Encuestado 4: tiva. La Administración tiene en última
instancia una serie de mecanismos alter-
«Para mí la expresión seguridad jurí- nativos para la determinación de oficio,
dica no tiene un contenido concreto que pero no tiene que adoptar aquél que ge-
establezca un régimen jurídico determi- nere el mayor rendimiento fiscal sino el
nado. Siempre que se hace invocación de que mejor se adecue a la capacidad eco-
la seguridad jurídica se lo hace desde la nómica gravada. O sea tiene que aproxi-
perspectiva de un contribuyente que quie- marse a la idea de capacidad contributiva.
re solicitar que no se le reclame una mayor El interés fiscal no puede ser un interés
cantidad de tributo o que haya una deli- meramente recaudatorio. Sino el percibir
mitación temporal en la aplicación de la los tributos en su justa dimensión o me-
ley –irretroactividad, prescripción, etc». dida. Me parece que esto es clave […] Yo
veo que justamente en la Administración
Encuestado 5: está prohibido pensar en un sentido que
minore la obligación fiscal […] el funcio-
«Para mí se debería hablar en términos nario que adopta una actitud fiscalista
de ‘complejidad’ tributaria […] el sistema se pone a salvo de cualquier sospecha de
tributario, de por sí es complejo porque connivencia».
toca temas complejos […] La simplifica-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
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en materia fiscal fortalecerían el principio de seguridad jurídica
mejorando la relación entre la Administración Tributaria y el
contribuyente. La seguridad jurídica no debe entenderse como un
dogma abstracto, sino como el ordenamiento jurídico tendiendo
a lo justo y no al cumplimiento meramente ritual de la norma. La
mediación fortalece la seguridad jurídica porque permite corregir
errores mutuos de apreciación y son las partes las que logran
el acuerdo»
Encuestado 9: Conclusiones parciales de este
punto // La mayoría de los entrevis-
«La AFIP crea normas constantemente tados considera bajos los estándares de
y las cambia constantemente». seguridad jurídica que se derivan de la
actuación de la Administración Tributa-
Encuestado 10: ria. En una escala de uno a diez, la mejor
calificación fue de seis (informante 1), y
«Entiendo por seguridad jurídica el la menor la ubica por debajo de 4 (infor-
principio constitucional que se define por mante 10).
tal, ausencia de arbitrariedad; estar a lo En cuanto a los factores que debilitan
decidido en casos similares; no ir contra la percepción de seguridad jurídica, las
los actos propios, protección de la con- ideas comunes que se identificaron con
fianza legítima […] Mi percepción es que más fuerza son:
la Administración Tributaria –federal y
local– de Argentina no tiene demasiado »» Discrecionalidad/Arbitrariedad.
apego a tal principio». »» Fiscalismo o «afán recaudatorio».
»» Exceso de reglamentario y/o comple-
Encuestado 11: jidad del sistema.
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
ponde a una expectativa social de que la el costo que significa toda controversia y
vigencia y aplicación de las leyes sea justa descomprimir al mismo tiempo el sistema
y equitativa». judicial que está colapsado. […] si vemos
lo que ocurre con la CSJN se completa el
Encuestado 4: panorama, pues recién ahora se están re-
solviendo causas que ingresaron en el año
«No veo que haya una ventaja para 2002. Lo que implica una dilación en la
el Estado ni una mejora de la seguridad fijación de certeza que requieren las nor-
jurídica en estas alternativas. La solución mas tributarias».
Encuestado 6: Encuestado 7:
99
«Bien implementados estos mecanis- «Yo podría admitir el tema de la tran-
mos mejoran la relación Fisco–contribu- sacción tributaria, eventualmente y ha-
yente. Habría que ser extremadamente ciendo una concesión, en los términos en
prudentes y cuidadosos dada la materia. que está concebido en el Modelo de Códi-
Es posible que la primera reacción del ciu- go Tributario para América Latina, en el
dadano ante estos mecanismos sea temor y cual además de estar contemplado entre
desconfianza, sin embargo, con el tiempo los medios de extinción de la obligación
generan una nueva forma de relacionarse tributaria se encuentra desarrollado en la
y un trato más equitativo entre la Admi- Determinación Tributaria, en donde se
nistración Tributaria y contribuyente. puede consensuar en materia de hechos
[…] es imprescindible para su implemen- pero no es negociable ni disponible el de-
tación contar con personas altamente ca- recho. Es decir, en función de hechos des-
pacitadas en resolución de conflictos. En conocidos, es tan arbitraria o caprichosa
lo cultural el problema que se plantea es la estimación del deudor como la esti-
mucho mayor, pues se trata de un cambio mación del acreedor […] Con excepción
de paradigma, entendido como una cons- de los supuestos señalados –cuestiones
telación de pensamiento, en palabras de de hecho en la determinación tributaria,
Thomas Kuhn. Este cambio de paradig- procesos concursales, acuerdos previos
ma es medular para el funcionamiento de sobre precios de transferencia– sigo pen-
estas técnicas. No se trata sólo de instru- sando que el consenso tributario va a ser el
mentar un determinado procedimiento consenso querido por los grandes contri-
sino de llevarlo a la práctica. Ahora bien, buyentes y las grandes corporaciones […]
los mediadores, negociadores, facilitado- La introducción de estos mecanismos,
res, etc., que creen en estas técnicas, que en definitiva favorecedores de algunos
trabajan y se capacitan, generalmente ge- contribuyentes, conduce desde el punto
neran un efecto contagio dentro de la ins- de vista de la faz aplicativa a una fuerte
titución, lo que es altamente positivo. […] distorsión del sistema y a mayores inequi-
Estos mecanismos disminuyen la litigiosi- dades tributarias».
dad, porque el facilitador funciona como
agente de la realidad con un importante Encuestado 8:
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101
literalmente la prohibición de renunciar al
crédito fiscal atenta contra la recaudación
«Pienso que los principios de nuestro misma y el bien común. Por caso, no hay
ordenamiento van a tomar plena vigencia duda alguna en que perseguir un cuantio-
dentro del ámbito republicano con estas so crédito fiscal en una quiebra en la que
formas alternativas de resolución de con- no hay bienes lo único que traería apareja-
flictos. […] Lejos de colisionar, los prin- do serían perjuicios en las cuentas recau-
cipios del Derecho Tributario vigentes en dadoras, en razón de las costas».
nuestro ordenamiento se verían fortaleci-
dos porque existiría la posibilidad de con- Encuestado 4:
creción de algunos de ellos en los casos en
que, ante la imposibilidad de determinar «La indisponibilidad del crédito tri-
con certeza la existencia o magnitud de butario no existe en la Constitución. Lo
la obligación tributaria, funcionan como que existe es el principio de legalidad y los
elementos meramente teóricos [...] Yo creo otros límites que rigen al poder tributario.
que el verdadero crédito tributario, es de- Fundamentalmente. la indisponibilidad
cir, por donde pasa el fiel de la medida, no del crédito tributario es un precipitado del
se negocia. El tema es encontrar en dón- principio de legalidad. Ahora bien, si la ley
de está ese punto justo. Es como Miguel también prevé un sistema de transacción,
Ángel con la pieza de mármol. La pieza no habría una afectación del principio de
de mármol es informe, pero el Moisés está legalidad precisamente por estar previsto
adentro, la cuestión es buscar la perfec- en la ley. La afectación sería en tal caso
ción, la forma, la armonía, para llegar a él al principio de igualdad que impone la
[…] con la mediación podemos llegar a la Constitución».
plenitud del crédito fiscal. […] Porque no
podemos suponer que el Estado, que tie- Encuestado 5:
ne que ser gerente del bien común, pueda
pretender más de lo que es justo». «El crédito fiscal, cuando no es cierto,
o cuando hay incertidumbre, o respecto
Encuestado 3: del cual hay un conflicto o litigio, toda-
vía no existe como tal porque aún no ha
«Si algún día se atribuyese al Fisco la sido reconocido judicialmente. Por lo
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
«Si la negociación implicara alterar los En las opiniones del encuestado 11 en-
presupuestos de derecho de la obligación contramos la siguiente evaluación, refe-
tributaria ciertamente se produciría esa ridas específicamente a los acuerdos pre-
colisión. Con el principio de legalidad vios sobre precios de transferencia (APAs):
porque el impuesto debido es el que es-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
103
han encontrado una válvula de escape
para hacer consistentes sus regímenes de de su alcance y ámbito de aplicación,
APAs con sus modelos constitucionales como así también, la necesidad de esta-
[…] Respecto del principio de legalidad, blecer recaudos y controles apropiados
105
la Procuración del Tesoro o la AGN. Los
acuerdos a los que se arribe deben ser pú- cuestado 6:
blicos y aplicarse erga omnes, podría ser a
través de una Resolución General […] La «La decisión de acordar no debería
cuestión de la discrecionalidad es un tema estar en manos del negociador que actúe
complejo que debe ser sopesado. El fun- por el Fisco, sino que debería depender de
cionario, el inspector y también los jefes una instancia superior dentro de la AFIP
de División Revisión y Recursos, tienen de jerarquía acorde con la naturaleza e
a su alcance dictámenes, Instrucciones importancia de la cuestión que se trate.
Generales, es decir una serie de pautas Si hablamos de negociación, creo que
que le van indicando su accionar. Ade- traería dudas al ciudadano aumentando
más deben hacer consultas permanentes la percepción de corrupción. Si se habla
a sus jefes de regional quienes a su vez las de facilitación, al contrario, pues no hay
elevan a la Subdirección General del área riesgos contingentes al no estar en juego
operativa pertinente. Hay dictámenes de el crédito fiscal».
las Direcciones de Asesoría Legal o Téc-
nica que definen determinados criterios. El encuestado 7 opinó:
Con esto quiero decir que la discrecio-
nalidad y la sana crítica en la práctica se «No se puede hacer una resolución
ven muy limitadas porque el funcionario de controversias que sea a la medida para
está constreñido a actuar de acuerdo con cada contribuyente. Si se hace una dife-
estos parámetros. […] Los que pueden rencia para tratara mejor a los de menor
estar en contra de estos sistemas dirían capacidad contributiva, bien. Pero el tema
que es mejor que los conflictos tributa- es que, en definitiva, quienes aspiran a es-
rios sean resueltos por los jueces, porque tos mecanismos son los que saben que van
si los resuelven los funcionarios del Poder a salir mejor parados porque tienen mayor
Ejecutivo esto podría dar cauce a actos de poder».
corrupción, lo que por otra parte es previ-
sible en la opinión del ciudadano común. El informante 10 nos dice:
La Administración siempre tuvo el mismo
conflicto. Por ejemplo, con los jefes de Re- «Obviamente, la percepción de co-
visión y Recursos ocurre que si se los deja rrupción en materia fiscal no es ajena a la
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
preestablecido, el in dubio pro fisco. tiva sin agotar todas las posibilidades de
En oposición a ello, los entrevistados resolver la cuestión en forma tal de evitar
que se desempeñan en la función pública el litigio. Se daría aquí una decisión que
afirman que la invocación de la seguri- sólo resuelve el conflicto en apariencia
dad jurídica por parte del contribuyente, derivando el problema a la justicia.
en la mayoría de los casos, sólo expresa su El índice de litigios refleja un grado de
interés en que no se le reclame una mayor deterioro importante de la relación fisco-
carga tributaria o en restringir el alcance contribuyente, especialmente teniendo
de la ley, ampliando el ámbito de reserva. en cuenta la duplicidad de procesos que
se produce con la radicación de denuncias prichosa la estimación que hace el deudor
107
penales relacionadas con determinacio- como la estimación del acreedor. A su vez,
nes de oficio apeladas. De acuerdo con la existe consenso en que por vía de acuer-
opinión de uno de nuestros entrevistados do no es posible modificar los elementos
existiría cierto temor de los funcionarios esenciales de la obligación tributaria ni
para ejercer las facultades discrecionales renunciar total o parcialmente al crédito
que confiere el art. 19 de la ley penal tri- fiscal.
butaria (Ley N° 24.769) a los efectos de Además, existe coincidencia en que
no interponer denuncia penal en los ca- procedimientos tales como la mediación
sos en no exista convicción administrati- o la transacción fiscal son compatibles
va de la existencia de delito, más allá de con nuestro ordenamiento jurídico,
los montos involucrados (inf. 1). siempre y cuando se delimite claramente
su alcance con respecto a los casos que
Mecanismos alternativos // Con pueden ser objeto de transacción y se
respecto a la eventual introducción en establezcan recaudos y controles adecua-
nuestro ordenamiento de fórmulas tran- dos para prevenir y contrarrestar efectos
saccionales, se pueden extraer las siguien- no deseados. Los límites en la aplicación
tes conclusiones. de estos métodos están dados por los
principios y la integridad del crédito fis- considerada, desde esta óptica, como una
cal. Otro de los entrevistados afirma, con herramienta alternativa para determinar
buenos argumentos, que a través de la la obligación tributaria. A través de la
mediación se fortalece la vigencia de los mediación, se puede llegar a establecer el
principios de legalidad e igualdad, pues verdadero crédito fiscal cuando esto no
se abre la posibilidad de su concreción en es posible por los cauces normales.
casos dudosos o no previstos legalmente, El basamento de indisponibilidad del
en que los citados principios funcionan crédito fiscal está dado por el principio
como elementos meramente teóricos. de legalidad, según el cual la obligación
109
casos, no hay aún un crédito fiscal de- crecionalidad en la etapa de inspección
terminado. La controversia se plantea en y, además, criterios que pueden variar se-
torno a posiciones, intereses o expectati- gún el funcionario o el lugar. Cuando la
vas, inciertas. discrecionalidad reposa en funcionarios
de menor rango se produce en las instan-
Discrecionalidad, negociación y cias ulteriores una tendencia a convalidar
percepción de corrupción // En el criterio, situación que puede asimilarse
cuanto a la relación entre discrecionali- a una escalada del conflicto.
dad y percepción de corrupción, la opi- Las instrucciones generales, los dic-
nión de nuestros informantes indica, en támenes de los órganos asesores internos
primer lugar, que es un problema que y externos, los órganos de auditoría y de
está siempre presente en la esfera de la coordinación, operan como un contra-
111
probada de activos, o cuando se estable- la negociación en esta materia? ¿Cuáles
cen montos mínimos para iniciar proce- serían las principales características que
dimientos de determinación de oficio. debería contener un procedimiento con-
Más aún, enlazando algunas de las sensual adecuado a nuestro sistema tri-
opiniones vertidas, podría afirmarse que butario? La respuesta a estas cuestiones
en la práctica la negociación existe, pero contribuiría a la definición de un sistema
que carece de un buen marco legal. Esto alternativo de resolución de controversias
sucedería, principalmente, en la etapa eficiente y consistente con el plexo jurí-
de inspección en dónde el funcionario dico vigente. En este sentido, el trabajo
maneja altos grados de discrecionalidad, hasta aquí realizado aporta, a grandes
con criterios que pueden variar según el rasgos, algunas sugerencias.
inspector o el lugar. Esto no tiene nece- Deberían establecerse parámetros
sariamente que ver con los aspectos de claros y objetivos para delimitar, aunque
corrupción de los llamados «negocia- no en forma taxativa, cuáles son las cues-
dos», sino con situaciones conflictivas tiones que pueden ser objeto de transac-
que surgen en el curso de la inspección ción. Básicamente, se trataría de definir,
que son resueltas en forma consensua- con la mayor precisión posible, en qué
da entre el inspector y el contribuyente. casos y bajo qué condiciones un crédito
Muchas de estas situaciones podrían en- o una situación tributaria tiene carácter
contrarse analizando en forma desprejui- de incierto para la Administración.
ciada la mecánica interna de los ajustes Deberían definirse niveles de decisión
conformados. Desde esta perspectiva, la dentro de la Administración acordes con
implementación de mecanismos alterna- la naturaleza o importancia de las cues-
tivos serviría como marco legal adecuado tiones que se ventilen. Asimismo, los pro-
para estas situaciones, dotaría de mayor cesos de evaluación interna (alternativas
transparencia al sistema y desalentaría de mínima y de máxima, relación costo–
prácticas de corrupción al abrir vías legí- beneficio, etc.) para la toma de decisiones
timas de solución. en el marco de una negociación.
La disminución de litigios o, incluso, Debería evaluarse la conveniencia de
el eventual aumento de la recaudación, realizar experiencias piloto previas sobre
deberían considerarse efectos indirectos cuestiones de menor cuantía a fin de in-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
Referencias
Casás, José Osvaldo (2003), Los Mecanismos Alternativos de Resolución de las Contro-
versias Tributaria, Editorial Ad–Hoc, Buenos Aires, Argentina.
García Novoa, Cesar (2002), «Mecanismos Alternativos para la Resolución de
Controversias Tributarias. Su introducción en el Derecho Español», paper pre-
sentado en el seminario Mecanismo alternativi per la soluzione delle controversia
in materia tributaria, organizado por la Scuola di Specializzazione in Diritto ed
Economía delle Comunita Europee Jean Monnet, en Caserta (Nápoles) (inédito).
García Novoa, Cesar (2000), El Principio de Seguridad Jurídica en Materia Tribu-
taria, Ed. Marcial Pons, España.
García Novoa, Cesar (2007), «La Conflictividad Tributaria en España y las
Medidas Alternativas para Hacerle Frente. Pros y Contras», Boletín Foro Fiscal
Iberoamericano N° 5 de la RAAM (Red de Antiguos Alumnos de la Maestría
Internacional en Administración y Hacienda Pública), España.
Rosembuj, Tulio (2001), Procedimientos Tributarios Consensuados: La transacción
Tributaria, Instituto de Estudios de las Finanzas Públicas Argentinas, Argentina.
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
Administración tributaria
El impuesto de igualación
y la determinación de su retención
a los accionistas o socios
113
Vanina Cecilia Nazar
Abogada (UBA). Magíster en Derecho y Economía
(UTDT). Investigadora Instituto AFIP.
des, habiendo omitido retener el llamado des que superen las ganancias impositi-
impuesto de igualación. Puntualmente, vas netas del propio impuesto.
1. Ya, por caso, de constatarse que la sociedad no existe más en el domicilio declarado en el padrón general de
contribuyentes de la Dirección General Impositiva; que se presuma la incobrabilidad de la deuda a la misma; que la
sociedad no funciona; entre otros supuestos que podrían verificarse en la realidad.
2. En el acta de reunión del 06/06/2002 llevada a cabo en el marco del Grupo de Enlace de la AFIP–DGI con el
Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se aclaró que la intención del
legislador al incorporar en la reforma tributaria introducida por la Ley 25063 el artículo sin número agregado a conti-
nuación del artículo 69 de la Ley de Impuesto a las Ganancias fue gravar con el tributo a los dividendos o utilidades
que se distribuyen –y por las cuales no se pagó el impuesto– colocando como sujeto incidido al accionista o socio.
A los efectos de avanzar en el propó- de los bienes hasta que se haga efectivo
115
sito del presente trabajo, presentamos la el régimen. Las disposiciones de este ar-
redacción de la norma: tículo no serán de aplicación a los fidei-
comisos financieros cuyos certificados de
«Cuando los sujetos comprendidos en participación sean colocados por oferta
los apartados 1, 2, 3, 6 y 7 del inciso a) pública, en los casos y condiciones que al
del artículo 69, así como también los in- respecto establezca la reglamentación».
dicados en el inciso b) del mismo artícu-
lo, efectúen pagos de dividendos o, en su Es así que, a través de la Ley 25063
caso, distribuyan utilidades, en dinero o (B.O. 30/12/1998), se incorporó en el texto
en especie, que superen las ganancias de- de la Ley de Impuesto a las Ganancias lo
terminadas en base a la aplicación de las que la doctrina ha dado en conocer como
normas generales de esta ley, acumuladas «impuesto de igualación», y que instituye
al cierre del ejercicio inmediato anterior la retención del impuesto sobre los divi-
a la fecha de dicho pago o distribución, dendos distribuidos en exceso de la utili-
deberán retener con carácter de pago dad impositiva (Lorenzo et al., 2001).
único y definitivo, el treinta y cinco por En tal sentido, se grava con una reten-
ciento (35%) sobre el referido excedente ción del 35 por ciento, con carácter de
[…] A efectos de lo dispuesto en el pá- pago único y definitivo, a los importes
rrafo anterior, la ganancia a considerar distribuidos como retribución de los
en cada ejercicio será la que resulte de de- aportes sociales, que no hayan formado
traer a la ganancia determinada en base a parte de la base de determinación del
la aplicación de las normas generales de gravamen empresario.3
esta ley, el impuesto pagado por el o los En definitiva, en la economía de la
períodos fiscales de origen de la ganancia Ley del Impuesto a las Ganancias, la so-
que se distribuye o la parte proporcional ciedad debe tributar sobre las ganancias
correspondiente y sumarle los dividendos que originan los dividendos o utilidades
o utilidades provenientes de otras socie- que distribuye, y si ello no ocurre, el gra-
dades de capital no computados en la vamen revierte sobre el beneficiario de
determinación de dicha ganancia en el o los mismos.4
los mismos períodos fiscales. Si se tratara Asimismo, la precitada norma legal
de dividendos o utilidades en especie, el definió en el artículo incorporado a con-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
ingreso de la retención indicada será efec- tinuación del artículo 118 de la Ley de
tuado por el sujeto que realiza la distribu- Impuesto a las Ganancias los ejercicios
ción o el agente pagador, sin perjuicio de fiscales que deberán tenerse en cuenta a
su derecho a exigir el reintegro por parte los efectos de determinar las ganancias
de los beneficiarios y de diferir la entrega gravadas e imputar los dividendos o uti-
3. El fin de la disposición es evitar que ganancias consideradas exentas por la ley del impuesto, es decir que no han
sido sometidas a imposición en cabeza de la entidad pagadora, se trasladen sin la incidencia del gravamen a los
accionistas o socios vía dividendos o distribución de utilidades (Cfr. Lamagrande, 2006:201)
4. Cfr. T.F.N., autos «White Martins Cilindros Ltda. Sucursal Argentina s/ apelación», sentencia del 08/10/2008.
lidades. También, en tres artículos incor- do a retener es quien distribuye los resul-
116
se distribuyeran utilidades entre lo contable y lo impositivo. Se considera que no deben tener incidencia en dicha
determinación conceptos que tuvieren su origen en normas ajenas a la propia Ley del Impuesto a las Ganancias (cfr.
Dictamen AFIP–DGI N° 16/2001 – Boletín DGI N° 48 de Julio de 2001, página 1180).
6. Artículo 46 (texto vigente según Ley 25063): «Los dividendos, así como las distribuciones en acciones provenien-
tes de revalúos o ajustes contables, no serán incorporados por sus beneficiarios en la determinación de su ganancia
neta. Igual tratamiento tendrán las utilidades que los sujetos comprendidos en los apartados 2, 3, 6 y 7 del inciso a)
del artículo 69, distribuyan a sus socios o integrantes». Artículo 64 (texto vigente según Ley 25063): «Los dividendos,
así como las distribuciones en acciones provenientes de revalúos o ajustes contables no serán computables por sus
beneficiarios para la determinación de su ganancia neta. A los efectos de la determinación de la misma se deducirán
–con las limitaciones establecidas en esta ley– todos los gastos necesarios para obtención del beneficio, a condición
de que no hubiesen sido ya considerados en la liquidación de este gravamen.
Igual tratamiento tendrán las utilidades que los sujetos comprendidos en los apartados 2, 3, 6 y 7 del inciso a) del
artículo 69, distribuyan a sus socios o integrantes».
En ese mismo orden de ideas, el área facilitar la percepción del impuesto, que
117
técnica del Organismo Recaudador pun- no muda la naturaleza de éste ni impide
tualizó, a través de su Dictamen (dat) la aplicación de los principios generales
N° 19/20017 que: en que se basa su recaudación.9
No es objetivo de la presente colabo-
«… la retención a que alude el menta- ración profundizar en la metodología de
do dispositivo incorporado por la cálculo del impuesto y sobre el esquema
Ley 25063 se realizará con carácter de general de liquidación del mismo, sino
pago único y definitivo, por lo cual no introducir al lector en la situación que se
será restada del tributo que corresponda presenta cuando no es practicada la re-
ingresar de acuerdo a la normativa vigen- tención bajo análisis en oportunidad en
te, o visto de otra forma, se deberá reali- que se distribuyen dividendos o utilida-
zar independientemente de que el balance des sobre ganancias que no han tributa-
impositivo del beneficiario arroje utilidad do el gravamen.
o quebranto8».
Obligación de retener. Su omi
En efecto, sobre los alcances del pago sión. Primera aproximación a la
con carácter de único y definitivo se ha cuestión // Como dijimos, la ley esta-
señalado que implica que el perceptor de blece una retención definitiva en los ca-
la renta no debe incluir el ingreso en su sos de distribución de dividendos o utili-
declaración jurada anual ni liquidar im- dades que debe efectuar el ente pagador.
puesto alguno. Esto es, los sujetos comprendidos en los
Nuestro más Alto Tribunal añadió, apartados 1, 2, 3, 6 y 7 del inciso a) del
en relación al concepto de «pago único y artículo 69 de la ley del tributo, así como
definitivo», que la palabra «definitivo» también los indicados en el inciso b) del
equivale o significa que el impuesto no mismo artículo.
será el producto de cálculos y que se de- A modo de resumen, podemos indi-
ducirá simplemente un tanto por ciento car que los sujetos afectados son los del
en forma directa sobre los dividendos inciso a) del artículo 69 que se detallan
acreditados –a residentes del exterior–, (siempre que estén constituidos en el
señalando que se trata de un modo de
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
119
las consideraciones del Tribunal Fiscal de dividendos o, en su caso, distribuir
de la Nación12, en el sentido que los suje- utilidades –en dinero o en especie– que
tos pasivos del aludido gravamen son los superen las ganancias determinadas en
accionistas o socios que sufren la reten- base a la aplicación de las normas gene-
ción por parte de la entidad pagadora rales de esta ley (acumuladas al cierre del
ejercicio inmediato anterior a la fecha de
«… porque la reforma busca gravar a dicho pago o distribución), deberá actuar
los dividendos o utilidades que se distri- como agente de retención.13
buyen y que no pagaron el gravamen en Tal conclusión resultó compartida
cabeza de la entidad pagadora, haciendo por el tribunal de alzada al concluir que:
recaer su incidencia en el accionista».
«… las utilidades y dividendos que pa-
A ello se agregó que, de tal modo: guen las sociedades a sus socios o accio-
nistas están alcanzadas por el tributo en
«En este punto debe tenerse presente cabeza de sus beneficiarios, que son quie-
que en el régimen establecido en la ley nes perciben las rentas objeto del tributo,
del gravamen, los accionistas son sujetos sin perjuicio de lo cual la ley designa a la
pasivos del impuesto a las ganancias dife- sociedad pagadora como agente de reten-
renciados de la empresa; régimen que no ción».14
resulta enervado por la existencia de un
sistema de integración parcial de las ren- Sujetos imponibles. Naturaleza
tas de ambos sujetos, con el fin de adecuar de su responsabilidad // Dicho lo
en mayor medida la aplicación del tributo anterior, cabe ahora referirnos a la Ley de
a los principios generales que lo informan, Procedimiento Tributario y en especial a
conforme al criterio del legislador». las disposiciones que regulan a los distin-
tos sujetos y responsables del deber fiscal,
Así, claramente, en el fallo de la Sala entre ellos los agentes de retención.
A del Tribunal Fiscal de la Nación se en- En efecto, en la Ley de Procedimien-
tendió que en este particular régimen, to Fiscal se incluye, entre los sujetos de
los accionistas son sujetos pasivos del im- los deberes impositivos, como responsables
puesto a las ganancias diferenciados de la
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
121
Fisco con los recursos que administra, tra obligado, solidariamente con el agente
otorgando a los agentes de retención el de retención omiso, a ingresar el importe
carácter de responsables solidarios con el correspondiente al Fisco. Ello se despren-
contribuyente del tributo –quien resulta de del artículo 8° inciso c) de la Ley de
obligado al pago del tributo, salvo en Procedimiento Fiscal, que determina la
18. En efecto, el Tribunal Fiscal de la Nación, en el análisis del instituto del agente de retención a la luz de nuestro
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
derecho positivo, reconoció que la Ley de Procedimiento Fiscal le asigna a aquél, expresa y claramente, la calidad
de responsable solidario, razón por la cual debe rechazarse cualquier distinción que se pretenda realizar en función
de las circunstancias fácticas en que se debe practicar la retención. «En este sentido –sostuvo- es evidente que de
haber querido el legislador dar al agente de retención el carácter de sustituto en determinados supuestos, debió
haberlo consagrado expresamente» (v. T.F.N., Sala A, «Villa Aufricht y Cía. S.A.», 23/03/72).
19. En virtud del fallo «Brutti Stella Maris c/ DGI», de fecha 30/03/2004, emanado de la Corte Suprema de Justicia
de la Nación, la AFIP instruyó, con relación al instituto de la responsabilidad solidaria, que es facultativo de este
Organismo iniciar simultáneamente la determinación de oficio del contribuyente directo y del o de los responsables
solidarios siempre que, respecto de estos últimos, se postergue la emisión del acto de determinación de oficio hasta
tanto el contribuyente incumpla con su propia intimación administrativa.
20. Entre muchos otros, en Fallos: 319:1131 la Corte Suprema de Justicia de la Nación expresó que la primera regla
de interpretación de un texto legal consiste en asignar pleno efecto a la voluntad del legislador, cuya fuente inicial
es la letra de la ley.
En lo que respecta a la solidaridad tri-
122
de pago único y definitivo, el gravamen lo soporta el accionista receptor de la utilidad distribuida». De allí que el área
asesora del Organismo haya interpretado que no corresponde la retención cuando el beneficiario de la renta goza de
inmunidad fiscal que lo excluye del ámbito de imposición del tributo (cfr. Dictamen N° 12/2008. Doctrina Tributaria
Errepar N° 344. Noviembre 2008).
24. También, es válido tener en cuenta que la retención, por definición, consiste en detraer los fondos que el deudor
está obligado a pagar a su acreedor e ingresarlos al Fisco (cfr. Gotlib & Vaquero, 2005).
25. En el Dictamen de la Dirección de Asesoría Técnica N° 74/2003 se recuerda que en el Dictamen N° 35/79 (D.A.T.
y J.) se entendió que los agentes de retención «…son los que por ser deudores o por el ejercicio de una función
pública, una actividad, un oficio o una profesión, se hallan en contacto directo con una suma de dinero que en prin-
cipio correspondería al contribuyente y consecuentemente, pueden amputar la parte de la misma que corresponde
al Fisco en concepto de impuesto, ingresándolo a la orden de este acreedor«, observando –además– que el agente
de retención obtiene el tributo detrayendo a éste de recursos que no son de su propiedad (Boletín N° 83 del 1° de
junio de 2004, Página 1141).
gravamen tendrán derecho a reintegrarse
123
oportunidad en que, para cada caso, se
el importe abonado, aún difiriendo la en- estipule en las respectivas normas de apli-
trega de los bienes hasta que se haga efec- cación. Estos sustitutos, en la inteligencia
tivo el régimen.26 legal, se aglutinan bajo la categorización
En palabras de De Soto (2007), debe de los responsables del cumplimiento de
entenderse definitivamente que los susti- deuda ajena […] no obstante, el hecho de
tutos no actúan «junto al contribuyente» que la ley 25795 al reconocer la figura del
titular del hecho imponible, sino que lo responsable sustituto lo haya colocado en-
hacen «en su lugar». Y éste es un elemen- tre los responsables por deuda ajena. Dicha
to distintivo que necesariamente debe ajenidad sólo puede ser entendida en pun-
tenerse en cuenta para comprender defi- to a la titularidad de la capacidad contri-
nitivamente la naturaleza particular de la butiva alcanzada, de modo de cuadrar la
singular relación jurídico–tributaria que imposición con los principios tributarios
lo caracteriza. Vale decir que el responsa- constitucionales de capacidad contributi-
ble sustituto es deudor por la obligación va, razonabilidad, etc., más no en lo que
tributaria propia del impuesto. Debe hace al plano de mecanismo de ingreso,
afrontar el pago del tributo sin ser titular donde, claramente, existe un solo sujeto
de la «capacidad contributiva», resultan- obligado frente al Fisco Nacional y rela-
do ajeno a la obligación tributaria en sí cionado jurídicamente con él. En dicho
mismo, y por el solo hecho de tener una plano de análisis nada hay de una deuda
vinculación más o menos cercana a la ex- ajena para el responsable, sino una obliga-
teriorización del hecho imponible. ción que tiene en forma propia y exclusi-
En ese sentido, vale citar, por caso, las va, sin perjuicio de su derecho de regreso
conclusiones de la Sala B del Tribunal sin trascendencia tributaria…»
Fiscal de la Nación en el precedente «Cu-
becorp Argentina S.A.»27 al advertir que: Encontramos también clarificadas es-
tas cuestiones en la norma que reglamen-
«… fue recién mediante la ley 25795 pu- ta lo atinente a la información e ingreso
blicada en el Boletín Oficial el 17/11/2003, de la retención involucrada. La Resolu-
que se incorpora al ordenamiento a los ción General 740/99 (afip)28, dispone
responsables sustitutos, pero como suje- que los sujetos obligados por la ley a rea-
tos obligados a pagar el tributo al Fisco lizar la retención deben informar y reali-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
con los recursos que administran, perci- zar el ingreso de la retención siguiendo
ben o que disponen, como responsables las pautas establecidas por las Resolucio-
del cumplimiento de la deuda tributaria nes Generales 738/99 y 739/99 (afip),
de sus representados, mandantes, acree- cuando se trate de beneficiarios del país y
dores, titulares de los bienes administra- del exterior, respectivamente.
dos o en liquidación, etc., en la forma y
26. V. tercer párrafo del artículo agregado a continuación del artículo 69 de la Ley de Impuesto a las Ganancias.
27. Sentencia de fecha 09/02/2007.
28. B.O. 20/12/1999; Boletín AFIP Nº 30, Enero de 2000, página 85.
A su turno, la Resolución General
124
125
dor no retuvo. al cobro del impuesto adeudado por los
mismos.31
Conclusión // En tal sentido, al mar- Creemos contribuir, en definitiva,
gen del mecanismo de liquidación del con justificadas razones para sostener
impuesto sentado en el artículo incor- que, en la yuxtaposición de la responsa-
porado a continuación del artículo 69 bilidad solidaria del deudor del tributo
de la ley del gravamen, en los casos de y la omisión de retención con carácter
no retención del impuesto de igualación de pago único y definitivo aplicable a
por el sujeto pagador, se pondera la apli- los dividendos o utilidades distribuidos
cación del artículo 8° inciso c) de la Ley que ordena el artículo agregado a conti-
de Procedimiento Fiscal; para el caso, la nuación del artículo 69 de la Ley de Im-
norma viene a extender la responsabili- puesto a las Ganancias, se presenta una
dad propia del contribuyente por el pago herramienta válida para la aplicación de
de su obligación. este régimen.32 //
Tratándose de beneficiarios radicados
en el país, no se observaría imposibilidad
Referencias
De Soto, Raúl A. (2007), «Imposibilidad de compensar el impuesto sobre los bienes
personales. El caso Agrobos S.A.», P.A.T. xiv, pág. 3, noviembre 2007.
Fernández, Luis Omar. Impuesto a las Ganancias. Teoría, técnica, práctica, Edito-
rial La Ley, Buenos Aires, 2005.
García, Fernando D. y Omar A. Pantanali (2008), «Impuesto a las Ganancias de
igualación. Su problemática actual y necesaria reformulación», en La Ley, imp
2008–6, 2° quincena marzo, 461.
Gotlib, Gabriel y Fernando M. Vaquero (2005), Aspectos Internacionales de la Tribu-
tación Argentina. Teoría y Práctica, Editorial La Ley, Buenos Aires.
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
31. Tal liberación de responsabilidad podría ocurrir, de hecho, por imposibilidad material de reclamar el impuesto,
tratándose de beneficiarios del exterior, salvo que eventualmente éstos tuvieren algún bien en la Argentina, pudiendo
así el Fisco accionar contra los mismos.
32. Ello, sin perjuicio de la adopción de la decisión administrativa necesaria que evalúe, en definitiva, la verdadera
magnitud y posibilidad de cobro de la deuda.
Lorenzo, Armando y César M. Cavalli (1999), «Las distribuciones de utilidades en
126
127
Academia nacional
de historia
Autores: Roberto Cortés Conde y María Mar
cela Harriague, con la colaboración de
Samuel Amaral.
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MILES DE PESOS CORRIENTES
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capitales. De algún modo, estos efectos Tampoco lograron su aprobación en el
negativos fueron atenuados por el cierre Congreso los distintos proyectos presen-
de la Caja de Convertibilidad. tados durante la década del 20.
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nuevos impuestos las únicas fuentes que crecientemente abultada deuda flotante.
utilizó el gobierno para afrontar sus más Aunque en lo que quedaría de la dé-
diversos compromisos. Se apeló a nuevas cada el gobierno no volvió a monetizar
e importantes fuentes de recursos no tri- su déficit, este mecanismo sería utilizado
butarios. Por vez primera desde 1862, una reiteradamente en las décadas siguientes
parte proporcionalmente importante y para financiar al gobierno.
creciente de los recursos no provendría
de impuestos aprobados por el Congreso El margen de cambios // En 1929
sino de otras fuentes. Esto modificaría lo se había cerrado la caja de conversión, lo
que hemos llamado el pacto fiscal que se que implicó la salida de patrón oro. En
había acordado con la Constitución de 1931, se instituyó el control de cambios
1853 y tendría importantes consecuencias haciendo obligatorio que todas las opera-
en los períodos siguientes. ciones de cambio se realizaran por medio
de los bancos autorizados al tipo que fija-
La emisión // Tras el cierre de la Caja ría la comisión del Poder Ejecutivo desig-
de Conversión, que evitó la mayor con- nada al efecto. El régimen se precisó en
tracción monetaria que produciría la sali- 1933 estableciendo dos tipos, uno al que
da de reservas, el gobierno puso en vigen- la Comisión compraría las divisas y otro
cia una ley de 1914 que permitía a la caja a la que las vendería –a los que estuvieran
emitir sobre la base de redescuentos que dentro de las prioridades fijadas y por los
el Banco Nación concediera a los Bancos excedentes que se tuviera–. La diferen-
comerciales. Si bien el Banco Nación ha- cia entre el tipo comprador y vendedor
bía usado limitadamente el redescuento, se denominó «margen de cambios» y fue
lo había hecho sólo con sus propios de- una fuente de ingresos que si bien se dijo
pósitos, sin creación de dinero. Pero esta que se destinaría a subsidiar el precio de
vez, poniendo en práctica la ley de 1914, compra de las cosechas, en la medida
se trataba de créditos que tendrían como que los precios internacionales subieron
contrapartida la creación de dinero. en 1934, se destinaron –como en realidad
Sobre la base de dicha autorización se se pensó– al pago de deuda externa del
redescontaron las carteras de bancos que país. El gobierno que había devaluado no
incluían préstamos al gobierno gracias a sólo podía comprar divisas a un precio
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
los que mejoraron su precaria situación por debajo del mercado sino que parti-
de reservas. cipaba en parte de la renta devaluatoria.
Más adelante el gobierno colocó par- Fue un ingreso importante y una señal,
te del empréstito patriótico de 1932 en la no menor, de que el país podía cumplir
Caja por lo que obtuvo créditos que per- con sus compromisos externos, lo que le
mitieron sanear la situación del Banco permitió acceder ya en 1933 al crédito in-
Nación y proveer al gobierno de fondos ternacional.
para abonar los atrasos con empleados y
La reevaluación de las reservas todas las etapas, por lo que recibió fuer-
132
del Banco Central // Cuando en tes críticas por su efecto en cascada. Ini-
1935 se creó el Banco Central se le trans- cialmente, los servicios no estaban alcan-
firieron todos los activos y pasivos de la zados. La alícuota de este impuesto era
Caja de Conversión. Las reservas en oro del 3 por mil. Este impuesto tenía pocas
y divisas de la Caja estaban registradas exenciones, pequeños comerciante, ven-
al tipo de cambio de la convertibilidad, tas de panaderías, carnicerías, lecherías,
pero, desde el cierre de la Caja el peso pa- diarios, venta de granos, carnes y algu-
pel se había depreciado sustancialmente. nos otros productos alimenticios no ma-
Al transferirse estas reservas, se actualizó nufacturados. En 1935, fue reemplazado
su valor, lo que produjo en pesos una ga- por un impuesto a las ventas estructura-
nancia considerable. Esos fondos adicio- do de manera tal que recae sobre una sola
nales se utilizaron para saldar la deuda etapa, al nivel de fabricante o productor.
133
operaciones para personas no inscriptas. la existencia de «Conjunto Económico»
Los servicios no estaban alcanzados. cuando la venta se realiza por otra em-
El impuesto a las ventas se liquida so- presa pero vinculada económicamente
bre el valor agregado que cada productor –propiedad de capitales–, y en este caso
o fabricante adiciona, por lo que para el impuesto se abona sobre el mayor pre-
determinar el monto de ventas sujeto a cio de venta obtenido. También en el caso
impuestos se deben deducir de las ventas de exportaciones sin precios o cuando el
brutas los siguientes conceptos: i) Bonifi- precio mayorista en el país de destino es
caciones, descuentos y similares sobre sus inferior al precio registrado.
ventas; ii) ventas de mercaderías exentas;
iii) compras de mercaderías gravadas y Impuesto a los réditos // Este im-
usadas como materias primas; iv) mer- puesto se estableció por cinco años,
caderías compradas para ser revendidas primero por decreto ratificado poste-
en el mismo estado; v) gravámenes in- riormente por la Ley 11.586 que también
directos abonados, impuestos internos introdujo modificaciones. A comienzos
y similares; y vi) aquellos industriales y de 1933 la Ley 11.682 introduce nueva-
fabricantes que también vendían al pú- mente modificaciones.
blico tenían una deducción adicional por Inicialmente, se estableció como un
gastos directos de ventas. No se permi- impuesto cedular sobre distintos tipos
tieron deducciones por amortización de de rentas, que no permitía las compen-
activos físicos –ya que sigue el principio saciones entre los diferentes tipos de
de integración física–. rentas. Adicionalmente, se establecía un
La tasa del impuesto era del 1,25% impuesto global progresivo para aquellas
para todos los productos gravados vendi- rentas que superasen un cierto monto.
dos en el mercado interno y de 0,3% para Pocos meses después el sistema cedular se
las ventas en el exterior. Un conjunto im- reemplazó por un impuesto global, que
portante de productos estaban exentos: sólo daba un trato especial a los traba-
productos ya gravados por impuestos in- jadores de la cuarta categoría (rentas del
ternos y productos de consumo popular, trabajo personal) que tenían una alícuota
aunque las confecciones –ropa– estaban del 3%, mientras que las rentas restantes
alcanzadas por el impuesto. era del 5%. Inicialmente, las sociedades
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
Las materias primas pueden estar gra- estaban alcanzadas por la misma alícuo-
vadas, exentas o en suspenso. Sólo son ta, pero posteriormente no.
deducibles de la liquidación las materias Se seguía el principio del origen del
primas gravadas y en suspenso, no así las ingreso, aun en la posibilidad de que el
exentas, en las que se paga sobre valor capital extranjero pudiera sufrir en algu-
bruto. «En suspenso» es una figura que nos casos una doble imposición.
se crea en la Ley 12.143 para favorecer la En el primer proyecto enviado al
exportación de ciertos productos o para Congreso se establecía la doble imposi-
contener los precios internos. ción sobre las sociedades y los accionis-
tas, pero este componente se rechazó y fiscalización. De todas maneras los re-
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nes de estudio pero que requieren aún el a todo combustible que no fuera nafta y
ensamblado del conjunto. que fuera destinado a motores de vehícu-
los que utilizaban la vía pública.
Impuesto interno a los combus
tibles // En 1932 se institucionalizó el 5.3. Reseña sobre la efectividad
Fondo Nacional de Vialidad. A él se le y costo de la recaudación // El
asignaron el impuesto adicional de m$n contrabando seguía siendo uno de los
0,05 por litro de nafta, durante 15 años, principales mecanismos de evasión im-
y el impuesto de 15% sobre el precio de positiva. En ocasiones por decomiso de
137
«Viene la crisis del año treinta, una
1934 se hacía mención detallada de las situación financiera que yo consideraría
distintas operatorias de contrabando). Se calamitosa en aquel momento. Yo veía
costea incluso el impacto presupuestario con gran preocupación la llegada de un
que el retorno de los resguardos. Se insis- Congreso muy heterogéneo que rehuiría
te también en la implementación de tor- ciertas reformas fundamentales, como la
naguías en las Aduanas del Litoral. del impuesto a los renta. Efectivamente
En 1934 se creó en la Aduana una había proyectos en ese sentido desde 1916,
oficina de fiscalizaciones. En 1936 se rea- y no obstante el poder político de Hipó-
lizaron 828 observaciones pasadas a las lito Irigoyen no se pudo sacar esa legisla-
aduanas y receptorías, se formularon 226 ción. Y yo me dije: ‹hay que crear ahora el
denuncias de las cuales 117 terminaron, impuesto a la renta en la Argentina, con
64 con fallos condenatorios y 53 sobresei- una serie de reformas impositivas›. Yo era
mientos. La inspección de documentos Subsecretario de Hacienda. Tres meses
por parte de esta oficina permitió unifor- antes de la vuelta al orden constitucional
mar los procedimientos en las distintas le propuse al Ministro de Hacienda la im-
aduanas. plantación del impuesto a la renta, pero
En agosto 1935, el Poder Ejecutivo ele- él me dijo: ‹Mire, Prebisch, no se haga
vó un Proyecto de Ley para la Represión ilusiones; dentro de pocos meses vamos
del Contrabando, que en 1937 tenía des- a entregar el gobierno constitucional; el
pacho favorable de la Comisión de Pre- General Uriburu no va a aceptar cargar
supuesto de la Cámara de Diputados. con esta enorme responsabilidad›. Le dije:
En octubre de 1936 se dictó la Ley ‹¿Me da usted autorización para que yo
12.312 de Condonación de Multas y Pró- lo vea?›. ‹Sí›. Y aproveché la firma de ese
rroga para contribuyentes morosos de día para hacerle un cuadro de la situación
diversos impuestos nacionales que ha financiera. En aquellos tiempos los subse-
afectado la recaudación de Réditos, cretarios llevábamos la firma al Presidente
Transacciones y Patentes.3 todas las noches, lo cual significaba una
vinculación con él; yo era el último, y así
5.4. Reseña de los principales no tenía él otros y podía conversar. Era un
debates parlamentarios de ca viernes por la noche y le dije: ‹Dentro de
rácter tributario // Luego de distin- pocos meses usted va a entregar el gobier-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
tos intentos de implementar el impuesto no, y una de las razones por la cual usted
a los réditos durante la década del 20, dio el golpe de Estado fue el desastre fi-
éste será finalmente introducido por un nanciero. Y va a dejar usted una situación
gobierno de facto. Raúl Prebisch, quien peor. Ya se ha hecho un esfuerzo enorme
se atribuye la redacción del proyecto ori- por reducir el déficit: se redujeron los gas-
ginal, se refirió así a la gestación de este tos de la administración en forma brutal,
decreto ley: incluso una rebaja de los sueldos, y a pe-
3. En el caso del impuesto a las Transacciones corresponde a ajuste a las liquidaciones e intervenciones ante
infractores.
5.5. Principales cambios en la
138
139
cubiertas se incluyen como impuestos también se modificaron: 10% cuota de
internos. (Se produce una mayor recau- fomento, 25% superficie, 25% población
dación de Impuestos Internos por estos y 40% consumo de combustible.
tributos), en 1933 el producido del ingre-
so a las naftas se asigna a la Dirección Régimen de coparticipación // Las
Nacional de Vialidad (y no ingresan en leyes tributarias aprobadas a fines de 1934
el tesoro nacional). (Unificación de Impuestos Internos, a las
Ventas y Réditos) prevén la distribución
5.6. Reseña de los acuerdos Na de los recursos entre el Gobierno Nacio-
ción–provincias // La ley de vialidad nal y los Gobiernos Provinciales –inclui-
de 1932 autorizaba la adhesión de las pro- da la Capital Federal–. En el primer caso
vincias al régimen de vialidad bajo ciertas y en contrapartida las provincias debían
condiciones, entre las que se encuentra derogar sus impuestos similares4. En el
la creación de un fondo provincial con caso del impuesto a las Ventas y a los Ré-
recursos propios integrado por un grava- ditos, como compensación por el uso de
men no superior a m$n 0,02 sobre el litro fuentes tributarias concurrentes. La ley
de nafta, la contribución por mejoras e de unificación de impuestos internos consti-
impuestos provinciales para vialidad. Si tuye la primera Ley Convenio. En el caso
estas condiciones se cumplían, la DNV del impuesto a las Ventas y del impuesto
estaba autorizada a distribuir el fondo a los réditos, el 82,5% correspondía al
nacional de vialidad previa deducción Gobierno Nacional y el 17,5% a los go-
de los gastos administrativos según los biernos provinciales y MCBA.
siguientes criterios: a) por partes iguales En cambio, la ley de unificación de
al 5% de las sumas ingresadas al Fondo impuestos internos era más compleja, ya
Nacional de Vialidad; b) el 35% de los re- que estas transferencias debían compen-
cursos a prorratearse un 1/3 en proporción sar a las provincias por dos efectos: a) la
al presupuesto efectivo para la construc- derogación de los impuestos al consu-
ción de caminos; un 1/3 en proporción mo y b) a las provincias productoras de
a la población y un 1/3 en proporción al vino y azúcar que exportaban la carga
consumo de nafta. La modificación de tributaria a las provincias consumidoras.
1939 limitó la coparticipación federal al Para el primer efecto se tuvo en cuenta la
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
50% del total invertido en obras y no pu- recaudación en las provincias de mane-
diendo exceder la cuota provincial. ra decreciente y la población de manera
Por otro lado, el 60% del FNV se asig- creciente a partir de 1940. Para el segun-
naba geográficamente también siguien- do caso se tuvo en cuenta la recaudación
do ciertos criterios: 20% en proporción a efectiva de 1935 y una asignación decre-
la superficie, 40% a la población y 40% ciente en el tiempo y se compensó a las
en función del consumo de nafta. En la provincias involucradas con la asunción
4. Las Memorias de Hacienda posteriores citan distintos reclamos de Nación por las provincias que no cumplen
con estos requisitos.
de las deudas o de los servicios de la deu- Según la Memoria de Hacienda de
140
Referencias
Cortés Conde, R. (2005), La economía Política de la Argentina en el siglo xx, Buenos
Aires, Edhasa.
Díaz, Alejandro (1975) Ensayos sobre la historia económica argentina. Buenos Aires,
Amorrortu
García Vizcaíno, J (1974). Tratado de Política Económica. Buenos Aires, EUDEBA
Herschel, F., y S. Itzcovich (1957). «Fiscal Policy in Argentina», Public Finance, 12,
N° 2–3.
Porto, A. Director (2004). Disparidades regionales y federalismo fiscal. La Plata,
Edulp.
Prebisch, Raúl (1991). Obras. Tomo II. Buenos Aires, Fundación Eugenio Blanco.
Programa Conjunto de Tributación OEA–BID (1963). «Estudio sobre política
fiscal en Argentina».
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
5. Se incluyen casos de Deuda Flotante, Títulos Públicos Provinciales y Deudas con los Organismos de Previsión
Social Provincial (en el caso de Corrientes).
Concurso abierto: trabajos seleccionados
141
Magdalena Aguerre
Lic. en Economía (UADE). Docente universitaria.
alícuotas y las bases imponibles. Para los antiguos impuestos a las ventas, el IVA
quitarle variabilidad a la comparación, genera información acerca de la produc-
se optó por trabajar con una suerte de ción, distribución y proceso de venta, lo
«común denominador» fiscal, presente cual alivia el trabajo de auditoría impo-
en muchos países: el Impuesto al Valor sitiva. Desde su introducción, se ha con-
1. Donde ciertos niveles de tributación son tolerados y más allá de ellos la rebelión fiscal de los contribuyentes
ocasiona una disrupción del «contrato social» entre los contribuyentes y el fisco. Se relaciona con lo anterior la
calidad de la representación política tal como la experimentan los ciudadanos–contribuyentes (no taxation without
representation).
vertido en una de las principales fuentes sión de la literatura sobre los temas que
143
de recaudación en América Latina en su aquí se estudian. La tercera sección, es de
conjunto. Su participación ha pasado del carácter empírico: se presenta la base de
19,6% de la recaudación en 1990 a 31% datos, se discuten los valores, se forma-
en el año 2000, y representa el 4,4% del lizan las hipótesis y se efectúan los cál-
Producto Bruto Interno (PBI) regional en culos e interpretación de las regresiones.
términos de recursos. Los países que pre- Finalmente, en la última sección, se de-
sentan una mayor dependencia del IVA en tallan los hallazgos.
sus sistemas fiscales son Argentina, Chile
y Uruguay, con una recaudación prome- Discusión teórica // Comparando los
dio del orden del 7% del PBI, y alícuotas sistemas impositivos de América Latina
más altas que el resto de los países de con los de países desarrollados, Martner
la región (Martner & Tromben, 2004). y Tromben (2004) hallan grandes dife-
No se observan diferencias importantes rencias entre la carga tributaria entre los
en las alícuotas de los países de altos in- países de la Organización para la Coope-
gresos y los países en desarrollo, salvo en ración y el Desarrollo Económico (OCDE)
casos particulares. La participación de y de América Latina, tanto en términos
ingresos por IVA sobre el total de ingre- de composición como de magnitud. Para
sos fiscales iba, en 2003, desde el 6,6% en el año 2000, la carga tributaria de los
Japón –con una alícuota baja del 5%–, al países de la OCDE, más que duplicaba la
40,5% en Chile –alícuota del 19%–. En de América Latina: era del 37,2% del PBI
Argentina, la participación del IVA era en para el promedio de OCDE, mientras que
la misma fecha del 21,5% de los recursos para 19 países de América Latina cons-
tributarios, con una alícuota del 21% (Ai- tituía el 16,5% del PBI. En términos de
zenman & Jinjarak, 2005). composición, los países de la OCDE tie-
Los resultados del trabajo empírico nen un componente muy fuerte de con-
aquí realizado, que cruza variables eco- tribuciones a la seguridad social, lo cual
nómicas e institucionales, denotan que resulta explicado por su demografía, que
estas últimas son determinantes positivas impone necesidad de financiar una pro-
y estadísticamente significativas de la re- porción relativamente muy importante
caudación impositiva. Un sistema fiscal, de población pasiva.
ceteris paribus, reportará mejores resul- Adicionalmente, dentro de América
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
señoreaje. Pero, debido a la integración 52,4% –un poco por debajo del promedio
comercial y a los procesos de estabiliza- de América Latina–, con un descenso
ción macroeconómica, las naciones tu- respecto de años anteriores con un nivel
vieron que buscar alguna alternativa de que en 1994 era de 67,1% y en 1997 de
financiamiento. Muchos países adopta- 60,6%. Debe recordarse que 2001 fue un
ron el IVA. Afirman Aizenman y Jinjarak año de severa crisis macroeconómica en
(2005) que, en la actualidad, el IVA ocupa Argentina.
un lugar central en los países que lo han El IVA es una forma muy simple que
adoptado (136), recaudando un 25% de tiene el gobierno para hacerse de dinero.
los ingresos mundiales totales. Pero ¿es una «máquina de hacer dinero»?
Martner y Tromben (2004), calculan Los defensores del IVA usaron tradicio-
potencial (dado el diseño legal del im- bierno es más o menos coincidente con
puesto) que, para los países de América el desarrollo del IVA (Keen, 2007). Por
Latina incluidos en el estudio durante otra parte, el IVA funciona mal cuando
2001, era del 53,2%, registrando valores existe un sector informal en la economía,
por encima de la media Ecuador (86,5%), como sucede en los países en desarrollo,
Brasil (71%), Chile (69,8%) y República al representar una potencial distorsión
Dominicana (64,5%), y estando por deba- porque genera una mala asignación de
jo de dicho promedio Nicaragua (32,3%), recursos entre ambas actividades –for-
México (34,3%), Colombia y Venezuela mal e informal–, e indirectamente por la
pérdida de ingresos que se produce. Al y a los productos intermedios, lo cual ge-
145
respecto, hay quienes sostienen que los nera una reducción en las exportaciones
impuestos a las importaciones son fáciles y en el PBI.
de administrar y podrían ser pagados por El IVA es un impuesto muy vulne-
el sector informal, en la medida en que rable ante la evasión. Por ejemplo, para
parte de los insumos que utilizan para el caso de Argentina se estima que en
su producción sean importados. Emran el año 2006 su incumplimiento fue del
y Stiglitz (2005), argumentan que el IVA 21,2% (Salim y D’Angela, 2007), y en va-
debe ser menor que las tarifas cuando rios países de Europa se estima que las
existe un sector informal en la economía pérdidas por evasión ascienden al 10%
–la mayor parte del IVA recaudado en los (año 2004) (Keen, 2007). Muchas de las
países en desarrollo viene de las importa- formas en las cuales el IVA está expuesto
ciones, y entonces funciona precisamen- al fraude y a la evasión son similares al
te como una tarifa para los compradores resto de los impuestos, pero tiene además
del sector informal–. Todavía, muchos una particularidad dada por su estruc-
países en desarrollo tienen un fuerte tura: como un impuesto a las ventas, los
componente de este tipo de tarifas. Pero vendedores pueden tratar de evadir el
en la medida en que se siga liberalizan- impuesto subdeclarando sus ventas.
do el comercio, la pregunta que surge es Varias propuestas se han esgrimido
cómo harán estos países para reemplazar para solucionar los problemas de eva-
las pérdidas en este tipo de impuestos sión y fraude. En primer lugar, el reverse
por recursos domésticos. Y aquí, nueva- charging, que prevé que la responsabi-
mente, la política convencional da un rol lidad del IVA recaiga sobre los compra-
fundamental al IVA (Keen, 2007). dores en lugar de sobre los vendedores.
En términos generales, la adopción El problema con esto es que diferir la
del IVA –especialmente en países en de- responsabilidad del IVA a la venta final a
sarrollo– está generalmente vista como una persona que no está registrada, hace
un elemento central de un programa que el IVA se convierta en un impuesto a
de modernización de la administración las ventas minoristas, perdiendo de esta
tributaria. Pero, por otro lado, cuando manera el mérito distintivo que tiene de
se quiebra la «cadena» del IVA, pueden que sus ingresos están protegidos por ser
generarse ineficiencias en la producción, recaudados a lo largo de toda la cadena
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
lo cual puede, en principio, contrarrestar productiva. En segundo lugar, los vat ac-
los beneficios de una mayor recaudación counts, es decir, exigirles a los vendedores
impositiva. Adicionalmente, está proba- que abran una cuenta bancaria especial
do que el IVA es vulnerable a la evasión, y en la que deban depositar el monto de
al «paseo» de las facturas. Y las imperfec- IVA cargado a sus clientes. El problema
ciones en el sistema de devolución, y/o las que tiene son los costos asociados que
excesivas exenciones, pueden significar trae.
que el IVA, en la práctica, esté funcionan- Llach y Llach (2000) postulan que
do como un impuesto a las exportaciones suele considerarse al IVA como un im-
puesto ideal. Desde el punto de vista teó- recer también sesgos respecto del uso de
146
rico, suele argumentarse que al aplicarse los distintos factores productivos –tierra,
sobre el valor generado en cada etapa del trabajo y capital humano, tecnología, ca-
proceso productivo, y sobre todos los pital–.
factores de producción, no genera efectos Hay dos sesgos que se pueden atenuar
cascada ni distorsiona la asignación de por medio de una buena administración
recursos. Sin embargo, los autores sostie- tributaria. Por ejemplo, el referido a la
nen que no necesariamente en la práctica inversión, ya que es una de las activida-
se observan las virtudes propuestas por des más afectada por la distorsión finan-
la teoría, y se centran en dos aspectos. En ciera propia del IVA. Muchos países han
primer lugar, la principal crítica que ha- implementado sistemas de recuperación
cen es el hecho de que la teoría presupo- acelerada del IVA inversión. El otro sesgo
ne que todas las transacciones se produ- que puede evitarse es el relacionado a la
cen simultáneamente, mientras que en la devolución del IVA compras contenido en
práctica no sucede esto: hay un desfasaje las exportaciones.
temporal entre el pago del IVA compras Hay problemas prácticos para atenuar
y la liquidación del IVA ventas, que afec- sesgos del IVA: la gestión de las devolu-
ta mucho a determinadas actividades. ciones puede traer aparejados costos de
En segundo lugar, los defensores del IVA transacción muy altos; las devolucio-
sostienen que por su característica pluri- nes pueden generar/incentivar actos de
fásica, está menos expuesto al riesgo de corrupción; las autoridades fiscales se
evasión. Adicionalmente, postulan que pueden ver tentadas a utilizar las devolu-
la evasión en la etapa final, sólo afecta al ciones como variable de ajuste ante nece-
valor agregado por la misma y no a la to- sidad de fondos.
talidad del valor, como ocurriría con un Los sesgos naturales al IVA, presentes
impuesto a las ventas minoristas. en cualquier sistema vigente en el mun-
Luego analizan porqué esto no es do son: a) sesgo contra los procesos de
tan así. El funcionamiento del IVA im- producción largos: por ejemplo cría de
plica un préstamo de los contribuyentes ganado –es más lenta la recuperación del
al Estado a tasa cero. Es un impuesto IVA compras–; b) sesgos contra las activi-
al devengado, no al percibido: el hecho dades más intensivas capital: la inversión
imponible es la facturación, por lo tanto es la que más tiempo tarda en recuperar
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
grava las compras y ventas devengadas, el IVA compras, por lo tanto se corre el
con total independencia de los plazos de riesgo de que la economía produzca un
pago. La existencia de este financiamien- nivel subóptimo de inversión; c) sesgo
to tiene tres consecuencias: aumentan los contra la utilización de los insumos com-
costos de producción –dada la diferente plementarios, respecto de la tierra, en las
estructura temporal de los procesos pro- actividades primarias: la existencia del
ductivos–, aparecen sesgos entre sectores IVA llevará a una combinación tal que se
y, dada la diferente estructura factorial utilice más tierra y menos insumos vin-
de los sectores económicos, pueden apa- culados a la tecnología –por lo expuesto
en b–; d) sesgo contra las actividades más en particular, por lo cual el riesgo de
147
competitivas y contra los bienes transa- evasión no detectada es mayor.
bles internacionalmente, por la demora 3. Se argumenta que los comercios mi-
en las devoluciones; e) sesgo pro valor noristas son más pequeños y que por
agregado «tradicional»; f) sesgo procí- eso son más propensos a la evasión.
clico; g) sesgo contra las PyMes (Llach y Si bien esto puede llegar a ser así en
Llach, 2000). la práctica, también hay que tener en
Keen y Smith (2007), argumentan cuenta la posibilidad de evasión de las
que su mecanismo de crédito y devo- grandes empresas.
lución ofrece especiales oportunidades 4. Es difícil identificar el destino final
para el abuso, aún en la Unión Europea. de los bienes comprados, si son usa-
Las medidas administrativas no pare- dos como «insumo» de una empresa
cen haber alcanzado para contrarrestar o como consumo de una familia. Hay
el problema y se discute el rediseño del casos de compras de vehículos, com-
impuesto. Llach y Llach (2000), postu- putadoras, etcétera, de uso personal
lan que en Argentina el componente más pero que se facturan a nombre de una
importante de la evasión es la «industria empresa para descargar el IVA.
de fabricación de facturas». La evasión en
el IVA resulta ser mucho más fuerte por Bocco (1999), argumenta que los pro-
la «inflación» de las compras que por la cesos básicos de cumplimiento tributario
subdeclaración de las ventas, por las si- están asociados a los acuerdos existentes
guientes razones: entre la sociedad y su Estado; los impues-
tos devengados encuentran correlato con
1. El IVA es un impuesto a las ventas la provisión de bienes públicos ofrecida
combinado con un subsidio a las com- por la acción estatal. De esta forma, los
pras: aunque económicamente el IVA ingresos del estado nos dan una idea de
grava el valor agregado, en la práctica la «cantidad» de bienes públicos que el
no lo hace. Las empresas no calculan Estado proveerá.
el valor agregado sobre el cual aplicar Existen una serie de factores que de-
el impuesto, sino que aplican el im- terminan la capacidad de poder hacer
puesto a las ventas. efectiva la planificación realizada por el
2. Comúnmente se argumenta que el Estado en cuanto al nivel de provisión
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
IVA distribuye las obligaciones im- de estos bienes y servicios públicos. Una
positivas entre un mayor número de considerable acumulación de desaciertos
empresas, con lo cual el riesgo de eva- gubernamentales rompe los pactos tri-
sión se reduce. Si existiera una rela- butarios e instalan debilidad en las ins-
ción entre el número de empresas y el tituciones dedicadas a la administración
riesgo de evasión, en todo caso sería financiera de los ingresos públicos. Las
negativa: a mayor número de empre- «malas gestiones» generan desincentivos
sas, menor es el tiempo y los recursos a los ciudadanos a cumplir con dichas
que se puede dedicar a ver cada caso obligaciones, por lo que las instituciones
se ven debilitadas. No es suficiente con tucionales inciden positivamente en el
148
149
PBI por la alícuota. Dicho cociente, la ley (rule_of_law), calidad de la re-
que llamaremos iva_normalizado, gulación (regulatory_quality), trans-
denota el rendimiento en términos de parencia (voice_and_accountability) y
recaudación por cada punto porcen- control de la corrupción (control_of_
tual de IVA legislado2. Esa variable fue corruption) (Ver Kaufman et al.,
calculada para todos los países. Los 2007).
valores son todos para el año 2003.
2. Otro grupo de variables son de carác- En el Cuadro N° 1 se muestran las
ter económico y demográfico para el estadísticas descriptivas de las variables
mismo período. Se obtuvieron para y, en Anexo, la base de datos comple-
los mismos países de la muestra an- ta. Resulta importante destacar que la
terior a partir del Fondo Monetario muestra abarca una población de más de
Internacional, que compila estadísti- 1.600 millones de personas y un tercio
cas nacionales. Se dispone de infor- del PBI mundial. Incluye países de muy
mación referida a crecimiento del PBI diferentes niveles de desarrollo –PBI per
en el período, inflación medida por cápita a paridad de poder de compra en
el Índice de Precios del Consumidor promedio de 10.900 dólares, pero con
(IPC), PBI corriente, PBI corriente per un desvío estándar de 9.500–. Argenti-
cápita, PBI a la paridad de poder de na, para un IVA bastante generalizado en
compra y la misma medida per cápita, cuanto a su alcance respecto de las poten-
participación del PBI a paridad de po- ciales bases imponibles, logra por punto
der de compra en el total mundial y de alícuota un 64% de lo que recauda en
población. términos del PBI el promedio simple de
3. Finalmente, de toda la amplia gama países incluidos por punto de alícuota.
de indicadores de tipo institucional3, La población, el PBI per cápita a paridad
se seleccionaron seis elaborados por el de poder de compra y la participación del
Banco Mundial, que siguen una me- IVA en la recaudación de Argentina para
todología uniforme, abarcan toda la ese año estaban aproximadamente en el
muestra de países y vienen acumulan- promedio.
do información para diversos perío- Las correlaciones simples entre las va-
dos, incluido el de referencia. Son los riables4 arrojan algunos resultados inte-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
cuota legal (0,0393), alta correlación posi- 8% de dispersión– y 2,3% del PBI –con
tiva con el PBI per cápita a paridad de 2,2% de desvío estándar–. Los valores
poder de compra y las seis variables insti- más altos de los indicadores de desarrollo
tucionales (de 0,77 a 0,87), y presenta institucional los tienen los países escan-
baja y positiva correlación con la partici- dinavos incluidos en la muestra (Norue-
pación del IVA en la recaudación, la im- ga y Finlandia) y Canadá.
portancia del país en el PBI mundial me- Se postula que el rendimiento del IVA
dido a paridad de poder de compra, en normalizado, como se lo definió antes,
tanto que es negativa –pero baja– con la es función del nivel de desarrollo econó-
población. mico –aproximado por el PBI per cápita
En promedio, la alícuota es del 16% medido a paridad de poder de compra–,
en los 44 países –dispersión del 5%–, con de la estructura impositiva –representada
una antigüedad de 18 años –desvío es- por la participación del IVA en el total de
tándar de 9%–. El IVA representa en pro-
col1 0
ali 44 0,1619545 0,0489499 0,05 0,25
ant 44 18,09091 9,40514 4 36
crec_pbi 44 4,040909 3,253929 -7,8 13,9
infl_ipc 44 6,881818 7,606584 -0,2 31,1
iva_rec 44 0,2231818 0,0874136 0,055 0,405
pbi_corr 44 263,6771 676,3136 3,624 4234,917
pbi_pc 44 7924,292 11287,55 256,33 49316,72
pbi_ppp 44 376,1664 638,0125 10,036 3547,506
pbi_ppp_mu~o 44 0,7163409 1,215026 0,019 6,756
pbi_ppp_pc 44 10921,08 9544,512 907,629 37581,63
Pobl 44 37,13241 51,32601 0,723 213,551
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
151
les. cativas desde el punto de vista estadísti-
Desde el punto de vista empírico, las co –como la alícuota porcentual del IVA,
estimaciones alternaron una variable ins- la antigüedad del impuesto en años o la
titucional con la variable económica y la participación del PBI del país en el total
de estructura impositiva. La ecuación a mundial (valuado en paridad de poder de
estimar es 1), donde hay seis versiones se- compra)–.
gún la variable institucional a incluir: ¿Por qué no se incluyeron todas las
variables institucionales juntas? La posi-
1. Recaudación en términos del PBI por bilidad se descartó por la elevada corre-
punto de IVA (iva_normalizado) = f lación que tienen entre sí los índices de
(PBI per cápita en paridad de poder calidad institucional. En el Cuadro N° 2,
de compra, participación del IVA en se muestran las correlaciones de todas
la recaudación total, variable institu- las variables individuales incluidas en las
cional). regresiones. Se advierten las altas corre-
laciones que presentan entre sí las varia-
Se esperaba una sensibilidad positiva bles institucionales y de éstas con el PBI
del primer determinante y del último, y per cápita valuado a paridad de poder de
iva_normal~ 1,0000
pbi_ppp_pc 0,8720 1,0000
iva_rec 0,1459 -0,1046 1,0000
voice_acco~y 0,7782 0,7760 0,0260 1,0000
political_~y 0,6772 0,7121 -0,1061 0,8087 1,0000
government~s 0,8431 0,8784 -0,0126 0,8685 0,7892 1,0000
regulatory~y 0,7892 0,7875 0,0651 0,9067 0,7472 0,9473 1,0000
rule_of_law 0,8288 0,8445 -0,0613 0,8783 0,8434 0,9501 0,9126 1,0000
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
control_of~ 0,8312 0,8592 -0,0437 0,8457 0,8072 0,9673 0,9049 0,9515 1,0000
a priori no se hacía una presunción sobre compra. También se ve que es muy baja
el signo de la participación del IVA en la la correlación entre el elevado desarrollo
recaudación total –como se dijo, la co- institucional medido por las seis variables
rrelación con la variable dependiente es y una estructura impositiva dependiente
positiva, pero de bajo valor absoluto en del IVA –participación del IVA en la recau-
0,14–. Otras variables se testearon en las dación–.
En el Cuadro N° 3 se presentan los casos al 99%, y el modelo en su conjunto
152
resultados del estudio. Los signos espe- es significativo, como lo indican los ele-
rados para los coeficientes se verificaron vados registros del estadístico f– y robus-
en las estimaciones y se mantienen en tos. Los coeficientes de las variables pbi_
las distintas versiones del modelo. La ppp_pc e iva_rec, se mantienen cuando
única variable institucional que resulta se alteran las variables institucionales.
no significativa, desde el punto de vista De éstas, el imperio de la ley y el control
estadístico, es la de estabilidad política, de la corrupción son significativos por
que individualmente presenta elevada encima del 5%, en tanto efectividad del
correlación con todas las demás variables gobierno, transparencia y calidad de la
institucionales. Las restantes cinco re- regulación son significativos por encima
gresiones muestran resultados estadísti- del 10%. El R2 ajustado promedia el 82%,
camente significativos –las variables son de modo que cuatro quintos de la varian-
significativas en términos individuales a za de la variable dependiente, están ex-
niveles no menores al 10%, y en muchos
Control de la
corrupción
0,0327272**
(control_of_
corruption)
Efectividad
del gobierno
0,0320663***
(government_
effectiveness)
Transparencia
(voice_and_ 0,0251557***
accountability)
Variables Coeficiente Coeficiente Coeficiente Coeficiente Coeficiente Coeficiente
153
independien- estimado y estimado y estimado y estimado y estimado y estimado y
tes significación significación significación significación significación significación
Calidad de
la regulación
0,0243171***
(regulatory_
quality)
Estabilidad
política (politi- 0,0150198
cal_stability)
Constante -,000439 -,0046151 -,0076427 -,0161232 -,0138091 -,0237246
R2 ajustado 0,8313 0,8243 0,8199 0,8195 0,8171 0,8124
F(3, 40) 71,61 68,26 66,24 66,09 65,02 63,08
N 44 44 44 44 44 44
* = significativa al 99%, ** = significativa al 95%, *** = significativa al 90%
alícuota–. La regresión –el modelo– es- tina el valor del índice de imperio de
tablece que: la ley que tiene Uruguay, su registro de
iva_normalizado debería estar un 84%
iva_normalizado = −0,000439 + arriba, y si se le imputara el valor de Chi-
0,00000737 pbi_ppp_pc + 0,289814 le, llegaría un 107% por encima de su
iva_rec + 0,035076 rule_of_law rendimiento actual, según se desprende
del modelo.
Los valores para Argentina son 11699
para pbi_ppp_pc, 0.215 para iva_rec y
Los resultados fueron contundentes. Se encontraron
154
155
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Ant
Crec_pbi
Infl_ipc
iva_rec
pbi_corr
pbi_pc
pbi_ppp
pbi_ppp_mundo
pbi_ppp_pc
Albania 0,200 7 5,7 2,3 0,346 5,6 1.805 14,0 0,027 4.525
Argentina 0,210 28 8,8 13,4 0,215 127,6 3.371 443,0 0,844 11.699
Azerbaiján 0,180 11 10,4 2,2 0,160 7,3 880 27,9 0,053 3.372
Bielorrusia 0,180 11 7,0 28,4 0,196 17,8 1.810 60,5 0,115 6.144
Bélgica 0,210 32 1,0 1,5 0,176 310,5 29.869 313,1 0,596 30.113
Bolivia 0,149 30 2,9 3,3 0,336 8,1 898 22,8 0,043 2.523
Brasil 0,205 36 1,1 14,8 0,092 552,2 3.085 1402,2 2,670 7.834
Camerún 0,187 4 4,0 0,6 0,279 13,6 807 33,4 0,064 1.976
Canadá 0,070 12 1,8 2,7 0,133 868,5 27.455 967,2 1,842 30.576
Chile 0,190 28 4,0 2,8 0,405 74,0 4.698 164,2 0,313 10.425
Colombia 0,160 28 3,9 7,1 0,287 79,5 1.782 300,6 0,572 6.742
Costa Rica 0,130 28 6,4 9,4 0,166 17,5 4.195 39,9 0,076 9.564
Chipre 0,150 11 1,8 4,1 0,162 13,3 18.387 18,4 0,035 25.481
Estonia 0,180 11 7,1 1,3 0,321 9,6 7.073 17,3 0,033 12.779
Finlandia 0,220 9 1,8 1,3 0,297 165,0 31.657 151,9 0,289 29.134
Grecia 0,180 16 4,9 3,4 0,358 222,3 20.075 236,0 0,449 21.309
Guinea 0,180 7 1,2 12,9 0,055 3,6 413 19,5 0,037 2.217
Honduras 0,120 27 3,5 7,7 0,074 6,9 995 18,7 0,036 2.708
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
Hungría 0,250 15 4,1 4,6 0,201 84,4 8.323 157,9 0,301 15.564
Indonesia 0,100 18 4,8 6,8 0,219 234,8 1.100 754,1 1,436 3.531
Italia 0,200 30 0,0 2,8 0,152 1510,1 26.308 1600,7 3,048 27.887
Japón 0,050 14 1,4 -0,2 0,066 4234,9 33.180 3547,5 6,756 27.794
Corea del Sur 0,100 26 3,1 3,5 0,238 608,3 12.711 926,7 1,765 19.363
Fuente:
Rec_pbi
accountability
Voice_
stability
Political_
effectiveness
Government_
Regulatory_quality
Rule_of_law
corruption
Control_of_
iva_normalizado
Albania 3,1 0,013 0,02 -0,43 -0,56 -0,44 -1,01 -0,76 0,07
Argentina 37,9 0,019 0,32 -0,29 -0,34 -0,67 -0,65 -0,43 0,09
Azerbaiján 8,3 0,005 -0,87 -1,40 -0,76 -0,60 -0,84 -1,02 0,03
Bielorrusia 9,8 0,004 -1,29 0,15 -1,10 -1,71 -1,34 -0,95 0,02
Bélgica 10,4 0,075 1,48 1,03 1,91 1,38 1,51 1,57 0,36
Bolivia 9,0 0,014 -0,05 -0,67 -0,26 -0,03 -0,44 -0,81 0,09
Brasil 179,0 0,009 0,38 0,01 0,10 0,32 -0,33 0,05 0,04
Camerún 16,9 0,011 -1,14 -0,60 -0,62 -0,77 -1,03 -0,79 0,06
Canadá 31,6 0,023 1,54 1,17 2,12 1,53 1,77 2,06 0,33
Chile 15,7 0,044 1,09 0,87 1,28 1,50 1,14 1,21 0,23
Colombia 44,6 0,012 -0,56 -2,21 -0,23 -0,02 -0,92 -0,44 0,08
Costa Rica 4,2 0,017 1,06 0,90 0,47 0,54 0,66 0,80 0,13
Chipre 0,7 0,028 1,06 0,41 1,21 1,21 0,86 0,94 0,19
Estonia 1,4 0,029 1,09 1,07 1,16 1,42 0,72 0,80 0,16
Finlandia 5,2 0,099 1,58 1,65 2,23 1,91 1,90 2,42 0,45
Grecia 11,1 0,061 1,02 0,58 0,84 1,05 0,75 0,58 0,34
Guinea 8,8 0,001 -1,19 -0,61 -0,88 -1,11 -1,07 -0,83 0,01
Honduras 6,9 0,005 -0,18 -0,45 -0,59 -0,51 -0,86 -0,71 0,04
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
Hungría 10,1 0,034 1,25 0,99 0,86 1,15 0,82 0,63 0,14
Indonesia 213,6 0,009 -0,45 -2,03 -0,58 -0,61 -0,97 -0,97 0,09
Italia 57,4 0,046 0,99 0,48 0,88 1,04 0,76 0,75 0,23
Japón 127,6 0,015 1,02 1,17 1,09 0,98 1,32 1,07 0,30
Corea del Sur 47,9 0,023 0,79 0,32 0,90 0,66 0,65 0,40 0,23
Fuente:
Ali
Ant
Crec_pbi
Infl_ipc
iva_rec
pbi_corr
pbi_pc
pbi_ppp
pbi_ppp_mundo
pbi_ppp_pc
Mauricio 0,150 5 3,8 5,1 0,199 5,2 4.240 13,6 0,026 11.142
México 0,150 23 1,4 4,5 0,215 638,7 6.244 962,7 1,833 9.412
Marruecos 0,200 17 5,5 1,2 0,242 43,8 1.484 121,5 0,231 4.117
Nepal 0,100 6 3,3 4,0 0,280 5,9 256 37,3 0,071 1.629
Nicaragua 0,140 28 2,5 6,5 0,118 4,1 748 18,4 0,035 3.348
Noruega 0,240 33 1,0 2,5 0,255 225,3 49.317 171,7 0,327 37.582
Pakistán 0,150 13 4,9 3,1 0,157 82,6 563 315,0 0,600 2.146
Panamá 0,050 26 4,2 0,6 0,085 12,9 4.155 20,7 0,039 6.659
Paraguay 0,100 10 3,8 14,2 0,377 5,6 986 25,8 0,049 4.582
Perú 0,190 30 3,9 2,3 0,352 61,5 2.330 143,3 0,273 5.430
Trinidad y
0,150 13 13,9 3,8 0,208 12,0 9.374 15,7 0,030
Tobago
Fuente:
Rec_pbi
accountability
Voice_
stability
Political_
effectiveness
Government_
Regulatory_quality
Rule_of_law
corruption
Control_of_
iva_normalizado
Mauricio 1,2 0,009 0,88 0,93 0,67 0,65 0,92 0,37 0,06
México 102,3 0,014 0,24 -0,15 0,18 0,40 -0,37 -0,19 0,09
Marruecos 29,5 0,019 -0,64 -0,34 -0,08 -0,16 -0,05 -0,10 0,10
Nepal 22,9 0,004 -0,86 -1,83 -0,57 -0,54 -0,54 -0,23 0,04
Nicaragua 5,5 0,006 -0,02 -0,24 -0,61 -0,34 -0,62 -0,45 0,04
Noruega 4,6 0,106 1,52 1,41 2,07 1,37 1,91 2,13 0,44
Pakistán 146,8 0,005 -1,25 -1,70 -0,53 -0,74 -0,81 -0,74 0,03
Panamá 3,1 0,009 0,49 0,19 -0,10 0,37 -0,14 -0,22 0,18
Paraguay 5,6 0,010 -0,46 -0,75 -0,95 -0,63 -1,12 -1,24 0,10
Perú 26,4 0,024 0,01 -0,99 -0,42 0,12 -0,62 -0,15 0,13
Polonia 38,2 0,033 1,11 0,63 0,55 0,62 0,51 0,41 0,15
Rusia 145,0 0,012 -0,58 -0,85 -0,22 -0,38 -0,91 -0,78 0,07
Senegal 11,1 0,015 0,04 -0,41 -0,19 -0,23 -0,26 -0,35 0,09
Sudáfrica 46,0 0,028 0,77 -0,36 0,68 0,59 0,04 0,34 0,20
Tailandia 64,0 0,013 0,32 -0,06 0,24 0,25 0,07 -0,35 0,19
Trinidad y
1,3 0,022 0,58 -0,16 0,50 0,73 0,12 0,06 0,15
Tobago
Túnez 9,9 0,012 -0,80 0,16 0,53 0,06 0,05 0,42 0,07
Turquía 69,5 0,018 -0,14 -0,80 0,11 0,12 -1,31 -0,24 0,10
Uruguay 3,4 0,033 1,05 0,62 0,55 0,34 0,54 0,73 0,14
Venezuela 25,4 0,020 -0,44 -1,28 -0,99 -1,11 -1,24 -1,08 0,13
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
Zambia 11,1 0,026 -0,32 -0,12 -0,80 -0,58 -0,64 -0,85 0,15
Promedio 37,1 0,024 0,238 -0,091 0,222 0,208 -0,024 0,070 0,14
Suma 1633,8
Fuente:
ali
ant
crec_pbi
infl_ipc
iva_rec
pbi_corr
pbi_pc
pbi_ppp
mu~o
pbi_ppp_
ali 1,0000
ant 0,1633 1,0000
crec_pbi 0,0004 -0,1571 1,0000
infl_ipc 0,1340 -0,0374 0,2029 1,0000
iva_rec 0,2775 -0,1112 0,0870 0,0745 1,0000
pbi_corr -0,3245 0,0506 -0,2397 -0,1692 -0,3289 1,0000
| 0,0912 0,1708 0,3150 -0,3068 -0,1060 0,4968 1,0000
pbi_ppp -0,2926 0,1074 -0,2128 -0,0979 -0,3282 0,9352 0,3979 1,0000
pbi_ppp_mu~o -0,2926 0,1074 -0,2128 -0,0978 -0,3282 0,9352 0,3979 1,0000 1,0000
pbi_ppp_pc 0,1039 0,1691 0,2713 -0,3030 -0,1046 0,4600 0,9575 0,3996 0,3996
pobl -0,2052 0,0854 -0,0688 0,0618 -0,2063 0,4075 -0,0540 0,6477 0,6477
rec_pbi 0,4698 0,2322 -0,2432 -0,2187 0,2852 0,0409 0,7927 -0,0225 -0,0225
voice_acco~y 0,1025 0,3103 -0,1792 -0,3354 0,0260 0,2642 0,6759 0,2142 0,2142
political_~y 0,1917 0,1245 -0,1175 -0,2293 -0,1061 0,2744 0,6457 0,1642 0,1642
government~s 0,1341 0,1895 -0,1577 -0,4513 -0,0126 0,2913 0,8018 0,2448 0,2448
regulatory~y 0,0944 0,2305 -0,1162 -0,5246 0,0651 0,2735 0,6992 0,2267 0,2267
rule_of_law 0,0868 0,1797 -0,1751 -0,4891 -0,0613 0,3251 0,7874 0,2273 0,2273
control_of n 0,1753 0,2227 -0,2142 -0,4003 -0,0437 0,2877 0,8059 0,2087 0,2087
iva_normal o 0,0393 0,1662 -0,2708 -0,3175 0,1459 0,3378 0,8878 0,2496 0,2496
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
161
pbi_ppp_pc
pobl
rec_pbi
voice_acco~y
political_~y
government~s
regulatory~y
rule_of_law
control_of n
iva_normal o
ali
ant
crec_pbi
infl_ipc
iva_rec
pbi_corr
|
pbi_ppp
pbi_ppp_mu~o
pbi_ppp_pc 1,0000
pobl 0,0613 1,0000
rec_pbi 0,7606 -0,2356 1,0000
voice_acco~y 0,7760 -0,1801 0,6718 1,0000
political_~y 0,7121 -0,3336 0,6046 0,8087 1,0000
government~s 0,8784 -0,1169 0,7476 0,8685 0,7892 1,0000
regulatory~y 0,7875 -0,1289 0,6851 0,9067 0,7472 0,9473 1,0000
rule_of_law 0,8445 -0,1992 0,7172 0,8783 0,8384 0,9501 0,9126 1,0000
control_of n 0,8592 -0,1816 0,7610 0,8457 0,8072 0,9673 0,9049 0,9515 1,0000
iva_normal o 0,8720 -0,1416 0,8690 0,7782 0,6772 0,8341 0,7892 0,8288 0,8312 1,0000
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
Red Federal de Administraciones Tributarias
Alejandro Otero
Contador Público. Magíster Scientiarium en
Administración Pública. Profesor Regular UBA.
Ex Director General de Rentas de la Ciudad
Autónoma de Bs. As. Asesor del Instituto AFIP
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
* Este trabajo refleja exclusivamente las opiniones del autor. De ningún modo comprometen a las Instituciones en
las que se desenvuelve.
Acumulación, legitimación y ciu sión del gasto público; que pasó de repre-
163
dadanía. // El estado contemporáneo sentar durante la etapa previa menos
tiende a asegurar la acumulación de ca- del 15% del pbi en las economías más
pital y la legitimación del orden estable- avanzadas, a más del doble. E incluso a
cido y es un hecho que la expansión de superar holgadamente los 40 puntos del
la ciudadanía sirvió con solvencia a una Producto en algunas de las experiencias
y otra. europeas.
La ilusión de igualdad que promete Semejante salto se tradujo en la ne-
toda democracia que se precie, impulsó cesidad creciente de aumentar la presión
la generalización de derechos desde la fiscal para asegurar un financiamiento
esfera de lo jurídico y político hasta al- sustentable. La resolución eficaz de este
canzar lo social. A partir de la segunda desafío supuso una doble condición para
posguerra del siglo pasado y en el marco el nuevo concepto de ciudadanía. Así
del auge de las ideas keynesianas y el te- junto a la expansión de los derechos se
mor de las elites a la revolución, se con- asentó la obligación de cumplimiento a
solidan las políticas públicas orientadas su sustento.
a garantizar una serie de derechos míni- Nace entonces una nueva mirada
mos (a la salud, la educación, la vivienda, acerca de la obligación de contribuir.
la cobertura en la vejez o en situación de Obligación que desde que el estado es es-
desempleo, etc.) a todos los ciudadanos tado rige una buena parte de la vida de la
por igual. humanidad; pero que, desde el estado li-
El tradicional y consagrado principio beral en adelante y marcadamente a par-
de igualdad de oportunidades adquiere tir de la segunda mitad del siglo pasado,
nuevas dimensiones. Y si bien la expe- comienza a ser socialmente internalizada
riencia es diversa y los grados de avance como necesaria y legítima.
varían mucho según los casos, la tenden-
cia resultó generalizada entre los países Tributos Impuestos // Tradicional-
con economías de mercado y ha resistido mente la contribución al financiamiento
–en gran medida– el embate neoliberal del estado fue resistida. El tributo ope-
de las últimas décadas. raba y se percibía como una limitación
El lento proceso que llevó al acompa- al ejercicio de la libertad individual. Una
ñamiento de la noción de libertad con vulneración del espacio de decisiones so-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
1. En este marco, la recurrente apelación a la neutralidad de los impuestos que se esgrime en la actualidad no deja
de ser curiosa. ¿Puede explicarse en términos de neutralidad la exención extendida a las ganancias de capital y a la
renta financiera que brinda la legislación argentina, o se trata de un buen ejemplo de una relación de fuerzas diferen-
ciadas que se expresa (también) en el sistema tributario?
la gestión del sistema tributario también contributiva. Las de flujo (el consumo, la
165
se organizó en el marco del: renta y los ingresos) y las de stock (el pa-
trimonio y los activos).
«… proceso histórico de racionali- Las formas combinadas son frecuen-
zación burocrática. Mediante el cual se tes y, en cualquier caso, cobran relevan-
instala una administración profesional cia los mecanismos de coordinación. Ya
y se crean una serie de instituciones que sea para resolver los problemas de doble o
constituyen la administración pública multiimposición en el territorio nacional
burocrática, basada en normas claras que o para redistribuir los ingresos entre las
protegieran a la ciudadanía y al servidor distintas jurisdicciones.
público de la arbitrariedad del gobernan- Naturalmente, la resolución de estas
te…» (Krieger M., 2006) cuestiones está fuertemente condiciona-
da por factores políticos. Su desarrollo,
En el caso de los países federales, la or- en cada caso, se explica mejor por el de-
ganización de la función del estado dirigi- venir histórico institucional que por los
da a asegurar los ingresos (administración rasgos fundantes de su diseño. Especial-
tributaria), se resolvió en el marco de una mente en los países periféricos, el federa-
tensión. lismo fiscal refleja el proceso de acumu-
Cuando tendió a primar la reafirma- lación histórica antes que la intención de
ción de la autonomía de los estados o ju- quienes intervinieron en su creación.
risdicciones subnacionales, cada uno de Así, es muy probable que si a dos «ob-
ellos desarrolló su propia administración servadores no contaminados» se les pide
tributaria. Cuando se priorizó el aprove- que estudien el sistema tributario argen-
chamiento de las economías de escala, tino; de modo tal que uno de ellos lo
se tendió a centralizar la función en una analice exclusivamente a partir de la lec-
única agencia estatal que administra- tura de las leyes que lo instituyen y el
ba los distintos subsistemas tributarios, otro sólo a partir de los resultados que
nacional y jurisdiccionales. (Sevilla J., genera, las conclusiones que obtendrían
2007) serían muy dispares, e incluso contradic-
Esta última tendencia busca incre- torias.2
mentar la eficiencia de la gestión, a partir
del fuerte grado de interrelación que se El caso argentino; un caso // El
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
2. En una ocasión, un prestigioso especialista en los gravámenes inmobiliarios, comentaba que al estudiar el caso
de la Ciudad Autónoma de Bs. As. (CABA) desde su México natal, destacaba el carácter progresista de la legislación
porteña en materia inmobiliaria, entre otras cosas por la fuerte sobretasa que grava a la tierra ociosa en nuestra ciu-
dad. Muy otra resultó su conclusión cuando en ocasión de su primer visita a la CABA descubrió que la insignificancia
del valor fiscal de la tierra desvirtuaba la intención del legislador. Una fuerte sobretasa aplicada sobre una insignifi-
cancia resulta insignificante. ¿Qué pasaría si, por ejemplo, alguien estudia la distribución de competencias tributarias
entre nación y provincias y luego observa los resultados obtenidos a nivel de cada subsistema?
de Alberdi en relación al ordenamiento »» Las dificultades para garantizar la
166
rrentes y así lo consagra el actual ordena- quien gasta y quien colecta los recur-
miento constitucional argentino. sos para satisfacer el gasto, en nuestro
Al ritmo de las crisis, primero, y de la caso se perdió en el olvido. Excepción
expansión de la ciudadanía, mucho des- hecha de la caba (que tiene una situa-
pués, los impuestos fueron desplazando ción muy especial), las provincias en
a los recursos del comercio exterior como conjunto financian al menos el 50%
fuente del financiamiento estatal. de sus gastos con recursos que colecta
Esa deriva fue adquiriendo algunas y gira el estado nacional. En muchos
características muy singulares: casos, estos recursos de origen nacio-
nal representan más del 75% del pre- torio, tanto como se multiplicaban las
167
supuesto de la provincia. Consecuen- jurisdicciones provinciales y municipa-
temente, los mecanismos de redistri- les, sin marco de contención y con bajos
bución de recursos entre jurisdicciones grados de integración entre sí.
(coparticipación) adquirieron tal cen- En efecto, aún cuando entre los fiscos
tralidad que en la actualidad tienen provinciales existen desarrollados y so-
status constitucional.3 fisticados mecanismos de coordinación
(Comisión Arbitral, Comisión Federal
El largo y sinuoso camino de la de Impuestos) y la Coparticipación de
Administración Tributaria // A lo recursos adquirió la relevancia que ya
largo de ese sendero histórico y al am- mencionamos, cada administración tri-
paro de la condición de país federal, la butaria tendió a concentrarse sobre el
administración tributaria se desarrolló, subsistema que administra.
para cada nivel del estado, a través de En esas condiciones, se gestó entre
una agencia especializada en la materia, los fiscos provinciales una dinámica de
destinada a garantizar la «aplicación, tipo dialógica (Morin E., 2003), que tan-
percepción y fiscalización» de los ingre- to compite como coopera por las bases
sos (impuestos y otros tributarios o no, imponibles. Y, frente al fisco nacional,
depende del caso) de su competencia. una relación de ajenidad, aún cuando las
A nivel nacional, las grandes crisis interrelaciones del subsistema nacional y
parieron novedades tributarias y orga- los provinciales son muy fuertes, tanto a
nismos destinados a administrarlas. Así, nivel de gravámenes al consumo como
la crisis de 1890 dio lugar a la expansión en los patrimoniales.
de los impuestos internos y a la creación Las consecuencias de este devenir
de la Dirección Nacional de Impuestos desintegrado son variadas. Las más re-
Internos. A su vez, la puesta en vigencia levantes acaso sean, hacia la ciudadanía,
de la imposición a las ganancias (impues- la complejidad, opacidad y recurrencia
to a los réditos) a principios de la década burocrática para cumplir con las obliga-
infame, dio paso a la Dirección Nacional ciones impositivas en cada nivel del esta-
de Impuesto a los Réditos. Luego ambas do. Hacia el interior de la administración
fueron fusionadas para crear la Direc- tributaria, el desarrollo asimétrico entre
ción General Impositiva (dgi), durante ellas; con una marcada diferencia a favor
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
4. En el marco de nuestra mirada sistémica de la administración tributaria, es conveniente recordar que la época se
caracteriza por la expansión de la valorización financiera del capital, fuertemente basada en el endeudamiento del
estado argentino y que esta innovación en materia de administración tributaria nacional es contemporánea de: a) las
modificaciones que sobre la coparticipación supusieron los pactos fiscales; b) las sucesivas reformas impositivas
que tanto agudizaron el sesgo regresivo del sistema como disminuyeron la presión fiscal efectiva y c) las llamadas
reformas estructurales del estado argentino que tendieron a replantear su rol en relación al mercado y a la sociedad
toda.
5. Al nuevo organismo se le dio carácter de autárquico, se lo mantuvo en la esfera de economía y en algún momento
pasó a jefatura de gabinete. En cualquier caso, se jerarquizó su nivel, se lo financió con un % de la recaudación y a
sus autoridades se les dio estabilidad en la función y posibilidad de continuidad.
las primeras a las últimas a lo largo del de institucionalización a nivel del orga-
169
tiempo. nigrama. Como si el carácter federal que
Si bien hasta el presente no existe un designa a la afip no hubiera significado
balance o evaluación metódica sobre los un cambio en su status de organismo na-
resultados de aquella política de coope- cional.
ración que, con variada intensidad, se ha
mantenido hasta el presente, prima un Hacia la Federalización de la Ad
cierto consenso sobre los avances que la ministración Tributaria // Al mar-
misma ha logrado en materia de moder- gen de cuestiones relevantes que merece-
nización y efectividad de las administra- rían ser consideradas en torno al modelo
ciones provinciales. de agencia única y que están ligadas, por
Los programas y acciones de incor- ejemplo, al rol de la Aduana; en materia
poración y transferencia de tecnología, de administración tributaria, la creación
intercambio de bases de datos e infor- de la afip constituyó un avance en pers-
mación, integración de servicios, capaci- pectiva hacia la federalización en la ges-
tación y fortalecimiento institucional y, tión tributaria. No sólo por la expansión
los más recientes, programas de educa- y profundización de los niveles de coope-
ción tributaria que han caracterizado al ración interjurisdiccional que ya hemos
vínculo de la afip con las provincias, sin visto. También porque en su propia insti-
dudas han arrojado resultados positivos tucionalización se reconocen cuestiones
sobre la capacidad de administración, que recogen la necesidad y, al menos en
percepción y fiscalización de los tributos parte, explican el carácter federal que su
a escala provincial (Otero A., 2007). propio nombre le asigna al organismo.
Sin embargo, la extensión y difusión Sin embargo, en este punto, cabe la
de estas prácticas de cooperación que en pregunta acerca de si la Administración
la actualidad tienen cierta independencia Federal de Ingresos Públicos es –o debie-
de la propia afip y se desarrolla también ra ser– un organismo nacional. O si es –o
a nivel «horizontal» entre fiscos provin- debiera ser– una forma de organizar una
ciales, no ha logrado constituir un modelo función permanente y diferenciada del
de articulación capaz de superar las limi- estado moderno que admite más de una
taciones que el desarrollo del federalismo solución posible, tal como la misma ex-
argentino impuso en la materia. periencia de los países federales parece
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
venios a los fines de la aplicación, percep- tablecer convenios para percibir y/o con-
ción y fiscalización de los tributos inte- trolar los impuestos internos, entre otros
riores, aduaneros y de la seguridad social con las Provincias, con algún grado de
(Dto. 618/97). representación de éstas en la conducción
Esta potestad ha tenido una muy de la afip.
contada aplicación, siendo tal vez el caso Aunque este último aspecto parece
más relevante el de actuar la Aduana estar más ligado a la nueva modalidad de
como agente de percepción por cuenta financiamiento, que se nutre de fondos
de las provincias y la caba del impuesto federales, no deja de incorporar a actores
sobre los ingresos brutos en ciertas im- externos a la conducción del organismo
portaciones. y, entre ellos, a las Provincias. En espe-
En 2001 y en el marco de la redefini- cial en cuanto hace a «promover la inte-
ción de la estructura, se incorpora un re- gración de objetivos y políticas fiscales»
presentante de las provincias al Consejo (Dto. 1399/01) como al seguimiento y la
Asesor, nombrado a propuesta del Con- evaluación del plan de gestión.
sejo Federal de Inversiones. El Consejo Se prefigura así un modelo de federalis-
Asesor cuenta con ocho miembros, entre mo fiscal que consolida la tendencia histó-
los que se encuentran los presidentes de rica en el país. Preeminencia del sistema
la Comisión de Hacienda y Presupuesto tributario nacional como fuente de finan-
de cada una de las Cámaras del Congreso ciamiento, fuerte concentración de la ob-
Nacional. El Consejo Asesor tiene como tención de ingresos en la administración
competencia el seguimiento y la evalua- tributaria nacional (afip) y un esquema
ción del Plan de Gestión de la afip. de reparto y redistribución de recursos
Asimismo y con el fin de promover entre nación y provincias (coparticipa-
la integración de objetivos y políticas ción) que se hace indispensable y crítico
fiscales, se crean las Asambleas Federales para el sustento de las provincias.
Anuales Las Asambleas deben ser convo- La novedad consiste en que las pro-
cadas por el Consejo Asesor, en el marco vincias tienen algún nivel de presencia en
de la reglamentación que hasta hoy no se la administración tributaria nacional.6
ha dispuesto. (Dto. 1399/01)
En ese mismo acto se dispone que la Cuestiones pendientes // Sin em-
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
171
que se establecen entre: dencia más general evidenciada en los
estados federales modernos, es probable
a. Responsabilidades crecientes por el que la superación de este estado de cosas
gasto en manos de las provincias y demande un mayor grado de capacidad
centralización de las competencias de autofinanciamiento de los estados
tributaria y los recursos en la esfera provinciales.
nacional; Avanzar en este sentido requiere me-
b. un esquema de reparto y redistri- didas combinadas y coherentes de polí-
bución producto de un acuerdo de tica y de administración tributaria, en
conveniencias que no refleja acabada- un sentido que debiera ir restando cen-
mente las distintas realidades y nece- tralidad a los recursos provenientes del
sidades de las jurisdicciones, y estado nacional –coparticipación– para
c. la explotación de un sistema tributario asegurar el financiamiento de las provin-
que, en el mejor de los casos, reniega cias.
del poder redistributivo positivo que Dejemos para otro momento las me-
debiera tener. didas de política tributaria y centremos
en la administración, sin olvidar la inte-
Éstas, van desnudando las limita- rrelación que existe entre ambas.
ciones que imponen al financiamiento En este orden de ideas, parece necesa-
sustentable de un estado moderno, que rio pensar otro camino al que se viene si-
tiende a expandir y universalizar dere- guiendo. Esto es posible si se acepta que la
chos en el marco de la ampliación de la administración federal de ingresos públicos
ciudadanía. Y que, por ende, demanda es más una función que un organismo y
recursos crecientes para asegurar su efec- que, en el marco del federalismo, admite
tiva realización. resoluciones diversas.
Las limitaciones para expandir la ciu- Cualquiera sea ésta, parece deseable
dadanía son también las de favorecer la que la administración del o de los siste-
acumulación de capital y la legitimación mas tributarios pueda integrar, coordi-
del orden establecido. nar y promover saberes, prácticas y tec-
En este marco, se insiste en la necesi- nologías en beneficio de su efectividad y
dad de una reforma tributaria. Sin dudas de su profesionalización.
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
173
butaria en su conjunto. precisos y en el marco de una relación di-
c. La integración de procesos y servicios, ferenciada y hasta jerarquizada entre los
de modo de ganar en simplicidad mismos fiscos.
frente al contribuyente y disminuir Una revisión del marco organizativo
los niveles de redundancia burocrá- vigente en la afip, que dé cabida y reflejo
tica y multiplicidad de trámites que estructural a estas cuestiones (que en el
hoy existen para capturar una misma mejor de los casos hoy existen parcial y
información y que afectan –negativa- fragmentariamente reflejadas en el or-
mente– el nivel de cumplimiento. ganigrama) y que asigne los recursos en
d. El establecimiento de acuerdos consecuencia, posiblemente ayude a ace-
diferenciados según las necesida- lerar su desarrollo.
des de cada fisco para aprovechar
el mayor grado de desarrollo de Institucionalizando la Red // Las
la afip en la percepción, aplica- experiencias de intercambio de informa-
ción y fiscalización de los recursos. ción entre fiscos tienen un límite, por lo
En estos términos, es posible concebir general bajo y decepcionante. La opción
que en algunos casos los fiscos provin- de imponer sanciones y/o estímulos para
ciales «encarguen» al nacional la ad- mejorar el grado de cumplimiento de
ministración de un gravamen propio los compromisos asumidos, parece poco
y en otros, sea el fisco nacional el que viable. La información necesaria para la
delegue algún aspecto de la adminis- buena gestión tributaria es única. La tec-
tración de un gravan nacional en un nología hoy disponible permite compar-
ámbito territorial acotado. tir una misma base de datos. El marco
e. La trasferencia permanente de las no- normativo vigente posibilita la construc-
vedades e innovaciones, tecnológicas ción de una única base de datos común,
u organizacionales, que pudieran dar- orientada en base a políticas establecidas
se en cualquier punto de la red. en un ámbito de representación compar-
tida (por ejemplo, mediante un Consejo
La constitución de la Red no implica o Directorio colegiado).
un mero cambio denominativo para un En este marco, ¿bajo qué condiciones es
mismo conjunto de prácticas hoy vigen- posible avanzar en la institucionalización
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
175
diera cuenta del conjunto de las juris- centrada en conceptos que no res-
dicciones y sus pesos relativos. ponden a liquidaciones e ingresos
Así por ejemplo, si consideramos autodeterminados o «voluntarios».
cuatro regiones: ne, no, centro y En otros términos, se centra en
sur y los casos de la Pcia. y la Ciudad ingresos de recolección coercitiva
de Bs. As. tendríamos los 6 miem- o de difícil incumplimiento. En
bros. Siendo que los representantes de efecto, los ingresos por vía adua-
las cuatro regiones pueden rotar cada nera (los derechos sobre el comer-
dos años, el conjunto de las jurisdic- cio exterior y el iva Aduana), las
ciones tendría la posibilidad de ejercer retenciones de iva y Ganancias
su lugar en el Directorio a lo largo del y los gravámenes sobre débitos y
tiempo. créditos bancarios, combustibles
Básicamente el Directorio tendría y otros concentrados, representan
a su cargo la fijación de políticas y en el 56% de la recaudación tributaria
especial aquellas que hacen al vínculo del año 2007. Unos tres mil millo-
con las provincias, siendo las instan- nes de pesos.
cias decisorias materia del Adminis- ii. Según algunos planteos que han
trador Federal. tomado estado público, la recau-
b. Objetivos mínimos de recaudación. En dación girada en el período 2003
la actualidad, el conjunto de las pro- a 2007, promedia el 32% del total.
vincias, en promedio, financian más Se señala que en ninguno de esos
del 50% de sus presupuestos con re- años se alcanzó el 34% que asegu-
cursos provenientes de la recaudación ra el régimen de coparticipación
nacional. Ese porcentaje esconde una vigente. Esto ha generado una
dispersión muy grande. Así, existen controversia entre el estado na-
casos en los que se eleva por encima cional y las provincias que, puesta
del 80%, en el norte del país y casos en términos fiscales, se estima que
donde desciende al 30%, en las pro- la diferencia de recursos entre ese
vincias con regalías petroleras. mínimo asegurado y lo que efec-
En cualquier caso el peso de la tivamente se ha de girar este año,
recaudación central es relevante. Sin ronda los 5.500 millones de pesos
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
177
tributario, la coparticipación y el de otros artículos. //
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Morin, Edgar, Introducción al pensamiento complejo, Gedisa, Barcelona, 1994.
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
179
Roberto Sericano
Coordinador
Liliana Burgueño
Jorge Kasslatter
Lucas García Aráoz
Colaboradores
181
por la Convención Constituyente de debiendo entonces la Corte Suprema co-
1994 y el amplio tratamiento que la Ley nocer en la causa originariamente (Fa-
Fundamental le dedica después de la re- llos: 90:97).
forma, lleva a concluir que la afectación Con fecha 05/05/2009, se dictó la sen-
del sistema así establecido involucra, en tencia en análisis resolviendo, por el voto
principio, una cuestión constitucional de la mayoría, declarar que la causa no es
(Fallos:324:4226, cons. 81). Como nece- de la competencia originaria de la Corte
saria consecuencia de este criterio, asu- Suprema de Justicia de la Nación.
me tal calidad la eventual violación –por En sus considerandos se citan los pre-
parte de una provincia– del compromiso cedentes de Fallos: 316:324 y 327 en los
de continuar aplicando las normas del que se afirmó que las leyes–convenio
Convenio Multilateral del 18 de agosto entre las que cabe incluir el régimen de
de 1977, así como sus modificaciones o coparticipación federal y el Convenio
sustituciones, adoptadas por unanimi- Multilateral en sus respectivas ratifica-
dad de los fiscos adheridos (cfr. art. 91, ciones locales por medio de las legislatu-
inc. d., Ley 23548), aunque esa transgre- ras provinciales hacen parte, aunque con
sión pueda también exteriorizarse como diversa jerarquía, del derecho público
un conflicto entre dos normas o actos provincial y que esa condición asume la
locales. ley de coparticipación federal, por lo que
Considera además que, la Constitu- su violación no abre la instancia origina-
ción Nacional establece la imperativa ria ante la Corte. Se dijo también que el
vigencia del esquema de distribución de cobro del impuesto no constituye una
impuestos previsto en la ley–convenio, causa civil, por ser una carga impuesta a
sancionada por el Estado Nacional y personas o cosas con un fin de interés pú-
aprobada por las provincias, la que «no blico, y su percepción un acto adminis-
podrá ser modificada unilateralmen- trativo, y sólo cabe discutir en instancia
te ni reglamentada», de modo que una originaria la validez de un tributo cuan-
hipotética transgresión a la ley local de do es atacado exclusivamente como con-
adhesión –y, por ende, a dicha norma fe- trario a la Constitución Nacional (confr.
deral–, se proyecta como una afectación Fallos: 314:862, entre otros).
de las nuevas cláusulas constitucionales, La decisión adoptada importa dejar
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
sin que en ello incida el carácter local de de lado la solución establecida en Fallos:
la norma o acto mediante la cual pudiera 324:4226, restableciendo la tradicional
efectivizarse la alteración del sistema vi- doctrina con arreglo a la cual el régimen
gente en el orden nacional. de coparticipación federal forma parte
Sobre la base de tales premisas, por integrante del plexo normativo local (Fa-
ser parte de la contienda una provincia llos: 314:862; 316:324 y sus citas).
y surgir la jurisdicción federal ratione En efecto, tal como se detalla en el voto
materiae, concluyó que operaría plena- del Dr. Maqueda, en Fallos: 324:4226,
mente la prescripción de la parte final causa «El Cóndor», el Tribunal sostuvo
que el nuevo rango asignado a la co-
182
nal, y no necesariamente debe ser uno de rativa de certeza», sentencia del 26 de fe-
los acuerdos bases de la ley de coparticipa- brero de 2008, entre otros.
ción federal de impuestos». De acuerdo con lo expuesto en la sen-
tencia que aquí nos ocupa el Tribunal
«… Esta Corte sólo le ha reconocido expresó que, para habilitar la instancia
esa jerarquía a la ley de coparticipación fe- prevista en el art. 117 de la Constitución
deral misma (Fallos: 324:4226), y no cabe Nacional cuando en la causa es parte una
extender esa interpretación a supuestos no provincia, es preciso que en la demanda
no se planteen, además de las cuestiones
federales, otros asuntos que por ser de en efectivo en las cuentas bancarias de
183
naturaleza local resultarían ajenos a su sus proveedores realizando así el hecho
competencia, pues la eventual necesi- imponible gravado por el artículo 1º, in-
dad de hacer mérito de ellos obsta a su ciso c), de la ley mencionada.
radicación por la vía intentada frente a Al momento de analizar si ello era
la necesidad de no interferir el ejercicio susceptible de resultar infraccionalmente
de atribuciones que las provincias no han reprochable, el área jurídica consultante
delegado al conocimiento exclusivo de observó que las particularidades propias
esta Corte (Fallos:314:810 y 620). del tributo en cuestión generaban cier-
En disidencia, los Ministros Loren- tos interrogantes respecto de la posible
zetti y Zaffaroni, sostuvieron que la cau- adecuación típica de las conductas de los
sa es de la competencia originaria de la responsables, a los términos de lo pre-
Corte de acuerdo con los fundamentos visto en los artículos 45 y 46 de la Ley
expuestos en el dictamen del Procurador Nº 11.683, texto ordenado en 1998 y sus
Fiscal. modificaciones.
En tal sentido, la principal objeción
del área jurídica de origen en torno al en-
cuadre de la conducta de los responsables,
Dictámenes se basó en el entendimiento de que el im-
puesto creado por la Ley Nº 25.413 no se
Dictamen Nº 46/07 (Di Alir) liquidaba mediante declaración jurada.
En orden al análisis de la cuestión
Procedimiento. Impuesto sobre los planteada, en el acto de asesoramien-
Créditos y Débitos en Cuentas Ban to se señala que siendo que el volante
carias y Otras Operatorias. Multas de pago F. 105 o el formulario F. 799/E
materiales. Encuadre infraccional. –presentados por los responsables a los
Procedencia. Fecha: 10/08/07. // La cajeros de los bancos en el momento del
consulta que motiva el acto de asesora- ingreso del Impuesto sobre los Créditos
miento se origina en la situación plantea- y Débitos en Cuentas Bancarias y Otras
da con sendos contribuyentes, respecto Operatorias–, constituye una comunica-
de quienes se practicó una fiscalización ción de pago conforme los términos del
que arrojó como resultado ajustes en el artículo 15 de la Ley de Procedimiento
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
185
se recuerda que el artículo 3º, inciso e), socioeconómica; en efecto, si bien se
apartado 2), de la ley del gravamen, dis- aplica sobre todo el proceso productivo,
pone que se encuentran alcanzados por tiene la particularidad de permitir gene-
el impuesto las locaciones y prestaciones rar un crédito fiscal, que se deduce con
de servicios «efectuadas por hoteles, hos- posterioridad.
terías, pensiones, hospedajes, moteles, Así pues, se destaca que en virtud del
campamentos, apart–hotel y similares». principio constitucional de legalidad y
Ahora bien, específicamente respecto la competencia otorgada a la Adminis-
de la situación de los municipios –como tración Federal de Ingresos Públicos ora
sujetos pasivos del tributo– la entonces por la Ley Nº 11.683, texto ordenado en
Dirección de Asesoría Legal sostuvo que: 1998 y sus modificaciones ora por el De-
creto Nº 618/97 y sus modificaciones,
«En cuanto las Municipalidades des- dicho Organismo Fiscal tiene funciones
plegaren actividades de tipo empresarial a de interpretación y aplicación de las nor-
título oneroso y si las mismas no tuvieren mas atinentes a los impuestos que con-
un rol institucional identificado con los trola; empero, no le compete el dictado
fundamentos del Estado mismo, lejos de de modificación alguna para establecer
estar fuera del ámbito de gravabilidad se exenciones, ya que sólo una norma con
beneficiarían sólo con las exenciones ob- rango de ley puede disponer la medida
jetivas contenidas en la Ley del gravamen, solicitada.
por lo cual correspondería atenerse a las A la luz de lo expuesto, se concluye
concretas circunstancias de hecho». (Dic- que la Municipalidad es sujeto pasivo
tamen Nº 86/96 DAL) de la obligación tributaria de pago del
Impuesto al Valor Agregado resultante
En esta inteligencia, se aclara que el de la explotación comercial del Hotel;
servicio jurídico tiene dicho, respecto de como así también, que –en función del
este impuesto, que el principio es la gra- principio de legalidad– no compete a la
vabilidad, exceptuándose sólo algunos Administración Federal de Ingresos Pú-
supuestos de incidencia; motivo por el blicos contemplar exenciones particula-
cual, aquellos hechos no contemplados res con relación a los gravámenes cuya
expresamente como exentos, deben con- recaudación verificación y fiscalización
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
siderarse dentro del ámbito de imposi- tiene a su cargo. La explayada resulta ser
ción del gravamen. la conclusión y respuesta a comunicar al
Por otra parte, el régimen del im- mentado Municipio, con relación a la
puesto posee un sistema de traslación petición oportunamente efectuada a este
que grava los distintos estamentos de Organismo.
producción, trasladando el gravamen a
la etapa subsiguiente, pero sin generar
una tasa acumulativa, sino un sistema
de crédito y débito. De ello resulta una
del acceso al plan no se encuentra condi-
186
187
la causa de los pagos cuya devolución se tantes puesto en duda la existencia de las
peticiona no está dada ni por las referidas obligaciones para cuya cancelación adhi-
prestaciones ni por el acogimiento al plan rieron al plan de facilidades, cabe recor-
de facilidades con la finalidad de acce- dar lo expresado por Llambías (Tratado
der a aquélla, sino por las «obligaciones» de Derecho Civil. Obligaciones, Tomo II–
incorporadas a esos planes; obligaciones B, Bs. As., 1975, Ed. Perrot, pág. 259) en
que, a su vez, tienen por causa el desarro- cuanto a que:
llo de una actividad autónoma.
Al respecto, se trae a colación lo opor- «Otra consecuencia del carácter defini-
tunamente considerado, aunque en otro tivo de la cancelación, es la irrevocabilidad
marco, en el sentido de que aun consi- del pago: no podría el deudor pretender
derando a estos aportes como «contri- volver sobre sus pasos y restablecer la obli-
buciones especiales», dentro del género gación extinguida…»
«tributo»,
Habida cuenta de ello, se ratifica el
«… el beneficio opera como realidad criterio de que la sola falta de derecho a
verificada jurídicamente no fácticamen- las prestaciones previsionales de que se
te. En otras palabras: es irrelevante que trate o la decisión de los contribuyentes
el obligado obtenga o no, en el caso con- de no peticionar las mismas, no habilita
creto, el beneficio, en el sentido de ver las devoluciones de los pagos ingresados
efectivamente acrecentado su patrimonio en el marco de los planes de facilidades de
y en consecuencia su capacidad de pago». pago referidos en las Leyes Nros. 25.994
(Villegas, Curso de finanzas, derecho finan- y 24.476.
ciero y tributario, Bs. As., 1998, Depalma,
pág. 104)
Dictamen (DAT) 53/08
Como así también, que:
Impuesto al Valor Agregado, Pro
«… las cotizaciones que cada aportante visión de Protesis. // En el marco de
realiza al régimen de seguridad social no la Resolución General 1948 se consulta,
están destinadas al financiamiento exclu- el tratamiento en el impuesto al valor
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
cio de asistencia sanitaria, médica y para- en la medida que la prima abonada res-
médica en los términos de los apartados ponda a cubrir el riesgo de muerte del
e) y f) de dicha norma. asegurado, éste podrá restar del total de
Al respecto la Dirección de Asesoría sus ganancias gravadas por el impuesto,
Técnica concluyó que dicha actividad no el importe máximo anual fijado por la
se encuentra alcanzada por la exención norma, trasladando los excedentes a los
en virtud de que: períodos siguientes mientras tenga vi-
gencia la póliza respectiva, que sumados
»» La provisión de prótesis configura a los pagos que en dicho término se efec-
una venta gravada en los términos del túan a otras compañías aseguradoras por
artículo 2º, inciso a) de la ley del iva, igual concepto, podrán ser deducidos
y la exención se circunscribe exclusi- considerando siempre el límite global
vamente a prestaciones y locaciones establecido en la ley del impuesto, ello
comprendidas en el apartado 21 del conforme a lo establecido en el inciso b)
inc. e) del artículo 3º de dicha nor- del artículo 81 de la ley del gravamen.
ma.
»» La provisión del equipamiento ne-
cesario para el desarrollo de las ciru- Dictamen (DAT) 61/08
gías, clasifica entre las locaciones de
cosa mueble a que se refiere el artí- Impuesto a las Ganancias. Reorga
culo 3º, inc. e), punto 7 de la ley del nización de empresas. Transferencia
gravamen. de fondo de Comercio. Inciso c) del
»» Los servicios de asesoramiento técni- artículo 77 de la ley. // La Dirección de
co relacionados con las provisiones ya Operaciones de Grandes Contribuyentes
citadas, constituyen actividades acce- Nacionales consulta si los beneficios con-
sorias a las mismas. tenidos en el régimen de reorganización
libre de impuestos instituido por el artí-
culo 77 de la ley del gravamen, deben ser
Dictamen (dat) 60/08 reconocidos en el marco de la transferen-
cia de una entidad a otra que constituyen
Impuesto a las Ganancias, Resolu un mismo conjunto económico, cuando
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
ción General (AFIP) 2437. Seguro de existe una contraprestación a cambio del
vida. Préstamos. Su deducción. // Se fondo de comercio respectivo.
consulta respecto de la procedencia de Al respecto el servicio técnico asesor
deducir, de acuerdo al régimen retenti- entendió que la modalidad de retribuir el
vo del Impuesto a las Ganancias previsto patrimonio transferido no se correspon-
en la Resolución General (afip) Nº 2437, de con la situación tipificada en el inciso
los seguros de vida que se realizan con c) del octavo párrafo del artículo 77 de la
motivo de préstamos personales e hipo- ley del impuesto, el cual se fundamenta
tecarios. en el principio de neutralidad fiscal. Es
decir que se debe producir el traslado de la empresa receptora, no afectando los
189
bienes y deudas (universalidad jurídica o resultados y atributos impositivos produ-
de hecho) de una entidad a otra del mis- cidos hasta la operación de transferencia
mo conjunto económico sin que dicha a nivel del conjunto económico y los re-
situación haga mella en el patrimonio de sultados entre las partes involucradas. //
ANÍBAL CORRADO
Lic. en Ciencia Política (UBA). Magíster en Ciencia
Política (IDAES/UNSAM). Secretario de Investiga-
ciones y profesor en el Departamento de Derecho
y Ciencia Política de la Universidad Nacional de La
Matanza (UNLaM)
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
191
va, Gobernanza y gestión pública, se pro- esto, ofrece una necesaria clarificación
pone intervenir y aportar sus experiencias del concepto de gobernanza (governance)
en un momento que considera de «inter- puesto que, por tratarse de un término
fase entre el pasado y el futuro», en el político–administrativo acuñado recien-
cual las administraciones públicas de los temente, se ha convertido en un concep-
países latinoamericanos aún no han fina- to elástico y muchas veces equívoco. Nos
lizado sus trabajos de reforma adminis- indica que debe realizarse un distancia-
trativa tras el descalabro fiscal y político, miento respecto del arraigado concepto
mientras que debieron iniciar esfuerzos de gobernabilidad, por remitir a las ideas
de innovación institucional y cultural anacrónicas de crisis gubernativa y del
para dar respuestas a las nuevas condicio- Estado como el actor/conductor central y
nes de la vida social. En otras palabras, privilegiado del proceso social en momen-
los problemas actuales de las administra- tos en los cuales se ha hecho evidente que
ciones públicas resultarían, de acuerdo al «el gobierno es insuficiente para la gober-
autor, de la combinación o superposición nación de la sociedad» (pág. 77). El autor
de dos inercias temporales. Mientras que define a la gobernanza como un concepto
una de ellas ata a las administraciones «poscrisis», que resume como «el proceso
públicas al fantasma de la crisis, la otra mediante el cual los actores de una socie-
procura responder a las nuevas configu- dad deciden sus objetivos de convivencia
raciones del presente y el futuro, siendo –fundamentales y coyunturales– y las
su horizonte de sentido, la gobernación formas de coordinarse para realizarlos:
y la reconstrucción de las capacidades de su sentido de dirección y su capacidad de
gobierno en el nuevo contexto de escasez dirección» (pág. 90). El autor considera
e incertidumbre. que el enfoque de la gobernanza resulta
Si esto es así, la gestión financiera más productivo heurística y políticamen-
–aunque relevante e indispensable– ya no te que el de la gobernabilidad.
bastaría para (re)construir las necesarias El segundo capítulo está destinado a
capacidades que la gestión pública con- presentar un recorrido histórico por los
temporánea requiere, siendo necesario conceptos e ideas de la Nueva Gestión
discutir temas tales como la gestión estra- Pública, destacando los Consensos de
tégica y la gestión de calidad. A partir del Santiago y del CLAD, ambos de 1998, y el
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
producto o resultado de valor que una or- necesidad de debatir y revisar la cuestión
ganización debe producir para sus clientes central de la responsabilidad pública.
y sociedad a fin de alcanzar o mantener He aquí, sin dudas, dos de los mayores
su relevancia social y su posicionamiento desafíos que actualmente, tras haber so-
en su campo de actividad», la gestión de lucionado otros problemas, presentan las
la calidad permite «asegurar y controlar administraciones públicas de los países
que los productos o resultados posean latinoamericanos. //
establemente los atributos exigidos que
generan el valor deseado» (pág. 320).
Reseña bibliográfica
La psicología económica
del comportamiento tributario
193
Francisco Pagliuca
Contador Público (UBA). Economista de Gobierno
(UTDT–ISEG). Investigador, Instituto AFIP.
evasión es cada vez más complejo y, te- trol de parte del fisco.
niendo eso en cuenta, es imprescindible Asimismo, el autor se ocupa del tema
refinar constantemente aquellas herra- de la evasión y elusión, incluyendo defi-
mientas (tanto teóricas como prácticas), niciones de las conductas. Entre las ac-
que pueden permitir a las Administra- tividades que generan un marco de alto
ciones Tributarias luchar eficientemen- informalidad, posiciona a aquellas liga-
te contra el flagelo del delito fiscal. En das al comercio de drogas prohibidas, la
cierta manera, en eso se fundamentan las producción y comercialización ilegíti-
motivaciones que llevaron a Erich Kir- mas de productos, el juego clandestino,
chler, autor de La psicología económica del la prostitución, el empleo de ciudadanos
comportamiento tributario y profesor de extranjeros ilegalmente radicados y de-
la Facultad de Psicología de la Universi- más actividades que en etapas posteriores
dad de Viena, a escribir este libro. alimentarán la problemática del lavado
El autor propone trascender las expli- de dinero.
caciones de corte meramente economi- Al respecto, y con la intención de dar
cista, para profundizar en aquellos facto- cuenta de este fenómeno, aporta tablas
res psicológicos que podrían predisponer con estadísticas que muestran su evolu-
a un individuo a incurrir en una práctica ción a nivel mundial. Inclusive, grafica
de evasión. La tributación, en ese sen- un cuadro que tiene como ejes, por un
tido, lejos está de tratarse solamente de lado el nivel de la economía informal
una cuestión técnica o contable; está, medida como proporción del Producto
más bien, influida por una multiplicidad Bruto Interno y, por el otro, muestra el
de circunstancias, entre las cuales no de- concepto de moral impositiva, definido
ben desmerecerse las prácticas que con el como motivación colectiva al cumpli-
tiempo se van institucionalizando en una miento. Corrida la regresión con datos
sociedad. Ello implica mirar en perspec- correspondientes a países de Europa y
tiva ciertos campos que, tradicionalmen- EEUU, se observa una correlación nega-
te, suelen estudiarse en forma escindida: tiva, donde los países con mayores por-
el legal, el económico y el psico–social. centajes de economías subterráneas son
Kirchler comienza por encarar el los que exhiben menor compromiso con
cumplimiento fiscal, considerando as- el cumplimiento tributario.
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
195
tributarias y los contribuyentes. de rentas, no tiene en cuenta otros aspec-
Asimismo, se detiene en analizar tos que incidirían, como la confianza en
los motivos que inciden en la decisión el gobierno o en sus autoridades tributa-
de pago de impuestos, alejándose de la rias o, incluso, una posición más econo-
postura racionalista que argumenta que micista, como la de reflejar una mayor
el contribuyente simplemente sopesa la propensión al pago de tributos cuando
posibilidad de ser auditado y castigado. se goza de condiciones económicas más
Entiende que esta forma de abordar el favorables. //
Elvira Balbo
Especialista en Tributación (UBA). Investigadora
Instituto AFIP
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
197
temas tributarios, conferencista y profe- organizaciones no gubernamentales, ins-
sor universitario, se encontraba disertan- tituciones educativas, editoriales, consul-
do en India, cuando uno de los asistentes toras privadas de todo el mundo que se
a la conferencia le pidió que le recomen- dedican a la tributación internacional e
dara un libro sobre derecho tributario incluso solicita a sus lectores que inter-
internacional, que le permitiera acceder cambien información y opiniones.
con facilidad a los principios básicos en Recorriendo las casi 700 páginas
la materia. Es, entonces, cuando el autor que componen esta obra, accederemos
de la obra que comentamos advierte que, a una visión general de la tributación y
en realidad, no existía un libro que res- los principios del derecho tributario in-
pondiera a las necesidades del asistente y ternacional. Podremos profundizar res-
para satisfacerlo le prometió escribirlo. pecto de la aplicación de los tratados de
Así nace en el autor la inspiración de doble imposición y de su interpretación,
producir una obra que viene a llenar un disponiendo de una versión en español
vacío y que está dirigida a aquellos que del Convenio de Doble Tributación de la
quieran conocer los elementos esenciales ocde y de la Organización de las Nacio-
de la tributación internacional. Si bien el nes Unidas, como así también encontra-
texto no aspira a tratar el estudio avan- remos la última versión del Modelo de
zado de la materia, dista de ser un libro Convención de los Estados Unidos.
básico. Aporta conceptos claros con un Además, obtendremos comentarios
lenguaje amigable y la estructura propia sobre algunos arreglos multilaterales
de un manual. regionales como el Pacto Andino, el
Su autor opina en el prefacio que el Acuerdo Multilateral de Impuestos ca-
contenido no es original y que la obra ricom suscripto en 1994 por países del
está basada en la recopilación de mate- Caribe, la Convención Nórdica basada
rial secundario obtenido de otros libros, en el modelo ocde (pero con algunas va-
revistas y artículos sobre la especialidad, riaciones), el Acuerdo del Consejo para
reportes de la Organización para la Co- la Asistencia Económica Mutua - CMEA
operación y el Desarrollo Económico y otros. Finalmente, podremos avan-
(ocde) y Cuadernos de la Asociación zar en un análisis más profundo de las
Fiscal Internacional. Las numerosas relaciones sobre la materia en la Unión
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199
Marcos J. Russo
Licenciado en Comercio Internacional (UADE).
Actualmente, se desempeña en el Departamento
Auditoría Aduanera (SDG-AUI) y como investiga-
dor del Instituto AFIP.
para la teoría fiscal moderna, pues plan- correctivos sobre una base determinada.
tea un tema interesante y necesario; la re- En el capítulo cuatro, se tratan las po-
lación entre fiscalidad y cohesión social. líticas tributarias en América Latina, en
Desde su título y su perspectiva latinoa- donde se amalgaman las nociones clási-
mericana, se desarrolla una visión muy cas de la fiscalidad, como la suficiencia,
interesante de esos temas. En un primer la equidad, la armonización tributaria, la
lugar, se aborda la situación económica doble imposición, las competencias tri-
y social de América Latina, en la cual se butarias entre otras, aplicadas a los países
analizan en profundidad los indicadores de la región.
que trazan una perspectiva situada de la Creemos que es un libro moderno y
región. Todo sistema fiscal tiene un con- que muestra las tres grandes encrucija-
texto en el cual se inserta y cobra sentido, das en las cuales se debate la fiscalidad
por ello, el disponer de una buena batería de nuestros días, a saber; la noción de la
de indicadores sociales para comprender tributación como un sistema sociotécni-
la región, es un instrumento indispensa- co en el cual interactúan continuamen-
ble. Como marca el análisis neoinstitu- te elementos técnicos y sociales. Con lo
cional, las organizaciones públicas están cual, no se puede comprender a los im-
enraizadas en sus contextos sociales y, si puestos sin aprender el contexto social; la
no tenemos buenos diagnósticos de di- democratización de las administraciones
cho ambiente, construiremos nuestras tributarias, conforme avanza el proceso
organizaciones públicas sobre premisas de democratización de América Latina,
parcialmente falsas. las administraciones tributarias dejan de
En el capitulo dos, se realiza una ex- verse a sí mismas como estructuras tec-
celente descripción de los sistemas tribu- nocráticas de control, para pasar a con-
tarios de la región, concluyendo con un cebirse como organizaciones que deben
análisis del caso argentino. Luego, los prestar un servicio a sus contribuyentes;
autores continúan con un análisis de las y tercero, la inclusión social, el impuesto
reformas tributarias en la región, divi- es un instrumento invalorable para bus-
diendo su campo de estudios en reformas car la integración social, porque como
sustanciales y correctivas. Es justamente decía Joseph Schumpeter, nada dice tan-
éste, uno de los grandes aportes del libro, to de un pueblo como el carácter de su
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201
de las desigualdades sociales. Hoy, Amé- Estado dotadas de un fuerte espíritu téc-
rica Latina, es una de las regiones más nocrático, que desconocían la realidad de
inequitativas del mundo. la región. Muchos de estos intentos refor-
La segunda, es la calidad institucio- mistas radicales terminaron en fracasos,
nal de la región. El neoinstitucionalismo dado que no redujeron la desigualdad en
sostiene que nuestras instituciones, con- la región, ni hicieron a nuestras democra-
dicionan los logros posibles de nuestras cias más gobernables, ni mejoraron la ca-
reformas y de nuestras continuidades. Si lidad institucional. Por ello, el problema
el sistema institucional en su conjunto sigue siendo el mismo, cómo implemen-
es de una mala calidad, esto quiere decir tar reformas posibles, que busquen una
que nuestros controles, nuestras decisio- mayor cohesión social, al mismo tiempo
nes y nuestro «juego político» va a ver que sirvan para la mejora institucional.
teñido por este condicionante. Los impuestos tienen un papel central
Tercero, es que justamente, este limi- en esta construcción, como el libro que
tante institucional, le pone un techo a las comentamos nos demuestra. //
reformas posibles en América Latina. La
Nahuel Lizitza
Lic. en Ciencia Política (UBA). Investigador y
docente universitario (UBA, UNLaM).
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203
bución con respecto al modelo de desa- versos mecanismos de fortalecimiento de
rrollo del mercosur, para comprender la integración regional y la instituciona-
desde diferentes enfoques su presente y lidad social del mercosur.
futuro. El libro da cuenta de la relevancia Así, el trabajo de Ricardo Alvarellos,
de instalar y profundizar el debate social expone reflexiones acerca de la multi-
a partir de la ampliación de las metas del plicidad de factores que conllevan a las
mercosur, ante las necesidades de, en asimetrías estructurales entre los países
primer lugar, institucionalizar cuestio- del mercosur, analizándolo en clave
nes sociales para la consecución de una política y social. Para ello estudia datos
integración más justa y equitativa y, en sociodemográficos, macroeconómicos y
segundo lugar, la importancia una con- sociales.
cepción multidimensional, que involucre El capítulo de Susana Battista y Su-
aspectos culturales, laborales, educacio- sana Campari, se centra en el fenómeno
nales, así como también cuestiones que denominado la «feminización migrato-
garanticen los derechos humanos, la fa- ria» que, si bien presenta aún escasa vi-
milia y la niñez. sibilidad, implica un riesgo cuando estos
El sugestivo título del libro, nos da proyectos de vida de las mujeres migran-
una visión de esperanza para lograr tes terminan en situación de total vulne-
una apertura hacia la integración de los rabilidad.
pueblos con ciudadanía plena y justicia El estudio de Irma De Felippis, abor-
social, en busca de limar las asimetrías da el tema de la educación en el mer-
estructurales que padece la región. cosur, como pieza clave para la inte-
Desde los primeros renglones, a car- gración, rescatando los valores comunes
go de Gloria Edel Mendicoa, se pretende sin sacrificar la identidad singular de los
rescatar el sentido de la integración regio- pueblos. La autora destaca que el merco-
nal y dar luz al Proyecto mercosur, pre- sur es el primer proceso de integración
tendiendo abrir las fronteras a los límites regional en el mundo, que desde la etapa
geográficos, a los instrumentos legales inicial tiene el sector educativo forma-
y a los factores que puedan acentuar las lizado y con acciones en marcha, y con
asimetrías, en pos de una institucionali- una mirada acerca de la movilidad de los
dad social inclusiva y con equidad. estudiantes y profesionales. Su trabajo
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
cional (incluso Premios Nobel) y muchos uno de los sectores de mayor vulnerabi-
otros que emigraron para desarrollar sus lidad social e impacto de la pobreza. Su
proyectos en países desarrollados, provo- trabajo es apoyado por la utilización de
cando la mentada «fuga de cerebros». indicadores sociales, lo que demuestra
A continuación, el trabajo de Rubén con crudeza situaciones de desigualdad.
Marx parte del análisis del comercio Antes de finalizar, el trabajo de Glo-
intrazonal, destacando las graves crisis ria Edel Mendicoa recorre diferentes
y Programas de Ajuste Estructural que escenarios para arribar a una nueva o
debieron afrontar los países del bloque, neoinstitucionalidad social en el merco-
impulsados desde los organismos mul- sur. La propuesta recorre el proceder de
tilaterales, hasta finalmente llegar a un diferentes actores dentro del escenario
clima favorable de crecimiento económi- decisional, para emprender un proyecto
co desde inicios del 2003. En este capítu- enmarcado en nuevos paradigmas, dan-
lo, se observa la supremacía comercial y do lugar a un enfoque de la complejidad
económica de Brasil en su búsqueda de relacional. Se plantean, en este capítulo,
liderazgo hemisférico frente a las otras tres escenarios posibles: a) las limitacio-
potencias consolidadas y emergentes. nes del bloque como espacio económico;
Pero el autor no sólo se limita a cuestio- b) la revaloración del concepto de ins-
nes económicas, sino que avanza sobre la titucionalidad social y c) la aceptación
necesidad de comprender en su estudio de otros círculos de representación e in-
el déficit social, el déficit institucional y fluencia.
el marco jurídico. Por último, y a modo de recapitula-
El capítulo de Norma Mellado, logra ción, quien escribe intenta dar cuenta
una mirada original de los procesos mi- del sentido y alcance de este libro en el
gratorios y la libre circulación de mano de que, por sobre todo, se brinda al lector la
obra, mediante un estudio exploratorio esperanza de abrir las fronteras a la inte-
desde la corriente psicosocial y psicoana- gración regional y entender los desafíos
lítica, desarrollando un aporte a la teoría pendientes del Proyecto mercosur. //
de la integración. El estudio se concentra
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
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IR01
»» La Administración y el Cumplimiento Tributario
»» Los paraísos fiscales y sus usos en la experiencia del derecho
tributario internacional
»» Análisis crítico de los regímenes especiales de tributación
para pequeños contribuyentes en América Latina
»» Equidad horizontal. Una debilidad de la literatura fiscal argentina
»» La AFIP como agencia única: Relaciones con organismos e instituciones del
trabajo y la Seguridad Social
»» La cooperación interjurisdiccional en la Administración Tributaria
»» Una aproximación al Índice de Clima Fiscal
»» La Aduana y los tributos en sus comienzos. Investigación de la
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
IR02
»» La moral tributaria en América Latina
»» Del tributo al impuesto: la legitimación de la fiscalidad
»» Los Índices de Clima Fiscal: Un análisis comparado
»» El caso AFIP: su contrato programa
»» El sector de la construcción argentino y su lógica tributaria:
Patrones recurrentes y círculos viciosos
»» La prescripción en materia de seguridad social
»» Consideraciones sobre la suspensión del juicio a prueba
»» Génesis del sistema tributario argentino:
La fiscalidad moderna 1821–1862. Capítulo II
»» Tributo a la calidad institucional:
IR05 // Revista del Instituto // AFIP
IR04
»» Finanzas públicas y sociología fiscal
»» Innovación al servicio del ciudadano
»» El enfoque de las coaliciones defensoras en políticas públicas
»» Los sistemas de asignación de recursos como juego de suma cero
»» Los sistemas de obtención de información sobre la operatoria de derivados
financieros en América Latina
»» Evasión fiscal a través de la utilización fraudulenta de sociedades extranjeras
»» Solución de controversias tributarias
»» Génesis del Sistema Tributario Argentino: De los recursos aduaneros
a la conformación de un sistema tributario. Período 1890–1930
»» Implicancias legales y tributarias del comercio electrónico
IR05 // Revista del Instituto // AFIP