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MARCO CONTEXTUAL
A pesar de los escasos documentos que se encuentran, al margen de los escritos sobre
mujeres ilustres o escritos por clérigos, definir la historia de las mujeres en la Edad Media
es un tanto complicado.
1
Expresión, presunto derecho que otorgaba a los señores feudales la potestad de mantener relaciones sexuales
con cualquier doncella.
la violación, el rapto, la repudia, e incluso, desde otra vertiente, ser obligada a convertirse
en una mujer religiosa, lo que también daba estatus a la familia y una preocupación
menos. La mujer, en definitiva, era pura mercancía al antonjo del hombre, y siempre
jugaba, salvo excepciones, un papel secundario en la sociedad. (Carceller 1999)
Es por ello fácil de imaginar que la mujer fuese siempre considerada una menor de edad
(una situación que no varió hasta principios, e incluso mediados, del siglo XX), y hay que
tener en cuenta que peor fortuna corrían aquellas que pertenecían a estratos más bajos
de la sociedad o eran viudas (quienes desgraciadamente volvían en muchas ocasiones
a estar tuteladas por algunos varones de la familia, como los hijos). Aunque en
ocasiones, las viudas también podían disfrutar de su pequeña fortuna
La Edad Media no fue sólo período de sombras, en estos tiempos también floreció el
mundo de la cultura como la poesía trovadoresca, la creación de las Universidades, el
amor cortés, la aparición del culto de la Virgen María (siglo XII) y, surgieron, al mismo
tiempo, figuras como Juana de Arco, Leonor de Aquitania o María de Molina, entre otras,
que destacaron como mujeres más allá de los modelos patriarcales. Así que la Edad
Media no sólo fue un período de tinieblas, o ignorancia, en estos años también se
crearon, como hemos indicado, las Universidades, además de existir una proliferación
de obras artísticas. E incluso, aunque la mayoría de la sociedad fuera analfabeta, la
cultura popular contribuyó a enriquecer al pueblo en general, ya que la cultura erudita,
más ligada al latín y la tradición marcada por Roma, sólo pertenecía a unos pocos. He
aquí, debemos manifestar que la cultura popular por ser la perteneciente al pueblo no
estaba exenta2 de calidad. De hecho, la cultura popular estaba ligada a la tradición, las
obras se entendían como piezas de entretenimiento, que estaban vinculadas a ese
intento por parte de los clérigos en “vulgarizar” la cultura erudita.
2
Adj. Que esta o queda libre de una carga, obligación culpa o compromiso
En la práctica, según estudios se convirtió a menudo en el pago de un tributo al señor
por parte del campesino que se casaba o existían otros casos en que este derecho
señorial se transformaba en una cuantificación más, también se celebraba una
ceremonia en la que el señor franqueaba de una zancada el cuerpo de la novia y recibía
a cambio un par de gallinas o un tarro de miel. Asimismo, y como indican algunos
historiadores, las mujeres que no pertenecían a las clases altas y vivían fuera del entorno
directo del monarca eran mujeres víctimas de las enfermedades y la pobreza. Además,
uno de los cánones3 de belleza impuestos entre las clases altas fue el de la mujer de piel
clara y no ennegrecida por el trabajo al sol, como era el caso de las mujeres campesinas.
De ahí, que las investigaciones más recientes apunten a que este derecho de pernada
era otra forma de engrandecer la renta del señor feudal, es importante saber que el
sistema feudal sobrevivió gracias a los fuertes impuestos que debían soportar las clases
más bajas, así como el campesinado, en segundo lugar, aunque mejor valorados, los
artesanos, entre otros.
Por ello, es fácil caer en ideas triviales 4 sin entender que es una realidad mucho más
compleja, ya que la Edad Media estuvo lleno de vida. Otro ejemplo muy claro fue lo que
supuso la convivencia de las tres religiones: la judía, la musulmana y la cristiana, y cada
una con una forma distinta de construir el ideario5 de mujer.
3
Modelo de característica perfectas
4
Adj. De algo común
5
Conjunto de ideas que caracterizan a una persona, escuela, colectividad, movimiento cultural, Religioso político,
etc.
6
Percepción exagerada
7
Adj. Antagonismo: Incompatibilidad, oposición o rivalidad entre personas, opiniones o ideas.
8
Un solo matrimonio sexual
9
Matrimonio entre personas de distinta casta, raza, comunidad o condición social.
la castidad, para entender el acto sexual como el objetivo la procreación (no se entendía
ni mucho menos el sexo como un acto de amor o mero placer para la mujer).
Es necesario entender que la sociedad feudal es heredera del modelo greco-romano que
era fuertemente patriarcal y en este sistema se irá consolidando en el tiempo. También
influyó en la vida de las mujeres el discurso oficial de la Iglesia sobre el papel de la mujer,
donde se exaltaba la virginidad. Debido a eso muchas mujeres ingresaron a conventos,
también es verdad, como válvula de escape a matrimonios impuestos o tras enviudar, o
incluso si la familia vivía en situación de pobreza.
La figura de la mujer quedaba relegada al centro del hogar, del que era dueña y señora,
atendiendo tareas como la crianza de los hijos, la organización del servicio y de la
economía doméstica en el caso de que el marido, estuviese en las guerras, siempre que
no hubiese un varón en la casa.
La otra realidad de la mujer campesina era otra, una de las más duras condiciones de
vida que soportó: ya que era la encargada de las tareas domésticas, de la educación de
los hijos y del ganado y del huerto. Si ésta residía en la ciudad, además de ocuparse de
su familia y la casa, debía hacerlo del negocio familiar o ayudar a su marido, pero sin un
salario percibido como del varón
Otra era la realidad que Vivian las mujeres que optaban por dedicar su vida a Dios ya
fuese por haber cometido pecados en su vida, o porque su dote se le asignaba a una
hermana mayor, o simplemente una mujer que ve el convento como salida a un
matrimonio pactado o a la pobreza. Esta mujer ha sido la que más expectación ha
generado en la historiografía, derivada de las particularidades de los conventos y la
relativa libertad que se vivían dentro de ellos.
Asimismo, la educación será uno de esos campos en los que la mujer tendrá cierto
espacio durante la Edad Media. En un tipo de sociedad en el cual reina el analfabetismo
donde la transmisión de la cultura se realizaba a través de la oralidad, las mujeres se
convertían en difusoras de la cultura y las costumbres. Si nos referimos a las nobles, hoy
en día sabemos que la mayoría de ellas sí tuvieron un mayor acceso al mundo del
conocimiento, llegando a dominar la escritura y la lectura, aprendieron otras lenguas, e
incluso, las hubo instruidas en ciencias, y en música.
Cabe recordar que en esta época nacen las Universidades, en el siglo XIII,
convirtiéndose en los crisoles de la cultura europea. En su mayoría fueron fundadas por
eclesiásticos y, estuvieron prohibidas a las mujeres. Sin embargo, el ambiente intelectual
se extendió también a la población femenina, y existen anécdotas curiosas como la de
Polonia, en el siglo XIV, donde una joven se disfrazó de hombre para ir a seguir los
cursos de la universidad de Cracovia, pero al cabo de dos años, se descubrió el fraude
y fue expulsada. Otro ejemplo sería el de Salerno, Italia, donde funcionó a partir del siglo
X una escuela libre de medicina que otorgaba sus diplomas a mujeres, concediéndoles
licencia para practicar la medicina y la cirugía. En Bolonia y en Montpellier también hubo
gran número de estudiantes femeninas en medicina, algunas de ellas dejaron escritos
tratados de ginecología. A partir de final del siglo XIII, se señala la presencia de mujeres
practicando la medicina, la cirugía y la oftalmología en las grandes ciudades europeas,
París, Londres, etcétera. La mujer, sin embargo, se vio poco a poco sustituida por el
varón en la práctica del arte de la medicina y cirugía, para desaparecer finalmente de
esta profesión en el siglo XVI y, de todas las demás.
Por otra parte, el acceso a la educación para las clases bajas fue mucho más complicado,
con especial relevancia en las zonas rurales, donde la Iglesia tenía un peso fundamental
lleno de dogmatismo. A las niñas pobres las educaban en la costura, el hilado y las
tareas del huerto y el ganado y si tenían un negocio familiar, a las labores que debían
desempeñar. A las nobles se las mostraba cómo dirigir al servicio, así como buenos
modales y el saber estar (la mujer perfectamente instruida que pervivió hasta modelos
recientes de mujer). Las monjas eran las más afortunadas entre todas las mujeres si a
la educación nos referimos, ya que, podían llegar incluso a conocer el latín y el griego y,
por tanto, a leer y escribir. De hecho, desde el siglo VI, se exigía que las monjas supieran
leer y escribir. A pesar de que no era lo común, hoy en día sabemos de mujeres que
retando a su tiempo, escribieron desde los conventos, como Hildegarda de Bingen o
Gertrudis de Helfta.
Por último, no es un hecho aislado del medievo que se considerase a las mujeres como
seres inferiores, de menor inteligencia, menos capaces. No podemos omitir las obras de
fisiología que argumentaban que la diferencia entre sexos era una cuestión biológica, a
las mujeres les atribuían unos humores fríos y húmedos, mientras que a los hombres se
les consideraba calientes y secos, la perfección y medida de todas las cosas. Estas
teorías estuvieron muy vigentes hasta el siglo XIX. La naturaleza de las mujeres les hacía
no sólo ser más débiles en los aspectos morales, sino también en los físicos, porque
podía ser causante de todas sus enfermedades, entre ellas la menstruación, que no era
sino todo aquello demoniaco que la mujer expulsaba por la vagina. La mujer a lo largo
de diferentes siglos y edades ha sido considerada como un ser débil, en el que, se
imponen constantemente sus emociones sobre la razón. De ahí, que se prefiriese que
su figura quedase relegada a ámbitos domésticos, a la esfera privada, para desempeñar
ese papel de perfecto ángel del hogar.
ANTECEDENTES FILOSÓFICOS.
Primero, la mujer es vista como objeto con determinados propósitos que a la vista de su
par, el hombre no iban a cambiar
Tercero, que la iglesia como tal Marca a la mujer en la inferioridad del hombre desde la
visión teológica de ese tiempo.
Muchos de los sitios en la red hablan de frases misoginas que san agustin habría dicho
pero que carecen de una fuente fidedigna, haciendo una búsqueda minuciosa nos
topamos con algunos pensamientos escritos y verificados por él.
En el Capítulo VII del libro XII de trinidate escrita por San Agustín nos dice: Cómo el
hombre es imagen de Dios. La mujer, ¿no es acaso imagen de Dios? mística y figurada
interpretación de aquella sentencia del apóstol en que se proclama al varón imagen de
Dios y a la mujer gloria del varon
Dicha frase me parecía muy contraria a la misoginia que se practicaba en esos tiempos
por que vemos a un san agustin que mira a la mujer como un ser igual al hombre ante
los ojos de dios.
Se cita a continuación a San Agustín, en De Trinitate Libro XII, Capítulo VII:
Según, pues, esta renovación, nos hacemos hijos de Dios por el bautismo
de Cristo, y, al vestirnos del hombre nuevo, nos vestimos de Cristo por la
fe. ¿Quién hay que excluya a las mujeres de este benéfico concierto,
siendo nuestras coherederas en la gracia, cuando en otro lugar el mismo
Apóstol dice: Todos, pues, sois hijos de Dios por la fe de Cristo Jesús.
Cuantos habéis sido bautizados en Cristo, os habéis vestido de Cristo. No
hay ya judío ni griego, no hay siervo ni libre, no hay varón ni hembra, pues
todos vosotros sois uno en Cristo Jesús? ¿Por ventura perdieron las
mujeres creyentes su sexo?
San Agustín nos esta diciendo que las mujeres son tan herederas de la gracia divina
como los hombres, entonces las está poniendo a la par con el hombre, en lo que a
relación con Dios se refiere.
Además en una de las obras de San Agustín, La Ciudad de Dios, nos habla de la teoría
de algunos pensadores de que en la resurrección de la carne, el Día del Juicio, las
mujeres resucitarán no en cuerpos femeninos, sino masculinos (teoría que sí es muy
misógina), y dice estas sorprendentes palabras:
Santo Tomás de Aquino fue el teólogo más influyente de la Edad Media. En su tiempo
se excluyó a la mujer de los ministerios ordenados, para lo que Tomás tuvo que encontrar
una justificación como teólogo. La principal razón, decidió, era la naturaleza inferior de la
mujer. Aunque Tomás se limita a sistematizar lo que fue la opinión general de su tiempo,
es importante adentrarse en su ética sexual porque sus explicaciones han sido
determinantes hasta nuestros días. La influencia de este importante Doctor de la Iglesia
católica sigue viva hoy en día; difícilmente habrá un sacerdote o seminarista católico que
no conozca al menos parte de su obra. A continuación sintetizaré el pensamiento de este
influyente santo sobre el tema en cuestión.
Para Santo Tomas las mujeres eran “Defectuosas malnacidas” desde su punto de vista
teológico. Durante la época se excluyó a la mujer de los ministerios justificando que:
Dios creo al varón a su imagen, ya que Dios es la fuente de todo. Y la Mujer solo
sirve para la procreación, utilizando su utero, para recibir la Semilla del varon y
esa semilla es un hijo del varón
La mujer está constituida de agua, mucho más que el varon, por esa razón la mujer es
satisfecha sexualmente, más rápida de conquistar. Un pensamiento que viene de los
Socraticos.
Las historias bíblicas de la creación fueron interpretadas como colocando a las mujeres
en un estado permanente de sumisión a los hombres, como forma de castigo.
Los Padres de la Iglesia hacían a las mujeres responsables por traer el pecado original
al mundo, y por ser constante fuente de seducción.
Las mujeres continuaron siendo condenadas por los teólogos medievales. En los tiempos
post-escolásticos, encontramos una verdadera "misoginia".
Génesis 3:1-16 describe la caída de Adán y Eva. Ella fue seducida por la
serpiente e hizo que Adán comiera de la manzana. Ambos fueron amonestados
por Dios, quien dijo a Eva: "Multiplicaré tus sufrimientos en los embarazos. Con
dolor darás a luz a tus hijos, necesitarás de tu marido y él te dominará." La
sumisión de la mujer al hombre fue interpretada como una específica e
inescapable maldición de Dios, en vez de un justo ejemplo de cómo las penurias
de la vida son consecuencia del pecado: así como Adán tendría que trabajar la
tierra con el sudor de su frente. (Génesis 3:17-19)
1 Timoteo 2:14 culpa la mujer (Eva) de haber engañado a Adán, y por ende,
haber sido responsable del pecado. Este texto es claramente una racionalización
la cual no puede ser tratada como un planteamiento teológico balanceado.
No hay teólogo moderno que interprete estos textos como enseñando que las mujeres
son más culpables que los hombres del pecado, o de que el bajo estatus social o cultural
de las mujeres sea deseado directamente por Dios como un castigo.
El Decreto de Graciano (1140), del cual la Ley de la Iglesia se basaría hasta el 1917,
tomó partido del juicio de Ambrosiaster, que asignaba al estado de sumisión de la mujer
su rol en el pecado.
‘Las mujeres deben cubrirse sus cabezas, porque ellas no son la imagen de Dios.
Ellas deben hacer esto como signo de sumisión a la autoridad y porque el pecado
entró al mundo a través de ellas. Sus cabezas deben estar cubiertas en la iglesia,
para honrar al obispo. De igual manera, ellas no tienen autoridad de hablar
porque el obispo es la personificación de Cristo. Ellas deben hacer esto ante el
obispo como ante Cristo, el juez, dado que el obispo es la representación del
Señor. Por el pecado original, ellas deben mostrarse sumisas." ( Ambrosio)
(Respuesta): "Tal parece que no, porque como dice el Papa Fabián, no pueden
levantar queja ni testimonio contra los sacerdotes del Señor aquellos que no
tienen, y no pueden tener, el mismo estatus que ellos. Las mujeres no pueden,
sin embargo, ser promovidas al sacerdocio ni aún al diaconado y por esta razón,
no pueden elevar una queja o dar testimonio contra sacerdotes en corte. Esto es
así tanto en los cánones sagrados (=regulaciones de la Iglesia) y las leyes (leyes
civiles y romanas)."
(Pregunta): "Pero entonces podría ser que quien pueda ser un juez, no tendría
impedimentos en ser un demandante y las mujeres fueron jueces en el Antiguo
Testamento, como claramente indica el Libro de los Jueces. Así que no podría ser
excluido del rol de demandante quien pueda cumplir con el rol de juez y quien no
esté prohibido por ninguna palabra de la Escritura en actuar como demandante..."
El odio hacia la mujer no se quedó en palabras. Las persecuciones que siguieron fueron
más allá de la imaginación. Para demostrar esto, considere un libro "católico", "El martillo
de las brujas" (Malleus Maleficarum), escrito por dos teólogos dominicos, Jakob Sprenger
OP y Heinrich Kramer OP. El libro fue avalado y recomendado por el Papa Inocencio VIII
en 1484, y fue usado por siglos. El mismo causó que miles de mujeres inocentes fueran
quemadas en la hoguera. Fueron estos honrados, no contradichos y ampliamente citados
"teólogos" quienes escribieron:
No puede negarse que mucho de lo que está escrito en nuestros textos teológicos y en
gran parte de la ordinaria interpretación "tradicional" de la Escritura en contra de las
mujeres, es una herencia de este tipo de teología que hoy en día con el pensamiento
teológico de nuestra generación se va desligando de ese pensar, ya que gran parte de
la interpretación de los textos sagrados era basado según el pensamiento y la forma de
vida que se llevaba en la época.
REFLEXIÓN
Durante los siglos XVI al XX. Se llevaba un pensamiento, donde estos pactos
fisiológicos, o escritos morales y de costumbres, o una regulación jurídica muy negativa
para la mujer, hicieron de la Edad Medía, en su mayoría, una etapa oscura, de
prohibiciones para la mujer, queda grotesco cuando a lo largo de la historia, e incluso,
hasta fechas recientes, se observa, que desgraciadamente, la mujer nunca ha gozado
de plena igualdad respecto al hombre. Por ello, lejos de alimentar los tópicos, cabe decir
que también hubo luces para la mujer durante la Edad Media, al igual que hoy en día, en
pleno siglo XXI la mujer, desgraciadamente, aún vive entre sombras y no goza de los
mismos derechos y libertades que el hombre en muchos puntos del planeta.
Estamos conscientes de los espacios ganados en todo ámbito ya sea político, social,
laboral, cultural, religioso, etc., que a pesar de los muchos obstáculos y las barreras
impuestas por la sociedad claramente dominada por varones, las mujeres han
demostrado la igualdad de condición y operación, que les entregada por su calidad de
ser humano, que no tiene nada que ver el ser varón, del ser mujer.
No se podría afirmar que la mujer asume un solo rol, ya que las mujeres actuales son
consideradas totalmente multifuncionales; además de labores de madre y esposa, como
es el caso de miles de mujeres en todo el mundo, se desempeñan como jefas del hogar
y sustentadoras de una familia con el fruto de su propio trabajo.
Pero lamentablemente, a pesar de esto son muchas las mujeres que todavía se encaran
a situaciones angustiantes, discriminatorias, violentas, marginales y otras las cuales son
muy parecidas a las practicadas en la edad media, por lo tanto, aunque queramos
negarlo, en algunas partes aún no evolucionamos por completo. Por ejemplo en África,
más de 80 millones de niñas y adultas han sido circuncidadas mediante la extirpación
del clítoris y la infibulación10; la cual es una forma de violación y un atentado contra la
dignidad de la mujer, consistente en extirpar de cuajo el clítoris y los labios menores,
para luego coser la vulva hasta no dejarles sino un pequeño orificio que les permita
menstruar y expeler la orina. Esta costumbre, que tiene como fin frenar el deseo sexual
y garantizar la pureza y fidelidad de la mujer a su marido.
Las mujeres en la sociedad actual a mi parecer son ejemplo de una gran fortaleza, y lo
anterior se refleja en la capacidad de éstas para superar las adversidades que conlleva
el ser mujer, porque ciertamente no es fácil, debido a toda la discriminación que hay a
pesar de que esta sociedad se considere igualitaria y tolerante. Algunas personas aún
10
Impedir el coito
siguen siendo machistas, dándonos a entender que el sistema no avanza y se ha
quedado estancado en el machismo.
La mujer es igualmente capaz que el hombre de realizar todas las cosas que se proponga
y eso no se puede dudar porque a lo largo de los años se ha demostrado capaz de lograr
incluso mejores resultados que el sexo masculino en peores condiciones, como lo es una
temporera que saca adelante a su familia con su propio esfuerzo sin perder su delicadeza
de mujer mientras que el hombre se queda en casa sin hacer nada.
Por lo tanto se habla de una sociedad hasta que se ha intercambiado los roles.
En definitiva la mujer juega un gran rol en nuestra sociedad. No hay que despertar
siempre la idea de que el hombre o la mujer estén más capacitada para lo que sea. Es
cierto que cada uno de los sexos tiene algo particular que aportar en la vida social. A
veces olvidamos que la vida se complementa, no se compite. Tal vez olvidar ese principio
es lo que nos frena a valorar a tantas mujeres de hoy.
El rol que la mujer asumiría entonces en esta sociedad sería el de cualquier ser humano
capaz de pensar y discernir: hacer el bien, ayudar a otros y ser un gran aporte para esta
sociedad, y compartir los roles entre ambos. Pero lo que claramente un rol que no puede
ser compartido con otro ser humano varón es el ser madre, ya que las mujeres fueron
especialmente creadas para asumir esta hermosa responsabilidad las cuales son
únicamente entendidas por ellas mismas. La conexión entre ellas con el hijo es algo
extraordinario y mucho más fuerte de lo que puede llegar a ser la relación padre a hijo.
Por lo tanto, el principal rol de la mujer no es tanto funcional, sino que es ser esencial,
primordial y vital para la sociedad actual.
Nosotros a través de este ensayo hemos querido ver la situación de la mujer desde una
época oscura para ellas pero les preguntamos a ustedes cuanto es que la situación a
cambiado para la mujer cuantas prácticas venimos arrastrando de la Edad Media Hasta
nuestros tiempos y les pregunto a la población femenina que significa ser mujer hoy en
día para ti que significado le damos a esa palabra tan hermosa se lo dejamos como tarea
de reflexión dentro de una sociedad cambiante dominada por la hegemonía de los
poderes.