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Introducción
Los manglares son bosques pantanosos que viven donde se mezcla el agua dulce del río
con la salada del mar. Estos ecosistemas autosuficientes reciben el nombre de manglar
porque así se llama el árbol que es la especie vegetal dominante, estos ecosistemas son
muy importes ya que actúan como una barrera natural contra huracanes, además de que
albergan varios tipos de especies de plantas y animales.
La superficie de manglar de Quintana Roo es de: 129,21 Has. Lo cual equivale al 16.99%
del total nacional.
Para este ensayo escogí el grave problema de destrucción de los manglares en específico
la destrucción del manglar de tajamar para un proyecto inmobiliario.
Desarrollo.
Si bien la destrucción del manglar fue en enero del 2016 se llevaba planeando
durante mucho tiempo atrás, fue en el año 2000 cuando la Fonartur desarrollo la
creación del llamado “Malecón de Tajamar” que tendría como principal propósito
conectar la zona urbana con la zona hotelera de Cancún, según la Jornada, el
Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) autorizó devastar decenas de
hectáreas de manglar en la laguna Tajamar de Cancún desde 2005 y fue firmado
por Ricardo Juárez, entonces titular de la Dirección General de Impacto y Riesgo
Ambiental (Dgira) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat).
Si bien la Semarnat asegura que fueron solamente 22 hectáreas del manglar que
fueron deforestadas, grupos ecologistas aseguran que fueron más de 50, además
de que, las diferentes especies que lo habitaban no fueron reubicadas, por lo cual
muchas de ellas fueron enterradas vivas.
Es importante mencionar que la tala del manglar se realizó en esta fecha porque
los permisos estaban a punto de vencer en febrero de ese mismo año, por lo que
fue durante la madrugada y con el apoyo de la fuerza pública que se llevó a cabo
la tala del manglar para evitar que nadie pudiera impedirlo.
Si bien Cancún es uno de los destinos turísticos más importantes que hay, no solo
de México sino en el mundo, deberían darse cuenta de igual forma que todo ese
turismo no vienen a ver sus hoteles y centros comerciales sino, a disfrutar de sus
playas, de su clima y de todas las riquezas naturales que tiene, si las destruimos
todas, entonces esas personas no volverán, es importe que los empresarios y el
gobierno vean el ecosistema del lugar como su principal recurso económico y
quizá así lo traten con respeto y lo defiendan como defiende sus hoteles,
restaurantes y centros comerciales.