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Carmen Ortin Sorando PDF
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Carmen Ortin Sorando PDF
1. ÉTICA
2. HISTORIA DE LA ÉTICA
2.1. DEONTOLOGÍA
2.2. LA DEONTOLOGÍA COMO ÉTICA PROFESIONAL
3. DE LA ÉTICA A LA BIOÉTICA
3.1. ANTECEDENTES
4. ORIGEN DE LA BIOÉTICA
5. BIOÉTICA
5.1. CARACTERÍSTICAS DE LA BIOÉTICA
5.1.1. Ética Civil
5.1.2. Ética pluralista
5.1.3. Ética Autónoma
5.1.4. Ética Racional
5.1.5. Universalidad
6. HISTORIA DE LA BIOÉTICA
6.1. DIFERENTES SITUACIONES
6.2. HISTORIA DE LA BIOÉTICA EN ESPAÑA
8. PLANTEAMIENTO GENERAL
8.1. LAS REVOLUCIONES BIOLÓGICA Y ECOLÓGICA
8.2. LA REVOLUCIÓN MÉDICO SANITARIA
9. FUNDAMENTACIÓN
9.1. PROBLEMAS DE FUNDAMENTACIÓN
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10. MODELOS ÉTICOS
11.1 ÉTICA DE LA VIRTUD
11.2. ÉTICA DEL CUIDADO
11.3. ÉTICA DE LA RESPONSABILIDAD
11.4. BIOÉTICA NARRATIVA
12. BIBLIOGRAFIA
ÉTICA
El significado de la palabra ética, viene en su origen, del griego “éthos” cuyo
significado primario es estancia o lugar donde se habita, pero fue Aristóteles quién le
dio el significado de carácter o manera de ser, lo que supone que la ética es una forma
de ser adquirida, no heredada y que difiere de la naturaleza biológica. La manera de ser
de cada uno se va construyendo a través del conjunto de hábitos que las personas vamos
desarrollando y que son los responsables de modelar nuestro carácter o modo de ser.
Por su lado, la palabra moral, procede de “mos” y del latín “moralis”, cuyo
significado es costumbre y, con esta palabra, los romanos aplicaban el sentido que los
griegos daban a “éthos”, entendiendo que las costumbres también se van aprendiendo
por su repetición durante la vida, aunque su tendencia fue ir aplicándola hacia las
normas concretas que deben regir las acciones humanas.
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No obstante, con frecuencia, la palabra ética se utiliza como sinónimo de moral,
es decir, ese conjunto de principios, normas, preceptos y valores que rigen la vida de los
pueblos e individuos.
Así pues, la moral son aquellas normas que regulan y rigen nuestros actos, los
actos de una determinada sociedad o cultura, pero la ética se pregunta el porqué de
ellos, por qué se consideran unos válidos y otros no según las diferentes sociedades,
comparando las diferentes pautas morales existentes, investigando los actos específicos
del comportamiento moral, formulando principios universales que deben infundir a toda
conducta, y crea teorías que constituyan y permitan argumentar aquello por el que
merece la pena vivir.
De todo ello, podemos decir que ética y moral son complementarias, interactúan
entre sí, ya que si bien, la moral da normas para la vida cotidiana, será la ética quién
estudie y reflexione sobre ellas, proporcionando unos principios éticos para regular esas
normas o comportamiento moral que a su vez influirán y modificarán dichos principios.
La ética, según la tradición clásica de pensamiento moral de Aristóteles, refleja su
argumento fundamental en ocuparse de la felicidad humana, pero no de una felicidad
irreal, sino de aquella que es factible para el hombre, partiendo de la premisa de que el
hombre no sólo se conforma con vivir, sino que aspira a vivir bien, y una vez
garantizada la supervivencia se plantean otros objetivos o fines dándole sentido a la vida
con ellos, tomando importancia el “para qué” se vive. Este sentido lleva implícito
orientar la vida hacía algo que no se posee por completo aunque, hay que poseer una
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parte para poder anhelarlo de manera inteligente, ese conocimiento ayuda a conseguir
la perfecta posesión, es saber que “soy algo a lo que algo le falta”.
La felicidad se nos antoja, en primer término, como una plenitud a la que todos
aspiramos y, por tanto, de cuya medida completa carecemos. Sin embargo, esa
“medida” no es un rigor cuantificable. La felicidad más bien parece una cualidad,
podríamos describirla como cierto “logro”, así lo hace Aristóteles, para quién la
felicidad es “vida lograda”, una vida que una vez vivida y contemplada a cierta
distancia (examinada, analizada) comparece ante su respectivo titular como algo que
sustancialmente ha salido bien; una vida, en fin, que merece la pena haber vivido.
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correcta o conveniente de cara al sentido último de la existencia humana, a esa plenitud
que, a fin de cuentas, resultará en conjunto, del buen obrar.
Como todo ser vivo, el hombre es más activo que pasivo. La felicidad a la que se
ve llamado no es una situación pasiva en la que pueda llegar a encontrarse.
El placer del ser humano, no es el que busca por sí mismo, sino el que surge
como resultado de la acción buena, el obrar pleno del sentido.
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moral de ciertas acciones que repugnan al hombre virtuoso y bueno. “Un buen hombre
sería aquel cuya conciencia de que “no me es lícito hacer esto” se cambia en “no puedo
hacerlo”. Deber hacer algo implica poder no hacerlo, al igual que deber evitarlo implica
poder hacerlo. Aristóteles lo definió: “No es noble quién no se goza en las acciones
honestas”.
En la vida moral, conseguir una virtud exige primero, una orientación inteligente
de la conducta: saber lo que uno quiere y aspirar a ello eficazmente, poniendo los
medios; hace falta esperar un esfuerzo moral, eso que entendemos como fuerza de
voluntad.
Según Simón Lorda, la virtud supone una cierta economía del esfuerzo, de
manera que cuando nos acostumbramos a conducir nuestra acción según una pauta
habitual, podemos emplear el esfuerzo sobrante en la adquisición de nuevas pautas y
así, ir poco a poco construyendo nuestra propia identidad moral, en este sentido se ha
dicho que la ética es una facilitación de la existencia.
Según la concepción Aristotélica, la ética tiene que ver con lo que uno acaba
siendo como consecuencia de su obrar libre.
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HISTORIA DE LA ÉTICA
Hipócrates vivió entre los siglos V-VI a. de C., contemporáneo de Platón,
enseñaba a sus discípulos que el médico es un hombre bueno, perito en el arte de curar,
y les comprometía con un principio incondicional de la medicina como paradigma del
buen hacer. “Dispensaré un profundo respeto a toda vida humana desde la concepción
hasta la muerte natural”. Con esta frase no se dice nada concreto sobre lo que hay que
hacer, pero la actitud que preceptúa sí que tiene consecuencias muy concretas: “No
dispensaré a nadie un tóxico mortal activo, incluso aunque me sea solicitado por el
paciente; tampoco daré a una mujer embarazada un medio abortivo”.
DEONTOLOGÍA
No podemos reducir el bien al bien moral, lo primero que hay que decir del bien
es que es un aspecto del ser y la ética se sitúa en el planteamiento de lo que un tipo
especial de ente que es el hombre, necesita para bien-ser o bien-morir.
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Ambos “fines”, lo que el agente desea lograr con su acción y lo que de suyo
logra si ésta se lleva a efecto, conforman lo que podríamos llamar la sustancia moral de
la acción y es el fin subjetivo el más importante en la valoración ética global. Cabe decir
que no puede ser bueno algo que se hace en contra de la propia conciencia subjetiva.
El bien moral es muy exigente, de manera que, para que la acción sea buena, se
hace preciso que lo sea en todos sus aspectos, sustancia y circunstancia, mientras que
basta que falle uno de ellos para que se pervierta la bondad.
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Las obligaciones éticas comunes para cualquier persona son obligaciones profesionales
para muchos.
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DE LA ÉTICA A LA BIOÉTICA
ANTECEDENTES
La relación establecida entre los seres humanos tiene que ser necesariamente
ética, ya que la ética se origina desde el conocimiento del otro, desde el concepto de
semejante y desde el conocimiento de nuestra capacidad de pensar y de prever el futuro;
el poseer este conocimiento hace al hombre sujeto de derechos y obligaciones, ya que el
cumplimiento y respeto de ellos, o por el contrario, su incumplimiento nos brinda un
sentimiento para poder discernir entre lo que es justo y lo que es injusto. Pudiendo decir
que, el concepto de ética como ciencia puede definirse como el estudio y la justificación
de normas de comportamiento a partir del conocimiento lógico natural, la moral,
considerada como ciencia, recoge las normas de comportamiento a partir de los
planteamientos filosóficos, teológicos y personales. (Villalaín Blanco, D. 2001).
Pero no es hasta finales del siglo XVIII cuando aparece el término “Ética
Médica”, coincidiendo con la revolución industrial y los inicios de la higiene pública,
momento a partir del cual, la medicina comienza a cobrar una dimensión sociopolítica
nueva que pronto se verá recogida por diferentes leyes. Siendo a finales del siglo XX
(1986), cuando se considera que, la revolución industrial, política, científica e
ideológica, han originado una revisión de los aspectos éticos tradicionales, ya que se ha
pasado de una sociedad cerrada y paternalista, a una sociedad abierta y permisiva
basada en la responsabilidad individual, la tolerancia jurídica y la permisividad social.
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ORIGEN DE LA BIOÉTICA
“Lo que me interesaba en ese entonces -rememoró Potter en uno de sus últimos
trabajos-,... era el cuestionamiento del progreso y hacia donde estaban llevando a la
cultura occidental todos los avances materialistas propios de la ciencia y la tecnología.
“Expresé mis ideas de lo que, de acuerdo a mi punto de vista se transformó en la misión
de la Bioética: un intento por responder a la pregunta que encara la humanidad: ¿qué
tipo de futuro tenemos por delante? y ¿tenemos alguna opción? ...”. Todo comenzó en
esa charla de 1962, en la que la misión consistía en examinar nuestras ideas
competitivas sobre el progreso. Así el título de esa charla fue Un puente hacia el futuro,
el concepto de progreso humano...”tendría un carácter utilitario en relación a la vida,
posteriormente se hizo superponible a la propia ética médica, y en la actualidad adquiere
un carácter general, en el que se analizan las relaciones existentes entre el hombre y la
biosfera. Es diferente, por lo tanto, no sólo en sus contenidos, restringidos al análisis
ético de las relaciones entre el médico y el paciente, sino también en su metodología,
porque mientras la deontología médica sigue la costumbre occidental de una
codificación sistemática, la bioética, en sus capítulos sobre la ética médica, busca la
síntesis reduccionista de los principios éticos que inspira la deontología y, partiendo de
ellos, analiza la casuística, con resultados discutibles y discutidos, útiles para el
desarrollo filosófico y para el pensamiento abstracto ético-sanitario, pero que resultan
poco prácticos para la resolución de los problemas concretos que plantea el trabajo
médico en la realidad cotidiana.
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La Bioética es “un urgente y necesario conocimiento que permite la
investigación del cómo utilizar el pensamiento para una presencia responsable del
hombre para la promoción de la calidad de vida, considerada como una ciencia de la
supervivencia, en el sentido de la presencia cualitativa del hombre en la historia”
(Potter, 1971).
El Hastings Center, del Institute of Society, Ethics and the Life Science de
Nueva York, puede considerarse la primera piedra en llevar a cabo programas bajo este
planteamiento, ya que en los mismos da prioridad a la enfermedad mental; prioridad
clínica en la aplicación de la investigación del genoma humano; contracepción: línea
guía para la política social; determinar nuevos objetivos a la medicina; hombre,
animales y ambiente: responsabilidad ética; biotecnología animal.
BIOÉTICA
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ciencias y la de las humanidades. Empleando el término de bioética a la aplicación de
las ciencias biológicas con la finalidad de mejorar la salud.
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El encuentro profesional-paciente no se produce en una isla desierta, sino en la
consulta o habitación de un determinado centro sanitario que pertenece a una
determinada organización sanitaria.
Tanto el centro sanitario como la organización sanitaria tienen unos valores que
les guían y una determinada manera de estructurarse y funcionar que condicionan el
encuentro profesional-paciente.
La ética de la organización estará en el campo “meso” y estará centrada en lo
corporativo y estructural, en los procedimientos, protocolos y procesos.
Su orientación será más normativa y preventiva que casuística.
- En el tercer círculo se encontrarían, por tanto a los otros dos, y sería el
que abarcaría el ámbito de la ética de los sistemas de salud y de las políticas de salud,
que guían y coordinan la manera de prestar atención sanitaria a toda una sociedad,
nación o estado.
Aquí estarían las cuestiones relativas a la manera de hacer efectivo el derecho a
la salud y/o la atención sanitaria, teniendo en cuenta aspectos de justicia en relación a la
financiación, acceso, etc. se trata de un nivel “macro” con claras repercusiones políticas.
Podrían plantearse, continuando con palabras de S. Lorda, más círculos
envolventes como por ejemplo, otro que haría referencia a la ética de la salud pública
internacional, con cuestiones como el análisis ético de las causas de la altísima morbi-
mortalidad del sur pobre, y de sus posibles soluciones, o de los problemas éticos de la
investigación transnacional con seres humanos.
Por último y envolviendo a todo lo anterior, habría un círculo que haría
referencia a la ética global, donde se produciría la interacción entre la humanidad, la
técnica, la economía y la política con toda la biosfera y con todo el planeta como ser
vivo.
En este nivel es donde se produciría la discusión de cuestiones relativas, por
ejemplo, al agujero de ozono, a las especies y alimentos transgénicos y donde el análisis
debería estar guiado por principios éticos como el de responsabilidad o el desarrollo
sostenible. En realidad, cuando Potter propuso el término bioética se refería a este
último círculo, a una bioética global.
Por lo que se puede decir que los niveles de desarrollo de la bioética son:
1. Bioética Clínica. Nivel Micro
2. Ética de la Organización. Nivel Meso
3. Ética del Sistema Nacional de Salud y Política de Salud. Nivel Macro
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4. Ética de Salud Pública Internacional
5. Ética Ecológica Global
CARACTERÍSTICAS DE LA BIOÉTICA
- La ética debe ser civil, pluralista, autónoma, racional y debe ir más allá
del convencionalismo, siendo una ética universal.
Ética Civil
La bioética debe ser una ética civil o secular, no directamente religiosa, ya que
en las sociedades avanzadas conviven creyentes, agnósticos y ateos, coexistiendo dentro
de cada grupo códigos morales diferentes, habiéndose elevado a la categoría de derecho
fundamental el respeto a las creencias morales de todos (derecho a la libertad de
creencias).
Ética Pluralista
La bioética debe ser una ética pluralista que acepte la diversidad de enfoques y
posturas e intente conjugarlos en una unidad superior. Cabe decir que una acción es
inmoral cuando no resulta universalizable al conjunto de todos los hombres, es decir,
cuando el beneficio de algunos se consigue mediante el perjuicio de otros, lo cual se
debe a que la decisión no ha sido suficientemente “pluralista o universal”.
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Ética Autónoma
Ética Racional
Tiene que ser racional, ya que la racionalidad humana tiene un carácter abierto y
progrediente (hacia la percepción), con un momento a priori o principalista y otro a
posteriori o consecuencialista. La razón ética no hace excepción a esa regla, y por tanto
ha de desarrollarse siempre a ese doble nivel.
Aspira a ser universal, y por tanto, a ir más allá de los puros convencionalismos
morales. La razón ética, como la razón científica, aspira al establecimiento de leyes
universales, aunque siempre abiertas a un proceso de continua revisión.
HISTORIA DE LA BIOÉTICA
La bioética comienza en los primeros años de la década de los 70, coincidiendo
con una época histórica de reivindicación de los derechos humanos por las minorías.
Pero realmente la historia de la ética médica es tan antigua como la historia de la
medicina (Simón Lorda, P.).
La bioética es el resultado de una deontología médica y enfermera que se queda
corta para dar respuesta a todos los dilemas éticos que se plantea hoy en día la medicina.
Realizando un recorrido histórico basándonos en un orden cronológico, podemos
decir:
1. Juramento Hipocrático. Deontología médica y enfermera
En el juramento hipocrático se dice:
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‐ No procuraré a nadie veneno mortal. NO EUTANASIA
‐ No procuraré a mujer alguna pesario abortivo. NO ABORTO
‐ A cualquier casa que entrare acudiré para asistencia del enfermo fuera de
todo agravio intencionado o corrupción. IGUALDAD, NO DISCRIMINACIÓN
‐ Lo que en el tratamiento o incluso fuera de él, viera u oyera en relación
con la vida de los hombres, aquello que no debe trascender, lo callaré teniéndolo por
secreto. SECRETO PROFESIONAL
‐ Del daño y la injusticia preservaré, primum non nocere. NO
MALEFICENCIA
Este documento es fundamental tal y como se refleja en la ética médica y en él
se expresa la visión paternalista del médico, el cual ejercía su dominio sobre sus
pacientes y estos le obedecían con sumisión (Lorda/Gracia). No siendo hasta mediados
del siglo XX cuando estas tradiciones tan consolidadas comienzan a ser sustituidas.
2. Códigos Deontológicos
Ha sido el instrumento que han tenido los médicos para poder resolver
problemas éticos que se les planteaba en su actuación clínica diaria.
Antes de la bioética, tanto el médico como la enfermera, contaban únicamente
con sus respectivos códigos deontológicos para encarar los problemas morales que se
les planteaban. Pero esto no es suficiente para poder resolver los conflictos éticos.
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‐ AAS 49, PIO XII, 1957:
Donde se condena la eutanasia y subraya la dignidad de la vida humana,
rechazando por consiguiente lo que más tarde se llamará “encarnizamiento terapéutico”
y anticipa lo que se llamará “cuidados paliativos”.
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declarados como inmoral, precisándose la necesidad de crear entornos de reflexión
acerca de la expansión que está sufriendo la investigación y técnicas médicas.
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humanidad de su propia destrucción por el incremento de población, el exceso de
consumo de recursos no renovables y el consiguiente deterioro medioambiental. “Es
urgente para la supervivencia del ser humano y para implementar la calidad de vida una
nueva visión que proporcione el conocimiento acerca de cómo usar el conocimiento. Un
instinto de supervivencia no es suficiente, necesitamos desarrollar la ciencia de la
supervivencia, y esta debe comenzar con una nueva clase de ética: la bioética, podría
denominarse ética interdisciplinar, de manera que incluya las ciencias y las
humanidades, incluyendo también un credo bioético de compromiso personal.
‐ STS Caso rose vs Wade, 1973: Esta sentencia declaró legal el aborto en
estados unidos, dando lugar a una gran polémica.
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en la investigación y posterior seguimiento de la evolución de la sífilis sin darles
tratamiento alguno ni siquiera una vez descubierta la penicilina (41). También se supo
que en una escuela estatal se estaba infectando a niños deficientes con destilados de
heces para investigar la hepatitis.
La comisión debía revisar la normativa del gobierno federal a propósito de la
investigación científica con el fin de proteger los derechos y el bienestar de los sujetos
humanos y la identificación de posibles abusos. Definió la existencia obligatoria del
primer comité de ética formulado legalmente y sentó las bases para la publicación, 4
años después del Informe Belmont.
..Respecto a las personas: Todos los individuos deben ser tratados como agentes
autónomos
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.. Beneficencia: Aquellos actos de bondad y caridad que van más allá de la
obligación estricta, tiene dos reglas: no causar ningún daño y maximizar los beneficios,
disminuyendo los daños.
.. Justicia: Equidad en la distribución.
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‐ 1978. Constitución Española. La Asamblea de presidentes y Consejeros
de la OMC aprueba el Código deontológico para médicos español, es el que sigue
vigente (reformado en 1999).
‐ 1979. La Asociación de Médicos catalanes elabora uno alternativo,
insatisfechos por el paternalismo del anterior.
‐ 1984. Nace en España el primer bebé obtenido por fecundación in vitro.
Barcelona.
‐ 1985. Se declara no punible el aborto en determinados supuestos. STC
53/1985. Art. 417 bis del código penal.
‐ 1985. Primer seminario interdisciplinar sobre Bioética. Universidad
Pontificia de Comillas. Monografías “Dilemas éticos de la medicina actual.
1989-1990. Presos del GRAPO, realizan huelga de hambre, generando una crisis
sobre las obligaciones éticas y legales de los médicos y del estado ante este tipo
de situaciones.
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‐ Se crea en la universidad de Deusto la Cátedra de Derecho y Genoma
Humano, la primera en el mundo.
‐ Ramón Sampedro, pide públicamente que alguien acabe con su vida.
‐ 1996. Marcelo Palacios funda en Gijón la Sociedad Internacional de
Bioética.
‐ 1997. Oviedo. Convenio para la protección de los derechos humanos y la
dignidad del ser humano con respecto a las aplicaciones de la biología y la medicina. Es
la norma internacional más importante hasta ahora respecto a la protección de los
derechos humanos y la biomedicina.
‐ 1998. Muere Ramón Sampedro, avivando el debate.
‐ 2002. Se promulga la ley 41/02 básica reguladora de la autonomía del
paciente y de derechos y obligaciones en atería de información y documentación clínica.
‐ 2004. Película “Mar Adentro”.
‐ 2006. Se promulga la ley de reproducción asistida.
‐ Observatorio de bioética de la UCV
‐ 2007. VI Congreso Nacional de Bioética, celebrado en la UCV
‐ 2008. Nombran los miembros que componen el Comité de Bioética de
España.
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CARACTERÍSTICAS DE LA ESPECIE
HUMANA
Tal y como explica Juan Masiá Clavel, para tratar las cuestiones de ética de la
vida es necesario reflexionar sobre el pensar humano. Y para pensar lo humano es
imprescindible tener en cuenta la relación inseparable entre pensar lo humano y pensar
la vida.
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Todo ello nos conduce a vivir la vida de manera consciente, no sólo vivirla, sino
pensar la vida, pudiéndose ser críticos y creativos, haciendo uso de esa misma crítica
para plantear nuevas modalidades de vivir. Dándose cuenta, el ser humano, de que
dispone de la posibilidad de mejorar o destruir la vida, así como de mejorarse o
destruirse a sí mismo y a sus semejantes. Y de la formulación de estas preguntas surge
la filosofía, como el saber de la vida, como aprender y pensar sobre la vida, sobre el
mundo, sobre lo humano y sobre el pensar mismo, para poder corregirlo y pensar en un
modo nuevo.
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Con esta triple característica de la especie humana, se hace inexcusable el
planteamiento ético, debiendo decir que “somos animales necesitados de ética” y no que
“somos animales éticos”.
“Nos hacemos cargo de la realidad” (Zubiri) y tenemos que “cargar con ella”
(Ellacuría), conscientes de que, si no lo hacemos bien, corremos el peligro de
“cargárnosla”. De ahí la necesidad de una búsqueda común e intercultural de una ética,
tarea inacabada.
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hacerlo mejor o peor, con más ternura benevolente o con más posesividad egoísta, dicha
relación.
Por tanto, tiene sentido preguntarse acerca del arraigo de estas características en
la capacidad cerebral para elegir e interpretar. ¿Será el ser humano el animal capaz de
optar irracionalmente por la guerra y de racionalizar su justificación?
Estas preguntas pueden ser la base para confrontar los problemas y dilemas
éticos, desde la necesidad de elegir e interpretar bien.
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PLANTEAMIENTO GENERAL
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LA REVOLUCIÓN MÉDICO – SANITARIA
Todo ello nos da la explicación del porqué la literatura sobre ética médica y
clínica hay crecido exponencialmente en los últimos años, originando un amplio cuerpo
de doctrina y, pudiendo hacer referencia a tres razones básicas que han fomentado
dicho cambio:
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‐ Las profundas transformaciones tecnológicas de la práctica médica.
Avances tecnológicos producidos estos últimos tiempos, como pueden ser, las
técnicas de soporte vital, han ocasionado una transformación en las fases finales de la
vida. Hay enfermos terminales, críticos, irreversibles, pero no enfermos desahuciados ya
que las unidades de cuidados intensivos han acabado con ellos. En la medicina, como
principio básico, ha sido siempre hacer todo lo posible a favor del enfermo, pero con las
nuevas tecnologías cabe plantearse determinadas dudas surgidas sobre lo que resulta
realmente beneficioso para el enfermo y lo que no. El médico debe actuar a favor de la
vida, pero esta frase como expresión general y rotunda también puede acabar en contra
de quién la pronuncia, planteando diferentes cuestiones como: ¿la defensa de la vida
debe permitir al médico a no dejar morir en paz al enfermo?, ¿hasta qué punto podemos
considerar moral la llamada “obstinación terapéutica?, ante estas preguntas, en teoría y
pensando con frialdad, todos respondemos del mismo modo con nuestra negación, pero
en la práctica diaria no resulta tan claro la toma de determinadas decisiones, generando
numerosos conflictos.
Con todo ello, podemos decir que las nuevas tecnologías generan innumerables
conflictos, los cuales han originado un campo concluyente en la manera de entender la
relación médico-paciente.
Pero a medida que han ido pasando las décadas, sobreviene la gran crisis
económica y con ella el final de aquella ilusión que nos brindó el desarrollo económico
permanente. Todo ello ha originado otro frente de conflictos éticos relacionados con el
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acceso igualitario de todos los ciudadanos a todos los servicios sanitarios y el
planteamiento de la distribución equitativa de los recursos económicos, que ya sabemos
son escasos y limitados.
Con todo ello, se llega a la situación actual, donde se puede decir que en la
relación médico-paciente intervienen siempre tres sujetos, el médico, el enfermo y las
llamadas terceras partes, que engloba a la sociedad en general( Gracia, D.). Todo ello ha
cambiado en los últimos 30-40 años y, por tanto, también ha sufrido un cambio dicha
relación. Frente al modelo tradicional del “yo mando-tu obedeces” comienza a cobrar
presencia un modelo más horizontal, viéndose sustituida la vieja relación por una de
beneficencia-autonomía, donde el médico sigue siendo el que sabe de medicina y con su
conocimiento intenta ayudar al enfermo, haciendo presente con ello, el principio de
beneficencia; pero el enfermo por su parte, acude al médico de manera autónoma y
aporta a la relación el llamado principio de autonomía.
Pero, como se ha visto, en esta relación no sólo hay dos partes, el médico y el
enfermo, ni tampoco sólo dos principios, el de beneficencia y el de autonomía, sino que
aparece la tercera parte, la sociedad y con ella otro principio, el de justicia; y si el
principio de autonomía y el de beneficencia ya generaban numerosos conflictos, la
entrada en escena del principio de justicia tiene un efecto multiplicador en el momento
de fundar conflictos nuevos.
Por lo que se puede afirmar que, estamos en una época mucho más conflictiva
que ninguna anterior en la historia de la medicina, pero a su vez, seguro que mucho más
humana y esta singularidad está en el origen histórico de la bioética.
FUNDAMENTACIÓN
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tiempo se pretende abordar una serie de dilemas suscitados como consecuencia de los
grandes avances tecnológicos en biomedicina.
Una de las premisas que debía cumplir era mantener un enfoque multidisciplinar
en el que estuviesen representadas personas procedentes de los distintos credos que
existen dentro de una sociedad tan plural como la estadounidense, de los resultados de
dicha comisión surge el denominado Informe Belmont, quedando definidas en el mismo
las directrices éticas que debían seguir todos los ensayos y estudios clínicos que se
llevaran a cabo con seres humanos, esbozando al mismo tiempo, unos principios éticos
que permitieran abordar otros temas concretos de bioética, constatándose que, en la base
de las respuestas éticas se encontraban tres principios éticos de nuestra herencia cultural
y que se podían aplicar en otros ámbitos de la vida social, entendiendo que, con unos
principios éticos más amplios se podrían proporcionar las bases necesarias para la
formulación e interpretación de algunas reglas específicas aplicables a hechos
concretos, es decir, se intentaba “dar una respuesta analítica que pudiera servir de guía
para resolver los problemas éticos planteados por la investigación en seres humanos”.
(Informe Belmont).
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PROBLEMAS DE FUNDAMENTACIÓN
Todos los sistemas bioéticos intentan cumplir con las mismas condiciones pero
son entre sí diferentes, debido a la diversidad de tradiciones filosóficas y éticas en las
que se fundan, siendo cada vez más sensible las divergencias entre el mundo anglosajón
y el europeo.
Las filosofías empiristas suelen ser emotivas (de ahí la importancia que le
conceden al principio de autonomía) y consecuencialistas (de ahí la atención al principio
de beneficencia).
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A su vez, la tradición europea continental se identifica con mayor dificultad con
estos planteamientos previos, creyendo posible encontrar principios absolutos en que
fundamentar la moral, siendo el ejemplo más claro Kant con su imperativo categórico,
según el cual, debemos tratar a todos los seres humanos como fines en sí mismos, no
como medios y a la humanidad como el reino de los fines, por lo tanto hay unas
obligaciones absolutas que derivan del imperativo categórico y pueden sintetizarse en
dos principios: el de no-maleficencia (principio absoluto y no una parte negativa del de
beneficencia), y el de justicia (cumplir con la obligación de tratar a todos por igual).
Para Diego Gracia si esto es así, podemos afirmar que los 4 principios se
ordenan en dos niveles jerárquicos, con preferencia de la no-maleficencia y justicia
sobre el de autonomía y beneficencia. Los dos primeros conforman lo que Gracia
denomina Nivel I y los dos segundos el Nivel II.
MODELOS ÉTICOS
ÉTICA DE LA VIRTUD
Para Tomás de Aquino, las virtudes son disposiciones habituales que inclinan a la
persona a llevar a cabo las acciones que la orientan hacía el fin último de la vida
humana.
Las virtudes no sólo hacen buenas las obras sino que, más importante aún, hacen
buena a la persona misma.
Su punto de partida es la naturaleza humana común, lo que nos va a permitir
realizar afirmaciones generales a cerca del ser humano.
La gran dificultad actual para este modelo de ética es que exige, como
presupuesto, una comprensión común del bien humano o el fin de la vida humana
Cuando afirman que “las virtudes son rasgos que hacen a la persona buena y la
capacitan para hacer bien su trabajo”, lo están afirmando en una situación donde no
existe consenso ni sobre “la persona buena”, ni sobre el hacer el bien, ni cuál es el ideal
de vida buena para el hombre.
Incluso estos autores se hacen eco de esta dificultad, a la que reconocen que no
pueden responder, aunque piensan que en el campo de la ética médica, sí que es posible
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alcanzar un consenso, un acuerdo acerca del bien o de la finalidad que persigue la
profesión médica.
Son conscientes de la dificultad de delimitar la bondad en una sociedad plural
como la actual, por lo que su propuesta se refiere exclusivamente al ámbito médico.
Admiten que las virtudes, por si solas, no bastan para la elaboración de una teoría
ética suficientemente amplia. Y deben aceptarse unos principios fundamentales
objetivos con los que se debe conformar la acción humana. Y reconocen la necesidad
de unir la ética de las virtudes con la de los principios.
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Siendo importante señalar que los datos de Gilligan no sostienen que todas las
mujeres abordan los problemas éticos desde la línea de los cuidados.
Helga Kuhse afirma que tanto la perspectiva de la justicia como la del cuidado son
posibles tanto en hombres como en mujeres y ambas son válidas.
Ahora bien mientras la mayoría de los varones dependen, sobre todo, de la
perspectiva de la justicia, en el caso de las mujeres, alrededor de un tercio lo hace desde
la perspectiva del cuidado, otro tercio depende, en primer lugar, de una moral basada en
la justicia.
La pregunta fundamental, no es tanto la de responder cómo ser justo, sino la de
cómo responder a las necesidades de las personas con las que se entra en relación. Hay
que estar atento a las relaciones humanas, a las necesidades que se suscitan, a las
emociones que se movilizan, en las actuaciones únicas que cada individuo debe vivir.
De estos supuestos se desciende a la relación entre los profesionales de la salud y
la situación existencial única que vive el paciente en el trance de su enfermedad, algo
que puede perderse de vista en la ética de los principios.
Este modelo de ética, subraya aspectos muy importantes en la vida moral, ya que
toma como punto de partida la existencia de la vulnerabilidad y de las importantes
necesidades del paciente. Dentro de ella tienen gran importancia valores como el afecto
y la fidelidad, aunque existe el peligro de poner las relaciones y los sentimientos por
encima de las normas morales, por lo que se hace necesario que este modelo pueda
compatibilizarse con unos principios generales que permitan garantizar las relaciones
entre extraños
No hay que olvidar (D. Gracia), en la relación entre los profesionales de la salud y
el paciente, hay un tercero, la sociedad, lo que lleva a abrir esa relación al principio de
la justicia.
ÉTICA DE LA RESPONSABILIDAD
D. Gracia toma como punto de partida de su reflexión, la crisis de la razón que
comienza a desarrollarse desde la muerte de Hegel, cuando se cuestiona la capacidad de
la razón para conocer la realidad en su totalidad, y se comienza a discutir que las cosas
tengan un fin tan claro como se creía, basándose en hechos como los terremotos, las
enfermedades, etc. Hechos sobre los que no puede conocerse su finalidad, en definitiva
el mundo moderno se hace consciente de la fragilidad de la razón.
37
En este contexto, aparece la figura de Kant, cuya aportación sigue influyendo en
la ética actual. Para Kant existen una serie de juicios que son ciertos a priori, todo ser
humano tiene experiencia del deber y se trata de una experiencia primaria. Al analizar
esta experiencia, se imponen una serie de hechos como obligatorios: no mientas, no
mates, sé agradecido. Son juicios que mandan, son imperativos y estos imperativos
morales, no son hipotéticos, son categóricos, mandan sin restricciones y son universales.
De ellos surgen los deberes perfectos, que no pueden admitir ninguna excepción.
Las diferencias éticas del siglo XX han mantenido el canon de Kant, la
universalidad, al que se llega también porque todos los seres humanos son morales y
tienen dignidad, pero con la diferencia de que los criterios éticos, siguiendo a Hume,
son probables y no absolutos.
En este contexto deben situarse las éticas actuales de la responsabilidad, para esta
ética, no hay ningún juicio ético que sea absoluto.
La razón no es una facultad segura que nos permita realizar una “aprehensión
racional de la realidad” hay que ser humildes ante sus posibilidades.
Para D. Gracia, los tres rasgos que debe poseer la ética de la responsabilidad
propuesta por él son:
‐ Poseer un canon o vara de medida “la racionalidad humana no es perfecta, no
tiene todas las perspectivas, es una débil, pero eso no quiere decir que no se consiga
llegar a cosas importantes, como por ejemplo, establecer cánones morales” . un canon
en el que coinciden casi todas las éticas es el principio kantiano de que los seres
humanos son fines en sí mismos y no mero medios, están dotados de dignidad y no
tienen precio.
‐ Hay que establecer también unos principios deontológicos: criterios universales
sobre cómo proceder, pero que admiten excepciones y donde hay que moverse en el
plano de la probabilidad. Son los deberes concretos, las normas morales. Propone
“elaborar un conjunto de principios que, sin intentar ser absolutos expresen del mejor
modo posible el respeto a los seres humanos, que éste si es absoluto.
‐ Debe procederse a una valoración de las circunstancias y consecuencias, es
decir, ponderar las circunstancias y consecuencias que concurren en un caso concreto
para ver si hay que aplicar el principio según está formulado o se puede justificar una
excepción del mismo.
Por lo tanto las éticas de la responsabilidad tienen un canon, unos principios y
ponderan las circunstancias y las consecuencias.
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BIOÉTICA NARRATIVA. Narrativa y Hemenéutica. La narrativa aplicada a la
salud.
Según H. Jonas, “la ética narrativa y hermenéutica es una ética de la
responsabilidad”, los juicios éticos no son únicos ni excluyentes por eso han de ser
responsables.
La vida humana es una sucesión de acontecimientos por ese motivo se cuenta, se
narra para poder expresarlos, pero aquello que se narra hay que interpretarlo.
La historia refiere los hechos o acontecimientos de manera cronológica y la
hermenéutica realiza la interpretación de los mismos dándoles un contenido histórico
objetivo.
La hermenéutica nos enseña que hay otras realidades más allá del razonamiento
lógico, hay otros deseos, valores o creencias, así como todas aquellas circunstancias que
gobiernan las vidas humanas.
Para todo ello se basa en la interpretación del lenguaje verbal y no verbal.
Según D. Gracia: “el ser humano no es un yo puro que permanece inmutable, sino
que tiene una entidad dinámica que se desarrolla a lo largo de la vida. No se trata de un
yo abstracto, sino del uno mismo narrativo, que se va haciendo por medio de la sucesión
y a suma de experiencias concretas. La identidad personal sólo puede ser comprendida
como una identidad narrativa, que se tiene que ir creando uno en relación con los otros.
Así pues somos, individual y colectivamente, identidad narrativa”. (D: Gracia (2004)
Como arqueros al blanco.)
“La narrativa constituye una forma de racionalidad particularmente adecuada a la
reflexión bioética, entre otras cosas porque trata aspectos tan importantes de la vida
humana como los sentimientos, los afectos, las emociones, las creencias y los valores.
Clásicamente la razón era especulativa y abstracta y excluía estos aspectos, pero las
decisiones morales han de ser prácticas y concretas; para decir lo que hay que decir y
para hacer lo que hay que hacer, es necesario evaluar cada situación en particular” (D.
Gracia (2004) Como arqueros al blanco)
Ya Aristóteles dijo, en su Ética a Nicómaco (1109b20): “tales cosas son
individuales y el criterio reside en la percepción” (el receptor considera que es así
dando razones del porqué).
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Los procedimientos narrativos son los adecuados para el análisis de la concreción
(esto es la consideración clínica, ya que en ella no hay enfermedades sino enfermos).
Para comprender mejor lo que se describe se ha de tener en cuenta el contexto histórico,
social y cultural, y el contexto individual, las circunstancias y las consecuencias
previsibles. (D. Gracia (2004) Como arqueros al blanco).
Por lo que la ética narrativa se basa en la hermenéutica, ya que se trata de elaborar
una disertación cuyo asiento sea por un lado, el conocimiento científico, los datos
objetivos y, por otro lado, la historia de la persona, con sus deseos, emociones,
vivencias y expectativas; de este modo cualquier postura que se adopte, la decisión que
se tome tendrá en cuenta los elementos objetivos y los subjetivos de la persona y sólo a
la luz de ambas perspectivas se podrá tomar una decisión seria y responsable.
Pero, en el momento actual, encontramos que todos estos elementos, el relato del
paciente, lo que piensa y siente referente a su padecimiento, es poco tenido en cuenta o
nada, ya que la narración se ha visto sustituida por el interrogatorio (expresión de la
relación paternalista).
Rita Charon, expresa bien la diferencia:
“El conocimiento narrativo es el que se usa para comprender los significados de
las historias a través de medios cognitivos, afectivos, simbólicos...El significado es
aprehendido de manera colaborativa, mediante el diálogo, entre el médico y el paciente”
“El conocimiento lógico-científico intenta iluminar la verdad universal
trascendiendo lo particular; el conocimiento narrativo intenta iluminar la verdad
universal poniendo de manifiesto lo particular” (Narrative Medicine, JAMA, Octubre
17, 2001-Vol 286, Nº 15, 1898).
LEGISLACIÓN VIGENTE
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‐ Ley 21/2000, del Parlamento de Cataluña, sobre los derechos de Información a
cerca de la salud y la autonomía del paciente y la Documentación Clínica.
‐ Ley 41/2002, de 14 de Noviembre, Básica reguladora de la Autonomía del
Paciente y Derechos y Obligaciones en Materia de Información y Documentación
Clínica
‐ Decreto 99/2004, de 11 de junio, del Consell de la Generalitat, por el que
se regula la creación y acreditación de los comités de Bioética Asistencial (2004/F6543)
‐ La Constitución Española reconoce en su artículo 10.1 La dignidad de la
persona como uno de los fundamentales del orden político y de la paz social. A nivel
internacional, el Convenio sobre Derechos Humanos y Biomedicina tiene como
finalidad proteger al ser humano en su dignidad y su identidad y garantizar a toda
persona, sin discriminación alguna, el respeto a su integridad y a sus demás derechos y
libertades fundamentales.
‐ En el ámbito de la Unión Europea, en diciembre de 2002, se aprobó, en
Niza, la Carta de Derechos Fundamentales, la cual proclama en su artículo 1: “La
dignidad humana es inviolable. Será respetada y protegida”
‐ El reconocimiento del valor de la dignidad humana se manifiesta también
en el ámbito sanitario a través de la garantía de los derechos del paciente y de la mejora
continua de la calidad en la relación asistencial, así como en la valoración ética de las
investigaciones biomédicas a él dirigidas.
‐ Por otro lado, los problemas con una dimensión ética en el ámbito
sanitario se hacen cada vez más frecuentes y complejos. No siempre resulta fácil
discernir cual es, en el campo de la biomedicina, la decisión más respetuosa con la
dignidad humana.
‐ Con el objeto de garantizar la dignidad de las personas, en el ámbito de la
Comunidad Valenciana se aprobó la Ley 1/2003, de 28 de enero, de la Generalitat, de
Derechos e Información al Paciente de la Comunidad Valenciana, la cual prevé, en su
artículo 30.1, la creación de comités de Bioética Asistencial en los hospitales y centros
de salud. La finalidad de estos comités es que, sin suplantar la responsabilidad de las
personas que tienen que tomar las decisiones, pueden ofrecer unas recomendaciones que
sean fruto de su experiencia profesional y científica y vengan garantizados por la
deliberación colegial de sus miembros.
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‐ Como consecuencia, la fuerza de los comités reside en la autoridad que
logren alcanzar mediante la calidad de su trabajo, la imparcialidad de todas sus
actuaciones y la consistencia de los argumentos ofrecidos en sus dictámenes.
‐ Conformada por 11 artículos, en los que se recogen los requisitos para el
establecimiento, creación, composición, funcionamiento y acreditación de los Comités
de Bioética Asistencial, otorgada por el Consejo Asesor de Bioética de la Comunidad
Valenciana. Así como, el concepto por el que se regirán dichos comités y su ámbito de
actuación; la estructura de los mismos, con la definición de las funciones del presidente
y secretario.
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BIBLIOGRAFIA BÁSICA
Según anotaciones de Miguel Ruiz Canela. Máster en Bioética. UCV
‐ Revistas especializadas en bioética, con mayor impacto: “medical ethics”
.. Generales:
.. American Journal of Bioethics
.. Cambridge Quaterly of Healthcare Ethics
.. Hasting Center Report
.. Issues in Law & Medicine
.. Kennedy Institute of Ethics Journal
.. Nursing Ethics
.. Con estudios empíricos:
.. Bulletin of Medical Ethics
.. Clinical Ethics
.. IRB. Ethics & Human Research
.. Journal of Clinical Ethics
.. Journal of Law, Medicine and Ethics Health Care
.. Journal of Medical Ethics
.. Fundamentación ético-filosófica:
.. Biology and Philosophy
.. Journal of Medicine and Philosophy
.. Theoretical Medicine
‐ Tipos de libros sobre bioética:
.. Manuales de bioética
.. Enciclopedias / diccionarios de bioética
.. Antologías
.. Por temas: genética, investigación…
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BIBLIOGRAFIA
LIBROS
ARTÍCULOS
‐ Barbero Gutiérrez, J. (2003). Sufrimiento y Responsabilidad moral. Recuperado
el 10 de junio de
http://www.fundacionmhm.org/pdf/Mono2/Articulos/articulo12.pdf
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‐ Bayés, R. Morir en paz: evaluación de los factores implicados. (2004). Med
Clin. Vol 122, Nº 14, 539:541. Recuperado el 5 de marzo de 2010 de http://
www.aepc.es/ijchp/articulos_pdf/ijchp-340.pdf
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‐ http:// www.msps.es/organizacion/sns/.../pdf/.../ley_autonomia_paciente.pdf
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Recuperado 3 de enero de 2010 de http://wwwjama.ama-
assn.org/cgi/reprint/286/15/1897.pdf
TEMARIOS FORMATIVOS
Iniciación a la Bioética. (2007). EVES
‐ Domingo Moratalla, A. Los códigos deontológicos. Ética de los profesionales
sanitarios.
‐ Llorens Bañón, L. Comités de bioética.
‐ Palanca Ferrando, F. Bioética y espiritualidad.
‐ Torregrosa Sánchez, R. Concepto de Bioética. Desarrollo histórico. Problemas
de fundamentación. Teorías éticas. Principios.
‐ Torregrosa Sánchez, R. La bioética en relación con el paciente. Consentimiento
Informado.
‐ Velasco Laiseca, J. Bioética narrativa.
46
‐ Postigo Solana, E. Teorías éticas en bioética.
‐ Ruíz-Canela, M. Fuentes bibliográficas en bioética. Tipos y bibliografía básica.
47