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En los estudios de los griegos no se hallan antecedentes relacionados con los costos, la
economía no formaba parte de una ciencia independiente sino que se estudiaba dentro de la
moral y la política. Las ideas de Aristóteles fueron tomadas más tarde por los representantes
de las escuelas posteriores.
Durante los siglos IX a XIV se nota la influencia del cristianismo en los estudios de
economía, llamándole doctrina escolástica a la proveniente de los doctores de la iglesia.
Santo Tomás, el mayor representante de esta escuela desarrolló ideas respecto al precio
justo, diciendo que es el que garantiza la equidad del cambio, se identifica posteriormente
con el costo de producción formado por todos los esfuerzos del productor para obtenerlo
más la justa compensación.
En la escuela mercantilista inglesa se hallan ciertos conceptos vinculados con el costo que
lo caracterizan como un elemento del precio. Algunos de sus representantes sostienen que
el precio se divide en el costo o valor intrínseco y el beneficio que se obtiene en el
mercado, concluyendo que el primero se determina antes de la venta y el segundo está
supeditado a las leyes del mercado.
Según estudios se dice que se llevaban algunos libros en donde se registraban los costos
para el tratamiento de los productos, estos libros recopilaban las memorias de la
producción y se podrían considerar como los actuales manuales de costos.
Mientras más crecía el mercado y las formas de producción, se iba incrementando el uso
de la contabilidad como método de medir las ganancias de comerciantes, productores,
fabricantes y todos los que tuvieran que ver con el mercantilismo, por ejemplo en
Inglaterra se hacía indispensable el cálculo de los costos, por la competencia existente
entre los productores de lana de las ciudades y las aldeas a finales del siglo XIV.
En 1,557 los fabricantes de vinos empezaron a usar algo que llamaron "Costos de
producción", entendiendo como tales lo que hoy sería materiales y mano de obra. El
editor francés Cristóbal Plantin establecido en Amberes en el siglo XVI, utilizaba
diferentes cuentas para las diversas clases de papeles importados y otras para la
impresión de libros. Se afirma también que sus registros contables incluían una cuenta
para cada libro en impresión hasta el traslado de los costos a otra cuenta de existencias
para la venta.
Durante el siglo XVI y hasta la mitad del siglo XVII, la contabilidad de costos
experimento un serio receso.
Adam Smith refuta la teoría fisiocrática y afirma que la riqueza de las naciones se halla en
el trabajo de sus habitantes y no los de una sola clase social. Afirma que al actuar las leyes
de mercado el precio se tiende a reducir a un nivel natural o normal, levemente superior al
costo de producción, y que cuando el precio desciende por debajo de ese valor se produce
un quebranto y viceversa, si el precio de mercado se eleva por encima de su precio natural
se estimulará la producción y la oferta adicional que provocará y lo hará descender hasta
acercarlo a su valor natural.
Todos los clásicos fundamentan el concepto de costo como la suma de los esfuerzos y
sacrificios representados por el trabajo a que se debe someter una persona para satisfacer
sus necesidades.
Friedrich Von Weieser, economista austríaco, desarrolló el concepto del costo alternativo o
de oportunidad, en el sentido de que el costo es igual a las utilidades abandonadas porque la
utilización de una suma de dinero para adquirir un bien excluye la posibilidad de destinarla
a la compra de otro bien, estando representado el costo de la alternativa elegida por la
utilidad de la otra alternativa desechada.
En materia económica John Due afirma que la definición satisfactoria del costo es más
amplia que el concepto usado en contabilidad con el fin de determinar beneficios pero que
generalmente es similar a la acepción utilizada por las empresas para ciertas
determinaciones distintas de las puramente contables. Pero que generalmente es similar a
las utilizadas por las empresas para ciertas determinaciones distintas de las puramente
contables, entendiéndose por tal las compensaciones que deben recibir los propietarios de
los factores y del capital usados por una firma se desea que continúen proveyendo de
factores a la empresa.
Los economistas amplían este concepto agregándole el costo de los recursos propios, que
determinan considerando lo que podría ganarse con los mismos si se empleara sobre una
base contractual con terceros. A estas ganancias alternativas se las llama costos implícitos o
imputados. De esta manera se puede señalar la existencia de dos grandes tipos de costos:
costos explícitos y costos implícitos. Los explícitos son los que realmente se han incurrido
o contratados a terceros. Los costos implícitos no surgen de una relación contractual sino
que se refieren a insumos que son propiedad de la misma firma o de sus propietarios.
En 1,777 se hizo una primera descripción de los costos de producción por procesos con
base en una empresa fabricante de medias de hilo de lino. Mostraba como el costo del
producto terminado se puede calcular mediante una serie de cuentas por partida doble
que llevaba en cantidades y valores para cada etapa del proceso productivo.
En 1,778 se empezaron a emplear los libros auxiliares en todos los elementos que
tuvieran incidencia en el costo de los productos, como salarios, materiales de trabajo y
fechas de entrega. Fruto del desarrollo de la industria química es la aparición del
concepto costo conjunto en 1,800 aunque la revolución Industrial se origino en
Inglaterra, Francia se preocupo más en un principio por impulsar la contabilidad de
costos.
"Una muestra la dio el Señor ANSELMO PAYEN quién fue el primero en incorporar por
primera vez los conceptos depreciación, el alquiler y los intereses en un sistema de
costos".
En las últimas tres décadas del siglo XIX a Inglaterra fue el país que se ocupo
mayoritariamente de teorizar sobre los costos. Así fue como entre 1828 y 1839 CARLOS
BABBGE publicó un libro en el que resalta la necesidad de que las fábricas establezcan
un departamento de contabilidad que se encargue del control del cumplimiento de los
horarios de trabajo. A finales del siglo XIX el autor HENRY METCALFE publicó su
primer libro que denomino costos de manufactura.
El mayor desarrollo de la contabilidad de costos tuvo lugar entre 1890 y 1915 en este
lapso de tiempo se diseño la estructura básica de la contabilidad de costos y se integraron
los registros de los costos a las cuentas generales en países como Inglaterra y Estados
Unidos y se aportaron conceptos tales como: Establecimientos de procedimientos de
distribución de los costos indirectos de fabricación adaptación de los informes y registros
para los usuarios internos y externos, valuación de los inventarios y estimación de costos
de materiales y mano de obra.
Hasta ahora la contabilidad de costos ejercía control sobre los costos de producción y
registraba su información con base en datos históricos pero al integrarse la contabilidad
general y la contabilidad de costos entre 1900 y 1910, este llega a depender de la primera.
Hay evidencias que permiten afirmar que los costos predeterminados fueron empleados
en 1928 por la empresa americana WESTINGHOUSE antes de difundirse por las
grandes empresas de la unión americana. Estos costos permitían disponer de datos antes
de iniciar la producción luego viene la depresión de los años 30 época durante la cual los
países industrializados tuvieron que realizar considerables esfuerzos para proteger su
capital.
2. El valor de los activos fijos utilizados por las empresas que hicieron aparecer la
necesidad de controlar los costos indirectos
4. La necesidad de disponer de una herramienta confiable que les permitiera fijar los
precios de venta.
Hasta antes de 1,980 las empresas industriales consideraban que sus procedimientos de
acumulación de costos constituían secretos industriales pues el sistema de información
financiera no incluía las bases de datos y archivos de la contabilidad de costos.
Es así como han surgido los actuales sistemas de costeo, y mientras más avance y cambie
el sistema organizacional y los sistemas de producción se implementaran nuevas
metodologías y herramientas de medición y control de los costos.
La técnica de costos estándar tuvo su origen a principios del siglo XX, con motivo de la
doctrina llamada Taylorismo, o sea, el desplazamiento del esfuerzo humano por la máquina.
En 1,903, F.W. Taylor, realizo las primicias en cuanto a investigación para lograr un mejor
control en la producción y la productividad, que inspiraron al Ing. Harrinton Emerson
(1,908) para profundizar sobre el tema, quien a su vez sirvió de inspiración al Contador
Chester G. Harrinson para que en 1,921 surgiera la Técnica de Valuación de Costos
Estándar, considerándose a Emerson el precursor y a Harrinson el realizador, cuyo primer
ensayo fue hecho en Estados Unidos (1,912).
Las nuevas tendencias de costos apuntan a buscar una asignación cada vez más cercanas a
la realidad, en concordancia con los avances de la tecnología y la robótica. Así tenemos que
en esa búsqueda por asignar los costos indirectos a los productos surgen los Costos ABC, o
la técnica basada en el costeo de las actividades.
Con el desarrollo de los mercados surge la necesidad de ser más eficientes en costos y
calidad del producto o servicio brindado, entonces surgen los Costos de Calidad, es decir
cuánto nos cuesta poder entregar a los clientes productos con cero defectos y en tiempos
razonables.
No solo se incurre en costos dentro de la empresa sino desde antes que los materiales
ingresen a la empresa y mucho después de que se entregue el producto a los clientes, a esto
se denomina cadena de valor, el posicionamiento que tiene la empresa en el mercado sea
por reducción de costos o por distinción implican un posicionamiento estratégico del
producto en el mercado, el saber hacer las cosas por el tiempo que venimos realizando lo
mismo nos da una ventaja competitiva respecto del resto de nuestra competencia, a esto se
le denomina Gerencia Estratégica de Costos.