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actividad de servicio público y actuando a través de miles de órganos, son inevitables los
errores o los daños accidentales a terceros. Destacando que los particulares o terceros están
en su voluntad de llevar a cabo lo que se conoce como la acción de regreso, la cual es un
mecanismo procesal a través del cual el sujeto que ha hecho frente a una indemnización (que
hace frente a la compensación de un perjuicio o de un daño) en concepto de responsabilidad
patrimonial por la causa de un daño, exige al agente responsable el pago del importe
satisfecho. Destacando que si bien es cierto la responsabilidad patrimonial del estado es un
principio fundamental del Estado de Derecho y reconocido expresamente por el Estado
Venezolano en diversas disposiciones de la Constitución , entre las que se encuentra el artículo
6, referido a los “Principios Fundamentales”, el cual prevé que “…el gobierno de la República
Bolivariana de Venezuela y las entidades políticas que la componen es y será siempre
democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de
mandatos revocables…”; y particularmente, el artículo 140, que señala que: “El Estado
responderá patrimonialmente por los daños que sufran los o las particulares en cualquiera de
sus bienes y derechos, siempre que la lesión sea imputable al funcionamiento de la
Administración Pública”.
El principio de responsabilidad patrimonial del Estado es parte esencial del Estado de Derecho,
pues éste, conjuntamente con los principios de legalidad y de separación de los poderes,
conforma la idea del sometimiento del Estado al imperio de la Ley.
En el caso del funcionamiento normal, tal responsabilidad parte, entre otros, del
principio de igualdad de las cargas públicas de los particulares (Art. 133, Constitución
de 1999), conforme al cual toda persona debe coadyuvar a los gastos públicos
generados, inter alia, por la prestación de servicios, por lo cual no puede
individualizarse un daño derivado de la prestación del servicio (funcionamiento
normal) en una sola persona, sin que ella reciba indemnización por tal daño.
Así, el daño moral consiste en la afección psíquica, moral, espiritual o emocional que
experimenta una persona, con ocasión de una lesión a su acervo moral o emotivo. La
jurisprudencia venezolana ha definido el daño moral como aquél inferido “...a
derechos inherentes a la personalidad o a valores que pertenecen más al campo
afectivo que a la realidad material económica.