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Natalia Gómez del Pozuelo

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Cómo iniciar tu presentación para conectar con la audiencia
por Natalia Gomez del Pozuelo | Jul 6, 2018 | Comunicación en la empresa, Cursos,
Habilidades | 5 Comentarios

Los primeros minutos de una presentación determinan la forma e intensidad de comunicar con
la audiencia.

Habrás asistido a conferencias, ponencias y presentaciones varias.

Me gustaría hacerte una pregunta sencilla que muestra la importancia de lo que hoy quiero
compartir contigo: ¿Has llegado a desconectar, has perdido el hilo o el interés por la charla en
alguna de esas ocasiones?

No hay nada mejor que ponerte en la piel del oyente para entender cómo transmitir y captar la
atención de las personas que tienes frente a ti cuando te toca presentar.

Visualízate ante una audiencia que atiende tus primeras palabras; personas que esperan algo
de ti: un mensaje, incluso transformador, que les aporte un material para incorporar a sus vidas
o a sus profesiones.

Y todo tiene un comienzo.

¿Por qué son tan vitales esos primeros instantes en los que inicias una presentación?

Porque te juegas mucho:

La imagen que transmites.


La atención del público.
Su curiosidad…
Por este motivo es crucial construir un comienzo auténtico y que tenga fuerza.

Disponemos de muchos elementos para hacerlo y así captar la atención de las personas que
tengas delante de ti, y facilitar que les llegue el mensaje que te has propuesto transmitir.

¿Cuáles son esos elementos que están a tu alcance?

¿Qué quieres lograr?


Por favor, acompáñame y lo descubrirás en el siguiente vídeo:

“Nunca tendrás una segunda oportunidad de causar una primera buena impresión” (Groucho
Marx)

Una cita, tan solo una frase es como he comenzado el vídeo que he preparado para ti, unas
pocas palabras que resumen el mensaje que deseo transmitir.

El tiempo es un elemento irrecuperable. No puedes perderlo con un comienzo disperso, dando


vueltas y vueltas para que cuando quieras llegar a la idea principal, tu audiencia haya perdido
el interés.

¿Hacemos un repaso del vídeo?

¡Vamos con ello!

¿Qué necesitas para que el inicio de tu presentación resulte potente?

Provocar una primera impresión favorable y adecuada


Definir el tono
Captar la atención
Generar curiosidad
Desarrollemos estos cuatro puntos

1. Provocar una primera impresión favorable y adecuada en tu audiencia.


Impresión favorable, significa tener una predisposición positiva a la hora de escucharte.

Impresión adecuada, es decir, acorde al lugar donde vayas a realizar el evento, a la naturaleza
de la charla.

¿Con qué podemos crear esa predisposición positiva?

Con tu presencia.
Entra erguido al espacio donde se vaya a desarrollar la presentación.

Imagina que con un hilo tirarán desde el extremo superior de tu cabeza hacia arriba, con
suavidad, pero con determinación.

Apodérate del espacio, hazlo tuyo. Darás una sensación de firmeza y confianza que
directamente se contagiará a tu audiencia.

Si confías en ti, el público también lo hará.


Con tu sonrisa.
Cuando estás más nervioso, te muestras más serio. Es un mecanismo automático. Muestra tu
sonrisa siempre, practícala si es necesario. Tu audiencia se mostrará más benévola ante algún
pequeño fallo (imagina que te pierdes en el discurso, sucede algo que no está en el guion…)

Con tu mirada.
Un estado nervioso hace que mires hacia arriba, o hacia abajo…provoca que pierdas todo el
potencial de una herramienta que afortunadamente siempre está de tu parte: la mirada.

Con tu voz.
La música influye directamente sobre las neuronas, lo mismo pasa con tu voz.

En función de cómo utilices la voz, así impactarás sobre tu audiencia.

Con una voz grave, darás una sensación de autoridad.

Por el contrario, si deseas generar una sensación de cercanía, la puedes uttilizar de forma más
aguda.

2. Definir el tono en el que se va a producir la presentación


Con el tono de voz predispones a tu público.

Un ejemplo sencillo, si el comienzo de una conferencia es muy formal y técnico, darás un tono
a tu discurso tal cual: técnico, serio

Si arrancas con una broma, la audiencia estará predispuesta a escuchar una conferencia con
tono de humor, amena.

O imagina que empiezas tu discurso muy melodiosamente, entonces esperarán de ti que una
charla más amorosa, más amable.

De esta forma es como predispones a tu audiencia a una tipología de presentación.

3. Captar la atención de tu audiencia.


¿Cuánto tiempo tenemos para captar la atención? ¿Unos segundos?

Sí, unos segundos.

Por lo tanto, las palabras con las que arranques serán cruciales.

Tienes que aportar algo muy significativo para atrapar esa preciada atención, y para ello
puedes recurrir a distintos mecanismos.
Te voy a mencionar 6:

Una cita.
Es muy fácil encontrar en internet citas acordes a la temática de tu discurso.

No te quedes con cualquier cita que encuentres, sino con aquella que establezca el tono a la
tipología de presentación.

Una broma.
Iniciar con una broma puede darle un toque de humor, el cual normalmente es bien acogido por
la audiencia.

Una tesis original.


Ofrecer a las personas una tesis que nunca se haya planteado, porque si tu audiencia ya ha
oído hablar antes de ella desconectan, no atienden porque creen saber ya los datos.

Tienes que estar alimentando la inquietud del oyente permanentemente para evitar la
desconexión.

Una pregunta retórica.


Este mecanismo ayuda a interactuar con tus oyentes, y realmente es muy efectivo porque
llevas a la persona a pensar en si mismo respecto al tema expuesto.

Una pequeña historia.


La mayor parte de las charlas TED comienzan con una historia.

Hay numerosos estudios donde se observa que, al arrancar una charla con una historia, las
pupilas de los oyentes se dilatan, el cuerpo se inclina ligeramente hacia delante y se crea un
pico de atención.

¿Qué es lo que quieren las personas en ese momento? Saber qué va a suceder a continuación
en la historia.

No olvidemos seleccionar una historia que tenga relación directa con la naturaleza del tema
expuesto.

Un vídeo.
Si hablar en público te pone muy nervioso y representa para ti una situación muy tensa, sería
muy recomendable arrancar tu presentación con un vídeo, porque cedes el protagonismo a otra
cosa, en este caso, lo cedes a imágenes, a personas.

Aprovecha esos instantes para realizar un par de respiraciones que te ayuden a acostumbrarte
a las personas que tienes delante.
Te decidas por lo que te decidas, una pregunta retórica, una historia…nunca desveles desde el
inicio el desenlace.

Haz ver que la historia tiene un desarrollo e irás descubriéndola

4. Generar la curiosidad.
¿Y cómo ganarte la curiosidad de la audiencia?

Trata de provocar ganas de saber más del tema.


Si has utilizado una historia, tendrán ganas de saber cómo sigue.
Destaca los beneficios de lo que vas a contar para que deseen seguir escuchando.
Ya tienes casi todas las piezas y sigo haciendo hincapié en que el primer minuto es clave para
conseguir lo más preciado: la atención a tu presentación.

El comienzo es un momento tan crítico que tienes que prepararlo mucho, a base de ensayar y
ensayar.

Las personas que resultan más naturales en una presentación son las que más han ensayado -
Tuitéalo
Repite el inicio de tu presentación tantas veces que la puedas decir sin necesidad de pensar.

Y añade a los ensayos un ingrediente más: ruido.

Cuando estás solo, repitiendo tu discurso, no estás nervioso. Incluyendo ruido en el ejercicio,
llegas a representar los nervios que puedes sentir en el momento de arrancar tu presentación.

¡Y llegó el día de la presentación!

Espera un segundo.

Antes de dar ese primer paso que te llevará al momento y lugar donde estás a punto de
comunicar con tu audiencia, primero conecta con la emoción que quieres transmitir.

Elige una emoción alguno de los siguientes elementos:

Foto
Canción
Texto
Postura
Anclaje
Aquello a lo que tú te expongas antes de salir, representará la emoción que transmitas.

Sube el volumen de tu energía, no es lo mismo transmitir a una sola persona, que a un gran
auditorio.

Gesticula, pon énfasis y haz que llegue toda tu energía hasta la última fila de la sala.

Sonríe de verdad, como cuando tienes algo muy especial que contar.

Sonríe, mira a los ojos de tu audiencia, y una vez que estén en silencio es cuando
¡ARRANCAS tu presentación con fuerza y pasión!

Otros recursos para desarrollar tus habilidades a la hora de hablar en público:

Si te pone nervioso, independientemente del tamaño de tu público, tengo a tu disposición el


método AME Comunicar, para que cualquiera ame comunicar y pueda decir Adiós al Miedo
Escénico.

Otro recurso es el taller tu Pitch, tu Historia, para que cuando te presentes, utilices tu historia y
logres impacto con ella.

¡Hasta pronto!

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Cómo terminar una presentación para producir el efecto que deseas


por Natalia Gomez del Pozuelo | Oct 25, 2018 | Comunicación en la empresa, Habilidades | No
hay comentarios

Cómo terminar una presentación para producir el efecto que deseas


El final de una intervención es uno de los momentos clave de cualquier exposición; en función
de cómo terminemos las personas se quedarán (o no) con una buena impresión.

Algunos autores sostienen que es el momento más importante de una charla y, en cambio, a
menudo vemos que las personas terminan con un timorato: “Ya está” o “eso es todo”.

Piensa que es la guinda del pastel y, al igual que el principio, es algo que tenemos que ensayar
varias veces para que nos salga en automático.

Características que conviene que tenga el final de una presentación


1. Que quede claro que hemos terminado
Piensa que es como una sinfonía o una canción, el final ha de ser rotundo para que no haya
duda de que es verdaderamente el final y las personas puedan aplaudir si procede.

Cuando no es “Terminante” se oyen algunos aplausos y rumores, otras personas se unen, pero
la sensación de potencia se pierde.

2. Que contenga una conclusión o frase fuerza que resuma la tesis principal de la presentación
o conferencia
Hemos dado una serie de informaciones por un motivo, o buscando un aprendizaje; es el
momento de reforzarlo.

La audiencia, como mucho retiene 2 o 3 ideas de una conferencia o presentación, por lo que es
importante remarcar aquello con lo que queremos que se queden.

Conviene que la persona que asista a tu presentación se sienta satisfecha y piense que sus
expectativas se han cumplido, y a eso ayuda mucho un buen broche de cierre.

3. Utilizar alguna cita de un personaje conocido


Es una forma de apoyarnos en la credibilidad que tiene la fuente de la cita, es como si
dijéramos, “no solo te lo digo yo”. Además, las citas que perduran en el tiempo suelen ser
frases sonoras y originales (al menos al principio; cuando se han utilizado demasiadas veces,
pierden la fuerza).

Sea una frase tuya o de otro asegúrate que tiene esos dos elementos: sonoridad y originalidad.

4. Terminar con una buena pregunta


En vez de cerrar con una certeza, el cerrar con un interrogante puede ayudar a las personas
que escuchan a reflexionar sobre el tema y a poner en práctica aquello que le hemos contado.

Un ejemplo:

¿Cuántos de vosotros estáis dispuestos a llegar a casa y comenzar a…?

5. Añadir una llamada a la acción


Algo que les invite a dar algún paso en la dirección que buscamos.

Por ejemplo, si estoy vendiendo algo puedo animar al público a entrar a una página web, o a
escribir un mail para resolver las dudas que puedan tener.

Si utilizas la llamada a la acción asegúrate de que destaca los beneficios de llevar a cabo lo
que pides, que sea sencilla y que se pueda realizar en ese momento.

6. Cierra el círculo
Si de alguna forma tu final tiene alguna relación con el principio dará la sensación de que se
cierra el círculo y de que todo tenía sentido.

7. ¡Muchas Gracias!
Es muy importante decir con un tono breve y enérgico: “Muchas gracias”.

No todos los expertos recomiendan esto, hay quienes piensan que es mejor cerrar con la frase
fuerza. Según mi experiencia, pocas veces la frase fuerza tiene la rotundidad suficiente como
para que todo el mundo sepa que has terminado, en cambio el “muchas gracias” no falla.

En ese momento, si la audiencia es numerosa, aplaudirán y los aplausos de los demás


favorecerán la sensación de que se han cumplido las expectativas.

Te dejo algunos finales de película por si te inspiran a hacer algo fuera de lo común en el final
de tu presentación:

Las 25 preguntas que te conviene hacerte antes de preparar una presentación.


por Natalia Gomez del Pozuelo | Sep 27, 2018 | Comunicación interpersonal, Habilidades | 6
Comentarios

Las 25 preguntas que te conviene hacerte antes de preparar una presentación.


Cuando nos enfrentamos a preparar un tema sobre el que debemos hablar es el momento más
crítico para que finalmente tenga éxito o no.

El éxito para mi es que responda al objetivo del organizador, del ponente y que al público le
aporte valor.

Si no te han dado un tema concreto aquí (“Cómo elegir un buen tema para exponer”) te ayudo
a elegirlo y a enfocarlo.

Si ya tienes tema, te sugiero que lo primero que hagas sea hacerte las siguientes preguntas
que te ayudarán en la preparación:

¿Por qué les vas a hablar de eso?


¿Cuál es tu relación con el tema?
¿De qué les puede servir tu charla a las personas que te escucharán?
¿Qué idea fundamental quieres que se les quede en la mente?
¿Cuál es el origen del tema?
¿Qué es lo que más les preocupa sobre el tema?
¿Qué conducta les puede venir bien cambiar con respecto a lo tratado?
¿Qué hábitos los están reteniendo?
¿Qué otras opciones tienen?
¿Qué es lo que más les puede motivar?
¿Qué tono crees que es mejor utilizar para producir el efecto que quieres causar?
¿Cómo vas a comenzar a hablar? (“Cómo iniciar tu presentación para conectar con la
audiencia”)
¿Puedes sembrar algún misterio o adivinanza al principio que les mantenga atentos?
¿Qué historias conoces que te puedan ayudar a mostrar tu tema “en acción”?
¿Qué es lo más curioso que puedes contar sobre el tema?
¿Cuáles son las preguntas que las personas se hacen sobre el tema?
¿Qué cambios se han producido a lo largo del tiempo con respecto a ello?
¿Cómo puede ser el futuro si se produce un cambio importante en el tema?
¿Qué frases (famosas o no) pueden producir un impacto sobre ese tema?
¿Hay alguna pregunta que puedes hacer a los que te escuchen que les haga reflexionar sobre
ello?
¿Puede tu charla contarse en forma de un “viaje” para los oyentes?
¿Hay alguna forma de contarlo para que resulte divertido?
¿Qué frase vas a utilizar de cierre?
¿Qué adjetivo te gustaría que le pusieran a tu exposición?
¿Cómo lo harías si no pudieras fracasar?
Y ahora te hago una propuesta…¿me ayudas a sumar más preguntas?

¡Te espero!

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