Crítica a los principios

fundamentales de la física:
El problema del campo
cuántico (I)
Óscar S. Monroy C.

RESUMEN
Como consecuencia de investigar el significado de la longitud de onda Compton asociada a
partículas virtuales, se deduce una frecuencia de vibración fundamental, la cual depende de las
constantes cosmológicas principales y sería intrínseca a la existencia del universo. Además, se de-
muestra que la longitud de onda Compton asociada al gluón causa graves inconsistencias en cual-
quier modelo cuántico de transmisión de fuerzas que se invente para describir la interacción fuerte.

I. INTRODUCCIÓN que dejarían las partículas subatómicas en una cá-

En principio, es dudoso que algún físico en el
mundo tenga conocimiento de la verdadera natura-
leza del campo cuántico. Esta ignorancia es evidente
si recordamos que el concepto convencional de cam-
po cuántico se refiere a una cantidad matemática
que se utiliza para describir las microestructuras en
términos de partículas subatómicas. Como podemos
notar, no es un concepto físico, sino matemático, es
pura abstracción mental (como lo fue también en su
época el concepto de fuerza de Newton o de Einstein).
Por esta razón nadie sabe a qué estructura de la natu-
raleza corresponde el concepto de campo cuántico
cuando nos referimos a él. Además, se piensa que el
campo cuántico se manifiesta como partículas
subatómicas cuando está perturbado, y empíricamen-
te se sustenta su existencia por medio de las trazas
mara de niebla. Sin embargo, la interpretación de las
trazas es aberrante, porque es una extrapolación de
nuestra imagen sensorial clásica de choques que se
describen solamente en dos dimensiones y no a tra-
vés de las profundidades del espacio.
En un artículo anterior(1), se demostró que el
modelo de partícula puntual es inadecuado para
pretender obtener una profunda comprensión del
funcionamiento del campo cuántico. Pese a que
la noción de campo cuántico es más importante
que la noción de partícula subatómica, lamenta-
blemente resulta estéril para dicho propósito, por-
que simplemente ignoramos el mecanismo que
utiliza la naturaleza para transmitir las fuerzas en el
Universo. Pero, el físico tradicional europeo siempre
fue incapaz de abandonar la idea de que cuando en
el campo cuántico hay ondas, es porque existen par-

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 tículas subatómicas en interacción. Es más objetivo
pensar en la existencia de un campo de fuerzas uni-
versal intrínsecamente asociado a la naturaleza del (1)
tiempo, el cual se debe entender como una propie-
dad física primigenia (de naturaleza aún desconoci-
da), que se extiende a través del espacio y que es Aquí G, h y c son las constantes fundamentales de la
responsable de todos los fenómenos naturales. naturaleza: constante de gravitación, constante de Planck
El problema del campo cuántico es el título gené- y la rapidez de la luz en el vacío, respectivamente.
rico y sugestivo de una propuesta de estudio que se A esta escala de longitudes tan extraordina-
inició con un artículo anterior, donde se revelan as- riamente pequeña, con respecto a la escala hu-
pectos contradictorios de las teorías físicas contem- mana, los efectos cuánticos y relativistas se de-
poráneas al investigar las bases conceptuales de ben combinar. Es razonable suponer que existen
ellas. Por tanto, esta propuesta de estudio es a un procesos de creación de materia y antimateria. Por
nivel fundamental y tiene como propósito principal consiguiente debemos tener en cuenta la energía
proporcionar observaciones útiles que contribuyan al de existencia de Einstein:
progreso de la ciencia en un escenario tan funda-
mental y enigmático, como es el campo cuántico,
donde, hasta nuestro estado actual de conocimien-
tos, se acepta que los acontecimientos están gober-
(2)
nados por la ley de la probabilidad.
En la sección II se investiga el significado de la
longitud de onda Compton asociada a las partículas donde mo es la masa en reposo de la partícula, con-
virtuales, deduciéndose una frecuencia de vibración juntamente con la ecuación cuántica de Planck:
fundamental e intrínseca a todos los fenómenos na-
turales, la cual depende de las tres constantes
cosmológicas principales ( , c y G).
(3)
En la sección III se plantea la paradoja del gluón,
la partícula virtual portadora de la fuerza fuerte, la
cual tiene asociada una longitud de onda Compton
infinita, debido a que el gluón carece de masa en
donde λ es la longitud de onda asociada al fotón.
reposo. Este problema causa graves inconsistencias
Si con la cantidad E se crea una partícula y una
en cualquier modelo cuántico de fuerzas que se pro-
antipartícula, tal que E= Eo, entonces se deduce la
ponga para explicar la interacción fuerte.
cantidad:

II. SEUDOMICROESTRUCTURAS
Debemos entender por seudomicroestructura a
un sistema microscópico construido en base a la
imaginación. En cambio una verdadera microestructura
física se refiere a un sistema natural cuya geometría es
mostrada por patrones naturales los cuales deben ser
descritos por un principio físico. Sin embargo, en
las teorías físicas actuales para describir las
seudomicroestructuras se introduce la suposición
de que las menores longitudes en el microcosmos
tienen como límite inferior a la longitud de Planck:
(4)
Que es una longitud característica asociada a la
partícula, llamada longitud de onda Compton. Esta
cantidad parece indicar el tamaño aparente o efec-
tivo de la partícula.
Sin embargo, una interpretación más rigurosa
de la Ec.(4), basada en el principio de incertidum-
bre posición-momentum, consiste en afirmar que

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es imposible localizar e identificar a una partícula
en una región del espacio menor que la longitud de
onda Compton. En otras palabras, la longitud de onda
Compton es el límite inferior de longitud que debe
tener toda seudomicroestructura física para poder
detectar indirectamente su «existencia». Esto se
expresa por la condición:
Tamaño de la seudomicroestructura
Por ejemplo, para que exista el núcleo atómico, su
tamaño debe ser mayor que la longitud de onda
Compton del protón ( 10-15 m).
Se puede dar otro significado importante a la
longitud de onda Compton, combinando la energía
de existencia de Einstein (2) con el principio de in-
certidumbre de Heisenberg energía-tiempo:
(6)
Pero, sabemos que este principio permite violar el
principio de conservación de la energía en una can-
tidad , durante un intervalo de tiempo . En con-
secuencia, puede aparecer espontáneamente en el
Universo la cantidad de energía ~ moc2 para crear
transitoriamente una partícula llamada partícula vir-
tual. Según la relación (6), esta clase de partícula
existiría durante un intervalo de tiempo tal que:
(7)
Luego, al insertar la Ec.(4) en (7) se deduce la condición:
(8)
Por tanto, la longitud de onda Compton significa
el máximo alcance que puede experimentar una
partícula virtual en una región del espacio libre an-
tes que desaparezca de nuestro mundo.
Análogamente, ¿qué significado tendría la frecuen-
cia Compton asociada a una partícula virtual? De la
relación (7) es claro que 1/ t moc2/h. Si t se identi-
fica como el periodo de la onda asociada a la partícula
virtual, entonces, se obtiene la frecuencia Compton:
(5)
Este resultado indica la máxima frecuencia de
(9)vimuy
Este resultado indica la máxima frecuencia de vi-
bración de una partícula virtual que puede ser indu-
cida por una fuerza para que su existencia tenga
efectos mensurables. El caso carece
de sentido. El caso de especial significado emerge
cuando en la Ec.(9) se reemplaza mo por la masa de
Planck mP, la cual se deduce de la igualdad = lP y
de las expresiones (1) y (4), siendo el resultado:
(10)
La introducción de la masa de Planck en la
Ec.(9) está sustentada por el siguiente postulado
muy razonable al cual llamaremos Principio de la
Existencia:
La materia y la antimateria se forman a
partir de microestructuras naturales del orden
de la longitud de Planck (10-35 m) con una
frecuencia de vibración fundamental
(11)
que llamaremos frecuencia de existencia.
Nótese que esta frecuencia está determinada por
las tres constantes fundamentales de la naturaleza:
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 c=3×108 m/s, G=6,67×10-11 Nm2/kg2 y h=1,05×10-34 Js.
Al reemplazar estos valores en la fórmula (11) se ob-
tiene:
(12)
Esto significa que la naturaleza crea la materia y la
antimateria a un ritmo de un millón de billones de
billones de billones de vibraciones por segundo. La
frecuencia de existencia v* es 1028 veces mayor que
la frecuencia de la luz visible, es decir:
Esta frecuencia correspondería a las pulsaciones de
un fenómeno físico universal, aún desconocido, el cual
interviene en la determinación de todos los acontecimien-
tos. En otras palabras, ¡esta frecuencia significaría el «pul-
so» con que se dibuja toda la actividad de la naturaleza!
Parece lógico pensar que en la escala de Planck se
deberían manifestar las «verdaderas» partículas ele-
mentales, pero para la creación de una partícula virtual
con la masa de Planck (que es 1019 veces mayor que la
masa del protón) se requeriría disponer de una enorme
cantidad de energía adicional durante el intervalo de
tiempo permitido por el principio de incertidumbre. Esta
cantidad de energía podría ser detectada a escala hu-
mana, y significaría el fin de un teorema que tanto ha
restringido el campo de aplicabilidad de la física: ¡el prin-
cipio de conservación de la energía!
Ahora investiguemos con qué rapidez se movería
esta partícula especial (a la que podemos llamar partí-
cula de Planck) mediante el principio de incertidumbre
posición-momentum:
(13)
Si Δx ∼ 10−35 m y como h ~ 10-34 Js, entonces se
obtiene Δp 10 kg m/s, o también mPv 10 kgm/s, y
por consiguiente se deduce que:
(14)
24
Este resultado sugiere que las «verdaderas»
partículas elementales (las partículas de Planck),
además de ser tan «pesadas», se mueven más rá-
pido que la luz, su energía es tan grande que a esta
escala sólo tendría sentido pensar en un nuevo fe-
nómeno físico de creación de materia y antimateria.
Una entidad física que se mueva con rapidez v > c
sería causada por una superfuerza capaz de prede-
cir el futuro, es decir, predeterminar un suceso a
continuación de otro conservándose el principio de
causalidad a escala humana tal como lo entende-
mos (el cual se refiere a que un suceso causa otro
suceso). Este resultado implicaría algo más sorpren-
dente: ¡el fin del principio de incertidumbre! Ade-
más, este fenómeno físico universal, aún desconocido,
sería el que verdaderamente nos gobierna, y cuando lo
descubramos, retornaríamos al determinismo para pre-
decir con certidumbre los acontecimientos en el campo
cuántico, pero de una forma diferente y mucho más sig-
nificativa que la obtenida en la mecánica newtoniana.
III. LA PARADOJA DEL GLUÓN
Según la teoría convencional la interacción nu-
clear fuerte (fuerza fuerte) es la que mantiene uni-
dos a los quarks dentro del protón y dentro del neu-
trón, así como también es la fuerza que mantiene
unidos a los protones y neutrones en los núcleos de
los átomos. Se piensa que esta fuerza es transmiti-
da por una partícula virtual llamada gluón que sólo
interactúa con los quarks y consigo misma. Tam-
bién se piensa que la interacción nuclear fuerte tie-
ne una extraña propiedad llamada confinamiento
que es la que impide que existan quarks libres.
Por otro lado, hay que advertir que es más exac-
to interpretar la longitud de onda Compton, definida
en la Ec.(4), como el alcance máximo que puede
experimentar una partícula virtual en una región es-
pacial. Este concepto causa graves incoherencias
en cualquier modelo cuántico de transmisión de
fuerzas que intente explicar la interacción nuclear
fuerte. Para mostrar esto, usaremos el principio de
la existencia, propuesto en la sección II, el cual nos
dice que todas las macroestructuras que observa-
mos en la naturaleza se forman a partir de
microestructuras del orden de la longitud de Planck.
Este principio implica que es razonable pensar que
la producción de quarks debe ocurrir a partir de la
longitud de Planck, y por consiguiente el alcance
que requeriría tener el gluón en la transmisión de la
fuerza fuerte para poder formar las seudomicroestructuras
sería del orden de la longitud de Planck.
Pero existe un problema, como el gluón care-
ce de masa en reposo (es decir, mo= 0), entonces,
según la Ec.(4), su longitud de onda Compton co-
rrespondiente es:

(15)
(alcance infinito)
Figura 1. Diagrama de Feynman para interpretar el
mecanismo de transmisión de la fuerza fuerte, des-
Este resultado es obviamente contradictorio con de la perspectiva de la teoría cuántica de campos.
la idea generalmente aceptada de que la Las líneas rectas corresponden a los caminos se-
interacción nuclear fuerte es de corto alcance. Si guidos por los quarks en el espacio-tiempo y la lí-
nea ondulada corresponde a un gluón de corto al-
el gluón, la partícula portadora de la fuerza fuerte, cance (cuanto) que es emitido por un quark y es
interviniera en la formación de las microestructuras absorbido por el otro quark.
naturales, entonces al tener un alcance infinito no
podría formar ninguna microestructura y no existi-
rían las macroestructuras que observamos, no ha-
bría núcleos atómicos, y por tanto ¡no existiría la
luz solar!
En la teoría cuántica de campos, las partícu-
las se describen como ondas o como cuantos
de los campos de fuerza fundamentales, y todas
las interacciones entre partículas se describen
por un intercambio de partículas virtuales las
cuales transmiten las fuerzas (11) . Las
interacciones pueden representarse por
diagramas de Feyman (ver Figura 1), donde las
líneas (llamadas «líneas del Universo») corres-
Figura 2. Diagrama de Feynman ininteligible si la
ponden a las partículas que interactúan y la on- interacción fuerte fuese de largo alcance. Las líneas
dulación corresponde a la partícula virtual que discontínuas corresponderían a un gluón cuya lon-
se intercambia para transmitir la fuerza. En el gitud de onda Compton es infinita.
marco de la teoría cuántica de campos la En la teoría de supercuerdas (la cual se inventó a finales
interacción fuerte entre dos quarks se explica de los años sXX en un intento por dar una descripción
mediante el intercambio de un gluón, con al- convincente de la interacción fuerte) las partículas elemen-
cance finito, para que cumpla el requerimiento tales se identifican con los armónicos de las vibraciones de
de que la interacción fuerte es de corto alcan- la cuerda. En esta teoría se plantea que los principios con-
ce. Pero esto contrasta con el hecho de que la vencionales de la física son sólo versiones aproximadas de
longitud de onda Compton asociada al gluón es un principio más general que permite estudiar las propieda-
infinita, y por tanto la interacción nuclear fuerte des de las seudomicroestructuras mediante cuerdas que
debería ser de largo alcance, como se muestra miden unos 10-35 m (longitud de Planck), es decir, unos 1020
en la Figura 2. veces menor que el diámetro de un protón (12).

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 Sin embargo, la teoría de supercuerdas presenta un
problema sutil: usa el artificio de un espacio-tiempo con
10 dimensiones, en lugar de las cuatro dimensiones
que percibimos (con tres coordenadas espaciales y una
temporal). Se intenta justificar que no percibimos las
otras seis dimensiones alegando que están curvadas en
una región espacial muy pequeña, del orden de 10-38 m,
que resulta imposible detectarlas. Pero esta suposición
es incompatible con la menor longitud de las cuerdas
postuladas por la propia teoría, porque es mil veces
menor que la longitud de Planck.
En el lenguaje de la teoría de supercuerdas la
interacción fuerte corresponde a fragmentos de cuer-
das que se extienden (como en una tela de araña) entre
otros fragmentos de cuerdas para mantener ligados a
los quarks y poder formar las seudomicroestructuras
como el protón, el neutrón y otros hadrones. En ana-
logía con la Figura 1, la historia de los quarks se
representa por superficies bidimensionales en el
espacio-tiempo (llamadas hojas de Universo), como
muestra la Figura 3. Estas superficies son, general-
mente, cilindros deformados los cuales son descri-
tos por cuerdas cerradas y están unidos por otro
cilindro transversal el cual correspondería al gluón
que se intercambia entre los quarks para transmitir
la fuerza fuerte.
Figura 3. Diagrama de Feynman para interpretar el me-
canismo de transmisión de la fuerza fuerte, desde la
perspectiva de la teoría de supercuerdas. Las superfi-
cies bidimensionales (hojas del Universo) correspon-
den a los caminos seguidos por los quarks en el espa-
cio-tiempo, y la superficie central corresponde a un gluón
de alcance finito que se intercambia entre los quarks. En
el lenguaje de las supercuerdas la división de dos cuer-
das corresponde a la emisión de un gluón y la reunión
de dos cuerdas corresponde a la absorción de un gluón.
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En la teoría de supercuerdas las partículas elemen-
tales se describen como ondas viajando por la cuerda
y corresponden a las frecuencias resonantes de la cuer-
da. Puesto que el gluón tiene asociada una longitud de
onda Compton infinita (λgluón= ∞ ), entonces le corres-
ponderá una cuerda de extensión infinita siendo su
frecuencia de vibración nula. Esto significa que es im-
posible identificar al gluón como un armónico de las
vibraciones de la cuerda, ¡porque simplemente la cuer-
da no vibra!
Además, la tensión de una supercuerda expre-
sada en unidades naturales ( = c = G = 1) es:
(16)
donde lS es la longitud de la supercuerda. Como lS
debe ser igual a un múltiplo (n) de la longitud de onda
Compton asociada al gluón, entonces lS = n gluón= , y
por consiguiente en la Ec.(16) se obtiene:
(17)
Puesto que la teoría de supercuerdas tiene que
describir la interacción fuerte, el resultado (17), equiva-
le a una fuerza fuerte de intensidad nula, ¡la cual no
sería capaz de unir nada en absoluto, como para po-
der formar las microestructuras!
Según la teoría convencional, la intensidad relativa
de la fuerza fuerte es igual a la unidad. Por tanto, el
resultado (17) es absurdo y desastroso para la teoría de
supercuerdas, así como para todas las teorías que ten-
gan afinidad con ella. Más dudoso aún será que estas
teorías encuentren algún día confirmación experimental
convincente porque se han construido en base a
seudoprincipios físicos que sólo son producto de la
imaginación humana y no están referidos a ningún
patrón de la naturaleza. En realidad, estas incoheren-
cias que se presentan en la descripción del campo
cuántico representan el fracaso del pensamiento cien-
tífico europeo en su intento de comprender la naturale-
za del tiempo, ¡«tumba» de todas las teorías físicas!
 IV. CONCLUSIONES
Utilizando el principio de incertidumbre posición-
momentum, se deduce que la longitud de onda
Compton representa el límite inferior de longitud que
debe tener una seudomicroestructura para poder
detectar su existencia.
Combinando la energía de existencia de
Einstein y el principio de incertidumbre de
Heisenberg energía-tiempo, se deduce que la lon-
gitud de onda Compton se puede interpretar como
el máximo alcance que puede experimentar una
partícula virtual en el espacio libre antes de des-
aparecer. La frecuencia de vibración correspon-
diente (que se interpreta como partículas y
antipartículas virtuales) sería inducida por un cam-
po de fuerza universal (superfuerza), aún descono-
cido, el cual sería el responsable de la creación
de la materia y la antimateria.
La materia y la antimateria se formarían a partir
de microestructuras naturales del orden de la longi-
tud de Planck (~ 10-35 m) con una frecuencia de vi-
h bración fundamental del orden de 1042 vibraciones/
s. Esta frecuencia sería intrínseca a la existencia
del Universo y está determinada por las tres cons-
tantes fundamentales de la naturaleza: , c y G.
La longitud de onda Compton asociada al gluón
predice un alcance infinito para la interacción fuer-
te. Esto resulta paradójico con el concepto con-
vencionalmente aceptado de que sólo una fuerza
de corto alcance puede unir a los quarks para for-
mar el protón, el neutrón y otros hadrones además,
este problema conduce a dificultades insalvables
en los modelos cuánticos de transmisión de fuer-
zas propuestos en las teorías físicas actuales con
el propósito de describir la interacción fuerte.
Si aceptamos que todas las paradojas que se
han formulado en la historia de la física son
indicadores de nuestra ignorancia sobre el meca-
nismo que utiliza la naturaleza para transmitir las
fuerzas en el Universo, por tanto, todas las llama-
das teorías unificadoras no sólo son dudosas y en-
gañosas por principio, sino que además, ¡carecen
de significado físico!
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(14) Edited by Jeremy Bernstein and Gerald Feinberg.
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