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Del Libro El Reino del Silencio y Naturalezas Ocultas

De Benjamín Priego Huertas


Del Libro El Reino del Silencio y Naturalezas Ocultas
De Benjamín Priego Huertas

Otra historia del Mundo Encantado


Más experiencias de mis viajes al mundo encantado

Me disponía a volver al mundo encantado, pero, debí esperar cierto tiempo.


Dar con el vértice de entrada es difícil. Existen muchos caminos y tan
parecidos, que es fácil equivocarse.
El mundo encantado es un mundo mágico, lleno de vida. Vibrante,
exuberante y también lleno de riqueza.
Encontré de nuevo, el lugar de reunión. Entré al túnel y seguí los
procedimientos para la respectiva transmutación. Me recibió un muchacho
vestido elegantemente pero con sencillez.
–Me llamo Gonzalo y vengo para guiarte a tu nueva visita.
–Iremos a la casa de Suntáni, supongo. –No…
Vamos esta vez a la ciudad, la cual llamamos Herram. Se encuentra
debajo de un lago subterráneo, desconocido para ustedes, es decir, no se
encuentra en la superficie.
– ¿Cómo viajaremos hacia ese lugar?
–Caminaremos durante un breve tiempo, luego, vendrá una carroza tirada
por caballos. En ella llegaremos a nuestro pueblo.
-Caminamos posiblemente diez Kilómetros.
Veía la luz de la lámpara, instalada en la carroza, aunque era de día, no me
había enterado que jamás oscurecía; Esta luz cambiaba de color. Unas
veces azules, otras verde y otras de color lila. Y pregunté, ¿qué función tiene
el cambio de color en la lámpara?
-Ha sí, mi amigo. Permíteme explicártelo. El cambio de luz, se debe a las
diferentes latitudes, en las cuales, vamos pasando. Las irradiaciones de la
energía van modificando los niveles electromagnéticos, cuando los rayos
entran, en contacto con la energía del núcleo del planeta, que es radioactivo.
Aquí, en nuestro mundo, siempre hay luz. No existe la oscuridad. La luz es
permanente.
Llegamos al extremo de un camino amplio, rodeado de vegetación. Plantas
parecidas a las de nuestra superficie: Lirios, bejucos, mano de león, plátanos,
pinos, hierbas de hojas con diferentes coloraciones, se trataban de plantas
muy parecidas a las nuestras pero solo en ciertas formas.
En el camino, veo muchas caídas de agua y abismos muy profundos.
También se veía alrededor de nosotros, grandes plantaciones con árboles
frutales, además, praderas de pastos muy verdes y jardines con flores
multicolores. ¿De quiénes son estos terrenos?, Pregunté.
–De todos. Aquí únicamente somos propietarios de una casa. Nadie
acapara tierras. Aunque como has visto, nuestro mundo es inmenso. Es
desde luego, más extenso que el de la superficie del planeta. En otras
palabras, se hacen necesarios más habitantes.
Lástima que en nuestro mundo exista superpoblación. Pensándolo mejor,
debería haber más tierra. Pero, ¡qué importaba ahora la sobrepoblación!
Me encontraba feliz, ¡observándolo todo!
Veo los magníficos caballos que halaban la carroza. Me di cuenta, que uno
de ellos emitía gemidos y lloraba. Pregunté con respecto a lo sucedido. El
joven Gonzalo me contestó de inmediato. Ese caballo, mi estimado amigo,
es en realidad una persona del mundo exterior. Se encuentra trabajando con
nosotros para pagar su deuda.
-¿a qué deuda te refieres, mi amigo?
-bueno, para comenzar te diré que, muchas personas humanas, saben de
nuestra existencia. Saben que podemos darles grandes fortunas en oro,
piedras preciosas y además, podemos hacerles otros favores, los cuales en
este momento no puedo contarte. Pero, se necesita hacer un contrato o
pacto con nosotros.
Existen dos formas de contrato. La primera forma es que a cambio de
riqueza, vengan a trabajar con nosotros. Pero deben hacerlo en forma de
animal de carga.
Obviamente podemos darles otro tipo de trabajo. Aunque el que te describo
es el común. El otro pacto de trabajo es que, la persona que recibe la
fortuna, debe darnos a cambio, a un familiar sea este hijo, hija, hermanos o
padres. Pero deben ser personas útiles y trabajadoras, de lo contrario no se
aceptarán.
No supe que decir en ese momento, pues quedé impresionado.
Llegamos a la ciudad. Me pareció un pueblo nada común, como los
nuestros, pero además, sin una sola basura, sin chatarra tirada. Un pueblo
bien pintado.
Casas y edificios, todas en forma ovalada y cónica con calles empedradas,
llenas de jardines con hermosas flores. Muy poca gente en las calles. ¡Ah!,
Pero sí existen muchas más diferencias: Para comenzar, no existen los
automóviles, motos y aviones; no existen los anuncios comerciales y tampoco
existen los televisores ni radios. Es un mundo silencioso. En realidad, el
único transporte que veo, eran carrozas, carretones y carruajes halados por
bestias, tales como caballos, asnos y otros que no conocía hasta ese
momento.
El mundo encantado es en otras palabras, muy silencioso. A propósito, veo
personas de todas las razas: blancos, chinos, negros, cobrizos, pero amigos, lo
más sorprendente de ver, son los Nomos y otras especies de seres muy
pequeños, nunca vistos por la humanidad.
Algo que impresiona también, son los grandes simios con rostros bastante
humanos. Pero repito, lo más extraordinario fue ver a los célebres Gnomos.
Seres realmente especiales y para nosotros los humanos, tan extraños. En las
calles, se ven animales que parecen ser las mascotas. No me atreví a
preguntar si esas mascotas eran personas del mundo exterior, convertidos en
formas animales para pagar sus deudas. En fin, mi presencia no era extraña
para ellos.
Paramos en una casa en forma de castillo medieval, con cúpulas. Medía
unos ciento veinte metros de altura y tal vez unos ciento sesenta metros de
ancho. El muchacho Gonzalo me dice: Entremos. Vi unos corredores
interminables. Entramos a una gran habitación; Esperaremos un momento
en la sala especial de visitantes...Me dijo. Se abrió una puerta y veo llegar a
un personaje muy especial. Buenos días. Mi nombre es León Amalee. Soy el
director de esta comunidad. Bienvenido seas a esta casa.
El joven Gonzalo se adelantó a presentarme. Príncipe León Amalee, te
presento a nuestro amigo Spratis, habitante del exterior. Que viene de visita
y, además, es escritor.
-¡qué bien!, Sabes que eres bienvenido. Ahora, acompáñame. Vamos a
comer.
No puedo describir la cantidad de comida que disfruté. Diferentes alimentos
y extraños, pero muy buenos y saludables, pero, algo si pude distinguir de
nuestra comida: Los alimentos que consumí, no contenían la sal común.
Aunque sí tenían excelente sabor; Supe que, la sal común, está prohibida
en el mundo interior. Es uno de los secretos del mundo encantado. No me
atreví a preguntar el por qué de tal prohibición.
Bien, amigo mío. Qué quieres saber, acerca de nuestro mundo.
-La pregunta más difícil de hacer es. ¿Creen ustedes en Dios?
-No creemos en Dios, ni en el dios del mal (Satán u otros)
Creemos en la Ley Automática, la cual es, un sistema de energías
sincronizadas para hacer funcionar todo: es el péndulo de movimiento sin
fin y además, administradas por seres con capacidades superiores.
Siguió diciendo ¿Cómo somos nosotros? Nosotros nos comportamos
correctamente. Jamás faltamos a nuestra palabra. Cosa común en vuestro
mundo. ¿Alguna otra pregunta?
-Sí, bueno. Tal vez no corresponda a tu mundo, pero me inquieta saber si
ustedes tienen contacto con los extraterrestres.
-Por supuesto. Pero, no podemos dar información que comprometa la
misión de estos seres venidos del cosmos.
A los amigos de otros sistemas o mundos los recibimos a menudo y lo
hacemos con respeto y consideración. Jamás les haríamos daño, como lo
hacen los toscos humanos del exterior.
En un futuro no distante, pero con fecha aún no establecida, el planeta
sufrirá una gran catástrofe, es decir, una transformación. Nosotros nos
preparamos para recibir a millones de seres humanos, que serán trasladados
a nuestra dimensión.
Con relación a los seres extraterrestres o amigos viajeros, son, seres
superiores que trabajan en proyectos de supervivencia con seres vivientes en
evolución. Esto lo realizan en muchos y variados planetas.
En el caso del planeta Tierra, ayudarán a salvar vidas físicas, pero también,
ayudan en otras situaciones, como por ejemplo, a trasladar seres hacia otras
dimensiones. Cuando exista una tragedia planetaria, nuestros amigos,
protegerán las fuentes de agua, darán alimentos y construirán lugares
especiales para que la humanidad esté protegida de la intemperie.
Lamentablemente, quizá se salve el diez por ciento de toda la humanidad y
de los demás seres vivientes. El resto, será repartido hacia dos dimensiones.
Como se ha mencionado, corresponderá a la cuarta dimensión (mundo
astral sin cuerpo físico), y a la quinta dimensión (mundo encantado, con
cuerpo físico, pero de materia diferente a la humana). Mundos de vida y
existencia distintos a la forma normal de vida material, como la conocen los
seres humanos.
Para ampliar nuestro diálogo, mi querido amigo Spratis, y como lo
comprenderás, nuestro mundo es similar al vuestro, simplemente porque
vivimos dentro del planeta.
La energía del planeta, nos permite utilizar un cuerpo material, que vibra en
un nivel de frecuencia diferente al de los seres humanos naturales.
Por otra parte, nos es indiferente que nos llamen encantados o sobre
materiales. Como lo prefieran, no nos quitan ni ponen nada.
Existimos en forma autónoma y no dependemos de nadie. Eso es lo
importante para nosotros.
A pesar de estar más aislados del espacio, que los seres humanos, nosotros
poseemos conocimientos acerca del gran cosmos, aunque no podemos ver las
estrellas, el sol, la luna, si sabemos de ellos.
Por ejemplo, sabemos del planeta Marte y muchos otros mundos habitados
en su mayoría con seres de la quinta dimensión, por lo tanto, invisibles para
los humanos de carne y hueso. Decía que, en el planeta Marte, sabemos que
existió vida humana en el remoto pasado. Actualmente como te lo he
mencionado, únicamente existe vida de cuarta dimensión y de quinta
dimensión.
En el mundo o satélite llamado Luna, existe vida astral y también, sobre
material, o sea, de la quinta dimensión. La población de la Luna, se
encuentra más avanzada que la terrestre, en lo que respecta a la evolución
espiritual, pero pertenecen a las mismas órdenes espirituales del Planeta
Tierra.
Existe vida en todos los planetas del universo, de ello, no debe haber más
dudas.
Dentro de nuestro sistema de planetas, se encuentra el planeta Mercurio, en
donde la vida física inteligente empieza, pero es un mundo de prueba más
atrasado que el de la Tierra.
Se encuentran, en algunos planetas, seres en proceso de evolución primitiva
o etapa prehistórica. Los seres subhumanos, se parecen a los hombres monos
del pasado en la Tierra. También existen otras formas de vida. Estos, Poseen
escasa inteligencia, pero su energía mental es extremadamente violenta. En
esos planetas, no existe la muerte tal y como la conocemos para los mortales
comunes. Ninguna herida o destrucción parcial del cuerpo físico, provoca la
muerte. Debido a esa condición, los seres por ejemplo, que nacen en un
planeta como Mercurio, viven una tragedia impactante. Cuando su
conducta violenta les provoca el deseo de autodestruirse, aún, cuando
queden mutilados, quemados o envenenados, aún así, repetimos, ¡No
mueren!
Los intensos sufrimientos realmente infernales, los hacen susceptibles para el
suicidio. Lamentablemente, no pueden morir. Un ser humano de la tierra,
no podría soportar los espeluznantes cuadros tan trágicos y de locura que
viven diariamente los seres del planeta Mercurio. Y para ser más claro, a ese
mundo envían para su reencarnación, a muchos humanos que se volvieron
malos en sus vidas físicas: mataron, violaron, hicieron muchas maldades, en
fin.
Parece solamente un cuento fantástico, pero ésta información es verdadera,
mi querido amigo, Spratis. Muchos de nosotros hemos viajado a otros
planetas, llevados en Ovnis, a través de los túneles o puertas dimensionales.
La velocidad: es el mismo pensamiento.
Me sorprendió este tipo de información, y prometí investigar más a fondo.
Debía regresar y el tiempo de estancia se me había vencido. Pero quise hacer
una última pregunta:
Sé, príncipe Amalee, que ustedes no creen en Dios, pero hasta el momento
no sé la razón. También, pregunto a mi fe, por qué razón Dios permite la
existencia de seres que no pueden morir. Como ustedes, y los del planeta
Mercurio.
El Príncipe responde: Obviamente, poseemos una conciencia diferente. Pero
comprendo tu inquietud.
Con respecto al concepto de Dios, no puedo darte mayor información, sólo
sabemos que es un concepto y fue creado por los sacerdotes.
Aquí en nuestra dimensión, nunca hemos visto a un Dios como el que
ustedes imaginan.
En la actualidad, los seres humanos se contradicen, pues, poseen varios
dioses. Y el más importante es el dios Bacanal (dios del placer y la riqueza)
Sí venerable príncipe: Nosotros, según mi concepto, somos seres evolutivos
y debemos obedecer a la máxima autoridad del universo.
La creencia en un solo Dios, se fundamenta en lo siguiente: No puede existir
una ley sin una inteligencia previa.
No es lógico en lo menor, la existencia de seres inteligentes creados
automáticamente por un poder que no piensa y que sólo funciona al azar.
Los seres humanos seríamos superiores a esa ley. Pues, el pensamiento es
creador, y la ley no piensa por sí sola.
Acepto que todo ser viviente evoluciona, pero la experiencia nos dice que el
hombre posee libre albedrío y conciencia.
Lo más importante para nosotros los humanos, es saber que poseemos un
espíritu, el cual, es eterno.
Este conocimiento nos hace superiores, pues, el espíritu es un ser inteligente.
Soy, un yo, con voluntad propia. Un poder automático no es un yo. Sólo
es una cosa.
Bueno, pero soy un principiante. Debe existir una mejor explicación
¿verdad?
¡Bien!, Querido amigo Spratis. Te has lucido con palabras elocuentes.
Esperemos que un día, la humanidad pueda definir su posición. En otra
oportunidad seguiremos dialogando al respecto.
Antes de regresar a tu mundo, dime sí te queda alguna otra inquietud.
Sí, maestro Amalee. ¿Por qué ustedes se transforman en animales?
-Bien. Nosotros repetimos ciclos evolutivos muy largos. Lo hacemos a través
de mutaciones hacia otras formas de vida, particularmente la animal.
Por cuestiones psicológicas, no nos conviene poseer una sola imagen, pues
de lo contrario entraríamos a la intolerancia. Somos inmortales. También las
formas animales nos sirven para disfrazar nuestra presencia. Además,
podemos hacernos invisibles. ¿Comprendes?
Ahora, sí está más claro. Gracias por tus enseñanzas, Maestro. Tu
hospitalidad me demuestra que poseen una gran evolución y también, una
gran cortesía.
Gracias, mí querido amigo Spratis ¡Que la fuerza y la habilidad te
acompañen!
Al salir por un bosque natural en el exterior de la tierra, aún me inquietaban
otras interrogantes, por ejemplo, ¿poseen espíritu los sobre materiales?
Y ¿cuál es la naturaleza espiritual de los Nomos? ¡Ojala pueda regresar muy
pronto! Y en mi mente resonaban éstos pensamientos: Todos somos parte
de una unidad. Todos somos seres en evolución. Todos tenemos un alma y
una personalidad.
Habían transcurrido veinte días. Me encontraba consciente de mi familia ¡y
mi trabajo! Pero pensaba: regresaré.
En ese tiempo, comencé a padecer de un problema de respiración, a veces
me costaba respirar. Fui con el médico. Mi presión arterial se encontraba
alta. Veo varios médicos. Al fin, alguien me dijo: las personas que entran a
la madurez, están propensas a sufrir una disminución de sus órganos,
principalmente en los pulmones.
Por lo visto, tu no usas suficiente aire para respirar, me dice el médico
Es decir que ¿mis pulmones son ahora pequeños?
Es cierto, tus pulmones están ahora muy reducidos
-Qué debo hacer ¿es esto fatal?
No, pero sí hay algún riesgo. Debes hacer ejercicios de respiración, teniendo
cuidado de los excesos y ¡cuídate de las gripes!
Salí desanimado y pensando que de seguro iba a morir pronto.
Muerte, ¿qué quieres de mí? Ven, muéstrame tu rostro y córtame de una vez
mi vida y di triunfante: otro más para el hoyo.
Después, reflexioné que debía cambiar mi criterio. Un aspirante a hombre
que no es templado, como el acero en un sofocante y ardiente fuego
evolucionario, no puede llegar a ser un verdadero ser humano.
Tal forma de pensar no es conformismo ni masoquismo, pues cada vez que
se sufre, debe tratarse de vencer cualquier dolor, cualquier sufrimiento.
Después, cuando gocemos y hasta sintamos felicidad, sabremos valorar cada
vez mejor, nuestra condición de vida.
Tendremos una mejor conciencia y una mejor evolución espiritual.
Pensaba largo tiempo, sentado en una roca y a la orilla de una barranca de
aspecto triste pero con rica vegetación.
Mientras esperaba el encuentro con los del mundo encantado, reflexionaba
con respecto a las enfermedades que nos aquejan a los humanos. Y de cómo
los seres del mundo interior a pesar de no creen en Dios, se encuentran
libres de enfermedades.
¿Por qué los seres humanos estamos plagados de males?
Será como dicen las escrituras, que el hombre pecó y fue destituido de la
gloria del Creador, o en realidad, Dios no existe. Definitivamente esa
reflexión no es así, y esa no es la respuesta.
Las teorías científicas explican, que el hombre está propenso a ser invadido
por seres parásitos y gran variedad de microorganismos y virus. Además,
algunas variedades de virus han aparecido debido a los mismos
medicamentos que sirven para combatirlos (mutaciones).
Influye así mismo, los experimentos y la contaminación, culpa del hombre
mismo. Por todo ello estamos expuestos a los virus, venenos, etc., como al
pecado (que en realidad debe llamarse falta)
Bien, veamos otras justificaciones. Si no existieran las enfermedades el ser
humano viviría casi para siempre.
Muchos piensan en la sobre población y bastantes personas, creen que las
guerras, son necesarias para regular el número de población o
sobrepoblación-.
Todo lo anterior, ¿es una casualidad? O bien, ¿Es una causalidad?
Para los creyentes en Dios, la respuesta es más fácil: así, Dios ordena todas
las cosas, pero lo hace por medio de una Ley Superior, llamada Ley de Causa
y Efecto.
Es también, obvia y razonable, la existencia de seres inteligentes mucho más
avanzados que nosotros los del planeta Tierra, que tendrán conceptos más
avanzados.
El por qué de las enfermedades.
Podemos resumir de la siguiente forma: Las enfermedades sirven al ser
humano para bien y para mal. Luego, la condición de sabernos débiles y
temporales para buscar más allá de lo físico. Todo ello ¿será la voluntad de
Dios, será un plan establecido? ¿ Será como un pensum de estudios?
La voluntad de Dios debe ser vernos felices. Para lograr esta condición de
vida, sin embargo, es necesario pasar pruebas, exámenes, hasta obtener el
título de ser feliz y perfecto.
Y en éste criterio debe agregar lo siguiente: Aceptar a Cristo o a Dios, no es
suficiente para alcanzar el cielo. Para alcanzar el cielo espiritual y la felicidad
eterna, se necesita, como lo dijimos, pasar numerosas pruebas muy penosas
pruebas, experiencias y exámenes. Los que creen ingenuamente, que con
decir acepto a Dios o a Cristo, ya son salvos, deberán meditar un poco más.
Ahora debemos levantar los ojos al cielo, ver las estrellas y preguntarnos
cuántos planetas existen en el universo y ¿Cuántas humanidades viven en
éste momento en esos planetas?
¿Es acaso fácil ganarse el cielo?
Y, ¿Cuánto tiempo llevaba en este lugar? Pensando, pensando
Escuché un ruido. Veo una figura. La montaña se encontraba nublada y no
se podía ver con claridad.
Pero ¡qué es eso Dios! Mi cuerpo no respondía y ¡no puedo moverme!
Una enorme serpiente salió de las sombras y levantó su enorme cabeza. ¡Me
va a comer! Pensé y cerré los ojos. Esperando el ataque mortal. ¡Es
demasiado tarde para huir!
Abrí los ojos y veo frente a mí, a una hermosa muchacha. Me tomó de la
mano y sentí calor de nuevo ¿ Qué pasó con la serpiente?
Yo soy la serpiente, quien te habla.
Pero ¿ya estamos en el mundo encantado?
No, aún no, pero tengo la capacidad de salir al exterior y transformar mi
aspecto físico en una persona o en un animal. Por lo demás, no temas que
no te haré daño. A propósito, me llamo Magnolia. Hoy iremos a mi mundo,
para que conozcas más acerca de éste.
Me sentí aturdido y perdí el conocimiento, también perdí la noción del
tiempo y sentí frío.
Cuando desperté, Magnolia se encontraba a mi lado. Me observaba.
Bienvenido a nuestro mundo. Esperemos un momento, para que se
estabilice tu metabolismo.
Debes saber que según nuestros parámetros de existencia, tanto tu estatura
como tus funciones corporales han disminuido considerablemente. Esto se
debe a que nos encontramos en el reino de los gnomos. Medirías en tu
mundo como siete pulgadas.
¿Qué cosa? Pero, me siento igual, es decir, del mismo tamaño.
Esa es una ilusión, mi amigo. Bueno, pero no te preocupes, que aquí las
cosas son diferentes.
Hasta aquí llega el final de este relato. Muy pronto seguiremos nuestro
recorrido por el Mundo Encantado. Hasta pronto

Fi n

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