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De esa manera el proceso por el cual una persona enferma de adicción, pasa de la etapa
de consumo a la recuperación, es un proceso dinámico, que consta de diversas etapas, y
posee características que pasamos a describir en esta serie de ensayos:
La recuperación misma pasa por diversas etapas, que están relacionadas a las tareas
fundamentales que componen los cambios para construir una nueva vida mas sana y
balanceada.
Abstinencia Completa
La abstinencia es un requisito necesario para la recuperación de la adicción. Ensayo de
una definición y descripción operativa.
Espiritualidad y Recuperación
La espiritualidad es una de las areas que la adicción daña de manera profunda, por lo
que el crecimiento espiritual es fundamental para asegurar una recuperación de calidad..
El Proceso de Recaída
La recuperación es una enfermedad crónica, con tendencia a la recaída. La comprensión
del proceso de recaída, es necesaria para entender la recuperación.
Tratamiento y Recuperación
El tratamiento es una serie de intervenciones clínicas dirigidas a promover y asistir la
recuperación. Aqui se explican la relación entre estos dos procesos. La recuperación va
más allá del tratamiento, pues la persona en recuperacion necesita mantener los cambios
logrados de manera permanente, a lo largo de toda su vida.
Grupos de Autoayuda
Los grupos de autoayuda son de fundamental importancia en la recuperación personal,
especialmente en la fase de mantenimientoEtapas de la Recuperación. Existen
distintas clases de grupos de autoayuda.
Cuando uno o más miembros de una familia son adictos activos, esta familia se afecta,
de manera contundente en su funcionamiento.
La dinámica de las relaciones, la comunicación y la conducta de sus miembros, cambian
y se hacen disfuncionales, como resultado del proceso adictivo. Estos cambios pasan a
formar parte de la dinámica de la adicción, produciendo codependencia y facilitando la
conducta adictiva.
Codependencia
La codependencia es la práctica de patrones disfuncionales de relación, de manera
compulsiva y a pesar del daño resultante, que buscan controlar al adicto. La
codependencia es un desorden aprendido en respuesta al proceso adictivo, pero puede
trasmitirse de manera transgeneracional si no es tratado adecuadamente.
Facilitación
El concepto de facilitación se refiere al resultado de la codependencia y de la disfunción
familiar en el proceso adictivo. La adicción se facilita y se refuerza de modo que se
establece una dinámica adictiva.
Intervención Familiar
A pesar de que la famlia se afecta con la adicción y de que la dinámica familiar
codependiente facilita el avance de la adicción, la familia organizada y enfocada puede
ser un vehículo de intervención excelente.
Recuperación de la Familia
La familia tambien se beneficia de un adecuado tratamiento y la recuperación es
también posible. Desde terapia familiar hasta grupos de autoayuda están disponibles
como herraminetas de recuperación.
FAMILIA Y PREVENCION
Es evidente que la epidemia del consumo de drogas tanto legales como ilegales que nos
impacta en la actualidad, ha despertado finalmente un alto índice de conciencia social al
respecto.
De hecho ha motivado a muchos a opinar acerca de las múltiples causas del fenómeno y
a examinar los profundos desajustes sociales que estamos viviendo. Aun así es frecuente
encontrar la actitud de esperar que alguien o algo nos resuelva este problema que
sabemos que puede afectarnos a nosotros directamente o a nuestros hijos o familiares.
En esta vorágine de señalamientos se nos olvida, a veces, que todos tenemos una
responsabilidad social de formar parte de la solución, no solo con palabras, sino con
hechos!
Cuando revisamos el rango de acción mas asequible a todos nosotros, para poder actuar
en prevención del consumo de drogas en los niños y jóvenes en formación, es necesario
volver una y otra vez a la misma conclusión: la familia es la entidad donde debemos
comenzar nuestros esfuerzos.
Es cierto que solo decirles que digan no a las drogas, no es suficiente. También es
verdad que el no hacer nada, es la peor decisión que podamos tomar como padres.
Los enfoques modernos en prevención nos indican que la prevención por amenaza o
castigo tampoco son efectivos.
Algunas de las habilidades concretas que es necesario reforzar para resistir la presión de
grupos negativos son:
Todas estas habilidades son transmitidas por el ejemplo mas que por otros medios. De
manera que debemos revisar en nosotros mismos estas capacidades y fortalecer las que
hagan falta, para luego poder legárselas a nuestros hijos.
Algunas familias son chicas, otras son mas grandes. En algunas faltan el padre o la
madre, pero en todas es posible mejorar, con nuestro esfuerzo, el ambiente familiar.
Para lograr un ambiente sano en la familia se necesita solo buena voluntad, orientación
adecuada y amor entre sus miembros.
COMENZANDO LA RECUPERACION
Nadie cambia cuando se siente bien. Ninguna persona que haya visto yo transformar su
vida, lo ha hecho motivado por un sentimiento calido y agradable. O sea que eso de que,
"hoy hacia una hermoso día para cambiar mi vida, y tome la decisión…", es por decir lo
mas, increíble.
La mayorìa de las veces es a través de un proceso de dolor continuado, que se agrava
cada vez más, tal como lo hace una piedra en el zapato; que la mayorìa de nosotros, nos
animamos a hacer cambios radicales en nuestro estilo de vida.
Cuando uno es adicto, la cosa es un poco más dificil, porque la negación es parte de la
enfermedad. Es la ñúnica enfermedad, que le dice al paciente, que el no esta enfermo.
Pero al final de cuentas, la negación es un fenomeno humano y no exclusivo de los
adictos.
Lo que pasa es que en el adicto el sistema de negación, llamado también sistema
delusional, se hipertrofia y crece, para sostener una mentira, que se convierte cada día
en algo más difícil de creer.
Pero cuando el dolor es insostenible, no hay más remedio que cambiar. O dolor, amigo
y enemigo, amante y maltratante; que me impulsas a crecer. No sé por qué, no sé
porque, es necesario que tu presencia sea necesaria para aclarar mis sentidos y ordenar
mis prioridades.
Ahora que tomar la decisión de cambiar, no es sinónimo de cambiar. Dejar de fumar es
fácil, yo lo he hecho más de cien veces; decía Mark Twain, refiriéndose con su humor
característico a su adicción al tabaco.
Bueno, es verdad que decidir y actuar, son dos cosas separadas; pero también están
unidas por el hilo de una curva que dibuja un proceso, llamado recuperación.
La recuperación entonces, es el acto de cambiar, que sigue usualmente, pero no de
manera necesaria, a la toma de decisión.
Cuantas veces has prometido a tu familia, tus padres, tu pareja o tus hijos, o incluso a ti
mismo; desde mañana mismo, no consumo más drogas, o alcohol, o no voy al casino.
Y lo más seguro es que tu sentimiento era genuino en ese momento, pero el miedo es
temporal, y nunca un buen sustento para un cambio duradero.
Involucrarse en servicios voluntarios de ayuda, puede ser el camino que otros tomaran.
Sin embargo como médico, debo decir que toda recuperación debería comenzar con una
evaluación, realizada por un médico adiccionista, o profesional entrenado en el área de
la adiccionología. Y esto no lo digo para hacernos propaganda, sino porque así se hacen
las cosas en medicina. El cardiólogo examina y sana el corazón. El ortopeda, se enfoca
en los huesos y articulaciones. El ginecólogo en la salud reproductiva da la mujer.
Pues en las adicciones, los profesionales idóneos son los adiccionistas. Preferiblemente
un medico adiccionista, también existen psicólogos adiccionistas, trabajadores sociales
adiccionistas, enfermeras adiccionistas y consejeros o técnicos especialmente formados
en el tratamiento de las adicciones.
Recuerda además que la compulsión es una respuesta bioquímica del cerebro enfermo,
al contacto con la droga o la sustancia que es producto de la adicción. Esto lleva al
descontrol y así al daño personal y familiar.
Por esto la solución más segura es la abstinencia completa de todo tipo de sustancias
que alteren la mente o la forma de sentir. Ningún psicotrópico, en el caso de los
adicciones químicas. No jugar, ni acudir al casino para los adictos al juego. Y nada de
azúcar refinada para los adictos a la comida. Cada adicción puede tener un plan de
recuperación algo diferente al principio, pero una vez lograda la primera recta, los
caminos son casi idénticos: se enfocan en el cambio personal.
Y es por una razón muy sencilla: luego de meses y hasta años usando alguna droga de
manera compulsiva, o practicando alguna actividad de manera adictiva; al parar
sobreviene el síndrome de abstinencia. O sea en pocas palabras el efecto rebote; el
cerebro se había adaptado a las rachas de consumo compulsivo y ahora debe hacer lo
contrario. Y eso…duele.
Si has encontrado alguna forma de ayuda, te sugiero que te mantengas practicándola por
suficiente tiempo. Recuerda que los nuevos patrones de conducta no se fijan de un día
para otro. El tiempo mínimo requerido para cualquier tratamiento es de al menos seis
meses.
Quien diría que tanto dolor, nos colocaría en el camino del crecimiento, y es que así son
las cosas en el universo, caminos rectos, por sendas retorcidas. Hay que ver el terreno
desde arriba, para entender el panorama. Pero eso mi amigo, solo se logra despues de
haber recorrido el camino.
Diagnostico
La adicción es una enfermedad bio -psico-social con síntomas identificables para la cual
se han definido criterios diagnósticos médicamente aceptados.
Pruebas de Tamizaje
Existen una cantidad de formularios, tests y cuestionarios diseñados para detectar
síntomas claves mediante el tamizaje. NO reemplazan al diagnóstico clínico pero
ayudan al diagnóstico.
Tratamiento
La adicción es una enfermedad o un desorden que responde positivamente al
tratamiento adecuado. Al igual que otros desordenes de naturaleza crónica, existe una
tendencia a la recaída, pero la recuperación es posible.
Medicina de la Adicción
A Esta nueva especialidad médica es la disciplina que se encarga del estudio,
diagnóstico, prevención, atención y tratamiento de los procesos adictivos y sus
complicaciones.
Estrategias de Intervención
Las intervenciones medicas breves en el consultorio pueden ser la diferencia que
promueva la recuperación y el cambio personal.
Terapias Alternativas
Existen además una serie de terapias no-tradicionales que pueden ser utilizadas como
estrategias de intervención clínica, en los casos que lo ameriten.
Autoayuda
El concepto de autoayuda es fundamental para una evolución sostenida de la
recuperación. El tratamiento debe considerar revisar estas ideas y ofrecerlas como
formas de reforzar la responsabilidad personal..
Espiritualidad
Una revisión de la espiritualidad es algo apropiado, teniendo en cuenta que la adicción
afecta esta área de la persona. Además es un factor protector para la recuperación.
Supervisión y Seguimiento
Una vez lograda la abstinencia y en marcha la recuperación, entra la fase de
mantenimiento. El seguimiento terapéutico durante esta fase hace más seguro una
recuperación sostenida.
Modelos de Tratamiento
A través de la historia del tratamiento, se han desarrollado distintos modelos de
tratamiento, con bases distintas, pero todos orientados hacia ofrecer la posibilidad de
recuperación a las personas afectadas con la adicción.
Etapas de la Recuperación
Este modelo está constituido por etapas, cada una de ellas incluye una necesidad básica
y una serie de tareas para sostener el proceso de recuperación.
El Proceso de Recaída
La adicción, como enfermedad crónica está asociada con una tendencia natural a la
recaída. Eso no significa que sea inevitable o apropiado tener recaídas, sino que son una
realidad, y la mejor forma de prevenirlas, es aceptando el riesgo y conociendo mejor el
proceso de la recaída. No debe ser entendida como el volver a consumir.
Se le llama recaída a todo el proceso (1) que lleva desde un estado de abstinencia
sostenida (2), hasta el consumo o adicción activa (3). Este proceso ocurre a lo largo del
tiempo (4) y se manifiesta como una serie de síntomas o cambios, que son en realidad
regresiones a los antiguos patrones de conducta y pensamiento que ya se habían
superado.
Usualmente este proceso esta formado por pequeñas decisiones riesgosas (5) que la
persona toma, y que, enlazadas unas con otras, van llevando a construir el camino de la
recaída. Estas pequeñas decisiones, llamadas también "decisiones de riesgo relativo",
son aparentemente sin importancia, pero su efecto es acumulativo y van llevando al
adicto hacia una situación imposible de resistir (7), donde será inevitable el uso, pues
los márgenes de susceptibilidad se sobrepasan. Existe una línea imaginaria, o línea de
no-retorno (6), luego de la cual no es posible dar marcha atrás a la conducta de
búsqueda y el uso es inminente. Aún así en la zona de transición entre la línea de no
retorno y el uso, la recaída es primariamente conductual y de actitud, sin que hubiese
ocurrido aún el uso.
Definición de la Recaída
La recaída se define como el proceso de retroceso a los patrones de comportamiento y
pensamiento típicos de la adicción activa, que ya se habían superado, y que finalmente
llevan de vuelta al uso, retrocediendo hasta llegar de vuelta al estado de enfermedad
adictiva que existía antes de comenzar la recuperación.
Para poder hablar de recaída una persona debe haber estado previamente en
recuperación, o sea abstinente y con cambios de conducta, por un período significativo
de tiempo. Por el simple hecho de no haber usado por un tiempo, el volver a usar, no
necesariamente es una recaída. Podría tratarse de episodios de consumo alternos, dentro
de un período de adicción activa.
A veces las recaídas también son períodos de aprendizaje. A pesar de estar concientes
de su problema y de tener buena disposición para la recuperación, un adicto puede
recaer, sino maneja bien las situaciones de riesgo o descuida su proceso de cambios. No
es necesario recaer para poder aprender o avanzar en la recuperación.
Síntomas de una Recaída
Poder identificar estos síntomas y tratarlos a tiempo puede ayudar a prevenir una
recaída:
1.- Retorno del pensamiento obsesivo con respecto al uso: pensamientos relativos al
uso, sueños o deseos de usar que vuelven luego de que habían desaparecido.
2.- Actitud de desafío con respecto al plan de recuperación: Volver a los lugares de
riesgo, volver a ver las personas relacionadas con el uso.
3.- Descuidar el plan de recuperación: Dejar de ir a reuniones, o faltar a las citas con el
terapeuta, dejar de leer o hacer ejercicio.
4.- Aislamiento o pérdida de contacto: con las nuevas relaciones de recuperación.
5.- Irritabilidad: especialmente en las relaciones significativas del adicto.
6.- Obsesión con la imagen o los defectos físicos: dietas excesivas, preocupación
excesiva acerca del peso.
7.- Sentimientos de depresión y ansiedad flotantes: sobrevienen estados emocionales
incómodos que no necesariamente se relacionan con ningún evento externo.
8.- Renacen o se exaltan los resentimientos hacia otras personas.
9.- Discusiones frecuentes en el hogar y la familia.
10.- Defensividad al hablar del tema de su recuperación o al ser retroalimentados.
11.- Insomnio, intranquilidad y dificultad para descansar.
12.- Preocupación obsesiva por el dinero y por la seguridad financiera.
Tratamiento y Recuperación
La Recuperación es para toda la vida.
Recuperación y tratamiento son dos procesos que interactúan.
Los desafíos de la vida contemporánea, nos enfrentan a una sociedad en la que sólo se
ofrece una ideología del éxito fácil, la ley del menor esfuerzo, el individualismo a
ultranza y el sálvese quien pueda. Ideología en la que se construye el esquema de
creencias y valores típicamente adictivo. En este contexto, el desafío que enfrenta cada
escuela y cada familia, es construir sus propios valores y normas internas y defenderlas.
Construir su propio universo en donde las cosas sí funcionen. Esto exige una renovación
y creatividad por parte de las familias y de los profesionales en las diversas áreas, para
poder generar alternativas válidas que promuevan un ambiente favorable para la
educación y el crecimiento de una generación de individuos funcionales y productivos
para la sociedad y para sí mismos.
Hoy, en países como la Argentina, casi el 50% de los adolescentes prueban drogas y de
estos, ¿cuál es el porcentaje que continúan consumiendo? Es incierto. Esto dependerá de
algunos factores como las características de personalidad, el contexto familiar y social
al que pertenecen.
Hace poco tiempo las relaciones entre padres e hijos estaban teñidas por una filosofía
sumamente Normativa, basada en la puesta de límites, pero muy poco diálogo. Hoy
parece que esta generación se ha ido al extremo opuesto. Actualmente la filosofía es
sumamente Nutritiva, prepondera lo emocional por sobre lo normativo, tenemos niños
pequeños conduciendo los hogares, con todo lo que esto implica.
Por otro lado, el cambio en el lugar de la mujer dentro de la sociedad generó otro
enemigo para la educación de nuestros hijos: la culpa de estar afuera de la casa,
trabajando. Esta culpa nos hace claudicar a la hora de poner un límite. Hoy encontramos
padres excesivamente permisivos que confunden amor con "dejar hacer".
Es necesario que nos pongamos de acuerdo. Los lineamientos en casa tienen que ser
parejos, no podemos decirles "no" y el otro progenitor al mismo tiempo decir "si". Los
desacuerdos maritales se ven reflejados en el síntoma de un hijo. El pondrá a prueba a la
pareja. Desde bebé, el niño detecta las fisuras entre los padres y las aprovecha para
poder hacer lo que él quiere. Esto le da el poder de fracturar a la pareja, cuestión que lo
deja en la indefensión y el pánico.
También irá decodificando el tipo de pareja que tienen sus padres, si están integrados o
fracturados.
Pongámonos de acuerdo.
Enseñémosle a esperar.
Esa abuela que lo cuida, ¿continúa con los lineamientos de los padres?
La escuela, será el lugar en donde este niño empezará a vivir en sociedad. Testeemos
cómo lo hace. Es necesario integrar a la escuela en la alianza educativa. No mostremos
fracturas con la institución.
Enseñémosle a nuestro hijo a decir "no". Entrenemos situaciones supuestas en las que
recibirá este tipo de propuestas y cómo hacer para rechazarlas sin sentirse un "tonto".
Hay varios síntomas del abuso de drogas que pueden ser reconocidos como señales de
peligro. Debemos aclarar, sin embargo, que la presencia de uno o dos de ellos solamente
no siempre indica problemas de las drogas, puede revelar otras causas ya que no es fácil
a simple vista reconocer a una persona que esta bajo los efectos de una droga porque se
puede confundir con otros estados emocionales. Sin embargo, el listado de las
siguientes situaciones puede ayudar:
Ojos enrojecidos.
Actitudes furtivas o impulsivas, uso de anteojos obscuros aunque no haya exceso de luz.
Uso de los equipos de sonido a todo volumen y cambio del día por la noche.
Aliento alcohólico.
Insomnio.
Tos crónica.
Apariencia de borrachera.
Temblores.
Lenguaje incoherente.
Problemas familiares
Los adolescentes al vivir una etapa de crisis y al tratar de evadir los problemas, buscan
salidas fáciles o formas de olvidarlos, por ejemplo por medio del alcohol y las drogas.
Muchas veces las adicciones surgen por problemas dentro de la familia (incomprensión,
falta de comunicación, golpes, maltrato intra-familiar, rechazo, padrastros, abandono,
falta de recursos económicos, dificultades escolares, pobreza absoluta y desamor), al
sentir que no son queridos en los hogares, los adolescentes tienen la impresión de no ser
escuchados o tomados en cuenta.
Caen en un error al tratar de solucionar los conflictos por medio de las drogas, creyendo
que sólo van a ingerir una vez la sustancia, pero en realidad se genera la costumbre o la
adicción, esto ocasiona que los problemas familiares aumenten, ya que la droga
consumida es más fuerte, y al no querer o poder dejarla, a veces los adolescentes optan
por abandonar el hogar, convirtiéndose en niños de la calle, en la que se exponen a
riesgos de gran magnitud como contraer enfermedades, ser golpeados, soportar abusos,
explotación, hambre y abandono.
Influencias sociales
Los jóvenes que no quieren consumir la sustancia, deben saber cuidarse de las amistades
que manifiestan insistencia, pues su obsesión puede ser tan grande que estarán buscando
el momento adecuado para inducirlos, por ejemplo, pueden disolver la droga en su
bebida o en sus alimentos. Éstos esperarán el momento en que haga efecto la droga para
poder dañarlos. Nunca deben aceptar estas cosas por parte de personas adictas y lo más
conveniente es alejarse de ese tipo de grupos, que suelen llamarse "amigos".
Ser problemático puede ser causa de la influencia de los compañeros, como hacerlos
caer en la delincuencia. Ya que los robos que son realizados por adictos, no son
primordialmente por cuestiones de hambre, sino por la necesidad de seguir drogándose.
Esto ocasiona tener problemas con las autoridades y posteriormente ser sometidos a las
cárceles.
Cuando los adictos aún están es sus casas, presentan depresión y aislamiento mental, lo
que provoca bajo rendimiento o ausentismo escolar y mala comunicación familiar.
Curiosidad
En ocasiones los jóvenes con una curiosidad insana, por observar que algunos
adolescentes de su edad imitan el acto de probar y sentir el uso de cualquier droga.
Además algunas drogas como los inhalantes, son de fácil acceso para ellos, son
autorizadas y vendidas a bajo costo en cualquier abastecimiento, lo que ocasiona ventaja
de consumo.
Problemas emocionales
- Comer demasiado
- Escuchar música
- Jugar y apostar
- Bailar
- Ver televisión
Estos últimos, generan una adicción por el uso frecuente en que recurren a ellos; aunque
no son tan dañinos para la salud, son tomados para salir de las broncas, como una forma
de tranquilizar su cólera.
VIDA VIVIDA
La vida como hecho fáctico que es, al mismo tiempo es posibilidad de ser, es decir, es
facultativa.
La vida vivida nunca deja de vivirse, por lo tanto la comprensión de la vivencia juega
un papel de vital importancia en la aproximación hacia el ser humano.
Ante este azar, el hombre –como posibilidad- puede construir a pesar o a partir de las
circunstancias; sin embargo, la vida vivida en dichos momentos contempla diferentes
caminos de curso, algunos de ellos facilitan estados de vulnerabilidad que impiden esas
manifestaciones del mundo de lo posible, pues la dimensión espiritual se ve restringida
por múltiples condicionamientos introyectados en la vida vivida.
Las personas que han restringido por diferentes circunstancias sus manifestaciones
espirituales y que debido a ello tienen mayor vulnerabilidad para desarrollar un
problema de adicción.
Las personas cuya restricción noética no es mayor, por lo cual su proceso de adicción es
más lento, pero finalmente reprimen y restringen sus manifestaciones espirituales y se
generan un problema de adicción.
DINAMICAS RETROACTIVAS
La tercera afección se da en el área del sentido de la vida. Las drogas generan un pseudo
sentido captado por una conciencia alterada
Esta dificultad para hallar el sentido único y personal de cada situación, puede
interpretarse como una ceguera axiológica.
Ser dependiente de sustancias o tener algún tipo de adicción, ubica al ser humano en una
situación límite, en donde la elección y decisión por permanecer o superar el problema,
se confunden con una autodeterminación que libera al drogodependiente de toda la
responsabilidad: no es mi culpa, estoy enfermo; si bien, la adicción a las drogas puede
considerarse como enfermedad, su progresión y desarrollo dependen de la propia
capacidad de elección y decisión. Por ello, cuando a través de la adicción se llega a una
situación límite, la conciencia manifiesta algunas luces y el usador de drogas puede
afirmar como Max Scheler que Al cabo de más de diez mil años, es nuestra época la
primera en que el hombre se ha hecho, integrante “problemático”, ya no sabe lo que
es, pero sabe que no lo sabe.
Para nadie es un secreto que vivimos en una sociedad adicta y es innegable la existencia
de ciertos condicionamientos sociales, biológicos y familiares que precipitan,
predisponen y/o exacerban el uso de sustancias, conduciendo al ser humano hacia la
dependencia a pesar de la autonomía que desconoce. Sin embargo, redefinir la
concepción del mundo y aceptar que con condicionamientos y posibles dependencias
nuestra autonomía es real, no es una tarea fácil; pues en ocasiones es dentro de nuestra
propia cárcel en donde se empieza a gestar ser libre innato, esclareciendo e invitando al
poder desafiante del espíritu hacia la ruptura de las cadenas de la adicción.
Ser autónomo significa asumir la responsabilidad de los actos y de las decisiones que se
toman en libertad; significa saber y ser conscientes de que es en mi propio nombre en el
que yo actuó y que tanto por omisión o elección, mi participación es activa.
1.- Que existe una libertad de la voluntad que se plantea como una manifestación del
espíritu que a pesar de ser finita en el organismo psicofísico, se antepone desde lo
espiritual a esta finitud. Dentro de esta libertad se enmarca el concepto de
responsabilidad. El hombre es libre para ser responsable porque es libre. Es decir; negar
la responsabilidad es una libre elección de no-ser libre, fundamento que hace
inseparables estas dos manifestaciones espirituales.
El hombre está llamando a la realización del sentido de su vida y de los valores que le
dan significado a la misma, y ante este llamado, es responsable. De igual forma existe
una responsabilidad ante algo y ante alguien enmarcado en la capacidad
específicamente humana de la autotrascendencia dirigida al encuentro con otro y con
una dimensión trascendente.
2.- Que las voluntades de placer y de poder conllevan un argumento inmanentista que se
opone a la autotrascendencia y frustra la existencia del ser humano. Mientras las
voluntades de placer y de poder consideran como fin último de la existencia la
consecución del placer es consecuencia de alcanzar un fin y el poder un medio para el
mismo, y no al fin en si, motivo por el cual se promueve un estado de frustración que
conlleva al surgimiento del vacío existencial.
Para los especialistas, los mejores resultados que obtienen los tratamientos que hacen
especial hincapié en el afecto, los valores y la fe se explican porque los adictos
centralmente arrastran una falta de amor, se sienten incapaces de afrontar los problemas
-se evaden con la droga- y carecen de un sentido para su vida. "Nosotros creemos que el
problema de las adicciones implica una respuesta bio- psico-social y espiritual, pero
estamos convencidos de que esta última es determinante porque va al fondo de la
cuestión", señala Horacio Reyser , coordinador de la comisión de Drogodependencia del
Episcopado.
"Lo espiritual -dice- tiene que ver con las cuestiones más íntimas del ser humano como
los sentimientos y la sensibilidad, y con aspectos tan profundos como la esperanza y la
fe, permitiendo la realización como personas". En ese sentido, dice que "lo espiritual es
lo que nos da la fortaleza para enfrentar los desafíos de la vida, aceptando el esfuerzo y
aun el sacrificio que sean necesarios, y es lo que nos mueve a vivir una vida digna en
libertad, lejos de la esclavitud de las drogas".
Indebido de Drogas, que fue sancionado por el Congreso en 2009. Esa ley, que incluye
charlas en los colegios, increíblemente, todavía no fue implementada. La estrategia de la
Iglesia no se limita a la prevención, sino que incluye la atención a los adictos y sus
familias. De hecho, muchos familiares de drogadependientes acuden a las parroquias en
busca de ayuda.
Espiritualidad y Recuperación
Para una buena salud espiritual es necesario que la persona mantenga una relación
adecuada con esto tres niveles.
De hecho la conexión del espíritu con el universo (el inconsciente colectivo de Jung), o
"factor transcendental" es la conexión más importante pues, es a través de esa relación,
que la fuerza espiritual nutre el resto de las facetas del ser. La conexión personal es la
relación con el propio yo, y la relación interpersonal es la manifestación de esa fuerza
en nuestras relaciones. De esta manera si hay una desconexión con la fuerza o factor
trascendental, los otras dos niveles estarán bloqueados también.
Las adicciones causan una desconexión con la realidad espiritual interior, y con la
fuerza trascendental universal. Esta desconexión no es inmediata sino progresiva y
puede ser reversible. Mientras más severa se vuelve la adicción, más profunda es la
desconexión espiritual interior. Esto a su vez funciona como un círculo vicioso, pues el
vacío interior resultante, predispone más aún al uso como forma de llenar estos vacíos,
pero esta es una solución temporal, agravando la desconexión a largo plazo y reforzando
la dependencia.
Una religiosidad fuerte no garantiza una conexión espiritual robusta, así como la falta de
religiosidad, no necesariamente está asociada, a falta de espiritualidad.
Cada persona desarrolla instintivamente una relación especial con el elemento espiritual
que es personal e íntima.
Los grupos de autoayuda, basados en los Doce Pasos, son una herramienta poderosa en
la disciplina espiritual de la persona en recuperación.
Una vez que el crecimiento espiritual se fortalece se comienzan a notar algunos cambios
en la vida diaria del adicto en recuperación.
1.- Adecuada capacidad de relacionarse y compartir, así como servir a los demás
Recuerde siempre que la razón última o el significado del desarrollo espiritual es algo
muy personal, pero nunca debe ser visto como el fin en sí mismo, sino como un don que
debe ser compartido para poder conservarlo.
La adicción a la droga, el juego, alcohol, etc. lleva a la persona a perder la libertad sobre
su propio comportamiento, a la destrucción de la familia y a la ruina social.
Los programas de recuperación seculares ofrecen algunos medios positivos, pero solos
no pueden llegar a la raíz espiritual del problema. El hombre es criatura y depende de
Dios. Sin Dios el hombre queda vacío y termina dependiendo de otras cosas. Sólo un
retorno a Dios puede verdaderamente liberar al hombre. El hombre sin Dios no tiene las
fuerzas para liberarse. Dios puede actuar por medio de programas seculares para ayudar
a la recuperación pero, sin una apertura a Su gracia, el alma seguiría vacía.
Los hermanos de Nueva Vida se reúnen regularmente como lo hacen los Alcohólicos
Anónimos y otros grupos pero su compartir es fundamentado en la fe en Cristo y en
comunión con la Iglesia Católica.
En lugar de extender el acceso a las drogas, el manual proponía una mayor educación
que enseñe a las personas el verdadero sentido de la vida y dé prioridad a los valores,
comenzando por los valores de la vida y el amor, iluminados por la fe. La Iglesia
también propone una terapia de amor y dedicación a las necesidades de los adictos para
ayudarles a superar sus problemas (N. 53-55). Soluciones que será difícil poner en
práctica, pero que ofrecerán un remedio acorde a la dignidad humana-
A continuación extracto de la Carta a los agentes sanitarios, 1995 del Pontificio Consejo
para la Pastoral de los Agentes Sanitarios.
La dependencia
94. Desde la dimensión moral "el drogarse es siempre ilícito, porque comporta una
renuncia injustificada e irracional a pensar, querer y obrar como persona libre". El juicio
de ilicitud de la droga no es un dictamen de condena al drogado. Él vive la propia
situación como una "pesante esclavitud", de la cual tiene necesidad de ser liberado. La
vía de recuperación no puede ser ni la de la culpabilidad ética ni la de la represión legal,
sino impulsar sobre todo la rehabilitación que, sin ocultar las eventuales culpas del
drogado, le favorezca la liberación y reintegración.
95. La desintoxicación del drogado es más que un tratamiento médico. Por otra parte,
los fármacos poco o nada pueden. La desintoxicación es una intervención integralmente
humana, orientada a "dar un significado completo y definitivo a la existencia" y a
restituirle al drogado aquella "autoconfianza y saludable estima de sí" que le ayuden a
reencontrar el gozo de vivir. En la terapia recuperativa del tóxicodependiente es
importante "el esfuerzo de conocer a la persona y comprender su mundo interior;
conducirlo hacia el descubrimiento o al redescubrimiento de la propia dignidad de
hombre, apoyarlo para que le resuciten y crezcan, como sujeto activo, aquellos recursos
personales que la droga había sepultado, mediante una segura reactivación de los
mecanismos de la voluntad, dirigida hacia firmes y nobles ideales".
96. La droga es contra la vida. "No se puede hablar de la «libertad de drogarse» ni del
«derecho a la droga», porque el ser humano no tiene la potestad de perjudicarse a sí
mismo y no puede ni debe jamás abdicar de la dignidad personal que le viene de Dios" y
menos aún tiene facultad de hacer pagar a los otros su elección.
Alcoholismo
Tabaquismo
99. También para el tabaco la ilicitud ética no concierne al uso en sí mismo, sino al
abuso. Actualmente se afirma que el exceso de tabaco es nocivo para la salud y crea
dependencia, ya que induce a reducir siempre más el umbral del abuso. El fumar crea un
problema que ha de manejarse por disuasión y prevención, desarrollándolas
especialmente mediante la educación sanitaria y la información, aún de tipo publicitario.
Psicofármacos
101. Para prevenir, contener y superar el riesgo de la dependencia y del hábito, los
psicofármacos están asumidos bajo control médico. "Rige la misma instancia sobre la
indicación médica de sustancias psicótropas para aliviar en casos bien determinados
sufrimientos físicos o psíquicos, aunque también conciernen criterios de gran prudencia,
para evitar peligrosas formas de hábito y de dependencia". "Es responsabilidad de las
autoridades sanitarias, de los médicos, del personal directivo de los centros de
investigación dedicarse a reducir al mínimo estos riesgos mediante adecuadas medidas
de prevención y de información".
102. Suministrados con finalidad terapéutica y con el debido respeto a la persona, los
psicofármacos son éticamente legítimos. Rigen para ellos las condiciones generales de
licitud de la intervención curativa. En particular, se exige el consentimiento informado y
el respeto al derecho de rechazar la terapia, teniendo en cuenta la capacidad de decisión
del enfermo mental. Como también el respeto al principio de proporcionalidad
terapéutica en la elección y suministro de estos fármacos, sobre la base de un estudio
cuidadoso de la etiología de los síntomas o de los motivos que inducen a una persona a
solicitar el fármaco.
Psicología y psicoterapia
El mismo respeto obliga a no influenciar y forzar la voluntad del paciente. "El psicólogo
verdaderamente deseoso de buscar solo el bien del paciente, semostrará muy atento de
respetar los límites fijados a su labor por la moral, dado que él, por así decirlo, tiene en
la mano la facultad psíquica de un hombre, su capacidad de obrar libremente, de realizar
los más elevados valores que comportan su destino y su vocación social".
107. Desde el punto de vista moral las psicoterapias privilegiadas son la logoterapia y el
counselling. Pero todas son admisibles, a condición de que sean administradas por
psicoterapeutas guiados de un elevado sentido ético.
“Han pasado ya casi 3 años desde que ingrese en una clínica de desintoxicación. No
fue un paso fácil de dar, pero sí fue el más valiente que he dado. Me hizo falta
reconocer que había llegado a un callejón sin salida, que sin ayuda ya no podía parar
de consumir, y que mi vida se había convertido en una sombra de lo que fue.
Los 75 días que estuve en la clínica fueron realmente duros. Tuve que poner mi
voluntad en manos de otras personas, y eso me hería el orgullo. Reconozco que hice las
terapias difíciles, y que pude haberme hecho las cosas algo más sencillas, pero tenía
también una idea que me sirvió de brújula en todo momento, y que también hoy así
como en el futuro, ha de guiar mis pasos: un atroz miedo a volver a drogarme.
Cuando llegas al punto de no retorno, en el que no hay nada que te importe más que la
droga, sientes tal vacío y tal desesperanza en el interior, que la única forma de no
sentirla es continuar consumiendo. Es a lo que los médicos llaman el refuerzo negativo.
Y es en ese camino de bajada sin posibilidad de frenar donde vas perdiendo todo lo que
te importaba: trabajo, amigos, pareja, sueños. Sobre todo, te pierdes a ti mismo como
persona, y lo que queda cuando miras al espejo es un desecho de lo que un día fuiste, y
una deformada imagen de lo que querías ser. Esa realidad, la realidad pura y dura de
la adicción, resulta sórdida, amarga, solitaria, y a la postre: enloquecedora.
Por suerte, algo que no perdí en aquella pesadilla de mi enfermedad fue mi familia.
Ellos me ayudaron en mi ingreso, y hoy los conservo a mi lado con satisfacción.
En el tratamiento comprendí que tengo una enfermedad crónica, de por vida, y que
debo cuidarme un poquito más de lo que necesita una persona normal. Además de la
abstinencia, necesito sentirme bien conmigo mismo. Necesito actuar según mis valores,
seguramente para compensarme por todas las veces que necesite apartarlos para
consumir.