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La Oratoria Forense.

Definición.

Según el diccionario de Derecho usual de Guillermo Cabanellas expresa que la Oratoria Forense es
la exigida o practicada ante los tribunales de justicia en las vistas o audiencias en que lista para
sentencias la causa, las partes o con mayor frecuencia los letrados, resumen ante el juez o
magistrados los hechos, pruebas y los fundamentos de derecho que apoyan su tesis y su petición
de condena o absolución.

En esta definición podemos observar que la oratoria forense tienen como fundamento primordial
convencer a los jueces o magistrados sobre la veracidad de los hechos que le están presentando
las partes a través de los medios de prueba o los fundamentos que estén establecidos dentro de
nuestro marco legal. pero la oratoria forense o es exclusiva del abogado defensor sino que abarca
a todos los sujetos que intervienen en un proceso de índole penal.

Podemos decir en otras palabras para definir a la oratoria forense como una rama que debe ser
estudiada en una forma continuada, siendo fundamental en todo profesional de derecho tomando
en consideración el principio de oralidad que abarca la mayoría de procesos en el ámbito penal.
La oratoria forense debe partir desde los elementos fundamentales de todo orador como lo son la
voz, dirección etc. También hay que hacer contar que la oratoria forense hay que argumentarla
por escrito por ejemplo dentro de las minutas de prueba que se presentan en una apertura a juicio
ya que tiene que ir de una forma coordinada y lógica

Antecedentes Históricos de la Oratoria Forense

Los griegos concedían un gran valor al arte de la palabra, que podía ser mágica, hechizadora,
persuasiva y convincente. Sin embargo, fue la democracia ateniense la que provocó el desarrollo
de la oratoria y sus técnicas, ya que los ciudadanos debían hablar bien en sus discursos ante la
Asamblea y los Tribunales. En la Atenas clásica había una cierta afición a los litigios pero no
existían abogados ni fiscales, por tanto, los ciudadanos debían aprender a rebatir argumentaciones
y a ganarse al auditorio. No todo el mundo era capaz de hacer eso, pero se podía recurrir a los
logógrafos, escritores de discursos; algunos de éstos también fueron grandes oradores.

La oratoria política y forense alcanza con él sus cotas más elevadas en Roma, tanto en su aspecto
práctico como teórico. La teoría y la pr´ctica de la oratoria se funden admirablemente en sus
obras. Tenía extraordinarias dotes de orador, lo que le sirvió para escalar los más altos cargos
políticos. Su producción literaria se extiende desde el 84 a. C. hasta el 43 a. C.

Necesidad de la oratoria forense

tomando en consideración que la justica era escrita muchos abogados lograron desarrollar una
técnica apropiada para la elaboración de los informes escritos, pero el cambio de lo escrito a lo
oral hace surgir una barrera, entre cómo elaborar un informe y como comunicarlo, muchas veces
un abogado para transmitir cierta información necesita de mucho tiempo para explicárselo al
colega, que sucede cuando este quiere convencero persuadir al juez sobre la inocencia o el
derecho que tienen un sujeto que este siendo sindicado o acusado esto hace que la oratoria
forense sea primordial en toda formación del profesional.

Otro aspecto que se puede hacer mención es el campo de aplicación de la oratoria forense
muchos se la reservan la área penal, otros la incluyen en asuntos civiles y realmente la oratoria se
desarrolla en todas las áreas del derecho no importa el cual se puede hacer en la conciliación de
una persona en una oficina jurídica, como el debate en un juicio oral y público en los tribunales de
justicia del nuestro país.

Principios e Instituciones de la Oratoria Forense.

La oratoria forense como instrumento básico del profesional del derecho debe reunir los
siguientes principios:

Brevedad

Esto se encierra en al famosa frase multa paucis mucho en pocas palabras, es decir para que un
discurso forense sea eficaz debe ser de corta extensión o duración ya que los jueces dan la razón si
se habla poco y de una forma concreta y bien fundamentado.

Diafanidad

El discurso oratorio debe ser tan claro que su comprensión debe ser accesible a cualquier persona
aun aquellas que no tengan conocimiento como científicos del derecho. Un discurso claro
comprendemos el fondo del asunto y cuando no tratamos de profundizarlo con palabras que
muchas veces no conocemos. un discurso que no sea diáfano no tiene la precisión necesaria y
mucha veces solo confundimos al juez cuando redundamos en lo mismo

Preferencia a los hechos.

la mayoría de los juicios se basan en hechos que fundamentan los derechos por lo cual estos
deben ser puestos en relieve, narrando cada uno de los acontecimientos que le dieron origen,
tratando de despertar el interés, haciendo viajar mentalmente a las personas al lugar de los
hechos e ilustrarles como si estuviera presentes en el lugar.

Cortesía Desenfadada

En todo proceso oral debemos tener un punto de equilibrio y este solo se logra respetando al
litigante de la parte contraria, la cortesía, la educación y el respeto a los valores que nos impone la
moral deben ser la característica primordial de todo orador forense, el respeto a la parte contraria,
a los jueces y a las persona que asisten a presenciar una audiencia

Amplitud de léxico

La amplitud de léxico no significa tener un vocabulario con tecnicismos y neologismos a la moda ni


un vocabulario vulgar. Significa utilizar la palabras correctamente de tal manera que el auditorio
que nos escuche entienda el mensaje que le deseamos transmitir.

Amenidad.
El discurso oratorio no siempre debe ser muy formal o culto, debe admitir la ironía y el
humorismo, que en un momento oportuno sirve para proporcionar algún desahogo a la atención
de las partes en un medio de la discusión o polémica legal.

La Oratoria Forense en el Campo de las Ciencia Jurídicas y Sociales.

La oratoria forense debe ser considerada como un curso más en la formación del futuro
profesional del derecho, teniendo en consideración que la mayoría de procesos están tomando
como base el principio de la oralidad que es menos formalista, más rápido y simple que el escrito.
El proceso oral es el mejor ya que proporciona economía, se realiza en una forma sencilla y pronta.

Si los procedimientos para administrar la justicia son de tipo oral es imprescindible que las
universidades del país incluyan en su pensum el curso de la oratoria Forense. Este estudio debe
comprender conocimientos doctrinarios y prácticos de la oratoria en genera para luego ser
aplicada al campo especifico del derecho.

Además formar el hábito del raciocinio de conformidad con las reglas de la lógica, debe crear
conciencia en el estudiante que como futuro abogado necesitaría de la oratoria como una
herramienta tan importa como el conocimiento de las leyes. Todos estos pasos deben realizarse a
través de visitas a la audiencia en los juzgados de Primera Instancia Penal y los derivados de esta.
Esta preparación debe ir enfocada a los abogados que se están preparando dentro de la academia
para poder ser defensores, fiscales o jueces de las diferentes salas.

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