Mercado de guerra: comprende las actividades económicas tendientes a la
financiación de los grupos armados y a su pervivencia. En esta intervienen los grupos en disputa (estales y no estatales) y empresas criminales que suplen las necesidades de los grupos irregulares. Este mercado se orienta al logro de los objetivos de las organizaciones en el ámbito de la confrontación. Entre las principales actividades se encuentran: el tráfico de dinero, armas, equipos y combustible, así como la exacción de recursos a las actividades económicas lícitas e ilícitas por la vía de la extorsión y el amedrentamiento.
Mercado en la sombra: comprende un amplio rango de relaciones
económicas de carácter informal, ilegal o criminal, que se nutre de las circunstancias propias del conflicto y de sus consecuencias predatorias, aun cuando éstas no dependen necesariamente del mismo. En éste participan, preponderantemente, organizaciones mafiosas y de criminalidad organizada; entre sus actividades se destacan el tráfico de drogas y de armas, el contrabando y el lavado de dinero.
Mercado de supervivencia: comprende las interacciones en las que
participan sectores subalternos o vulnerables, que implican actividades económicas legales, ilegales e informales, vinculadas con la agricultura, el comercio minorista, el contrabando en pequeña escala, entre muchas otras. Éstas permiten a dichos sectores acceder a recursos en entornos de alta fragilidad y acceso restringido a los circuitos económicos formales. El estudio de la interrelación entre estos mercados, así como la determinación de los actores, las motivaciones y las actividades fundamentales, permite establecer el nexo entre las economías de guerra y las de carácter informal, ilegal o criminal, definitorio de los escenarios de riesgo de victimización en el marco del pos acuerdo.
Cadena de valor
En el estudio de la minería ilegal no tradicional de oro, el enfoque de cadena
de valor partió de establecer que las variables que identifican, son las siguientes: grupo(s) armado(s) ilegal(es) que hacen presencia en las zonas escogidas, modalidades de financiación a través de la actividad minera, producción de oro legal e ilegal en zonas de conflicto, volumen de capitales que ingresa a la economía del oro, violaciones a los DD. HH. y transgresiones al DIH en zonas de producción ilegal de oro y rol del Estado y capacidades institucionales. Para su determinación se sistematizó y analizó la información bibliográfica y de fuentes secundarias. En cuanto al narcotráfico, se contemplaron las etapas propuestas por Krauthausen (1998, pp. 120 a 122), a saber: cultivo, procesamiento, exportación, distribución y consumo. A su juicio, 22en la primera etapa los actores son numerosos (campesinos y colonos cultivadores, pequeños comerciantes), mientras que la cantidad de producto es baja. En contraste, en las fases siguientes el número de actores es reducido (traficantes y transportadores), mientras que la cantidad de producto es alta pues se manejan considerables volúmenes de cocaína. Es en esta fase que corresponde a la mitad de la cadena, en la que intervienen los grandes narcotraficantes que compran la pasta de coca o la base, la transforman en cocaína, y luego la exportan a destinos internacionales. En lo esencial se requieren grandes inversiones, mayor complejidad administrativa y se ejecuta de manera clandestina. Esto tiene que ver con los laboratorios en los que se transforma base de coca en clorhidrato de cocaína y supone la construcción de laboratorios, su dotación, el suministro de insumos químicos, la logística, la contratación de operarios y la administración de la producción7. En el último eslabón la cadena se vuelve a ramificar. Muchos intermediarios les compran el producto a los mayoristas y a su vez distribuyen y venden la sustancia entre numerosos consumidores