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Bienvenido a la realidad, pero aumentada

De vuelta a la realidad. Esta es una de las frases más desgarradoras y lamentables que, por lo
general, suele ser viralizada en alguna red social luego de algún viaje placentero lleno de vanidad
y sorpresa constante. Y es que sí, regresar a la realidad o a la monotonía a veces es lo que menos
deseamos. Así, bajo esta premisa y con la ayuda, claro está, de la agigantada evolución
tecnológica es que nos permitimos adentrarnos a mundos virtuales con mayor frecuencia y en
hordas cada vez más grandes. Y es justamente la interacción innovadora entre el mundo real y
virtual la que ha dado paso a la concepción de una tecnología con enorme potencial: la realidad
aumentada.

La realidad aumentada, por definición, está constituida como la combinación del mundo real
con el virtual a través de un mecanismo puramente informático, el cual, añade datos interactivos
que mejoran sustancialmente la experiencia del usuario. Si bien esta tecnología fue concebida
el siglo pasado y ha sido desarrollada y robustecida desde entonces, no fue hasta la fiebre
nostálgica y masiva de uno de los videojuegos más emblemáticos simulados en aplicaciones
móviles en donde la realidad aumentada obtuvo su mayor condecoración. Claramente, dicho
videojuego fue Pokémon GO.

Y es que basta recordar cómo fuimos, y me incluyo, embelesados e hipnotizados por esta especie
de asalto tecnológico que nos tomó como rehenes. La gran acogida del videojuego revolucionó
el mercado de aplicaciones móviles hasta ese momento. La sola idea de encontrar un Pikachu
en el jardín de la casa o un Bulbasur en alguna zona peligrosa de la ciudad, definitivamente,
generaba pasiones en grandes y chicos. No obstante, era la realidad aumentada la que nos
permitía alterar esa realidad tangible y ser capaces de visualizar un Pokémon justamente delante
nuestro con la ayuda del smartphone.

Sin embargo, la realidad aumentada posee numerosas aplicaciones y con impactos


tremendamente útiles, sin menospreciar, evidentemente, sus fines meramente recreativos. Así,
por ejemplo, en el ámbito de la educación, existen aplicaciones que permiten a los alumnos
disfrutar de interfaces interactivas que reaccionan a marcadores en cuadernos, cuando estos
son señalados, brindando imágenes tridimensionales a través de los dispositivos móviles. Por
otro lado, en el apasionante mundo del deporte, ciclistas y runners pueden ya explorar sus rutas
en cualquier superficie. Así, mientras avanzan fatigados por el recorrido, son capaces de prever
alguna curva o sus próximos movimientos.

Ciertamente, los sectores más representativos y que mejor han acogido a la realidad aumentada
son el diseño y la publicidad. Por el lado del diseño, específicamente, el de interiores, ha visto
en esta tecnología la “vaca lechera” en términos lucrativos. Y es que mostrarles a los clientes en
tiempo real cómo quedará la ampliación de su casa o cómo se verá el nuevo sillón con la
decoración, representa un gran valor añadido. Por otro lado, en el campo publicitario, los
beneficios son aún mayores que van desde probarse virtualmente ropa hasta apreciar cómo se
verá una activación o campaña propagandista en una determinada calle.

Sin duda alguna, la realidad aumentada representa un proceso de transformación digital que ya
ha empezado a adherirse dentro de las estrategias de negocio de grandes compañías a nivel
mundial. Las posibilidades que esta tecnología ofrece son ilimitadas y su impacto
considerablemente amplio. Es probable que, dentro de poco, la realidad deje de ser dura y nos
permita vivir aquello que hayamos anhelado. GAME OVER.

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