Pepito es un niño muy gracioso y vive en Villarrisa, pero a su curso llega

Juanito a complicarle la vida porque además de ser muy bromista tiene muy
buena memoria para los chistes y es idéntico a él. Y eso significaba la guerra,
al más mínimo choque sacaban chispas, pero muy pronto se convirtieron en
compañeros inseparables.

Fue así que durante el año compitieron por ser “El señor de los chistes”,
el público decidía qué tipo de chistes contarían alternadamente, podían ser los
colmos, los cuáles, los qué, los porqué, los cómo, sobre teatro, en qué se
parecen, ayer pase por tu casa, etc.

La profesora los apoyaba y dijo que hasta programaría competencias

para los ratos libres.

Ambos niños se dieron cuenta que dos de sus compañeritas gozaban con
sus chistes, ellas son Venus y Gretel y sentían la necesitad de agradarles, por
supuesto no se pusieron de acuerdo en cuál de las dos les gustaba más, por lo
tanto se provocó una nueva rivalidad entre los niños.

En un momento Gretel hace unas imitaciones y ambos se enamoraron de

ella dejando a Venus de lado.

En otro momento Venus conto unos chistes muy entretenidos y ambos se

enamoraron de Venus dejan en esta ocasión a Gretel de lado.

Gretel se sintió muy mal y corrió a su escondite, un lugar en ruinas,

cuando de pronto paso a llevar un palo y todo se derrumbó por suerte tras ella
iba Venus que vio todo, fue al colegio a buscar ayuda encontrando a Pepito y
Juanito, este último corrió al lugar y la entretuvo contándole chistes mientas
llegaron los bomberos a rescatarla. Con esta situación Pepito y Juanito
nuevamente se enamoraron de Gretel.

Pasó un tiempo y la maestra le contó a los niños que Venus estaba

enferma y debían operarla, durante el periodo de recuperación en el hospital
Pepito la visitaba todos los días, la niña no se veía bien y él encontró la mejor
de levantarle el ánimo, contándole chiste, fue así que ella se recuperó muy
rápido y el doctor le pidió que contará chistes a otros niños enfermos del
hospital. Pepito se enamoró de Venus y por primera vez no coincidieron con
Juanito ya que este último seguía enamorado de Gretel.

Llegó la fiesta de fin de año y ellos empatados en los chistes y

programaron para ese día la final. Juanito acompañado por Gretel y Pepito por
Venus.

Venus la verdad es que estaba furiosa a ella no le gustaba que siguiera

compitiendo.
 Pepito y Juanito se enfrentaron pero Pepito miraba a Venus y sentía que
ella no estaba bien…cuando de pronto dijo ¡me rindo!, se dejó perder para
estar bien con Venus.

Juanito, obviamente se puso muy feliz y Pepito comprendió lo que Venus

le decía, no era necesario perder el tiempo con su orgullo y vanidad mucho
menos para sorprenderla a ella.