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CAPÍTULO 1

EL PROCESO fllSTÓIUCO DE FORMACIÓN


DEL DERECHO DEL TRABAJO (1).
EL CONFLICTO SOCIAL INSTALADO
EN LAS RELACIONES DE TRABAJO ASALARIADO

SUMAIUO: 1. Trnbujo y conflicto sociul: el conflicto bnse del Derecho del Trabajo.-IT. El trabajo en
m.
las sociedades precapitnllsms: los tüulos jurídicos de upropiución dcl trnbnjo njcno.- Revolución
burguesa y revolución industrial: lu "cuestión sociab•. -!V. Lo uuionncla [orgunizución y acción co-
lectivo] de los trabajadores: el movimiento obrero.

1. Trabajo y conflicto social: el conflicto base


del Derecho del Trabajo
1. Uno noción descriptiva de Derecho del Trabajo.e- De acuerdo con una visión for-
mal y mernmcmc descriptivo, se puede definir el Derecho del Trabajo como la ordenacián
juridica del trabajo asalariado o prestado por cuenta ajena. De modo que, la noción de esta
disciplina se centra en el objeto propio de la regulación jurídica llevada a cabo por la
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rnismu, esto es, en las relaciones juridicas [el contrato de trabajo y las relaciones colectivas
de representación y defensa de los intereses delos sujetos de la relación laboral] que se esta-
blecen entre quienes realizan un trabajo retribuido y dependiente por cuenta de y para otro
persona [trabajadores] y quienes lo retribuyen y hacen suyos los resultados de la actividad
laboral contratada [empleadores o empresarios). El Derecho del Trabajo tiene por objeto,
así pues, la rcguiaclán jnridlca del intercambio de trabajo por salario.

2. El fundamento del Derecho del Trabujo.-Con ser ello verdad. In obtención de la


esencia propio y de lo razón de ser del Derecho del Trabajo no puede venir dada, Ion sólo,
por In simple presentación de su objeto o contenido normativo, que ofrecen al observador
únicamente un conocimiento formal y nhistórico del problemu. Una aproximación científi-
ca más provechosa y explicativa de la naturaleza de esta ruma del ordenamiento jurídico
sólo es posible, nos parece, si se tiene en cuento el fundamento del Derecho del Trabajo, su
ruzón de ser o porqué objetivo. Si todos los suciedades históricas han conocido In realidad
del trabajo productivo por cuenta de otros, así como los conflictos sociales derivados de este
hecho, y si, sin embargo, el Derecho del Trabajo como disciplino propin no aparece hasta
un determinado momento en la evolución de la sociedad (el capitalismo industrial], es
incuestionable que el conocimiento de lo verdadero esencia de esta dlsciplinu jurldica exige
la dctcrminacién de las causas que hicieron posible la aparición de un nuevo cuerpo nor-
motivo que daba respuesta a nuevos exigencias sociales. Todo ello tiene que ver, nururul-
mente, con elfillldalllellll1 del Derecho del Trabajo y la identificación del singular conflic-
to social que se encuentra en su base y sobre el que aquél ejerce su virtuulidnd lntegrndoru.
El fundamento y el objeto de In disciplino son por ello realidades científicamente inescin-
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40 MANUEL CARLOS PAlOMEQUE LÓPEZ y MANUEL ALVAREZ DE LA ROSA Dt:RECIIO DEL TIlADAJO 41

dibles en la contemplación de la noción y de la función normativa del Derecho del Trabajo, medios de producción y quienes aportan exclusivamente trabajo dependiente. Los tra-
aunque se trate desde luego de planos distintos de una mismn realidad institucional. bajadores y los ernplendores muestran asf intereses contrarios dentro de lo relación de
trabajo, en el sentido de que In plena satisfacción de los de unos ha de ser necesaria-
3. El Derecho como instrumento de íntegrucíén de conflictos socínles.>- El Derecho es mente, en su caso, a costa de los propios de la contraparte. Naturalmente, la norma
ciertamente una técnica instrumental de organización social, adoptada para la integracián, ins- jurídica impide In consecución absoluta de los intereses de parte, imponiendo por con-
titucionalizacióu o juridificacián de los conflictos sociales. A través de la norma jurídica se tra una solución de equilibrio o de compromiso esencial, como se verá mds adelante,
impone el cauce adecuado para la solución ordenada del conflicto (individual o colccuvo], al Derecho del Trabajo.
configurándose de este modo un sistema de seguridad y conservación de las relaciones socia- Desde un punto de vista estructural y en esquema, el interés del empresario en la rela-
les vigentes en un momento determinado. El conflicto de intereses es por ello una realidad ción de trabajo coincide en términos absolutos con la prolongación de los tiempos de tra-
social prenormativa, que el Derecho viene precisamente a integrar. La conflictívidad social es bajo, que habrá de redundar en mayor cantidad del producto. y en la moderación de los sala-
nsf canalizada jurídicamente de acuerdo con el cuadro de intereses y valores propios de la rios, con la consiguiente repercusión en la limitnción de los costes de producción. Actuando
opción poütica que expresa la norma jurídica en cuestión, que no son naturalmente sino los así sobre cantidades y costes del producto, el empresario habrá de conseguir lógicamente
del grupo o grupos sociales capaces de imponer, dentro de un sistema determinado (el juego mayores beneficios en el mercado. Por contra, el interés de los trabajadores se manifiesta
de las mayorías pnrlnrnentarias en un sistema democrático), su voluntad orgnnizativn. El con- en la reivindicación de salarios cada vez mayores, que les permita preservar sus economías
flicto social y la norma jurfdicn regulndorn del mismo formarán parte ya, una vez producida familiares de 111 agresión de la inflación, y de jornadas laborales progresivamente más redu-
la instltuclonalización de aquél, de la misma realidad jurídica. Y si esta funci6n social (la inte- cidas, procurando incrementar asf los tiempos dedicados al descanso o al ocio. Es eviden-
gración de conflictos sociales) es propia del Derecho y común por ello a todn norma jurídica, te, por lo tanto, que ambas posiciones subjetivas son antagónicas en su estructura, con inde-
es indispensable a nuestros fines en este momento la identificación del singulnr conflicto pendencia, claro es, de la percepción sicológica del fenómeno por parte de cada una.
social que se encuentra en la base del Derecho del Trabajo como cuerpo normativo diferen- Este conflicto lnbornl o sociolaboral (el conflicto entre el capital y el trabajo asalariado]
I ciodo y sobre el que ejerce su función integradora, explicando asf el concepto, la esencia y el se convierte, por lo pronto, en elemento esencial en la caracterización del tipo de sociedad,
propio fundamento del ordenamiento jurídico laboral. precisamente a partir de la fnse histórica en que la industria llega a ser el sector básico del
O sistema de producción capitalista [revolución industrial, industrializncion capitalista). El
IV) 4. El conflicto social base del Derecho del Trabajo: el conflicto entre el trabujo asa- conflicto laboral se erige así en el conflicto matríz o arquetipo de In sociedad capitalista, por
lnriudo y el capital en In socicdnd capitnlista Industrlal.-El Derecho del Trabajo es, lo que no existe diferencia cualitativa entre conflicto laboral y conflicto social, en cuanto
\ desde Juego, una cntcgorfn cultural fruto del sistema de producción capitalisra industrial. No que las tensiones laborales son siempre expresión de lns tensiones sociales y éstas de aqué-
es, por lo tanto, In respuesta normativa ni conflicto sociolaboral o de trabajo en general, en llas. El confltcto laboral define, a fin de cuentas, In estructura básico de la sociedad capita-
la medida en que todas las sociedades históricas han conocido el trabajo como fuente de lista industrial.
conflictos sociales, sin que por ello quepa registrar en su seno el nacimiento de aquel siste- La confrontación entre el trabajo asalariado y el capital informa así, transversal y longi-
ma normativo, sino propiamente la reacción ante el conflicto industrial, el conflicto entre el tudinnlmente la sociedad de clases, [o que habrá de exigir históricamente la creacién de una
capital y el trabajo asalariado en la sociedad capitalista industrial, el conflicto que se gene-
ra en la «gran industria» del siglo XIX caracterizada por In doble concentración de capitu-
nueva estructura normativa cannlizadora del nuevo conflicto básico, inservibles ya a tal fin
los cuerpos normativos de la sociedad preindustrial, no otra que el ordenamiento jurfdico
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les y de trabajadores. No es, así pues, un conflicto más dentro de una estructura social plu- laboral. La razón de ser histórico del Derecho de! Trabajo como disciplina jurídica inde-
ralrnenre conflictiva, como es la sociedad moderna, sino que se trata del motor de todas sus pendiente es, por ello, la de servIr nI proceso de juridificacián del conflicto entre el trabajo
contradicciones, de su conflicto central o paradigmático. . asalariado y el capital, de su canalización, integración o institucionallzucién por el Estado.
En el sistema de producción capitallsta el proceso de producción de bienes y servicios se
expreso, a través de In combinación de los diversos factores que intervienen en el mismo, a
partir de una relación básica: el intercambio de trabajo asalariado por salario. Mediante la Il. El trabajo en Ias sociedades precapitalistas:
prestación de trabajo asalariado o por cuenta ajena, los trabajadores aportan al sistema pro- los títulos jurídicos de apropiación del trabajo ajeno
ductivo la fuerza de trabajo necesaria pura la realización de los bienes con destino al merca-
do. En tanto que el empresario tirular de los medios de producción retribuye consiguiente- S. La prestación de trabajo dependiente en [as sociedndes precapttallstas.i--El tra-
mente, a través de la prestación salarial, In incorporación de la mano de obra precisa para el bajo, la prestación de trabajo productivo, ha constituido siempre un factor de oposición o
funcionamiento de la empresa. Y este intercambio de prestaciones dispone, por lo demás, de conflicto en cualquier forma de sociedad: amos y esclavos, señores y siervos, pntronos y
In adecuada cobertura jurídica del contrato de trabaja, cuya causa o razón de ser objetivo no obreros, brin protagonizado y asumido en sus respectivos ñmbilos históricos status contra-
es otra que la de servir de soporte y hacer posibles, por lo tanto, las relaciones de producción. puestos en relación con el binomio prestación de trabnjo-apropiacidn de los frutos o resul-
En la relación de intercambio de trabajo por salario, los sujetos que la protagoni- rados del mismo. Y las diferentes organizaciones políticas que se hnn sucedido en la histo-
zan esgrimen o aportan intereses, no s610 distintos, sino contrapuestos. Es decir, que ria han atendido naturalmente a la integración de los conflictos sociales resultantes de In
en la propia raíz de la relación de trabajo asalariado se halla instalado un conflicto prestación del trabajo mediante los instrumentos jurídicos adecuados a tal fin segregados
social de carácter estructural: la contraposición de intereses entre quienes dominan los por los propios sistemas instituclonales.

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42 /ltANUEL CAIlLOS PALOMEQUE LÓPEZ y MANUEL ÁLVIlI\El. DE LA ROSA DERECHO DEL TRADNO 43

. Ello obliga,. en verdad, a distinguir de modo crucial entre regulacián jurtdica del trabu- vertebral del sistema productivo romo no radicaba, como se sabe, en el trabajo forzoso en
. JO por cuento ajena en genernl [la ajenidnd es ciertamente una categoría conceptual moder- régimen de esclavitud y en el derecho de propiedad como título jurídico de apropiación del
na] y D.ere~/lO,~el Trabajo .c0n.'0 manifeslac.ión singular d~ aquélla. Siempre ha habido trabajo ajeno. Esta incidencia social limitada explica definitivamente, por lo demás. la sufi-
ordcnncion jurfdicn del trnbnjo ajeno y dependiente, pero no siempre ha habido Derecho del ciencia del ius civile romano como cuerpo normotivo del sistema.
Trabajo, form~ esp:cial de regulación del trabajo propia de la sociedad capitalista industrial.
Por ell~, conviene Ind~g~ brevem.ente los distintos tltulos Jurídicos de que se han servido B. El trobojo forzoso en régimen de servidumbre: la sociedad feuduI.- Lo estructu-
las .socledades p~e?apl!alistns [dejando al margen las formaciones primitivas, como los ra socioeconómica de In sociedad feudal o intermedia [siglos X a XIV, en términos genera-
socle?ad7s gentilicias. nómadas, comunidades agrarias, ctc] para regular In apropiación del les) descansaba efectivamente sobre el trubajo del siervo de la gleba [trnbujo en régimen de
traba~o ajeno. Lu ordenación jurídica del trabajo en las sociedades precapitclistas [y prein- servidumbre]. El sistema feudal o señorial comprendía [distinto es el entendimiento cstric-
d~stnales) responde, a fin de cuentas, n los títulos del derecho real [de propiedad o domi- tO de la «relación de vasallaje» propio del feudalismo en sentido técnico-jundico] los rcla-
nio] o del derecho corporativo. ciones de dependencia y servicio de los campesinos establecidos en los dominio de los seño-
res [sociedad rural o ugraria], que asumían por su parte una correlativo obligación de protección
G. El trabajo forzoso en régimen de esclavitud: la sociedad escJavistn.-La susten- y sostenimiento de aquéllos, El trnbnjo que llevaba a cabo el siervo etuforzoso o no libre, en
tnción económica de lo sociedad esclavista (lo Romo clásica como puradigrnn] ha sido ver- cuanto impuesto y exigido por el señor [el siervo asumín también frecuentemente el pago de
daderamente.Ia prestación de trabajo forzoso por los esclavos o individuo~ no libres. El tra- cantidades en dinero o en productos). al que respaldaba su propio poder jurisdiccional y mili-
bajo en régimen de esclavitud se caracterizaba, por lo pronto, por ser socialmente tar. Se trataba, también en este caso, del ÚlÚCOtrubojo productivo que se realiza en lo agricul-
pro~uctivo, enca~inodo asf a ln obtención de bienes y prestación de servicios poro la satis- tura. El señor feudal hacía suyos, por lo tanto.Ios frutos o resultados del trabajo de sus siervos
facción d.e necesl.dades. En renlidud, era el único trabajo productivo.del sistema, ya que el que excedían del necesario para su propia subsistencia y lo de su familia, por lo que se trataba
hombre libre dedicnba sus ocupaciones a la política, lo guerra, el ocio o la cultura. Era, asi- técnicamente de un trabajo por cuenta ajena, La apropiación del trabajo ajeno dentro del régi-
mismo, un trabajo'por Cuenta ajena, en el sentido de que la apropiación de sus frutos se reu- men señorial se articulaba, uno vez más, n través del derecho de dominio [derechos señoriales]
li.zub.apor pc.rsona distl!ltu ~el propio esclavo, el nrno o dueño, aunque aquél no fuera, en que se ejercía en el seno de relaciones sociales de carácter forzoso.
t:rmmos estn7tomel~e JurídICOS,un terceto njeno o extraño, sino un objeto Ocoso pcrtcne-
ciente 01 pro~1O dueño, sobre el que éste ejercía su derecho de dominio. El paterfamilias 9. El truhu]o en los gremios: lo sociedad urbunn mcdievnI.- Una sociedad urbana,
roma~o udquirfu los frutos o resultados del trabajo de sus esclavos a rírulo de propietario de que habría de asentarse sobre la ciudad medieval a partir de su consolidoción en el siglo XI, I
los rmsrnos. que no posaban de disponer de lo condición de cosos o de sernovientes, inca- va a coexistir con la estructura feudal del campo como formación social dominante. Ello
puces por ello de ser titulares de relncíones jurídicas, tratándose en consecuencia de un supuso, por lo pronto. un régimen de trnbajo diverso, ya que en tanto que en el campo las v.1
~odo originad? de adquisioíén de lo propiedad. Era, por último, un trabajo forzoso o no relaciones de producción revestían la forma de servidumbre, con sometimiento al poder del
libre, n~ser obligada su prestación con independencia de la voluntad del esclavo, jurídico- señor feudal, el trabajo se orgunizuba en lo ciudad en régimen de libertad. Las mnnifcsta-
mente 1l1?xís~ente,y .rllbor~illado o dirigido por el amo o personas afines. Lo apropiación cienes de trabajo libre y por cuenta ajena que se produjeron en el ámbito de lo ciudad
?eJ t~obajo ajeno en lo SOCIedadesclavista quedaba articulado, así pues, a través del título medieval desembocaron en lo que históricamente se denomina régimen gremial. El gremio
jurídico del d~recho real de propiedad del amo o dueño respecto de sus esclavos, reposan- es uno corporación que integra o los artesanos de un mismo oficio o profesión dentro de la
do el entero sistema productivo sobre bases de trabajo forzoso, radicalmente diversas por ciudad [trabajudores por cuento propia, ernpleadorcs y trabajadores al servicio de éstos] con
ello de 105 que hobríun de impulsar, siglos mds tarde. la aparición histórico del Derecho del la finaJidud de atender o la defensa y ayuda mutua de sus miembros y de actuar como ins-
Trabajo. trumento económico de defensa contrn la competencia, en cuyo seno se desarrollan supues-
tos de prestación de trabajo por cuento ajena en régimen de libertad. Estas relaciones no se
7. Los nrrendurnlentos romancs.v-Ln sociedad esclavistu romana conoció, sin embnr- establecfun verdaderamente entre el gremio y los trabajndores, sino entre los maestros, que
g?, formas i~cipientes de trabajo prestado en régimen de libertad [trabajo no forzoso] y aje- constituyeron el eslabón más elevado de la formación profesional dentro del régimen gre-
nidud, semejantes a las que en lo sociedad cupitalistc habrían de constituir la base fóctica mial, al propio tiempo que eran empresarios y titulares de los talleres agremiados, y los ofi-
del contrato de tmbnjo. En Romo hubo, desde un principio, trabajadores libres que realiza- ciales y aprendices, auténticos trabajadores por cuento ajeno. a lu por que ngremiados de
ban sus toreos por cuenta ajena en su propio taller o eran contrnrados a jornal en otros luna- segunda categorfa, excluidos de la dirección y control de lo propia corporación gremial. La
r~s por qt!i<;nes necesitaban de su trabajo. A estas formas de prestación laboral corrcsp~n- relación rcsuhnme se articulaba, en fin, u través de un auténtico contrato de nrrcndnrnicnro
dieron, bdsicnmente, modelos contractunles de nrrendnrnlento: la locatio conductio operis de servicios o de trabajo [de aprendizaje en su coso]. título jurídico del intercambio de trn-
(nrrendamiento de obra]. en que se contrataba In ejecución de una obra o resultado singular bajo y su remuneración en metálico o especie. Lo que sucedía, sin embargo, era que la
que debía efectuarse por un artesano en régimen de trabajo por cuento propia: y la Iocaüo estructura económico dominante en lo sociedad medieval estaba bnsadu en elementos anta-
conductlo operarum [arrendamiento de servicios]. auténtico prestación de servicios rernu- gónicos a los examínados (el trabajo forzoso del siervo, como se sube], sin que por ello
ne~od.a.por cuenta ajena, en que se cedía el propio trabajo y no su resultado (próximo, sólo fuera neee.sario históricamente otro tfrulo jurídico principal de apropiación [sin perjuicio de
uhistóricamente, al contrato de trabajo]. Con todo, el espacio productivo reservado para 105 la rcgulnción de lo prestación de servicios en los ciudades que cfectuubnn las ordcnanzns
formas de trabajo libre y por cuerna ojenu fue de hecho insigniflcnnte , ya que lo columna gremiales] que el derecho del propiedad o dominio señorial.
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tj4 MANUEL CA!U.OS r¡\LOMEQUl! LÓPEZ y MANUEL ALVAIU,Z DI! LA ROSA DnRECHo DEL Tnl\.BNO 45

III. Revolución burguesa y revolución industrial: la «cuestión social» régimen supone, por cierto, In incorporación a la historia de la humanidad de dos trnscen-
dentnles categorías culturales: elliberali.rmo como concepción integral del mundo Y.ni pro-
10. El conflicto socinl en el sistema de trabajo nsnlarfndo.i--La sustitución de los pio tiempo, un nuevo sistema de producción acorde. [rente a la rigidez de los comporta-
relaciones feudales de producción [trabajo en régimen de servidumbre) por el sistema eco- mientas económicos precedentes [el mercanrilisrno], con los intereses de In nueva clase
nómico capitalista sitúa precisamente ni observador en el teatro de operaciones en que habrá socinl dominante, no otro que el capitalismo como sistema económico [el modo de pro-
de generalizarse un nuevo conflicto social, cuya integración jurídica explicará historien- ducción capitalista].
mente la aparición de nuevos títulos jurídicos de apropiación del trabajo ajeno y de un
nuevo ordenamiento jurídico de la prestación del trabajo asalariado. La situación de con- 12. EIliberalismo.-ElliberalislI/o como doctrina unitaria aporta la filosoffn sustenta-
flicto es protagonizada ahora por nuevos antagonistas sociales: el obrero asalariada [el pro- dora que proporciona justificación racional n In nueva sociedad burguesa (la sociedad libe-
letariado o "la clase de los trnbnjndores nsularíados modernos quienes. puesto que no poseen ral]. Se relaciona directamente con In noción de libertad, que rechaza el privilegio conferi-
medios de producción propios. dependen de la venta de su fuerza de trabajo para poder do II cuulquíer clase social por virtud del nacimiento o la creencia y supone In implantación
vivir»], por un lado. y el capitalista o empresario [la burguesía O <celasede los cnpitalistos de valores tales como el sistema de libertades formales, el racionnlismo, el constituciona-
modernos, quienes son poseedores de los medios sociales de producción y explotan el tra- llsmo o la secularización de las formas de vida. El liberalismo proporciona la nueva ideo-
bajo asnlnriadow'] por otro. logía capaz de colmnr las necesidades de un mundo en formación, en el que se suceden los
Los relaciones de producción capiralístas son esencialmente relaciones dinlécticas entre descubrimientos geográficos y los invenciones técnicos, como In imprenta y su excepcional
nportadorcs asalariados de fuerza de trabajo y poseedores de medios de producción que uti- incidencia en el desarrollo de tu cultura. La nueva doctrina extiende su cnmpo de acción
lizan cl trabajo de aquéllos y el conflicto resultante.Iejos de ser uno rnds dentro de la estruc- lógicamente o todos los ámbitos de la vida y del quehacer humano. El liberalismo polttico
tura social emergente. se erige en la contrnpcsicién central del sistema, encontrándose lns- consagra el rechazo de toda instancia intermedia entre la persona, cuyos derechos individua-
talado en el seno del intercambio económico básico [trabajo par salario) sobre el que les se proclaman y sacraliznn (el arto 1 de In franccsn Deciaration des drolts de L'1101I1mé et du
descansa de manera generalizada [a diferencia. claro es, de las esporádicas bolsas históri- citoyen (1789) manifestaba que <dos hombres nacen y permanecen libres e iguales en dere-
cas conocidas de supuestos de trabajo libre por cuentn ajena) el nuevo modo de producción. chos»], y el Estado soberano (lo ley Le Chapelier prohibía en Francia en 1791 el restableci-
Lo aparición histórica y extensión general del nueva conflicto social y de los nuevos anta- miento bajo cualquier forma de las corporaciones dentro del Estado], así como la democracln
gonistas colectivos es. ciertamente. el resultado de un complejo proceso histórico en el que polftica y lo scpnración de poderes, el pnrlarnentarismo y el republicanismo. El liberalismo
concurren dos factores o elementos determinantes: la revolución burguesa y la industriali- económico prescribe. a su vez. la abstención del Estado en lo actividad económico [laisse¡
zación capitnlistn o revolución industrial. [aire.Iaissez passer], que se entiende regida (dentro de un «orden natural. de las cosas] por
leyes específicas, equiparables en su certeza a los físicas o naturales que operan ni margen de
11. La revolución burguesu.i--Se entiende por revolución burguesa, usf pues, el pro- la voluntad de los hombres, y sobre los que no es posible actuar [ley de Ida oferta y lo deman-
ceso histórico o través del cual la burguesía, que ha construido su desarrollo u lo largo de la da" dentro de un mercado libre como regla de oro). En el planojllrfdico, el individualismo
Edad Media frente íI lo ideologfn prevulente del ancien regime, se conviene en clase socia! liberal consagra el dogma de la «autonomía de In voluntad», que pasa n los Códigos naciona-
dominnnte, capaz por ello de imponer sus productos ideológico-culturales [expresivos cier- les [proceso codificador del siglo XIX) como facultad de los partes de lo relación contrncrual
tamente de los intereses del grupo revolucionario] a las demás clases sociales. sancionando (también del cambio de trabajo por salario] de establecer, por el exclusivo tenor de su volun-
históricamente de este modo el orden económico capitalista y la propiedad privada sobre la tad (a salvo el interés u orden públicos). el contenido de nquélln. Se produce. en definitiva, un
propiedad feudal. El paradigma histórico del proceso cs. desde luego, la revolución france- tránsito general desde el status [sociedad corporativa) al contrato (sociedad liberal].
sa de 1789 y años siguientes, en el que In burgucsfa revolucionaria protagoniza un modelo
violento de acceso al dominio polítlco", aunque otros movimientos sociales [revoluciones 13, El sistema de producción capltallstuc--El sistema de producción capitalista des-
inglesa del siglo XVII y americana del XVnI) hayan seguido por su parte esquemas diver- cansa sobre la propiedad privada de los medios de producción [lo propiedad se concibe
sos. El triunfo histórico de la burguesía como grupo social frente a las clases del antiguo como derecho inalienable) y las relaciones sociales resultantes. El soporte del nuevo modo
de producción radica de modo generalizado en una relación de intercambio básico, libre-
mente realizado y sometido tanta a las reglas económicas del mercado como a las propias
de la contratacíon civil, de trabajo por salario en régimen de libertad. La prestación de trn-
, K. MM:t Y !'. EI/cas. MalJifiej/(J connmlstu, introducción de E, Hobsbnwm .• d. billngflc. Critica. Barcelona. bajo asalnriudo realizada libremente [la libertad formal proclamada por los textos polfticos
1998. ootn de F. Engel. o lo edlcién inglesa de 1888. p, JB [pnra nmbns clms].
: Ln shuncldn socinl de los bnrrios populares del París prerrevoluclonnrío os dcscritn con crudezn por Charles y civiles] por el trabajndor se convierte ya, por vez primero en la historia de la hurnanldad,
Dlckcns en su Historia de dos ciudades (t659. trnd. cnst.. EdícíOIl~S Cdtedra. Modriú. 2002. p. 103): "( •.. 1 Los níiios en elemento caracterizndor del sistema productivo y por ello, lejos de ser un supuesto ais-
IcnCOII resrros de nneíono y veces graves. Y sobre ellos. sobre 105 rostros rnndurcs. esculpida en I~s Oml[lDS m:ls arui- lado y de limitada relevancia, se extiende a lo largo y ancho de la estructura económica de
Il"OS y surgiendo en los nuevos. habCo escrito unn pnlebra: hambre. Se exrendtn por todas pnnes. Hambre que sollo las nuevas relaciones sociales. El trabajo retribuido prestado en régimen de ajcniclnd, depen-
de 105 nlros cuiCicios. pnsabn por los pobres ropns que colgnbnn de los cordeles y se pcgnbn O ellns como remien-
dos, hechos de pajn, trapos, modera y papel. Hombre que estnba en cnda fragrueuro ucl pequeño mcnrén de Ieñn que dencia y libertad constituye, en tino como supuesto social «generalizado», lo diferencia
el hombre hnb(a ascrrndo. '1ue miraba ucsuc los chimcncns sin üurno y se elcvnbn desde lo mrsera cnlle en cuyo basu- espcctñcn del sistema productivo capitalista que, sin perjuicio de los profundos trnnsforrna-
ra no pu(J(on cnconirnrse despojos de nndn curnestiblc [..•1n , cienes experimentadas a lo largo de su desarrollo histórico, ha llegado hnsra el presente.
'16 ~IMruEL CARLOS rALOMEQUE LÓPEZ y MANUUL ÁLVAltEZ DI! LA ROSA

14. Lo revolución industrial.-La expresión revolución industrial denomina el proce-


so de translción de una fase primitiva y todavía inmudura del capitalismo a otra posterior
en que el sistema realiza, sobre la base del maquinisrno y del cambio técnico, su específico
r ,
DERECHO DEL TRADNO

de una superpoblada oferta de trabajo. La igualdad formal de los contratantes de trabajo


[rrnbejndorcs y empresarios] se trocaba de hecho, u fin de cuentas. en el predominio de la
voluntad omnfmodo del empresario en la fijación de lns condiciones contractuales, que no
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proceso de producción fundado en la unidad colectiva a gran escalo. la fábrica. Ello ocurre
por vez primera en la Inglaterra de las últimas décadas del siglo xvrn y primeras del XIX,
I
I
dudaría en ejercer sin reparos en favor de la maximizaclón de su beneficio. No en balde, el
sistema había sido edificado precisamente para amparar dichos comportamientos.
sirviendo así de modelo o paradigma histórico para todos los países. Junto a factores de Las terribles consecuencias delmnquinisrno y de la exultación capitalista de los princi-
carácter demográfico y financiero, es desde luego la innovacián tecnolágica que experi- pios liberales habrínn de conducir. por lo derruís, n negros resultados: jornadas de rrnbajo
menta la producción de bienes y servicios el elemento decisivo del proceso. La invención agotudorns [ede sol a sol»]; salarios de hambre, sin otro límite que lo subsistencia física del
de lo «rnñquinn de vapor» y la aplicación de su fundamento a multitud de nuevos máquinas lrabajador que permitiera lo reproducción de lo fuerza de trabajo; condiciones laborales pre-
hcrrarnieruns conduce literalmente a una auténtica revolucián de los procesos productivos curias y ambientes nocivos e insalubres; explotación cualificnda del trabajo de la mujer y
del momento [la industriu textil, la minería del carbón, In siderurgia o los transportes, seña- de los menores [las llamadas «medios fuerzas»], respecto de los que se agravaban de modo
lndnmentc], que en todos los cosos no dejaron de recibir en su configuración transforma- especial las rnisérrirnas condiciones generales; o, en fin, desarrollo de procedimientos como
dones cualitativas: mecunlzacicn, división del trabajo, acortamiento de tareas y tiempos, el régimen del truck, consistente en el pago de los bajos salarios en especies distintas del
trabajo en cadena, nuevos exigencias de formación profesional de los trabajadores [apari- dinero, o en vales canjeables por determinados productos únicamente en los establecimien-
ción de «especialistas» y "peones» que aportan al proceso mera atención o esfuerzo físico, 1

¡
tos propiedad del empresario y en los que el nivel de precios, muy superior al habitual del
frente a los anteriores «profesionales de oficlo» conocedores de aquél en su integridad), mercado, reducía 01 mínimo el poder adquisitivo de los ya insuficientes salarios, sujetando
destrucción de empleo, masiñcacién. De este modo, se consuma In separación final entre el en general al trabajador o In fábrica. Se había llegndo, cn suma, a In explotación sistemriti-
productor y su propiedad sobre los medios de producción, estableciéndose una relación ea del proletariado industrial, que vera realmente amennzndo su propio subsistencia históri-

I
directa entre capitalista y asalnriados. La masiva industrializnción productiva deparaba, co como grupo social diferenciado.
además. trascendentales consecuencias sociales conducentes, después de algunas décadas En este deplorable estado y condición de las clases trabajadoras resultame de la indus- \
de desarrollo salvaje de los nuevos comportamientos, a In explotación sistemñtica de los tra- trialización capitalista, lo que eufernlsticumente llegó o denominarse en la época la CIII!SliólI
bajadores. social, se encuentra precisamente el germen de su propia superación. Lo respuesta inme- lAI
,1
diata frente al alarmante estado de cosos habré de llegar, ciertamente, a través de uno doble \..\/
15. La cuestión social.-EI proceso de sustitución del trabajo humano por lo máquina ¡I vea purnlela que permite el nlumbrarnlcnto de dos cruciales procesos históricos, indispensa-
y sus secuelas anejas (incremento de los rendimientos, división del rrabnjo, concentrncio- bles por lo demás para conocer el nacimiento del Derecho de! Trabajo: uno, lo organización \
nos urbanas] originaba verdaderamente un excedente de mano de obra propicio paro lo y movilización del proletariado industrial (el movimiento obrero] n partir de In cOllciellciCl
explotación. En tanto que los principios liberales de la contratación vertidos en los Códigos de clase que articula unu reacción de autotuteln colectiva de. los propios trabajadores frcn-
civiles no dejaban de proclamar lo libertad y lu igualdad de las partes en In determinación 1
le u su injusta situación: y dos, la intervencián del Estado en el problema social o través de
del conteuldo del contrato, un «singular mecanismo» ligado n las leyes del mercado se una legislación protectora del trabajo asalariado (lo legislación obrera). .
encnrgabn contrariamente de vaciar de contenido aquellas formuluclones Igunlitnrias. En
efecto, el intercambio de trabajo por salario-estnua sometido, al igual que cualesquiera otras
relaciones económicos. u la ley de la oferta y la demanda de los bienes objeto de transac- IV. La autotutela [organización y acción colectiva)
ción [trabajo y salario].
'. De un Indo, IDaferra de trabajo no dejaba de crecer como consecuencia de la destruc- de los trabajadores: el movimiento obrero
ci6n de empleo derivada de la gencruliznda industrinlizacién de lo producción. al propio
tiempo que masas de ciudadanoslibres en demanda de ocupación se hnclnaban en los con- 16. El movimiento obreru.c-La noción de movimiento obrero se construye, cierta-
mente, sobre In concurrencia de tres elementos que aparecen en los albores de lo sociedad
centraciones urbanos después de haber abandonado relaciones de servidumbre en el campo
[un verdadero "ejército de muno de obra de reservu» r. Por otra parte, la demanda de traba- capitalista industrial. En primer lugar, lo Iormacion de la c/C/SI! obrera o partir de lus rela-
jo controlndu por el empresario era codo vez mós reducida, por idénticos razones de susti- ciones de producción cnpirulistas, cuyo punto de partida es 10 scpnrnción entre el trnbajador
tucion de lo máquina por el hombre, yo que procesos productivos para los que antes de lu y los instrumentos o medios de producción. A continuación, In npnrición en el seno de este
industrlulizuclóu eran requeridos decenas de productores, ahora eran atendidos tan s610 por grupo social de uno loma de conciencia de la condición obrero, de una nuréntlcu conciencia
de clase como núcleo solidario de intereses propios y contrndictorios con los de la burgue-
una o varios máquinas con muy escasa dotación de trabajudores a su cuidado. En conse-
cuencia, dadas las cnrncterlsticas de ambas variables, el empresario podía actuar libremen- sín, de uno, en suma, «conciencia obrera reducible o csquema-', En último término, estn
te 111 amparo de las leyes del mercado. que dctermlnnbnn la cuntidad y el precio del bien convicción de clase social diferenciada [conciencia de clase o conciencia obrera] no basta
objeto de cambio (el tiempo de trabajo y el precio del mismo o salario], sin rnds que ate-
nerse bcneficlosurnente ni libre encuentro de lu oferta y In dcrnnnda de aquél. El empresa-
rio podía os! libremente disponer de condiciones de trabajo a la baja (tiempos de trabajo
, J. M'. JOVUIl Z,'hIOIlA. Concienck: uW".gI,e1l/ y coneieucta obrera <11 /n t:Jpwln ClJIIUUlpurth'"(J. Ateneo.
prolongados y salarios reducidos), subiendo que serían aceptadas por uno u otro individuo Madrid. 1952. p. 13.

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M,\NUEL CAltLOS PALOMIlQUE LÓPEZ y MANUEL ÁLVAIlEZ OE LA ROSA DERECHO DEI. TItADAJO 49
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por sr sola para la emergencia de un proletariado militante. Se 110 de producir histórica- 17. El sindicnlismo.-El sindicalismo, esto es, el cuerpo de Ideologfas, elaboración
mente, asf pues, una loma de conciencia adicional por parte de In clase obrera: la de ser un teórico. estrategias y acciones de lucha desarrolladas históricamente por los sindicatos y
grupo social desprovisto de instrumentos legales y políticos capaces de modificar su status sociedades de resistencia, constituye por lo tanto uno de los dos componentes básicos, junto
económico y social. La movilización consiguiente contra el orden económico burgués [modo a lo acción de los partidos obreros y de otras organizaciones de clase, del movimiento obrero.
de producción capitalista y orden de clases sociales resultante], a través de organizaciones. Lo evolución histórico de los sindicatos ha seguido por lo general, si se repara en In actitud que
políticas o sindicales, portadoras de un proyecto revolucionario de sustitución del sistema de el ordenamiento jurídico del Estndo les dispensa. un itinerario jalonado por tres etapas o fases
trabajo asalariado, constituye propiamente la noción de movimiento obrero. esto es. «la serie fuodllffientales, que no siempre por cierto se han sucedido entre sí de modo uniforme:
de instituciones en que se agrupan los trabajadores y todos aquellos que optan por militar a su
lado. conscientes unos y otros de su solidarídnd, y de la unidad que para ellos tiene organi- 1. La etapa de prohibicián, en que La burguesía revclucionaria se apresuraba a la elimi-
zarse a fin de precisar sus objetivos comunes y de perseguir su realización»'. nación de los vestigios de las corporaciones del antiguo régimen. bajo el eslogan de «nada
La movilización obrero frente a las consecuencias de! desarrollo de las relaciones de entre el individuo y el Estado». Los sindicatos y demás organizaciones obreras entraban ns(
¡ producción capitalistas, condicionado por factores como la estructura política del Estado. la de lleno en el ámbito prohibitivo de leyes como la francesa Le Chapelier de 1791 [el Edicto
.1
situación de la economía. o el grado de conciencia de clase del proletariado, ofrece en gene- Turgot habín procedido en 1776 a abolir en Francia todos las corpcrnciones.jurndos y maes-
l' ral uno doble expresión histórica sucesiva: trías, proclamando el principio de In libertad de trabajo] o las Combination Acts inglesas de
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1799 y 1800. La prñctica revolucionaria de las sociedades de resistencia, una nmennza cier-
,':
'1
l. Uno resistencia obrera espontánea, «prcconsciente» y dotada de una incipiente orga- ta sin duda para lns paredes maestras del orden burgués, provocaba de inmediato el refor-
:1 nización [hasta mediados del siglo XIX]. Es el caso, de modo señalado, del antimaquinis- znrniento de lo prohibición mediante la tipificnción penal de la actividad sindlcal'.
1'1 1110 o ludlsnia, esto es, de! conjunto de acciones violentas de sabotaje y destrucción de 2. Lo etapa de tolerancia, durante la cual los poderes públicos se limitaban a un levan-
1 medios de produccíón, máquinas o fábricas enteras (el obrero tejedor inglés Ned Ludd pro- tamiento de la prohibición penal para la constitución de sociedades obreras, aunque subsis-
I! :r- tagoniza por vez primera una acción de destrucción de máquinas. dando así su apellido ori- tieran importantes reductos de represión de la acción sindical y, sobre todo, una actitud ofi-
gen a aquel término]. El ludísmo supone en realidad una forma de acción popular prein- cinl defensivo en lo interpretación jurídica del asociacíonisrno de los trabajadores.
/Y) dustrínl, que no nrraiga con firmeza en el proletariado [abril, por cuanto se asienta sobre un 3. Lo etapa de reconocimiento jurtdico, a partir finalmente de una disposición legal, o
error de diagnóstico acerca de los causas de la exploración capitalista. En este sentido. In de una sentencia judicial. que reconocían la legalidad expresa de lo organización sindical,
mayoría de los casos de destrucción de máquinas que se conocen en España [los sucesos de abandonándose os! lo fase tibia de mera tolerancia de In mismo. Lo orgunízación obrero no
Alcoy en 182 L el asalto a la manufactura de Miquela Lacot en la Villa de Carnprodén en será ya. 110 sólo no prohibida. y ni siquiera simplemente tolerada, sino que gozará de lo pro-
,; l823, o el incendio de la fábrica El Vapor de Bonnplntn y era en Barcelona en 1835, por teccién del Derecho. Es el caso, asf pues, de la Ley de asociaciones italiana (1864). de la
ejemplo] son reacciones de artesanos o de trabajadores a domicilio contra la introducción Trade Union Act británica (lB7!), de la Ley Wnldeck-Rousseau francesa (1884). o de las
"j'l· de los métodos de mecanización fabril que les privnbn de ocupación. Habrfa de transcurrir Leyes nortenmericnnus Clayton Act (1914), Norrís Laguardia Act (1932) o Wagner Act
í¡"¡ algún tiempo. sin embargo, antes de que los obreros supiesen «distiuguir la maquinaria de (1935). así como de In sentencio del Tribunal Supremo de los Estados Unidos en el Senn :L
1,
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su empleo capitalista», acostumbrándose por tnnro n «desviar sus ataques de los medios
materiales de producción para dirigirlos contra su forma social de explotacióno'.
Cose (1937)&. r
~. 2. Una resistencia obrera consciente, a través de la constitución de organizaciones de
clase para luchar de modo directo contra el sisrernn capltalistn en su vertiente polftica [los
í
I partidos obreros] y económica [los sindicatos y las sociedades de resistencia]'.
(.1 • Lo represión penal de In acción sindical se ncorncte en Espnñn, a pnnlr del Cótli(lo de 1821. nI amparo del
delito de rrmqulnnelcncs para nlrerO( ct precio de Ins cosos: "los que se coligarer; con el fin de encarecer o nbnrntnr
abuslvnmcnte el precio del tmbnJo o regulnr sus condiciones serñn cnseigados. siempre que lo colisación hublern
1 :~ , M.
I
DAVID, Les travoiííeurs U
1<.MJ\lt.x lil copita}, Critica d.
le 1e1fI de lcur hlstoir e, Cujas, Pnris, 1967. p. 9,1.
lo economlo pO[(I/c(l.lr~d. CIIS!. fondo úe Culturn económico.
México. 197:1.
comenzado O ejecutarse. con 105 penas de arresto y multa •• (a/l. 416 y, en semejuntes témlinos, nns. oJ6t del CódIgo
de 18,16 y 556 del Códico de 18701. Ln ilicitud penal de 105 soclcdndcs de resistencín se exrlende nnturnlrncnte a sus
instrumentos de nccidn sindical hnhituales (huelgns. pactos colectivos. ctc]. Anre el espectaculnr lucrernento de Ins
.i vol. t p.J55 .
• El proceso de fonnoción de una «cuucicncia obrera •• no se Inicia en Espnfl~, propinrnentc , sino n partir de
asocincicnes mUluoUslDS. huelo cuyo ropaje jurfdico se desvínn auténticas soclcdcdcs de reslstcncln. que huyen as(
I !, del risor de lu ley penal, una Real Orden de 25 de ngosto de IB53 Ilcgnbn n prescribir. inclusive,ln no eutcrizaclén
;,
1868. Con nnterloridnd, sólo puede lrnblnrse, en ccnsecucncin, ole nntccedentes o de prchislOrio del movtmleuto en lo sucesivo de In constltuclén de sccledndes de seguros mueuo~. quednndc en suspenso Inn norma, permísivns
I obrero. entre cuya.' monifcsrnclones cnbc reseñar lo difusiÓn de IIUprincipales tcmlencins dcl suciallsmo ulópleo.ln
fununcióu de UII cieno cuttumllsmo obrero, o In npariciéu de lo. primero, expresiones de un nsuclacicnlsrno poco
precedentes. Por Real Decreto de 31 de abril de 1857 se dlsolvtnn, en !in.loúns los asociaciones obreras de cunl-
qulcr ripo.
I cohcsionndo. AS! corno de las inlcinles nccloues defcnsivns ante Ins consccucncins del nmquinismc. Los años que
transcurren entre 1668. en que se produce lo Revolución de septiembre, y 1815. andndurn iniciDI de In Restnumclén,
, En Espnñn, In llbertud general de nsociacién se reconoce por el Decreto-Ley de 20 de noviembre de 1868,
scrnenns después del comícnro de lo «revolucícn septembrina», siendo snnclonudn luego por los Ccnsutucioncs úe
.1 son en verdad 10.\ momentos decisivos paro la gesrnclón y consolidneitln de lo Federacldn Regional Espnñoln de la 1869 y t 876. hnsm llegar n I~ Imponente Ley de Asociaciones de 30 de Junio de t 887. que 'em el texto normativo
1.1 Primera Intemocionnl (1870). orcnnización que aun: en nuestro pa!s Ins puertos n una nueva caregorfa hlstéricn: el ~ cuyo ampnro SI! constituynn durante decenios los orgnnlmciones sindicales. Sin embargo, hnsrn In Ley republicn-
prolernrindo milltnnrc español. Vid. A. LORENZO. El pfoltloriaúa milimn te, MtlllorlCl1 d« un tntemoviana! (1901· nn de 8 de "bol de 1932 el nrdennmíento espnño! no conmní con una norma legn! especifico porn Ins nsoclnciones
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. !'
. 192]). recd .• Alinnzn Edicodnt.Madrid. 197'1. profeslonales.

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l¡:II
50 MANUEL CARLOS PALOMEQUI! LÓPEZ y MANUEL ÁLVMEl. DE LA ROSA

La plenitud del reconocimiento del sindicato por parte del Estado se alcanza, finalmen- CAPÍTULO II
te, con lo constirucionnlizacién de los derechos sindicales, dentro ya del modelo de Estado
social de Derecho. El sindicato se convierte en uno institución esencial para los fines cons-
titucionales que se propone el Estado, revistiendo la llbertud sindical. la cobertura de de,re- EL PROCESO HISTÓRICO DE FORMACIÓN
cho fundamental. La libertad sindical, y el conjunto de derechos que Integran su contenido
esencial, no es ya ton sólo UII instrumento básico de autotuteln para los trabajadores, s~n.oul
DEL DERECHO DEL TRABAJO (2).
propio tiempo uno de los pilares de la estructura Instítucionnl de los ~s[ados democra~c~s LA JURIDIFICACIÓN DEL CONFLICTO INDUSTlUAL
de capitalismo avanzado. A purtir de lo Constitución alemana de Weirnar (1919), el Sindi-
cato y lo libertad sindical recibirán sanción constitucional en los textos fundamentales con-
temporáneos, como lo Constitución italiana (1947, art. 39), lo Ley Fundame~tal p.n;a In SUl'v1ARlO: 1. La intervención del Estado en ln cuestión social: de lo legislación obrero nl Derecho del
República Federal de Alemania (1949, modificad~ en 19;JOpor el Tratado d7 un:~caclon de Trnblljo.-II. Derecho Obrero y Derecho del Trabujo en España: las ctupns políticas del proceso de juri-
Alemania, art. 9.3), la Constitución francesa (19)8, preámbulo de la Constitución d~ 1~tl6 dificoci6n del confllcto lndusuial.i--Ill. Lu función social, In5 tmnsformacioncs y el futuro del Derecho
.r dejado en vigor], lo Constitución portuguesa (! 976, nrts. 56 y 57), o, en fin, la Ccnstitución
española (1978, urts. 7 y 28).
del Trobojo.-fY. El contenido norrnntivo del Derecho del Trebejo. Bibliogrnñn (cnpüulos I y Il).

11
1. La intervención del Estado en la cuestión social:
de la legislación obrera al Derecho del Trabajo
lB. La legislación obreru---El fundamento histórico del Derecho del Trabajo y su razón de
ser como disciplina jurfdicu diferenciada no son otros verdaderamente, nsí pues, que los de servir
a! proceso de juridificaclán [de integración o institucionulización] del conflicto entre el trabajo
usalnriado y el capital llevado a cabo por el Estado liberal. El tránsito de una fose mercantil n otra
Industrial dentro del desarrollo cnpitalista, que impondré u fin de cuentas lu «generalización» de
un nuevo conflicto socia! entre nuevos untagonistns históricos, exigfa de modo insoslayable la crea-
ción de un nuevo cuerpo normnrivo integrador que cumpliese ID misión de imponer al conflicto
industrial un cauce de circulación compatible con el mantenimiento y el desarrollo del modo de
producción capitalista. Tnl hnbrfn de ser, singulo.rmente, lit operación que acomete el Estndo
con la promulgoción de la legisiacián obrera, primera y trascendental rnanifestacién hísto-
rica de la intervención de los poderes públicos en los relaciones entre panicularcs.
Cunndo los postulados del liberalismo polftico [doctrina del Estado policfn, abstcncio-
nismo de los poderes públicos, laissez faire, erc] gozaban de mnyor fervor y predicamento,
una vez asentados de lo muna del triunfo histórico de la burguesía revolucionaria, la socie-
dod cnpltalista iba o conocer, 11 través de una paradoja histórica (Unsólo apnrente. un fenó-
meno de signo contrario, cual es lu intervencián del Estado en los relaciones de producción'.
Es, desde luego, el capítulo de los leyes obreras o de fábrica , que componen una disciplinn

, Las ••ideas lnlsicas» que SU,ICOIon hblóricamenle In I~gifluciú/l J. trabajo, y el Derecho de] Trubnjo n [u pos-
tre, pueden ser reducidas unes. cndu uno OC los cunles en rugna con un dogmo Iundurncmnl del liberalismo [A.
M,\JITIH VALVEJlPE. "LII fonnoción tJ~1 Derecho del Trabajo en G~l'nña". cu, blbl., p. XXII: frente ni dogrn» de In
«lgunldud ue los comrmuntesu.Jc k¡:islnción obrera se apoyo en lu «íuen de la lISímelrío del ccrururo de servicius n
c'"SO de tn deslguoldud de poder económico de P"I«lIlO y obreros": frente al dugrnn del «nbstencloularno normuri-
ve del Estndo», lo Ieglslncién de trabajo supone rmmrnlmerne "lo inrcrvcncicn de ¿SIC pnra la protección dd con-
tnuuute d¿bíl en la reluclón individual de trabajo»: por üldmo, frente ni dogma del «entendimiento directo entre in-
dividuos en el mercado de trnbnjo ••• lo nueva leGiSlación oceplo ,,1:1 dimensión colectiva de 1", rclncioncs luborcles,
admitiendo con ,mis o menos amplitud In purtlcipaciéu de las nsociacinnes y cnallcioues prnfeslcnules en la fijación
de los Condiciones de irnbajo».
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