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El juego en la infancia
Correspondencia a:
Dr. Nelson A. Vargas C.
E-mail: nvargas@med.uchile.cl
Hasta los comienzos de este siglo, la casi de adultos, en que se ha pretendido interpretar
totalidad de las teorías que pretendían explicar el sentimiento infantil.
el juego en los niños eran de carácter psicológi- Entre las más importantes concepciones en
co puro, y el problema era del resorte exclusivo orden cronológico, comenzaremos por citar la
de los filósofos. A medida que la biología adqui- teoría de Locke. Este filósofo formuló que el
ría preponderancia e iba invadiendo terrenos niño jugaba respondiendo a la necesidad de
que antes no le pertenecían –como son los de la recrearse, de reintegrar fuerzas perdidas. Sería
Pedagogía, la psicología misma, al hacerse ex- algo comparable al alimento o al sueño. Partió
perimental– se ven aparecer concepciones te- del concepto vulgar del adulto, que juega por
nidas de cierto carácter biológico, hasta llegar descansar. Este criterio asiste aún a muchos
al concepto biológico puro, cual es el del maes- maestros cuando largan a sus alumnos a re-
tro Catalán que antes mencionamos. creo, después del estudio. En otro terreno, se-
Antes de entrar a enumerar las más impor- ría, como la jugada al cacho después de la
tantes teorías que han antecedido a la de Causí, salida de la oficina. En el niño, sucede lo con-
trataremos de aclarar que entendemos por jue- trario, juega más, mientras más descansado
go, ateniéndonos a las modernas concepciones. está. El cansancio inhibe la actividad lúdica.
Seria la actividad espontánea por excelencia Otra teoría vulgar, aceptada por una serie
del niño; actividad física a la que va unida de filósofos, formulada primeramente por Bene-
también actividad psíquica. Así planteado el ke y perfeccionada por H. Spencer, es aquella
asunto, la actividad del lactante pequeño, me- de que el niño juega para librar a su organismo
nor de 6 meses expresada en movimientos des- de un exceso de energía. Entre otros argumen-
ordenados de todo orden, no seria juego, ya que tos, aducen el que el niño posee un grueso
la actividad psíquica o inteligencia, en esta épo- panículo adiposo, significando acúmulo de ener-
ca es nula. Esta etapa del lactante en que prima gía. Spencer agregó que este excedente de
el automatismo, podría considerarse como pre- energía era gastado en la imitación de activida-
paratoria o de pre-ejercicio. Seria una época en des serias y útiles, hecha en forma desinteresa-
que perfeccionaría las funciones orgánicas que da (actividad seria y útil, pero interesada, seria
más tarde utilizara, (dinámicas, estáticas, sen- el trabajo, el otro polo del juego). Pero todo
soriales, etc). El juego propiamente tal, comen- médico sabe que en la infancia priman los pro-
zaría a aparecer cuando la actividad automáti- cesos de asimilación, que es esta una época de
ca se diluye para dar paso a la actividad instin- formación y almacenamiento. Ridículo sería
tiva (5° a 6° mes). La actividad lúdica se tradu- pensar que un organismo en perpetuo acrecen-
ciría entonces por aquellas expresiones infanti- tar tenga energías de sobra para dilapidarlas en
les que no tienen realmente equivalencia en la el juego.
mentalidad adulta. Sería lo que vulgarmente se Respecto a la imitación, desde luego, el niño
llama retozar, chacotear. Y quedaría fuera de cuando nos parece que imita, es que lo hace
esta orbita mucho de lo que comúnmente se muy en serio, y cree en lo que representa. Sólo
entiende por juego: Ej. el juego a los soldados, muy pocos juegos arrancan de una imitación.
muñecas, visitas, que serían producto de imita- Ahora, respecto a lo de la utilidad, el niño no
ción; los deportes, como el fútbol, box, etc, que sólo imita lo útil, sino que más comúnmente lo
se entenderían como actividades musculares inútil o perjudicial (juego en los niños vagabun-
sistematizadas y codificadas por los adultos; y dos, proletarios).
aún muchos juegos que siendo netamente in- Ha tenido cierta boga la teoría biogenética.
fantiles en su génesis, han sido perfeccionados, Así como se ha creído que la evolución material
es decir, desfigurados también por los adultos del individuo, resume la evolución de las espe-
(volantín, trompo, etc). Existe, como se ve, toda cies que le precedieron; se ha creído que en la
una escala de juegos que van desde el juego evolución psíquica del hombre; desde que nace
propiamente tal, generado y ejecutado exclusi- hasta la madurez, se van reproduciendo las
vamente por el niño, hasta el producto de imita- etapas porque ha pasado el desarrollo de la
ción, pasando por aquellos juegos, creaciones humanidad. Y tendríamos, como dos paralelas,
de un lado: el lactante de predominio automáti- de estar viendo en los juegos infantiles, gérme-
co; el niño, instintivo; el adulto, con voluntad y nes de actividades posteriores (fabriles, indus-
conciencia, y de otro: los pueblos que han ido triales, científicas, artísticas, etc). ¿Que activi-
pasando del salvajismo a la barbarie para llegar dades posteriores esboza el niño jugando al
a la etapa de civilización. Los juegos serían volantín, a las bolitas, al trompo, etc?. Si juega a
entonces reminiscencias de actividades ances- las visitas, al paco-ladrón, al almacenero, a las
trales hoy inútiles. Hoy día no se acepta esta muñecas, es porque imita las actividades que
manera simplista de relacionar la fotogenia con ve a su alrededor. Vemos corrientemente en
la ontogenia. los campos al niño jugar haciendo de jinete en
Como primera teoría, con un gran contenido una varilla: arreando bueyes imaginarios, etc.
biológico y de gran aceptación aun, hoy tanto Aquí, en la Casa Nacional del Nino, donde el
entre biólogos como educadores aparece la niño tiene muy poco que imitar, hemos encon-
teoría de Groos (de Tubingen) que en resumen trado niños que se entretenían examinando la
interpreta el juego como una preparación a la garganta de un compañero con un palo o una
vida seria del adulto por medio del perfecciona- cuchara, sin que esto quiera significar, segura-
miento de los instintos. Según vaya a ser esta mente, que esos niños tengan inclinaciones mé-
actividad seria del adulto, así será la fisonomía dicas.
del juego. Expone múltiples ejemplos: el cabrito Por otra parte, hay animales de instintos
que se entretiene dándose de cabezazos; el muy complejos como son las abejas, hormigas,
gatito, persiguiendo una pelota, cosa que dejará algunas aves, etc, que no tienen antecedentes
indiferente al cabrito: los perros nuevos que de juego.
juegan mordisqueándose; la niñita, a las muñe- Otra consideración: Según la teoría de Groos
cas, en tanto que el niño preferirá siempre los el niño pasaría a ser un hombre en pequeño, ya
soldados, etc. que en último término trata de hacer lo mismo
Mientras más complicada es la actividad que el adulto en menor escala. Las conclusio-
psíquica del animal, es decir, mientras más se nes pedagógicas son desastrosas, por cuanto
eleva en la escala zoológica, más complicados no habría sino que trasladar la actividad definiti-
serán sus juegos preparatorios. Los múltiples va del adulto al niño para abreviar este aprendi-
instintos, borrosos en el niño, se van perfeccio- zaje que significa el afinamiento de los instintos.
nando con el juego. Groos clasifica los juegos Esto sería, dice Causí, como si se pretendiera
según los instintos a que irían ligados. Así, v. hacer coincidir el mediodía con la aurora, dando
gr.; el juego de muñecas, al instinto sexual; el vueltas hacia atrás las agujas de un reloj. Llega
juego a las visitas, al instinto gregario o social; aún a creer que el niño no juega a lo que va a
juegos agresivos, al instinto de conservación, ser, sino que el hombre es, lo que el juego dejó
etc. impreso en su mente infantil; es decir, en vez de
Analizando Causí esta teoría del sabio ale- condicionar la vida adulta al niño; sería este el
mán, estima que de ella se desprende que el que condicionaría al hombre.
juego en la infancia sería un accidente sin valor Carr es autor de una teoría que tiene cierta
propio en la vida del hombre, ya que sería una importancia por ser también de carácter bioló-
época preparatoria a la madurez. Tal razona- gico. Dice que el juego es un estímulo del
miento sería tan lógico como decir que la madu- crecimiento orgánico. Pero aquí también se da
rez es una etapa preparatoria de la senectud. A el caso de que muchos juegos no entrañan
lo sumo, podría decirse que la infancia es una ningún estímulo orgánico, como ser; el juego de
época de transición a la madurez, y que ésta lo muñecas. En este, se podría invocar la teoría de
es de la vejez; pero no se puede decir que una los instintos. Resultado: habría que elucubrar
época es preparatoria de otra. Además, la ma- tantas teorías como juegos hay.
yoría de los juegos que analiza Groos, y otros Antes de terminar esta enunciación de teo-
que olvida, no responden a ningún instinto. ¿Qué rías, mencionaremos una de carácter psicológi-
instinto cultiva el niño jugando a la pelota? co, que aun tiene muchos adeptos. Es la que
Además, es de una exageración evidente eso estima que los juegos liberan a los individuos de
reacciones motoras que se desarrollan en la botar, romper objetos, producir ruidos, fijarse
estructura muscular de sus miembros y sistema en cuanto su mirada distingue, etc.
nervioso. Esta actividad motora, tiene, pues, un La antigua pedagogía atribuía al instinto de
fin en sí misma. curiosidad el afán inmoderado del niño en los
Mientras mayor es la diferenciación orgáni- primeros meses de romper cuanto tiene en su
ca, más complejo es el sistema nervioso y de mano o de cogerlo todo. Pero esto no puede ser
mayor riqueza la vida psíquica. La escasa acti- efecto de una causa de orden intelectual tan
vidad lúdica de los animales inferiores esta en elevado como es la curiosidad. Esto es obra de
relación con la sencillez de la estructura nervio- la vitalidad propia del organismo, de su activi-
sa y su metabolismo. dad neuro-muscular incipiente, no regulada ni
El pollo no aprende a ser gallo o gallina; lo coordinada aún. Los estímulos que provocan en
será desde el día que nace, con las limitaciones sus centros nerviosos las excitaciones exterio-
que le impone la potencia de sus órganos. Así, res, son devueltas en forma de contracción
el pollo no mostrará ninguna tendencia a incu- muscular aún no coordinada ni con objeto pre-
bar, ni el gato, a la procreación, por la sencilla ciso. Es comparable este acto del lactante, con
razón de que el estímulo adecuado a los órga- cualquier reflejo; como la salivación frente al
nos sexuales no ha alcanzado aun su madurez. alimento, que no significa curiosidad por cono-
El movimiento es la materia prima del juego. cer la estructura de él. El niño pequeño cuando
El adulto posee el completo dominio de los rompe una cosa, no aspira a conocer el conteni-
movimientos y la capacidad de servirse de ellos do de ella.
como de instrumentos. En la infancia, con el La actividad lúdica del niño durante los pri-
desarrollo progresivo de los órganos, van apa- meros meses, como decíamos, es tan reducida,
reciendo poco a poco movimientos nuevos que como la significación que tiene para el mundo
expresan la amplitud vital que adquiere poco a que lo rodea. Esta relacionada íntimamente con
poco el organismo. Cada juego aparece en la su organización neuro-muscular en formación.
época que el desarrollo psico-orgánico lo per- Son los juegos aquí, formas de expresión del
mite. Ahora, tomando en cuenta el factor inte- desarrollo esquelético, muscular y nervioso.
lecto tiene que haber diferencia entre el juego Están representados por movimientos en profu-
del hombre y el de los animales. En los últimos, sión; los órganos de la palabra, incapaces aun
aquellos órganos que durante la vida desempe- de expresar el pensamiento se manifiestan por
ñan una función útil a el o a la especie, se gritos; el oído se complace en ruidos; los ojos,
expresan durante el crecimiento en ejercicios en seguir con la vista un punto luminoso o que
numerosos que dependen de la conformación se mueve, etc. Pero cuando el niño adquiere el
anatómica de los órganos. El gatito, al jugar dominio de sus miembros, de los órganos de los
solo sabrá adoptar actitudes de caza o persecu- sentidos: cuando la palabra traduce ideas, el
ción, que será la actividad más útil del adulto; mundo infantil se enriquece sobremanera y con
pero que esta potencialmente preparada en su ello las posibilidades de juegos. Con el dominio
organismo, desde que nace. del lenguaje y del movimiento, el niño sale de si
En el niño, con la aparición de la inteligencia, mismo para penetrar en el mundo de sus seme-
viene a unirse con la raíz biológica de donde jantes, y comienzan los juegos a teñirse de las
precede el juego, otros factores intelectuales, el nuevas influencias que sobre el actúan. Viene
principal de los cuales, es la imitación. De ahí la imitación a intercalarse en su propia persona-
que el juego puro, de raigambre biológica exclu- lidad espiritual. Pero hay que tener presente
siva, espontáneo, lo encontremos en las épocas que siempre, el fondo biológico será la materia
primeras de la vida, puramente animales y en originaria del juego. Con imitación o sin ella, el
que sus manifestaciones lúdicas están alejadas niño jugara y convertirá en materia de juego
de la influencia ajena. Entonces el niño no todo lo que se le presente. Si el mundo en que
intenta imitar. El juego descansa en esta prime- vive es tan pobre que nada lo incite a la imita-
ra edad en estructuras orgánicas sencillas y no ción, el inventara sus juegos. Una pelusa, una
se exterioriza sino que en ejercicios como de piedrecita, como vemos en nuestras salas, la