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La importancia del reciclaje.

Cuidemos el Medio
Ambiente.
El reciclar o el reciclaje es un acto de suma importancia para la sociedad ya que el mismo supone la
reutilización de elementos y objetos de distinto tipo que de otro modo serían desechados,
contribuyendo a formar más cantidad de basura y, en última instancia, dañando de manera continua al
planeta.

Cuando hablamos de reciclar o de reciclaje hacemos referencia entonces a un acto mediante el cual un
objeto que ya ha sido usado es llevado por un proceso de renovación en lugar de ser desechado. Los
expertos en la materia consideran que casi todos los elementos que nos rodean pueden ser reciclados
o reutilizados en diferentes situaciones, aunque algunos de ellos, por ser extremadamente descartables
o por ser tóxicos no pueden ser guardados.

Ventajas ambientales y económicas del reciclaje.


Entre las ventajas del reciclaje hay que destacar que este contribuye a evitar el deterioro del planeta por
sobre producción. La destrucción de gran cantidad de bosques o el deterioro progresivo de la capa de
ozono ocurren fundamentalmente por la intención de producir muy por encima de las necesidades de
las personas. El reciclaje es a suerte de salida a esa situación, y permitiría ahorrar gran cantidad de la
energía que se utiliza para esos fines.
En cuanto a los beneficios financieros y económicos del reciclaje, puede decirse que el costo de la
energía, que en la actualidad es tan alto, se reduciría fuertemente. Reciclar una tonelada de papel de
periódico ahorra unos 4000 KW de electricidad, aproximadamente la electricidad necesaria para una
casa de tres dormitorios a lo largo de un año entero.

Además, el reciclaje de papel también reduce el gasto de agua y aceite. En cuanto al reciclaje de
productos de consumo hogareño y de oficina, como puede ser el del cartucho de la impresora, el
reciclaje reduce el costo en casi la mitad en comparación con la compra de cartuchos nuevos.

Los colores del reciclaje.


Un punto fundamental dentro del reciclaje, es distinguir correctamente los colores del reciclaje. De
esta forma haremos una separación correcta de todo aquello que queramos reciclar. Estos colores del
reciclaje los podremos ver generalmente en los contenedores y papeleras diseñadas para entornos
urbanos o bien domésticos.

Vamos a conocer que tipo de productos deben ir en cada contenedor, y a diferenciar los materiales de
los que están hechos algunos envases o productos que usamos a diario. podrás completar esta
información con los diferentes tipos de reciclaje que verás en el menú lateral.
Los colores del reciclaje básicos son estos:

Color azul: En este contenedor de color azul, se deben depositar todo tipo de papeles y cartones, que
podremos encontrar en envases de cartón como cajas o envases de alimentos. Periódicos, revistas,
papeles de envolver o folletos publicitarios entre otros, también se deben alojar en estos contenedores.
Color amarillo: En los contenedores amarillos se deben depositar todo tipo de envases y productos
fabricados con plásticos como botellas, envases de alimentación o bolsas. Las latas de conservas y de
refrescos también tienen que depositarse en estos contenedores, siendo este último, uno de los
principales errores a la hora de reciclar.
Color verde: En este contenedor se depositan envases de vidrio, como las botellas de bebidas
alcohólicas. Importante no utilizar estos contenedores verdes para cerámica o cristal, ya que encarecen
notablemente el reciclaje de este tipo de material.
Color rojo: Los contenedores rojos de reciclaje, aunque poco habituales, son muy útiles y uno de los
que evitan una mayor contaminación ambiental. Podemos considerarlos para almacenar desechos
peligrosos como baterías, pilas, insecticidas, aceites, aerosoles, o productos tecnológicos.
Color gris: En los contenedores de color gris, se depositan los residuos que no hemos visto hasta
ahora, aunque principalmente se deposita en ellos materia biodegradable.
Color naranja: Aunque es difícil encontrar un contenedor de color naranja, estos se utilizan
exclusivamente para material orgánico. En caso de no disponer de este tipo de contenedor, como
hemos comentado, utilizaríamos el gris.
Quien tiene el hábito de reciclar no solo recurre a separar sus desechos de acuerdo a su origen
biológico, sino que también se aparta de esa idea de desechar todo lo obsoleto y revaloriza lo que para
otros ya estaría en condiciones de ser olvidado.
RECICLADORES, TESTIMONIOS DEL PRIMER ESLABÓN DE
TRANSFORMACIÓN DE RESIDUOS

Recolectando basura en las calles, de noche y forma solitaria, hombres y


mujeres vieron en ello un oficio rentable. Con ayuda del programa Reciclaje
Inclusivo de Fundación Casa de la Paz accedieron a herramientas para sacar
mejor provecho y profesionalizar un oficio que, sin darse cuenta, promueve el
reciclaje doméstico.

Por Consuelo Olguín


En Chile se generan casi 17 millones de toneladas de
residuos sólidos al año, pero sólo el 10% se recicla. Ante ello,
las políticas públicas están orientadas a reforzar la educación
ambiental a través de una serie de iniciativas. En paralelo, en
la industria de la recuperación de residuos continúa siendo esencial
el rol de los recicladores de base.

Según un catastro hecho por el Movimiento Nacional de Recicladores


de Chile A.G. junto al Ministerio de Medio Ambiente en las 346
comunas del país hay más de sesenta mil recicladores que
hoy realizan su trabajo con prácticas informales.

Marcela Puchi empezó recogiendo papel, diarios, cartón, latas de


aluminio y objetos chatarras que la gente dejaba afuera de sus casas,
cuyo destino final sería el camión de la basura y luego un vertedero.
Así empezó a reciclar ese material que estaba en buen estado
pero que nadie se daba la tarea de ordenar, clasificar y
acopiar.

“Yo no terminé nunca el cuarto medio entonces no tenía trabajo


estable, no siempre tenía plata para invertir y encontré en el
reciclaje una manera de sobrevivir. Era más rentable. Yo ahí
invertía mi cuerpo, trabajo, tiempo”, dice Marcela, quien trabaja hace
diez años como recicladora de base en Peñalolén.

Al principio lo hacía de manera solitaria, sin hablar con los vecinos.


Pero ahora hay un diálogo con ellos, saben qué materiales
necesita y determinó una ruta que recorre tres veces a la
semana con su moto eléctrica para recoger los desechos, los
cuales guarda en una bodega en Quilín. Una vez al mes vende ese
material a empresas.

Sin caer en cuenta, Marcela Puchi promueve el reciclaje al interior de


las casas al igual que cientos de sus pares que trabajan en dicho oficio,
de manera formal e informal. En 2014 Fundación Casa de la Paz
contabilizó a 400 recicladores de base en cuatro comunas de la
Región Metropolitana: Quinta Normal, Santiago, Recoleta y
Peñalolén.

En medio de la discusión de la ley de fomento al reciclaje, dicha


fundación inició el proyecto de Reciclaje Inclusivo Comuna (RIC), el
que benefició a 20 recicladores capacitados en modelos de
negocio y emprendimiento, siete puntos limpios
administrados por ellos, 5.000 familias con servicio de reciclaje,
un acuerdo comercial de recepción de residuos con 20 instituciones y
un barrio comercial, junto a la creación de una cooperativa de trabajo.

La directora de la iniciativa, Mayling Yuen, indica que el “proyecto


se centró en la incorporación y formalización de los
recicladores de base, el fortalecimiento de la cadena de
reciclaje” y explica que “una empresa grande no puede ir a buscar
un contenedor chiquitito porque no les sale rentable. En esta
búsqueda encontramos la figura de recicladores de base que lo que
hacen es ir a las casas y gracias al encadenamiento de distintos
actores pueden llegar a canchas de reciclaje y entrar al proceso”.

En ese grupo de trabajo se encuentra Orlando Castañeda, quien


trabaja en el mundo del reciclaje desde hace cinco años cuando jubiló
de una empresa consultora. “Con sacrificio y puntualidad empecé a
reciclar en la calle. Me fui haciendo propaganda solo”, cuenta.

Administrador de uno de los siete puntos limpios, ubicado en Quinta


Normal, señala queahora que tiene un lugar de acopio, ordena
y una vez a la semana un intermediario retira la
mercancía para luego llevarla a empresas que quedan en la
periferia. Y al igual que Marcela Puchi, Castañeda formalizó su oficio
y entabló diálogo con las personas que habitan las casas donde recoge
los residuos.

Ambos coinciden que se trata de un trabajo sacrificado, pero pilar


fundamental en la cadena de transformación de los desechos. Sin
embargo, aún falta por avanzar. “La sensibilidad de la gente es bien
escasa, tiran cualquier cosa en la ventanilla donde botellas o
papel. Hay que explicarles que se trata el punto limpio, no un
vertedero”.

A ojos de Marcela, “esto es para los que son empeñosos porque los
que son quedados nunca surgen” y añade que si bien hay familias con
hábito de reciclar, hay lugares que hacen el mínimo esfuerzo. “Falta
que las empresas, colegios o consultorios nos den los materiales”,
señala.

La idea de Fundación Casa de la Paz es replicar el proyecto a otros


lugares y de esa forma contribuir a una cultura de reciclaje
sistemática.
9 ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES HISTÓRICAS SOBRE RECICLAJE
ECOEMBES
En el reciclaje se somete a los materiales usados o desperdicios a un proceso de
transformación o aprovechamiento para que puedan volver a utilizarse. Se convierten
los desechos en nuevos productos o materias para que vuelvan a ser usados de nuevo.
Con este gesto se contribuye a reducir el consumo de recursos y la degradación del
planeta.
Los españoles parece que tienen muy asumido este concepto, por eso, siete de cada
diez reciclan en casa, según Ecoembes. Pero el reciclaje no lo ha inventado el hombre y
así lo demuestra la Naturaleza. En ella nada se desperdicia, todo se vuelve a reutilizar de
una forma u otra para el beneficio de los seres vivos y del medio ambiente.
Sin duda existe una historia del reciclaje, cargada de anécdotas como las recogidas a
continuación:
1. Los árboles absorben nitrógeno, fósforo, potasio o azufre que retornan al suelo
cuando caen sus hojas. La hojarasca se descompone por la acción de las
bacterias, los hongos y la lluvia. De esta forma vuelven a estar disponibles para
otros seres vivos y sirviendo de nuevo de alimento para la vegetación.
2. Cuando los dinosaurios desaparecieron de la Tierra hace más de 65 millones de
años la naturaleza los recicló para formar grandes bolsas de gas y petróleo.
3. Las primeras basuras que debían eliminarse surgieron hace 10.000 años, cuando
los humanos dejaron la vida nómada y comenzaron a asentarse en poblados.
4. En la Atenas de hace más de 2.500 años se crearon los primeros vertederos
municipales del mundo occidental. Tenían que situarse a más de un kilómetro y
medio de las ciudades.
5. Estudios arqueológicos demuestran que 400 años a.C. la basura que se generaba
en los hogares se reciclaba, cuando los recursos escaseaban, para hacer nuevos
utensilios.
6. Hace mil años, cuando faltaban muchos años para ver los contenedores azules
en nuestras calles, los japoneses almacenaban el papel usado para reciclarlo. La
fabricación de papel reciclado consume un 62% menos de energía y un 86%
menos de agua que el papel nuevo.
7. William Rittenhouse fundó en 1690 con tres socios una fábrica de papel en la
Monoshone Creek, cerca de Germantown, Filadelfia (EEUU). Se le conoce como
el padre del reciclaje de Estados Unidos, ya que las fibras de la planta para la
fabricación de papel a mano se obtuvieron a partir de trapos de algodón y
desechos textiles.
8. Aunque no se sabe a ciencia cierta si es verdad y los expertos siguen sin ponerse
de acuerdo, muchos cuentan que entre 1860 y 1865, en la Guerra de Secesión
de Estados Unidos, un empresario que respondía al nombre de Augusto
Stanwood se quedó sin suministros y decidió importar momias del Antiguo
Egipto, a seis céntimos el kilo, para fabrica papel con el lino de las vendas.
9. Hasta el siglo XIX, durante la era preindustrial, la población recuperaba ropa,
metales y otros materiales porque la necesidad les obligaba a reciclar todo lo que
encontraban. Algunos historiadores llaman a este periodo como La Edad de Oro
del Reciclaje.
10. A principios del siglo XX llegó el consumismo de usar y tirar. En la década de 1960
el movimiento ecologista y la implicación de la sociedad consiguieron que la
conciencia pública aumentase. Actualmente la palabra reciclaje ya es habitual y
en cada hogar español hay una media de tres cubos para separar los residuos.
11. El Círculo de Möbius es el símbolo internacional del reciclaje. Tiene su origen en
1970, durante un concurso de diseño para celebrar el primer Día de la Tierra,
organizado por la Container Corporation of America y que ganó el
diseñador Gary Anderson. El símbolo representa las tres fases principales del
reciclaje.
12. El Punto Verde fue creado por la empresa alemana Duales System Deutschland
AG en 1991. Este icono que se puede ver en todos los envases indica que la
empresa que fabrica este producto o envase cumple con la Ley de Residuos y,
por tanto, se garantiza su posterior reciclado sostenible.
13. El símbolo Tidyman, una figura humana depositando un residuo en una papelera,
llama la atención sobre el consumidor: alienta a no tirar basura y depositarla en
un lugar adecuado.
14. En 1982 se instaló el primer contenedor de vidrio en España.
15. El primer contenedor amarillo se instaló en 1997 en España. Hoy existe una red
de 566.957 contenedores amarillos y azules distribuidos por toda la geografía
española, que hacen posible que el 99% de los españoles tengan acceso a la
recogida selectiva de estos residuos. De esta forma se ha pasado de reciclar el
4,8% de los envases domésticos en 1998 al 74,8% en 2015.
16. La Comunidad Autónoma que más envases ha aportado en 2015 en el
contenedor amarillo ha sido Navarra. Sus ciudadanos han aportado una media
de 20,2 kg/habitante en el contenedor amarillo y 38,5 kg/habitante en el azul.
En España cada habitante depositó 12,7 kg en el contenedor amarillo (envases
de plástico, latas y briks) y 15,1 kg en el azul (envases de papel y cartón).
17. Suiza está entre los países que más reciclan del mundo, un 52% de toda su
basura. Allí cada ciudadano compra etiquetas para marcar sus bolsas de basura
para el reciclaje facilitando la recogida. Además separan el vidrio por colores.
18. Oslo, la capital de Noruega, es la ciudad que más recicla del mundo. Le sigue de
cerca San Francisco (EEUU). En el caso noruego es importante destacar que este
país cobra a los ingleses por recibir su basura y transformarla en energía.
19. Según Ecoembes, este sistema circular hizo que en 2015 el reciclaje consiguiese
el ahorro de 1,3 millones de toneladas de materias primas, lo que nos ha
permitido hacer un uso mucho más eficiente de nuestros recursos naturales.
También ha permitido reducir nuestro impacto en el entorno natural evitando la
emisión de 1,2 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, lo que equivale a la
retirada del 25,88% de los coches del parque móvil de Madrid.
“RECICLAR ES UNA PÉRDIDA DE TIEMPO”: LOS MITOS DEL
RECICLAJE
Siempre aparece esa persona que mira para otro lado cuando empezamos a
hablar de reciclaje, diciendo que en realidad no vale la pena. Y para justificarse,
utiliza y reutiliza una catarata de frases comunes entre los desconfiados del
reciclaje.

En esta nota, vamos a romper con los falsos testimonios, esos mitos del reciclaje
que pueden hacerte dudar de que sea el mejor ejercicio diario para el mundo.

“Para qué me voy a gastar, si termina quedando igual mezclado con todo
en los vertederos”
No es cierto: cada vez hay más iniciativas para darle un final responsable a los
residuos. El reciclaje es prácticamente una obligación para todos los
ciudadanos, porque, si bien no se recuperan todos los materiales, se reduce a
menos de la mitad la cantidad de desperdicios amontonados a cielo abierto.

“El reciclaje es un negocio y nosotros no nos beneficiamos con nada”


El reciclaje tiene un costo, y una mano de obra importante y eso es innegable.
Pero, reciclando materiales, las empresas tienen un cierto ahorro en la
producción de nuevos artículos, pudiendo ocuparse de más políticas
sustentables, minimizando el consumo de recursos naturales (tala de árboles,
explotación minera, o cualquier otro). Reciclando, la ganancia viene por otro
lado: ganás un mundo mejor y más limpio.

“El transporte y logística contamina lo mismo que terminás salvando”


El transporte no es ni cerca igual de contaminante que la cantidad de basura sin
reciclaje. Además, existen muchos puntos de recolección en cada uno de los
barrios, que se encargan de juntar una gran cantidad de reciclables antes de
enviarlos a las plantas, reduciendo la cantidad de viajes necesarios. Incluso,
algunos de los puntos de recolección funcionan directamente como plantas de
reciclaje.

“Sale más caro reciclar que trabajar materiales nuevos”


Definitivamente, no es verdadero. Reciclando, aprovechamos las materias
primas que ya fueron extraídas y las ponemos de nuevo en circulación. Para
empezar, se ahorra energía en el proceso de extracción de materiales, evitando
una alta contaminación del agua y del aire en ese proceso. Reciclar termina
ahorrando mucho más (en costos y recursos) de lo que ahorran las producciones
con materiales vírgenes.
“Las empresas grandes son las responsables. Nosotros no tenemos la culpa
de nada”
La empresa produce, sí. Pero ¿quién compra? Como consumidores, tenemos la
misma responsabilidad que los productores, desde el momento en que los
materiales se ofertan según nuestras demandas. Es cierto que los productores
tienen que tomar acción por sus productos después de su vida útil, pero nuestro
interés y colaboración como consumidores va a ser lo que impulse las acciones
ecológicas adelante.

“Los productos reciclados son de mala calidad”


Absolutamente falso. Al reciclarse, los materiales son tratados para aprovechar
al máximo sus propiedades. Por ejemplo, como el papel pierde sus propiedades
muy rápidamente, suele merzclárselo con fibra virgen para obtener nuevamente
papel de calidad. Otros productos, como el bronce o el vidrio, pueden reciclarse
sin perder en ningún momento sus propiedades.

Reciclar no es una pérdida de tiempo, sino más bien a la inversa. Cuanto más
tardemos en empezar, más tiempo vamos a estar perdiendo.

Puedes empezar a sumar hábitos sustentables firmando tu Contrato con el


Medio ambiente y empezar a ayudar al mundo desde tu propia casa.
Encuentra puntos cercanos para llevar tus reciclables en nuestro Mapa Donde
Reciclo.
Ahora que sabes la verdad de estos mitos del reciclaje, ¿cuál es tu excusa?
El precio justo del reciclaje
Español | English
En la primera parte de este post les contamos acerca de uno de los impuestos
“verdes” que se han creado en Ecuador en los últimos años: un cargo adicional
de USD$ 0.02 a las botellas de plástico no retornables. ¿Qué efecto tienen este
tipo de impuestos sobre la informalidad? Ecuador lo diseñó no solo para estimular
el mercado de reciclaje en el país sino también para promover la inclusión social
de recicladores informales. No se han publicado datos oficiales, pero según
algunos testimonios se ha percibido un aumento en sus ingresos. Sin embargo, el
impuesto por sí solo no hace frente a las deficiencias estructurales del reciclaje
informal y resalta una característica esencial de un verdadero impuesto con fines
de inclusión: que lo recaudado se reinvierta en programas que beneficien a
recolectores informales y que estos se vean plasmados a nivel municipal.

Como es el caso en otros sectores de la economía informal, la recolección y


reciclaje informal es una actividad de pequeña escala, de baja remuneración, de
mano de obra intensiva, y es poco regulada y planificada. Las comunidades que
se dedican al reciclaje informal suelen ser grupos marginales y pobres (ej.
migrantes, discapacitados, minorías religiosas, entre otros) y por lo general carecen
de permisos, no pagan impuestos y no forman parte de sistemas de seguridad
social. No por esto dejan de jugar un rol central en la colecta y el reciclaje: en
Cairo, los Zabbaleen, una minoría cristiana de alrededor de 60.000 que se ha
dedicado a la recolección desde inicios del siglo XX, ha recogido más del 50% del
total de la basura en esa ciudaddesde 1930 y han reciclado más del 70% de los
materiales, en contraste a la tasa de 10% en el sector formal. Como
los Zabbaleen, en nuestra región están los pepenadores y buscabotes en México;
traperos y chatarreros en Colombia; buzos en Costa Rica; y los cartoneros en
Argentina, entre muchos otros. En este contexto, programas de apoyo a
recicladores deben buscar no solamente una remuneración por este trabajo, sino
también mejorar las condiciones en las que se lleva a cabo y eliminar el estigma
usualmente asociado a la recolección.

En ciudades donde se mezclan sistemas de manejo de desechos municipales y/o


privados con prácticas informales—la gran mayoría—existe una evidente
jerarquía económica en la red de recicladores. En la base de la pirámide están los
recolectores de puerta a puerta y los recolectores de calle ambulantes, los cuales
reciben ganancias no por la recolección de toda basura sino por la clasificación,
procesamiento y eventual venta de materiales valiosos. Después encontramos a
los compradores especializados de basura, quienes adquieren solamente
materiales reciclables en industrias, comercios y hogares. Están asimismo grupos
de recolección que seleccionan materiales recogidos por sistemas municipales
antes de llegar a botaderos, así como también recolectores que trabajan
directamente en rellenos (y que a menudo viven en asentamientos extralegales
en la misma zona). Finalmente, están los intermediarios, quienes tienen la
capacidad y el capital para comprar volúmenes de material suficiente para la
venta a empresas e industrias; muy a menudo, su poder relativo les permite
abusar de recicladores informales, pagando precios extremadamente bajos. (El
libro Un maravilloso porvenir, de Katherine Boo, sobre la vida en los tugurios de
Bombay, presenta un amargo y digno retrato de esta economía).

Es una red compleja, pero no por eso difícil de integrar en sistemas municipales.
Brasil cuenta con ejemplos de programas de inclusión que buscan encontrar más
que el precio justo del reciclaje y dan apoyo organizacional y financiero directo a
recicladores informales. En Londrina, el programa “Reciclando vidas” incorporó a
recicladores que trabajaban en el botadero al sistema municipal de recolección
selectiva, mejorando así las condiciones de trabajo y aumentando la cobertura
de 10,000 hogares a más de 50,000 entre el 2000 y el 2004. Por su parte, para
asegurar su participación en el sistema, recolectores ambulantes conformaron
ONGs y centros de acopio independientes, los cuales fueron igualmente
reconocidos por la municipalidad. El ejemplo de Londrina demuestra que, más
allá de la normativa fiscal a nivel nacional, el dar apoyo a recicladores informales
es finalmente competencia de las ciudades, sobre todo en localidades donde los
servicios de recolección son mayoritariamente públicos.

En Quito, Ecuador, se estima que existen 3.000 recicladores; la ciudad ha


creado un sistema de capacitación en el que participan actualmente 500 (el cual
no está directamente conectado al impuesto verde PET). Cuenca, ciudad ICES,
lidera en el reciclaje de materiales de todo tipo, en gran parte porque la
municipalidad ha facilitado la recolección a nivel del hogar, a través de separación
de desechos por funda y camiones recolectores con doble tolva. Esto facilita la
tarea de recolectores, pero no la formaliza, por lo que la Empresa Municipal de
Aseo (EMAC), busca continuamente integrar a los recicladores a Asociaciones
locales.

En Ecuador, estos programas deberían crecer a través de la canalización de los


fondos recaudados a través del impuesto sobre botellas PET. La reinversión es
condición básica de impuestos “verdes” y es parte esencial del concepto de
justicia en sistemas de reciclaje locales.
Los emprendedores que transformaron
la basura en un negocio de oro
El consumo de productos es constante en la República Mexicana y la basura también se
multiplica por las urbes. Ante este escenario, tres hombres de negocios vieron una
oportunidad para emprender, a través de la cultura del reciclaje.

ESTADO DE MÉXICO/ENVIADO. - Hace dos décadas, Jaime Cámara nunca dudó


que el negocio del reciclaje tuviera futuro en México. El paso del tiempo le demostró
que había una oportunidad de convertir en oro lo que muchos consideraban basura.

“Sonaba como una locura en ese momento, pero el tiempo nos ha dado la razón y hoy
se ha convertido en algo que es una tendencia a nivel mundial. Nadie creía que el
negocio del reciclaje del PET pudiera funcionar, pero ahora tenemos la planta
recicladora de PET grado alimenticio más grande del mundo. Es un orgullo para
México”, dice Jaime Cámara Creixell, director general de PetStar y presidente la
Comisión de Imagen de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac).

El consumo de productos es constante en la República Mexicana y la basura también se


multiplica por las urbes. Cada mexicano produce al año un promedio de 311
kilogramos de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), de los cuales sólo 39.7 por ciento
son susceptibles de ser aprovechados, de acuerdo con el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (Inegi). Una oportunidad para incrementar el reciclaje.

Y aunque estas cifras parecen positivas, el panorama se ensombrece para el reciclaje de


materias como el plástico. La baja en los precios del petróleo es un desincentivo para
las empresas, ya que es más barato adquirir un producto virgen y no reciclado.

El pasado dos de septiembre, la Mezcla Mexicana de petróleo se ubicó en 36.82 dólares,


mientras que el tres de septiembre de 2013 se ubicaba en 102.97 dólares, lo que
representa una caída de más de 179 por ciento en el precio del oro negro.

Las empresas enfrentan una prueba de fuego para demostrar que están comprometidas
con el medio ambiente. “No son tiempos fáciles para la industria del reciclaje. Y en
estos momentos valoro mucho más el compromiso de nuestro accionista, porque
demuestra que está aquí por una convicción en el largo plazo”, dice Cámara Creixell.

Pero no sólo la caída en los precios del petróleo pone a prueba a los negocios dedicados
al reciclaje, sino que también la lenta adopción de la cultura del reciclado en la
población mexicana y la coordinación de políticas entre los tres órdenes de gobierno.

Esta es la historia de los hombres que convirtieron la basura en oro y que hoy luchan
por apoyar al medio ambiente y mantener el negocio.
El reto de reciclar

En 1994, la crisis económica generada en México hizo que el negocio de Jaime Cámara
se fuera a la quiebra. Así fue como en 1995, el ingeniero industrial egresado de
la Universidad Anáhuac tomó la decisión de apostar por un negocio incipiente en el
país: la recolección de plásticos en los basureros.

Cámara Creixell y su equipo de trabajo decidieron cambiar los trajes y vestidos


formales por los overoles, para ir a los basureros a buscar el PET. “Había un boom para
reciclar el PET y hacer fibras textiles”, dice el directivo.

Así se inició el desarrollo de una infraestructura para poder atender a los pepenadores.

“Nos convertimos en el puente de la informalidad de los pepenadores a la formalidad


de esta gran industria del reciclaje en Estados Unidos”, recuerda Jaime.

Para 1996, ya eran los acopiadores de plásticos post consumo más grande de América
Latina y exportaban el material hacia el vecino país del norte.

En 2006, el ingeniero constituyó PetStar para ofrecer un plan en el que las


embotelladoras del país reciclaran sus botellas. Hoy, PetStar cuenta con la planta
recicladora de PET grado alimenticio más grande del mundo, la cual atiende al sistema
Coca Cola de México.

Hoy, el reciclaje de PET es una oportunidad y un reto al mismo tiempo, dice el


ingeniero.

En México, existen más de 120 millones de habitantes que han elevado su tasa de vida a
74.5 años, mientras que en las últimas seis décadas la población se cuadruplicó y la
edad promedio de las personas oscila entre los 23 y 29 años, tendencia que elevará el
consumo de productos y la generación de residuos.

México se ubica como el principal consumidor de agua embotellada a nivel mundial,


con un consumo de 28,453 litros cada año, de acuerdo con Kantar World Panel; y el
cuarto lugar en el consumo de bebidas carbonatadas, como son los refrescos, con un
consumo de 137 litros anuales por persona, según un estudio de la consultora
Euromonitor International. Estas dos bebidas utilizan envases de PET, lo que muestra la
importancia de su reciclaje.

En el país se consumen 700 toneladas de PET virgen. Aunque México se ha


consolidado como líder en América en el reciclado del plástico (50.4% reciclado),
posición que lo ubica México por arriba de Estados Unidos en el reciclado de PET
(31%), de acuerdo con datos de la asociación civil ECOCE.

En el país, 15 empresas reciclan PET, con una capacidad para reciclar 300,000
toneladas al año, lo cual requiere una inversión de 314 millones de dólares anuales.
Cerca de 50% del PET reciclado es de grado alimenticio, según la asociación.
PetStar recicla el equivalente a llenar el Estadio Azteca 2.4 veces al año, lo que
representan 50,000 toneladas del plástico.

“El reciclado es indispensable para combatir el calentamiento global y el cambio


climático. Es indispensable para sobrevivir en el mundo”, dice Jaime Cámara.

Al utilizar resina de PET reciclada se disminuyen 87% de las emisiones contra la resina
virgen, mientras que la producción de PetStar equivale a sacar de circulación todos los
autos de la Ciudad de México por dos días.

Lo importante es reducir la materia prima en las botellas y reciclar más con menos. El
sistema Coca Cola ha tenido una reducción en PET de 25 por ciento, lo que se traduce
en adelgazamientos de sus envases, lo que obliga a las empresas a contar con una mejor
infraestructura para producir más resina reciclada.

Hoy, la importancia del reciclaje va más allá del medio ambiente y también se vuelve
importante en el impacto social que tiene en México.

Reciclar para la gente


En 2007, el argentino Pablo Kohan escuchó algo que lo obsesionó y le quitó el sueño.
“Mi padre me comentó que alguien estaba haciendo techos con el reciclado de Tetra Pak
y empecé a armar el proyecto e investigar. Hablé con gente de Tetra Pak y empecé a ver
la tecnología que había alrededor del mundo”, recuerda el director general de Verdek
Transformaciones Sustentables.

Durante 2008, Pablo inició la búsqueda de capital para dar vida al proyecto Verdek y fue
hasta 2010 que su idea generó una primera compañía que dejaría por un conflicto con sus
socios, y fue hasta 2013 que Verdek nació como en la actualidad opera.

La operación de la planta en San Martín de las Pirámides (cerca de Teotihuacán), Estado


de México, logra reciclar cada mes 400 toneladas de envases Tetra Pak, que da paso a
una tonelada de celulosa blanca y 350 kilos de polialuminio cada dos horas.

“Los gobiernos estatales y municipales están volteando a ver a Verdek y a nuestros


productos. Soy un convencido de que Verdek hará las cosas mucho mejor por el beneficio
de mucha gente”, dice Kohan.

Verdek ha invertido casi tres millones de dólares para producir celulosa que se convierta
en la materia principal para construir hogares en el país. Cerca de 300 láminas diarias son
producidas desde las instalaciones de la empresa en Estado de México.

El beneficio económico y ecológico no es menor. El material de Verdek con el que se


construye una casa de 38 metros cuadrados tiene un costo de 140,000 pesos y se produce
de 48 a 72 horas.

La tecnología también permite construir baños con biodigestor y hasta salones de clases
para recibir a 30 alumnos.
En la actualidad, Verdek ha instalado edificaciones con material reciclado en Querétaro,
Puebla, Tlaxcala y Morelos.

Existe un déficit de un millón 100,000 baños en el país, dice Pablo Kohan, quien también
es consejero de la Escuela de Diseño, Ingeniería y Arquitectura del Tecnológico de
Monterrey, campus Ciudad de México.

En México se utilizan 180,000 toneladas de Tetra Pak y en 2015 tan sólo se reciclaba un
ocho por ciento de la materia, mientras que el cartón de doble fondo de Tetra Pak tarda
hasta 300 años en biodegradarse, dice Pablo.

En el caso del Tetra Pak se espera que se recicle 40% de los envases hacia 2020, lo cual
sería equivalente a reciclar 100,000 millones de envases al año. Más de 150 empresas en
45 mercados reciclan materiales de cartón, dice Tetra Pak.

“Hay una empresa que a partir del material que todos consumimos y que podría ir a la
basura esta empresa lo recicla y se hacen recursos para la gente que menos tiene”, dice
orgulloso Pablo Kohan al hablar de Verdek.

El empresario originario de Argentina cree que a pesar de los vaivenes económicos que
vive México y el mundo existe un espacio para sumar valor al negocio del reciclado a
través de la incorporación de emprendedores en la industria.

El reciclaje en los tiempos de internet


Hace un año, Iván González decidió aportar una plataforma que contribuya a impulsar la
cultura del reciclado y facilitara la transacción de los productos. Así nació Scrapital.

Scrapital es un portal desarrollado para los participantes de la industria del reciclaje para
comprar, vender y subastar desde metales hasta residuos electrónicos.

La plataforma está diseñada para los usuarios del sector industrial y doméstico.

“Es necesario tener una oferta para garantizar que lo que estás produciendo no se vaya a
quedar sin materiales. La idea surgió de ahí”, dice González, quien se dedicaba al negocio
del plástico inyectado.

“Nosotros salimos a la par de un sitio en Estados Unidos, aunque nosotros lo


comenzamos y lanzamos primero”, dice Iván.

La venta de algunos productos está creciendo, y se registran hasta 30 pedidos de empresas


medianas a la semana, lo que muestra la tendencia positiva en la demanda de productos
para reciclarse.

En México, también existen otras empresas que se dedican a comercializar materias


provenientes del reciclado, aunque muchas de ellas han sucumbido ante la tentación de
sólo ser una empresa de anuncios.

“Desde el principio sabíamos que no queríamos eso para nosotros”, dice el emprendedor.
La plataforma ofrece materiales limpios que ahorran costos asociados a su limpieza y que
pueden reducir el costo del proceso de reciclado.

El tema de la eficiencia en los procesos y recolección puede hacer la diferencia en el caso


de plásticos como el PET, dice Iván.

“Espero que sea un parteaguas en la industria para que se puedan aprovechar mejor los
procesos, ya que estamos en un muy buen tiempo para ver cómo se están manejando las
empresas y el enfoque residencial”, asegura.

El futuro del reciclaje


“No se puede improvisar… El reciclaje no es para improvisados”, dice Cámara Creixell.

La clave para perdurar en la industria del reciclaje es tener la tecnología correcta,


infraestructura de recolección integrada, evitar intermediarios y encontrar a los
accionistas que se comprometan con uso de la resina virgen, dice el ingeniero industrial.

Para el director general de Pet Star la fórmula para vencer la caída del valor de las materias
primas vírgenes es lograr eficiencias en los costos, algo en lo que coinciden los tres
emprendedores consultados.

Por ejemplo, la empresa ha logrado hacer eficiente la transportación de los envases, lo


cual le ha permitido mantener sin cambios la flota que integra su sistema de recolección.

Verdek también lucha por desarrollar su propia tecnología y eficientar sus procesos en
un intento de ser más competitivo frente a los precios de las materias vírgenes.

“Es importante mantener comunicación con los gobiernos, y no sólo el federal, sino los
estatales y municipales para que implemente políticas públicas que incentiven el reciclaje
y no lo inhiban”, dice Cámara.

Jaime Cámara cree que estos son tiempos difíciles en donde sobrevivirán las empresas de
reciclaje comprometidas con el medio ambiente, y pondrá en tela de juicio el papel que
juegan las compañías en México.

“Son momentos en donde el esfuerzo es grande y se pone a prueba mucho el compromiso


ambiental de las empresas”.

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