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29-06-2019

El momento de abolir las cárceles de niños migrantes es ahora


Amy Goodman y Denis Moynihan
Democracy Now!

¿Qué vemos al mirar a un niño a los ojos? Hasta el lunes, cerca de 350 niños y niñas migrantes
permanecían alojados en condiciones inseguras y antihigiénicas en un centro de detención
temporal de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos en Clint, Texas. Las
pocas personas ajenas al organismo que pudieron ver a estos niños migrantes quedaron
absolutamente devastadas. Frente a la indignación nacional, el organismo mudó a los jóvenes a
otros lugares, aunque al día siguiente regresó a cien de ellos a las mismas instalaciones. Quien
parece conforme con esta práctica de encarcelar a los niños y niñas es el director interino de
Inmigración y Control de Aduanas, Mark Morgan, a quien el presidente Donald Trump acaba de
convertir en el carcelero en jefe de estos jóvenes al nombrarlo también director interino de la
Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. En enero de este año, Morgan le dijo al presentador de
Fox News Tucker Carlson: "Me acerqué a estos individuos a los que se llama ‘menores’, de 17 años
de edad o menos, y los he mirado. Los miré a los ojos y me dije: ‘Estos son los que pronto serán
miembros de la pandilla MS-13’".

Son pocas las personas que logran tener acceso a estos niños y jóvenes, por lo que resulta difícil
obtener información precisa sobre su bienestar. Warren Binford, profesora de derecho de la
Universidad de Willamette, formó parte del equipo jurídico que expuso las condiciones en Clint.
Binford describió lo observado en una entrevista para Democracy Now!:

"Cuando llegamos allí el lunes por la mañana, inmediatamente nos dieron una lista que mostraba
que había más de 350 niños y niñas en estas instalaciones. Y entonces, al evaluar la lista, nos
descorazonó la cantidad de niños muy pequeños que había allí. Había más de cien niños pequeños
retenidos allí. Inmediatamente les pedimos a los guardias que comenzaran a traer a los niños más
pequeños y también a los niños que habían estado allí por más tiempo. Vimos que había alrededor
de media docena de madres adolescentes con sus bebés, por lo que les pedimos a los guardias que
también las trajeran".

El equipo logró entrevistar a 60 de los niños. La abogada continuó: "Estaban enfermos. Estaban
tosiendo. Les goteaba la nariz. Estaban muy sucios. Inmediatamente comenzaron a describir el
nivel de hambre que estaban sufriendo". El horror se profundizaba en cada entrevista que hacían.
"Descubrimos que prácticamente nadie estaba cuidando a estos niños directamente, que estaban
encerrados en estas celdas las 24 horas del día. En muchas de esas celdas solo hay baños abiertos.
No hay jabón, no hay forma de lavarse las manos. Están siendo alimentados dentro de las celdas
con las comidas procesadas instantáneas que les describí antes. Y muchos de ellos se ven
obligados a dormir directamente sobre el piso debido a la escasez de camas y colchonetas y
espacio para dormir". Los guardias les entregaron los niños pequeños a los niños mayores y les
dijeron que los cuidaran.

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Binford prosiguió su relato: "Después del segundo día de entrevistar a estos niños tuvimos una
reunión urgente —de alto nivel— en mi habitación del hotel. Nos preguntamos qué íbamos a hacer
con esto, porque alguien iba a morir. Entonces, llamamos a los abogados que estaban a cargo de
este caso, les describimos lo que habíamos visto y les preguntamos qué querían que hiciéramos al
respecto. Y, por primera vez en más de 20 años de hacer este tipo de visitas, nos dijeron que
contactáramos a los medios para poder sacar a los niños de estas instalaciones lo más rápido
posible".

Clara Long, investigadora de la organización Human Rights Watch, también formaba parte del
equipo. La investigadora relató para Democracy Now! el caso de una niña de 7 u 8 años de edad:
"Le dije: ‘¿Con quién cruzaste la frontera?’ Y ella respondió: ‘Con mi tía’. Inmediatamente se puso
a llorar tan fuerte que no podía emitir palabra. Mientras intento calmarla, frotándole la espalda, veo
que tenía un brazalete que tenía escrito con marcador permanente las palabras ‘padre
estadounidense’ y un número de teléfono".

Clara Long continuó: "Está la sensación de que no se permite usar teléfonos en las instalaciones,
pero en ese momento tanto yo como otros miembros del equipo simplemente decidimos, ‘Al
demonio. Vamos a comenzar a hacer llamadas telefónicas’. Tomé el teléfono, marqué el número y
me comuniqué con su padre. Él no tenía idea de dónde estaba retenida su hija". Long afirma que
hay muchos niños retenidos por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza que tienen padres y
otros familiares que están en Estados Unidos legalmente.

El calvario de los migrantes y solicitantes de asilo quedó al descubierto cuando el periódico


mexicano La Jornada publicó la foto de un padre y su hija, salvadoreños, ahogados en el Río
Grande; todavía se podía ver el bracito de ella alrededor del cuello de su padre. Oscar Alberto
Martínez Ramírez, de 25 años de edad, y su hija Valeria, de 23 meses, fueron arrastrados por las
aguas correntosas entre Matamoros, México y Brownsville, Texas, tras haber sido rechazados en la
frontera en su búsqueda de asilo legal.

Al responder una pregunta sobre la foto, Trump fue predecible y culpó a los demócratas por su
catástrofe fronteriza. El sistema de detención de inmigrantes creció drásticamente durante el
gobierno de Obama, pero Trump lo expandió aún más y con un nivel de crueldad inaudito. Al menos
seis niños han muerto mientras se encontraban detenidos por el Departamento de Seguridad
Nacional de Trump. Antes de 2018, había pasado más de una década desde que un niño había
muerto bajo custodia de las autoridades de inmigración de Estados Unidos.

Esta semana se realizaron los dos primeros debates de candidatos presidenciales demócratas. A
menos de una hora de la ciudad que acogió los debates, Miami, en Homestead, Florida, más de
2.000 menores sin acompañantes están encarcelados en un centro de detención con fines de lucro
administrado por la empresa Caliburn. El ex jefe de gabinete de Trump, el general John Kelly, forma
parte de la junta directiva. Debatir sobre el destino de los niños migrantes encarcelados es
importante, pero la crisis de vida o muerte a la que han sido sometidos exige una acción inmediata.
Hay que abolir todas las cárceles de niños migrantes ahora.

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© 2019 Amy Goodman

Traducción al español del texto en inglés: Inés Coira. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now!
en español, spanish@democracynow.org

Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite


diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es
co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios
en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

Fuente: http://www.democracynow.org/es/2019/6/28/el_momento_de_abolir_las_carceles

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