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Grado: 11
Asignatura: Filosofía
Para el filósofo inglés Thomas Hobbes, “el hombre por naturaleza es egoísta” y esto
conlleva a que su praxis en sociedad se vea permeada por un deseo individualista de auto
conservación, es decir, las relaciones interpersonales se gestan a partir de un interés por
lograr un status que le permita la supervivencia, puesto que no se puede negar que los
bienes por los cuales luchan los sujetos para asegurar su conservación son limitados,
entonces se propaga necesariamente un estado de guerra perpetuo y universal de todos
contra todos, y de esto surge un estado constante de inseguridad que no desaparece ni
siquiera ante la existencia de un enorme poder militar o político. Asimismo, hace parte de
la la naturaleza humana una permanente búsqueda cuyo fin no termina en el objeto
alcanzado sino que siempre es diferido hacia otro distinto.
Sin embargo, dentro de este intento de convivencia armónica, sigue latente aspectos como
la competencia; que es la causa que para Hobbes, que impulsa a atacarse unos a otros,
haciendo uso de la violencia que permita adueñarse de todo, incluyendo mujeres y niños y
ganados de otros hombres. En segunda instancia prevalece la desconfianza; que es la
desesperación constante para lograr seguridad, hacemos unos de la violencia para
defendernos, y por último aparece la vanagloria; causa de riña para ganar reputación, aquí,
dice Hobbes, recurrimos a la fuerza por motivos insignificantes, para minimizar a nuestro
semejante, ya sea con una palabra, una sonrisa o una opinión distinta. La subestimación de
una persona puede ser directamente a una persona o a su descendencia, a sus amigos, a su
nación, a su apellido o a su profesión.
Ahora bien, es pertinente aclarar que Hobbes considera que bajo el estado de guerra de
todos contra todos, nada puede ser injusto ni justo, y las nociones de derecho e ilegalidad
están fuera de lugar, porque si no existe poder común, no hay ley y donde no hay ley no
hay justicia. Las nociones de justicia o injusticia no son innatas al hombre como sí lo son
las sensaciones o las pasiones. De ello, se podría concluir que no existe distinción entre
tuyo y mío, ya que todo es de todos y algo le pertenece a alguien en cuanto lo posea.
Bibliografía
Barcelona, Universidad Autonoma de. 2014. Docsity. Docsity. [En línea] 2014. [Citado el: 22 de
08 de 2019.] https://www.docsity.com/es/capitulo-17-de-leviatan-del-gran-hobbes/4302649/.