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Rev Chil Pediatr 2008; 79 (5): 544-549 HACE 75 AÑOS

SEVENTY-FIVE YEARS AGO

El juego en la infancia

Autor: MANUEL ZORRILLA1


Comentario: NELSON A. VARGAS C.2

1. Médico de la Casa Nacional del Niño.


2. Facultad de Medicina. Universidad de Chile.

Introducción gunas, en esos tiempos no se conocían el


Kawasaki, el Parvovirus, el VIH, ni los antibió-
Por la época en que escribió y publicó este ticos. Resulta razonable suponer que en los
artículo (1933), el doctor Zorrilla era médico de programas de estudio y en los currículos, en
la Casa Nacional del Niño, ex Casa de Huérfa- general, había espacio para preocuparse del
nos, ex Casa de Expósitos, donde hizo parte cuidado de los niños sanos sin concentrarse
prolongada e importante de su carrera profe- –como temo que ocurre ahora– en los enfer-
sional. mos (la necesidad tiene cara de hereje y lo
La profundidad del análisis de Zorrilla prue- urgente no deja tiempo para lo importante).
ba su característica de “hombre del mundo”.
En sus comentarios incursiona en las áreas
El juego en la infancia
filosófica, biológica y psicológica y muestra lo
bien que invirtió sus recursos en Chile, al deci- MANUEL ZORRILLA
dir impulsar el crecimiento de la universidad.
Esto dio origen a una clase culta, motor y Tema de verdadero interés, tanto desde el
energía del progreso nacional. Zorrilla era miem- punto de vista psicológico como biológico puro,
bro de esa clase, salida de una universidad, tal es el que se relaciona con el juego infantil, o,
vez más completa en lo integral y menos ten- como se denomina en psicología, actividad
diente a profesionalizar que la actual. lúdica. No lo pueden negar los pediatras, sobre
Es curioso y lamentable que hayan pasado todo, los que trabajan en asilos. Aquí es donde
décadas antes que la Pediatría nacional publi- se llega a intimar profundamente con el niño,
cara un segundo artículo sobre un tema tan debido al largo período de vida, muchas veces
trascendente como es uno de los “trabajos” la infancia entera, que permanece a nuestro
de los niños: jugar. Zorrilla fue pionero, no lado. Y anotamos como un progreso evidente
secundado por largo tiempo, en el tema de los en el desarrollo, el que comience a jugar; como
juguetes y el juego. asimismo, estimamos de buen augurio cuando
Esta falencia hace pensar que es posible un niño postrado por una larga enfermedad,
que la especialidad haya descuidado excesiva- intenta de nuevo jugar.
mente a la puericultura, elemento vital en la Trataremos, en las líneas que siguen, de
promoción de la salud y la prevención de las aclarar la significación del juego, teniendo como
enfermedades infantiles. En una larga lista de punto de vista principalmente, la novedosa teo-
ignorancias nuestras, y por mencionar sólo al- ría de Causí, un sabio Catalán.

Correspondencia a:
Dr. Nelson A. Vargas C.
E-mail: nvargas@med.uchile.cl

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Hasta los comienzos de este siglo, la casi de adultos, en que se ha pretendido interpretar
totalidad de las teorías que pretendían explicar el sentimiento infantil.
el juego en los niños eran de carácter psicológi- Entre las más importantes concepciones en
co puro, y el problema era del resorte exclusivo orden cronológico, comenzaremos por citar la
de los filósofos. A medida que la biología adqui- teoría de Locke. Este filósofo formuló que el
ría preponderancia e iba invadiendo terrenos niño jugaba respondiendo a la necesidad de
que antes no le pertenecían –como son los de la recrearse, de reintegrar fuerzas perdidas. Sería
Pedagogía, la psicología misma, al hacerse ex- algo comparable al alimento o al sueño. Partió
perimental– se ven aparecer concepciones te- del concepto vulgar del adulto, que juega por
nidas de cierto carácter biológico, hasta llegar descansar. Este criterio asiste aún a muchos
al concepto biológico puro, cual es el del maes- maestros cuando largan a sus alumnos a re-
tro Catalán que antes mencionamos. creo, después del estudio. En otro terreno, se-
Antes de entrar a enumerar las más impor- ría, como la jugada al cacho después de la
tantes teorías que han antecedido a la de Causí, salida de la oficina. En el niño, sucede lo con-
trataremos de aclarar que entendemos por jue- trario, juega más, mientras más descansado
go, ateniéndonos a las modernas concepciones. está. El cansancio inhibe la actividad lúdica.
Seria la actividad espontánea por excelencia Otra teoría vulgar, aceptada por una serie
del niño; actividad física a la que va unida de filósofos, formulada primeramente por Bene-
también actividad psíquica. Así planteado el ke y perfeccionada por H. Spencer, es aquella
asunto, la actividad del lactante pequeño, me- de que el niño juega para librar a su organismo
nor de 6 meses expresada en movimientos des- de un exceso de energía. Entre otros argumen-
ordenados de todo orden, no seria juego, ya que tos, aducen el que el niño posee un grueso
la actividad psíquica o inteligencia, en esta épo- panículo adiposo, significando acúmulo de ener-
ca es nula. Esta etapa del lactante en que prima gía. Spencer agregó que este excedente de
el automatismo, podría considerarse como pre- energía era gastado en la imitación de activida-
paratoria o de pre-ejercicio. Seria una época en des serias y útiles, hecha en forma desinteresa-
que perfeccionaría las funciones orgánicas que da (actividad seria y útil, pero interesada, seria
más tarde utilizara, (dinámicas, estáticas, sen- el trabajo, el otro polo del juego). Pero todo
soriales, etc). El juego propiamente tal, comen- médico sabe que en la infancia priman los pro-
zaría a aparecer cuando la actividad automáti- cesos de asimilación, que es esta una época de
ca se diluye para dar paso a la actividad instin- formación y almacenamiento. Ridículo sería
tiva (5° a 6° mes). La actividad lúdica se tradu- pensar que un organismo en perpetuo acrecen-
ciría entonces por aquellas expresiones infanti- tar tenga energías de sobra para dilapidarlas en
les que no tienen realmente equivalencia en la el juego.
mentalidad adulta. Sería lo que vulgarmente se Respecto a la imitación, desde luego, el niño
llama retozar, chacotear. Y quedaría fuera de cuando nos parece que imita, es que lo hace
esta orbita mucho de lo que comúnmente se muy en serio, y cree en lo que representa. Sólo
entiende por juego: Ej. el juego a los soldados, muy pocos juegos arrancan de una imitación.
muñecas, visitas, que serían producto de imita- Ahora, respecto a lo de la utilidad, el niño no
ción; los deportes, como el fútbol, box, etc, que sólo imita lo útil, sino que más comúnmente lo
se entenderían como actividades musculares inútil o perjudicial (juego en los niños vagabun-
sistematizadas y codificadas por los adultos; y dos, proletarios).
aún muchos juegos que siendo netamente in- Ha tenido cierta boga la teoría biogenética.
fantiles en su génesis, han sido perfeccionados, Así como se ha creído que la evolución material
es decir, desfigurados también por los adultos del individuo, resume la evolución de las espe-
(volantín, trompo, etc). Existe, como se ve, toda cies que le precedieron; se ha creído que en la
una escala de juegos que van desde el juego evolución psíquica del hombre; desde que nace
propiamente tal, generado y ejecutado exclusi- hasta la madurez, se van reproduciendo las
vamente por el niño, hasta el producto de imita- etapas porque ha pasado el desarrollo de la
ción, pasando por aquellos juegos, creaciones humanidad. Y tendríamos, como dos paralelas,

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de un lado: el lactante de predominio automáti- de estar viendo en los juegos infantiles, gérme-
co; el niño, instintivo; el adulto, con voluntad y nes de actividades posteriores (fabriles, indus-
conciencia, y de otro: los pueblos que han ido triales, científicas, artísticas, etc). ¿Que activi-
pasando del salvajismo a la barbarie para llegar dades posteriores esboza el niño jugando al
a la etapa de civilización. Los juegos serían volantín, a las bolitas, al trompo, etc?. Si juega a
entonces reminiscencias de actividades ances- las visitas, al paco-ladrón, al almacenero, a las
trales hoy inútiles. Hoy día no se acepta esta muñecas, es porque imita las actividades que
manera simplista de relacionar la fotogenia con ve a su alrededor. Vemos corrientemente en
la ontogenia. los campos al niño jugar haciendo de jinete en
Como primera teoría, con un gran contenido una varilla: arreando bueyes imaginarios, etc.
biológico y de gran aceptación aun, hoy tanto Aquí, en la Casa Nacional del Nino, donde el
entre biólogos como educadores aparece la niño tiene muy poco que imitar, hemos encon-
teoría de Groos (de Tubingen) que en resumen trado niños que se entretenían examinando la
interpreta el juego como una preparación a la garganta de un compañero con un palo o una
vida seria del adulto por medio del perfecciona- cuchara, sin que esto quiera significar, segura-
miento de los instintos. Según vaya a ser esta mente, que esos niños tengan inclinaciones mé-
actividad seria del adulto, así será la fisonomía dicas.
del juego. Expone múltiples ejemplos: el cabrito Por otra parte, hay animales de instintos
que se entretiene dándose de cabezazos; el muy complejos como son las abejas, hormigas,
gatito, persiguiendo una pelota, cosa que dejará algunas aves, etc, que no tienen antecedentes
indiferente al cabrito: los perros nuevos que de juego.
juegan mordisqueándose; la niñita, a las muñe- Otra consideración: Según la teoría de Groos
cas, en tanto que el niño preferirá siempre los el niño pasaría a ser un hombre en pequeño, ya
soldados, etc. que en último término trata de hacer lo mismo
Mientras más complicada es la actividad que el adulto en menor escala. Las conclusio-
psíquica del animal, es decir, mientras más se nes pedagógicas son desastrosas, por cuanto
eleva en la escala zoológica, más complicados no habría sino que trasladar la actividad definiti-
serán sus juegos preparatorios. Los múltiples va del adulto al niño para abreviar este aprendi-
instintos, borrosos en el niño, se van perfeccio- zaje que significa el afinamiento de los instintos.
nando con el juego. Groos clasifica los juegos Esto sería, dice Causí, como si se pretendiera
según los instintos a que irían ligados. Así, v. hacer coincidir el mediodía con la aurora, dando
gr.; el juego de muñecas, al instinto sexual; el vueltas hacia atrás las agujas de un reloj. Llega
juego a las visitas, al instinto gregario o social; aún a creer que el niño no juega a lo que va a
juegos agresivos, al instinto de conservación, ser, sino que el hombre es, lo que el juego dejó
etc. impreso en su mente infantil; es decir, en vez de
Analizando Causí esta teoría del sabio ale- condicionar la vida adulta al niño; sería este el
mán, estima que de ella se desprende que el que condicionaría al hombre.
juego en la infancia sería un accidente sin valor Carr es autor de una teoría que tiene cierta
propio en la vida del hombre, ya que sería una importancia por ser también de carácter bioló-
época preparatoria a la madurez. Tal razona- gico. Dice que el juego es un estímulo del
miento sería tan lógico como decir que la madu- crecimiento orgánico. Pero aquí también se da
rez es una etapa preparatoria de la senectud. A el caso de que muchos juegos no entrañan
lo sumo, podría decirse que la infancia es una ningún estímulo orgánico, como ser; el juego de
época de transición a la madurez, y que ésta lo muñecas. En este, se podría invocar la teoría de
es de la vejez; pero no se puede decir que una los instintos. Resultado: habría que elucubrar
época es preparatoria de otra. Además, la ma- tantas teorías como juegos hay.
yoría de los juegos que analiza Groos, y otros Antes de terminar esta enunciación de teo-
que olvida, no responden a ningún instinto. ¿Qué rías, mencionaremos una de carácter psicológi-
instinto cultiva el niño jugando a la pelota? co, que aun tiene muchos adeptos. Es la que
Además, es de una exageración evidente eso estima que los juegos liberan a los individuos de

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tendencias antisociales perjudiciales a nuestra escasa complejidad, comparativamente a los


civilización, Ej: juegos musculares deportivos. superiores, a pesar de poseer instintos, no tie-
Pero, no hay que olvidar que estas tendencias nen en su primer período actividad, lúdica (ej.:
sociales o antisociales, son creaciones de nues- insectos, moluscos, aves, etc). Con la compli-
tro espíritu, son como se las ha llamado, relati- cación de las estructuras aparece la vida psí-
vidades históricas. Lo que hoy es antisocial, quica superior hasta hacerse inteligencia en los
ayer no lo fue, y mañana será de otro modo. mamíferos.
Nada hay más variable que el orden social para Recapitulando estas consideraciones, y para
relacionarlo con algo inmutable, como es el deducir que el juego no tiene relación con nin-
juego infantil. El orden social cambiara cons- guna otra época de la vida fuera de la infantil,
tantemente en manos del hombre; el niño juga- podemos anotar estas premisas:
ra siempre más o menos en igual forma. Por 1. Complejidad creciente física y psíquica de
otra parte, hay pueblos salvajes donde las prác- los organismos a medida que se asciende en
ticas que pretendería desviar el juego son per- la escala zoológica.
fectamente admisibles. Y de otro lado, hay 2. Siguiendo este orden, aparición de una in-
tendencias anti-sociales, como el robo, que la fancia cada vez más larga.
naturaleza no desvía con ningún juego. El niño 3. Desemejanza, aunque equivalencia, entre las
no nace bueno ni malo. Somos los adultos los funciones del niño y del adulto, relacionadas
que lo juzgamos según nuestros puntos de vista. con el substrato anátomo-fisiológico diver-
De ahí que no tenga tendencias perjudiciales de sa. El organismo en formación tiene contro-
que desprenderse. les (hormonas) diferentes que el ya forma-
La actividad del individuo en cualquiera épo- do.
ca de su vida es el resultado de un complejo de En el caso del gatito que corre tras la pelota
transformaciones químicas de naturaleza hor- de papel, no se trata de que se perfeccione para
monal que influyen sobre los diferentes órganos la caza. El instinto cazador esta preformado en
o sistemas (nervioso, óseo, etc). Los estímulos su estructura orgánica. Responde a una consti-
y reacciones van variando con la edad, lo que tución determinada. La imagen de las cosas
ha resumido Marañon, diciendo que el timo es que se mueven estimula su actividad que se
una glándula de infancia; la hipófisis, de juven- traduce en movimientos de persecución. Pero
tud; los genitales, de madurez; el tiroides, de independiente de los estímulos que obran sobre
toda la vida. la motilidad, el gato, en su infancia desarrolla
El organismo infantil; tiene en general las los músculos, adoptando actitudes y movimien-
mismas actividades que el adulto; pero sus ex- tos semejantes, sin otro estímulo que el que
presiones son diferentes; porque se trata de un brota de sus reacciones internas. Es natural
organismo en formación. La función eje y pro- que entre lo que hace el gato joven y el adulto,
pia del niño en la escala somática es el creci- haya semejanzas; pero semejanza no es depen-
miento, y en la esfera psíquica, el fenómeno dencia.
más resaltante es el juego. Es lógico que haya Las distintas edades de la vida, son proce-
relación entre ambas actividades; crecimiento sos de diferente significación vital que tienen
y juego. comunidad de origen y que se entrelazan sin
Ahora, como el organismo del niño, dadas transiciones que interrumpan la continuidad del
sus condiciones especiales de estructura, no ser. Para que no hubiera semejanza sería nece-
puede producir otra actividad expresional que sario que con la edad cambiara la naturaleza
el juego, este pasa a ser el ejercicio específico del organismo. Ese origen invariable, heredita-
de los organismos en formación. Cosa diferen- rio, propio de la especie, influido, claro está, por
te es decir que el juego es un estímulo del el ambiente, es el que hace surgir siempre
crecimiento o el esbozarse de los instintos que actividades idénticas, variables, en grado y ener-
más tarde constituirán la personalidad humana. gía, según las posibilidades de la materia viva.
El juego aparece en la escala zoológica con Los cabezazos y saltos del cabrito no signifi-
la complicación de los organismos. Si son de can aprendizaje; son las manifestaciones de sus

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reacciones motoras que se desarrollan en la botar, romper objetos, producir ruidos, fijarse
estructura muscular de sus miembros y sistema en cuanto su mirada distingue, etc.
nervioso. Esta actividad motora, tiene, pues, un La antigua pedagogía atribuía al instinto de
fin en sí misma. curiosidad el afán inmoderado del niño en los
Mientras mayor es la diferenciación orgáni- primeros meses de romper cuanto tiene en su
ca, más complejo es el sistema nervioso y de mano o de cogerlo todo. Pero esto no puede ser
mayor riqueza la vida psíquica. La escasa acti- efecto de una causa de orden intelectual tan
vidad lúdica de los animales inferiores esta en elevado como es la curiosidad. Esto es obra de
relación con la sencillez de la estructura nervio- la vitalidad propia del organismo, de su activi-
sa y su metabolismo. dad neuro-muscular incipiente, no regulada ni
El pollo no aprende a ser gallo o gallina; lo coordinada aún. Los estímulos que provocan en
será desde el día que nace, con las limitaciones sus centros nerviosos las excitaciones exterio-
que le impone la potencia de sus órganos. Así, res, son devueltas en forma de contracción
el pollo no mostrará ninguna tendencia a incu- muscular aún no coordinada ni con objeto pre-
bar, ni el gato, a la procreación, por la sencilla ciso. Es comparable este acto del lactante, con
razón de que el estímulo adecuado a los órga- cualquier reflejo; como la salivación frente al
nos sexuales no ha alcanzado aun su madurez. alimento, que no significa curiosidad por cono-
El movimiento es la materia prima del juego. cer la estructura de él. El niño pequeño cuando
El adulto posee el completo dominio de los rompe una cosa, no aspira a conocer el conteni-
movimientos y la capacidad de servirse de ellos do de ella.
como de instrumentos. En la infancia, con el La actividad lúdica del niño durante los pri-
desarrollo progresivo de los órganos, van apa- meros meses, como decíamos, es tan reducida,
reciendo poco a poco movimientos nuevos que como la significación que tiene para el mundo
expresan la amplitud vital que adquiere poco a que lo rodea. Esta relacionada íntimamente con
poco el organismo. Cada juego aparece en la su organización neuro-muscular en formación.
época que el desarrollo psico-orgánico lo per- Son los juegos aquí, formas de expresión del
mite. Ahora, tomando en cuenta el factor inte- desarrollo esquelético, muscular y nervioso.
lecto tiene que haber diferencia entre el juego Están representados por movimientos en profu-
del hombre y el de los animales. En los últimos, sión; los órganos de la palabra, incapaces aun
aquellos órganos que durante la vida desempe- de expresar el pensamiento se manifiestan por
ñan una función útil a el o a la especie, se gritos; el oído se complace en ruidos; los ojos,
expresan durante el crecimiento en ejercicios en seguir con la vista un punto luminoso o que
numerosos que dependen de la conformación se mueve, etc. Pero cuando el niño adquiere el
anatómica de los órganos. El gatito, al jugar dominio de sus miembros, de los órganos de los
solo sabrá adoptar actitudes de caza o persecu- sentidos: cuando la palabra traduce ideas, el
ción, que será la actividad más útil del adulto; mundo infantil se enriquece sobremanera y con
pero que esta potencialmente preparada en su ello las posibilidades de juegos. Con el dominio
organismo, desde que nace. del lenguaje y del movimiento, el niño sale de si
En el niño, con la aparición de la inteligencia, mismo para penetrar en el mundo de sus seme-
viene a unirse con la raíz biológica de donde jantes, y comienzan los juegos a teñirse de las
precede el juego, otros factores intelectuales, el nuevas influencias que sobre el actúan. Viene
principal de los cuales, es la imitación. De ahí la imitación a intercalarse en su propia persona-
que el juego puro, de raigambre biológica exclu- lidad espiritual. Pero hay que tener presente
siva, espontáneo, lo encontremos en las épocas que siempre, el fondo biológico será la materia
primeras de la vida, puramente animales y en originaria del juego. Con imitación o sin ella, el
que sus manifestaciones lúdicas están alejadas niño jugara y convertirá en materia de juego
de la influencia ajena. Entonces el niño no todo lo que se le presente. Si el mundo en que
intenta imitar. El juego descansa en esta prime- vive es tan pobre que nada lo incite a la imita-
ra edad en estructuras orgánicas sencillas y no ción, el inventara sus juegos. Una pelusa, una
se exterioriza sino que en ejercicios como de piedrecita, como vemos en nuestras salas, la

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tomara en sus manos, la dará vuelta, la lanzara, Comentario


etc, con el mismo entusiasmo que tratará de
tomarse el agua que pongan a su alcance, o con Jugar es parte fundamental del desarrollo
que trepara sobre el primer obstáculo que se le humano, la alegría de vivir y el aprendizaje
interponga. Pero este niño, colocado en el mun- continuo. Jugar –así como crear y usar jugue-
do de los demás, de los adultos, copiará sus tes– requiere imaginación, conocimientos, habi-
actividades. Manejara un trompo, una pelota, lidades y muchas otras capacidades.
una muñeca. (Hemos visto niñitas mayores de Los juguetes potencian y desarrollan la fan-
2 años que al mostrarles una muñeca por pri- tasía, la creatividad, la exploración y el descu-
mera vez, se han asustado). brimiento, la imaginación, la abstracción y el
De ahí la gran importancia que hay que dar planeamiento. Además, desencadenan apren-
al medio que rodea al niño, porque, según la dizajes en el área cognitiva, las destrezas, acti-
imitación encauzara sus propias actividades. tudes y afectos y, muy en especial, en adquirir y
En el juego del fútbol, por ejemplo, hay un aplicar valores. Sin duda, son fundamentales en
elemento primario, natural, biológico, cual es la la adquisición de competencias. Son, a la vez,
necesidad que el niño siente de hacer fuertes básicos para desarrollar y aprender roles; en
contracciones musculares, impulsado por su especial, los de género. Entre otras caracterís-
trofismo orgánico. Se sabe que las mayores ticas –que, de paso, les agregan valor en el
demandas de actividad en la infancia proceden psico y en el neuro diagnóstico– se incluyen ser
del esqueleto, en particular de los huesos lar- elementos socializadores, vehículos de expre-
gos, y músculos que en ellos se insertan. Y son sión de sueños y frustraciones y herramientas
precisamente juegos favoritos los que hacen indispensables para el desarrollo psicomotor fino
actuar estas partes (carrera, salto, etc). El fútbol y grueso. Por si todo ello fuera poco, sin duda
logra esta finalidad no como conjunto de reglas favorecen la interacción del niño con sus pa-
establecidas para los adultos, sino porque se dres y sus pares.
dirige hacia esa actividad muscular y ósea. La gran cantidad de roles que se les adscri-
Respecto al juego de muñecas u otros jue- be hace pensar que es necesario que un niño
gos femeninos, en que obra en gran parte la tenga varios juguetes. Sin embargo, también se
imitación, también están subordinados al desa- puede pensar que un número excesivo de ellos
rrollo orgánico, puesto que es la niñita pequeña pudiese –por su abundancia– disminuir su valor
la que gusta de este juego, en cambio, mayorci- en el concepto infantil.
ta, ya no jugará a las muñecas. Preferirá pa- Muchos tipos de juguetes fomentan más la
sear, andar, saltar. Si el sexo influyera, la cosa competencia que la cooperación y el individua-
sería al revés. lismo, más que el altruismo y la integración.
La influencia sexual, por lo demás, no se Estos dos últimos, deseables en el fomento del
puede negar; pero es clara únicamente cuando desarrollo infantil, pueden ser sobrepasados por
estos órganos llegan a la madurez. Antes de esta la realidad, en la que no es infrecuente que el
época hoy se acepta que las glándulas sexuales, estímulo se centre en la competencia y el indivi-
ya influencian los actos de los niños (Freud J.). dualismo.
Aquí es nuevamente un substrato anatómico, Zorrilla hace un contrapunto entre diversas
una glándula endocrina la que imprimirá carácter teorías sobre el juego y entre la actividad
al juego. Pero la niña adquirirá aptitudes mater- lúdica de los adultos y los niños; así como la de
nales, desarrollará su instinto, sin necesidad de ambos sexos y la de especies diversas. En el
las muñecas; igual que el niño no llegará a ser un texto incluye párrafos curiosos, vitales y atrac-
hombre porque juega a la pelota. En el peor de tivos, pese a ser eruditos: “Marañón dice que
los casos, será un futbolista. el timo es una glándula de infancia; la
En una palabra, el hombre llega a ser tal, no hipófisis de juventud; los genitales, de madu-
cuando su aprendizaje haya terminado, sino rez y el tiroides, de toda la vida”. Frase para
cuando los órganos han adquirido la aptitud endocrinólogos, escrita hace ya muchas déca-
para cumplir sus funciones propias. das.

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