UNIVERSIDAD MINUTO DE DIOS (uniminuto) 1

ADULTEZ VEJES Y MUERTE

LA MUERTE Y SU DUELO

JASMIN LADINO RAMIREZ

UNIVERSIDAD MINUTO DE DIOS UNIMINUTO

CIENCIAS HUMANAS

PSICOLOGIA

NEIVA

2014
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ADULTEZ VEJES Y MUERTE

LA MUERTE Y SU DUELO

JASMIN LADINO RAMIREZ

TUTORA

DIANA BARRERA

UNIVERSIDAD MINUTO DE DIOS UNIMINUTO

CIENCIAS HUMANAS

PSICOLOGIA

NEIVA

2014
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El nacimiento y la muerte son acontecimientos naturales

interrelacionados, y la sexualidad y la procreación son el centro de la vida. Como
seres humanos se hace necesario que dejemos esta vida para que nuevas
generaciones puedan explorar la vida el sentido de la vida.

Las diferencias en la experiencia del manejo de la muerte en cada cultura están

impuestas por el concepto personal de la muerte que cada individuo se haya
construido a través de su historia, a si como por el contexto social donde crezca y
se desarrolle, pese a las semejanzas de los procesos expresados en diferentes
culturas.

Partiendo de lo anterior puedo identificar que en la etnia WAYUU el

proceso de duelo es asumido como algo transitorio ya que esta muerte es solo
una perdida terrenal. Se hace necesario que los parientes cumplan con unos
rituales para que la persona fallecida pueda trascender a otro mundo, se considera
que las personas fallecen dos veces y por eso requieren de dos velorios, el
primero se hace con rituales para que la persona tenga una despedida digna y su
Yoluja se ha desprendido del cuerpo, en esta primera muerte y primer velorio su
Yoluja trasciende a Jepirra donde pasara los próximos 7 años para volver a morir
y es cuando los parientes hacen de nuevo el velorio acompañados de sus
familiares, de estos familiares se selecciona a una mujer joven para ofrecer los
rituales y esta se tiene que bañar con chirinche para protegerse de los espíritus. A
los parientes se les ofrece comida en abundancia y sacrifican ganado para de
alguna manera tener contacto con la carne del difunto, este fue el espacio de
exhumación de los restos y se colocan por ultimo en el sitio definitivo y su Yaluja
emprende el viaje para encontrar su nuevo mundo. Comprendiendo esto los
Wayuu elaboran su duelo en forma de agasajó, ellos se preocupan más por
hacer lo mejor para que los difuntos pueda alcanzar su nueva vida, pues si el
sufrimiento es muy profundo no alcanzan la nueva vida y es por estas razones
que la perdida tiene un significado diferente.
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La actitud del costeño ante la muerte, en la costa atlántica Colombiana,

por el influjo de la cultura africana, su modo de vivir y el concepto que se tiene de
la vida la muerte trata de tomarse como un fenómeno corriente y natural. Esa
actitud se expresa en muchos cantos populares, la supuesta anunciación de la
muerte en diferentes formas, siendo la muerte por accidente o por alguna
enfermedad degenerativa ya conocida, se dice que la persona próxima a morir
sale al encuentro con la muerte, preparando su mortaja, compra su ataúd así lo
tenga que guardar muchos años dándole usos diferentes mientras espera la
llegada de su muerte, cuenta la los costeños que cuando la muerte de algún
agonizante se aproxima se encienden velas para impedir la aproximación de
Lucifer, y se considera necesario cerrarle los ojos al difunto para que no se lleve a
otros a la tumba con la mirada, las personas que tienen asperezas con el muerto
le jalan el dedo gordo del pie para evitar las persecuciones de este, la persona ya
fallecida es llevada al campo santo, de inmediato en la casa del difunto se
colocan sillas para que los amigos y parientes se sienten a contar chistes,
cuentos, a fumar cigarrillos y consumir ron jugando baraja o domino. El velorio se
realiza durante nueve noches al cabo de las cuales se abren las puertas y las
ventanas para que salga el alma del difunto, entonces se recogen el altar y el vaso
de agua que se puso debajo del féretro para que el difunto calmara la sed y se
prohíbe pronunciar su nombre para que el espirito de este no regrese, de todo lo
anterior se puede concluir que en la costa atlántica Colombiana la muerte tiene un
sentido de final necesario en la mentalidad colectiva del costeño, y no es un
suceso que se deseaba pero tampoco es algo horroroso. No obstante esta actitud
de los costeños, la muerte no pierde su carácter doloroso con una base cristiana,
triste y cada persona maneja su duelo de acuerdo con lo que significaba esa
persona y se ven influenciados por el poder religioso que les brinde apoyo o no.

Platicando con una familia cristiana pude identificar como en esta

congregación asumen el duelo cuando un ser amado a partido de este mundo, en
el momento que llega la muerte como seres humanos ya tenemos conciencia de
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que este momento llegaría, y se vive con mucha aceptación y esperanza por eso
dolor de la muerte se torna diferente dependiendo las circunstancias, la confianza
que ellos manifiestan depende de la fe que sienten ante un ser supremo que los
guardara y los llevara a la eternidad, es por eso que ellos manifiestan que el ser
amado paso a mejor vida, ya se fue de este mundo terrenal a para gozar en la
presencia de DIOS . El acompañamiento que estas personas tienen por parte de
los miembros de la iglesia es algo muy significativo para afrontar este dolor, la
consistencia con los actos espirituales afirman la confianza y se fortalecen ante
esta perdida.

Por otra parte las personas que manifiestan pertenecer a una

congregación de la iglesia católica pasan por periodos más dolorosos debido a la
poca necesidad de buscar consuelo en su misma congregación, y se están
buscando mas respuestas del porque de esta muerte debido a la negación que se
hacen de ella.

Examinando el texto y revisando las culturas colombianas pude

interpretar que cada persona elabora su duelo dependiendo de las creencias y el
contexto social en el que se está sumergido, y obedece si es una pérdida muy
significativa.

Encontramos diferentes perdidas (del conyugue, un hijo, un aborto, un

padre en edad adulta, un padre en edad tardía,) todas estas pérdidas requieren de
la elaboración de un duelo diferente, en ocasiones se requiere de un
acompañamiento psicológico para poder superarlo, en las familias que son muy
unidas las perdida de un hijo se puede afrontar con el apoyo del compañero si es
una relación solida, de lo contrario está perdida puede acelerar el rompimiento de
la relación.

Por otro lado encontramos que la perdidas de un ser querido por medio
del suicidio puede llegar a producir un sentimiento de culpa por no haber estado
atento ante los cambios que este manifestó durante los días anteriores de su
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deceso, se puede llegar a sentirse frustrado y la negación de lo que sucedió hace

más difícil el duelo y posterior la aceptación. De alguna manera seria mejor que
las victimas por pérdidas suicidas tuvieran el acceso a un acompañamiento
profesional para manejar la aceptación y no pasar muchos años de sus vidas
atribuyéndose lo que sucedió.

Encontramos de igual forma las pérdidas por la eutanasia, es un

proceso de duelo donde las personas tienen conocimiento de que su ser querido
está sufriendo y esto no va a cambiar, por eso las personas toman la decisión
que consideran mejor, y no permitir que sea atropellada su dignidad obligándolos
a estar postrados en una cama por el resto de su vida, en estas circunstancias los
familiares viven su pérdida comprendido que es lo mejor para esta persona que
ha sufrido mucho y paso a descansar. Esto me hace recordar una experiencia
particular, un familiar muy cercano y se le diagnosticó cáncer cerebral, fue una
etapa muy dolorosa, las pérdidas cognoscitivas fueron avanzando cada vez más y
con ellas las físicas disminuyeron totalmente. Este proceso duro
aproximadamente 2 años y las personas encargadas de su cuidado sufrían la
impotencia de no poder aliviar su dolor que era incesante, hasta el día de que su
muerte llego. El proceso de duelo por parte de los seres cercanos estaba dividido
en dos sentimientos, sentían alivio por él, porque se fue a descansar al lado de
DIOS, después de pasar por este dolor tan traumático y por otra parte sentían
dolor por su partida y no contar más con su presencia. En mi concepto asumo que
ellos se sienten tranquilos a sumieron su pérdida con aceptación debido a lo que
estaba sucediendo a esta persona y que hicieron lo mejor para hacer sus días
dignos y rodeado de amor de sus seres queridos.

Para finalizar y como lo mencione antes las pérdidas se asumen de

acuerdo al tipo de muerte que se haya experimentado, la edad de la persona
fallecida, el rol que desempeñaba en su entorno, las creencias religiosas, y la
cultura. Cada ser humano tiene formas diferentes de afrontar su duelo.