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Ya Nadie Incendia El Mar PDF
Ya Nadie Incendia El Mar PDF
Tomo 1
oh mis muertos
me los comí me atraganté
no puedo más de no poder más
alejandra pizarnik
lima/año cero
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alguien llama del otro lado y tú eres una voz canturrea y derrama hermoso
menos que una nada un pedazo de líquido blancuzco sobre mis labios moja
carne hambrienta que vaga sobre aguas todo mi esqueleto la sucia piel de una
placenteras mares de coral sobre tu pecho recién nacida succiono por el pecho sano
deforme vomito y defeco sobre mí cierro los ojos
y no escribo nada y me duermo sobre el
en siete meses incubada en mi propio pezón amoratado de mi madre
excremento la risa me obliga a patear
con más fuerza panza que se desenrosca y tu paraíso oh tu hermoso paraíso se ha
conduce al silencio a la ceguera de la luz el perdido
llanto me impide ver la sangre pegoteada
sobre los vellos estoy enferma enferma
enferma y sucia y hambrienta mi sexo es
el vacío la nada me encierro en mi propio
graznido tengo miedo de mi desnudez y
tirito como una condenada
escribo
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pabellón nacional
nacimiento y caída
hospital del empleado
1971
&
madre madre madre
madre madre madre
es el único sonido que puedo pronunciar
ellos me dijeron
lárgate
escóndete
donde no podamos verte
¿por qué?
eres lo inacabado lo que no sirve
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estoy encerrada en un vientre frío &
una mano entra y sale
entra y sale vamos hacia arriba
la odio al lugar que nos pertenece
odio su firmeza y su calor sobre mi cuerpo parque media luna
tu aullido me llama
niña idiota
—dijeron ¿es este mi ascenso o mi caída?
aspira más allá de tu cuerpo defectuoso
y lárgate el mar te alcanza
ya no tenemos espacio para ti ni los tuyos el mar podrido repleto de cadáveres
te moja los pies
no les tengo miedo pero yo te quiero
—dije parque media luna
mi máquina-madre me protege te quiero como solo una sobreviviente
me encierra para que viva puede querer
me entuba para que no muera con miedo del mundo
y sin embargo
doy la vuelta qué suave es nuestro ascenso
vuelta vuelta qué frágil tu media luna
contra mí misma iluminando los pasos de mi madre
orino mi propio territorio
y me repliego en una esquina hay que ascender
me preparo para salir otra vez por la espiral del dolor
para entender lo que se pierde
amenazantes se acercan ellos —o lo que nos quitaron —dice ella
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intento ella muele el maíz
el equi-
librio yo de este lado me precipito
me arrojo sobre ella
san miguel flota entre la neblina tomo la parte que me corresponde
todo es blanco blanco la parte del
blanco y armonioso desarraigo
que le debo
¿es esta nuestra pureza?
el calor de la humita recién cocida
magdalena se derrumba desde siempre evapora nuestros rostros
las casonas se vacían se descascaran mientras ella muele el maíz
la gente huye
el abuelo permanece todavía nos quedan
el cuerpo enfermo
mi padre compra mandarinas dulces los pies
mi padre que vino desde tan lejos las uñas
se pierde en el mercado de magdalena el nombre idéntico
entre excremento de palomas quizá
y una neblina amarga
¿me reconoces?
¿es esta nuestra pureza
o habremos estado manchados desde siempre? ella alza los ojos
empuja la humita al centro
& donde mis manos de recién nacida
no la puedan acariciar
la humita deja salir su dulce aliento
extiende sus hojas abiertas estamos a mano —susurra
entre mi abuela y yo
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De niña la sensación de ser buena dirigía mis actos
de día al sol alargaba una limosna
invitaba de mi sándwich un bocado
después de masturbarme quería llorar de miedo y de vergüenza
carmen ollé
1980-1984 a secas
a. pizarnik
no puedo hablar
cada palabra que pronuncio se encabrita
no dice lo que quiero
no quiere lo que digo
¿a qué hora comenzó todo?
¿en qué momento?
¿qué día?
no jodas —dicen
olvídate de tus sueños de tus amigos
de tu infancia
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—no mueras te amo tanto
conociendo este daño
el amargo corazón de una ortografía purísima ¿es aquí donde nace el poema?
mi padre se desliza ¿en el corazón de una voz diminuta acurrucada en el asiento
se arroja a través de una escritura ciega cuya música es trasero de un auto
aterradora o en el alma de una recién nacida?
súbitamente me despierto y aprendo a hablar me lavo los me lo pregunto para saber quién es la que habla la necia que
dientes y las manos defeco en un wc como las niñas buenas tiembla y no sabe de ortografía y escribe cien veces «el alma
y escupo a través de una ventana: sersenada» «el seno sersenado» y borra y no aprende nada y
pregunta:
pro-hi-bi-do-de-te-ner-se papi
hay-or-den-de-dis-pa-rar ¿a qué hora comenzó todo?
¿en qué momento?
¿qué día?
olvídate de tus sueños de tus amigos de tu infancia
mi padre sigue avanzando
zambúllete en la negra noche con los pies descalzos
mi padre sigue avanzando
húndete bajo tus zapatos acepta el desprecio de ser ajeno
bajo el gris de una ciudadcielo
mi padre sigue avanzando
despéñate en el silencio
mi padre sigue avanzando
sumérgete en el mar en la sucia espuma que baña los
abismos
él sigue avanzando
él sigue avanzando
él sigue avanzando
nuestras narices gélidas como carne muerta desde el nacimiento
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7 años de silencio días de 1992
1985-1991
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piedad para nosotros
estos días en que la poesía yace moribunda
despedazada
oculta en el rincón más higiénico de nuestro cuerpo
imposible nombrarlo con una palabra sin que no siga a ello
el vacío el silencio la nada
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7 años + de silencio
1993-2000
pabellón 7a
sacrificio
y nadie lloró
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Llevar el dolor hasta el punto de iluminación otra vez ingresa la policía de los sueños
lisa gerrard con su gorrita y borceguíes
y todos se van salen corriendo
han huido
han huido
han huido
y otra vez me han dejado sola
solita en medio de una campo vacío
habitación
2001-2002-2003
sé que no sanaré.
e. södergran
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es aquí cuando empieza la segunda disección
tal vez si cambio de rostro la estación del sacrificio y la re-educación:
mi amor vaciar el cuerpo de todo animal ajeno
tal vez si reviento sobre mi propio sueño cargando el olvido entre los brazos
o me quedo ciega de una vez
tal vez me acostumbre a ver mi cuerpo
desde dentro para que ningún mal nos salpique
con su propia luz
a observar cómo bombea
y se retiran
las partes putrefactas
con amor
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continua escasez de agua en todo el territorio nacional atravesando mi propia oquedad
1980-2004 he crecido sabiendo lo que se pudre
pero he cerrado mis ojos he apagado el fuego entre mis dedos
con mi baba pegajosa
para que doliese menos
a través de una vela observo mi cuerpo
todavía soy demasiado joven bendito carnicero
ignoro si mi cuerpo está completo pero sé que es incapaz mi ombligo no conduce a ningún lugar luminoso y risueño
de expulsar sangre negruzca y maloliente todos los meses sino a un espacio árido inconcluso
a un lugar de fusilamientos
el primer doctor avanza sobre mí sobre el que me doblo algunas noches atrapada
se ha cubierto la mano derecha con un guante de goma por el dolor
lo veo venir hacia mí con su sonrisa despreciable
hunde sus dedos poco a poco y luego toda su mano ¿podré quemarlo todo con esta vela
su gran mano de acero incluso el amor?
ante los ojos de mi madre ¿soplar sus cenizas?
¿es este un espacio solo posible para la medicina? los intestinos son dos serpientes tornasoladas
el amor está prohibido por el momento que se enroscan sobre sí mismas
y no saben nada de lo de fuera
el segundo toma un artefacto pequeño entre sus dedos no conocen la crueldad del espejo ni la luz del día
no dolerá no dolerá ni la falta de agua ni la continua explosión callejera
tendida en una camilla entreabro mis piernas pero la mano del carnicero la presienten
algo raspa en un segundo y el cuchillo que levemente se agita al lado para rasgar
la desvergüenza me acompaña lo interior
pero otra vez no hay menstruación
sino solo pestilencia carniceros doctores héroes nuestros
el amor se ha perdido
bendito carnicero heme aquí otra vez y ya no hay tiempo
imaginando el adentro totalmente abatido y ronco —digo
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no hay tiempo nocturno
para refregarse las patas o las manos (primer apagón para mi hermana)
bajo el agua turbia
sin enfermar
si tú supieras
cuantos días he andado desnuda enferma en la soledad de
una camilla
pero esas son puras palabras artificios de la cursilería
—dicen ellos
nada me conmueve
ni la oscuridad ni la luz
ni la mujer que persigue a un hombre hasta la náusea
ni la pequeña que solloza extraviada en el centro comercial
ellos están fuera
lejos de mi cuerpo
no los necesito
sus voces se quedaron en una vieja radio a pilas
que suena todas las noches en mi cabeza
si tú supieras
cómo estoy muerta más que cualquier muerto
y las noches son mis días mientras mi cerebro da vueltas
y el sueño no existe sino el vacío la pesadilla el insomnio
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el miedo se lo tragaron mis labios unos labios resecos
que caen como pétalos
sobre mis manos temblorosas
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pabellón 7a/sacrificio
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¿madre estás allí? hasta que mi cuerpo revienta
convertido ya en un alegre surtidor que baña el mundo
la mano se acerca otra vez
me desnuda me jalonea me envuelve entre sábanas sudorosas un fuego esplendoroso me obliga a levantarme
de otros cuerpos alguien incendia su cuerpo en medio de la noche
mi rastro se va perdiendo entre ellas un poeta se agita en llamas de su propia orfandad
aspiro y no siento nada sino el olor de la partida su casa es un gran desaguadero de sueños y sombras
mientras los ojos del amor me dicen pero
quédate y serás feliz
esa es su consigna ya nadie incendia el mundo
ni siquiera tú
y sus ojos quedan entreabiertos tras los barrotes de una celda
nuestros pálidos cuerpos
pero yo corro huyo de una prisión para adentrarme en otra
todos presas ardientes de celadores o incendiarios
todo me conduce hacia un lugar de perfección
celebran su festivo sacrificio juvenil
—eso fue lo que me prometieron
la poesía escupe por todos lados su necia pestilencia
tirada en una habitación pálidamente higiénica
y no queda nada sino tirarla a un tacho de basura
infinitas manos se acercan y exploran una cicatriz
(la maloliente costra del nacimiento o coger la maldita mano blanca y torcerle el cuello
le llaman)
iluminan mi cuerpo con una luz tan pura como sus manos y no quedan sino tus ojos que bañan el mundo
y un cuerpo tras una cortina desgarrada cuyo amor aún desconozco
¿será esta la luz blanca siempre añorada?
¿la luz de la felicidad?
¿el rayo que se disolverá en siete colores de fuego y ahuyentará
el mal?
—o es solo un ejercicio más de toda esta retórica
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fiesta/2004
(hospital del empleado) veinte días en un cuarto compartido de hospital
el enorme ventanal ilumina el débil brazo derecho y la oscura
Lima se abisma sobre mi cabeza todas las mañanas extranjeras
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yo me despierto y la casa está vacía contradanza
(todos están en el hospital)
y yo estoy cada vez más lejos del centro y del porvenir a mis hermanos gavril, martín y kerwin
—del que me hablaron si lo aceptan
madre
pertenezco a una generación muerta por las puertas de la noche se eleva la luna
que todavía sueña con el festín del el cielo blanco se surca como la panza de una ballena
amanecer atravesando el polvo y el abismo la bruma más alta la prisión
e | más oscura
b me veo corriendo una media tarde hacia un parque extranjero
r ustedes no están allí
i
a conjuro a la muerte este día con una danza de gloria y porvenir
bajo le escupo a la enfermedad la maldigo
tu hermoso pezón ardiente como maldigo a la mosca
que todas las noches canturrea sobre mi cabeza
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mis hermanos se ocultan detrás de un espejo de los acantilados
mis hermanos suben y bajan las paredes de una ciudad blanca y gris y en el frío de la noche esa imagen me conmueve
gris y blanca o solamente blanca y se sientan a mirar el mundo y escribo:
desde una casa pequeñita la estirpe salvaje permanece
y baila
yo me duermo cierro los ojos y baila
la mosca espera en su esquina y baila
mi lugar está en la trinchera opuesta y llora
desde donde nos presentimos y sabemos el alimento que nos toca y ríe
sus alas son espejo de un cuerpo deleznable y ríe
sus ojos y ríe
la certeza de mi ceguera
yo la tenebrosa
yo la viuda
yo la sin consuelo
maldigo su danza implacable sobre mis sueños
mi áspero silencio que la deja vivir
mi sexo inútil que la alimenta
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poética de la alegría mi hermana lava a mi madre
yo la peino y le alcanzo una bata nueva
¿es esta la ternura que de mí esperan?
ella vuelve al único estado posible:
feliz avanzo desnuda a través del polvo de la ciudad la infancia
perdiéndome entre vendedores ambulantes y cuerpos sudorosos su infancia en una casona burguesa de magdalena
el tráfico cruel y el olor a pescado me enceguecen que ahora se derrumba como nuestros sueños
por estos días me ausento de los muertos y gozo los ascensores el pase para familiares (obligado)
o más bien bebo en su nombre la cola para los pisos pares o impares
¡salud! la visita de 4:30 a 6:30
¿y la cama? señorita —¿cuándo?
repito: un cáncer no es un caso de emergencia
mi cuerpo hundido en aguardiente es un tema para la literatura
¿no es acaso el perfil del escritor maldito? y todo el alcohol que los poetas se puedan beber hasta escupirlo
pero yo no soy maldita solo estoy el sudor que producen los ascensores repletos de desconocidos
ligeramente me alegra
mal bendecida sobre todo en invierno
y ahora que encontré una aguja para pinchar el texto
nuestra retórica es más cínica que el agujero negruzco pic pic
que atraviesa nuestro cuerpo hacerlo trizas
sin compasión
pero ante todo avanzo feliz buscando inyectables estos son todos los lugares que he cruzado para encontrar la
agujas salvadoras que no bajan de precio felicidad:
toda la avenida brasil con los ojos cerrados (no hay nada nuevo
mi sudor se pega con un cuerpo desconocido por ver)
¿es este el deseo? la Plaza Bolognesi
¿o la escritura es el deseo? el Paseo Colón
el Óvalo Grau
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el Palacio de Justicia la ciudad del reciclaje
la Plaza San Martín (por estos días)
no llego más allá porque mentiría
—al menos no hoy que avanzo desnuda
hoy estás en el Queirolo sola frente a un vaso de cerveza con el corazón hecho trizas atravieso un puente
y evocas a todos esos héroes y sus penurias de folletín una superficie metálica incapaz de corromperse
¿ellos hacen nuestra historia? abajo
¿y ellas? se asoma un río inmenso
gélido
frente al vaso mi rostro se deforma un hermoso espejo azul que cobija a sus muertos:
ese espejo improvisado es sincero y me lo bebo tres punks
con una media sonrisa un profesor universitario
hasta el final una mujer desconocida (siempre lo somos)
flotan sobre sus aguas
yo los llamo mis ofelias posmodernas en la ciudad del reciclaje
(do not recycling is illegal —dijo la dueña de casa
y enseguida me puse a separar las astillas de mi corazón)
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unas tras otras
y mi cuerpo quedaría engullido tragado por ellas
una desnudez de espanto
—me digo
y otra vez
me acobardo
victoria
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el mar
ese oscuro porvenir
—selección—
Para crear me he destruido
Bernardo Soares
el leopardo de las nieves
el mar
ese oscuro porvenir
que cruza las orillas y se extravía
como el leopardo de las nieves
en su oculta prisión del zoológico para niños
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y ya nadie recuerda la vieja orina que corrió alguna vez celebración
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porvenir pues sobre mi cuerpo
he dejado hartas huellas
de este inmenso dolor
estoy amargada
contrita rezo en el pabellón de los condenados
mientras el invierno me envuelve
esposo mira
la oscura edad de dios se ha abierto ante mis ojos
he puesto sal en mis párpados
porque la luz del futuro me cegaba
amor mío
hunde tus dedos torcidos en mis ojos de cera
recuesta mi rostro ensangrentado
bajo la lengua de un animal sediento
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a través de una ventana en bay state road se han dado contra la ventana
las he visto caer
una
a
estoy aquí una
viendo a las moscas zumbar tras la ventana pero vuelven otra vez a posarse a través
todavía no sé qué devoran de mis ojos
pero amanecen todas las mañanas como
girando a través de mis ojos atraídas por un llanto
que se quiebra sobre sí mismo
en la calle vacía he intentado estirar los brazos como el primer golpe seco de la mañana
para alcanzar otras ventanas
pero hay un espacio negado
un lugar que no se puede traspasar
una estación cerrada a la que solo cubre la brisa marina
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nostalgia he andado he corrido detrás de ti
he mordisqueado el vientre de mi madre he pataleado desde el fondo
otra vez el gran naufragio se ha acercado a las costas una caravana de naves negras naufraga en la penumbra
y ha abierto las cicatrices de mi cuerpo
todas mis cicatrices tienen una armonía
todas han sido desolladas por la espuma de una ola quemante
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contemplación electra
78 79
de fuego y de agua ocaso
80 81
festín final
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dos cartas
una carta
87
otra carta (al amable carnicero)
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índice
lima/año cero 13
pabellón nacional
nacimiento y caída
pabellón 7a
sacrificio
habitación 2001-2002-2003 39
continua escasez de agua en todo el territorio nacional 42
1980-2004
nocturno 45
pabellón 7a/sacrificio 49
fiesta/2004 52
contradanza 55
poética de la alegría 58
la ciudad del reciclaje 61
el mar
ese oscuro porvenir
—selección—