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CARLOS GILBERTO VILLEGAS

DERECHO
DE LAS
SOCIEDADES
COMERCIALES
COMENTARIO AL TEXTO ORDENADO
DE LA LEY 19.550 - REFORMADA POR LA LEY 22.903 -
SEGUN DECRETO 841/84

DOCTRINA - JURISPRUDENCIA
DERECHO COMPARADO

OCTAVA EDICION AMPLIADA Y ACTUALIZADA

JOINT VENTURES
SOCIEDADES EXTRANJERAS
NOMINATIVIDAD DE ACCIONES
ASEGURADORAS DE RIESGOS DEL TRABAJO
SOCIEDADES DE GARANTÍA RECÍPROCA

ABELEDO - PERROT
SOLAPA UNO (TAPA)

Esta obra es un "comentario" a la legislación en materia de sociedades comerciales


que contiene el texto legal, la doctrina y la jurisprudencia nacionales sobre cada tema.
A ello se agrega el examen de doctrina extranjera y del derecho comparado en
temas de relevancia como el de "control societario" y "agrupaciones de sociedades";
naturaleza jurídica de la sociedad; personalidad jurídica de las sociedades y respecto de
aspectos conflictivos en materia de sociedades anónimas. Esto lo hace especialmente
útil para que los profesionales - abogados y contadores - puedan informarse
rápidamente del contenido de temas determinados y para los estudiantes, que
encontrarán un enfoque claro y didáctico aún de los temas más áridos, amén de un de-
sarrollo completo del programa en la materia.
Esta octava edición contiene una total actualización de la obra: se ha incluido el
estudio de la "sociedad de un solo socio"; de las sociedades "obligatorias"; las "acciones
de participación" y la "sindicación" de acciones; las "obligaciones negociables",
reguladas por la ley 23.576 con las reformas de la ley 23.962; se ha ampliado
considerablemente el Capítulo XI sobre sociedades extranjeras; se estudia la figura
jurídica del joint venture; se incluye un capítulo sobre nominatividad de las acciones; se
ha reformulado y ampliado el Capítulo XXIII, sobre regímenes legales que regulan
sociedades especiales, como las entidades financieras, las compañías de seguro, las
sociedades de ahorro para fines determinados, las Administradoras de Fondos de
Jubilaciones y Pensiones, las Sociedades Calificadoras de Riesgo, las sociedades que
hacen oferta pública de sus títulos valores, las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo y
las sociedades de garantía recíproca.
De esta forma mantenemos actualizada la obra que se ha convertido, a través de
las siete ediciones anteriores, en un elemento de consulta permanente de los
profesionales y en texto obligado de los alumnos universitarios.

ABELEDO - PERROT
"Especializarse es una garantía"
SOLAPA DOS (CONTRATAPA)

La cálida acogida que tuvieron la primera y la segunda ediciones de esta obra se ha


visto reflejada en la opinión que ha merecido de la crítica especializada. Al respecto nos
permitimos citar párrafos del comentario bibliográfico de la Revista del Derecho
Comercial y de las Obligaciones, nº 105, junio 1985, páginas 429 y 430.
"El doctor Carlos G. VILLEGAS incursiona, en un jalón más de su prolífica obra,
en el estudio de las sociedades comerciales. Es uno de los primeros textos, o quizá el
primero, que analiza el ordenamiento societario de modo integral, luego de la reforma
instrumentada por ley 22.903 (...).
"(...) En el extenso Capítulo XX de la obra, el doctor VILLEGAS aborda el
estudio de las agrupaciones entre sociedades y empresas. De más está decir la
importancia del tema en el derecho comercial moderno, donde los llamados 'grupos
económicos' han proliferado extraordinariamente, y ello hace imprescindible su
regulación puntual.
"Demostrando notable erudición, aunque sin descuidar el poder de síntesis que
impone el trabajo, el autor desarrolla los antecedentes doctrinales, nacionales y
extranjeros, que informan la legislación argentina. También describe las soluciones que
el derecho comparado dio al agrupamiento societario, para luego referirse a la
normativa patria.
"En este punto realiza una explicación sumamente didáctica de algunas complejas
figuras introducidas por la reforma, como son las agrupaciones de colaboración (L.S.,
367) y las uniones transitorias de empresas (L.S., 377), cuya regulación es uno de los
aspectos más importantes de la ley 22.903.
"En definitiva, se presenta una nueva obra del doctor Carlos G. VILLEGAS que,
tanto por su completividad como por ser pionera en el estudio integral de las
modificaciones introducidas por la ley 22.903, resultará de invalorable ayuda, tanto al
profesional como al estudiante" (Gerardo G. Vasallo).

ABELEDO - PERROT
"Especializarse es una garantía"
PROLOGO

Hemos interpretado que una séptima edición requería de nuestra parte el esfuerzo de actualizar la
obra en su conjunto, porque dada la adhesión manifestada por los lectores nos comprometía en esta
tarea.
Por ello esta edición contiene una total actualización:
- hemos incluido el tema de la "sociedad de un solo socio", tema candente que no podíamos omitir;
- hemos reformulado y ampliado considerablemente el capítulo XI sobre sociedades extranjeras;
- hemos ampliado el punto 237 sobre acciones, incorporando la referencia a las "acciones de
participación" reglamentadas por la Comisión Nacional de Valores;
- hemos incorporado en el capítulo XVIII, como punto 296 bis el tema de las "Obligaciones
negociables", reguladas por la ley 23.576 con las reformas de la ley 23.962;
- hemos incorporado en el capítulo XX sobre agrupaciones de sociedades, a la figura jurídica del
joint venture;
- hemos eliminado el capítulo XXI sobre nominatividad de las acciones y hemos incorporado en su
lugar el tema de la ''sociedad civil”;
- hemos reformulado y ampliado el capítulo XXIII, donde analizamos varios regímenes legales que
regulan sociedades especiales, como las entidades financieras, las compañías de seguro, las
sociedades de ahorro para fines determinados, las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y
Pensiones, las Sociedades Calificadoras de Riesgos y las Sociedades que hacen oferta pública de
sus títulos valores.
Todo ello amén de algunas incorporaciones menores o correcciones sobre el texto anterior.
Esperamos de esta forma transmitir a nuestros lectores la vigencia de nuestro permanente
compromiso de mejorar la obra y mantenerla adecuada a nuestra realidad nacional.
Hemos mantenido la numeración de los distintos puntos que componen cada capítulo, a fin de no
alterar un elemento que puede resultar referencial y por ello de utilidad, habiendo individualizado las
incorporaciones repitiendo el último número seguido de bis. De esta forma podrán distinguirse
claramente aquellos puntos nuevos de los anteriores. En el capítulo íntegramente sustituido hemos
utilizado los mismos números de modo de no alterar la numeración en los capítulos siguientes.

Buenos Aires, octubre de 1994


PROLOGO A LA OCTAVA EDICION

Estas palabras tienen por finalidad explicarle al lector que en esta actualización hemos
incorporados un capítulo referido a la "nominatividad" que resulta consecuencia de la sanción de la ley
24.587.
También hemos tenido presente las modificaciones introducidas por la ley 24.435 que modifica el
artículo 194 de la ley.
Además, al final de cada capítulo hemos incorporado jurisprudencia actualizada y doctrina no
citada anteriormente, donde pueden ampliarse los temas estudiados.
De todas maneras hemos procurado seguir fieles a la idea de que la obra es un "manual" para
estudiantes y de ningún modo una obra para profesionales.

Buenos Aires, setiembre de 1996


CAPÍTULO I
LA SOCIEDAD COMERCIAL
1. CONCEPTO

Desde un punto de vista general y moderno podemos definir a la sociedad comercial como la
cobertura jurídica de la empresa, o la forma jurídica de que ésta se reviste. Por empresa entendemos
toda organización de capital, trabajo y tecnología destinada a la producción de bienes y servicios, esto
es, una "unidad de producción económica".
Esa unidad de producción económica puede ser propiedad "individual", de un solo individuo, de
una persona física. Pero en la medida que la empresa crezca y se amplíe económicamente, va a
requerir la participación y colaboración de otros individuos, que arrimen capitales, técnicas de
producción, de dirección y de control empresario.
Para esa empresa en expansión, el derecho nos suministra el "medio técnico" (de técnica jurídica)
adecuado, que es la sociedad comercial.
De esta forma se realiza el postulado constitucional de la libertad de asociarse con fines útiles y
de trabajar y ejercer toda industria lícita que consagra nuestro artículo 14 de la Constitución Nacional.
Desde el punto de vista del ordenamiento positivo nacional la sociedad comercial es una
persona ideal, jurídica, privada, dotada por la ley de capacidad para adquirir derechos y
contraer obligaciones, que no requiere autorización especial del Estado para funcionar, sino
sólo su inscripción en el registro.
El artículo 30 de nuestro Código Civil expresa que "son personas todos los entes
susceptibles de adquirir derechos, o contraer obligaciones". A su vez, el artículo 31 de ese
mismo código nos dice que las personas son de una existencia ideal o de una existencia visible
y que la capacidad o incapacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones nace de las
leyes. Lo que pone en evidencia que "personas" es para nuestro derecho un concepto jurídico,
se refiera tanto a las Personas ideales como a las visibles; esto es, al ser humano. El hombre es,
para nuestro derecho positivo, "una persona jurídica". Los artículos 32 y 33 del Código Civil
nos van a conducir al concepto de "personas ideales" y de "personas jurídicas". Todos los entes
susceptibles de adquirir derechos o contraer obligaciones que no son personas de existencia
visible, son personas de existencia ideal o personas jurídicas, expresa el artículo 32. Y el 33
hace la clasificación de las personas jurídicas.
De modo que "personas jurídicas" es también un concepto jurídico, aplicable a determinados
"entes" a los que el derecho convierte en "centro" de imputación de derechos y obligaciones.
De forma tal que podemos resumir lo expuesto diciendo que para la actuación "individual" del
hombre el derecho nos provee la noción o el concepto de "persona física" o "visible", y para la
actuación asociativa de dos o más seres humanos, el derecho nos provee la noción de "personas
jurídicas"; pero sólo pueden adquirir los derechos o contraer las obligaciones que la ley regula cuando,
cumpliendo los requisitos que la ley establece, ésta les reconozca la capacidad suficiente para ello.
Es decir que “capacidad” es un atributo de la ley que ésta da o niega, según pautas de validez
general.
Todo esto viene a reafirmar el concepto anteriormente expuesto de que la sociedad comercial es
un "medio técnico" puesto por el derecho para facilitar la actuación asociada de dos o más seres
humanos, dotando a ese ente de una determinada capacidad para convertirse en centro de imputación
diferenciado de derechos y obligaciones.
Nuestro derecho reconoce a determinados entes privados personalidad jurídica, "aunque
no requieran autorización expresa del Estado para funcionar", según reza la parte final del
artículo 33 del Código Civil, reformado por la ley 17.711 (expresado en el sentido de
autorización especial). Porque tal autorización que la confiere siempre el Estado, puede ser
"general", por medio de una ley. Y, como vamos a analizar más adelante, la Ley de Sociedades
Comerciales (ley de facto 19.550)1 ha consagrado para todos los "tipos" de sociedades
comerciales una autorización "general" sustituyendo el criterio de que es necesaria una
autorización estatal especial, específica, y reemplazando tal requisito por el de "inscripción en
un registro".
Las sociedades comerciales están dotadas por la ley del atributo de la personalidad
jurídica y de una determinada capacidad (nunca ésta es genérica) para adquirir derechos
y contraer obligaciones. El grado o quantum de esa "capacidad" va a ser determinada por
el "objeto social" según el sistema de nuestra ley.
De este modo, este "medio técnico", creación del derecho, va a ser puesto a
disposición de los seres humanos para su actuación asociada, libre y lícita, haciendo
realidad el postulado constitucional.
De allí que los seres humanos que actúan colaborando entre sí, en la actividad
económica, dentro de una empresa, obtienen del derecho este instrumento, que resulta
1
En lo sucesivo utilizaremos las siglas L. 19.950 o L. S.
útil y apropiado para su actuación y desenvolvimiento dentro de la comunidad. Y tal
"instrumento" o medio técnico es ofrecido en varios “modelos", llamados "tipos sociales",
de modo de adoptar aquél que ese grupo de individuos considere el más apto y
apropiado para la mejor realización de los fines que persiguen.
Resumiendo entonces, podemos definir la sociedad comercial como el medio
técnico creado por el derecho y puesto a disposición de los seres humanos para su
actuación asociada como empresa económica 2.
Destacamos en este concepto la noción de "empresa económica" si bien nuestra ley
admite el carácter comercial de una sociedad aunque no tenga por objeto una actividad
económica, pero ello será siempre una excepción. La regla será que la sociedad
comercial sea la envoltura jurídica de una empresa económica. Destacando esta noción
de "empresa" no se hace necesario señalar la de "organización", porque la empresa la
presupone. Los seres humanos se asocian para actuar "organizadamente", esto es bajo
una común dirección y para la realización de "un común objeto", aunque en su interior
cada uno de ellos persiga fines distintos.

2. EVOLUCION HISTORICA

Siendo el derecho la regulación normativa de las relaciones de conductas humanas,


se entiende que vaya detrás de una realidad que siempre lo precede. El hombre, en su
permanente afán creativo, actuó desde la más remota antigüedad en forma asociada,
advirtiendo que reuniendo esfuerzos podía hacer más fácil el logro de ciertos objetivos.
En esa concepción "inteligente" del quehacer humano la actuación asociada tiene que
haber sido uno de sus primeros logros. Pero el ordenamiento jurídico tardaría tiempo en
implementar "medios" o instrumentos técnicos adecuados para esa actuación asociada.
Es en Babilonia donde se encuentran referencias, en el Código de Hamurabi, a una
de las más antiguas regulaciones jurídicas de esa actuación humana asociada. Lo mismo
se aprecia en las más antiguas leyes chinas que se conocen.
Es sabido que en el Derecho Romano no existió una legislación "comercial", sino
una "común" o de derecho común. Allí se contemplaban dos tipos de sociedades, la
societas omnium bonorum y las societas unius negotiationis, nacidas al parecer en
distintas épocas y derivadas de diferentes exigencias de la realidad. La sociedad es, para
los romanos, un contrato consensual y bilateral, por el cual dos o más personas se
obligan a poner en común bienes y trabajo para la obtención de resultados ventajosos
para todos3.
La societas omnium bonorum parece vincularse al grupo familiar; y fue en principio
una sociedad de familia, de hermanos, a la que luego se permitió la incorporación de
extraños.
La societas unius negotiationis nace, según parece, del comercio internacional, y
sirve para realizar, en comunidad de fuerzas, una o más operaciones de comercio, como
la compraventa de esclavos, que cita Gayo, o el préstamo a interés. Recordemos aquí
que los romanos conocieron una actividad bancaria muy desarrollada, realizada
unipersonalmente o en forma asociada por los argentarii, y que el Derecho Romano
reconoció normas específicas para esta actividad en cuanto a la regulación de la tasa de
interés, de la "compensación" y del "depósito bancario” 4. Así es como mucho antes que el
derecho occidental reconociera un estatuto personal al "comerciante" lo había ya
reconocido al "banquero"
Fueron quizás los banqueros los primeros en recurrir a la forma asociativa para
realizar la empresa económica de la banca, para desarrollar la actividad bancaria, y por
ello la societas unius negotiationis aparece vinculada al comercio internacional, puesto
que la actividad bancaria tuvo siempre ese carácter.
De las actividades económicas de la antigüedad y del medioevo es, sin duda
alguna, la bancaria la más importante y la que mereció especial atención del legislador.
Por ello la regulación jurídica de las "sociedades" más antiguas que se conocen va a estar
vinculada a la actividad bancaria. El estatuto del Banco de San Jorge, en Génova, va a
aparecer como uno de los antecedentes de la "sociedad anónima" moderna.
También la actividad marítima, tan antigua y tan importante como la bancaria, va a
recurrir, a menudo, a las formas asociativas 5.
El desarrollo de las actividades económicas, del comercio marítimo, su
internacionalización, van a requerir del legislador la provisión del instrumental necesario.
Y así van a ir apareciendo las sociedades comerciales, ligadas en principio a la "sociedad
civil" familiar y luego adoptando formas más amplias, con participación de muchos
individuos en una empresa común, hasta llegar a la construcción de las sociedades de

2
CHAMPAUD, Claude, define la sociedad como una "técnica de organización jurídica de la empresa".
3
ARANGIO RUIZ, Vincenzo, Instituciones de Derecho Romano, Depalma, 1973 pág. 389.
4
CARAMÉS FERRO señala la actuación de la “societatis vectigalium” que constituyeron los publicanos para
servir de intermediarias entre el Estado y los contribuyentes de impuestos, que no eran sino una variedad de la
“unius negotiationis” (CARAMÉS FERRO, José M., Curso de Derecho Romano, 9ª Edición, págs. 325 y sigs.).
5
Ver BRUNETTI, Antonio, Tratado del Derecho de las Sociedades, T. 1, Uthea, Buenos Aires, 1960, pág. 783,
nro. 1.
capital, cuya evolución histórica y desarrollo acompaña la evolución y el desarrollo
económico del capitalismo. Y tales "instrumentos" van a ser otorgados por el príncipe en
forma particular, en cada caso concreto, en un comienzo, hasta que llegará el momento
histórico, ya avanzada la Edad Moderna, en que las leyes generales y "códigos" van a
establecer regulaciones para todos los individuos que quieran actuar en forma asociada.
Será el Código de Comercio francés de 1807 el primero en consagrar una
regulación general de la actividad comercial y prever allí el régimen jurídicos de las
sociedades comerciales.

3. REGULACION EN EL DERECHO COMPARADO

Siguiendo los criterios del Código de Comercio francés, los países de Europa
continental y de América Latina, admiten la existencia de la sociedad colectiva, de la en
comandita simple, de la en comandita por acciones y de la sociedad anónima. La
sociedad de responsabilidad limitada fue introducida con posterioridad por las leyes de
Alemania, Bélgica, Bulgaria, Checoslovaquia, España, Francia y en los países de América
Latina.
La sociedad de capital e industria es reglamentada en algunas legislaciones, como
en nuestro país, Brasil, Paraguay y Uruguay, pero es totalmente desconocida en Europa6.
En los países del common law la clasificación de los tipos de sociedades es muy
distinta. Por comenzar cabe recordar que en el derecho angloamericano no existe la
noción de sociedad. Allí existen las partnerships y las companies. Las primeras serían un
equivalente de nuestras sociedades personales, muy similares a nuestras sociedades
colectivas. La ilimited partnership es la sociedad en comandita simple. Estas sociedades
no son corporations, y no son, en consecuencia, personas jurídicas, aunque se les
reconoce un cierto status jurídico. Las companies son sociedades incorporadas,
pertenecen al género de las corporations. La corporation es una "persona moral" formada
por diversos miembros a la que el derecho le reconoce una personalidad colectiva
independiente de la de sus integrantes. La corporation se crea por voluntad del Estado, y
puede revestir la forma de una autorización del rey, de una ley especial del Parlamento o
de una ley general (general act of Parliament). Una de estas leyes es la Companie Act de
1948 que reglamenta las companies mediante la inscripción en un registro.
Las companies son equivalentes a nuestras sociedades anónimas. A partir de los
siglos XVII y XVIII se formaron compañías importantes que adoptaron la forma de joint
stock company, esto es, sociedades cuyo capital estaba representado por partes
transmisibles (share, que equivale a "parte", o "acciones", en el derecho societario), y
que fueron incorporadas, es decir, convertidas en corporations por concesión de la
Corona o ley del Parlamento 7.

4. IMPORTANCIA ACTUAL DE LA SOCIEDAD COMERCIAL

Desde los trabajos de los juristas alemanes sobre el tema de la "empresa" y la


enorme trascendencia en las comunidades contemporáneas del accionar de las mismas,
el derecho societario ha adquirido una importancia digna de destacarse. El proceso
iniciado con la legislación alemana de 1937, seguido con la recopilación inglesa de 1948,
la ley española de 1951, la reforma alemana de 1965, la ley francesa de 1966, la ley
holandesa de 1971, nuestra ley de 1972 y la legislación brasileña de 1976, han centrado
gran parte de las inquietudes de los juristas en el análisis y estudio del tema de las
sociedades comerciales.
Dentro de éstas, la que merece mayor atención y los más valiosos estudios es la
sociedad anónima, que es la forma jurídica de las grandes empresas multinacionales,
cuyo poder es a veces superior al de los mismos Estados donde actúan. Ya veremos al
estudiar las sociedades por acciones la enorme trascendencia que han adquirido y cómo
ello ha requerido del legislador prudente una minuciosa regulación.
Una corriente importante de juristas pregonan el reconocimiento de una categoría
jurídica especial del llamado "derecho de la empresa”; como medio para regular
adecuadamente toda la problemática de la empresa moderna, que trasciende lo
económico, para avanzar hacia lo social y cultural. El análisis de los problemas del
derecho laboral, de los contratos más sofisticados de la realidad actual (los referidos a
transferencia de tecnología, uso de licencias, patentes, marcas, leasing, factoring, etc.)
están vinculados a la actividad de la empresa actual y requieren, sostienen esos autores,
de un enfoque jurídico particular.
Y el estudio y análisis de los problemas de la empresa moderna son material
constante del jurista especializado en estos temas del "derecho de las sociedades", como
se le llama.

6
DE SOLA CAÑIZARES, Felipe, en "Comentarios y notas del traductor", a la obra de BRUNETTI ya citada,
págs. 112 y sigs., nro. 4.
7
Idem anterior.
La importancia de una adecuada regulación en orden a la protección de los
múltiples intereses en juego aparece como un requerimiento insoslayable para el jurista.

5. SOCIEDAD Y ASOCIACION

La distinción neta en nuestro derecho, como en casi todo el derecho latino, entre
sociedad y asociación está dado por la finalidad que persiguen los seres humanos que las
forman 8. Quienes constituyen una asociación no persiguen finalidades económicas, sino
de tipo político, cultural, de investigación científica, de recreo, de religión, etcétera. En
cambio, quienes constituyen una sociedad persiguen una finalidad económica, un "fin de
lucro" como se dice comúnmente. Por lucro no debe entenderse solamente una ventaja
"pecuniaria" o "ganancia en dinero" exclusivamente, sino en el sentido más amplio,
comprensivo de cualquier ventaja económica para el socio.
Tanto una como otra presupone la existencia de dos o más personas físicas y una
"organización". Se dice comúnmente que la asociación es el género y la sociedad una
"especie" dentro de él.
Esta diferenciación desaparece con la adopción del principio de "tipicidad" en
materia societaria, puesto que se admite que una asociación, sin finalidad económica,
será sociedad comercial por el sólo hecho de adoptar uno de los "tipos sociales" reglados
en la ley 19.550. De modo que una asociación donde sus integrantes persiguieran fines
científicos podría ser una sociedad comercial si adoptara la forma de una sociedad
"colectiva", o de "responsabilidad limitada". Este criterio ha sido expresamente
enfatizado por la ley en su artículo 3º, al decir: "Las asociaciones, cualquiera fuere su
objeto, que adopten la forma de sociedad bajo algunos de los tipos previstos, quedan
sujetas a sus disposiciones"

6. SOCIEDAD CIVIL Y SOCIEDAD COMERCIAL

La distinción entre sociedad civil y comercial ha sido recogida por todas las
legislaciones que sobre la base del modelo francés consagraron una legislación
diferenciada y codificada separadamente.
Excepto Italia, casi todos los países latinos tienen un Código Civil y un Código de
Comercio. Han diferenciado netamente ambas ramas del derecho, sus normas, sus
institutos y sus jurisdicciones.
La diferencia no existe en las legislaciones angloamericanas. En Suiza y en Italia se
ha legislado en forma uniforme, lo mismo que en Holanda9.
La diferenciación de materias parte de la distinción entre actos civiles y "actos de
comercio" y en la caracterización del ''comerciante''.
En nuestro Código Civil, la sociedad civil ha sido definida en el artículo 1648, que
dice: "Habrá sociedad, cuando dos o más personas se hubiesen mutuamente obligado,
cada una con una prestación, con el fin de obtener alguna utilidad apreciable en dinero,
que dividirán entre sí, del empleo que hicieren de lo que cada uno hubiere aportado".
Se requiere, como elementos necesarios para su existencia:
- dos o más personas;
- aportes, que pueden consistir en obligaciones de dar y de hacer;
- una finalidad de lucro o de ventaja económica, "apreciable en dinero";
- la división de las utilidades y las pérdidas;
- un "fondo común", formado por la reunión de esos aportes;
- una organización plasmada en una administración común y una representación.
La diferencia estaba dada en los "actos" que componían "la actividad" de la sociedad.
En la sociedad civil los actos son "no comerciables", actos no comprendidos en el artículo
8º del Código de Comercio.
En cambio, en el Código de Comercio, la sociedad comercial era la que tenía por
objeto la realización de "actos de comercio"
Esta distinción ha sido dejada de lado por la ley 19.550, que al adoptar el "principio"
de "tipicidad" borra esas diferencias, sustituyéndola exclusivamente por "la forma"
jurídica que adopte una u otra. Cuando una sociedad civil adopte como forma jurídica
algunos de los "tipos sociales" previstos en la ley 19.550, será sociedad comercial, con
independencia de los actos y la actividad que realice.
De este modo, como lo ha señalado Halperin, la legislación ha avanzado, así,
decididamente, hacia la unificación del régimen jurídico de las relaciones económicas de
8
Coincidimos con COLOMBRES, Gervasio, Curso de Derecho Societario, Parte General, Abeledo Perrot,
Buenos Aires, 1972, pág. 25, quien sostiene que la sociedad no tiene finalidad, sino "objeto", ya que la idea de
fin, de destino, es exclusiva del ser humano.
9
DE SOLA CAÑIZARES, Felipe, en "Comentarios y notas" a la obra de BRUNETTI, ya citada, T. 1, pág. 61,
nro. 5.
derecho privado10.
En igual sentido, señalamos, se ha avanzado en materia concursal, donde la ley
22.913, de reformas a la ley 19.551, ha eliminado las diferencias entre concursos
"comerciales" y concursos "civiles".

7. SOCIEDAD Y EMPRESA

Sociedad es un concepto jurídico, empresa un concepto económico. Lo que ocurre


es que comúnmente la sociedad es la forma jurídica de la empresa económica. Es la
forma a la que recurren los socios, empresarios, para actuar unidos, para la realización
de un objeto común.
Ambos conceptos presuponen el de "organización". Porque la "empresa es la organización de
capital y trabajo (hoy cabría agregar y tecnología) para la producción de bienes y servicios", según la
ya clásica definición de Mossa11. Y el elemento organización es también esencial al de "sociedad",
como lo destaca el artículo 1º de la ley 19.550. Pero la empresa puede ser "unipersonal", esto es,
ejercida por una sola persona física. En cambio la sociedad presupone, al menos, dos personas, sean
físicas o jurídicas.
Esta "íntima interacción" la señalan los autores de la ley de facto 22.903, al fundamentar la
inclusión dentro de la Ley de Sociedades Comerciales del régimen de los "contratos de colaboración
empresaria" (Consideraciones generales, Cap. III, punto 2).

8. SOCIEDAD COMERCIAL Y COOPERATIVAS

Las entidades cooperativas tienen profundas diferencias con las sociedades


comerciales. Básicamente las cooperativas son la concreción jurídica de toda una filosofía
de vida fundada en la "fraternidad y solidaridad” humanas que ofrece a la "empresa" otra
envoltura que si bien desde un punto de vista estructural reviste los caracteres de la
sociedad comercial está, en cambio, orientada a la realización de aquellos valores
fundamentales del hombre.
El cooperativismo es esta filosofía, que aspira a combatir frente a dos concepciones
opuestas que se disputan hoy la hegemonía en el campo económico: una fundada en la
monopolización por el Estado de los elementos de producción, que elimina la iniciativa
privada y constriñe la libertad del hombre y su legítima aspiración a ser el centro y norte
de todo su quehacer; y la otra, fundada en el predominio del capital, destinada a
satisfacer exclusivamente las apetencias egoístas del hombre, que tiende hacia la
dominación de todos los factores de la producción y a su control por la fuerza irresistible
de la concentración capitalista, ahogando las libertades que pregona y destruyendo el
libre juego del mercado en cuyo nombre declama oraciones diarias.
El cooperativismo aspira a la realización plena del hombre, con libertad, con
predominio de los valores éticos fundamentales de fraternidad y solidaridad humanas.
Quiere deponer los factores egoístas de nuestra sociedad, eliminar la idea de "lucro" y
realizar las capacidades plenas del hombre poniendo el desarrollo económico y
tecnológico al servicio del bien común, que es ponerlo al servicio de todos los hombres,
sin distinciones de raza, credos o concepciones políticas. Aspira a un desarrollo
económico que sea impulsor del desarrollo integral, ético, cultural, político y social, que
crezca horizontalmente, que alcance a todos los hombres y a todos los pueblos.
Con tal filosofía el cooperativismo propugna el uso de la "cooperativa" como
instrumento jurídico útil para el desenvolvimiento de la empresa moderna. De allí su
definición de "asociación fundada en el esfuerzo propio y la ayuda mutua". Sus reglas
básicas fueron sentadas ya por los tejedores de Rodchdale, Inglaterra, en 1844, y
perfeccionadas posteriormente, constituyen sus "reglas de oro", que tal como fueron
formuladas por la Alianza Cooperativa Internacional en su XXIII Congreso realizado en
Viena en 1966, se han recogido en nuestra ley (ley de facto 20.337):
1) tiene capital variable y duración ilimitada;
2) no ponen límite estatutario al número de asociados ni al capital;
3) conceden un solo voto a cada asociado, cualquiera sea el número de sus cuotas
sociales y no otorgan ventaja ni privilegio alguno a los iniciadores, fundadores y
consejeros, ni preferencia a parte alguna del capital;
4) reconocen un interés limitado a las cuotas sociales si el estatuto autoriza aplicar
excedentes a alguna retribución al capital;
5) cuentan con un número mínimo de diez asociados;
6) distribuyen los excedentes en proporción al uso de los servicios sociales;

10
HALPERIN, Isaac, Curso de Derecho Comercial. Parte General Vol. 1, Depalma, Buenos Aires, 1972, pág.
287, nro. 1.
11
MOSSA, citado por BRUNETTI, op. cit, T. 1, págs. 67 y sigs. Para MESSINEO, "Empresa es
desenvolvimiento profesional de una actividad económica organizada, para un determinado fin" (Manual de
Derecho Civil y Comercial, T. II, Ejea, Buenos Aires, 1971, pág. 215, nro. 15).
7) no tienen como fin principal ni accesorio la propaganda de ideas políticas, religiosas,
de nacionalidad, región o raza, ni imponen condiciones de admisión vinculadas a
ellas;
8) fomentan la educación cooperativa;
9) prevén la integración cooperativa;
10) prestan servicios a sus asociados y no asociados;
11) limitan la responsabilidad de los asociados al monto de las cuotas sociales
suscriptas; y
12) establecen la irrepartibilidad de las reservas sociales y el destino desinteresado del
sobrante patrimonial en casos de liquidación.
Son sujetos de derecho dotados de personalidad y patrimonio propio para la
realización de sus altos fines.
Pueden desempeñar las más diversas actividades económicas: hay cooperativas de
consumo, de viviendas, de transportes, de servicios públicos (para la provisión a los
usuarios de agua, luz eléctrica, de servicio telefónico, alumbrado público, etc.); de
crédito; de trabajo; etcétera. Pueden integrarse formando entidades de segundo grado y
de tercer grado: asociaciones de cooperativas, federaciones y confederaciones de
cooperativas.
Tienen una estructura organizativa similar a la sociedad anónima: 1) un órgano
deliberativo, la asamblea, que toma las decisiones fundamentales; 2) un órgano de
administración, el consejo de administración, que es colegiado; y 3) un órgano de
fiscalización, la sindicatura, que es unipersonal. A esta estructura cabe agregar: 4) la
auditoria externa obligatoria, a cargo de un contador público, que colabora con la función
del síndico (para quien no se exige idoneidad profesional); y 5) la fiscalización estatal
permanente a cargo de Instituto Nacional de Acción Cooperativa (INAC).
Todos los órganos sociales deben, obligatoriamente, ser integrados por asociados.

CAPÍTULO II
LA NATURALEZA JURIDICA DE LA SOCIEDAD COMERCIAL
9. LA TEORIA CLASICA "CONTRACTUAL"

Para la doctrina clásica la "sociedad" era uno más entre los varios contratos del
derecho privado. Era un contrato bilateral y conmutativo generador de derechos y
obligaciones, si bien se señalaba, por ciertos autores, la existencia de "algunas
modalidades peculiares”1.
En nuestros códigos Civil y Comercial se le regula como un contrato, siguiendo la
tradición francesa.
Autores como Siburu2, advirtieron que al lado del contrato debía tenerse presente el
concepto de "persona". Para los socios es un contrato, decía, para los terceros la
sociedad es una persona, con derechos y obligaciones distintos a los de los socios.

10. LAS DOCTRINAS DEL ACTO SOCIAL CONSTITUTIVO, DEL ACTO COLECTIVO
Y DEL ACTO COMPLEJO

Siguiendo a Colombres 3 analizamos en conjunto estas doctrinas que tienen su


origen en la doctrina alemana. Fue Gierke quien enunció la teoría del acto social
constitutivo. Según él la sociedad no tiene carácter contractual, sino el de un "acto
unilateral constituido por la expresión de las voluntades de los socios dirigidas a la
creación de una persona distinta de ellos".
Kuntze, Witte y Winscheid explicaron la naturaleza jurídica de la sociedad como un
"acto complejo", o como "acto colectivo".
Acto colectivo sería aquel acto pluripersonal en que la manifestación de las
voluntades singulares se unen para la satisfacción de intereses paralelos. Acto complejo
sería aquel en que dichas voluntades individuales no sólo son interdependientes y juegan
unidas, sino que se funden en una única voluntad4.
Estas teorías tienen un común origen en la necesidad de explicar ciertos efectos
jurídicos que resultan inexplicables en la teoría contractualista clásica.
En Italia, Francesco Messineo ha adherido a la doctrina del "acto colectivo". Para él,
el negocio de sociedad está encuadrado en la figura del "acto colectivo" y fuera del
esquema contractual. Señala la ausencia, en la sociedad, del elemento "consentimiento",
la identidad del contenido de las declaraciones de voluntad de los socios y la posibilidad

1
COLOMBRES, op. cit., pág. 13.
2
SIBURU, Juan B., Comentarios al Código de Comercio Argentino, T. IV, Buenos Aires, 1908, pág. 216.
3
COLOMBRES, Gervasio R., op. cit., pág. 15.
4
BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 124, nota 2.
de la formación y actuación de la sociedad mediante deliberación también mayoritaria,
no unánime 5.
Brunetti acepta que en los acuerdos colegiados es donde mejor se patentiza la falla
de la tesis del contrato plurilateral y donde obtiene fuerza la tesis del acto colectivo6.
Halperin, al analizar la teoría de Messineo, destaca que ella ha sido expuesta con
particular referencia a la constitución sucesiva de la sociedad anónima, señalando que el
autor italiano hace resaltar que mientras en el contrato las voluntades se entrecruzan, en
el acto colectivo son paralelas; en el contrato las declaraciones se cambian entre los
contratantes, en cambio en el acto colectivo no son recepticias; el resultado del acto
colectivo es una voluntad colectiva que es la suma de los participantes; en el contrato no
hay suma, sino síntesis; en el contrato nacen efectos diferentes para las dos partes; en
el acto colectivo los efectos son idénticos y comunes para todos los participantes; en el
acto colectivo no hay consentimiento y se resuelve por mayoría 7.
Messineo expresa que la causa del acto colectivo es diversa de la del contrato,
porque en el acto colectivo las partes se ponen de acuerdo sobre un resultado a
conseguir en común mediante una declaración de voluntad unitaria hecha con miras al
exterior, mientras que, en lo interno, no hay más que una comunicación de declaraciones
de voluntad de igual contenido, tendientes a un común efecto jurídico, en el que cada
uno de los declarantes participa pro quota8.

11. LA DOCTRINA "INSTITUCIONALISTA"

Esa teoría cuya elaboración fundamental se debe a Maurice Hauriou y Georges


Renard, opuso, con gran vigor, a la concepción contractualista clásica, la idea de la
sociedad como "institución".
Hauriou la define como una idea de obra o de empresa que constituye una
realización independiente de la voluntad subjetiva de individuos determinados y que se
caracteriza por su duración en el medio social.
Renard define la institución como un organismo dotado de propósito de vida y de
medios de acción superiores en poder y en duración a los de los individuos que la
componen.
Colombres 9 nos expresa que tres son las características que exhibe el organismo
institucional:
"1) Una 'idea directriz', que es la auténtica soberana, la causa final que debe integrarse
en distintos órganos destinados a un fin común.
"2) 'El principio de autoridad' que permitirá cumplir la idea directriz de la obra.
"3) 'La comunión' de todos los miembros del organismo alrededor de la idea directriz y
de su realización".
La institución sería un grupo social intermedio entre el individuo y el Estado, como
otros grupos intermedios, como la familia, la Iglesia, los sindicatos, el ejército, etcétera.
Pero fue contra la sociedad anónima donde esta teoría concentró su ataque. Y fue
Emile Gaillard quien realizó una profunda exposición de la teoría institucionalista.
Colombres resume su posición así:

a) El contrato originario da nacimiento a una "institución", es decir a un organismo que


tiene por finalidad la realización de un interés intermedio entre el del individuo y el
de la sociedad;
b) La sociedad comporta una idea de autoridad que lleva implícita la del "bien común"
al que ella debe tender;
c) La sociedad es un sujeto de derechos porque ella comporta un interés legítimo
distinto de los intereses de los individuos y una voluntad para defender ese interés;
d) El poder debe ser atribuido al "interés común" y no al interés individual;
e) La institución lleva implícita un interés perdurable, de donde deriva la "regla de la
continuidad" en la gestión de los administradores sociales.
Como se advertirá, esta teoría, partiendo del concepto tomista del "bien común",
intenta una nueva visión unitaria del fenómeno jurídico de la sociedad, opuesta al
positivismo y "teñida de elementos metafísicos y jusnaturalistas"10
Sostienen sus autores que la institución está inspirada en la "colaboración", en
oposición al contrato que se inspira en la "especulación".
Según estos autores toda persona jurídica es una “institución”, si bien reconocen
que el acto constitutivo es un contrato. Lo que sucede es que tal contrato da nacimiento

5
MESSINEO, Francesco, Manual de Derecho Civil y Comercial, T. IV, Ejea, Buenos Aires, 1971, pág. 437, nro.
133, nro. 5.
6
BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 143, nro. 40.
7
HALPERIN, Curso..., pág. 215, nro. 8.
8
MESSINEO, citado por BRUNETTI, T. 1, pág. 127, nro. 32.
9
COLOMBRES, op. cit., pág. 17.
10
G.C. DE ROIMISER, Mónica, El Interés Social en la Sociedad Anónima, Depalma, Buenos Aires, 1979, págs.
15 y sigs.
a una institución, es decir a un organismo que tiene en miras un interés intermedio entre
el de los individuos y el del Estado.
La Dra. Mónica G. C. de Roimiser, que ha realizado un profundo estudio de estas
teorías, nos señala que si bien esta doctrina es de origen francés, encontró adeptos en
Alemania, después de la primera guerra, entre autores no satisfechos de las doctrinas
"transpersonalistas" germanas.
En materia de sociedades anónimas esta teoría exige la tutela del bien común y
defiende el principio de autoridad, pero, al mismo tiempo, respetando la individualidad de
los accionistas, sin sacrificarlos y reconociendo la significativa importancia de ellos.
La doctrina institucionalista ha recibido el apoyo de la más moderna doctrina
francesa contemporánea y es la que ha recogido la ley francesa de 1966 y sigue la ley
brasileña de 1976.

12. LAS DOCTRINAS TRANSPERSONALISTAS ALEMANAS

Fundada en la idea de "empresa-organización" nace esta doctrina en Alemania a


principios de este siglo, siendo su principal exponente W. Rathenau. Se trata de una
concepción intrínsecamente económica, que advirtiendo el fenómeno de la “empresa" la
erige en el fundamento de esta teoría. La empresa-organización, dice la Dra. Roimiser,
adquirió así carácter transpersonalista, asignándosele valor propio y fines específicos, de
interés para la economía nacional 11.
Es una doctrina eminentemente "política", de la cual han partido otras, de clara
posición publicista.
Partiendo del análisis de la sociedad anónima, estas doctrinas señalan la
prevalencia de los intereses generales, luego los de los trabajadores y dependientes, la
de los consumidores y la de los accionistas, como una categoría de intereses más, pero
no más importante que la de aquellos otros grupos.
La "teoría de la empresa en sí" tuvo viva aplicación durante el nazismo y en ella se
fundó la ley de 1937.
Otros autores, con posterioridad a la segunda posguerra, han fundado su teoría de
la empresa en la doctrina institucionalista, destacando el papel preponderante de la
empresa, del derecho de la empresa y, subordinado a éste, el derecho societario.
Estas doctrinas, en su última expresión, subordinan los intereses individuales de los
accionistas al "interés social" de la empresa, al que incorporan el "interés público".

13. LA DOCTRINA DEL CONTRATO PLURILATERAL DE ORGANIZACION

La legislación italiana admite al par del contrato "bilateral" los contratos


"plurilaterales", que contienen obligaciones recíprocas de más de dos partes.
Nuestro Código Civil, por ejemplo, en el artículo 1138 comprende los contratos
"unilaterales", que son aquéllos donde una sola de las partes se obliga respecto de la
otra sin que ésta quede obligada; y los "bilaterales" cuando las partes se obligan
recíprocamente la una hacia la otra. Pero no comprende el contrato "plurilateral".
Esta aclaración nos permitirá detenernos en una breve referencia a estos contratos
"plurilaterales". El contrato plurilateral requiere una pluralidad de participantes, pero no
rechaza el contrato de dos partes. En este contrato no deja de haber "sinalagma", lo que
ocurre es que aquí el sinalagma tiene un contenido propio. Así mientras en el sinalagma
clásico un contratante asume una obligación para que la otra asuma otra de distinta
naturaleza, aunque económicamente equivalente, estableciendo entre las partes una
relación de recíproca dependencia, en el contrato plurilateral el sinalagma no impide que
estando una parte frente a las demás partes, puedan, a su vez, estar juntas, unidas,
persiguiendo un fin común. Esta diversidad del sinalagma se deriva, precisamente, de la
causa del contrato plurilateral, que es el fin común. Ese fin común estrecha en un haz
una serie de vínculos, pero no siempre las situaciones que operan sobre el vínculo tienen
efectos sobre el conjunto. Por ello son distintas en el contrato plurilateral la regulación de
la nulidad, la anulabilidad, la rescisión y la resolución, respecto al contrato bilateral. Tales
vicios afectarán el vínculo, pero, en principio, no el conjunto, salvo cuando el vínculo
nulo, vicioso o susceptible de resolución deba considerarse esencial para la ulterior
existencia de la relación12.
Efectuadas estas precisiones, diremos que el contrato típico dentro del género de
los "plurilaterales" es el "asociativo".
Dice Brunetti que "considerando la sociedad en su objeto, resulta claro que los
contratantes quieren constituir una relación de organización, en virtud de la cual las
fuerzas de cada uno de ellos están destinadas, de una manera permanente, a la
realización de un beneficio económico en provecho de todos"13.

11
ROIMISER, op. cit., págs. 4 y sigs.
12
BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 132, nro. 35 y nota 22.
13
BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 124, nro. 30.
Ascarelli expresa que "la sociedad constituye el ejemplo característico y tradicional
del contrato plurilateral, ya que participan en él varias partes que adquieren como
consecuencia del mismo, obligaciones y derechos de la misma idéntica naturaleza
jurídica. Dentro de la sociedad ningún socio se encuentra frente a otro socio, sino frente
a todos los demás, y, por ello, se puede hablar propiamente de pluralidad, a diferencia
de lo que ocurre en el contrato de permuta" 14.
El intercambio de obligaciones de los socios, en la sociedad, tiene por causa-fin la
voluntad de unión, la aspiración común de reparto de ganancias, la organización
colectiva de las fuerzas patrimoniales particulares, "el fin de dividir el beneficio que podrá
derivarse del ejercicio de la sociedad", "la cooperación para la consecución del fin
común", por lo que "cada socio se obliga a la aportación y a la colaboración, a condición
de que los demás se obliguen a las mismas prestaciones” 15.
La regulación de la sociedad como contrato plurilateral determina los efectos
propios de éstos, a saber:
a) No es aplicable a la sociedad la excepción de incumplimiento: no cabe que un socio
oponga la exceptio non adimpleti contractus, ante el incumplimiento de otro socio en
su aportación prometida. La obligación del socio es para "con la sociedad" y no para
con cada uno de los demás socios.
b) No es aplicable la resolución por incumplimiento: aquí no cabe la aplicación de las
reglas legales que consagran la resolución del contrato por incumplimiento de una de
las partes (arts. 1204 del Cód. Civ. y 216 del Cód. Com.), esto es el "pacto comisorio
tácito", porque el vínculo entre el socio y la sociedad afectado por tal incumplimiento
no impide, sin embargo, la realización de las demás relaciones vinculantes entre los
otros socios y la sociedad, de modo que la sociedad podrá constituirse y funcionar
normalmente a pesar de que uno de los vínculos socio-sociedad no se haya
cumplido. Todo esto con la excepción que la prestación comprometida por el socio
incumplidor sea "esencial" para la constitución de la sociedad, en cuyo caso tal
incumplimiento puede generar la resolución del contrato plurilateral. Pero será un
caso excepcional. En los demás casos se aplicará el "instituto" de la exclusión del
socio, que analizaremos al considerar los artículos 91, 92 y 93 de la ley 19.550.
c) Régimen de la nulidad y anulabilidad: otra característica peculiar del contrato
plurilateral es que el vicio que afecte el vínculo de uno de los socios con la sociedad
no importará la nulidad o anulabilidad del contrato. Aquí también cabe expresar la
excepción de que la participación de "ese' socio sea esencial para la constitución de
la sociedad.
d) Imposibilidad sobreviniente de realizar la prestación: al igual que en los casos
anteriores, la imposibilidad sobreviniente para una de las partes de cumplir la
prestación a su cargo, no afecta el contrato plurilateral. Salvo, como excepción,
cuando dicha prestación fuera considerada esencial. En el contrato de sociedad
corresponderá la "exclusión" del socio que no pueda cumplir el aporte comprometido,
pero no la disolución de la sociedad misma 16.
Como lo señala con agudeza Felipe de Solá Cañizares en sus "Comentarios y notas
del traductor" a la obra de Brunetti, esta teoría del contrato "plurilateral" es aplicable al
"acto constitutivo" de las sociedades de personas pero resulta inaplicable al "acto
constitutivo" de la sociedad por acciones17.
Brunetti mismo admite que esta doctrina no puede explicar satisfactoriamente el
régimen de las "decisiones colegiadas" en materia societaria, donde aparece nítido el
acto colectivo. El acuerdo colegial, destaca este autor, está en antítesis con la estructura
del contrato. Se funda éste sobre la voluntad colectiva, que no es la voluntad de los
socios sino del ente, expresada normalmente por la mayoría de los participantes. "El
concepto de acuerdo de mayoría contrasta con el consentimiento contractual. El
consentimiento es, por definición, un fenómeno de unanimidad y de solidaridad, algo que
no se forma por fracciones:
Sin unanimidad el contrato no se perfecciona, mientras que para el acuerdo colegial
basta la mayoría de los participantes18.
Allí es donde debe entrar a jugar el concepto de "persona jurídica", que como
expresión "unitaria" puede explicar satisfactoriamente el régimen de las decisiones
colegiadas 19.
Esta distinción entre "acto constitutivo" y "persona jurídica" es la que ha servido de
base al Dr. Colombres para fundamentar su adhesión a esa doctrina 20. Así, nos dice este
autor que "La fijación de la naturaleza jurídica de la sociedad exige distinguir dos
aspectos, que aun cuando se conjuguen en un único esquema normativo, requieren un
análisis separado. Ellos son, por un lado, el negocio constitutivo, y por el otro, el sujeto
de derecho que aquél determina y regula".
14
ASCARELLI, Tulio, cit. por BRUNETTI, op. cit., pág. 124, nro. 30.
15
DALMARTELLO, cit. por BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 129, nro. 33.
16
BRUNETTI, op. cit., T. 1, págs. 135 y sigs., nro. 37.
17
DE SOLÁ CAÑIZARES, Felipe, en BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 148.
18
BRUNETTI, op. cit, T. 1, pág. 143, nro. 40.
19
BRUNETTI, op. cit., T. 1., pág. 144, nro. 40.
20
COLOMBRES, op. cit., pág. 23.
Otro tema que requiere un replanteo, señala la doctora Roimiser 21, es el del "interés
social" en la formulación de esta doctrina. La concepción de la doctrina italiana en el
sentido que "por interés social debe interpretarse el interés común de los socios" puede
constituir una pauta válida para la solución de los conflictos que se suscitan en el ámbito
interno de las sociedades por interés y aun en la sociedad anónima tradicional, pero
resulta absolutamente inoperante cuando se trata de aplicarla a la sociedad por acciones
que recurre al ahorro público. Agrega esta autora que resulta una falacia atribuirle a la
sociedad un interés distinto del de los socios que la integran. Sostiene que "la sociedad
no es titular de ningún interés social; los socios lo son y ellos son dispares y, a veces,
irreconciliables". Concluye su razonamiento, expresando: Pero la sociedad tiene un
objeto, y en la búsqueda de armonización o equilibrio de los distintos intereses sociales
de los socios, es la funcionalidad del objeto social el elemento concreto que determinará
los límites de unos y otros. El objeto social fijado en el contrato es el que delimitará la
actividad de la sociedad y la competencia de los órganos societarios. Ese será el punto de
referencia para saber silo actuado por la mayoría política tiene o carece de legitimidad22.
Lo expuesto exhibe con elocuencia las limitaciones de esta doctrina del "contrato
plurilateral de organización", que a lo sumo puede resultar una explicación satisfactoria
para "el acto constitutivo" de las sociedades personales o de interés; pero que no explica
la naturaleza del acto constitutivo en las sociedades de capital ni tampoco el
funcionamiento de la sociedad ya constituida.

14. LAS DOCTRINAS RECEPTADAS POR LAS LEGISLACIONES MODERNAS

Vimos cómo la legislación italiana de 1942 adoptó la doctrina del contrato


plurilateral y reglamentó a la sociedad como su caso típico.
La legislación española de 1951, si bien de fuerte contenido privatista, recepta la
doctrina "institucionalista" en la regulación de la sociedad anónima.
La ley francesa de 1966, ya vimos, está afiliada a la concepción “institucionalista”
de la sociedad comercial, al igual que la ley alemana de 1965.
La reforma holandesa de 1971 se afilia a una concepción "transpersonalista" de la
empresa, pero desprovista de las exageraciones de la doctrina alemana posterior a la
primera postguerra.
La ley brasileña de 1976 constituye la más moderna expresión de la doctrina
institucionalista, atribuyendo a la sociedad una función social y destacando que el interés
social comprende el de quienes trabajan en la sociedad, el de la comunidad en general y
el interés nacional 23.

15. LA LEY ARGENTINA

En cuanto a la naturaleza jurídica del acto constitutivo, nuestra ley 19.550 se afilia a
la doctrina del contrato plurilateral de organización, y en cuanto al sujeto de derecho que
ese acto crea, se enrola en la tesis de la “realidad jurídica”.
Halperin señala que la doctrina del contrato plurilateral de organización está
expresamente receptada por nuestra ley no sólo en su artículo 1º, sino también al
regular sobre el régimen de nulidad y en el de la exclusión por inejecución 24.

21
ROIMISER, op. cit., pág. 52.
22
ROIMISER, op. cit., pág. 58.
23
ROIMISER, op. cit., pág. 50, nro. 7.
24
HALPERIN, op. cit., pág. 213, nro. 4.
CAPÍTULO III
LA PERSONALIDAD JURIDICA DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
16. LA REGULACION DEL TEMA EN EL CODIGO CIVIL

a) Concepto de persona

"Persona es todo ente susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones",


conforme la definición que da el artículo 30 de nuestro Código Civil; y ella comprende
tanto a las personas físicas como a los entes colectivos, a los que la ley les reconoce su
condición de ser "sujetos de derecho" con independencia de las personas físicas que los
integran.

b) Clasificación

Las personas se clasifican en:


a) personas de existencia visible, son las personas físicas, desde su "concepción" hasta
su muerte; y
b) personas de existencia ideal, son las personas colectivas, también llamadas
"morales" o "ficticias". Estas a su vez se clasifican en:
1) personas jurídicas: que pueden ser de carácter público o privado. Son de carácter
público:
- el Estado nacional, las provincias, los municipios;
- los entes autárquicos;
- la Iglesia Católica; y
- los estados extranjeros y cada una de sus provincias.
Tienen carácter privado:
- las sociedades civiles y comerciales;
- las asociaciones civiles y fundaciones, autorizadas a funcionar por el Estado;
2) las simples asociaciones, que no tienen autorización para funcionar como
personas jurídicas; son asociaciones civiles o religiosas y serán sujetos de derecho
cuando la constitución y designación de autoridades se acredite por escritura
pública o instrumento privado autenticado por escribano público; y
3) sociedades "de hecho", las asociaciones que no cumplan las condiciones referidas
en el punto 2). Todos sus miembros fundadores y administradores asumen
responsabilidad personal y solidaria por los actos de la asociación o sociedad de
hecho; es decir que en este caso la ley no reconoce la existencia de una
separación o independencia entre la sociedad y la persona de los socios que la
integran.
c) Personas jurídicas privadas
Vimos que las personas de existencia ideal podían ser personas jurídicas, simples
asociaciones o sociedades de hecho; y que las primeras, a su vez, se clasificaban en
públicas y privadas. Nos interesa ahora considerar la situación jurídica de estas últimas.
Son personas jurídicas privadas:
1) las asociaciones y fundaciones que tengan por objeto principal el bien común, posean
patrimonio propio, tengan capacidad por sus estatutos para adquirir bienes, no
subsistan exclusivamente de asignaciones del Estado y obtengan autorización para
funcionar;
2) las sociedades civiles y comerciales o entidades que conforme a la ley tengan
capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones, aunque no requieran
autorización expresa del Estado para funcionar; y
3) las simples asociaciones civiles o religiosas cuando su constitución y designación de
autoridades se acredite por escritura pública o instrumento privado autenticado por
escribano público.
Las personas jurídicas privadas comienzan su existencia como personas jurídicas
desde el día en que fuesen autorizadas por la ley o por el gobierno, con aprobación de
sus estatutos.
El gobierno delega a veces estas facultades en organismos administrativos que son
los competentes para otorgar estas autorizaciones (caso de la Inspección General de
Justicia, Dirección de Personas Jurídicas y otras reparticiones provinciales similares).
Pueden ser titulares de derecho y ejercer los actos que no les estuviesen prohibidos.
Actúan por intermedio de sus representantes.
Son actos de las personas jurídicas los realizados por sus representantes, dentro de
la órbita de capacidad reconocida, limitada por su objeto.
Son consideradas personas distintas de los miembros que las integran; los bienes de
la sociedad o asociación no pertenecen a ninguno de sus miembros y ninguno de sus
miembros ni todos ellos están obligados a pagar las deudas de la sociedad o asociación
(salvo los que se hubiesen obligado como fiadores o deudores solidarios).
Los derechos de los miembros son reglados por el contrato social o por los estatutos
sociales. Allí se determinará el objeto o finalidad de la corporación y el procedimiento de
elección de sus autoridades, que actuarán como "representantes necesarios" de ella.

17. PERSONALIDAD DE LAS SOCIEDADES

Vimos que las sociedades comerciales son "personas jurídicas privadas" a las que la ley les
reconoce "personalidad jurídica" para ser titulares de derechos y para "ejercer" esos derechos y
contraer obligaciones, constituyendo un ente diferenciado de los socios que las integran. Tienen su
propio capital y patrimonio, distinto del patrimonio de cada uno de los socios y del de todos los socios
en conjunto. Tienen nombre y domicilio. Pueden estar en juicio y pueden resultar, responsables de
daños y perjuicios causados a terceros, tanto por la acción de sus representantes como por la acción de
sus empleados.
Como ente colectivo que son, integrados por personas físicas (los socios), se ha sostenido que esa
personalidad es una mera "ficción" legal. Otros autores, en cambio, sostienen que se trata de una
"realidad", de un medio técnico que el legislador reconoce como centro de imputación diferenciada de
derechos y obligaciones.
De todos modos, para su actuación requiere de la acción de personas físicas que expresen la
voluntad social y actúen por la sociedad. Estas personas físicas son los "órganos" sociales a los que la
ley reconoce y otorga poder para obligar a la sociedad y actuar por ella.
En el Derecho Romano se aplicó con todo rigor a las sociedades la regla que no existe
persona jurídica sin autorización legislativa, y como ellas se constituían sin intervención alguna
del Estado, carecían de personalidad propia. Por excepción la personalidad jurídica fue
reconocida a algunas sociedades vinculadas a los intereses públicos, como la de los publicanos
o las que tuvieran por objeto la explotación de minas de oro y plata o salinas1.
El artículo 2º de la L.S. señala expresamente esta calidad de sujeto de derecho, "con el alcance
fijado en esta ley".
De esta forma nuestra legislación recoge una posición constante de nuestra doctrina y
jurisprudencia desde antiguo, con fundamento en el reconocimiento por la ley civil y comercial de un
patrimonio propio, indiferente a las deudas de los socios, y sólo sometido a la agresión de los
acreedores sociales.
De modo que la admisión de la "personalidad jurídica" presupone que la sociedad "persona
jurídica" es un ente distinto de la persona de los socios, que vive una vida propia, que tiene sus
propios "créditos" y sus propias "deudas", sus propias relaciones jurídicas sustanciales y
también sus propias "responsabilidades".
Halperin2 ha expresado que en nuestro derecho la sociedad resulta no sólo una regulación
del derecho constitucional de asociarse con fines útiles y una forma de ejercer libremente
actividad económica, sino que constituye una realidad jurídica, esto es, ni una ficción de la ley,
ni una realidad física. Realidad jurídica que la ley reconoce como medio técnico para que toda
grupo de individuos pueda realizar el fin licito que se propone.
De todos modos cabe señalar que se trata de un "atributo" que el legislador reconoce o no a
determinados entes. Brunetti3 expresa al respecto, con acierto, que la personalidad es forma
jurídica su atribución es pura creación legislativa, del mismo modo, añade, que lo es la
personalidad de los sujetos individuales. Este concepto "unitario" de la personalidad es el
sostenido por Kelsen4 en su teoría pura del derecho, cuando advirtiendo sobre los errores de la
concepción tradicional nos expresa que "la persona física designa el conjunto de normas que
regulan la conducta de un solo y mismo individuo" y que "la persona llamada 'moral' o jurídica'
designa solamente la unidad de un conjunto de normas, a saber, un orden jurídico que regula la
conducta de una pluralidad de individuos". La noción "persona" es una elaboración del derecho
y expresa o designa un "haz" o un "soporte" de los deberes, de las responsabilidades y de los
derechos subjetivos que resultan de esas normas. En tal sentido la persona física es un "centro"
de un orden jurídico parcial compuesto de normas aplicables a la conducta de un solo y mismo
individuo, y la persona "colectiva" o persona "jurídica" es también un orden jurídico parcial
(como los estatutos de una asociación) y a veces la de un orden jurídico total, que comprende el
conjunto de los órdenes jurídicos parciales y es denominado habitualmente con el nombre de
1
CARAMES FERRO, Curso de Derecho Romano, 9º Edición, Perrot, pág. 333.
2
HALPER1N, Curso..., pág. 272, nro. 3.
Estado.

3 BRUNETTI, Op. Cit., T. 1, pág. 211, nro. 58.


Esa afirmación nuestra de que estamos en presencia de un "atributo" que reconoce el legislador,
puede ejemplificarse con la evolución de la regulación normativa sobre los hombres, que exhibe con
dramática elocuencia la larga lucha de la humanidad por un derecho más justo.
En cuanto a las personas "colectivas" no siempre las legislaciones admiten ese atributo. En
materia de sociedades comerciales, por ejemplo, las legislaciones europeas legislan de diverso modo,
partiendo una de la teoría de "la ficción" (la inglesa) y otra, de la "realidad" (la alemana). En el
derecho inglés la noción de personalidad está vinculada a la noción de "corporación", la sociedad
adquiere la personalidad en virtud de la incorporación mediante inscripción en el Registro de
Sociedades, y a partir de esta inscripción se convierte en una persona jurídica, que para los ingleses
resulta de una ficción legal que atribuye a esa entidad derechos y obligaciones, pero esa personalidad
no es una capacidad general, sino limitada por el "objeto" social, y se concede solamente a las public
company by shares, que es la equivalente a nuestra sociedad anónima.
4
KELSEN, Teoría Pura del Derecho, Eudeba, Buenos Aires, 1973, págs. 126 y 127.
La legislación alemana, desde fines del siglo pasado, esta bleció una distinción entre sociedad de
personas y sociedad de capitales, reconociendo personalidad jurídica sólo a estas últimas. Ese sistema dual es el
admitido por la legislación italiana, que distingue de igual modo entre simples sociedades y personas jurídicas,
reconociendo personalidad a las sociedades anónimas, las comanditas por acciones, las de
responsabilidad limitada y las cooperativas. Igualmente en Suiza, la personalidad no se concede más
que a las sociedades anónimas y a las de responsabilidad limitada. La mayoría de las legislaciones
latinas reconoce, en
5
cambio, personalidad a todas las sociedades comerciales.
La Ley de Sociedades Comerciales reconoce "personalidad jurídica" a todas las sociedades, tanto
aquéllas donde predomina el elemento "personal", llamadas sociedades personales o de "interés",
como las sociedades de "capital", donde el elemento predominante es éste. Todas han recibido del
legislador argentino esa "atribución de personalidad", ese reconocimiento de "persona jurídica". Y ello
es congruente con la ley 17.711 de reformas al Código Civil, que al modificar la regulación del
artículo 33 reconoce a las sociedades civiles y comerciales la calidad de personas jurídicas de carácter
privado6.

18. DISTINTAS TEORIAS SOBRE LA NATURALEZA DE LA PERSONALIDAD


JURÍDICA

a) Teoría de la ficción de Savigny

Varias teorías han tratado de explicar la naturaleza de la personalidad jurídica. Savigny expresó
su teoría de la "ficción", partiendo del presupuesto que la capacidad jurídica coincide con el concepto
del hombre en particular y expresando que esa capacidad puede ser extendida a sujetos artificiales
creados por la ley por simple ficción. Tales sujetos se llaman "personas jurídicas", esto es, persona que
existe para un objeto jurídico. De esta forma "persona jurídica" se contrapone a persona natural7.

Ver sobre el particular BRUNETTI, op. cit'., T. 1, págs. 203 y sigs., y DE


SOLÁ CAÑIZARES, Felipe, en "Comentarios y notas del traductor", págs. 231 y sigs.
6 El Código Civil en su regulación anterior confería la calidad de "personas jurídicas" únicamente a entes creados con un
objeto conveniente al "pueblo", y podían ser de existencia "necesaria" o "posible". Entre las primeras señalaba las que hoy se
admiten como personas de carácter público. Entre las de existencia posible enunciaba "las sociedades anónimas, bancos,
compañías de seguros y cualesquiera otras asociaciones que tengan por principal objeto el bien común, con tal que posean
patrimonio propio y sean capaces, por sus estatutos, de adquirir bienes y no subsistan de asignaciones del Estado".

b) Teoría del "patrimonio fin"

Otros autores han sostenido la teoría del "patrimonio fin", partiendo no de los participantes, sino
del patrimonio común, un patrimonio de destino sin sujeto, que no pertenece a nadie, pero que existe
para algo y que la ordenación jurídica reconoce como un segundo tipo de patrimonio al lado del
patrimonio personal. Las responsabilidades del ente constituyen, en consecuencia, una responsabilidad
del patrimonio8.
c) Teoría de la personalidad real de la asociación o teoría de la realidad

Su exponente principal es Gierke, quien sostiene que la personalidad del grupo reside en la capacidad
reconocida al mismo por el orden jurídico, que admite a ese grupo como un ser, sujeto de derechos y de
obligaciones, distinto de las personas que lo integran9.
Ferrara, entre otros, ha sostenido que el concepto de persona no coincide con el de hombre, sino con el de
sujeto de derecho, por lo que no excluye la existencia de otros sujetos de derecho que no sean hombres; además,
sostiene que todas las personas jurídicas públicas y privadas son realidades'0.
En verdad, esta teoría nos explica un hecho de la realidad cual es que la personalidad es una
emanación del orden jurídico, un atributo de éste, pero de ninguna manera nos suministra una
explicación "ontológica".

BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 216, nro. 59; DEL VECCHIO, Giorgio, Filosofía del Derecho', 9' ed. española, Bosch,
Barcelona, 1%9, pág. 404.
8 BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 217, nro. 59.

BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 218, nro. 59.


FERRARA, citado por BRUNEITI, op. cit., T. 1, pág. 218, nro. 59.
Radbruch11 nos dice que la teoría de la ficción es la expresión de la teoría individualista del
derecho; y que las teorías de la realidad y del patrimonio afecto a un fin son concepciones
supraindividualista-transpersonales. Sostiene este filósofo que el concepto de "persona", de sujeto de
derecho, es una categoría necesaria y con valor universal, no fundada en la experiencia ni limitada por
ella de la consideración jurídica, y que sujeto de derecho es un ser que un derecho históricamente dado
considera como un "autofin", como un "fin último". Que es un concepto igualitario, que no está
implícito en el hombre y en las asociaciones humanas, sino que es una atribución posterior del orden
jurídico. Y agrega a modo de aclaración: "Nadie es persona por naturaleza o nacimiento - tal nos
muestra la institución jurídica de la esclavitud -. Ser persona es el resultado de un acto de
personificación del orden jurídico. Todas las personas, tanto las físicas como las jurídicas, son
creaciones del orden jurídico. También las personas físicas son, en sentido estricto, personas jurídicas
Vemos así la identidad de la postura de Radbruch con la de Kelsen que hemos analizado
anteriormente.

19. ALCANCES DE LA PERSONALIDAD

¿Qué significa que la sociedad comercial tiene personalidad jurídica? ¿qué alcance tiene esa
personalidad?, ¿qué consecuencias produce?
Hemos dicho, siguiendo. a Kelsen, que la "persona jurídica", física o ideal, es un "centro de
imputación" de derechos y obligaciones, que el derecho reconoce.
En materia de sociedades comerciales, el reconocimiento por la ley de "personalidad jurídica"
significa reconocerle el carácter de "centro de imputación diferenciada" de derechos y obligaciones. Es
decir centro de referencia de normas distinto de los individuos que la integran.
Es la ley que atribuye esa calidad y le fija sus límites. Y ello lo expresa con meridiana claridad
nuestro Código Civil en su artículo 31, cuando en su parte final expresa: "...su capacidad (la

11 RADBRUCH, Gustavo, Filosofía del Derecho, 4" Edición, Madrid, 1959, pág. 173.
u
Radbruch, op. d¿, págs. 171 y sigs., nro. 17.
de las personas) o incapacidad nace de esa facultad que en las casos dados, les conceden o niegan las
leyes".
La ley les reconoce ese carácter de "centro de imputación" de normas a los fines de su
institución, como dice el artículo 35 del Código Civil. Existen para concretar "su fin jurídico", esto es
su "finalidad" en el sentido de objeto. La capacidad que la ley les atribuye está referida a esa finalidad y
limitada a lograr ese objeto.
Es precisamente ese "objeto" el que revela la finalidad de la creación del ente colectivo, y de
allí que el anterior artículo 33 del Código Civil expresara que las personas jurídicas sobre las cuales el
código legislaba eran aquéllas creadas con un objeto conveniente al pueblo, esto es al bien común 13. En
orden al bienestar general la ley reconoce a esos entes su calidad de "centro diferenciado de
imputación de normas".
De allí que el "objeto" de la asociación debe ser lícito y útil al bien común sin perjuicio de los
fines particulares de los individuos que la integren, que pueden ser egoístas y subalternos. De otra
forma no será reconocida por la ley y dotada de la facultad de ser centro de referencia de derechos y
obligaciones.
La atribución de personalidad jurídica a las sociedades comerciales efectuado en el artículo 33
del Código Civil produce las siguientes consecuencias:
a) implica el reconocimiento de la condición de sujeto de derechos y obligaciones, esto es
"centro de imputación de normas", pero centro de imputación diferenciado, distinto de los individuos
que integran ese ente colectivo y diferente también de los demás sujetos colectivos que la ley
reconozca;
b) reconocimiento de "un patrimonio propio de ese sujeto", diferente al patrimonio de los
individuos que lo integran y de los demás sujetos colectivos. Esta consecuencia es de la mayor
importancia, porque importa, a su vez, como derivación, que los acreedores sociales tienen preferencia
sobre el patrimonio colectivo, evitando la "agresión" a ese patrimonio por los acreedores particulares
de los individuos que integran la sociedad;

13 La Suprema Corte de la provincia de Salta ha señalado en recordado fallo que el bien común "es el de la
colectividad, el bien público general, no el de los componentes de la asociación, pues el Estado no concede la personalidad
para amparar intereses exclusivamente egoístas"; L.L., t. 67, pág. 328, citado por
SALAS, Acdeel, Código Civil Anotado, T. 1, Depalma, 1975, pág. 28, nro. 1.
c) tienen derecho a un nombre que las identifique y las diferencie de los demás entes
colectivos;
d) tienen domicilio propio;
e) posibilidades de actuar en juicio, como actora y como demandada;
f) tienen responsabilidad civil y penal propia;
g) requieren una organización, es decir una determinación sobre los órganos que han de
gobernar, administrar y controlar su actuación.
Las legislaciones no son uniformes en cuanto al alcance de la ''capacidad'' que adquiere la
persona jurídica ''sociedad'', pues mientras las legislaciones angloamericanas adoptaron el principio de
la capacidad limitada al "objeto social" (especialmente la legislación inglesa); las europeas por lo
general han adoptado el criterio de la capacidad amplia. Este tema se vincula con la doctrina del ultra
vires que analizamos más adelante, al considerar el artículo 1º de la ley.
En nuestra ley no caben dudas de que la "capacidad" de la sociedad está limitada por el objeto
social.
Al respecto, cabe recordar el comentado fallo del juez de Primera Instancia Dr. Richards, en
autos "Nieto Rivera, Eduardo y otros c/Termofer S.C.A.", donde respecto de este tema se dijo:

1. - La noción de personalidad jurídica está íntimamente vinculada a la noción de objeto societario,


constituyendo este último la conceptualización del fin social, que sólo cobra sentido a través de la dinamización provocada por
la actividad tendiente a su concreción.
2. - El concepto de personalidad jurídica y el de actividad guardan estrecha relación, lo que se traduce en que la
primera sólo cobra vigencia a través de la segunda, de manera tal que sin actividad, el ente sólo queda en su forma, perdiendo
definitivamente la razón de ser que el derecho tuvo en mira al otorgarle su existencia.
Revista E. D., t. 80, pág. 588.

20. SITUACIONES ESPECIALES

Existen situaciones especiales que merecen consideración porque la ley no puede ignorarlas ni
disciplinarias jurídicamente de modo específico.
a) Sociedades irregulares

Para nuestra ley son aquellas sociedades de hecho con objeto comercial y las de los tipos
autorizados no constituidas regularmente (art. 21, L.S.). En su oportunidad las analizaremos
detenidamente. Digamos ahora con relación al tema de la personalidad jurídica, que la ley les reconoce
una capacidad precaria y limitada. Precaria porque su existencia está expuesta a desaparecer en cualquier
momento y a pedido de cualquier socio, salvo que los demás resuelvan su regularización. Esa
precariedad disminuyó con la reforma a la Ley de Sociedades comerciales efectuada por la ley de
facto 22.903, al facilitarse su regularización. Y es limitada porque la ley no reconoce el principio del
patrimonio propio y diferente al de los socios sino en forma parcial e insuficiente, ya que no lo admite para
los bienes registrables, que, como es sabido, son los más importantes: inmuebles, automotores, patentes,
marcas, barcos, aeronaves, etcétera (art. 26, L.S.). Pero ello no significa, a nuestro entender,
reconocimiento de "personalidad jurídica".
Porque la personalidad, tal como la hemos expuesto no puede ser "completa" ni "precaria";
"limitada" ni "ilimitada"; "mucha o poca".
Simplemente existe o no existe: existe si se han cumplido los requisitos generales fijados en la
ley para que el Estado autorice a ese ente a ser centro de imputación diferenciado de derechos, y
obligaciones, lo que en el caso de los sociedades comerciales se completa con la inscripción en el
Registro Público de Comercio (art. 7Q, L.S.). A partir de ese momento, cuando el ente colectivo ha cumplido
los requisitos fijados en la ley general, queda dotado del atributo de la "personalidad jurídica". Así el artículo
45 del Código Civil expresa que: Comienza la existencia de las corporaciones, asociaciones, establecimientos,
etcétera, con el carácter de personas jurídicas, desde el día en que fuesen autorizadas por la ley o por el gobierno,
con aprobación de sus estatutos.:.
En materia de sociedades comerciales la ley no exige una autorización "específica" sino que
ha otorgado una autorización "genérica" supeditada al 'cumplimiento de ciertos requisitos. Tal materia
es la regulada por la Ley de Sociedades comerciales. Desde el momento que la autoridad pública inscriba el
contrato social existirá reconocimiento de la calidad de sujeto de derecho, de personalidad jurídica.
Mientras no se cumplan tales exigencias impuestas por la ley, no existirá reconocimiento de la
"personalidad jurídica
Lo que ocurre es que la ley regula ciertas situaciones especiales, como el caso de estas
sociedades irregulares, en forma específica, abasteciendo de soluciones a situaciones concretas, por
ello es distinta la regulación de la "sociedad de hecho", a la de tipo autorizado no constituida
regularmente, y la de la sociedad anónima en formación. Por más que aparezcan englobadas en un
rótulo común.
Sólo por comodidad de lenguaje puede hablarse de personalidad jurídica "precaria" o
"limitada". Messineo3 expresa que se trata de situaciones que van más allá de la ley praeter legem,
porque se desarrollan en disconformidad con la ley y dan lugar a casos particulares no previstos en
ella, pero que no podrían considerarse ilegales, como si fueran contra la ley.

b) Sociedades accidentales o en participación

A estos entes mal llamados "sociedades" la ley no les reconoce calidad de "sujetos" de
derecho; se crean en miras a realizar una o más operaciones determinadas y transitorias; carecen de
duración, no están sujetas a requisitos de forma y no se inscriben.
No tienen órganos, sino que actúan mediante la representación de un gestor que es quien asume
derechos y obligaciones frente a terceros.
No tienen capacidad, no pueden actuar en juicio, demandar ni ser demandadas. Carecen de
patrimonio y de nombre.
No tienen ninguno de los atributos de la personalidad y, por consiguiente, no son personas
jurídicas.

c) Sociedades en liquidación

La sociedad comercial en liquidación conserva su personalidad jurídica, pero limitada en


cuanto a la capacidad que la ley le había reconocido al constituirse. En efecto, cumplidos los requisitos
de forma y publicidad, la ley atribuye a la sociedad comercial una personalidad jurídica limitada para
la realización de su objeto social Para la obtención de ese objeto puede realizar todas las actividades a él
relacionadas, afines y conexas. Pero al disolverse la sociedad por haber sobrevenido algunas de las
causales legales o estatutarias previstas, la sociedad entra en "liquidación", esto es, en una etapa final
tendiente a liquidar todo su activo, pagar su pasivo y distribuir el remanente, silo hubiese, entre los
socios. Para cumplir esa etapa final la sociedad no necesita de la capacidad de que fue atribuida al
constituirse, que exhorbita su finalidad, y es por ello que la ley "limita" esa capacidad, reduciéndola a
los actos necesarios para arribar al resultado final antes señalado.
Por ello la regla del artículo 101 L.S. de que la sociedad en liquidación conserva su
personalidad "a ese efecto", es decir a efectos de arribar a "su liquidación", a su extinción como
persona jurídica.

d) Sociedad en formación

Desde la declaración de voluntad común que tiene lugar en el "acto constitutivo" o desde la
suscripción del contrato plurilateral de organización para los socios, hasta su reconocimiento por el
Estado de su existencia como "persona jurídica", transcurre un tiempo, y deben realizarse durante el
mismo una serie de actos y trámites de "publicidad" que la ley prescribe como obligatorios.
En el intervalo de tiempo entre la "formalización del contrato" y la "inscripción" en el
Registro Público de Comercio, la sociedad comercial "en formación" no es una persona jurídica, no es
sujeto de derecho. Pero ese ente, ya nacido, necesita "actuar", realizar actos, gestiones y trámites para
obtener ese reconocimiento legal. De allí que la ley deba regular especialmente esta etapa "constitutiva
Durante esa etapa la sociedad se encuentra en situación de una "sociedad irregular", porque
bien podría ocurrir que nunca obtenga su inscripción. Por ello la ley va a regular de modo particular
esa situación, pero ello no implica reconocimiento de personalidad jurídica. Simplemente significa
consagrar normas especiales para regular una situación particular. Esto explica las reglas tan
específicas de los artículos 182 y 183 L.S. referentes a las sociedades anónimas en formación,
totalmente diferenciadas de las establecidas en los artículos 21 a 26.
La sociedad en formación no tiene personalidad jurídica, simplemente existen normas
específicas que van a reglar las relaciones jurídicas creadas para la actuación durante ese período de
ciertos individuos (los que actúan para cumplir los requisitos de publicidad e inscripción, promotores,
directores y fundadores). Tienen, podría decirse, una cierta "capacidad" para poder cumplir la etapa de

3
MESSINEO, Francisco, op. cit, T. II, pág. 6, nro. 4.
constitución. Pero todavía no aparece ninguno de los rasgos o elementos que exhiben la existencia de
personalidad jurídica.
En tal sentido, se ha resuelto:

La responsabilidad de los fundadores de la sociedad anónima por todos los actos que se celebren hasta la
constitución definitiva de la sociedad no es
subsidiaria, sino principal; el tercero que contrata tiene acción indistintamente contra los fundadores o la sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala A, 10-VI-74; "Fustinoni c/ Alonso y otro", J.A., 1974, t. 24, sec. nac., nro. 23.666.

Aunque los estatutos de la sociedad anónima hayan sido aprobados, si no se ha efectuado la inscripción en el Registro
Público de Comercio, los socios fundadores y los administradores mantienen la obligación personal, ilimitada y solidaria,
propia de los que contraten a nombre de sociedades no constituidas o que no funcionen según las disposiciones del caso.
Sup. Corte Buenos Aires, 2-xI-71, "Barrado y otros c/ Sor Mil 5. A.", J.A., 1972, t. 14, pág. 533.

21. DESESTIMACION O PRESCINDENCIA DE LA PERSONALIDAD JURÍDICA

En reiterados fallos los jueces del common law desestimaron la personalidad jurídica de las
sociedades, aplicando directamente a los socios los efectos de las normas legales que éstos habían
pretendido eludir.
Resulta difícil resumir en una fórmula teórica los diversos supuestos en que los tribunales han
hecho uso de tal solución. Colombres, a quien seguimos en este tema, citando a Gowre nos suministra
un catálogo de casos4:
"1. En razón de superiores exigencias nacionales o de intereses públicos frente a una incorporation
organizada para fines lícitos.
"2. Cuando el objeto de la incorporation, o el uso consiguiente de la forma corporativa, funciona en
contraste a una expresa política gubernativa, sea del poder central, del legislativo o administrativo
(por ejemplo: "el antitrust").
"3. Cuando el objeto de la incorporation o el uso subsiguiente de la forma corporativa están
directamente dirigidos a perpetrar un fraude.
"4. En el caso de que la responsabilidad limitada lesione la equidad.
"5. Cuando la desestimación sea necesaria para impedir una injusticia en relación a todos los
accionistas, o hacia el único accionista, o a un tercero, pero sin culpa de los accionistas o del
único accionista.
"6. Cuando el disregard sea preciso para evitar la opresión interna de algunos accionistas.
"7. Cuando la desestimación de la personalidad fuere necesaria para retener o declinar la jurisdicción
en una controversia o para aplicar la doctrina de la cosa juzgada".
Partiendo de un análisis empírico del derecho norteamericano, Serick expresa la siguiente
fórmula general: "la solución del problema relativo a cuándo puede prescindirse del rasgo esencial de
la persona jurídica, que es la separación radical entre la sociedad y los socios, depende de que la
persona jurídica actúe sin apartarse de los fines en atención a los cuales el derecho la ha creado"5.
Siendo la sociedad un "medio técnico" que el derecho suministra a los seres humanos para actuar
asociativamente y la "personalidad jurídica" un atributo conferido por la ley teniendo en miras un
interés general, cada vez que los individuos que recurren a la forma jurídica societaria lo hagan
apartándose de esos fines que tuvo presente el legislador, la imputación de los derechos y obligaciones
no se hará ya a la sociedad sino directamente a los socios, desestimándose o prescindiendo de la
"personalidad jurídica".
El juez puede, en tales supuestos, "romper el velo" de esa personalidad jurídica y "penetrar" en la
realidad, atribuyendo a los seres humanos que actuaban detrás de ese velo, o encubiertos por él,
directamente, las responsabilidades emergentes de ciertas conductas antijurídicas.
En esto reside la esencia de esta doctrina, en la posibilidad de efectuar una "directa imputación"
de las responsabilidades por actos antijurídicos a los socios, eludiendo la esfera social de imputación
de segundo grado.
En directa relación con este tema, el artículo 54 L.S. en su nueva formulación (ley 22.903) ha
previsto expresamente la inoponibilidad de la personalidad de la sociedad en los siguientes casos:
1) cuando la actuación de la sociedad encubra la obtención de fines extrasocietarios;
2) cuando la sociedad constituye un recurso, un medio para violar la ley, el orden público o la buena
fe; y
3) cuando sea un medio para frustrar derechos de terceros.
En tales casos, los actos y consiguientes responsabilidades de la sociedad se imputarán
directamente a las personas que hicieron posible tal actuación ilegítima, quienes responderán en forma
solidaria e ilimitada por los perjuicios causados.
Esta norma tiene sus antecedentes en decisiones jurisprudenciales, siendo los fallos más notables
4
COLOMBRES, op. cit., págs. 41 y sigs.
5
Idem anterior
los dictados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los casos "Parke Davis" y "Swift-
Deltec", en el año 1973, donde el máximo tribunal judicial dejó sentada la siguiente doctrina:

1. Si al resolver sobre la procedencia de la convocatoria el tribunal de la causa declaró - con


fundamento en las numerosas pruebas del proceso - que era evidente que la sociedad concursada
formaba parte, junto con otras, de un vastísimo grupo económico multinacional, dependiente de
una empresa extranjera con absoluto predominio, resulta contradictorio que al propio tiempo
dicho tribunal limite, con exceso ritual manifiesto, los alcances de su decisión al aspecto de la
convocatoria, excluyendo las responsabilidades de esa empresa dominante y de sus subsidiarias
por las deudas de la concursada. De ese modo, la sentencia omite considerar el fondo real de la
persona jurídica; necesidad que se impone por los abusos a que se presta la complejidad de
relaciones y actividades en ciertas estructuras sociales y por la dimensión creciente de grupos de
empresas internacionales y los graves problemas que su expansión plantea.

2. El régimen de la personalidad jurídica no puede utilizarse en contra de los intereses


superiores de la sociedad ni de los derechos de terceros.

3. Para resolver en justicia los graves conflictos que plantean en la vida moderna las empresas
multinacionales es menester atender a la realidad económica por sobre las formas jurídicas
aparentes.

4. El excesivo apego al tradicionalismo jurídico, que atiende más a las formas que a la
sustancia, constituye uno de los más serios obstáculos al éxito de

la promoción de la expansión económica y de la justicia social. No debe confundirse la razón


del derecho con el ritualismo jurídico formal, sustitutivo de la sustancia que define a la justicia.

5. Las formas jurídicas que la ley argentina prevé para actividades lícitas y conforme a su
derecho objetivo no pueden legitimar políticas económicas y financieras contrarias a las
necesidades de la sociedad argentina.

6. El primer deber de los jueces radica en prevenir la consumación de un fraude mediante la


utilización abusiva de las formas procesales que la ley prevé para la defensa de los derechos.

7. En presencia de un grupo económico multinacional, estructuralmente unificado bajo el


absoluto predominio de una empresa extranjera, es inaceptable que las apariencias de formas
jurídicas que asumen sus fracciones sirva para limitar los alcances de la quiebra de una de éstas
a esa parte sólo formalmente diferenciada, no obstante que su actividad respondió a las
directivas de la controlante. Si se atiende a esa realidad y a que las empresas dominantes
confirieron poder, en términos amplios, para hacerse representar en la convocatoria de una
integrante del complejo -poder que fue aceptado y en virtud del cual participaron en el juicio
universal-, no pueden caber dudas acerca de que la responsabilidad por las deudas de la fallida
deben alcanzar a todo el grupo, sin que la invocación del artículo 18 Constitución Nacional
autorice a postergar esa extensión de la responsabilidad. Ello así, por cuanto las sociedades
dominantes han tenido oportunidad para plantear las defensas que estimaran convenientes y la
omisión de hacerlo, bajo la pretensión de hacer prevalecer las formas jurídicas aparentes,
proviene de su negligencia. En consecuencia, corresponde extender a la sociedad dominante -
como deudora real y responsable de las obligaciones de la fallida -los efectos de la quiebra
decretada contra ésta, cuya propiedad y efectivo control le pertenece. Asimismo, cabe hacer
extensivos los efectos de dicha quiebra sobre todos los bienes que figuran en cabeza de otros
titulares aparentes.

8. Decidido que las empresas integrantes de un grupo económico multinacional,


estructuralmente unificado bajo el predominio de una empresa extranjera, revisten, a los efectos
de la quiebra, unidad socio-económica con la fallida, es improcedente otorgar el beneficio de
excusión; beneficio que no cabe aceptar cuando no pueden distinguirse los bienes en razón de
hallarse confundidos los patrimonios y, principalmente, en razón de que en la realidad no
existen personas distintas.

9. Si bien lo atinente al régimen de las costas es, como principio, materia ajena al recurso
extraordinario, tal doctrina reconoce excepción en los casos en que media arbitrariedad.
Encuadra en la hipótesis de excepción, la sentencia que impone las costas por su orden en un
incidente sobre verificación de créditos, si del expediente resulta que los acreedores que
pretendían la verificación fueron totalmente vencidos y medió conducta connivente de su parte.

Nro. 22.199, Corte Suprema, 4-IX-73, "Compañía Swift de la Plata SA. Frigorífica (conf. hoy 5.
quiebra)", JA. serie contemporánea, t. 19, págs. 575 y sigs.

A pesar de su aparente autonomía jurídica, la sociedad local se encuentra sin lugar a dudas en
relación orgánica de dependencia con la sociedad foránea por su incorporación financiera a la
sociedad dominante. Esa relación de subordinación no suprime la personalidad jurídica de la
sociedad dependiente, pero tampoco anula su capacidad jurídica tributaria. Califica una
innegable falta de independencia real, con evidentes implicancias en la falta de libertad de
elección respecto a los procedimientos contratados y aun a la real utilidad que los mismos
puedan reportar, así como a la necesidad de haberlos contratado.

Nro. 22.128, C.S].N., 31-VII-1973, "Parke Davis y Cía.; de Argentina (Soc. Anón.)", JA., serie
contemporánea, t. 19, pág. 418.

NOTAS A LA OCTAVA EDICION

1. JUR!SPRUDENCIA

En este capítulo incorporamos los siguientes fallos que estimamos de importancia a los efectos
de un mayor esclarecimiento de los temas en él desarrollados.

19. ALCANCES DE LA PERSONALIDAD

La sociedad anónima como sujeto de derecho es una persona distinta a la de sus accionistas o
persona jurídica que adquiera su paquete accionario (arts. 2º, 38, 57, 163 y concs., ley 19.550).
S.C.BA., 3-VIII-1993, "B., E. c. F. de B., D. 5.", DJ., 1993-2-744; DJ.B.A., 145-5259.

Uno de los efectos de la personalidad jurídica reconocida a las sociedades es la separación patrimonial de estos
sujetos de derecho respecto de sus integrantes, principio legal que debe respetarse en tanto no se violen reglas
superiores del ordenamiento jurídico, que hagan aplicable el criterio de funcionalidad sustentado en el artículo 2º de la ley
19.550.
Cám. Nac. Trab., Sala V, 23-V-1994, "Fuentes, Julio C. c. Todovino SA. y otro", L.L., Repertorio 1994, pág. 2018.

La persona jurídica, como dispositivo técnico o como fenómeno nacido de necesidades prácticas tendientes a obtener
determinados resultados en el mundo de los negocios, no es en sí misma pecaminosa ni puede merecer una
desaprobación ilimitada. Por el contrario, su intervención en el encauzamiento de la actividad económica puede resultar
un factor más positivo que negativo, toda vez que a través de ella puede posibilitar una agrupación
de esfuerzos que de otro modo no se lograrla, amén de evitarse la esterilización empresaria edificada con
desvelo a raíz de su dependencia a las vicisitudes propias de la persona física.
Del voto del doctor Juan Carlos Morandi, en la tercería de dominio en autos "Empresa
Bartolomé Mitre SA. c. Martínez, Alberto D. y otro", E.D., t. 90, pág. 295; L.L., 1979-D, pág. 265
(párrafo citado por Jorge N. Williams en su voto en la causa "Carabasa, Isidoro e. Canale SA. y otra",
L.L., 1983-B, págs. 401 y 402).

20. SITUACIONES ESPECIALES

a) Sociedades irregulares

La personalidad que se atribuye a la sociedad irregular es restringida, por lo que el socio no


podrá resistir una ejecución directa que lo afecte, sosteniendo haber contratado por cuenta de la
sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala B, 30-IV-1993, "General de Fianzas y Garantías Cía. de seguros c. Corralón Los Tilos y otros",
L.L., Repertorio LIII-1993, pág. 1643.

Si bien la calidad de sujeto de derecho, que la ley 19.550 le otorga a las sociedades irregulares o de hecho no es plena
y reconoce limitaciones, la sanción de dicha ley dejó atrás la discusión acerca del reconocimiento de la personalidad jurídica de
las sociedades irregulares o de hecho originada de la interpretación del artículo 2% del Código de Comercio. El carácter de
sociedades de hecho les priva de ciertos beneficios que tienen las sociedades regulares, pero ello no incide como factor negativo
decisivo al reconocimiento de la personalidad jurídica.
Cám. Civ., Com. y Trab. Bell Ville, 27-XII-1995, "Altamirano, María G. c. Vázquez finos. S.RL. y otros", L.L.,
19%C, pág. 642.

b) Sociedades accidentales

Antes de la vigencia de la ley 22.903, y pese a no hallarse legislados los contratos de colaboración empresaria, en la
práctica se concertaban los contratos llamados "de consorcio" con un objeto similar. Y, una de las fórmulas para salvar el
escollo derivado de la prohibición estatuida por el artículo 30, ley 19.550, era el de atribuir a tales consorcios el carácter de
sociedades accidentales. Dentro de esta tesitura tal tipo de sociedades no son sujetos de derecho, pero los terceros adquieren
derechos y asumen obligaciones sólo respecto del socio gestor, salvo que éste haga conocer los nombres de los demás socios
con su consentimiento, quedando en este supuesto obligados ilimitada y solidariamente hacia los terceros. (En el caso concreto,
existió una unión transitoria de empresas,
en el que se concertó un mutuo con un denominado "consorcio" por los intervinientes en la negociación).
Cám. Nac. Com., 16-XI-1992, "Banco Latinoamericano SA. (en liquidación por el B.C.RA.) e. consorcio
Arras SA. s/cobro de pesos", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara comercial

Las sociedades en participación no son más que manifestaciones "larvadas" de relaciones societarias, que no se
ajustan al concepto, la tipicidad y la regularidad que consagran los artículos 1º y 2º, L.S.
Pueden constituirse con dos o más personas para acometer algún negocio determinado, pero sin trascender en su
ejecución la existencia de una firma o razón social particularmente referida a tal sociedad, o por una o varias sociedades, o entre
éstas y otra u otras personas que actúen con la firma social de alguna de estas sociedades, pero sin firma social que caracterice u
ostente la participación aludida.
Cám. Nac. Com., Sala B, 1-VIII-1991, Ficha nro. 13.000, "Rivero, Rubén e. García, José s/sum.", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara comercial

e) Sociedades en liquidación

La circunstancia de haberse dispuesto la liquidación de una institución bancaria no conlleva a la


extinción de su personalidad jurídica, sino simplemente determina el comienzo de su etapa liquidatoria,
conservando su personalidad a esos efectos (art. 101, L.S.).
Cám. Nac. Com., Sala C, 13-XII-1991, "Bco. Bs. As. Building c. Astilleros Río Bravo SA. y otro s/ord.",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

21. DESESTIMACION O PRESCINDENCIA DE LA PERSONALIDAD JURÍDICA

Si resulta probado que la empleadora era una sociedad registral y no se denunció en la causa la
existencia de un fraude laboral tal que torne aplicable la teoría de la penetración de la
personalidad jurídica, no es procedente la condena a la persona física que se hubiese
desempeñado como representante legal o convencional del ente ideal.

Cám. Nac. Trab., Sala V, 23-V-1994, "Fuentes, Julio C.C. Todovino SA. y otro", D.T., 1994-B-
2142; L.L., Repertorio LIV-1994, pág. 2018.

Consagrando nuestro derecho positivo la distinta personalidad de la sociedad anónima respecto


de las personas individuales que la forman y que con su aporte integran su capital (arts. 2º, 56 y
57, ley 19.550 y artículo 33, apart. 2º, inc. 2º, Cód. Civ., según la reforma de la ley 17.711, y
fundamentalmente artículo 39 del mismo cuerpo legal), parece lícito echar mano del mecanismo
incorporado por el artículo 54, apartado 2º de la ley 19.550, que consagra en nuestro
ordenamiento la teoría del disregard of the legal entity, en un supuesto donde o bien2 la
sociedad ha desnaturalizado su objeto mediante actos que contrarían la razón para la que fue
creada, o bien sus socios la han utilizado como mecanismo para mediatizar su objetivo concreto
de violentar los límites a la disposición gratuita de su patrimonio, o esterilizar o neutralizar el
principio esencialmente igualitario consustancial a la sucesión mortis causa de herederos
forzosos.

Cám. 1ª Civ. y Com., Bahía Blanca, Sala 1, 21-X-1993, "M., D. H. en M., V., Sucesión", D. J.,
1994-1-348; L.L., Repertorio LIV-1994, págs. 2026/7.

Tratándose de sociedades anónimas formalmente constituidas que, por principio, gozan de


personalidad jurídica distinta, todo mecanismo de allanamiento de personalidad o
inoponibilidad of disregard of legal entity, debe ser aplicado con criterio restrictivo, sin que la
sola existencia de un conjunto económico o de control lo autorice, máxime cuando el actor no
ha expresado un interés jurídico tutelable en la desestimación de la personalidad o extensión de
la responsabilidad, ni demostró siquiera la imposibilidad actual de la controlada de satisfacer las
obligaciones derivadas de su actuación.

Juzg. Nac. Com. Nro. 9, Capital, firme, 31-V-1990, "Migliozzi, Julio A. c. Volkswagen
Argentina SA. y otros", LL., 1991A254; Di., 19911 629; E.D., 140-683.

1. No existe disposición legal que autorice la atribución automática a la controlante de los actos
realizados por la controlada; pues la sociedad es un sujeto de derecho, con entidad jurídica
diversa y distinta de los socios que la integran. Va de suyo, que tal principio admite excepciones
en los supuestos que la forma societaria se haya utilizado para violentar derechos de terceros, o
para la consecución de fines extrasocietarios, o cuando constituya un recurso para violar la ley,
el orden público o la buena fe. En tales supuestos cabe acudir a la doctrina del disregard of legal
entity que de alguna manera recoge la reforma de la ley de sociedades en el artículo 54, 2da.
parte.

2. La desestimación de la personalidad societaria debe ser utilizada cuidadosamente, pues su


aplicación irrestricta llevaría a consagrar la excepción como regla; circunstancia que no fue la
que inspiró el nacimiento de tal remedio jurídico.

Cám. Nac. Com., Sala B, 13-VI-1991, "NoeI, Carlos e. NoeI y Cía. SA. s/sum.", L.L., 1992-C,
pág. 420; E. D., 145-702.

La aplicación del artículo 54 de la Ley de Sociedades exige la existencia de pruebas


concluyentes respecto de las situaciones excepcionales que la mencionada legislación
contempla a fin de prescindir de la personalidad jurídica.

Cám. Nac. Com., Sala A, 22-11-1991, "Apalategui, Alberto M. c. D'Angelo Roberto, suc.", L.L.,
16-VII-1992.

1. Sin desconocer el fuerte contenido dogmático que tiene la teoría de la penetración de la


personalidad jurídica, su aplicación no puede hacerse sin munirse previamente de una gran dosis
de prudencia, atento a que su aplicación indiscriminada, ligera y no mesurada puede llevar a
prescindir o desestimar la estructura formal de las sociedades en supuestos en que no procede,
con grave daño para el derecho y la certidumbre y seguridad en las relaciones Jurídicas. Ello así,
porque cuando el derecho ofrece los cuadros de una institución y les atribuye determinadas
consecuencias jurídicas, el daño que resulta de no respetar aquéllas - salvo casos excepcionales -
puede ser mayor que el que provenga del mal uso que de las mismas se haga.

2. La persona jurídica, como dispositivo técnico o como fenómeno nacido de necesidades


prácticas tendientes a obtener determinados resultados en el mundo de los negocios, no es en sí
misma pecaminosa ni puede merecer una desaprobación ilimitada. Por el contrario, su
intervención en el encauzamiento de la actividad económica puede resultar un factor más
positivo que negativo, toda vez que a través de ella puede posibilitar una agrupación de
esfuerzos que de otro modo no se lograría, amén de evitarse la esterilización empresaria
edificada con desvelo a raíz de su dependencia a las vicisitudes propias de la persona física.

3. La prescindencia de la persona jurídica sólo puede admitirse de manera excepcional, cuando


se está en presencia de un supuesto en el cual a través de ella se han buscado o se han logrado
fines contrarios a la ley. Solamente cuando queda configurado un abuso de la personalidad
jurídica puede llegarse al resultado de equiparar a la sociedad con el socio; únicamente en esta
hipótesis será lícito atravesar el velo de la personalidad para captar la auténtica realidad que se
oculta detrás de ella con la finalidad de corregir el fraude.

4. La jurisprudencia creadora que insufló realismo al análisis de ciertos fenómenos


contemporáneos y tendió a la protección de los intereses de los terceros de buena fe, cuando se
trató de burlarlos mediante el abuso de la personalidad jurídica de sociedades nacionales y
especialmente multinacionales, no puede aplicarse sin tasa ni medida, pues se corre el riesgo de
instaurar el caos interpretativo y conmover los cimientos de una estructura normativa que será
buena, regular, mala o peor, pero que debe ser reajustada a los nuevos tiempos y concepciones
por los órganos del Estado a quienes les está constitucionalmente atribuida la función de
hacerlo.

5. Los diversos supuestos en que se ha reconocido y aplicado la teoría de la desestimación de la


personalidad jurídica pueden sistematizarse en: 1º) desestimación en beneficio de terceros
acreedores de la sociedad y en detrimento de los socios por haber mediado simulación en
perjuicio de aquéllos en materia de locaciones; 2º) en beneficio de terceros y en detrimento de
los socios por haber mediado simulación en perjuicio de aquéllos por haber el demandado
preconstituido una sociedad anónima para eludir obligaciones alimentarias y las derivadas de la
sociedad conyugal; 3º) desestimación activa en detrimento de los socios y en beneficio de
terceros acreedores en materia de derecho fiscal; 4º) en beneficio de los socios y en perjuicio de
terceros por haber mediado simulación en perjuicio de los socios en los supuestos de sociedades
de capital e industria y en fraude de la ley laboral; 5º) desestimación en beneficio del interés
público por razones de estado en virtud de las cuales se regula la sociedad por sus socios
(atribución de la nacionalidad a las sociedades por la nacionalidad de los socios) y en virtud de
las cuales se regula a los socios por la sociedad (régimen de liquidación de la propiedad
enemiga, dec. 11.599/46); 6º) desestimación en beneficio del interés público por razones de
política jurídica en virtud de las cuales se regula la sociedad con sus socios (sociedades de
agentes de bolsa y martilleros); 7º) desestimación en beneficio del interés público por razones
de política jurídica en virtud de las cuales se regula a los socios por la sociedad (extensión de la
quiebra prevista en los arts. 164 y 165 de la ley 19.551).
6. La desestimación de la personalidad jurídica de las sociedades procede, entre matriz y filial,
para el caso de insolvencia; en los supuestos de confusión entre persona jurídica y física, como,
por ejemplo, en lo concerniente a nacionalidad, domicilio o vecindad, disimulación de la
propiedad personal de bienes, o modificación de su transmisión por sucesión.

Cám. Nac. Com., Sala B, 06-XII-1982, "De Carabassa, Isidoro c/ Canale S.A. y otra", L.L., 1983-
B, págs. 353 y sigs.

Quiebra. Extensión. Actuación en interés personal. Actos concretos. Prueba. Sociedad de un solo
socio - Hipoteca para garantizar deudas de la sociedad. Depósito de fondos propios por el presidente

1. La situación prevista en el artículo 165 de la ley 19.551 supone la realización de actos


concretos que contraríen el interés social.

2. A los efectos previstos por el artículo 165 de la ley 19.551, debe rendirse una convincente
prueba sobre capítulos tan dificultosos como lo son los concernientes a la demostración de la
mera apariencia de la actuación de una sociedad que ha encubierto la actividad de una persona -
sea o no socia - en su propio interés; la disposición de bienes sociales por ésta y el fraude
consumado en perjuicio de los acreedores de la sociedad.

3. No configura la situación prevista en el artículo 165 de la ley 19.551 el mero hecho de que el
presidente de la sociedad anónima posea la casi totalidad de sus acciones, aun en el caso de
tratarse de una sociedad de propiedad de un solo socio.

4. No es demostrativa de la situaci6n prevista en el artículo 165 de la ley 19.551, la existencia


de una hipoteca constituida sobre inmuebles de propiedad del presidente de la sociedad fallida y
de su cónyuge, para garantizar deudas de la sociedad.

5. No es demostrativa de la situación prevista en el artículo 165 de la ley 19.551, que el


presidente de la sociedad fallida hubiera intentado levantar la quiebra efectuando un depósito de
fondos propios.

Cám. Nac. Com., Sala C, 29-IV-1985, "Luconi SA., Alberto", L.L., 1985-C, pág. 482.

2. DOCTRINA

Sobre los temas objeto de este capítulo, se pueden consultar los siguientes trabajos de doctrina:
- Bomhard, Roland, "Evolución de la personalidad jurídica y la oponibilidad de la personalidad
jurídica en el derecho societario consorcial alemán", revista Estudios de Derecho Comercial (San
Isidro), nro. 9, 1993.
- Fargosi, Horacio P., "Apostillas en torno de la capacidad de las personas jurídicas", R.D.C.O.,
1977, pág. 733.
- "Notas sobre la inoponibilidad de la personalidad jurídica", E.D., 15-XI-1985.
- "Notas sobre sociedades y personalidad jurídica", L.L., 1988-E, pág. 7%.
- Fernández Duque, Carlos A., "Viejos y nuevos problemas de la personalidad jurídica", R.D.C. O.,
1969, pág. 725.
- López Mesa, Marcelo J., "El abuso de la personalidad societaria y la doctrina de la desestimación.
(El presente de una institución veinte años después de su apogeo)", L.L., 17-111-1995.
- Moeremans, Daniel E., "Extensión de la responsabilidad de los socios en las sociedades de capital
en virtud del disregard of the legal entity,"', R.D.C.O., año 22, 1989, pág. 713.
- Otaegui, Julio C., "Acto social constitutivo y persona societaria. Esquema de su naturaleza",
R.D.C.O., 1975, pág. 365.
- Zannoni, Eduardo A., "La normativa societaria ante los actos fraudulentos de la sociedad.
Replanteo de la teoría del disregard (con acotaciones sobre la aplicación jurisprudencial en
la República Argentina)", R.D.C.O., 1978, pág. 1599.

CAPÍTULO IV
CONCEPTO Y ELEMENTOS DE LA SOCIEDAD COMERCIAL

22. CONCEPTO LEGAL (Art. 1°, L.S.)


Artículo 1°. - Concepto. Tipicidad. Habrá sociedad comercial cuando dos o
mas personas en forma organizada, conforme a uno de los tipos previstos en esta
ley, se obliguen a realizar aportes para aplicarlos a la producción o intercambio
de bienes o servicios participando de los beneficios y soportando las pérdidas.
De acuerdo con la clasificación de las personas que adopta nuestro Código Civil (art. 33), las
sociedades comerciales son personas "ideales", 'jurídicas, privadas".
Se rigen por la Ley de Sociedades comerciales (ley de facto 19.550 y sus modificatorias, las leyes
de facto 19.666, 19.880, 20.468, 21.304, 21.357, 22.182, 22.686, 22.903 y 22.985, según texto
ordenado decreto 841/84).

23. ELEMENTOS

Del concepto legal referido surgen los elementos explícitos requeridos para que exista una
sociedad comercial. Pero la ley presupone otros elementos implícitos, sin los cuales ella no existiría.
Son elementos implícitos:
a) El consentimiento de las partes intervinientes en el contrato plurilateral de organización; y
b) la affectio societatis, que es un elemento esencial para que exista la sociedad comercial.
Son elementos explícitos:
a) la pluralidad de personas;
b) la organización;
c) el tipo social;
d) el fondo común;
e) el fin común; y
f) la participación en los beneficios y en las pérdidas.
A su vez, el elemento organización presupone: un nombre, domicilio, objeto y duración; además
de significar la ordenación de los distintos órganos que cumplirán las funciones de gobierno,
administración y control del ente, estableciendo las reglas que regirán su funcionamiento y la
preservación de los derechos de las personas participantes.

24. EL CONSENTIMIENTO
Es un elemento esencial para la existencia de un contrato plurilateral de organización válido.
Debe ser expresado con discernimiento, intención y libertad. Es la manifestación de voluntad de la
persona (física o jurídica) de constituir una sociedad comercial.
Por ello la ausencia de vicios en el consentimiento es condición de validez del contrato, si bien
cabe advertir desde ya que dada la particular naturaleza de este contrato plurilateral esos vicios no
surten los efectos que producen en los contratos bilaterales. En principio, ellos no afectan la
subsistencia del contrato plurilateral, sino el vínculo del contratante, cuyo consentimiento estaba
viciado, con la sociedad. Este principio admite como excepción que la participación del afectado fuera
esencial para la sociedad, sea en mérito a su aporte al fondo social o por su persona en sí misma.
El tema de la capacidad necesaria para constituir sociedad lo analizamos en el Capítulo VI, y en
cuanto a los vicios del consentimiento y sus efectos invalidantes lo estudiamos en el Capítulo V.
En materia societaria este elemento implícito adquiere algunas particularidades, especialmente
respecto de la constitución de las grandes sociedades anónimas que recurren al "ahorro público".
Dichas sociedades se constituyen por medio de un procedimiento especial, donde los promotores
redactan un "programa de fundación" que someten a la aprobación de la autoridad de control (que en
el país, por disposición de la ley 22.169, es la Comisión Nacional de Valores). Una vez aprobado ese
programa e inscripto en el Registro Público de Comercio, comienza la "suscripción" de acciones por
parte del "agente" colocador que debe ser un "banco", que actúa a su vez como representante de los
suscriptores. Finalizado el plazo de suscripción, cuando se hayan colocado las acciones emitidas, se
reunirá la asamblea "constitutiva" (arts. 168 y sigs., L.S.).
Como dice Garrigues: "El procedimiento de la fundación sucesiva supone la existencia de un gran
número de futuros socios y la consiguiente imposibilidad de reunirlos en un solo acto para la
prestación simultánea del consentimiento o en múltiples actos bilaterales para el intercambio de los
consentimientos. Para evitar tales dificultades se ofrece el sistema de dirigir las distintas declaraciones
de voluntad a una o varias personas que figuran como órganos de concentración y que son las que
formularon la propuesta contenida en el llamado 'programa de fundación'".
La ausencia de este elemento por vicios de dolo o error, invalidarán el vinculo del socio con la
sociedad, pero no a ésta. La naturaleza "plurilateral" del contrato exhibe una vez más sus
peculiaridades y la diferencia con el contrato "bilateral".
Como lo destaca Brunetti: "Nulidad y anulabilidad actúan sobre la relación particular, no se
comunican al entero negocio y, por consiguiente, a los otros socios sobre los que el vicio no ha
actuado"2.
De todos modos, puede resultar un vicio invalidante de la sociedad en casos excepcionales, como
la sociedad de dos socios o aquélla donde el aporte de ese socio incapaz resulte esencial, según la regla
del artículo 16 de la ley 19.550.

24 BIS. LAS LLAMADAS SOCIEDADES OBLIGATORIAS

Nuestra ley prevé dos situaciones donde el "consentimiento" está ausente y de donde emerge la
llamada "sociedad obligatoria". Son los casos de incorporación del heredero del socio, prevista en los
artículos 90 y 155 de la ley, y los supuestos de indivisión hereditaria de la ley 14.394, regulados en el
artículo 28 de la ley societaria.
1
Curso de Derecho mercantil, T. II, pág. 29.
2 Op cit., T. 1, pág. 252.
a) la incorporación del heredero del socio

El artículo 90 prevé la posibilidad de que en las sociedades colectivas y en comandita simple


se pacte que la sociedad continúe con los herederos del socio fallecido. La norma consagra la
obligatoriedad del pacto para los herederos y sólo les reconoce el derecho de condicionar su
incorporación a la transformación de su parte en comanditaria.
La norma evita de ese modo la resolución parcial de la sociedad.
Por su parte, el artículo 155 de la ley alude al caso de las sociedades de responsabilidad
limitada, donde en el contrato constitutivo se puede prever la incorporación de los herederos del socio,
consagrando la obligatoriedad de tal pacto para los socios y para los herederos.
Estos son supuestos de incorporación a una sociedad donde la ley ha prescripto, en defensa de
la "continuidad" de la sociedad, la validez de los pactos del contrato constitutivo respecto de los
herederos.

b) la indivisión hereditaria en la Ley de Bien de Familia

El otro supuesto de "sociedad obligatoria" es el previsto en el artículo 28 de la ley, referido a


los casos de indivisión forzosa establecidos en la ley 14.394 (imposición forzosa de la indivisión por el
causante a sus herederos por el término máximo de diez años o igual imposición fijada por el cónyuge
supérstite). Este tema lo analizaremos más adelante al considerar el capítulo referido a los socios.

25. LA "AFFECTIO SOCIETATIS"

a) Concepto

Hemos visto que en el Derecho Romano la sociedad estuvo integrada por parientes
consanguíneos: la societas omnium bonorum derivada del antiguo consortium familiar, donde
permanecían los filiifamilias a la muerte del pater. Después se permitió el ingreso a esa sociedad de
extraños a la familia, pero ligados a ella por vínculos de amistad o de trabajo. De todos modos la
sociedad continuó fundada en el "afecto" derivado no ya de lazos de consanguinidad, sino de amistad.
De allí deriva la exigencia de ese particular elemento en el contrato de sociedad.
En el Derecho Romano la “affectio societatis” o “animus contrahendae societatis” consistía en la
voluntad de los contrayentes de unirse con el propósito o intención de constituir sociedad y de
dispensarse recíprocamente el trato de socios. Si esa voluntad faltaba, había simplemente comunidad
de bienes o indivisión, pero no sociedad. Era también consecuencia del carácter de contrato intuitu
personae de la sociedad3.
La doctrina tradicional consideró a éste un elemento indispensable de la sociedad, si bien sin
ponerse de acuerdo en cuanto al concepto de la affectio societatis. Así para Castillo4, es la intención de
formar sociedad; para Salvat es la voluntad o propósito de cooperación en los negocios sociales
aceptando deliberadamente la participación en las utilidades y en las pérdidas. Para Fargosi6, no es la
voluntad o intención de asociarse sino la voluntad de cada socio de adecuar su conducta y sus intereses
personales, egoístas y no coincidentes, a las necesidades de la sociedad para que ella pueda cumplir su
objeto, y a través de ella, que se mantenga durante la vida de la sociedad una situación de igualdad y
equivalencia entre los socios, de modo que cada uno de ellos, y todos en conjunto, observen una
conducta que tienda a que prevalezca el interés común.
Por su parte, autores como Arauz Castex 7 niegan la condición de elemento en el contrato de
sociedad. "El pensamiento de que ella consiste en la voluntad de formar sociedad está ya abandonado
con sobrada razón por la doctrina, porque si eso fuera, se confundiría con el consentimiento necesario
no sólo para formar sociedad sino para celebrar cualquier contrato".
Zavala Rodríguez, siguiendo a Hamel, sostiene la necesidad de la presencia de este elemento,
expresando que la voluntad de unión es el primer elemento esencial de la causa del contrato de
sociedad. Cada uno de los contratantes no considera en adelante a su cocontratante como un
adversario contra el cual debe luchar para realizar una ganancia. Por el contrario, se ha firmado un
contrato de alianza, ofensivo y defensivo, para luchar contra los terceros, y cada uno de los
contratantes, habiendo precisado las bases de esta alianza, considera, después de esto, a su asociado
como un compañero de lucha, como a un camarada de combate8.
3
CARAMÉS FERRO, op. cit., pág. 320.

4
Ver ZAVALA Rodríguez, Código de Comercio y Leyes Complementarias Comentadas y Concordadas, Depalma, 1964,
págs. 291 y sigs., nro. 556.
5
ldem.
6
ldem.
7
ldem.

Colombres 9 expresa que la affectio societatis no es un elemento del contrato plurilateral de sociedad y
que a pesar de los múltiples esfuerzos de la doctrina y de la jurisprudencia predominante entre nosotros,
considera que resultan inhábiles tanto las concepciones subjetivas como las objetivas elaboradas para
fundamentar la existencia de este elemento.
Halperin10 sostiene que el contrato plurilateral de sociedad exige tres elementos específicos, además de
los elementos generales: a) la affectio societatis; b) participación en las ganancias y en las pérdidas; c) y aporte
de cada socio para la formación del capital social. La affectio societatis es para dicho autor la voluntad de
colaboración activa, jurídicamente igualitaria e interesada. Colaboración activa, concretada no sólo en los
aportes de cada uno de los socios, sino también por su actuación en la administración y gobierno de los intereses
sociales; esta colaboración exige la conducta leal del socio traducida no sólo en el respeto del interés social
(deber de abstenerse de decidir u obrar contra ese interés), sino también el de sacrificar el interés propio o ajeno;
jurídicamente igualitaria, porque los socios deben encontrarse en su actuación en un mismo plano jurídico, sin
subordinación de los unos a los otros; e interesada, porque ello resulta del fin, que es obtener beneficios a
distribuir.

b) La "affectio societatis" en los diversos tipos sociales

Halperin señala también que ese elemento varía en la acentuación de sus rasgos fundamentales según el
tipo de sociedad. Y ello resulta indudable, agregamos nosotros, porque no es lo mismo este elemento en una
sociedad intuitu personae, donde el factor personal adquiere una importancia relevante, al que puede revestir en
el caso de una sociedad anónima, especial8jdem.
9 COLOMBRES, Curso..., pág. 56.
10
HALPERIN, Curto..., págs. 242, 243.
mente el caso de la gran sociedad anónima (la sociedad anónima abierta del artículo 299 L.S.).
Es evidente que dentro del concepto legal de sociedad comercial dado por nuestra L.S. no aparece este
elemento, al menos como requisito "objetivo". Pero no hay dudas de que él existe y está implícito en las
sociedades personales y aun en las pequeñas sociedades de capitales familiares (S.R.L. de familia o cerradas;
sociedad en comandita por acciones, que generalmente son sociedades de familia y en la sociedad anónima
familiar), donde generalmente son consocios parientes, amigos, colegas, etcétera. Coincidimos en que la affectio
societatis es la voluntad de colaboración activa, que expresa Halperin.

c) La "affectio societatis" en la jurisprudencia nacional

Precisando el concepto de la affectio societatis y aclarando la necesidad de su existencia, nuestra


jurisprudencia ha dicho:

Para que exista affectio societatis no basta con el aporte de capital para repartir beneficios, sino que es indispensable la participación
en las pérdidas. La participación en las pérdidas da a los contratantes una recíproca compensación, los coloca en pie de igualdad y unifica el
objeto y fin perseguido, que es lo que constituye la affectio societatis.
Fallo de la Cámara Nacional en lo Comercial, Sala B, J.A., 1966, t. II, pág. 610.

La affectio societatis consiste en la voluntad de cada socio de adecuar su conducta y sus intereses personales, egoístas y no
coincidentes, a las necesidades de la sociedad, para que pueda ella cumplir su objeto, lo que por cierto no está reñido con la posibilidad de que
existan discordias o discusiones acaloradas entre los socios, fracasos de asambleas o reuniones, marcha irregular de la sociedad, poca o ninguna
evolución comercial, mociones para liquidar la sociedad, concurrencia por apoderado a las asambleas, diversidad de criterio sobre la valoración
de la labor o eficacia del gerente, etcétera.
No debe confundirse la affectio Societatis con relaciones cordiales y amistosas entre los integrantes de una sociedad, ya que este tipo
de relación puede faltar sin que por ello desaparezca la affectio societatis, relación de naturaleza diferente vinculada a la existencia de una
voluntad común de los socios para la consecución del fin social y constituida más bien por la disposición anímica de colaboración de todos los
socios en todo lo que haga al objeto de la sociedad.
La affectio societatis es un elemento esencial del contrato de sociedad y su inexistencia es causal suficiente de disolución de la
sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala D, 22-X-1974, EDICIÓN, t. 61, pág. 494; J.A., 1975, t. 27, sección nacional, nro. 24.511.
Carece de la denominada affectio societatis, no obstante la facultad de administrar propia del sacio de la sociedad de hecho, la
sociedad en que uno de los socios ha abdicado en toda participación en la conducción del negocio, escamoteado sistemáticamente de tal manera
la colaboración activa que la constituye como uno de los elementos específicos.
Cám. Nac. Com., Sala B, 3-1X4976, E.D., t. 70, pág. 253.

La affectio societatis es jus fraternitatis, es la idea común de tratarse como iguales.


Cám. Nac. Com., Sala C, 13-VII-1975, EDICIÓN, t. 66, pág. 640.

La colaboración activa e igualitaria de los componentes de una sociedad, lo que significa la carencia de relación de dependencia,
para obtener finalmente un beneficio a dividir entre ambos contratantes, que es la intención que los ha guiado para formar una sociedad, se
denomina affectio societatis.
Supremo Tribunal Chubut, Sala 1,19-111-1973, E.D., t. 60, pág. 173.

26. PLURALIDAD DE PERSONAS

Es un elemento esencial para que nazca la sociedad y para que ella subsista. De modo que se
requiere la participación de dos o más personas en el acto constitutivo y durante la vida de la sociedad,
ya que al desaparecer tal situación se produce una causal de disolución (art. 94, inc. 8º, L.S.).
Este elemento esencial distingue la sociedad de la empresa, ya que ésta puede ser "pluripersonal"
o "unipersonal".
Como nuestra ley recoge el principio de "conservación de la empresa", si la sociedad queda
reducida a una persona se prevé un plazo de tres meses para que se incorpore otro socio y de ese modo
se evita la disolución, pero ello debe interpretarse como una excepción al requisito de la subsistencia
de la pluralidad de socios como condición de vida de la sociedad.

26 BIS. LA SOCIEDAD DE UN SOLO SOCIO

Se discute hoy en el derecho comparado y nacional sobre la admisión de la sociedad de "un solo
socio", sea persona física o jurídica.
La doctrina "tradicional" rechaza esta idea con el argumento de que en tal caso no se puede hablar
de "sociedad", porque dicho concepto presupone la existencia de más de una persona.
Pero después del desarrollo económico ocurrido en el mundo con posterioridad a la Segunda
Guerra Mundial, la aparición de los "grupos y conglomerados", en el que las subsidiarias "totalmente
controladas" concentraban la mayor parte de la actividad económica (tanto en la producción como en
el intercambio, y tanto de bienes como de servicios), plantearse la nulidad de esas sociedades por la
inexistencia de dos o más personas es, como decía Le Pera, "plantearse la nulidad del mundo", "lo que
podía ser muy valioso como actitud individual pero desaconsejable como actitud legislativa que, al
condenar los cauces por los que circula la abrumadora realidad, está condenando a la norma a un
destino de ineficacia que hiere irreparablemente el valor de la ley como instrumento de regulación
social"'1.
En tal sentido, la Ley de Unificación de la legislación civil y comercial, 24.032, vetada por el
Poder Ejecutivo nacional, admitió la existencia de sociedades de un solo socio, específicamente la
posibilidad de una sociedad de responsabilidad limitada y anónima de un socio.
En la S.R.L. se exigía que el socio único fuera una persona física; en la S.A. el socio único podía
ser una persona física o jurídica.
El Proyecto de reformas a la Ley de Sociedades comerciales elaborado por la comisión designada
por resolución nro. 465/91 del Ministerio de Justicia, integrada por los Dres. Edgardo Marcelo Alberti,
Miguel Angel Araya, Horacio P. Fargosi, Sergio Le Pera, Héctor Mairal, Ana Isabel Piaggi y Efraín
Hugo Richard, admite la sociedad de responsabilidad limitada de un solo socio y la anónima de un
accionista.
Nosotros admitimos la posibilidad de la sociedad de un solo socio fundado en la necesidad de
posibilitar al empresario individual la utilización de una forma jurídica que le permita separar su
patrimonio "personal" del patrimonio social de la empresa.
Por otra parte, nos parece mucho más lógico que la ley regule un hecho de la realidad cotidiana, a
que fuerce a las personas físicas a transitar caminos de simulación. Porque no otra cosa que sociedades
"simuladas" son aquellas donde el verdadero dueño tiene el noventa y nueve por ciento del capital y el
socio de "paja" el uno por ciento.

1Joint Venture V Sociedad, Apéndice, III. "Principio y dogma en la Ley de


Sociedades Comerciales", pág. 249.
Como vimos la sociedad es sólo un medio o instrumento que provee el derecho a los seres
humanos y no un medio "sacrosanto" provisto por el Hacedor. Por lo que no puede constituir
sacrilegio la admisión de este instrumento con una regulación particular previendo dicha situación
especial.
Por el contrario, su admisión generará más beneficios que perjuicios, ya que permitirá a los
empresarios arriesgar parte de su patrimonio sin exponer a su familia a los resultados de tal decisión;
al mismo tiempo que conferirá mayor "seguridad" a los terceros que sabrán a ciencia cierta con quién
están contratando finalmente, quién es el responsable de la toma de decisiones de la empresa.
Además, en el caso de sociedades extranjeras permitirá que puedan formar aquí sociedades
anónimas sin tener que recurrir a la ficción de un socio minoritario.
Si como enseñan Ferrara, Brunetti, Messineo y otros autores, es el ordenamiento jurídico el que
atribuye la "personalidad", esto es la calidad de sujeto de Derecho o de punto de referencia de
derechos y obligaciones, puede también por razones de conveniencia general, atribuir tal calidad a un
patrimonio personal o a una parte de él.
La atribución de la "personalidad jurídica" a ese patrimonio empresarial no sería sino una forma
de conferirle "autonomía", de reconocer la existencia de un patrimonio distinto del individual. Algo
que podría lograrse de otra forma si se admitieran los patrimonios "fiduciarios", por ejemplo.
Reconocer a la empresa unipersonal la posibilidad de contar con "personalidad jurídica" aportará
ventajas a todos los pequeños y medianos empresarios -que en nuestro país son numerosos -' al
permitirles separar los bienes que no afectarán al riesgo empresarial.
Asimismo será una forma de facilitar el desenvolvimiento de la gran empresa extranjera, y de las
filiales nativas de aquellas empresas, al permitirles su actuación en el país sin someterlos al fraude
obligado a la ley.
Contribuirá en suma a facilitar las inversiones y el desarrollo económico, lo que constituye razón
más que suficiente para su admisión legislativa.
Por otra parte, la misma ley 19.550 ha tenido que admitir situaciones donde la sociedad queda
reducida a un solo socio y sin embargo no se extingue.
La exigencia de la existencia de dos o más socios parece razonable en las sociedades personales
pero no en las sociedades de capital. En tal caso sólo es una rémora producto de la concepción
"contractualista" que todos los sistemas jurídicos han abandonado.

27. ORGANIZACION

La actuación pluripersonal presupone una organización que estructure la participación de esas


personas, la forma de establecer una voluntad común y de manifestarla hacia el exterior.
La sociedad comercial, hemos dicho, es un instrumento técnico-jurídico que sirve de envoltura a
la "empresa económica". De allí la interacción conceptual, funcional y teleológica entre sociedad y
empresa. Y la empresa como unidad de producción económica presupone una "organización".
La organización se establece mediante un contrato social o estatuto que ordenará el
funcionamiento de los diversos órganos; los derechos y obligaciones de los socios; la contabilidad; la
formación del fondo común; la forma de distribuir los beneficios y de soportar las pérdidas. Y que, de
modo especial, establecerá el nombre de la sociedad, su domicilio, su duración y el objeto social. Por
este último los socios definen y precisan los actos o categoría de actos que se proponen realizar para
obtener el fin común para el que se han asociado

a) El nombre

Esta organización necesita "identificarse" como persona jurídica titular de derechos, obligaciones
y responsabilidades. La sociedad tiene un nombre que es de su propiedad y que sirve para
diferenciarla.
La ley nos habla de "razón social" y de "denominación". La razón social es el nombre social que
se forma incorporando el nombre de uno o más socios y exhibe la existencia de una responsabilidad
subsidiaria, solidaria e ilimitada. Por ello es propia de las sociedades personales o mixtas donde se da
esa responsabilidad subsidiaria.
La denominación implica la utilización de un nombre de fantasía, que puede incluir el nombre de
alguna persona física, socia o no socia. No exhibe la existencia de responsabilidad subsidiaria y es
propia de las sociedades de capital donde los socios no contraen tal responsabilidad.
Las sociedades personales pueden por la ley optar entre utilizar una razón social o denominación,
opción que también consagra para las sociedades en comandita por acciones, por su carácter mixto,
con socios con responsabilidad subsidiaria (los comanditados).
Las sociedades con responsabilidad limitada (anónimas y de responsabilidad limitada) sólo
pueden utilizar denominación, pero la ley les permite incluir el nombre de una o más personas físicas,
que en el caso de la anónima no necesariamente deben ser socios pero que sí deben serlo en la
sociedad de responsabilidad limitada.
Interpretando las normas de la L.S. nuestra jurisprudencia ha expresado:

El sistema implantado por la ley 19.550 es nuevo en el sentido de que el concepto de razón social fue modificado y no aparece con
los caracteres de la legislación derogada.
Cám. Nac. Com., Sala A, 20-XII-1977, E.D., t. 77, pág. 187,

Las sociedades por parte de interés tienen opción legal para elegir entre la adopción de un nombre, que podrá asumir dos variantes:
razón social y denominación. Curiosamente la ley ha dado esa oportunidad selectiva a las comandita por acciones.
Cám. Nac. Com., Sala A, 20-XII-l977, E.D., t. 77, pág. 187.

La razón social es el nombre social que incorporando el nombre de uno o más socios está mentando una responsabilidad <deuda)
subsidiaria, ilimitada y solidaria. Por ello, las sociedades en que la responsabilidad (deuda) de los socios se encuentra limitada, no tiene razón
social a pesar del equívoco a que introdujo el derogado artículo 2º de la ley 11.645.
Cám. Nac. Com., Sala A, 20-XII-1977, E.D., t. 77, pág. 187.
La razón social que es optativa para las sociedades de personas y las sociedades en comandita por acciones implica vincular en la
responsabilidad a los sujetos físicos, a los que tal forma de nombre alude. Si, en cambio, adopta para esas sociedades el "sistema" de la
denominación, podrá incluirse o no un nombre de persona de existencia visible, y el resultado será indiferente en cuanto a la responsabilidad.
Para las sociedades anónimas, el régimen se aparta más, y estamos en plena denominación (art. 164), pero tanto para las sociedades anónimas
como para las de responsabilidad limitada, la ley autoriza incluir nombres de personas de existencia visible. En ambas, nótese también, la ley
usa prolijamente la palabra "denominación" y no otra.
Cám. Nac. Com., Sala A, 20-XII-1977, F.D., t. 77, pág. 188.

La ley ha querido -a pesar del silencio de la Exposición de Motivos sobre este punto- establecer,
sin duda, que para las sociedades anónimas y las sociedades de responsabilidad limitada, el
único sistema posible es el de la denominación (Se incluyan o no nombres de personas de
existencia visible en ella). Además, resulta claro que tal sistema no implica ninguna relación de
responsabilidad.
Cám. Nac. Com., Sala A, 20-XlI-1977, E.D., t. 77, pág. 188.

El nombre de la sociedad se integra en todos los casos con las palabras que identifican el "tipo social"
elegido para actuar.

de Halperin señala que el nombre tiene una doble función:


identificación y de atracción de la clientela. Está regulado en la ley 3975, y debe reunir las siguientes
condiciones:
1) no debe inducir a error en cuanto al objeto;
2) ni confundirse con el de otra sociedad;
3) ni ser contrario a las buenas costumbres.
Es el juez o la autoridad de registro el que debe denegar la inscripción en casos en que se violen estas
reglas y también cuando se elige un nombre ya utilizado por otra sociedad. A pesar de que la L.S. nada diga
sobre la inconfundibilidad del nombre, como lo hacía el artículo 300 del Código de Comercio, debe considerarse
subsistente dicho principio.
Los problemas de homonimia pueden suscitar oposiciones de terceros a la inscripción de una sociedad y
tales conflictos deben ser resueltos por el juez o autoridad a cargo del Registro Público de Comercio.
Al respecto, se ha resuelto:

La circunstancia de que una sociedad que se pretende registrar tenga un objeto distinto a otra ya registrada con el mismo nombre no
justifica que éste sea admitido, porque como ese objeto no tiene exteriorización pública, no servirá como elemento distintivo.
Juzgado en lo Comercial de Registro, &V-1975, "Casa Medina S.R.L.".

La oposición deducida sobre la base de la identidad de un nombre no importa el ejercicio de una acción fundada en la ley 3975, sino
que pone en HALPER1N, Curso..., pág. 265, nro. 69.
actuación las atribuciones del Juez de Registro, en orden a lo establecido por los artículos 6º y 167 de la ley 19.550.
Cám. Nac. Com., Sala C, 19-X-1977, "Constructora Cariló, Sociedad Anónima

Si bien la Ley de Sociedades no ha reiterado explícitamente el principio de la inconfundibilidad de las denominaciones o nombres de
las sociedades, tal como lo hacía el artículo 300 del Código de Comercio, el mismo debe considerarse implícito por ser uno de los inherentes a
la materia, o inclusive por haberse plasmado - siquiera a través de una aplicación concreta - en el régimen de sociedades, al exigirse que la
razón social exprese indudablemente la identidad de la sociedad (art. 126, ley 19.550).
Cám. Nac. Com., Sala C, 19-X-1977, "Constructora Cariló, Sociedad Anónima".

En los supuestos de oposición a la inscripción de una sociedad en el Registro Público de Comercio fundada en tener la sociedad
oponente la misma denominación social, deberá tenerse en cuenta a los efectos de su acogimiento, más que a los intereses particulares del
peticionante y el opositor al registro, al interés del tráfico y de los terceros en general que Se encontrarían ineficientemente protegidos si, hasta
tanto se dilucide el mejor derecho al nombre, el Registro procediera a la inscripción de la sociedad y, consecuentemente, la habilitase para
actuar bajo tal denominación, a sabiendas de la existencia de otra que actúa bajo el mismo nombre.
Cám. Nac. Com., Sala C, 19-X-1977, "Constructora Cariló S.A."13.

b) Domicilio
La L.S. (ley 19.550) determinaba en el artículo 11, inciso 2º) la obligación de mencionar en el
instrumento constitutivo de la sociedad "el domicilio" de ella. La doctrina enseñaba que el "domicilio social"
correspondía a la jurisdicción en la cual se constituía la sociedad y cuya autoridad judicial competente autorizaba
a inscribirla en el Registro Público de Comercio. En cambio, sede social era el lugar preciso, de determinada
ciudad o población, en donde funciona la administración y gobierno de la sociedad' 4.
Este concepto, o mejor dicho, esta distinción, no era pacífica, ya que se había interpretado
anteriormente el artículo 291, inciso 2º) del Código de Comercio, en el sentido que el domicilio era el asiento
físico del negocio donde se llevará la contabilidad legal de la sociedad y que implicaba la indicación precisa de
su sede social, calle, número y localidad, pueblo o ciudad.

13 NISSEN, Ricardo A., Ley de Sociedades Comerciales (su análisis a través de la jurisprudencia), Universitas, 1978, pág. 33.
14 HALPERIN, Curso..., pág. 262, nro. 66.
En el caso "Quilpe", se sentó la siguiente doctrina:

FI contrato de sociedad debe consignar el domicilio con determinación de calle y número, sin perjuicio de facultarse a los
administradores a cambiarlos dentro de la jurisdicción, sin modificación de los estatutos y cumpliendo sólo los demás recaudos legales.
Cám. Nac. Com., Sala B, 7-V-75, "Quilpe, Sociedad Anónima", J. A., 1975, t. 28, Sección nac. 24.620; L.L., 1975, t. C, pág. 291,
con nota de Horacio P. Fargosí; E. D., t. 63, pág. 139.

La Inspección General de Personas Jurídicas (hoy Inspección General de Justicia), autoridad a cargo del
Registro Público de Comercio en la Capital Federal, había resuelto reiteradamente que "en cumplimiento del
artículo 11, inciso 2º de la ley 19.550 los contratos o estatutos de sociedades deberán establecer con precisión: -
territorio, ciudad, calle, número, piso, oficina o departamento - la ubicación de su sede social".
La ley de facto 22.903 , de reformas a la L.S., recogió "la solución propiciada por la jurisprudencia en el
sentido de interpretar el concepto de domicilio como referido a la jurisdicción en la que se constituye la
sociedad; de este modo se posibilita que sólo tal dato conste en el contrato social..."15, consagrando tal
posibilidad y permitiendo que la dirección de su sede se inscriba por separado, habiendo modificado el artículo
11, inciso 2º, introduciendo un párrafo en tal sentido. Por ello el cambio de dirección o sede social no requerirá
una modificación del contrato social - dando una solución práctica a los problemas que una interpretación rígida
como la de la autoridad a cargo del Registro Público de Comercio de la Capital Federal planteaba -.

c) Duración

La organización presupone una cierta estabilidad, una subsistencia en el tiempo. La sociedad requiere
por ello que se establezca una duración determinada de tiempo. La ley no fija ni mínimo ni máximo, sino que se
determine ella. De esa forma se crea algo perdurable que tendrá continuidad y su predeterminación confiere
seguridad a los socios y a los terceros que contraten con la sociedad.

15 "Exposición de Motivos" de la ley 22.903, Capítulo 1, Sección II, punto 1.


Es un requisito para todos los tipos sociales y debe cumplimentarse aun cuando su determinación
pudiera resultar por vía indirecta, como ser por el objeto social.
En nuestra ley se trata de un requisito esencial no tipificante, porque es común a todos los tipos sociales,
como ya lo dijimos. Pero su omisión hace anulable el contrato, si bien éste será subsanable hasta su impugnación
judicial.
El vencimiento del plazo de duración es causal de disolución de la sociedad (art. 94, inc. 2º, L.S.). Pero
los socios pueden convenir su prórroga, debiendo resolverse ella e inscribirse en el Registro antes de la fecha de
expiración del plazo de duración (art. 95, L.S.).
La ley de facto 22.903 introdujo al respecto una importantísima modificación al permitir la
reconducción de la sociedad aun cuando hubiera vencido el plazo de duración (art. 95, 2º párr.).

d) Objeto: remisión

La organización presupone, también, un objeto: es decir la determinación de los actos o categoría de


actos a los que se dedicará la empresa. El tema del objeto social lo analizamos en el punto 32 de este capítulo.

e) Gobierno, administración y control

La organización presupone, necesariamente, la determinación de la forma en que los socios deliberarán


para adoptar los acuerdos, quiénes administrarán y quiénes ejercerán el control de esa administración.
Los distintos tipos sociales fijan reglas al respecto, las que varían partiendo de una organización sencilla
y con participación de todos los socios, como es la sociedad colectiva, hasta una más técnica y compleja, con
órganos con competencia específica, como es la sociedad anónima. En general las sociedades personales tienen
como modelo de organización la de la sociedad colectiva, con diferencias que hacen a la distinta responsabilidad
que asumen los socios. Las sociedades de capital parten de una organización simple, como la de la sociedad de
responsabilidad limitada común, y evolucionan hacia una organización de mayor complejidad, como la anónima
abierta, pasando por formas intermedias como son las anónimas cerradas.
Este tema será materia de particular análisis al estudiar cada tipo social.

28. EL TIPO SOCIAL. TIPICIDAD


La ley exige que las personas que van a constituir una sociedad comercial elijan alguno de los "tipos
sociales" que ella reglamenta. No deja aquí margen a la voluntad de las partes en cuanto a la creación de otras
formas de organización: obligatoriamente impone la adopción de alguno de los tipos establecidos en la ley.
Nuestra ley ha reglamentado seis "tipos sociales": la sociedad colectiva; de capital e industria; en
comandita simple; de responsabilidad limitada; en comandita por acciones y la sociedad anónima.
La empresa pluripersonal debe adoptar, necesariamente, alguno de esos tipos sociales.
La adopción de este principio se fundamenta en razones de "seguridad jurídica" al otorgar mayor
transparencia a la organización societaria, posibilitar un mejor conocimiento a los terceros que contraten con la
sociedad y facilitar un mejor desenvolvimiento de la actividad comercial en general.
Zaldívar16 expresa que la tipicidad implica establecer un marco de normas jurídicas que las sociedades
deben adoptar en su conjunto; permite el conocimiento fácil y preciso para quienes se asocian y para los terceros
que contratan con aquéllas, respecto a la estructura, organización, imputabilidad, responsabilidades, etcétera,
contribuyendo con ello a la seguridad jurídica.
Halperin17 define la "tipicidad" diciendo que ella consiste en la provisión y disciplina legislativa
particular, sin que tenga importancia el medio técnico por el cual se alcanza el resultado.
Le Pera18 critica duramente la forma como nuestra Ley de Sociedades comerciales ha regulado sobre
"tipicidad". Sostiene este autor que la "tipicidad" es una creación del derecho penal

16
ZALDÍVAR, Enrique y otros, Cuadernos de Derecho Societario, T 1, pág. 26, nro. 1.1.
17 HALPERIN, Curso..., pág. 303, nro. 1.
18 LE PERA, Sergio, Joint Venture y Sociedad, Apéndice III, "Principio y dogma en la Ley de Sociedades Comerciales", pág. 253.
liberal, que prohíbe la interpretación analógica de los tipos delictivos. Ese principio es extraño al
derecho privado, que cuando quiere presentar una serie cerrada de figuras definidas legalmente recurre a la
técnica del numerus clausus. Que mientras en otras legislaciones los distintos tipos de sociedades son "tipos
especiales" respecto de un régimen legal genérico de las relaciones asociativas (una "simple sociedad" como en
el derecho italiano, o la partnership en el derecho del Common Law), que absorbe y regula de manera no
persecutoria todos aquellos negocios y relaciones que no alcancen a ser uno de los "tipos especiales" contenidos
en la ley, en nuestra ley societaria los "tipos" no son especiales respecto de uno genérico, sino "islotes de
legalidad en un universo de ilicitud y precariedad". Con el agravante, respecto de igual principio del derecho
penal, que mientras los tipos criminales son pedazos no contiguos de ilicitud en la legalidad circundante ("todo
lo que no está prohibido está permitido"), los tipos societarios son pedazos de permisión en el mundo de lo
prohibido ("todo lo que no está permitido está prohibido").
En definitiva, creemos que la tipicidad significa la implementación legal de diversas formas de
organización societaria que se imponen obligatoriamente a quienes quieren utilizar este instrumento jurídico. A
los interesados la ley les deja una opción entre algunos de los tipos reglamentados, reglándolo imperativamente y
no consintiendo a la autonomía privada crear tipos o formas de organización con otras características 19
Este requisito general, establecido en el artículo 1º L.S., admite una sola excepción que es la prevista en
el artículo 119 para la sociedad extranjera constituida bajo un tipo desconocido en nuestra ley. La ley admite su
actuación en el país y la somete, en cuanto a los requisitos de control y funcionamiento, a las del "tipo social"
legal de máximo rigor'0.

29. FONDO COMUN


La constitución de un "fondo común" es también un elemento esencial para la existencia de la sociedad
comercial. Ese fondo común se constituye con los "aportes" que obligatoriamente deben efectuar los socios.

19 BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 88, nro. 24.


20 ZALDÍVAR, op. (it, pág. 28.
Ese fondo común, llamado capital social, es el que posibilitará la obtención del objeto de la sociedad,
por ello, necesariamente y como condición sustancial, debe guardar directa relación con él.
Como lo ha señalado la doctrina 21 la palabra "aportes" tiene en nuestra ley un significado distinto al
filológico: no significa entrega, tradición, pago de la cuota, sino la obligación de dar, de hacer gozar a la
sociedad de la prestación prometida; obligación de entregar un bien o un derecho, sea en propiedad, en
usufructo, en uso o goce.
De acuerdo al "tipo social" nuestra ley va a reglamentar los aportes permitidos, pudiendo expresarse una
regla general al respecto, en el sentido que en las sociedades personales se admiten todo tipo de aportes, de
obligaciones de dar y de hacer. En cambio, en las sociedades de capital, los aportes deben consistir en
obligaciones de dar.
Obligaciones de "dar" son aquéllas que tienen por objeto la entrega de una cosa mueble o inmueble; y
las obligaciones de hacer son las que consisten en ejecutar algún hecho o prestar algún servicio.
Son bienes aportables:
a) el dinero;
b) las cosas inmuebles;
c) los cosas muebles, como maquinarias, herramientas, automotores, semovientes, muebles y
útiles, instalaciones;
d) los derechos: se pueden aportar derechos derivados de contratos, como los de locación,
concesión, licencia, etcétera; los derechos de créditos contra terceros instrumentados en títulos valores
o en otros instrumentos; los derechos derivados de un invento, de patentes, marcas, diseños, modelos,
etcétera;

e) el fondo de comercio, como universalidad de bienes de una empresa comercial;


f) el uso o goce de bienes: los bienes pueden aportarse en propiedad, pero también pueden
aportarse el usufructo, uso o goce de bienes; y
g) el trabajo humano, que también puede ser materia de aporte.

21
HAI.PFR!N, Curto..., pág. 246, nro. 29; ZAI.DÍvAR, Op. (it., pág. 74, nro.
5.2.2.
Todo ello con las limitaciones referidas a cada tipo social, como ya señalamos supra.
Debe determinarse en cada caso el valor del aporte, pues ello es necesario para fijar el capital
social, establecer la participación de cada socio en la sociedad y, por ende, la medida de sus derechos en cuanto a
las utllidades y reparto final y en cuanto a su voto para lograr las mayorías en las deliberaciones sociales.
El fondo común de la sociedad es un elemento esencial y constituye una propiedad de ella,
afectado a las obligaciones contraídas; con independencia del patrimonio individual de cada uno de los
socios y que no puede ser agredido por los acreedores particulares de éstos.
Este fondo común que responde a los terceros que contratan con la sociedad es preservado por
la ley, en el sentido que él no puede ser disminuido arbitrariamente por los socios, sino en la forma
prevista por la ley, con conocimiento y participación de los acreedores sociales, con las formalidades
establecidas y la publicidad necesaria. Esto es lo que se denomina la intangibilidad del capital social. Diversas
normas consagran y preservan esa intangibilidad: las que prescriben las formas a cumplir para su aumento y
reducción; las que consagran la obligación de los socios respect3 del aporte social comprometido; las que
impiden a la sociedad adquirir sus propias acciones; las que prohíben las participaciones recíprocas en el capital
entre sociedades; las que consagran límites a esas participaciones; las que prohíben a la sociedad controlada
participar en el capital de la controlante, etcétera.
30. EL FIN COMUN
La doctrina italiana al considerar este tema lo analiza bajo el concepto de "causa", en el sentido de
causa-fin: esto es, el interés que las partes intervinientes en el acto constitutivo de la sociedad tratan de obtener o
realizar. Brunetti expresa que la causa está contenida, por lo tanto, "en el ejercicio en común de una actividad
económica para dividir las utilidades", en la comunión de fin calificada22.

22 BRUNETTI, op. cit., T. 1, págs. 260-261, nro. 90.


Halperin 23 señala que el fin común es un rasgo esencial de la sociedad que distingue a este
contrato de los demás, y que debe tener, normalmente, un sustrato económico.
En nuestra ley ese fin común surge de la expresión 'pa'a apilcartos (los aportes) a ia producción
o intercambio de bienes o servicios, en busca de un resultado económico". En lo que Dalmartello ha
llamado "la organización colectiva de las fuerzas patrimoniales particulares"; "en la cooperación para
lograr el fin común”24.
Brunetti expresa que es indiscutible que en la sociedad los contratantes asocian sus
prestaciones, por lo que cada uno encuentra la correspondencia, no en la prestación de los demás, sino
en la participación en las utilidades resultantes. La consecución del fin social crea el supuesto para la
satisfacción del interés a la conclusión del contrato25.
El fin común se vincula así al concepto de "interés social", como un interés propio y particular
de la sociedad, distinto al interés de los socios. Como algo propio de la empresa común. Diferente a la
finalidad o intención egoísta de las partes contratantes.

31. PARTICIPACION EN LÓS BENEFICIOS Y EN LAS PERDIDAS


Es este otro elemento esencial del contrato de sociedad, consecuencia del fin común antes referido, y
cuya ausencia le priva de existencia. Exhibe el riesgo propio de la empresa comercial y pone en
evidencia el "ánimo de lucro" que lleva a las partes contratantes.
La participación en los beneficios es la expresión que en la L.S. reemplaza el concepto de
lucro del artículo 282 del Código de Comercio, y el de "obtener alguna utilidad apreciable en dinero, que
(los socios) dividirán entre sí", que contiene el artículo 1648 del Código Civil.
Halperin señala que esta expresión se refiere no sólo a utilidad con el alcance de una ganancia
traducida en un incremento patrimonial, sino cualquier ventaja apreciable económicamente,

23 HALPERIN, Curto.., pág. 230, nro. 5.


24 DALMARThLLO, citado por BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 129, nro. 33.

25 BRUNETTI, op. cit., T. 1, págs. 129-130, nro. 33.


como la reducción de gastos por investigación en común, por disminución de costos en el
proceso de comercialización, etcétera. Deben derivar de la empresa social y "comprenden toda ventaja
patrimonial de origen social que aumenta la fortuna particular de los socios o les disminuye las
cargas", agrega, citando
26
a Vivante
La contribución o "soportación" en las pérdidas es el otro tramo de este elemento esencial de
la sociedad. La ausencia de este aspecto desnaturalizaría completamente la sociedad comercial y
estaría indicando que estamos en presencia de otro negocio jurídico.
La ley establece que el contrato social debe contener "Las reglas para distribuir las utilidades y
soportar las pérdidas. En caso de silencio, será en proporción de los aportes. Si se prevé sólo la forma de
distribución de utilidades, se aplicará para soportar las pérdidas y viceversa" (art. 11, inc. 7', L.S.).
La ley fulmina de nulidad los pactos que denoten la constitución de una "sociedad leonina", como la
que prescriba que alguno o algunos de los socios reciban todos los beneficios o se les excluya de ellos, o que
sean liberados de contribuir a las pérdidas; o que al socio o socios capitalistas se les restituyan los aportes con un
premio designado o con sus frutos, o con una cantidad adicional, haya o no ganancias (art. 13, incs. 1º y 2º).

32. EL OBJETO SOCIAL

a) Concepto

Está constituido por los actos o categorías de actos que en virtud del contrato constitutivo
p64rá realizar la sociedad, para lograr el fin común al que aspiran los socios.
No debe confundirse objeto con actividad, expresa Halperin27. El objeto está determinado por la
categoría de actos para cuyo ejercicio se constituyó la sociedad; la actividad, en cambio, es el ejercicio efectivo
de actos que realiza la sociedad en funcionamiento.

26 HALPERIN, Curso..., págs. 256-257, nro. 49.


27 HALPERIN, Curso..., pág. 231, nro. 7.
b) Exigencia legal
El objeto, según el artículo 11, inciso 3º, L.S., debe ser preciso y determinado y mide la
capacidad de la sociedad. Por ello si en el ejercicio de su actividad los representantes sociales exceden
notoriamente el objeto social no obligan a la sociedad (art.
58, L.S.).
Esa exigencia de nuestra ley adquiere, entonces, una enorme importancia, por cuanto está
señalando el limite de actuación de los representantes sociales y también, a la inversa, el ilmite de imputación
de actos realizados por ellos a la sociedad. En tal sentido nu'estra jurisprudencia ha tenido oportunidad
de señalar:
La ley 19.550 exige que el objeto social sea preciso y determinado - artículo 11, inc. 3º -, teniendo en cuenta la
trascendencia que esa precisión y deterntinación tienen en materia de responsabilidad de la sociedad por actos reaizados por
administradores o representantes - artículo 58, ley cit. - o como medio de prevenir nulidades -art. 17 in fine de la
ley- ... por lo que... "la enumeración generica de las distintas actMdades contractuales de orden comercial, inmobiliario,
fmanciero, agropecuario, etc., efectuada en el estatuto societario no cumple con la condición que en cuanto a su objeto debe
reunir el acto constitutivo: Ser preciso y determinado".
Cám. de Apel. 1ª de Bahía Blanca, 26-XII-72, JA., 1973, t. 19, pág. 680.

"El objeto de la sociedad debe ser preciso y determinado para posibilitar que Se conozcan con certeza las diversas
actividades que puede abarcar la empresa mercantil... ese objeto no es preciso y determinado si no queda actividad cemercial o
industrial que no Se encuentre comprendida en su ámbito"... "La indeterminación del objeto social permite razonablemente
suponer que la sociedad sólo operará en algunos de los rubros comprendidos, dejando los demás para eventuales cambios de
objeto, que se realizarán sin cumplir con los recaudos y formalidades exigidos por la ley, y ello es precisamente lo que
corresponde evitar".
Cám. Nac. de Apel. en lo Comercial, Sala B, 2-X-74, JA., 1975, t. 26, sec. nac. nro. 24.240; L.L., 1975, t. A, pág. 415;
EDICIÓN, t. 60, pág. 229.

c) Requisitos

El objeto social debe ser además 1) posible y 2) lícito.


1) Posible: el objeto social fijado en el contrato debe ser de cumplimiento o realización posible.
En caso contrario, es decir si en el acto constitutivo se fijara como objeto algo imposible de realizar, la
sociedad será nula. Pero si la imposibilidad de lograr el objeto social es sobreviniente, posterior al
contrato, entonces la sociedad se disuelve (art. 94, inc. 4º, L.S.).
2) Lícito: la ilicitud del objeto social produce la nulidad de la soc¡edad (por ejemplo si se
constituye una sociedad colectiva para realizar contrabando; o para explotar la mendicidad; o para
fabricar heroína, etc.). Pero aquí también cabe señalar que la ilicitud debe ser preexistente, porque si
fuera sobreviniente, no operaría como causa de nulidad. Por ejemplo el caso de la "ley seca" en los
Estados Unidos de América. Aquí la causa sobreviniente operaría como causal de disolución y
correspondería adoptar el principio de consen'ación de La empresa y facilitar un plazo a la sociedad para
modificar su objeto social.

d) Nulidad por razón del objeto

Remisión: este tema lo analizamos dentro del Capítulo V, punto 52, a), b) y c).

e) La doctrina del "ultra vires

Siguiendo a Colombres diremos que esta doctrina puede caracterizarse diciendo que "la
actividad indicada en el acto constitutivo representa un límite, no sólo al poder de los administradores,
sino también a la misma capacidad de la sociedad, determinando como consecuencia que los actos
extraños al objeto social son insanablemente nulos, aun cuando el cumplimiento de los mismos haya
sido decidido por el acuerdo unánime de los socios” 28
Lo esencial de esa doctrina, nos explica el autor citado, consiste en sostener que de la atribución de una
"personalidad jurídica" no deriva una imputabilidad diferenciada general, sino, por el contrario y en razón de la
específica naturaleza que ella inviste como "persona jurídica", una imputabilidad propia y circunscripta a la
actividad para la que ella ha sido contituida, y para la que, precisamente, le ha reconocido el ordenamiento
jurídico una específica titularidad de derechos y obligaciones.
Ya la antigua legislación inglesa previó que el acto constitutivo debía contener, entre sus
constancias esenciales, la descripción del objeto social; y la capacidad de la sociedad quedaba circunscripta al
cumplimiento del objeto social. Si bien esta concepción se ha debilitado al admitirse que al par de la descripción
28
COLOMBRES, op. cit., págs. 105y sigs.
del objeto social se permitiera incluir en los estatutos una fórmula que faculta a las sociedades
a realizar otros actos inciden-tales tendientes a su cumplimiento.
Esa doctrina es ajena al derecho continental europeo, donde se ha admitido pacíficamente el
principio de la capacidad general de las sociedades y la descripción del objeto social, sólo ha tenido el valor
de circunscribir el poder de representación de los administradores. Las operaciones que exceden ese
límite son ineficaces, pero pueden ser subsanables mediante la ratificación de la asamblea.
La jurisprudencia y doctrina norteamericana varió la concepción inglesa original y la doctrina
del ultra vires fue perdiendo la duplicidad de significado y de acto exhorbitante, sea del objeto social,
sea de la facultad del órgano social, y quedó restringida a este último alcance.
Sostiene Colombres que nuestra ley adopta en el artículo 58, sin duda, la concepción amplia de
la doctrina del ultra vires, conceptualizada como un doble límite, tanto para la sociedad como para el
órgano de administración y representación. El objeto social determina ese límite y aquellos actos
notoriamente ajenos al objeto social serán inoponibles a la sociedad.
Es decir que el objeto social marca no sólo un límite para el órgano de administración, que no
puede exhorbitar, sino también un límite a la "capacidad" de la sociedad que no puede rea¡izar todos los
actos y negocios, sino aquéllos comprendidos en su objeto.
Esta doctrina tenía recepción en la legislación nacional en los artículos 35 y 36 del Código
Civil, y en los artículos 337, 338 y 317 del Código de Comercio.
Como bien señala Halperin29 la tendencia contemporánea está en abandonar esta limitación en
amparo de los terceros, de la celeridad y seguridad de los negocios y en protección de los accionistas
presentes y futuros.
Sostiene este autor que el artículo 58 atenúa el rigor de la doctrina del ultra vires al hacer
referencia a actos que no sean notoriamente extraños al objeto social, por lo que el exceso debe

29 Ver HALPERIN, Sociedades Anó,iimas, págs. 425 y sigs., y la nota nro. 134 con cita de la jurisprudencia nacional
anterior a la sanción de la Ley de Sociedades comerciales.
resultar clara e indubitablemente del objeto enunciado en el estatuto.
Estimamos que, de todos modos, la Ley de Sociedades comerciales ha adoptado tal criterio,
sumamente peligroso para la evolución normal de los negocios, para su celeridad y seguridad y
contrario a la prevalencia de la buena fe comercial30.

33. LA SOCIEDAD ES SUJETO DE DERECHO (Art. 2°)

Art. 2°. - Sujeto de derecho. La sociedad es un sujeto de derecho con el alcance fijado en esta ley.

La sociedad cómercial es una persona jurídica privada, con el alcance que hemos expuesto en el
Capítulo III, punto 19.

34. ASOCIACION BAJO FORMA DE SOCIEDAD COMERCIAL


(Art. 3°)

Art. 3° - Las asociaciones, cualquiera fuere su objeto, que adopten la forma de sociedad bajo algunos de los tipos previstos, quedan
sujetas a sus disposiciones.
Las asociaciones civiles, religiosas, de bien público, etcétera, cualquiera sea su objeto, que adopten la
forma de sociedad comercial en algunos de los "tipos" legales previstos, quedarán sometidas al régimen de la
Ley de Sociedades comerciales.
Esta norma no es sino una aplicación concreta del principio de "tipicidad" que ha adoptado nuestra ley.
Esto prueba acabadamente que la ley ha adoptado el criterio de la "forma" y no ya el del
"objeto comercial" como elemento diferenciador, avanzando así decididamente hacia la unificación
del régimen de las relaciones económicas de derecho privado3t.

30 Otaegui, Julio C., Administración Societaria, Abaco, Bs. As., 1979, pág.
80, sostiene que el objeto social no limita la capacidad del derecho de la sociedad
respecto de los actos jurídicos que ésta puede realizar, ya que el objeto indica actividades y no actos.
31 HALPERIN, Curso..., pág. 287, nro 1.
NOTAS A LA OCTAVA EDICION

1. JUR!SPRUDENCM

En este capítulo incorporamos los siguientes fallos que estimamos de importancia a los efectos de un
mayor esclarecimiento de los temas en él desarrollados.

25. LA "AFEECTIO SOCIETATIS"

Es inadmisible la ejecución forzada de un convenio de "promesa de sociedad" porque ello es incompatible con el affectio
societatis requerido al momento de la constitución social, en tanto se trata de un débito de hacer de naturaleza intl4ito persone
cuyo incumplimiento sólo puede generar daños y perjuicios (de la sentencia de primera instancia).
Cám. Nac. Com., Sala C, 24-IX-1993, "Rozenblum, Horacio c. Falak, Mario V.", L.L., 1994-E, págs. 483/4.

La affectio societatis no debe ser confundida con la necesidad que exista entre los socios una relación cordial y
amistosa, la que puede faltar sin que por ello desaparezca la voluntad de colaborar en la consecución del fin social.
Cám. Nac. Com., Sala E, 27-XII-1991, Ficha nro. 13.779, "Pagliai, Aníbal e. Fernández Lacour, César s/sum.",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

27. ORGANIZACION

a) El nombre

1. El nombre de una sociedad, no es solamente un atributo de la personalidad sino que debe ser considerado
como un bien inmaterial susceptible de valoración pecuniaria sobre el que se ejerce un derecho de propiedad en el sentido del
artículo 17 de la Constitución Nacional, del cual no puede privársele arbitrariamente, ni ser utilizado por otra sociedad sin
conculcar además, el principio de inconfundibilidad, pues por el solo motivo de ser el nombre el elemento que individualiza a la
persona jurídica que el ente societario importa, la ley le confiere el derecho a la tutela de su propia personalidad.
2. La libertad en la elección del nombre aparece restringida por el llamado principio de "novedad", que
veda la adopción de una denominación ya utilizada por otra sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala A, 24-VIII-1990, Inspección General de Justicia, "Chanel París SA.",
L.L., 1991-A, pág. 127.

1. Aun reconociendo la diversa naturaleza de ambos institutos, cabe aceptar la posibilidad de


que un titular marcario solicite el cese de uso de un nombre comercial, por su parecido y proximidad
de los ramos qúe podrían próvocar casos de confusión en cuanto al origen de los productos; lo cual
debe ser juzgado con criterio realista y prudente, atendiendo a las peculiaridades de la causa y a las
características del público consumidor.
2. A los fmes de proceder al cotejo de la marca y del nombre comercial, cuyo cese de uso solicita
el titular de la primera, deberá procederse más severamente si: a) existe absoluta identidad entre los elementos
protegidos; b) una empresa es desmembración de la otra y c) se dirigen al mismo ramo de producción, de
proveedores y de consumidores, lo cual puede generar en el público consumidor incertidumbre y confusión que
deben siempre evitarse en aras de intereses de superior jerarquía, como son el resguardo del público y las buenas
prácticas comerciales.
Cám. Nac. Civ. y Com., Sala III, 11-111-1994, "Moineaus SA.I.C. c. Moine Pumps SA. s/cese de uso
de nombre comercial", E.D., 24-111-1995.

1. El nombre o designación comercial, como elemento individualizante del fondo


de comercio, se vincula a un establecimiento comercial o industrial y procura individualizarlo
en la integridad de sus elementos, siendo su problemática ajena a la normativa societaria; en
cambio, la denominación de la persona jurídica es inherente a la sociedad y constituye una
estipulación necesaria que debe expresar el instrumento constitutivo a los efectos de la
identificación de la persona jurídica.
2. En el caso de no perseguirse el cambio de una denominación societaria sino la utilización de
un nombre, sin tipo social alguno, cabe concluir que se cuestiona tal utilización como denominación comercial;
cobrando virtualidad lo previsto por la ley 22.362 en cuanto determina la competencia del fuero federal civil y
comercial para resolver las cuestiones que plantee la aplicación de sus disposiciones.
3. Si la actora - Dexter International, SA. - acciona contra la firma Dabra, SA. a fin de que se la
condene a cesar en el uso del nombre comercial "Dexter", cabe concluir de que en el caso no se encuentra
cuestionada la utilización del nombre comercial registrado por !a actQra como usurpación de marca, sino el uso
de una denominación social; por lo que resultan inaplicables las disposiciones del artículo 27 de la ley
22.362 que determina la competencia del fuero federal civil y comercial (del dictamen del fiscal de Cámara).
Cám. Nac. Com., Sala B, 21-11-1994, "Dexter International SA. c. Dabra, SA. s/ord.", E.D., 24-111-1995.

b) Domicilio

Constitución de domicilio. Sede social


El domicilio legal inscripto tiene el carácter de constituido procesal, allí es donde debe efectuarse el
emplazamiento a juicio de una sociedad regularmente constituida, descartándose, la notificación edictal, que sería
viable previo agotamiento de los recaudos pertinentes para descalificar dicho domicilio.
Cám. Nac. Com., Sala A, 16-XII-1993, "Banco de los Andes SA. en liq. c. Productos Publicitarios Asociados SA.",
E.D., 156-394; L.L., Repertorio LIV-1994, pág. 2018.

Notificación
1. El domicilio en el cual se cursó la citación para reconocer firmas prevista por el artículo 525, Código Procesal,
y la intimación de pago
- individualizado como legal - coincide con el social inscripto en la Inspección General de Justicia. En
consecuencia, son válidas y vinculantes para la sociedad todas las notificaciones efectuadas en la sede inscripta (art. 11, inc. 2º,
L.S.).
2. Es inaceptable la alegación de que los emplazamientos a la sociedad se cursaron a un domicilio falso, pues resulta
irrelevante que se hubieren iniciado trámites tendientes a obtener la inscripción de un nuevo domicilio social, ya que por no
haber sido concluidos carecen de oponibilidad ante terceros. Más aún cuando no se denunció ningún domicilio real al cual
debieran haberse cursado las notificaciones.
Cám. Nac. Com., Sala E, 27-111-1992, "Dar SA. en liq. por Banco Central c. Darom SA. y otro", L.L., 28-VIII-1992.

De acuerdo a lo dispuesto por el artículo 11 de la ley 19.550, inciso 2º, armonizado con lo preceptuado por el inciso
3º del artículo 90 del Código Civil, el domicilio legal de la sociedad hace presumir que es allí donde se domicilia la persona
jurídica, sin admitir prueba en contrario. Consecuentemente, ese es el domicilio donde debe ser citada a todos los efectos, por
los que se tendrán por válidas y vinculantes para la sociedad todas las notificaciones efectuadas en esa sede.
Cám. Nac. Trab., Sala 1, 16-11-1990, "Sánchez, Lidia 1. c. Corman SA. y otros", L.L., 28-VIII-1992.
1. Desde que el domicilio constituido es el domicilio procesal o ad litenz, fijado a los efectos del proceso, no
corresponde asimilarlo al
domicilio social inscripto, sin que ello importe desconocer los efectos que el artículo 11, inciso 2º de la ley
19550 asigna a las comunicaciones que en él se cursen.
2. Si bien no es admisible la pretensión de notificar a la sociedad
en el domicilio social inscripto con la calificación de constituido, ello no importa restar validez a
las notificaciones que pudieran efectivizarse en el domicilio inscripto en el registro pertinente.
Cám. Nac. Com., Sala E, 16-VIII-1988, "Muñoz, Miguel c. Sociedad Minera Pirquitas Pichetti y
Compañía, SA. y otros", E.D., 15-IX-1989.

1. El
artículo 11, inciso 2' de la ley 19.550 moclificado por la ley
22.903, establece que se tendrán por validas y 'vinculantes para la sociedad todas las
notificaciones efectuadas en la sede inscripta. En consecuencia, la dirección de la sede es el domicilio
legal de la persona de existencia ideal en el sentido del artículo 90 del Codigo Civil.
2. Es admisible conferir al domicilio legal el carácter de constituido procesal para viabilizar
sin futuros inconvenientes la notificación para lo cual, entre todas las otras, aquél fue constituido.
Cám. Nac. Com., Sala A, 22-11-1989, "Maguse, SA. sipedido de quiebra por Amarilla de Albo,
Susana y otro", E.D., 15-IX-1989.

28. EL TIPO SOCIAL: TIPICIDAD

La sociedad fue constituida según uno de los tipos previstos por la ley 19.550, y debidamente inscripta,
la circunstancia de no haberse registrado una supuesta cesión de cuotas no tiene entidad para menoscabar la naturaleza
del ente, constituyéndola en una sociedad irregular; eventualmente, tendrá efectos respecto a la responsabilidad de sus
componentes respecto del incumplimiento de tal recaudo. Del dictamen del fiscal de Cámara 66.873.
Cám. Nac. Com., Sala A, 17-IX-1992, "Exchange Turismo de Oscar Juan Martínez y Germán
Darío Coronel Soc. de Hecho siPedido de quiebra por Arends Bernt", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara
Comercial

29. FONDO COMUN

La inscripción ante el registro público del acto societario por el cual se legitiman los aportes efectuados
por los socios que derivan en un supuesto de capital, no obsta a la eficacia de los derechos y obligaciones
contraídas por las partes, y por ende, cabe considerarla una exigencia formal no esencial, que es susceptible de ser
cumplida con posterioridad al plazo fijado para tales efectos.
Cám. Nac. Fed. Cont.-Adm., Sala IV, 18-VI-1992, "Finatlantic SA.", L.L., Repertorio LIII-1993, pág. 1627.
Aportes. Reintegro

Las sumas pagadas por el acreedor, destinadas a solventar el valor de los bienes prometidos en aporte de una
futura sociedad, una vez resuelto el contrato, constituye una típica deuda de valor y en consecuencia el reintegro debe
efectuarse según el poder adquisitivo que aquella tenía al tiempo de la entrega al deudor.
Cám. Nac. Com., Sala D, 12-111-1990, Ficha nro. 7869, "Stellino, Pedro c. Venturini, Guerrino s/sum.", Repertorio
de Jurisprudencia de la Cámara ComerciaL

1. El álea que caracteriza a toda empresa comercial, trae aparejada la necesidad de que quienes han contribuido a
formar el fondo social queden expuestos, ante un eventual quebranto del ente, a perder el valor de lo que al mismo han
aportado. Por ello la obligación de soportar las pérdidas que pudieren originarse como consecuencia de la actividad social. Ha
sido elevada por la ley al rango de requisito esencial del contrato de sociedad, y por ello también la pretensión de recuperar los
aportes sin una previa valoración de la situación patrimonial de la sociedad, no encuentra amparo en ninguna norma legal.
2. De ahí que la posibilidad de obtener el reembolso de lo aportado sólo puede ser admitida frente a una norma
expresa que lo autorice, como ocurre en el caso de exclusión de un socio o cuando se ejercita el derecho de receso.
Cám. Nac. Com., Sala E, 24-V-1990, Ficha nro. 8519, "López Fernández, Adolfo c. Vivero S.R.L. s/sum.",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara ComerciaL

1. La prueba del aporte a una sociedad puede no ser sencilla, pero indudablemente lo es menos cuando se trata de un
aporte no habitual en los usos comerciales.
2. Cuando se trata de trabajo personal, la prueba de haberlo dado como aporte a una sociedad - una suerte de
sociedad de hecho de capital e industria - parece particularmente dificultosa, porque la dación de trabajo no es inequívocamente
indicativo de un aporte, desde que puede ser dado también a título de relación de trabajo o empleo, o bien a título de locación de
servicios, la prestación - trabajo - es en sí misma idéntica, pero puede ser dada por causa y con efectos bien diferentes.
Cám. Nac. Com., Sala D, 19-VI-1990, Ficha nro. 9282, "Bodrone, Héctor c. Verdier, Adolfo s/ord.", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara ComerciaL

El compromiso de aporte de capital a una sociedad, es - aun luego de efectivizado- una suerte de negocio
jurídico ad referendum, en el sentido de que la voluntad de los sujetos intervinientes en el acto requiere ser integrada por otra
declaración de voluntad emanada de los órganos societarios destinados a formar la voluntad de la sociedad, sin la
cual no existe obligación emergente del contrato conforme a las preceptivas de los artículos 1161 y concordantes del
Código Civil. A resultas de ello, es exacto también lo afirmado por el juez, que a falta de ratificación de la sociedad
exteriorizada a través de las formalidades legales exigidas (la cual debe incluir necesariamente la decisión de aumentar el
capital social>, el acto por el que se constituye e integra un aporte respecto de una sociedad que tiene la totalidad del capital
suscripto e integrado, ca-
rece de causa y por tanto, de virtualidad eficiente, no siendo susceptible de producir sus efectos
propios.
Cám. Nac. Com., Sala A, 5-VlI-1994, "Angelen Szabo, Marta Elena c. Szyszkowski, Elba H. y otros simodificación
de contrato y rendición de cuentas", E.D., 7-Vl-1995.

En el sistema societario argentino aporte es equivalente a obligación de aportar, por 10 que ningun obstáculo
existe para que se consignen en el contrato los aportes de crédito y de acciones a perfeccionarse en su forma
de cumplimiento con posterioridad a la firma del acto constitutivo (de la sentencia de primera
instancia).
Cám. Nac. Com., Sala C, 24-IX-1993, "Rozenblum, Horacio c.
Falak, Mario V.", L.L., 1994-E, págs. 483/4.

31. PARTICIPACION EN LOS BENEflCIOS Y EN LAS PERDIDAS

El actor se encuentra muy lejos de haber rendido una prueba con tal alcance. En primer lugar, no existe el
mentado principio de prueba por escrito. Pero aun con prescindencia de tal elemento no se ha aportado prueba de la
existencia de los elementos específicos de todo contrato de sociedad: los aportes efectuados por cada uno de los socios para la
formación del capital social, participación en los beneficios y soportación de las pérdidas y affectio societatis.
Cám. Nac. Com., Sala A, 13-X-1989, "Taverna de Antuña, Rosa, M. A. c. Antuña, Celestino V.", L.L., 1991-A, pág.
356.

Corresponde distinguir entre el derecho a participar en las utilidades, caracterizado como eventual, abstracto
o genérico durante el transcurso de toda la duración de la actividad societaria; y el derecho concreto a un dividendo, que puede
desdoblarse en un derecho periódico a la participación en las íitilidades de los ejercicios y un derecho al dividendo ya aprobado.
Trib. Arbitraje Gral. de la Bolsa de Comercio, 6-11-1996, "Televisoras Provinciales SA.", L.L., 24-VI-1996, pág. 13,
fallo 94.410, DJ.,
1996-1-1273.
32. EL OBJETO SOCIAL

e) La doctrina del "ultra vires"

Si una empresa, al margen de las actividades enmarcadas en su


objeto social, llevó a cabo una actividad paralela y clandestina - no asentada en sus libros de comercio-, consistente
en la captación de recursos financieros de terceros destinados a prestar auxilio crediticio a otras sociedades y a
sanear su propia situación económico-financiera, permitiendo que figure como representante suyo un empleado "de
hecho", de tal modo que los terceros pudieron inferir de ello la existencia de un poder o autorización plena de la sociedad para
la realización de tales actos en tanto conoció y toleró tal actuación, ésta deberá aceptar la responsabilidad que como
consecuencia de esa apariencia jurídica le corresponde frente a los terceros de buena fe (art. 929, Cód. Civ.).
Cám. Nac. Com., Sala A, 22-X-1992, Ficha nro. 15.119, "Meier de Clebsch, María c. Eros SA.C.I. y M. s/ord.",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial

33. LA SOCIEDAD ES SUJETO DE DERECHOS (Art. 22)

La sociedad anónima como sujeto de derecho es una persona distinta a la de sus accionistas o persona
jurídica que adquiera su paquete accionario (arts. 2º, 38, 57, 163 y concs., ley 19.550, Adiq, XLIV-B, 1319).
S.C.BA., 3-VIII-1993, "B., E. c. F. de B., D. 5.", Di., 1993-2-744; D.J.B.A., 145-5259.

2 DOCTRINA

Sobre los temas tratados en este capítulo, se pueden consultar los siguientes trabajos:

Aramouni, Alberto, "Empresa individual de responsabilidad limitada", R.D.C.O., 1990-B, pág. 459.
Chiesa, Juan José, "En torno a la unificación de homonimia de nombres societarios", E.D., 24-III-1995.
Halperin, Isaac, "El concepto de sociedad en el proyecto de Ley de Sociedades Comerciales", R.D.C.O., 1969, pág.
265.
Malagarriga, Juan, "En torno al concepto de sociedad comercial en el proyecto dc Ley de Sociedades
Comerciales", R.D.C.O., 1969, pág. 561.
Moeremans, Daniel E., "Recepción de la sociedad unipersonal de responsabilidad limitada en el Proyecto de
Unificación Civil y Comer-
cial en la Argentina. Protección de los acreedores", R.D. C. O., 1990-
A, pág. 169.
Moeremans, Daniel - Monso, Cásar - Torrego, Eduardo - Veiga, Juan
Carlos, "Las relaciones externas en la S.R.L. unipersonal", R.D.C.O., 1990-B, pág. 575.
Nissen, Ricardo Augusto, "Nuevamente sobre el artículo 39 del Código de Comercio (oposición a la registración
de actos societarios)",
L.L., 21-VI-1989.
Otaegui, Julio, "Tendencias
reformistas del régimen societario, su pro y su contra", F.D., Temas de
Derecho Societario, VI Congreso de
Derecho Societario, Mar del Plata, noviembre de 1995.
CAPÍTULO V
CONSTITUCION DE LA SOCIEDAD
A) ACTO CONSTITUTIVO

35. FORMA DEL ACTO CONSTITUTIVO (Art. 4º)


Art. 4º - El contrato por el cual Se constituya o medifique una sociedad, se otorgará por instrumento público o privado.

Hemos visto que la sociedad comércial requiere una "organización", esto es una ordenación de
su gobierno, dirección y ejecución de las actividades sociales. Debe preverse quiénes tendrán a su cargo las
decisiones (órgano deliberativo), la administración y representación de la sociedad frente a los terceros (órgano
de administración y representación) y quién tendrá a su cargo la fiscalización interna de la sociedad (órgano de control).
Esa organización se debe establecer en el contrato social o estatuto societario. Este contrato es el
previsto en el artículo 4º L.S., que debe ser hecho por escrito, sea por instrumento público o privado.
Esta disposición se debe entender con un agregado implícito: y de acuerdo al tipo social de que se trate,
porque para las sociedades por acciones la ley exige obligatoriamente su
constitución por instrumento público (arts. 165 y 316, L.S.).
Instrumentos públicos son los enunciados taxativamente en el artículo 979 del Código Civil y
aquéllos a los que una ley especial confiere tal carácter1. Instrumentos privados son aquéllos

1 Artículo979 del Codigo Civil: “Son instrumentos pablicos respecto de los actos jundicos:
1º Las escrituras públicas hechas por escribanos públicos en sus libros de protocolo, o por otros funcionarios con las
mismas atribuciones, y las copias de esos libros sacadas en la forma que prescribe la ley;
que, firmados por las partes intervinientes, tienen como finalidad hacer constar un acto jurídico2 (art. 1012, Cód. Civ.).
La forma contractual referida no es libre, sino impuesta por
del co
la ley que inclusive va a determinar el conténido ntrato; y se
completa con la publicidad (publicaciones e inscripción). Las formas establecidas juegan un papel de
garantla de los terceros3 pero también son un requisito de la eiiistencia de la sociedad
como persona juridica. Adviértase que en nuestro régimen legal las sociedades comerciales adquieren el
atributo de la personalidad jurídica en virtud de una autorización general previo cumplimiento de los requisitos
que la ley específica establece. De

2º Cualquier otro instrumento que extendieren los escribanos o funcionarios públicos en la forma que las leyes
hubieren determinado;
30 Los asientos en los libros de los corredores, en los casos y en la forma que determine el Código de Comercio;

40 Las actas judiciales, hechas en los expedientes por 105 respectivos escribanos, y firmadas por las partes, en los casos y en
las formas que determinen las leyes de procedimientos; y las copias que de esas actas se sacasen por orden del juez ante quien pasaron;
50 Las letras aceptadas por el gobierno o sus delegados, los billetes o cualquier título de crédito emitido por el tesoro público, las
cuentas sacadas de los libros fiscales, autorizadas por el encargado de llevarlas;
60 Las letras de particulares, dadas en pago de derechos de aduana con expresión o con la anotación correspondiente de que
pertenecen al tesoro público
70 Las inscripciones de la deuda pública, tanto nacionales como provinciales;
80 Las acciones de las compañías autorizadas especialmente, emitidas en conformidad a sus estatutos;
9' Los billetes, libretas, y toda cédula emitida por los bancos, autorizados para tales emisiones;
10 Los asientos de los matrimonios en los libros parroquiales, o en los registros municipales, y las copias sacadas de esos libros o
registros".
La enumeración hecha en esta norma es limitativa, en el sentido de que no hay otros instrumentos públicos que los allí
enumerados, salvo que alguna ley especial les atribuya ese carácter (ver SAIAS, Acdeel, Código Civil Anotado, T. 1, Depalma, 1975, pág. 485,
nro. 1). LLAMBIAs, Jorge Joaquín, sostiene que la enumeración es meramente ejemplificativa, por lo que cualquier documento que responda
a la noción de instrumento público debe ser reputado tal: Tratado de Denecho Civil, Parte General, T. II, 9' Edición, Perrot, pág.
439, nro. 1657.
2 Ver SAlas, op. cit., T. 1, pág. 500, artículo 1012, nro. 1.
3 HALPERIN, Curso..., pág. 279, nro. 1.
modo que el cumplimento de los requisitos de constitución y publicidad posibilitan la
inscripción en el Registro Público de Comercio y allí queda reconocida oat7ibuida esta personalidad.
Más que de un requisito de la "regularidad" de la sociedad, como expresa el artículo 7Q L.S.,
por el sistema adoptado estamos en presencia de lo que Brunetti señala como condición de e;uls'tencia4.
Las modificaciones contractuales también se deben efectuar por escrito. Halperin5 sostiene que las
modificaciones contractuales en la sociedad anónima se pueden hacer por instrumento privado, ya que la
exigencia del artículo 165 se limita a la constitución de la sociedad, que de esta forma la ley se apartó
de la regla del artículo 1184, inciso 10 del Código Civil. En materia de modificaciones contractuales
impera la libertad de formas.
En tal sentido es de recordar el fallo recaído en autos "Co metarsa, Construcciones
Metalúrgicas Argentinas S.A.":

1. La certificación que expidan los escribanos acerca de la finalidad de la copia de las actas de asamblea, teniendo a
la vista los libros rubricados es un instrumento público. Lo es también la certificación de la autenticidad de las firmas que la
abonan, sea porque han pasado ante el notario, o bien porque quien la estampa ratifica su firma en presencia de aquél,
corroborándolo en el libro de conocimiento (cfr. artículo 12, incs. al, b] e u, ley 12.990); por tanto, el instrumento que condensa
la copia del acta, así como la escritura que la transcribe a requerimiento del mandatario designado al efecto por los
asambleístas, tienen - en cuanto al valor intrínseco de los hechos relatados - el mismo alcance: en uno y otro caso, el escribano
no podría declarar como pasados ante silos actos y decisiones que se han consignado en el libro de actas de la sociedad.
2. Atento que el acta asamblearia pasada ante escribano a requerimiento de los socios designados y la copia privada
cuyas firmas y texto están certificadas por ese oficial público, tienen la misma fuerza probatoria, las partes pueden hacer
libremente el uso de la opción que asigna el artículo 40, ley 19.550 y que, por ser específicamente mercantil, tiene prioridad.

4 BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 237, nro. 67.


HALPERÍN, Sociedades Anónimas, Depalma, 1975, págs. 67 y sigs., nro. 5.
6 Artículo 1154: Deben ser hechos en escrititra piíb¡ica,... 10) Todos los actos

que sean accesonos de contratos tedactados en escñtu"t pública.


En el sentido que las modificaciones deben hacerse por instrumento público, ver ZAvALA RODRÍGUEz, Carlos
Juan, Co,nstittición y Modificaciones de las Sociedades por Acciones, La Escritura Pública, Buenos Aires, 1973.
3. No hay obstáculo para realizar la inscripción del aumento del capital y emisión de acciones de una sociedad anónima,
dispuesta por la asamblea, acompañando copia del acta certificada, por eceribano público.
Cám. Nac. Com., Sala A, 7-IX-78, "Cometarsa, Construcciones Metalúrgicas Argentinas SA.", fallo nro. 27.865, J.A.,
1978, t. V, pág. 365.

36. CONTENIDO DEL INSTRUMENTO CONSTITUTIVO


(Art. 11)

Art. 11. - El instrumento de constitución debe contener, sin perjuicio de lo establecido para ciertos tipos de sociedad:
1º El nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio y número de documento de identidad de los
socios;
2° La razón social o la denominación, y el domicilio de la sociedad.
Si en el contrato constare solamente el domicilio, la dirección de la sede deberá inscnbirse mediante petición por
separado suscripta por el órgano de administración. Se tendrán por válidas y vinculantes para la sociedad todas las
notificaciones efectuadas en la sede inscripta;
3° La designación de su objeto, que debe ser preciso y determinado;
4° El capital social, que deberá ser expresado en moneda argentina, y la mención del aporte de cada socio;
5° El plazo de duración, que debe ser determinado;
6° La organización de la administración, de su fiscalización, y de las reuniones de socios;
7° Las reglas para distribuir las utilidades y soportar las pérdidas. En caso de silencio, será en proporción de los aportes. Si se prevé
sólo la forma de distribución de utilidades, se aplicará para soportar las pérdidas y viceversa;
8°, Las cláusulas necesarias para que puedan establecerse con precisión los derechos y obligaciones de los socios
entre sí y respecto de terceros;
9° Las cláusulas atinentes al funcionamiento, disolución y liquidación de la sociedad.

La ley 22.903 modificó el inciso 2º), agregando el párrafo que permite que la dirección de su
sede pueda ser inscripta por separado, solucionando así el problema que se creaba con las
modificaciones o cambios de domicilio dentro de una misma jurisdicción. Ahora será suficiente
indicar la ciudad, localidad o pueblo donde tendrá la sede la sociedad, sin necesidad de precisar la
dirección (calle y número, piso, oficina, etc.).
Respecto a los requisitos restantes, decimos:
Inciso 1°): respecto de este inciso cabe decir que la autoridad de registro exige se haga constar
la fecha de nacimiento de cada uno de los socios.
Inciso 2°): la diferencia entre "razón social" y "denominación" la hemos explicado en el Capítulo
IV, punto 27. a). En cuanto a la modificación que introdujo la ley 22.903 sobre domicilio y sede social
remitimos al referido Capítulo IV, punto 27. b).
Inciso 3°): al respecto remitimos a lo expuesto en el Capítulo IV, punto 32.
Inciso 4°): en la sociedad anónima la ley autoriza (art. 188) que el estatuto puede prever el
aumento del capital social hasta el quíntuplo, sin requerirse nueva conformidad administrativa, pero
sin perjuicio de ello la resolución asamblearia deberá publicarse e inscribirse. Pero no constituye una
modificación contractual que se deba hacer por instrumento público o privado.
Inciso 5°): es una exigencia fundada en el principio de la seguridad jurídica, como garantía de
quienes contratan con la sociedad. Por ello la ley de facto 22.903 modificó el artículo 62, exigiendo
que todas las sociedades deben hacer constar en sus balances de ejercicio lafecha en que se cumple el plazo de
duración
Inciso 6º): el contrato debe prever el funcionamiento de los órganos sociales: oportunidad de
reunión, quórum, forma de deliberación, votaciones, mayorías, etcétera. Salvo excepciones que
analizaremos en cada caso concreto, la ley establece normas supletorias de la voluntad de las partes en
esta materia.
Inciso 7°): con relación a este inciso se debe tener presente lo dispuesto en el artículo 13 L.S y
lo que expondremos sobre sociedad leonina (puntos 37 y 50).
Incisos 8°) y 9°): al analizar el funcionamiento de los distintos tipos sociales comentaremos las
diversas situaciones que la ley regula. Dada su importancia dedicamos un capítulo especial a considerar la
situación del "accionista" de la sociedad anónima (Cap. XVIII).
37. ESTIPULACIONES NULAS (Art. 13)
Art. 13. - Son nulas las estipulaciones siguientes:
1' Que alguno o algunos de los socios reciban todos los beneficios o se les excluya de ellos, o que sean liberados de contribuir
a las pérdidas;
2' Que al socio o socios capitalistas se les restituyan los aportes con un premio designado o con sus frutos, o con una cantidad
adicional, haya o no ganancias;
30 Que aseguren al socio su capital o las ganancias eventuales;
40 Que la totalidad de las ganancias y aun de las prestaciones a la sociedad, pertenezcan al socio o socios sobrevivientes;
50 Que permitan la determinación de un precio para la adquisición de la parte de un socio por otro, que Se aparte notablemente de su
valor real al tiempo de hacerla efectiva.

Los casos previstos en los incisos 1º), 2º) y 3º) configttran supuestos de sociedad leonina. El caso
referido en 1) es similar al previsto en el artículo 1652 del Código Civil. Como señala Halperin7 la
doctrina ha extendido la sanción de nulidad a todos los supuestos en que la participación en las
utilidades o la contribución a las pérdidas sea irrisoria, de tal manera que resulte un verdadero fraude a
la ley, que signifique una expoliación del socio. Zavala Rodríguez8 expresa que la proporción en que
se participa en las ganancias o en los quebrantos no debe guardar necesariamente relación con la cuantía del
aporte, pero esa libertad no tolera las sociedades leoninas que siempre están condenadas.
La garantía de una utilidad determinada (incs. 2° y 3°) es nula, aunque dicha garantía fuera
prestada por un tercero ajeno a la sociedad, porque vendría a modificar la propia naturaleza
9
de la sociedad comercial, que siempre implica un riesgo
Halperin plantea el problema del seguro de esa garantía, es decir la posibilidad y validez de un
contrato de seguro que garantizara ese lucro. Sostiene la nulidad del seguro aunque la prima (precio del seguro)
fuera pagado por un tercero o por un socio. Pero admite la posibilidad de que el socio asegure su propio riesgo en la
sociedad10.

38. PUBLICIDAD DEL CONTRATO SOCIAL (Art. 10)


Art. 10. - Publicidad de las sociedades de responsabilidad limitada y por acciones. Las sociedades de responsabilidad limitada
y las sociedades por acciones deben publicar por un día en el diario de publicaciones legales correspondiente, un aviso que deberá contener:

a) En oportunidad de su constitución:
1. Nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio, número de documento de identidad de los socios.

7 HAI.PERIN, Curso..., pág. 259, nro. 56.


8 ZAVAlA RODRIGtJEZ, Código.., T. 1, pág. 291, nro. 555.

Cfr. HAt.PERIN, Curso..., pág. 259, nro. 56.


10 HALPERIN, Curso..., pág. 259, nro. 56.
2. Fecha del instrumento de constitución.
3. La razón social o denominación de la sociedad.
4. Domicilio de la sociedad.
5. Objeto social.
6. Plazo de duración.
7. Capital social.
8. Composición de los órganos de administración y fiscalización, nombres de sus miembros y, en su caso, duración en los cargos.
9. Organización de la representación legal.
10. Fecha de cierre del ejercicio.

b) En oportunidad de la modificación del contrato o disolución:


1. Fecha de la resolución de la sociedad que aprobó la modificación del contrato o su disolución.
2. Cuando la modificación afecte los puntos enumerados en los incisos 30 a 10 del apartado a), la publicación deberá
determinarlo en la forma allí establecida.

La ley exige la publicación. de un aviso que debe contener un extracto del contrato social, exclusivamente para las
sociedades de capital: sociedades de responsabilidad limitada, anónimas y en comandita por acciones.
De modo que las sociedades personales, colectiva, de capital e industria y en comandita simple no
tienen obligación de publicidad.
Tal publicidad es condición sine qua non para que se pueda aplicar la "limitación" de la responsabUidad de
los socios.
Esta publicidad debe ser previa a la inscripción del contrato en el Registro Público de Comercio y se debe
acreditar al solicitar la inscripción. Debe efectuarse una sola publicación en el Boletín Oficial.
También esas sociedades deben publicar las modificaciones al contrato social, en igual forma y por igual tiempo.
La falta de publicidad o su realización incompleta o defectuosa hará inoponible la "limitación" de la
responsabilidad de los socios frente a los terceros e impedirá su inscripción en el Registro Público de Comercio, ya
que esa autoridad debe comprobar el cumplimiento de todos los requisitos legales, debiendo ordenar, en su caso, el
cumplimiento de las formalidades omitidas (art. 6º, L.S.)11.

11

En tal sentido dejamos expuesta nuestra opinión, resultado de un nuevo análisis de la cuestión.
39. INSCRIPCION EN EL REGISTRO PUBLICO DE COMERCIO
(Art. 5Q)

Art. 5º. - El contrato constitutivo o modificatorio Se inscribirá en el Registro Público de Comercio del domicilio
social, en el término y condiciones de los artículos 36 y 39 del Código de Comercio. La insccipción Se hará previa ratificación
de los otorgantes ante el juez que la disponga, excepto cuando Se extienda por instrumento público, o las firmas sean autenticadas
por escribano público u otro funcionario competente.
Reglamento.
Si el contrato constitutivo previese un reglamento, éste Se inscribirá con idénticos recaudos.
Las mismas inscripciones Se efectuarán en el Registro Público de Comercio correspondiente a la sucursal.

En la Capital Federal el Registro Público de Comercio está a cargo de la Inspección General


de JusticiaU. Cada provincia organiza ese Registro conforme su propia legislación, pero en la
mayoría de los casos él está a cargo de un juez de Comercio.
La sociedad debe inscribir su contrato social y sus modificaciones en el Registro que corresponda a su domicilio
social y el correspondiente al domicilio de cada sucursal.
La inscripción se debe efectuar dentro de los quince ditas de la fecha de otorgamiento del contrato
social o de sus modificaciones, en su caso, de conformidad con lo establecido en el artculo 39 del Código de
Comercio.
Si el contrato se hace por escritura pública, se debe presentar el testimonio de la misma otorgada por
el escribano público interviniente y acreditarse la publicación en el Boletín Oficial por un día, en el caso de
sociedades de responsabilidad limitada, anónimas y en comandita por acciones.
Si el contrato se hace por instrumento privado, los socios deben ratificar ante el juez de
Registro o la autoridad administrativa a cargo del Registro, las firmas puestas en el instrumento. Se
admite la autenticación de las firmas efectuada por escribano público "u otro funcionario competente".
Este último párrafo permite la actuación del juez de Paz en caso de no existir en esa localidad
escribano público.

12 Ley defacio, 22.315, arts. 3ºy 2º.


40. EFECTOS DE LA INSCRIPCION (Art.'70)
Art. 7º. - La sociedad sólo Se considera regularmente constituida con su inscripción en el Registro Público de
Comercio.

El registro de la sociedad tiene efectos constitutivos, de existencia más que de regularidad.


Ferrara, citado por <etti, refiriéndose al efecto del registro de las sociedades de capital en la
legislación italiana por el que se obtiene la personalidad jurídica, expresa que en tal caso - similar a
nuestra ley para todas las sociedades comerciales- mejor que el reconocimiento por un acto
administrativo específico de una autoridad del Estado, se tiene aquí el reconocimiento en forma
normativa o por registro. Según este sistema el Estado da previamente el reconocimiento para una
entera categorla abstracta de asociaciones o en tes que se constituyen para un cierto fin y según formas
típicas fUadas por la ley. Cuando los entes se han ajustado al tipo legal adquieren la personalidad
jurídica 13
Nuestra ley expresa que la sociedad sólo se considera regulannente constituida con su
inscripción. La falta de inscripción coloca a la sociedad en situación de "irregular", cuyo régimen está
previsto en los artículos 21 a 26 L.S.

41. INEFICACIA DE LAS MODIFICACIONES NO INSCRIPTAS


(Art. 12)

Art. 12. - Modificaciones no incriptas: ineficacia para la sociedad y los terceros. Las modificaciones no inscriptas
regularmente obligan a los socios otorgantes. Son inoponibles a los terceros, no obstante, estos pueden alegarlas contra la
sociedad y los socios, salvo en las sociedades por acciones y en las sociedades de responsabilidad limitada.

Esta regla es consecuencia de la obligación de inscribir las modificaciones al contrato social


que establece el artículo 5Q, L.S.
Su no inscripción hace inoponible las modificaciones (no el contrato social) a los terceros que
contratan con la sociedad, sin perjuicio de que éstos pueden alegarla contra la sociedad y los socios,
salvo los casos exceptuados por la ley. Pero ello no impedirá que los socios puedan hacer valer entre sí
tales modificaciones14.

13 BRUNETTI, op. di., T. 1, pág. 222, nro. 61.


14 El artículo 12 presupone una sociedad regularmente constituida, es cir inscripta en el Registro Público de Comercio.

42. FACULTADES DEL REGISTRO PUBLICO DE COMERCIO (Art. 6º)


Art. 6º. - Facultades del juez. Toma de razón. El juez debe comprobar el cumplimiento de todos los requisitos legales
y fiscales. En su caso dispondrá la toma de razón y la previa publicación que corresponda.

Es itnportante detenerse en el análisis del contenido de este artículo de la ley, para advertir el
alcance de las facultades del juez de Registro o de la autoridad administrativa que tiene a su cargo el
Registro.
La regla dice que esa autoridad debe comprobar el cumplimiento de todos los requisitos legales y
jiscales. De modo que tiene amplias facultades para examinar la legalidad del contrato que va a
inscribir, si bien la ley prevé supuestos excepcionales de inscripción irregular, como los referidos en
los artículos 17, 18 y
20, L.S.
Refiriéndose a las funciones a cargo del Registro Público de Comercio y criticando una
resolución judicial, decía Halperin con anterioridad a la sanción de la ley 19.550: "Este contralor de la
legalidad es una de las funciones capitales que debe cumplir el Registro no sólo por la exigencia legal
apuntada, sino como medio eficaz para la ejecución de las tareas que le incumben y para llenar las
necesidades del comercio, que no puede dedicar sus esfuerzos - abogados y tiempo - en el contralor de
esa legalidad cada vez que debe contratar con sociedades, factores de comercio, etcétera. Dejar librado
ese contralor de legalidad a lo que se decida en los litigios que pueden suscitarse, es haber perdido de
vista la esencia misma de la institución del Registro Público de Comercio, justamente en una época en
que la tendencia de la legislación extranjera y la aspiración de nuestra doctrina es ampliar ese
contralor de legalidad sobre el modelo de la ley alemana, para obtener la corrección de los vicios de
los actos inscriptos y hacer que la inscripción ponga al acto a cubierto de cierta especie de
impugnación"15.
De todos modos, nuestra Ley de Sociedades comerciales no consagró el criterio de la ley
alemana de 1937 que propugnaba Halperin en el artículo citado, ya que la inscripción. no

HALPERIN, "El Registro Público de Comercio y el contralor de la legalidad", en L.L., t. 59, pág. 713.
tiene efectos saneatorios16. Lamentablemente, porque ello obliga a quien contrata con una
sociedad a realizar el estudio de su contrato social para poder advertir si a pesar de su inscripción
registral subsisten vicios que puedan determinar su nulidad.
De todos modos, ciertos fallos han sostenido la facultad del juzgado de Registro de ejercer un
control sobre los actos que se inscriben, lo que consideramos correcto.

En tal sentido el fallo cuyo resumen transcribimos:


1. Si bien la inscripción de los actos previstos por las leyes en el Registro Público de Comercio
constituyen una garantía de legitinudad o de regularidad, ello no quita que la autoridad judicial de registro deba ejercer una
prudente policia de las peticiones de inscripción para que éstas se conformen a la ley y no desnaturalicen los fines del
instituto.
2. Corresponde denegar la inscripción en el Registro Público de Comercio de poderes generales de
administración y de disposición otorgados por una sociedad anónima en tormación porque produciría una apariencia enganosa
de regularidad de la sociedad otorgante, y la publicidad buscada tendría como consecuencia una ilusión dañosa para el buen
orden y la seguridad del tráfico comercial al amparo del artículo 60 de la leey de Sociedades.
Cám. ia Civil y Com., Bahía Blanca, 13-IX-77, "Girotti, Sociedad Anónima", JA., 1978, t. IV, síntesis.

Las resoluciones de la autoridad de registro, en el caso de la Capital Federal, de la Inspección


General de Justicia, son apelables ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial de la
Capital Federal (art. 16, ley 22.315).

43. REGISTRO NACIONAL DE SOCIEDADES POR ACCIONES (Art. 8º)


Art. 8º. - Cuando se trate de sociedades por acciones, el Registro Público de Comercio, cualquiera sea su jurisdicción
territorial, remitirá un testimonio de los documentos con la constancia de la toma de razón al Registro Nacional de Scciedades
por Acciones.

Ese registro está a cargo de la Inspección General de Justicia, según lo dispuesto en el artículo
4º, inciso d] de la ley 22.315.
Asimismo está a cargo de la Inspección el Registro Nacional de Sociedades Extranjeras (art.
4º, inc. e], ley 22.315).

16 Cfr. HALPERIN, Curso..., pág. 282, nro. 9; Exposición de Motivos de la ley 19.550, Sección II, punto 1.
44. PUBLICIDAD DE LAS INSCRIPCIONES REGISTRALES (Art. 9º)
Art. 9'. - Legajo. En los registros, ordenada la inscripción, se formará un legajo para cada sociedad, con los
duplicados de las diversas tomas de razón y demás documentación relativa a la misma, cuya consulta será pública.

Las inscripciones registrales cumplen una finalidad de publicidad y de garantía para los
terceros que contratan con la sociedad. Por ello es obligación de la autoridad que tiene a su cargo el
Registro Público de Comercio llevar un legajo por cada sociedad para que pueda ser consultado por
cualquier interesado.

45. NORMA GENERAL SOBRE PUBLICIDAD (Art. 14)


Art. 14. - Cualquier publicación que se ordene sin detertninación del órgano de publicidad o del número de días
porque debe cumplirse, se efectuará por una sola vez en el diario de publicaciones legales de la jurisdicción que c<> rresponda.

Esta norma tiene carácter supletoria.


46. TRAMITE DE LAS ACCIONES JUDICIALES (Art. 15)

Art. 15. - Procedimiento: norrnaa general. Cuando en la ley se dispone o autoriza la promoción de acción judicial ésta
se sustanciará por procedimiento sumario, salvo que se indique otro.

Se trata de una norma procesal, de aplicación supletoria. Si el Código Procesal respectivo


prevé otro procedimiento (el del juicio ordinario, por ejemplo), debe aplicarse éste. Pero en caso de
silenció de la ley procesal, se aplicará esta regia.

B) NULIDAD DE LA SOCIEDAD

47. EL REGIMEN DE LAS NULIDADES EN EL CODIGO CIVIL


Brevemente recordemos las características principales de las nulidades en el derecho común:
a) Deben estar establecidas en forma expresa en la ley (art. 1037). En nuestro derecho hay autores
que aceptan la existencia de nulidades implícitas o virtuales1.
b) Importan el aniquilamiento de los efectos propios del acto (art. 1050), aunque, excepcionalmente,
pueda la ley detener ese efecto destructivo frente a terceros de buena fe adquirentes de derechos,
a título oneroso (art. 1051).
c) La sanción actúa en razón de una causa originaria, es decir que es contemporánea con la
celebración del acto. En este aspecto cabe tener presente que para algunos autores la nulidad no
es una sanción.
Las nulidades admiten varias clasificaciones. A efectos de este estudio, distinguiremos:
1) actos nulos, cuando el vicio se halla manifiesto, o cuando la imperfección es taxativa, rígida,
determinada, insusceptible de más o de menos2; se trata de una nulidad de derecho;
2) actos anulables, cuando el vicio depende de la apreciación judicial y requiere una labor
investigativa del juez; el acto es válido mientras no sea anulado por el juez;
3) nulidad absoluta, obedece a una razón de orden público, puede ser pedida por cualquiera y el juez
debe declararla de oficio; es insusceptible de confirmación e imprescriptible;
4) nulidad relativa, es la que afecta el interés de los particulares, no puede ser declarada de oficio
por el juez, ni por el ministerio público, es susceptible de confirmación y prescriptible.
Asimismo en derecho común se distingue entre nulidad e inexistencia del acto. Estos últimos son
aquellos actos que de tales sólo tienen apariencia, pero a los que les faltan elementos esenciales.

48. EL REGIMEN DE NULIDADES EN EL DERECHO SOCIETARIO

Vimos que en el derecho común la nulidad importa el aniquilamiento de los efectos propios del
acto y vuelve las cosas al estado en que se encontraba anteriormente. En materia societaria se produce
una modificación de tales efectos, ya que no se produce ese efecto de la retroactividad. Por aquello
que decía Ripert3 de que "la nulidad está vinculada no solamente con las reglas de validez del contrato,
sino también con las reglas de la publicidad y por otra parte no produce la destrucción completa de los
efectos del pasado. Ello es así debido a que el contrato da nacimiento a una persona jurídica. Esta
persona no puede existir si ella no se encontró legalmente constituida. Ella ha tenido una vida irregular
que no podrá ser totalmente suprimida".
Además el régimen de las nulidades de las sociedades tiene características especiales en razón de
la particular naturaleza del acto constitutivo, en cuanto éste es contrato plurilateral de organización,
conforme ya lo hemos visto. Ese contrato plurilateral determina que los vicios que puedan afectar al
vinculo de un socio con la sociedad no produce la invalidez del acto constitutivo, lo que ya analizamos
al tratar el tema de la naturaleza del acto constitutivo (Cap. II, punto 13). Sin perjuicio de destacar
casos de excepción: como la sociedad de dos socios; o cuando tratándose de sociedades personales, la
participación del socio afectado fuere "esencial".
Nuestra Ley de Sociedades comerciales que recepta la doctrina del "contrato plurilateral de
organización" ha tenido particularmente en cuenta estas situaciones.
Otro elemento diferenciador es la aplicación, en materia societaria, del principio de subsistencia o
continuidad de la empresa, por lo que rige la regla que en caso de dudas sobre la existencia o validez o
no de la sociedad deberá estarse por su existencia y validez. De allí también que la ley otorga plazos
para subsanar defectos que podrían determinar la disolución de la sociedad cuando ésta queda
reducida a un socio, por ejemplo.

1
LLAMBIAS, Jorge Joaquín, Tratado de Derecho Civil Parte General, T. II, págs. 565 y sigs.
2
Idem anterior.
3
RIPERT, citado por MÉNDEZ SARMIENTO, Emilio A., "De las nulidades en el Derecho Societario", en JA.,
año 1977, T. IV, pág. 679; donde este autor efectúa un profundo estudio del tema.
49. VICIOS DEL VINCULO DEL SOCIO CON LA SOCIEDAD (Art. 16)

Art. 16. - Principio general. La nulidad o anulación que afecte el vinculo de


alguno de los socios no producirá la nulidad, anulación o resolución del
contrato, salvo que la participación o la prestación de ese socio deba
considerarse esencial, habida cuenta de las circunstancias.

Cuando se trate de una sociedad de dos socios, el vicio de la voluntad hará


anulable el contrato. Si tuviera más de dos socios, será anulable cuando los
vicios afecten la voluntad de socios a los que pertenezca la mayoría del capital.

Como vemos aquí la L.S. enfatiza la conclusión derivada del carácter de contrato plurilateral de la
sociedad. Por ello el vicio que afecte la vinculación de un socio con la sociedad no produce, en
principio, la nulidad o anulación o resolución del acto constitutivo.
Ese principio general admite una excepción: cuando la participación de ese socio deba
considerarse esencial. Y a continuación la norma nos suministra dos ejemplos:
1) caso de sociedad de dos socios, donde la existencia de un vicio invalidante hará anulable el
contrato; y
2) cuando tratándose de sociedad de más de dos socios, si el vicio afecta la voluntad de socios a los
que pertenezca la mayoría del capital, en cuyo caso la sociedad será también anulable. En igual
situación se deberá considerar el supuesto del socio que aporta un derecho, por ejemplo una
concesión o una licencia, cuya explotación constituye el objeto de la sociedad.
La nulidad del vínculo del socio puede resultar de su incapacidad, o de la existencia de un vicio
en el consentimiento.
Respecto a su capacidad, ya nos referiremos más adelante, en el capítulo siguiente, respecto del
caso de los menores, cónyuges y sociedades, y su aptitud para poder integrar sociedades.
En cuanto a los vicios del consentimiento, digamos en principio que siendo una de las
características del contrato de sociedad el de ser un contrato consensual, se requiere que el
consentimiento, para ser válido, debe haberse expresado con discernimiento, intención y voluntad. Si
carece de algunos de estos elementos, el consentimiento se encontrará viciado. Tales vicios pueden ser
el error, dolo, violencia, intimidación, simulación o lesión.
El error para producir la nulidad del acto debe ser esencial y versar: 1) sobre la naturaleza del
acto (art. 924, Cód. Civ.; Méndez Sarmiento cita el ejemplo de alguien que cree constituir una
sociedad de responsabilidad limitada y, en cambio, se trata de una sociedad colectiva); 2) sobre el
objeto de la sociedad (art. 927, Cód. Civ.); 3) sobre la causa principal del acto jurídico (art. 926, Cód.
Civ.); 4) sobre las cualidades sustanciales de la cosa (art. 926, Cód. Civ.); y 5) sobre la persona con la
que se contrata (art. 925, Cód. Civ.), es el caso del error sobre la persona del socio.
El dolo que puede definirse como lo hace el artículo 931 del Código Civil: "...es toda aserción
de lo que es falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se
emplee con ese fin"
Para que el dolo pueda ser causa de anulación del acto debe ser: 1) grave; 2) determinante del
consentimiento prestado por la víctima; 3) debe ocasionar un daño importante; 4) no debe ser
recíproco.
La violencia consiste en el empleo de una fuerza irresistible contra el agente (art. 926, Cód.
Civ.) o cuando existe intimidación, inspirando por injustas amenazas un temor fundado de sufrir un
mal inminente y grave en su persona, libertad, honra o bienes, del agente o de su cónyuge,
descendientes, o ascendientes, legítimos o ilegítimos (art. 937, Cód. Civ.).
Hay simulación cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o
cuando el acto contiene cláusulas que no son sinceras o fechas que no son verdaderas o cuando por él
se constituyen o transmiten derechos' a personas interpuestas, que no son aquéllas a quienes en
realidad se constituyen o transmiten (art. 955, Cód. Civ.).
La simulación puede ser lícita o ilícita; es lícita cuando no es reprobada por la ley, cuando a
nadie perjudica ni tiene un fin ilícito (art. 957, Cód. Civ.).
En materia societaria nos encontramos ante supuestos de simulación en los casos de "socios
aparentes" y de "socios ocultos". Las reglas las vamos a analizar más adelante, siendo diversas
conforme los distintos "tipos de sociedad". También habrá simulación si el contrato de sociedad
disfraza un acto jurídico de distinta naturaleza, como puede ser, por ejemplo, un contrato de trabajo.
También se debe analizar el supuesto de la existencia de lesión, o sea cuando una parte
explotando la necesidad, ligereza o inexperiencia de otra obtuviera por medio de ella una ventaja
patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación (art. 954, Cód. Civ.).
El efecto es la anulación o el reajuste equitativo de las prestaciones, a opción del damnificado,
pero la anulación se excluye si se ofrece el reajuste al contestar la demanda.

50. LA SOCIEDAD "LEONINA"


Es el caso de la sociedad donde uno o varios socios concurren en las pérdidas sin participar en
las ganancias; o cuando se da a un socio todos los beneficios, o se le libera de toda contribución en las
pérdidas (art. 1652, Cód. Civ.). Esta sociedad está fulminada de nulidad por esa norma del Código
Civil.
En materia societaria es el caso del artículo 13, donde la L.S. prohíbe ciertas cláusulas que
tienen relación con la "sociedad leonina".
El Código Civil italiano sanciona con la nulidad la sociedad leonina, que es aquélla "por la
cual uno o varios socios son excluidos de toda participación en las utilidades o en las pérdidas".
En nuestro derecho, por imperio de lo prescripto en el artículo 13, L.S., es nula la cláusula
leonina, pero no la sociedad.

51. VICIOS QUE AFECTAN EL PRINCIPIO DE TIPICIDAD


Art. 17. - Atipicidad. Omisión de requisitos esenciales. Es nula la
constitución de una sociedad de los tipos no autorizados por la ley. La omisión
de cualquier requisito esencial no tipificante hace anulable el contrato, pero
podrá subsanarse hasta su impugnación judicial.
La norma efectúa una clara diferenciación:
a) sociedad de tipo no autorizada, es decir que no es una sociedad colectiva, ni de capital e industria,
ni en comandita simple, ni de responsabilidad limitada, ni anónima, ni en comandita por acciones.
En este caso la sanción es la nulidad de esa sociedad;
b) sociedad de tipo autorizada pero donde se ha omitido un requisito esencial no tipificante: es decir
que la sociedad ha adoptado uno de los "tipos sociales" previstos, pero falta algún requisito
esencial "no tipificante".
Esto nos lleva a analizar la diterencia entre requisitos tipificantes y no tipificantes. Decimos que
son "tipificantes" aquellos requisitos que definen y caracterizan un "tipo social", que constituyen un
elemento diferenciador: por ejemplo la responsabilidad subsidiaria, ilimitada y solidaria de los socios,
en la sociedad colectiva; la existencia de una doble categoría de socios en las sociedades en comandita
simple, en comandita por acciones y de capital y trabajo; la limitación de la responsabilidad del socio
en la sociedad de responsabilidad limitada y en la anónima. En cambio son requisitos esenciales, no
tipificantes, aquéllos que siendo necesarios en toda sociedad son comunes a los diversos "tipos
sociales", pero que la ley exige que deben figurar en el contrato social de conformidad con lo
prescripto en el artículo 11 L.S. Tales por ejemplo los datos de identificación de los socios, la
expresión del capital y de los aportes de los socios, etcétera.
En estos supuestos, la sanción no es la nulidad de la sociedad, sino; la posibilidad de que ella sea
anulada, ya que el vicio hace anulable el contrato, pero ello admite la subsanación por los socios hasta
su impugnación judicial. Hasta ese momento los socios pueden subsanar la omisión.
Le Pera4 ha criticado fundadamente la adopción del principio de "tipicidad". Sostiene que el
régimen de nulidad como consecuencia de la "atipicidad" es de una severidad "sorprendente". "Los
socios no pueden alegar la existencia de la sociedad para demandar a terceros ni para reclamarse entre
sí la restitución de los aportes, la distribución de las ganancias o la contribución a las pérdidas. El
único régimen de nulidad contenido en la L.S. es el del artículo 18, que se refiere a las sociedades de
objeto ilícito (p. ej. la sociedad para empresas criminales). A falta de otro parecería (aunque esto no es
inevitable, y debería ser evitado) que éste es el que se le aplica a las sociedades que omitieron o
modificaron un 'requisito tipificante' (aunque no si este requisito era solamente "esencial"); en realidad
la alternativa más favorable para quienes se encuentran en tan desdichada situación sería solamente
aspirar a que, además de todo lo anterior, no se les confisque el producto de la liquidación (art. 18,
tercer párr. ), para lo cual deberán tratar de encuadrarse en la categoría más benévola de sociedad con
'objeto prohibido' (art. 20, L.S.). Tanta protección a los no individualizados 'requisitos tipificantes'
parece exagerada; es mucho más de lo que el Código Civil hizo en materia de derechos reales, de los
que en su momento dependía la estructura económica, social y familiar del país, lo que no se advierte
pueda decirse de los primeros".

52. VICIOS QUE AFECTAN EL OBJETO SOCIAL


Ya hemos dicho que el "objeto" es uno de los elementos esenciales del contrato social (art. 11,
inc. 3º) y que en nuestra ley se exige que sea preciso y determinado, que el objeto social hace a la
capacidad de la sociedad, de modo que determina el límite de actuación de la misma; y que para que
sea válido debe ser: 1) lícito, 2) posible y 3) determinado (nro. 32, e).
Pasando a analizar los distintos supuestos que la ley prevé de vicios en el objeto social,
consideraremos:

a) Sociedad de objeto ilícito (art. 18)


4
LE PERA, op. cit., pág. 252.
Artículo 18. [OBJETO ILÍCITO] - Las sociedades que tengan objeto ilícito
son nulas de nulidad absoluta. Los terceros de buena fe pueden alegar contra los
socios la existencia de la sociedad, sin que éstos puedan oponer la nulidad. Los
socios no pueden alegar la existencia de la sociedad, ni aún para demandar a
terceros o para reclamar la restitución de los aportes, la división de ganancias o
la contribución a las pérdidas.

[LIQUIDACIÓN] - Declarada la nulidad, se procederá a la liquidación por


quien designe el juez.

Realizado el activo y cancelado el pasivo social y los perjuicios causados, el


remanente ingresará al patrimonio estatal para el fomento de la educación
común de la jurisdicción respectiva.

[RESPONSABILIDAD DE LOS ADMINISTRADORES Y SOCIOS] - Los


socios, los administradores y quienes actúen como tales en la gestión social
responderán ilimitada y solidariamente por el pasivo social y los perjuicios
causados. [ley 19.550, artículo 18]

Ya vimos que el objeto debía ser lícito y tal conclusión fue recogida ya por el Derecho Romano.
Nuestro Código Civil lo recoge en los artículos 953 y 1655 en materia de sociedades civiles.
En la L.S. recepta este principio el artículo 18.
Si bien será muy raro que se constituya una sociedad con objeto ilícito, es decir donde los socios
dejen expresa constancia que eligen como "actividad económica concreta" de la sociedad una
actividad ilícita, y que será más raro aún que tal sociedad pueda ser inscripta, debemos analizar tal
supuesto.
Tales serían los casos de una sociedad dedicada a la producción, elaboración, comercialización o
tráfico de estupefacientes; a la explotación del contrabando; a la explotación de la trata de blancas,
etcétera.
El artículo 18 dice que en tales supuestos la sociedad es nula de nulidad absoluta. Esto significa
que el juez se limitará a constatar la existencia de una causal de nulidad de derecho, que ella no es
susceptible de confirmación y está fundada en razones de "orden público". Que cualquiera puede
peticionar esa nulidad y que la acción es imprescriptible, conforme lo hemos analizado anteriormente.
Los socios carecen de acción para demandar a terceros y a los demás socios, o al administrador,
para alegar la existencia de la sociedad y tampoco pueden reclamar la restitución de los aportes, la
división de ganancias o la contribución en las pérdidas.
Los terceros de buena fe pueden alegar la existencia de la sociedad contra los socios. Los terceros
de mala fe, es decir aquéllos que conocían la existencia de la ilicitud, no pueden, en cambio, demandar
a los socios ni a la sociedad.
Declarada la nulidad por el juez, se procederá a su liquidación por la persona que designe el
mismo juez.
En el supuesto que el activo social no sea suficiente para hacer frente al pasivo social, los socios,
los administradores y quienes hayan actuado como tales son responsables solidaria e ilimitadamente
por las deudas sociales y por los daños y perjuicios causados.
Si existiere un remanente en las operaciones de liquidación, el mismo pasará al patrimonio
estatal, ya que los socios carecen de derecho a ese remanente.
Méndez Sarmiento, en el artículo que hemos referido, plantea una interesante hipótesis: la
posibilidad de que el objeto sea ilícito por causa sobreviniente, como fue el caso de la "ley seca" en los
Estados Unidos de América, que afectó a sociedades que se dedicaban a la fabricación y expendio de
bebidas alcohólicas.
En tal supuesto el citado autor sostiene que se debe aplicar el principio de subsistencia y
conservación de la empresa, y otorgarse a la sociedad un plazo de tres meses para modificar el objeto.

b) Sociedad de objeto lícito, con actividad ilícita (art. 19)

Art. 19. - Cuando la sociedad de objeto lícito realizare activídades ilícitas, se


procederá a su disolución y liquidación a pedido de parte o de oficio,
aplicándose las normas dispuestas en el artículo 18. Los socios que acrediten su
buena fe quedarán excluidos de lo dispuesto en los párrafos 3º y 4º del artículo
anterior.
Aquí el caso es distinto al anterior, el objeto de la sociedad es lícito pero la actividad que
desarrolla, en forma total o parcial, es ilícita. Es decir que una sociedad comercial puede realizar actos
congruentes con su objeto social, lícitos, y, al mismo tiempo, actos continuados o aislados, ilícitos.
La norma sanciona la "actividad ilícita", y por actividad debemos entender una reiteración de
actos similares. Sin embargo, en la Exposición de Motivos de la ley 19.550 se señala que si el acto
ilícito fuese aislado, será el juez el encargado de calificarlo así en razón de sus características, y dada
su trascendencia podría configurar "actividad ilícita".
En este supuesto la sociedad es nula, y su disolución y liquidación puede ser solicitada por un
socio o por tercero y aun declarada de oficio por el juez. Se aplican las reglas del caso anterior,
sociedad de objeto ilícito, salvo para aquellos socios que probaren su buena fe, que quedarán excluidos
de responsabilídad personal y de la pérdida del derecho al remanente social, es decir su parte en el
resultado de la liquidación. Y ello es lógico porque puede ocurrir que quienes administran sean
quienes realizan esos actos ilícitos, al margen del conocimiento de los demás socios.
Un ejemplo típico sería el caso de una entidad financiera que realiza su actividad normal,
perfectamente lícita, y al mismo tiempo efectúa operaciones de "lavado de dinero", es decir recibe
depósitos de particulares provenientes de actividades ilícitas de éstos, penalizadas en todo el mundo
(en nuestro país por ley 23.737, artículo 25).
Recientemente se ha sabido que en los Estados Unidos se está investigando la actuación de la
conocidísima compañía financiera Merril Lynch y otras, dedicadas a realizar operaciones en el
mercado de valores, que habrían estado blanqueando dinero proveniente de narcotraficantes
colombianos.
Esos serían casos de sociedades de objeto lícito con actividad parcialmente ilícita.

c) Sociedad de objeto prohibido en razón de su tipo (art. 20)


Art. 20. - Objeto prohibido. Liquidación. Las sociedades que tengan un objeto prohibido en razón del tipo, son
nulas de nulidad absoluta. se les aplicárá el artículo 18, excepto en cuanto a la distribución del remanente de la liquidación, que
se ajustará a lo dispuesto en la sección XIII.
Hay casos, por ejemplo en materia de entidades fmancieras y compañías de seguros, en que la
ley exige que las sociedades que se dediquen a esa actividad sean de un "tipo social" determinado. No
estamos en presencia de una sociedad de "objeto ilícito", sino de objeto prohibido en razón de su tipo
social.
Si por ejemplo una sociedad de responsabilidad limitada se constituyera para realizar la
actividad bancaria, la sociedad sería nula de nulidad absoluta, se disolvería y liquidaría. Pero los
socios no perderían en este supuesto su derecho al remanente.
Halperin21 señala que se debe distinguir este supuesto de la prohibición en razón de la
actividad, donde la ilicitud cae bajo la sanción del artículo 18. Asimismo que si la prohibición es
sobreviniente, no se daría el supuesto de nulidad, sino el de disolución por "imposibilidad
sobreviniente de lograr el objeto" (art. 94, mc. 4º, L.S.). Méndez Sarmiento22 plantea para este
supuesto también la posibilidad de su subsanación dentro del plazo de tres meses, por aplicación
analógica de lo dispuesto en el artículo 94, inciso 8º, L.S.

C) SOCIEDADES IRREGULARES

53. ANTECEDENTES DE NUESTRA LEGISLACION


El Código de Comercio de 1859/62 recogió en su texto la legislación francesa sobre las
sociedades nulas por inobservancia de las formalidades de publicidad, establecidas en el Código de
1807 y en la ley de 1867, según lo destacó un interesante estudio sobre la evolución de la sociedad
irregular en el derecho nacional de Antonio Tonón23.
La reforma de 1889, sostiene dicho autor, no modificó ese régimen.
Esas disposiciones contenían un régimen jurídico inadecua21 HAL1'ERIN, "El régimen de nulidad en las
sociedades", R.D. Co., 1970,
págs. 545 y sigs.
22 MÉNDEZ SARMIENTO, artículo cii., pág. 17.

23 TONÓN, Antonio, "La evolución de la sociedad irregular en el Derecho argentino", R.D,C.O., 1983, págs. 97y sigs.
do, cuyas disposiciones, al decir de Zavala Rodnguez24, eran a veces incomprensibles,
contradictorias o absurdas.
Ello obligó a la doctrina nacional a construir una interpretación de esas normas que paliara sus
defectos. Sobre la base de la doctrina italiana, nuestros autores llegaron a la conclusión que la
sociedad que no había sido inscripta en el Registro Público de Comercio, o que estaba afectada por
algún vicio de forma, era una sociedad irregular que gozaba de personalidad jurídica. Personalidad
precaria, porque estaba expuesta a que cualquiera de los socios, en cualquier momento, pidiera su
disolución . La jurisprudencia nacional se había adelantado a esa construcción doctrinaria admitiendo
en varios casos una independencia entre la sociedad y los socios, entre el patrimonio de aquélla y la de
éstos. Zavala Rodríguez, al sostener la existencia de esa personalidad, hace referencia a esa evolución
jurisprudencial en cita a dos trabajos de Halperin donde éste había defendido con anterioridad esa
tesis26. Decía Zavala Rodríguez que "si bien es cierto que el artículo 296 autoriza a cualquiera de sus
miembros a dar por terminada la sociedad en cualquier momento, eso no quita que darante su actuación
la actividad y los negocios hayan correspondido a una entidad diversa a la de sus componentes, con patrimonio,
organización y voluntad independiente de la de los socios”27
El artículo 296 del Código de Comercio consagraba la "nulidad" de la sociedad irregular para
el futuro, pero la doctrina nacional mayoritaria sostuvo que no se trataba de una "nulidad" sino de la
disolución de la sociedad. Zavala Rodríguez citando a Halperin expresa que la nulidad de la sociedad
no haría sino perjudicar a los acreedores sociales y permitiría, por vía indirecta, a los socios alegar la
nulidad de la sociedad, en violación de otras reglas del código (arts. 41, 296 y 297)28.
La doctrina y jurisprudencia mayoritaria admitieron también que la disolución se producía
desde el momento en que el socio había manifestado su voluntad de poner término a la so-
24 Comerrio Comentado, T.
ZAVALA RODRÍGUEZ, Carlos J., Cód¡go de 1,
Depalma, 1964, pág. 313, nro. 582. 25
TONÓN, artículo citado, págs. 102-103.
26
ZAVALA RODRÍGUEZ, op. cit., T. 1, pág. 314, nro. 584.
27
1de'm anterior.
28ZAVAIA RODRÍGUEZ, op. cit., T. 1, pág. 316, nro. 586.
ciedad, con independencia de la fecha de interposición de la demanda y de la sentencia
Otra consecuencia era que mientras no se produjera la disolución, ni la sociedad ni los socios,
en sus relaciones recíprocas, podían alegar la existencia de la misma, lo que significaba, entre otras
graves consecuencias, que la sociedad no podía exigir a los socios la integración de los aportes y que
ellos no podían exigir a ésta su parte en las utilidades.
Otra consecuencia, de extrema gravedad, era que todos los socios asumían una responsabilidad
ilimitada y solidaria, y, además, principal, sin beneficio de excusión, por las obligaciones sociales30.

54. EL REGIMEN DE LA LEY 19.550

Como agudamente destaca Tonón, las dos fuentes del código y de la doctrina nacional - la ley
francesa y la italiana -habían sido totalmente modificadas en este aspecto, cuando se sanciona nuestra
Ley de Sociedades comerciales en 1972. La ley italiana fue modificada en 1942 y la francesa en 1966.
Una breve referencia a esas reformas exhibirá con elocuencia que nuestra ley las ignoró por
completo y siguió aferrada a nuestra doctrina y jurisprudencia.
a) El Código Civil italiano, al regular la sociedad colectiva (art. 2297) y la en comandita simple
(art. 2317), señala los efectos de esas sociedades cuando carecen de registro: en el primer caso prescribe
que las relaciones de los socios con los terceros se regirán por los principios de la "sociedad simple", y
presume que cada socio puede actuar en representación de la sociedad obligando a ella. Los pactos de
limitación de responsabilidad no son oponibles a los terceros. En cuanto al artículo 2317, que regula la
en comandita simple sin registro, la remite a la aplicación de las reglas precedentes, pero dejando a
salvo la limitación de responsabilidad de los socios comanditarios, excepto que hubieran participado
en las operaciones sociales.
Para advertir las diferencias con nuestro régimen legal tengamos presente que en el código
italiano sólo tienen personalidad jurídica las sociedades de capital (anónima, en comandita

29 ZAVAYA RODRIGUEZ, op.ci'., T. 1, pág. 321, nro. 601.

30
TONÓN, artículo cit., pág. 103.
por acciones y de responsabilidad limitada). No así las sociedades personales (colectiva y en
comandita simple). En cuanto a la sociedad simple, es el primer escalón en la escala societaria, casi una
sociedad civil, pero con importantes particularidades: v. gr. la admisión de los pactos de limitación de
responsabilidad de los socios cuando el pacto se lleva a conocimiento de los terceros que operan con la
sociedad (art. 2267).
Pero esa regulación no le priva a esas sociedades "irregulares" de independencia patrimonial con
relación a los patrimonios individaales de los socios, con la importante consecuencia que los acreedores
sociales tienen un derecho preferente sobre ese patrimonio sociaL, con relación a los acreedores particulares de
cada socio31. Además, en los otros aspectos tanto la sociedad colectiva irregular como la en comandita
simple irregular, quedan sometidas a las reglas de sus respectivos tipos regulares, de modo que son
sociedades estables y que no podrán ser disueltas por la voluntad de los socios en cualquier momento,
sino en base a causales de disolución legales o previstas en el contrato.
b) La ley francesa de 1966 introdujo una reforma aún más profunda que la italiana. En este
régimen sólo cabe hablar de dos tipos de sociedades: las matriculadas y las no matriculadas. Las primeras
tienen personalidad jurídica y las segundas no. Mientras la sociedad no está matriculada carece de
personalidad, de patrimonio propio, inclusive de acreedores. Los terceros no pueden demandar a la sociedad sino
que deben hacerlo directamente contra aquéllos que actuaron en nombre de la sociedad o contra quienes
otorgaron mandato para hacerlo32.
c) La ley 19. 550 no adoptó ninguna de esas posiciones y se limitó a sistematizar las enseñanzas
de la doctrina y jurisprudencia nacional. Así se estructura una sociedad de peligrosas connotaciones.
1) La ley, siguiendo La doctrina nacional mayoritaria, unifica a las sociedades de hecho, sin
contrato escrito, de actividad comercial, y a las de tipo autorizada "no regularmente constituidas", es decir a las
comúnmente llamadas "irregulares";

31 TONÓN, artículo cit., pág. 105.

TONÓN, artículo cit., págs. 107 y 108. Citando a Roger Houin destaca Tonón que "la sociedad no matriculada no es una nada
32

jurídica ni una socie(¿ de fa¡t: es un contrato que produce todos sus efectos en las relaciones entre los asociados" (art. cit., nota nro. 29).
2) la sociedad tiene personalidad jurídica, pero ella es precaria y su existencia está
expuesta al pedido de disolución de cualquier socio en cualquier momento;
3) la existencia de la sociedad puede ser probada por cualquier medio de prueba;
4) los socios y quienes contrataron en nombre de la sociedad asumen una
responsabilidad directa, Ilimitada y solidaria por las operaciones sociales;
5) la sociedad puede ejercer los derechos emergentes de los contratos celebrados;
6) la sociedad es representada por cualquier socio;
7) ni la sociedad ni los socios pueden invocar entre sí ni respecto de terceros, derechos o
defensas nacidos del contrato social, lo que impide a la sociedad reclamar los aportes comprometidos
por los socios y a éstos beneficios derivados de la actividad social. Consagra de esta forma la regla de
la inoponibilidad de la sociedad a terceros y en las relaciones entre los socios;
8) las relaciones entre los acreedores sociales y los acreedores particulares de los socios se juzgan
como si se tratáse de una sociedad regular, aun en caso de quiebra, excepto respecto de los bienes cuyo dominio
requiere registración.
Es muy importante destacar, dentro de este esquemático repaso del régimen de la ley 19.550,
una circunstancia: en las relaciones con los terceros la sociedad es representado por cualquiera de /05 socios y
qu( da obligado por cualquier operación que ellos contraten a su nombre, aunque sean notoriamente extranas al
objeto social33.
Si bien la ley consagra el derecho preferente de los acreedores sociales sobre el patrimonio de la
sociedad irregular, ello no es así en el caso de bienes registrables y respecto de los bienes comprometidos en
aporte por los socios.
Un tema que suscitó polémica en la doctrina fue el de la posibilidad de la regularización o saneamiento
de la sociedad irregular, habiendo sostenido algunos autores la posición afirmativa y propiciado en tal sentido la
reforma

TONÓN, artículo cit., págs. 109-110.


33

34 ALEGRiA, Héctor, "Necesidad de legislar posibilitando el saneamiento de la irregularidad societaria", J.A., 1978, t. 1, pág. 671;
también en Primer Congreso de Derecho Societario, La Cumbre, Córdoba, Depalma, 1979, págs.
55. LA REFORMA DE LA LEY 22.903

Recogiendo la opinión de la doctrina nacional que auspiciaba se reformara la legislación en


esta materia admitiendo la posibilidad de regularizar la sociedad, la ley 22.903 modificó
sustancialmente el artículo 22 de la L.S. La reforma es, en tal sentido, positiva. En su contra cabe
señalar, sin embargo, que no profundizó la reforma, por lo que subsisten agudos problemas y
situaciones de gran peligrosidad en el régimen actual de estas sociedades irregulares. La adopción de
un régimen como el italiano hubiera dado mayor seguridad a todas las partes interesadas y obviando
uno de los temas más conffictivos de nuestra regulación societaria. Debió haberse modificado todo el
régimen de sociedades irregulares y no procederse a esta reforma parcial que, a su vez, va a plantear
otras dificultades.
La reforma se sustenta en el principio de "conservación de la empresa", y aspira a crear un
mecanismo que permita su subsistencia y atenúe su régimen de disolución.
Sostiene Nissen, en el meduloso estudio sobre sociedades irregulares y de hecho, que: "No obstante
compartir la iniciativa de la regularización de esta clase de sociedades, así como el régimen de retiro de los
socios, ante esta eventualidad debemos concluir también que la ley 22.903 se ha quedado a mitad de camino. A
mi juicio, resultaba necesario la derogación parcial del artículo 23, párrafo segundo de la ley 19.550, que no
permite, como ya hemos señalado, y sin que nada lo justifique, la invocación del contrato social entre los
mismos otorgantes".
Y, en opinión que compartimos, agrega: "En efecto, creemos que nada explica el
mantenimiento del régimen de inoponibilidad de las cláusulas del contrato social por los socios que
integran estas sociedades. Esto viola incluso la norma del artículo 1197 del Código Civil, que sienta el principio
general de que las convenciones hechas en los contratos conforman para las partes una regia a la cual
deben someterse como a la ley misma"35.

561 y sigs.; en igual posición CÁMARA, Héctor; SCt't'i, Ignacio; RICHARD, Rugo; PALMERO, Carlos Juan y otros, op. cit., págs.
473 y sigs.
35 NISSEN, Ricardo Augusto, Sociedades Irregulares y de Jjecho, Hammurabi, 1985, pág. 120.
56. REGIMEN LEGAL VIGENTE

a) Concepto legaL irnprecisiones y vacíos

La ley no define a las sociedades "de hecho"; y silo hace respecto de las "irregulares". Según
el artículo 21 son tales "las sociedades de los tipos autorizados que no se constituyan regularmente".
Comúnmente se ha definido a la sociedad "de hecho" como aquella que no tiene contrato
escrito, pero tal conceptualización no surge expresamente de la ley. La ley sólo dice que quedan
sujetas a las disposiciones de esta sección (Secc. IV, arts. 21 a 26) "las sociedades de hecho con un objeto
comercial".
Esta precisión la estimamos importante a efectos de interpretar algunas situaciones de aparente
"vacío" legal que podrían presentarse, como el planteado por Farina (Sociedades Comerciales, T. 1, pág.
141, nro. 26), respecto de un contrato asociativo, con sólo dos o tres cláusulas, en las cuales los socios
han previsto la identificación del ente y sus integrantes, así como de los aportes efectuados y el
régimen de distribución de utilidades y pérdidas.
El autor citado opina que no se trata de una sociedad de hecho porque tiene contrato escrito;
que no es irregular porque no se ajusta a ningún "tipo" de la ley societaria, por lo que concluye que
estamos en presencia de una sociedad "atípica". Solución que no comparte Nissen36.
Coincidimos con esa solución, porque estimamos que el campo de las sociedades "de hecho"
no se limita a aquéllas que no tienen contrato escrito, sino que su espectro es mucho más amplio y
comprende las sociedades "de tipo" no autorizado, esto es cualquier situación, donde exista una reunión de
dos o más personas, que realizan aportes o se comprometen a efectuarlos, para la obtención de
beneficios que dividirán entre sí, mediante la realización de actos de comercio.
Sociedades "irregulares", en cambio, son aquéllas constituidas por escrito, de acuerdo con las
reglas del artículo 11 de la ley, según uno de los "tipos sociales" autorizados, pero que no se ha
inscripto.

36 Op. cit., pág. 16, para quien se trata de una sociedad "de hecho".
b) Diferencias

Lo que sí resulta evidente es que no son dos "especies" iguales de sociedades, sino que aluden
a situaciones distintas.
La ley les aplica un tratamiento único, pero las diferencias entre ellas resultan evidentes.
Mientras la sociedad "irregular" es comercial por el "tipo" elegido y donde sólo luce la
ausencia del requisito de la "inscripción" en el Registro Público de Comercio, la sociedad "de hecho"
para quedar incluida en las normas de la ley societaria debe tener por objeto la realización de "actos de
comercio".
Además surge otra diferencia notable, en la generalidad de los casos, en materia probatoria.
Mientras que en la sociedad "irregular" estamos en presencia de una sociedad con contrato escrito y
quizás solemne, en la "de hecho" estaremos en presencia de situaciones donde puede faltar el elemento
escrito y está en duda, precisamente, la existencia misma de una sociedad entre las partes.

c) Supuestos especiales de sociedades de hecho

1) Itas previstas en el artículo 12 del Código de Comercio.


Se señala como un supuesto especial de sociedad "de hecho", el contemplado en el artículo 12 del
Código de Comercio entre el padre y el hijo menor de edad y mayor de 18 años: "El hijo mayor de 18
años que fuese asociado al comercio del padre... será reputado autorizado y mayor para todos los efectos legales
en las negociaciones mercantiles de la sociedad ...".

2) Continuación con los herederos de la empresa explotado por el causante, de los artículos 51
y53 de la ley 14.394
Sea el caso de imposición de la indivisión a los herederos por un plazo no mayor de diez años
de un establecimiento industrial, comercial, agrícola, minero, o de cualquier otra índole que constituya
una unidad económica; o el supuesto en que el cónyuge supérstite que hubiera adquirido o formado, en
todo o en parte, ese establecimiento, se oponga a la división del bien. A estos supuestos se refiere el
artículo 28 de la ley 19.550, que establece que cuando existan herederos menores de edad, éstos
deberán ser socios con responsabilidad limitada y que el con-trato respectivo deberá ser aprobado por
el juez de la sucesión.
De todos modos, coincidimos con Nissen (op. cit, pág. 19) que alude al supuesto de que los
interesados no constituyan una sociedad regular, sino que decidan continuar la explotación común, "de
hecho".

3) Sociedades en comandita no confirmadas.


Otra situación que ha sido clasificada por la jurisprudencia como "sociedad de hecho" es la
derivada de sociedades en comandita constituidas de acuerdo con las reglas del Código de Comercio,
que ocultaron el nombre del o de los socios comanditarios y que debían regularizar tal situación
exteriorizando el nombre de tal o tales socios, dentro del plazo de seis meses (art. 370, ley 19.550).
A esas sociedades la jurisprudencia las clasificó como "de hecho". Nissen cita los fallos de la
Cámara Nacional en lo Comercial, Sala VI, del 7 de noviembre de 1979 en la causa "Milanesi, Oreste
c/Edificadora Laprida SCA"; de la Cámara Civil de la Capital, Sala G, en autos "Pequeña Obra de la
Divina Providencia c/Gompi SCA" del 25 de setiembre de 1980; y de la Sala C de la Cámara de
Apelaciones en lo Comercial, del 18 de mayo de 1978, en autos "Carto, Alfredo c/Arévalo, Manuel".
Se ha planteado la discusión sobre tal solución, habiéndose propuesto por parte de Farina, que
juzga aplicable la regla del socio oculto, del artículo 34, segundo párrafo de la ley; y la opinión de Drucaroff,
que menciona Nissen (op. cit., págs. 21 y 22), que sostiene que la omisión de los nombres de los socios
comanditarios no implica la ausencia de un requisito esencial tipificante, sino simplemente la omisión de
un requisito no tipificante, lo que si bien torna anulable el contrato, autoriza a la subsanación de ese vicio hasta
su impugnación judicial (art. 17).

d) Casos de sociedades irregulares

1) Sociedad con defecto o insuficiencia de publicidad


Halperin consideraba "irregular" a estas sociedades, donde no se había publicado el edicto respectivo o
se hubiera publicado en forma incompleta. Favier Dubois, discrepando con tan autorizada opinión, sostuvo la
posición contraria, señalando que en el actual régimen societario la publicidad que hace nacer una sociedad
"regular" es la que deriva de la inscripción en el Regis
tro Público de Comercio, con independencia del edicto, que no es nada más que un modo
accesorio de publicidad37.

2) Sociedades por acciones socias de sociedades personales o de interés.


La ley 19.550 dispone que las sociedades por acciones sólo pueden formar parte de sociedades
que sean, a su vez, por acciones. Y el artículo 369, inciso h (art. 386, inc. h del texto ordenado por el
decreto 841/84) les impuso la obligación de enajenar sus cuotas o partes de interés en el plazo de diez
años a contar desde la vigencia de la ley; caso contrario quedaban sujetas al régimen de las sociedades
irregulares.

3) Sociedades extranjeras no registradas.


Veremos en el capítulo referido a las sociedades extranjeras, que las que quieran realizar
actividad habitual en el país, establecer sucursal, asiento o cualquier otra especie de representación
permanente, deben cumplir las siguientes exigencias:
- acreditar la existencia de la sociedad con arreglo a las leyes de su país;
- fijar un domicilio en la República, cumpliendo con la publicación e inscripción exigidas para las
sociedades locales; y
- justificar la decisión de crear dicha representación y designar la persona a cuyo cargo ella estará.
La doctrina ha considerado como irregular la sociedad extranjera que realiza actividad en el país en
infracción a los requisitos establecidos en el artículo 118 de la ley 19.550 (Nissen, op. cit., pág. 24). Sin
embargo, el mencionado autor juzga inaplicables a este supuesto los artículos 22 y 23 de la ley en cuanto prohíbe
a los socios invocar las cláusulas contractuales, porque ellas son cuestiones que se regirán por las leyes del lugar
de constitución de la sociedad extranjera. Veremos al analizar estas sociedades en el capítulo respectivo que,
efectivamente, estas sociedades se rigen, en cuanto a su existencia, forma y pactos entre los socios, por la ley del
país de su constitución.

4) Sociedades de plazo vencido.


También se habían considerado en situación de "sociedad irregular" aquéllas cuyo plazo de duración ha
vencido y que, no

37 NISSEN, op. cit., pág. 23.


obstante, siguen actuando normalmente, a pesar de su estado de "disolución", ignorando el
trámite liquidatorio.
Esta situación derivaba las más de las veces.de la imposibilidad de los socios de regularizar la
sociedad no prorrogada oportunamente, y a ella le puso fm la reforma de la ley 22.903, al permitir la
"reconducción" mientras no se haya inscripto el nombramiento del liquidador (art. 95, tercer párr.).

5) Sociedades no inscriptas, con contrato escrito y aún en trámite de inscripción.


Especialmente las sociedades que no son por acciones, a las que la ley 22.903 ha dado un
régimen particular en los artículos 183 y 184 de la ley.
En todos los demás "tipos" sociales que no hayan cumplido con el trámite de inscripción,
mientras ello no ocurra, se planteaba la duda respecto del régimen legal aplicable.
En ediciones anteriores enunciamos esta situación como exhibiendo una sociedad "irregular", sin
precisar Si nos referíamos a una sociedad todavía en tiempo para su inscripción de acuerdo con el plazo del
artículo 39 del Código de Comercio.
Creemos oportuno ahora distinguir la situación de aquella sociedad todavía en plazo para efectuar
su inscripción, de aquella otra a la que ya se le venció el aludido plazo. En el primer caso, adherimos a
la posición de quienes sustentan la posición diferenciadora, predicando la no aplicación a ellas de las normas de
los artículos 21 y siguientes. Se trata de una situación muy transitoria que no generará consecuencias,
aunque puedan realizarse actos de importancia, como la adquisición de bienes inmuebles por la
sociedad.
Pero en el supuesto en que el aludido plazo hubiera vencido, no advertimos otra posibilidad
que la aplicación de las reglas que examinamos en este capítulo, sin perjuicio de estimar
- de lege ferenda - que se trata de una situación digna de una regulación diferente.
e) Sociedades de hecho y sociedades accidentales o en participación

Ante la posibilidad de que se presenten confusiones respecto de estas especies de sociedades, Nissen
analiza este tema
y señala las que, a su juicio, son las diferencias más notables entre ambas.
La confusión podría sobrevenir porque en ambos casos no se cumplen las formalidades para la
constitución de una sociedad y porque los socios tienen el derecho de exigir rendición de cuentas al
administrador.
Sostiene Nissen que las diferencias son "claras y tajantes", y a continuación menciona cinco
diferencias, que nos merecen alguna observación.
La primera diferencia que menciona predica el carácter de "tipo social" legislado por la ley
19.550, respecto de la sociedad accidental o en participación, a diferencia de las no constituidas
regularmente que no son un tipo social.
Nos parece desafortunada la diferenciación señalada y la conceptualización de la sociedad
accidental como un "tipo social". La misma ley 19.550 se encarga de aclarar que no se trata de un
sujeto de derecho y que carece de denominación y de patrimonio, elementos esenciales al concepto de
"sociedad" que nos da la ley 19.550, de modo que mal podría ser un "tipo". Es una "situación" regulada
en la ley, como lo es el de estas sociedades que ahora consideramos. En esto hay otra semejanza y no
una diíerenciación.
Tampoco nos parece aceptable la diferencia referida al objeto, en cuanto las sociedades
accidentales o en participación tendrían por objeto la realización de una o más operaciones
determinadas y transitorias. Porque tales operaciones pueden tener - y lo tienen a menudo - una
duración en el tiempo mucho mayor que la de una sociedad no constituida regularmente.
Respecto de la "personalidad jurídica" que tienen las sociedades no constituidas regularmente
y de la que carece la sociedad accidental o en participación, como diferenciación resulta muy sutil,
dado el carácter de "precaria" y "limitada" de la personalidad reconocida a las primeras.
Nos parece clara la diferencia referida al "patrimonio", si bien ella no aparece "ostensible" en
la actuación de la sociedad en participación, que presupone la existencia de un "fondo común" al que
aportan los participes.
f) Sociedades incluidas
Art. 21.- Las sociedades de hecho con un objeto comercial y las sociedades de los tipos autorizados que no se
constituyan regularmente, quedan sujetas a las disposiciones de esta sección.

Tanto las denominadas "sociedades de hecho" (sin contrato escrito), con objeto comercial,
como todas aquéllas que teniendo contrato escrito no se han constituido regularmente (irregulares),
quedan comprendidas en este régimen legal.
La aclaración respecto a las sociedades de hecho tiene plena validez en atención a que bien
puede tratarse de sociedades civiles de hecho (arts. 1662, 1663, 1664, 1665 y concs., Cód. Civ.). De
modo que para que estén incluidas en estas reglas legales deberá tratarse de sociedades de hecho con
un objeto comercial, esto es una sociedad que tiene por objeto realizar alguno de los actos de comercio
referidos en el artículo 8º del Código de Comercio.
Hemos citado en el punto anterior diversos casos de sociedades de hecho y de sociedades
irregulares.
Art. 22. - La regularización se produce por la adopción de uno de los tipos previstos en esta Ley. No se disuelve la sociedad
irregular o de hecho, continuando la sociedad regularizada en los derechos y obligaciones de aquélla; tampoco se modifica la responsabilidad
anterior de los socios.
Cualquiera de los socios podrá requerir la regularización comunicándolo a todos los socios en forma fehaciente. La resolución se
adoptará por mayoría de socios, debiendo otorgarse el pertinente instrumento, cumplirse las formalidades del tipo y solicitarse la inscripción
registral dentro de los sesenta (60) días de recibida la última comunicación. No lograda la mayoría o no solicitada en término la inscripción,
cualquier socio puede provocar la disolución desde la fecha de la resolución social denegatoria o desde el vencimiento del plazo, sin que los
demás consocios puedan requerir nuevamente la regularización.

Disolución.
Cualquiera de los socios de la sociedad no constituida regularmente puede exigir la disolución. Esta se producirá a la fecha en que el
socio notifique fehacientemente tal decisión a todos los consocios, salvo que la mayoría de éstos resuelva regularizaría dentro del décimo día y,
con cumplimiento de las formalidades correspondientes al tipo, se solicite su inseripción dentro de los sesenta (60) días, computándose ambos
plazos desde la última notificación.

Retiro de los socios.


Los socios que votaron contra la regularización tienen derecho a una suma de dinero equivalente al valor de su parte a la fecha del
acuerdo social que la dispone, aplicándose el artículo 92 salvo su inciso 4º), a menos que opten por continuar en la sociedad regularizada.
Liquidación.
La liquidación se rige por las normas del contrato y de esta ley.

g) Regularización

Esta norma fue introducida por la reforma de la ley 22.903, que modificó sustancialmente el
artículo 22 de la L.S., recogiendo la opinión de la doctrina nacional admitiendo la posibilidad de
regularizar la sociedad.
La reforma en tal sentido es positiva, si bien en su contra cabe señalar que no profundizó
algunos aspectos, por lo que subsisten agudos problemas y situaciones de gran peligrosidad en el
régimen actual de estas sociedades irregulares.
Cabe distinguir en esta regla legal varios aspectos.
1) Forma de regularización
Se produce por la adopción de uno de los tipos sociales previstos en la L.S. De modo que la
sociedad irregular deberá adoptar la forma de sociedad colectiva, de capital e industria, en comandita
simple, de responsabilidad limitada, anónima o en comandita por acciones; con contrato social
debidamente inscripto en el Registro Público de Comercio.

2) Quiénes pueden pedir la regularización.


Cualquiera de los socios puede pedir la regularización. Inclusive pueden ser dos o más socios
los que la pidan.

3) Forma de peticionarla
Debe comunicarla a todos los demás socios en forma fehaciente, esto es, utilizando algún
medio que permita su prueba indubitable: por actuacion notarial; por citación y notificación judicial; por
telegrama colacionado; por "carta documento"; o por notificación personal a cada socio, firmada por éste.

4) Resolución de regularización.
Se necesita el voto favorable de la mayoría de los socios. No del capital que tengan en la
sociedad irregular ni del que hayan comprometido, sino que el voto es personal y se computa por
persona y no por capital38.

38 Cfr. NISSEN, op. cit., pág. 120.


5) Formalidades de la regularización.
Se debe suscribir el correspondiente contrato social y cumplir las formalidades del "tipo", lo
que requiere, en el caso de sociedades por acciones, la suscripción de la correspondiente escritura
pública. Además, deberá solicitarse la inscripción registral. Todo ello dentro del plazo de sesenta días
de que fuera recibida la última comunicación o notificación pidiendo la regularización.
El plazo será de días corridos, a falta de aclaración en contrario, y exige sólo la solicitud de
inscripción, no la fmalización de su trámite.

6) Improcedencia de la regularización
Pero la sociedad no se regularizará y cualquier socio podrá pedir su disolución, en cualquier
momento, si:
- no se logró la mayoría necesaria;
- si no se solicitó en término la inscripción;
- si el pedido de inscripción fue rechazado.
Producida alguna de estas tres situaciones, ningún otro socio podrá pedir nuevamente la
regularización.

h) Disolución

Cualquiera de los socios puede pedir la disolución, principio que, como ya vimos, era el
básico en la ley 19.550.
La reforma de la ley 22.903 consagra una variante de gran importancia, cual es que aun
mediando el pedido de disolución los demás socios tienen la posibilidad de regularizar la sociedad.
Para ello deben:
- uno de los socios podrá pedir su regularización efectuando la comunicación pertinente a los
demás socios, por medio fehaciente;
- dentro de los diez días siguientes a la última notificación, los socios reunidos, por mayoría de
personas, deben aprobar la regularización de la sociedad;
- deben instrumentar el contrato social y solicitar la mscripción en el registro dentro de los
sesenta días corridos siguientes a la última notificación.
Esta alternativa de regularización es realmente importante porque permitirá a los socios que
puedan resultar "sorprendi
dos" por un pedido de disolución de la sociedad, regularizar rápidamente la misma. Lógicamente
que el plazo de diez días aparece como sensiblemente breve, en un país con las enormes distancias y
las grandes dificultades en las comunicaciones.

i) Derecho del socio a retirarse

Congruente con la posibilidad de regularización otorgada por la ley y respetando el derecho


del socio disconforme a retirarse de la sociedad, se ha regulado sobre el derecho de retirarse y a
percibir su parte social. Tal derecho es sólo para los socios que votaron contra la regularización,
cuando debió incluir al socio o socios que peticionen la disolución y no obligarlos a concurrir a una
reunión que ellos de antemano desaprueban.
Cabe incluir también a los ausentes, porque si bien la norma alude únicamente al socio que
votó en contra, como sujeto legitimado para exigir el reembolso, ello no significa que el socio ausente
carezca de tal derecho, 'p'ues la ausencia, cuando la ley exige mayorías de personas, implica siempre voto
negativo”39
No tienen este derecho los socios que votaron en favor de la regularización ni aquéllos que se
abstuvieron.

j) Observaciones y críticas a la reforma

Romero señala una serie de errores en que ha incurrido la reforma (José Ignacio Romero, "Las
sociedades irregulares y la reforma de la ley 22.903", RDCO, 1984, págs. 109 y sigs.). Sintetizando sus
observaciones, diremos:
1) El nuevo artículo 22, cuando dice que "la regularización se produce por la adopción de uno de
los tipos previstos en esta ley", introduce una grave confusión de conceptos entre "tipicidad" y "regularidad". La
"tipicidad" es un requisito de existencia de la sociedad comercial, ya que sin tipo social no hay sociedad,
de acuerdo con la regla del artículo 1º de la ley. La "regularidad" parte de la existencia de una sociedad
típica y legalmente constituida, e implica el cumplimiento de las reglas

Cfr. NISSEN, op. cit., pág. 138; y ROMERO, op. cit. En contra NAZAR Es-
PECHE, Comentarios a las Reformas a la Ley de Sociedades Comerciales, Ley 22.903. Análisis Panorámico de la
Refonna y sus Antecedentes, Depalma, 1984,
pág. 9.
sobre "publicidad" que impone la ley. Las sociedades "irregulares" son las que no han
cumplido con tales requisitos de publicidad, pero existen y, en consecuencia, han adoptadó ya algún
"tipo social". Esta diferencia conceptual, que en la ley es perfecta-mente clara, aparece confundida por
la reforma, según Romero.
2) Se debió tratar por separado la regularización de las sociedades "de hecho" de las
"irregulares", ya que su régimen es diferente, como también tiene un régimen distinto la sociedad
anónima en formación. Sostiene Romero que "Para las sociedades de hecho debió adoptarse el criterio de la
'transformación' y para las irregulares el simple cumplimiento de las formalidades de publtcidiad omitidas".
3) Al reformarse sólo el artículo 22 de la ley y mantenerse sin modificaciones el artículo 23, se
presentarán serias dificultades, ya que esta última regla consagra la "inoponibilidad" de la sociedad
entre los socios y frente a terceros. Romero se pregunta, ¿cómo interpretar esa regia ante el socio que
requiera a los demás socios de una sociedad de hecho o irregular, su regularización? Porque quien
reclame la regularización lo hará invocando una relación cóntractual previa.
4) El reclamo de regularización será fuente de problemas y mayores dificultades en las
sociedades de hecho, donde la misma calidad de socio puede estar en discusión. En este aspecto Romero plantea
una serie de interrogantes que exhiben lo difícil de compatibilizar la reforma del artículo 22 con la solución de los
graves problemas que plantean las sociedades de hecho: ¿cómo se acredita la calidad de socio?; ¿cómo se
asegura que no se somete compulsivamente a regularización a quien no fue socio?; ¿cómo se aprueban los
aportes comunes, su entidad, distribución y condiciones?, etcétera.
5) En cuanto al mismo procedimiento de regularización caben también serios interrogantes:
¿cómo deliberan los socios?; ¿cómo se asegura que serán citados todos los socios y que no se omite a alguien
deliberadamente o se incluya, también deliberadamente, a quien no es socio?
El nuevo artículo 22 establece que la resolución de regularización será tomada por mayoría de socios,
prescindiendo de los aportes de capital, lo que también puede aparejar serios inconvenientes si se excluyera, por
ejemplo, al socio de mayor aporte.
En cuanto al socio que se retira se plantea el problema de cómo determinar la cuota de
liquidación del socio que votó en contra de la regularización.
Finalmente, sostiene Romero, que el párrafo que alude a la "disolución" ha sido redactado
como sugiriendo que tal posibilidad ha quedado reservada exclusivamente a las sociedades irregulares,
por lo que las sociedades de hecho no podrían ser disueltas.
6) Algunas de las preocupaciones de Romero las comparte Nissen en el estudio que hemos
citado.
7) Por su parte, Miguel Schiffer, en trabajo presentado al Congreso de Derecho Comercial
celebrado en Buenos Aires, en octubre de 1984, ha propuesto la conveniencia de incluir a las
sociedades en comandita por acciones, que no subsanaron la omisión del nombre de los socios comanditarios en
el término del artículo 370 de la ley 19.550 (actualmente artículo 387), dentro del procedimiento regularizador
establecido en el artículo 22
40
que comentamos

k) Responsabilidad de los socios y de quienes contratan por la sociedad irregular

Art. 23. - Responsabilidad de los socios y quienes contratan por la sociedad. Los socios y quienes contrataron en nombre de la
sociedad quedarán solidariamente obligados por las operaciones sociales, sin poder invocar el beneficio del artículo 56 ni las limitaciones que se
funden en el contrato social.
Acción contra terceros y entre socios.
La sociedad ni los socios podrán invocar respecto de cualquier tercero ni entre sí derechos o defensas nacidos del contrato social,
pero la sociedad podrá ejercer los derechos emergentes de tos contratos celebrados.
La norma consagra una responsabilidad directa y principal de quienes actúen en nombre de la sociedad y
de todos los socios por las operaciones sociales. Responden con todo su patrimonio individual, en forma
ilimitada y solidaria. Con el agravante de que cualquiera de los socios representa a la sociedad frente a terceros y
de que puede tratarse de contratos u operaciones notoriamente extraños al objeto social, sin que la sociedad ni
ninguno de los demás socios pueda oponerle al tercero el contrato social como limitante de esa obligación. Esto
es realmente peli40 Citado por NISSEN, op. cit., pág. 139.
groso y no ha sido advertido por el legislador de la ley 22.903 porque ello hubiera forzado una
reforma más amplia41.
A lo dicho cabe agregar que, además, el administrador social puede ser un tercero no socio. Un
empleado de la sociedad que actúe por cuenta de ésta, gerente, o bien un apoderado con poder
especial. Todas esas personas cargarán también con el estigrna de una responsabilidad directa,
principal, Ilimitada y solidaria. Ello como consecuencia de que la norma incluye expresamente a
"quienes contrataron en nombre de la sociedad".
La norma contiene en su segunda parte una durísima prohibición, cual es la de que ni la
sociedad ni los socios podrán invocar respecto de cualquier tercero, ni entre sí, derechos o defensas
nacidos del contrato social.
Prohibición y dureza que exhibe el claro contenido "sancionatorio" de esta regulación, que no tiene
mucho sentido ni refleja la realidad. Porque cabe preguntarse, ¿a quién se pretende defender con esta
prohibición?, ¿a quien contrató con la sociedad, que lo mismo debe responder frente a ella?
Porque, cabe decirlo finalmente, la última parte del segundo párrafo de esta norma que comentamos
deja a salvo la responsabilidad de los terceros que contrataron con la sociedad irregular, que no podrán
prevalerse de esta situación.

1) Representación de la sociedad

Art. 24. - En las relaciones con los terceros, cualquiera de los socios re-presenta a la sociedad.

Esta regla es también clásica en la sociedad irregular, porque al no existir pacto o no poderse hacer
valer el existente, como vimos al considerar el artículo 23, se admite que cualquiera de los socios pueda
representar a la sociedad.

m) Prueba de la sociedad
Art. 25. - La existencia de la sociedad puede acreditarse por cualquiermedio de prueba.

El artículo 296 del Código de Comercio admitía ya la prueba testimonial y todos los demás
medios de prueba aceptados en

41 Cfr. TONÓN, op. cit., pág. 110.


materia comercial. Y dicha norma se interpretó, como señalaba Zavala Rodríguez, en forma liberal y
amplia42. Y el artículo 298 enunciaba una serie de situaciones que hacían presumir la existencia de la
sociedad.
Como siguen teniendo vigencia dada la amplitud de la regla que consagra el artículo 25, las
citamos a continuación:
1) negociación promiscua y común;
2) enajenación, adquisición o pago hecho en común;
3) si uno de los asociados se declara socio y los otros no lo contradicen de un modo público;
4) si dos o más personas proponen un administrador o gerente común;
5) el uso del pronombre "nosotros" o "nuestro" en la correspondencia, libros, facturas,
cuentas u otros papeles comerciales;
6) el hecho de recibir o responder a cartas dirigidas al nombre o firma social;
7) el uso del nombre con el aditamento "y compañía"; y
8) la disolución de la asociación en forma de sociedad.
Esta enunciación era meramente enunciativa y no taxativa. Cabe pues, la admisión de
cualquier medio de prueba, sin exigirse, como lo hacía anteriormente cierta jurisprudencia, el requisito
del "principio de prueba por escrito".

n) Relaciones de los acreedores sociales y de los particulares


de los socios

Art. 26. - Las relaciones entre los acreedores sociales y los acreedores particulares de los socios, inclusive en caso de quiebra, se
juzgarán como si se tratare de una sociedad regular, excepto respecto de los bienes cuyo dominio requiere registración.

Esta regla si bien contribuyó a solucionar gran parte de uno de los problemas más críticos que
plantean las sociedades irreguIares y su deficiente tratamiento legislativo, deja aún situaciones sin
resolver correctamente.
En efecto, como dijimos antes, uno de los problemas más importantes es la situación en que
quedan los acreedores sociales ante la posibilidad de que los acreedores particulares de los

42
Código..., T. 1, pág. 325.
socios puedan agredir los bienes sociales y reclamar sus acreencias sobre el patrimonio de la
sociedad irregular.
La regla del artículo 26 deja subsistente el problema respecto de los bienes más importantes
que son todos los registrabIes: inmuebles; minas; barcos; aviones; automotores; patentes; marcas; nombres;
etcétera. Todos estos bienes requieren para su transmisión, de su inscripción en un registro. Sobre
todos esos bienes los acreedores sociales no tendrán preferencia respecto de los particulares de cada
socio.
Tampoco lo tienen en cuanto a las deudas por aportes de los socios, aportes por transmisión
que requieren inscripción, aportes en trámite de transferencia y otras situaciones que puedan darse,
referidas a los aportes debidos por el socio, por cuanto la sociedad ni los demás socios podrán oponer
al tercero embargante de esos bienes la existencia de la sociedad, según la regla del artículo 23,
segundo párrafo.

NOTASAIAOCTAVAEDICION

1. JURISPRUDENCIA

En este capítulo incorporamos los siguientes fallos que estimamos de importancia a los efectos de un
mayor esclarecimiento de los temas en él desarrollados.

35. FORMA DEL ACTO CONSTITUTIVO (Art. 4º)


Reglamento

Si el contrato constitutivo previese un reglamento, dictado con posterioridad a la constitución definitiva de


la sociedad, resulta necesario que con respecto al mismo se cumplan los requisitos establecidos para el contrato social y los
estatutos, en lo que respecta a su inscripción registral y las modificaciones que en él se introduzcan (arts. 5Q, la. parte, 167,
3a. parte, 50, 235 y 244, ley 19.550).
Cám. Nac. Com., Sala B, 30-IV-1981, "Transportes Juan Manuel de Rosas SA. c. Oliva,
Humberto 1.", L.L., 1981-C, pág. 269.
Reforma de estatuto
La reforma del estatuto por el aumento de capital de las sociedades anóninias debe efectuarse
por escritura pública ya que toda modificación en el capital de las mismas constituye una reforma y
por tanto se la debe revestir de la máxima seguridad jurídica, que en el subexamen está dada por la
exigencia de la escritura pública, que otorga una seguridad que nadie puede discutir.
Cám. Civ. y Com., Laboral Paz Letrada, Curuzú Cuatiá, Corrientes, 5-V-1980, "Mecánica Rural
Correntina SA.", J.A., 981-11-217; L.L., Repertorio XLI-1981, pág. 3065.

37. ESTIPULACIONES NULAS (Art. 13)

Toda vez que la percepción por uno de los socios de una suma fija mensual, implica la
exención de aquél de soportar las pérdidas (art. 13, inc. 1º, L.S.), siendo la soportación de éstas requisito
esencial de todo contrato de sociedad mercantil, es que la declaración de nulidad de dicha cláusula,
contraria al espfritu societario, solicitada por el socio afectado, es procedente, razón por la cual éste
conserva el interés en la declaración de nulidad.
Cám. Nac. Com., Sala B, 22-IV-1992, Ficha nro. 154.4%, "Atencio, María c. Porcille, Oscar s/sum.",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial

40. EFECTOS DE LA INSCRIPCION (Art. 7Q)

Las sociedades irregulares son aquellas en las que el contrato social suscripto por los socios, si
bien ajustado a lo dispuesto por el artículo 11 de la ley 19.550, adolece de vicios de forma por la omisión de la
registración prevista en el artículo 7Q de la citada ley o, en otros términos, por la existencia de un vicio en la textura
publicitaria que la ley ha
estructurado para garantía de terceros.
Cám. Civ. y Com., Azul, 6V-1992, "Estancia Derpa y otro", L.L., 1993-A, pág. 115; DJ., 1993-1-788;
L.L., RepertorioLI 11-1993, pág. 1644.

42. FACULTADES DEL REGISTRO PUBLICO DE COMERCIO (Art. 62)

Por servir el capital social como medio para obtener beneficios a


través del ejercicio de una determinada actividad económica, su cuantía debe adecuarse a la naturaleza de la
misma, pues de lo contrario un capital desproporcionadamente reducido en su magnitud determinará la
imposibilidad de cumplir el objeto, que debe por esencia, ser fácticamente posible.
El problema radica pues en fundamentar las facultades de quien tenga a su cargo la registración de sociedades, en
aquellos tipos sociales en los cuales la ley impone un capital mínimo, puesto que la ausencia de un tope legal dejaría librado
a su discrecionalidad la determinación del capital suficiente para el desarrollo de una actividad mercantil. Ello constituye
pues el meollo de la cuestión, pero no encuentra en ello obstáculo insalvable para negar al funcionario citado dichas facultades,
que ya han tenido ratificación jurisprudencial, pues ellas se encuentran insitas en el control de legalidad y que no se trata
en consecuencia de fijar ma-temáticamente, en base a estadísticas, qué capital es necesario para afrontar tal o cual ramo
del comercio, sino simplemente de determinar cuando el capital social que aparece señalado en el contrato es sin
lugar a dudas desproporcionado en relación con la actividad a desarrollarse (Nissen, Ley de Sociedades
Comerciales, T. 1, págs. 101/102).
Cám. Civ. y Com., Gral Roca, 5-XII-1994, "Ambito S.RÍ. 5/ms-cripción contrato (expte.
l0.734-CA-94)".

Sociedades. Actividad y control del juez del registro en la inscripción de sociedades

El Registro Público de Comercio ejerce una función de vigilancia y control de legalidad que lo faculta para rechazar
la inscripción de un contrato de sociedad, aunque no haya oposición si no llena los recaudos legales y no determina con
precisión los derechos y obligaciones de los socios entre sí (Cám. Ap., Mar del Plata, 25-VIII-1960, D.J.B.A., 61-225 D.L.L., t.
II, 1()()6, sum. 8). Al respecto se ha sostenido que el poder de policía a cargo del estado moderno obliga a éste a rechazar la
inscripción en el Registro Público de Comercio de aquellos actos jurídicos que no se conforman con la legislación imperante, en
salvaguardia del buen crédito y en protección del interés de los terceros y de los propios interesados (Cám. Civ. y Com., La
Plata, en pleno, 8-XI-1%0; L.L., 101-393, etc.) (véase a mayor abundamiento doctrina y jurisprudencia citada en Fernández
Madrid, Código de Comercio Comentado, T. 1, pág. 75).
Cám. Ap. Civ. y Com., Circ. II Rio Negro, Se. nro. 360/93, 4-VIII-1993, "Cifo S.R.L. s/insc. cesión cuotas",
Jurisprudencia Condensada de ¡a Cámara de Apelaciones JI-A, Circunscripción Judicial, Provincia de Río Negro, pág. 36.

Cabe señalar que la actividad del Juzgado del Registro no se limita a verificar el mero cumplimiento extrínseco o
formal de los requisitos de constitución, sino que debe penetrar lo sustancial (Verón, S.A. de Famiha, T. 1, pág. 580), y por ello
deberá ejercer el control de legalidad que le ordena el artículo 6º, L.S., merituando sobre el cumplimiento del aporte que resulta
de la esencia de toda sociedad, tal lo prevee el artículo 1º
ibidem. Sin que ello irnporte hacer méri(o sobre las razones de oportunidad o de éxito
económico, debe verificar que el capital suscripto reúna la mínima razonabilidad con relación al objeto
social proyectado. Y en el marco de este control se comparte la apreciación del a quo, que ha juzgado
la insuficiencia del capital convenido.
Cám. Ap. Civ. y Com., Circ. II, Río Negro, Se. 27/93, 22-11-1993, "Konar S.R.L. s/inscripción
contrato", Jurisprudencia Condensada de la Cámara de Apelaciones II-A, Circunscripción Judicial,
Provincia de Río
Negro, pág. 36.

Es por ello que la denominación societaria ha sido considerada un instituto de policía comercial
destinado a proteger al público en general, contando la I.GI. con facultades suficientes para observar y
denegar, incluso de oficio, inscripciones que puedan inducir al público en general a confusión, como
es el caso de sociedades homónimas.
Cám. Nac. Com., 24-VIII-1990, Inspección General de Justicia:
"Chanel París SA.", L.L., 1991-A, págs. 127a130.

52. VICIOS QUE AFECTAN EL OBJETO SOCIAL


Sociedad de objeto ilícito (art. 18)

Régimen de nulidad. Objeto ilícito. Liquidación. Hecho ilícito anterior a la sanción de la ley
19.550. Aplicabilidad del artículo 18, L.S.
Del dictamen del fiscal de Cámara:
Aun cuando los hechos ilícitos realizados por una sociedad hubiesen ocurrido con anterioridad a la
sanción de la ley 19.550, que establece que realizado el activo y cancelado el pasivo social el remanente se
destinará al fomento de la educación, parece indudable, que los integrantes de las sociedades ilícitas no pueden
participar de los fondos obtenidos por la liquidación, se trata de un principio general recibido por los artículos 1659 y
1660 del Código Civil. Ello así, el artículo 18, L.S., en cuanto vino tan sólo a reglamentar el destino de esos importes, resulta
de inmediata aplicación el supuesto, sin que este criterio amporte asignar a la norma un efecto retroactivo.
Cám. Nac. Com., Sala A, 27-IV-1990, "Inspección General de Justicia Solicitud de
intervención de las sociedades Fernícola Radioeléctrica y otras y su liquidación", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

56. REGIMEN LEGAL VIGENTE (SOCIEDADES IRREGULARES)

a) Concepto legal

Las sociedades irregulares son aquellas en las que el contrato social suscripto por los socios, si bien ajustado a
lo dispuesto por el artículo
11 de la ley 19.550, adolece de vicios de forma por la omisión de la registración prevista en el artículo 7º de la
citada ley o, en otros térininos, por la existencia de un vicio en la textura publicitaria que la ley ha estructurado para garantía de
terceros.
Cáin. Civ. y Com., Azul, 6-V-1992, "Estancia Derpa y otro", L.L., 1993-A, págs. 114-115; DJ.,
1993-1-788.

b) Diferencias

Es posible, si extremamos nuestro rigor interpretativo, que extstan diferencias entre sociedad
de hecho y sociedad irregular, como que en el primer caso extste comunidad de intereses económicos
gestados sin la vertebración de un contrato escrito previo: una sociedad si se quiere emanada del
"modo que en común se actúa", vale decir, una situación donde el contrato se infiere de la manera de
actuar, y no un modo de actuar derivado - y explicado - de un contrato expreso previo, como ocurre en
el segundo.
Sin embargo, y aun cuando recurriendo a tales sutilezas podría sostenerse que la sociedad de
hecho se prueba a través precisamente "de hechos", yla sociedad irregular acreditando "el contrato" sin
importar
que no sea contrato inscripto, el legislador no formula esta especial diferenciación, lo que supone que frente a la
imposibilidad, manifestada y probada de procurar el ejemplar, la parte pueda valerse de toda evidencia para
acreditar la existencia del ente con el fin de pedir su disolución y liquidación (art. 25, L.S., ya citado).
La veda que establece la ley, entonces, no alcanza a las partes sino
cuando pretendiesen extraer de la prueba del contrato los elementos
para exigir su perpetuación o exigir un cumplimiento marginado de la publicidad que garantiza el especial
control que la ley impone sobre las sociedades. Cuando por el contrario de lo que se trata "es de
ponerle
fin", la facilitación de su prueba por los mismos socios coadyuva a cumplir el propio fin de la ley, que es propiciar, o
su regularización - en el flamante régimen, artículo 22 - o su disolución a pedido de cualquiera de los socios y sin
condicionamientos (art. 22, 2a parte, ley citada).
Cáin. la. Civ. y Com., Bahía Blanca, Sala 1, 25-VII-1991, "Bouquez, Alfredo R. c. Vitali, Aldo O.", L.L., 1991-E,
pág. 538.

d) Sociedad en coman dita por acciones. Generalidades. Contrato social. Requisitos. Incumplimiento

Si una sociedad en comandita por acciones no regularizó su situación en los términos del artículo 370, L.S., vencido
el plazo fijado en ella, sólo cabe considerarla como una sociedad irregular porque no subsanado el vicio del que adolecía (no
individualización de los socios comanditarios) la sociedad será nula de nulidad absoluta, operando ésta como causa de
disolución, sin perjuicio de que los socios continuen la actividad
comercial como integrantes de una sociedad irregular cuyo capital será el de la sociedad en
comandita por acciones nula.
Cám. Nac. Com., Sala B, 5-IV-1994, "Vaks de Goldadier, Fanny c.
Goldadíer de Pleszowski, Delia s/ord.", ReNliolio de Jurispn¿dencia de la Cámara ComerciaL

g) Regularización

La regularización de una sociedad de hecho, mediante la adopción de un tipo legal y su


correspondiente inscripción en el Registro Público de Comercio, no implica que la sociedad de hecho
fue disuelta, si la sociedad regular continuó su personalidad con sus derechos y obligaciones. La
regularización mencionada produce la variación en el régimen de responsabilidad de los socios, a partir de
la fecha de inscripción del tipo adoptado.
Cám. Nac. Com., Sala C, 24-II-1993, "Top Brands International SA. c. Hidalgo Carmona, José
Maria", LL., 1993-B, pág. 1438; L.L.,
Repertorio LIII-1993, pág. 1644.

h) Disolución

1. En las sociedades irregulares no tiene aplicación la resolución parcial, esta solución ha sido
consagrada por la ley de sociedades, a mérito del carácter intuitu personae de la sociedad; como sanción a la violación
de los requisitos de forma de la constitución y como el medio de hacer efectiva la determinación de la parte
social del socio saliente.
2. Muerto uno de los socios, la sociedad irregular, al no poder resolverse parcialmente, queda disuelta ministerio
legis, entrando en liquidación.
3. Los actores no como socios sino como herederos del socio fallecido han podido reclamar la disolución de la
sociedad irregular, con el propósito de poder obtener mediante liquidación y partición la porción que su causante
poseía en la sociedad.
4. Los herederos del socio fallecido carecían de la posibilidad de solicitar judicialmente la parte social del
causante, sin provocar la disolución, dada la naturaleza de la sociedad que integraba, ya que ello hubiera importado
tanto como ejercer el derecho a la resolución parcial (arts. 3270, Cód. Civ., y 22, ley 19.550).
S.C.BA., 21-VI-1994, "Busilli de Villaloho, Adela R. y otros c.
Reggiardo, Ramón y otros", L.L., nº 4, may(>1995.

1. El socio de hecho puede pedir la disolución social, produciéndose la misma cuando notifique
fehacientemente su decisión a los demás.
2. La denuncia penal por estafa efectuada por un socio contra otro expresa su voluntad
disociativa, que debe concretarse en la fecha en que el denunciado es notificado de la audiencia para
prestar declaración indagatoria.
3. Una vez disuelta la sociedad debe liquidarse, lo que sigrúfica la detención de las actividades
ordinarias, la conclusión de los negocios pendientes, el pago de las deudas, el cobro de los créditos, la división
social.
4. El liquidador de una sociedad puede ser alguno de los socios o un tercero en caso de
discrepancia, quien tiene funciones predeterminadas legalmente.
5. La etapa liquidatoria no se confunde con la rendición de cuentas a que está obligado el
admi¡ústrador por todo el tiempo de su gestión.
6. La rendición de cuentas no debe servir sólo a la parte que la exige, sino también al juez para
dictar con justicia su fallo.
7. Si el juez, sin desvirtuar los hechos alegados por las partes, califica la relación contractual
como sociedad, ello no importa no sustituirse a la actividad de los litigantes ni violar el principio de congruencia;
implica sólo el ejercicio funcional de adecuar la normativa aplicable a la trama fáctica presentada por aquéllos.
Cám. Ap. Civ. y Com., Juiíiit, 22-111-1989, "Di Doménico, Miguel A. c. Callone, Ricardo O.", L.L.,
1989-D, págs. SM y 535.

En esas circunstancias, no cabe otra conclusión que la sentada en el decisorio de primera instancta,
puesto que por expresa disposición legal en ese tipo de sociedades de existencia precaria, cualquiera de los socios puede exigir
su disolución con sólo comunicar en forma fehaciente su decisión a sus consocios sin necesidad de invocar causa alguna (art.
22, ley 19.550). P3r lo demás, el hecho de que exista instrumento escrito no priva a la sociedad no inscripta de su carácter
irregular (art. 7Q, ley cit.), motivo por el cual el régimen aplicable no puede ser otro que el estatuido en la Sección
IV del Capítulo ¡ de la Ley de Sociedades Comerciales. En ese sentido cabe agregar que la aducida regulación
convencional que, según el quejoso, consagra el contrato respecto de la disolución, resulta inequívocamente
inaplicable en tanto que en una sociedad irregular no es lícito que los socios entre si invoquen derechos o defensas
emergentes de las estipulaciones del contrato social (art. 23, ley cit.).
Cám. Nac. Com., Sala C, 15-111-1988, "Spak de Fink, Rosa B. c. Naftilsan, Ricardo H.", L.L., 1989-D, pág. 72.

1. La sociedad de hecho, carece de la solidez propia de un contrato efectuado en la forma que demanda la ley,
ya que cualquier socio puede darle fin sin incurrir en responsabilidades.
La precariedad de la personalidad jurídica que este tipo de sociedad detenta, viene dada por su debilidad
constitucional y la consecuente posibilidad de cualquiera de sus miembros de reclamar la disolución aunque no se haya
cumplido el plazo previsto o el objeto para el cual se concertó.
2. La sociedad de hecho se encuentra permanentemente amena-
zada por el pedido de disolución que los socios pueden ejercitar cuando les parezca oportuno.
Cám. Nac. Com., Sala C, 6-III-1990, "Estraviz, Roberto c. Pousa, Héctor 5/5um.", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

i) Rendición de cuentas. Sociedad no constituida regularmente. Procedencia

La acción de rendición de cuentas - inadmisible en las sociedades


regulares en las que está reemplazada por el funcionamiento de la estructura orgánica - es procedente en
las sociedades de hecho contra quien ha concluido negocios en su representación, dadas sus
particularidades de conformación.
Es necesario admitir el derecho de los socios a pedir cuentas y explicaciones de sus actos a sus consocios en tanto
éstos actúen en nombre de la sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala C, 6-111-1990, "Estraviz, Roberto c. Pousa, Héctor s/sum.", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

k) Responsabilidad de los socios (art. 23)

La norma emergente del artículo 23 de la ley 19.550 opera salvo convención expresa de los interesados contratantes
quienes, en el marco del artículo 1197 del Código Civil, pueden convenir formas diversas de responsabilizarse. Por
tanto, es perfectamente lícito que en el título ejecutado el acreedor acepte limitar la responsabilidad de un deudor - en principio
solidario por la totalidad de la deuda- al porcentaje que le corresponde en la sociedad de hecho ejecutada; sin que ello importe
adentrarse en el terreno vedado por el artículo 544, inciso 4º del Código Procesal, en tanto dicha limitación surge de la
literalidad del papel y no indaga sobre los aspectos causales antecedentes de su emisión. R.C.
Cám. Nac. Com., Sala A, 30-XII-1993, "Guevara Lynch, Angélica c. Temperley, Ernesto Jorge y otros
s/ejecutivo”.D., 9-11-1995.

La demanda fue promovida contra la sociedad de hecho Luis Villada y Luis Cardozo, integrada por los
nombrados. La condena fue dictada en tales términos, por lo que - más allá de la responsabilidad que impone el artículo
23 de la Ley de Sociedades al integrante de la sociedad de hecho- aquélla afecta primordialmente al ente y no a
las personas físicas que lo componen (art. 26, ley 19.551).
No procede, en consecuencia, suspender la tramitación del presente, sin perjuicio de las medidas que corresponda
adoptar en caso de intentarse la ejecución de un eventual pronunciamiento favorable, contra el integrante de la sociedad que se
encuentra concursado.
Cám. Nac. Com., Sala E, 4-II-1988, "Saccani, Pedro O. c. Villada, Luis y otro", L.L., 1989-D, pág. 282.
1) Representación (art. 24)

Si bien es cierto que el socio de una sociedad de hecho que concluye negociaciones en tal carácter no actúa
como mandatario de sus consocios, no lo es menos que en tales casos se desempeña como representante del ente societario que
integra con personalidad - si bien precaria - diferente de la que poseen los miembros que lo componen.
Cualquiera de los socios, al representar a la sociedad, y atento a la responsabilidad que la ley consagra, actúa no en
sentido orgánico sino por cuenta e interés ajeno.
Cám. Nac. Com., Sala C, 6-111-1990, "Estraviz, Roberto c. Pousa, Héctor s/sum Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

Imputación a la sociedad. Objeto social. Papeles de comercio

1. Deben imputarse a una sociedad de hecho todas las obligacio, nes asumidas por cualquiera de sus socios
cuando los actos no sean notoriamente extraños al objeto social.
2. En una sociedad de hecho el objeto social se determina por las actividades desarrolladas por ella, ya que el
objeto no está determinado en el acto fundacional y no puede ser conocido por terceros por su falta de inscripción en el Registro
Público de Comercio.
3. No es extraña al objeto social la suscripción de papeles o efectos de comercio, en tanto tal actividad hace al
desenvolvimiento comercial y las sociedades son comerciales por su forma (art. 1º, ley 19.550).
4. Se presume que un pagaré fue suscripto en representación de una sociedad de hecho si tiene la firma de un
socio y un sello de aquélla. Incumbe a quien alega lo contrario la carga de la prueba.
"Emilio Sampol SA.C.1.F.l. c. Cancela Hermanos Soc. de Hecho slcobro ejecutivo", expte. 8658, 23-X-1990, Revista
de Jurisprudencia Provincial, nº 3, marzo-1993, Rubinzal-Culzoni.

ni) Prueba (art. 25)

Vigencia intelectual del artículo 299 del Código de Comercio

El artículo 299 del Código de Comercio conserva todo su vigor intelectual como expresión de una praesuniptio
ho,ninis. encerrada actualmente en los mucho más sintéticos términos del artículo 25 de la Ley de Sociedades Mercantiles.
Cám. Nac. Com., Sala D, 4-VII-1990, "Illan, Ricardo c. J. y O. Russo Propiedades (Soc. de Hecho) s/ord.",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

El actor se encuentra muy lejos de haber rendido una prueba con tal alcance. En primer lugar, no existe el mentado
principio de prueba por escrito. Pero aun con prescindencia de tal elemento no se ha apor
tado prueba de la existencia de los elementos específicos de todo contrato de sociedad: los aportes efectuados
por cada uno de los socios para la formación del capital social, participación en los heneficios y soporta. ción de
las pérdidas y affectio sociefatis.
Tampoco se ha aportado prueba de los actos concretos que como pautas orientadoras y a título
meramente enunciativo suministra el derogado artículo 298 del Código de Comercio, que explicitaba que "se
presume que existe o ha existido sociedad siempre que alguien ejercite actos propios de sociedad y que regularmente
no hay costumbre de practicar sin que la misma exista". Es indudable que los ejemplos que da la norma citada como prueba
presuncional de la existencia del ente societario, tienen aún plena aplicación y validez a los casos que se someten
a decisión judicial (Radresa, Emilio, Sociedad de Hecho, pág. 27).
Llama la atención que no se hubiera aportado prueba inequívoca de situaciones fácticas que importen gestión de
negocios en común ante terceros, verbigracia facturas y remitos extendidos a nombre de la sociedad o por ésta, publicidad de la
operatoria llevada a cabo, cuentas corrientes bancarias a la orden recíproca o conjunta de amhos socios, recibos de
pago, correspondencia, operaciones bancarias para obtener recursos financieros, titularidad conjunta de la habilitación
municipal del depósito de mercaderías, etcétera. En tal sentido resulta inadmisible que no pudiera adjuntarse ningún
respaldo documental, especialmente cuando es dable presumir que una realización societaria que se prolonga en
el tiempo por un lapso de siete años aproximadamente, se exterioriza frente a terceros y deja rastros documentales y contables,
que debieron ser de conocimiento de las actoras en tanto éstas afirmaron haber colaborado en las tareas contables de la
sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala A, 13-X-1989, "Taverna de Antuña, Rosa, M. A. c. Antuña, Celestino V.", L. L., 1991-A, págs.
356 y 357.

1. La rigurosidad en la apreciación de la prueba de la existencia de la sociedad de hecho, que debe ser lo más
completa posible y resultar concluyente, debe entenderse en el sentido de ser estrictamente fiel a las probanzas aportadas, pero
no en el de exigir mayor cantidad dc elementos de juicio o más intensidad en su fuerza probatoria que las que reclama cada
situación, según su naturaleza y circunstancias.
2. Si bien el artículo 25 de la Ley de Sociedades establece como principio general la viabilidad de todo
tipo de pruebas para demostrar la sociedad de hecho, alegar su existencia implica la necesidad de comprobar que hubo
contrato, lo que torna aplicable lo previsto en el artículo 209 del Código de Comercio en cuanto a la exigibilidad de principio de
prueba por escrito cuando el convenio excede del valor allí establecido.
3. Si bien no puede atribuirse a la fotocopia de un contrato carácter de instrumento privado, ni de principio de
prueba por escrito del contrato que reproduce, por no cumplir las condiciones exigidas por los artículos 1192 del Código Civil y
209 del Código de Comercio, tampoco cabe descartar tal documento si en el escrito de inicio y en el memorial
se hizo especial mención de su contenido, como un elemento de juicio esencial para dirimir
adecuadamente la litis.
Cam. Nac. Com., Sala A' 27-V1II-1992; "Barrientos, Benicio A.
Petta, Nidia E.", L.L., 1994-B, págs. 592/93.

1. Cuando es un tercero quien demanda el cumplimiento de la prestación que le es debida por parte de la
sociedad irregular o de hecho, debe tenderse a atenuar el rigor probatorio que es dable exigir a
quien no ha sido parte integrante de la sociedad demandada. Así, por ejemplo, se ha
considerado que el tercero, extraño a la relación societaria que invoca la existencia del ente, puede
prevalerse de cualquier medio de prueba, sin estar subordinado a la existencia de un principio de prueba
por escrito.
2. La mayor amplitud que tienen los terceros contratantes con la sociedad irregular o de hecho para demostrar
su existencia, no obsta a su limitación en lo que atañe al rigor de la valoración de los hechos y cir
cunstancias probatorias. La prueba del contrato debe ser no sólo convincente e idónea, sino inequívoca
y concluyente.
3. La exigencia e aportar una inequívoca prueba de la existencia de la sociedad irregular o de
hecho debe apreciarse con distinto rigor, según quien sea el interesado en acreditar la misma, puesto que, por
definición, el tercero que demanda a una sociedad respecto de la cual es extraño, no está en las mismas condiciones de munirse
de los elementos necesarios para acreditar su existencia que quien se mueve en el ámbito interno de las relaciones
sociales. Respecto de aquél cobra mayor plenitud el principio de la amplitud probatoria, que sin variantes pasó
del régimen del Código de Comercio al artículo 25 de la ley 19.550.
4. Resulta insuficiente la negativa del socio del ente irregular de negar su calidad de tal, pues si se parte de la
base de que se presume que existe o ha existido sociedad cuando alguien ejercita actos propios de sociedad y que
regularmente no hay costumbre de practicarlos sin que la sociedad exista, el codemandado a quien le invocan el
carácter de socio debe aportar, al menos, algún elemento que desvirtúe la presunción que, con su propia actitud
frente a terceros, había contribuido a formar.
Cám. Nac. Com., Sala C, 4-V-1990, "Frigorífico de Aves Soychú SA. c. Granja del Carmen, Sociedad
de hecho", L.L., 1992-D, págs. 54/55.

Aunque una sociedad de hecho pueda ser acreditada por todos los medios de prueba (art. 25, L.S.) ello
no implica que, en concreto, cualquier probanza sea idónea para dar por acreditada esa situación, ya que en cada
caso se impone analizar los elementos aportados a fin de apreciar si de su conjunto, surge un serio poder de
convicción que autorice a admitir la existencia de la sociedad de hecho que se alega.
Cám. Nac. Com., Sala E, 19-IV-1990, "Sessa, Paolo Augusto c. Organización Toto Inmobiliaria y
otro s/ordinario", Repertorio de Jurisprudecia de la Cámara Comercial
1. Aun siendo correcto que la artículo 25, L.S., brinda amplias posibilidades probatorias, no pueden
perderse de vista que la circunstancia de que la existencia de la sociedad de hecho pueda ser acreditada por cualquier
medio de prueba, no implica que, en concreto, cualquier prueba sea idónea para dar por probada esta
situación, ya que en cada caso se impone analizar las probanzas aportadas a fin de apreciar si de su
conjunto surge un serio poder de convicción que autorice a admitir la existencia de la sociedad de hecho que se alega.
2. Que la existencia de la sociedad pueda ser demostrada por cualquier medio de prueba no implica
amplitud en el criterio de apreciación de la misma. Lo expuesto encuentra fundamento racional en las gravosas
consecuencias que pueden derivar de su reconocimiento respecto de una relación determinada.
3. Si no se probó que haya habido aportes para formar el fondo común, ni exteriorización de un ente, no cabe tener
por justificada la existencia de la sociedad de hecho.
Cám. Nac. Com., Sala B, 30-IV-1990, "Ponti, Hugo c. López, Leandro s/sum.", ReNrtorio de Jurisprudencia de la
Cámara Comercial

La apertura y posterior utilización de una cuenta corriente bancaria a la orden recíproca puede constituir un
indicio de sociedad entre los cuentacorrentista, pero no lo suficientemente inequívoco.
Cám. Nac. Com., Sala D, 19-VI- 1990, "Bodrone, Hédor c. Verdier, Adolfo s/ord.", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial

n) Relaciones con los acreedores sociales (art. 26)

Promovida que fue una demanda por reembolso de un seguro de caución con su actualización
monetaria e intereses contra una sociedad irregular y sus socios gerentes, cabe destacar que deviene improcedente
excluir a estos últimos de la condena pronunciada. Ello, pues siendo restringida la personalidad que se atribuye a este
tipo social, el socio no puede resistir una ejecución directa que lo afecte, sosteniendo haber contratado por cuenta
de la sociedad, toda vez que tal personalidad no puede ser invocada por quien omitió las reglas de
inscripeión, lo que determina que tal calidad sea inoponible a terceros.
Cám. Nac. Com., 30-IV-1993, "General de Fianzas y Garantías SA. Cía. de Seguros c. Corralón de
Los Tilos de Sucesión Aníbal Delia s/ord.", L.L., Repertorio LIII-1993, pág. 1643.

Bienes registrables (arL 26)

Incapacidad para adquiñr bienes regísfrables

Aunque exista una sociedad de hecho, tratándose de bienes regis trables, por lo dispuesto en el
artículo 26 de la ley 19.550, ha declarado la Suprema Corte que las adquisiciones en estos supuestos deben enten
derse como de propiedad de quien figure registrado en el dominio
(S.C.B.A., Ac. 31.584, 16-11-1982, DJJ., 124-325).

Cám. Ap. Civ. y Com., San Isidro, Sala II, 29-IV-1994, "Compagnoni c. Vázquez", causa
61.866, Revista de Jurisprudencia Provincial nº 2, febrero-1995, Rubinzal-Culzoni.

Domicilio de sociedades irregulares


1. Tratándose de una sociedad no constituida regularmente la dirección que le hubieran asignado
sus integrantes en el contrato no inscripto, no permite considerarla domicilio constituido a los efectos de la
citación del artículo 91 de la ley concursal.
2. Cuando el domicilio de una sociedad queda inscripto, su modificación también debe ser
registrada y es así como se considera conocido por los terceros. Pero tratándose de sociedades irregulares no es
posible asignar al domicilio los mismos efectos que el de las regulares debidamente inscriptas.
Cám. Nac. Com., Sala D, 25-X-1988, "Tapicería Real Sociedad de Hecho de Mario E.
Erman, Mberto O. Cauio y Néstor A. Caulo sipedido de quiebra por Carabajal, Juan D. y otros", E.D., 15-
IX-1989.

2. DOCTR!NA

Sobre los temas tratados en este capítulo, se pueden consultar los siguientes trabajos:

Etchebarne Bullrich, Conrado, "Sociedades de hecho (la fotocopia ruede ser un elemento de prueba)", L.L., 24-
V-1994.
Etcheverry, Raúl A., "Empresa y objeto social", R.D.C.O., 1982, pág. 781.
- "Evolución del régimen legal de las sociedades no constituidas regularmente", R.D.C.O., nros.
119/120, diciembre-1987, págs. 751/55.
Fargosi, Alejandro E., "Sociedades de objeto prohibido y actividad prohibida", R.D.C.O., 1979, pág. 9.
Fargosi, Horacio P., "Sobre la naturaleza del acto constitutivo de las sociedades", R.D.C.O., 1968, pág.
249.
Kabas de Martorelí, María E. - Martorelí, Ernesto E., "El régimen de responsabilidad del artículo 23 de
la ley 19.550 no implica negar la personalidad que poseen las sociedades de hecho", L.L., 31-VIII-1989.
Manóvil, Rafael M., "Actos que exceden el objeto social en el derecho argentino", R.D.C.O., 1978, pág.
1041.
Otaegui, Julio C., "Acto social constitutivo", R.D.C.O., 1972, pág. 771.
Salerno, Marcelo Urbano, "La invalidez societaria ante la realidad económica", R.D. C. O., 1988, pág. 749.
Wathelet, José María, "Naturaleza del acto constitutivo", en Estudios sobre Societardes Comerciales en
Homenaje a Carlos J. Zavala Rodríguez, Astrea, 1973, pág. 145.
CAPÍTULO VI
DE LOS SOCIOS
A) EL ESTADO DE SOC

57. CONCEPTO

El problema de la naturaleza jurídica de la posición del socio de una sociedad comercial es


idéntico en todos los tipos sociales y expresa el conjunto de derechos, deberes, funciones, facultades y
responsabilidades que corresponden al socio en la sociedad1.
El concepto de status comprende una serie de relaciones jurídicas unidas e interdependientes.
Existe un status de socio, que comprende el conjunto de normas jurídicas referidas al socio, y que tiene efectos
diferentes según los tipos sociales, especialmente entre sociedades personales y sociedades de capital, y dentro
de éstas, especialmente la gran sociedad anónima.

58. ADQUISICION DEL ESTADO DE SOCIO

a) Principio general

El principio general es que la condición de socio se adquiere por ia participación en el acto


constitutivo. A partir de este momento debe distinguirse la situación de las sociedades personales de las
sociedades de capital.

b) Sociedades personales

En las sociedades personales la calidad de socio se puede adquirir por adquisición de la parte
social, con posterioridad al acto constitutivo.

1 BRUNETTI, op. cit., T. 1, págs. 271 y sigs., nro. 94.


Esa adquisición puede derivar de una transmisión a título universal (herencia o legado) o a título
singular (venta, cesión, donación o dación en pago).
En las sociedades colectivas y en comandita simple se puede adquirir la calidad de socio por herencia,
si el contrato social lo previera expresamente (art. 90, L.S.).
En los demás casos, la incorporación de un nuevo socio a la sociedad importará la
modificación del contrato social y requerirá la conformidad de la totalidad de los socios, salvo que el
contrato social previera otra mayoría (art. 131, L.S.).

c) Sociedades de capital

Las cuotas sociales de la Sociedad de Responsabilidad Limitada y las acciones en las


sociedades en comandita por acciones y en la anónima pueden transferirse libremente, y la calidad de
socio se adquiere entonces adquiriendo una cuota social o una acción. En las sociedades por acciones la calidad
de socio se puede adquirir por herencia. En las sociedades de responsabilidad limitada se admite, en cambio, la
posibilidad de adquirir la calidad de socio por herencia si el contrato social así lo previera (art. 155, L.S.)..

59. TRANSMISION DEL ESTADO DE SOCIO

a) Principio general
El principio general vigente en nuestra materia es la libertad de transmisión de la calidad de
socio, pero su regulación difiere en las sociedades personales y en las de capital.
Vimos ya que el status de socio comprende todo el haz de derechos, deberes, funciones y
responsabilidades referidos al socio como tal, en sus relaciones con la sociedad y entre los socios.
La transmisión de la calidad de socio importa también la transmisión de ese haz de relaciones
jurídicas que le incumben.
En tal sentido, se ha resuelto:

El derecho a las utilidades genéricamente se cede con la parte, y si hubiese


un balance con distribución aprobada, ese genérico derecho deviene en concreto
crédito. Vale decir, que al cederse sin otra reclamación, sin petición concreta de
dividendo o formación de balance, se entiende que la cesión comprende el
derecho del nuevo socio a gozar de las utilidades que hubiesen podido
corresponder o soportar las perdidas, si las hubiere.
Cám. Nac. Com., Sala A, 12-VIII-1976, "Palma, Armando c. Albea Metales,
Sociedades Anónimas".

b) Sociedades personales

En estas sociedades, según vimos, la parte de interés de un socio es transmisible por herencia si el
contrato social lo admite. En tal supuesto ese pacto es obligatorio para los herederos del socio fallecido sin
necesidad de nuevo contrato, pudiendo ellos sólo peticionar la transformación de su parte en comanditaria. (art.
90, L.S.).
Pero señalemos también que la parte de interés del socio se puede transmitir a otro socio, o a un
tercero, con acuerdo unánime de los demás socios o con la mayoría que el contrato social determine (art. 131,
L.S.).

c) Sociedades de capital

En materia de sociedades de responsabilidad limitada se ha consagrado con la reforma de la ley 22.903


la regla de la libre transmisibilidad de las cuotas sociales. El contrato social puede limitar tal derecho, pero no
prohibirlo (art. 153, L.S.).
En materia de acciones, salvo las reglas de preferencia que consagra el artículo 194, la transmisión de las mismas no
puede prohibirse en el acto constitutivo, y ellas son, esencialmente, libremente transmisibles.

B) DE LA CAPACIDAD PARA SER SOCIO

60. CAPACIDAD PARA REALIZAR ACTOS DE COMERCIO

a) Concepto de capacidad

Es la aptitud para poder ser titular de relaciones jurídicas.


Dijimos antes que "persona" es un concepto jurídico y que designa un centro de imputación de
normas, o un haz de dere
chos subjetivos, obligaciones y responsabilidades2. Que tanto la noción "persona física" como
"persona ideal" no son sino eso, es decir un centro de imputación diferenciado de normas. Es decir que la
noción "persona física" es un concepto jurídico y que no debe confundirse con la noción "hombre" o "ser humano", que
es concepto biológico, fisiológico y psicológico. Jurídicamente la "persona física" es una "persona
jurídica".
Cuando el derecho reconoce la calidad de "persona” a un ente, le atribuye capacidad, es decir aptitud
para convertirse en centro de imputación o de referencia de relaciones jurídicas.
Esa capacidad se reconoce o atribuye por "grados". La lucha de los pueblos por una mayor justicia, por
leyes cada vez más justas, ha significado la disminución y casi eliminación de seres humanos a los que
no se le reconociera el carácter de "personas" ni se le atribuyera capacidad para ser titular de derechos
o para ejercerlos, ni para contraer obligaciones y asumir responsabilidades. De allí que en los
ordenamientos jurídicos evolucionados desapareció la esclavitud que implicaba admitir la
existencia de seres humanos desprovistos de capacidad para adquirir derechos.
A partir de entonces las leyes establecen un grado de capacidad plena: para ser titular de derechos y para ejercerlos,
para contraer obligaciones y asumir responsabilidades; y grados decrecientes de capacidad, partiendo de la
persona por nacer, nacido con vida, y avanzando hacia esa capacidad plena en grados sucesivos. Esta regulación
tiene por finalidad la protección del incapaz. Asimismo la ley disciplina situaciones especiales donde por razones
de protección general, de "sanidad" social, establece ciertas limitaciones o prohibiciones para adquirir derechos y contraer
obligaciones.
Así la ley va a discriminar entre incapacidad de hecho, esto es para ejercer los derechos, consagrando
limitaciones en protección del sujeto; e incapacidad de derecho, que significa una prohibición de la ley para ser titular de
derechos. Las incapacidades de hecho pueden implicar limitaciones absolutas (incapacidades de hecho
absolutas), esto es comprender la imposibilidad de ejercer todos los derechos; o bien limitaciones relativas
circunscriptas a ciertos y determinados derechos (incapacidades de hecho relativas).

2 Kelsen op. cit, pág. 125, nro. 4.


En cuanto a las prohibiciones para ser titular de derechos, son siempre relativas, pues de otro modo
implicaría admitir la existencia de seres humanos sin derechos de ningún tipo (civiles, políticos, etc.).
En cuanto a las personas ideales la ley les va a reconocer calidad de "personas jurídicas", es decir la
posibilidad de ser centro de referencia diferenciada de normas jurídicas, cuando tienen una finalidad de bienestar
general o de "utIlidad general" o "bien común" y cumplan los requisitos que ella establezca. Desde este
punto de vista, puede exigir o una "autorización" especial, caso por caso, o bien fijar pautas generales
para que aquéllas que las cumplan puedan adquirir esa calidad de "persona" con un "registro" ante la autoridad.

b) Capacidad de las personas físicas


El artículo 54 del Código Civil prescribe que tienen incapacidad absoluta de hecho, en el sentido
que no pueden ejercer los derechos:
1) las personas por nacer;
2) los menores impúberes (menores de 14 años);
3) los dementes (declarados tales en juicio, según el artículo
140, Cód. Civ.); y los inhabilitados por embriaguez habitual, uso de estupefacientes, disminuidos en
sus facultades y pródigos (art. 152 bis, Cód. Civ.); y
4) los sordomudos que no saben darse a entender por escrito.
Tienen incapacidad relativa (art. 55, Cód. Civ.):
1) los menores adultos, esto es los menores de 14 años cumplidos, hasta los 21 años.
Estos incapaces pueden, sin embargo, adquirir derechos y contraer obligaciones por medio de sus
representantes necesarios, que son:
1) de los menores por nacer: sus padres, y a falta o incapacidad de éstos, los curadores que se les
nombre;
2) de los menores no emancipados, sus padres o tutores;
3) de los dementes o sordomudos: los curadores que se les nombre.
La capacidad plena para el ejercicio de todos los actos de la vida civil se adquiere a los veintiún
años de edad.

c) Situaciones especiales
Sin perjuicio de estas normas generales, la ley regula ciertas situaciones especiales de un
modo particular:
1) Los emancipados, son, en cierta medida, equiparados a los mayores de edad, pero, sin
embargo, subsisten para ellos ciertas limitaciones. La emancipación puede lograrse:
- por matnmonio: los menores que contrajeren matrimonio con autorización de sus
padres; y
- por habilitación de edad, a menores con 18 años de edad cumplidos. Puede habilitarlos
quien ejerza la patria potestad y por escritura pública que se inscribe en el Registro de Estado Civil y
de la Capacidad de las Personas. Si el menor se encuentra bajo tutela puede habilitarlo el juez a pedido
del tutor o del propio menor.
Los emancipados no adquieren una capacidad plena, ya que no pueden realizar ciertos actos,
sin autorización judicial, como ser:
- aprobar cuentas de sus tutores y darle finiquito;
- hacer donación de bienes que hubiesen recibido a título gratuito; y
- afianzar obligaciones.
Tienen la administración y disposición de sus bienes, pero no pueden disponer de los bienes
adquiridos a título gratuito, salvo autorización judicial o del otro cónyuge, si fuere mayor de edad.
2) Los menores con 18 años cumplidos, pueden celebrar contrato de trabajo en actividad
honesta y pueden administrar y disponer libremente de los bienes que adquieran con el producto de su
trabajo y estar en juicio civil o penal por acciones relativas a la relación laboral.
3) Los menores con 18 años cumplidos que hubieren obtenido título habilitante para el ejercicio de
utia profesión, pueden administrar y disponer de los bienes adquiridos con el ejercicio de su profesión y
pueden estar en juicio civil o penal por causas referidas a esa actividad.
4) Los menores con 18 años cumplidos, autorizados para ejercer el comercio, con inscripción en
el Registro Público de Comercio. Serán reputados mayores para todos los actos y obligaciones
comerciales (art. 11, Cód. Com.).
5) El hijo mayor de 18 años, asociado al comercio del padre, será reputado mayor autorizado
para todos los efectos legales en las negociaciones mercantiles de la sociedad (art. 12, Cód. Com.).
Tienen incapacidod de derecho, es decir que no pueden ser "titulares" de derechos ni pueden
contraer obligaciones en materia comercial:
1) las corporaciones religiosas;
2) los clérigos de cualquier orden;
3) los magistrados civiles y los jueces en el territorio donde ejercen su autoridad y
jurisdicción con título permanente (art. 22, Cód. Com.).
4) los interdictos;
5) los quebrados que no hayan sido rehabilitados (art. 24, Cód. Com.); y
6) los penados, condenados a más de tres años de prisión (art. 12, Cód. Pen.).

61. CAPACIDAD PARA CONSTITUIR SOCIEDAD

a) Principio general

Para constituir sociedad se requiere tener capacidad para ejercer el comercio, y es hábil para
ello quien según las leyes comunes tiene la libre administración de sus bienes (art. 9Q, Cód. Com.).
En igual situación se encuentra el menor de edad, con 18 años cumplidos, autorizado para
ejercer el comercio e inscripto en el Registro Público de Comercio (arts. 10 y 11, Cód. Com.).
b) Menores de edad

Estos actúan por intermedio de sus representantes necesarios que son los padres o tutores. Se
discute si éstos pueden constituir sociedad por los menores o si pueden asociarse a una sociedad ya
constituida. Zavala Rodríguez3 sostiene que el menor de edad con 18 años cumplidos puede constituir
cualquier clase (tipo) de sociedad; Halperin4 distingue según el tipo social

3 ZAVALA RODRÍGUEZ, Código..., T. 1, pág. 288, nro. 548.

4 HALPERIN, Curso..., pág. 237, nro. 15.


y la responsabilidad que asume como socio, debiendo, además, tener presente la naturaleza de
los bienes que se aportan. Sostiene que el menor no puede celebrar sociedad donde adquiera
responsabilidad solidaria, por lo que puede celebrar sociedad de responsabilidad limitada o adquirir
acciones. No puede, en cambio, fundar una sociedad por acciones, dado la responsabilidad solidaria
que asume el fundador.
En todos los casos debe requerirse autorización judicial, conforme las reglas de los artículos
293, 297 y 298 del Código Civil para los hijos bajo patria potestad. Para los menores bajo tutela y
curatela rigen los artículos 443, inciso 12, 444 a 447, 475 y 488 del Código Civil.
Dos situaciones tienen regulación especial:
1) Sociedad con el padre expresamente admitido en el artículo 12 del Código de Comercio
cuando el menor tuviera 18 años cumplidos. En el caso de ser menor de 18 años rige la prohibición del
artículo 279 del Código Civil. Pero esta prohibición no se aplica en el caso que analizaremos
seguidamente.
2) Menor de edad heredero de un establecimiento comercial o empresa de su padre: la
prohibición del artículo 279 del Código Civil citado no se aplica en este supuesto. A su vez, los
artículos 443 a 447 del Código Civil prescriben que el representante legal del menor debe requerir
autorización judicial para continuar o hacer cesar los establecimientos industriales o comerciales que
el menor hubiere heredado. Si se tratare de una sociedad, el tutor deberá informar al juez si conviene o
no continuar, o disolver la misma. Si el juez resuelve continuar la sociedad autorizará al tutor a hacer
las veces del socio fallecido. Debe, de todos modos, tratarse de un tipo social que admita esta
posibilidad y siempre que existiere conformidad de los demás socios.

c) Situación de los demás incapaces

En los casos de dementes, inhabilitados y sordomudos rigen reglas similares a la de los


menores bajo tutela.

d) Menores emancipados

El menor emancipado carece de capacidad para disponer de los bienes adquiridos a título
gratuito; pudiendo administrar y disponer de aquellos adquiridos con su trabajo. En tal situa
ción estimamos que carece de capacidad plena y, en consecuencia, coincidimos con Brunetti5
en el sentido que pueden constituir sociedad donde no asuman responsabilidad solidaria.

62. SOCIEDAD ENTRE ESPOSOS (Art. 27)

Art. 27. - Los esposos pueden integr'ar entre si sociedades por acciones y de responsabilidad limitada.
Cuando uno de los cónyuges adquiera por cualquier título la calidad de socio del otro en sociedades de distinto tipo, la sociedad
deberá transformarse en el plazo de seis (6) meses o cualquiera de los esposos deberá ceder su parte a otro socio o a un tercero en el mismo
plazo.

a) Situación anterior a la Ley de Sociedades comerciales

Con anterioridad a la sanción de la L.S. la doctrina nacional estaba dividida respecto de la


posibilidad de admitir la sociedad entre los cónyuges. M respecto dice Zavala Rodríguez6 que para
Malagarriga y Salvat nada se oponía a esa sociedad. Halperin concordaba, si bien proponía una
reforma legislativa. Lafaille y Castilio sostenían la imposibilidad legal de ese contrato entre esposos.
Zavala Rodríguez se oponía a esa sociedad.
Zavala Rodríguez argumentaba que los esposos no pueden crear por contrato una sociedad de
intereses -puesto que la sociedad conyugal ya lo es por sí misma - como institucion propia. Es
indudable también, agregaba, la perturbación que podía producir una sociedad de este tipo en el
régimen de los gananciales, en la administración de la sociedad conyugal y en la responsabilidad de
los esposos, frente a los terceros por las deudas de la sociedad. Consideraba este autor reglado el caso
por los artículos 1358 y 1810 del Código Civil. Propiciaba, sin embargo, una modificación de la ley,
que autorizara esos contratos.

b) Ley de Sociedades comerciales

En la Exposición de Motivos de la ley 19.550 los autores dicen con respecto al artículo 27 que
soluciona, sólo para el ám

5 BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 258, nro. 78.


6 ZAVALA RODRÍGLEZ, Código..., T. 1, págs. 73 y sigs., nro. 137.

bito mercantil, el problema de las sociedades entre esposos. Que "no escapa a la Comisión lo
delicado del problema y de la solución adoptada. Prescindiendo de si la normativa de la sociedad
conyugal en el Código Civil importa o no una prohibición de que los esposos constituyan sociedad
comercial, la Comisión consideró incompatible la existencia de dos regímenes económicos entre
esposos cuando uno de ellos era el resultante de la constitución de sociedades mercantiles de tipo
personalista (arts. 125, 134 y 144), en las que la responsabilidad de los socias luce llimitada y
solidaria, situación ésta que sólo se da en la-sociedad civil si así se hubiere pactado (art. 1747, Cód.
Civ.). Por razona,miento inverso se consideró que en las sociedades con responsabilidad limitada no
mediaban los inconvejuentes antes señalados, y que además, en ellas, la estructuración de los órganos
disminuye la posible incidencia de factores que puedan alterar el normal desarroHo de las relaciones
matrimoniales..."7.
La norma admite que los esposos puedan integrar entre sí, y lógicamente que también con
terceros, sociedades por acciones y de responsabilidad limitada. Queda eliminada toda posibilidad de
que los esposos integren una sociedad personal, aunque no adquieran responsabilidad solidaria, como
sería el caso de la sociedad en comandita simple y en calidad de socios comanditarios - lógicamente
que en sociedad con terceros, pues alguien debe asumir calidad de sociosolidario-.
Pero queda por dilucidar un supuesto, que es el de la sociedad en comandita por acciones. Esta
sociedad, se dice comúnmente, es sociedad por acciones. Entendemos que esa afirmación es errónea:
esa sociedad es mixta, parte de interés y parte por acciones. Es sociedad por acciones en la parte del
socio o de los socios comanditarios. Con esta aclaración quedan aventadas las dudas respecto de silos
espos9s pueden integrar esa sociedad: sólo pueden integrar tal sociedad como socios Comanditarios8.

Exposición de Motivos de la ley 19.550, sección V, nro. 1.


8 Se plantean dos situaciones más: 1) posibilidad de que uno de los esposos sea socio solidario y el otro socio
comanditario; y 2) ambos socios comanditados, compartiendo la sociedad con terceros, comanditarios. La doctrina está
dividida, pues mientras Raúl Anibal Etcheverry acepta ambas posibilidades, Farina, las recbaza. La Cámara 1ª Civil y
Comercial de San Isidro, Sala 2, aceptó la posibilidad 2.'J.A., 1973, t. 19, pág. 677.
La segunda parte de la norma es la que ofrece mayores dificultades. Dice que en caso de que
uno de los cónyuges adquiera por cualquier título (herencia, cesión, dación en pago o por contraer
matrimonio) la calidad de socio del otro en sociedad de interés, la sociedad debe transformarse en el
plazo de seis meses o cualquiera de los socios debe ceder su parte a otro socio o a un tercero, en el
mismo plazo.
De modo que si dos socios de una sociedad colectiva, o en comandita simple, contraen
matrimonio; o si el esposo de un socio adquiere por herencia o cesión la parte de otro socio, la ley
impone dos soluciones:
1) transfonnación de la sociedad, sea en sociedad de responsabilidad limitada, o anónima, o
comandita por acciones, asumiendo los esposos la calidad de socios comanditarios; o
2) cesión de la parte de uno de los esposos, a otro socio o a un tercero.
Cualquiera de estas dos soluciones en un plazo de seis meses.
Pero aquí pueden plantearse varios problemas: porque la transformación requiere el acuerdo
unánime de los socios (art. 77, inc. 1º).

c) Crítica a la regulación actual

Eduardo A. Zannoni9, en un interesante estudio sobre este tema, nos expresa que bien puede
ocurrir que alguno de los socios no estuviere de acuerdo con la transformación. No sería posible
argumentar que los socios están "obligados" a aceptar la transformación, porque ello afectaría el
consentimiento (art.
131, L.S.).
Quedaría la posibilidad de ceder a uno de los esposos, y aquí vemos que rige la misma regla,
que requiere acuerdo de los demás socios (art. 131, L.S. de las sociedades colectivas, aplicable a las en
comandita simple), con lo que la oposición de un socio haría fracasar también esta posibilidad.
De no obtenerse acuerdo, la sociedad será fulminada con la sanción de nulidad del artículo 29,
L.S., y deberá liquidarse.

9 ZANNONI, Eduardo A., El regimen legal de sociedades comerciales entre cónyuges: insuficiencia y contradicciones (ants. 27
y 29, primer párr., decreto-ley 19.550, Buenos Aires, 1976).
Zannoni critica esta norma porque contradice el sistema general de nulidades consagrado en el
artículo 16 L.S. y el principio de conservación de la empresa, recogido en varias disposiciones de la
ley (y reforzado con la reforma de la ley 22.903). En efecto, recordemos que el artículo 16, L.S.,
aplicando el concepto de que la sociedad es un contrato piuñIateral, establece que los vicios que sólo
afecten el vínculo del socio no conllevan la nulidad de la sociedad, salvo que la participación o aporte
de ese socio se considere esencial para la subsistencia de ella. Aquí, suponiendo la existencia de una
sociedad colectiva o en comandita simple con varios socios, si se da la situación sobreviniente que los
esposos lleguen a ser socios de tal sociedad, y no hubiere acuerdo para la transformación o cesión de
su parte social por uno de los esposos, vencido el plazo de seis meses, la sociedad se reputará nula, de
nulidad absoluta, es decir inconfirmable por las partes e Imprescriptible y además podrá ser resuelta a
pedido de cualquier socio o de un tercero o por declaración de oficio del juez. Y, en consecuencia, la
sociedad deberá ser liquidada. Esto contradice, indudablemente, el principio del artículo 16 y además
el de conservación de la empresa. No hay dudas del acierto de esta crítica y de la falta de atención del
legislador de la reforma que no advirtió la necesidad de corregir tal contradicción.
Lo lógico sería imponer la resolución parcial por exclusión del socio incapaz, es decir el
esposo incorporado con posterioridad a la sociedad, y aplicar el régimen del artíéúlo 16 de que el vicio
o incapacidad afecta solamente a ese socio y producir su exclusión (art. 91, segundo párr., L.S.). Pero
no anular la sociedad y liquidarla.

63. HEREDEROS MENORES: CASOS DE INDIVISION FORZOSA (Art. 28)


Art. 28. - Herederos menores. Cuando en los casos legislados por los artículos 51 y 53 de la Ley 14394, existan
herederos menores de edad, estos deberán ser socios con responsabilidad limitada. El contrato constitutivo deberá ser aprobado
por el juez de la sucesión.

Si existiere posibilidad de colisión de intereses entre el representante legal y el menor, se designará un tutor ad hoc
para la celebración del contrato y para el contralor de la administración de la sociedad si fuere ejercida por aquél.
Los artículos 51 y 53 de la ley 14.394 contemplan el supuesto de indivisión forzosa de
establecimientos comerciales, industriales, agrícolas, ganaderos, mineros o cualquier otro que
constituya una unidad económica, sea impuesta por el causante
- artículo 51- o por el cónyuge supérstite - artículo 53-. Cuando en tales supuestos, herederos
menores de edad deban integrar sociedades comerciales, éstos deberán ser socios con responsabilidad
limitada, y el contrato constitutivo deberá ser aprobado por el juez de la sucesión.
Pero si estamos en el supuesto de sociedades personales, una sociedad colectiva, por ejemplo,
la sociedad deberá transformarse. Como la transformación requiere el acuerdo unánime de los socios,
la falta de tal acuerdo haría aplicable el artículo 29, segundo párrafo. Pero la ley no sanciona con la
nulidad a la sociedad.

64. SANCION POR VIOLACION DE LAS REGLAS ANTERIORES


(Art. 29)

Art. 29. - Sanción. Es nula la sociedad que viole el artículo 27. Se liquidará de acuerdo con la sección XIII.
La infracción del artículo 28, sin perjuicio de la transformación de la sociedad en una de tipo autorizado, hace
solidaria e ilimitadamente responsables al representante del menor y a los consocios mayores de edad, por los daños y
perjuicios que sufra el menor.

Respecto al primer párrafo, nos remitimos a lo expuesto en el punto 62.


Respecto del segundo párrafo y con relación a la sociedad con menores de edad, señalamos
que la sociedad podrá seguir actuando ya que la ley no sanciona aquí esa transgresión con la nulidad.
Lo que impone es la responsabilidad de lOS mayores de edad por los daños y perjuicios que pueda
sufrir el menor. Pero nada obsta a que la sociedad continúe y luego el menor, llegado a la mayoría de
edad, ratifíque todos los actos a su respecto.

65. SOCIEDAD SOCIA (Art. 30>

Art. 30. - Sociedades por acciones: incapacidad. laas sociedades anónimas y en comandita por acciones sólo pueden
formar parte de sociedades por acciones.
Las sociedades comerciales pueden ser socias de otras sociedades. La norma referida ha
establecido una incapacidad para las sociedades por acciones (es decir la anónima y la en comandita
por acciones, que aquí necesariamente debe tomarse como una unidad). Estas sociedades no pueden
formar parte de sociedades de interés (colectivas, en comandha simple y de capital e industria) ni de
responsabilidad limitada. Pero las demás sociedades no tienen establecida ninguna limitación, de
modo que pueden integrar cualquier tipo de sociedad.
La ley 19.550 dispuso en el artículo 369, inciso h) que las sociedades anónimas y en
comandita por acciones que formaran parte de sociedad que no fuera por acciones, debían enajenar sus
cuotas o partes de interés en el plazo de diez años a contar desde la vigencia de la ley. Recordemos
que la ley entró en vigencia a los ciento ochenta días de su publicación y que fue publicada el 25 de
abril de 1972. De modo que ya ha vencido con exceso ese plazo para regularizar tal situación. La
norma agregaba que en caso contrario, "quedarán sujetas al régimen de las sociedades no constituidas
regularmente".
Las sociedades que se encuentren en infracción a lo dispuesto en el artículo 30, están actuando
cómo sociedades irregulares, sujetas al régimen de los artículos 21 a 26 L.S.
Halperin10 expresa que el artículo 30 citado excluye la posibilidad que una sociedad anónima
participe en sociedad de otro tipo, para impedir que por esta vía escape al control estatal organizado
por el artículo 299 de la ley o los administradores expongan a la sociedad al riesgo de la quiebra si
integra una sociedad por interés.
Otros autores se oponen argumentando que una sociedad con responsabilidad limitada no
podría formar parte de otra con responsabilidad solidaria e ilimitada de los socios. A tal argumento
Brunetti11 contesta que él descansa sobre la confusión entre responsabilidad limitada de los socios y
responsabilidad ilimitada de la sociedad. "En las anónimas, los socios responden limitadamente, o
mejor, no responden de los débitos sociales, mientras que la sociedad, como persona jurídica,
responde ilimitadamente de sus propios débitos con todo el patrimonio. No existe, por lo tanto, ningún
obstáculo para que ésta pueda asu

10 HALPERIN, Curso..., pág. 241, nota nro. 16.


11 BRLNnll, op. cit., T. 1, pág. 251, nro. 82.
mir la condición de socia de una sociedad colectiva". Este autor hace referencia a la
legislación italiana donde no existe una prohibición como la del artículo 30.

66. SOCIO APARENTE Y SOCIO OCULTO (Art. 34)

Art. M. - Socio aparente. El que prestare su nombre como socio no será reputado como tal respecto de los
verdaderos socios, tenga o no parte en las ganancias de la sociedad; pero con relación a terceros, será considerado con las
obligaciones y responsabilidades de un socio, salvo su acción contra los socios para ser indemnizado de lo que pagare.
Socio oculto.
La responsabilidad del socio oculto es ilimitada y solidaria en la forma estabíccida en el artículo 125.

Socio aparente es el que presta su nombre para "aparecer" como socio en el contrato social,
pero que en la realidad no es tal (es decir, que los demás socios saben que no tiene esa calidad). Este
socio "aparente" es considerado tal frente a los terceros que contratan con la sociedad, con las
obligaciones y responsabilidades de un socio, conforme el tipo social. Y tal conclusión de la regia
legal es consecuencia de la seguridad jurídica que debe preservarse y del cumplimiento del requisito
de "publicidad" que deben cumplir las sociedades comerciales (arts. 5º, 7º y 10º, L.S.). Ello no obsta a
que en las relaciones intersocietarias, los demás socios estén obligados a reembolsar al socio aparente
lo que este pagare.
Socio oculto es aquel que frente a los terceros esconde o niega su condición de tal y no figura
en el contrato social. La ley lo sanciona con la responsabilidad ilimitada y solidaria, cualquiera sea el
tipo social de la sociedad comercial de que se trate.
La jurisprudencia ha resuelto al respecto:
Tiene el carácter de socio oculto el socio cuyo nombre es negado al Registro Público de Comercio, de modo que la
sociedad aparece formada sólo por los otros socios, o bien en el instrumento inserito en ese registro es reemplazado por un
testaferro.
El socio oculto tiene derecho a regularizar su situación haciendo pública su calidad de miembro de la sociedad.
Cap. Federal, Cám. Nac. Com., Sala B, 22-VIII-1%9, "Darebnicek de Westen c. Soto Falcón y otro", J.A., 1970, t. 5,
pág. 69.
67. SOCIO DEL SOCIO (Art. 35)

Art. 35.'- Cualquier socio puede dar participación a terceros en lo que le corresponde en ese carácter. Los partícipes
carecerán de la calidad de socio y de toda acción social; y se les aplicarán las reglas sobre sociedades accidentales o en
participación.

El socio de una sociedad comercial puede darle participación a otra persona en lo que le
corresponde en ese carácter. Es decir, puede, a su vez, tener uno o más socios de él' asociados en su
parte social. Estos terceros no son considerados socios de la sociedad y carecen de todo derecho frente
a ella y de toda acción social.
En cuanto a las relaciones de esos terceros con el socio de la sociedad, con el cual comparten
tal calidad, sus relaciones se rigen por las normas que regulan la mal llamada sociedad accidental o en
participación.
C) DE LOS SÓCIOS EN SUS RELACIONES
CONLA SOCIEDAD

68. COMIENZO DE LOS DERECHOS Y DE LAS OBLIGACIONES


(Art. 36)

Art. 36. - Co mienso del derecho y obligaciones. Los derechos y obligaci(» nes de los socios empiezan desde la fecha
fijada en el contrato de sociedad.

Actos anteriores.
Sin perjuicio de ello responden también de los actos realizados, en nombre o por cuenta de la sociedad, por quienes
hayan tenido hasta entonces su representación y administración, de acuerdo con lo que se dispone para cada tipo de sociedad.

Los socios tienen plena libertad para convenir el momento en que han de éomenzar sus
derechos y obligaciones.
De todos modos, los socios responden por los actos y operaciones contratadas en nombre y
por cuenta de la sociedad, frente a terceros, por quienes hayan ejercido su representación, de acuerdo
con lo que la ley dispone para cada tipo social.
Mientras la sociedad no esté inscripta en el Registro Público de Comercio, actúa como
sociedad irregular y se le aplican los artículos 21 a 26 L.S. Pero ese régimen es diferente, por
ejemplo, para las anónimas, a las que se les aplican los artículos 182y 183 LS.

69. MORA EN LOS APORTES COMPROMETIDOS (Mt. 37)


Art. 37.- Mora en el aporte: sanciones. El socio que no cumpla con el aporte en las condiciones convenidas incurre en
mora por el mero vencimiento del plazo, y debe resarcir los daños e intereses. Si no tuviere plazo fijado, el aporte es exigible
desde la inscripción de la sociedad.
La sociedad podrá excluirlo sin perjuicio de la reclamación judicial del afectado o exigirle el cumplimiento del aporte.
En las sociedades por acciones se aplicará el artículo 193.

Los socios deben cumplir con los aportes comprometidos en los plazos pactados en el contrato
social. La mora en su cumplimiento hace responsable al socio del pago de daños e intereses.
Si en el contrato social se ha fijado plazo para efectuar el aporte, su vencimiento es
automático, por el mero transcurso del tiempo, sin requerirse intimación judicial o extrajudicial
alguna, aplicándose en consecuencia la regia del artículo 509 del Código Civil.
Si el contrato no fija plazo para realizar el aporte, éste se debe desde la inscripción de la
sociedad en el Registro Público de Comercio.
La sociedad podrá optar entre exigir el cumplimiento del aporte al socio moroso o excluirlo
por incumplimiento de sus obligaciones (art. 91, L.S.).
En las sociedades por acciones el contrato social puede prever la venta de las acciones
suscriptas en mora en su integración. La venta se hará en remate público, por un agente de bolsa si se
tratara de acciones cotizables. Asimismo podrá pactarse la caducidad de los derechos del suscriptor
moroso, o bien optar por exigir el cumplimiento del contrato de suscripción.

70. BIENES APORTABLES. FORMA DEL APORTE


E INSCRIPCION PREVENTIVA (Art. 38)

Art. 38. - Bienes aportables. Los aportes pueden consistir en obligaciones de dar o de hacer, salvo para los tipos de
sociedad en los que se exige que consistan en obligaciones de dar.
Forma del aporte.
El cumplimiento del aporte deberá ajustarse a los requisitos dispuestos por las leyes de acuerdo a la distinta naturaleza
de los bienes.
Inseripción preventiva.
Cuando para la transferencia del aporte se requiera la inscripción en un registro, ésta se hará preventivamente a
nombre de la sociedad en formación.

Respecto de los bienes que pueden ser objeto de aporte en una sociedad comercial, remitimos
a lo expuesto en el Capítulo IV, punto 29.
• Los aportes pueden consistir en obligaciones de dar y en obligaciones de hacer. Las
obligaciones de dar son aquéllas que tienen por objeto la entrega de una cosa mueble o inmueble, con
el fin de constituir sobre ella algún derecho real, o de transferir solamente el uso o la tenencia o de
restituirla a su dueño (art. 574, Cód. Civ.), comprende las obligaciones de dar cosas ciertas,
perfectamente determinadás; inciertas, a determinar; de dar cantidades de cosas, determinables por su
número, peso o medida; y de dar sumas de dinero.
Las obligaciones de hacer son aquéllas que consisten en la prestación de algún serviéio (art,.
625, Cód. Civ.).
En las sociedades de interés el aporte puede consistir en obligaciones de dar o de hacer. En las
sociedades de capital los aportes deben consistir en obligaciones de dar, con exclusión de las de hacer.
Pero aun dentro de las obligaciones de dar, se exige que el aporte sea de un bien determinado,
susceptible de ser ejecutado y rematado en subasta pública, que se transfiera en propiedad a la
sociedad. No puede consistir en la transferencia del tiso o goce del bien.
En cuanto a la forma de cumplir el aporte, ella dependerá de la distinta naturaleza del bien
aportado.
Cuando se trate de bienes registrables que se transheren a la sociedad (inmuebles, barcos,
aeronaves, automotores, patentes, marcas, etc.) su inscripción se hará preventivamente a nombre de la
sociedad en formación.

a) Sociedades de capital (art. 39)


Art. 39. - Determinación del aporte. En las sociedades de responsabilidad limitada y por acciones, el aporte debe ser
de bienes determinados, susceptibles de ejecución forzada.
Remitimos a lo dicho supra. La mayor exigencia de la ley deriva aquí de la limitación de
responsabilidad de los socios por las operaciones sociales, por lo que la garantía de los terceros que
contratan con la sociedad está dada, fundamentalmente, por su capital. Por ello se descartan los
aportes de servicios y de uso o goce de bienes, de valuación imposible o totalmente subjetivas.

b) Derechos aportables (art. 40)


Art. 40. - Los derechos pueden aportarse cuando debidamente instrumentados se refieran a bienes susoeptibles de ser
aportados y no sean litigiosos.

De modo que los requisitos que la ley señala son:


a) que el derecho esté debidamente instrumentado, esto es, conste en el documento que la ley
exija en cada caso;
b) se refieran a bienes aporlables; y
c) no sean litigiosos, es decir que no haya pleito sobre su propiedad, uso o goce.
Se pueden aportar los derechos emergentes de un contrato. La legislación italiana habla de
"cesión de contrato" y precisamente de un contrato con prestaciones mutuas. El contratante puede
poner en su lugar a un tercero (en este caso la sociedad) en las relaciones que se derivan del mismo
con tal que las prestaciones no hayan sido todavía realizadas y la otra parte consienta en ellou.
Puede aportarse un derecho de locación de un bien; un derecho derivado de un contrato de
leasing; un derecho derivado de un contrato de uso de licencia exclusiva sobre un invento indust,ial o
patente inscripta, etcétera.

c) Aporte de créditos (art. 41)


Art. 41. - En los aportes de créditos la sociedad es cesionaria por la sola constancia en el contrato social. El aportante
responde por la existencia y legitimidad del crédito. Si éste no puede ser cobrado a su vencimiento, la obligación del socio se
convierte en la de aportar suma de dinero, que deberá hacer efectiva en el plazo de treinta (30) días.

La transmisión del crédito debe hacerse conforme a la naturaleza del mismo. Si el crédito es
endosable, se transmite por en

12 BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 299, nro. 114.


doso; si no, se transmitirá por cesión. La constancia de la transferencia en el contrato social es
instrumento suficiente, pero ello no excluye el cumplimiento de las reglas propias de cada crédito: la
cesión se deberá notificar al deudor cedido (art. 1459, Cód. Civ.) y efectuarse ella por escrito (art.
1454, Cód. Civ.).
El aportante es garante del cobro del crédito respondiendo subsidiariamente por su importe.
Logicamente que su reemplazo por dinero debe comprender los intereses respectivos, más los gastos
en que hubiera incurrido la sociedad.

d) Aporte de títulos valores (art. 42)


Art. 42. - Títulos cotizables. Los títulos valores cotizables en bolsa, podrán ser aportados hasta por su valór de
cotización.
Títulos no cotizados.
Si no fueren cotizables, o siéndolo no se hubieren cotizado habitualmente en un período de tres (3) meses anterior al
aporte, se valorarán según el procedimiento de los artículos 51 y siguientes.

Los títulos válores o títulos de crédito son aportables: pagarés, letras de cambio, acciones,
debentures, certificados de depósitos a plazo fijo, warrants, bonex y'otros títulos públicos, etcétera.
La norma distingue respecto de su valuación si se trata de títulos cotizables o no. Y dentro de
los cotizables, si en los últimos tres meses ha cotizado o no.
e) Aporte de un fondo de comercio (art. 44)
Art. 44. - Fondo de comercio. Tratándose de aporte de un fondo de comercio, se practicará inventario y valuación,
cumpliéndose con las disposiciones legales que rijan su transferencia.

El fondo de comercio, al que también se llama "hacienda mercantil" o "establecimiento"


o "negocio comercial", comprende una universalidad de bienes, de bienes materiales e
inmateriales: instalaciones, maquinarias, muebles, estanterías, herramientas, mercaderías
elaboradas o en curso de elaboración, materias primas, marcas, patentes, licencias, nombre,
enseña, modelos industriales, procedimientos de fabricación, etcétera, y el aviamento (clientela
o valor llave)13.

13 HALPERIN, en Curso..., pág. 93, nro. 42, trata sobre el aviamento.


Para su aporte y transferencia a la sociedad se deben cumplir los requisitos establecidos en la
ley 11.867: actuación de escribano, publicidad, etcétera.

f) Bienes gravados (art. 43)


Art. 43. - Los bienes gravados sólo pueden ser aportados por su valor con deducción del gravamen, el cual debe ser
especificado por el aportante.

Pueden aportarse bienes embargados, prendados, hipotecados, etcétera. Lo que la ley exige es
que el gravamen sea denunciado en el acto constitutivo y que el valor del gravamen sea deducido del
valor del bien, como garantía de la realidad del capital social.

g) Aportes en propiedad, USO O goce (arts. 45 y 49)


Art. 45. - Aportes de uso o goce según los tipos de sociedad. Se presume que los bienes se aportáron en propiedad si
no consta expresamente su aporte de uso o goce.
El aporte de uso o goce sólo se autoriza en las sociedades de interés. En las sociedades de responsabilidad limitada y
en las sociedades por acciones sólo son admisibles como prestaciones acoesorias.

Art. 49.- Pérdida del aporte de uso o goce. Si el aporte es de uso o goce, salvo pacto en contrario, el socio soportará la
pérdida total o parcial cuando no fuere imputable a la sociedad o a alguno de los otros socios. Disuelta la sociedad, puede exigir
su restitución en el estado en que se hallare.

Los bienes pueden ser aportados en propiedad, uso o goce. Si nada se dice, se presume que se
han aportado en propiedad. Ya dijimos que los aportes de uso o goce sólo son autorizados en las
sociedades de interés. En las sociedades de capital se admiten como prestaciones accesorias, cuya
naturaleza, entidad y caracteres analizaremos más adelante.
La diferencia entre la naturaleza de estos aportes es fundamental, pues en lugar de una
relación de "intercambio" que se da en la transferencia en propiedad, en el caso de transferencia del
"uso" o "goce" de un bien se da una relación. de duración14.
Si se trata de derechos derivados de contratos, debe distinguirse la transferencia del derecho en
propiedad a la sociedad

14
Cfr. BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 302, nro. 115.
de la transferencia de uso o goce; y para ello será necesario conocer la naturaleza del bien o
derecho objeto del contrato, si el mismo es susceptible de dominio o no, o si el contratante adquiere
sólo un derecho de uso o goce. Situaciones especiales pueden plantear dudas. El derecho a una
concesión o al "uso exclusivo" de una licencia sobre un invento industrial son derechos de mucho
valor, y a veces resultan esenciales y determinantes de la constitución de una sociedad comercial. Si
ese derecho se transfiere en propiedad a Za sociedad - aunque sea un bien inmaterial- podrá ser objeto
de aporte en cualquier tipo social. Pero si lo que se transfiere es sólo el "uso" o "goce" de tal Ucencia o
del derecho de concesión, entonces habrá que tener en cuenta.el Úpo social, y podrá ser objeto de
aporte en las sociedades de interés y como prestaciones accesorias en las de capital.
Cuando el aporte es de uso o goce, y estamos en presencia de una relación de duración, como
dijimos supra, ese aporte dehe durar lo que dura la sociedad. Disuelta la sociedad, el socio aportante
de tal derecho puede exigir la testitución del bien en el estado en 4ué se encuentre y, salvo pacto en
contrario, debe soportar su pérdida totál o parcial.
El Código Civil italiano en el artículo 2254 regula. sobre el aporte del goce de un bien y
prescribe que la garantla para el goce se regula por las normas sobre el arrendamiento. En nuestro
derecho se aplican las reglas sobre la evicción que veremos seguidamente.

71. GARANTIA DE EVICCION (Arts. 46, 47y 48)


Art. 46. Evicción. Consecuencias. La evicción autoriza la exclusión del socio, s¡n perjuicio de su responsabilidad por los daños
ocasionados.- Si no es excluido, deberá el valor del bien y la indemnización de los daños ocasionados.

Art. 47. - Evicción: reemplazo del bien aportado. El socio responsable de la evioción podrá evitar la exclusión si
reemplaza el bien cuando fuere sustituible por otro de igual especie y calidad, sin perjuicio de su obligación de indemnizar los
daños ocasionados.

Art. 48. - Evicción: usufructo. Si el aporte del socio fuere el usufructo del bien, en caso de evicción se aplicará el
artículo 46.

La evicción es la privación o turbación en el derecho de propiedad, uso o goce o posesión de


una cosa, en virtud de sen-
tencia judicial, por causa anterior o contemporánea a la adquisición, que sufre el adquirente a
título oneroso de un bien o derecho, según nuestro artículo 2091 del Código Civil.
El aportante, como el vendedor o cedente a título oneroso, está obligado a responder por
evicción.
En caso de privación o turbación en el derecho de propiedad, uso o goce de un bien o derecho
transmitido a la sociedad, proveniente de sentencia judicial o de un acto del Poder Legislativo o Poder
Ejecutivo (art. 2094, Cód. Civ.), el socio aportante tiene derecho a reemplazar el bien cuando el
mismo fuere sustituible por otro de igual especie y calidad, pagando además los daños y perjuicios
ocasionados a la sociedad.
El Código Civil prevé en los artículos 2132 a 2139 las reglas de la evicción entre socios, de
indudable aplicación supletoria a la sociedad comercial.
Si bien la Ley de Sociedades comerciales prevé sólo el caso de la evicción, debe entenderse
comprendida la garantía por los vicios redhibitorios. Son vicios redhibitorios los defectos ocultos de la
cosa, cuyo dQminio, uso o goce se transmitió a título oneroso, existente al tiempo de la adquisición,
que la hagan impropia para su destino, si de tal modo disminuyen el uso de ella que de haberlos
conocido el adquirente, no la habría adquirido o habría dado menos por ella, según la clara definición
del artículo 2164 del Código Civil.
Aquí el aporte debe juzgarse como transmisión a título oneroso, por lo que se justifica la
equiparación en el tratamiento15.
El vicio tiene que haber existido ya al momento de suscribirse el contrato de sociedad, o de
concretarse el aporte por el socio, si éste fuere posterior. En su caso, será la sociedad la que deba
probar que el vicio existía al tiempo de la transmisión.
En caso de vicios redhibitorios el socio tendrá también el derecho de sustituir el bien, si el
mismo fuere sustituible, o pagar su valor.
Dadas cualquiera de las situaciones que por eviccion o vicios redhibitorios priven a la
sociedad del uso o goce del bien o derecho aportado, o lo disminuyan considerablemente, la sociedad
podrá:
1) requerir al socio aportante el reemplazo del bien por otro, si fuere sustituible, salvo que el
aporte fuere en uso o goce;

15 HALPERIN, Curso..., págs. 253 y sigs., nro. 44.


2) exigir el pago del valor del bien apor'ado, por el socio, con más los daños y perjuicios
ocasionados a la sociedad; o
3) excluir al socio (art. 91, LS.), sin perjuicio del derecho a reclamar el pago de los daños y
perjuicios sufridos.

72. PRESTACIONES ACCESORIAS (Art. 50)

Art. 50.- Prestaciones acoeeorias. Requintos. Puede pactarse que los s cios efectúen prestaciones acoeeonas.
Estas prestaciones no integran el capital, y:
10 Tienen que resultar del contrato; se precisará su contenido, duración, modalidad, retribución y sanciones en caso
de incumplimiento;
Si no resultaren del contrato se consideraráa obligaciones de terceros;
2' Deben ser claramente diferenciadas de los aportes;
30 No pueden ser en dinero;
40 Sólo pueden modificarse de acuerdo con lo convenido o, en su defecto, con la conformidad de los obligados y de
la mayoría requerida para la reforma del contrato.
Cuando sean conexas a cuotas de sociedades de responsabilidad limitada, su transmisión requiere la conformidad de
la mayoría necesaria para la modificación del contrato, salvo pacto en contrario; y si fueran conexas a acciones, éstas deberán
ser nominativas y se requerirá la conformidad del directorio.

Este artículo de la ley 19.550 fue tomado del artículo 2345 del Código Civil italiano ubicado
en la sección de las aportaciones del capítulo sobre sociedades por acciones. La ley 22.903 modificó
su último párrafo, parcialmente.
En nuestra ley están previstas para todos los tipos sociales, no obstante serán de utilidad en
cuanto a los tipos de sociedades de capital, y a fin de permitir las contribuciones de servicios
personales y los derivados del uso o goce de bienes, que no son susceptibles de aporte.
Halperin16 destaca su utilidad para las sociedades de productores. Nosotros señalamos su
conveniencia y utilidad en las sociedades de capital integradas por profesionales (médicos, abogados,
contadores, etc.).
Como no son aportes, esas prestaciones deben ser retribuidas por la sociedad y su retribución
fijarse en el contrato social.
Si no se hubieren pactado en el contrato social se considerarán obligaciones de terceros.

16 HALPERIN, Curso..., pág. 251, nro. 40.


Cuando se pactan en el contrato social, su modificación requiere de la mayoría necesaria para
modificar el contrato, salvo pacto expreso en contrario.
Si son conexas a sociedades de responsabilidad limitada, su transmisión requiere acuerdo de la
mayoría necesaria para modificar el contrato, salvo pacto en contrario. Si son conexas a acciones,
éstas deberán ser nominativas y para su transmisión se requerirá la conformidad del directorio.

73. VALUACION DE LOS APORTES EN ESPECIE (Arts. 51, 52y 53)


Art. 51.- Valuación de aportes en especie. Los aportes en especie se valuarán en la forma prevenida en el contrato o,
en su defecto, según los precios de plaza o por uno o más peritos que designará el juez de la inscripción.

Sociedades de responsabilidad limitada y en comandita sinaple.


En las sociedades de responsabilidad limitada y en comandita simple para los aportes de los socios comanditarios, se
indicarán en el contrato los antecedentes justificativos de la valuación.
En caso de insolvencia o quiebra de la sociedad, los acreedores pueden impugnarla en el plazo de cinco (5) anos de realizado el
aporte. La impugnación no procederá si la valuación se realizó judicialmente.

Art. 52. - Impugnación de la valuación. El socio afectado por la valuación puede impugnarla fundadamente en instancia única,
dentro del quinto día hábil de notificado y el juez de la inseripción la resolverá con audiencia de los peritos intervinientes.

Art. 53. - Sociedades por acciones. En las sociedades por acciones la valuación, que deberá ser aprobada por la autoridad de
contralor, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 169, se hará:
1º Por el valor de plaza, cuando se tratare de bienes con valor corriente;
2' Por valuación pericial, cuando a juicio de la autoridad de contralor no pueda ser reemplazada por informes de reparticiones
estatales o Bancos oficiales.
Se admitirán los aportes cuando se efectúen por un valor inferior a la valuación, pero se exigirá la integración de la
diferencia cuando fuere superior. El aportante tendrá derecho de solicitar reducción del aporte al valor resultante de la valuación
siempre que socios que representen tres cuartos (3/4) del capital, no computado el del interesado, acepten esa reducción.
a) Principio general

La valuación se hará por alguno de los siguientes procedimientos:


1) en la forma establecida en el contrato;
2) según el precio de plaza del bien de que se trate; y
3) por peritos designados por el juez de registro o autoridad a cargo del Registro.

b) Sociedades de responsabilidad limitada y en comandita simple, para el aporte de los


socios comanditarios

Se exige que el contrato social indique los antecedentes justificativos de la valuación, salvo
que se optare por el procedimiento señalado en el punto a] 3).

c) Sociedades por acciones

En estos casos la ley exige:


1) procedimiento de valuación:
- valor de plaza del bien, si se trata de bienes de valór corriente;
- valuación por informes de reparticiones estatales o bancos oficiales; y
- en su defecto, valuación pericial. Y, además,
2) aprobación de la valuación por la autoridad de control, es decir la autoridad o juez que tiene
a su cargo el Registro.

d) Impugnación de la valuación por terceros

En caso de insolvencia o quiebra de la sociedad, los acreedores pueden impugnar la valuación


dentro del plazo de cinco años de efectuado el aporte, salvo que la valuación se hubiere efectuado
judicialmente. Ocurre que en el momento de sancionarse la ley 19.550 el Registro Público de
Comercio en la Capital Federal estaba a cargo de un Juzgado de Comercio. Con la ley 22.315 esas
funciones pasaron a la Inspección General de Justicia, de modo que se deberá entender extendida esa
prohibición de impugnar la valuación cuando ella hubiese sido realizada con control de la autoridad
administrativa.
e) Impugnación por los socios
Los socios pueden impugnar las valuaciones de los aportes no dinerarios efectuados por sus
consocios. Deben hacerlo dentro del quinto día hábil de notificados, y el juez o autoridad
administrativa de inscripción resolverá con audiencia de los peritos intervinientes. La regla del artículo
52, L.S. prevé la valuación efectuada por peritos, porque la realizada por los socios requiere acuerdo
unánime de éstos.
La impugnación se resuelve en instancia única, es decir sin derecho de apelación.

74. DOLO O CULPA DEL SOCIO (Art. 54)


Art. 54. - Dolo o culpa del socio o del controlante. El dano ocurrido a la sociedad por dolo o culpa de socios o de
quienes no siéndolo la controlen, constituye a sus autores en la obligación solidaria de indemnizar, sin que puedan alegar compensación
con el lucro que su actuación haya proporcionado en otros negocios.
El socio o controlante que aplicare los fondos o efectos de la sociedad a uso o negocio de cuenta propia o de tercero está obligado a
traer a la sociedad las ganancias resultantes, siendo las pérdidas de su cuenta exclusiva.

Inoponibilidad de la personalidad jurídica.


La actuación de la sociedad que encubra la consecución de fines extrasocietarios, constituya un mero recurso para violar la ley, el
orden público o la buena fe o para frustrar derechos de terceros, se imputará directamente a los socios o a los controlantes que la hicieron
posible, quienes responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados.

El tema de la responsabilidad de la persona controlante de una sociedad lo consideramos en el


Capítulo XX. Aquí, en este capítulo nos referimos a la responsabilidad del socio por dolo o culpa.

a) Principio general

El socio responde a la sociedad por los daños que ésta su-fra como consecuencia de su dolo o
culpa. Esta regia no es sino la consagración de un principio general del derecho y en razón del carácter
de "persona jurídica" que tiene la sociedad, diferente de la persona de cada socio (arts. 511, 512 y
sigs., Cód. Civ. y artículo 413, Cód. Com.).
b) Compensación
El socio no puede alegar compensación con el lucro o beneficio que su actuación haya
producido a la sociedad.

c) Uso de fondos sociales


El socio que hubiere aplicado fondos sociales en sus propios negocios o de terceros está
obligado a traer a la sociedad los beneficios que esos negocios hubieran producido y está obligado a
soportar personalmente las pérdidas. Esta norma reitera el artículo 415 del Código de Comercio.

75. CONTROL INDIVIDUAL DE LOS SOCIOS (Art. 55)


Art. 55. - Los sccios pueden examinar los libros y papeles sociales, y recabar del administrador los informes que
estimen pertinentes.

Exclusiones.
Salvo pacto en contrario, el contralor individual de los socios no puede ser ejercido en las sociedades de responsabilidad
limitada incluidas en el segundo párrafo del artículo 158.
Tampoco corresponde a los socios de sociedades por acciones, salvo el supuesto del último párrafo del artículo 284.

El Código de Comercio contenía una regla mucho más amplia: "En ninguna sociedad se puede
negar a los socios el derecho de examinar los libros, correspondencia y demá's documentos que
comprueben el estado de la administración social" (art. 284).
Esa regla no efectuaba discriminaciones entre los distintos tipos sociales, pero la
jurisprudencia había declarado su inaplicabilidad en el caso de las sociedades anónimas, salvo el libro
de registro de accionistas previsto en el artículo 329 de dicho código.
Zavala Rodríguez17 defendía su aplicación e interpretación amplia, sin restricciones por el tipo
social, sosteniendo que tal restricción no se ajustaba al texto de la ley y, además, "porque sanciona una
injusticia y se presta a abusos contra el mero accionista que no interviene ni conoce la marcha de la
sociedad, pero que tiene derecho a ser protegido en sus intereses". Y agregaba:
"Debe terminar el absolutismo de los directores y de las mayo
17RODRÍGUEZ, Código..., T. 1, pág. 303, nro. 568.
rías y mientras llegue la reforma que proteja mejor a las minorías, debemos interpretar sin
cortapisas el artículo 284...".
Lamentablemente, la reforma llegó pero la protección a las minorías no fue la necesaria.
El artículo 55 L.S. consagra como principio general el derecho del socio de examinar los
libros y papeles sociales, y a so-licitar a los administradores los informes que el socio juzgue
pertinentes.
Pero este derecho no puede ser ejercido por el socio si existe sindicatura o consejo de
vigilancia, salvo pacto expreso en contrario, previsto en el contrato o estatuto social.
El control individual debe ser sustituido en las sociedades de responsabilidad limitada del
artículo 299 y sociedades anónimas que tienen órgano de fiscalización privada, por dicho órgano.
Respecto del derecho de los accionistas en la sociedad anónima, remitimos al CAPÍTULO XVII.
Este derecho de información del socio que consagra el artículo 55 L.S. es fundamental para
que éste conozca el estado de los negocios sociales y su ejercicio debe ser resguardado y protegido
adecuadamente. La ley en otras disposiciones va a ampliar o completar este derecho: por ejemplo en
materia de balances y documentos sociales, obligando a poner copias de los mismos a disposición de
los socios (art. 67, L.S.).

76. DEBER DE LEALTAD

Este deber es una obligación fundamental del socio, consecuencia de la particular naturaleza
de la sociedad, basado en la conj'ianza y buena fe que deben primar en las relaciones intersocios y de
éstos con la sociedad.
La ley no establece de modo específico esta obligación, pero ella surge de varias
disposiciones:
a) del artículo 133 que prohibe al socio realizar actos en competencia con la sociedad;
b) del artículo 248 L.S. que prohibe al accionista votar cuando tiene un interés contrario al
social.
Brunetti18 señala este deber como obligación de "fidelidad" y de "colaboración" que debe
prestar el socio para la realización del objeto social.

18
BRUNETTI, Op. Cit, T. ¡, págs. 310y3i1, nro. 121.
77. DEBER DE SOPORTAR LAS PERDIDAS

En las sociedades donde el socio asume una responsabilidad ilimitada, está obligado a
contribuir y participar en las pérdidas. Esa participación hace sentir sus efectos, sobre todo después de
la disolución de la sociedad. Señala Brunetti19 al respecto que durante su vida las sociedádes de
personas capean la situación pasiva con las aportaciones inicialmente realizadas o mediante convenios
posteriores entre socios y sociedad, pero llegada la liquidación de la sociedad el socio está obligado a
contribuir cuando los fondos sociales resulten insuficientes (art. 106, L.S.).

D) DE LOS SOCIOS YLOS TERCEROS

78. SENTENCIA CONTRA LA SOCIEDAD: BENEFICIO DE EXCUSION (Art. 56>.


Art. 56. - Sentencia contra la sociedad: ejecución contra los socios. La sentencia que se pronuncie contra la sociedad
tiene fuerza de cosa juzgada contra los socios en relación a su responsabilidad social y puede ser ejecutada contra ellos, previa
excusión de los bienes sociales, según corresponda de acuerdo con el tipo de sociedad de que se trate.

Cuando el socio es responsable en forma solidaria e ilimitada por las operaciones sociales
(sociedad colectiva, socio capitalista en la sociedad de capital e industria y socio comanditado en las
sociedades en comandita simple o por acciones), tiene el beneficio de excusión, es decir el derecho de
que previamente a responder con sus bienes sea agotado el patrimonio social.
Se trata de un beneficio que debe ser alegado por el socio perseguido en sus bienes20, pero en
ciertas situaciones se exime al acreedor social de la previa ejecución de los bienes sociales:
por ejemplo en caso de quiebra de la sociedad o convocatoria de acreedores; y en general
cuando la sociedad es insolvente. Basta la demostración de la insuficiencia del patrimonio social para
que el beneficio de excusión caiga.

19 BRUNETTI, op. cit., T. 1, págs. 308 y 309, nro. 120.


20 HALPERIN, Curso..., págs. 358 y 359, nro. 17.
Cabe tener presente que la quiebra de la sociedad importa la quiebra de los socios con
responsabilidad ilimitada, conforme lo prescripto en el artículo 164 de la Ley de Concursos (ley
19.551).
El socio perseguido en sus bienes tiene derecho a oponer al acreedor social demandante todas
las defensas que tenía la sociedad y también las suyas personales.

79. EMBARGOS Y VENTA DE PARTES SOCIALES. CUOTAS Y ACCIONES (Art. 57>

Art. 57. - Partes de interés. Los acreedores del socio no pueden hacer vender la parte de interés; sólo pueden
cobrarse sobre las utilidades y la cuota de liquidación. La sociedad no puede ser prorrogada si no se satisface al acreedor
particular embargante.

Cuotas y acciones.
En las sociedades de responsabilidad limitada y por acciones se pueden hacer vender las cuotas o acciones de
propiedad del deudor, con sujeción a las modalidades estipuladas.

El patrimonio social no puede ser agredido por los acreedores particulares de los socios. Pero
la parte del socio en la sociedad (sea parte de interés, cuota o acción) integra su patrimonio individual.
Aquí la ley regula la situación que se presenta ante la acción judicial de ese acreedor particular, que
embarga y pretende rematar la parte social de su deudor.
La ley distingue según se trate departes de interés, de cuotas o acciones. En el primer caso
(que se presenta en las sociedades colectivas, de capital e industria, en las en comandita simple y en la
parte del socio comanditado en la comandita por acciones) esos acreedores particulares no pueden
exigir la venta de la parte del socio, y sólo tienen derecho a cobrarse sobre las utilidades anuales y
sobre el remanente que le corresponda al socio en caso de liquidación. Pero embargada la parte de
interés, la sociedad no podrá prorrogarse ni reactivarse (art. 95, L.S.) mientras no se pague a los
acreedores embargantes.
En cambio, la cuota del socio en la Sociedad de Responsabilidad Limitada o las acciones del
socio de la anónima o del comanditario en la sociedad en comandita por acciones, pueden ser
embargadas y rematadas en pública subasta. Si se trata de
acciones que cotizan en mercado de valores o bolsas, pueden venderse por intermedio de
éstos.

E) INTERES DEL SOCIO E INTERES SOCIAL

80. CONCEPTO DE INTERES

El interés, desde un punto de vista jurídico, indica la reíación existente entre un sujeto y una
entidad idónea, desde el punto de vista valorativo, para satisfacer una necesidad21.
La doctrina italiana hace referencia a la causa del contrato de sociedad, en el sentido de que
ella afecta a la necesidad eco-nómica que el contrato se propone satisfacer y por ello, su fin. La causa
del acto, dice Carnelutti, citado por Brunetti, es el interés que el agente trata de realizar con el acto
mismo22. La causa está contenida "en el ejercicio común de una actividad económica pam divIdir las
utilidades”23.

81. INTERES DEL SOCIO

Desde principios del siglo se discute acerca del interés social, es decir sobre la existencia y
naturaleza de un "interés" distinto al de los socios, atribuido a la sociedad como "persona juridica"
diferente de aquéllos.
Diversas teorías han tratado de explicar ese "interés social" partiendo de concepciones
diferentes respecto del papel que juegan las sociedades comerciales dentro de una nación. La distinta
concepción que se tenga respecto de la trascendencia de las sociedades comerciales determina una
diferente posición sobre el concepto de "interés social", en el sentido de si se trata de un interés
diferente, especial, o es la suma del interés de los socios.
El socio aspira obtener a través de la sociedad comercial un beneficio individual, el mayor
lucro posible y lícito, derivado de su aporte y colaboración social.
Pero es indudable que ese interés es distinto según el tipo social de que se trate, siendo
diferente el caso de las sociedades

21 ROIMISER, op. cit, págs. 2 y 3.

22 BRUNETTI, op. cit, T. 1, pág. 260, nro. 90.


23
ldem, T. 1, pág. 260, nro. 90.
personales del de las sociedades de capital; y aun, dentro de estas últimas, es especialmente
diverso en el caso de la gran sociedad anónima.
En la gran sociedad anónima el interés del accionista está reflejado en el dividendo; pero en las
demás sociedades, generalmente pequeñas, de familia, no es posible descartar la existencia de
objetivos y aspiraciones más dignos.

82. EL INTERES SOCIAL

Ya adelantamos que las distintas teorías que tratan de definir el concepto de "interés social"
parten de una diferente concepción del papel de la sociedad comercial y fundamentalmente de la
anónima en la sociedad contemporánea.
Mientras las teorías transpersonalistas y la doctrina institucionalista de origen francés buscan
independizar el interés social del interés "común" de los socios, la doctrina italiana y parte de la
nacional identifican interés social con interés común de los socios.
Expresa la Dra. Roimiser que las doctrinas transpersonalistas incorporan como componentes
del interés social los intereses públicos, subordinando y relativizando los intereses individuales de los
accionistas. La tesis institucionalista francesa, en cambio, se limita a atribuir a la sociedad un interés
social diferente y superior a los intereses de los socios, cuyos derechos sociales revisten significativa
importancia24. Destaca en su estudio la posición de la ley brasileña, que ha adoptado la doctrina
institucionalista y que atribuye a la sociedad una fi'nción social, destacando que el interés social
incluye el interés de quienes trabajan en la sociedad, el de la comunidad en general y el interés
nacional.
Según la Dra. Roimiser la sociedad no es titular de ningún interés social; los socios lo son y
ellos son dispares y, a veces, irreconciliables. "Es el objeto social en sentido concreto fUado en el acto
constitutivo, o sucesivamente modificado, el que delimitará la actividad de la sociedad, así como la
competencia de los órga"25
nos societarios

24 ROIMISER, op. cit, pág. 19.

25 ROIMISER, op. cit, págs. 58 y 59.


Nuestra legislación común consagró desde la sanción del Código Civil que la persona jurídica
debe tener una finalidad de bien común y es por ello que la ley le atribuye la condición de "haz" de
imputación diferenciada de normas. Las sociedades comerciales son "personas jurídicas", y tal
reconocimiento que efectúa la ley, en forma general, sometida sólo al cumplimiento de requisitos
comunes, se hace presuponiendo que tales entes deben perseguir, como fm último, el bien común.
Pero no debe perderse de vista que la sociedad es un medio técnico que su ministra el derecho
y que sirve de envoltura a la "empresa". Y es la empresa contemporánea la gran protagonista del
desarrollo pleno e integral del ser humano, y el legislador no puede desentenderse de tal realidad y
debe regular jurídicamente el fenómeno societario buscando contemplar los intereses de todas las
partes vinculadas en el desarrollo de la empresa.
La particular importancia que reviste la sociedad anónima nos ha llevado a destinar un
capítulo para considerar arn el tema del accionista (Cap. XVIII).
Nuestra ley tiene casos concretos de aplicación del 'interés social" como un interés distinto al
del socio individual y al de los socios en conjunto: tales por ejemplo:
a) el caso de la suspensión o limitación del derecho de preferencia del accionista en la
suscripción de nuevas emisiones de acciones, establecido en el artículo 197 L.S.;
b) la obligación del accionista de abstenerse de votar cuando tenga un interés contrario al
de la sociedad, consagrado en el artículo 248 L.S.;
c) el director con interés contrario al de la sociedad que debe abstenerse de intervenir en
las deliberaciones y comunicar su interés a los demás miembros del directorio y a la sindicatura (art.
272, L.S.);
d) la prohibición del director de contratar con la sociedad fuera de los límites autorizados
por el artículo 271 L.S.; y
e) la prohibición de realizar actividades en competencia, impuesta para los socios de las
sociedades personales (art. 133) y para los administradores de la anónima (art. 273) aplicable a los
gerentes de la Sociedad de Responsabilidad Limitada.
NOTAS A LA OCI'AVA EDICION

1. JUR¡SPRUDENCM

En este capítulo incorporamos los siguientes fallos que estimamos de importancia a los efectos
de un mayor esclarecimiento de los temas en él desarrollados.

58. ADQUISICION DEL ESTADO DE SOCIO

C) Sociedades de capital

La calidad de socio se acredita - en principio con la exhibición de las acciones, sus certificados o
resguardos bancarios y si bien cuando el documento se pierde o se destruye la ley ha previsto un régimen de cancelación en
los artículos 746 al 765 del Código de Comercio. La inobservancia de este especial procedimiento (por ejemplo, las acciones
depositadas en la sociedad emisora se encuentran retenidas indebidamente), no obsta a que el accionante puede demostrar tal
calidad por otros medios.
Cám. Nac. Com., Sala A, 28-XII-1990, "Cristiani, Norma Nen c. Cristiani SA.I.C. e 1. y otros sinulidad de asamblea,
restitución de acciones, cancelación de suscripciones y remoción del directorio", R.D. CO., año 23, 1990, pág. 789.

1. Las calificaciones de suscriptor y de accionista son diferenciables, de modo que se puede no tener la primera
calidad y adquirir luego la segunda.
2. La calidad de no suscriptor al tiempo de una anotación en el libro de emisión de acciones no impide la obtención
ulterior de la calidad de accionista.
3. "Suscriptor" es el sujeto que hizo el aporte a la sociedad emisora y también - si se quiere, por extensión - quien
recibió la acción como dividendo, o quien recibió nuevos títulos por la conversión de los anLeriores. El concepto de
"accionista" es más genérico, pues comprende no sólo al suscriptor que posea la acción, sino también a quien recibió el título
por otra causa (venta, cesión, donación, o lo que fuera) de un suscriptor o de un accionista anterior.
4. Los caracteres de suscriptor y de accionista coinciden en el suscriptor que conserva la acción en su patrimonio;
pero si el suscriptor enajena su acción, deja de ser accionista, a la inversa, quien no fue sus-
criptor deviene accionista cuando adquiere una acción; en esa hipótesis, el no figuraría en el registro de acciones pero
sí - cuando acude a una asamblea- en el libro de depósito de acciones y asistencia a asambleas.
Cám. Nac. Com., 22-V-1991, "Fuentes de Durán, Delia c. Durán SA. s/sum.", Repertorio de Jurisprudencia de la
Cámara Comercial.

Si bien la calidad de socio se acredita -en principio- con la cxliibición de las acciones, sus certificados o resguardos
bancarios pudiendo acudirse en caso de que los documentos se pierdan o se destruyan al régimen de la cancelación, la
inobservancia de este procedimiento no obsta a que el accionante pueda demostrar tal calidad por otros medios.
Cám. Nac. Com., Sala A, 29-XI-1991, "Illescas, Hilda c. Grimaldi de Illescas, Josefina s/ord.", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

59. TRANSMISION DEL ESTADO DE SOCIO

c) Sociedades de capital

En materia de restricciones a la transmisión de acciones de sociedades anónimas pueden diferenciarse las que derivan
de la ley, de convenciones y del estatuto. Pueden a su vez clasificarse estas últimas en cláusulas de tanteo, cláusulas que
imponen determinadas calidades para ser socio y las denominadas cláusulas de agrado o di gradimento. La validez de estas
últimas cláusulas en el derecho argentino aparece expresamente reconocida en la normativa del artículo 214, párrafo Y de la ley
19.550, reformada por lo establecido en el artículo 50 it' fli'e de esa misma ley. Estas son restricciones naturales en toda
sociedad de componentes, útiles también para vincular la titularidad de las acciones con la titularidad de los contratos de
explotación de unidades. (Del fallo de primera instancia).
Cám. Nac. Com., Sala E, 6-XI-1991, "García, Isolino c. Transportes del Tejar", L.L., 1994-E, pág. 103.

De conformidad con el artículo 214 de la Ley de Sociedades, tratándose de acciones nominativas -tipo de acciones
con rasgos próximos al carácter i,'tuiti personae - el estatuto puede prever cláusulas que limiten su transmisibilidad, pues éstas
tienden a resguardar, cuando no a impedir, el ingreso a la sociedad de personas o grupos de personas que no respondan a los
mismos intereses, para de tal modo mantener la cohesión del grupo, la hegemonía de la conducción y evitar perturbaciones en la
marcha de la sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala E, 27-X-1993, "El Chañar SA.", L. L., 1994-D, pág. 275; DJ., 1994-2-88; E.D., 157-424; L.L.,
Repertorio LIV-1994, pág. 2027.
En las sociedades de responsabilidad limitada - en caso de muerte de un socio - el principio es que los herederos se
incorporan a la sociedad si nada se dice, pareciendo razonable sostener la independencia del régimen entre el específicamente
societario y el sucesorio, pero el contrato social puede disciplinar la cuestión en dos sentidos diametralmente opuestos: o
tornando obligatoria la incorporación pero dejando a salvo la prohibición de las limitaciones absolutas a la transmisibilidad
mediante el régimen de inoponibilidades establecidas en el artículo 155, apartado Y, L.S.; o facultando el derecho de receso en
los términos de análogos pactos (art. 89, L.S.) es decir, reglando la posibilidad de que los sucesores del socio cedan sus interés
recibido hereditatis causa.
Cám. Civ. y Com., Bahía Blanca, 24-XI-1992, "Zoilo, Osvaldo c. Zoilo Hnos. S.R.L.", L.L.,
1993-D, pág. 412; L.L., Repertorio LIII-1993, págs. 1639/40.

65. SOCIEDAD SOCIA (Art. 30)

Las sociedades vinculadas tienen total independencia patrimonial por lo que es regla que en materia de extensión de
quiebra existe separación de masas y la excepción es la masa única.
Sin embargo aún partiendo del concepto de que el control es el poder efectivo de dirección para asegurar la constancia
y duración del conjunto económico, ello no es suficiente para atribuir la unidad patrimonial de las sociedades, en consecuencia
la quiebra de una de ellas no es extensiva a la otra.
Cám. Nac. Com., Sala A, 30-XII- 1993, "Exportadora Marly SA.", Periódico Económico Tributario, 17-1-1995.

66. SOCIO APARENTE Y SOCIO OCULTO (Art. 34)

La condición de socio oculto se asigna cuando alguien en forma no ostensible, porque no aparece en el contrato social
ni en el acto de su registro, ha intervenido en la creación del ente como socio o se ha incorporado después en tal carácter y tiene
interés social, participando de los resultados de la empresa. Estas característicás, que tipifican la figura a la que se refiere el
apartado Y del artículo 34 de la Ley de Sociedades, la diferencian netamente de la que contempla el párrafo 1º de la norma, el
que caracteriza al socio aparente o prestanombre y que precisamente se manifiesta como una simple apariencia ante terceros,
pero sin revestir en la realidad la calidad de socio.
La ausencia de su nombre en el contrato social y en los respectivos registros contables de la empresa, es el medio por
excelencia para el ocultamiento del socio que no quiere ostentar su verdadero carácter en forma pública; es inherente a su
condición que el socio oculto no se exte
riorice y permanezca aparentemente ajeno a la composición de la sociedad y a sus
negociaciones.
Cáfil. la., Civ. y Com., Bahía Blanca, Sala II, 18-V-1993, "Industria Metalúrgica Surmet",
LLB.A., 1994-555; L.L., Repertorio LIV-1994, pág. 2019.

69. MORA EN LOS APORTES COMPROMETIDOS (Art. 37)

Naturaleza de la deuda por aportes: deuda de valor

Las sumas pagadas por el acreedor, destinadas a solventar el valor de los bienes prometidos en
aporte de una futura sociedad, una vez resuelto el contrato, constituye una típica deuda de valor y en
consecuencia el reintegro debe efectuarse segun el poder adquisitivo que aquella tenía al tiempo de la
entrega al deudor.
Cám. Nac. Com., Sala D, 12-111-1990, "Stellino, Pedro c. Venturmi, Guerrino s/sum.",
ReNitorio de furspn¿dencia de la Cámara Comercial

Reembolso de los aportes

1. El álea que caracteriza a toda empresa comercial, trae aparejada la necesidad de que quienes han
contribuido a formar el fondo social queden expuestos, ante un eventual quebranto del ente, a perder el
valor de lo que al mismo han aportado. Por ello la obligación de soportar las pérdidas que pudieren
originarse como consecuencia de la actividad social, ha sido elevada por la ley al rango de requisito
esencial del contrato de sociedad, y por ello también la pretensión de recuperar los aportes sin una
previa valoración de la situación patrimonial de la sociedad, no encuentra amparo en ninguna norma legal.
2. De ahí que la posibilidad de obtener el reembolso de lo aportado sólo puede ser admitida
frente a una norma expresa que lo autorice, como ocurre en el caso de exclusión de un socio o cuando se ejercita el
derecho de receso.
Cám. Nac. Com., Sala E, 24-V-1990, Ficha nro. 8519, "López Fernández, Adolfo e. Vivero S.R.L. s/sum.",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

70. BIENES APORTABLES. FORMA DEL APORTE E INSCRIPCION PREVENTIVA


(Art. 38)
Trabajo personal
1. La prueba del aporte a una sociedad puede no ser sencilla, pero indudablemente lo es menos
cuando se trata de un aporte no habitual en los usos comerciales.
2. Cuando se trata de trabajo personal, la prueba de haberlo dado como aporte a una sociedad - una
suerte de sociedad de hecho de capital e industria - parece particularmente dificultosa, porque la dación de trabajo no es
inequívocamente indicaÉiva de un aporte, desde que puede ser dada también a título de relación de trabajo o empleo, o bien a
título de locación de servicios, la prestación - trabajo - es en sí misma idéntica, pero puede ser dada por
causa y con efectos bien diferentes.
Cám. Nac. Com., Sala D, 19-VI-1990, Ficha nro. 9282, "Bodrone,
Héctor c. Verdier, Adolfo s/ord.", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

74. DOLO O CULPA DEL SOCIO (Mt. 54)

El socio de una sociedad de responsabilidad limitada que sin detentar la calidad de gerente, ejerció
una función equivalente por mandato otorgado por la sociedad, y que en ejercicio de ella constituyó una sociedad anónima con
idéntico objeto, detentando en ésta la calidad de presidente, se encuentra incurso en las previsiones del artículo 54, L.S.,
debiendo incorporar a la sociedad de responsabilidad limitada los beneficios obtenidos por la actividad de competencia y pagar
los daños derivados de ésta.
Cám. Nac. Com., Sala D, 24-IX-1992, "Birentzwaig, Alberto e. Amato, Alberto", Repertorio de Jurisprudencia
de la Cámara Comercial.

75. CONTROL INDIVIDUAL DE LOS SOCIOS (Art. 55)

Es que los derechos individuales de los socios son indisponibles por la mayoría, y no pueden ser modificados por el
estatuto o la asamblea, por más que este principio deba ceder en el supuesto del consentimiento del socio (cfr. Halperin, Isaac,
op. cit, págs. 345/346), hipótesis que no es la del caso. De lo que sigue lógicamente que la decisión tomada no mereció crítica
ya que el planteo no pasa de constituir un mero disenso.
Además (según lo sostenido por De Gregorio, "Los balances", pág. 89, citado por Verón, Sociedades Comerciales, T.
1, Astrea, 1982, pág. 685), las formalidades previstas en el artículo 67, párrafo 1º de la Ley de Sociedades, han sido establecidas
por la ley no sólo en protección del accionista, sino para que la discusión en la asamblea general sea lo más sincera e ilustrada
posible, y este fin no se alcanza - según lo entiende el legislador - cuando se violan dichas formalidades, pues un solo accionista
que hubiera tenido oportunidad de examinar el balance y el informe de los síndicos, habría podido, exponiendo sus dudas en la
asamblea y provocando una discusión más amplia, determinar una resolución distinta.
En síntesis, el plazo establecido por la ley para poner a disposición de los socios la documentación necesaria para la
aprobación de los
balances, no apunta sólo a la protección del socio sino también a mantener la coherencia del sistema de la ley de
sociedades en cuanto rige la vida de entes que para su dirección se manejan por el régimen de mayo-rías, lo que implica la
necesaria deliberación, la información resulta esencial, debe ser sincera y amplia (en tal sentido: Halperin, Isaac, op. cit., pág.
350), a fin de alcanzar un nivel de conocimiento adecuado que permita decidir acerca de 1Q5 puntos a exaaninar de
modo conjunto, enriqueciéndose con las reflexiones efectuadas por cada uno de los socios.
Caní. Nac. Com., Sala B, 29-XI-1994, "Mourin López, José Luis c. Editorial Molina SA. y otros s/sum.", E.D.,
30-V-1995.

La pretensión de rendición de cuentas contra una sociedad y sus administradores se en&uentra


prima facie excluidaen los supuestos de sociedades regularmente constituidas, donde, tanto la
presentación del balance y su tratamiento por el órgano societario pertinente, como el derecho de los
socios a examinar los libros y papeles sociales y recabar del
administrador los informes que estimen pertinentes, así como el derecho de aprobar o impugnar los estados contables
y la gestión de los administradores, suplen el referido sistema genérico de los artículos 68 y siguientes, Código de Comercio.
Ello no excluye la facultad del socio de recurrir a la justicia (previo agotamiento de los recursos
estatutarios) cuando la estructura de control e información individual de los socios funciona irregularmente.
Cám. Nac. Com., Sala C, 4-IV-1991, "Schleker, Delfino c. Korob, Mario s/sum.", Repertorio de Jurisprudencia de
la Cámara Comercial.

76. DEBER DE LEALTAD

En materia societaria la lealtad recíproca entre los accionistas o socios es un deber exigible, porque de otra manera
desaparece la perspectiva de convivencia dentro de la sociedad y ésta se convertiría simplemente en un haz de derechos
individuales en permanente conmutación egoísta. Ese deber de "consideración" está impuesto por el artículo 1198 del Código
Civil, en cuanto prescribe que las cláusulas implícitas de todo contrato son las especificadas en los deberes de buena fe y en el
verosímil entendimiento de las cosas. Uno de esos deberes es la "consideración" con el otro contratante, consideración tanto
más imperativa cuando, como sucede en este caso, el "otro" es un socio.
Cám. Nac. Com., Sala D, 23-XII-1981, "Sichel, Gerardo F. c. Massuh, SA.", L.L., 1983-B, pág. 493.

82. EL INTERES SOCIAL

1. A los fines de determinar la existencia de conflicto de intereses en el voto a emitir por los accionistas en la
asamblea, la noción de interés social puede interpretarse como el interés objetivo común a los
socios conforme al fin social. Tal noción hace al cumplimiento de las finalidades del contrato de realización
existente entre los socios, por lo
cual, cuando deba adoptarse una resolución imputable a la organización, es razonable que el socio
deba supeditar su interés al interés general y, por tanto, deberá abstenerse de votar favorablemente la aprobación de
un compromiso de fusión el accionista - o su representante - que en la operación tenga por cuenta propia o ajena un interés
contrario al de
la sociedad, siendo nulo el voto emitido
en conflicto de intereses.
2. El alcance y sentido del conflicto de intereses en materia societaria lleva a descartar el elemento
psicológico para determinar su existencia, así como también la asimilación de la prohibición dispuesta para el mandatario en
conflicto de intereses con su mandante, debiendo igualmente desestimarse la aplicación lisa y llana de la teoría del abuso del
derecho conforme al artículo 1071 del Código Civil.
3. En los grupos de sociedades, el interés desempeña el mismo papel que en el derecho societario.
De ahí que, en los casos de conflicto de intereses a los fines del voto en la asamblea, el juez no deba
elegir entre el interés egoísta de una mayoría y de una minoría, entre el interés social y el interés de otros grupos
mayoritarios o minoritarios en la sociedad, sino que debe hacerlo entre un interés interno - el interés social - y un
interés externo el interés del grupo de sociedades del que aquélla forma parte.
Cám. Nac. Com., Sala B, 6-XII-1982, "De Carabassa, Isidoro c. Canale SA. y otra", L.L., 1983-B, págs. 353 a 439.

Los directores de una sociedad anónima han obrado en oposición al interés social al quebrantar el deber de
lealtad debido a la sociedad, cuando usando la información adquirida en el desempeño de sus cargos y la invalorable
colaboración de los ex-dependientes - que también tuvieron acceso a informaciones confidenciales de uso interno-, se lanzan a
competir con ella a fin de obtener ganancias impropias, con lo cual le ocasionan un innegable perjuicio, que los hace pasibles de
la acción social de responsabilidad.
Cám. Nac. Com., Sala A, 31-X-1991, Ficha nro. 13.488, "Burmar SA. c. Marincovich, Rodolfo Carlos y otro
s/cobro de pesos", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

III. Que con respecto a lo afirmado a fs. 27 vta., en el sentido que "si el interés societario debe predominar sobre el
individual del accionista", cabe apuntar que no es lícito identificar "interés social" con "interés de la mayoría", pues ambos
pueden no coincidir. Y, en todo caso, esto se verá al final del pleito.

IV. Que en lo atinente a los eventuales perjuicios de la sociedad, cabe apuntar que nada obsta que el capital que
se necesite sea adelan
tado por sus socios como aporte a cuenta de una futura emisión y que, por otro lado, se
prestará lá pertinente contracautela.
Cáin. Ap. Civ. y Com., Rosario, Sala ¡II, 5-V-1978, "Boglione, A. c.
Santa Clara, SA.", L. L., 1980-C, págs. 318y319.

2. DOCTIUNA

Sobre los temas tratados en este capítulo, se pueden consultar los siguientes trabajos:

Nissen, Ricardo Augusto, "La


actividad del socio en competencia con la sociedad", L.L., 28-VI-1993.
Sirvén, Miguel Augusto, "Sociedad en formación, irregular e inscripeión preventiva de
bienes", R.D.C.O., 1978, pág. 55.
CAPÍTULO VII
DE LA ADMINISTRACION Y REPRESENTACION DE LA SOCIEDAD

83. CARACTERIZACION DE SUS FUNCIONES

Debemos tener perfectamente en claro la diferencia existente entre "administración" y


"representación" de una sociedad comercial. La "administración" hace referencia a la esfera "interna"
de la sociedad y a las relaciones de los socios entre sí; en cambio la "representación" se refiere a la
actuación "externa" de la sociedad, en sus relaciones con los terceros.
El contrato social debe establecer, como vimos, cuál es el órgano administrador, si es
unipersonal o colegiado, en este último caso, cómo y cuándo delibera, cómo toma sus decisiones (en
cuanto a quórum y mayorías requeridas para los distintos actos sociales); y demás circunstancias que
sea necesario prever.
Esto, como puede apreciarse, hace a la esfera de "actuación interna" de la sociedad y, por lo
tanto, en principio, es un requisito ajeno a los terceros que contraten con la sociedad. Pero cabe señalar
que tales exigencias podrán ser opuestas por la sociedad al tercero que contrate con ella cuando éste
hubiera tenido conocimiento efectivo de dichas reglas. Tal sería, por ejemplo, el caso de un banco que
atiende financieramente a una sociedad comercial, donde es de rigor la exigencia de la previa
presentación del contrato social. En tal supuesto la sociedad podrá oponerle la invalidez de cualquier
acto donde se hayan violado las reglas internas (vgr. actos que requieran la "unanimidad" o "mayorías
especiales, del directorio de la sociedad anónima).
La organización concreta de la administración varía con cada tipo de sociedad.
Los administradores declaran y ejecutan la “voluntad" de la sociedad, no son sus mandatarios,
sino la sociedad misma.
La representación de la sociedad se vincula, como vimos, con la actuación externa de la
sociedad. La ley designa a las personas investidas de la facultad de conducir negocios con efecto
vinculante para la sociedad. Normalmente la representación está unidá a la función administradora y la
ley presume que todo administrador es también representante de la sociedad, salvo disposición expresa
en contrario.

La representación se refiere a la actuación externa y las atribuciones del directorio, órgano colegiado, a la
adrninistración interna.
Capital Federal, Cám. Nac. Com., Sala C, 11-IX-1970, "Editorial Confort, Sociedad de Responsabilidad Limitada c.
Chyc. Sociedad Anónima", JA., 1971, t. 10, pág. 573, sum. 314.

Otaegui distingue entre acto de administración societaria y acto de disposición. El primero es


competencia del. administrador, el segundo de incumbencia de la reunión de socios.
El acto de administración societaria presenta diversas facetas:
a) actos de administración que consisten en la realización de operaciones configurativas de las
actividades que integran el objeto social; esto es la función operativa del administrador;
b) actos de administración que apuntan a la organización, conservación y desarrollo de la
empresa anexa a la sociedad; esto es, la función de gestión empresaria del administrador societario;
c) actos dirigidos al cumplimiento del estatuto del comerciante y a la participación en el
funcionamiento de la organización societaria; esto es, la función de cogestión societaria; y, finalmente;
d) la ejecución ante terceros de los actos jurídicos necesanos para el cumplimiento de las
funciones de gestión operativa, gestión empresarial y cogestión societaria, es decir la función de
representación1.
Brunetti expresa que los administradores son ó'ganos de gestión y de representación, que han
de cumplir sus funciones de conformidad con la ley, el acto constitutivo y los acuerdos de la
asamblea2.

1 OTAEGUI, op. cit, pág. 59, nro. 11.

2 BRUNETTI, op. cit, T. II, pág. 454, nro. 621.


Ferrara Jr., citado por Brunetti, expresa que "los administradores tienen la gestión de la
actividad social y pueden realizar todas las operaciones comprendidas en el objeto de la sociedad:
desde este punto de vista tienen poderes decisorios amplísimos, salvo los límites que se les
hayan puesto por el acto constitutivo o por posteriores modificaciones del mismo, reservando ciertas
operaciones a la decisión de la asamblea. Pero si no se ha establecido nada, no hay más limite que el
que se deriva del objeto de la sociedad. Se comprende que los administradores no se limitan a decidir,
sino que proceden, además, a la ejecución o hacen ejecutar lo que han decidido y en su gestión han de
respetar todos los limites y cumplir todas las obligaciones que les impone laley"3.

84. LAS DOCTRINAS DEL "MANDATO" Y "DEL ORGANO"


a) Doctrina del mandato

La concepción tradicional aplicaba a los administradores y representantes sociales las reglas


del contrato de mandato y asignaba a las personas que desempeñaban tales funciones la calidad de
"mandatarios".
Así se estructuró la administración de la sociedad civil en nuestro Código Civil. El artículo
1870 declara aplicable las reglas del mandato: "3) a las representaciones por administraciones o
liquidaciones de sociedades, en los casos. que así se determine en este Código y en el Código de
Comercio". Y los artículos 1677, 1681,1682, 1688, 1690, 1694, 1695, sobre la administración de la
sociedad civil, hacen referencia permanente a la aplicación de las normas del mandato. La
administraci6n de la sodedad se reputa un mandato general... establece en su primera parte el artículo
1694 citado.
Y el artículo 346 del Código de Corriercio consagraba la regia siguiente: En tode lo que no
esté previsto en el presente tftulo o en los estatutos y resoluciones de la asamblea genera4 los derechos
y obligaciones de los directores y síndicos serán regidos por las reglas del mandato.

BRUNETTI, idem.
3

b) Doctrina del órgano

Pero la doctrina del mandato se reveló insuficiente para explicar la "naturaleza" de la


administración de las sociedades y, fundamentalmente, de la sociedad anónima. Así lo decía Zavala
Rodríguez: "Las reglas del mandato no explican en realidad ni la función ni responsabilidad del
directorio: éste es un órgano de la sociedad" 4.
Dice Brunetti5 que aunque haya sido iniciada por los alemanes la doctrina de la o'gankidad ha
tenido en Italia una amplia elaboración. Y, precisamente, por la influencia de la doctrina italiana en
nuestro derecho societario, es difundida aquí y rápidamente logra consenso.
En Alemania la teoría orgánica constituye una notable aportación del derecho público al
derecho privado y fue mundialmente difundida especialmente a través de la obra de von Gierke6.
Según esta doctrina los representantes estatutarios de la
sociedad expresan la voluntad de la sociedad; son parte de ella a
diferencia de los representantes voluntarios - mandatarios -que expresan su propia voluntad, si
bien lo hacen en nombre y
representación del mandante.
Concebida la persona jurídica como un orden normativo parcial es centro de imputación de
derechos y obligaciones. Ese orden normativo actúa y se expresa a través de individuos. De allí que
Kelsen señale que "Cuando un individuo que obra como órgano de una persona jurídica hace valer un
crédito "7
Es decir que el órgano es "parte" integrante de ese orden normativo parcial, de la persona
jurídica. Lo que haga ese individuo, que actúa como órgano, será imputado a la persona jurídica
respectiva. Es, si se quiere, sólo un aspecto fi¿ncional de la persona jurídica, o como dice Erunetti un
punto de referencia de normas de competencia.
De allí los caracteres del órgano: es producto de la regulación legal, completada o
reglamentada por el estatuto social; con competencia específica para el ejercicio de funciones
indelegables; ejercido por personas, físicas o jurídicas. Los órganos ex4ZAvALA RODRÍGUEZ,
Código..., T. 1, pág. 429, nro. 823.
5 BRUNETTI, op. cit, T. II, pág. 357, nro. 553.
6 BRUNETTI, op. cit, T. II, pág. 357, nota nro. 3.

KELSEN, Teo"'a Pum de¡ Der"cho, Eudeba, Buenos Aires, 1973, pág. 130.
presan la capacidad de ejercicio de los derechos de la personalidad jurídica8
Las sociedades personales, cuyo número de socios generalmente es reducido, no requieren de
una estructuración legal específica del órgano, o al menos no requieren una organización complicada.
Cualquiera de los socios puede administrar y representar a la sociedad colectiva, por ejemplo, y ello
exhibe la ordenación de un órgano en forma simple o lo que se ha llamado "auto-organicismo". Pero
es en las sociedades de capital donde la ley debe precisar con mayor esmero toda una reglamentación
sobre el funcionamiento y competencia del órgano.
Esta teoría del órgano no es de recepción pacífica en la doctrina contemporánea, como señala
Otaegui9. Se ha señalado que la imputación de los actos del órgano a la persona jurídica se puede
explicar mediante la institución de la representación y que la atribución a ella de los hechos ilícitos de
sus representantes legales resulta inexplicable a través de esta doctrina, ya que la realización de un
hecho ilícito excede la competencia del órgano.

85. DESIGNACION DE ADMINISTRADORES Y REPRESENTANTES SOCIALES

El administrador o administradores pueden ser designados en el contrato o no; y la


designación puede recaer en socios y en no socios. Estos principios generales son de aplicación a todas
las sociedades comerciales, desde las colectivas hasta las anónimas, pasando por las sociedades en
comandita simple, de capital e industria, de responsabilidad limitada y en comandita por acciones.
Esa designación la efectúan los socios; consecuentemente ellos tienen también facultades para
"revocaría", esto es, dejarla sin efecto. Y ello es así aun cuando la designación se hubiera efectuado en
el contrato social.
La revocación pueden hacerla los socios sin causa, es decir sin éxpresar las razones que la
motivan; salvo que en el contrato social hubieran convenido expresamente que la remoción seria con
causa justificada, en cuyo caso deben expresar la causa que motiva la remoción del administrador.

8 BRUNETTI, op. cit., T. II, pág. 357, nro. 553.

9 OTAEGUI, Julio C., op. cit., pág. 44, nro. 7.


86. INSCRIPCION DE LA DESIGNACION Y CESACION (Art. 60)
Art. 60. - Nombramiento y cesación: inscripeión y publicación. Toda designación o cesación de administradores debe
ser inscripta en los registros
rrespondíentes e incorporada al respectivo legajo de la sociedad. También debe publicarse cuando se tratare de sociedad de
responsabilidad limitada o sociedad por aociones. La falta de inscripción hará aplicable el artículo 12, sin las exeepciones que el mismo
prevé.

La designación y la cesación de los administradores y representantes sociales se debe inscribir


en el Registro Público de Comercio, para que puedan oponerse a terceros. Además, tratándose de
sociedades de responsabilidad limitada, anónimas o en comandita por acciones, esos actos deben
"publicarse".
Esta inscripción es de carácter declarativo, y la designación o cesación de los administradores
tiene efectos como tal desde la resolución respectiva de la asamblea o reunión de los socios y no desde
su inscripción.
La inscripción tiene una función de publicidad, por lo que su omisión puede originar
responsabilidad frente a terceros perjudicados.
La falta de inscripción hace inoponible la cesación o la designación, frente a los terceros (art.
12, L.S.), de modo que la sociedad no podría alegar la invalidez de un acto por haber sido firmado por
el gerente o presidente que ya cesó en su cargo, si tal cesación no fue inscripta.
A la inversa, el tercero podría alegar la invalidez de un acto suscripto por un representante
cuyo nombramiento no haya sido inscripto.
En nuestra jurisprudencia nacional se registran innumerables fallos al respect9, de los que
hemos seleccionado los siguientes:
1. La registración prescripta por el artículo 60 de la ley 19.550 es de carácter declarativo por lo que el directorio
reviste tal carácter y se expresa a través de su presidente con la prescindencia de la citada registración, sin perjuicio desde luego de las
consecuencias que la omisión de la inscripción pueda producir respecto de terceros perjudicados que la invoquen conforme con lo dispuesto por
los artículos 12 y 60 de la ley 19.550.
Cám. Nac. Com., Sala A, 3-VIII-1977, "Trabajadores Transportistas Aso-ciados c. Quinteros, José".

2. La inscripción requerida por el artículo 60 de la ley 19.550 es meramente declarativa, ya que la designación o cesación de
administradores tiene efectos,
como tal, desde la decisión asamblearia, y no desde el acto de inscripción, y que por ello sólo cumple una función de forma de
publicidad.
Cám. Nac. Com., Sala B, 25-VIII-1977, "Financiera Baires 5. A. c. Kuperman, Juan C." (idem, id., 26-IX-1977, "Koch,
H. yCía. c. Gil Páez, Oscar”; (id., id., 15-XI-1977, "Talleres Metalúrgicos Haedo c. Voltaje 5. A.".

3. La inoponibilidad de la nueva designación de adininistradores no inscripta (art. 60, ley 19.550) se refiere a los terceros
que han contratado con los administradores que han cesado en sus funciones, sin que tal cesación o la nueva designación se hayan hecho
públicas mediante la correspondiente registración y publicación.
Cám. Nac. Com., Sala B, 25-VIII-1977, "Financiera Baires S.A. c. Kuperman, Juan C."; (idem. id., 26-IX-1977, "Koch,
H. y Cfa., 5. A. c. Gil Páez, Oscar”); (id., id., 15-XI-1977, "Talleres Metalúrgicos Haedo 5. A. c. Voltaje S.A.")

87. RENUNCIA

Los administradores y representantes sociales pueden re-nunciar a sus funciones, aunque sean socios,
en cualquier momento, salvo pacto expreso en contrario. Pero de todos modos son responsables ante la sociedad por
los perjuicios que pudiera causarle una renuncia dolosa o intempestiva.

88. INDELEGABILIDAD DE LAS FUNCIONES

El ejercicio de las funciones es indelegable. Sin perjuicio de ellos los administradores pueden
otorgar poderes especiales a terceros para la realización de determinados actos o contratos (poderes
especiales). Asimismo pueden delegar en empleados la realización de funciones ejecutivas de la
administración, pero siempre bajo su responsabilidad.
89. IMPUTACION A LA SOCIEDAD DE SUS ACTOS (Art. 58)
Art. 58. - Representación: régimen. El administrador o el representante que de acuerdo con el contrato o por disposición de la
ley tenga la representación de la sociedad, obliga a ésta por todos los actos que no sean notoriamente extraños al objeto social.
Este régimen se aplica aun en infracción de la organización plural, si se tratare de obligaciones contraídas mediante títulos
valores, por contratos entre ausentes, de adhesión o concluidos mediante formularios,

Fallos seleccionados de la obra de Ricardo Nissen, ya citada.


salvo cuando el tercero tuviere oonocimiento efectivo de que el acto se celebra en infracción de la representación
plural.

Eficacia interna de las limitaciones.


Estas facultades legales de los administradores o representantes respecto de los terceros no afectan la validez interna
de las restricciones contractuales y la responsabilidad por su infraccion.

El obleto social determina el marco de actuación de los representantes y administradores


sociales y es el que condiciona la imputación de un acto a la sociedad.
Por ello el artículo 58 de la Ley de Sociedades comerciales prescribe que el administrador o el
representante que de acuerdo con el contrato o disposición de la ley tenga la representación de la
sociedad, obliga a ésta por todos los actos que no sean notoriamente extraños al obleto sociaL De
modo que si el administrador o representante realizare actos totalmente extra-ños al objeto social
previsto en el contrato de sociedad, estos actos no podrán ser imputados a la sociedad.
El representante social obliga a la sociedad cuando actúa dentro del marco señalado, por las
operaciones que realizare con terceros. Y ello es así aun cuando el contrato social estableciera
restricciones o limitaciones a su actuación. Ello como consecuencia de lo expresado anteriormente, en
el sentido de que el representante actúa "para el exterior". Todo esto será así en tanto y en cuanto el
tercero que contrata con la sociedad actúe de buena fe, es decir que no conozca esas limitaciones o
restricciones contractuales. Estas restricciones o limitaciones pueden consistir en la necesidad de
obtener determinadas mayorías en la deliberación del órgano administrador o en la necesidad de una
actuación colegiada o conjunta de dos o más administradores.
Todo ello, sin perjuicio de la responsabilidad del representante social frente a los demás socios
por la violación de sus obligaciones contractuales.
En el caso especial de representación plural establecida en el contrato social, es decir cuando
debe intervenir más de una persona, para que resulte obligada a la sociedad será necesaria la
participación en los actos y contratos de todas esas personas. La ley prescribe excepciones para
determinados actos y contra-tos cuando el representante social viola o transgrede esas reglas sobre
actuación plural. Son los casos de títulos valores (letras de cambio, pagarés, cheques, etc.); contratos
entre ausentes; contra-
tos de adhesión o concluidos mediante fonnularios; donde tal transgresión no desliga a la
sociedad de esas obligaciones; ello salvo que el tercero contratante con la sociedad tuviese
conocimiento efectivo de tal exigencia interna.

90. OBLIGACIONES DE LOS ADMINISTRADORES SOCIALES (Art. 59)


Art. 59. - Diligencia del adnn'istrador: responsabilidad. Los administradores y los representantes de la sociedad deben obrar con
lealtad y con la diligencia de un buen hombre de negccios. Los que faltaren a sus obligaciones son responsables, ilimitada y solidariamente, por
los danos y perjuicios que resultaren de su acción u omisión.

Los administradores y representantes sociales tienen la obligación de obrar con lealtad y


diligencia. La diligencia requerida por la ley es aquella que es propia de "un buen hombre de
negocios", es decir la que pondría cualquier comerciante normal en sus propios negocios. Este es el
"prototipo" que la ley toma como ejemplo para "medir" la diligencia del administrador.
Los administradores y representantes están obligados a ajustar su actuación a las normas
"particulares" del contrato social y a las generales de la Ley de Sociedades comerciales y de la
legislación nacional. La violación de algunas de estas reglas los hace responsables por los daños y
perjuicios ocasionados a la sociedad, a los socios y terceros.
También son responsables cuando actúan con "dolo" (intención de hacer mal), abuso de sus
facultades o culpa grave.

91. RESPONSABILIDAD
La violación de estas obligaciones hace responsables a los administradores y representantes,
en forma ilimitada y solidaria, por los daños y perjuicios que los actos irregulares o las omisiones
ocasionen a la sociedad o a terceros.
Son los socios, mediante la "reunión de socios" o "las asambleas" quienes juzgarán la
actuación de sus administradores y representantes, pudiendo resolver la "revocación" de sus
mandatos o cese en sus funciones y la promoción de acciones civiles o penales, en su caso.
Sin perjuicio de esas acciones de responsabilidad "de la sociedad" contra los administradores y
representantes, está también la acciÓn "individual" que cada socio puede promover en tales casos.
Los terceros perjudicados también pueden accionar directamente contra el administrador
social.
En tal sentido, nuestra jurisprudencia tiene resuelto:

Cuando el gerente viola la limitación de no competir con la sociedad, la sanción no aparece en


los artículos 58y 59 de la ley 19.550, sino sólo -y acaso -en el artículo 59 que lo responsabiliza por dailos
ante la sociedad. Imputar a aquélla, víctima de la competencia, los contratos celebrados por su mal
gerente y competidor, importaría castigar a la sociedad en lugar de defenderla y, por otro lado, afectaríamos
al tercero, acaso ignorante de la competencia desleal, quien quiso contratar con la persona individual y no con
la sociedad.
El abuso de la personalidad consiste en utilizar sociedades como cobertura de la propia conducta, pero no queda aquella
conf'tgurada cuando aparece responsabilizando personalmente al gerente de una sociedad de responsabilidad limitada, queriéndose accionar
contra la sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala D, 30-1X-1976, "Confecciones Lubens c. Kovacs S.R.L.".

Si los libros de comercio se llevaban con considerable atraso durante la vigencia del contrato social, el socio puede ejercer
contra los administradores las acciones legales que le competen (art. 15, ley 11.645, y arts. 55, 59, 157, 276 a 279, ley 19.550), pero no
demandar por rendición de cuentas, pues aquéllos están obligados a la confección de balances que hacen las veces de una periódica
rendición de cuentas.
Si bien resulta improcedente la acción por rendición de cuentas durante la vigencia del contrato social, no queda indefenso de
ninguna manera el socio que se hubiera retirado de la administración, dejando al restante consocio a cargo de aquélla, por cuanto siempre
tiene a su alcance las acciones de responsabilidad contra el socio que no cumplió con sus obligaciones de administrador (art. 15,
ley 11.645, y arts. 55, 59, 157, 276 a 279, ley 19.550), así también como las del derecho penal que pudieran eventualmente
corresponder.
Cám. Nac. Com., Sala A, 30-XIl-l976, "Armenta, Roberto c. Pasquariello, Italino".

92. EXIMICION DE LA RESPONSABILIDAD

En los cuerpos colegiados el administrador se exime de responsabilidad si no participó en las


deliberaciones donde se adoptó la resolución ilegítima y si no conoció la misma; y habiendo
participado, si dejó constancia de su protesta y dio noticias al síndico (en el caso de sociedades
anónimas, sociedades en comandita por acciones y sociedades de responsabilidad llmitada de mayor
capital a las que la ley hace aplicables las reglas de la sociedad anónima) o al órgano de fisc,alización
prescripto en el contrato social o a los demás socios (art. 274, segundo párr.).

93. EXTINCION DE LA RESPONSABILIDAD

La responsabilidad de los administradores y representantes se extingue si se aprueba su


gestión por los demás socios o por renuncia expresa de los socios a cualquier acción contra ellos o por
transacción resuelta por la asamblea o reunión de socios, siempre y cuando no se trate del caso de
violación de la ley, del estatuto o del reglamento social (art. 275).

94. INTERVENCION JUDICIAL DE LA SOCIEDAD

a) Concepto

En principio, los problemas entre los socios deben ser resueltos dentro de la misma sociedad,
con la intervención de sus respectivos órganos".
Según el tipo de sociedad de que se trate, el socio disc?nforme debe requerir la actuación de
todos los demás socios (caso de las sociedades personales o de interés o sociedad de responsabilidad
limitada común); o bien del síndico en las sociedades por acciones y de responsabilidad limitada
especial.,
Después de agotada esa vía, recién se considera legítimo que el socio recurra a la vía judicial a
plantear sus problemas o quejas contra la sociedad o sus órganos.
Cuando el socio o un grupo de socios cuestiona al órgano de administración de la sociedad
(gerencia o directorio), también debe, primero, agotar la vía societaria, recurriendo a la

11 Este principio básico es uniforme para nuestra doctrina naciónal: PERROTA, Salvador R., Intervención Judicial en
las Sociedades Comerciales, Abeledo-Perrot, 1965; FARGOSI, Horacio P., Suspensión de Admistradores de Sociedades Comerciales,
Abeledo Perrot; Couso, Juan Carlos, Intervención y Administración Judicial de Sociedades, Plus Ultra, 1983.
reunión de socios, al síndico y, finalmente, a la asamblea. Si no logra ser escuchado, entonces
le queda abierta la vía para ocurrir judicialmente pidiendo la remoción de los administradores
sociales. Es allí cuando puede plantear, como medida "cautelar", precaucional o precautoria, de tutela
inmediata de sus derechos y, especialmente, de protección de la subsistencia de la sociedad, el pedido
de intervención judicial.
La intervención judicial es, entonces, un instituto procesal que tiende, fundamentalmente, a la
protección de la sociedad misma, de su subsistencia y al regular funcionamiento de sus órganos. Sólo
subsidiaria o complementariamente es un medio de protección de los derechos del socio.
Es una medida esencialmente transitoria y revocable, que debe ser dejada sin efecto cuando
desaparezcan las causas que le dieron origen o bien cuando el juez resuelva en definitiva sobre el
pedido de remoción.

b) Procedencia (art. 113)


Art. 113. - Cuando el o los administradores de la sociedad realicen actos o incurran en omisiones que la pongan en
peligro grave, procederá la intervención judicial como medida cautelar con los recaudos establecidos en esta sección, sin
perjuicio de aplicar las normas específicas para los distintos tipos de sociedad.

La intervención judicial como medida "cautelar" es procedente cuando el administrador o los


administradores sociales realicen actos o incurran en omisiones que ponen en grave peligro la
subsistencia de la sociedad.
Dada esa situación fáctica, cualquiera de los socios puede demandar la remoción de esos
administradores y, como medida cautelar, dentro del juicio, puede solicitar la intervención judicial.

c) Requisitos de la petición de intervención (art. 114)


Art. 114.- Requisitos y prueba. El peticionante acreditará su condición de socio, la existencia del peligro y su
gravedad, que agotó los recursos acordados por el contrato social y se promovió acción de remoción.

Criterio restrictivo.
El juez aprociará la procedencia de la intervención con criterio restrictivo.
Para que la petición de intervención pueda ser acogida por el juez, la ley exige que el socio
acredite los siguientes hechos y circunstancias:
1) su calidad de socio, la que emanará del contrato social, de la posesión de títulos
representativos de acciones o de otra documentación que obre en su poder. En caso que el peticionante
no disponga de medios en su poder para probar su calidad de socio, podrá recurrir a la vía de las
"medidas preliminares" que autorizan las leyes procesales como "exhibición de libros", etcétera;
2) que agotó la vta societaria, recurriendo previamente a los órganos sociales pertinentes o a la
vía prevista por el contrato social;
3) que ha promovido la acción de remoción de los administradores, que es la vía judicial
apta para hacer procedente esta medida cautelar, que puede haberse pedido previamente o promoverse
juntamente con el pedido de intervención. Es decir que la intervención en sí misma no constituye el
centro de la acción judicial, sino que es sólo un aspecto dentro del juicio de re-moción de los
administradores; y, fundamentalmente, deberá probar:
4) la existencia de peligro y su grave&L(L Es decir peligro para la subsistencia de la
sociedad por existir hechos o circunstancias que la agreden y que hacen suponer que, de continuar,
repetirse o no ser impedidos, producirán como consecuencia la destrucción de la sociedad. La prueba
de este peligro y de su gravedad debe surgir de los elementos que acompañe el peticionante o de los
qué emanen de la actividad jurisdiccional del juez.
Todas estas circunstancias deben ser analizadas por el juez, quien debe, por exigencia legal,
apreciar la procedencia de la intervención con un criterio restrictivo.

d) Distintas "clases" de intervención (art. 115)


Art. 115.- Clases. La intervención puede consistir en la designación de un mero veedor, de
uno o varios coadministradores o de uno o varios administradores.
Misión. Atribuciones.
El juez fijará la misión que deberán cumplir y las atribuciones que les asigne de acuerdo con sus
funciones, sin poder ser mayores que las otorgadas a
los administradores por esta ley o el contrato social. Precisará el término de la intervención, el que sólo puede ser
prorrogado mediante información sumaría dc su necesidad.

En realidad se trata de diferentes "grados" de intervención, desde un simple veedor que “ve” por el juez
la situación existente en la sociedad, que analizará la documentación y realizará un informe; hasta el interventor
administrador que sustituye a los administradores sociales en sus derechos y obligaciones, pasando por un co-
administrador, es decir un delegado del juez que va a participar, juntamente con los administradores sociales
ysin destituirlos, de la administración futura de la sociedad.
Estos son los tres "grados" de intervención, y su misión será especificamente determinada por el juez,
que deberá señalarle sus atribuciones y deberes.

e) Duraclón de la Intervención

La intervención judicial debe ser dispuesta con una duración determinada. No puede ser sine die. El juez
debe fijar su término atento las circunstancias que rodean el caso y el tiempo probable que requerirá la
recomposición de los órganos sociales o la finalización del trámite judicial de remoción de los administradores.
El plazo de duración sólo podrá ser prorrogado mediante información sumaria de su necesidad. La ley no lo
expresa, pero es indudable que también puede ser dispuesta por el juez esa prórroga en atención a los informes
que produzca el interventor designado, u otras circunstancias que la justifiquen.
f) Facultades y deberes del interventor

En principio, el interventor no puede tener mayores facultades que las propias de los administradores
sociales segun el contrato respectivo, o las que señala la ley, en su caso.
De todos modos, para evitar inconvenientes, la ley obliga al juez a que fije o determine con precisión la
"misión" del interventor y las facultades con que cuenta. Señalará también las obligaciones que debe cumplir,
especialmente en cuanto a la información que deberá reunir y hacer llegar al juez.
g) Aspectos procesales (arts. 116y 117)

Art. 116. - Contracautela. El peticionante deberá prestar la contracautela que se fije, de acuerdo con las
circunstancias del caso, los perjuicios que la medida pueda causar a la sociedad ylas costas causidicas.

Art. 117. - Apelación. La resolución que dispone la intervención es apelable al solo efecto deyoluth,o.

La ley regula también aspectos eminentemente procesales como la "contracautela", esto es la garantía
que el juez debe exigir a quien solicite esta medida de intervención judicial. Esa garantía se fijará teniendo
presente los daños y perjuicios que la medida puede causar a la sociedad y también las costas judiciales (gastos y
honorarios) que irrogará este trámite.
La resolución judicial que ordena la intervención es apelable por la sociedad, pero el recurso no
suspende la ejecutoriedad de la medida dispuesta. Esto es lo que significa "al solo efecto devolutivo".

h) Criterios jurisprudenciales
No puede justificar la designación de administrador y aun de interventor de la sociedad anónima la intención de
obtener a través del mismo, antecedentes que hicieran al derecho de fondo que se supone vulnerado y con ello arrimar pruebas
que pudieran justificar aquél.
Capital Federal, Cám. Nac. Com., Sala A, 20-VII-1972, "Ducant y otros c. Transportes Saavedra, 5. A.", J.A.,1972, t.
16, pág. 284.

Razón de más para no admitir interferencia en la sociedad anónima, o, en su caso, designar interventor o
administrador mientras no haya sido considerada la cuestión por la asamblea debidamente convocada y constituida, la da el
artículo 353, Cód. Com., que autoriza a protestar contra las resoluciones de la asamblea, tornadas en oposición de las
disposiciones de la ley y de los estatutos, pudiéndose requerir del juez la suspensión de su ejecución y declaración de nulidad.
Capital Federal, Cám. Nac. Com., Sala A, 20-VII-1972, "Ducant y otros c. Transportes Saavedra Sociedad Anónima",
JA., 1972, t. 16, pág. 284.
La disconformidad de los socios singulares con la conducción de los negocios de la sociedad anónima, o la comisión
de presuntas irregularidades, deben llevarse a la deliberación de la asamblea y requerir de ella el pronunciamiento
correspondiente, sin que el temor o la presunción de que la mayoria aprobase la conducta objetada excuse la utilización de esa
instancia necesaria, que no cierra la via de la oportuna impugnación jurisdiccional de la decisión asamblearia.
Buenos Aires, Cám. 1º Bahia Blanca, 26-V-1970, "Fernández é Hijos, Sociedad Anónima", JA., 1970, t. 8, pág. 579.
Es procedente la intervención judicial de una sociedad anónima si en el pleito se discute la titularidad de un alto
porcentaje de acciones, el derecho del actor es veroslmil y quienes con las mencionadas acciones detentan actualmente el
control de la sociedad han convocado asambleas para decidir la disolución anticipada de la sociedad - decisión esta suspendida
judicialmente - y tomar resoluciones que hacen a su gobierno, ya que si bien la procedencia de dicha medida debe interpretarse
restrictivamente, las características del caso autorizan a apartarse de ese criterio, pues de lo contrario la administración podria
quedar sujeta, durante la sustanciación del pleito, al control de una minoría.
Capital Federal, Cam. Nac. Com., Sala B, 18111-1974, "Schiepe c. Cáceres, Cowan y otros", JA., 1973, t. 23, sec.
nac., nro. 23.254.

La jurisprudencia uniformemente establece restricciones para intervenir sociedades anónimas, puesto que las
cuestiones suscitadas de resultas de invocadas irregularidades deben ser sometidas a la decisión de sus órganos naturales
- asamblea - conforme a lo previsto en la ley y los estatutos.
Buenos Aires, Cám. 1' Civil y Comercial, San Martin, 14-VIII-1973, "Osle Suc.", JA., 1974, t. 21, pág. 580.

La intervención judicial de las sociedades sólo procede cuando ¡a situación anormal de las mismas impide el ejercicio
de los derechos de los interesados, de acuerdo con el contrato social, los estatutos o la ley, cuando habiéndose agotado todos los
procedimientos y recursos establecidos por tales decisiones, el funcic» namiento de la sociedad subsiste en su estado de
irregularidad. De lo contrario, la acción pública de la justicia habría sustituido enteramente la acción privada de esas
instituciones, transformándolas en sociedades oficiales y creando un sistema manifiestamente de oposición al que ha
reglamentado la legislación sobre la ma-teria.
La intervención judicial exige invocar causa legitima y no basta el pleito encaminado a la separación definitiva del
administrador social, se requiere como condición sine qua non que su conducta sea de tal naturaleza que la integridad del
patrimonio social se halle expuesto a serio peligro si no se obra con rapidez. Las simples divergencias entre los socios no
justifican la remoción del administrador y la designación del interventor si no hay peligro en la demora. Es que la remoción
anticipada del administrador no es sino adelantarse a una hipotética exclusión definitiva y supone motivo grave y urgente
necesidad.
San Juan, Cám. 1' Civil y Comercial y Minería San Juan, 15-X-1973, "Yanzon c. José Yanzon, Sociedad Anónima",
JA., Reseñas, 1974.

Es procedente la designación de un administrador provisorio de la sociedad si no se convoca a asamblea, ni se


confecciona el balance anual, haciendo imposible el control, sin que sea necesario exigir a los socios que acrediten el "peligro
en la demora" que se tornaría una prueba diabólica.
Corresponde designar administrador provisorio de la sociedad si no se rínde cuentas de la administración, se omiten
balances y la distribución de ganancias a los socios.
Buenos Aires, Cám. 1ª Mar del Plata, Sala 2, 04-X-1973, "Arbixu de Bottazini c. Hijos de Félix Arbizu 5. C.", JA.,
1974, t. 23, sec. prov., nro. 4052.
NOTAS A LA OCTAVA EDICION

1. JUR!SPRUDENCM
En este capítulo incorporamos loS siguientes fallos que es-timamos de importancia a los efectos de un
mayor esclarecimiento de los temas en él desarrollados.

83. CARACTERIZACION DE LAS FUNCIONES

La administración de la sociedad importa la deliberación de la decisión del órgano de ella y pertenece a su esfera
interna. Por el contrario, la representación se refiere a su vinculación con terceros e importa determinar si el acto realizado por
el representante societario es imputable a la sociedad, es decir, se refiere a su esfera externa.
Cám. Nac. Civ., Sala D, 20-XI-1995, "Visión S.A. e. L. de F., E.", L.L., 24-VI-1996, pág. 7, fallo 96.408, con nota de
Jose María Curá.

La representación se refiere a la actuación externa y las atribuciones del directorio, órgano colegiado y a la
administración interna.
Cám. Nac. Com., Sala C, 11-IX-1970, "Editorial Confort, Sociedad de Responsabilidad Limitada c. Chyc. Sociedad
Anónima", J.A., 1971, t. 10, sum. 314, pág. 573.

84. DOCTRINAS DEL MANDATO Y DEL ORGANO

Conforme la adopción de la teoría organicista por la ley de sociedades, los administradores no son mandatarios sino
funcionarios de la sociedad, ergo no son terceros los que actúan sino la sociedad misma y lo hacen con arreglo a las atribuciones
conferidas en el acto constitutivo.
La distinción precisa y absoluta entre la persona jurídica y sus miembros (art. 39, Cód. Civ. y artículo 2º, L.S.),
determina que la actuación de la persona jurídica compromete su propia responsabilidad y no la de los seres humanos, que con
sus actos configuran la actividad de aquélla.
Cám. Nac. Com., Sala B, 19-111-1990, Ficha nro. 8067, "J. Vázquez Iglesias c. Basterrechea S.A. s/sum.",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.
86. INSCRIPCION DE LA DESIGNACION Y CESACION (Art. 60)

La apariencia de representación por parte de un ex representante, negligentemente tolerada por la


sociedad, obliga a ésta y torna irrelevante la inscripeión registral de la cesación que se hubiera practicado.
Cám. Nac. Com., 24-IX-1990, Ficha nro. 10.708, "Puch SA. s/quiebra s/inc. de reposición", Repertorio
de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

1. Quien pretende hacer valer un poder revocado por asamblea extraordinaria, no puede ampararse en
las deficiencias formales de la convocatoria y celebración de aquella, si no ha mediado acción judicial de
impugnación contra su validez por parte de los interesados conforme al artículo 251, ley 19.550 - modil. por ley
22.093-, en tiempo oportuno y consiguiente decisión jurisdiccional en tal sentido.
2. No es razonable que el mandatario cuyos poderes han sido revocados por una porción relevante del
caudal social a través de una asamblea no impugnada por socio alguno, esgrima esa representación para obrar en
nombre de la persona ideal y contra quienes deben decidir la subsistencia del vínculo, pues se opone a ello elementales
principios de rectitud y fidelidad inherentes al mandato.
3. Por ineficaces que resulten los actos asamblearios no es razonable entender que el mandatario al que le han sido
revocados los pode-res, pueda esgrimir la representación societaria para obrar en nombre de la persona ideal y contra aquellos
que deben decidir la subsistencia del vínculo.
Cám. Nac. Com., Sala C, 29-IV-1991, "Beraja, Salomón y otra c. Beraja, David y otros", L.L., Repertorio L¡-1991,
pág. 1617.

1. La designación o cesación de administradores tiene efecto como tal desde el acto de decisión y no desde su
inscripción, dado el carácter - en principio - declarativo de esta última.
2. La inscripción produce una "apariencia engañosa" susceptible de inducir al tercero de buena fe a contratar con
aquel que, según las constancias registrales, está habilitado para representar a la sociedad.
La ley 0pta en el caso por proteger al contratante de buena le que tomó los recaudos necesarios para asegurarse de la
vigencia y la apariencia legal del mandato debiendo la sociedad soportar - a todo evento -las consecuencias derivadas de la
elección de representantes, máxime cuando ni siquiera ha sido inscripto el cese en el cargo del supuesto representante social.
3. No deben perderse de vista los imperativos de la seguridad jurídica y el interés de los terceros de buena fe, como
son los acreedores, a quienes no puede exigirse un constante examen sobre los antecedentes relativos a la forma de elegirse las
autoridades de una sociedad anónima.
Cám. Nac. Com., Sala C, 27-11-1990, "Balbi de Cevallos, ¡da c. Salaberry, Horacio s/sum.", R.D.C.O., año 23,
1990, pág. 776.
La registración prescripta por el artículo 60 de la ley 19i50 es de carácter declarativo por lo que el
directorio reviste tal carácter y se ex-presa a través de su presidente con prescindencia de la citada registración,
sin perjuicio desde luego de las consecuencias que la omistón de la inscripción pueda producir respecto de
terceros perjudicados que la invoquen conforme con lo dispuesto por los artículos 12 y 60 de la ley 19950.
Cám. Nac. Com., Sala A, 3-VIII-1977, “Trabajadores Transportistas Asociados c. Quinteros, José".

1. La sola cesión de cuotas no es suficiente para excluir al socio de su responsabilidad como


administrador. Para la oponibilidad de la ce-sión es menester su registración.
2. La Ley de Sociedades exige la registración como modo de liberarse - frente a terceros - de las
responsabil;dades que importa la dirección societaria.
Cám. Nac. Com., Sala D, 30-IV-1991, "Agrícola Ganadera La Marca S.R.L.", L.L., 13-11-1992.

La inscripción requerida por el artículo 60 de la ley 19.550 es meramente declarativa, ya que la designación
o cesación de administradores tiene efecto como tal, desde la decisión asamblearia, y no, desde el acto de
inscripción que sólo cumple una función de publicidad.
Cám. Nac. Com., Sala B, 17-111-1981, "Banco Río de la Plata, SA. c. Canto SA., Hilario L. y otro", L. L., 1981-C,
pág. 161.
87. RENUNCIA

No hay responsabilidad del director de una sociedad derivada de su renuncia, aun cuando ella haya sido intempestiva,
dejando a la misma sin el concurso de sus funciones como miembro del órgano de administración, en tanto no afectó el
mantenimiento del quórum, no impidiendo el normal funcionamiento del directorio.
En razón de la naturaleza del vínculo que une al director con la 59-ciedad, éste puede renunciar en cualquier momento
a su cargo y sin invocación de justa causa, como contrapartida del derecho de revocación ad nutum por la asamblea ordinaria
de accionistas, conforme lo prescribe el artículo 256, L.S.
Cám. Nac. Com., 31-X-1991, Ficha nro. 13.489, "Burmar SA. c. Marincovich Rodolfo Carlos y otro
s/cobro de pesos Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial

89. IMPUTACION A LA SOCIEDAD DE SUS ACTOS (Art. 58)

Infracción a la representación plural en pagarés

1. Los derechos del portador de un pagaré no resultan enervados si recibió el título con una firma auténtica, emanada
de persona idónea,
para obligar a la entidad demandada, aun cuando se alegne infracción a la representación plural, dado que quien crea
una apariencia se hace prisionero de ella.
Corresponde excluir la oponibilidad a terceros de las reglas estatutarias de representación, cuando la conducta del
accionado ha sido apta para crear una apariencia en la atribución de las facultades invocadas por el suscriptor del título, aun en
infracción a lo dispuesto por los estatutos.
2. De conformidad con el artículo 58 de la ley 19.550, que sienta un principio general aplicable a las asociaciones
por extensión, la falta de firma del tesorero en el documento librado con la firma del presidente de la asociación, aun
cuando fuera necesaria según los estatutos, no resulta oponible a la actora ejecutante de un pagaré ni afecta a la habilidad del
título (de la sentencia de primera instancia).
3. La firma del pagaré acompañada del sello con el cargo desempeñado en la sociedad y el nombre social consignado
en el espacio destinado al nombre del librador, importan conlemplatio domine que descarta la imputación personal (de la
sentencia de primera instancia).
Cám. Nac. Com., Sala A, 27-X-1993, "Flores, Sergio c. Mutual de Obreros y Empleados del Estado", L.L., 1994-E,
pág. 422, con nota de Osvaldo Solan Costa, E.D., 157-647.

El gerente general de una sociedad anónima, atento su calidad de factor (art. 146, Cód. Com.), poseyendo
representación suficiente para todos los actos del giro ordinario de su administrada (en el caso contratación de un servicio de
transporte) se encuentra habilitado para el otorgamiento de un reconocimiento de deuda y el establecimiento de una cláusula
penal, ya que la prevención del incremento de lo debido resulta un acto propio de la administración ordinaria.
Cám. Nac. Com., 21-XII-1990, "Rius SA. c. El Peregrino SA. s/sum.", L.L., 25-11-1992.

Infracción a la representación plural

La transgresión de la representación plural no puede perjudicar a terceros dentro de los límites impuestos por el
artículo 58, L.S., también aplicable al ámbito procesal, salvo situaciones de excepción.
Cám. Nac. Com., 23-VIII-1990, "Sniafa SA.l.C. c. Canning Textil S.CA. s/sum.", Repertorio de Jurisprudencia de la
Cámara Comercial

1. La firma o nombre social mediante el cual se establece la asunción de la obligación por la sociedad, debe
presentarse con tal claridad, que indique la actuación de un ente colectivo y no la de una o varias personas de existencia visible.
2. Si las limitaciones de facultades para obligarse cambiariamente surgieran del contrato social o de los
estatutos, la transgresión a aquélla será inoponible por parte de la sociedad a los terceros.
Este régimen se aplica aun en infracción a la organización plural si de títulos valores se trata, siempre y
cuando los actos no sean extraños al objeto social o que el tercero (uviera conocimiento efectivo de que el acto
se celebra en tales condiciones.
3. La carga de la prueba del conocimiento por el tercero de la transgresión señalada, reposa en cabeza
de la sociedad.
Cám. Nac. Com., 7-V-1990, "Tampoil SA. c. Uder de Alimentos SA. s/ejec.", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

La apariencia de representación por parte de un ex representante, negligentemente tolerada por la


sociedad, obliga a ésta y torna irrelevante la inscripeión registral de la cesación que se hubiera practicado (del
dictamen del fiscal de Cámara).
Cán'. Nac. Com., 24-IX-1990, Ficha nro. 10.708, "Puch SA. siqulebra 5/inc. de reposición", Repertorio
de Jurisprudencia de la Cámara Comercial

Reconocida la facultad otorgada al mandatario para librar cheques contra la cuenta de su principal - y en
su nombre-, tal actuación es imputable a la sociedad mandante aun en infracción al régimen del apoderamiento.
Cám. Nac. Com., 10-X-1990, "La Farola Norte S.R.L. siconcurso s/inc. de revisión del crédito de Gandulfo, Jorge",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

1. La circunstancia de que el firmante de los tíÉulos en base a los cuales se pide la quiebra a una asociación
civil, habría cesado en el cargo a la fecha de suscribirlos, no exonera a la entidad de las consecuencias del
libramiento, si tales antecedentes no fueron conocidos por el acreedor al recibir los títulos de crédito.
2. La entidad deudora debe responder por los actos obrados por su ex-mandatario luego de la extinción
del vínculo - circunstancia desconocida por el acreedor-, máxime silos títulos cartáceos aparecen rodeados de un
conjunto de signos exteriores que les confieren una apariencia de regularidad, sellos, etcétera, incluso la ftrma
del tesorero, que aut(> rizan prima facie a excluir la eventual mala fe del beneficiario.
Cárn. Nac. Com., 19-X-1990, "Club Deportivo Español (Asoc. Civil) s/pedido de quiebra por Vera, 1.",
ReNflorio de Jurisprudencia de ja Cámara Comercial.

1. La suscripción del empleado de una sociedad de un documento con membrete de esta última, crea una
situación que puede generar válidamente la apariencia jurídica de que dicho empleado era persona autorizada
para obligar al ente.
2. En el ámbito societario se ha interpretado el artículo 58 de la ley 19.550 en favor de los terceros de buena fe
utilizandose la doctrina de la apariencia jurídica; en virtud de la cual se acepta como válido el acto de un dependiente,
aún luego de negado como autorizado por parte del principal.
3. La negativa genérica formulada en el responde referente a la documentación acompañada por la
actora está desprovista de significación a los efectos del artículo 356, inciso 1º, CPCCN.
Cám. Nac. Com., Sala C, 22-11-1991, "Giacardi, Lucía M. e. Veveloyanis Propiedades S.R.L.", E.D.,
12-111-1992.

Suscripción por el vicepresidente de tíulos valores

Si el vicepresidente de la sociedad se halla facultado para reemplazar al titular en caso de ausencia o


impedimento, corresponde, si la sociedad niega las obligaciones contraídas por aquél al suscnbir pagarés, que
desconozca la configuración de los extremos que autorizan tal actuación y lo demuestre siquiera indiciariamente,
máxime cuando la ausencia fue prevista como extremo puro y simple no sujeto a motivo o modalidad alguna, de
modo tal que no puede ser estimado hecho extraordinario.
Cám. Nac. Com., Sala D, 30-IV-1990, "Americana de Televisión SA. c. Cable Visión Corrientes SA.",
L.L., 1992-C, pág. 182, con nota de Pablo Carlos Barbien; J.A., 1990-111-327; E. D., 140-529.

1. Un gerente general de sociedad anónima debe ser visto en derecho como el factor del Código de Comercio,
y por lo tanto con representación suficiente para todos los actos del giro ordinario.
2. Un representante con habilitación para concertar los negocios del giro ordinario de una sociedad, carece de ella
para establecer un pacto punitorio complementario, porque esto puede exceder lo corriente en el tráfico de la representada; pero
si el presunto representante debe ser juzgado como factor, esta persona está facultada para concertar una cláusula penal, en
tanto no haya sido invocado y probado que el compromiso de pagar más, en el supuesto de pagarse tarde,
constituya una convención francamente exorbitante y ajena a toda práctica. Una cláusula penal que prevea solamente el
incremento de lo debido es propia de la administración ordinaria.
Cám. Nac. Com., Sala D, 21-XII-1990, "Rius SA. c. El Peregrino SA.", L.L., 25-11-92, "IDEM Ecomad
Construcciones Portuarias SA.", L.L., 29-XI-1991.

Representación plural

1. El artículo 58, L.S., admite la idoneidad en favor de terceros de los instrumentos vinculantes
suscriptos por el representante legal de la sociedad aún cuando en ellos este último infrinja la necesidad de una
representación plural prevista en los estatutos; pero tal principio cede cuando el tercero conoce, al
tiempo de contratar, que el sujeto actuante carece de facultades representativas.
2. Quien concertó un acto sabiendo que el mismo estaba viciado por violar la normativa sobre representación
social de la aparente obligada principal, no puede invocar su personal infracción para obtener un beneficio; pues
la ineficacia del falsus pmcura'or protege a la entidad mal representada, pero el exceso no es invocable por la
persona individual que lo cometió.
Cám. Nac. Com., Sala D, 6-VíII-1991, "Banco de Crédito Rural Argentino SA. (en liq. B.C.RA.) c.
Estrella de Mar SA.", E.D., 12-111-1991.

Director único: firma del director suplente

En el caso de director único, puede ser asimilada la firma del director suplente a la del vicepresidente,
en el sentido de serle aplicable la jurisprudencia que señala que el último tiene idénticas facultades que el
presidente y las puede ejercer indistintamente con éste.
Cám. Nac. Com., Sala B, 30-VlI-1990, "Lumiere Propaganda Soc. de hecho c. Chenay SA.", R.D.C.O.,
año 23, 1990-B, pág. 794.

Firma de cheques por el vicepresidente

Si los cheques en ejecución fueron suscritos por el vicepresidente de la sociedad (quien la representa,
según su estatuto, en caso de ausencia o impedimento del presidente), cabe presumir que alguno de los dos
hechos se configuraron, sin que parezca posible, frente a terceros, admitir prueba en contrario.
Cám. Nac. Com., Sala A, 25-X-1988, "Lagares, Rodolfo Rugo y otro c. Domingo Ilvento SA.I.C.I.FA.
slejecutivo", R.D.C.O., año 22, 1989, pág. 238.

Firma de cheques: imputación a la sociedad, antefirma

1. En el caso de los cheques la firma de las personas físicas autorizadas por la persona jurídica al
efectuar la solicitud y suscribir el contrato de cuenta corriente bancaria y el pacto de cheque obliga a la persona
jurídica.
2. La constancia del nombre de la persona jurídica en el anverso del cheque, a la izquierda de la firma,
constituye suficiente "antefirma" y un modo de imputar la responsabilidad a un sujeto distinto del firmante, lo
que excluye la responsabilidad del suscriptor material.
3. La suspensión de la prescripeión prevista en el artículo 3986 del Código Civil, es de aplicación
también en materia comercial.
4. La carta documento remitida a quien resultaba ser el presidente de la sociedad anónima y suscriptor
del cheque que se ejecuta, no
obstante ser un sujeto de derecho distinto no puede escindirse del carácter de representante legal de la
sociedad comercial libradora, deviene apta para suspender la prescripción que se encontraba corriendo en
relación a su representada.
Cám. la., Civ. y Com., Mar del Plata, Sala II, 20-IX-1994, "Vizcay, Jorge A. c. Osmapa SA. y/u otra",
L.L, Buenos Aires, diciembre de 1994, pág. 945.

90. OBLIGACIONES DE LOS ADMINISTRADORES SOCIALES (Art. 59)

El patrón de apreciación de conducta que brinda el artículo 59 de la Ley de Sociedades (Adia, XLIV-B,
1310): "diligencia del buen hombre de negocios", impone la previsión de acontecimientos que no resultan
absolutamente desacostumbrados en el ámbito de la actividad de la que se trata según la experiencia común.
Cám. Nac. Com., Sala D, 9-Ix-1995, "Estancias Procreo Vacunos SA. c. Lenzi, Carlos y otros", L.L.,
12-IV-1996.

1. Es función de cualquier integrante del órgano de administración de una sociedad de responsabilidad


limitada, aun cuando no haya actuado en los hechos que motivan la calificación de conducta, el control de la
totalidad de la gestión empresaria. El incumplimiento de tal carga da lugar a la culpa in vigilando.
2. La alienidad en el ejercicio de la administración de la sociedad de responsabilidad limitada debe ser
reprochada, pues los demás socios integrantes de la gerencia no quedan liberados de la mínima obligación de
vigilar el regular desenvolvimiento de la empresa.
3. Es condición lógica de la calificación de conducta fundada en lo previsto por el artículo 235, inciso 1º de la
ley 19.551, la indicación precisa de los valores faltantes que conformaban el activo de la sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala C, 28-XI-1994, "Constructora Spinillo S.R.L. slquiebra", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial

Los directores de una sociedad anónima han obrado en oposición al interés social al quebrantar el deber
de lealtad debido a la sociedad, cuando usando la információn adquirida en el desempeño de sus cargos y la
invalorable colaboración de los ex-dependientes - que también tuvieron acceso a informaciones confidenciales
de uso interno-, se lanzan a competir con ella a fin de obtener ganancias impropias, con lo cual le ocasionan un
innegable perjuicio, que los hace pasibles de la acción social de responsabilidad.
Cám. Nac. Com., Sala A, 31-X-1991, Ficha nro. 13.488, "Burmar SA. c. Marincovich Rodolfo Carlos y
otro sicobro de pesos", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial
91. RESPONSABILIDAD

Acreditado el comportamiento doloso de los directores de una sociedad anónima, éstos responden por
los daños materiales que sean consecuencia inmediata y necesaria del incumplimiento de la obligación, y
también por aquellos que sean consecuencia mediata del mismo (arts. 520 y 521, Cód. Civ.), entendiéndose por
"consecuencia mediata" aquellas que resultan de la conexión del incumplimiento con un aconteimiento distinto y
que han podido preverse (arts. 901 y 904, Cód. Civ.). Deben concurrir un factor subjetivo, el de su previsión o el
de su previsibilidad; y otro objetivo, el de su conexión con un acontecimiento distinto.
Cám. Nac. Com., Sala A, 31-X-1991, Ficha nro. 13.489, "Burmar SA. c. Marincovich, Rodolfo Carlos y
otro sicobro de pesos", ReNitorio de Jurisprudencia de la Cámara ComerciaL

La responsabilidad de los directores de las sociedades sólo cabe cuando exista una relación de dominio
sobre la causa del resultado, por lo que si en una empresa el dominlo material sobre las cosas se da
escalonadamente, cada co-titular de la custodia será responsable según la parte de dominio que mantenga sobre
ella.
Cám. Fed., San Martín, 26-VIII-1992, "Contaminación Río Reconquista", L.L., 1993-E, pág. 338; DJ.,
1993-1-195; E. D., 150-388.

Respecto a la alegada (aunque no acreditada) falta de intervención en los negocios de la sociedad,


aparece negligente la conducta de aquel, cuya actuación se denuncia como meramente formal, frente a actos
sociales constitutivos de causales de conducta culpable, consumando una suerte de culpa in vigilando (E.D., 121-
163, 29-220-250). La condición de miembro del órgano administrativo importa la extensión de las calificantes
atribuibles a la conducta de la fallida, mientras el imputado no acredite una justificación subjetiva (Cám. Nac. Com.,
Sala D, 29-XII-1978, L.L., 1979-B, pág. 336).
Cám. Ap. Civ. y Com., Circ. II, Río Negro, Se. Nº 527/93, "Cerfrut SA. siquiebra suncidente de
calificación de conducta", 14-X-1993.

94. INTERVENCION JUDICIAL DE LA SOCIEDAD

b) Procedencia (art. 113>

La intervención judicial de las sociedades sólo procede cuando la situación anormal de las mismas
impide el ejercicio de los derechos de los interesados, de acuerdo con el contrato social, los estatutos o la ley,
cuando habiéndose agotado todos los procedimientos y recursos establecidos por tales decisiones, el funcionamiento de la
sociedad subsiste en su estado de irregularidad. De lo contrario, la acción pública de la justicia habría sustituido enteramente la
acción privada de esas instituciones,
transformándolas en sociedades oficiales y creando un sistema manifiestamente de oposición al que ha
reglamentado la legisiación sobre la materia.
La intervención judicial exige invocar causa legítima y no basta el pleito encaminado a la separación
defmitiva del administrador social' se requiere como condición sine qua non que su conducta sea de tal
naturaleza que la integridad del patrimonio social se halle expuesto a serio peligro si no se obra con rapidei Las
simples divergencias entre los socios no justifican la remoción del administrador y la designación del interventor
si no hay peligro en la demora. Es que la remoción anticipada del administrador no es sino adelantarse a una
hipotética exclusión defanitiva y supone motivo grave y urgente necesidad.
Cám. 1' Civ. y Com. y Minería San Juan' '5-X-1973, "Yanzon e.
José Yanzon' Sociedad Anóniina", JA., Reseñas, 1974.

No puede justificar la designación de administrador y aun de interventor de la sociedad anónima la


intención de obtener a través del mis-mo, antecedentes que hicieran al derecho de fondo que se supone
vulnerado y con ello arrimar pruebas que pudieran justificar aquéL
Cám. Nac. Com., Sala A, 20-VII-1972, "Ducant y otros c. Transportes Saavedra, SA.", JA., 1972, t. 16,
pág. 284.

Características particulares del caso: discusión de la titularidad de un alto porcentaje de acciones

Si no se conjecciona balance ni se con voca a asamblea

Es procedente lá designación de un administrador provisorio de la sociedad si no se convoca a


asamblea, ni se confecciona el balance anual, haciendo imposible el control, sin que sea necesario exigir a los
socios que acrediten el "peligro en la demora" que se tornaría una prueba diabólica.

Corresponde designar administrador provisorio de la sociedad si no se rinde cuentas de la


administración, se omiten balances y la distribución de ganancias a los socios.
Cám. 1º Mar del Plata, Sala 2, 4-X-1973, "Arbizu de Bottazini c. Rijos de Félix Arbizu S.C.", JA.,
1974, t. 23, sec. prov., nro. 4052.

Aguiamiento de los remedios sociales

Si de los hechos relatados y documentación acompañada se advierte que se ha cumplimentado el


agotamiento de los remedios sociales en tanto se acredita que no se dio explicación satisfactoria en los términos
del artículo 294, inciso 6º, L.S., a los requerimientos formulados por una accionista, a lo que cabe agregar un
ejercicio de la mayoría en viola-
ción del interés social o de las reglas legales o estatutarias bajo las que se gobierna la sociedad y el
comportamiento que se censura a los directores, configuran supuestos que sirven de sustento suficiente para la
designación de un veedor, determinando en forma espeelfica los alcances de la veeduría, ya que a tenor de lo
dicho el peligro grave al que alude el artículo 113, L.S., surge de los hechos invocados con incidencia en el
patrimonio social.
Cám. Nac. Com., Sala A' 29-v'II-1990, "Murchison, Renata c. Murchison Estibajes y Cargas Ind. y
Com. s/Inc. Med. Cautelares", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial

Sociedad de hecho. Rendición de cuenras. Designación de mrer"entor judicial Improcedencia

Resulta improcedente en una acción en la que se ventilan pretensicnes de rendición de cuentas y


remoción de administrador en una sociedad de hecho, la designación de interventor judicial con desplazamiento
del órgano de administración, no sólo en virtud del carácter frregular del ente, sino también porque por esa vía se
lograría anticipadamente gran parte del resultado buscado a través del proceso, lo cual desvirtuaría el carácter meramente
cautelar de la medida mencionada, confundiéndose con el objeto de la pretensión a obtenerse recién con el dictado de la
sentencia definitiva.
Cám. Nac. Com., 30-IV-1990, Ficha nro. 8358, "Guervitz, Jorge Daniel c. Dati, José simedida cautelar",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

Sociedad irregular. !nier'ención judicial hnprocedencia

1. La medida cautelar de intervención judicial que regulan los artículos 113 y siguientes de la ley 19.550 y
222 y siguientes del Código Procesal, en principio, no resulta procedente respecto de sociedades no constituidas
regularmente.
2. Si no se ha promovido la acción de remoción del administrador de la sociedad irregular, la
intervención judicial prevista en los artículos 113 de la ley 19.550 y 222 del Código Procesal carece de respaldo
instrumental que la justifique.
Cám. Nac. Com., Sala C, 28-XI-1994, "Russo, Alfredo c. Alvarez, Sergio", L.L., 27-VI-1995.

c) Requisitos (art. 114)


La jurisprudencia uniformemente establece restricciones para intervenir sociedades anónimas, puesto
que las cuestiones suscitadas de resultas de invocadas irregularidades deben ser sometidas a la decisión
de sus órganos naturales - asamblea - conforme a lo previsto en la ley y los estatutos.
Cám. 1º Civ. y Com., San Martín, 14-VIII-1973, "Osle Suc.", J.A., 1974, t. 21, pág. 580.

1. Acreditado por los accionistas que representan el 2% del capital social el incumplimiento de la
sindicatura en su deber legal de informar, deben ellos encontrar en el órgano jurisdiccional una decisión sobre la
exigibilidad de tal debeT.
2. El incumplimiento por parte de la sindicatura de su deber de informar implica un peligro grave para
la sociedad, por lo que habiéndose acreditado la calidad de socios, promovida la acción de remoción
correspondiente, y encontrándose agotados los recursos societarios, corresponde ácceder a una medida cautelar, de
conformidad con lo establecido por el artículo 115, L.S., y con el criterio restrictivo con que cabe apreciar la procedencia de
este tipo de medidas.
Cám. Nac. Com., Sala A, 28-XI-1990, "Lucioni Natalio Francisco y otros clOniria SA. s/sum.", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

d) Distintas clases de intervención (art. 115)

Nombramiento de un veedor

Encontrándose en litigio la titularidad de cierta cantidad de acciones - en el caso, el 50% de las acciones emitidas por
una sociedad - procede hacer lugar al pedido de suspensión del derecho a voto de ellas y designación de un veedor, solicitado
por el tenedor de las acciones que aun no figura como socio registrado a fin de que se lo mantenga informado sobre el
desarrollo de la actividad de la sociedad.
Disidencia parcial del doctor Cuartero:
Atento el carácter restrictivo con que debe apreciarse la procedencia de medidas de la especie de que aquí se trata (art.
114, L.S., in fine) resulta improcedente la intervención solicitada aun cuando se trate de una mera veeduría, bastando disponer
la suspensión del derecho de voto respecto de las acciones en litigio.
Cám. Nac. Com., 3-XI-1993, Ficha nro. 17.590, "Mackinlay, Carlos c. D.H.L. Internacional SA. s/sum. 5/ifle. de
apelación", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

Nombramiento de un co-director

La intervención judicial de una sociedad requiere que el perjuicio que se invoque a esos fines sea de
naturaleza tal que exista un verdadero peligro en la demora en su designación, relativo al interés social, debiendo, por otro
lado, tenerse presente que la procedencia de dicha cautela
deberá ser apreciada con criterio restrictivo, tanto más si se trata de una sociedad anónima, cuya
complejidad estructural exige que las vicisitudes que puedan comprometer dicho interés deban resolverse en las
issstancias internas. Por ende, en el sub indice, si bien Pri'ia facie se ha juggado como violatoria de lo dispuesto
en el artículo 273 de la Ley de Sociedades la actividad que estaría desarrollando un director, ante la falta de
datos concretos que permitan evaluar el eventual daño que tales actos en competencia habrían irrogado a la
sociedad, no será procedente acceder a la intervención solicitada, sino que se dispondrá el nombramiento de un
co-director, sin desplazar al directorio vigente, quien deberá informar al Tribunal de grado sobre los hechos
denunciados por el requlrente en forma quincenal y por el espacio de cuatro meses.
Cám. Nac. Com., Sala A, 8-111-1995, "Pérez Cotapos Larrain, Julio c. Hinz, Pablo y otros simed.
precaut. s/inc. de apel.", E.D., 25-111-1996.

Intens¡ficación de la medida Administración plena "por desorden administrativo y contable.


Carácterprovisional del dispositivo precautorio

1. El informe del ex-administrador judicial, describiendo la existencia de un desorden administrativo y


contable de la sociedad (no discutido por el ente), justifica la intensificación de la intervención con desplazamiento
de los miembros del órgano de administración, en reemplazo de la co-administración primitivamente dispuesta, a fin de
conjurar una situación de grave peligro social y a obtener la normalización y reorganización de la vida societaria.
2. No empece a lo concluido que las situaciones que motivaran el agravamiento de la cautelar sean o no
sobrevinientes a las anteriores medidas decretadas por el magistrado interviniente o que pudieran haber estado ya presentes
antes de disponerse éstas, pues el carácter meramente provisional o mudable que caracteriza a este tipo de dispositivos
precautorios de acuerdo con el ordenamiento ritual, permite que el juez modifique los alcances conforme a la evolución de las
circunstancias que las determinaron, teniendo en cuenta no solamente los hechos nuevos que pudieran haberse suscitado, sino
también acontecimientos anteriores completamente ignorados, o por lo menos, desconocidos en cuanto a su verdadera
dimensión o alcance.
Cám. Nac. Com., Sala C, 13-11-1990, "Flouret, Teresa c. Irusta Cornet, José s/sum.", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

Nulidad de asamblea. h:tervención judicial. Desig,iación de un veedor

1. A fin de declarar la nulidad de la asamblea debe acreditarse una verdadera situación de riesgo que
imponga la necesidad de tal intervención del Estado en los negocios de los particulares.
2. Al ser la intervención judicial una medida cautelar societaria de excepción debe aplicarse con
criterio restrictivo, debiendo el órgano judddiccional tratar con prudencia todo lo que importe interferencia
societaria.
3. Designado un interventor veedor puede peticionarse la transformación de esa medida si
concurren, durante el desarrollo del juicio, elementos que así lo aconsejen.
Cán'. Nac. Com., Sala B, 11-IX-1995, "Arcondo, Ignacio G. c. Tambos del Comahue S.A.", L.L., 2-V-
1996.
2 DOCTR¡NA

Sobre los temas tratados en este capítulo, se pueden consultar los siguientes trabajos:

Colombres, Gervasio R., "Extensión de las facultades del órgano de administración", R.D.C.O., 1977,
pág. 625.
Falcón, Enrique M., "Intervención y administración provisoria judicial", R.D.C.O., 1971, pág. 715.
Gaibisso, César A. - Mariscotti, Raúl E. P. P., "Consideraciones sobre la intervención judicial en las
sociedades comerciales", L.L., 11-11-1993.
Halperin, Isaac, "En torno de la intervención judicial de la sociedad anónima", R.D.C.O., 1974, pág.
351.
Zaldívar, Enrique, "El sistema de administración social, la intervención judicial y el principio de
conservación de la empresa", R.D. C. O., 1979, pág. 63.
Zannoni, Eduardo A., "Intervención judicial de sociedades solicitada por terceros", R.D. CO., 1982, pág.
751.
CAPÍTULO VIII
DE LA DOCUMENTACION Y LA CONTABILIDAD

95. NOCIONES GENERALES


Es sabido que desde antiguo los comerciantes acostumbran reflejar sus actos y operaciones comerciales
en libros de comercio y que el procedimiento de registración de esos actos y operaciones es lo que denominamos
"contabilidad".
La contabilidád de un comerciante exhibe, entonces, todas sus operaciones: las de comprá; las de venta;
los pagos; los cobros; los créditos; las deudas; las adquisiciones de bienes que ingresan a su patrimonio; las
ventas que disminuyen su patrimonio; etcétera.
La contabilidad sirve pues para reflejar la situación en la que se encuentra un comerciante o una
sociedad comercial: su patrimonio, sus créditos, sus obligaciones, sus disponibilidades. Por ello la ley obliga al
comerciante a llevar determinados "libros" de contabilidad (como nuestro Código de Comercio que exige que el
comerciante lleve los libros "Diario", y el de "Inventarios y Balances"). Esos libros deben ser "rubricados" ante
el Registro Público de Comercio del domicilio social.
Una contabilidad regular presupone "asientos" contables pasados en forma diaria, correlativamente, sin
dejar blancos, sin enmiendas ni raspaduras sin salvar; y efectuados en los libros correspondientes.
Una contabilidad regular facilita al comerciante su tarea, le sirve de prueba en los juicios y le posibilita
una solución preventiva en caso de concurso comercial y le evita una calificación de fraudulenta o culposa de su
conducta en caso de quiebra.
96. MEDIOS MECANICOS Y OTROS (Art. 61)
Art. 61.- Estado de resultados. Podrá prescindirse del cumplimiento de las formalidades impuestas por el artículo 53
del Código de Comercio para llevar los libros en la medida que la autoridad de control o el Registro Público de Comercio
autoricen la sustitución de los mismos por ordenadores, medios mecánicos o magnéticos u otros, salvo el de Inventarios y
Balances.
La petición deberá incluir una adecuada descripción del sistema, con dictamen tácnico o antecedentes de su
utillzación, la que, una vez autorizada, deberá transcnbirse en el libro de Inventarios y Balances.
Las pedidos de autorización se considerarán automáticamente aprotbados dentro de los treinta (30) dias de efectuados,
si no mediare observación previa o rechazo fundado.
El libro Diario podrá ser llevado con asientos globales que no coniprendan períodos mayores de un (1) mes.
El sistema de contabilización debe permitir la individualización de las operaciones, las correspondientes cuentas
deudoras y acreedoras y su posterior verificación, con arreglo al artículo 43 del Código de Comercio.

La Ley de Sociedades comerciales permite el empleo de libros tradicionales o de "medios mecánicos" o de otro
tipo (computación, por ejemplo), en reemplazo de aquéllos o como complemento de los libros. Deberá solicitarse
la respectiva autorización a la autoridad de control o al Registro Público de Comercio, acompañando una
descripción del sistema a utilizar y dictamen técnico o antecedentes de su utilización. La autorización debe
transcribirse en el libro de Inventarios y Balances.
Nuestra legislación, como es ya principio universal en la materia, exige el sistema de "partida doble".
La contabilización de las operaciones debe permitir su individualización, así como la determinación de
sus correspondientes cuentas deudoras y acreedoras.
La contabilidad debe respaldarse en la "documentación", que debe conservar el comerciante y que será
la prueba de la regularidad y corrección de sus asientos contables.
La legislación ha previsto la agilización de las registraciones en el libro Diario, permitiendo asientos globales
mensuales, y autorizando que por medios mecánicos auxiliares se puedan efectuar los asientos diarios y
singulares1.

1 Cabe señalar el peligro potencial de una autorización generíca de utilización de medios teenicos sofisticados en
reemplazo de los tradicionales sistemas de registraciones contables; lo que se acrecienta con la posibilidad de asientos globales.
97. OBLIGACIONES DE LAS SOCIEDADES (Art. 62)
Art. 62. - Aplicación. Las sociedades deberán hacer constar en sus balances de ejercicio la fecha en que se cumple el
plazo de duración. En la medida aplicable según el tipo, darán cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 67, prímer párrafo.
Las sociedades de responsabilidad Innitada cuyo capital alcance el importe fijado por el artículo 299, inciso 2') y las
sociedades por acciones deberán presentar los estados contables anuales regulados por los artículos 63 a 65 y cumplir el artículo
66.
Sin perjuicio de ello, las sociedades controlantes de acuerdo al artículo 33, inciso lc>), deberán presentar como
información complementaria, estados contables anuales consolidados, confeccionados con arreglo a los principios de
contabilidad generalmente aceptados y a las normas que establezca la autoridad de contralor.

Principio general.
Cuando los montos involucrados sean de insignificancia relativa a los efectos de una apropiada interpretación, serán
incluidos en rubros de conceptos di-versos. Con el mismo criterio si eldstiesen partidas no enunciadas espedficamente, pero de
significación relativa, deberán mostrarse por separado.
La Comisión Nacional de Valores, otras autoridades de contralor y las bolsas, podrán exigir a las sociedades incluidas
en el artículo 299, la presentación de un estado de origen y aplicación de fondos por el ejercicio terminado, y otros documentos
de análisis de los estados contables. Entiéndese por fondos el activo corriente, menos el pasivo corriente.

Ajuste.
Los estados contables correspondientes a ejercicios completos o períodos intermedios dentro de un mismo ejercicio,
deberán confeccionarse en moneda constante.
El artículo 62 de la ley 19.550, modificado por la ley 22.903, prescribe que las sociedades deben hacer
constar en sus balances anuales la fecha en que se cumple el plazo de duración de ellas.
Las sociedades deben dejar copias de sus balances en la sede social y de los demás documentos
contables anuales, a disposición de los socios.
Como norma general, para todos los documentos contables, este artículo 62 preceptúa que cuando los
montos involucrados sean insignificantes, pueden ser incluidos en partidas o

Por ello deberá exigirse en todos los casos que el sistema adoptado permita la individualización de las operaciones
y la de las correspondientes cuentas deudoras y acreedoras, como la debida réserva de la documentación que respalda dichos
asientos contables.
rubros distintos y, con igual criterio, si existen partidas no de-terminadas específicamente pero de
significativa importancia, deberán enunciarse por separado. De este modo se pretende otorgar la máxima
claridad y transparencia a la información que se debe suministrar a los socios y terceros que contraten con la
sociedad.
Las sociedades de responsabildad limitada especiales (las de mayor capital, sujetas al control estatal) y
tas sociedades por acciones tienen obligación de presentar a sus socios estados contables anuales que consten de:
balance, estado de resultados (cuenta de ganancias y pérdidas del ejercicio), las notas complementarias y cuadros
anexos al balance y confeccionar una Memoria, en lós términos y con el contenido referido en el artículo 66.
La ley 22.903 incluyó la obligación de las sociedades controlantes del artículo 33, inciso lº, de
presentar, como información complementaria, estados contables anuales consolidados que serán confeccionados
conforme las normas que dicte la autoridad de control y las prácticas y principios generalmente aceptados. Este
balance consolidado no debe ser sometido a la aprobación de la asamblea, sino que és una información
complementaria para los socios 2.
La norma autoriza a la Comisión Nacional de Valores, bol-sas de comercio y autoridades de control, a
exigir a las sociedades incluidas en el artículo 299 una mayor información.
Los estados contables deben ser ajustados por la inflación, de modo de exhibir en su confección una
moneda constante.

98. BALANCE (Art. 63)


Art. 63. - En el balance general deberá suministrarse la información que a continuación se requiere:

2 NAzAR ESPECHE, en la obra citada, destaca la importancia de esta reforma y su necesidad ha sido puesta de relieve en reiteradas
oportunidades con espocial referencia a las relaciones transnacionales; op. cit, pág. 20. Cabe señalar que el Consejo Profesional de Ciencias
Económicas de la Capital Federal ha prescripto por resolución C. 135/84 las normas que se consideran como "príncipiós de contabilidad
generalmente aceptados", a efectos de la confección de los balances "consolidados" que deben elaborar las sociedades contrelantes.
1'> En el activo:
a) El dinero en efectivo en caja y Bancos, otros valores caracterizados por similares principios de liquidez, certeza y
efectividad, y la moneda extranjera;
b) Los créditos provenientes de las actividades sociales.
Por separado se indicarán los créditos con sociedades controlantes, controladas o vinculadas, los que sean litigiosos, y cualquier otro
crédito.
Cuando corresponda, se deslucrán las previsiones por créditos de dudoso cobro y por descuentos y
bonificaciones;
c) Las bienes de cambio, agrupados de acuerdo con las actividades de la sociedad. Se indicarán
separadamente las eristencias de materias primas, prcductos en prOcesO de elaboración y terminados, mercaderías de reventa o
los rubros requeridos por la naturaleza de la actividad social;
d) Las inversiones en títulos de la deuda pública, en acciones y en debentures, con distinción de los que sean cotizados en
bolsa, las efectuadas en se ciedades controlantes, controladas o 'vinculadas, otras participaciones y cualquier otra inversión ajena a la
explotación de la sociedad.
Cuando corresponda, se deducirá la previsión para quebrantos o desvalorizaciones;
e) Los bienes de uso, con indicación de sus amortizaciones acumuladas;
f) Los bienes inmateriales, por su costo, con indicación de sus amortizaciones acumuladas;
g) Los gastos y cargas que se devenguen en futuros ejercicios o se afecten a éstos, deduciendo en este último caso las
amortizaciones acumuladas que correspondan;
h) Todo otro rubro que por su naturaleza corresponda ser incluido como activo.

20 En el pasivo:
1. a) Las deudas, indicándose separadamente las comerciales, las bancarias, las financieras, las existentes con sociedades
controlantes, controladas o vinculadas, los debentures emitidos por la sociedad, los dividendos a pagar y las deudas a organismos de previsión
social y de recaudación fiscal.
Asimismo se mostrarán otros pasivos devengados que correspondan calcular;
b) Las previsiones por eventualidades que se consideren susceptibles de concretarse en obligaciones de la sociedad;
•) Todo otro rubro que por su naturaleza represente un pasIvo Icacia ter-ceros;
d) Las rentas percibidas por adelantado y los ingresos cuya realización corresponda a futuros ejercicios;
II. a) El capital social, con distinción, en su caso, de las acciones ordinarias y de otras clases y los supuestos del artículo
220;
b) Las reservas legales, contractuales o estatutarías voluntarias y las provenientes de revaluaciones y de primas de emisión;
c) Las utilidades de ejercicios anteriores y en su caso, para deducir, las pérdidas;
d) Todo otro rubro que por su naturaleza corresponda ser incluido en las cuentas de capital, reservas y resultados.

30 Los bienes en depósito, los avales y garantías, documentos descontados y toda otra cuenta de orden.

40 De la presentación en general:
a) La información deberá agruparse de modo que sea posible distinguir y totalizar el activo corriente del activo no
corriente, y el pasivo corriente del Pasivo no corriente. Se entiende por corriente todo activo o pasivo cuyo vencirniento o
realización, se producirá dentro de los doce (12> meses a partir de la fecha del balance general, salvo que las circunstancias
aconsejen otra base para tal distinción;
b) Los derechos y obligaciones deberán mostrarse indicándose si son dccumentados, con garantía real u otras;
c> El activo y el pasivo en moneda extranjera, deberán mostrarse por se parado en los rubros que correspondan;
d) No podrán compensarse las distintas partidas entre sí.

El balance se compone de dos grandes rubros: el activo y el pasivo. En el activo figuran todos los bienes
y todos los derechos de que es titular la sociedad. Asimismo todas las erogaciones que haya realizado y que son
aprovechadas en ejercicios futuros (por ejemplo todos los gastos y honorarios que demanda la constitución y
organización de la sociedad, que constituyen una erogación que va a ser aprovechada durante todo el tiempo de
su actuación).
El pasivo refleja todo lo que la sociedad adeuda, a terceros y a los propios socios. Por eso el "patrimonio
neto", que es la diferencia entre el activo y el pasivo, forma parte integrante del pastvo.
El activo de una empresa es siempre igual a su pasivo más el patrimonio neto.
La ley en el artículo 63 separa el "pasivo" hacia terceros, del patrimonio neto.
A su vez, tanto el activo como el pasivo deben dividirse según se trate de bienes, derechos o créditos a
realizar dentro del plazo de doce meses de la fecha del balance general o posteriormente, y de deudas exigibles
dentro de ese mismo plazo o posteriormente, en activo corriente y activo no corriente y pasivo corriente y pasivo
no corriente.
Esta divtsion tiene por fundamento poner en evidencia el estado de "liquidez" que tiene una empresa,
contraponiendo los activos de inmediata realización contra las deudas y compromí
sos de inmediato pago. El plazo de doce meses coincide así con el vencimiento del ejercicio comercial
de la sociedad.
En el activo corriente se incluirán entonces todos los créditos y bienes que la sociedad realizará
(cobrará, percibirá, hará efectivo) y convertirá en dinero durante el ejercicio económico siguiente, con los que
hará frente a todas las obligaciones de la sociedad que vencerán en el curso del próximo ejercicio.
Los bienes y créditos a realizar con posterioridad a los doce meses irán a formar parte del "activo no
corriente" y similar discriminación se realizará en el pasivo.
El balance es el reflejo de la situación patrimonial de una empresa. De lo que tiene (activo) y de lo que
debe (pasivo), a un momento determinado. Es como una fotografía tomada sobre la empresa en un momento
dado, y debe reflejar con veracidad, seriedad y precisión los datos contables que permitan efectuar un análisis
objetivo de la situación patrimonial.
La Ley de Sociedades comerciales busca con estas reglas obtener esos fines.
El artículo 63 prescribe las normas que deberán observarse en la confección de los balances,
consagrando reglas de cumplimiento obligatorio para dar veracidad y objetividad a este documento contable tan
importante.

a) El activo

Se establece allí que en el activo deberán figurar:


1) El dinero en efectivo en caja y en bancos que posea la sociedad; otros valores de similar liquidez y
moneda extranjera. La liquidez de los bienes está dada por su mayor rapidez en convertirse en dinero al menor
costo posible: el bien de mayor liquidez es el dinero mismo; después vienen las monedas extranjeras que cotizan
en plaza; los títulos públicos, como bonex, letras de tesorería; valores privados como certificados de depósitos a
plazo fijo, etcétera. De modo que en este rubro deben colocarse todos los activos de mayor liquidez, que forman parte del
activo corriente.
2) Los créditos provenientes de las actividades sociales. Esto es los créditos contra compradores de los
bienes y servicios que vende la sociedad, debiendo distinguirse a aquellos que estén documentados y
garantizados (créditos documentados en hipotecas, prendas, pagarés o letras de cambio, aclarando si tienen
avales o no). Dentro de las garantías deberán distinguirse las reales. Estas normas han sido precisadas y
reglamentadas por la Inspección General de Justicia (resolución 6/80).
Por separado deben indicarse los créditos con sociedades éontrolantes, controladas y vinculadas. Esta
exigencia está también fundada en razones de transparencia y veracidad.
Los créditos litigiosos deben indicarse también por separado. En este rubro deben volcarse todos los
créditos de dudosa cobrabilidad y morosos, estén o no en juicio.
Si se hubieren constituido previsiones para incobrables se deberán deducir de este rubro. Asimismo, se
deducirán los descuentos y bonificaciones otorgados.
Los créditos que se realizarán dentro de los doce meses a partir de la fecha del balance general, deben
incluirse en el "activo corriente". Los créditos a mayor plazo, se computarán en el "activo nc corriente".
3) Los bienes de cambio o "activo circulante", son los bienes destinados a la venta o los que se
encuentran en proceso de producción para la venta y los que resultan consumidos en el proceso de producción o
comercialización. Estos bienes también deben clasificarse según se prevea su realización en un plazo de doce
meses (activo corriente) o mayor tiempo (activo no corriente).
Debe indicarse separadamente la existencia de bienes terminados, en curso de elaboración y materias
primas, mercaderías de reventa y los demás rubros que por la naturaleza de la actividad empresarial que
desarrolla la sociedad sean necesarios para una mejor individualización y que confieran una mayor claridad y
precisión a la información.
4) Las inversiones que haya realizado la sociedad, sea en títulos públicos, en acciones, en debentures
(debiendo separarse los que son cotizables en bolsa); las participaciones en sociedades controlantes, controladas
y vinculadas; otras participaciones; y cualquier otra inversión ajena a la explotación de la sociedad. La
aclaración del párrafo final se explica porque las inversiones realizadas en la explotación de la empresa (en
maquinarias, herramientas, equipos, materias primas, etc.) se van a reflejar en los respectivos rubros (bienes de
uso o bienes de cambio).
Si se hubieran constituido "previsiones" para quebrantos o desvalorizaciones, deberán deducirse.
Es decir que en este rubro se deben incluir todas las colocaciones efectuadas por la sociedad con ánimo de obtener
renta u otros beneficios.
También las inversiones se deben clasificar en "corrientes", es decir liquidables dentro del plazo de
doce meses; y "no corrientes" cuando sean a mayor plazo.
5) Los bienes de uso, son los bienes corpóreos que se utilizan en la actividad social, sean en bienes
inmuebles, instalaciones, muebles, maquinarias, automotores, herramientas, etcétera. En general bienes cuya
vida útil estimada sea mayor de un año y que no estén destinados a la venta.
6) Los bienes inmateriales, comprenden las patentes, marcas, derechos a franquicias o privilegios
determinados y el valor "llave del negocio". Estos bienes se incluirán en el activo por su valor de costo con
indicación de sus amortizaciones acumuladas.
7) Los cargos diferidos, es decir los gastos y cargas que se devenguen en futuros ejercicios o se afecten
a éstos, debiendo deducirse en este último supuesto las amortizaciones acumuladas que correspondan. Se trata de
"cuentas" que reflejan bienes intangibles que expresan un valor cuya existencia depende exclusivamente de la
posibilidad futura de producir ganancias. Deben excluirse los bienes inmateriales descriptos en el punto anterior.
8) Todo otro rubro que por su naturaleza corresponda ser incluido en el activo.

b) El pasivo

Deberán registrarse las siguientes partidas:


1) Las deudas, consignándose separadamente las comerciales (por compra de materias primas, compra de
mercaderías y, en general, las compras a los proveedores habituales de la empresa), las bancarias (deudas a los
bancos), las financieras (con la aclaración que las deudas bancarias son también financieras, es decir producto de
préstamos de dinero, quedan comprendidos aquí todo otro préstamo u otorgamiento de financiaciones por
quienes no son proveedores habituales de la empresa); las deudas con sociedades controlantes, controladas o
vinculadas; los debentures (que son obligaciones) emitidas por la sociedad; los dividendos a pagar (deuda con
los accionistas) y las deudas con los organismos de previsión social Gubilaciones) y de recau
dación fiscal (impuestos, tasas, y en general, contribuciones); y cualquier otra deuda con terceros.
Las deudas deben mostrarse de modo que se diferencien por las garantías otorgadas por la sociedad, si
hay constituidas garantías reales o personales; también diferenciar las que estén "documentadas" (pagarés o
letras de cambio), de las que no lo están.
Las deudas en moneda extranjera también se deben clasificar por separado.
Finalmente cabe aquí la separación entre "pasivo corriente", computando todas las deudas con
vencimiento dentro de los doce meses siguientes a la fecha del balance general; y "pasivo no corriente", las que
venzan a mayor plazo.
2) Las previsiones por eventualidades que se consideren susceptibles de transformarse en obligaciones
de la sociedad. Puede constituirse una previsión para hacer frente a una "multa" impositiva en discusión; o
cualquier otra deuda en juicio (por ejemplo un reclamo por daños 'y perjuicios de un tercero), etcétera.
La "previsión" es la afectación de una suma de dinero para afrontar una deuda u obligación eventual de
la socieda'l
Las previsiones dan más solidez y seguridad al desenvolvimiento de una empresa. Por ejemplo, en el
activo computo todos los créditos de mi empresa pero sé de antemano que no voy a cobrar el ciento por ciento.
Siempre habrá algún margen de incobrabilidad. Una empresa bien administrada constituye una "previsión" para
incobrables, lo que refuerza su posición de activo, de modo que lo que aflí está consignando como "que tiene" es
real o, al menos, lo más aproximádo a la reálidad futura.
Lo mismo en el pasivo. Ante eventuales deudas de las sociedad se debe prever cómo hacerles frente, entonces se
constituye una "previsión" con un destino determinado.
3) Las rentas percibidas por adelantado y los ingresos cuya realización correspondía a futuros
ejercicios, pero que han sido percibidos ya por la sociedad. Por ejemplo alquileres de un inmueble de la sociedad
con contrato de locación a dos años, si se percibe toda la renta de contado: deberán computarse en este rubro de pasivo
las sumas que correspondían al ejercicio futuro.
4) Todo otro rubro que por su naturaleza represente un pasivo hacia terceros.
5) El patñmonio neto, como lo dijimos antes, forma parte del "pasivo" de la sociedad porque refleja la
deuda de ésta para con los socios; o dicho de otro modo, la participación de los socios en el capital social.
El patrimonio neto se compone de las siguientes cuentas:
- El capital social, con indicación del capital suscripto; y separadamente, las acciones ordinarias y las
preferidas patrimonialmente; y las acciones que la sociedad haya adquirido a los socios (art. 220);
- las reservas, diferenciando las legales (las que la ley obliga a constituir en el caso de las sociedades de
responsabilidad limitada y por acciones artículo 70-); las estatutarias o contractuales (las que los socios se han
obligado a constituir por el contrato social); las voluntarias o facultativas (es decir aquéllas que los socios
acuerdan voluntariamente constituir) y las provenientes de revaluaciones (el caso de los revalúos contables y
extracontables que pueden realizar sobre sus bienes las empresas) y de primas de emisión (cuando se han
colocado acciones con un precio mayor que el del valor de emisión, por la sociedad). En estos dos últimos casos
(revaluaciones y primas de emisión) la sociedad aparece obteniendo una ganancia que no es tal, porque en ambos
supuestos es producto de la devaluación del dinero, esto es una diferencia meramente nominal, no real. Entonces
lo lógico es que por esas diferencias nominales constituya una reserva y no las tome como ganancias.
Las reservas son partidas de dinero que las empresas prevén en salvaguardia de la intangibiliadd de su
capital social. Es una parte de las ganancias que la sociedad "guarda" o "reserva" para algún gasto determinado o
simplemente para resguardar el capital. Por eso se contabilizan dentro del patrimonio neto;
- las utilidades o las péraidas de ejercicios anteriores; que se suman o restan, respectivamente, del
patrimonio neto, porque lo aumentan, en el primer caso, o disminuyen, en el segundo;
- todo otro rubro, que por su naturaleza corresponda ser incluido en las cuentas de capital, reservas y
resultados.

c) Cuentas de orden

Finalmente, sin formar parte del activo ni del pasivo, se encuentran otras partidas contables que
representan bienes que la sociedad tiene pero que a la vez debe, esto es bienes ajenos; y
bienes o derechos de la sociedad pero que tiene otro. Por ejempío, bienes recibidos en depósito o en
prenda común, están en poder de la sociedad (son activo) pero no son de la sociedad sino de terceros (son
pasivo). Documentos descontados por la sociedad (son o representan acreencias de la empresa - activo -pero han
sido "descontados" en un banco, y ello implica que la sociedad ha endosado y es por lo tanto deudora de tales
documentos - es pasivo-).
Siendo el balance un fiel reflejo de la realidad económica de la empresa, estas partidas deben,
necesariamente, figurar en el activo y en el pasivo al mismo tiempo, por ello se llaman "cuentas de orden".

99. ESTADO DE RESULTADOS (Art. 64)


Art. 64. - El estado de resultados o cuenta de ganancias y pérdidas del ejercicio deberá exponer:
1. a) El producido de las ventas o servicios, agrupado por tipo de actividad. De cada total se deducirá el costo de las mercaderías o
productos vendidos o servicios prestados, con el fin de determinar el resultado;
b) Los gastos ordinarios de administración, de comercialización, de financiación y otros que corresponda cargar al ejercicio,
debiendo hacerse constar, especialmente, los montos de:
1) Retribuciones de administradores, directores y síndicos;
2) Otros honorarios y retribuciones por servicios;
3) Sueldos y jornales y las contribuciones sociales respectivas;
4) Gastos de estudios e investigaciones;
5) Regalías y honorarios por servicios técnicos y otros conceptos similares;
6) Los gastos por publicidad y propaganda;
7) Los impuestos, tasas y contribuciones, mostrándose por separado los intereses, multas y recargos;
8) Los intereses pagados o devengados, indicándose por separado los provenientes por deudas con proveedores, bancos o
instituciones financieras, Sociedades controladas, controlantes o vinculadas, y otros;
9) Las amortizaciones y previsiones.
Cuando no se haga constar alguno de estos rubros, parcial o totalmente, por formar parte de los costos de bienes de cambio, bienes
de uso u otros rubros del activo, deberá exponerse como información del directorio o de los administradores en la memoria;
c) Las ganancias y gastos extraordinarios del ejercicio;
d) Los ajustes por ganancias y gastos de ejercicios anteriores.
El estado de resultados deberá presentarse de modo que muestre por separado la ganancia o pérdida proveniente de las operaciones
ordinarias y extra-ordinarias de la sociedad, determinándose la ganancia o pérdida neta del ejercicio, a la que se adicionará o deducirá las
derivadas de ejercicios anteriores.
No podrán compensarse las distintas partidas entre sí.
II. El estado de resultados deberá complementarse con el estado de evolución del patrimonio neto. En él se incluirán las causas de
los cambios producidos durante el ejercicio en cada uno de los rubros integrantes del patrimonio neto.

Este documento, también llamado "Cuenta de ganancias y pérdidas" del ejercicio, sintetiza los dineros
ingresados a la sociedad (por precio de las ventas realizadas; por comisiones; por intereses); y los egresos
transferidos por la sociedad a terceros (los pagos por compras, gastos generales, sueldos, comisiones, intereses,
etc.). Este documento, que es un complemento de la información que brinda el balance general, tiene la virtud de
discriminar e identificar los rubros por los cuales se han producido "ingresos" de fondos a la sociedad y aquéllos
que han determinado "egresos", permitiendo saber en qué sectores de la empresa se han generado ganancias y en
cuáles se han operado pérdidas. Por ello al lado de una partida de ingresos (ventas por ejemplo) debe consignarse
el costo de las mercaderías o productos vendidos, para conocer y reflejar el resultado de ese rubro.
a) Los ingresos deben constar agrupados por tipo de actividad, diferenciándolos, porque bien pueden ser
consecuencia de la actividad normal (venta de mercaderías en la actividad comercial) o bien obedecer a otra
causa (el alquiler de locales de los cuales es propietario la sociedad; la venta de bienes no destinados
normalmente a la venta; etc.).
b) En cuanto a los egresos, deberán comprender los gastos ordinarios de administración, de
comercialización, de financiación y otros, debiendo indicarse especialmente:
1) las retribuciones de los directores, administradores y síndicos;
2) otros honorarios y retribuciones de servicios;
3) los sueldos y jornales y sus contribuciones sociales respectivas (aportes sindicales, aportes a obras
sociales, aportes sobre aguinaldos ylos aportes jubilatorios patronales);
4) gastos de estudios e investigaciones;
5) regalías y honorartos por servicios tecnicos y otros conceptos similares;
6) los gastos de publicidad y propaganda;
7) los impuestos, tasas y contribuciones, indicando por separado el tributo, las multas, los intereses,
recargos y reajustes;
8) los intereses pagados o devengados. Es decir que deben indicarse no solamente los que haya pagado
en el ejercicio la sociedad, sino también los que han vencido en el curso del ejercicio y no hayan sido pagados,
sea porque son pagaderos a mayor plazo o por otras razones. Se debe indicar por separado los que provienen de
deudas comerciales (a proveedores), de las bancarias y otras deudas financieras. Asimismo se debe separar los
que corresponden a sociedades, controlantes, controladas y vinculadas; y
9) las amortizaciones y previsiones. Ya vimos anteriorménte el concepto de "previsión". Veremos ahora
qué son las "amortizaciones". Se define la "amortización" como la pérdida de valor que sufre un bien de uso por
cualquier causa, sea la duración física del mismo, su duración económica o bien la duración según la
contabilidad. La finalidad de las amortizaciones es repartir los gastos relacionados con la adquisición de esos
bienes de uso en los años en que se usan los mismos. Como los bienes con el uso pierden valor, las
amortizaciones expresan contable-mente la reducción del valor de esos bienes con la finalidad de reflejar la
exactitud del balance. También son un medio de constituir una reserva para reponer esos bienes.
El artículo 64 L.S. expresa que si algunos de estos rubros no se incluyera en forma total o parcial por
formar parte del costo de los bienes de cambio o de los bienes de uso u otro rubros del activo, deberá exponerse como
información del directorio o de los administradores en la "Memoria".
c) Las ganancias extraordinarias y los gastos también extraordinarios habidos en el ejercicio, se deben
consignar separadamente en el Estado de Resultados, como lo habíamos señalado anteriormente.
d) Deberán consignarse, asimismo, los ajustes por ganancias y gastos de ejercicios anteriores,
esto es los montos por "desvalorización monetaria" que corresponden a esos rubros.
Se exige especialmente que este documento muestre por separado las ganancias o pérdidas provenientes
de operaciones ordinarias y aquéllas derivadas de operaciones extraordinarias de la sociedad, determinándose la
ganancia o pérdida neta del ejercicio, a la que se debe adicionar o restar las derivadas de los ejercicios anteriores.
También se exige que no se compensen las distintas partidas entre sí, a efectos de no quitar claridad y
transparencia a este documento, y no privar de datos a los socios y terceros que les sirvan para formarse un
certero juicio sobre la situación económica, el desenvolvimiento y el futuro de la empresa de que se trate.
Este documento debe complementarse con el estado de evolución del patrimonio neto, donde debe
informarse las causas de los cambios producidos durante el ejercicio en cada uno de los rubros que integran el
patrimonio neto (capital suscripto, reservas, y utilidades o pérdidas de ejercicios anteriores). Esta información es
exigida por la ley 22.903, que modificó así el párrafo final del artículo 64 de la ley 19.550, que prescribía, en
cambio, que la información del Estado de Resultados se complementara con el "estado de resultados
acumulados", siguiendo de este modo el criterio adoptado por la Comisión Nacional de Valores, respecto de las
exigencias establecidas en las normas técnicas de presentación de estados contables.

100. NOTAS COMPLEMENTARIAS Y CUADROS ANEXOS (Art. 65)


Art. 65. - Notas complementarias. Para el caso que la correspondiente in formación no estuviera contenida en los estados contables
de los artículos 63 y 64 o en sus notas, deberán acompanarse notas y cuadros, que se considerarán parte de aquéllos. La siguiente enumeración
es enunciativa.
Lº Notas referentes a:
a) Bienes de disponibilidad restríngida explicándose brevemente la restricción existente;
b) Activos gravados con hipoteca, prenda u otro derecho real, con referencia a las obligaciones que garantizan;
c) Críterio utilizado en la valuación de los bienes de cambio, con indicación del método de determinación del costo u otro valor
aplicado;
d) Procedimientos adoptados en el caso de revaluación o devaluación de activos debiéndose indicar, además, en caso de existir, el
efecto consiguiente sobre los resultados del ejercicio;
e) Cambios en los procedimientos contables o de confección de los estados contables aplicados con respecto al ejercicio anteríor,
explicándose la modificación y su efecto sobre los resultados del ejercicio;
f) Acontecimientos u operaciones ocurridos entre la fecha del cierre del ejercicio y de la memoria de los administradores, que
pudieran moditicar significativamente la situación financiera de la sociedad a la fecha del balance general y
los resultados del ejercicio cerrado en esa fecha, con indicación del efecto que han tenido sobre la situación y resultados
mencionados;
g) Resultado de operaciones con sociedades controlantes, controladas o vinculadas, separadamente por sociedad;
h) Restricciones contnactu4es para la dsstnbución de ganancias;
i) Monto de avales y garantlas a favor de terceros, documentos descontados y otras contingencias, acompanadas de
una breve explicación cuando ello sea necesario;
j) Contratos celebrados con los directores que requieren aprobación, conforme al artículo 271, y sus montos;
k) El monto no integrado del capital social, distinguiendo, en su caso, los correspondientes a las acciones ordinarias y
de otras clases y los supuestos del artículo 220.
2° Cuadros anexos:
a) De bienes de uso, detallando para cada cuenta principal los saldos al comienzo, los aumentos y las
disminuciones y los saldos al cierre del ejercicio.
Igual tratamiento corresponderá a las amortizaciones y depreciaciones, indicándose las diversas alícuotas utilizadas para
cada clase de bienes. Se informará por nota al pie del anexo el destino contable de los aumentos y disminuciones
de las amortizaciones y depreciaciones registradas;
b) De bienes inmateríales y sus correspondientes amortizaciones con similar contenido al requerido en el inciso anterior;
c) De inversiones en títulos valores y participaciones en otras sociedades, detallando: denominación de la sociedad
emisora o en la que se participa y características del título valor o participación, sus valores nominales, de costo, de libros y de
cotización, actividad principal y capital de la sociedad emisora o en la que se participa. Cuando el aporte o participación
fuese del cincuenta por ciento (50 %) o más del capital de la sociedad o de la que se participa, se deberán acompanar los estados
contables de ésta que se exigen en este título. Si el aporte o participación fuese mayor del cinco por ciento (5 %) y menor del
cincuenta por ciento (50 %.) citado, se informará sobre el resultado del ejercicio y el patrímonio neto según el último balance
general de la sociedad en que se invierte o participa.
Si se tratara de otras inversiones, se detallará su contenido y características, indicándose, según corresponda, valores
nominales, de costo, de libros, de cotización y de valuación fiscal;
d) De previsiones y reservas, detallándose para cada una de ellas, saldo al comienzo, los aumentos y disminuciones y
el saldo al cierre del ejercicio. Se informará por nota al pie el destino contable de los aumentos y las disminuciones, y la razón de
estas últimas;
e) El costo de las mercaderías o productos vendidos, detallando las existencias de bienes de cambio al comienzo del
ejercicio, las compras o el costo de producción del ejercicio, analizado por grandes rubros y la existencia de bienes de cambio al
cierre. Si se tratara de servicios vendidos se aportarán datos similares a los requeridos para la alternativa anterior que
permitan informar sobre el costo de prestación de dichos servicios;
f) El activo y pasivo en moneda extranjera detallando: las cuentas del balance, el monto y la clase de moneda
extranjera, el cambio vigente o el contratado a la fecha de cierre, el monto resultante en moneda argentina, el importe
contabilizado y la diferencia si existiera, con indicación del respectivo trata-miento contable.

La ley prescribe con carácter obligatorio una información por separado y descriptiva de ciertos aspectos
operativos o contractuales de la sociedad, de modo de completar la información resultante del balance y del
cuadro de resultados y para el caso que la misma no haya sido incluida en "notas" adjuntas a esos documentos o
no surjan de los mismos en forma específica.
Discrimina entre "notas complementarias" y "cuadros anexos
a) Notas, referentes a los siguientes aspectos:
1) bienes de disponibilidad restringida, explicándose brevemente la restricción existente. Puede
trátarse de embargos u otras medidas cautelares trabadas judicialnaente sobre bienes de la sociedad, por ejemplo,
o restricciones pactadas contractual-mente o derivadas de situaciones provocadas por hechos o circunstancias
imprevisibles (indisponibilidad de retirar fondos del exterior, en razón de alguna medida oficial dispuesta en otro
país, por ejemplo; etc.);
2) activos gravados con hipoteca, prendas u otro derecho real, como pueden ser preanotaciones
hipotecarias o anticresis, explicando en cada caso a qué operaciones u obligaciones son accesorias;
3) valuación de los bienes de cambio: se debe explicar el criterio que se ha utilizado para su
valuación, con expresa indicación del método seguido para la determinación de los valores de costo u otros que
se hayan aplicado;
4) revaluación o devaluación de activos: indicar el procedimiento seguido en cada caso debiendo
explicarse el efecto que ello ha producido sobre los resultados del ejercicio;
5) procedimientos o técnicas contables: se deben explicar los cambios en las t&nicas o
procedimientos de confección de los estados contables, con relación al ejercicio anterior, señalando los efectos
que ello ha producido sobre los resultados del ejercicio;
6) acontecimientos u operaciones posteriores al balance que puedan modificar significativamente
la situación financiera de la
sociedad. Puede tratarse del caso de una sentencia definitiva que resuelve un problema judicial sobre
bienes, créditos o deudas que tenía pendiente la sociedad,' la sanción de una disposición legal que otorga
facilidades para pagar ciertas deudas (fis-cales, previsionales o bancarias), por ejemplo. Tal fue el caso de la
sanción de la ley 22.510 que permitió refinanciar hasta un 40 o 50 % de las deudas bancarias existentes, hasta en
siete años de plazo, con dos años de gracia. Si la empresa ha computado en su "pasivo corriente" deudas que
vencían en el curso del próximo ejercicio y esas deudas resultan financiadas, se va a alterar, lógicamente, la
situación financiera de la empresa que ahora tendrá más alivio derivada de una mayor liquidez ante la no
exigibilidad de obligaciones de inminente vencimiento;
7) operaciones con s¿ciedades controlantes, controladas o vinculadas, explicando el resultado de
ellas, separadamente por sociedad;
8) distribución de ganancias: al respecto debe explicarse la existencia de restricciones contractuales que
impidan o limiten su distribución. Expresamos que esas restricciones también deberán informarse si provienen de
decisiones de la autoridad de control a la que está sometida la sociedad (caso del Banco Central de la República
Argentina, para las entidades financieras del sistema institucionalizado y de conformidad con lo prescripto en el
artículo 34 de la ley 21.526 reformada por la ley 24.144; o silo dispone la Comisión Nacional de Valores para las
empresas sometidas a su control), o bien podrían derivar de una resolución judicial. De modo que la norma del artículo 65 en
este aspecto es insuficiente y debe interpretarse en el sentido descripto que es el que mejor se compadece con la "finalidad"
esclarecedora de la regla legal;
9) garantias otorgadas a favor de terceros, documentos des-contados y otras contingencias o
responsabilidades eventuales que puede haber asumido la sociedad, acompañadas de una breve explicación cuando sea
necesario. Aquí la ley prevé el supuesto de fianzas y avales otorgados por la sociedad a favor de terceros, esto es "garantías
personales" que comprometen a la empresa, ya que las "garantías reales" quedan comprendidas en el punto b) de este
artículo. Los documentos "descontados" son aquellos títulos de crédito (letras de cambio o pagarés) recibidos de
clientes de la empresa que ésta ha transferido a un banco u otra entidad financiera, a cambio de un anticipo de
fondos que
es igual al monto total de esos títulos deducido el importe de los intereses por el tiempo que falta para su
vencimiento;
10) contratos celebmdos con 'os directores que requieren aprobación de la asamblea, conforme el
artículo 271 de la ley. Este párrafo fue incluido, al igual que el que se referirá en el punto 11) siguiente, por la
ley 22.903. Aquí se hace referencia a aquellos contratos celebrados por los directores de sociedades anónimas
con la sociedad en condiciones "diversas" de las comunes con clientes de la sociedad o terceros, o cuando el
director no comunicó la celebración de ese contrato al directorio y síndico; y para su validez se requiere entonces
de una asamblea extraordinaria que lo apruebe. La ley habla de "directores" y hace referencia expresa al artículo
271, norma que es aplicable también a los administradores de la sociedad en comandita por acciones conforme lo
prescripto en el artículo 316 y a los gerentes de las sociedades de responsabilidad limitada en atención a lo que
dispone el artículo 157;
11) monto no integrado del capital social, distinguiendo lo que corresponda a acciones ordinarias o
preferidas y, en su caso, si son acciones que hubieran sido adquiridas por la sociedad, conforme el artículo 220.
Esta nota complementaria permitirá, sobre todo a los terceros, tener una correcta información sobre la realidad
del capital de la sociedad. En verdad esta exigencia debería requerirse junto con la información sobre el patrimonio
neto, donde debería precisarse al lado del capital suscripto (que es el que los socios se comprometieron a integrar) el
realmente integrado por los socios. Esto contribuiría a aportar mayor claridad a la información.
12) La Inspección General de Justicia, por resolución 2/84 estableció que también por "nota a los estados
contables" se dejará constancia, en forma resumida, del mecanismo de ajuste aplicado y de los criterios de valuación
utilizados, para cumplir la norma que exige la confección de los estados contables en "moneda constante" (art. 62, párr.
final, L.S.).
Dicha resolución determina que las sociedades que deben elevar sus estados contables a la Inspección,
deben cumplir con tal requisito. Especialmente incluye a las sociedades por acciones nacionales y las sociedades
constituidas en el extranjero que hagan en el país ejercicio habitual de su objeto social, establezcan sucursal, asiento o cualquier
tipo de representación permanente. Excluye expresamente a las entidades financieras com
prendidas en la ley 21.526 y a las aseguradoras, regidas por ley
20.091.
La mencionada resolución dispone que también las sociedades de responsabilidad limitada cuyo capital
alcance el importe fijado por el artículo 299; inciso 2° de la L.S. deben remitir sus estados contables
confeccionados en moneda constante.
b) Cuadros anexos: además de las notas complementarias referidas precedentemente, el artículo 65
requiere la confección de "cuadros" con. información numérica, es decir en montos de din&o, referida a los
bienes que mtegran el activo:
1) de los bienes de uso, esto es los inmuebles, muebles y útiles, instalaciones, maquinarias y rodados,
separados por cuentas principales, discriminando sus valores al comienzo del ejercicio, los aumentos.y
disminuciones durante el ejercicio y el saldo al cierre del mismo. De esta forma será fácil advertir las compras y
ventas que hubieran existido en las distintas cuentas que integran este rubro tan importante desde el punto de
vista patrimonial de la sociedad. De igual forma deberán informarse las amortizaciones y depreciaciones sobre esos
bienes, con indicación de las alícuotas o porcentajes utilizados. Además se debe informar en nota al pie del cuadro, el
destino contable dado a lOS aumentos o disminuciones de las amortizaciones y depreciaciones registradas, esto es,
señalar el rubro del balance o cuadro de resultados donde ello se ve reflejado;
2) los bienes inmateriales y sus amortizaciones, con igual información que la referida en el punto
anterior;
3) de inversiones en títulos valores y participaciones en otras sociedades: en este cuadro se debe
discriminar la denominación del emisor del título (puede ser el Estado Nacional por ejemplo si fueran títulos
públicos - bonex -, letras de tesorería, etc.), característica de los títulos, valor nominal, valor de costo, valor de
libros, valor de cotización, actividad principal de la sociedad emisora y capital. En el caso de "participación" en
otras sociedades se deberá indicar la denominación de la sociedad en la que se participa, tipos de acciones,
cuotas o partes de interés, en su caso, valor de la participación, indicando valor nominal, de costo, de libros y de
cotización, en su caso. Actividad principal y capital de la o las sociedades en las que se tiene participación. Cuando la
participación fuere del 50 % o más del capital de la sociedad vinculada se debe acompañar los estados contables de ésta, esto es
el balance y cuadro de resultados. Si la participa
ción no llega a ese porcentaje pero es superior al 5 % debe informarse (no acompañarse documento
alguno) sobre el resultado del ejercicio y el patrimonio neto de la sociedad en la que se tiene participación, o en
la que se ha invertido capital.
Si se trata de otras inversiones deberá suministrarse también información similar a la referida
anteriormente;
4) de previsiones y reservas, también con indicación del monto de los saldos al comienzo, los aumentos
y disminuciones y el saldo al cierre del ejercicio. De modo que si se han utilizado esas "previsiones" o "reservas"
los socios y terceros puedan conocer en qué fueron utilizadas. Para ello al pie del cuadro debe indicarse el
destino contable dado a esos aumentos o disminuciones y la razón a que obedecen las disminuciones, esto es, en
qué fueron utilizadas;
5) el costo de las mercaderias o productos vendidos, discriminando las existencias en bienes de
cambio al comienzo del ejercicio, las compras o el costo de producción y las existencias al final del ejercicio.
Cuando se trata de una sociedad de "servicios" deberá informarse sobre el costo de la prestación de los mismos;
6) el activo y pasivo en moneda extranlera, debiendo mdicarse el tipo de moneda, cambio vigente,
el monto resultante en moneda argentina, el importe contabilizado y la diferencia, si existiere, precisando el
tratamiento contable dado a tal diferencia.

101. MEMORIA (Art. 66)


Art. 66. - Los administradores deberán informar en la memoria sobre el estado de la sociedad en las distintas actividades en que haya
operado y su juicio sobre la proyección de las operaciones y otros aspectos que se consideren necesarios para ilustrar sobre la situación presente
y futura de la sociedad. Del informe debe resultar:
1º Las razones de variaciones significativas operadas en las partidas del activo y pasivo;
2' Una adecuada explicación sobre los gastos y ganancias extraordinarías y su origen y de los ajustes por ganancias y gastos de
ejercicios anteríores, cuando fueren significativos;
3' Las razones por las cuales se propone la constitución de reservas, explicadas clara y circunstanciadamente;
40 Las causas, detalladamente e:puestas, por las que se propone el pago de dividendos o la distribución de ganancias en otra
forma que en efectivo;
50 Estimación u orientación sobre perspectivas de las futuras operaciones;
60 Las relaciones con las sociedades controlantes, controladas o vínculadas y las variaciones operadas en las
respectivas participaciones y en los créditos y deudas;
70 Los rubros y montos no mostrados en el estado de resultados
- artículo 64 1 b -, por formar parte los ruismos, parcial o totalmente, de los costos de bienes del activo.

Es un documento donde los administradores informan a los socios sobre la situación de la sociedad, en
su conjunto y en las distintas actividades que desarrolla, las dificultades habidas durante el ejercicio
(inconvenientes en la provisión de materia prima o de stocks, huelgas, otras situaciones de conflicto con el
- personal), sobre los éxitos obtenidos (resultado de investigaciones o de la aplicación de nueva
tecnología) y sobre el futuro (perspectiyas en el corto y mediano plazo, en razón de nuevas inversiones o de la
aplicación de nuevos procedimientos de fabricación, de contratación de tecnología) y otros aspectos que sirvan
para ilustrar a los socios sobre la situación presente y futura de la empresa. Especialmente este documento
deberá contener una explicación aclaratoria sobre los siguientes tópicos:
1) las razones por variaciones significativas que se hubieran producido en las partidas del activo y
pasivo, comparadas con el ejercicio anterior;
2) gastos y ganancias extraordinarias;
3) razones para la constitución de reservas;
4) pago de dividendos o distribución que no sea en efectivo;
5) estimación sobre las futuras operaciones de la sociedad;
6) relaciones con las sociedades controlantes, controladas y vinculadas, variaciones en las
participaciones; créditos y deudas;
7) información sobre los rubros y montos correspondientes a los conceptos expresados en el
artículo 64, 1, b) cuando los mismos tío han sido éxpuestos en el Estado de Resultados. En este sentido la Memoria
viene a complementar la información no contenida en el otro documento.
102. OBLIGACION DE LOS ADMINISTRADORES SOCIALES
(Art. 67)

Art. 67. - Copias: depósito. En la sede social deben quedar copias del balance, del estado de resultados del ejercicio y del estado
de evolución del Patrlmonio neto, y de notas, informaciones complementarias y cuadros anexos, a disposición de los socios o
accionistas, con no menos de quince (15) días de anticipación a su consideración por eflos. Cuando corresponda, también se
mantendrán a su disposición copias de la memoria del directorio o de los administradores y del informe de los síndicos.
Dentro de los quince (15) días de su aprobación, las sociedades de responsabilidad limitada cuyo capital alcance el importe
fijado por el artículo 299, inciso 20, deben remitir al Registro Público de Comercio un (1> ejemplar de cada uno de esos
documentos. Cuando se trate de una sociedad por acciones, se remitirá un (1) ejemplar a la autoridad de contralor y, en su caso, del
balance consolidado.
Los administradores sociales tienen la obligación de poner a disposición de los socios, con debida
antelación, estos documentos contables que hemos analizado en los puntos anteriores. De esa forma los socios
podrán estudiarlos, analizarlos, requerir explicaciones adicionales, solicitar exhibición de libros y documentos
(directamente o por intermedio del síndico, en su caso), de modo de poder formarse una idea cabal sobre ellos
antes de la reunión o asamblea donde serán considerados.
a) Infonnación a los socios: los administradores sociales deben dejar en la sede social, por lo menos
quince días antes de la asamblea respectiva, copias del balance, estado de resultados y notas y cuadros anexos,
memoria e informes del síndico (cuando lo hubiere, por el tipo de sociedad y capital o actividad), a disposición
de los socios.
Esta exigencia no obsta a que el respectivo contrato social amplíe la misma, estableciendo por ejemplo,
que tales documentos deberán ser remitidos a los socios a sus domicilios.
b) Infonnación a las autondades de control: tanto las sociedades de responsabilidad limitada que
por su capital estén comprendidas en el artículo 299 de la ley, como las sociedades por acciones, deben remitir
un ejemplar de cada uno de los documentos contables referidos, a la autoridad de cQntrDl. Las sociedades
controlantes y controladas deben, además, remitir un ejemplar del balance consolidado. Este punto b) fue
modificado por la ley 22.903. La reforma distingue la información de la sociedad de responsabilidad limitada
que será suministrada al
Registro Público de Comercio; de las sociedades por acciones que informan a la autoridad de control.
En la Capital Federal como el Registro está a cargo de la Inspección General de Justicia, es a éste organismo a
quien se deben remitir los ejemplares referidos, en ambos casos.

103. GANANCIAS (Arts. 68y 71)

Art. 68. - Dividendos. Los dividendos no pueden ser aprobados ni distribuidos a los socios, sino por ganancias realizadas y
liquidas resultantes de un balance confeccionado de acuerdo con la ley y el estatuto y aprobado por el órgano social competente,
sarvo en el caso previsto en el artículo 224, segundo párrafo.
Las ganancias distribuidas en violación a esta regla son repetibles, con exoepción del supuesto previsto en el artículo
225.

Art. 71. - Ganancias: pérdidas anteriores. Las ganancias no pueden distri-buirse hasta tanto no se cubran las pérdidas
de ejercicios anteriores.
Cuando los administradores, directores o sindicos sean remunerados por un porcentaje de ganancias, la asamblea
podra disponer en cada caso su pago aun cuando no se cubran pérdidas anteriores.

La ley 22.903 mantiene casi íntegramente el texto de la ley 19.550, que consagra un principio fundamental en materia
societaria: los dividendos no pueden ser aprobados ni menos aún dtstribuidas si no son consecuencia de ganancias realizadas y
ILquidas que resulten de balances confeccionados de acuerde a las normas legales y estatutarias y aprobados por la asamblea o
reunión de socios, y mientras no se cubran las pérdidas de 4ercicios anteriores.
Una excepción a este principio lo constituyen los "anticipos de dividendos" que pueden hacerse en los casos de
sociedades comprendidas en el artículo 299 y que analizaremos al considerar el artículo 224.
Los dividendos distribuidos en violación a lo expresado serán repetibles, salvo aquéllos percibidos de buena fe.
Las ganancias no pueden distribuirse hasta tanto no se cubran las pérdidas de los ejercicios anteriores. Esta
disposición del artículo 71 complementa la del artículo 68 sobre dividendos.
Cuando los administradores, directores o síndicos sean remunerados con un porcentaje de las ganancias, la asamblea
podrá disponer, en cada caso, su pago aun cuando no se cubran pérdidas anteriores. Esta norma del segundo párrafo del artículo
71 viene a echar por tierra toda la construcción de los artículos 68 y 71, primer párrafo, permitiendo que esos mismos
administrado-
res y directores o el "grupo accionario" que controla la mayoría en las asambleas, pueda vuinerar un
principio esencial en materia societaria: no pueden repartirse ganancias mientras no se hayan conjugado las
pérdidas de los ejercicios anteriores.
Es lamentable que la reforma de la ley 22.903 haya omitido corregir este grave error de la ley.

104. NULIDAD DE LAS CONVENCIONES SOBRE APROBACION DE BALANCES (Art.


69)
Art. 69. - Aprobación, impugnación. El derecho a la aprobación e impugnación de los estados contables y a la adopción de
resoluciones de cualquier orden a su respecto, es irrenunciable y cualquier convención en contrario es nula.

La ley sanciona con la nulidad cualquier pacto por el que uno o más socios se comprometieran a aprobar
o impugnar el balance y demás documentos contables en la asamblea ordinaria.
El derecho del socio a votar libremente, en la asamblea ordinaria, es irrenunciable.

105. RESERVAS (Art. 70)


Art. 70. - Reserva legal. Las sociedades de responsabilidad limitada y las sociedades por acciones, deben efectuar una reserva no
menor del cinco por ciento (5 %) de las ganancias realizadas y líquidas que arroje el estado de resultados del ejercicio, hasta alcanzar el veinte
por ciento (20 %) del capital social.
Cuando esta reserva quede disminuida por cualquier razón, no pueden distríbuirse ganancias basta su reintegro.
Otras reservas.
En cualquier tipo de sociedad podrán constituirse otras reservas que las legales, siempre que las mismas sean razonables y respondan
a una prudente administración. En las sociedades por acciones la decisión para la constitución de estas reservas se adoptará conforme al artículo
244, última parte, cuando su monto exceda del capital y las reservas legales; en las sociedades de responsabilidad limitada, requiere la mayoría
necesaria para la modificación del contrato.

Ya expresamos, al considerar el balance, el concepto de re-servas. Reserva legal es aquella porción de


las ganancias que la ley obliga a guardar, que no puede distribuirse; reservas estatutarias o contractuales son
aquéllas que el contrato social obliga a constituir; facultativas o voluntarias son aquéllas que los socios deciden
constituir.
a) Reserva legal: tanto las sociedades de responsabilidad limitada como las sociedades por
acciones están obligadas a constituir una reserva que no será menor del 5 % de las ganancias realizadas y
liquidas que arroje el estado de resultados del ejercicio, hasta alcanzar el 20 % del capital social. Es decir que
anualmente estas sociedades deben guardar de sus ganancias una porción no menor de la referida, hasta que
cubran el veinte por ciento de su capital (el capital suscripto). Las demás sociedades no están obligadas a
constituir esta reserva.
Cuando la reserva legal quede disminuida por cualquier razón no podrán distribuirse ganancias hasta
que ella sea reintegrada. Esta norma busca preservar la integridad de la reserva legal como un modo o medio de
preservar, a su vez, la intangibilidad del capital social.
b) Otras reservas: en cualquier tipo de sociedad pueden
- constituirse otras reservas, siempre que sean razonables y respondan a una prudente
administración. No pueden ser el resultado de un capricho de las mayorías ni producto de su deseo de bloquear
ganancias o impedir su distribución.
En las sociedades por acciones y en las de responsabilidad limitada habrá que distinguir según el monto
de las reservas. Si su importe no excede el del capital y reservas legales, las mayorías para aprobarlas serán las
comunes; si el monto excede esa cantidad, entonces se requerirá el voto de la mayoría de las acciones con
derecho de voto, sin aplicarse el voto plural, para las sociedades por acciones; en las sociedades de
responsabilidad limitada se requiere la mayoría que el contrato exija para aprobar las modificáciones del mismo.

106. APROBACION DE LOS ESTADOS CONTABLES.


RESPONSABILIDADES DE LOS ADMINISTRADORES
Y SíNDICOS (Art. 72)

Art. 72. - Responsabilidad de administradores y síndicos. La aprobación de los estados contables no implica la de la gestión de los
directores, administradores, gerentes, miembros del consejo de vígilancia o síndicos, hayan o no votado en la respectiva decisión, ni
importa la liberación de responsabilidades.

Li ley 22.903 reformó el artículo 241 de la ley 19.550, permitiendo a los administradores, directores y
gerentes generales,
miembros de consejos de vigilancia y síndicos, votar -cuando sean accionistas- en las asambleas, sobre
la aprobación de los estados contables. Por ello, sin alterar el contenido del artículo 72, reformuló el mismo,
precisando que la aprobación de esos estados contables no implica la aprobación de la gestión de ellos, ni los
libera de responsabilidad, no interesando que hayan votado o se hayan abstenido de hacerlo en la asamblea
respectiva.
Esto quiere decir que la aprobación de lo actuado por esos administradores o fiscalizadores sociales
debe hacerse por consideración específica en la asamblea respectiva y decisión también específica sobre esa
materia. Sólo así habrá liberación de responsabilidad.

107. LIBROS DE ACI'AS DE LOS ORGANOS COLEGIADOS (Art. 73)


Art. 73. - Actas. Deberá labrarse en libro especial, con las formalidades de los libros de comercio, acta de las deliberaciones de los
órganos colegiados.
Las actas del directorio serán firmadas por los asistentes. Las actas de las asambleas de las sociedades por acciones serán
confeccionadas y firmadas dentro de los cinco (5) días, por el presidente y los socios designados al efecto.

De las deliberaciones de los órganos colegiados de la sociedad, sean de administración (como una
gerencia colegiada o directorio plural) o de fiscalización (consejo de vigilancia o sindicatura plural, caso del
artículo 299) o de gobierno (reuniones de socios o asambleas), deberá levantarse acta. Para ello se exige que se
lleve un libro de actas especial, con todas las formalidades de los libros de comercio: rubricación, por fechas
sucesivas y sin raspaduras o enmiendas no salvadas.
l,as actas de las reuniones de directorios (y aunque no lo diga la ley, también las de gerencias
colegiadas, consejos de vigilancia o sindicatura plural) deben ser firmadas por todos los asistentes.
Las actas de las reuniones de socios en sociedades que no sean por acciones también deben ser firmadas
por todos los asistentes. En cambio en las asambleas de las sociedades por acciones se exige sólo la firma del
presidente y de los socios designados por la asamblea para ello, en el acta que deberá ser confeccionada y
firmada dentro de los cinco días posteriores a la reunión.
NOTAS A LA OCTAVA EDICION

1. JURISPRUDENCIA

En este capítulo incorporamos los siguientes fallos que estimamos de importancia a los efectos de un
mayor esclarecimiento de los temas en él desarrollados.

103. GANANCIAS (Arts. 68y 71)

1. Para determinar si corresponde que participen en la distribu ción de dividendos quienes revistieron la calidad de
accionistas durante el ejercicio o quienes gocen de la tenencia de las acciones al momento de la distribución efectiva, inclinarse por el
carácter declarativo o constitutivc' que debe atribuirse a la resolución asamblearia que dispone el pago de los dividendos conduce a
una misma conclusión. En efecto, si se la considera declarativa, debe reconocerse su eficacia retroactiva a la época en que
cerró el ejercicio, razón por la cual corresponde reconocer derecho al dividendo a las acciones ya emitidas a dicho cierre, quedando excluidas
las correspondientes a un aumento de capital cuya emisión fue realizada
con posterioridad al cierre del ejercicio. Si, en
cambio, se le atribuye carácter constitutivo sólo quedan alcanzadas las acciones emitidas, suscriptas e integradas
a la fecha en que cerró el ejercicio.
2. No existe incompatibilidad ni contradicción en atribuir carácter sustitutivo a la decisión asamblearia que genera
el derecho de crédito de las acciones sobre las utilidades del ejercicio, en la medida de los dividendos aprobados y al mismo tiempo
circunscribir ese derecho a las acciones que fueron alícuotas del capital social respecto del cual se produjeron las utilidades en el
ejercicio.
3. La regla de reparto de dividendos debe necesariamente referirse a las utilidades del ejercicio, cualquiera sea la
fecha en la cual sean declarados o puestos al pago después de la clausura del ejercicio social. No es óbice para ello la
circunstancia de que en el resultado se refleje la incidencia de anteriores ejercicios, sea por pérdidas que deben absorberse, sea
por utilidades no distribuidas que pueden ser incluidas en los dividendos a pagar.
4. Si no existe regla estatutaria que disponga lo contrario, la asamblea puede decidir la participación en los dividendos de quienes
suscriban acciones futuras. Tal decisión debe resultar clara e inequívoca.
5. Si el estatuto dispone que las acciones adquieren el derecho al dividendo en proporción a las respectivas
integraciones, resulta obvio que queda excluido de participar el capital no suscripto que, por ende, no contribuyó
a generar utilidades hasta el cierre del ejercicio.
6. La determinación de la participación en los dividendos a que tienen derecho las acciones emitidas antes del
cierre pero después de iniciado el ejercicio respecto del cual se dispone el pago, dado que en nuestro derecho no existe solución
normativa especifica, es materia abierta al ámbito contractual. De tal modo, puede ser regulada en los estatutos o, en
su defecto, por resolución de la asamblea, pues el tema de la participación en los beneficios constituye la esencia
del contrato de sociedad y es precisamente aquel donde la libertad es mas amplia.
7. Si el estatuto de la sociedad contempla la proporcionalidad entre el pago de las utilidades y la integración de las
acciones, pero nada dice respecto del derecho que se les reconoce teniendo en cuenta el lapso del ejercicio que ha
transcurrido hasta que comenzó la integración o hasta que se cumplieron las sucesivas integraciones, dicha
omisión debe ser interpretada en el sentido de la irrelevancia del factor temporal para la atribución de los dividendos. En
efecto, si el estatuto consideró la reducción proporcional a que debían sujetarse las acciones parcialmente integradas, pero no
incluyó una segunda reducción en atención a la proporción del ejercicio transcurrido hasta que se produjo la integración, cobra
su íntegro vigor el principio de la igualdad de las acciones que corresponden a la misma clase.
8. Si bien la reducción en la participación en los dividendos en proporción al paso del ejercicio que ha transcurrido
hasta que comenzó la integración es lícita, pues no hay razón para que capitales usados diferentemente devenguen iguales
beneficios tal disparidad de trato debe estar incorporada al régimen societario mediante consulta del estatuto. Por tanto, a falta
de pacto expreso en ese sentido, se aplicará el principio de igual participación.
9. No tiene basamento jurídico reducir la participación de ciertas acciones por el solo hecho de haberse incorporado a
la sociedad ya comenzado el ejercicio social, a menos que se admita paralelamente que, de cerrarse con pérdidas el balance, la
participación en las pérdidas también será menor, lo que conceptualmente es inaceptable y contable-mente impracticable.
10. La venta de las acciones después del cierre del ejercicio en relación al cual se distribuyen dividendos, o bien la
venta posterior a la asamblea que declaró el dividendo, no altera la regla que reconoce el derecho a quien está legitimado como
accionista por la posesión del título o la inscripción pertinente en el caso de acciones nominativas o escriturales, pues el
adquirente ingresa en los derechos inherentes a la
participación accionaria, incluso sus accesorios, en el estado en que se encuentran al tiempo de su
compra.
Trib. Arbitraje Gral. de la Bolsa de Comercio, 06-II-1996, "Televisoras Provinciales SA.", L.L., 24-VI-1996,
pág. 13, fallo 94.410; D.J., 1996-1-1273.

2. DOCTR!NA

Sobre los temas tratados en este capítulo, se pueden consultar los siguientes trabajos:

Cura, José María, "¿Rendición de cuentas o presentación de estados contables?", L.L., 28-VII-1995.
García Tejera, Norberto J., "Libros especiales y actas de sociedades anónimas. Cuestiones generales", E.D.,
158-1089.
Santillán, Jorge Mario, "Alggnas consideraciones acerca del reparto de utilidades ficticias", en Estudios de
Sociedades Comerciales en Homenaje a Cados J. Zavala Rodri'guez, Astrea, 1973, pág. 131.
CAPÍTULO IX
TRANSFORMACION, FUSION Y ESCISION

A) DE LA TRANSFORM4CJON

108. CONCEPTO (Art. 74)

Art. 74. - Concepto, licitud y efectos. Hay transformación cuando una


sociedad adopta otro de los tipos previstos. No se disuelve la sociedad ni se
alteran sus derechos y obligaciones.
Hay transformación de una sociedad cuando adopta otro de los "tipos sociales" regulados en la
ley. Esto es cuando "cambia" su "tipo" por otro. El caso de una sociedad comercial colectiva que se
transforma en sociedad anónima, o en sociedad de responsabilidad limitada.
La sociedad que se transforma (la colectiva, en nuestro ejemplo), no se disuelve (y, por ende,
tampoco se liquida), ni se modifican los derechos y obligaciones de la sociedad para con terceros. Así
por ejemplo el tercero que contrató con esa sociedad colectiva fundado en la responsabilidad
subsidiaria, personal, solidaria e ilimitada de los socios por las operaciones sociales, puede conservar
ese derecho, bastándole con no consentir que se modifique esa responsabilidad.
La nueva sociedad es "continuadora" legal de la anterior y asume por ello sus derechos y
obligaciones en el estado en que se encontraban.

109. RESPONSABILIDAD DE LOS SOCIOS (Arts. 75y 76)

Art. 75. - Responsabilidad anterior de los socios. La transformación no


modifica la responsabilidad solidaria e ilimitada anterior de los socios, aun
cuando se trate de obligaciones que deban cumplirse con posterioridad a la
adopción del nuevo tipo, salvo que los acreedores lo consientan expresamente.

Art. 76. - Responsabilidad por obligaciones anteriores. Si en razón de la


transformación existen socios que asumen responsabilidad ilimitada, ésta no se
extiende a las obligaciones sociales anteriores a la transformación, salvo que la
acepten expresamente.

En el régimen de la ley 19.550 la regla era el mantenimiento de la responsabilidad anterior de los


socios por las operaciones sociales, salvo el consentimiento del acreedor a que tal responsabilidad
fuera limitada como consecuencia de la transformación (caso de la sociedad colectiva que se
transforma en responsabilidad limitada).
Los acreedores debían ser notificados de la transformación en forma personal y si no
manifestaban su oposición a la misma dentro de los treinta días de notificados, se presumía su
consentimiento. Lo mismo si el acreedor contrataba con la sociedad ya transformada.
A su vez, si como consecuencia de la transformación existían socios que asumían una
responsabilidad ilimitada (caso inverso del anterior, por ejemplo, es decir una sociedad de
responsabilidad limitada que se transforma en colectiva), esa responsabilidad ilimitada se extendía a
las obligaciones anteriores.
Este régimen fue modificado por la ley 22.903, tendiendo a una mayor rapidez y simplificación
en el procedimiento de transformación.
La reforma mantiene el principio de inalterabilidad de la responsabilidad de los socios por las
obligaciones anteriores a la transformación, pero modifica el tema del "consentimiento de los
acreedores". Para la limitación de esa responsabilidad anterior se requiere consentimiento expreso de
los acreedores.
Asimismo, en la reforma se aclara que la subsistencia de la responsabilidad ilimitada y solidaria
alcanza también a operaciones sociales preexistentes a la transformación pero exigibles con
posterioridad a ella.
También se modificó, sustancialmente, el régimen de la mayor responsabilidad asumida por todos
o algunos socios como consecuencia de la transformación. La mayor responsabilidad personal que
asumen los socios como consecuencia de la transformación no se extiende a las obligaciones
anteriores de la sociedad que no contaban con ella. La solución es así mucho más lógica y correcta que
la anteriormente prevista en el artículo 76 de la ley 19.550, porque los acreedores que contrataron con
la sociedad anterior sin problema alguno no tienen por qué beneficiarse con esa mayor responsabilidad
que asuman los socios como consecuencia del cambio de "tipo social".
110. REQUISITOS (Art. 77)

Art. 77. - La transformación exige el cumplimiento de los siguientes


requisitos:

1º Acuerdo unánime de los socios, salvo pacto en contrario o lo dispuesto para


algunos tipos societarios;
2º Confección de un balance especial, cerrado a una fecha que no exceda de un
(1) mes a la del acuerdo de transformación y puesto a disposición de los
socios en la sede social con no menos de quince (15) días de anticipación a
dicho acuerdo. Se requieren las mismas mayorías establecidas para la
aprobación de los balances de ejercicio;
3º Otorgamiento del acto que instrumente la transformación, por los órganos
competentes de la sociedad que se transforme y la concurrencia de los
nuevos otorgantes con constancia de los socios que se retiren, capital que
representan, y cumplimiento de las formalidades del nuevo tipo societario
adoptado;
4º Publicación por un (1) día en el diario de publicaciones legales que
corresponda a la sede social y sus sucursales. El aviso deberá contener:
a) fecha de la resolución social que aprobó la transformación;
b) fecha del instrumento de transformación;
c) la razón social o denominación social anterior y la adoptada, debiendo
de ésta resultar indubitable su identidad con la sociedad que se
transforma;
d) los socios que se retiran o incorporan y el capital que representan;
e) cuando la transformación afecte los datos a que se refiere el artículo 10,
apartado a), puntos 4 a 10, la publicación deberá determinarlo;
5º La inscripción del instrumento con copia del balance firmado en el Registro
Público de Comercio y demás registros que correspondan por el tipo de
sociedad, por la naturaleza de los bienes que integran el patrimonio y sus
gravámenes. Estas inscripciones deben ser ordenadas y ejecutadas por el
juez o autoridad a cargo del Registro Público de Comercio, cumplida la
publicidad a que se refiere el apartado 40

La ley 22.903 modificó también la regulación de los requisitos necesarios a cumplir para el trámite de transformación.
Se requiere:
1) acuerdo unánime de los socios o las mayorías estatutarias previstas;
2) confección de un balance especial que debe haber sido cerrado a no más de un mes de la fecha en
que se tome la resolución social de transformación; debiendo estar a disposición de
todos lOS socios por lo menos quince días antes de la reunión o asamblea que considere la
transformación. Para la aprobación de este balance se exige la misma mayoría que para aprobar el
balance general. Se ha eliminado el requisito de poner ese balance a disposición de los acreedores,
como preveía la ley 19.550, en razón de que la modificación del tipo social no los perjudica;
3) instrumentación de la transformación, concurriendo los representantes sociales de la
sociedad transformada y de los nuevos representantes. Debe dejarse constancia de los socios
recedentes que se retiran de la sociedad y del capital que representan. Deben cumplirse las
formalidades que correspondan de acuerdo al nuevo tipo social adoptado: por ejemplo si una sociedad
colectiva se transforma en anónima, deberá celebrarse el acto por escritura pública;
4) publicación por un día en el Boletín Oficial o el diario respectivo de publicaciones
legales correspondientes a la sede social y sus sucursales. El plazo de publicación se redujo a un solo
día en vez de los tres que preveía la ley 19.550. Esa publicación deberá contener:
- fecha de la resolución social que dispuso la transformació n;
- fecha del instrumento de transformación, a que hace referencia el punto 3);
- la razón social o denominación social anterior y la nueva. Se exige que la nueva
denominación o razón social no deje dudas de la identidad con la sociedad transformada, requisito o
previsión no contemplado en la ley 19.550;
- los socios que se retiran de la sociedad y de los que se incomoran y el capital que
representan;
- determinar las modificaciones del contrato social, en cuanto al capital, duración,
objeto social, organización de la administración y otras reglas.
5) inscnpción de la transformación, acompañando el instrumento (punto 3) y el balance
(punto 2), en el Registro Público de Comercio y en los registros que correspondan conforme el tipo de
la sociedad. También se deberá inscribir la transformación en el Registro de la Propiedad Inmueble y
del Automotor, si hubiera bienes inmuebles o automotores o gravámenes de los que deba tomarse
razón. Todas estas inscripciones las ordenará el juez o la autoridad administrativa a cargo del Registro
Público de Comercio. La transformación no tiene efectos frente
a terceros mientras no se inscriba, siguiendo el criterio general establecido en los artículos 5Q,
7Q y 12, L.S.

111. DERECRO DE RECESO (Art. 78>


Art. 78. - Receso. En los supuestos en que no se exija unanimidad, los S(> cios que han votado en contra y los ausentes tienen
derecho de receso, sin que éste afecte su responsabilidad hacia los terceros por las obligaciones contraídas basta que la transformación se
inscríba en el Registro Público de Comercio.
El derecho debe ejercerse dentro de los quince (15) días del acuerdo social, salvo que el contrato fije un plazo distinto y lo dispuesto
para algunos tipos societarios.
El reembolso de las partes de los socios recedentes se hará sobre la base del balance de transformación.
La sociedad, los socios con responsabilidad innnítada y los administradores garantizan solidaria e ilimitadamente a los socios
recedentes por las obligaciones sociales contraídas desde el ejercicio del receso hasta su inscripción.

a) Concepto
El derecho de receso es el derecho del socio a retirarse de la sociedad y obtener el reembolso
de su parte de capital.
La ley prevé el derecho de los socios disconformes con la transformación a retirarse de la
sociedad.
Lógicamente que ello será procedente cuando no se requiere unanimidad para el cambio de
tipo social.

b) Responsabilidad del recedente


Por las obligaciones anteriores o hasta que la transformación sea inscripta en el Registro
Público de Comercio, el socio recedente mantiene su responsabilidad frente a terceros. La regla es
correcta pues la inscripción es el trámite que otorga publicidad a la transformación y eficacia frente a
terceros conforme las reglas generales de la inscripción (arts. 5Q, 7Q y 12, L.S.). Por otra parte, el
tercero que contrató con la sociedad, por ejemplo una sociedad colectiva, donde su contrato social
permite las modificaciones contractuales y, específicamente, la transformación sin necesidad de unanimidad
(arts. 131 y 77, inc. lº, LS.), no tiene por qué ver afectada su situación y disminuida su garantía (pues contaba
con la responsabilidad subsidiaria, solidaria e ilimitada de todos los socios, artículo 125, L.S.). Ello sin perjuicio
de la
garantía de los demás socios con responsabilidad ilimitada y solidaria, de la sociedad y de los
administradores sociales, a favor del recedente, por las operaciones posteriores al ejercicio del derecho de
receso y hasta su inscripción en el Registro.

c) Socios que tienen derecho al receso

Tienen derecho de receso únicamente:

1) los socios que votaron en contra de la transformación. Esto elimina a los que votaron a
favor y también a los que se abstuvieron; y
2) los socios ausentes, que no concurrieron a la reunión social o asamblea donde se
resolvió la transformación de la sociedad.
La ley 19.550 concedía el derecho de receso a los socios disidentes y a los ausentes. Disidente
es el que se opone a algo, de modo que la expresión sería equivalente a "socios que votaron en contra",
porque el que se abstiene, nada dice, luego no se opone. Pero, de todos modos, la expresión es, con la
reforma, muy clara y sin margen para las dudas.

d) Plazo para el ejercicio del derecho a receder

En principio rige el plazo que se hubiera fijado en el contrato o estatuto social. Si nada se hubiera
previsto allí,'el plazo será de quince dlas corridos, contados desde la fecha de la reunión o asamblea que
resolvió la transformación.
El artículo 245 L.S. sobre el receso en las sociedades anónimas, aplicable a las sociedades en
comandita por acciones (art. 316), fija para los ausentes un plazo de quince días contados a partir de las
publicaciones que deben efectuarse; pero los accionistas que votaron en contra tienen sólo un plazo de cinco
días.

e) Garantía por las operaciones posteriores al ejercicio del derecho de receso


Dijimos al considerar en el punto b) sobre la responsabili dad del socio recedente, que el ejercicio
del derecho del receso no puede afectar a los terceros que han contratado con la sociedad. Pero una
vez que el socio ha ejercido el derecho de receder y manifestado su voluntad de retirarse de la sociedad,
resulta incuestionable su voluntad de no responsabilizarse por la conti
nuación de la actividad societaria. Por elio, esta norma consagra la garantía de la sociedad, de los
administradores sociales y de los socios con responsabilidad ilimitada y solidaria, a favor del recedente, por las
operaciones que se realicen en el período de tiempo posterior al ejercicio del derecho de receso y hasta
su inscripción en el Registro Público de Comercio.

1) Reembolso de su parte a los socios recedentes

Vimos ya que el artículo 77, inciso 2º) exige la confección de un balance especial como
requisito de la transformación. Es en base a este balance que se deberá liquidar la parte del socio
recedente.

g) Forma de comunicar el ejercicio del derecho de receso

La ley no exige formalidad alguna, pero dada la importancia de su ejercicio, el recedente


deberá comunicar que ejerce el derecho de receso por un medio fehaciente, que no deje lugar a dudas.
La notificación deberá efectuarse a la sociedad, en la sede social.

Se discute la naturaleza recepticia o no del receso, en el sentido de que el mismo sólo surte
efectos desde el momento en que la sociedad toma conocimiento de la voluntad de receder
•1
del socio

112. PREFERENCIA DE LOS SOCIOS (Art. 79)

Art. 79. - La transformación no afecta las preferencias de los socios, salvo pacto en contrario.

Este artículo, modificado por la reforma (ley 22.903), mantiene en su redacción el párrafo primero
de la ley 19.550 y suprime el segundo párrafo, que remitía a la aplicación del artículo 245 L.S.
Supresión justificada por cuanto la forma de reembolso de su parte al socio recedeñte se rige por la
norma del artículo 78, ya referido.
1
Ver el comentario al artículo 245, L.S. en el Capítulo XVII, nro. 283. Ver además: DASSO, Ariel A., "El derecho de receso, su
naturaleza y forma de ejercicio", L.L., 9-IX-1982, págs. 1 a 4; en contra SCUTI, Ignacio A. (h.), "La ley 22.903 y el receso en las sociedades
anónimas", R.D.C. O., 1983, pág. 810.
Los socios que permanecen en la sociedad mantienen su derecho de preferencia sobre las partes
de los recedentes, salvo pacto en contrario existente en el contrato social o estatuto. Es decir que los
socios que continúan tienen preferencia para adquirir la parte social del recedente, sea su parte de
interés, cuotas o acciones.

113.RESCISION DEL ACUERDO DE TRANSFORMACION (Art. 80)


Art. 80. - Rescisión de la transformación. El acuerdo social de transformación puede ser dejado sin efecto mientras ésta no se
haya inscripto. Si medió publicación, debe procederse conforme a lo establecido en el segundo párrafo del artículo 81.
Se requiere acuerdo unánime de los socios, salvo pacto en contrario y lo dispuesto para algunos tipos societarios.

La resolución de transformación puede ser dejada sin efecto por los mismos socios, mientras no haya
sido inscripta, determ;nó la ley 22.903. La ley 19.550 autorizaba la rescisión siempre que no hubiera perjuicios
para los socios y los terceros y no hubiera mediado la publicación referida en el artículo 77.
De todos modos, si hubiera mediado publicación, habrá que hacer una nueva publicación comunicando
la rescisión.
La rescisión requiere la misma mayoría que la votación de la transformación.

114. CADUCIDAD DE LA TRANSFORMACION (Art. 81)


Art. 81.- Caducidad del acuerdo de transformación. El acuerdo de transformación caduca si a los tres (3) meses de haberse celebrado
no se inscribió el respectivo instrumento en el Registro Público de Comercio, salvo que el plazo resultare excedido por el normal cumplimiento
de los trámites ante la autoridad que debe intervenir o disponer la inscripción.
En caso de haberse publicado, deberá efectuarse una nueva publicación al solo efecto de enunciar la caducidad de la transformación.
Los administradores son responsables solidaria e ilimitadamente por los perjuicios derivados del incumplimiento de la inscripción o
de la publicación.
La ley 22.903 incorporó este tópico respecto a la "caducidad" de la transformación, si habiendo
transcurrido tres meses de haberse resL!elto la misma, no se hubiera inscripto, salvo que
el plazo se hubiera excedido por el trámite ante la autoridad que debe intervenir o disponer la
inscripción Ouez o autoridad administrativa que tenga a su cargo el Registro Público de Comercio).
Esto viene a dar claridad y certeza a la situación de la sociedad cuyo trámite de transformación no
puede permanecer indefinidamente abierto.
Los administradores son responsables, en forma personal, solidaria e ilimitada, por los perjuicios que
pueden derivarse del incumplimiento de la inscripción o publicación de la transformación y su consecuente
caducidad.
Producida la caducidad, deberá publicarse la misma si ya se hubiera publicado la transformación.
La forma como reguló la reforma este instituto de la "caducidad" nos parece demasiado rígida. El
vencimiento del plazo de caducidad se opera automáticamente salvo el derecho de la sociedad de alegar que la
demora ha obedecido al trámite propio ante la autoridad respectiva, no admitiéndose ninguna otra causal de
descargo.

B) DE LA FUSION

115. CONCEPTO DE FUSION Y DISTINTAS FORMAS (Art. 82)


Art. 82. - Concepto. Hay fusión cuando dos o más sociedades se disuelven sin liquidarse, para constituir una nueva; o cuando una ya
existente incorpora a otra u otras que, sin liquidarse, son disueltas.

Efectos.
La nueva sociedad o la incorporante adquiere la titularidad de los derechos y obligaciones de las sociedades disueltas produciéndose
la transferencia total de sus respectivos patrimonios al inscribirse en el Registro Público de Comercio el acuerdo definitivo de fusión y el
contrato o estatuto de la nueva sociedad o el aumento de capital que hubiere tenido que efectuar la incorporante.

La fusión implica "unión" de dos o más sociedades. La fu-Sión puede ser "pura" o "por absorción".
En la fusión pura dos o más sociedades se unen para constituir una nueva. Por ello se disuelven, pero
no se liquidan. Por ejemplo las sociedades A y B se fusionan y dan nacimiento a la sociedad C, donde C = A +
B.
En la ft¿sión por absorción una sociedad incorpora y absorbe a otra u otras sociedades, que también
se disuelven (las incorpo
radas) sin liquidarse. Este es el procedimiento clásico de crecimiento empresarial, de "concentración",
por el cual una empresa crece absorbiendo a las más pequeñas de su ramo o actividad.
La nueva sociedad resultante de la fusión pura o "propia" asume la totalidad de los derechos y
obligaciones de las sociedades fusionadas.
En la fusión por absorción, la sociedad "incorporante" asume esos derechos y obligaciones.
La ley 22.903 aclaró en la refórma al artículo 82 que la transferencia de los respectivo patrimonios se
producirá al mscribirse en el Registro Público de Comercio el acuerdo definitivo de fusión y el nuevo contrato
social o el aumento del capital de la incorporante.

116. REQUISITOS (Art. 83)


Art. 83. - La fusión exige el cumplimiento de los siguientes requisitos:
Compromiso previo de fusión.
1º El compromiso previo de fusión otorgado por los representantes de las sociedades que contendrá:
-a) la exposición de los motivos y finalidades de la fusión;
b) los balances especiales de fusión de cada sociedad, preparados por sus administradores, con informes de los síndicos en su caso,
cerrados en una misma fecha que no será anterior a tres (3) meses a la firma del compromiso, y confeccionados sobre bases homogéneas y
criterios de valuación idénticos;
c) la relación de cambio de las participaciones sociales, cuotas o acciones;
d) el proyecto de contrato o estatuto de la nueva sociedad o de modificaciones del contrato o estatuto de la sociedad absorbente,
según el caso;
e) las limitaciones que las sociedades convengan en la respectiva administración de sus negocios y las garantías que establezcan para
el cumplimiento de una actividad normal en su gestión, durante el lapso que transcurra hasta que la fusión se inscriba;

Resoluciones sociales.
2º La aprobación del compromiso previo de fusión y de los balances especiales por las sociedades participantes en la fusión, con los
requisitos necesarios para la modificación del contrato social o estatuto.
A tal efecto deben quedar copias en las respectivas sedes sociales del compromiso previo y del informe del síndico en su caso, a
disposición de los socios o accionistas con no menos de quince (15) días de anticipación a su consideración;

Publicidad.
3º La publicación por tres (3) días de un aviso en el diario de publicaciones legales de la jurisdicción de cada sociedad y en uno de
los diarios de mayor circulación general en la República, que deberá contener:
a) la razón social o denominación, la sede social y los datos de la inscripción en el Registro Público de Comercio de cada una de las
sociedades;
b) el capital de la nueva sociedad o el importe del aumento del capital social de la sociedad incorporante;
c) la valuación del activo y del pasivo de las sociedades fusionantes, con indicación de la fecha a que se refiere;
d) la razón social o denominación, el tipo y el domicilio acordado para la sociedad a constituirse;
e) las fechas del compromiso previo de fusión y de las resoluciones sociales que lo aprobaron.

Acreedores: Oposición.

Dentro de los quince (15) días desde la última publicación del aviso, los acreedores de fecha anterior pueden oponerse a la fusión.
Las oposiciones no impiden la prosecución de las operaciones de fusión pero el acuerdo definitivo no podrá otorgarse hasta veinte
(20) días después del vencimiento del plazo antes indicado, a fin de que los oponentes que no fueren desinteresados o debidamente garantizados
por los fusionantes puedan obtener embargo judicial;
Acuerdo definitivo de fusión.
4º El acuerdo definitivo de fusión, otorgado por los representantes de las sociedades una vez cumplidos los requisitos anteriores, que
contendrá:
a) las resoluciones sociales aprobatorias de la fusión;
b) la nómina de los socios que ejerzan el derecho de receso y capital que representen en cada sociedad;
c) la nómina de los acreedores que habiéndose opuesto hubieren sido garantizados y de los que hubieren obtenido embargo judicial;
en ambos casos constará la causa o título, el monto del crédito y las medidas cautelares dispuestas, y una lista de los acreedores desinteresados
con un informe sucinto de su incidencia en los balances a que se refiere el inciso 1º, apartado b);
d) la agregación de los balances especiales y de un balance consolidado de las sociedades que se fusionan
Inscripción registral.
5º La inscripción del acuerdo definitivo de fusión en el Registro Público de Comercio.
Cuando las sociedades que se disuelven por la fusión estén inscriptas en distintas jurisdicciones deberá acreditarse que en ellas se ha
dado cumplimiento al artículo 98.

La ley 22.903 introdujo una profunda reforma en este tema, precisando con mayor claridad ciertos
aspectos como el momento inicial de la fusión, estableciendo la regla que esos balances deben cerrar en igual
fecha, confeccionarse sobre bases homogéneas y adoptar iguales criterios de evaluación; prevé específica-
mente el proyecto de contrato de la nueva sociedad o las reformas a introducir al contrato social de la
incorporante, etcétera2.
La ley trata con minuciosidad y precisión de reglar las distintas etapas por las que transitará la fusión,
trámite largo y engorroso, no exento de dificultades; pero a poco que analicemos el artículo 83 advertiremos que
ya el llamado "compromiso previo de fusión" presupone la existencia de un acuerdo anterior entre las sociedades
fusionantes. En efecto, ya en ese momento las partes han realizado los balances especiales necesarios para cuya
confección ha debido existir acuerdo previo. De modo que en la realidad de los hechos las etapas no serían cinco
como las des-cribe esa norma, sino seis; y el llamado "compromiso previo" sería posterior al acuerdo base sobre
el que se iniciaron las conversaciones.

a) El acuerdo base: es, lógicamente, previo, y allí se conviene sobre:


- la conveniencia de la fusión, los motivos y las finalida'1es que persigue;
- la forma de confeccionar los balances especiales: fecha de cierre, bases para su confección,
criterios de valuación, etcétera;
- las bases sobre las que se calculará y establecerá la relación de cambio de las participaciones
sociales;
- designación de una comisión mixta que estudie las nuevas normas estatutarias o las reformas a
introducir en el contrato social de la incorporante, según se trate de fusión pura o por absorción; y
- la forma en que se conducirán sus respectivas administraciones mientras transcurra el tiempo
de confección de los balances y hasta que se suscriba el llamado "compromiso previo de fusión".
Efectuada esta aclaración previa, diremos que el artículo 83 prescribe las siguientes etapas y dentro de
cada una de ellas los requisitos a cumplir:

2 La doctrina nacional ya había advertido la necesidad de llenar los vacíos que dejaba la ley: ver VERGARA del
CARRIL, Angel, "Propuestas de interpretación sobre algunas variantes del proceso de fusión", La Información, nro 628, t.
XLV, alio LIII, abril de 1982, pág. 885.
b) Compromiso previo ae fusión: que debe ser suscripto por los representantes de las sociedades
que se fusionarán. Este documento debe contener:
1) una exposición sobre los motivos y finalidades de la fusión, expuestos con la mayor claridad,
para la debida ilustración de los socios de las sociedades fusionantes;
2) los balances especiales a que nos referimos anteriormente al analizar el "acuerdo base". Este
balance debe ser firmado por los administradores sociales (la ley 22.903 habla de balances "preparados" por los
administradores, cuando en realidad no interesa quiénes los han preparado sino quiénes los suscriben como
responsables) con informes de los síndicos, en su caso. Estos balances deben haber sido cerrados en igual fecha
y no anterior a los tres meses de la firma del "compromiso";
3) la relación de cambio de las participaciones sociales, cuotas o acciones. Esta es una
incorporación que hizo la ley 22.903 y tiene, indudablemente, enorme importancia. Pues no podrá haber fusión
si las partes no se ponen de acuerdo respecto de la "paridad" de cambio que aplicarán a sus participaciones
sociales. Indudablemente que la exigencia sobre homogeneización de criterios para la confección de los
balances, la determinación de una misma fecha de cierre y la adopción de iguales pautas de valuación facilitarán
la solución de este problema;
4) el proyecto de contrato social de la nueva sociedad (en caso de fusión propia) o las reformas a
introducir en el contrato de la sociedad incorporante (en caso de fusión por absorción); y
5) las limitaciones que las partes convengan respecto de las administraciones de los negocios
sociales y las garantías que estipulen para darse mutuas seguridades respecto de una actividad normal en las
respectivas sociedades hasta la terminación del trámite de fusión con su respectiva inscripción. Aquí puede
pactarse la actuación de "veedores" o "auditorías externas" designadas de común acuerdo, etcétera.
c) Consideración y aprobación por los órganos societarios dei compromiso previo de fusión: el
compromiso previo es firmado por los representantes sociales. Pero tal compromiso y los balances especiales
confeccionados por los órganos de administración deben ser aprobados por las asambleas o reuniones de socios,
según el tipo de sociedad de que se trate.
Por ello, quince días antes de la reunión de la asamblea social, deben ponerse a disposición de los socios
en las respectivas sedes sociales, copias de ese compromiso previo que contiene los respectivos balances, y
también copias de los informes de los síndicos, en su caso.
Las asambleas deben aprobar el "compromiso previo con los requisitos de quórum y mayorías que
determinen sus respectivos contratos sociales para las modificaciones a los mismos.
d) Publicidad: la norma exige la publicación de un aviso con contenido preciso, que deberá efectuarse
en el Boletín qflcial de la jurisdicción de cada sociedad y en un diario de mayor circulación en el país, por un
plazo de tres días.
El contenido minuciosamente referido cubre adecuadamente la información necesaria para la protección
de los derechos de terceros.
Esta publicación que ordena la ley tiene por finalidad garantizar el debido ejercicio de sus derechos a
los acreedores sociales. La ley 22.903 eliminó el criterio sustentado en la ley 19.550 de aplicación del régimen
de transferencias de fondos de comercio de la ley 11.867 para el trámite de fusión. Receptando las críticas a la
anterior normativa, ahora se establece un régimen propio de publicidad.
Oposición de los acreedores sociales: en el régimen de la ley 19.550 la oposición de los acreedores
impedía la fusión, salvo que fueran desinteresados o se les ofrecieran y constituyeran garantías adecuadas, y en
caso de discrepancias respecto de las garantías resolvía el juez.
La ley 22.903 sentó el principio de que la oposición de los acreedores no impide la fusión, aunque no
hayan sido desinteresados ni garantizados. Sólo cabe darles un plazo de veinte días para que obtengan embargo
judicial sobre bienes de sus respectivas deudoras. De esta forma no se interrumpe la prosecución de los trámites
de la fusión y no se afectan tampoco los derechos de los acreedores sociales.
La oposición deben formularla los acreedores dentro de los quince días desde la última publicación del
aviso referido anteriormente.

e) Acuerdo definitivo de fitsión: terminadas las publicaciones, se celebrará el "acuerdo definitivo" que
será suscripto por los representantes sociales y que deberá contener:
1) una transcripción de las resoluciones de las asambleas sociales que aprobaron la fusión;
2) nómina de los socios que ejer'zan el derecho de receso y capital que representan en cada
sociedad. Ya veremos que en caso de fusión, cualquiera sea la forma, los socios de las sociedades que se
disuelven tienen derecho a retirarse de la sociedad;
3) situación de los acreedores sociales, con indicación de los que hubieran sido desinteresados, de
los que hubieran sido garantizados y de los que hayan trabado embargos. En el caso de acreedores
desinteresados (a los que se les ha pagado sus acreencias) deberá señalarse la incidencia de esos pagos en los
balances respectivos; y en el caso de acreedores garantizados y embargantes, se detallará el título o causa del
crédito, su monto y las medidas cautelares trabadas (y aunque lo omite la ley 22.903, también deberán indicarse
las garantías constituidas); y
4) deben agregarse los balances especiales y un "balance consolidado" de las sociedades que se
fusionan. Este balance "consolidado" es una exigencia de la reforma de la ley y recoge una experiencia práctica.
El reflejará la realidad económica de la nueva sociedad resultante de la fusión, o bien la situación de la sociedad
incorporante luego de la absorción.

f) Inscripción registrak el acuerdo definitivo de fusión se debe inscribir en el Registro Público de


Comercio. Si las sociedades que se fusionan estuvieran inscriptas en diferentes jurisdicciones, deberán inscribir
en cada jurisdicción sus respectivas disoluciones, cumplimentando así el requisito del artículo 98 de la ley, que
prescribe que para que la disolución tenga eficacia respecto de terceros se requiere su inscripción, previa
publicación en casos de sociedades de responsabilidad limitada y por acciones. Pero aquí la reforma de la ley
eliminó también para el caso de la fusión el requisito de la publicación previa para las sociedades referidas. Esa
inscripción de la disolución estará a cargo del órgano de administración de la nueva sociedad o de la sociedad
absorbente, en su caso, según lo prescribe el artículo 84.
En cuanto a las inscripciones registrales que correspondan por la naturaleza de los bienes que integran
el patrimonio transferido y sus gravámenes, ellas deberán ser ordenadas por el juez o autoridad a cargo del
Registro Público de Comercio donde se inscriha la nueva sociedad o donde estaba inscripta la sociedad
absorbente, en su caso.
117. ADMINISTRACION DE LAS SOCIEDADES (Art. 84)
Art. 84. - Constitución de nueva sociedad. En caso de constituirse sociedad fusionaria, el instrumento será otorgado
por los órganos competentes de las fusionantes con cumplimiento de las formalidades que correspondan al tipo adoptado. Al
órgano de administraci6n de la sociedad así creada incumbe la ejecución de los actos tendientes a cancelar la inscripcíón
registral de las sociedades disueltas, sin que se requiera publicación en ningún caso.

Incorporación: Reforma estatutaria.


En el supuesto de incorporación es suficiente el cumplimiento de las normas atinentes a la reforma del contrato o
estatuto. I,a ejecución de los actos necesarios para cancelar la inscripción registral de las sociedades disueltas, que en ningán
caso requieren publicación, compete al órgano de administración de la sociedad absorbente.
Inscripciones en registros.
Tanto en la constitución de nueva sociedad como en la incorporación ,las inscripciones registrales que correspondan
por la naturaleza de los bienes que integran el patrimonio transferido y sus gravámenes deben ser ordenados por el juez o
autoridad a cargo del Registro Público de Comercio.
La resolución de la autoridad que ordene la inscripción, y en la que constarán las referencias y constancias del
dominio y de las anotaciones registrales, es instrumento suficiente para la toma de razón de la transmisión de la propiedad.
Administración hasta la ejecución.
Salvo que en el compromiso previo se haya pactado en contrario, desde el acuerdo definitivo la administración y
representación de las sociedades fusionantes disueltas estará a cargo de los administradores de la sociedad fusionaria o de la
incorporante, con suspensión de quienes hasta entonces la ejercitaban, a salvo el ejercicio de la acción prevista en el artículo 87.

La ley 22.903 reguló con mayor precisión este tópico, sentando en principio la regia que habrá que
respetar lo convenido entre las partes. En defecto de pacto expreso, desde el acuerdo definitivo la administración
y representación de las sociedades fusionantes disueltas estará a cargo de los administradores de la nueva
sociedad (sociedad fusionaria) o de la incorporante (en caso de fusión por absorción), con suspensión en sus
funciones de quienes las administraban, con excepción del caso de ejercitar la acción de rescisión, que luego
analizaremos.
118. DERECHO DE LOS SOCIOS DE LAS SOCIEDADES DISUELTAS (Art. 85)
Art. 85.- Receso. Preferencias. En cuanto a receso y preferencias se aplica lo dispuesto por los artículos 78y 79.
Los socios de las sociedades que se disuelven (no los accionistas de la sociedad incorporante, según el
artículo 245) pueden ejercer el derecho de "receso", aplicándose lo dispuesto al respecto en el artículo 78. A su
vez los socios conservan las "preferencias" que tuvieren, aplicándose el artículo 79 ya considerado.

119. REVOCACION DE LA FUSION (Art. 86)


Art. 86. - Revocación. El comprorniso previo de fusión puede ser dejado sin efecto por cualquiera de las partes, si no
se han obtenido todas las resolucicnes sociales aprobatorias en el término de tres (3) meses. A su vez las resoluciones sociales
pueden ser revocadas, mientras no se haya otorgado el acuerdo definitivo, con recaudos iguales a los establecidos para su
celebración y siempre que no causen perjuicios a las sociedades, los socios ylos terceros.

Mientras no se haya celebrado el "acuerdo definitivo de fusión" las sociedades fusionantes pueden dejar
sin efecto su decisión de fusionarse.
Al respecto, la ley 22.903, modificando la ley 19.550, distingue dos momentos u oportunidades en que
puede revocarse tal decisión:
a) el compromiso puede ser dejado sin efecto por cualquiera de las partes si no se han obtenido todas las
resoluciones sociales aprobatorias en el término de tres meses; en este caso sin condiciones; y
b) mientras no se haya celebrado el acuerdo definitivo, se pueden dejar sin efecto - revoca rse - las
decisiones asamblearias aprobatorias del compromiso previo, con iguales requisitos de quórum y mayorías que
las exigidas para la toma de la decisión aprobatoria de la fusión, pero siempre que no cause perjuicios a las
sociedades, los socios y los terceros. Existiendo perjuicios no podrá revocarse ya la decisión asamblearia, de
modo que la fusión seguirá su trámite, sin perjuicio, y para el caso de exigir justa causa, del derecho a demandar
la rescisión, que analizaremos seguidamente.

120. RESCISION DE LA FUSION (Art. 87)


Art. 87. - Rescisión: justos motivos. Cualquiera de las sociedades interesadas puede demandar la rescisión del acuerdo
definitivo de fusión por justos motivos hasta el momento de su inscripción registral.
La demanda deberá interponerse en la jurisdicción que corresponda al lugar en que se celebró el acuerdo.

Mientras el acuerdo definitivo no haya sido inscripto, cual-quiera de las sociedades fusionantes puede,
existiendo justos motivos, demandar la rescición del acuerdo de fusión. La reforma de la ley 22.903 toma el acto
de la inscripción del acuerdo de fusión como el momento límite para promover la demanda de rescisión,
modificando el criterio anterior que lo establecía en el del otorgamiento del acuerdo definitivo.
La demanda respectiva se deberá interponer ante la jurisdicción que corresponda al lugar donde se
celebró el acuerdo definitivo.

C) DE LA ESCISION

121. CONCEPTO (Art. 88)

Art. 88.- Escisión. Concepto. Régimen. Hay escisión cuando:

I. una sociedad sin disolverse destina parte de su patrimonio para fusionarse


con sociedades existentes o para participar con ellas en la creación de una
nueva sociedad;
II. una sociedad sin disolverse destina parte de su patrimonio para constituir
una o varias sociedades nuevas;
III. una sociedad se disuelve sin liquidarse para constituir con la totalidad de su
patrimonio nuevas sociedades.

Requisitos. La escisión exige el cumplimiento de los siguientes requisitos:

1º) resolución social aprobatoria de la escisión, del contrato o estatuto de la


escisionaria, de la reforma del contrato o estatuto de la escindente en su
caso, y del balance especial al efecto, con los requisitos necesarios para la
modificación del contrato social o del estatuto en el caso de fusión. El receso
y las preferencias se rigen por lo dispuesto en los artículos 78 y 79;
2º)el balance especial de escisión no será anterior a tres (3) meses de la
resolución social respectiva, y será confeccionado como un estado de
situación patrimonial;
3º) la resolución social aprobatoria incluirá la atribución de las partes sociales o
acciones de la sociedad escisionaria a los socios o accionistas de la sociedad
escindente, en proporción a sus participaciones en ésta, las que se
cancelarán en caso de reducción de capital;
4º) la publicación de un aviso por tres (3) días en el diario de publicaciones
legales que corresponda a la sede social de la sociedad escindente y en uno
de los diarios de mayor circulación general en la República que deberá
contener:
a) la razón social o denominación, la sede social y los datos de la
inscripción en el Registro Público de Comercio de la sociedad que se
escinde;
b) la valuación del activo y del pasivo de la sociedad, con indicación de la
fecha a que se refiere;
c) la valuación del activo y pasivo que componen el patrimonio destinado
a la nueva sociedad;
d) la razón social o denominación, tipo y domicilio que tendrá la sociedad
escisionaria;
5º)los acreedores tendrán derecho de oposición de acuerdo al régimen de fusión;
6º)vencidos los plazos correspondientes al derecho de receso y de oposición y
embargo de acreedores, se otorgarán los instrumentos de constitución de la
sociedad escisionaria y de modificación de la sociedad escindente
practicándose las inscripciones según el artículo 84.

Cuando se trate de escisión-fusión se aplicarán las disposiciones de los


artículos 83 a 87.

La ley 19.550 admitía dos supuestos de escisión y la ley 22.903 incorporó el caso de la escisión-
división. Por ello, precisando, dice ahora el artículo 88 reformado que habrá escisión cuando:
a) una sociedad destina parte de su patrimonio para fusionarse con otra u otras sociedades
existentes, o para participar con ellas en la creación de una nueva sociedad;
b) una sociedad destina parte de su patrimonio para constituir una sociedad nueva o más de una,
también sin disolverse; y
c) una sociedad se disuelve sin liquidarse, para constituir, con la totalidad de su patrimonio, dos o
más sociedades nuevas (escisión-división). La incorporación de esta forma de escisión constituyó una
innovación sustancial de la reforma.

122. REQUISITOS
La reforma de la Ley de Sociedades comerciales precisó los requisitos que se deben cumplir para
la regularidad de la escisión, mejorando las simples remisiones que efectuaba la ley 19.550.
Se requiere:
a) resolución social -por reunión o asamblea, según el tipo social-, que apruebe la escisión; el
contrato social de la o las nuevas sociedades; la reforma del contrato social de la escindente, en su
caso; y del balance especial practicado a ese efecto; con las exigencias de quórum y mayorías
necesarias para la modificación del contrato social en el caso de fusión;
b) el balance esNcial de escisión, que no será anterior a tres meses de la resolución social respectiva;
c) la atribución de las partes sociales o acciones de la sociedad escisionaria (la nueva) a los socios o
accionistas de la escindente, en proporción a su participación en esta última;
d) la publicación de un aviso, por tres días, en el diario de publicaciones legales correspondienté a la
jurisdicción de la sociedad escindente y, además, en uno de los de mayor circulación general en la
República. Esta exigencia adicional establecida en la ley 22.903 es igual a la preceptuada para el
caso de fusión, ya analizada.
Esta publicidad tiene por objeto proteger los derechos de los acreedores sociales, que tienen
también el derecho de oposición, igual que en el caso de fusión. También tienen el derecho de
embargar bienes si no fueran desinteresados ni garantizados en sus créditos;
e) constitución de la sociedad escisionaria y modificación del contrato social de la escindente:
vencidos los plazos correspondientes al ejercicio del derecho de receder que tienen los socios y el
plazo para que los acreedores sociales expresen su oposición y puedan trabar embargo, en su
caso, se procederá a la suscripción del contrato social de la nueva sociedad y a modificar el
contrato de la sociedad escindente, con las formalidades que correspondan conforme al tipo social
de cada una;
f) inscripción de los contratos sociales: los contratos de la sociedad escindente y escisionaria, se
deben inscribir en el Registro Público de Comercio que corresponda a la jurisdicción del
domicilio social de cada una.

123. ESCISION CON FUSION


En caso que la escisión sea para fusionarse con otra u otras sociedades o para crear con otra u
otras una nueva sociedad, se aplicarán las normas que regulan el procedimiento de fusión que ya
hemos examinado.

NOTAS A LA OCTAVA EDICION

En este capítulo incorporamos los siguientes fallos que estimamos de importancia a los efectos de un
mayor esclarecimiento de los temas en él desarrollados.

1. JURISPRUDENCIA

A) DE LA TRANSFORMACION

108. CONCEPTO

En tal sentido, cabe rechaaar la acción de nulidad interpuesta por el socio de un Club de Campo contra la
decisión asamblearia por la cual se modificó el estatuto de dicha entidad transformándola de sociedad anónima en asociación
civil sin fines de lucro, ya que tal modificación no produjo ningún cambio sustancial en relación al status originariamente
asumido por el pretensor; habida cuenta de que la adopción del mencionado tipo societario mercantil encubrió, desde el inicio,
una configuración de carácter asociacional no societario, tal como resulta de la declaración del objeto estatutario, relativo al
fomento del deporte, que excluye toda obtención de posibles utilidades. Consecuentemente, la decisión asamblearia impugnada
es lícita, en tanto implica una mera continuidad del plexo involucrado en la causa contractual; pues, el vínculo plurilateral que
se ha configurado debe ser ubicado, en virtud de la aludida realidad subyacente, dentro del ámbito de las asociaciones.
Cám. Nac. Com., Sala B, 2-V-1995, "Arce, Hugo c. Los Lagartos Country Club sinulidad de asamblea", E.D., 14-
Vll-1995.

111. DERECHO DE RECESO

1. A partir de la vigencia de la ley 22.903 el derecho del socio recedente es un derecho pleno, perfecto y adquirido,
aunque sujeto a una modalidad, a una condición resolutoria, dada por la revocación por parte de la asamblea de la decisión que
dio causa y justificó el ejercicio del receso, revocación que resuelve o hace caducar ese derecho de receder.
2. El receso, aunque es un acto unilateral del accionista, está sujeto a un régimen similar al de los actos
condicionales. El recedente ab ilzitio es titular de un derecho subjetivo, aunque éste se halla condicionado a que dentro del
término legal no se produzca la revocación de la
decisión que le dio origen: si vence el término para que surja el acto extintivo y éste no se produce, el receso se reputa
perfecto desde el momento de la notificación.
3. Como consecuencia del ejercicio del derecho de receso, una vez notificada la sociedad, el accionista queda
separado de la misma y se convierte frente a ésta en un tercero titular de un derecho creditorio al reembolso, por parte de la
sociedad, del valor de sus acciones.
4. El derecho de receso es la atribución acordada por la ley a los accionistas disconformes con determinadas
resoluciones asamblearias, para retirarse de la sociedad mediante su manifestación unilateral de voluntad, con
reembolso del valor de sus acciones.
5 Comunicada a la sociedad la voluntad de receder por parte de un socio, éste pierde inmediatamente su calidad de
tal, y adquiere por esa sola circunstancia la condición de tercero ajeno a la sociedad y acreedor de ella por el valor de reembolso
de las acciones, sin perjuicio de la condición resolutoria mencionada. El derecho de receso es, por tanto, una acción individual
que otorga la ley al accionista en defensa de sus intereses particulares.
Cám. Nac. Com., Sala D, 8-V-1992, "Tacchi, Carlos c. Peters Hnos.", L.L., 1994-A, págs. 384 y sigs.

El artículo 245 in fine de la ley 19.550 san ciona de nulidad toda de-cisión societaria que dificulte el ejercicio o
excluya el derecho a receder del accionista. Lo preceptuado por el artículo 188 del mismo cuerpo legal debe interpretarse en
concordancia con ello.
Partiendo de esa premisa, debe tenerse en cuenta que la actual redacción del mentado artículo 245 concluye con las
anteriores divergencias doctrinarias en torno a la facultad de recurrir al receso por parte del accionista ante un aumento del
capital societario. La comisión redactora de la reforma introducida por la ley 22.903 explicita en la Exposición de Motivos la
intención de agotar la polémica doctrinaria y la inseguridad jurídica existente en la materia (cap. II, sec. V, apart. 16).
No puede -entonces- caber duda que es requisito para el qercicío de ese derecho que una asamblea extraordinaria haya
decidido el aumento del capital social y que debe recurrirse a una aplicación armónica de las normas legales para un mejor
ensamble de lo dispuesto por los artículos 188 y 245. Consecuentemente, la validez de la facultad reconocida por el citado
artículo 188 debe ser interpretada a la luz de las particularidades de cada caso, tal como lo sostiene el a qi¿o en la sentencia
impugnada. En efecto, la sociedad demandada utilizó y agotó la facultad prevista por el artículo 188, pues su asamblea
extraordinaria del 28 de noviembre de 1985 reformó la cláusula 4ta. del estatuto aumentando el capital social, pero
manteniendo la facultad de elevarlo hasta el quíntuplo por decisión de su asamblea. Este mecanismo intentado por la mayoría
de los accionistas de Mandataria Rural SA. conlíeva, en la especial situación en examen, que se soslayen aquellas vías que
aseguran
los derechos del accionista disidente porque se cercenaría su facultad de receder ante una reforma estatutaria que no
contó con la aprobación unánime de todos aquellos que tenían derecho a participar de la formación de la voluntad societaria.
Esta postura me lleva a reiterar que la interpretación y alcances de la posibilidad de aumentar hasta un quíntuplo el
capital social que establece el artículo 188 de la ley de la materia debe hacerse en concordancia con el ya mentado artículo 245
que en su última parte sanciona de nulidad a toda decisión societaria que excluya el derecho de receso de los accionistas
disconformes o agrave las condiciones de su ejercicio.
Con respecto a ese derecho se puede decir que la ley lo caracteri7a, y con esa finalidad lo mantiene, como un remedio
contra el poder ilimitado de las asambleas sociales y que constituye un instituto de suma importancia para el accionista,
irrenunciable anticipadamente salvo que la modificación esté prevista en el acto constitutivo, insusceptible de ser desconocido
por los estatutos ni por decisión asamblearia.
Más adelante, invocando el caso "Rutimor SA. c. Establecimientos Textiles Ituzaingó SA." (Cám. Nac. Com., Sala A'
23-XII-1971, L.L., 153-403), la accionada manifiesta que su contrario debió ejercer el receso ante la decisión asamblearia en
lugar de impugnarla, insistiendo en la improcedencia de la nulidad pretendida.
Ese razonamiento desatiende dos circunstancias que, a mi entender, son de importancia. En primer término, la
normativa vigente al tiempo de sentenciarse el caso citado (art. 354, Cód. Com.) era distinta de la actual y, en segundo lugar,
que el derecho a receder que le asiste al socio, así como la posibilidad de impugnar las resoluciones del órgano de gobierno
social son dos alternativas cuya elección queda en cabeza del accionista. Así el socio puede reclamar la invalidez de lo decidido
u optar por su retiro de la sociedad, pero no está obligado a esto último, siendo ajeno a la cuestión el debate que pretende
incorporar la apelante sobre si le asiste o no al actor el derecho de receso en esa oportunidad.
Cám. Nac. Com., Sala C, 14-VI-1991, "Guelar, Juan c. Mandataria Rural SA.", L.L., 1991-E, pág 485 (del voto del
doctor Di Tella).

1. El derecho de receso está consagrado por el artículo 245 de la L.S. (t.o. 1984, Adía, XLIV-B, 1310). Cuando las
condiciones que dieron lugar a la formación del contrato de sociedad son modificadas sustancialmente, el socio tiene derecho a
separarse de la misma.
2. El accionista de una sociedad anónima puede requerir la extinción de la relación jurídica contenida en la acción,
ante la modificación de la causa relevante, no consentida, renunciando a su calidad de socio.
3. El derecho de receso es una garantía para el accionista, ya que él puede ejercer este derecho y no verse obligado a
soportar obligaciones que desconozca o que considere injustas.
4. El derecho de receso es uno de los derechos individuales del accionista, inderogable e irrenunciable por cláusula
inserta en el contrato
social, en razón de que la función social que cumple es la de tutelar el interés del socio frente a las
decisiones de la mayoría.
5. El derecho de receso es una institución de orden público. La ley fulmina con la nulidad a toda
disposición que excluya el derecho de receso o agrave las condiciones de su ejercicio.
6. Decidida la modificación relevante por la asamblea, la ley reconoce al accionista el derecho de receso, pero
establece un plazo breve dentro del cual debe ejercerlo. Una vez practicado este último, el acci<> nista deja de ser
tal, pierde su calidad de socio y se transforma respecto de la sociedad en un simple acreedor de la misma.
7. La declaración que realiza el accionista al ejercer el derecho de receso es unilateral, recepticia y
vinculante, la cual no requiere aceptación, ya que vale por sí sola, bastando su "exteriorización" ante la
resolución emanada de la asamblea.
Cám. Nac. Com., Sala B, 24-VIII-1992, "Tchomlekdjoglou, Elena y otra c. Stemos SA.", L.L., L, 1992-E, pág.
2386; L.L., Repertorio, 1992, pág. 1699.

Uno de los efectos del derecho de receso es el extinguir la calidad de socio de quien ejercitó ese derecho.
S.C.BA., 2-IV-1991, "Córdova, Héctor M. c. Banco Crédito Provincial", D.J.B.A., 142-1520.

El valor de reembolso de las acciones recedidas debe calcularse de acuerdo con el balance correspondiente al ejercicio
social inmediatamente anterior a la asamblea cuya resolución ordenó el receso. El mencionado estado contable es el que mejor
refleja la situación patrimonial de la sociedad al momento de ejercer el derecho y se adecua a lo dispuesto por la normativa
legal en materia de sociedades comerciales, que establece que las acciones se reembolsarán por el valor resultante del último
balance realizado o que deba realizarse en cumplimiento de normas legales o reglamentarias (cfr. artículo 245, ley 19.550,
Adía, XLI V-B, 1319).
Si la sociedad ofreció el pago y los socios recedentes se negaron injustificadamente a percibirlo, se configura el
supuesto de mora accipiendi; consiguientemente, no necesita la deudora acudir al pago por consignación judicial.
Cám. Nac. Com., Sala C, 4-VI-1993, "Frías Silva, Ernesto D. y otra c. Ibatín SA.", L.L., L, 1993-E, pág. 2201; L.L.,
Repertorio, 1993, pág. 1628.

1. Para la determinación del valor de reembolso de sus acciones, el accionista recedente debe aceptar el último
balance común que realizó o debió realizar la sociedad, aun cuando contenga defectos, sin poder pretender la confección de un
balance especial. Como excepción, el accionista puede impugnar ese balance y obtener su rectificación cuando, además de otras
hipótesis, exista irracionalidad o arbitrariedad manifiestas de las constancias del estado contable y enriquecimiento sin causa
de un tercero como consecuencia de algún negocio o acto reflejado en el balance.
2. Si por consecuencia del balance, o de los actos que refleja, se produjese un detrimento patrimonial en la
sociedad, lo que incidiría negativamente en los derechos creditorios del socio recedente, y un correlativo enriquecimiento sin
causa de un tercero, la pretensión de la sociedad de estar a ese balance para determinar el valor de reembolso de las acciones
alcanzadas por el derecho de receso constituiría un fraude, pues la sociedad estaría abusando de su derecho de estar a ese
balance y desnaturalizando y contrariando el sentido y la finalidad que ha tenido la ley.
3. Debe ser rectificado el balance que refleja operaciones que enriquecieron sin causa a terceras sociedades con el
consiguiente perjuicio de la sociedad demandada y del socio separado de ella mediante el ejercicio del derecho de receso.
Cám. Nac. Com., Sala D, 8-V-1992, "Tacchi, Carlós e. Peters Hnos.", L.L., 1994-A, págs. 384 y sigs.

A los efectos de determinar el valor de reembolso de las acciones en caso de receso, debe estarse al resultante del
balance correspondiente al ejercicio en que el receso se produjo, debidamente actualizado desde la fecha de cierre de dicho
ejercicio hasta el 31-111-1991 con más un interés del 6% anual desde la fecha en que ejerció el derecho de receso, y a partir del
1-IV-1991 se reponteciará dicha suma según la tasa pasiva promedio mensual que publica el B.C.RA.
Cám. Nac. Com., 18-111-1992, "Nougués de Benvenuto, María e. Ibatin SA.E. s/sum.", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara ComerciaL

B) DE L4 FUSION

115. CONCEPTO DE FUSION Y DISTINTAS FORMAS

1. La fusión constituye el instrumento jurídico más perfecto de la concentración de empresas y, al


permitir el agrupamiento de los medios de producción de, por lo menos, dos sociedades, puede ser utilizado tanto
para la concentración horizontal como vertical. En tal sentido debe entenderse, también, el criterio de la ley 19.550 a
legislar la materia, en conjunto, para todas las sociedades cualesquiera sea su forma.
2. Existen dos procesos de fusión: por una parte, la fusión por combinación, cuando dos o más sociedades
existentes se reúnen en una nueva sociedad constituida al efecto, mientras que las otras desaparecen, lo que significa su
disolución; y, por la otra, la fusión por absorción, o aun por anexión cuando una sociedad existente absorbe una
o más
sociedades, subsistiendo la primera y produciéndose la disolución de la o las otras, sin liquidarse.
3. Un elemento característico, esencial de la fusión, consiste en la transmisión del patrimonio de una
sociedad a otra. Se trata de una transmisión universal de la totalidad del patrimonio, activa y pasivamente. En la
fusión por absorción, el aporte es hecho por la sociedad absorbida a la sociedad absorbente, que procede,
correlativamente, a un aumento de su capital.
4. Si la sociedad absorbente es una sociedad por acciones, en razón de que la fusión tiene como consecuencia
necesaria la disolución de la sociedad absorbida, las acciones a emitirse por aquélla son atribuidas a los accionistas de ésta, que
pierden su carácter de tales en la incorporada en razón de su desaparición y lo adquieren en la sociedad absorbente, de manera
tal que la fusión implica la transferencia a la sociedad absorbente no sólo del patrimonio sino también de los accionistas de la
sociedad absorbida, es decir, que produce un cambio de derechos sociales.
5. En cuanto a la naturaleza jurídica de la fusión por absorción, se reconoce que es un contrato entre sociedades que
tiene por objeto la transferencia universal del patrimonio de la sociedad absorbida a la sociedad absorbente. Se produce una
transmisión patrimonial a título universal, de personas morales a personas morales.
6. La fusión no exige que las sociedades que se fusionen tengan el mismo objeto.
7. A los fines de la fusión por absorción, los patrimonios de las dos sociedades deben ser valuados con el mismo
criterio. La valuación de las respectivas sociedades es indispensable para proceder luego a la relación de canje de los derechos
sociales. El valor total atribuido a cada sociedad se divide por el número de acciones representativas del capital a fin de
determinar el valor unitario de cada título, de manera tal que la paridad de cambio permitirá fijar el número de nuevas acciones
a emitir por la sociedad absorbente a fin de atribuirlas a los accionistas de la sociedad absorbida.
8. La necesidad de la decisión de la asamblea general extraordinaria de la sociedad absorbida respecto del
compromiso de fusión, encuentra su fundamento en cuanto la fusión produce la disolución de dicha sociedad, aplicándose al
respecto las reglas concernientes a convocatorias, composición, orden del día y deliberación correspondiente a tal tipo de
asambleas, debiéndose incorporar al orden del día un punto relativo a la fusión.
9. Todos los accionistas de la sociedad absorbida tienen derecho a participar y votar en la asamblea extraordinaria
que debe decidir sobre el compromiso de fusión, de manera tal que puede hacerlo la sociedad absorbente si es tenedora de
acciones de la sociedad absorbida, así como también quienes son accionistas de una y otra de las sociedades aun
cuando, además, sean administradores o miembros del consejo de vigilancia de alguna o ambas
sociedades.
10. La resolución a tomarse sobre el compromiso de fusión en la asamblea general extraordinaria de la sociedad
absorbida, recae sobre dicho compromiso y la documentación adjunta al mismo, que debe aprobarse con los requisitos y
mayorías necesarias para resolver la reforma del contrato social, pero sin aplicarse la pluralidad del voto (art. 244, última
parte, ley 19.550).
11. La asamblea general extraordinaria de la sociedad absorbida que aprueba el compromiso de
fusión debe otorgar al directorio los poderes necesarios para la efectivización de la fusión aprobada y decidir, por
una resolución expresa y bajo condición suspensiva de realización de la fusión, la disolución anticipada de la sociedad.
La asamblea también puede decidir que su resolución caduque en caso de que la operación no se realice dentro de un plazo
determinado.
12. Los accionistas de la sociedad absorbente, en asamblea general extraordinaria, deben aprobar el compromiso de
fusión, quedando sujeta a las normas sobre aumento de capital (arts. 244 in fine, 235, inc. 1º y 244, la. parte, ley 19.550), aun
cuando la sociedad incorporante no se vea compelida a aumentar el capital si dicho aumento se encuentra comprendido dentro
del régimen del artículo 188 o dispone de acciones emitidas no suscriptas.
13. Si la sociedad absorbida fuese accionista de la sociedad absorbente, puede votar en la asamblea extraordinaria de
ésta que debe decidir sobre el compromiso de fusión, únicamente respecto del aumento de capital y modificación de los
estatutos. El administrador de la sociedad absorbida que sea accionista de la absorbente puede votar, así como también pueden
hacerlo los accionistas que poseen tal calidad en una y otra sociedad.
14. En la fusión por absorción, la asamblea de la sociedad absorbente puede decidir la aprobación del aumento del
capital mediante la emisión de acciones de voto plural, sea por la totalidad del aumento dispuesto o por un monto parcial. No
obsta a ello el artículo 216, 2da. parte de la ley 19.550, ya que la prohibición allí contenida no puede tomarse en forma aislada
sino que debe concordarse con el artículo 85 de la misma ley, norma ésta que -en lo relativo a las preferencias en materia de
fusión- remite al artículo 79, ira. parte, el que establece que la fusión no afecta las preferencias de los socios salvo pacto en
contrario o, por aplicación del artículo 250, por decisión de la asamblea especial de la clase de acciones respectivas.
15. En la fusión por absorción, la emisión de acciones desprovistas del privilegio que ostentan los títulos de que eran
poseedores los accionistas de la sociedad absorbida, o su canje por otras de la sociedad absorbente sin tal privilegio o
preferencia, exigiría un pacto en contrario, o sea el consentimiento anticipado de los socios o la decisión de la asamblea especial
de dicha clase de acciones. Si ello no es así, deben emitirse
por parte de la sociedad absorbente acciones de voto plural a fin de con-servar el derecho que poseían
los socios en la sociedad absorbida y a fin de respetar el principio consagrado en el artícuio 79 de la ley 19.550.
Cám. Nac. Com., Sala B, 6-XlI-1982, "De Carabassa, Isidoro c. Canale SA. y otra", L.L., 1983-B, págs.
401 y 402.

116. REQUISITOS

1. La operación de fusión exige un período previo a fin de determinar los elementos y las
modalidades según las cuales se llevará a cabo. Las tratativas y estudios preparatorios pueden llegar a concretarse en lo
que se han denominado los "protocolos de ftisión", que no se encuentran previstos en la ley y que sólo la práctica determinará
su concreción entre las partes.
2. El compromiso o "proyecto" de fusión cuya celebración prevé la ley 19.550, participa del mismo carácter
contractual de la fusión propiamente dicha, aun cuando no llegue a concretarse en el acuerdo definitivo de fusión, y no obliga a
las sociedades a la concertación de este último. Es así que se lo ha calificado como un "antecontrato" o como un "contrato
preparatorio" o "preliminar" 'concluido por las sociedades que tienen intención de fusionarse y celebrado por
intermedio de su órganos representativos.
3. Es necesario no confundir el acuerdo definitivo de fusión, es decir, la operación ya realizada, con el
compromiso de fusión que la proyectó. Inventado y perfeccionado por la práctica, el compromiso de fusión es una
convención cuya importancia debe ser puesta de relieve desde el punto de vista teórico, pues significa pasar del estado de
preparación de la operación al de realización.
4. El compromiso de fusión es un verdadero contrato celebrado entre los controlantes de las sociedades
a fusionarse, verdaderos promotores de la operación, y no obliga a las sociedades pero sí a los órganos de la
administración. En efecto, siendo las sociedades personas de existencia ideal, sólo resultan obligadas por la deliberación que
ratifica el compromiso de fusión, pero desde la firma de este último los controlantes se obligan a su ratificación usando de su
dominio.
5. El compromiso de fusión es el acto fundamental de la misma, ya que en él se especifican sus condiciones y
efectos, se fija la fecha en que tomarán los activos y las modalidades del canje de acciones, se resuelven los problemas
producidos por la liquidación y se tratan de resolver los que se derivan de la desaparición de una de las sociedades y la
integración de ésta a la absorbente.
6. Si bien nuestro derecho contiene algunos de los elementos que deben integrar el compromiso de fusión,
como ser su otorgamiento por los representantes de las sociedades y la exigencia de un balance a la fecha del compromiso,
cabe establecer que dicho compromiso debe - en general - contener las siguientes indicaciones: 1) los motivos, finalidades
y condiciones de la fusión; 2) las fechas según las cuales deben fijarse las cuentas de las sociedades interesadas a los
efectos de establecer las condiciones de la operación; 3) la desiguación y valuación del activo y del pasivo a los efectos de la
transmisión de la sociedad absorbida; 4) la relación de canje de los derechos sociales; 5) el monto previsto de la prima de
fusión; y 6) la indicación de los métodos de valuación utilizados.
7. En lo relativo a las fechas en las cuales deben ser fijadas las cuentas de las sociedades interesadas en fusionarse, es
preciso tener presente que la vida de las sociedades subsiste, sin solución de continuidad, y que su patrimonio cambia
diariamente, por lo cual, teniendo en cuenta que el proceso de fusión exige un cierto plazo, las condiciones de la operación
deben determinarse en una fecha prefijada a los efectos de establecer la situación patrimonial de las sociedades. Tal
fecha debe ser la misma para todas las sociedades y, si fueran distintas, sólo resultarían válidas bajo la condición de que puedan
resultar comparables entre sí; por ello se suele insertar la llamada "cláusula de retroactividad", que generalmente toma en cuenta
la fecha del balance.
8. La designación y valuación del activo es un elemento fundamental del compromiso de fusión, ya que como la
operación consiste en una transmisión del patrimonio de la sociedad o sociedades que desaparecen a la sociedad que subsiste, es
necesario precisar la importancia y el valor de aquello que se transmite dada la relación de cambio de los derechos sociales a
tenerse en cuenta. Así, para evitar los inconvenientes que puedan producirse en la utilización de distintos procedimientos a tal
efecto, lo más conveniente es que la sociedad absorbente tome a su cargo todo el pasivo de la sociedad absorbida, existente a la
fecha previamente indicada, y aun aquellos elementos que no habían sido incluidos en el compromiso de fusión, ya sea por
olvido o por ignorarse su existencia. En contrapartida se le transmitirá todo el activo, aun el no comprendido en el compromiso,
a la sociedad absorbente.
9. La relación de canje de los derechos sociales constituye la base financiera sobre la cual será realizada la operación
de fusión y su determinación debe efectuarse cuidadosamente en el compromiso de fusión, a fin de que los socios de la sociedad
o sociedades que desaparezcan encuentren en el seno de la sociedad absorbente, a la cual son transmitidos, derechos sociales
potencialmente equivalentes a los que ellos pierden.
10. Para calcular y fijar la relación de canje de los derechos sociales en el proceso de fusión por absorción,
corresponde valorar el "peso" de las respectivas sociedades. El valor del activo neto transmitido no es el único elemento a tener
en cuenta para el cálculo de la relación de cambio, aun cuando su importancia no debe ser subestimada, pues permite corregir
un resultado que podría ser erróneo si se establece por ejemplo teniendo en cuenta el movimiento de las acciones cotizadas en
bolsa; por ello, es conveniente tomar en consideración otros elementos. El valor de liquidación del activo y del pasivo de la
sociedad absorbida es uno de aquellos que tiende a corregir el valor venal atribuido a los bienes
transmitidos, pero también es necesario considerar el valor económico y las perspectivas futuras de la empresa, sin
olvidar las incidencias fiscales de la operación.
11. La relación de cambios de los derechos sociales, si se fija en el compromiso de fusión, es definitiva, ya que las
valuaciones allí efectuadas resultan válidas en razón de que la operación tiene en cuenta el resultado de los balances de fusión y
carecen de efecto las modificaciones sobrevinientes.
12. El monto de la prima de fusión, en caso de existir, debe mdicarse en el compromiso de fusión y calcularse sobre
la base de la fecha en que fueron cerradas las cuentas de ambas sociedades.
13. El compromiso de fusión debe comprender una declaración o exposición de los métodos de
valuación utilizados, y precisar los motivos que llevaron a la relación de cambio de los derechos sociales.
14. El compromiso de fusión es acordado por el órgano de administración de cada una de las
sociedades que participan en la fusión y es necesario que sea firmado, en nombre de cada sociedad, por su
representante legal o por un mandatario especial; y, ya que se trata de un contrato, por consiguiente debe ser
escrito.
15. Firínado el compromiso de fusión, éste obliga a quienes lo suscribieron - los representantes legales
de las sociedades a convocar a la asamblea de accionistas a fin de someterle la aprobación del mismo, incurriendo en
responsabilidad personal si resulta un perjuicio para las sociedades o para cada una de ellas.
16. El compromiso de fusión no les confiere a las sociedades el derecho a exigir el cumplimiento,
ni de reclamar daños y perjuicios en caso de falta de ejecución, pudiendo aun establecerse una cláusula que disponga la
caducidad de pleno derecho del compromiso si las asambleas no se reúnen dentro de una fecha predeterminada o si las mismas
no se pronuncian al respecto.
17. El compromiso de fusión debe ser sometido a la decisión de los socios o accionistas en forma obligatoria. Tal
intervención se explica porque la fusión produce, sea la disolución de la sociedad absorbida, sea el aumento de capital de la
sociedad absorbente, y la decisión debe tomarse - tal como lo señala la norma - con los requisitos y mayorías necesarias para
resolver la reforma del contrato social salvo lo dispuesto en el artículo 244. En las sociedades por acciones es competencia de la
asamblea general extraordinaria (art. 235, inc. 4º, ley cit.).
18. La fusión es un contrato y en caso de fusión de sociedades anónimas que tengan administradores comunes, no se
aplica el régimen legal previsto para las convenciones entre la sociedad y los administrado-res sociales - oposición de intereses-,
ya que, como la operación sólo puede ser decidida por la asamblea general extraordinaria, ello ya constituye una garantía
suficiente al respecto.
Cám. Nac. Com., Sala E, 6-XII-1982, “De Carabassa, Isidoro c. Canale SA. y otra", L.L., 1983-E, págs. 401 y 402.
1. La publicidad del compromiso de fusión se produce en forma conjunta con la de los balances de fusión y
consolidado - los que deben depositarse en la sede social en la forma y en el plazo que determina el artículo 67 de la ley 19.550-
por la publicidad de la asamblea extraordinaria en la cual serán considerados. Para la sociedad absorbente, sólo procede una
nueva publicidad posterior a la asamblea si en ésta se aprobó, además, la modificación del contrato social como consecuencia
de la fusión - aumento de capital-; ello así por exigencia propia y exclusiva de la reforma de los estatutos (art. 10, ley cit.),
publicación que queda limitada -por ende- a la reforma referida a dicho aumento. Esto último no resulta de aplicación a la
sociedad absorbida, en tanto ella queda disuelta - sin liquidarse - por la fusión, disolución que debe publicarse e
inscribirse conforme lo exige el artículo 98 de la ley 19.550.
2. En los balances de situación patrimonial - carácter que revisten los balances de fusión, distintos de los balances de
ejercicio- influye la forma de valuar los bienes del activo, y tal valuación no puede realizarse sobre la base de los criterios
utilizados en los balances de ejercicio de cada una de las sociedades fusionadas, por cuanto éstas deben confeccionar dichos
balances de fusión sobre pautas uniformes.
3. Los balances de fusión deben realizarse no sólo sobre la base de pautas uniformes sino también con valores reales
-tal como ocurre en los balances de situación patrimonial-, pues de lo contrario los acreedores no podrían ejercer con
fundamento adecuado su derecho de oposición. No obstante ello, como la fusión suele representar la salvación de una empresa
en peligro, en las valuaciones que antes debían inspirarse en las condiciones criticas de la empresa puede seguir ahora un
criterio más optimista.
4. Los balances de fusión no pueden identificarse con los llamados balances de liquidación, porque las ideas que
informan a uno y otro son por entero distintas. En el de liquidación, se trata de realizar unos elementos del patrimonio para
entregar a los socios el activo neto después de satisfacer las deudas y, por lo tanto, debe aproximarse a su valor de venta. Por el
contrario, el balance de fusión - que coincide con el de liquidación en cuanto a la supresión de ciertas partidas- se proyecta
sobre una explotación en marcha, si bien bajo otra titularidad en la que se integra económica y jurídicamente. Por esta razón - y
desde un plano teórico- la valoración del activo en el balance de fusión debe ser mayor que en el de liquidación, porque en
aquél contribuirán valores que integran el llamado "aviamento de la empresa", así como también la venta separada de los
elementos patrimoniales de la sociedad supone un menor valor que la transmisión global de un organismo industrial en pleno
funcionamiento.
5. Los balances de fusión no representan un dato imprescindible y absoluto para la fijación del tipo de canje de
acciones en la fusión, aparte del escaso interés práctico que ofrece la cuestión por los subterfugios a que se prestaría la
redacción de estos balances si se exigiera
rigurosamente una adecuación exacta entre las cifras según balance y tipo de canje de las acciones.
6. La importancia de los balances de fusión se encuentra en la circunstancia de que la deliberación amblearia acerca
de la fusión es susceptible de impugnación cuando dicho balance no refleja la efectiva situación patrimonial de la sociedad. En
esta hipótesis, los socios sufren un perjuicio por la determinación equivocada de la relación de canje en base a la cual se fija su
participación en la sociedad incorporante. Igualmente, procede la impugnación cuando se presenta un balance verdadero pero se
fija una relación de cambio equivocada.
7. Tratándose de una fusión por absorción, una vez curnplidos los requisitos previstos en los incisos 1º y 22 del
artículo 83 de la ley 19.550 y transcurridos los plazos establecidos por la ley 11.867 y, en su caso, el término del
artículo 245 de la ley de sociedades, se debe celebrar por los representantes legales de las sociedades fusionantes
el acuerdo definitivo de fusión, de cuyo contenido da cuenta el inciso 32 del citado artículo 83.
8. La ley 19.550 no determina la forma del acuerdo definitivo de fusión, por lo cual ha podido sostenerse que puede
otorgarse por instrumento público o privado. Sin embargo, la resolución I.G.PI. 5/74, en su artículo 22, exigía que el acuerdo
definitivo de fusión se hiciera en la escritura en que se instrumenta el acto de fusión.
9. Aprobado el compromiso de fusión, vencido el plazo para ejercer el derecho de receso si procediere (art. 245, ley
19.550) y para formular las oposiciones de la ley 11.867, se formaliza el acuerdo definitivo de fusión siempre y cuando no
haya revocación o rescisión (arts. 87 y 88, ley cit.), el que debe contener: a) las resoluciones aprobatorias de las sociedades
interesadas en la operación; b) la nómina de socios recedentes y capital global que representan; c) nómina de los acreedores que
hayan formulado oposición; d) las bases de la ejecución del acuerdo con cumplimiento de las normas de disolución de la
sociedad absorbida y la especificación clara y concreta de las participaciones sociales que corresponden a los socios de la
sociedad que se disuelve y sus características; y e) la agregación de los balances especiales previstos en el artículo 83, inciso 1º
de la ley 19.550 y del balance consolidado de las sociedades fusionantes.
10. El compromiso definitivo de fusión no exige publicación y, por tanto, la acción del artículo 251 de la ley 19.550
debe deducirse dentro del plazo de seis meses de la asamblea que aprobó la fusión.
11. En los balances de situación patrimonial -carácter que revisten los balances de fusión, distintos de los balances de
ejercicio- influye la forma de valuar los bienes del activo, y tal valuación no puede realizarse sobre la base de los criterios
utilizados en los balances de ejercicio de cada una de las sociedades fusionadas, por cuanto éstas deben confeccionar dichos
balances de fusión sobre pautas uniformes.
12. Los balances de fusión deben realizarse no sólo sobre la base de pautas uniformes sino también con valores reales
- tal como ocurre en los balances dt situación patrimonial-, pues de lo contrario los
acreedores no podrían ejercer con fundamento adecuado su derecho de oposición. No obstante ello, como la fusión
suele representar la salvación de una empresa en peligro, en las valuaciones que antes debían inspirarse en las condiciones
críticas de la empresa puede seguir ahora un criterio más optimista.
13. Suscripto el acuerdo definitivo de fusión, el último requisito a cumplir es su inscripción según lo determina el
artículo 83, inciso 42 de la ley 19.550, la que debe efectuarse - por la remisión que se efectúa - de acuerdo con el artículo 77,
inciso 52 de la ley citada. No obstante ello, no es aplicable - en función de lo que dispone ese inc. 52 - el inciso 32 de la misma
norma para sostener que previamente a la inscripeión debe publicarse el acuerdo definitivo de fusión, ya que el régimen de
publicidad de ese inciso es propio y exclusivo para la transformación de sociedades, mientras que la fusión tiene un régimen de
publicidad propio (la publicidad previa a la asamblea que aprueba el compromiso de fusión y, con posterioridad, las
publicaciones de la ley 11.867).
Cám. Nac. Com., Sala B, 6-XII-1982, "De Carabassa, Isidoro c. Canale SA. y otra", L.L., 1983-B, págs. 401 y 40Z

2. DOCTRINA

Sobre los temas tratados en este capítulo, se pueden consultar los siguientes trabajos:

Anaya, Jaime L., "La transformación de sociedades en la ley 19.550", R.D.C.O., 1978, pág. 421.
Casero Mejías, Manuel, "Transformación de SA. en S.R.L.", en Estudios sobre la Sociedad Anónima,
varios autores, Civitas, Madrid,
1991.
Escuti, Ignacio A. (h.), "Transformación de la sociedad comercial. Algunos aspectos", R.D.C.O., 1977, pág. 53.
Gardeazábal del Río, Javier - Martínez Fernández, Tomás A., "Problemática que plantea la fusión y el
aumento de capital en la sociedad anónima", en Estudios sobre la Sociedad Anónima' varios autores, Civitas,
Madrid, 1991.
Malagarriga, Juan Carlos, "Transformación de sociedades", en Estudios de Sociedades Comerciales en
Homenaje a Carlos J. Zavala Rodríguez, Astrea, 1973, pág. 33.
Otaegui, Julio C., "Consideraciones sobre el derecho de receso", R.D.C.O., 1981, pág. 75.
Roimiser, Mónica G. C. de, "La fusión de sociedades: el fenómeno económico y el instituto jurídico", R.D.C.O.,
1975, pág. 49.
CAPÍTULO X
RESOLUCION PARCIAL, DISOLUCION Y LIQUIDACION
A) DE LA RESOLUCION PARCIAL DE LA SOCIEDAD

124. CONCEPTO

La sociedad es, como vimos, un contrato "plurilateral", que regula múltiples relaciones entre las
partes (de los socios entre sí; de los socios para con la sociedad y de la sociedad para con los socios) y
en esos contratos, las causas de nulidad, de anulabilidad y de resolución que afectan a uno solo de los
contratantes, no producen efecto frente a los demás.
De allí entonces que causales de resolución del contrato de sociedad como la muerte de un socio,
su receso y la exclusión del socio, no afectan a la totalidad, sino a la relación parcial de ese socio con
la sociedad, y no son, por lo tanto, causales de disolución de la sociedad toda.
Esas circunstancias referidas al socio en particular producen la resolución parcial de la sociedad,
esto es la extinción del vínculo que une o liga a ese socio con la sociedad, sin disolver la sociedad
misma ni afectar el vínculo de la sociedad con los demás socios.
Nuestra ley trata de la "resolución parcial" juntamente con la "disolución" de la sociedad, cuando
en realidad son dos institutos que deben ser tratados separadamente, como señala con todo acierto
Ignacio A. Escuti (h).
"La resolución parcial es el instituto jurídico que deja sin efecto para el futuro el contrato social
respecto de un socio; esto es, extingue los derechos y obligaciones del socio en lo referente a la
actividad futura de la sociedad, que subsiste como sujeto de derecho, en razón de que el contrato social
conserva plena vigencia en lo atinente a los demás soctos"1.
Las denominaciones a este instituto no son siempre coincidentes. Así en el derecho italiano se
habla de "disolución parcial o unilateral"; en nuestro derecho se han propuesto otras denominaciones
como "resolución parcial"; "rescisión parcial", 2etcetera.

125. CAUSALES DE RESOLUCION Y DE DISOLUCION (Art. 89)

Art. 89. - Causales contractuales. Los socios pueden prever en el contrato


constitutivo causales de resolución parcial y de disolución no previstas en esta
ley.

La Ley de Sociedades comerciales consagra la regla que los socios tienen plena libertad para
establecer contractualmente causales de resolución parcial y de disolución que no estén previstas en
ella.
La doctrina señala como causales de resolución parcial:
- la muerte del socio;
- el receso del socio, esto es el derecho de desvincularse de la sociedad cuando se han producido
modificaciones sustanciales como la transformación, fusión, escisión, cambio de objeto, etcétera;
y
- la exclusión del socio, esto es su separación de la sociedad por causas que justifiquen tal sanción,
como es la comisión de actos violatorios de los estatutos sociales o el incumplimiento grave de
sus obligaciones. Se admite en algunas legislaciones (por ejemplo la italiana) la exclusión "de
hecho" de un socio. Nuestra ley sólo admite la "exclusión de derecho" y dispuesta por sentencia
judicial. Los socios no pueden en nuestro país, separar a un socio, ni siquiera estando todos los
demás de acuerdo con ello. Aunque se hayan verificado una causal de exclusión expresamente
pactada en el contrato social, siempre deben demandar en sede judicial la exclusión. Es decir que
para la exclusión del socio se requiere la existencia de 'justa causa" o la situación
contractualmente prevista como tal. Se asimilan otras situaciones como la incapacidad e
inhabilitación sobrevinientes, la quiebra o el concurso civil. También el caso de mora en la
integración de los aportes; evicción de bienes aportados y la realización de actividades en
competencia.

1 Fsctrn (h), Ignacio A., Receso, Exclusión y Muene del Socio, Depalma,
1978, pág. 43.
2 Escuil, op. cit., pág. 42, nota 30, con citas de Mr.SSTNEO, Cot.ONIBRES y FARINA.

Al respecto, nuestra jurisprudencia tiene resuelto:


En nuestro derecho positivo, la exclusión de un socio no es una decisión que pueda ser adoptada
por los consocios que forman mayoria, en tanto comporta una moditicación sustancial de los
términos del contrato. La existencia de la justa causa de exclusión que eventualrnente pudiera
alegarse debe ser comprobada judicialmente y es al juez de comercio a quien compete
declararla.

La sociedad no queda disuelta -total o parcialrnente- sino por sentencia -arts. 1º y 207, Cód.
Com., y 1799, Cód. Civil,.- y el socio cuya exclúsión se pretende no quedará separado hasta
tanto recaiga decisión judicial que así lo disponga.

Buenos Aires, Suprema Corte, Buenos Aires, 10-IV-1970, "Gutiérrez c.Aguila Negra Sociedad
Col. y otros", J.A., 1970, t. 8, pág. 593.

126. MUERTE DE UN SOCIO (Art. 90)


Art. 90.- En las sociedades colectivas, en comandita simple, de capital e industria y en participación, la muerte de un socio resuelve
parcialmente el contrato.
En las sociedades colectivas y en comandita simple, es lícito pactar que la sociedad continúe con sus herederos. Dicho
pacto obliga a éstos sin necesidad de un nuevo contrato, pero pueden ellos condicionar su incorporación a la transformación de
su parte en comanditaria.

En las sociedades colectivas, en comandita simple y de capital e industria, la muerte de un socio produce
la resolución parcial del contrato social.
En las sociedades colectivas y en comandita simple se puede pactar que la sociedad continuará con los
herederos. Ese pacto es obligatorio para ellos, pero, sin embargo, pueden condicionar su incorporación a la
transformación de su parte en comanditaria.
Ya veremos que en el caso de ser dos los socios, la muerte de uno de ellos es causal de disolución de la
sociedad.
127. EXCLUSION DE SOCIOS (Art. 91)
Art. 91. - Cualquier socio en las sociedades mencionadas en el artículo anterior, en las de responsabilidad limitada y los
comanditados de las en coman-dita por acciones, puede ser excluido si mediare justa causa. Es nulo el pacto en contrarie.

Justa causa.
Habrá justa causa cuando el socio incurra en grave incumplimiento de sus obligaciones. También existirá en los
supuestos de incapacidad, inhabilitación, declaración en quiebra o concurso civil, salvo en las sociedades de responsabilidad
limitada.

Extinción del derecho.


El derecho de exclusión se extingue si no es ejercido en el término de noventa (90) días siguientes a la fecha en la que se
conoció el hecho justificativo de la separación.

Acción de exclusión.
Si la exclusión la decide la sociedad, la acción será ejercida por su representante o por quien los restantes socios designen si la
exclusión se refiere a los administradores. En ambos supuestos puede disponerse judicialmente la suspensión provisoria de los derechos del
socio cuya exclusión se persigue.
Si la exclusión es ejercida individualmente por uno de los socios, se sustanciará con citación de todos los socios.

La exclusión de un socio es la sanción que dispone su sepa-ración de la sociedad cuando ha caído en


estado de incapacidad o bien cuando ha transgredido las normas contractuales incurriendo en grave
incumplimiento de sus obligaciones. Para que haya exclusión debe mediar "justa causa" y es nula la cláusula
contractual que lo impidiera en tal supuesto.
Salvo en las sociedades anónimas y los socios comanditarios en la sociedad en comandita por acciones,
en todas las demás sociedades comerciales los socios pueden ser excluidos si media justa causa. La ley equipara
a la existencia de justa causa, otras situaciones como la incapacidad, inhabilitación, quiebra o concurso civil del
socio, salvo el caso de la sociedad de responsabilidad limitada. La excepción se justifica porque no hay allí
responsabilidad subsidiaria, personal, solidaria e ilimitada del socio.
128. ACCION DE EXCLUSION

La acción judicial de exclusión la debe ejercer la sociedad por medio de su representante social o por
quien designen los socios si se excluyera a los administradores. En ambos casos el juez podrá disponer la
"suspensión provisoria" de los derechos del socio cuya exclusión se demanda, como medida precautoria.
Pero también puede ser ejercida esta acción por un socio, individualmente. En tal caso el juicio
tramitará con citación de todos los demás socios.
La acción se extingue si no es ejercida en el término de noventa días desde que fue conocida la causa
que justifica la exclusión.

129. EFECTOS DE LA EXCLUSION (Arts. 92 y 93)


Art. 92. - Exclusión: efectos. La exclusión produce los siguientes efectos:
1º El socio excluido tiene derecho a una suma de dinero que represente el valor de su parte a la fecha de la invocación de la
exclusión;
2° Si existen operaciones pendientes, el socio participa en los beneficios o soporta sus pérdidas;
3º La sociedad puede retener la parte del socio excluido hasta concluir las operaciones en curso al tiempo de la separación;
4º En el supuesto del artículo 49, el socio excluido no podrá exigir la entrega del aporte si éste es indispensable para el
funcionamiento de la sociedad y se le pagará su parte en dinero;
5Q El socio excluido responde hacia los terceros por las obligaciones sociales hasta la inscripción de la modificación del
contrato en el Registro Público de Comercio.

Art. 93. - Exclusión en sociedad de dos socios. En las sociedades de dos socios procede la exclusión de uno de ellos cuando
hubiere justa causa, con los efectos del artículo 92; el socio inocente asume el activo y pasivo sociales, sin perjuicio de la aplicación del artículo
94, inciso 8°.

Al respecto cabe distinguir si la sociedad es de dos socios o de más de dos.

a) Sociedades de des socios:


La exclusión por justa causa de uno de los socios produce como consecuencia la disolución de la
sociedad si dentro del plazo de tres meses no se incorporan nuevos socios (art. 94, inc. 8Q).
El socio inocente asume el activo y pasivo sociales y durante el plazo de tres meses, o mientras no se
incorporen nuevos socios, será responsable ilimitada y solidariamente por las obligaciones sociales que
contraiga.

b) Sociedad de más de dos socios. En este supuesto, la exclusión del socio produce los siguientes
efectos:
1) el excluido tiene derecho a percibir el valor de su parte. Para ello será necesario confeccionar
un balance de situación patrimonial, donde corresponderá incluir el “Valor llave" del negocio, ya que dicho valor
integra el activo y de otro modo los demás socios se beneficiarían con la parte proporcional de dicho valor
correspondiente al socio excluido.
La jurisprudencia nacional en numerosos fallos ha reiterado este criterio, destacando la necesidad de
reintegrar al socio excluido el valor real, proporcional, que le corresponde en la sociedad.
Resuelto parcialmente el contrato social por retiro de un socio, debe Iiquidarse su cuota sobre la base de la situación patrimonial de
la sociedad al día de la resolución, y esto exige la previa confección de un inventario y balance extraordinario que, en ciertos aspectos, es
distinto del ordinario practicado al fin de cada ejercicio, porque debe dar el valor real de la empresa y servir así para fijar la cuota en cuestión.
Para fijar el valor de la cuota del socio que se retira son decisivos no los valores inscriptos en los libros para fines fiscales o para el
cálculo de ganancias, ni tampoco el resultado - casi siempre más reducido - de la liquidación, sino el verdadero valor, esto es, el valor que
tendria la sociedad en caso de una enajenación total lo más ventajosa posible.
El hecho de que el socio haya sido excluido de la participación en el valor llave no significa que renuncie a la actualización
de los valores de los bienes sociales, en ocasión de retirarse de la sociedad, pues se trata de dos rubros distintos y la exclusión de uno no trae
aparejada la del otro.
La referencia al valor llave en el contrato social no implica una superposlción con el revalúo de los bienes físicos de la
sociedad, pues el revalúo es la determinación del valor real de esos bienes, con prescindencia de aquellos otros factores inmateriales.
Capital Federal, Cám. Nac. Com., Sala A, 24-V1-1970, "Casa Shaw S.R.L. c. Armandí", J.A., 1970, t. 8, pág. 304.

Por disolución parcial el derecho a la cuota-parte se transforma en un crédito contra la sociedad que se concreta con la
valuación de lo que corresponde al socio en el haber social y los restantes socios se enriquecerian con el aprovecha-miento del valor de la
cuota correspondiente al socio egresado, si se considerara ese valor al momento del retiro de éste. Por consiguiente sólo habrá
correspon
dencia de valores si se determinan los mismos no a la fecha del egreso del socio, sino de la efectiva liquidación monetaria de
acuerdo con el estado patrimonial de la sociedad al momento de aquel egreso.
Si la cuota social continúa integrando el capital social después de la disolución parcial, con beneficio para todos los socios, debe
actualizarse el crédito del socio egresado, como resarcimiento del perjuicio constituido por el mayor valor que la depreciación monetaria asigna
a los bienes sociales de uso, según es de público conocimiento, y por tanto, previsible para el deudor que con su incumplimiento origina ese
perjuicio, el cual debe ser reparado integralmente.
Capital Federal, Cám. Nac. Com., Sala A, l1-V-1970, "Ramos y otras c. Azevedo y Cía. SCA.", JA., 1970, t. 8, pág. 53.

2) respecto de las operaciones pendientes el socio excluido participa en los beneficios y soporta las pérdidas,
proporcionalmente a lo convenido en el contrato social o de acuerdo a su participación;
3) la sociedad puede retener la parte del socio excluido, hasta que finalicen las operaciones
sociales que estén en curso de ejecución, al momento de la exclusión;
4) cuando el socio excluido ha efectuado aportes de uso o goce de un bien tiene derecho a exigir la
entrega del bien respectivo, salvo que el mismo fuera indispensable para el funcionamtento de la sociedad y se le pague ese
aporte en dinero; y
5) la responsabilidad del excluido frente a los terceros subsiste hasta que se inscriba en el Registro Público
de Comercio la modificación del contrato.

B) DE LA DISOLUCION DE LA SOCIEDAD

130. CONCEPTO
La disolución no es el fin, la extinción, de la sociedad, sino que señala el principio de su etapa final.
Marca el momento en que se ha herido de muerte a la sociedad, pero ésta todavía vive y sobrevivirá un período
más o menos largo aún, que es la etapa de "liquidación".
Dice Cámara3 que la disolución es el acto que detiene la existencia normal del comerciante colectivo; el
momento en que

3 CÁMAkA, Héctor, Disolució,' y Liquidación de Sociedades Merrantiles, Tea, Buenos Aires, 1959, pág. 206, nro. 97.
pierde la aptitud que le confirieron los socios al crearla. Y citando a Garrigues y Urja, expresa: "es el
acto jurídico., que previa la verificación de alguna de las causales previstas en la ley o en los estatutos, abre el
proceso liquidatorio conducente a la etttinción de la sociedad como contrato y como petsona jurí:iica" Y agrega
que la disolución no implica el fin de la sociedad ni extinción de las relaciones jurídicas, aunque libera a los
socios de la obligación de contribuir con la cooperación personal y económica a su objeto. "Ulteriormente
pervive la organización social al solo efecto de la liquidación, satisfaciendo a sus acreedores y repartiendo el
saldo patrimonial entre los sodos...'; "La disolución quita a la sociedad su dinamismo, transformando su actividad
de producción en actividad de liquidación; ésta adquiere un nuevo ritmo, no aspirando a obtener ganancias para
distribuirlas entre los socios, sino comenzando una fi¿nción introvertida de autoexamen y realización del fondo
social"4.
Solá Cañizares en su conocida obra nos advierte que "la extinción de la sociedad es un fenómeno jurídico complejo,
porque no se trata exclusivamente de relaciones contractuales entre los socios, sino, además, de una trama de vínculos jurídicos
con terceros que merecen ser protegidos". Y destaca que la extinción de la sociedad no puede ser realizada instantáneamente,
sino que requiere de un proceso, donde se da en primer término la existencia de un determinado "estado" jurídico legal o
contractual, que es la causa de disolución, que continúa con la etapa de liquidación por la cual se extinguen las
relaciones con terceros y que finaliza con la división del haber social entre los socios, lo que representa
la última etapa y, por lo tanto, la extinción definitiva de la sociedad5.
Destacamos la palabra "estado" que utiliza el autor español, porque no es la doctrina más aceptada.
Hemos señalado que para nosotros la disolución no es un estado que se prolonga en el tiempo, sino que "es un momento",
"un instante", en la vida de la sociedad, en el cual ella no se extingue, sino que muda su objeto e inicia una nueva etapa
tendiente a extinguir las relaciones con los terceros, primero, para después proceder a la división del haber social entre los
socios.

CÁMARA, op. cit., pág. 207, nro. 97.


SOLÁ CAÑIZARES, Felipe, Tratado de Sociedades por Acciones en el Derecho Comparado, T. 3, Tea, 1957, pág. 243, 1.
Resaltamos el concepto del autor hispano, en el sentido de que la extinción de la sociedad es un fenómeno
complejo y que no atiende sólo a las relaciones entre los socios sino también a las relaciones con terceros y a la
necesidad de su protección. Este es un aspecto que comúnmente no se evalúa adecuadamente y merece ser destacado.
En el derecho continental europeo y latinoamericano, la disolución precede a la liquidación. Pero en el derecho inglés,
la liquidación es anterior a la disolución. La company primero se liquida y después se disuelve. Solá Cañizares dice que éste
es un sistema más práctico pues evita el problema de la subsistencia de la personalidad jurídica6

130 BIS. EL DERECHO CONTEMPORANEO

Cámara nos informa de antecedentes históricos en las legislaciones babilónica, griega y romana y de las
nuevas concepciones vigentes ya a mediados de este siglo en el derecho comparado. Ya entonces tenían recepción los
principios de: a) continuidad de la empresa; b) la revocabilidad de la disolución; c) una mayor liberalidad en el
régimen de prórroga de la sociedad y d) la subsistencia de la sociedad unipersonal 7, principios que ha receptado
nuestra ley societaria 19.550 y fueron reafirmados por la reforma de la ley 22.903, como lo dijimos anteriormente.
Gran influencia sobre estos aspectos ha tenido la teoría de la "institución" que hemos analizado y el
reconocimiento del interés público y del interés de terceros en este tema de la disolución y liquidacion8.
Ya el Código Civil italiano de 1942 en su regulación de la disolución de la sociedad (Sección IV, arts. 2272 y sigs.)
recoge los principios de prórroga tácita de la sociedad (art. 2273) y subsistencia de la sociedad por falta de la pluralidad de
socios (art. 2272, inc. 4º).

6 SOLA CAÑIZARES, op. cit., págs. 243 y 244, 1.

7 Cámara, Op. cit., pág. 211, nm. 99.


8 ZALDÍVAR, Enrique, "Disolución", en Cuaden'os de Derecho S<}cietaño,

T. III, V. 4º, pág. 252, 58.1.


130 TER. NATURALEZA JURíDICA
Enrique Zaldívar9 analiza el tema de la naturaleza jurídica de la sociedad disuelta y resalta su importancia en
orden a las consecuencias que se generan a partir de la adopción de una posición u otra, sea la que se conciba como un
estado, o un prius o presupuesto de relaciones jurídicas. Analiza las distintas teorías anteriores a la legislación
contemporánea y la posición actual de la doctrina.
Con referencia a la legislación italiana que hemos citado, señala este autor que dio nueva fuerza a la
teoria de la identidad que habían sostenido autores como Vivante, fundada en que pese a la disolución la
sociedad subsiste y conserva su personalidad aun cuando se modifique su fin y se altere su capacidad.
El principio de la continuidad de la personalidad jurídica ha sido receptado también en la ley española
de 1951, la ley alemana de 1965 y la ley francesa de 1966.
Sostiene Zaldívar que la disolución no limita la capacidad del ente, sino que lo que ocurre es una
mutación de su objeto que tiene como consecuencia una alteración en la imputabilidad de la sociedaá, confornze
al principio del artículo 58. De donde la limitación de la capacidad del ente es un efecto de la mutación del
objeto. Nosotros coincidimos plenamente con esta tesis que en

nuestro derecho nos parece de clara recepción.


Alberto Víctor Verón10 enuncia las siguientes consecuencias de la adopción de la tesis de la identidad:
a) la sociedad disuelta mantiene su personalidad jurídica hasta su completa extinción, así
como sus atributos esenciales y la vigencia de su estatuto o contrato social en lo compatible con el
estado de liquidación;
b) la sociedad disuelta puede no entrar en liquidación (vgr., en el caso de fusión);
c) se modifica el objeto social, ya que sólo puede realizar aquellas actividades que tiendan a la
realización del activo y cancelación del pasivo (lo que viene a restringir la capacidad del ente, como
consecuencia);

9 Op. cit., págs. 251 y 252.

Sociedades Con' enciales, Ley' 19.550, Comentada, Anotada y Concordada,

T. 2, Astrea, págs. 191 a 193.


d) se altera el fitncionamiento y atribuciones de los órganos sociales, principalmente el de
administración; y
e) no modifica de ningún modo la posición y los derechos de los acreedores sociales, respecto de
la sociedad.

131. CAUSALES DE DISOLUCION (Art. 94)


Art. 94. - Disolución: causas. La sociedad se disuelve:
1º Por decisión de los socios;
2º Por expiración del término por el cual se constituyó;
3º Por cumplimiento de la condición a la que se subordinó su existencia;
4º Por consecución del objeto para el cual se formó, o por la imposibilidad sobreviniente de lograrlo;
5º Por pérdida del capital social;
6' Por declaración en quiebra. La disolución quedará sin efecto si se celebrare avenimiento o concordato resolutorio;
7' Por su fusión en los términos del artículo 82;
8' Por reducción a uno del número de socios, siempre que no se incorporen nuevos socios en el término de tres (3)
meses. En este lapso el socio único será responsable ilimitada y solidañamente por las obligaciones sociales contraídas;
9' Por sanción firme de cancelación de oferta pública o de la cotización de sus acciones. La disolución podrá quedar sin efecto
por resolución de asamblea extraordinaria reunida dentro de los sesenta (60) días, de acuerdo con el artículo 244, cuarto párrafo.
10. Por resolución firme de retiro de la autorización para funcionar cuando leyes especiales la impusieren en razón del objeto.

Destaca Zaldívar11 que las normas de la ley en materia de disolución presentan los siguientes
caracteres:
a) son de orden público, de modo que los socios no pueden dejarlas sin efecto o alterar sus
consecuencias, sea en el acto constitutivo o posteriormente en otro documento, y ello con fundamento
tanto en el interés de los socios como en el de los terceros acreedores, lo que no impide que los socios puedan
incluir otras causales de disolución en el contrato social, de acuerdo con lo previsto en el artículo 89, L.S.;
b) la enunciación es tasativa -y no ejemplificativa -' ya que no puede pretenderse la disolución
compulsiva por hechos o actos análogos a los indicados en el artículo 94;

11' Op. cit., T. III, V. 4', págs. 259 y 260.


c) comprende tanto a las sociedades de personas como a las de capitaL
Corresponde tener presente que la Ley de Sociedades comerciales consagra otras causales de disolución además
de las enunciadas en el artículo 94, las que analizaremos al final de éstas (arts. 19, 32, 347, etc.), y también que la nulidad de
la sociedad produce la disolución y conduce a su liquidación.
Analizaremos a continuación cada una de las causales de disolución:

1) Por decisión de los socios

Los socios pueden, voluntariamente, anticipar la disolución de la sociedad, adelantando el momento previsto
en el contrato social. Esto no es sino consecuencia de la aplicación del princi pio
general de la autonomía de la
voluntad (art. 1197, Cód. Civ.). El límite de esta autonomía es el no encubrimiento bajo esta causal de una causal distinta,
lo que contradiría el principio de orden público antes referido.
La decisión debe ser tomada en reunión especial o asamblea extraordinaria y con el quorum y mayorías
necesarias. Las sociedades de interés requieren unanimidad, y las por acciones y la sociedad de responsabilidad
limitada especial, la mayoría del artículo 244, cuarto párrafo.
No se requiere que los socios indiquen o expresen la causa de la disolución anticipada, pero seguramente ella surgirá
de las constancias de las deliberaciones que conducen a la decisión y es conveniente que ello ocurra, especialmente a fin de
evitar impugnaciones. En efecto, tal decisión, como cualquier otra, puede ser impugnada por los socios o accionistas.

2) Por expiración del término por el cual se constituyó

Como hemos visto al examinar el artículo 11 de la ley, en su inciso 5º, el instrumento de constitución de la
sociedad debe contener "el plazo de duración, que debe ser determinado". La determinación precisa de ese plazo es
un requisito insoslayable en nuestra ley, que no admite una sociedad con plazo indeterminado o sometido a
algún plazo resolutorio que necesariamente acaecerá pero cuya fecha resulta incierta. Esta exigencia tiene
fundamento en la necesidad de otorgar seguridad jurídica a las relaciones de la sociedad con terceros y entre los
socios.
De allí que se haya dispuesto en el artículo 62, primer párrafo, que las sociedades deberán hacer constar en
sus balances de ejercicio la fecha en que se cumple el plazo de duración. De esta forma tanto socios como
terceros tendrán conocimiento de la fecha de vencimiento de la sociedad, de modo que no se sorprenda a terceros
de buena fe que contraten con ella.
Hasta la sanción de la ley 22.903 esta causal funcionaba como motivo ipso iure de disolución12, pero
con la reforma introducida al artículo 95 ya ello no es así, pues se admite la continuación de la actuación con
posterioridad a su vencimiento, adoptándose el principio de "reactivación" de la sociedad, mediante el
procedimiento de "reconducción".

3) Por cumplimiento de la condición a la que se subordinó su existencia

Se trata, obviamente, de una condición resolutoria que las partes han previsto en el contrato y a la cual han
supeditado su existencia, como puede ser el caso de una sociedad constituida para explotar una concesión pública
o privada, o administrar un servicio público, que durará mientras subsista dicha concesión o se brinde el servicio.
La condición no debe ser imposible ni contraria a las buenas costumbres o prohibida por las leyes, de acuerdo a
la regia del artículo 530 del Código Civil.
Decimos que se trata de una condición resolutoria y no de un plazo, porque aquí no existe la certeza del
cumplimiento de la condición, lo que sí existe en el plazo. La condición resolutoria puede no cumplirse
jamás. Esta es la diferencia sustancial con la causal anterior.
La norma tiene su antecedente en el artículo 1764 del Código Civil, sobre disolución de la
sociedad civil, que establece esta causal, con el agregado "aunque no estén concluidos los negocios que
tuvo por objeto". La Ley de Sociedades comerciales no recoge el párrafo señalado, y Zaldívar opina que debe
interpretarse como implícito, atento el sistema de disolución adoptado, ya que la operatividad de las causales se
produce, como regla general, con independencia del estado de los negocios sociales.

12 ZALDÍVAR, Enrique, op. cit., T. III, V. 40, pág. 264.


De todos modos se trata de una causal que deberá operar antes del vencimiento del plazo de duración de
la sociedad como causal de vencimiento anticipado, pues de otra forma la disolución se producirá como
consecuencia del acaecimiento de ese vencimiento.

4) Por consecución del objeto para el cual se formó,


o por la imposibilidad sobreviniente de lograrlo
.4.1) Por la consecución del objeto para el cual se formó

El inciso 4º del artículo 94 lo analizaremos dividido en dos partes. En esta primera consideraremos la
disolución por la consecución del objeto para el cual se formó la sociedad. Dijimos en las anteriores
ediciones que esta parte implicaba una desnaturalización de la sociedad, que debe tener una duración
determinada y una actividad permanente.
Zaldívar13 expresa que para que se opere esta hipótesis es preciso que el logro del objeto -o la
imposibilidad de conseguirlo - sean absolutos, totales y definitivos y posteriores a la formación de la sociedad
Verón14 diferencia dos clases de actividades sociales: 1) las susceptibles de realización
indefinida (desde el punto de vista temporal), donde resulta improbable que la sociedad paralice su
actividad en un momento determinado de modo que pueda operar la consecución del objeto como
causal de disolución; y 2) las susceptibles de tener un fin, o sea aquellas actividades transitorias cuya
finiquitación comprende un período de tiempo, determinable o no con antelación. Si ese tiempo es determinable
tendremos la causal de disolucion por expiración del término por el cual se la había constituido; y si no
es determinable, cuando parece de aplicación la causal de disolución que examinamos, la realidad
negocial nos señala que tal operatoria mercantil es propia de las sociedades accidentales o en participación
y no de una sociedad regular cuya nota característica es su perdurabilidad.
En efecto, no concebimos un supuesto donde pueda supeditarse la duración de la sociedad o la
consecusión de un objeto determinado, salvo que éste sea transitorio o cuya terminación tendrá un cierto periodo de
tiempo, como puede ser la ejecución

13
Op. cii., T. III, V. 4º, pág. 265. 14 Op. cit., T. 2, págs. 211 y 212.
de una obra determinada. Pero resulta que en tal supuesto o similares - estaríamos ante una
sociedad accidental que tiene por objeto la realización de una o más opoeraciones determinadas y
transitorias (art. 361).
De todos modos deben ser los socios en reunión especial o en asamblea extraordinaria, los que declaren
que el objeto social se ha cumplido y que, en consecuencia, la sociedad se disuelve. O bien declararlo el juez
interviniente a pedido de uno de los socios, si no hubiera mediado acuerdo en la disolución.

4.2) Por imposibilidad sobreviniente de lograrlo

Respecto a esta segunda parte del inciso 4º del artículo 94, corresponde aclarar que la imposibilidad de
lograr el objeto social puede derivar de una causa natural o de una causa legal. Constituye una causa natural, el
agotamiento de una cantera o de una mina cuya explotación constituye el objeto social. Y es una causa
legal la prohibición de una ley sobreviniente que prohíbe una determinada actividad o la limita a un
determinado tipo social o dispone la expropiación de la cantera o mina del ejemplo anterior.
La causa ha de ser posterior a la constitución de la sociedad, pues como dice la norma, ha de
ser sobreviniente a ella. De otro modo, como observa Zaldívar15, si la imposibilidad sobreviniente
existía al momento de la constitución de la sociedad, ella sería una causa de nulidad absoluta de la
sociedad, lo que haría aplicable el régimen del artículo 19 de la ley.
Para que esta causal traiga aparejada la disolución de la sociedad, ella ha de ser total y
definitiva.
Respecto de la discordia entre los socios como hecho configurativo de esta causal, cabe decir que la
jurisprudencia nacional la admite cuando ella es de tal relevancia que impide el cumplimiento del objeto
social16.
Asimismo, se ha declarado que la inactividad de la sociedad como causa de disolución de la misma debe
encuadrarse en esta causal 17
Esta causal requiere también de la verificación y resolución de una reunión o asamblea de
socios que declare la imposibilidad
11
Op. cii., T. III, V. 4º, pág. 265.
16 Ver las obras de V¡RÓN, pág. 216, y de ZAI.DIVAR, pág. 265.
17
E. D., 1.80, pág. 588.
sobreviniente de lograr el objeto social. Por ello coincidimos con Verón que expresa que esta
causal no opera ipso jure, e inclusive que los socios pueden remontar la disolución resolviendo cambiar el objeto
de la sociedad'8.

5) Por pérdida del capital social

El capital social constituye un elemento esencial para que exista una sociedad comercial (arts. 1º y 11,
inc. 4º), de modo que su pérdida implica la falta o ausencia del tal elemento esencial. Exhibe también la
imposibílidad futura de la sociedad de lograr el objeto propuesto.
De todos modos ella no constituye una causal que opere en forma automática, porque el
capital perdido puede ser reintegrado por los socios o éstos pueden resolver su aumento, como lo
prevé el artículo 96.
En materia de sociedades anónimas el Código de Comercio contemplaba en el artículo 369 la
disolución de la sociedad por pérdida del 75 % del capital social, causa que operaba ipso iure según
dicho texto legal.
Ello produjo un permanente movimiento doctrinario tendiente a morigerar las consecuencias de la
rigidez de dicho sistema. En tal sentido, Odriozola, en recordado estudio, sostuvo que la pérdida del capital
social aludía al "capital suscripto" de la sociedad y que ella debía computarse del siguiente modo:
1) antes de efectuar el cálculo de la pérdida debe revalonzarse el patrimonio social;
2) se computará únicamente el pasivo hacia terceros, con exclusión del pasivo nominal;
3) la pérdida, determinada de acuerdo con las indicaciones precedentes, deberá ser absorbida en
primer término por el fondo de reserva legal, por los fondos de revalúo legales y por los demás fondos de
reserva, y recién después de agotados todos
19
ellos se proyectará su remanente sobre el capital suscripto
La actual ley no dice cómo se computa dicna pérdida ni a partir de qué momento se debe establecer su
acaecimiento. Precisamente con referencia al régimen del artículo 369 citado, la

18 Op. cit., T. 2, pág. 214.


19 Derecho Societario, Cangallo,
ODR1ozola, Carlos, Estudias de 1971,
pág. 21.
Inspección General de Personas Jurídicas (hoy Inspección General de Justicia) había sostenido que
"los efectos legales del artículo pueden surgir en cualquier momento aun antes del cierre del ejercicio
económico "20.
Nos parece un criterio incompatible con los principios vigentes y totalmente inseguro. Por ello
coincidimos con Verón que sostiene que la forma adecuada es el balance del ejerckio, documento contable
idóneo para evaluar, no sólo el desequilibrio entre el capital y el patrimonio social, sino también para determinar
con certitud los guarismos y rubros inscriptos y predeterminados, siguiendo los principios contables
básicos. Cualquier otro estado contable que no se ajuste a estas características fundamentales,
carecería de aptitud para servir como elemento jurídico suficiente para resolver la pérdida del capital
social. Respecto del momento en que válidamente puede declarar la pérdida por causa del mencionado
desequilibrio económico, habrá de ser la fecha en que la reunión de socios o asamblea general así lo
resuelva.
Si vencido el ejercicio social no se confeccionase el balance o el mismo no se presentase a la
reunión de socios o a la asamblea, cualquier socio podrá requerirlo judicialmente y de esa forma
verificar que se ha producido la pérdida del capital y con ello operado esta causal de disolución.
La ley actual no establece el porcentaje de pérdida que produce la disolución. Za íd ivar
sostiene que se refiere a la pérdida total del capital, fundamentando esta interpretación en que la enumeración del
artículo 94 es taxativa y los actos y hechos allí mencionados deben considerarse, en principio, objetivamente. Y
agrega que, por otra parte, la disquisición carece, en último análisis, de interés práctico ya que si la
pérdida del capital aun sin ser completa es tan importante que enerva la actividad de la empresa, nos
encontraremos ante la causal del inciso 4º - imposibilidad sobreviniente de lograr el objeto - y la disolución
corresponderá por e11o21. Posición que compartimos totalmente, con el agregado, si cabe, respecto del
fundamento expuesto, de que tal interpretación es la que mejor armoniza con la recepción por nuestra
ley del principio de conservación de la empresa, al que ya nos hemos referido.,

CARBONE y URIEN, ComNndio de Sociedades Anónimas, T. II, pág. 964, citado por ODRIOzOLA, nota 6, pág. 20.
20

Op. cii., T. III, V 4º, pág. 267.


Como hemos dicho, esta caUsal no opera automáticamente, sino que los socios tienen posibilidad
de remontarla, de acuerdo a lo previsto en el artículo 96.

6) Por declaración en quiebra

Esta causal de liquidación estaba prevista como tal en el artículo 422, inciso 4º del Código de
Comercio, para las sociedades en general, y en el artículo 370, inciso 2º, para las sociedades anónimas.
Cámara, comentando estas normas, considera la posición de la doctrina extranjera y nacional
sobre la admisión de la quiebra como causal de disolución, expresando que la doctrina francesa más
reputada sostiene que la insolvencia judicialmente declarada no arrastra a la disolución inmediata de la sociedad
y que tal postura es compartida por Una en España y ha sido recogida por la ley de sociedades
anónimas de ese país. La doctrina

italiana, en cambio, no es pacífica, citando a Vivante como opuesto a que la quiebra traiga
aparejada la disolución: "si la quiebra que puede derivarse de una simple suspensión de pagos, viniera a parar en
una inevitable disolución, se obtendría un efecto desproporcionado con la causa, con grave perjuicio para el
ejercicio del crédito y de la industria, confiado en la mayor parte a las empresas sociales" 22
Analizando la Ley de Quiebras anterior (ley 11.719) sostenía el profesor cordobés que la quiebra no producía ¡a
disolución de la sociedad 23
Zaldívar sostiene que la disolución de la sociedad por su quiebra es impuesta por la ley en tutela de los intereses
generales, que la sentencia declarativa de quiebra importa para la sociedad fallida el desapoderamiento de sus bienes, la
administración pasa al síndico, siendo ineficaces los actos que realicen anteriores administradores de la sociedad 24
Cámara, analizando los efectos de la quiebra sobre la sociedad comercial, realiza un repaso de la posición de
la doctrina y legislación comparada, destacando opiniones como las de

22 CÁMARA, op. cit., págs. 239 y 240, nro. 111 y cita nro 45 al pie de la pág. 240.
23 Op. cit., pág. 241.

24 Op. cit., pág. 271.


Mossa, Ferrara y Ferri entre otros, que defienden la subsistencia de la sociedad después de la
declaración de la falencia, y de Provinciali, quien sostiene que el problema de la disolución no se
plantea al principio de la declaración de quiebra sino a la clausura de la quiebra. Y al examinar la oportunidad en que
opera la disolución de la sociedad en quiebra, expresa que en el sistema de la ley de sociedades no hay disolución ipso iure,
'imponiendo el artículo 98 la publicidad en el registro mercantil para la disolución socia4 cualquiera que fliere su
causa, cabe afirmar que no nay disolución ipso iure en el sistema vigente" A continuación agrega que el
automatismo de la falencia como causal de disolución no
se funda en razones de orden público; que la solución legal de dejar sin efecto la disolución por avenimiento o
concordato resolutorio es un poco forzada y que alegar que toda liquidación
Heva implícito la disolución es un grave error 25.
Pensamos que la quiebra no opera como causal automática de disolución de la sociedad y la mejor
demostración de ello es que la sociedad en quiebra puede continuar desarrollando normalmente sus actividades bajo
conducción del síndico según el régimen previsto en los artículos 182 y siguientes de la ley 19.551. Si ello
es así quiere decir que la sociedad no ha mudado de objeto por el hecho de la declaración de quiebra ya firme, de modo que no
se ha producido el efecto natural de la disolución. Por ello sostenemos que la disolución requerirá de un
pronuncianuento expreso del juez de la quiebra que deberá merituar las posibilidades de que la sociedad pueda
seguir operando.
En el punto 135 analizamos el avenimiento y el acuerdo resolutorio como hechos que dejan sin efecto la
disolución por quiebra.

7) Por su fusión con otra sociedad

Como vimos en el número 115 la fusión puede ser de dos tipos: a) pura, cuando dos o más sociedades se
disuelven sin liquidarse para constituir una nueva; b) por absorción, cuando una sociedad incorpora a otra u
otras que se disuelven sin liquidarse. En el primer caso se disuelven todas las sociedades preexistentes y en el segundo
supuesto se disuelven las sociedades absorbi25 CÁMARA, Héctor, FI Concurso Prevenuvo y la Quiebm, V. III, págs.
1982y sigs., nro. 127.6.1 y págs. 2001 y 2002, nro. 127.6.3.1.
das o incorporadas. En todos los casos, la disolución no va seguida de la liquidación.

8) Por reducción a uno del número de socios

Ni el Código Civil ni el de Comercio contemplaban esta situación como causal explícita de disolución. Cámara había
sostenido que en tal situación la sociedad se disolvía, porque la pluralidad constituía condición natural e
inexcusable en toda
- - 26
companla
Zaldívar expresa que con la inclusión expresa de esta causal de disolución la ley ha clarificado la
situación en beneficio de la seguridad jurídica y, además, ha permitido que la entidad subsane la' falta de socios en el plazo
de noventa días. Con esto evita que ella quede irremisiblemente disuelta al producirse el evento que muchas veces
será totalmente imprevisible. Agrega este autor que esta causal de disolución está sometida a una condición
suspensiva que es el transcurso del plazo indicado sin que se incorporen nuevos socios. Es decir, que el patrimonio social
se mantendrá diferenciado del que pertenece a título personal al socio único y sólo después de los tres meses
quedará confundido al naberse operado la disolución27.
La norma que comentamos hace aplicación del principio de conservación de la empresa, receptado en el
Código italiano y en las legislaciones más modernas.
La norma agrega que durante ese plazo de tres meses
- que es plazo máximo, de modo que puede ser menor-, el socio único será responsable ilimitada y
solidariamente por las obligaciones contraídas. Obviamente, la ley hace referencia a los actos y operaciones
realizadas por el socio único durante el
tiempo en que actuó solo.
La discusión de la posibilidad o no de la existencia de la sociedad de un solo socio se reavivó en el país con motivo de
la consideración parlamentaria del Proyecto de Unificación de la legislación civil y comercial, luego convertido en ley
por el Congreso Nacional y finalmente vetada íntegramente por el Poder Ejecutivo, que preveía la Sociedad de
Responsabilidad Limitada

26
Disolución y Liquidación de Sociedades Mencan files, pág. 255, nro. 119. 27 Op. cit., págs. 276 y 277.
y la Sociedad Anónima unipersonal, recogiendo así una solución que se acepta en la legislación más moderna.

9) Por sanción firme de cancelación de oferta pública o de 18 cotización de sus acciones

Esta causal de disolución es aplicable a aquellas sociedades por acciones que hemos denominado
"abiertas" reguladas en el artículo 299, que hayan sido autorizadas a realizar oferta pública de sus títulos
valores por la Comisión Nacional de Valores de conformidad con el régimen establecido en la ley 17.811 y
que coticen sus acciones en los mercados de valores.
M respecto corresponde tener presente que de acuerdo al régimen legal vigente en materia de mercado de
capitales, las sociedades por acciones pueden solicitar ante la Comisión Nacional de Valores la autorización para
hacer oferta pública de los títulos valores que emitan (acciones, debentures, obligaciones negociables, comercial
papers o títulos de deuda de corto plazo). Obtenida esa autorización deben solicitar a una Bolsa que tenga
adherido un Mercado de Valores, autorización para "cotizar" en ese mercado dichos títulos. De modo que
se requiere una doble autorización: 1) para hacer oferta pública; y 2) para cotizar en un mercado de valores los títulos.
De aHí que la norma que comentamos se refiera a esas dos "cancelaciones", es decir el retiro de la autorización
para hacer oferta pública y el retiro de la autorización para cotizar títulos.
La cancelación por la Comisión Nacional de Valores de la
autorización para hacer oferta pública impuesta por sanción
28
firme como también la cancelación de la autorización para cotizar acciones y otros títulos valores
impuesta por la Bolsa a la que pertenezca el Mercado de Valores donde cotiza sus títulos, producirán la
disolución de la sociedad si la asamblea de la misma no resuelve la continuación dentro de los sesenta
días.
De modo que se trata de una causal de disolución sometida a una condición suspensiva, cual es que la
sociedad por medio de la asamblea no resuelva su continuación. Se requiere que la decisión se tome en asamblea
extraordinaria, por mayoría de votos sin tomar en consideración el voto plural, de acuerdo a lo pre28 Ver Normas de
la Comisión Nacional de Valores según texto ordenado

resolución general 131.


visto en el artículo 244, cuarto párrafo. Decisión que se deberá tomar dentro de los sesenta días
siguientes a la fecha en que quedó firme la decisión de la Comisión Nacional de Valores o de la Bolsa
respectiva.
Coincidimos con Zaldívar, que entiende que esta interpretación es la que mejor se aviene con el
régimen de disolución adoptado por la ley tendiente a preservar la integridad y el funcionamiento de la
empresa29. Consideramos equivocada, en cambio, la opinión de Verón de que la causal de disolución
opera ipso iure, es decir que la decisión de continuar operaria como una condición resolutoria30.

10) Por resolución firme de retiro de la autorización


p'ara funcionar

Existen sectores económicos con "barreras de entrada", es decir, donde se ha limitado el ejercicio de
una determinada actividad a ciertas personas previamente autorizadas. Tal es el caso de la actividad
bancaria, la aseguradora, la radiodifusión y televisión, etcétera.
En tales supuestos un órgano estatal es el encargado de conferir tal autorización. La revocación de esa
autorización implica dejar a las sociedades autorizadas y cuyo objeto social es, precisamente, ejercer tal
actividad, en situación de no poder cumplir el objeto social para el que fueron constituidas.
La ley 19.550 no previó esta causal de disolución, porque seguramente sus autores pensaron que
ella estaba incluida en la regla del inciso 40, segunda parte (imposibilidad sobreviniente
de lograr el objeto social), porque se trata realmente de un típico caso de imposibilidad sobreviniente.
No obstante, la ley 22.903 de reformas a la ley 19.550 la incluyó como causal específica, mediante la
incorporación de un inciso décimo al artículo 94, quizás como un medio de aportar mayor seguridad a los
terceros, si bien su Exposición de Motivos no alude a eHo.
Debe tratarse de una resolución firme del organismo competente (Banco Central de la República
Argentina en el caso de entidades financieras; de la Superintendencia de Seguros de la

29 Op. cit., págs. 279 y 280.

30 Op. cit., T. 2, pág. 233, nro. 23.


Nación en los supuestos de compañías de seguros; del COMFER en los casos de radios y
televisión; etc.), es decir no susceptible de recursos administrativos ni judiciales.

11) Otras causas legales de disolución

Además de las enunciadas en el artículo 94, existen otras causales de disolución contenidas en otras
normas de la ley.

11.1) Sociedad de objeto lícito con actvidad ilícita


Esta causal aparece regulada en el artículo 19, y la disolución puede ser pedida por cualquier socio o
declarada de oficio por el juez. Al respecto nos remitimos a lo dicho en el número 52, b).

11.2) Pedido de cualquier socio en la sociedad irregular


En el número 56 analizamos el régimen legal de las sociedades irregulares y examinamos el artículo
22 (reformado por la ley 22.903). Allí señalamos ya esta causal de disolución.

11.3) Violación del régimen de las participaciones recíprocas


En el número 315 analizamos el régimen del artículo 32 de la ley sobre participaciones
recíprocas. Como allí se dice, su violación produce la nulidad de la sociedad o del aumento del capital así
dispuesto. Dentro de los tres meses siguientes se debe proceder a la reducción del capital indebidamente
integrado, quedando la sociedad, en caso contrario, disuelta de pleno derecho.

11.4) Quiebra, muerte o incapacidad del socio comanditado


El artículo 140, segundo párrafo, prevé la disolución de la sociedad si producido algunos de los
hechos referidos no se regulariza la sociedad dentro del plazo de tres meses.

11.5) A pedido de la asamblea de debenturistas


El artículo 347 autoriza al fiduciario a convocar la asamblea de debenturistas, y éstos pueden
resolver la disolución y liquidación de la sociedad.
132. OTRAS CAUSALES DE DISOLUCION (Art. 89)

Ya vimos al considerar en el número 125, el artículo 89, L.S., que los socios pueden pactar en el
contrato social otras causales de disolución, además de las previstas en el artículo 94, L.S.

133. PRORROGA DE LA SOCIEDAD (Art. 95)


Art. 95. - Prórroga: requisitos. La prórroga de la sociedad requiere acuerdo unánime de los socios, salvo pacto en
contrario y lo dispuesto para las sociedades por acciones y las sociedades de responsabilldad Innitada.
La prórroga debe resolverse y la inscripción solicitarse antes del vencimiento del plazo de duración de la sociedad.
Reconducción.
Con sujeción a los requisitos del primer párrafo puede acordarse la reconducción mientras no se haya inscripto el
nombramiento del liquidador, sin perjuicio del mantenimiento de las responsabilidades dispuestas por el artículo 99.
Todo ulterior acuerdo de reconducción debe adoptarse por unanimidad sin distinción de tipos.

Como vemos la sociedad puede ser prorrogada en su duración. Para ello se requiere acuerdo unánime de
los socios en los casos de sociedades personales. En las sociedades por acciones y de responsabilidad limitada
se requiere acuerdo de las mayorías especiales previstas para cada tipo social.
La prórroga debe resolverse y la inscripción solicitarse antes del vencimiento del plazo de duración de
la sociedad.

En tal sentido, se ha resuelto:


La lev requiere no sólo que la prórroga del contrato de sociedad se resuelva antes del vencimiento del plazo de duración de la
misma, sino que también se solicite la inscripción antes de ese vencimiento, aunque se decrete tiempo después, cumplidos los requisitos
formales o fiscales necesarios ya que la inscrip ción, previa publicación del edicto pertinente, retrotrae, respecto de terceros y de las partes, la
validex de la sociedad a la fecha de iniciación de las actuaciones.
Buenos Aires, Cám. ia Mar del Plata, Sala la, 17-IV-1974, “Industrias Frigoríficas Marpíatenses S.R.L.", J.A., 1975, t. 28, Síntesis,
Indice, F.D., t. 57, pág. 307.

Ahora la ley prevé la "reconducción" de la sociedad (modificación introducida por la ley 22.903), esto es, la
posibilidad de
continuar actuando, siempre que cumpla los requisitos de la prórroga y mientras no se haya inscnpto el
nombramiento del liquidador y sin perjuicio de las responsabilidades que la ley impone a los
administradores sociales.
Si el nombramiento del liquidador se hubiera inscripto, se requerirá para la reconducción la
"unanimidad" de todos los socios, cualquiera sea el tipo social.
La doctrina ha denominado a esto "'eactivación" de la sociedad31.

134. PERDIDA DEL CAPITAL (Art. %)


Art. 96. - En el caso de p¿rdida del capital social, la disolución no se produce si los socios acuerdan su reintegro total
o parcial del mismo o su aumento.
La pérdida del capital no produce la disolución ipso iure de la sociedad, como era el caso del
artículo 369 del Código de Comercio. La disolución no se produce silos socios acuerdan el reintegro
total o parcial del capital o su aumento.

135. QUIEBRA DE LA SOCIEDAD


En caso de quiebra de la sociedad la disolución queda sin efecto si se logra un "avenimiento" o
un "acuerdo resolutorio" en el juicio respectivo.
El "avenimiento" y el "acuerdo resolutorio" son dos medios para poner fin a la quiebra. El
"avenimiento" es el acuerdo entre el fallido y todos y cada uno de los acreedores, celebrado
individualmente, fuera del juicio de quiebra, y no requiere homologación del juez. El "acuerdo resolutorio" es el
acuerdo al que arriba el fallido con sus acreedores en la junta de acreedores, aprobado por las mayorías
legales necesarias y homologado por el juez de la quiebra.

31 En tal sentido ver ZALDÍVAR, quien nos dice que este instituto permite que una sociedad disuelta recupere su plenitud
jurídica: Cuaden'os de Derecho Societario, T. IV, pág. 317. En igual sentido CÁMARA, Héctor, en Disolución y Liquidación de
Sociedades Comerciales, 2ª Edición, TEA, 1959, pág. 355 y sigs., nro. 171.
136. INSCRIPCION DE LA DISOLUCION (Art. 98)
Art. 98.- Eficacia respecto de terceros. La disolución de la sociedad, se encuentre o no constituida regularmente, sólo
surte efecto respecto de terceros desde su inscripción registral, previa publicación en su caso.

La disolución de la sociedad comercial regular o irregular sólo surte efectos respecto de terceros, desde su
inscripción en el Registro Público de Comercio, previa publicación en el caso de las sociedades por acciones y
de responsabilidad limitada.

137. OBLIGACIONES Y RESPONSABILIDAD


DE LOS ADMINISTRADORES SOCIALES (Art. 99)

Art. 99. - Administradores: facultades y deberes. Los administradores, con posterioridad al vencimiento del plazo de
duración de la sociedad o al acuerdo de. disolución o a la declaración de haberse comprobado alguna de las causales de
disolución, sólo pueden atender los asuntos urgentes y deben adoptar las medidas necesarias para iniciar la liquidación.

Responsabilidad.
Cualquier operación ajena a esos fines los hace responsables ilimitada y solidariamente respecto a los terceros y los sócios, sin
perjuicio de la responsabilidad de éstos.

Producida una causal de disolución de la sociedad, los administradores deben limitarse a atender los asuntos
urgentes y adoptar las medidas necesarias para que se inicie la "liquidación" de la sociedad.
Cualquier operación ajena a esos fines hace responsables a los administradores en forma ilimitada
y solidaria, tanto respecto de terceros corno de los socios y sin perjuicio de las propias responsabilidades que
puedan corresponderles a estos últimos.

138. DISOLUCION JUDICIAL (Art. 97)


Art. 97.- Disolución judicial: efectos. Cuando la disolución sca declarada judicialmente la sentencia tendrá efecto retroactivo
al día en que tuvo lugar su causa generadora.
La norma prevé el supuesto de disolución resuelta por sentencia judicial, consagrando la naturaleza
"declarativa" de tal resolución.

139. NORMA DE INTERPRETACION (Art. 100)

Art. 100.- En caso de duda sobre la existencia de una causal de disolución se estará en favor de la subsistencia de la
sociedad.

La ley nos suministra un criterio para aplicar cada vez que surjan dudas sobre la existencia o
no de una causal de disolución:
habrá que estar siempre por la subsistencia de la sociedad. Aplica así, una vez más, el principio de
"conservación de la empresa".
Al respecto nuestra jurisprudencia tiene resuelto casos concretos donde ha efectuado aplicación de este
principio de conservación de la empresa.

Tal el siguiente fallo:


Si la presentación ante la autoridad administrativa a los efectos del artículo 167, decreto-ley 19.550/72 se verificó antes del
vencimiento del plazo de duración de la sociedad, no cabe declarar irregular, sin más, la prórroga de dicho plazo, por el hecho de que la
asamblea extraordinaria que la decidió no haya reunido los recaudos exigidos para tener por válidas sus resoluciones -en el caso, el quórum era
insuficiente-, sino que, en aras de la conservación de la empresa, del interés público, es viable otorgar a la sociedad un plazo prudencial para
que subsane el vicio aludido.
Capital Federal, Cám. Nac. Com., Sala B, l5-V-1974, "Sociedad Comercial e Industrial Israelita S.A.", J.A., 1974, t. 24, Sec. nac.,
nro. 23.704; L.L., t. 155, pág. 335; F.D., t. 55, pág. 593.

C) DE LA LIQUIDA ClON

140. CONCEPTO
La liquidación es la última etapa en la vida de una sociedad. Producida una causal de disolución la
sociedad no muere, no termina en ese momento, sino que continúa viviendo a efectos de poder realizar
todo su activo y pagar su pasivo y distribuir el saldo final, silo hubiera, entre los socios.
Por ello, en esta etapa final, la sociedad conserva su
"personalidad" y se va a regir por las reglas legales correspondientes a su tipo social.

1º. PERSONALIDAD (Art. 101)

Art. 101. - Personalidad. Normas aplicables. La sociedad en liquidación conserva su personalidad a ese efecto, y se rige por las
normas correspondientes a su tipo en cuanto sean compatibles.

Sentado estos principios digamos también que la ley le concede a la sociedad esta "personalidad" y esta
"prolongación de vida" al sólo efecto ae cumplir los actos necesarios para realizar, el objeto propio de la
liquidación: esto es todos los actos de venta de los bienes del activo y cobro de los créditos; y los actos tendientes
a cumplir con sus obligaciones (pago a los acreedores sociales); para, finalmente, distribuir el remanente entre
los socios conforme los pactos contractuales.

142. LIQUIDADOR (Art. 102)


Art. 102. - Designación de liquidador. La liquidación de la sociedad está a cargo del órgano de administración, salvo casos
especiales o estipulación en cóntrario.
En su defecto, el liquidador o liquidadores serán nombrados por mayoría de votos dentro de los treinta (30) días de haber entrado la
sociedad en estado de liquidación. No designados los liquidadores o si estos no desempeñaren el. cargo, cualquier socio puede solicitar al juez
del nombramiento omitido o nueva elección.

Inscripción.
El nombramiento del liquidador debe inseribirse en el Registro Público de Comercio.

Remoción.
Los liquidadores pueden ser removidos por las mismas mayorías requeridas para designarlos. Cualquier socio, o el síndico en su
caso, puede demandar la remoción judicial por justa causa.

La liquidación está a cargo del "liquidador" o "liquidadores" designados por los soctos.
Generalmente la liquidación está a cargo de los mismos administradores sociales, salvo casos especiales
o estipulación en contrario, y su designación surge del mismo contrato social.
Si el contrato social no ha previsto nada al respecto, el liquidador o liquidadores serán designados por
mayoría de votos de los socios, dentro de los treinta días desde que la sociedad
haya entrado en liquidación. Si no lo designasen o silos designados no desempeñaran el cargo, cualquier
socio puede pedir al juez el nombramiento de liquidador, o su nueva elección.

143. FACULTADES (Art. 105)

Art. 105. - Los liquidadores ejercen la representación de la sociedad. Están facultados para celebrar todos los actos necesarios para la
realización del activo y cancelación del pasivo.

Instrucciones de los socios.


Se hallan sujetos a las instrucciones de los socios, impartidas según el tipo de sociedad, so pena de incurrir en responsabilidad por
los daños y perjuicios causados por el incumplimiento.

Actuación.
Actuarán empleando la razón social o denominación de la sociedad con el aditamento "en liquidación". Su omisión les hará ilimitada
y solidariamente responsables por los daños y perjuicios.

Los liquidadores ejercen la representación de la sociedad y actuarán empleando la razón social o


denominación de la sociedad con el agregado "en liquidación". Esto tiene por finalidad advertir a los terceros
que contraten con la sociedad sobre su situación legal. Por ello la ley sanciona al liquidador que no actúe así, ya
que lo hace responsable en forma ilimitada y solidaria por los daños y perjuicios que su actuación produzca.

144. OBLIGACIONES (Arts. 103, 104 y 108)


Art. 103. - Obligaciones, inventario y balance. Los liquidadores están obligados a confeccionar dentro de los treinta (30) días de
asumido el cargo un inventario y balance del patrimonio social, que pondrán a disposición de los so cios. Estos podrán, por mayoría, extender el
plazo hasta ciento veinte (120) días.

Incumplimiento: Sanción.
El incumplimiento de esta obligación es causal de remoción y les hace perder el derecho de remuneración, así como les
responsabiliza por los daños y perjuicios ocasionados.

Art. 104.- Inlormación periódica. Los liquidadores deberán informar a los socios, por lo menos trimestralmente, sobre el estado de la
liquidación; en las sociedades de responsabilidad limitada cuyo capital alcance el importe fijado por
el artículo 299, inciso 2'>, y en las sociedades por acciones, el informe se suministrará a la sindicatura.
Balance.
Si la liquidación se prolongare, se confeccionarán además balances anuales.

Art. 108. - Obligaciones y responsabilidades. Las obligaciones y la responsabilidad de los liquidadores se rigen por las disposiciones
establecidas para los administradores, en todo cuanto no esté dispuesto en esta sección.

Las obligaciones y responsabilidades del liquidador se rigen por las disposiciones establecidas para los
administradores sociales, en todo lo demás.
Deben confeccionar un inventario y balance dentro de los 30 días de asumido el cargo y ponerlo a
disposición de los socios. Además deben producir una información periódica, por lo menos trimestralmente.
Si la liquidación se prolonga, deberán confeccionarse balances anuales. Estas obligaciones no pueden
soslayarse.

En tal sentido es útil recordar el siguiente fallo:


El cumplimiento de los artículos 98, 103, 106 y 100, ley 19.550 no puede soslayarse por ser reglas obligatorias para todo tipo de
sociedades, por no ser materia disponible por los socios por no encontrarse comprometido exclusivamente el interés de las partes, sino también
el interés de terceros.
Cám. Nac. Com., Sala C, 28-11-1979, "Medone, Hermanos Sociedad de responsabilidad limitada", J.A., 1980, T. II, síntesis.

145. INSTRUCCIONES DE LOS SOCIOS


La actuación del liquidador está sujeta a las instrucciones que le impartan los socios y debe cumplirlas
bajo apercibimiento de incurrir en responsabilidad por los daños y perjuicios causados por el incumplimiento de
ellas. Estas instrucciones estarán referidas principalmente a la forma en que han de venderse los bienes sociales y
cancelarse las obligaciones.

146. CONTRIBUCIONES DE LOS SOCIOS (Art. 106)


Art. 106. - Cuando los fondos sociales fueran insuficientes para satisfacer las deudas, los liquidadores están obligados a exigir de los
socios las contribuciones debidas de acuerdo con el tipo de sociedad o del contrato constitutivo.
Si la realización de los bienes que componen el activo social resulta insuficiente para pagar las deudas
que constituyen el pasivo de la sociedad, el liquidador está obligado a exigir a los soctos las contribuciones a que
se obligaron en el contrato social y de acuerdo al "tipo de sociedad" de que se trate.
Así por ejemplo en la sociedad colectiva debe exigir a todos los socios las sumas faltantes para cancelar
pasivo, ya que todos ellos son responsables, conforme el tipo social elegido, en forma subsidiaria, personal,
solidaria e ilimitadamente. Si se trata de una sociedad de capital e industria, exigirá a los socios capitalistas
únicamente, esa contribución. Si se trata de una sociedad en comandita simple, lo exigirá a los socios
"comanditados". En una sociedad de responsabilidad limitada podrá exigir el saldo deudor de los socios por
cuotas suscriptas no integradas. En una sociedad anónima podrá exigirles a los socios los saldos deudores de
acciones suscriptas no integradas; y, finalmente, en las sociedades en comandita por acciones podrá exigirles
esas contribuciones a los socios comanditados o colectivos; pudiendo exigir a los comanditarios solamente la
parte no integrada de acciones suscriptas.

147. DISTRIBUCIONES PARCIALES (Art. 107)


Art. 107. - Partición y distribución parcial. Si todas las obligaciones sociales estt'vieren suficientemente garantizadas, podrá hacerse
partición parcial.
Los accionistas que representen la décima parte del capital social en las sociedades por acciones y cualquier socio en los demás
tipos, pueden requerir en esas condiciones la distribución parcial. En caso de negativa de los liquidadores la incidencia será resuelta
judicialmente.

Publicidad y efectos.
El acuerdo de distribución parcial se publicará en la misma forma y con los mismos efectos que el acuerdo de reducción de capital.

Ocurre muchas veces que la sociedad tiene activos de diversa liquidez, pues mientras unos son
fácilmente convertibles en dinero, otros (inmuebles, instalaciones, etc.) son de más difícil realización. Si con los
primeros ha podido cancelar el pasivo o éste se encuentra suficientemente garantizado, los socios pueden pedir la
partición parcial y la distribución proporcional de lo que a cada uno le corresponde como "remanente". Esa
solicitud
la pueden hacer accionistas que representen la décima parte del capital social en las sociedades por
acciones y cualquier socio en las demás sociedades.
La petición debe formularse al liquidador y si éste se negare, la incidencia será resuelta judicialmente.
El acuerdo de distribución parcial se debe publicar.

148. BALANCE FINAL Y DISTRIBUCION (Art. 109)


Art. 109. - Extinguido el pasivo social, los liquidadores confeccionarán el balance final y el proyecto de distribución; reembolsarán
las partes de capital y, salvo disposición en contrario del contrato, el excedente se distribuirá en proporción a la participación de cada socio en
las ganancias.

Pagado el pasivo social, los liquidadores deben elaborar un balance final y preparar un proyecto de
distribución.
Aprobado el proyecto de distribución, se reembolsará la parte de capital de cada socio y se distribuirá el
excedente en proporción a la participación de cada uno en las ganancias, salvo disposición en contrario del
contrato social.
149.COMUNICACION A LOS SOCIOS DEL BALANCE FINAL YPLAN DE
DISTRIBUCION (Art. 110)
Art. 110. - Comuniciación del balance y plan de partición. El balance final y el proyecto de distribución suscriptos por los
liquidadores serán comunicados a los socios, quienes podrán impugnarlos en el término de quince (15) días. En su caso la acción judicial
correspondiente se promoverá en el término de los sesenta (60) días siguientes. Se acumularán todas las impugnaciones en una causa única.
En las sociedades de responsabilidad limitada cuyo capital alcance el importe fijado por el artículo 299, inciso 2º), y en las
sociedades por acciones, el balance final y el proyecto de distribución suscriptos también por los síndicos, serán sometidos a la aprobación de la
asamblea. Los socios o accionistas disidentes o ausentes, podrán impugnar judicialmente estas operaciones en el término fijado en el párrafo
anterior computado desde la aprobación por la asamblea.

El balance final y el proyecto de distribución deben ser comunicados a cada uno de los socios y estos
tienen derecho a impugnarlos. Si no hay acuerdo, el socio impugnante podrá demandar judicialmente dentro de
los sesenta días siguientes, de-
biendo acumularse todas las impugnaciones que hubiera en un solo juicio.
En el caso de sociedades de responsabilidad limitada cuyo capital alcance el fijado en el artículo 299 y
en las sociedades por acciones, esos documentos deberán ser firmados por los síndicos y deben ser considerados
por la asamblea. Los socios disidentes y los ausentes, podrán impugnar judicialmente esas operaciones dentro de
los sesenta días contados desde la fecha de la asamblea que las hubiera aprobado.

150. PRESENTACION AL REGISTRO PUBLICO DE COMERCIO (Art. 111)


Art. 111.- Distribución: ejecución. El balance final y el proyecto de distribución aprobados se agregarán al legajo de la sociedad en
el Registro Público de Comercio, y se procederá a su ejecución.

Destino a falta de reclamación.


Los importes no reclamados dentro de los noventa (90) días de la presentación de tales documentos en el Registro Público de
Comercio se depositarán en un banco oficial a disposición de sus titulares. Transcurridos tres (3) años sin ser reclamados, se atribuirán a la
autoridad escolar de la jurisdicción respectiva.

El balance final y el proyecto de distribución aprobados deben ser presentados al Registro Público de
Comercio para ser incomorados al legajo de la sociedad.
Recién entonces corresponderá ejecutar la distribución, en la forma referida en el artículo 109.
Los importes no reclamados por socios dentro de los noventa días de esa presentación, deberán ser
depositados en un banco oficial a disposición de los titulares. El derecho a su cobro prescribe a los tres años,
vencidos los cuales serán atribuidos a la autoridad escolar de la jurisdicción que corresponda.

151. CANCELACION DE LA INSCRIPCION (Art. 112)


Art. 112.- Terminada la liquidación se cancelará la inscripción del contrato social en el Registro Público de Comercio.
Conservación de libros y papeles.
En defecto de acuerdo de los socios el juez de registro decidirá quien conservará los libros y demás documentos sociales.

Terminadas las operaciones de liquidación, los liquidado-res deben proceder a cancelar la inscripción
del contrato social en el Registro Público de Comercio.
Los papeles y libros de la sociedad serán conservados por la persona que designen los socios y a falta de
acuerdo entre éstos, ello será resuelto por el juez o la autoridad administrativa que tiene a su cargo el Registro
Público de Comercio.

NOTAS A LA OCTAVA EDICION

1. JURISPRUDENCM

En este capítulo incorporamos los siguientes fallos que estimamos de importancia a los efectos de un
mayor esclarecimiento de los temas en él desarrollados.

125. CAUSALES DE RESOLUCION Y DE DISOLUCION (Art. 89)

Por disolución parcial el derecho a la cuota-parte se transforma en un crédito contra la sociedad que se concreta con la valuación de
lo que corresponde al socio en el haber social y los restantes socios se enriquecerían con el aprovechamiento del valor de la cuota
correspondiente al socio egresado, si se considerara ese valor al momento del retiro de éste. Por consiguiente sólo habrá correspondencia de
valores si se determinan los mismos no a la fecha del egreso del socio, sino de la efectiva liquidación monetaria de acuerdo con el estado
patrimonial de la sociedad al momento de aquel egreso.

Si la cuota social continúa integrando el capital social después de la disolución parcial, con beneficio para todos los socios, debe
actualizarse el crédito del socio egresado, como resarcimiento del perjuicio constituido por el mayor valor que la depreciación monetaria asigna
a los bienes sociales de uso, según es de público conocimiento, y por tanto, prevl
sible para el deudor que con su incumplimiento origina ese perjuicio, el cual debe ser reparado integralmente.
Cám. Nac. Com., Sala A, 11-V-1970, "Ramos y otras c. Azevedo y Cía. S.C.A.", J.A., 1970, t. 8, pág. 53.

Siendo que el capital social es un elemento esencial para la existen-cia y subsistencia de la sociedad, el
retiro voluntario del socio fuera del supuesto establecido por el artículo 89, LS., implicaría una disminución de ese capital
que podría llegar a imposibilitar la consecución del objeto para el cual se formó, con prescindencia de la voluntad de
los restantes socios, por lo que es inadmisible acceder a una solicitud de tal naturaleza.
Cám. Nac. Com., Sala A, 31-VlI-1991, Ficha nro. 12.590, "Assumma, Demetrio c. Crivier S.R.L.
5/5UflI.", ReNitorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

126. MUERTE DE UN SOCIO (Art. 90)

La inclusión en el contrato social de un pacto que acuerda a los herederos del socio fallecido la opción de
incorporarse a la sociedad o ejercer el derecho de receso, pero no determina el plazo para hacerlo, está indicando que
los socios sobrevivientes tienen en sus manos el mecanismo de la intimación, instando en el plazo prudencial que fijen
una toma de decisión expresa, que despeje el estado de indefinición que entorpece la continuidad societaria.
Ante la muerte de uno de los socios, el silencio de los herederos debe interpretarse como que han optado
por la resolución parcial del contrato social, quedando en manos de la sociedad la comunicación para que ejerzan
sus derechos económicos - reclamación de la cuota liquidatoria - y eventualmente la consignación de su importe.
En todos los casos en que la ley confiere espacio a la autonomía de la voluntad -en el caso de autonomía
societaria de acuerdo con la economía del contrato social - la regla de la autonomaticidad sucesoria (art. 3410, Cód.
Civ.) cede.
Cám. la. Civ. y Com. Bahía Blanca, Sala 1, 24-XI-1992, "Zoilo, Osvaldo P. y otra c. Zoilo Hnos S.R.L.
yotros", L.L., 1993-D, pág .412.

127. EXCLUSION DE SOCIOS (Art. 91)

En nuestro derecho positivo, la exclusión de un socio no es una decisión que pueda ser adoptada por los
consocios que forman mayoría, en tanto comporta una modificación sustancial de los términos del contrato. La
existencia de la justa causa de exclusión que eventualmente
pudiera alegarse debe ser comprobada judicialmente y es al juez de comercio a quien compete declararla.
La sociedad no queda disuelta - total o parcialmente - sino por sentencia - arts. 1º y 207, Cód. Com., y
1799, Cód. Civ. - y el socio cuya exclusión se pretende no quedará separado hasta tanto recaiga decisión judicial
que así lo disponga.
S.C.BA., 10-IV-1970, "Gutiérrez c. Aguila Negra Sociedad Col. y otros", J.A., 1970, t. 8, pág. 593.

129. EFECTOS DE LA EXCLUSION (Arts. 92 y 93)

Resuelto parcialmente el contrato social por retiro de un socio, debe liquidarse su cuota sobre la base de
la situación patrimonial de la sociedad al día de la resolución, y esto exige la previa confección de un inventario
y balance extraordinario que, en ciertos aspectos, es distinto del ordinario practicado al fm de cada ejercicio,
porque debe dar el valor real de la empresa y servir así para fijar la cuota en cuestión.
Para fijar el valor de la cuota del socio que se retira son decisivos no los valores inscriptos en los libros
para fines fiscales o para el cálculo de ganancias, ni tampoco el resultado - casi siempre más reducido - de la
liquidación, sino el verdadero valor, esto es, el valor que tendría la sociedad en caso de una enajenación total lo
más ventajosa posible.
El hecho de que el socio haya sido excluido de la participación en el valor llave no significa que
renuncie a la actualización de los valores de los bienes sociales, en ocasión de retirarse de la sociedad, pues se
trata de dos rubros distintos y la exclusión de uno no trae aparejada la del otro.
La referencia al valor llave en el contrato social no implica una superposición con el revalúo de los
bienes físicos de la sociedad, pues el revalúo es la determinación del valor real de esos bienes, con prescindencia
de aquellos otros factores inmateriales.
Cám. Nac. Com., Sala A, 24-VI-1970, "Casa Shaw S.R.L. c. Armandi", J.A., 1970, t. 8, pág. 304.

A los efectos de determinar el valor de reembolso de las acciones en caso de receso, debe estarse al
resultante del balance correspondiente al ejercicio en que el receso se produjo, debidamente actualizado desde la
fecha de cierre de dicho ejercicio hasta el 31-111-1991 con más un tnterés del 6% anual desde la fecha en que
ejerció el derecho de receso, y a partir del 1-IV-1991 se reponteciará dicha suma según la tasa pasiva promedio
mensual que publica el B.C.RA.
Cám. Nac. Com., Sala B, 18-111-1992, Ficha nro. 14.181, "Nougués de Benvenuto, María c. Ibatin
SA.E. s/sum.", ReNflorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.
131. CAUSALES DE D¡SOLUCION (Art. 94)

Inciso 20: Por expiración del término por la cual se constituyó

Si bien el mero vencimiento del plazo produce la disolución de la sociedad (art. 94, inc. 2?, L.S.), ello
no siguifica que se transforme en una sociedad de hecho, ello sólo podría ocurrir cuando se continue con los
negocios de la sociedad en lugar de procederse a su liquidación.
Cám. Nac. Com., Sala A, 9-v'I¡-1991, Ficha nro. 12.445, "Krenz, Domingo c. Banco de la Ciudad de
Buenos Aires s/ord.", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

Inciso 6º: Por declaración de quiebra

Siendo la quiebra tan sólo una causal de disolución de la sociedad (art. 94, inc. 6º, L.S.) no produce su
extinción, ésta conserva su personalidad y estructura orgánica y continúa rigténdose por las normas
correspondientes a su tipo (art. 101, LS.), por lo que no procede que la convocatoria a asamblea la haga el juez
de la quiebra, sino que debe ser realizada de conformidad con los mecaiismos previstos en la ley de la materia.
Cám. Nac. Com., Sala E, 19-X¡-1991, Ficha nro. 13.462, "Banco Oddone SA. siquiebra", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

137. OBLIGACIONES Y RESPONSABILIDAD

DE LOS ADMINISTRADORES SOCIALES (Art. 99)

Asuntos urgentes. Representación

Aun dándose las causales de disolúción que enuncia el artículo 94, LS., no cabe negarle a los
administradores representación para estar en juicio, ello en virtud de la facultad expresamente conferida por el
artículo 99, LS., de continuar con los asuntos urgentes.
Cám. Nac. Com., Sala A, 30-V-1991, Ficha nro. 12.209, "Producciones Internacionales SA. c. La
Buenos Aires Cía. de Seguros SA. s/ord.", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

141. PERSONALIDAD (Art. 101)

La circunstancia de haberse dispuesto la liquidación de una institución bancaria no conlíeva a la


extinción de su personalidad jurídica, sino simplemente determina el comienzo de su etapa liquidatoria,
conservando su personalidad a esos efectos (art. 101, LS.).
Cám. Nac. Com., Sala C, 13-XII-1991, Ficha nro. 13.580, "Bco. Bs. As. Building c. Astilleros Río
Bravo SA. y otro s/ord.", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara ComerciaL
142. LIQUIDADOR (Art. 102)

Si por asamblea general ordinaria y extraordinaria, debidamente inscripta en el Registro Público de


Comercio, se decidió la liquidación de una sociedad por agotamiento del objeto social, facultando al directorio
constituido en comisión liquidadora, a proceder a la concreción de esa etapa mediante la venta de los inmuebles
integrantes de la sociedad, transcurridos cuarenta años, sin que tal comisión cumpliera su cometido, es
procedente la convocatoria judicial de accionistas, solicitada por quien acredita ser socio y uno de los directores
que componían la comisión liquidadora (en el caso, eran siete directores, cuatro de los cuales ya fallecieron
según constancias de autos, no sabiéndose nada de los otros dos), toda vez que es el remedio más idóneo a tal
fin, no es de aplicación al caso el artículo 236, L.S., en cuanto a la exigencia del 5% del capital social, dado que
ésta se refiere exclusivamente a la sociedad anónima, sino el artículo 102, L.S., aplicable a todo fipo de
sociedad, y no hace alusión a un porcentaje determinado, facultando a cualquier socio "a hacer el pedido".
Cám. Nac. Com., Sala C, 5-111-1993, Ficha nro. 16.158, "Menéndez Behety, Fernando s/sum
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial

Teniendo en cuenta que una vez ingresada la sociedad al estado de liquidación cesa el directorio y la
administración y representación queda a cargo de quien o quienes hayan sido designados liquidadores (arts. 105
y 108, L.S.), no se encuentra habilitado para ejercer las acciones de responsabilidad otorgadas por los artículos
279 y 277 de la Ley de Sociedades quien no ha acreditado carácter de socio o liquidador, ni ha probado la
existencia de daño personal susceptible de ser reparado.
Cám. Nac. Com., Sala E, 29-VII-1994, "Embom, Lidia E. y otro c. Benchoan, Moisés", L.L., 7-111-
1995.

144. OBLIGACIONES (Arts. 103,104 y 108)

Dado que no existe disposición legal alguna que imponga a uno de los socios, contra su voluntad,
la obligación de quedarse con alguno de los bienes que componen el acervo societario, la
extemporaneidad en proceder a la venta de las instalaciones que conforman el fondo de comercio de la
sociedad, sólo puede circunscribir el daño sufrido por el actor a la imposibilidad de disponer en tiempo
oportuno de la suma resultante de esa venta; daño que sólo es compensable mediante la condena al
pago de los intereses pertinentes.
Cám. Nac. Com., Sala A, 5-VTI-1994, "Jaunzaraz, Miguel A. c. Sales, Silvia E.",
L.L., 1994-E, pág. 337.

148. BALANCE FINAL Y DISTRIBUCION (Art. 109)

Los derechos patrimoniales que se derivan del status de socio se limitan en algún aspecto, a reconocerle
la facultad de participar en las utilidades y de percibir la cuota que pudiera eventualmente corresponderle en la
liquidación de la sociedad. Aun en esta última hipótesis el derecho a la cuota ideal que sobre el patrimonio social
corresponde' al socio sólo puede concretarse luego de que se haya cancelado el pasivo del ente. Sólo entonces
puede admitirse la distribución del remanente entre los miembros (art. 109, L.S.), lo cual muestra una vez más
que el patrimonio de la sociedad no puede ser confundido con el de los socios.
Cám. Nac. Com., Sala E, 24-V-1990, Ficha nro. 8519, "López Fernández, Adolfo c. Vivero S.R.L.
s/sum.", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial

Aun cuando los hechos iltcitos realizados por una sociedad hubiesen ocurrido con anterioridad a la
sanción de la ley 19.550, que establece que realizado el activo y cancelado el pasivo social el remanente se
destinará al fomento de la educacion, parece indudable, que los integrantes de las sociedades ilícitas no pueden
participar de los fondos obtenidos por la liquidación, se trata de un principio general recibido por los artículos
1659 y 1660 del Código Civil. Ello así, el artículo 18, L.S., en cuanto vino tan sólo a reglamentar el destino de
esos importes, resulta de inmediata aplicación el supuesto, sin que este criterio importe asignar a la norma un
efecto retroactivo.
Cám. Nac. Com., Sala A, 27-IV-1990, "Inspección General de Justicia. Solicitud de intervención de las
sociedades Fernícola Radioeléctrica y otras y su liquidación", del dictamen del fiscal de Cámara, Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

2 DOCTRINA

Sobre los temas tratados en este capítulo, se pueden consultar los siguientes trabajos:

Cáceres, Gonzalo E., "La inactividad como causal de disolución de las sociedades", E.D., t. 80.
Escuti, Ignacio A. (h.), "Resolución parcial del contrato social", R.D.C.O., 1975, pág. 453.
Miguel, Jorge, "La extinción de los contratos y la llamada resolución parcial del contrato de sociedad",
R.D.C.O., 1985, pág. 493.
Moglia Claps, Guillermo A. - Trevisán, J. C., "Sobre la exclusión incausada basada en la voluntad
contractual de una mayoría social"
R.D.C.O., 1985, pág. 295.
Quintana Ferreyra, Francisco - Richard, Efraín H., "La conservación de la empresa en las leyes de
Sociedades 19.550 y de Concursos" R.D.C.O., 1978, pág. 1373.
CAPÍTULO XI
DE LA SOCIEDAD CONSTITUIDA EN EL EXTRANJERO
A) NACIONALIDAD DE LAS SOCIEDADES

152. CONCEPTO

Nacionalidad es el término que designa, hasta por antonomasia, al sujeto que pertenece a la
entidad politica nación; y en tal sentido expresa la idea de un VínCUlo jurídico que une a los miembros de
un Estado, según el concepto que nos suministra Bielsa1. De modo que nacionalidad expresa el vínculo
de un individuo con su nación de origen. En tal sentido, el concepto nacionalidad presupone una
vinculación "política" entre súbdito y Estado2.
Tal concepto parte del presupuesto clásico de que el único destinatarie del derech, es el
hombre y que las asociaciones y sociedades son meras "ficciones" legales, o creaciones jurídicas.
Planteadas las cosas desde un punto de vista exclusiva-mente "normativo", si admitimos que la
persona física es una noción o un concepto jurídico, al igual que la persona jurídica, no hay
inconveniente ontólógico ni teleológico alguno en que la noción de "nacionalidad" pueda ser atribuida
por la ley a las personas", sean fisicas o jurídicas. Será, en tal caso, un recurso técnico de la ley para el
cumplimiento de determinados fmes3.
Si aceptamos la concepción "ius naturalista" del derecho, el concepto de nacionalidad es un
concepto político aplicable a los seres humanos. Ergo, las sociedades comerciales, como cualquiér otra
persona jurídica, no pueden tener nacionalidad.

1 BIELSA, Rafád, I»,,'cho constitucional, 3a. cd., Depairna, 1959, pág. 200.
2
Cfr. HALPERIN, C£uYO...., págs. 295y sigs.
3
Cfr. COLOMBRES, op. dL, pág. 130.
Le Pera señala que no sólo está en discusión la propuesta de atribuir nacionalidad a las
personas jurídicas, sino inclusive la atribución de nacionalidad a las personas físicas. Y a continuación
nos exhibe los dos grandes sistemas de atribución de nacionalidad vigentes en el mundo: a) el del ¡us
soli, o lugar de nacimiento, aplicado por Inglaterra, los Estados Unidos de América y los países
latinoamericanos; y b) el principio del jus sanguinis,
o de nacionalidad de los progenitores, aplicado por los países europeos. Sin mencionar
otros modos de atribución de nacionalidad como la residencia durante cierto tiempo, la adopción,
etcétera. En realidad, advierte el distinguido autor citado, no se trata sino de resolver cuestiones
absolutamente técnicas, como "la imputación normativa de ciertas consecuencias a ciertos
antecedentes”4.

153.MOTIVOS PARA ATRIBUIR NACIONALIDAD A LAS SOCIEDADES

Le Pera resalta que fueron motivos políticos los que indujeron a sostener esta tesis de la
nacionalidad de las sociedades, específicamente referida a las sociedades por acciones, CO1?lO
condición para su protección diplomática. Y también fue política la tesis negatoria de nacionalidad,
conocida en el país como doctrina Irigoyen, y en el exterior como doctrina argentina o latinoamericana
(op. cit., pág. 184). E inclusive, la doctrina francesa en la materia fue inspirada también por motivos
políticos, al pretender contrarrestar los efectos de la doctrina inglesa de la incolporation y aplicar la ley
francesa a sociedades constituidas en Inglaterra pero que realizaban en Francia su actividad principal5.

154. LOS CRITERIOS DE ATRIBUCION DE NACIONALIDAD

Le Pera6 resume en cuatro sistemas los distintos criterios aplicados para atribuir nacionalidad a
las sociedades.

4
Cuestiones de Derecho Comercial Moderno, Astrea, 1979, págs. 181 y 182.
5 Op. cit., pág. 187.
6 Op. cit., págs. 185 y sigs.

a) Sistema de la autonomía de la voluntad

Este sistema, muy difundido en Europa en el siglo pasado y todavía vigente, sostiene que la
nacionalidad de la sociedad es la que los socios le atribuyen en el acto constitutivo.
Se fundamenta en que las partes pueden elegir la ley internacional que rige el contrato
respectivo, en tanto no se vulneren principios de "orden jurídico" de otros países.
Es la tesis que recoge el Código Bustamante.

b) El sistema de la "incorporation"

Es el sistema aplicado en el Reino Unido y en los Estados Unidos, según el cual el lugar en
que una sociedad se ha constituido es lo que determina su nacionalidad. Se ha observado que siendo
esos países los que en materia de ley personal aplican el criterio de la ley del domicilio, resultaba
paradójico que en materia societaria adoptaran el criterio del lugar de constitución, en vez del lugar de
la sede. A esta observación, comenta Le Pera, los autores ingleses replican explicando que el lugar de
constitución es a las personas jundicas lo que el "domicilio de origen" es a las personas fisicas (op. cit.,
pág. 187).

c) El sistema francés del lugar de la "sede social" (siége)

A mediados del siglo pasado, se advirtió en Francia que numerosas sociedades cuyos
integrantes no eran súbditos británicos ni tenían mayor vinculación económica con ese país,
constituían sociedades en el Reino Unido a fin de prevalerse de ciertas prerrogativas que les otorgaba
dicha localización. La reacción en Francia no fue la de negar nacionalidad a la sociedad ni la
posibilidad de su protección diplomática, como hiciera Irigoyen en el país, sino que se aceptaron
ambas cosas, con la novedad de que la nacionalidad quedaba fijada no en función del lugar de
constitución, sino en función de la "sede social" o siège.
Nos informa Le Pera que la gran dificultad de este sistema ha sido la vaguedad del concepto
de "sede social" o siège. Que en un principio se aplicó como criterio definitorio el del "centro
principal de explotación", como determinante de la siege, con el cual se cubría el fenómeno descripto
de sociedades constituidas en Inglaterra pero que realizaban su actuación en Francia. Pero

a partir de un fallo de 1868 y decididamente desde 1890, la jurisprudencia francesa tomó en


cuenta elementos más difusos, como el lugar de reunión de la asamblea; el lugar del fl¿ncionamiento
del directorio; lugar donde estuvieran instaladas las oficinas administrativas; lugar de localización del
"cerebro" de la sociedad, etcétera, asociados o contrapuestos al de "centro principal de explotación".
Estos criterios exhiben la gran vaguedad del concepto siige y la dificultad de su aplicación
cuando se trataba de sociedades con actividad en distintos países.
Para ello, algunas tentativas doctrinarias de corrección exigen que la siege sea seria (no
fraudulenta) y real (es decir que no basta la simple declaración en los estatutos).
Continuando la evolución jurisprudencial, en 1941 un fallo decidió que silos órganos de la
sociedad y los otros datos relevantes para la determinación de la siege no estaban concentrados en una
única jurisdicción, sino dispersos en varios países, la siege se localizaba en el "lugar donde se ejercen
la dirección superiory el control de la sociedad".
En principio, nos dice Le Pera, se creyó haber efectuado un verdadero hallazgo con dicha
fórmula, pero con el tiempo se advirtió que la consecuencia potencial era que todas las subsidiarias
extranjeras operantes en Francia, cuyas decisiones principales se toman seguramente fuera de Francia,
dejaban de ser sociedades francesas para adquirir la nacionalidad de la controlante, lo que constituía
un desastroso resultado totalmente opuesto a la intención original de declarar francesas las sociedades
constituidas fuera de Francia para operar en ella (op. cit., pág. 189).
El criterio francés de la siege se expandió por el continente europeo, siendo adoptada por los
países que integraron la Comunidad Europea, hasta 1978, con excepción de Holanda.

d) la doctrina del "control"

Con motivo de las guerras de 1914-1918 y 1939-1945, diversos países aplicaron la teoría del
"control económico" de la sociedad a fin de determinar su condición de "propiedad amiga" o
"enemiga". Se consideraba "enemiga" según la nacionalidad de los individuos que tenían el efectivo
control de los negocios de la sociedad.
Le Pera refiere que en 1916, en Inglaterra, en el caso "Continental Tyre Co. v. Daimler", la
Cámara de los Lores resolvió que una sociedad debía considerarse "enemiga" si estaba bajo la
influencia dominante de una persona física o jurídica que a su vez debía ser calificada como enemiga.
En la Segunda Guerra Mundial esta teoría adquirió una difusión universal para los fines de la
legislación especial para tiempos de guerra.
Pero ocurrió que terminada la Segunda Guerra Mundial la doctrina no cayó en desuso, sino
que por el contrario adquirió una difusión creciente, para ciertos fines o propósitos específicos, como
el otorgamiento de concesiones de servicios públicos; la orientación del crédito; cierta discriminación
para la adquisición de algunos derechos, o su ejercicio; etcétera (Le Pera, op. cit, pág. 191).
Para esta doctrina, analizado el tema desde el punto de vista de la "empresa", lo que interesaba
no era saber quiénes eran los tenedores de sus acciones, sino fundamentalmente a quiénes respondían
esos tenedores, esto es, qué grupo accionario era el que realmente gobernaba, el que imponía su
voluntad, de dónde emanaban las "directivas" a la empresa, de donde provenían sus "recursos", o su
"asistencia técnica", es decir, en última instancia, quién "controlaba" a la empresa, quién tenía el poder
de imponerle la dirección política empresaria a seguir.
Esta tesis del "control" del poder económico-jurídico de la empresa, aparecía como la única
que podía resolver con acierto los problemas sobre la dirección de la política económica de los países
en vías de desarrollo; y era, precisamente, la tesis que habían aplicado las grandes potencias cuando,
fundadas en razones de "seguridad", tuvieron que utilizar un criterio discriminatorio.
Fue también, como vemos, una doctrina "política".

155.LAS CONSECUENCIAS DE LA ATRIBUCION DE NACIONALIDAD

Como decía Le Pera, este tema se analiza fundamentalmente para imputar normativamente
ciertas consecuencias a ciertos antecedentes. Entre esas consecuencias a imputar, dicho autor señala
las siguientes: el reconocimiento de la sociedad constituida en el extranjero; la habilitación a la
sociedad para

actuar extraterritorialmente; la determinación de la "ley aplicable" a las distintas relaciones


que emergen de la actuación de una sociedad y la protección diplomática de la sociedad extranjera.

a) El "reconocimiento" de la sociedad constituida

en el extranjero

Como primera cuestión a estudiar está el del reconocimiento a la sociedad extranjera. Y la


respuesta dependerá de la doctrina a la que se afilie la legislación nacional. Porque la doctrina de la
"incorporación" dirá que existe tal sociedad en tanto se hayan cumplido las formalidades y requisitos
del lugar de constitución; mientras que la doctrina de la siége, dirá que se deberá tener en cuenta para
saber si hay sociedad la ley del país donde la sociedad actúa o tiene el principal centro de explotación;
y la doctrina del control aplicará la ley de la nacionalidad de los socios o de los administradores
sociales.
Le Pera nos informa que en la Convención de La Haya de 1956, sobre "Reconocimiento de la
Personalidad Jurídica de las Sociedades, Asociaciones y Fundaciones", se adoptó el principio de que la
personalidad juridica de una sociedad (asociación o fun<'lación) es reconocida de pleno derecho
siempre que se hayan cump:ido las formalidades y publicaciones del país de constitución y, además,
esté en ese país la sede estatutaria (no la siége real) de la sociedad. Pero un Estado puede rehusar el
reconocimiento si su legislación otorga preponderancia a la siége real y la sociedad tiene su sede real
en dicho Estado o en un tercer Estado que también otorga relevancia a la sede real7.
Producido ese "reconocimiento", la sociedad tiene aptitud, es decir "capacidad" para celebrar
contratos y otros actos jurídicos, para poseer bienes y estar en juicio.
Y que en la Convención Europea de Bruselas de 1968, en el marco de la Comunidad
Económica Europea, se adoptó la tesis del reconocimiento de aquellas sociedades civiles o
comerciales y empresas del Estado con fines económicos constituidas en el territorio de algunos de los
países contratantes siempre que su siége estatutaria (no la real) estuviere en el territorio de ese o algún
otro de los Estados contratantes.

7 Op. cit., pág. 193.

Tal reconocimiento es sin perjuicio de que todo Estado puede aplicar las disposiciones de su
legislación nacional que considere imperativas, si la sociedad tiene su siege real en dicho país.

b) la habilitación para actuar

El problema de la "actuación" de la sociedad es el segundo tema a analizar y generalmente


distingue entre una actuación aislada, circunstancial (actos aislados), de la actuación permanente que
implica generalmente el establecimiento de una sucursal o agencia.
La capacidad de la sociedad para realizar "actos aislados" es entendida generalmente como
capacidad para celebrar contratos, estar en juicio y poseer bienes (incluidos inmuebles), y se considera
una consecuencia del "reconocimiento" de la sociedad, según surge de la Convención de La Haya, que
antes referíamos.
En cambio, apunta Le Pera, los requisitos para realizar una actuación permanente, sea
mediante una agencia o una sucursal, guardan menos relación con el tema de la "nacionalidad" de la
sociedad. En tales casos la ley local se limita a establecer qué sociedades están sujetas a un régimen
especial8.
En general es un régimen que los países legislan de diversas formas. Así por ejemplo en las
legislaciones italianas, belga y holandesa existe libertad para establecer sucursales o agencias, sin otro
requisito que los de la inscripción en el Registro y la publicidad de los estatutos, balances, mandatos y
autoridades.

c) la ley aplicable

Como tercera consecuencia a estudiar es el tema de la lex societatis, es decir qué ley aplicamos
para regir las "relaciones internas" entre los socios, las relaciones con terceros, y los distintos aspectos
del funcionamiento de la sociedad, que comprende, a su vez, temas tan variados como la formación
del capital, contribución de aportes, derechós y deberes de los socios, quiénes son los órganos, cómo
se designan, cómo actúan, qué facultades tienen y responsabilidades asumen, etcétera.

8 Op. Cit., pág. 194.

De gran interés práctico resulta el tema cuando se lo vincula a la determinación de la ley que
ha de regir una transferencia accionaria, por ejemplo. Igualmente el caso de "robo o pérdida" o de
"incautación", "expropiación" o "confiscación" de acciones y otros bienes de sociedades que menciona
Le Pera, en su meduloso estudio.

d) Discriminación entre sociedades nacionales y extranjeras para el goce de derechos civiles

Otra consecuencia de la "atribución de nácionalidad" a las sociedades es el de la


discriminación para el goce de derechos civiles.
Este tema estuvo estrechamente ligado al régimen económico imperante en el mundo hasta el
fin de la guerra fría, especialmente durante las dos grandes guerras y las décadas de los años cincuenta
y sesenta de este siglo.
Se planteó primero en el área de las empresas de servicios públicos y avanzó luego hacia otras
consideradas de "interés nacional", ligadas a la "seguridad" o a áreas de gran importancia económica.
Tales las empresas petroleras y mineras en general, bancarias, de telecomunicaciones, de fabricación
de armamentos, etcétera.
Además se discriminó respecto del derecho de adquirir determinados bienes, como los
inmuebles situados en zonas de frontera o la posibilidad de recurrir al crédito bancario, ser titular de
"licencias" de radio, televisión y otros medios de comunicación.

e) La protección diplomática de las sociedades

La atribución de nacionalidad a las sociedades ha traído como consecuencia el problema de la


"protección diplomática" de estos entes, como una extensión del principio admitido en el derecho
internacional público que autorizaba a prestar a los súbditos dicha protección contra actos de un
Estado extranjero.
Por ello, como expresa Le Pera, la formulación e interpretación de este principio estuvo
generalmente en manos de los Estados que estaban en condiciones de otorgar dicha protección9.

9 Op. cit., pág. 201.

Precisamente a este tema de la "protección diplomática" se vincula el episodio que dió motivo
a la formulación de la "doctrina Irigoyen" a la que nos referiremos más adelante.
En tal sentido, por ejemplo, tanto Inglaterra como Estados Unidos de América sostuvieron que
el EsLado está habilitado para actuar por cualquier sociedad constituida bajo sus leyes y que es asunto
discrecional de ese Estado detemzir si existe en el caso un interés nacional suficiente que justifique su
intervención.
La teoría del "interés nacional suficiente" fue reemplazado en su momento por la tesis "del
control", como elemento determinante de ese interés. Habiéndose sostenido que "aun cuando el lugar
de control no se encontraba en Gran Bretaha o sus territorios de ultramar corresponde el amparo si la
mayoría de sus directores son súbditos y residentes británicos o si, en todo caso, el número de
directores británicos (aunque no residon en el Reino Unido o sus dominios) superan a los directores de
otra nacionalidad ylos directores nacionales del lugar en que se encuentra la sede del control no
superan el veinticinco por ciento del total del directorio”10
Por su parte, cuando Francia invocó su derecho a prestar protección diplomática lo hizo sobre
la base de que la "sede" de la sociedad estaba en su territorio.
El citado autor menciona el caso de la sociedad "Barcelona Traction, Light and Power
Company Ltd.", decidido por la Corte Internacional de Justicia en 1970. Se trataba de una sociedad
constituida en Canadá en 1911, que tenía quince subsidiarias, tres en ese país y doce en España. El
ochenta y ocho por ciento del capital pertenecía a súbditos belgas o sociedades belgas. La sociedad
había emitido debentures en libras esterlinas, a cuyo pago atendía con remesas de las subsidiarias
españolas. Durante la guerra civil en España, se suspendieron los pagos y finalmente en 1948 un
tribunal español le declaró la quiebra. Esto generó reclamaciones diplomáticas de Canadá, Inglaterra,
Estados Unidos y Bélgica, quienes alegaron la ilegitimidad de la declaración de quiebra y posterior
desapoderamiento de la sociedad. Los tres primeros países abandonaron el caso por falta de interés
nacional suficiente y sólo Bélgica lo continuó ante la Corte Internacional.
El caso se resolvió recién en 1970, rechazando la Corte las pretensiones belgas, fi¿ndado en
que no existia ninguna regla con-
10 LE PERA, op. cit., pág. 203.

suetudinaria, aceptado por la comunidad de los Estados, es decir ninguna regla del derecho
internacional púbilco que legitimara esa reclamación. Es decir que la Corte realizó una 'interpretación
restrictiva "del derecho a protección diplomática.
Refiere Le Pera que el razonamiento del voto mayoritario fue que "la regla del derecho
internacional público autoriza a hacer la reclamación al Estado del cual la sociedad es nacional. Que
tradicionalmente ello corresponde al Estado bajo cuya legislación la sociedad fue constituida y en
cuyo territorio tiene oficinas registradas. Que algunos Estados exigen ciertos requisitos adicionales,
como, por ejemplo, que la siege esté en su territorio, o que el control corresponda a sus súbditos, o que
pertenezca a éstos una parte importante del capital. Pero que nrnguno de estos requisitos tiene
aceptación universal".
Que los fallos arbitrales citados por la reclamante como ciertos acuerdos entre países eran
"reglas especiales", pero no una norma consuetudinaria universal11.
Como podrá deducirse, este fallo tuvo una enorme trascendencia y fue objeto de profundas
críticas en los países exportadores de capital, especialmente en Estados Unidos de América.
Y esto exhibe la íntima conexión de este problema de la "nacionalidad" de las sociedades con
el tema de la "inversión extranjera".
Esto llevó a buscar soluciones distintas como las que procura la Foreign Assistance Act
norteamericana, de acuerdo con la cual Estados Unidos asegura a ciertas empresas que se proponen
realizar inversiones en el exterior, contra expropiaciones, intransferibilidad de fondos y pérdidas
causadas por tumultos o guerras internas. Estos seguros van precedidos por un convenio que realiza
EE.UU. con el país que recibe la inversión, por el cual, en caso de producirse el evento y tener EE.UU.
que pagar indemnizaciones, se subroga en los derechos del damnificado contra el país receptor de la
inversión. De este modo, la reclamación no tendrá ya base en el derecho internacional público, sino en
la "regla especial" nacida del tratado entre EE.UU. y el otro país.
Este procedimiento se ha generalizado y hoy los países que aspiran a obtener inversiones
extranjeras proceden a suscribir tratados de inversiones con los países exportadores de capital,

11 LE PERA, op. cit., pág. 205.

como base previa a la radicación de inversiones por parte de inversores privados, sean
personas físicas o sociedades.

156. TEORIAS QUE NIEGAN LA NACIONALIDAD DE LAS SOCIEDADES

a) La doctrina "Irigoyen"

Fue Bernardo de Irigoyen, quien en 1877, siendo ministro de Relaciones Exteriores, al


contestar el reclamo que efectuaba el gobierno inglés con motivo de un confficto suscitado entre la
provincia de Santa Fe y la sucursal Rosario del Banco de Londres y América del Sur, fijó la doctrina
que hoy se conoce con su nombre, sobre la negación de nacionalidad a las sociedades comerciales, con
especial referencia a las sociedades anónimas.
Sostuvo Irigoyen en su primera nota de respuesta: "El Banco de Londres y Río de la Plata es
una persona juridica que sólo existe con fines determinados, debe su existencia al país que la autoriza;
no hay en ella nacionales ni extranjeros, no hay individuos de existencia materiaL No son las personas
quienes se asocian, sino los capitales bajo forma anónima, como la palabra lo indica. No hay nombres,
ni personas, ni responsabilidad individual comprometida".
Y en la segunda nota, agregaba: " ...el hecho de que las acciones hayan sido suscnptas por
individuos de una nacionalidad es eventual y no puede desnaturalizar la esencia de una sociedad
anónima. Todas las acciones se transfieren, y las que hoy están en poder de los ingleses pueden pasar
fácilmente a manos de los ciudadanos de otros países"12.
Como bien advierte Le Pera, es de la mayor importancia tener en cuenta que el razonamiento
utilizado no se refiere a las sociedades en general, sino a las anónimas exclusivamente. Y el
razonamiento consiste en que éstas, por la naturaleza esencialmente circulatoria de sus acciones, no
pueden ser vinculadas ni con el Estado bajo cuya legislación se constituyeron, ni con el Estado del cual
son nacionales sus accionistas, porque esta situación puede fácilmente cambiar. Y como esta
vinculación no es posible, ningún Estado tiene derecho a su protección.

12 Texto completo en FARINA, Juan M., Sociedades Comerciales, 4a. edición, Zeus, Rosario, 1973, pág. 16, nota 21.

Esta doctrina es conocida dentro de Latinoamérica como "doctrina argentina" y en el mundo


como "doctrina latinoame'icana".
Esta doctrina negatoria de la nacionalidad cumplió una adecuada función hasta el momento en
que los mismos países que la formularon, se vieron precisados a distinguir entre sociedades
"nacionales" y "no nacionales" respecto de la regulación de ciertas actividades o del goce de ciertos
derechos13.

b) La legislación nacional

La L.S. no atribuye nacionalidad a las sociedades; se limita a considerar las "sociedades


constituidas en el extranjero", estableciendo en qué medida le son aplicables a esas sociedades
nuestras leyes cuando actúan dentro del territorio nacional.
Con igual criterio las leyes de "inversiones extranjeras" y de "entidades financieras" no hablan
de nacionalidad de las sociedades, sino del "capital" de ellas. Así, la Ley de Entidades Financieras
21.526, modificó la anterior (ley de facto 18.061/69) que sí reconocía nacionalidad a las sociedades,
disponiendo en cambio que las entidades serán locales, de "capital nacional" o de "capital extranjero",
y serán consideradas en esta última situación aquellas entidades "cuando personas físicas o jurídicas
domciliadas fuera del territorio de la República sean propietarias directa o indirectamente de más del
treinta por ciento del capital, o cuenten directa o indirectamente con la cantidad de votos necesarios
para prevalecer en las asambleas de accionistas" (art. 11, primer párr.).

B) LA SOCIEDAD CONSTITUIDA EN EL EXTRANJERO

157. ACTUACION EXTRATERRITORIAL DE LAS SOCIEDADES

Distinto al problema de la "nacionalidad" o no de las sociedades es el de la regulación jurídica


de su actuación extraterritorial, es decir, fuera del territorio nacional donde fue constitui13 Op. CÍ(., págs.
210 y21 1º

da, referido a qué ley debe aplicársele en cuanto a su existencia, capacidad y forma (lex
societatis).
Este es un problema específico del derecho internacional privado y al que las legislaciones y la
doctrina le dan solución diversa.

a) Modos de actuación de la sociedad extranjera

Comúnmente, la empresa extranjera comienza su actuación en el país, y a la recíproca nuestras


empresas en el exterior, mediante la realización de operaciones de compra o de venta que al principio sólo
demandan la actuación de un agente o mandatario en el país extranjero.
De ser necesaria la actuación habitual en ese país extranjero, se avanzará al establecimiento de
una "representación" permanente en el país extranjero y después a una "sucursal" o a una "filial".

b) Distinción entre "sucursal" y "filial"

Esta evolución que hemos descripto requiere la aclaración de las diferencias sustanciales
existentes entre los conceptos de "sucursal" y de "filial", especialmente ante la confusión en que
incurren algunas regulaciones que denominan impropiamente "filiales" a las sucursales.
La sucursal es una "dependencia", un "desprendimiento" de la sociedad matriz extranjera, con
capacidad para realizar actos comerciales, pero que carece de "personalidad jurídica", ya que no es un
centro diferenciado de imputación de derechos y obligaciones. Por el contrario, sus actos son
imputados a la sociedad matriz.
La "filial" en cambi'o es una sociedad "jurídicamente diferente" de la matriz extranjera, con
personalidad jurídica propia, es decir que constituye un "centro diferenciado de imputación de
derechos, obligaciones y responsabilidades".
Como dice Boggiano, "...esa carencia de personalidad jundica de la sucursal es el elemento
negativo que la distingue de la filiaL La sucursal no tiene personalidad juridica alguna. Por tanto la
sucursal es la misma sociedad constituida en el extranjero que '4erce habitualmente los actos
comprendidos en su objeto social' en el pak... esta estructura jurídica tiene una significación orga

nizativa y económica sustancial. En la sucursa4 el capita4 la organización empresaria, su


administración y empleados y la misma actividad se hallan en relación directa con la sociedad
constituida en el extranjero, porque no existe otra sociedad La única Nrsonalidad juridica es la que
ostenta la sociedad constituida en el extranjero. No existe, pues, separación de riesgos entre la gestión
de la sucursal y de la sociedad o entre las gestiones de las sucursales de la misma sociedad. La suerte
de una comprometerá la responsabilidad de las otras y de la sociedad, si es lícita esta manera de
expresión, porque no hay más que una sociedad"14.
Es decir que las obligaciones de la "sucursal" pueden atribuirse jurídicamente a la matriz. La
sociedad responde con la totalidad del patrimonio por las obligaciones que contraiga la sucursal o
agencia en el país extranjero.
Además, como advierte Le Pera, se debe tener especialmente en cuenta en esta materia, el
régimen impositivo vigente en el país de la sucursal porque en algunas jurisdicciones se considera
gravada, además de la utilidad o renta que genera la sucursal, la utilidad o renta que la sociedad, como
tal, puede haber obtenido, en tanto se establezca cierta relación entre ellas y la actividad desarrollada
por la sucursal o agencia15.
En el citado estudio de Le Pera, se hace mención a tres modalidades de sucursales, cuya
mención resulta útil en orden al mejor conocimiento de las formas de actuación de las sociedades en el
mundo moderno:
1) la sucursal tradicional de la sociedad matriz;
2) la sucursal no ya de la matriz, sino de una sociedad subsidiaria - controlada por la matriz-,
localizada en la misma jurisdicción; y
3) la sucursal de una sociedad subsidiaria localizada en un tercer país, generalmente un tax haven
countries (refugios impositivos) que recibe la denominación de foreign base subsidiary. A veces no se
instala en realidad una sucursal, sino una holding de base extranjera o una export trade subsidiaries
(subsidiaria utilizada por las empresas manufactureras para la distribución y venta de sus productos),
en razón de las ventajas impositivas que obtienen en el país de radicación. Sociedad holding (pura) es
aquélla que se limita a participar en otras empresas y no tiene actividad industrial o comercial propia
ni un establecimiento al que el público pueda tener acceso

14 Boggiano, Antonio, De""'cho Internacional Pnvado, T. II, 3a. Edición, Abeledo-Perrot, pág. 5.

'15 Op. cit, 1979, pág. 169.

16
A diferencia de la "sucursal", la 'filial" es una sociedad juridicamente diferente de la sociedad
matriz, sin perjuicio de las relaciones de "control" o "dominación" que exista entre ellas, o de las
relaciones de "grupo" con otras filiales y la matriz. "Es decir el seguimiento de directivas
programáticas del grupo o de la matriz; no aniquila la existencia del interéspropio de lafilial"17.
Es mediante ese procedimiento que se han expandido las grandes corporaciones
multinacionales.

158. PRINCIPIO ADOPTADO POR LA LEY NACIONAL

Nuestra Ley de Sociedades comerciales no distingue entre sociedades nacionales y extranjeras,


receptando el principio de que las sociedades no tienen nacionalidad y distingue entre sociedades
"constituidas en el extranjero" de sociedad "constituida en el país", legislando de modo de poner en un
pie de igualdad a ambos ttpos de sociedades, en salvaguarda del principio constitucional de igualdad
ante la ley, y aplicando el principio de la ley más favorable.

159. LEY APLICABLE (Art. 118)


Art. 118.- La sociedad constituida en el extranjero se rige en cuanto a su existencia y rorma por las leyes del lugar de constitución.

Actos aislados.
Se halla habilitada para realizar en el país actos aislados y estar en juicio.
Ejercicio habitual.
Para el ejercicio habitual de actos comprendidos en su objeto social, establecer sucursal, asiento o cualquier otra especie de
representación permanente, debe:
1º Acreditar la existencia de la sociedad con arreglo a las leyes de su país;

16
LE PERA, op. cit., págs. 168 a 180.
17
B()GGIANO, op. cit, T. II, pág. 7.
20 Fijar un domicilio en la República, cumpliendo con la publicación e inscr'ipción exigidas por esta ley para las sociedades que se
constituyan en la República;
30 Justificar la decisión de crear dicha representación y designar la persona a cuyo cargo ella estará.
Si se tratare de una sucursal se determinará además el capital que se le asigne cuando corresponda por leyes especiales.

La regla sentada por la ley argentina es que "la sociedad constituido en el extranjero se rige en
cuanto a su existencia y forma por las leyes del lugar de constitución"

a) ¿Problema de ley aplicable o de reconocimknto?

Le Pera señala que la existencia de la sociedad no es un problema de "ley aplicable", sino de


"reconocimiento", como vimos al analizar las consecuencias de la atribución de nacionalidad a las
sociedades. Por ello sostiene que lo que el artículo aparece diciendo es que nuestro orden jurídico
"reconoce" la existencia de las sociedades constituidas en países extranjeros de
18
acuerdo con la legislación en ellos vigente
Por su parte, Boggiano sostiene que esta regla plantea varios problemas. A saber:
1) ¿Cuál es el ámbito de validez material o sustancial del acto constitutivo o la capacidad; qué
derecho rige esos aspectos?; y 2) ¿Qué derecho define el concepto de lugar de constitución, el derecho
argentino u otro?
En este segundo aspecto el autor citado nos enseña que "hay que atenerse al concepto de
constitución societaria en vigor en el lugar en que ella se proyecta o se ha cumplido. Esto significa que
el derecho del lugar de constitución define qué se ha de entender jurídicamente por 'constitución'. El
derecho que reglamenta es el derecho que define (lex causae). Por tanto, es el derecho del país de
constitución el que define cuándo la sociedad adquiere personalidad jurídica y, por ende, existencia

b) ley que rige los elementos sustanciales y la capacidad

El artículo 118 alude a que la ley del lugar de constitución rige la forma y la existencia, y esto
plantea el problema del ámbito

18 op. cit., pág. 220.

de validez material. Nada se dice respecto del ámbito sustancial de validez del acto constitutivo
ni a la capacidad de la sociedad.
Boggiano recurre a las normas del Tmtado de Derecho Comercial Terrestre Internacional de
Montevideo de 1940, y nos enseña que la capacidad de las sociedades comerciales extranjeras para
realizar "actos aislados" en el país, se rige por el derecho de su sede en el exterior; mientras que la
caaatcidadpara ejercer en el pais el comercio habitual, establecer representación, agencia o sucursal,
se rige por el derecho argentino para las operaciones vinculadas con el centro de explotación local.
"Empero una sociedad no puede ser constituida sin ajustarla formal y sustancialmente a los
requerimientos del país en que se perfecciona la constitución mediante la registración.
Consiguientemente, es necesario cumpllr con los recaudos de tal lugar para adquirir personalidad... la
duda radica en saber si, cumplida la ley del país de constitución, se ha de entender que los requisitos
de fondo del acto constitutivo y la capacidad de la sociedad deben regirse, además, por otra ley
aplicable.
"En nuestro artículo 118, si la "existencia" social se rige por el derecho del lugar de
constitución, todo el acto constitutivo en sus aspectos formales y sustanciales tiene que sujetarse a la
ley de la existencia. Por tanto, el objeto de la sociedad también, como requisito de fondo del acto. Pero
el objeto social es la medida de la capacidad societaria, por lo que ésta debe gobernarse por el mismo
derecho que aquél. Y de allí se sigue, por vía de una interpretación intrasistemática de la norma del
artículo 118, que la forma y contenido del acto constitutivo, la existencia y la capacidad societaria se
rigen por el derecho del pais de constitucion

c) "Lugar de constitución": derecho aplicable

Buscando precisar este aspecto, Boggiano analiza el concepto de constitución y domicilio en


el derecho anglosajón y en el derecho continental europeo.
En el derecho anglo-americano rige el principio de la "incorporación", como ya vimos, es
decir el domicilio de la sociedad es el lugar donde la sociedad se ha "-egistrado" y no se lo puede
cambiar.

19 BOGGIANO op. cít., T. II, págs. 13 y 14.

En cambio, en Francia la ley personal es determinada por el lugar de la "sede efectiva" de la


sociedad, el que se individualiza según criterios jurisprudenciales flexibles.
De allí avanza dicho autor a la determinación del lugar de adquisición de la "personalidad
jurídica" de la sociedad, planteando la cuestión de saber ¿en qué lugar se debe examinar si se Adquirió
la personalidad, en el lugar de registro o en el de la sede efectiva? Y nos responde Boggiano diciendo
que "Hay que atenerse al lugar del registro y aplicar en la Argentino la calificación de constitución y,
por ende, de adquisición de la Nrsonalidad vigente en el país o lugar de registro. Es el derecho de ese
lugar el que indica en qué condiciones formales y sustanciales una asociación adquiere Nrsonalidad
societara"20
La existencia significa "capacidad de derecho'; es decir 'p'er
sonalidad jurídica" De modo que esa aptitud se rige por la ley del lugar de constitución del ente.
Es esa ley la que nos dice si el grupo social en cuestión es o no una sociedad.
Pero ese derecho no rige si la sociedad tiene sede en Argentina o cuando su principal objeto
está destinado a cumplirse en el país, porque en tales casos se aplica el artículo 124 de la Ley de
Sociedades comerciales, que el autor citado califica como "norma de policía".

d) Forma y prueba del acto constitutivo

Dice Boggiano que la ley del lugar de constitución rige la forma del acto constitutivo de la
sociedac4 la prueba en contra de ese acto, sea entre los socios, o de los terceros contra el acto. Y rige
también los efectos del incumplimiento de las formas que ella impone. Asimismo que esa ley rige el
"contrato internacional de suscripción de acciones"21
En el concepto de 'forma" queda comprendido también el problema de la publicidad e
inscriNión.
En cambio, Le Pera sostiene que cuando nuestra ley se refiere a "forma", quiere decir
"funcionamiento" o "relaciones internas" de la sociedad. Porque la expresión no puede referirse a las
"formalidades" que se deben cumplir para su constitución, dado que previamente se señaló que en
cuanto a su existencia (y

20 Op cit., T. II, pág. 17.


21Op. cit., pág. 61.

no sólo a las formalidades de constitución) se rigen ellas en un todo por la ley del lugar de
constitución, y las formalidades de constitución son generalmente consideradas por los distintos
órdenes jurídicos nacionales, como condición para la existencia de la sociedad 22

160. ACTUACION EN EL PAíS

8) Capacidad de la sociedad constituida en el extranjero

Como sostiene Le Pera, este es un problema de "capacidad" de la sociedad constituida en el


exterior, es decir a su
"aptitud" para realizar actos jurídicos en el país.
De modo que la regulación del artículo 118 de nuestra ley, a partir del segundo párrafo (actos
aislados), alude al problema de la "capacidad".
En cuanto a la actuación de esas sociedades constituidas en el extranjero, dentro de nuestro
país, la ley distingue tres situaciones:
- la sociedad que realiza actos aislados en el país;
- la que realiza en el país ejercicio habitual de actos comprendidos en su objeto social; y
- la constitución de sociedad en el país.

b) Realización en el país de actos aislados

Las sociedades constituidas en el extranjero están habilitadas para realizar en el país "actos
aislados" atinentes a su objeto social y estar en juicio, como actora o demandada.
¿Qué debemos entender por "actos aislados"? Cabe recordar que esta expresión era usada ya
en el artículo 285 del Código de Comercio, haciendo referencia a "actos de comercio", mientras que en
el artículo 118 se agrega "aislados" y se sup rime la referencia a "de comercio", lo que Le Pera estima
plausible.
¿Comprende esto la facultad de adquirir bienes, en particular inmuebles? se pregunta el citado
autor, agregando que para el caso de que se acepte una respuesta afirmativa, es razonable suponer que
la explotación de un fundo rural ya no constituye

22 Op. cit., pág. 221.


un "acto aislado", ni lo es la construcción de un edificio en
23
propiedad horizontal sobre un inmueble urbano
Compartimos el criterio del distinguido jurista, y como regla general interpretamos que
nuestra ley usa la expresión "actos aislados" en oposición de "ejercicio habitual" y que, en
consecuencia, los actos que no constituyan "ejercicio habitual" en elpais, del objeto social de la
sociedad constituida en el extranjero, deben considerarse "actos aislados".

c) Ejercicio habitual en el país y establecimiento de sucursal, agencia o representación

Para ejecutar en el país actos con habitualidad, establecer sucursal, o cualquier especie de
representación permanente, la sociedad foránea debe cumplir los requisitos referidos en el artículo
118.
Como primera conclusión cabe señalar que este tercer párrafo del artículo 118 alude a dos
situaciones diferentes:
1) el ejercicio habitual en el país de actos comprendidos en el objeto social de la sociedad
constituida en el exterior; y
2) la instalación en el país de sucursal, agencia u otro tipo de representación permanente.
Expresa Le Pera que esta segunda previsión no parece totalmente complementaria de la
anterior por lo menos en cuanto no cubre el ejercicio habitual de actos no comprendidos en el objeto
social, y para cuya realización no se establezca una representación permanente. Y para evitar tal
"laguna", si la cuestión se planteara debiera resolvérsela mediante una interpretación amplia de la
expresión "comprendido en el objeto social"24.
En cualquiera de estas dos situaciones, la sociedad foránea deberá cumplir los siguientes
requisitos:
1) acreditar la existencia de la sociedad con arreglo a las reglas de su país;
2) fijar un domicilio en el país, y cumplir los requisitos de publicación e inscripción exigidos
para las sociedades locales; y
3) justificar la decisión de crear una representación y de-signar la persona que estará a cargo
de ella.

23 Op. Cit., pág. 225.

24 Op. cit., pág. 225.

161. SOCIEDAD DE TIPO SOCIAL DESCONOCIDO EN EL PAíS


(Art. 119)

Art. 119.- Tipo desconocido. El artículo 118 se aplicará a la sociedad constituida en otro Estado bajo un tipo desconocido
por las leyes de la República. Corresponde al juez de la inserioción detenrntnar las formalidades a cumplir en cada caso, con sujeción al criterio
del máximo rigor previsto en la presente ley.

La norma prevé el caso de una sociedad lícita en el país donde ha sido constituida, pero cuyo
"tipo" social no es conocido en la República.
En el caso de actuación en el país de una sociedad de "tipo social" no previsto en nuestra ley,
se aplicarán los principios contenidos en el artículo 118 analizados anteriormente.
El juez o autoridad de inscripción determinará en cada caso, qué formalidades deberá cumplir
para su actuación en el país, debiendo aplicar las máxlmas exigencias previstas en nuestra ley para
ello. Es decir que en este supuesto se le exigirá cumplir los requisitos de las sociedades por acciones,
que es el "tipo social" cuya inscripción es más exigente.

162. CONTABILIDAD (Art. 120)


Art. 120. - Es obligatorio para dicha sociedad llevar en la República contabilidad separada y someterse al contralor que corresponda
al tipo de sociedad.

El artículo 120 de la ley societaria expresa que "Es obligatorio para dicha sociedad llevar en la
República contabilidad separada y someterse al contralor que cor"espon"ia al tipo de sociedad".
Le Pera advierte sobre la expresión "dicha sociedad" que nosotros hemos subrayado, que
indudablemente es errónea y confusa, porque no puede referirse a la sociedad a que alude el artículo
anterior (119), es decir a la "sociedad de tipo desconocido". Y si se refiere a la sociedad del artículo
118, cabría la pregunta ¿si es a la del segundo párrafo (la que realiza "actos aislados") o a la del tercer
párrafo (la que efectúa "ejercicio habitual"), o si alude a las "sucursales", agencias o representaciones?
El mencionado autor interpreta que la referencia es a la sociedad constituida en el extranjero
que realiza en el país ejercicio habitual o mantiene sucursal o representación permanente.

También destaca Le Pera que la norma no sólo exige "llevar contabilidad", que sería lo menos
importante, sino que, además, requiere que la sociedad constituida en el extranjero se someta al control
que corresponda al tipo de sociedad, lo que es sumamente grave25.
Nosotros creemos que estamos en presencia de un grave error de redacción y que la norma se
debe interpretar en el sentido c£e' que es la sucursa¿ agencia o representación permanente en el pais la
que debe someterse al control correspondiente, pero de ningún modo la "sociedad" constituida en el
extranjero.
Como conclusión, decimos que para el ejercicio habitual del comercio en el país y para la
radicación de sucursal, agencia o representación permanente, la sociedad constituida en el extranjero
deberá llevar una contabilidad separada por las operaciones que efectúe en territorio nacional y,
además, someterse al control de la Inspección General de Justicia (en la Capital Federal) o de la
autoridad que corresponda en las provincias.

163.RESPONSABILIDAD DE LOS REPRESENTANTES (Art. 121)


Art. 121. - Representantes: responsabilidades. El representante de sociedad constituida en el extranjero contrae las mismas
responsabilidades que para los administradores prevé esta ley y, en los supuestos de sociedades de tipos no reglamentados, las de los directores
de sociedades anónimas.

El artículo 121 de la Ley de Sociedades comerciales establece que los representantes de


sociedades constituidas en el extranjero que actúan en el país contraen las mismas responsabilidades
que las establecidas en la ley para los administradores de sociedades locales.
En el caso de sociedad de "tipo desconocido" en el país, se aplicarán las reglas referidas a los
administradores de sociedades anónimas.
De este modo la norma aplica el principio de "no discriminación" a que se alude en la
Exposición de Motivos y que ya comentáramos.

25 Op. cit., pág. 226.

164. EMPLAZAMIENTO EN JUICIO (Art. 122)


Art. 122. - El emplazamiento a una sociedad oonstituida en el extranjero puede cumplirse en la República:
a) Originándose en un acto aislado, en la persona del apoderado que intervino en el acto o contrato que motive el litigo;
b) Si e'::istiere sucursal, asiento o cualquier otra especie de representación, en la persona del representante.

a) Finalidad de la norma

En el caso de producirse un litigio nuestra ley determina expresamente a qué personas hay que
notificar el emplazamiento o citación a juicio, distinguiendo según se trate de sociedad constituida en
el extranjero que realiza actos aislados o que tiene instalada sucursal u otro tipo de representación
permanente.
Debe advertirse que la expresión 'juicio" comprende también los sometidos a decisión de
árbitros o tribunales arbitrales.
De esta forma se evita que haya que realizar costosos trámites para notificar el emplazamiento
a juicio a la sociedad en su domicilio en el exterior.

b) Sociedad que realiza en el país "actos aislados"

En el caso de sociedad que sólo realiza actos aislados corresponderá notificar el


emplazamiento o citación al apoderado que intervino en el acto o contrato que ha producido el
conflicto.
Como bien lo expresa Le Pera, es del mayor interés la norma que autoriza la notificación al
apoderado "que intervino" en el acto que dio motivo al litigio, aunque éste no lo sea en el momento de
la notificación o del inicio del litigio, y aunque su apoderamiento no lo facultara para recibir este tipo
de notificaciones. De todos modos, como advierte el mencionado autor, aun en la interpretación más
amplia, subsisten problemas, como el de la previa revocación del poder notificada al tercero
htigante26.
26 Op. cit., pág. 227.
c) Existencia de sucursal, agencia o representación permanente

En estos casos el emplazamiento habrá de notificarse al representante que esté al frente de la


"sucursal" o "representación permanente".
De modo que no se contempla el supuesto del ejercicio habitual sin radicación de sucursal,
agencia u otro tipo de representación permanente. De todos modos, estimamos que a falta de un
"representante permanente" en el país, se deberá aplicar el criterio referido en el punto 11.2. para la
realización de "actos aislados" y notificar al "apoderado" que intervino en el (o en los) acto que da
motivo al juicio.

165. CONSTITUCION DE SOCIEDAD EN EL PMS (Art. 123)


Art. 123. Constitución de sociedad. Para constituir sociedad en la República, deberán previamente acreditar ante el juez
de registro que se han constituido de acuerdo con las leyes de sus paises respectivos e inscribir su contrato social, reformas y demás
documentación habilitante, así como la relativa a sus representantes legales, en el Registro Público de Comercio y en el Registro Nacional de
Sociedad por Acciones, en su caso.

a) La regla legal

La Exposición de Motivos de la ley societaria expresa al respecto que "constituir sociedad en el


pais no es un acto aislado" y que "seria contrario a la realidad (considerarlas como tales), puesto que
todo el régimen de responsabilidad del socio, de capacidad y de aplicación de las consecuencias de las
previsiones establecidas en punto a sociedades vinculadas o controladas y aun del control oficial, se
harian prácticamente imposibles de no exigirse el requisito de la inscripción y el sometimiento a la ley
nacional para participar en otra socieda(l Además, tendrá una via fácil para ejercer habitualmente el
comercio, eludiendo las normas legales".
En tal sentido, cabe señalar que la expresa aclaración que hacen los autores del proyecto de ley
19.550, respecto de que "constituir sociedad en el país no es un acto aislado", alude a la doctrina en
sentido opuesto sentada en el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el caso
"Corporación El Hatillo" anterior a la ley l9.550 27.
27
J.A., 1%3-VI, pág. 137.

b) Amplitud del concepto "const¡tiiir" sociedad

Respecto del tema reglado en el artículo 123 de la ley 19.550, cabe analizar si el concepto de
"constituir" sociedad en el país debe ser interpretado en forma restrictiva o amplia y, en este último caso,
con qué amplitud.
La doctrina interpretó esta norma en el sentido de que ella no se refería solamente al "acto
fundacional" sino que comprendía la participación de la sociedad extranjerá en una sociedad nativa ya
en funcionamiento.

Ralperin enseñaba al respecto:


"¿Qué debe entenderse por constituir sociedad? No es sólo participar en el acto de flindación
sino también adquirir posteriormente parte de sociedad de interés o de responsabilidad limitada,
porque esas adquisiciones integran el con trato constitutivo y exigen su modificación. No sucede lo
mismo con la compra de acciones, siempre que no se incurra en la aplicación de los artículos 31, 32 y 33
de la Ley de Sociedades, que se inspiran en el interés público, y así impedir que se burle el artículo 120.
Mas, si se controla la sociedad (art. 123), o es elegida para integrar el directorio o el consejo de
vigilancia, o participa en la asamblea, debe cumplir con el artículo 123 "28
Fargosi expresa que esta disposición "debe ser interpretada en su espíritu y finalidad como
comprendiendo el formar parte de' o 'participar en sociedad existente en la República.... el objeto de
este artículo se encuentra en el comentario de la Exposición de Motivos, fácilmente se advierte que la
finalidad buscado por la ley, de identificación de las empresas extranjeras que actúan en el pais, se
veria desvirtuado si se diese una interpretación distinta. La determinación de la capacidad de los
socios, su responsabilidad y de-más cuestiones menciona:las en el párrafo anterior, serian irrelevantes
y se vulneraria toda la estructuración legal de la materia si se siguiera otro criterio "29.
Le Pera30 expresa: "...si sólo se refiere a la participación en el acto constitutivo, es ella una
regla un poco ilusoria, por

28 HALPERIN, 1., Curso de Derecho Comercial Depalma, 6a. Edición, pág. 300.

"Notas sobre el alcance e interpretación del artículo 123 de la ley 19.550", en L.L., 1977-C-594.

30 Op. cit., pág. 228.


cuanto es fácilmente vulnerable mediante la intervención de terceros en la formalidad de la
constitución y además insuficiente, ya que no cubre el caso de participación posterior en sociedades
constituidas. Y esto parece contradecir las elevadas expectativas

puestas por la Comisión en la norma, según resulta de la Exposición de Motivos...". Mtes dice
nuestro distinguido amigo que
"no es posible ni razonable que la adquisición de una sola acción, o de un conjunto no
significativo de acciones, dé lugar a la aplicación de esta regla"31
A partir de la ley 19.550 la jurisprudencia se orientó en este sentido, sosteniendo primero en el
caso "Parker Hannifin Argentina S.A.I. y C.", del 14 de diciembre de 1976, que:
"Si bien el artículo 123 exige la inscnpción de la sociedad extranjera en caso de que procedo a
constituir sociedad en el pais, tal expresión debe entenderse con criterio amplio y quedo compren,aido
en la norma no sólo el participar en el acto defimdoción, sino también la posterior adquisición de
participación"32.
En el caso "A., G. Mc Kee Argentina S.A.", de fecha 21 de marzo de 1978, insistió en la
misma doctrina, con un agregado referido a la distinción entre participación en sociedades personales
o por interés, y en cuotas, de las sociedades anónimas. Se dijo en ese fallo de la Sala C, de la Cámara
Nacional en lo Comercial:
"Todo participación societaria de una sociedad constituida en el extranjero de tipos por parte
de interés o cuotas, sea jundocional o no, impone siempre el cumplimiento de los requisitos del artículo
123 de la Ley de Sociedades. Mas, tratándose de sociedad anónima, ello sólo es necesario cuando la
sociedad constituida en el extranjero concurre a la fundación o cuando posteriormente adquiere
acciones que le otorgan el control de derecho o simplemente de hecho, como asimismo en los supuestos
en que, sin adquirir tal posición, particL4>a activamente con sus acciones en el ejercicio de los
derechos de consecución, doto revelador de que no es una fugaz u ocasional accionista"
Y posteriormente, en el caso "Huyck Mati S.A.", reafirmando esta doctrina, la misma Sala C
de la Cámara Nacional en lo Comercial expresaba:

31 Op. cit., pág. 227.

32 R.D. CO., 1977, pág. 723, con comentario de la Dra. Mónica G. C. de Rol misser.

"...La limitación del cumplimiento de los requisitos prescriptos en el artículo 123 de la ley
19.550 al solo supuesto de una constitución fundacional, dejaría con frecuencia sin aplicación a la
norma en otros casos donde media la misma razón legal; pero además, tal interpretación permitiría
eludir fácilmente, en la práctica, lo establecido por el artículo 124. Bastaría soslayar la etapa
fundacional de una sociedad y recurrir a la llamada 'compra' de sociedades ya constituidas e, inclusive,
a veces, constituidas con la sola finalidad de ser puestas en venta. El 'precio' a pagar por estas
sociedades sería, al mismo tiempo, el precio pagado por sustraerse a la aplicación de una norma en la
que está comprometido el interés público.
"...Las razones invocadas para fundar el artículo 123 de la ley 19.550, valen tanto para los
supuestos en que las sociedades constituidas en el extranjero concurren a crear una nueva sociedad
como cuando se hacen socias por la adquisición de partes, cuotas o acciones de sociedades en
fitncionamiento. Se excluye de su ámbito a las adquisiciones circunstanciales de acciones, como pueden
ser las inversiones a breve término de sobrantes financieros, pues es evidente que tal tipo de
operaciones no puede involucrarse en el concepto de c6nstitución de sociedades ni razonablemente
puede reclamar la aplicación del artículo 123".
Es de la mayor importancia la doctrina sentada en el caso
de "Hierro Patagónico de Sierra Grande S.A.", donde la Sala A
de la Cámara Comercial, después de citar la doctrina que hemos
referido, dijo el 13 de febrero de 1980:
"...Igualmente como también lo dijo la Sala C del tribunal en el fallo ya citado de 'A.G.Mc
Kee Argentina S.A.' (L.L., 1978-B-342), en el caso de sociedades anónimas el cumplimiento estricto de
los requisitos del artículo 123 de la Ley de Sociedades es necesario cuando la sociedad constituida en
el extranjero concurre a la jundación o posteriormente adquiere acciones que le otorgan el control de
derecho o simplemente con sus acciones en el ejercicio de los derechos de conducción, doto revelador
de que no es una jugaz u ocasional accionista" "En el caso de este expediente (sociedad anónima con
participación estatal mayoritaria), la posibilidad de conducir" a la sociedad por parte de la accionista
extranjera es jurídicamente inexistente (art. 308, ley 19.550, y argumentación precedente). Por lo
expuesto y oído el fiscal de Cámara, se revoca la resolución de fojas 13/16 en cuanto exige que se
acredite

la inscripción de la accionista Windmarck & Platzer en los términos del artículo 123 de la ley
19.550" 33.
En este caso es de gran importancia sen alar que el fiscal de Cámara Dr. Di lorio había sostenido
una posición contraria al tribunal, argumentando:
"...Las circunstancias apuntadas en el recurso para justificar un tratamiento distinto en este caso,
consistente en la naturaleza de la sociedad recurrente, es decir, sociedad anónima con participación
estatal mayoritaria, y la pequeña proporción accionaria de la que es titular la sociedad extranjera, no
resultan relevantes a dicho efecto, toda vez que la ley no distingue y por lo tanto el intérprete no se
encuentra habilitado para apartarse de la solución legal..."34.
Sí l05Lo que no advertía el señor fiacal de Cámara y por suerte miembros del tribunal, es que la norma
legal nada dice de
las "adquisiciones de acciones o "participaciones posteriores al acto fundacional" y que toda esta
doctrina ha sido creación de los intérpretes, que para ello si se sintieron autorizados a "distinguir" donde
la ley no distinguía.

c) Nuestra interpretación

Compartimos la doctrina referida, aunque con la precisión de que en materia de "participación" o


"compra de acciones se deben excluir todas las transferencias, cualquiera sea su volumen, cuando ellas
no tengan por objeto la toma del "control" de la sociedad o, de una participación "significativa" en el
capital social, que ponga en evidencia la intención de involucrarse en la dirección o conducción de la
sociedad y no sólo en sus resultados económicos. Debiendo descartarse ello, como en el caso citado de
Hierro Patagónico de Sierra Grande S.A., cuando la propia regulación legal aplicable excluye toda
posibilidad de "control" o de intromisión en la "conducción".
Por ejemplo, por más reiteradas e importantes que sean las compras de acciones que realicen
los 'fondos de pensión" o los 'fondos de inversión ", tales transacciones no pueden aparejar la
consecuencia prevista en el artículo 123, porque tales sociedades tienen prohibido ejercer el derecho
de voto en las asambleas de

33 Fallo citado por BoGGIANo, op. di., T. II, págs. 111 y 112.

34 Op. cit., pág. 108.

las sociedades cuyas acciones adquieren, por más de un cierto porcentaje que siempre es
mínimo. Es decir son transferencias realizadas exclusivamente con 'fines de inversión". En tales casos y
en otros similares, no se debe aplicar la norma que comentamos.

166. SOCIEDAD EXTRANJERA CON DOMICILIO O PRINCIPAL OBJETO EN EL


PMS (Art. 124)

Art. 124. - Sociedad con dornicilio o principal objeto en la República. La sociedad constituida en el extranjero que tenga su
sede en la República o su principal objeto esté destinado a cumplirse en la misma, será considerada como sociedad local a los efectos del
cumplimiento de las formalidades de constitución o de su reforma y contralor de funcionarniento.

a) La "sociedad en fraude de la ley argentina"

La Ley de Sociedades comerciales prevé, en el artículo 124,


el caso de las llamadas "sociedades en fraude de la ley argentina", es decir aquellas sociedades
constituidas en el extranjero, pero con la sede social en nuestro pais o cuando su principal objeto esté
destinado a cumplirse en elpais.
Le Pera señala el uso como sinónimos de las palabras "domicilio" en el título y "sede social"
en el texto de la norma, lo que no ocurre en esta materia. E interpreta que la expresión "sede" debe
prevalecer sobre el "domicilio"; y que se alude a la "sede real" (no la estatutaria) y además "seria" (no
ficticia).
En cuanto a la expresión "principal objeto" destinado a cumplirse en el país, sostiene el
mencionado autor que la ley alude a la "actividad real" de la sociedad y no al "objeto estatutario".
Que para la aplicación del artículo 424 no son necesarias las dos condiciones, sino que basta
con que se cumpla una de ellas.
Que este caso cubre aquellos supuestos de "westeFn hemisphere" y subsidiarias de base
extranjera organizadas por sociedades del exterior para desplegar una actividad en la Argentina. Y que
no son pocas las sucursales de sociedades de esta índole que actúan en el país, ni insignificantes las
operaciones que ellas realizan, por lo que la norma adoptada importa - al menos potencialmente - una
conmoción en este campo que, a su juicio,
todavía no ha sido comprendida cabalmente por los ambientes jurídicos y empresarios vinculados a esta
materia35.

b) Las "consecuencias de esa actuación"

El artículo 124 de la ley 19.550 prescribe que la sociedad c'ue hemos analizado en el punto anterior será
considerada como sociedad local a los efectos del cumplimiento de las formalidades de su constitución o
reforma y en cuanto a su sometimiento a la autoridad de control societario.
La norma ha receptado el criterio permanente de nuestra doctrina sobre la "sede social" como lugar
que determina la ley aplicable en materia de formalidades para la constitución y funclQnamiento.
Aslmismo, el criterio del lugar donde debe cumplirse "su principal objeto", completa el anterior y
evitará el "fraude fiscal, o falsos problemas de doble imposición, o la elusión del control estatal"
Le Pera plantea varios problemas referidos a la interpretación de esta norma. En primer lugar
advierte que la expresión será considerada como "sociedad local", es sólo una figura de lenguaje que
alude a "sociedad nacional". Es decir que se aplicará la ley nacional a los efectos de las "formalidades de
constitución" y de "su reforma". Que formalidades de constitución son una condición de la constitución y
existencia de la sociedad, bajo cualquier legislación que se tome en cuenta. Tratándose de sociedades
"constituidas en el extranjero" - a las que se refiere el artículo 124-, se sabe de antemano que cumplieron con las
formalidades del lugar de constitución y no con las nacionales. Y termina este razonamiento
señalando: "Lo que de este modo se regula no es un problema de ley aplicable, sino un problema de '-
econocimiento' En rigor, la consecuencia es que se niega con ello la 'existencia' como tal de las
sociedades a que el artículo se refiere” 37
Pero esta conclusión, no se compadece, según el citado autor, con la última parte del artículo que
comentamos, que prescribe que se aplicará la ley nacional a los efectos del "contra
35
Op. cit, págs. 222 y 223.
36HALpERIN, Ciuso..., pág. 2%, nro. 2.

37 Op. cit, pág. 223.

br de juncionamiento". Porque si la sociedad es "inexistente" por no haber cumplido las formalidades


nacionales de constitución, no tiene funcionamiento. Por lo que si se prevé el "funcionamiento" de estas
sociedades ello implicaría que no se les niega "reconocimiento". Por lo que se pregunta Le Pera, ¿Y cómo
puede reconocérsele si se sabe que no cumplieron las formalidades nacionales de constitución, que son
condición de su existencia, y que el artículo pone a su cargo? Y se responde que quizás una respuesta sea
considerar que debe existir una declaración administrativa o judicial, que establezca que una sociedad
se encuentra en las condiciones de este artículo, y que a partir de esa declaración y no antes-, surge para esa
sociedad la obligación de constituirse según las formalidades de la ley nacional, y someterse al contralor de
funcionamiento de sus autoridades38.
En el caso "Inspección General de Personas Jurídicas v.
Inversora Yelinko S.A. y otros" (el famoso "grupo Todres"), en
sentencia de primera instancia del juez Dr. Carlos A. Villar, del
27 de noviembre de 1987, del que nos informa Boggiano (op. cit.,
T. II, págs. 34 y sigs.), se dijo con referencia al artículo 124 de la
Ley de Sociedades comerciales:
"...Sentado ello, y apelando, en mérito a la brevedad, a la forma de operar del grupo dentro del
cual se encontraban las aludidas sociedades uruguayas, entiendo que se hace de estricta aplicación al sub
examine lo dispuesto por el artículo 124 de la Ley de Sociedades, en cuanto estipula que la sociedad
constituida en el extranjero, que su principal objeto esté destinado a cumplirse en la República, será
considerada como sociedad local a los efectos del cumplimiento de las formalidades de constitución o de
su reforma y contralor.
"...Hay que distinguir la aplicación del artículo 124 en casos de fraude a la ley, esto es, de
constitución en el extranjero a fin de evadir la aplicación del derecho societario argentino, del
funcionamiento de aquella norma en supuestos de cambio de sede o explotación al país. Tratándose de
una sociedad constituida seria y normalmente en el extranjero, con su sede y explotación allí, que decide
trasladar su sede o explotación a la Argentina, el artículo 124 debe ser considerado como una norma especial de
cambio de estatuto e interpretado conforme a su fin de adapta

Op. cit., págs. 223 y 224.


ción societaria. En efecto, mientras la sociedad constituida en el extranjero no cumple con las
formalidades de constitución en el país, sólo se le reconoce a los fines de estar en juicio y obrar actos aislados.
Se debe entender que tal capacidad (de estar en juicio) comprende las facultades de la sociedad
extranjera para cumplir las formalidades de la ley argentina. Entretanto, la sociedad extranjera conserva su
personalidad jurídica, que continúa en el país, bien que ajustándose y adaptándose a las exigencias formales y
sustanciales que la ley argentina impone. De modo que no es necesaria la reconstitución, sino tan sólo la
adaptación.
"...En casos de fraude a la ley societaria argentina, la norma del artículo 124 funciona como norma de
policla, al considerar a la sociedad constituida en el extranjero que al momento de la constitución tuviere sede o
explotación exclusiva en la República 'como sociedad local' argentina, a los efectos que la norma
dispone. En esta hipótesis, la sociedad constituida en el extranjero se considera local, 'como si se
hubiese constituido en la República, cuyas leyes presumiblemente habrá infringido, o sea, como
sociedad irregular', dice Goldschmidt (Derecho Internacional Privado, 1982, nro. 125, pág. 114)...
"...Es que no se pueden constituir diversas sociedades o adquirirlas en el extranjero, valerse de
ellas como medios para emprender aparentes negocios jurídicos con sociedades radicadas en el país,
con activo físico, con propiedades inmuebles o simplemente adquirir paquetes accionarios de
importantes empresas nacionales en estado claudicante, cambiar sus directorios, vender sus inmuebles
y maquinarias, sustraer los documentos de su cartera crediticia y perseguir su cobro judicial o
extrajudicialmente, transferir la sociedad a terceros o absorberla por otro ente y luego por otro, fraguar
juicios laborales, efectuar falsas denuncias, valerse de personas extranjeras con poderes dados en el
extranjero para promover ejecuciones o denuncias, etcétera, sin contar con una asociación planificadora y
directriz de todas esas complicadas maniobras estafatorias.
"Por lo expuesto, habiendo eludido las sociedades uruguayas el régimen de control del Código de
Comercio, serán consideradas como sociedades locales, ya que, como claramente quedó expuesto, su objeto
estuvo destinado a cumplirse en el país y se disolverán y liquidarán conjuntamente con las locales.

"En igual sentido se ha pronunciado la jurisprudencia de nuestro tribunal (Cámara Comercial, Sala D, in
re 'Fevre Luis Julio c. Worlwide Corp. Ltd. y otros', del 20-IX-79)".

c) Carácter de orden público de esta normativa

Como lo expresaba el profesor Halperin39, las disposiciones de los artículos 118 y siguientes son de
orden público: "es el límite local del orden público al principio de la extraterritorialidad ejecutado mediante el
poder de policla del Estado", lo que evitará la actuación de sociedades "en fraude a la ley argentina",
impidiendo el ejercicio habitual de la actividad empresaria de entes que no se ajusten a nuestras
disposiciones sobre inscripción, responsabilidad, contabilidad, control societario, jurisdicción,
etcétera.

167. LAS SOCIEDADES "MULTINACIONALES"

Estas sociedades, también llamadas "empresas multinacionajes" o "corporaciones


multinacionales", son aquéllas que actúan en más de un país, sea estableciendo sucursales, o creando
sociedades "filiales".
La sucursal es una "dependencia" jurídica de la principal. La "filial" en cambio, es una sociedad
jurídicamente independiente, aunque económicamente subordinada.
Ha ocurrido, generalmente, que la empresa multinacional, en una primera época, se limita a
actuar desde su país de origen, realizando exportaciones de su producción, a otros países.
Posteriormente instala una sede comercial en el extranjero, sea designando una representación
permanente o bien estableciendo vinculaciones jurídicas con empresas de otros países, bajo la forma
de convenios de exclusividad, uso de patentes, licencias, etcétera. Después termina por establecerse en
otros países, bien instalando sucursales o bien creando en el exterior sociedades "nativas"
dependientes de ella.
Una característica de la empresa multinacional es que la actividad que realiza en el exterior
representa un porcentaje muy importante de sus ventas, inversiones y ganancias. Asi

39 Curso..., pág. 300, nro. 11.

mismo que su organizaci6n adquiere un carácter internacional, sin perjuicio de mantener su carácter de
nacional en cuanto a la dirección, al patrimonio y a la estructura administrativa.
La actuación de estas grandes empresas en otros paises es fuente de importantes inversiones directas, en
equipos, maquinarias, instalaciones y capital de explotación. También fuente de transmisión de tecnología, de
conocimientos empresarios, de técnicas, etcétera.
Pero también genera graves problemas, vinculados a los
objetivos de seguridad militar o defensa nacional de los países receptores, de protección de las empresas
nacionales, de la "pureza" del mercado, de una leal competencia, de estabilidad económica, en suma, que se ven
afectados cuando la multinacional incursiona y domina empresas vinculadas a la fabricación de material
de guerra, o de la defensa, o cuando actúa en sectores "claves" de la economía nacional, como puede ser la
referida a la "investigación nuclear", etcétera.
Roberto Christensen, que ha realizado una profunda investigación sobre este tema y un completo
análisis de los problemas que plantea la empresa multinacional, citando al profesor Perímutter, nos señala la
distinción que dicho autor realiza entre empresas internacionales etnocéntricas y empresas
internacionales policéntricas. Las primeras, centralizadas en el país de origen con establecimientos
rigurosamente subordinados a la empresa madre, donde la "central" impone su opinión a las empresas
locales y confía los puestos de dirección a individuos de la misma nacionalidad o cultura que los que
dirigen la matriz. Es generalmente el "modelo" de la multinacional "norteamericana
En la empresa internacional policéntrica, las empresas locales tienen mayor independencia, las
posiciones dominantes son ocupadas por individuos del país donde la empresa se encuentra establecida,
trata de identificarse, en cierto modo, al interés 1..ocal. Generalmente recurren a este segundo tipo las empresas
multinacionales europeas.
El proceso de "concentración empresaria" llevado a cabo fundamentalmente en Estados Unidos de
América y Europa, a través de fusiones, absorciones, cartels, trusts, holdings, etcétera, ha permitido el
crecimiento gigantesco de grandes corporaciones multinacionales que "son las que realizan la mayor parte de las
inversiones extranjeras directas y las que acumulan la mayor cantidad de bienes y servicios en el tráfico
internacional, y que
trascendiendo los límites nacionales crean drámaticos y urgentes problemas a los gobiernos de los
diferentes países en los que
"40
actúan...

167 BIS. NUEVO ENFOQUE DEL PROBLEMA


El fin de la guerra fría y el inicio de una-nueva etapa de colaboración mundial, además de las
particulares características asumidas por la economía y las finanzas mundiales, como el fenómeno de la
"giobalización", así como el extraordinario desarrollo de la comunicaciones e información, han generado
una profunda transformación que determina una modificación de los criterios tradicionales antes estudiados
sobre imputación de nacionalidad a las sociedades y en general a las personas jurídicas.
Aquellos criterios fundados en "recelos" o francamente en situaciones de enfrentamiento armado, o
simplemente "defensivos" o "discriminatorios" deben ceder paso a nuevas orientaciones con distintos
fundamentos.
En este nuevo mundo que hoy vivimos, los países han dejado de ser islas y los criterios de
"autarquía" han quedado perimidos.
El derecho debe acompañar esta transformación y, en consecuencia, formular nuevas
orientaciones sobre esta materia tan singular.
Se ha impuesto ya por vía de "pactos regionales" como el del Mercado Común Europeo, o el
NAFTA, o nuestro Mercosur, o el Pacto Andino y otros o de tratados bilaterales, la aplicación del
principio de "no discriminación" entre sociedades o empresas, sea en su forma amplia aplicada a todas las
sociedades, cualquiera sea la nacionalidad; o bien el principio más restringido de "la nación más
favorecida".
En esta nueva instancia, las naciones menos desarrolladas, necesitadas de "inversiones" que alienten la
creación de fitentes de producción y trabajo, deben abandonar aquellos principios anteriores y abrir sus fronteras
para admitir la radicación y actuación de todas las empresas extranjeras, sujetas a la única condición de la
aplicación a ellas de las leyes nacionales, tal como ocurre con las sociedades o empresas nativas. Es decir, la
aplicación del principio

40 CHRISTENSEN, Roberto, Empresa Multinacional y Estado-Nación, Tonuosa Convivencia, Depalma, 2a. Edición, págs.
29y sigs.

constitucional de 'igualdad" de tmmiento que se aplica a las personas fi:icas.


Este principio es el recogido por la nueva Ley de Inversiones Extranjeros en el país, luego de las
modificaciones introducidas por la Ley de Emergencia Económica 23.697 de 1989 y cuyo texto ordenado
recoge el decreto 1853 de 1993.
Con tal criterio el problema de la "nacionalidad" desaparece y sólo queda vigente el de la "actuación
extraterritorial" de la sociedad o empresa constituida en el extranjero. A tal actuación deberán aplicarse las reglas
que hemos estudiado precedente-mente.

NOTAS A LA OCTAVA EDICION

1. LEY24.409

Convención sobre reconocimiento de la personerla jurídica


de las sociedades, asociaciones y fundaciones extranjeras,
adoptada el 1-v'-1956. Aprobación

Sanción: 30-XI-1994
Promulgación: 20-XII-1994
Publicación: B. O., 28-XII-1994

Art. 1º. - Apruébase la convención sobre reconocimiento de la personeria jurídica de las sociedades,
asociaciones y fundaciones extranjeras, adoptada el 1º de junio de 1956 por la conferencia de La Haya de
derecho internacional privado, organización intergubernamental de carácter permanente a la que
pertenece la República Argentina. La foto-copia autenticada del texto orginal traducido al idioma español que
consta de catorce (14) artículos forma parte de la presente ley.

Art. 2º. - Comuníquese, etc.

Convención sobre el reconocimiento de la personería jurídica


de las sociedades, asociaciones y fundaciones extranjeras
Los Estados signatarios de la presente convención:
Deseando establecer disposiciones comunes sobre el reconocimiento de la personería jurídica de las
sociedades,
asociaciones y fundaciones extranjeras;

Resuelven concluir una convención a este efecto y convienen las siguientes disposiciones:

Artículo 10

La personería jurídica adquirida por una sociedad, una asociación o una fundación, en virtud de
la legislación del Estado contratanÉe en el que han sido cumplidas las formalidades de registro o de publicidad y
en el que se encuentra su sede estatutaria, será reconocida de pleno derecho en los otros países contratantes,
siempre que implique, además de la capacidad para promover acción judicial, por lo menos la capacidad
de poseer bienes y de concluir contratos y otros actos jurídicos.
La personerla jurídica adquirida sin las formalidades de registro o de publicidad, será reconocida de
pleno derecho, bajo las mismas condiciones, si la sociedad, la asociación o la fundación hubiera sido constituida
de conformidad con la legislación que la rige.

Artículo 2'

La personeria jurídica adquirida conforme a las disposiciones del artículo 1º, podrá no ser reconocida en
otro Estado contratante cuya legislación tome en consideración la sede real, si esa sede es considerada como
encontrándose en su territorio.
La personería podrá no ser reconocida en otro Estado contratante cuya legislación tome en
consideración la sede real, si esa sede es considerada allí como encontrándose en un Estado cuya legislación la
toma igualmente en consideración.
La sociedad, la asociación o fundación será considerada como teniendo su sede real en el lugar en
que haya establecido su administración central.
Las disposiciones de los apartados 1º y 2º no serán aplicables si la sociedad, la asociación o la
fundación traslada, dentro de un plazo razonable, su sede real a un Estado que concede la personería
sin tener en cuenta a esa sede.

Artículo 3'

La continuidad de la personería será reconocida en todos los Estados contratantes, en caso de traslado
de la sede estatutaria de uno a otro Estado contratante, si esa personeria es reconocida en ambos Estados
interesados.
Las disposiciones de los apartados 1º y 2º del artículo 2º no serán aplicables si la sociedad, la asociación
o la fundación traslada su sede estatutaria al Estado de sede real dentro de un plazo razonable.

Artículo 4º

La fusión entre sociedades, asociaciones o fundaciones, que hayan adquirido la personería en el mismo
Estado contratante, que se produzca en ese Estado, será reconocida en los otros Estados contratantes.
La fusión de una sociedad, una asociación o una fundación que haya obtenido la personería en uno de
los Estados contratantes, con una sociedad, una asociación o una fundación que haya obtenido la personer;d- en
otro Estado contratante, será reconocida en todos los Estados contratantes en caso de que ésta sea reconocida en
los Estados interesados.

Artículo 50

El reconocimiento de la personería jurídica implica la capacidad que le atribuye la ley en virtud de la


cual ésta ha sido adquirida.
No obstante, podrán ser denegados los derechos que la ley del Estado de reconocimiento no conceda a
las sociedades, a las asociaciones y a las fundaciones de tipo equivalente.
El Estado de reconocimiento podrá también reglamentar el alcance de la capacidad de poseer bienes en
su territorio.
La personería implicará en todos los casos, capacidad para la acción judicial, tanto en calidad de
demandante como de demandado, de conformidad con la legislación del territorio.

Artículo 60

Las sociedades, las asociaciones y las fundaciones a las que la ley que las rige no concede la personería,
tendrán, en el territorio de los otros Estados contratantes, la situación jurídica que les reconoce esta ley,
especialmente en lo que se refiere a la capacidad para promover acción judicial y la relación con los acreedores.
Estas no podrán pretender tener un tratamiento jurídico más favorable en los otros Estados contratantes,
aun cuando reúnan todas las condiciones que garantizan en esos Estados el beneficio de la personería.
Sin embargo, les podrán ser denegados los derechos que la legislación de esos Estados no concede a las
sociedades, a las asociaciones y a ld5 fundaciones de tipo equivalente.
Estos Estados podrán también reglamentar el alcance de la capacidad de poseer bienes en su territorio.

Artículo 70

La aprobación para el establecimiento, el funcionamiento y en general el ejercicio permanente de la


actividad social, se regirán en el territorio del Estado de reconocimiento por la ley de ese Estado.

En cada uno de los Estados contratantes, la aplicación de las disposiciones de la presente convención
podrá ser rechazada por motivos de orden público.

Artículo 9'

Al firmar o ratificar la presente convención, o al adherir a la misma, cada Estado contratante podrá
reservarse el derecho de limitar el alcance de su aplicación, tal como resulta del artículo 1º.
El Estado que haya hecho uso del derecho previsto en el apartado precedente, no podrá pretender la
aplicación de la presente convención por parte de los otros Estados contratantes a las categorías que él haya
excluido.

Artículo 10

La presente convención queda abierta a la firma de los Estados representados ante la séptima sesión
de la conferencia de La Haya sobre derecho internacional privado.
Esta será ratificada y los instrumentos de ratificación serán depositados ante el Ministerio de Relaciones
Exteriores de los Países Bajos.
Se labrará un acta de todos los depósitos de instrumentos de ratificación y una copia de la misma,
certificada conforme, será enviada por vía diplomática a cada uno de los Estados signatarios.

Artículo 11

La presente convención entrará en vigencia sesenta días después del depósito del quinto instrumento de
ratificación previsto en el artículo 10, apartado Y.
Para cada Estado signatario que ratifique posteriormente la convención, ésta entrará en
vigencia sesenta días después de la fecha del Jeposito de su instrumento de ratificación.

Artículo 12

La presente convención se aplicará de pleno derecho a los territorios metropolitanos de los Estados
contratantes.
un Estado contratante deseara su puesta en vigencia en todos los otros territorios, o en alguno de los
otros territorios en los que él garantiza las relaciones internacionales, deberá notificar su intención a este efecto
mediante un acta que será depositada en el Ministerio de Relaciones Exteriores de los Países Bajos. Este último
enviará por vía diplomática una copia certificada conforme, a cada uno de los Estados contra-
tantes. La presente convención entrará en vigencia para esos territorios sesenta días después de la fecha
del depósito del acta de notificación indicada precedentemente.
Queda entendido que la notificación prevista en el apartado 2º del presente artículo sólo podrá tener
efecto con posterioridad a la entrada en vigencia de la presente convención, en virtud de su artículo 11, apartado
1º.

Artículo 13

Todo Estado no representado ante la séptima sesión de la conferencia de La Haya sobre derecho
internacional privado, podrá adherir a la presente convención.
Los instrumentos de adhesión serán depositados ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de los
Países Bajos.
Este enviará por vía diplomática una copia certificada conforme a cada uno de los Estados contratantes.
La adhesión sólo tendrá efecto en las relaciones entre el Estado adherente ylos Estados que no presenten
objeción, durante los seis meses subsiguientes a esta comunicación.
Queda entendido que el depósito del acta de adhesión sólo podrá hacerse después de la entrada en
vigencia de la presente convención, en virtud del artículo 11, apartado 1º.

Artículo 14

La presente convención tendrá vigencia por un período de cinco años a partir de la fecha indicada
en el artículo 11, apartado 1º de la presente convención. Este periodo comenzará a correr a partir de esa fecha,
aun para los Estados que lo hayan ratificado o que hayan adherido al mismo con posterioridad.
La convención será renovada tácitamente cada cinco años, salvo denuncia.
La denuncia deberá ser notificada, por lo menos seis meses antes de la expiración del período, al
Ministerio de Relaciones Exteriores de los Países Bajos, el que lo comunicará a todos los otros Estados
contratantes.
La denuncia podrá limitarse a los territorios o algunos de los territorios indicados en una
notificación hecha en virtud del artículo 12, apartado 2'.
La denuncia sólo tendrá efecto para el Estado que la haya notificado. La convención seguirá en
vigencia para los otros Estados contratantes.
En fe de lo cual, los abajo firmantes, debidamente autorizados por
sus respectivos Gobiernos, firmaron la presente convención.

Hecho en La Haya el 1º de junio de 1956, en un solo ejemplar que será depositado en los archivos del
Gobierno de los Paises Bajos y del cual una copia certificada conforme será enviada a cada uno de los Esta-dos
representados ante la séptima sesión de la conferencia de La Haya sobre derecho internacional privado.
(28-X-1981, Anales de Legislación Argentin<1, L.L., nº 1, 1995).

2. JUR¡SPRUDENCM

En este capítulo incorporamos el siguiente fallo que estimamos de importancia a los efectos de un
mayor esclarecimiento de los temas en él desarrollados.

164. EMPLAzAmIENTO EN JUICIO (Art. 122)

Traslado de la demanda contra una sociedad extranjera. Apoderado judicial. Nulidad de la notificación.
A los efectos de determinar los alcances del artículo 122, L.S., debe entenderse que dicha norma
requiere cuanto menos, que se trate de una efectiva delegación local de la sociedad extranjera, con representantes
habilitados para atender negocios sociales y vincular con sus actos a la mencionada entidad. Tales características
no se dan en el apoderado judicial designado, toda vez que si bien atiende los asuntos litigiosos que la sociedad
le encomienda, no está enterado del giro general de los ncgocios de su mandante y por ende desconoce los
extremos necesarios para proveer a una adecuada defensa de intereses que no le habían sido confiados hasta el
emplazamiento, por lo que corresponde hacer lugar a la nulidad de la notificación del traslado de la demanda, en
la persona del apoderado judicial de la sociedad extranjera.
Cám. Nac. Com., Sala D, 7-11-1990, "Contacta SA. c. Club Sol del Este SA. s/ord.", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

3. DOCTRINA

Sobre los temas tratados en este CAPÍTULO, se pueden consultar los siguientes trabajos:

Alconada Aramburú, Carlos R., "El régimen legal de las sociedades extranjeras en su realidad
económica", R.D.C.O., 1976, pág. 133.

Gerscovich, Carlos G., "Responsabilidad tributaria por deuda ajena:


Solidaridad y sustitución respecto de las sociedades y sus socios del exterior", Periódico
Económico Tributario, 31-VlI-19%.
Polak, Federico, "En torno al régimen de las sociedades constituidas en el extranjero", R.D.C.
O., 1970, pág. 37.
Rovira, Mfredo L., "Los artículos 30, 31, 32 y 33 de la Ley de Sociedades Comerciales y su aplicación
a las sociedades consti(uidas en el extranjero", R.D.C. O., 1982, pág. 581.
Zaldívar, Enrique, "El artículo 123 de la ley 19.550. La polémica concluida en torno de su alcance",
R.D.C.O., 1979, pág. 731.
CAPÍTULO XII
DE LAS SOCIEDADES EN PARTICULAR
SOCIEDADES PERSONALES

A) CLASIFICACION DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES

168. CRITERIOS PROPUESTOS


Son muchos los criterios propuestos tanto por la doctrina nacional y extranjera como por las
legislaciones, para una clasificación de las sociedades comerciales.
La distinción "tradicional" tomaba como elemento discriminatorio la preponderancia o no del elemento
o factor personal. Así se clasificaban las sociedades en:
- sociedades "intuitu personae", con prevalencia del elemento personal, sociedades personales:
donde la sociedad colectiva ha sido el "tipo puro", y las "mixtas" las sociedades en comandita simple y la de
capital e industria;
- sociedades INTUITU rei", con prevalencia del elemento capital", o sociedades de capital,
donde el "tipo puro" es la sociedad anónima (y parcialmente, la sociedad en comandita por acciones, respecto de
la parte "comanditaria").
Esta distinción se dio también en casi todas las legislaciones. Después aparecieron las sociedades
de responsabilidad limitada, como un "tipo medio" o "mixto".
En nuestro país y algunas otras legislaciones latinoamericanas, se conoce la "sociedad de capital e
industria", como sociedad de tipo "personal".
Otra clasificación fundada en la diferente responsabilidad que asumen los socios, distingue:
de responsabilidad ilimitada (donde la sociedad "colecti va" es el tipo puro); y
- de responsabilidad limitada (sociedades anónimas y de responsabilidad limitada);
- de responsabilidad "mixta" (sociedades de capital e industria, en comandita simple y en comandita
por acciones).

169. NUESTRA LEGISLACION

Nuestra ley ha seguido la distinción de las sociedades fundada en la forma de representación del
capital, entre sociedades de interés (parte de interés), sociedades por cuota y sociedades por acciones.
Sociedades de interés son la colectiva, de capital e industria y en comandita simple.
Sociedades por cuota, la sociedad de responsabilidad limitada.
Sociedades por acciones, la sociedad anónima, la sociedad anónima con mayoría estatal, la
sociedad de economía mixta y la sociedad en comandita por acciones (aunque tiene una categoría de socios
solidarios).
Las llamadas "sociedades en participación" son asimilables a las sociedades de interés, aunque sin
personalidad jurídica.
Las sociedades cooperativas, regidas por la ley 20.337, no son sociedades comerciales, ni civiles, ni
asociaciones. Son "entes" distintos, totalmente diferenciados de las anteriores, como lo vimos al analizarías
someramente en el capítulo 1, punto 8.
En cuanto a la regulación de las sociedades y a la extensión de las normas de una sociedad a otra,
diremos que nuestra ley prevé como sociedades de "tipo puro" a la sociedad colectiva y a la anónima. La de
responsabilidad limitada es, en principio, también un "tipo puro", si bien la L.S. admite la S.R.L. "especial" a la
que le aplica normas de la SA. "Sociedades de tipo mixto" son la de capital e industria, en comandita simple y por
acciones.

B) LA SOCIEDAD COLECTIVA
170. CONCEPTO
La Ley de Sociedades comerciales no nos da el concepto de la sociedad colectiva, sino que nos
suministra los elementos caracterizantes de la misma. El Código de Comercio, en cambio, definía esta sociedad'.

1 Código de Comercio, artículo 301.

La responsabilidad subsidiaria, ilimitada y solidaria que contraen los socios por las obligaciones
sociales, constituye una característica fundamental que distingue este tipo social de los demás,
regulados en nuestra legislación. Señalamos también que es la nota diferencial consagrada en las
legislaciones extranjeras.
Brunetti nos da la siguiente definición: "es aquella sociedod de personas que ejerce una
actividad comercial bajo una razón socia¡, en la que todos los socios son responsables ilimitada y
solidariamente por las obligaciones de la sociedod"2.
A esta definición del doctrinario italiano cabría apuntar que en nuestro derecho no es
necesario que la sociedad realice una actividad comercial, ya que basta la adopción del "tipo social"
para que la sociedad sea comercial, con independencia de su actividad (arts. 1º y 3º)3.
Tuvo su origen en las sociedades familiares italianas de la Edad Media, a las que luego
ingresarían otras personas allegadas, pasándose así del vínculo de sangre, al vínculo afectivo, a lo que luego los
doctrinarios llamarían affectio societatis4.
De ese origen histórico derivan sus características de una sociedad casi familiar, que vincula a los
socios no sólo económicamente sino afectivamente, en un quehacer común. Su carácter personal le da las
condiciones de rapidez en las decisiones y de fácil adaptabilidad a las cambiantes situaciones del mercado.
Es el instrumento jurídico ideal propio de la pequeña empresa de familia.

171. RESPONSABILIDAD DE LOS SOCIOS (Art. 125)

Art. 125. - Caracterización. Los socios contraen responsabilidad subsidiaria, ilimitada y solidaria, por las obligaciones sociales.
El pacto en contrario no es oponible a terceros.

La ley consagra la responsabilidad subsidiaria, ilimitada y solidaria por las obligaciones


sociales. Es "subsidiaria" porque
2

BRUNETTI, Antonio, Tmiado del Derecho de las Sociedades, T. 1, pág.


539, nro. 246.
3 Cfr. FARINA, Juan M., Estudio de Sociedades Comerciales, Zeus, Rosa-rio, 1974, pág. 12.
4
BRUNETTI, op. cit., T. 1, págs. 529 y sigs., nro. 244.

una vez ejecutado el patrimonio social, los acreedores sociales pueden ejecutar el patrimonio
individual o personal de cada socio o de todos los socios5. Es 'ilimitada", porque los socios responden
con "todo" su patrimonio sin posibilidades de limitación. Y es "solitlariá" porque cada socio
responderá por el "total" adeudado y no "pro cuota".
Como natural consecuencia de lo expuesto, la quiebra de la sociedad importa la quiebra de los
socios.

172. RAZON SOCIAL O DENOMINACION (Art. 126)


Art. 126. - Denominación. La denominación social se integra con las palabras "sociedad colectiva" o su abreviatura.
Si actúa bajo una razón social, ésta se formará con el nombre de alguno, algunos o todos los socios. Contendrá las palabras "y
compania" o su abreviatura si en ella no figuraren los nombres de todos los socios.

Modilicación.
Cuando se modifique la razón social, se aclarará esta circunstancia en su empleo de tal manera que resulte indubitable la identidad
de la sociedad.

Sanción.
La violación de este artículo hará al firmante responsable solidariamente con la sociedad por las obligaciones así contraídas.

La denominación6 social se debe integrar con las palabras "sociedad colectiva" o su abreviatura.
En caso de actuar bajo una razón social, todos los socios pueden figurar en ella. Si no figurasen
todos, se agregará la palabra "y compañía" o su abreviatura.
De modificarse la razón social se deberá aclarar esta circunstancia, al usarse la nueva razón social, de
modo que resulte indudable la identidad de la sociedad.
La norma citada contiene un párrafo final referido a la sanción por la violación de estas reglas que
aplica la pena al firmante de hacerlo responsable solidariamente con la sociedad para las operaciones así
contratadas.

Ver punto 181.

6 La "denominación" se refiere al uso de un nombre "de fantasía". "Los cedros", Sociedad colectiva, por ejemplo. Razón social hace
referencia al uso del nombre de algún socio "Juan Garcia y Cía. Soc. Col.", por ejemplo.

173. ADMINISTRACION (Arts. 127 y 128)


Art. 127. - Adnlinistración: silencio del contrato. El contrato regulará el régimen de administración. En su defecto, admInistrará
cualquiera de los socios
indistintamente. -
Art. 128. - Admirsistración indistinta. Si se encargara la administración a varios socios sin determinar sus funciones, ni expresar que
el uno no podrá obrar sin el otro, se entiende que pueden realizar indistintamente cualquier acto de la administración.

Administración conjunta.
Si se ha estipulado que nada puede hacer el uno sin el otro, ninguno puede obrar individualmente, aun en el caso de que el
coadministrador se hallare en la imposibilidad de actuar, sin peijuicio de la aplicación del artículo 58.

Cualquiera de los socios, indistintamente, o en conjunto, puede administrar la sociedad. El


contrato social fijará las reglas sobre la administración, pero si no lo hiciera, se entenderá que todos
los socios pueden hacerlo, indistintamente.
Los socios pueden confiar la administración a personas no socias.
Si se encarga la administración a varios socios sin determinar funciones o sin exigir la coparticipación
obligatoria, se entenderá que la administración puede ser ejercida en forma indistinta.
En el caso de la administración colegiada, si se estipulase en el contrato que nada podrá hacer
un socio sin la participación de los demás, ninguno podrá actuar individualmente y la administración se
ejercerá "en conjunto". Ello, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 58 de la ley sobre validez o invalidez
de los actos del administrador que contraviene la representación plural.

174. REMOCION DEL ADMINISTRADOR (Art. 129)


Art. 129. - El administrador, socio o no, aun designado en el contrato so cial, puede ser removido por decisión de mayoria en
cualquier tiempo sin invocación de causa, salvo pacto en contrario.
Cuando el contrato requiera justa causa, conservará su cargo hasta la sentencia judicial, si negare la existencia de aquélla, salvo su
separación provisional por aplicación de la Sección XIV del capítulo 1. Cualquier socio puede re clamaría judicialmente con invocación de justa
causa.
Los socios disconformes con la remoción del administrador cuyo nombramiento fue condición expresa de la constitución de la
sociedad, tienen derecho de receso.

Las causas de remoción del o de los administradores sociales se deben establecer en el


contrato social. Se trata de un aspecto relevante para el buen funcionamiento de la sociedad que no se puede
omitir sin grave riesgo de generar fracturas y malentendidos que alterarán el espfritu de cordialidad y mutua
colaboración que debe reinar en este tipo de sociedades.
La ley prevé reglas supletorias cuando se emiten tales previsiones contraturales.
El administrador puede ser removido por decisión de la mayoría de los socios, sea el
administrador socio o no socio, de-signado en el contrato social o posteriomente, sin necesidad de invocar
causa alguna, salvo pacto en contrario.
Cuando el contrato exige para la remoción la existencia de 'justa causa" y el administrador niega
su existencia, se necesitará sentencia judicial de remoción y el administrador permanecerá en su cargo hasta
entonces. Salvo que los demás socios o alguno de ellos hubiera peticionado la designación de un "interventor
judicial". Los socios disconformes tienen derecho de receso7.
La acción judicial de remoción la puede promover cualquier socio, invocando una causal
justificada.

175. RENUNCIA. RESPONSABILIDAD (Art. 130)


Art. 130. - El administrador, aunque fuere socio, puede renunciar en cualquier tiempo, salvo pacto en contrario, pero responde de los
perjuicios que ocasione si la renuncia fuere dolosa o intempestiva.

El administrador puede renunciar en cualquier momento, salvo pacto en contrario previsto en el


contrato social. De todos modos, responde por los perjuicios ocasionados a la sociedad si la renuncia fuese
intempestiva o dolosa.
La renuncia es "intempestiva" si fuera hecha a destiempo, en un momento desfavorable para la
sociedad. Y es "dolosa" si fuera efectuada de mala fe, para causar un perjuicio a la sociedad. De todos modos, la
renuncia es un acto bilateral y debe ser aceptada por los socios, por lo que éstos tienen en todo momento, el
derecho de rechazarla.

7
Respecto del derecho del receso, ver punto 182.

176. MODIFICACIONES AL CONTRATO SOCIAL (Art. 131)


Art. 131.- Modificación del contrato. Toda modificación del contrato, incluso la transferencia de la parte a otro socio, requiere el
consentimiento de todos los socios, salvo pacto en contrario.

Resoluciones.
Las demás resoluciones sociales se adoptarán por mayoría.

Un aspecto esencial en el funcionamiento de las sociedades es el referido al procedimiento para


adoptar las decisiones sociales. Es decir, la forma cómo deliberarán y votarán los socios, en las
reuniones sociales.
Este tema debe ser materia de regulación en el contrato social. La ley sólo establece reglas
supletorias de la voluntad de las partes para cubrir la omisión de pacto expreso en este aspecto trascendente del
funcionamiento de la sociedad. La ley distingue entre "modificaciones" al contrato social y otras resoluciones.
Respecto de las primeras exige la unanimidad, salvo que el contrato previera otra cosa.
En cambio, respecto de todas las demás resoluciones, exige la simple mayoría.
Reiteramos, estas reglas legales son supletorias de la voluntad de las partes, establecida en el
contrato social. De modo que los socios tienen plena libertad en esta materia, donde no está comprometido
el orden público.

177. TRANSFERENCIA DE PARTE SOCIAL

La transferencia de la parte social de un socio a otro, requiere también, en principio, la


unanimidad de todos los demás socios, salvo previsión expresa en contrario del contrato social. De igual
modo, si la transferencia es a un tercero.
En este tipo de sociedad donde la importancia del factor humano es fundamental, la regla
lógica es la que consagra el artículo 131, LS.
Pero si por la naturaleza de la sociedad fuera posible admitir una menor relevancia de la persona de los
socios, en el contrato social podría estipularse una regla diferente.

178. RESOLUCIONES SOCIALES (Art. 132)


Art. 132. - Mayoria. Concepto. Por mayoria Se entiende, en esta sección, la mayoria absoluta de capital, excepto que
el contrato fije un régimen distinto.

La regla legal aclara que el concepto de "mayoría" alude a "mayoría de capital", aclaración
necesaria porque tratándose de una sociedad "personal", podría pensarse que se refiere a "ma-yoría de
personas", es decir de "socios" que voten en un determinado sentido. Mayoría "absoluta" significa
mitad más uno del capital, es decir el cincuenta cero uno por ciento (50,01%).

179. ACTOS EN COMPETENCIA (Art. 133)


Art. 133. - Un socio no puede realizar por cuenta propia o ajena actos que importen competir con la sociedad, salvo
consentimiento expreso y unánime de los consocios.

Sanción.
La violación de esta prohibición autoriza la exclusión del socio, la incorporación de lOS beneficios obtenidos y el
resarcimiento de los daños.

La regla legal sanciona el comportamiento desleal del socio que realiza actos en competencia
con la sociedad, pero autoriza a los demás socios a consentir tal actuación. La norma no exige el
consentimiento "previo" de modo que el mismo podrá ser otorgado por los demás socios, con
posterioridad al acto u operación en competencia.
La violación de esta obligación por el socio desleal se sanciona con la exclusión como facultad
que podrán ejercer los demás socios. Además, se incorporarán a la sociedad los beneficios obtenidos
por el socio desleal, sin perjuicio de su responsabilidad por los daños causados a la sociedad.

180. PARTICIPACION DE LA SOCIEDAD COLECTIVA


EN OTRA SOCIEDAD

El artículo 30 L.S. prescribe que las sociedades anónimas y en comandita por acciones sólo
pueden formar parte de sociedades por acciones. De modo que para las demás sociedades no hay
ninguna limitación, por lo que cabe sostener que la sociedad colectiva puede formar parte de cualquier
otra sociedad comercial.
Inclusive puede formar parte de una sociedad cooperativa, de conformidad con lo prescripto
en el artículo 17 de la ley 20.337.
En cuanto a la participación en otra sociedad comercial, deberá tenerse presente las
limitaciones y prohibiciones establecidas en los artículos 31 y 32 L.S. que consideraremos en el
Capítulo XX.

181. CARACTER SUBSIDIARIO DE LA RESPONSABILIDAD


DE LOS SOCJOS

Vimos ya que una de las características de este tipo social es que la responsabilidad de los
socios es "subsidiaria", con el alcance que el acreedor de la sociedad debe ejecutar a la sociedad y
recién después podrá ejecutar el patrimonio personal de los socios. La importancia del tema y las
diversas situaciones que se pueden presentar, nos compele a esta ampliación.
El artículo 56 L.S. exige la existencia de una "sentencia" contra la sociedad y haber ejecutado
su patrimonio, para recién, posteriormente, viabilizar la acción contra los socios. Este trámite previo es
insoslayable, de modo que el acreedor social no puede demandar directamente a los socios
personalmente, ni aun probando que la sociedad no tiene bienes libres.
La cuestión que se plantea es la siguiente: obtenida la sentencia contra la sociedad y ejecutado
el patrimonio social, ¿tiene el acreedor que iniciar un nuevo juicio contra los socios para hacer efectiva
su responsabilidad, o puede hacerlo dentro del mismo juicio? El artículo 56, en principio, nos daría la
solución planteada en segundo término, esto es que no hace falta iniciar o promover un nuevo juicio,
ya que la sentencia pronunciada contra la sociedad tiene fuerza de cosa juzgada contra los socios. Pero
frente a esta conclusión producto de un análisis literal de aquella norma, cabe preguntarse si esa
solución es viable cuando se quiere ejecutar la sentencia contra socios que no han sido partes en el
juicio, que no han intervenido. Entendemos que la garantía constitucional de defensa en juicio
consagrada en el artículo 18 de nuestra Carta Magna, puede verse vulnerada e, inclusive, podría
prestarse a actos de connivencia entre acreedores y administradores sociales, especialmente si éstos no
fueran socios. Creemos por tanto que la solución es la citación al socio como tercero interesado en el
resultado del pleito, que prevé el
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (art. 94), a fin de evitar el planteamiento de
cuestiones constitucionales.
Por ello, es indudable el derecho del socio de la colectiva a intervenir en todo pleito contra la
sociedad, aunque no sea administrador ni representante social, puesto que tiene un interés legítimo en
el resultado del juicio, como consecuencia de la responsabilidad subsidiaria, ilimitada y solidaria que
la ley ha con-sagrado.

182. DERECHO DE RECESO


La reforma a la ley 19.550 efectuada por la ley 22.903, al modificar el artículo 129 consagró el
derecho de receso de los socios disconformes con la remoción del administrador social cuyo
nombramiento fue condición expresa de la constitución de la sociedad. Como bien lo anota Nazar
Espeche el derecho de receso se justifica en atención a las responsabilidades que contraen todos los
socios en esta sociedad, aun cuando no ejerzan la administración8.
Respecto del concepto y alcance de este derecho nos remitimos a lo expuesto en el Capítulo
IX, nro. 111.

C) LA SOCIEDAD EN COMANDITA SIMPLE


183. CONCEPTO
La L.S. no define a esta sociedad sino que expresa sus características. Digamos desde ya que
esta sociedad, de antiquísima data, tiene sus orígenes en la commenda, un contrato utilizado ya en la
Edad Media, preferentemente en el ámbito marítimo, donde un capitalista se asociaba con un
comerciante para una determinada empresa, generalmente para un viaje.
Se trata de una sociedad de las que hemos clasificado como "de interés", intuitupersonae, que
no es de "tipo puro", sino que es "mixta", con socios con responsabilidad ilimitada y socios con
responsabilidad limitada. Es decir, con dos categonas' de socios diferentes. Hay socios llamados por la
ley "comanditados" que tienen la misma situación que los socios de la sociedad colectiva

8 NAZAR ESPECHE, op. Cit., pág. 55


y otros que limitan su responsabilidad pero tienen, también limitada su intervención en la
sociedad.
El Código de Comercio de 1862 ya las reguló, como sociedades "en comandita", sin el
agregado que hoy llevan.
La L.S. las ha denominado "en comandita simple" para distinguirlas de las "en comandita por
acciones".

184. CARACTERíSTICAS (Art. 134)


Art. 134. - Caracterización. El o los socios comanditados responden por las obligaciones sociales como los socios de
la sociedad colectiva, y el o los socios comanditarios sólo con el capital que Se obliguen a aportar.

Denominación.
La denominación social se integra con las palabras "sociedad en coman-dita simple" o su abreviatura.
Si actúa bajo una razón social, ésta se formará exclusivamente con el nombre o nombres de los comanditados, y de
acuerdo con el artículo 126.

La característica fundamental de este tipo social es la existencia de dos categorías de socios:


a) los socios comanditados", también llamados "solida nos" o "colectivos" que responden por
las obligaciones sociales igual que los socios de la sociedad colectiva, esto es, en forma "subsidiaria",
"ilimitada" y "solidaria"; y
b) los socios comanditanos" que limitan su responsabilidad al capital aportado o que se han
obligado a aportar. Es decir que el socio - debe haber por lo menos un socio de cada categoría - o los
socios comanditarios, son socios con responsabilidad limitada.
Por ello decimos que es una "sociedad mixta", que combina elementos de los dos "tipos puros"
en cuanto a responsabilidad, porque hay socios con responsabilidad "ilimitada" y socios con
responsabilidad "limitada" al aporte comprometido.
Como consecuencia de ello, la quiebra de la sociedad sólo producirá la quiebra de los socios
"comanditados" que asumen una responsabilidad subsidiaria, ilimitada y solidaria.

185. DENOMINACION O RAZON SOCIAL

M igual que como se ha previsto respecto de todos los distintos "tipos sociales" la ley
prescribe al regular esta sociedad
que la denominación se integrará con el agregado "sociedad en comandita simple" o su
abreviatura, y aquí, dada la limitación de responsabilidad para una de las categorías de socios, tal
exigencia adquiere particular importancia.
Esta distinta responsabilidad en las dos categorías de socios determina también que
únicamente los socios "comanditados" puedan figurar en la razón social, ya que ellos asumen
responsabilidad ilimitada.
La norma del artículo 134 L.S. no prevé sanción por la transgresión a sus disposiciones, sino
que ella se establece en el artículo 136, segunda parte. Es decir que en caso de incluirse en la razón
social el nombre de algún socio comanditario, éste asumirá una responsabilidad solidaria con la
sociedad por las obligaciones sociáles que se contraigan.

186. APORTES DEL SOCIO O SOCIOS COMANDITARIOS


(Art. 135)

Art. 135. - Aportes del comanditario. El capital comanditario se integra solamente con el aporte de obligaciones de
dar.

Al considerar el régimen de los aportes sociales, vimos que los mismos podían consistir en
"obligaciones de dar y obligaciones de hacer" con limitaciones particulares establecidas por la ley, al
regular algunos tipos sociales.
Aquí, la ley consagra una de esas limitaciones, al prescribir que el aporte de los socios
comanditarios debe consistir en "obligaciones de dar" y esto se compadece con la naturaleza de la
sociedad y la limitación de responsabilidad dispuesta en favor de esta categoría de socios.
Nada dice la ley respecto del aporte de los socios "comanditados" de modo que resulta
admisible que éstos realicen aportes de "uso" o "goce" de bienes9.
La diferenciación entre las categorías de socios obligará también a especificar en el contrato
social el capital que corresponde a los socios comanditados y el que corresponde a los comanditarios.

9 Cfr. FARINA, Juan M., Estudio de Sociedades Comerciales, Zeus, Rosario, 1974, pág 176, nro. 246
187. ADMINISTRACION Y REPRESENTACION (Art. 136)
Art. 136. - La administración y representación de la sociedad es ejercida por los socios comanditados o terceros que
Se desiguen, y se aplicarán las normas sobre administración de las sociedades colectivas.

Sanción.
La violación de este artículo y del artículo 134, segando y tercer párrafos, hará responsable solidariamente al farmante
con la sociedad por las obligaciones así contraídas.

La adminisl7ación y representación social estará a cargo de los socios "comanditados" o de los


terceros no socios designados en el contrato social y los socios "comanditarios" no pueden intervenir
en la administración, so pena de ser responsables ilimitada y solidariamente por las operaciones
sociales. Esto no quiere decir que el socio "comanditario" no pueda opinar o que no tenga derecho a
participar en las reuniones de la sociedad, examinar los libros, verificar los balances y documentación
de la sociedad.
Estas "limitaciones" que la ley impone a los socios comanditarios fueron establecidas por vez
primera en el Código de Comercio francés de 1807, y tenían por finalidad evitar la actuación
negligente del socio que no respondía ilimitadamente con su patrimonio, en el manejo de la
administración de este tipo de sociedades.

188. RESOLUCIONES SOCIALES (Art. 139)


Art. 139. - Para la adopción de resoluciones sociales se aplicarán los artículos 131 y 132.
Los socios comanditarios tienen voto en la consideración de los estados contables y para la designación de
administrador.

Las resoluciones sociales se adoptan por mayoría absoluta de capital. Los socios
"comanditarios" tienen voto cuando se considera el balance y resultados del ejercicio y para la
designación del administrador (cuando éste no estuviere designado en el contrato social o hubiera
renunciado o hubiera sido removido).
Como la ley no establece limites a la participación del socio o socios comanditarios, bien
puede ocurrir que éste o éstos tengan la mayoría del capital, por lo que podrían designar al admi
nistrador social, posibilidad no reprobada por el artículo 136 y
que crea el peligro de que se pueda violar la prohibición que
consagra el artículo 137.

189.QUIEBRA, MUERTE O INCAPACIDAD DEL SOCIO "COMANDITADO" (Art. 140)


Art. 140. - No obstante lo dispuesto por los artículos l36y 137, en caso de quiebra, concurso, muerte, incapacidad o
innabilítación de todos los socios comanditados, puede el socio comanditario realizar los actos urgentes que requiera la gestión
de los negocios sociales mientras se regulariza la situación creada, sin incurrir en las responsabilidades de los artículos 136y
137.

Regularización: plazo, sanción.


La sociedad se disuelve si no Se regulariza o transforma en el término de tres meses. Silos socios comanditarios no
cumplen con las disposiciones legales, responderán ilimitada y solidariamente por las obligaciones contraídas.

En caso de muerte, quiebra, inhabilitación o incapacidad de los socios "comanditados" la ley


autoriza al socio "comanditario" a realizar los actos urgentes de administración, mientras se regulariza
la situación. La sociedad debe regularizarse dentro de los tres meses con la inclusión de nuevos socios
"comanditados", si no, la sociedad se disuelve. También puede recurrirse a la "transformación" en otro
tipo social. Si fueran dos o más los socios comanditarios, la sociedad podría transformarse en una de
responsabilidad limitada o en una sociedad anónima, de modo que esos socios mantuvieran el derecho
a "limitar" su responsabilidad.

190. ACTOS PROHIBIDOS Y ACTOS PERMITIDOS AL SOCIO


COMANDITARIO (Arts. 137y 138)

Art. 137.- Prohibiciones al comanditario. Sanciones. El socio comanditario no puede inmiscuirse en la


administración; silo hiciere será responsable ilimitada y solidariamente.
Su responsabilidad se extenderá a los actos en que no hubiera intervenido cuando su actuación administrativa fuere
habitual.
Tampoco puede ser mandatario. La violación de esta prohibición hará responsable al socio comanditario como en los
casos en que se inmiscuya, sin perjuicio de obligar a la sociedad de acuerdo con el mandato.
Art. 138. - Actos autorizados al comanditario. No son actos comprendidos en las disposiciones del artículo anterior
los de examen, inspección, vigilancia, verificación, opinión o consejo.

Como dijimos antes, el socio comanditario tiene prohibido inmiscuirse en la administración,


bajo pena de ser considerado responsable en forma personal, solidaria e ilimitada.
Tampoco puede ser mandatario o apoderado de la sociedad, bajo igual pena. Esta prohibición
completa la anterior, pues de no existir sería muy fácil burlar por este medio la prohibición de
administrar.
Pero el socio comanditario puede examinar, vigilar, inspeccionar y verificar los actos y
operaciones sociales, dar su opinión y consejo.
De todos modos subsiste el peligro de que por vía del nombramiento de un tercero no socio
como administrador social, designado por el voto del socio o socios comanditarios, pueda éste o éstos
violar esta prohibición. En efecto, si el socio comanditario tiene mayoría de capital bien podría violar
la prohibición de inmiscuirse en la administración social designando en tal carácter a un tercero de su
confianza. De ocurrir una situación de esta naturaleza, probado el fraude a la ley cabría aplicar al socio
comanditario la sanción que establece el artículo 137.

191. APLICACION SUPLETORIA DE LAS NORMAS


DE LA SOCIEDAD COLECTIVA

La ley en varias disposiciones remite a la aplicación supletoria de las reglas de la sociedad


colectiva. Tal por ejemplo en el artículo 134 cuando refiriéndose a los socios "comanditados" expresa
que éstos responden "como los socios de la sociedad colectiva"; también en esa misma disposición
cuando se refiere al nombre social; cuando regula sobre la administración y representación social el
artículo 136; y en cuanto a la forma de tomar las resoluciones sociales, el artículo 139 remite a los
artículos 131 y 132.
Siendo un tipo "mixto", es lógico que en ausencia de reglas especiales le sean de aplicación las
correspondientes a la sociedad colectiva.
192.UTILIDAD DE ESTE TIPO SOCIAL PARA SANEAR EMPRESAS CON
DIflCULTADES

Brunetti1? nos señala con particular interés que este "tipo social" puede ser muy útil para
sanear una empresa cuya marcha sea deficiente o presente dificultades. Tanto en el caso de un
empresario individual como en el caso de una sociedad colectiva, podrán asociarse con acreedores a
quienes se les confiera la categoría de socios "comanditarios" de modo de limitar su responsabilidad.
Tales soluciones se podrán ofrecer y ser de utilidad en caso de "concurso", plenamente admisibles en
nuestra ley concursal (ley 24.522).

192 BIS. PELIGROS QUE ENCIERRA

Este tipo social encierra el riesgo de que pueda ser utilizado como un medio para defraudar, si
el socio colectivo con responsabilidad ilimitada resultara insolvente y el patrimonio de la sociedad
fuera irrelevante.
De allí que la "solvencia" de este tipo de sociedades estará dado primeramente por su
patrimonio social y, en forma subsidiaria, por el patrimonio del socio colectivo. Y quien contrata con
sociedades de este tipo debe indagar previamente esos aspectos, como acto de diligencia normal.

D) LA SOCIEDAD DE CAHTAL E INDUSTR!A 193. CONCEPTO

Respecto de este tipo social tampoco la L.S. nos da un concepto, sino sus características. Se
trata de una sociedad comercial no difundida en la legislación comparada, prevista únicamente en
Latinoamérica (Uruguay, Brasil, Chile y Argentina). En nuestro país ya la regulaba el Código de
Comercio de 1862.
Coincidimos con autores que sostienen que su denominación no es correcta, ya que debió
denominársela "sociedad de

10 BRLNETTI op. cit., T. 1, pág. 718, nro. 334.


capital y trabajo"11 porque la palabra "industria" no está usada en su exacta acepción sino en la
del trabajo humano.
Se trata de un "tipo mixto", pues la sociedad se integra con dos categorías de socios: a) los
socios capitalistas que aportan el capital y responden por las operaciones sociales como los socios de
la sociedad colectiva; y b) los socios "industriales" que aportan únicamente su trabajo y no responden
con sus bienes propios.
Diremos entonces que se trata de una sociedad "de interés", "intuitu personae", de tipo mixto,
con dos categorías de socios.

194. CARACTERíSTICAS (Art. 141)


Art. 141. Caracterización. Responsabilidad de los socios. El o los socios capitalistas responden de 105 resultados de
las obligaciones sociales como 105 so cios de la sociedad colectiva; quienes aportan exclusivamente su industria responden
hasta la concurrencia de las ganancias no percibidas.

Existen dos categorías de socios: los socios capitalistas que responden por las obligaciones
sociales en forma subsidiaria, ilimitada y solidariamente; y lOS socios que aportan exclusivamente su
trabajo que limitan su respon8abilidad hasta la concurrencia de las ganancias no percibidas.
De modo que los socios capitalistas están en la misma situación que los socios de la sociedad
colectiva, en tanto que los socios industriales limitan su responsabilidad a los resultados de los
negocios sociales y sólo comprometen utilidades que no se hubieran distribuido.
Como consecuencia de lo expuesto, la quiebra de la sociedad producirá la quiebra sólo de los
socios "capitalistas", que asumen responsabilidad subsidiaria.

195. DENOMINACION O RAZON SOCIAL (Art. 142)


Art. 142. - Razón social. Aditamentos. La denominación social se integra con las palabras "sociedad de capital e
industria" o su abreviatura.
Si actúa bajo una razón social, no podrá ligurar en ella el nombre del socio industrial.
La violación de este artículo hará responsable solidariamente al lirmante con la sociedad por las obligaciones así
contraídas.

11 Cfr. FARINA, A., op. di., pág. 200, nro. 282.


La denominación de la sociedad se integrará con el agregado de "sociedad de capital e
industria" o su abreviatura.
Si la sociedad actúa bajo una razón social, se prohíbe que el socio o los socios industriales,
puedan figurar en ella. Unicamente pueden figurar en la razón social los socios "capitalistas" o
"solidarios".
La violación de esta norma impondrá al socio industrial firmante una responsabilidad solidaria
con la sociedad por las obligaciones así contraídas.

1%. ADMINISTRACION Y REPRESENTAC ION (Art. 143)


Art. 143. - La representación y administración de la sociedad podrá ejercerse por cualquiera de los socios, conforme a
lo dispuesto en la Seeción I del presente capítulo.

Cualquiera de los socios, sin distinción de categorías, puede ejercer la administración y


representación social.
Son de aplicación aquí las reglas que ya vimos respecto de la administración y representación
de la sociedad colectiva (puntos 173, 174 y 175). De modo que los socios pueden designar
administrador a un tercero ajeno a la sociedad, realizar una administración conjunta, indistinta, o
adjudicar funciones específicas.

197. PARTICIPACION DEL SOCIO INDUSTRIAL EN LOS BENEFICIOS (Art. 144)


Art. 144. - Silencio sobre la parte de beneficios. El contrato debe determinar la parte del socio industrial en los
beneficios sociales. Cuando no lo disponga se fijará judicialmente.

El contrato social debe establecer la parte que le corresponderá al socio industrial en los
beneficios. Si callara al respecto, el artículo 144 L.S. consagra el derecho del socio trabajador a
solicitar su fijación judicial.

198. RESOLUCIONES SOCIALES (Art. 145)


Art. 145. - El artículo 139 es de aplicación a esta sociedad, computándose a los efectos del voto como capital del
socio industrial el del capitalista con menor aporte
Muerte, incapacidad o innabílitación del socio administrador. Quiebra.
Se aplicará también el artículo 140 cuando el socio industrial no ejerza la administración.

Las decisiones de la sociedad se tomarán por mayoría absoluta de capital: pero si se tratara de
la modificación del contrato social, se requiere unanimidad; salvo pacto expreso en contrario previsto
en el contrato. Estas reglas de la sociedad en comandita simple son aplicables a este tipo social. Dada
la particular naturaleza de este tipo social, donde el socio "industrial" no aporta bienes "cuantificables"
en dinero, la ley consagra una presunción legal que es aplicable en tanto los socios no hayan
estipulado otra cosa en el contrato social.
La regla legal supletoria de la voluntad de las partes, establece que a los efectos de las
votaciones, al socio industrial se le debe fijar un capital y para ello el artículo 145 L.S. prescribe que al
socio industrial le corresponderá como capital el del capitalista con menor aporte. Es decir que si el
capital fuera integrado por tres socios capitalistas, con aportes del: socio A, un 25%; socio B, un 45% y
socio C, un 30%; en las votaciones, al socio industrial se le deberá adjudicar un capital del 25% que es
el menor que corresponde a los socios capitalistas.
En cambio, si fueran solamente dos socios, uno capitalista y otro industrial, en las votaciones
tendrá cada uno igual peso, ya que al socio industrial le adjudicaremos un capital del 100% igual que
al socio solidario.
La ley no prevé el caso de que sean varios los socios industriales. Supongamos el caso de una
sociedad donde haya tres socios capitalistas, con aportes como los del ejemplo anterior y cinco socios
industriales. ¿Cómo se aplica la regla del artículo 145? ¿A cada socio industrial se le conferirá un
derecho de voto equivalente al 25% del capital? o ¿ese porcentaje es para toda la categoría de socios
industriales?
Reiteramos que la regla del artículo 145 es supletoria de lo que las partes establezcan en el contrato
social y que es in:ítulable que los socios pueden apartarse de ella y convenir otra cosa. Pero si nada han
previsto en el acto constitutivo, entonces se aplica esa regla y la interpretación más lógica será que si
fueran más de uno los socios industriales, a cada uno de ellos le corresponderá en las votaciones un
capital équivalente al del socio capitalítsta con menor aporte. -
Esto evitará que uno o vanos socios capitalistas disimulen una relación laboral con sus
empleados bajo la forma de una sociedad de este tipo. Varios socios industriales tendrían, casi
seguramente, la mayoría. También porque de alguna manera tal interpretación establece un criterio de
justicia ausente de la norma, que posibilita a un socio capitalista que hará todo el anorte, advertido del
contenido de esa regla del artículo 145, buscar un socio "de paja" al que adjudique el 5% o menos del
capital social. Con lo que el socio o socios industriales casi carecerían de peso en las votaciones para
decidir sobre la conducción de la sociedad.
Este tema se conecta con el de las "relaciones de trabajo disimuladas bajo forma de sociedad"
que luego analizaremos con las limitaciones propias de este trabajo.

199.MUERTE, INCAPACIDAD O INHABILITACION DEL SOCIO ADMINISTRADOR.


QUIEBRA (Art. 145, Y párr.)
Cuando se produce alguna de estas situaciones, que afecte a todos los socios administradores y
siempre que el o los socios industriales no ejerzan la administración, será de aplicación la regla del
artículo 140 establecida para la sociedad en comandita simple, es decir que en tal supuesto el socio
industrial podrá continuar con la administración de la sociedad, realizando los actos urgentes que
requiera la gestión social, sin incurrir en responsabilidad subsidiaria, siempre que se regularice la
sociedad dentro del término de tres meses, con la incorporación de uno o más socios capitalistas o
mediante la transformación de la sociedad en otro tipo social.
Vencido el plazo de tres meses, la sociedad se disolverá.
Los socios industriales que no cumplan con las obligaciones que prescribe esta regla, asumirán
una responsabilidad subsidiaria, ilimitada y solidaria por las obligaciones sociales contratadas.

200. TRANSFERENCIA DE LA PARTE SOCIAL

Para la transferencia de la parte social del socio capitalista o de uno de los socios capitalistas,
se requerirá la unanimidad
de todos los socios (de ambas categorías), conforme la regla del artículo 131 L.S., salvo que el
contrato social previera otra solución. El contrato podría, por ejemplo, requerir la unanimidad
únicamente de los socios capitalistas; o bien una mayoría determinada.
Distinta es la situación de los socios industriales, respecto a la posibilidad de poder transferir
su "condición de socio". Dado que estamos en presencia de una sociedad donde el elemento "personal"
es decisivo, la regla tiene que ser también la de exigir la "unanimidad" de todos los socios, de ambas
categorías, salvo pacto expreso en contrario.

201. SITUACION DEL SOCIO INDUSTRIAL

En su calidad de "socio" tiene los mismos derechos que los que corresponden a los socios de
la sociedad colectiva, ya que la ley no le impone limitaciones, como al socio "comanditario". Puede
intervenir en la administración, si así lo prevé el contrato social; puede votar en las reuniones sociales
para la adopción de las decisiones; lógicamente también tiene derecho de opinar sobre todas las
cuestiones sociales; tiene derecho de pedir informes al administrador; derecho a verificar los libros y
documentos sociales; derecho a peticionar la intervención judicial; a solicitar judicialmente la
exclusión del socio capitalista; y sólo puede ser excluido de la sociedad si media 'justa causa" y es
necesaria su conformidad para la modificación del contrato socialu.
A su vez, tiene las obligaciones comunes a todo socio, en cuanto a cumplir con el aporte
prometido, en este caso su trabajo; actuar con lealtad; no realizar negocios en competencia con la
sociedad; etcétera.
La imposibilidad de cumplir con su trabajo, en caso de ser uno el socio industrial, producirá la
disolución de la sociedad, si no fuera posible la incorporación de un nuevo socio industrial. Si la
imposibilidad fuera temporaria, los socios pueden ponerse de acuerdo en contratar a un empleado que
realice el trabajo del socio industrial.
En caso de negativa del socio industrial a cumplir su aporte, eHo sería causal de exclusión,
con daños y perjuicios. Si

12 Cfr. FARINA, op. cit., pág. 210, nro. 304.


su aporte es esencial, la sociedad se disolverá. Si no lo fuera, podrá incorporarse un nuevo
socio industrial.

202. RELACION LABORAL Y SOCIO INDUSTRIAL

De conformidad con las disposiciones de la Ley de Contrato de Trabajo (ley 20.744


modificada por la ley de facto 21.297), el socio que trabaja para una sociedad es considerado "en
relación de dependencia" a los efectos laborales y previsionales (art. 27).
Pero además, el socio industrial tendrá derecho a participar en las ganancias de la sociedad y a
ejercer los derechos que hemos enunciado en el punto anterior.
Por ello la "simulación" de sociedad en este caso, es sumamente peligrosa para los socios
capitalistas que pretendan encubrir una relación laboral bajo este tipo social.
De todos modos, la realidad o no de la existencia de "sociedad" es una cuestión de hecho y
dependerá de la gama de derechos y facultades concedidas al "socio" industrial"; a su participación o
no en la administración social; a si ejerce o no sus facultades de fiscalización y control; si participa o
no en las reuniones sociales, etcétera.

203. SOCIEDAD CIVIL DE CAPITAL E INDUSTRIA

El Código Civil prevé en varias disposiciones esta sociedad de capital e industria (arts. 1705,
1708, 1709, 1779, 1780 y 1781).
Indudablemente que la distinción pasa ahora por el "tipo social" adoptado, esto es por la
"forma" y no por la "actividad", porque podrá ser civil o comercial, como criterio general aplicable,
aun a las asociaciones, como vimos al considerar el artículo 3º, L.S.
Pero el problema se plantea aquí porque bien podría constituirse una sociedad civil de capital e
industria. El criterio distintivo estará, no obstante, en las "formas". Si se cumplen los recaudos de la
Ley de Sociedades comerciales, con contrato social inscripto en el Registro Público de Comercio y
con las constancias contractuales referidas en el artículo 11, estaremos en presencia de una sociedad
comercial.
E) DELA SOCIEDAD ACCIDENTAL

O EN PARTICIPA ClON

204. CONCEPTO

La Exposición de Motivos de la ley 19.550, expresa respecto de esta "sociedad", que no


obstante que parte importante de la doctrina contemporánea niega a este vínculo el carácter de
sociedad, la Comisión decidió regularlo como sociedad anómala (porque carece de personalidad
jurídica). Para ello se funda en lo siguiente:
a) crea entre los integrantes, esto es, en las relaciones internas, un vínculo social; y
b) se diferencia por ello, sustancialmente, de los demás negocios parciarios.
Expresa que, en esencia, mantiene el régirnen del Código de Comercio y destaca los siguientes
caracteres "esenciales" de esta sociedad:
a) es una sociedad oculta;
b) transitoria; y
c) para una o más operaciones determinadas.
Y finaliza expresando que "la mayoría" de la Comisión señala que la ausencia de cualquiera
de estos requisitos traerá como consecuencia que no se trate de una sociedad accidental o en
participación (expresiones éstas que se utilizan como sinónimos o equivalentes)"13.
Farina que realiza un completo estudio sobre el tema, expresa que los términos "accidental" y
"participación" no son sinónimos, ni equivalentes. Sostiene este autor que hay sociedad en
'pa'riicipadón" cuando dos o más personas mediante aportes destinados a constituir un fondo común, en
virtud de un acuerdo privado que no trasciende a terceros, encomiendan a uno de ellos, llamado socio
gestor, la aplicación de ese fondo común a una actividad económica para dividirse entre sí las
ganancias o soportar las pérdidas.
En cambio, agrega, "sociedad accidental" es aquella que se constituye para una o más
operaciones determinadas y transitorias, de modo que concluidas dichas operaciones la sociedad se

13
Exposición de Motivos, ley de facto 19.550, Sección IX, págs. 1 y 2.
disuelve. Esta sociedad no necesita ser oculta o "en participación"14.
Concluyendo su análisis, sostiene Farina que "dentro de la ley 19.550 no son sinónimas sino
que se trata de dos figuras interdependientes en el sentido de que una sociedad accidental sólo puede
ser en participación, y toda sociedad en participación debe ser, necesariamente, accidental".
Brunetti analiza las asociaciones en partici]pación expresando que no poseen un fondo común y
no constttuyen una "empresa" propiamente dicha. Que lo que se crea entre las partes es una relación de
común interés económico. Las expresiones, agrega, "sociedad interna" y "sociedad secreta", no pueden
ser admitidas en sentido figurado, porque "si la ley no concibe una sociedad inoperante externamente,
tampoco, sin visible contradicción, podrá concebirla en las relaciones internas"15.
Halperin sostiene que se trata de una sociedad "meramente interna" carente de personalidad
jurídica y de patrimonio autónomo16.
Felipe de Solá Cañizares en la obra de Brunetti, nos expresa que el contrato de participación no
se considera en todos los países ni por todos los autores como una sociedad. Y nos señala que, por
ejemplo, en Francia, la cuestión se decidió finalmente por el legislador (reforma de 1921), en el
sentido que es una sociedad; en Alemania se la califica de sociedad si bien una parte de la doctrina
sostiene la posición contraria. Refiriéndose a Argentina expresa que la ley la califica de contrato de
sociedad y la jurisprudencia y la doctrina lo han considerado tradicionalmente como una sociedad.
Señala, sí, la oposición de Garo"17.
Creemos con De Solá Cañizares que decir que es una sociedad pero sui géneris o "anómala"
como dicen los autores de nuestra ley; o "interna" como dice Halperin o decir que no es una sociedad,
pero regularía como tal, no tiene importancia práctica.
De todos modos, dentro de nuestro régimen normativo, no es una sociedad comercial, porque le
faltan elementos esenciales para considerarla tal, de conformidad con la precisa definición

14 FARINA, op. cit., pág. 517, nro. 789.


15 BRUNETTI, op. cit., T. 1, pág. 4, nro. 13.
16 HALPERIN, Curso..., pág. 309, nro. 9.

17 SOLÁ CAÑIZAREs, Felipe de, en "Comentarios y notas del traductor", en la obra de BRUNETTI, T. 1, págs. 63 y 64.
dada en el artículo 1º, L.S., y los requisitos de Publicidad e mscripción que establecen los
artículos 5º, 7º y 12º. 18
Además, coincidimos con Brunetti, en el sentido de que hablar de "sociedad interna" o
"sociedad secreta" (u "oculta", agregamos) es una contradicción. No se puede sostener que es una
sociedad, pero que es anómala. Digamos más bien, que es un contrato bilatem4 asociativo,que no da
origen a una sociedad comercial, sino a una asociación, que será comercial o civil, según sea su objeto,
como lo expresa Anaya, con quien coincidimos

205. CARACTERES (Art. 361)


Art. 361. - Caracterización. Su objeto es la realización de una o más operaciones determinadas y transitorias, a
cumplirse mediante aportaciones comunes y a nombre personal del socio gestor. No es sujeto de derecho y carece de
denominación social; no está sometida a requisitos de forma ni se inscribe en el Registro Público de Comercio. Su prueba se
rige por las normas de prueba de los contratos.

Las notas características de la llamada "sociedad accidental o en participación" pueden


resumirse del siguiente modo:
a) Es una sociedad oculta, como lo señala la Exposición de Motivos y se desprende del texto del
artículo 361, que existe solamente entre los socios. Los aportes se hacen a nombre del socio "gestor"
que es quien actúa frente a los terceros, asumiendo directamente los derechos y adquiriendo,
personalmente, las obligaciones. Los demás socios no se dan a conocer, se mantienen ocultos. Tan es
así que si el socio "gestor", con consentimiento de los demás socios, hace conocer sus nombres, éstos
también asumirán una responsabilidad ilimitada y solidaria.
b) Es transitoria, pues se constituyen para la realización de una o más operaciones detenninadas y
transitorias. Por eso es "accidental" según nuestra ley. Esta característica es "esencial" según los
autores de la ley, y se opone al carácter de permanencia que tiene toda sociedad comercial que debe
constituirse por un plazo de duración detenninado, según reza el artículo 11, inciso 5Q

18 Cfr. ANAYA, Jaime Luis, "Las sociedades accidentales o en participación en la ley 19.550", en Estudios de
Sociedades Comerciales en hon'enaje a
Cadas f Zavala Rodnguez, T. 1, Astrea, pág. 28.
19
ANAYA, op. cit., pág. 18.
c) No es sujeto de derecho, pues no tiene patrimonio y actúa a nombre y bajo la responsabilidad
del socio "gestor
d) Carece de denominación social, pues permanece "oculta" a los terceros que contratan con
el gestor y bajo responsabilidad de éste. La denominación social o "nombre" de la sociedad es un
elemento "esencial" del contrato de sociedad, de conformidad con lo prescripto en el artículo 11,
inciso 1º.
e) No está sujeta a requisitos de fonna, de modo que no se exige la forma escrita, ni
certificación o autenticación de firmas, ni instrumento público. Puede tratarse de un convenio verbal o
escrito sin autenticar las firmas. Su existencia se prueba por las normas que regulan la prueba de los
contratos, lo que de alguna manera, corrobora nuestra posición.
f) No se inscribe en el Registro Público de Comercio, ni en ningún otro. Esto en razón de que
se trata de una "sociedad oculta" a los terceros.
g) Posee dos categorias de socios, el socio "gestor" y los socios "partícipes" (la ley los
llama "socios no gestores").
h) No tiene patrimonio social ya que si bien los socios se obligan a hacer aportes ellos se hacen a
nombre del socio gestor, no de la sociedad, que, como vimos, no tiene personalidad jurídica.

206. OBJETO
El artículo 361 establece que "su objeto" es la realización de una o más operaciones
determinadas y transitorias. El contrato debe expresar la operación o las operaciones precisas a
realizar, lo que diferencia este contrato de la "sociedad comercial" que en su objeto social enunciará
"la actividad" a la que se dedicará la sociedad, que debe ser preciso y determinado (art. 11, inc. 3º).
Aquí no se enunciará una "actividad" determinada, sino una "operación" o un negocio'
determinado. O más de uno, pero siempre que sean precisos y determinados.
Farina sostiene que esas operaciones no pueden eludir el carácter de "transitoria" de la
sociedad, acudiendo a su acepción común, equivalente a "efímero", por lo que, dice, no podrá tratarse
de operaciones que demanden gran duración en el tiempo, como sería, la construcción de un edificio.
De modo que debe tratarse de operaciones a realizar en un tiempo breve20.

20 FARINA, op. dt., pág. 538, nro. 809.


Creemos que ese elemento "transitoriedad" interpretado literalmente le quita toda eficacia y
trascendencia a esta asociación y le priva de la posibilidad de ser útil para obras de envergadura
(construcción de edificios, puentes, diques, etc.), que son casos que podrían justificar su regulación
jurídica particularizada.
Por ello estimamos que el vocablo lmnsitorias usado en el artículo 361 no debe interpretarse en
el sentido que expresa Fa-rina, sino que compartimos la opinión de Otaegui de que esta asociación
puede ser útil para rezar obras de gran evergadura y que precisamente una de sus fmalidades es la
instrumentación adecuada de la coordinación entre sociedades a fin de afrontar en conjunto
operaciones que exceden las posibilidades de cada una de ellas, como, por ejemplo, una obra pública.
Con toda precisión agrega Otaegui que "la determinación de la operación u operaciones constitutivas
del objeto de la sociedad no significa que las mismas no requieran de múltiples operaciones
integrativasy la transitoriedad no implica brevedad"21.
Otra cuestión a resolver es si la operación u operaciones que constituyen "su objeto" debe ser
comercial. Nuestra ley adopta como hemos visto ya, el sistema de "tipicidad", esto es, el criterio de la
"forma" y no el de la "actividad" para determinar el carácter de la sociedad. Pero ese criterio no resulta
aplicable a esta asociación, porque no se trata precisamente de una sociedad comercial ni de un "tipo
social" determinado, como natural consecuencia.
Farina, que afirma que se trata de una "sociedad comercial", sostiene, no obstante, al
considerar este tema, que dependerá del objeto que estemos en presencia de una sociedad "civil" o
"comercial". Si el objeto es civil, expresa, tal sociedad deberá sujetarse a las disposiciones del Código
Civil22.

207. PROPIEDAD DE LOS APORTES


El artículo 361 expresa que el objeto se cumplirá "mediante aportaciones comunes" y "a
nombre personal del socio gestor". En caso de liquidación, el liquidador es el socio gestor y

21 (>UAEGUI, Julio C., Administrución Socielada, Abaco, Buenos Aires,

1979, pág. 366. nro. 81.


22 FARINA, op. cit, pág. 543, nro. 818.
éste debe rendir cuentas de su resultado a los socios no gestores, como reza el artículo 366,
modificado por la ley 22.903.
La referencia a aportaciones comunes daría la idea que se trata de un "fondo común" del cual los
socios son "copropietanos". Pero a poco que se observe con atención la regulación de esta particular
asociación se advertirá que los aportes se transfieren en "propiedad" al socio gestor y esta
interpretación, que adopta Anaya en el artículo citado y que compartimos, ha sido consagrada
explícitamente en la Ley de Concursos, en su artículo 151 (conforme la nueva ley 24.522). Esta
solución es la que mejor protege los intereses de los terceros 'que contratan con esta asociación.
Los socios no gestores adquieren un crédito contra el gestor, por el aporte efectuado, y en caso
de quiebra de éste, concurrirán como tales integrando la masa de acreedores del fallido.

208. ADMINISTRACION

La administración de esta asociación está a cargo del socio "gestor", que puede ser uno o más.
El es el representante y el que contrata con terceros, pero a diferencia de los demás representantes
sociales no actúa en nombre y representación de una sociedad, sino que lo hace en nombre propio,
asumiendo las obligaciones. Por eso su responsabilidad es ilimitada. Si los gestores son más de uno,
son responsables solidariamente.
Pero eso no significa que en el contrato los demás socios no puedan prever un mecanismo de
control de la actuación del socio gestor o que se obligue a éste a dar cuenta periódicamente de su
gestión.
Con acierto señala Otaegui que la administración de esta sociedad no puede estar a cargo de
un "tercero", ya que la ley habla de "socio gestor" y ésta es una característica de esta asociación.
Además dicho socio gestor debe tener capacidad suficiente para efectuar los contratos y operaciones
necesarios para cumplir el objeto de su constitución.
Logicamente que la tarea del socio gestor debe ser remunerada y ella será fijada en el contrato,
o posteriormente por los demás socios.
En cuanto a la renuncia y remoción del socio gestor requieren justa causa, porque su actuación
es un elemento "esencial" del contrato.
Finalmente, coincidimos otra vez con Otaegui cuando expresa que la actuación del
administrador de esta "sociedad" no se debe juzgar como la del administrador de la sociedad colectiva,
y aplicársele las reglas del mandato, sino que se debe apreciar que el gestor actúa a nombre propio y
por cuenta ajena, como el comisionista, por lo que deben aplicársele las reglas de la comisión23.
Sin perjuicio de ello, el gestor tiene las obligaciones de lealtad y diligencia que impone el
artículo 59, L.S.

209. CONTROL DE LA ADMINISTRACION (Art. 364)

Art. 364. - Contralor de la administración. Si el contrato no determina el contralor de la administración por los socios, se
aplicarán las normas establecidas para los socios comanditarios.

Rendición de cuentas.
En cualquier caso, el socio tiene derecho a la rendición de cuentas de la gestión.

De modo que los socios partícipes o no gestores, podrán examinar los libros y documentos,
contratos e instrumentos que suscriba el gestor. Pueden solicitar información, dar opinión y consejo y
vigilar la administración de conformidad con lo prescripto en el artículo 138 L.S. Los socios no
gestores tienen siempre derecho a la rendición de cuentas del gestor.

210. RESPONSABILIDAD DE LA "SOCIEDAD" Y DE LOS SOCIOS POR LAS DEUDAS


SOCIALES (Arts. 362, 363y 365)
Art. 362. - Terceros: derechos y obligaciones. Los terceros adquieren derechos y asumen obligaciones sólo respecto del socio
gestor. la responsabilidad de éste es ilimitada. Si actúa más de un gestor, ellos serán solidariamente responsables.

Socios no gestores.
El socio que no actúe con los terceros no tiene acción contra éstos.

23 OTAEGUI, op. cit., pág. 368, nro. 81.


Art. 363. - Conocimiento de la existencia de los socios. Cuando el socio gestor hace conocer los nombres
de los socios con su consentimiento, éstos quedan obligados Ilimitada y solidariamente hacia los terceros.
Art. 365. - Contribución a las perdidas. Las pérdidas que afectaren al socio no gestor no pueden superar el valor de su
apórte.
La regla es que frente a loS terceros se obliga el "gestor", pero éste puede repetir, lógicamente,
contra sus socios, lo pagado por el grupo. Para ello el gestor cuenta con los aportes efectuados por los
socios y que él administra.
El gestor responde, como vimos ya, ilimitadamente. Los demás socios sólo hasta el limite de
sus aportes.
Un caso particular es el previsto en el artículo 363, cuando el gestor hace conocer a terceros la
existencia de otros socios, con consentimiento de éstos. Entonces los socios no gestores quedan
también obligados como aquél, en forma ilimitada y solidariamente hacia los terceros.

211. QUIEBRA DEL GESTOR (Art. 151, ley 24.522)


Dado que los aportes de los socios partícipes ingresan en el patrimonio del socio "gestor", es
éste quien puede ser declarado en quiebra y no la asociación que no tiene patrimonio. La quiebra del
gestor trae como consecuencia la disolución de la asociación, en razón del desapoderamiento que
sufrirá en sus bienes y en los que aportaron los socios de la asociación.

212. DISOLUCION
El artículo 90, L.S., expresa que en las "sociedades" en participación la muerte de un socio
resuelve parcialmente el contrato, sin efectuar distinción en cuanto a la "categoría" de socios. Como lo
señala Anaya24 citando a Garrigues, la muerte del gestor produce la disolución, indiscutiblemente. Pero
parece distinta la solución en el caso de la muerte de alguno de los asociados. La doctrina extranjera
coincide en señalar que la muerte del asociado o socio no gestor no produce la disolución de la
sociedad.
El artículo 91 otorga el derecho a cualquiera de los socios de esta asociación a peticionar la
exclusión de otro si mediara

24 ANAYA, Jaime Luis, op. cit., pág. 28.


"justa causa". Anaya plantea otra vez la diferencia entre las categorías de socios y sostiene la
interpretación anterior, en el sentido de que la exclusión del socio gestor producirá la disolución, no
así la de los no gestores.
Y tal es la regla expresa del artículo 155 de la Ley de Concursos que consagra la referida
solución, al disponer que la quiebra del gestor produce la disolución de la "sociedad en participación".
Luego, la quiebra de alguno de los socios no gestores, no produce la disolución de la asociación.
En cuanto a las demás causales enunciadas en el artículo 94, L.S., cabe efectuar las siguientes
precisiones:
Inc. 1º por decisión de los socios: es plenamente aplicable a estas asociaciones que se han
constituido por 'voluntad" de esos socios;
Inc. 2º por expiración del término por el cual se constituyó: no corresponde por cuanto esas
asociaciones no tienen duración determinada;
Inc. 30 por cumplimiento de la condición a la que se subordinó su eristencia: aquí la asociación no
está sometida a condición alguna, de modo que esta causal no es de aplicación;
Inc. 40 por consecusión del objeto para el cual se fonnó, o por la imposibilidad sobreviniente de
lograrlo: el cumplimiento de la operación u operaciones que motivaron la constitución de esta
asociación es la causa natural y lógica de su disolución. De igual modo, si se diera la situación de
imposibilidad sobreviniente de lograrlo, también estaríamos en presencia de otra causal de disolución;
Inc. 50 por pérdida del capital social: no es aplicable en este caso pues la asociación no tiene
capital social;
Inc. 60 por declaración de quiebra: ya vimos que la quiebra del socio gestor produce la
disolución. No así el supuesto de quiebra de los socios no gestores;
Inc. 70 por su jusión: no se trata de un supuesto aplicable a estas asociaciones que no tienen
personalidad ni patrimonio;
Inc. 8º por reducción a uno del número de socios: No es aplicable a estas asociaciones el supuesto
de subsistencia de la sociedad previsto en el inc. 8º por cuanto no resulta posible la continuidad bajo
responsabilidad "ilimitada" del socio único. Sin perjuicio de lo expuesto precedentemente respecto al
supuesto de "muerte", exclusión o quiebra del gestor;
Inc. 9º por sanción firme de cancelación de oferta públka o de la conración de sus acciones: tampoco
es aplicable a esta asociación;
Inc. 10º por retiro de la autonzación pam fiuzcionar: causal también inaplicable a esas
asociaciones en participación.

213. LIQUIDACION (Art. 366)


Art. 366. - Normas supletorias. Esta sociedad funciona y se disuelve, a falta de disposiciones especiales, por las reglas
de la sociedad colectiva en cuanto no contrarien esta Sección.

Liquidación.
La liquidación se hará por el socio gestor, quien debe rendir cuentas de sus resultados a los socios no gestores.

El artículo 402 del Código de Comercio preceptuaba que la liquidación de la sociedad


accidental o en participación estaba a cargo del socio gestor y se practicaba mediante una rendición de
cuentas, solución que dejó sin efecto la ley 19.550, aplicando supletoriamente a esta asociación las
reglas de la sociedad colectiva.
Esta solución resultaba incompatible con la asociación, lo
25
que había señalado la doctrina
La ley 22.903 de reformas a la ley 19.550, incorporó al artículo 366 un segundo párrafo que
importa restablecer el artículo 402 del Código de Comercio, al consagrar que la liquidación se hará por
el socio gestor, quien debe rendir cuentas de sus resultados a los socios no gestores.
La jurisprudencia nacional ya había consagrado esta solución:

La liquidación de la sociedad accidental debe ser realizada por el socio gestor.


Capital Federal, Cám. Nac. Com., Sala A, 3-IX-70, "Said c. Cocimano", J.A., 1971, t. 9, pág. 169.

214. NORMAS SUPLETORIAS


El artículo 366, primer párrafo, L.S., remite a las normas que rigen la sociedad colectiva en
cuanto a su funcionamiento y

25 ANAYA, Jaime, artículo citado, pág. 31.


disolución en tanto esas reglas no contraríen las específicas que regulan esta asociación.

NOTAS A LA OCTAVA EDICION

1. fURISPRUDENCIA

En este capítulo incorporamos los siguientes fallos que estimamos de importancia a los efectos
de un mayor esclarecimiento de los temas en él desarrollados.
E) SOCIEDAD ACCIDENTAL O EN PAR TICIPA ClON

205. CARACTERES (Art. 361)


No siendo la sociedad accidental o en participación "sujeto de derecho" (art. 61, L.S.), carece de capacidad para
adquirir derechos y contraer obligaciones, y por ende de otorgar poderes.
Cám. Nac. Com., Sala E, 19-111-1990, Ficha nro. 8067, "J. Vázquez Iglesias c. Basterrechea SA. s/sum.",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

Las sociedades en participación no son más que manifestaciones "larvadas" de relaciones societarias, que no se
ajustan al concepto, la tipicidad y la regularidad que consagran los artículos 1º y 2º, L.S.
Pueden constituirse con dos o más personas para acometer algún negocio determinado, pero sin trascender en su
ejecución la existencia de una firma o razón social particularmente referida a tal sociedad, o por una o varias sociedades, o entre
éstas y otra u otras personas que actúen con la firma social de alguna de estas sociedades, pero sin firma social que caracterice u
ostente la participación aludida.
Cám. Nac. Com., Sala E, 1-VIII-1991, Ficha nro. 13.000, "Rivero, Ruben c. García, José s/sum.", Repertorio
de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

Características. Transitoriedad

1. Se denomina sociedad accidental o en participación no sólo a la que constituyen dos o más personas para acometer
algún negocio de-
terminado, pero sin trascender en la ejecución del negocio la existencia de una firma o razón
soal particularmente referida a tal sociedad; sino también a la constituida entre una o varias
sociedades, o entre éstas, y otra u otra spersonas que actúan con la firma social de alguna de esas
sociedades, pero sin firma social que caracterice u ostente la participación aludida.
La titularidad estará en cabeza de una sola persona (individuo o sociedad) que es la que
interviene, bajo su propio nombre, en la negociación que es el objeto de la partipación.
El hecho que la participación deba versar sobre una o más operaciones determinadas y
transitorias, no quita que el proceso pueda, en volumen, en espacio y en tiempo, ser más importante
que cualquiera de los procesos de una sociedad o de una empresa de otro tipo.
2. El concepto de transitoriedad es clásico y resulta poco menos que indeterminable en la
inteligencia jurídica del mismo. Si la participación no versa sobre un negocio que se perpetúa en otros
negocios poco importará que el negocio sea complejo o complejísimo, lo que se quiere es que sea la
solución inmediata en orden al común proceso de los negocios. La apreciación de esta circunstancia,
en la imposibilidad de prefijar reglas para concretarla debe quedar librada al arbitrio prudente de los
jueces.
Cám. Nac. Com., Sala B, 19-111-1990, Ficha nro. 8067, "J. Vázquez Iglesias c. Basterrechea
SA. s/sum Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial

Caracterización

El contrato celebrado con el objeto de construir un edificio que sería afectado al régimen de propiedad horizontal,
adjudicándose entre los suscriptores departamentos y locales, por el que uno de ello asume el carácter de gestor en tanto los
otros efectuarían aportes que aquel recaudará y administrará a fin de llevar a cabo el objeto propuesto, es un contrato plurilateral
que si bien da nacimiento a un ente de particulares
características, crea entre sus integrantes vínculos de naturaleza societaria - en el caso
sociedad accidental o en participación -.
Cám. Nac. Com., Sala C, 30-X-1990, "Guida, Alfredo e. Rojas, Angel s/ord.", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial

Caracterización. Denominación. Objeto

1. Más allá del carácter de sociedad o no que pueda asignársele, partiendo del contenido de la relación base
subyacente, se denomina sociedad en participación no sólo a la que constituyen dos o más personas para acometer algún
negocio determinado, pero sin trascender en la ejecución del negocio la existencia de una firma o razón social particularmente
referida a tal sociedad; sino también a la constituida entre una o
varias sociedades, o entre éstas, y otra u otras personas que actúen con la firma social de
alguna de esas sociedades; pero sin firma social que caracterice o detente la participación aludida.
2. La titularidad estará en cabeza de una sola persona (individuo o sociedad) que es la que
interviene, bajo su propio nombre, en la negociación que es el objeto de la partipación.
El hecho que la participación deba versar sobre una o más operaciones determinadas y
transitorias, no quita que el proceso pueda, en volumen, en espacio y en tiempo, ser más importante
que cualquiera de los procesos de una sociedad o de una empresa de otro tipo.
3. El criterio de transitoriedad es clásico y resulta poco menos que indeterminable en la
inteligencia jurídica. Pero es indudable que lo que se quiere destacar con ello, es que la participación
no versa sobre un negocio que se perpetúa en otros negocios; peco importará que el negocio sea
complejo o complejísimo, lo que se quiere es que sea la solución inmediata en orden al común proceso
de los negocios. La apreciación de esta circunstancia, en la imposibilidad de prefijar reglas para
concretarla debe quedar librada al arbitrio prudente de los jueces.
Cám. Nac. Com., Sala B, 17-IV-1990, "Pascona, Catalina c. Mentasti, Roracio s/sum.",
ReNitorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial

206. OBJETO

Forma modificación. Objeto

1. La economía con que se perfila la sociedad accidental o en participación en la normativa, deja un amplio margen a
la autonomía de la voluntad (art. 3%, Cód. Com.) y contribuye a consolidar la falsa ima:
gen que acerca de su sencillez predica la informalidad de su acto constitutivo (art. 397, Cód. Com.), aunque se trata de
una impresión que se desvanece no bien se comienza a indagar la estructura del negocio y la complejidad de las relaciones a la
que da origen.
2. Al igual que las otras figuras societarias - en la ley vigente -ésta nace de un contrato aunque su constitución no se
encuentra necesariamente sometida a condiciones de fondo, comunes a las demás. Tal carencia de formalidad, facilita
considerablemente su constitución, mas no afecta su regularidad. Es decir, se constituye tan sólo mediante el acuerdo de
voluntades de los partícipes, y conforme lo dispone el artículo 361, L.S., no está sometida a los requisitos de forma; si ello es
así para su constitución, también lo será para su modificación, a cuyo respecto no rige el artículo 4º, L.S.
(En el caso, la modificación del objeto social acaeció, o bien se definió ante la original imprecisión, maguer
no hubiera quedado tal extremo expresamente plasmado mediante escritura pública, como aconte
ciera en oportunidad de la concreción de la relación negocial original y aunque la
moclilicación tuviera expresión escritural).
Cám. Nac. Com., Sala B, 19-111-1990, Ficha nro. 8067, "J. Vázquez Iglesias c. Basterrechea
SA. 5/5UflI.", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara ComerciaL

207. PROPIEDAD DE LOS APORTES

1. Resultan elementos fundarnentales para la constitución de una sociedad accidental: la


formación de un fondo común mediante aportes comunes y el reconocimiento recíproco de la
condición de socio.
2. Considerando que la actora era la titular del contrato celebrado para realizar la obra,
los demandados se asociaron a ella para ese contrato y realizaron contribuciones (provisión de
materiales, administración y financiación de la obra), la actora aportó el USO de sus máquinas y
herramientas, se convino la distribución de las utilidades y las pérdidas en cierto porcentaje y no se
empleó denominación social, alguna, tal vinculación debe ser considerada una sociedad accidental o
en participación (del voto en disidencia del doctor Arecha).
3. Descartada la existencia de una sociedad en participación, resulta inaplicable a la acción por rendición de cuentas
el plazo de prescripción trienal previsto por el artículo 848, inciso 1º del Código de Comercio.
4. Tratándose de un contrato mercantil innominado, la acción por rendición de cuentas se encuentra sujeta al plazo de
prescripción ordinaria de diez años dispuesto por el artículo 846 del Código de Comercio.
5. Si la relación entre la actora y los demandados es de naturaleza societaria, la prescripción aplicable a la acción de
rendición de cuentas es la trienal prevista en el artículo 848, inciso 1º del Código de Comercio (del voto en disidencia del doctor
Arecha).
6. Si el rechazo de la demanda se funda en el progreso de la prescripción, la distribución de las costas debe
imponerse en el orden causado (del voto en disidencia del doctor Arecha).
Cám. Nac. Com., Sala E, 16-VI-1995, "Asía S.R.L. quiebra c. Etchegoin, Juan B. y otro", L.L., 8-IV-19%.

208. ADMINISTRACION

En la sociedad accidental o en participación, contrariamente a lo que ocurre con las restantes, la administración
corresponde siempre al socio gestor, quien permanece en sus funciones hasta la conclusión del objeto de la sociedad, no
procediendo la remoción ad-nutuin; ni tampoco la renuncia del gestor, tales situaciones importarían en la práctica el in
cumplimiento del contrato y la imposibilidad de su continuación; en definitiva el fin de la
participación.
Cána. Nac. Com., Sala B, 19-111-1990, Ficha nro. 8067, "J. Vázquez Iglesias c. Basterrechea SA.
s/sum.", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara ComerciaL

210. RESPONSABILIDAD DE LA "SOCIEDAD" Y DE LOS SOCIOS POR LAS DEUDAS


SOCIALES (Arts. 362,363 y 365)
Derechos y obligaciones. ley aplicable

Las prestaciones de las partes en los contratos plurilaterales, de


naturaleza societaria - en el caso, sociedad accidental o en participación - no están vinculadas
por un nexo de reciprocidad sino que se encuentran dirigidas a un fin común y así cada parte adquiere
derechos y obligaciones con relación al ente, y se rigen por las normas respectivas de la ley de
sociedades.
Cám. Nac. Com., Sal a C, 3()-X-1990, "Guida, Alfredo c. R
ojas,
Angel s/ord.", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.
Socio gestor. Responsabilidad total e ilimitada

En las sociedades accidentales o en participación, el socio gestor asume la responsabilidad


total e ilimitada en forma exclusiva: la única excepción a esa regla de responsabilidad se da en el
supuesto que los socios ocultos actúen en forma ostensible, de lo contrario, en la cuenta de partición el
gestor es animus negotii y a él incumbe exclusivamente la gestión.
Cám. Nac. Com., Sala B, 19-111-1990, Ficha nro. 8067, "J. Vázquez Iglesias c. Basterrechea
SA. s/sum.", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

212. DISOLUCION

Reqilisitos

No resulta posible la disolución de una sociedad accidental o en participación sin alegación y


prueba del hecho que la genera, tornando inconsistente en consecuencia el argumento en el sentido de
que tratándose de una norma de orden público, cumplido el objeto, la liquidación deviene ineludible.
Cám. Nac. Com., Sala B, 19-111-1990, Ficha nro. 8067, "J. Vázquez Iglesias c. Basterrechea
SA. s/sum.", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara ComerciaL
ReDdición de cuentas. Dettcho al reclamo de los SOCIOS ocultos

Los socios ocultos poseen derecho a reclamar rendición de cuentas al gestor en cualquier
momento, sin embargo, tal derecho no puede ser ejercido indiscriminadamente, sino sólo bajo ciertas
condiciones: el pedido no podrá entorpecer el normal desenvolvimiento de la sociedad; los gastos que
demande dicha tarea serán a cargo de quien la peticione y los
saldos no serán ejecutables.
Cám. Nac. Com., Sala B, 19-111-1990, Ficha nro. 8067, "1. Vázquez Iglesias c. Basterrechea SA.
s/5UIfl.", ReN'iorio de Junspn¿dencia de la Cámam ComerciaL

Rendición de cuentas. Deitecho de socios no gestores

1. El derecho de los socios participantes no gestores a la rendición de cuentas de la


gestión (art. 364, Y párr.) torna necesaria una contabilidad que razonablemente exteriorice la marcha del
negocio social.
Pero de ello no se deduce que necesariamente deba llevar libros exclusivos de la gestión
particionaria, ya que si bien la sociedad gestora se encuentra facultada para hacerlo, no necesita poseer
libros diversificados.
2. Si en los balances y demás elementos contables, se distinguen con absoluta claridad
las operaciones de la sociedad accidental o en participación de las propias de la sociedad gestora, el
deber de información como sociedad gestora se encuentra cumplido.
Cám. Nac. Com., Sala B, 19-111-1990, Ficha nro. 8067, "J. Vázquez Iglesias c. Basterrechea
SA. s/sum Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

Resolución y disolución. Resolución parcial. Exclusión de socios

1. Toda vez que el régimen de resolución por causa de incumplimiento para los contratos
societarios - en el caso de resolución parcial -es distinto que el adoptado para los de prestaciones recíprocas, el socio gestor
en una sociedad accidental o en participación no puede en caso de incumplimiento parcial de sus
cocontratantes que no efectuaron la totalidad de los aportes comprometidos, pretender perfeccionar mediante la
consignación judicial de lo que habían aportado oportunamente, la exclusión de los socios
incumplidores, que habría concretado extrajudicialmente mediante el procedimiento previsto por el artículo
216, Código de Comercio, coincidente con el artículo 1204, Código Civil.
2. Sin perjuicio del tenor literal de una cláusula del convenio vinculante que establece la posibilidad de disolver
parcialmente el ente por incumplimiento de los aportes, tal cláusula debe conciliarse con los principios contenidos en la ley de
sociedades, debiendo efectuarse la exclusión de los socios de conformidad con lo previsto por el artículo 91, L.S.
Cám. Nac. Com., Sala C, 30-X-1990, "Guida, Alfredo c. Rojas, Angel s/ord.", Repertorio de Jurisprudencia de
la Cámara Comercial
213. LIQUIDACION (Art. 366)

Rendición de cuentas. Rendidón final y pardal. Ejecutabilidad del saldo

1. La rendición de cuentas fmal, es decir, la que prescribe el artículo 366, L.S., como
modo de liquidación, se efectuará en un momento en el que puedan determinarse los resultados de la
gestión. Así, si la gestión concluyó arrojando saldo a favor de los integrantes, el mismo, salvo pacto
diverso, se distribuirá en la medida de los aportes efectuados
por cada uno. En caso contrario, es decir, cuando la cuenta arrojase pérdidas, se concluirá
mediante la percepción por parte de la gestora del reintegro de las pérdidas en la medida que en cada caso
corresponda.
Es por tal circunstancia que si el resultado de la rendición de
cuentas fmal arrojase ganancias, conforme la consecuencia natural que dimana del saldo
positivo de la rendición de cuentas - cual es la ejecutabilidad, artículo 655, CPCCN -, el asociado tendrá
derecho a su percepción, aun coactiva.
2. Cuando de saldo de cuentas parciales se trate, ello no será así en la sociedad
accidental o en participación, por sus peculiaridades, hasta el momento en que su objeto se encuentre
finiquitado, o la sociedad sea liquidada, o se trate de un supuesto de excepción, no podrá ejecutarse el saldo que
eventualmente arroje la rendición parcial, pues de lo contrario ello podría dificultar o impedir el normal desenvolvimiento del
objeto fijado.
(En el caso la mayoría decidió: el cumplimiento del objeto social resultará de las propias cuentas a rendir por el socio
gestor, circunstancia por la cual el carácter parcial o definitivo de la rendición resultará de ésta y, consecuentemente, el
derecho del socio accionante a ejecutar los saldos, oportunidad en que también se determinará la carga de los gastos de esa
rendición).
Cám. Nac. Com., Sala B, 19-111-1990, Ficha nro. 8067, "J. Vázquez Iglesias c. Basterrechea SA. s/sum.",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

Rendición de cuentas: final y parcial. Caracteres

En las sociedades accidentales o en participación, el legislador se ha ocupado de dos cuestiones diversas: rendición de
cuentas final - artículo 366, L.S. - como modo de proceder a la liquidación y rendición parcial
- artículo 364, ap. Y, L.S. - a fin de extremar el derecho de información, es decir, la facultad complementaria de
aquellas que le son reconocidas por la primera parte de dicho artículo, en orden a la posibilidad de ejercer actos de examen,
inspección, vigilancia, verificación, opinión o consejo, atribuciones perfectamente compatibles con las que surgen del artículo
55, L.S.
Las mencionadas disposiciones si bien son todas concordantes, pueden ser sobreabundantes
mas nunca incompatibles.
Cám. Nac. Com., Sala B, 19-111-1990, Ficha nro. 8067, "J. Vázquez Iglesias c. Basterrechea
SA. s/sum.", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial

Liquidación. Rendición de cilentas

Disuelta una sociedad accidental, la misma entra en liquidación, la


que incluye la rendición de cuentas por parte del socio gestor, quien aprobadas éstas podrá
alcanzar la liberación de sus obligaciones sociales.
En consecuencia, no resulta idónea la pretensión del gestor de liberarse de sus obligaciones sociales
mediante la consignación judicial de los aportes efectuados por los socios.
Cam. Nac. Com., Sala C, 30-X-1990, "Guida, Alfredo c. Rojas, Angel s/ord.", ReNflorio de
Jurisprudencia de la Cámara ComerciaL

Uqilidación

Si el objeto societario se encuentra cumplido, puesto que el edificio cuya construcción se ha terminado, y
siendo la esencia de la sociedad accidental la transitoriedad, el ente entra en estado de liquidación,
como consecuencia de haberse producido la causal de disolución contemplada por el artículo 94, apartado 4º, LS. Esto es, la
consecución del objeto social, resultando extemporánea, en consecuencia, la invocación de una causal de resolución parcial.
Cám. Nac. Com., Sala C, 30-X-1990, "Guida, Alfredo e. Rojas, Angel s/ord.", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

2. DOCTR!NA

Sobre los temas tratados en este capítulo, se puede consultar el siguiente trabajo:

Anaya, Jaime Luis, "Las sociedades accidentales o en participación en la ley 19.550", en Estudios
de Sociedades Comerciales en Homenaje a Carlos J. Zavala Rodriguer> Astrea, 1973, pág. 15.
CAPÍTULO XIII
DE LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
215. ANTECEDENTES

Este tipo social acogido en nuestra legislación por la ley 11.645 de 1932 tiene sus
antecedentes en la legislación alemana donde fue implantada en 1892 y en Inglaterra, a partir de 1907.
Viene a llenar una sentida necesidad y a ocupar el amplio espacio que queda entre las
sociedades colectivas, con responsabilidad subsidiaria, personal ilimitada y solidaria de los socios, y la
anónima, cuyo funcionamiento es de por sí más complicado y oneroso.
Estas sociedades limitan la responsabilidad personal del socio y permiten una administración,
control y gobierno más sencillo, de intervención directa de los socios. Estas características fueron
mejoradas por la ley 22.903 de reformas a la ley 19.550.
La ley 19.550 previó una sociedad de responsabilidad limitada "especial", que se regía por
normas diferentes: la sociedad de responsabilidad limitada de veinte o más socios (hasta cincuenta).
La reforma (ley 22.903) modificó ese criterio puramente numérico, para fijar uno mucho más técnico,
cual es el del capital de la sociedad. Si la sociedad de responsabilidad limitada tiene un capital igual o
mayor que el fijado en el artículo 299, inciso 2º, quedará sometida a reglas especiales, similares a las
de la sociedad anónima "abierta" en cuanto a la fiscalización y a las asambleas.
De esta forma se mantiene para esta sociedad la existencia de dos "subtipos", la sociedad de
responsabilidad limitada "común" con sus propias normas y la sociedad de responsabilidad limitada
"especial" con normas similares a las de la sociedad anónima abierta, en los aspectos referidos.
A su vez cabe recordar que dentro de la sociedad de responsabilidad limitada que llamamos
"común", la ley 19.550 dis
tinguía entre sociedades de hasta cinco socios y de más de cinco socios, en cuanto al régimen de
mayorías, exigiendo unanimidad para las resoluciones a adoptar en el primer caso.
La reforma modificó el artículo 160 fijando una regia uniforme para todos los casos, por lo
que ha desaparecido ese "subtipo" que algunos autores señalaban1.

216. CARACTERíSTICAS (Arts. 146, 147)


Art. 146. - Caracterización. El capital se divide en cuotas; los socios limitan su responsabilidad a la integración de las que suscriban
o adquieran, sin perjuicio de la garantía a que se refiere el artículo 150.

Número máximo de socios.


El número de socios no excederá de cincuenta.

Art. 147. - Denominación. La denominación social puede incluir el nombre de uno o más socios y debe contener la indicación
"sociedad de responsabilidad limitada", su abreviatura o la sigla S.R.L.

Omisión: sanción.
Su omisión hará responsable ilimitada y s'olidariamente al gerente por los actos que celebre en esas condiciones.

Las características principales de este tipo social son:


a) los socios limitan su responsabilidad al capital que suscriben, pero garantizan soliaariamente
su integración;
b) el capital social se divide en "cuotas';
c) los socios no pueden exceder de cincuenta;
d) la denominación puede contener el nombre de uno o mas socios y debe expresar la indicación
"Sociedad de responsabilidad limitado "o su abreviatura, o la sigla £RL.

217. DEL CAPITAL SOCIAL (Arts. 148 y 149)


Art. 148. - División en cuotas. Valor. Las cuotas sociales tendrán igual valor, el que será de pesos diez ($ 10) o sus múltiplos.

Art. 149.- Suscripción íntegra. El capital debe suscribirse íntegramente en el acto de constitución de la sociedad.

1 ZALDÍVAR, Enrique y otros, Cuadernos de Derecho Societario, Macchi, Buenos Aires, 1973, T. 1, pág. 42.
Aportes en dinero.
Los aportes en dinero deben integrarse en un veinticinco por ciento (25%), como mínimo y completarse en un plazo de dos (2) anos.
Su cumplimiento se acreditará al tiempo de ordenarse la inscripción en el Registro Público de Comercio, con el comprobante de su depósito en
un banco oficial.

Aportes en especie.
Los aportes en especie deben integrarse totalmente y su valor se justificará conforme al artículo 51. Si los socios optan por realizar
valuación por pericia judicial, cesa la responsabilidad por la valuación que les impone el artículo 150.

El capital social se divide en "cuotas" de igual valor, de diez pesos o múltiplo de diez, no
representables en títulos negociables.
El capital se debe suscribir íntegramente al constituirse la sociedad. Los aportes en dinero se
deben integrar en un veinticinco por ciento (25%) como mínimo en ese acto y completarse en un plazo
no mayor de dos años. Aquí la ley 22.903 innovó y adoptó el criterio ya vigente para las sociedades
anónimas. La ley 19.550 requería una integración del cincuenta por ciento (50%) de los aportes en
dinero.
Los aportes en especie se deben integrar totalmente y su valor se justificará en la forma
referida en el artículo 51, a saber:
Los aportes se pueden valuar en el contrato social, indicando los antecedentes que justifiquen
el valor asignado.
También se pueden valuar según los precios de plaza o por peritos en trámite judicial ante el
juez o autoridad de Registro. Esta última forma es la única que impedirá su impugnación en caso de
quiebra de la sociedad.
En cuanto a los aportes en dinero, una importante modificación que introdujo la ley 22.903 fue permitir
que la integración de esos aportes se justifique al tiempo de ordenarse la inscripción, evitando así la inútil
inmovilización de fondos.

218. RESPONSABILIDAD DE LOS SOCIOS. GARANTIA (Art. 150)

Art. 150. - Garantía por los aportes. Los socios garantizan solidaria e ilimitadamente a los terceros la integración de los aportes.

Sobrevaluación de aportes en especie.


La sobrevaluación de los aportes en especie, al tiempo de la constitución o del aumento de capital, hará solidaria e ilimitadamente
responsables a los socios frente a los terceros por el plazo del artículo 51, último párrafo.
Transferencia de cuotas.
La garantía del cedente subsiste por las obligaciones sociales contraídas hasta el momento de la inscripción. El adquirente garantiza
los aportes en los términos de los párrafos primero y segundo, sin distinción entre obligaciones anteriores o posteriores a la fecha de
la inscripción.
El cedente que no haya completado la integración de las cuotas, está obligado solidariamente con el cesionario por las
integraciones todavia debidas. La sociedad no puede demandarle el pago sin previa interpelación al socio moroso.

Pacto en contrario.

Cualquier pacto en contrario es ineficaz respecto de terceros.

Vimos ya que los socios limitan su responsabllidad al capital que suscriben (es decir, el que se
han comprometido a "integrar").
Sin perjuicio de ello, los socios garantizan en forma ilimitada y solidaria, frente a los terceros, la
integración de los capitales comprometidos por todos los socios.
También los socios garantizan frente a terceros por la sobrevaluación de los aportes en especie,
por el plazo de cinco años, salvo que hubieren optado por la valuación judicial (art. 149, infine).
La ley 22.903 modificó en el artículo 150 el régimen de la garantía frente a terceros en caso de
"cesión o transferencia de cuotas" sociales. Los autores de la reforma señalan que ahora los terceros
cuentan con la garantía de los socios por la integración de los aportes y por sobrevaluación de las
aportaciones no dinerarias. Pero si media una cesión o transferencia de la cuota, en esa garantía
ingresa el nuevo socio y se mantiene la del cedente, aunque éste sólo por las obligaciones contraídas
hasta la inscripción registral de la cesión o transferencia. Una regla particular merece el caso del socio
que cede su cuota o cuotas y no había completado su integración. Aquí subsiste su obligación, sin
distinción entre la exigibilidad por terceros o por la sociedad, salvo que ésta no puede demandarla sino
después de haber interpelado al cesionario moroso.
El pacto en contrario que elimine estas garantías carece de todo valor respecto de terceros.
La garantía que consagra esta norma es un elemento diferenciador, fundamental, respecto de la
responsabilidad de los accionistas de la anónima.
En la anónima, cada accionista responde únicamente por la parte no integrada del capital que ha
suscripto, pero no responde por las deudas de los demás accionistas.
Y esta diferencia sustancial tiene su explicación y justificación en la idea de que mientras la
sociedad de responsabilidad limitada mantiene rasgos de la sociedad de personas, ello se descarta en la
anónima.
Este aspecto debe ser particularmente mentado cuando se requiere asesoramiento respecto del
tipo social más conveniente para una empresa. Se debe tener presente que si los socios integran el total
de sus aportes en dinero al constituir la sociedad, es decir cuando no haya ninguna posibilidad de
aplicar este régimen de garantía, podrá preferirse la sociedad de responsabilidad limitada sobre la
anónima cerrada. De otra forma, es decir si hay deudas por aportes en dinero o se aportan bienes, es
preferible la sociedad anónima.

219. CUOTAS SUPLEMENTARIAS (Art. 151)


Art. 151. - El contrato constitutivo puede autorizar cuotas suplementarias
de capital, exigibles solamente por la sociedad, total o parcialmente, mediante
acuerdo de socios que representen más de la mitad del capital social.

Integración. Los socios estarán obligados a integrarlas una vez que la


decisión social haya sido publicada e inscripta.

Proporcionalidad. Deben ser proporcionadas al número de cuotas de que


cada socio sea titular en el momento en que se acuerde hacerlas efectivas.
Figurarán en el balance a partir de la inscripción.
El contrato social puede prever cuotas suplementarias de capital, exigibles solamente por acuerdo
de los socios que representen más del cincuenta por ciento (50%) del capital social.
Adoptada la resolución de integrar esas cuotas complementarias, total o parcialmente, publicada e
inscripta, los socios quedarán obligados a integrarlas.
La integración de esas cuotas complementarias deberá hacerse por los socios en forma
proporcional al número de cuotas, suscriptas por cada uno al momento en que ellas sean exigibles.
Esas cuotas complementarias deberán figurar en el balance de la sociedad a partir de la
inscripción registral de la resolución respectiva.

220. TRANSFERENCIA DE CUOTAS; NORMAS


REGLAMENTARIAS (Arts. 152,153, 154y 155)

Art. 152. - Cesión de cuotas. Las cuotas son libremente transmisibles, salvo disposición contraria del contrato.
La transmisión de la cuota tiene efecto frente a la sociedad desde que el cedente o el adquirente entreguen a la
gerencia un ejemplar o copia del título de la cesión o transferencia, con autenticación de las firmas si obra en instrumento
privado.
La sociedad o el socio sólo podrán excluir por justa causa al socio así incorporado, procediendo con arreglo a lo
dispuesto por el artículo 91, sin que en este caso sea de aplicación la salvedad que establece su párrafo segando. La transmisión
de las cuotas es oponible a los terceros desde su inscripción en el Registro Público de Comercio, la que puede ser requerida por
la sociedad; también podrán peticionaría el cedente o el adquirente exhibiendo el título de la transferencia y constancia
fehaciente de su comunicación a la gerencia.

Art. 153. - Limitaciones a la transmisibilidad de las cuotas. El contrato de sociedad puede limitar la transmisibilidad
de las cuotas, pero no prohibiría.
Son lícitas las cláusulas que requieran la conformidad mayoritaria o unánime de los socios o que confieran un derecho
de preferencia a los socios o a la sociedad si ésta adquiere las cuotas con utilidades o reservas disponibles o reduce su capital.
Para la validez de estas cláusulas el contrato debe establecer los procedimientos a que se sujetará el otorgamiento de
la conformidad o el ejercicio de la opción de compra, pero el plazo para notificar la decisión al socio que se propone ceder no
podrá exceder de treinta (30) días desde que éste comunicó a la gerencia el nombre del interesado y el precio. A su vencimiento
se tendrá por acordada la conformidad y por no ejercitada la preferencia.

Ejecución forzada.
En la ejecución forzada de cuotas limitadas en su transmisibilidad, la resolución que disponga la subasta será
notificada a la sociedad con no menos de quince (15) días de anticipación a la fecha del remate. Si en dicho lapso el acreedor, el
deudor y la sociedad no llegan a un acuerdo sobre la venta de la cuota, se realizará su subasta. Pero el juez no la adjudicará si
dentro de los diez (10) días la sociedad presenta un adquirente o ella o los socios ejercitan la opción de compra por el mismo
precio, depositando su importe.
Art. 154. - Acciones judiciales. Cuando al tiempo de ejercitar el derecho de preferencia los socios o la sociedad impugnan
el precio de las cuotas, deberán ezpresar el que consideren ajustado a la realidad. En este caso, salvo que el con-
trato prevea otras reglas para la solución del diferendo, la determinación del precio resultará de una pericia judicial;
pero los impugnantes no estarán obligados a pagar uno mayor que el de la cesión propuesta, ni el cedente a cobrar uno menor
que el ofrecido por los que ejercitaron la opción. Las costas del procedí-miento estarán a cargo de la parte que pretendió el
precio más distante del fijado por la tasación judicial.
Denegada la confonmidad para la cesión de cuotas que tienen limitada su transmisibilidad, el que se propone ceder
podrá ocurrir ante el juez quien, con audiencia de la sociedad, autorizará la cesión si no existe justa causa de oposición. Esta
declaración judicial importará también la caducidad del derecho de preferencia de la sociedad y de los socios que se opusieron
resecto de la cuota de este cedente.

Art. 155. - Incorporación de los herederos. Si el contrato previera la incorporación de los


herederos del socio, el pacto será obligatorio para éstos y para los socios. Su incorporación se hará
efectiva cuando acrediten su calidad; en el ínterin actuará en su representación el administrador de la
sucesión.
Las limitaciones a la transmisiblidad de las cuotas serán, en estos casos, inoponibles a las
cesiones que los herederos realicen dentro de los tres (3) meses de su incorporación. Pero la sociedad
o los socios podrán ejercer opción de compra por el mismo precio, dentro de los quince (15) días de
haberse comunicado a la gerencia el propósito de ceder, la que deberá ponerlo en conocimiento de los
socios en forma inmediata y por medio fehaciente.

a) La reforma: la ley 22.903 introdujo en el régimen de transferencias de cuotas sociales una


profunda reforma sobre el régimen anterior de la ley 19.550.
Con fundamento en la doctrina italiana y alemana ha modificado 105 artículos 152, 153,154 y
155 de la Ley de Sociedades Comerciales, destacando las siguientes innovaciones:
1) Principio básico: se consagra la regla de la libre transmisibilidad, morigerada por las
limitaciones que los socios puedan pactar expresamente en el contrato social, donde podrán "limitar"
ese derecho del socio, pero de ninguna manera "prohibirlo".
2) Se consagra el derecho de la sociedad y de los socios de excluir al socio incorporado, si media
justa causa.
3) Se regula específicamente el supuesto de transferencia por ejecución forzada de cuotas
sociales.
4) Se mantiene el régimen sobre la cláusula de continuación con los herederos del socio, en caso
de fallecimiento de éste, pero con la importante novedad que los herederos tienen derecho a transferir
sus cuotas dentro de los tres meses de su incorporación, siéndoles inoponibles las clásulas limitativas a
la transferencia.
5) Finalmente se introduce una reforma de "tipo procesal" en el trámite judicial de oposición
por impugnación del precio, castigando con la costas del trámite referido a quien haya pretendido un
precio más alejado del que en defmitiva se fije, con el objeto de evitar cuestionamientos infundados o
maliciosos, como lo señalan los autores de la reforma.

b) Cesión de cuotas: la transmisión se puede hacer por instrumento público o privado. En este
último caso se deberán autenticar las firmas por escribano público. La transmisión tendrá efecto frente
a la sociedad desde que cualquiera de las partes (cedente o adquirente) entregue un ejemplar del
contrato de transferencia a la gerencia; y es oponible a terceros desde su inscripción registral, que
puede ser requerida tanto por las partes como por la sociedad.

c) Limitaciones a la transmisión de cuotas: el contrato social puede limitar la transmisión de


cuotas, pero no puede prohibirlo. Puede requerir mayorías especiales y aun la unanimidad de los
socios; también puede consagrarse un derecho preferencial de los socios para adquirir las cuotas en
venta y también pueden ser adquiridas por la sociedad, siempre que las adquiera con utilidades o
reservas disponibles o reduzca su capital.

d) Procedimiento para el otorgamiento de la conformidad o ejercicio del derecho de preferencia:


lo fija el contrato social, pero el plazo para notificar la decisión al socio vendedor no podrá exceder de
treinta días desde que éste comunicó a la gerencia el nombre del interesado y el precio. Vencido ese
plazo se tendrá por acordada la conformidad o no ejercitada la preferencia.
Es decir que el procedimiento será el siguiente:
- el socio debe comunicar a la gerencia su decisión de transferir la cuota o cuotas sociales, el
nombre del adquirente y el precio de venta;
- la gerencia debe comunicar todo eso a los demás socios, en forma inmediata en caso de que el
contrato contemple el derecho de preferencia a favor de los socios;
- si el contrato social no prevé el derecho de preferencia, pero exige la aprobación de mayorías
especiales u otorga el derecho de preferencia a la sociedad, la gerencia debe citar a reunión o
asamblea, en su caso;
- los socios deben contestar a la gerencia de inmediato si ejercen o no el derecho de preferencia;
- la resolución de los socios debe ser comunicada al socio vendedor, todo en un plazo no mayor
de treinta días contados desde que él notificó a la gerencia su decisión de vender;
- si la sociedad o los socios, impugnan el precio de las cuotas, deben contestar ofreciendo el
precio que consideren correcto;
- en tal supuesto corresponderá aplicar el procedimiento previsto en el contrato y en caso de que
no existiera previsión contractual, se deberá ocurrir a la vía judicial y establecer el real valor de la
cuota por medio de una pericia. Las costas del juicio serán a cargo de la parte (cedente o sociedad, o
socios, en su caso), que haya pretendido un precio más distante del fijado en la tasación judicial;
- fijado el precio por el trámite judicial, se aplicarán las siguientes reglas: 1) el vendedor no está
obligado a vender por menos de lo ofrecido por la sociedad o los socios aunque el precio determinado
judicialmente fuera menor aún; y 2) los socios, ni la sociedad, en su caso, están obligados a pagar más
de lo requerido por el vendedor, si el precio fijado judicialmente fuera mayor aún;
- si los socios por vía de reunión o asamblea se oponen a la transmisión, no reuniéndose la
mayoría establecida en el contrato social, el vendedor podrá ocurrir ante el juez, quien citará a la
sociedad y si no existiera justa causa de oposición, autorizará la transmisión. Si la sociedad ha
notificado al vendedor su oposición sin ejercer el derecho de preferencia que tuviere o sin que lo
hayan ejercido al mismo tiempo los socios, en su caso, la sentencia judicial que admita la transmisión
tendrá el alcance de hacer caducar esos derechos de preferencia. De esta forma se evitarán dilaciones
innecesarias y la posible especulación de los socios y la sociedad que pretenda primero oponerse y
luego, en una segunda etapa, ejercer el derecho de preferencia.
e) Transmisión por ejecución forzada: en caso de ejecución judicial de cuotas sociales, cabe
distinguir si el contrato social establece limitaciones a la transferencia de cuotas o no. Si no hay
limitaciones las cuotas serán subastadas sin problema alguno. En cambio, si el contrato social prevé
limitaciones - como el derecho de preferencia de los socios o de la sociedad, o mayorías especiales-, se
deberá seguir un trámite especial, que es el siguiente:
- la resolución que ordena el remate judicial debe ser notificada a la sociedad por lo menos
quince días antes de la subasta;
- en ese plazo de quince días el acreedor demandante de la ejecución de las cuotas sociales, su
titular (el socio ejecutado) y la sociedad, pueden llegar a un acuerdo sobre la venta de las cuotas
embargadas: si lo hacen deberá cumplirse ese pacto;
- si no llegan a un acuerdo, se procederá a la subasta judicial de las cuotas;
- pero aun después del remate, hasta los diez días siguientes, tanto la sociedad como los
socios, podrán ejercer su derecho de preferencia o bien proponer al juez un adquirente, por igual
precio que el obtenido en la subasta. De esta forma la sociedad y los socios podrán evitar el ingreso de
algún adquirente que no tenga ningún vínculo con los demás socios.

f) Incorporación de los herederos: si para el caso de muerte de uno de los socios el contrato social
prevé la incorporación de sus herederos, tal pacto será obligatorio para éstos y para los socios. Su
incorporación se hará efectiva cuando el heredero o los herederos acrediten debidamente su condición.
Desde el fallecimiento del socio y hasta ese momento de la incorporación, la representación estará a
cargo del administrador de la sucesión.
Pero los herederos podrán transferir sus cuotas dentro del plazo de tres meses de su
incorporación resultando inoponibles las limitaciones que pudiera establecer el contrato social, sin
perjuicio que la sociedad o los socios puedan adquirir esas cuotas en iguales condiciones.
En este supuesto el trámite debe ser el siguiente:
- los herederos deben comunicar al gerente de la sociedad su decisión de vender las cuotas,
nombre del adquirente y precio de venta;
- la gerencia debe comunicarlo de inmediato a los socios, en forma fehaciente (esto es por un
medio que pueda acreditarse debidamente);
- los socios deben contestar ejerciendo su derecho de preferencia de inmediato;
- el plazo total en este trámite, contado desde que el heredero notificó al gerente de la
sociedad, no podrá exceder de quince días.

221. COPROPIEDAD DE LAS CUOTAS SOCIALES (Art. 156)

Art. 156. - Copropiedad. Cuando exista copropiedad de cuota social se aplicará el artículo 209.
Derechos reales y medidas precautorias.
La constitución y cancelación de usufructo, prenda, embargo u otras medídas precautorias sobre cuotas, se inscribirán
en el Registro Público de Comercio. Se aplicará lo dispuesto en los artículos 218y 219.

Esta disposición legal nos remite a la aplicación, para el caso de copropiedad de una cuota
social, del artículo 209 dentro de la sección que regula a las sociedades anónimas.
El artículo 209 consagra la regla que las acciones son indivisibles y que en caso de
copropiedad de una acción, se aplicarán las reglas del condominio. La sociedad podrá exigir la
unificación de la representación para ejercer los derechos y cumplir las obligaciones sociales.
De modo que transplantando esas reglas a la sociedad de responsabilidad limitada, diremos
que en caso de "copropiedad" de cuotas, se aplicarán las reglas del "condominio" (arts. 2673 al 2755
del Cód. Civ.), y que, para el ejercicio de derechos y cumplimiento de las obligaciones sociales, la
sociedad podrá exigirles a los condóminos que unifiquen la representación.

222. USUFRUCTO, PRENDA, EMBARGOS Y OTRAS MEDIDAS CAUTELARES SOBRE


CUOTAS SOCIALES

Sobre una cuota social se puede constituir un derecho real de usufructo o de prenda. El
usufructo es, según el artículo 2807 del Código Civil, el derecho real de usar y gozar de una cosa
(mueble o inmueble), cuya propiedad pertenece a otro, con tal que no se altere su sustancia. Las cuotas
sociales son partes representativas del capital de una sociedad de responsabilidad limitada y, al igual
que las acciones de sociedades anónimas, se deben considerar bienes muebles. Sobre ellas puede, en
consecuencia, constituirse un derecho de usufructo.
En cuanto a la prenda común, para distinguirla de la "con registro", es el derecho real de
garantía que se constituye sobre un bien mueble o sobre un crédito, que se entrega al acreedor en
garantía del pago de una deuda (art. 3204, Cód. Civ.). Sobre
las cuotas sociales se puede constituir también, un derecho real de prenda.
Esta norma de la ley expresa que la constitución y cancelación de estos derechos reales y de
embargos u otras medidas precautorias sobre cuotas sociales, se debe inscribir en el Registro Público
de Comercio; y agregó que se aplicarán los artículos 218 y 219, también de la Sección de las
Sociedades Anónimas.
El artículo 218 se refiere al usufructo de acciones, aplicable también al usufructo de cuotas.
Las reglas son que el usufructuario (que es aquel a cuyo favor está constituido el derecho real de
usufructo) tiene derecho a percibir las ganancias obtenidas durante el usufructo. El dividendo será
percibido por el tenedor de las cuotas en el momento del pago y si hubiera varios usufructuarios
sucesivos lo percibirán en proporción a la duración de sus derechos.
En cuanto a los demás derechos que se derivan de la calidad de socio inclusive el derecho al
remanente final resultante de la liquidación, corresponden al nudo propietario, salvo pacto en contrario
y con excepción del usufructo legal constituido por la ley en los bienes de los hijos menores a favor de
sus padres (art. 2816, Cód. Civ.).
Cuando las cuotas sociales no estuvieran totalmente integradas, el usufructuario, para
conservar sus derechos, debe completar el pago de lo que falta, con facultad de repetir esos pagos del
nudo propietario.
En los casos de prenda o de embargo, los derechos corresponden al propietario de la cuota
social. El acreedor prendario o el embargante, en su caso, están obligados a facilitar el ejercicio de los
derechos del socio quien soportará los gastos que correspondan.

223. DE LA ADMINISTRACION Y REPRESENTACION (Art. 157)

Art. 157. - Gerencia. designación. La administración y representación de la sociedad corresponde a uno o más gerentes, socios o
no, designados por tiempo determinado o indeterminado en el contrato constitutivo o posterior-mente. Podrá elegirse suplentes para casos de
vacancia.

Gerencia plural.
Si la gerencia es plural, el contrato podrá establecer las funciones que a cada gerente compete en la administración o imponer la
administración conjunta
o colegiada. En caso de silencio se entiende que pueden realizar indistintamente cualquier acto de administración.

Derechos y obligaciones.
Los gerentes tienen los mismos derechos, obligaciones, prohibiciones e in-compatibilidades que los directores de la
sociedad anónima. No pueden participar, por cuenta propia o ajena, en actos que importen competir con la sociedad, salvo autorización expresa
y unánime de los socios.

Responsabilidad.
Los gerentes serán responsables indívidual o solidariamente, según la organización de la gerencia y la reglamentación de su
funcionamiento establecidas por el contrato. Si una pluralidad de gerentes participaron en los mismos hechos generadores de
responsabilidad, el juez puede lijar la parte que a cada uno corresponde en la reparación de los perjuicios, atendiendo a su actuación
personal. Son de aplicación las disposiciones relativas a la responsabilidad de los directores cuando la gerencia fuere colegiada.

Revocabilidad.
No puede limitarse la revocabilidad, excepto cuando la designación fuere condición expresa de la constitución de la sociedad.
En este caso se aplicará el artículo 129, segunda parte, ylos socios disconformes tendrán derecho del receso.

a) Criterio de la refoma

En esta parte la ley


19.550 también fue modificada por la ley 22.903 que introdujo las siguientes reformas:
1) gerencia plural. no se limita a la aplicación de las normas existentes sobre el directorio de la
sociedad anónima, sino que facilita la reglamentación al pacto social; sentando como regla de interpretación,
en caso de silencio del contrato, la administración indistinta;
2) derechos y obligaciones: precisa mejor las prohibiciones; y
3) responsabilidades: prescribe que para su determinación deberá estarse a la actuación personal
de cada uno de los gerentes en los actos generadores de responsabilidad, especialmente en el caso de gerencia plural o
colegiada.
En consecuencia las reglas que rigen la administración y representación son las que
analizamos a continuación.

b) Designación

La administración y representación corresponden en esta sociedad a uno o más gerentes, socios o no,
designados por
tiempo determinado o indeterminado, en el contrato social o posteriormente. La reforma prevé
la designación de gerentes suplentes para que actúen en caso de vacancia.

c) Gerencia plural

En este supuesto el contrato puede establecer diversas funciones para cada gerente o bien
consagrar una administración conjunta o colegiada. En caso de que el contrato nada disponga sobre el
particular, se entenderá que la administración es indistinta y que cualquiera de los gerentes puede
realizar actos de administración y representar a la sociedad.
d) Derechos y obligaciones

Los gerentes tienen los mismos derechos, obligaciones, prohibiciones e incompatibilidades que
los directores de sociedades anónimas. Lo subrayado es un agregado de la ley 22.903, que dispone que
los gerentes no pueden realizar por cuenta propia o ajena, actos en competencia con la sociedad, salvo
autorización expresa y unánime de los socios.

e) Responsabilidad

Este párrafo del artículo 157 fue también una incorporación de la ley 22.903. Prescribe que los gerentes
son responsables, en forma personal y solidaria, según sea la gerencia unipersonal o plural, y según la
reglamentación de las funciones establecidas en el contrato social. Si varios gerentes participaron de
un mismo acto generador de responsabilidad para la determinación de la misma se podrá tener en
cuenta la actuación personal que a cada uno le cupo en ese acto. En realidad aquí la reforma se quedó
a medio camino, pues debió consagrar la regla que Corresponde fijar la responsabilidad en relación a
la actuación personal de cada uno, como criterio obligatorio para el juez y no meramente facultativo
(la norma dice que el juez "puede" fijar...).
Finalmente establece que cuando la gerencia fuera colegiada, serán de aplicación las normas relativas a
la responsabilidad de los directores.
1) Revocabilidad

En este tema no se ha innovado manteniéndose la regla que el contrato social no puede limitar
la revocabilidad del nombramiento de gerentes, excepto cuando la designación fuera la condición expresa
de la constitución de la sociedad. En este supuesto sólo podrá ser removido el gerente existiendo "justa
causa" y mediante acción judicial. En tal supuesto, los socios disconformes con la remoción tienen
derecho de receso. De esta forma la ley ha zanjado el conflicto que podría suscitarse, facilitando el
retiro de aquellos socios que no aceptaran la remoción del gerente. Ya analizamos anteriormente este
tema del receso (art. 78, Cap. IX, A. De la transformación) y a lo allí expuesto nos remitimos.

224. DE LA flSCALIZACION (Art. 158)


Art. 158.- Fiscalización optativa. Puede establecerse un órgano de liscalización, sindicatura o consejo de vigilancia, que se regirá por
las disposiciones del contrato.

Fiscalización obligatoria.
La sindicatura o el consejo de vigilancia son obligatorias en la sociedad cuyo capital alcance el importe fijado por el artículo 299,
inciso 2º).
Nortnas supletorias.
Tanto a la fiscalización optativa como a la obligatoria se aplican supletoriamente las reglas de la sociedad anónima. Las atribuciones
y deberes de estos órganos no podrán ser menores que los establecidos para tal sociedad, cuando es obligatoria.

Vimos ya que la ley 22.903 modificó el criterio respecto de la sociedad de responsabilidad limitada
"especial" que no depende del número de socios, sino del capital social.
El principio en materia de fiscalización sigue siendo el mismo de la ley 19.550: la designación de un
órgano de fiscalización es optativo en la sociedad de responsabilidad limitada común y es obligatorio en
la sociedad de responsabilidad limitada especial.
El órgano de fiscalización puede ser la sindicatura, unipersonal o plural, o el consejo de
vigilancia (sobre estos órganos nos extendemos al analizar la sociedad anónima).
En ambos casos se aplicarán supletoriamente las reglas existentes para la sociedad anónima.
La ley 22.903 agregó un párrafo que merece especial atención: "las agribuciones y deberes de estos
ó'ganos no podin ser menores que los establecidos pam tal sociedad (la anónima) cuando es obligatona". Sin
perjuicio de los errores de redacción que se advierten a poco que se preste atención al párrafo (debió
decir "órgano" en singular, porque el órgano de fiscalización es uno, que podrá ser ejercido por
sindicos o por un consejo de vigilancia, pero la función es la misma, aunque difieran las facultades; y
en vez de "obligatoria" debió decir "obligatorio"), es indudable su importancia, que tiende a equiparar
imperativamente los derechos y obligaciones del órgano de fiscalización con el de la sociedad
anónima. De modo que contractualmente no se podrán disminuir sus atribuciones ni sus deberes.
La ley guarda silencio respecto del caso de optar por el consejo de vigilancia si éste nombrará
al o los gerentes, así como puede designar el directorio en la anónima (arts. 255 y 281, d). También si,
como en el caso de la anónima, sus miembros deben ser socios (art. 280). Entendemos que se deben
aplicar las mismas reglas referidas para la sociedad anónima, de modo que si el contrato en la sociedad
de responsabilidad limitada prevé un consejo de vigilancia, podrá ser éste el que designe al o a los
gerentes y asimismo que los miembros del consejo deberán ser socios.

225. DE LAS RESOLUCIONES SOCIALES


Art. 159. - El contrato dispondrá sobre la forma de deliberar y tomar acuerdos sociales. En su defecto, son válidas las resoluciones
sociales que se adopten por el voto de los socios, comunicado a la gerencia a través de cualquier procedimiento que garantice su autenticidad,
dentro de los diez (10) días de habérseles cursado consulta simultánea a través de un medio fehaciente; o las que resultan de declaración escrita
en la que todos los socios expresan el sentido de su voto.

Asambleas.
En las sociedades cuyo capital alcance el importe fijado por el artículo 299, inciso 2º) los socios reunidos en asamblea resolverán
sobre los estados contables de ejercicio, para cuya consideración serán convocados dentro de los cuatro (4) meses de su cierre.
Esta asamblea se sujetará a las normas previstas para la sociedad anónima, reemplazándose el medio de convocarías
por la citación notificada personalmente o por otro medio fehaciente.
Domicilio de los socios.
Toda comunicación o citación a los socios debe dirigirte al domicilio expresado en el instrumento de constitución, salvo que se haya
notificado su cambio a la gerencia.

La ley 19.550 impuso como forma de deliberación, en ausencia de disposiciones contractuales, la


de las asambleas de la sociedad anónima; y dicha forma era obligatoria para la sociedad de
responsabilidad limitada de veinte o más socios.
Ya vimos que la sociedad de responsabilidad limitada "especial" es la que por su capital alcanza
el mínimo que surge del artículo 299, inciso 2º, de acuerdo a la reforma de la ley 22.903. Pero este
sistema de deliberación en la sociedad anónima no dio resultados positivos. Por ello la ley 22.903,
siguiendo el criterio de la ley alemana, buscó adoptar formas más sencillas para las decisiones de los
socios por medio de consultas que les cursa la gerencia y donde dejan por escrito su opinión, o bien la
declaración escrita del voto de cada socio, con transcripción de las decisiones en el libro de actas y la
conservación de los instrumentos que respalden esas transcripciones.
El artículo 159 establece que las resoluciones se adoptarán de acuerdo con lo prescripto en el
contrato social. En ausencia de tal previsión, serán válidas las decisiones que se adopten siguiendo
alguno de estos procedimientos:
Voto de los socios comunicado a la gerencia por medio fehaciente, dentro de los 10 dias de cursada la
consulta respectiva; o,
- por declaración escrita en que todos los socios expresan el sentido de su voto.
Respecto a la sociedad de responsabilidad limitada "especial", resulta obligatorio el sistema de
asambleas, modificando la forma de notificación de la convocatoria a los socios, que debe ser en forma
personal o por otro medio fehaciente. Es indudablemente más lógico en una sociedad que no tiene más de
cincuenta socios, el sistema de notificación fijado por la ley 22.903 que el común de los edictos
previsto para las sociedades anónimas.
La aludida regla legal agrega que las comunicaciones o citaciones a los socios se deben hacer
en el domicilio expresado en el contrato social, salvo que se hubiera notificado su modificación a la
gerencia.

226. REGIMEN DE MAYORIAS (Art. 160)


Art. 160. - Mayorías. El contrato establecerá las reglas aplicables a las resoluciones que tengan por
objeto su modificación. La mayoría debe representar como mínimo más de la mitad del capital social.
En defecto de regulación contractual se requiere el voto de las tres cuartas partes del capital social.
Si un solo socio representare el voto mayoritario, se necesitará, además, el voto de otro.
La transformación, la fusión, la escisión, la prórroga, la reconducción, la transferencia de domicilio al
extranjero, el cambio fundamental del objeto y todo acuerdo que incremente las obligaciones sociales o la
responsabilidad de los socios que votaron en contra, otorga a estos derecho de receso conforme a lo dispuesto
por el artículo 245.
Los socios ausentes o que votaron contra el aumento de capital, tienen derecho a suscribir cuotas
proporcionalmente a su participación social. Si no lo asumen, podrán acrecer los otros socios y, en su defecto,
incorporarse nuevos socios.
las resoluciones sociales que no conciernan a la modificación del contrato, la designación y la
revocación de gerentes o síndicos, se adoptarán por mayoría del capital presente en la asamblea o participe en el
acuerdo, salvo que el contrato exija una mayoría superior.

Tanto la ley 11.645, como la ley 19.550 establecieron el requisito de la "unanimidad" para
aquellas resoluciones que importaban una mayor responsabilidad para los socios, con excepción del
caso de la sociedad de responsabilidad limitada especial. Al mismo tiempo se otorgaba al socio
disconforme el derecho de receso.
Al respecto la ley 22.903 introdujo una profunda reforma, adoptando el criterio general de
exigir la mayoría de tres cuartas partes del capital si no se hubiera previsto mayoría especial en el
contrato, para cualquier modificación contractual. Al mismo tiempo se otorga a los socios disidentes el
derecho de receso. Se aclara que si un solo socio representara el voto mayoritario, se necesitará,
además, el voto de otro socio. De esa forma se evita que en la sociedad de responsabilidad limitada,
donde un socio tenga gran parte de su capital social, pueda, por sí solo, imponer modificaciones
contractuales a los demás socios.
También se ha previsto que los socios ausentes o que votaron en contra del aumento de
capital, tienen derecho a suscribir cuotas proporcionales a su participación social, si no optaren por
ejercer el derecho de receso. En caso de que no incrementen su capital, tendrán derecho a acrecer los
otros socios y si éstos no suscribieran las nuevas cuotas, podrán incorporarse nuevos socios.
Las demás resoluciones sociales que no impliquen la modificación del contrato, como la
designación o revocación de gerentes o síndicos, se adoptarán por mayoría de capital presente en la
asamblea o partícipe en el acuerdo, salvo que el contrato social exija una mayoría superior.

227. LIMITACIONES AL DERECHO DE VOTO


(Art. 161)

Art. 161. - Voto: cómputo, limitaciones. Cada cuota sólo da derecho a un voto y rigen las limitaciones
de orden personal previstas para los accionistas de la sociedad anónima en el artículo 248.

Dado que en esta sociedad el capital se representa en "cuotas", la ley consagra la regia de que
cada cuota social da derecho a un voto.
El socio que en una operación determinada tenga un interés contrario al de la sociedad (caso
del socio que pretende venderle un bien a la sociedad o alquilarle un inmueble y en general celebrar
cualquier contrato con la sociedad; o si se trata de un contrato entre sus parientes y la sociedad o entre
otra sociedad a la que está vinculado y la sociedad de responsabilidad limitada), por cuenta propia o
ajena, debe abstenerse de votar.
Si contraviniese esa regia, será responsable por los daños y perjuicios si su voto sirvió para
adoptar una decisión válida, es decir para integrar la mayoría contractualmente exigida.
Estas son las reglas que consagra el artículo 248 y que son aplicables a la sociedad de
responsabilidad limitada de acuerdo con la norma que comentamos.

228. ACTAS DE ACUERDOS SOCIALES (Art. 162)


Art. 162. - Actas. Las resoluciones sociales que no se adopten en asamblea constarán también en el libro
exigido por el artículo 73, mediante actas que serán confeccionadas y firmadas por los gerentes dentro del quinto
día de concluido el acuerdo.
En el acta deberán constar las respuestas dadas por los socios y su sentido a los efectos del cómputo de
los votos, Los documentos en que consten las respuestas deberán conservarse por tres (3) años

Como dijimos antes, la ley 22.903 introdujo una forma más sencilla de adopción de las
resoluciones sociales. Pero cualquiera sea la forma utilizada se debe dejar constancia en el libro de
actas respectivo (libro de actas de asambleas) de las respuestas dadas por los socios y el sentido de sus
votos. Dichas actas deben ser firmadas por los gerentes dentro del quinto día de la fecha del acuerdo.
Asimismo, los documentos donde consten las respuestas o votos de los socios, se deben conservar por
tres años.

NOTAS A LA OCTAVA EDICION

1. JUR!SPRUDENCM

En este capítulo incorporamos los siguientes fallos que estimamos de importancia a los efectos
de un mayor esclarecimiento de los temas en él desarrollados.

217. DEL CAPITAL SOCIAL (Arts. 148 y 149)

Por servir el capital social como medio para obtener beneficios a través del ejercicio de una determinada
actividad económica, su cuantía debe adecuarse a la naturaleza de la misma, pues de lo contrario un capital
desproporcionadamente reducido en su magnitud determinará la imposibilidad de cumplir el objeto, que debe
por esencia, ser fácticamente posible.
El problema radica pues en fundamentar las facultades de quien tenga a su cargo la registración de
sociedades, en aquellos tipos sociales en los cuales la ley impone un capital mínimo, puesto que la ausencia de
un tope legal dejaría librado a su discrecionalidad la determinación del capital suficiente para el desarrollo de
una actividad mercantil. Ello constituye pues el meollo de la cuestión, pero no encuentra en ello obstáculo
insalvable para negar al funcionario citado dichas facultades, que ya han tenido ratificación jurisprudencial, pues
ellas se encuentran insitas en el control de legalidad y que no se trata en consecuencia de fijar matemáticamente,
en base a estadísticas, que capital es necesario para afrontar tal o cual ramo del comercio, sino simplemente de
determinar cuando el capital social que aparece señalado en el contrato es sin lugar a dudas desproporcionado en
relación con la actividad a desarrollarse (Nissen, Ley de Sociedades Comerciales, T. 1, págs. 101/102>.
Cám. Civ. y Com. Gral Roca, 5-x'I-1994, "Ambito S.R.L. 5/ms-cripción contrato (expte. 10.734-CA-
94)".

220. TRANSFERENCIA DE CUOTAS


CeSiÓD de cuotas (art. 153). Cláusulas limitativas

Frente a un texto contractual limitado, casi equívoco, el tribunal no está autorizado para estimar una
interpretación extensa, cuando se trata justamente de cláusulas limitativas, materia en la cual las restricciones
deben ser explícitas por que constituyen una excepción al principio de la libertad mercantil. Si pudo decirse
simplemente que el cedente no operaría en el ramo de la sociedad cuyas cuotas transmitía, y no se
adoptó tal elemental fórmula, luerza es tolerar luego conductas equívocas acaso, pero no francamente prohibidas.
Cám. Nac. Com., Sala D, 4-VII-1991, "Riera, Ruben y otro c. Dotro, Francisco", L.L., 29-XI-1991.

Incorporación de los herederos (art. 155)

La inclusión en el contrato social de un pacto que acuerda a los herederos del socio fallecido la opción
de incorporarse a la sociedad o ejercer el derecho de receso, pero no determina el plazo para hacerlo, está
indicando que los socios sobrevivientes tienen en sus manos el mecanismo de la intimación, instando en el plazo
prudencial que fijen una toma de decisión expresa, que despeje el estado de indefinición que entorpece la
continuidad societaria.
Ante la muerte de uno de los socios, el silencio de los herederos debe interpretarse como que han
optado por la resolución parcial del contrato social, quedando en manos de la sociedad la comunicación para que
ejerzan sus derechos económicos - reclamación de la cuota liquidatoria - y eventualmente la consignación de su
importe.
En todos los casos en que la ley confiere espacio a la autonomía de la voluntad - en el caso de
autonomía societaria de acuerdo con la economía del contrato social - la regla de la autonomaticidad sucesoria
(art. Mio, Cód. Civ.> cede.
En las sociedades de responsabilidad limitada el principio es que los herederos se incorporan a la
sociedad si nada se dice, pareciendo razonable sostener la independencia de régimen entre el específicamente
societario y el sucesorio, pero el contrato social puede disciplinar la cuestión en dos sentidos diametralmente
opuestos: o tornando obligatoria la incorporación, pero dejando a salvo la prohibición de las limitaciones
absolutas a la transmisibilidad, mediante el réglmen de inoponibilidades establecidas en el artículo 155, apartado
2º de la Lay de Sociedades Comerciales; o facultando el derecho de receso en los términos de analogos pactos
(art. 89, L.S.) es decir, reglando la posibilidad de que los sucesores del socio cedan su interés recibido hereditatis
causa.
Cáin. la. Civ. y Com., Bahía Blanca, Sala 1, 24-XI-1922, "Zoilo, Osvaldo P. y otra c. Zoilo
Hnos. S.R.L. y otros", L.L., 1993-D, pág. 412.

Valor de la cuota del socio fallecido


1. El valor que debe atribuirse a las cuotas del socio fallecido debe ajustarse al valor real
de la venta de la empresa en marcha. Los valores contables no tienen importancia para esos efectos. El
apartamiento del principio expuesto llevarla como consecuencia el favorecimiento de un
enriquecimiento indebido para los socios supérstites, en detrimento de los herederos del socio fallecido, que con
su aporte contribuyó a la existencia y desarrollo de la empresa.
2. Para establecer el valor de las cuotas sociales del socio fallecido no debe ser el resultante de una
liquidación forzada, de una subasta, sino el que pueda obtenerse en las mejores condiciones posibles.
Cám. Nac. Com., Sala A, 9-111-1993, "Sánchez, Sol, suc. c. Sánchez y Cía. S.R.L., José", L.L., L,
1993-B, pág. 1657, L.L., Repertorio LIII-1993, pág. 1639.

Herederos. Disolución de la sociedad.


Gestiones realizadas por el administrador.
Derecho del heredero a exigir rendición de cuentas

Los herederos del socio fallecido de una disuelta sociedad de responsabilidad limitada, por la causal de
vencimiento de término, y que entró ipso iure en la etapa liquidatoria, tienen derecho a que los administradores
les rindan cuenta de la gestión realizada, aun cuando ella se hubiere limitado a arrendar el inmueble e
instalaciones y maquinarias de la sociedad a un tercero, pues es evidente que ello importa un típico acto de
administración del patrimonio societario, que continúa manteniendo su individualidad jurídica, frente al
particular de cada socio, lo cual también es una consecuencia de que continúe la personalidad jurídica del ente en
liquidación.
Ello así, toda vez que no hayan caducado los poderes otorgados por la sociedac¡ a sus mandatarios. Aun
cuando obviamente sus facultades sufran mengua por haber concluido el ciclo negocial operativo de la empresa.
Cám. Nac. Com., Sala A, 6-VII-1990, "Apra, Mónica c. Aprile, Roberto siliquidación de sociedad y
rend. de cuentas", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial
223. DE LA ADMINISTRACION Y REPRESENTACION (Art. 157)

e) Responsabilidad

1. Es función de cualquier integrante del órgano de administración de una sociedad de responsabilidad


limitada, aun cuando no haya actuado en los hechos que motivan la calificación de conducta, el control de la
totalidad de la gestión empresaria. El incumplimiento de tal carga da lugar a la culpa in vigilando.
2. La alienidad en el ejercicio de la administración de la sociedad de responsabilidad limitada debe ser
reprochada, pues los demás socios integrantes de la gerencia no quedan liberados de la mínima obligación
de viglíar el regular desenvolvimiento de la empresa.
3. Es condición lóglca de la calificación de conducta fundada en lo previsto por el artículo 235, inciso
1º de la ley 19.551, la indicación precisa de los valores faltantes que conformaban el activo de la sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala C, 28-X1-1994, "Constructora Spinillo S.R.L. siquiebra", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

Existiendo en la sociedad de responsabilidad limitada una gerencia constituida por dos miembros, cuya
actuación es siempre conjunta, el balance debe también practicarse en la misma forma, sin que ninguno de los
integrantes se encuentre obligado respecto del otro a rendir cuentas de su gestión, en razón al carácter
compartido de la gerencia.
La aprobación del balance confeccionado por los gerentes de la sociedad de responsabilidad limitada no
importa revelación implícita de la responsabilidad de éstos por los actos de gestión, pues no se trata de una
rendición de cuentas detallada y documentada de toda la actuación de la gerencia, pudiendo la sociedad - si
fuere necesario - intentar la acción de responsabilidad prevista en el artículo 59, L.S.
Cám. Nac. Com., 27-11-1992, Ficha nro. 13»50, "Future Computación S.R.L. c. Colodro, Jorge
s/sum.", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

Vencimiento de la vigencia de la sociedad-responsabilidad

Vencido el término de duración de una sociedad de responsabilidad limitada sin que se disponga su
liquidación, toda actividad ajena a esos fines hace responsable a los administradores ilimitada y solidariamente
respecto de los terceros y los socios sin perjuicio de la responsabilidad de éstos.
S.C.BA., 16-VI-1992, "Rodríguez, Alberto R. c. Mada S.R.L. y/u otros", L.L., 21-X-1992.
Liberación de responsabilidad: registración de la CeSlÓD
1. La sola cesión de cuotas no es suficiente para excluir al socio de su responsabilidad como
administrador. Para la oponibilidad de la ce-Sión es menester su registración.
2. La ley de sociedades exige la registración como modo de liberarse - frente a terceros - de las
responsabilidades que importa la dirección societaria.
Cám. Nac. Com., Sala D, 30-IV-1991, "Agrícola Ganadera La Marca S.R.L.", L.L., 13-11-1992.

2. DOCTRINA

Sobre los temas tratados en este capítulo, se pueden consultar los siguientes trabajos:

Miguel, Jorge, "La subasta de cuotas de una sociedad de responsabilidad limitada por motivo de la
ejecución seguida por un acreedor particular del socio titular", R.D.C.O., 1%9, pág. 99.
Morello, Augusto Mario - Tróccoli, Antonio, "La adquisición de la cuota social. Realismo", R.D.C.O.,
1978, pág. 1187.
Odriozola, Carlos, "Los derechos de los socios en la venta forzada de cuotas de una sociedad de
responsabilidad limitada", R.D.C.O., 1974, pág. 643.
Richard, Efrafn H., "Notas en torno a las sociedades de responsabilidad limitada conforme a su
regulación en el Anteproyecto de la Lay General de Sociedades", R.D.C.O., 1970, pág. 467.
CAPÍTULO XIV
LA SOCIEDAD ANONIMA

229. EVOLUCION RISTORICA

a) Origen

La sociedad anónima nació como una prolongación de la actuación de la Casa Real Inglesa. La
utilizaron los reyes de la Casa de Anjou, los Tudores y los Estuardos, en parte como el mejor modo de hacer que
las cosas se hicieran y en parte con el objeto de alargar los brazos del poder real1. La noción de la sociedad
anónima está bien fijada en la ley inglesa, tan antiguamente que es necesario remontarse por lo menos
al siglo XIV.
Su personalidad jurídica se definió y acentuó en los siglos XV y XVI: adquirió capacidad para
poseer bienes, entablar demanda y ser demandada, de modo que allí se diferencia de sus miembros y los
sobrevive. En esta evolución finalmente se le confirió el privilegio de la limitación de la responsabilidad de los
miembros a sus respectivos aportes2.
El status societario lo adquiría merced a una concesión real. Por eso se ha dicho que el otorgamiento de
la personalidad jurídica era uno de los recursos principales en virtud del cual el poder real se administraba y
expandía al mismo tiempo3.

BERLE Jr., Adol' A., La Sociedad Anónima en ¡a Sociedad Moderna, de MAsoN, EDWARD, 5. y otros, Prólogo, pág. 2.
2 DE SOLÁ CAÑIZAREs, Felipe, Tnatado de Sociedades por Acciones en el

De'echo Comparado, T. ¡¡1, pág. 9.

3 CtIAYES, Abram, "La sociedad anónima moderna y el imperio de la ley", en La Sociedad Anó,'ima en la Sociedad Moderna, de
MASON, EDWARD y otros, pág. 52.
Los Tudores encararon con decisión la colonización, el corso, la promoción del comercio exterior,
y se valieron de la sociedad anónima para eHo, con lo que la idea de la unidad legal de un grupo
determinado se asocia con la finalidad de la financiación colectiva de negocios. Las cédulas reales de
reconocimiento de las sociedades incluían generalmente la concesión de monopolios del comercio en ciertos
lugares o de determinados artículos, exenciones de ciertas cargas y otros privilegios. Dichas empresas
demandaban sumas cuantiosas y grandes riesgos, y esa fue la tarea que se encomendó a estas sociedades
anónimas que pasaron así no a administrar esos privilegios sino a ejercerlos 4. Así es como la sociedad anónima
del siglo XVII pasó a ser el instrumento ideal de la política económica mercantil.

En esa época el control de las sociedades anónimas lo ejercían las cortes del rey, actuando
como órgano nacional de control y fiscalización administrativa. De esa época son las normas legales
que determinan que al concederse la autorización real se evaluara políticamente tal acto; que en la cédula
de reconocimiento se establecieran las limitaciones al volumen; determinación de las actividades que
desarrollará la nueva sociedad anónima; y mantenimiento riguroso de sus limitaciones 5.
Brunetti al comentar la evolución histórica de la sociedad anónima señala que su verdadero origen
no debe buscarse en Italia, pero que estudiando las sociedades romanas pueden advertirse ciertas
características similares en las societates publicanomm. Estas sociedades de publicanos a que ya hicimos
referencia en el Capítulo 1, punto 2, fueron organizaciones formadas para la realización y recaudación de
ingresos del Estado, el aprovisionamiento y suministro del pueblo y de los ejércitos, y la construcción de
obras públicas. Su actuación ligada a las funciones públicas les dio carácter de "personas públicas",
adquiriendo una personalidad diferente de los socios que las integraban. Por ello, dice este autor
italiano, pertenencen a la categoría de "corporaciones" dotadas de personalidad6.
También expresa Brunetti que otros autores italianos citan en la evolución histórica de las
sociedades anónimas, a la

4 CHAYES, op. cit., pág. 52.


5 CHAYES, op. ci(., pág. 53.
6 BRUNETTI, op. cit., T. II, págs. 1 y 2.
cormmenda medieval como un antecedente, si bien aparece más emparentada con la sociedad en
comandita.
Se cita también a las sociedades llamadas maone (palabra derivada del árabe y que significa ayuda,
socorro), asociaciones de ciudadanos que proveían de dinero a interés, bajo la caución del Estado, a una
expedición naval. Similares son las compe're, que era la subdivisión en "cuotas" de la deuda pública,
unificada en los monti, que era considerada una cosa mueble, transferible y que producía rentas.
Como organización autónoma, que desarrollaba negocios en su propio provecho, en base a los
compere, se creó la Banca di San Giorgio en Génova, en 1407 y consolidado en 1547, al que Besta,
citado por Brunetti, considera que es el más antiguo ejemplo de sociedad por acciones.
También se citan como antecedentes la maona genovesa de Chio y de Focea, llamada también
maona di Giustiniani (1346-1566), la que para algunos autores era una sociedad anónima colonial 7.
b) Primeras sociedades por acciones

Entre las primeras companies, que adoptaron la forma de joint stock company, está la "Rusia
Company", incorporada por la reina Elizabeth en 1555. Estas companies eran convertidas incorporations,
por concesión de la Corona o por ley del Parlamento Special Act of Parliament -, pudiendo cita rse la East
Indian Company (1600), la New River Company (1606), la Hudson's Bay Company (1670), el Bank of England
(1694), la South Sea Company (1711) y la London Assurance Corporation (1720)8.
Desde 1600 a 1720 la historia de las companies es en realidad la historia de unas cuantas compañías
que ejercen verdaderos monopolios.
Esta forma de sociedades "incorporadas" dio lugar a abusos, y fueron prácticamente prohibidas
por el legislador con la Buble Act de 1720 9.
En Italia se cita como un antecedente de las sociedades por acciones a la Casa di San Giorgio,
luego convertida en Banca di
7 BRUNNETI, Op. cit., T. II, pág. 5, nota nro. 8.

8 SOLA CAÑIZARES, op. cit., T. II, pág. 15.

9 SOLÁ CAÑIZARES, Op. cit., T. ¡1, pág. 15.


San Giorgio en Génova. En Siena, también se cita al Monte de Paschi. El capital estaba
dividido en cuotas sociales, que daban derecho de participar en las entradas del Estado, cedidas en
garantía. Esos participantes designaban delegados. Las participaciones eran negociables.
La Compañía holandesa de las Indias Orientales, creada en 1602, suele señalarse como el primer
ejemplo de sociedad anónima en la Europa continental. Posteriormente se crearon las Compañías francesas de
las Indias Orientales y Occidentales, las Compañías de Santo Domingo, del Canadá10.

c) Su desarrollo

Luego viene la transformación de este ente a fin de adecuarlo a la política liberal que se expande por el
mundo, o mejor dicho, que Inglaterra expande. Entonces poco a poco la sociedad anónima se libera del
"paternalismo" de la Corona.
El desarrollo del capitalismo que tiene como base la empresa privada y el principio de la
libertad de contratación, requirió la transformación de aquellas empresas de carácter público creadas
por concesión individual, en otras empresas de carácter privado creadas libremente por voluntad de sus
miembros 11.
La evolución hacia la forma moderna en Europa continental, se inició, como lo senala el destacado
profesor español Dr. Rodrigo Uría12, a partir de la Revolución Francesa, bajo la presión de los postulados del
capitalismo liberal. En el Código napoleónico la sociedad no nacía ya gracias a la autorización o acción de la
Corona, sino en virtud de la voluntad de los socios, si bien el Estado se reservaba el derecho de la autorización
previa para su funcionamiento.
El Código español de 1829 avanzó aún más, y el Estado sólo intervenía en la aprobación de
las escrituras fundacionales por los tribunales.
Después la sociedad anónima se liberó ya de toda tutela estatal, y tanto en Francia en 1867 como en
España en 1869 se

10 URÍA, Rodrigo, Derecho Mercantil, 7' Edición, Madrid, pág. 177; HALPERIN, Manual de Sociedades Anónimas, pág. 7.
11 SOLA CAÑIZARES, op. cit., T. III, págs. 10 y 11.
12 URIA, op. cit., pág. 170, nro. 185.
sancionaron modificaciones que de¿aban en plena libertad a estos entes, sin ningún control
estatal3.
La sociedad anónima continental defmida con los caracteres actuales en el Código de
Comercio francés de 1807 y que tomó formas defmitivas con la ley francesa de 1867, fue creada en otros
países europeos y latinoamericanos bajo principios semejantes. Así, en Alemania en 1870, en Bélgica en 1873,
en Brasil en 1882, en Italia en 1882, en México en 1888, etcétera14.
El capitalismo moderno pudo utilizar en esos países una nueva forma jurídica de empresa que fue
el resultado de la yuxtaposición de elementos modernos: las antiguas compañías aportaron las dos ideas
fundamentales, llmitación de la responsabilidad de sus miembros a sus aportaciones y títulos
negociables. A su vez, el derecho civil aportó el contenido jurídico de la nueva forma social,
encuadrándola dentro de la noción contractual; las necesidades y las ideas de la época aportaron los
conceptos de libertad y de organi:zación democrática15.

d) Evolución en los Estados Unidos de América

El mayor desarrollo, sin embargo, no tuvo lugar en Europa, sino en los Estados Unidos de América. El
famoso fraude de 1720 en Inglaterra, conocido como el "fraude del Mar del Sud", desacreditó
enormemente a la sociedad anónima, a punto tal que por casi cien años a partir de entonces no se habla
de este tipo societario en Inglaterra y sus colonias'6. A comienzos del siglo XIX, "si bien de mala gana y
con cierta aversión", como señala Berle, se comenzó a recurrir nuevamente a ellA, tanto en Gran Bretaña
como en la naciente Estados Unidos, y a pesar de las primeras limitaciones que se le impusieron, ello
no impidió que se abriese paso y floreciera ampliamente a mediados del siglo.
Es en Estados Unidos donde la sociedad anónima adquirió el poder formidable que la
distingue, a punto tal que su gravitación fue tan importante que puso en peligro el mismo poder del
Estado, como lo han señalado eminentes juristas norteamerica13 URIA, op. cit., pág. 170, nro. 185.
14 SOLÁ CAÑIZARES, op. cit, T. III, pág. 11.

15 SOLÁ CAÑIZARES, op. cit, T. III, pág. 12.


16 BERLE, op. di., pág. 2.
nos como Louis D. Brandeis, que fueramiembro de la Corte Suprema17.
Las solicitudes de reconocimiento de personería jurídica en Estados Unidos fueron tantas que
tal acto, otrora importante, pasó a ser un mero trámite burocrático. Así es como en la mayoría de los
estados norteamericanos importantes, el sistema para el otorgamiento de la autorización se regía hacia
mediados del siglo pasado por leyes generales, según las cuales la forma de organización en sociedad
anónima dedicada a los negocios se convirtió en un hecho que podía otorgarse a cualquier postulante
competente. La concesión de la personalidad jurídica quedó así al alcance de los interesados, a
condición de que fuese
18
utilizada con fines de negocio
De eso a la total liberalización había un paso. Así fueron dejadas de lado todas las limitaciones y
restricciones. "La fuerza del mercado reemplazó en forma explícita cada vez con mayor amplitud, a la fuerza
de la ley, en el intento de lograr la deseada organización y regulación del poder"19.
El crecimiento vertiginoso de las sociedades anónimas creó en los Estados Unidos serios problemas, al
afectar éstas en su actividad el mismo funcionamiento del "mercado". Las leyes an-titrusts y las
reglamentaciones públicas han sido, desde entonces, la respuesta característica del gobiernó y la ley
norteamericana a los problemas provocados por el creciente poder de las sociedades anónimas. A partir de
entonces se estudia la forma de contener ese poder o de "dominarlo", a fin de que no se ejerza en forma abusiva
y contra los intereses de la comunidad. Así se ha reglamentado por ley la distribución del poder de voto, para
evitar abusos en la materia, controlando los mandatos para las asambleas20, la distribución del poder de votos en
la sociedad de hoklings de servicios públicos, facultando a la comisión de títulos y bolsas 11' función de
investigar la distribución del poder de voto entre los accionistas de estas sociedades, etcétera21.

17 BERLE, op. cit., pág. 3.


18 CHAYES; op. df., pág. 54.

19 CHAYES, op. cit., pág. 55.

20 Securities Exchange Act de 1934.

21 LEARY, Leo N., "La equitativa distríbución del poder de voto en la ley sobre sociedades holdings de servicios públicos
(1935)", reseña en L.L., t. 77, pág. 938.
La "corporación" continúa siendo considerada en teoría como una creación del Estado que le
confiere la personalidad jurídica concediendo un chaFler, vocablo vinculado a la antigua idea de
concesión, que hoy en todas las legislaciones de los Estados Unidos se obtiene en virtud de leyes generales a las
que se pueden acoger los particulares. En los Estados Unidos la sociedad anónima no tiene carácter de
un contrato entre particulares, pues la incorporación se considera como un contrato entre el Estado y la
corporación, aunque también se ha considerado que se trata de un triple contrato entre el Estado y la
corporación, entre los accionistas y el Estado y entre los propios accionistas22
Así es como toda la legislación contemporánea, especialmente con posterioridad a la Primera
Guerra Mundial, se va incunando hacia una mayor reglamentación de esta forma societaria, a fin de
evitar que sea instrumento de maniobras en perjuicio de las "minorías" de accionistas y de los intereses
generales23.

e) Diferenci8 conceptual entre el derecho anglosajón y el derecho continental

La diferencia fundamental entre el derecho anglosajón y el derecho continental radica en que


en el primero la company nace y se desarrolla al margen de toda idea contractual; mientras que en el
derecho continental europeo, que tiene la influencia del derecho francés, la sociedad anónima surge
acuñada al concepto civilista del contrato. Estas dos concepciones diferentes señalan las características
permanentes en la evolución de la sociedad anónima en uno y otro sistema. Mientras la sociedad por
acciones angloamericana se desenvuelve libremente sin tener que someterse a concepciones rígidas
que no le convienen, y no se considera que sea absurda la intervención del Estado, por el contrario, en
el derecho continental, aferrada a la teoría contractualista civilista, la sociedad anónima se
desenvuelve aprisionada por ese concepto, y allí se considera abusiva cualquier
intervención del Estado por ser un atentado a la autonomía de la voluntad de los contratantes.

22 SOLÁ CAÑIZARES, op. cit., T. 1, pág. 380.

23 En Gran Bretaña rige un severo sistema de sanciones penales, la vigilancia de los auditores, de la Cámara
de Comercio y poderes públicos.
Solá Cañizares nos dice al respecto que este diferente origen explica lo que pueden parecer
contrasentidos e incluso absurdos, y no son más que consecuencias lógicas de las concepciones
distintas al surgir la sociedad por acciones moderna. Parece extra-ño, dice, que en países "campeones"
de la democracia y la libertad admitan realmente intervenciones del Estado en la sociedad por acciones, y que
no se admita en países de la Europa continental, incluso cuando están regidos por un régimen autoritario. Ni en
la Alemania nacional-socialista, ni en la Italia fascista, se produjo la intervención administrativa que existe
en Inglaterra y en Estados Unidos. En España con un régimen político de tipo autoritario, se dictó en
1951 una ley de sociedades anónimas que es más liberal y alejada de todo intervencionismo estatal
que en Inglaterra y Estados Unidos24.
La incapacidad de la teoría contractual para solucionar los problemas que crea la moderna
sociedad anónima determinó la necesidad de recurrir a otra concepción más idónea. Así, en el derecho
germánico, plasmada legislativamente en la ley de 1937, y que ha seguido la legislación francesa en la reforma
de 1966, se abandona la concepción contractualista, adoptando la teoría "institucionalista".
Conviene detenerse, en este estudio de la evolución de estas sociedades, en la ley alemana de
1937, ya que marca un hito fundamental en la evolución de la legislación contemporánea sobre
sociedades anónimas. Partiendo del concepto jurídico del "órgano", modifica sustancialmente el enfoque
de la organización, administración y control de ellas.
Esta ley tiende fundamentalmente a independizar y fortalecer los órganos de control y a proteger los
intereses de las minorías. Crea un órgano de control independiente designado por la asamblea que a su vez
designa a los administradores. La dirección, Vorstand, elegida por el consejo de vigilancia (Aufsichtstrat), que a
su vez, es elegido por la asamblea (Hauptversamnlung). El Vorstand dura cinco años como máximo en el
cargo y viene a ser un empleado de la sociedad25.
24SOLA
LÁ CAÑIZARES, op. ci(., T. III, pág. 14.

25 Cfr., SCIIILLING, Wolfgang, "La protección de las minorías en el derecho alemán de las sociedades
por acciones" (L.L., t. 105, pág. 1087); SEMÓN, Juan M., Nuevo den'cho accionario y de "Konzem" de Alemania. Ley de J%5,
págs. 41 y sigs.
Esta ley ha sido el modelo de la ley francesa de 1966, código de sociedades que es obra de los más
notables juristas franceses y que llevó varios años de estudio y consultas para su elaboración.
Adoptando la teoría germánica, el organismo de control es designado por la asamblea, y sólo puede
estar integrado por accionistas. Este cuerpo designa a su vez al consejo de administración, separando así
claramente ambas funciones. Ello implica, como se ha señalado26, un cambio fundamental, ya que el organismo
de control pasa a ser el cuerpo que en representación de la asamblea, no sólo designa a los directores o
miembros del consejo de administración, sino que también propone la destitución de ellos, además del control
que por sí o por peritos o expertos realice con toda amplitud.
En cambio, la ley española de 1951, dictada entre ambas leyes comentadas precedentemente,
sigue la teoría contractualista, excluye toda intervención del Estado y es de orientación francamente liberal. Esta
ley ha sido inspiradora de muchas normas de nuestra ley.
Mantiene la antigua concepción de que los administradores son designados por la asamblea, quien
también designa al órgano de fiscalización interna.
Para la constitución de la sociedad adopta el sistema normativo, que ha adoptado la ley argentina, y la
sociedad adquiere la personalidad jurídica a partir de su inscripción en el registro mercantil27.

230. IMPORTANCIA DE LA SOCIEDAD ANONIMA:


SU INFLUENCIA EN LA SOCIEDAD MODERNA

a) La sociedad anónima y el capitalismo

La sociedad anónima es la gran empresa comercial que adopta esta forma jurídica. Son, como
dice Abram Chayes, los mayores centros de poder no gubernamentales existentes en nuestra
comunidad" 28.

26 RIPA ALBERDI, Vicente 1., Revisia de Leg. Argentina, nro. 37, octubre
1969, pág. 82.
27 SOLÁ CAÑIZARES, op. cit., T. 1, pág. 338.
28 C¡IAYES, Op. cit., pág. 41.
William T. Gossett, ex vicepresidente y asesor general de la Ford Motor Co., dice refiriéndose a la
sociedad anónima: "...es una institución económica y social que toca todos los aspectos de nuestra vida; en
muchos sentidos constituye una expresión institucionalizada de nuestro propió modo de ser. En los últimos
cincuenta años la industria en forma de sociedad anónima se ha desplazado de la periferia al mismo
centro de nuestra existencia económica y social. En verdad, no es inexacto decir que vivimos
"29
en una comunidad de sociedades anónimas
Esto ocurre hoy en el país más industrializado y más avanzado técnicamente del mundo.
En todos los países estas sociedades han conquistado las posiciones más importantes. La
actividad siderúrgica, la petroquímica, la electrónica, la banca, el seguro, las empresas de transportes
marítimos, terrestres y aéreos, han adoptado esta forma y están en manos de sociedades anónimas.
Se ha convertido así la sociedad por acciones en un instrumento formidable del desarrollo
económico de los pueblos. A punto tal que se puede decir que el desarrollo económico de Occidente
está fundado en la sociedad anónima. Ya a fines del siglo XIX y principios de este siglo el capitalismo
moderno se desarrolló prodigiosamente, y pudo hacerlo en gran parte gracias al maravilloso
instrumento de la sociedad por acciones, y se ha hablado de la era de estas sociedades como una de las
épocas de la
historia económica30.

b) La sociedad anúnima: Centro de poder


La sociedad anónima es un centro de poder, económico-financiero y también político y social.
En los Estados Unidos de Norteamérica, cinco grandes corporaciones manejan más dinero que
cualquiera de los Estados de la Unión31.
Este poder se ha debido fundamentalmente al proceso de concentración de sociedades ocurrido desde
fines del siglo XIX y especialmente en este siglo XX.
Esas grandes corporaciones acentúan su influencia en el mundo, con posterioridad a la
Segunda Guerra Mundial.

29 Citado por CItAYES, op. cit., págs. 43 y 44.


30 SOLÁ CAÑIZARES, op. cit., T. ¡II, pág. 15.
31 SAMUEIsoN, Paul A., Curso de Econom(a Moderna, Aguilar, 1%3,
pág. 95.
En nuestro país, y en todos los denominados subdesarrollados o en vías de desarrollo, la influencia de
esos grupos económicos financieros internacionales es extraordinaria. Ellos penetran a través de sucursales y
de filiales, que son sociedades jurídicas autónomas, presuntamente nacionales.
Karl Kaysen, señalando este fenómeno, expresa: "El poder que un gran volumen absoluto y relativo
proporciona en el mercado a la sociedad anónima, constituye el fundamento, no sólo de poder económico,
sino también de un considerable poder político y social de índole más amplia. Parte del poder político
de las grandes empresas es por supuesto fruto de la acción de determinados grupos por defender sus
propios intereses...".
"Una relación más especial con la posición de la gran empresa tiene el poder de que disponen
las grandes fffmas petrolíferas tanto en los asuntos internos como en los externos, en virtud de la
especial situación en que se hallan en su carácter de concesionarias - frecuentemente sobre la base de
un monopolio en un país determinado - para la explotación del petróleo del Oriente Medio y el Caribe.
Aquí las grandes firmas ejercen poderes casi soberanos, tienen gran influencia en ciertos aspectos de la
política exterior de los Estados Unidos y la Alianza del Atlántico, y operan en una forma que no corresponde ni a
la de un gobierno público ni a la de una empresa privada...”32
La influencia en la política nacional de las grandes sociedades o corporaciones es importante.
Los grandes recursos financieros con que cuentan las convierten en un elemento pro-motor de
"personalidades
Las sucursales o filiales de las grandes corporaciones internacionales y las grandes sociedades anónimas
nacionales concentran el mayor poder económico-financiero. Las grandes plantas industriales, las grandes
compañías financieras, bancarias, de servicios públicos, están en sus manos.
Los directores y gerentes de esas grandes sociedades son "personajes" de enorme influencia política
y social en el medio en que esas empresas actúan, que influyen decisivamente en la conducción de los
países.

32 KAYSEN, Karl, "La sociedad anónima: ¿cuánto poder? ¿qué alcance?", en Ii' Sociedad Anónima en la Sociedad Moderna, por
MASON, EDWARD, y
otros, pág. 145.
Ejercen considerable influencia en la prensa mundial y en todos los medios de difusión. El "cuarto
poder" está muchas veces a su servicio. A través de los modernos medios de comunicación masivos su acción
se expande en el mundo y su poder se ejerce rápidamente.
La influencia en el medio social es también considerable. Esas grandes sociedades ocupan
miles de obreros y empleados en sus plantas industriales, en sus fábricas, en sus oficinas. A través de
esos centros de producción irradian su influencia en el medio social. El cierre o la paralización de esas
empresas tiene profunda repercusión.
Su presencia, en suma, es signo de poder. De enorme poder. El legislador de nuestros países
debe conocer esa circunstancia y merituarla. El Estado, que tiene hoy la obligación de preservar la
libre competencia en los mercados, debe contar con los medios para evitar prácticas monopólicas o
lesivas a esa libertad, para poder prevenir y sancionar conductas transgresoras.

c) Las grandes corporaciones

El desarrollo económico del capitalismo produjo el proceso de concentración de empresas,


formándose así las grandes corporaciones empresariales, que adoptan las formas de tn¿sts o cartek para
modificar el régimen de competencia del mercado y su regulación. Nace así una legislación de
represión de tn¿sts y cartek, que comienza en Estados Unidos de América con la ShermanActde 1890.
Estas corporaciones adoptaron luego la forma de sociedades hotdings, de "cartera", tratando de
eludir esa legislación reprcsiva.
En un comentario donde se citan opiniones del profesor John Fayerweather, de la Universidad
de Nueva York, se señala que el surgimiento de compañías trasnacionales gigantescas comenzó hace
un siglo con la fundación de la primera fábrica en el extranjero por Singer Sewing Machines, y que ya
en 1914 muchas firmas como General Electric, Ford y Unilever, contaban con plantas en diversos
paises.33

33
StJLZBERGER, 6. L., "El aumento de empresas mu1tinacionales", en La Nación del 14 de noviembre de 1972, pág. 4.
El fenómeno adquiere importancia después de la Segunda Guerra Mundial, siendo el
desarrollo de las inversiones de las compañías norteamericanas en otras naciones realmente
extraordinario.
Es así como este fenómeno moderno de la concentración de empresas debe ser regulado por el
derecho, y especialmente por el régimen legal de las sociedades por acciones.
Es este aspecto uno de lo más modernos y delicados en cuanto a su formulación jurídica y al
tratamiento legislativo correspondiente, dada su singularidad y su proyección.
Fundamentalmente esta materia adquiere relevancia especial en paises como el nuestro, de
importación de capitales, donde las grandes corporaciones penetran en el fenómeno económico
nacional a través de sucursales y filiales. Generalmente las empresas multinacionales, verdaderos
"gigantes" de un poder superior a los mismos Estados, crean en el país una empresa nacional,
jurídicamente autónoma, pero "dependiente" de aquella extranjera, y por su intermedio se "vincula" a
otras empresas, llegando a manejar importantes rubros de la economía nativa.
Esto produce una intromisión en el mercado nacional, de indudable trascendencia, que puede alterar
el libre juego de la oferta y la demanda. Contra ello han reaccionado las diferentes legislaciones
sancionando las leyes de represión de los tn¿sts y cartek en cuanto desarrollan actividades monopólicas.
Pero además el régimen legal de las sociedades por acciones debe regular aspectos como el de
la "participación" de una empresa en otra, las "vinculaciones" entre empresas, las "participaciones
recíprocas", los "contratos de empresas", el control", por cuanto se trata de un fenómeno económico que no
puede detenerse y que pareciera determinado por la evolución del desarrollo de las economías
nacionales. Así, por ejempío, en Alemania Occidental se calcula que casi un 70 % de las sociedades
anónimas están ligadas entre sí a través de participaciones o vinculaciones. Se aduce en su favor la necesidad de
aumentar la eficiencia de las empresas, su mayor tecnificación a través de la investigación, que
demanda enormes sumas de dinero, la mayor racionalización, el aseguramiento de la provisión de
materias primas, el intercambio de experiencias y de inventos, la
unificación de la propaganda, la conveniencia de autofinanciarse, etcétera.

231. EL CONTROL DE LA CONSTITUCION


DE LA SOCIEDAD ANONIMA

a) Antecedentes del derecho comparado


Remos visto, al estudiar la evolución histórica de esa forma societaria, que nació como una
"prolongación del poder de la Corona" y que su personalidad jurídica se adquiría mediante la real
cédula.
Luego, en el derecho francés, imbuido de las doctrinas liberales, se adopta la tesis
"contractualista" de la sociedad anónima, y ésta se libera de esa tutela estatal, existiendo sólo un
control judicial del acto fundacional.
Es decir que existen históricamente dos sistemas generales en la materia: el de la autorización
gubernativa previa y el sistema contractualista, donde los organismos administrativos y judiciales
(¡ueces de registro) limitan su intervención a un control de legalidad del acto fundacional.
Solá Cañiza res34 cía sifica las législaciones sobre esta materia de la siguiente forma: 1) Régimen de
autorización gubemativaprevia: aún mantenido por muchas legislaciones e introducido por algunas nuevas
leyes: sistema del Código de Comercio argentino; Bolivia; Canadá; Chile; Colombia; Finlandia; Grecia;
Guatemala; Haití; Holanda; Líbano; Mónaco; Paraguay; Siria; Turquía y Uruguay. 2) Régimen de
autorización gubernativa previa limitado a determinadas sociedades: cuando la sociedad por acciones tiene un
capital importante: Francia, Italia; cuando se emiten acciones al portador: Suecia. 3) Régimen de
autorización por el poder legislativo: Egipto, donde se requiere una ley para constituir una sociedad anónima,
cuando tiene lugar la suscripción pública. 5) Régimen de control por la autoridad encargada del registro de
sociedades: las sociedades se constituyen mediante la inscripción en un registro público donde la autoridad
fiscaliza la regularidad de la constituéión de la sociedad. El sistema alemán es un ejempío. 6) Ausencia
de control de la regularidad de la constitución:
era el sistema liberal francés, ya abandonado aun en Francia.

SoIÁ CAÑIZARES, op. cit., T. III, págs. 87y sigs.


b) El sistema del Código de Comercio
El Código de Comercio, en su artículo 318, exigía la "autorización gubernativa previa" para
que la sociedad anónima pudiera funcionar, y la otorgaba siempre que su objeto no fuera contrario al
interés público. La personalidad jurídica es otorgada por el Estado de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 45 del Código Civil (antes de la reforma de la ley 17.711).
El Poder Ejecutivo nacional o provincial "autorizaba" el funcionamiento de la sociedad y le
otorgaba por ese acto capacidad jurídica para actuar como tal. Se trataba del "ejercicio de una fácultad
discrecional" no reglada, por el cual el poder ejecutivo efectuaba un acto de evaluación política, de
conveniencia.

c) El régimen de la Ley de Sociedades Comerciales

Esta ley adopta el sistema llamado 'normativo" de constitución. Es decir, la sociedad se


constituye mediante acto de los particulares y luego es presentada ante los organismos administrativos
estatales de control, que se limitan a efectuar el control de "legalidad", de regularidad de la
constitución. Existe un recurso judicial contra las decisiones administrativas.
El artículo 167 de la ley establece: Trámite administrativo. El contrato constitutivo será
presentado a la autoridad de contralor para verificar el cumplimiento de los requisitos legales y fiscales.
'Juez de registro: facultades. Conformada la constitución, el expediente pasará al juez de registro,
quien dispondrá la inscripción si la juzgara procedente...".
Y el artículo 168, al reglar la constitución para las sociedades que hacen oferta pública de sus
acciones dice: "Constitución por suscripción pública. Programa. Aprobación. En la constitución por
suscripción pública los promotores redactarán un programa de fundación por instrumento público o
privado, que se someterá a la aprobación de la autoridad de contralor. Esta lo aprobará cuando cumpla las
condiciones legales y reglamentarias. Se pronunciará en el término de quince días hábiles: su demora
autoriza el recurso previsto en el artículo 169.
"Jnscnpción. Aprobado el programa, deberá presentarse para su inscripción en el Registro
Público de Comercio en el
plazo de quince días. Omitida dicha presentación en este plazo, caducará automáticamente la
autorización administrativa...".
Y el artículo 169 establece el recurso judicial contra las decisiones administrativas. Dice:
"ReCurso contra las decisiones administrativas. Las resoluciones administrativas del artículo 167, así
como las que se dicten en la constitución por suscripción pública, son recurribles ante el tribunal de
apelación que conoce de los recursos contra las decisiones del juez de registro. La apelación se
interpondrá fundada...
En la exposición de motivos se destaca esta sustancial modificación. Así, se dice: "La facultad
discrecional del poder ejecutivo resultante del artículo 318 del Código de Comercio y la apreciación
de que "su objeto no sea contrario al interés público", desaparece. Si bien mantiene la intervención
administrativa, ésta cambia radicalmente de naturaleza y trascendencia".

d) Las sociedades extranjeras

La Ley de Sociedades, en sus artículos 118 a 124, regula las sociedades constituidas en el
extranjero. La sociedad constituida en el extranjero se rige en cuanto a su existencia y forma por las
leyes del lugar de constitución, estando habilitada para realizar en el país actos aislados de comercio y
estar en juicio.
Para el ejercicio habitual del comercio en el país, para establecer sucursales, filial o cualquier
especie de representación permanente, debe: acreditar su existencia conforme a las leyes de su país;
fijar un domicilio en la República, cumpliendo con la publicación e inscnpción exigidos por la ley para las
sociedades que se constituyan en el país. Debe, además, "justificar la decisión de crear dicha
representación" y designar a la persona a
cuyo cargo estará ella.
Para la instalación de sucursales deberá, además, determinarse el "capital" que se le asigne.
En el artículo 123 se regla la constitución de sociedades en la República, debiendo previamente
acreditarse ante el juez de registro que la sociedad se ha constituido conforme a la ley de su país respectivo e
inscribir su contrato social, reformas y demás documentos habilitantes, así como la relativa a sus representantes
legales en el Registro Público de Comercio y en el Registro Nacional de Sociedades por Acciones, en su caso.
CAPÍTULO XV
LA SOCIEDAD ANONIMA (Continuación)

232. CARACTERIZACION

Las características que definen a este tipo social son las siguientes:

a) Preponderancia del "capital" sobre el elemento humano

Básicamente esta sociedad suele definirse como "una asociación de capitales", lo que pone de
relieve el elemento económico y subalterniza el elemento humano. Aquí el vinculo societario no está
fundado en la afecctio societatis ni siquiera en las razones de interés personal que pueden llevar a una
persona a unirse a otras para emprender una empresa económica, sino que la relación social se
establece por la posesión de "acciones'; esto es por porciones de capital. Es la posesión de acciones la
que determina el vínculo, otorga derechos patrimoniales (al dividendo y al resultado de la liquidación
final) y políticos (derecho de votar, de elegir y ser elegido, de participar en las asambleas, de formar la
voluntad social, de impugnar esos acuerdos, de integrar los diversos órganos societarios, etc.).
Inclusive en la anónima moderna y en las grandes corporaciones esa participación política no se da, ya
que los accionistas no intervienen mayormente, y se limitan a otorgar poder a los grupos
administradores para que los representen en las asambleas; y la integración de los órganos sociales de
administración y fiscalización, está en manos de técnicos, que no son titulares de acciones; existiendo
ya una total separación entre los "dueños" del capital social y quienes gobiernan la sociedad.
b) Limitación de la responsabilidad del socio al capital suscripto

Como natural consecuencia de la característica primera señalada surge esta otra: el socio no adquiere
ninguna suerte de responsabilidad subsidiaria por las operaciones sociales; su responsabilidad patrimonial
comprometida está vinculada directamente a la "porción del capital" que adquiere de la sociedad. De allí que
sus obllgaciones sociales se limitan exclusivamente al aporte del capital comprometido, esto es la
integración del capital suscripto; y la derivada de esa integración (evicción de bienes aportados;
perjuicios por mora; etc.).

c) Mayor control y fiscalización estatal en la constitución y actuación

Estas sociedades requieren, por lo general, una mayor intervención del Estado en la etapa
constitutiva y en su posterior actuación y funcionamiento. Las diversas legislaciones varían en cuanto
al grado de dicha intervención, pero en una forma u otra, ella está presente.
Cabe señalar también respecto de estas características que las legislaciones prescriben una
diferencia de la actuación estatal según el tamaño o la trascendencia económica de la sociedad,
acentuando esa intervención para las de mayor importancia económica. De allí ha surgido la diferenciación, que
recoge nuestra ley, entre "sociedades cerradas o familiares" y "sociedades abiertas".

d) Gobierno por "órganos sociales" con competencia específica y a cargo de


técnicos no accionistas

Este tipo social requiere para su gobierno de la consagración de la actuación de diversos órganos a los
cuales la ley otorga facultades específicas:
- un órgano deliberativo, que toma las resoluciones fundamentales del gobierno de la sociedad,
denominado asamblea, a la que se le otorga una competencia determinada y que está iutegrada, en principio, por
los accionistas de la sociedad. Hoy, esta última característica tiende a desaparecer o, al menos, va
paulatinamente perdiéndose, con los pactos de "convenio de vo
tos" o de "sindicación de acciones", y, por qué no, también por la práctica de obtención de "poderes" al
que recurren cada vez más los grupos de administradores, para asegurarse mayorías complacientes;
- un órgano de administración, generalmente colegiado, a cargo de técnicos no socios, que
realiza la conducción y ejecución del gobierno social; designado por la asamblea; y
- un órgano de fiscalización, unipersonal o colegiado, también técnico, a cargo de no accionistas,
que tiene por funciones fiscalizar la correcta actuación del órgano de administración, el respeto de los
derechos de los accionistas, la no transgresión a las normas sociales y legales y la correcta
contabilización de las operaciones sociales, también designado por la asamblea.
Este esquema tradicional de gobierno ha sido modificado en la legislación alemana y tal
criterio innovador se ha introducido en nuestra legislación, creando la posibilldad de optar por la
elección de un "Consejo de Vigilancia", y, en tal supuesto, el esquema de gobierno será el siguiente:
- un órgano deliberativo, la asamblea, que elige al Consejo dé Vigilancia;
- el conselo de vigilancia, con facultades de fiscalización similares a la sindicatura, pero que tiene,
además, la facultad de designar al directorio; ejercido por accionistas de la sociedad; y
- el órgano de administración, directorio.

233. CARACTERES PARTICULARES DE NUESTRA LEGISLACION

a) Distinción entre sociedades "cerradas " y "abiertas'; para regular el control y fiscalización de
su funcionamiento; para las asambleas, autorizando la denominada asamblea "unánime" en las anónimas
cerradas, sin exigirse convocatoria; permitiendo el directorio "unipersonal" también en éstas, etcétera.
Características que acentuó la reforma al establecer la sindicatura optativa para las sociedades
"cerradas" o familiares.
b) Consagración del sistema "normativo" en la constitución, donde la autoridad de control
limita sus facultades en cuanto al
acto constitutivo a un mero examen de legalidad y de tipo fiscal. Este criterio consagrado por la ley
19.550 fue mantenido por la reforma.
c) Admisión de acciones privileg¿adas en el voto, de hasta cinco votos por acción, rompiendo la
relación de proporcionalidad que debe existir entre capital y derechos del accionista. Este criterio permitido
por el Código de Comercio fue expresamente legislado en la Ley de Sociedades comerciales. En casi todas
las legislaciones se han eliminado las acciones de voto plural o, se las ha limitado.
La existencia de estas acciones de voto plural implica una gravísima injusticia que permite a
una minoría del capital gobernar la sociedad anónima, en evidente perjuicio de los titulares de la
mayoría del capital, contradiciendo la propia naturaleza de esta sociedad que determina una regla de
absoluta proporcionalidad entre el capital integrado y los derechos consiguientes.
d) Se autoriza la emisión de "bonos de goce" que sólo dan derecho a participar
exclusivamente en las utilidades sociales.
e) Se Nrmite la elección de un Consejo de Vigilancia, con facultades de fiscalización y control
y la posibilidad de designar al órgano de administración, el directorio.
f) Se permite la designación de un órgano de administración unipersona4 en las sociedades
"cerradas".
g) Se permite la elección de directores por clases de acciones y se admite el sistema de "voto
acumulativo'; posibilitando que en la integración del órgano de administración colegiado participen también
los sectores minoritarios, si bien ello con las lógicas limitaciones que se desprenden de la aceptación del sistema
de "voto plural".
h) Se han consagrado causales de inhabilidad e incompatibilidad, para desempeñarse como
directores y síndicos, propendiendo al saneamiento de estas sociedades.
i) Se establece la sindicatura "idónea" a cargo de profesionales (ahogados, contadores públicos o
doctores en ciencias económicas); y obligatoriamente colegiada en las sociedades 'abiertas" La ley consagró
la obligatoriedad de este órgano de fiscalización, pero la reforma lo hizo optativo para las sociedades
"cerradas
j) Se regula sobre el control estatal en elfi¿ncionamiento, sometienao al control 'permanente" a
las sociedades 'abiertas" que son aquellas que recurren al ahorro público o que por el objeto o actividad que
desarrollan tienen previsto ya ese control estatal por otras leyes (casos de bancos, compañías financieras y
sociedades de ahorro y préstamo para la vivienda en la ley 21.526; las
compañías de seguros, las de ahorro para fines determinados o cuando por su capital exhiben una
importancia e influencia económica en la comunidad que requiere de ese control).
k) Se mantiene el doble procedimiento de constitución, por "acto único" y "por oferta pública" o
procedimiento de constitución "sucesivo", consagrando normas específicas para regular las obligaciones y
responsabilidades que los "promotores", fundadores y suscriptores, adquieren.
1) Se consagra la obligatoriedad de constitución por instrttmento público, cualquiera sea el
procedimiento de constitución.
m) Se mantiene el requisito general de la existencia de dos socios, como mínimo, para que haya
sociedad. Se modificó en la L.S. el criterio del Código de Comercio que requería de diez socios como mínimo y
se ha adoptado el principio general, consagrado en el artículo 1 de la ley.
n) Se incluye en el régimen de las anónimas a las sociedades con participación estatal
mayoritaria, como un subtipo, haciéndole aplicable todas sus normas.

234. NATURALEZA Y REQUISITOS

a) Capital dividido en acciones (Art. 163)

Art. 163. - Caraacterización. El capital se representa por acciones y los socios limitan su responsabilidad a la integración de las
acciones suscriptas.

El capital se "representa" en acciones, dice la norma referida. En realidad el capital se divide en


acciones y las acciones se "representan" en "títulos". Los socios limitan su responsabilidad a la "integración" del
capital suscripto, que es el que se comprometen a aportar.

b) Denominación (Art. 164)


Art. 164. - La denominación social puede incluir el nombre de una o más personas de existencia visible y debe contener la expresión
"sociedad anónima", su abreviatura o la sigla SA.
Omisión. Sanción.
La omisión de esta mención hará responsables ilimitada y solidariamente a los representantes de la sociedad conjuntamente con esta,
por los actos que celebren en esas condiciones.
La denominación social puede incluir el nombre de una o más personas físicas y la expresión "sociedad
anónima" o su abreviatura S.A. La omisión de esta mención hace responsables a los representantes sociales en
forma personal, solidaria e ilimitada, junto con la sociedad, por las operaciones realizadas en esas condiciones.

c) Constitución por instrumento público (Art. 165)

Art. 165. - Constitución y forma. La sociedad se constituye por instrumento público y por acto único o por
suscripción pública.

La sociedad se debe constituir por instrumento público, exigiéndose que el acto constitutivo (sea
por el procedimiento de acto único o por suscripción pública) se instrumente por escritura pública) se
instrumente por escritura pública pasada ante Escribano Público. Debe recordarse que la Comisión
redactora de la L.S. propuso una opción entre instrumento público o privado (Exposición de Motivos,
punto 2), pero fue desestimada por el Ministerio de Justicia quien consagró el criterio de la exigencia
del instrumento público (ver Nota de Elevación). Se ha resuelto que las modificaciones también deben
hacerse por escritura pública.

"Si bien el artículo 165, decreto ley 19.550, en cuanto exige instrumento público, parece circunscribirse al acto constitutivo de la
sociedad, debe también entenderse incluyendo las modificaciones, pues aquel, que da vida a un sujeto de derecho, no se agota en dicho
momento sino que se transmite y proyecta al futuro y toda reforma se incorpora al mismo y deviene en verdadera columna vertebral que
sostiene el contrato de organización".
Buenos Aires, Cám. 1º La Plata, Sala 1º, 8-X-74, "Ingeniero Oscar A. Diez Soci edad Anónima", J.A., 1975, t. 27, sec. prov. n'
4643.

d) Inscripción registral (Art. 167)

Art. 167. - Trámite administrativo. El contrato constitutivo será presen tado a la autoridad de contralor para verificar el
cumplimiento de los requisitos legales y fiscales. -

Juez de Registro. Facultades.


Conformada la constitución, el expediente pasará al juez de registro, quien dispondrá la inscripción, si la juzgara procedente.
Reglamento.
Si el estatuto previese un reglamento, éste se inscribirá con idénticos requisitos.

Autorizados para la constitución.


Si no hubiere mandatarios especiales designados para realilar los trámites integrantes de la constitución de la
sociedad, se entiende que los representantes estatutarios se encuentran autorizados para realizarlos.

Constituida por acto único debe presentarse el instrumento a la autoridad de control que verificará
únicamente el cumplimiento de los requisitos legales y fiscales. Esto consagra la adopción del llamado criterio
normativo de la constitución. Verificado esos requisitos, la autoridad debe ordenar la inscripción en el Registro
Público de Comercio.
Si la constitución es por suscripción pública, el "programa" de fundación se presenta a la autoridad
de control y luego se inscribe. Y, cuando la asamblea de constitución vota afirmativamente, deberá
inscribirse el acta respectiva (art. 180).

235. LA CONSTITUCION

Vimos que la ley mantiene el doble sistema:


a) por acto único; y
b) por suscripción pública o actos "sucesivos".

a) Constitución por acto único. Requisitos (Art. 166)

Art. 166.- Si se constituye por acto único, el instrumento de constitución contendrá los requisitos del artículo 11 y los siguientes:

1) Capital.
Respecto del capital social: la naturaleza, clases, modalidades de emisión y demás características de las acciones, y en su caso, su
régimen de aumento.

2) Suscripción e integración del capital.


La suscripción del capital, el monto y forma de integración, y, si corresponde, el plazo para el pago del saldo adeudado, el que no
puede ezceder de dos anos.

3) Elección de directores y sindico.


La elección de los integrantes de los órganos de administración y de fiscalización, fijándose el término de duración en los cargos.
Todos los firmantes del contrato constitutivo se consideran fundadores.
El instrumento de constitución deberá contener los requisitos establecidos en el artículo 11
para todas las sociedades y, además:
1) Reglas sobre acciones: valor, clases, modalidades de emisión, características de las
acciones, régimen de aumento;
2) Suscripción e integración de capital: aportes, tipos de aportes, integración, etcétera. Los
aportes dinerarios deben suscribirse integramente, pudiendo integrarse no menos del 25% y el saldo en
un plazo no mayor de dos años; los aportes en especie deben consistir únicamente en obligaciones de
dar y deben integrarse totalmente (reglas de los arts. 186 y 187);
3) Elección de directores y SmdL''cos: en el mismo acto deben figurar la elección de los
miembros del órgano de administración y del de fiscalización, cuando correspondiera. Esta última aclaración es
válida ante la reforma a la L.S. que ya hemos señalado.
Todos los firmantes del acto constitutivo se consideran "fundadores". En este acto se autoriza a las
personas que van a ntervenir en el trámite administrativo de inscripción.

b) Constitución por suscripción pública (Arts. 168 al 180)

Art. 168. - Programa. Aprobación. En la constitución por suscripción pública los promotores redactarán un programa de fundación
por instrumento público o privado, que se someterá a la aprobación de la autoridad de contralor. Esta lo aprobará cuando cumpla las
condiciones legales y reglamentarias. Se pronunciará en el término de quince días hábiles; su demora autoriza el recurso previsto en el artículo
169.

lnscripción.
Aprobado el programa,deberá presentarse para su inscripción en el Regístro Público de Comercio en el plazo de quince días.
Omitida dicha presentación en este plazo, caducará automáticamente la autorización administrativa.

Promotores.
Todos los firmantes del programa se consideran promotores.

Art. 169. - Recurso contra las decisiones administrativas. Las resoluciones administrativas del artículo 167, así como las que se
dicten en la constitución por suscripción pública, son recurribles ante el tribunal de apelación que conoce de los recursos contra las decisiones
del juez de registro. La apelación se interpondrá fundada, dentro del quinto día de notificada la resolución administrativa y las actuaciones se
elevarán en los cinco días posteriores.

Art. 170. - Contenido del programa. El programa de fundación debe contener:


1) Nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, número de documento de identidad y domicilio de los promotores.
2) Bases del estatuto.
3) Naturaleza de las acciones;monto de las emisiones programadas; condiciones del contrato de suscripción y anticipos de
pago a que obligan.
4) Determinación de un banco con el cual los promotores deberán celebrar un contrato a fm de que el mismo asuma las
funciones que se le otorguen como representante de los futuros suscriptores.
A estos fmes el banco tomará a su cuidado la preparación de la documentación correspondiente, la recepción de las suscripciones y
de los anticipos de integración en efectivo, el primero de los cuales no Podrá ser inferior al veinticinco por ciento del valor nominal de las
acciones suscriptas.
Los aportes en especie se individualizarán con precisión. En los supuestos
en que para la determinación del aporte sea necesario un inventario,éste se depositará en el banco. En todos los casos, el valor
deftnitivo debe resultar de la oportuna aplicación del artículo 53.
5)Ventajas o beneficios eventuales que los promotores prcyecten re servarse.
Las firmas de los otorgantes deben ser autenticadas por escribano público u otro funcionario competente.

Art. 171.- Plazo de suscripción. El plazo de suscripción no excederá de tres meses computados desde la inscripción a que se refiere
el artículo 168.

Art. 172.- Contrato de suscripción. El c.ntrato de suscripción debe ser preparado en doble ejemplar por el banco y debe contener
transcripto el programa que el suscriptor declarará conocer y aceptar, suscribiéndolo, y además:
1) El nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio del suscriptor, y número del documento de identidad.
2) El número de las acciones suscriptas.
3) El anticipo de integración en efectivo cumplido en ese acto. En los supuestos de aportes no dinerarios, se establecerán los
antecedentes a que se refiere el inc. 4º del artículo 170.
4) Las constancias de la inscripción del programa.
5) La convocatoria de la asamblea constitutiva, la que debe realizarse en plazo no mayor de dos meses de la fecha de
vencimiento del período de suscripción, y su orden del día.
El segundo ejemplar del contrato con el recibo del pago efectuado,cuando corresponda, se entregará al interesado por el banco.

Art. 173. - Fracaso de la suscripción. Reembolso. No cubierta la suscripción en el término establecido, los contratos se resolverán de
pleno derecho y el banco restituirá de inmediato a cada interesado el total entregado, sin descuento alguno.

Art. 174. - Suscripción en exceso. Cuando las suscripciones excedan del monto previsto, la asamblea constitutiva decidirá su
reducción a prorrata o aumentará el capital hasta el monto de las suscripciones.

Art. 175. - Obligación de los promotores. Los promotores deberán cumplir todas las gestiones y trámites necesarios para la
constitución de la sociedad,
hasta la realización de la asamblea constitutiva, de acuerdo con el procedimiento que se establece en los artículos que siguen.

Ejercicio de acciones.
Las acciones para el cumplirniento de estas obligaciones solo podrán ser ejercidas por el banco en representación del conjunto de
suscriptores.Estos sólo tendrán acción indivídual en lo referente a cuestiones especiales atinentes a sus contratos.

Aplicación subsidiaria de las reglas sobre debentures.


En lo demás, se aplicará a las relaciones entre promotores, banco intet'viniente y suscriptores, la reglamentación sobre emisión de
debentures, en cuanto sea compatible con su naturaleza y ftnatidad.

Art. 176. - Asamblea constitutiva: celebración. La asamblea constitutiva debe celebrarse con presencia del banco interviniente y será
presidida por un funcionario de la autoridad de contralor; quedará constituida con la mitad más una de las acciones suscriptas.

Fracaso de la convocatoria.
Si fracasara, se dará por terminada la promoción de la sociedad y se restituirá lo abonado conforme al artículo 173, sin perjuicio de
las acciones del artículo 175.

Art. 177. - Votacián. Mayorias. Cada suscriptor tiene derecho a tantos votos como acciones haya suscripto e integrado en la medida
rijada.
Las decisiones se adoptarán por la mayoría de los suscriptores presentes que representen no menos de la tercera parte del capital
suscripto con derecho a voto, sin que pueda estipularse diversamente.

Art. 178. - Promotores suscriptores. Los promotores pueden ser suseriptores. El banco interviniente puede ser representante de
suscriptores.

Art. 179. - Asamblea constitutiva: orden del día. La asamblea resolverá si se constituye la sociedad y, en caso afirmativo, sobre los
siguientes temas que deben formar parte del orden del día:
1) Gestión de los promotores.
2) Estatuto social.
3) Valuación provisional de los aportes no dinerarios, en caso de existir. Los aportantes no tienen derecho a voto en esta decisión.
4) Designación de directores y síndicos o consejo de vigilancia en su caso.
5) Determinación del plazo de integración del saldo de los aportes en dinero.
6) Cualquier otro asunto que el banco considerare de interés incluir en el orden del día.
7) Designación de dos suscriptores o representantes a fin de que aprueben y firmen, juntamente con el presidente y los
delegados del banco, el acta de asamblea, que se labrará por el organismo de contralor.
Los promotores que también fueron suscriptores, no podrán votar el punto primero.
Art. 180. - Conformidad, publicación e inscripción. Labrada el acta se procederá a obtener la conformidad, publicación e
inscripción, de acuerdo con lo dispuesto por los arts. 10 y 167.

Depósito de los aportes y entrega de documentos.


Suscripta el acta, el banco depositará los fondos percibidos en un banco oficial y entregará al directorio la documentación referente a
los aportes.

La constitución de la anónima puede hacerse también por la vía de la "suscripción pública",


esto es un procedimiento que consta de varios actos, a saber:
1) Elaboración del 'p'mgrama": los "promotores" que propician la fundación de la sociedad,
deben redactar un 'p'mgrama" - por instrumento público o privado que debe someterse a la aprobación
de la autoridad de control e inscribirse. Ese programa debe contener: los datos personales de los
promotores; las bases del estatuto o contrato social; las reglas sobre acciones; la determinación de un
banco con el cual los promotores celebrarán un contrato por el que el banco se compromete tomar a su
cargo las suscripciones del capital accionario y finalmente, las ventajas o beneficios que los promotores
proyectan reservarse. Si el programa se hace por instrumento privado, las firmas de los otorgantes, es decir
de los promotores, deben ser autenticadas por escribano público u otro funcionario competente.
2) Suscripción del capital: el banco debe proceder a levantar la suscripción del capital,
dentro de un plazo que no excederá de tres meses desde la inscripción registral del programa. El banco
elaborará los contratos de suscripción a firmarse con cada suscriptor de capital. Ese contrato debe
contener los datos personales del suscriptor: cantidad de acciones suscriptas; el anticipo de integración
en efectivo y en el caso de aportes en especie se individualizarán con toda precisión y conforme las
reglas del artículo 53; constancia de inscripción del programa; y convocatoria a la asamblea de
constitución definitiva que debe realizarse en un plazo no mayor de dos meses de vencido el plazo de
suscripción; y su orden del día.
Suscripto el capital, tendrá lugar la asamblea constitutiva; pero puede ocurrir que la
suscripción fracase, en cuyo caso los contratos de suscripción quedan resueltos de pleno derecho y el
banco debe restituir lo recibido a cada suscriptor, sin descuento alguno. Si, por el contrario, la
suscripción excede el monto pre
visto, será la asamblea constitutiva la que resolverá si aumenta el capital o reduce a prorrata
las suscripciones.
Los promotores son los obligados a cumplir todos los trámites hasta la asamblea constitutiva.
El banco interviniente representa a los suscriptores.
3) Asamblea constitutiva: esta asamblea se constituye con la presencia del banco interviniente y
de los promotores y será presidida por la autoridad de control. Deben comparecer, por lo menos,
suscriptores que representen la mitad más una de las acciones suscriptas. Si la asamblea fracasa por no
reunir ese quórum, se da por terminada la promoción de la sociedad y se devolverá a cada interesado lo que
hubiera entregado.
Si hay quórum suficiente, deliberará la asamblea. En ella, cada suscriptor tiene derecho a
tantos votos como acciones haya suscripto e integrado en la proporción fijada. Las decisiones se
tomarán por mayoría de suscriptores presentes que representen no menos de la tercera parte del capital
suscripto con derecho a voto.
Los promotores pueden, a su vez, ser suscriptores; y el banco interviniente puede actuar en
representación de los suscriptores.
La asamblea resolverá si se constituye la sociedad y, en caso afirmativo, sobre los demás puntos
del orden del día. Esos temas serán los siguientes: actuación de los promotores; aprobación del estatuto social;
determinación provisional del valor de los aportes en especie, silos hubiera; designación de directores y
síndicos o consejo de vigilancia, en su caso; determinación del plazo en que debe integrarse el saldo de los
aportes dineranos; y cualquier otro asunto que el banco interviniente considere necesario; además se designarán
dos suscriptores que firmen el acta de la asamblea, junto con el presidente y los representantes del banco. El acta
es confeccionada por el organismo de control.
4) Jnscripción registral: aprobada la constitución de la sociedad deberá presentarse el acta de la
asamblea de constitución a la autojidad de control. Debe publicarse por un día el extracto del contrato o
estatuto social en el Boletín oficial o diario de publicaciones legales de la jurisdicción (art. 10, ley 21.357); y
luego se procederá a la inscripción registral.
c) Obligaciones y responsabilidad de los pmmotores (Aris. 181 y 182)

Art. 181. - Documentación del período en formación. Las promotores deben entregar al directorio la documentación
relativa a la constitución de la so ciedad y demás actos celebrados durante su formación. El directorio debe exigir el
cumplimiento de esta obligación y devolver la documentación relativa a los actos no ratificados por la asamblea.
Art. 182. - Responsabílidad de los promotores. En la constitución sucesiva los promotores responden ilímítada y
solidariamente por las obligaciones contraídas para la constitución de la sociedad, inclusive por los gastos y comisiones del
banco interviniente.
Responsabilidad de la sociedad.
Una vez inscripta, la sociedad asumlrá las obligaciones contraídas legítimamente por los promotores y les
reembolsará los gastos realizados, si su gestión ha sido aprobada por la asamblea constitutiva o silos gastos han sido necesarios
para la constitución.
Responsabilidad de los suscriptores.
En ningún caso los suscriptQres serán responsables por las obligaciones mencionadas.

Vimos ya que los promotores están obligados a realizar todos los trámites necesarios para la
constitución de la sociedad, hasta la asamblea constitutiva. Realizada ésta y designado el directorio, deben
hacer entrega a ese órgano de la documentación sobre la formación de la sociedad.
Los promotores son responsables en forma personal, solidaria e ilimitada, por los actos
realizados tendientes a constituir la sociedad, inclusive frente al banco, por su comisión y gastos.
Constituida la sociedad, ella asume las obligaciones que hubieran contraído los promotores.
Aprobada su actuación por la asamblea, se les reembolsará los gastos abonados, y los promotores
quedan liberados frente a terceros.
Pero, por las obligaciones contraidas por los promotores en exceso de la finalidad de constitución,
aunque los asuma la sociedad, no quedan liberados frente a terceros, de acuerdo a lo prescripto en el
artículo 184, in fine.

d) Obligaciones y responsabilidad de los fundadores y directores (Arts. 183 y 184)

Art. 183. - Actos cumplidos durante el periodo fundacional. Responsabilidades. Los directores sólo tienen facultades para obligar a
la sociedad respecto
de los actos nesesarios para su constitución y los relativos al objeto social cuya ejecución durante el periodo fundacional haya
sido expresasnente autorizada en el acto constitutivo. Los directores, los fundadores y la suciedad en formación son solidaria e
ílimitadarnente responsables por estos actos mientras la sociedad no esté inscripta.
Por los demás actos cumplidos antes de la inscripción serán responsables ilimitada y solidariamente, las personas que
los hubieren reatizado y los directores y fundadores que los hubieren consentido.

Art. 184. - Asunción de las obligaciones por la sociedad. Efectos. Inscripto el contrato constitutivo, los actos
necesarios para la constitución y los realizados en virtud de expresa facultad conferida en el acto constitutivo, se tendrán como
originariamente cumplidos por la sociedad. Los promotores, fundadores y directores quedan liberados frente a terceros de las
obligaciones emergentes de estos actos.
El directorio podrá resoiver, dentro de los tres meses de realizada la inscripción, la asunción por la sociedad de las
obligaciones resultantes de los demás
actos cumplidos antes de la insrripción, dando cuenta a la asamblea ordinaria. Si ésta desaprobase lo actuado, los
directores serán responsables de los daños y perjuicios aplicándose el artículo 274. La asunción de estas obligaciones por la
sociedad, no libera de responsabilidad a quienes las contrajeron, ni a los directores y fundadores que los consintieron.

Estas normas rigen las obligaciones de los intervinientes y la responsabilidad por los actos
cumplidos durante el periodo fundacional de la sociedad. La ley 22.903 introduce reformas tendientes
a precisar con toda claridad las facultades de los administradores durante ese periodo y limita la
legitimidad de su gestión a los actos fundacionales y demás comprendidos en el objeto social, cuando
hayan sido expresamente autorizados en el acto constitutivo. También se excluye de responsabilidad a
los socios por los actos realizados por los administradores en exceso de esas facultades,
responsabilizando de los mismos a las personas que los hubieran realizado y directores y fundadores
que los hubieran consentido.
Los actos ejecutados dentro de sus facultades por los directores y fundadores, son asumidos
por la sociedad, al inscribirse ésta.
Las actos "en exceso" pueden ser asumidos por la sociedad sin que por ello queden liberados
quienes los contrajeron, ni los directores y fundadores que los consintieron.
Esos actos en exceso pueden ser asumidos por la sociedad si el directorio dentro de los tres meses
de inscripta la sociedad, resolviera la asunción de los mismos, dando cuenta de ello a la
asamblea ordinaria. Si la asamblea desaprueba lo actuado los directores serán responsables de
los daños y perjuicios y se configura una causal de "mal desempeño del cargo" que faculta su remoción.

e) Benericios de promotores y fundadores (Art. 185)


Art. 185. - Los promotores y los fundadores no pueden recibir ningún beneficio que menoscabe el capital social. Todo pacto en
contrario es nulo.
Su retribución podrá consistir en la participación hasta el diez por ciento de las ganancias, por el término máximo de
diez ejercicios en los que se distribuyan.

Los promotores y fundadores pueden obtener como retribu ción la participación referida en las
ganancias, y por no más de diez ejercicios en los que se distribuyan utilidades.
Tienen prohibición de recibir beneficios que afecten la intangibilidad del capital social y la ley
sanciona con la nulidad todo pacto en contrario.
236. EL CÁPITAL SOCIAL
a) Capital mínimo (Art. 186)
Art. 186. - Suscripción total. Capital mínimo. El capital debe suscribirse totalmente al tiempo de la celebración del contrato
constitutido. No podrá ser inferior a dos millones quinientos mil australes. Este monto podrá ser actualizado por el Poder
Ejecutivo, cada vez que lo estime necesario. ($12.000)

Terminología.
En esta sección "capital social" y "capital suscripto" se emplean indistintamente.

Contrato de suscripción.
En los casos de aumento de capital por suscripción, el contrato deberá extenderse en doble ejemplar y contener:
1) El nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio y número de documento de identidad del
suscriptor o datos de individualización y de registro o autorización tratándose de personas jurídicas.
2) La cantidad, valor nominal, clase y características de las acciones suscriptas.
3) El precio de cada acción y del total suscripto; la forma y las condiciones de pago.
4) Los aportes en especie se individualizarán con precisión. En los supuestos en que para la determinación del aporte sea necesario
un inventario, éste quedará depositado en la sede social para su consulta por los accionistas. En todos los casos el valor definitivo debe resultar
de la oportuna aplicación del artículo 53.

La ley 22.182 de reformas a la ley 19.550 estableció un capital mínimo para las sociedades
anónimas. La ley 22.903 lo fijó en la suma de australes tres mil (A 3.000) (Monto conforme Decreto
Nº 1940/85, B. O., 8-X-85), suma que podrá ser actualizada por el Poder Ejecutivo Nacional cada vez
que 10 juzgue necesario.

b) Suscripción total del capital

El capital debe ser suscripto íntegramente al celebrarse el contrato constitutivo y no


podrá ser menor que el referido anteriormente. Capital social y capital suscripto se emplean
indistintamente, como sinónimos.

c) Contrato de suscripción

La ley 22.903 introdujo la regulación del "contrato de, suscripción" en los casos de aumento
de capital por suscripción.
El capital social puede ser aumentado por varios medios o vías: por capitalización de
ganancias; como consecuencia del revalúo contable o extracontable de los bienes que integran el
activo; por donación o legado; o por nuevas suscripciones de acciones que emita la sociedad.
La L.S. no contemplaba la regulación del "contrato de suscripción" que incorporó la reforma.
Ese contrato deberá extenderse en doble ejemplar y puede ser confeccionado en instrumento
privado. Deberá contener:
1) los datos personales del suscriptor si fuera persona física o datos de individualización e
inscripción en el registro o autorización, si fuera persona jurídica;
2) la cantidad de acciones suscriptas, valor nominal, clase y características;
3) el precio de cada acción y del total suscripto, forma de pago y demás condiciones;
4) individualización de los aportes en especie, aplicándose las normas generales al respecto. Si se tratara
de mercaderías o
bienes que constan en un inventario, debe ponerse éste a disposición de los demás accionistas,
en la sede social.

d) Integración del capital (Art. 187)

Art. 187.- Integración mínima en efectivo. La integración en dinero efectivo no podrá ser menor al veinticinco por ciento de la
suscripción; su cumplimiento se justificará al tiempo de ordenarse la inscripción con el comprobante de su depósito en un banco oficial,
cumplida la cual, queda liberado.

Aportes no dinerarios.
Los aportes no dinerarios deben integrarse totalmente. Sólo pueden consistir en obligaciones de dar y su cumplimiento se justificará
al tiempo de solicitar la conformidad del artículo 167.

Respecto de la integración del capital, se aplican las mismas reglas que en la sociedad de
responsabilidad limitada. Los aportes en especie deben ser integrados totalmente y en cuanto a los
aportes dinerarios debe integrarse no menos del 25% y el resto completarse en un plazo no mayor de dos
años. La ley 22.903, prevé aquí también, la forma de acreditar los aportes en dinero al inscribirse la sociedad -
por depósito en banco oficial- y su inmediata liberación y disponibilidad por la sociedad.
Respecto de los aportes no dinerarios, ya vimos anteriormente, que esos aportes deben consistir en
obligaciones de dar y su cumplimiento debe acreditarse al momento de solicitar la autorización administrativa.

e) Aumento del capital (Art. 188)


Art. 188.- El estatuto puede prever el aumento del capital social hasta su quíntuplo. Se decidirá por la asamblea sin requerirse nueva
conformidad administrativa. Sin perjuicio de lo establecido en el artículo 202, la asamblea sólo podrá delegar en el directorio la época de la
emisión, forma y condiciones de pago. La resolución de la asamblea se publicará e inscribirá.
En las sociedades anónimas autorizadas a hacer oferta pública de sus acciones, la asamblea puede aumentar el capital sin límite
alguno ni necesidad de modificar el estatuto. El directorio podrá efectuar la emisión por delegación de la asamblea, en una o más veces, dentro
de los dos años a contar desde la fecha de su celebración.

La 22.686 introdujo en este artículo una profunda reforma al


permitir, a las anónimas que hacen oferta pública de sus
acciones, aumentar sin límite su capital y sin necesidad de modificar el estatuto. El directorio tiene un
plazo de dos años para efectuar la emisión.
Para el resto de las anónimas se mantiene la posibilidad de aumentar su capital hasta el quíntuplo.

f) Obligación de suscribir laS emisiones anteriores (Art. 190)

Art. 190. - Suscripción previa de las emisiones anteriores. Las nuevas acciones sólo pueden emitirse
cuando las anteriores hayan sido suscriptas.

La L.S. varió el criterio anterior en el sentido que no podrán emitirse nuevas acciones mientras no
estuvieren totalmente "integradas" las anteriores, permitiendo la nueva emisión y exigiendo únicamente la
"suscripción" total de aquéllas.

g) Suscripción insuficiente (Art. 191)

Art. 191.- Aumento de capital. Suscripción insuficiente. Aun cuando el aumento de capital no sea suscripto en su totalidad en el
término previsto en las condiciones de emisión, los suscriptores y la sociedad no se liberarán de las obligacienes asumidas, salvo disposición en
contrario de las condiciones de emisión.

h) Mora en la integración (Arts. 192 y 193)

Art. 192.- Mora: ejercicio de los derechos. La mora en la integración se produce conforme al artículo 37 y suspende
automáticamente el ejercicio de los derechos inherentes a las acciones en mora.

Art. 193. - Mora en la integración: sanciones. El estatuto podrá disponer que los derechos de suscripción correspondientes a las
acciones en mora, sean vendidos en remate público o por medio de un agente de bolsa si se tratare de acciones cotizables. Son de cuenta del
suscriptor moroso los gastos de remate y los intereses moratorios, sin perjuicio de su responsabilidad por los daños.
También podrá establecer que se producirá la caducidad de los derechos; en este caso la sanción producirá sus efectos previa
intimación a integrar en un plazo no mayor de treinta días, con pérdida de las sumas abonadas. Sin perjuicio de ello, la sociedad podrá optar por
el cumplimiento del contrato de suscripción.

La mora se produce por el mero transcurso del plazo fijado para la integración, sin necesidad de
requerimiento o intimación alguna.
El estatuto puede prever el procedimiento a apliéar en caso de mora del suscriptor. M respecto puede
establecerse la venta en remate público o por un agente de bolsa, si fueran acciones cotizables, de los derechos
de suscripción. También puede preverse la caducidad de los derechos en cuyo caso es obligatorio intimar la
integración y otorgar un nuevo plazo de treinta días al suscriptor.
Además, la sociedad puede optar por exigir el cumplimiento de los contratos de suscripción y
demandar judicialmente la integración.

i) Derecho de suscripción preferente (Arts. 194, 189, 195, 196y 197)

Art. 194. Las acciones ordinarias, sean de voto simple o plural, otorgan a su titular el dereclio preferente a la suscripción de nuevas
acciones de la misma clase en proporción a lis que posean, excepto en el caso del artículo 216, último párrafo; también otorgan derecho de
acrecer en proporción a las acciones que
hayan suscripto en cada oportunidad.
Cuando con la conformidad de las distintas clases de acciones expresada en la forma establecida en el artículo 250, no se mantenga
la proporcionalidad entre ellas, sus titulares se considerarán integrantes de una sola clase para el ejercicio
del derecho de preferencia.

Ofrecimiento a los Accionistas.


La sociedad hará el ofrecimiento a los accionistas mediante avisos por tres días en el diario de publicaciones legales y además en
uno de los diarios de mayor circulación general en toda la República cuando se tratare de sociedades comprendidas en el artículo 299.

Plazo de ejercicio.
Los accionistas podrán ejercer su derecho de opción dentro de los treinta días siguientes al de la última publicación, si los estatutos
no establecieran un plazo mayor.

Debentures convertibles en acciones.


Los accionistas tendrán tembién derecho preferente a la suscripción de debentures convertibles en acciones.

Limitación. Extensión.
Los derechos que este artículo reconoce no pueden ser suprimidos o condicionados, salvo lo dispuesto en el artículo 197, y
pueden ser extendidos por el estatuto o resolución de la asamblea que disponga la emisión a las acciones preferidas.

Art. 189. - Capitalización de reservas y otras situaciones. Debe respetarse la proporción de cada accionista en la capitalización de
reservas y otros fondos
acciones, aumentar sin límite su capital y sin necesidad de modificar el estatuto. El directorio tiene un
plazo de dos años para efectuar la emisión.
Para el resto de las anónimas se mantiene la posibilidad de aumentar su capital hasta el quíntuplo.

f) Obligación de suscribk '2s emisiones anteriores (Art. 190)


Art. 190. - Suscripción previa de las emisiones anteriores. Las nuevas acciones sólo pueden emitirse
cuando las anteriores hayan sido suscriptas.

La L.S. varió el criterio anterior en el sentido que no podrán emitirse nuevas acciones mientras no
estuvieren totalmente "integradas" las anteriores, permitiendo la nueva emisión y exigiendo únicamente la
"suscripción" total de aquéllas.

g) Suscripción insuficiente (Art. 191)

Art. 191.- Aumento de capital. Suscripción insuficiente. Aun cuando el aumento de capital no sea suscripto en su totalidad en el
término previsto en las condiciones de emisión, los suscriptores y la sociedad no se liberarán de las obligacienes asumidas, salvo disposición en
contrario de las condiciones de emisión.

h) Mora en la integración (Arts. 192 y 193)

Art. 192. - Mora: ejercicio de los derechos. La mora en la integración se produce conforme al artículo 37 y suspende
automáticamente el ejercicio de los derechos inherentes a las acciones en mora.

Art. 193. - Mora en la integración: sanciones. El estatuto podrá disponer que los derechos de suscripción correspondientes a las
acciones en mora, sean vendidos en remate público o por medio de un agente de bolsa si se tratare de acciones cotizables. Son de cuenta del
suscriptor moroso los gastos de remate y los intereses moratorios, sin perjuicio de su responsabilidad por los daños.
También podrá establecer que se producirá la caducidad de los derechos; en este caso la sanción producirá sus efectos previa
intimación a integrar en un plazo no mayor de treinta días, con pérdida de las sumas abonadas. Sin perjuicio de ello, la sociedad podrá optar por
el cumplimiento del contrato de suscripción.

La mora se produce por el mero transcurso del plazo fijado para la integración, sin necesidad de
requerimiento o intimación alguna.
El estatuto puede prever el procedimiento a apliéar en caso de mora del suscriptor. M respecto puede
establecerse la venta en remate público o por un agente de bolsa, si fueran acciones cotizables, de los derechos
de suscripción. También puede preverse la caducidad de los derechos en cuyo caso es obligatorio intimar
la integración y otorgar un nuevo plazo de treinta días al suscriptor.
Además, la sociedad puede optar por exigir el cumplimiento de los contratos de suscripción y
demandar judicialmente la integración.

i) Derecho de suscripcion preferente (Arts. 194, 189, 195, 196y 197)

Art. 194. - Las acciones ordinarias, sean de voto simple o plural, otorgan a su titular el derecho preferente a la suscripción de nuevas
acciones de la misma clase en proporcion a las que posean, excepto en el caso del artículo 216, último párrafo; también otorgan derecho de
acrecer en proporción a las acciones que hayan suscripto en cada oportunidad.
Cuando con la conformidad de las distintas clases de acciones expresada en la forma establecida en el artículo 250, no se mantenga
la proporcionalidad entre ellas, sus titulares se considerarán integrantes de una sola clase para el ejercicio del derecho de preferencia.

Ofrecimiento a los Accionistas.


La sociedad hará el ofrecimiento a los accionistas mediante avisos por tres días en el diario de publicaciones legales y además en
uno de los diarios de mayor circulación general en toda la República cuando se tratare de sociedades comprendidas en el artículo 299.

Plazo de ejercicio.
Los accionistas podrán ejercer su derecho de opción dentro de los treinta días siguientes al de la última publicación, silos estatutos
no establecieran un plazo mayor.

Debentures convertibles en acciones.


Los accionistas tendrán tembién derecho preferente a la suscripción de debentures convertibles en acciones.

Limitación. Extensión.
Los derechos que este artículo reconoce no pueden ser suprimidos o condicionados, salvo lo dispuesto en el artículo 197, y pueden
ser extendidos por el estatuto o resolución de la asamblea que disponga la emisión a las acciones preferidas.

Art. 189. - Capitalización de reservas y otras situaciones. Debe respetarse la proporción de cada accionista en la capitalización de
reservas y otros fondos
especiales inscriptos en el balance, en el pago de dividendos con acciones y en procedimientos similares por los que deban
entregasse acciones integradas.

Art. 195. - Acción judicial del accionista perjudicado. El accionista a quien la sociedad prive del derecho de suscripción preferente,
puede exigir judicial-mente que ésta cancele las suscripciones que le hubieren correspondido.

Resarcimiento.
Si por tratarse de acciones entregadas no puede procederse a la cancelación prevista, el accionista perjudicado tendrá derecho a que
la suciedad y lOS directores solidariamente le indemnicen los daños causados. La indemnización en ningún caso será inferior al triple del valor
nominal de las acciones que bubiera podido suscribir conforme al artículo 194 computándose el monto de la misma en moneda constanÉe desde
la emisión.

Art. 1%. - Plazo para ejercerla. Las acciones del artículo anterior deben ser promovidas en el término de seis meses a partir del
vencimiento del plazo de suscripción.

Titulares.
Las acciones pueden ser intentadas por el acciortista perjudicado o cualquiera de los directores o síndicos.

Art. 197. - Limitación al derecho de preferencia. Condiciones. La asamblea extraordinaria, con las mayorias del último párrafo del
artículo 244, puede resolver en casos particulares y excepcionales, cuando el interés de la sociedad lo exija, la limitación o suspensión del
derecho de preferencia en la suscripción de nuevas acciones, bajo las condiciones siguientes:
1) Que su consideración se incluya en el orden del día.
2) Que se trate de accciones a integrarse con aportes en especie o que se den en pago de obligaciones preexistentes.

La L.S. introdujo la regulación de este derecho de los accionistas a suscribir las nuevas
emisiones en proporción a las acciones que posean, que no contemplaba el Código de Comer-ci9 pero
era práctica consagrar en los contratos sociales.
1) Furulamento: este derecho tiene como fundamento la protección de la integridad del
"status" del accionista de la anónima, garantizando a los mismos la posibilidad de mantener su
participación dentro de la sociedad e inclusive acrecerla, en la medida que se amplíe el capital social.
Se trata de un derecho esencial del accionista que no puede ser suprimido por el estatuto social ni
limitado en su ejercicio.
2) Titulares: los accionistas de la sociedad que posean acciones ordinarias, sean de voto
simple o plural. El Estatuto, y también la asamblea, pueden extender este derecho a los titulares de
acciones preferidas patrimonialmente.
3) Alcance: este derecho comprende dos aspectos:
- derecho de suscripción de nuevas emisiones;
- derecho de acrecer cuando otros accionistas no ejerzan el derecho de suscripción
preferente.
4) Extensión de esos derechos: el derecho de suscripción está en relación proporcional a
las acciones de la misma clase que el accionista ya posee. Así por ejemplo si se emiten acciones
ordinarias de un voto por un mrnón de pesos: si el accionista A posee acciones de esa clase que
representan el 10% del capital social a ese momento, tiene derecho a suscribir el diez por ciento de esa
nueva emisión, esto es la suma de pesos cien mil en acciones. Si en cambio se emiten acciones
ordinarias de cinco votos por igual valor al referido anteriormente, los accionistas titulares de esa clase
de acciones, tendrán derecho de suscripción en proporción a sus respectivas tenencias: aquél
accionista B que tiene el 20% de las acciones de esa clase emitidas anteriormente, tendrá derecho a
suscribir el 20% de la nueva emisión.
En cambio el derecho de acrecer no está dado por la proporción de acciones que el accionista
ya posee con anterioridad a esa nueva emisión, sino que está dado en relación a la cantidad que
efectivamente el accionista suscriba de las nuevas acciones emiti:ías. Siguiendo con el primer ejemplo
anterior. El accionista A tiene derecho a suscribir el 10% de la nueva emisión, pero puede ocurrir que
efectivamente haaa suscnpto sólo el 5% de la misma. En tal caso si existen accionistas que no ejercen
su derecho de suscripción preferente, y quedan acciones sin suscribir de la nueva emisión, el derecho
de acrecer del accionista A será el 5% del total de las acciones no suscriptas. Es decir que está en
proporción a su suscripción en esa oportunidad.
5) Situaciones en las que se aplka: este derecho debe aplicarse:
- en las nuevas emisiones de acciones dispuestas para aumentar el capital social, sea dentro del
límite del quíntuplo o excediendo ese límite. En cada emisión debe mantenerse la proporción entre las
distintas clases de acciones. Así por ejempío si existen acciones ordinarias clase A de cinco votos que
representan el 20% del capitai social y acciones ordinarias clase B de un voto que representan el 80%
del capital; en cada emisión posterior debe mantenerse esa proporción. Ello sin perjuicio que los
accionistas titulares de una clase determinada (la clase A de nuestro ejemplo), puedan admitir que en
un caso determi
nado no se mantenga esa proporción y que las nuevas acciones ordinarias a emitirse sean todas
de la clase B de un voto por acción. Para ello deberán resolverlo los accionistas de la clase A reunidos
en asamblea especial conforme lo dispuesto en el artículo 250, L.S.;
- en el caso de que la sociedad enajene acciones adquiridas y no canceladas (art. 221,
L.S.): tales acciones deben ofrecerse en venta a los accionistas quienes tendrán derecho de preferencia
y de acrecer;
- aumentos de capital por capitatización de reservas: en tal caso las acciones que se
emitan para cubrir esa capitalización debe respetar la tenencia accionaria de cada accionista y
entregarse la nueva emisión en proporción a las acciones que cada accionista posee;
- pago de dividendos en acciones: también debe procederse entregando esas acciones
guardando la proporción referida anteriormente;
- entrega de acciones por capitalizaci6n proveniente de revalúos contables: debe
procederse de la misma forma;
- entrega de bonos por amortización de acciones: cuando se amortizan acciones se
entregan los llamados "bonos de goce" (art. 228, L.S.) y en tal supuesto también debe mantenerse la
proporción referida ;1
- emisión de debentures convertibles en acciones: el artículo 334, L.S., otorga también
este derecho de preferencia cuando se emitan este tipo de debentures y consagra, asimismo, el derecho
de acrecer; y
- emisión de obligaciones negociables convertibles en acciones: para las sociedades
anónimas, el artículo 5 de la ley 23.576 les autoriza a emitir bonos de obligación, convertibles en
acciones. En este supuesto corresponde también otorgar el de-
2
recho de preferencia y el de acrecer
6) Casos en que no se aplica: este derecho de preferencia no es aplicable en los
siguientes supuestos previstos en las normas referidas:
- en el caso que así lo resuelva la asamblea extraordinaria, en los supuestos
excepcionales previstos en el artículo 197 y

Cfr. HALPERIN, Sociedades Anónimas, cit., pág. 241, nota nro. 114, último párrafo.
2 Artículos 11 y 12 de la ley 23.576.
en las condiciones de quórum y mayorías especiales requeridas, que analizaremos más
adelante;
- cuando el accionista es una sociedad que ya participa en el capital de la sociedad y
que con el incremento derivado del ejercicio de este derecho exceda el límite fijado en el artículo 31,
L.S.;y
- la sociedad controlada que con tal incremento excediera el límite del artículo 32, L.S.
7) Ejercicio del derecho: la ley ha regulado minuciosa-mente este tema, partiendo de la
obligación de publicar el ofrecimiento a los acóiQnistas, por medio de avisos en el Boletín Oficial y en
el caso d&sociedades "abiertas" también en un diario de mayor circulacióñ general en el país, por tres
días. A partir de la última publicación corre el plazo para que los accionistas puedan ejercer su
derecho de preferencia.
Plazo: el derecho debe ejercerse dentro de los treinta días siguientes al de la última
publicación referida anteriormente. Este plazo puede ser mayor si así lo previera expresamente el
estatuto. Nada dice la ley si el estatuto confiere facultad a la asamblea para fijar un plazo en cada caso
concreto. Estimamos que en tal supuesto la asamblea puede ampliar ese plazo de treinta días pero no
disminuirlo. El plazo es para ejercer el derecho, es decir para que el accionista manifieste su voluntad
de suscribir acciones, por lo que debe estimarse cumplido desde que el accionista comunica a la
sociedad su ejercicio, y no desde el momento en que ella reciba esa comunicación.
Fonna: la ley no prevé forma alguna a utilizar por el accionista para notificar a la sociedad del
ejercicio de su derecho de preferencia y de acrecer, por lo que debe aceptarse cualquier medio para
ello, pero dada la importancia del derecho ejercido, deberá tratarse de un medio fehaciente, cuya
expedición pueda probarse (acta notarial, carta documento o telegrama colacionado).
- Autorizado para ejercer este derecho será: el accionista, personalmente, tratándose de
persona física; su apoderado con facultades ordinarias de administración; e incluso el depositario3. No
corresponde, en cambio, al acreedor prenda rio o embargante ni al usufructuario. En el caso que el
accionista sea una sociedad, será el representante social el que deba ejercer el derecho. En todo caso
deberá acreditarse la calidad de accionista.

Cfr. HALPERIN, Sociedades, pág. 243, nro. 29 bis.


- Precio: la ley nada dice al respecto por lo que será la asamblea en caso de nueva
emisión la que fijará el precio de colocación de las acciones, que puede ser superior al valor nominal
(sobre la par).
- Transmisión de este derecho: este derecho forma parte del status del accionista y es
inherente a la calidad de socio de la anónima. Es un derecho "accesorio" a la tenencia de acciones
ordinarias y se transmite con ellas de modo tal, que este derecho se transfiere junto con las acciones
ordinarias y no puede transmitirse separadamente, porque ello contraría el concepto de
"indivisibilidad", consagrado en el artículo 209, L.S.
8) Obligaciones del accionista: primero comunicar a la sociedad el ejercicio del derecho;
y en segundo término integrar las acciones suscriptas le acuerdo a las condiciones fijadas por la
asamblea extraordinaria que resolvió su emisión, o por el directorio en su caso (art. 235, inc. 1, L.S.).
9) Casos en que la asamblea puede suspender o limitar este derecho: la asamblea
extraordinaria, con el voto de la mayoría de acciones con derecho de voto, sin aplicarse la pluralidad
de votos, reunida con el quórum legal del artículo 244, puede limitar o suspender este derecho, cuando
el interés de la sociedad lo exija (aquí la ley alude al "interés social" como interés diferente al de los
socios) y siempre que la consideración expresa del tema haya sido incluida en el orden del día de la
asamblea, sólo en los siguientes supuestos:
- cuando se trata de emitir acciones para darlas en pago de deudas de la sociedad; y
- cuando se trate de acciones a integrarse con aportes en especie.
En ambos supuestos, esta excepción deberá hacerse en casos particulares y en interés de la
sociedad. Esta referencia del artículo 197, L.S., a casos particulares, pone en evidencia que en la
misma asamblea deberá expresarse quiénes serán los suscriptores de esas acciones. Esto puede
permitir a la sociedad cancelar una deuda importante sin afectar sus disponibilidades y evitarse el pago
de fuertes intereses; o bien obtener el aporte de bienes importantes necesarios para su
desenvolvimiento empresario (por ej. en el caso de una empresa de transporte el ingreso de accionistas
que aporten nuevas unidades de transporte). En estos casos estaría plenamente justificada en "interés
de la sociedad" la suspensión del derecho de preferencia o su limita
ción. Pero deben ser supuestos "particulares" y "excepcionales", por lo que no correspondería
asimilar otras situaciones, por más beneficio que pueda resultar para la sociedad. La interpretación de
esta excepción debe ser restrictiva.
10) Violación del derecho del accionista: la ley consagra una acción judicial para hacer
efectivo el goce de este derecho en caso de violación de él por la sociedad.
- Titulares: son titulares de la acción el accionista petjudicado que hubiere ejercido su
derecho en tiempo y forma, y también cualquiera de los directores y síndicos. Estos últimos porque de
otra forma consentirían una violación de la ley que pone en sus cabezas responsabiltdades graves.
- Plazo de ejercicio: la acción debe ejercerse dentro de los seis meses a partir del
vencimiento del plazo de suscripción. El plazo breve obedece a razones de seguridad jurídica y para
evitar que los accionistas perjudicados puedan especular con una mejoría de la situación económica-
financiera de la empresa4.
- Objeto de la demanda: la acción judicial procurará que la sociedad cancele las
suscripciones que le hubieren correspondido al accionista perjudicado, conforme sus tenencias
accionar¡as. Si las acciones hubiesen sido ya entregadas a los nuevos suscriptores y tal cancelación no
fuere posible, entonces la acción se transformará en un resarcimiento pecuniario. Si la cancelación es
posible ella tendrá lugar aunque perjudique a terceros de buena fe, que en tal supuesto tendrán acción
por daños y perjuicios contra los administradores sociales y síndicos, en su caso.
- Monto del resarcimiento pecuniariario: comprende los da-ños y perjuicios
ocasionados al accionista y no podrá ser menor al triple del valor nominal de las acciones que le
hubiere correspondido suscribir, cómputo que se hará en moneda constante, desde la emisión.
- Responsables: son solidariamente responsables la sociedad y los administradores sociales.
La violación del derecho de preferencia del accionista importa por parte de los administradores
sociales una gravísima transgresión de sus obligaciones legales y estatutarias, que los hace pasibles de
su remoción (art. 274, L.S.). También puede importar "mal desempeño" para los miembros del órgano
de fiscalización que hubieran tomado co
- Cfr. HALPERIN, SociedadesAnónimas cit. pág. 246, nro. 34.
nocimiento de tal violación si no accionaron para restablecer el derecho conculcado.
11) Extensión del derecho a las acciones preferidas: vimos que la ley otorga este derecho,
en principio a los titulares de acciones ordinarias, sean de voto simple o plural. Pero el estatuto social
puede otorgar este derecho también a los titulares de acciones preferidas (con preferencia patrimonial).
12) Condiciones de la emisión: en cuanto al precio de las acciones y forma de integración,
fechas y plazos deben ser fijados por la asamblea, que puede delegar en el directorio la época de la
emisión, forma y condiciones de pago (art. 235, inc. 1).
13) Revocación de la emisión: la resolución de la asamblea debe ser publicada e inscripta.
Porque antes de ser publicada podría ser revocada y dejarse sin efecto el aumento de capital dispuesto.
Pero una vez publicada la decisión de la asamblea de emitir acciones, nace el derecho de preferencia a
favor de los accionistas.
14) Derecho de acrecer: vencido el plazo de treinta días desde la última publicación, es
decir vencido el plazo para que los accionistas ejerzan el derecho de preferencia, las acciones no
suscriptas deben ofrecerse a los accionistas que ejercieron su derecho. La ley no ha regulado la forma,
plazos y protección de este derecho del accionista, que es también muy importante y complemento del
derecho de suscripción preferente. El derecho de acrecer es únicamente para los accionistas que
suscribieron la emisión ejerciendo su derecho de preferencia y en proporción al monto de su
suscripción.
15) Socieditdes que hacen oferta pública: Estas sociedades, pueden limitar o suspender los
derechos de preferencia y de acrecer, de acuerdo con la reglamentación de la Comisión Nacional de
Valores, según lo establecido en el artículo 84 del decreto 2284/91, de "desregulación".

j) Aumento de capital por oferta pública (Arts. 198, 199, 200y 201)

Art. 198.- El aumento del capital podrá realizarse por oferta pública de acciones.

Art. 190. - Sanción de nulidad. Las emisiones de acciones realizadas en violación del régimen de oferta pública son nulas.
Inoponibilidad de derechos.
Los títulos o certificados emitidos en consecuencia y los derechos emergentes de los mismos son inoponibles a la sociedad, sucios y
terceros.

Art. 200. - Acción de nulidad. Ejercicio. Los directores, miembros del consejo de vigilancia y síndicos son solidaria e ilimitadamente
responsables por los daños que se originaren a la suciedad y a los accionistas por las emisiones hechas en violación del régimen de la oferta
pública.
El suscriptor podrá demandar la nulidad de la suscripción y exigir solidariamente a la suciedad, los directores, miembros del consejo
de vigilancia y síndicos el resarcimiento de los daños.

Art. 201.- Información. La suciedad comunicará a la autoridad de contralor y al Registro Público de Comercio, la suscripción del
aumento de capital, a efectos de su registro.

La L.S. prevé el aumento del capital por suscripción pública con disposiciones adecuadas a la
ley 17.811 de oferta pública de valores. Lógicamente que debe tratarse de sociedades autorizadas a
efectuar esa oferta pública o que soliciten esa autorización, conforme la aludida ley, y en cuanto a la
emisión deben cumplirse los requisitos legales allí prescriptos.
Las emisiones que se hagan en violación de esas normas, serán nulas. La ley 22.903 agregó
que los títulos o certificados emitidos en tales casos y los derechos de ellos emergentes, son
inoponibles a la sociedad, a los socios y a terceros, completando así el alcance de la sanción de
nulidad.
Los directores, miembros del consejo de vigilancia o síndicos, en su caso, son solidaria e
ilimitadamente responsables de los daños que se ocasionen a la sociedad y a los accionistas por la
emisión nula.
La acción de nulidad puede intentarla el suscriptor, exigiendo la indemnización del daño
causado a la sociedad,directores y síndicos.
La sociedad debe informar sobre el cumplimiento del aumento de capital por oferta pública, a
la autoridad de contrQl y al Registro Público de Comercio.
El régimen de las sociedades que hacen oferta pública lo analizamos en el CAPÍTULO XXIII
sobre Sociedades Especiales.

k) Emisiones bajo la par y con prima (Art. 202)


Art. 202. - Emisión bajo la par. Prohibición. Emisión con prima. Es nula la emisión de acciones bajo la par, excepto en el supuesto
de la ley 19.060.
Se podrá emitir con prima, que fijará la asamblea extraordinaria, conservando la igualdad en cada emisión. En las suciedades
autorizadas para hacer oferta pública de sus acciones la decisión será adoptada por asamblea ordinaria la que podrá delegar en el directorio la
facultad de fijar la prima, dentro de los limites que deberá establecer.
El saldo que arroje el irnporte de la prima, descontados los gastos de emisión, integra una reserva especial. Es distribuible con los
requisitos de los arts. 203y204.

Está prohibido emitir acciones bajo la par, esto es por debajo de su valor nominal, porque ello
afectaría la integridad del capital en perjuicio de terceros. Su emisión es nula, dice la ley.
Se puede, en cambio, emitir acciones "con prima" (es decir, por sobre su valor nominal). En
tal caso el excedente, descontados los gastos de emisión, debe integrar una reserva especial. La ley
22.686 autorizó a las anónimas que hacen oferta pública de sus acciones a que la decisión de emitir
con prima sea tomada por la asamblea ordinaria.
El primer párrafo del artículo 202 exceptúa los supuestos de la ley 19.060. Pero las
disposiciones de esa ley sobre bonos convertibles en acciones (arts. 10 al 20), fueron derogadas por el
artículo 44 de la ley 23.576 de Obligaciones Negociables.

1) Reducción de capital (Arts. 203,204, 205 y 206)

Art. 203. - Reducción voluntaria del capital. La reducción voluntaria del capital deberá ser resuelta por asamblea extraordinaria con
informe fundado del síndico, en su caso.

Art. 204. - Requisitos para su ejecución. La resolución sobre reducción da a los acreedores el derecho regulado en el artículo 83, inc.
2º, y deberá inseribirse pre'ia la publicación que el mismo requiere.
Esta disposición no regirá cuando se opere por amortización de acciones integradas y se realice con ganancias o reservas libres.
Art. 205. - Reducción por pérdidas: requisitos. La asamblea extraordinaria puede resolver la reducción del capital en razón de
pérdidas sufridas por la sociedad para restablecer el equilibrio entre el capital y el patrimonio sociales.

Art. 206. - Reducción obligatoria. La reducción es obligatoria cuando las pérdidas insumen las reservas y el cincuenta por ciento del
capital.

La reducción del capital puede ser resuelta por los accionistas, en asamblea extraordinaria, con la
opinión fundada del síndico, en su caso, y debe cumplirse con la publicación.
Los acreedores pueden oponerse a la reducción del capital y pueden exigir ser desinteresados
o debidamente garantizados en sus acreencias. Con la reforma de la ley 22.903 al artículo 83, pueden,
en tercer lugar, obtener un embargo sobre los bienes sociales.
Si no hay oposición, o cumplidos los pasos referidos, la reducción debe ser inscripta. Se hará a
prorrata, respetando la igualdad de los accionistas.
Los acreedores no podrán oponerse si la reducción tiene lugar por amortización de acciones
integradas y se realiza con ganancias o reservas libres.
Si la reducción es forzosa, provocada por pérdidas, la asamblea puede disponerla para
restablecer el equilibrio entre el capital y el patrimonio social. La reducción será obligatoria cuando
las pérdidas insuman las reservas y el cincuenta por ciento del capital.

237. DE LAS ACCIONES


a) Reglas generales (Arts. 207 y 226)
Art. 207. - Valor igual. Las acciones serán siempre de. igual valor, expresa-do en moneda argentina.

Diversas clases.
El estatuto puede prever diversas clases con derechos diferentes; dentro de cada clase conferirán los mismos derechos. Es nula toda
disposición en contrario.

Art. 226. - Títulos valores: principios. Las normas sobre títulos valores se aplican en cuanto no son modificados por esta ley.

La regla es que las acciones deben ser siempre de igual valor y expresadas en moneda
nacional. Ahora en "pesos". El contrato social puede establecer o prever varias clases de acciones con
diferentes derechos, pero dentro de la misma clase los derechos que confieren deben ser iguales. Es
nulo todo pacto social en contrario.
La comisión que redactó la ley 19.550 rechazó la admisión de "acciones sin valor nominal" de
uso en los Estados Unidos de América y también la posibilidad de emitir acciones en moneda
extranjera.
La ley consagra el principio general de que las acciones "son títulos de crédito" o "títulos
valores" y que se le aplicarán supletoriamente esas disposiciones, fijando así una solución para casos
especiales, como 105 de extravío o destrucción.
Halperin5 señala que las características de este título son:
1) que es de participación, es decir no exclusivo ni excluyente, ya que da derechos a
ejercerse con otros, titulares de derechos análogos en razón de la posesión de títulos similares de la
misma sociedad;
2) de ejercicie continuado, porque el derecho que confiere no se agota con su ejercicio
por una vez (derecho de voto, a los dividendos, etc.);
3) no formal, porque la omisión de los requisitos fUados por la ley no los vicia de
nulidad (salvo cuando hacen a su existencia misma: autenticidad; firmas requeridas);
4) incompleto, porque sus constancias deben integrarse con los estatutos y sus reformas;
5) causal, por su vinculación al estatuto social;
6) indivisible como expresa el artículo 209;
7) en serie, esto es fungible, dentro de la categoría que le corresponde; y
8) esencialmente comercial.
Señala Brunetti6 que la característica de ser un "título de participación" hace que no incorporan
un derecho de crédito propiamente dicho, sino aquel complejo de derechos, de facultades y de
obligaciones que son inherentes a la condición de socio. El título, certifica en su poseedor el status de
socio. Ello no le quita el carácter de literal y autónomo a estos títulos, agrega dicho autor.

b) Forma de los títulos. Acciones escriturales (Art. 2O8)7


Art. 208. - Fonna de los títulos. Los títulos pueden representar una o más acciones y ser al portador o nominativos; en este último
caso, endosables o no.

Certificados globales.
Las sociedades autorizadas a la oferta publica podrán emitir certificados globales de sus acciones integradas, con los requisitos de
los arts. 211 y 212, para

5
HALPERIN, Sociedades Anónimas, Depalma, 1975, pág. 274, nro. 8.
6 BRUNETTI, op. cit., T. II, pág. 108, nro. 411.

Ver el Capítulo XXIV sobre nominatividad.


su inscripción en regímenes de depósito colectivo. A tal fm, se considerarán definitivos, negociables y divisibles.

Títulos cotizables.
Las sociedades deberán emitir títulos representativos de sus acciones en las cantidades y proporciones que fijen los reglarnentos de
las bolsas donde coticen.
Certificados provisionales.
Mientras las acciones no estén integradas totalmente, sólo pueden emitirse certificados provisionales nominativos.
Cumplida la integración, los interesados pueden eegtr la insccipción en las cuentas de las acciones escriturales o la entrega de los
títulos definitivos que serán al portador silos estatutos no disponen lo contrarío.
Hasta tanto se cumpla con esta entrega, el certificado provisorio será considerado definitivo, negociable y divisible.

Acciones eseriturales.
El estatuto puede autorizar que todas las acciones o algunas de sus clases no se representen en títulos. En tal caso deben inscnbirse
en cuentas llevadas a nombre de sus titulares por la sociedad emisora en un registro de acciones escríturales al que se aplica el artículo 213 en lo
pertinente o por bancos comerciales o de inversión o cajas de valores autorizados.
La calidad de accionista se presume por las constancias de las cuentas abiertas en el registro de acciones escriturales. En todos los
casos la sociedad es responsable ante los accionistas por los errores o irregularidades de las cuentas, sin perjuicio de la responsabilidad del
banco o caja de valores ante la sociedad, en su caso.
La sociedad, la entidad bancaria o la caja de valores deben otorgar al accionista comprobante de la apertura de su cuenta y de todo
movimiento que inscriban en ella. Todo accionista tiene además derecho a que se le entregue, en todo tiempo, constancia del saldo de su cuenta,
a su costa.

El artículo 208 de la ley 19.550 que regulaba sobre la "forma de los títulos", es decir sobre la
representación de las acciones, sufrió una profunda modificación por la ley 22.903, que incorporó las
denominadas "acciones escriturales".
La legislación italiana consagró en 1923 la posibilidad de las sociedades por acciones de no
emitir títulos accionarios, probándose la calidad de socio por la inscripción en el libro respectivo,
disposición incorporada en la legislación de 1942 que prevé que "las sociedades por acciones tienen la
facultad de acordar en asamblea extraordinaria que no se distribuyan a los socios los títulos de las
acciones. En este caso, la calidad de socio queda probada por la inscripción en el libro de socios y los
vínculos reales sobre las acciones se constituyen mediante anotación en el mismo libro".8
La ley 22.903 modificó el artículo 208 y normas complementarias, admitiendo que todas las
acciones o algunas clases de ellas no se representen en títulos. Para ello deberá llevarse un libro
especial para registrar este tipo de acciones, donde se abrirán cuentas a nombre de cada suscriptor.
Con la apertura de la cuenta se otorgará al accionista un comprobante que lo individualiza. Ese libro
especial al que se le aplican las normas sobre el libro de registro de acciones reglado en el artículo
213, puede ser llevado por la sociedad, por una entidad bancaria (banco comercial o de inversión) o
por una caja de valores autorizada. En todos los casos la sociedad es la responsable ante los
accionistas por los errores o irregularidades de las "cuentas", sin perjuicio de la responsabilidad del
banco o caja de valores ante la sociedad, en el caso que lleven ese libro.
El banco, la caja de valores o la sociedad, según el caso, deben entregar al accionista
comprobante de la apertura de la cuenta y de todo movimiento que se registre en ella. Los accionistas
tienen derecho, en cualquier momento, que se les entregue constancia del saldo de la cuenta, a su
costa.

c) Títulos y certificados

El estatuto o la asamblea extraordinaria que autoriza la emisión, en su caso, establecerán silos


títulos son al portador o nominativos, y en este último caso si son endosables o no; y si representarán
una o más acciones.
Esos títulos, son títulos de crédito "causados" que facultan a su titular para ejercitar los
derechos inherentes a la calidad de socios que están expresados en el mismo.
En caso de sociedades que cotizan sus acciones en bolsa, deben emitir títulos representativos
de sus acciones en las cantidades y proporciones que fije el reglamento de la bolsa donde cotizan.
Mientras las acciones no estén totalmente integradas se emitirán certificados provisionales
nominativos.
Integradas las acciones, sus titulares pueden exigir la entrega de los títulos o de constancia de
apertura de las "cuentas"

8 BRUNETTI, op. df., T II, pág. 97, nro. 409.


en el libro especial de las acciones escriturales. Los títulos serán al portador silos estatutos no
disponen lo contrario.
Mientras no se entreguen los títulos o constancias referidos, los certificados provisorios se
consideran definitivos, negociables y divisibles.
Las sociedades que hacen oferta pública de acciones pueden emitir certificados globales de sus
acciones integradas con los requisitos establecidos para los títulos (arts. 211 y 212) para su inscripción
en cajas de valores u otros regirnenes de depósitos colectivos, en reemplazo de títulos. Esta previsión
fue incorporada por la ley 22.903.

d) Formalidades de los títulos (Arts. 211 y 212)

Art. 211. - Formalidades. Menciones esenciales. El estatuto social establecerá las formalidades de las acciones y de los
certificados provisionales.
Son esenciales las siguientes menciones:
1) Denominación de la sociedad, domicilio, fecha y lugar de constitución, duración e inscripcion.
2> El capital social.
3) El número, valor nominal y clase de acciones que representa el título y derechos que comporta.
4) En los certificados provisionales, la anotación de las integraciones que se efectúen.
Las variaciones de las menciones precedentes, excepto las relativas al capital, deberán hacerse constar en los títulos.

Art. 212. - Numeración. Los títulos y las acciones que representan se ordenarán en numeración correlativa.

Firma.. su reemplazo.
Serán suscriptas con firma autógrafa por no menos de un director y un síndico. La autoridad de contralor podrá autorizar, en cada
caso, su reemplazo por impresión que garantice la autenticidad de los títulos y la sociedad inscribirá en su legajo un facsímil de éstos.

Cupones.
Los cupones pueden ser al portador aun en las acciones nominativas. Esta disposición es aplicable a los certificados.

Los títulos y los certificados globales, en su caso y los certificados provisionales, deben
contener las menciones que establezca el estatuto social. Son esenciales las menciones referidas en el
artículo 211. Los títulos deben ser numerados correlativamente y firmados por no menos de un
director y un síndico. La
firma debe ser autógrafa, pero con la autorización de la autoridad de control puede ser
impresa.
En los certificados provisionales se debe hacer constar las integraciones que se efectúen.

e) Libro de Registro de Acciones (Art. 213)


Art. 213. - Se llevará un hbro de registro de acciones con las formalidades de los libros de comercio, de hbre consulta por los
accionistas, en el que se asentará:
1) Clases de acciones,derechos y obligaciones que comporten;
2) Estado de integración, con indicación del nombre del suscriptor;
3) Si son al portador, los números; si son nominativas, las sucesivas transferencias con detalle de fechas e individualización de los
adquirentes;
4) Los derechos reales que gravan las acciones nominativas;
5) La conversión de los títulos, con los datos que correspondan a los nuevos;
6) Cualquier otra mención que derive de la situación jurídica de las acciones y de sus modificaciones.
La sociedad debe llevar un libro de registro de acciones, debidamente rubricado por la
autoridad de control, y que sera de libre consulta por los accionistas. En este libro deben hacerse
constar las menciones prescriptas en el artículo 213, L.S. Con respecto a la mención de los
gravámenes deberán indicarse los que pesan sobre las acciones nominativas; es decir los derechos
reales (prendas o usufructo), embargos y otras medidas cautelares ordenadas judicialmente; y toda otra
mención sobre la situación jurídica de las acciones y sus modificaciones.

f) transmisión de acciones (Alis. 214y 215)


Art. 214. - Transmisibilidad. La transmisión de las acciones es libre.
El estatuto puede limitar la transmisibilidad de las acciones nominativas o escriturales, sin que pueda importar la prohibición de su
transferencia.
La limitación deberá constar en el título o en las inscripciones en cuenta, sus comprobantes y estados respectivos.

Art. 215.- Acciones nominativas y escriturales. Transmisión. La transmisión de las acciones nominativas o escriturales y de los
derechos reales que las graven debe notificarse por escrito a la sociedad emisora o entidad que lleve el registro e inscribirse en el libro o cuenta
pertinente. Surte efecto contra la sociedad y los terceros desde su inscripción.
En el caso de acciones escriturales, la sociedad emisora o entidad que lleve el registro cursará aviso al titular de la cuenta en que se
efectúe un débito
por transmisión de acciones, dentro de los diez días de haberse inscripto, en el domicilio que se haya constituido; en las sociedades
sujetas al régimen de la oferta pública, la autoridad de contralor poddi reglamentar otros medios de información a los socios.
Las acciones endosables se transmiten por una cadena íninterrumpida de endoso y para el ejercicio de sus derechos el endosatario
solicitará el registro.

La ley consagra la regla de la libre transmisibilidad de las


acciones, sin perjuicio que el estatuto social fije límites a la transmisión de las acciones
"nominativas" y las "escriturales". Esas limitaciones deben constar en los títulos, en las inscripciones
en "cuentas" y en sus comprobantes.
La forma de transmisión variará según sea el tipo de acciones. Las acciones al portador se
transmiten por la entrega (tmd¡tio) y en las nominativas cabe distinguir si son "endosables" o no. En el
primer caso se requiere una sucesión no interrumpida de endosos, debiendo el endosatario requerir la
inscripción en el libro de registro de acciones.
Si las acciones son nominativas no endosables la transferencia debe notificarse a la sociedad,
por escrito y requerirse su inscripción en el libro referido.
Las acciones escriturales, incluidas por la ley 22.903, se pueden transmitir, debiendo
notificarse la transferencia a la sociedad y al banco o caja de valores que lleve el libro respectivo, en
su caso. La sociedad o quien lleve el libro de registro debe cursar aviso al titular de la cuenta, dentro
de los diez días de haberse inscripto la transferencia.
Hay sociedades anónimas que por su actividad están sometidas al control de un organismo
determinado, como es el Banco Central de la República Argentina en el caso de bancos y entidades
financieras; compañías de seguros, sometidas al control de la Superintendencia de Seguros de la
Nación; y en donde, por disposiciones legales se exige que las acciones sean "nominativas" y para
cuya transferencia se requiere la aprobación del organismo de control (exigencia de la ley 21.526, para
los bancos y entidades financieras, por ejemplo).

g) Acciones ordinarias y preferidas (Arts. 216y 217)


Art. 216. - Acciones ordinarias: derecho de voto. Incompatibilidad. Cada acción ordinaria da derecho a un voto. El estatuto puede
crear clases que reconozcan hasta cinco votos por acción ordinaria. El privilegio en el voto es incompatible con preferencias patrimoniales.
No pueden emitirse acciones de voto privilegiado despues que la sociedad haya sido autorizada a hacer oferta pública de sus
acciones.

Art. 217. - Acciones preferidas: derecho de voto. Las acciones con preferencia patrimonial pueden carecer de voto, excepÉo para las
materias incluidas en el cuarto párrafo del artículo 244, sin perjuicio de su derecho de asistir a las asambleas con voz.
Tendrán derecho de voto durante el tiempo en que se encuentren en mora en recibir los beneficios que constituyen su preferencia.
También lo tendrán si cotizaren en bolsa y se suspendiere o retirare dicha cotización por cualquier causa, mientras subsista esta
situación.

Las acciones pueden ser ordinarias, preferidas patrimonialmente o de participación; con un


voto, voto múltiple o sin voto, carturales o escriturales; rescatables o no rescatables; liberadas o no
liberadas; al portador o nominativas; nominativas endosables o no endosables.
Según las reglas de la Comisión Nacional de Valores se
consideran "ordinarias" aquellas acciones que otorgando derecho a voto poseen derechos
económicos en igual proporción a su participación en el capital social. No son acciones ordinarias las
que establezcan una participación diferenciada en el capital, aun cuando se les otorgue derecho de
suscripción preferente (art. 14, de las Normas de la CNV, t.o. Resolución General 110).
Las acciones pueden contener una preferencia patnmonia.4 sea referida a la partipación en los
beneficios o en el reparto final en caso de liquidación. Por ejemplo se pueden consagrar derechos de
cobro preferente de los beneficios hasta un porcentaje determinado. En tal supuesto las utilidades
excedentes se distribuirán entre las acciones ordinarias; se puede establecer que las acciones preferidas
tengan un dividendo fijo - si existen utilidades-; y también se pueden establecer privilegios sobre el
patrimonio neto que resulte de la liquidación, etcétera.
Nuestra ley consagra elprincipio que estas preferencias preferencias patrimoniales no pueden
coincidjr con privilegios en el derecho de voto; y que las acciones con privilegio patrimonial pueden
carecer de derecho de voto, si bien esta limitación no puede ser absoluta. Así por ejemplo tendrán
derecho a voto en materias que hacen a la modificación sustancial del contrato social (cambio de
objeto, transformación, fusión, escisión, disolución anticipada, etc.); o cuando sus preferencias
patrimoniales no son efectivas (caso de mora de la sociedad en el pago de los beneficios; en el
caso de sociedad que cotiza en bolsa, si se le suspende o retira dicha cotización).
Las acciones que no tienen preferencias patrimoniales, son acciones ordinarias. En principio
cada acción ordinaria tiene derecho a un voto, pero se admite en nuestra legislación que se creen
acciones que otorguen un derecho de voto múltiple, de hasta cinco votos por acción. Se prohibe la
emisión de acciones con este privilegio una vez que la sociedad haya sido autorizada a hacer oferta
pública de sus acciones, esto es a cotizar acciones en bolsa o mercado de valores.

h) Las acciones de voto plural

1) Conceptó

Las acciones privilegiadas en el derecho de voto son denominadas "acciones de voto plural o
múltiples". Zavala Rodríguez dice que son las que confieren al accionista un voto más fuerte que el
que se reconoce al accionista ordinario o común, sin invertir mayores capitales y sin desembolso
proporcional9.
Winizky las denomina acciones de "voto privilegiado", y las define, siguiendo a Garrigues,
diciendo que "la acción privilegiada es la que concede una participación en la suma de votos de la
sociedad, mayor que la participación que concede en el capital social" 10
Halperin dice que la función que tiene la creación de acciones de voto plural "es asegurar a
determinadas categorías una influencia preponderante o mayor en el gobierno de la sociedad, en
desproporción al capital que representa" 11
Se trata de un privilegio que generalmente se adjudica el "grupo fundador" para mantener el
control en la dirección de la sociedad, es decir, el "control político" de ella, y para evitar el cambio de
mayorías a pesar de sucesivas ampliaciones de capital u otras modificaciones del contrato social
original.

ZAVAIA RODRIGUEz, Carlos Juan, Código..., T. 1, pág. 404, nro. 777, b.


'o
WINIZKY, Ignacio, Acciones de Voto Pnvilegiado, 1936, pág. 27, nro. 33.
11
HAI.PERIN, Isaac, Manual de Sociedades Anónimas, pág. 137.
2) El Código de Comercio

El antiguo Código de Comercio de Vélez Sársfield y Acevedo no contenía ninguna


disposición receptiva del sistema de acciones de voto plural o múltiple. Pero no las prohibe, por lo que
se admitió y generalizó la práctica de su creación.
Con fundamento en la disposición del artículo 352 se entendió que la creación de diferencias o
privilegios en el derecho de voto era lícita.

3) Su lustificación

Las acciones de voto plural han sido prohibidas en casi todas las legislaciones más modernas,
por los abusos a que han dado lugar.
Sin embargo, una práctica constante las ha admitido en nuestro país, y según señala Zavala
Rodríguez, sin que se hayan producido perturbaciones que aconsejen su derogación.
Winizky justifica la existencia de estas acciones fundado en necesidades económicas. Sostiene
que si bien tienen el peligro de crear una aristocracia económica, presentan diversas ventajas. Por
ejemplo: facilitan la concentración de empresas; mantienen la influencia de los fundadores; permiten
la continuidad de la administración; evitan los peligros del desinterés de las minorías; coadyuvan a
mantener el control nacional sobre las sociedades anónimas y evitar la injerencia extranjera.

4) Crítica
Todos estos argumentos nos parecen de poca relevancia frente al grave mal de introducir una
relación de injusticia en el seno de la sociedad. Máxime en un tipo societario donde los derechos
tienen como única contrapartida el aporte efectuado por el socio.
Además, los grupos tenedores de estas "acciones de gobierno" no ejercen la conducción de la
sociedad para el efectivo cumplimiento del objetivo social mediante una adecuada dirección, sino que
ejercen esa dirección en beneficio personal o de "su grupo", en detrimento de la sociedad y de todos
los demás
Accionistas”12

12

RIChARD. Rugo Efraín, "Acciones de voto diferencial", en J.A., serie contemporánea, sección doctrina, 1972, págs. 846 y sigs.
Los argumentos fundados en razones de defensa del interés nacional son sólo históricos. La
realidad ha demostrado el fracaso de estas acciones para cumplir tal cometido. Por el contrario, han
servido como elemento de subyugación de las empresas nacionales por las grandes corporaciones
financieras internacionales. Han facilitado a éstas un medio de opresión de las empresas nacionales
débiles, convirtiéndose en un elemento aliado de los grandes trusts.
Ha facilitado la creación de filiales de estos tn¿sts, que en cada país controlan las acciones
privilegiadas, y con ello las empresas nativas.
Precisamente la desvalorización monetaria y las condiciones de crisis permanente en que se
desenvuelve la economía de los países subdesarrollados coloca a las grandes corporaciones
internacionales en inmejorables condiciones para adquirir por pocos dólares las acciones de dominio
de las empresas nacionales.
Debe restablecerse la regia de la "proporcionalidad" hoy vigente en casi todas las
legislaciones. Precisamente en el principio "a igual capital aportado, iguales derechos", se fundamenta
la abolición del sistema de acciones de voto múltiple, porque los derechos en las sociedades por
acciones, sociedad de capitales, deben tener por única medida el aporte de capital efectuado por el
accionista, porque ya no se admiten ni las acciones sin voto, ni los privilegios en este derecho.
Estos nuevos principios tienden, precisamente, a la "popularización" de la sociedad anónima,
reaccionando contra los abusos que en el pasado se han cometido, en todo el mundo, al amparo de esta
forma societaria.
La necesidad de introducir "igualdad" en los derechos, equidad en las contraprestaciones,
justicia en las relaciones internas, aconsejaban la derogación del sistema o bien su reglamentación.
Así vemos que en Francia, donde después de estar prohibidas se las admitió,
reglamentándolas, por ley de 1966, se establece la nominatividad de ellas y se otorgan a accionistas
que acrediten su titularidad por el término de dos años.
El poder político que confieren estas accciones, que facilitan el dominio de sociedades con
pequeños capitales, permite que a través de esa sociedad se controlen otras, con el procedimiento de
las sociedades hoidings o similares. Por ello es impres
cindible por lo menos la identificación de sus titulares, criterio dominante en la legislación que
las admite, y su regiamentación, limitando el número de estas acciones y otorgando el privilegio
13
sólo a determinados accionistas

i) Acciones de participación

La ley 23.697 de Emergencia Económica, en su artículo 40, otorgó a las sociedades de capital
y cooperativas, total libertad para emitir títulos valores en serie para ser objeto de oferta pública, en los
tipos y condiciones a fijar por las emisoras.
Con fundamento en dicha norma, la Comisión Nacional de Valores, que es el órgano de
superintendencia de la oferta pública de títulos valores en el país, autorizó la emisión de acciones sin
voto, es decir un título valor representativo del capital que no otorga derecho de voto a su tenedor,
destinados a inversores no interesados en influir en la marcha de los negocios sociales, a las que
denomino "acciones de participación".
Para ello tuvo en cuenta la utilidad que títulos de este tipo han prestado como instrumentos del
mercado de capitales en diversos países, tales como los Estados Unidos, Brasil y México; sin advertir
incompatibilidad con los principios de nuestra legislación societaria.
En tal sentido la Comisión Nacional de Valores dictó la Resolución General Nro. 208 con
fecha 26 de mayo de 1992.
Son acciones que no reconocen derecho de voto ni privilegios patrimoniales y que deben
otorgár a sus tenedores derechos económicos de igual proporción a su participación en el capital
social. Pueden ser rescatables por La sociedad; y si no fueran rescatables deben ser convertibles en
acciones ordinarias en un máximo de veinte años.
Estas acciones no pueden representar una participación en el capital social que exceda el
treinta por ciento del mismo.
Deben tener una preferencia patrimonial sobre las acciones ordinarias consistente en una
antelación para el reintegro de su valor nominal en el caso de liquidación de la sociedad emisora. Sin
perjuicio de este derecho, deben otorgar a sus tenedo
13 Ver un estudio completo sobre este tema en mi obra Acciones de VotoPlural, Depalma, 1973.
res derechos económicos de igual proporción a su participación en el capital social.
El retiro voluntario del régimen de la oferta pública de la sociedad emisora, deberá contar con
la aprobación de la asamblea especial de los tenedores de este tipo de acciones. Los accionistas
disconformes gozan del derecho de receso y de reembolso.
En los casos de desistimiento, denegatoria o cancelación de la oferta pública o cotización, los
tenedores también tendrán esos derechos.
j) Acciones rescatables y no rescatables. Liberadas y no liberadas

Acciones "rescatables" son aquellas cuyo rescate o compra total o parcial por la sociedad o
terceros está fijada en el tiempo o librada a opción del accionista, según las condiciones de la emisión;
o cuyo rescate o compra total o parcial por la emisora o terceros estén comprometidas de cualquier
otra forma, según el concepto que nos suministra el artículo 17, de las Normas ordenadas de la
Comisión Nacional de Valores.
Acciones no rescatables" son aquellas que solamente pueden ser rescatadas como
consecuencia de una reducción de capital decidida por la asamblea de accionistas, sin que el plazo de
dicho rescate esté fijado al tiempo de la emisión o quede librado, de acuerdo a las condiciones de ésta,
a la opción del accionista (art. 16, de las Normas de la CNV).
Acciones "liberadas" son aquellas totalmente integradas o que por ser resultado de utilidades o
reservas, no requieren integración; y, por el contrario, acciones "no liberadas" son aquellas que no
están totalmente integradas.

k) Usufructo, prenda y embargo de acciones (Arts. 218y 219)


Art. 218. - Usufructo de acciones. Derecho del usufructo. La calidad de socio corresponde al nudo propietario.
El usufructuario tiene derecho a percibir las ganancias obtenidas durante el usufructo. Este derecho no incluye las ganancias pasadas
a reserva o capitalizadas, pero comprende las correspondientes a las acciones entregadas por la capitalización.

Usufructuarios sucesivos.
El dividendo se percibirá por el tenedor del tftulo en el momento del pago; si hubiere distintos usufructuarios se
distribuirá a proranta de la duración de sus derechos.
Derechos del nudo propietario.
El ejercido de les demas derechos derivados de la calidad de socio, inclusive la participación en ¡os resultados de la
liquidación, corresponde al nudo propietario, salvo pacto en contrario y el usufructo legal.

Acciones no integradas.
Cuando las acciones no estuvieren totalmente integradas, el usulructuario para conservar sus derechos debe efectuar
les pagos que correspondan, sin perjuicio de repetirlos del nudo prepietario.

Art. 219. - En caso de constitución de prenda o de embargo judicial, los derechos corresponden al propietario de las
acciones.

Obligación del acreedor.

En tales situaciones, el titular del derecho real o embargo queda obligado a facilitar el ejercicio de los derechos del
propietario mediante el depósito de las acciones o por otro procedimiento que garantice sus derechos. El propietario soportará
los gastos consiguientes.

Al respecto rigen las reglas que analizamos en la sociedad de responsabilidad limitada (art.
156) que remite, precisamente a las normas de los artículos 218y 219.

1) Adquisición de acciones por la sociedad (Arts. 220y 221)

Art. 220. - La sociedad puede adquirir acciones que emitió, sólo en las siguientes condiciones:
1) Para cancelarías y previo acuerdo de reducción del capital.
2) Ezccpcionalmente, con ganancias realizadas y liquidas o reservas hbres cuando estuvieren completamente
integradas y para evitar un daño grave, lo que será justificado en la próxima asamblea ordinaria.
3) Por integrar el haber de un establecimiento que adquiere o de una sociedad que incorpore.

Art. 221.- Acciones adquiridas no canceladas, venta. El directorio enajenará las acciones adquiridas en los supuestos
2y 3 del artículo anterior dentro del término de un ano; salvo prórroga por la asamblea. se aplicará el derecho preferente
previsto en el artículo 194.

Suspensión de derechos.
Los derechos correspondientes a esas acciones quedarán suspendidos hasta su enajenación; no se computarán para la
determinación del quórum ñi de la mayodL
Como regla excepcional se autoriza a que la sociedad pueda adquirir sus propias acciones. Se
trata de excepciones a una prohibición de la ley, de modo que son de interpretación restrictiva.
La ley ha consagrado una verdadera incapacidad de derecho a la sociedad para adquirir sus
acciones, con las excepciones referidas en el artículo 220, L.S.

En tal sentido se resolvió:


"La oferta provocada por el Banco Nacional de Desarrollo y Caja de Ahorro y Seguro reviste el carácter excepcional
que justifica el interés social y, por ende, la aplicación de lo dispuesto por el artfculo 220, inciso Z ley 19.550.
Las acciones adquiridas por la sociedad lo fueron con garandas realizadas y liquidas, por ende, deben ocupar el
mismo lugar que ellas, induyéndolas contablemente como una reservas Mas si las mismas fueron adquiridas con dinero, no es
del todo errónea su inclusión dentro del activo corriente.
La conservación de las proporciones accionarias que confieren la dirección pacifica de las empresas constituye, sin
duda, una causa grave y hasta decisiva en materia de conducción societaria".
Cam. Nac. Com., Sala A, 29-X-79, "Frigorifico La Pampa Sociedad Anó nima", fallo n0 29352, JA., 1980, t. II, pag.
315.

m) Prohibición de recibir sus propias acciones en garantía (Art. 222)

Art. 222. Acciones en garantía; prohibición. La sociedad no puede recibir sus acciones en garantía.

Esta prohibición complementa la referida anteriormente.


La prohibición es absoluta, no admitiendo excepciones de ningún tipo. Su violación produce la
nulidad absoluta del acto.

n) Aniortizición de acciones (Art. 223)

Art. 223. - El estatuto puede autorizar la amortización total o parcial de acciones integradas, con ganancias
realizadas y liquidas, con los siguientes recaudos:
1) Resolución previa de la asamblea que fije el justo precio y asegure la igualdad de los accionistas.
2) Cuando se raalice por sorteo, se practicará ante la autoridad de contra-loro escribano de regrstro, se publicará su
resultado y se inscribirá en los registros.
3) Si las acciones son amortizadas en parte, se asentará en los títulos o en las cuentas de acciones escriturales. Si la
amortización es total se anularán, reemplazandose por bonos de goce o inecrin-ciones en cuenta con el mismo efecto.
El contrato social puede autorizar la posibilidad de amortizar total o parcialmente acciones
totalmente integradas, siempre que se efectuen con ganancias realizadas y líquidas y previa re-
solución de la asamblea extraordinaria. La asamblea fijará el justo precio, y asegurará la igualdad de
los accionistas. En el caso de que la amortización se haga por sorteo, deberá requerirse la presencia de
la autoridad de control o de escribano público, se publicará su resultado y se inscribirá en el Registro
Público de Comercio y en el registro especial para sociedades por acciones.
Si la amortización es parcial se deberá asentar en los títulos o en las cuentas (si fueran
acciones escriturales). Si la amortización fuera total, se anularán los títulos o cuentas, y se entregarán a
cambio bonos de goce o inscripciones en cuenta con igual efecto.
La Exposición de Motivos de la ley 19.550, sen ala que existen sociedades (concesionarias de
servicios públicos) cuyo activo debe revertir al Estado concedente sin reembolso, por ejem-pío, que
deben amortizar el capital previo a la distribución de utilidades (Exp. Mot., sección V, cap. VIII, punto
2). Pero, además, como bien se ha expresado, existen otros supuestos de sociedades que deben recurrir
a este mecanismo de amortización de acciones. Son aquéllas que realizan una actividad minera, de
explotación de yacimientos, canteras, cuya fuente de producción se agota progresivamente y donde
resulta aconsejable prever la devolución del capital a los socios durante la vida de la sociedad 14.

á) Dívidendos (Arts. 224y 225)

Art. 224. - Distribución de dividendo. Pago de interés. La distribución de dividendos o el pago de interés a los
accionistas son lícitos sólo si resultan de ganancias realizadas y líquidas correspondientes a un balanoe de ejercido regular-
mente confeccionado y aprobado.
Dividendos anticipados.
Esth prohibido distribuir intereses o dividendos anticipados o provisionales o resultantes de balances especiales,
excepto en las sociedades comprendidas en el artículo 299.

14
AGUINIS, Ana M. y IL"5 DE SAR, Elida, "La amortización de acciones", en R.D.C.o., 1977, págs.1 y sigs.
En todós estos casos los directores, los miembros del consejo de vigilancia y síndicos son responsables ilimitada y
solidariamente por tales pagos y distribuciones.
Art. 225. - Repetición de dividendos. No son repetibles los dividendos percibidos de buena fe.

La participación accionaria atribuye al socio el derecho al dividendo, es decir, al reparto de los


beneficios netos del ejercicio, en la medidas acordadas por la asamblea y como consecuencia de la
aprobación del balance. Este derecho patrimonial básico del socio está condicionado en nuestra ley a
la existencia de ganancias realzadas y liquidas provenientes de un balance de ejercicio regularmente
confeccionado y aprobado.
Como natural consecuencia la ley prohibe la distribución de dividendos anticipados o
provisionales. Como bien lo sen ala Roitman15 corresponderla llamarles anticipos provisionales o
pagos a cuenta de dividendos, porque en realidad se trata de adelantos de pago, de una parte de las
utilidades.
Lo admite sólo en los casos de sociedades anónimas abiertas del artículo 299. La excepción
obedece a que estas sociedades están sometidas a un control ádministrativo permanente por lo que se
presume que ello evitará cualquier tipo de maniobras tendientes a afectar la integridad del capital, que
es la finalidad que persiguen estas normas.
La violación de estas reglas hace responsable a los directores, miembros del consejo de
vigilancia y síndicos, en forma personal, solidaria e ilimitadamente, por los pagos efectuados.
Sostiene Roitman en opinión que compartimos, que la regulación legal es insuficiente. Que la
responsabilidad del directono y del órgano de fiscalización estatal permanente o la de gestión, no son
elementos suficientes para garantizar a los terceros ni para proteger a la sociedad frente a una
maniobra dolosa o una actitud imprudente.
Una correcta regulación debería exigir:
1) previsión estatutaria;
2) aprobación por asamblea;
3) balance especial; y

15 ROITMAN, Horacio, "Dividendos provisionales", en R.D.C.O., 1978, págs. l46lysigs.


4) autorización o comunicación a las entidades de control 16
El réglmen legal sobre los dividendos se completa con la norma del artículo 225 que declara
que no son repetibles los dividendos percibidos de buena fe. Lógleamente que no podrá tratarse de
ganancias distribuidas en violación de las reglas lEgales o contractuales, porque alll no habrá buena fe
del accionista.

o) Indivlslbilldad de las acciones


(Art. 209)
Art. 209.- Indivsibilidad. Condominio. Representante. Las acciones son indivables.
Si e:ste copropiedad se aplican las reglas del condonnnio. La sociedad puede e:lgir la unificación de la representación
para ejeroer los derechos y cumplir las obligaciones sociales.

Esta regla impide que los derechos que concede la acción puedan ser ejercidos por personas
diferentes y si hubiere copropiedad de.una acción, la sociedad podrá exigir que se unifique la
representación para ejercer los derechos derivados de la condición de accionista: derecho de voto,
derecho de preferencia, derecho al dividendo; etcétera.

p) Venta o cesión de la acción (Art. 210)


Art. 210. - Cesión: Garantía de los oedentes sucesivos. Efectos del pago por el codente. El oedente que no -
completado la integración de las acciones, responde ilimitada y solidariamente por los pagos debidos por los cesionaríos. El
oedente que realioe algún pago, será copropietario de las acciones oedidas en proporción de lo pagado.

Aquí en realidad la L.S. usa la palabra "cesión" pero se trata de una venta. El vendedor que no
ha completado la integración de las acciones es deudor de la sociedad y por ello responde en forma
Ilimitada y solidariamente por los pagos que deba el adquirente de tales acciones.

16
ROITMAN, artículo citado, pag. 1465.
238. DE LOS BONOS

a) Coiwepto (Art. 227)


Art. 227.- Caracteres. Reglamentación. Las sociedades anónimas pueden emitir bonos de goce y de
participación. Se reglamentarán en el estatuto de acuerdo a las normas de este tfrulo, hajo sanción de nulidad

La L.S. reglamenta dos tipos de bonos: los bonos "de goce" y los "de participación". No son
acciones, son tftulos que dan derecho a participar en las ganancias pero no confieren la calidad de
accionista.

b) Bonos de g(>ce (Art. 228)


Art. 228. - Los bonos de goce se emitirán a favor de los titulares de acciones totalmente amortizadas. Dan derecho a
participar en las ganancias y, en caso de disolución, en el producido de la liquidación, despa& de reembolsado el valor nominal
de las acciones no amortizadas. Además gozarán de los derechos que el estatuto les reconozca expresamente.

Existen sociedades que contratan con el Estado y que prestan un servicio por un período
determinado bajo un contrato de "concesión", cuyo activo va a pasar a poder del Estado al
vencimiento del término de la concesión. Dichas sociedades deben "amortizar" el capital previo a la
distribución de utilidades y en reemplazo de las acciones que se van amortizando, entregan al accionista
"bonos de goce" que le confieren derecho de participar en las ganancias y, en el reparto final, en caso de
liquidación, una vez que sea reembolsado el valor nominal de las acciones no amortizadas.
En otros países se les llama "acciones de goce" (acnons de jou£ssance en Francia donde están
muy difundidas). No las admite el derecho alemán porque la amortización de las acciones lleva
consigo la amortización del capital. 17

c) Bonos de participación (Art. 229)


Art. 229. - loas bonos de participación pueden emitirse por prestaciones que no sean aportes de capitaL Selo
dan derecho a participar en las ganancias de qercicio.

17
BRUNETTI, op. c¡t., T. II, pág. 166, nro. 6.
Dado que en la sociedad anónima sólo se admiten como aportes las obligaciones de "dar" y que
muchas veces es conveniente y necesario recibir bienes que no puedan constituir aportes de capital (el
trabajo de un técnico; el goce de un invento o de una licencia), se admite la emisión de estos bonos,
que no confieren calidad de accionista, como ya dijimos, smo tan sólo derecho a participar en las
utilidades (dividendos del ejercicio).

d) BoDos de partkipación para el persoiial (Art. 230)


Art. 230. - Los bonos de participación también pueden ser adjudicados al personal de la sociedad. Las ganancias
que les corresponda se computarán como gastos.
Son intransferibles y caducan con la ertinción de la relación laboral, cualquiera sea la causa.

Además estos bonos pueden ser adjudicados al personal de la sociedad y, con la finalidad de
alentar su práctica, la ley prevé que en tales supuestos "las ganancias qúe les corresponda se
computarán como gastos". Están directamente vinculados a la relación laboral, de modo que se
extinguen con ésta, cualquiera sea su causa.

e) Normas complementarias (Arts. 231 y 232)

Art. 231. - Epoca de pago. La participación se abonará contemporáneamente con el dividendo.


Art. 232. - Modificaciones de las condiciones de emisión. La modificación de las condiciones
de los bonos requiere la conformidad de tenedores de la mayoria absoluta de bonos de la clase
respectiva, cxpresada en asamblea convocada por la sociedad al efecto. La convocatoria se realizará
por el procedimiento establecido en el artículo 237.
No se requiere esa conformidad para la modificación referente al número de bonos cuando se
trate de los previstos en los arts. 228 y 230.

Las participaciones en las utilidades que otorgan estos bonos (en sus dos varIedades), deben
ser abonadas contemporáneamente con el pago de los dividendós a los accionistas.
Las condiciones pactadas para los bonos no pueden mcdificarse sino con la conformidad de
los tenedores de la mayoría absoluta (mitad más uno) de los bonos de la clase que se quiere modificar,
los que serán convocados en la forma prevista para las asambleas.
NOTAS A LA OCTAVA EDICION 1. LEY24435

i) Derecho de suscripción preferente.


Se modificó la del párrafo plazo de ejercido.
Plazo de ejercicio

ARTÍCULO 1º.- Modiftcase parcialmente el artículo 194 de la Ley 19.550 (t.o. 1984) en lo
atinente al "Plazo de ejercicio", el cual queda redactado como sigue:
Los accionistas podrán ejercer su derecho de opción dentro de los treinta días siguientes al de la úitinta publicación,
silos estatutos no establecieran un plazo mayor. Tratándose de sociedades que hagan oferta pública, la
asamblea extraordinaria, podrá reducir este plazo hasta un mínimo de diez días, tanto para sus
acciones como para debentures convertibles en acciones (B. O., 11-1-1995).

2 JUR!SPRUDENCIA

En este capítulo incorporamos los siguientes fallos que estimamos de importancia a los efectos de un mayor
esclarecimiento de los temas en él desarrollados.

234. NATURALEZA Y REQUISITOS


a) Capital dividido en acciones (art. 163)
Cuando se trata de una sociedad anónima, su capital se representa por acciones y los socios que las suscriben sólo
tienen la propiedad de las mismas, pero nunca de los bienes que forman su activo (arts. Y, 38, 57, 163 y
conc., ley 19.550, Ad(a, XLIV-B, pág. 1319).
S.C.BA., 3-VIII-1993 "B E c F de B. D. S.” D.J, 1993 2 744; Di. BA ., 145-5259; L.L.,
Repertorio LIII- 1993, pág. 1627.
235. LA CONSTITUCION

a) Constitución por acto únko. Requisitos (art. 166)

Responsabilidad de los fundadores y directores


Sin perjuicio de la ulterior pcsibilidad de ejecutarse la sentencia de remate contra los fundadores, en
razón de la responsabilidad que pueda incumbirles conforme al régimen de los artículos 183 y 184 de
la ley 19.550, la ejecución cambiana debe dirigirse contra la sociedad anónima en formación que se
obligó como libradora-aceptante.
Cám. Nac. Com., Sala C, 26-XII-1978, "Roson, Benjamín J.c. Barak, SA. y otros", L.L., 1981-A,
pág. 560 (35.749-5), L.L., Repertorio XLI-1981; f-z, pág. 3066.

Síndico designado en el acto constilutivo


Si el apelante en el acto constitutivo de la sociedad fae designado sindico de la misma aunque no surge que
al mismo tiempo 6ste hubiera asumido la calidad de socio, siendo ello así, e independientemente de la
efectiva suscripción del instrumento que pueda atribuirsele en el acto constitutivo al solo efecto de aceptar el
cargo conferido, para ser fundador no basta firmar el acto constitutivo, sino también suscribir alguna
acción.
Cám. Nac. Com., Sala C, 26-XII-1978, "Roson, Benjamín J.c. Barak, SA. y otros", L.L., 1981-
A, pág. 560 (35.749-S), L.L., Repertorio XLI-1981; f-Z, pág. 3066.

b) Constitución por suscripción pública (arts. 168 al 180)


1. El contrato de suscripción de acciones es un contrato de adhesión representado por
certificados provisionales al portador, negociables y divisibles. Se trata de un contrato irrevocable, por
lo que son nulas las cláusulas que permitan recuperar todo o parte del aporte o liberen del efectuado.
2. El suscriptor carece de acción para demandar la resolución del contrato, restándole sólo la
posibilidad de reclamar la entrega de las acciones definitivas.
Cám. Paz Let. Rosario, Sala II, 11-111-1980, "Uranga, Manuel c. Financiera de Forestación,
SA.", ¡., 62-4; Z., 20-345; L.L., Repertorio XLI-1981, f-Z., pág. 3065.

236. EL CAPITAL SOCIAL

c) Contrato de suscripción

Si los certificados que provocan las desinteligencias no son aquéllos que contempla el artículo
208 de la ley 19.550 sino meras constancias
probatorias de la existencia de un derecho o simples recibos de pagos Correspondientes a un
contrato de suscripción de acciones, sin más alcance que el de los instrumentos privados que
dicciplinan los artículos 1012 y siguientes del Códi CMI no es obligatorio su previa devolución para
obtener los títulos defmitiyos.
Cám. Nac. Com., Sala C, 12-111-1979, "Nieto Rivera, Eduardo c.
Termoquar, SA.", J.A., 980-IV, Pág. 575; LL, Repertorio XLI- 1981; JZ., pág. 3067.

e) Aumento del capital (art. 188)

La inscripción ante el registro público del acto societario por el


cual se legitiman los aportes efectuados por los socios que derivan en un aumento de capital, no obsta a la eficacia de
los derechos y obligaciones contraídas por las partes, y por ende, cabe considerarla una exigencia formal no esencial, que
es susceptible de ser cumplida con posterioridad al plazo fijado para tales efectos.
Cám. Nac. Fed. Cont.-adm., Sala IV, 18-VI-1992, "Finatiantic SA.", L.L., Repertorio LIII-
1993, pá& 1627.

El aumento de capital de la sociedad anónima debe inscribirse en el Registro Público de Comercio


en tanto que el aumento de capital, al margen
de importar o no reforma del estatuto, como lo demuestra la
circunstancia de que el acordado dentro del quíntuplo previsto en el acto constitutivo, está sujeto
igualmente a registración (art. 188, in fine, ley
19.550).
la. Instancia Comercial de Registro Capital, firme, 19-XI-1980, "Azucarera Argentina SA.",
E.D., 92-108.

Capitalización de reservas y otros fondos especiales

Las reservas de una sociedad son beneficios no repartidos y a su vez todo aumento indfrecto
del capital en circulación participa de tal carácter.
Cám. Nac. Civ., Sala A, 14-VlII-198O "SA M C c C R" LL, 1981-A, pág. 310; JA., 981-II, pág.
49.

237. DE LAS ACCIONES

Certificados lirovisioneles nominativos (art. 208)


Aun cuando se admita que la omisión de algunos de los recaudos que mencionan los artículos
211 y 212, ley 19550, no acarrea fatalmente la nulidad del tftulo, lo cierto es que en los acompañados
con el escrito de responde se han obviado requisitos esenciales, tales como la numeración, valor
nominal, clase de acciones que representa, derechos que
comporta y la firma con el alcance que exige el artículo 212 del recordado ordenamiento legal, la
actitud de la demandada luce desprovista de seria justificación, en orden a los peligros a que podrla verse
expuesta en la hipótesis de que el actor se hubiera desprendido de los títulos provisorios, pues sus actuales
tenedores carecerian de derecho frente a la sociedad, en tanto lo ftmden exclusivamente en las constanclas
emergentes de esos instrumentos.
Cám. Nac. Com., Sala C, 12-111-1979, "Nieto Rivera, Eduardo c. Termoquar, S.A.", J.A., 980-IV,
pág. 575.

f) Transmisión de acciones (arts. 214y 215)

Cláusulas de 'esiñcdón
En materia de restricciones a la transmisión de acciones de sociedades anónimas pueden diferenciarse
las que derivan de la ley, de convenciones y del estatuto. Pueden a su vez clasificarse estas últimas en cláusulas
de tanteo, cláusulas que imponen determinadas calidades para ser socio y las denominadas cláusulas de agrado o
di gradimento. La validez de estas últimas cláusulas en el derecho argentino aparece expresa-mente reconocida
en la normativa del artículo 214, párrafo 2º de la ley 19.550, reformada por lo establecido en el artículo 50 in fine
de esa misma ley. Estas son restricciones naturales en toda sociedad de componentes, útiles también para
vincular la titularidad de las acciones con la titularidad de los contratos de explotación de unidades (del fallo de
primera instancia).
Cám. Nac. Com., Sala E, 6-XI-1991, "García, Isolino c. Transportes del Tejar", L.L., 1994-B, pág. 247.

Dictamen del fiscal de Cániara:


La cláusula cuestionada establece que producido el fallecimiento de cualquier accionista, los socios
restantes o la sociedad podrán ejercer el derecho de preferencia para la adquisición de las acciones de las que era
titular el socio fallecido. La Inspección ha considerado que esta fórmula atenta contra las disposiciones del
derecho sucesorio pues lleva a prescindir de él al establecer que los accionistas supérstites podrían adquirir las
acciones de que era titular el socio fallecido, mientras que sólo cabe reconocer como nuevo tenedor a los
herederos declarados judicialmente. Se sostiene que esta disposición atenta contra la libre transmisibilidad que es
el presupuesto del artículo 214 de la Ley de Sociedades, puesto que prohíbe al legitimado, que es heredero del
accionista, disponer de sus acciones contra reglas de orden público. Se indica que existen otros tipos sociales que
autorizarían cláusulas como la que se pretende introducir en este caso.
Encuentro dirimente para establecer el criterio a adoptar recurrir a lo dispuesto por el artículo 1195 del
Código Civil, cuando establece que
los efectos de los contratos se extienden activa y pasivamente a los herederos y sucesores universales, a
no ser que las obligaciones que nacieren de ellos fuesen inherentes a la persona o que resultase lo contrario de
una expresa cláusula del contrato.
Sentado ello, señalo también que la disposición del artículo 214 de la ley de sociedades establece como
principio la libre tranferibilidad de las acciones, en su segundo párrafo autoriza expresaaaente que, tratándose
de acciones nominativas, el estatuto puede limitar la transmisibilidad, sin que ello pueda importar prohibición de
transferencia y a condición. de que tal limitación conste en el titulo. Observo, también, que cláusulas de este tipo
son contrarias a la esencia de la acción al portador, dado su rasgo caracteristico, intuitu pecuniae, mas que,
tratándose de acciones nominativas, tales disposiciones se autorizan pues tienden a res-guardar, cuando no a
impedir, el ingreso a la sociedad de personas o grupos de personas, ya sea porque no responden a los mismos
intereses, para mantener la cohesión del grupo, la hegemonía de la conducción, evitar perturbaciones en la
marcha normal de la sociedad o por otros motivos. Es claro pues, que este tipo de acciones presenta rasgos en
este sentido, más próximosalcaráctermiw£uNrsonae(confr. Zaldívar, E.y otros, Cuádenios de Derecho
Societario, Vol. III, pág. 229; Halperin, 1., Sociedades Anónimas, pág. 287).
Considero que en el caso, en que se trata de acciones nominativas no endosables, cabe recordar aquella
afirmación de Brunetti en el sentido de qué "la acción no incorpora ni un derecho de crédito ni un derecho real,
sino un italus al que van unidos derechos de especial naturaleza y especiales obligaciones" (véase: Tratado..., cit.,
T. III, pág. 525) y si bien el artículo 3417 del Código Civil establece que los sucesores universales se encuentran,
en principio, en la misma situación que las partes a las cuales suceden, también dispone como excepción a esa
regla, "aquellos derechos que no son transmisibles por sucesión", entre los cuales están previstos, como apunté
supra, los derechos intransmisibles en razón de una cláusula contractual (art. 1195, Cód. Civ.). Es decir, que
obligaciones que son transmi£¡bles por naturaleza, pueden ser convertidas en mtransmisibles por tratarse de
cuestiones sometidas a la libre determinación de los particulares (confr. Llambías, J. J., Tmtado de Derecho
Civil. Parte Genem4 T. II, págs. 334/5). Desde este ángulo, no encuentro reparos que oponer a la cláusula en
análisis, siendo válido agregar como reflexión que el artículo 214 ya citado se refiere a la transmisibilidad de las
acciones sin especificación algua, lo que permite considerar comprendidas ambas formas o modos de
transmisión. Presumiblemente, si el legislador hubiera querido referirse a las normas voluntarias y no a las
legales o forzosas, lo hubiera dicho expressunente.
No desconozco que el tema ha sido materia de discrepantes soluclones en el derecho comparado, mas
ante las consideraciones vertidas precedentemente, estimo que no median objeciones para admitfr esta solución
en nuestro derecho. Ello, sin embargo, siempre deberá hallarse
subordinado a que los estatutos que extiendan en forma expresa estas restricciones a la transmitión por
causa de muerte contengan un procedimiento que permita al heredero o legatario, en todo caso, o ser reconocido
como accionista o la posibilidad de transmitir las acciones adquiridas bajo estos títulos, obteniendo su justo
precio. En efecto, las restricdones no pueden traducirse en una exclusión de la transmisibilidad de la acción, al
someterla a tales condiciones que la anulan prácticamente. Es por ello que si se trata, como en el caso, de atribuir
un derecho de adquls,ción preferente a favor de cualquiera de los sujetos que se mencionan en la cláusula,
deberán respetarse los limites del ejercicio de tal procedimiento y si nadie quiere ejercitar tal derecho en un
plazo establecido, es obvio que el heredero o legatario deberá ser reconocido como accionista. Resguardado este
derecho y asegurado que el prccio que se pague por las acciones sea justo, no encuentro obstáculos para admitir
la cláusula bajo examen (confr. Broseta Pont, M., Restricciones Estatutarias a la Libre Tiansmisibilidad de las
Acciones, Tecnos, Madrid, 1%3, págs.
213/5).
Cám. Nac. Com., Sala B, 27-X-1993, "El Chañar SA.", LL, 1994-D, págs. 275/6.

En síntesis, el actor no probó la causa o título de adquisición de las acciones que ni siquiera invocó en
el por demás escueto escrito de inicio (compra, a la familia Bertel Skou); ni tampoco el título jurídico o
circunstancia fácticas en virtud de las cuales la sociedad demandada sería tenedora de las acciones cuya entrega,
"que habría sido sistemática y reiteradamente negada", aparece reclamada en autos. En tales condiciones, la sola
inscripción hecha en el libro de registro de acciones es insutiente para sustentar la pretensión deducida, por
cuanto tales asientos sólo probarían eventualmente su titularidad en la fecha de esas asambleas, pero en modo
alguno puede alegarse esa anotación para demostrar el dominio invocado un tiempo después, es decir
actualmente, dado que este tipo de acciones son transmisibles por la mera tradición, sin necesidad de registro
alguno ni de notificación a la sociedad emisora (conf. fallo del 5-VIII-1991, Cám. Nac. Com., Sala D, in re
"Aizerstein, Marcos c. Estancia San Blas 5/sumario"). Tampoco adujo ni probó haber percibido dividendos, por
lo que cabe concluir como lo ha hecho el a quo, que ante la notoria insuficiencia probatoria en que ha incurrido
el actor trátase de un dependiente de la sociedad puesto en la apariencia de socio, al solo efecto del fluido
funcionamiento de los órganos societarios.
Además, la sola constancia en el libro de actas de asamblea mentada a fs. 110 vta. de la prueba pericial
contable, resulta insuficiente para legitimar al presunto socio, puesto que el registro que hace oponible la
transferencia frente a la sociedad emisora, no es cualquier anotación en los documentos sociales, sino el
asentamiento que se practique en el libro de Registros de Acciones respectivo - arts. 213, inc. 3', ley 19950 y 23,
ley 20.643- (Cám. Nac. Com., Sala C, 28-IX-1989, "Luna, Jorge C.
Cervecería Argentina San Carlos SA. 5/sumario"), recaudos que no se dan en el caso en análisis,
destacando la prueba citada que en el Registro de Accionistas nro. 1 constan al 30-IV-1986 los titulares de las
acciones nominativas, dentro de los cuales no figura el actor (ley 23.299/ 85 y dec. 83/86).
Cám. Nac. Com. Sala A, 26-XII-1994, "Aizerstein, Marcos c. Es-tandas Santa Maria SA.", LL, 18-VII-
1995 (del voto de la doctora Míguez de Cantore).

g) Acciones ordinarias y pftfeddas (aris. 216y 217)

Las acciones preferidas en tanto permanezcan como tales, tienen derecho sólo al dividendo fijo; y
apenas una expectativa de alguna naturaleza a ciertas ulterioridades, la que por su falta de concreción no faculta
para cuestionar las decisiones de la asamblea de la sociedad emisora. (En el caso, el actor demandó la nulidad de
las decisiones asamblearias que había postergado sus derechos de tenedor de acciones preferidas, para dar lugar
a la emisión de acciones ordinarias, dejándolo en franca minoría, lo cual no fue aceptado por el tribunal de
alzada, quien mantuvo las decisiones pero mandó indemnizar al perjudicado demandante).
Cám. Nac. Com., Sala D, 23-x'I-1981, "Sichel, Gerardo F. c.
Massuh, SA.", L.L., 1983-B, pág. 493.

k) Usufructo, prenda y embargo de acciones (arts. 218y 219)

1. Si un contrato de depósito de acciones fue llevado a cabo por los depositantes a tftulo personal ya que
los registros de custodia, emitidos por el depositario en ocasión de celebrar el convenio, no expresaron que dicha
actuación hubiese ocurrido a titulo representativo; el hecho de que se haya probado que otra persona era la titular
de las acciones depositadas, es inconducente para estimar que el depositario conoció que lós sujetos depositantes
actuaban a nombre de un tercero. En tal caso, el titular de las acciones estará legitimado a accionar contra el
depositario, por incumplimiento del contrato, con base en haber existido un mandato oculto en favor de los
depositantes, sólo si exige la subrogación judicial en los derechos y acciones que nacen de los actos del
mandatario, según prevé el artículo 1929 del Código Civil.
2. El titular de las acciones depositadas que pretenda accionar contra el depositario por incumplimiento
del contrato - con base de haber existido un mandato oculto en favor de quien llevó a cabo el depósito a tftulo
personal - deberá exigir la subrogación judicial del artículo 1929 del Código Civil, citando a pleito al mandatario
y, de no hacerlo, carecerá de legitimación al respecto. No pudiendo, por otra parte, excusar su inacción con el
argumento de que para incoar una acción subrogatoria no se exige la autorización judicial; ya que, si bien es
cierto que, califi
cando a la acción del citado artículo 1929 como "subrogatoria" en los términos del artículo 1196 del
Código Civil, su ejercicio no requeriria dicha autorización, no podrá eximírselo de haber instado la citaaón del
mandatario, pues, el artículo 112 del Código Procesal le impone ese proceder.
Cám. Nac. Com., Sala D, 6-IX-1993, "Rodiguez, Esterlinda c. Banco de la Pcia. del Chaco
s/incumplimiento de contrato", E.D., 1994-158, pág. 153.

1) Adqu¡sklón de acciones por 'a sociedad (arts. 220y 221)

La oferta provocada por el Banco Nacional de Desarrollo y Caja de Ahorro y Seguro reviste el carácter
excepcional que justifica el interés social y, por ende, la aplicación de lo dispuesto por el artículo 220, inciso 2º,
ley 19550.
Las acciones adquiridas por la sociedad lo fueron con ganancias realizadas y liquidas, por ende, deben
ocupar el mismo lugar que ellas, incluyéndolas contablemente como una reserva. Mas si las mismas fue-ron
adquiridas con dinero, no es del todo errónea su inclusión dentro del activo corriente.
La conservación de las proporciones accionarias que confieren la dirección pacífica de las empresas
constituye, sin duda, una causa grave y hasta decisiva en materia de conducción societaria.
Cám. Nac. Com., Sala A, 29-X-1979, "Frigorífico La Pampa Sociedad Anónima", fallo nº 29352, J.A.,
1980-II, pág. 315.

ñ) Dividendos (aris. 224y 225)

1. No puede sostenerse que la circunstancia de haber cobrado los actores los dividendos que se
ordenara pagar, tanto en efectivo como en acciones, configuren una confirmación del acto pretendidamente
nulo, como lo es la distribución de las utilidades en acciones, toda vez que la decisión del tribunal revocando la
suspensión preventiva de esa capitalización colocaba a aquéllos ante la realidad incontrovertible que emanaba de
las decisiones cuestionadas y cuya obligatoriedad viene impuesta para la comunidad de socios de lo preceptnado
por el artículo 233 de la ley
19550.
2. El pago de dividendos mediante la entrega de tftulos valores liberados ha pasado a ser moneda
corriente en los últimos años como consecuencia de la penosa realidad reflejada por los índices inflacionarios,
que llevó a algún sector de la doctrina a considerar ello más que una facultad de la asamblea, una necesidad
inspirada en una prudente administración.
3. La actitud asumida por los impugnantes al cobrar de la sociedad las acciones emitidas como
consecuencia del aumento de capital soal por capitalización de utilidades debe ser receptada favorablemente
en lo que respecta a los efectos jurídicos previstos por el artículo 1063 del Código Civil, en razón de
que sigficaunacatamiento expreso a la decisión asamblearia impugnada,yalmismo tiempo,seratifica por el
ejercicio de los derechos como accionista, con sustento en las mencionadas acciones emitidas, al concurrrr, con
incremento de su participación social, a la asamblea posterior. (Del voto del doctor Williams).
Cám. Nac. Com., Sala B, 21-XII-1984, "Saunier, Roberto V. c. La Casa de las Juntas, SA.", LL, 1985-
D, pág. 90.

Corresponde distinguir entre el derecho a participar en las utilidades, caracterizado como eventual,
abstracto o genérico durante el transcurso de toda la duración de la actividad societaria; y el derecho concreto a
un dividendo, que puede desdoblarse en un derecho periódico a la participación en las utilidades de los ejercicios
y un derecho al dividendo ya aprobado.
Trib. Arbitraje Gral. de la Bolsa de Comercio, 611-1996, "Televisoras Provinciales SA.", L.L., 24-VI-
1996, pág. 13, fallo 94.410; DJ.,
1996-1-1273.

p) Venta o cesión de la acción (art. 210)


1. El contrato de transferencia del paquete accionario de una sociedad anónima debe ser entendido
como realizado en consideración de las condiciones patrimoniales del ente vigentes a la fecha de su celebración
y no con independencia de ellas, por lo que no puede considerarse que el precio de dichas acciones no incluya el
valor del establecimiento cuya explotación es el único motivo relevante de la sociedad en cuestión; pues, es claro
que, sin el activo referido, el valor de los títulos quedaría reducido a una expresión meramente nominal carente
de contenido real en el mercado, que privaría de su sentido intrfnseco al contrato celebrado.
2. Quien adquiere las acciones de na sociedad carece del derecho a pretender que no se modifique en lo
sucesivo el patrimonio del ente societario, pues los socios no tienen derechos inmediatos sobre los bienes
sociales, detentando sólo una vocación al dividendo y a una cuota de liquidación una vez disuelta la sociedad.
Sin embargo, en el caso de que la sociedad tenga como único objeto la explotación de una estación de servicio,
debe entenderse que la venta del paquete accionario de dicho ente lo sería en consideración de las condiciones
patrimoniales del mismo vigentes a la fecha de celebración del contrato, con la inclusión del valor del
mencionado establecimiento; resultando, por tanto, el precio de las acciones determinado por el patrimonio
social tenido en vista por las partes al contratar.
Cám. Nac. Com., Sala A, 18VI11-1993, "Corrales, Franciso c. De Rosso, Celestino Luis
slcumplimiento de contrato", E.D., 9-V-1995.
1. La cesión de acciones que deja a salvo los dividendos del ejerciclo, con la manifestación de las
cesionarias del compromiso de gestionar lo concerniente a la percepción de dividendos por parte de los cedentes,
constituye para aquéllas la asunción tácita de un mandato, ya que éstas al deliberar e incidir en la decisión
relativa a dividendos gestionan un interés ajeno, siendo aplicables las reglas contenidas en los artículos 1904 y
siguientes del Código Civil.
2. El mandatario debe rendir cuentas del cumplimiento exacto de su gestión; y debe indemnizar al
mandante de cualquier dano que a éste se le derive de su negligencia o dolo.
Cám. Nac. Com., Sala C, 17-IX-1993, "Serviddio, Ana M. y otra c. Clínica San Michele SA. y otros",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

1. La comercialidad del contrato de compra-venta de acciones puede fúndarse también en lo dispuesto


por el artículo 8º, inciso 11 del ordenamiento legal mercantil, en consonancia con lo establecido por los artículos
214, 215, 367 y concordantes de la ley 19550.
2. La comercialidad del contrato de compra-venta de acciones se encuentra declarado especialmente por
el artículo 451 del Código de Comercio. Aunque pueda controvertirse que en el caso haya existido la
intencionalidad que dicha norma - en consonancia con lo preceptuado por el artículo 8º, incisos 1º y 2º del
mismo cuerpo normativo- requiere para calificar como mercantil el negocio jurídico, debe recordarse que tal
calificación es aplicable en la compraventa con prescindencia del propósito especulativo tratándose de
adquisición de acciones.
3. Aun admitiendo la vinculación de un contrato de compraventa que recae sobre un paquete accionario,
con una causa negocial diversa de la que típicamente concierne a operaciones sobre estos títulos, aceptando
consecuentemente que tal causa no se relaciona con una sustitución en la titularidad del estado o posición del
socio-accionista, sino con la obtención de un cierto poder sobre el concreto contenido patrimonial

- especialmente previsto - de la sociedad, tal incidencia en la causa y aun en el objetivo negocial no


empece a que se mantenga la comercialidad del contrato que deviene de la forma instrumental elegida por las
partes para la consecución de esos efectos.
Cám. Nac. Com., Sala C., mayo-1981, "de Atucha, Jorge M. C.C. c. Terrabusi de Reyes de Roa, Elena
M. y otros", E.D., 94-775; L.L., Repertorio XLI-1981, pág. 3068.

1. No puede sostenerse que la circunstancia de haber cobrado los actores los dividendos que se ordenara
pagar, tanto en efectivo como en acciones, configuren una confirmación del acto pretendidamente nulo, como lo
es la distribución de las utilidades en acciones, toda vez que la decisión del tribunal revocando la suspensión
preventiva de esa capitalización colocaba a aquéllos ante la realidad incontrovertible que emanaba
de las decisiones cuestionadas y cuya obligatoriedad viene impuesta para la comunidad de socios dc lo
preceptuado por el artículo 233 de la ley
19550.
2. La percepción de dividendos en efectivo no implica confirmación de la nulidad alegada en orden a la
capitalización de utilidades aprobada por la asamblea de accionistas, cuando dicho acto fue relativizado merced a
la inserción en los recibos pertinentes de una mención orientada inequívocamente a esa fmalidad y que fue
tolerada por la sociedad en actitud de la que es posible extraer con autorizada doctrina, el alcance de
consentimiento con tal reserva.
3. La omisión del directorio en explicar en su memoria anual las razones que determinaron en su
momento la necesidad de la sociedad de capitaliaar utilidades no implica violación a lo dispuesto por el artículo
66, inciso 4º de la ley 19.550 cuando en la especie el directorio nada propuso en dicha memoria, limitándose a
expresar en ese instrumento que en relación al destino de las utilidades - excluidas las sumas correspondientes a
la reserva legal - correspondía a la asamblea resolver sobre ellas.
4. Si quien con carácter previo a la asamblea y durante su transcurso, no indagó las razones que tenía la
sociedad para debatir la capitalización de utilidades, no puede luego que se decidiera favorablemente la cuestión,
verse beneficiado con la inversión de la carga de la prueba en orden a la necesidad de demostrar que no había
razones o, las que había, no eran de entidad suficiente.
5. El pago de dividendos mediante la entrega de títulos valores liberados ha pasado a ser moneda
corriente en los últimos años como consecuencia de la penosa realidad reflejada por los índices inflacionarios,
que llevó a algún sector de la doctrina a considerar ello más que una facultad de la asamblea, una necesidad
inspirada en una prudente administración.
Cám. Nac. Com., Sala B, 21-XI¡-1984, "Saunier, Roberto V. e. La Casa de las Juntas, SA.", L.L., 1985-
D, pág. 90.

3. DOCTR¡NA

Sobre los temas tratados en este capítulo, se pueden consultar los siguientes trabajos:

Aguinis, Ana María de - Lamer, Arnoldo, "Las sociedades anónimas y los programas de propiedad
participada", La Infomiación, nro. 762, págs. 1151, 1154.
Ballarin Marcial, Alberto, "Restricciones estatutarias y la transmisión de acciones. Validez y clases",
en Estudios sobre la Sociedad Anónima, varios autores, Civitas, Madrid, 1991.
Bisio, Gabriel - de la Torre, Juan, "Usufructo de acciones de transmisjbilidad limitada"; la
jurisprudencia es escasa y contradictoria: Cam. Nac. Civ., Sala E, 21-XII-1981, "Copella, Darío H. c
Domínguez, María G.", JA., 1982-111, pág. 540; E.D., 99498.
- "El usufructo de acciones confiere al usufructuario el derecho a percibir dividendos, pero no la calidad
de socio, ni, por ende, la facultad de intervenir en las asambleas", contra, Cám. Nac. Com., Sala C, 12-IX-1982,
"Sánchez c. Banco Avellaneda", LL, 1983-B, pág. 257; LL, 28-VII-1995.
Blaquler, Rodolfo, "Incumplimiento de promesa de constituir sociedad por parte de todos los
promitentes", E.D., L 158,pág. 665.
De Lucio, Jorge Luis, "¿Consulta por parte de los accionistas de todo el registro de acciones
escriturales?", L.L., 27-VI- 1996.
Di Bartolo, Nilda E., "Acciones de participación", L.L., 24-XI-1993.
- "Incumplimiento de la promesa de constituir una sociedad", L.L.,
13-XII-1994.
Etcheverry, Raúl Ambal, "Nuevos matices legales en el período fundacional de las sociedades
comerciales", LL., 5-111-1984.
Fernández, Leonardo F., "Las acciones de participación (Acciones sin voto en las sociedades anónimas
abiertas)", L.L., 18-XII-1995.
Garrido de Palma, Víctor Manuel - Sánchez González, José Carlos, "La sociedad anónima en sus
principios configuradores", en Estudios sobre la Sociedad Anónima, varios autores, Civitas, Madrid, 1991.
Giovenco, Arturo C., "La compra de acciones por la sociedad emisora y las resoluciones 262 y 270 de
la Comisión Nacional de Valores", L.L., 4-V1-1996, pág. 3.
Kenny, Mario, "Las acciones escriturales", R.D.C.O., 1985, pág. 115.
Nissen, Ricardo Augusto, "Impugnación de aumentos del capital social (Estado actual de la cuestión)",
L.L., 15-II 1-1995.
Odriozola, Carlos, "Acerca de las acciones de control", R.D.C.O., 1978, pág. 1233.
Paolantonio, Martín Esteban, "La Resolución General 262 de la CNV y la compra de sus propias
acciones por las sociedades anónimas",
E.D., 2(>-¡V-1995.
Pérez Hualde, Fernando, "Las acciones derivadas y por representación (Análisis de su incorporación en
el Proyecto de Reforma de la Ley de Sociedades Comerciales)", E.D., 21-11-1995.
Richard, Efraín Hugo, "Los aportes para futuros aumentos de capital y las obligaciones subordinadas en
el proyecto de reformas a la Ley de Sociedades", Revisia Estudios de Derecho Comercial, nro. 10, San Isidro.
- "Acciones escriturales", R.D.C.O., 1984, pág. 67.
Villanueva de Jurado, Julia, "Sociedad anónima: Aumento de capital (Aportes a cuenta de futuras
suscripciones)", L.L., 4X-1994.
CAPÍTULO XVI
LA SOCIEDAD ANONIMA (Continuación)
A) DE LAS ASAMBLEAS

239. CARACTERIZACION

Conforme la teoría dominante, la sociedad es un "organismo" donde existe una distribución de


funciones, en lo interno, a cargo de distintas personas (una o varias), que constituyen "los órganos".
Los órganos tienen entonces diversas funciones, distinta competencia y pueden definirse,
repitiendo a Brunetti como aquellas personas o gn¿pos de personas fiskas que, por disposición de la
ley, están autorizadas a manifestar la voluntad del ente y a desarrollar la actividad jurillica necesaria
para la consecución de sus fines'.
En la sociedad anónima esos órganos son múltiples y tienen asignadas distintas competencias
y constituyen "el ordenamiento constitucional de la sociedad".

Sentados estos conceptos, diremos que la asamblea es el órgano mayor - órgano soberano-, que
"acuerda sobre la estructura jurídica de la sociedad y sobre las directivas económicas de la empresa";
es el instrumento primario de manifestación de la voluntad de la sociedad-persona jurídica. "Es
órgano corporativo, en el sentido de que los acuerdos de los accionistas reunidos del modo y en las
formas exigidas, sirven como manifestaciones de la voluntad de la sociedad" 2

1 BRUNETTI, op. cit, T. II, pág. 355, nro. 552.


2 BRUNETTI, Idem, T. ¡¡1, pág. 358, nro. 554.
Siguiendo a Brunetti3 diremos que las características de este órgano son:
a) Manifiesta inmediatamente la voluntad no la deriva de otro órgano, como el caso del
órgano administrador que deriva su poder de la asamblea.
b) No es un ó'gano penna'tente, los accionistas se reúnen en los casos y en las formas
previstos en el estatuto social y en la
• ley, por ello no puede "autoconvocarse", sino que se reúne a requerimiento del órgano de
administración y, en casos especiales, de la sindicatura. A lo sumo los accionistas pueden solicitar su
convocatoria, prescribiéndose en cada estatuto el número necesario.
c) Tiene autonomla limitada, porque sus acuerdos no deben salir de la natural
competencia fijada por la ley, y los estatutos. Aun cuando sea convocada para modificar los estatutos
debe ser expresamente citada para ello. Esta característica ha sido especialmente consagrada en
nuestra ley, donde la distinción entre asamblea ordinaria y extraordinaria está fundada en las distintas
materias de la competencia de una y otra; también cuando establece el carácter esencial del orden del
día que fija la extensión de su competencia (ver al respecto Exposición de Motivos de la ley 19.550,
VIII, 1 y 7, a).
d) Tiene una competencia determinada, en la ley y los estatutos y la misma responde a la
organización "inderogable" de las diversas funciones adjudicadas por la ley a los distintos órganos.
Sus ftu:ciones aparecen siempre taxativamente señaladas, a diferencia del órgano de administración,
que tiene competencia "5u-pletora" abarcat iva de todos los actos no reservados de modo
específico a la asamblea. De esta situación y del hecho de constituir el órgano de administración un
órgano permanente, deriva su poder. Señala Brunetti que "se acostumbra a decir que la asamblea
general, como órgano insustituible de la voluntad social, formada por la reunión de todos los
accionistas, es expresión de una perfecta democracia" y agrega: "Pero ésta es una ilusión de los
doctrinarios". Precisando luego que como ó'gano no permanente la asamblea es un pequeño parlamento
investido de poderes vastísimos para acordar, que obligan a los administradores, pero que por su
esIn¿ctum, no puede d¡'igir ni controlar la marcha de los negocios; y concluye afirmando que "el go-

3 BRUNETTI, Idem, T. II, págs. 358 y sigs., nro. 554.


bierno de la sociedad está en manos de los administradores, órgano de gestión ...”4.
e) Funciona como órgano 'interno", que procede directa-mente a la constitución de los
órganos administrativos y representativos de la sociedad y son éstos ultimos los que van a concluir los
negocios con terceros, realizando una función "externa" a la sociedad.
f) Tiene poderes limitados, limitación que la ley establece con carácter de "orden
público" y está consagrada en tutela de terceros y de los derechos de los mismos socios, o de una parte
de ellos (minoría) frente a la otra (mayoría). Tales las normas relativas a la forma de la convocatoria,
validez de la constitución, quórum, mayorías para los acuerdos, derecho de impugnación de los
acuerdos ilegales; etcétera. Esto constituiría un primer límite. Un segundo limite lo proporcionan los
llamados derechos individuales de los accionistas, esto es, derechos que la asamblea no puede eliminar
con ninguna mayoría (el derecho de voto, el derecho al dividendo, al reparto final). Un tercer límite
surge de la existencia de derechos de categorías especiales de accionistas, de los que se pueden
disponer solamente con el consentimiento de éstos, expresado en las asambleas especiales (acciones
preferidas patrimonialmente, por ejemplo).

240. CLASES DE ASAMBLEAS (Arts. 234,235 y 250)

Art. 234. - Asamblea ordinaria. Corresponde a la asamblea ordinaria considerar y resolver los siguientes asuntos:
1> Balance general, estado de resultados, distribución de ganancias, memoria e informe del síndico
y toda otra medida relativa a la gestión de la sociedad que le competa resolver conforme a la ley y el estatuto o que
sometan a su decisión el directorio, el consejo de vigilancia o los síndicos.
2) Designación y remoción de directores y síndicos y miembros del consejo de vigilancia y fijación de
su retribución.
3) Responsabilidad de los directores y síndicos y miembros del consejo de vigilancia.
4) Aumentos del capital conforme al artículo 188.
Para considerar los puntos 1 y 2 será com'ocada dentro de los cuatro meses del cierre del ejercicio.

4 BRUNETTI, op. c¡t., T. II, pag. 360, nro. 555.


Art. 235. - Asamblea e:traordinaria. Corresponden a la asamblea e:traordinaria todos los asuntos que no sean de
competencia de la asamblea ordinaria, la modificación del estatuto y en es-al:
1) Aumento de capital, saivo el supuesto del artículo 188. Sólo podrá delegar en el directorio la época de la emisión,
forma y condiciones de pago.
2> Reducción y reintegro del capital.
3) Ressate, reembolso y amortización de acciones.
4) Fusión, transformación y disolución de la sociedad; nombramiento, remoción y retnbución de los liquidadores;
escisión; consideración de las cuentas y de los demás asuntos relacionados con la gestión de estos en la liquidación social, que
deban ser objeto de resolución aprobatoria de carácter defmitivo.
5) Limitación o suspensión del derecho de preferencia en la suscripción de nuevas acciones conforme al artículo 197.
6) Emisión de debentures y su conversión en acciones.
7) Emisión de bonos.
Art. 250. - Asambleas especiales. Cuando la asamblea deba adoptar resoluciones que afecten los derechos de una
clase de acciones, se requiere el consentimiento o ratificación de esta clase, que se prestará en asamblea especial regida por las
normas de la asamblea ordinaria.

Las asambleas pueden ser "ordinarias"; "extraordinarias" y especiales". Existe también la


llamada "asamblea constitutiva" (art. 176) cuando la anónima se constituye por el procedimiento de
suscripción pública, pero como se ha señalado en la doctrina italiana, esa asamblea integra una etapa del
procedimiento de formación de la sociedad, que tiene carácter contractual. En cambio, las otras,
presuponen una sociedad ya constituida.
La diferencia entre asambleas "ordinarias" y "extraordinarias" ha quedado fundada, en la L.S.
en las distintas materias de la competencia de una y otra; y no en el tiempo de la convocato,ia o de la
reunión. Las "especiales" no comprenden a todos los accionistas, sino a un grupo de accionistas
determinados, a una "clase de accionistas".

8) Asambleas ordinarias

Tiene por competencia analizar y resolver todos los temas inherentes a la marcha normal de la
sociedad anónima. Sobre su gestión empresarial, sus resultados, su evolución, sus perspectivas.
Por ello es de su competencia el análisis y resolución sobre los documentos contables que el
directorio debe elevarle dando cuenta de tal gestión.
Asimismo son de su competencia la desigríación de los órganos de administración y control,
su revocación y determinación de su retribución.

b) Asambleas extraordinarias

Tienen por competencia resolver sobre asuntos especiales, no comunes a la marcha de los
negocios sociales.
Además, todo lo que implique una modificación al estatuto social, que no está prevista como
materia de la competencia de la asamblea ordinaria. En general todo aquéilo que pueda afectar los
derechos de los accionistas, conforme se pactaron en el acto constitutivo.

C) Asambleas especlaies

No son asambleas "generales" de todos los accionistas sino de accionistas de una "clase
determinada".
Se reúnen cuando deben resolver sobre derechos y deberes de esa clase de accionistas, como
paso previo a una deliberación de la asamblea general para considerar medidas que puedan afectar a
esa clase. Como cuando los titulares de acciones privilegiadas en el voto prestan conformidad para que
en una nueva emisión de acciones no se mantengan las proporciones entre dichas acciones y las
comunes de un solo voto.

241. COMPETENCIA: ORDEN DEL DIA (Art. 246)

Art. 246. - Orden del día: efectos. Es nula toda decisión sobre materias extrañas a las incluidas en el
orden del día, salvo:
1) Si estuviere presente la totalidad del capital y la decisión se adopte por unanímidad de las acciones con derecho a
voto.
2) Las excepciones que se autorizan expresamente en este título.
3) La elección de los encargados de suscribir el acta.

Dijimos antes que las asambleas tienen "autonomía limitada" y una "competencia
determinada", ya que sus acuerdos no pueden exceder la natural competencia fijada en la ley y los
estatutos.
En nuestra legislación tales características están perfecta-mente acentuadas en el artículo 246,
cuando establece que "es nula toda decisión sobre materia extrana a las incluidas en el orden del día",
con las expresas excepciones admitidas.
El "orden del día" indica los temas para los que es convocada a decidir una asamblea. Forma
parte mtegrante de la "convocatoria" (art. 237) y señala el límite de competencia de la asamblea.

242. CONVOCATORIA (Arts. 236 y 237)

Art. 236. - Convocatoria: oportunidad, plazo. Las asambleas ordinarias y extraordinarias serán convocadas por el
directorio o el sindico en los previstos por la ley, o cuando cualquiera de ellos lo juzgue necesario o cuando sean requeridas por
accionistas que representan por lo menos el cinco por ciento del capital social, si los estatutos no fijaran una representación
menor.
En este último supuesto la petición indicará los temas a tratar y el directorio o el sindico convocará la asamblea para
que se celebre en el plazo maximo de cuarenta días de recibida la soticitud.
Si el directorio o el síndico omite hacerlo, la convocatoria podrá hacerse por la autoridad de contralor o judicialmente.

Art. 237. - Convocatoria: forma. Las asambleas serán convocadas por publicaciones durante cinco días, con diez de
anticipación por lo menos y no más de treinta, en el diario de publicaciones legales. Además, para las sociedades a que se
refiere el artículo 299, en uno de los diarios de mayor circulación general en la República. Deberá mencionarse el carácter de la
asamblea, fecha, hora y lugar de reunión, orden del día, y los recaudos especiales enigidos por el estatuto para la concurrencia
de los accionistas.
Asamblea en segunda convocatoria.
La asamblea en segunda convocatoria por haber fracasado la primera deberá celebrarse dentro de los treinta días
siguientes, y las publicaciones se efectuarán por tres días con ocho de anticipación como mínimo. El estatuto puede autorizar
ambas convocatorias simultáneamente, excepto para las sociedades que hacen oferta pública de sus acciones, en las que esta
facultad está limitada a la asamblea ordinaria.
En el supuesto de convocatorias simultáneas, si la asamblea fuere citada para celebrarse el mismo día, deberá
serlo con un intervalo no inferior a una hora de la fijada para la primera.

Asamblea unánime.
La asamblea podrá celebrarse sin publicación de la convocatoria cuando se reúnan accionistas que
representen la totalidad del capital social y las decisiones se adopten por unanimidad de las acciones con derecho a voto.
a) Orgino convocinte

Vimos ya que la asamblea no puede "autoconvocarse" sino que debe ser convocada por los
otros órganos sociales. Generalmente convoca el órgano de administración, el directorio y en modo
excepcional el órgano de flscacaación, la sindicatura.
Nuestra ley prevé la convocatoria por el directorio o el consejo de vigilancia, cuando se
establece este órgano (art. 281, b) - o la sindicatura "cuando lo juzgue necesario". En realidad se
convoca a la asamblea cuando debe resolver sobre una materia que es de su competencia, según la ley
o el estatuto. También pueden ser convocadas por el síndico las asambleas ordinarias y especiales,
cuando omita hacerlo el directorio (art. 294, inc. 7).
Los accionistas pueden peticionar al directorio o sindico su citación para tratar temas
especificamente determinados. Se requiere que sean solicitadas por accionistas que representen por lo
menos el cinco por ciento del capital social, silos estatutos no fijaran un tope menor.
Si el directorio y síndico omiten convocarla, la autoridad de control puede hacerlo y, en último
caso, puede hacerse judicialmente.
El artículo 236 no distingue qué asambleas pueden ser convocadas en el último supuesto, pero,
en principio deberá tratarse de la asamblea ordinaria y cuando haya vencido el plazo de cuatro meses
del cierre del ejercicio que establece el artículo 234, último párrafo. Pero ello no excluye que debiendo
resolverse sobre materias de competencia de la asamblea extraordinaria o c'¡ando se requiere de una
asamblea especial, la omisión de convocatoria por los órganos societarios, facultaría que un accionista
o un grupo de ellos, requiriese a la autoridad de control o bien al juez comercial, su citación.

b) Convocator¡a sImultánea de pri¡nera y segiinda asamblea


La ley 22.686 modificó este artículo de la L.S. autorizando a todas las anónimas a que puedan
prever en sus estatutos la posibilidad de efectuar convocatorias simultáneaL Mantiene la prohibición
para las que hacen oferta pública de sus acciones y en cuanto a las asambleas extraordinarias. Es una
solución práctica y económica que amplia la previsión de la ley 19.550.
c) Publicaciones

Para la primera convocatoria o para convocatoria simultánea, deben publicasse avisos durante
cinco días en el boletín oficial o diario de publicaciones legales de la jurisdicción. Esas publicaciones
deben hacerse con diez dias de anticipación por lo menos y no más de treinta días, de la fecha de
reunión. En segunda convocatoria las publicaciones se harán por tres días con ocho de anticipación
como mínimo. La asamblea en segunda convocatoria debe celebrarse dentro de los treinta días
siguientes a la fecha en que fue citada la primera. En el caso de convocatoria simultánea, la segunda
asamblea podrá celebrarse el mismo día, una hora después de la fijada para que tuviera lugar la
primera.
El aviso debe contener: carácter de la asamblea, fecha, hora y lugar de reunión, orden del día y
los recaudos a cumplir por los accionistas para asistir (depósitos de acciones, por ej.).

d) Asamblea unánime
Se autoriza la asamblea sin convocatoria cuando se reúnan accionistas que representen la
totalidad del capital social y las decisiones se tomen por ''unanimidad'' de las acciones con derecho a
voto. Esto facilita el desenvolvimiento y actuación de las pequeñas sociedades anónimas.

243.FORMACION DE LA ASAMBLEA (Arts. 238, 239, 240, 242 y 243)


artículo 238. - Depósitos de las acciones
Para asistir a las asambleas, los accionistas deben depositar en la sociedad sus acciones o un
certificado de depósito o constancia de las cuentas de acciones escriturales, librado al efecto por un banco, caja
de valores u otra institución autorizada' para su registro en el hbro de asistencia a las asambleas, con no menos de tres días
hábilós de anticipación al de la fecha fijada. La sociedad les entregará los comprobantes necesarios de recibo, que servirán para
la admisión a la asamblea.
Comunicación de asistencia.
Las titulares de acciones nominativas o escriturales cuyo registro sea llevado por la propia sociedad' quedan
exceptuados de la obligación de depositar sus acciones o prenentar certificados o constancias, pero deben cursar comunicación
para que se los inseriba en el hbro de asistencia dentro del mismo término.
Libro de asistencia.
Los accionistas o sus representantes que concurran a la asamblea firmarán el hbro de asistencia en el que se
dejará constancia de sus domicilios, documentos de identidad y número de votos que les corresponda.
Certificados.
No se podrá disponer de las acciones hasta después de realizada la asamblea, excepto en el
caso de cancelación del dteeato. Quien sin ser accionista invoque los derechos que confiere un
certificado o constancia que le atribuye tal calidad, responderá por los dalios y perjuicios que se
irroguen a la sociedad Cmisora, socios y terceros; la indemnización en niogun caso será inferior al
valor real de las acciones que haya invocado, al momento de la convocatoria de la asambIen. El banco
o la institución autorizada responderá por la existencia de las acciones ante la sociedad emisora' socios
o terceros, en la medida de los perjuicios efectivamente irrogados.
Cuando los certificados de depósito o las constancias de las cuentas de acciones escriturales
no especifiquen su numeración y la de los títulos, en su caso, la autoridad de contralor podrá, a
potición fundada de cualquier accionista, requerir del depositario o institución encargada de llevar el
registro la compr(» bación de la existencia de las acciones.
Art. 239. - Actuación por mandatario. Los accionistas pueden hacerse representar en las
asambleas. No pueden ser mandatarios los directores, los síndicos, los integrantes del consejo de
vigilancia, los gerentes y demás empleados de la sociedad.
Es suficiente el otorgamiento del mandato en instrumento privado, con la firma certificada en
forma judicial, notarial o bancaria, salvo disposición en contrario del estatuto.

Art. 240. - Intervención de los directores, síndicos y gerentes. Los directores, los síndicos y los
gerentes generales tienen derecho y obligación de asistir con voz a todas las asambleas. sólo tendrán
voto en la medida que les corresponda como accionistas, con las limitaciones establecidas en esta
sección. Es nula cualquier cláusula en contrario.

Art. 242.- Presidencia de las asambleas. Las asambleas serán presididas por el presidente del
directorio o su reemplazante, salvo disposición contraria del estatuto; y en su defecto, por la persona
que designe la asamblea.
Asamblea convocada judicialmente o por la autoridad de contralor.
Cuando la asamblea fuere convocada por el juez o la autoridad de contralor, será presidida por
el fúncionario que éstos designen.

Art. 243. - Asamblea ordinaria. Quórum. La constitución de la asamblea ordinaria en primera


convocatoria, requiere la presencia de accionistas que representen la mayoria de las acciones con
derecho a voto.

Segunda convocatoria.
En la segunda convocatoria la asamblea se considerará constituida cual-quiera sea el número
de esas acciones presentes.
Mayoría.
Las resoluciones en ambos casos serán tomalas por mayoría absoluta de los votos presentes que puedan emitirse en la
respoctiva decisión, salvo cuando el estatuto exija mayor número.

Desde la convocatoria hasta su deliberación, transcurrirá un tiempo y en él deben desarrollarse


ciertos actos o trámites, como elementos necesarios y previos para que los accionistas puedan
participar de la asamblea.

a) Acreditación de 'a calidad de accionista

Para poder participar de la asamblea el accionista debe, en primer término, acreditar su


condición de tal. Las legislaciones han regulado el "depósito" previo de las acciones al portador y la
comunicación de asistencia a la sociedad si se trata de acciones nominativas. La ley 22.903 incluyó las
"acciones escriturales" a las que ya nos hemos referido antes, autorizando a que la sociedad lleve el
"libro especial" o que el mismo pueda ser llevado por un banco o caja de valores. De allí entonces la
modificación introducida en el artículo 238.
El trámite a cumplir, será distinto, según sea la clase de acciones:
1) Acciones nominativas: el socio debe comunicar a la sociedad para que sean inscriptas
en el libro de asistencia, con no menos de tres días hábiles de anticipación a la fecha fijada para la
asamblea.
2) Acciones al portador sus tenedores deben depositar las acciones en la sociedad con
igual anticipación al caso anterior. Si sus acciones están depositadas en banco o caja de valores, deben
presentar los certificados correspondientes.
3) Acciones escriturales: aquí cabe, a su vez, distinguir si la sociedad lleva el libro
especial o lo lleva un banco o caja de valores. En el primer caso basta la comunicación de su decisión
de participar, igual que en el caso de las acciones nominativas. En el segundo caso, los accionistas
deberán presentar a la sociedad comprobante expedido por el banco o caja de valores. En ambos casos
con la misma anticipación antes referida.
b) Firma del libro de asistencia

Los accionistas o sus representantes, deben firmar el libro de asistencia, dejando constancia de su
domicilio, documento de identidad y número de votos que le corresponden.

c) Actuación por mandatario

El accionista puede asistir personalmente a la asamblea o hacerse representar por otra persona
física, que puede ser cualquier persona hábil, con excepción de los directores, síndicos, miembros de
consejos de vigilancia, gerentes o empleados de la sociedad.
Ese mandato puede hacerse por instrumento público o privado. En este último caso se requiere
que la firma del accionista poderdante sea certificada por escribano, judicialmente o por entidad
bancaria, salvo que los estatutos previeran alguna otra forma.

d) Intervención de los directores, síndicos y gerentes

Estas personas no sólo tienen derecho a participar en las asambleas, sino que nuestra ley los
obliga a ello.
Participan con voz y voto si son accionistas o sólo con voz si no lo son.

e) Quórum

Es el número mínimo de personas o de capital que se requiere para que pueda entrar en
funciones un órgano colegiado, el que está fijado por el estatuto o la ley.
La asamblea requiere un mínimo de capital presente o de votos, según la clase de asamblea,
para funcionar válidamente.
Nuestra ley establece requisitos de quórum diferentes para asambleas ordinarias o
extraordinarias, y dentro de éstas, distingue entre primera y segunda convocatoria.
1) Asamblea ordinaria: en primera convocatoria exige la presencia de accionistas que
representen la mayoría de las acciones con derecho a voto. En segunda convocatoria, no se requiere
quórum mínimo y la asamblea se constituye y funciona cualquiera sea el número de acciones
presentes.
2) Asamblea extraordinaria: en primera convocatoria se requiere un mínimo de accionistas
que representen el sesenta por ciento de las acciones con derecho a voto, salvo que el estatuto fije un
quórum mayor. En segunda convocatoria se deja libertad al convenio social' pero si el estatuto no
determina otro, se requiere un quórum del treinta por ciento de las acciones con derecho a voto.

f) Pftsidencia de 'a asamblea

En principio las asambleas serán presididas por el presidente del directorio o quien lo
reemplace, salvo disposición en contrario del estatuto. En su defecto, por la persona que designen los
asambleístas.
Cuando la asamblea es convocada judicialmente o por la autoridad de control, el juez o
autoridad designarán quien la presida.

244. DEUBERACION (Art. 247)

Art. 247. - Cuarto intermedio. La asamblea puede pasar a cuarto intermedio por una vez, a fin de continuar dentro de
los treinta días siguientes. Sólo podrán participar en la segunda reunión los accionistas que cumplieron con lo dispuesto en el
artículo 238. se confeccionará acta de cada reunión.

Ya vimos que el "orden del día" fija el límite de competencia para los acuerdos que ha de adoptar
la asamblea. Pero esa limitación admite excepciones cuando estuviese presente la totalidad del capital
y la decisión se adopte por unanimidad de las acciones con derecho a voto, excepción que se justifica,
por no existir la posibilidad de interés en contrario; también cuando se trate de algunos de los casos
excepcionales previstos en la ley o cuando se trate de elegir a quiénes deben suscribir el acta de la
asamblea.
Vimos también que en la deliberación pueden intervenir los directores, sindicos y gerentes.
Lógicamente, participarán todos los accionistas, aún los que tengan un interés contrario al social.
Determinada la existencia del quórum mínimo, comenzarán las deliberaciones, ateniéndose al
orden de temas fijados en
la convocatoria, salvo que la asamblea resolviera alterarlo, como cuestión previa.
Comenzada la deliberación la asamblea puede interrumpirse y pasar a cuarto intermedio por
una sola vez, a fin de continuar dentro de los treinta días siguientes. De lo deliberado en la asamblea
interrumpida debe labrarse acta.
En la reanudación de la asamblea, luego del cuarto intermedio, sólo pueden participar los
accionistas presentes en la anterior reunión, que fffmaron el libro de asistencia.

245. VOTACION (Arts. 241 y 248)

Art. 241.- Inhabilitación para votar. Los directores, síndicos, miembros del consejo de vigilancia y gerentes generales,
no pueden votar en las dectsiones vinculadas con la aprobación de sus actos de gestión. Tampoco lo pueden hacer en las
resoluciones atinentes a su responsabilidad o remoción con causa.

Art. 248. - Accionista con interés contrario al social. El accionista o su representante que en una operación
determinada tenga por cuenta propia o ajena un interés contrario al de la sociedad, tiene obligación de abstenerse de votar los
acuerdos relativos a aquélla.
Si contraviniese esta disposición, será responsable de los daños y perjuicios, cuando sin su voto no se hubiera logrado
la mayoría necesaria para una decisión válida.

En principio pueden votar todos los accionistas cuyas acciones otorguen ese derecho. Ya
vimos anteriormente que las "acciones preferidas" patrimonialmente pueden carecer de voto, pero aun
así en determinadas circunstancias pueden votar. Quienes no pueden votar son los accionistas con
derecho contrario al social, cuando se va a resolver sobre un tema determinado, que los involucra.
Tampoco pueden hacerlo los directores, síndicos, miembros del consejo de vigilancia y gerentes
generales en decisiones vinculadas con la aprobación de su gestión, responsabilidado remoción.
la ley 19.550, en el artículo 241, prohibía a los administradores, síndicos, consejeros y
gerentes generales, votar sobre la aprobación de los estados £ontables, prohibición que ha suprimido la
ley 22.903. Se argumenta que si esas personas son accionistas con tenencias accionarias definitorias
para la aprobación de dichos estados, tienen un legítimo interés en el tema que no es posible
desconocer. Por otra parte la aprobación de
esos estados no implica la de la gestión ni menos exonera de responsabilidad y ello ha sido
expresamente ratificado en la re-forma del artículo 72, por lo que la aprobación de esos estados
contables no afectará la resolución de estos otros temas.

246. RESOLUCIONES O ACUERDOS DE LA ASAMBLEA: MAYORIAS (Art. 244)

Art. 244. - Aaamblea extraordinaria. Quórum. La asamblea extraordinaria se reúne en primera


convocatoria con la presencia de accionistas que representen el sesenta por ciento de las acciones con derecho a voto, si el
estatuto no exige quórum mayor.
Segunda convocatoria.
En la segunda convocatoria se requiere la concurrencia de accionistas que representen el treinta por ciento de las
acciones con dereeno a voto, saivo que el estatuto fije quórum mayor o menor.
Mayoría.
Las resoluciones en ambos casos serán tomadas por mayoría absoluta de los votos presentes que puedan emitirse en la
respectiva decisión, salvo cuando el estatuto exija mayor número.
Supuestos -ciales.
Cuando se tratare de la transformación, prórroga o reconducción, excepto en las sociedades que hacen
oferta pública o cotización de sus acciones; de la disolución anticipada de la sociedad; de la transferencia del domicilio al
extranjero; del cambio fundamental del objeto y de la reintegración total o parcial del capital, tanto en primera cuanto en
segunda convocatoria, las resoluciones se adoptarán por el voto favorable de la mayoría de acciones con derecho a voto, sin
aplicarse la pluralidad de voto. Esta disposición se aplicará para decidir la fusión y la escisión, salvo respecto de la sociedad
incorporante que se regirá por las normas sobre aumento de capital.

Los acuerdos o resoluciones que adopte la asamblea deben estar respaldados por votos
suficientes que impliquen la mayoría necesaria exigida por la ley o los estatutos, los que varían de
acuerdo al tipo de asamblea.
la ley exige para las asambleas ordinarias que las resoluciones sean adoptadas por mayoría
absoluta de los votos presentes en la asamblea. En cuanto a las extraordinarias exige también la
mayoría absoluta de votos presentes que puedan emitirse.
En las asambleas extraordinarias previstas en el artículo 244 - a saber: transformación, fusión,
escisión, prórroga, disolución anticipada; transferencia de domicilio al exterior; cambio fundamental
de objeto y reintegración parcial o total del capital- no se admitirá el “voto plural” de las acciones que
otorgan ese derecho. Esta "limitación" al derecho que otorgan estas acciones de voto múltiple se
justifica por la importancia que tienen esas resoluciones que van a afectar derechos fundamentales de
los accionistas.
En el caso de fusión por absorción, donde la sociedad incorporante absorbe el activo y pasivo
de la incorporada, en cuanto a la incorporante, no se aplica la regla referida del artículo 244, sino la de
aumento de capital.

247. ACTA DE LA ASAMBLEA (Art. 249)

Art. 249. - Acta: contenido. El acta confeccionada conforme al artículo 73, debe resumir las
manifestaciones hechas en la dehberación, las formas de las votaciones y sus resultados con expresión completa
de las decisiones.

Copias del acta.


Cualquier accionista puede solicitar a su costa, copia firmada del acta.

De las deliberaciones y resoluciones sociales debe levantarse acta, con las formalidades que
hemos referido al analizar el artículo 73.
El acta es un resumen de las manifestaciones vertidas durante la deliberación, las propuestas
que hubieren existido respecto de los distintos temas, la forma en que fueron votadas esas propuestas y
la transcripción completa de las decisiones aprobadas.
El acta de la asamblea debe ser firmada por el presidente y los socios designados para ello por
la asamblea, debiendo confeccionarse dentro de los cinco días de su realización.
Debe hacerse entrega de copia del acta al accionista que lo solicitare, a su costa.

248.PUBLICACION E INSCRIPCION DE CIERTAS DECISIONES DE LAS ASAMBLEAS


(Arts. 10,12,60 y274)

las resoluciones de las asambleas que impliquen modificaciones al contrato social o estatutos,
deben ser publicadas por un
día en el diario de publicaciones legales (boletín oficial) del domicilio de la sociedad (art. 10),
e inscriptas en el Registro Público de Comercio (art. 12).
Asimismo las decisiones sobre nombramiento, remoción y reemplazo de administradores
sociales deben ser publicadas por un día en el boletín oficial e inscriptas en el Registro (art. 60).
También cuando la asamblea adjudique funciones específicas o diferenciadas a los directores,
dentro del órgano de administración, esa decisión debe ser inscripta en el Registro (art.
274).

249. OBLIGATORIEDAD DE SUS DECISIONES (Art. 233)

Art. 233. - Competencia. Las asambleas tienen competencia exclusiva para tratar los asuntos
incluidos en los arts. 234 y 235.

Lugar de reunión.
Deben reunirse en la sede o en el lugar que corresponda a jurisdicción del domicilio social.

Obligatoriedad de sus decisiones. Cumplimiento.

Sus resoluciones conformes con la ley y el estatuto, son obligatorias para todos los accionistas salvo lo dispuesto en el
artículo 245 y deben ser cumplidas por el directorio.

Cumplidas las reglas sobre convocatoria, constitución, deliberaciones y votación, en el marco


de la competencia legalmente atribuida al tipo de asamblea de que se trate, sus resoluciones tienen
fuerza obligatoria para todos los accionistas (los presentes y los ausentes; los que votaron a favor de la
decisión y los que lo hicieron en contra o se abstuvieron).
Además, esas decisiones son de cumplimiento obligatorio para el directorio que debe acatarías
y ejecutarlas.

250.IMPUGNACION DE LAS DECISIONES DE LA ASAMBLEA (Arts. 251,252,253 y 254)

Art. 251.- Impugnación de la decisión asamblearia. Titulares. Toda resolución de la asamblea adoptada en
violación de la ley, el estatuto o el reglamento, puede ser impugnada de nulidad por los accionistas que no
hubieren votado favorablemente en la respectiva decisión y por los ausentes que acrediten la calidad de
accionistas a la fecha de la decisión impugnada. Los accionistas que vota
ron favorablemente pueden impugnarla si su voto es anulable por vicio dc la voluntad.
También pueden impugnarla los directores, síndicos, miembros del consejo de vigilancia o la autoridad de contralor.

Promeción de la acción.
La acción se promoverá contra la sociedad, por ante el juez de su domicilio, dentro de los tres meses de clausurada la
asamblea.

Art. 252. - Suspensión preventiva de la ejecución. El juez puede suspender a pedido de parte, si existieren motivos
graves y no mediare perjuicio para terceros, la ejecución de la resolución impugnada, previa garantía suliciente para responder
por los canos que dicha medida pudiere causar a la sociedad.
Art. 253.- Sustanciación de la causa. Acumulación de acciones. Saivo el supuesto de la medida
cautelar a que se refiere el artículo anterior, sólo se proseguirá el juicio después de vencido el término del artículo 251.
Cuando exista pluralidad de acciones deberán acumularse, a cuyo efecto el directorio tendrá la obligación de denunciar en cada
expediente la existencia de las demás.
Representación.
Cuando la acción sea intentada por la mayoría de los directores o de miembros del consejo de
vigilancia, los accionistas que votaron favorablemente designarán por mayoria un representante ad hoc, en asamblea especial
convocada al efecto conforme al artículo 250. Si no se alcanzare esa mayoria, el representante será designado de entre ellos por
el juez.
Art. 254. - Responsabilidad de los accionistas. Los accionistas que votaran favorablemente las resoluciones que se
declaren nulas, responden ilimitada y solidariamente de las consecuencias de las mismas, sin perjuicio de la responsabilidad que
corresponda a los directores, síndicos e integrantes del consejo de vigilancia.
Revocación del acuerdo impugnado.
Una asamblea posterior podrá revocar el acuerdo impugnado. Esta resolución surtirá efecto desde entonces y no
procederá la iniciación o la continuacón del proceso de impugnación. Subsistirá la responsabilidad por los efectos producidos o
que sean su consecuencia directa.

Consecuencia de las características de las asambleas, que hemos señalado en el Nº 239,


especialmente en los puntos c), d) y f) es que toda decisión de ella que exceda su competencia, que
transgreda la ley o el estatuto, puede ser impugnada judicialmente por cualquier accionista que no
hubiera participado en la integración de la voluntad asamblearia objetada.
Esta norma viene a consagrar un derecho de los accionistas a ejercer un control de legalidad,
contra las arbitrariedades de las mayorías ocasionales, o de los grupos tenedores de las acciones de
voto plural.
La ley 22903 introdujo moditicaciones a la redacción del artículo 251 en la ley 19.550.
a) Tituiwes de la acción: la ley señala con precisión quienes pueden ejercer esta acción
judicial de impugnación, a saber:
1) los miembros del directorio o consejo de vigilancia, y slndicos; pues ellos son órganos
o integrantes de órganos instttucionales de la sociedad que deben velar por el respeto a la ley general y
a la ley particular que es el estatuto o contrato social;
2) los accionistas que votaron en contra de la decisión ilegítima y los que estuvieron
ausentes en la asamblea donde se tomó dicha resolución; como garantía de protección de sus derechos
que resultan conculcados por una mayoría que se aparta de la ley y, por ende, viola el estatuto social;
3) los accionistas que votaron favorablemente, si medió vicio de su voluntad (por error, dolo o
violencia). La ley 19.550 preveía el caso de que la norma violada fuera "de orden público" supuesto en
el que también se concedía la acción a todos los accionistas. La ley 22.903 eliminó esta posibilidad sin
explicación alguna, tal vez por considerar que no es posible tal supuesto; y
4) la autoridad de control, que ha sido establecida, precisamente, para efectuar un control
de "legalidad" en el funcionamiento de las sociedades.
b) Promoción de la acción: la acción judicial debe ser promovida dentro de los tres
meses de la fecha de la asamblea, contra la sociedad, por ante el juez de comercio de la jurisdicción
del domicilio de la sociedad.
La ley 22.903 disminuyó el plazo de seis meses que prescrlbía la L.S. por el de tres meses a
contar desde la fecha de realización de la asamblea y no desde la publicación, como preveta antes.
c) Suspensión preventiva en la ejecución de la decisión impugnad£z: si existieren motivos
graves y no se causare perjuicios a terceros, el juez puede, a petición del promoviente, ordenar la
suspensión en la ejecución de la resolución asamblearia impugnada. Se trata de una típica "medida
cautelar o precautoria" dentro del juicio de impugnación, que, como tal, debe otorgarse previa
contracautela a dar por el peticionante, para responder a los daños y perjuicios que pudiera ocasionar
esa suspensión.
d) Acumulación de acciones: todas las impugnaciones que se deduzcan tramitarán en un solo
juicio, por lo cual habrá que
esperar que venza el plazo de tres meses, antes referido, para disponer su trámite,
acumulándolas.
e) Representación: si la acción la promueven accionistas, sindicos o la autoridad de control, la
sociedad será representa-da por los directores, o mejor dicho por su presidente, o éste y los demás
directores a los que el estatuto confiera la representación de la sociedad. Lo mismo si quien la
promueve es un director o directores que sean minoría dentro del órgano de administración.
Pero si la acción es promovida por el directorio, como órgano, o por la mayoría de sus
miembros, -lo mismo si se tratara del consejo de vigilancia-, la sociedad debe ser representada por una
persona ad hoc, es decir, designada para esa oportunidad. La ley prevé que los accionistas que votaron
favorablemente la decisión impugnada reunidos nuevamente en asamblea especial, convocada al
efecto, designarán ese representante ad hoc, por mayoría. Si no se logra mayoría, lo designará el juez
nombrando a uno de esos accionistas que votó favorablemente la decision impugnada.
f) Responsabilidiad de los accionistas que votaron javora blemente la decisión que se
declare nula: la ley consagra una responsabilidad personal, ilimitada y solidaria, por los perjuicios
ocasionados a la sociedad, a los demás accionistas y a terceros. Entre esos perjuicios estarán,
lógicamente, las costas del juicio de impugnación.
g) Revocación de la resolución impugnada por oma asamblea: Una asamblea posterior
puede revocar el acuerdo impugnado. La revocación surtirá efectos desde entonces. Tal medida impide
la iniciación de juicios de impugnación y la prosecución de los que ya estuvieran en trámite. No
obstante, la responsabilidad referida en el punto anterior subsiste por los efectos ya producidos y en
tanto sean consecuencia directa de la decisión asamblearia revocada.
h) Jurspntdencla: Al respecto resultan útiles los siguientes fallos:
1. "Precisado que la de la ley de socicdades, artículo 251, es una acción "social-particular" o "mixta" y que
no es admisible en la hipótesis de lesión referida exclusivamente a un derecho particular del socio, y presado -de otro lado- que
la generada a partir del derecho de reoeso es una aoci6n "individual" concedida al recedente "en defensa de sus intereses
particulares", resulta claro que esta acción del redente no es la prevista en la ley de sociedades, artículo 251.
Ello así, deben distinguirse dos acciones: a) la acción so-articular dc impugnación dc las decisiones
asamblearias -incluida la decisión dc aprobar un balance-, acción autónoma y prevista por el artículo 251 dc la ley de
sociedades, y b) la acción particular, por respondcr exclusiamente al interés particular de quien la ejerce, no prevista en norma
expresa alguna, dc impugnación al balance a adoptar como base dc la liquidación del valor dc las acciones reoolentes, acción
que se presenta como subsidiaria y vinculada a la acción de cobro del valor de las acciones recedentes".

2. "El régimen legal concebido para la acción prevista en el artículo 251 de la ley de sociedades no puede ser
derechamente aplicado a una acción distinta de la allí regulada, por cuanto las normas sobre caducidades no son aplicables por
extensión. Por tanto, no pesa sobre el socio recedente la carga dc impugnar el balance por la vía dcl artículo 251".

"De todo lo anterior, surge que en la acción dcl artículo 251 dc la ley dc sociedadcs confluyen el interés dcl 'órgano de
dcfensa social' y el interés propio y porsonal dcl accionante, en tanto que socio dc la entidad dc que se trate. Desde este punto
de vista, la acción en análisis seria 'mixta', en el sentido de comprendcr esas dos especies de interés; ciertamente, no es
necesario duterminar cuál de ellos es el más relevante, ni cuál el secundario: en el caso es suficiente señalar que ambos deben
estar presentes, de modo que no seria viable la acción ejercida en el solo beneficio del interés particular del socio - en palabras
de Williams, 'dicha acción no procede en las hipótesis en las cuales la violación de la norma hubiera lesionado un derecho
particular del socio' -".

"En síntesis: la de la ley de sociedades, artículo 251, es una acción 'socialmente particular', en el sentido de que por
ella se intenta la protección tanto de intereses sociales, cuanto particulares del socio en tanto que socio. Constituye, pues, una
acción "mixta", en la que necesariamente confluyen ambas espocies de intereses, lo cual excluye de la ley de sociedades,
artículo 251, la acción deducida en el exclusivo interés propio y particular del sujeto accionante".

CNCom., Sala D, 8v-1992, "Tacchi, Carlos c. Peters Hnos. Del voto del Dr. Cuartero, en los autos citados (L.L.,
1994-A, págs. 384 y sigs.).

"La medida precautoria - suspensión prOvisOria de una resolución asamblearia - interpuesta como accesoria de la
acción de nulidad articulada contra dicha asamblea, resulta ajena al ámbito de interés particular de los accionistas, en tanto el
carácter accesorio señalado le otorga el carácter de social ut singul¡ y por tanto sólo justificable en tanto la demora en la
resolución definitiva implique peligro relativo al interés objetivo de la sociedad".
Cam. Nac. Com., Sala A' 17-IX-1991, "Miserocchi, Mejandro c. Sacreu Soc. en Com. por Aces.", LL, í992-C-82, con
nota de Mariano Gagliardo, DJ, 1992-2-104.

"La aprobación o desaprobación dcl balance por la asamblea no tiene otros efectos que los de poner en conocimiento
de los socios la situación patrimonial del ente y permitirles tomar posición respecto de la gestión ernpresaria, la marcha dc los
negocios y la actuación del órgano de adnsinistración; en conse
cuencia, estas decisiones asamblearias no son, en principio, suceptíbles de ser suspendidas, en tanto su virtualidad se
ha agotado en la resolución misina".
CNCom., Sala B, 13-Vl-l991, "Ncel, Carlos M. y otra c. Ncel y Cía. SA.", LL, l992-c, 420; D¡, í992-2-332;
EDICIÓN, 145-702.

B) DE LA ADMINISTRA ClON YREPRESENTA ClON

251. CARACTERIZACION

La administración y representación de la anónima está confiada a un órgano distinto de la


asamblea, que es la expresión de la soberanía social, y de la sindicatura, que es el órgano de control.
Es, propiamente, un órgano de gestión y de representación, distinto de los otros, con fi¿nciónes
especificas, que le confieren una "competencia" propia.
Es, sin duda, el órgano más importante de la anónima, el de mayor poder real y el más
influyente en cuanto al éxito de la empresa y el futuro de la sociedad.
Podemos definirlo, como lo hace Brunetti, diciendo que "eS el órgano colegiado, necesario y
permanente, cuyos miembros socios o no, son periódicamente nombrados por la asamblea ordinaria de
la sociedad y cuya función es realizar todos los actos de administración, oroinarla y extraordinaria,
representando a la sociedad ante terceros y asumiendo responsabilidad solidaria e ilimitado por las
infracciones a los deberes que les impone la ley y el acto constitutivo "5.
En consecuencia los caracteres distintivos y propios de este órgano son:
a) Es un órgwiano colegtado. Cuestión referente a su ejerckio por una persona jurídica:
Básicamente se trata de un órgano colegiado, lo que no impide que en la pequeña sociedad anónima
(la familiar) sea desempeñado por una sola persona física (unipersonal). Mgunas legislaciones admiten
que "personas jurídicas" puedan ser administradores, otras lo prohíben de modo expreso. Ni la ley
19.550 ni la 22.903 se pronuncian expresamente, si bien en esta última se ha introducido el requisito
del domicilio real en la República para la mayoría de los directores (art. 256), y al fundamentar la
reforma se hace referencia a similares exigencias

5 BRUNETTI, op. cit., T. II, págs. 454 y 455, nro. 622.


en otras legislaciones, citándose concretamente la ley brasileña que determina la obligación de
"ser personas naturales residentes en el país", con lo que, tácitamente, se habría dado por sentado que
se presupone la condición de "persona física" o natural.
Julio C. Otaegui en su obra Administración Societaria, en el capítulo VIII, El Directorio, parte
la., páginas 186 y siguientes, al N0 42, realiza un preciso análisis de este tema.
Después de hacer un repaso por el derecho comparado, donde las soluciones son dispares,
analiza a fondo nuestra ley y las opiniones doctrinarias, así como la resolución del órgano de control
estatal en la Capital Federal, arribando a la conclusión que la persona jurídica puede, en nuestro
derecho, desempeñar el cargo de directora de una sociedad anónima. lógicamente, expresa, que el
cargo deberá ser desempeñado, en tal supuesto, por el representante de la persona jurídica, es decir su
presidente u otro director representante o por un gerente.
Admite este autor que la L.S. no incluyó disposición expresa alguna (se refiere a la ley
19.550), pero citando a Halperin y Zaldívar, recuerda que la doctrina se manifestó con argumentos
afirmativos; señalando que la objeción referida a que la persona jurídica sólo 'puede actuar por
intermedio de un tercero, siendo el cargo indelegable, constituye un resabio de la tesis sobre la
incapacidad o capacidad limitada de la persona jurídica; que ésta no delega sino que actúa por
intermedio del funcionario suyo, que designe y que responderá por los actos de su representante.
Recuerda que la Inspección General de Personas Jurídicas de la Nación, por Res. Gral. 5/77,
estableció que no es legalmente admisible designar como administradora única o directora de una
sociedad en comandita por acciones o sociedad anónima a una persona jurídica. Criterio que dicho
organismo ha mantenido en la Res. Gral. 10/78 (t.o. 1978, artículo 1, punto 8.1.). Esta solución
mereció el apoyo doctrinario del Dr. Fargosi6.
Después de rebatir los argumentos en que se fundamenta la aludida resolución administrativa,
Otaegui concluye afirmando: "Es por ello que entendemos que dado que nuestra ley no establece una
prohibición expresa, cabe que una persona jurídica sea administradora de una sociedad mercantil"7.
6
FAROOS¡, Horacio P., "Apostillas en torno a la capacidad de las personas juridicas", en RDCO, 1977, pag. 733.
OrAEGUI, op.
7
cit., pág. 192.
b) Es un órgano necesario, sin el cual la sociedad anónima no puede subsistir. De allí que su
acefalía debe ser inmediatamente cubierta, sin esperar la reunión de la asamblea que ha de nombrar
nuevos administradores, porque se le otorga esa facultad excepcional al síndico. La sociedad realiza
actos, contratos, operaciones, gestiones, trámites, permanentemente. Y ellos requieren de una
actividad "interna" (la administración) y "externa" (la representación) permanentes. De allí deriva la
condición de órgano necesario que es una de sus características.
c) Es un órgano permanente: en razón de sus propias funciones, se trata de un órgano que debe
existir permanentemente. A diferencia de la asamblea que se reúne para deliberar en forma anual o
cuando la consideración de un tema extraordinario - lo requiere, el órgano de administración y
representación es permanente, sin solución de continuidad y no puede sufrir paréntesis.
d) Sus miembros pueden o no ser socios: esta característica que lo diferencia de la
asamblea que reúne exclusivamente a los accionistas, está admitida en casi todas las legislaciones
modernas y ha sido expresamente prevista en nuestra ley, para facilitar el acceso a la dirección de
estas sociedades de personas técnicas, con capacidad específica para estas tareas.
e) Sus miembros son periódicamente nombrados por la asamblea ordinaria, que debe
reunirse anualmente. Es la asamblea la que nombra a los directores, y los remueve, en su caso.
Tienen duración limitada en el cargo. En nuestra ley no pueden exceder de más de tres
ejercicios, pero pueden ser reelegidos.
f) Su ftmción es realiziar todos las actos de administración, ordinaria y extraordinaria,
de la sociedad: este órgano tiene la gestión de la actividad social y puede realizar todos los actos
comprendidos en el objeto de la sociedad; desde tal punto de vista tiene poderes decisorios
amplísimos, salvo los límites pues-tos en el contrato social reservando ciertas cuestiones a la
competencia de la asamblea. Pero en todas las demás materias no tiene más límites que el fijado por el
objeto social. El administrador no sólo decide, sino que procede a la ejecución de actos o los hace
ejecutar por empleados de la sociedad, y en su gestión debe respetar los límites que le señalan la ley y
el estatuto8, no

8
BRUNEITI, citando a FERRARA JUNIOR, op. cit., T. II, pag. 454, nro. 621.
correspondiendo distinguir, al respecto, entre administración "ordinaria" o "extraordinaria".
g) Representea a la sociedad: este órgano es quien ejerce la "representación" de la sociedad
frente a terceros, por lo que se dice que es un órgano de voluntad "externa". Nuestra ley asigna esa
representación al presidente de la sociedad, sin perjuicio de que el estatuto pueda prever una
representación plural.
h) Sus miembros asumen responsabilidad solidaria e ilimitada por las infracciones a los
deberes que les impone la leyy el estatuto: tal sanción que les impone la ley deriva del incumplimiento
de los deberes que les ha sen alado y como contrapartida a las amplísimas facultades otorgadas y que
la administración de la sociedad requiere.

252. COMPOSICION DEL DIRECTORIO


(Art. 255)

Art. 255. - Directorio: composición; elección. La administración está a cargo de un directorio compuesto de uno o
más directores designados por la asamblea de accionistas o el consejo de vigilancia, en su caso. En las sociedades anónimas del
artículo 299 se integrará por lo menos con tres directores.

Si se faculta a la asamblea de accionistas para determinar el número de directores, el estatuto especificará el número
mínimo y máximo permitido.

Ya dUimos que éste es un órgano naturalmente colegiado, pluripersonal, pero que admite en
ciertos supuestos, que sea "unipersonal". Nuestra ley lo admite para las anónimas "cerradas". En
cambio las "abiertas" (esto es, las comprendidas en el artículo 299) requieren obligatoriamente de la
colegialidad, por ello se exige que estén integrados por no menos de tres directores. El estatuto puede
limitarse a establecer un número mínimo y un máximo, en tal supuesto la asamblea debe determinar su
número.
Los directores son elegidos por la asamblea ordinaria. Si el estatuto adoptara el sistema de
designación de consejo de vigilancia, puede éste elegir al directorio, conforme las facultades que le
haya determinado el estatuto. Pueden elegirse, conjuntamente, directores suplentes (art. 258).

253. CONDICIONES REQUERIDAS PARA SER DIRECTOR (Art. 256)


Art. 256.- Condiciones. El director es reeligjble y su designación revocable exclusivamente por la asamblea, incluso
en el caso del artículo 281, inc. d. No es obligatoria la calidad de accionista.

El estatuto establecerá la garantía que deberá prestar.


El estatuto no puedc suprirr ni restringir la revocabilidad en el cargo.

Domicilio de los directores

La mayoría absoluta dc los directores deben tener domicilio real en la República.


Todos los directores deberán constituir un domicilio especial en la República, donde serán válidas
las notiíicaciones que se les efectúen con motivo dcl ejercicio de sus funciones, incluyéndose las relativas a la acción de
responsabilidad.

a) Nuestra legislación, siguiendo el criterio predominante en las legislaciones extranjeras,


admite que el cargo pueda ser desempeñado por "no" accionistas. De esta forma la ley 19.550
modificó el criterio de nuestro Código de Comercio que exigía la condición de accionista para ser
director. El estatuto establecerá la "garantía" que debe prestar el director, de donde se desprende que
para nuestra ley es imperativa la existencia de tal requisito.
b) La ley 22.903 modificó el artículo 256 exigiendo que por lo menos la mitad más uno de los
directores deben tener domicilio real en el país, siguiendo así el criterio de otras legislaciones
latinoamericanas, para evitar el nombramiento de directores extranjeros en forma generalizada en las
anónimas de capital extranjero.
Además, todos deben constituir un domicilio especial en territorio nacional, donde serán
válidas todas las notificaciones que se les efectúen con motivo del ejercicio de sus funciones.

253 BIS. REMOCION


El nombramiento de los directores es, esencialmente, revocable. l',a asamblea es siempre el
órgano que puede disponer la revocación de la designación, esto es, la remoción del administrador.
Nuestra ley consagra este criterio con todo énfasis, impidiendo que el estatuto pueda suprimirlo, ni tan
siquiera restrin
girlo, y otorgando esta facultad a la asamblea, aun cuando el directorio hubiera sido designado
por el consejo de vigilancia.
Es obligatoria consecuencia, si la asamblea resuelve la promoción de la acción judicial de
responsabilldad (art. 276).

254 EJERCICIO DEL CARGO (Art. 266)

Art. 266. - Carácter personal del cargo. El cargo de director es personal e indelegable.
Los directores no podrán votar por correspondencia, puro en caso de ausencia pedrán autoriaar
a otro director a hacerlo en su nombre, si existiera quórum. Su responsabilidad será la de los directores presentes.

El cargo de director, dice nuestra ley, es personal e indelegable. De allí podría colegirse que la
ley rechaza la posibilidad que sea ejercido por una "persona jurídica", sin embargo, algunos autores
sostienen lo contrario, como ya lo vimos.

255. DURACION EN EL CARGO: REELEGIBILIDAD (Art. 257)


Art. 257. - Duración. El estatuto precisará el término por el que es elegido, el que nó puede exceder de tres ejercicios
salvo el supuesto del artículo 281, inc. d).
No obstante, el director permanecerá en su cargo hasta ser reemplazado.

Silencio del estatuto.


En caso de silencio del estatuto,se entiende que el término previsto es el máximo autorizado.

Los directores son designados por el término establecido en el estatuto social, que no puede
exceder de tres ejercicios. Si son designados por el consejo de vigilancia pueden durar cinco años (art.
281, inc. d).
Cabe recordar que el artículo 256 permite la reelección de los directores, sin fijar plazos
máximos por lo que se admite su reelegibIlidad indefinida.
No obstante la duración establecida, el director no puede hacer abandono de sus funciones por
el sólo hecho del vencimiento del término para el cual fue designado, y debe permanecer,
obligatoriamente, en su cargo hasta ser reemplazado.
En caso de silencio del estatuto sobre la duración en el cargo, la ley consagra la presunción de
que el término previsto es el máximo autorizado, es decir de tres ejercicios.

256. REEMPLAZO (Art. 258)


Art. 258.- Reemplazo de los directores. El estatuto pedrá establecer la eleoción dc suplentes para subsanar la falta dc
los directores por cualquier causa. Esta previsión es obligatoria en las sociedadcs que prescinden de sindicatura.
En caso dc vacancia, los sindioos designarán el reemplazante hasta la reunión de la próxima asamblea, si el estatuto
no prevé otra forma de nombramiento.

La ley 22.903 permite que las sociedades anónimas no comprendidas en el artículo 299,
puedan prescindir de la sindicatura. En consecuencia, debía modificar el artículo 258 para prever el
caso de que no exista sindicatura y no hubiese, en consecuencia, órgano que cubra las vacancias en un
directorio. Por ello consagra la obligatoriedad de que el estatuto social prevea la elección de directores
suplentes, cuando se prescinda de la sindicatura. De esta forma no habrá inconvenientes en suplir la
ausencia por renuncia o remoción de directores.
Existiendo sindicatura, son los síndicos los que cubren las vacancias hasta la reunión de la
próxima asamblea ordinaria, salvo que el estatuto social previera otra forma de nombramiento.
El director suplente reemplaza al titular en caso de renuncia o remoción de éste, es decir
cuando es separado o se separa dli cargo en forma defmitiva. No corresponde su reemplazo por una
ausencia temporaria.

257. RENUNCIA (Art. 259)

Art. 259.- Renuncia dc directores. El directorio dcberá aceptar la renunda dcl director, en la primera
reunión que celebre después dc presentada siempre que no afectare su funcionamiento regular y no fuere dolosa o
intcmpestiva, lo que dceerá constar en el acta pertinente. De lo contrario, el renunciante debe Continuar en funciones
Isasta tanto la próxima asamblea se pronuncie.
El cargo de director es renunciable. Rigen al respecto las mismas reglas que en la
admimstración de las demás sociedades: el administrador puede renunciar, pero la renuncia no debe
ser dolosa ni intempestiva.
Respto del directorio la ley 22.903 establece que el cuerPO debe aceptar la renuncia del
director, imperativamente, en la primera reunión que realice. Unicamente podrá no aceptarla en los
siguientes supuestos:
a) si la dimisión del director afectare el funcionmiento regular del órgano. Es decir, si
afectaré su quórum, por ejemplo. Sea porque antes hayan renunciado otros directores, o hubieren
fallecido; o cuando se ha nombrado el mínimo legal (por ejempío en el caso de una anónima "abierta"
que sólo hubiese designado a tres directores);
b) si la renuncia fuere dolosa o intempestiva, es decir con la intención de inffigir un dano a la
sociedad o efectuada en momentos o circunstancias que pueden dana ría.
En estos supuestos el cuerpo no aceptará la renuncia y el renunciante tiene la obilgación de
permanecer en el cargo hasta que la próxima asamblea ordinaria se pronuncie.

258. INHABILIDADES E INCOMPATIBILIDADES (Arts. 264 y 265)


Art. 264. - Prohibiciones e incompatibilidades para ser director. No pueden ser directores ni gerentes:
1) Quienes no pueden ejercer el comercio.
2> Los fallidos por quiebra culpable o fraudulenta hasta diez años después de su rehabilitación, los fallidos por
quiebra casual o los concursados hasta cinco años después de su rehabilitación; los directores o adininistradores dc sociedad
cuya conducta se calificare de culpable o fraudulenta, hasta diez años después de su rehabilitación.
3) Los condenados con accesoria de inhabilitación de ejercer cargos públicos; los condenados por hurto, robo,
dcfraudación, cohecho, emisión de cheques sin fondos y delitos contra la fe pública; los condenados por delitos cometidos en la
constitución, funcionamiento y liquidación de sociedades. En todos los casos hasta después de diez anos dc cumplida la
condena.
4) Los funcionarios dc la Adininistración Pública cuyo desempeño se relacione con el objeto de la sociedad, hasta dos
años del cese de sus funciones.

Art. 265. - Remoción del inl'abilitado. El directorio, o en su dcfecto el sindico, por propia iniciativa o a pedido
fundado de cualquier accionista, dcbe convocar a asamblea ordinaria para la rernoción del director o gerente incluido en el
artículo 264, que se celebrará dentro de los cuarenta días de solicitada. Dene
gada la remoción, cualquier accionista, director o sindico, puede requerirla judicialmente.

Los directores no deben estar alcanzados por ninguna de las causales de inhabilitación o
incompatibilidad previstas en la ley (art. 264).
La inhabilidad afecta la capacidad de la persona para desempeñarse en determinados actos,
actividades o funciones. Se trata en realidad de una prohibición que la ley impone a determinadas
personas.
La incompatibilidad, que también afecta la capacidad de una persona para realizar
determinada actividad o función, tiene, en cambio, un fundamento ético, y la ley la consagra en vista
de la existencia de relaciones inconciliables o que puedan afectar la libertad en el desempeño de un
cargo o función, en razón de la existencia de una vinculación con otra persona o actividad. De allí
derivan las incompatibilidades entre parientes (art. 286, inc. 3º), o entre funciones o actividades.
El artículo 264 determina esas causales de inhabilidad e incompatibilidad, que comprende a
las siguientes personas:
a) a quienes no pueden elercer el comercio, es decir aquellas personas a las que la ley ha
prohibido ejercerlo, esto es los clérigos, los magistrados judiciales o civiles en la jurisdicción donde
actúan; los interdictos; los fallidos y concursados civiles (arts. 22, 23 y 24, Cód. de Comercio);
b) los fallidos por quiebra culpable o fraudulenta hasta diez años después de su rehabilitación;
los fallidos por quiebra casual o los concursados hasta cinco años después de su rehabilitación; los
directores o administradores de sociedad cuya conducta se calificare de culpable o fraudulenta, hasta
diez años después de su rehabilitación;
c) los condenados penalmente, con accesoria de inhabilitación de ejercer cargos públicos;
los condenados por hurto, robo, defraudación, cohecho, emisión de cheques sin fondos y delitos contra
la fe pública; los condenados por delitos cometidos en la constitución, funcionamiento y liquidación
de sociedades. En todos los casos hasta diez años de cumplida la condena; y
d) los ftmciona,ios de la adpnintstración pública cuyo desempeno se relacione con el
objeto de la sociedad hasta dos años del cese de sus funciones. Este último inciso del artículo 264, fue
derogado por la ley 22.458 y restablecido por la ley
22.903 cuyos autores señalan su ponderable contenido ético, que parece indudable.
El director incurso en alguna causal de inhabilidad o incompatibilidad debe ser removido. Para
ello el directorio, o en su defecto el síndico, debe convocar la asamblea ordinaria para la remoción del
director. Cualquier accionista puede requerir del sindico la convocatoria de esta asamblea. En caso de
que no prospere la remoción cualquier director, el sindico o cualquier accionista pueden demandarla
judicialmente.

259. FUNCIONAMIENTO DEL ORGANO


(Arts. 260 y 267)

Art. 260. - Funcionamiento. El estatuto debe reglamentar la oonstitución y el funcionamiento del directorio. El
quórum no podrá ser inferior a la mayoria absoluta de sus integrantes.
Art. 267. - Directorio: reuniones; convocatoria. El directorio se reunirá, por lo menos, una vez cada tres meses, salvo
que el estatuto exigiere mayor número de reuniones, sin perjuicio de las que se pudieren celebrar por pedido de cualquier
director. La convocatoria será hecha, en este último caso, por el presidente para reunirse dentro del quinto dia de recibido el
pedido. En su defecto, podrá convocarla cualquiera de los directores.
La convocatoria deberá indicar los temas a tratar.

a) Quómm

La ley 19.550 consagró en el artículo 260 un criterio que produjo serios trastornos en el
funcionamiento de las sociedades. Exigía un quórum para el funcionamiento del directorio de la mitad
más uno de sus integrantes. En el caso que el cuerPO estuviera integrado por 5 miembros, por ejemplo,
se requería un quórum de 4 personas (2 y 1/2 más 1). Esta expresión matemática resultaba
inconciliable con la realidad y determinaba, en la práctica, un quórum sumamente exigente (4 en 5; 5
en 7; etc.).
La ley 22.903, con buen criterio, modificó esa formulación por el mayoría absoluta de sus
integrantes (se requerirá la presencia de tres miembros si el cuerpo lo integran cinco personas; de
cuatro si el cuerpo lo integran siete; etc.).
b) Remiones

Deben ser fijadas por el estatuto social, pero el directorio debe reunirse por lo menos una vez
cada tres meses. Además se reunirán cada vez que lo solicite uno de sus miembros. Efectuado el
pedido, el presidente debe citar a reunión dentro del quinto día.
De las deliberaciones y resoluciones que adopte el directorio se debe dejar constancia en el
Libro de Actas previsto en el artículo 73.

c) Convocatoria

La convocatoria la efectúa, normalmente, el presidente, indicando los temas a tratar. Si el


presidente no convoca una reunión pedida por un director, puede, otro director, convocarla.
La ley no prevé la forma en que se hará la convocatoria, debiendo aplicarse las reglas del estatuto
y, en su defecto, las que fije el mismo cuerpo.

260. REPRESENTACION DE LA SOCIEDAD (Art. 268)

Art. 268. - Representación de la sociedad. La representación de la sociedad corresponde al presidente del directorio.
El estatuto puede autorizar la actuación de uno o más directores. En ambos supuestos se aplicará el artículo 58.

La representación de la sociedad (es decir su actuación frente a terceros) corresponde al


presidente del directorio, sin perjuicio que el estatuto pueda autorizar su actuación con otro u otros
directores. Al respecto cabe tener presente que las infracciones al régimen de representación plural no
afectan la responsabilidad de la sociedad en determinadas obligaciones: títulos valores; contratos entre
ausentes; contratos de adhesión o concluidos mediante formularios; salvo cuando el tercero que con-
trata con la sociedad tuviese conocimiento efectivo de tal infracción (caso de los bancos que tienen el
estatuto social en su poder, o copia del mismo, como elemento básico de la vinculación con un
cliente).
Respecto del ejercicio de la representación por el vicepresidente de la sociedad, se ha resuelto:
"Si el vioepresidente de la sociedad se halla facultado para reemplazar al titular en caso de ausencia o impedimento, corresponde, si la
sociedad niega las obligaciones contraídas por aquél al suscribir pagarés, que desconozca la configuración de los extremos que autoraaan tal
actuación y lo demuestre siguiera indiciariamente, máxime cuano la ausencia fue prevista como extremo puro y sim-píe no sujeto a motivo o
modalidad alguna, de modo tal que no puede ser estimado hecho extraordinario".
Cám. Nac. Com., Sala D, 30-IV-990, "Americana de Televisión SA. c. Cable Visión Corrientes SA.", L.L., 1992C-182, con nota de
Pablo Carlos Barbieri; JA., 1990-111-327; EDICIÓN, 140-529.

261. COMITE EJECUTIVO (Art. 269)


Art. 269. - Directorio: comité ejecutivo. El estatuto puede organizar un comité ejecutivo integrado por directores
que tengan a su cargo únicamente la gestión de los negocios ordinarios. El directorio vigilará la actuación de ese
comité ejecutivo y ejercerá las demás atribuciones legales y estatutarias que le correspondan.

Responsabilidad.
Esta organización no modifica las obligaciones y responsabilidades de los directores.

Para el despacho y atención de los negocios "ordinarios", (es decir comunes a la marcha de la
sociedad, "normales" con-forme el objeto social) el estatuto puede organizar un comité ejecutivo
compuesto por algunos de los directores. Este cuerpo actúa bajo la vigilancia y supervisión del
"directorio" y es en realidad una emanación de él, y su creación tiene por finalidad agilizar el
funcionamiento del órgano de administración y representación.
La designación de este comité no libera de responsabilidad al resto del directorio y esto acentúa el
caracter de cuerpo dependiente del "órgano de administración".

262. GERENTES (Art. 270)


Art. 270. - Gerentes. El directorio puede designar gerentes generales o especiales, sean directores o no, revocables libremente, en quienes puede
delegar las funciones ejecutivas de la administración. Responden ante la sociedad y los terceros por el desempeño de su cargo en la misma
extensión y forma que los directores. Su designación no excluye la responsabilidad de los directores.
El gerente es un empleado de la sociedad, subordinado. Este concepto no se altera si el gerente es un
director, a quien se le confían funciones ejecutivas de la administración.
El gerente general es aquél a quien se le confía la totalidad de la función ejecutiva de la
administración. Gerentes especiales (gerentes comerciales, financieros, de exportación), son aquéllos a
quienes se les confla parte de esa función, en su aspecto técnico. El directorio puede designar gerentes
generales o especiales, sean o no directores. Si se trata de un director su nombramiento es revocable
libremente; en cambio si se trata de un no director, estamos en presencia de un contrato de trabajo, aun
cuando esa relación tenga la excepcional importancia que cabe asignarle en la organización de la
sociedad9.
Los gerentes no representan a la sociedad10 ya que la ley reserva al presidente del directorio esa
función. El gerente puede tener "poderes especiales" para determinados actos, pero no un "poder
general" de administración, lo que implicaría la violación de la regla que dispone que el cargo de
director es "personal" e indelegable.
Los gerentes responden ante la sociedad y los terceros por los actos que realizan, con la misma
extensión que los directores.
También se aplican a los gerentes las normas sobre prohibiciones e incompatibilidades para ejercer el
cargo, que hemos señalado para los directores (art. 264).
Un interesante fallo resolvió:
"Un 'gerente general' de sociedad anónima debe ser visto en derecho como el factor del Código de Comercio, y por lo tanto con representación
suficiente para todos los actos del giro ordinario.
Cám. Nac. Com., Sala D, 21-XII-990, "Hius SA. c. El Peregrino SA.", LL, 1992-A-323.

263. PROHIBICIONES (Arts. 271, 272y 273)


Art. 271. - Prohibición de contratar con la sociedad. El director puede celebrar con la sociedad los contratos que sean de la actividad en que ésta
opere y siempre que se concierten en las condiciones del mercado.

9 HALPERIN, Isaac, Sociedades Anónimas, 1975, pág. 423, nro. 33.

10 Cfr. OTAEGUI, op. cit., pág. 319, nro. 70; en contra ZALDÍVAR, E., y otros, Cuadernos..., T. II, 2º parte, pág. 524, nro. 46.1.20.
Los contratos que no reúnan los requisitos del párrafo anterior sólo pOdrán celebrarse previa aprobación del directorio o conformidad de la
sindicatura si no existiese quórum. De estas operaciones deberá darse cuenta a la asamblea.
Si la asamblea desaprobare los contratos celebrados, los directores, o la sindicatura, en su caso, serán responsables solidariamente por los daños
y perjuicios irrogados a la sociedad.
Los contratos celebrados en violación de lo dispuesto en el párrafo segundo y que no fueren ratificados por la asamblea son nulos, sin perjuicio
de la responsabilidad prevista en el párrafo tercero.

Art. 272. - Interés contrario. Cuando el director tuviere un interés contrario al de la sociedad, deberá hacerlo
saber al directorio y a los síndicos y abste nerse de intervenir en la deliberación, so pena de incurrir en la
responsabilidad del artículo 59.

Art. 273. - Activídades en competencia. El director no puede participar por cuenta propia o de terceros, en activídades
en competencia con la sociedad, salvo autorización expresa de la asamblea, so pena de incurrir en la
responsabilidad del artículo 59.

La ley prescribe algunas prohibiciones especiales para los directores en el desempeño de sus funciones o bien,
somete determinados actos o contratos a requisitos especiales.

a) Prohibición de contratar con la sociedad

El principio vigente es que el director puede contratar con la sociedad contratos que sean de la
actividad en que ésta opera, pero debe hacerlo en las condiciones comunes del "mercado", como dice
el artículo 271, modificado por la ley 22.903.
Anteriormente la ley 19.550 aludía "a las mismas condiciones que la sociedad hubiere contratado con terceros" y exigía que
se hiciera conocer tal acto al directorio y síndico, debiendo el director involucrado abstenerse de intervenir en la deliberación
del cuerpo, que debía considerar esa operación, acto o contrato.
Los autores de la reforma señalan, con acierto, que las exigencias referidas eran excestvas y muchas veces, de difícil
cumplimiento (casos de contratos de transporte, de seguros, con entidades financieras o de compra de mercaderías en
condiciones corrientes). En efecto, un director de una compañía de aviación, por ejemplo, si quería viajar por "su" línea aérea,
tenía que comunicarlo al directorio, reunirlo y esperar sus deliberaciones
y resolución; igual el caso de un director de un supermercado que quisiera hacer compras en él; y otros
casos similares.
Es más que suficiente la doble exigencia contenida en la norma reformulada:
1) que se trate de actos o contratos que sean de su actividad normal; y
2) que se realice en las condiciones del mercado, esto es, en las "comunes" u "ordinarias" vigentes
para todo público.
Cumplidos esos requisitos, no tiene sentido tener que comunicarlo al directorio, al síndico, reunir al
directorio, etcétera.
Los contratos que no reúnan ambos requisitos, sí requerirán la aprobación del directorio, o de la
sindicatura, si no existiese quórum para reunir al órgano de administración. Estas operaciones deben,
además, ser comunicadas a la asamblea, que debe convalidarías.
Los contratos no aprobados por la asamblea, son nulos; y generan responsabilidad personal y solidaria
para los directores o síndicos que los autorizaron, por los daños y perjuicios irrogados a la sociedad.

b) Interés contrario al social

Cuando en un acto, contrato u operación determinada, el director tuviera un interés contrario al de la


sociedad (venta de un inmueble, alquiler de un local comercial, etc.), el director tiene la obligación de
comunicarlo al directorio y a los síndicos y abstenerse de intervenir en la deliberación respectiva.
Si el director es "directamente", "personalmente" interesado en un contrato determinado a celebrar con la sociedad, es
muy probable que su "interés contrario" sea bien conocido por el resto de los directores y síndicos. El problema radica cuando
"evidentemente" no aparece esa posible vinculación contractual, sea porque actúa la esposa del director o un pariente.
La norma, de alto contenido ético, es común a casi todas las legislaciones, que previenen un "conflicto (que) afecta el
poder de representación orgánica del administrador; se presenta como un impedimento para el normal desarroUo de la
relación representativa. El que actúa en conflicto queda privado del ejercicio del poder representativo, por incompatibilidad con
el fin por el que le ha sido conferido. De ello nace un peligro de daño para el representado, a causa de ese ejercicio ilegítimo. El
peli
gro no se determina en relación con las consecuencias patrimoniales del acto por sí mismas, sino con
referencia a la ilegitimidad del ejercicio del poder" 11
En esa situación de conflicto, el director debe pues, proceder de la siguiente manera:
1) abstenerse de actuar directamente en su calidad de administrador y representante social;
2) comunicar su interés "personal" en esa operación o contrato al resto del directorio y a la sindicatura;
3) abstenerse de intervenir en la deliberación del directo-rio, cuando se resuelva sobre el contrato, acto
u operación conflictiva.
En caso de transgresión a estas normas, el director es responsable en forma personal, llimitada y
solidariamente por los daños y perjuicios ocasionados a la sociedad. Se sanciona así el incumplimiento
de los deberes impuestos al administrador social y, fundamentalmente, el deber de lealtad consagrado,
con carácter general para todas las sociedades, en el artículo 59.

c) Actividades en competencia

El director no puede participar, por cuenta propia o de terceros, en actividades en competencia con la
sociedad, salvo autorización expresa de la asamblea.
Esta regla, común también a todos los administradores sociales, como hemos visto, reafirma la
obligación de '4lealtad" que hemos destacado. Su transgresión, es también sancionada con la aplicación
de responsabilidad por los daños y perjuicios que se deriven a la sociedad.
d) Prohibición de votar la aprobación de los estados contables, responsabilidad o
remoción

El artículo 241 de la ley prohibe a los directores, síndicos, miembros del consejo de vigilancia y
gerentes generales, votar en las decisiones vinculadas con la aprobación de sus actos de gestión.
Tampoco lo pueden hacer en aquellas resoluciones vinculadas con su responsabilidad o remoción.

11 BRUNETTI, ob. cit., T. II, págs. 476y 477, nro. 639.


En tal sentido es útil el siguiente fallo:
'Toda vez que la prohibición que pesa sobre los directores para votar la aprobación de los estados contables no es absoluta,
contempla el interés encontrado que puede existir entre el director y la sociedad y procura evitar el ejercicio abusivo
del poder de la mayoria".
CNCom., Sala B, 13-VI-991, "NoeI, Carlos M. y otra c. Noel y Cía. SA.", L.L, 1992-C420; DJ, 1992-2-332; E.D., 145-702.

264. OBLIGACIONES (Art. 274)


Art. 274. - Mal desempeño del cargo. Los directores responden ilimitada y solidariamente hacia la sociedad, los accionistas y los
terceros, por el mal desempeño de su cargo, según el criterio del artículo 59, así como por la violación de la ley, el estatuto o el reglamento y
por cualquier otro daño producido por dolo, abuso de facultades o culpa grave.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo anterior, la imputación de responsabilidad se hará atendiendo a la actuación individual cuando
se hubieren asignado funciones en forma personal de acuerdo con lo establecido en el estatuto, el reglamento o decisión asamblearia. La
decisión de la asamblea y la designación de las personas que han de desempeñar las funciones deben ser inscriptas
en el Registro Público de Comercio como requisito para la aplicación de lo dispuesto en este párrafo.

Exención de responsabilidad.
Queda exento de responsabilidad el director que participó en la deliberación o resolución o que la conoció, si deja constancia escrita de
su protesta y diere noticia al síndico antes de que su responsabilidad se denuncie al directorio, al síndico, a la asamblea, a la autoridad
competente, o se ejerxa la acción judicial.

Regla capital en materia de responsabilidad de los administradores sociales, en nuestra ley, es el


artículo 59, que oportunamente hemos analizado. El artículo 274 es una suerte de complemento de
aquél. En efecto, el artículo 59 impone las obligaciones de 'lealtad y d¡ligencia" y el 274 prescribe que
la falta a esos deberes constituye "mal desempeño de su cargo", pero agrega inmediatamente: "así
como por la violación de la ley, el estatuto o el reglamento y por cualquier otro daño producido por
dolo, abuso de facultades o culpa grave".
De modo que aquí se completa el espectro de las obligaciones del administrador social:
a) Obligación de lealtad: esta regla es obligación ética primordial, elemental, de todo administrador de
"cosa ajena" consagrada permanentemente en nuestro derecho; y ese deber de-
termina el de abstenerse cada vez que surja un "conflicto" de intereses para el administrador o
representante social. Decimos que es regla común porque aparece en nuestr¿> derecho civil
consagrada para el "representante necesario" del menor (tutor, artículo 450, Cód. Civil); para el
representante del incapaz (curador, artículo 475); para el representante "convencional", en el contrato
de mandato (arts. 1908, 1918 y 1919, Cód. Civil), etcétera. Quien administra "bienes o intereses"
ajenos, tiene esa primordial obligación.
b) Obligación de ailigencia: también es deber común de todo administrador de bienes e intereses
ajenos el de obrar con diligencia: recordemos la regla del artículo 413 del Código Civil que obliga al
tutor a "administrar los intereses del menor como un buen padre de familla". Nuestra Ley de
Sociedades comerciales ha establecido en el artículo 59 la regla de la "diligencia del buen hombre de
negocios", como parámetro con el cual "medir" la diligencia puesta en un acto o contrato determinado.
c) Obligación de cumplir la ley: en este caso concreto debe cumplir las normas de la Ley de
Sociedades comerciales. El administrador debe ser un fiel cumplidor de la regla legal general y en el
caso del administrador de una sociedad anónima debe observar todas las reglas que venimos
analizando desde la parte general a las específicas para este tipo social (normas sobre la contabilidad y
documentación - arts. 61 al 73- sobre la liquidación -arts. 101 al 112- y las especiales señaladas en los
arts. 163 y sigs.).
d) Obligación de cumplir la ley social: es decir, el estatuto o contrato social y también el
"reglamento" silo hubiere. Algunas sociedades prescriben normas minuciosas sobre determinados
aspectos de la vida social, condensadas en "reglamentos", que vienen a ser "complementarios" de las
disposiciones consagradas en el contrato social. También son sancionados por la asamblea, sea en el
acto constitutivo o posteriormente, y tienen la misma fuerza obligatoria que el estatuto, o contrato
social. Cumplir esas normas es también obligación del administrador social, porque su deber
fundamental es desarrollar su actividad en interés del ente, observando determinados normas que
pueden estar integradas en el acto constitutivo o en el estatuto y que representan
las reglas esenciales e indeclinables a las que ha de conformarse aquella activiaad."12.
El cumplimiento de estos deberes excluirá comportamientos "dolosos" o "de culpa grave" contrarios al
interés social, como asimismo evitará el "abuso de facultades". Sólo incumpliendo estos deberes,
violándolos directamente, se puede actuar en forma dolosa o culposa contra los intereses comunes. La
acción dolosa requiere la "intención" de causar daño, de modo que ello importará la más de las veces
una acción tipificada penalmente.
La "culpa grave" consistirá en la omisión de la diligencia "del buen hombre de negocios" que exige el
artículo 59. El "abuso de facultades" exhibirá una flagrante transgresión a las reglas otorgadoras del
"poder" o esfera de "competencia" que tiene el administrador y representante social, fijadas en el
estatuto o contrato social. Implicará un claro caso de "alzamiento" contra el orden jurídico social.

265. RESPONSABILIDAD DE LOS ADMINISTRADORES SOCIALES

La transgresión a las obligaciones referidas en el número anterior, genera, como lógica consecuencia,
la responsabilidad del administrador social.
Hemos visto que el desempeño de dichos cargos es personal e indelegable, y aún cuando el directorio
nombrara un comité ejecutivo (art. 269) o gerentes (art. 270), ello no modifica sus obligaciones y
responsabilidades.
También algunas disposiciones penales sancionan la responsabilidad de estas personas (arts. 173, inc.
7, 178, 300 y 301, Cód. Penal y varias leyes especiales), si bien como se ha señalado, se trata de una
reglamentación incompleta y deficiente"13.
Este tema de la responsabilidad civil y penal de los directores y gerentes es de gran importancia.
Y ella no deriva sólo de su aplicación efectiva, sino por su acción preventiva, ya que esta
legislación nará afinar el cuidado en el manejo de los negocios so
12BRUNETTI, op. cit., T. ¡1, pág. 484, nro. 642, citado a FRE
13 BACIGALUPO, Enrique, RDCO, 1973, págs. 278y sigs.
ciales y reflexionar ante la teniación de postergar los intereses sociales en beneficio de los propios14.

a) Responsabilidad civil

La L.S. regula sobre la responsabilidad de los directores y


administradores, en los artículos 59 y 274. Complementados por
las disposiciones de los artículos 72, 99, 183, 195, 224, 275, 276,
277, 278 y 279.
El principio general lo contiene el artículo 59, que establece que "los administradores y los
representantes de la sociedad deben obrar con lealtad y con la dUigencia de un buen hombre de
negocios. Los que faltaren a sus obligaciones son responsables, ilimitada y solidariamente, por los
daños y perjuicios que resultaren de su acción u omisión". Es decir, consagra dos deberes:
1) Deber de obrar con lealtad para con la sociedad: este deber se entiende referido a los
intereses de la sociedad, que deben ser "custodiados" con lealtad por los
administradores, directores y síndicos, por los riesgos que puedan amenazarla
provenientes de cualquier frente de peligros. Defensa que no se limita a lo
"patrimonial" y tiene enorme trascendencia en la vida societaria. En la complejidad
del mundo contemporáneo, donde las empresas desarrollan tan importantes funciones,
que trascienden el contenido meramente económico que tienen por imperio de la ley,
abarcando aspectos sociales, políticos e inclusive culturales el administrador o
fiscalizador de la sociedad tiene una importancia fundamental dado el rol que juega en
la empresa. El conoce sus secretos, el know how, la clientela, sus costos, su beneficio,
su situación financiera, etc. De allí que la ley haya acentuado este deber y que
consagre los medios para asegurar su real y efectivo cumplimiento por los obligados.
2) El otro deber es el de "diligencia", que la ley refiere "al de un buen hombre de
negocios". Es decir, la obligación de poner sus aptitudes, su capacidad enmpresaria, al
servicio de la sociedad, de modo que ésta cumpla su objeto en la forma que represente
el mejor nivel de eficiencia posible con la mayor rentabilidad que puedan producir la
organización de capital y trabajo que él administra dentro del marco de legalidad que
le señalan los estatu
14 HALPERIN, Sociedades Anónimas, cit., pág. 448, nro. 47.
tos sociales, las decisiones asamblearias, la ley positiva vigente y las reglamentaciones de los
organismos de control societario.
Realizar el objeto social dentro de la ley, con los mejores resultados, tal la misión del director de la
S.A. y de todos los demás órganos que cumplen funciones de administración y fiscalización.
El no cumplimiento o violación de esas obligaciones, implica "mal desempeño" del cargo.
La responsabilidad civil puede ser contractual (derivada del mal desempeño del cargo, por
incumplimiento de sus obligaciones) o delictual o cuasiaelictual (derivada de la violación de la ley, los
estatutos o reglamentos). Zaldívar entiende que el mal desempeño del cargo o la violación de la ley o
de los estatutos, en tanto se refiera a cuestiones societarias específicamente, origina, frente a los
socios, una responsabilidad contractual. En cambio, la violación genérica de la ley, o los daños
producidos por dolo, abuso de facultades o culpa grave, y en general cualquier responsabilidad que
cupiere frente a terceros es siempre de tipo delictual o cuasidelictual" 15.
Es importante la distinción de ambos tipos de responsabilidad, por cuanto es diferente en uno y otro
caso la atribución de la carga de la prueba. Si la responsabilidad es contractual, acreditado el daño, la
culpa se presume e incumbe al director probar lo contrario; en cambio, cuando la responsabilidad es
delictual o cuasidelictual, debe probársele la culpa para hacerlo responsable.
Como vimos, el artículo 274, L.S., establece además, como un principio complementario de los
enunciados, que los directores responden "por cualquier otro daño producido por dolo, abuso de
facultades o culpa grave".
El dolo consiste en la deliberada inejecución de una obligación; en este caso, cuando el director,
gerente o síndico, incumple maliciosamente sus obligaciones en la administración o fiscalización de la
entidad.
Habrá "abuso de facultades" cuando el director excede los poderes que la ley (ley general o particular:
estatutos) le otorga para el regular desempeño de sus funciones.
En cuanto a la culpa, reiterando el concepto legal, diremos que "consiste en la omisión de aquellas
diligencias que exigiere

15 ZALDÍVAR, Enrique, Cuadernos... Sociedades por Acciones, T. 11, 2'

parle, pág. 526, nro. 46.1.21.


la naturaleza de la obligación y que correspondiesen a las circunstancias de las personas, del tiempo y
del lugar" (art. 512, Cód. Civil). Requiere dos elementos, ambos de contenido negativo: 1) la omisión
de diligencias apropiadas; aquí serían las que correspondería adoptar a "un buen hombre de negocios"
según la fórmula del artículo 59, L.S. y 2) la ausencia de mala fe o mala voluntad. Pues si la hubiera
estaríamos en presencia del dolo16.
Nuestro ordenamiento positivo no adopta la clasificación tripartita ni bipartita de la culpa (culpa
levísima, leve y grave; o leve y grave), de los romanos, sino que ha superado dicha concepción
adoptando un sistema mucho más elástico, permitiendo comprender todas las situaciones, según las
particularidades de cada caso y las circunstancias de cada obligado. Así es como la ley exige mayor
cuidado, mayor obligación de obrar con diligencia, cuando mayor sea el deber de obrar con prudencia
y pleno conocimiento de las cosas (art. 902, Cód. Civil).
De allí que la referencia que hace el artículo 274, L.S., a la "culpa grave" implica una herejía dentro de
nuestro sistema jurídico, que deberá interpretarse como un apartamiento del legislador de la ley 19.550
al sistema de los artículos 512 y 902 del Código Civil, y como una "limitación" a la esfera de
imputación al director, administrador o síndicos, obligados. Solamente la grave "negligencia", la
omisión de aquellas diligencias que cualquier buen hombre de negocios hubiere puesto, harán
responsables a aquéllos por el daño producido. Se trata indudablemente de un desacierto de la ley
19.550, que se aparta así, sin ninguna razón valedera, del régimen general de nuestro Código Civil.
De todas maneras, los directores responden siempre que desempeñen mal sus cargos, que violen la ley, los
estatutos o los reglamentos, y además, cuando produzcan un daño a la sociedad o a terceros, por dolo, abuso de
facultades o culpa grave. Quedando solo exceptuados de responsabilidad en los casos de
fuerza mayor, caso fortuito y culpa no grave.
Dicha responsabilidad es ilimitada, esto es, que el director, administrador, gerente y sindicos, responden con
todos sus bienes, y no sólo con los que hubiesen dado en garantía (directores:
art. 256, LS.), y es solidaria con los demás directores responsables y eventualmente con los gerentes, síndicos y
miembros del
16
LLAMBIAS, Jorge Joaquín, Tratado de Derecho Civil. Obligaciones, T. 1, pág. 191, nro. 158.
consejo de vigilancia, que no estuviesen exentos conforme a las normas que más adelante
estudiaremos, y se resuelve en el pago de una indemnización por daños y perjuicios.
En cuanto al período que comprende la responsabilidad, es el del ejercicio de sus funciones. Pero si el
director, administrador o gerente, en el ejercicio de sus cargos, tomasen conocimiento de actos
manifiestamente violatorios del interés social, realizados con anterioridad a sus mandatos, deben
denunciarlo al síndico o a la asamblea en su caso.

b) Alcance de la responsabilidad

Conviene precisar claramente qué alcance le adjudica la ley a la responsabilidad del infractor.
Reiteradamente la ley hace referencia a la "responsabilidad" del administrador, lo mismo del síndico,
gerente, y antes de los "promotores" y "fundado-res'. ¿A qué responsabilidad se está refiriendo en
todos esos casos? Indudablemente a la responsabilidad pecuniaria, a la obligación de "resarcir los
daños y peijuicios" ocasionados. Esto es, a la "responsabilidad jurídica" que deviene como
consecuencia de la imputación que vincula la conducta del infractor con la sanción. Kelsen dice al
respecto que el individuo responsable es el objeto de la conducta del órgano estatal encargado de
aplicarle una sanción, destacando que la noción de "responsabilidad" se relaciona con la de "sanción"
17
Y, en este caso, la sanción es "pecuniaria", sin perjuicio de que al mismo tiempo pueda existir sanción
penal.
Esa responsabilidad civil es "individual" del director, que deberá enfrentar "con su patrimonio"
particular. Es, al mismo tiempo ilimitada, de modo que el responsable responde con "todo su
patrimonio" sin límite alguno. Y es solidaria si hubiere más de un director responsable, de modo
que en tal supuesto los dos o tres o cuatro directores están obligados a responder con su
patrimonio individual por el total del daño causado, como obligados solidarios, es decir
"..cuando la totalidad del objeto de ella (la obligación, en este caso la de pagar los daños y
perjuicios), puede en virtud del título constitutivo o de una disposición de la ley (en este caso la
solidaridad deriva de la ley), ser demandada por cualauiera de los acreedores (solidaridad activa,
de los acreedo
17 KELSEN Hans, op. cit., pág. 93.
res, que no es este caso) o a cualquiera de los deudores" (solidaridad pasiva, que es este caso), según
reza el artículo 699 del Código Civil. Tal es, entonces, el alcance de la responsabilidad pecuniaria que
la Ley de Sociedades comerciales pone en cabeza del director infractor.

c) Imputación de responsabIlidad

Con el más puro lenguaje kelseniano, la ley 22.903, ha introducido en el artículo 274 un párrafo a que alude el
subtítulo, expresando que la relación entre infracción-sanción (o dicho más técnicamente, entre la
conducta infractora y la conducta sancionatoria), se hará atendiendo a la actuación individual cuando
se hubieren asignado funciones en forma personal de acuerdo con lo establecido en el estatutó,
reglamento o decisión asamblearia, reiterando la regla consagrada también por la reforma en el
artículo 157 sobre los gerentes de la S.R.L. que ya hemos analiza(lo, y que no es sino la aplicación
práctica del viejo adagio latino nulla poena sine culpa que ha recogido también la Ley de Con-cursos
19.551 en su artículo 238. De modo que si por decisión de la asamblea, o como consecuencia de previsión
estatutaria, el directorio divide sus funciones en áreas (área administrativa, financiera, legal, etc.) como suele
ocurrir en la empresa moderna, y adj udica la responsabilidad de cada área a un director, será ese el responsable de lo que
allí suceda y, como natural consecuencia, ningún director será responsable de la ejecución de actos en las demás
áreas adjudicadas a la conducción de otro director. Lógicamente que esto no es de manera alguna una regla absoluta,
por aquél]o que es el "cuerpo", "el órgano" el que tiene el deber de administrar y representar la sociedad y que la
actuación de "de-legados" como los comités ejecutivos o gerentes, no importan, como hemos visto, exención de
la responsabilidad para los demás directores (reglas de los arts. 269 y 270). Pero esa regla servirá para
determinar el "grado" de responsabilidad de cada uno.

d) Prohibición de votar

Los directores, síndicos, miembrc del consejo de vigilancia y gerentes generales, tienen prohibido votar sobre su
responsabilidad o remoción, de conformidad con lo prescripto en el artículo 241 de la ley.
266. EXENCION DE RESPONSABILIDAD
en la parte general, vimos que el administrador
A' analizar el tema de la administración de las sociedades
-en la administración colegiada o plural - se podía eximir de responsabilidad en los siguientes casos:
1) Si no había participado en la deliberación donde se adoptó la decisión ilegítima, generadora de
responsabilidad;
2) si no conoció la decisión ilegítima;
3) si habiendo participado de las deliberaciones hizo constar por escrito (en el acta a levantarse de la
reunión y que debe transcribirse en el libro de actas que obligatoriamente deben llevar los cuerpos
colegiados - artículo 73-) su protesta y su voto en contra de esa decisión; y, además, pusiera ese hecho
en conocimiento del síndico;
4) si no habiendo tomado participación al llegar a su conocimiento la decisión ilegítima, deja
constancia escrita de su protesta en la primera reunión del cuerpo (directorio) y denuncia al síndico el
acto irregular. El caso, por ejemplo, de un director que haya realizado un viaje prolongado al exterior
o interior del país y que a su regreso toma conocimiento de una decisión o de decisiones ilegítimas.
Debe, de inmediato pedir una reunión de directorio y hacer constar en acta su protesta y denunciarlo al
síndico. Sólo así se eximirá de responsabilidad.
El artículo 274 expresa que esa protesta y esa denuncia debe ser efectuada antes que la responsabilidad
del director sea demandada judicialmente o que sea denunciada al directorio, al síndico o a la
asamblea, o autoridad de control, para poder invocaría como eximente de responsabilidad.

267. EXTINCION DE LA RESPONSABILIDAD (Art. 275)


Art. 275. - Extinción de la responsabilidad. La responsabilidad de los directores y gerentes respecto de la sociedad, se extingue por
aprobación de su gestión o por renuncia expresa o transaccción, resuelta por la asamblea, si esa responsabilidad no es por violación de la ley,
del estatuto o reglamento y si no media oposición del cinco por ciento del capital social,por lo menos. La extinción es ineficaz en caso de
liquidación coactiva o concursal.

La responsabilidad emergente de la infracción, puede extinguirse en algunos supuestos de infracciones


menores.
En este tema corresponde distinguir los siguientes aspectos:
1) cómo se extingue la responsabilidad, es decir los "modos de extinción" admitidos por la ley;
2) en segundo lugar qué infracciones pueden ser extinguidas; y
3) finalmente, cuando es eficaz la extinción, o, al contrario cuando ella es ineficaz.
a) Modos de ettttnción: la ley señala tres modos: por aprobación de la gestión del director, referida
concreta y expresamente, y no como derivación de la aprobación de los estados contables; por
renuncia expresa de la sociedad a reclamar daños y perjuicios contra el director; y por transacción
convenida entre la sociedad y el director responsable.
Además existe un cuarto modo de extinción que es la prescnpción de la acción de responsabilidad.
1) Por aprobación de la gestión del director: debe tratarse de la aprobación expresa y concreta de
la gestión del director para que ésta tenga efecto extintivo de su responsabilidad. Hemos visto ya que
la reforma al artículo 72 L.S. ha reformulado con más claridad esta regla, expresando que la
aprobación de los estados contables no implica aprobación de la gestión de los aaministradores
sociales, ni importa liberación de responsabilidades. De modo que para liberar de responsabilidades a
algún director, el tema debe ser materia de análisis por la asamblea y por ende tema expreso de la
convocatoria (art. 246, L.S.).
2) Por renuncia expresa de la sociedad: dispuesta por la asamblea ordinaria (art. 234, inc. 3),
convocada para tratar este tema como lo exige el artículo 246, L.S., La asamblea debe resolver, en forma
expresa, que renuncia a los daños y perjuicios derivados de algún acto generador de responsabilidad y que,
como consecuencia, renuncia también a ejercer la acción de responsabilidad pertinente (art. 276).
Debe tratarse de una infracción extinguible y no mediar causales que lo impidan (oposición del 5% del
capital por lo menos o en el supuesto de liquidación coactiva o concursal).
3) Por transacción convenida entre la sociedad y el o los di-rectores responsables (el "quitus"):
la ley autoriza a que la sociedad pueda arribar a una transacción con el o los directores responsables, respecto
de su responsabilidad. Es decir la sociedad podrá convenir con esos directores una determinada indemniza
ción por los daños y perjuicios sufridos por infracciones cometidas por éstos. La transacción debe ser
resuelta y aprobada por la asamblea ordinaria. A' igual que el caso anterior debe tratarse de
infracciones susceptibles de extinción y no darse ninguno de los supuestos que tornan ineficaz la
misma18.
b) Infracciones extitnguibles: pueden extinguirse las infracciones menores, que no impliquen una
violación a la ley general o particular. La ley no ha precisado qué infracciones pueden ser extinguidas,
sino cuáles no pueden extinguirse, señalando entre estas últimas las que provienen de violación de la
tey, estatuto o reglamento. De modo que pueden ser extinguidas todas aquellas infracciones que no
constituyan una transgresión a la ley o al estatuto, o reglamento en su caso. Infracciones que
constituyan una violación a una decisión asamblearia, por ejemplo, podrían extinguirse porque la
voluntad de la misma asamblea puede convalidar su incumplimiento. La existencia de "culpa grave"
que no llegare a constituir la violación de una norma legal o contractual, podría extinguirse. Aquí
tienen cabida innumerables actos generadores de responsabilidad por "negligencia" (no adoptar los
cuidados debidos, por ejemplo en el traslado de caudales, cuando se pagan sueldos, cuando se envían
fondos o una documentación confidencial, etc.), por culpa in vigilando (caso del director que
encomienda la ejecución de un acto a un empleado nuevo, inexperto o incompetente, o simplemente
indolente; o no controla el cumplimiento de algún trámite o acto importante que es de su
responsabilidad). Un mismo hecho o acto culposo puede constituir "violación de la ley" en un caso y
no en otro, dependerá por ejemplo de la "actividad" de la sociedad. Una sociedad que ejerce la
actividad bancaria, tiene la obligación legal de adoptar determinadas medidas de seguridad, en cambio
otra sociedad de actividad industrial, no la tiene. En el primer caso un asalto al banco facilitado por el
incumplimiento de las medidas de seguridad, generará una responsabilidad inextinguible de los
directores con función en el área administrativa; en cambio puede constituir solamente un caso de
culpa grave, ex-

18 El artículo 2393 del Código Civil italiano prevé en su último párrafo la posibilidad de renuncia o transacción de la acción de
responsabilidad social, siempre que no mediara oposición que represente la quinta parte del capital s<> cial y ha sido criticada por la doctrina
italiana por considerar ese porcentaje excesivo (Ver: BRUNETTI, op. ci'., T. II, pág. 495, nota nro. 24).
tinguible, si se trata de sociedad con actividad industrial, donde ese hecho no está previsto normativamente.
Distinta sería la conclusión si en esa última sociedad existieran normas reglamentarias de seguridad
violadas o incumplidas por negligencia del director responsable de esa área.
c) Ineficacia de la erínción: la extinción no surtirá efectos, es decir no será eficaz, en los siguientes
casos: 1) si media oposíción de accionistas (que representen un cinco por ciento del capital social, o
más. Esa oposición debe haberse manifestado en la asamblea ordinaria respectiva, en la que se votó la
aprobación de la gestión, o la renuncia a la acción de responsabilidad o su transacción; y 2) en caso de
liquidación coactiva o concursa4 esto es en caso de liquidación administrativa (caso de bancos y
entidades financieras, compañías de seguros, etc.) o derivada de quiebra. En tales supuestos la
extinción dispuesta por la sociedad mediante la resolución de la asamblea cede, frente a la necesidad
de tutelar los intereses de los terceros acreedores de la sociedad; por ello será el síndico de la quiebra
el encargado de interponer la acción de responsabilidad.

268. ACCION JUDICIAL DE RESPONSABILIDAD (Arts. 276, 277, 278 y 279)


Art. 276. - Acción civil de responsabilidad. Condiciones. Efectos, ejercicio. La acción social de responsabilidad contra los directores
corresponde a la sociedad, previa resolución de la asamblea de accionistas. Puede ser adoptada aunque no conste en el orden del día, si es
consecuencia directa de la resolución de asunto incluido en éste. La resolución producirá la remoción del director o directores afectados y
obligará a su reemplazo.
Esta acción también podrá ser ejercida por los accionistas que hubieren efectuado la oposición prevista en el artículo 275.

Art. 277. Acción de responsabilidad: facultades del accionista. Si la acción prevista en el primer párrafo del artículo 276 no fuera iniciada
dentro del plazo de tres (3) meses, contados desde la fecha del acuerdo, cualquier accionista puede promoverla, sin perjuicio de la
responsabilidad que resulte del incumplimiento de la medida ordenada.

Art. 278. - Acción de responsabilidad. Quiebra. En caso de quiebra de la sociedad, la acción de responsabilidad puede ser ejercida por el
representante del concurso, y en su defecto se ejercerá por los acreedores individualmente.

Art. 279. - Acción individual de responsabilidad. Los accionistas y los terceros conservan siempre sus acciones individuales contra los
directores.
La ley consagra la vía judicial para concretar la reparación patrimonial debida por el director infractor,
otorgando una "acción" para demandar la aplicación de la sanción pecuniaria contra el responsable. A'
respecto cabe distinguir y nuestra ley lo hace, entre la acción soci'd, es decir la otorgada á la sociedad
para obtener la reparación de los perjuicios a ella causados, de la acción 'individual" concedida al
tercero y al accionista para reclamar por los peTjuicios causados al patrimonio individual de ellos.
a) Acción social: esta acción puede ser promovida, en principio, por la sociedad, mediante la actuación
de sus representantes estatutarios. Debe resolverla la asamblea ordinaria y puede ser adoptada aún
cuando no figure en el orden del día ese tema en forma especifica, siempre que sea consecuencia
directa de la resolución de otro asunto incluido en el temario del órgano deliberativo. Esta es una de
las excepciones a que aludimos al considerar el tema de la "limitación de los poderes" de la asamblea
y que está implícitamente previsto en el artículo 246, pero se explica porque es consecuencia de la
forma en que la asamblea ha tomado otra decisión. Por ejemplo, si la asamblea considera actos de los
referidos en el artículo 271 y los desaprueba, surgirá la responsabilidad del director que ha realizado el
contrato prohibido. Como directa consecuencia de esa resolución, debe la asamblea inmediatamente,
proceder a resolver la instauración de la acción judicial de responsabilidad contra el infractor. Y como se
trata de violación de la ley (art. 271) no podrá la asamblea renunciar la acción ni transigir sobre ella.
También puede ser ejercida esta acción social, por los accionistas que se hubieran opuesto a la
extinción de la responsabilidad por renuncia o transacción (caso del artículo 275). Y, finalmente puede
ser ejercida por cualquier accionista si no fuera promovida por el directorio dentro de los tres meses
desde la fecha de la asamblea que resolvió demandar.
En caso de quiebra de la sociedad, la acción puede ser ejercida por el síndico y, en defecto de él, por
cualquiera de los acreedores.
b) Acción individual es la que tiene el tercero que contrató con la sociedad y cualquier accionista, por los
perjuicios ocasionados a su patrimonio particular. Lo que diferencia esta acción de la otra, es que en la primera el
patrimonio perjudicado y cuya reparación se persigue, es el de la sociedad; en
cambio en la segunda, se reclama por el daño al patrimonio "personal" del accionista o tercero. Como
se señala en la doctrina y jurisprudencia italiana, ese es el criterio discriminatorio que permite
distinguir una acción de la otra.19 Puede ocurrir que un mismo hecho dé lugar a ambas acciones, por
ejemplo si se ha disminuido el patrimonio social producto de ingresos no contabilizados, que
producirán, como natural consecuencia, una disminución en las ganancias y afectarán el derecho
individual del accionista al dividendo. El caso que relata Brunetti en su obra, referido a una falsedad
de balances (que afectó el patrimonio social) y determinó la venta de acciones de la sociedad a mayor
precio, perjudicando al adquirente de ellas.
c) PrescriNión de la acción: para determinar la prescripción de la acción de responsabilidad debemos
distinguir según se trate de la acción socud o de la acción individual La acción social prescribe a los
tres años, por aplicación de lo dispuesto en el artículo 848, inciso 1, del Código de Comercio.
La acción individual prescribirá a los dos o diez años, según se trate de responsabilidad delictual (o
cuasidelictual) o contractual.
Halperin sostiene que la duración del plazo depende del titular y de la causa de la acción. Si fuere la
sociedad la que promueva la acción resulta inaplicable el artículo 848, del Código de Comercio porque
la vinculación del director no es en la L.S. una relación social, sino un contrato independiente, por lo
que ante la falta de norma específica, debe aplicarse el plazo previsto en el artículo 846 del Código de
Comercio, es decir diez años. Igual plazo si quien ejerce la acción social es un accionista o el síndico
de la quiebra. En cambio, la acción individual del accionista tendría un plazo de prescripción de tres
años, pues el caso se regiría por el artículo 848 del Código de Comercio, porque la acción tendría una
causa social, aunque resultara de la violación de la ley o del estatuto20.
Creemos que se ha equivocado el gran jurista. Que de ningún modo puede sostenerse coherentemente
que los administradores son un "órgano" de la sociedad y al mismo tiempo que la relación de éstos con
la sociedad obedece a un contrato independiente (¿mandato?). Para quienes aceptamos la llamada

'9 Cfr. BRUNETTI, op. cit., T. II, pág. 498, nro. 654.
20 HALPERIN, Sociedades..., cit., pág. 462, nro. 55.
doctrina de la "organicidad" no resulta difícil deducir que la relación que une a los administradores
(órganos de la sociedad) con la sociedad es una relación derivada del contrato constitutivo. Es decir
una "relación social", regida, en consecuencia por el artículo 848 del Código de Comercio.
Otro es el problema del cómputo de ese plazo, es decir del momento de la iniciación del curso de la
prescripción. Entendemos que el plazo de prescripción de la acción social comienza, en todos los
casos, desde la resolución de la asamblea que determinó la responsabilidad del director.
Que no cabe distinguir en quién ejerza la referida acción, puesto que el plazo de prescripción no está
establecido por la ley a favor de sus titulares, sino de los directores. No pueden quedar éstos a merced
de la voluntad de los titulares de la acción social o al azar de situaciones impredecibles. De otra forma
estaríamos desnaturalizando este instituto jurídico que tiene por finalidad la "conveniencia general de
liquidar situaciones inestables y de mantener la paz de las familias, que no debe ser alterada por la
repercusión de hechos ocurridos con mucha antelación"21.
Por ello discrepamos una vez más con Halperin, para quien cabe distinguir cuando la acción la ejerza el
síndico de la quiebra. Nos parece inaceptable dividir el comienzo del plazo de prescripción. Lo que
ocurrirá es que si la quiebra se produce antes del vencimiento del plazo de tres años y no se ha
promovido dicha acción, deberá promoverla el síndico. Y si ya ha transcurrido el plazo de tres años,
serán los directores los responsables de no haber promovido dicha acción, pero la acción no podrá
renacer para ser ejercida por el síndico si ya hubiera prescripto.
En cuanto a la acción individual, el plazo de prescripción comenzará a correr a partir del hecho que
produjo el daño.
d) Jurisprudencia: un interesante fallo sobre el tema sienta la siguiente doctrina:
"La procedencia de la acción individual de responsabilidad contra el director de una sociedad anónima está condicionada a que el
accionista sufra un perjuicio directo en su patrimonio".
"Es improcedente la acción social de responsabilidad contra un director de una sociedad anónima cuando ella no ha sido tratada
previamente en asam
21 LLAMBIAS, Jorge Joaquín, Tmtado de Derecho Civil, Pwie Genemí, T.

II, pág. 672, nro. 2100.


blea o ha existido inacción de los órganos convoaantes, no siendo óbice para ello la circunstancia de que el accionante -como presidente del
directorio- carecia de facultades para convocar a asamblea, ya que en tal carácter podía reunir al directorio para decidir la convocatoria o
requerir en su calidad de accionista y titular del 50% la reunión de los socios al sindico".
Cám. Nac. Com., Sala E, 31-X-991, "Salguero, León A. y otro c. brio, Roberto A.", 1, 1992-B, 1583. Repertorio L.L., LII-1992-J-Z, pág.
1701.

269. REMUNERACION (Art. 261)


Art. 261. - Remuneración. El estatuto podrá establecer la remuneración del directorio y del consejo de vigilancia; en su defecto, la fijará
la asamblea o el consejo de vigilancia en su caso.
El monto máximo de las retribuciones que por todo concepto pueden percibir los miembros del directorio y del consejo de vigilancia, en
su caso, incluidos sueldos y otras remuneraciones por el desempeño de funciones tecnico-administrativas de carácter permanente, no podrá
exceder del veinticinco por ciento de las ganancias.
Dicho monto máximo se limitará al cinco por ciento cuando no se distribuyan dividendos a los accionistas, y se
incrementará proporcionalmente a la distribución, hasta alcanzar aquel límite cuando se reparta el total de las ganancias. A los fines
de la aplicación de esta disposición, no se tendrá en cuenta la reducción en la distribución de dividendos resultante de deducir las retribuciones
del directorio y del consejo de vigilancia.
Cuando el ejercicio de comisiones especiales o de funciones técnico-administrativas por parte de uno o más directores frente a lo reducido o la
inexisten-cia de ganancias imponga la necesidad de exceder los límites prefijados, sólo podrán hacerse efectivas tales remuneraciones en exceso
si fuesen expresamente acordadas por la asamblea de accionistas, a cuyo efecto deberá incluirse el asunto como uno de los puntos del orden del
día.

Respecto de la retribución a los directores hay que distinguir dos situaciones: 1) su remuneración
referida a la participación en las ganancias de la sociedad, fijada normalmente en un porcentual de las
utilidades líquidas y realizadas, derivadas de un balance de ejercicio aprobado. O sea la retribución por el desempeño de
su "función" de administrador y representante social; y 2) la retribución por el desempeño de algún cargo
especial, dentro de la sociedad. Es decir lo que nuestra ley denomina "desempeño de funciones técnico-
administrativas de carácter permanente", que el director realiza, además de su propia función de administrador y
representante social, como parte inte
grante del órgano respectivo, y que se retribuye con un sueldo o estipendio mensual fijo o variable.
La primera remuneración debe ser fijada por el estatuto social o, en su defecto, será fijada por la
asamblea y estará referida a un porcentual de las ganancias.
La segunda retribución puede ser fijada por el directorio si no la ha determinado la asamblea, aunque
nada diga nuestra ley.
Especial situación deriva de la adopción por la sociedad del consejo de vigilancia, cuando
estatutariamente está autorizado a nombrar al directorio. En tal supuesto la remuneración será fija (art.
281, inc. d).
Nuestra ley prescribe que el total de las remuneraciones que por todo concepto puedan percibir los
miembros del directorio o consejo de vigilancia, en su caso, incluyendo los sueldos y retribuciones por
cargos especiales, no podrá exceder del veinticinco por ciento de las ganancias. Utilidades que deben
resultar de un balance de ejercicio aprobado por la asamblea.
El problema se suscita cuando la escasez de las utilidades hace que ese porcentual resulte insuficiente
para cubrir las retribuciones fijas ya recibidas por los directores que realizan tareas específicas. Aquí la
ley autoriza a exceder ese porcentual para que esas remuneraciones "puedan hacerse efectivas" (hasta ese
momento constituyen una suma entregada por la sociedad y recibida por los directores), pero sometiendo esa
autorización a las siguientes condiciones: 1) que sea resuelta por la asamblea ordinaria; y 2) que se incluya como
tema especial del orden del día.
El artículo 261 de la ley 19.550 fue modificado por la ley 20.468 del 23 de mayo de 1973 y tal es el texto
transcripto.

270. SISTEMAS DE ELECCION DEL DIRECTORIO (Arts. 262y 263)


Art. 262.
Elección por categoría. Cuando existan diversas clases de acciones el estatuto puede prever que
cada una de ellas elija uno o más directores, a cuyo efecto reglamentará la elección.
Remoción. La remoción se hará por la asamblea de accionistas de la clase, salvo los casos de los
arts. 264 y 276.

Art. 263.
Elección por acumulación de votos. Los accionistas tienen derecho a elegir hasta un tercio de
las vacantes a llenar en el directorio por el sistema de voto acumulativo.
El estatuto no puede derogar este derecho, ni reglamentarlo de manera que dificulte su ejercicio;
pero se excluye en el supuesto previsto en el artículo 262.
El directorio no podrá renovarse en forma parcial o esaalonada, si de tal manera se impide el
ejercicio del voto acumulativo.
Procedimiento. Para su ejercicio se procederá de la siguiente forma:
1) El o los accionistas que deseen votar acumulativamente deberán notificarlo a la sociedad con
anticipación no menor de tres dias hábiles a la celebración de la asamblea, individualizando las
acciones con que se ejercerá el derecho y, si fuesen al portador, depositando los títulos o el
certificado o constancia del banco o institución autorizada. Cumplidos tales requisitos aunque sea
por un solo accionista, todos quedan habilitados para votar por este sistema.
2) La sociedad deberá informar a los accionistas que lo soliciten, acerca de las notificaciones
recibidas. Sin perjuicio de ello, el presidente de la asamblea debe informar a los accionistas
presentes que todos se encuentran facultados para votar acumulativamente, hayan o no formulado
la notificación.
3) Antes de la votación se informará pública y circunstanciadamente el número de votos que
corresponde a cada accionista presente.
4) Cada accionista que vote acumulativamente tendrá un número de votos igual al que resulte de
multiplicar los que normalmente le hubieren correspondido por el número de directores a elegir.
Podrá distribuirlos o acumularlos en un número de candidatos que no exceda del tercio de las
vacantes a llenar.
5) Los accionistas que voten por el sistema ordinario o plural y los que voten acumulativamente
competirán en la elección del tercio de las vacantes a llenar, aplicándose a los dos tercios restantes
el sistema ordinario o plural de votación. Los accionistas que no voten acumulativamente lo harán
por la totalidad de las vacantes a cubrir, otorgando a cada uno de los candidatos la totalidad de los
votos que les corresponde conforme a sus acciones con derecho a voto.
6) Ningún accionista podrá votar dividiendo al efecto sus acciones - en parte
acumulativamente y en parte en forma ordinaria o plural.
7) Todos los accionistas pueden variar el procedimiento o sistema de votación, antes de la
emisión del voto, inclusive los que notificaron su voluntad de votar acumulativamente y
cumplieron los recaudos al efecto.
8) El resultado de la votación será computado por persona. Sólo se considerarán electos los
candidatos votados por el sistema ordinario o plural si reúnen la mayoría absoluta de los votos
presentes; y los candidatos votados acumulativamente que obtengan mayor número de votos,
superando a los obtenidos por el sistema ordinario, hasta completar la tercera parte de las
vacantes.
9) En caso de empate entre dos o más candidatos votados por el mismo sistema, se
procederá a una nueva votación en la que participarán solamente los accionistas que optaron por
dicho sistema. En caso de empate entre candidatos votados acumulativamente, en la nueva
elección no votarán los accionistas que
-dentro del sistema- ya obtuvieron la elección de sus postulados.

La Ley de Sociedades comerciales prevé tres sistemas de elección de los directores:


a) Por la asamblea general -ordinaria- de accionistas, conforme el procedimiento reglado en
el estatuto social y a las mayorías allí establecidas. Por ejemplo es común prever un sistema
de "lista completa" que debe oficializarse, es decir presentarse ante el directorio, con una
anticipación determinada (diez u ocho días antes de la asamblea); y es normal que el
contrato social no exija mayorías especiales, en cuyo caso se aplican las reglas generales ya
examinadas. En las anónimas "familiares" generalmente no se prevén estas reglas en el
estatuto.
b) Por categorías de acciones, cuando en una sociedad existen diversas clases de acciones.
Allí el estatuto puede prever que cada clase elija uno o más directores a fin de que en el
directorio estén representadas todas las categorías de accionistas (por ejemplo acciones
preferidas patrimonialmente; acciones ordinarias de cinco votos cada una; acciones
ordinarias de un voto; etc). La previsión legal apunta a posibilitar la participación en el
órgano de administración y representación de accionistas minoritarios, generalmente
desplazados de la conducción social por las mayorías de poder, que no son siempre
mayorías de capital (como cuando se admite la existencia de acciones de voto plural). En tal
supuesto el estatuto debe reglamentar el procedimiento electoral a seguir. De modo que la
adopción de este sistema requiere expresa previsión estatutaria.
c) Por acumulación de votos: la ley 19.550 recepcionó en su normativa este sistema del "voto
acumulativo" también con el criterio de otorgar una representación a las minorías societarias
que antes quedaban fuera de la conducción de la sociedad. La adopción de este sistema
surge de la ley y no requiere previsión estatutaria. Por el contrario, la ley prohíbe que por
vía reglamentaria se pueda derogar este derecho de los accionistas, o crear dificultades a su
ejercicio. Se excluye sí, en cambio, si se adopta el sistema referido en el punto b).

La ley 22.903 introdujo una nueva "reformulación" en la redacción del artículo 263, a fin
de solucionar las divergencias que su anterior expresión habia suscitado, -acogiendo la
interpretación dada por la Comisión Nacional de Valores, la Inspección General de Justicia de
la Nación y otros organismos de control. El nuevo texto prescribe:
1) derecho del accionista a elegir por el sistema de voto acumulativo hasta un tercio de las
vacantes a llenar en el directorio:
Es decir que un directorio de nueve personas, que se renueva parcialmente por tercios,
permitirá en ocasión de cada elección, elegir por este sistema, una vacante. De modo que los
accionistas minoritarios podrían optar por ejercer este derecho renunciando de antemano a
la elección de las otras dos vacantes. Conteste con el criterio legal, no se admite la
renovación parcial del directorio que impidiere el ejercicio de este derecho, como sería una
renovación de uno o dos directores por vez, por ejemplo;
2) obligación de notificar a la sociedad con anticipación no menor a tres días hábiles a la
celebración de la asamblea;
3) obligación de individualizar las acciones, si fuesen nominativas o de depositarias, si fuesen
al portador, o depositar sus certificados o comprobantes, si fueren acciones depositadas en
banco o acciones escriturales.
Ejercido por un solo accionista esta opción, ella habilita a todos los demás accionistas a ejercer
este derecho en la asamblea. Para ello la sociedad debe informarlo a los accionistas que lo requieran y
además el presidente de la asamblea debe informar a los accionistas allí presentes que pueden ejercer
este derecho. Para ello se deberá informar pública y circunstancialmente el número de votos que
corresponde a cada accionista presente.
Cada accionista que vote por este sistema, tendrá un número de votos igual al que resulte de
multiplicar los que derivan de sus tenencias accionarias, por la cantidad de directores a elegir. Ese
total de votos resultante de esa multiplicación puede distribuirlos en varios candidatos o acumularlos
en uno solo, siempre que no exceda del tercio de las vacantes a llenar.
Por ejemplo un accionista que tiene un mil votos y se eligen tres directores: no tiene otra
posibilidad que acumular sus "tres mil votos" (mil multiplicados por tres que son las vacantes) en un
solo candidato (el tercio). Si en cambio se eligieran seis directores, podría distribuir sus seis mil votos
entre dos candidatos
(esto es, el tercio de seis).
Ningún accionista puede votar dividiendo sus acciones, es decir parte por el sistema común y parte
de sus acciones por el sistema de voto acumulativo. En el ejemplo anterior los mil votos deben ser
utilizados en votar por un sistema u otro, no puede el accionista destinar quinientos votos por el
sistema común y quinientos por el de voto acumulativo.
Los accionistas pueden variar de sistema, antes de la emisión del voto. Por ejemplo, los
accionistas que anticiparon que votarán acumulativamente, notificando a la sociedad e inclusive
depositando sus acciones o individualizándolas, pueden, no obstante, decidir a último momento, votar
por el sistema común.
Los accionistas que votan por el sistema acumulativo votan por el tercio de las vacantes a llenar;
multiplicados, como ya vimos, y los que votan por el sistema común votan por la totalidad de las
vacantes y otorgan a cada candidato la totalidad de sus votos que le corresponden conforme a sus
tenencias accionarias con derecho a voto, es decir, sin multiplicación alguna.
El resultado de la votación se computa por persona, es decir por candidato. Resultarán electos los
candidatos votados por el sistema común si reúnen la mayoría absoluta de los votos presentes; y los
candidatos votados acumulativamente que obtengan mayor número de votos, siempre que superen a
los que obtenga otro candidato votado por el sistema común, hasta completar el tercio de las vacantes.
En caso de empate entre dos o más candidatos votados por el mismo sistema, se procede a una
nueva votación entre los accionistas que votaron por ese sistema. Si empatan candidatos
votados por el sistema común, únicamente los accionistas que votaron así, tienen derecho a
intervenir en el desempate.
Si el empate es entre candidatos votados acumulativamente en la nueva elección no podrán
participar los accionistas que votando por este sistema ya consagraron otro candidato.
Se trata, en definitiva, de un medio tendiente a dar representación a las minorías en el directorio.
En tal sentido, se ha resuelto:
"La esencia del sistema del voto acumulativo es dar representación a la minoría en el directorio, por lo cual el artículo 263 del decreto ley
19.550/72, en su penúltimo párrafo, prohibe no sólo derogar este derecho, sino dificultar su ejercicio coherentemente con la motivación de la
norma".
Capital Federal, Cám. Nac. Com., Sala A, 21-VI-74, "Cerámica Milano Scciedad Anónima", JA., 1974, t. 24, p. see. nac. nro. 23.676, L.L.,
pág. 157, nro. 71.320, E.D., pág. 58, nro. 25.860.

"Anoticiada la sociedad del ejercicio del sistema de voto acumulativo por un accionista o grupo de accionistas, toda reducción o aumento del
número de integrantes del directorio que perjudique la expectativa normal de representación numérica de la o las minorías debe considerarse
contraria a la letra y espíritu de la institución, a menos que en períodos anteriores el órgano de administración ya se encontrara integrado por el
número de directores cuyo reemplazo
se debatió en la asamblea".
Cám. Nac. Com., Sala B, 13-VI-1991, "NoeI, Carlos M. y otra c. NoeI y Cía. S.A.", L.L., 1992-C, 420; Df, 1992-2-332; E. D., 145-702.
271. INSCRIPCION Y PUBLICACION DEL NOMBRAMIENTO Y DE LA
REMOCION DE LOS DIRECTORES
El nombramiento o remoción de los miembros del directo-rio debe ser publicada (una publicación en
el diario de publicaciones legales, según el artículo 10) y luego inscripta en el Registro Público de
Comercio.
La falta de inscripción hará inoponible a los terceros su designación o remoción.
Esto evidencia el grave riesgo en que puede caer una sociedad anónima que no inscribiera - previa
publicación - la remoción de un director, posibilitando que éste pueda seguir asumiendo compromisos
en nombre de la sociedad, sin que ella pueda oponerle la remoción.

271 BIS. NULIDAD E IMPUGNACION DE LAS DECISIONES DEL DIRECTORIO

Las decisiones que toma el directorio, que puedan afectar a los accionistas o que importen una violación a
la ley, los estatutos o el reglamento, son impugnables, al igual que las decisiones de la asamblea.
Se aplican las mismas reglas que hemos examinado respecto de la acción del artículo 251.
En tal sentido se ha resuelto:
"La aprobación de la gestión de los directores por parte de la asamblea opera a modo de inmunidad de los integrantes del órgano contra
reclamos ulteriores y produce el descargo de éstos en el caso de existir irregularidades, con la consecuencia de neutralizar la acción social de
responsabilidad"
Cám. Nac. Com., Sala B, 13-VI-991, "NoeI, Carlos M. y otra c. NoeI y Cía. SA.", L.L., 1992-C, 420; DJ, 1992-2-332; E. D., 145-702.

272. DEL CONSEJO DE VIGILANCIA


a) Concepto
El consejo de vigilancia es un instituto que proviene de las legislaciones alemana y francesa de 1966. Es un órgano de
control - no de administración ni representación-, colegiado, ele-
gido por la asamblea, integrado exclusivamente por accionistas, que puede reservarse la aprobación de
determinados actos o contratos y que también puede designar al directorio.

b) Caracteres (Axis. 280y 281)


Art. 280. - Reglamentación. El estatuto pocirá organaar un consejo de vigilancia, integrado por tres a quince accionistas
designados por la asamblea con-
forme a los artículos 262 o 263, reelegibles y libremente revocables. Cuando el estatuto prevea el consejo de vigilancia, los artículos
262y 263 no se aplicarán en la elección de directores si éstos deben ser elegidos por aquél.
Normas aplicables.
Se aplicarán los artículos 234, inc. 2'; 241, 257, 258, párr. 1º; 259, 260, 261, 264, 265, 266, 267, 272, 273, 274, 275, 276, 277, 278, 279, 286 y
305. También se
aplicará el artículo 60. Cuando en estas disposiciones se hace referencia a director o directorio se entenderá
consejero o consejo de vigilancia.
Art. 281. - Organización. El estatuto reglamentará la organización y funcionamiento del consejo de vigilancia.
Atribuciones y deberes.
Son funciones del consejo de vigilancia.
a) Fiscalizar la gestión del directorio. Puede examinar la contabilidad social, los bienes sociales, realizar arqueos de caja, sea directamente o por
peri-
tos que designe; recabar informes sobre contratos celebrados o en trámite de celebración, aun cuando no excedan de las atribuciones
del directorio. Por lo menos trimestralmente, el directorio presentará al consejo informe escrito acerca
de la gestión social.
b) Convocará la asamblea cuando estime conveniente o lo requieran accionistas conforme al artículo 236.
c) Sin perjuicio de la aplicación del artículo 58, el estatuto puede prever que determinadas clases de actos o contratos no podrán
celebrarse sin su aprobación. Denegada ésta, el directorio podrá someterlo a la decisión de la asamblea.
d) La elección de los integrantes del directorio, cuando lo establezca el estatuto, sin perjuicio de su revocabilidad por la asamblea. En este caso
la remuneración será fija y la duración en el cargo podrá extenderse a cinco alios.
e) Presentar a la asamblea sus observaciones sobre la memoria del directorio y los estados contables sometidos a consideración de la
misma.
f) Designar una o más comisiones para investigar o examinar cuestiones o denuncias de accionistas o para vigilar la ejecución de sus
decisiones.

g) Las demás funciones y facultades atribuidas en esta ley a los síndicos.


De lo expuesto anteriormente provienen su características tipificantes:
1) Es un órgano colegiado (art. 280): en nuestra ley integrado por tres a quince miembros. No existe
posibilidad de un
consejo unipersonal, como es en el caso del directorio. En realidad se trata de un órgano previsto para
grandes sociedades anónimas, no para la anónima familiar.
2) Integrado exclusivamente por accionistas: nuestra ley exige esa condición para poder ser
elegido miembro de este consejo. Esta exigencia deriva de sus particulares funciones y, de modo
especial, de la posibilidad estatutaria de que sea este órgano el que designe el directorio.
3) Designado par la asamblea ordiila (art. 234, inc. 2), por el procedimiento de elección por
categorías de acciones (art. 262) o por sistema de voto acumulativo (art. 263), según expresa
disposición del artículo 280. Esto excluye la posibilidad de elegir este órgano por el sistema común, de
forma que no aplique ninguna de los otros dos sistemas. Pero puede darse el caso de accionistas que
voten acumulativamente y accionistas que voten por el sistema común, porque ello está expresamente
previsto y reglamentado en el artículo 263.
4) Son reelegibles y su nombramiento revocable libremente, como lo expresa el artículo 280.
5) Es un órgano de contro4 con facultades de fiscalizar la actuación del órgano de administración
y representación. Ejerce un control de gestión y de legalidad

c) Facultades y deberes

La ley señala con precisión las funciones adjudicadas a este órgano. Son funciones propias de este
órgano y obligatorias:
1) examinar la contabilidad social, los bienes sociales, papeles y documentos, y realizar arqueos
de caja; verificando disponibilidades, títulos de crédito, obligaciones;
2) recabar informes al directorio sobre contratos celebrados o en curso de celebración;
3) exigir del directorio el envío de un informe trimestral, como mínimo, respecto de su gestión
social;
4) convocar a la asamblea, cuando lo juzgue conveniente o lo requieran accionistas en la
proporción referida en el artículo 236;
5) presentar a la asamblea sus observaciones sobre los estados contables y la memoria presentada
por el directorio para su consideración por ella;
6) investigar o examinar denuncias de accionistas.
A su vez, son junciones optativas, que el estatuto socialpuede
o no contener, las siguientes:
7) la elección de los miembros del directorio; y
8) reservarse la aprobación de determinados actos o contratos.

d) Derecho de la minoría de este órgano (Art. 282>


Art. 282. - Los consejeros disidentes en número no menor de un tercio podrán convocar la asamblea de accionistas para que esta tome
conocimiento y decida acerca de la cuestión que motiva su disidencia.

La minoría del consejo, siempre que su número alcance un tercio de los miembros, podrá convocar a la
asamblea de accionistas para que ésta considere y resuelva en definitiva, sobre la cuestión que motiva
la disidencia. Esta es una clara demostración de la total dependencia de este órgano respecto de la
asamblea y sobre el carácter de los miembros del consejo, de accionistas representantes de la voluntad
general de "todos" los socios.

e) Subsistencia de la sindicatura (Art. 283)


Art. 283.- Cuando el estatuto organice el consejo de vigilancia, podrá prescindir de la sindicatura prevista en los artículos 284 y siguientes. En
tal caso, la sindicatura será reemplazada por auditoria anual, contratada por el consejo de vigilancia, y su informe sobre los estados contables se
someterá a la asamblea, sin perjuicio de las medidas que pueda adoptar el consejo.

Nuestra ley introduce en esta norma una enorme confusión sobre la naturaleza y alcance de este
órgano. Porque expresa que si el estatuto organiza el consejo de vigilancia podrá prescindir de la
sindicatura, cuando lo lógico y natural es que prescinda de ella porque carece de objeto, pues de otra
forma existirá una superposición de órganos con similares junciones.

1) Auditoría anual
Si, como es lógico, el estatuto prescinde de la sindicatura, deberá prever una auditoría anual externa,
contratada por el consejo de vigilancia, cuyo informe deberá ser sometido a conocimiento de la
asamblea.
g) Duración del cargo

El artículo 280 declara aplicable, entre otros, el artículo 257 que establece la duración de los directores
en sus funciones, la que no puede exceder de tres ejercicios, salvo que el estatuto fije un término
menor. De modo que si 0pta por este órgano, el estatuto debe determinar su duración que no podrá
exceder de tres ejercicios.

h) Renuncia

Se aplica la norma sobre directores.

i) Funcionamiento

Es de aplicación lo dicho al respecto sobre el directorio.

j) Remuneración

Se aplica también lo dicho respecto de los directores.

k) Inhabilidades e incompatibilidades

Se aplican las mismas reglas que ya analizamos para los directores.

1) Prohibiciones

Se aplican a los consejeros las normas de los artículos 272 y 273, no así la regla del artículo 271
porque este órgano no ejerce la administración y representación social y no puede darse la situación de
"conflicto" a que aludimos al considerar esta disposición.

m) Responsabilidad

Lo expuesto sobre responsabilidad para los directores es también aplicable a los miembros del consejo
de vigilancia.

273. DE LA SINDICATURA
a) Concepto

La sindicatura es un órgano de contro¡, obligatorio para las anónimas "abiertas", unipersonal o


colegiado, designado por la asamblea, desempeñado por profesionales idóneos que pueden o no ser
accionistas, de duración limitada y cuyo nombramiento es revocable.

b) Caracteres (Arts. 284,285 y 290)

Art. 284. - Designación de síndicos. Está a cargo de uno o más síndicos designados por la asamblea de accionistas.
Se elegirá igual número de síndicos suplentes.
Cuando la sociedad estuviere comprendida en el artículo 299 - excepto su inc. 2º- la sindicatura debe ser colegiada en número impar.
Cada acción dará en todos los casos derecho a un solo voto para la elección y remoción de los síndicos, sin perjuicio de la aplicación del
artículo 288.
Es nula cualquier cláusula en contrario.

Prescindencia.
Las sociedades que no estén comprendidas en ninguno de los supuestos a que se refiere el artículo 299, podrán prescindir de la sindicatura
cuando así esté previsto en el estatuto. En tal caso los socios poseen el derecho de contralor que confiere el artículo 55. Cuando por aumento de
capital resultare excedido el monto indicado la asamblea que así lo resolviere debe designar síndico, sin que sea necesaria reforma de estatuto.

Art. 285. - Requisitos. Para ser sindico se requiere:


1) Ser abogado o contador público, con título habilitante, o sociedad civil con responsabilidad solidaria constituida exclusivamente por
estos profesionales.
2) Tener domicilio real en el país.

Art. 290. - Sindicatura colegiada. Cuando la sindicatura fuere plural, actuará como cuerpo colegiado, y se denominará "comisión fiscalizadora".
El estatuto reglamentará su constitución y funcionamiento. Llevará un libro de actas. El síndico disidente tendrá los derechos, atribuciones y
deberes del artículo 294.

1) Es órgano obhgatorio para las anónimas abiertas pero optativo en las anónimas cerradas: la
sindicatura ha sido en nuestra legislación, hasta la sanción de la ley 22.903, un órgano necesario.
Ahora la reforma admite que se pueda prescindir de él en las anónimas "cerradas" cuando el estatuto
así lo prevea. Lógicamente que esta norma alentará la modificación de los estatutos de la gran mayoría
de las anónimas cerradas existentes en el país, con grave detrimento de los derechos de los accionistas
minoritarios en esas sociedades. La reforma se fundamenta en la finalidad de "aligerar la estructura
societaria" en aquellas sociedades donde su existencia "puede ser gravosa" ofreciendo la contrapartida
del otorgamiento a los socios del derecho de inspección y control individual. Cuando por el capital,
una anónima cerrada se convierta en "abierta" no necesitará modificar el estatuto para designar la
sindicatura obligatoria.
2) Es colegiado en las anónimas abie,ias y uniNrsonal en las cerradas: la ley 19.550 que
introdujo la distinción entre las anónimas "abiertas" y las "cerradas", prescribió que en el primer caso
la sindicatura debía ser colegiada, integrada por lo menos de tres miembros, salvo el caso del artículo
299, inc. 2º.
3) Ejercida por profesionales idóneos: para ser síndico se requiere ser profesional en materia legal
o contable. Nuestra ley admite la sindicatura a cargo de una sociedad civil con responsabilidad
solidaria constituida exclusivamente por estos profesionales.
Estos profesionales que pueden o no ser accionistas, deben constituir domicilio real en el país.
4) Es designado por la asamblea ordinaria: la ley prescribe la elección de los miembros de la
sindicatura por la asamblea ordinaria (art. 234, inc. 2) y ha consagrado una forma de elección que
garantiza el derecho de las minorías para que el control sea así más representativo y efectivo.

c) Atribuciones y deberes (Art. 294)

Art. 294. - Son atribuciones y deberes del síndico, sin perjuicio de los demás que esta ley determina y los que le confiera el estatuto.
1) Fiscalizar la administración de la sociedad, a cuyo efecto examinará los libros y documentación siempre que lo juzgue
conveniente y, por lo menos, una vez cada tres meses.
2) Verificar en igual forma y periodicidad las disponibilidades y títulos valores, así como las obligaciones y su cumplimiento;
igualmente puede solicitar la confección de balances de comprobación.
3) Asistir con voz, pero sin voto, a las reuniones del directorio, del comité ejecutivo y de la asamblea, a todas las cuales debe ser
citado.
4) Controlar la constitución y subsistencia de la garantía de los directores y recabar las medidas necesarias para corregir cualquier
irregularidad.
5) Presentar a la asamblea ordinaria un informe escrito y fundado sobre la situación económica y financiera de la sociedad, dictaminando sobre
la memoria, inventario, balance y estado de resultados.
6) Suministrar a accionistas que representen no menos del dos por ciento del capital, en cualquier momento que estos se lo
requieran, información sobre las materias que son de su competencia.
7) Convocar a asamblea extraordinaria, cuando lo juzgue necesario y a asamblea ordinaria o asambleas especiales, cuando omitiere
hacerlo el directorio.
8) Hacer incluir en el orden del día de la asamblea los puntos que considere procedentes.
9) Vigilar que los órganos sociales den debido cumplimiento a la ley, estatuto, reglamento y decisiones asamblearias.
10) Fiscalizar la liquidación de la sociedad.
11) Investigar las denuncias que le formulen por escrito accionistas que representen no menos del dos por ciento del capital, mencionarlas en
informe verbal a la asamblea y expresar acerca de ellas las consideraciones y proposiciones que correspondan. Convocará de inmediato a
asamblea para que resuelva al respecto, cuando la situación investigada no reciba del directorio el tratamiento que conceptúe
adecuado y juzgue necesario actuar con urgencia.

Dijimos que estamos en presencia de un "órgano de control", por ello sus facultades y deberes son de
control de gestión y de legalidad de la actuación del "órgano de administración y representación. Sus
funciones pueden sintetizarse así:
1) fiscalizar la administración de la sociedad, pudiendo examinar los libros y documentos,
verificar disponibilidades y títulos de crédito, obligaciones, etcétera;
2) convocar a la asamblea extraordinaria cuando lo juzgue necesario y a la asamblea ordinaria o
asambleas especiales cuando omitiere hacerlo el directorio; hacer incluir en el orden del día de la
asamblea los puntos que considere procedentes;
3) presentar a la asamblea ordinaria un informe escrito y fundado sobre la situación económica y
financiera de la sociedad y que contendrá además, su opinión sobre los estados contables y la
memoria;
4) vigilar que los órganos sociales den debido cumplimiento a la ley, estatutos, reglamentos y
decisiones asamblearias;
5) investigar las denuncias que le formulen los accionistas que representen por lo menos el dos por
ciento del capital social. En tal caso comunicará al directorio y requerirá el tratamiento que juzgue
pertinente, pudiendo convocar a la asamblea de inmediato para que resuelva al respecto. Asimismo
informar a los accionistas que lo pidan, en número no inferior al indicado, sobre las materias que éstos
lo requieran y sean de su competencia.
d) Elección (Arts. 288y 289)
Art. 288. Elección por clases. Si existieran diversas clases de acciones, el estatuto puede autorizar que a cada una de ellas corresponda la
elección de uno o más síndicos titulares e igual número de suplentes y reglamentará la elección.
La remoción se decidirá por la asamblea de accionistas de la clase, excepto los casos de los artículos 286y 296.
Art. 289. - Elección por voto acumulativo. Los accionistas pueden ejercer el derecho reconocido por el artículo 263, en las condiciones
fijadas por éste.

Dijimos que la sindicatura es elegida por la asamblea ordinaria, por el procedimiento de elección por
clases de acciones, o por el sistema de voto acumulativo.
Como una garantía a los accionistas minoritarios la ley excluye en la elección de los síndicos las
acciones de voto plural.
Si existen diversas clases de acciones el estatuto puede establecer la elección por clases de acciones,
de modo que haya representantes de las diversas clases en la sindicatura. Cuando son elegidos por
clase, su nombramiento es también revocable por la asamblea de la misma clase, salvo los casos de
inhabilidad o incompatibilidad o de violación de los deberes.
También pueden ser elegidos por el sistema de voto acumulativo, en las mismas condiciones que las
que hemos analizado para la elección de los directores por este sistema (art. 263).

e) Duración en el cargo (Art. 287)


Art. 287. - Plazo. El estatuto precisará el término por el cual son elegidos para el cargo, que no puede exceder de tres ejercicios; no
obstante, permanecerán en el mismo hasta ser reemplazados. Podrán ser reelegidos.

Revocabilidad.
Su designación es revocable solamente por la asamblea de accionistas que podrá disponerla sin causa siempre que no medie oposición del
cinco por ciento del capital social.
Es nula cualquier cláusula contraria a las disposiciones de este artículo.

El término de duración no podrá exceder de tres ejercicios y pueden ser reelegidos. Sin perjuicio de
ello, el estatuto puede prever un término menor.
f) Revocabilidad
Su nombramiento es revocable por la asamblea de accionistas que puede disponerla aún sin causa,
pero siempre que no medie oposición de accionistas que representen el cinco por ciento del capital
social. Esta parte es un agregado dispuesto por la ley 22.903 y tiende a evitar la remoción de síndicos
designados por los accionistas minoritarios.

g) Inhabilidades e Incompatibilidades (Art. 286)


Art. 286. - No pueden ser síndicos:
1) Quienes se hallen innabílitados para ser directores, conforme al artículo 264.
2) Los directores, gerentes y empleados de la misma sociedad o de otra controlada o controlante.
3) Los cónyuges, los parientes por consanguinidad en línea recta, los colaterales hasta el cuarto grado, inclusive, ylos afmes
dentro del segundo de los directores y gerentes generales.

Rigen para los síndicos, en principio, las mismas causales de inhabilidad e incompatibilidad que ya
analizamos para los directores (art. 264). Pero, además de las allí mencionadas, específicamente para
los síndicos, se prevén como causales de ¡ncompatibilidad las siguientes:
1) no pueden ser síndicos los directores, gerentes y empleados de La sociedad o de otra sociedad
controlada o controlante:
esta causal garantiza la independencia necesaria que debe tener el órgano de "control" de la sociedad
para poder ejercer en plenitud sus facultades;
2) los cónyuges y parientes de los directores y gerentes generales (consanguíneos en línea recta, los
colaterales hasta el cuarto grado, inclusive, y los afines dentro del segundo grado). Es decir comprende
en línea recta hasta padres, abuelos, bisabuelos, etcétera; hijos, nietos, bisnietos, etcétera; hasta
primos; suegros, yerno, nuera y cuñados.

h) Remuneración (Art. 292)


Art. 292. - La función del síndico es remunerada. Si la remuneración no estuviera determinada por el estatuto, lo será por la asamblea.
La función que desempeñan los sindicos debe ser remunerada. El estipendio 10 fija el estatuto y, en
ausencia de previsión, lo determina la asamblea. No rige al respecto el tope máximo referido en el
artículo 261 que comprende a los directores y miembros de consejos de vigilancia, exclusivamente.

i) Indelegabilidad (Art. 293)


Art. 293. - El cargo de síndico es personal e indelegable.

El cargo de síndico es personal e indelegable, ejercido por profesionales (abogado o contador público,
con título habilitante). Ya adelantamos que nuestra ley admite la actuación de una sociedad civil
constituida exclusivamente por esos profesionales, con responsabilidad solidaria. La actuación de una
"persona jurídica" para desempeñar este cargo es una novedad que introdujo la ley 19.550 pues no
estaba previsto en nuestro Código de Comercio. En la legislación extranjera los sistemas varían.
La ley alemana ha adoptado el sistema del consejo de vigilancia; en la ley italiana el "colegio de
censores" como se le llama es siempre un cuerpo colegiado elegido libremente en las sociedades
menores; pero en las de mayor capital deben estar integrados obligatoriamente, al menos en una parte,
por censores inscriptos en la lista de revisores oficiales de cuentas.

j) Vacancia (Art. 291)


Art. 291.- Vacancia: reemplazo. En caso de vacancia, temporal o definitiva, o de sobrevenir una causal de inhabilitación para el cargo, el
síndico será reemplazado por el suplente que corresponda.
De no ser posible la actuación del suplente, el directorio convocará de inmediato a una asamblea general o de la clase en su caso, a fin de hacer
las designaciones basta completar el período.
Producida una causal de impedimento durante el desempeíio del cargo, el síndico debe cesar de inmediato en su funciones e informar al
directorio dentro del término de diez (10) días.

En caso de sobrevenir una causal de inhabilidad o incompatibilidad o por otras razones que le impidan
ejercer el cargo, el síndico debe ser reemplazado por el suplente que haya elegido la asamblea
oportunamente. De no haberse designado suplente o no poder éste ejercer el cargo, debe convocarse de
inmediato a la asamblea para su designación hasta completar el período. Si la designación del sindico
lo fue por una clase de accionistas, será esa clase la que reunida en asamblea especial, elija el
reemplazante. En cambio silo eligió la asamblea general, será ésta la que nombre el nuevo sindico.

k) Extensión de sus fúnciones (Art. 295)


Art. 295. Extensión de sus funciones a ejercicios anteriores. Los derechos de información e investigación adzliaistrativa del síndico incluyen
los ejercicios económicos anteriores a su elección.

El sindico puede extender las investigaciones que realice y las informaciones que requiera aún a los
ejercicios anteriores a su actuación. Esta facultad es consecuencia natural de la función, que no podría
establecer divisiones insuperables en el tiempo, ya que es muy frecuente que determinadas anomalías
e irregularidades advertidas por un nuevo síndico, arranquen de años anteriores; o bien que
denunciado por accionistas una transgresión a la ley o estatutos ella tenga sus orígenes en ejercicios
anteriores.
Lógicamente que tal facultad, obliga al síndico a profundizar una investigación o denuncia,
recurriendo a sus orígenes.

l) Prohibiciones (Art. 298)


Art. 298. - Aplicación de otras normas. Se aplica a los síndicos lo dispuesto en los arts. 271 a 279.

Rigen para los síndicos las prohibiciones prescriptas en los artículos 271, 272 y 273, sobre
"contratación con la sociedad"; "interés contrario y actividades en competencia", que ya hemos
analizado anteriormente.

m) Responsabilidad (Axis. 296y 297)


Art. 2%. - Los síndicos son ilimitada y solidariamente responsables por el incumplimiento de las obligaciones que les imponen la ley, el
estatuto y el reglamento. Su responsabilidad se nará efectiva por.decisión de la asamblea. La decisión de la asamblea que declare la
responsabilidad importa la remoción del síndico.

Art. 297. - Solidaridad. También son responsables solidariamente con los directores por los hechos u omisiones de
éstos, cuando el daño no se hubiera producido si hubieren actuado de conformidad con lo establecido en la ley, estatuto, reglamento o
decisiones asamblearias.

La ley establece en cabeza de los síndicos la misma grave responsabilidad que adjudica a los
directores, es decir que responden con su patrimonio personal, en forma solidaria con los demás
síndicos e inclusive con los directores, y, además, ilimitadamente con todos sus bienes particulares,
cuando incumplen sus obligaciones y sobreviene un perjuicio a la sociedad o terceros.
Es la asamblea, al igual que para el caso de los directores, la que declara esa responsabilidad y puede,
al mismo tiempo, disponer la iniciación de la acción judicial respectiva.
La resolución de la asamblea declarando la responsabilidad del síndico importa su remoción.
El artículo 297, modificado por la ley 22.903, impone la responsabilidad solidaria con los directores
por hechos u omisiones de éstos, cuando el síndico ha incumplido sus obligaciones legales y con su
inacción no ha impedido un perjuicio ocasionado a la sociedad o terceros. El incumplimiento del
síndico deriva en este caso de no haber respetado la ley, el estatuto o una disposición de la asamblea y
la responsabilidad deviene de la circunstancia de que ese incumplimiento ha posibilitado que el daño
se produzca, cuando actuando correctamente pudo ser evitado.
Se aplican a los síndicos todas las normas sobre responsabilidad de los directores contempladas en los
artículos 274, 275,
276, 277, 278 y 279.

274. DE LA FISCALIZACION ESTATAL


a) Concepto y alcance
La ley 19.550 consagró la diferencia, que ya hemos expresado entre "sociedades cerradas" y
"abiertas", y a partir de esa división organiza el sistema de fiscalización estatal.
El estado realizará un control22 permanente únicamente

22 Decimos "control" y no "contralor" porque es más correcto, ya que la


segunda palabra es un sustantivo y no un verbo que hace alusión a un funciona-rio español que intervenía en las cuentas, gastos, libranzas (Cfr.
Martín Alonso, FncicloNdia del idioma, Aguilar, Madrid, 1958, T. 1, pág. 1202, voz "contralor").
sobre las anónimas "abiertas", consideradas las más importantes, sea por su "actividad", sea por su
"capital". En cuanto a las "cerradas" ese control se limitará normalmente al acto constitutivo, sus
reformas y variaciones de capital: sólo excepcionalmente ese control será ampliado.
La autoridad de control tiene facultades para vigilar el funcionamiento de las sociedades anónimas,
requerirles la presentación de documentación, estados contables, informaciones, etcétera. Pero,
además tiene facultades para requert- judicial-mente medidas de mayor envergadura, como pueden ser la
suspensión de una resolución asamblearia y la intervención.
Ese control importa, el ejercicio de "un poder de policía" de las sociedades por el Estado. Poder que
comprende la posibilidad de dictar normas reglamentarias de "integración" y de "interpretación" de la
ley, normas sobre presentación de informaciones, estados contables, etc., ejercicio efectivo de la
vigilancia y fiscalización, inspecciones y, finalmente, la posibilidad de aplicar sanciones. Todo ello
conforma "un poder de policía" específico sobre las sociedades anónimas.
La ley 22.315 que crea y reglamenta las funciones de la Inspección General de Justicia de la Nación,
precisa sus facultades y atribuciones en orden al ejercicio de ese "poder de policia

b) Sociedades anónimas abiertas (Art. 299)


Art. 299. - Fiscalización estatal permanente. Las sociedades anónimas, además del control de constitución, quedan sujetas a la
fiscalización de la autoridad de contralor de su domicilio, durante su funcionamiento, disolución y liquidación, en cualquiera de los siguientes
casos:
1) Hagan oferta pública de sus acciones o debentures.
2) Tengan capital social superior a ciento sesenta millones de australes, monto éste que podrá ser actualizado por el Poder Ejecutivo, cada vez
que lo
estime necesario.
3) Sean de economía mixta ose encuentren comprendidas en la sección VI.
4) Realicen operaciones de capitalización, ahorro o en cualquier forma requieran dinero o valores al público con promesa de prestaciones o
heneficios futuros.
5) Exploten concesiones o servicios públicos.

En el Dicciona'io de la Lengua Española, ed. 1970, existe la voz "control", con el significado de "inspección, fiscalización, intervención",
y la voz "contralor" con el significado sustantivo ya referido.
6) Se trate de sociedad controlante de o controlada por otra sujeta a fiscalización, conforme a uno de los incisos anteriores.

Para nuestra ley lo son las sociedades que:


1) hacen oferta pública de sus acciones o debentures;
2) tienen un capital social superior a la suma que determina periódicamente el Poder Ejecutivo
Nacional;
3) sean de economía mixta o sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria;
4) realicen operaciones de capitalización, ahorro o que en cualquier forma requieran dinero o valores
del público con promesa de prestaciones o beneficios futuros (quedan comprendidas las compañías de
seguros, de capitalización; entidades financieras como bancos, compañías financieras, sociedades de
ahorro y préstamo para la vivienda y cajas de crédito; las sociedades de ahorro para fines
determinados o cfrculos cerrados; etc.);
5) sociedades que exploten concesiones o servicios públicos; y
6) sociedades controlantes o controladas por otra de las comprendidas en la enunciación anterior.

c) Fiscalización estatal permanente


Las sociedades antes referidas quedan sometidas a una fiscalización estatal permanente, es decir que
comprende desde su nacimiento o constitución, pasa por su funcionamiento y termina con la
disolución y liquidación. Esas sociedades quedan obligadas a presentar a la autoridad de control de la
jurisdicción de su domicilio (en la Capital Federal es la Inspección General de Justicia de la Nación)
los estados contables anuales, memoria, informes de síndicos, comunicar la realización de asambleas,
presentar comprobantes de las publicaciones de la convocatoria y de las demás publicaciones exigidas
(determinadas resoluciones asamblearias y nombramientos de administradores y síndicos y su
remoción y reemplazo) y de toda otra documentación e información que le sea requerida; exhibir los
libros y documentos que la autoridad exija; facilitar la actuación de los funcionarios que la autoridad
envíe a la sociedad a inspeccionar. La autoridad tiene facultades para sancionar a los directores y
síndicos y a la sociedad.
d) Fiscalización estatal ilmítada (Arís. 300y 301)
Art. 300. - La fiscalización por la autoridad de contralor de las sociedades anónimas no incluidas en el artículo 299, se liinitará
al contrato constitutivo, sus reformas y variaciones del capital, a los efectos de los arts. 53 y 167.

Art. 301. - Fiscalización estatal limitada: extensión. La autoridad de contralor podrá ejercer funciones de vigilancia en las
sociedades anónimas no incluidas en el artículo 299, en cualquiera de los siguientes casos:
1) Cuando lo soliciten accionistas que representen el diez por ciento del capital suscripto o lo requiera cualquier sindico. En
este caso se limitará a los
hechos que funden la presentación.
2) Cuando lo considere necesario, según resolución fundada, en resguardo del interés público.

Todas las demás sociedades anónimas no comprendidas en el artículo 299, tendrán sólo una
fiscalización "limitada", que comprenderá el contrato constitutivo, sus reformas y los aumentos de
capital.
Ese control limitado tendrá por finalidad exclusiva:
1) verificar el cumplimiento de los requisitos legales y fis-cales (art. 167); y
2) aprobar las valuaciones de los aportes en especie (art. 53).
Excepcionalmente esa fiscalización limitada puede amplia rse con el ejercicio de fi¿nciones de vigilancia,
en los siguientes casos:
3) cuando así lo resuelva, por resolución fundada, el propio organismo de control estatal;
4) cuando lo soliciten accionistas que representen el diez por ciento del capital social, como
mínimo; y
5) cuando lo requiera un síndico.
En el caso 3) la resolución determinará el alcance de la fiscalización; y en los casos 4) y 5) se limitará
a los aspectos denunciados que han motivado el pedido de actuación del organismo fiscalizador.

e) Fiscalización prevista en otras leyes (Art. 304)


Art. 304. Fiscalización especial. La fiscalización prevista en esta ley es sin perjuicio de la que establezcan leyes especiales.
Hay sociedades que en razón de su actividad están sometidas a un control estatal especffico. Tal es el
caso de las anónimas que son bancos, compañías f'mancieras, sociedades de ahorro y préstamo para la
vivienda o cajas de crédito, comprendidas en la ley 21.526. Tales sociedades están sometidas al
control permanente del Banco Central de la República Argentina.
Además, las compañías de seguros lo están al control de la Superintendencia de Seguros de la Nación;
las sociedades que cotizan en bolsa y mercados de valores, a la Comisión Nacional de Valores.
La norma del artículo 304 aclara que en tales supuestos, la fiscalización prevista en esta ley es con
total independencia de la dispuesta en otras leyes especiales. De modo que para esas sociedades se
dará un caso de doble control y aún de triple control estatal.

1) Facultad sancionatoria (Art. 302)


Art. 302. Sanciones. La autoridad de contralor, en caso de violación de la ley, del estatuto o del reglamento, puede aplicar sanciones de:
1) Apercibimiento.
2) Apercibimiento con publicación.
3) Multas a la sociedad, sus directores y síndicos.
Estas últimas no podrán ser superiores a trescientos cincuenta y cinco mil seiscientos australes con cuarenta y siete centavos en
conjunto y por infracción y se graduarán según la gravedad de la infracción y el capital de la sociedad.
Cuando se apliquen a directores y síndicos, la sociedad no podrá hacerse cargo de ellas.
Se faculta al Poder Ejecutivo para que por intermedio del Ministerio de
Justicia, actualice semestralmente los montos de las multas, sobre la base de la variación registrada en el índice de precios al por mayor,
nivel general, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos.

La autoridad de control tiene facultades para aplicar sanciones a las sociedades, directores y síndico,
cuando compruebe la comisión de actos que importen graves transgresiones a las normas legales,
estatutarias o del reglamento, silo hubiera.
Esas sanciones deben aplicarse previo sumario, en el que se le haya dado a los imputados oportunidad
de hacer sus descargos y ofrecer pruebas, como requisitos ineludibles para que puedan tener validez,
conforme a nuestro ordenamiento constitucional y la reiterada jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación (art. 18 de la Constitución Nacional; Fallos, C.S.J.N., t. 183, págs. 100 y sigs., t.
191, págs. 85 y sigs., t. 208, págs. 71 y sigs., etc.).
Esas sanciones pueden ser:
1) apercibimiento;
2) apercibimiento con publicación;
3) multas, a la sociedad, sus directores y sindicos. Se gradúan según la infracción y el capital de la
sociedad y cuando se apliquen a directores y síndicos la sociedad no podrá hacerse cargo de las
mismas. Estas sanciones son apelables ante la Cámara de Apelaciones en lo Comercial.

g) Facultad de peticionar medidas judicIales (Art. 303)


Art. 303. - Facultad de la autoridad de contralor para solicitar determinadas medidas. La autoridad de contralor está facultada
para solicitar al juez del domicilio de la sociedad competente en materia comercial:
1) La suspensión de las resoluciones de sus órganos, si las mismas fueren contrarias a la ley, el estatuto o el reglamento.
2) La intervención de su administración en los casos del inciso anterior cuando ella haga oferta pública de sus acciones o debentures, o
realice operaciones de capitalización, ahorro o en cualquier forma requiera dinero o valores al público con promesa de prestaciones
o beneficios futuros y en el supuesto del
art. 301, inc. 2º.
La intervención tendrá por objeto remediar las causas que la motivaron y si no fuere ello posible, disolución y liquidación.
3) La disolución y liquidación en los casos a que se refieren los incs. 3º,
4º, 5º, 8º y 9º del artículo 94 y la liquidación en el caso del inc. 2º de dicho artículo.

La autoridad de control puede, además, presentarse ante la justicia y requerir medidas de suma
gravedad para la sociedad. Aquí la ley, con estricto respeto al ordenamiento constitucional, dispone
que dicha autoridad no puede resolver directamente la intervención de una sociedad, sino que debe
solicitarla a la justicia.
El artículo 303 faculta a la autoridad de control societario para presentarse ante el juez comercial con
jurisdicción en el lugar del domicilio de la sociedad, para peticionar:
1) la suspensión de las resoluciones de sus órganos, si ellas fueran contrarias a la ley, el estatuto o
reglamento. Puede objetarse tanto una decisión de la asamblea como una resolución del órgano de
administración;
2) la intervención de su administración cuando se hayan adoptado resoluciones ilegales por anónimas que
requieren dinero o valores del público, o cuando tratándose de anónimas cerradas o comprendidas en
el artículo 299 por su capital, esa medida sea necesaria en resguardo del interés público;
3) la disolución y liquidación de la sociedad. La disolución, si se trata de algunos de los casos
contemplados en los incisos 3º, 4º, 5º, 8º y 9º del artículo 94 y la liquidación en el caso de vencimiento
del término de duración de la sociedad.

h) Responsabilidad de directores y síndicos (Art. 305)


Art. 305.- Responsabílidad de directores y síndicos por ocultación. Los directores y síndicos serán ilimitada y
solidaríamente responsables en el caso de que tuvieren conoejiniento de alguna de las circunstancias previstas en el artículo 299 y no lo
comunicaren a la autoridad de contralor.
En el caso en que hubieren eludido o intentado eludir la fiscalización de la autoridad de contralor los responsables serán pasibles de las
sanciones que determina el inc. 3º del artículo 302.

Cuando tuvieran conocimiento de la existencia de alguna de las circunstancias previstas en el artículo


299 que determina la aplicación del sistema de "fiscalización permanente" y no lo comunicaran a la
autoridad de control, serán juzgados responsables en forma ilimitada y solidaria y, además, pasibles de
multa.

i) Recurso de apelación (Arts. 306 y 307)


Art. 306. - Recursos. Las resoluciones de la autoridad de contralor son apelables ante el tribunal de apelaciones competente en
materia comercial.
Art. 307.- Plazo de apelación. La apelación se interpondrá ante la autoridad de contralor, dentro de los cinco días de notificada la resolución. Se
sustanciará de acuerdo con el artículo 169.
La apelación contra las sanciones de apercibimiento con publicación y multa será concedida con efecto suspensivo.

Las resoluciones de la autoridad de control son apelables ante la Cámara de Apelaciones en lo


Comercial. La apelación se interpondrá ante la misma autoridad de control, dentro de los
•cinco días de notificada la resolución recurrida. La apelación debe ser fundada y la autoridad la
elevará a la Cámara dentro de los cinco días siguientes.
En los casos de sanciones de apercibimiento con publicación y de multa, la interposición del recurso
suspende la ejecución de la sanción.

275. INSPECCION GENERAL DE JUSTICIA (ley 22.315)

a) Aplicación de la ley
La referida ley se aplica a la Capital Federal, únicamente.

b) Registro Público de Comercio


La Inspección General de Justicia tiene a su cargo dicho registro. Organiza y lleva el registro; inscribe
en la matrícula a los comerciantes y auxiliares de comercio; inscribe los contratos dc sociedad
comercial y sus modificaciones y la disolución y liquidación de ellas.
La Inspección General de Justicia lleva el Registro Nacional de Sociedades por Acciones y el Registro
Nacional de Sociedades Extranjeras. Además de los registros nacionales de asociaciones y
fundaciones.

c) Competencia judicial
Son de competencia judicial el conocimiento y decisión de las oposiciones a las inscripciones (art. 39,
Cód. de Comercio), los que versen sobre inscripción de autorizaciones para ejercer el comercio a
menores de edad (art. 12, Cód. de Comercio) y las cuestiones relativas a inscripción de corredores de
comercio (art. 110, Cód. de Comercio).
Asimismo son de competencia judicial las cuestiones que versen sobre derechos subjetivos de los
socios con respecto a la sociedad comercial.

d) Facultades
La Inspección tiene las facultades siguientes:
1) requerir información y documentación a las sociedades;
2) realizar investigaciones e inspecciones, revisar libros y documentos y pedir informes a las
autoridades responsables de las sociedades, su personal y a terceros;
3) recibir y sustanciar denuncias de los interesados que reclamen el ejercicio de las funciones de
fiscalización;
4) formular denuncias ante la justicia y autoridades administrativas y policiales, cuando los hechos de
que tomara conocimiento pudieran dar lugar a la acción pública;
5) solicitar directamente a los Agentes Fiscales el ejercicio de las acciones pertinentes en casos de
violación o incumplimiento de normas legales de orden público;
6) requerir el auxilio de la fuerza pública; allanamiento de domicilio y clausura de locales; secuestro
de libros y documentos, mediante solicitud al juez competente;
7) declarar irregulares o ineficaces los actos sometidos a su fiscalización, cuando sean contrarios a la
ley, estatutos o a los reglamentos.

e) Sanciones
La Inspección tiene facultades sancionatorias, pudiendo aplicar penas a las sociedades por acciones, a
sus directores, síndicos y administradores y a toda persona o entidad que no cumpla con la obligación
de proveer información, suministre datos falsos o de cualquier manera infrinja las obligaciones que les
impone la ley, el estatuto o los reglamentos o dificulte el desempeño de sus funciones de fiscalización.
Quedan fuera de su competencia aquellas sociedades sometidas al control de la Comisión Nacional de
Valores.
Las sanciones para las sociedades por acciones y las sociedades constituidas en el extranjero, son las
establecidas en el artículo 302 de la L.S.

1) Sociedades extranjeras
Respecto de las sociedades constituidas en el extranjero la Inspección tiene funciones de control del
cumplimiento de los requisitos para su actuación en el país (art. 118, LS.); y de fiscalización
permanente de su funcionamiento, disolución y liquidación de las agencias y sucursales en el país.

g) Recursos
Contra las resoluciones de la Inspección General de Justicia cabe el recurso de apelación ante la
Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Comercial de la Capital Federal cuando se refieran a comerciantes y a sociedades
comerciales.
El recurso debe interponerse fundado ante la Inspección, dentro de los 15 días de notificada la
resolución que se impugna. Las actuaciones serán elevadas a la Cámara por la Inspección General.

276. COMISION NACIONAL DE VALORES (leyes 17.811 y 22.169)

a) Aplicación de la ley
La Comisión Nacional de Valores tiene competencia en forma exclusiva y excluyente respecto de las
sociedades por acciones que hagan oferta pública de sus títulos valores.

b) Exclusión
Se excluyen de su competencia los trámites referidos a la constitución de esas sociedades que
continuarán siendo de competencia de la Inspección General de Justicia.

c) Alcance de la fiscalización
La Comisión tiene facultades exclusivas y excluyentes respecto a:
1) prestar conformidad administrativa con relación a las reformas estatutarias que realicen las
sociedades bajo su control;
2) fiscalizar toda variación de capital, disolución y liquidación de dichas sociedades; y
3) fiscalizar permanentemente el funcionamiento de las sociedades.

d) Cese de dicho control


La competencia de la Comisión Nacional de Valores cesará cuando las sociedades cesen
definitivamente de hacer oferta pública de sus títulos valores.
e) Aplicación de las normas de la ley 17.811
La Comisión tiene las siguientes funciones conforme a dicha ley:
1) autorizar la oferta pública de títulos valores;
2) asesorar al Poder Ejecutivo Nacional sobre el pedido de autorización para funcionar que efectúen
las bolsas de comercio cuyos estatutos prevean la cotización de títulos valores; y los mercados de
valores;
3) llevar el libro de inscripción de los agentes de bolsa;
4) llevar el registro de las personas físicas y jurídicas autorizadas a efectuar oferta pública de títulos
valores; estableciendo las normas a que deben ajustarse esas personas y quienes actúen por ellas;
5) aprobar el reglamento de las bolsas y mercados de valores;
6) fiscalizar el cumplimiento de las normas legales, estatutarias y reglamentarias por las sociedades y
personas sometidas a su control.
La Comisión tiene facultades amplias para poder cumplir sus funciones de fiscalización y control,
pudiendo requerir el auxilio de la fuerza pública, iniciar acciones judiciales y denunciar la comisión de
delitos y constituirse en parte querellante.
Puede aplicar sanciones de apercibimiento, multa, suspensión de hasta dos años para efectuar oferta
pública de títulos valores y de prohibición de oferta pública de ellos.
Las resoluciones de la Comisión son recurribles ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Comercial de la Capital Federal o Cámara Nacional de Apelaciones en lo Federal, en el interior del
país.

277. SOCIEDADES ANONIMAS CON PARTICIPACION ESTATAL MAYORITARIA


a) Extensión del régimen común (Art. 308)
Art. 308. Caracterización. Requisito. Quedan comprendidas en esta sección las sociedades anónimas que se constituyan cuando el
Estado nacional, los
Estados provinciales, los municipios, los organismos estatales legalmente autorizados al efecto, o las sociedades anónimas sujetas a este
régimen sean propietarios en forma individual o conjunta de acciones que representen por lo menos el cincuenta y uno por ciento del
capital social y que sean suficientes para prevalecer en las asambleas ordinarias y extraordinarias.
La ley 19.550 establece que estas sociedades, que luego precisaremos, no quedan comprendidas en el
régimen común de las anónimas que hemos analizado, sino que les serán aplicables estas normas
especiales.

b) Sociedades comprendidas
Quedan comprendidas en este supuesto las sociedades anónimas cuando el Estado, nacional,
provincial o municipal, posea el cincuenta y uno por ciento, por lo menos, del capital social y siempre
que con esa tenencia accionaria pueda prevalecer en las asambleas ordinarias y extraordinarias.
También si ese capital lo posee otra sociedad de capital estatal mayoritario.

c) Directores y sindicos (Arts. 310y 311)


Art. 310. - Incompatibilidades. Se aplican las prohibiciones e incompatibilidades establecidas en el artículo 264, excepto el inc. 40
Cuando se ejerza por la minoría el derecho del artículo 311 no podrán ser directores, síndicos o integrantes del consejo de vigilancia por el
capital privado los funcionarios de la Administración Pública.
Art. 311. - Remuneración. Lo dispuesto en los párrafos segundo y siguientes del artículo 261 no se aplica a la remuneración del directorio y del
consejo de vigilancia.

Directores y síndicos por la minoria.


El estatuto podrá prever la designación por la minoría de uno o más directores y de uno o más síndicos. Cuando las acciones del capital privado
alcancen el veinte por ciento del capital social tendrán representación proporcional en el directorio y elegirán por lo menos uno de los síndicos.
No se aplica el artículo 263.

Rigen para la designación de directores y síndicos de estas sociedades las inhabilidades e


incompatibilidades establecidas en la ley para lOS directores y síndicos de la anónima común (arts.
264 y 286), con la lógica excepción de la causal de incompatibilidad referida a los funcionarios
públicos (art. 264, inc. 4) cuya razón de ser desaparece en el caso de una sociedad estatal.
El estatuto puede prever la actuación de directores y síndicos poir la minoría y deberá preverlo cuando
el capital privado alcance al veinte por ciento del capital social, en cuyo caso tendrán una
representación proporcional en el directorio y elegirán, por lo menos, un síndico. Expresa el artículo
311 que no será de aplicación el sistema de "voto acumulativo", lo que es
lógico si se ha garantizado la representación del capital privado minoritario.

d) Variaciones en 'a composición del capital (Arts. 309,312 y 313)

Art. 309. - Inclusión posterior. Quedarán también comprendidas en el regimen de esta sección las sociedades anómmas en las
que se reúnan con posterioridad al contrato de constitución los requisitos mencionados en el artículo precedente, siempre que
una asamblea especialmente convocada al efecto así lo determine y que no mediare en la misma oposición etpresa de algún
accionista.

Art. 312. - Modificaciones al régimen. laas modificaciones al régimen de la sociedad anónima establecidas por esta sección
dejarán de aplicarse cuando se alteren las condiciones previstas en el artículo 308.

Art. 313. - Situación mayoritaria. Pérdida. Cuando en el contrato de constitución de estas sociedades se e'presa el propósito de
mantener la prevalencia del Estado nacional, los Estados provinciales, o demás entes enunciados en el artículo 308, cualquier
enajenación de acciones que importe la pérdida de la situación mayoritaria deberá ser autorizada por ley.
El estatuto contendrá las normas necesarias para impedir que por nuevas emisiones se altere esa mayoría.

Una sociedad puede nacer como anónima con participación estatal mayoritaria o bien puede producirse dicha
situación con posterioridad a la constitución. Puede ocurrir también que nazca así y después disminuyera la
participación estatal en el capital. Todas estas situaciones están previstas en las normas referidas.
Si la sociedad nacida con capital estatal mayoritario cambiara de carácter (por venta de las acciones por parte del
Estado o por no haber éste suscripto aumentos de capital autorizados) dejarán de aplicarse estas normas
especiales y la sociedad se regirá por las normas comunes.
A la inversa si el Estado adquiere con posterioridad a la constitución de la sociedad, el paquete de acciones
mayoritario, la sociedad pasará a ser regida por estas normas especiales.
Finalmente se contempla el caso especial que el contrato de constitución contenga la declaración que el estado
mantendrá la mayoría del capital. En tal supuesto cualquier enajenación de acciones que importe la pérdida de la
situación mayoritaria requerirá la sanción de una ley.
e) Liquidación y quiebra de la sociedad (Art. 314)
Art. 314.- Liquidación. Esta sociedad no puede ser declarada en quiebra. La liquidación será cumplida por la autoridad
administrativa que designe el Estado.

Estas sociedades no pueden ser declaradas en quiebra, y tampoco pueden pedir su concurso preventivo.
La liquidación, en su caso, estará a cargo de la autoridad administrativa que designe el Estado.

278. SOCIEDADES DE ECONOMIA MIXTA (D.L. 15.M9/46)


a) Concepto
Es la sociedad formada por personas jurídicas (físicas o colectivas) privadas y el Estado nacional, provincial o
municipal, para la realización de alguna actividad económica.
El creciente intervencionismo estatal producido en todo el mundo a partir de la Primera Guerra Mundial,
determinó la actuación del Estado en el campo económico, principalmente en los sectores de servicios públicos y
en industrias vinculadas a la defensa nacional o de gravitante importancia en la economía. Así es como se
produjeron nacionalizaciones de empresas en la actividad bancaria, acero, minas, y los servicios públicos:
ferrocarriles, teléfonos, servicios eléctricos, etcétera.
Ello ocurrió en Irigiaterra, en 1944/45; en Francia, 1944/46; en Holanda; en Australia; y en el resto de países que
conservaban un sistema económico predominantemente capitalista basado en la empresa pnvada.

b) Antecedentes
Las sociedades de economía mixta representan un paso intermedio entre la empresa privada y la actuación del
Estado en la economía. Los servicios públicos y aquellas actividades de interés público pueden ser atendidos por
el Estado, directamente, o bien otorgadas en concesión a particulares. Esta sociedad representa el punto
intermedio entre esas situaciones.
Zavala Rodríguez'3 cita como antecedente nacional la ley 12.161 de 1935 donde se previó ya "la sociedad mixta".

23 ZAVALA RODRfGUE2, op. cit, T. 1, pág. 512, nro. 972.


En 1946 se sancionó el D.L. 15.349, ratificado por ley 12.962, donde se consagró en el país el régimen legal de
estas sociedades.
La Ley de Sociedades comerciales de 1972 estableció en el artículo 372 la aplicación de sus disposiciones a
estas sociedades en cuanto no sean contrarias a sus propias reglas. Con la reforma de la ley 22.903 ese precepto
está contenido en el artículo 389, según el texto ordenado por el Decreto 841/84.

c) Caracterización

El artículo 1º del D.L. 15.349/46 establece que se denomina sociedad de economía mixta la que forma el Estado
nacional, provincial o municipal o las entidades administrativas autárquicas, por una parte, y los "capitales
privados" por la otra. Indudablemente que se ha incurrido en un grave error jurídico como lo señalara
oportunamente Cámara24. El derecho no regula contratos entre personas por un lado y cosas por la otra. La
sociedad es un contrato y por ende una relación jurídica entre personas. Por lo tanto esa referencia a "capitales
privados" debe sustituirse por la de personas privadas.
La sociedad tendrá por objeto la satisfacción de necesidades de orden colectivo o la implantación, el fomento o
el desarrollo de actividades económicas.

d) Foma jurídica

La sociedad puede adoptar la forma de persona de derecho público o privado, según la finalidad que se proponga
al constituirse.
El desarrollo de una actividad donde predomine el "bien público" como objetivo central, o el fomento, la
investigación vinculada a actividades económicas, determinará la adopción de una forma de derecho público;
pero el ejercicio de una actividad comercial deberá conducir a Ia formación de una empresa común y la adopción
de una forma jurídica de derecho privado.
Se plantea en esta segunda situación si en tales supuestos la sociedad puede adoptar un "tipo social"
distinto a los regu24 CÁMARA, Héctor, Sociedades de Economía Mista, Buenos Aires, 1954,

pág. 6.
lados en la Ley de Sociedades comerciales 25. Estimamos que no corresponderá sino adoptar uno de los
"tipos sociales" regulados por la ley, y tal conclusión se desprende, precisamente, de lo prescripto en el artículo
389, L.S.
Existen en el país varios "bancos provinciales" que son sociedades de economía mixta: casos de los Bancos de
Mendoza, Banco de Entre Ríos; antes fue el Banco de la Provincia de Buenos Aires; empresas como Somisa
(Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina); etcétera.

e) El aporte estatal

El aporte del Estado puede consistir, según la ley, en dinero, títulos públicos, en especie; pero también puede
estar representado por la concesión de un pñvilegio de exclusividad o monopolio; exención imposiliva;
protección fiscal; compensación de riesgos; garantías de interés al capital invertido por los particulares: primas y
subvenciones; aporte tecnológico; anticipos financieros y concesión de bienes en usufructo.
El aporte privado no está reglado en la ley, pero la extensión a estas sóciedades de las normas de la Ley de
Sociedades comerciales determina la aplicación de las reglas generales allí consagradas. La adopción de algún
"tipo social" hará aplicables sus normas específicas.

1) Número de SOc¡OS

La ley declara que la sociedad se constituirá con cualquier número de socios. De modo que será aplicable lo
dispuesto en el artículo 1º, L.S. siendo suficiente la existencia de dos socios. El Estado y una persona jurídica
privada (sea física o colectiva).
La ley no excluye la sociedad con personas físicas.

g) Exigencia de participación estatal en los órganos sociales

El presidente de la sociedad, el síndico (o los síndicos si fuera una sociedad del artículo 299) y por lo menos un
tercio de los miembros del directorio deben ser nombrados por el Estado y lo

25 Ponencia del Dr. KESELMAN, en el Tercer Congreso sobre "Aspectos Jurídicos de las Entidades Financieras", Rosario,
1984.
representarán en la sociedad. Tales nombramientos deben recaer en argentinos nativos (art. 7Q). La ley
otorga al presidente o al representante estatal que lo reemplace, facultad de vetar las resoluciones del directorio y
aún de la asamblea de accionistas, cuando ellas fueran contrarias a la ley o al estatuto de creación de la sociedad,
o puedan comprometer "las convenienclas" del Estado vinculadas a la sociedad. En tal caso la ley prevé que la
resolución vetada debe ser remitida a la autoridad administrativa superior de la administración pública asociada
para que se pronuncie en definitiva sobre la confirmación o revocación del veto, quedando entretanto en
suspenso la resolución de que se trate. La autoridad tiene veinte días para pronunciarse y si el veto no fuera
confirmado en ese plazo, se tendrá por revocado el mismo y por válida la resolución impugnada. Si el veto se
fundara en violación de la ley, las personas privadas pueden recurrir a la justicia para una decisión definitiva (art.
8Q).
Esta norma otorga una característica fundamental a estas sociedades y confiere un fuerte privilegio al Estado
como socio en ellas.
Los representantes estatales tienen la responsabilidad que la Ley de Sociedades comerciales confiere a los
administradores y representantes sociales. El Estado no responde por los actos de ellos.

h) Limitación de la responsabilidad estatal


El Estado limita su responsabilidad al aporte efectuado y además, como vimos, tampoco responde por los actos
de sus representantes nombrados en la sociedad.

i) Quiebra y disolución

Otra característica de estas sociedades es que no pueden ser declaradas en quiebra (art. 11). Pueden ser disueltas,
conforme las reglas comunes (art. 94, L.S.).

279. SOCIEDADES DEL ESTADO (ley 20.705)


a) Concepto
Son sociedades del Estado aquéHas que constituyan el Estado nacional, los Estados provinciales, los
municipios y los orga
nismos estatales legalmente autorizados al efecto, con exclusión de toda participación de capitales privados.

b) Características

1) Pueden ser unipersonales (del Estado nacional exclusivamente; del Estado provincial exclusivamente; o
admitir la participación de más de una persona jurídica pública estatal);
2) respecto a su constitución y funcionamiento se rigen por las normas de las sociedades anónimas, en cuanto
resultaran compatibles con la ley 20.705 y sin admitir la aplicación del artículo 31, ley 19.550, sobre
limitaciones en las participaciones en otra sociedad;
3) no pueden transformarse en sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria, ni admiten la
incorporación de capital privado;
4) el capital se representa por certificados nominativos, negociables sólo entre las personas públicas estatales;
5) no pueden ser declaradas en quiebra. Para resolver la liquidación se requerirá de una ley que la autorice;
6) no son de aplicación a estas sociedades las leyes de contabilidad, de obras públicas ni de procedimiento administra tivo.
Ello en razón de regirse, en principio, por las normas de las sociedades anónimas;
7) los directores están sometidos al régimen de incompatibilidades regulado en el artículo 310, primera parte, de la
L.S. referido a los directores de las sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria.
NOTAS A LA OCTAVA EDICION

1. JUR!SPRUDENCM

En este capítulo incorporamos los siguientes faHos que estimamos de importancia a los efectos de un mayor esclarecimiento de
los temas en él desarrollados.
A) DE LAS ASAMBLEAS

239. CARACTERIZACION

Las asambleas de las sociedades son las reuniones de accionistas convocados conforme la ley y a los estatutos para
resolver las cuestiones previstas por aquellos o los asuntos indicados en la convocatoria.
Cáin. Civ. y Com., San Isidro, Sala 1, 16-III-1993, "Zanardi, R. N.y otro c. Independencia SA.", DJ., 1994-2-39;
L.L., Repertorio LIV-1994, pág. 2028.

240. CLASES DE ASAMBLEAS (Arts. 234, 235y 250)

1. La Ley de Sociedades, si bien adopta el criterio de otorgar a la asamblea ordinaria una competencia limitada
(art. 234) y a la asamblea
extraordinaria la posibilldad de conocer en "todos los asuntos que no sean de competencia de la asamblea ordinaria, la
modificación del estatuto y, en especial", los indicados en los incisos 1º a 7º del artículo 235, se ha reconocido
doctrinariamente la factibilidad de la reunión de una asamblea mixta, a efectos de tomar decisiones de competencia de la
asamblea general ordinaria, por una parte, y de competencia de la asamblea extraordinaria por la otra. De manera tal, que se
requerirá para decidir cada asunto el quórum y mayoría exigida según su naturaleza, y no reunidos para determinado asunto,
para considerar éste se procederá a la segunda convocatoria.
2. La circunstancia de que en una asamblea extraordinaria se haya tratado y decidido materia propia de la asamblea ordinaria
no puede invalidar lo resuelto, ya que al obtenerse el quórum exigido por el artículo 244 de la ley 19.550 se cumplimenta el que
exige el artículo 243, máxime si en ningún momento se impugnaron el quórum y la mayoría con que se adoptaron las decisiones
en el acto asambleario.
Cám. Nac. Com., Sala B, 6-XII-1982, "De Carabassa, Isidoro c. Canale SA. y otra", L.L., 1983-B, págs. 353 a 493.

1. Compete a la asamblea societaria distribuir las utilidades, y aun es entendido generalmente - o al menos así es
practicado - que le compete "capitalizarías" y entregar como sustitutivo del medio legal de pago (que es el
dinero), acciones cuya integración se supone cancelada mediante aquella capitalización.
Cám. Nac. Com., Sala D, 23-XII-1981, "Sichel, Gerardo F. c. Massuh, SA.", L.L., 1983-B, pág. 493.
242. CONVOCATORIA (Arts. 236 y 237)
Vicios de la convocatoria
1. Si el accionista, a pesar de los defectos de la convocatoria, tuvo conocimiento de la asamblea y asistió a la
misma, en la que no se adoptó ninguna medida contraria a la ley, al regiamento o a los estatutos, resulta
irrelevante discurrir acerca de la entidad del vicio de la convocatoria.
Z La omisión en la publicación en el Boletín Oficial de un punto del orden del día no acarrea la nulidad absoluta
de la asamblea, si a pesar de tal deficiencia los accionistas concurrieron al acto, pues en tal caso los vicios han
quedado purgados y protegidos los intereses tutelados con las formalidades legales, lo cual constituye una simple
aplicación del artículo 1047 del Código Civil.
Cám. Civ. y Com., Rosario, Sala 1, 17-11-1994, "Malpiedi, Edemondo B. c. Ferraris y Cía. SA.", L.L., 16-III-
1995.

Convocatoria judicial
Los recaudos formales para la procedencia de un pedido de convocatoria judicial a asamblea son: a) que quien la
solicita revista la calidad de accionista; b) que su tenencia accionaria alcance un mínimo del 5% del capital
social; y c) que se haya requerido infructuosamente al directorio la convocatoria y que haya transcurrido el plazo
previsto en el artículo 236 de la ley societaria, sin que dicho órgano atendiera la petición.
La eventual existencia de inter6s contrario en cabeza de un socio, en alguna o algunas de las cuestiones incluidas
directa o indirectamente en el orden del día que debe considerar la asamblea no constituye un impedimento para
ej ejercicio de la facultad que la ley de sociedades acuerda al socio en su artículo 236. El socio que tiene
intereses contrarios en las aludidas cuestiones no podrá votar en la mencionada asamblea respecto de dichos
aspectos, pero nada le impide solicitar la convocatoria a reunión de socios para que esas materias sean tratadas.
Cám. Nac. Com., Sala C, 25-VI-1993, "Mazzini, Gustavo y otros c. Industrias Elastom SA.", L.L., 1994-A, pág.
337; E. D., 158-646.

Convocatoria en caso de quiebra


Siendo la quiebra tan sólo una causal de disolución de la sociedad (art. 94, inc. 6º, L.S.) no produce su extinción,
ésta conserva su personalidad y estructura orgánica y continúa rigiéndose por las normas correspondientes a su
tipo (art. 101, L.S.), por lo que no procede que la convocatoria a asamblea la haga el juez de la quiebra, sino que
debe ser realizada de conformidad con los mecanismos previstos en la ley de la materia.
Cám. Nac. Com., Sala E, 19-XI-1991, Ficha nro. 13.462, "Banco Oddone SA. siquiebra", ReNrtoño de
Junspn¿dencia de la Cámara Comercial.
Convocatoria judicial
Si por asamblea general ordinaria y extraordinaria, debidamente inscripta en el Registro Público de Comercio, se
decidió la liquidación de una sociedad por agotamiento del objeto social' facultando al directorio constituido en
comisión liquidadora, a proceder a la concreción de esa etapa mediante la venta de los iiimuebles integrantes de
la sociedad, transcurridos 40 años, sin que tal comisión cumpliera su cometido, es procedente la convocatoria
judicial de accionistas, solicitada por quien acredita ser socio y uno de l?s directores que componían la comisión
liquidadora (en el caso, eran siete directores, cuatro de los cuales ya fallecieron según constancias de autos, no
sabiéndose nada de los otros dos), toda vez que es el remedio más idóneo a tal fin, no es de aplicación al caso el
artículo 236, L.S., en cuanto a la exigencia del 5% del capital social, dado que ésta se refiere exclusivamente a la
sociedad anónima, sino el artículo 102, L.S., aplicable a todo tipo de sociedad, y no hace alusión a un porcentaje
determinado, facultando a cualquier socio "a hacer el pedido".
Cám. Nac. Com., Sala C, 5-111-1993, Ficha nro. 16.158, "Menéndez Behety, Fernando s/sum.", ReNrtoño de
Jurisprudencia de la Cámara ComerciaL

Publicaciones
La publicación de edictos.es la forma legal de convocatoria para los accionistas, insustituible y obligatoria para
la sociedad, sin que pueda suplirse por otra forma de notificación. Ello así, no puede pretenderse que se aplique
un régimen de notificación diferenciado para la convocatoria a asambleas de las sociedades anónimas, por el
solo hecho de que ésta sea a su vez una sociedad de familia.
La sociedad o sus administradores y síndico no se hallan obligados a citar especial y personalmente a sus
accionistas para anoticiarlos del funcionamiento de la asamblea, por el solo hecho de que se encuentre abierto el
sucesorio de uno de ellos, ni menos aún están obligados a comparecer ante el juez de la sucesión a tales electos,
pues ninguna norma o mandato jurídico les impone semejante precaución, por lo que su omisión no puede
considerarse ilícita.
El hecho de que uno o varios de los directores de la sociedad demandada sean coherederos de las actoras, no
implica que, en tanto administradores de la sociedad, les incumba la denuncia de las asambleas a celebrarse en el
juicio sucesorio del causante, ni tampoco el depósito de las acciones de que éste era titular, pues estas gestiones
resultan ajenas a sus obligaciones como integrantes del órgano de administración y ciertamente extrañas a la
actividad y objeto social de la demandada.
Cám. Nac. Com., Sala C, 29-X-1990, "Schillaci, Irene M. y otra c. Establecimiento Textil San Marcos SA.", L.
L., 1991-E, pág. 109, con nota de Graciela Medina; E.D., 141-305.
243. FORMACION DE LA ASAMBLEA (Arts. 238,239,240,242 y 243)

Acreditación de la calidad de accionista


La calidad de socio se acredita - en principio - con la exhibición de las acciones, sus certificados o resguardos bancarios y si
bien cuando el
documento se pierde o se destruye la ley ha previsto un régimen de cancelación en los artículos 746 a 765
del Código de Comercio, la inobservancia de este especial procedimiento (por ejemplo, las acciones depositadas
en la sociedad emisora se encuentran retenidas indebidamente), no obsta a que el accionante puede demostrar tal
calidad por otros medios.
Cám. Nac. Com., Sala A, 28-XII-1990, Ficha nro. 11.523, "Cristiani, Norma Nen, c. Cristiani SA.I.C. e 1. y otros
sinulidad de asamblea, restitución de acciones, cancelación de suscripciones y remoción del directorio",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial; R.D. C. O., año 23, 1990, pág. 788.

Si bien la calidad de socio se acredita - en principio - con la exhibición de las acciones, sus certificados o
resguardos bancarios pudiendo acudirse en caso de que los documentos se pierdan o se destruyan al régimen de
la cancelación, la inobservancia de este procedimiento no obsta a que el accionante pueda demostrar tal calidad
por otros medios.
Cám. Nac. Com., Sala A, 29-XI-1991, Ficha nro. 13.507, "Illescas, Hilda c. Grimaldi de Illescas, Josefina s/ord.",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

Suspensión de la celebración
No procede suspender la celebración de las asambleas de las sociedades anónimas porque implicaría privar a estas
últimas de formar voluntad sobre los puntos del orden del día establecido. Si la mencionada voluntad fuese
formada irregularmente o decidiese en forma contraria a la ley, los reglamentos y el estatuto, de ello se seguirán
las consecuencias que en derecho correspondan, pero no puede impedirse esa actuación de toma de decisiones,
paralizando la gestión social.
Cám. Nac. Com., Sala D, 3-VIII-1992, "Colí, Bernardo A. c. Gómez, Carlos A.", L.L., L, 1994-900; L.L., Repertorio
LIV-1994, pág. 2028.

245. VOTACION (Arts. 241 y 248)

La decisión de la asamblea requiere para su validez el cumplimiento de determinados requisitos formales y


sustanciales; lo último apunta a
la legitimación de los socios presentes, para hacer uso del derecho al voto. La inhabilidad para votar se sustenta en que el
voto debe ser emitido en interés de la sociedad, no para satisfacer un interés personal del socio que esté en pugna
con aquél.
Así, el director o gerente que vota aprobando su propia gestión contra toda regia de ética y buena fe, se convierte
en juez de su propia conducta. Actúa en interés propio y no de la sociedad, condición esencial para la validez del
voto, en virtud del principio establecido en el artículo
248, L.S.
Carn. Nac. Com., Sala B, 2-XI-1992, Ficha nro. 15.148, "Bado, Roberto F. c. Barraca Luna S.R.L. s/sum. y Bado,
Roberto F. c. Pereira, Gustavo C. y otros s/ord.", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

1. No existe transgresión a la norma del artículo 241, L.S., en el supuesto de que los votos favorables a la
ratificación de la gestión del directorio hayan sido emitidos por los directores actuantes en el ejercicio en
consideración - ex-directores al tiempo de la asamblea-, si fueron efectuados en su carácter de mandatarios de los
acciomstas, socios no directores en el periodo considerado.
2. Si bien tales votos son materialmente dados por los mandatarios ex-directores, jurídicarnente los mismos
provienen de sus mandantes, siendo que la diferenciación puede parecer un tanto ficticia, jurídicamente es válida
pues constituye una derivación de la previsión del artículo 1946 del Código Civil.
Cám. Nac. Com., Sala D, 19-IX-1990, "Inchauspe, Arnaldo G. c. Atar SA. (Criadero de semillas> 5/sumario",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

1. Lo dispuesto por el artículo 248 de la ley 19.550 está referido a la protección del 'interes
social", sea el de la minoría, sea el de la mayoría. Y con referencia a lo decidido por la
asamblea de la sociedad absorbente, en el caso de fusión, dicha protección está dirigida a la
concentración horizontal o vertical de las empresas que se fusionan en beneficio de la
incorporante, salvo que se demuestre la existencia de un interés extra-social en quienes con su
voto aprueban el compromiso de fusión. No acreditado dicho interés extrasocial, queda
descartada la impugnación por conflicto de intereses, aun cuando los impuguantes no exhiban ellos también un interés
extrasocial (cotización bolsa, especulación), por cuanto priva la decisión de la mayoría que aprobó la fusión.
2. El análisis del artículo 248 de la ley 19.550 lleva a concluir que no existe en dicha norma
una sanción de nulidad fundada en el conflicto de intereses que invalide la decisión asamblearia. La falta
de abstención de voto del accionista que se encuentra en tal situación de conflicto tiene como sanción, propia y
específica, la responsabilidad del socio por los daños y perjuicios cuando sin su voto no se hubiera logrado la
mayoría necesaria para una decisión válida, debiendo descartarse la aplicación del artículo 251 de la ley citada.
Cám. Nac. Com., Sala B, 6-XII-1982, "De Carabassa, Isidoro c. Canale SA. y otra", L.L., 1983-B, págs. 353 a 493.
246. RESOLUCIONES O ACUERDOS DE LA ASAMBLEA:
MAYORIAS (Art. 244)

1. El concepto de abuso de derecho se identifica, en materia societaria y con relación a las


asambleas, con el abuso de mayoría; más precisamente, tratándose de decisiones asamblearias
en las sociedades, el abuso de mayoría es lo que constituye abuso de derecho.
2. El abuso de mayoría - configurativo de abuso de derecho en materia de decisiones asaanblearias en
las sociedades - existe cuando se produce la ruptura de la igualdad entre todos los accionistas,
pero es necesario además que haya sido provocada intencionalmente, y la intención culpable
existirá cuando se tenga conciencia de obtener una ventaja personal en forma directa o por
persona interpuesta.
3. Existe abuso de derecho en materia de decisiones asamblearias en las sociedades, cuando la
mayoría responde a un interés personal y, como consecuencia de su voto, la decisión concreta
dicho interés en perjuicio del interés social o del de los demás socios.
Cám. Nac. Com., Sala B, 6-XII-1982, "De Carabasaa, Isidoro c. Canale SA. y otra", L.L., 1983-
B, págs. 352 a 493.

247. ACTA DE LA ASAMBLEA (Art. 249)

Las deficiencias formales que se imputan a las actas de asamblea extraordinaria no obstan a que las mismas sean
valoradas como instrumentos idóneos de comprobación de la existencia de decisión social sobre la revocación
del mandato oportunamente conferido.
Cám. Nac. Com., Sala C, 29-IV-1991, "Beraja, Salomón y otra c. Beraja, David y otros", L.L., L, 1991-B, pág.
1583; L.L., Repertorio LI-1991, pág. 1617.

El acta de la asamblea debe reflejar lo acontecido en el acto, el síndico la suscribe no certificando que todo lo ocurrido
resulta adecuado a la ley y al estatuto, ni tampoco importa una renuncia a sus propios derechos, la cual como es
conocido no puede presumirse.
La suscripción del acta por el síndico da cuenta de haber concurrido a la asamblea y que su
contenido reflejá adecuadamente lo tratado y resuelto en su transcurso.
Cám. Nac. Com., Sala E, 23-XI-1992, "Cruz Serrano, José c. Viatalca SA.", L.L., L, 1993-A, pág.
757; L.L., Repertorio LIII-1993, pág. 1627.

249. OBLIGATORIEDAD DE SUS DECISIONES (Art. 233)

Por ineficaces que resulten los actos asamblearios no es razonable entender que el mandatario al
que le han sido revocados los poderes,

pueda esgrimir la representación societaria para obrar en nombre de la persona ideal y contra aquellos que
deben decidir la subsistencia del vínculo.
Cárn. Nac. Com., Sala C, 29-IV-1991, "Beraja, Salomón y otra c Beraja, David y otros", L.L., L, 1991-B, pág.
1583; L.L., Repertorio LI-1991, pág. 1617.
La obligatoriedad de las decisiones asamblearias que impone el artículo 233, párrafo 3º de la Ley de Sociedades
encuentra su límite cuando son violatorias de la ley, el estatuto o el reglamento y son ataca-dos por las acciones
de impugnación previstas en ese plexo legal.
Cán'. Nac. Com., Sala B, 5-x'-1993, "Paramio, Juan M. c. Para-mio, Pascual E. y otros", L.L., L, 1994-A, pág.
1327; DJ., 1994-2-541; JA., 1994-I, pág. 423; E.D., 15&121.

250. IMPUGNACION DE LAS DECISIONES DE LA ASAMBLEA (Arts. 251, 252, 253 y 254)

1. El artículo 251 de la ley 19.550, al otorgar a los accionistas ausentes o disidentes el derecho a impugnar
las decisiones de la asamblea, lo hace fundándose en que dicho derecho corresponde al socio impugnante en
ejercicio de un derecho subjetivo propio, a fin de que las deliberaciones se tomen conforme a la ley y al acto
constitutivo, por lo cual cuando dicho derecho subjetivo resulte lesionado nace para el accionista un derecho
subjetivo de carácter subrogatorio para la anulación de la deliberación.
2. Si bien la ley 19.550 sólo otorga la acción del artículo 251 a los socios ausentes o disidentes, la misma
también puede ser deducida por el socio presente en la asamblea pero que se abstiene de votar por cuanto no
existe voto acumulativo.
3. La acción de impugnación de decisiones de la asamblea promovida por el socio en los términos del
artículo 251 de la ley 19.550, debe considerarse también como acción social, en el sentido que tutelando su
interés personal, a los efectos del funcionamiento de la sociedad en la cual está interesado, ejerce un poder de
vigilancia que resulta, en definitiva, en beneficio de la persona jurídica.
4. A los fines de la legitimación para deducir la acción autori7ada por el artículo 251 de la ley 19.550 la
calidad de socio del impugnante debe existir al momento de la celebración de la asamblea que se impugna y
quedar ello debidamente acreditado.
5. El derecho de impugnación de las decisiones de la asamblea, conferido a los accionistas en los términos
del artículo 251 de la ley 19.550 no es un derecho incorporado al título de crédito sino que, por el contrario, es
un derecho que surge en el accionista por la lesión de uno o
más de sus derechos y compete al socio sin que tenga influencia el número de acciones por él poseídas.
6. En cuanto a la legitimación pasiva respecto de la acción de impugnación de decisiones de la asamblea, si bien
el artículo 251 de la ley 19.550 determina que se promoverá contra la sociedad, cabe tener presente que en el
supuesto especial del artículo 248 de la ley citada
- conflicto de intereses - también debe demandarse a los accionistas a los que se impute colisión de
intereses a fm de evitar una situación de indefensión.
Cám. Nac. Com., Sala B, 6-XII-1982, "De Carabassa, Isidoro c. Canale SA. y otra", L.L., 1983-B, págs. 353 a
493.

Siendo que el artículo 251, L.S., confiere legitimación a los accionistas que no hubieran votado favorablemente
y a los ausentes, la abstención no es un voto favorable a la decisión aprobada por la mayoría necesaria, y es
precisamente esa circunstancia la que torna admisible que el socio que se abstuvo pueda ejercer la acción de
impugnación.
Cám. Nac. Com., Sala E, 26-VII¡-1991, Ficha nro. 12.592, "Imbrosciano, Rugo c. Imbrosciano Hnos. SA.
5/5um.", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

El artículo 251 de la Ley de Sociedades, regula acciones que están ordenadas al interés de la sociedad;
consiguientemente, cuando la norma alude al síndico como sujeto legitimado para promover la impugnación, se
refiere a las decisiones en que se afecten derechos societarios y no los personales o individuales del síndico.
Cám. Nac. Com., Sala E, 23-XI-1992, "Cruz Serrano, José c. Viatalca SA.", L.L., 1993-A, pág. 757, Repertorio
de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

La impugnación de decisiones asamblearias es una acción social ut singuli por lo que, las alegaciones de orden
del interés personal de los socios sólo serán audibles en la medida en que las decisiones atacadas comprometan
el plano de la legalidad sustancial, estatutaria o reglamentaria. En tal sentido, cabe rechazar la acción de nulidad
interpuesta por el socio dc un Club de Campo contra la decisión asamblearia por la cual se modificó el estatuto
de dicha entidad transformándola de sociedad anónima en asociación civil sin fines de lucro, ya que tal
modificación no produjo ningún cambio sustancial en relación al status orginariamente asumido por el pretensor;
habida cuenta de que la adopción del mencionado tipo societario mercantil encubrió, desde el inicio, una con-
figuración de carácter asociacional no societario, tal como resulta de la declaración dcl objeto estatutario,
relativo al fomento del deporte, que excluye toda obtención de posibles utilidades. Consecuentemente, la de-
cisión asamblearia impugnada es lícita, en tanto implica una mera continuidad del plexo involucrado en la causa
contractual; pues, el vínculo
plurilateral que se ha configurado debe ser ubicado, en virtud de la aludida realidad subyacenÉe, dentro del
ámbito de las asociaciones.
Cám. Nac. Com., Sala B, 4-V-1995, "Arce, Hugo c. Los Lagartos Country Club sinulidad de asamblea", E.D.,
14-VII-1995.

Si del peritaje contable efectuado sobre los libros contables de una sociedad anónima surge que ésta los lleva en
legal forma, y de éstos se desprende que no se integró el aumento de capital que correspondía al accionista que
promueve la declaración de nulidad de una asamblea, COrresponde rechazar la impugnación deducida.
Cám. Nac. Com., Sala C, 20-XI-1992, "Moia, Enrique c. Impelco SA.", E.D., 156-100; L.L, Repertorio UV-
1994, pág. 2027.

El ejercicio del derecho de receso le quita al recedente la calidad de accionista y lo ilegitima para impugnar las
resoluciones asamblearias, en razón de la incompatibilidad lógica entre el receso y la acción de nulidad de las
resoluciones de los órganos de gobierno de la sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala A, 8-VII-1994, "Trento, Horacio Raúl c. Greiding, Leonardo y otros s/impugnación
decisión de directorio y da-ños y perjuicios y Trento, Horacio Raúl c. Instituto Argentino de Alergia e
Inmunologia SA. sumpugnación de asamblea", E. D., 27-IV-1995.

1. Está a cargo del accionista impugnante y no en cabeza de la sociedad la demostración de la irrazonabilidad de


la decisión social relativa a la capitalización de dividendos.
2. Del hecho de haberse superado el porcentaje previsto por el artículo 261 de la ley 19.550, no se sigue de
modo ineluctable que su reducción sea obligatoria, pues tal forma de retribución es demostrativa del correlativo
desempeño de tareas amparadas y protegidas por el derecho laoral que, como es sabido, prohibe que se reduzcan
las remuneraciones.
3. Frente a la interpretación que se ha hecho de lo dispuesto por el artículo 261 de la ley 19.550, debe la actora
impugnante demostrar que la cuarta parte de las ganancias resulta suficiente para abonar las tareas especiales que
cumplen los directores.
4. Se ha sostenido que la frase contenida en el artículo 261 de la ley 19.550 "frente a lo reducido de las ganancias
no constituye sino una descripción del supuesto de hecho según el cual resulta aplicable la norma misma: que la
ganancia es reducida cuando la inversión de sólo su 25% no basta para la contratación de comisiones especiales
o tareas técnico-administrativas por parte de sus directores, y en tal sentido, esta interpretación impone a la
accionante la demostración que ese porcentaje de las ganancias resultaba suficiente para abonar las tareas
especiales que cumplen los directores.
5. En materia societaria existe la necesidad de limitar al mínimo, lógicamente posible, la categoría de las
nulidades absolutas frente a las de anulabilidad. (Del voto del doctor Williams).
6. La impugnación de la asamblea formulada por la parte actora en lo que respecta a la capitalización de
utilidades encuadra dentro de las deliberaciones anulables.
7. La actitud asumida por los impugnantes al cobrar de la sociedad las acciones emitidas como consecuencia del
aumento de capital social por capitalización de utilidades debe ser receptada favorablemente en lo que respecta a
los efectos jurídicos previstos por el artículo 1063 del Código Civil, en razón de que significa un acatamiento
expreso a la decisión asamblearia impugnada, y al mismo tiempo, se ratifica por el ejercicio de los derechos
como accionista, con sustento en las mencionadas acciones emitidas, al concurrir, con incremento de su
participación social, a la asamblea posterior. (Del voto del doctor Williams).
Cám. Nac. Com., Sala B, 21-MI-1984, "Saunier, Roberto V. c. La Casa de las Juntas, SA.", L.L., 1985-D, pág.
90.

A diferencia de lo que ocurre con otros derechos de minoría, no se exige en este supuesto que el accionista o la
pluralidad de ellos que impugnen la asamblea por violación de la ley reúnan un determinado porcentaje del
capital social y esto no es alterado en modo alguno cuando se legisla sobre el voto acumulativo en el artículo 263
de la ley 19.550, pues aquí tampoco se condiciona o hm ita el derecho del accionista minoritario para impugnar
sino que, antes bien, se establece imperativamente que el estatuto no puede derogar este sistema de elección y
aun prohibe que por vía de reglamentación se dificulte su ejercicio.
Cám. Nac. Com., Sala C, 20-111-1980, "Schettini, José A. c. Gasonera Argentina SA.", E.D., 91-591; L.L.,
Repertorio XLI-1981, pág. 3072.

El plazo de caducidad de la impugnación que prevé el artículo 251 de la Ley de Sociedades, no es aplicable en el
caso de nulidad absoluta de la decisión asamblearia, y por ende no empece la acción de nulidad con fundamento
en las previsiones del Código Civil.
No basta la mera imputación de resultar determinada asamblea "nula absolutamente", para eludir el plazo de
caducidad establecido por el artículo 251 de la Ley de Sociedades.
Cám. Nac. Com., Sala D, 13-V-1991, "Cuffia, José M. e. La Concordia, Cía. de Segnros SA.", L.L., L, 1991-B,
pág. 2153; L.L., Repertorio LI-1991, pág. 1617.

1. El plazo establecido de manera específica por el artículo 251,


es un plazo de caducidad y no de prescripción, porque en su sentido propio y su alcance, nos conducen al campo
del perjuicio funcional de la acción, antes que al de la neutralización de los derechos específicos y
personales de los socios fiados a su ejercicio, que es la diferencia radical existente entre uno y otro
instituto.
2. La ley 22.903 modificatoria de la Ley de Sociedades acortó el plazo de caducidad de seis a tres meses,
remarcando el sentido de protección sistemática e institucional de las normas que se complementan para
asegurar la estabilidad y la seguridad del funcionamiento de las sociedades.
3. El artículo 253, L.S. - que establece un doble mandato, a los directores y a los jueces - sólo es comprensible y
coherente bajo la hipótesis de caducidad.
4. La caducidad establecida en el artículo 251, L.S., es de fondo, cuyo plazo no se puede suspender ni
interrumpir en los períodos inhábiles o en la feria judicial.
Cám. Civ. y Com., Bahía Blanca, 19-111-1992, "López Cabañas, Omar c. Banco Comercial de Tres Arroyos
SA.", E.D., 14-VIII-1992.

Los herederos de un accionista que plantean la nulidad de las decisiones asamblearias, fuera del plazo previsto
en el artículo 251, L.S., no pueden alegar en su defensa la suspensión de la prescripción por imposibilidad de
obrar en razón de continuar las acciones a nombre del causante y no tener la disposición de ellas, lo que
imposibilité el depósito de los títulos para ejercitar sus derechos, toda vez que siendo acciones nominativas no
era necesario aquel requisito, y tratándose de herederos forzosos que entran en posesión de la herencia desde el
día del fallecimiento del causante sin necesidad de investidura judicial (art. 3410, Cód. Civ.), el ejercicio de los
derechos de socio no se encuentra subordinado a la mscripción de la declaratoria de herederos en los registros de
la sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala C, 29-X-1990, "Schillaci, Irene c. Establecimiento Textil San Marco SA. slnulidad de
asamblea", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial

Aquéllos a quienes la ley legitima para impugnar por nulidad una resolución asamblearia pueden hacerlo desde
el momento en que la misma fue aprobada y no desde que se puso en ejecución; antes bien, la ley fija un plazo
máximo para deducir la acción con lo que, de ser exacta la interpretación de la recurrente, sería muy sencillo
soslayar las acciones de nulidad, bastando que la sociedad no las ponga en ejecución durante los seis meses que
siguen a la clausura de la asamblea o a la publicación, puesto que posteriormente ya no podría ser impugnada.
Cám. Nac. Com., Sala C, 20-111-1980, "Schettini, José A. c. Gasonera Argentina SA.", E.D., 91-591; L.L.,
Repertorio, XLI-1981, pág. 3072.

Suspensión preventiva en la ejecución de la decisión impugnada (art. 252)

1. Dado que existen elementos de juicio que autorizan a conferir algún grado de verosimilitud a la pretensión de
suspensión de decisiones
asamblearias y que la misma tiende a mantener inalterable el statu quo existente al momento de la
resolución asamblearia impugnada, aparece como prudente el dictado de dicha medida, en tanto con ella no hace
sino preservar la utilidad de un eventual pronunciamiento fmal favorable, evitando que se torne ilusorio el
resultado buscado por medio del proceso.
2. La medida precautoria de suspensión de las decisiones asamblearias se encuentra prevista específicamente
por la Ley de Sociedades en su artículo 252, que tiende a evitar que la futura sentencia a recaer se torne ilusoria
por haberse consumado un perjuicio irreparable al ejecutarse una resolución nula. Dicha medida es de carácter
excepcional y restrictiva si se tiene en cuenta que puede no sólo lesionar el interés de la sociedad y de los socios,
sino de los terceros que contrataron con ella, sobre los cuales no pueden recaer las consecuencias de los
problemas internos. (De la sentencia de la. instancia).
3. Existiendo una cierta violación en el orden interno de la controlante en el otorgamiento del poder para
concurrir la asamblea, ya que no habría sido decidido por el directorio en cuanto órgano, como en principio
correspondería, y ante la carencia por parte del mandatario de instrucciones concretas para actuar como lo Izizo,
podría haber habido un vicio en la representación que habría afectado el voto mayoritario y, por ende, la
regularización de la asamblea celebrada, lo que haría procedente la suspensión preventiva de las decisiones allí
tomadas, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 252 de la Ley de Sociedades. (De la sentencia de la.
instancia).
Cám. Nac. Com., Sala C, 4-V-1994, "Brandes, Pedro c. Labinca SA.", L.L., 30-111-1995.

La medida cautelar consistente en la suspensión provisoria de lo decidido en la asamblea general ordinaria de


una sociedad anónima resulta accesoria de la acción de nulidad articulada contra dicha asamblea, sobre la base
de que el voto mayoritario no seria representativo de los legítimos accionistas detentadores de las acciones
respectivas. Habida cuenta de dicho carácter accesorio, la mencionada cautela resulta ajena al ámbito de interés
particular de los accionistas. En efecto, la aludida naturaleza accesoria le otorga el carácter de social uf singul¡ y,
por lo tanto sólo justificable si la demora en la resolución definitiva implicara peligro relativo al interés objetivo
de la sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala A, 31-111-1993, "Garaventa, Adolfo F. c. Garaventa Hnos. SA.", L.L., L, 1993-B, pág.
2446; L.L., Repertorio, LIII1993, pág. 1628.

La suspensión de la decisión asamblearia en los términos del artículo 252, L.S., como consecuencia de la
insatisfacción del derecho de información de que se halla investido el accionista, respecto de los libros y papeles
sociales que sirve de antecedente a los estados contables cuya aprobación fue sometida a asamblea, es una
solución excepcional que
debe reservarse para aquellos supuestos en que no resulta posible solucionar la situación por otra vía.
Cám. Nac. Com., Sala C, 21-11-1992, Ficha nro. 13.904, "Manente, G. T. c. Antonio Manente SA. 5/sumario
S/inC de medida precautoria", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

Resulta improcedente la medida cautelar consistente en la suspensión provisoria de lo decidido en una asamblea
general ordinaria, pedida por los socios minoritarios a quienes aparentemente - en forma ilegítima, se les habría
impedido votar acumulativamente la elección del órgano fiscalizador.
La medida resulta ajena al ámbito de interés particular de los accionantes, atento a su carácter accesorio de la
acción de nulidad que le otorga el carácter de social ut singuli y por ello sólo justificable en tanto la demora en la
resolución defmitiva implique peligro relativo al interés objetivo de la sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala A' 27-VI-1990, "Roca, Isabel c. Castelar SA.IA. s/sumario s/inc. de apelación",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

1. Si la demanda se basa en la existencia de un acto societario nulo de nulidad absoluta, no es de aplicación el


artículo 251 de la ley 19.550 sino las normas ordinarias del Código Civil, conforme las cuales tal acción no es
susceptible de extinguirse por vía de prescripción.
2. Debe hacerse lugar preventivamente a la suspensión de la ejecución de la resolución adoptada por una
compañía de seguros en su asamblea que dispuso ampliar el capital mediante su integración en efectivo, si prima
facie la acción no se encuentra prescripta y el aumento en efectivo no aparece razonable ni justificado por existir
reservas capitalizables por un monto superior al aumento y encontrarse avanzadas las tratativas de venta de un
inmueble que finalmente se concretó; circunstancias éstas de las que se sigue la aparente falta de necesidad de
imponer la integración del capital en efectivo. (En el caso el tribunal consideró configurado también el peligro en
la demora como insito en los hechos, porque tratándose de acciones al portador su emisión e inmediata nego-
ciación a terceros de buena fe podría ocasionar que una eventual sentencia acogiendo la nulidad pretendida, se
tornara ilusoria en cuanto a su cumplimiento).
Cám. Nac. Com., Sala de feria, 11-1-1985, "Lucino, Jorge A. J. y otro c. Unión Comerciantes, Cía. de Seguros",
L.L., 1985-C, pág. 483.
Contracautela

1. La cuantía de la contracautela debe ser fijada en atención al importe de los perjuicios posibles que pueda
ocasionar la medida cautelar, para el caso de haber sido solicitada sin derecho.
2. La suspensión de ejccución de la resolución de la asamblea, prevista en el artículo 252 de la ley 19550 es una
vía para la protección de los derechos de los accionistas minoritarios, por lo cual la contracantela, en razón de la
debida garantía a la sociedad, no puede ser tan gravosa que, de hecho, impida la suspensión, si el juez considera
que concurren motivos graves que justifican la medida.
Cám. Nac. Com., Sala C, 25-X-1978, "González Carrera, Luciano c. Cafés, Chocolates Aguila y Productos Saint
Hnos. SA.", L.L., 1981-A, pág. 575.

Responsabilidad de los accionistas que votaron favorablemente la decisión que se declare nula (art 254)

Para hacer efectiva la responsabilidad de los accionistas que votaron favorablemente en cierta asamblea, es
menester que las resoluciones asamblearias hayan sido declaradas nulas.
Cám. Nac. Com., Sala B, 11-111-1991, "López Goiázález, Manuel c. Beigrano 602 SA. s/ord.", L.L., Repertorio
LI-1991, pág. 1618.

B) DE LA ADMJNJSTRAUON YREPRESENTA ClON 251. CARACTERIZACION

Conforme la adopción de la teoría organicista por la Ley de Sociedades, los administradores no son mandatarios
sino funcionarios de la sociedad, ergo no son terceros los que actúan sino la sociedad misma y lo hacen con
arreglo a las atribuciones conferidas en el acto constitutivo.
La distinción precisa y absoluta entre la persona jurídica y sus miembros (art. 39, Cód. Civ. y artículo 22, L.S.),
determina que la actuación de la persona jurídica compromete su propia responsabilidad y no la de los seres
humanos, que con sus actos configuran la actividad de aquélla.
Cám. Nac. Com., Sala B, 19-111-1990, Ficha nro. 8067, "J. Vázquez Iglesias c. Basterrechea SA. s/sum.",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial

253 BIS. REMOCION

No corresponde que un director sea suspendido temporalmente de su cargo por estar en disidencia con la línea
directiva de la sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala A, 8-VIII-1994, "Trento, Horacio Raúl c. Greiding, Leonardo y otros s/impugnación
decisión de directorio y daños y perjuicios y Trento, Horacio Raúl c. Instituto Argentino de Alergia e
Inmunología SA. sumpugnación de asamblea", E.D., 27-IV-1995.
1. La designación o cesación de administradores tiene efecto como tal desde el acto de decisión y no desde su
inscripción, dado el carácter - en principio - declarativo de esta última.
2. La inscripción produce una "apariencia engañosa" susceptible de inducir al tercero de buena fe a contratar
con aquel que, según las constancias registrales, está habilitado para representar a la sociedad.
La ley 0pta en el caso por proteger al contratante de buena fe que tomó los recaudos necesarios para asegurarse
de la vigencia y la apariencia legal del mandato debiendo la sociedad soportar - a todo evento -las consecuencias
derivadas de la elección de representantes, máxime cuando ni siqulera haya sido inscripto el cese en el cargo del
supuesto representante social.
3. No deben perderse de vista los imperativos de la seguridad jurídica y el interés de los terceros de buena fe,
como son los acreedores, a quienes no puede exigirse un constante examen sobre los antecedentes relativos a la
forma de elegirse las autoridades de una sociedad anónima.
Cám. Nac. Com., Sala C, 27-11-1990, "Balbi de Cevallos, Ida c. Salaberry, Horacio s/Sum.", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara ComerciaL

Inscripción del directorio

La inscripción requerida por el artículo 60 de la ley 19.550 es meramente declarativa, ya que la designación o
cesación de administradores tiene efecto como tal, desde la decisión asamblearia, y no, desde el acto de
inscripción que sólo cumple una función de publicidad.
Cám. Nac. Com., Sala B, 17-111-1981, "Banco Río de la Plata, SA. c. Canto SA., Hilario L. y otro", L.L., 1981-
C, pág. 161.

256. REEMPLAZO (Art. 258)

En el caso de director único, puede ser asimilada la firma del director suplente a la del vicepresidente, en el
sentido de serie aplicable la jurisprudencia que señala que el último tiene idénticas facultades que el presidente y
las puede ejercer indistintamente por éste.
Cám. Nac. Com., Sala A, 30-VII-1990, "Lumiere Propaganda Soc. de hecho c. Chenay SA.", R.D.C.O., año 23,
1990-B, pág. 794.
257. RENUNCIA (Art. 259)

En razón de la naturaleza del vínculo que une al director con la sociedad, éste puede renunciar en cualquier
momento a su cargo y sin
invocación de justa causa, como contrapartida del derecho de revocación ad nutum por la asamblea
ordinaria de accionistas, conforme lo prescribe el artículo 256, L.S.
No hay responsabilidad del director de una sociedad derivada de su renuncia, aun cuando ella haya sido
intempestiva, dejando a la misma sin el concurso de sus funciones como miembro del órgano de administración,
en tanto no afectó el mantenimiento del quórum, no impidiendo el normal funcionamiento del directorio.
Cám. Nac. Com., Sala A, 31-X-1991, Ficha nro. 13.487, "Burmar SA. c. Marincovich, Rodolfo Carlos y otro
sicobro de pesos", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

260. REPRESENTACION DE LA SOCIEDAD (Art. 268)

De acuerdo con el artículo 268 ley 19.550, la representación de la sociedad anónima corresponde "al presidente
del directorio...". Por ello, para su actuación en juicio, es suficiente 'a comprobación de dicho órgano.
Cám. Nac. Civ., Sala C, 30-V-1991, "Sivagam SA. e. Kouyoumdjian, Angel", L.L., 1991-E, pág. 198; DJ, 1992-
1-83; L.L., Repertorio LI-1991, pág. 1618.

El presidente de una sociedad anónima que se presenta en juicio debe forzosamente exhibir todos los
instrumentos que lo acrediten, como el estatuto social y testimonio del acta de directorio del que suria su
designación.
Cám. Nac. Civ., Sala C, 30-V-1991, "Sivagam SA. c. Kouyoumdjian, Angel", L.L., 1991-E, pág. 198; DJ, 1992-
1-83; L.L., Repertorio LI-1991, pág. 1618.

Del dictamen del fiscal de Cámara:


La apariencia de representación por parte de un ex representante, negligentemente tolerada por la sociedad,
obliga a ésta y torna irrelevante la inscripción registral de la cesación que se hubiera practicado.
Cám. Nac. Com., 24-IX-1990, Ficha nro. 10.708, "Puch SA. s/quiebra s/inc. de reposición", Repertorio de
Jurisprudencia de la Cámara ComerciaL

Por ineficaces que resulten los actos asamblearios no es razonable entender que el mandatario al que le han sido
revocados los poderes, pueda esgrimir la representación societaria para obrar -n nombre de la persona ideal y
contra aquellos que deben decidir la subsistencia del vínculó.
Cám. Nac. Com., Sala C, 29-IV-1991, "Beraja, Salomón y otra c. Beraja, David y otros", L.L., L, 1991-B, pág.
1583; L.L., Repertorio LI1991, pág. 1617.
262. GERENTES (Art. 270)

Del dictamen del fiscal de Cámara:


Señala que sus funciones dentro de la empresa no eran las de administración reservada a otro de los socios
gerentes, por lo que se agravia, asimismo, de que se hayan considerado los procederes en forma genérica sin
analizarlos desde la óptica del artículo 238 de la ley concursal.
Los argumentos en torno al desempeño de funciones técnicas y no administrativas deben ser desestimados. En
efecto, por estar a cargo de los socios gerentes el gobierno, administración y manejo de la sociedad, son ellos los
directamente responsables de los actos atribuldos a la sociedad en la cual intervinieron, y aun cuando el sujeto no
haya actuado directamente en los hechos que motivan el encuadramiento, es función de cúalquler integrante del
órgano de administración la de controlar la totalidad de la gestión empresaria, dando lugar su incumplimiento a
una suerte de culpa in vigilando.
La alienidad en la administración social demuestra una conducta que debe ser reprochada, pues persistió una
mínima obligación de vigilancia del regular desenvolvimiento de la empresa.
Considero que la causal del inciso 11 del artículo 235 debe ser mantenida, pues lo que interesa a la ley es la
presentación de los libros de comercio a fin de poder reconstruir la evolución de los negocios en el tiempo previo
a la quiebra y hallar una explicación razonable y coherente de aquéllos y de nada sirve señalar que los libros
existieron y que luego desaparecieron por ser esto irrelevante a los fines concursales.
Cám. Nac. Com., Sala C, 28-XI-1994, "Constructora Spinillo S.R.L. siquiebra", L.L., 10-VII-1995, Repertorio
de Jurisprudencia de la Cámara Comercial

263. PROHIBICIONES (Arts. 271, 272 y 273)

1. La prohibición de votar impuesta a los directores consagra una nulidad relativa, que como tal obliga a
analizar si se obró haciendo prevalecer el interés contrario y si de ello se derivó un perjuicio para la sociedad.
Por tanto, la nulidad no puede prosperar si no se explicitan acabadamente los perjuicios que para la sociedad y
las minorías se derivan de la infracción formal al artículo 248 de la Ley de Sociedades.
2. Interés contrario no es igual a ausencia de interés. Así se ha hablado de intereses paralelos o coincidentes en
un razonamiento que es aplicable al caso en que se trata de remunerar a los directores por trabajos efectivamente
prestados a la sociedad, y la retribución es adecuada a la labor realizada y compatible con las reglas legales
pertinentes. En tal caso, nada obsta a considerar que debe satisfacerse simultáneamente el
legítimo interés del accionista que desarrolló una labor útil a la sociedad y el de ésta que otorga una
remuneración justa por ello.
3. De aceptarse el criterio que ve en el artículo 248 de la Ley de Sociedades un supuesto de nulidad, la emisión
del voto y la consiguiente resolución alcairzada se hallarían entre los actos anulables (art. 1046, Cod. Civ.). Por
ello es necesario analizar si ha habido un perjulcio real y tangible para la sociedad a fm de determinar si el acto
padece de un defecto o vicio constitutivo con entidad suficiente como para determinar su nulidad.
Cám. Nac. Com., Sala C, 12-111-1993, "Comisión Nac. de Valores c. Laboratorios Mex SA.C.", L.L., 20-VII-
1993.

Toda vez que la prohibición que pesa sobre los directores para votar la aprobación de los estados contables no es
absoluta, contempla el interés encontrado que puede existir entre el director y la sociedad y procura evitar el
ejercicio abusivo del poder de la mayoría.
Pero en el sub eramine no fue mayoría qulen así obró: y, la nulidad incoada por violación de la norma citada no
puede prosperar por ausencia de demostración de los perjulcios que para la sociedad - y la minoría - se derivaron
de tal situación (ver esta Sala in n' "Milrud, Mario c. The American Rubbers Co. S.R.L.", 15-V-1987). Ni la pieza
introductora de la litis, ni la expresión de agravios, referencia el o los perjuicios sufridos por los actores o por
ente, por lo que se pretendería la nulificación del acto por la nulidad misma, y ello es improcedente.
Cám. Nac. Com., Sala B, 13-VI-1991, "NoeI, Carlos M. y otra c. NoeI y Cía. SA.", L.L., 1992-C, pág. 420; DJ.,
1992-2-332; E. D., 145-702.

264. OBLIGACIONES (Art. 274)

Los directores de una sociedad anónima han obrado en oposición al interés social al quebrantar el deber de
lealtad debido a la sociedad, cuando usando la información adquirida en el desempeño de sus cargos y la
invalorable colaboración de los ex-dependientes - que también tuvieron acceso a informaciones confidenciales
de uso interno-, se lanzan a competir con ella fin de obtener ganancias impropias, con lo cual le ocasionan un
innegable perjuicio, que los hace pasibles de la acción social de responsabilidad.
Cám. Nac. Com., Sala A, 31-X-1991, Ficha nro. 13.488, "Burmar SA. c. Marincovich, Rodolfo Carlos y otro
sicobro de pesos", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara ComerciaL

265. RESPONSABILIDAD DE LOS ADMINISTRADORES SOCIALES

Acreditado el comportamiento doloso de los directores de una sociedad anónima, éstos responden por los daños
materiales que sean con-
secuencia inmediata y necesaria del incumplimiento de la obligación, y también por aquellos que sean
consecuencia mediata del mismo (arts. 520 y 521, Cód. Civ.), entendiéndose por "consecuencia mediata" aque-
lías que resultan de la conexión del incumplimiento con un acontecimiento distinto y que han podido preverse
(arts. 901 y 904, Cód. Civ.). Deben concurrir un factor subjetivo, el de su previsión o el de su previsibilidad; y
otro objetivo, el de su conexión con un acontecimiento distinto.
Cám. Nac. Com., Sala A' 31-X-1991, Ficha nro. 13.489, "Burmar SA. c. Marincovich, Rodolfo Carlos y otro
sicobro de pesos", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

1. Los directores de la sociedad anónima, actuantes al momento de producirse las asambleas de accionistas que
resolvieron las emisiones de acciones ordinarias en infracción al derecho de preferencia, podrían ser
corresponsabilizados juntamente con los accionistas que votaron favorablemente la decisión de emisión. (En el
caso tal corresponsabilidad no fue declarada por el tribunal de alzada en razón de que la demanda no fue dirigida
contra los directores, y a fm de salvaguardar el ejercicio del derecho de defensa).
2. Los actos contrarios a derecho - según genéricamente se ha reglado - para los cuales no exista sanción
determinada, serán reprobados en principio con la aplicación de la sanción civil de nulificación. (En el caso
concreto el tribunal no hizo lugar a la nulidad de decisiones asamblearias).
Cám. Nac. Com., Sala D, 23-XII-1981, "Sichel, Gerardo F. c. Massuh, SA.", L.L., 1983-B, pág. 493.

Calificación dc conducta

Respecto a la alegada (aunque no acreditada) falta de intervención en los negocios de la sociedad, aparece
negligente la conducta de aquél cuya actuación se denuncia como meramente formal, frente a actos sociales
constitutivos de causales de conducta culpable, consumando una suerte de culpa in vigilando (E.D., 121-163, 29-
220-250). La condición de miembro del órgano administrativo importa la extensión de las calificantes atribuibles
a la conducta de la fallida, mientras el imputado no acredite una justificación subjetiva (Cám. Nac. Com., Sala D,
29-XII-1978, L.L., 1979-B, pág. 336).
Cám. Ap. Civ. y Com., Cir. II, Río Negro, Se. nro. 527/93, 14-X-1993, "Cerfrut SA. slquiebra s/incidente de
calificación de conducta", Colegio de Abogados de la la. Circunscripción Judicial "General Roca",
Jurisprudencia Condensada, pág. 31.

267. EXTINCION DE LA RESPONSABILIDAD (Art. 275)

La aprobación de la gestión de los directores por parte de la asamblea opera a modo de inmunidad de los
integrantes del órgano contra
reclamos ulteriores y produce el descargo de éstos en el caso de existir irregularidades, con la consecuencia de
neutralizar la acción social de responsabilidad.
Cám. Nac. Com., Sala B, 13-VI-1991, "NoeI, Carlos M. y otra c. Noei y Cía. SA.", L.L., t.c. 1992, pág. 420.

Si bien es cierto que el artículo 275 de la ley 19550 permite que la responsabilidad de los directores y gerentes
sea resuelta por la asamblea mediante transacción, no lo es menos que dado que la Ley de Sociedades
Comerciales excluye de la extinción de la responsabilidad por acuerdo de la asamblea los actos de los directores
que entrañen una violación de la ley, los estatutos o el reglamento, va de suyo que la transacción sólo cabe en
aquellos casos de gestión cuyo incumplimiento puede resolverse a través de una acción resarcitoria de los
perjulcios causados.
La extinción de responsabilidad de los directores y gerentes de una sociedad es procedente, fundamentalmente,
cuando se trate de actos no violatorios de la ley, estatuto o reglamento, lo cual se explica porque la asamblea
misma no puede aprobar retroactivamente tales actos que escapan a sus atribuciones.
La aprobación del balance es un acto interno con función cognoscitiva sobre la situación expuesta por los
administradores, lo que no implica una asunción propiamente ni una ratificación por parte de la asamblea de su
resultado, y no vincula ni impide el ejercicio eventual de la acción de responsabilidad contra los administradores.
De la resolución asamblearia que aprueba dos partidas del balance no puede deducirse la voluntad de la
asamblea de convalidar la gestión de los administradores. El balance, en definitiva, no es equiparable a una
rendición de cuentas, la que aceptada, importa la liberación de los administradores.
S.C.BA., 20-IX-1994, "Cooperativa Agropecuaria Alberdi Ltda. c. Maraviglia, Luis 5.", DJ.B.A., 147-7080;
L.L., Repertorio LIV- 1994, págs. 2019/20.

268. ACCION JUDICIAL DE RESPONSABILIDAD (Arts. 276, 277, 278 y 279)

1. La acción individual de responsabilidad contemplada en el artículo 279 de la ley 19.550 tiene por objeto la
reparación de los daños directos ocasionados a los socios o a terceros por los actos u omisiones de los
administradores, pero no los perjuicios indirectos sufridos por menoscabo del patrimonio social. (Del dictamen
del fiscal de Cámara que ésta comparte).
2. El daño que justifica el ejercicio de la acción contemplada en el artículo 279 de la ley 19.550 debe producirse
por una violación dolosa o culpable del derecho individual del accionista o tercero o quedan,
entonces, excluidos los perjuicios producidos por afectación del patrimonio social, pues únicamente
corresponde resarcir los daños directos. (Del dictamen del fiscal de Cámara que ésta comparte).
3. El incumplimiento de los deberes impuestos por la ley a los administradores y el síndico de la sociedad no
determina por sí solo la relación de causalidad con el incumplimiento del contrato de mutuo que constituye el
daño invocado por el tercero acreedor como fundamento de la acción prevista en el artículo 279 de la ley 19550.
(Del dictamen del fiscal de Cámara que ésta comparte).
Cám. Nac. Com., Sala E, 1&V-1995, "Peacan Nazar, R. c. Torres Astigueta SA.", L.L., 12-VI- 1996.

La doctrina distirgue la acción individual de la acción social de responsabilidad ejercida por el socio
individuaimente, la que se origina por un daño en el patrimonio del socio, producido a través de la figura
societaria.
La acción individual se refiere a daños que el accionista reciba personalmente y no a los resultantes del mayor
daño sufrido por la sociedad.
A los fmes de la acción individual no puede computarse como daño causado a la persona que la ejerce, la parte
proporcional que le corresponda en el daño causado al patrimonio de la sociedad.
La procedencia de la acción individual de responsabilidad contra los directores y consejeros, está condicionado a
que el accionista sufra un perjuicio directo en su patrimonio.
Cám. Nac. Com., Sala E, 11-111-1991, "López González, Manuel c. Belgrano 602 SA. y otros", L.L., Repertorio
LI- 1991, pág. 1618.

El transcurso del plazo de tres meses previsto en el artículo 277,


no produce la caducidad de la acción del artículo 276, L.S., desde que tal consecuencia no se encuentra
literalmente prevista en esas normas legales.
Cám. Nac. Com., Sala D, 15-V-1992, Ficha nro. 14.437, "Roar SA. c. Cano, Mario sim edida precautoria",
Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial

Teniendo en cuenta que una vez ingresada la sociedad al estado de liquidación cesa el directorio y la
administración y representación queda a cargo de quien o quienes hayan sido designados liquidadores (arts. 105
y 108, L.S.), no se encuentra habilitado para ejercer las acciones de responsabilidad otorgadas por los artículos
279 y 277 de la Ley de Sociedades quien no ha acreditado carácter de socio o liquidador, ni ha probado la
existencia de daño personal susceptible de ser reparado.
Cám. Nac. Com., Sala E, 29-VI-1994, "Embom, Lidia E. y otro c. Benchoan, Moisés", L.L., 7-111-1995.
1. Para que resulte viable la acción social de responsabilidad de los directores de una sociedad anónima debe
configurarse un daño concreto y demostrado y los restantes presupuestos de la teoría general de la
responsabilidad civil; es decir, que debe veriiicarse un incumplimiento jurídicamente relevante, atribuible a título
de culpa a quien se le efectúa el reclamo, unido por un nexo de causalidad con el daño producido. Por el
contrario, para que sea adinisible la remoción de los directores no es necesario que su actitud haya originado un
daño al patrimonio social, sino que es suficiente que hayan dejado de cumplir con obligaciones a su cargo;
entendiéndose por tales los deberes de obrar con lealtad y con la diligencia de un buen hombre de negocios.
2. El presupuesto de procedencia de la acción de remoción de los directores de una sociedad anónima está dado
por la actividad de los mismos, quienes por medio de la realización de ciertos actos - o por la omisión de elios-
dan origen a la existencia de un peligro grave (art. 113, L.S.).
3. La acción individual de responsabilidad contra los directores de una sociedad anónima requiere como acción
social ejercida ut singuli, la existencia de un daño, pero con la diferencia de que la lesión debe ser personalmente
y directamente sufrida por el socio sobre su patrimonio; es decir, que ambas acciones, que pueden derivar de un
mismo hecho dañoso, se diferencian por el carácter general o especial del perjuicio sufrido.
4. El plazo establecido por el artículo 67 de la Ley de Sociedades no es una mera cuestión formal insusceptible
de justificar la impugnación de la decisión asamblearia, de aprobar el balance y los estados contables; pues, el
mismo no apunta sólo a la protección del socio, sino, también, a mantener la coherencia del sistema de la Ley de
Sociedades, en cuanto rige la vida de entes que, para su dirección, se manejan por el régimen de mayorías, lo
cual implica la necesaria deliberación al adoptar decisiones. Por tanto, dado que para esta deliberación la
información resulta esencial, de no respetarse el plazo referido, no se permitirá a los socios alcanzar el
conocimiento necesario e indispensable para que se verifique el debate pleno en el que se consideren todas las
posiciones existentes en el órgano deliberativo, lo cual constituye una causa de impugnación de la asamblea.
5. La doctrina del precedente "Pereda" - la cual establece que las decisiones asamblearias que no sean
violatorias de la ley, el estatuto o el reglamento quedan estrictamente reservadas a los órganos societarios
competentes, salvo casos de arbitrariedad extrema o irracionalidad dañosas, en los cuales dichas decisiones serán
revisables judicialmente - no puede ser aplicada al supuesto en el cual se impugnó una decisión asamblearia
porque no se había cumplido con lo dispuesto con el artículo 67 de la Ley de Sociedades. En efecto, tal
menoscabo al sistema de información societaria, con agravio al principio deliberativo al que la asamblea está
sujeta como órgano colegiado, compromete el plano de la
legalidad; colocando la cuestión en el campo del artículo 251 de la ley citada, de lo cual se deriva la
impugnabilidad de la decisión de marras.
Cám. Nac. Com., Sala B, 29-x'-1994, "Mourín López, José Luis c. Editorial Molina SA. y otros sisumario",
E.D., 30-V-1995.

270. SISTEMAS DE ELECCION DEL DIRECTORIO (Arts. 262 y 263)

1. La esencia del "sistema del voto acumulativo" es dar protección y representación a la minoría en el
directorio de la sociedad an& nima, por lo cual el artículo 263 del decreto-ley 19.550/72 prohibe no sólo derogar
este derecho sino dificultar su ejercicio coherentemente con la motivación de la norma.
2. Notificada la sociedad anónima del ejercicio del "sistema de voto acumulativo" por un accionista, toda
reducción o aumento del número de integrantes del directorio que perjudique la expectativa normal de
representación numérica de la o las minorías debe considerarse contraria a la letra y al espfritu de la institución,
al legítimo interés social de la comunidad expresado en la norma y a la debida lealtad entre todos los
componentes de la entidad.
En orden a esa idea y a pesar de la falta de recepción de disposiciones que obliguen a integrar el directorio con
un número de miembros que permita aplicar perfectamente la disposición del artículo citado en su primer párrafo
(un tercio de las vacantes) no resulta aventurado sostener que, notificada la sociedad del ejercicio del "sistema de
voto acumulativo" por un accionista, toda reducción o aumento del número de integrantes del directorio que
pcrjudique la expectativa normal de representación numérica de la o las minorías, cualquiera pudiera ser el
efecto práctico del acto eleccionario, debe considerarse contraria a la letra y al espíritu de la institución, al
legítimo interés social de la comunidad expresado en la norma, cuyo efecto ha sido la personalidad otorgada por
el Estado, y a la debida lealtad entre todos los componentes de la entidad.
Cám. Nac. Com., Sala A, 21-VI-1974, "Cerámica Milano, SA.", E.D., 58-373; L.L., 1975-A, pág. 149.

Renovación escalonada del directorio

Qué debe entenderse por renovación escalonada: mediante dicho sistema de renovaciones parciales de directorio
se pretende evitar la cesación de todos sus componentes en una misma oportunidad, de modo que al finalizar
cada período electivo, caduca solamente el mandato de algunos directores, procediéndose a su reelección o
reemplazo, en tanto que los restantes directores continúan en sus cargos hasta que - por expiración de los
respectivos mandatos en una misma o distintas oportunidades - se realicen nuevas elecciones. Régimen que
difiere de la particular interpretación que sustenta el pronunciamiento recurrido, en
el que se acepta que ante cada situación de vacancia se elijan cantidades desiguales de directores y por
períodos completos y por ende variables.
Cabe concluir entonces que si la renovación parcial no está prevista en los estatutos, no se halla autorizada por
cuanto limita la participación de las minorías en el gobierno de las sociedades por acciones, aun cuando tales
renovaciones parciales de hecho constituyan una vieja práctica societaria, en tanto no exista una expresa reforma
de los estatutos adoptada por asamblea extraordinaria debidamente inscripta (art. 12, 2ª. parte, ley 19.550).
De modo que si no existe previsión estatutaria de renovación escalonada, ello significa que cesará el mandato de
todos los directores por expiración del término para el cual fueron designados en forma simultánea. (El artículo
257, Ley de Sociedades, fija como máximo tres ejercicios, según el artículo 19 del estatuto: tres años). Por ello
frente a una elección por el sistema del voto acumulativo y el mandato vigente de parte de los integrantes - por
haberse practicado anteriormente la renovación parcial, sin previsión estatutaria en tal sentido - la asamblea
deberá revocar o remover de sus cargos a los integrantes del órgano que corresponda - en el sublite el directorio-,
de forma tal que todos los cargos queden vacantes, facilitando, así, las posibilidades a la minoría para que
obtenga representación en el órgano. Pero aun cuando por vía de hipótesis se entendiera que sí existe previsión
estatutaria en tal sentido, 'en ese supuesto deben vencer en forma conjunta los mandatos de por lo menos tres
directores, debiendo por consiguiente elegir sus reemplazantes en forma simultánea.
Resumiendo, de no existir la sincronización señalada, se obstruye el derecho de voto acumulativo, violentándose
la norma imperativa del artículo 263 de la ley 19.550, por cuanto: a) si no existe previsión estatutaria de
renovación escalonada se crea un régimen de elección escalonada de hecho - tal como ha acontecido en el caso
en análisis -; b) en tanto que si existe tal previsión estatutaria, la misma deberá efectuarse armónica y
sincronizadamente, eligiéndose un mínimo de tres directores, pues para que el voto acumulativo pueda ser
ejercido - sólo hasta un tercio de las vacantes a llenar - es necesario que las vacantes a cubrir sean por lo menos
tres para que el sistema de renovación parcial y escalonada sea totalmente válido (Le Pera, Sergio, Voto
Acumulativo, pág. 90; Sasot Betes-Sasot, S.A. Las Asambleas, pág. 287; Halperin, Sociedades Anónimas, pág.
284). Por supuesto cuando se trate de llenar vacantes circunstanciales por muerte o incapacidad, por ejemplo de
uno o dos directores, obviamente no podrá invocarse el artículo 263 para atacar la eleeción. Se trata de casos
limites y no funcionan dentro de la dinámica habitual de la sociedad que es lo que la ley ha regulado. Una
vacancia por muerte o incapacidad se cubrirá en la asamblea por elección ordinaria, sin posibilidad de votación
acumulativa (Zamenfeld, Víctor, "Elección de directores de sociedades anónimas por voto acumulativo y por
clases o categoría de acciones , Revista Fides, nros. 38 y 39, pág. 161).
El artículo 263 de la ley 19.550 constituye una norma imperativa de fuente legal referida a un derecho intangible
y por ende inderogable de los socios, que no puede ser sustituida ni modificada por el contrato constitutivo o su
reforma. Este carácter imperativo que establece la norma citada concierne solamente a ataques "directos" contra
el sistema, tal como se encuentra regulado en dicho artículo y en los casos establecidos por el mismo (conf. Le
Pera, op. cit., pág. 91), lo que no obsta por cierto a que tal disciplina se ofrezca como una mera facultad del
accionista que no se pierde por la falta de ejercicio, sino tan sólo en relación a cada oportunidad en que se deja
voluntariamente de ejercitar, pese a tener el camino expedito jurídicamente para hacerlo. Por ello se ha
sostenido, con fundamentos que comparto, que el artículo 263 constituye una norma cuya aplicación es de orden
público, con lo que se elimina la posibilidad de burlar el sistema (Negri, Carlos María, Cuademos de Derecho
Societario, T. II, 2ª, parte, pág. 433, punto 45.1.1. y Suárez Anzorena, Carlos, La Vacancia del Director y la
Reintegración del Directorio, pág. 105, nro. 30). Así también lo ha entendido la Comisión de Valores (res.
7344, 3-X-1985, expte. nro. 400/85) en autos "Sociedad Anónima Azucarera Argentina Comercial e Industrial".

Voto de la mayoría:
Las nulidades - ha sido reiteradamente declarado por la jurisprudencia - no pueden ser pedidas en el solo interés
de la ley; por otra parte, la invalidez de las resoluciones asamblearias debe acordarse con carácter restrictivo,
tanto por la magultud de tal declaración (Cám. Nac. Com., Sala A, E.D., t. 87, pág. 505; L.L., t. XL-J-Z, págs.
2432 y 2433, sums. 71 y 75), como por la aplicación del principio de conservación de los actos jurídicos de
acuerdo con el cual en caso de duda debe preferirse la interpretación que bonifica el acto y la validez y no la que
lo tiene por nulo (art. 218, inc. 32, Cód. Com.).
Por ello, resulta ahora necesario precisar si el artículo 263 relativo al voto acumulativo es una norma de orden
público instituida en miras del beneficio y organización de la comunidad, de los derechos y garantías de los
habitantes de la República, de las buenas costumbres y de los intereses superiores del Estado, o bien
simplemente se trata de una disposición incluida en la Ley de Sociedades comerciales en interés particular de los
accionistas.
Como dice la a quo "el orden público implica por esencia considerar el interés general o comunitario sobre el
particular". Citando a Colombres manifiesta que "las normas aceptadas generalmente como de orden público
desde que las partes pueden o no hacer uso de la misma, renunciarías, etcétera. El voto acumulativo es un
derecho disponible y negociable, que puede o no ejercitarse por los particulares interesados cúando se dan ciertas
condiciones de las cuales, la más notoria, es la necesidad de ostentar una tenencia mínima de acciones.
Careciéndose de
este mínimo, deviene una cuestión abstracta, como sucede en el presente caso.
De lo expuesto se desprende que nos encontramos ante un caso de anulabilidad, donde la norma (art. 263) tutela
a una categoría de accionistas, aunque mediante ella se satisfaga de modo mediato el interés general. Mas no
puede dejar de advertirse que el mentado artículo 263 contiene no una obligación para el minoritario sino una
simple facultad de votar acumulativamente, la cual, dadas las condiciones legales (aviso, legitimación, etc.) no le
puede ser coartada.
En cuanto a este particular es oportuno recordar que la jurisprudencia tiene establecido que la impugnación de
las decisiones asamblearias previstas por artículo 251 de la ley 19550 procede cuando exista lesión al interés de
la sociedad.
Cám. Nac. Com., Sala B, in re: "Carabassa c. Cauale sinulidad asamblearia", L.L., t. 1983-B, pág. 362.

Por ello voto: por la confirmación de la sentencia apelada. Sin costas en la alzada por no haber sido evacuado el
traslado de fs. 2752 vta.
Cám. Nac. Com., Sala A, 11-M-1986, "Vistalba, SA. c. Banco de
Galicia y Buenos Aires, SA. y otro sinulidad decisiones asamblearias y
Yinot, SA. c. Banco de Galicia y Buenos Aires sumpugnación de asamblea", E. D., 122-140; L.L., 1987-B, pág.
333.

Elección por acumulación de votos

A diferencia de lo que ocurre con otros derechos de minoría, no se exige en este supuesto que el accionista o la
pluralidad de ellos que impugnen la asamblea por violación de la ley reúnan un determinado porcentaje del
capital social y esto no es alterado en modo alguno cuando se legisla sobre el voto acumulativo en el artículo 263
de la ley 19.550, pues aquí tampoco se condiciona o limita el derecho del accionista minoritario para impugnar
sino que, antes bien, se establece imperativamente que el estatuto no puede derogar este sistema de elección y
aun prohíbe que por vía de reglamentación se dificulte su ejercicio.
El hecho de que con posterioridad a la sanción del nuevo régimen legal de las sociedades el actor no haya hecho
ejercicio de la posibilidad que le abría lo dispuesto por su artículo 263 de la ley 19.550 es irrelevante desde que
tal disciplina se ofrece como una mera facultad del accionista que no se pierde por su falta de ejercicio sino sólo
con relación a cada oportunidad en que se deja de ejercitar, pues no se extingue mientras subsiste el derecho de
ejercicio continuado en que está contenida, derecho que en este caso fluye de la posición de socio que confiere la
calidad de accionista.
Cám. Nac. Com., Sala C, 20-III-1980, "Schettini, José A. c. Gasonera Argentina SA.", E. D., 91-591.
Si no se discute en el caso que el accionista actor ni ningún otro, notificó a la sociedad que se demanda, la
decisión de votar acumulativa-mente, con la anticipación debida de no menos de cinco días a la celebración de la
asamblea, con indicaciones de las acciones con que se lo ejercerá, requisitos que insoslayablemente establece el
artículo 263 de la ley 19.550, resulta claro, que la variación del número de directores de nueve a seis, no frustró
realmente, ni perjudicó la normal expectativa de la representación numérica de la o las minorías, puesto que es
evidente que tal derecho no se ejercitaría en la mencionada asamblea, por propia disposición de los accionistas,
que no efectuaron notificación alguna a la sociedad; no puede entonces caerse en la suspicacia de estimar que la
variante, que fuera anunciada como punto de la orden del día, estaba destinada a "perjudicar" los derechos de la
minoría.
Cám. Ap. Civ. y Com., Santa Fe, Sala II, 4-IX-1979, "Roberts, Ernesto c. Friar, SA.", Zeus, 19-37; L.L.,
Repertorio XLI- 1981, pág 3072.

El sistema de voto acumulativo no es una mecánica de mayorías o minorías, sino una fórmula de representación
proporcional, por la que se da participación a accionistas o grupo de accionistas cuya tenencia de acciones es
suficiente para ello, en virtud de las vacantes totales a cubrir y de otra serie de variables concretas. (Cfr. Le Pera,
Voto Acumulativo, Astrea, 1973, pág. 73).
En el sub iudice el número de acciones de la que es titular el actor no basta remotamente para alcanzar una
cantidad de votos representativa a los efectos de la integración de los órganos sociales. Las disconformidades del
accionista minoritario no constituyen una crítica frontal y razonada de los fundamentos del fallo de la primera
instancia, razón por la cual voto por declarar desierto el recurso interpuesto a fs. 105 y con-firmar el fallo de fs.
99/101 en todas sus partes. Las costas de alzada se impondrán al vencido (art. 68, CPCCN).
Cám. Nac. Com., Sala E, 24-IV-1987, "Murphy, Tomás M. c. Navigas SA.", L.L., 1987-E, pág. 265; J.A., 1987-
IV-3M.

1. El artículo 263 de la ley 19.550 asegura a la minoría eventual participación en el directorio; por ello puede
sostenerse que es un derecho y por lo tanto su libre disposición depende de la voluntad de su titular, y si bien
nadie puede obligar a que el mismo sea ejercido, tampoco puede privarse la posibilidad de ejercerlo a quien
decidió hacer uso de él.
2. Toda cláusula limitativa que directa o indirectamente dificulte la aplicación del sistema de voto acumulativo
se tendrá por inexistente y no se aplicará. Ninguna limitación al derecho de votar que no imponga la ley puede
ser invocado. La norma del artículo 263 de la ley 19.550 es de las imperativas y no admite se soslaye su
aplicación.
3. Si bien es claro que la asamblea es el órgano soberano de la sociedad, sus poderes no son ilimitados, sino
cuando se ejerce dentro de la ley y del estatuo. Si exceden dichos límites, las decisiones son nulas,
careciendo de obligatoriedad. En consecuencia, la decisión de reducir el número de los integrantes del directorio
de tres a uno ecede tal límite, ya que, como es obvio, el instituto del voto acumulativo funciona con los
directorios plurales de más de tres miembros.
4. Notificada la sociedad del ejercicio del voto acumulativo por un accionista, toda reducción o aumento
del número de integrantes del directorio que perjudique la expectativa normal de representación numérica de la o
las minorías, debe considerarse contraria a la letra y espfritu de la institución.
5. Puede ser titular de la acción de nulidad de la asamblea quien se haya abstenido de votar, ya que
abstenerse no es dar conformidad y debe interpretarse entonces con derecho a promover la impugnación.
Cám. Nac. Com., Sala B, 6111-1989, "Diez, Jorge e. 2 H SA.", L.L., 1990-C, pág. 357.

273. DE LA SINDICATURA

g) Inhabilidad e incompatibilidades (ait 286)

1. En tanto la sociedad está habilitada para prescindir de la sindicatura (art. 284, ley 19.550) resulta un
proceder ocioso y lesivo del mínimo de civilidad en la convivencia propia de las relaciones societarias, que los
partícipes mayoritarios se empeñen en mantener la función sindical y asignen tal calidad al mismo contador
certificante de los estados contables.
2. Mantener la función sindical y asignar tal calidad al mismo contador certificante de los estados
contables, provoca una opinable situación, en la cual la misma persona individual que ha producido los estados
contables, o los ha "auditado" o "certificado", luego revisa su propia labor para dictaminar sobre ella como
síndico. Tal situación origina un formulismo que, además de tal, es "insensato", en el sentido de carente de
sentido final útil.
3. Dada la incompatibilidad del ejercicio de la sindicatura de la sociedad y certificación de estados
contables por una misma persona, ésta ha de cesar en su función como síndico societario, porque no cabe
imponer la cesación del otro vínculo, en tanto éste podría consistir en una relación laboral, cuya anulación
requiere de participación personal en el pleito del prestador del servicio.
4. La inexistencia de acciones cuya distribución en concepto de dividendos aprobó la asamblea, torna
inadmisible tal procedimiento, si dicha asamblea no elevó el capital social para permitir la emisión de las
acciones, ni lo hizo ninguna otra asamblea de la sociedad. Tal situación configura, más que un supuesto de acto
inválido en razón de ser lesivo de un derecho ajeno, una situación de acto imposible legalmente.
5. Debe invalidarse la decisión asamblearia, que aprobó la distribución de dividendos mediante la entrega de
acciones inexistentes por no
existir aumentos de capital que permita su emisión, pues resulta aplicable el artículo 953 in fine del Código Civil,
relativo a los actos sin objeto.
Cám. Nac. Com., Sala D, 25-IV-1995, "Benavent, Oscar L. c. Benavent Hnos. SA.", LL., 21-11-1996.

h) Remuneración (uit 292)

La omisión de la asamblea de decidir sobre la retribución del sindico, en caso de no estar determinada en el
estatuto justifica la deducción de acción judicial, sin necesidad de aguardar decisión asamblearia posterior.
Cám. Nac. Com., Sala E, 5-X-1995, "Mourín López, José L. c. Saicor SA.", L.L., 6-Ví-1996, pág. 7, fallo
38.713-S.

La labor del síndico debe caracterizarse como locación de servicios, es por ello tarea que debe ser remunerada, y
la que así se le asigne
- o bien cuando se le deniegue - habilita la apertura de la vía judicial para su fijación.
Cám. Nac. Com., Sala E, 23-Xl-1992, "Cruz Serrano, José c. Viatalca SA.", L.L., Repertorio LIII-1993, pág.
1628.

El síndico puede reclamar retribución por el ejercicio de sus funciones aun cuando hubiera suscripto el acta de la
asamblea que decidió no pagársele, dado que dicha suscripción no certifica que todo lo ocurrido resulte
adecuado a la ley y al estatuto, ni tampoco importa una renuncia a sus propios derechos, la cual como es
conocida no puede presumirse (art. 874, Cód. Civ.), sino que da cuenta de haber concurrido a la asamblea (art.
294, inc. 3º, L.S.) y que su contenido refleja adecuadamente lo tratado y resuelto en su transcurso.
Cám. Nac. Com., 23-XI-1992, "Cruz Serrano, José c. Viatalca SA. s/sum.", Repertorio de Jurisprudencia de la
Cámara Comercial.

m) Responsabilidad (arts. 296y 297)

La misión de la sindicatura resulta de mayor peso individual que la de cada uno de los directores, ya que la ley le
ha encomendado a ese órgano una fiscalización constante, rigurosa y eficiente de las decisiones del directorio;
consiguientemente, la falta deliberada o no del debido ejercicio de las obligaciones que la ley 19.550 le impone
justifica las responsabilidades impuestas por la ley.
Cám. Nac. Com., Sala B, 5-XI-1993, "Paramip, Juan M. c. Para-mio, Pascual E. y otros", DJ., 1994-2-541; JA.,
19941-423; E. D., 156-121; L.L., Repertorio LIV-1994, pág. 2031.

Esta circunstancia es invocada por el recurrente para justificar su falta de participación en órgano
fiscalizador de la sociedad fallida con posterioridad. Ello, en mi entender, no logra relevarlo de responsabili
dad, por cuanto su alegada renuncia no fue acreditada, atenta la negligencia en la producción de las pruebas
decretadas a fs. 66.
Tampoco obsta a lo expuesto la falta de suscripción del acta por la cual se lo designó, nuevamente, para
continuar en la titularidad del órgano de control, porque en tal caso debió seguir en sus funciones hasta tanto se
designara nuevo síndico, circunstancia no acreditada en la especie (art. 287, Cód. Com.).
Sin perjuicio de lo expuesto, debe señalarse que las atribuciones del síndico social son las de fiscalización,
control, asistencia, convocatoria a asambleas, conforme lo que surge al respecto de los artículos 294/6 de la Ley
de Sociedades; por ello, es menester dilucidar cuáles son los actos y omisiones de la ley ritual que sean
concordantes con aquéllas a los fines de la calificación de conducta. En tal sentido, ésta debe ser juzgada de
acuerdo a los actos que el mismo haya realizado y aquellos que debió realizar según la función que cumplía.
Por ello, no se lo puede considerar incurso en aquellos hechos que correspondan genéricamente a la sociedad
(Sala B, 17-111-1981, "Citano-va SA.I.C."; Sala C, 17-X-1983, "Tratoria Italiana SA.").

El achaque de falta de presentación de uno de los libros que la ley impone obligatorio (art. 44, Cód. Com.) no
puede ser atribuido al síndico social por ser inherente a los administradores. Así lo ha dicho este Ministerio
Público en forma reiterada (dict. 65.108, Sala C, 29-X-1991, "Hercy SA."; dict. 66.443, Sala A, 1O-VI-1992,
"Rebaco SA."; dict. 64.042, Sala A, 1O-IV-1991, "Anselmo SA.C.F.I.M.").
En cambio, lo considero responsable por las deficiencias apuntadas por el síndico en su informe respecto a la
contabilidad que no han sido rebatidas adecuadamente por el quejoso en su memorial ni ha producido prueba
alguna a tal fin. Por ello, lo encuentro incurso en la causal del inciso 12 del artículo 236 (del dictamen del fiscal
de Cámara).

Resultó inconducente señalar - como hizo el apelante - que había renunciado al órgano fiscalizador de la
sociedad fallida e invocar no haber aceptado el cargo derivado de la reelección ocurrida el 30-IX-1983.
Porque fue su deber permanecer en el cargo que antes ejercía hasta la asunción de un nuevo síndico; pues la
conclusión del período por el cual había sido designado no lo habilitó para abandonar su función sin transmitirla
a un sucesor o instar los mecanismos para ser reemplazado.
Siguese de lo expuesto que fue menester, cuanto menos, que advirtiera las diferencias contables que le han sido
atribuidas; a fin de activar los mecanismos adecuados para repararlas.
Esta conducta omisiva contribuyó a la configuración de la calificante del artículo 236, inc. 12, L.C.; pues la
defectuosa contabilidad legal pudo ser subsanada de haber urgido a ello el apelante.
Es de señalar, concurrentemente, que aquellos defectos impidieron evaluar la marcha de la sociedad, lo cual
facilitó la cesación de pagos al
dificultar a los administradores y al síndico el conocimiento de la evolución de lo administrado (arg esta Sala,
22-X-1986, "Depositos Fergón S.R.L.").
Cám. Nac. Com., Sala D, 7-111-1994, "Moldis S.A. s/quiebra s/inc. de calificación", E. D., &VII-1995.

Sanciones ¡mpuestas por el Banco Central

1. Las obligaciones de control que competen a los síndicos de las sociedades cooperativas (art. 76/80, ley
20337), no sólo consisten en el derecho de observación conferido por el inciso 10 del artículo 79, sino que,
además agotada la gestión interna, deben informar los hechos a la autoridad de aplicación y al órgano local
competente (art. 80). En el caso de una entidad fmanciera, la responsabilidad del síndico va más allá de las meras
verificaciones contables, pues las funciones que establece la ley respecto de la sindicatura tienden no sólo a
salvaguardar el patrimonio de la entidad, sino a garantizar una correcta gestión y a tutelar el interés público.
2. No basta para eximir de responsabilidad a los integrantes de los órganos de control de las entidades
financieras la mera alegación de ignorancia. Por ello, resultan sancionables quienes, por omisión y aún sin actuar
materialmente en los hechos, no desempeñaron su cometido de dirigir y fiscalizar la actividad desarrollada por
los administradores, y coadyuvaron de ese modo a que se configuraran los comportamientos irregulares.
Además, la responsabilidad disciplinaria no requiere la existencia de un daño concreto derivado de ese
comportamiento irregular, pues el interés público se ve afectado aún por el perjuicio potencial que aquél puede
ocasionar.
3. La graduación de las sanciones impuestas a los integrantes de los órganos de control de las entidades
financieras pertenece, en principio, al ámbito de las facultades discrecionales del Banco Central, y sólo son
revisables por la justicia en los supuestos de ilegitimidad o arbitrariedad manifiesta.
Cám. Nac. Fed. Cont.-adm., Sala III, 1-VII-1993, "Caja de Crédito Díaz Vélez Coop. Ltda. (liq.) c. Banco
Central", L.L., 4-1-1995.

2. DOCTRINA

Sobre los temas tratados en este capítulo, se pueden consultar los siguientes trabajos:

Aguinis, Ana Maria M. de - KIeidermacher, Arnoldo, "El abuso del poder a las mayorías", Temas de
Derecho Comercial, Revista Co'iflictos Societarios, págs. 163 y 185.
Aranguren Urriza, Francisco J. - Fernández-Tresguerres García, Ana,
"La representación de la sociedad anónima", en Estudios sobre la Sociedad Anóninia, varios autores,
Civitas, Madrid, 1991.
Bendersky, Mario J., "Impugnación judicial de asambleas de sociedades anónimas", R.D.C. O., pág. 15.
Blaquier, Rodoifo, "Voto acumulativo. Improcedencia de declaración de nulidad de una resolución
asamblearia. (Impugnación de una minoría no suficiente)", L.L., 19-IX-1995.
Callejo, Alfredo Victorino, "Acerca de la sindicatura de las cooperativas", L.L., 4-I-1995.
Conil Paz, Alberto A., "Responsabilidad de representantes sociales y quiebra", L.L., 12-VI-19%, pág. 4.
Couso, Juan Carlos, "Acciones de responsabilidad contra directores de sociedades por acciones, en el
ordenamiento societario y concursal vigente", Estudios de Derecho Comercial, abril, 1985, San Isidro.
Curá, José María, "Breve historia de las desventuras de una sociedad (o el caso del director que faltó a los
deberes del buen hombre de negocios)", L.L., 12-IV-1996.
- "El olvidado artículo 266 de la Ley de Sociedades Comerciales (sobre la vulneración del sistema de
representación de las sociedades anónimas)", L.L., 24-VI-1996, pág. 7.
- "Presidente o vicepresidente ¿Quién representa a la sociedad anónima cuando el vicepresidente asume de
hecho el ejercicio de la función?", L.L., 4-XII-1995.
García Tejera, Norberto, "Derechos y obligaciones de los directores", E.D., Temas de Derecho Societario, VI
Congreso de Derecho Societario, Mar del Plata, noviembre-1995.
Kleidermacher, Arnoldo, "Acerca del voto acumulativo", R.D. C. O., 1974, pág. 549.
Luchinsky, Rubén O., "Impugnación de los actos del directorio", R.D.C.O., 1989, pág. 703.
Martorelí, Ernesto Eduardo, "El concursado preventivamente: ¿puede ser director de una sociedad
anónima?", L.L., 13-XI-1990.
- "¿Responden solidariamente todos los miembros de un gran estudio contable, por la gestión cuestionable
de alguno de sus integrantes como síndicos societarios?", L.L., 17-IX-1992.
Michelson Irusta, Guillermo, "El sistema de elección por voto acumulativo", R.D.C.O., 1981, pág. 415.
Nissen, Ricardo Augusto, "Dos cuestiones vinculadas con la suspensión provisoria de la ejecución de
decisiones asamblearias", L.L., 6-1V-1995.
- "Incompatibilidad entre las funciones de síndico y contador certificante de los balances", L.L., 21-11-
1996.
- "Naturaleza del plazo previsto en el artículo 251 de la ley 19.550 para promover la acción de
impugnación de decisiones asamblearias", R.D.C.O., 1988, pág. 541.
Olivera García, Ricardo, "Responsabilidad de las mayorías por retención de dividendos", R.D.C.O., 1986,
pág. 841.
Otaegui, Julio C., "Justiciabilidad de las decisiones asamblearias y su invalidez", Estudios de Derecho
Comercial, nro. 6, 1990, San Isidro.
- "Un decisorio de la Corte Suprema y el artículo 271 de la Ley de Sociedades", E. D., 7-IV-1995.
- "Sobre la legitimación de los accionistas y la impugnación de las resoluciones directoriales", E.D., 14-
VIII-1996.
Roitman, Horacio, "Impugnaciones a las decisiones asamblearias (Estudio sobre la reforma)", R.D.C.O.,
1984, pág. 99.
Santilián, Jorge Mario, "Responsabilidad civil de los directores y síndicos de la sociedad anónima", R.D. C.
O., 1990-A, pág. 227.
Silberstein, Isidoro, "Invalidez de las deliberaciones que designa directores de la sociedad anónima",
R.D.C.O., 1968, pág. 341.
Solan Acosta, Osvaldo, "Conveniencia de replantear los límites de la representación societaria", L.L.,
diciembre-94.
Verly, Hernán, "Voto acumulativo: otra vuelta de tuerca", L.L., 9-11-1993.
CAPÍTULO XVII
DE LOS ACCIONISTAS: DERECHOS Y OBLIGACIONES

280. EL "STATUS" DE SOCIO

Se ha dicho que la acción no incorpora ni un derecho de crédito ni un derecho real, sino un status al que
van unidos derechos de especial naturaleza y especiales obligaciones.
Ese status abraza el conjunto de derechos, cargas, funciones y facultades correspondientes al socio, o frente a la
sociedad.

El contenido de ese status está reglado de diversa manera en cada sociedad, modificable en parte por las
convenciones sociales que pueden suprimirlo o disminuirlo, restringirlo o ampliarlo. Esto permite concluir que
no existe un status de socio típico y uniforme, sino que ese conjunto de derechos y obligaciones que lo
integran queda determinado concretamente según el conjunto de las normas legales y estatutarias que rigen
toda sociedad (situación objetiva) y según las circunstancias externas individuales relativas a cada socio
(situación subjetiva)1.

La propiedad de la "acción" es la que atribuye el referido "status".

281. DERECHOS DEL ACCIONISTA

a) Clasificación de los derechos del accionista


Existen diversas clasificaciones de los derechos del accionista. Nos limitaremos a exponer tres:

1 BRUNETTI, op. cit., T. II, pág. 525, nro. 670.


1) Ramón 5. Castillo, clasificaba esos derechos en funda-mentales, esenciales y de orden secundario.
Fundamentales o intangibles son aquéllos que no pueden ser modificados en forma alguna ni aún por la
asamblea de accionistas, que mantienen la identidad de la sociedad y cuya modificación alteraría las bases
fundamentales; como si se exigiera mayor responsabilidad a los accionistas o se cambiara la nacionalidad de la
sociedad a fin de someterla a leyes y jurisdicciones distintas a las de su creación.

Derechos esenciales son aquéllos que tampoco se pueden privar a los accionistas pero cuyo ejercicio puede ser
reglamentado. Tales el derecho al dividendo, al voto, a la partición y a examinar las cuentas.
Derechos de orden secundario serían los que se reconocen y reglamentan en los estatutos y que responden al
deseo de una mejor organización y administración de los negocios sociales.

2) René De Sola, jurista venezolano, clasifica los derechos de los accionistas en derechos subjetivos y derechos
objetivos. Subjetivos son aquéllos que repercuten directamente en su patrimonio (percepción de dividendos,
copropiedad de las reservas, participación en la liquidación del activo, cesibilidad del título, etc.).

Objetivos son aquellos derechos que son los medios de que los provee la ley para mantener incólumes y hacer
efectivos los primeros (derecho al voto, a asistir a las asambleas, de información y fiscalización de las
actuaciones del directorio, de impugnación de los acuerdos de las asambleas, etc.)2.

3) La doctrina italiana (Vighi, Ferri, Brunetti), distingue entre derechos individuales y derechos sociales. Son
individuales aquéllos que están contenidos en la ordenación jurídica de la sociedad y de la que los órganos de
ésta no tienen la facultad de disponer. Ferri dice que el derecho individual nace del contrato social y no puede
ser suprimido por la mayoria. La imposibilidad de la supresión descansa en el hecho de que el derecho individual
afecta a la esencia y a la estructura del contrato social. El citado autor italiano señala que esos derechos son
esenciales en el contrato de sociedad, porque son en interés de la sociedad y que no solamente no pueden ser
suprimidos por un acuerdo de' la asamblea sino que tampoco pueden ser renunciados por el titular.

2 GREGORINI CLUSELLAS, Eduardo L., La Pmtección de las Minorías en las Sociedades Anónimas, Abeledo-Perrot, 1959, pág. 16.
Sociales, son todos los derechos que, derivados de la voluntad de los socios, esto es, del acto constitutivo o de
posteriores acuerdos de la asamblea, son susceptibles de modificaciones o de limitaciones por parte del mismo
órgano.

b) Derechos individuales
Brunetti enuncia los siguientes:
1) derecho a la conservación del status de accionista hasta el fin de la sociedad;
2) derecho a la limitación de la responsabilulad, hasta el importe de la aportación prometida, es decir
de las acciones sus-criptas;
3) derecho a obtener de la sociedad un documento que compruebe la participación accionaria, es decir
que acredite su calidad de accionistas;
4) derecho al ejercicio del voto en las asambleas;
5) derecho de receso;
6) derecho al dividendo acordado;
7) derecho de impugnación de los acuerdos ilegales;
8) derecho de opción o de preferencia en los aumentos de capital; y
9) derecho al reparto de liquidación3.
A estos derechos individuales, insusceptibles de supresión o limitación por los acuerdos sociales, cabría agregar,
en nuestra legislación, los siguientes:
10) derecho departicipar en las asambleas, con voz, por sí o por medio de representante;
11) derecho de votar acumulativamente en las asambleas;
12) derecho de ejercer la acción social de responsabiluiad, si no fuese ejercida dentro del plazo de tres
meses del acuerdo impugnado;
13) derecho a negociar sus acciones; y
14) derecho de intervenir en la administración y fiscalizar la sociedad, pudiendo ser elegido para
integrar el directorio o consejo de vigilancia, en su caso; derecho de examinar balances, libro de socios y
asambleas, obtener copias a su costa; etcétera.
Además, cabe señalar que determinados derechos de información y fiscalización son adjudicados por nuestra
ley a las

3 BRUNETTI, op. cit., T. II, pág. 527, nro. 671.


minorías, como los casos contemplados en los artículos 236 (derecho a pedir la convocatoria de una
asamblea ordinaria o extraordinaria) y 294, inciso 11 (efectuar denuncias obligando la intervención del
síndico).

282. CONSIDERACION DE LOS DERECHOS INDIVIDUALES

Siguiendo el orden referido arriba, efectuaremos un breve análisis al contenido y alcance de cada uno
de estos derechos, con particular referencia a nuestra legislación:

a) Derecho a la conservación del "status" de accionista


La condición de accionista es consecuencia de la posesión de acciones, como propietario o titular de
las mismas. Ello surge de la inscripción del nombre del accionista en el libro de socios (registro de
accionistas), en el caso de las acciones nominativas y las escriturales (éstas requieren un libro especial); y
en la posesión de los títulos representativos de las acciones, en el caso de las acciones al portador.
El derecho a la conservación del status de accionista se mantiene hasta el momento de la aprobación
del balance final de liquidación.
Este status es libremente transmtsible o cesible, como lo veremos más adelante.

b) Derecho a la limitación de la responsabilidad

Este es un carácter "esencial" a este tipo social, que lo distingue de los demás (art. 163). Los socios limitan su
responsabilidad al capital suscripto, esto es, a las aportaciones prometidas a la sociedad.
Resultará imposible por acuerdo o resolución de asamblea modificar esto porque ello importaría una
clara violación de la ley y una desnaturalización de este tipo social.

c) Derecho a obtener de la sociedad un documento que acredite la calidad de accionista

El derecho del accionista a obtener que la sociedad le entregue un documento que pruebe su calidad y
su participación
accionaria, es un derecho sustancial. Por otro lado surgiendo tal calidad de la posesión del título o comprobante
respectivo, resulta obligación insoslayable de la sociedad, su entrega.
Hemos visto que mientras no se encuentren totalmente integradas las acciones sólo pueden emitirse
certificados provisionales y que cumplida la integración los titulares pueden exigir la inscripción en las cuentas
de las acciones escriturales o la entrega de los títulos definitivos. La sociedad, o en su caso, el banco o la caja de
valores, debe hacer entrega al accionista del comprobante que acredite la apertura de su cuenta en el
libro de las acciones escriturales (art. 208, modificado por ley 22.903).

d) Derecho de voto

Si bien algunas legislaciones admiten la existencia de acciones que no confieren derecho de voto (caso
de las acciones preferidas, con preferencia patrimonial, en nuestro derecho, artículo 217), es este
derecho uno de los "esenciales" del accionista, que le confiere la posibilidad de participar en el
"gobierno" de la sociedad, integrando los acuerdos que adopta la asamblea; posibilitándole elegir los
órganos de administración y representación y fiscalización; aprobar la actuación de los administradores y
fiscalizadores; pudiendo modificar el contrato social; y, finalmente, disolver y liquidar la sociedad.
El carácter que hemos señalado es admitido así por nuestra legislación, cuando otorga este derecho de voto
a las acciones preferidas que no la tienen, en los casos de modificaciones al contrato social, fusión, escisión,
prórroga y transformación, (art. 244, cuarto párrafo).
Este derecho comprende el de exigir una correcta convocatoria, el de ser informado respecto a puntos concretos
del orden del día, el de solicitar mayores explicaciones durante la deliberación y el de constatar, finalmente, la
corrección del acta de la asamblea.
Tal derecho no desaparece por la constitución del derecho de usufructo (art. 218) o prenda (art. 219).
Sólo sufre una suspensión en su ejercicio en el caso de mora (art. 192); o una limitación en el caso de
mediar un "interés contrario" del accionista con el social (art. 248).
Es un derecho político, se ha dicho, por el cual el socio contribuye a la elaboración de la "voluntad
social" a través de las
deliberaciones en las asambleas o juntas4, que debe ser ejercido en interés de la sociedad, de allí su
prohibición en caso de interés contrario del accionista.
Ha seguido un proceso en la evolución histórica de la sociedad anónima que ha sido explicado por el
autor español Antonio Pedrol5. Este autor señala una pr¡mera etapa, que él denomina "aristocrática",
donde la sociedad era conducida dictatorialmente por el grupo fundador, allegado a la Corona, donde
el derecho de voto sufría las mismas desigualdades que los demás derechos conferidos a los socios;
diferenciados entre ese grupo fundador y los socios ingresados posteriormente.
Modificada esa conducción dictatorial, con la difusión de la teoría contractualista de la sociedad
anónima, los demás accionistas pasaron a influir en la marcha de la sociedad mediante las reuniones
denominadas juntas o asambleas. Los cuerpos directivos debían rendir periódicamente cuenta a esas juntas
de su labor y éstas eran las que aprobaban su gestión. El gobierno pasó entonces a ese órgano deliberativo. El
derecho de voto se convirtió en un derecho fundamental del accionista.
Pero esta concepción "democrática" de la sociedad anónima se conserva, dice este autor, en estos tiempos, sólo
en la anónima familiar. En la gran empresa el poder es de los grupos directivos. El accionista, generalmente
poseedor de un pequeño paquete accionario ya no participa en la vida de la sociedad, que queda en manos de los
"grupos gerenciales". Son estos grupos los que se encargan de recoger esas partículas de poder abandonadas, y
obtienen el envío de "poderes" para la actuación en las asambleas. Se ha producido, dice Pedrol, la degradación
de la junta.

e) Derecho al dividendo acordado

Brunetti6 destaca que es necesario distinguir fundamentalmente entre derecho de participación en las futuras
ganancias de la sociedad (derecho al dividendo) y derecho que nace de la

4 VELASCO ALONSO, Angel, La Ley de Sociedades Anónimas, Barcelona,


1969, pág. 155.
5 PEDROL, Antonio, LcI Anónima Actual y la Sindicación de Acciones, Madrid, 1969, pág. 55 y sigs.
6 BRUNETTI, op. cit., T. II, pág. 533, nro. 678.
determinación de un beneficio susceptible de ser repartido referente a un determinado ejercicio social (crédito al
dividendo). El primero es un derecho potencial, el segundo un derecho actual. Porque con anterioridad a la
asamblea que acuerda este derecho existe sólo una expectativa no tutelada; después del acuerdo hay un
derecho incondicional que no puede ser mo£hficado o limitado por futuras pérdidas.
Nuestra ley prescribe que los dividendos no pueden ser aprobados ni distribuidos, sino por ganancias realizadas
y líquidas resultantes de un balance confeccionado de acuerdo con la ley y el estatuto y aprobado por la
asamblea u órgano competente (arts. 68 y 224), impidiendo así la distribución de dividendos ficticios.
Asimismo consagra la regla que los dividendos percibidos de buena fe no son repetibles.
Es el estatuto el que fija las reglas para la distribución de los beneficios; pero si éste no lo hiciera será
la asamblea la que al aprobar el balance resolverá sobre tal distribución. Determinado el dividendo, el
accionista tiene un derecho adquirido que no puede ser modificado ni limitado.
Como bien se ha señalado en un estudio particular sobre este tema7, la realidad del dividendo resulta
de la sinceridad y exactitud del balance e inventario. Es decir documentos contables que deben haber
sido elaborados cumpliendo estrictamente las reglas legales vigentes (arts. 61 y sigs.) y conforme la
documentación existente.
El dividendo ficticio puede derivar de dos situaciones:
1) el balance del que surge es falso, está alterado en sus
partidas, disminuyendo su pasivo o exagerando su activo, de
modo de determinar un resultado de ganancias inexistentes o
exageradas; o
2) de la inexistencia de balance y allí falta entonces un presupuesto esencial (art. 224). No cabe confundir este
supuesto con el de un balance especial, sobre cuya base se distribuyen dividendos, lo que en nuestra ley está
permitido para las sociedades "abiertas" comprendidas en el artículo 299.
Cabe distinguir, asimismo, dividendos ficticios y dividendos "anticipados" o "provisionales". Los primeros están
siempre

7 SANTILLAN, Jorge Mario, en Estudios de Sociedades Comerciales en Ijomenaje a Caslos J. Zavala Rodn'guez, T. 1, págs.
131 y sigs. (Algunas Considenaclones acerca del Repasto de Utilidades Ficticias).
prohibidos, pues son ilícitos. Los segundos pueden ser admitidos (art. 224, segundo párrafo).
Tampoco hay que confundir dividendos ficticios con dividendos "imprudentes". Los primeros surgen de una
alteración de la contabilidad mientras que los segundos en principio son lícitos, lo que ocurre es que derivan de
la aplicación de criterios contables que desdeñan la constitución de previsiones y reservas o del cómputo de
acreencias dudosas, que constituyen un riesgo potencial para la sociedad.
La distribución de dividendos ficticios constituye una grave responsabilidad de los directores y administradores
que han elaborado y aprobado los balances y estados contables falsos.
También, por lógica consecuencia, habrá responsabilidad de los órganos de fiscalización.

f) Derecho de impugnar los acuerdos ilegales

El accionista tiene derecho a impugnar las resoluciones de las asambleas que sean violatorias de la ley, del
estatuto o del reglamento. Este derecho es acordado a los accionistas que no las votaron favorabTemente o que
estuvieron ausentes y por los que votaron favorablemente si su voto es anulable por vicios de la voluntad - error,
dolo o violencia - (art. 251).
A' respecto nos remitimos a la consideración de la regla del artículo 251 L.S.

g) Derecho de suscripción preferente

Este derecho es también esencial para nuestra ley donde expresamente se ha establecido la regla que este
derecho no puede ser suprimido ni condicionado (art. 194), salvo el supuesto excepcional del artículo 197. Es
otorgado al accionista titular de acciones ordinarias, de voto simple o plural, y puede ser extendido por
disposición estatutaria o de asamblea a los accionistas titulares de acciones preferidas patrimonialmente.
De igual forma se considera este derecho en la legislación italiana para los accionistas titulares de acciones
ordinarias. Este derecho "de opción" a la adquisición de las nuevas suscripciones de acciones, en proporción a
las tenencias de cada accionista, y por cada clase de acción, es un derecho "propio" del socio.
Nos remitimos a lo expresado respecto del artículo 194, en páginas anteriores.

h) Derecho al reparto de liquidación

El derecho a la "cuota de liquidación" está subordinado a la condición suspensiva que al cerrar la


liquidación exista un activo a repartir. Por eso el derecho a la cuota nace al verificar-se esa condición, futura e
incierta, de la existencia de un activo neto susceptible de ser repartido8.
Este derecho es propio de todo socio (arts. 109, hOy 111), individual, no sometido a la voluntad de la
mayoría.

i)Derecho a participar con voz en las asambleas

Este derecho está expresamente consagrado en nuestra ley como un derecho insuprimible e
inderogable por el estatuto o asamblea. Inclusive el derecho de hacerse representar en la asamblea (art.
239). Aún en las casos de limitación al ejercicio del derecho de voto de los artículos 241 y 248, los
accionistas tienen derecho de voz. Y los accionistas titulares de acciones preferidas sin voto (art. 217)
también tienen derecho de participar en las asambleas, con voz. Por ello incluimos este derecho como "indi-
vidual" del accionista insusceptible de ser suprimido o limitado.

j) Derecho de votar acumulativamente en la elección


de los directores y miembros del consejo de vigilancia

Este derecho del que hicimos ya su análisis al comentar el artículo 263, ha sido consagrado en nuestra
ley como inderogable e ilimitable por disposición estatutaria o asamblearia. Sólo se excluye si se 0pta
por el sistema de elección de directores o miembros de consejo de vigilancia, por clase o categoría de
acciones (art. 262).

k) Derecho de ejercer la acción social de responsabilidad

Ya vimos que cualquier accionista puede ejercer la acción social de responsabilidad contra el
director o miembro del con8 BRUNETTI, op. cit., T. II, pág. 538, nro. 681.
sejo de vigilancia o síndico (arts. 274 y 296), si la misma no es ejercida dentro de los tres meses contados desde
la fecha de la asamblea que resolvió su instauración (art. 277). Este es también un derecho individual, propio, del
accionista.

1) Derecho de negociar sus acciones

El accionista tiene el derecho de transferir a otra persona la "participación" representada por la acción,
colocando al cesionario en la misma posición del socio. Este derecho puede ser sometido a condiciones,
fijadas estatutariamente, para las acciones que no sean al portador (nominativas y escriturales).
Nuestra legislación reafirma el concepto de la libre transmisibilidad que consagra en el artículo 214; admite sí
que el estatuto pueda limitar la transmisibilidad de las acciones nominativas y escriturales sin que pueda
importar la prohibición de su transferencia. La limitación debe constar en el título o en las inscripciones en
cuentas y en sus comprobantes.
A su vez, el artículo 215 regula sobre la transmisión de las acciones nominativas y escriturales, como
ya lo hemos visto al analizar esa il'orma, en el capítulo anterior.
Del juego de estos dos artículos surge evidente la conclusión que en cuanto a las acciones al portador no eriste
ninguna posibilidad estatutaria o por acuerdos de asambleas que pueda restringir su libre transmisibilidad,
conclusión aceptada también por la doctrina que señala que las limitaciones estatutarias son incompatibles con
las acciones al portador.
En cuanto a las acciones nominativas cabe distinguir si son o no endosables. En el primer caso se transmiten por
endoso del título y es el endosatario (el que recibe la acción transferida) quien debe solicitar el "registro"
de esa transmisión a la sociedad.
No hay que olvidar que a las acciones se les aplican las normas sobre títulos de crédito, según nuestra ley (art.
226), y como tales pueden ser objeto de "prenda" común y de constitución del derecho de "usufructo" (arts. 219
y 218).
Especial consideración merece la situación de ciertas anónimas "abiertas" que por su actividad están sometidas
al control de organismos específicos que requieren de su expresa conformidad para la aprobación de las
transferencias accionarias. Como el caso de los bancos y entidades financieras sometidas al
control y fiscalización del Banco Central de la República Argentina donde por disposición de la ley 21.526, la
transferencia accionaria es materia de reglamentación por dicho organismo y requiere de su conformidad. Por
esa vía el Banco Central ha prescripto que toda transferencia accionaria superior al cinco por ciento del capital
de una entidad, debe serle comunicada y requiere de su aprobación, estableciendo que ellas deben efectuarse ad-
referendum de su resolución.
Respecto del derecho del accionista a negociar sus acciones cabe hacer una referencia a la "sindicación de
acciones" o a los llamados "sindicatos de acciones" que no son sino pactos o acuerdos sobre el ejercicio del
derecho de voto al que arriba un grupo de accionistas. Por ello lo mencionamos en este punto y lo analizaremos
separadamente (punto 286).

m) Derecho de intervenir en la administración y l'iscalización

El accionista tiene el derecho a ser elegido para integrar los cuerpos de


administración y fiscalización. Si bien
nuestra legislación admite que el directorio y sindicatura puedan estar integrados por personas "no
accionistas", no hay duda que ni el estatuto ni la asamblea podrían impedir que los accionistas accedan a
esos cargos; es más, podrían exigir tal condición por vía estatutaria.
M regular el consejo de vigilancia (arts. 280 al 283) nuestra ley exige para integrar dicho órgano la calidad de
accionista (art. 280, primer párrafo).

n) Derecho de resarcimiento

El accionista tiene acción de resarcimiento contra los administradores y síndicos, cuando haya resultado
directamente perjudicado por actos violatorios de la ley, los estatutos y reglamentos, dolo y culpa grave (arts.
274 y sigs., 297 y 298). También contra los miembros del consejo de vigilancia si se hubiese optado por este
órgano (art. 280).
El accionista tiene a su disposición el ejercicio de la acción “individual" de responsabilidad, en todos los casos en
que resulte perjudicado en su patrimonio por esos actos ilegítimos de los directores y fiscalizadores (art. 279).
ñ) OtROs derechos

Además, el accionista tiene otros derechos menores, complementarios, diríamos, que es conveniente
puntualizar:
1) derecho a examinar los bakmces, estado de resultados, cuadros anexos, memoria e informe del síndico,
con anticipación necesaria a la asamblea donde estos documentos serán considerados, consagrado en el artículo
67 de nuestra ley;
2) derecho a obtener copia de las actas de las asambleas, establecido en el artículo 249, a costa del
accionista. El directorio debe también labrar actas de sus reuniones (art. 73), pero nada dice nuestra ley respecto
del derecho del accionista a obtener copia de esas actas. No obstante, el accionista puede solicitarlo al síndico,
como lo referimos en el punto siguiente;
3) derecho a examinar libros y papeles sociales, en general además de los referidos en los puntos
anteriores. Esta facultad está expresamente atribuida al socio en el artículo 55 y para los accionistas de las
anónimas habrá que distinguir: si actúa sindicatura, el accionista debe peticionar al síndico que lo ejerza, si no
hay sindicatura (caso del artículo 284, último párrafo) podrá ejercerlo directamente.

283. DERECHO DE RECESO (Art. 245)


Art. 245.- Los accionistas disconformes con las modificaciones incluidas en el último párrafo del artículo anterior, salvo en el caso de
disolución anticipada y en el de los accionistas de la sociedad incorporante en la fusión y en la escisión, pueden separarse de la sociedad con
reembolso del valor de sus acciones. También podrán separarse en los casos de aumentos de capital que competan a la asamblea extraordinaria
y que impliquen desembolso para el socio, de retiro voluntario de la oferta pública o de la cotización de las acciones y de continuación de la
sociedad en el supuesto del artículo 94, inciso 9'.

Limitación por oferta pública.


En las sociedades que hacen ofertas públicas de sus acciones o se hallan autorizadas para la cotización de las riismas, los accionistas no
podrán ejercitar el derecho de receso en los casos de fusión, o de escisión, si las acciones, que de-ben recibir en su consecuencia estuviesen
admitidas a la oferta pública o para la cotización, según el caso. Podrán ejercerlo sí la inscripción bajo dichos regímenes fuese desistida o
denegada.

Titulares
Sin perjuicio de lo dispuesto por el artículo 244 para la determinación de la mayoria, el derecho de receso sólo podrá ser ejercido por
los accionistas pre
sentes que votaron en contra de la decisión dentro del quinto día y por los ausentes que acrediten la calidad de
accionistas al tiempo de la asamblea, dentro de los quince (15) días de su clausura. En los supuestos a que se refiere el párrafo
anterior, el plazo se contará desde que la sociedad oomunique la denegatoria o el desistimiento mediante avisos por tres (3) días en el
diario de publicaciones legales y en uno de los que tenga mayor circulación en la República.

Caducidad.
El derecho de receso y las acciones emergentes caducan si la resolución que los origina es revocada por asarnblea celebrada dentro de los
sesenta (60) días de expirado el plazo para su ejercicio por los ausentes; en este caso los recedentes readquieren sin más el ejercicio
de sus derechos retrotrayéndose los de naturaleza patrinionial al momento en que notificaron el receso.
Fijación del valor.
Las acciones se reembolsarán por el valor resultante del último balance realizado o que deba realizarse en cumplimiento de
normas legales o reglamentarias. Su importe deberá ser pagado dentro del ano de la clausura de la asamblea que
origínó el receso, salvo los casos de retiro voluntario, desistimíento o denegatoria de la oferta pública o cotización o
de continuación de la sociedad en el supuesto del artículo 94, inciso 90, en los que deberá pagarse dentro de los sesenta
(60) días desde la clausura de la asamblea o desde que se publique el desistimiento, la denegatoria o la aprobación del retiro
voluntario.
El valor de la deuda se ajustará a la fecha del efectivo pago.

Nulidad
Es nula toda disposición que excluya el derecho de receso o agrave las condiciones de su ejercicio.

a) Concepto

Vimos, al considerar la transformación de las sociedades, que la palabra "receso" tiene un significado
equivalente a "retiro, alejamiento o separación". Es, entonces, "la facultad que tienen los accionistas
disidentes y ausentes para separarse de la sociedad cuando el órgano de gobierno (la asamblea) decide
una cuestión que altera profundamente la situación de ellos". Es el punto de conciliación, como se ha
señalado con todo acierto9, entre el derecho social de modificar los estatutos y el derecho individual
que tiene el accionista de no aceptar modificaciones sustanciales.
Está regulado en nuestro derecho en el artículo 245, modificado por la ley 22.903 que ha mantenido
esencialmente la

Escun (h.), Ignacio A., en Receso, Sxclusión y Muene del Socio, Depalma, 1978, págs. 103 y sigs.
normativa anterior, "partiendo de la base que más allá de la discutibilidad y falta de consenso que existe en
torno a la conveniencia en el derecho de receso, se trata de un principio tradicional en nuestra legislación y que
puede operar como factor disuasorio en ciertas situaciones de destutelamiento de mino-rías" (expresan los
autores de la reforma de la ley 22.903).
Se trata, efectivamente, de un principio que es tradicional en nuestra legislación y que ya consagraba
con similares características el Código de Comercio.
La reforma recoge así la experiencia de la doctrina y jurisprudencia nacional, las dudas suscitadas, los
inconvenientes planteados y las discusiones de interpretación, buscando cíarificarlos.

b) Antecedentes

Cabe recordar entre estos antecedentes la discusión sobre el momento en que quedaban firmes los derechos
del socio re-cedente en el caso de modificación del contrato social. Por la importancia de la cuestión debatida y
la trascendencia que tiene como antecedente, reproducimos a continuación el resumen de las posiciones en el
caso "Riello, Manuel y otros c/ A. Grimaldi S.A.", resuelto por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial de
la Capital Federal, Sala B, el 9-IV-80 (JA., 198011-282):
1º La declaración de receso constituye un negocio unilateral consistente en la manifestación de la voluntad del socio disidente de querer
liberarse del vinculo social mediante la liquidación o reembolso de su cuota. No es necesario que la declaración sea aceptada por la sociedad,
bastando que haya llegado a su conocimiento en las formas y términos establecidos por la ley. El derecho ha nacido desde el momento de la
declaración pero su ejercicio está subordinado a la eficacia de la deliberación que le ha dado lugar. - Voto de la mayona -
2. Conforme lo dispuesto por los artículos 12 y 245, ley 19.550, la declaración asamblearia mediante la cual se aprueba la modificación de los
estatutos sociales de una sociedad anónima, constituye causa suficiente para la declaración de separación efectuada por los socios disidentes o
que se hayan abstenido, aunque presentes en la asamblea, sea por los socios ausentes, pero la eficiencia de tal declaración está sujeta a la
conditio iuris de la insccipeión, ya que sólo después de cumplido este acto las modificaciones estatutarias, oportunamente apr(» badas y no
impugnadas, quedan incorporadas al estatuto social de manera definitiva y producen efecto respecto a los socios y terceros. - Voto de la
mayoría-.
3. La publicación sólo suspende la eficacia de la modificación del estatuto, no afectando la esencia del acto, el que es valido aunque
ineficaz estando sus efectos sujetos a un acontecimiento futuro e incierto, de donde la deficiencia de esta condición no ataca la existencia
del negocio sino su ejecución. - Voto de la mayoría -.
4. Como la deliberación que modifica los estatutos sólo adquiere eficacia con la publicación, el receso no adquiere
eficacia hasta tanto esa publicación no se cumplimente y, por ende, resulta inválido si la socieclad mediante una nueva
deliberación asamblearia revoca a la anterior. - Voto de la mayoría-.
5. El derecho de receso ejercido de conformidad con lo dispuesto por el artículo 245, ley 19.550, crea en el recedente un
derecho individual y patrimonial al pago del valor de las acciones, conforme al último balance aprobado, independientemente
de la aceptación de aquél por parte de la sociedad, y por tanto una vez ftttrne a través de la respectiva notificación en tiempo
propio no puede ser modificado por ésta, sin la conformidad del recedente. - Voto de la ininoría -.
6. Si el derecho de receso correctamente ejercido quedara pendiente hasta la inscripeión de la reforma en el Registro
público de comercio, o bien, hasta que las causales que le dieron lugar quedaran eliminadas por otra asamblea de la entidad, los
recedentes mientras tanto, no podrían ejercer su derechos políticos, ni aspirar al gobierno de la entidad, ni tendrían el derecho
patrimonial al cobro del dividendo, ni podrán ejercer el derecho patrimonial al cobro de los futuros dividendos. - Voto de la minoría-.

c) El nuevo artículo 245

Las reformas introducidas en la ley 22.903 buscan una clarificación de la norma y una mayor precisión de ciertas
situaciones.
1) Se otorga el derecho de receso: en caso de aumentos de capital que requieran asamblea extraordinaria
(que exceden el quíntuplo), poniendo fin de ese modo a la discusión doctrinaria y jurisprudencial sobre ese
tema'0, porque ello importa un mayor esfuerzo pecuniario exigido al accionista;
2) en caso de transjomzadón de la sociedad, es decir cuando se cambia un tipo por otro. No hay dudas que el
cambio de una S.A. por una sociedad colectiva, por ejemplo, produce una variación fundamental en cuanto a
la responsabilidad del socio agravándola considerablemente
3) en caso de prórroga d'e la sociedad se explica por el diferimiento que sufre el derecho al reparto de la
liquidación;

Ver Escun, op. ci'., págs. 117 y sigs.


4) en caso de t'nsjerencia del demicillo al extrnjero, el derecho de receso se explica por cuanto
implica una modificación sustancial al contrato social' al sacarlo de la jurisdicción y de la ley que el
accionista tuvo en cuenta al incorporarse a la sociedad;
5) en caso de cambio p¿,:darnenIal del objeto: el receso está autorizado si el cambio es "fundamental",
no en aspectos accesorios o complementarios. El objeto social determina el contenido de la actividad
de la sociedad y, desde ese punto de vista es una garantía para la propia sociedad, (en cuanto a que los
actos de sus administradores y representantes que le son imputables son aquéllos que no sean
notoriamente extraños a ese objeto); para los socios (por cuanto aquella garantía es para ellos también
seguridad de que el patrimonio social no se expone a negocios ajenos al objeto y que ellos no han
tenido en cuenta realizar) y en cuanto a los terceros que contratan con la sociedad (porque les otorga
tranquilidad al conocer de antemano los actos y operaciones que son imputables al patrimonio social);
6) en caso de reintegración total o parcial del capita4 porque esa reintegración implica un esfuerzo
que se requiere del socio, al exigirle nuevas aportaciones de capital sin siquiera tener el derecho a
recibir acciones. Porque cabe recordar que ese "reintegro" lo pueden decidir los accionistas para evitar
la disolución de la sociedad (art. 96);
7) en caso de fi¿sión, pero con ciertas limitaciones. Así se acuerda este derecho a las sociedades que
se disuelven (a todas las sociedades en caso de fusión "pura o propia" y a la sociedad "incorporada" en
el caso de fusión por absorción). No se otorga al accionista de la sociedad "incorporante" porque ésta no se
disuelve y el accionista no sufre ningún desmedro en sus derechos. Una excepción se contempla para
el caso de sociedades que hacen oferta pública de sus acciones o se hallan autorizadas a cotizar en
bolsa;
8) en caso de escisión, expresamente comprendido en la enumeración efectuada en el cuarto párrafo del
reformado artículo 244, con la excepción del primer párrafo del artículo 245 para los accionistas de la
sociedad incorporante en la fusión y en la escisión;
9) en caso de retiro voluntario de la oferta pública o de la cotización de las acciones, para aquelas
sociedades "abiertas" del
artículo 299. La reforma ha modificado el párrafo de la ley 19.550 haciendo expresa aclaración que se refiere al
retiro voluntario y no cuando el retiro o la no cotización derivan de una sanción; y
10) en caso de continuación de la sociedad en el supuesto del artículo 94, inciso 9º (es decir sanción
firme de cancelación de oferta pública o de la cotización de sus acciones). En el supuesto referido, se produce
la disolución de la sociedad si los socios no resuelven su continuación dentro de los 60 días. De modo que
decidida la continuación de la sociedad, los socios disidentes tienen derecho al receso.
No cor-esponde este derecho en los siguientes supuestos:
1) en caso de disolución anticipada de la sociedad, porque lógicamente ello conlleva la liquidación
de la sociedad y allí obtendrá el socio, conforme o disconforme con tal resolución, su parte en el
remanente de la liquidación;
2) en caso de jusión y escisión, para los accionistas de la sociedad incorporante, porque dicha sociedad
no se disuelve, como ya dijimos; y el accionista de la misma nada pierde;
3) en el caso de sociedades que hacen oferta pública de sus acciones o están autorizalas para su cotización,
para los accionistas de las sociedades que se fusionan o escinden si las acciones que deben recibir como consecuencia
de la fusión o escisión, están admitidas a la oferta pública o cotización. La exclusión es
lógica porque en tales supuestos en nada se perjudican los accionistas de esas sociedades. Salvo que al inscribirse la sociedad

dicho régimen fuera desistido o denegado, porque aHí sí hay derecho de receso.
Son titulares de la acción los accionistas que votaron en contra y los que estuvieron ausentes de la asamblea
respectiva. Aquí la ley 22.903 modificó el criterio de la ley 19.550 que permitía ejercer este derecho a
los accionistas que se "abstenían de votar" ("quienes no votaron favorablemente", decía el artículo
245).
Deben ejercer este derecho dentro del plazo que ha fijado el artículo 245: de cinco días, los primeros, y
quince días los segundos, desde la fecha de clausura de la asamblea. Si se tratara del caso de desistimiento o denegatoria
del régimen de cotización de acciones en bolsa, el plazo se contará desde que se publica el desistimiento o denegatoria.
El derecho de receso caduca si la resolución que lo origina es revocada por otra asamblea celebrada dentro de los
sesenta
días a contar desde el vencimiento del plazo para ejercer este derecho por los accionistas ausentes.
Las acciones se reemboisa'án por el valor resultante del último balance realizado o que deba realizarse en
cumplimiento de normas legales o reglamentarias.
El pago de las acciones del accionista recedente debe hacerse dentro del ano de la clausura de la
asamblea que origma el receso, como norma general. Para determinados casos se fija un plazo menor,
tales los supuestos de retiro voluntario, desistimiento o denegatoria de la oferta pública o cotización; y
de continuación de la sociedad en el caso de cese en la cotización u oferta por sanción (art. 94, inc. 9º),
donde el plazo será de sesenta días desde la clausura de la asamblea o desde que se publique el
desistimiento, la denegatoria o la aprobación del retiro voluntario. En todos los casos el valor de la deuda
se ajustará a la fecha del efectivo pago, sin expresar la ley qué procedimiento de ajuste será aplicable.
El derecho de receso es un derecho esencia4 intangible, que no puede ser excluido por disposición
estatutaria o asamblearia, siendo nula toda disposición que lo suprinta o agrave las condiciones de su
ejercicio.

d) IA jurisprudencia

En tal sentido, nuestra jurisprudencia tiene resuelto:


En cuanto constituye un derecho que hace al interés de la minoria disidente, el derecho de receso debe ser considerado de orden público y, por
ende, admitido al darse las circunstancias que posibilitan su ejercicio.
Capital Federal, Cám. Nac. Com., Sala A, 23-XII-71, "Rutimor Sociedad Anónima c. Establecimientos Textiles Ituzaingó Sociedad Anónima",
JA., 1972, t. 14, pág. 234.

En esta materia son de importancia los siguientes fallos:

Asamblea de accionistas - Derecho de receso - Naturaleza - Derechos del socio recedente - Efectos de su ejercicio - Impugnación de la decisión
asamblearia - Acción prevista en el artículo 251 de la ley de sociedades - Valor de reembolso de las acciones - Determinación - Ultimo balance
de la sociedad.
1. lev
A partir de la vigencia de la 22.903 el denecho del socio necedente es un de,,'cho pleno, pen'ecto y adquirido aunque sujeto a
una modalidad, a una condición resolutoria, dada por la revocación por parte de la asamblea de la decisión que dio causa y justificó el ejercicio
del receso, revocación que resuelve o hace caducar ese derecho de receder.
2. El n'ceso, aunque es un acto unilateral del accionista, esta sujeto a un régimen similar al de los actos condicionales. El recedente
ab initio es titular de un derecho subjetivo, aunque éste se halla condicionado a que dentro del término legal no se produzca la revocación de la
decisión que le dio origen: si vence el término para que surja el acto extintivo y éste no se produce, el receso se reputa perfecto desde el
momento de la notiflcación.
3. Como consecuencia del eierciclo del derecho de r'ceso, una vez not,flcada la sociedad, el accionista queda sepanzdo de la misma y
se convierte j"'nte a ésta en un terceno titular de un der'cho cn'ditorio al rt'embolso, por parte de la sociedad, del valor de sus acciones.
4. El derecho de receso es la atribución acordada por la ley a los accionistas disconformes con determinadas resoluciones asamblearias, para
retirarse de la sociedad mediante su manifestación unilateral de voluntad, con reembolso del valor de sus acciones.
5. Comunicada a la sociedad la "oluntad de receder por parte de un socio, éste piertle inmediatamente su calidad de tal, y adquiere
por esa sola circunstancia la condición de tercero ajeno a la sociedad y acreedor de ella por el valor de reembolso de las acciones sin perjuicio
de la condición resolutoria mencionada. El derecho de receso es, por tanto, una acción individual que otorga la ley al accionista en defensa de
sus intereses particulares.
6. La acción prevista en el artículo 251 de la ley de sociedades es una accion social particular", en el sentido de que por ella se intenta la
protección tanto de intereses sociales cuanto particulares del socio, en tanto socio. Constituye, pues, una acción mixta en la que necesariamente
confluyen ambas especies de intereses, por lo que se excluye de ella la acción deducida en el exclusivo interés propio y particular del sujeto
accionante.
7. Precisado que la de la ley de sociedades, artícula 251 es una acción "social-particular" o "mixta" y que no es admisible en la hipótesis de
lesión referida exclusivamente a un derecho particular del socio, y precisado - de otro lado- que la generada a partir del derecho de receso
es una acción "individual" concedida al recedente "en defensa de sus intereses particulares", resulta claro que esta acción del
recedente no es la previna en la ley de sociedades, artículo 251. Ello así, deben distinguirse dos acciones: a) la acción social-particular de
impugnación. de las decisiones asamblearias -incluida la decisión de aprobar un balance-, acción autónoma y prevista por el artículo 251 de la
ley de sociedades, y b) la acción particular, por responder exclusivamente al interés particular de quien la ejerce, no prevista en norma expresa
alguna, de impugnación al balance a adoptar como base de la liquidación del valor de las acciones recedentes, acción que se presenta como
subsidiaria y vinculada a la acción de cobro del valor de las acciones recedentes.
8. El régimen legal concebido para la acción prevista en el artículo 251 de la ley de sociedades no puede ser derechamente aplicado a una
acción distinta de la allí regulada, por cuanto las normas sobre caducidades no son aplicables por extensión. Por tanto, no pesa sobre el socio
recedente la carga de impugnar el balance por la vía del artículo 251.
9. Pan,' la determinación del valor de reembulso de sus acciones, el accionista recedente debe aceptar el ultimo balance comtin que
realizó o debió realizar la sociedad, aun cuando contenga defectos, sIn poder peetender la confección de
un balance especial. Como excepción, el aecimista puede impugnar ese balance y obtener su rectificación cuando, además de otras
hipótesis, exista ií"acionalidad o arbitrariedad manifiestas de las constancias del estado contatile y enriquecimiento sin causa de un tercera
como consecuencia de algún negocio o acto reflejado en el balance.
10. Si por consecuencia del balance, o de los actos que refleja, se piodujese un detrimento patrimonial en la sociedad, lo que incidi"a
negativamente en los derechos creditorios del socio recedente, y un cont'la'ivo enriquecimiento sin causa de un tercera, la pretensión de la
sociedad de estar a ese balance pam determinar el valor de reembolso de las acciones alcanzadas por el derecho de receso constiadría un
fraude, pues la sociedad estaría abusando de su derecho de estar a
ese balance y desnaturalizando y contrariando el sentido y la finalidad que ha
tenido la ley.
11. Debe ser rectificado el balance que refleja operaciones que enriquecienon sin causa a terceras sociedades con el consiguiente
pejuicio de la sociedad de-mandada y del socio separado de ella mediante el ejercicio del derecho de receso.
12. El uso por parte del cuentacorrentista deudor de fondos anticipados debe ser compensado a la cuentacorrentista acreedora y
proveedora de los mismos, de modo tal que los fondos sean monetariamente actualizados y generen intereses, dado que el lucro es de la
naturaleza de la operatoria comercial y la presunta gratuidad exigida por la colaboración interempresaria no puede afectar el derecho creditorio
del socio recedente de la sociedad benefactora. Por ello, debe procederse a la rectificación del balance impugnado, mediante la adición de los
montos correspondientes.
Del voto del Dr. Cuarteno (testual):

"tuzgo, pues, que luego de la vigencia de las modificaciones intraducidas al artículo 245 de la le,, de sociedades por la le,, 22.903, es clara que
ejercido por el accionista el derecho de receso, y comunicado ello a la sociedad, tal ejercicio y acto de comunicación resultan ab initio
plenamente eficaces, y confieren al sujeto que así actúa un derecho adquirido, bien que sometido a una condición resolutoria (adviéitase que
antes de la vigencia de la le,, 22.903, podía considerarse que ese derecho estaba sometido a una condición suspensiva: el derecho sólo
devendria adquirido cuando se cumpliese la conditio iuris de que habló Williams en su voto en la causa 'Riello, actualmente, parece clara que
el derecho es eficaz y adquirido ab initio, aunque sometido a una condición resolutoria: la revocación de la decisión asamblearia que dio
lugar al ejercicio del receso).
"Puede decirse, en sin tesis, que '...el receso, aunque es un acto unilateral del accionista, está sujeto a un n'gimen similar al de los actos
condicionales. El rece-den te ab initio es titular de un derecho subjetivo, aunque éste se halla condicionado a que dentra del término legal <60
días) no se pnoduzca la revocación de la decisión que le dio origen: si vence el término pan' que suija el acto e:aintivo y éste no se pnoduce, el
receso se reputa perfecto desde el momento de la notificación'
(Escun (h), La le,, 22.903 y el receso en las sociedades anónimas, Revista del Derecho Comercial y de las Obligaciones, 1983, pág. 815).
"En conclusión: juzgo que comunicada a la sociedad la voluntad de receder por parte de un socio, éste pierde inmediatamente su calidad de
socio, adquiere por esa misma y sola circunstancia la condición de tercera ajeno a la sociedad y acreedor de ella por el valor de reembolso de
las acciones - tado ello sin peduicio de la condición resolutoria de los derechos genciados a partir de una nue"'a situación -. Por
consecuencia, bien puede decirse que la resultante del derecho de receso ISe tn'ita de una acción individual que otoiga la le,, al accionista en
defensa de sus intereses particulares'" (ZALDÍVAR y otros, obra y lugar citados).
CNCom., Sala D, 8-V-992, "Tacchi, Carlos c. Peters Hnos.", L. L., 1994-A, págs. 384 y sigs.

1. El derecho de receso está consggrado por el artículo 245 de la ley de sociedades (t.o. 1984 -Adla, XLIV-B, 13 10-). Cuando las
condiciones que dieron lugar a la formación del contrato de sociedad son modificadas sustancialmente, el socio tiene derecho a separarse de la
ntisma.
2. El accionista de una sociedad anónima puede requerir la extinción de la relación jurídica contenida en la acción, ante la modiíicación de la
causa relevante, no consentida, renunciando a su calidad de socio.
3. El derecho de receso es una garantía para el accionista, ya que él puede ejercer este derecho y no verse obligado a soportar obligaciones que
desconozca o que considere injustas.
4. El derecho de receso es uno de los derechos individuales del accionista, inderogable e irrenunciable por cláusula inserta en el contrato social,
en razón de que la función social que cumple es la de tutelar el interés del socio frente a las decisiones de la mayoría.
5. El derecho de receso es una institución de orden público. La ley fulmina con la nulidad a toda disposición que excluya el derecho de receso o
agrave las condiciones de su ejercicio.
6. Decidida la modificación relevante por la asamblea, la ley reconoce al accionista el derecho de receso, pero establece un plazo breve dentro
del cual debe ejercerlo. Una vez practicado este último, el accionista deja de ser tal, pierde su calidad de socio y se transforma respecto de la
sociedad en un simple acreedor de la misma.
7. La declaración que realiza el accionista al ejercer el derecho de receso es unilateral, recepticia y vinculante, la cual no requiere aceptación,
ya que vale por sí sola, bastando su "exteriorización" ante la resolución emanada de la asamblea.
CNCom., Sala B, 24-VllI-992, "Tchomlekdjoglou, Elena y otra c. Stemos SA.", 1, 1992-B, 2386. Repertorio, L.L., LII-19924-Z, págs. 1699,
1700 y 1701.

"Uno de los efectos ud derecho de receso es el extinguir la calidad de socio de quien ejercitó ese derecho".
SC Buenos Aires, 2-IV-991, "Córdova, Hector M. c. Banco Crédito Provincial", DJBA, 142-1520.

284. OBLIGACIONES DE LOS ACCIONISTAS


Como bien lo señala la doctrina en general, en estas sociedades el socio no tiene la obligación de "colaboración",
propia de los tipos sociales "de interés". Pero no hay dudas que el accionista tiene obligaciones que
cumplir desde el punto de vista del "interés social" y que las leyes prescriben con mayor o menor
precisión y detalle.
Nuestra ley consagra tres obligaciones bien tipificadas, a saber:

a) Deber de lealtad

El accionista tiene este deber primario desde el punto de vista de la obligación general de obrar con
buena fe en los negocios jurídicos y en las relaciones comerciales. Debe lealtad hacia la sociedad y
lealtad hacia los demás accionistas.
Nuestro Código de Comercio no contenía norma expresa sobre esta obligación del accionista; pero el
mismo fue incluido expresamente por la ley 19.550. En la Exposición de Motivos que acompaña esa ley, sus
autores destacan: "La doctrina contemporánea, en una plausible elaboración del cómputo de intereses y del deber
de lealtad del accionista, coincide en sostener la nulidad del voto de éste cuando sus intereses particulares
entran en conflicto con la sociedad. De ahí la regulación del artículo 248, que da una solución legal,
generalmente aceptada, así como fija las consecuencias de la nulidad de ese voto" (Sección
V, VIII, 6).
La existencia de un conflicto de intereses, de una contraposición entre los intereses particulares del accionista
y los generales de la sociedad, fundamenta la prohibición de votar consagrada en el artículo 248.
El accionista que contraviniendo esa prohibición vota, viola su deber de lealtad y es responsable por
los daños y perjuicios ocasionados cuando sin ese voto no se hubiera logrado la mayoría necesaria para el
acuerdo irregular.
Sostiene al respecto uno de los autores de la ley 19.550:
"Cuando nos encontramos ante una decisión asamblearia resuelta por una mayoría que al emitir su
voto lo hace en procura de la satisfacción de un interés individual - atentatorio o no del interés de la
sociedad pero si lesivo para el resto de los socios-,
debe surgir la acción de impugnación del acuerdo social como procedimiento idóneo para el resguardo de
esos derechos"11.
De modo que el conflicto de intereses no se circunscribe al enfrentamiento de los derechos particulares
del accionista con los de la sociedad, sino también con el de los demás socios.
Ante ese conflicto el accionista tiene el deber de lealtad de abstenerse, de no votar, sin perjuicio del
derecho de opinar en la asamblea, si bien haciendo conocer a los demás presentes su situación de
conflicto y que se abstendrá de votar.

b) Deber de cumplfr con el aporte prometido

El accionista debe efectuar sus aportaciones en los plazos pactados en el contrato de suscripción y en la
forma convenida. Ni la sociedad ni sus órganos pueden relevarlo de esta obligación porque el capital
social es la garantía fundamental que tienen los terceros.
La mora en el cumplimiento de su obligación se produce por el mero vencimiento de los plazos
pactados (art. 37) y produce el efecto inmediato de suspender el ejercicio de los derechos inherentes a las
acciones en mora (todos los derechos que hemos comentado precedentemente).
Ya analizamos anteriormente, al considerar los artículos 192 y 193 las vías de resarcimiento que tiene
la sociedad ante la mora del accionista, y a lo allí expuesto nos remitimos.
los accionistas pueden obligarse a "prestaciones accesorias" no dinerarias contempladas en el artículo
50 de la ley, en cuyo caso esas prestaciones deben ser conexas a las acciones y éstas deben ser nominativas. Tal
el caso de obligaciones de prestar ciertos servicios o realizar tareas personales en las sociedades "anónimas
familiares" o sociedades de profesionales. El accionista debe allí cumplir estas obligaciones las que podrán ser
demandadas por la sociedad si así no lo hiciere, respondiendo también por los daños y perjuicios.

c) Deber de cumplir con la ley, el estatuto y reglamento


El deber de cumplir el contrato social lleva implícito el de acatar las normas legales respectivas
y también las reglamen11 ODRIOzOLA, Carlos S., en Estudios de Sociedades Comerciales en
Homenaje a Ca-tos J. Zavala Roddg"ez, Astrea, T. 1, págs. 49y sigs.

tarjas impuestas en e! acto ConStitutivo o posteriormente. El accionista incumple estos deberes


cuando vota acuerdos ilegítimos en las asambleas, por ejemplo, y asume, por ello, responsabilidades
con su patrimonio personal.

285. RESPONSABILIDAD DEL ACCIONISTA

El accionista que incumple sus deberes y produce un daño a la sociedad debe resarcir los perjuicios
ocasionados. Así se establece expresamente en nuestra ley en los artículos 248 y 193 que hemos
referenciado anteriormente al considerar las obligaciones del socio de la anónima.
El accionista que con interés cont7uño al social vota, contra-viniendo la prohibición, es responsable de
los daños y perjuicios.
El accionista moroso que no cumple en término sus integraciones de aporte, pagará también los daños
y perjuicios que ocasione.
De la misma manera, aunque no haya una sanción expresa en tal sentido, rige para el caso de
"prestaciones accesorias
Pero hay otro caso que genera responsabilidad de los accionistas: cuando votaran favorablemente una
resolución asamblearia contraria a la ley, el estatuto o reglamento. El artículo 254 prescribe la
responsabilidad personal, ilimitada y solidaria, de los accionistas que hubieren votado favorablemente
ese acuerdo ilegítimo, por todos los perjuicios ocasionados a la sociedad y a los accionistas
minoritarios. Responsabilidad que subsiste aún cuando otra nueva asamblea revocara esa resolución.
Estos son casos donde el accionista asume una responsabilidad personal, con sus propios bienes y que
se derivan de su condición de accionista pero como consecuencia del incumplimiento de sus
obligaciones primarias.

286. SINDICACION DE ACCIONES

a) Antecedentes extranjeros

La necesidad de que el gobierno de la anónima cuente con el respaldo de las grandes mayorías de
accionistas ha llevado a la doctrina a auspiciar los convenios de votos y la sindicación de
acciones. Posición adoptada por algunas legislaciones y varios proyectos.
Sobre la ilicitud de tales convenios existen las más variadas posiciones, si bien su ilicitud, en
principio, es hoy opinión dominante12.
En el derecho angloamericano se admite plena libertad sobre el voto, convenios de votos y, en general.
acuerdos sobre su ejercicio. En los Estados Unidos de América están muy popularizados los acuerdos
llamados voting tvust y voting or pooling agreemenL
Con mayor o menor alcance también son admitidos en Suiza, Austria, Holanda, Luxemburgo,
Alemania y Brasil. En este último país se consagra la eficacia vinculatoria de estos pactos respecto de
la sociedad (art. 110, ley de 1976). En igual sentido a esta última, el Proyecto de Sociedad Anónima
Europea, artículo 93 (ANAYA, su voto en autos "Sánchez, Carlos J. c/ Banco de Avellaneda S.A. y
otros", cám. Nac. Com., Sala C, 22/Ix/1982, L.L., 1983-B, págs. 257 y sigs.).
En Francia después de una legislación restrictiva de 1933, se consagró la prohibición de los acuerdos
de voto por decreto-ley de 1937 (que estableció la nulidad de las cláusulas o contra-tos que tuvieran
por objeto restringir el ejercicio del derecho de voto en las asambleas generales). No obstante tales
normas la jurisprudencia fue ampliamente receptiva a los acuerdos de voto, convalidando su validez
(ver voto del Dr. Anaya antes citado).
En Italia, la evolución del derecho societario ha sido más favorable a la validez de los pactos de
sindicación. En la doctrina hay opinión mayoritaria en tal sentido, habiendo existido una posición más
hostil en la jurisprudencia.

b) Antecedentes nacionales

Nuestro Código de Comercio contenía dos disposiciones (arts. 358 y 359) que.constituyen para
algunos autores un verdadero anticipo de estos sindicatos de acciones. Así el artículo 358 prescribía
que "cuando una sociedad anónima tenga accionistas residentes en país extranjero, que representen por
los menos un veinticinco por ciento del capital suscripto, tendrán la facultad

12 PEDROL, op. cit., pág. 194.


de reunirse para examinar las cuentas y memorias de los directores y síndicos y nombrar uno o
más que los representen en la asamblea general ordinaria, en la cual tendrán tantos votos cuantos por
los estatutos pertenezcan a los accionistas reunidos. En tal caso nombrarán un presidente que reciba
los respectivos ejemplares de las memorias y cuentas que deberá remitirles la administración central
con la debida anticipación: los convoque a las conferencias y se corresponda con ésta...".
El anteproyecto de Ley General de Sociedades de 1958, de los Dres. Malagarriga y Aztiría, admitía los
convenios de acciones, con la previsión que los mismos no producían efectos frente a la sociedad.

c) la ley de Sociedades comerciales

La ley 19.550 ha omitido referirse a estos convenios. Sus autores señalan en la Exposición de Motivos
que han procedido así por las siguientes razones: a) porque "no se trata de un pacto, acuerdo o
convenio que integre el régimen legal de las sociedades. Es un contrato - dicen - que aunque pueda
llegar a afectar el funcionamiento de instituciones de la sociedad, es ajeno a ésta. Es un auténtico acto
parasocial, que no obliga a la sociedad y que ésta podrá impugnar cuando desvirtúe o afecte su
fucionamiento leal"; y también por que "b) no cabe una norma única, que legitime o fulmine de
nulidad o ineficacia cualquier pacto de esta clase: depende de los fines perseguidos con tal contrato".
La ley 22.903 de reformas a la ley 19.550, no modificó este criterio, de modo que nuestra legislación
guarda silencio sobre el tema.

d) la doctrina nacional

En nuestra doctrina, mientras autores como Halperin'3 señalan que estos acuérdos son válidos entre los
socios, pero ajenos a la sociedad, otros, como Zavala Rodríguez14 se pronuncian decididamente por su
ilicitud.

13 HALPERIN, Sociedades Anónimas, eit., págs. 634y sigs., nro. 65.

14 ZAVALA RODRÍGUEZ, Carlos Juan, Código de Cometrio y Leyes Compiementwias Comentados y Conco,dados, T.
1, pág. 405, nro. 780.
Félix Santiago Fares15 que ha dedicado un estudio especial sobre el tema, analiza ambas posiciones
sin defmir una posición propia; y en la doctrina extranjera el profundo trabajo de Antonio Pedrol'6 que
ya hemos citado, comprende una exposición completa sobre el tema.

e) Distintas modalidades

Las modalidades que en la práctica presentan los sindicatos de accionistas son variadas, pero pueden
reducirse a dos criterios generales, dentro de cada uno de los cuales caben innumerables variantes:
1) el accionista conserva la posesión de las acciones y se somete a votar en las asambleas o en
determinada asamblea en el sentido previamente acordado en el seno del sindicato; o
2) el accionista entrega sus acciones al sindicato y otorga poder a la persona que el sindicato determine
para que en su nombre y representación, concurra a la asamblea o ejerza el derecho de voto.

1) Su impugnación
Las impugnaciones a la validez de las "convenciones de votos", se fundaron en principios
"dogmáticos" como el que "la voluntad del accionista no puede formarse fuera del ámbito de la
deliberación de la asamblea", considerándose tal principio "esencial" y "tipificante"; y en el
"quebrantamiento del principio mayoritario".

fi) El principio de que La voluntad del accionista no puede fonnarse 'fi¿' era "de la
asamblea
Se impugnan tales acuerdos "parasociales" por cuanto representarían una desvirtuación del
funcionamiento de los órganos societarios, fundamentalmente el de la asamblea. Tal desvirtuación
sería una consecuencia del pacto de sindicación, porque la voluntad social se formaría fuera del
ámbito de la asamblea, normalmente antes que ella se celebre.

15 FARES, Félix Santiago, La Sindicación de Acciones, Mono'g'nffas Jurídicas, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1%3, págs.
58y 59.
16 PEDROL, op. cit., págs. 194y sigs.
La posibilidad de que los accionistas puedan hacerse representar en la asamblea por "mandatarios",
viabiliza tales acuerdos de voto, ya que ese mandatario debe cumplir en la asamblea las instrucciones
que le da el "grupo" mandante.
Resulta claro que la 'voluntad" de ese grupo no se ha formado durante la deliberación y en el
"intercambio" de opiniones surgida de ella, sino "fuera" de la asamblea y con anterioridad a ella.

f2) El quebrantamiento del principio mayoritario

Se sostiene también que estos acuerdos parasociales posibilitan que una minoría de accionistas de una
sociedad, se transforme en "mayoría" mediante el voto unificado del grupo, dentro de la asamblea.
Mediante ese acuerdo "fuera" de la asamblea esa minoría, que constituye mayoría dentro del grupo
"sindicado", obtiene de ese modo, incrementar su poder, concurriendo a la asamblea como una
"unidad" y alterando de ese modo el principio mayoritario en la toma de decisiones del órgano deli-
berativo. Porque, finalmente, la decisión que se adopte no será fruto del consenso mayoritario dentro
del seno asambleario, sino el producto de la manifestación de una voluntad acordada fuera de la
asamblea.
Un ejemplo contribuirá a aclarar lo expuesto: un accionista que posea el 30% de los votos, reúne en un
acuerdo a accionistas que en total representan el 55% de los votos de una sociedad. Ese "grupo"
impondrá finalmente en la asamblea societaria su voluntad mayoritaria.
Está claro que mediante tales "acuerdos" un grupo minoritario puede conducir una anónima.
Si además tenemos en cuenta el fenómeno de que comúnmente concurren pocos accionistas a las
asambleas societarias, tendremos como resultado que aún grupos más pequeños de accionistas puedan
dirigir sociedades e imponer sus "directores" o "consejeros".

g) la refutación
Como bien señala Anaya en ilustrado voto sobre el tema, refutando el primer argumento (autos
"Sánchez, Carlos J. c/ Banco de Avellaneda S.A. y otros", Cám. Nac. Com., Sala C, 22-IX-
1982, L.L., 1983-B, págs. 257 y sigs.), igual situación se da en el caso de un condominio de
acciones, donde el representante trasladará al seno de la asamblea las decisiones de la mayoría de los
condóminos; y en el caso de que el accionista sea otra sociedad anónima, es decir una "persona
jurídica", donde su voluntad se deberá adoptar mediante una deliberación de sus propios órganos,
fuera de deliberación asamblearia y con anterioridad a ella.
De todos modos y como respuesta a la impugnación principista o dogmática realizada contra la validez
de estos acuerdos, cabe señalar que en ella luce un error básico, cual es que el hecho de que algunos
accionistas "acuerden" el sentido de sus votos "fuera" de la asamblea, no significa de modo alguno,
que la voluntad social se forme fuera del seno del órgano deliberativo. Ya que, precisamente, tales
acuerdos serán "manifestados" dentro de la deliberación asamblearia.
La circunstancia de que la voluntad de un grupo de accionistas llegue "predeterminada" a la asamblea
no significa que la voluntad social se forme fuera de ella, porque finalmente deberán manifestarse
dentro de la asamblea y tal voluntad contribuirá o no a formar la decisión mayoritaria de ella. Pero la
"voluntad social" será expresada siempre "dentro" del seno de la asamblea.
Respecto del segundo argumento, cabe señalar que el hecho de que accionistas minoritarios puedan
conformar un "sindicato" que imponga su voluntad en los acuerdos sociales y en la designación de los
administradores y representantes, y órgano de fiscalización, no puede descalificarse por sí mismo.
Lo que sí debe tenerse en cuenta es si tales acuerdos y decisiones contraviniesen la ley general o social
o el "interés de la sociedad". Si ello ocurre serán impugnables. Y si tales resoluciones fueran
declaradas "nulas", existirá "responsabilidad ilimitada y solidaria" de los accionistas del grupo,
conforme la regla del artículo 254 de la Ley de Sociedades Comerciales.
También podrá existir responsabilidad de los directores que respondan al sindicato, en tanto su
actuación importe una "delegación" de sus facultades al "grupo parasocial".

h) El alcance de las decisiones del "sindicato"


Los "acuerdos de votos" púeden ser transitorios, para una asamblea determinada, o bien tener mayor
duración, mediante convenios con cierta permanencia.
Los convenios de "sindicación" de acciones persiguen, comúnmente, mayor estabilidad.
El grupo parasocial puede convenir y normalmente lo hace, unificar su voluntad a efectos de "tomar la
dirección" de una sociedad, mediante la elección de la mayoría de los directores o consejeros.
En tal caso, los directores o consejeros así designados, son el "resultado" de tales acuerdos. Y
comúnmente serán los encargados de "aplicar" dentro de la sociedad los acuerdos para-sociales del
grupo.

NOTAS A IA OCTAVA EDICION

1. JURISPRUDENCIA

En este capítulo incorporamos los siguientes fallos que estimamos de importancia a los efectos de un
mayor esclarecimiento de los temas en él desarrollados.

283. DERECHO DE RECESO (Art. 245)

El valor de reembolso de las acciones recedidas debe calcularse de acuerdo con el balance correspondiente al
ejercicio social inmediatamente anterior a la asamblea cuya resolución ordenó el receso. El mencionado estado
contable es el que mejor refleja la situación patrimonial de la sociedad al momento de ejercer el derecho y se
adecua a lo dispuesto por la normativa legal en materia de sociedades comerciales que establece que las acciones
se reembolsarán por el valor resultante del último balance realizado o que deba realizarse en cumplimiento de
normas legales o reglamentarias (cfr. artículo 245, ley 19.550; Adia, XLIV-B, pág. 1319).

Si la sociedad ofreció el pago y los socios recedentes se negaron injustificadamente a percibirlo, se configura el
supuesto de mora accipiendi; consiguientemente, no necesita la deudora acudir al pago por consignación
judicial.
Cám. Nac. Com., Sala C, 4-VI-1993, "Frías Silva, Ernesto D. y otra c. Ibatín SA.", L.L., Repertorio LIII-1993,
pág. 1628.
El artículo 245 in firw de la ley 19.550 sanciona de nulidad toda decisión societaria que dificulte el
ejercicio o excluya el derecho a receder del accionista. Lo preceptuado por el artículo 188 del mismo
cuerpo legal debe interpretarse en concordancia con ello.
Partiendo de esa premisa, debe tenerse en cuenta que la actual redacción del mentado artículo 245
conduye con las anteriores divergencias doctrinarias en torno a la tacultad de recuirir al receso por
parte del accionista ante un aumento del capital societario. la comisión redactora de la reforma
introducida por la ley 22.903 explicita en la Exposición de Motivos la intención de agotar la polémica
doctrinaria y la inseguridad
jurídica existente en la materia (Cap. II, Sec. V, apart. 16).
No puede - entonces - caber duda que es requisito para el ejercicio de ese derecho que una asamblea
extraordinaria haya decidido el aumento del capital social y que debe recurrirse a una aplicación armó-
nica de las normas legales para un mejor ensamble de lo dispuesto por los artículos 188 y 245.
Consecuentemente, la validez de la facultad reconocida por el citado artículo 188 debe ser interpretada
a la luz de las particularidades de cada caso, tal como lo sostiene el a quo en la sentencia impugnada.
En efecto, la sociedad demandada utilizó y agotó la facultad prevista por el artículo 188, pues su
asamblea extraordinaria del 28 de noviembre de 1985 reformó la cláusula 4ta. del estatuto aumentando el
capital social, pero manteniendo la facultad de elevarlo hasta el quíntuplo por decisión de su asamblea. Este
mecanismo intentado por la mayoría de los accionistas de Mandataria Rural SA. conlíeva, en la especial
situación en examen, que se soslaye aquellas vías que aseguran los derechos del accionista disidente porque se
cercenaría su facultad de receder ante una reforma estatutaria que no contó con la aprobación unánime de todos
aquellos que tenían derecho a participar de la formación de la voluntad societaria.
Esta postura me lleva a reiterar que la interpretación y alcances de la posibilidad de aumentar hasta un quíntuplo
el capital social que establece el artículo 188 de la ley de la materia debe hacerse en concordancia con el ya
mentado artículo 245 que en su última parte sanciona de nulidad a toda decisión societaria que excluya el
derecho de receso de los accionistas disconformes o agrave las condiciones de su ejercicio.
Con respecto a ese derecho se puede decir que la ley lo caracteriza, y con esa finalidad lo mantiene, como
un remedio contra el poder ilimitado de las asambleas sociales y que constituye un instituto de suma importancia
para el accionista, irrenunciable anticipadamente salvo que la modificación esté prevista en el acto constitutivo,
insusceptible de ser desconocido por los estatutos ni por decisión asamblearia.
Más adelante, invocando el caso "Rutimor SA. c. Establecimientos Textiles Ituzaingó SA." (Cám. Nac. Com.,
Sala A, 23-XII-1971, ver
153-403), la accionada manifiesta que su contrario debió ejercer el receso ante la decisión asamblearia en lugar
de impugnarla, insistiendo en la improcedencia de la nulidad pretendida.
Ese razonamiento desatiende dos circunstancias que, a mi entender, son de importancia. En primer
término, la normativa vigente al tiempo de sentenciarse el caso citado (art. 354, Cód. Com.) era distinta de la
actual y, en segundo lugar, que el derecho a receder que le asiste al
socio, así como la posibilidad de impugnar las resoluciones del órgano de gobierno social son dos
alternativas cuya elección queda en cabeza del accionista. Así el socio puede reclamar la invalidez de
lo decidido u optar por su retiro de la sociedad, pero no está obligado a esto último, siendo ajeno a la cuestión
el debate que pretende incorporar la apelante sobre
si le asiste o no al actor el derecho de receso en esa oportunidad.
Cám. Nac. Com., Sala C, 14-VI-1991, "Guelar, Juan c. Mandataria Rural SA.", L.L., 1991-E, pág. 485.

Valor de la acción, determinación

1. El artículo 245 de la ley 19.550 debe ser interpretado en el sentido de que el valor de reembolso de las
acciones recedidas debe calcularse de acuerdo con el balance correspondiente al ejercicio social in-
mediatamente anterior a la asamblea cuya resolución originó el receso, pues de este modo se posibilita
tener una visión más fidedigna de la situación patrimonial del ente al momento de ejercerse ese derecho; por
tanto, si la causa del receso se produjo el 26-X-1983 el ejercicio económico inmediato anterior corresponderá al
balance realizado al 31-VII-1983 y no al último balance aprobado, cerrado al M-VII-1982, que evidentemente
responde a otra etapa histórico-económica de la sociedad. En otro orden de ideas, en cuanto a los diferentes
criterios de valoración comparativa utilizados en ambos balances de marras cabe considerar, concordantemente
con lo establecido en la pericial contable, que el procedimiento más adecuado para determinar el patrimonio neto
ajustado es el aplicado al balance realizado el 31-VII-1983, en el que se estableció para
el valor de reembolso el criterio de comparación de valor de mercado a cotización, tomándose este
último por ser el menor; prevaleciendo este procedimiento sobre el sistema de costo reexpresado utilizado en el
otro balance.
2. Habiendo mediado ofrecimiento de pago por parte de la sociedad accionada y una negativa injusta de la socia
recedente a percibirlo, la primera no necesita acudir al pago por consignación judicial a
fin de no caer, por el simple transcurso del tiempo, en situación de morosidad de la obligación que
procuró cancelar; pues se trata de un caso de mora accipiendi donde el comportamiento del acreedor fue el que
impidió la concreción del pago intentado por el deudor.
Cám. Nac. Com., Sala C, 17-X-1994, "Nougués de Fagalde, María del Carmen c. Ibatín SA.", E.D., 9-V-
1996.
286. SINDICACION DE ACCIONES

Un contrato de sindicación de acciones entre C. F. Biscossa y J. 5. Biscossa en su carácter de


poseedores del 99% de las acciones representativas del capital accionario de "Z y B" y M. J. A. Giurlani
como titular del 1% del capital accionario de la misma sociedad. Del mismo se destaca el compromiso
asumido por 10 años de unir su haber accionario para dirigir el poder de decisión respecto a la
explotación de los yacimientos de mármol travertino existentes en el condominio "la laja", que se
concretó asegurando un directorio de tres miembros y que una de sus plazas se reservare
obligatoriamente M. J. A. Giurlani con imposibilidad de removerlo sin el acuerdo del accionista
minoritario e imponiendo que ninguna decisión podrá adoptarse sin el concurso de su voto.
Argumentó "Elat" que el contrato de "Regalías" es nulo por haberse violado el artículo 271 de la Ley
de Sociedades.
Cám. Nac. Com., Sala C, 19-IX-1995, "Biscossa, Carlos F. y otros c. Elat SA. y otros", L.L., 23-VIII-
1996.

2. DOCTRINA

Sobre los temas tratados en este capítulo, se pueden consultar los siguientes trabajos:

Escuti, Ignacio A. (h.), "En torno del derecho de receso en las sociedades anónimas", R.D.C. O., 1976,
pág. 321.
- "La ley 22.903 y el receso en las sociedades anónimas", R.D.C.O., 1983, pág. 785.
Fernández, Juan Esteban, "El derecho de receso de los accionistas en la
Ley de Sociedades Comerciales", en Estudios de Sociedades Cc»
merciales en Homenaje a Carlos L Zavala Rodriguez; Astrea, 1973,
pág. 189.
Gagliardo, Mariano, "Nuevas tendencias relativas a la posición jurídica del accionista", E. D., Temas de
Derecho Societario, VI Congreso de Derecho Societario, Mar del Plata, noviembre-1995.
García, Marta E., "Algunas consideraciones acerca de la 'sindicación de acciones' ", R.D.C. O.,
1972, pág. 699.
Manóvil, Rafael M., "El derecho de suscripeión preferente del accionista: revalorización de sus
fundamentos", E.D., Temas de Derecho Societario, VI Congreso de Derecho Societario, Mar del
Plata, noviembre-1995.
Sánchez González, José Carlos, "Los «convenios y sindicatos de voto. Su instrumentación
jurídica en la SA.", en Estudios sobre la Sociedad Anónima, varios autores, Civitas, Madrid, 1991.
Vergara del Carril, Angel D., "El aumento de capital y el derecho de receso", R.D.C. O., 1973, pág.
239.
CAPÍTULO XVIII
DE LAS OBLIGACIONES O DEBENTURES

287. LA EMISION DE OBLIGACIONES

a) Concepto

Vivante, citado por Brunetti1, nos dice que la emisión de obligaciones implica asumir una deuda por
parte de la sociedad, representada por títulos de crédito, con o sin garantía real sobre bienes de la
sociedad o con la garantía personal de otros entes. El negocio acordado por la sociedad con
observancia de determinadas formas no es más que "un mutuo de relevante importe, a largo
vencimiento, que la sociedad contrae con los portadores de los tftulos a los que se obliga a abonar un
cierto interés anual pro-metiendo el reembolso de las sumas mutuadas según las moaalidades fUadas en
el plan de emisión".

b> Naturaleza jurídica

Como surge del concepto que hemos citado y pertenece al gran jurista italiano Vivante, la emisión de
obligaciones implica asumir una deuda. Ello permite obtener un préstamo de dinero, un mutuo, a largo
plazo, de acreedores innominados (los titulares de esas obligaciones o debentures).
En cuanto al título que emite la sociedad (debenture u obligación negociable) es un dtulo de
crédito, dotado en consecuen1 BRUNETTI, op. dt., T. II, pág. 548, nro. 685.
cia de las características de "necesidad", "literalidad", "autonomía" y "circulación", que los tipifican.

c) Legislaciones

En todos los países se admite que las sociedades por acciones puedan emitir obligaciones. En Inglaterra
estos títulos se denominan debentures, vocablo que también usamos en Argentina, Brasil y Uruguay.
En los Estados Unidos de América se llama bondS y también debentures cuando se trata de obligacio-
nes a corto plazo y sin garantías especiales. En Chile estas obligaciones se denominan bonos.
En muchos países se legisla especiaimente sobre estas obligaciones, como lo hacía nuestra ley de
1912, igual que en Italia, Bélgica, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, España, Egipto, Francia, México,
Perú, etcétera.
En otros países se legisla sobre ellas al reglar sobre las sociedades anónimas, como en Inglaterra y en
nuestro país, en la ley 19.550.
Finalmente, en otros países no existe reglamentación especial y la emisión de obligaciones se rige por las
normas del derecho común, como en Alemania, Cuba, Uruguay, etcétera.

d) Finalidad

La emisión de obligaciones no es sino una de las formas de financiación que puede adoptar una sociedad. De
otro modo debe recurrir a aumentar su capital o a solicitar préstamos a los bancos o entidades financieras. Esa
necesidad de financiación puede responder tanto a nuevos emprendimientos empresariales a iniciar por la
sociedad, como también a requerimientos emanados de deudas anteriores.
Se recurre a este medio de financiación cuando las necesidades de financiación son temporales o transitorias; y
cuando los accionistas prefieren no recurrir a nuevas emisiones de acciones de capital a fin de no hacer participar
de los beneficios de la sociedad a nuevos inversores o capitalistas.

2 SOLÁ CAÑIZARES, Felipe de, en "Comentarios y notas del traductor", en la obra de BRUNETTI, citada, T. II, págs. 599y sigs.

288. DEBENTURES: SOC¡EDADES QUE PUEDEN EMITIRLOS


(Art. 325)

Art. 325. - Las sociedades anónimas, incluidas las de la sección VI y en comandita por acciones podrán, si sus estatutos lo autorizan,
contraer empréstitos en forma pública o privada, mediante la emisión de debentures3.

Nuestra ley autoriza a las sociedades por acciones, tanto anónimas como a las comanditas por
acciones, a emitir debentures u obligaciones negociables, cuando sus estatutos lo autoricen.
No distingue entre las anónimas "abiertas" y las "cerradas", de modo que todas pueden establecer en sus
estatutos previsiones que autoricen su posterior emisión.
289. CLASES DE DEB ENTURES (Arts. 326,327,328,332 y 333)
Art. 326. - Clases. Convertibilidad. Los debentu res será con garantía fl<» tante, con garantía común, o con
garantía especial.
La emisión cuyo privilegio no se limite a bienes inmuebles determinados, se considerará realizada con garantía
flotante.

Moneda extranjera.
Pueden ser convertibles en acciones de acuerdo al programa de emisión y emitirse en moneda extranjera.

Art. 327. - Garantía flotante. La emisión de debentures con garantía flotante afecta a su pago todos los derechos,
bienes muebles o inmuebles, presentes y futuros o una parte de ellos, de la sociedad emisora, y otorga los
privilegios que corresponden a la prenda, a la hipoteca o la anticresis, según el caso.
No está sometida a las disposiciones de forma que rigen esos derechos reales. La garantía se constituye por la
manifestación que se inserte en el contrato de emisión y el cumplimiento del procedimiento e inscripciones de
esta ley.

Art. 328. - Exigibilidad de la garantía flotante. La garantía flotante es exigible si la sociedad:


1º No paga los intereses o amortizaciones del préstamo en los plazos convenidos;
2º Pierde la cuarta parte (1/4) o más del activo existente al día del contrato de emisión de los debentures;
3º Incurre en disolución voluntaria forzosa, o quiebra;
4º Cesa el giro de sus negocios.

"U obligaciones negociables", eliminado por el artículo 45 de la ley 23.576 de Obligaciones Negociables.
Art. 332. - Con garantía común. Los debentures con garantía común cobrarán sus créditos pa'i passu con los acreedores quirografanos, sin
perjuicio de las demás disposiciones de esta sección.

Art. 333. - Con garantía especial. La emisión de debentu res con garantía especial afecta a su pago bienes deterrninados de la sociedad
suseeptibles de hipoteca.
La garantía especial debe especificarse en el acta de emisión con todos los requisitos exigidos para la constitución de hipoteca y se tomará razón
de ella en
el registro correspondiente. La serán aplicables todas las disposiciones que se refieren a la hipoteca, con la
excepción de que esta garantía puede constituirse por el término de cuarenta (40) anos. La inscripción que se
haga en el registro pertinente surte sus efectos por igual término.

Los debentures pueden clasificarse:


a) En cuanto a la moneda en que se emiten: pueden serlo en moneda nacional o en moneda
extranjera.
b) En cuanto a su posibilidad de convertirse en acciones, pueden ser "convertibles" o "no
convertibles" en acciones.
c) En cuanto a la garantia que los respalda, pueden ser: 1) con garantía flotante; 2) con garantía especial; y 3)
con garantía común. Nuestra ley no acepta los debentures con garantía personal de otras sociedades.
1) Debentures con garanda flotante: son los emitidos afectando a su pago todos los bienes y
derecho de la sociedad emisora.
Tanto los bienes muebles como los inmuebles, tanto los bienes y derechos presentes como los que
adquiera en el futuro.
Pero también puede referirse la garantía a una parte proporcional de los bienes sociales o una parte de
esos bienes.
Esta garantía otorga al acreedor los privilegios que corresponden a una prenda (si son bienes muebles), a una
hipoteca (si comprende bienes inmuebles) o a un anticresis (si comprendiera los frutos, productos o rentas de un
inmueble).
La emisión de debentures con este tipo de garantía no obliga a cumplir las formalidades para la constitución de
los derechos reales de garantía referidos.
2) Debentures con garantla especial son los emitidos con garantía de la sociedad susceptibles de
hipoteca (es decir inmuebles, barcos de más de diez toneladas, aeronaves y minas).
En el acta de emisión deberá especificarse la garantía y los bienes que comprende, cumpliéndose todos los
requisitos que exige la constitución de hipotecas y debiendo inscribirse ella en
el registro correspondiente (Registro de la Propiedad Inmueble; Registro de naves o aeronaves o Registro de
Minas). La garantía puede constituirse por el término de cuarenta años.
3) Debentures con ga'tntia común: son los emitidos sin garantía flotante o especial. Los
debenturistas en este caso cobrarán sus créditos pa'i patssu con los acreedores quirografarios de la
sociedad.
4) Emisión sin determinación de garantía: cuando la emisión no limite el privilegio de los
debenturistas a determinados bienes inmuebles, se considerará realizada con "garantía flotante".

290. EL FIDUCIARIO

a) Concepto

El fiduciario es el banco con el que la sociedad emisora debe celebrar un contrato de fideicomiso para poder
emitir los debentures. La ley no aclara ni precisa qué tipo de banco puede ser, si "comercial", "de inversión" o
"hipotecario", si público o privado. Pero la ley 21.526 que rige la actividad de las entidades financieras autoriza
a los bancos comerciales y a los de inversión a realizar estas operaciones (arts. 21 y 22, inc. g), sean personas
privadas o públicas (oriciales o mixtas, de la Nación, de las provincias o municipalidades).
Esta exigencia de que el "fiduciario" sea un banco rige sólo durante el período de emisión y suscripción de los
debentures. Posteriormente, la asamblea de debenturistas puede designar a cualquier persona, siempre que no
esté afectada por las causales de inhabilidad e incompatibilidad previstas en la ley (arts. 341 y 342). Pueden ser
uno o varios los fiduciarios.

b) Naturaleza y funciones

La naturaleza jurídica del fiduciario se deriva de las "funciones" que le adjudica la ley. De allí se
desprende que el fiduciario que es siempre el facultado a realizar un encargo de confianza, es en este caso
un mandatario, representante legal de los debenturistas, que tiene todas las facultades y deberes de los mandata
nos generales y de loS especiales de los incisos 1 y 3 del artículo 1881 del Código Civil4 (art. 344, L.S.).
La ley adjudica las siguientes funciones:
1) gestionar las suscripciones, esto es la colocación de los debentures;
2) controlar las integraciones de las suscripciones y sus depósito, cuando corresponda;
3) representar a los suscriptores y futuros debenturistas;
4) defender los derechos e intereses de los debenturistas hasta su cancelación total; (art. 338);
5) Examinar los estados contables de los dos últimos ejercicios de la sociedad emisora, las deudas con privilegio
que tiene la emisora, monto de debentures emitidos con anterioridad, características y cumplimiento (art. 339) y
los datos contenidos en el "prospecto" en caso de suscripción pública (art. 340);
6) revisar la documentación y contabilidad de la sociedad deudora, asistir a las reuniones de directorio y a
las asambleas con voz y sin voto y pedir la suspensión del directorio, en los casos de debentures con
garantía flotante o común (art. 345);
7) ejecutar la garantía en el caso de debentures con garantía especial (art. 345, infine);
8) administrar con la más amplias facultades la sociedad deudora, inclusive de enajenar bienes (art.
347);
9) asumir la liquidación de la sociedad deudora, silos debenturistas lo hubieran resuelto (art. 347); y
10) actuar como liquidador en caso de quiebra de la sociedad deudora, en caso de garantía común o
flotante, junto al sindico designado (art. 351).

c) Designaciún del fiduciario

Al respecto cabe distinguir dos etapas o dos momentos:


1) Emisión y suscripción: aquí, en esta primera etapa, el fiduciario es el banco con el que contrata la
sociedad emisora.

Art. 1881 del Cód. Civ.: "Son necesarios poderes especiales;


"1) para hacer pagos que no sean los ordinarios de la administración...; "3) para transigir, comprometer en árbitros, prorrogar jurisdicciones, re-
nunciar al derecho de apelar o a prescripciones adquiridas".
Art. 1879: "El mandato es general o especial. El general comprende todos los negocios del mandante, y el especial uno o ciertos negocios
determinados".
Es, entonces, el resultado de un contrato que la sociedad celebra libremente, de modo que es ella la
que ha "elegido" al banco con el que va a contratar la emisión de debentures, y con el que
ha celebrado el 'contrato de fideicomiso"; y
2) con posterioridad a la suscnpción, la asamblea de debenturistas puede designar otro fiauciario,
(art. 341) que puede ser cualquier persona no afectada por las prohibiciones establecidas en la ley.

d) Capacidad del fiduciario (Arts. 341 y 342)


capacidad. La ecigencia de que el fiduciario sea una institución bancaria rige sólo para el período de
Art. 341. - Fiduciarios.
emisión y suscripción. Posteriormente, la asamblea de debenturistas puede designar a cualquier persona no afectada por las prohibiciones
del art iculo siguiente.

Art. 342. - Inhabilidades e incompatibilidades. No pueden ser fiduciarios los directores, integrantes del consejo de vigilancia, sindicos o
empleados de la sociedad emisora, ni quienes no puedan ser directores, integrantes del consejo de vigilancia o síndicos de sociedades anónimas.
Tampoco podrán serlo los accionistas que posean la vigésima parte o más del capital social.

Ya vimos que fiduciario debe ser un banco en la primera etapa y que después de la suscripción la asamblea de
debenturistas puede nombrar cualquier persona. Pero la ley ha establecido inhabilidades e incompatibilidades
para desempeñarse como fiduciario.
No pueden serlo los directores, miembros del consejo de vigilancia, síndicos o empleados de la sociedad
emisora. Tampoco aquellas personas que tienen prohibido desempeñarse como "directores" o síndicos de
sociedades anónimas, es decir los comprendidos en las causales de inhabilidad e incompatibilidad prescriptas
en los artículos 264 y 286 de la Ley de Sociedades comerciales. La ley prohíbe ser fiduciario también a los
accionistas que posean la vigésima parte o más del capital social de la sociedad emisora.

e) Obligaciones del fiduciario


Las obligaciones del fiduciario pueden también dividirse en dos partes, en cuanto a las que contrae frente a
la sociedad emi
sora y aquéllas que la ley asigna como mandatario de los deben-turistas.
1) Frente a la sociedad emisom: los deberes del banco fiduciario derivan del contn:tto de
fideicomiso, y son:
- gestionar las suscripciones de los debentures que se ha decidido emitir;
- controlar las integraciones de esas suscripciones y su depósito, cuando corresponda (art. 338);
- en el caso de emisión de debentures para consolidar deudas de la sociedad, deberá controlar el
cumplimiento de cada operación de "consolidación" y entregar después los títulos (art. 343).
2) Frente a los suscrtptoresy debenturistas:
- ejercer la representación de los suscriptores frente a la sociedad emisora;
- ejercer la defensa conjunta de los derechos e intereses de los debenturistas hasta la cancelación total;
- examinar los libros de la sociedad emisora y de los datos contenidos en el prospecto en caso de
suscripción pública (arts. 339, inc. 4] y 340); y
- en general, cumplir las funciones adjudicadas por la ley y referidas al considerar sus funciones.

f) Atribuciones de flduc¡ario (Arts. 343, 344,345,346,347,348, 349, 350 y 351)

Art. 343. - Emisión poara consolidar pasivo. Cuando la emisión se haga consolidar deudas sociales, el fiduciario autorizará la entrega de los
títulos previa comprobación del cumplimiento de la operación.

Art. 344. - Facultades del fiduciario como representante. El fiduciario tiene como representante legal de los debenturistas, todas las facultades y
deberes de los mandatarios generales y de los especiales de los incisos 1º y 3º del artículo 1581 del Código Civil.

Art. 345. - Facultades del fiduciario respecto de la sociedad deudora. El fiduciario en los casos de debentures con garantía común o con garantía
flotante, tiene siempre las siguientes facultades:
1º Revisar la documentación y contabilidad de la sociedad deudora;
2º Asistir a las reuniones del directorio y de las asambleas con voz y sin voto
3º Pedir la suspensión del directorio;
a) Cuando no hayan sido pagados los intereses o amortizaciones del préstamo después de treinta (30) días de vencidos los plazos convenidos;
b) Cuando la sociedad deudora haya perdido la cuarta (1/4) parte del activo existente al día del contrato de erntsión;
c) Cuando se produzca la disolución forzosa o la quiebra de la sociedad.
Si se trata de debentures ernitidos con garantía especial las facultades del fiduciario se limitan a ejecutar la
garantía en caso de mora en el pago de los intereses o de la amortización.
Art. 346.- Suspensión del directorio. En los casos del inciso 3' del artículo anterior, el juez, a pedido del fiduciario y sin más trámite dispondrá
la suspensión del directorio y nombrará en su reemplazo al o a los fiduciarios, quienes recibirán la administración y los bienes sociales bajo
inventario.
Art. 347. - Adrninistración o liquidación de la sociedad deudora por el fiduciario. El fiduciario pueda continuar el giro de los negocios de la
sociedad deudora sin intervención judicial y con las más amplias facultades de administración, incluso la de enajenar bienes muebles o
inmuebles o realizar la liquidación de la sociedad, de acuerdo con lo que resuelva la asamblea de debenturistas que se convocará al efecto.

Art. 348. - Con garantía flotante: facultades del fiduciario en caso de liquidación. Si los debentures se emitieron con garantía flotante, resuelta la
liquidación, el fiduciario procederá a realizar los bienes que constituyen la garantía y a repartir su producido entre los debenturistas, luego de
pagados los crédi tos con mejor privilegio.
Satisfecha la deuda por capital e intereses, el remanente de los bienes deberá entregarse a la sociedad deudora, y a falta de quien tenga
personería para recibirlos, el juez designará a petición del fiduciario la persona que los recibirá.
Facultades en caso de asumir la administración.
Si se resolviera a continuación de los negocios, los fondos disponibles se destinarán al pago de Iso créditos pendientes y de los interese y
amortizaciones de los debentures. Regularizados los servicios de los debentures, la administración se restituirá a quienes corresponda.
Art. 349.- Con garantía común: facultades del fiduciario en caso de liquidación. Si los debentures se emitieron con garantía común y existieren
otros acreedores, resulta la liquidación, el fiduciario procederá a realizarla judicialmente en la forma de concurso de acuerdo con lo dispuesto
por la ley de quiebras.
Será el sindico y el liquidador necesario y podrá actuar por medio de apoderado.

Art. 350. - Acción de nulidad. El directorio suspendido puede promover juicio en el término de diez (10) días de notificado, para probar la
inexactitud de los fundamentos alegados por el fiductano.
Promovida la acción, no podrá resolverse la liquidación hasta que no exista sentencia firme; entre tanto el fiduciario debe limitarse a los actos
de conservación y administración ordinaria de los bienes de la sociedad deudora.
Art. 351.- Quiebra de la sociedad. Si la sociedad que hubiere emitido debentures con garantía flotante o común fuere declarada en quiebra, el
fiduciario será liquidador coadyuvante necesario de la misma.
Son atribuciones del fiduciario, en orden a su importancia, las siguientes:

1) Peticionar la suspensión del directorio


El fiduciario, en el caso de debentures con garantía común o flotante, puede peticionar judicialmente,
la suspensión del directorio de la sociedad emisora, en los siguientes casos:
- cuando no hayan sido pagados los intereses o amortizaciones del préstamo y hayan transcurrido
treinta días o más desde el plazo convenido;
- cuando la sociedad emisora haya perdido la cuarta parte o más, de su activo existente al día del
contrato de emisión; y
- cuando se produzca la disolución forzosa o la quiebra de la sociedad emisora.
El juez debe, sin más trámite, disponer la suspensión del directorio y nombrar en su reemplazo al
fiduciario. Este recibirá la administración previo inventario de los bienes sociales.
En tal caso el fiduciario continuará el giro de la actividad social, con las más amplias facultades,
incluso la de enajenar bienes muebles o inmuebles; y sin necesidad de intervención
judicial.

2) Asumir la liquidación de la sociedad deadora


La asamblea de debenturistas puede disponer la disolución de la sociedad deudora cuando haya perdido el
capital social y, en tal supuesto, el fiduciario debe asumir la liquidación.

3) Coadyuvar en la liquidación, en caso de quiebra


En caso de quiebra de la sociedad deudora, el fiduciario será liquidador coadyuvante necesario de la misma.

4) Impugnar los acuerdos de la asamblea de debenturistas


El fiduciario está facultado a impugnar los acuerdos de la asamblea de debenturistas cuado ellos hayan sido
adoptados en violación de la ley o el contrato. Se aplicarán las normas referidas a las impugnaciones de las
asambleas de la anónima prescriptas en los artículo 251 y siguientes. Es juez competente para conocer en la
impugnación el del domicilio de la sociedad
deudora.
g) Responsabilidad del fiduciario (Art. 359)

Art. 359. - El fiduciario no contrae responsabilidad personal, salvo dolo o culpa grave en el desempeño de sus funciones.

El fiduciario asume responsabilidades emergentes de sus importantes funciones, si actúa con dolo o
culpa grave.
Es responsable de la exactitud de los datos contenidos en el prospecto que debe elaborarse en caso de
suscripción pública.

h) Remoción del fiducIario (ArÉ. 353)


Art. 353. - El fiduciario puede ser removido sin causa por resolución de la asamblea de debenturistas. Tambi¿n
puede serlo judicialmente, por justa causa, a pedido de un debenturista.

Así como es competencia de la asamblea de debenturistas el nombramiento (art. 354) del fiduciario,
10 es también la re-moción. Para ello no necesita la existencia de causa justificativa alguna. En
cambio, el debenturista individual sólo podrá pedir la remoción judicialmente invocando una causal
válida.

291. LOS DEBENTURES

a) Naturakza jurídica (Art. 337)

Art. 337. - Emisión en series. La emisión puede dividirse en series. Los derechos serán iguales dentro de cada
sene.
No pueden emitirse nuevas series mientras las anteriores no estén totalmente suscriptas.
Cualquier debenturista puede pedir la nulidad de la emisión hecha en contra de lo dispuesto en este artículo.
Se aplican subsidiariamente las disposiciones relativas al régimen de las acciones en cuanto no sean incompatibles con su
naturaleza.

La norma de referencia determina que a estos títulos se les aplican las disposiciones relativas al régimen
de las acciones, y hemos visto ya que el artículo 226 prescribe que "las normas sobre títulos valores se
aplican..." a ellas. De modo que los debentures son títulos valores, a los que cabe aplicarles, supleto-
riamente, las reglas del Decreto Ley 5965/63.
b) Títulos (Arts. 335 y 336)
Art. 335 - Títulos de igual valor. Los títulos de debentures deben ser de igual valor y pueden representar más de una obligación.

Forma.
Pueden ser al portador o nominativos; en este caso endosables o no. La transmisión de los títulos nomiriativos y
de los derechos reales que lo graven debe notificarse a la sociedad por escrito e inscnbirse en un hbro de
rqgistro que deberá llevar al efecto la sociedad deudora. Surte efecto contra la sociedad y los terceros desde su
notificación. Tratándose de títulos endosables se notificará el último endoso.
Art. 336. Contenido. Los títulos deben contener:
1º La denominación y domicilio de la sociedad y los datos de su inscripción en el Registro Público de Comercio;
:10 El número de la serie y de orden de cada título y su valor nominal;
30 El monto de la emisión;
40 La naturaleza de la garantía, y si son convertibles en acciones;
50 El nombre de la institución o instituciones fiduciarias;
60 La fecha del acta de emisión y de su inanpción en el Registro Público de Comercio;
7º El interés estipulado, la época y lugar de pago, y la forma y época de su amortización.
Cupones.
Pueden llevar adheridos cupones para el cobro de los intereses o el ejercicio de otros derechos vinculados a los
mismos. Los cupones serán al portador.

Los títulos de debentures deben ser de igual valor y pueden representar más de una obligación.
Pueden ser al portador o nominativos y, en este último caso, endosables o no.
Los títulos deben contener:
1) denominación, domicilio y datos de inscripción de la sociedad deudora;
2) número de la serie y orden de cada título y su valor nominal;
3) el monto total de la emisión;
4) el tipo de garantía y si son convertibles en acciones;
5) el nombre del fiduciario;
6) la fecha del acta de emisión de los debentures y su mscripción en el Registro Público de Comercio;
y
7) el interés pactado, la época y lugar de pago; y la forma y época de amortización de los debentures.
Los títulos pueden llevar adheridos "cupones" que serán al portador, para el cobro de los intereses.

c) Transmisión
Los debentures al portador se transmiten por la simple entrega. Los nominativos endosables, por
endoso, que se notificará a la sociedad emisora. Los nominativos no endosables, por comunicación
escrita que debe hacerse a la sociedad emisora, y su posterior inscripción en un libro especial que debe
llevar la misma.

d) Emisión
Los debentures pueden emitirse divididos en series. Dentro de cada serie los derechos que
confieren los debentures deben ser iguales. No pueden emitir nuevas series mientras las
anteriores no estén totalmente suscriptas.

e) Debentures convertibles (Art. 334)


Art. 334. - Cuando los debentures sean convertibles en acciones:
1º Los accionistas, cualquiera sea su clase o categoría, gozarán de preferencia para su suscripción en proporción a las acciones que posean, con
derecho de acrecer;
20 Si la emisión fuere bajo la par la conversión no podrá ejecutarse en desmedro de la integridad del capital social;
30Pendiente la conversión, está prohibido: amortizar o reducir el capital, aumentarlo por incorporación de
reservas o ganancias, distribuir las reservas o modificar el estatuto en cuanto a la distribución de ganancias.

Los debentures pueden ser convertibles en acciones de acuerdo al programa de emisión.


Cuando se emiten debentures convertibles debe concederse a los accionistas de la sociedad, en todas sus
clases, derecho de suscripción preferente, en proporción a sus tenencias accionarias, con derecho de
acrecer (por los accionistas que no suscriban).
La conversión no puede alterar el capital social, por lo que si fueran emitidos "bajo la par" (a menos de su
valor nominal) la conversión no podrá afectar la integridad del capital social.
A su vez, mientras esté pendiente la conversión, no se puede alterar el capital social, sea amortizando
o reduciendo el capital, aumentándolo con incorporación de reservas o ganancias o disminuyéndolo,
distribuyendo reservas.
Tampoco se pueden introducir modificaciones al estatuto social en cuanto a la distribución de
ganancias.
Estas reglas impiden afectar los derechos de los debenturistas y de terceros, en razón de la conversión
autorizada.

292. DE LOS DEBENTURISTAS

a) los suscriptores de debentures


Hemos visto ya que es un banco el que como fiduciario se encargará de gestionar las
suscripciones de los debentures emitidos y el que debe controlar las integraciones respectivas.
Oportunamente el banco hará entrega de los títulos a los debenturistas, es decir, a los suscriptores de
los debentures emitidos.

b) Derechos (Arts. 331 y 352)


Art. 331. - Emisión de otros debentures. Emitidos debentures con garantía flotante, no pueden emitirse otros que
tengan prioridad, o deban pagarse pari passu con los primeros, sin consentimiento de la asamblea de
debenturistas.

Art. 352. - Caducidad de plazo por disolución de la deudora. En todos los casos en que ocurra la disolución de la
sociedad deudora, antes de vencidos los plazos convenidos para el pago de los debentures, éstos serán exigibles
desde el día que se hubiere resuelto la disolución y tendrán derecho a su reembolso inmediato y al pago de los
intereses vencidos.

El debenturista tiene una serie de derechos que nacen de su condición y cuyo ejercicio puede ser
individual o bien en asamblea, es decir en el conjunto de los debenturistas, o en su caso por intermedio
de su mandatario legal, el fiduciario.
Jndiviuualmente los debenturistas tienen derecho a:
1) pedir la nulidad de la nueva emisión de debentures hecha sin que se hayan suscripto
íntegramente las series anteriores (art. 337);
2) peair judicialmente la remoción del fiduciario, con justa causa (art. 353); y
3) impugnar las resoluciones de la asamblea de debenturistas, cuando ellas sean violatorias de la ley
o el contrato de emisión, aplicándose las reglas de los artículos 251 a 254; (art. 355).
El cinco por ciento de los debenturistas, o más, pueden peticionar a la autoridad de control o al juez, la
convocatoria de la asamblea de debenturistas (art. 354, tercer párr.).
El derecho patrimonial más importante es el pago del capital y de sus intereses, en el tiempo
correspondiente pactado.
En caso de disolución de la sociedad deudora, el debenturista tiene derecho a su pago desde el día en
que se resolvió la disolución, caducando los plazos previstos. Igualmente le deben ser pagados hasta
esa fecha los intereses vencidos.

c) Asamblea de debenturlstas (Arts. 354 y 355)


Art. 354. - Normas para el funcionamiento y resolución de la asamblea. La asamblea de debenturistas es presidida por un fiduciario y
se
regirá en cuanto a su constitución, funcionamiento y mayorías por las normas de la asamblea ordinaria de la
sociedad anónima.

Competencia.
Corresponde a la asamblea remover, aceptar renuncias, designar fiduciarios y demás asuntos que le competa
decidir de acuerdo con lo dispuesto en esta sección.
Convocación.
Será convocada por la atttoridad de contralor o en su defecto por el juex, a solicitud de algunos de los fiduciarios
o de un número de tenedores que representen por lo menos el cinco por ciento (5%) de los debentures
adeudados.

Modificaciones de la emisión.
La asamblea puede aceptar modificaciones de las condiciones del empréstito, con las mayorías exigidas para las asambleas extraordinarias en la
sociedad anónima.
No se podrán alterar las condiciones fundamentales de la emisión, salvo que hubiere unanimidad.

Art. 355. - Obligatoriedad de las deliberaciones. Las resoluciones de la asamblea de debenturistas son obligatorias para los ausentes o
disidentes.

Impugnación.
Cualquier debenturista o fiduciario puede impugnar los acuerdos que no se tomen conforme a la ley o el contrato aplicándose lo dispuesto en los
artículos 251 a 254.

Competencia.
Conocerá en la impugnación el juex competente del domicilio de la so ciedad.
La asamblea es convocada por la autoridad de control o por el juez, a pedido de un fiduciario o de un grupo
de debenturistas, como se expresa anteriormente.
La asamblea es presid¿t:la por un fiduciario y se rige en cuanto a su constitución, funcionamiento y
mayorías por las reglas de la asamblea ordinaria de la anónima.
La asamblea tiene competencia para resolver sobre los siguientes puntos:
1) la remoción sin causa del fiduciario;
2) aceptar la renuncia de un fiduciario;
3) designar fiduciarios;
4) aceptar modtflcaciones de las condiciones del préstamo, exigiéndose en este caso la aprobación de las
mayorías requeridas para las asambleas extraordinarias en la sociedad anónima (mayoría absoluta de votos
presentes). La modificación de las "condiciones fundamentales" requiere unanimidad;
5) resolver la disolución de la sociedad deudora y realizar la liquidación posterior por el
fiduciario. La liquidación deberá ser judicial si los debentures se emitieron con garantía común y existieran
otros acreedores;
6) pedir la quiebra de la sociedad deudora, si se dieran las causales previstas en la Ley de
Concursos para ello. El fiduciario
será liquidador coadyuvante silos debentures fueran con garantía común o flotante;
7) prestar aprobación a la fusión o esdsión de la sociedad deudora (art. 330); y
8) prestar aprobación a la emisión de más debentures, si los debentures fueran con garantía.

293. EL CONTRATO DE FIDEICOMISO

a) Concepto (Art. 338)


Art. 338. - Contrato de fideicomiso. La sociedad que decida emitir deben-tures debe celebrar con un banco un fideicomiso por el que éste tome
a su cargo:
1º La gestión de las suscripciones;
2C El contralor de las integraciones y su depósito, cuando corresponda;
3º La representación necesaria de los futuros debenturistas, y
4º La defensa conjunta de sus derechos e intereses durante la vigencia del empréstito hasta sus cancelación total de acuerdo con las
disposiciones de esta sección.
La sociedad que decida emitir debentures debe, obligatoriamente, celebrar este contrato con un banco, en el
que se establecen las condiciones de la emisión. Se denomina también
"contrato de emisión".

b) Partes
Son partes del contrato, la sociedad emisora y un banco. La presencia de un banco es condición indispensable en
la primera etapa.

c) Forma (Art. 339)


Art. 339. - Forma y contenido del contrato de fideicomiso. El contrato que se otorgará por instrumento público, se inscribirá en el Registro
Público de Comercio y contendrá:
1º La denominación y domicilio de la sociedad emisora, y los datos de su inscripción en el Registro Público de Comercio;
2º El monto del capital suscripto e integrado a la fecha del contrato;
3º El importe de la emisión, naturaleza de la garantía, tipo de interés, lugar de pago y demás condiciones generales del empréstito, así como los
derechos y obligaciones de los suscriptores;
4º La designación del banco fiduciario, la aceptación de éste y su declaración;
a) De haber examinado los estados contables de los dos últimos ejercicios; las deudas con privilegio que la sociedad reconoce; del monto de los
debentures emitidos con anterioridad, sus características y las amortizaciones cumplidas;
b) De tomar a su cargo la realización de la suscripción pública, en su caso en la forma prevista en los artículos 172 y siguientes;
5Q La retribución que corresponda al fiduciario, la que estará a cargo de la sociedad emisora.
Cuando se recurra a la suscripción pública el contrato se someterá a la autoridad de contralor de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 168.

El contrato debe ser celebrado por instrumento público.

d) Inscripción
Debe ser inscripto en el Registro Público de Comercio.

e) Contenido
El contrato debe contener:
1) La denominación, domicilio y datos de inscripción de la sociedad emisora;
2) el monto del capital suscripto e integrado de la sociedad emisora, a la fecha del contrato;
3) el importe de la emisión (total), las garantías, intereses, las amortizaciones, lugar y época de los pagos, y las
demás condiciones del empréstito;
4) los derechos y obligaciones de los suscriptores;
5) designación del banco fiduciario, la aceptación de éste y una declaración de haber examinado los libros y
estados contables de la sociedad emisora; de los debentures emitidos con anterioridad, sus características y las
amortizaciones cumplidas;
6) las obligaciones del fiduciario de gestionar las suscripciones, controlar su integración y su depósito si así se
pactare;
7) la retribución del fiduciario; y
8) las limitaciones sobre disponibilidad de bienes o administración de los mismos, para la sociedad emisora.

1) Suscripción pública (Art. 340)


Art. 340. Suscripción pública: prospecto. En los casos en que el empréstito se ofrezca a la suscripción pública, la sociedad confeccionará un
prospecto que debe contener:
1º Las especificaciones del artículo 336 y la inscripcíón del contrato de fideicomiso en el Registro Público de Comercio;
2º La actividad de la sociedad y su evolución;
3º Los nombres de los directores y síndicos;
4º El resultado de los dos últimos ejercicios, si no tienen antigiledad menor, y la transcripción del balance especial a la fecha de autorización de
la emisión.

Responsabilidad
Los directores, síndicos y fiduciarios son solidariamente responsables por la exactitud de los datos contenidos en el prospecto.

Si se va a recurrir a la suscripción pública el banco fiduciario debe preparar los contratos de suscripción en la
forma prescripta para la suscripción pública de acciones (art. 172).
La sociedad emisora deberá preparar un prospecto que contendrá los datos referidos en el contenido de los
títulos, actividad de la sociedad emisora y su evolución, nombre de los directores y síndicos, el resultado de los
dos últimos ejercicios, salvo que la sociedad tuviere una antiguedad menor; y la transcripción del balance
especial a la fecha de autorización de la emisión (por la asamblea extraordinaria de la sociedad emisora).
El contrato de fideicomiso, o de emisión, deberá ser sometido a la aprobación de la autoridad de control y luego
inscripto en el Registro Público de Comercio.

294. EFECTOS DE LA EMISION DE DEBENTURES


La emisión de obligaciones produce en la sociedad emisora una serie de efectos, en cuanto a su administración,
en cuanto a sus bienes, en cuanto a su capital y en cuanto a los derechos de los accionistas y de los debenturistas,
que es necesario analizar.

a) Efectos sobre la administración (Art. 329)


Art. 329. - La sociedad conservará la disposición y administración de sus bienes como si no tuvieren gravamen, mientras no ocurra uno de
los casos previstos en el artículo anterior.
Estas facultades pueden excluirse o limitarse respecto de ciertos bienes, en el contrato de emisión. En este supuesto debe inseribirse la
limitación o exclusión en el registro correspondiente.

En principio la sociedad conserva la disposición y administración de sus bienes. El contrato de emisión puede
limitar o excluir esas facultades respecto de ciertos bienes.
Pero, en el caso de incumplimiento de la sociedad deudora en cuanto al pago de los intereses o amortizaciones;
pérdida de la cuarta parte del activo; cese de su actividad; liquidación forzosa o quiebra; el fiduciario puede pedir
la suspensión del directorio, como ya hemos visto.

b) Efectos en cuanto a sus bienes (Art. 330)


Art. 330. - Disposición del activo. La sociedad que hubiese constituido una garantía flotante, no podrá vender o ceder la totalidad de su activo,
ni tampoco parte de él, si así imposibilitare la continuación del giro de sus negocios. Tampoco podrá escindirse con otra sociedad sin
autorización de la asamblea de debenturistas.

Vimos que el contrato de emisión puede limitar la disposición de determinados bienes en tal supuesto dicha
limitación debe inscribirse en el registro correspondiente.
Si los debentures son con garantía especial, se habrán afectado entonces determinados bienes susceptibles de ser
hipotecados y debe inscribirse la garantía en el registro respectivo.

c) Efectos sobre los accionistas de la sociedad emisora

En el caso de emitirse debentures "convertibles" debe otorgarse a los accionistas el derecho de suscripción
preferente.
Pero, además, cabe tener presente las múltiples situaciones que ya hemos descripto y de las que se desprenden
serias restricciones a los derechos del accionista en caso de incumplimiento de la sociedad deudora.

d) Efectos en cuanto al capital social (Art. 356)


Art. 356. Reducción del capital. La sociedad que ha emitido debentures sólo podrá reducir el capital social en
proporción a los debentures reembolsados, salvo los supuestos de reducción forzosa.

La sociedad que emite debentures no puede, en principio, alterar su capital. Sólo podrá reducirlo en proporción a
los debentures reembolsados, salvo los supuestos de reducción forzosa.

e) Prohibición (Art. 357)


Art. 357. - La sociedad emisora no podrá recibir sus propios debentures en garantia.

La sociedad que emite debentures no puede recibirlos en garantía, porque de hecho estaría recibiendo
documentos que prueban deudas de la sociedad. La prohibición es similar y tiene igual fundamento que la
consagrada en el artículo 222 respecto a la de recibir sus propias acciones en garantía.

295. RESPONSABILIDAD DE LOS DIRECTORES (Art. 358)


Art. 358. - Los directores de la sociedad son ilimitada y solidariamente responsables por los perjuicios que la violación de las disposiciones de
esta sección produzca a los debenturistas.
Los directores de la sociedad emisora de debentures asumen una responsabilidad personal, ilimitada y
solidaria, por los daños y perjuicios que se irroguen a los debenturistas por violación de las disposiciones de
estas normas legales de la L.S.

296. EMISION EN EL EXTRANJERO (Art. 360)


Art. 360. - Iaas sociedades constituidas en el extranjero que emitan deben-tures con garantía flotante sobre
bienes situados en la República, proeederán a inscribir en los registros pertinentes, antes de la emisión, el contrato
o acto a que obedexca la emisión de los debentures o del cual surja el monto de los debentu-ristas a emitirse, así como
las garantías otorgadas. Caso contrario éstas no surtirán efecto en la República.
Toda emisión de debentures con garantía, por sociedad constituida en el extranjero, que no se limite a la de bienes
determinados suseeptibles de hipeteca, se considera emisión con garantía flotante. Si la garantía fuera especial, se
procederá también a su inscripeión en el registro donde está situado el bien afectado.
Las inscripciones a las que se refiere este artículo, se harán a solicitud de la sociedad, del fiduciario o de cualquier
tenedor de debentures.
Las sociedades que hayan dado cumplimiento a las disposiciones precedentes no estarán sujetas a lo establecido en el artículo 7' de la ley
11.711.

Esta disposición regula los debentures emitidos por sociedades constituidas en el extranjero con garantías sobre
bienes situados en el país. Exige como condición de validez la inscripción del contrato de emisión de debentures
en los registros que correspondan conforme la naturaleza de los bienes gravados. No cumplida esta exigencia,
las garantías no surtirán efecto alguno en el país.
2% BIS. DE LAS OBLIGACIONES NEGOCIABLES6

a) Concepto
Las obligaciones negociables son títulos valores emitidos en serie, por una compañía o ente autorizado,
representativos de un empréstito a corto, mediano o largo plazo, comúnmente al

5 Ver ley 19.551.

6 Un estudio completo sobre este


terna puede verse en nuestra obra, en colaboración con VILLEGAS, Carlos G. y
VILLEGAS, Marcelo, Régimen de Obligaciones Negociables Astrea,
1993.
portador, que confieren al titular el derecho de rembolso del capital y una renta, conforme a las condiciones de
emisión.
El régimen legal de las obligaciones negociables ha sido establecido por la ley 23.576 con las modificaciones de
la ley
23.962.
Son aplicables también las reglas de varios artículos de la Ley de Sociedades comerciales referidas a los
debentures.

b) Caracteres
Las características más importantes de estos papeles,son:
1) Son títulos valores, en el sentido que los hemos definido precedentemente, es decir documentos que
llevan incorporados un derecho de crédito contra la emisora y otorgan en favor de su tenedor un derecho
literal (porque los derechos reconocidos son los expresados en el mismo documento) y autónomo (en el
sentido que tal derecho es independiente de la causa que dio origen a su adquisición).
2) Son títulos emitidos en serie o en masa, es decir en cantidades, que pueden dividirse en clases y a su
vez cada clase en series.
3) Generalmente se emiten al portador de modo de facilitar su transferibilidad y de no individualizar a los
distintos tenedores. Con ello se facilita su negociación y se le confiere mayor liquidez.
4) Confieren el derecho a una renta a su tenedor, en moneda nacional o extranjera, fija o variable. Por eso se les
denomina títulos de renta, para distinguirlos de otros, como las acciones, que confieren un derecho a dividendos,
siempre que haya utilidades sociales a distribuir.
5) Pueden otorgar, además, el derecho a su conversión en acciones, lo que resultará de las condiciones de cada
emisión.
6) Pueden llevar garantías adicionales, como ser hipotecarias o flotantes (sobre todos los derechos y bienes de la
emisora) o de terceros, comúnmente de bancos u otras entidades financieras.
7) Son representativas de un préstamo a mediano o largo plazo, sin perjuicio de que también puedan
emitirse al corto plazo (commercial papers).
8) Se trata de un préstamo con pluralidad de prestamistas, que son los tenedores de las obligaciones.
c) Derechos de los obligacionistas
Los obligacionistas tienen derecho a que la emisora les pague la renta comprometida a la fecha de su
vencimiento.
Asimismo tienen derecho al reembolso del capital, en la moneda de pago y en las fechas comprometidas.
Los obligacionistas tienen derecho a solicitar la convocatoria a la asamblea en los casos en que no la convoque el
directorio o síndico de la emisora. La puede pedir el fiduciario, en su caso, u obligacionistas que representen el
cinco por ciento del monto de la emisión (art. 14, ley 23.576).

d) Emisores
Pueden emitir obligaciones negociables (ON) las sociedades que se indican en los puntos siguientes (art. 1º, Jey
23.576, modif. ley 23.962):
1) Las sociedades por acciones, es decir las sociedades anónimas; las en comandita por acciones y las sociedades
de economía mixta ( Dto. ley 15.349/46, ratificado por ley 12.962).
2) Las sociedades cooperativas, regidas por la ley 20.337.
3) Las asociaciones civiles, es decir las asociaciones sin fines de lucro que tienen por objeto realizar
actividades religiosas, políticas, sociales, científicas, deportivas,etc.
4) Las sucursales de las sociedades por acciones constituidas en el extranjero que hayan cumplido las exigencias
del artículo 118 de la ley 19.550. Nada impide que sociedades constituidas en el extranjero puedan emitir estos
títulos y cotizarlos en el país ya que así lo admiten las Normas de la Comisión Nacional de Valores (art. 5Q de
las Normas; Resolución General 214 de la Comisión Nacional de Valores).
5) Cuando los títulos sean obligaciones negociables convertibles, los entes autorizados son sólo las sociedades
por acciones.

e> Clases y series


Se admite la posibilidad de que el emisor emita estos títulos por clases que confieran derechos diferentes a
sus tenedores. Se pueden emitir clases de acciones en moneda nacional y clases en moneda extranjera, clases con
garantías y otras sin garantías; simples o convertibles en acciones; etcétera.
El límite a este derecho está en que dentro de cada clase se deben conferir los mismos derechos a los inversores.
A su vez la emisión se puede dividir én series.
El límite es que no se pueden emitir nuevas series mientras las anteriores no estén totalmente
suscriptas.
Por lo general, la asamblea decidirá el total de la emisión de títulos por un monto determinado y el órgano de
administración irá resolviendo en concreto por cada serie, para lo cual la Asamblea deberá haber delegado en su
momento al directorio la facultad para ofrecer el monto aprobado en más de una etapa (art. 9Q, ley 23.576). De
esta forma el órgano de administración puede regular la oferta de papeles de acuerdo a las condiciones del
mercado.

f) Garantías

Además de comprometer su responsabilidad patrimonial para el pago del empréstito contraído, el emisor
puede otorgar al tenedor de los títulos seguridades adicionales por medio de la constitución de garantías reales
que otorgan privilegios especiales sobre ciertos bienes (garantía flotante o especial) o que suman al propio
patrimonio la responsabilidad de un tercero constituyendo garantías personales - aval o fianza - (art. 3º, ley
23.576, modif. por ley 23.962).
La calidad de la garantía, es importante para facilitar la colocación del título y disminuir su riesgo crediticio (tasa
de interés). Es entonces un elemento esencial que debe considerar el inversor, y por ello debe ser adecuadamente
explicitado en las condiciones de emisión (art. 10 de la ley), en el mismo título (art. 7Q de la ley); y en el
documento básico a través del cual se realiza la oferta pública : el "prospecto" (Anexo II, A , inc. g, de las
Normas de la CNV, según Res. Gral. 131/89).
Pueden consistir en hipotecas sobre bienes inmuebles determinados (garantías especiales); garantía de todos los
bienes y derechos de la emisora (garantía flotante); avales o fianzas de entidades financieras comprendidas en la
ley 21.526 o de otros terceros.
La garantía flotante es la que se constituye sobre todos o parte de los derechos y bienes muebles o inmuebles,
presentes o futuros, de la emisora (art. 327, ley 19.550).
La garantía flotante es exigible en los siguientes casos:
1) si la emisora no paga los intereses o amortizaciones del préstamo en el plazo convenido;
2) si pierde la cuarta parte o más de su activo existente al día del contrato de emisión;
3) si incurre en disolución voluntaria, forzosa, o quiebra o cesa en el giro de sus negocios (art. 328, ley 19.550).
La emisora conserva su poder de administración y disposición sobre los bienes y derechos afectados a la garantía
flotante, mientras no incurra en alguna de las causales que hagan exigible la garantía o voluntariamente se
limiten sus facultades en el contrato de emisión (art. 329, ley 19.550).
La garantía especial es la de hipoteca sobre bienes inmuebles determinados únicamente. Es decir se excluyen las
hipotecas sobre buques o aeronaves porque ellas se consideran realizadas con garantía flotante (art. 326 , 2º
párrafo, ley 19.550).
No se requiere instrumento público y la hipoteca se puede constituir en forma unilateral, sin exigirse la aceptación
del acreedor (art. 3º, 2º párr., ley 23.576)
También su cancelación se hará por declaración unilateral del emisor, salvo que actuara un fiduciario (art. 3º, ley
23.576).
A efectos de evitar problemas se somete la cancelación de la hipoteca al requisito de la certificación contable de
la amortización o rescate total de los títulos emitidos o conformidad unánime de los obligacionistas.
En el caso de obligaciones negociables autorizadas a colocar mediante el procedimiento de la oferta pública (en
Mercados de Valores) la cancelación requerirá la conformidad previa de la Comisión Nacional de Valores.
Estos títulos pueden también ser garantizados por fianzas o avales constituidos por terceros, previéndose de
modo especial la actuación como garantes de las entidades financieras. A tal efecto se aplican las normas
comunes de estas garantías personales.
Lo usual es que la garantía personal sea otorgada por entidades financieras por medio de un contrato de fianza
donde se regula las condiciones de la garantía, la existencia de contragarantías por parte de la emisora a la
entidad garante, las cláusulas de rescisión de la garantía y una comisión por el crédito de firma.
También se admite la garantía de aval, por la cual la entidad financiera firmará los títulos cartulares como
"avalista",
contrayendo de esa forma una obligación directa y principal de pago. Si se tratara de obligaciones escriturales la
garantía de aval se deberá instrumentar por separado. El aval puede ser total o parcial, es decir por una parte de
la emisión.
La garantía personal puede ser constituida por más de una entidad financiera. En tal caso el alcance de la
garantía respecto de los obligacionistas dependerá de la naturaleza de ésta, es decir si es solidaria o
mancomunada.
Se puede constituir cualquier tipo de garantía en seguridad de las obligaciones que asume el emisor mediante
estos títulos.
Las emisoras de ON podrán garantizar el pago de las mismas mediante la afectación de carteras variables o fijas
de créditos o conjuntos variables o fijos de activos análogos u homogéneos entre sí, constituyendo un derecho de
prenda a favor de los obligacionistas.

g) Organo que toma la decisión


En las sociedades por acciones y cooperativas, la emisión de obligaciones negociables no requiere autorización
de los estatutos y puede decidirse por asamblea ordinaria.
Cuando se trate de obligaciones convertibles en acciones, la emisión compete a la asamblea extraordinaria, salvo
en las sociedades autorizadas a la oferta pública de sus acciones, que pueden decidirla en todos los casos por
asamblea ordinaria.
En las asociaciones civiles, la emisión requiere expresa autorización de los estatutos y debe resolverla la
asamblea.
Pueden delegarse en el órgano de administración:
1) Si se trata de obligaciones simples: la determinación de todas o algunas de sus condiciones de emisión dentro
del monto autorizado, incluyendo época, precio, forma y condiciones de pago;
2) Si se trata de obligaciones convertibles: la fijación de la época de la emisión; precio de colocación; forma y
condiciones de pago; tasa de interés y valor de conversión, indicando las pautas y límites al efecto.

h) Publicación de un aviso
En los casos de emisión de obligaciones negociables la emisora deberá elaborar un aviso y cumplir los recaudos
que se
enuncian seguidamente (art. 10, ley 23.576, modif. por ley 23.962, artículo IQ).
Se publicará en el Boletín Oficial por un (1) día. Quedará constancia del contenido del mismo en el organismo
de control respectivo y se debe inscribir en el Registro Público de Comercio.
Debe contener los siguientes datos:
1) Fecha de las asambleas y reunión del órgano de administración en su caso, en que se haya decidido
el empréstito y sus condiciones de emisión;
2) La denominación de la emisora, domicilio, fecha y lugar de constitución, duración y los datos de su
inscripción en el Registro Público de Comercio u organismo correspondiente;
3) El objeto social y la actividad principal desarrollada a la época de la emisión;
4) El capital social y el patrimonio neto de la emisora;
5) El monto del empréstito y la moneda en que se emite;
6) El monto de las obligaciones negociables o debentures emitidos con anterioridad, así como el de las deudas
con privilegios o garantías que la emisora tenga contraídas al tiempo de la emisión;
7) La naturaleza de la garantía;
8) Las condiciones de amortización;
9) La fórmula de actualización del capital en su caso, tipo y época del pago del interés;
10) Si fuesen convertibles en acciones la fórmula de conversión, así como las de reajuste en los supuestos de los
artículos 23, inciso b), 25 y 26 de la ley y la parte pertinente de las decisiones de los órganos de gobierno y de
administración en su caso, referentes a la emisión (art. 10, ley 23.576, texto según ley 23.962, artículo 1º).

i) Obligaciones convertibles
La sociedad emisora al conferir ese derecho a los tenedores de obligaciones negociables, contrae el compromiso
irrevocable de entregar acciones a cambio de obligaciones a los tenedores que ejerciten el derecho de opción, en
la proporción resultante del "valor de conversión" fijado.
Para los obligacionistas se trata de un derecho, de una facultad que les concede el emisor, que podrán
utilizar o no, de acuerdo a su conveniencia y dentro del plazo fijado para eHo o
en cualquier momento antes de su vencimiento, si no se hubiera fijado plazo.
La conversión otorga a estos títulos de renta la posibilidad de transformarse en títulos de participación en las
ganancias de la empresa. De este modo se confiere contractualmente al inversor la posibilidad de transformar
este título de renta en acciones de la emisora y modificar así su status jurídico, que de obligacionista se
convertirá en accionista con todos los derechos y las facultades que caracterizan esta nueva situación.
La conversión tiene por objeto hacer aún más interesantes las obligaciones negociables al otorgar al inversor el
derecho de poder optar en el futuro por transformar las mismas en acciones de la sociedad emisora. De modo que
si por efecto de las sumas ingresadas y su correcta inversión la sociedad mejora sus perspectivas futuras puede
ocurrir que el obligacionista se sienta tentado a obtener ganancias aún más importantes que la renta que confiere
la obligación.
El obligacionista aspira a que el valor de mercado de las acciones sea superior al que resulta del "valor de
conversión" de sus obligaciones.
Los obligacionistas tienen derecho a ejercer la conversión anticipada en ciertos casos contemplados en la ley
23.576 y que se enuncian en los puntos siguientes:
1) Cuando la sociedad emisora prorrogue el contrato social o lo reconduzca, salvo si la emisora hace oferta
pública de sus acciones (art. 15, último párr., ley 23.576);
2) Cuando la sociedad emisora mude su domicilio al exterior o cambie de modo fundamental su objeto
social (art. 15, último párr., ley 23.576);
3) Cuando la sociedad emisora se transformara en otra (cambie su tipo social); y
4) En todos los casos en que ocurra la disolución de la sociedad deudora antes de vencidos los plazos
convenidos para la conversión de las obligaciones (art. 19, ley 23.576).

j) Contrato de fideicomiso

Es el convenio entre la emtsora y una entidad financiera o firma intermediadora en la oferta pública de títulos
valores por el cual dicha entidad asume la representación de todos los obligacionistas (art. 13, ley 23.576).
La emisora puede celebrar con una institución financiera o firma intermediaria en la oferta pública de
valores mobiliarios un convenio por el que ésta tome a su cargo la defensa de los derechos e intereses
que colectivamente correspondan a los obligacionistas durante la vigencia del empréstito y hasta su
cancelación total (art. 13, ler. párr., ley 23.576).
El contrato se puede instrumentar por escritura pública o por instrumento privado. En este último caso es
recomendable que las firmas sean certificadas por Escribano Público.
El contrato deberá contener:
1) Las menciones del artículo 10;
2) Las facultades y obligaciones del representante;
3) Su declaración de haber verificado la exactitud de los datos mencionados en el acto de emisión;
4) Su retribución, que estará a cargo de la emisora.
El banco o entidad intermediadora actúa como representante de los obligacionistas (inversores) y toma a su
cargo la defensa de sus derechos e intereses colectivos hasta la cancelación del préstamo.
Por ello le incumbe verificar la exactitud de los datos que contiene el aviso de emisión de obligaciones y todos
aquellos donde se afecte un interés colectivo y se requiera la decisión de la asamblea de obligacionistas, como
por ejemplo: retiro de la oferta pública o cotización (art. 15 de la ley ); suspensión o limitación del derecho de
suscripción preferente de los tenedores de obligaciones convertibles (art. 24); los actos societarios que afecten el
derecho de conversión (arts. 26 y 27), etcétera.

k) Asamblea de obligacionistas
Los obligacionistas se reunirán en asamblea para tratar asuntos que requieren de su conformidad en los casos que
se mencionan en el artículo 14 de la ley 23.576.
La asamblea de obligacionistas será convocada por el órgano de administración o, en su defecto, por la
sindicatura o consejo de vigilancia de la sociedad, cuando lo juzguen necesario o fuera requerida por el
representante de los obligacionistas o por un número de éstos que represente, por lo menos, el cinco por ciento
(5%) del monto de la emisión.
En este último supuesto, la petición indicará los temas a tratar y la asamblea deberá ser convocada para que se
celebre
dentro de los cuarenta (40) días de recibida la solicitud de los obligacionistas.
Si el órgano de administración, sindicatura o consejo de vigilancia omitieran hacerla, la convocatoria podrá ser
efectuada por la autoridad de control o por el juez.
La asamblea de obligacionistas puede reunirse para tratar temas de interés común de los inversionistas. Por
ejemplo:
nombrar y remover el fiduciario y aceptar su renuncia;
- recibir informes del fiduciario;
- tratar aspectos vinculados con el cumplimiento de las obligaciones de la emisora;
- el retiro de la oferta pública de las obligaciones, o de su cotización, o de las acciones, cuando fueren
convertibles;
- considerar propuestas de modificaciones en las condiciones del préstamo; etcétera.

1) Transmisión

La transmisión de las obligaciones negociables nominativas o escriturales y de los derechos reales que las graven
se debe
notificar por escrito a la emisora o entidad que lleve el registro e inscribirse en el libro o cuenta
pertinente. Surte efecto contra la
emisora y los terceros desde su inscripción.
En el caso de obligaciones negociables escriturales, la emisora o entidad que lleve el registro cursará
aviso al titular de la cuenta en la que efectúe un débito por transmisión de obligaciones o constitución de
gravámenes sobre ellas, dentro de los diez (10) días de haberse inscrito, en el domicilio que se haya constituido.
En las sociedades cooperativas o asociaciones sujetas al régimen de la oferta pública, la autoridad de control podrá
regl amentar otros medios de información a los obligacionistas (ley 23.576, artículo 32).

m) Pequeñas y medianas empresas

Pueden realizar oferta pública de ON simples, no convertibles en acciones, en las siguientes condiciones:
1) El patrimonio neto de la emisora debe ser inferior a la suma de diez millones de pesos;
2) los ingresos por ventas de bienes y servicios resultantes del último ejercicio económico no podrán
superar los veinte millones de pesos;
3) elmonto total de la emisión no podrá ser superior a la suma de cinco millones de pesos;
4) no podrán realizar nuevas emisiones mientras la anterior no haya sido totalmente cancelada (RO
216 del 23-VII-92).
Las pequeñas y medianas empresas, definidas en los términos de la Resolución Ministerial M.E. 401
del 23 de noviembre de 1989 y sus modificatorias, que soliciten su registro ante la CNV en los
términos del Decreto 1087 del 24 de mayo de 1993, tienen establecido un régimen de autorización
automático cumplimentando los recaudos establecidos en la Res. Gral. 235 de la Comisión Nacional
de Valores, con la particularidad de que tales títulos sólo pueden ser adquiridos por inversores
"califica-dos". La emisión no superará los $ 5.000.000 (cinco millones) y no requiere calificación de
riesgo.

n) Régimen impositivo
Las obligaciones negociables tienen establecido un tratamiento impositivo especial.
1) Impuesto de sellos: están exentos de este impuesto los actos, contratos y operaciones, incluyendo las
entregas y las recepciones de dinero, relacionados con la emisión, suscripción, colocación y transferencia de las
obligaciones negociables (art. 35, ley 23.576, modif. ley 23.962).
Esta exención alcanza además a todo tipo de garantías personales o reales, constituidas a favor de los inversores
o de terceros que garanticen la emisión, sean anteriores, simultáneos o posteriores a la misma.
Asimismo están exentos del impuesto de sellos los aumentos de capital que correspondan por las
emisiones de acciones a entregar por conversión de las obligaciones a que alude el párrafo precedente.
El Poder Ejecutivo invitará a las provincias a otorgar iguales exenciones en el ámbito de sus
jurisdicciones.
2) Otros impuestos: Son objeto de tratamiento impositivo especial las obligaciones negociables que
cumplan los requisitos que se enuncian seguidamente (arts. 36 y 36 bis, ley 23.576, modif. por ley 23.962).
- Se trate de emisiones de obligaciones negociables que sean colocadas por oferta pública, contando para
ello con la respectiva autorización de la Comisión Nacional de Valores.
- La emisora garantice la aplicación de los fondos a obtener mediante la colocación de las obligaciones
negociables, a inversiones en activos físicos situados en el país, integración de capital de trabajo en el país o
refinanciación de pasivos, a la integración de aportes de capital en sociedades controladas o vinculadas
a la sociedad emisora.
- La emisora debe acreditar ante la Comisión Nacional de Valores, en el tiempo, forma y condiciones que
ésta determine, que los fondos obtenidos fueron invertidos de acuerdo al plan aprobado.
- Cuando la emisora sea una entidad financiera regida por la ley 21.526 y sus modificaciones, podrá
además destinar dichos fondos al otorgamiento de préstamos, conforme las reglamentaciones que a ese efecto
dicte el Banco Central de la República Argentina.
2.1. Impuesto al valor agregado: quedan exentos del impuesto las operaciones financieras y prestaciones
relativas a la emisión, suscripción, colocación, transferencia, amortización, intereses y cancelaciones de las
obligaciones negociables y sus garantias.
2.2. Impuesto a la transferencia de tftulos: La transferencia de obligaciones negociables está exenta del impuesto
sobre la transferencia de títulos valores, siempre que la misma se efectúe en los mercados abierto y/O bursátil.
2.3. Impuesto a las ganancias: Los resultados provenientes de la compraventa, cambio, permuta, conversión
y disposición de obligaciones negociables quedan exentos del impuesto a las ganancias. Si se tratara de
beneficiarios del exterior comprendidos en su título V, no regirá lo dispuesto en el artículo 21 de la misma ley, y
en el artículo 104 de la ley 11.683 (texto ordenado en 1979).
Quedan excluidas de la exención anterior las sociedades de capital, otras sociedades y las empresas
unipersonales (art. 4º, decreto 1076 del 30-VI-92).
Quedan exentos del impuesto a las ganancias los intereses, actualizaciones y ajustes de capital que perciban los
obligacionistas.
Quedan excluidas de la exención anterior las sociedades de capital, otras sociedades y las empresas
unipersonales (art. 4º, decreto 1076-92) a partir de la publicación en el Boletín Oficial de dicho decreto (2-VII-
92).
Si se tratara de beneficiarios del exterior, comprendidos en su título V, no regirá lo dispuesto en el artículo 21 de
la misma ley, y en el artículo 104 de la ley 11.683 (texto ordenado en 1978). En el caso de emisiones que no
cumplen con algunos de los requisitos del artículo 36 y sean colocadas en el exterior, corresponderá retener
sobre los intereses pagados a los beneficiarios del exterior (el 30% sobre la renta neta presunta que es
del 40%, lo que hace una tasa efectiva del 12% sobre los intereses).
3) &ención para la sociedad emisora: La sociedad emisora podrá deducir en el impuesto a las ganancias
en cada ejercicio la totalidad de intereses y actualizaciones devengados por la obtención de los fondos
provenientes de la colocación de las obligaciones negociables que cuenten con autorización de la Comisión
Nacional de Valores para su oferta pública. Asimismo, serán deducibles los gastos y descuentos de emisión y
colocación.

296 TER. “COMMERCIAL PAPERS"

Los commercial papeis son títulos de corto plazo emitidos por sociedades que requieren financiar sus actividades
comerciales. Se rigen por las normas de la Resolución General 188 de la Comisión Nacional de Valores.
En los mercados de capitales desarrollados los emisores son por lo general industrias y corporaciones de primer
nivel, que libran estos títulos en la forma de papeles al portador y que generalmente son vendidos a descuento a
los inversores institucionales u otras corporaciones, en forma directa o a través de dealers especializados en
commercial papers.
El plazo de maduración de estos títulos es de treinta a doscientos setenta días, siendo la mayoría de ellos un
papel de entre treinta y cuarenta y cinco días. Si bien no todos prevén una cláusula automática de rollove,; es
decir de renovación, donde nuevos títulos pueden ser emitidos para remplazar a aquellos ya emitidos.
Por lo general, los commercial papers son usados para financiar capital de trabajo. Las compañías los emiten
como una
alternativa de menor costo que el del endeudamiento bancario o como forma complementaria de
aquél. Las corporaciones financieras también consideran a esta alternativa como una forma de
diversificar sus fuentes de recursos.
La ventaja principal de estos papeles es que sus costos financieros asociados pueden llegar a ser
sustancialmente menores al costo del financiamiento bancario.
El proceso de emisión de estos títulos es también mucho más simple que el de un bono de mediano o
largo plazo.
Para dotar a estos instrumentos de una mayor liquidez y seguridad, las compañías que lo emiten lo
hacen a través de un banco, quién se encarga de comercializarlo en forma primaria y luego trata de
darle liquidez en el mercado secundario. Para esto, el banco suele obligarse por medio de una cláusula de re-
compra, para el caso de que el tenedor no esté dispuesto a mantener el título hasta el vencimiento del
plazo de amortización.
Con la sanción del Decreto 2284/91, que introdujo en su artículo 79, segundo párrafo, la eliminación de las
exigencias de plazos mínimos de amortización fijadas en el artículo 36 de la ley 23.576 (modificado por la ley
23.962), se abrió la posibilidad de emitir estos títulos como obligaciones negociables de corto plazo con costos
impositivos adecuados.
La CNV reglamentó por Resolución General 188/91 la emisión de estos títulos de deuda de corto plazo,
estableciendo los requisitos aplicables.
El procedimiento de autorización es similar al establecido para las obligaciones negociables en las Normas
(Res. Gral. 110, 131 y 215, y artículo 19, ley 17.811), teniendo las sociedades sujetas al régimen de
oferta pública la opción del procedimiento abreviado de la Resolución General 184. También es similar para las
sociedades que ingresan al régimen, las que deben cumplir los requisitos establecidos en el artículo 8º y
concordantes de las Normas de la CNV. En el caso de títulos a cotizar en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires,
se aplica el Convenio aprobado por Resolución General 215.
La norma sin embargo prevee la posibilidad de emisión de estos títulos como un instrumento distinto al regulado
por la ley de obligaciones negociables. En estos casos, la emisión no requiere de una decisión asamblearia,
aunque tampoco contarán con los beneficios impositivos previstos en la ley. Todo esto nos
sugiere que sólo serán emitidas obligaciones negociables de corto plazo.
Los títulos deben en todos los casos tener un plazo mínimo de amortización de 90 días (art. 1º, Res. Gral. 188,
3er. párr.).
La autorización puede solicitarse por un monto global y emitirse en distintas series parciales, comunicando a la
C.N.V. la modalidad a adoptarse en la colocación de los títulos valores.
Las emisiones parciales deberán tener la misma naturaleza de los autorizados, teniendo plazos de
vencimiento y tasas de interés acordes a los límites fijados por la decisión societaria correspondiente.
En caso de optarse por la emisión y colocación de las series parciales, éstas deben realizarse dentro de los doce
meses de otorgada la autorización de oferta pública.
CAPÍTULO XIX
DE LAS SOCIEDADES EN COMANDITA POR ACCIONES

297. ANTECEDENTES

Esta sociedad representa una evolución de la sociedad en comandita simple que hemos estudiado, con el
complemento, subyugante para muchos, del "anonimato" en la participación accionaria. Como en
aquella sociedad, predomina la figura de los socios colectivos, dirigentes de la empresa, representantes de la
sociedad y responsables sin limitación por las obligaciones sociales, pero su organización es predominantemente
capitalista, contando con órganos similares a los de la sociedad anónima.
Señala Brunetti que la discusión sobre la naturaleza jurídica de esta sociedad tuvo gran interés en Alemania,
donde se ha afirmado que la sociedad es un producto de la mezcla de la comandita simple y la anónima y que
por ello constituye una figura jurídica propia que no es un subtipo de una ni de otra1.
Esa concepción es plenamente válida entre nosotros, en especial teniendo en cuenta la adopción por nuestra Ley
de Sociedades comerciales del principio de "tipicidad".
Se cita como antecedente de este tipo social a la commenda pues existía allí un socio representante, responsable
en forma ilimitada y otros socios ocultos" que participaban en el capital con "cuotas" que podían transferirse2.
En Francia se permitió en 1807 la constitución de estas sociedades con toda libertad sin necesidad de
autorización gubernamental. Esto determinó su proliferación. Pero al modificarse

1BRUNETTI, op. cit., T. ¡1, pág. 728, nro. 851.

2 BRUNETTI, Op. cit., T. II, pág. 3, nro. 373, ZAvALA RODRÍGUEZ, Código...,

T. 1, pág. 488, nro. 929.


el régimen para las anónimas en 1867, consagrando un sistema de total libertad, la sociedad en comandita por
acciones fue dejada de lado en las preferencias, suplida por la anónima.
En nuestra país el Código de Comercio la reguló en los artículos 380 y 381 distinguiendo dos "tipos" o
"subtipos" de en comandita por acciones, a los que nos referimos más adelante al considerar el tema de la
"constitución" de esta sociedad.

298. NATURALEZA JURíDICA

Coincidimos con Raúl Aníbal Etcheverry en el sentido que esta sociedad no es una "pequeña anónima"
sino una sociedad distinta, y estimamos injustificada la aplicación de normas de la anónima, en general,
como supletorias, como lo hacía el artículo 381 del Código de Comercio. La L.S. ha atemperado esa aplica-
ción supletoria, como veremos más adelante al prever en el artículo 324 la aplicación también de las normas de
la sociedad en comandita simple.
Dijimos antes que en Alemania se presentó una amplia discusión sobre la naturaleza jurídica de este tipo social,
que señala Brunetti.
Respecto de la opinión de Brunetti, no coincidimos con Farina que cita a aquél autor italiano como partidario de
la tesis de que estamos en presencia de una sociedad por acciones, ya que en su obra que hemos citado
reiteradamente en este trabajo, si bien hace la afirmación que cita Farina, lo hace previo reconocer que "Como en
el esquema de la sociedad en comandita simple, predomiiia la figura de los socios colectivos, dirigentes de la
empresa, representantes de la sociedad y responsables sin limitaciones por sus obligaciones...". Después agrega
que "...la organización de la sociedad es netamente capitalista..."4.
Siendo así, lo que Brunetti pone de resalto es el carácter mixto de este tipo social y la gran importancia de los
socios comanditados.
Expresa Garrigues (Curso de Derecho Mercanti4 T. II, pág. 85) que la sociedad comanditaria por acciones es
un tipo mixto

3 ETCHEVERRY, Raúl Aníbal, Sociedades en Coma"diia por Acciones, Cangallo, Buenos Aires, 1973, pág. 149.
4 FARINA, op. cit., pág. 434, nro. 647.
entre la sociedad anónima y la sociedad en comandita simple. Que en el derecho español es una modificación de
la sociedad en comandita producida por el hecho de estar dividido en acciones el capital de los socios
comanditarios. Que en todo lo demás, rigen las disposiciones sobre la sociedad en comandita simple, porque
el Código de Comercio se abstiene de dictar disposiciones especiales para esta forma de sociedad ya que
solamente se limita a reconocer la posibilidad de su existencia. Que como en la comandita simple, en la
comandita por acciones ha de haber por lo menos un socio que responda ilimitadamente (socio colectivo).
Que los otros socios (comanditarios accionistas) no responden inmediatamente frente a los acreedores
sociales, limitando su deber de aportación al importe de las acciones sus-criptas, como en la sociedad
anónima.
Como este tema de la naturaleza jurídica de este tipo social nos servirá para resolver una serie de
problemas que se presentan en ella, consideramos de gravitante importancia analizarlo acabadamente.
La L.S. no dice en ninguna parte que este tipo social sea una "sociedad por acciones". Cuando la caracteriza en
el artículo 315 destaca en forma bien precisa que se trata de un tipo social, con dos categorias de socios
cuya responsabilidad es diferente y cuyos derechos de administración y de figurar en la razón social, son
también distintos, como se completa en los artículos 317 y 318. Y si bien el artículo 316 prescribe que "están
sujetas a las normas de la sociedad anónima..." ello es en tanto no contradiga una disposición contraria de esta
sección... Y en el artículo 324 se dice que, "supletoriamente, y sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 315 y
316, se aplican a esta sección las normas de la sección II", es decir las reglas de la sociedad en comandita
simple.
De modo que concluimos que en la L.S. este tipo social es claramente un "tipo mixto" y no podía ser de otra
forma. Es "de capital" solamente en la parte correspondiente al socio o a los socios comanditarios, por lo que
todas las referencias y remisiones que efectúa la ley a las sociedades "por acciones" deben intemretarse con este
criterio. Lo que no está en dudas es que a los efectos de su constitución y fi¿ncionamiento y especialmente a todo
lo que se refiere a la fiscalización y control estatal la sociedad está obligada a cumplir las reglas de la
anónima, por ser las más exigentes y para evitar los "abusos" a que había dado lugar

una deficiente regulación de este tipo social en el Código de Comercio, como se señala en la
Exposición de Motivos (sección VII, punto 1, segundo párrafo).

Pero en cuanto a las relaciones "internas", a la aplicación de las reglas sobre socios,
aportes, acefalía en la administración, y otras, son aplicables supletoriamente las normas
de la sociedad en comandita simple y debe tenerse muy en cuenta la doble categoría de
socios existentes.

299. CARAGUERIZACION (Art. 315)


Art. 315.- Caracterización. Capital comanditario: representación. El o los socios comanditados responden por las obligaciones sociales como los socios
de la sociedad colectiva; el o los socios comanditarios limitan su responsabilidad al capital que suscriben. Sólo los aportes de los comanditarios
se representan por acciones.

Esta sociedad se caracteriza por tener dos categorías de socios, al igual que la
comandita simple:
a) socios comanditados o colectivos, cuyo nombre puede figurar en la razón social, que pueden
administrar y responden subsidiariamente por las obligaciones sociales en forma personal, solidaria e
ilimitada; y
b) socios comanditarios, que tienen prohibición de figurar en la razón social y de
administrar y que sólo responden por el capital suscripto.

Pero, la característica distintiva respecto de la comandita simple es que el capital


comanditario se divide en acciones.

300 DENOMINACION (Art. 317)


Art. 317. - La denominación social se integra con las palabras "sociedad en comandita por acciones", su abreviatura o la sigla S.C.A. La omisión de
esa indicación hará responsables ilimitada y solidariamente al administrador, juntamente con la sociedad, por los actos que concertare en esas
condiciones.
Si actúa bajo una razón social, se aplica el artículo 126.

La denominación social debe integrarse con las palabras sociedad en comandita o su


abreviatura o sigla S.C.A. Si actúa bajo razón social debe aplicarse el artículo 134, no el
126 como dice el artículo 317.

La omisión de esta indicación hace responsable ilimitada y solidariamente a los


administradores, junto con la sociedad, por las operaciones sociales contraídas en esas
condiciones.

301. CONSTITUCION (Art. 316)


Art. 316. - Normas aplicables. Están sujetas a las normas de la sociedad anónima salvo disposición contraria en esta sección.

A' analizar la constitución de esa sociedad, cabe recordar, como antecedente, el


sistema dual establecido en el Código de Comercio, artículos 380 y 381. En efecto, allí se
había consagrado un sistema dual o más bien, se habían previsto dos tipos de sociedades
en comandita por acciones:
a) Sociedad del aflículo 380: que no requería un mínimo de diez socios, sino que eran
suficiente dos; donde el capital comanditario se dividía en acciones nominativas o al
portador, transmisibles en la forma dispuesta en los estatutos. No se regía por las normas
de la anónima, y por lo tanto no requería tle la autorización estatal previa para funcionar.

b) Sociedad del artículo 381: cuando los accionistas fueran diez por lo menos y
representaren mayor capital en acciones que el de los socios solidarios, se le aplicaban las
reglas de la anónima. Por lo tanto, requerían de la autorización estatal previa para
funcionar que prescribía el artículo 318 del Código de Comercio.

Este sistema dual fue eliminado por ley 19.550, regulando a este tipo social en forma
uniforme. Ahora no se exige que sean diez por lo menos los accionistas ni que el capital
comanditario sea mayor que el comanditado. Ahora todas las comanditas por acciones
están sometidas en cuanto a su constitución y funcionamiento a las reglas de la anónima.
De modo que para su constitución deben observar los mismos recaudos, especialmente los
formales: 1) escritura pública; 2) publicación del extracto del contrato social en el Boletín
oficial por un día (ley 21.357) y 3) mscrzpción de la sociedad en el Registro Público de
Comercio y en el Registro Nacional de Sociedades por Acciones.

La L.S. nada dice respecto si la sociedad debe constituir-se en "acto único" o puede,
como la anónima, constituirse por el procedimiento de suscripción pública, como lo prevé
el artículo 165.

La Inspección General de Personas Jurídicas, en 1973, por Resolución 32/73, dispuso


que era obligatorio la constitución por acto único y por escritura pública.

302. ADMINISTRACION (Art. 318)


Art. 318. - La administración podrá ser unipersonal y será ejercida por socio comanditado o tercero, quienes durarán en sus cargos el tiempo que fije el
estatuto sin las limitaciones del artículo 257.

La administración puede estar a cargo de un cuerpo colegiado o puede ser


unipersonal. Debe estar a cargo del socio o socios comanditados o de un tercero. Es elegido
por la asamblea y dura en el cargo el término previsto en el estatuto, que puede,
libremente, consignar cualquiera, ya que no se aplica la limitación de los "tres ejercicios"
que prescribe el artículo 257.

La ley no aclara cómo se designa al "tercero". Pero es indudable que el administrador


social no socio, debe ser designado únicamente por los socios colectivos. De otro modo,
silos socios comanditarios tuvieran mayoría de capital, éstos podrían designar al
administrador, en violación de un elemento "tipificante" de este tipo social.

303. REMOCION DEL ADMINISTRADOR (Art. 319)


Art. 319. - La remoción del administrador se ajustará al artículo 129, pero el socio comanditario podrá pedirla judicialmente, con justa causa, cuando
represente no menos del cinco por ciento (5 %) del capital.
El socio comanditado removido de la administración tendrá derecho a retirarse de la sociedad o a transformarse en comanditario.

Para la remoción del administrador se aplican las reglas comunes que ya vimos para
la sociedad colectiva (art. 129).

El socio comanditario puede pedir la remoción, mediando justa causa y cuando


represente por lo menos el cinco por ciento del capital social.

El socio comanditado removido de la administración puede retirarse de la sociedad


ejerciendo el derecho de receso o bien convertirse en socio comanditario.

304. ACEFALIA DE LA ADMINISTRACION (Art. 320)


Art. 320. - Cuando la administración no pueda funcionar, deberá ser reorganizada en el término de tres (3) meses.
Administrador provisorio
El sindico nombrará para este período provisorio para el cumplimiento de los actos ordinarios de administración, quien actuará con los terceros con
aclaración de su calidad. En estas condiciones, el administrador provisorio no asume la responsabilidad del socio comanditado.

Cuando la administración quedara acéfala, debe ser reorganizada dentro del plazo de
tres meses.

En tal supuesto el sindico debe nombrar un administrador provisorio por ese plazo.
Este administrador provisorio debe aclarar su condición frente a la actuación con terceros
y en tales supuestos no asumirá responsabilidades subsidiarias como el so-
5
cio comanditado.

305. ASAMBLEAS (Arts. 321 y 322)


Art. 321.- Asamblea: partícipes. La asamblea se integra con socios de ambas categorías. Las partes de interés de los comanditados se considerarán di-
vididas en fracciones del mismo valor de las acciones a los efectos del quórum y del voto. Cualquier cantidad menor no se computará a ninguno
de esos efectos.

Art. 322. - Prohibiciones a los socios administradores. El socio administrador tiene voz pero no voto, y es nula cualquier cláusula en contrario en los
siguientes asuntos:
1º Elección y remoción del síndico;
2º Aprobación de la gestión de los administradores y síndicos o la deliberación sobre su responsabilidad;
3º La remoción prevista en el artículo 319.

Las asambleas se integrarán con socios de las dos categorías (comanditados y


comanditarios). Para ello y a los efectos del cómputo de votos para el quórum y mayorías,
debe considerarse la parte de capital de los socios comanditados, como si

5
OTAEGUI destaca la innecesariedad de la obligación de "aclarar" su condición por parte del administrador provisorio, dado que su
nombramiento debe inscribirse en el Registro Público de Comercio (art. 60, L.S.). Señala además la imperfección de la redacción de la norma:
op. cit., pág. 362, nro. 79.
estuviese fraccionada en acciones, dividiéndola por el valor dado a cada una de éstas.
En las asambleas el socio administrador tiene voz pero no voto cuando se considere algunos de estos
asuntos:
a) elección y remoción del síndico;
b) aprobación de su gestión o de la del síndico o cuando se delibere sobre su responsabilidad; y
c) si se considera su remoción.

306. SIND¡CATURA

La ley declara aplicables a esta sociedad las normas de la sociedad anónima, de modo que, en
principio, cuenta con un órgano de control, que es la sindicatura.
Pero ante la reforma producida por la ley 22.903 que introdujo la posibilidad que la anónima "cerrada"
carezca de sindicatura, habría de concluir afirmando que similares razones a las expuestas para
justificar tal cambio se aplican, y con creces, en este tipo social, generalmente familiar. De modo que
estimamos que en esta sociedad también la sindicatura será optativa, salvo que por su capital o
actividad deba considerársela incluida en el artículo 299. De esta forma entendemos armonizar el
criterio de la reforma con razones prácticas que militan coincidentemente.
De todos modos en las sociedades que ya funcionaban bajo ese tipo social, con anterioridad a la
sanción de la ley 22.903, deben contar con este órgano de control al que le son aplicables todas las
disposiciones que ya analizamos para la anónima.

307. CESION DE LA PARTE SOCIAL DE LOS COMANDITADOS (Art. 323)


Art. 323. - La cesión de la parte social del socio comanditado requiere la conformidad de la asamblea según el artículo 244.

La partedel socio o de los socios comanditados es una parte de interés. La cesión de la parte social del
socio comanditado debe ser aprobada por la asamblea de socios, aplicándose las reglas del artículo
244 sobre modificaciones sociales, en cuanto a quórum y mayorías.
308. NORMAS SUPLETORIAS (Art. 324)
Art. 324. Supletoriamente y sin perjuicio de 10 dispuesto en los artículos 315 y 316, se aplican a esta sección las normas de la sección II.
La regia es que se aplican a este tipo social las normas sobre la anónima; pero, sin perjuicio de ello,
supletoriamente se aplicarán las reglas de la sociedad en comandita simple. De esta forma la ley pone
en evidencia el carácter mixto de esta sociedad que ya señalamos anteriormente.
Aplicando esas normas cabe tener presente las siguientes posibilidades:
a) Sociedad entre cónyuges: El artículo 27 L.S. expresa en su primer párrafo que "Los esposos pueden
integrar entre sí sociedades por acciones y de responsabilidad limitada". A' fundar esta norma, la
Exposición de Motivos dice en la sección V, punto 1:
"...El artículo 27 soluciona, por supuesto que sólo para el ámbito mercantil, el problema de las
sociedades entre esposos permitiendo entre ellos solamente la constitución de sociedades de respon-
sabilidad limitada y por acciones. No escapa a la Comisión lo delicado el problema y de la solución
adoptada. Prescindiendo de si la normativa de la sociedad conyugal en el Código Civil importa o no
una prohibición de que los esposos constituyan sociedad comercial, la Comisión consideró
incompatible la existencia de dos regímenes económicos entre esposos cuando uno de ellos era el
resultante de la constitución de sociedades mercantiles de tipo personalista (arts. 125, 134 y 144), en la
que la responsabilidad de los socios luce ilimitada y solidaria, situación ésta que sólo se da en la
sociedad civil si así se hubiera pactado (art. 1747, Cód. Civ.). Por razonamiento inverso se consideró
que en las sociedades con responsabilidad limitada no mediaban los inconvenientes antes señalados, y
que además, en ellas, la estructuración de los órganos disminuye la posible incidencia de factores que
puedan alterar el normal desarrollo de las relaciones matrimoniales..." (la bastardilla es nuestra).
De lo expuesto surge evidente que lo que llevó a consagrar la solución del artículo 27 es el tema de la
responsabilidad y que la sociedad entre esposos es viable en sociedades con responsabilidad limitada
de los socios, es decir cuando ella no afectará el resto del "patrimonio familiar y personal" de los
cónyuges.
La sociedad en comandita por acciones es una sociedad mixta, no es una sociedad de "capitales pura",
o sociedad por
"acciones pura". De modo que en este tipo social que venimos analizando, resulta a nuestro modo
de entender muy claro que los esposos sólo pueden revestir el carac ter de socios comanditarios, no
pudiendo asumir el rol de socios solidarios. No empece a tal conclusión la letra del artículo 27 L.S.
autorizando la integración entre sí de sociedades por acciones, porque la comandita por acciones es tal
solamente en la parte correspondiente a la categoría de los socios comanditarios6.
b) Sociedad constituida por otras sociedades: Cualquier sociedad comercial, e inclusive una civil,
puede ser socia de una sociedad de este tipo social. A' respecto recordamos que el artículo 30 L.S.
limita a estas sociedades y a las anónimas su derecho a formar parte de otras sociedades, disponiendo
que sólo pueden formar parte de "sociedades por acciones . De modo que una anónima u otra en
comandita por acciones podría formar parte de esta sociedad, pero sólo en el carácter de socia co-
manditaria. La conclusión es obvia, porque esta sociedad es "por acciones" sólo en la parte
comanditaria, como lo hemos señala-
7
do supra, al considerar el tema de la sociedad entre cónyuges.
c) Socios menores de edad: El artículo 28 L.S. que ya hemos analizado en el capítulo VI, número 63,
prescribe que los menores deben ser socios con responsabilidad limitada, de modo que sólo pueden
formar parte de esta sociedad como socios "comanditarios".
d) Aportes de los socios: A' respecto el artículo 39 L.S. prescribe que en las sociedades de
responsabilidad limitada y "por acciones" el aporte debe ser de bienes determinados, susceptibles de
ejecución forzada". Siendo esta sociedad de tipo "mixto", como la hemos caracterizado, y "por
acciones" sólo en la parte correspondiente al capital comanditario, concluimos que esa limitación que
establece el artículo 39 sólo es aplicable al capital "comanditario". De modo que para los aportes
correspondientes al socio o a los socios "comanditados" no rige tal restricción8.

6 En contra Farina, para quien parece viable una sociedad en comandita

por acciones integrada entre los esposos, únicamente, asumiendo uno de ellos el rol de socio "comanditado", si bien advierte que la mtio legis
del artículo 27, L.S. expuesta por sus autores en la Exposición de Motivos, resulta claramente contraria (FAItINA, op. cit., pág. 444, nro. 661).
7 CIr. FARINA, op. cit., pág. 445, nro. 662; en contra ARECHA y GARCIA CUERvA, Sociedades Comerciales, Depalma, Buenos
Aires, 1973, pág. 35.
8 En contra FARINA, op. cit., pág. 451, nro. 668.
CAPÍTULO XX
LAS AGRUPACIONES ENTRE SOCIEDADES Y EMPRESAS
A) IA FENOMENOLOGIA DE LOS GRUPOS DE SOCIEDADES YDE EMPRESAS

309.ANTECEDENTES Y EVOLUCION DEL FENOMENO AGRUPACIONAL

El gran desarrollo económico del capitalismo ha sido el factor determinante del proceso de
concentración de empresas. Mediante fusiones y absorciones (que son también una forma de fusión,
pero la más "típicamente" concentracionista) han crecido "verticalmente" las grandes empresas y
desaparecido las más pequeñas. Pero las grandes empresas que siempre tienen la forma jurídica de
sociedádes anónimas, amplían su acción hacia otras empresas tomando participación accionaria de
ellas, y conforme sea el grado de tal participación será también la influencia que dicha sociedad ejerza
sobre la otra. Cuando adquieren participación decisiva ejercen una influencia dominante o direc-
tamente el control de la otra sociedad.
Cuando a través de participaciones se obtiene el dominio de una industria, estamos en presencia de un
trust
Otras veces, el dominio de sectores de la economía se logra mediante acuerdos o ententes entre
empresas no subordinadas, y tienen por finalidad "eliminar" o "reducir" la competencia:
son los cartels.
Estas agrupaciones son una consecuencia del desenvolvimiento de la economía contemporánea y
existen en todos los países desarrollados.
La necesidad de aumentar la producción, abaratar los costos, desarrollar la tecnificación y
la conveniencia del autofinanciamiento han sido la causa y justificativos de este proceso de
concentración.
Este proceso adquirió características singulares en los Estados Unidos de Norteamérica, donde los
trusts y cartels dominaban ya a fines del siglo pasado vastos sectores industriales, monopolizando
actividades y eludiendo las reglas de la competencia, sino eliminándola, directamente. Para
combatirlos se sancionó la Shennan Act en 1890.
Fue entonces que muchos trusts y cartels, tomaron la forma de holdings. Allí una sociedad que no
es un banco, va a ser creada con el objeto de ser la tenedora de las acciones que confieren el poder de
decisión en todo un grupo de sociedades. Es decir, con un objeto eminentemente financiero y que por
vía de "participaciones" domina a un grupo de sociedades. La sociedad "holding" tiene por único fin
imponer al conjunto una unidad de decisión y crear una relación de "control" sobre todo el "grupo". La
sociedad holding es la sociedad "madre" (matriz) y las otras son sociedades "hijas" (filiales).
En los Estados Unidos de Norteamérica muchos trusts y cartels asumieron la forma de holdings,
que no eran combatidos, por lo que fue necesario dictar una nueva ley, la Clayton Act de 1914, que
reprimió a estos grupos de sociedades cuando importaban un "monopolio" o estaban orientados a
evitar la libre concurrencia.
Pero mientras no constituyeran una organización destinada a impedir la libre competencia, las
sociedades holdings continuaron siendo lícitas y se difundieron como el instrumento ideal para obtener
una forma de control estable sobre el grupo.
Adoptaron así estas sociedades las más diversas formas de participación accionaria: forma
"piramidal", "radial", "circular". La forma piramidal se da cuando la sociedad madre con una
participación mayoritaria controla dos o más sociedades "hijas"; y a través de estas hijas otras
sociedades más, llamadas sociedades "nietas" y así sucesivamente.
La "radial" se da en el caso de una sociedad madre que "irradia" su participación en otras
sociedades que no están ligadas entre sí.
Y la estructura "circular" pura es una serie de sociedades que participan una en otra, asociándose
como las cuentas de un collar, donde el aporte de la sociedad matriz es ficticio, ya que lasociedad
madre obliga a participar en su capital a la última de las controladas.
A su vez estas distintas formas de sociedades holdings pueden combinarse logrando sistemas de
control perfecto con muy poco capital.
Pero este no es el único método o mecanismo de agrupación ni la única forma de imponer unidad
de decisión a un grupo de empresas.
Un estudioso de estos temas de "concentración" de empresas, Claude Champaud, ha descripto los
distintos métodos de agrupación, la forma jurídica que revisten, finalidades que persiguen y los
problemas que plantean1.

310. DISTINTAS FORMAS DE AGRUPACION DE SOCIEDADES

Vamos a seguir en el desarrollo de este punto al autor citado, quien nos ha suministrado en sus
estudios una visión completa de esta fenomenología.
Todos estos procedimientos persiguen una sola finalidad:
crear una unidad de decisión, capaz de aumentar el poder de las empresas agrupadas.
Por ello el estudio de este tema de "agrupación" de empresas comprende todas las técnicas jurídicas
capaces de vincular económicamente a dos o más sociedades.
Champaud2 expresa que para advertir cuando estamos en presencia de una estructura juridica de
concentración debemos considerar dos factores:
1) la unidad de decisión económica, que resulta de esa estructura;
2) el control que establece sobre los patrimonios de las empresas agrupadas.
La unidad de decisión requiere de una organización y ella debe ser consecuencia de una técnica
jurídica precisa, elaborada y estable.
El control patrimonial es el resultado de la unidad de decisión. Se lo define, según dicho autor, como "un
señorío oRganiL1 CHAMPAUD, Claude, "Los métodos de agrupación de sociedades", en
R.D.C.o., 1969, págs. 117y sigs.
2
ldem.
zado por medio del derecho, que transfiere a los detentadores del control prerrogativas sobre los bienes
del patrimonio controlado que, por su naturaleza, son poderes del propietario" De modo que el
"control" es un medio de ejercer o conservar la unidad de decisión.
El mencionado autor distingue entre: 1) agrupaciones con estructura societaria; y II) agrupaciones con
estructura contractual.
1) En las agrupaciones con estructura societaria, a su vez, distingue: A) los grupos de sociedades,
donde la unidad de decisión se funda sobre la dependencia; y B) la sociedad de sociedades, donde la
unidad de decisión se funda en la colaboración.
A) Dentro de los grupos de sociedades incluye:
1. El grupo industrial, compuesto por empresas con actividades económicas idénticas, conexas o
complementarias, sometidas a una dirección económica única;
2. Los grupos financieros, aparecen dirigidos por una sociedad cuyo objeto es puramente financiero
y que gracias a sus participaciones, controla a las sociedades que componen el grupo. Esa sociedad que
"comanda" el grupo puede ser un banco de inversión o una sociedad holding, cuya actividad está
concentrada íntegramente en el ejercicio del control del grupo; y
3. El grupo personal que es un conjunto de sociedades cuya unidad de decisión resulta de una
comunidad de dirigentes. Carece de consistencia jurídica.
B) Sociedad de sociedades: también conocidas como filial común, que se aplica a las sociedades
cuyas acciones son poseí-das en su mayoría por sociedades que pertenecen al mismo grupo, y están
sometidas a la autoridad económica de una sola sociedad directriz.
Otra variante sería una sociedad cuyas acciones están en su mayoría en poder de sociedades
independientes entre sí y cuyo control se ejerce colectivamente por las sociedades participantes.
Este segundo grupo tiene por finalidad organizar una colaboración entre las sociedades participantes,
permitiéndoles elaborar en su seno una política económica común e imponérsela recíprocamente por su
intermedio.
Champaud analiza los problemas jurídicos que resultan de la actividad de las agrupaciones de estructura
societaria, distinguiendo entre los probemas que afectan a quienes tienen derechos sobre el patrimonio de
cualquiera de las sociedades del
grupo; y los problemas que hacen a la protección de los intereses públicos.
En cuanto a la protección de los intereses privadas, ellos están referidos a los intereses de los
suministradores de fondos (accionistas de las sociedades integrantes del grupo); los acreedores
sociales y los empleados de las empresas agrupadas.
Los accionistas enfrentan como principal problema el del "deslizamiento" de beneficios o del activo
social de una sociedad a otra. Los beneficios o pérdidas se imputarán a la sociedad que elija la
sociedad directriz a voluntad, y las ganancias se acumularán en aquella sociedad que prosperará
gracias al aporte de los capitales creados por sus "sociedades hermanas".
Frente a estos problemas la legislación y jurisprudencia francesa, dice el autor citado, han opuesto
como remedios:
- una mayor información del accionista de la sociedad integrante de un grupo;
- obligación de presentar balances consolidados;
- la publicidad de los contratos entre sociedades del grupo, que es resistida por chocar con el "secreto de
los negocios".
Se trata de remedios parciales e insuficientes.
Los acreedores de las sociedades agrupadas corren similares riesgos que los accionistas. Pero aquí la
jurisprudencia francesa ha aplicado la extensión de la quiebra a la controlante o bien ha hecho
responsable pecuniariamente al socio mayoritario, o áquien controlaba de hecho la sociedad.
También tienen interés jurídico en establecer judicialmente la unidad económica del grupo los
trabajadores de las sociedades agrupadas.
En cuanto a la protección de los intereses generales y del orden público, expresa dicho autor que
mientras en algunos casos el Estado alienta esas agrupaciones, en cuanto puedan favorecer su
competitividad internacional; también desconfía de ellas en cuanto puedan resultar un vehículo de
penetración de capitales extranjeros y de empresas extranjeras.
Esta dicotomía en la actitud del Estado se advierte por ejemplo en la legislación fiscal, pues mientras
se alientan las fusiones no se olvidan los peligros de fraude.
II) Las agrupaciones con estructura contractual regulan relaciones de colaboración entre
sociedades independientes, distinguiéndose:
A) Los contratos de unión, entre los que destaca 1) las agrupaciones temporarias; 2) los acuerdos
de colaboración y 3) los ententes y acuerdos de no-concurrencia.
B) Los contratos de integración, que crean situaciones de desigualdad jurídica, situaciones de
subordinación y dependencia.
Dentro de este grupo distingue:
1) los contratos de subempresa integrada; y
2) los contratos de distribución integrada.

B) VINCULACIONES CON RELACIONES DE CONTROL O DE DOMINA ClON

311. CONCEPTO DE CONTROL

Se ha dicho que la noción de "control" es una de las más difíciles de precisar. Ferro AstraY en
recordada monografía expresaba al respecto que en términos generales y en el sentido que a nosotros
interesa, una empresa debe reputarse sometida a control cuando alguien (persona fisica, sociedaD
grupo, consorcio, sindicato, etc.) está en condiciones de determina,; con caracteres de cierta
continuidad o permanencia, su propia voluntad e imponerle las normas directrices de su gestión.
Brunetti nos expresa que la palabra "control" tiene el significado, preferentemente económico, de señorío, de
dominio de
.4
una empresa de la que otro dispone como de cosa propia.
Se trata entonces de una situación de "dominio" de una empresa sobre otra u otras; o, a la inversa, de
"dependencia" de una empresa respecto de otra u otras.
Pero las formas de control son tan sutiles que a veces no se manifiestan en una situación de "dominio"
o "dependencia" de una empresa respecto de otra. A veces se recurre a personas "intermedias" -
sociedades o personas físicas-; o se ejerce por intermedio de "administradores" comunes; u otros
medios. De allí que se hable de control interno, cuando el dominio se ejerce desde "adentro" de la
misma sociedad, generalmente por medio

3 FERRO ASTRAY, José A., Ermpresas Controladas, Monogmifas fundicas, Abeledo-Perrot, 1%1, pág. 13.
4 BRUNETTI, op. cit., T. JI, pág. 182, nro. 451.
del poder que otorga una mayoría accionaria o una mayoría de 'votos" que permite imponer la
voluntad en las asambleas sociales. El control externo en cambio es el que se ejerce "desde afuera" de
la sociedad y los medios de dominio pueden ser de lo más variado. También se habla de control de
hecho, cuando mediante relaciones contractuales entre empresas una está en condiciones de imponer
su voluntad a la otra. Y control de derecho cuando se puede imponer la voluntad en las asambleas,
coincidiendo con el concepto de control "interno" antes citado.
Estas situaciones generan problemas jurídicos como el de responsabilidad o comunicación de
responsabihdad entre sociedades dependientes y dominantes; entre "filiales" y "matrices", por lo que
las obligaciones de las empresas subordinadas pueden transferirse a la sociedad dominante, ya que
aquélla es una mera ficción, una prolongación de ésta.
Los autores y las legislaciones han tratado de precisar el concepto de control y su alcance, las distintas
formas o medios que puede revestir, la forma en que se ejerce, para concluir reglamentando las
relaciones entre las distintas empresas del grupo
Las más modernas legislaciones se han ocupado de regular este fenómeno, habiendo comenzado tal
movimiento con la ley alemana de 1937 mejorada y completada en 1965; la ley italiana de 1942; la ley
brasileña de 1976; etcétera.
Pero tal movimiento legislativo había comenzado mucho antes.

312. LA LEGISLACION EXTRANJERA

a) La ley alemana de 1965: El derecho extranjero ha reglado esta materia de diversas formas. La ley
alemana de 1965 es quizá la que con más precisión ha legislado sobre el particular. El artículo 15
establece el concepto de empresas vinculadas, distinguiendo cuatro tipos de vinculación: empresas con
participación mayoritaria de otra o en otra empresa (art. 16); empresas

Ver también DE ROIMISER, Mónica G. C., en la Moderna Regulación de los Gmpos de Sociedades, Depalma, 1977; Semón, Juan M.,
Nuevo Den'cho Accionario y de "Konzern" de Alema"'ia, Ley de 1%5; ALEGRk, Héctor, "Algunas reflexiones sobre los conceptos de
sociedad controlante, sociedad controlada y situación de control", en R.D.C.O., 1977, págs. 301, y sigs.
dependientes y dominantes (art. 17); empresas de Konzern (art. 18); y empresas de participación mutua
(art. 19). Y en cuanto a los "contratos de empresa", enumera las posibles formas contractuales de tal
vinculación, que ya hemos citado anteriormente. El control puede ejercerse para esta ley, no sólo por
el sistema de participación, sino de cualquier "otro modo", que produzca la consecuencia referida y
que revele la influencia dominante de una sociedad por otra ejercida en forma directa o indirecta.
Es de señalar que la legislación alemana ha tenido presente una situación de hecho existente, cual es
que por lo menos el 70% de las sociedades anónimas alemanas está ligada entre sí
6
en forma de Konzern, u otra clase de vinculación de empresas.
La ley facilita así el sistema de vinculación de empresas, pero sujetas a una estricta reglamentación,
como lo veremos seguidamente.
"La vinculación de empresas, a pesar de sus peligros e inconvenientes, contribuye en gran medida a
una mayor racionalización, al aseguramiento de la provisión de materias primas y de la venta de
productos manufacturados, a la división y reparto de tareas, intercambio de experiencias e inventos,
unificación de la propaganda, exclusión de la competencia entre las empresas respectivas, etcétera" 7.
Situación, ésta, que auspicia la ley alemana, pero tomando todos los recaudos para evitar actos de fraude en
perjuicio de los accionistas y de los acreedores de las sociedades vinculadas. La ley quiere evitar que la situación
económica de la sociedad dependiente sea socavada y que su patrimonio, evidenciado por los balances, sea
disminuido en perjuicio de sus accionistas y acreedores.
La ley establece las siguientes medidas de "regulación":
1) Obligación de comunicar formalmente una participación mayor del 25% de una empresa en otra. La
comunicación se hará a la otra empresa por escrito a la mayor brevedad (art. 20).
2) Tratándose de situaciones de dominación y dependencia (contratos de predominio), o de traspaso de utilidades
(contrato de entrega de beneficios), se prevé su formalización mediante contrato escrito (arts. 291 y 292).

6 SEMÓN, Juan M., Nuevo Den'cho Accionario y de 'Konzem" de Alemania. de 1%5, Cangallo, 1%9, págs. 58 y sigs.
SEMÓN, op. cit., pág. 60.
3) El contrato debe ser aprobado por la asamblea general de la sociedad dominada (art. 293).
4) El contrato debe ser inscripto en el Registro de Comercio, y tiene validez desde su inscripción
(art. 294). El Registro dispone luego su publicación. Su modificación requiere también el
consentimiento de la junta general (art. 295). El contrato de unión de empresas sólo podrá ser
denunciado al término del ejercicio social, y en todo caso al vencer el plazo convenido. La
terminación se formalizará por escrito, y no puede dársele fecha retroactiva (art. 296).
5) El contrato de unión de empresas puede ser resuelto por jústa causa, sin esperar el vencimiento
del plazo de duración. Existirá justa causa cuando se presuma que la otra parte no podrá cumplir sus
obligaciones.
Los administradores de la sociedad podrán resolver un contrato sin justa causa solamente cuando los
accionistas a quienes se hubiese prometido una retribución o la adquisición de sus acciones, lo
consientan. La resolución deberá formalizarse por escrito (art. 297).
6) La sociedad dirigente no podrá, sobre la base de un contrato de unión de empresas, dar
instrucciones que conduzcan a la modificación, subsistencia o terminación del contrato (art. 299).
7) Una sociedad puede entregar como máximo por beneficios, el superávit resultante del balance
anual anterior al reparto, deducidas las pérdidas del año anterior y las sumas que haya que pagar por
reservas legales (art. 301).
8) En los contratos de predominio y de entrega total de beneficios, la sociedad dominante estará obligada a
compensar todas las pérdidas de la otra sociedad, producidas durante la vigencia del contrato y no saldadas con
cargo a las reservas libres constituidas durante la duración del contrato (art. 302).
9) Los accionistas disidentes tienen derecho de exigir una justa compensación por todo lo que
dejen de percibir como participantes en el reparto de utilidades de la sociedad dependiente (art. 304).
La compensación puede consistir en pagos periódicos o en dividendos garantidos.
También puede el accionista disidente ejercer el derecho de receso. La contraprestación consistirá en
dinero efectivo o en la entrega de acciones de la sociedad dominante. La ley prevé minuciosamente
cómo se determinará esa contraprestación. En caso de litigio, resuelve la autoridad judicial competente (art.
305).
10) La sociedad dominante, sus órganos y representantes legales, son responsables por la gestión y
por las directivas impartidas a la sociedad dependiente (art. 310). Esta responsabilidad es mayor
cuando no exista un contrato de dominación, y comprende entonces todo el perjuicio sufrido por la
sociedad dominada (art. 317). También en caso de no existir contrato el accionista tiene derecho de
pedir el nombramiento judicial de revisores especiales (art. 315).
11) Los acreedores comunes de cada sociedad tienen derecho a ser garantidos por la otra parte
contratante respecto a los créditos anteriores a la fecha de inscripción de la terminación del contrato en
el Registro. No están asistidos de este derecho los acreedores con privilegio especial. La parte
obligada a prestar la garantía podrá salir fiadora de la otra. Pero en este caso no gozará del beneficio
de excusión (art. 303)8.
Como lo señala Juan M. Semón en su obra ya referida, el objeto principal de esta legislación sobre
vinculación de empresas es la protección de los accionistas minoritarios y de los acreedores9.
b) La legislación italiana (art. 2359, Cód. Civ.), al considerar a la sociedad controlada, establece
que es una sociedad de la cual otra posee un número tal de acciones que le aseguran la mayoría de los
votos en la asamblea ordinaria, o que en virtud de determinados vínculos contractuales se halla bajo la
influencia dominante de otra sociedad. Es decir que prevé no sólo la vinculación por participación
accionaria, sino también aquella derivada de relaciones contractuales.
c) La ley francesa de 1966, en su artículo 354, establece que cuando una sociedad posee más de
la mitad del capital de otra, ésta será considerada como filial de la primera. El artículo 355 prescribe que
cuando una sociedad posee en otra una fracción de capital comprendida entre el 10 y 20%, la primera se
considerará como participante de la segunda.
d) La ley española de 1951, en su artículo 149, expresa: "lo establecido en los artículos anteriores
(respecto de la fusión) no

8 Para esta síntesis hemos seguido el trabajo dc Semón, citado, págs. 60 y

61, y la traducción de los artículos pertinentes en VELAsco ALONSO, La Ley de Sociedades Anónimas, Anotaciones y Conconlandas,
Barcelona, 1%9, págs. 542y sigs.
9 SEMÓN, op. cit., pág. 61.
afectará a los convenios de sindicación u otras formas de unión de sociedades, en los que éstas continúen
existiendo sin alteración de su personalidad jurídica". Velasco Monso sostiene que la amplitud del término
"unión de sociedades" autoriza a interpretar que se ha querido abarcar todas las posibles formas de
concentración de empresas, lo mismo la concentración "vertical" que la "horizontal"; y tanto la
concentración de base esencialmente "contractual", como la derivada de la participación de una
sociedad en el capital de las otras; y hasta las uniones personales consistentes en la actuación de
administradores comunes10.
e) En Inglaterra, el párrafo 154 de la Companies Act de 1948, que reproduce el 127 de la
Compunies Act de 1929, fija dos criterios para individualizar la existencia de control; o bien la
posibilidad para la presunta controlante de controlar por sí o por sociedad intermediaria la
composición del consejo de administración de otra sociedad, unida a la posesión de por lo menos una
acción de esta última; o bien la posesión por la controlante de la mayoría absoluta de las acciones
ordinarias (equity share) de la otra sociedad11.
f) La legislación brasileña de 1976: de neto corte institucionalista trae una minuciosa regulación
de los grupos de sociedades, relaciones de "control", empresas vinculadas y sobre los consorcios
Se considera sociedad controlada a aquélla en la cual la controlante, en forma directa o mediante otras
sociedades controladas, es titular de los derechos de socio que le aseguren en forma preponderante la
mayoría en las deliberaciones sociales y el poder de elegir la mayoría de los administradores.
Sociedades vinculadas son aquéllas en que una participa en el diez por ciento o más del capital de otra.
Se establece la obligatoriedad de los administradores de la controlante de informar sobre las
inversiones de la sociedad en otras vinculadas y controladas, con especial mención de las mo-
dificaciones en las participaciones ocurridas durante el ejercicio.
Se considera accionista controlante a la persona física o jurídica o al grupo de personas ligadas por
acuerdos de voto o

'10 VELASCO ALONSO, op. cit., pág. 533.

11 DE BENEDEI'ri, Carolina, PERA MARTÍNEZ de, "La concentración de


empresas en la ley de sociedades comerciales", en El accionista, 6-VI-1972.
sujetas a su vez a control común, que es titular de derechos que le aseguren en forma permanente la
mayoría de votos en las deliberaciones de la asamblea general y el poder de elegir la mayoría de los
miembros del órgano de administración, siempre que use efectivamente tal poder.
Definido el concepto de "accionista controlante" la ley le pone en cabeza la obligación de usar su
poder para hacer cumplir a la sociedad su objeto y también su fi¿nción social y tiene deberes y
responsabilidades para con los demás accionistas, para con los que trabajan en la empresa y para con
la comunidad toda. Responden por los daños causados por actos practicados con abuso de poder. A tal
fin se considera ejercicio abusivo de poder una serie de situaciones como cuando se promueve la liquidación
de una sociedad próspera, o su fusión, escisión, transformación, con el fin de obtener para sí o para
terceros, ventajas indebidas en perjuicio de los demás accionistas, de los inversores o de quienes
trabajan en la empresa; si induce a administradores o síndicos a realizar actos ilegales violando sus
propios deberes; contratar con la sociedad cuando exista interés contrario; aprobar o hacer aprobar
estados contables irregulares. En general, orientar a la sociedad para fines extraños al objeto socia4 o
contrarios al interés nacional, o favorecer a otra sociedad en perjuicio de la participación de los
accionistas minoritarios en las ganancias de la sociedad.
La sociedad controlante está obligada a reparar los daños que causare a la sociedad por los actos practicados en
infracción a las reglas precedentes.
La sociedad abierta, que es la que cotiza acciones en bolsa, que tuviera más del treinta por ciento de su
patrimonio representado por inversiones en sociedades controladas debe elaborar y publicar estados contables
consolidados.
La sociedad controlante y sus controladas pueden constituir grupo de sociedades mediante contrato, en el que se
obliguen a aportar recursos y esfuerzos para la realización de sus respectivos objetos sociales, o participar en
empresas o actividades comunes.
En tal caso la sociedad cabeza de grupo debe ser brasileña y ejercer de modo permanente, en forma
directa o indirecta, el control de las empresas agrupadas.
La ley prohíbe las participaciones recíprocas entre una sociedad y sus vinculadas o subordinadas12.
Konder Comparato señala la no inclusión en esta ley de los grupos compuestos por sociedades
sometidas al control de una misma persona física o jurídica no societaria (una fundación o empresa
pública, por ej.), destacando que la ley brasileña regula "grupos de sociedades" y no "grupos
económicos"13.

313. LA LEGISLACION NACIONAL

Hasta la sanción de la Ley de Sociedades comerciales de 1972 no se había regulado en el país sobre
los grupos de sociedades o empresas.
La ley 19.550 reguló sobre limitaciones en las participaciones de una sociedad en otra, sobre
prohibición de participaciones recíprocas y sobre sociedades controladas y vinculadas.
En materia de sociedades controladas adoptó el criterio denominado de "control interno", a través de
"participaciones accionarias". De este forma se parcializaba el enfoque, desdeñándose todas las formas de
control "externo", logrado por los más diversos medios.
Tampoco se consagraban obligaciones a cargo de la sociedad controlante ni se regulaban sus responsabilidades.
A su vez, en la Ley de Concursos, ley 19.551 se previó, en el artículo 165 la extensión de la quiebra a
toda persona, que bajo la apariencia de la actuación de la sociedad fallida, hubiera efectuado actos en su interés
personal y dispuesto de los bienes como propios, en fraude a los acreedores.
La ley 22.903 de reformas a la L.S. modificó el artículo 33, incorporando la noción de "control externo" y
completando así el concepto legal en esta materia.
Además consagró en el artículo 54, reformado, la responsabilidad de la persona controlante (sea
sociedad o persona física) por daño ocurrido a una sociedad por su dolo culpa. Se esta-

'2 Ver un amplio examen de la legislación brasileila en el estudio de Roimiser sobre La Moderna Regulación de los Gr"pos de Sociedades, ya
citado, y KONDER COMPARATO, F., en R.D.C.O., 1978, págs. 871 y sigs.
13 KONDER COMPARATO, Fabio, Evolución de los gmpos de sociedades en

el derecho bmsileño, desde la pnornulgación de la ley de sociedades por acciones de 1976, en R. D.C. O., 1983, págs. 225 y sigs.
blece también la regla de la inoponibilidad de la personalidad jurídica, imputándose la
responsabilidad a la persona controlante cuando la actuación de la sociedad encubra la consecución de
fines extrasocietarios o que fueran un mero recurso para violar la ley, el orden público, la buena fe o
para frustrar derechos de terceros.
También en la modificación a la Ley de Concursos, Ley 22.917, se incorporaron reformas al artículo
165 previendo la extensión de La quiebra a toda persona controlante de la sociedad fallida, cuando ha
desviado indebidamente el interés social de la controlada, sometiéndola a una dirección unificada en
interés de la controlante o del grupo económico del que forma parte. A tal fin se define el concepto de
persona controlante:
a) es aquélla que en forma directa o por intermedio de una sociedad a su vez controlada, posee
participación, por cualquier título, que otorgue los votos necesarios para formar la voluntad social; y
b) cada una de las personas que, actuando conjuntamente, poseen participación en la proporción indicada en
el párrafo anterior y sean responsables de la conducta de la controlante, ya referida.
El nuevo artículo 165-11 de esa ley, prevé el supuesto de la existencia de un grupo económico,
manifestado por relaciones de control, pero donde no se han dado las características referidas en el
artículo 165, disponiendo en tal supuesto la no extensión de la quiebra de una de las personas del
grupo a las restantes.

314. PARTICIPACIONES EN OTRA SOCIEDAD: LIMITAC¡ONES (Art. 31)


Art. 31. - Ninguna sociedad, excepto aquellas cuyo objeto sea exclusiva-mente financiero o de inversión, puede tomar o mantener participación
en otra u otras sociedades por un monto superior a sus reservas libres y a la mitad de su capital y de las reservas legales. Se exceptúa el caso en
que el exceso en la participación resultare del pago de dividendos en acciones o por la capitalización de reservas.
Quedan excluidas de estas limitaciones las entidades reguladas por la ley 18.06114 El Poder Ejecutivo Nacional podrá autorizar en casos
concretos el apartamiento de los límites previstos.

14 La ley 21.526 es la vigente ahora (Entidades Financieras), con las modificaciones de la ley 24.144.
Este artículo de la ley 19.550, no modificado por la ley 22.903, contiene tres partes bien diferenciadas:
a) en la primera parte establece la regla general con una importante excepción, del limite de las
participaciones que puede tener una sociedad en otra;
b) la segunda parte consagra otra excepción a la regla primera en cuanto al limite de
participaciones y confiere una facultad discrecional al Poder Ejecutivo Nacional; y
c) la tercera parte determina la obligación de enajenar las participaciones en exceso y la sanción
por su incumplimiento.
Descompuesta en esas partes y separados los distintos tópicos que comprende la regla legal aludida,
podemos sintetizaría así:

a) Sociedades no comprendidas

1) las sociedades con objeto flnanciem o de inversión: estas sociedades quedan excluidas del límite
fijado por la norma en las participaciones entre sociedades. Permite pues la existencia de la típica sociedad
holding, según la hemos conceptualizado anteriormente, siguiendo a Champaud. Estas sociedades pueden tener
todo su capital y reservas invertido en participaciones en otras sociedades;
2) las sociedades compreizdidas en la ley 1&O6J, es decir las entidades reguladas por la Ley de
Entidades Financieras, hoy ley 21.526, esto es, bancos, compañías financieras, sociedades de ahorro y préstamo
para la vivienda y otros inmuebles y cajas de crédito. Esta exclusión tiene como explicación la circunstancia de
que sobre esas entidades existe un control específico en razón de su actividad financiera, a cargo del Banco
Central de la República Argentina con facultades para dictar normas reglamentarias sobre inversiones,
participaciones, inmovilizaciones, etcétera, y su régimen legal está determinado en la Ley de Entidades
Financieras referido; y
3) las sociedades cuya exclusión autorice el Poder Ejecutivo Nacional. esta excepción, totalmente
injustificada, fue criticada por nosotros oportunamentet5 y fue también señalada por el Dr. Halperin, uno de
los autores de la ley'6. Implica conceder al Po-

15 VILLEGAS, C. G., ,4cciones de Voto Plumí, cit., pág. 119.

16
HAI.PERIN, Sociedades Anónimas, cit. pág. 673, nota 27.
der Ejecutivo nacional una facultad discrecional inaceptable en un régimen jurídico republicano.
4) la ley 20.705, sobre sociedades del Estado, ha consagrado en su artículo 2º la no aplicación a
esas sociedades de la regla del artículo 31 citado.

b) Limitación en las participaciones

La regla sobre las limitaciones nos debe llevar necesariamente, a precisar el concepto de
"participación". Una sociedad "participa" en otra cuando adquiere parte de su capital, sea en parte de
interés (sociedades colectivas, de capital e industria y en comandita simple), sea en cuotas (sociedades
de responsabilidad limitada) o en acciones (sociedades anónimas y en coman-dita por acciones - parte
comanditaria-).
La norma que comentamos regula el limite de la participación que una sociedad puede tomar o
mantener en otra.
Este límite debe computarse de la siguiente forma:
1) las reservas libres, es decir todas las no afectadas a un destino específico, fijado por la ley (legal) o
estatuto o asamblea (reservas constituidas para una finalidad determinada); más
2) la mitad del capital, haciendo referencia a la "cifra inamovible del pasivo nominal" 17. Recordamos que el
artículo 186, L.S., expresa en su segundo párrafo que "en esta sección - es decir en la sección sobre sociedades
anónimas - capital social y capital suscripto se emplean indistintamente"... Recordemos también que al regular
sobre el balance, el artículo 63 L.S., punto 2), en el pasivo, punto II, se refiere "al capital social". Es a este
"capital" que se refiere el cómputo que venimos analizando; más
3) la mitad de las reservas legales, es decir las reservas que la ley obliga a constituir sobre las utilidades
anuales (art. 70,
L.S.).

c) Obligación de la sociedad con participación en exceso

Debe enajenar, dentro de los seis meses siguientes a la fecha de aprobación del balance general del
que resulte que el límite ha sido superado, el excedente en su participación. La
17 HALPERlN, idem, pág. 672, nota nro. 26.
regia legal que analizamos expresa que dentro de los diez días de la aprobación de ese balance general
debe ser comunicada a la sociedad en la que se tiene participación. Si existiera más de una sociedad
participada, deben enajenarse las participaciones más recientes, sucesivamente, hasta agotar el
excedente18. Esto debe hacerse dentro del plazo máx¡mo de seis meses, que hemos referido. No se
computará el exceso que resulte del pago de dividendos en acciones o por la capitalización de
reservas.

d) Sanción por incump[imiento de la obligación

La pena es la pérdida del derecho de voto y del derecho a las utilidades que correspondan a la
participación excedente, hasta que se cumpla la regia.
Tratándose de sociedades que integran un "grupo" resulta totalmente ineficaz la sanción, que no
consagra responsabilidad de los administradores sociales frente a los accionistas minoritarios de la
sociedad participante y de los acreedores de ella. Porque una participación excesiva puede no
perseguir o constituir una relación de control, siendo inaplicable la regia del artículo 54 y ser consecuencia,
simplemente, de una conducción arbitraria y discrecional.
En este sentido la falta de un control estatal generalizado en las sociedades anónimas, limitado
solamente a un pequeño grupo de éstas (art. 299), y la admisión de la posibilidad de prescindir del
órgano de fiscalización interna (art. 284, último parrafo), torna aún más peligrosa la falta de sanciones
adecuadas.

315. PARTICIPACIONES RECIPROCAS: NULIDAD (Art. 32)


Art. 32. - Es nula la constitución de sociedades o el aumento de su capital mediante participaciones recíprocas, aun por persona interpuesta. La
infracción a esta prohibición hará responsables en forma ilimitada y solidaria a los fundadores, administradores, directores y síndicos. Dentro
del término de tres meses deberá procederse a la reducción del capital indebidamente integrado, quedando la sociedad, en caso contrario,
disuelta de pleno derecho.
Tampoco puede una sociedad controlada participar en la controlante ni en sociedad controlada por ésta por un monto superior, según balance, al
de sus reservas, excluida la legal.
18 Cfr. HALPERIN, SociedadesAnónimas, cit., pág. 673, nro. 8.
Las partes de interés, cuotas o acciones que excedan los limites fijados deberán ser enajenadas dentro de los seis meses siguientes a la fecha de
aprobación del balance del que resulte la infracción. El incumplimiento será sancionado conforme al artículo 31.

Las participaciones recíprocas llevan a la confusión de los patrimonios de las sociedades, y permiten
la multiplicación en varias sociedades de un mismo capital, lo que representa un fraude a quienes
contraten con esas sociedades con patrimonios ficticios o aguados. Es por ello que las legislaciones que han
regulado sobre los "grupos de sociedades" las prohíben de modo expreso.

a) Alcance de la prohibición legal

1) Nuestra ley declara nula la constitución de una sociedad por medio de participaciones
recíprocas, aun si para disimular esa participación se utilizara la intervención de una persona interpuesta, sea
ñ's,ica o jurídica.
El ejemplo sería el siguiente: se constituye una sociedad "ALFA", recibiendo aportes de una sociedad ya
existente llamada "BETA"; y, a su vez, ALFA toma participación en BETA. Puede ocurrir que además, se
constituye una tercera sociedad llamada "GAMA", por el mismo procedimiento y así sucesivamente, de modo
que una ulterior sociedad resultaría constituida por capitales que en su mayor parte pertenecerían a otras socie-
dades y, a su vez, los capitales de éstas, estarían totalmente confundidos.
2) También el artículo 32 declara nulo el aumento de capital de una sociedad obtenido por medio de
participaciones recíprocas; es decir mediante el aporte de una sociedad en la cual la receptora ya tenía anterior
participación. Aquí es nulo ese aumento, no la sociedad, y debe procederse a la reducción de ese capital
indebidamente integrado. También la prohibición se extiende al supuesto de intervención de una persona
interpuesta.
3) La sanción debe ser la misma si esas participaciones recíprocas no obedecieran a un aporte para
la constitución de nueva sociedad o si no significaran integración de un "aumento" de capital, sino
simplemente una adquisición de parte del capital de una sociedad a otra, que con anterioridad, ya tenía participa
ción en su capital. Aunque tal adquisición se efectuara en el Mercado de Valores o bo1sa19.

b) Sanción legal

1) En el caso de constitución de una nueva sociedad, la sanción es la nulidad de la misma.


Tratándose de una prohibición legal expresa que afecta la propia naturaleza de la sociedad que debe
contar con un "fondo propio" y también teniendo presente, el objeto de preservación de la
"intangibilidad del capital" que persigue la norma, cabe interpretar, que tal nulidad es absoluta,
inconfirmable e imprescriptible, y cuya declaración puede ser pedida por cualquiera e inclusive
decretada por el juez de oficio. La ley no fija un límite a esas participaciones recíprocas, de modo que
cualquiera sea su porcentaje en el capital de las sociedades y su monto, producirá como consecuencia
la nulidad referida.
2) En el caso del aumento de capital, si no se procede a reducirlo dentro del plazo de tres meses,
la sociedad quedará di-suelta de pleno derecho y deberá ser liquidada.

c) Responsabilidad de los fundadores, administradores


y síndicos

Los fundadores, administradores, directores y síndicos de las sociedades que toman o mantienen
participaciones reciprocas son responsables en forma ilimitada y solidaria por las operaciones sociales de la
sociedad nula y de la que deba entrar en disolución ipso iure.
Asimismo adquieren responsabilidad por los perjuicios que puedan ocasionar a accionistas minoritarios y a
acreedores sociales.
Deberá tenerse presente, además, la tipificación, en su caso, del delito previsto en el artículo 301 del
Código Penal.

d) Sociedades controladas: prohibición

Las sociedades controladas, que se definen en el artículo 33, no pueden mantener participación en la sociedad
controlante

19 Cfr. HAIPERIN, Sociedades Anónimas, cit., pág. 575, nro. 9.


ni en otra sociedad controlado por ésta por monto superior al de sus reservas excluida la legal.
Esta prohibición es independiente de la establecida en el párrafo primero, de modo que si el control se
ejerciera por me-dio de participación en el capital, estaríamos en presencia de participaciones
recíprocas absolutamente prohibidas.
La prohibición para la sociedad controlada se da tanto con
relación a su sociedad madre como respecto a sus "hermanas" igualmente subordinadas al control de la
matriz. Esto tiene por finalidad evitar aguamientos de capital dentro de un "agrupamiento de
subordinación".
Por razones obvias, la participación prohibida es aquí mucho menor que la fijada en el artículo 31. El
excedente de participación debe ser enajenado dentro de los seis meses de la fecha de aprobación del
balance del que resulte el exceso en infracción. Su incumplimiento se sancionará igual que en el caso
previsto en el citado artículo 31, es decir con pérdida del derecho de voto y de utilidades.

316. SOCIEDADES CONTROLADAS Y VINCULADAS (Art. 33)


Art. 33. - Sociedades controladas. Se consideran sociedades controladas aquéllas en que otra sociedad, en forma directa o por intermedio de otra
sociedad a su vez controlada:
1) Posea participación, por cualquier título, que otorgue los votos necesarios para formar la voluntad social en las reuniones sociales o
asambleas ordinarias.
2) Ejerza una fuerza dominante como consecuencia de acciones, cuotas o partes de interés poseídas, o por los especiales vínculos existentes
entre las 5<> ciedades.

Sociedades vinculadas.
Se consideran sociedades vinculadas, a los efectos de la sección IX de este capítulo, cuando una participe en más del diez por ciento del capital
de otra.
La sociedad que participe en más del veinticinco por ciento del capital de otra, deberá comunicárselo a fin de que su próxima asamblea
ordinaria tome c<> nocimiento del hecho.

a) Sociedades controladas
Este artículo fue modificado por la ley 22.903, que incluyó el inciso 2) de la primera
parte;completando adecuadamente el concepto legal de "control".
1) Concepto de controL en la forma que ha quedado ahora redactado el artículo 33 comprende tanto la
noción de control interno como la de control externo, a que hicimos referencia en el punto 311, es
decir el ejercicio mediante participaciones accionarias, de cuotas o partes de interés, que otorgue a una
sociedad los votos necesarios para formar la voluntad social de la otra sociedad; como al supuesto de existir
una influencia dominante de una sociedad respecto de otra, sea derivada esa influencia de la posesión de
participación de capital, o de otros vínculos existentes entre ellas. De esta forma se ha completado el
concepto de control, que en su anterior redacción (limitada al caso de control "interno"), resultaba
insuficiente.
Precisamente, en anterior trabajo habíamos criticado la fórmula utilizada para definir el control que
comprendía solamente el caso de participación en el capital20. La ley 22.903 siguiendo el criterio del
régimen legal alemán, alude a influencia dominante y a especiales vínculos existentes, formula más
amplia que la contenida en el artículo 2359 del Código Civil italiano que hace referencia sólo a vínculos
contractuales particulares. De modo que tienen cabida en tan amplia expresión no sólo los vínculos derivados
de contratos, sino también de relaciones de hecho, permitiendo comprender a todos los métodos de control
(internos-externos, de derecho-de hecho, jurídicos y económicos).
Lamentablemente se insiste en prever la relación de control ejercida exclusivamente por sociedades, dejando de
lado la que pueda ser ejercida por "persona física" interpuesta. Feliz-mente la fórmula del artículo 54 cuando
consagra la responsabilidad de la controlante por dolo o culpa, alude sí a las personas físicas yjurídicas, aunque
no sean sociedades.
2) Concepto de "''oluntad social"' la ley 19.550 había utilizado la expresión "votos necesarios para
formar la voluntad social" y uno de sus autores21 había sostenido que la fórmula era similar al artículo 2359
del Código Civil italiano, lo que es totalmente equivocado, como se refiere en el punto 312, b). La
fórmula fue perfeccionada por la reforma, al precisarse que la participación debe ser suficiente
para obtener los votos necesarios para formar la voluntad social en las reuniones sociales o asambleas
ordi20 VII.LEGAS, Carlos G., Acciones de Voto Plumí, cit., págs. 115 y sigs.
21 HALPERIN, Sociedades Anón imas..., cit., pág. 668, nro. 6.
narias, excluyendo aquellas deliberaciones que requieren quórum y mayorías especiales.

b) Sociedades vinculadas

1) Concepto: a los efectos de la información contable, se consideran sociedades vinculadas, cuando una
participa en más del diez por ciento del capital de la otra.
De este modo, existiendo relación de "sociedad vinculada"
existe la obligación impuesta en el artículo 63, inciso 1) b)
- discriminar los créditos de las sociedades vinculadas-; inciso
1) d) -sobre inversiones en acciones y en debentures-; inciso
2)1, a) - discriminar las deudas; etc.-.
2) Obligación de comunicar participación: cuando la participación exceda del veinticinco por
ciento del capital de la otra sociedad, la participante debe comunicárselo, a efectos de que tome
conocimiento su próxima asamblea ordinaria y porque a partir de entonces deberá la participada
cumplir las obligaciones impuestas en los artículos 63, 64, 65 y 66.

317. RESPONSAB¡L¡DAD DEL CONTROLANTE (Art. 54)


Art. 54. - Dolo o culpa del socio o del controlante. El daño ocurrido a la sociedad por dolo o culpa de socios o de quienes no siéndolo la
controlen, constituye a sus autores en la obligación solidaria de indemnizar, sin que puedan alegar compensación con el lucro que su actuación
haya proporcionado en otros negocios.
El socio o controlante que aplicare los fondos o efectos de la sociedad a uso o negocio de cuenta propia o de tercero está obligado a traer a la
sociedad las ganancias resultantes, siendo las pérdidas de su cuenta exclusiva.

Inoponibilidad de la personalidad jurídica.


La actuación de la sociedad que encubra la consecución de fines extrasocietarios, constituya un mero recurso para violar la ley, el orden público
o la buena fe o para frustrar derechos de terceros, se imputará directamente a los socios o a los controlantes que la hicieron posible, quienes
responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados.

El artículo 54 que hacía referencia a la responsabilidad del socio en la ley 19.550, sufrió una profunda
reforma por la ley
22.903, que comentaremos.
a) Responsabilidad por dolo o culpa

La controlante responde por el daño ocurrido a la sociedad controlada, por su culpa o dolo, con obligación de
indemnizar.
Adviértase que aquí la ley habla "del controlante", de "quiénes la controlen", "el controlante", con lo que admite
el control ejercido no sólo por sociedad sino por cualquier persona, sea física o jurídica, lo que es correcto.

b) Utilización de fondos

El controlante que utilice fondos de su controlada, o controladas, está obligado a traer a ésta las
ganancias resultantes y a soportar las pérdidas.

c) Inoponibilidad de las personalidad jurídica

Dijimos en el capítulo III, punto 21, que la personalidad jurídica la atribuye el Estado persiguiendo fines
superiores: "el bien común", o bienestar general. Por lo que cada vez que esa personalidad sea utilizada con
fines contrarios, que desnaturalicen su ratio, ella debe ser desestimada.
El artículo 54 ha contemplado en su segunda parte esta situación, declarando inoponible esa personalidad, en los
siguientes casos:
1) cuando se encubren fines extrasocietarios;
2) cuando la sociedad constituya un recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe; y
3) cuando la actuación de la sociedad tiene por fin frustrar derechos de terceros.
En todos estos supuestos, la actuación de la sociedad controlada se imputará directamente a la
sociedad controlante o a la persona controlante que la ha hecho posible, respondiendo ésta en forma solidaria e
ilimitadamente por los perjuicios ocasionados.
Esto permitirá imputar a la controlante la responsabilidad por los daños y perjuicios que se deriven de
una actuación ilegítima de la controlada, "comunicando esa responsabilidad" o transfiriendo esa
responsabilidad a la dominante que es quien, en definitiva, le ha impuesto la conducta contraria a la ley, el orden
público o la buena fe.
Señala la Exposición de Motivos de la ley 22.903 al respecto:
Vale decir que el texto proyectada, a partir de una vertiente ética, se adecua juridicamente a la 'uzón
misma del reconocimiento de la personalidad que no puede servir para violentar lo que constituye el
objeto genérico y abstracto de las sociedades comerciales a la luz de lo dispuesto por el artículo 1 de la
ley 19. SSO (cap. 1, sección IV, punto 3).

C) VINCULACIONES CREADAS CONFINES DE COLABORACION

318. NOCION SOBRE CONTRATOS DE COLABORACION


EMPRESARIA

Al comenzar el estudio de este tema cabe reiterar que las distintas relaciones y combinaciones entre
sociedades pueden conducir a dos tipos diferentes de vinculaciones:
a) vinculaciones con relaciones de control o de dominación entre ellas, consagrando situaciones de
subordinación o dependencia, a las que se refieren los artículos 31, 32 y 33, L.S., que acabamos de analizar; y
b) vinculaciones creadas con fines de cooperación entre las sociedades ausentes de nuestra ley 19.550
e incorporadas a nuestra legislación por la ley 22.903.
De lo que aquí se trata es de lo segundo, esto es de vinculaciones creadas con fines de cooperación, pero no
sólo entre "sociedades", sino entre "empresas", de modo de permitir formar parte de la "agrupación" al
empresario individual.
Reaparece, otra vez en este estudio el tema de la relación sociedad-empresa. Precisamente debemos señalar
que lo que interesa es el análisis de las "vinculaciones entre empresas", porque estas relaciones son,
fundamentalmente, de naturaleza económica, si bien producen graves e importantes consecuencias
jurídicas.
De modo que es correcto legislar teniendo presente esta distinción y regulando, como lo hace nuestra Ley
de Sociedades comerciales sobre contratos de colaboración empresana.
Esto posibilita no sólo la existencia de una "agrupación de sociedades" sino una "agrupación de empresas".
Para ello debe tenerse presente la finalidad de esta legislación que es la de fa-
cilitar la "cooperación interempresaria" sin ánimo de lucro, de contenido "mutualista" para el grupo, lo
que les permitirá "facilitar o desarrollar determinadas fases de la actividad empresarial de sus
miembros y de perfeccionar o incrementar el resultado de tales actividades".
De esta forma la legislación argentina recoge este tipo de contratos y los incorpora a su regulación,
siguiendo el ejemplo de otros países que ya lo han hecho, como España, Italia, Francia y Brasil, lo que
fuera recibido con beneplácito por autorizada
22
doctrina
La rápida evolución de las actividades industriales y comerciales y la incorporación de la tecnología
como componente imprescindible del desarrollo de las empresas económicas, otorga a favor de las
grandes "corporaciones" multinacionales y sus filiales nativas, una enorme ventaja en el uso y disfrute
de tan preciado bien. Los grandes "grupos económicos" cuentan así con un fácil acceso a los más
sofisticados y costosos procedimientos y técnicas que hoy brinda el avance tecnológico.
Esto torna más grande aún la brecha entre esas empresas y las "medianas" y "pequeñas" casi
imposibilitadas de hacer frente a las cuantiosas erogaciones que demanda la "investigación" y el uso
de nuevas y revolucionarias técnicas industriales.
Estos contratos de "colaboración empresaria" pueden ser, desde el punto de vista jurídico, un elemento
para favorecer el fortalecimiento empresario de estos entes, tan necesarios para lograr un desarrollo
uniforme e integrado en nuestro país. Lógicamente que con esta legislación no basta, será necesario
completarla con la adopción de normas impositivas que alienten su utilización y no que la combatan
como bien lo señalan los autores de la reforma en la Exposición de Motivos.
De esta forma se legisló en Italia por ley del 10 de mayo de 1976 (ley 377), de modificación al régimen
anterior, tendiente a "promover el crecimiento y la racionalización de la producción y de la
comercialización de los productos por parte de las empresas pequeñas y medianas" para el ejercicio de
una o más de las siguientes actividades: a) la adquisición en común de materias primas o semielaboradas; b)
la creación de una red distributiva común; c) la promoción de las ventas mediante la organización y la
participación en ferias, la difusión publicitaria, la realización

22 CÁMARA, Héctor, en R.D.C.O., nro. 95, octubre de 1983, pág. 672.


de estudios de mercado, la preparación de catálogos, etcétera; d) la participación en licitaciones
nacionales y extranjeras; e) el desarrollo de programas de investigación tecnológica, de experi-
mentación técnica y de actualización en el campo de las técnicas de gestión; f) la prestación de
asistencia técnica; g) la construcción y el mejoramiento de las plantas industriales de los asociados; h)
el control de calidad y la prestación de la correspondiente garantía por los productos de las empresas
asociadas; i) la creación de marcas de calidad y la coordinación de la producción de los asociados; j) el
establecimiento de centros mecanográficos y contables comunes; k) la asistencia a las empresas participantes en
materia crediticia, mediante la prestación de garantías de carácter mutual; 1) toda otra actividad
compatible con la finalidad de la ley23.
Hemos efectuado la cita que antecede para destacar la importancia que puede tener una agrupación de
empresas y la gran utilidad que puede brindar a los integrantes del grupo.

319. LA LEGISLACION EXTRANJERA


a) Finalidad de la legislación en esta materia

Con la finalidad de esclarecer algunos aspectos de esta peculiar legislación, haremos una breve referencia a las
legislaciones italiana y francesa sobre este tema de las agrupaciones empresarias, que unos llaman
"consorcios" y otros "grupos de interés económico".
Pero antes señalemos con Messineo que esta tendencia a la agrupación de empresas que parece una
constante de la economía contemporánea, es la que ha merecido del legislador estas particulares
regulaciones, lo que exhibe, una vez más, la gran importancia del legislador de nuesta época que debe
aprehender el fenómeno económico y regularlo. Y que tal regulación debe poner, cada más
efectivamente, el acento en el bien común, buscando consagrar relaciones cada vez más justas, evitando facilitar por
este medio que se lesione o se agreda al consumidor, que debe ser el destinatario final de nuestras
preocupaciones. Dice Guyenot que la economía liberal se ha transformado en una eco-
23

Artículo 1º, ley 374 del 30 de abril de 1976, citado por ROIMISER, La moderna regulación..., págs. 34 y 35.
nomía contractual, llamada concertada. Debemos por o tanto fijar reglas adecuadas para que esa
"concertación" sea justa.

b) legislación italiana

Existe en la economía contemporánea una propensión a la concentración de empresas del mismo ramo
industrial o comercial o financiero, o de ramos afines y conexos entre sí. Es una tendencia hacia la "gran
empresa", como lo señala Messineo24, en busca de una más racional organización de la producción
para obtener una reducción de los costos y, en consecuencia, un incremento en los beneficios. Para
ello se agrupan bajo una dirección unificada siguiendo criterios técnicos y administrativos uniformes.
Aquí prevalece un criterio de subordinación.
Paralelamente a esa tendencia, existe otra, advierte el jurista italiano, hacia otra dirección, que tiene la
forma de entendimiento entre empresas que realizan una misma actividad económica o actividades
conexas y que buscan "regular tal actividad, por parte de cada una de ellas, en forma que origine el
menor peduicio posible a la otra, o a las otras", con prevalencia de un criterio de coordinación.
Este último "entendimiento" tiende a la limitación recíproca de la competencia, ya que la coordinación
viene a sustituir a la lucha entre las empresas.
En el primer caso, sigue Messineo, tenemos un grupo y en el segundo caso un "cartel". En el "grupo"
se advierten vinculaciones entre empresas tendientes a la concentración "pura" por vías de fusión y
absorción o bien hacia vinculaciones con relaciones de "control" o de dominación. En cambio en el
segundo caso la coordinación se crea con fines de cooperación entre las empresas.
En el segundo caso, las vinculaciones entre las empresas no afectan la independencia de ellas. Si ese grupo se
organiza bajo una administración común, estaremos en presencia de un "consorcio", según el jurista
italiano. Y el peligro que advierte este autor es que esa situación coordinada de las empresas puede
llevar al monopolio de hecho y la consiguiente abolición de la competencia, afectando las reglas del
mercado y perjudicando a los consumidores o usuarios del servicio.

24 MESSINFO, Manual... T. VI, págs. 15 y sígs.


Es preciso señalar que el Código Civil italiano había previsto estos "consorcios" con la finalidad de regular
la competencia, de allí la inclusión de sus normas dentro del Título X denominado "De la regulación de
la competencia y de los consorcios", y por ello se prescribía la necesidad de la aprobación de esos
contratos por parte de la autoridad gubernativa (art. 2619) y la aplicación de sanciones penales por la
violación de esas reglas (Título XI, Disposiciones penales en materia de sociedades y de consorcios).
Y Messineo se refiere en el comentario que citamos a estas normas.
Esta regulación fue modificada por ley 377 del 10 de mayo de 1976, previendo ahora a los consorcios
como una organiza-ción común entre varios empresarios para la discL4>lina y el desa'Tollo de
determinadas áreas de las respectivas empresas, segun reza el artículo 2602, modificado. Dice Ferri,
citado por la Dra. Roimiser en el trabajo que anotamos, que para desentrañar el sentido de esa frase del
artículo 2602, hay que remitirse a la ley del 30 de abril de 1976, Nº 374 que favorece la constitución
de consorcios y sociedades consorcistas en el caso de empresas pequeñas y medianas. De allí surge,
entonces, que se trata de la creación de una organización común a los fines de promover el
crecimiento y la racionalización de la producción y de la comercialización de los productos por parte
de las empresas pequeñas y medianas.
De modo que por imperio de esa reforma, el consorcio en la legislación italiana puede constituirse bajo forma
societaria o no, habiéndose previsto en el segundo caso una estructura organizativa con responsabilidad
limitada, sin respetar, expresa Ferri, los principios de seguridad del ordenamiento juridico

C) legislaciún francesa

Jean Guyenot26 nos dice respecto de este fenómeno que los grupos de interés económico llevan la marca de
una época que oscila entre la coacción estatal y la ética liberal. Atraída por ésta sin poder mantenerse en ella,
sufre la otra, perturbada por las duras leyes de la vida económica que no dejan a las empresas otra op-

25
FERRI, 6., citado por ROIMISER, artículo citado, págs. 34 y 35.
26 GUYENOT, Jean, en "Los grupos de interés económico y el derecho de

las sociedades comerciales", en R.D.C.O., 1975, pág. 189.


ción que actuar agrupadas o desaparecer absorbidos, salvo desafiar los tormentos de una lenta agonía
solitaria y ruinosa.
La ordenanza 67.821 del 23 de setiembre de 1967, crea, en Francia, los grupos de interés económico, y
propone, como dice el citado autor galo, un marco legal a las empresas obligadas a agruparse para
progresar y sobrevivir. Esta legislación forma parte del movimiento que tiende a permitir a las
empresas unirse, "formando diversas combinaciones, adecuadas a su medida y adaptadas a sus
actividades, para suscitar su desarrollo por la cooperación y la concentración". I-as pequeñas y media-
nas empresas que se han mantenido ajenas a este movimiento, son incitadas por el legislador francés
para inducirías a entrar en la vía común ofreciéndoles una forma atractiva de agrupación.
La legislación francesa crea un sólo tipo de grupo de interés, si bien con un marco legal ágil y
maleable, según expresa Guyenot.
Esa legislación establece que las personas jurídicas, miembros del grupo, no pueden ser
administradores. Esta posición que, recepta nuestra legislación, es criticada por el autor galo, que
señala que esta exclusión carece de motivos y que ello es el fruto de un error evidente, de
consecuencias enojosas en los numerosos grupos constituidos exclusivamente por personas jurídicas,
obligándolos a recurrir a "personas extrañas" para el ejercicio de la gestión del grupo, "gestión que
habrían podido asegurar por sí mismas
Los miembros del grupo están obligadas por las deudas de éste con su patrimonio propio, característica
que acerca los grupos de interés a las sociedades de personas. Pero aquí el grupo goza de personalidad
juridica la que adquiere con la inscripción en el registro de comercio, y como consecuencia, tiene un
patrimonio separado del de sus miembros, lo que está señalando una diferencia sustancial con la
organización adoptada por nuestra ley.
La comercialidad o no del grupo no depende de su inscripción en el registro, sino de su objeto, estando
permitido la actuación de grupos de interés civil.
Los grupos pueden constituirse sin capital y no dan lugar, por sí mismos, a la realización y
distribución de beneficios ya que persiguen, fundamentalmente, ser instrumentos de cooperación
interempresana.
El objeto del grupo, definido en el artículo 1º de la ley, debe ser aplicar todos los medios idóneos para
facilitar o desarrollar
la actividad económica de los miembros, para mejorar o aumentar los resultadas de esta actividad
El grupo se crea por contrato, el que debe inscribirse, previa publicación.
La administración debe estar a cargo de una o varias personas físicas. Pero la organización de la
administración del grupo, queda librada a la voluntad de sus miembros y al pacto contractual. Los
administradores son revocables libremente, aplicándose al respecto las reglas del mandato, criterio que
recoge nuestra ley.
El grupo puede recurrir a la suscripción pública por emisión de obligaciones y su control se regula en
forma diferente según recurra o no a ese procedimiento de suscripción pública. Estará siempre a cargo
de personas físicas y en el caso de grupos que no recurren a la suscripción pública se organizará en el
contrato, pero como se hace referencia a "control de gestión" y "de las cuentas" podría interpretarse
que se requiere de más de una persona física. En cuanto al control en los grupos que recurren a la
suscripción pública no hay dudas que se requiere de controles diferentes para la gestión y para las cuentas.
Las causales de disolución son las comunes a las sociedades colectivas, según nos lo expresa el autor que
hemos citado.

d) Legislación brasileña

La ley brasilena de sociedades por acciones N0 6404 del 15 de diciembre de 1976 incluye un capítulo
referente a los "grupos de sociedades", regulando por una parte los "grupos de control" y por otra los
consorcios (Cap. XXII).
La ley autoriza a constituir consorcios a las sociedades anónimas y a las otras sociedades, independientes o
no.
La finalidad del consorcio es la ejecución de determinadas actividades. El consorcio se constituye por
contrato, debiendo ser registrado y publicado. En el mismo deberá especificarse: 1) La denominación del
consorcio; 2) su objeto; 3) plazo; 4) las obligaciones y responsabilidades de cada sociedad; 5) el régimen
de distribución de las ganancias y las pérdidas; 6) el sistema de administración; 7) la forma de
deliberación; y 8) la contribución de cada miembro en los gastos comunes27.

27 ROIMISER, LcI moderna n'gulación..., cit., pág. 22.


320. LA LEGISLACION NACIONAL

Se ha discutido, tanto en el derecho comparado como en el derecho nacional, la forma de establecer


esta regulación legal, habiendo adoptado la reforma de 1983 a la Ley de Sociedades comerciales el
criterio de incluirla dentro de la ley. Ray autores que sostienen que tratándose de "relaciones
contractuales" entre sujetos de derecho, no corresponde su tratamiento dentro de la ley de sociedades.
Tal argumento es respondido por los autores de la reforma haciendo referencia a la última interacción
entre la moción de sociedad y el concepto de empresa. Además se cita la legislación brasileña, que
como vimos, ha incorporado la reglamentación de estos "consorcios" a la ley de sociedades
- 28
anonimas
La ley distingue dos tipos de contratos de colaboración empresaria:
a) Las agrupaciones de colaboración y
b) las uniones transitorias de empresas.

321. LAS AGRUPACIONES DE COLABORACION

a) Caracterización (Art. 367)

Art. 367. - Las sociedades constituidas en la República y los empresarios individuales domiciliados en ella pueden, mediante un contrato de
agrupación, establecer una organización común con la finalidad de facilitar o desarrollar determinadas fases de la actividad empresarial de sus
miembros o perfeccionar o incrementar el resultado de tales actividades.
No constituyen sociedades ni son sujetos de derecho. Los contratos, derechos y obligaciones vinculados con su actividad se rigen por lo
dispuesto en los arts. 371 y 373.
Las sociedades constituidas en el extranjero podrán integrar agrupaciones previo cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 118, tercer párrafo.

Digamos desde ya que la vinculación entre las empresas debe hacerse por vía contractual. De este
contrato pueden ser partes:
1) las sociedades constituidas en el país, sean civiles o comerciales;

28 Exposición de Motivos de la ley 22.903, capítulo III, punto 2.


2) los empresarios individuales, domiciliados en el país; y
3) las sociedades constituidas en el extranjero previo cumplimiento del requisito de establecer en el
país una sucursal
o asiento o cualquier otra representación permanente.
El contrato debe tener por objeto la constitución de una oranización común; no de una "sociedad"
distinta ni de una "persona jurídica" diferente a sus miembros.
La finalidad de esa organización común es la de "facilitar o desarrollar determinadas fases de la
actividad empresarial de sus miembros", perfeccionar o incrementar el resultado de las actividades
económicas que realice cada uno de los adherentes.
Este concepto de fases de la actividad empresarial es explicado por la Comisión en
la Exposición de Motivos, señalando que "si bien traduce una concepción de
relativa amplitud guarda relación con la circunstancia que cualquier actividad
empresaria, industrial o comercial, es idealmente divisible en operaciones que
conserven en el contexto giobal de la empresa una cierta individualidad y que
técnicamente podrían resolverse en organiza,,29
ciones autonomas . Quizás hubiera sido de mayor utilidad una ejemplificación de las distintas
actividades que puede cumplir la
"agrupación", como lo hacen otras legislaciones.
El artículo 367 enfatiza que la "agrupación de
colaboración" no es una sociedad ni es sujeto de derecho.
A' respecto explican los autores que "El objetivo
perseguido por la Comisión y la coherencia con la
estructura contractual atribuida a la agrupación,
exigieron que para evitar ddas en cuanto al encuadra-
miento de la relación, se declarara concretamente que
no consti"30
tuyen sociedades ni son sujetos de derecho...
Es, básicamente, una agrupación de empresarios, unipersonales o colectivos31.

29 Exposición de Motivos, ley 22.903, capítulo III, sección 1, punto 5.


30
ldem, capítulo III, sección 1, punto 4.
31 Lo que permite incluir también a las "cooperativas" que si bien no son sociedades comerciales, constituyen una forma jurídica que puede
revestir la empresa. No pueden, en cambio, constituir estas agrupaciones, las "organizaciones" públicas, sean estatales o no (entes estatales o
autárquicas, las universidades públicas o privadas), las asociaciones civiles, fundaciones y asociaciones mutuales.
b) Finalidad (Art. 368)
Art. 368. - La agrupación, en cuanto tal, no puede perseguir fines de lucro. Las ventajas económicas que genere su actividad deben recaer
directa-mente en el patrimonio de las empresas agrupadas o consorciadas.
La agrupación no puede ejercer funciones de dirección sobre la actividad de sus miembros.

La norma precisa expresamente que "la agrupación no puede perseguir fines de lucro", conteste con la
naturaleza de estos grupos que ya hemos precisado. La finalidad será la de ayudarse mutuamente. Si
de su actividad derivan beneficios económicos, lo que es obvio, ello no modifica tal conclusión ni
disposición legal y recibirán el tratamiento que más adelante señalamos.

c) Beneficios económicos

Dado que la "agrupación" no constituye una sociedad ni una persona jurídica, es lógica la
consecuencia que prescribe la norma de referencia, en el sentido que las ventajas económicas que se
deriven de su actividad recaigan directamente en el patrimonio de las empresas consorciadas.

d) Prohibición de ejercer funciones de dirección

De conformidad con la finalidad de ayuda y colaboración que persigue la constitución de estos


consorcios, está implícito que él no se crea para "dirigir" a los partícipes o para imponerles una
conducción unificada. De todos modos el artículo 368, en su segundo párrafo, en forma expresa
prohibe a la agrupación ejercer funciones de dirección sobre la actividad de sus miembros.

e) Forma del contrato (Art. 369)

Art. 369. - Forma y contenido del contrato. El contrato se otorgará por instrumento público o privado y se inscribirá aplicándose lo dispuesto
por los arts. 4º y 5º. Una copia, con los da,os de su correspondiente inscripción será remitida por el Registro Público de Comercio a la Dirección
Nacional de Defensa de la Competencia.
El contrato debe contener:
1) El objeto de la agrupación;
2) La duración, la que no podrá ezceder de diez años. Puede ser prorrogada antes de su venctrniento por decisión unánime de los
participantes. En caso de omitirse la duración, se entiende que el contrato es válido por diez anos.
3) La denominación, que se formará con un nombre de fantasía integrado con la palabra "agrupación".
4) El nombre, razón social o denominación, el domicilio y los datos de la inscripción registral del contrato o estatuto o de la
matriculación e indivídualización en su caso, que corresponda a cada uno de los participantes. En caso de so-ciedades, la relación de la
resolución del órgano social que aprobó la contratación de la agrupación, así como su fecha y número de acta.
5) La constitución de un domicilio especial para todos los efectos que deriven del contrato de agrupación, tanto entre las partes como
respecto de terceros.
6) Las obligaciones asumidas por los participantes, las contribuciones debidas al fondo común operativo y los modos de rmanciar las
actividades comunes.
7> La participación que cada contratante tendrá en las actividades comunes y en sus resultados.
8) Los medios, atribuciones y poderes que se establecerán para dirigir la organización y actividad común, administrar el fondo
operativo, representar tndividual o colectivamente a los participantes y controlar su actividad al solo efecto de comprobar el cumplimiento de
las obligaciones asumidas.
9) Los supuestos de separación y exclusión.
10) Las condiciones de admisión de nuevos participantes.
11) Las sanciones por incumpliento de obligaciones.
12) Las normas para la confección de estados de situación, a cuyo efecto los administradores llevarán, con las formalidades establecidas
por el Código de Comercio, los libros habilitados a nombre de la agrupación que requieran la naturaleza e importancia de la actividad común.

La ley prescribe la forma escrita para estos contratos, sea por instrumento privado o público. Pero, además
impone su mscripción en el Registro Público de Comercio.
Una preocupación de los autores ha sido la de preservar la eficacia de la ley 22.262 denominada de "Defensa
de la Competencia" la que se busca asegurar, obligando a remitir una copia del contrato de agrupación, con
los datos de la correspondiente lnscripción, a la Dirección Nacional de Defensa de la Competencia.

1) Contenido del contrato

El contrato debe contener:


1) El objeto de la agrupación, que puede ser amplio y enunciativo de las múltiples actividades a las que
puede estar destinada el consorcio conforme lo hemos señalado en el punto 318,
al hacer referencia a la legislación italiana. Aquí no rige la limitación conceptual que prescribe el
artículo 11, inciso 3 de la L.S.
2) La duración que no podrá exceder de diez años. Este término máximo puede ser prorrogado antes de
su vencimiento por resolución unánime de los consorcistas.
3) La denominación de la agrupación que será un nombre de fantasía al que se le deberá acompañar de
la palabra "agrupación". No cabe la utilización del nombre de una de las empresas consorciadas ni de
una razón social (nombre de alguna o varias personas físicas).
4) Los datos que inaíviduahcen a los miembros de la agrupación, es decir el nombre y datos
personales de las personas físicas consorciadas y la denominación o razón social y datos de inscripción
de las sociedades. En el caso de sociedades, deberá hacerse constar en el contrato, además, la fecha y
número de acta donde conste la resolución del órgano social que aprobo la incorporación a la
agrupación. La ley no expresa cuál es ese órgano social, porque ello dependerá del contrato de cada
sociedad.
5) Constitución de un domicilio especial de la agrupación, para su actuación ante terceros como para
las relaciones entre las partes.
6) Las obligaciones que asumen los miembros, indicando las contribuciones que cada uno hará al
fondo común operativo.
Ya veremos que la agrupación estará dotada de "un fondo común" con particulares características que
luego analizaremos.
7) La participación que tenará cada miembro del grupo en las actividades y en los resultados del
mismo.
8) La organización de la administración y representación de la agrupación, así como la regulación de
la fiscalización interna, forma de deliberar, de adoptar resoluciones, mayorías, etc.
9) Las nornias sobre la confección de estados contables del grupo, que la ley denomina "estados de
situación".
Además el contrato debe contener normas sobre la adm¡sión de nuevos miembros; sobre exc' lusión; y
sobre sanciones por incumplimiento de obligaciones.

g) Resoluciones (Art. 370)


Art. 370. - Las resoluciones relativas a la realización del objeto de la agrupación se adoptarán por el voto de la mayoría de los participantes,
salvo disposición contraria del contrato
Su impugnación sólo puede fundarse en la violación de disposiciones legales o contractuales y debe demandarse ante el juez del domicilio
lijado en el contrato dentro de los treinta dias de haberse notilicado fehacientemente la decisión de la agrupación, mediante acción dirigida
contra cada uno de los integrantes de la agrupación.
Las reuniones o consultas a los participantes deberán efectuarse cada vez que lo requiera un administrador o cualquiera de los miembros de la
agrupación.
No puede introducirse ninguna modilicación del contrato sin el consentimiento unánime de los participantes.

El gobierno de la agrupación debe ser ejercido por todos los miembros, quiénes pueden establecer en
el contrato reglas sobre quórum y mayorías con total libertad. Si nada disponen, las decisiones se tomarán
por mayoría de participantes.

h) Modificaciones al contrato

Las modificaciones al contrato sólo podrán efectuarse con el consentimiento unánime de los miembros
de la agrupación de colaboración. Esta regla, por la forma como ha sido establecida, impide otra
regulación por el contrato de contitución del consorcio, lo que es congruente con la finalidad de
creación de estas agrupaciones.

i) Forma de deliberación

La forma en que deliberará la agrupación, la periodicidad de las reuniones, la forma de las convocatorias y
el modo en que se expresarán sus miembros, debe preverse en el contrato. Puede fijarse un mecanismo
similar al que la reforma ha introducido para las sociedades de responsabilidad limitada, por ejemplo.
Esto es, la consulta escrita a los miembros.
La reunión o consulta, dispone este artículo 370 se debe hacer cada vez que lo solicite cualquiera de los
miembros o lo requiera el administrador de la agrupación.

j) Impugnación de las resoluciones

Las resoluciones que adopte el consorcio pueden ser impugnadas judicialmente por cualquiera de los
miembros, prescribiendo la ley el juez competente, el plazo y fundamento que hacen viable la acción.
1) Titular de la acción: cualquier miembro de la agrupación podrá cuestionar una resolución y es, por
lo tanto, titular de la acción de impugnación. Nada dice la ley sobre la posibilidad que sea titular
también el o los administradores, pero dada la forma en que se ha regulado sobre su responsabilidad,
es congruente interpretar que éstos no pueden ejercer esta acción.
2) Fundamento de la acción: la acción podrá fundarse en:
violación de disposiciones legales, sean de ésta o de otra ley. Por ejemplo si el acuerdo violara la ley de
regulación de la competencia. O si implicara una transgresión a las normas de la Ley de Sociedades
comerciales que regulan la agrupación. O en violación del contrato. La violación puede ser de la falta
de reunión o consulta sobre el tema: o falta de la mayoría prevista en el contrato, etcétera.
3) Juez competente: es el del domicilio especial de la agrupación constituido en el contrato, con
competencia en materia comercial.
4) Plazo para interponer la acción: debe demandarse dentro de los treinta días de haberse notificado
fehacientemente la resolución impugnada. La falta de debida notificación a algún miembro lo
autorizaría a interponer la acción con posterioridad a dicho plazo, el que comenzaría a correr desde
que el miembro tome conocimiento de la decisión irregular.
5) Contra quién se interpone la acción: la demanda de impugnación debe interponerse contra
cada uno de los miembros, ya que la agrupación no es sujeto de derecho. De todos modos la situación
planteada impondrá la necesidad de un "litis consorcio pasivo". Se podrá demandar a los demás
miembros de la agrupación en un escrito común, debiendo notificarse a cada uno de ellos en su propio
domicilio.

k) Dirección y administración (Art. 371)

Art. 371. - La dirección y administración debe estar a cargo de una o más personas tísicas designadas en el contrato o posteriormente por
resolución de los participantes, siendo de aplicación el artículo 221 del Código de Comercio.
En caso de ser varios los administradores y si nada se duera en el contrato, se entiende que pueden actuar indistintamente.

1) Naturaleza de sus junciones: Cabe, en primer término, tener presente que la agrupación de
colaboración empresaria no
es una persona jurídica distinta de los miembros partícipes que la integran. En consecuencia ella no
tiene ó'ganos de administración y representación, ni de fiscalización.
Pero, sin perjuicio de ello, los miembros necesitan alguien que los represente frente a terceros, que
suscriba los actos y contratos que han de concretar la colaboración entre las empresas consorciadas.
Como solución se ha recurrido a la figura contractual del mandato, de allí la remisión que hace el
artículo 371 de la L.S. al artículo 221 del Código de Comercio.
Uno o varios mandatarios ejercerán entonces la dirección y administración de la agrupación actuando
en nombre y representación de la "agrupación "pero por cuenta de los miembrós participantes.
Siendo mandatarios de los miembros partícipes, obligan directamente a ellos y de allí que el artículo
373 consagre la responsabilidad solidaria e ilimitada de los miembros frente a terceros por las
operaciones y negocios realizados por el representante común.
El administrador de la agrupación es, en consecuencia, un mandatario común de los miembros
partícipes.
2) Aptitud para la designación: El artículo 371 expresa que los administradores deben ser personas fisicas y
que puede designarse uno o más. Como consecuencia no pueden ser administradores de la agrupación, las
sociedades ni ninguna otra persona jurídica.
Deberá, por lo tanto, ser una persona física con capacidad suficiente para ser mandatario comercial. Se
requiere tener la libre administración de sus bienes, según la regla del artículo 9 del Código de Comercio.
Puede también desempeñarse como tal un menor de edad, con dieciocho años cumplidos, autorizado
para ejercer el comercio y debidamente inscripto en el Registro Público de Comercio (art. 10, Cód. de
Com.).
3) Designación: su nombramiento lo efectúan los participantes, en el mismo contrato de constitución de
la agrupación o posteriormente. Si fuera designado posteriormente, para su nombramiento deberá
contarse con la mayoría prevista en el contrato. En ausencia de regla contractual, se aplicará el artículo
370 que exige mayoría de los miembros.
La calidad de "mandatario" de todos y cada uno de los miembros que tiene el administrador,
exhibe la importancia del mismo, por lo que es de suponer que su nombramiento se efec
túe en el contrato de constitución de la agrupación y requiera del acuerdo unánime de todos los
consorciados.
4) Administración ¿ndistinta: silos administradores fueran dos o más personas físicas, el contrato
puede establecer la forma en que deben actuar. Pero en ausencia de regla contractual, se entenderá que
pueden hacerlo en forma indistinta.

1) Responsabilidad hacia terceros (Art. 373)

Art. 373. - Por las obligaciones que sus representantes asuman en nombre de la attrunación. los Darticipantes responden ilimitada y
solidariamente respecto
de terceros. Queda expedita la acción contra éstos, sólo después de haberse interpelado infructuosamente al administrador de la agrupación;
aquél contra quien se demanda el cumplimiento de la obligación puede hacer valer sus defensas y excepciones que hubieren correspondido a la
agrupación.
Por las obligaciones que los representantes hayan asumido por cuenta de un participante haciéndolo saber al tiempo de obligarse, responde éste
solidariamente con el fondo común operativo.

En la forma que hemos caracterizado la actuación de estos administradores "comunes" de los


partícipes, pareciera incorrecta la formulación que contiene el artículo 373, cuando expresa que por las
obligaciones que "sus representantes asuman en nombre de la agrupación...", los participantes responden
ilimitada y solidariamente respecto de tercero. Pero a poco que se analice bien su texto se advertirá que
el administrador contrata "en nombre" de la agrupación pero por cuenta de los miembros participantes.
Siendo así, son los miembros consorciados y no la "agrupación" - que no tiene personalidad jurídica,
como lo hemos expresado ya - quienes deben asumir las obligaciones que el mandatario designado
haya contraido con terceros, como "responsables" legales del pago.
El tercero acreedor debe, en primer término, exigir el pago de la obligación al administrador común,
que dispone para hacer frente a ella del fondo común operativo que luego examinaremos. Por ello el
artículo 373 exige la interpelación al administrador como requisito para viabilizar la acción contra
cualquiera de los consorciados.
Efectuada dicha interpelación sin resultados, puede el acreedor demandar a cualquiera de los
miembros. Quien resulte
demandado tiene derecho a oponer las defensas y excepciones que hubieran correspondido a la agrupación.

m) Obligación por cuenta de un miembm

Comentario especial requiere la parte fmal del artículo 373 L.S. que prevé el supuesto de obligaciones
que los representantes hayan asumido por cuenta de un participante. En tales casos, y cuando esos
representantes lo hayan hecho saber al tercero contratante, al contraerse la obligación, la ley impone la
responsabilidad solidaria de ese miembro con el fondo común de la agrupación.
Es decir que en tales supuestos, los demás participantes no asumirán ninguna obligación solidaria e
ilimitada como dispone el primer párrafo del artículo 373.
Nuestra ley no prevé, como bien lo hace notar Nazar Espeche, la situación referida en el Código Civil
italiano en la parte final del artículo 2615, esto es, el supuesto de insolvencia del consorciado32.
Estimamos que nuestra ley no ha seguido en este aspecto la solución italiana que prescribe que "En
caso de insolvencia en las relaciones entre los consorciados, la deuda del insolvente se distribuye entre
todos en proporción a las cuotas", por lo que en tal supuesto el tercero no podrá accionar contra los demás
participantes.

n) Fondo común operativo (Art. 372)

Art. 372. Las contribuciones de los participantes y los bienes que con ellas se adquieran, constituyen el fondo común operativo de la
agrupación. Durante el término establecido para su duración, se mantendrá indiviso este patrimonio sobre el que no pueden hacer valer su
derecho los acreedores particulares de los participantes.

Este fondo es el que resulta de las contribuciones de los miembros participantes (art. 369, inc. 6) y de
los bienes que con ellas se adquieran.
Estefondo común se debe mantener indiviso mientras dure la agrupación.
32 128.
NAZAR ESPECHE, op. cit., pág.
La ley consagra, de modo expreso, la exclusión de ese fondo y de la parte indivisa que sobre él
correspondería a cada miembro, del patrimonio individual de las personas físicas participantes y del
patrimonio "social" de las sociedades integrantes del consorcio. Por ello los acreedores particulares de
los miembros no podrán hacer valer sus derechos contra el aludido fondo.
El legislador nacional ha seguido así la solución consagrada en el artículo 2614 del Código Civil
italiano, que denomina este fondo como "fondo consorcial".
Se trata pues de un a indivisión "forzosa",
impuesta por la
ley, como la consagrada en la ley 14.394, artículos 51 y 53, que los consorcistas no pueden modificar.

ñ) Contabilidad (Art. 374)


Art. 374. - Estados de situación. Contabilización de los resultados. Los estados de situación de la agrupación deberán ser sometidos a decisión
de los participantes dentro de los noventa días del cierre de cada ejercicio anual.
Los beneficios o pérdidas o, en su caso, los ingresos y gastos de los participantes derivados de su actividad, podrán ser imputados al ejercicio en
que se produjeron o a aquél en que se hayan aprobado las cuentas de la agrupación.

La agrupación realiza actividades económicas, si bien no tiene "un objeto" con finalidad de lucro. Por ello
esas actividades se van a manifestar en "actos" y "contratos" comerciales o no, que deben ser
reflejados en una contabilidad. El consorcio tendrá pues un ejercicio económico y la contabilidad
deberá reflejar el resultado de cada ejercicio, sus beneficios o sus pérdidas. Ese "estado de resultados"
final del ejercicio es llamado aquí "estado de situación" y reflejará los ingresos y gastos de la
agrupación. La ley dice de los "participantes" destacando de esta forma la inexistencia de una
"persona" titular de esa actividad y de sus resultados.
Esos estados de situación deben ser sometidos a la consideración de los miembros consorcistas dentro
de los noventa días de finalizado el ejercicio anual. Los beneficios o pérdidas podrán ser imputados al
ejercicio en que se produjeron o en el que se aprobaron las cuentas de la agrupación.
o) Exclusión de 105 miembros (Art. 376)
Art. 376. - Exclusión. Sin perjuicio de lo establecido en el contrato cualquier participante puede ser excluido por decisión unánime, cuando
contravenga habitualmente sus obligaciones o perturbe el funcionamiento de la agrupación.

El incumplimiento de las obligaciones que el contrato imponga a los miembros participantes es causal
de exclusión de la agrupación. Tal sanción puede ser dispuesta por decisión unánime de todos los
miembros.
La norma legal de referencia otorga plena libertad a los consorciados a pactar en el contrato las
causales de exclusión que estimen necesarias.
Nuestra ley nada dice respecto de la "cuota" del participante ni del "mandato" otorgado al
administrador. El artículo 2609 del Código Civil italiano prescribe al respecto que en caso de
"separación" o exclusión la cuota de participación del consorciado separado o excluido se aumenta
proporcionalmente a las de los otros. En cuanto al mandato prescribe que aunque se hubiera dado por
acto único, el mismo cesa respecto del consorciado separado o excluido.
La ley argentina no prevé que pasará con las contribuciones del miembro excluido, pero resulta
indudable que ellas deben serle restituidas, porque de otra forma resultarían expropiadas. Por ello será
muy conveniente la previsión contractual de esta situación no resuelta en la ley.
En cuanto a la cesación del mandato otorgado resultará una consecuencia lógica en nuestra legislación,
por la particular naturaleza y características de este contrato.

p) Causas de disolución (Art. 375)


Art. 375.- El contrato de agrupación se disuelve:
1) Por la decisión de los participantes.
2) Por expiración del término por el cual se constituyó o por la consecución del objeto para el que se formó o por la imposibilidad sobreviniente
de lograrlo.
3) Por reducción a uno del número de participantes.
4) Por la incapacidad, muerte, disolución o quiebra de un participante, a menos que el contrato prevea o que los demás participantes
decidan por unanimidad su continuación.
5) Por decisión firme de autoridad competente que considere incursa a la agrupación en prácticas restrictivas de la competencia.
6> Por las causas especilicamente previstas en el contrato.
La ley prevé las causales de disolución de la agrupación, sin perjuicio que los miembros puedan prever
otras en el contrato de constitución. Las causales legales son:
1) Por decisión de los miembros panlicipantes. Vimos que respecto de las resoluciones la ley
otorga libertad a la voluntad de los consorciados para pactar las mayorías necesarias para resolver las
distintas cuestiones. En ausencia de convención contractual impone la unanimidad para disponer las
modificaciones al contrato; para las demás decisiones requiere el voto de la mayoría de los miembros. La
disolución anticipada importa, indudablemente, una modificación del contrato, donde se ha pactado, una
duración determinada (art. 369, inc. 2º), por lo que a falta de previsión contractual se requerirá del
voto de la unanimidad de los participantes. Es la solución que consagra el artículo 2611, inciso 3º del
Código Civil italiano.
2) Por la expiración del término de duración de la agrupación establecido en el contrato de
constitución.
3) Por la consecución del objeto para el que se constituyó la agrupación o por la imposibilidad
sobreviniente de alcanzarlo.
4) Por la reducción a uno del número de los consorclados.
5) Por la incapacidad muerte, disolución o quiebra de un miembro de la agrupación. Esta causal
admite dos excepciones. La primera es cuando el contrato de constitución prevea su continuación; la
segunda excepción es cuando los demás miembros decidan por unanimidad continuar.
Esta causal no aparece prevista en el Código Civil italiano, artículo 2611 que trata de las causales de
disolución de los consorcios
6) Por resolución de autoridad competente que considere a la agrupación incursa en prácticas restrictivas de
la competencia. Vimos en el primer punto que los autores de la reforma a la Ley de Sociedades
comerciales que han introducido esta regulación han advertido el peligro de que estos consorcios
empresarios puedan tener por finalidad una restricción o limitación a la competencia por lo que han
impuesto la obligatoriedad de remitir una copia del contrato de constitución a la Dirección Nacional de
Defensa de la Competencia (art. 369, primera parte). La realización de prácticas restrictivas de la
competencia será causal de disolución de la agrupación si así lo resuelve la citada dirección, por
decisión firme. De modo que debe tratarse de una resolución consentida (no recurrida) o confirmada por la
instan-

cia administrativa final o la autoridad judicial, si se hubiere interpuesto recurso judicial.

q) Liquidación

La ley no prevé, a diferencia de la legislación francesa, por ejemplo, sobre la liquidación de la agrupación.
De modo que es otro aspecto que deberá ser materia de la regulación contractual.

322. LAS UNIONES TRANSITORIAS DE EMPRESAS

a) Concepto

Otra variante que pueden asumir los contratos de colaboración empresaria son las "uniones transitorias de
empresas", que, como su nombre lo indica se constituirán para una finalidad determinada y transitoria,
agotando su duración con el cumplimiento del objetivo específico perseguido.
A diferencia de las agrupaciones de colaboración que se constituyen por un plazo de duración
determinado en el tiempo, que no debe exceder de diez años, estas uniones transitorias se extinguen una
vez efectuada la obra, prestado el servicio o cumplido el suministro concreto para el que se
constituyeron.

b) Caracterización (Art. 377)


Art. 377. - Las sociedades constituidas en la República y los empresanos individuales domiciliados en ella podrán, mediante un contrato de
unión transitoria, reunirse para el desarrollo o ejecución de una obra, servicio o suministro concreto, dentro o fuera del territorio de la
República. Podrán desarrollar o ejecutar las obras y servicios complementarios y accesorios al objeto principal.
Las sociedades constituidas en el extranjero podrán participar en tales acuerdos previo cumplimiento del artículo 118, párr. 3º
No constituyen sociedades ni son sujetos de derecho. Los contratos, derechos y obligaciones vinculados con su actividad se rigen por lo
dispuesto en el artículo 379.

Esta norma caracteriza estas uniones transitorias y las diferencias de las agrupaciones de colaboración por el
carácter Iransitorio de su duración, que debe estar limitado a:
1) ejecutar o desarrollar una obra;
2) prestar un ser"icio determinado; o
3) efectuar un summistro concreto.
Esa "finalidad específica y determinada" es la que le da carácter de t'ansitoria a esa unión de empresas.
Además, la "unión" podrá ejecutar o desarrollar las obras y servicios cpmpiementarios y accesorios necesarios
para poder cumplir su objeto principal.
Pueden integrar estas "uniones" las mismas personas que pueden formar parte de una "agrupación" y la
relación es aquí también de tipo contractual. Al igual que las agrupaciones no son una "sociedad" ni
"sujeto de derecho". En estos aspectos nos remitimos a lo expuesto en el punto 321, a).

c) Forma del contrato


Se aplican las mismas reglas que para la agrupación de colaboración.

d) Contenido del contrato (Art. 378)

Art. 378. El contrato se otorgará por instrumento público o privado, el que deberá contener:
1) El objeto, con determinación concreta de las actividades y los medios para su realización.
2) La duración, que será igual a la de la obra, servicio o suministro que constituya el objeto.
3) La denominación, que será la de alguno, algunos o de todos los miembros, seguida de la expresión "unión transitoria de empresas".
4) El nombre, razón social o denominación, el domicilio y los datos de la inscripción registral del contrato o estatuto o de la
matriculación o individualización, en su caso, que corresponda a cada uno se los miembros. En caso de sociedades, la relación de la resolución
del órgano social que aprobó la celebración de la unión transitoria, así como su fecha y número de acta.
5) La constitución de un domicilio especial para todos los efectos que deriven del contrato de unión transitoria, tanto entre las partes
como respecto de terceros.
6) Las obligaciones asumidas, las contribuciones debidas al fondo común operativo y los modos de financiar o sufragar las actividades
comunes, en su caso.
7) El nombre y domicilio del representante.
8) La proporción o método para determinar la participación de las empresas en la distribución de los resultados o, en su caso, los
ingresos y gastos de la unión.
9) Los supuestos de separación y exclusión de los miembros y las causales de disolución del contrato.
10) Las condiciones de admisión de nuevos miembros.
11) Las sanciones por incumplimiento de obligaciones.
12) Las normas para la confección de estados de situación, a cuyo efecto los administradores llevarán, con las formalidades establecidas
por el Código de Comercio, los libros habilitados a nombre de la unión que requieran la naturaleza e importancia de la actMdad común.

Respecto a esta norma debemos hacer notar los siguientes aspectos:


1) La duración de la "unión" será la que demande la ejecución de la obra, prestación del servicio o
cumplimiento del suministro objeto de su constitución. De modo que no puede preverse un plazo
determinado.
2) La denominación que no será un nombre de fantasía, como en la agrupación, sino que la unión llevará el
nombre de los miembros o de alguno de ellos, seguido de la expresión "unión transitoria de empresas".
3) La designación del representante de la unión, 10 que no es exigible en la "agrupación", ya que
allí se prevé la posibilidad de su nombramiento posterior (art. 371).

e) Representación (Art. 379)


Art. 379. - El representante tendrá los poderes suficientes de todos y cada uno de los miembros para ejercer los derechos y contraer las
obligaciones que hicieren al desarrollo o ejecución de la obra, servicio o suministro. Dicha designación no es revocable sin causa, salvo
decisión unánime de las empresas participantes; mediando justa causa la revocación podrá ser decidida por el voto de la mayoría absoluta.

Como la designación del representante de la unión debe hacerse en el contrato, como ya vimos, y por ello
es parte del mismo, su revocación requiere acuerdo unánime de los miembros de la unión. Como
excepción, si existiere 'lusta causa" para su remoción puede ser decidida por el voto de la ntayon-a
absoluta de los miembros (51%, y no mitad más uno).
Mientras en la "agrupación" la ley se refiere a la "dirección y administración" del consorcio, aquí se habla
de "representación". Y ello es consecuencia de las diferencias con que han sido programados cada uno
de estos dos tipos de "contratos de colaboración empresaria". En el caso de la agrupación se trata de un
consorcio de actividad intenta, mientras que la unión es un
típico consorcio de actuación externa, siguiendo las denominaciones utilizadas en el Código Civil
italiano.
El artículo 2612, inciso 4) del Código italiano al describir las constancias del "extracto" que debe
inscribirse en el registro de empresas, expresa que se debe indicar las personas a las que se le
atribuyen la presidencia, la dirección y la representación del consorcio y los respectivos poderes.
Nuestra ley no prevé en el caso de la "unión" la organización de su dirección y administración pero
ello no impide su regulación contractual. Lo que señala nuestro artículo 379 es que el representante
tendrá los poderes suficientes de todesy cada uno de 105 miembros para ejercer los derechos y contraer las
obligaciones necesarias para llevar a cabo el objeto de la unión. Lo subrayado destaca que no se trata
del "representante del consorcio", sino de cada uno de los miembros consorciados, como derivación
lógica de la falta de personalidad jurídica del ente.

f) Inscripción (Art. 380)

Art. 380. - El contrato y la designación del representante deberán ser inscriptos en el Registro Público de Comercio, aplicándose los arts. 4º
y 5º.

El contrato debe ser inscripto en el Registro Público de Comercio de la jurisdicción del domicilio
especial de la "unión". El artículo 378 expresa que también debe inscribirse la "designación del
representante" que como va nombrado en el contrato, dicha exigencia se cumple con la inscripción de
éste. Lo que debió decir es que la remoción del representante y la nueva designación deben inscribirse,
porque ello resulta esencial para su actuación frente a terceros.

g) Responsabilidad (Art. 381)


Art. 381.- Salvo disposición en contrario del contrato, no se presume la solidaridad de las empresas por los actos y operaciones que deban
desarrollar o ejecutar, ni por las obligaciones contraidas frente a terceros.

Aquí la regla es la inversa de la consagrada para la "agrupación". Mientras en ella la responsabilidad de los
miembros es solidaria, aquí la regla es la no solidandad, salvo pacto en contrario previsto en el contrato
de constitución de la unión.
Los autores de la reforma expresan al respecto que la distinta solución "encuentra su obvio
fundamento, precisamente, en el carácter transitorio de la relación y en que en estos supuestos de lo
que se trata es básicamente de disponer derechos y obligaciones de los sujetos contratantes en relación
con la colaboración relativa a la obra o servicio tenido a la vista a la cual normalmente dedican sólo
una parte, sea en términos de tiempo o de cantidad, de la actividad desarrollada por cada una de las
empresas reunidas".
Y ello es así, porque la "unión" responde frente a terceros, con el "fondo común operativo" que debe
constituir, conforme el artículo 378, inciso 6). Es la solución del artículo 2615 del Código italiano,
pero en él se previó la responsabilidad ilimitada y solidaria de las personas que han obrado en nombre
del consorcio, lo que ha sido modificado por la ley de 1976, y ahora los terceros sólo pueden hacer
valer sus derechos exclusivamente sobre los fondos de consorcio, creándose una estructura
organizativa con responsabilidad limitada.
Es la solución que acoge nuestro legislador, criticada en la doctrina italiana como vimos en el punto
319, b).

h) Resoluciones (Art. 382)


Art. 382. - Acuerdos. Los acuerdos que deban adoptar lo serán siempre por unanimidad, salvo pacto en contrario.

Aquí también se advierte una diferencia con respecto a la regulación de la "agrupación". Mientras en
aquélla la ley prevé como regla para la toma de decisiones de los consorciados a la mayoría, aquí se
establece para la "unión" la unanimidad. Sin perjuicio de esta regla, los miembros pueden pactar en el
contrato con plena libertad sobre la forma de adoptar las resoluciones comunes.

i) Quiebra o incapacidad de un miembro (Art. 383)


Art. 383. - La quiebra de cualquiera de los participantes o la incapacidad o muerte de los empresarios individuales no produce la extinción del
contrato de unión transitoria que continuará con los restantes si éstos acordaron la forma de hacerse cargo de las prestaciones ante el comitente.
Esta regla señala otra diferencia de regulación con la agrupación de colaboración. Mientras en ella
como vimos se prevé que la incapacidad, muerte, disolución o quiebra de un miembro es, en principio,
causal de disolución de la agrupación, salvo pacto en contrario, aquí en la "unión", esas circunstancias
no son causales de disolución ni de extinción del contrato. La unión continuará con los restantes
miembros a condición de que éstos se pongan de acuerdo sobre la forma de hacerse cargo de las
prestaciones ante el "comitente", esto es ante quien haya contratado con la "unión" la obra, servicios o
suministro.

323. LA LEY DE DEFENSA DE LA COMPETENCIA Nº 22.262

a) Relaciones con el régimen sobre agrupaciones


de colaboración
Los autores de la ley 22.903 destacan en la Exposición de Motivos, que "ha sido preocupación de la
Comisión estructurar un régimen que no fuera contradictorio con la legislación "antitrust" plasmada en
la ley 22.262, denominada de "defensa de la competencia...".
Esta referencia es suficientemente ilustrativa para advertir la vinculación que existe entre estas
legislaciones y la necesidad de compatibilizarías. Ello surge de lo que hemos expuesto supra respecto
de la finalidad del fenómeno agrupacional en materia empresarial.
Para cualquier tendencia a la regulación de la competencia por medio de estas agrupaciones de
colaboración, es que la ley obliga a remitir copia del contrato inscripto en el Registro Público de
Comercio a la Dirección Nacional de Defensa de la Competencia, creada por la ley 22.262.

b) Limitación, restricción y distorsión de la competencia


La ley prohíbe las conductas que atentan contra la competencia o que constituyen abuso de una
posición dominante en un mercado, de modo que pueda resultar perjuicio para el interés económico
general.
A efectos de esta ley se entiende que una persona goza de una posición dominante en un mercado en
los siguientes supuestos:
1) cuando para un determinado tipo de producto o de ser-vicio es la única oferente o demandante
dentro del mercado nacional;
2) cuando sin ser la única persona no está expuesta a una competencia sustancial;
3) dos o más personas gozan de una posición dominante cuando para un determinado producto o
servicio no existe competencia efectiva entre ellas o sustancial, por parte de terceros, en todo el
mercado nacional o en una parte de él.
En tal sentido, están especialmente prohibidas las siguientes conductas o actos:
a) fijar, determinar o hacer variar, directa o indirectamente, mediante acciones concertadas, los
precios en un mercado.
b) Limitar o controlar, mediante acciones concertadas el desarrollo técnico o las inversiones
destinadas a la producción de bienes o servicios, así como la producción, distribución o co-
mercialización de lOS mismos.
c) Establecer, mediante acciones concertadas, las condiciones de venta y comercialización,
cantidades mínimas, descuentos y otros aspectos de la venta y comercialización.
d) Subordinar la celebración de contratos a la aceptación de prestaciones u operaciones
suplementarias que, por su naturaleza y con arreglo a los usos comerciales, no guarden relación con el
objeto de tales contratos.
e) Celebrar acuerdos o emprender acciones concertadas, distribuyendo o aceptando, entre
competidores, zonas, mercados, clientelas o fuentes de aprovisionamiento.
f) Impedir u obstaculizar, mediante acuerdos o acciones concertadas, el acceso al mercado de
uno (1) o más competidores.
g) Negarse como parte de una acción concertada y sin razones fundadas en los usos comerciales,
a satisfacer pedidos concretos, para la compra o venta de bienes o servicios, efectuados en las
condiciones vigentes en el mercado de que se trate.
h) Imponer, mediante acciones concertadas, condiciones discriminatorias de compra o venta de
bienes o servicios, sin razones fundadas en los usos comerciales.
i) Destruir, como parte de una acción concertada, productos en cualquier grado de elaboración o
producción, o los medios destinados a extraerlos, producirlos o transportarlos.
j) Abandonar cosechas, cultivos, plantaciones o productos agrícolas o ganaderos, o detener u
obstaculizar el funcionamiento de establecimientos industriales o la exploración o explotación de
yacimientos mineros, como parte 'de una acción concertada.
k) Comunicar a empresas competidoras, como parte de una acción concertada, los precios u otras
condiciones de compra, venta o comercialización bajo las cuales deberán actuar dichas empresas.
Estas conductas serán reprimidas con:
1) prisión de uno a seis años;
2) multa; y además
3) inhabilitación de tres a diez años para ejercer el comercio y para desempeñarse como directores,
administradores, sindicos y miembros de consejos de vigilancia.

c) La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia

La ley crea esta Comisión en el ámbito de la Secretaría de Estado de Comercio y Negociaciones


Económicas Internacionales que será la encargada de aplicar la ley.
Esta comisión tiene las siguientes facultades:
a) Realizar estudios relativos a la competencia, estructura y dimensión de los mercados.
b) Requerir a las autoridades nacionales, provinciales o municipales la información que juzgue
necesaria.
c) Citar a los presuntos responsables y a los testigos, recibirles declaración y realizar careos.
d) Realizar las pericias necesarias para la investigación sobre libros, documentos, papeles de comercio
y sobre los demás elementos conducentes a la investigación, controlar existencias, comprobar origenes
y costos de materias primas u otros bienes.
e) Solicitar opiniones e informes a personas o entidades privadas sobre las conductas investigadas,
costumbres existentes en la materia u otros asuntos de interés relacionados con la investigación.
f) Celebrar audiencias con la participación de denunciantes, damnificados, presuntos responsables,
testigos y peritos.
g) Solicitar al juez competente embargo de bienes.
h) Disponer, en cualquier estado del proceso, como medida preventiva, que las personas físicas imputadas
ya sea directamente o por su participación o cooperación en otros actos cometidos por personas de
existencia ideal, no puedan ausentarse del país sin su previa autorización. La decisión será recurrible
ante los tribunales previstos en el artículo 27, concediéndose el recurso en relación y sólo con efecto
devolutivo.
Para el ejercicio de las facultades previstas en los incisos c) y f) del artículo anterior, la Comisión
Nacional de Defensa de la Competencia podrá solicitar el auxilio de la fuerza pública. Si para el
ejercicio de las demás facultades previstas en dicho artículo fuese necesario practicar allanamientos o
efectuar secuestros, deberá solicitar la orden respectiva al juez competente. Este se expedirá acerca de
la procedencia de la medida solicitada en el término de cuarenta y ocho (48) horas corridas,
habilitando día y hora, si correspondiere. Tal orden no será necesaria para los allanamientos y
secuestros en edificios o lugares públicos, y en negocios, comercios, locales, centros de reunión o
recreo, y establecimientos industriales o rurales abiertos al público, con excepción de las partes
destinadas a habitación o residencia particular.

323 BIS. "JOINT VENTURE"

a) Antecedentes

Otra forma de asociación interempresaria la constituye la figura jurídica del joint venture, de allí que
incorporemos un breve análisis sobre el tema en este capítulo.
La aplicación de nuevas técnicas de producción y la creación de nuevos productos, requiere de grandes
inversiones en investigación y desarrollo. Inversiones que por lo aleatorio de su resultado y la
posibilidad de su utilización común por más de una "organización", sean públicas o privadas, están
generando en los últimos años, su actuación asociada.
Y decimos "organizaciones" y no empresas ni sociedades, porque en dichos emprendimientos participan
también los estados nacionales y sus dependencias y empresas públicas, universidades, asociaciones
civiles, fundaciones y personas físicas, interesados todos en aunar esfuerzos y recursos.
De este modo se dividen las inversiones, se fraccionan los riesgos y se acortan los tiempos de investigación
y desarrollo.
La figura jurídica del joint venture aparece como un modo de aplicación práctica de esa asociación
destinada a obtener un objetivo común y como un medio útil y práctico de facilitar un "acuerdo entre
los interesados en un proyecto común". Esto les permite a los partícipes en la "aventura común" llevar
adelante emprendimientos de gran envergadura, sin distraer recursos significativos de capital propio.
Constituyó también, por mucho tiempo, la forma de posibilitar inversiones extranjeras directas en
países donde las legislaciones consagraron restricciones, permitiendo que las multinacionales pudieran
actuar asociadas a empresas locales; y también la forma de eludir prohibiciones de actuación directa
de empresas extranjeras en materia de hidrocarburos, cuando resultaba imprescindible el aporte de
know how.
Decía Halperin en 1973, que joint venture, Ioint adveniure ojoint enterprise, "es una institución no
legislada elaborada por la doctrina judicial establecida en centenares de litigios a que ha dado lugar su
funcionamiento en poco más de ciento cincuenta
"33
años
El jurista italiano Andrea Astolfi señala también que la doctrina es concordante en considerar de
origen jurisprudencial la noción de joint venture, cuyas primeras decisiones se remontan al año 1808,
pero destacando que las primeras manifestaciones de una precisa tendencia jurisprudencial hacia la
identificación de los rasgos caracterizantes de las relaciones de joint venture se remontan a la segunda
mitad del siglo XIX y primeros años del siglo XX, citando el caso "Bruce v. Hastings" de 1868 y
34
otros posteriores
Le Pera nos comenta, en su trascendente obra sobre el tema, que eljoint venture, como específica noción
jurídica es justamente, una creación de la jurisprudencia moderna destinada a eludir la proh¡bición
según la cual una sociedad por acciones (corporation) no podía formar parte de una sociedad que no
fuera por acciones (partnership)3.

33 "Sociedad anónima, sociedad en participación y joint adventune", en Revista del Derecho Comercial y de las Obligaciones, 1973, pág. 140.
34 "El contrato internacional dejoint ventune", en Revista del Derecho Comercial y de las Obligaciones, 1981. pág. 645, nota 5.
Joint ven tune y sociedad, Así rea, 1992, pág. 25.

b) Concepto

Andrea Astolfi expresa que en la literatura juscomercialista la locución joint venture aparece
siempre como una fórmula de uso apta para ilustrar diversas formas, no precisadas, de cooperación
industrial.

Sergio Le Pera cita la definición de Rowley, para quien joint venture "es una asociación de dos
o más personas para realizar una única empresa comercial con el fin de obtener una utilidad"36.

Destaca Le Pera que aparecen en esta definición dos elementos importantes pero
controvertibles: que se trata. de una "asociación" y que tiene por finalidad obtener una "utilidad".
En definiciones judiciales se señalan como elementos necesarios el carácter ad hoc del proyecto;
alguna contribución de todas las partes; disposiciones sobre la forma de distribuir las utilidades; y un
cierto grado de control de todos los partícipes.

Y una definición basada en decisiones judiciales sería la siguiente: "Un joint venture es una
asociación de personas físicas ojurídicas que acuerdan participar en un proyecto común, gene-
ralmente específico (ad hoc), para una utilidad común, combinando sus respectivos recursos, sin
formar ni crear una coiporation o el status de una parttiership en sentido legal, el cual acuerdo
también establece una comunidad de intereses y un mutuo derecho de representación dentro del
ámbito del proyecto, sobre el cual cada venturer ejercerá algún grado de control"37.

También se dice que "es una empresa asumida en común"; una asociación de empresarios
unidos para la realización de un específico proyecto con el propósito de obtener una utilidad que,
como las pérdidas, serán divididas entre ellos38.

c) Características

De lo expuesto surge que los caracteres que permitirían identificar unjoint venture serían los
siguientes:

- reunión de dos o más partícipes, que pueden ser personas físicas o jurídicas, sociedades,
asociaciones, estados, organizaciones públicas o privadas;

36 Op. cit., pág. 69.


LE PERA, op. cit., págs. 70 y 71.

38 LE PERA, op. cit., pág. 70, nota 44.

- carácter específico del proyecto (ad hoc): es decir que un Ioint venture está destinado a un
único proyecto, lo que no implica corta duración;

- aportes a un fondo común, es decir alguna contribución de todos los partícipes; contribución
que puede consistir en bienes, derechos o dinero, tecnología, patentes, marcas, e inclusive en industria
o simplemente en el tiempo aplicado a la ejecución del proyecto;

- finalidad de obtener un beneficio, que como las pérdidas distribuirán entre sí, de acuerdo con
lo que establezcan en el respectivo contrato. En este sentido se ha admitido que todos participen en
las utilidades y que sólo algunos soporten las pérdidas (de todos modos el acuerdo de no participación
en las pérdidas no es oponible a terceros). Decimos "beneficios" y no "utilidades" para destacar que
el objetivo de la unión puede ser "mensurable" en dinero, pero no necesariamente dinero o di-
videndos;

- la recíproca facultad para representar y obligar a los otros partícipes: esta es también una
característica de esta figura, habiéndose admitido que "un miembro del joint venture puede obligar
a sus asociados, sean ocultos o no, por los contratos que sean razonablemente necesarios para llevar
adelante el negocio"39;y

- un cierto control de los participes en la ejecución del proyecto: esta es una característica que
exhibe el interés de los participes en la empresa común.

Es decir, aparecen en el joint venture elementos que encontramos en las denominadas


"sociedades accidentales o en participación" y en las "uniones transitorias de empresas". Esta figura
aparece así como un medio más de actuación "consorciada" de las empresas, pero, al mismo tiempo,
posibilita la actuación de otras "organizaciones", como los estados nacional, provinciales y
municipales, sus reparticiones autárquicas, las universidades públicas y privadas, las fundaciones y
otras asociaciones civiles.

En el derecho anglosajón se lo ha caracterizado también como un concepto en "evolución",


expresando que los tribunales ante la necesidad de aplicar principios fundamentales del common
Law a nuevos desarrullos en el mundo de los negocios y del

LE PERA, op. dt., pág. 76.


comercio, han desarrollado este concepto, que se puede convertir en una "relación jurídica" distinta40.
Un elemento que en el joint venture desaparece o pierde importancia en el "principio de no
concurrencia , así como la participación en las pérdidas, que puede pactarse libremente, inclusive
liberando a un partícipe de ellas.

d) Aplicaciones prácticas

Jaeguer, citado por Le Éera, propone el siguiente listado de utilización dejoint venture:

- explotaciones de petróleo, gas, carbón, oro y otros minerales;

- trabajos de agricultura y ganadería;

- proyectos de urbanización y subdivisión de tierras;

- construcción de inmuebles;

- compra y venta de mercaderías, valores u otros bienes;

- servicios personales: los acuerdos entre abogados sobre distribución de honorarios eventuales
en un asunto común;

- explotación de patentes, marcas, derechos intelectuales y otros derechos inmateriales;

- organización de espectáculos y entretenimientos públicos;

- construcción de autopistas, puentes, túneles y otras


41
obras públicas

Welliston, también citado por Le Pera, enuncia además otras aplicaciones, obtenidas de una
recorrida de los fallos registrados:

- descubrimiento y explotación de depósitos de minerales radioactivos como el uranio;

- la producción de obras de teatro y otros espectáculos públicos, tales como sistemas de


transmisión por televisión;

- acuerdos por el cual una parte otorgó un derecho de uso de películas cinematográficas de su
propiedad, cuyos ingresos serían divididos de acuerdo con ciertos porcentajes y además proveer sus
servicios para obtener pellículas adicionales de las

LE PERA, op. Cit., pág. 72. 41 Op. df., pág. 65, nota 39.
cuales sería propietaria la otra parte y cuyos ingresos serían también divididos, fue considerado un joint
venture; etcétera42.

e) Fornas de "joint ventures"

Partiendo de la base de que la expresión joint venture es usada en la práctica comercial para
referirse a todo acuerdo empresario para la realización de un proyecto específico, con independencia
de la forma jurídica que se adopte, se puede hablar de joint ventures bajo formas contractuales o
societarias.

Marzorati43 señala la siguientes formas:

1) confractua4 a la que se recurre como transacción específica;

2) sociedad anónima, donde cada socio de la joint venture es un acciones en la sociedad;


3) sociedad colectiva, que es una sociedad "transparente" a los fines fiscales en los Estados
Unidos, según el citado autor.

Cabría aclarar que en tales supuestos (2 y 3) el contrato de joint venture es previo y subyacente
al contrato de sociedad.

Agrega Marzorati que la forma del joint venture es a me-nudo, sino en todos los casos,
adoptada por cuestiones impositivas en base a las leyes de los paises anfitriones de los socios del joint
venture y del país de la operación.
Le Pera cita las joint venture corporations, o sea la constitución de una sociedad por acciones (o por cuotas
como es el caso de Memania) en la que participan las empresas interesadas. Señalando que la posibilidad o
conveniencia de formar esta sociedad depende de varios factores, principalmente de la naturaleza del proyecto y
las características de la legislación aplicable a esta sociedad. Tal el caso de un proyecto que requiera una
inversión importante en bienes del activo fijo cuyo amortización se ha de producir en un período prolongado.

Cuando la asociación involucra a una empresa extranjera y a una nacional, se la denomina


international joint venture44.

Precisamente, el estudio que hemos citado del jurista italiano Andrea Astolfi, está
específicamente referido al "contrato

42 Op. cit., págs. 81, 82y 83.

MARZORATI, Osvaldo J., Derecho de los Negocios InteinaCionales,


Astrea, 1993, pág. 580.
44
LE PERA, op. cit., pág. 88.
internacional de joint venture". Y es su opinión que "no
corresponde la subsunción del contrato es un esquema
societario, en cuanto no sólo conduciría a una errónea
consideración unitaria de los contractual joint venture y de
las joint venture corporations, sino que no tendría en
cuenta la circunstancia de que la convención del contrato de
Ioi':t venture está motivada, en la generalidad de los casos,
en la propia voluntad de los contrayentes de convenir en una
relación de colaboración que quiere excluir una relación
social". Destacando que el éxito del contrato de joint
venture en el ámbito de las relaciones comerciales
internacionales se ha debido, en gran parte, a la posibilidad
de una continua adaptación de la regulación negocial a la
peculiaridad del negocio, sin la constricción de limites
inderogables puestos a la mani45
lestación de la voluntad de los contrayentes

NOTAS A LA OCTAVA EDICION

1. JURISPRUDENCD'l

En este capítulo incorporamos los siguientes fallos que estimamos de importancia a los efectos de
un mayor esclarecimiento de los temas en él desarrollados.

B> VINCULACIONES CON RELACIONES DE CONTROL

317. RESPONSABILIDAD DEL CONTROLANTE (Art. 54)

Tratándose de sociedades anónimas formalmente constituidas que, por principio, gozan de personalidad jurídica
distinta, todo mecanismo de allanamiento de personalidad o inoponibilidad of disregard of legal enlity, debe ser
aplicado con criterio restrictivo, sin que la sola existencia de un conjunto económico o de control lo autorice,
máxime cuando el actor no ha expresado un interés jurídico tutelable en la desestimación de la personalidad o
extensión de la responsabilidad, ni demostró

45 Op. cit., págs. 649 y 651.


siquiera la imposibilidad actual de la controlada de satisfacer las obligaciones derivadas de su actuación.
Juz. Nac. Com. Nro. 9, firme, 31-V-1990, "Migliozzi, Julio A. e. Volkswagen Argentina S.A. y
otros", LL, 1991 A, pág. 254; D.J., 1991-1- 629; E. D., 140-683; L.L., Repertorio LI-1991, pág. 1615.

Siendo la sociedad controlada un mero instrumento de las maniobras de la controlante, resulta


irrelevante que el imputado no sea funcionario de la primera, resultando relevante su actuación como
presidente de la segunda.

Cám. Fed. San Martín, Sala 1, 28-IV-1994, "Dirección General Impositiva sldenuncia - Macri,
Francisco y otros-", Di., 1994-2-299; L. L., Repertorio LIV-1994, pág. 2018.

Las sociedades vinculadas tienen total independencia patrimonial por lo que es regla que en
materia de extensión de quiebra existe separación de masas y la excepeión es la masa única.

Sin embargo aun partiendo del concepto de que el control es el poder efectivo de dirección para
asegurar la constancia y duración del conjunto económico, ello no es suficiente para atribuir la
unidad patrimonial de las sociedades, en consecuencia la quiebra de una de ellas no es extensiva a la
otra.

Cám. Nac. Com., Sala A, 30-XII-1993, "Exportadora Marly S.A.", Periódico Económico
Tributario, 17-1-1995.

1. No procede disponer que los concursos de dos sociedades reputadas componentes de un "grupo
económico" tramiten ante el mismo juzgado, cuando aun no se ha decidido la apertura y consecuente
continuación del trámite del concurso de una de las integrantes de dicho "grupo"; ya que, para disponer la
concentración del trámite de diversas causas ante el mismo juzgado, es necesario abrir antes el trámite concursal
de la causa donde se adopta tal decisión.

2. No es posible fundar la conveniencia de que los concursos de las sociedades comprendidas en


un estimado "grupo económico" tramiten ante un único magistrado, en antecedentes
jurisprudenciales producidos en juicios de quiebra; ya que las decisiones vertidas en relación a estos
juicios no pueden extenderse mecánicamente a juicios de concursos preventivos, dados los fines
notablemente diferentes que, en principio, tiene una y otra especie concursal: la realización del activo
de la fallida y consecuente distribución de lo producido, en un caso, y el arreglo del pasivo de la
concursada preventivamente, en el otro.

3. Respecto a la "conveniencia" de la concentración de los juicios de concurso preventivo de las


sociedades componentes de un "grupo economico o a los "seguros beneficios" que de tal
concentración se seguirían, hay que tener presente que no cahe privar de jurisdicción a un
magistrado que no la haya declinado fundada y voluntariamente. En este

tema está comprometido el principio constitucional del juez natural, quien no puede ser desplazado del
conocimiento de la causa sin base en forma legal; por ende, dado que tal base legal no existe respecto de los
concursos preventivos, constituiría un grave y peligroso precedente adoptar esa decisión con fundamento en
criterios contingentes o subjetivamente sustentados, cuales los mencionados "seguros beneficios" o
"conveniencia".

4. El Proyecto de Ley de Reforma de la ley 19.551 no prevé ni consiente que, iniciado, abierto y
en trámite el concurso preventivo de un presunto integrante de un "grupo económico", el posterior
concursamiento de otro integrante pueda formar un conjunto procesal atrayente del anterior
concurso; ya que, dicho Proyecto concibe el concurso conjunto simultáneo, solicitado por la totalidad
de los integrantes del grupo, pero no los concursamientos conjuntos sucesivos. R.C.

Cám. Nac. Com., Sala D, 23-XJ-1993, "Monómeros Vinilicos, SA. siconcurso preventivo", E.D., 31-1-1995.

La aplicación del artículo 54 de la Ley de Sociedades exige la existencia de pruebas concluyentes


respecto de las situaciones excepcionales que la mencionada legislación contempla a fin de prescindir
de la personalidad jurídica.

Cám. Nac. Com., Sala A, 22-11-1991, "Apalategui, Alberto M. c. D'Angelo Roberto, Suc.", L.L.,
16-VII-1992.

1. No existe disposición legal que autorice la atribución automática a la sociedad controlante de


los actos realizados por la controlada, pues la sociedad es un sujeto de derecho con entidad jurídica
distinta de los socios que la integran.

2. La desestimación de la personalidad societaria debe ser cuidadosamente utilizada, pues su aplicación


irrestricta llevaría a consagrar la excepción como regla. Tal principio admite excepciones en los supuestos en
que la forma societaria se haya utilizado para violar derechos de terceros, para conseguir lines extrasocietarios,
para violar la ley, el orden público o la buena fe.
3. La aprobación o desaprobación del balance por la asamblea no tiene otros electos que los de poner en
conocimiento de los socios la situación patrimonial del ente y permitirles tomar posición respecto de la gestión
empresaria, la marcha de los negocios y la actuación del órgano de administración; en consecuencia, estas
decisiones asamblearias no son, en principio, susceptibles de ser suspendidas, en tanto su virtualidad se ha
agotado en la resolución misma.
Cám. Nac. Com., Sala B, 13-VI-1991, "NoeI, Carlos M. y otra c. NoeI y Cía SA.", L.L., 24-VIl-1992; L.L., t.c.
1992, pág. 420.
C) VINCULÁUONES CREADAS CON FINES DE COLABORA ClON

321. LAS AGRUPACIONES DE COLABORACION (Art. 367)

Unión transitoria de empresas y agrupaciones de colaboración:


concepto y diferencias.

1. Las "agrupaciones de colaboración" son entidades constituidas contractualmente con la


fmalidad de establecer una organización común, para el aprovechamiento de bienes o servicios, que
faciliten determinado o determinados aspectos (fases u operaciones) de la actividad empresa-rial de
los mismos contratantes.

2. Las"agrupaciones de colaboración" no configuran sociedades ni su operatividad se proyecta al mercado.

3. Las "umones transitorias de empresas" son entidades formadas mediante contratos para
desarrollar o ejecutar conjunta y coordinadamente una obra, servicio o suministros determinados y
concretos relacionados con el objeto de los contratantes y, aunque no configuran sociedades, su
actividad se proyecta al mercado.

4. La diferencia entre las "uniones transitorias de empresas" y las "agrupaciones de


colaboración" radica en que, mientras que las primeras permiten a sus miembros desarrollar una
actividad productiva o de servicios común frente a terceros (la obra, servicio o suministro del objeto),
las segundas no están facultadas para hacerlo, ya que sólo pueden dirigir la actividad hacia los
miembros, pero no hacia terceros, y además no pueden perseguir fines de lucro, ni siquiera
indirectamente.

Cám. Nac. Civ., Sala M, 1O-VIII-1994, "Deloitte Haskins c. Rhenag sim edidas", E.D., 16-IV-1996.

La ley 22.903 introdujo al régimen de la ley 19.550 los "contratos de colaboración empresaria"
en sus dos especies: las "agrupaciones de colaboración" y las "uniones transitorias de empresas".

Las "agrupaciones de colaboración" son entidades constituidas contractualmente con la


finalidad de establecer una organización común, para el aprovechamiento de bienes o servicios, que
faciliten determinado o determinados aspectos (fases u operaciones) de la actividad empresarial de los
mismos contratantes. No configuran sociedades, ni su operatividad se proyecta al mercado (cfr.
Zaldívar, Enrique y otros, Contratos de Colaboración Empresaria, titulo preliminar, Abeledo-Perrot).

En cambio, las "uniones transitorias de empresas" son entidades también formadas mediante
contratos, para desarrollar o ejecutar con-junta y coordinadamente una obra, servicio o suministros
determinados y concretos relacionados con el objeto de los contratantes. Tampoco con-figuran
sociedades, pero su actividad sí se proyecta al mercado (cfr. Zaldívar, Jorge y otros, op. cit.).

La diferencia entre una y otra figura reside en que, mientras que las "uniones transitorias de empresas"
permiten a sus miembros desa
rrollar una actividad productiva o de servicios común frente a terceros (la obra, servicio o suministro del objeto),
las "agrupaciones de colaboración" no están facultadas para hacerlo, ya que sólo pueden dirigis la actividad
hacia los miembros, pero no hacia los terceros, y además no pueden perseguir fmes de lucro, ni siquiera
indirectamente (cfr. García Díaz, Carlos J. [hl, "El nombre en los contratos de colaboración empresaria", E.D.,
146-698).
En atención a que solamente persiguen fmes lucrativos las "uniones transitorias de empresas" (cfr.
Zaldívar, Enrique y otros, op. cit., pág. 48), debe descartarse que el consorcio invocado por la
presentante de fs.
138 pueda encuadrarse dentro de las "agrupaciones de colaboración".

Queda por lo tanto analizar si puede encuadrarse el referido consorcio, en principio, dentro de
ellas "uniones transitorias de empresas".

Del análisis de los convenios de fs. 3/21 y de fs. 22/60 se desprende, prima facie, la constitución
de una "unión transitoria de empresas" habida cuenÉa que en principio se habrían cumplido las
formalidades establecidas por el artículo 378 y concordantes de la ley 22.903.
En cuanto a la falta de inscripción en el Registro Público de Comercio (cfr. artículo 380, ley
22.903) invocado por la apelante, cabe señalar que un contrato en estas condiciones, según las
circunstancias peculiares del mismo, puede otorgar a sus firmantes obligaciones y derechos concu-
rrentes a la obtención del objeto para el cual lo suscribieron. Valdrá, entonces, entre las partes y la
falta de inscripción no modifica su régimen interno sino que sus clásulas son inoponibles frente a los
terceros (cfr. Zaldívar, Enrique y otros, op. cit., pág. 141).

No es del caso considerar a los contratos no inscriptos como contratos irregulares o en formación. Se trata de
pactos que obligan a los firmantes desde la fecha de su otorgamiento por el cual sus cláusulas tienen plena
validez entre sus participantes o miembros. La inscripción tiene por efecto esencial la publicidad y conocimiento
objetivo que los terceros adquieren del contrato inscripto; al mismo tiempo, su oponibilidad eiga omnes. No se
trata pues de una inscripción generadora de efectos constitutivos o regulatoria de una relación jurídica
determinada. La inscripción registral respecto a estos contratos produce el efecto de su oponibilidad a los
terceros, reiterando su validez entre los otorgantes desde la fecha de su suscripción (cfr. Zaldívar, Enrique y
otros, op. cit., págs. 51/52).
Cám. Nac. Civ., Sala M, 10-VIII-1994, "Deloitte Raskins c. Rhenag slmedidas", E.D., 16-IV-1996.

Vigencia ley 22.903

Antes de la vigencia de la ley 22.903, y pese a no hallarse legislados los contratos de colaboración empresaria,
en la práctica se concertaban los contratos llamados "de consorcio" con un objeto similar. Y, una de las fórmulas
para salvar el escollo derivado de la prohibición estatuida por
la ley 19.550, inc. 30, era el de atribuir a tales consorcios el carácter de sociedades accidentales. Dentro de esta
tesitura tal tipo de sociedades no son sujetos de derecho, pero los terceros adquieren derechos y asumen
obligaciones sólo respecto del socio gestor, salvo que éste haga conocer los nombres de los demás socios con su
consentimiento, quedando en este supuesto obligados ilimitada y solidariamente hacia los terceros. (En el caso
concreto, existió una unión transitoria de empresas, en el que se concertó un mutuo con un denominado
"consorcio" por los intervinienes en la negociación).
Cám. Nac. Com., 16-XI-1922, Ficha nro. 15.179, "Banco Latinoamericano SA. (en liquidación por el B.C.RA.)
c. consorcio Arras SA. s/cobro de pesos", Repertorio de Jurisprudencia de la Cámara Comercial.

2. DOCTRINA

Sobre los temas tratados en este capítulo, se pueden consultar los siguientes trabajos:

Aguinis, Ana María M. de, "Contratos de dominación entre empresas integradas y el derecho
económico", Revista del Derecho Industrial, Depalma, Buenos Aires, pags. 410 y sigs.
Alegría, Héctor, "Algunas reflexiones sobre los conceptos de sociedad controlante, sociedad controlada y
situación de control" RD CO, 1978, pág. 301.
Borgioli, Alessandro," 'Dirección unitaria' y responsabilidad en la administración extraordinaria",
R.D.C.O., 1986, pág. 509.
Curá, José María, "Sociedades accionarias, no accionarias, extranjeras y contratos de colaboración
empresaria", actualización de información, L.L., 14-II-1995.
Escuti, Ignacio (h), "La batalla en contra del artículo 30, L.S.", E.D., Temas de Derecho Societario, VI
Congreso de Derecho Societario, Mar del Plata, noviembre-1995.
Etcheverry, Rául, "Grupos de sociedades. Algunas pautas jurisprudenciales", E.D., t. 125, pág. 152.
- "Responsabilidad de la persona controlante", R.D.C.O., año 19, 1986, págs. 579.
Gagiiardo, Mariano, "Cuestiones internas en un grupo de sociedades",
L.L., 30-111-1995.
Lorenzetti, Ricardo Luis, "Participación plural: contratos asociativos y responsabilidad civil por actuación
de equipos , L. L., 24-VIII 1993.
Morando, Enrique J. J., "Desplazamiento judicial del representante en la UTE", E. D., Temas de Derecho
Socielario, VI Congreso de Derecho Societario, Mar del Plata, noviembre-1995.
Odriozola, Carlos, "Los grupos de sociedades y los accionistas externos L.L., 198&E, págs. 1114/1122.
Richard, Efraín Hugo, "Coincidencias de las reformas al régimen de los contratos de colaboración", L.L.,
16X1¡-1994.
Santillán, Jorge N., "Las sociedades controladas y la reforma de la ley 22.903", R.D.C.O., 1984, pág. 731.
Silva, Roberto E. (h) - Saíaverri, Diego M., "¿Es aplicable el artículo 30 de la ley 19.550 a las sociedades
constituidas en el extranjero?",
L.L., 24-IX-1991.
CAPÍTULO XXI
DE LA SOCIEDAD CIVIL
324. CONCEPTO, ELEMENTOS Y FORMA

El artículo 1648 del Código Civil enuncia el concepto de sociedad civil, expresando que "habrá sociedad, cuando
dos o más personas se hubieren mutuamente obligado, cada una con una prestación, con el fin de obtener
alguna utilidad apreciable en dinero, que dividirán entre sí, del empleo que hicieran de lo que cada uno
hubiere aportado".

La jurisprudencia nacional ha interpretado el concepto de sociedad civil, realzando el elemento affectio


societatis, al señalar que constituir una sociedad es unirse dos o más personas no sólo económicamente, sino
también afectivamente, en doble cooperación material y espiritual, para obtener un beneficio común mediante el
esfuerzo y afán de superación que razonablemente significa el empleo que hicieren de lo que cada uno hubiera
aportado.

Para que haya sociedad civil se requieren los siguientes elementos y el cumplimiento de la
formalidad prescripta por la ley civil.

a) Pluralidad de partes

Siguiendo la tesis tradicional, nuestra sociedad civil está construida como un contrato, de modo que no se admite
el contrato con uno mismo y de allí el requisito de la pluralidad de partes.

b) "Affectio societatis"

En el espíritu de colaboración activa entre los socios, hemos conceptualizado este elemento al hablar de la
sociedad
comercial. Por ello se ha negado la calidad de socio a quien se halla en situación de dependencia; o si el
pretendido socio no tiene injerencia en la dirección del negocio, etcétera.

C) Aporte de los socios

No se concibe una sociedad sin aportes de los socios, sea en dinero, bienes, trabajo, derechos, etcétera. Tiene que
consistir en obligaciones de dar o de hacer.

d) Fondo común

Los aportes deben estar destinados a formar un fondo común con el cual se hará frente a las obligaciones
societarias.

e) Obtención de utilidades y soportación de las pérdidas Los socios persiguen la obtención de alguna
utilidad apreciable en dinero, como dice el artículo 1648 del Código Civil. Esta finalidad las distingue de las
asociaciones donde también existe una unión de personas que persiguen un fin común, pero se trata siempre de
fines no patrimoniales.

f) Forma

La sociedad civil se debe constituir, obligatoriamente, por escritura pública, cuya omisión determina que ella no
esté legalmente constituida y, en tal caso, su actuación será como sociedad irregular.
Esta exigencia surge de lo dispuesto en el artículo 1184, inciso 3º del Código Civil, y comprende la constitución,
sus prórrogas y modificaciones.

g) Naturaleza civil

Es de naturaleza civil la sociedad que se constituye para realizar actos no comerciales y que no adopta ninguno
de los "tipos sociales" regulados en la ley 19.550.
Es civil la sociedad para construir un inmueble; para venderlo; para realizar una explotación agropecuaria
(sembrar, criar ganado); entre profesionales, para ejercer la profesión en forma conjunta, etcétera.
h) Personalidad

Las sociedades civiles son personas jurídicas privadas, según el artículo 33 del Código Civil y poseen, por
ende, personalidad jurídica, con los atributos que hemos referido para las sociedades comerciales
(derecho al nombre, domicilio, separación de patrimonios, derecho a estar en juicio como actora y deman-
dada). Lo que ocurre es que en ésta la personalidad jurídica aparece menos nítida, ya que la separación entre la
sociedad y los socios no es tan completa y clara. Aquí las deudas de la sociedad pesan sobre los socios (art.
1713); y la muerte de los socios pone fin a la sociedad (arts. 1758 y 1760, salvo pacto en contrario cuando es de
más de dos socios).

325. CAPITAL SOCIAL

Se llama así la totalidad de las prestaciones que consisten en obligaciones de dar (art. 1649, Cód. Civ.).
Vimos ya que los aportes pueden consistir en obligaciones de dar o de hacer. El socio capitalista es aquél cuya
prestación consiste en obligaciones de dar; y socio industrial, aquél cuya prestación es de obligaciones de hacer
(art. 1649).
Los bienes y los derechos que pueden ser aportados son los mismos que hemos referido para las sociedades
comerciales.
Este capital social responde por las deudas que contraiga la sociedad; pero los socios responden
subsidiariamente, en forma personal, por las deudas sociales en proporción a su parte viril (art. 1747, Cód. Civ.).
"Por parte viril se entiende la que corresponde a cada socio por cabeza sin consideración a su interés en la
sociedad. Las deudas pues se dividen por partes iguales, aunque sean desiguales sus aportes y su participación en
los beneficios. La solución es razonable como regla general, porque los terceros que contratan con la sociedad no
tienen porqué estar enterados de la participación en ella de cada uno de los socios; pero el Código ha llevado
demasiado allá la aplicación de la norma, ya que la establece aún para el caso de que se pruebe que el acreedor
conocía la estipulación del contrato social que establecía partes desiguales (art. 1747). En este caso la solución
deja de ser razonable y desde el punto de vista del socio que paga más que lo
que le corresponde según su interés social, es injusta. Es verdad que el socio tendrá luego una acción de
reintegro contra sus consocios si ha pagado más de lo que le correspondía de acuerdo a su participación (art.
1752), pero este recurso puede ser inocuo silos socios resultaran insolventes."
"La solución legal es enfáticamente reiterada en el artículo 1750 según el cual los acreedores no tienen derecho
de reclamar de los socios el pago de sus créditos de otro modo que no sea por partes iguales, ni obligación de
recibir el pago de otro modo" 1.
Aquí la sociedad civil exhibe una faceta muy particular, ya que cada socio responderá frente a terceros sin tener
en cuenta el contrato social, sino dividiendo por cabeza la deuda. Todo ello sin perjuicio de que después cada
socio que pagó de más pueda reclamar ese exceso a los demás socios.

326. OBJETO SOCIAL

La sociedad debe tener un objeto e indicar los actos o conjunto de actos que se propone realizar. El
objeto debe ser lícito (art. 1655) y, además, debe ser posible.
Es nula, de nulidad absoluta, la sociedad de objeto ilícito. Son tales la sociedad constituida para ejercer el
contrabando; para explotar una casa de tolerancia; la sociedad constituida entre un abogado y un no profesional
que sólo aporta la clientela, dividiendo los honorarios ganados por aquél, etcétera.
En este caso, los socios no tienen derecho a exigir a los demás socios lo que hubieran obtenido por la
explotación social (art. 1656); las pérdidas en que hubieran incurrido no son partibles entre los socios (art. 1657);
no tiene derecho a restitución de lo que hubiere llevado a la sociedad (art. 1658); no tienen acción entre ellos
para pedir la división de las ganancias o pérdidas o del capital social; tampoco para alegar la existencia de la
sociedad frente a terceros (art. 1659); sin perjuicio que los terceros de buena fe puedan alegar contra los socios la
existencia de la sociedad sin que éstos puedan oponerles su nulidad (art. 1660). Además los socios de sociedades
ilícitas son responsables

BORDA, Guillermo, Tmtado de Denecho Civil Algentino, Contratos, T. II, Perrot, pág. 290, nro. 1452.
solidariamente de todo daño resultante de los actos ilícitos realizados en común (art. 1661).
El objeto social determina, al igual que en la sociedad comercial, el límite de actuación de los administradores
(art. 1691, Cód. Civ.).

327. ESTIPULACIONES PROHIBIDAS Y PERMITIDAS

Al considerar en materia de sociedades comerciales la llamada sociedad leonina, hicimos referencia al


artículo 1653 del Código Civil, que declara nulas las siguientes estipulaciones:
1) que ninguno de los socios puede renunciar a la sociedad o ser excluido de ella, aunque haya
justa causa;
2) que cualquiera de los socios puede retirar lo que tuviera en la sociedad cuando quisiera;
3) que al socio o socios capitalistas se les ha de restituir su parte con un premio designado o con sus frutos o con
una cantidad adicional, haya o no ganancias;
4) que le asegure al socio capitalista su capital o ganancias eventuales;
5) que establezca en favor del socio industrial una retribución fija por su trabajo, haya o no ganancias.
A su vez el artículo 1654 prevé una serie de cláusulas que está permitido incorporar a los contratos de sociedad.
Tales son:
1) que ninguno de los socios perciba menos que los otros, aunque su aporte social sea mayor o menor;
2) al contrario, que alguno de los socios no soporte las pérdidas en la misma proporción que participa en las
ganancias;
3) que un socio tenga derecho alternativo o a una cantidad determinada o a una cuota de las ganancias
eventuales;
4) que en caso de fallecimiento de algún socio, sus herederos sólo tengan derecho a percibir como cuota de sus
ganancias una cantidad determinada; o bien que el socio sobreviviente pueda quedar con todo el activo social,
pagando a los herederos una cantidad determinada. En ambos casos ello no podrá afectar la legítima de
los herederos forzosos;
5) que si un socio realiza un aporte de un bien en uso o goce, la pérdida de los bienes de la sociedad
quede a cargo de los otros socios.
328. OBLIGACIONES DE LOS SOCIOS

Las obligaciones de los socios son las siguientes:

1) Realizar el aporte compromet¿do. Sea de obligación de dar, sea de hacer. Sea la entrega de un bien
en propiedad, sea en uso o goce. El aporte debe hacerse en el tiempo convenido en el contrato. Si nada dice el
contrato, en el tiempo propio para el cumplimiento de los fines sociales. Los socios morosos deben ser
intimados a efectuar el aporte por los administradores, que podrán exigir judiciaimente su
cumplimiento. Los demás socios sólo podrán hacerlo ante la inacción de los administradores.
2) Los socios responden por evicción (arts. 1701 y 2132, Cód. Civ.), como el socio de la sociedad comercial.
También y por analogía, por los vicios redhibitorios (arts. 1701 y 2172).
3) Deber de fidelidad: El socio debe fidelidad a los otros socios y a la sociedad, poniendo en los
negocios sociales la misma diligencia que pone en los suyos propios (art. 1724). Su incumplimiento
puede dar lugar a la exclusión del socio culpable (art. 1735, inc. 4). Este deber impide a los socios realizar nego-
cios en competencia con los que efectúa la sociedad.
4) Soportar Las pérdidas. Es un riesgo propio de la sociedad el que su actuación produzca pérdidas. Los socios
se obligan a soportarlas, en la forma convenida en el contrato o bien en proporción a lo pactado para repartir sus
ganancias, o en proporción a sus aportes sociales si nada hubieran pactado (art. 1778).

329. DERECHOS DE LOS SOCIOS

1) Participación en los beneficios. El primer y más importante derecho de los socios es el de participar
en los beneficios periódicos y en las ganancias resultantes al momento de la liquidación de la sociedad. La
proporción en las ganancias se pacta en el contrato, a falta de pacto se aplica la regia del artículo 1778 del
Código Civil.
2) Reembolsos de los anticipos y reintegro de Las pérdidas. Los socios tienen derecho a que la
sociedad les reembolse las sumas que hayan adelantado con conocimiento de ella, con motivo de los negocios
sociales (art. 1731). Debe reembolsárseles el capital con más los intereses desde el momento del desembolso.
3) Derecho a erigir el cumplimiento del contrato sociaL Cada socio puede exigir a los demás el
cumplimiento de las obligaciones asumidas. Derecho a exigir el aporte debido; la exclusión del socio infiel
o que no cumple sus obligaciones; derecho a ejercer la administración social; etcétera.
4) Derecho a retirarse de la sociedad. Las sociedades civiles pueden ser por tiempo determinado
o indeterminado. Si la sociedad es por tiempo determinado, el socio no puede renunciar sin justa
causa. Hay justa causa, según el artículo 1738, cuando el administrador hubiera sido removido o
hubiere renunciado; cuando existe justa causa de exclusión de un socio y el administrador no quisiere
ejercer ese derecho. Si la sociedad es por tiempo indeterminado, cualquier socio puede renunciar,
siempre que su renuncia no sea de mala fe o intempestiva (art. 1739).

330.RESPONSABILIDAD DE LOS SOCIOS POR LAS DEUDAS SOCIALES

Vimos ya que el Código Civil consagra la regla que los socios responden por las obligaciones sociales
en proporción a su parte viril (art. 1747), esto es sin consideración a su interés en la sociedad, y aunque
sean desiguales los aportes sociales o se haya pactado otra cosa en el contrato social.
El tercero acreedor conozca o no el pacto social, no tiene derecho a exigir que se le' pague de otro modo, ni
obligación de recibir el pago de otro modo (art. 1750).
Si alguno de los socios no puede pagar su parte por encontrarse en estado de insolvencia, la cuota que
le corresponde en la deuda será absorbida por los demás socios a prorrata de su interés en la sociedad
(arts. 1751 y 1731).

331. ADMINISTRACION DE LA SOCIEDAD


Todos los socios de la sociedad civil tienen derecho a ejercer la administración, pero, lógicamente, ella estará a
cargo del socio o socios designados en el contrato. Si nada dice el contrato social la administración
podrá ser ejercida por todos los socios (art. 1676).
1) Administrador designado en el contrato sociaL En este supuesto su mandato no es revocable, salvo
que mediara justa causa. Constituye justa causa de revocación el grave incumplimiento de sus funciones o si le
sobreviene algún impedimento. Si el administrador no reconoce la existencia de justa causa, su
revocación debe ser solicitada judicialmente y el administrador conservar el cargo hasta entonces (art.
1683), salvo peligro en la demora (art. 1684).
Existiendo justa causa, cualquiera de los socios puede pedir la remoción del administrador, sin depender de
deliberación de la mayoría (art. 1685).
La remoción del administrador nombrado en el contrato da derecho a los socios para disolver la sociedad,
siendo el administrador removido responsable por la indemnización de pérdidas e intereses (art. 1686).
La renuncia del administrador nombrado en el contrato confiere igual derecho a pedir la disolución de
la sociedad.
Cuando el administrador no es un socio, el poder para administrar la sociedad es esencialmente
revocable, aunque se hubiese dado en el mismo contrato social.
2) Administrador designado por acto separado del contrato. En este caso, el poder es revocable
como un mandato ordinario, pero se requiere la mayoría de los socios para proceder a la revocación (art.
1688).
3) Límite de actuación de los administradores. No habiendo estipulación expresa, el objeto social
determina el límite de actuación de los administradores sociales (art. 1691). Los actos extraños al objeto social
son de exclusiva cuenta del administrador.
4) Normas aplicables. La administración de la sociedad se reputa un mandato general que comprende los
negocios ordinarios de ella. Son negocios ordinarios aquéllos para los cuales la ley no exige poderes
especiales; todos los demás se reputan extraordinarios (art. 1694).

332. SOCIEDAD CIVIL IRREGULAR

La sociedad es un contrato consensual, que se perfecciona con el simple acuerdo de las partes y puede ser
hecho verbalmente o por escrito. Como la ley (art. 1184, ¡nc. 3º) exige escritura pública para la constitución de
la sociedad civil, la que
no cumpla ese requisito debe ser considerada una sociedad irregular.
De modo que la sociedad irregular o de hecho se configura cuando dos o más personas convienen en
constituir una sociedad y llevan la idea a la práctica, sin preocuparse de cumplir con las formalidades
que establece la ley.
Los principios aplicables a la sociedad irregular son similares a los de la sociedad comercial irregular,
que ya hemos analizado.
La administración y representación de la sociedad puede ser ejercida por cualquiera de los socios, por
aplicación del principio general del artículo 1676.
Actualmente se les reconoce un status legal similar al de las sociedades regulares: gozan de
personería; su patrimonio es independiente de sus socios; pueden demandar y ser demandadas.
El problema mayor radica en que cualquiera de los socios, en cualquier momento, puede pedir su
disolución, aunque no haya vencido el término previsto en el contrato o no se haya cumplido el objeto para el
cual se constituyó.
La existencia de la sociedad irregular o de hecho puede probarse por cualquier medio: cartas firmadas por
los socios aludiendo a la existencia de la sociedad; notas o circulares publicadas en nombre de la sociedad;
cualquier documento en los cuales los firmantes hubiesen tomado la calidad de socios; las sentencias
pronunciadas entre los socios en calidad de tales; etcétera (art. 1665).

332 BIS. DISOLUCION Y LIQUIDACION DE LA SOCIEDAD CIVIL

a) Disolución de la sociedad civil

Ella se disuelve por las siguientes causales:


1) Muerte de los socios. Si la sociedad es de dos personas, la muerte de uno de ellos produce la disolución (art.
1758). Pero si la sociedad es de más personas la sociedad continúa, salvo que muera el socio administrador
nombrado en el contrato, o el socio industrial, o alguno que tuviese tal importancia persbnal que su falta hiciere
probable que la sociedad no podrá continuar con buen éxito (art. 1759).
2) Por vencimiento del término de duración. En las socie
• dades con duración determinada, el vencimiento del plazo establecido produce su disolución. Ello sin
perjuicio de que por acuerdo unánime los socios decidan continuar la sociedad. La prórroga debe hacerse
también por escritura pública (art. 1184, inc. 3). De otro modo continuará como sociedad irregular (art.
1766).
3) Por cumplimiento del objetivo social o por imposibilidad sobreviniente de cumplido. Las
sociedades por tiempo indeterminado pueden haberse constituido para un negocio determinado y
cumplido éste queda disuelta la sociedad. También se disolverá si el objeto para el cual fue
constituida resulta de imposible cumplimiento, o no pueda continuar el negocio para el que fue
formada (art. 1774).
4) Por erigirlo cualquiem de los socios en el caso de sociedades por tiempo indeterminado o
uregulares. En ambos supuestos, como ya lo vimos, cualquiera de los socios puede exigir la
disolución de la sociedad.
5) Por pérdida del capital sociaL La sociedad se disuelve si pierde totalmente su capital o bien
pierde una parte considerable de él, que imposibilite conseguir el objeto para la que fue constituida
(art. 1771). También si pierde la propiedad o el uso del bien que constituía el fondo con el cual obrába la
sociedad (art. 1772).
6) Necesidad de sentencia judiciaL Existen causales de disolución, como la revocación del
mandato del administrador designado en el contrato o la exclusión de un socio, o la pérdida del
capital cuando no hay acuerdo entre los socios, que requieren de sentencia judicial. En general, a falta de
acuerdo entre las partes sobre si se ha producido o no una causal de disolución, se requiere sentencia judicial.

b) Liquidación de la sociedad

En principio se aplican las mismas reglas que para la liquidación de las sociedades comerciales (art.
1777).

CAPÍTULO XXII
COOPERATIVAS
333. REGIMEN LEGAL

Estas asociaciones se rigen por las disposiciones de la ley de facto 20.337, de 1973, que en ciento
veinte artículos y uno de forma, reglamenta minuciosamente su naturaleza, caracteres, constitución, de
los asociados, del capital y de las cuotas sociales, de la contabilidad y el ejercicio social, de las
asambleas, de la administración y representación, de la fiscalización privada, de la integración con
otras cooperativas, de la disolución y liquidación, de la fiscalización pública, del Instituto Nacional de
Acción Cooperativa y en el capítulo XIII sobre las disposiciones varias y transitorias.
Precisamente, una de las normas de este último capítulo, el artículo 118, establece que para las
cooperativas rigen supletoriamente las disposiciones del capítulo II, sección V de la ley 19.550 de
Sociedades Comerciales, esto es, las normas sobre las sociedades anónimas, pero sólo "en cuanto se
concilien con las de esta ley y la naturaleza de aquéllas".
Recordemos que el artículo 372 de la ley 19.550 dispone la aplicación supletoria de sus normas a
las cooperativas.
De todos modos debe quedar muy en claro desde ya que esa aplicación supletoria es viable sólo si
la norma a aplicar cumple dos condiciones:
1) que se concilie con las normas de la ley 20.337; y
2) que se concilie con la naturaleza particular de las cooperativas.
a) Concepto
Las cooperativas son asociaciones fundadas en el esfuerzo propio y la ayuda mutua, para organizar y
prestar servicios, según reza el artículo 2º de la ley 20.337.
Esto no obsta a que existan cooperativas de producción, que tienen por objeto la producción de bienes
primarios (agro-minería) o secundarios (industriales).
El principio mutual no es riguroso en la ley que admite la realización de operaciones con terceros no
asociados.

b) Caracteres

La ley 20.337 en su artículo 2º consagra en doce incisos los caracteres de estas asociaciones,
adoptando la enunciación de los principios del cooperativismo universalmente aceptados, tal como
fueron formulados por la Alianza Cooperativa Internacional en su XXIII Congreso realizado en Viena
en 1966.
A esos caracteres hicimos ya referencia en el punto 8, al efectuar la distinción entre sociedad
comercial y cooperativa, por lo que remitimos al lector a ese punto.

c) Denominación

La denominación social debe incluir las palabras "cooperativa" y "limitada" o sus abreviaturas.

334. ACTO COOPERATIVO

La ley 20.337 no define el acto cooperativo, como lo hacen otras leyes (la brasileña, por ej.), sino que
concretamente lo determina en su artículo 4º. Así establece que son actos cooperativos:
1) Los que realizan los asociados con las cooperativas;
2) Los que realizan las cooperativas entre sí; y
3) Los actos jurídicos que realicen las cooperativas con otras personas, en cumplimiento del objetivo
social. Estos últimos actos son cooperativos únicamente respecto de la entidad.
Esta precisión legal tiene por finalidad facilitar la labor del Intérprete y advertir la diferente naturaleza
de estos actos con los realizados por sociedades comerciales u otras personas, en cumplimiento de
otros fines.
La cooperativa no realiza actos de comercio, ni tales actos pueden encuadrarse en otro tipo jurídico;
ellos son actos cooperativos, esto es, actos dirigidos al cumplimiento del objetivo social de la entidad o
sus fines institucionales.
La doctrina ha señalado que la calificación de "acto cooperativo" impregna a los negocios de un valor
especial, dándoles un sentido axiológico en función del fin cooperativo y de la satisfacción de los
ideales de la institución: la solidaridad, el bien común, la ausencia de ánimo de lucro, etcétera.
Uno de los corolarios del carácter cooperativo de tales actos es su indivisibilidad o inseparabilidad de
la propia relación entre la cooperativa y sus asociados, de tal modo que las reglas del derecho común
correspondientes a su naturaleza substancial, deben ser aplicadas en armonía con el régimen de la ley
20.337 y con las normas reglamentarias1.

335. ASOCIACION CON PERSONAS DE OTRO CARACTER JURÍDICO

Las cooperativas pueden asociarse con sociedades comerciales o civiles o con asociaciones civiles o
de otro carácter, siempre que ello sea conveniente para lograr su objetivo social y que no desvirtúen su
finalidad de servicios.
En este sentido señalamos la posibilidad de que las cooperativas integren agrupaciones de
colaboración empresarial o uniones transitorias de empresas (arts. 367 y 377, L.S.).

1ALTHAUS, Alfredo, Tratado de Derecho Cooperativo, Rosario, Zeus, 1977, págs. 161 y sigs.;
CARR, Juan C., "El acto cooperativo y los valores cooperativos", en L.L., 1981, t. A, pág. 863.

336. PROHIBICION DE TRANSFORMARSE EN SOCIEDADES COMERCIALES O


CIVILES

Las cooperativas no pueden transformarse en sociedades comerciales o civiles, ni en asociaciones


civiles, siendo nula toda resolución en contrario. De esta forma la ley quiere preservar la idea
cooperativa de abolición de lucro, eliminando la posibilidad de que los asociados, cambiando la forma
jurídica de la cooperativa, puedan obtener derechos a un reparto final que la cooperativa excluye.

337. CONSTITUCION

La cooperativa se constituye por acto único y por instrumento escrito, público o privado.
Se requiere la existencia de por lo menos diez personas que deben firmar el acta de fundación.
Deben elaborar un estatuto que contendrá:
1) la denominación y el domicilio;
2) la designación precisa del objeto social;
3) el valor de las cuotas sociales y el derecho de ingreso, en su caso;
4) la organización de la administración, fiscalización y asambleas;
5) las normas de distribución de los excedentes y para soportar las pérdidas;
6) las condiciones de ingreso, retiro y exclusión de los asociados;
7) reglamentación de los derechos y obligaciones de los asociados; y
8) las reglas para la disolución y liquidación.

338. INSCRIPCION

La cooperativa se considera regularmente constituida con la autorización para funcionar y la


inscripción en el registro de la autoridad de aplicación, sin necesidad de publicación alguna.
La autoridad de aplicación que establece la ley 20.337 es el Instituto Nacional de Acción Cooperativa.

339. DE LOS ASOCIADOS

Pueden ser asociados todas las personas jurídicas, aun las sociedades comerciales, inclusive las
sociedades por acciones y las personas físicas mayores de 18 años y aun los menores de esa edad, por
medio de sus representantes legales.
Una de las reglas de oro del cooperativismo es el libre ingreso, no pudiendo establecer condiciones de
ingreso limitativas por razones de ideas políticas, religiosas, de nacionalidad, región o raza. Solamente
1
ALTHAUS, op. cit., pág. 172; PASTORINO, Roberto J., "El acto cooperativo en la ley argentina", en
L.L., 1976, t. D, pág. 763.
se pueden establecer condiciones limitativas fundadas en el propio objeto social; por ejemplo, una
cooperativa de farmacéuticos exigirá tal condición para poder asociarse.
También pueden asociarse a una cooperativa el Estado nacional, las provincias, los municipios, los
entes descentrali:zados y las empresas del Estado.
Como correlato natural, también es libre el retiro de la asociación, al finalizar el ejercicio social y
dando un aviso previo de treinta días.

340. DEL CAPITAL Y LAS CUOTAS SOCIALES

Una de las características esenciales de la cooperativa es que su capital es variable, y ello como
consecuencia lógica del libre ingreso y egreso de sus asociados. Cada ingresante va a determinar un
aumento del capital, y cada retiro una disminución del mismo.
El capital se constituye por cuotas sociales indivisibles y de igual valor. Las cuotas deben constar en
títulos representativos de una o más de ellas, que tendrán el carácter de nominativos. La ley en su
artículo 24 habla de "acciones" incurriendo en un grueso error y confundiendo este aspecto
trascendente de la regulación de estas asociaciones.
Las cuotas sólo pueden transferirse entre asociados y con acuerdo del órgano de administración.
Las cuotas deben integrarse al ser suscriptas, al menos en un 5%, y completarse la integración en un
plazo no mayor de cinco años.
El artículo 27 de la ley consagra un principio de gran importancia para la vida y desarrollo de la
entidad cooperativa, cual es la posibilidad de que el estatuto social prevea un mecanismo de aumento
del capital en proporción con el uso real o potencial de los servicios sociales por los asociados. En una
cooperativa de crédito, por ejemplo, para tener derecho a un préstamo de mil pesos es lícito establecer
en el estatuto la obligatoriedad de que el asociado tenga cuotas sociales por un importe no inferior a
cien pesos (es decir, el 10%) o criterio similar.
En la cooperativa pueden efectuarse aportes en dinero o en bienes, siempre que sean determinados y
susceptibles de ejecución forzada.
El asociado moroso en la integración de las cuotas sociales debe resarcir los daños e intereses y se le
sanciona con la suspensión de los derechos sociales. Además, el estatuto puede prever la caducidad de
los derechos sociales, previa intimación.
El artículo 36 de la ley consagra el principio de la irrepartibilidad de las reservas, al prescribir que en
caso de retiro, exclusión o disolución de la cooperativa, el asociado sólo tiene derecho a que se le
reembolse el valor nominal de sus cuotas sociales integradas, deducidas las pérdidas que
proporcionalmente le corresponda soportar.
En la cooperativa el asociado sólo responde hasta el lírnite del capital suscripto, por ello, si hubiera
pérdidas, deberá soportarlas proporcionalmente a sus cuotas sociales, como establece el citado artículo
36.

341. DE LA CONTABILIDAD Y DEL EJERCICIO SOCIAL

Las cooperativas deben cumplir con las prescripciones de los artículos 43 y 44 del Código de
Comercio, tanto en lo referente a la forma de cómo llevar los libros de contabilidad como a los libros
obligatorios.
Además, la ley 20.337 establece la obligación de llevar los siguientes libros:
1) un registro de asociados;
2) un libro de actas de las asambleas;
3) un libro de actas de las reuniones del Consejo de Administración, y
4) un libro donde consten los informes de la auditoría externa de la cooperativa.
Los libros deben ser rubricados por la autoridad local competente (Dirección de Cooperativas de
Provincia o Instituto Nacional de Acción Cooperativa, en el orden nacional).
Anualmente se debe confeccionar el inventario, balance general, estado de resultados y demás cuadros
anexos, cuya presentación exija la autoridad de aplicación. Ello, sin perjuicio de las exigencias
vigentes para cooperativas que realicen una determinada actividad, como es el caso de las cooperativas
que son Bancos o Cajas de Crédito o Compañías de Seguros, donde la respectiva autoridad de control
de esa actividad (el Banco Central de la República Argentina, para las entidades financieras, y la
Superintendencia de Seguros de la Nación, para las últimas) puede fijar otros requerimientos.
Además, el Consejo de Administración debe confeccionar una Memoria Anual donde se describa el
estado de la cooperativa, se relate la actividad desarrollada durante el año y los proyectos en curso de
ejecución. Especialmente debe hacer referencia a los siguientes aspectos:
1) los gastos e ingresos cuando no exista discriminación de ellos en el estado de resultados o en los
cuadros anexos al balance general;
2) en el caso de cooperativas asociadas a otra de grado superior debe hacer referencia a la relación
económico-social existente con mención del porcentaje de operaciones, en su caso; y
3) las sumas invertidas en educación y capacitación cooperativa, con indicación de la labor
desarrollada.
El Síndico de la cooperativa debe producir también un informe anual que debe ser considerado en la
asamblea ordinaria. También los auditores externos deben elevar un informe anual a la asamblea.
Todos estos documentos o, mejor dicho, sus copias, deben ser puestos a disposición de los asociados
en la sede de la cooperativa y remitidos a la autoridad de aplicación.
Ya dijimos en el punto 8 (pág. 18) que las cooperativas aspiran a eliminar el lucro y reemplazar las
ideas fundadas en el egoísmo por otras fundadas en la fraternidad y solidaridad humanas. Con tal
finalidad no distribuyen dividendos ni otorgan ganancias a sus asociados ni les reconocen derecho a un
reparto fmal. Las cooperativas sólo pueden producir excedentes cuando el precio de los servicios
cobrados al asociado o terceros es superior al costo más los gastos de administración. En realidad estos
gastos forman parte del costo del servicio. Por ello la ley va a definir a los excedentes repartibles como
aquéllos que provienen de la diferencia entre el costo y el precio del servicio prestado a los asociados
(art. 42).
La ley determina en esa norma la forma de distribución de los excedentes repartibles, consagrando la
obligatoriedad de destinar un porcentual de ellos a la educación y capacitación cooperativa (5%).
Además, establece un 5% para el fondo de acción asistencial y laboral o para estímulo del personal
que trabaja en la cooperativa y otro 5% para reserva legal.
De los excedentes repartibles se puede destinar una parte al pago del interés del capital, siempre que el
estatuto así lo establezca. De ello se deduce que en caso de no haber excedentes no podrá retribuirse el
capital aportado, aunque lo prevea el estatuto social. El interés a pagar sobre el capital no podrá
exceder en más de un punto el que cobra el Banco de la Nación Argentina en sus operaciones de
descuento.
El resto que quedara del excedente repartible debe distribuirse entre los asociados en concepto de
retorno, en general en proporción a los servicios utilizados por cada asociado y no en proporción al
capital aportado (salvo en las de crédito), lo que está demostrando que el retorno al asociado no es un
dividendo al capital sino el plus del precio cobrado de más en los servicios prestados. Por ello los
excedentes que deriven de la prestación de servicios a terceros (no asociados) deben destinarse a una
cuenta especial de reservas y no pueden ser distribuidos.

342. DE LAS ASAMBLEAS

Lo que hemos expuesto sobre las asambleas de la sociedad anónima y especialmente sobre su
caracterización (punto 239) es perfectamente aplicable a las cooperativas.
No así en cuanto a la clasificación de las asambleas, en ordinarias y extrordinarias y los temas de su
competencia, donde la ley 20.337 se aparta de la ley 19.550 y consagra el mismo criterio que
empleaba el Código de Comercio para las sociedades anónimas.
Para la ley 20.337, las asambleas ordinarias y extraordinarias se diferencian únicamente en cuanto a la
época de realización y no en cuanto a los temas de su competencia.
La asamblea ordinaria se reúne una vez al año, dentro de los cuatro meses siguientes a la fecha del
cierre de ejercicio y considera:
- el balance general, estado de resultados y cuadros anexos;
- la memoria que debe elaborar el consejo de administración;
- el informe de la sindicatura;
- el informe de la auditoría externa; y
- la elección de los miembros del consejo de administración y síndicos.
Pero además, puede tratar cualquier otro tema incluido en el orden del día, lo que exhibe con
elocuencia que las asambleas extraordinarias no tienen reservada una competencia específica.
Las asambleas extraordinarias se realizan en cualquier tiempo, por disposición del consejo de
administración, por decisión del síndico; o cuando lo solicite un número mínimo de asociados no
inferior al diez por ciento del total, salvo que el estatuto previera un porcentaje menor. La ley autoriza
en este último supuesto, al consejo de administración, a denegar la petición siempre que incluya el
tema solicitado en el orden del día de la próxima asamblea anual y que ésta tenga lugar dentro de los
noventa días de la fecha de presentación de la solicitud de los asociados.
La convocatoria se hará en la forma que prevea el estatuto social, con no menos de quince días de
anticipación y deberá incluir el orden del día a considerar.
La convocatoria debe ser comunicada a la autoridad de aplicación y al órgano local competente.
La asamblea sesionará válidamente sea cual fuere el número de asistentes, una hora después
de la fijada en la convocatoria, si antes no se hubiera reunido la mitad más uno de los asociados
(no del capital social, que no se tiene en cuenta).
En aquellas cooperativas donde el número de asociados excede de cinco mil, deben reunirse asambleas
electorales de distritos, en las condiciones que determine el estatuto y el reglamento. Las asambleas de
distritos eligen delegados por simple mayoría de votos, y esos delegados son los que componen la
asamblea general, ordinaria o extraordinaria.
Son temas de competencia exclusiva de la asamblea, según el artículo 58 de la ley 20.337, los
siguientes:
1) la consideración del balance general, memoria, estado de resultado y cuadros anexos;
2) el informe del síndico y del auditor;
3) la distribución de excedentes;
4) la fusión o incorporación;
5) la disolución de la asociación;
6) el cambio del objeto social;
7) la participación como asociados de personas jurídicas de carácter público, entes descentralizados y
empresas del Estado, y
8) la asociación con personas de otro carácter jurídico.
Ello sin perjuicio de que el estatuto social establezca otro u otros temas como de competencia
exclusiva de la asamblea.
La remoción de los consejeros y síndicos debe ser resuelta por la asamblea, aunque el tema no figure
en el orden del día, si ello es consecuencia directa del asunto incluido en el temario de la asamblea.
Hay otros temas que también son competencia exclusiva de la asamblea, según se desprende de otras
reglas de la ley 20.337 o de disposiciones de la L.S. Tales son:
9) modificaciones del estatuto social (art. 235, L.S.);
10) la designación de consejeros y síndicos liquidadores, en su caso, y su remoción, (arts. 63, 88, 59 y
90, ley 20.337);
11) la retribución del trabajo personal de consejeros (art. 67) y síndicos (art. 78);
12) la renuncia de consejeros cuando ello afecta el normal funcionamiento del órgano de
administración (art. 66, ley 20.337).
13) la escisión de la cooperativa (art. 235, inc. 4º, L.S.);
14) el revalúo de activos (Resolución 248 del Instituto Nacional de Acción Cooperativa).

343. DE LA ADMINISTRACION Y REPRESENTACION

La administración de la cooperativa está a cargo de un cuerpo colegiado, denominado Consejo de


Administración, que no puede estar integrado por menos de tres asociados.
En la cooperativa, tanto la administración como la fiscalización deben ser desempeñados,
exclusivamente, por asociados.
Los consejeros duran tres ejercicios en el cargo y pueden ser reelegidos indefinidamente, salvo
disposición en contrario del estatuto social.
Para ser consejero existen similares causales de inhabilidad a las previstas para ser director de las
sociedades anónimas, con el agregado de que no pueden ocupar ese cargo las personas que perciban
sueldo, honorarios o comisiones de la cooperativa, excepto en los casos de cooperativas de producción
o trabajo.
El trabajo personal que realice un consejero en la cooperativa puede ser retribuido (caso del consejero
a cargo de un departamento o sección de la cooperativa), requiriéndose la decisión de la asamblea.
El consejo de administración tiene a su cargo la dirección de las operaciones sociales y sus
atribuciones son las señaladas en el estatuto y las necesarias para alcanzar el objeto social. Son
facultades implícitas del consejo todas aquéllas que la ley no confiere de modo expreso a la asamblea.
La representación de la cooperativa corresponde al presidente del consejo de administración. Ello sin
perjuicio de que el estatuto establezca la necesidad de la actuación de otro consejero.
Respecto a la responsabllidad de los consejeros, su exención o eximición, rigen similares reglas a las
que analizamos para los directores de sociedades anónimas (puntos 265, 266 y 267).
Respecto de la posibilidad de que el consejero pueda realizar operaciones con la propia cooperativa, la
ley consagra la regla que puede hacerlo, siempre que lo haga en igualdad de condiciones con los
demás asociados (art. 75).
Cuando en una operación el consejero tuviere un interés contrario al de la cooperativa deberá hacerlo
saber al consejo, al sindico y abstenerse de intervenir en las deliberaciones y en la votación donde se
discuta sobre ese asunto.

344. DE LA FISCALIZACION PRIVADA

La fiscalización privada está a cargo de uno o más síndicos elegidos por la asamblea entre los
asociados, debiendo elegirse también igual número de suplentes.
Los síndicos duran en el cargo un máximo de tres ejercicios y pueden ser reelegidos indefinidamente,
salvo disposición en contrario del estatuto.
Si el estatuto prevé más de un síndico, debe fijar un número impar y, en tal caso, actuar como un
cuerpo colegiado bajo la denominación de "comisión fiscalizadora". En tal caso el estatuto debe
reglamentar su constitución y funcionamiento y se deberá llevar un libro de actas de las reuniones de
esa comisión.
Rigen respecto del síndico de la cooperativa causales de inhabilidad e incompatibilidad similares a las
que ya vimos para los síndicos de las sociedades anónimas (punto 273, g).
El síndico que realice una tarea permanente en la cooperativa puede ser remunerado silo autoriza la
asamblea, tal como ya vimos para el caso de los consejeros.
El síndico puede operar con la cooperativa, siempre que lo haga en las mismas condiciones que los
demás asociados.
Respecto a los deberes y atribuciones del síndico, son similares a los de la sociedad anónima (ver
punto 273, c), con el particular matiz de su no idoneidad.
También le son aplicables las normas sobre responsabilidad de los síndicos de las sociedades
anónimas (punto 273, m).
La sindicatura de la cooperativa difiere de la anónima en cuanto aquí no se exige idoneidad, pues no es
condición que sea abogado o contador o doctor en ciencias económicas, y también en cuanto es
exigencia que sea asociado de la cooperativa.
La ley ha optado por una sindicatura no especializada, pero complementada por la actuación de una
auditoria externa, que es obligatoria y que debe estar a cargo de un contador público nacional inscripto
en la matrícula respectiva.
También ese servicio de auditoría puede estar a cargo de una cooperativa de grado superior o de una
entidad especialmente constituida para ese fin.
Si el síndico fuera contador podrá tener a su cargo el servicio de auditoría.
La auditoría debe producir informes trimestrales y uno anual final, sobre el resultado del balance.

345. DE LA INTEGRACION

La ley 20.337 ha previsto la posibilidad de que las cooperativas puedan asociarse entre si para el mejor
cumplimiento de sus elevados fines.
Pueden fusionarse o incorporarse (fusión por absorción) cuando sus objetos sociales fueren comunes o
complementarios.
Asimismo se ha previsto la actuación común para una o más operaciones, debiendo convenir cuál de
ellas actuará como gestor asumiendo la responsabilidad frente a terceros.
Las cooperativas de primer grado pueden integrarse en cooperativas de segundo grado (federación) y
éstas, a su vez, unirse para constituir una de tercer grado (confederación). Para ello se requiere un
número mínimo de siete asociadas.

346. DE LA DISOLUCION Y LIQUIDACION

La ley establece que procederá la disolución de una cooperativa en los siguientes casos (art. 86):
1) Por decisión de la asamblea. La cooperativa no tiene duración determinada, pero la asamblea podría
disolverla en cualquier momento con la mayoría de dos tercios de los asociados presentes, adoptada en
reunión convocada a ese fin.
2) Por reducción del número de asociados por debajo del mínimo legal o del admitido por la autoridad
de aplicación y siempre que la reducción se prolongue por más de seis meses.
3) Por declaración en quiebra. Si la quiebra es levantada por un acuerdo resolutorio o por
avenimiento, quedará sin efecto la disolución.
4) Por fusión o incorporación. En el caso de fusión propia, las cooperativas fusionantes se disuelven
sin liquidarse, para constituir una nueva. En el caso de fusión por absorción - a lo que la ley llama
incorporación - la cooperativa absorbida se disuelve, sin liquidarse.
5) Por retiro de la autorización para funcionar. El órgano de aplicación de la ley (Instituto Nacional de
Acción Cooperativa, según la ley 20.337) es el que confiere la autorización para funcionar y, en caso
de trasgresiones de la cooperativa, puede sancionaría retirándole esa autorización. Tal situación deter-
mina la disolución de la entidad.
6) Cuando corresponda en razón de otras disposiciones legales. Ello permite la aplicación de otras
causales no previstas taxativamente en la ley 20.337 pero que surgen de disposiciones de la Ley de
Sociedades Comerciales. Tales, por ejemplo:
a) Por naber cumplido el objeto social para la cual fue constituida: tal sería el caso de una cooperativa
de viviendas constituida para construir un solo edificio determinado, una vez concluido éste.
b) Por imposibilidad sobreviniente de lograr el objeto social imposibilidad que puede ser de hecho o
jurídica. Sería un caso de imposibilidad de hecho si se tratara de una cooperativa que explota una mina
y ésta se agotara. Y sería imposibilidad jurídica si una ley dispusiera que para actuar como compañía
de seguros, por ejemplo, deben constituirse como sociedades anónimas2.
No aceptamos, en cambio, que sea viable la disolución de una cooperativa por pérdida del capital
social, dado su carácter variable y porque en la cooperativa él no representa un elemento esencial3.
Asimismo, son causales de disolución las previstas en regímenes legales especiales, como pueden ser
los derivados de la Ley de Entidades Financieras (ley 21.526) para bancos y cajas de crédito
cooperativas, o para las compañías de seguros (ley 20.091).
El estatuto puede prever, además, otras causales de disolución.
Salvo el caso de quiebra o de retiro de la autorización, los demás casos de disolución requerirán de un
pronunciamiento especial de la asamblea o de una resolución judicial.
El efecto de la disolución es la apertura del proceso liquidatorio, lo que ocurre en todos los casos,
salvo los derivados de fusión o incorporación, como ya lo vimos.

2
Cfr. ALTHAUS, Alfredo A., op. cit., pág. 461.
3
En contra ALTHAUS, quien admite esta causal de disolución para las cooperativas.
Durante la liquidación la cooperativa conserva su personalidad al solo efecto de cumplir el proceso
liquidatorio: esto es cobrar los créditos, vender todos los bienes y pagar las deudas.
Normalmente la liquidación estará a cargo del consejo de administración, salvo que otra cosa
dispusiera el estatuto social. En tal supuesto será la asamblea la que designe al o a los liquidadores.
El proceso liquidatorio es similar al regulado para las sociedades comerciales y a él remitimos (punto
140 y sigs.).
Producida la disolución y liquidación de una cooperativa, el remanente no se distribuye entre los
asociados, sino que el sobrante ingresará al patrimonio del órgano de control nacional o del fisco
provincial, en su caso y según el domicilio de la cooperativa.

A los asociados sólo se les reembolsará el valor nominal de las cuotas sociales deducida la parte
proporcional de los quebrantos, si los hubiera.
Estas reglas consagran así la abolición de toda idea de lucro o derecho al reparto final en el asociado.

347. DE LA FISCALIZACION PUBLICA

Está a cargo de la autoridad de aplicación que establece la ley y tiene por finalidad realizar un
permanente control de la actividad y funcionamiento de las cooperativas desde su nacimiento hasta su
liquidación.
La autoridad de aplicación tiene facultades de sanción, como complementarias de las de control y
parte necesaria del poder de policía que le confiere la ley. Puede solicitar la intervención de la
cooperativa en sede judicial o bien puede disponer el retiro de la autorización.
La ley 20.337 creó el Instituto Nacional de Acción Cooperativa como autoridad nacional de aplicación
de la ley y estableció su organización y funciones, en el Capítulo XII en los artículos 105 a 113.
Ese organismo tiene la facultad de otorgar la autorización para funcionar a las cooperativas en todo el
territorio de la Nación; ejerce la fiscalización y control, asiste y asesora técnicamente a las
cooperativas; apoya económica y financieramente a las entidades; tiene la facultad de dictar normas
reglamentarias sobre la materia, etcétera.

347 BIS. NATURALEZA JURÍDICA

Las cooperativas son personas jurídicas privadas sui generis. No son sociedades ni asociaciones
civiles.
Son entidades destinadas a poner en ejecución los principios del cooperativismo universal, fundados
en la libertad, la fraternidad y la solidaridad.
Por ello no pueden asimilarse a las sociedades civiles ni comerciales.
Estimamos que para hacer realidad la ejecución de los elevados principios que la sustentan, las
cooperativas deben "democratizarse" y "desburocratizarse"
Para ello se debiera prohibir la reelección indefinida de sus administradores, limitándose su duración a
tres ejercicios como máximo. La reelección indefinida de los administradores desnaturaliza la
cooperativa y la transforma en entidades burocráticas de beneficio prevaleciente de sus dirigentes.
Son entidades necesarias en la vida democrática de los pueblos, que deben ser preservadas y apoyadas,
porque constituyen escuelas de difusión de los elevados principios que las sustentan.
CAPÍTULO XXIII
SOCIEDADES COMERCIALES ESPECIALES
ENTIDADES FINANCIERAS, COMPAÑIAS DE SEGUROS,
SOCIEDADES DE AHORRO PARA FINES DETERMINADOS,
ADMINISTRADORAS DE FONDOS DE JUBILACIONES Y PENSIONES,
SOCIEDADES CALIFICADORAS DE RIESGOS
Y SOCIEDADES QUE HACEN OFERTA PUBLICA DE SUS TÍTULOS VALORES

348. ENTIDADES FINANCIERAS

a) Regulación legal
Estas entidades están reguladas por la ley 21.526, con las modificaciones de las leyes 24.144, 24.318,
24.485 y 24.627.
Además, deben cumplimentar las disposiciones reglamentarias que dicte el Banco Central de la
República Argentina, que es la autoridad de aplicación de ese régimen legal.

b) Concepto legal de actividad financiera

La ley define la actividad financiera como aquélla que consiste en realizar intermediación habitual
entre la oferta y la demandó de recursos financieros, es decir entre las personas que tienen excedentes
de disponibilidades financieras y aquellas que tienen déficit de tales recursos. En suma, en la
intermediación en el crédito, én tomar créditos del público en forma de depósitos y transferirlos al
público en forma de préstamos.

c) Entidades comprendidas

Están comprendidas en este régimen legal todas las entidades privadas o públicas oficiales o mixtas -
de la Nación, de las provincias o municipalidades.
La ley declara expresamente comprendidas a los siguientes tipos de entidades:
1) bancos comerciales, que son los bancos clásicos, que operan en el corto plazo y a los que la ley les
reconoce un máximo grado operatorio, ya que les permite realizar todas las operaciones activas,
pasivas y de servicio que no estuvieran expresamente prohibidas;
2) bancos de inversión: son aquellos vinculados a la fmanciación de las actividades industriales y que
operan, como consecuencia, en el mediano y largo plazo;
3) bancós hipotecarios, que son aquellos destinados a la financiación de la construcción, adquisición y
refacción de viviendas y de inmuebles en general;
4) compañías financieras: son entidades que tienen por finalidad específica la financiación de la venta
de bienes durables (artículos para el hogar, automóviles, etc.), pero también actúan en la financiación
de la actividad comercial o industrial como un aspecto complementario;
5) sociedades de ahorro y préstamo para la vivienda u otros inmuebles: son entidades que tienen por
finalidad el otorgamiento de préstamos con destino a la construcción, adquisición o refacción de
viviendas u otros inmuebles, que tengan como condición el ahorro previo;
6) cajas de crédito: son entidades, generalmente cooperativas, que realizan una asistencia
financiera a la pequeña y mediana empresa, a los profesionales, comerciantes individuales,
artesanos, jubilados y a las asociaciones sin fines de lucro.
La ley aclara que tal enunciación no es excluyente de otra clase de entidades que si realizan la actividad
financiera definida en el punto a, quedarán comprendidas en ese régimen legal.
Además, las disposiciones de esa ley se pueden aplicar a personas públicas o privadas no comprendidas
expresamente, cuando a juicio del Banco Central de la República Argentina ello resulte aconsejable por razones
de política monetaria y crediticia.

1 Una mayor explicitación de estos temas puede verse en nuestra obra, La Refonna Financiera, ley 24.144, Rubinzal-Cutzoni, 1992.
d) Autoridad de aplicación

La ley determina que la autoridad de aplicación es el Banco Central de la República


Argentina, a quien le confiere las facultades necesarias y suficientes para reglamentar la ley, apli-
carla, controlar el funcionamiento de las entidades, inspeccionarías, fiscalizarías y sancionarías.

Así es como el Banco Central está facultado a establecer los capitales mínimos con los que debe operar cada
tipo de entidad y de conformidad con el lugar donde actúa; fijar las reservas de efectivo con que deben
operar estas entidades (es decir, la reserva que deben guardar del total de los depósitos que reciban);
las relaciones técnicas que deben mantener entre su capital y el total de depósitos que reciban, entre el
capital y las inmovilizaciones que pueden efectuar, la forma en que deben llevar la contabilidad y la información
contable a suministrar a esa autoridad, etcétera.
Además, el Banco Central en ejercicio del poder de policia financiero, puede enviar inspectores a las
entidades con el fin de controlar su funcionamiento; fiscaliza su actuación, establece la información que le
deben remitir periódicamente las entidades y, finalmente, aplica las sanciones por las transgresiones en que
incurran las entidades y las personas físicas responsables.

e) Autorización y condiciones para funcionar

La actividad financiera no se puede realizar sin previa autorización del Banco Central de la República
Argentina, siguiendo de esta forma un sistema que es casi universal, ya que es siempre el Estado el
que autoriza la actuación bancaria y financiera en todo el mundo.
Para poder actuar como entidad financiera privada se debe constituir como sociedad anónima o
cooperativa, no admitiéndose otras formas jurídicas. En ambos casos las acciones deben ser nominativas no
endosables. Y ello es así a efectos de posibilitar que la autoridad de control pueda conocer quiénes son los
propietarios de las acciones de las entidades y de ese modo fiscalizar su transferencia, que debe ser, en todos los
casos,'autori zada previamente por el Banco Central.
Las entidades públicas se constituirán de conformidad con la ley de creación.
La transferencia de acciones, la venta del fondo de comercio y la fusión de entidades, requiere la
autorización previa del Banco Central.

Asimismo la instalación o cierre de sucursales o agencias de las entidades debe ser autorizada
previamente por la autoridad de aplicación.

f) Operaciones prohibidas y limitadas

La ley prohibe a las entidades realizar determinadas operaciones y, en otros casos, limita alguna de ellas sólo a
algún tipo de entidades. Además el Banco Central como órgano rector del sistema financiero nacional,
tiene la facultad de reglamentar las distintas operaciones que realizan las entidades financieras.

Son operaciones prohibidos para todas las enadudes:


1) Explotar por cuenta propia empresas comerciales; in,dustriales, agropecuarias o de otra clase.
El Banco Central puede, con carácter general, autorizar expresamente la participación de las entidades
financieras en actividades económicas que juzgue "complementarias" de la actividad financiera.
2) Constituir gravámenes sobre sus bienes, sin previa autorización del Banco CentraL Esta
prohibición tiene por finalidad evitar que se afecte la intangibilidad del capital de la entidad, de por sí
insuficiente para hacer frente a los compromisos contraídos por la entidad (la reglamentación admite que
las entidades puedan contraer deudas por depósitos y otras causas, por una suma varias veces superior a su
capital).
3) Aceptar en garantla sus propias acciones, prohibición que ya tienen las sociedades anónimas en
general.
4) Operar con sus directores y administradores y con empresas o personas vinculados con ellos,
en condiciones más favorables que las acordadas de ordinario a su clientela. De esta forma la ley va a
recoger el principio de la ley 19.550 y el de la ley 20.337, que como ya analizamos oportunamente, fue
parcialmente modificado por la ley 22.903 de reformas a la Ley de Sociedades comerciales (ver punto
263).

Erdirector o administrador de una entidad financiera puede operar con la entidad que dirige o
administra siempre que lo haga en igualdad de condiciones que el resto de la clientela (en cuanto a
tasas de interés, comisiones, plazos, garantías, etc.).

La misma regla rige para las personas vinculadas al director o administrador (caso del cónyuge, hijos,
padres, hermanos, etcétera) y de las empresas (sociedades) de las que el director o administrador forma parte
como accionista, administrador o síndico.
El Banco Central ha reglamentado esta norma fijando un limite de asistencia crediticia al director,
administrador y personas y empresas a él vinculados obligando a comunicar dichas operaciones a la
sindicatura y hacerlas constar en un informe mensual.

Operaciones limiiadas a los bancos comerciales y prohibidos al resto de las entidades:


5) Emitir girns ó efrctttuar transferencias de piaza a piaza
Además habría que agregar las operaciones en cuenta corriente bancaria y cheque, que han quedado
limitadas exclusivamente a los bancos comerciales y están prohibidas a las demás entidades.
Asimismo para operar en cambios y en operaciones de comercio exterior las entidades
deben estar expresamente auto-rizadas.
g) Secreto bancario y financiero

Las entidades están obligadas a guardar reserva de todas las operaciones pasivas que realicen los clientes
(depósitos a la vista, en cajas de ahorro y a plazo fijo).

Esta obligación admite las siguientes excepciones:

1) cuando un juez, en causa judicial, solicite un informe, con los recaudos establecidos en las leyes respectivas;
2) frente al Banco Central de la República Argentina, que como autoridad de aplicación de la ley y de
fiscalización, a través de la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias, tiene facultades para
acceder a toda la documentación en poder de las entidades financieras;

3) frente a la Dirección General Impositiva, que puede requerir cualquier tipo de información;

4) frente a los organismos de recaudación impositiva de las provincias y municipalidades, previa determinación
del responsable y del expediente donde tramita una verificación; y
5) entre las mismas entidades fmancieras, según la reglamentación que establezca el BCRA.
A' respecto esa autoridad ha prescripto que tal información es obligatoria cuando una entidad la pide
a otra para cumpltr una determinada reglamentación del BCRA y es voluntaria, en todos los demás casos.
El régimen informativo se ha visto facIlitado por la instalación por el BCRA de una base de datos
conteniendo información de las empresas más importantes del país, donde se registra su endeudamiento
en las entidades fmancieras con las que operan.

h) Revocación y liquidación de entidades

El Banco Central puede disponer la revocación de la autorización para funcionar de una entidad
financiera, en los siguientes casos:
1) A pedido de las autoridades legales o estatutarias de la entidad;
2) En los casos de disolución previstos en el Código de Comercio o en las leyes que fijan su existencia como
persona jurídica (caso de las entidades cooperativas);
3) Por afectación de la solvencia y/o liquidez de la entidad que, a juicio del Banco Central no pudiera resolverse
por medio de un plan de saneamiento; y
4) En otros casos previstos en la ley 21.526. Estos supuestos son los siguientes:
- el caso del artículo 15 sobre cambios fundamentales en las condiciones básicas que se tuvieron en cuenta para
otorgar la autorización;
- en el caso de no presentación o del rechazo de un plan de saneamiento exigido por el BCRA; y
- en el caso de aplicación de la sanción de revocación (art. 41, inc. 6Q).
Resuelta la revocación de la autorización para funcionar de una entidad financiera, ésta queda en estado de
disolución (art. 94, inc. 10, ley 19.550, t.o. Dto. 841/84). Debe, en consecuencia, procederse a su subsiguiente
liquidación.
La liquidación de una entidad financiera es judicial, a partir de la reforma de la ley 24.144, para los casos de
revocación dispuestos con posterioridad a su vigencia.
Las liquidaciones y quiebras en anteriores seguirán trami
tando por la ley anterior (ley 21.526 con la reforma de la ley 22.529), según el artículo 8º de la ley
24.144.
La quiebra de entidades se rige, a partir de la ley 24.144, por las normas comunes de la Ley de
Concursos 19.551.

1) La garantía de los depósitos

El artículo 1º de la ley 24.485 creó el Sistema de Seguro de Garantía de Depósitos, que es limitado, obligatorio y
oneroso. Limitado en cuanto al monto a devolver; obligatorio para todas las entidades financieras del sistema,
inclusive las oficiales; y oneroso en el sentido que las entidades deben costearlo con un aporte que fija el Banco
Central, con relación a los depósitos que captan.
En virtud de esa disposición legal, el Poder Ejecutivo nacional dictó el decreto 540/95 del 12-IV-1995,
estableciendo el régimen de ese seguro.
Quedan amparados en este régimen los depósitos en cuentas corrientes, a plazo fijo y en cajas de
ahorro, sean en pesos o en moneda extranjera, hasta la suma de $ 10.000, cuando sean constituidos a menos
de noventa días; y hasta la suma de $ 20.000 cuando estén constituidos a mayor plazo.

j) El Banco Central de la República Argentina

La ley 24.144 derogó la ley 20.539 y sus modificatorias que establecían la Carta Orgánica del Banco
Central y procedió a dictar una nueva regulación.
La ley, aplicando el principio contenido en la Ley de Emergencia Económica 23.697, consagra la
"autonomía" del Banco Central, aspecto de la mayor relevancia y significación, porque lo "independiza"
totalmente del Gobierno nacional.
La nueva Carta Orgánica prescribe que será su misión "primaria y fundamental" la de "preservar el valor de
la moneda". En tal sentido es de destacar la clara prohibición de otorgar préstamos al Gobierno nacional, a
las provincias y municipalidades.
El Banco sólo podrá financiar al Gobierno nacional mediante la compra a precios de mercado de títulos
negociables emitidos por la Tesorería General de la Nación, fijando un límite al crecimiento de esas tenencias,
de modo de restringir esta vía de financiamiento.
También se restringe severamente la asistencia crediticia a las entidades financieras, limitando los
redescuentos y adelantos al ciento por ciento del patrimonio neto de cada entidad y por un plazo no mayor de
treinta días. Exige, además, que en todos los casos los préstamos sean con garantías de activos.
La nueva regulación crea la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias, como órgano
"desconcentrado", dependiente del presidente del Banco Central.
En esta breve reseña no podemos omitir una referencia al nuevo texto constitucional. En la
Constitución nacional recientemente sancionada, se establece en el artículo 75, inciso 6, entre las
atribuciones del Congreso, la de "establecer y reglamentar un banco federal con facultad de emitir
moneda, así como otros bancos nacionales". De este modo se alude, en la primera parte al Banco Central de
la República Argentina.

349. COMPAÑIAS DE SEGUROS Y DE REASEGUROS

a) Régimen asegurador en el país

El ejercicio de la actividad aseguradora y reaseguradora en el país, está regido por la ley 20.091.
Sólo pueden realizar operaciones de seguros las sociedades anónimas, las cooperativas, las entidades
mutuales de seguros, las sucursales o agencias de sociedades extranjeras y los organismos o entes oficiales o
mixtos, nacionales, provinciales y municipales.

b) Autorización previa de la autoridad de control

Para poder realizar la actividad aseguradora se requiere autorización previa de la autoridad de control, que
es la Superintendencia de Seguros de la Nación.

c) Requisitos legales

Se requiere que las entidades aseguradoras se constituyan conforme uno de las formas
asociativas referidas, que tengan por objeto exclusivo efectuar operaciones de seguro o reaseguro

y que cuenten con el capital mínimo exigido por la autoridad de superintendencia.


Además deberán acreditar que los planes de seguro se ajustan a las disposiciones legales y reglamentarias;
y que su actuación es conveniente en el mercado de seguros.

d) Control exclusivo y excluyente

La Superintendencia de Seguros de la Nación es la autoridad de control de la actividad aseguradora y


reaseguradora y ejerce el control exclusivo y excluyente sobre las entidades aseguradoras y reaseguradoras.

e) Régimen de inhabilidades e incompatibilidades

La ley 20.091 establece un régimen de inhabilidades e incompatibilidades para ser promotor, fundador, director,
consejero, sindico, miembro del consejo de vigilancia, liquidador, gerente o representante de las entidades.

f) Retribución sobre la producción: prohibición

La ley 20.091 prohibe a las entidades retribuir a los directivos, síndicos, funcionarios, y personal en
general, en proporción a la producción bruta o neta, total o de cualquiera de las secciones de seguro en
particular.

g) Ramas y planes de seguros

Las entidades aseguradoras no pueden operar en ninguna rama de seguro sin estar expresamente autorizadas para
ello. Los planes de seguro y sus elementos técnicos y contractuales deben ser, también, previamente
aprobados por la Superintendencia de Seguros de la Nación.
En materia de seguros de vida, seguros de retiro y seguros que cubran la invalidez o el fallecimiento de afiliados
a las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones, están sujetos a un régimen de autorización
especial.
Están prohibidos los planes denominados "tontinarios", "de derrama" y los que incluyan sorteo. También la
cobertura de riesgos provenientes de operaciones de crédito financiero puro.
h) Pólizas

El texto de las pólizas de seguro se debe ajustar a las normas de las leyes 20.091 y 17.418, y ser aprobado
previamente por la Superintendencia de Seguros de la Nación.

i) Primas

Las primas son libremente pactadas por las entidades y sus clientes, dentro de un máximo y un mínimo
fijado por la autoridad de superintendencia. Deben ser suficientes para permitir al asegurador el cumplimiento
de las obligaciones que asume y su permanente capacitación económico-financiera.

j) Actos y operaciones prohibidos

Las entidades tienen prohibido realizar las siguientes operaciones:


1) tener bienes en condominio, sin previa autorización de la autoridad de control;
2) gravar sus bienes con derechos reales; con excepción de los inmuebles adquiridos para uso propio, en garantía
del saldo del precio;
3) emitir debentures, ni librar para su colocación letras y paga rés.
4) descontar los documentos a cobrar que sean de asegurados o terceros ni negociar los cheques que
reciban;
5) hacer frente a sus obligaciones mediante letras o pagarés propios o de terceros;
6) efectuar sus pagos de otra forma que no sea mediante cheques a la orden del acreedor;
7) recurrir al crédito bancario por cualquier causa, salvo para edificar inmuebles y previa autorización
de la autoridad de control;
8) hacer disposiciones a título gratuito, salvo contribuciones para fines benéficos o cuando lo sean con utilidades
líquidas y realizadas del ejercicio;
9) otorgar fianzas o garantizar obligaciones de terceros, salvo cuando ellas configuren operaciones de
seguro ("seguro de caución"); y
10) integrar otras sociedades, salvo las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones, o que
tengan por finalidad
la inversión en acciones en sociedades cuyo principal objeto sea la prestación de servicios públicos, o que
coticen en bolsas en el país o en el exterior.

k) Gestión de la empresa

La empresa debe mantener el capital mínimo que establezca la Superintendencia y cuando él resulte
afectado por cualquier pérdida, se emplazará a la entidad a dar explicaciones y a presentar un plan de
regularización y saneamiento.
Hasta que se cumplan las medidas de regularización y saneamiento, la autoridad de control establecerá la
indisponibilidad de las inversiones por un monto equivalente a las reservas constituidas para hacer
frente a las obligaciones con los asegurados.
Cuando la pérdida del asegurador alcance al treinta por ciento del capital mínimo, se le ordenará que se
abstenga de celebrar nuevos contratos de seguro.

1) Reservas técnicas

Las entidades deben mantener las reservas técnicas que establezca la autoridad de control, para poder
hacer frente a las obligaciones contraídas con sus asegurados.

m) Inversiones

Las entidades aseguradoras deben invertir sus reservas técnicas en títulos públicos y privados,
inmuebles para uso propio, edificación, renta o venta, préstamos garantizados con títulos valores, con
garantía hipotecaria o prendaria en primer grado y en operaciones financieras garantizadas en su
totalidad por bancos y otras entidades financieras.

350. SOCIEDADES DE AHORRO PARA FINES DETERMINADOS

a) Regulación
Las sociedades que tengan por objeto las actividades de capitalización, acumulación de fondos, de crédito
recíproco y
ahorro para fines determinados, que suponen el compromiso de aplicación de los fondos a la obtención de bienes
previamente estipulados; que impliquen el requerimiento público de dinero con la promesa de futuras
contraprestaciones, se rigen por las normas de la ley 11.672, complementaria permanente de presupuesto y
las que establezca la autoridad reglamentaria (art. 40, ley 23.270 de 1985).
La ley aludida delega en el Poder Ejecutivo Nacional, a través de la Inspección General de Justicia de la
Nación, el control y reglamentación de esas actividades (art. 6º, t.o. Dec. 1812/93, B. O., del 6-IX-93).

b) Inscripción y autorización para fúncionar

Estas sociedades se deben inscribir y deben ser expresamente autorizadas para funcionar por la Inspección
General de Justicia de la Nación.

c) Requisitos

Antes de iniciar sus actividades las entidades autorizadas a operar bajo cualquier modalidad en la
captación de fondos del público bajo promesa de prestación o beneficios fúturos, deben acreditar el
cumplimiento de los siguientes requisitos, establecidos por la Resolución General Nro. 10 de la I.G.J.:
1) seguro de caución de compañía aseguradora autorizada;
2) fianza del fabricante de los bienes que se adjudicarán, que se renovará anualmente;
3) garantía de entidad financiera autorizada.
En el caso de la fianza del fabricante, se requiere que se acredite la calificación del riesgo de cumplimientQ de
sus obligaciones, por sociedad calificadora regulada por el decreto 656/92.
Las garantías deben ser solidarias y de satisfacción "a primer requerimiento".

d> Texto de los contratos

Los modelos de los contratos en uso por las entidades deben ser previamente aprobados por la Inspección
General de Justicia de la Nación.
e) Planes de capitalización

La I.G.J. sólo aprobará planes de capitalización o de ahorro para fines determinados, que sean utilizados
para el requerimiento público de dinero, cuando ellos tiendan a crear o favorecer el ahorro o a facilitar a
sus destinatarios la posibilidad de acceder a la titularidad de bienes de capital o de consumo durable y se
cumplan las siguientes condiciones:
1) en los planes de capitalización, los contratos deben asegurar que los suscriptores puedan recuperar al finalizar
el período previsto contractualmente o anticipadamente en caso de sorteo, el recupero del dinero a valores
constantes; como también respecto de las sumas a adjudicar o reintegrar en los planes de ahorro para
fines determinados por grupos cerrados;
2) en el caso de cfrculos cerrados para la adquisición de bienes determinados, se debe asegurar el
acceso a los bienes a todos los suscriptores;
3) en el caso de renuncia o rescisión del contrato, se debe asegurar a los suscriptores el reintegro del dinero
ahorrado a valores constantes.

351. ADMINISTRADORAS DE FONDOS DE JUBILACIONES Y PENSIONES

a) Forma jurídica y objeto

La ley 24.241 modificó sustancialmente el régimen previsional argentino creando un sistema mixto,
compuesto de dos regímenes:
1) un régimen previsional público, de "reparto", a cargo del Estado nacional; y
2) un régimen previsional privado, de "capitalización" a cargo de operadores denominados
"Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones" o su sigla AFJP.
El "régimen de capitalización" creado como novedad por esta ley, se fundamenta en el derecho
del individuo a disponer libremente de sus aportes.. en su libertad de elegir el gestor u operador
que más le convenga y a mudarse de gestor cuando lo juzgue conveniente. Por eso la ley asegura a los
afiliados la libertad de optar entre uno y otro régimen previsional y elegir la AFJP que juzgue
más apta para administrar sus recursos y más segura para cumplir el pago de las prestaciones
previsionales.
Las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (en adelante AFJP) se
deben constituir como sociedades anónimas y tienen como objeto único y exclusivo:

1) Administrar un fondo que se denominará fondo de jubilaciones y pensiones; y


2) Otorgar a sus afiliados las prestaciones y beneficios previsionales que establece la
ley 24.241.

Cada AFJP podrá administrar solamente un fondo, debiendo llevar su propia


contabilidad separada de la del fondo.

No pueden formular ofertas complementarias fuera de su objeto, ni acordar sorteos,


premios u otras formas de captación indebida de afiliaciones.

Se rigen por la ley 24.241 promulgada el 13-X-93 por decreto 2091 con veto parcial, y
publicada en el B.O. el 18-X-93, con fe de erratas en B.O. del 26-X-93.

b) Participación de las entidades financieras

Las entidades financieras pueden participar en las AFJP, y dicha actividad se


considera de objeto complementario con la que realizan las entidades, pudiendo mantener
participaciones en el capital de dichas empresas (Com. "A" 2155 del BCRA).

c) Denominación

La denominación social de las AFJP debe incluir la expresión "Administradora de


Fondos de Jubilaciones y Pensiones" o la sigla "AFJP".

Está prohibido consignar nombres de personas físicas existentes; nombres o siglas de


personas jurídicas existentes o que hubieren existido durante los cinco años inmediatos
anteriores; nombres de entidades extranjeras que actúen en ramas financieras,
aseguradoras, de administración de fondos o similares; y nombres de fantasía que puedan
inducir a equívocos respecto de la responsabilidad patrimonial o administrativa de la
entidad.

d) Capital mínimo

La ley fija el capital mínimo de estas sociedades en la suma de tres millones de pesos ($
3.000.000.-), el que debe estar to
talmente suscripto e integrado en efectivo al momento de su constitución.

En caso de disminuir el capital, cualquiera fuera la causa, debe ser reintegrado dentro
de los tres meses de producido el hecho. En caso contrario la superintendencia de AFJP
debe resolver la revocación de la autorización para funcionar y liquidación de la
administradora.

e) Autorización

Las AFJP deben ser autorizadas previamente por la Superintendencia de


Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones.

La solicitante debe acreditar:

- haberse constituido como sociedad anónima o de acuerdo a otra forma jurídica


permitida si se tratara de entes provinciales o municipales.

- la integración total del capital mínimo exigido;

- se verifique que sus directores, síndicos, gerentes y miembros del consejo de


vigilancia, en su caso, no están inhabilitados:
- el cumplimiento de los niveles de idoneidad técnica para la administración y
conducción empresaria.

f) Revocación de la autorización para funcionar y liquidación

Corresponderá cuando:

1) se reduzca el capital mínimo de la administradora y no se lo reintegre dentro del


plazo establecido; y

2) registre déficit de encaje en dos o más oportunidades en el curso de un año


calendario.

La liquidación de una AFJP, ni su quiebra, afectarán a los afiliados, dada la total


independencia del "fondo de jubilaciones y pensiones con el patrimonio de la entidad
administradora.

En tales casos, los afiliados deberán elegir otra AFJP, a la que se le traspasarán los
fondos correspondientes a las cuentas personales de cada uno de ellos.
g) Régimen de comisiones

Las AFJP tiene derecho a una retribución mediante el cobro de comisiones, las que serán debitadas de
las respectivas cuentas de capitalización individual.
Las comisiones son el único ingreso de las AFJP por cuenta de sus afiliados y beneficiarios, debiendo
contemplar el financiamiento de la totalidad de los servicios, obligaciones y beneficios por los que en
definitiva resulte responsable, en favor de los afiliados y beneficiarios a ella incorporados.
El importe de las comisiones será establecido libremente por cada administradora. Su aplicación será
con carácter uniforme para todos sus afiliados o beneficiarios, salvo las situaciones que la ley o sus
normas reglamentarias prevean (art. 67 de la ley).
Existen las siguientes limitaciones:
1) sólo pueden estar sujetos al cobro de comisiones la acreditación de los aportes, la acreditación de
imposiciones voluntarias y depósitos convenidos y el pago de los retiros que se practiquen bajo la
modalidad de retiro programado;
2) la comisión por la acreditación ae los aportes obligatorios sólo se puede establecer como un
porcentaje de la base imponible que le dio origen, como una suma fija por operación o como una
combinación de ambos;
3) las comisiones por la acreditación ae imposiciones vo luntarias y aepósitos convenidos se pueden
establecer sobre la base de un porcentaje sobre los valores involucrados, una suma fija por operación,
o una combinación de ambos;
4) las comisiones por el pago ae los retiros programaaos se pueden establecer como un porcentaje
mensual sobre el saldo de la cuenta de capitalización individual del beneficiario, como una suma fija
por operación o como una combinación de ambos (art. 68).
Sobre las comisiones referidas en 2) y 4), la AFJP puede establecer un régimen de bonificación de las
comisiones. No podrá ser discriminatorio para afiliados de la misma categoría. Se establecerá como un
porcentaje de quita sobre el esquema de comisiones vigente (art. 69).
El régimen de comisiones debe ser informado por las administradoras a la superintendencia. Cualquier
modificación entrará en vigencia noventa días después de la aprobación por la superintendencia (art.
70).
Las comisiones a las que tiene derecho la administradora están exentas del impuesto al valor agregado.

h) Régimen de inversiones
El activo del fondo de jubilaciones y pensiones se invertirá de acuerdo con criterios de seguridad y
rentabilidad adecuados, respetando los límites fijados por la ley y las normas reglamentarias. Las
AFJP pueden invertir el activo del fondo administrado en:
1¾ títulos públicos emitidos por la Nación, hasta el cincuenta por ciento (50%) del
total del activo del fondo;

2) títulos valores emitidos por las provincias, municipalidades, entes autárquicos del
Estado nacional y provincial, empresas del Estado nacionales, provinciales o municipales,
hasta el treinta por ciento (30%);
3) obligaciones negociables, debentures y otros títulos valores representativos de
deuda con vencimiento a más de dos (2) años de plazo, emitidos por sociedades anónimas
nacionales, entidades financieras, cooperativas y asociaciones civiles constituidas en el país
y sucursales de sociedades extranjeras, autorizadas a la oferta pública por la Comisión
Nacional de Valores, hasta el cuarenta por ciento (40%); y a menos de dos años de plazo el
20%;

4) obligaciones negociables convertibles emitidas por sociedades anónimas nacionales,


entidades financieras, cooperativas y asociaciones civiles constituidas en el país y
sucursales de sociedades extranjeras, autorizadas a la oferta pública por la Comisión
Nacional de Valores, hasta el cuarenta por ciento (40%);

5) obligaciones negociables convertibles emitidas por empresas públicas privatizadas,


autorizadas a la oferta pública por la Comisión Nacional de Valores, hasta el veinte por
ciento
(20%);
6) depósitos a plazo fijo en entidades financieras regidas por la ley 21.526, hasta el treinta por ciento
(30%). Podrá aumentarse al Cuarenta por ciento (40%) en la medida que el excedente se destine a
créditos o inversiones en economías regionales;
7) acciones de sociedades anónimas nacionales, mixtas o privadas, cuya oferta pública esté autorizada
por la Comisión Nacional de Valores, hasta el cincuenta por ciento (50%).
La operatoria en acciones incluye a los futuros y opciones sobre estos títulos valores,
con las limitaciones que al respecto establezcan las normas reglamentarias;

8) acciones de empresas públicas privatizadas, autorizadas a la oferta pública por la


Comisión Nacional de Valores, hasta el veinte por ciento (20%);

9) cuotapartes de fondos comunes de inversión autorizados por la Comisión Nacional


de Valores, de capital abierto o cerrado, hasta un veinte por ciento (20 %);

10) títulos valores emitidos por Estados extranjeros u organismos internacionales,


hasta un diez por ciento (10 %);

11) títulos valores emitidos por sociedades extranjeras admitidos a la cotización en


mercados que la Comisión Nacional de Valores determine, hasta el diez por ciento (10%);
12) contratos que se negocien en los mercados de futuros y opciones sujetos al contralor y supervisión
oficial y en las condiciones y sectores que ésta establezca y reglamente, hasta el diez por ciento (10%);
13) cédulas hipotecarias, letras hipotecarias y otros títulos valores que cuenten con
garantía hipotecaria o cuyos servicios se hallen garantizados por participaciones en
créditos con garantía hipotecaria, autorizados a la oferta pública por la Comisión
Nacional de Valores, hasta el cuarenta por ciento (40%);

14) títulos valores representativos de cuotas de participación en fondos de inversión


directa, de carácter fiduciario y singular, con oferta pública autorizada por la Comisión
Nacional de Valores, hasta un diez por ciento (10%);

Todos los títulos valores, públicos o privados que puedan ser objeto de inversión por
parte de los fondos de jubilaciones y pensiones, deben estar autorizados para la oferta
pública y ser transados en mercados secundarios transparentes, que brinden diariamente
información veraz y precisa sobre el curso de las cotizaciones en forma pública y accesible
al público en general.

La Comisión Nacional de Valores determinará los mercados que reúnen los requisitos
enunciados en el artículo 78.

Los títulos de deuda deben haber sido objeto de calificación previa por sociedades
inscriptas en el Registro de Sociedades Calificadoras de Riesgo previsto en el artículo 5Q,
decreto 656/92.
La CNV dictará las normas reglamentarias, que deberán atender a las condiciones de
garantía de los títulos, no solamente en relación a aquellas garantías especiales que
pudieran
contener sino también a las que responden a la organización y administración de la sociedad, la
existencia de accionistas mayoritarios, enunciación de su política de inversiones y distribución de
utilidades y una adecuada apertura del capital.
En el caso de los Fondos Comunes de Inversión se tendrá especialmente en cuenta el grado de
diversificación de riesgo de su cartera, así como las características especiales del fondo en cuanto a su
política de inversiones.
En el caso de los Fondos de Inversión Directa se tendrá en cuenta la naturaleza y demás características
de los proyectos de inversión, que a través de los mismos se encaren, así como también la solvencia
técnica y económica de sus operadores y todo otro elemento relevante para evaluar el riesgo de los
mismos.
Las calificaciones efectuadas por las sociedades calificado-ras de riesgo, serán presentadas a la CNV
para su aprobación, si ello es exigido por las normas reglamentarias, de acuerdo con las disposiciones
que al respecto en ellas se incluyan.

El activo del fondo de jubilaciones y pensiones no podrá ser invertido en:

1) acciones de otras AFJP;

2) acciones de compañías de seguros;

3) acciones de sociedades gerentes de fondos de inversión, ya sean comunes o directos,


de carácter fiduciario y singular;

4) acciones de sociedades calificadoras de riesgo;

5) títulos valores emitidos por las sociedades controlantes, controladas o vinculadas de


la respectiva administradora, ya sea directamente o por su integración dentro de un grupo
económico sujeto a un control común;

6) acciones preferidas;

7) acciones de voto múltiple.

En ningún caso las AFJP podrán realizar operaciones de caución bursátil o


extrabursátil con los títulos valores que con-formen el activo del fondo de jubilaciones y
pensiones, ni operaciones financieras que requieran la constitución de prendas o
gravámenes sobre el activo del fondo.

Además existen limitaciones por emisores y por tipo de títulos.

El control de las inversiones realizadas por las AFJP corresponderá a la


superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (art. 80).
i) El fondo de jubilaciones y pensiones

El fondo de jubilaciones y pensiones es un patrimonio independiente y distinto del


patrimonio de la administradora y pertenece a los afiliados. La AFJP no tiene derecho de
propiedad alguno sobre él. Los bienes y derechos que componen el patrimonio del fondo
de jubilaciones y pensiones serán inembargables y estarán sólo destinados a generar las
prestaciones de acuerdo con las disposiciones de la ley (art. 82).
El fondo de jubilaciones y pensiones está constituido por:
1) los aportes destinados al Régimen de Capitalización, lás imposiciones voluntarias que realicen los
afiliados y depósitos convenidos que efectúen terceros (los empleadores, por ejemplo);
2) los fondos correspondientes a los afiliados que hayan ejercido la opción de traspaso desde otra
administradora;
3) la integración de los capitales complementarios y de recomposición establecidos en los artículos 92
y 94 de la ley;
4) la rentabilidad correspondiente a las inversiones efectuadas;
5) las transferencias de fondos provenientes del encaje en las condiciones establecidas en el artículo 90
de la ley;
6) las transferencias de recursos provenientes del fondo de fluctuación de acuerdo con lo previsto en
los artículos 88 y 90 de la ley;
7) las integraciones del Estado nacional en las condiciones establecidas en los incisos a) y b) del
artículo 124 de la ley (art. 83).

Se deducirán del patrimonio del fondo los siguientes conceptos:


1) las sumas correspondientes al pago de las comisiones a la administradora;
2) la transferencia de fondos a las compañías de seguro de retiro correspondientes a los afiliados que
opten por la modalidad de renta vitalicia previsional;
3) el pago de las prestaciones que se rijan por las modalidades de los incisos b) y c) del artículo 100 de
la ley;
4) el pago de las sumas correspondientes a la transmisión hereditaria conforme a lo previsto por el
artículo 54 de la ley;
5) las transferencias de los fondos correspondientes a los afiliados que hayan ejercido la opción de
traspaso hacia otra administradora;
6) las sumas correspondientes a la parte del saldo de las cuentas de capitalización individual que deban
ser transferidas al Sistema Unico de Seguridad Social, en virtud de lo establecido en el artículo 126 de
la ley.
Los derechos de copropiedad de cada uno de los afiliados o beneficiarios sobre el fondo de
jubilaciones y pensiones respectivo serán representados por cuotas de igual valor y características. El
valor de las citadas cuotas se determinará en forma diaria sobre la base de la valoración de las
inversiones representativas del respectivo fondo de jubilaciones y pensiones. Al iniciar su
funcionamiento una administradora, deberá definir el valor inicial de la cuota del fondo de
jubilaciones y pensiones que administre, el que se corresponderá a un múltiplo entero de diez pesos
($10).
El valor promedio para un mes calendario de la cuota de un fondo, se determinará dividiendo la suma
del valor de la cuota de cada día del respectivo mes, por el número de días del mes (art. 85).
Se define como rentabilidad del fondo al porcentaje de variación durante los últimos doce (12) meses
del valor promedio de su respectiva cuota. El cálculo de este índice y todos los que de él deriven se
realizará mensualmente.
La rentabilidad promedio del sistema se determinará calculando el promedio ponderado de la
rentabilidad de cada fondo según el mecanismo que establezcan las normas reglamentarias.
Las administradoras serán responsables de que la rentabilidad del respectivo fondo no sea inferior a la
rentabilidad mínima del sistema. Esta responsabilidad se determinará en forma mensual.
Se define como rentabilidad mínima del sistema al setenta por ciento (70%) de la rentabilidad
promedio del sistema o a la rentabilidad promedio del sistema menos dos (2) puntos porcentuales, de
ambas la que fuese menor.
Los requisitos de rentabilidad mínima no serán de aplicación a las administradoras que cuenten con
menos de doce (12) meses de funcionamiento (art. 86).
Con el objeto de garantizar la rentabilidad mínima a que se refiere el punto anterior, existirá
para cada fondo de jubilacio
nes y pensiones un "fondo de fluctuación" que será parte integrante de aquél (art. 87).
El fondo de fluctuación se constituirá en forma mensual y siempre que la rentabilidad del fondo fuese
positiva. Este se integrará con todo exceso de la rentabilidad del fondo sobre la rentabilidad promedio
del sistema incrementada en un treinta por ciento (30%) o la rentabilidad promedio del sistema incre-
mentada en dos (2) puntos porcentuales, de ambas la que fuese mayor. Tendrá los siguientes destinos:
1) cubrir la diferencia entre la rentabilidad mínima del sistema y la rentabilidad del fondo, en caso de
que esta última resultare menor;
2) incrementar, en la oportunidad que la administradora así lo considere conveniente, la rentabilidad
del fondo en un mes determinado;
3) acreditar obligatoriamente como cuotas adicionales en las cuentas de capitalización individual de
los afiliados;
4) imputar al fondo de jubilaciones y pensiones el saldo total del fondo de fluctuación a la fecha de
liquidación o disolución de la administradora (art. 88).

j) El encale

Las administradoras deberán integrar y mantener en todo momento, un activo equivalente por lo
menos al dos por ciento (2%) del fondo de jubilaciones y pensiones respectivo, el cual se denominará
"encaje". Este encaje nunca podrá ser inferior a tres millones de pesos ($ 3.000.000) y tendrá por
objeto responder a los requisitos de rentabilidad mínima (art. 86 de la ley).
El cálculo del encaje se efectuará en forma semanal teniendo en cuenta el valor promedio del fondo
durante los quince (15) días corridos anteriores a la fecha de cálculo (art. 89).
El monto del encaje deberá ser invertido en los mismos instrumentos autorizados para el fondo y con
iguales limitaciones. El encaje es inembargable (art. 89).
Cuando la rentabilidad del fondo fuere en un mes dado, inferior a la rentabilidad mínima del sistema y
esta diferencia no pudiere ser cubierta con el respectivo fondo de fluctuación, la administradora deberá
aplicar los recursos del encaje que sean necesarios a tal efecto.
Se disolverá de pleno derecho la administradora que no hubiere cubierto la rentabilidad mínima del
sistema o recompuesto el encaje dentro de los quince (15) días siguientes al de su afectación, debiendo
liquidarse la sociedad (art. 90).

k) Las prestac¡ones

Las prestaciones de jubilación ordinaria, retiro por invalidez y pensión por fallecimiento establecidas
en la ley para el régimen de capitalización se financiarán con el saldo de la cuenta de capitalización
individual del afiliado, conforme al artículo 27 de la ley.
Respecto de la jubilación ordinaria y de la pensión por fallecimiento que de ella se derive, el saldo de
la cuenta de capitalización individual estará constituido por el capital acumulado.
Respecto del retiro por invalidez y de la pensión por fallecimiento del afiliado en actividad, el saldo de
la cuenta de capitalización individual estará constituido por el capital acumulado más el capital
complementario que deba integrar la administradora y que proviene del seguro obligatorio constituido
a ese fin.

1) Seguro colectivo por invalidez y fallecimiento

Con el fin de garantizar el financiamiento integro de las obligaciones cada AFJP deberá contratar, a
través de las compañías de seguros autorizadas por la Superintendencia de Seguros de la Nación -
artículo 175-, una única póliza de seguro colectivo de invalidez y fallecimiento, mediante una
licitación cuyas bases deberán publicarse en uno de los diarios de mayor circulación en el país y del
domicilio de la administradora, pudiendo ésta optar por cualquiera de las propuestas que se ajusten a
las mencionadas bases (art. 99, primer párrafo).
El seguro colectivo contratado no exime en forma alguna a la administradora de las responsabilidades
y obligaciones establecidas en la ley.

m) Modalidad de las prestaciones

Los afiliados que cumplan los requisitos para la jubilación ordinaria y los
beneficiarios declarados inválidos mediante dictamen definitivo de invalidez, podrán
disponer del saldo de su
cuenta de capitalización individual a fin de acceder a su respectiva jubilación o retiro por invalidez,
según corresponda, de acuerdo con las modalidades que se detallan en los incisos siguientes:
1) renta vitalicia previsional;
2) retiro programado;
3) retiro fraccionario.
La renta vitalicia previsional es aquella modalidad de jubilación o retiro definitivo por invalidez que
contrata un afiliado con una compañía de seguros de retiro, de acuerdo con las siguientes pautas:
1) el contrato será suscripto en forma directa por el afiliado con la compañía de seguros de retiro de su
elección, conforme a los procedimientos que establezcan las normas reglamentarias. Una vez
notificada la administradora por el afiliado y la correspondiente compañía, quedará obligada a
traspasar a ésta los fondos de la cuenta de capitalización individual del afiliado que correspondan; y
2) a partir de la celebración del contrato de renta vitalicia previsional la compañía de seguros de retiro
será única responsable y estará obligada al pago de la prestación correspondiente al beneficiario desde
el momento en que suscriba el contrato y hasta su fallecimiento, y a partir de éste al pago de las
eventuales pensiones por fallecimiento a los derechohabientes del causante al momento en que se suscribió
el contrato. El haber de las pensiones se fijará en función de los porcentajes establecidos en eJ artículo 98,
los que se aplicarán sobre el haber de la prestación del causante;
3) para el cálculo del importe de la prestación a ser percibida bajo la modalidad de
renta vitalicia previsional, deberá considerarse el total del saldo de la cuenta de capitalización del
afiliado.

El "retiro programado" es la modalidad de jubilación o retiro definitivo por invalidez que acuerda el
afiliado con una administradora, de conformidad con las siguientes pautas:
1) la cantidad de fondos a ser retirada mensualmente de la cuenta de capitalización individual, se fijará en
un importe de poder adquisitivo constante durante el año y resultará de relacionar el saldo efectivo de la
cuenta del afiliado a cada año, con el valor actuarial necesario para financiar las correspondientes
prestaciones. El afiliado podrá optar por retirar una suma inferior a la que surja del cálculo
mencionado anteriormente;
2) la superintendencia de administradoras determinará la forma de cálculo y bases
técnicas para la determinación del valor actuarial necesario, el que deberá contemplar en
virtud de los derechohabientes del afiliado definidos en el artículo 53 de la ley, el pago de
las eventuales pensiones por fallecimiento que se pudieran generar;
3) el afiliado que en el momento de ejercer la modalidad de retiro programado, registre un saldo tal en
su cuenta de capitalización individual que le permita financiar una prestación no inferior al setenta por
ciento (70%) de la respectiva base jubilatoria definida en el inciso d) del artículo 101 y a tres (3) veces
el importe de la máxima prestación básica universal, podrá disponer libremente del saldo excedente, el
que no podrá superar a quinientas (500) veces el importe de la máxima prestación básica universal en
el mes de cálculo (art. 102 de la ley).
El "retiro fraccionario" es la modalidad de jubilación o retiro definitivo por invalidez
que acuerda el afiliado con una administradora de conformidad con las siguientes pautas:
1) sólo podrán optar por esta modalidad los afiliados cuyo haber inicial de la prestación, resulte
inferior al cincuenta por ciento (50%) del equivalente a la máxima prestación básica universal;
2) la cantidad de fondos a retirar mensualmente de la cuenta de capitalización
individual, será equivalente al cincuenta por ciento (50%) del haber correspondiente a la
máxima prestación básica universal vigente al momento de cada retiro;

3) la modalidad de retiro fraccionario se extinguirá cuando ocurra uno de los


siguientes eventos:
- cuando se agote el saldo de la cuenta de capitalización individual.

- cuando se produzca el fallecimiento del beneficiario, oportunidad en la cual el saldo


remanente de la cuenta será entregado a los derechohabientes del causante;
- los retiros fraccionarios no estarán sujetos a comisiones por parte de la administradora (art. 103).

n) Particularidad del régimen de capitalización

En caso de no existir beneficiarios de pensión por fallecimiento, el saldo remanente de la cuenta


de capitalización individual se abonará a los herederos del causante declarados judi
cialmente (art. 105, inc. 2º). Esto no ocurre en el régimen de "reparto" donde si fallece el afiliado y no hay
herederos con derecho a pensión (esposa, hijos menores de edad o inválidos), los aportes realizados se
pierden.

ñ) Tratamiento imposit¡vo

1) De los aportes: la porción de la remuneración y renta destinada al pago de los aportes


previsionales establecidos en el artículo 11 de la ley, correspondientes a los trabajadores com-
prendidos en el SIJP, será deducible de la base imponible a considerar por los respectivos sujetos en el
impuesto a las ganancias (art. 112, primer párrafo).
2) De las contribuciones patronales: las contribuciones previsionales a cargo de los empleadores,
constituirán para ellos, un gasto deducible en el impuesto a las ganancias (art. 112, segundo párrafo).
3) De las imposiciones voluntarias: Las imposiciones voluntarias que realice cada afiliado con
destino al régimen de capitalización serán deducibles de la respectiva base del impuesto a las
ganancias (art. 113, primer párrafo).
4) De los depósitos convenidos: estos depósitos que pueden realizar los empleadores u otras
personas, con destino al régimen de capitalización, no constituyen remuneración para ningún efecto
legal y no se considerarán renta del afiliado a los efectos tributarios, y constituyen para quien los efectúe
un gasto deducible para el impuesto a las ganancias (art. 113, segundo párrafo).
5) De la renta del foado: los incrementos que experimenten las cuotas de los fondos de jubilaciones y
pensiones no constituirán renta a los efectos del impuesto a las ganancias (art. 114).
6) De las prestaciones: las jubilaciones, retiros por invalidez, pensiones por fallecimiento y demás
prestaciones otorgadas conforme a la ley, estarán sujetas en cuanto corresponda, al impuesto a las
ganancias (art. 115).
7) De las comisiones: las comisiones a las que tiene derecho la administradora están exentas del impuesto al
valor agregado.
La parte de las comisiones destinadas al pago de las primas de los seguros por invalidez y fallecimiento, no
constituirá retribución para la administradora a los efectos impositivos (art. 116).
o) De la Superintendencia de AFJP
La ley 24.241 creó la Superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones
y Pensiones.

El control de todas las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones será


ejercido por esa superintendencia. Su misión es supervisar el estricto cumplimiento, por parte
de las entidades vinculadas a la operación del régimen de capitalización, de la ley 24.241 y de las
normas reglamentarias que en su consecuencia se dicten; procurar prevenir sus eventuales
incumplimientos y actuar con rapidez y eficiencia cuando estos incumplimientos se
verifiquen, en salvaguarda exclusiva y excluyente de los intereses de las personas incorporadas
como aportantes o beneficiarios al régimen de capitalización, procurando que la
efectivización de la garantía estatal sea lo menos onerosa posible al erario público.

p) Garantías del Estado nacional

El Estado nacional garantiza a los afiliados al régimen de capitalización:


1) Una rentabilidad mínima, sobre los fondos que los afiliados o beneficiarios mantuvieran invertidos,
cuando una administradora, agotados los mecanismos previstos en la ley, no pudiera cumplir con esa obligación.
2) La integración en las cuentas de capitalización individua4 de los correspondientes capitales
complementarios y de recomposición, así como también el pago de todo retiro transitorio por invalidez, en
el caso de quiebra de una administradora e incumplimiento de la compañía de seguros de vida (art.
124, inc. b).
3) El pago de las jubilaciones, retiros por invalidez y pensiones por fallecimiento de los beneficiarios que
hubieren optado por la modalidad de renta vitalicia previsional, en caso que por declaración de quiebra o
liquidación por insolvencia, las compañías de seguros de retiro no dieren cumplimiento a las obligaciones
emanadas de los contratos celebrados con los afiliados en las condiciones establecidas por la ley.
4) Un naber mínimo: el Estado nacional garantiza el otorgamiento de haberes mínimos a los afiliados que
cumplen los requisitos de edad y aportes fijados en la ley.
352. SOCIEDADES CALIFICADORAS DE RIESGOS

a) Concepto

Son sociedades constituidas como anónimas, con el objeto social exclusivo de calificar títulos valores u otros
riesgos, creadas por el Decreto 656-92, que deben estar inscriptas en el Registro especial a cargo de la
Comisión Nacional de Valores.
El decreto citado estableció que a partir del 1 de setiembre de 1992, o fecha posterior que fijara la CNV, no se
otorgaría autorización de oferta pública para ninguna emisión de títulos valores privados representativos de
deuda (debentures, obligaciones negociables, títulos de deuda de corto plazo - commercial papers - y
bonos de suscripción) sin la previa presentación de dos calificaciones de riesgo otorgadas por
sociedades calificado-ras distintas e independientes, habilitadas a tal fin. También se deben calificar
las obligaciones negociables, o cualquier otro título convertible en acciones, destinados a ser ofrecidos
públicamente, mientras haya otros títulos de la misma clase que no hayan sido convertidos (art. 1º, Dec. 656-92).

b) Requisitos para la inscripción en el registro

Estas sociedades se deben inscribir en un registro que lleva la Comisión Nacional de


Valores y para ello deberán reunir los siguientes requisitos:
1) ser sociedad anónima, con acciones nominativas no endosables o escriturales;
2) tener como objeto social exclusivo el de calificar títulos valores u otros riesgos;
3) incluir en su denominación la expresión calificadora de riesgo;
4) tener un patrimonio mínimo de doscientos cincuenta mil pesos ($ 250.000);

5) contar con una infraestructura adecuada; y manual de procedimientos de


calificación. (art. 6º, Dto. 656).
Además deberán acompañar una declaración jurada sus-cripta por cada director, gerente, accionista o integrante
del consejo de calificación en la que conste que el firmante no está alcanzado por las incompatibilidades a que se
refieren los arts. 11 y 12 del decreto 656 (RO 197 de la CNV de fecha 4-V-1992).
c) Categorías de títulos

Los títulos se calificarán en cinco categorías, denominadas A, B, C, D y E. La calificación A corresponde a


títulos de mejor calidad y más bajo riesgo y en orden decreciente, la calificación D corresponde a los títulos de
menor calidad y mayor riesgo. La calificación E corresponderá a títulos de emisoras que no hayan cumplido los
requisitos de información necesarios para la calificación. Para la calificación se tendrá en cuenta la
solvencia y capacidad de pago de la emisora; rentabilidad, calidad gerencial y de organización de la
empresa; el contexto económico en el que opera; características del título, su liquidez en el mercado y
las garantías (art. 13, Dto. 656).

d) Facultades de la CNV
La CNV determinará las características y los procedimientos generales de calificación
para cada una de las categorías y
podrá establecer distintas subcategorias de calificación (art. 15,
Dto. 656).

e) Sociedades extranjeras
Las sociedades calificadoras constituidas en el extranjero podrán solicitar su inscripción y autorización para
actuar como tales en el país, acreditando el cumplimiento de los recaudos referidos y además:
1) haberse constituido de acuerdo con las leyes de su país de origen;
2) haber actuado como sociedad calificadora durante dos años;

3) no registrar sanciones en su país de origen, en los últimos dos años; y

4) cumplir las reglas para las sociedades extranjeras que realizan actividad habitual
en el país (art. 21, Dec. 656).

1) Dictamenes: contenido
La calificación de acciones, de otros títulos valores y de otros riesgos, se debe basar en
los procedimientos descriptos en el Manual de Procedimientos que la calificadora haya
registrado ante la CNV.
Los dictámenes de calificación por cada emisor se efectuarán al menos trimestralmente.
Se deben considerar en los dictámenes, los datos que surjan de los balances de la sociedad emisora y de los
demás antecedentes obtenidos por la calificadora.
El dictamen debe mencionar qué fuentes de información fueron tomadas en cuenta
para la obtención de los datos utilizados.

Se debe hacer referencia a los distintos análisis efectuados en cada una de las etapas
del proceso de calificación previstas en el respectivo Manual (Resolución General Nro. 221 de
la Comisión Nacional de Valores, B.O. 28-X-92).

353. SOCIEDADES QUE HACEN OFERTA PUBLICA

En este punto analizaremos las sociedades anónimas que hacen oferta pública de los
títulos valores que emitan (acciones, obligaciones negociables, debentures, etc.), que están sujetas
a la fiscalización de la Comisión Nacional de Valores y deben cumplir las normas reglamentarias que
dicte ese organismo público.

a) Ley 17.811

La oferta pública de títulos valores se rige por la Ley 17.811 de 1968, que organiza
este mercado, regula la actividad de sus operadores y crea también una autoridad de
superintendencia denominada Comisión Nacional de Valores (CNV).

b) Oferta pública

1) Concepto: Se considera oferta pública a la invitación que se hace a personas en general o a


sectores o grupos determinados para realizar cualquier acto jurídico con títulos valores, efectuada por
los emisores o por las organizaciones unipersonales o sociedades dedicadas en forma exclusiva o
parcial al comercio de aquéllos, por medio de ofrecimientos personales, publicaciones periodísticas,
transmisiones radiotelefónicas o de televisión, proyecciones cinematográficas, colocación de afiches,
letreros o carteles, programas, circulares y comunicaciones im
presas o cualquier otro procedimiento de difusión (art. 16, ley
17.811).
El Decreto 2284-91 (art. 80) estableció ademós, que se considera oferta pública comprendida en el artículo 16,
ley 17.811, a las invitaciones que se realicen del modo descripto en dicna norma respecto de actos furidicos con
contratos a término, futuros u opciones, de cualquier naturaleza. Finalmente faculta a la CNV a establecer
los casos en que una invitación a realizar actos jurídicos con títulos valores no constituye oferta
pública.
La amplitud de la norma no significa que cualquier ofrecimiento a realizar actos con títulos valores
efectuado en forma pública califique a éstos como incluidos en el régimen de oferta pública, para lo
cual necesariamente deben contar con la correspondiente autorización, sino más bien, como una
facultad de la CNV para obligar al que realiza la oferta en esta forma a cumplir con los requisitos
legales y reglamentarios establecidos o cesar en su actividad (art. 4º de las Normas de la CNV).
2) Interpretación de términos: El término "entidafes abiertas" identifica en las Normas de la CNV a las
sociedades por acciones, cooperativas o asociaciones que están autorizadas a hacer oferta pública de
sus valores mobiliarios; y "sociedades abiertas" a las sociedades por acciones autorizadas para efectuar
oferta pública de sus valores mobiliarios.
Los términos "valores"y “valores mobiliarios" a los efectos de las Normas, se refieren tanto a los títulos
valores, como a todos los activos escriturales de crédito, participación social o representativos de bienes,
emitidos en serie, negociables en igual forma y con los mismos efectos que los títulos valores (art. 1º de las
Normas, RG 131).
El término "oferta pública" identifica a toda invitación efectuada a personas en general o a sectores o grupos
determinados para realizar cualquier acto juridico con tftulos valores, así como a la invitación vinculada con
operaciones a término, en futuros u opciones, sobre productos y subproductos (RG 219).
La palabra "Comisión" identifica a la Comisión Nacional de Valores.
El término "entidad autorregulada" identifica tanto a las bolsas de comercio autorizadas a cotizar títulos valores,
y mercados de valores adheridos a aquéllas, como a los mercados autorregulados no bursátiles autorizados a
actuar como tales por la
CNV (RG 211).
Los términos 'productos " y "subproductos" comprenden a los del reino animal, mineral o vegetal, activos
financieros, monedas, metales preciosos, otros activos e índices representativos, así como los derechos emanados
de ellos.
Por "gn¿po" o "gn¿po de control" en materia societaria, se debe interpretar aquel conjunto de personas que
poseen individual o conjuntamente, según el caso, una participación en el capital social, por cualquier título, que
les otorgue los votos necesarios para formar la voluntad social en las asambleas ordinarias de accionistas (Res.
Gral. 219 de la CNV).
3) Títulos que se pueden ofrecer: Pueden ser objeto de oferta pública únicamente los títulos valores
emitidos en masa (o en serie), que por tener las mismas características y otorgar los mismos derechos
dentro de su clase, se ofrecen en forma genérica y se individualizan en el momento de cumplirse el contrato
respectivo. Pueden ser títulos valores cartulares o escriturales, de crédito, participación social o representativos
de bienes (art. 17, ley 17.811 y artículo 1º, inc. b de las Normas, Res. Gral. 131).
No puede ser ofrecido en oferta pública ningún título si la emisora no cuenta con la autorización previa de la
Comisión Nacional de Valores para emitir títulos y lanzarlos a la oferta pública y si el propio título ofertable no
cuenta con dicha autorización.
A partir del 1 de marzo de 1993 es requisito imprescindible para negociar títulos valores en todo el país, la
obtención previa de la autorización de oferta pública por parte de la CNV y según el caso, de cotización en una
Bolsa de Comercio o en una entidad autorreguiada no bursátil autorizada (Res. Gral. 210, artículo 4º).
4) Libertad de emisión: El artículo 40 de la Ley de Emergen-cia Económica 23.692; permite a las
sociedades de capital y cooperativas emitir títulos valores en serie ofertables públicamente en los tipos y
condiciones que ellas elijan, facultad que debe ejercerse conforme a la Ley de Oferta Pública 17.811.
Dicho norma establece: "Las sociedades de capital y cooperativas tendrán libertad para emitir títulos valores en
serie ofertables públicamente, en los tipos y con las condiciones que ellas mismas elijan. Se comprende en esta
facultad a la denominación del tipo o clase de títulos, su forma de circulación, garantías, rescates, plazos de
convertibilidad o no, derechos de los terceros portadores y cuantas más regulaciones hagan a la configuración de
los derechos de las partes interesadas".
El Decreto 289/90 reglamentó el artículo 40 de la ley 23.697 y en forma especial estableció que dicha
facultad será ejercitada "...siempre que su tipo, denominación y condiciones no se confundan con el tipo,
denominación y condiciones de títulos previstos en la legislación vigente" (art. 1º).
5) Objeto de la oferta: Son títulos ofertables las acciones, ordinarias, preferidas, de participación,
rescatables y no rescatables; las obligaciones negociables, en sus distintas modalidades; los títulos de deuda de
corto plazo; los bonos con opción de suscripción; y los títulos públicos.
Los valores mobiliarios a emitirse deberán gozar, para su oferta pública, de iguales derechos que los de su
misma clase que se encuentran en circulación, salvo excepciones establecidas en los reglamentos de las bolsas y
entidades autorreguladas (art. 13 de las Normas).
6) Calificación de riesgos: A partir del primero de setiembre de 1992, no se otorga autorización de oferta
pública para ninguna emisión de títulos valores privados representativos de deuda (obligaciones negociables,
commercial papers, debentures, bonos con opción de suscripción, etc.) sin la previa presentación de dos
calificaciones de riesgo otorgadas por sociedades calificadoras distintas e independientes habilitadas a tal efecto
por la CNV (Dec. 656-92).
7) Actos violatorios: Se consideran violatorios de la Ley
17.811 cualquier acto o práctica que afecte o pueda afectar el normal desenvolvimiento de la oferta o
negociación de valores, sea que ellos fueren ejecutados por personas físicas o jurídicas, actuando directa o
indirectamente, o a través de cualquier medio o instrumento (art. 7Q, de las Normas de la CNV).
8) Mercados de negociación: Los emisores tendrán, en todos los casos, libertad para elegir el ámbito en los
que negociarán sus títulos valores (Res. Gral. 201, artículo 4º).
Las emisoras deben obtener autorización para cotizar sus títulos valores en una entidad autorregulada. Las que
no hayan obtenido cotización otorgada por una Bolsa o entidad autorregulada no bursátil, tienen prohibido
negociar esos títulos valores (Res. Gral. 201, artículo 5Q).
No es necesario contar con la autorizacion de cotización en un mercado autorregulado cuando se trate de emisión
de obligaciones negociables y otros títulos de deuda privada.
Las Bolsas y mercados autorregulados donde cotice un título valor podrán suscribir convenios con otras
Bolsas y mercados autorregulados para autorizar su negociación en esos ámbitos. Dichos convenios requerirán la
conformidad previa del emisor y la aprobación de la CNV (Res. Gral. 210, artículo 6Q).
9) Secciones de cotización: Las emisoras deben cotizar en la Sección Especial o en la Sección General,
según corresponda.
10) Ingreso a la oferta pública: Las sociedades que quieren negociar públicamente los valores que emiten
en serie (acciones, debentures u obligaciones negociables), deben obtener, en primer lugar, autorización para
ingresar al régimen de oferta pública y luego solicitar la autorización específica de dichos valores.
La decisión de ingresar al régimen de oferta pública es independiente de la autorización específica para hacer
oferta pública de determinados valores mobiliarios, los que en cada caso requieren una autorización
particular (art. 19 infine, ley 17.811).
La autorización genérica la otorga la Comisión Nacional de Valores previa presentación de la solicitud
respectiva y de acreditar una serie de extremos vinculados con aspectos societarios y patrimoniales.
La solicitud debe contener un detalle de los antecedentes generales, económicos y financieros, hechos relevantes
o esenciales y documentación adicional. Debe ser acompañada por una carta firmada por el representante legal
de la emisora o quien legalmente lo reemplace y contener toda la información requerida en el artículo 8 de las
Normas (Res. Gral. 211).
Se debe proporcionar la siguiente información (art. 8 de las Normas de la CNV).
- Identificación de la emisora:
- Información societaria;
- Titularidad del capital;
- Información adicional; etcétera.
La sociedad que solicita autorización para ingresar al régimen de la oferta pública debe acompañar la siguiente
documentación:
- Copia de la resolución del órgano societario que tomó la decisión.
- Los estados contables correspondientes a los tres últimos ejercicios o desde la constitución de la
sociedad si su antigüedad fuere menor. La CNV puede requerir la presentación de estados contables proyectados
para los próximos tres ejercicios
anuales o por el plazo total de la nueva emisión que se solicita, no pudiendo ser inferior a un año (Res.
Gral. 230).
- Un ejemplar de los estatutos.
- Nómina de los integrantes de los órganos de administración y fiscalización, titulares y suplentes y
gerentes.
- En el caso de sociedades que prevean cotizar en la Sección Especial para nuevos proyectos de una bolsa
de comercio se debe adjuntar estudio de factibilidad técnica, financiera y económica del proyecto, realizado por
consultores profesionales independientes.
- Demostrar que se trata de un empresa en marcha con una organización técnica y administrativa
adecuada, un mercado para su producción o servicios y una situación patrimonial y financiera de la
que surjan razonables perspectivas de obtener utilidades.
- Describir las actividades de la empresa; etcétera (art. 89 de las Normas de la CNV; Resoluciones
Generales 211 y 230 de la CNV).
Ii) Procedimiento de ingreso: La solicitud de autorización debe ser presentada ante la entidad
autorregulada en la que el emisor solicitará cotización de los títulos valores objeto de la emisión. La emisora,
simultáneamente a esa presentación, debe notificar a la CNV que ha efectuado la misma (Res. Gral. 211, artículo
8º bis).
Por un convenio celebrado entre la Comisión Nacional de Valores y la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la
presentación se hace ante la Bolsa en doble juego de ejemplares. La emisora debe presentar ante la Comisión
Nacional de Valores una copia de la solicitud con constancia de su recepción expedida por la Bolsa y número de
expediente iniciado ante ella (Res. Gral. 215, cláusulas primera a séptima del Convenio).
La entidad autorregulada debe proceder al examen de la solicitud y de la documentación acompañada por la
emisora y elaborará un dictamen precalificatorio, pronunciándose respecto de si a su juicio, la emisora
cumple con los requisitos sustanciales y formales establecidos en la ley 17.811 y en las Normas de la CNV para
su admisión al régimen de oferta pública; y la decisión de la entidad autorregulada de otorgar cotización a los
títulos valores comprendidos en la solicitud en forma automática una vez otorgada la autorización de oferta
pública por parte de la CNV (cláusulas la, 2a, 3a, y 4a).
El dictamen precalificatorio debe ser elevado por la entidad autorregulada a la CNV en un plazo no mayor de
veinte días hábiles administrativos desde la fecha en que quedó completada la documentación e información
exigibles (cláusula tercera del Convenio).
La CNV podrá requerir a la entidad autorregulada o a la emisora que presenten información adicional o cumplan
con otros requisitos (cláusula séptima del Convenio).
Si la CNV no requiriera información adicional ni formulara objeción alguna dentro del plazo de diez días hábiles
administrativos, el ingreso al régimen de la oferta pública o, en su caso, la oferta pública de la emisión,
quedará autorizada automáticamente. También quedará autorizado el ingreso o la emisión, si dentro de
los días días hábiles posteriores a la presentación de la información adicional o requisitos exigidos por
la CNV, ésta no hubiera efectuado nuevas observaciones (cláusula 7a. del Convenio).
Este procedimiento para el ingreso al régimen de oferta pública es aplicable para las solicitudes de nuevas
emisiones de títulos valores de emisoras ya autorizadas a hacer oferta pública.
12) Dispersión del capital. Es requisito, tanto para el ingreso al régimen de oferta pública como para la
permanencia en él, el mantenimiento de las siguientes metas mínimas de dispersión de la propiedad de su capital
accionario. Este requisito debe ser cumplido también por las emisoras de títulos de deuda convertibles en
acciones (art. 8º ter de las Normas de la CNV).
Las sociedades que soliciten autorización para cotizar o que coticen sus títulos en la Sección General de
cotización de una entidad autorregulada, deberán mantener las siguientes metas mínimas de dispersión:
- En el caso de acciones con derecho a voto, un mínimo de ciento cincuenta titulares no vinculados entre
sí por acuerdos relativos al gobierno o administración de la sociedad, o, en defecto de ese número, una
dispersión del veinte por ciento del capital social entre accionistas no vinculados entre sí.
- En el caso de acciones sin derecho a voto, un mínimo de doscientos titulares no vinculados entre si o,
en defecto de ese número, una dispersión del treinta por ciento del capital social representado por dichas
acciones entre accionistas no vinculados entre sí.
Las sociedades que soliciten autorización para cotizar o que coticen sus títulos valores en la "Sección
Especial" de cotización de una entidad autorregulada, deberán mantener la siguiente dispersión de su capital:
- En el caso de acciones con derecho a voto, un mínimo de mil titulares no vinculados entre sí o, en
defecto de ese número, una dispersión del treinta por ciento del capital social entre accionistas no vinculados
entre sí.
- En el caso de acciones sin derecho de voto, un mínimo de mil doscientos titulares no vinculados
enbtre sí o, en su defecto, una dispersión del cuarenta por ciento del capital social representado por
dichas acciones, entre accionistas no vinculados entre sí.
13) Régimen de información: La autorización conlleva la obligación del peticionante de someterse al
régimen de información impuesto por la ley 17.811 y las normas reglamentarias de la CNV y significa
que el emisor ha cumplido los requisitos establecidos en la ley 17.811 y esas Normas, sin que la
autorización exprese un juicio sobre el futuro desenvolvimiento de la entidad. La autorización implica que la
emisora debe cumplir con todas las obligaciones que imponga el régimen legal de la oferta pública hasta que
egrese del mismo (art. 4º, de las Normas de la
CNV).
14) Cancelación de la autorización: La cancelación de la autorización implica la salida de la entidad
del régimen de oferta pública y puede provenir de una sanción de revocación de la autorización, de una
decisión de retiro voluntario por parte de la emisora o de su propia disolución (arts. 52 a 56 de las Normas de la
CNV).
La cancelación como sanción está prevista como una facultad sancionatoria de la C.N.V. en la ley 17.811,
artículo 10 inc d). La aplicación de la sanción de prohibición de oferta pública dictada luego del sumario
respectivo, conlleva la revocatoria de la autorización (art. 52 de las Normas).
15) Retiro voluntario de la emisora: La decisión se debe tomar por asamblea extraordinaria cumpliendo con
el quórum y mayorías requeridos por los reglamentos de las bolsas.
Cuando la decisión afecte a acciones, en los avisos de convocatoria a la asamblea se mencionará la
posibilidad de ejercitar el derecho de receso. En la asamblea se deberá informar el valor
de reembolso de las acciones (art. 53, primer párrafo, de las normas de la CNV).
En caso de retiro voluntario de un emisor de obligaciones negociables se requiere el previo consentimiento
de los obligacionistas (art. 15, ley 23.576) y se deberá seguir el procedimiento que se enuncia en el punto
siguiente, teniendo los disconformes y ausentes derecho al reembolso en la forma y plazo previstos para el
receso de accionistas (art. 15, ley 23.576 y artículo 53, tercer párrafo de las Normas de la CNV).
16) oferta pública pñmaila: El orden del día de las asambleas convocadas para tratar las emisiones de
valores mobilianos a ser ofrecidas en suscripción públlca deberá contener la propuesta del órgano de
administración sobre la clase de valores a emitir, características, el monto en valor nominal y en su
caso, la prima de emisión (art. 23 de las Normas de la CNV).
Cuando se trate de acciones se debe consignar en la propuesta del órgano de administración que se
eleva a la asamblea, la fecha a partir de la cual tendrán derecho a percibir dividendos y otras
acreencias (art. 23, de las Normas de la CNV).
La solicitud de autorización para realizar oferta pública de valores mobiliarios debe ser presentada
dentro de los diez días de haberse resuelto la emisión por el órgano competente. La solicitud se
presenta ante la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y se aplica el procedimiento descripto para la
solicitud de oferta pública.
Las entidades que ya tienen autorización para la oferta pública y además, cotizan en bolsa, deberán
presentar a las mismas, simultáneamente con la iniciación del trámite de oferta pública, la respectiva
solicitud de cotización (art. 25 de las Normas y Res. Gral. 215).
La solicitud de oferta pública de acciones a colocar por suscnpción, se presentará ante la Bolsa de
Comercio de Bs. As. dentro de los diez días de celebrada la asamblea que resolvió la emisión, o en su
caso, la reunión de Directorio, cuando la decisión de emitir fue delegada en este órgano (art. 26, de las
Normas de la CNV).
Las sociedades incluidas en el régimen de la ley 17.811 y que tengan cotización bursátil, que soliciten oferta
pública de acciones a ser colocadas por suscripción, podrán acogerse al régimen de autorización automática
previsto en la Res. Gral. 183 (cláusula novena del Convenio anexo a la Res. Gral. 215).
La solicitud de emisión de acciones a entregar por capitalización de divideados, revalúos, ajustes y reservas,
se debe presentar dentro de los diez días de celebrada la asamblea que resolvió la emisión. La presentación se
hará ante la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
Cuando se trate de obligaciones negociables, con la solicitud se debe acompañar:
- acta de la asamblea y en su caso, de la resolución del órgano de administración (directorio o consejo)
que resolvió la emisión;
- en su caso, nota del representante legal donde se especifica el cupón de las acciones a utilizar para ejercer
el derecho de suscripción preferente, cuando tal dato no se consigne en el acta del órgano que resolvió la
emisión (cuando se emiten obligaciones convertibles);
- tres ejemplares del prospecto;
- un fascimil del título a emitir, en su caso, (cuando son obligaciones cartulares);
- el documento que acredita la constitución de garantías especiales de la emisión o los avales otorgados;
- plan de afectación de los fondos que resulten de la colocación de la emisión;
- convenio de colocación en firme con un undervriter en el caso de emisión de obligaciones convertibles
con limitación del derecho de preferencia de los accionistas;
- convenio con el fiduciario, en el caso que el emisor hubiera suscripto un contrato de fideicomiso con un
banco o entidad intermediadora (art. 28 de las Normas de la CNV y Res. Gral. 215, cláusulas primera a séptima
del Convenio).
Las sociedades pueden solicitar la autorización de programas globales para la emisión de obligaciones
negociables al mediano plazo bajo el régimen de oferta pública, debiendo distinguirse si la sociedad se haila ya
bajo el régimen de la oferta pública o no (RG 229 de la CNV).
Las pequeñas y medianas empresas, definidas en los términos de la Resolución Ministerial M.E. 401 del
23 de noviembre de 1989 y sus modificatorias, que soliciten su registro ante la CNV en los términos del Decreto
1087 del 24 de mayo de 1993, tienen establecido un régimen de autorización automático, con la particularidad de
que tales títulos sólo pueden ser adquiri
dos por inversores "calificados". La emisión no superará los $ 5.000.000 (cinco millones) y no
requiere calificación de riesgo.
Las sociedades que soliciten autorización de oferta pública de acciones u obligaciones a ser colocadas
por suscripción, deben dar a publicidad un prospecto confeccionado de acuerdo con lo establecido en
el Anexo II (art. 31 de las Normas).
Constituye el documento básico mediante el cual se realiza la oferta pública de valores mobiliarios.
La autorización implicará la aprobación del prospecto.
Una vez aprobado deberá ser impreso en un número suficiente de ejemplares para cubrir la demanda
de los posibles interesados y será publicado en los órganos informativos de las bolsas en que vayan a
cotizar los títulos.

c) Comisión Nacional de Valores (CNV)

La Comisión Nacional de Valores (CNV) es un organismo


autárquico de la administración pública, que depende directamente del Ministerio de Economía y
Obras y Servicios Públicos (Dec. 2060/91) y cuyo objeto principal es el de promover el desarroHo y
ordenamiento del mercado de capitales.
La CNV tiene las siguientes facultades legales:
1) Es la autoridad encargada de autorizar la oferta pública de títulos valores.
2) Lleva el registro de las sociedades autorizadas para emitir los títulos valores en oferta pública.
3) Dicta las normas que establecen los requisitos que deben cumplir las sociedades para ser autorizadas a
efectuar oferta pública de sus acciones, obligaciones negociables u otros títulos valores, prescribiendo las
informaciones que deben suministrarle.
4) Efectúa la fiscalización estatal permanente sobre las emisoras, prestando conformidad a sus reformas de
estatutos, aumentos de capital, fusiones, escisiones y disoluciones.
5) Asesora al Poder Ejecutivo Nacional sobre los pedidos de autorización para funcionar que efectúen las
Bolsas de Comercio y Mercados de Valores, aprobando los reglamentos de funcionamiento de dichas
instituciones y ejerciendo una función de supervisión sobre sus actividades autorreguladas.
6) Lleva el registro de personas autorizadas a operar como Agentes del Mercado Abierto y fija los
requisitos y condiciones para su actuación, como así también un índice general de los
agentes de bolsa inscriptos en los mercados de valores autorizados.
7) Autoriza la creación y fiscaliza el funcionamiento de los fondos comunes de inversión.
8) Autoriza la creación y fiscaliza las Cajas de Valores.
9) Autoriza la creación y fiscaliza la actuación de las Sociedades Calificadoras de títulos valores.
10) Autoriza el funcionamiento de las entidades autorreguladas, bursátiles y no bursátiles.
La CNV fiscaliza el cumplimiento de las normas legales y reglamentarias referidas a la negociación de
títulos valores y aplica las sanciones por su transgresión. Tiene para ello amplias facultades, pudiendo
requerir el auxilio de la fuerza pública, iniciar acciones judiciales, denunciar la comisión de delitos y constituirse
en parte querellante. Puede aplicar sanciones de apercibimiento, multa, suspensión de hasta dos años para hacer
oferta pública y prohibición de oferta pública de títulos valores.
La CNV ejerce su facultad reglamentaria y dicta las normas aplicables. (El cuerpo normativo vigente es el Texto
Ordenado de la Res. Gral. 110 del 17-111-87, con las modificaciones de la Res. Gral. 131 del 9-II 1-89 sobre
obligaciones negociables, y de la Res. Gral. 211 del 26-V-92, cuerpo al que se refiere como las "Normas de la
CNV").

d) Entidades autorreguladas

Identifica tanto a las Bolsas de Comercio autorizadas a cotizar títulos valores y Mercados de Valores
adheridos a aquéllas, como a los mercados autorregulados autorizados a actuar como tales por la Comisión
Nacional de Valores - caso del MAE, Mercado Abierto Electrónico- (Res. Gral. 211, artículo 1º, inc. e).
1) Bolsas de Comercio: son instituciones que agrupan a comerciantes y se organizan como sociedades
anónimas o asociaciones civiles. Pueden o no tener vinculadas a eHas un Mercado de Valores.
Las Bolsas de Comercio con Mercados de Valores vinculados son la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, de
Rosario, de Córdoba, de Mendoza y de La Plata. Por Decreto 2150-92 (B. O. 26-XJ-92) se autorizó el
funcionamiento del Mercado de Valores de la Bolsa de Comercio de Santa Fe £A.
No tienen Mercado de Valores las Bolsas de Comercio de San Juan, Mar del Plata, Jujuy y Chaco.
Las Bolsas establecen su propia organización y se rigen por sus propias normas. Deben organizarse como
sociedades anónimas o asociaciones civiles y prever específicamente la realización de las operaciones
autorizadas y la difusión del régimen de oferta pública.
2) Mercados de Valores: vinculado a una Bolsa funcionan los Mercados de Valores, que se organizan
jurídicamente como sociedades anónimas y deben ser socios de la Bolsa a la que adhieren.
Los Mercados de Valores establecen su propia organización que debe ser aprobada por la Comisión Nacional de
Valores.
Existe un reglamento interno del Mercado de Valores de Buenos Aires que regula sobre los Agentes
de Bolsas; las sociedades constituidas entre agentes de bolsa y con terceros; sobre las sociedades de
bolsa; sobre los mandatarios, agencias, sucursales y productores; respecto de la transferencia de acciones del
mercado, asambleas y elección de autoridades; representación del mercado, del gerente general y del asesor
letrado.
3) Boisas sin Mercados de Valores: cuando sus estatutos prevean la cotización de valores mobiliarios, se
registren ante la CNV y cumplan las obligaciones que ésta establezca, podrán realizar los actos siguientes:
- intervenir en la colocación de emisiones de acciones de sociedades con oferta pública autorizada y de
títulos públicos;
- recibir órdenes de comitentes sobre valores mobiliarios con oferta pública autorizada, para cursarías a
los agentes de bolsa registrados en los mercados de valores donde coticen esos valores o a los agentes del
mercado abierto, en su caso (art. 112 de las Normas).
4) Autorreguladas no bursátiles: las entidades autorreguladas que coticen títulos valores autorizados a la
oferta pública, deben contar con la autorización previa de la CNV (Res. Gral. 201 de la CNV, artículo 1º).
5) Secciones de cotización: las entidades autorreguladas en las que se coticen títulos valores deberán como
mínimo asegurar, en todos los casos, la existencia de dos secciones de cotización. Una "Sección General" y otra
denominada "Sección Especial". Asimismo, podrán crear Secciones para la cotización de "nuevos proyectos".
Según las normas de la Resolución General 211, artículo 7Q bis, 1, cotizarán en la Sección Especial las emisoras
que se enuncian a continuación:
- emisoras cuyo capital social supere los sesenta millones de pesos ($ 60.000.000.-);
- emisoras cuyos mgresos por ventas de bienes y servicios resultantes del último ejercicio económico
supere los cien millones de pesos ($100.000.000.-);
- emisoras cuyo número de accionistas no sea menor de mil con derecho de voto y de mil doscientos sin
derecho a voto, no vinculados entre si;
- emisoras cuyos títulos valores admitidos a la oferta pública (sean ellos representativos del capital o de
deuda) tengan un valor nominal superior a los sesenta millones de pesos ($
60.000.000.-).
En la Sección General cotizarán las emisoras no comprendidas en ninguno de los supuestos referidos a
la Sección Especial, o aquéllas que no soliciten expresamente el ingreso a esa sección, en forma
voluntaria.
Las emisoras cuyos títulos valores coticen en bolsas de comercio o mercados autorregulados autorizados podrán
transferir las respectivas cotizaciones de una bolsa a una entidad autorregulada o viceversa; o transferir la
cotización de una sección a otra, de la respectiva bolsa o entidad en la que coticen sus títulos valores (Res. Gral.
210, artículo lQ).
6) Autorización de cotización: las Bolsas que tienen Mercados de Valores y las entidades autorreguladas
autorizadas por la CNV, son las encargadas de conferir la autorización para que los títulos valores emitidos por
sociedades y autorizados por la Comisión Nacional de Valores para hacer oferta pública, puedan cotizar en el
Mercado de Valores a eHa vinculado.
Otros agentes e intermediarios en la oferta pública que no pertenezcan a mercados autorregulados deberán
incorporarse a entidades autorreguladas o debieron constituir una de ellas antes del 1º de marzo de 1993 (Res.
Gral. 201, artículo 2º).

e> Intermediarios

Son intermediarios en el Mercado de Capitales los agentes y sociedades de bolsa, los agentes del mercado
abierto y otros
intermediarios inscriptos en entidades autorreguladas autoriza-das por la Comisión Nacional de
Valores. A partir del 1 de marzo de 1993 sólo podrán realizar oferta pública de títulos valores y
operaciones a término, en futuro u opciones, de productos y subproductos del reino animal, vegetal y
mineral, activos financieros, monedas, metales preciosos, otros activos o índices representativos de
ellos, los intermediarios pertenecientes a entidades autorreguladas (Res. Gral. 201, artículo 1º).
1) Agentes de Bolsa: para ser inscripto como agente de bolsa se requiere ser accionista del mercado;
comprobar que es mayor de edad; haber cursado estudios secundarios completos y los especiales que establezca
el directorio; justificar idoneidad mediante un examen de capacitación; acreditar solvencia moral, capacidad
económica, trabajos o tareas anteriores, la calidad de socio de la Bolsa de Buenos Aires; presentar una
manifestación de bienes con declaración jurada de no estar alcanzado por ninguna causal de
inhabilitación.
Aprobada la solicitud por el directorio y rendido satisfactoriamente el examen de idoneidad, el
aspirante debe constituir ga rantias suficientes; acreditar su inscripción en el Registro Público de
Comercio; tener libros de comercio, registros y documentos y adoptar un plan de organización
administrativa y con table.
Los agentes de bolsa se pueden asociar entre sí, bajo las formas de sociedad colectiva o anónima con acciones
nominativas no endosables. La sociedad se debe inscribir en el Registro Público de Comercio.
Asimismo, los agentes de bolsa pueden constituir sociedad con terceros, personas físicas. La sociedad se debe
inscribir en el Registro Público de Comercio. Los terceros que constituyan sociedad con Agentes deben
acreditar los requisitos exigidos para los Agentes.
2) Sociedades de Bolsa: se deben constituir como sociedades anónimas con acciones nominativas no
endosables o escriturales. Deben tener como objeto exclusivo las actividades que realicen en su condición de
accionistas del Mercado de Valores de Buenos Aires u otros Mercados del país.
El objeto podrá ser único o plural, incluyendo la actuación en las operaciones de bolsa; la prefinanciación y
distribución primaria de valores en cualquiera de sus modalidades; la actuación como agentes de suscripciones o
servicios de renta y
amortización; administración de cartera de valores; ejercicio de mandatos y comisiones; actividad
financiera adecuada a la normativa vigente; y cuantas más se relacionen directa o indirectamente con
la actividad de intermediación en títulos o valores mobiliarios o activos negociables, representativos de
bienes, de créditos o de participación.
Las sociedades de bolsa responden ante el Mercado por la actuación de sus representantes legales y
directores, sin perjuicio de la responsabilidad personal de éstos conforme la ley
19.550.
Cada agente de bolsa o sociedad de bolsa puede conferir mandato para operar en el Mercado a la
cantidad de dos personas por cada acción del Mercado. El directorio puede autorizar la actuación de
más de dos mandatarios por acción. Los man-datarios deben reunir los requisitos establecidos para los
agentes. El mandato se confiere por escritura pública y su testimonio se debe presentar al Mercado.
3) Agentes del Mercado Abierto: los agentes del mercado abierto o agentes extrabursátiles son
personas físicas o jurídicas (entre ellas bancos, compañías financieras y casas de cambio) que pueden
realizar operaciones con títulos valores autorizados a negociarse mediante oferta pública. Se inscribían
ante la CNV hasta el 1º de marzo de 1993. A partir de esa fecha sólo pueden actuar si pertenecen a una
entidad autorregulada autorizada a funcionar por la CNV (Res. Gral. 201, artículo 1º).
Son operadores naturales del Mercado Abierto los Bancos, las entidades financieras, sus afiliadas,
subsidiarias o hokiing los agentes de bolsas y las casas o sociedades de bolsa (art. 7Q, Res. Gral. 128).
Para su actuación deben inscribirse ante la CNV.
Los agentes del mercado abierto deben estar conectados obligatoriamente a un sistema informático
electrónico que permita poner en igual tiempo, en conocimiento de todos los agentes y de la comisión, las
ofertas y las operaciones concertadas (art. 137, Res. Gral. 147).
Los lugares de operación en dicho sistema deben ser de libre acceso al público inversor y estar permanentemente
a su disposición desde la apertura al cierre de las operaciones.
El sistema debe contar con una red de comunicaciones "punto a punto".
f) Caja de Valores

La ley 20.643 de 1974 creó esta entidad, que se debía constituir como una sociedad anónima, con la
finalidad de recibir depósitos colectivos de títulos valores emitidos en serie, auto-rizados a ser objeto de oferta
pública. La actual Caja de Valores S.A. se constituyó en 1980 y fue autorizada a funcionar por Re-
solución de la Comisión Nacional de Valores del 5 de febrero de 1981.
1) Contrato de depósito colectivo: Contrato de depósito colectivo de títulos valores es el celebrado
entre la Caja de Valores y un depositante autorizado, por el cual la recepción de los títulos valores por
parte de la Caja sólo genera la obligación de entregar al depositante o a quien éste indique, igual
cantidad de títulos valores de la misma especie, clase y emisor (art. 30, a, ley
20.643).
2) Depositantes: Son las personas autorizadas para efectuar depósitos colectivos a su orden, por cuenta
propia o ajena.
Sólo pueden actuar como depositantes:
- los agentes bursátiles y extrabursátiles, inscriptos;
- los mercados de valores, excepto los que participan en la organización de la Caja de Valores, en cuyo
caso no pueden ser depositarios en eHa;
- los bancos oficiales, mixtos o privados y las compañias financieras;
- las sociedades depositarias de los fondos comunes de inversión, respecto de los títulos valores de éstos;
- la Caja Nacional de Ahorro y Seguros (art. 32, ley 20.643);
- las entidades extranjeras que tengan por objeto la recepción de títulos valores de depósito colectivo
(Res. 14/92); y
- los agentes bursátiles y extrabursátiles extranjeros (Res.
14/92).
3) Comitentes: Son los propietarios de los títulos valores depositados en la Caja de Valores. La no
manifestación expresa en contrario del comitente hace presumir legalmente su autorización para el depósito
colectivo de los títulos valores entregados al depositante (art. 33, ley 20.643).
4) Depósitos de títulos valores: El depósito colectivo de títulos valores se debe efectuar a la orden de los
depositantes y a
nombre de los comitentes. Se pueden reunir en una sola persona la calidad de depositante y comitente (art. 34,
ley 20.643).
5) Títulos que pueden depositarse: Se pueden depositar 10.5 títulos valores emitidos por personas
jurídicas de carácter privado autorizadas a efectuar su oferta pública y los emitidos por las personas
jurídicas de carácter público (art. 35, ley 20.643).
6) Registraciones: La Caja procede a abrir una cuenta a nombre de cada depositante. Cada una de estas
cuentas se subdividirá, a su vez, en tantas cuentas y subcuentas como comitentes denuncie cada depositante, y
clase, especie y emisor de títulos valores deposite. La Caja registra las transmisiones, las constituciones de
prendas y retiros de los títulos al recibir de los depositantes las respectivas órdenes en los formularios corres-
pondientes.
Las registraciones de la Caja sustituyen las inscripciones en los registros de los emisores, con el mismo
efecto respecto de éstos y de los terceros (arts. 42 y 38, ley 20.643).
La Caja y los depositantes deben llevar los registros necesarios a efectos de que en todo momento se puedan
individualizar los derechos de cada depositante y comitente, determinándose en forma fehaciente la situación
jurídica de los títulos depositados (art. 38, ley 20.643).
El depositante que recibe del comitente títulos valores para su depósito colectivo queda obligado a devolverle a
su solicitud igual cantidad de títulos valores del mismo emisor y de la especie y clase recibidos, más sus
acreencias si las tuviera, pero no los mismos títulos (art. 39 ley 20.643).
El depositante está' obligado a entregarle recibo de los títulos al comitente en el acto de su entrega para depósito
colectivo; y además, dentro de los cinco días siguientes debe entregarle el documento de la Caja que acredite que
se ha realizado el depósito colectivo (art 39 ley 20.643).
7) Copropiedad indivis'a: El depósito colectivo establece entre los comitentes una copropiedad indivisa
sobre la totalidad de los títulos valores de la misma especie, clase y emisor, depositados en la Caja. Para la
determinación de la cuotaparte que le corresponde a cada comitente, se tendrá en cuenta el valor nominal de los
títulos depositados (art. 40, ley 20.643).
8) Otras funciones a cargo de la Caja de Valores: La Caja percibe, acredita y paga dividendos y rentas;
emite certificados para concurrentes a asambleas y de tenencia en custodia; actúa
como agente pagador del Banco Central de la República Argentina para los títulos emitidos en moneda
nacional por el gobierno nacional; Heva y mantiene al día libros de accionistas de sociedades con
cotización bursátil; envía directamente a los comitentes, trimestralmente un resumen; y liquida por
cuenta de los mercados de valores de Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Mendoza, La Plata y Santa Fe,
la totalidad de las operaciones concertadas en rueda.
La Caja está autorizada a percibir dividendos, intereses o cualquier otra acreencia a que dieran derecho
los títulos valores recibidos en depósito y está obligada a la percepción puntual de los mismos (art. 49,
ley 20.643).

354. LAS SOCIEDADES DE GARANTIA RECIPROCA

a) Régimen legal y fúnciones

La ley 24.467, promulgada en marzo de 1995, introdujo en la Argentina las sociedades de garantía
recíproca, que con un tipo de sociedad especial que se regirá por las normas de esa ley y
supletoriamente por las reglas de la Ley de Sociedades Comerciales y específicamente de las
sociedades anónimas.
Estas sociedades constituyen una variedad de las "agrupaciones de empresas" o sociedad de sociedades,
que persiguen por finalidad facilitar el acceso al crédito a las PyMEs.
Es un típico consorcio de empresas con finalidad mutual, de ayuda a las empresas socias.
Estas sociedades son constituidas por pequeñas y medianas empresas, sean personas físicas o jurídicas,
cuyo número no podrá ser inferior a ciento veinte.
La ley 24.467 no define a las PyMEs, sino que delega esa facultad a la autoridad de aplicación.

b) Concepto de SGR

Son entes de carácter "mutual", integradas por pequeñas y medianas empresas y otras personas, que se
asocian con la finalidad de facilitar el acceso al crédito a las empresas asociadas y brindarles una serie
de servicios complementarios.
El artículo 32 de la ley 24.467 dispone: "Caracterización. Créanse las Sociedades de Garantía Recíproca (S.G.R.)
con el objeto de facilitar a las PyMEs el acceso al crédito.
"Las Sociedades de Garantía Recíproca (S.G.R.) se regirán por las disposiciones del presente titulo y
supletoriamente la Ley de Sociedades en particular las normas relativas a las Sociedades Anónimas".
Se trata de una expresión del fenómeno agrupacional de empresas, una "sociedad de sociedades", que
se constituye con fines de colaboración.

c) Características

En el sentido de la definición del Código Civil (art. 1648) estos entes son "sociedades" porque reúnen
los elementos que tipifican a éstas según la norma citada:
- más de dos personas;
- que comprometen aportes con los que forman un "fondo común";
- para obtener una utilidad apreciable en dinero;
- que dividirán entre sí;
- de la actividad resultante del empleo que hacen de los aportes realizados.
No son sociedades comerciales, en el sentido del artículo 1º de la ley 19.550, porque les falta el
requisito de la "tipicidad".
Tampoco son un "nuevo tipo" que se incorpora a la Ley de Sociedades Comerciales, porque la ley
24.467 no modifica la ley
19.550.
En consecuencia decimos que estos entes son "sociedades" con un régimen jurídico especial, razón por
la cual no se les puede clasificar ni como sociedades civiles, comerciales o cooperativas.
En realidad el sentido "mutualista" de estas sociedades las hace más próximas a las "cooperativas", sin
embargo la ley ha preferido sujetarlas en lo que no esté expresamente reglado en la ley 24.467 al
régimen legal de las sociedades mercantiles.
Son entes constituidos por la unión de no menos de ciento veinte pequeñas y medianas empresas
(socios partícipes) y al menos un socio protector.
Esas pequeñas y medianas empresas pueden ser de propiedad individual o colectiva, de manera que
socios partícipes
serán empresarios individuales o sociedades comerciales, civiles o cooperativas.
Estas sociedades se constituyen con la finalidad específica de facilitar el acceso al crédito a las empresas socias y
de proveerle servicios de asesoramiento técnico, económico y financiero. No pueden tener un objeto distinto.
Otorgan fianzas a los bancos y entidades financieras que asisten crediticiamente a las pequeñas y
medianas empresas.
Además, tienen la característica de que los socios limitan su responsabilidad al aporte comprometido y
en ellas no luce la responsabilidad subsidiaria de las empresas socias.
Son sociedades a las que se les aplican supletoriamente las reglas de las sociedades anónimas.

d) Función

La finalidad de estas sociedades es doble:


1) Por un lado facilitar el acceso al crédito a las PyMEs, de modo que puedan gozar de una
financiación más favorable, con mejores condiciones en sus créditos, que los que obtendrían si
actuaran aisladamente, cada una de las empresas socias.
2) Por otra lado prestarles servicios complementarios, de asesoramiento sobre aspectos técnicos,
económicos y financieros, lo que involucra la posibilidad de información, análisis y evaluación sobre
actos de inversión.

e) Importancia

La flexibihidad y capacidad de adaptación a los cambios que tienen la PyME la erige en un elemento
esencial como factor de estabilidad social y economico.
Su pequeño capital social, la ausencia de activos fijos importantes y la inconsistente información sobre
flujo de fondos, les impide constituir garantías adecuadas para la obtención de asistencia financiera,
siendo esta una de las dificultades más destacadas que obstaculizan su funcionamiento y crecimiento.
La mayor dificultad de las PyMEs lo constituye el acceso al crédito, lo que tiene su fundamento no
solamente en el pequeño capital social e insuficiencia patrimonial que le limitan la posibilidad de otorgar
garantías, sino en las falencias derivadas de la
inexistencia de sistemas de control interno y la insuficiente capacidad y experiencia de sus conducciones
directivas.
Todo esto exhibe la razón y fundamento de la creación de estas sociedades de garantía recíproca que crea la ley
24.467, que vienen a aportar no solamente "garantías" adecuadas para la obtención de financiación, sino
también brindar "asesoramiento" para constituir organizaciones con adecuados sistemas de control
interno y direcciones capacitadas e idóneas.
Estas sociedades posibilitan a las empresas asociadas negociar mejores condiciones de financiación, al par que
ofrecer garantías de mayor envergadura, sin afectar los recursos propias de cada empresa.
M mismo tiempo estas sociedades brindan servicios de información y asesoramiento complementarios a las
actividades que desarrollan las PyMEs.

1) El contrato social de una SGR

1) Forma y contenido del contrato social

Estas sociedades se constituyen según el artículo 41 de la ley por acto único mediante instrumento público.
El contrato deberá contener, además de los requisitos exigidos por la ley 19.55O y sus modificatorias, los
siguientes:
- Clave única de identificación tributaria de los socios participes y protectores fundadores.
- Delimitación de la actividad o actividades económicas y ámbito geográfico que sirva para la
determinación de quienes pueden ser socios partícipes en la sociedad.
- Criterios a seguir para la admisión de nuevos socios partícipes y protectores y las condiciones a
contemplar para la emisión de nuevas acciones.
- Causas de exclusión de socios y trámites para su consagración.
- Condiciones y procedimientos para ejercer el derecho de reembolso de las acciones por parte de los
socios partícipes.
Por su parte, los enunciados que requiere la ley 19.550, según las reglas de los artículos 11 y 168, son
los siguientes:
- el nombre, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio y número de documento de identidad de los
socios; y en el
caso de socios personas jurídicas su denominación, domicilio y datos de inscripción en el Registro Público de
Comercio;
- la razón social o la denominación y el domicilio de la sociedad;
- la designación del objeto social;
- el capital social, expresado en moneda nacional y la mención de los aportes de cada socio; la
naturaleza, clase, modalidades de emisión y demás características de las acciones y, en su caso, régimen de
aumento del capital; la suscripción del capital, el monto y forma de integración y, de corresponder, el
plazo para el pago del saldo adeudado, que no puede exceder de dos años;
- el plazo de duración, que debe ser determinado;
- la organización de la administración, de su fiscalización y de las reuniones de los socios;
- la elección de los órganos de administración y fiscalización, con determinación de la duración de sus
cargos;
- las reglas para distribuir las utilidades y soportar las pérdidas;
- los derechos y obligaciones de los socios respecto de los terceros;
- las cláusulas necesarias para el funcionamiento, disolución y liquidación de la sociedad.

2) Modificación de los estatutos

Según el artículo 44 de la ley será nula toda modificación a los estatutos de la sociedad que no cumpla con los
siguientes requisitos:
- Que el consejo de administración o los socios que realizan la propuesta formulen un informe por
escrito justificando la necesidad de modificación de los estatutos.
- En la convocatoria a asamblea general, deberá detallarse claramente la modificación que se propone.
- En la misma convocatoria se hará constar el derecho que corresponde a los socios de examinar en el
domicilio legal el texto íntegro de la reforma propuesta y su justificación, pudiendo suplirse por la entrega o
envío gratuito de dichos documentos, con acuse de recibo.
- Se requerirá la aprobación de la propuesta de modificación por parte de la autoridad de aplicación.
- Otorgada la autorización y aprobada en asamblea general, se procederá a la inscripción del mismo.

3) Denominación

El artículo 36 de la ley dispone al respecto que la denominación social deberá contener la indicación
"Sociedades de Garantía Recíproca", su abreviatura o las siglas SGR.
Estas sociedades llevan un nombre de fantasía, que puede aludir al lugar de radicación de las
empresas, seguida de las siglas SGR.

4) Objeto social

El artículo 33 de la ley regula sobre el particular, consagrando la regla de que el objeto social principal
de las sociedades de garantía recíproca será el otorgamiento de garantías a sus socios participes mediante la
celebración de contratos regulados en la ley; y que también podrán brindar asesoramiento técnico, económico y
financiero a sus socios en forma directa o a través de terceros contratados a tal fin.
Estas sociedades tienen prohibido, en el artículo 35, "conceder directamente alguna clase de créditos a sus socios
o a terceros", al igual que la ley española (art. 3º).
De esta forma la ley diferencia lo que es una forma de asistencia financiera como es el "crédito de firma"
del crédito "directo".

5) Capital social

Estará integrado por los aportes de los socios y representado por acciones ordinarias nominativas de igual
valor y número de votos.
Su monto mínimo será fijado por la reglamentación de la ley.
El capital social podrá variar sin necesidad de modificarse el estatuto, entre el monto mínimo y un máximo que
represente el quíntuplo del mismo.
La ley consagra limitaciones en la participación del capital por parte de los socios protectores en general y de
cada socio partícipe en especial.
La participación de los socios protectores, en general, es decir sumados todos eHos, no podrá exceder del
cuarenta y nueve por ciento (49%) del capital social.
Por su parte, la participación de cada socio partícipe no podrá superar el cinco por ciento (5%) del capital
social.
De esta forma la ley garantiza el control de la sociedad por los socios partícipes, pero al mismo tiempo les
fija a éstos limites en su participación máxima a fin de evitar desnaturalizar el carácter "solidario" y
"mutual" de estas sociedades.
Los aportes deberán ser integrados en efectivo, como mínimo en un cincuenta por ciento (50%) al
momento de la suscripción. El remanente deberá ser integrado, también en efectivo en el plazo máximo de un
(1) año a contar de esa fecha. La integración total será condición necesaria para que el socio participe pueda
contratar garantías recíprocas (art. 50).

g) Socios

La sociedad tiene dos tipos o clases de socios: los socios partícipes y los socios protectores (art. 37).

1) De los socios partícLpes

Según el artículo 37, serán socios partícipes únicamente las pequeñas y medianas empresas, sean éstas personas
físicas o jurídicas, que reúnan las condiciones generales que determine la autoridad de aplicación y suscriban
acciones.
El artículo 37 establece que a los efectos de su constitución y durante los primeros cinco (5) años toda SGR
habrá de contar con un mínimo de ciento veinte (120) socios partícipes, facultando a la autoridad de aplicación a
modificar estos mínimos en función de las peculiaridades regionales.

2) De los socios protectores

Serán socios protectores las personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, nacionales o extranjeras, que
realicen aportes al capital social y al fondo de riesgo.
3) Prohibición

La ley prohíbe a la sociedad celebrar contratos de garantía recíproca con los socios protectores.

4) Incompatibilidades

Finalmente, el artículo 57 consagra en el último párrafo que es incompatible la condición de socio


protector con la de socio participe.

h) Régimen de autorización previa

Estas sociedades están sometidas a un régimen de autorización previa, que debe ser otorgada por la
autoridad de aplicación de la ley.
Ante dicha autoridad se debe efectuar la solicitud respectiva, adjuntando el estatuto social y la
constancia de su inscripción en el Registro Público de Comercio.
La autoridad de aplicación de la ley ejerce el control y la fiscalización en la constitución y funcionamiento
de estas sociedades.

i) Revocación de la autorización para funcionar

La autoridad de aplicación que confiere la autorización, está legalmente facultada a disponer la


revocación de dicha autorización.
Tal revocatoria la dispondrá por sí o a pedido del Banco Central de la República Argentina.
La revocación de la autorización para funcionar importará la disolución de la sociedad, por aplicación
de la regla del artículo 94, inciso 10 de la ley 19.550.
La disolución y liquidación de estas sociedades se rige en principio por las normas estatutarias y a falta de
reglas especiales, se aplicarán las reglas de la Ley de Sociedades Comerciales (arts. 101 y sigs.).
j) Operaciones prohibidas

El artículo 35 prohíbe a las SGR "conceder directamente ninguna clase de créditos a sus socios ni a terceros".
La norma se refiere a la concesión de créditos "directos", esto es al otorgamiento de préstamos o u otra
forma de créditos "directos" a los socios o a terceros.
Esta prohibición la recoge también la ley española (art. 3º), que es su fuente.

k) Contragarantias

Las SGR deben requerir de sus afianzados las contragarantías suficientes en respaldo de los contratos
de garantía que celebren.
Al mismo tiempo la ley consagra la obligación del socio participe deudor principal, de ofrecer a la
SGR, algún tipo de contragarantia en respaldo de la fianza.

1) Beneficios impositivos

La ley consagra un tratamiento impositivo especial para los contratos de garantía recíproca, en materia
de impuesto a las ganancias y al valor agregado.
Se exime del impuesto a las ganancias a las utilidades que generen estos contratos.
Están exentas del impuesto al valor agregado los actos y operaciones que se realicen con motivo de los
contratos de garantía recíproca.
Asimismo, los aportes de capital y los aportes al fondo de riesgo de los socios protectores y partícipes,
serán deducibles de las utilidades imponibles para la determinación del Impuesto a las Ganancias, en sus
respectivas actividades.

355. SOCIEDADES ASEGURADORAS DE RIESGO DE TRABAJO

a) Funciones

La ley 24.557, de octubre de 1995, regula sobre los riesgos del trabajo. La gestión de las prestaciones y
demás acciones previstas en la Ley de Riesgos del Trabajo (LRT) estará a cargo de
entidades de derecho privado, previamente autorizadas por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo
(SRT), y por la Superintendencia de Seguros de la Nación, denominadas "Aseguradoras de Riesgo del
Trabajo" (ART), que reúnan los requisitos de solvencia financiera, capacidad de gestión, y demás
recaudos requeridos.
Sin perjuicio de lo anterior, la ley prevé que los empleadores obligados a cubrir los riesgos de trabajo
y el Estado nacional, provincias y municipalidades, pueden "autoasegurarse".

b) Autorización previa

Para actuar las ART se deben constituir en la forma y cumplir los recaudos exigidos. Deben ser
autorizadas previamente por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo y la Superintendencia de
Seguros.
Además la actuación y el funcionamiento de las ART estará fiscalizado por la Superintendencia de
Riesgos del Trabajo.

c) Revocación de la autorización conferida a una ART

1) Por las causas y procedimientos previstos en la ley


24.557, en la ley 20.091, y en sus respectivos reglamentos.
2) Por omisión de otorgamiento integro y oportuno de las prestaciones que impone la ley 24.557.
3) Cuando se verifiquen deficiencias graves en el cumplimiento de su objeto, que no sean subsanadas en
los plazos que establezca la reglamentación.

d) Las ART son sociedades de objeto único

Las ART tendrán como único objeto el otorgamiento de las prestaciones que establece la ley 24.557,
en el ámbito que ellas mismas determinen.

e) Servicios complementarios

Las ART podrán, además, contratar con sus afiliados:


1) El otorgamiento de las prestaciones dinerarias para los casos de accidentes y enfermedades inculpables;
y
2) La cobertura de las exigencias financieras derivadas de los juicios por accidentes y enfermedades de
trabajo con fundamento en leyes anteriores.
Para estas dos operatorias la ART fijará libremente la prima, y llevará una gestión económica y
financiera separada de la que corresponda al funcionamiento de la LRT.

f) Capital mínimo
El capital mínimo necesario para la constitución de una ART será de tres miliones de pesos ($
3.000.000) que deberá integrarse al momento de la constitución. El Poder Ejecutivo nacional podrá
modificar el capital mínimo exigido, y establecer un mecanismo de movilidad del capital en función
de los riesgos asumidos.

g) Reservas

Los bienes destinados a respaldar las reservas de la ART no podrán ser afectados a obligaciones distintas a
las derivadas de esta ley, ni aun en caso de liquidación de la entidad.
En este último caso, los bienes serán tranferidos al Fondo de Reserva de la LRT.

h) Infraestructura obligatoria

Las ART deberán disponer, con carácter de servicio propio o contratado, de la infraestructura
necesaria para proveer adecuadamente las prestaciones en especie previstas en la ley.

i) ¿Quiénes deben afiliarse a las ART?

1. Los empleadores no incluidos en el régimen de autoseguro deberán afiliarse obligatoriamente a la ART


que libremente elijan.
2. La ART no podrá rechazar la afiliación a ningún empleador incluido en su ámbito de actuación.
3. La afiliación se celebrará en un contrato cuya forma, contenido, y plazo de vigencia determinará la
Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT).
4. La renovación del contrato será automática, aplicándose el régimen de alícuotas vigente a la fecha de la
renovación.
5. La rescisión del contrato de afiliación estará supeditada a la firma de un nuevo contrato por parte del
empleador con otra ART o a su incorporación en el régimen de autoseguro.

j) Responsabilidad de los empleadores

1. Si el empleador no incluido en el régimen de autoseguro omitiera afiliarse a una ART, responderá


directamente ante los beneficiarios por las prestaciones previstas en esta ley.
2. Si el empleador omitiera declarar su obligación de pago o la contratación de un trabajador, la ART
otorgará las prestaciones, y podrá repetir del empleador el costo de éstas.
3. En los casos anteriores, el empleador debe depositar las cuotas omitidas en la cuenta del Fondo de
Garantía de la
LRT.
4. Si el empleador omitiera -total o parcialmente- el pago de las cuotas a su cargo, la ART otorgará las
prestaciones, y podrá ejecutar contra el empleador las cotizaciones adeudadas.

k) Derechos, deberes y prohibiciones

1) De las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo

Las ART tendrán acceso a la información necesaria para cumplir con las prestaciones de la ley.
Deben cumplir las siguientes obligaciones:
- denunciar ante la Superintendencia los incumplimientos de sus afiliados de las normas de higiene y
seguridad en el trabajo, incluido el Plan de Mejoramiento;
- promover la prevención, informando a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo acerca de los
planes y programas exigidos a las empresas;
- mantener un registro de siniestralidad por establecimiento;
- informar a los interesados acerca de la composición de la entidad, de sus balances, de su régimen de
alícuotas, y demás elementos que determine la reglamentación;
- no podrán fijar cuotas en violación a las normas de la ley, ni destinar recursos a objetos distintos de los
previstos por esta ley;
- no podrán realizar exámenes psicofísicos a los trabajadores, con carácter previo a la celebración de un
contrato de afiliación.

2) De los empleadores

- Recibirán información de la ART respecto del régimen de alícuotas y de las prestaciones, así como
asesoramiento en materia de prevención de riesgos;
- Notificarán a los trabajadores acerca de la identidad de la ART a la que se encuentren afiliados;
- Denunciarán a la ART y a la SRT los accidentes y enfermedades profesionales que se produzcan en
sus establecimientos;
- Cumplirán con las normas de higiene y seguridad, incluido el Plan de Mejoramiento;
- Mantendrán un registro de siniestralidad por establecimiento.

3) De los trabajadores

- Recibirán de su empleador información y capacitación en materia de prevención de riesgos del trabajo,


debiendo participar en las acciones preventivas;
- Cumplirán con las normas de higiene y seguridad, incluido el Plan de Mejoramiento, así como con las
medidas de recalificación profesional;
- Informarán al empleador los hechos que conozcan relacionados con los riesgos del trabajo;
- Se someterán a los exámenes médicos y a los tratamientos de rehabilitación;
- Denunciarán ante el empleador los accidentes y enfermedades profesionales que sufran.

1) Régimen de sanciones

El incumplimiento por parte de los empleadores autoasegurados, de las ART y de las compañías de seguros de
retiro de
las obligaciones a su cargo, será sancionado con una multa de 20 a 2.000 AMPOs (Aporte Medio
Previsional Obligatorio), si no resultare un delito más severamente penado.
El incumplimiento de los empleadores autoasegurados, de las ART y de las companías de seguros de retiro, de
las prestaciones establecidas en el artículo 20, apartado 1, inciso a) (Asistencia médica y farmacéutica),
será reprimido con la pena prevista en el artículo 106 del Código Penal.
Si el incumplimiento consistiera en la omisión de abonar las cuotas o de declarar su pago, el empleador será
sancionado con prisión de seis meses a cuatro años.
El incumplimiento del empleador autoasegurado, de las ART y de las compañías de seguros de retiro de las
prestaciones dinerarias a su cargo, o de los aportes a los fondos creados por esta ley será sancionado
con prisión de dos a seis años.
Cuando se trate de personas jurídicas la pena de prisión se aplicará a los directores, gerentes, síndicos,
miembros del consejo de vigilancia, administradores, mandatarios o representantes que hubiesen intervenido en
el hecho punible.
Los delitos tipificados en los párrafos tercero y cuarto se configurarán cuando el obligado no diese cumplimiento
a los deberes aludidos dentro de los quince días corridos de intimado a ello en su domicilio legal.
La justicia federal será competente para entender en los delitos previstos en los párrafos tercero y cuarto.

m) Normativa aplicable y objetivos de la ley

La ley tiene por objeto la prevención de los riesgos y la reparación de los daños derivados del trabajo.
Son objetivos de la ley:
1) Reducir la siniestralidad laboral a través de la prevención de los riesgos derivados del trabajo;
2) Reparar los daños derivados de accidentes de trabajo y de enfermedades profesionales, incluyendo la
rehabilitación del trabajador damnificado;
3) Promover la recalificación y la recolocación de los trabajadores damnificados;
4) Promover la negociación colectiva laboral para la mejora de las medidas de prevención y de las
prestaciones reparadoras.
n) Ambito de aplicación

Están comprendidos en el ámbito de la ley:


1) Los funcionarios y empleados del sector público nacional, de las provincias y sus municipios y de la
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires;
2) Los trabajadores en relación de dependencia del sector privado; y
3) Las personas obligadas a prestar un servicio de carga pública.
El Poder Ejecutivo nacional está facultado para incluir en el ámbito de la ley a:
4) Los trabajadores domésticos;
5) Los trabajadores autónomos;
6) Los trabajadores vinculados por relaciones no laborales; y
7) Los bomberos voluntarios.

ñ) Seguro obligatorio y autoseguro

La ley 24.557 rige para todos aquellos que contraten a trabajadores incluidos en su ámbito de aplicación.

1> Autoseguro

Los empleadores podrán autoasegurar los riesgos del trabajo definidos en esta ley, siempre y cuando acrediten
con la periodicidad que fije la reglamentación:
- Solvencia económico-financiera para afrontar las prestaciones de esta ley; y
- Garanticen los servicios necesarios para otorgar las prestaciones de asistencia médica y las demás
previstas en el artículo 20 de la presente ley.
El Estado nacional, las provincias y sus municipios y la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires podrán
igualmente autoa segura rse.
2) Seguro obligatorio

Los empleadores que no acrediten los extremos referidos en 1) y 2) del punto a), deberán asegurarse
obligatoriamente en una "Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART)" de su libre elección.

o) De la prevención de los riesgos del trabajo

Los empleadores y los trabajadores comprendidos en el ámbito de la LRT, así como las ART están
obligados a adoptar las medidas legalmente previstas para prevenir eficazmente los riesgos del trabajo.
A tal fin dichas partes deberán asumir compromisos concretos de cumplir con las normas sobre
higiene y seguridad en el trabajo. Estos compromisos podrán adoptarse en forma unilateral, formar
parte de la negociación colectiva, o incluirse dentro del contrato entre la ART y el empleador.
Los contratos entre la ART y los empleadores incorporarán un Plan de Mejoramiento de las condiciones de
higiene y seguridad.
El Poder Ejecutivo nacional regulará las pautas y contenidos del Plan de Mejoramiento, así como el régimen de
sanciones.
Mientras el empleador se encuentre ejecutando el Plan de Mejoramiento no podrá ser sancionado por
incumplimiento de las normas de higiene y seguridad en el trabajo.
La ART controlará la ejecución del Plan de Mejoramiento, y está obligada a denunciar los incumplimientos a la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT).
Las discrepancias acerca de la ejecución del Plan de Mejoramiento serán resueltas por la SRT.

p) Prestaciones en especie

Las ART otorgarán a los trabajadores que sufran algunas de las contingencias previstas en esta ley las siguientes
prestaciones en especie:
1) Asistencia médica y farmacéutica;
2) Prótesis y ortopedia;
3) Rehabilitación;
4) Recaliñcación profesional; y
5) Servicio funerario.

Las ART podrán suspender las prestaciones dinerarias en caso de negativa injustificada del
damnificado, determinada por las comisiones médicas, a percibir las prestaciones en especie de los
incisos 1, 3 y 4
CAPÍTULO XXIV
LA NOMINATIVIDAD DE LAS ACCIONES

356. SIGNIFICADO Y FUNDAMENTOS

Guillermo Borda ha sido quizá, el autor nacional que más a fondo ha llevado su crítica al anonimato de las
acciones. "El anonimato de las acciones es quizá la expresión más típica y descarnada del capitalismo liberal.
Como todo anonimato, es sinónimo de irresponsabilidad, y la nueva sociedad quiere hombres responsables..."
("El derecho comercial contra el derecho civil", L.L., t. 151, pág. 803).
Por su parte Zavala Rodríguez refiriéndose al decreto 4073 de 1956 que exigía la individualización de las
acciones al portador, dijo: "Cuantiosos capitales mal habidos se ocultaban y ocultan detrás del anonimato de las
acciones, y esa individualización podía ser un medio para descubrirlos"...y refiriéndose a quienes defendían el
anonimato, agregó "Veladamente los intereses espurios están detrás de esas voces que se levantán de buena fe"
(Código..., cit., T. 1, págs. 401 y 402).
Muchas legislaciones consagran la nominatividad de las acciones y demás títulos valores privados como una
forma de individualizar a los titulares de las grandes empresas que siempre adoptan la forma jurídica de
sociedades anónimas.
A las tradicionales razones impositivas de saber quiénes son los poseedores del capital de las empresas y los
tenedores de los títulos de deuda que éstas emiten, se sumaron otras razones. Por ejemplo la necesidad de
conocer la "nacionalidad" de los propietarios del capital de las grandes empresas, constituyó durante este siglo
otro argumento en favor de la nominatividad.
A estas razones se ha sumado en los últimos años la necesidad de evitar el "lavado de dinero" proveniente de
actividades ilícitas, especialmente el narcotráfico.
Todos los países luchan en la actualidad por desterrar este flagelo que tiene uno de sus aspectos más importantes
en la etapa de introducir en circuitos financieros lícitos los recursos monetarios producto de su actividad ilícita.
Por eso es que en todo el mundo se han establecido mecanismos de control que posibiliten su detección y para
ello se requiere que no puedan filtrarse recursos mediante inversiones en el capital de las empresas constituidas
como sociedades anónimas o en comandita por acciones.

357. ANTECEDENTES

a) Antecedentes Nacionales

Tanto el Código de Comercio como la ley 19.550 previeron que las acciones de las sociedades anónimas podían
emitirse al portador o en forma nominativa y que éstas podían ser endosables o no endosables.
Numerosas leyes especiales han consagrado la nominatividad obligatoria para distintos tipos de sociedades.
Por ejemplo, en materia bancaria y de entidades financieras, la ley 18.061 de 1969 ya había exigido que las
acciones de las sociedades anónimas de esas entidades debían ser nominativas no endosables. Criterio que
mantuvo la ley 21.526 de 1977 y que han conservado las sucesivas reformas a esa ley, las leyes 22.529, 24.144 y
24.485.
La ley 17.811, de Oferta Pública, prescribe que los Mercados de Valores, deben organizarse como sociedades
anónimas, con acciones nominativas, endosables o no (art. 35).
El decreto 656/92, que crea las Sociedades Calificadoras de Riesgos, exige también que se constituyan como
sociedades anónimas con acciones nominativas no endosables o escriturales (art. 6º, incs. a y f).
La ley 20.643 consagró ya en 1974 la obligatoriedad de que los títulos valores privados emitidos en serie en el
país, debían ser nominativos no endosables.
Esa ley que también creaba la Caja de Valores autorizó al Poder Ejecutivo Nacional a fijar los plazos para la
conversión de los títulos, una vez que estuviera en funcionamiento dicha Caja (art. 61).
La Ley de Presupuesto General para el ejercicio 1975, 20.954, estableció en su artículo 29 una modificación al
artículo
61 de la ley 20.643 disponiendo que las reglas sobre nominatividad serían aplicables a partir de la fecha en que
vencieran los plazos a que se refería la primera parte del artículo 61, es decir cuando entrara en funcionamiento
la Caja de Valores.
En 1985 se sancionó la ley 23.299 que sustituyó los artículos 22, 23, 27 y 61 de la ley 20.643, modificada por la
20.954.
Las reformas a los artículos 22, 23 y 27 fueron consecuencia de la introducción por la ley 22.903 de reformas a
la Ley de Sociedades Comerciales 19.550, de las "acciones escriturales" (art. 208). Por ello no se podían
restablecer directamente aquellas normas de la ley 20.643 sino que debían ser adecuadas a la regla del artículo
208 de la Ley de Sociedades Comerciales.
La ley 23.299 consagró otra vez la nominatividad obligatoria de los títulos valores privados emitidos en serie en
el país, admitiendo a la vez la emisión de títulos escriturales.
Esta ley obligó a la conversión de los títulos valores privados en serie emitidos al portador que existían en aquel
momento, otorgando un plazo hasta el treinta de abril de 1986.
El Poder Ejecutivo Nacional dictó el decreto 83/86 reglamentario de la mencionada ley estableciendo las formas
y procedimientos de conversión.

b) LegisIación comparada

Tanto la legislación brasileña de sociedades anónimas (art. 20, ley 6.404 de 1976), como la ley chilena de
sociedades anónimas 18.046 de 1981 (art. 12), consagran la nominatividad de las acciones.
En Uruguay y Paraguay, en cambio, las acciones pueden ser al portador.
La legislación norteamericana consagra también la nominatividad (Zavala Rodríguez, citando a Solá de
Cañizares, Código Comentado, T. 1, pág. 402) al igual que Italia, Noruega, Grecia, Suecia y Perú (cfr. Martín
Arecha y Héctor García Cuerva, Sociedades Comerciales, 2' Edición, pág. 324).
358. LA LEY 24.587

a) Nominatividad de los títulos valores privados

Con fecha 21 de noviembre de 1995 se promulgó la ley 24.587, que en su Título I consagra la
nominatividad de los títulos valores privados emitidos en el país y los certificados provisionales que
los representen. Esos títulos deben ser nominativos no endosables
Se podrán emitir también acciones escriturales conforme a las prescripciones de la Ley de Sociedades
Comerciales 19.550 y sus modificaciones.
La ley contiene un error, al haber omitido la limitación a los títulos "emitidos en serie", frase que contienen
las leyes de nominatividad anteriores.
Porque no puede presuponerse que con la ley queda prohibida la emisión de los títulos valores privados
"individuales" al portador, como es el caso de los cheques, letras de cambio y pagarés, etcétera.
Interpretamos que la ley alude únicamente a los títulos privados "emitidos en serie", es decir a las acciones, las
obligaciones negociables y los debentures.

b) Transmisión, derechos reales y medidas precautorias

La transmisión de los títulos valores privados y los derechos reales que recaigan sobre los mismos deben constar
en el título, inscribirse en el registro que se debe llevar a esos fines y notificarse al emisor.
Tales actos sólo producirán efectos frente al emisor y terceros desde la fecha de la inscripción.
La reglamentación dispondrá las constancias que deben figurar en el titulo y en el registro, sobre las modalidades
de cada operación y los datos de las partes intervinientes.
Todo ello sin perjuicio de las disposiciones de la Ley de Sociedades Comerciales 19.550 y sus modificaciones,
referidas a las acciones escriturales.
Asimismo las medidas precautorias que se dispongan sobre estos títulos surtirán efecto con su notificación al
emisor e mscripción en el registro; y en el caso de títulos con cotización en mercados de valores se requerirá la
notificación al respectivo mercado.
De otra forma tales medidas precautorias no afectarán las negociaciones efectivamente concretadas en los
mercados de valores sobre títulos cotizables.

c) Cupones

Estos títulos nominativos no endosables podrán llevar cupones al portador, los que deberán contener la
numeración del título valor al que pertenecen.
El artículo 4º de la ley consagra la presunción iure el de jure que los cupones pertenecen a la persona a
cuyo nombre está inscripto el título valor respectivo. Esta presunción regirá a todos los efectos, salvo
que el portador de los cupones que dan derecho a la suscripción de nuevas acciones, exigiera que éstas
fueran emitidas directamente a su nombre.
Se trata, como ha señalado Farina ("Nominatividad de las acciones", ED., t. 118, pág. 803) de una
solución de evidente interés fiscal, en la medida que la presunción referida en el párrafo anterior opera en
favor del fisco, al cual no se le podrán oponer ninguna transmisión de los cupones.

d) Títulos valores emitidos al portador en el exterior

El artículo 5Q regula sobre los títulos valores públicos o privados emitidos al portador en el extranjero que
estuvieran autorizados a ser ofrecidos públicamente en el país. Ellos deberán ser depositados en una entidad
financiera, a fin de que ésta entregue en cambio certificados nominativos intransferibles representativos de los
títulos al portador.

e) Conversión de los títulos

En el Capítulo II del Título 1, artículos 6º y 7º, se regula sobre la conversión de los títulos al portador vigentes
al momento de la sanción de la ley.
Los títulos privados al portador en circulación a la fecha de vigencia de la ley, deben ser presentados para su
conversión, si el estatuto lo prevé. Los endosables quedarán convertidos de pleno derecho en títulos no
endosables al vencimiento del plazo de conversión.
La conversión se deberá efectuar hasta la fecha que a tal efecto fije el Poder Ejecutivo Nacional, la que no podrá
exceder de los seis meses calendario posteriores al de publicación de la ley.
Hasta la fecha indicada, los títulos al portador autorizados a la oferta pública se podrán negociar únicamente si se
hallan depositados en la "caja de valores", individualizándose al adquirente.
Los títulos valores privados al portador que no sean presentados para su conversión, no se podrán
transmitir, gravar ni posibilitarán ejercer los derechos inherentes a los mismos.
Las operaciones de conversión dispuestas en la ley están exentas de todo tributo.

f) Aplicación de puro derecho

El artículo 10 de la ley consagra la aplicación de pleno derecho de sus disposiciones a las sociedades
regulares constituidas a la fecha de su vigencia, sin requerirse la modificación de los contratos y estatutos ni
su inscripción y publicidad.

g) Dividendos

Vencido el plazo que fije el Poder Ejecutivo Nacional para la conversión, los dividendos correspondientes a
acciones al portador se gravarán en la forma que al respecto establezcan las disposiciones del impuesto
a las ganancias. Asimismo no resultarán de aplicación las exenciones otorgadas en favor de intereses,
rentas u otras ganancias provenientes de títulos valores privados al portador.

h) Reglamentación del Poder Ejecutivo Nacional

Finalmente el artículo 12 de la ley otorga al Poder Ejecutivo Nacional, un plazo de sesenta días contados a partir
de la fecha de publicación de la ley en el Boletín Oficia4 para determinar las formas y procedimientos de
conversión.
Las disposiciones sobre la nominatividad entraron en vigencia el día de su publicación en el Boletín Oficial,
es decir el día 22 de noviembre de 1995.
i) Erectos y repercusión

La ley no tiene hoy en día el efecto que producía la nominatividad en 1956 o en 1974, porque en aquellos años
las transacciones bursátiles no contaban con una Caja de Valores.
Desde la instalación de la Caja de Valores S.A. en el país, en 1980, las acciones y demás títulos privados que
cotizan en la Bolsa se han nominativizado, al requerirse la individualización de los "comitentes" que operan con
los agentes de bolsa y bancos en esas transacciones.
La incorporación de los títulos "escriturales" en nuestra legislación, como consecuencia de la reforma a la Ley de
Sociedades Comerciales 19.550 por la ley 22.903 de 1983, disminuye la significación de la nominatividad
obligatoria.
Además, se debe tener presente que las sociedades anónimas de objeto social especial, como los bancos y
entidades financieras, los Mercados de Valores, las Sociedades Calificado-ras de Riesgos, las Sociedades
Gerentes de los Fondos Comunes de Inversión, las empresas de radiofonía y televisión, etcétera, deben
organizarse ya como sociedades anónimas con acciones nominativas no endosables, y las transferencias
accionarias deben ser aprobadas, en tales casos, por las autoridades de control y superintendencia.
Sus efectos quedan ahora reducidos a aquellas empresas
-por cierto que muy numerosas en el país- organizadas jurídicamente como sociedades anónimas "cerradas" o
familiares, donde el proceso de conversión obligará a que aparezcan los verdaderos dueños de esos capitales y
participaciones accionarias.
Esto permitirá combatir la evasión impositiva, que es la finalidad inmediata que persigue la ley, pero también el
"lavado de dinero", cerrando una vía a la inversión de los recursos financieros producto del narcotráfico.

359. REGLAMENTACION DE LA LEY. DECRETO 259/%


a) Constancias que deben figurar en los títulos

El 18 de marzo de 1996 el Poder Ejecutivo Nacional dictó el decreto 259/96 reglamentario de la ley 24.587
(B.O., 20-111-1996).
El artículo 1º del decreto prescribe los títulos valores deberán contener las menciones previstas en los artículos
745 del Código de Comercio, 211 de la ley 19.550 (to. decreto 841/84) y 31 de la ley 23.576 y en las leyes
24.083 y 24.441.
En el reverso de cada título deberá constar:
1) Nombre y apellido o denominación del titular inscripto en los respectivos registros de la sociedad emisora,
previstos en los artículos 213 de la ley 19.550 (t.o. decreto 841/84), y 31 de la ley 23.576. En el caso de personas
físicas se debe registrar en primer lugar el apellido y luego los nombres completos, tal como figura en el
documento a que se refiere el inciso 5). En el caso de personas jurídicas deberá registrarse la denominación
completa de las mismas.
2) Derechos reales que gravan los títulos valores.
3) Fecha de la anotación en el respectivo registro de la sociedad emisora de los datos previstos en
los incisos 1) y 2).
4) Firma autógrafa y sello de un representante legitimado de la sociedad emisora o de la entidad que tenga
a su cargo el registro.
5) Número de documento de identidad y clave única de identificación tributaria C.U.I.T. en las condiciones
previstas en los incisos 3) y 4) del artículo 6º.

b) Conversión de los títulos


1) CaiÚe o sustitución de los títulos
El artículo 2º establece que los títulos valores privados al portador o nominativos endosables deben ser canjeados
o sustituidos por títulos nominativos no endosables o por títulos valores escriturales.
El emisor podrá realizar la conversión de los títulos valores al portador o nominativos endosables en
nominativos no endosables, asentando en el anverso de cada uno de ellos, la siguiente inscripción con caracteres
destacados: "nominativo no endosable". En el reverso deberá asentar un cuadro que permita registrar en forma
ordenada los datos mencionados en el artículo 1º.

2) Jnscripción de la conversión

El artículo 3º del decreto dispone que dentro del plazo previsto por la ley, la sociedad emisora debe proceder a
inscribir en
los registros respectivos a los titulares de títulos valores que acrediten ese carácter con el respectivo título al
portador o nominativo endosable.
El Registro y los títulos respectivos deben contener las constancias identificatorias del titular, referidas
anteriormente.

3) Conversión de emisiones en trámite

El artículo 4º establece que el emisor que deba entregar títulos al portador o nominativos endosables antes del 22
de mayo de 1996 podrá asentar en el anverso de cada uno de ellos con caracteres destacados la siguiente
inscripción: "Este título se convertirá automáticamente en nominativo no endosable a partir del 22 de mayo de
1996".
En el reverso de estos títulos figurará el cuadro a que hace referencia el artículo 2º debiendo presentarse los
valores al emisor para la individualización de su titular dentro del plazo legal.
El emisor anotará los datos del titular en el registro correspondiente de la sociedad.

4) Conversión de tftulos depositados en la Caja de Valores

El artículo 5Q del decreto dispone que la conversión a nominativos no endosables de los títulos valores privados
que estén depositados en la Caja de Valores al día 22 de mayo de 1996 se operará de pleno derecho. Es decir que
en este caso el titular no debe realizar trámite alguno.
La Caja deberá notificar a cada emisor las tenencias depositadas a la fecha indicada. El retiro de dicho título a
partir de la fecha indicada obliga a la Caja de Valores S.A. a:
- Informar al emisor dicha circunstancia con identificación del nuevo titular.
- Entregar títulos nominativos no endosables conforme las modalidades de conversión convenidas con el emisor.

c) Registros de títulos valores

1) Autorización para que puedan ser computarizados

El artículo 6º del decreto autoriza a que los registros de títulos valores nominativos no endosables o escriturales
puedan
ser llevados en forma computarizada si así lo autoriza la respectiva autoridad de control.

2) Menciones que deben contener

Además de las menciones exigidas en los artículos 213 de la ley 19.550 (t.o. decreto 841/84) y 31 de la ley
23.576, el artículo 6º del decreto reglamentario prescribe que deberán contener los siguientes datos de los
titulares:
- Nombre y apellido o denominación. Cuando se trate de personas físicas se deberá registrar en primer lugar el
apellido y luego los nombres completos y cuando se tratare de personas jurídicas se deberá registrar la
denominación completa tal cual se inscribió en el registro correspondiente.
- Domicilio real o sede social en su caso.
- Número de Documento Nacional de Identidad o en su defecto número de Libreta Cívica o de Enrolamiento.
Cuando no se poseyeren estos documentos deberá utilizarse el número de Pasaporte o Cédula de Identidad
debiendo identificarse el tipo de documento que se consigne. Si se tratare de personas jurídicas los datos de
inscripción registrados o de autorización según corresponda.
- Número de clave única de identificación tributaria C.U.I.T., excepto que se tratare de personas físicas que no lo
posean por no estar obligados. En el caso de acciones u otros títulos escriturales, deberá anotarse en el registro la
expedición de comprobantes de saldo de cuenta con la modalidad prevista en el artículo 9Q indicando su número
y fechas de expedición y de ven-cimiento. Los registros de acciones u otros títulos valores nominativos no
endosables podrán ser llevados por bancos comerciales o de inversión o por cajas de valores si así lo conviniere
la sociedad emisora. En todos los casos la entidad emisora será responsable ante los titulares por los errores o
irregularidades de los asientos, sin perjuicio de la responsabilidad que pudiera corresponderle al Banco o Caja de
Valores ante la entidad emisora.

3) Inscripciones en los registros


Conforme la regla del artículo 7º de la reglamentación la entidad que tenga a su cargo llevar los registros deberá
efectuar las inscripciones de:
1) Transferencias de títulos valores y constitución sobre ellos de derechos reales.
2) Comunicación del acreedor prendario de haber procedido a la venta de los títulos en ejercicio de la facultad
que le acuerda el artículo 585 del Código de Comercio.
3) Orden judicial que disponga con respecto a los títulos valores la transferencia, constitución de los derechos
reales o medidas cautelares. En los supuestos previstos en los puntos 1) y
2) la inscripción deberá ser solicitada personalmente o a través de un medio fehaciente, por el titular
del título valor o acreedor registrado o por su mandatario o por el agente de bolsa o de mercado abierto que
hubiere intervenido en la operación. Cuando la solicitud de inscripción no se realizare en la forma indicada
precedentemente, la firma del titular o acreedor deberá estar certificada en forma judicial, notarial o
bancaria.

d) Títulos valores escriturales. Comprobante saldo de cuenta

1) Menciones que deben contener

El comprobante de saldo de cuenta que expida la entidad que lleve el respectivo registro escritural deberá
contener, según lo dispone el artículo 8º del decreto reglamentario, las siguientes menciones:
- Fecha y hora de expedición.
- Menciones previstas en los artículos 211 de la ley 19.550 (t.o. decreto 841/84) y 31 de la ley 23.576.
- Nombre y apellido, domicilio real y número de documento de identidad del titular. Si se tratare de personas
jurídicas su denominación y sede y datos de inscripción registral o autorización en su caso.
- Denominación y sede de la entidad que extienda el comprobante, si fuere persona distinta de la sociedad
emisora.
- Derechos reales y medidas cautelares que graven los títulos valores.
- Constancia de expedición de comprobantes de saldo de cuenta con la modalidad prevista en el artículo 9º,
indicando las fechas de expedición y de vencimiento.
- Limitaciones estatutarias a la transmisión de los títulos valores de la emisora.
2) Comprobante con constancia

El artículo 9º del decreto establece que el titular del título valor podrá solicitar un comprobante de saldo de
cuenta donde conste que su expedición es a fin de transferir los títulos o constituir sobre ellos derechos
reales.
Ese comprobante tendrá vigencia por un plazo de diez (10) días, y durante ese período no se podrá
emitir otro con igual constancia.

3) Cumplimiento del requisito de la nominatividad

El artículo 12 del decreto 359/96 establece que el requisito de la nominatividad se considerará


cumplido cuando los títulos valores sean emitidos en forma escritural.

e) Negociación de títulos valores pendientes de conversión

El artículo 10 del decreto reglamentario dispone que hasta el día 22 de mayo de 1996, se podrán negociar en el
país los títulos valores al portador con oferta pública autorizada cuando estén depositados en la Caja de Valores
o se depositen al momento de liquidar la operación y dentro de dicho plazo.

f> Facultades de los organismos de control

El artículo 11 del decreto 259/96 prescribe que la Comisión Nacional de Valores, para las sociedades que hacen
oferta pública y las respectivas autoridades de control de las entidades emisoras, podrán dictar las normas
complementarias a efectos de la aplicación de la ley 24.587 y de su reglamentación, incluyendo la adaptación de
sus disposiciones para otros títulos valores emitidos en serie.
Se aclara que ello es sin perjuicio de las facultades reglamentarias de la Dirección General Impositiva, del Banco
Central de la República Argentina y la Superintendencia de Seguros de la Nación, en lo que hace al ámbito de
sus respectivas competencias.
También se autoriza a la D.G.I. para que en uso de las facultades que le acuerda la ley 23.271 pueda requerir
información sobre los datos de individualización de los titulares incluidos en los registros de las entidades
emisoras.
g) Valores representativos de deudas

Cuando se trate de de títulos valores representativos de deuda o asimilables, con oferta pública autorizada, se
considerará cumplido el requisito de la nominatividad cuando estén representados en certificados globales o
parciales, inscriptos o depositados en regímenes de depósito colectivo nacionales o extranjeros (Caja de Valores
o similares del exterior), reconocidos por la Comisión Nacional de Valores, a cuyo fm se considerarán
definitivos, negociables y divisibles (art. 13).
h) Títulos valores emitidos al portador en el extranjero

El artículo 14 del decreto reglamentario dispone que los títulos valores públicos o privados emitidos al portador
en el extranjero, autorizados a ser ofrecidos públicamente en el país, deberán ser depositados en una entidad
f'inanciera o en caja de valores autorizada a funcionar como tal en el país, las que entregarán a cambio
certificados nominativos intransferibles representativos de aquéllos.

i) Derogación del decreto S3/86

El artículo 15 del decreto reglamentario deroga expresamente el decreto de referencia que reglamentara en
el año 1986 la ley 23.299.
TABLA DE ABREVIATURAS
Art./arts. Artículo/artículos.
B.C.RA. Banco Central de la República Argentina.
B. O BoleÉín Oficial.
Cám. Nac. Com. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.
Cap./cap. Capítulo.
c¡t. Citado.
C. Civ. Código Civil.
C. de Comercio Código de Comercio.
Cód. Civil Código Civil.
Cód. Com. Código de Comercio.
Cír. Conforme.
C.N. Constitución Nacional.
CPCCN Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
C.SI.N. Corte Suprema de Justicia de la Nación.
D.L. Decreto Ley.
Dec./dec. Decreto.
E.D. Revista Jurídica El Derecho.
Ed. Editorial.
etc. Etcétera.
Inc. Inciso.
J.A. Revista Jurídica Jurisprudencia Argentina.
L. Ley.
L.C. Ley de Concursos 19.551 y sus modificatorias.
L.L. Revista Jurídica La Ley.
L.S. Ley de Sociedades Comerciales 19.550 y sus modificatorias.
Nº/nº/nro. Número.
op. cit Obra citada.
p./pág./págs. Página/páginas.
por ej. Por ejemplo.
R.D.C.O. Revista del Derecho Comercial y de las Obligaciones.
sig./sigs. Siguiente/siguientes.
SA. Sociedad anónima.
S.CA. Sociedad en comandita por acciones.
Soc. col. Sociedad colectiva.
S.R.L. Sociedad de responsabilidad limitada.
T./t. Tomo.
t.o. Texto ordenado.
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INDICE
Prólogo 7
Prólogo a la octava edición. q

CAPÍTULO I

LA SOCIEDAD COMERCIAL
1. Concepto 11
2. Evolución histórica 14
3. Regulación en el derecho comparado 16
4. Importancia actual de la sociedad comercial 17
5. Sociedad y asociación 18
6. Sociedad civil y sociedad comercial 19
7. Sociedad y enipresa 20
8. Sociedad comercial y cooperativas 21

CAPÍTULO II

LA NATURALEZA JURíDICA DE LA SOCIEDAD COMERCIAL


9. La teoría clásica <'contractual" 25
10. Las doctrinas del acto social constitutivo, del acto colectivo
y del acto complejo 25
11. La doctrina "institucionalista" 27
12. Las doctrinas transpersonalistas alemanas 29
13. La doctrina del contrato plurilateral de organiZación 29
14. Las doctrinas receptadas por las legislaciones modernas 33
15. La ley argentina 34

CAPÍTULO III

LA PERSONALIDAD JURíDICA
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
16. La regulación del tema en el Código Civil 35
a) Concepto de persona 35
b) Clasificación 35
c) Personas jurídicas privadas 36
17. Personalidad de las sociedades 37
18. Distintas teorías sobre la naturaleza de la personalidad ju
rídica 40
a) Teoría de la ficción de Savigny 40
b) Teoría dcl "patrimonio fin" 41
c) Teoría de la personalidad real de la asociación o teoría
de la realidad 41
19. Alcances de la personalidad 42
20. Situaciones especiales 44
a) Sociedades irregulares 45
b) Sociedades accidentales o en participación 46
c) Sociedades en liquidación 46
d) Sociedades en formación 47
21. Desestimación o prescindencia de la personalidad jurídica 48
NOTAS A LA OCTAVA EDICIÓN 52
1. Jurisprudencia 52
2. Doctrina 58

CAPÚFULO IV

CONCEPTO Y ELEMENTOS
DE LA SOCIEDAD COMERCIAL
22. Concepto legal (art. 1º, L.S.) 59
23. Elementos 59
24. El consentimiento 60
24 Bis. Las llamadas sociedades obligatorias 61
a) La incorporación del heredero del socio 62
b) La indivisión hereditaria en la ley de Bien de Familia 62
25. La affectio societatis 62
a) Concepto 62
b) La affectio societatis en los diversos tipos sociales 64
c) La affectio societatis en la jurisprudencia nacional 65
26. Pluralidad de personas 66
26 Bis. La sociedad de un solo socio 66
27. Organización 69
a) El nombre 69
b) Domicilio 72
c) Duración 73
d) Objeto: remkión 74
e) Gobierno, administración y control 74
28. El tipo social. Tipicidad 75
29. Fondo común 76
30.El fin común 78
31. Participación en los beneficios y en las pérdidas 79
32. El objeto social 80
a) Concepto 80
b) Exigencia legal 81
c) Requisitos 81
d) Nulidad por razón del objeto 82
e) La doctrina del "ultra vires" 82
33. La sociedad es sujeto del derecho (art. 2') 84
34. Asociación bajo la forma de sociedad comercial (art. 3º) 84
NOTAS A LA OCTAVA EDICIÓN 85
1. Jurisprudencia 85
2. Doctrina 91

CAPÍTULO V

CONSTITUCION DE LA SOCIEDAD
A) Acto Constitutivo 93
35. Forma del acto constitutivo (art. 4º) 93
36. Contenido del instrumento constitutivo (art. 11)
37. Estipulaciones nulas (art. 13) 97
38. Publicidad del contrato social (art. 10) 98
39. Inscripción en el Registro Público de Comercio (art. 5º) 100
40. Electos de la inscripción (art. 7º) 101
41. Ineficacia de las modificaciones no inscriptas (art. 12) 101
42. Facultades del Registro Público de Comercio (art. 6º) 102
43. Registro Nacional de Sociedades por Acciones (art. 8º) 103
44. Publicidad de las inscripciones registrales (art. 9º) 104
45. Norma general sobre publicidad (art. 14) 104
46. Trámite de las acciones judiciales (art. 15) 104
B) NUlIDAD DE [A SOCIEDAD 104
47. El régimen de las nulidades en el Código Civil 104
48. El régimen de nulidades en el derecho societario 105
49. Vicios del vínculo del socio con la sociedad (art. 16) 106
50. La sociedad "leonina" 109
51. Vicios que afectan el principio de tipicidad (art. 17) 109
52. Vicios que afectan el objeto social 111
a) Sociedad de objeto ilícito (art. 18) 111
b) Sociedad de objeto lícito, con actividad ilícita (art. 19) 112
c) Sociedad de objeto prohibido en razón de su tipo
(art.20) 113
C) SOCIEDADES IRREGULARES 114
53. Antecedentes de nuestra legislación 114
54. El régimen de la ley 19.550 116
a) El Código Civil italiano 116
b) La ley francesa de 1966 117
c) La ley 19.550 no adoptó ninguna de esas posiciones 117
55. La reforma de la ley 22.903 119
56. Régimen legal vigente 120
a) Concepto legal: imprecisiones y vacíos 120
b) Diferencias 121
c) Supuestos especiales de sociedades de hecho 121
d) Casos de sociedades irregulares 122
e) Sociedades de hecho y sociedades accidentales o en
participación 124
f) Sociedades incluidas 126
g) Regularización 127
h) Disolución 128
i) Derecho del socio a retirarse 129
j) Observaciones y críticas a la reforma 129
k) Responsabilidad de los socios y de quienes contratan
por la sociedad irregular 131
1) Representación de la sociedad 132
m) Prueba de la sociedad 132
n) Relaciones de los acreedores sociales y de particulares
de los socios 133
NOTAS A LA OCTAVA EDI ClON 134
1. lurisprudencia 134
2. Doctrina 146

CAPÍTULO VI

DE LOS SOCIOS
A) EL ESTADO DE SOCIO 147
57. Concepto 147
58. Adquisición del estado de socio 147
a) Principio general 147
b) Sociedades personales 147
c) Sociedades de capital 148
59. Transmisión del estado de socio 148
a) Principio general 148
b) Sociedades personales 149
c) Sociedades de capital 149
B) DE LA CAPAC¡DAD PARA SER SOCIO 149
60. Capacidad para realizar actos de comercio 149
a) Concepto de capacidad 149
b) Capacidad de las personas físicas 151
c) Situaciones especiales 152
1) Los emancipados 152
2) Los menores con 18 años cumplidos 152
3) Los menores con 18 años cumplidos que hubieren
obtenido título habilitante para el ejercicio de una
profesión 152
4) Los menores con 18 años cumplidos, autorizados
para ejercer el comercio 152
5) El hijo mayor de 18 años, asociado al comercio del
padre 153
61. Capacidad para constituir sociedad 153
a) 'Principio general 153
b) Menores de edad 153
1) Sociedad con el padre 154
2) Menor de edad heredero de un establecimiento co
mercial o empresa de su padre 154
c) Situación de los demás incapaces 154
d) Menores emancipados 154
62. Sociedad entre esposos (art. 27) 155
a) Situación anterior a la Ley de Sociedades comerciales 155
b) Ley de Sociedades comerciales 155
c) Crítica a la regulación actual 157
63. Herederos menores: casos de indivisión forzosa (art. 28) 158
64. Sanción por violación de las reglas anteriores (art. 29) 159
65. Sociedad socia (art. 30) 159
66. Socio aparente y socio oculto (art. 34) 161
67. Socio del socio (art. 35) 162
C) DE LOS SOCIOS EN SUS RELACIONES CON LA SOCIEDAD 162
68. Comienzo de los derechos y obligaciones (art. 36) 162
69. Mora en los aportes comprometidos (art. 37) 163
70. Bienes aportables. Forma del aporte e inscripción preventi
va (art. 38) 163
a) Sociedades de capital (art. 39) 164
b) Derechos aportables (art. 40) 165
e) Aporte de créditos (art. 4) 165
d) Aporte de títulos valores (art. 42) 166
e) Aporte de un fondo de comercio (art. 44) 166
f) Bienes gravados (art. 43) 167
g) Aportes en propiedad, uso o goce (arts. 45 y 49) 167
71. Garantía de evicción (arts. 46, 47 y 48) 168
72. Prestaciones accesorias (art. 50) 170
73. Valuación de los aportes en especie (arts. 51, 52 y 53) 171
a) Principio general 172
b) Sociedades de responsabilidad limitada y en comandita
simple, para el aporte de los socios comanditarios 172
c) Sociedades por acciones 172
d) Impugnación de la valuación por terceros 172
e) Impugnáción por los socios 173
74. Dolo o culpa del socio (art. 54) 173
a) Principio general 173
b) Compensación 174
c) Uso de fondos sociales 174
75. Control individual de los socios (art. 55) 174
76. Deber de lealtad 175
77. Deber de soportar las pérdidas 176
D) DE LOS SOCIOS Y LOS TERCEROS 176
78. Sentencia contra la sociedad: beneficio de excusión
(art. 56) 176
79. Embargos y venta de partes sociales. Cuotas y acciones
(art. 57) 177
E) INTERÉS DEL SOCIO E íNTERÉS SOCIAL 178
80. Concepto de interés 178
81. Interés del socio 178
82. El interés social 179
NOTAS A LA OCTAVA EDICIÓN 181
1. Jurisprudencia 181
2. Doctrina 188

CAPÍTULO VII

DE LA ADMINSTRACION Y REPRESENTACION
DE LA SOCIEDAD
83. Caracterización de sus funciones 189
84. Las doctrinas del "mandato" y "del órgano" 191
a) Doctrina del mandato 191
b) Doctrina del órgano 192
85.Designación de administradores y representantes sociales 193
86.Inscripción de la designación y cesación (art. 60) 194
87.Renuncia 195
88.Indelegabilidad de las funciones 195
89.Imputación a la sociedad de sus actos (art. 58) 195
90.Obligaciones de los administradores sociales (art. 59) 197
91.Responsabilidad 197
92.Eximición de la responsabilidad 198
93.Extinción de la responsabilidad 199
94.Intervención judicial de la sociedad 199
a) Concepto 199
b) Procedencia (art. 113) 200
c) Requisitos de la petición de intervención (art. 114) 200
d) Distintas "clases" de intervención (art. 115) 201
e) Duración de la intervención 202
f) Facultades y deberes del interventor 202
g) Aspectos procesales (arts. 116 y 117) 203
h) Criterios jurisprudenciales 203
NOTAS A LA OCTAVA EDICIÓN 205
1. Jurisprudencia 205
2. Doctrina 218

CAPÍTULO VIII

DE LA DOCUMENTACION Y LA CONTABILIDAD
95. Nociones generales 219
96. Medios mecánicos y otros (art. 61) 220
97. Obligaciones de las sociedades (art. 62) 221
98. Balance (art. 63) 222
a) El activo 225
b) El pasivo 227
c) Cuentas de orden 229
99. Estado de resultados (art. 64) 230
a) Losingresos 231
b) Los egresos 231
c) Las ganancias extraordinarias 232
100. Notas complementarias y cuadros anexos (art. 65) 233
a) Notas 235
b) Cuadros anexos 238
101. Memoria (art. 66) 239
102. Obligación de los administradores sociales (art. 67) 241
a) Información a los socios 241
b) Información a las autoridades de control 241
103. Ganancias (arts. 68 y 71) 242
104. Nulidad de las convenciones sobre aprobación de balances
(art.69) 243
105. Reservas(art.70) 243
a) Reserva legal 244
b) Otras reservas 244
106. Aprobación de los estados contables. Responsabilidades de
los administradores y síndicos (art. 72) 244
107. Libros de actas de los órganos colegiados (art. 73) 245
NOTAS A LA OCTAVA ED¡CIÓN 246
1. Jurisprudencia 246
2. Doctrina 248
CAPÍTULO IX

TRANSFORMACION, FUSION Y ESCISION


A) DE LA TRANSFORMACIÓN 249
108. Concepto (art. 74) 249
109. Responsabilidad de los socios (arts. 75 y 76) 249
110. Requisitos (art. 77) 251
111. Derechodereceso(art.78) 253
a) Concepto 253
b) Responsabilidad del recedente 253
c) Socios que tienen derecho al receso 254
d) Plazo para el ejercicio del derecho a receder 254
e) Garantía por las operaciones posteriores al ejercicio del
derecho de receso 254
f) Reembolso de su parte a los socios recedentes 255
g) Forma de comunicar el ejercicio del derecho de re
ceso 255
112. Preferencia de los socios (art. 79) 255
113. Rescisión del acuerdo de transformación (art. 80) 256
114. Caducidad de la transformación (art. 81) 256
B) DE LA FUSIÓN 257
115. Concepto de fusión y distintas formas (art. 82) 257
116. Requisitos (art. 83) 258
a) El acuerdo base 260
b) Compromiso previo de fusión 261
e) Consideración y aprobación por los órganos societarios
del compromiso previo de fusión 261
d) Publicidad 262
e) Acuerdo definitivo de fusión 262
f) Inscripción registral 263
117. Administración de las sociedades (art. 84) 264
118. Derechos de los socios de las sociedades disueltas (art.
85) 264
119. Revocación de la fusión (art. 86) 265
120. Rescisión de la fusión (art. 87) 265
C) DE LA ESCISIÓN 266
121. Concepto (art. 88) 266
122. Requisitos 267
123. Escisión con fusión 268
NOTAS A LA OCTAVA EDICIÓN 269
1. Jurisprudencia 269
2. Doctrina 281
CAPÍTULO X

RESOLUCION PARCIAL, DISOLUCION


Y LIQUIDACION
A) DE LA RESOLUCIÓN PARCIAL DE LA SOCIEDAD 283
124. Concepto 283
125. Causales de resolución y de disolución (art. 89) 284
126. Muerte de un socio (art. 90) 285
127. Exclusión de socios (art. 91) 286
128. Acción de exclusion 287
129. Efectos de exclusión (arts. 92 y 93) 287
a) Sociedad de dos socios 287
b) Sociedad de más de dos socios 288
B) DE LA DISOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD 289
130. Concepto 289
130 Bis. El derecho contemporáneo 291
130 Ter. Naturaleza jurídica 292
131. Causales de disolución (art. 94) 293
1) Por decisión de los socios 294
2) Por expiración del término por el cual se constituyó 294
3) Por incumplimiento de la condición a la que se subor
dinó su existencia 295
4) Por consecuencia del objeto para el cual se formó, o por
la imposibilidad sobreviniente de lograrlo 2%
5) Por pérdida del capital social 298
6) Por declaración en quiebra 300
7) Por su fusión con otra sociedad 301
8) Por reducción a uno del número de socios 302
9) Por sanción firme de cancelación de oferta pública o de
la cotización de sus acciones 303
10) Por resolución firme de retiro de la autorización para
funcionar 304
11) Otras pausas legales de distinción 305
132. Otras éausales de disolución (art. 89) 306
133. Prórroga de la sociedad (art. 95) 306
134. Pérdida del capital (art. 96) 307
135. Quiebra de la sociedad 307
136. lnscripción de la disolución (art. 98) 308
137. Obligaciones y responsabilidad de los administradores so
ciales (art. 99) 308
138. Disolución judicial (art. 97) 308
139. Norma de interpretación (art. 100) 309
C) DE LA LIQUIDACIÓN 309
140. Concepto 309
141. Personalidad (art. 101) 310
142. Liquidador (art. 102) 310
143. Facultades (art. 105) 311
144. Obligaciones (arts. 103, 104 y 108) 311
145. Instrucciones de los socios 312
146. Contribuciones de los socios (art. 106) 312
147. Distribuciones parciales (art. 107) 313
148. Balance final y distribución (art. 109) 314
149. Comunicación a los socios del balance final y plan de distri
bución (art. 110> 314
150. Presentación al Registro Público de Comercio (art. 111) 315
151. Cancelación de la inscripeión (art. 112) 315
NOTAS A LA OCTAVA EDICIÓN 316
1. Jurisprudencia 316
2. Doctrina 321

CAPÍTULO XI

DE LA SOCIEDAD CONSTITUIDA
EN EL EXTRANJERO
A) NACIONALIDAD DE LAS SOCIEDADES 323
152. Concepto 323
153. Motivos para atribuir nacionalidad a las sociedades 324
154. Los criterios de atribución de nacionalidad 324
a) Sistema de la autonomía de la voluntad 325
b) El sistema de la incorporation 325
e) El sistema francés del lugar de la "sede social" (siege) 325
d) La doctrina del "control" 326
155. Las consecuencias de la atribución de nacionalidad 327
a) El "reconocimiento" de la sociedad constituida en el
extranjero 328
b) La habilitación para actuar 329
c) La ley aplicable 329
d) Discriminación entre sociedades nacionales y extranje
ras para el goce de derechos civiles 330
e) La protección diplomática de las sociedades 330
156. Teorías que niegan la nacionalidad de las sociedades 333
a) La doctrina "Irigoyen" 333
b) La legislación nacional 334
B) LA'SOCIEDAD CONSJTTUIDA EN EL EXTRANJERO 334
157. Actuación extraterritorial de las sociedades 334
a) Modos de actuación de la sociedad extranjera 335
b) Distinción entre "sucursal" y "filial" 335
158. Principio adoptado por la ley nacional 337
159. Ley aplicable (art. 118) 337
a) ¿Problema de ley aplicable o de reconocimiento9 338
b) Ley que rige los elementos sustanciales y la capacidad 338
e) "Lugar de constitución": derecho aplicable 339
d) Forma y prueba del acto constitutivo 340
160. Actuación en el pais 341
a) Capacidad de la sociedad constituida en el extranjero 341
b) Realización en el país de actos aislados 341
e) Ejercicio habitual en el país y establecimiento de sucur
sal, agencia o representación 342
161. Sociedad de tipo social desconocido en el país (art. 119) 343
162. Contabilidad (art. 120) 343
163. Responsabilidad de los representantes (art. 1º) 344
164. Emplazamiento en juicio (art. 122) 345
a) Finalidad de la norma 345
b) Sociedad que realiza en el país "actos aislados" 345
c) Existencia de sucursal, agencia o representación perma
nente 346
165. Constitución de sociedad en el país (art. 123) 346
a) La regla legal 346
b) Amplitud del concepto "constituir" sociedad 347
e) Nuestra interpretación 350
166. Sociedad extranjera con domicilio o principal objeto en el
país (art. 124) 351
a) La "sociedad en fraude de la ley argentina" 351
b) Las "consecuencias de esa actuación" 352
e) Carácter de orden público de esta normativa 355
167. Las sociedades "multinacionales" 355
167 Bis. Nuevo enfoque del problema 357
NOT,\S A lA OCTAVA EDICION 358
1 Ley24.409 358
2. Jurisprudencia 363
3. Doctrina 363

CAPÍTULO XII

DE LAS SOCIEDADES EN PARTICULAR


SOCIEDADES PERSONALES

A) ClASIFICACIÓN DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES 365


168. Criterios propuestos 365
169. Nuestra legislacion 366
B) LA SOCIEDAD COLECUVA 366
170. Concepto 366
171. Responsabilidad de los socios (art. 125) 367
172. Razón social o denominación (art. 126) 368
173. Administración (arts. 127 y 128) 369
174. Remoción del administrador (art. 129) 369
175. Renuncia. Responsabilidad (art. 130> 370
176. Modificaciones al contrato social (art. 131) 371
177. Transferencia de parte social 371
178. Resoluciones sociales (art. 132) 372
179. Actos en competencia (art. 133) 372
180. Participación de. la sociedad colectiva en otra sociedad 372
181. Carácter subsidiario de la responsabilidad de los socios 373
182. Derecho de receso 374
C) LA SOCIEDAD EN COMANDITA SIMPLE 374
183. Concepto 374
184. Características (art. 134) 375
185. Denominación o razón social 375
186. Aportes del socio o socios comanditarios (art. 135) 376
187. Administración y representación (art. 136) 377
188. Resoluciones sociales (art. 139) 377
189. Quiebra, muerte o incapacidad del socio "comanditado"
(art. 140) 378
190. Actos prohibidos y actos permitidos al socio comanditario
(arts. 137 y 138) 378
191. Aplicación supletoria de las normas de la sociedad colec
tiva 379
192. Utilidad de este tipo social para sanear empresas con difi
cultades 380
192 Bis. Peligros que encierra 380
D) LA SOCIEDAD DE CAPITAL E INDUSTIIIIA 380
193. Concepto 380
194. Características (art. 141) 381
195. Denominación o razón social (art. 142) 381
1%. Administración y representación (art. 143) 382
197. Participación del socio industrial en los beneficios (art.
144) 382
198. Resoluciones sociales (art. 145) 382
199. Muerte, incapacidad o inhabilitación del socio administra
dor. Quiebra (art. 145, 2' párr.) 384
200. Transferencia de la parte social 384
201. Situación del socio industrial 385
202. Relación laboral y socio industrial 386
203. Sociedad civil de capital e industria 386
E) DE LA SOCIEDAD ACCIDENTAL O EN PARTICIPACIÓN 387
204. Concepto 387
205. Caracteres (art. 361) 389
206. Objeto 390
207. Propiedad de los aportes 391
208. Administración 392
209. Control de la administración (art. 364) 393
210. Responsabilidad de la "sociedad" y de los socios por las
deudas sociales (arts. 362, 363y 365) 393
211. Quiebra del gestor (art. 151, ley 24.522) 394
212. Disolución 394
213. Liquidación (art. 366) 3%
314. Normas supletorias 3%
NOTAS A LA OCTAVA EDICIÓN 397
1. Jurisprudencia 397
2. Doctrina 404

CAPÍTULO MII
DE LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
215. Antecedentes 405
216. Características (arts. 146 y 147) 406
217. Del capital social (arts. 148 y 149) 406
218. Responsabilidad de los socios. Garantía (art. 150) 407
219. Cuotas suplementarias (art. 151) 409
220. Transferencia de cuotas; normas reglamentarias (arts. 152,
153,154y155) 410
a) La reforma 411
b) Cesión de cuotas 412
c) Limitaciones a la transmisión de cuotas 412
d) Procedimiento para el otorgamiento de la conformidad
o ejercicio del derecho de preferencia 412
e) Transmisión por ejecución forzada 413
f) Incorporación de los herederos 414
221. Copropiedad de las cuotas sociales (art. 156) 415
222. Usufructo, prenda, embargos y otras medidas cautelares
sobre cuotas sociales 415
223. De la administración y representación (art. 157) 416
a) Criterio de la reforma 417
b) Designación 417
c) Gerencia plural 418
d) Derechos y obligaciones 418
e) Responsabilidad 418
f) Revocabilidad 419
224. De la fiscalización (art. 158) 419
225. De las resoluciones sociales (art. 159) 420
226. Régimen de mayorías (art. 160) 422
227. Limitaciones al derecho de voto (art. 161) 423
228. Actas de acuerdos sociales (art. 162) 423
NOTAS A LA OCTAVA EDICIÓN 424
1. Jurisprudencia 424
2. Doctrina 428

CAPÍTULO XIV

LA SOCIEDAD ANONIMA
229. Evolución histórica 429
a) Origen 429
b) Primeras sociedades por acciones 431
c) Su desarrollo 432
d) Evolución en Estados Unidos de América 433
e) Diferencia conceptual entre el derecho anglosajón y el
derecho continental 435
230. Importancia de la sociedad anónima: su influencia en la so
ciedad moderna 437
a) La sociedad anónima y el capitalismo 437
b) La sociedad anónima: centro de poder 438
c) Las grandes corporaciones 440
231. El control de constitución de la sociedad anónima 442
a) Antecedentes del derecho comparado 442
b) El sistema del Código de Comercio 443
c) El régimen de la Ley de Sociedades Comerciales 443
d) Las sociedades extranjeras 444

CAPÍTULO XV

LA SOCIE[)AD ANONIMA (Continuación)


232. Caracterización 445
a) Preponderancia del "capital" sobre el elemento hu
mano 445
b) Limitación de la responsabilidad del socio al capital sus
cripto 446
c) Mayor control y fiscalización estatal en la constitución y
actuación 446
d) Gobierno por "órganos sociales" con competencia espe
cífica y a cargo de técnicos no accionistas 446
233. Caracteres particulares de nuestra legislación 447
a) Distinción entre sociedades "cerradas" y "abiertas" 447
b) Consagración del sistema "normativo" en la consti
tución 447
c) Admisión de acciones privilegiadas en el voto 448
d) Se autoriza la emisión de "bonos de goce" 448
e) a n) Otros caracteres 448
234. Naturaleza y requisitos 449
a) Capital dividido en acciones (art. 163) 449
b) Denominación (art. 164) 449
c) Constitución por instrumento público (art. 165) 450
d) Inscripción registral (art. 167) 450
235. La constitución 451
a) Constitución por acto único. Requisitos (art. 166) 451
b) Constitución por suscripción pública (arts. 168 al 180) 452
c) Obligaciones y responsabilidad de los promotores (arts.
181y182) 457
d) Obligaciones y responsabilidad de fundadores y direc
tores (arts. 183 y 184) 457
e) Beneficios de promotores y fundadores (art. 185) 459
236. El capital social 459
a) Capital mínimo (art. 186) 459
b) Suscripción total del capital 460
c) Contrato de suscripción 460
d) Integración del capital (art. 187) 461
e) Aumento del capital (art. 188) 461
f) Obligación de suscribir las emisiones anteriores (art.
190) 462
g) Suscripción insuficiente (art. 191) 462
h) Mora en la integración (arts. 192 y 193) 462
i) Derecho de suscripción preferente (arts. 194, 189, 195,
1%.y197) 463
1) Fundamento 464
2) Titulares 464
3) Alcance 465
4) Extensión de esos derechos 465
5) Situaciones en las que se aplica 465
6) Casos en que no se aplica 466
7) Ejercicio del derecho 467
8) Obligaciones del accionista 468
9) Casos en que la asamblea puede suspender o limi
tar este derecho 468
10) Violación del derecho del accionista 469
11) Extensión del derecho a las acciones peferidas 470
12) Condiciones de la emisión 470
13) Revocación de la emisión 470
14) Derecho de acrecer 470
15) Sociedades que hacen oferta pública 470
j) Aumento de capital por oferta pública (arts. 198, 199,
200y201) 470
k) Emisiones bajo la par y con prima (art. 202) 471
1) Reducción de capital (arts. 203, 204, 205 y 206) 472
237. De las acciones 473
a) Reglas generales (arts. 207 y 226) 473
b) Forma de los títulos. Acciones escriturales (art. 208) 474
c) Títulos y certificados 476
d) Formalidades de los títulos (arts. 211 y 212) 477
e) Libro de registro de acciones (art. 213) 478
f) Transmisión de acciones (arts. 214 y 215) 478
g) Acciones ordinarias y preferidas (arts. 216y 217) 479
h) Las acciones de voto plural 481
1) Concepto 481
2) El Código de Comercio 482
3) Su justificación 482
4) Crítica 482
i) Acciones de participación 484
j) Acciones rescatables y no rescatables. Liberadas y no
liberadas 485
k) Usufructo, prenda y embargo de acciones (arts. 218 y
219) 485
1) Adquisición de acciones por la sociedad (arts. 220 y
221) 486
m) Prohibición de recibir sus propias acciones en garantía
(art.222) 487
n) Amortización de acciones (art. 223) 487
ñ) Dividendos (arts. 224 y 225) 488
o) Indivisibilidad de las acciones (art. 209) 490
p) Venta o cesión de la acción (art. 210) 490
238. De los bonos 491
a) Concepto (art. 227) 491
b) Bonos de goce (art. 228) 491
c) Bonos de participación (art. 229) 491
d) Bonos de participación para el personal (art. 230) 492
e) Nórmas complementarias (arts. 231 y 232) 492
NOTAS A LA OCTAVA EDICION 493
1. Ley 24.435 493
2. Jurisprudencia 493
3. Doctrina 503

CAPÍTULO XVI

LA SOCIEDAD ANONIMA (Continuación)


A) DE LAS ASAMBLEAS 505
239. Caracterización 505
240. Clases de asambleas (arts. 234, 235 y 250) 507
a) Asambleas ordinarias 508
b) Asambleas extraordinarias 509
c) Asambleas especiales 509
241. Competencia: orden del día (art. 246) 509
242. Convocatoria (arts. 236 y 237) 510
a) Organo convocante 511
b) Convocatoria simultánea de primera y segunda asasn
blea 511
c) Publicaciones 512
d) Asamblea unánime 512
243. Formación de la asamblea (arts. 238, 239, 240, 242y 243) 512
a) Acreditación de la calidad del accionista 514
b) Firma del libro de asistencia 515
c) Actuación por mandatario 515
d) Intervención de los directores, sindicos y gerentes 515
e) Quórum 515
f) Presidencia de la asamblea 516
244. Deliberación (art. 247) 516
245. Votación (arts. 241 y 248) 517
246. Resoluciones o acuerdos de la asamblea: mayorías (art.
244) 518
247. Acta de la asamblea (art. 249) 519
248. Publicación e inscripción de ciertas decisiones de las asam
bleas (arts. 10, 12, 60 y 274) 519
249. Obligatoriedad de sus decisiones (art. 233) 520
250. Impugnación de las decisiones de la asamblea (arts. 251,
252, 253 y 254) 520
a) Titulares de la acción 522
b) Promoción de la acción 522
c) Suspensión preventiva en la ejecución de la decisión im
pugnada 522
d) Acumulación de acciones 522
e) Representación 523
f) Responsabilidad de los accionistas que votaron favora
blemente la decisión que se declare nula 523
g) Revocación de la resolución impugnada por otra asam
blea 523
h) Jurisprudencia 523
B) DE LA ADMINISTRACIÓN Y REPRESENTACIÓN 525
251. Caracterización 525
a) Es un órgano colegiado 525
b) Es un órgano necesario 527
c) Es un órgano permanente 527
d) Sus miembros pueden o no ser socios 527
e) Sus miembros son periódicamente nombrados por la
asamblea ordinaria 527
f) Su función es realizar todos los actos de administración,
ordinaria y extraordinaria de la sociedad 527
g) Representa a la sociedad 528
h) Sus miembros asumen responsabilidad solidaria e ilimi
tada por las infracciones a los deberes que les impone la
ley y el estatuto 528
252. Composición del directorio (art. 255) 528
253. Condiciones requeridas para ser director (art. 256) 529
253 Bis.Remoción 529
254. Ejercicio del cargo (art. 266) 530
255. Duración en el cargo: reelegibilidad (art. 257) 530
256. Reemplazo (art. 258) 531
257. Renuncia (art. 259) 531
258. Inhabilidades e incompabilidades (arts. 264 y 265) 532
259. Funcionamiento del órgano (arts. 260y 267) 534
a) Quórum 534
b) Reuniones 534
e) Convocatoria 534
260. Representación de la sociedad (art. 268) 535
261. Comité ejecutivo (art. 269) 536
262. Gerentes (art. 270) 536
263. Prohibiciones (arts. 271, 272 y 273) 537
a) Prohibición de contratar con la sociedad 538
b) Interés contrario al social 539
c) Actividades en competencia 540
d) Prohibición de votar la aprobación de los estados conta
bles, responsabilidad o remoción 540
264. Obligaciones (art. 274) 541
a) Obligación de lealtad 541
b) Obligación de diligencia 542
c) Obligación de cumplir la ley 542
d) Obligación de cumplir la ley social 542
265. Responsabilidad de los administradores sociales 543
a) Responsabilidad civil 544
b) Alcance de la responsabilidad 547
c) Imputación de responsabilidad 548
d) Prohibición de votar 548
266. Exención de responsabilidad 549
267. Extinción de la responsabilidad (art. 275> 549
a) Modos de extinción 550
b) Infracciones extinguibles 551
c) Ineficacia de la extinción 552
268. Acción judicial de responsabilidad (arts. 276, 277, 278
y279> 552
a) Acción social 553
b) Acción individual 553
c) Preseripción de la acción 554
d) Jurisprudencia 555
269. Remuneración (art. 261> 556
270. Sistemas de elección del directorio (arts. 262y 263) 557
a) Por la asamblea general ordinaria de accionistas 559
b) Por categoría de acciones 559
C) Por acumulación de votos 559
271. Inscripeión y publicación del nombramiento y de la remo
ción de los directores 562
271 bis. Nulidad e impugnación de las decisiones del directorio 562
272. Del consejo de vigilancia 562
a) Concepto 562
b) Caracteres (arts. 280 y 281) 563
c) Facultades y deberes 564
d) Derecho de la minoría de este órgano (art. 282) 565
e) Subsistencia de la sindicatura (art. 283) 565
f) Auditoría anual 565
g) Duración en el cargo 566
h) Renuncia 566
i) Funcionamiento 566
j) Remuneración 566
k) Inhabilidades e incompatibilidades 566
1) Prohibiciones 566
m) Responsabilidad 566
273. De la sindicatura 567
a) Concepto 567
b) Caracteres (arts. 284, 285 y 290) 567
c) Atribuciones y deberes (art. 294) 568
d) Elección (arts. 288 y 289) 570
e) Duración en el cargo (art. 287) 570
f) Revocabilidad 571
g) Inhabilidades e incompatibilidades (art. 286) 571
h) Remuneración (art. 292) 571
i) Indelegabilidad (art. 293) 572
j) Vacancia (art. 291) 572
k) Extensión de sus funciones (art. 295) 573
1) Prohibiciones (art. 298) 573
m) Responsabilidad (arts. 2%y 297) 573
274. De la fiscalización estatal 574
a) Concepto y alcance 574
b) Sociedades anónimas abiertas (art. 299) 575
c) Fiscalización estatal permanente 576
d) Fiscalización estatal limitada (arts. 300 y 301) 577
e) Fiscalización prevista en otras leyes (art. 304) 577
f) Facultad sancionatoria (art. 302) 578
g) Facultad de peticionar medidas judiciales (art. 303) 579
h) Responsabilidad de directores y síndicos (art. 305) 580
i) Recurso de apelación (arts. 306 y 307) 580
275. Inspección General de Justicia (ley 22315) 581
a) Aplicación de la ley 581
b) Registro Público de Comercio 581
c) Competencia judicial 581
d) Facultades 581
e) Sanciones 582
f) Sociedades extranjeras 582
g) Recursos 582
276. Comisión Nacional de Valores (leyes 17.811 y 22.169) 583
a) Aplicación de la ley 583
b) Exclusión 583
c) Alcance de la fiscalización 583
d) Cese de dicho control 583
e) Aplicación de las normas de la ley 17.811 584
277. Sociedades anónimas con participación estatal mayori
taria 584
a) Extensión del régimen común (art. 308) 584
b) Sociedades comprendidas 585
c) Directores y síndicos (arts. 310 y 311) 585
d) Variaciones en la composición del capital (arts. 309, 312
y313) 586
e) Liquidación y quiebra de la sociedad (art. 314) 587
278. Sociedades de economía mixta (D.L. 15.349/46) 587
a) Concepto 587
b) Antecedentes 587
c) Caracterizacion 588
d) Forma jurídica 588
e) El aporte estatal 589
f) Número de socios 589
g) Exigencia de participación estatal en los órganos so
ciales 589
h) Limitación de la responsabilidad estatal 590
i) Quiebra y disolución 590
279. Sociedades del Estado (ley 20.705) 590
a) Concepto 590
b) Características 591
NOTAS A LA OCTAVA EDICIÓN 591
1. Jurisprudencia 591
2. Doctrina 622
CAPÍTULO XVII

DE LOS ACCIONISTAS:
DERECHOS Y OBLIGACIONES
280. El "status" de socio 625
281. Derechos del accionista 625
a) Clasificación de los derechos del accionista 625
b) Derechos individuales 627
282. Consideración de los derechos individuales 628
a) Derecho a la conservación del "status" de accionista 628
b) Derecho a la limitación de la responsabilidad 628
c) Derecho a obtener de la sociedad un documento que
acredite la calidad de accionista 628
d) Derecho de voto 629
e) Derecho al dividendo acordado 630
f) Derecho de impugnar los acuerdos ilegales 632
g) Derecho de suscripción preferente 632
h) Derecho al reparto de liquidación 633
i) Derecho a participar con voz en las asambleas 633
j) Derecho de votar acumulativamente en la elección de
los directores y miembros del consejo de vigilancia 633
k) Derecho de ejercer la acción social de responsabi
lidad 633
1) Derecho de negociar sus acciones 634
m) Derecho de intervenir en la administración y fiscaliza
ción 635
n) Derecho de resarcimiento 635
ñ) Otros derechos 636
283. Derecho de receso (art. 245) 636
a) Concepto 637
b) Antecedentes 638
c) El nuevo artículo 245 639
d) La jurisprudencia 642
284. Obligaciones de los accionistas 646
a) Deber de lealtad 646
b) Deber de cumplir con el aporte prometido 647
c) Deber de cumplir con la ley, el estatuto y el regla
mento 647
285. Responsabilidad del accionista 648
286. Sindicación de acciones 648
a) Antecedentes extranjeros 648
b) Antecedentes nacionales 649
c) La Ley de Sociedades comerciales 650
d) La doctrina nacional 650
e) Distintas modalidades 651
f) Su impugnación 651
g) La refutación 652
h) El alcance de las decisiones del "sindicato" 653
NOTAS A LA OCTAVA EDICIÓN 654
2. Jurisprudencia 654
3. Doctrina 657

CAPÍTULO XVIII

DE LAS OBLIGACIONES O DEBENTURES


287. La emisión de obligaciones 659
a) Concepto 659
b) Naturaleza jurídica 659
c) Legislaciones 660
d) Finalidad 660
288. Debentures: Sociedades que pueden emitirlos (art. 325) 661
289. Clases de debentures (arts. 326, 327,328, 332y 333) 661
290. El fiduciario 663
a) Concepto 663
b) Naturaleza y funciones 663
e) Designación del fiduciario 664
d) Capacidad del fiduciario (art. 341 y 342) 665
e) Obligaciones del fiduciario 665
f) Atribuciones del fiduciario (arts. 343, 344, 345, 346, 347,
348,349,350y35l) 666
1) Peticionar la suspensión del directorio 668
2) Asumir la liquidación de la sociedad deudora 668
3) Coadyuvar en la liquidación, en caso de quiebra 668
4) Impugnar los acuerdos de la asamblea de debentu
ristas 668
g) Responsabilidad del fiduciario (art. 359) 669
h) Remoción del fiduciario (art. 353) 669
291. Los debentures 669
a) Naturaleza jurídica (art. 337) 669
b) Títulos (arts. 335 y 336) 670
c) Transmisión 671
d) Emisión 671
e) Debentures convertibles (art. 334) 671
292. De los debenturistas 672
a) Los suscriptores de debentures 672
b) Derechos (art. 331 y 352) 672
c) Asamblea de debenturistas (arts. 354 y 355) 673
293. El contrato de fideicomiso 674
a) Concepto (art. 338) 674
b) Partes 675
c) Forma (art. 339) 675
d) Inscripeión 675
Contenido 675
f) 5uscripción pública (art. 340) 676
294. Efectos de la emiuón de debentures 677
a) Efectos sobre la administración (art. 329) 677
b) Efectos en cuanto a sus bienes (art. 330) 677
c) Efectos sobre los accionistas de la sociedad emisora 678
d) Efectos en cuanto al capital social (art. 356) 678
e) Prohibición (art. 357) 678
295. Responsabilidad de los directores (art. 358) 678
296. Emisión en el extranjero (art. 360) 679
296 Bis.De las obligaciones negociables
a) Concepto
b) Caracteres 680
c) Derechos de los obligacionistas 681í
d) Emisores 681
e) Clases y series
f) Garantías 682
g) Organo que toma la decisión 684
h) Publicación de un aviso 684
i) Obligaciones convertibles 685
686
j) Contrato de fideicomiso 687
k) Asamblea de obligacionistas
688
1) Transmisión 688
m) Pequeñas y medianas empresas 689
n) Régimen impositivo 691
296 Ter. "Comniercial papers"

CAPÍTULO XIX

DE LAS SOCIEDADES EN COMANDITA


POR ACCIONES
297. Antecedentes 695
298. Naturaleza jurídica 696
299. Caracterización (art. 315) 669988
300. Denominación (art. 317) 699
301. Constitución (art. 316)
302. Administración (art. 318).. 700
303. Remoción del administrado artículo 319).....................................
304. Acefalía de la administración (art. 320) 701
305. Asambleas (arts. 321 y 322) 70021
306. Sindicatura
307. Cesión de la parte social de los comanditados (art. 323) 702
308. Normas supletorias (art. 324) 703
a) Sociedad entre cónyuges 703
b) Sociedad constituida por otras sociedades 704
c) Socios menores de edad 704
d) Aportes de los socios 704

CAPÍTULO XX
LAS AGRUPACIONES ENTRE SOCIEDADES
Y EMPRESAS

A) LA PENOMENOLOGIA DE LOS GRUPOS DE SOCIEDADES Y DE


EMPRESAS 705
309. Antecedentes y evolución del fenómeno agrupacional 705
310. Distintas formas de agrupación de sociedades 707
B) VINCULACIONES CON RELACIONES DE CONTROL O DE DO
MINACION 710
311. Concepto de control 710
312. La legislación extranjera 711
a) La ley alemana de 1%5 711
b) La legislación italiana 714
c) La ley francesa de 1966 714
d) La ley española de 1951 714
e) En Inglaterra 715
f) La legislación brasileña de 1976 715
313. La legislación nacional 717
314. Participaciones en otra sociedad: limitaciones (art. 31) 718
a) Sociedades no comprendidas 719
b) Limitación en las participaciones 720
c) Obligación de la sociedad con participación en exceso 720
d) Sanción por incumplimiento de la obligación 721
315. Participaciones recíprocas: nulidad (art. 32) 721
a) Alcance de la prohibición legal 722
b) Sanción legal 723
c) Responsabilidad de los fundadores, administradores y
síndicos 723
d) Sociedades controladas: prohibición 723
316. Sociedades controladas y vinculadas (art. 33) 724
a) Sociedades controladas 724
b) Sociedades vinculadas 726
317. Responsabilidad del controlante (art. 54) 726
a) Responsabilidad por dolo o culpa 727
b) Utilización de fondos 727
c) Inoponibilidad de la personalidad jurídica 727
C) VINCULACIONES CREADAS CON FINES DE COLABORACIÓN 728
318. Noción sobre contratos de colaboración empresaria 729
319. La legislación extranjera 730
a) Finalidad de la legislación en esta materia 730
b) Legislación italiana 731
c) Legislación francesa 732
d) Legislación brasileña 734
320. La legislación nacional 735
321. Las agrupaciones de colaboración 735
a) Caracterización (art. 367) 735
b) Finalidad (art. 368) 737
c) Beneficios económicos 737
d) Prohibición de ejercer funciones de dirección 737
e) Forma del contrato (art. 369) 737
f) Contenido del contrato 738
g) Resoluciones (art. 370) 739
h) Modificaciones al contrato 740
i) Forma de deliberación 740
j) Impugnación de las resoluciones 740
k) Dirección y administración (art. 371) 741
1) Responsabilidad hacia terceros (art. 373) 743
m) Obligación por cuenta de un miembro 744
n) Fondo común operativo (art. 372) 744
ñ) Contabilidad (art. 374) 745
o) Exclusión de los miembros (art. 376) 746
p) Causas de disolución (art. 375) 746
q) Liquidación 746
322. Las Uniones Transitorias de Empresas 748
a) Concepto 748
b) Caracterización (art. 377) 748
c) Forma del contrato 748
d) Contenido del contrato (art. 378) 749
e) Representación (art. 379) 749
f) Inscripción (art. 380) 750
g) Responsabilidad (art. 381) 751
h) Resoluciones (art. 382) 751
i) Quiebra o incapacidad de un miembro (art. 383) 752
323. La ley de defensa de la competencia Nº 22.262 753
a) Relaciones con el regimen sobre agrupaciones de co
laboración 753
b) Limitación, restricción y distorsión de la competencia 753
e) La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia 755
323 Bis. "Joint venture" 756
a) Antecedentes 756
b) Concepto 758
c) Características 758
d) Aplicaciones prácticas 760
e) Formas de "joint ventures" 761
NOTAS A LA OCTAVA EDICIÓN 762
2. Jurisprudencia 762
3. Doctrina 767

CAPÍTULO XXI

DE LA SOCIEDAD CIVIL
324. Concepto, elementos y forma 769
a) Pluralidad de partes 769
b) "Affectio societatis" 769
c) Aporte de los socios 770
d) Fondo común 770
e) Obtención de utilidades y soportación de las pérdidas 770
f) Forma 770
g) Naturaleza civil 770
h) Personalidad 771
325. Capital social 771
326. Objeto social 772
327. Estipulaciones prohibidas y permitidas 773
328. Obligaciones de los socios 774
329. Derechos de los socios 774
330. Responsabilidad de los socios por las deudas sociales 775
331. Administración de la sociedad 775
332. Sociedad civil irregular 776
332 Bis.Disolución y liquidación de la sociedad civil 777
a) Disolución de la sociedad civil 777
b) Liquidación de la sociedad 778

CAPÍTULO XXII

COOPERATIVAS
333. Régimen legal 779
a) Concepto 780
b) Caracteres 780
c) Denominación 780
334. Acto Cooperativo 780
335. Asociación con personas de otro carácter jurídico 781
336. Prohibición de transformarse en sociedades comerciales o
civiles 781
337. Constitución 782
338. Inscripción 782
339. De los asociados 782
340. Del capital y las cuotas sociales 783
341. De la contabilidad y del ejercicio social 784
342. De las asambleas 786
343. De la administración y representación 788
344. De la fiscalización privada 789
345. De la integración 790
346. De la disolución y liquidación 791
1) Por decisión de la asamblea 791
2) Por reducción del número de asociados 791
3) Por declaración en quiebra 791
4) Por fusión o incorporación 791
5) Por retiro de la autorización para funcionar 791
6) Cuando corresponda en razón de otras disposicio nes legales 791
347. De la fiscalización pública 793
M7 Bis. Naturaleza jurídica 793

CAPÍTULO XXIII

SOCIEDADES COMERCIALES ESPECIALES

ÉNTIDADES FINANCIERAS, COMPAÑÍAS DE SEGUROS, SOCIEDADES DE


AHORRO PARA FINES DITIERMINADOS, ADMiNISTRADORAS DE FONDOS DE
JUBILACIONES Y PENSIONES, SOCIEDADES CALIFICADO RAS DE RIESGOS Y
SOCIEDADES QUE
HACEN OFERTA PÚBLICA DE SUS TITULOS VALORES 795
348. Entidades financieras 795
a) Regulación legal 795
b) Concepto legal de actividad financiera 795
c) Entidades comprendidas 795
1) Bancos comerciales 7%
2) Bancos de inversión 7%
3) Bancos hipotecarios 7%
4) Compañías financieras 7%
5) Sociedades de ahorro y préstamo para la vivienda u otros inmuebles 796
6) Cajas de Crédito 797
d) Autoridad de aplicación 797
e) Autorización y condiciones para funcionar 797
f) Operaciones prohibidas y limitadas 798

1) Explotar por cuenta propia empresas comerciales, industriales, agropecuarias o de otra clase
798
2) Constituir gravámenes sobre sus bienes, sin previa autorización del Banco Central 798
3) Aceptar en garantía sus propias acciones 798
4) Operar con sus directores y administradores y con empresas o personas vinculados con ellos, en condi
ciones más favorables que las acordadas de ordina
rio a su clientela 798
5) Emitir giros o efectuar transferencias de plaza a
plaza 799
g) Secreto bancario y fmanciero 799
h) Revocación y liquidación de entidades 800
i) La garantía de los depósitos 801
j) El Banco Central de la República Argentina 801
349. Compañías de seguros y de reaseguros 802
a) Régimen asegurador en el país 802
b) Autorización previa de la autoridad de control 802
c) Requisitós legales 802
d) Control exclusivo y excluyente 803
e) Régimen de inhabilidades e incompatibilidades 803
f) Retribución sobre la producción: prohibición 803
g) Ramas y planes de seguros 803
h) Pólizas 804
i) Primas 804
j) Actos y operaciones prohibidos 804
k) Gestión de la empresa 805
1) Reservas técnicas 805
m) Inversiones 805
350. Sociedades de ahorro para fines determinados 805
a) Regulación 805
b) Inscripción y autorización para funcionar 806
c) Requisitos 806
d) Texto de los contratos 806
e) Planes de capitalización 807
351. Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones 807
a) Forma jurídica y objeto 807
b) Participación de las entidades financieras 808
c) Denominacion 808
d) Capital mínimo 808
e) Autorización 809
f) Revocación de la autorización para funcionar y liquida
ción 809
g) Régimen de comisiones 810
h) Régimen de inversiones 811
i) El fondo de jubilaciones y pensiones 814
j) Elencaje 816
k) Las prestaciones 817
1) Seguro colectivo por invalidez y fallecimiento 817
m) Modalidad de las prestaciones 817
n) Particularidad del régimen de capitalización 819
ñ) Tratamiento impositivo 820
o) De la Superintendencia de AFJP 821
p) Garantías del Estado Nacional 821
352. Sociedades calificadoras de riesgos 822
a) Concepto 822
b) Requisitos para la inscripción en el registro 822
c) Categorías de títulos 823
d) Facultades de la CNV 823
e) Sociedades extranjeras 823
f) Dictámenes: contenido 823
353. Sociedades que hacen oferta pública 824
a) Ley17.811 824
b) Oferta pública 824
c) Comisión Nacional de Valores (CNV) 834
d) Entidades autorreguladas 835
e) Intermediarios 837
f) Caja de Valores 840
354. Las sociedades de garantía recíproca 842
a) Régimen legal y funciones 842
b) Concepto de SGR 842
e) Características 843
d) Función 844
e) Importancia 844
f) El contrato social de una SGR 845
g) Socios 848
h) Régimen de autorización previa 849
i) Revocación de la autorización parafuncional 849
j) Operaciones prohibidas 850
k) Contragarantias 850
1) Beneficios impositivos 850
355. Sociedades aseguradoras de riesgos del trabajo 850
a) Funciones 850
b) Autorización previa 851
c) Revocación de la autorización conferida a una ART 851
d) Las ART son sociedades de objeto único 851
e) Servicios complementarios 851
f) Capital mínimo 852
g) Reservas 852
h) Infraestructura obligatoria 852
i) ¿Quiénes deben afiliarse a las ART? 852
j) Responsabilidad de los empleadores 853
k) Derechos, deberes y prohibiciones 853
1) Régimen de sanciones 854
m) Normativa aplicable y objetivos de la ley 855
n) Ambito de aplicación 856
ñ) Seguro obligatorio y autoseguro 856
o) De la prevención de los riesgos del trabajo 857
p) Prestaciones en especie 857
CAPÍTULO XXIV

LA NOMINATIVIDAD DE LAS ACCIONES


356. Significado y fundamentos
357. Antecedentes 860
a) Antecedentes nacionales 860
b) Legislación comparada 861
358. La ley 24.587 862
a) Nominatividad de los títulos valores privados 862
b) Transmisión, derechos reales y medidas precautorias 862
c) Cupones 863
d) Títulos valores emitidos al portador en el exterior 863
e) Conversión de los títulos 863
f) Aplicación de puro derecho 864
g) Dividendos 864
h) Reglamentación del Poder Ejecutivo Nacional 864
i) Efectos y repercusión 865
359. Reglamentación de la ley. Decreto 2591% 865
a) Constancias que deben figurar en los títulos 865
b) Conversión de los títulos 866
c) Registros de títulos valores 867
d) Títulos valores escriturales. Comprobante saldo de
e) cuenta 869
Negociación de títulos valores pendientes de conver
f) sión 870
Facultades de los organismos de control 870
g) Valores representativos de deudas 871
h) Títulos valores emitidos al portador en el extranjero
i) Derogación del decreto 83/86 871
Tabla de abreviaturas 873
Bibliografia 875
!ndice 881
Se terminó de imprimir el día 11 de
noviembre de 1996, en ARTES GRÁRCAS
CANDIL S.H., sito en la calle Nicaragua
4462, Buenos Aires, República Argentina.

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