100% (1) 100% encontró este documento útil (1 voto) 282 vistas 51 páginas Greenberg
En La pintura moderna y otros ensayos Clement Greenberg ofrece un recorrido por los puntos básicos de su proyecto intelectual. Greenberg se propuso construir un canon artístico con el que hacer frente a la degradación cultural de la época; labor para la cual definió unas nuevas reglas para el arte en la época de la reproducción seriada
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Guardar Greenberg para más tarde ‘A Clement Greenberg se le considera
fl critice de arte mis influyente de Ia
segunda mitad del siglo xX. Nucié en
Nueva York en 1909, hyjo de judos
lituanos, Sus ideas politicas le Hevaron
a participar desde 1939 en la Partivan
Review, donde al principio escribié sobre
temas coulturales y licerarios. En 1942
‘empez6 a colaborar como cxitico de arte
cen la revista zquierdists The Netion, con
Ja que rompis en 1951 por divergenciat
politias, Abandonado el articulo
‘mensval, continué publicando en diversos
petiédicos: whos mis especializados ~Ave
News, Arts Magazine 0 Art Intersational~
{que ocros —Nrw York Tintes Book Review,
New York Times Magazine 0 Art Digest
Su nombre se asocia can los
‘expresionistat sbstractos, que después
de la Segunds Guerra Mundial
desplazaron el centro del arte de Pi
4 Nueva York: Jackson Pollock, Arshile
Gorky, Matk Rothko, Robert Motherwell
‘0 Willem de Kooning. En 148 publics
tuna monograffa sobre Joan Mir6, en 1953,
‘otra sobre Matisse y en 1961 una cercera
sobre Hans Hofmann (artistas que
admiraba). El proyecto de un cuarte libro
sobre Pollock no legé a marerislizaree
Greenberg fallecié en 1994
LA PINTURA MODERNA
y otros ensayos
Clement Greenberg
Edicién de Félix Fanés
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sorvel ee
\
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Titulos originales: Avant-Garde and Kitsh, The Crist of the Easel
Picture, Cézanne and the Unity of Modern Art, Americen-Type
Painting, Sculpinre i» Our Time, The Pasted-Paper Revolution
y Modernist Painting
Coleccién divigida por Juan Antonio Ramirez
Diselo gréfico: Gloria Gavger
© The Estate of Clement Greenberg
© Dela seleccién, introduccion, teaducci6n y notas, Felix Fanés
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indice
Prélogo
Félix Fanés
Nota sobre esta edicién
LA PINTURA MODERNA
y otros ensayos
Vanguardia y kitsch
La crisis de la pintura de caballete
Cézanne y la unidad del arte moderno
Pintura de tipo americano
La escultura de nuestro tiempo
La revolucién de los papeles pegados
La pintura moderna
Notas
as
45
st
6s
93
103
aaPrélogo
‘Clement Greenberg nacié en Nueva York (en el barrio
del Bronx) en 1909, hijo de judios lituanos. Sus ideas politicas
primero comunista, después trotskista~ le llevaron a participar
desde 1939 en la Partisan Review, donde al principio escribi6 so-
bre temas culturales y lterarios. En 1942 empez6 a colaborar co-
mo
rompié en 1951 por divergencias politicas. Como otros compa-
fieros de generacién, y a causa de la Guerra Fria, Greenberg fue
-0 de arte en la revista izquierdista The Nation, con la que
adoptando posiciones politias cada vez mis moderadas. Abando~
nado el articulo mensual, continué publicando en diversos pe-
riddicos, unos mis especializados ~Ant News, Arts Magazine o Art
Intemational que ottos —New York Times Book Review, NewYork Ti-
mes Magazine o Art Digest
tistas que después de la Segunda Guerra Mundial desplazaron el
centro del arte de Paris 2 Nueva York; ¢s decir, Jackson Pollock,
Arshile Gorky, Mark Rothko, Robert Motherwell, Willem de
Kooning, ete. A estos pintores, conocidas con el nombre de ex-
Su nombre se asocia al grupo de ar-
presionistas abstractos, Greenberg los habia descubierto, seguido
Y analizado hasta lanzarlos a la fama, primero en los Estados Uni-
dos, después en el resto del mundo. La firmeza, por ejemplo, con
que defendié a Pollock —un pintor cuya obra, incluso cuando ya
‘gozaba de renombre, no era facilmente aceptada-, le granjeo un
aura de critico clarividente, que muy pocos de sus colegas, du-
rante el siglo Xx, legaron a poscer. En 1948 publicé tuna mono-
Brafia sobre Joan Miro, en 1953 otra sobre Matisse yen 1961 una
tercera sobre Hans Hofinann (artistas que admiraba). El proyecto
de un cuarto libro sobre Pollock ~también en 1961~ se quedé en.
el sintero,Desde sus primerot escritos Greenberg offece una sélida
imagen intelectual. Ya en su segundo ensayo, Vanguardia y kitsch»
(1938), introduce los nuevos términos en que se plantea el debs
te sobre el arte contemporineo, La conffontacién deja de ser, com
‘mo sucedfa hasta aquel momento, entre sacademiav y evanguar~
dav, para pasar a librarse entre evaguardiav y «cultura de masa.
Con el fin de delimitar el espacio que ocupan estas dos realida-
des, Greenberg describe con la mayor precisibn posible las carac~
teristcas de cada una. A diferencia de Adorno y Horkheimer,
preocupados en la misma época por temas similares, al colabora-
dor de la Partisan Review s6lo le interesa el estudio de la ecultura
industrial para poder explicar mejor la naturaleza de la plistca
contemporinea. De este modo, el arte de vanguardia acaba sien
do definido como un instrumento critico con el sistema (pese a
{que s6lo puede sobrevivir en el sistema) y al mismo tiempo au-
tocritico, es decir, autoreferencial, en el proceso de consteuirse
como lenguaje. Dicho, mis 0 menos,a la manera del autor, los ar
tisas de vanguardia «no tienen como fuente de inspiracién prin-
cipal la realidad sino el medio con el que trabajans
En su siguiente ensayo, sHacia un nuevo Laocoontes
(1940), Greenberg precisa qué entiende por «medio, un concep
to que se convertiri en central en su teoria, Como él lo define,
el «medio» se corresponde con la serie de condiciones especificas
que distinguen una forma expresiva de otra, Por esta raz6n, la pu
rera artistica dependeri del grado de aceptacién de eas limita
iones del medio de cada artes, puesto que es en virtud de este
medio» que los diferentes artes son #inicos y estrictamente ellos
rmismos». En el caso de la pintura la scondicioness indicadas por
Greenberg se reducen a tres: la superficie plana del soporte, la de-
limitacién del cuadro mediante el marco y las propiedades del
Pigmento a «palpabilidad de la pinturae~. De las eres, descuella
Ja planitud (flatness) de la superficie de la obra, porque esta «con
diciéne oftece una imagen més nitida que las otras dos de la na-
turaleza del arte de los pinceles. La historia de la vanguardia se~
ria, segiin este criterio, la de una progresiva aceptacién de las
resistencias del medio (al contrario que la pintura tradicional,
construida precisamente con la finalidad de hacer invisibles las
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mencionadas restricciones). Esta aceptacién puede conllevar so-
metimiento 0 desafio a los condicionantes impuestos por cada ar
te. En cualquier caso, la naturaleza del medio quedari en eviden-
cia y s¢ convertiri en protagonista de la obra. En el caso de la
ppincura, una de las consectiencias de este juego dialéctico fie la
abstraccién. Esta tendencia, que dominé, no lo olvidemos, la pin-
tura avanzada de Nueva York de la que Greenberg fue el gran
promotor, no la contemplaba como una necesidad foreada por el
‘medio ni como una aspiracién intelectual de la vanguardia, sino
simplemente como un corolario de la planitud del cuadro. Al re-
4querir toda representacién de un objeto una forma eridimensio~
nal, que rompe inevitablemente con el respeto a la falta de pro-
fandidad del plano, la tendencia entre los pintores modernos
hnabria sido prescindir de la guracién. Si el primero en descubrit
Ja exigencia de sometimiento a los limites de Ia pineura fire Ma-
net, los destructores defi
objeto, fueron Jos cubistas; pilates ambos sobre los que ~con el
aftadido de Cézanne- se fundamenta el arte moderno; un arte
ivos del espacio realista, y con él, del
que culminaria en el expresionismo abstracto de Pollock y com-
pata
La manera que tenfa Greenberg de aproximarse al arte
moderno siempre iba acompatiada de una referencia al marco his-
torico, Para él, la actitud que encarna la vanguardia surgié a me~
diados del siglo XIX. Si Manet es el pintor que la representa,
Baudelaire es el poeta y Flaubert el novelist. Estos pintores y es-
ctitores se revelan contra lo que el critico califica de relajacién
‘reciente ade los niveles estéticos en las clases altase, Ante el pre~
dominio del mercado y la relativa democratizacion de la cultura,
se adjudican la misi6n de salvaguardar los valores de la condicién
antstica. En ningiin caso aspiran, sin embargo, a romper con el
pasado, Por el contrario, el compromiso de recuperar para la pin-
tura, la poesia o la novela la
idad formal de épocas anteriores
se convierte en uno de sus objetivos prioritarios. En su andlisis
dl arte moderno, Greenberg excluye toda idea de ruptura con la
twadicibn. El engarce con el arte del pasado, en cambio, constitu
ye una de sus preocupaciones més constantes. Si el anilisis de Ia
forma como elemento estructural puede tastrearse en la critica dearte inglesa de principios del siglo Xx (Clive Bell y Roger Fry),
ta voluntad de mantener Jos vinculos con la tradicién sin, al mis-
smo tiempo, olvidar la modernidad de la época en que se vive pa-
rece proceder de T.S. Eliot, por quien los miembros de Partisan
Review sensian wna especial admiraci6n (Ja broma de. J. Clark
sobre el «eliotano-trostskismor de Greenberg seria mas un califi-
cativo de grupo que una definicién particular del evitico). En su
influyente ensayo de 1917, «La tradici6n y el talento individuals,
Fliot defendia al menos dos ideas. Por una parte, que el pocta de-
be someter su trabajo continuamente al «sentido historicor (el
conjunto de la tradicién Kiteraria)y, por otra, que no debe aspirar
a poseer una spersonalidads para expresatse sino tan s6lo «un me
dios, en el cual «las impresiones y experiencias se combinan de
‘un modo inesperado», al margen de cémo lo hacen en la vida real,
Detris de Jos planteamientos de Eliot, como de los de
Greenberg, subyace el concepto de autonomia artstica; una idea
que también condiciona la nocién de vanguardia del eritico ame~
ricano, Para el ensayista, el arte egenuinor se halla completamen-
te adesconectadon de la avidar. La «verdad estéticar slo puede
surgir del aislamiento, De hecho, diferencia del resto de activi-
dades humanas, que siempee son un instrumento para conseguir
algo, la sexperiencia estéticar,en la medida en que sls valores del
arte son autosuficientese, ¢s sun fin en sf mismos. Como conse~
ccuencia, cualquier expresion artistica nacida de un ethos utiltario
sea del tipo que sea~ no merece ninguna consideracién, Del
mismo modo, todos los ensayos ereativos et que la autocritica y
la autorteferencia al medio se realicen con wn
fin negative “Hea~
se dada o surrealismo~ serin excluidos de la vanguardia; mejor
ain: del campo artistico, Pueden ser actividades intelectualmente
interesantes, incluso muy interesantes, pero se sitan en otro te
reno, sin ninguna conexién con la actividad estética
Durante un periodo de casi treinta afos, y a través de la
cscritura de mais de trescientos articulos, Greenberg elabord con
el fin de resguardarlo de la amenaza de la cultura de masas una
gra
srativar del arte contemporineo. En ese proces
‘cepci6n inicial de la vanguardia como instrumento critico de la
sociedad se fue diluyendo hasta transformarse en wn plantcamien-
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to gue veia cl arte como algo exclusivamente autorreferencial y
encerrado en si mismo. Mediante una serie de reglss de inclusion
yy exclusidn, sumadas a un constantesometimiento de los hechos
al marco historico y a una notable capacidad para levantar e
cios tebricos a partir del anilisis de obras conctetas,redefi
notables dosis de claridad y precision lingiistica el arte moderno.
‘De todas las virtudes del critico, quizis ésta fuera 1a mis notable:
6 con
ss capacidad para escribir sobre pintura 0 escultura de una ma-
caer por ello en la banalidad, Lejos de
nera diafina y precisa,
filosét
la hermética especulaci a, Greenberg siempre fnda-
‘mentaba sus planteamientos generales con ejemplos comprensi-
bles de los fendmenos a los que se referia, Cuando escribia sobre
artistas que entonces empezaban su carrera —Pollock los otros
expresionistis abstractos- 0 ya consagrados ~téngase en cuenta
aque en aguella época todavia se hallaban en activo figuras como
Mird, Mondrian, Braque, Picasso 0 Matis, lo que destacaba,
is que su capacidad teérica o el conocimiento historico del que
hacia gala, era e] don que le permitia transmitir con atractiva flui-
dex conocimientos casi siempre formales, a veces incluso tan s6-
Jo téenicos, sin que la bipotética aridez del razonamiento rebaja~
ra un pice el falgor apasionado de sus argumentes,
En 1961, del abundante conjunto de articulos impresos,
Greenberg eligid unos cuantos representativos de su trayectoria y
los publicé con el titulo, no desprovisto de ambigiiedad, de Art
and Culture. Critical Essays. La selecei6n de textos, algunos revisa
dos en profuandidad, debi6 de Hlevarla a cabo entre 1958 y 1960
(ceniendo en cuenta que los dos ensayos mis tardios recuperados
eran de 1957). El escritor, que entonces rondaba el medio siglo,
pudo haber emprendido aquella iniciativa movido por el afin de
efectuar balance de lo que ya era una voluminosi ¢ importante
obra. De todos modos, tampoco seria extraiio que la decision se
debiera a otros motivos, menos personales, relacionados con el
contexto artistico del momento. El mundo del arte hacia finales
de los cincuenta mostraba sintomas incipientes de desafio hacia la
teoria critica de Greenberg
En 1956 Pollock se habia empotrado con su coche contra
tun drbol y dos afios después, mientras ¢] expresionismo abstracto
as‘empezaba a desfallecer,Allan Kaprow publicaba el articulo sEI le~
gado de Pollock», en el que en vez de definir el trabajo del pin-
tor desaparecido como una obra de arte vacabaday, eplegada so-
bre si misma, s6lo comprensible visualmente, la presentaba como
tn erituals, un eacontecimientoe, una sacciéne, que iba «mis allie
a Pollock como un pre~
de la pintura; en otras palabras, defini
cursor del happening, que entonces nacia en Nueva York (de la
mano de Kaprow, precisamente), y le situaba lejos, por lo tanto,
de los limites estéticos, sformalese, en Ios que Greenberg habia
encasillado al gran pintor. Al mismo tiempo, dos j6venes artistas
surgidos del expresionismo abstracto, Johns y Rauschenberg, con
artilugios industriales, objetos de consumo, desperdicios recog-
dos por la calle y otros materiales innobles, mancillaban el, para
Greenberg ~y muchos otros-, sagrado territorio de la pintura: y
cen un gesto menos previsible todivia, Roy Lichtenstein —un ami-
‘go de Kaprow, por otra parte se ponia a pintar con toda ser
dad Micky Mouses y Popeyes en las mismas telas que no ha
tanto habia estado emborronando con manchas ¥ grandes regue~
ros de pintura (a la manera sheroicar de la generacién expresi
nista); tna iniciativa realizada en contacto con gente como Brecht
y Watts, cuyos caminos muy pronto se cruzarian en algtin piso de
Manhattan con ef lituano Maciunas, encuentro del que surgiria
Fluxus, otro nuevo asalto al canon greenberguiano,
‘Ante estos primeros embates, el erftico respondié con
vversas iniciativas. Lanz6 la Abstraccién post-pictorica (Louis y
Noland) como sucesora del agonizante expresionismo abstracto y
cempez6 una nueva etapa en su carrera de ensyista en In que
combinaria el asentamiento del canon estético moderno («La
pintura modernae es de 1960) con textos vigorosamente polémi-
60s (*gDénde esti la vanguardia?e, por ejemplo, de 1967). Como
antes he insinuado, no serfa de extraflar que, ante estos nuevos
desafios, tuviera la tentacién de revisar su obra y publicarla en
forma de libro. Asi, sus seguidores y él dispondrian de un corpus
te6rico con el que hacer frente a lo que se avecinaba; aunque lo
‘que de verdad se le ve
encima, el escritor no hubiera podido
de ningiin modo imaginérselo.
Los movimiento artisticos de los sesenta y los setenta fue-
“4
ron neodadaistas y neosurrealistas, esto es: decididamente anti-
forma. Dicho de otro modo: todo aquello que Greenberg habia
excluido del canon artistico pasaba a ocupar el centro de la esce-
nna, no por dos o tres temporadas, sino més bien por dos o tres dé-
cadas, hasta el punto de haber llegado hasta hoy, cierto es que ba-
jo la forma de un cierto manierismo fosilizado. Después de haber
sido el critico al que se leia con mayor respeto (durante veinte
ais) pas6 a ser el hombre mis rebatido, menospreciado ¢ inclu-
so injuriado (durante otros veinte afios). Nunca, sin embargo, de-
46 de ser influyente, Cuando estuvo en el candelero su prestigio
se manifestaba de un modo directo. Mientras fue denostado su
nombre tampoco dejé de estar, como una necesidad psicopatol6~
gica, en boca de todos. E incluso durante ese tiempo su pensa-
rmiento se habia filtrado de una manera ea silenciosa en la men-
talidad artistica que no era dificil encontrar a gente que, como
Mr. Jourdain, hablaban en prosa greenberguiana sin saberlo.
Con la publi
critos completos del critico (una edicién en cuatro volimenes,
Gltimo de los cuales apareci6 en 1993), puede decirse que se cie-
rma el ciclo de su intensa actividad intelectual. De todos modos,
icién en 1986 del primer volumen de los es=
tuna parte importante de sus articulos se halla atin desperdigada
por las piginas de las revistas en las que colabor6, especialmente
Jos aparecidos después de 1969 (momento en el que concluye Ia
edicién de sus escritos). En 1999, con el titulo de Homemade Fs
thetis, se publicd un dltimo libro en el que se recogian, una vez
fallecido el autor (Greenberg murié en Nueva York en 1994), las
sesiones de un seminario impartido a principios de los setenta en
€1 Bennington College. Durante aquellos aiios y los siguientes s2-
bemos que Clem -como le llamaban familiarmente sus amigos~
desplegé una notable actividad como conferenciante y orador en
simposios y seminarios. Podria ser que futuras ediciones recojan
‘aquellas intervenciones del critico en museos y universidades.
Aparezcan 0 no nuevos textos, Clement Greenberg ocu-
aun lugar destacado en la cultura artistica‘éel sigho XX. Pese ala
transformacién profunda de la sensibilidad contemporinea, pese
4 Jos altibajos de su cotizacién en los élkimos tiempos, 0 incluso
ese a a posicién de personaje fuera del tiempo ala que de bue-
18na fe algunos le han querido relegar,lo que propone el critico ~y
como lo propone~ continia siendo indispensable para la com-
pprensién del arte de nuestra época. Algo que es ficil de compro-
bar. Sin ir mas lejos, en la reciente historia del arte del siglo xx
{que Rosalind Krauss y sus amigos de October han publicado (Art
since 1900, Nueva York, 2004), Greenberg es la personalidad no ar
tistica que, con gran diferencia, aparece citada en mis ocasiones.
Lo que se propone este pequeiio volumen, La pintura mo-
ema y otros ensayos, una vez aplacados los furores «a favors y «en
contrat, es incitar a leer al eritico de nuevo, Debe entenderse sin
«embargo, que, por sus reducidas dimensiones, la esencialidad an-
tol6gica a la que esta recopilacién pueda aspirar es limitada. De
los muchos hilos que componen la tela de araiia del trabajo del
ensayista,se tenia que optar por un nico ~¢ inevitablemente em-
pobrecedor— camino, He elegido el que, como ya he explicado al
principio, en mi opinidn define mejor et proyecto intelectual del
escritor y que puede resumirse asf: ante la amenaza de la cultura
‘de masas, la alta cultura (el arte, en este caso) debe construirse un
canon artistico potente “formal ¢ histérico, al mismo tiempo~
‘con el que hacer frente al desafio de la degradacién cultural que
Ia €poca propicia, Greenberg ¢s el encargado de expli
planteamiento del problema (arte vs cultura de masas) elaborar
unos principios rigdos de inclusién y exclusién (la construceién
del canon moderno) y, finalmente, darle al conjunto una valida
ibn general de carieter filos6fico (el canon no es un mero for~
‘malismo sino que responde al espiritu de la época: la forma co-
mo contenido).
Al objeto de ilustrar este itinerario he seleccionado una
serie de articulos, escritos casi todos ellos con voluntad de sinte~
sis, al margen de la actividad critica diaria. El primero, «Vanguar-
dia y kitsch» (1939), ilustraria la fase inicial del proyecto, mientras
‘que el iltimo, «La pintura moderna» (1960), serviria para ejem-
plificar la mencionada culminacién filos6fica. Los cinco «studios
restantes explican la manera en que a través de diversos anilisis de
‘cuestiones conflictivas coneretas (Ia pintura de caballete, Cézan-
ne, el cubismo y el collage, los problemas de la escultura, el mis-
‘mo expresionismo abstracto), Greenberg desarrolla no sin con-
16
teadicciones una argumentacién justifcativa que le Meva de los
inicios del problema hasta su resolucién final
Aungue éte es el esquema que ha guiado la seleccién de
Jos textos, no tiene por que ser forzosamente el guién de lectura
de los mismios, Los escritos de Greenberg son lo bastante ricos y
complejos como para que cada lector, con el fin de sacar sus pro-
pias conclusiones, se enfrente a ellos del modo que mejor le pa~
rezca. A esto aspira, al menos, el presente trabajo,
Félix Fanés
7a. Portada del Saturday Erening Post
realizada por Norman Rockwell
(a7-ax-1924)
Vanguardia y kitsch
Una mista y simica civilizacién puede producir al mismo
tempo dos cosas tan distintas como un poema de T. S. Eliot y una
cancién ligera',o una pintura de Braque y una portada del Satur-
day Evening Post® [1]. Los cuatro son productos culkurales, que
forman parte de una misma cultura y han surgido en una misma
sociedad. Pero aqui terminan las coincidencias. Un poema de
Bliot y otro de Eddie Guest’ gqué perspectiva culeural serfa lo
ficientemente amplia para permitir relacionarios entre si? El he~
ccho de que una disparidad semejante en el marco de una éinica
ttadiciOn cultural es y haya sido aceptada gnos indica que esa dis-
paridad es una parte del orden natural de las cosas? 2O se trata,
por el contrario, mis bien de algo completamente nuevo y pro
pio de nuestro tiempo?
La respuesta implica algo mis que una investigacién este
tica, En mi opinién, es necesario examinar mis de cesca y con
mayor originalidad que hasta ahora la relacién entre la experien=
«ia estética segiin es vivida por el individuo concreto ~y no en
general- y el contexto hist6rico y social en el que esa expetien-
cia tiene lugar, Ademis de la pregunta antes formulada, lo que
descubramos responderi a otros interrogantes quizis atin mis im-
Portantes
Una sociedad, en el curso de su desarrollo, va perdi
1k capacidad de justficar la naturaleza inevitable de sus formas
Particulares. Cuando esto sucede, se ve forzada a abandonar las,
23nociones aceptadas sobre las cuales artistas y escritores funda
‘mentan su comunicacién con el piiblico. Cuesta asumir cualquier
ccerteza, Se cuestionan las verdades de la religién, la autoridad, la
radicidn, el estilo, y el escritor o el artista ya no pueden calibrar
la respuesta de su piiblico ante los simbolos y referencias con los
«que ttabaja. En el pasado este tipo de situaciones desembocaban
generalmente en un alejandrinismo inmévil, un tipo de academi-
cismo en el que las cuestiones realmente importantes dejaban de
tratarse porque provocaban controversial aguel Beudemiciia®
la actividad creativa se reducia al virtuosismo de los pequefios de-
tallesformales, mientras que los problemas més importantes se re-
solvian invocando las soluciones de los grandes maestros del pa~
sado, Los mismos temas se repetian con variaciones mecinicas en
cientos de obras distinta, sin que nada nuevo se produjera. Se
puede comprobar en la poesia de Estacio, os versos en mandarin,
las esculturas romanas, las pinturas Beaux-Arts, o la arquitectura
neo-republicanat
Que en medio de la decadencia de ta sociedad actial al-
gunos de nosotros hayamos rechazado aceptar esta tltima fase de
‘nuestra propia cultura, debe contemplarse como un signo de es
peranza, Con la intencién de superar el alejandrinismo, una par-
te de la sociedad burguesa occidental ha producido algo total-
‘mente nuevo: la cultura de vanguardia, Una conciencia superior
de la historia mas exactamente:la aparicién de un nuevo tipo de
critica social, de critica histérica~ lo ha hecho posible(EGta efi
2 no se ha enffentado a la sociedad actual con utopias atempo-
rales, sino que ha examinado sobriamente, en térmiinos de histo-
ria y causa y efecto, los antecedentes, justificaciones y fumciones
de las formas que se encuentran en el coraz6n de cada sociedad.
De esta manera se ha demostrado que ef actual orden social bur-
gués no es un modo de vida natural y eterno, sino simplemer
la dtima etapa de una sucesion de drdenes sociales. Convertidas
fen una parte de la conciencia intelectual progresista de los afios
estas nuevas perspectivas pron-
to fueron absorbidas por artistas y poetas, aunque en la mayor
incuenta y sesenta del siglo Xr
parte de los casos esto se produjera de forma inconsciente, Ast,
uss, no fite por casualidad que el nacimiento de la vanguardia
M4
coincidiera cronologicamente ~y geogrificamente, también~ con
el primer desarrollo audaz del pensamiento cientifico revolucio-
nario en Europa
Es verdad que los primeros miembros de la bohemia ~que
entonces se identificaba con la vanguardia~ mostraron pronto su
escaso interés por la politica. A pesar de ello, sin las ideas revolu-
onarias que fotaban a su alrededor, no habrfan podido nunca
aislar el concepto de sburgués» para poder definir asi lo que ellos
{no eran) cl mismo modo, sin la ayuda moral de las actitudes po-
liticas revolucionarias, nunca habrian tenido el coraje de manifes-
arse tan agresivamente como lo hicieron contra las normas im
perantes en la sociedad {Pata elle) ef@edivamente GH neeSaG
ccoraje, ya que el desplazamiento de la vanguardia desde la socie-
dad burguesa a la bohemia significaba también el abandono de los
rercados capitalists; mercados a los que artistas y escritores ha-
bian sido lanzados una vez hundido el patronazgo aristocritico,
(Este abandono sigmificaba morir de hambre en una buhardilla,
pese a que, como veremos més tarde, la vanguardia seguirialigada
ala sociedad burguesa, precisamente porque necesitaba su dinero.)
Pero una ver se hubo sdesvinculados de la sociedad, la
vanguardia dio un giro y empez6 a repudiarlanpolitica, tanto la
revolucionaria como la burguesdlLa revoltcion se dej@)OHOTEE
rea de la sociedad; una tarea que formaba porte de ess confisa
rmezcolanza de luchas ideotgicas que el arte y la poesia encuen-
wan tan inapropiada tan pronto como empieza a implicar las
spreciosas» creencias furndamentales sobre las que la cultura ha te-
mnido «que basarse hasta ahora. A partir de ahi se concluyé que la
funcién verdadera y principal de la vanguardia no era sexperi-
‘mentary sino hallar una via que permitiera mantener en movi=
‘niento a la cultura entre la contusion ideoligica y la violencia(fA}
setirarse completamente de lo piiblico, el poeta 0 artista de vat
‘guardia buscaba mantener el alto nivel de su arte tanto depurin-
dolo como elevindolo al plano de la expresion de un absoluto en
€1 que todos los relativismos y contradicciones serfan 0 bien re~
sueltos © bien considerados sin sentido, Aparecen el sarte por cl
arte» y la spoesia purae, y tema y contenido se convierten en al-
Bo de Jo que hay que huir como de la peste.
asce-un ctitico francés, la reduecién de l experiencia vivida a a pu
ra expresion, siendo ésta mucho mis importante que lo expresado,
Que la cultura de vanguardia ¢s Ia imitacion del imitar cl
hecho en si mismo~ no requicre nuestra aprobacién ni nuestro
rechazo. Es cierto que esta cultura pesee
alejandrinismo que pretende superar, Los versos citados de Yeats
ma algo de ese
se refieren a Bizancio, que exti muy cerca de Alejandria;y en cier
to sentido esa imitacidn del imitar puede considerarse una forma
superior de alejandrinismo. Entre ambos existe, no obstante, una
diferencia esencial a vanguardia se mueve mienteas que el ale=
Jandrinismo permanece inmévil.¥ esta diferencia, precisamente,
sla que justifica los métodos de la vanguardia y los hace nece~
sarios, puesto que no existen hoy otros mr
los para crear un ar=
te y una literatura de alto nivel. Negar esta
wecesidad reparticndo
descalificaciones como «formalismo», epurismos, «torre de mar-
fils, ete.,es estpido y deshonesto, Lo que no quiere decir,sin m=
bbango, que sea una ventaja socal de la vanguardia que ésta sea co-
mo es. Todo lo contrario.
La especializacién de la vanguardia en si misena, el hecho de
que sus mejores artistas sean artistas de artistas, sus mejores poetas,
ppoctas de poetas, ht alejado a muchos de los que antes eran capa-
ces de disfrutar y apeeciar un arte y una literacura
abiciosos, pero
que ahora no quieren ni pueden iniciarse en los secretos de estas
a parado-
Jj2 © real. Sucede ahora que esta elite disminuye ripidamente. Te
pendo en cuenta que la vanguarcia constituye ba siica ealtara vi~
¥a que tenemos, Jz supervivencia en un futuro priximo de la
cultura en general puede deducirse que se halla amenszada,
28
3. Pablo Picasso, Muchacha jremt
un espejo, 1982, The Museum
of Modern Art, Nueva York.
Seria un error dejarse engafar por fenémenos superficia~
Jes y éxitos localizadox. Sin dda las exposiciones de Picasso [3]
agin atracn multitudes y aT. S, Eliot se Te estudia en las universi-
dades; los galeritas especializados en arte moderno todavia no
han tenido que cerrar sus negocios y los editores continiian pu
blicando algunos libros de poesia sdificilese, Pero Ta vanguardia,
olfateando el peligro, se ha vuelto, cada dia que pasa, mis y mis
timorata. Academiicismo y comercialismo aparecen en los lugares
menos esperados. Esto s6lo puede tener un significado: que la
vanguardia se ha vuelto insegura ante el piblico del cual depen=
esa gente rica y cultivada
Es la naturaleza misma de Ia cultuea de vanguard la dni-
ca responsable del peligro en el que se encuentra? ,O se trata tam
sdlo de un peligro potencial? ZExisten otros factores relacionados,
quizis atin mis importantes?
1
Donde hay una vanguardia por regla general entcontramos
también una retaguantia. Al mismo tiempo que aparecia la van-
»En esa bisqueda de lo absoluto fue como la vanguaedia
leg al arte ~y a fa poesia tambié
sabstractoo © no abjetivor.
El [Link] artista de. vauiguardiawcn efectonintentabarimitana
Dios al crear algo que fie
ido er eos proplos térmninos, de Ls
rmismz manera que la maturaleza es vilda en sf misma 0 que un
Paisaje aunque no sw imagen Io es estéticamente: es es seo
dado, mereado, hbre de significados, de parecidos © de modelos.
El contenido ha de disolverse tan completamente en la forma
que la obra plistca o hiteraria no puede ser reducida en su torae
lidad o parc
mente a nada que no sea ella misma.
Pero Io absoluto es Jo absoluto y el poeta 0 el artista, da-
a su condicién
aprecia unos valores mis que otros. Esos mismos
valores en cuyo nombre invoca lo absoluto son los valores estéci-
95) GUE SOH FOIAEWOS, Y asi resulta que se acaba imieando, no a
Dios ~y aqui unilizo simicar» en el sentido aristorélico-, sino a las
reglas y procesos
nos del arte y a literatura, Esta es la uénesis
de lo mbseactow. Al dessiar su atencidn de fs temas sunidos de
1h experiencia comiin, el poeta y el artista dirigen su interés ha-
cia el medio de su propio oficiolll NO Aigunitive o lo wabstrae-
to», si aspira a tener una validez estética, no puede ser arbitrario
© accidental. Por el contrario, debe resultar de la obediencia a al-
guna Timitacién © algin principio dignos de interés. sa limita-
On, una vez se ha renunciado al mundo de la experiencia co-
min y exterior, s6lo puede encontrarse en los procesos ©
disciplinas mediante los que el arte y la literatura han imitado esa
experiencia. Es0s mismos medios se convierten en el tema del ar-
te y Ta literatura, Si siempre segtin Aristételes~ el arte y la lite~
‘atura son imitacin, de lo que se trata aqui es de la imitacién del
proceso de imitar. Para citar a Yeats:
Nor is there singing school but studying
Monuments ofits own magnificence
Picasso, Braque, Mondrian, Miré [2], Kandinsky, Braneu-
Siincluso Klee, Matisse y Cézanne, extraen buena patte de su ins
Piraci6n del medio que usilizan’, Lo que estimula su arte parece
Telcionarse sobre todo con sw interés exencial por la ereacién
26
2, Joan Mird, Personajes com estrella, 1933,
‘The Art Institute of Chicago, Chicago.
ies, formas, colores, ete, ¥
cl ordenamiento de espacios, supe
con el rechazo de todo aquello que no se encuentre intrinseca
mente relacionado con estos factores. La atencién de poctas co-
mo Rimbaud, Mallarmé, Valéry, Eluard, Pound, Hart Crane, Ste~
vens, inchso Rilke y Yeats, se centra en el esfuerzo por crear
poesia y en los «momentose mismos de la sransformacién poéti~
ca, mas que en la experiencia vivida que pueda converttse en po-
‘ofa, Naturalmente, esto no excluye la presencia de otras preoctt=
paciones en su obra, ya que la poesia se sirve de palabras, y las
6n, Algunos poetas, como Mallarmé
palabras implican comun
yValéry’, son mis radicales en estas cuestiones que otros, si ex
itado componer poc-
nt
ceptuamos aquellos escritores que har
sa s6lo con sonidos puros. Ahora bien, si la poesia no fuera tan
dificil de definir, la poesia moderna seria mucho mas spura y
sabstractan, Respecto a otros géneros literarios, la definicién de la
‘estética de vanguardia aqui propuesta no es un lecho de Procus-
to: dejando de lado que la mayoria de nuestros mejores novelist
contemporineos han ido a la escuela de fa vanguardia, no deja de
Ser significativo que el libro mis ambicioso de Gide sea una no-
vela sobre el acto de escribir una novela’ y que tanto el Uses co~
'mo ef Finnegans Wake de Joyce parezcan ser sobre todo, como di=
aue Stor
i ey
4. Portada de Ia revista
Tine Story, afios treinta,
guandia, un segundo fenémeno cultural nuevo irrumpia en et
mundo occidental industrializado: eso que los alemanes han baue
tizado con el maravilloso nombre de kitsch; un arte y una literatu~
va populares y comerciales con sus cromolitogratias, portadhs de
revistay [4} ilustraciones, anuncios comerciales, publicaciones de
papel satinado, novelas de detectives, tebeos, canciones del verano,
baile de claqué, peliculas de Hollywood [5], ete. ete. Por algin
motivo es gigantesca aparicidn siempre se ha dado por supuesta
Ya va siendo hora de que investiguemos sus causis y motivos
(GSES Ls culo formal hasta entonces habia exado
estrechamente ligada a la capacidad de leer y escribir. Pero con la
desaparicién generalizada del analfabetismo, «a capacidad se
che. Saber leery eseribir ya no servia para distinguie las inclina-
ciones cultrales de un indvideo, porque habia dejado de sore
{indice exclusivo de los gustos refinados.
30
5. Fotograma de la
pelicula de 1a RKO
En alas de ta danza, 1936,
aprendieron a leer y escribir para
inejorar st eficiencia, pero HO consiguieron el ocio ni el confort
necesarios para disutar de la cultura tradicional urbana. haber
perdido 1 interés por la cultura popular, cuyo territorio natural
eta el campo, y al descubrie al mismo tiempo una nueva capact-
dad para aburrirse, esas recién llegadas masa urbanas reclamaron
ala sociedad un tipo de cultura adecuada a su propia necesidad.
Com el fin de satisfacer la demanda que acababa de surgir se pen
sé en una nueva mercancia, un sucedkineo de cultura, el kitsch,
insensiblesa los valores de la cultura ge-
destinado a aquellos gu
nina, estaban hambrientos del entretenimiento que solo Ia cul-
tura, bajo na forma u otra, puede propercionar.
EL kitsch, al utilizar como materia de base Jos simulactos
degradados y academicistas de la cultura genuina, aprucba y cul-
tiva esta insensibilidad. Es el origen de sus beneficios. El kitsch es
recinico y funciona mediante fOrmulas. EI kitsch comporta una
experiencia indirecta y sensaciones falseadas. El kitsch cambia se~
‘gin el estilo, pero permanece siempre igual. B) kitsch ejemplifica
todo lo que hay de espurio en la vida de nuestro empo, BI kitsch
no pretende pedir nada a sus clientes, excepto su dinero ~nada, ni
siquiera su tiempo.
La condicién previa del kitsch, sin la cval seria imposible
aes la disponibilidad de una antigua y rica tradicién cultural, cu |
yos descubrimientos, logros y autoconsc
ia histérica puedan
sce utilizados por el kisch para sus propios fines. De esa tradicion
cultural, toma prestados procedimientos, trucos, estratagemas, ru
tinas, temas, que convierte en sistema, y rechaza el resto. Extrac la
igre que Ie s vital, por as dectlo, de esta reserva de experien-
cia acumulada, Eto e3 a lo que se alude cuando se afiema qui el
arte y Ia literatura populates de hoy fueron tna vez el arte y la li- >
teratura, audaces, esotéricos, de ayer. Por supuesto,
1 es cietta, Silo es, en cambio,
esta afrmacién
que cuando ha teanscurrido el
tiempo suficiente, se saquea lo nuevo para, una ver adulterado
conveniemtemente servtio como kitsch, Evidentemente, todo lo
kitsch es académico y,a la inversa, todo lo académico es kitsch
Porque lo que se denominaba académico hace ya tiempo que ha
dcjado de tener existencia propia y se ha transforinado en la pre=
tenciosa «fachadav del kitsch. Los métodos industriales desplazan
ab artesani
Ha sido capitalizado con enormes
inversiones que reclaman los correspondientes beneficios; y esti
obligado a expandirse y a mantener sus metcados. Pese a vender
se asi mimo muy bien, para el kitsch se ha creado un dispositi~
vo comercial a gran excala que pretende cjercer una fuerte pre
rode la socieda
oy, en un pais como el nuestro, no basta con sentit una
fuerte snclinacién hacia la cultura; se ha de tener, mis bien, una
verdadera pasiin que le dé a uno fuerzas para resist el alud de
falsificaciones que Ie rodean y Ie persiguen a todis horas desde
ue ¢s lo bastante mayor como pata echar una ojeada a los pe-
‘iédicos. El kitsch es enguiioso, Posee diversos niveles algunos tan
Edgar A. Guest (1882-1950) fue un period nomtesmericano autor de
verso populares publicados en I prensa dasa. (NC del}
“Greenberg cits sna serie de ejemplos de Is historia de la culaca tla
onsdos, por una otr tz, con la decadencia, lt mtacin mecénica de mo-
Aelor anteriores o simplemente con Ia incapacidad de sobevivi
iaks. (eT)
“EL ejemplo de Ia misca, que desde hace tanto Gempo ha sido un arte
sburaco y ala que is poesia vanguardista siempre ht inteatado imitates inter
sane, La musica. deca Aisles bastante sorprendentemente, ela mis imitat-
vay viva de todas las ates porque copia 2 su modelo ~los etados det alma con
ha mayor in cl opuestoexacto de
la verdad, puesto que ningin arte nos parece contentr menos referencis hacis al-
{go exterior asi mismo que la misica. Con todo, e independientemente de qne
fen uf cert tend Aritteles peda tener rand, debe explicate que a mnisica
ceria antigua xe allba eseechsmente lgnda als poesia, y dependia de ella co-
rma un accesorio del verso para hacer mis cto su sigmficado imitative. Pl,
refriéndose 3 Ia misico, dijo: Al no haber palabras resus muy dif econocer
'26n, ensayos, vesos, acompafiades por abundantes caricatures. Muchos exrtores
se han ganado la vids esebiendo en soe pginas. del)
"Dwight Macdonald (1906-1982), priadsta norteamericano ligado dc
rants los aos rent aa iquierdacoskisa, sri atculo y ensayos sobre ==
1 piticos y cultures, Con posteroridad se convirié en un devacsd teori-
sador de las relaciones entre ata cultura y cultura de mais ei fines iniciada por
(Greoberg, Su obra mis destacaia al especto fue +A Theory of "Popular Cult
1R"spablicads en I revista Pits, en febreo de 194. El atculo de Macdonald
{que mencions Greenberg en el texto es «Soviet Society and its Cinemas, public
ado em ls Paris Review, vol. ¥,n*2,invierno de 1939. (N del)
" Se tat del libro del critics de cine alemin Kurt London, The Sven
Soviee ns, Wesport 1937. (N dT)
© Masti Parish (1870-1960) fue un area popalar queen los aos ei
"ase especiling em I eakzacin de pss para cleaton (del T)
"* Con poserioridid Greenberg afadié el siguiente comentato: «Para
si consternacion descubr aos desputs de publicar etos comentarios ve Re
i munca pin escenas de batalla; no era ets case de pintor Le habia ateibuido
Jun cuado que no ers uy Esto demuestra mi provnciaismo rexpecto al ate eu
so del siglo x1. C. Greenberg, Arad Culture, Boston, 1961, pig. 21 ha Rein
(184-1930) fae en todo caso, un miembro destacado dela Sociedad de Pintores
Ambulanes que en el timo terio del siglo XIX, abogaban por una pinta rea
lia, de cascter nacional y popula (N; del T)
"Norman Rockovll (194-1975) ue wn ants popular gue iste ear=
teks, calendars, campais de publicidad, Durante cuarenta aos ~1916-1986-
resit6 ln portadas del semanario The Suny Evening Fost (N. del
"E'S Eliot deci algo sobre este mismo efecto al comentar faci de
1a poesia romintica ingles, Verdaeramente los rominticas pueden considerase
los pecadores originales cuya culpa hereds el kitsch, Mostaron la fatutlees del
fsch. De qué esrbid Keats ante todo sino sobre el efeeto dela poesia sabres
mismo? (Nowe del Aur)
"El pimtorgriego Zeuxis (Segunda mitad del siglo V 3, C) pasa por ser
lintroductor del isionsmo en I pnts, A diferencia de sus antccsote, que
tan slo dibyjaban el contorno dela figura ypintaban las supertices con colo
rex planos, Zeuxis hubris itroducido ol sombreado en sus feicos con el consi-
_uicmte efecto realist. En contrate con Jos antiguos procedimientos, te debid
resultar fan sorprendente, que propicis diversas historia. La que narra el efecto
|que un acimo de usas pintado euvo sobre wot despistados pars e de ls mis
conocids,(N. del T)
"Tammany Hell er el nombre que sibs popularmente el comitégj-
122
custo del Partde Demécrata en a cidade Nueva Yor, My poser auause
cl siglo xix principios del xx repreient6 a las clases medias ems hac contra ls
vigjs fais saritocrii de la ciudad. Se lacs por el poder desemibocd in
eargoen abundantes actos de corsupiin, La expresin «conceit de Taman»
alude an gente ambicos, con pocosescripuls v menos clr. (Nhl)
"Bye epintor de purcds austiacoe ex muy’ probablemente ona refren=
cia 3 Adolf Hider (N. dT)
© Reconlemos que Greenberg ecrbié este ensayo a medindos de 193,
«on una Alemania arma has los dient, a punto de invadir Europa (N: del)
Se me objets que el ate popular como arte de mass se desarrlld
bajo unas condiciones de produccién radimentarias yquesin embargo, ua bue~
fa pate de es ate populis posce un alt nivel de calidad. Si, 5 cierto, Deno el
are popular no 6 Atenas, y Atenas es lo que queremos wna clara foomsl con
su infnidad de matioes, so exuberancia su capacidad de comprensibn. Ades,
shor sbemos que la mayor paste de lo que juzgamos vaioso ex la cultura po-
pular ese rato de la supervivencia eseca de cultarasaitocincas y formes
‘ya extinas. Nuesmas antiguas bald ingles, por ejemplo. no fueron reads por
1 pueblo sino por la aritocracia posfeudal del campo inglés, aungue Ineo sor
brevvieron en fs labios del pcb, mucho tempo después de que aquellos p+
1 quienes lat baladas hablan sido compuests,hublerin evolucionado hacia ots
formas de iteratua, Desgraciadamants, hasta It épocs de lo: mlquinas. to culura
era a presrogatia exclusiva de wn sociedad que vivia del eabajo de ls servos y
Jos esclavos, Estos eran Joe verdadenotsimbolos de la eeaiiel de Lx eur. Pata
{que alguien dedicaracempo y eneepia a crea escuchar poesia en necestio que
‘otro hombre produjera lo soficiente pars alimentare asi mismo y mante
contort del primero. En el Aficaacusl descubrimos que b cultura de fs eribus
poseedoras de exlavos e superior en general ala des tus que no los pose,
(Note del Autor)
® Gortred Benn (18:-1956) fue cox los libros Morgue (19
y isc
(0917) una de ls voces mat potentes de Is poesia expresonist alemans
hiesaciones plies & favor del partido de Hitler, cl NSDAP. no le salvaron, 2
partir de 1938, dela matginaion intelectual. (de)
© Como se indica en la Nota sobre eta edicidn splanitde enduce fat
es. (NAAT)
% Como se indica en la Nota sobre esta edicion colores dividose ra-
hace divided tone, (N. dT)
®"Tambidn, sein s india on la Nota sobre eta ediciin, mantenemos
el original inglés el teeming aller (por todas pares), con que se aactenzan
lay pintutas del expresoniio absract, al dapatramar los colores por todo el
cuadro.(N det T)
Jean Dubutfetexposo a pati de 1984 en 2 Galeria René Drouin, que
se conve em un cento de frat También exponia en ess galeria Joan Fas
trie (del)
® Dejando a un ldo 4 Mordecai Ardon-Bronstein (196-1992), om pi
tor formado en Alemania, ue en 1983 emiges a bee, ef resto son puntores de
‘Nueva York, Destaca el delicado y sila temporalmente abstracta Arnold Fried
123‘man (1874-1946), muy apreciado por Greenberg, o Ralph Rosenborg (1913-1972),
4 quien se consideraba uno de los iniciadores dl expsionismo abserato, Janet
Sobel (1994-1968) goz6 de breve Lams dorante ls afios cuatents (N. de)
Probablemente Greenberg se refers al libra de René Leibowit,
Schonberg ef om de Paris 1947. Kurt Lis eran crtico musical (Nd)
* DH, Kahnweier, Juan Gc 8 vie, om an, ses dts, Pais, 1946 (dn
Gri. Vids, fn yexrios, Quaderns Crema, Batcetons 1995). (N del)
El pintor y amigo de Cézanne Emile Bernard regis le ase del pi
tor slmaginese » Pousin ehecho completamente a partic de la natualezi, en
E, Bernard, «Souvenir sur Paul Cézannes, Morue de Fae, 1° 24,1 de octubre
de 1907,y n° 248, 15 de octubre de 1917. En cambio la ase sHle quetida conver-
{i el appresionimo en algo sido y duradero como el arte de los museen, re
Esty en deus com a Horm, Czas Campstion (University of Ca-
fornia Press, 1943), por diversas de ss mtuiciones sobre la obra del metro. Que
yo sepacel protisor Loran ha sida el primeso en desacar la smporancia eer
del dibugo y bs lines en Cézanne los fandamentos de la forma dela supeficie~
mn exclusva dedicads a su modelade en coloe
yen argument conta la ate
(Nous de Aur)
> En carta dl 1 de septiembre de 19N6 Cézanne esribe a Besnand gue
contin com sus estado preci sEseudo a partir Is matueza y me pa-
reve que hago lentos progesost.(N. dl)
‘Cézanne solia hablar mal de Gavin, Eafe Bernard, amigo de a0
bos. dijo en una ocasin:+A Gauguin Ie gustaba mucho la pintura de used Le
mit muchor, a fo que Cézanne le responds fartoso: «2¥ qué? Jams me ba
comprendido: nunca he bscado y nunca aceparé I ausenca de modelado 0 gr
docidnoessbsurdo, Gauguin no era pinto slo hac imsgenescinas E, Ber
nar op ct (Net)
“El eriteo de arte Robert Coates fue ete
Jaar ext expesin en un articsla publicado en The New Yrker del 30 de marzo
de 1946 en el que coments a obra de piatores como Gorky, Pollock 0 De Ko-
nente el primero en ats
‘ning (ae 2)
Harold Rosenberg (1906-198) fe un induyente critica neeyorqeina
gse dewrtol6 ou actividad paraelanente ala de Greenberg Sus dsineos modos
de acercarse a Jn obra de atte mis formalist Greenberg. mis ioitico Ré
‘berg dieron lgar a diversas escaramuzas entre ellos. Es famoso el tiulo de Ro-
riper pra sats de Noor, hd oc Aer Re
Sow Persp e dedsemie de 198 en dt Nn (aT)
ede rt rjc FAP ean an WPA Hoek ro
- Amis) organise endo por saminin Rosne eh
sews conto tua tsuneo FAR so
pects ais prop al dec dete Der toe deus
Tclnado cond exponimo aac bec de quell ss
ea
* como snd en No see ein, fini pe
si eae slo ph NT)
Lulerad Pens Gogenin en Nucor Art OT Con
sti pcos en nel 7 de sacha ent ey 1 late ie:
Sree poe ins expense tos enc IN 7)
ii por Chin ave svn Caer Ar pbs en
sven i059 198 Edad on erodes sd iy Benak dag
Sate cosas eae modo cope Segre dee uh eon
pecs Isob de Pesan de te Zeros om esc el aie
nes eoge azondo que eve ee hon pon. 40)
Sony a 7)
“Aparna i cain gc ea
cel por fant Ande Mason 0-07] mvs ay se del b=destacads influencia en los anit americans. Su compari Pierre Tal-Coat
1005-1985) fue un pinto eminemtemeste fgorativ, muy iluido por Mate y
Picasso, que hacia mediados de los alos evarent nics an ino radical has la
pinturaaberacta (NE del)
Buckeye es el nombre de un irbol american, el Acad glas na es
pece de castano estén de grandes éimensioner, muy abandante en las Seas bos=
coma del centro de los Estados Unidos. La eleccin de esta palabra tiene sentido
si pensamos que com ese nombe, Barnett Never se refer
rade paiaje ([Link])
» Old Crome es el nombre con sue se conceal into inglés de pasa
jes John Crome (1768-192) Actin en Norwich, Norfolk, siempre se decd a a
pinta de pis inspiindose en la escuela holandess del XV (Nd)
|p tasociedad American Absract Artis (AAA) fue creada en Nueva York
en 196, Prima en ss posulios grupo eumpeo Abstration-Creaton, defen
sla una absuaccién geoméerica denada dl cubism sition, Orginizaban expo-
siciones anuales des membros, actos eaturles,publicaciones, etc. (de T)
© Se ta del pintorabstracto ings Wiliam Scot (1913-198). de)
© Com esta ta Greenberg enumera una serie de pintores dels genera
zado a emits 3 ptincpios de 1982 para penetrar el muro informa constrido
por Goebbels en Alemania, mo Io es menos gue en 1960 se habis converido on
tan pieza mis dela incruenta batalla propagandisica en que consisis a Guetra
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