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Tema 16

Mercancías Peligrosas y Riesgo Químico


MATERIAS PELIGROSAS - CUESTIONES BÁSICAS DEL REAL DECRETO 1254/1999
de 16 de julio, por el que se aprueban las medidas de control de los riesgos inherentes a los
accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas. (B.O.E. de 20 de julio de 1999).
Industrias afectadas por el Real Decreto 1254/1999, de 16 de julio, en la Comunidad de
Madrid.
1. Introducción
En la mañana del día 10 de julio de 1976 una explosión sacudió la planta química de ICMESA situada a las
afueras del pequeño pueblo de SEVESO (norte de Italia). Como consecuencia de dicha explosión se generó una nube de
gas tóxico a base de tetraclorodibenzodioxina más conocido como “agente naranja”. Este agente es el ingrediente activo
del defoliante usado con efectos devastadores sobre las selvas vietnamitas por las fuerzas estadounidenses durante la
Guerra de Vietnam.
Como consecuencia de dicha nube, diez días más tarde el gobierno regional declaró el área contaminada por la
dioxina, pero para entonces ya había multitud de niños y adultos en el hospital. Poco después los 11.000 habitantes del
pueblo huyeron de sus casas.
Tras el grave accidente de Seveso, la Comunidad Económica Europea desarrolló una normativa dirigida a
prevenir los accidentes en determinados sectores industriales. Dicha normativa tenía como objeto prevenir los
accidentes en las industrias por la presencia de sustancias peligrosas, limitar las consecuencias de los accidentes en el
caso de que se materializasen (consecuencias sobre la población y el medio ambiente) y velar por la seguridad de los
trabajadores en el desarrollo de su labor diaria dentro de estas industrias.
Esta normativa desarrollada por la Comunidad Económica Europea se inició con la promulgación de la
Directiva 82/501/CEE y recibió el nombre de “Directiva Seveso”. Dicha normativa ha sufrido varias modificaciones
siempre motivadas por el acontecimiento de nuevos accidentes, no solo a nivel europeo, sino también teniendo en
cuenta experiencias a nivel mundial como los trágicos sucesos de Bophal (India) y San Juan de Ixhuatepec (México).
En la actualidad, en la Unión Europea está vigente la Directiva Seveso III.
La aplicación de la normativa Seveso en España comenzó con la transposición de la Directiva 82/501/CEE
(Seveso I) y sus modificaciones por las Directivas 87/216/CEE y 88/620/CEE, mediante Real Decreto 886/1988 de 15
de julio sobre Prevención de Accidentes Mayores en determinadas Actividades Industriales y por el Real Decreto
952/1990 de 29 de junio por el que se modifican los anexos y se completan las disposiciones del Real Decreto
886/1988.
Para la aplicación de este Real Decreto 886/1988 y su modificación por Real Decreto 952/1990, y además en
cumplimiento de la Ley 2/1985, de 21 de enero, de Protección Civil, y del Real Decreto 407/1992, de 24 de abril, por el
que se aprueba la Norma Básica de Protección Civil, en la que se recogen las directrices esenciales para la elaboración
de los planes especiales para hacer frente a riesgos específicos, como es el caso del riesgo químico, se adoptó por el
Consejo de Ministros, en su reunión del día 23 de noviembre de 1990, previo informe de la Comisión Nacional de
Protección Civil, el Acuerdo por el que se aprueba la Directriz básica para la elaboración y homologación de los planes
especiales del sector químico que se publicó mediante resolución de la Subsecretaría del Ministerio del Interior de 30 de
enero de 1991.
En el año 1996 se modifica la norma europea, en esta nueva revisión se incluían modificaciones, no solo en
cuanto a nuevos productos, sino también en cuanto a nuevos requisitos sobre los sistemas de gestión de la seguridad, los
planes de emergencia, la ordenación del territorio y la información a la población. Esta nueva modificación normativa
se recogió en la Directiva 96/82 del Consejo, de 9 de diciembre de 1996 (Directiva Seveso II) que derogó a la Directiva
Seveso I (82/501/CEE).
La Directiva Seveso II fue incorporada al ordenamiento jurídico español mediante el Real Decreto 1254/1999,
de 16 de julio, “por el que se aprueban medidas de control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que
intervengan sustancias peligrosas” que derogó al Real Decreto 886/1988, de 15 de julio. Este Real Decreto 1254/1999
ha determinado fundamentalmente la normativa Seveso en España.

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En el año 2003, se aprueba la modificación de la Directriz Básica del año 1991, mediante Real Decreto
1196/2003, de 19 de septiembre, “por el que se aprueba la Directriz Básica de Protección Civil para el control y
planificación ante el riesgo de accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas”. De este modo, nuestro
ordenamiento jurídico, gracias al Real Decreto 1254/1999 y a la nueva Directriz Básica, cumplía casi con la totalidad de
la “Directiva Seveso II”.
Como consecuencia del vertido de cianuro en el rio Tisa, en Baia Mare (Rumanía, enero de 2000); la explosión
en un almacén de productos pirotécnicos en Enschede (Países Bajos, mayo 2001), la explosión de una fábrica de
fertilizantes en Toulouse (Francia, septiembre de 2001), la Unión Europea modificó la Directiva Seveso II, para entre
otras mejoras, ampliar el ámbito de aplicación de la Directiva y mejorar la definición de los productos pirotécnicos y los
explosivos. El 31 de diciembre de 2003 se publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea, la Directiva 2003/105/CE
del Parlamento Europeo y del Consejo (Directiva Seveso III), que modificó la Directiva 96/82 del Consejo, de 9 de
diciembre de 1996.
Debido a estos cambios en la Directiva Europea, se modificó el Real Decreto 1254/1999 de 16 de julio, no sólo
para incorporar la nueva Directiva Seveso III sino también para transponer obligaciones contenidas en la Directiva
Seveso II que no habían sido recogidas por el Real Decreto 1254/1999. Así, las últimas normas aprobadas a nivel
nacional, en lo que se refiere a la normativa Seveso, son el Real Decreto 119/2005, de 4 de febrero y el Real Decreto
948/2005, de 29 de julio, que modifican el Real Decreto 1254/1999, de 16 de julio, por el que se aprueban medidas de
control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas.
Artículo 1º, Objeto.
El presente Real Decreto tiene por objeto la prevención de accidentes graves en los que intervengan sustancias
peligrosas, así como la limitación de sus consecuencias con la finalidad de proteger a las personas, los bienes y el medio
ambiente.
Artículo 2º, Ámbito de aplicación.
Las disposiciones del presente Real Decreto se aplicarán a los establecimientos en los que estén presentes
sustancias peligrosas en cantidades iguales o superiores a las especificadas en la columna 2 de las partes 1 y 2 del anexo
I, con excepción de lo dispuesto en los artículos 9 y 11 -en lo que se refiere a planes de emergencia exterior- y lo
previsto en el artículo 13, cuyas disposiciones se aplicarán a los establecimientos en los que estén presentes sustancias
peligrosas en cantidades iguales o superiores a las especificadas en la columna 3 de las partes 1 y 2 del anexo I.
A efectos del presente Real Decreto, se entenderá por presencia de sustancias peligrosas su presencia real o
prevista en el establecimiento o la aparición de las mismas que pudieran, en su caso, generarse como consecuencia de la
pérdida de control de un proceso industrial químico, en cantidades iguales o superiores a los umbrales indicados en las
partes 1 y 2 del anexo I.
Artículo 3º, Definiciones.
A los efectos del presente Real Decreto se entenderá por:
Establecimiento: La totalidad de la zona bajo el control de un industrial en la que se encuentren sustancias peligrosas en
una o varias instalaciones, incluidas las infraestructuras o actividades comunes o conexas.
Instalación: Una unidad técnica dentro de un establecimiento en donde se produzca, utilicen, manipulen, transformen o
almacenen sustancias peligrosas. Incluye todos los equipos, estructuras, canalizaciones, maquinaria, instrumentos,
ramales ferroviarios particulares, dársenas, muelles de carga o descarga para uso de la instalación, espigones, depósitos
o estructuras similares, estén a flote o no, necesarios para el funcionamiento de la instalación.
Industrial: Cualquier persona física o jurídica que explote o posea el establecimiento o la instalación, o cualquier
persona en la que se hubiera delegado, en relación con el funcionamiento técnico, un poder económico determinante.
Sustancias peligrosas: Las sustancias, mezclas o preparados enumerados en la parte 1 del Anexo 1 o que cumplan los
criterios establecidos en la parte 2 del anexo I, y que estén presentes en forma de materia prima, productos,
subproductos, residuos o productos intermedios, incluidos aquellos de los que se pueda pensar justificadamente que
podrían generarse en caso de accidente.
Accidente grave: Cualquier suceso, tal como una emisión en forma de fuga o vertido, incendio o explosión importantes,
que sea consecuencia de un proceso no controlado durante el funcionamiento de cualquier establecimiento al que sea de
aplicación el presente Real Decreto, que suponga una situación de grave riesgo, inmediato o diferido, para las personas,
los bienes y el medio ambiente, bien sea en el interior o exterior del establecimiento, y en el que estén implicadas una o
varias sustancias peligrosas.

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Peligro: La capacidad intrínseca de una sustancia peligrosa o la potencialidad de una situación física para ocasionar
daños a las personas, los bienes y al medio ambiente.
Riesgo: La probabilidad de que se produzca un efecto específico en un período de tiempo determinado o en
circunstancias determinadas.
Almacenamiento: La presencia de una cantidad determinada de sustancias peligrosas con fines de almacenamiento,
depósito en custodia o reserva.
Efecto dominó: La concatenación de efectos que multiplica las consecuencias, debido a que los fenómenos peligrosos
pueden afectar, además de los elementos vulnerables exteriores, otros recipientes, tuberías o equipos del mismo
establecimiento o de otros establecimientos próximos, de tal manera que se produzca una nueva fuga, incendio,
reventón, estallido en los mismos, que a su vez provoque nuevos fenómenos peligrosos.
Hay 3 categorías de accidentes:
Categoría 1- Son aquellos accidentes en los que se prevea que tengan como única consecuencia daños materiales en la
instalación accidentada. No hay daños de ningún tipo exterior a la instalación industrial.
Categoría 2- Son aquellos incidentes en los que se prevea que tengan como consecuencia posibles víctimas y daños
materiales en la instalación industrial. Las repercusiones exteriores se limitan a daños leves o efectos adversos sobre el
medio ambiente en zonas limitadas.
Categoría 3- Son aquellos accidentes en los que se prevea que tengan como consecuencia posibles víctimas, daños
materiales graves o alteraciones graves del medio ambiente en zonas extensas, en el exterior de la industria.
Los accidentes de Categoría 2 y Categoría 3 son los que este Real Decreto 1254/1999, de 16 de julio, define
como Accidente Grave.
Artículo 4º, Exclusiones.
El presente Real Decreto no se aplicará a:
a) Los establecimientos, las instalaciones o zonas de almacenamiento militares.
b) Los riesgos y accidentes ocasionados por las radiaciones ionizantes.
c) El transporte de sustancias peligrosas por carretera, ferrocarril, vía navegable interior y marítima o aérea, incluidos el
almacenamiento temporal intermedio, las actividades de carga y descarga y el traslado desde, o hacia, muelles,
embarcaderos o estaciones ferroviarias de clasificación, fuera de los establecimientos a los que es de aplicación el
presente Real Decreto.
d) El transporte de sustancias peligrosas por canalizaciones, incluidas las estaciones de bombeo, situadas fuera de los
establecimientos a los que aplica el presente Real Decreto.
e) Las actividades dedicadas a la explotación (exploración, extracción y tratamiento) de minerales en minas y canteras o
mediante perforación, con la excepción de las actividades de tratamiento térmico y químico y el almacenamiento
relacionado con estas operaciones en las que intervengan sustancias peligrosas tal como se definen en el anexo I.
f) Las actividades dedicadas a la exploración y explotación mar adentro (off-shore) de minerales, incluidos los
hidrocarburos.
g) Los vertederos de residuos con excepción de las instalaciones operativas de evacuación de residuos mineros,
incluidos los diques o balsas de residuos, que contengan sustancias peligrosas tal como se definen en el anexo I, en
particular, cuando se utilicen en relación con el tratamiento térmico y químico de minerales.
h) Los establecimientos regulados en el Reglamento de Explosivos, aprobado por el Real Decreto 230/1998, de 16 de
febrero, excepto en lo referido en la disposición adicional Primera.
Artículo 5º, Obligaciones de carácter general del industrial.
Los industriales a cuyos establecimientos sea de aplicación este Real Decreto están obligados a:
a) Adoptar las medidas previstas en el presente Real Decreto y cuantas resulten necesarias para prevenir accidentes
graves y limitar sus consecuencias para las personas, los bienes y el medio ambiente.
b) Colaborar con los órganos competentes de las Comunidades Autónomas y demostrar, en todo momento, y
especialmente con motivo de los controles o inspecciones a que se refiere el artículo 19, que han tomado todas las
medidas necesarias previstas en el presente Real Decreto.

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Artículo 6º, Notificación.
1. Los industriales, a cuyos establecimientos les sea de aplicación el presente Real Decreto, están obligados a enviar una
notificación al órgano competente de la Comunidad Autónoma donde radiquen, que contenga, como mínimo, la
información y los datos que figuran en el anexo II.
2. La notificación a que se refiere el apartado 1 habrá de remitirse por el industrial:
a) En el caso de establecimientos nuevos, antes del comienzo de la construcción, dentro del plazo que determine la
comunidad autónoma, que en ningún caso podrá superar un año desde el momento en que se solicitó la licencia de obra.
b) En el caso de los establecimientos existentes que no estén sujetos a la fecha de entrada en vigor del presente Real
Decreto, a lo dispuesto en los Reales Decretos 886/1988, de 15 de julio, sobre prevención de accidentes mayores en
determinadas actividades industriales, y 952/1990, por el que se modifican los anexos y se completan las disposiciones
del Real Decreto 886/1988, en el plazo de un año, a partir de la referida entrada en vigor del presente Real Decreto.
c) Cuando se trate de establecimientos existentes respecto de los cuales el industrial, en virtud de los mencionados
Reales Decretos 886/1988 y 952/1990, haya informado ya a los órganos competentes, deberá notificarse dicha
información actualizada, de conformidad con lo previsto en el presente Real Decreto, en el plazo de seis meses desde su
entrada en vigor.
d) En el caso de establecimientos existentes que entren con posterioridad en el ámbito de aplicación del presente Real
Decreto, deben presentar la notificación en el plazo de tres meses contados a partir de la fecha en la que el presente Real
Decreto se aplique al establecimiento.
3. El industrial informará inmediatamente al órgano competente de la Comunidad Autónoma, donde esté ubicado el
establecimiento, de las siguientes circunstancias:
a) El aumento significativo de la cantidad o la modificación significativa de las características o de la forma física de las
sustancias peligrosas presentes indicadas en la notificación enviada por el industrial en virtud del apartado 1 del
presente artículo.
b) Cualquier cambio en los procesos en los que intervengan sustancias peligrosas.
c) La modificación de un establecimiento o una instalación de forma que pudieran derivarse repercusiones significativas
en los riesgos inherentes a los accidentes graves.
d) El cierre temporal o definitivo de la instalación.
Artículo 7º, Política de prevención de accidentes graves.
1. Los industriales de todos los establecimientos a los que sea de aplicación el presente Real Decreto, deberán definir su
política de prevención de accidentes graves y plasmarla en un documento escrito.
2. Esta política deberá abarcar y reflejar los objetivos y principios de actuación generales establecidos por el industrial
en relación con el control de los riesgos de accidentes graves, respecto a los elementos que se contemplan en el anexo
III, relativos a:
a) Organización y personal.
b) Identificación y evaluación de los riesgos de accidente grave.
c) Control de la explotación.
d) Adaptación a las modificaciones.
e) Planificación ante situaciones de emergencia.
f) Seguimiento de los objetivos fijados.
g) Auditoria y revisión.
3. La puesta en práctica de esta política de prevención de accidentes graves tendrá por objeto garantizar un grado
elevado de protección a las personas, los bienes y al medio ambiente, a través de los medios, estructuras y sistemas de
gestión apropiados.
4. Este documento se mantendrá a disposición de los órganos competentes de las Comunidades Autónomas con vistas,
en particular, a la aplicación del párrafo b) del artículo 5 y del artículo 19.
5. Los plazos para su elaboración serán:

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a) Para los nuevos establecimientos, antes de que se inicie su explotación, dentro del plazo que determine la Comunidad
Autónoma.
b) Para los establecimientos existentes que no estén sujetos a lo dispuesto en los Reales Decretos 886/1988 y 952/1990,
a la fecha de entrada en vigor del presente Real Decreto, en el plazo de tres años a partir de esta fecha.
c) Para los demás establecimientos, en el plazo de dos años, a partir de la fecha de entrada en vigor del presente Real
Decreto.
d) En el caso de establecimientos existentes que entren con posterioridad en el ámbito de aplicación de este real decreto,
se elaborará en el plazo de tres meses contado a partir de la fecha en la que este real decreto se aplique al
establecimiento.
6. Para aquellos establecimientos a los que sea de aplicación lo previsto en el artículo 9 del presente Real Decreto, este
documento formará parte del informe de seguridad.
Artículo 9º, Informe de seguridad.
1. Los industriales de establecimientos en los que estén presentes sustancias peligrosas en cantidades iguales o
superiores a las especificadas en la columna 3 de las partes 1 y 2 del anexo I están obligados a elaborar un informe de
seguridad, que tenga por objeto:
a) Demostrar que se ha establecido una política de prevención de accidentes graves y un sistema de gestión de la
seguridad para su aplicación de conformidad con los elementos que figuran en el anexo III;
b) Demostrar que se han identificado y evaluado los riesgos de accidentes, con especial rigor en los casos en los que
éstos puedan generar consecuencias graves, y que se han tomado las medidas necesarias para prevenirlos y para limitar
sus consecuencias para las personas, los bienes y el medio ambiente;
c) Demostrar que el diseño, la construcción, la explotación y el mantenimiento de toda instalación, zona de
almacenamiento, equipos e infraestructura ligada a su funcionamiento, que estén relacionados con el riesgo de accidente
grave en el establecimiento, presentan una seguridad y fiabilidad suficientes;
d) Demostrar que se han elaborado planes de emergencia interior y facilitar los datos necesarios que posibiliten la
elaboración del plan de emergencia exterior a fin de tomar las medidas necesarias en caso de accidente grave;
decisiones en materia de implantación de nuevos establecimientos o de autorización de otro tipo de proyectos en las
proximidades de los establecimientos existentes.
2. La política de prevención de accidentes graves y el sistema de gestión de la seguridad formarán parte del informe de
seguridad, además de los datos y la información especificada en la Directriz básica de protección civil para el control y
planificación ante el riesgo de accidentes graves en los que intervienen sustancias peligrosas, aprobada por el Real
Decreto 1196/2003, de 19 de septiembre. En el informe de seguridad se indicarán expresamente los nombres de las
organizaciones pertinentes que hayan participado en su elaboración e incluirá, además, el inventario actualizado de las
sustancias peligrosas existentes en el establecimiento.
Asimismo, el resultado de la evaluación de la extensión y de la gravedad de las consecuencias de los accidentes
graves, contenido en el informe de seguridad, incluirá planos, imágenes o, en su caso, descripciones equivalentes en los
que aparezcan las zonas que pueden verse afectadas por tales accidentes ocurridos en el establecimiento, a reserva de lo
dispuesto en el apartado 3 del artículo 13 y en el artículo 21.
El Ministerio de Industria y Energía, a través de la Dirección de Industria y Tecnología, podrá proponer al
Consejo de Coordinación y de Seguridad Industrial un conjunto de requisitos mínimos del contenido técnico de los
informes de seguridad que hayan de ser preparados para diversos tipos de establecimientos. Estos requisitos técnicos se
centrarán exclusivamente en especificaciones exigibles a equipos, instalaciones, sistemas y organización industrial, con
carácter genérico.
3. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 17, el informe de seguridad y cualesquiera otros estudios o informes
de naturaleza análoga que deban realizar los industriales, en virtud de la legislación sectorial aplicable, podrán
fusionarse en un documento único a los efectos del presente artículo, cuando dicha fusión permita evitar duplicaciones
innecesarias de la información y la repetición de los trabajos realizados por el industrial o la autoridad competente,
siempre que se cumplan todos los requisitos del presente artículo.
4. El industrial presentará ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma el informe de seguridad que deberá
ser evaluado. Para la evaluación de los informes de seguridad, el órgano competente de la Comunidad Autónoma podrá
requerir, si lo estima conveniente, la colaboración de los organismos de control acreditados de acuerdo con lo previsto
en el Real Decreto 2200/1995, de 28 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de la infraestructura para la
calidad y la seguridad industrial.

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5. En el caso de que el establecimiento esté ubicado en dominio público portuario, dicho informe será tenido en cuenta
por la autoridad portuaria correspondiente, para la elaboración del plan de emergencia interior del puerto, de acuerdo
con la legislación sectorial aplicable.
6. La presentación del informe de seguridad al órgano competente de la Comunidad Autónoma se realizará respetando
los siguientes plazos:
a) Para los nuevos establecimientos, antes del comienzo de su construcción o de su explotación, dentro del plazo que
determine la Comunidad Autónoma.
b) Para los establecimientos existentes, que no estén aún sujetos a lo dispuesto en los Reales Decretos 886/1988 y
952/1990, en la fecha de entrada en vigor del presente Real Decreto, en el plazo de tres años a partir de la misma.
c) Para los demás establecimientos, en el plazo de dos años a partir de la fecha de entrada en vigor del presente Real
Decreto.
d) En el caso de establecimientos existentes que entren con posterioridad en el ámbito de aplicación de este real decreto,
en el plazo de un año contado a partir de la fecha en la que este real decreto se aplique al establecimiento.
e) Inmediatamente, después de la revisión periódica a que se refiere el apartado 8 de este artículo.
7. Una vez evaluado el informe de seguridad, el órgano competente de la Comunidad Autónoma se pronunciará, en el
plazo máximo de seis meses, sobre las condiciones de seguridad del establecimiento en materia de accidentes graves en
alguno de los siguientes sentidos:
a) Comunicará al industrial sus conclusiones sobre el examen del informe de seguridad, en su caso, previa solicitud de
información complementaria.
b) Prohibirá la puesta en servicio o la continuación de la actividad del establecimiento de que se trate, de conformidad
con las facultades y procedimientos previstos en el artículo 18.
8. El informe de seguridad deberá ser revisado y, en su caso, actualizado periódicamente, del siguiente modo:
a) Como mínimo cada cinco años.
b) En cualquier momento, a iniciativa del industrial o a petición de la autoridad competente, cuando esté justificado por
nuevos datos o con el fin de tener en cuenta los nuevos conocimientos técnicos sobre seguridad.
9. Cuando se demuestre, previa solicitud del industrial, que determinadas sustancias existentes en el establecimiento o
que una parte del propio establecimiento no puede presentar peligro significativo de accidente grave, el órgano
competente podrá limitar la información exigida en el informe de seguridad, de conformidad con los criterios que se
recogen en el anexo IV.
10. Asimismo, el órgano competente podrá exigir a los industriales de establecimientos en los que estén presentes
sustancias peligrosas en cantidades iguales o superiores a las especificadas en la columna 2, de las partes 1 y 2 del
anexo I, que elaboren y remitan a dicho órgano determinados aspectos del informe de seguridad que puedan resultar
necesarios para el cumplimiento de lo especificado en el artículo 7.
11. Las decisiones mencionadas en el apartado 8 y 9, una vez adoptadas por el órgano competente de la Comunidad
Autónoma, serán notificadas a la Comisión Nacional de Protección Civil.
Artículo 11º, Planes de emergencia.
1. En todos los establecimientos sujetos a las disposiciones del presente Real Decreto, el industrial deberá elaborar un
plan de autoprotección, denominado plan de emergencia interior, en el que se defina la organización y conjunto de
medios y procedimientos de actuación, con el fin de prevenir los accidentes de cualquier tipo y, en su caso, limitar los
efectos en el interior del establecimiento.
Su contenido se ajustará a lo especificado en la Directriz básica de protección civil para el control y
planificación ante el riesgo de accidentes graves en los que intervienen sustancias peligrosas y se elaborarán previa
consulta al personal del establecimiento, de conformidad con lo dispuesto en el capítulo V, relativo a consulta y
participación de los trabajadores, de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales.
En dicha consulta se incluirá el personal subcontratado afectado a largo plazo. En el marco de las obligaciones
derivadas de la coordinación de actividades empresariales a las que se refiere el artículo 24 de la citada Ley 31/1995, de
8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, el empresario titular del establecimiento deberá trasladar el
contenido del plan de emergencia a aquellas empresas cuyos trabajadores desarrollen de forma estable actividades en
dicho establecimiento, a fin de que estas consulten a sus trabajadores, en los términos del capítulo V de la mencionada

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ley. Estas empresas deberán remitir las observaciones recibidas de sus trabajadores al empresario titular del
establecimiento.
El deber de cooperación en esta materia será de aplicación a todas las empresas y trabajadores autónomos que
desarrollen actividades en dicho establecimiento.
2. Este plan será remitido al órgano competente de la Comunidad Autónoma:
a) Para los nuevos establecimientos, antes de que se inicie su explotación, en el plazo establecido por la Comunidad
Autónoma.
b) Para los establecimientos existentes que no estén sujetos a lo dispuesto en los Reales Decretos 886/1988 y 952/1990,
en el plazo de tres años a partir de fecha de entrada en vigor del presente Real Decreto.
c) Para los demás establecimientos, en el plazo de dos años a partir de la fecha de entrada en vigor del presente Real
Decreto.
d) En el caso de establecimientos existentes que entren con posterioridad en el ámbito de aplicación de este real decreto,
en el plazo de un año contado a partir de la fecha en la que este real decreto se aplique al establecimiento.
3. El industrial de los establecimientos en los que estén presentes sustancias peligrosas en cantidades iguales o
superiores a las especificadas en la columna 3 de las partes 1 y 2 del anexo I, proporcionará a los órganos competentes
de la Comunidad Autónoma, la información y apoyo necesario para que éstos puedan elaborar planes de emergencia
exterior. Dicha información será proporcionada por los industriales en los siguientes plazos:
a) Para los nuevos establecimientos, antes de que se inicie su explotación, dentro del plazo establecido por la
Comunidad Autónoma.
b) Para los establecimientos existentes que no estén sujetos a lo dispuesto en los Reales Decretos 886/1988 y 952/1990,
en el plazo de tres años, a partir de la fecha de entrada en vigor del presente Real Decreto.
c) Para los demás establecimientos, en el plazo de dos años a partir de la fecha de entrada en vigor del presente Real
Decreto.
d) En el caso de establecimientos existentes que entren con posterioridad en el ámbito de aplicación de este real decreto,
en el plazo de un año contado a partir de la fecha en la que este real decreto se aplique al establecimiento.
4. Para las empresas a las que se refiere el apartado 3, los órganos competentes de las Comunidades Autónomas
elaborarán, con la colaboración de los industriales, un plan de emergencia exterior para prevenir y, en su caso mitigar,
las consecuencias de los posibles accidentes graves previamente analizados, clasificados y evaluados, que establezca las
medidas de protección más idóneas, los recursos humanos y materiales necesarios y el esquema de coordinación de las
autoridades, órganos y servicios llamados a intervenir.
5. Su contenido y procedimiento de homologación se ajustarán a lo especificado en la Directriz básica de protección
civil para el control y planificación ante el riesgo de accidentes graves en los que intervienen sustancias peligrosas.
El plazo para su elaboración, en el caso de nuevos establecimientos, será antes del inicio de su explotación.
6. Para elaborar los planes de emergencia exterior, los órganos competentes de las comunidades autónomas establecerán
mecanismos de consulta a la población que pudiera verse afectada por un accidente grave. Así mismo, se realizará
cuando se efectúen actualizaciones o modificaciones que supongan cambios significativos en las condiciones de
seguridad de la población afectada.
7. Los órganos competentes de las comunidades autónomas organizarán un sistema que garantice la revisión periódica,
la prueba y, en su caso, la modificación de los planes de emergencia interior y exterior, a intervalos apropiados que no
deberán rebasar los tres años. La revisión tendrá en cuenta tanto los cambios que se hayan producido en los
establecimientos correspondientes como en la organización de los servicios de emergencia llamados a intervenir, así
como los nuevos conocimientos técnicos y los conocimientos sobre las medidas que deban tomarse en caso de accidente
grave.
Este sistema garantizará que todas las Administraciones, organismos y servicios implicados dispongan
puntualmente de las actualizaciones, pruebas y revisiones efectuadas en los planes de emergencia.
8. Asimismo, la autoridad competente de la Comunidad Autónoma solicitará a la Comisión Nacional de Protección
Civil una nueva homologación, si así lo considera conveniente, en función de las revisiones periódicas, ampliaciones,
sustituciones u otras modificaciones que varíen las condiciones en que se realizó la homologación inicial.
9. La autoridad competente en la Comunidad Autónoma podrá decidir, a la vista de la información contenida en el
informe de seguridad, que las disposiciones del apartado 4 relativas a la obligación de establecer un plan de emergencia

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exterior no se apliquen; siempre y cuando se demuestre que la repercusión de los accidentes previstos en el informe de
seguridad no tiene consecuencias en el exterior. Esta decisión justificada deberá ser comunicada a la Comisión Nacional
a los efectos previstos en el artículo 16.
Artículo 16º, Autoridades competentes.
Se consideran autoridades competentes a los efectos de este Real Decreto:
1. El Ministerio del Interior, a través de la Dirección General de Protección Civil, para:
a) Mantener relación permanente con la Comisión Europea a los efectos previstos en la Directiva 96/82/CE, de 9 de
diciembre, relativa al control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan sustancias
peligrosas, y en particular para:
1. Informar, tan pronto como sea posible, de los accidentes graves que hayan ocurrido en el territorio español y
que respondan a los criterios del anexo VI.
2. Intercambiar información sobre la experiencia adquirida en materia de prevención de accidentes graves y la
limitación de sus consecuencias.
3. Facilitar a la Comisión un informe trienal con arreglo al procedimiento previsto en la Directiva 91/692/CEE,
de 23 de diciembre, en relación con la implantación de la Directiva 96/82/CE en el Estado español.
4. Proporcionar a la Comisión, respecto a los establecimientos previstos en este real decreto, la información
sobre el nombre y apellidos o razón social del industrial y dirección completa del establecimiento
correspondiente, y sobre la actividad o actividades del establecimiento.
b) Mantener relación permanente, en coordinación con las Delegaciones del Gobierno correspondientes, con los
órganos competentes de las Comunidades Autónomas a los efectos previstos en el presente Real Decreto y en particular
para:
1. Recibir y evaluar los datos de la notificación a que se refiere el artículo 6, sobre los establecimientos
afectados, a fin de mantener y actualizar el Banco Central de Datos y Sucesos.
2. Recabar informes o cuestionarios relacionados con aspectos técnicos y con la implantación de la presente
disposición.
3. Elaborar informes periódicos sobre las enseñanzas derivadas de los accidentes graves ocurridos en España,
de acuerdo a la información que figura en el artículo 15.
c) Informar, a través de la Comisión Nacional de Protección Civil, acerca de las iniciativas, acciones e intercambio de
experiencias, generadas por los grupos técnicos constituidos por la Comisión Europea, de sus resultados y la difusión de
los mismos.
d) Poner a disposición de otros Estados miembros de la Unión Europea que pudieran verse afectados por potenciales
efectos transfronterizos de un accidente grave producido en un establecimiento de los contemplados en el artículo 9,
radicado en territorio español, la información suficiente para que el Estado miembro afectado pueda adoptar las medidas
de prevención y protección oportunas, así como trasladar a las autoridades competentes de las Comunidades Autónomas
la información recibida de otros Estados miembros en relación con accidentes graves producidos en establecimientos de
la naturaleza aludida, radicados fuera del territorio español, que potencialmente pudieran afectar a su ámbito geográfico.
e) Poner a disposición de los Estados miembros afectados la decisión de que un establecimiento cercano a su territorio
no puede presentar peligro alguno de accidente grave fuera de su perímetro y no requiere plan de emergencia exterior de
conformidad con el apartado 9 del artículo 11, así como trasladar a los órganos competentes de las Comunidades
Autónomas la decisión por parte de otros Estados miembros próximos a su territorio de no elaborar el plan de
emergencia exterior.
f) Conocer y trasladar a la Comisión Nacional de Protección Civil la propuesta de homologación de los planes de
emergencia exterior que hayan sido elaborados y aprobados por los órganos competentes de las Comunidades
Autónomas, así como sus sucesivas revisiones.
g) Participar en la ejecución de los planes de emergencia exterior en los supuestos en los que la dirección y
coordinación de las actuaciones corresponda al Ministerio del Interior, en cumplimiento de lo dispuesto en el Real
Decreto 407/1992, de 24 de abril, por el que se aprueba la Norma básica de protección civil.
2. Los órganos competentes de las Comunidades Autónomas para:
a) Recibir, evaluar y emplear la información a que se refieren los artículos 6º a 11º y, en su caso, la información a que
hace referencia el artículo 14º, así como recabar cuantos datos se estime oportuno en el ejercicio de sus competencias.

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b) Elaborar, aprobar y remitir a la Comisión Nacional de Protección Civil, para su correspondiente homologación, los
planes de emergencia exterior de los establecimientos afectados por el artículo 9º del presente Real Decreto, según lo
previsto en su artículo 11º. Para la implantación y el mantenimiento de los planes de emergencia podrán establecerse
formas de colaboración entre las distintas administraciones y entidades públicas y privadas.
c) Ordenar la aplicación de los planes de emergencia exterior y dirigirlos, de acuerdo con la Directriz básica de
protección civil para el control y planificación ante el riesgo de accidentes graves en los que intervienen sustancias
peligrosas.
d) Informar, en el momento que se tenga noticia de un accidente grave, a la Delegación de Gobierno correspondiente y,
cuando proceda, a la Subdelegación del Gobierno en la provincia donde esté radicado el establecimiento.
e) Elaborar y remitir los informes que la Comisión Europea solicite, sobre la aplicación del presente Real Decreto, a
través de la Dirección General de Protección Civil.
f) Asegurar el cumplimiento de las obligaciones establecidas en el presente Real Decreto, mediante el ejercicio de las
correspondientes facultades de inspección y sanción, de acuerdo con el ordenamiento jurídico.
3. Los Delegados del Gobierno en las Comunidades Autónomas o, en su caso, los Subdelegados del Gobierno,
conforme a lo establecido en la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la Administración
General del Estado, y demás normas aplicables, para:
a) Colaborar con los órganos competentes de las Comunidades Autónomas en la elaboración de los planes de
emergencia exterior.
b) Recibir y trasladar a la Dirección General de Protección Civil la información prevista en este Real Decreto que debe
facilitarse por las Comunidades Autónomas.
c) Recabar cuantos datos, estudios, e informes se consideren necesarios a fin de ejercer las competencias, unciones y
facultades que les reconocen sus disposiciones reguladoras.
d) Dirigir la ejecución de los planes de emergencia exterior en coordinación con la correspondiente Comunidad
Autónoma, cuando tal ejecución sea asumida por el Ministerio del Interior, de acuerdo con la Norma Básica de
Protección Civil.
4. Los Ayuntamientos u otras entidades locales, en su caso, para:
a) Colaborar con los órganos competentes de la Comunidad Autónoma en la elaboración de los planes de emergencia
exterior, que afecten a su término municipal, aportando la información que sea necesaria, en la que se incluirán los
datos relativos a censos de población, cartografía municipal, identificación de las vías de evacuación, organización de la
protección civil municipal y otros equivalentes.
b) Elaborar y mantener actualizado el Plan de actuación municipal o local, siguiendo las directrices de los planes de
emergencia exterior, participar en la ejecución de estos últimos, dirigiendo y coordinando las medidas y actuaciones
contempladas en aquéllos, tales como avisos a la población, activación de las medidas de protección precisas y realizar
ejercicios y simulacros de protección civil.
c) Aprobar en el Pleno de la Corporación correspondiente el Plan de actuación municipal o local y remitirlo a la
Comisión Autonómica de Protección Civil para su homologación.
d) Informar de inmediato al órgano competente de la Comunidad Autónoma sobre los accidentes graves que se originen
en el término municipal, así como de cualquier incidente que pudiera dar lugar a su desencadenamiento, con
independencia de los sistemas de alerta que se determinen en el plan de emergencia exterior.
5. Las Autoridades Portuarias para:
a) La recepción de la información prevista en los artículos 6º, 7º, 9º, 10º y 11º del presente Real Decreto, que deberá
proporcionarles el industrial, además de a los órganos competentes de las Comunidades Autónomas, en los casos en los
que los establecimientos se encuentren ubicados en el dominio público portuario.
b) La adopción de medidas de protección de riesgos mediante la colaboración con los órganos competentes de las
Comunidades Autónomas en la elaboración del plan de emergencia exterior, en relación con aquellos establecimientos
que se encuentren ubicados en el dominio público portuario.
6. Las Capitanías Marítimas para:
El ejercicio de las funciones relativas a la lucha contra la contaminación del medio marino en aguas situadas en
zonas en las que España ejerza soberanía, derechos soberanos o jurisdicción, de acuerdo con lo previsto en el artículo 88
de la Ley 27/1992, de 24 de noviembre, de Puertos del Estado y de la Marina Mercante.

-9-
2. Aplicación del Real Decreto 1254/1999 en la Comunidad de Madrid.
La Comunidad de Madrid viene cumpliendo la normativa Seveso desde su transposición al ordenamiento
jurídico español por Real Decreto 886/1988, de 15 de julio, modificado por el Real Decreto 952/1990, de 29 de junio.
Para ello, se aprobó el Decreto 64/1989, de 18 de mayo y posteriormente el Decreto 47/1998, de 26 de marzo
en los que se establece las competencias y los órganos administrativos a los que correspondía el ejercicio de las mismas
en materia de prevención de accidentes mayores en determinadas actividades industriales. Desde el año 1989 y hasta
hoy, la Comunidad de Madrid ha velado por el cumplimiento de la “Directiva Seveso” en nuestro ámbito territorial,
realizando una labor de control sobre los establecimientos afectados por los artículos 6 y 7 del Real Decreto 1254/1999
de 16 de julio, y elaborando los Planes de Emergencia Exterior de las industrias afectadas por los artículos 6, 7 y 9 de
dicho Real Decreto además de su control.
En la Comunidad de Madrid existen 50 industrias afectadas por el Real Decreto 1254/1999, de 16 de julio, de
las cuales 40 están afectadas en su nivel inferior (artículos 6 y 7 del R.D 1254/1999) y 10 afectadas a nivel superior
(artículos 6, 7 y 9 del R.D. 1254/1999). Estas 50 industrias suponen que la Comunidad de Madrid sea la quinta
comunidad autónoma a nivel nacional en cuanto a número de industrias afectadas por el Real Decreto. En cuanto al tipo
de actividad que predomina en estas industrias es la de almacenamiento y distribución de hidrocarburos y GLP’s.
Así, las industrias afectadas por el Real Decreto 1254/1999, de 16 de julio, en el territorio de la Comunidad de
Madrid serían las siguientes (según la Consejería de Economía y Consumo, año 2007):

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Riesgo Químico
1. Introducción
Sustancias peligrosas son todas aquellas sustancias que en determinadas condiciones producen efectos dañinos
para el hombre y/o el medio ambiente, aun en dosis relativamente pequeñas.
En las sociedades modernas se consumen enormes cantidades de estos productos y a pesar de estar sujetos a
una normativa estricta, la probabilidad del siniestro se incrementa debido a este incremento en el consumo. La mayoría
de estas sustancias se producen en centros industriales alejados de la población, se transportan a grandes centros de
distribución, pasan a almacenamientos más pequeños y de estos se distribuyen en cantidades menores a los centros de
consumo, donde se emplean como materia prima para la obtención de nuevos productos, como parte esencial en
procesos industriales o se utilizan directamente.
La mayoría de los accidentes ocurren en el transporte y en los centros de almacenamiento y consumo, pero los
siniestros más graves han ocurrido en centros de producción o distribución ya que, aunque las medidas de seguridad son
superiores, las cantidades almacenadas del producto son también mayores.
Entre los accidentes con sustancias peligrosas más graves destaca la catástrofe ocurrida en una fábrica de
herbicidas y pesticidas en Seveso (Italia 1976), por una fuga de dioxina, en la que no se supo reaccionar a tiempo y
resultaron afectadas unas 2000 personas, debido a este accidente se tomó conciencia del riesgo que suponen estas
instalaciones, elaborándose la llamada “directriz de Seveso” en la que se incluyeron 177 sustancias como especialmente
peligrosas.
Actualmente el Real Decreto 1254/1999 (modificado por el Real Decreto 948/2005) regula el control de
Riesgos de Accidentes Graves en los que intervengan sustancias peligrosas a nivel estatal en los establecimientos en los
que estén presentes estas sustancias en cantidades iguales o superiores a las especificadas en el anexo I.
Dentro de la Comunidad de Madrid son muchas las empresas afectadas por el RD 1254/1999, pero existen
también multitud de pequeñas empresas no incluidas dentro de la normativa por emplear cantidades pequeñas, pero que
constituyen un riesgo importante, precisamente por estar sometidas a un menor control por parte de las autoridades.

2. Clasificación de las materias peligrosas


MATERIAS Y OBJETOS EXPLOSIVOS (CLASE 1)
a) Materias explosivas: materias sólidas o líquidas (o mezclas de materias) que, por reacción química, pueden
desprender gases a una temperatura, presión y velocidad tales que puedan ocasionar daños a su entorno.
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Materias pirotécnicas: materias o mezclas de materias destinadas a producir un efecto calorífico, luminoso,
sonoro, gaseoso o fumígeno o una combinación de tales efectos, como consecuencia de reacciones químicas
exotérmicas autosostenidas no detonantes.
El Reglamento de explosivos (1998) clasifica las materias explosivas en explosivos iniciadores (fulminato de
mercurio, nitruro de plata, etc.), rompedores (dinamitas, explosivos plásticos, anfos, etc.) y propulsores
(fundamentalmente pólvoras).
b) Objetos explosivos: objetos que contengan una o varias materias explosivas o pirotécnicas. El Reglamento de
explosivos (RD 230/1998) clasifica los objetos explosivos en mechas, cordones detonantes, detonadores,
multiplicadores y otros.

c) Las materias y los objetos no mencionados en a) ni en b) fabricados con el fin de producir un efecto práctico por
explosión o con fines pirotécnicos.
Las materias y los objetos de la clase 1 deberán incluirse en una división y un grupo de compatibilidad. El
código de clasificación se compone del número de división y la letra del grupo de compatibilidad. Las mercancías de la
clase 1 se subclasifican en distintas divisiones (características físicas) y grupos de compatibilidad:
División 1.1. Materias y objetos que presentan un riesgo de explosión en masa (una explosión en masa es una explosión
que afecta de manera prácticamente instantánea a casi toda la carga).
División 1.2. Materias y objetos que presentan un riesgo de proyección sin
riesgo de explosión en masa.
División 1.3. Materias y objetos que presentan un riesgo de incendio con ligero
riesgo de efectos de onda expansiva o de proyección o de ambos efectos, pero
sin riesgo de explosión en masa
a) cuya combustión da lugar a una radiación térmica considerable, o
b) que arden unos a continuación de otros con efectos mínimos de onda
expansiva o de proyección o de ambos efectos.
División 1.4. Materias y objetos que sólo presentan un pequeño riesgo de
explosión en caso de ignición o cebado durante el transporte. Los efectos se
limitan esencialmente a los bultos y normalmente no dan lugar a la proyección de fragmentos de tamaño apreciable ni a
grandes distancias. Un incendio exterior no debe implicar la explosión prácticamente instantánea de la casi totalidad del
contenido de los bultos.
División 1.5. Materias muy poco sensibles que presentan un riesgo de explosión en masa, con una sensibilidad tal que,
en condiciones normales de transporte, sólo existe una probabilidad muy reducida de cebado o de que su combustión se
transforme en detonación. Se exige como mínimo que no exploten cuando se las someta a la prueba de fuego exterior.
División 1.6. Objetos extremadamente poco sensibles que no supongan riesgo de explosión en masa. Dichos objetos no
contendrán más que materias extremadamente poco sensibles y que presenten una probabilidad despreciable de cebado
o de propagación accidental.
NOTA: El riesgo vinculado a los objetos de la división 1.6 queda limitado a la explosión de un objeto único.
Las materias explosivas son agrupadas así mismo en 13 grupos de compatibilidad (características químicas): A,
B, C, D, E, F, G H, J, K, L, N y S, por tanto, el código de clasificación se compondrá del número correspondiente a la
división y de la letra del grupo de compatibilidad. Los objetos de compatibilidad K no serán admitidos en el transporte.
El mayor peligro en el transporte lo presentan los artificios detonadores, que han de transportarse
separadamente del resto de explosivos. En caso de incendio, los explosivos plásticos arden sin llegar a explotar, siendo
más peligrosos los objetos cargados con explosivos, como las municiones. Los centros de fabricación son especialmente
peligrosos ya que emplean sustancias explosivas puras por lo que han de estar muy alejados de poblaciones. Los
productos de artificio, fabricados con sustancias altamente inflamables, tienen bajo poder rompedor pero causan
numerosos accidentes, ya que son más sencillos de fabricar y se emplean de forma popular sin tantos controles en su
fabricación, transporte y uso.

GASES (CLASE 2)
La clase 2 cubre los gases puros, las mezclas de gases, las mezclas de gases con otra u otras materias y los
objetos que contengan tales materias. Por gas se entenderá una materia que:
- A 50º C tenga una tensión de vapor superior a 300 KPa (3bar);
- O este por completo en estado gaseoso a 20º C, a la presión normalizada de 101,3 KPa.
Las materias y los objetos de la clase 2 se subdividen en función de sus propiedades físicas del modo siguiente:

- 13 -
1. Gas comprimido: cuando se embala a presión superior a la atmosférica para su transporte y es enteramente gaseoso
a -50ºC, esta categoría comprende todos los gases que tengan una temperatura critica menor o igual a -50ºC. Ej.:
oxigeno comprimido, aire comprimido, metano, hidrogeno, nitrógeno, monóxido de carbono. En estas condiciones se
transporta el aire. El gas natural también circula por las conducciones en estado gaseoso a presión.
2. Gas licuado: cuando se embala a presión para su transporte es parcialmente líquido a temperaturas superiores a -
50ºC. Se distingue a alta presión (T. Critica superior a -50ºC y menor o igual a 65ºC), y baja presión (T. Crítica superior
a 65ºC). Ej.: butano comercial, sulfuro de hidrogeno (o ácido sulfhídrico), cloro, amoniaco, etano, dióxido de carbono.
3. Gas licuado refrigerado: o gas criogénico, cuando se embala para su transporte se encuentra parcialmente en estado
líquido a causa de su baja temperatura. Ej.: nitrógeno líquido refrigerado, CO 2 liquido refrigerado, neón liquido
refrigerado.
4. Gas disuelto: cuando se embala para su transporte se encuentra disuelto en un disolvente en fase liquida y que se
mantiene aplicando una presión ligeramente superior a la atmosférica. Ej.: acetileno disuelto en acetona, amoniaco en
solución acuoso. Este es el caso del acetileno que debido a su inestabilidad se envasa disuelto en acetona dentro de una
masa granular.
5. Generadores de aerosoles y recipientes de reducida capacidad que contengan gases. Ej.: aerosoles, cartuchos de
gas.
6. Otros objetos que contengan gas a presión. Ej.: maquinas refrigeradoras, extintores de incendios que contengan un
gas comprimido.
7. Gases no comprimidos sometidos a disposiciones especiales. Ej.: muestras de gas no comprimido inflamable,
muestras de gas no comprimido tóxico.
8. Productos químicos a presión: materias liquidas, pastosas o pulverulentas a presión a la que se le añade un gas
propulsor que responde a la definición de un gas comprimido o licuado y las mezclas de estas materias.
Puede observarse que, en los casos en los que la presión en el interior es superior a la presión atmosférica, el
producto tenderá, en caso de producirse una rotura del envase, a expandirse en la atmosfera, viéndose incrementado el
peligro si se tratara, además de un gas inflamable, comburente, toxico, corrosivo o radiactivo.
Se llama T. Crítica, a la temperatura por encima de la cual un gas no puede licuarse por alta que sea la presión.
Desde el punto de vista de la seguridad, si un recipiente que contiene un gas licuado, alcanzase dicha temperatura, todo
el contenido del líquido que quedase se vaporaría con un mayor peligro de explosión o estallido, pudiendo originar una
BLEVE. Cuando más baja sea la T. Crítica existe mayor riesgo.
Las materias y objetos de la clase 2, con excepción de los aerosoles y los productos químicos a presión, en
función de sus propiedades peligrosas pueden clasificarse como asfixiantes, comburentes, inflamables o tóxicos. En
virtud de esta clasificación se establecen estas divisiones.

Grupos según las propiedades peligrosas Número de etiqueta de peligro.


A: Asfixiante. 2.2
O: Comburente 2.2 + 5.1
F: Inflamable 2.1
T: Tóxico 2.3
TF: Tóxico e inflamable 2.3 + 2.1
TC: Tóxico y corrosivo 2.3 + 8
TO: Tóxico y comburente 2.3 + 5.1
TFC: Tóxico, inflamable y corrosivo 2.3 + 2.1 + 8
TOC: Tóxico, comburente y corrosivo 2.3 + 5.1 + 8

Para los gases y mezclas de gases que presenten, según estos criterios, propiedades peligrosas que dependan de
más de un grupo, los grupos con la letra T prevalecerán sobre los demás grupos. Los grupos con la letra F prevalecerán
sobre los grupos designados con las letras A u O.
Gases inflamables (2.1)
Gases que, a 20 °C y a una presión de 101,3 KPa:
• Son inflamables en mezcla de proporción igual o inferior al 13% en volumen.
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• Tiene una gama de inflamabilidad con el aire de al menos 12 puntos de porcentaje.
• Esto es, resumiendo, gases que pueden inflamarse en contacto con una fuente de calor. Por ejemplo, el Propileno, el
etano, el butano…
Gases asfixiantes (2.2)
Son gases que:
• No son comburentes, inflamables ni tóxicos pero diluyen, sustituyen o desplazan el
oxígeno del aire produciendo asfixia.
• Tienen características comburentes. y favorecen la combustión en mayor medida que el
aire. Ej. oxígeno, helio.
• No pueden adscribirse a ninguna de las demás clases.
Gases tóxicos (2.3)
Pueden producir, por inhalación, efectos agudos o crónicos o irritantes, e incluso la
muerte. Los gases tóxicos pueden, además, ser inflamables, corrosivos o comburentes. Por
ejemplo, el cloro. Son gases que:
a) Son conocidos por ser tóxicos o corrosivos para los seres humanos hasta el punto de
representar un peligro para su salud; o
b) Se supone que son tóxicos o corrosivos para los seres humanos a causa de que su CL 50 para
la toxicidad aguda es inferior o igual a 5.000 ml/m3 (ppm) cuando son sometidos a ensayos.
Cuando el valor CL 50 sea desconocido, el grado de toxicidad se calculará a partir del valor CL 50 más bajo de
las materias que tengan efectos fisiológicos y químicos semejantes, o mediante la realización de ensayos, si esta fuera la
única posibilidad práctica.
Gases comburentes (2.2 + 5.1)
Pueden causar o favorecer más que el aire, en general mediante la aportación de oxígeno, la combustión de
otras materias. Estos son los gases puros o mezclas de gases con poder comburente mayor que el 23,5%, determinado
por un método definido.
Gases corrosivos (2.3 + 8)
Los gases o mezclas de gases que respondan enteramente a los criterios de toxicidad por su corrosividad
deberán clasificarse como tóxicos con un riesgo subsidiario de corrosividad.
Una mezcla de gases que sea considerada como tóxica a causa de sus efectos combinados de corrosividad y
toxicidad, presenta un riesgo subsidiario de corrosividad cuando se sepa, por experiencia humana, que ejerce un efecto
destructor sobre la piel, los ojos o las mucosas, o cuando el valor CL 50 de los componentes corrosivos de la mezcla sea
inferior o igual a 5.000 ml/m3 (ppm).

El riesgo general que existe en estos casos es el de rotura violenta del continente, ya sea una simple explosión o
una BLEVE.
Si el recipiente se ve afectado por el fuego, se comienza a elevar la presión de vapor en el interior pudiendo
llegarse a la rotura del recipiente. Si el fuego afecta a la parte inferior del recipiente, por debajo del nivel de vapor, el
líquido absorbe la mayor parte de las calorías, aumentando la fase de vapor, se incrementa la presión pero el gas escapa
por las válvulas de sobrepresión o los puntos de rotura, cuando la llama incide en el recipiente sobre la fase vapor, esta
tiene una capacidad baja para absorber calorías y el recipiente comienza a calentarse, se debilita y estalla.
En el caso de una BLEVE, el líquido está calentado muy por encima de su temperatura de evaporación y
cuando el recipiente rompe toda la masa líquida se transforma en vapor de golpe. Si el gas es inflamable producirá una
enorme bola de fuego tras la explosión.
En el caso de fugas no incendiadas hemos de tener en cuenta las bajas temperaturas que se producen en el
punto de fuga ya que el proceso de gasificación es endotérmico, este riesgo se ve incrementado en el caso de los gases
criogénico que producirían graves quemaduras por frío, en estos casos echar agua al recipiente incrementaría la
temperatura del líquido aumentando la presión.

LÍQUIDOS INFLAMABLES (CLASE 3)


La clase 3 cubre las materias y los objetos que contengan materias de esta clase, que:
a) Tengan, a 50ºC, una tensión de vapor máxima de 300 KPa (3 bar) y no sean completamente gaseosos a 20ºC y a la
presión estándar de 101,3 KPa y tengan un punto de inflamación máximo de 60ºC.

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Dentro de este grupo están los hidrocarburos empleados como combustibles, como las gasolinas, los líquidos
inflamables de naturaleza polar, que son los alcoholes. También es peligroso el grupo de los hidrocarburos
aromáticos con efectos anestésicos. Ej.: benceno, tolueno, xileno (fungicidas).
El combustible para motores diésel, el gasóleo y el aceite mineral para calefacción (ligero), incluidos productos
obtenidos por síntesis con un punto de inflamación superior a 60ºC, pero no superior a 100ºC, también se
consideran de la clase 3, con nº ONU 1202.
Incluirá igualmente las materias liquidas inflamables y materias solidas en estado fundido cuyo punto de
inflamación sea superior a 60ºC y transportadas en caliente a temperatura igual o superior a su punto de inflamación. Nº
ONU 3256. Ej.: asfaltos.
También incluirá las materias liquidas explosivas desensibilizadas, materias preparadas en solución o en
suspensión en agua o en otros líquidos de modo que formen una mezcla liquida homogénea exenta de propiedades
explosivas. Ej.: nitroglicerina en mezcla.
El punto de inflamación de un líquido inflamable es la temperatura más baja de ese líquido a la que sus vapores
forman con el aire una mezcla inflamable.
No debe confundirse con punto de ignición que es la temperatura a la que hay que elevar la mezcla aire-
vapores para provocar realmente una explosión.
Las materias de la clase 3 se subdividen en:
F- Líquidos inflamables sin riesgo subsidiario y objetos que los contienen.
F1- Líquidos inflamables con un punto de inflamación menor o igual a 60ºC.
F2- Líquidos inflamables con un punto de inflamación mayor de 60ºC,
transportados a una temperatura igual o mayor a su punto de inflamación.
F3- Objetos que contienen líquidos inflamables.
FT- Líquidos inflamables tóxicos.
FT1- Líquidos inflamables tóxicos
FT2- Plaguicidas.
FC- Líquidos inflamables corrosivos.
FTC- Líquidos inflamables, tóxicos y corrosivos.
D- Líquidos explosivos desensibilizados.

MATERIAS SÓLIDAS INFLAMABLES, MATERIAS AUTORREACTIVAS Y MATERIAS


SÓLIDAS EXPLOSIVAS DESENSIBILIZADAS (CLASE 4.1)
El título de la clase 4.1 abarca las materias y los objetos inflamables y las materias explosivas desensibilizadas
que son materias sólidas así como las materias autorreactivas, tanto líquidas como sólidas. Dentro de la clase 4.1 se
incluyen:
- Las materias y objetos sólidos fácilmente inflamables.
- Las materias autorreactivas sólidas o líquidas.
- Las materias sólidas explosivas desensibilizadas.
- Las materias relacionadas con materias autorreactivas.
F- Materias solidas inflamables, sin riesgo subsidiario.
F1- Orgánicas.
F2- Orgánicas fundidas.
F3- Inorgánicas.
FO- Materias solidas inflamables, comburentes.
FT- Materias solidas inflamables, tóxicas.
FT1- Orgánicas, toxicas.
FT2- Inorgánicas, tóxicas.
FC- Materias solidas inflamables, corrosivas.
FC1- Orgánicas, corrosivas.
FC2- Inorgánicas, corrosivas.
D- Solidos explosivos desensibilizados, sin riesgo subsidiario.

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DT- Solidos explosivos desensibilizados, tóxicos.
SR- Materias autorreactivas.
SR1- Que no necesitan regulación de temperatura.
SR2- Que necesitan regulación de temperatura.
Dentro de la clase 4.1 (madera, serrín, azufre, heno, paja) se incluyen:
Las materias y objetos solidos fácilmente inflamables (como celuloide y residuos de caucho)
Las materias sólidas inflamables son materias fácilmente inflamables y materias sólidas que pueden inflamarse
por frotamiento.
Las materias sólidas fácilmente inflamables son materias pulverulentas, granuladas o pastosas, que son
peligrosas si pueden inflamarse fácilmente por contacto breve con una fuente de ignición, como una cerilla ardiendo, y
si la llama se propaga rápidamente. El peligro puede provenir no sólo del fuego, sino también de productos de
combustión tóxicos. Los polvos metálicos son particularmente peligrosos, pues resultan difíciles de extinguir una vez
inflamados; los agentes extintores normales, como el dióxido de carbono o el agua, pueden aumentar el peligro. Ej.:
polvo de aluminio o zinc.
Con excepción de los polvos de metales y los de aleaciones metálicas, las materias pulverulentas, granuladas o
pastosas deberán clasificarse como materias fácilmente inflamables de la clase 4.1 cuando puedan inflamarse fácilmente
con motivo de un breve contacto con una fuente de inflamación (por ejemplo una cerilla encendida), o cuando la llama
en caso de inflamación se propague rápidamente, el tiempo de combustión sea inferior a 45 segundos para una distancia
medida de 100 mm o la velocidad de combustión superior a 2,2 mm/s.
Las materias autorreactivas solidas o liquidas
Son materias térmicamente inestables que pueden experimentar una descomposición fuertemente exotérmica
incluso en ausencia de oxigeno (o de aire). La descomposición puede iniciarse por el calor, por el contacto con
impurezas catalíticas, por fricción o por impacto. La velocidad de descomposición se incrementa con la temperatura y
varía según la materia. Puede provocar, en particular cuando no se produce la ignición, gases o vapores tóxicos. Para
ciertas materias autorreactivas la temperatura ha de ser controlada. Algunas materias autorreactivas pueden
descomponerse produciendo una explosión, en particular las confinadas. Esta característica puede modificarse mediante
la adición de diluyentes o mediante el uso de envases/embalajes apropiados. Son materias autorreactivas, por ejemplo,
algunos compuestos de los tipos enumerados a continuación:
Azoicos alifáticos (-C-N=N-C-);
Azidas orgánicas (-C-N 3 );
Sales diazoicas (-CN 2 +Z-);
Compuestos N-nitrosados (-N-N=O);
Sulfohidrazidas aromáticas (-SO 2 -NH-NH 2 ).
Una materia no se considera autorreactiva de la clase 4.1 si:
a) Es explosiva según los criterios de la clase 1.
b) Es comburente según el método de clasificación de la clase 5.1.
c) Se trata de un peróxido orgánico según la clase 5.2.
d) Tiene un calor de descomposición inferior a 300 J/g.
e) Su temperatura de descomposición autoacelerada (TDAA) es superior a 75ºC para un bulto de 50 kg.
Las materias autorreactivas se dividen en siete grupos según su grado de peligrosidad. Los tipos van desde el
tipo A, que no se acepta para el transporte en el envase en el que ha sido sometido a las pruebas, hasta el tipo G, que no
está sujeto a lo dispuesto para las materias autorreactivas de la clase 4.1. La clasificación de las materias autorreactivas
de los tipos B a F está relacionada con la cantidad máxima permitida en un envase/embalaje.
Se pueden añadir activadores, tales como compuestos de zinc, a algunas materias autorreactivas para alterar su
capacidad de reacción. Dependiendo del tipo y de la concentración del activador, el resultado puede tener un descenso
de la estabilidad térmica y un cambio en las propiedades explosivas. Si se altera alguna de estas propiedades, se valorará
el nuevo preparado según el procedimiento de clasificación.
Las materias solidas explosivas desensibilizadas
Son materias solidas explosivas que para garantizar la seguridad durante su transporte se han humedecido con
agua o alcohol o que se han diluido con otras materias para anular sus propiedades explosivas (desensibilizar). Ej.:
mezcla de nitroglicerina desensibilizada sólida, con entre 2-10% de nitroglicerina (ONU 3319); el trinitrobenceno con
un mínimo del 30% de agua (ONU 1354); la nitrocelulosa con un mínimo del 25% de agua (ONU 2555) y el
trinitrotolueno (TNT) con un mínimo del 30% de agua (ONU 1356).

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Las materias relacionadas con materias autorreactivas
Las materias:
a) Que han sido provisionalmente aceptadas en la clase 1 según los resultados de las series de pruebas 1 y 2 pero que
están exentas de la mencionada clase 1 por los resultados de la serie de pruebas 6;
b) Que no son materias autorreactivas de la clase 4.1; y
c) Que no son materias de las clases 5.1 y 5.2,
MATERIAS QUE PUEDEN EXPERIMENTAR INFLAMACIÓN ESPONTÁNEA (CLASE
4.2)
La clase 4.2 incluye:
- Las materias pirofóricas, que son las materias, incluidas las mezclas y soluciones (líquidas o sólidas), que en
contacto con el aire, aun en pequeñas cantidades, se inflamen en un período de cinco minutos. Estas son las materias de
la clase 4.2 que son más expuestas a la inflamación espontánea; y
- Las materias y los objetos que experimentan calentamiento espontáneo, que son las
materias y objetos, incluidas las mezclas y soluciones que puedan calentarse en contacto con el
aire, sin aporte de energía. Estas materias únicamente pueden inflamarse en gran cantidad
(varios kilogramos) y después de un largo período de tiempo (horas o días).
Ej.: fosforo blanco o amarillo, tejidos impregnados en aceite, plásticos a base de NC
(Nitrocelulosa) o sulfuro de sodio.
El calentamiento espontáneo de una materia es un proceso donde la reacción gradual
de esa materia con el oxígeno (del aire) genera calor. Si la tasa de producción de calor es superior a la tasa de pérdida de
calor, entonces la temperatura de la materia se elevará lo que, después de un tiempo de inducción, puede conducir al
calentamiento espontáneo y la combustión.
Las materias sólidas espontáneamente inflamables (pirofóricas) se incluirán en la clase 4.2 cuando se inflamen
al caer desde una altura de un metro o en los 5 minutos siguientes.
Las materias de la clase 4.2 se subdividen en:
S- Materias que pueden experimentar inflamación espontanea sin riesgo subsidiario.
S1- Materias orgánicas, liquidas.
S2- Materias orgánicas, solidas.
S3- Materias inorgánicas, liquidas.
S4- Materias inorgánicas, solidas.
S5- Materias organometálicas.
SW- Materias que pueden experimentar inflamación espontánea y que, en contacto con el agua, desprenden gases
inflamables.
SO- Materias que pueden experimentar inflamación espontanea, comburentes.
ST- Materias que pueden experimentar inflamación espontanea, toxicas.
ST1- Materias orgánicas, toxicas, liquidas.
ST2- Materias orgánicas, toxicas, solidas.
ST3- Materias inorgánicas, toxicas, liquidas.
ST4- Materias inorgánicas, toxicas, solidas.
SC- Materias que pueden experimentar inflamación espontanea, corrosivas.
SC1- Materias orgánicas, corrosivas, liquidas.
SC2- Materias orgánicas, corrosivas, solidas.
SC3- Materias inorgánicas, corrosivas, liquidas.
SC4- Materias inorgánicas, corrosivas, solidas.
MATERIAS QUE, AL CONTACTO CON EL AGUA, DESPRENDEN GASES
INFLAMABLES (CLASE 4.3)
Abarca las materias y objetos que al entrar en contacto con el agua, desprenden gases inflamables que pueden
formar mezclas explosivas con el aire, así como los objetos que contienen estas materias. Ej.: dispersión de metales
alcalinos, carburo cálcico, baterías de sodio, etc.
Determinadas materias, en contacto con el agua, desprenden gases inflamables que pueden formar mezclas
explosivas con el aire. Estas mezclas se inflaman fácilmente por influencia de cualquier agente normal de encendido, en
particular por llamas desnudas, chispas provocadas por herramientas, bombillas eléctricas no protegidas, etc. Las
consecuencias de la onda explosiva y el incendio pueden ser peligrosas para las personas y el entorno.

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Una materia deberá incluirse en la clase 4.3:
a) Cuando el gas desprendido se inflame espontáneamente en el curso de una fase cualquiera
de la prueba, o bien
b) Cuando se registre una pérdida de gas inflamable igual o superior a 1 litro por kilogramo
de materia por cada hora.
Las materias de la clase 4.3 se subdividen en:
W- Materias que, en contacto con el agua, desprenden gases inflamables, sin riesgo
subsidiario.
W1- Líquidos.
W2- Sólidos.
W3- Objetos.
WF1- Materias que, en contacto con el agua, desprenden gases inflamables, liquidas, inflamables.
WF2- Materias que, en contacto con el agua, desprenden gases inflamables, solidas, inflamables.
WS- Materias que experimentan calentamiento espontáneo que, en contacto con el agua, desprenden gases inflamables.
WO- Materias que, en contacto con el agua, desprenden gases inflamables, solidas, comburentes.
WT- Materias que, en contacto con el agua, desprenden gases inflamables, tóxicos.
WT1- Liquidas.
WT2- Solidas.
WC- Materias que, en contacto con el agua, desprenden gases inflamables, corrosivos.
WC1- Liquidas.
WC2- Solidas.
WFC- Materias que, en contacto con el agua, desprenden gases inflamables, corrosivos e inflamables.
MATERIAS COMBURENTES (CLASE 5.1)
Comprende las materias que sin ser combustibles ellas mismas, pueden, por lo general al desprender oxígeno,
provocar o favorecer la combustión de otras materias. Se presentan en forma líquida, pastosa o sólida y pueden
reaccionar de forma peligrosa al contacto con simples trazas de ácidos, óxidos metálicos y aminas (Cloratos, Nitratos
orgánicos e inorgánicos, permanganatos, herbicidas constituidos por mezclas de clorato sódico o calcio con un cloruro
higroscópico, abonos nitrados, ozono). También hay corrosivos que son comburentes como SO 4 H 2 (ácido sulfúrico),
NO 3 H (ácido nítrico). Por ejemplo, todos los peróxidos de hidrogeno (agua oxigenada) en solución acuosa,
independientemente de la concentración que tengan de peróxido de hidrogeno.
Las materias de la clase 5.1 se subdividen en:
O- Materias comburentes sin riesgo subsidiario u objetos que contengan tales materias.
O1- Líquidos.
O2- Sólidos.
O3- Objetos.
OF- Materias solidas comburentes, inflamables.
OS- Materias solidas comburentes, expuestas a inflamación espontanea.
OW- materias solidas comburentes que, en contacto con el agua, desprenden gases inflamables.
OT- Materias comburentes toxicas.
OT1- Líquidas.
OT2- Solidas.
OC- Materias comburentes corrosivas.
OC1- Líquidas.
OC2- Sólidas.
OTC- Materias comburentes tóxicas corrosivas.
PERÓXIDOS ORGÁNICOS (CLASE 5.2)
Tienen la propiedad de ser comburentes, combustibles y además muy inestables (se descomponen fácilmente a
temperatura ambiente). Contienen la estructura bivalente -0-0- y pueden ser consideradas como derivados del peróxido
de hidrógeno (H 2 O 2 ), en el cual uno o dos de los átomos de hidrogeno son sustituidos por radicales orgánicos. Además,
pueden tener una o varias de las siguientes propiedades:
• Ser susceptibles de una descomposición exotérmica a temperaturas normal o elevada.
• Puede iniciarse por el calor, el contacto con impurezas catalíticas (ácidos, compuestos de
metales pesados, bases), por frotamiento o por choque.
• Numerosos peróxidos orgánicos arden violentamente o pueden sufrir una descomposición
explosiva en confinamiento. Esta característica puede modificarse añadiendo diluyentes o
envases apropiados.
• La velocidad de descomposición se incrementa con la temperatura y varía según la
composición del peróxido.
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• Pueden desprender al descomponerse gases inflamables o nocivos.
• Algunos necesitan regulación de temperatura durante el transporte.
• Debe evitarse el contacto con los ojos. Algunos provocan lesiones graves en la córnea, incluso después de un
contacto breve, o son corrosivos para la piel.
Dada la liberación de oxigeno que producen resulta inútil usar extintores de CO 2 o de otros gases inertes, o de
elementos de extinción de productos químicos. Por ello debe aplicarse agua en grandes cantidades, si es posible por
medio de monitores. Mantener al personal a distancia de seguridad y, siempre, con el viento de espaldas. Ej.: Peróxido
de dicumilo, Peróxido de benzoilo, Peróxido de butilo, ciclohexanona…
Las materias de la clase 5.2 se subdividen en:
P1- Peróxidos orgánicos que no necesitan regulación de temperatura.
P2- Peróxidos orgánicos que necesitan regulación de temperatura.
Los peróxidos orgánicos se clasifican en siete tipos según el grado de peligrosidad que presenten. Los tipos
varían entre el tipo A, que no se admite al transporte en el envase o embalaje en el que haya sido sometido a los
ensayos, y el tipo G, que no está sujeto a las disposiciones que se aplican a los peróxidos orgánicos de la clase 5.2. La
clasificación de los tipos B a F va en función de la cantidad máxima de materia autorizada por bulto.
- Desensibilización de los peróxidos orgánicos
Para garantizar la seguridad durante el transporte de los peróxidos orgánicos, con frecuencia se los
desensibiliza añadiéndoles materias orgánicas líquidas o sólidas, materias inorgánicas sólidas o agua. Cuando está
estipulado un determinado porcentaje de materia, se trata del porcentaje en peso, redondeado a la unidad más próxima.
En general, la desensibilización debe ser tal que en caso de fuga el peróxido orgánico no pueda concentrarse en una
medida peligrosa.
A menos que se indique otra cosa para una preparación determinada de peróxido orgánico, se aplicarán las
definiciones siguientes a los diluyentes utilizados para la desensibilización:
- Los diluyentes del tipo A son líquidos orgánicos compatibles con el peróxido orgánico y que tienen un punto de
ebullición de al menos 150 ºC. Los diluyentes del tipo A pueden utilizarse para desensibilizar todos los peróxidos
orgánicos;
- Los diluyentes del tipo B son líquidos orgánicos compatibles con el peróxido orgánico y que tienen un punto de
ebullición inferior a 150 ºC pero al menos igual a 60 ºC, y un punto de inflamación de 5 ºC como mínimo.
Los diluyentes del tipo B pueden ser utilizados para desensibilizar todo peróxido orgánico a condición de que
el punto de ebullición del líquido sea al menos 60 ºC más elevado que la TDAA en un bulto de 50 Kg.
Algunos peróxidos orgánicos sólo pueden transportarse en condiciones de regulación de temperatura. La
temperatura de regulación es la temperatura máxima a que puede transportarse sin riesgos el peróxido orgánico. Se
parte de la hipótesis de que la temperatura en la proximidad inmediata del bulto durante el transporte sólo sobrepasará
los 55 ºC durante un tiempo relativamente corto cada 24 horas. En caso de fallo del sistema de regulación, podrá ser
necesario aplicar procedimientos de urgencia.
MATERIAS TÓXICAS (CLASE 6.1)
Materias que, por experiencia, se sabe o bien cabe admitir, en base a experimentos, en cantidades pequeñas y
por una acción única o de corta duración, pueden dañar a la salud del ser humano o causar la muerte por inhalación,
absorción cutánea o ingestión. Por ejemplo, cianuros, cloroformiatos, plaguicidas…
NOTA: los microorganismos y los organismos modificados genéticamente deberán asignarse a esta clase si
cumplen las condiciones previstas en esta clase.
Las materias de la clase 6.1 se clasifican en tres grupos en función del grado de riesgo que presentan para el
transporte y para su asignación a grupos de embalaje:
• Grupo I: Materias muy toxicas.
• Grupo II: Materias toxicas.
• Grupo III: Materias que presentan un grado menor de toxicidad.

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Para enjuiciar el grado de toxicidad se habrán de tener en cuenta los efectos en el hombre, así como ciertas
propiedades de la materia:
• Estado líquido.
• Alta volatilidad.
• Propiedades de absorción cutánea.
• Efectos biológicos especiales.
Las materias de la clase 6.1 se subdividen en:
T- Materias toxicas sin riesgo subsidiario.
T1- Orgánicas, líquidas.
T2- Orgánicas, sólidas.
T3- Organometálicas.
T4- Inorgánicas, líquidas.
T5- Inorgánicas, sólidas.
T6- Plaguicidas, líquidos.
T7- Plaguicidas, sólidos.
T8- Muestras.
T9- Otras materias tóxicas.
TF- Materias toxicas inflamables.
TF1- Liquidas.
TF2- Liquida, plaguicida.
TF3- Solidas.
TS- Materias toxicas que experimentan calentamiento espontaneo, solidas.
TW- Materias toxicas que, al contacto con el agua, desprenden gases inflamables.
TW1- Liquidas.
TW2- Solidas.
TO- Materias toxicas comburentes.
TO1- Liquidas.
TO2- Solidas.
TC- Materias toxicas corrosivas.
TC1- Orgánicas, liquidas.
TC2- Orgánicas, solidas.
TC3- Inorgánicas, liquidas.
TC4- Inorgánicas, solidas.
TFC- Materias toxicas inflamables, corrosivas.
TFW- Materias toxicas inflamables que, al contacto con el agua, desprenden gases inflamables.
El grado de toxicidad se fijara recurriendo a las informaciones disponibles obtenidas en ensayos sobre
animales. A los efectos del ADR se entiende:
Por DL 50 (dosis letal media) para la toxicidad aguda por ingestión la dosis estadísticamente establecida de una
materia que, administrada una sola vez y por vía oral, es susceptible de causar la muerte, en un plazo de 14 días, a la
mitad de un grupo de ratas jóvenes albinas adultas. La DL 50 se expresa en masa de materia estudiada por unidad de
masa corporal del animal sometido al experimento (mg/kg).
Por DL 50 para la toxicidad aguda por absorción cutánea la dosis de materia administrada por contacto continuo,
a lo largo de 24 horas, sobre la piel desnuda de conejos albinos que tenga las mayores probabilidades de causar la
muerte, en un plazo de 14 días, a la mitad de los animales del grupo. El número de animales sometidos a esta prueba
deberá ser suficiente para que el resultado sea estadísticamente significativo y conforme con las buenas prácticas
farmacológicas. El resultado se expresa en mg por kg de peso del cuerpo.
Por CL 50 para la toxicidad aguda por inhalación la concentración de vapor, niebla o polvo administrada por
inhalación continua durante una hora a un grupo de ratas jóvenes albinas adultas, machos y hembras, que tenga la
mayores probabilidades de causar la muerte, en un plazo de 14 días, a la mitad de los animales del grupo. Una materia

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sólida deberá ser sometida a prueba cuando el 10% (en peso) al menos de su peso total corra peligro de estar constituida
por polvos que puedan ser inhalados, por ejemplo, si el diámetro aerodinámico de esta fracción-partícula tiene un
máximo de 10/micrones. Una materia líquida deberá ser sometida a prueba cuando exista el peligro de producirse una
neblina al tener lugar una fuga en el recinto estanco utilizado para el transporte. Tanto para las materias sólidas como
para los líquidos, más de un 90% (en peso) de una muestra preparada para la prueba deberá estar constituido por
partículas susceptibles de ser inhaladas del modo definido anteriormente. El resultado se expresa en mg por litro de aire,
para los polvos y nieblas, y en ml por m3 de aire (ppm), para los vapores.
Toxicidad por inhalación de vapores
Los líquidos que desprendan vapores tóxicos deberán clasificarse en los grupos siguientes, la letra “V”
representa la concentración (en ml/m3 de aire) de vapor (volatilidad) saturada en el aire a 20 ºC y a la presión
atmosférica normal:
Muy tóxicas Si V ≥ 10 CL 50 y CL 50 ≤ 1.000 ml/m3
Tóxicas Si V ≥ 10 CL 50 y CL 50 > 1.000 ml/m3 y ≤ 3.000 ml/m3
Que presentan un grado menor de toxicidad Si V ≥ 1/5 CL 50 y CL 50 > 3.000 ml/m3 y ≤ 5.000 ml/m3
En este grupo los más frecuentes son los insecticidas (ej.: el arsénico empleado en insecticidas es venenoso por
absorción cutánea), herbecidas, compuestos de cianuro que se emplean en fabricación de plásticos, y sustancias básicas
que añaden el peligro de corrosión. Como ya vimos, existen hidrocarburos aromáticos muy venenosos por inhalación o
por absorción cutánea.
Muchos gases de naturaleza corrosivo o inflamable, tienen un riesgo añadido de toxicidad y en muchas
reacciones de oxidación se generan gases tóxicos o muy tóxicos, así el ácido nítrico reacciona con los metales
produciendo vapores nitrosos muy tóxicos. Entre los gases tóxicos más comunes se encuentran los siguientes:
CLORO Se utiliza en la industria del papel, ataca a las mucosas produciendo la muerte por edema pulmonar, es más
pesado que el aire pero se detecta fácilmente por el olor mucho antes de llegar a límites de peligrosidad.
DIÓXIDO DE AZUFRE Como decolorante y para fabricar ácido sulfúrico, es muy irritante y se disuelve bien en agua,
aunque la solución es corrosiva. También se detecta por el olor mucho antes de la concentración de peligro.
AMONIACO Se emplea para fabricar fertilizantes, ácido nítrico y para purificar agua, mata al provocar edema
pulmonar. Es muy soluble en agua y puede formar mezclas explosivas con el aire, tiene un olor muy irritante.
FOSGENO Se emplea en la industria del plástico, irrita las vías respiratorias y también produce edema pulmonar.
Adormece el sentido del olfato rápidamente por lo que deja de ser detectable, con el consiguiente riesgo de
intoxicación.
MATERIAS INFECCIOSAS (CLASE 6.2)
Materias de las que se sabe o de las que hay razones para creer que contienen agentes
patógenos. Estos son microorganismos (incluidas las bacterias, virus, parásitos y hongos) y
otros agentes tales como los priones, que pueden provocar enfermedades a los animales o a
los humanos.
NOTA 1: Los microorganismos y los organismos modificados genéticamente, los
productos biológicos, las muestras de diagnóstico y los animales vivos infectados deberán ser
tomados en cuenta a efectos de clasificación en esta clase si cumplen sus condiciones.
NOTA 2: Las toxinas de origen vegetal, animal o bacteriano que no contengan ninguna materia ni ningún
organismo infeccioso o que no estén contenidas en materias u organismos infecciosos, serán consideradas de la clase
6.1
Las materias de la clase 6.2 se dividen y se subdividen en:
Categoría A. Materia infecciosa que se transporta en una forma que, al exponerse a ella, es capaz de causar una
incapacidad permanente o una enfermedad mortal o potencialmente mortal para seres humanos o animales.

Categoría B. Materia infecciosa no incluida en la categoría A.


I1- Materias infecciosas para el ser humano.
I2- Materias infecciosas únicamente para los animales.
I3- Residuos clínicos.
I4- Muestras de diagnóstico.
MATERIAS RADIACTIVAS (CLASE 7)
Se entiende por radiactiva a cualquier materia que contenga radionucleídos cuyas
actividades másicas y totales en el envío sobrepasen al mismo tiempo los valores indicados
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en las tablas del ADR. A efectos del TPC, se considera materia radiactiva aquella cuya actividad específica es mayor de
0,002 microcurios por gramo (74 Bq/g). Llamamos radiación a la energía que se propaga en forma de onda a través del
espacio. El ser humano ha estado expuesto a las radiaciones ionizantes desde el comienzo de los tiempos. Las fuentes
naturales de radiación se encuentran tanto en el universo como en la tierra. El espacio exterior y el sol son el origen de
la radiación cósmica, constituida por partículas con un alto índice energético, 86% protones y 12% de partículas alfa.
Dentro del concepto de radiación se incluye tanto la luz visible como las ondas de radio y televisión lo que se conoce
como -radiaciones no ionizantes- y desde la luz ultravioleta a los rayos X o la energía fotónica -radiaciones ionizantes-.
La radiactividad es el complejo de fenómenos que se producen en los cambios de los núcleos atómicos de
algunas materias. Al cambiar los átomos de los metales radiactivos por perdida de neutrones de su núcleo, se van
transformando en otros metales con propiedades diferentes. Los cambios pueden ser naturales o forzados. Por ejemplo,
el uranio, el torio, el plutonio…
Debido a sus especiales condiciones de peligrosidad en el transporte y manejo de estos materiales, los paquetes
de productos radiactivos se etiquetan individualmente en función de su radiación exterior.
Según las intensidades de radiación que emiten (y por tanto según los grados de blindaje de sus contenedores),
se clasifican en tres categorías:
• Categoría I, Blanca (Sin sobrepasar los 0,005 mSv/h).
• Categoría II, Amarilla (entre 0,005 y 0,5 mSv/h).
• Categoría III, Amarilla (entre 0,5 y 2 mSv/h).

- Propiedades

• Alterar los átomos de la materia viva, destruyendo sus células.


• Desprenden gran cantidad de energía en forma de calor y radiaciones.
• La desintegración del núcleo de los metales radiactivos puede ser instantánea, en minutos o a lo largo de miles
de años.
• Atraviesan ciertos cuerpos opacos.
• Radiación ionizante: desde la luz ultravioleta a los rayos X o la energía fotónica.
• Radiación no ionizante: luz visible, ondas de radio y televisión.

- Tipos de radiaciones ionizantes

• Rayos X. Radiaciones electromagnéticas (como la luz o las ondas de radio y tele) de frecuencia muy alta y por
tanto pequeña longitud de onda. Son tan pequeñas como para atravesar huecos entre átomos y dentro de átomos,
con lo que se usan para ver el interior de los objetos que la luz no puede atravesar.
• Rayos α. Núcleos de helio procedentes de la desintegración de un elemento radiactivo con demasiados protones y
neutrones. El núcleo inestable expulsa a gran velocidad dos protones y dos neutrones que es lo que llamamos
partículas alfa. Partículas de enorme tamaño. Capacidad de penetración prácticamente nula y en el aire solo
alcanzan entre 0,6 y 10 cm.
• Rayos β. Electrones de alta energía. Se generan cuando el núcleo inestable tiene demasiados neutrones.
Súbitamente uno de los neutrones se transforma en un protón y un electrón. El electrón proyectado fuera del núcleo
es lo que llamamos partícula beta. Sale a una velocidad próxima a la de la luz, con una trayectoria tortuosa y puede
alcanzar algunos metros en el aire.
• Rayos γ. Son ondas electromagnéticas. Proceden de un núcleo excitado que posee demasiada energía y que tiende a
liberarla para estabilizar. Va siempre asociada a una desintegración alfa o beta y se produce inmediatamente
después.

- Unidad de medida y contaminación


La actividad de una fuente nos indica lo peligrosa que es. Se mide en número de desintegraciones por segundo.
La unidad es el becquerel, Bq = 1 desintegración por segundo. Se suele usar el KBq y el MBq.
Por contaminación se entiende la presencia, en una superficie, de materias radiactivas en cantidades mayores
de 0,4 Bq/cm2 para los emisores beta y gamma y los emisores alfa de baja toxicidad, o bien 0,04 Bq/cm2 para los demás
emisores alfa.
MATERIAS CORROSIVAS (CLASE 8)
Materias que por acción química dañan el tejido epitelial de la piel y las mucosas al entrar en contacto con ellas
o que pueden ocasionar daños a otras mercancías, medios de transporte o provocar otros peligros. También abarca a
materias que al entrar en contacto con el agua o aire producen vapores o neblinas corrosivas. Por ejemplo, el ácido
sulfúrico, ácido nítrico, ácido fluorhídrico…
Las materias de la clase 8 se subdividen en:

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C1 a C11- Materias corrosivas sin riesgo subsidiario y objetos que las contienen.
C1 a C4- Carácter ácido.
C1- Inorgánicas, liquidas.
C2- Inorgánicas, solidas.
C3- Orgánicas, liquidas.
C4- Orgánicas, solidas.
C5 a C8- Carácter básico.
C5- Inorgánicas, liquidas.
C6- Inorgánicas, solidas.
C7- Orgánicas, liquidas.
C8- Orgánicas, solidas.
C9 a C10- Otras materias corrosivas.
C9- Liquidas.
C10- Solidas.
C11- Objetos.
CF- Materias corrosivas, inflamables.
CF1- Liquidas.
CF2- Solidas.
CS- Materias corrosivas que experimentan calentamiento espontaneo.
CS1- Liquidas.
CS2- Solidas.
CW- Materias corrosivas que, al contacto con el agua, desprenden gases inflamables.
CW1- Liquidas.
CW2- Solidas.
CT- Materias corrosivas toxicas y objetos.
CT1- Liquidas.
CT2- Solidas.
CT3- Objetos.
CFT- Materias, corrosivas liquidas, inflamables, toxicas.
COT- Materias corrosivas comburentes, toxicas.
Podemos clasificarlos en dos grandes grupos, los ácidos y las bases, existen también productos fuertemente
oxidantes y sustancias deshidratantes, que se incluyen entre los productos corrosivos.
Ácidos
Un ácido es un compuesto capaz de ceder un protón, el grado de acidez lo medimos con el pH, así un ácido
fuerte tiene un pH de 0, el agua pura tiene un pH de 7, entre pH 0 y pH 7 se encuentran los ácidos (entre pH 5 y pH 9,
no produce daños). Los ácidos pueden ser orgánicos (Ac. acético) o inorgánicos (Ac. sulfúrico), los más peligrosos son
los inorgánicos. Son solubles en agua con generación de calor que puede ser de forma violenta si el ácido está
concentrado, disminuyendo su grado de acidez y reaccionan con metales (los oxidan) generando gases, en ocasión
peligrosos, como hidrógeno o gas nitroso.
Los ácidos más comunes son:
− Ac. Sulfúrico: pH < 3. Fuertemente corrosivo y oxidante, sus vapores son tóxicos y se emplea en multitud de
procesos.
− Ac. Clorhídrico: Como líquido es una disolución de cloruro de hidrógeno y agua, es mucho menos corrosivo que
el ácido sulfúrico.
− Ac. Nítrico: pH=1,3. Es más peligroso que el ácido sulfúrico, reacciona con metales produciendo gases nitrosos de
color marrón oscuro muy tóxicos.
− Ac. Fluorhídrico: El ácido es una disolución en agua de fluoruro de hidrógeno, es muy tóxico y corrosivo,
reacciona violentamente con el agua y con sustancias orgánicas.
Bases
Son sustancias capaces de tomar un protón, el pH de las bases oscila entre 7 y 14 las más fuertes. También se
disuelven en agua con generación de calor. La mayoría de las bases inorgánicas, son sustancias sólidas en estado puro.
Las bases son más peligrosas que los ácidos porque disuelven las proteínas del organismo produciendo una muerte más
rápida de los tejidos vivos. Las bases y los ácidos reaccionan con fuerte desprendimiento de calor.
Las bases más comunes son:
− Hidróxido sódico: El líquido es una solución de hidróxido sódico (sólido) en agua.
− Hidróxido de potasio: Igualmente es una solución en agua, ambos reaccionan con metales generando hidrógeno.
− Hipoclorito sódico: En baja concentración constituye la lejía de uso doméstico, si se mezcla con amoniaco
desprende el cloro de su estructura.

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− Amoniaco: El gas disuelto en agua constituye un líquido con propiedades reductoras, si se calienta desprende gases
nitrosos.
Oxidantes y deshidratantes
Lo constituye el grupo de los halógenos: flúor, cloro y bromo, empleados en la industria del plástico y en
decoloración y grabación. Atacan a la mayoría de los metales, son muy reactivas y corrosivas para la piel y mucosas.
Las materias de la clase 8 se clasifican según el grado de peligrosidad que presenten para el transporte en las
siguientes categorías:
- Materias muy corrosivas. Las materias que provoquen una destrucción del tejido cutáneo intacto en todo su
espesor, por un período de observación de 60 minutos iniciado inmediatamente después del período de aplicación
de 3 minutos o menos.

- Materias corrosivas. Las materias que provoquen una destrucción del tejido cutáneo intacto en todo su espesor,
durante un período de observación de 14 días, iniciado inmediatamente después del período de aplicación de más
de 3 minutos, pero como máximo de 60 minutos.

- Materias que presentan un menor grado de corrosividad. Materias que provoquen una destrucción del tejido
cutáneo intacto en todo su espesor, por un período de observación de 14 días iniciado inmediatamente después del
período de aplicación de más de 60 minutos, pero como máximo de 4 horas; - materias que se considera que no
provocan una destrucción del tejido cutáneo intacto en todo su espesor pero cuya velocidad de corrosión en
superficies de acero o aluminio sobrepasa 6,25 mm al año a la temperatura de prueba de 55 °C.
Los casos de transporte de agua oxigenada son particularmente peligrosos ya que presentan, además de su alto
poder de oxidación y de reacciones explosivas, la posibilidad de provocar combustiones al entrar en contacto con
ciertos productos químicos inflamables.
En los incendios utilizar espuma anti alcohol o especial para controlar la posible emisión de vapores tóxicos e
irritantes. Tener en cuenta que algunas de estas sustancias reaccionan violentamente con el agua. En los incendios
pequeños utilizar polvo químico.
MATERIAS Y OBJETOS PELIGROSOS DIVERSOS (CLASE 9)
Abarca todas las materias y objetos que, a lo largo del transporte, supongan un peligro diferente de los que
contemplan las restantes clases.
Las materias de la clase 9 se subdividen en:
M1- Materias que, inhaladas en forma de polvo fino, pueden provocar daños para la salud. Comprende el amianto y las
mezclas que lo contengan.
M2- Materias y aparatos que, en caso de incendio, puedan formar dioxinas. Comprenden los
difenilos policlorados (PCB), los terfenilos policlorados (PCT) y los difenilos y terfenilos
polihalogenados y las mezclas que contienen estas materias, así como los aparatos, como
transformadores, condensadores y otros, que contienen estas materias o mezclas preparadas
con ellas.
M3- Materias que desprenden gases inflamables. Comprenden los polímeros que contengan
líquidos inflamables y que tengan un punto de inflamación que no sobrepase los 55 ºC.
M4- Pilas de litio.
M5- Aparatos de salvamento.
M6- Materias peligrosas para el medio acuático, liquidas.
M7- Materias peligrosas para el medio acuático, solidas.
M8- Microorganismos y organismos modificados genéticamente.
M9- Materias liquidas transportadas a temperatura elevada.
M10- Materias solidas transportadas a temperatura elevada. NOTA: Este epígrafe únicamente se utilizará cuando la
materia no responda a los criterios de ninguna otra clase.
M11- Otras materias que presentan algún riesgo y no se clasifiquen en otra clase. Este grupo comprende materias como
líquidos altamente volátiles, materias que desprenden vapores nocivos, materias que contienen alérgenos y los estuches
de química y maletines de primeros auxilios.

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3. Identificación de Mercancías Peligrosas

3.1. INTRODUCCIÓN
Desde la perspectiva de un Bombero, una vez llegado al lugar del incidente y tras conocer durante el recorrido
al siniestro los primeros datos, no cabe duda que uno de los elementos básicos para la realización de su trabajo, es la
información que él es capaz de recoger in situ al analizar el siniestro. Este análisis lo llamaremos en el futuro
EVALUACIÓN.
En lo que se refiere a los incidentes con MMPP, dentro de la evaluación, el reconocimiento exacto de las
sustancias involucradas, será uno de nuestros objetivos prioritarios, y de esto dependerán las acciones de futuro y como
consecuencia aspectos tales como:
 Seguridad personal, equipos y víctimas
 Minimización de daños
 Resultado óptimo final de la intervención

3.2. IDENTIFICACIÓN
Es un hecho constatado que el ser humano en su actividad diaria, a la hora de tomar decisiones sigue un
proceso estándar basado en una simple ecuación:

INFORMACIÓN + ANÁLISIS = DECISIÓN


Centrémonos en la INFORMACIÓN. En el ámbito de nuestro trabajo esta información puede venir por varias
vías:
 Información que nos den
 Información que recojamos
En la naturaleza encontramos un lenguaje único para transmitir información de forma simple y rápida, el
hombre la ha adoptado y adaptado para emitir distintos mensajes de forma clara, rápida, universal y efectiva: LOS
SÍMBOLOS.

3.3. MÉTODOS DE IDENTIFICACIÓN


Volviendo a las MMPP, podemos decir que, para su identificación y reconocimiento tenemos un lenguaje de
SÍMBOLOS específicos que tendremos que conocer y entender. Añadiremos a estos, entornos colores y formas, que
nos ayudarán de forma definitiva a IDENTIFICAR ESTAS SUSTANCIAS PELIGROSAS.
Ahora veremos los 7 métodos básicos de identificación de MMPP. Estos son:
1. Lugar y actividad.
2. Formato y tipo de recipientes.
3. Señales y colores.
4. Placas y etiquetas.
5. Fichas y documentos.
6. Aparatos de medición.
7. Sentidos.

3.3.1. Lugar y actividad


Una de las primeras, claras e inmediatas fuentes de información, son las que podamos extraer tras la primera
evaluación del escenario en el que se desarrolle el siniestro. Estos escenarios se resumen:

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Estas primeras referencias pueden ser de gran utilidad, no obstante no siempre existen referencias claras en los
escenarios, esto nos llevará a ser cautos dado que sustancias peligrosas también las podremos encontrar en los sitios más
insospechados.

3.3.2. Tipo y forma de los recipientes


Este método, nos dará información sobre el contenido de los recipientes siniestrados, o de recipientes en la
proximidad del incidente. Esta información será inmediata e importante, pero no definitiva, nos servirá
fundamentalmente para las primeras valoraciones.
Este punto tiene especial interés en el transporte de MMPP y también en su almacenamiento para uso
doméstico e industrial.
Las formas a las que nos referimos son:
Secciones, Casquetes y Vista longitudino-lateral de las cisternas.
Estas referencias sobre la forma del recipiente, puede ser útiles individualmente, pero las combinaciones entre
ellas nos darán datos mucho más precisos. Ejemplos de Secciones de Cisternas:

Una vista longitudinal de la cisterna nos dará una información importante del tipo de sustancia transportada.

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3.3.3 Señales y colores
Recordando los primeros argumentos, en la actualidad la utilización de símbolos y colores es cada vez más
común en la identificación de MMPP, sobre todo en la industria. Son dos los grandes grupos:
− Tuberías de conducción
− Señalización de gases de uso industrial (Botellas y Botellones)
TUBERÍAS DE CONDUCCIÓN
¿Es lo mismo una conducción de agua que de una sustancia corrosiva? Es evidente que no, este es el fin de
señalizar y por supuesto el de reconocer estas señales. En general junto a los conductos suele haber carteles, estos
indican con su nombre los tipos de productos que fluyen por ellos, aunque esto no es así siempre. A continuación
veremos las señalizaciones más significativas.
Las materias de paso conducidas por tuberías se clasifican según DIN2403.
COLOR
FLUIDO COLOR BÁSICO ESTADO FLUIDO
COMPLEMENTARIO
Gas-oíl Amarillo
De alquitrán Negro
ACEITES Marrón
Bencina Rojo
Benzol Blanco
ÁCIDO Naranja Concentrado Rojo
Caliente Blanco
AIRE Azul Comprimido Rojo
Polvo-carbón Negro
Potable Verde
Caliente Blanco
Condensada Amarillo
AGUA Verde A presión Rojo
Salada Naranja
Uso industrial Negro
Residual Negro + Negro
ALQUITRÁN Negro
BASES Violeta Concentrado Rojo

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Depurado Amarillo
Bruto Negro
Pobre Azul
Alumbrado Rojo
De agua Verde
De aceite Marrón
GAS Amarillo
Acetileno Blanco + Blanco
Acido carbónico Negro + Negro
Oxigeno Azul + Azul
Hidrogeno Rojo + Rojo
Nitrógeno Verde + Verde
Amoniaco Violeta + Violeta
VACÍO Gris
De alta Blanco
VAPOR Rojo
De escape Verde

SEÑALIZACIÓN POR EL COLOR BOTELLAS GASES INDUSTRIALES. Nueva normativa UNE-EN 1089-3.
La norma regula únicamente el color de la ojiva (parte superior de la botella) en función del riesgo asociado al
contenido de la botella: tóxico y/o corrosivo, inflamable, comburente, inerte.
El color de riesgo secundario puede aplicarse en forma de bandas. El color del cuerpo (parte inferior de la
botella) es de libre aplicación por el fabricante y no se identifica con el riesgo del gas, exceptuando los gases
medicinales (Norma ISO 32).
La única indicación precisa que informa del gas contenido en la botella es la etiqueta. El color de la ojiva de la
botella sirve solamente como información complementaria sobre las propiedades del gas.

3.3.4. Placas y etiquetas


Continuando con el código de SÍMBOLOS característicos de la señalización de MMPP en el transporte y
almacenamiento en cisternas, vamos a entrar en uno de los más característicos, claros y determinantes, es el que se
refiere al PANEL NARANJA y a las ETIQUETAS DE PELIGRO. Veremos sus colores, formas y distintivos y también
la ubicación en los transportes y paqueterías. Estos SÍMBOLOS son de obligado uso y por lo tanto es una referencia que
siempre nos ha de suscitar especial interés. Esta obligatoriedad no conlleva una fiabilidad 100%, ya que dependemos de
un tercero que haya puesto correctamente las señales identificativas, aunque esto es lo habitual, tendremos que tener en
cuenta un posible error y por lo tanto tendremos precaución
3.3.4.1. PANEL NARANJA
Es una placa de color naranja, dividida en dos partes por una línea negra horizontal (superior e inferior) y
bordeada también por otra línea negra. La finalidad de esta placa de forma general, es identificar las sustancias que se

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almacenan en los continentes a la que va adosada. Una serie de números impresos en el PANEL NARANJA nos darán
de forma clara, inequívoca, y lo más importante UNIVERSAL del tipo de peligro y el nombre del producto.
En la parte superior del PANEL NARANJA, va indicado el n° de peligro, este será de dos ó tres cifras.
La duplicación de una cifra indica una intensificación del peligro relacionado con ella. Cuando el peligro de
una materia está indicado suficientemente con una sola cifra, ésta se completa con un cero.
Cuando el número de identificación del peligro está precedido de la letra "X", ésta indica que la materia
reacciona peligrosamente con el agua. Para estas materias, el agua sólo puede utilizarse con la aprobación de expertos
Las combinaciones de ciertas cifras tienen un significado especial (Ej. 22 significa gas refrigerado).

En la parte inferior irá escrito el n° ONU. Este número fue creado por un grupo de expertos de dicho
organismo, que se marcaron el objetivo de Universalizar los nombres de los productos sin ser necesarios conocimientos
de idiomas o saber los distintos nombres comerciales de cada producto. Utilizaron cuatro cifras que se relacionan con
cada producto. El número indica el nombre y está relacionado con una ficha donde se especifican las peculiaridades de
la MMPP y las posibles acciones sobre estas en situaciones de peligro.
El panel puede ir sin números, esto indica que en el interior del transporte hay diversas MMPP o/y sin
especificar.
Hay que señalar que puede también darse el caso de que el transporte no lleve PANEL NARANJA, esto es
probable en el transporte de explosivos, químicos o nucleares de carácter militar, se pretende discreción y no alarmar a
la población.
3.3.4.2. Etiquetas de peligro
Las etiquetas de peligro van colocadas sobre los envases, recipientes o paquetes donde se almacenan o
transportan las MMPP, estas etiquetas complementan la información del PANEL NARANJA. La finalidad de las
etiquetas esta resumida en dos conceptos:
- Que las MMPP sean reconocibles:
 Fácilmente
 A larga distancia.
- Para esto existe un código de SÍMBOLOS, NÚMEROS y COLORES impresos en una ETIQUETA o PLACA en
forma de ROMBO.
Las etiquetas recogidas en el ADR para las diferentes clases de sustancias peligrosas son las siguientes:

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ETIQUETADO (PLACAS-ETIQUETAS) Y PANEL NARANJA DE LOS
CONTENEDORES, CGEM, MEMU, CONTENEDORES CISTERNA, CISTERNAS
PORTÁTILES Y VEHÍCULOS
Se fijarán placas-etiquetas en las paredes exteriores de los contenedores, CGEM, MEMU, contenedores
cisterna, cisternas portátiles y vehículos. Las placas-etiquetas deberán figurar sobre un fondo de color que ofrezca un
buen contraste o ir rodeadas de un borde de trazo continuo o discontinuo

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Para la clase 1, los grupos de compatibilidad no serán indicados en las placas-etiquetas si el vehículo, el
contenedor o los compartimentos especiales de las MEMU contienen materias u objetos dependientes de varios grupos
de compatibilidad. Los vehículos, contenedores o los compartimentos especiales de las MEMU que contengan materias
u objetos pertenecientes a diferentes divisiones sólo llevarán las placas-etiquetas relativas al modelo de la división más
peligrosa, el orden es el siguiente:
1.1 (la más peligrosa), 1.5, 1.2, 1.3, 1.6, 1.4 (la menos peligrosa).
Cuando materias del código de clasificación 1.5 D se transporten con materias u objetos de la división 1.2, la
unidad de transporte o el contenedor llevará placas-etiquetas indicadoras de la división 1.1.
Las placas-etiquetas no se exigirán para el transporte de materias y objetos explosivos de la división 1.4, grupo
de compatibilidad S.
No será necesario fijar una placa-etiqueta de peligro subsidiario en los contenedores, CGEM, MEMU,
contenedores cisterna, cisternas portátiles y vehículos que contengan mercancías pertenecientes a más de una clase si el
peligro correspondiente a dicha placa-etiqueta está ya indicado por una placa-etiqueta de riesgo principal o subsidiario.
Las placas-etiquetas que no se refieran a las mercancías peligrosas transportadas, o a los restos de dichas
mercancías, deberán ser quitadas o tapadas.
Cuando la placa etiqueta se encuentre colocada sobre un dispositivo abatible, se diseñará y asegurará de
manera que impida todo abatimiento o salida del soporte durante el transporte (especialmente como resultado de
impactos o de actos involuntarios).

Etiquetado de los contenedores, CGEM, contenedores cisterna y cisternas portátiles


Las placas-etiquetas deberán fijarse en los dos costados y en cada extremo del contenedor, del CGEM, del
contenedor cisterna o de la cisterna portátil.
Si el contenedor-cisterna o la cisterna portátil tienen varios compartimentos y transporta dos o más mercancías
peligrosas, las placas-etiqueta de cada mercancía se deben colocar a los dos lados del compartimento correspondiente y
en los dos extremos.
Etiquetado de los vehículos portadores de contenedores, CGEM, contenedores cisterna o cisternas
portátiles
Si las placas-etiquetas fijadas en los contenedores, CGEM, contenedores cisterna o cisternas portátiles no son visibles
desde el exterior de un vehículo portador, las mismas placas-etiquetas se fijarán además en los dos laterales y en la
trasera del vehículo. Salvo en esta excepción, no será necesario fijar placas-etiquetas en el vehículo portador.
Etiquetado (placas-etiquetas) de los vehículos para granel, vehículos cisterna, vehículos batería, MEMU y
vehículos con cisternas desmontables
Las placas-etiquetas deberán fijarse en los dos laterales y la trasera del vehículo. Si el vehículo-cisterna o la
cisterna desmontable transportada sobre el vehículo tiene varios compartimentos y transporta dos o más mercancías
peligrosas, las placas-etiqueta de cada mercancía se deben colocar a los dos lados del compartimento correspondiente y
una placa-etiqueta, para cada modelo colocado en cada lado, en la trasera del vehículo. En este caso, sin embargo, si las
mismas placas-etiquetas se deben colocar en todos los compartimentos, sólo se deberán colocar una vez a cada lado y
en la trasera del vehículo.
Si se necesitan varias placas-etiquetas para el mismo compartimento, éstas se colocarán una al lado de la otra.
NOTA: Si en el transcurso de un recorrido sometido al ADR o al finalizar tal trayecto, un semirremolque, remolque
cisterna, se separa del vehículo tractor para ser embarcado a bordo de un navío o de un barco para navegación interior,
las placas-etiquetas también serán colocadas en la parte delantera del semirremolque o remolque.
Para las cisternas de una capacidad inferior a 1.000 l, las placas etiquetas pueden ser reemplazadas por las
etiquetas conforme al marcado de bultos.
Etiquetado (placas-etiquetas) de los vehículos que sólo transporten bultos
NOTA: Esta subsección se aplicará también a los vehículos que transporten cajas móviles cargadas con bultos, excepto
en transporte combinado (carretera-ferrocarril).
Los vehículos que transporten bultos que contengan materias u objetos de la clase 1 (excepto de la división 1.4,
grupo de compatibilidad S) deberán llevar placas-etiquetas colocadas sobre los dos laterales y la trasera del vehículo.
Los vehículos que transportan materias radiactivas de la clase 7 en embalajes o GRG (IBC) (distintos de los
bultos exceptuados), deberán llevar placas-etiquetas sobre los dos laterales y la trasera del vehículo.

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Etiquetado (placas-etiquetas) de los vehículos cisterna, vehículos batería, contenedores cisterna,
CGEM, MEMU y cisternas portátiles, vacíos y de los vehículos y contenedores para granel, vacíos
Los vehículos cisterna, los vehículos con cisternas desmontables,
los vehículos batería, los contenedores cisterna, los CGEM, MEMU y las
cisternas portátiles, vacías, sin limpiar o sin desgasificar, así como los
vehículos y los contenedores para granel vacíos, sin limpiar, deberán
continuar llevando las placas-etiquetas requeridas para la carga precedente.
Características de las placas-etiquetas
Salvo en lo que concierne a la clase 7, y en lo que concierne a la
marca “materia peligrosa para el medio ambiente”, una placa-etiqueta
deberá ser diseñada como indica la figura siguiente:
La placa etiqueta deberá tener la forma de un cuadrado colocado
sobre un vértice formando un ángulo de 45º (en rombo). Las dimensiones
mínimas deberán ser de 250 mm x 250 mm (hasta el borde de la placa-
etiqueta). La línea interior deberá ser paralela al borde de la placa-etiqueta
y encontrarse a una distancia de 12,5 mm. El símbolo y la línea trazada en
el interior de la placa-etiqueta deberán ser del mismo color que la etiqueta
de la clase o división que formen parte de las mercancías peligrosas en cuestión. La placa-etiqueta llevará el número de
la clase o división (y, para las materias de la clase 1, la letra correspondiente al grupo de compatibilidad) de las materias
peligrosas de que se trate, la altura de los caracteres no debe ser inferior a 25 mm. Cuando las dimensiones no estén
especificadas, todos los elementos deben respetar aproximadamente las proporciones representadas.
Para la clase 7, la placa-etiqueta deberá tener 250 mm por 250 mm
como mínimo con una línea de reborde negra retirada 5 mm y paralela al
lado y, en lo demás, el aspecto representado por la figura siguiente
(modelo Nº 7D). La cifra "7" tendrá una altura mínima de 25 mm. El fondo
de la mitad superior de la placa-etiqueta será amarillo y el de la mitad
inferior blanco; el trébol y el texto serán negros. El empleo de la palabra
"RADIOACTIVE" en la mitad inferior es facultativo, de manera que este
espacio puede utilizarse para poner el número ONU relativo al envío.
Para las clases 1 y 7, si el tamaño y la construcción del vehículo son
tales que la superficie disponible es insuficiente para fijar las placas-
etiquetas, sus dimensiones pueden ser reducidas a 100 mm de lado.
Panel Naranja
Como mínimo, uno en la parte delantera de la unidad de
transporte, y otro en la parte trasera, perpendicularmente al eje longitudinal
de este.
Son paneles rectangulares de color naranja retro-reflectante, cuya base debe ser de 40cm y la altura de 30 cm.
El material utilizado debe ser resistente a la intemperie con un reborde negro de 15 mm. Los paneles naranjas pueden
presentar en el medio una línea horizontal con una anchura de 15 mm. El panel no deberá separarse de su fijación
después de un incendio de una duración de 15 minutos. Las cifras tendrán 10 cm de altura y 15 mm de espesor.
Si las dimensiones del vehículo son tales que la superficie
disponible sea insuficiente para fijar dichos paneles, sus dimensiones
podrán ser modificadas hasta 30 cm para la base, 12 cm
para la altura y 10 mm para el reborde. En este
caso, las materias radiactivas embaladas que se
transporten en la modalidad de uso exclusivo,
solo se requiere el nº ONU, y el tamaño de las
cifras podrá reducirse a 65 mm de altura y 10
mm de grosor del trazo.
Los números de identificación estarán
constituidos por cifras de color negro de 10 cm
de alto y 15 mm de grosor. El número de
identificación del peligro figurara en la parte
superior del panel, y el número de
identificación de la materia, en la parte inferior que
atraviese el panel a media altura. Los números de
identificación serán indelebles y permanecerán legibles

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después de un incendio de 15 minutos.
Todas las dimensiones indicadas para el panel naranja pueden presentar una tolerancia de ±10%.
Cuando se trate de contenedores, contenedores cisterna, CGEM (Contenedores de Gas con Elementos
Múltiples) y cisternas portátiles, los paneles se podrán reemplazar por una hoja autoadhesiva, una pintura o cualquier
otro procedimiento equivalente, con la condición de que sea resistente a la intemperie y garantice una señalización
duradera.
Una vez limpiadas las unidades, los paneles se retiran o se cubren.
3.3.5. Fichas y documentos
En este apartado veremos el método de identificar las MMPP más fiable, pero también el más complicado,
lento y arriesgado. Se refiere a los documentos propios del porte:
Carta de Porte e Instrucciones escritas de seguridad
La Carta de Porte es el documento en el que se hacen constar, las circunstancias en las que se realiza el porte,
en esta se indican:
1. El número ONU precedido de las letras “UN”;
2. La designación oficial de transporte (según ADR);
3. Los números de modelos de etiquetas;
4. En su caso, el grupo de embalaje atribuido a la materia;
5. El número y la descripción de los bultos;
6. La cantidad total de cada mercancía peligrosa caracterizada por su número ONU, su designación oficial de transporte
y un grupo de embalaje;
7. El nombre y la dirección del o de los expedidor/es;
8. El nombre y la dirección del o de los destinatario/s;
9. Declaración conforme a las disposiciones de cualquier acuerdo particular
En las Instrucciones escritas debe figurar:
1. La denominación de la materia o de los objetos o del grupo de mercancías;
2. La clase el número de ONU o, para un grupo de mercancías, los números de ONU;
3. La naturaleza del peligro presentado por esas materias, así como las medidas que deberá adoptar el conductor y los
equipos de protección individual que deberá utilizar;
4. Las medidas de orden general a tomar, por ejemplo, prevenir a los demás usuarios de la carretera y a los transeúntes y
avisar a la policía y/o a los bomberos;
5. Las medidas suplementarias que deban adoptarse para hacer frente a fugas o derramas ligeras y evitar de ese modo
que se agraven, a condición de que nadie sea puesto en peligro;
6. Las medidas especiales que deban adoptarse, llegado el caso, para ciertas materias;
7. En su caso, el equipo necesario para la aplicación de las medidas suplementarias y/o especiales.
El lugar donde se ha de llevar esta documentación es:

Aunque en el transporte el responsable es el conductor, el responsable de lo escrito y de la veracidad de los


datos aportados siempre corresponde al expedidor.
Esta Instrucciones escritas se conocen también como Fichas de Seguridad. Sin embargo este concepto es más
genérico. Son fichas donde, según la materia afectada, se da la siguiente información:
• Tipo de Sustancia implicada
• Instrucciones generales
• Medios de Protección Personal
• Naturaleza de los peligros

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• Medidas en caso de fuga o incendio
• Primeros auxilios
Existen diversas fichas de seguridad. Las que usamos principalmente en el Cuerpo de Bomberos de la CM son:
• Las del Ministerio del Interior a través de Protección Civil.
• Las del Gobierno Vasco.

3.3.6. Aparatos de detección o medida

3.3.7. Los sentidos


La utilización de los sentidos es el primero de los métodos a emplear, ya que la utilización de cualquiera de los
métodos anteriores pasa por la utilización de, la vista. Añadir a esto que la percepción de sonidos puede ser de
transcendental importancia, tendremos que tener especial atención en la implicación de Gases presurizados, una
pequeña fuga puede ser detectada, con una atención especial intentando escuchar el sonido que esta produce.
Puede ser también de especial interés el olfato, ya que estamos acostumbrados a ciertos olores de gases y
líquidos inflamables.
¡CONCLUSION!
Dentro de la EVALUACIÓN, será necesario identificar las MMPP implicadas en el incidente o en sus
inmediaciones. Una eficaz identificación, marcará el resultado final de nuestra intervención, una ineficaz identificación
puede ser fatal para los equipos implicados, víctimas y entorno.

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