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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA

DE MÉXICO.
.

FES Acatlán.
Seminario de Cultura Novohispana

IDEA DE CULTURA EN FRAY


DIEGO VALADÉS, UN
ACERCAMIENTO
HERMENÉUTICO.
Alumno:
Luis Clemente Zúñiga Flores.
Profesora:
Marcela Saldaña​ Solís​.
Calificación: 10
Me gustó mucho el análisis que realizaste
Declara tú objetivo, o problema a tratar
Me pareció muy interesante cómo conjugas la visión actual, con respecto a Freud y
cómo buscas elementos en un autor del siglo XVI
Quizás la última parte de las conclusiones me hubiera gustado que desarrollaras los
puntos
Y que también al final retomaras la idea sobre hermenéutica y semiótica que
señalas al principio

Junio de 2009.
IDEA DE CULTURA EN FRAY DIEGO VALADÉS.

INTRODUCCIÓN
“Despertar a la historia significa adquirir

conciencia de nuestra singularidad,

momento de reposo reflexivo antes de

entregarnos al hacer.”

Octavio Paz.

El epígrafe que abre este capítulo es para recordar la función del trabajo histórico. Ya
sea para obras filosóficas, sociológicas, sicológicas o dentro de la misma historia,
toda reflexión debe contener su marco teórico, ese lazarillo que nos guía dentro de un
camino oscuro, del cual tal vez nunca veremos la luz, pero con esmerado esfuerzo
sea visible a nosotros quizá una minúscula sombra.

Para despertar a la historia, o sea para adquirir conciencia de nuestra singularidad,


utilizaré dos disciplinas teóricas fundamentales: la hermenéutica y la semiótica.
 Tomemos la Hermenéutica como la ciencia de la interpretación.​[1] ​Añadamos a este
 concepto la semiótica como la ciencia que estudia la producción de signos.​[2] ​Estos
dos conceptos son muy amplios y ocupan muchas esferas de la cultura, sobre todo
como principio de estudios lingüísticos. En una investigación histórica, sin embargo,
basta saber que estas ciencias analizan la forma en que los seres humanos se
comunican y cómo generan de manera convencional su forma de percibir el mundo,
principalmente la ideología con que interpretan lo que les rodea.

Al observar la obra de Valadés


Sería muy bueno que nos contextualizaras, quien es este fraile, que hizo, sé que lo desarrollas más adelante, pero
sería bueno que nos dieras una breve introducción

como un espejo por el cual quiero ver mi rostro, lo único que aprecio es una figura
parecida a la famosa pintura de Edvard Munch, “El grito”. Puedo apreciar a un ser
(humano) porque diversas líneas lo dibujan, sin embargo, al intentar aprehender su
realidad no puedo ya que esos colores son muy difíciles de apreciar en la mía.
Redacción

Escucho por todos lados, “mentalidad medieval”, “mentalidad europea”, etcétera.


¿Necesito acaso buscar un estudio que revele la evolución de la mentalidad en la
cultura? ¿Pero si ​todas esos análisis comienzan y terminan en Europa, me servirán,
ya que estoy en México y mi contexto puede ser diferente?

Comienzo pues, con el célebre y polémico pensador alemán Dietrich Schwanitz,


autor del famoso libro ​La Cultura, todo lo que hay que saber, dónde no define que la
cultura “es un juego social caracterizado por un conjunto de expectativas y de
expectativas de expectativas en relación con la cultura de los participantes en dicho
juego, quienes no deben hacer explícitas ni las expectativas ni las expectativas de
expectativas”.
Referencia?

Dentro de este juego social entre una persona del siglo XVI y una del XXI, diré que
voy a asimilar el concepto “mentalidad medieval” para rescatar una diferencia que
será un punto clave de la cultura mexicana del XVI, de aquí deriva el primer
elemento del juego, Fray Diego Valadés.

El Texto a estudiar es la ​Retórica Cristiana d​ e Fray Diego Valadés​, ​de cuyo análisis
se busca una figura, una construcción nueva, el encuentro de una concepción del
mundo y de la sociedad nueva.
Este es el objetivo de tú trabajo?

Comenzamos con una pequeña descripción de la obra y su época. Después


encontramos el capítulo titulado “Yo” donde se analiza la concepción que Valadés
tenía de sí mismo, o sea, del español, lo que da pie al siguiente capítulo, “super yo”
donde se analiza la concepción que Valadés tiene de los indios y su forma de
colocarlos en el imaginario español.

Por último, las conclusiones llevan el título de “Ello”, donde se busca el instinto de
superioridad en los españoles y en la cristiandad, a través de la filosofía de este
religioso novohispano. Los títulos con los que comienzan los capítulos llevan los
nombres de la atomía de la psique creada por Freud para estudiar los diferentes
niveles del ser, mismos niveles que buscamos en Valadés para encontrar su
concepción de cultura.

ASPECTOS GENERALES DE LA OBRA Y SU ÉPOCA.

Según la introducción del libro a tratar, fray Diego Valadés nació en 1533 en la
 ciudad de Tlaxcala​[3]​, hijo de padre español y probablemente madre india. Ingresa a
la orden de los franciscanos aproximadamente en el año de 1548, donde rápidamente
comienza a destacar como artista, la mayoría de los grabados que aparecen en su
Retórica​ son hechos por él.

Probablemente dio clases en la Nueva España, siguiendo la escuela de fray Pedro de


Gante, en lugares como el Colegio de Santa Cruz Tlatelolco y el colegio seminario
de estudios superiores de Teología.
La ​Retorica Cristiana ​fue publicada en Perusa, Italia, en 1579, siendo el primer libro
 de un mexicano publicado en Europa.​[4] ​Era virrey Martín Enríquez de Almanza
quien durante su gestión dirimió importantes disputas entre los franciscanos y el
 clero secular.​[5] ​El sistema económico más activo durante la época de fray Diego
 Valadés, fue la encomienda​[6]​, nos permite comprender la importancia que la
conversión de los indios significaba para la corona.

 
YO​ [7]
¿De quién es esa obra?

… parte consciente del individuo, mediante el cual

cada persona se hace cargo de su propia identidad

y de sus relaciones con el medio.

DRAE.

En las exhortaciones que ejemplifica para que los indios abracen la fe católica, se
trasluce la idea cristiana de predestinación, de la cual Collingwood nos habla al
describir la historiografía cristiana: “Adscribirá los sucesos, no a la sabiduría de sus
agentes humanos, sino a las operaciones de la ​Providencia q​ ue pre-ordena su
 curso”​[8]​.

Según su mentalidad medieval, los hechos se circunscriben de forma lógica, los ritos
sanguinarios de los indios sirven de excusa para enaltecer al Dios bondadoso de los
cristianos:
Dios Omnipotente, Señor del cielo y de la Tierra, ha tenido misericordia de vosotros, no
por razón de vuestros méritos, sino por su infinita piedad y clemencia [….] Así que
hemos venido a vosotros a conduciros a una vida nueva y a la verdadera libertad, y para
que conozcáis cuán grande es la diferencia entre el verdadero Dios, a quien nosotros
 adoramos, y esas seudodivinidades, a quien rendís culto​[9]​.

Al predicar por medio de una “nueva vida” y al distinguir el “nosotros” de “ustedes”,


crea un vínculo paternalista hacia los indios. Establece tres motivos para adjudicar
 superioridad al Dios de los españoles sobre las deidades de los indios​[10]​. Ya
plenamente impuesta la diferencia entre el bien y el mal, pasa de lo divino a lo
terrenal: dominación legítima sobre los indios y su territorio.

Para tal efecto, explica el por qué se debe obediencia al Papa y al emperador:
Debéis además conocer al Romano Pontífice, Supremo Pastor de la Iglesia, Cabeza y
Vicario de Cristo en la Tierra, a quien Él mismo confió su potestad para que
desempeñase sus veces. Al cual nuestro muy invicto emperador así como todos los
demás reyes y príncipes cristianos reconocen, y le rinden homenaje según la costumbre
 
cristiana​ [11]​.

La victoria de los españoles sobre los indios va más allá del ámbito religioso para
 volverlos unos vasallos más del emperador​[12]​. Toda esta construcción de la visión
que se debía tener sobre el indio, como un ser que se había equivocado de camino,
pero que la providencia ya había destinado a los misioneros para regresarlos a la
senda de Dios, nace tal vez de la necesidad de comulgar españoles e indios hacia un
 mismo status religioso, al saberse mestizo el propio Valadés​[13]​.

En el libro titulado ​Acerca de Fray Diego Valadés: Su retórica cristiana,​ diversos


autores analizan algunos conceptos encontrados en la obra valadiana. Gerardo
Ramírez Vidal hace un estudio muy interesante sobre Valadés y los indios. En él
encontramos toda una objeción, desde mi punto de vista válida y aplicable, sobre el
estatus que toma Valadés en el imaginario de los estudiosos de su obra:
“Por desgracia se ha querido acrecentar inútilmente la importancia del fraile dando por
cierta la hipótesis de que Valadés fue hijo de un conquistador español y de una indígena
tlaxcalteca, de modo que ha sido considerado un auténtico mestizo mexicano, ilustre
antepasado verdaderamente excepcional […] Llevados por esta idea, la casi totalidad de
los estudiosos ha encontrado en Valadés a un admirador y a un defensor de nuestro
 pasado indígena, así como los orígenes de nuestra mentalidad mestiza”​[14]

Creo que hay mucha razón en ello, pero no se hace por disminuir los acontecimientos
“brutales” de la conquista, actos que a final de cuentas se toman como parte de un
proceso histórico; lo que se busca es el nacimiento de la identidad mestiza, de la cual
muestra Valadés la protohistoria. El antedicho autor ha encontrado elementos para
destacar que al contrario de enaltecer a los indios, Valadés los aborrecía
No nos aclaras cuáles elementos

 [15]​,lo cual es cierto, pero supo manejar la admiración que sedujo a Valadés sobre
las construcciones indias. Se encarga de comprobar que Valadés no se identificaba
con esos “bárbaros” y no profundiza en el por qué alabó parte de la cultura
 indígena​[16]​.

Ya asentada la justificación, puede decirse que la labor de la predicación ha sido


liberada para ser ejercida con total autoridad, sin empacho de caer en alguna
injusticia, muy por el contrario, hacen el bien al asistir a territorios tan alejados para
llevar la palabra de Dios a los idólatras.
SUPER YO
…parte inconsciente del yo que se observa,

critica y trata de imponerse a sí mismo por

referencia a las demandas de un yo ideal.

DRAE

“Si México nace en el siglo XVI, hay que convenir

que es hijo de una doble violencia imperial y

unitaria: la de los aztecas y la de los españoles”

Octavio Paz.

Tras cruzar el mar, los españoles encontraron un ser que se parecía mucho a ellos,
pero no era igual, le llamaron “convencionalmente” indio. Debatieron mucho sobre
 el carácter y naturaleza de estos “seres”​[17]​. Para legitimar la posesión territorial del
Nuevo Mundo tuvieron que definir que ciertamente no eran animales, pero tampoco
 tenían la misma capacidad intelectual de los europeos.​[18]

Debemos reconocer, por analogía con el título de la obra de Valadés, el objetivo a


seguir, enseñar Retórica Cristiana, con ello muestra y busca definir ese nuevo
cristiano en potencia, inicia un proceso descriptivo bastante interesante:
Es pues, de saberse que los naturales de esas partes usaban de varios y diversos ritos en
el sacrificio y en el culto que rendían a los demonios y a los ídolos. Y consiste tal
diversidad en la variedad de las cosas que adoraban, conviniendo todos sin embargo en
  género de culto y de reverencia que les tributaban​[19]
el

Ese “género de culto” fue lo que le permitió asimilar una distancia cultural con saldo
a favor de los españoles, esto significó un sentimiento de superioridad con respecto a
los indios, así pudo decir posteriormente con holgura: “Construían templos dignos de
 admiración por lo que en ellos gastaban y por el arte con que los fabricaban​[20]​[​…]
Los templos están frecuentemente colocados en montículos hechos por ellos mismos
 y tienen una forma semejante a las pirámides de Egipto”​[21]

No era suficiente, pues, reconocer que lo que hoy llamamos forma de vida, era de
cualidades civilizadas, sino que faltaba lo principal, una religión verdadera como la
profesada por los españoles, con los cuales se crea una verdad que legitimó la
conquista, Valadés la expresa de este modo:
“Así que hemos venido a vosotros para conduciros a una vida nueva y a la verdadera
libertad, y para que conozcáis cuán grande es la diferencia entre el verdadero Dios, a
 quien nosotros adoramos, y esas seudodivinidades, a quienes rendís culto.”​[22]

Aquí es donde chocan estos dos imperios ideológicos que conforman un pilar de la
nación mexicana: la religión aculturada y sincrética de los indios y la religión
verdadera de los españoles. A pesar de que esa idea no es compartida (tal vez) por la
mayoría de los historiadores, algunos trabajos etnológicos muestran que tal mixtura
aún existe en ciertas regiones del país
Sólo en algunas regiones? Yo creo que hay que pensar en torno a esta cuestión, quizás tema para otro trabajo

.​  [23]

Dios, cuando es tomado como elemento unificador de razas y costumbres, es la


cabeza de la civilización; así encontramos sociedades que en teoría están bien
cohesionadas, y para que dichas sociedades funcionen es necesario teorizar sobre la
legitimidad de dicha unión, esto es, Dios mismo. Con esto encontramos la
concepción de Dios que se quiere mostrar a los indios:
“Vosotros ciertamente no sabéis nada ​de su de su inmortalidad e inmutabilidad; pues si
la conocierais, ya os hubieses apartado de la obediencia del demonio, y os hubieseis
 entregado del todo al servicio de Aquel a quien todas las criaturas rinden vasallaje”​[24]

Ese vasallaje no será gratuito, a cambio se les sumergirá dentro del universo español,
con su propio Dios a la cabeza, ya que como pueblo elegido tienen el derecho de
juzgar:
“Nadie que tenga razón puede acatar al diablo, ni las exigencias irracionales que os
impone, como es la inmolación de vuestros hijos, la renuncia a vuestras propiedades, las
mutilaciones del cuerpo, el derramamiento de vuestra sangre, cosas que tienen lugar
 
entre vosotros en todo tiempo”​[25]

Los hijos inmolados; mutilaciones corporales; sangre derramada


Hay estudios que se enfoca en demostrar que la crucifixión de Cristo tiene estos elementos, sin mencionar el
comulgar​ ​donde se toma y se bebe la sangre de Cristo

y demás costumbres religiosas en los indios, son prácticas no solo diferentes sino
contrarias a las costumbres de un buen cristiano. Pero ¿por qué admirar ciertas partes
de la cultura indígena, como la arquitectura? La hipótesis a destacar es que muy
probablemente quería demostrar inteligencia en esos nuevos seres, si no igual, al
menos la suficiente para conocer de Dios y volverse vasallos del rey, acto que a todas
luces pretende el nacimiento de una nueva cultura, que él, por saberse mestizo, busca
con afán utilizando la retórica digna de su profesión como religioso.

ELLO (Conclusiones)

…la fuente inconsciente de toda energía

psíquica, que contiene la totalidad de

los instintos reprimidos y se rige solo

por el principio del placer.

DRAE.

El ello es el principio placentero de toda psique; el elemento más primitivo de su


anatomía. Como resultado de los dos capítulos anteriores vemos que Valadés parece
contradecirse, sin embargo, la idea que tiene de los indios y su arquitectura se
desmorona con la sola mención del Dios cristiano, el verdadero. Alrededor de Él gira
todo el mundo y es cuando vemos que a pesar de la civilización que parecen tener los
nativos, su única función sigue siendo la de ser objeto de la fe, como si sólo hubieran
sido creados para probar la bondad del pueblo elegido, el español, que va de la mano
de la iglesia y que sin ella serían los bárbaros que encontraron en el nuevo mundo.

El instinto de Valadés se cierne sobre una dialéctica que yo llamaría “bueno-malo,


si-no”, es una selección muy somera de lo que es bueno o malo y sus juicios se ven
impregnados de algo que hoy llamaríamos “racismo” en el sentido más relajado del
término. ¿Por qué mi reflejo tan distorcionado al intentar empaparme en la realidad
de este retórico del siglo XVI? ¿Acaso se trata del tiempo que nos separa, que nos
divide? Para resolver esta pregunta he diseñado una pequeña teoría social, misma que
 he llamado “teoría de la hipocresía​[26]​”​, ya que éste termino juega el más
fundamental de los papeles.

Al no existir una posible individualidad de pensamiento ni de cultura, Valadés piensa


en ideas prefabricadas, instituidas para una colectividad culta como era el círculo
social al que pertenecía, por tal motivo podemos hablar de un libro hecho por una
institución más que por un hombre. Mientras más hipócrita es un escrito, más rígido
su contenido, lo contrario es que mientras menos hipócrita es un texto, más
propositivo resulta su significado.

En la ​Retórica o​ bservamos un libro bastante “hipócrita”, nacido para instruir a una


colectividad de características similares, es por eso que esa visión de la cultura ya no
se empata a la mía, porque la sociedad escriturística en la que me desenvuelvo
permite la individualidad en un texto, permite hipocresías pero también permite
sinceridad. Para evitar confusiones puedo aclarar de antemano que no estoy
ejerciendo juicios de valor sobre el texto, sino que uso el significado de “hipocresía”
para desarmar la estructura que sostiene el libro de Valadés.

De todo lo anterior se deducen los siguientes puntos:

1) Valadés considera a los ​indios como resultado de una relación viva entre
España y Dios​.

2) Para Valadés la ​cultura es todo lo que gire alrededor de Dios y su pueblo​,


España.

3) ​No se encuentra rastro alguno de pensamiento protocriollista como parecen


señalarlo algunas fuentes.

4) ​Estas conclusiones pueden no tener razón y verdad ​porque son el resultado de


un análisis impregnado de la cultura del siglo XX, no del XVI por lo que se puede
caer en imprecisiones metodológica.

BIBLIOGRAFÍA.

Beuchot, Mauricio. ​Tratado de Hermenéutica analógica. ​México. UNAM. 1997

​ éxico. Siglo XXI. 2001


Giraud, Paul. ​La semiología. M

González Blackaller, C. y L. Guevara Ramírez. ​Síntesis de Historia de México. Ed.


Herrero. México. 1971.

Diccionario Porrúa de historia, biografía y geografía de México. Vol. IV. México.


Porrúa. 1995.

Reyes Coria, Bulmaro et. al. ​Acerca de Fray Diego Valadés: Su retórica cristiana.
México. UNAM. 1996.

Valadés, Diego. ​Retórica Cristiana. ​Edición facsimilar. Introducción de Esteban J.


Palomera. México. F.C.E. 1989.

 [1] ​Mauricio Beuchot nos da una definición más completa y satisfactoria: “La hermenéutica es el arte
y ciencia de interpretar textos, entendiendo por textos aquellos que van más allá de la palabra y el
enunciado. Son por ello, textos hiperfrásticos, es decir, mayores que la frase ​[…]la hermenéutica
interviene donde no hay un solo sentido, es decir, donde hay polisemia[…] descontextualiza para
contextualizar, llega a la contextuación después de una labor elucidatoria y hasta analítica.” Mauricio
Beuchot. ​Tratado de Hermenéutica analógica. ​México. UNAM. 1997. p. 15-16.
  ​Paul Giraud nos dice: “La semiología es la ciencia que estudia los sistemas de signos: lenguas,
[2]
códigos, señalaciones, etc.” Paul Giraud. ​La semiología. M ​ éxico. Siglo XXI. 2001. p. 7.
  ​Fray Diego Valadés. ​Retórica Cristiana. ​Edición facsimilar. Introducción de Esteban J. Palomera.
[3]
México. F.C.E. 1989. p.VIII.
  ​Diccionario Porrúa de historia, biografía y geografía de México.​ Vol. IV. México. Porrúa. 1995.
[4]​
 [5] ​Juana Vázquez Gómez. ​Diccionario de gobernantes de México. México. Ed Nueva Imagen. 1999.
P. 45.
 [6] ​Por encomienda entendemos: “el reparto de indios entre los conquistadores, a fin de que ellos se
encargaran de cristianizarlos y protegerlos, a cambio de utilizar sus servicios”. C. González Blackaller
y L. Guevara Ramírez. ​Síntesis de Historia de México.​ Ed. Herrero. México. 1971. p. 201.
 [7] ​Este capítulo formó parte de otra obra de acercamiento a Valadés titulado ​La filosofía de la
historia en Fray Diego Valadés​; en dicho texto su título fue “Teoría de la legitimación”.
  ​R.G. Collingwood. ​Op. cit. p
[8]​ ​ .113.
  ​Fray Diego Valadés. ​Op cit.​ p. 397.
[9]​
 
[10] ​Las tres razones que aduce son: “La primera es que existe un solo Dios (pues nada puede
pensarse ser más verdadero), un solo principio, una sola fe, un bautismo y una Iglesia santa, católica y
apostólica; por tanto la variedad misma de vuestros ídolos os testifica sin duda alguna vuestro
error[…] La segunda razón es que Dios es inmortal […]En cambio, vuestros dioses pueden
impresionar el tacto y la vista; han sido fabricados de piedras y de madera con vuestras propias manos
y se van gastando y consumiendo. ​Ídem.​ p. 397-399.
 
[11]​ ​Ídem.​ p. 405.
 [12]​. “Lo contrario acontece a la Iglesia de Cristo, en la que la potestad terrena es meramente
accidental ​y no esencial. De aquí que de suyo no competa al emperador, hijo espiritual genuino de la
Iglesia, la soberanía terrena, como auxiliar y protector de la iglesia, así como tampoco a los demás
reyes y príncipes cristianos a los cuales ha sido conferida mediatamente por Dios la autoridad
temporal. Con todo, una y otra potestad son debidas al Pontífice; mas, para tranquilidad de las almas,
confiere la temporal a los reyes cristianos, confirmando a los que Dios unió y designo para este fin”.
Ídem.​ p. 405

 
[13] ​En páginas posteriores se ve en la necesidad de aclarar el por qué los indios sí pueden
considerarse cristianos contra las opiniones de los que decían que aún adoraban a sus antiguas
divinidades. “Dicen que los indios no son más cristianos que los moros de Andalucía y que todavía
observan con fidelidad sus antiguas costumbres y ceremonias. En suma, que se han hecho cristianos
por la fuerza […] No pretendo colocar a los indios entre los santos, lo cual sería, en todo caso, oficio
propio de la Iglesia y del Sumo Pontífice, sino que trato de refutar, con razones, aquello de que han
sido vituperados”. ​Ídem. ​p.
428.

 
[14]​ ​Bulmaro Reyes Coria et. al. ​Acerca de Fray Diego Valadés: Su retórica cristiana.​ México.
UNAM. 1996. P.12-13
 [15]​ ​Ídem. p ​ . 13-15.
 [16]​ ​El siguiente capítulo abordará esta temática de manera más profunda.
 [17] ​Cfr.​ Lino Gómez Cañedo. “¿Hombres o bestias? Nuevo examen de un viejo tópico. ​Estudios de
Historia Novohispana. ​V.1. 1966. Realizó una revisión de qué tanto fue cierto que el indio no era
considerado un ser humano.
  Cf​ r. David A. Brading. ​Orbe indiano. De la monarquía católica a la república criolla,
[18]​
1492-1867. México. F.C.E. 2003. El capítulo titulado “El gran debate” versa sobre la legitimación del
dominio sobre los indios, aduce que siempre se buscó fundamentar la idea de que los indios
necesitaban de la guía y gobierno espiritual de los españoles a pesar de las denuncias de De las Casas.
 
[19]​ ​Fray Diego Valadés. ​Op cit. ​ p. 379.
 
[20]​ ​Ídem. p​ . 379.
 [21]​ ​Ídem. p ​ . 381.
 [22]​ ​Ídem. p ​ . 391.
 [23] ​Cfr. Antonella Faguetti. ​Tentzonhuehue: el simbolismo del cuerpo y la naturaleza. Plaza y
Valdés. 1998. A través de un análisis de las costumbres de San Miguel Acuexcomac, Antonella
Faguetti descubre que las creencias de este pueblo son una fusión de creencias provenientes del
cristianismo y tradiciones prehispánicas.
 [24]​ ​Ídem. p ​ . 391.
 [25]​ ​Ídem. p ​ . 391.
 [26] ​Según el DRAE: Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente
se tienen o experimentan.

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